domingo cultural 20150906

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La caída de Roma Con los mafiosos en la cárcel, la ciudad lucha por revivir. PÁGINAS 8 a 11 6 de septiembre de 2015 Cultural ®

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Page 1: Domingo Cultural 20150906

La caída de Roma

Con los mafiosos en la cárcel, la ciudad lucha por revivir. páginas 8 a 11

6 de septiembre de 2015

Cultural ®

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Domingo es un magazine semanal. Impreso en los talleres de Editora DEMAR, S.A. de C.V., ubicados en la calle Matías Canales No. 504, Código Postal No. 88620, Col. Ribereña, Apartado Postal No. 14, Cd. Reynosa, Tam. [email protected]

DIRECTOR GENERAL oRLAnDo TomÁS DEÁnDAR mARTÍnEZ

[email protected] Adrián Altamirano Jaime

[email protected]

DISEÑO Mariela Olvera

apartado postal 14

Nos interesa saber sus comentarios, por lo que lo invitamos a que nos envíe sus correos electrónicos con sus opiniones de lo ya publicado y sugerencias de temas que le interesen.

Cultural®

Esperamos sus comentarios en los correos electrónicos: [email protected]

2Domingo \ el mañana \ 6 de septiembre de 2015 cuLturA

Por Marina gómez-robledoEL PAÍS

El 5 de febrero de 1903, cuando los motores de la Revolución Mexicana comenzaban a encenderse, Ricardo Flores Magón, director del periódico opositor El Hijo del Ahuizote, colocó en el balcón de la redacción la frase, “La Constitución ha muerto”. Tres días después apareció un artículo con el mismo título: “Doloroso nos es causar al pueblo mexicano la merecida afren-ta de lanzar esta frase a la publicidad: La Constitución ha muerto….¿Pero por qué ocultar más la negra realidad?...”. El texto iba acompañado de una foto-grafía donde aparecían algunos de los personajes que más se oponían a la censura que ejercía el expresidente Porfirio Díaz —quien se perpetuó en el poder durante 31 años—. Era el 46 aniversario de la Constitución de 1857 y para este grupo no existía motivo alguno de celebración.Aquel balcón aún existe. La casa, ubi-cada en el centro histórico de la Ciudad de México y donde se imprimieron las caricaturas en contra del régimen de Díaz, fue rescatada en 2007. Sin embargo, el inmueble volvió a abrir sus puertas al público con el nombre La Casa de El Hijo del Ahuizote. Su director es Diego Flores Magón, bis-nieto de Enrique Flores Magón, uno de los tres hermanos que lideraron el periódico y buscaron materializar la revolución.

‘El Hijo del Ahuizote’, ha vueltodiego Flores magón abre Un centro cUltUral en la ciUdad de mÉXico con el mismo nombre

qUe el periódico opositor de 1885

fLores magÓn en la Casa de El Hijo del Ahuizote.

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36 de septiembre de 2015 / el mañana / DomingocuLturA

La casa de El Hijo del Ahuizote, Ciudad de México.

opositores a Porfirio Díaz en el balcón del diario ‘El Hijo del Ahuizote’, 1903.

El objetivo, explica este hombre de 35 años, es facilitar el acceso al archivo histórico de la época. “También quere-mos construir relaciones de beneficio mutuo con el vecindarios por medio de un centro cultural dedicado a la libertad. La idea es transgredir fron-teras nacionales y urbanas”.La casa se ha inaugurado con una exposición que recorre la historia de El hijo del Ahuizote (1885-1903), desde su fundación hasta su clausura. A través de cartas, diarios, ejemplares, fotografías, infografías y una serie de documentos personales y públicos se analizan las distintas etapas que vivió el periódico. La exhibición muestra la relación del fundador, Daniel Cabrera, con el resto de actores que con el tiem-po lo sucederían en la dirección del diario. Una relación mucho más ínti-ma y duradera de lo que normalmen-te se cuenta. “El primer momento del grupo que comenzaba a formarse está determinado por el barrio. Las veci-nas le prestaban ollas a Cabrera para que pudiera fundir la cera, el cura de la escuela le ofreció las mesas de las aulas para secar las planas del perió-dico… y eso que la línea editorial era anticlerical”, cuenta el director del inmueble, licenciado en relaciones internacionales.Las políticas de Porfirio Díaz contra la libertad de expresión se fueron endu-reciendo, y con ellas las posturas de algunos de los periodistas. El expre-sidente prohibió cualquier escrito de alguno de los Flores Magón. El trío de hermanos, junto a otros miembros, fueron encarcelados en abril de 1903 y un mes más tarde se publicaría el último ejemplar del periódico oposi-tor. “La postura radical que toman los tres Flores Magón y otros personajes como Santiago de la Hoz es lo que pro-voca que clausure el diario. Cabrera, en cambio, llegó a escribir ‘este perió-dico no busca la revolución”, explica el bisnieto de uno de los revoluciona-rios. A pesar de las diferencias políti-cas entres ellos, la amistad continuó. “Cabrera ayudó a Hoz a imprimir su diario, El Excélsior, y socorrió a los Flores Magón cuando decidieron par-tir al exilio para que los recibiera una de sus amigas en Laredo, Texas”.El centro cultural está rodeado de una serie de comercios variopintos. Es difícil imaginar que entre el alboroto

de todos los vendedores que alzan la voz para conseguir que su producto llegue a los oídos de los paseantes, se encuentra, de repente, un espa-cio tranquilo, con una terraza en el tercer piso, gratuito y que esconde una historia que está lista por salir a la luz. El inmueble, ubicado en la calle República de Colombia, 42, está abierto de lunes a sábado de 11.00 a 17.00, y ofrece exposiciones tempo-rales, talleres y un espacio para las distintas iniciativas sociales.

Palabras antiguas que parecen actuales

En el primer piso del centro cul-tural se encuentran los retratos de la activista Nadia Vera y el perio-dista Rubén Espinosa, asesinados en la colonia Narvarte. Junto, hay un montón de hojas en las que se lee: “La tiranía se arrancó la careta, despreció toda formalidad, desco-noció todo respeto e indicó que estaba decidida a acallar cuanta

palabra de verdad sugiera, cuan-to grito de justicia se levantara”. Estas y otras frases ahí presentes, corresponden a los años previos a la Revolución Mexicana (1910). Sin embargo, están ahí, a lado de las caras de quienes fueron víctimas de un crimen que ha conmocionado a México. Y de un homicidio que deja en incógnita la pregunta de si la liber-tad de prensa, más de 100 años des-pués, se ha conseguido.

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4Domingo \ el mañana \ 6 de septiembre de 2015 vALorES

Por cecilia i. Bueno Salazar

Les comparto sus vivencias, un valor de nuestra querida Reynosa.Nació el 7 de septiembre de 1931, en Mineral de Reforma, municipio de Cuatrociénegas, Coahuila. De cuna humilde, a los 10 años quedó huérfano de madre y desde muy pequeño empe-zó a trabajar en el campo con su padre y sus tíos; a los pocos años comenzó su vida en Reynosa, Tamaulipas, donde cursó su primaria en la escuela Miguel Hidalgo y la secundaria en la José de Escandón y a la vez trabajaba en el cine Juárez.Con la firme convicción de salir adelante, al terminar la secundaria continúo sus estudios en la prepa-ratoria técnica Álvaro Obregón, en Monterrey, N.L., junto con su buen amigo Tacho Sosa; posteriormente ingresó en la facultad de Ingeniería Mecánica, donde además de formar parte del equipo de fútbol americano, trabajó como entrenador para costear sus estudios. Destaca en su trayecto-ria el haber formado parte del grupo que gestionó ante la Presidencia de la República, la donación de los terre-nos para la facultad de Ingenieros de la Universidad Autónoma de Nuevo León, mismos que hoy albergan el gran Centro Universitario FIME. Al concluir sus estudios universi-tarios, su primer trabajo fue en una empresa algodonera en Río Bravo, Tamaulipas; posteriormente en 1955 empezó a trabajar en Petróleos Mexicanos, donde desarrolló su vida laboral a lo largo de 30 años sirviendo a la patria, desempeñándose en sus últi-mos 10 años como Superintendente General de Mantenimiento de la planta Petroquímica en la Refinería de Reynosa. A sus 25 años de edad, el 28 de diciembre de 1956, contrajo matrimonio con Guadalupe Nereida Salazar Cerda, con quien formó una

‘En memoria de mi padre, Regino Bueno Rivas’

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56 de septiembre de 2015 / el mañana / DomingovALorES

eL ateneo de Reynosa y El Casino Petrolero de Reynosa, en el primer concurso estudiantil de teatro.

regino bueno y director de orquesta sinfónica de San Antonio, Texas, presentación en Cinema 70.

familia compuesta por 5 varones y una niña. Siempre haciendo todo y más por sus hijos, participando acti-vamente como Presidente de la Liga Pequeña Petrolera de Beisbol y como socio del Casino Petrolero y promo-tor del equipo de natación; también se desempeñó como catedrático en la preparatoria José de Escandón, donde gustaba cantar el reconocido tema “Granada”, acompañado del Profesor Juan Martínez Tristán al piano, melo-día que cuentan, se escuchaba en toda la escuela. En cierta ocasión cantó esta misma canción en su tono original, en un evento del Club de Leones con tal sentimiento que hasta los candiles tintinaron, apreciándose su pasión y amor por el canto.Mi padre tenía una especial fascina-ción por la cultura, la cual lo impulsó

en 1972 a fundar junto con su espo-sa La Librería CECIBEL, que en la actualidad continúa dando servicio a la comunidad; esta misma vocación lo motivó a formar parte de la fundación de La Casa de la Cultura de esta ciu-dad, así como del Ateneo de Reynosa, donde además fue Presidente. En sus últimos 30 años de vida se consagró a Dios, lo que le permitió construir una iglesia para contribuir y servirlo, en apoyo a los fieles de nues-tra comunidad.En tinta intento plasmar la vida de mi padre, una vida fascinante, llena de alegrías, logros, tristezas y tantas vivencias, pero sobre todo, una vida de lucha, una lucha que sería imposible reflejar en palabras, pero que lo llevó a ser un hombre amado y respetado hasta sus últimos días.

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6Domingo \ el mañana \ 6 de septiembre de 2015 vALorES

MATEO 25:21. Y su señor le dijo: ‘Bien, buen

siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre

mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor’.

Por siempre vivirás en nuestro recuerdo… Tu frase al hablarme

por la mañanas: ¡ARRIBA CORAZÓN!

Con cariño:Tu hija

Cecilia I. Bueno SalazaraL agradecer al Presidente de México, en enero de 1952, la donación de los terrenos del Campo Militar a la UANL.

Jugadores de los Tigres que se despidieron en el segundo clásico de 1954: Adolfo Guerra Gómez, Bonifacio Aguilar Grimaldo, Pedro Roiz Ceballos y Regino Bueno Rivas.

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7vALorES 6 de septiembre de 2015 / el mañana / Domingo

Regino Bueno Rivas fue un hombre extraordinario y dotado por divina voluntad de valores y virtudes, de las que refiero solo unas cuantas.Bondad: Porque supo obsequiar a todos de su riqueza.Constancia: Porque ni la enfermedad doblegó su espíritu.Energía: Por su liderazgo y decisión.Generosidad: Porque dio siempre lo que estuvo en su mano dar.Ética: Porque siempre respetó sus principios.Integridad: Por su entereza y hones-tidad de acciones.Justicia: Por su imparcialidad de jui-cios.Modestia: Porque nunca se vanaglorió de nada.Profesionalismo: Porque nunca esca-timó esfuerzos.Sencillez: Por su trato amable con los más y con los menos.

Hoy, cualquier cosa que hagamos o digamos, será poco para evocar tan excelsa y fructífera vida. 7 de septiembre de 2012, su último cumpleaños.

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8Domingo \ el mañana \ 6 de septiembre de 2015 rEPortAJE

Por Pablo ordazEL PAÍS

Al resguardo de un rin cón discreto, un célebre juez italiano se atreve, ya casi a los postres, a acompañar la confidencia con una copa de vino blanco. “Mire”, concede al fin, “uno de los grandes proble-mas de la lucha contra las mafias es que cuando confiscamos unas viñas, un restaurante o cualquier negocio de los que la Cosa Nostra, la Camorra o la ‘Ndrangheta uti-lizan para blanquear dinero, casi nunca somos capaces de hacerlos funcionar. Los trabajadores suelen

quejarse de que, al fin y al cabo, con los anteriores propietarios vivían mejor”. La confesión, subrayada con un gesto de impotencia, resulta dramática para Italia. Sobre todo porque, al salir de la hostería, la ciu-dad de Roma, cada vez más sucia, cada vez más caótica, cada vez más asustada ante una decadencia que ya dejó de ser hermosa, se ofrece como ejemplo.La capital de Italia –2,8 millones de habitantes, más de 10 millones de turistas al año– nunca fue un dechado de virtudes. Desde hace muchos años, hasta los visitantes más despistados se percataban

enseguida de que los monumentos se caían, literalmente, a pedazos, las calles estaban sucias y llenas de baches, los transportes públicos eran un desastre y las autoridades hacían la vista gorda ante demasia-dos abusos: carteristas de planti-lla en las líneas de autobuses más frecuentadas por los turistas –en especial, la 40 y la 64, que cubren el trayecto entre la estación de Termini y el Vaticano atravesan-do el centro histórico–, taxistas de aeropuerto a los que solo les faltaban el parche en el ojo y la pata de palo, pizzerías y heladerías abusivas –a la hora de cobrar y en

el modo de invadir con sus vela-dores el espacio público–, agentes de la ley cuya única misión parecía ser la de pasear por la ciudad y, si acaso, reconvenir como un padre bondadoso a quienes convertían las fuentes de Bernini en piscinas públicas, o a aquellos, muchos, que congestionaban aún más el tráfico estacionando en zonas prohibidas. Bastaba, no obstante, con detener-se a observar durante un rato todo aquel desbarajuste para descubrir un cierto orden, una especie de contrapunto rebelde, anárquico y descreído a la vieja corrupción de los dos Estados que soporta –Italia

La caída de Romaa pesar de sU pasado glorioso, la capital de italia nUnca ha sido Un dechado de virtUdes

deterioro. La vía Prenestina, una antigua calzada romana, muestra la decadencia urbana de la ciudad.

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96 de septiembre de 2015 / el mañana / DomingorEPortAJE

suciedad. Una pizzería en el barrio de San Paolo.

conformismo. El Gianicolo, la octava colina de Roma, cercano al barrio del Trastevere, muestra su dejadez.

y el Vaticano– y a una burocracia opresiva por gigante e ineficaz.Durante demasiados años, décadas incluso, los romanos, al igual que el director de cine Paolo Sorrentino, optaron por no indagar mucho sobre los motivos del caos y con-centrarse en “la dulzura de ciertas puestas de sol, en la inexplicable suavidad del clima y del estado de ánimo que sólo Roma te consiente”. A propósito de su película La gran belleza, en la que trata de explicar Roma a través del cansancio de vivir del periodista Jep Gambardella, Sorrentino, nacido en Nápoles en 1970, admitía: “Es una ciudad que en realidad no conozco y, de hecho, es una ciudad que no quiero conocer en profundidad, porque como en todas las cosas que se entienden bien, el riesgo de la desilusión está siempre al acecho. Por tanto, me limito a intuirla, a atravesarla todos los días como un turista sin billete de retorno, y soy feliz así. Finjo no escuchar las críticas incesantes de sus habitantes ni creer las invecti-vas furibundas de los de fuera sobre la pobreza cultural y moral de la ciudad. Cobardemente, me tapo los oídos. No quiero que me arruinen el sueño”.Pero, de pronto, el sueño se arrui-nó. Dos operaciones consecutivas de la fiscalía de Roma –la primera el pasado mes de diciembre y la segunda en junio– demostraron que hasta los romanos más críticos se habían quedado cortos. La vieja incógnita –¿hay Mafia en Roma?– fue despejada de forma abrupta. Todo pareció encontrar sentido. De repente, empezó a tener expli-cación que la ciudad estuviese siempre tan sucia, tan caótica, que todo el dinero destinado a las emergencias sociales –acogida de migrantes, atención a las familias en apuros– nunca fuera suficiente. La investigación de los fiscales arrojó luz sobre una serie de personajes inquietantes que conformaban un triángulo criminal destinado a adjudicarse los mejores contratos públicos. En un vértice situaron a Massimo Carminati, un viejo terro-rista de extrema derecha, exsicario de la banda de la Magliana, apoda-do “El Tuerto” porque perdió un

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10Domingo \ el mañana \ 6 de septiembre de 2015 rEPortAJE

Los monumentos se caían, literalmente, a pedazos, las calles estaban sucias y los transportes públicos

eran un desastre.

abandono. Monti, uno de los distritos más visitados, bohemios e históricos.

ojo en un enfrentamiento con la policía. En el siguiente ángulo, a Salvatore Buzzi, un empresario de izquierdas con grandes contactos en los bajos fondos, obtenidos tras pasar una temporada en la cárcel por matar a un antiguo socio. Entre los dos –el poder de la amenaza y la seducción del dinero– se encar-garon de tejer una extensa red de políticos y funcionarios a sueldo que se encargaban de procurarles los contratos más suculentos.Un triángulo perfecto que la poli-cía no dudó en calificar como la quinta Mafia de Italia, tras la Cosa Nostra siciliana, la Camorra napo-litana, la ‘Ndrangheta calabresa y la Sacra Corona Unita, de Puglia. Fue bautizada como Mafia Capital. Su jefe, el viejo terrorista, tenía incluso una filosofía inspirada en la Tierra Media de Tolkien: “Los vivos están arriba, y los muertos, abajo. Y nosotros estamos en el medio. Porque en este mundo de la Tierra Media todos se encuen-tran. A los del mundo de arriba les interesa que alguno del mundo de abajo les haga cosas que no puede hacer nadie, y entonces todo se mezcla”. Una filosofía que, a la hora de la verdad, el empresario Salvatore Buzzi no tenía empacho en traducir al román paladino para que ni sus políticos ni sus funcio-narios en nómina se despistasen con las ínfulas del sicario venido a más: “Ya conoces la metáfora: ‘Si quieres ordeñar la vaca, la vaca tiene que comer. Y la has ordeñado tanto, tanto…”.Tanto que la decadencia de Roma pasó en cuestión de días de ser un achaque crónico, una tertulia de café, media página de vez en cuando sobre Il Messaggero, a convertirse de la noche a la maña-na en una enfermedad mortal, una discusión global, un motivo de interés para los principales dia-rios internacionales. Ya no había manera de seguir fingiendo. Las más de 80 detenciones y los cen-tenares de indagados –entre los que destacan el anterior alcalde, el exfascista Gianni Alemanno, y un subsecretario del Gobierno de Matteo Renzi– sacaron a la luz una realidad terrible. Tras la belleza de

Roma se oculta una maquinaria de corrupción que se nutre incluso de la desesperación de los más débiles. En la infinidad de cooperativas –til-dadas “de izquierdas”– manejadas por Salvatore Buzzi se adjudicaban los contratos para recoger la basu-ra, limpiar los parques, gestionar los campamentos de refugiados, pero los fondos reales terminaban convertidos en una ilusión ópti-ca, como en una perspectiva de Borromini. La emergencia social se convirtió en el mejor de los nego-cios. “Con los inmigrantes”, llegó a reconocer uno de los detenidos durante una conversación grabada por la policía, “se gana más que con la droga”.Y, entonces, sucede lo más curioso, algo en lo que apenas se ha incidido, pero que da sentido a la confesión del juez italiano implicado en la lucha contra el crimen organizado: “El Estado casi nunca logra hacer funcionar las empresas confiscadas a las mafias”. La detención de la cúpula de Mafia Capital, la identi-ficación de sus cómplices y de sus prácticas, no provoca una mejoría en la situación de la ciudad. Ni siquiera la honestidad sin discu-sión de su actual alcalde, Ignazio Marino, un cirujano especializado en trasplantes, con una brillante carrera en Estados Unidos y elegi-do en las listas de centro-izquierda, logra emitir una señal de esperanza. Más bien al contrario. Se produ-cen dos llamativas circunstancias en paralelo. Por un lado, todos aquellos que habían fingido cegue-ra –notables de la ciudad, líderes políticos y destacados periodistas incluidos– se curan de pronto y empiezan a señalar uno por uno todos los males físicos y morales de Roma. Por otro, los servicios que ya funcionaban mal –los trenes de cercanías, el metro, los autobuses urbanos, la recogida de basuras, la inhibición policial hacia los rateros de diversos pelajes– ahora ya pare-cen definitivamente colapsados.Como si, desde la cárcel y los des-pachos todavía corruptos, el viejo terrorista, su compinche empresa-rio y todos aquellos que, de cha-queta y corbata, han practicado durante los últimos años el saqueo

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116 de septiembre de 2015 / el mañana / DomingorEPortAJE

Luchador. El alcalde de Roma, desde junio de 2013, Ignazio Marino, desciende por una de las escaleras del Ayuntamiento de la ciudad, el Campidoglio.

descontroL. El metro de Roma, que reúne todos los problemas del transporte público de la ciudad.

sistemático de Roma se estuvieran vengando. La situación actual de caos absoluto conduce inevitable-mente a una escena de La gran belle-za. Jep Gambardella, el periodista incapaz de sobreponerse –como la propia ciudad– a sus viejos tiempos de gloria, se sorprende por la deten-ción de su vecino de ático, un tipo introvertido, vestido siempre con los mejores trajes. “¿Usted quién es?”, le pregunta. Y el vecino, ya esposado por la policía antimama-fia, contesta: “Un hombre trabaja-dor que, mientras usted juega a ser artista y se divierte con sus amigos, hace funcionar este país. Yo hago funcionar este país, pero muchos todavía no se han dado cuenta”.Los que, en la Roma de Paolo Sorrentino, se vanaglorian de hacer funcionar Italia, parecen dispues-tos a destruir Roma para enviar el mismo mensaje: sin la Mafia, el país no funciona. Durante los últimos meses, un pequeño y mis-terioso incendio en el aeropuer-to de Fiumicino ha provocado un caos que todavía persiste, las ratas han invadido la Fontana de Trevi –todavía en obras, tras años de abandono–, los conductores de los autobuses y el metro han secun-dado huelgas encubiertas que han llegado a provocar enfrentamien-tos a pedradas con los usuarios, las fuentes de la ciudad han dejado de ser limpiadas semanalmente y sus aguas se han asemejado a las del Tíber, cuyas márgenes son desde hace años un depósito de basura.Según Matteo Renzi, quien aún sopesa la idea de hacer caer a un alcalde al que, como la mayoría de la población considera honesto, pero ineficaz, “Roma no se merece esto”. En un artículo publicado en Il Messaggero, el primer ministro urgía a Ignazio Marino a actuar ante el peligro de que el Ayuntamiento sea disuelto por infiltración mafio-sa: “Los romanos se merecen un futuro a la altura de la belleza de su pasado y de sus sueños más her-mosos”. La mayoría, no obstante, parece conformarse con un presen-te más modesto. Si acaso, un poco de asfalto para los baches y que el camión de la basura pase de vez en cuando.

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12Domingo \ el mañana \ 6 de septiembre de 2015 LitErAturA

Por Winston Manrique SabogalEL PAÍS

Cristina Rivera-Garza, Wendy Guerra, Guadalupe Nettel, Lina Meruane, Claudia Piñeiro, Samanta Schweblin, Rosa Beltrán, Claudia Amengual…

La onda de silencio que ha cubierto a las escritoras latinoamericanas se ha roto del todo. Sus voces, diversas y de todas las generaciones avanzan por el umbral de una época dorada para la literatura al abrirse paso contra las etiquetas, el machismo, la discrimi-nación, los tópicos, los prejuicios, la incultura o la inercia del ninguneo del mundo del libro, la sociedad y los medios de comunicación. Aunque la visibilidad y el reconocimiento de esas autoras es mayor en España que en su propio continente.

…Piedad Bonnett, Leila Guerriero, Sofía Segovia, Aurora Venturini, Yolanda Arroyo, Zoé Valdés, Laia Jufresa, Flavia Company, Marbel Sandoval Ordóñez…

Son algunos de los nombres de narradoras que ya tienen un lugar en la memoria de los lectores, unas cuantas empiezan abrirse paso y muchas más que no cesan en su empeño de publicar. Pertenecen a una estirpe de creadoras de un con-tinente que la gente relaciona sobre todo con grandes poetisas como Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, Olga Orozco, Alejandra Pizarnik, Rosario Castellanos, Blanca Varela o Ida Vitale.“La suerte es que hablamos de muje-res de generaciones muy diversas: De Hebe Uhart (1936) o Griselda

Escritoras de América Latina, al fin visibles

Un gran número de narradoras gana protagonismo en la literatUra en español lejos de las etiqUetas y los estereotipos

Gambaro (1928), pasando por Laura Restrepo (1950) hasta llegar a Gisela Leal (1987), por dar solo unos pocos nombres. Están ubicadas a lo largo de toda la geografía de la lengua, es decir, no es un fenómeno que se da solo en tal o cual país. Visitan todos los géne-ros: el teatro, la poesía y la novela por supuesto. Y sus temas son tan amplios como nombres hay. Me parece que sienten la libertad de contar cualquier cosa y de hacerlo sin responder a nin-gún deber ni estereotipo”. Este es el mapa descrito por Pilar Reyes, que lleva dos décadas oteando y anali-zando la literatura latinoamericana en su condición de lectora y editora, en Alfaguara Colombia.

…Selva Almada, Carolina Sanín, Isabel Mellado, Valeria Luiselli, Rita Indiana, Mayra Santos-Febres, Pola Oloixarac, Giovanna Rivero, Betina González…

Esa proliferación y normalización de nombres en la literatura rompe y desafía lo establecido. Varias de estas narradoras denuncian la prolonga-ción de prácticas de otras épocas: creen que la historia literaria sigue sin hacer justicia a las mujeres, se sienten excluidas de la tradición, perciben un trato que mezcla la condescendencia y el asombro ante sus libros y notan cierta desigualdad frente a los hom-bres.“Tengo la impresión de que en oca-siones el interesante, y fundamental, matiz político de la narrativa escri-ta por mujeres en Latinoamérica ha alejado su obra de los lectores más acomodados de nuestro país, que cuando se han acercado a parte de la literatura latinoamericana lo han hecho buscando aún ‘lo real

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136 de septiembre de 2015 / el mañana / Domingo LitErAturA

La escritora mexicana Bárbara Jacobs.

La escritora cubana Zoe Valdés.

maravilloso’, lo exótico’ o cierta forma de ‘empalago emocional’, es decir, las propuestas menos interesantes de una literatura rica, riquísima”, explica Julián Rodríguez, editor de Periférica, atento a la creación e innovación lite-raria en español.Nombres que conviven con los clási-cos y con los de narradoras contem-poráneas y populares que empeza-ron a romper hace unas décadas ese silencio sobre la literatura latinoame-ricana escrita por mujeres. Entre esos nombres contemporáneos figuran las chilenas Isabel Allende, Marcela Serrano y Diamela Eltit; las argen-tinas Clara Obligado y Ana María Shua; la colombiana Laura Restrepo; las nicaragüenses Claribel Alegría y Gioconda Belli; la cubana Reina María Rodríguez; las uruguayas Cristina Peri Rossi y Carmen Posadas y las mexicanas Ángeles Mastretta, Margó Glanz y Elena Poniatowska, segunda latinoamericana Premio Cervantes y única narradora, la otra fue la poeta cubana Dulce María Loynaz. Y, detrás de ellas, las argentinas Victoria y Silvina Ocampo, la chilena María Luisa Bombal o la mexicana Elena Garro que abrieron desde la primera mitad del Siglo XX ese universo más allá de lo masculino o femenino donde lo que cuenta es la literatura.

…Sabina Berman, Karla Suárez, Consuelo Treviño, Andrea Jeftanovic, Mayra Montero, Daniela Tarazona, Gisela Leal, Reina Roffé, Bárbara Jacobs…

Cada vez que la argentina Leila Guerriero, autora de Una historia sen-cilla (Anagrama), escucha la palabra “mujeres” relacionada con la palabra “literatura” no puede —ni quiere— evitar erizarse un poco: “Más allá de que es verdad que antes había menos mujeres escritoras —y menos muje-res astronautas, chefs, presidentas, empresarias, conductoras de autobu-ses—, seguir pensando cualquier uni-verso creativo en términos de género no hace más que reproducir un punto de vista perimido que transforma un hecho evidente (que las mujeres somos capaces de conducir un auto-bús, ir al espacio o escribir novelas y ensayos) en motivo de sorpresa o admiración. Algunos de mis escrito-

res favoritos son mujeres pero jamás pensaría en ellas como ‘mujeres’ sino como ‘personas que están entre mis escritores favoritos’. Prefiero pensar que si hoy la presencia de mujeres en la literatura de nuestros países es mayor a la de hace algunos años, no se debe a una moda, ni a que las editoriales tienen que cumplir con determinado cupo femenino como consecuencia de la corrección polí-tica que nuestro siglo ha erigido como el único dios ante el que hay que pros-ternarse, sino a que, como en todos los demás ámbitos, esas mujeres pueden ejercer su vocación sin pedir permiso ni disculpas y, sobre todo, a que están escribiendo (como sus colegas varo-nes, sin que eso le llame la atención a nadie) buenos libros”.La calidad literaria es lo único que también interesa a Claudio López de Lamadrid, director editorial de Literatura del Grupo Penguin Random House, sin ocultar algunas sombras en el ecosistema del libro: “No distingo entre la literatura hecha por mujeres y aquella hecha por hombres, y sin embargo es un tema que me preocupa porque creo en las cuotas y procuro siempre incorporar voces femeni-nas a mis catálogos. Algunos de los escritores que edito cuya carrera más me interesa son mujeres. De todos modos, sí es cierto que la tendencia es a ningunear un poco a las autoras frente a los autores, y una tendencia es a olvidarse de ellas en balances, repasos y menciones”.Ese olvido al que se refiere López de Lamadrid sucede más en el pro-pio continente latinoamericano. “En México y en general en América Latina la narrativa escrita por muje-res se abrió camino a mediados de los años 50, con Elena Garro, seguida de Rosario Castellanos y un nutrido grupo de mujeres cultas y creadoras de grandes obras que padecieron (y lo siguen padeciendo después de muertas) el machismo exacerba-do de los hombres que dominaban la vida intelectual”, explica Nubia Macías, directora del Grupo Planeta para México, Centroamérica y EU y exdirectora de la Feria del Libro de Guadalajara. “En nuestro continen-te”, añade Macías, “siempre se habla de los ‘grandes autores’ cómo si sólo fueran hombres. La historia sigue sin

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14Domingo \ el mañana \ 6 de septiembre de 2015 LitErAturA

La escritora chilena Lina Meruane.

La escritora puertorriqueña Mayra Santos-Febres.

hacerles justicia a las mujeres escri-toras, salvo por Sor Juana, a la que se le rinde culto... y sobre todo gracias al ensayo sobre ella escrito por Octavio Paz. Esta actitud no ha cambiado: Elena Poniatowska, la más reciente Premio Cervantes fue denostada por más de un intelectual latinoamerica-no justo cuando le dieron el galardón. Ahora hay un grupo muy amplio de mujeres que, a fuerza de talento y del reconocimiento de los lectores, ha ganado terreno, pero a quienes el establishment sigue escatimándoles el reconocimiento: Mayra Santos-Febres, Wendy Guerra, Mónica Lavín, Brenda Lozano, Liliana Blum, o Carmen Boullosa”.

…Luisa Valenzuela , Carla Guelfenbein, María Eugenia Ramos, Patricia de Souza, Fernanda García Lao, Yanitzia Canetti, Laura Esquivel, Ema Wolf, Alejandra Costamagna…

Un lastre histórico cuyo presente analiza Carolina Sanín, crítica lite-raria y autora colombiana de Los niños (Siruela), desde la esquina de la ironía y el pragmatismo: “Al sabernos relativamente excluidas de la tradición literaria de nuestra región, las escritoras latinoameri-canas podemos sentirnos libres del imperativo de honrar las convencio-nes de esa tradición y ser ajenas a la aspiración de que se nos reconozca como sus representantes”. A veces, afirma Sanín, “en la emoción con la que se reciben las obras de estas escritoras no encuentro la celebra-ción de un descubrimiento liberador, sino una mezcla de condescendencia y asombro. Otras veces, me parece que se percibe a la escritora como fraudulenta”. En la fantasía latinoa-mericana, añade Sanín, “quien escri-be es un hombre; la mujer pretende ser escritora. Quizás se piensa que, al escribir, ella en realidad hace otra cosa: algo misterioso, una suerte de brujería amenazante, un sabotaje. Y tal vez así es”.Solo que su hechizo creativo es el mismo de cualquier sexo. Un asomo a ese mundo más innovador y arries-gado lo ofrece la chilena Diamela Eltit, cuya última novela es Fuerzas especiales (Periférica): “Resulta

fundamental la relación entre escri-tura y literatura. Es precisamente la escritura como gesta o como gesto la que puede ampliar lo que enten-demos por literatura: remodelar sus bordes, ampliar sus fronteras, regis-trar en sus movimientos el estado y hasta el estallido de las técnicas. Se trata de ingresar en la letra como un territorio estético para provocar un tumulto de imágenes entre las que sin embargo se aloja el silencio. La unión entre el exceso y el silencio no deja de ser un desafío”. Eltit reconoce que le interesa mantener una política de escritura que “afronte el riesgo y hasta el abismo que puede producir el goce de la letra con la letra”. Las posibilida-des son muchas, aunque ella prefiere transitar “por algo parecido a una lite-ratura okupa, ocasional, en constante movimiento, aunque esté cerca de ser desalojada letra a letra o frase a frase, justo en medio de la calle”.

...Nona Fernández, Myriam Moscona, Natalia Berbelagua, Julia Álvarez, Damaris Calderón, Inés Mendoza, Daína Chaviano, Pilar Quintana, Gabriela Alemán…

La mexicana Brenda Lozano, autora de Cuaderno ideal, no cree que haya historias o frases ideales, “y pareciera que escribir, como leer, mucho tienen de cuaderno, más como un camino y sus desviaciones que un punto final. (¡Ese Apocalipsis!)”. El pasado y el presente lo ve en Josefina Vicens, “que abrió puertas en México”. Recuerda que “en tiempos en los que lo mexi-cano era el gran tema (pienso en Rulfo, Paz, el joven Carlos Fuentes), escribió El libro vacío, una bellísi-ma novela más cercana a lo que se escribe hoy, mirando los temas de la vida cotidiana y la imposibilidad de escribir”. No duda en afirmar que en México, Argentina, Chile o Colombia hay cosas muy buenas, y le interesa, sobre todo, lo que se escribe ahora.Narrativas más tradicionales o más innovadoras, pareciera que la edición de libros creados por mujeres estuvie-ra normalizada. Casi un centenar de ellas copan las librerías latinoameri-canas y españolas. Pese a ello, surge, inevitable, el interrogante: “¿Es difícil publicar?”, se pregunta la colombiana Marbel Sandoval Ordóñez, autora

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156 de septiembre de 2015 / el mañana / DomingoLitErAturA

La escritora cubana Wendy Guerra.

La escritora mexicana Guadalupe Nettel.

La escritora argentina Leila Guerriero.

“Al sabernos excluidas de la tradición nos sentimos

libres del imperativo de honrar sus convenciones”,

dice Carolina Sanín.

Wasap a una joven bloguera

Laura restrepoA Laura Quinceno, que en su blog me pregunta cómo pinta hoy el panorama

para las mujeres escritoras.Creo que bien, tocaya, siempre y cuando no incurras en uno de estos

tres noes:1. No pretender volverte rica con las letras. Ganarte el pan, sí, eso es otra cosa y es tu derecho elemental, como lo es para cualquier carpintero, dentista

o astronauta.2. No dejarte apabullar por el carrusel de los prestigios. La cultura que no tiene qué comer se alimenta de vanidad. Y del reciclaje de antiguos prestigios: tú, mi amigo, tú eres como Kafka. Gracias, gracias, pero ¿tú? Tú, en cambio, eres como Joyce. Y este que ahora publica-mos, este es de la altura de Faulkner. ¡Y miren este nuevo Proust en el cielo de los suplementos culturales! Y así va pasando la pelota, como en el fútbol de

las grandes ligas: entre varones.3. No apostar a los premios, que hoy por hoy no significan mucho. Han pro-liferado tanto, que los entregan más fácilmente que las tarjetas de crédito. A estas alturas hay más premios lite-rarios que escritores, y lo que es más grave, parece haber más escritores que

lectores.Laura Restrepo es escritora colom-biana, autora de Hot Sur (Planeta) y

Delirio (Alfaguara).

en su país de En el brazo del río, y contesta: “Mucho y más cuando se es mujer. La voz de las mujeres en la literatura colombiana sigue siendo marginal y lo digo como buena lecto-ra, que siempre busca voces nuevas, y como escritora”. Sandoval Ordóñez, que vive ahora en Madrid, cuenta que la industria editorial colombiana “ha abierto más espacios a la poesía escri-ta por mujeres, quizá porque la con-sideran femenina, que a la narrativa”. Su experiencia en España no es muy diferente: “Aquí, una voz nueva tiene dificultad para abrirse camino, más si no se escribe, como en mi caso, lo que el mercado quiere. ¿Y que quiere el mercado?, le pregunté a un editor experimentado. Historias como las de la crisis, me respondió. Sin palabras. Para ese tipo de historias vuelvo al periodismo que es mi cuna”.

…Lucía Puenzo, Lena Yau, Ana Nuño, Alia Trabucco, Ángela Becerra, Andrea Maturana, Brenda Lozano, Mónica Lavín, Fietta Jarque...

Escribir, escribir. No cesan en su empe-ño, como cualquier escritor. La ruta de la uruguaya Claudia Amengual, autora de Cartagena (Alfaguara), es la búsqueda de superar desafíos estéticos en cada nueva obra. Insiste en que su condición de mujer nada tiene que ver con la calidad de esas obras, “aunque sí con una textura distinta que enriquece el universo literario en el que aún predominan los escritores”. Admite que es posible intentar una definición de literatura femenina y de literatura masculina, “pero desde una teoría seria y no con meros clichés de género”. Así es que mientras el tema no se aborde con esa seriedad, Amengual prefiere hablar de la calidad literaria “sin pensar en otras etiquetas reductoras”. Tiene la convicción de que la única y mejor manera de reivindicar sus derechos como escritora es comprometiéndose con su trabajo y con sus lectores: “Es decir: escribiendo”. Como los hom-bres.

...Carmen Boullosa, Inés Bortagaray, Lilián Pallarés, Jacinta Escudos, Dorelia Barahona, Teresa Dovalpage, Carolina Sborovsky, Inés Fernández Moreno, Dolly Mallet…

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Por Juan José MillásEL PAÍS

A ver, te preguntas, ¿cuántas veces has llegado tú a un sitio con esa intensidad corporal, que parece el reflejo de una desenvoltura inte-rior extraordinaria? Ninguna, te respondes. Has gozado, eso sí, de días dominados por cierta clase de optimismo físico, aquel lunes de la juventud, ¿recuerdas?, en el que, de haber tenido hambre, te podrías haber comido el mundo. Pero esa seguridad muscular se desvane-cía al pisar la calle, a veces antes, por carecer del respaldo anímico adecuado. Todo el mundo avanza una pier-na después de la otra para ir de un lugar a otro, pero no todo el mundo la avanza del mismo modo. Observen la manera de hacerlo de Cristina Cifuentes, que se acerca al lector del periódico con una determinación tal que podría salirse de la foto. ¿Y qué haría-mos nosotros si eso sucediera? Lo primero, atermorizanos, por si la culpa hubiera sido nuestra, y lo segundo, invitarla a un café, para caerle bien. Aunque lo más probable es que ella siguiera cami-nando con la determinación que se aprecia en su mirada y atravesara las paredes de nuestro apartamen-to para colarse en el del vecino y desde allí continuara andando en dirección a su objetivo, que se encuentra más allá de lo que usted y yo somos capaces de imaginar. Una no sale de casa con ese brío para llegar solo a la vuelta de la esquina, ni siquiera para llegar a la presidencia de una comunidad autónoma. Esta mujer se dirige a un sitio que no sabemos, pero que tiene escrito dentro de la cabeza con idéntica caligrafía a la de ese pelo dibujado a tiralíneas sobre el cráneo.

16Domingo \ el mañana \ 6 de septiembre de 2015 LA iMAgEn

Brioso caminarUna no sale de casa con ese brío para llegar solo a la vUelta de la esqUina,

ni siqUiera para llegar a la presidencia de Una comUnidad aUtónoma.