diverdi 211- boletin febrero 2012

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3editorial 211 / febrero 2012 3editorial 3editorialeditorialeditorialsellos en distribución exclusiva(febrero 2012)

puede consultar los catálogos de todos nuestros sellos en www.diverdi.com

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boletín de información discográficaaño XXI nº 211febrero 2012

índice

Ragas indios y canto medieval

En la colección de la Schola Cantorum Basiliensis de Glossa, DominiqueVellard y grandes instrumentistas exploran la monodia del Este y el Oeste

Destellos del pasado

Germanicus, de Telemann, una reconstrucción en primicia de CPO

Andrea Bacchetti, mesurado y límpido

El pianista italiano ofrece cálidas y estilizadas versionesde los Conciertos 11º, 12º y 13º para piano de Mozart

De Mozart a Zandonai

Un alud de recientes novedades del sello Walhall,de nuevo distribuido por Diverdi

Mark Elder

El director artístico de Opera Rara habla con Diverdi sobre sus planespara el sello británico, con motivo del lanzamiento deMaria di Rohan

Chopin concertante

Su integral para piano y orquesta en el concierto del bicentenario dirigidopor Brüggen en Varsovia, en un DVD de Glossa

Para Slava

Obras concertantes de Shostakovich y Britten dedicadas a Rostropovichen una versión expresiva y virtuosa de Johannes Moser, en Hänssler

Juan Carlos Garvayo

Entrevistamos al pianista y miembro del Trío Arbós con motivode sus últimas grabaciones para Non Profit Music y Almaviva

Antón García Abril, liederista

Todas las canciones del compositor turolense en versiones memorablesde grandes voces españolas del momento

Alfred Schnittke, con sus propias armas

Crystal brinda un excelente y variado programa camerísticodel compositor ruso

el chupito: Fiebre de Anillos

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46Diverdi, S.L.

Eloy Gonzalo 27 (entrada por Santísima Trinidad, 1)

28010 Madrid

tel.: 91 447 77 24

fax: 91 447 85 79

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e–mail: [email protected]

La discografía incluida en este Boletín se puede

adquirir en los centros de El Corte Inglés, Fnac y en las

principales tiendas del país.

Diseño y realización: Diverdi

Maquetación: Jose Pascual ([email protected])

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Solicitado control de OJD

4 diverdi conciertos & actualidad

c o n c i e r t o s & a c t ua l i d a d

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osmás

conciertosen

diverdi.com

Sir John en las Afortunadas

De perlas le viene el sobrenombre deAfortunadas a las Islas Canarias, pues tendránla suerte y el orgullo de recibir la visita de SirJohn Eliot Gardiner, que difundirá la músicade Schumann en uno de los parajes más occi-dentales de Europa. Y no viene solo, pues ven-drá acompañado por la Mahler ChamberOrchestra y por su inigualable TheMonteverdiChoir. Los auditorios AdánMartín de Tenerifey Alfredo Kraus de Gran Canaria serán esce-nario de dos interesantes conciertos con elmis-mo repertoriomonográfico dedicado aRobertSchumann, que también interpretará despuésen Barcelona. Las obras seleccionadas porGardiner para el Palau de laMúsica y el FestivaldeCanarias (uno de losmejores de España, sinduda, a juzgar por la calidad de los artistas invi-tados este año) serán la Sinfonía nº 4, elRequiemfürMignon (escrito en honor del personaje feme-nino delWilhelmMeister deGoethe),Nachtlied,op. 108 para coro y orquesta, y el poema sinfó-nicoManfred. Heroica e incluso byroniana (porlo romántica) es la gesta de Gardiner, creadorde su propio sello discográfico SoliDeoGloria,en el que ha editado ya todas las cantatas deJohann Sebastian Bach que grabó a lo largo desu gira jacobea, además de los Brandemburgo yla Pasión según San Juan, un álbum de polifoníade nuestro Siglo de Oro, otro con piezas delCódice Calixtino, y la integral de sinfonías deJohannes Brahms con su OrchestreRévolutionnaire et Romantique. Los últimoslanzamientos deGardiner han sido las Sinfoníasnº 39 y 41 de Mozart, y un disco dedicado a unnotable compositor, tío abuelo deBach, de nom-bre JohannChristoph. Esperemos que su expe-riencia schumanniana en España sirva paraengrosar su magnífico catálogo.

Auditorio Adán Martín, Santa Cruz deTenerife, 10 de febreroAuditorioAlfredoKraus, LasPalmasdeGran Canaria, 11 de febreroPalaudelaMúsicaCatalana, 13de febre-ro

Mujer contramujer enHaendel

Uno de los regalos preferidos en estas pasadasnavidades fue, sin duda, el disco de arias y dúosde Haendel coprotagonizado por la sopranoKarinaGauvin y la contraltoMarie-Nicole Le-mieux, titulado Streams of Pleasure. Este des-lumbrante álbum en el que Alan Curtis dirigíaa Il Complesso Barocco, volverá a ser uno de losmás buscados a final de febrero, pues todos susintegrantes se reunirán en Madrid el día 4 demarzo en la Sala Sinfónica del Auditorio Na-cional de Madrid, para ofrecernos una únicarepresentación, no escenificada, de la que, se-gún muchos, quizá sea la mejor ópera de Ha-endel: Ariodante. El escenario se llenará de di-vas, pues junto a Lemieux yGauvin estará nadamenos que la mezzo Joyce DiDonato, ademásde Sabina Puértolas,MatthewBrook, NicholasPhan y Anicio Zorzi. La discografía de estasdos cantantes canadienses, Gauvin y Lemieux,es más que notable; Gauvin, la soprano, tieneen su haber varias óperas barrocas (Psyché deLully y Ariadne de Conradi en el sello CPO)aunque la de mayor alcance mediático ha sidoel TitoManlio de Vivaldi conOttavioDantone;Marie-Nicole Lemieux, por su parte, gana porgoleada en la sala de grabación, con títulos vi-valdianos como Orlando furioso (título en elque podremos verla en DVD esta próxima pri-mavera),Griselda, La fida ninfa, y un álbum decantatas junto a Philippe Jaroussky, además devarios excelentes recitales dedicados a Brahms,Amor y vida de mujer de Schumann, la mélodiefrancesa (Hahn, Debussy, Chausson…), loscuartetos con voz de Alban Berg y AntonWe-bern (con el Cuarteto Diotima), arias de ópe-ra francesa del XIX, o ciclos de Berlioz, Wag-ner yMahler. Implicada de talmanera en lamú-sica que se emociona hasta las lágrimas en susactuaciones, Lemieux despliega un abanico derepertorio envidiable; tan envidiable como será,a buen seguro, el éxito que recogerán en Ario-dante ambas compatriotas y partenaires haen-delianas.

Auditorio Nacional, 4 de marzo

La London nos philharmoniza

Unode losmejores ejércitosmusicales delmun-do, la LondonPhilharmonicOrchestra, abando-namomentáneamente su base, el Royal FestivalHall de Londres, y desembarca en nuestro paíspara conquistar nuestros oídos en seis veladasque tendrán lugar en otras tantas provincias afinal demes: Valladolid,Oviedo, Barcelona, SanSebastián, Zaragoza yMadrid. En el Palau de laMúsicaCatalana los británicos estarán acompa-ñadospor el pianista bilbaíno JoaquínAchúcarro,y ofrecerán el Segundo Concierto de Brahms,Darkness Visible de Benet Casablancas y laSinfonía nº 38,Praga, deMozart. El solista del res-to de actuaciones será Joshua Bell, quien inter-pretará el Concierto para violín de Brahms entodas las ocasiones salvo en Valladolid, dondeafrontará el exigente Primer Concierto deShostakovich. La LPO estará dirigida duranteesta gira por quien lleva a su frente desde 2007(aunque ya desde 2003 era su principal directorinvitado), el ruso Vladimir Jurowski, hijo deltambién directorMikhail Jurowski. El enérgicomaestro de 39 años ha seleccionado un reperto-rio atractivo y variado para sus noches españo-las, combinando los conciertos de Brahms con,por un lado, la Sinfonía nº 32 de Mozart y lasDanzas sinfónicas deRachmaninov (Valladolid yZaragoza), y por el otro con la SinfoníaManfredde Tchaikovski (Oviedo, San Sebastián yMadrid). Del buen hacer de Jurowski al frentede esta orquesta londinense dan buena pruebalos muchos discos editados por el propio sellode la LPO, recorriendo autores comoRachmaninov (esas mismasDanzas sinfónicas),Tchaikovski (Manfred), Mahler, Holst, Brahms,y sus dos álbumes más recientes: uno dedicadoa Honegger y otro con cantatas de Bach,Mendelssohn y VaughanWilliams.

AuditorioMiguelDelibes, 24de febreroAuditorio Príncipe Felipe, 25 de febreroPalau de la Música, 27 de febreroAuditorio Kursaal, 28 de febreroAuditorio de Zaragoza, 29 de febreroAuditorio Nacional, 1 de marzo

5conciertos & actualidad 211 / febrero 2012

La XI edición del FestivalMusika-Música –unmaratón musical tradicionalmente caracteri-zado por el gran número de conciertos progra-mados en cinco salas, sus precios económicos,las actuaciones gratuitas en el foyer a cargo deagrupaciones de estudiantes de música, unaextraordinaria respuesta ciudadana y la cre-ciente afluencia de forasteros– tendrá lugar enel Palacio Euskalduna de Bilbao del 2 al 4 demarzo y estará centrada en la música rusa delsiglo XIX y principios del XX. La FundaciónBilbao 700, responsable de su organización,comparte pautas de programación y participa-ción de artistas con La Folle Journée deNantes,pero adaptándolas a las circunstancias de nues-tro país, con vistas a otorgar al Festival un carác-ter más popular y a garantizar una mayorparticipación de solistas y conjuntos tanto loca-les como nacionales. ¶ Los dos compositoresa los queMusika-Música 2012 dedicará atenciónpreferente son Tchaikovsky y Rachmaninov;junto a ellosRimsky,Glinka, Borodin y Scriabinestán ampliamente representados, sin que fal-ten Mussorgsky, Balakirev, Glazunov y auto-res de música coral de carácter religioso opopular. Tchaikovsky figura con obras de todoslos géneros instrumentales –cuatro sinfonías(Segunda, Cuarta, Quinta y Sexta, algunas endoble versión), tres conciertos –para piano, vio-lín y violonchelo (las Variaciones rococó)–, dossuites, poemas sinfónicos y extractos de susballets, la Serenata para Cuerdas, tríos, cuarte-tos, el Sexteto “Souvenir de Florence”, LasEstaciones para piano y otras piezasmenores–,así como por obras corales religiosas y profa-nas. De Rachmaninov se ofrecerán los cuatroconciertos para piano y la Rapsodia sobre un

Musika-Música 2012: en torno al alma rusa

tema de Paganini, una amplia selección de suobra para piano solo, música de cámara (dostríos y la Sonata para piano y violonchelo), lasVísperas op. 37 y otras obras corales. De los res-tantes autores se han programado no sólo obrasmuy populares, sino también otras que resultannovedades absolutas. ¶Comoartistas invitadosencontramos once pianistas, entre ellos los espa-ñoles Luis Fernando Pérez (habitual tambiénen las citas de Nantes, con una triple actuaciónen diversos formatos), IvánMartín (solista y encámara) y Judith Jáuregui (doble recital de LasEstaciones); dos violinistas, otros tantos violon-chelistas –Asier Polo ofrecerá las Rococó tchai-kovskianas– y el clarinetista José Luis Estellés;los Tríos Wanderer y Milman, los CuartetosArriaga y Prazak y el Hermitage AcademicEnsemble. En el apartado orquestal figuranvarias agrupaciones presentes en anteriores edi-ciones, comoSinfoniaVarsovia con Jean-JacquesKantorow, la Sinfónica de Bilbao con GünterNeuhold y la Real Filharmonía de Galicia conRosMarbà;MusicaViva, conAlexanderRudin,la Orquesta del Vallés con Rubén Jimeno y laBanda Municipal de Bilbao. Y en el apartadocoral las agrupaciones del Patriarcado deMoscúy de laCapella de San Petersburgo compartiránla tarea con la veteranaSociedadCoral deBilbao,lógicamente imprescindible en las citas delFestival. ¶Musika-Música se presenta de nue-vo bajo los mejores auspicios. Los éxitos artís-tico y de público están de antemano aseguradosy muchos aficionados de toda España y del surde Francia se preparan para disfrutar del mara-tón. El único problema, como siempre, será elde elegir entre tantas alternativas apetecibles enhorarios coincidentes.

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Durante el mes de marzo Audite materializaráen un box set de 9 discos uno de los proyectosmás importantes del año: se trata de la EdiciónRIAS de las Cantatas de Bach que entre 1949 y1952 auspició el director KKaarrll RRiisstteennppaarrtt y quebajo su batuta grabaron formaciones de la Radiocomo la RIAS Kammerorchester, el RIASKammerchor, y el RIAS Knabenchor así comoun despampanante elenco de solistas entre losque cuentan el tenor Helmut Krebs, el barítonoDietrich Fischer-Dieskau o sopranos comoJohanna Behrend, Edith Berger-Krebs o GertrudBirmeleaud.

Orfeo rinde homenaje a la sopranode coloratura eslovaca EEddiittaaGGrruubbeerroovváá con un estuche dobleque reúne algunos de sus mejoresdirectos bajo la cúpula de la Óperade Viena: arias de Don Pasquale,Lucia di Lammermoor, I Puritani,Norma, El rapto en el serrallo, DonGiovanni, Lucio Silla, La traviata, RobertoDevereux, El murciélago, Manon, Maria Stuardao Ariadna en Naxos, entre otras, se agolpan enesta antología remasterizada que cubre prácti-camente tres décadas (1977-2010) de la vida artís-tica de esta belcantista generosa, expresiva ydramática como pocas.

El nuevo lanzamiento de Somm es un mono-gráfico sobre la música coral del compositorhúngaro Mátyás Seiber, quien perseguido por elnazismo se instaló en Londres en 1935. En lacapital británica Seiber desempeñaría una impor-tante labor pedagógica y fundaría su propio coro,TThhee DDoorriiaann SSiinnggeerrss, a través del cual pudo desa-rrollar su interés por la música folclórica euro-pea. Esta nueva entrada del catálogo Seiber dafe de su prodigioso eclecticismo compositivo,tan enraizado en su amor por la música popu-lar alemana, yugoslava e inglesa como en unimpagable sentido del humor.

Tras su primer recital a solo conobras de Rachmaninov, Gubaiduli-na, Medtner y Prokofiev y un dis-co dedicado a los conciertos deRavel y Prokofiev con la DeutschesSymphonie-Orchester Berlin enNaïve, la pianista rusa AAnnnnaaVViinnnniittsskkaayyaa refrenda para el sello suíntimo conocimiento del mundo pianístico deRavel con tres obras cimeras de su catálogo:Pavana para una infanta difunta, Gaspard de laNuit yMiroirs. La artista vuelve a dejar constan-cia en este nuevo registro de su delicada inten-sidad, su portentoso legato y sus poderesdinámicos sobre el teclado.

El sello de la LPO ha anunciado la recuperaciónde una grabación inédita y necesaria para cono-cer al detalle la obra maestra de Ravel, el balletDaphnis et Chloé. Versión completa que el neer-landés BBeerrnnaarrdd HHaaiittiinnkk registrara en el RoyalFestival Hall el 6 de noviembre de 1979 pocoantes de abandonar la titularidad de la orques-ta, se trata de una actuación en estado de graciaque brilla tanto por la finura de trazo como porlos poderes canoros del John Alldis Choir y elmagnífico empaste de los profesores de la LPO.

6 diverdi conciertos & actualidad

Este año, el Festival de Música Antigua deSevilla se celebrará del 9 al 31 de marzo y ten-drá el lema “Metamorfosis”. En la presenta-ción en el Convento de Santa Clara de la nuevaedición, que estuvo a cargo de María del MarSánchez Estrella, delegada de Cultura delAyuntamiento de Sevilla, y Fahmi Alqhai, direc-tor artístico del festival, se anunció que los nue-vos escenarios este año serán las iglesias de SanAlberto y de Santa Ana, junto a los conventosde Santa Paula y Santa Isabel, que se suman alas sedes habituales de Santa Clara y el CentroCultural Cajasol. ¶ En la Catedral se interpre-tará la Misa de Santa Cecilia de Zelenka, el sába-do 24 de marzo, a cargo del conjunto Collegium1704 de Praga, bajo la batuta de Václav Luks. Enel Centro Cultural Cajasol el grupo Al AyreEspañol ofrecerá el oratorio El martirio de SantaTeodosia, de Alessandro Scarlatti, el domingo 18.La Orquesta Barroca de Sevilla abrirá esta 29ªedición, el viernes 9 de marzo. Dirigida porPablo Valetti, y junto a la B’Rock BaroqueOrchestra de Gante, ofrecerá un programa titu-

lado “Música virtuosa para cuerdas del barro-co tardío”. La OBS será también la encargadadel concierto de clausura, a las órdenes deChristophe Coin y con Raquel Andueza comosolista, el día 31 de marzo. Dentro del ciclo“Sevilla y sus músicos”, podremos escuchar algrupo More Hispano (sábado 10), al laudistaMiguel Rincón (domingo 11), a Ottava Rima(domingo 25, en Santa Isabel), a Artefactum ya la Accademia del Piacere que dirige FahmiAlqhai (29 y 30 de marzo, respectivamente, enla iglesia de San Alberto). ¶Otras actuacionesdestacadas este año son, entre otras, las deDominique Visse y Nicolau de Figueiredo,Forma Antiqva, Gli Incogniti y Amandine Beyer,Canto Divino, o Ruth Rosique y Vespresd’Arnadí. En la agenda de actividades paralelasdestacará la exposición de luthería, mientrasque la “Segunda Semana de la Vihuela y laCuerda Pulsada” traerá a grandes intérpretes deese instrumento, como Paul O’Dette, ArmoniosiConcerti con Juan Carlos Rivera, o ArielAbramovich a dúo con Andrés Cea.

Música antigua en Sevilla

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Mientras la compositora Sophia Gubaidulinasigue soplando las velas de su 80º cumpleaños,nuevas grabaciones de su obra ven la luz a ritmotrepidante. El sello checo Supraphon nos tienepreparados para este mes una integral de susCuartetos de cuerda de la mano del SSttaammiiccQQuuaarrtteett. Se trata de cinco cuartetos que repre-sentan un singular viaje a través de las fronterasde los sistemas establecidos: de la tonalidad mayory menor al lenguaje microinterválico y de la ale-atoriedad al neoserialismo, Gubaidulina ejerce enellos una visión totalista de sus conviccionesartísticas.

El sello británico NMC vuelve a pul-sar la mejor música inglesa actualcon la edición de dos compactos delmáximo interés: un monográfico deMichael Finnissy en el que elKreutzer Quartet defiende susCuartetos 2º y 3º, inspirados enmodelos clásicos y neoclásicos y un

espectacular segundo álbum dedicado a la músi-ca sinfónica de Oliver Knussen que se jalona conlas Sinfonías 2ª y 3ª y un puñado de obras concer-tantes. Interpretan la London Sinfonietta, laPhilharmonia Orchestra y The Nash Ensemble.Dirigen OOlliivveerr KKnnuusssseenn y MMiicchhaaeell TTiillssoonnTThhoommaass.

Desde su estreno el pasado mes de julio en elFestival Internacional de Música y Danza deGranada y su clamoroso paso por el AuditorioNacional de Madrid, llooss hheerrmmaannooss AAllqqhhaaii handecidido publicar en su sello discográfico –Alqhai& Alqhai–, su fascinante espectáculo-crossoverentre el flamenco y el barroco titulado Las idasy las vueltas, que ha contado con la participaciónde Arcángel, Miguel Ángel Cortés, PedroEstevan, Vicente Parrilla, los Alqhai y Accademiadel Piacere. Se espera que la edición incluya ade-más un DVD sobre el espectáculo.

Las oficinas de Tudor están quearden. El sello de Wladek Glowacztiene previsto editar en los próxi-mos meses una espectacular salvade discos que a buen seguro calen-tará la temporada: la nueva entregadel ciclo Mahler de Jonathan Notty la Bamberger Symphoniker –la

Séptima en esta ocasión–, un monográfico decanciones orquestales del romántico HansSommer protagonizado por EElliissaabbeetthh KKuullmmaanny BBoo SSkkoovvhhuuss, un tercer disco dedicado al pianoorquestal de Schumann defendido por GerhardOppitz y, para rematar, un disco con suites iné-ditas de Lully por la Barockorchester Capriccio.

CPO está ultimando en estos momentos una edi-ción muy especial de las obras para consort deviola da gamba del compositor y violagambistabritánico WWiilllliiaamm YYoouunngg, quien fue considera-do en su época el mejor gambista europeo y, mástarde, el compositor más importante antes de lallegada de Purcell, Jenkins y Lawes. Su colecciónde Sonatas de 1653 fue la primera en su géneroen ser escrita por un inglés y más tarde Purcellno dudaría en tomarla como punto de referenciapara sus creaciones. Interpreta HamburgerRatsmusik a las órdenes de Simone Eckert.

Forma Antiqva, o lo que es lo mismo, los hermanos Zapico y su escogido grupo de músicos, lanzapor fin su esperadísimo nuevo trabajo en Winter & Winter, y lo hace en la mejor compañía posible,con dos figuras habituales de este sello alemán, el cantante Theo Bleckmann y el “artista total” UriCaine. Este compendio de talentos se han embarcado en el proyecto de sacar a la luz una nueva ydistinta versión de una obra fundamental de Antonio Vivaldi, los cuatro conciertos pertenecientesa Il Cimento dell’Armonia e dell’Inventione conocidos como Las Cuatro Estaciones. El resultado es bri-llante y novedoso, pues utiliza una fórmula que hermana el rigor historicista con la libertad artísti-ca de estos grandes músicos. Los conciertos son interpretados por Forma Antiqva, que despliega suenergía habitual revitalizando cada movimiento como si estuviese recién compuesto, contando conel pirotécnico apoyo del violinista Aitor Hevia como solista. La participación de Caine y Bleckmannconsiste en cuatro piezas a modo de preludio a cada estación, usando los descriptivos sonetos ori-ginales que acompañaban cada concierto. Caine al piano, Bleckmann con su personalísima voz, yambos a los efectos electrónicos, nos sirven cuatro composiciones evocadoras, libres y modernas,que se imbrican con el espíritu de los conciertos por su propio contraste con ellos. Ambos artistasgrabaron su parte en New York, mientras que Forma Antiqva lo hizo en el Auditorio Manuel de Fallade Granada. El pasado y el presente se funden en dos perspectivas distintas de Las Cuatro Estaciones,una obra cuyas facetas y posibilidades resultan inagotables.

Los Zapico y Uri Caine en todas las estaciones

7conciertos & actualidad 211 / febrero 2012

Glossa acaba de editar su versión de la Iphigeniaen Tracia de José de Nebra, grabada en vivo enLeón. ¿Qué nos puede decir de esta obra?

Nebra fue un músico de una enorme valía cuyaobra, desgraciadamente, ha pasado desapercibi-da hasta hace muy poco tiempo, cuando unospocos nos hemos puesto a recuperarla. Nebra fueun grandísimo compositor de música religiosapero también fue autor de una importante pro-ducción escénica que, lamentablemente, se haperdido en gran parte y de la que quedan pocasmuestras, una de ellas nuestra Iphigenia. Conplena justicia se ha definido a Nebra como elHaendel en castellano, cosa que no va descami-nada: no cabe duda que Nebra conoce muy bienlo que está pasando fuera de la España barrocay que le resultan familiares los estilos foráneosque maneja con maestría y soltura: pero ade-más, lo mejor de todo es que es capaz de intro-ducir lo inapelablemente hispánico en su obra,sea recuperando inteligentísimamente la fabu-losa tradición del Siglo de Oro sacro desde lamodernidad más rabiosa en la música de iglesia,sea acercando a la escena “a la italiana” el mun-do de la música popular hispana y sus cultivado-res creando un estilo propio inconfundible. Lamúsica de Nebra es una enorme y positiva sor-presa para el que no la conoce (prueba de ello sonlos comentarios elogiosísimos de la crítica extran-jera), y una inagotable fuente de satisfacciónpara el que la interpreta.

Su trayectoria se decanta claramente hacia larecuperación del patrimonio histórico espa-ñol…

El patrimonio musical histórico español es untesoro absurdamente ignorado cuando nomenospreciado. Y es una lástima, pues en Españahay aún por sacar a la luz una cantidad inmen-sa de música perfectamente equiparable a lamejor de fuera; sea por la desidia de unos y otros,sea por la desconfianza tan española ante lo pro-pio o por la rutina de programadores y públicos,el caso es que no acabamos de salir de las con-suetudinarias pasiones, mesías, músicas acuáti-cas, estaciones y brandemburgos que se prefierensistemáticamente a obras de nuestro patrimonioespañol. Una de las cosas que más me duelen escuando después del enorme esfuerzo que repre-senta rescatar cualquier obra de nuestro patri-monio histórico (son repertorios que hay querastrear en bibliotecas, transcribir, corregir,poner al día, hacer su edición, y en cualquiercaso imposibles de adquirir en tiendas de músi-ca), te dicen el dichoso “sí, qué interesante, perono es Bach, Haydn…”, como si nuestra músicatuviera que ser como la de Haendel, Vivaldi oMozart para tener valor. Si no hacemos noso-tros esta música, la nuestra, ¿quién la va a hacer?¿Los foráneos que ni se interesan ni se implicanen nuestra tradición cultural? Además, el nivelde los músicos españoles que se dedican a lamúsica histórica hoy por hoy es tan alto como

cualquier otro, razón de más para darles un mar-gen de confianza más alto…

¿Cómo ve el futuro inmediato?

Qué duda cabe que estamos en un momentodifícil para todos y que si antes era complicadopara el músico español salir adelante, más lo esahora. Es necesario que las autoridades cultura-les, los programadores y agentes en España nosigan ignorando a los músicos propios y al reper-torio nacional, y den un margen de confianza aesta faceta de la cultura, quizás menos comer-cial, pero no por ello de menos valor. Pocos sonlos programadores que arriesgan en este aspec-to, y no deja de ser paradójico que nos escanda-lizaría que un festival o serie de conciertosalemanes o franceses ignoraran su música y susmúsicos alemanes y franceses, cuando encontra-mos normal que en España suceda esto impu-nemente. Desde la Asociación GEMA (GruposEspañoles de Música Antigua), a la que perte-necen El Concierto Español y La Real Cámara,se están haciendo grandes esfuerzos precisa-mente para dignificar la música y músicos espa-ñoles en su vida profesional y su relación con lasinstituciones. Con estos dos grupos tenemosproyectos importantes, por ejemplo la conme-moración en 2013 de la Paz de Utrecht y el finde la Guerra de Sucesión con ambiciosos pro-gramas de las músicas fantásticas (desconocidas,por supuesto) que acompañaron a Felipe V y alArchiduque Carlos en sus cortes hispanas; porejemplo música inédita de Boccherini; por ejem-plo músicas escénicas “castizas”. Son proyec-tos que necesitan, como los de todos nuestroscolegas, del apoyo y confianza de las autorida-des y entidades culturales… Por encima de todo,a pesar de la crisis, los recortes y las difícilesperspectivas, sigo estudiando cada día con espe-ranza y optimismo, trabajando con y para misalumnos, buscando repertorios nuevos, aman-do la música cada vez más para sacar adelanteestos proyectos de música maravillosa que nodebería seguir más tiempo ignorada. A media-dos de año marcho fuera una temporada largainvitado por una universidad japonesa para desa-

PREGUNTAMOS A...

Emilio Moreno

El compositor expresionista Franz Schrekervuelve a estar de moda en disco. Tras el recien-te éxito de la referencial Irrelohe en MDG, elsello Carus estrena este mes un álbum consagra-do a su desconocida música para coro mixto queviene cuajado de primeras grabaciones (DerHoldestein; Vergangenheit; Versunken;…). La gra-bación se completa con obras de su maestroRobert Fuchs, el coetáneo Walter Braunfels yunos arreglos corales de Clytus Gottwald sobretres obras del mismo Schreker. Canta el OrpheusVocalensemble a las órdenes de MMiicchhaaeell AAllbbeerr.

Cypres ha anunciado uno de losdiscos de contemporánea del año:se trata de la ópera Wagner Dreamde Jonathan Harvey, obra que elmultipremiado compositor britá-nico ha concebido a partir de unlibreto de Jean-Claude Carrière entorno a los últimos momentos de lavida de Wagner y su frustrado proyecto de ope-ra, Die Sieger, basado en la leyenda budista dePrakriti y Ananda. La grabación de este direc-to belga corre por cuenta de MMaarrttyynn BBrraabbbbiinnss,el Ictus Ensemble y un elenco encabezado porClaire Booth y Gordon Gietz.

rrollar, aparte de las clases, unos proyectos demúsica española barroca que parecen interesarmás allí que en España…

emilio moreno, a pesar de ser conocidopor su dedicación a la música hispanacon sus grupos el concierto español y lareal cámara, es uno de los músicos espa-ñoles de más proyección internacionalpor su actividad concertística y docen-te fuera de españa. el 13 de febrero elconcierto español, bajo su dirección ycon las cantantes maría espada, martaalmajano, raquel andueza, marta infan-te y soledad cardoso, interpretará enversión de concierto en el auditorio na-cional de madrid la iphigenia en traciade josé de nebra.

8 diverdi antigua

Considerado por muchos como el más grandecompositor del periodo de transición entre elMedievo y el Renacimiento, los musicólogos siguentratando de fijar cuáles son realmente las obrasque compuso el franco-flamenco Josquin Desprez,pues durante largo tiempo ha sido confundido conel italiano Josquin de Kessalia, nacido diez añosantes. Salvo que próximas investigaciones deter-minen lo contrario, a Desprez (que en realidad esun sobrenombre, ya que su verdadero apellido eraLebloitte) se le adjudican 18 misas como ciertas yuna más como probable. La Missa Ave maris stellafue escrita durante su estancia en Roma, dondeformó parte del coro del papa Inocencio VIII (entrejunio de 1489 y principios de 1495). La publicó en1505 el editor Ottaviano Petrucci. Es una de lastres misas de Josquin dedicadas a la Virgen y estábasada en el himno homónimo. La melodía delhimno, embellecida de manera sutil y variada, cons-tituye con sus cuatro frases cortas la estructurabásica para las cinco secciones de la misa (Kyrie,Gloria, Credo, Sanctus y Agnus Dei). En la pre-sente grabación, tales secciones van entreveradascon varios motetes marianos para cuatro y cincovoces. A bote pronto, me vienen a la memoria lasmuy apreciables versiones de Andrew Parrott y deBernard Fabre-Garrus. El último trabajo disco-gráfico, recién salido del horno, de los TallisScholars incluye también la Missa Ave maris stella,junto a la Missa De beata virgine. La competenciacon la que se encuentra Manfred Cordes es, portanto, tan abundante como dura. Sin embargo,creo que esta lectura aguanta cualquier compara-ción, pues Cordes se ha rodeado de voces magní-ficas, sobre todo por lo que hace referencia a lasmás agudas: Franz Vizthum, Alex Potter y TerryWey, sin duda tres de los contratenores más inte-resantes que han surgido en los últimos tiempos.

Josquin en estado puro

Eduardo Torrico

Missa Ave maris stella por ManfredCordes y Weser-Reinassance

JOSQUIN DESPREZ (1440-1521): Missa Ave maris stella;Motetes marianos

Weser-Renaissance Bremen. Manfred Cordes, director /CPO / Ref.: 777590-2 (1 CD) D2

La Cultura no está libre de algunos de los peoresvicios de la sociedad de consumo. De muchos artis-tas, especialmente músicos, de épocas pretéritasnos acordamos sólo cuando llega la fecha conme-morativa de su nacimiento o de su muerte. Si empie-zan ustedes a ver con reiteración discos dedicadosa compositores que les suenen de poco o de nada,es que estamos ante una de esas fechas totémicas.Luego, pasada la conmemoración, nos olvidamosde ellos hasta Dios sabe cuándo. No es, por tanto,casualidad que en los últimos meses hayan apare-cido varios registros con música de JohannesEccard, del que en 2011 se cumplió el cuarto cen-tenario de su fallecimiento. Hace bien poco lesdábamos cuenta de la aparición, en el sello Carus,de la grabación, a cargo de Peter Kopp, de losPreussische Festlieder (ensamblados en dos colec-ciones por Johannes Stobaeus, quien aprovechópara incluir algunas piezas de cosecha propia). Llegaahora esta otra del sello CPO que, bajo el título deMit Freude musizieren, recoge varios de aquellos 61himnos festivos prusianos que recopiló Stobaeus,así como la misa para cinco voces Mon coeur,paro-dia del motete homónimo de Orlando di Lasso, acuyas órdenes Eccard había trabajado como sopra-nista en Múnich (los himnos se van intercalandoentre las secciones de la misa). La obra de Eccard,situada por Brahms a la misma altura que la deGabrieli o Schütz, es fundamental para compren-der el desarrollo de la música protestante enAlemania (el compositor nació tan sólo siete añosdespués de la muerte de Lutero). A mí, en cual-quier caso, se me antoja que no es fácil de digerirpor parte del oyente de nuestros días. En mi opi-nión, lo más interesante del disco radica en la impe-cable labor de Opella Musica y del Ensemble NoemaLeipzig, pequeñas formaciones coral e instrumen-tista a las que no tenía la dicha de conocer. GregorMeyer es su director. Habrá que retener en la cabe-za estos nombres para comprobar su evolución.

Eccard vive sumomento de gloria

Eduardo Torrico

Cuarto aniversario de un autorclave en la música luterana

JOHANNES ECCARD (1553-1611): Obras sacras y profanas

Opella Musica. Ensemble Noema. Gregor Meyer, director /CPO / Ref.: 777700-2 (1 CD) D2

El sello polaco Dux publica cinco nuevos volúme-nes (del segundo al sexto) con otras tantas seleccio-nes de los Offertoria et Communiones totius anni,obra magna del compositor Mikolaj Zielenski quevio la luz en 1611, en el taller de Jacob Vicentius enVenecia. Las nuevas entregas nos permiten vislum-brar las dimensiones reales de esta importantecolección compuesta por más de 100 composicio-nes –además de las comuniones y los ofertoriosmencionados hay también varios motetes, e inclu-so un Magnificat escrito a 12 voces– que otorga aZielenski un lugar preeminente entre los compo-sitores de música antigua de Polonia; y todo ello,como ya se apuntó en su día con la aparición del pri-mer volumen de la serie (boletín nº 188, enero de2010), a pesar de que del compositor se desconoz-ca casi todo, sea relativo a su biografía o al resto desu obra, en el caso de que la hubiera. Las numero-sas sombras sirven de acicate para la investigacióny la propuesta de teorías al respecto, y en este sen-tido hay quien sugiere que Zielenski pudo ser alum-no de Giovanni Gabrieli en Venecia. Sea comofuere, el polaco fue el primer compositor que impor-tó las innovadoras técnicas y el esplendor venecia-no. Sus obras combinan el estilo antifonal con elmonódico, la policoralidad (con hasta tres corosdispuestos de manera separada y un conjunto desacabuches que da prestancia sonora) y los dúosentre dos solistas, e incluso los diálogos entre lavoz del tenor y un violín. Entre todos los solistasde estos nuevos volúmenes destaca por su buenhacer musical y por su contundencia vocal el bajoprofundo Joel Frederiksen. En cuanto a los núme-ros corales, el Collegium Zielenski, a las órdenesde Stanislav Galonski, cumple su cometido consolvencia, y añade valor musical al meramente musi-cológico que ya de por sí ostenta esta colección deobras.

Vislumbrando elconjunto

Urko Sangroniz

Cinco nuevos volúmenes deZielenski en Dux

MIKOLAJ ZIELENSKI (1550-1615): Collegium Zielenski.Stanislaw Galonski, director

Opera Omnia, Vol. 6 / Ref.: DUX 0863 (1 CD) D2Opera Omnia, Vol. 5 / Ref.: DUX 0862 (1 CD) D2Opera Omnia, Vol. 4 / Ref.: DUX 0819 (1 CD) D2Opera Omnia Vol. 3 / Ref.: DUX 0861 (1 CD) D2Opera Omnia Vol. 2 / Ref.: DUX 0786 (1 CD) D2Opera Omnia Vol. 1 / Ref.: DUX 0681 (1 CD) D2

9antigua 211 / febrero 2012

Se produce en el ánimo una cierta emoción al ini-ciarse el célebre motete O magnum mysterium, acuatro voces, de Tomás Luis de Victoria (1548-1611), en la versión de la Escolanía del Escorialque dirige Javier Martínez Carmena. La escolaníaescurialense viene a ser la encarnación presentede aquella nacida en el seminario de niños y mucha-chos en la abadía de Parases (Marugán, Segovia),adquirida por Felipe II a unos canónigos agusti-nos mientras se construía el futuro Monasterio deSan Lorenzo de El Escorial. Aquel pequeño corojuvenil cantaba allí cada mañana la Misa del Albagregoriana y la Salve, una vez rezadas las vísperaspor los jerónimos del nuevo cenobio. Fray José deSigüenza nos cuenta que la muerte del rey, ocu-rrida el día 13 de septiembre de 1598, se produjo“cuando el alba rompía por el horizonte trayen-do el sol la luz del domingo”; y además “estandocantando la Misa del Alba los niños del Seminario,la postrera que se dijo por su vida y la primera desu muerte…”.

Javier M. Carmena, que inició sus estudiosmusicales en la Escolanía y los continuó en elConservatorio Padre Antonio Soler de SanLorenzo, está al frente de la actual Escolanía. Estarepresenta en nuestros días la continuidad histó-rica de aquella que endulzó el tránsito de DonFelipe de Habsburgo.

Los estudios de Carmena en la EscuelaSuperior de Canto y con profesores bien conoci-dos: Lydia Rendrón (piano), Graham Jackson(cámara), Roberto Fresco (órgano), Elisa Belmontey Teresa Novoa (canto), y María Elena Barrientos(piano)… explican que, además de componer yenseñar canto, como director haya obtenido resul-tados tan notables al frente de la Escolanía de ElEscorial en el disco que da lugar a estas líneas. Esuna grabación realizada en junio de 2010 y publi-cada recientemente en el sello Dies, con apoyo dePolimúsica. Toda ella está dedicada a Tomás Luísde Victoria con motivo del cuarto centenario de sufallecimiento en Madrid el sábado 27 de agostodel año 1611, a los 63 años de edad.

Aunque el folleto que acompaña al disco noofrece dato alguno sobre el repertorio recogido

en él (pues solo nos informa sobre la historia de laEscolanía y los méritos de su director), el conte-nido musical es de lo más interesante. Incluye elcelebérrimo motete (no hay coro estable en el mun-do que no lo tenga en repertorio) O magnum mys-terium, que aparece en quinto lugar en el primerlibro del maestro abulense, publicado en Veneciaen 1572 por los hijos de Antonio Gardani. Lo vemosotra vez en el libro de motetes publicado en Roma“apud Alessandrum Gardanum” en 1583 y en el deCantiones Sacrae seis años más tarde, buena prue-ba de la estima en que lo tenía el autor.

El centro del disco lo ocupa la misa parodiasobre O magnum mysterium, publicada junto a otrascinco misas, varias de ellas parodia sobre diver-sos motetes, más la primera Missa Pro defunctis, acuatro, impresa igualmente en Roma, esta vez en1592, por Francesco Cottino. Recordemos que laotra misa de Réquiem, a seis voces, es la compues-ta a la muerte de la emperatriz María, publicada enMadrid en 1605 por Juan de Flandes.

Finaliza el disco con cuatro motetes: EcceDominus Veniet, a cinco; O Regem Caeli, a cuatro;Quem vidisti, pastores? y Magi viderunt stellam, des-tinados respectivamente a las festividades católi-cas “In adventu Domini”, “In festo Natalis Domini”,lo mismo, e “In festo Epiphania Domini”.

Es una versión clara, vibrante, con toda la jus-ta intensidad que requiere la sobria pasión que elgran polifonista castellano ponía en sus inmorta-les creaciones. Es un compacto que no dura mucho,cuarenta minutos, pero el buen trabajo de laEscolanía y la calidad del sonido de este registro,realizado en el Aula Magna del Monasterio de SanLorenzo del Escorial, convierte su escucha en unadeliciosa y dulce meditación navideña.

Tomás Luis de Victoria y la Navidad

Andrés Ruiz Tarazona

Misa y motetes del músico abulense por la Escolanía de El Escorial,en Dies

TOMÁS LUIS DE VICTORIA (1548-1611): O MagnumMysterium [Victoria 400]

Escolanía del Escorial. Javier M. Carmena, director / DIES -ESCOLANIA DEL ESCORIAL / Ref.: DIES 201122 (1 CD) D2

Miembro de una notable familia de organistas,Hans Leo Hassler fue uno más de los muchos com-positores germanos del siglo XVI influidos porItalia. En su caso, la influencia fue incluso másmarcada, ya que, irresistiblemente atraído por lamúsica de Andrea Gabrieli, residió durante un añoen Venecia, donde trabó profunda amistad con susobrino Giovanni. A la muerte de Andrea, a fina-les de 1585, regresó a su Baviera natal, a Augsburgo,para entrar como organista de cámara al serviciode Octaviano II, miembro del poderoso clan deempresarios y banqueros Fugger, para el cual tra-bajaban ya otros dos hermanos suyos. Con apenas21 años, Hassler había conseguido ponerse bajo elmanto protector de uno de los más importantesmecenas de Europa. A él le dedicó las Cantionessacrae de 1591 y una buena parte de sus misas, ela-boradas en el grandioso estilo policoral venecia-no. El aprecio que le dispensaba Fugger se confirmócon su nombramiento, en 1600, comoKapellmeister, aunque su labor en este campo fuemás bien limitada por profesar la fe protestante yser Ausburgo ciudad mayoritariamente católica. LaMissa Octava que aquí ha registrado el OctavaEnsemble está escrita para dos coros de cuatrovoces que dialogan entre sí y que se unen enmomentos especiales, sobre todo, al final de cadasentencia. No me consta que haya más versionesde esta hermosa misa, razón más que suficientepara recibir la presente con satisfacción. Y tampo-co me consta que haya otras grabaciones de esteocteto vocal polaco, doblemente joven por sureciente creación y por la lozana edad de sus miem-bros. La interpretación es de una absoluta pulcri-tud, pero me quedo con cierta sensación de queestos chicos lo pueden hacer mejor y de que, almismo tiempo, no han exprimido al máximo todaslas posibilidades de tan magnífica obra. Por otrolado, da rabia comprobar que la duración del dis-co se reduce a unos escasos 38 minutos.

El Hassler más italiano

Eduardo Torrico

Primera grabación de su MissaOctava por el Octava Ensemble

HANS LEO HASSLER (c. 1564-1612): Misa Octava

Octava Ensemble / DUX / Ref.: DUX 0750 (1 CD) D2

““Una versión clara,vibrante, con toda lajusta intensidad querequiere la sobriapasión que el granpolifonista castellanoponía en susinmortalescreaciones.””

10 diverdi antigua

Terminada la publicación de sus obras completasen 2011 con un importante aporte de fuentes manus-critas, Girolamo Frescobaldi (1583-1643) se pre-senta a los ojos y oídos de estudiosos, intérpretesy aficionados como figura crucial en el desarrollode la música europea. En realidad, bastaban susnumerosas ediciones, bien difundidas en generaldesde antiguo, para apreciar su contribución deci-siva al naciente estilo barroco. Sus tocatas, edita-das en dos volúmenes (1615, 1627; el segundoreimpreso en 1637), derivan del estilo de las queClaudio Merulo escribía en Venecia, tomando susaspectos más experimentales (cromatismos, diso-nancias) del también veneciano Kapsberger, com-pañero en Roma, y de los napolitanos AscanioMayone y Giovanni Trabaci. Con todo ello,Frescobaldi crea un género en el que el contrapun-to se combina con la fantasía y la variación de unaforma audaz y original que bien hace LucaGuglielmi en este disco en relacionar con el stylusphantasticus, ese que desarrollarían los maestrosorganistas del norte, pero que late ya en estas toca-tas, caprichos y partitas, en los que manda la flexi-bilidad, el instinto musical para el adorno, el gustopor una extravagancia que suena muy moderna.

Guglielmi ha escogido un programa de pie-zas diversas, publicadas entre 1615 y 1637, y lasinterpreta con dos instrumentos bien diferentes:primero un clave copia de un anónimo italiano delXVII; segundo, un pequeño órgano turinés demediados del XVIII. Aunque Frescobaldi es uncompositor que cuenta ya con una amplia disco-grafía, todo lo que hace aquí este estupendo teclis-ta italiano se escucha con interés: hay una nitidezen su pulsación, una elegancia en el fraseo, unaoriginalidad en las figuraciones que le dan a lamúsica su justo sentido de lúcida improvisación yque brilla de forma especialmente diamantina enun clave de hermoso y delicado sonido.

Frescobaldi, unmaestro fantástico

Pablo J. Vayón

Piezas para clave y órgano porLuca Guglielmi, en Accent

GIROLAMO FRESCOBALDI (1583-1643): Stylus fantasticus yel Arte de la Variación

Luca Guglielmi, clave y órgano / ACCENT / Ref.: ACC 24226(1 CD) D2

La figura de Corelli trascendió en toda Europa ysu prestigio no tuvo barreras. Su colección Op.5tuvo una difusión inusitada, copiada y transcritahasta el extremo. De esa demanda de sonatas ita-lianas para violín no se sustrajeron los intérpretesde viola da gamba, un instrumento que ya poseíauna tradición conjunta con el violín. Con una téc-nica ya madura para dialogar con aquél, se atrevíaahora a asumir su repertorio. Las sonatas deCorelli, con el ideal de belleza melódica que repre-sentan, la nobleza, grandeza y profundidad que sedesprende en sus movimientos lentos y el manejode la tonalidad, armonía y expresividad de sus alle-gros, constituyó un objeto de deseo también paralos gambistas. Fe de ello da el manuscrito con latranscripción completa de la Op.5 de la BibliotecaNacional de Paris, que ya grabara Balestracci en sudía. Sobre esta base trabaja Heumann, que nospresenta aquí tres sonatas de Corelli junto a obrasnacidas bajo su influencia. Heumann parte delmanuscrito de París y utiliza para las sonatas 3ª y6ª la supuesta ornamentación del propio Corelli dela edición de Walsh, que sirve de base para la queelaboran los músicos en el resto de obras: la sona-ta da camera n.º 8, con una ornamentación profu-sa; algunos movimientos de dos sonatas de Schenky la Sonata para viola da gamba HWV 364b deHandel, que dejó unos compases escritos con talposibilidad a partir de su sonata Op.1/6, ilustranla influencia corelliana relacionada con este ins-trumento. Heumann aborda las obras con su bajode viola de siete cuerdas, con agilidad, musicalidady destreza notables en los movimientos rápidos,dotando de gravedad a los lentos. Se acompaña deun rico continuo donde se alternan o conjugan losinstrumentistas según el carácter buscado: meló-dico y sonoro del violonchelo de Sepec, sutil de latiorba de Egüez o el rigor acórdico al teclado deBörner. Un disco precioso.

Un nuevo Orfeo

Manuel de Lara

Transcripciones para viola dagamba de, e influidas por, Corelli

IL VERO ORFEO: Sonatas para viola da gamba de (e inspira-das por) Arcangelo Corelli

Friederike Heumann, viola da gamba. Patric Sepec, violon-chelo barroco. Eduardo Egüez, tiorba. Dirk Börner, clave yórgano / ACCENT / Ref.: ACC 24233 (1 CD) D2

Aunque menos conocida que la operística,Francesco Cavalli desarrolló una carrera paraleladedicada a la música sacra, llegando a ser maestrode capilla de San Marcos durante casi una década.Su mayor colección es la Musiche Sacre de 1656,donde siguiendo el modelo de la Selva Morale seproveía de música al año litúrgico. En esta graba-ción de 1996, que ahora Glossa entrega en unanueva edición, Concerto Palatino presenta un ofi-cio de vísperas para la Virgen que recoge todos loselementos necesarios en apropiado orden litúrgi-co. Cavalli se muestra como fiel heredero deMonteverdi, con una música espléndida que reco-ge desde la rica tradición veneciana a dos coros–con 8 voces, instrumentos y ripieno–hasta salmosa 3 voces y 2 instrumentos, donde muestra su expe-riencia operística. Aunque en San Marcos las obrasa dos coros hubieran tenido un nutrido ripienovocal, sumando más de 30 voces, aquí se prescin-de de esta posibilidad argumentando una posibleinterpretación en iglesias venecianas menores yejecutan una grabación a una voz por parte en lovocal. Sin embargo, se siguen las indicaciones deCavalli de doblar las voces en los tutti con 3 trom-bones y la posibilidad de doblar más voces, comoefectivamente realizan con 2 cornetas. Además delos trombones, Cavalli prescribía una formacióninstrumental con 2 violines, violoncino, tiorba yórgano. En ocasiones los violines son sustituidosaquí por cornetas y los trombones completadoshasta ocho en las sonatas. En cualquier caso, losocho vocalistas están espléndidos y el resultadoes brillante. La plantilla instrumental es sobresa-liente, con nombres como Gatti o Stubbs y el mag-nífico grupo de viento dirigido por Toet y Dickey.Concerto Palatino hace una recreación vibrante,equilibrada e intensa donde destaca el espectacu-lar Lauda Jerusalem o el bello Ave Maris Stella a 3voces. Una reedición imprescindible que honra alilustre Cavalli.

La música sacra deCavalli

Manuel de Lara

Vespro della Beata Vergine, conConcerto Palatino, en Glossa

FRANCESCO CAVALLI (1602-1676): Vespro della BeataVergine

Concerto Palatino. Bruce Dickey y Charles Toet, directores /GLOSSA / Ref.: GCD 922509 (2 CD) D4 x 2

11antigua 211 / febrero 2012

Radical propuesta del cantor francés DominiqueVellard, acompañado de instrumentistas como elimprovisador especialista en música india KenZuckerman (sarod, dhotar y laúd medieval), o lospercusionistas Anindo Chatterjee (tabla y dhupki)y Keyvan Chemirani (zarb y gattam). Es radicalpor-que va a la raíz de la entraña musical, a su modo depensarse y hacerse, sin falsos efectismos ni acusar

esos “debe” presentes en las habituales propuestasde hibridación que produce la world music o susderivados en el campo de la Música Antigua, cadavez más tentaculares. Repite Vellard en la coleccióndedicada a la Schola Cantorum Basiliensis, centrodonde también enseña Zuckerman, con este regis-tro grabado hace cinco años.

Interesa el disco a especialistas y a público engeneral. A los primeros, entendidos en modalidady cuerdas de recitación, por las sutiles relacionesque se establecen en el cuidadoso repertorio ele-gido, apuntadas en las breves y enjundiosas notas.Al segundo, por la belleza inmediata de la pro-puesta, que gustará sin duda. Pocas veces calidady exotismo (peliaguda categoría) se trenzan demanera tan brillante, alejada de los envoltorios ycelofanes habituales cuando el mercado discográ-fico presenta una propuesta de este tipo.

Se abordan piezas monódicas de Gace Brulé,Jehannot de l’Escurel, Machaut, un ofertorio gre-goriano, ragas indios y persas, dos improvisacio-nes, y, oh sorpresa, una canción tradicional deronda nocturna recogida en diversos pueblos cace-reños, La Charramanga (que compensa que nohaya notas en castellano en esta ocasión). Un toque

de “música viva” occidental, pareja a la del Nortede la India, frente a la que yace anotada en vetus-tos manuscritos. Al fin, Vellard persigue, con méto-do arqueológico, acercarse a esa cota cero a partirde la cual la humanidad articuló la voz entonándo-la, haciendo nacer la música. Un intento de explo-ración estratigráfica de un yacimiento llamadoMonodia, de resultados conmovedores. Más alláde la “pureza” de los resultados, se muestra el rigorde la metodología, que es hasta donde podemos lle-gar. En resumen, ragas indios y canción monofó-nica medieval, feliz maridaje de este par… perocon separación de bienes. De lo mejorcito en estecampo.

Vellard: estratigrafía de la monodia

Josemi Lorenzo Arribas

Ragas y canto medieval en la colección Schola Cantorum Basiliensis de Glossa

RAGAS INDIOS Y CANCIÓN MEDIEVAL: Melodías modalesdel Este al Oeste

Dominique Vellard, tenor. Ken Zuckerman, sarod, dhotar ylaúd medieval. Anindo Chatterjee, tabla y dhupki. KeyvanChemirani, zarb y gattam / GLOSSA / Ref.: GCD 922508 (1CD) D2

12 diverdi antigua

Al comentar el reciente disco que Pan Classics hadedicado al Musicalischer Rüstkammer, lamentaba ladesaparición de la casi totalidad del repertorio des-tinado a la primera etapa de la Ópera de Leipzig. Puesbien, la realidad –ayudada por la musicología– estáempeñada en desmentirme, ya que hoy toca pre-sentar la primera grabación de una ópera (casi)completa de ese repertorio que se creía despareci-do. Ya se sabía hace décadas que en una colecciónmanuscrita de arias conservada en la UniversidadJohann Christian Senckenberg de Fráncfort se halla-ban unas cuarenta pertenecientes a una ópera titu-lada Germanicus, si bien sólo recientemente se haestablecido con certeza la autoría telemanniana, asícomo su destino: la Feria de San Miguel de 1710, enla que se reelaboró una primera versión, datada en1704, estrenada igualmente en la Ópera de Leipzig.El libreto, creación de Christine Dorothea Lachs–hija de Adam Nicolaus Strungk, el fundador de laÓpera de Leipzig– se basa en los hechos recogidosen los Anales de Tácito acerca de la segunda cam-paña germana de Nerón Claudio Germánico.Comoquiera que los recitativos no se conservan,se insertan entre las arias unas breves palabras –enalemán– que van narrando la acción. La reconstruc-ción se completa usando como obertura e interlu-dios instrumentales las piezas de la suite TWV 55:F4y acudiendo a música de Heinichen, Hofmann,Vogler y del propio Telemann para cinco de las tre-ce arias cuya música no se conserva. El resultado esuna música de altos vuelos que combina –como eracostumbre en la Alemania de la época– arias italia-nas y otras alemanas, con frecuentes y espléndidasintervenciones de instrumentos obligados (oboes,fagotes, violín, trompas…). La SächsischesBarockorchester se comporta como una formaciónpuntera, muy bien dirigida por el bajo GottholdSchwarz. El reparto, muy irregular, cuenta con dosbajos estupendos, en particular Tobias Berndt, sobre-saliente en todas sus intervenciones, a quien conven-drá seguir la pista.

Destellos del pasado

Javier Sarría Pueyo

Germanicus, de Telemann, granprimicia de CPO

GEORG PHILIPP TELEMANN (1681-1767): Germanicus

Stahn, Scholl, Rexroth, Sack. Dieter Bellmann, recitador /Saechsisches Barockorchester. Gotthold Schwarz, director /CPO / Ref.: 777602-2 (3 CD) D2 x 2

Giacomo Antonio Perti (1661-1756) es el gran com-positor boloñés de todas las épocas. Aunque empe-zó su carrera como autor de óperas y cantatas, losnombramientos de maestro de capilla de San Pietro(1690) y, sobre todo, de la colegial de San Petronio(1696), lo consagraron como gran maestro demúsica sacra. Conservó su puesto en el principaltemplo de su ciudad natal durante los 60 años quele quedaban de vida, haciéndolo compatible conotros cargos en iglesias y cofradías. Desde 1681,Perti formaba parte de la famosa AcademiaFilarmónica de la ciudad, siendo nombrado en1687 su Principe (presidente), cargo que se ejercíadurante doce meses y que incluía la obligación depreparar los fastos musicales para el día de SanAntonio, protector de la institución, una celebra-ción que incluía una misa, cuyo Kyrie y Gloriadeberían ser escritos por el propio presidente, yunas vísperas.

Perti preparó para aquel año de 1687 una misaconcertante a 12 voces (para tres coros) de extraor-dinaria suntuosidad, cuyos Kyrie y Gloria fueronregistrados para este disco en la propia basílica deSan Petronio en octubre de 2006, coincidiendo conel 250º aniversario de la muerte del músico. El CDse completa con un motete juvenil del propio Pertiy con un salmo escrito en 1672, también para trescoros, por Giovanni Paolo Colonna, un músiconatural igualmente de Bolonia. Dirigidos porMichele Vannelli, que acababa de ser nombradomaestro de capilla de San Petronio, los solistas y con-juntos agrupan a más de cien intérpretes. La envol-vente grabación, que parece potenciar incluso lagenerosa reverberación del templo, causa un efec-to de majestuosidad en los pasajes masivos, quealcanza la cumbre de su brillantez en la gran fugadel Cum Sancto Spiritu, pero no deja de tratar concuidadosa cercanía las piezas más intimistas, resuel-tas con general solvencia y expresiva elegancia.

Vita longa,Ars perenne

Pablo J. Vayón

Una Misa a 12 del boloñésGiacomo A. Perti, en Dynamic

GIACOMO ANTONIO PERTI (1661-1756): Messa a 12 (1687)

Color Temporis Vocal Ensemble. Choir and orchestra ofTheCappella Musicale di San Petronio. Collegium MusicumAlmae Matris Chamber Choir. Michele Vannelli, director /DYNAMIC / Ref.: CDS 707 (1 CD) D3

Cuántas tonterías, sinsentidos, leyendas infunda-das y malentendidos han rodeado a Vivaldi. Unavez más la ignorancia y cuatro obritas llamativas–Le Quattro Stagioni– han tapado la verdad –huma-na y artística– de un gran creador. Y, sin embargo,detrás de esas tupidas cortinas ha permanecidosiempre su obra, la verdadera voz del compositor.Sólo en la última década ha comenzado a conocer-se en serio la inmensa opus del veneciano y estaresurrección concertística y discográfica no hahecho sino deparar continuas sorpresas, situandode nuevo a Vivaldi en el puesto del que nunca debe-ría haber salido. La relación del melómano conVivaldi es de permanente descubrimiento, puesno sólo sigue inédita gran parte de su obra, sinoque constantemente aparecen manuscritos conobras desconocidas. Hoy Accent nos ofrece unespléndido registro lleno de primicias: los concier-tos para violín RV 246 y 330, el concierto para dosviolines RV 508 y la sinfonía para cuerda RV 125–¡qué obra más maravillosa, qué movimiento len-to!– se graban aquí por primera vez; y los concier-tos para cuerda RV 128, 138 y 157 obtienen en el CDla primera grabación mundial en su versión origi-nal –editada por Olivier Fourés–. Sólo es ya cono-cido el bellísimo concierto para dos violines RV510. Una música preciosa propia del mejor Vivaldi.Ejercen de traductores musicales los componen-tes del extraordinario grupo Harmonie Universelle.No se han prodigado demasiado en los estudios degrabación, pero quienes conozcan sus pasados tra-bajos para Eloquentia –Fasch/Telemann, Pachelbel,Leclair y, justamente, un doble vivaldiano de con-ciertos inéditos– reconocerán de inmediato esacombinación de energía, belleza sonora, sutilezay pasmosa técnica que les caracteriza. FlorianDeuter y Mónica Waisman, fundadores y codirec-tores del conjunto, se encargan de deslumbrarnosen las partes solistas. Vivaldi del bueno, señores.

La musa delprete rosso

Javier Sarría Pueyo

Numerosos inéditos vivaldianospor Harmonie Universelle

ANTONIO VIVALDI (1678-1743): La Porta delle Muse (con-ciertos y sinfonías)

Harmonie Universelle. Monicá Waisman y Florian Deuter,violines y dirección / ACCENT / Ref.: ACC 24266 (1 CD) D2

13antigua 211 / febrero 2012

No fue el panorama musical español el único quecambió de forma radical con el intenso desem-barco de músicos italianos que propiciaron losBorbones durante la primera mitad del siglo XVIII;en el vecino Portugal sucedió un tanto de lo mis-mo: los aires ilustrados de los Braganza, sobretodo durante el largo reinado de João V, tambiénhicieron posible la presencia de no pocos com-positores procedentes de Italia, cuyo más conoci-do exponente es sin duda Domenico Scarlatti,mentor de la princesa Bárbara, hija del susodichomonarca y futura reina de España. Poco se sabede la vida del genovés Pietro Giorgio Avondano,salvo que se ganó la vida como violinista de lacapilla real lisboeta y que fue padre de PedroAntónio Avondano, el más destacado músico por-tugués de esa centuria, junto a Carlos Seixas yFrancisco de Almeida, marcados todos ellos deforma indisimulable por la impronta italiana. Algode la magnitud de aquella música ya se intuía ensu día cuando René Jacobs grabó el oratorio LaGiuditta, de Almeida. Con el paso del tiempo, laprimera impresión se ha ido confirmando en lasgrabaciones, por desgracia no demasiado nume-rosas, dedicadas al barroco tardío portugués. Éstaque ahora nos ofrece el sello Dynamic reúne músi-ca de los compositores antes mencionados: losdos Avondano, Almeida y, quizás, Seixas (la auto-ría del concierto para clave que aquí se incluye noestá del todo confirmada). Como sucediera hacejusto tres siglos, vuelve a funcionar la conexiónluso-italiana: la excelente orquesta Divino Sospiroestá dirigida por Enrico Onofri y reforzada poralgunos de los mejores intérpretes historicistastransalpinos, entre ellos la siempre convincentesoprano Gemma Bertagnoli. Lo mejor del regis-tro es, en mi opinión, la preciosa Sinfonía en Famayor de Avondano padre, deliciosamente vival-diana. Un disco soberbio.

Suspiros divinos

Eduardo Torrico

Sugestivo recorrido porel barroco tardío portugués

1700: EL SIGLO DE LOS PORTUGUESES: Obras de PedroAntónio Avondano, Pietro Giorgio Avondano y FranciscoAntónio de Almeida

Gemma Bertagnoli, soprano. Divino Sospiro. Enrico Onofri,director / DYNAMIC / Ref.: CDS 709 (1 CD) D3

Desde que su Pasión según San Juan de 1748 fue-se descubierta y grabada en 2003, todo lo relati-vo a la figura y al legado de Georg Gebel el Jovense ha tornado menos impreciso con el transcur-so del tiempo, ocupando así su lugar en aquellaépoca fulgurante que fue el ocaso del barroco yel albor del clasicismo musical. Gracias al cre-ciente interés que suscitó aquel hallazgo inicial, hoysabemos que Gebel pasó sus últimos años comomaestro de capilla en la corte de Rudolstadt. Allífue muy respetado, y allí compuso, entre otrascosas, dos ciclos completos de cantatas para elaño litúrgico, de las cuales se presentan aquí dos:la compuesta para el día de Año Nuevo y la escri-ta para el Primer Domingo después de Epifanía,ambas estrenadas en enero de 1748. Son obrasque mantienen una estructura en dos partes, unaprimera que precede al sermón y otra que le sigue.Cada una de las partes se abre y se cierra con uncoral a cuatro voces, dobladas al menos por los ins-trumentos de cuerda y el bajo continuo. Al primercoral le sigue siempre un número destinado alcoro con la cita bíblica correspondiente a la fechaconcreta para la que la obra fue compuesta, y acontinuación se suceden los recitativos y las ariasque ilustran y embellecen el conjunto. Cabría des-tacar el hecho de que en las crónicas de la épocano se mencione al autor de los textos; más aún, laautoría musical de Gebel fue obviada en el mis-mo sentido. No es de extrañar por tanto que el pro-ceso para dar a conocer estas composiciones hayasido tan tardio. Sea como fuere, gracias al entu-siasmo de Ludger Rémy y sus huestes podemosdisfrutar aquí del talento dramático –casi operís-tico en algunos casos– de Gebel, de las calculadasdosis de sustancioso contrapunto, de sus inspira-das melodías y de su profusa inventiva en la escri-tura acompañante.

Original inventiva

Urko Sangroniz

Volumen II de las cantatas deNavidad de Georg Gebel en CPO

GEORG GEBEL, D.J. (1709-1753): Cantatas de Navidad, vol.2

Veronika Winter, Gesine Adler, soprano. Britta Schwarz, alto.Andreas Post, tenor. Matthias Vieweg, bajo. Les Amis dePhilippe. Ludger Rémy, director / CPO / Ref.: 777611-2 (1CD) D2

WOLFGANG AMADEUS MOZARTConciertos para piano nº 20 y nº 21

CristoforiArthur Schoonderwoerd

acc 24265

ANTONIO VIVALDILa Porta delle Muse(conciertos y sinfonías)

Harmonie UniverselleMónica Waisman y Florian Deuter

acc 24266

GEORG FRIEDRICH HAENDELIntegral de cantatas italianas para bajo

Raimund Nolte, bajo-barítonoBatzdorfer Hofkapelle

acc 24249

14 diverdi antigua

No deja de ser chocante que el tenor, dentro de laópera del siglo XVIII, no pasara de desempeñar unrol secundario, muy por debajo de las voces feme-ninas y, por supuesto, de las grandes estrellas delmomento, los castrados. John Beard, FrancescoBorosini y Annibale Pio Fabri fueron tal vez lasexcepciones que confirmaron la regla. Para elloscompusieron espléndidas arias algunos de los másdestacados compositores de música para la esce-na, como Haendel, Vivaldi o Alessandro Scarlatti.Ciñéndonos a Haendel, Borosini estrenó Tamerlanoy Rodelinda, ópera esta segunda en la que el papelde Grimoaldo sería adjudicado, en una de sus repo-siciones, a Fabri. Beard, por aquello de ser inglés,no sólo participó en la premierè de varias óperashändelianas, como Alcina, sino también de nopocos de sus oratorios. Sin pretender ser un home-naje a este trío tenoril (como hiciera hace bienpoco Ian Bostridge), el presente disco ofrece variasarias que ellos inmortalizaron: “The princessapplaud with a furious joy” (Alexander’s Feast),“Un momento di contento” (Alcina), “Io già t’amai”y “Pastorello d’un povero armento” (Rodelinda) o“Ciel e terra armi di sdegno” (Tamerlano), que esprecisamente la que sirve para dar título al regis-tro. Se trata del debut discográfico de la OrquestaBarroca de Granada y, al mismo, del de DavidHernández Anfruns en solitario. El gran aciertodel trabajo radica quizás en las arias escogidas,que se completan con la obertura de Giulio Cesarey la suite de Alcina.Hernández Anfruns posee unahermosa voz y conoce a la perfección el terreno enel que se mueve, pero no le ayuda una toma sono-ra desequilibrada y distante que hace que, lamen-tablemente, quede un tanto tapado por la orquesta,la cual se desenvuelve con soltura y desparpajo entodo momento.

Haendel a la española

Eduardo Torrico

Arias para tenor con la OrquestaBarroca de Granada

GEORG FRIEDRICH HAENDEL (1685-1759): Ciel e terra(arias de óperas y oratorios)

David Hernández Anfruns, tenor. Orquesta Barroca deGranada. Darío Moreno, director / IBERIA CLASSICAL / Ref.:IBS 12011 (1 CD) D10

En 1734 el editor londinense John Walsh ponía ala venta una Opera Terza de Haendel integrada porseis concerti grossi “para orquesta de cuerda”, algu-nos de los cuales “se habían interpretado en laboda del Príncipe de Orange y la Princesa Ana”.Pero ni Haendel sabía nada de la edición ni todoslos conciertos eran para cuerda ni –al menos, talcomo se editaban– habían sido interpretadas enninguna boda real. Lo que había hecho el avispa-do Walsh era, simplemente, tratar de explotar lapopularidad del compositor, aprovechando quehabía expirado un temporal privilegio de edición(hoy hablaríamos de derechos de autor) que lehabía otorgado el monarca. Y tomando y ensam-blando partituras de aquí y de allá –algún concier-to se remonta a la época de Hannover y se incluíaun concierto número 4 espurio sustituido en lasegunda edición, en la que también se retocabanotros conciertos– había preparado la que desdeentonces es conocida como Opus 3 de Haendel.Variados en su estructura e instrumentación –nin-guno sigue, por cierto, la clásica estructura del con-certo grosso corelliano–, no llegan por su calidad ala cima de la Opus 6, pero sí constituyen un blo-que más que interesante con bastantes momentosinspirados, están salpicados de bellas melodías,no les falta gracia y, por otra parte, constituyentodo un compendio de la evolución de Haendelcomo compositor y de las múltiples influenciasrecibidas y asimiladas hasta el momento. Como,además, caben en un sólo disco, se explica su for-tuna discográfica. En este caso es Lars UlrikMortensen, con su Concerto Copenhagen, quienlos ha llevado al disco. Es una interpretación quesatisface plenamente: orquesta sólida, solistas expe-rimentados –el oboísta Frank de Bruine es buenejemplo–, dirección con garra, tempi ajustados ycon su pizca de chispa... Una interpretación convocación de clásica.

Vocación de clásico

Mariano Acero Ruilópez

Concerti grossi op. 3 de Haendelpor Concerto Copenhagen

GEORG FRIEDRICH HAENDEL (1685-1759): Concerti grossi,op. 3

Concerto Copenhagen. Lars Ulrik Mortensen, director /CPO / Ref.: 777488-2 (1 CD) D2

La grabación de los conciertos para viento deTelemann en CPO se acerca ya a su final. En lacubierta de este séptimo y penúltimo disco –uninvoluntario error en mi anterior comentario, porel que presento disculpas, me llevó a decir quehabría nueve en total–, una pintura de género consabor neerlandés, de la que nada se dice en los cré-ditos, presenta un alto en el camino de unos cam-pesinos, arrieros y pastores. Es un descansomomentáneo antes de reiniciar el o los caminosen el que se intercambian saludos y comentarios,se acomodan las cargas y se disfruta de una con-versación amigable al atardecer. Salvo por la incues-tionable condición rural de sus protagonistas, laescena se acomoda en su espíritu a los conciertosque escribió Telemann: pura armonía, cordialidad,buena avenencia, belleza... conciertos para serdegustados e incluso interpretados por ciertos sec-tores de la nobleza y de la emergente burguesía. Porlo demás, los seis conciertos que integran el discono son estrictamente contemporáneos, con lo quese pueden establecer interesantes comparacionesevolutivas. Y junto al oboe y la trompa como solis-tas –lo habitual, vamos–, hay también dos concier-tos para dos chalumeaux –bellísimos, losinfrecuentes dúos de tan dulces timbres– y otrosdos en que la flauta dulce o un dúo de traversos secombinan con el rudo fagot. De lo infrecuente sepasa casi a lo insólito, pero ¡cuánto disfrutan losoídos con semejante variedad tímbrica! Lo demáspueden imaginárselo. La orquesta es de sobra cono-cida por todos los aficionados. Michael Schneiderlleva la batuta; él mismo y Karl Kaiser tocan las flau-tas; Sergio Azzolini, el fagot. El resto de los solis-tas –quiero individualizar a Lorenzo Coppola yTindaro Capuano, chalumeaux– son igualmenteespléndidos. Pues eso...

Buen pre-final

Mariano Acero Ruilópez

Volumen 7 de la integral de con-ciertos para vientos de Telemann

GEORG PHILIPP TELEMANN (1681-1767): Conciertos paraviento, vol. 7

La Stagione Frankfurt. Michael Schneider, director / CPO /Ref.: 999907-2 (1 CD) D2

15antigua / clasicismo 211 / febrero 2012

La música de mi padre, lo saben los buenos artis-tas, los que estudian y profundizan en ella conespíritu abierto, es inefable. Pero para que eseaspecto sobresalga y fluya libremente es necesariodejarse ir, dejarse llevar del impulso que sale dedentro. Las notas no son entonces más que merostransmisores de ideas y emociones, de sentimien-tos. El pentagrama no es sino un papel indicativo,una guía para recorrer paisajes.

Son cosas que he ido aprendiendo en mi ya lar-ga vida junto a Wolfgang primero y en los másdiversos teatros de ópera después, en los que cui-daba de las ediciones de las obras paternas y vigi-laba por el cumplimiento de sus dictados. Unamuestra del buen gusto que exhibe en esta graba-ción, enviada a mi buhardilla por el profesorSalaverri, el pianista italiano Andrea Bacchetti esel haber escogido este grupo de tres conciertos, nº11 en fa mayor, K 413 (387a), nº 12 en la mayor, K 414(385p) y nº 13 en do mayor, 415 (385b). Son obras pró-ximas en el tiempo y muy parecidas por estilo y cir-cunstancias de composición.

Las tres partituras fueron planeadas porMozart nada más llegar a Viena en 1781, liberadoya de la férula del arzobispo Colloredo, como inte-grantes de una serie de piezas concertantes “defácil comprensión para el público”. La estrenó enlas academias de Cuaresma de 1783 como un todoque, la verdad, funcionó estupendamente. Tuveocasión de hurgar en la correspondencia de mipadre años después y descubrí que en carta a miabuelo Leopoldo decía de ellas: “tienen el justomedio entre lo demasiado difícil y lo demasiadofácil. Son muy brillantes, agradables al oído, natu-rales sin caer en la pobreza”.

Recuerdo ahora esas palabras mientras escu-cho la límpida interpretación de un pianista al que,he de reconocerlo, no había yo prestado atenciónestando, como estoy aquí varado, siempre ence-rrado en mi mismo, en mis continuos soliloquios.Nada me alegra tanto como el avistar nuevos valo-res y compartirlos con Papagena, tan pachuchaúltimamente la pobre, y con mis vecinos de al lado,un simpático matrimonio joven, muy aficionadosy alegres que, mira por dónde, sí conocían a

Bacchetti e incluso lo habían escuchado en elMonumental, aquí, cerca de casa. La verdad es quea este italiano nacido en 1977 y descubierto por elsalado de Claudio Scimone. no se le subió el pavopese a debutar a los 11 años y a haber recibido con-sejos nada menos que de Magaloff y el venerableHorzowski.

Y sigue tan pancho a lo que puedo calibrar,porque aparte esa limpieza de ataque y de pulsa-ción, compruebo que toca de manera muy natural–aunque las obras no sean realmente tan “fáci-les”–, lejos de toda afectación, sin que por ello sufraseo pierda una singular calidez y me resultecomunicativo. Es un Mozart estilizado, casi came-rístico, fluido y vivo, aunque los tempi son mode-rados en general. Pero no caídos. Es estimulanteencontrar hoy en día una mano que envuelva en unapátina de tan íntima emoción una composicióncomo la K 414, tan “poética y amorosa”, que decíaEinstein. Bacchetti está en el secreto de la confi-dencia y de ahí que dé todo su valor y dimensiónal maravilloso Andante, conectado para Messiaencon las más grandes meditaciones que salieron dela pluma de mi progenitor.

Verdaderamente me embebí el otro día escu-chando esta página, llena, sí, de ternura y de unlirismo excelso. Consecuencia de una asunciónpor derecho de una música sin dobleces y conmucho espíritu. El juego dinámico del pianista,sin ser especialmente rico, da a estos pentagramaslo que piden y extiende su destreza y regularidadal resto de lo contenido en el disco, en el que inter-viene la si se quiere modesta Orquesta de Padovae del Veneto, un grupo de unos treinta instrumen-tistas muy bien acoplado y bien dirigido por unatambién joven batuta, la del triestino CarloGoldstein, que otorga, cuando la ocasión lo pide,la debida marcha a la música; como en ese vigoro-so primer movimiento del K 415; o la agilidad rumo-rosa exigida al Allegro de cierre. Interpretacionespues de altura, menos rotundas y sinfónicas peromás gráciles que las de nuestro amigo Zacharias,de quien hablaba yo en estas páginas hace bienpoco con motivo de su último disco Mozart, en elque se incluía precisamente el Concierto nº 13.

Mesurado y límpido

Papageno

Los Conciertos 11º, 12º y 13º para piano de Mozart por Andrea Bacchetti,en Dynamic

WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Conciertospara piano K413, K414 y K415

Andrea Bacchetti, piano. Orchestra di padova e del Veneto.Carlo Goldstein, director / DYNAMIC / Ref.: CDS 713 (1 CD)D3

Entre manos, un violinista sin parangón del tardo-barroco alemán, favorito de Burney y exaltado porSalomon; miembro de la dinastía bohemia másmusical de la historia, hermano del gran Georg (oJi� í) y compañero de CPE Bach y de otros tantosgenios, a las órdenes del déspota Federico II. Franz(o František) Benda debió muy buena parte de sufama a las interpretaciones de sus propias obras,que, trufadas de improvisaciones, lograban al decirde las fuentes provocar en el público el mayor delos arrebatos. Muy especialmente en sus célebresadagios, cuyo estilo cantabile, deudor directo de suformación como cantor, permitía la inserción deadornos sin enconsertarlos en modo alguno. Esole hace una especie de Balthasar Neumann de lamúsica, alguien, como el arquitecto, capaz de mos-trar la recarga como descarga, el contraste del equi-librio y hasta la blanca nitidez de los excesos. Lassonatas de Benda rodaron de mano en mano y decopista en copista, pero la historia no nos conser-vó autógrafo alguno de sus sonatas. Eso sí, existeun manuscrito berlinés con treinta y cuatro de ellasque contiene una verdadera sorpresa: la exhausti-va recopilación escrita, rara avis en su época, detodo tipo de anotaciones e indicaciones ornamen-tales. Se trata de una colección con un interés musi-cológico evidentemente enorme, y ya hay más deun registro con algunas de las sonatas implicadas.El que nos ocupa surge en el seno de la ScholaCantorum Basiliensis y nos ofrece cuatro de ellasmás uno de los adagios más hermosos. Lo enca-beza, Guarneri mediante, Leila Schayegh, discí-pula y sucesora en Basilea de Chiara Banchini ymiembro habitual de su Ensemble 415 o de LaRisonanza de Bonizzoni. Solventa con soltura yfluidez las cascadas de trinos, mordentes, apoya-turas y demás que por doquier se suceden... perosin causar en el oyente el más mínimo agobio.

Adornos al detalle

Pablo del Pozo

Leila Schayegh y las sonatas paraviolín de Franz Benda, en Glossa

FRANZ BENDA (1709-1786): Sonatas para violín

Leila Schayegh, violín. Václav Luks, clave y fortepiano. FelixKnecht, violonchelo / GLOSSA / Ref.: GCD 922507 (1 CD)D2

16 diverdi clasicismo

Aunque el listado de obras del checo Johann BaptistVanhal abarcó la práctica totalidad de los génerosen boga durante el siglo XVIII, fue, sin duda, en elmarco sinfónico, y en menor medida en el concer-tístico, donde alcanzó sus mayores logros comocompositor. El catálogo de Ferrucio constata untotal de 132 sinfonías de las que 51 fueron publica-das en vida del maestro por los impresores másprestigiosos de París y Amsterdam, permanecien-do el resto en forma de manuscritos repartidospor diferentes bibliotecas públicas y privadas deEuropa y Norteamérica. La amplia difusión que laobra de nuestro autor gozó en vida evidencia has-ta qué punto estas sinfonías contaron con el favorde un público que le igualó en cualidades conMozart, Haydn o Dittersdorf, es decir con los tresmayores representantes del Clasicismo vienés ensu periodo de máximo esplendor y desarrollo.

Aunque en los últimos años la discografíaconsagrada a este compositor ha sido generosa enla grabación de sus sinfonías y conciertos, lo cier-to es que una parte importante de esas piezas sonaún desconocidas para la mayor parte del público,por lo que cualquier aportación nueva es siemprebien recibida si tenemos en cuenta que en el casode Vanhal su obra se circunscribe siempre entre lobueno y lo excelente. Eso es, precisamente, lo quenos ofrecen los miembros de la Camerata Schweizen este magnífico programa integrado por dos sin-fonías y un sobresaliente concierto para violonce-llo que no figuran entre las piezas más conocidasdel checo. Estamos ante una música excelsa, noexcesivamente pretenciosa, bellísima y elegante ensus formas, solemne en algunos pasajes memora-bles como el Allegro moderato que abre elConcierto para cello en Do mayor. Un disco, endefinitiva, para disfrutar en su plenitud.

Culminando elClasicismo

Francisco de Paula Cañas Gálvez

Obras orquestales de J.B. Vanhalpor la Camerata Schweiz

JOHANN BAPTIST VANHAL (1739-1813): 2 Sinfonías;Concierto para chelo

Istvan Vardai, violonchelo. Camerata Schweiz. HowardGriffiths, director / CPO / Ref.: 777612-2 (1 CD) D2

Anton Eberl (1765-1807) tenía nueve años menosque Mozart y –¿quién no?– perteneció al mundomozartiano. Fue amigo y tal vez alumno del granAmadeus. Además, tras la viudez, acompañó aKonstanze en viajes artísticos por el orbe germá-nico de aquel puente musical que une el clasicismovienés con el romanticismo europeo.

La obra eberliana es variada de géneros: ópe-ra, sinfonías, conciertos, páginas pianísticas. Ahorase lo recupera del olvido y se lo puede situar en unespacio de dignidad que se sostiene en medio dela proliferación de grandes nombres que rodeó suexistencia como compositor e intérprete.

Nada mejor para participar de tal relecturaque este par de conciertos, servidos con nitidez yaustero gracejo por el fortepiano de época y unaorquesta donde dominan las cuerdas, acojinadassobre las maderas y marcialmente contrapuntea-das por ciertas apariciones de los metales. El equi-librio, tanto de las masas con el solista como de laspartes canónicas del concierto entre sí, está asegu-rado por la racionalidad y el buen gusto del sigloilustrado.

Pero hay algo más que la herencia de Mozarten estas obras de innegables sinceridad y frescu-ra. Hay la presencia del joven Beethoven. La maes-tría con que expone sus escalas y especula con lasextensiones melódicas que de ellas surgen, el sere-no canto de los tiempos lentos, la jocundia de susrondós, el chispeante y desenvuelto pianismo de lascadencias, todo ello se empareja con las primerascomposiciones beethovenianas del género concer-tado. Eberl sabe que transita por un puente entredos capítulos de la historia musical europea. Nodeja de ser, en ningún momento, un clásico queama la economía de las velocidades y los desplie-gues, siempre dentro de una definición genérica yformal de extrema claridad. Mas también advier-te que la música es confidencia, subjetividad yespontaneidad del afecto. Quien escuche atenta-mente podrá comprobarlo.

Entre dos épocas

Blas Matamoro

Conciertos para piano de AntonEberl por Die Koelner Akademie

ANTON EBERL (1765-1807): Conc. para piano ops. 32 y 40

Die Koelner Akademie. Michael Alexander Willens, director/ CPO / Ref.: 777354-2 (1 CD) D2

El oratorio Die israeliten in der WüsteWp 238 (Losisraelitas en el desierto) fue la obra con la que CarlPhilipp Emanuel Bach se presentó al público deHamburgo después de ser nombrado director delas cinco iglesias principales de la ciudad tras elfallecimiento en 1767 de su anterior titular en el car-go, Georg Philipp Telemann. Se trataba, en pala-bras del propio Bach, de una composiciónambiciosa y exigente en sus aspectos técnicos (elmismo autor la consideraba sin ambages una obramaestra) y abierta, según él, a no ser únicamenteinterpretada “en una circunstancia particular con-creta, también lo podría ser en cualquier otra oca-sión, tanto en la iglesia como fuera de ella”. Graciasa esta versatilidad, la partitura, apoyada en un sóli-do texto de Daniel Schiebeler, gozó de un éxitosin precedentes para una pieza de estas caracterís-ticas y su posterior edición hamburguesa de 1775vino a confirmar el favor de una ciudad que des-de los primeros días brindó al autor la mejor de lasrecepciones.

Formalmente, Die israelitenpresenta una divi-sión en dos partes, abiertas cada una de ellas conun coro solemne seguida de sus correspondientesarias y recitativos. Estilísticamente, Bach huye delhieratismo de la escritura severa reservada al ámbi-to eclesiástico para adentrarse por las melodíasgalantes del empfindsamer stil y el brillo de unaorquesta cuyo protagonismo nos brinda momen-tos de extraordinaria perfección y belleza. La ver-sión que nos ofrecen Brunner, su SalzburgerHofmusik y los cuatro solistas está, desde luego,en consonancia con las excelencias de una pieza(bien conocida gracias a la clásica grabación deChristie) visionaria e intemporal que nos anuncialos primeros ecos románticos.

El Bach visionario

Francisco de Paula Cañas Gálvez

Un soberbio oratorio de CarlPhilipp Emanuel, en CPO

CARL PHILIPP EMANUEL BACH (1714-1788): Los israelitasen el desierto

Gudrun Sidonie Otto, Nele Gramß, Hermann Oswald,Michael Schopper / Salzburger Hofmusik. WolfgangBrunner, director / CPO / Ref.: 777560-2 (1 CD) D2

17ópera 211 / febrero 2012

Walhall nos propone en vivo y directo, incluyen-do aceptable sonido, nueve jugosas propuestas.Por orden cronológico, una de las primeras Toscapuccinianas grabadas en vivo desde el Met neo-yorkino está interpretada por Grace Moore, can-tante célebre cuya vida se llevó a la pantalla en 1953(So this is Love con Kathryn Grayson), una indu-dable antecesora de otras dos importantes cole-gas norteamericanas: Dorothy Kirsten y EleanorSteber. En su Tosca de 1946, la tercera que se con-serva tras las compartidas con Jagel y Kullman,apenas un año antes de su muerte en accidenteaéreo, aparece en todo su esplendor de cantantemás bien lírica pero cuyo animoso (algo exagera-do, a veces) fraseo le permite enfrentarse a estepersonaje de mayor estatura dramática SuCaravarossi es Jan Peerce, con unos medios sóli-dos pero no demasiado atractivos y siempre pordebajo de sus superiores intenciones. Enfrente,un Scarpia de los grandes: Lawrence Tibbett.Salvatore Baccaloni prepara el camino a FernandoCorena en un caricato Sacristán lleno de vida ydeterminación. Cesare Sodero pone el orden espe-rado en un director de oficio y experiencia.

Marzo de 1955 supuso el primer encuentro deRenata Tebaldi con el público neoyorkino con elque mantendría un dilatado idilio artístico. Debutcon uno de sus inolvidables personajes: Desdemonade Otello junto al Moro más famoso de su genera-ción, Mario del Monaco. Leonard Warren era elmás cualificado Yago para completar el tercetocomo se puede constatar en esta vibrante lecturadirigida con el oficio que le caracterizaba por FritzStiedry. Roderigo es James McCracken, que pron-to se convertiría en otro espectacular intérpretede Otello, a raíz de sustituir precisamente a DelMonaco como tal en unas ya memorables funcio-nes de Covent Garden.

De Nueva York a Atenas, a un espacio tansugestivo como el Herodes Atticus. En el otoño de1957, Martha Mödl conmociona como ella sólopodía hacerlo con una imponente Leonore delFidelio beethoveniano. Curiosamente, en ese mis-mo lugar, trece años atrás, Maria Callas cantabael mismo personaje que jamás volvería luego a

poner en un atril. A la fastuosa Mödl le acompa-ñan, destacando en un reparto algo babélico peroefectivo, Giuseppe Zampieri como un lírico y juve-nil Florestan y Dezsö Ernster, sonoro Rocco. Enel foso, con garantía de estilo y profundidad, sehalla Jascha Horenstein.

El grandísimo Mario del Monaco fue, ademásde grande, un cantante curioso y emprendedor quesuperó los límites del repertorio ítalo tenoril al usoen su momento. Helo aquí, pues, en un personajeque le va a medida, un valiente y heroico Eneas deLos Troyanos de Berlioz en producción de la Scalade 1960. Con Rafael Kubelik en el foso, que poneorden y control en el italianísimo reparto (se can-ta, desde luego, en el idioma de Dante) donde sólola intensa Cassandra de la norteamericana NellRankin rompe la regla. Encontramos a nombresseñeros de la profesión de entonces: Simionato,Zaccaria, Ferrin, Cossotto en sus inicios, Puglisi,Lazzarini, Piero de Palma… Es como hallarnoscon la familia toda reunida en una puntual festivi-dad. Como la versión está razonablemente reduci-da, Walhall añade un sabroso bonus: un recital deltenor florentino donde rubrica lo dicho al iniciar estepárrafo, ya que pasa de Otello a Lohengrin, deVasco de Gama a Radamés, de Des Grieux (puc-ciniano) a Don José. Oportunidad de volver a recor-dar arte tan vigoroso.

De las visitas (exitosísimas) de compañías ita-lianas de ópera a partir de los años sesenta del siglopasado al llamado Imperio del Sol naciente hanquedado suficientes testimonios. Como una pri-meriza Tosca de 1961 con Tebaldi, Poggi y Guelfi.Trío de equivalente y ostentosa vocalidad que hacedelirar al público nipón, tal como de hecho preten-den dando rienda suelta a tan elocuente exhibi-ción de medios. Arturo Basile se une voluntariosoa ese común interés.

De Tokio a Buenos Aires, a un Teatro Colónen tiempos de esplendor. Para quien lo dude, ahíva este reparto inmejorable para un Rapto en elserrallomozartiano de 1961: Fritz Wunderlich (¿sepuede cantar mejor y con tan hermosa voz aBelmonte? Sólo se puede pensar en Dermota),Anneliese Rothenbenger, Renate Holm, KurtBöhme. Vaya cuarteto, mejor quinteto ya que labatuta es la de Heinz Wallberg. Se añade un reci-tal de Wunderlich con canciones del compositorsuizo Ludwig Senfl.

También de 1961, entre febrero y octubre, sonlas restantes entregas. Del Royal Albert Hall deLondres unas concertísticas Bodas de Fígaromozar-tianas cuyo equipo habla por sí sólo ahorrándonoscomentarios por muy justos o superfluos que sean:la Schwarzkopf es la Condesa, un modelo, un clá-sico; Fígaro es Corena que si lleva el personaje asu lado más cómico los resultados no estropean laentidad; Ernest Blanc es el insolente Conde quemuchos imaginamos; Susanna, qué lujo, qué artis-ta, es una inesperada y bienvenida ElisabethSöderström; ¿y Cherubino?, pues… TeresaBerganza. Para redondear, más lujos: Piero

Cappuccilli es ¡Antonio!, la deliciosa HeatherHarper, Barbarina, y el inefable Hugues CuenodBasilio y Don Curzio. Todo este derroche no lle-garía al puerto deseado si no estuviere bajo lasórdenes de un señor llamado Carlo Maria Giulini.

Francesca da Rimini de Zandonai precisa unaprotagonista que sea tan buena cantante comoactriz que sepa desentrañar el preciosista lengua-je danunziano. Un papel en bandeja para una per-sonalidad tan arrolladora como la de Leyla Gencer.Aunque su presencia en esta función triestina esel máximo aliciente, no están mal atendidos ni ilbello Paolo (Renato Cioni, siempre con su elegan-te lirismo) ni Giovanni lo sciancato (un rudo yenorme Enzo Sordello), ni el amplio equipo res-tante, lleno de nombres conocidos, batuteados porFranco Capuana.

El médico a palos (Le Médicin malgré lui) deMolière se convirtió por obra y gracia de Gounoden una divertida y bien estructurada opera comi-que que la RAI de Roma tuvo a bien recordar bajola siempre cuidadosa dirección de Nino Sanzognoy con una voz italiana recitante en sustitución delas secciones habladas propias del género. Conuna buena elección de cantantes (Italo Tajo, EricTappy, Montarsolo, etc.), la obra es una auténticadelicia que no sólo nos recuerda la capacidad meló-dica y sentimental del autor del Faust (estrenada elmismo año 1858 en el Teatro Lírico de Carvalho)sino que nos descubre su desconocida vis cómicay nos confirma su considerable talento escénico.

Tiempo pasado… ¿fue mejor?

Fernando Fraga

Un alud de recientes novedades del sello Walhall, de nuevo distribuido por Diverdi

MOZART: Las bodas de Fígaro

Corena, Söderström, Blanc, ... / Philharmonia Orchestra. Dir.:C.M. Giulini (1961) / WALHALL / Ref.: WLCD 0339 (2 CD) P.V.P.:11,90 €.-

PUCCINI: Tosca

(1961) / WALHALL / Ref.: WLCD 0340 (2 CD) P.V.P.: 11,90 €.-

GOUNOD: Le médecin malgré lui (El médico a palos)

(1961) / WALHALL / Ref.: WLCD 0345 (2 CD) P.V.P.: 11,90 €.-

PUCCINI: Tosca

(1946) / WALHALL / Ref.: WLCD 0346 (2 CD) P.V.P.: 11,90 €.-

BERLIOZ: Los troyanos

(1960) / WALHALL / Ref.: WLCD 0347 (3 CD) P.V.P.: 17,85 €.-

ZANDONAI: Francesca da Rimini

(1961) / WALHALL / Ref.: WLCD 0348 (2 CD) P.V.P.: 11,90 €.-

VERDI: Otello

(1955) / WALHALL / Ref.: WLCD 0351 (2 CD) P.V.P.: 11,90 €.-

BEETHOVEN: Fidelio

(1957) / WALHALL / Ref.: WLCD 0352 (2 CD) P.V.P.: 11,90 €.-

MOZART: El Rapto en el Serrallo

(1961) / WALHALL / Ref.: WLCD 0353 (2 CD) P.V.P.: 11,90 €.-

18 diverdi entrevista

El director británico Mark Elder se encuentra muy ocupado estos días: aparte desu labor al frente de muchas orquestas, tanto dentro como fuera del Reino Unido,también ejerce como director musical de la Hallé Orchestra de Manchester des-de 1999, y ha asumido recientemente el rol de director artístico del sello discográ-fico Opera Rara. El historial de Elder en el múndo operístico es muy extenso–especialmente en el repertorio verdiano, además de como director musical de laEnglish National Opera de Londres entre 1979 y 1993, época particularmente diná-mica en la historia de este teatro. El nombramiento en 2008 de Elder como Sir(caballero) en la Lista de Honores de las celebraciones por el cumpleaños de lareina de Inglaterra (no se trataba por tanto de un nombramiento “político”) sesumó a su elección como Miembro Honorario de la Royal Philharmonic Society.Ambos galardones le fueron otorgados por sus “servicios a la música”.

La última obra belcantista que ha dirigido Elder es la nueva grabación de Mariadi Rohan de Donizetti en el sello Opera Rara. Los melómanos están de enhorabue-na, pues Elder sigue siendo una fuente de vida y energía en la interpretación musi-cal (el público español tendrá oportunidad de disfrutar de esa energía en losconciertos que dirigirá en San Sebastián el próximo agosto). Durante cuarentaaños el sello Opera Rara se ha consolidado, a decir de muchos, como un referen-te cultural propio y típico de la idiosincrasia británica: creando interpretaciones modé-licas con un sistema innovador. Y ahí sigue. Sin ser un sello italiano, lleva cuatrodécadas usando los mejores medios disponibles para sus grabaciones –e inter-pretaciones en conciertos– de ópera belcantista. El mayor escollo reciente de caraa la supervivencia de Opera Rara no es musical, sino financiero, pues hacer nue-vas producciones líricas de calidad no resulta barato. Sufragado durante mucho tiem-po por la generosidad de la Fundación Peter Moores, el sello se adentra en unanueva etapa de búsqueda de seguridad financiera para sus ambiciosos proyectos.¿Cómo prevé Opera Rara continuar rescatando perlas en los inciertos tiempos quevive el negocio discográfico? Se lo preguntamos a Mark Elder:

DIVERDI: ¿Considera Opera Rara como algo másque un sello discográfico?

MARK ELDER: Por supuesto que sí. Visto solocomo sello, su ya extenso catálogo es extraordi-nario, muy nutrido e interesante, y además resul-ta asombroso que siga disponible. Pero consideroque las representaciones que Opera Rara ha ofre-cido en vivo al público londinense durante cua-renta años han hecho mucho por propagar el interésy la curiosidad por este peculiar repertorio lírico(la originalidad y la fuerza dramática de muchas pie-zas del repertorio italiano y francés de la primeramitad del XIX pueden resultar muy impactantes),pues por mucho éxito que tenga un disco, no esnada en comparación con el impacto de asistir auna representación en vivo, con los cantantes jugán-doselo todo en ese momento. Y aún hay más, puesgracias a la discográfica, en cada una de las graba-ciones subyace la idea de resucitar ese repertorio.También hay un valor educativo en Opera Rara:cuando por efecto de los discos estas obras se ofre-cen al público en escena, la actividad cultural de ladiscográfica incrementa poderosamente su alcan-ce. Si la gente conoce una buena grabación de unaobra, su calidad, estilo y emoción promueven enel público el deseo de verlas sobre los escenarios.

D.: Como participante en multitud de actividadesmusicales, además de director musical de The HalléOrchestra, ¿en qué consiste su nuevo puesto comodirector artístico de Opera Rara?

M.E.: Ante todo consiste en supervisar los objeti-vos artísticos y su calidad, decidir con qué colegascolaborar, qué obras debemos hacer (y cuáles no),quién puede dirigir las que yo no pueda, y qué can-tantes son los adecuados (no siempre se puedenconseguir los cantantes en que uno piensa comoprimera opción). También puedo actuar como por-tavoz de la organización, representar y buscar res-paldo económico y publicidad, y reunirme conpersonas u organismos para animarles a apoyar-nos. ¡Solo necesito tener tiempo para todo eso!

D.: ¿Sería algo parecido a ser Director artístico deun festival o a sus antiguas funciones como direc-tor musical en la English National Opera enLondres?

M.E.: En efecto, especialmente desde que OperaRara está en un momento crucial ahora que notiene a Patric Schmid (el director artístico funda-dor del sello, fallecido en 2005) ni el respaldo finan-ciero que Peter Moores otorgaba a la empresacuando Patric vivía. Conseguir el dinero para man-tener en marcha la compañía a cualquier precio esla razón por la que yo quería vincular mi nombrey energía a Opera Rara. Creo que la empresa esmuy valiosa y que está cumpliendo un importan-te servicio hacia la gente que ama este tipo de cosas.Se necesita todo un grupo de personas para reali-

Mark Elder

Mark Wiggins

“Opera Rara es algo más que un sello discografíco”Entrevista con el director de la Hallé Orchestra y nuevo responsable artístico de Opera Rara

19entrevista 211 / febrero 2012

zar todo lo que hacía Patric. Su influencia y suenergía lo abarcaban todo. Este era su principalobjetivo en la vida, y tenía la capacidad, persona-lidad y conocimientos necesarios para hacerlotodo, encontrar las óperas, manejar ediciones ymanuscritos, encontrar los cantantes y directoresque quería, ensayar, supervisar la grabación,… ytodo esto era como un hijo para él. ¡Ahora nece-sitamos todo un equipo de personas para cubrirtodos esos campos!

D.: En lo referente a planificar nuevas grabaciones,considerando la gran cantidad de discos editadosya por Opera Rara en sus cuarenta años de histo-ria, ¿cree que aún queda mucho buen repertorio deeste periodo por grabar, o que aún no se haya gra-bado con calidad?

M.E.: Sí, y ambas categorías son muy importan-tes, por razones distintas. La respuesta es sí, exis-ten obras que merecen una grabación de calidad.Muchos títulos de este repertorio existen en dis-co sólo en interpretaciones mediocres de teatrositalianos (o a veces franceses) de provincias, y escuestión de buscar un equilibrio entre obras muybuenas pero absolutamente desconocidas y ver-siones mejores de piezas que todo el mundo cono-ce. Por ejemplo, Maria di Rohan entraría en estasegunda categoría: fue representada en Inglaterraen el Festival de Buxton el verano pasado, y tam-bién hace diez años en Irlanda en el Festival deWexford, además de la grabación de EditaGruberova, fruto de un concierto en Viena haceaños. Sin embargo, nunca había sido grabadadecentemente en estudio, especialmente la ver-sión, llena de tensión y atractivo, que Donizetticompuso para Viena. Por eso comprendimos queaquí había un buen trabajo por hacer, especial-mente en presencia de la nueva edición crítica quehabía elaborado la Donizetti Society.

En cuanto a la primera categoría, y a Donizettien particular, él compuso tantos títulos que cons-tituye una mina de oro, aunque es cierto que, alser un número tan enorme de obras, la calidad deese oro es, inevitablemente, variable. Por otro lado,la música de Rossini y Bellini ha sido objeto demucha más atención discográfica, al igual que,obviamente, la de Verdi. De todos modos, me inte-resa el proyecto de que, gradualmente y con cui-dado, Opera Rara pueda expandir su repertorio aotros campos, preferentemente el repertorio fran-cés y posiblemente el ruso. Considero a Offenbachun compositor muy importante. Su obra es nume-rosísima, y gran parte de ella sigue siendo desco-nocida. Son ideas, pero, de momento, acabo degrabar Caterina Cornaro y voy a grabar una piezade Donizetti muy verdiana, Belisario, título que,aunque la gente conoce, nunca se ha grabado enestudio tras buenos ensayos. Mi labor será resu-citar de nuevo esta obra tan original e inusual. Mirepertorio en los teatros de ópera ha sido muyamplio, y creo que encontraremos algunos títulos

que aún no dispongan de buenas grabaciones deestudio.

D.: Desde su experiencia como director, ¿en quéha notado el cambio de enfoque, especialmentedesde los años 80, en la interpretación de óperascomo Maria di Rohan de Donizetti?

M.E.: En lo que a mí concierne, durante estos últi-mos treinta años se ha desarrollado el respeto porel estilo, ya sea el de Stravinsky, el de Rachmaninov,el de Haydn o el de quien sea; la consciencia deque cada pieza pertenece a un estilo muy concre-to. El repertorio de la primera mitad del XIX, espe-cialmente el italiano, es especialmente complicadode interpretar como debe ser, y tales piezas, comolas óperas de Donizetti, son vulnerables al desco-nocimiento del estilo. Una de las cosas que hafomentado mi interés y entusiasmo, e incluso mipasión por este repertorio, es el trabajo que ten-go que desarrollar con los instrumentos históricos.En los años 50 esta faceta estaba, por descontado,en pañales, pero durante los últimos veinticincoaños he trabajado en varios proyectos con laOrchestra of the Age of Enlightenment (OAE).Mi noción y mi sensibilidad acerca de cómo debí-an sonar las orquestas a principios del siglo XIXy cómo se manejaban ha sido muy inspirador parael modo como quiero escuchar este tipo de músi-ca. Como consecuencia, resulta natural que yointente extender esas nociones habituales en lamúsica de tiempos de Haydn, Mozart y Beethovenal repertorio operístico de la época de Schubert yMendelssohn. Teniendo en cuenta que el maestrode Donizetti (Simon Mayr) venía de Baviera, lasconexiones existentes entre Donizetti yMendelssohn no son pocas, y tuve la idea de inten-tar que el mundo sonoro donizettiano tuviese color,ataque y virilidad en vez de (como ocurre a menu-do) esa especie de sonido plano y plomizo que yoescuchaba de joven en los teatros de ópera y querelacionaba con este repertorio. Pensé que quizá,si pudiera lograr que las orquestas interpreten esterepertorio operístico más al modo de Beethoven,hallaríamos sorpresas en cómo puede sonar estamúsica.

D.: ¿Fue así como creció su interés inicial porDonizetti, casi como una reacción contra la pesa-dez con que se hacía sonar su música?

M.E.: Así es, y no hay nada más parecido al pur-gatorio que estar sentado en el centro de una lar-ga fila de asientos en una sala de ópera duranteuna mediocre interpretación de Donizetti. ¡Nopuedes salir y estás atrapado! Esta música es muyvulnerable. Necesita nervio y brío, y cuando nolos tiene puede resultar físicamente intolerable.Siempre he querido descubrir lo que hace a esaspiezas tan brillantes, tan verdaderamente chispe-antes. Cuando yo era un joven músico lo intenta-ba con Verdi, y Verdi era el centro de mi vida como

músico que empieza; ¡interpreté tantas veces susobras y me esforcé tanto por hacerlas funcionar…!Irónicamente, nunca he dirigido Donizetti en unteatro de ópera; durante los últimos diez años sólolo he hecho en salas de grabación. Pero he refle-xionado sobre este estilo y este tipo de música, yhe escuchado y estudiado mucho, y me he preocu-pado por ello durante treinta o cuarenta años. Portanto esto representa una parte significativa de miinterés por Opera Rara, para intentar y compro-bar si puedo o no hacer funcionar la música deDonizetti, si puedo o no darle vida.

D.: ¿Cuáles son, para usted, las cualidades deDonizetti como autor de ópera?

M.E.: Donizetti surgió en un mundo férreamen-te delimitado en cuanto a lo que el público espe-raba de una velada de teatro musical. Lo que definea un compositor sobre los demás es su habilidadpara introducir en esas formas establecidas de tea-tro musical algo original y sorprendente, y antetodo, que conmueva al público; en la vida de la gen-te de aquella época no había nada que les transpor-tase al campo de la fantasía tanto como la ópera(naturalmente, la pintura y la literatura también tie-nen este efecto, pero la ópera es una forma de arteque lo abarca todo). La voluntad de Donizetti siem-pre fue escribir bellamente para la voz y encon-trar libretos que le diesen la oportunidad de haceralgo que nadie hubiese hecho antes. Y tenía la capa-cidad de conseguirlo: tenía un gran don para lasmelodías, muy distintas a las de Verdi. No era tanmonumental como Verdi, pero podía ser más dul-ce y delicado. Donizetti además tenía un increíbledon para lo teatral: creo que, en cuanto a ritmo yvariedad, sus mejores óperas burbujean rebosan-tes de genialidad.

D.: Y muchas de sus obras que no entran en esacategoría contienen una tremenda cantidad dehallazgos musicales y buenas ideas.

M.E.: Con total seguridad, y son auténtica músi-ca teatral. Este es el quid: que son totalmente dis-tintas de la música de concierto. Las óperas deDonizetti contienen música cuya imaginativa ins-piración responde a la vida interior del texto. Amenudo, el mayor problema de estos composito-res de la primera mitad del XIX (en el que se com-ponía tan deprisa y se les pedían novedades año trasaño) era encontrar un texto teatral que tuviese supropia entidad, que tuviese sentido en sí mismo.Mientras uno encuentra a veces momentos flojosen lo que en esencia es una muy buena pieza tea-tral, yo me he centrado en las últimas óperas deDonizetti por ser las más “redondas”. Donizettifalleció trágicamente de sífilis, y esta enfermedadfue destrozando su carácter y su cuerpo durantelos últimos meses de vida, pero estas últimas obras–y me refiero a las que hemos grabado en OperaRara, como Linda di Chamounix, Maria di Rohan,

““Si pudiera lograr que las orquestasinterpreten este repertoriooperístico al modo de Beethoven,nos sorprenderíamos de cómopuede sonar esta música.””

Imagen de la produccion de Maria di Rohan

20 diverdi entrevista

Dom Sébastien, roi de Portugal y ahora CaterinaCornaro (y por supuesto Don Pasquale, esa granobra maestra por derecho propio) – ofrecen todasuna sensación de unidad.

D.: ¿Fué ambicioso Donizetti, como hombre dela primera mitad del XIX?

M.E.: Lo fué, y esto es básicamente lo que me inte-resa de esta oportunidad de realizar grabacionesbien preparadas de su música: mostrar precisa-mente eso. Pienso que el joven Donizetti se vióarrastrado por esta inmensa industria del entrete-nimiento extendida por la península italiana, y enella adquirió (igual que Verdi más tarde) una enor-me experiencia en muy poco tiempo. Tuvo algu-nos éxitos tempranos y el público le reconociócomo una nueva voz de su generación.Gradualmente comenzaron a florecer sus propiascualidades musicales, ayudadas por las enseñanzasrecibidas de Simon Mayr y sus propias aspiracio-nes y ambiciones. Fue una persona encantadora,del mismo modo que Bellini no lo era (Bellini erabastante egoísta y creído). Donizetti trató conincreíble generosidad al joven Verdi que despun-taba, lo cual es un hermoso detalle y convierte enrealmente trágicos su desmoronamiento físico alfinal de su vida y su fallecimiento.

D.: Aparte de la OAE, usted tiene a su disposiciónuna buena cantidad del talento orquestal británi-co entre la London Philharmonic, la BBCSymphony, la orquesta del Covent Garden y ade-más su propia Hallé. ¿De qué modo puede OperaRara aprovechar creativamente esta actual situa-ción de abundancia?

M.E.: ¡Podemos elegir el mejor caballo para cadacarrera! Existen muchas obras de principios delXIX que suenan francamente bien tanto conorquestas de instrumentos originales como conorquestas de instrumentos actuales tocando en elestilo adecuado al periodo histórico. No sé cómose desarrollarán las cosas entre la BBC SO y yo elaño que viene, cuando interpretemos y grabemosBelisario, pues no he trabajado con ellos muy amenudo. La conozco lo suficiente y hemos hechojuntos una serie de televisión, aunque nunca hemosinterpretado música del Clasicismo –y consideroa Donizetti como un “clásico con un alma román-tica”. Cuando he interpretado una sinfonía deHaydn con mi propia orquesta en Manchester –TheHallé–, no he tenido que decirles cómo hacerlo,porque llevamos haciéndolo durante mucho tiem-po. Cuando tocamos Beethoven sabemos cómolograr un cierto tipo de sonido claro y conciso, uti-lizando vibrato solo cuando la música lo necesita.Y todo ese trabajo puede lograr que este tipo demúsica resulte mucho más vigorosa, nítida e inte-resante, y encontrar un equilibrio más adecuadodentro de la sonoridad de la orquesta, lo cual es muyimportante, por ejemplo en el caso de los metales

y el timbal. En Opera Rara tenemos la esperanzade que, durante los próximos años, planifiquemosgrabaciones diversas con diversas orquestas. EnManchester, el próximo mes de septiembre, gra-baremos una ópera cómica en un acto de Donizetti–una obra tardía– que nunca ha sido grabada en suidioma original. Lo haremos con una pequeña for-mación de The Hallé y tocaremos como si fueseMendelssohn. Ya hemos interpretado juntos todaslas sinfonías de Mendelssohn, así que la orquestaencontrará su camino a Donizetti rápidamente; ysupongo que si los cantantes son buenos, resulta-rá maravilloso. Para el año siguiente tengo dosproyectos con la OAE, uno italiano y otro fran-cés, que creo resultarán preciosos con su personalsonoridad.

D.: ¿Tienen los recitativos una importancia parti-cular en las obras de Donizetti?

M.E.: Sí que la tienen, pues todo su estilo se basaen el control de la alternancia entre canto y diálo-go. Lo que hace Donizetti es volver un paso atrás,a la generación previa (en la cual incluyo a Mozart,ubicando a Cimarosa y Paisiello en el siglo XIX).Mientras Rossini lograba esa alternancia a su modo,la fuerza y la belleza de las partituras de Donizettireside a menudo en aquellos momentos en quepasa de los diálogos claros y rápidos al canto, inter-poniendo algo entre ellos; entre un recitativo y unaria está la música que solemos denominar arioso,es decir, a la manera de una canción pero no total-mente cantado. El fantástico interés y la bellezade la originalidad de Donizetti reside en el con-trol de todo esto rítmicamente, en los tempi, en sucoordinación y emoción. Su pregunta sobre losrecitativos apunta directamente a aquello que desa-ta el interés por este estilo en concreto, y Maria diRohan es un buen ejemplo por ser una de las últi-mas obras de Donizetti. Él forzó al máximo supropia habilidad para escribir una obra de músicateatral, y consiguió su melodrama más intenso.Con esto quiero decir que su control sobre cómola obra se va desarrollando a lo largo de todo surecorrido entre puntos álgidos y remansos resul-ta increíblemente sutil y escrito con una desmedi-da imaginación. Nunca tienes la certeza de si loque comienza es un aria o un dueto, pues la habi-lidad de Donizetti para convertir una conversa-ción en un punto álgido del drama es ciertamenteprodigiosa.

D.: Para estas óperas de Donizetti, ¿resulta senci-llo encontrar hoy cantantes adecuadamente prepa-rados o especializados?

M.E.: Yo diría que ahora probablemente hay máscandidatos que hace treinta años, y es posible –locual es un factor curioso– que, gracias al trabajoque Opera Rara lleva tanto tiempo realizandomucha gente haya tomado conciencia de este reper-torio y de cómo debe cantarse (y de si pueden

hacerlo, y de si les gusta o no), y que haya contri-buido al incremento en el número de cantantes.Ahora que forma parte del legado discográfico,los cantantes pueden sentirse inspirados hacia estecamino. Naturalmente, se podría decir que estoes cierto en el caso de la música de Haendel –cuan-do yo era joven el conocimiento de las óperas deHaendel era mínimo, y la capacidad de los cantan-tes para saber qué hacer en su repertorio ha evo-lucionado profundamente– y quizá esté ocurriendoahora lo mismo con el repertorio de principios delXIX. El problema que afronta Opera Rara con surepertorio es que hay cantantes que te gustaríanpara determinado papel, pero hay que lograr coor-dinar los plazos de tiempo en que vas a hacer la gra-bación o la representación ante el público con ladisponibilidad de los cantantes. Esto es lo real-mente complicado.

D.: Los cantantes, como candidatos lo más adecua-dos que sea posible, ¿educan sus voces adecuada-mente para este repertorio?

M.E.: La respuesta inmediata a eso es que dema-siado a menudo no lo hacen, pues se ven empuja-dos de país en país por sus representantes, o porsu propia ambición, o los empresarios teatralesles contratan para actuar y los cantantes pierdenla habilidad de controlar sus propias voces porcantar otras músicas. Pero no puedes pasar de can-tar, por ejemplo, Wagner a cantar Rossini a no serque seas un cantante con una inmensa seguridadtécnica. Siempre está la famosa anécdota de que,en 1949, Maria Callas cantó Elvira de I puritani deBellini, habiendo encarnado a Brünnhilde apenasonce días antes. Pero la mayoría de los cantantesno son Callas, y también hay que añadir que sucarrera fue increíblemente corta. Una vez dichoesto, a la hora de elaborar un reparto equilibradopara estas obras, una de las opciones que tengo enLondres es seleccionar destacados artistas jóve-nes de todo el país, especialmente algunos de losjóvenes del Programa de Jóvenes Artistas de laRoyal Opera House en el Covent Garden (aunqueno sólo a ellos), para papeles pequeños. En las gra-baciones de Opera Rara la marca de la casa es queel reparto tenga una elevada calidad vocal, aunqueal principio nuestros jóvenes cantantes puedan notener mucha experiencia con el estilo y necesitentiempo para aprender cómo cantar en italiano ycómo declamar en italiano, con energía y elegan-cia. Si podemos lograrlo, cada voz y sonido de lagrabación tendrá una alta calidad. Y, si se me per-mite decirlo, creo que Maria di Rohan es un per-fecto ejemplo.

““Me interesa que, gradualmente y concuidado, Opera Rara pueda expandirsu repertorio a otros campos,preferentemente el repertorio francésy posiblemente el ruso.””

Mark Elder en

Imagen de la produccion de Maria di Rohan

21ópera 211 / febrero 2012

Tras Linda di Chamounix (Boletín 205), OperaRara se embarca en una nueva grabación operís-tica donizettiana, vigésima de su catálogo, selec-cionando de modo coherente Maria di Rohan,segunda y última de las óperas compuestas por elcompositor bergamasco para Viena, en cuyoKärtnertortheater se estrenó con enorme éxito el5 de junio de 1843. En sus esclarecedoras notas ala grabación, Jeremy Commons nos informa delos avatares del proyecto: descartada la inicialmen-te prevista Caterina Cornaro, Donizetti recuperóun libreto de Cammarano que databa de un lustroatrás, basado en Un duel sous le cardinal de Richelieu,un drame melé de couplets (es decir, con piezas can-tadas) que Lockroy y Badon habían estrenado enel Théâtre National du Vaudeville de París en 1832.Si sus tres protagonistas –Maria di Rohan, su mari-do, Chevreuse, y su enamorado Chalais– son per-sonajes históricos, sus vicisitudes–una historia deamor, celos y muerte en el marco de la pugna deRichelieu por reafirmar el poder real frente a lalevantisca nobleza francesa– son totalmente inven-tadas. Bellini se interesó por él antes de que su pre-matura muerte le impidiera convertirlo en ópera,y en 1837 Donizetti lo seleccionó como su nuevotítulo para Venecia, finalmente sustituido por Mariadi Rudenz. En los años que mediaron hasta su defi-nitiva composición, dos versiones del mismo asun-to aparecieron fugazmente en los escenariositalianos en 1839, una en el San Carlo de Nápolescon el libreto de Cammarano y música de GiuseppeLillo, Il conte di Chalais, y otra de Federico Riccien La Scala de Milán titulada Un duello sottoRichelieu. Y todavía el tema reaparecería mediosiglo más tarde, en plena marea verista, en la segun-da ópera de Umberto Giordano, Regina Diaz, estre-nada en Nápoles en 1894 y retirada al cabo de sólodos funciones.

Si para su debut en la pacata Viena un añoantes Donizetti, prudentemente, había presenta-do con Linda una ópera semiseria de tonos mora-lizantes y final feliz –de hecho la crítica alabó sutono sentimental y la ausencia de “los horriblesdelitos que caracterizan el reciente libertinaje tea-tral francés conocido bajo el nombre de romanti-

cismo” –, un año después, sintiéndose ya acepta-do por los vieneses, brinda la pieza más sombríay trágica de su entero catálogo, una obra breve(poco más de hora y media), de trama despojaday esencial, en la que el escaso espectáculo y lasintervenciones corales se limitan al primer acto,mientras en los dos últimos la peripecia se tornaclaustrofóbica, concentrada en los tres protago-nistas, sin apenas intervenciones de comprima-rios. Donizetti moderniza y “germaniza” su estilo;así la magnífica obertura, con sus casi diez minu-tos de duración, es un prodigio de solidez estruc-tural, energía incandescente, cuidada orquestacióny riqueza motívica, haciendo uso de los principa-les temas de la ópera. Si el acto primero se estruc-tura de modo tradicional, mediante la sucesivapresentación de cada protagonista con arias quecaracterizan acertadamente su psicología, segui-das de un breve finale, los dos últimos (y muy espe-cialmente el tercero) ofrecen mayores innovacionesformales: la separación rígida entre recitativos ynúmeros cantados queda difuminada mediante elrecurso a frases o a ariosos de notable vuelo meló-dico y efectivo acompañamiento orquestal, quesin solución de continuidad dan paso al aria o aldúo, en busca de la composición de “escenas” másque de una sucesión de números cerrados –y remi-to al lector al detallado análisis de Mark Elder enla entrevista que precede a estas líneas. Con Mariadi RohanDonizetti compone su obra más abiertaa un nuevo tiempo que no alcanzará a ver, consoluciones dramáticas y musicales que anticipan alVerdi de Traviata o Ballo in maschera.

A su regreso a París, Donizetti prepara parael Teatro Italiano una nueva versión más próximaal espíritu del drama original (que mezclaba ele-mentos de medio carácter como los couplets can-tados), convirtiendo al personaje de Armando diGondì, antes a cargo de un tenor comprimario, enuna contralto in travesti con dos piezas de luci-miento para su intérprete, Marietta Brambilla, conlo que la ópera pierde así algo de homogeneidad;y además añadió un par de fragmentos para lapareja tenor-soprano.

La ópera, estrenada en Viena por la Tadolini,el tenor Guasco y Ronconi –el gran barítono doni-zettiano y creador de Nabucco–, y en París por laGrisi, la Brambilla, el tenor Salvi y de nuevoRonconi, gozó de inmediato de una enorme difu-sión (en Madrid se estrenó en el Teatro del Circoen 1845 y en Barcelona en el Principal al año siguien-te) de la que da pormenorizada noticia el libreto,manteniéndose en cartel gracias a la labor del barí-tono Mattia Battistini hasta bien entrado el sigloXX; de hecho su última función, en 1919, tuvolugar en el Real y contó con su intervención (y lasde Cortis y Ofelia Nieto). Tras un silencio de casicuatro décadas fue recuperada en Bérgamo en1957.

Maria di Rohan no gozaba de una apreciablediscografía. En las ocho grabaciones anteriores,todas en vivo, algunas de mediocre sonido y nin-

guna plenamente satisfactoria pese a contar congrandes voces, se mezclaban elementos de las dosversiones (por supuesto, todas incluían la cabalet-ta del tenor en el primer acto “A te, divina imma-gine”, de la que ahora se nos dice que es espuria,debida a Matteo Salvi, y por ello no incluida en lagrabación). La aquí reseñada, primera grabada enestudio en octubre-noviembre de 2009, es tam-bién la primera que ofrece la versión original talcomo la conocieron los vieneses en su estreno,suplementada en apéndice por los números aña-didos para París y por una nueva cavatina de entra-da del tenor compuesta para Nápoles en 1844.Mark Elder, al frente de la Orchestra of the Age ofEnlightenment, partiendo de las premisas susten-tadas en su entrevista, ofrece una versión de grantransparencia, perfección instrumental y podero-so aliento dramático, a la que la búlgara VladimiraStoyanova, debutante en Opera Rara, contribuyecon sus generosos medios de soprano lírica (anchocentro, buen apoyo en graves e impecable y segu-ra zona aguda) con capacidad para abordar rolesspinto, de fraseo muy expresivo, cómoda en todala tesitura y sin problemas con las no excesivasexigencias en cuanto a agilidad. José Bros, en su ter-cera prestación para el sello británico (tras RobertoDevereux y Parisina) se muestra en excelente esta-do vocal y artista elegante y honesto, igualmenteconvincente en los pasajes elegíacos que en losmás dramáticos, y seguro y sin problemas en lazona aguda (con alguna esporádica tirantez enalguna nota extrema). En cuanto al barítono bri-tánico Christopher Purves, podríamos echar elmenos el terciopelo y color del joven Bruson, perono cabe duda de que su desempeño en el papelmás rico de matices del drama –del esposo rendi-damente enamorado del primer acto, pasando porel generoso amigo del segundo, hasta el feroz ven-gador de su honra en el final del drama– es inob-jetable por medios vocales, línea de canto ycapacidades expresivas. La albanesa EnkelejdaShkosa resulta un auténtico lujo en la cavatina yballata de Gondì incluidas en el apéndice, y el res-to del reparto cumple con la solvencia consabidaen todas las grabaciones del sello. Por fin una Mariadi Rohan, título tan esencial como descuidado enel output del autor bergamasco, servida con rigorfilológico y excelencia musical. Enhorabuena atodos; Opera Rara, se ve, está en buenas manos.

En buenas manos

Santiago Salaverri

Maria di Rohan encuentra por fin una versión a la altura de sus merecimientospor obra ¡cómo no! de Opera Rara

GAETANO DONIZETTI (1797-1848): Maria di Rohan

Krassimira Stoyanova, José Bros, Christopher Purves,Brindley Sherratt, Loïc Félix, Enkelejda Shkosa, GraemeBroadbent, Christopher Turner, Riccardo Simonetti /Orchestra of the Age of Enlightenment. Sir Mark Elder,director / OPERA RARA / Ref.: ORC 44 (2 CD) D2 x 2

22 diverdi ópera

Estrenada en Boston en 1921, en el transcurso deuna larga estancia de Sergei Prokofiev en EstadosUnidos, el fugaz triunfo de su ópera El amor delas tres naranjas –en traducción francesa– fue des-mentido categóricamente en la única función quela compañía de la Ópera de Chicago ofreció lue-go en Nueva York. La fábula no sólo desconcertóal público, menos dado a novedades musicales quela Unión Soviética de los primeros años revolu-cionarios donde, con Lunacharsky como comisa-rio de Educación y Lourié como jefe musical,propuestas así aún tenían cabida, sino que tam-bién descolocó a los poco perspicaces críticos.Además, influyó en tales juicios negativos la pug-na por la capitalidad lírica norteamericana, quedesde hacía unos años Boston le disputaba a la ciu-dad rascacielense.

Se da el caso de que el Tercer concierto parapiano, estrenado por el propio compositor de losdedos de acero en Chicago, durante el mismo año,tampoco agradó. Y nadie hay más elocuente queel mismo Prokofiev a la hora de narrar este doblezarpazo a sus ilusiones. “Erré por el enorme par-que que está en el centro de Nueva York –dice–, yal contemplar los edificios que lo rodean, pensé confuria en las maravillosas orquestas americanas a lascuales no les interesaba mi música (...), en los admi-nistradores que organizaban largas horas de tra-bajo para los artistas que ejecutaban los mismosprogramas trillados y los repetían cincuenta veces”.

Y sin embargo, casi todo el mundo reconocehoy que este amor naranjero, y por descontado elaludido concierto pianístico, suponen dos cum-bres dentro de una producción musical pródigaen ellas. En la obra que ahora nos ocupa, una expre-siva declamación domina en las partes solistas,bien arropadas por una maraña orquestal en cons-tante ebullición, llena de vigor rítmico, armoníaspicantes y breves diseños melódicos. En tal con-texto, y tratándose del ruso, caben las disonanciasrepentinas y otras audacias formales que nuncadesbordan el marco tonal que les sirve de acuer-do, en el que se mueven y mudan. También es muyhábil el tratamiento coral, que combina la homo-fonía con el juego de las diversas voces, el canto stac-

cato, muy frecuente, con los ligados aéreos del IVacto, el motivo apenas apuntado con las frases (ocarcajadas) reiteradas, cuya obsesiva y tan proko-fieviana repetición horada los tímpanos y espabi-la las conciencias.

Escénicamente, la obra demanda un disposi-tivo capaz de integrar la pluralidad de sus fuentesde inspiración, la mayoría deudoras del originalde Carlo Gozzi –los personajes de la Commediadell’arte, con su sello de improvisación, laMaskerade, la magia negra y blanca–, o su aire decuento de hadas, que la hacen terreno vedado paraescenógrafos incultos o poco imaginativos. Loscantantes han de ser también buenos actores y labatuta de clase preferente. Esta interpretaciónsoviética, de 1961, se presenta ataviada con galashumildes, un tanto anónimas y, por suerte paranosotros, engañosas. En efecto, su presentación esespartana, carece de glamour. Pero decimos que esespartana y casi anónima porque el productor, losdos responsables del coro y el ceñido plantel desolistas figuran en el misérrimo libreto sólo por suapellido, como sucedía en los viejos carteles deci-monónicos. Gran injusticia para un elenco empe-ro satisfactorio, comandado por el director deorquesta Dzhemal Dalgat, el único que merece elhonor del nombre completo en la carátula, capazde imponer orden y buen tino en esta fábula deperfiles eutrapélicos, permeable a la variedad de rit-mos y colores instrumentales que exige Prokofiev(quien, por cierto, grabó al piano una espléndidaversión del Intermezzo de esta ópera).

Mahkov, el melancólico Príncipe que ha extra-viado la risa, tiene una voz timbrada y con poten-cia suficiente, sólo apurada en su dúo de amor conNinette/Kallistratova, la tercera naranja, de vozmás parca y menos vitaminada. El Rey de Rybinskyes estimable. Lo que más me ha interesado de estaversión es la liza entre Fata Morgana, la Maga per-versa, y Celio, el Mago bondadoso. Ella es NinaPolyakova, quizá la más conocida del reparto, aquívoluntariamente desabrida, con un vibrato rápi-do característico de muchas voces eslavas. La gransorpresa, sin embargo, nos la da un tal Troisky,con su material de bajo auténtico: sonoro, redon-do y aun pastoso, cualidad esta última infrecuen-te en sus latitudes, más pródigas en voces recias ysecas. Vocalmente es lo mejor de la función, unafuerza del bien y un buen cantante.

Siempre es tiempo de naranjas, sobre todo apartir de noviembre. El amor de las tres naranjas esla ópera favorita de Harlow Robinson, biógrafopuntero de Sergei Prokofiev, pues fue la primeraque oyó. Envidio a quienes hoy la monden por pri-mera vez.

La mascarada más querida

Joaquín Martín de Sagarmínaga

El amor de las tres naranjas de Prokofiev, en versión histórica deMelodiya

SERGE PROKOFIEV (1891-1953): El amor de las tres naran-jas

Symphony Orchestra of All-Union Radio. Gemal Dalgat,director (grabado en 1961) / MELODIYA / Ref.: MEL1001944 (2 CD) D5 x 2

En mayo de 2010, José van Dam se despidió oficial-mente de los escenarios líricos –aunque posterior-mente ha realizado algunos “cameos”–, encarnandoa uno de los personajes con los que estará más aso-ciado, el papel de Don Quijote en la ópera homó-nima de Jules Massenet, al que siempre supo dartoda su hondura y humanidad, tanto expresivacomo vocal e incluso física, con su imponente pre-sencia de sobrio y elegante caballero. Por eso noes de extrañar que en este recital, registrado envivo en la que fuera “su casa”, La Monnaie deBruselas, el 7 de mayo de 1997 –cuando la voz delartista belga, como los buenos vinos, había adqui-rido todo su cuerpo y su textura con la llegada dela dorada madurez, y con el acompañamiento deun escudero tan sensible como el entonces joven-císimo pianista polaco Maciej Pikulski– incluyeratambién uno de los mejores ejemplos que tienenal héroe cervantino como protagonista, las cuatrocanciones compuestas por Jacques Ibert para lapelícula de Georg Wilhelm Pabst, quien las prefi-rió a las también magníficas de Maurice Ravel,

Un Don Quijote de lacanción

Rafael Banús Irusta

Magnífico recital de José van Damen La Monnaie de Bruselas

José van Dam

23ópera 211 / febrero 2012

Los pescadores de perlas fue ópera incorporadapronto por Kraus a su repertorio. Le iba a su vozjoven, fácil, timbrada, templada, extensa, clara. Laabordaba sin remilgos con un canto generoso yabierto, sin atender a posibles aspectos estilísti-cos, buscando, a través de su moderna técnica deemisión, la naturalidad en el canto alejándose delas voces mixtas y sonidos afalsetados propios deotra época y en concreto de la del estreno de estapartitura exótica y un tanto banal, eso sí, de unamuy notable belleza melódica.

Como es lógico por tanto, el tenor canariosigue un camino bien distinto del creador de laparte de Nadir, François Morini, lo que a día de hoyse agradece. Mientras tuvo en su talego estos pen-tagramas Kraus se lució con clase. Nos acorda-mos ahora de su actuación en el Teatro GarcíaBarbón de Vigo en torno a 1960, año de la graba-ción milanesa que comentamos, con un jovencísi-mo Zurga llamado Piero Cappuccilli. Tras el grandúo Del tempio al limitar, cantado, como toda laobra en aquellos tiempos, en italiano, luego de losvulgares coros del comienzo, nuestro tenor nosdeleitó con un Mi par d’udir ancora de excepción:legato inconsútil, sonido purísimo, igual, espeje-ante; y a tono, como está mandado, con su do depecho de cierre, a plena y media voz.

Lo mismo que en este registro. Es curioso,sin embargo, que en esta ocasión Kraus respiramás entre las ondulantes líneas del texto que enotras, en las que le hemos oído cantar con un fia-to más descomunal. Pero, ¡qué suavidad, que con-trol del aliento, qué afinación! Una demostraciónde apoyo, de belleza, de expresión justa, de dic-ción y de bien cantar. Así lo hace y lo prodiga a lolargo de esta grabación, proveniente de la RAI. Asu lado, la sabiduría del ya entonces gran fraseggia-tore Giuseppe Taddei, que concede relevancia aun personaje mal definido por Bizet, y la interesan-te presencia de la soprano Pina Malgarini, de muy

rico y carnoso timbre, de fresca emisión, pero decorto recorrido, afinación problemática y agilida-des esforzadas. Carlo Cava cumple en el borrosopapel de Nourabad. Lo mismo que el maestro LaRosa Parodi, un elegante practicón de aquellosaños. Coro y Orquesta sin desentonar y toma desonido suficiente.

Como bonus aparecen unos fragmentos de laópera en interpretación un año anterior del SanCarlo de Nápoles. Del elenco nos quedamos máscon la sólida y rotunda Leila de Marcella Pobbe quecon el forzadillo Nadir de Ferruccio Tagliavini,que canta bajo de tono, o el soso y engolado Zurgade Ugo Savarese. Repite Cava y dirige otro habi-tual de los fosos italianos de la época: Oliviero deFabritiis.

Aires del más puro canto

Arturo Reverter

Kraus, magistral en unos tempranos (1960) Pescadores de la RAI

GEORGES BIZET (1838-1875): Los pescadores de perlas(ópera en tres actos)

Alfredo Kraus, Giuseppe Taddei, Pina Malgarini, Carlo Cava.Orquesta y coros de la RAI de Milán. Armando LaRosaParodi, dirección (grabado el 12.10.1960) / WALHALL / Ref.:WLCD 0299 (2 CD) P.V.P.: 11,90 €.-

Don Quijote a Dulcinea (lo cual, gracias al sagazcineasta, nos permite tener dos estupendos ciclosde mélodies sobre el aludido tema).

El abajo firmante tuvo ocasión de escuchar,tan sólo unos meses antes, a estos mismos intér-pretes, prácticamente con un programa idéntico,en el Festival de Saint-Denis, en París (en la mis-ma edición en la que también hubo una extraor-dinaria intervención de nuestra Teresa Berganza),y los resultados fueron asimismo memorables. Elrecital, muy bien estructurado en una parte ale-mana y otra francesa, contiene innumerables teso-ros, demostrando su seguridad en ambos mundos.Su acercamiento al lied es, por decirlo de algunamanera, totalmente opuesto al de un DietrichFischer-Dieskau, pero igualmente válido. Es másdirecto y desesperado, menos intelectual, peroirreprochable en el estilo y la dicción. Como si, enlos sombríos acordes de Brahms y Wolf (cuyocomienzo pianístico de los Tres poemas deMichelangelo recuerda enormemente al de losCantos y danzas de la muerte de Mussorgsky), per-cibiésemos el dolor de Amfortas o el Holandés,dos figuras wagnerianas en las que el cantante bru-selense ha brillado con particular fortuna. La líneaprosigue con naturalidad a través de las cuatro pie-zas de Henri Duparc, tan influido por el dramatis-mo del mundo germánico, para, después dedeleitarnos con las ya citadas canciones quijotes-cas de Ibert, cautivarnos con la canalla ironía de lasCanciones gallardas de Francis Poulenc. En suma,una magistral actuación de un intérprete único,en pleno dominio de todas sus facultades vocalesy expresivas.

JOSÉ VAN DAM: Recital en La Monnaie (obras de HugoWolf, Johannes Brahms, Henri Duparc, Jacques Ibert, FrancisPoulenc y Henri Duparc)

José van Dam, bajo-barítono. Maciej Pikulski, piano (graba-do en directo el 7 de junio de 1997) / CYPRES / Ref.: CYP8604 (1 CD) D10

““En suma, unamagistral actuaciónde un intérpreteúnico, en plenodominio de todas susfacultades vocales yexpresivas.””

Alfredo Kraus

24 diverdi ópera

Bien por causas técnicas, bien por estrategia edi-torial, Maestros cantores, tercera obra en ser graba-da, ha sido la segunda en aparecer dentro delambicioso proyecto de Marek Janowski y el selloPentaTone que comenté en diciembre pasado (verboletín nº 209) y que antes de que concluya 2013habrá puesto en el mercado una nueva grabacióndel canon wagneriano. De momento Parsifal haquedado en el tintero.

Del deslumbrante Holandés errante alabé lateatralidad, el vigor y la intensidad constantes, laatención al detalle y el fino trabajo de Janowskicon los timbres orquestales. El serio director pola-co-alemán se destapó entonces como un maestrorefinado y variado. Tras semejante comienzo, susesperados Maestros cantores han supuesto unapequeña decepción (debo subrayar lo de pequeña),una vuelta al Janowski sólido y kapellmeisterizan-te. Humano, demasiado humano. Puede que, sim-plemente, no tuviera su tarde, pero creo más bienque el resultado tiene una causa más profunda,psicológica: el adusto Janowski no congenia con laobra más jovial y optimista de Wagner. Parece quele costara mostrarse alegre y espontáneo. Janowskiadopta tiempos rápidos (1), a veces demasiado rápi-dos, como en la sección final de la obertura o enel arranque del quinteto. Secundado en todomomento por una magnífica orquesta, la narra-ción fluye ágilmente, con implacable impulso ysensación de continuidad, pero hay escenas conescasa vida interior. En los pasajes agitados o direc-tamente dramáticos (“Doch, diese Meister!”), odonde hay que alumbrar el intrincado contrapun-to, como en la escena de la pelea nocturna (talesson la claridad y el orden que no parece una pelea),Janowski muestra sus mejores armas. No es tanconvincente en los momentos reflexivos y poéti-cos que tanto abundan. Los perfumes nocturnosy las picardías de Eva en el íntimo segundo acto reci-ben de Janowski una respuesta automática, pocoimaginativa y evocadora. Un hecho sintomático: el

monólogo de las lilas sólo levanta el vuelo en susegunda mitad. Su humor es cuadriculado, ale-mán en el sentido más tópico. La serenata deBeckmesser en el segundo acto o la tercera esce-na del tercero (“Ein Werbelied!—Von Sachs!”) sonabordadas con excesiva seriedad. Con la cabeza,nunca con el corazón. Cuestión de carácter: losMaestros de “Kna”, tipo bien serio, eran campe-chanos, y las mencionadas escenas de Beckmesser,tronchantes. Hay, como no, momentos espléndi-dos, como el conmovedor “Wacht auf!” (sensacio-nal el Coro de la Radio de Berlín) y, esto hay quedestacarlo, una de las arengas de Sachs más líricasy apolíticas de las que hay memoria. El resultadoes bellísimo y libre de toda sospecha (Heil, HerrDohmen!).

Es difícil reunir hoy un reparto vocal tan com-petente sobre el papel. A priori, la voz dura y gra-nítica de Albert Dohmen no parece la másadecuada para la parte de Sachs. Sin embargo, elveterano bajo-barítono alemán, el Wotan deBayreuth, se las compone para crear un convin-cente zapatero, de personalidad acusada, autoridady variados recursos. Se siente cómodo en el papely se crece a medida que avanza la representación.Dietrich Henschel (Beckmesser) sabe cantar,modula, matiza, es expresivo y actúa bien (“Keinerbesser”). No obstante ha tenido días mejores: aquíparece por momentos contagiado por la seriedadde la batuta, y pasa algún que otro apuro. Graciasa su gran inteligencia ha podido Robert DeanSmith cantar tanto y tan bien y afrontar tan diver-sos roles. En otras manos ese material no hubie-ra dado tanto de sí. Con su característicagangosidad y su emisión inestable, el tenor deKansas, de la misma edad que Dohmen (n. 1956),aporta entusiasmo juvenil y un toque de clase alcaballero Walther von Stolzing. También un Lasolar cerrando la canción del sueño matutino. LaEva de la joven y talentosa Edith Haller (Sieglindede recambio en Bayreuth) está por hacer. A tenor

de lo que se le ha escuchado otras veces, tampocotuvo su día. No convencen ni su caracterización,impersonal y monocorde (lástima, con voz tan her-mosa), ni sus prestaciones vocales: el crucial “OSachs, mein Freund” lo resuelve con un grito des-templado, y no lidera como debiera el quinteto,que cierra con un si bemol fijo y bien feo. Pognerpide una voz noble y un aura de respetabilidad queno tiene el joven y muy correcto Georg Zeppenfeld,de emisión gutural y leñosa. La pareja “cómica” estábien servida: Peter Sonn es un David de mayorentidad (vocal) que de costumbre, y la Magdalenede Michelle Breedt es encantadora y nada matro-nil. Un gastado Matti Salminen hace un brevecameo como Sereno.

Pese a las reservas señaladas, fruto de unasexpectativas defraudadas en parte, hay que insis-tir en que la grabación documenta un buen concier-to. La grabación se anuncia proveniente de unasola toma, registro en vivo del concierto único cele-brado en la Philharmonie de Berlín el 3 de junio de2011, pero no se oye ni un ruido de sala ni, comoya ocurría con El holandés errante, aplausos al final.

NOTAS

(1) La obra le dura 253’, por 266’ de Karajan (1970, EMI),272’ de Kubelik (1967, Calig, Arts). Sawallisch, otroquickie, invirtió 257’en su registro oficial de 1993(EMI).

El duende (Der Kobold) se tomó el día libre

Miguel Ángel González Barrio

Die Meistersinger von Nürnberg, segunda etapa del proyecto Wagner de Marek Janowski para Pentatone

RICHARD WAGNER (1813-1883): Die Meistersinger vonNürnberg (Los maestros cantores de Nuremberg)

Albert Dohmen, barítono. Georg Zeppenfeld, bajo. MichaelSmallwood, tenor. Sebastian Noack, bajo. Dietrich Henschel,bajo. Tuomas Pursio, bajo. Hyung-Wook Lee, bajo. RobertDean Smith, tenor. Edith Haller, soprano. Michelle Breedt,mezzo-soprano. Matti Salminen, bajo / Rundfunkchor Berlin.Rundfunk-Sinfonieorchester Berlin. Marek Janowski, director(grabado en directo el 3 de junio de 2011 en el BerlinPhilharmonie) / PENTATONE / Ref.: PTC 5186402 (4 SACD)P.V.P.: 49,95 €.-

Marek Janowski

25ópera / grabaciones históricas 211 / febrero 2012

Podemos hacer un balance de lo mejor que se hacompuesto en ópera durante el siglo XX. Pero a par-tir de determinado momento –después de la segun-da guerra, pongamos, o ya hacia los años sesentadel siglo que se fue– empezamos a tener nuestrasdudas para con la posteridad. Si acaso, nos atre-vemos a terminar nuestras relación en 1965 (empe-zado tal vez con Pelléas et Mélisande, de 1902). En1965 se estrenaba Soldados, de B. A. Zimmermann.No nos atrevemos a incluir al menos un título deexcelentes compositores de ópera posteriores a laguerra y cuyo brillo estalló más o menos por enton-ces, aunque en algún caso sus principios vinierande antes. Pensemos en Henze, sí, pero también enReimann o en Shchedrin. Una de esas óperas queaguarda que la posteridad la traiga a un lugar des-tacado es Almas muertas, estrenada en 1977 (esteálbum es fruto del estreno).

Shchedrin es deudor de Shostakóvich y deProkófiev en sus Almas muertas. No los imita, sinoque sigue sus lecciones teatrales y vocales. La nove-la de Gógol es sátira, y sátira es la versión operís-tica de Shchedrin: deformación instrumental paracaricaturas, caracterización del personaje colecti-vo que puede ser el coro o la explosión concertan-te de solistas secundarios, vivacidad de las

situaciones en las líneas vocales y en el acompaña-miento. La acumulación de notas mínimas, losacelerandos, los crescendos, todo esto se une atímbricas burlonas y desusadas: el fagot, los trom-bones, las trompas mordaces y socarronas; lo chi-llón de la voz del tenor; la excesiva gravedad dealgunas voces masculinas graves. Atención: en elfoso no hay violines. A cambio, en el mismo lugarde la orquesta sitúa Shchedrin un coro (el pueblo,la gente, como siempre en la tradición rusa desdeGlinka) y unas voces agudas de línea inquietanteque se adelantan a las situaciones teatrales o quese entremeten en ellas, que vienen del foso y quecantan las penas del pueblo. Es la tradición delcoro ruso como pueblo, pero sin presencia escé-nica directa, y con voces altas solistas junto a lamasa coral. Hay también ariosos y arias, cantoscomo “autorretrato” del personaje o tipo que elacompañamiento denuncia, implacable.

Almas muertas cuenta un absurdo: el funcio-nario, Chíchikov compra “almas muertas”, estoes, siervos fallecidos que son un incordio y unacarga fiscal para el propietario hasta que venza lafecha del censo, que tiene vigencia por diez años.Chíchikov se enriquece de manera ficticia y aca-ba mal.

Excelentes solistas, con el barítono AlexanderVoroshilo al frente, un amplio reparto que cons-tituyen una “comedia humana” en las sabias, exper-tas manos de un excelente artista ruso que ennuestro país, por fortuna, hemos visto a menudo,Iuri Temirkanov. Una muy oportuna reedición dela única versión existente de una ópera que sinduda crecerá con el tiempo.

Shchedrin: sátira punzante, poderosa teatralidad

Santiago Martín Bermúdez

Almas muertas, según Gogol, en la versión de su estreno en 1977

RODION SHCHEDRIN (1932): Dead Souls (1966-76)

Voroshilo, Piavko, Avdeyeva, Morozov, Borisova, Vlasov /Soloists, choir and orchestra of the USSR State AcademicBolshoi Theatre. Moscow Chamber Choir. Soloists of theAcademic Choir of Russian Song of the All-Union Radio andTelevision. Yuri Temirkanov, director (grabado en 1977) /MELODIYA / Ref.: MEL 1001837 (2 CD) D5

Esta inesperada publicación documenta que lasrelaciones de Sir John Barbirolli (1899-1970) y laFilarmónica de Berlín fueron más largas e inten-sas de lo que la discografía oficial hace suponer. Asílo detallan los muy interesantes comentarios deHelge Grünewald en el libreto que acompaña aeste CD, que explican también las circunstanciasque rodearon a este concierto y a otros –el estre-no del War Requiem, de Britten, en la misma cate-dral, que había sido destruida durante la guerra–que fueron, a comienzos de los años 1960, signode reconciliación entre Inglaterra y Alemania.

Barbirolli fue un director de repertorio amplí-simo con intensas afinidades brahmsianas, peroen el ciclo sinfónico que grabó para EMI con laFilarmónica de Viena en 1967, aun habiendo muchoque admirar, los tempimuy lentos, sin el calor delconcierto en vivo, van en detrimento de la espon-taneidad y de la intensidad que la música de Brahmsnecesita y que sí se aprecia en este concierto, emo-ción acentuada, sin duda, por las circunstanciasantes expuestas. Por descontado, la reverberanteacústica de una catedral no es a priori idónea paraun concierto sinfónico, pero la grabación mono-aural tiene claridad y presencia notables, propi-ciadas por la adecuada elección de tempi, ampliospero muy bien sostenidos, de modo que la músi-ca avanza mesurada pero fluida. Ello permite pala-dear el maravilloso fraseo de la Filarmónica deBerlín, instrumento idóneo, si los ha habido, parala música de Brahms. Barbirolli la ama, la conocea fondo y sabe exponerla con mano maestra,impregnándola del sabor pastoral que está en susorígenes, particularmente apreciable en el bellísi-mo movimiento inicial. Delicioso el tercero, decontrastes perfectamente medidos entre sus sec-ciones y una coda que por sí sola acredita al maes-tro inglés como eminente brahmsiano. Muy biencontrastado también el final, con un segundo temaamplio y cálido como Brahms prescribe, largamen-te, y una brillantísima peroración final.

Brahms en la Catedralde Coventry

Roberto Andrade

Una intensa Segunda de Barbirollicon la Filarmónica de Berlín

BARBIROLLI dirige BRAHMS: Sinfonía nº 2

Berliner Philharmoniker. Dir.: Sir John Barbirolli (1962) /TESTAMENT / Ref.: SBT 1469 (1 CD) D10

Teatro Real • Plaza de Oriente, s/n • 28013 MadridTfnos.: 91 516 06 73 - 91 541 25 95e-mail: [email protected]

Nuevo horario: De lunes a viernes de 17 a 20 horasLos días de función permanecerá abierta al público asistente hasta el primer entreacto

domingos y festivos incluidos

26 diverdi grabaciones históricas

En 1933, tras regresar a Berlín de una gira por Italiay Hungría, Otto Klemperer se encontró con quela moderna producción de Tannhäuser de JürgenFehling que había estrenado el 12 de febrero en laStaatsoper de Berlín para conmemorar el cincuen-tenario de la muerte de Wagner había sido susti-tuida, sin consultarle, por una vetusta, más al gustode las nuevas autoridades. Además, el IntendenteGeneral de los Teatros Prusianos, el todopodero-so Heinz Tietjen, le comunicó que no podía seguirempleándolo en la Staatsoper. El 4 de abrilKlemperer hizo las maletas y marchó a Suiza, y deahí a los Estados Unidos. Al borde de la cincuen-tena, este prusiano de Breslau (hoy Wroclaw,Polonia), judío, horrorizado al saberse proscrito porprejuicios raciales, europeo de pura cepa, incapazde entender América, comenzaba un largo exilio.Atrás quedaban los años felices al frente de laKrolloper, sucursal progresista de la Staatsoper, enla que estrenó obras de Hindemith y Schoenbergy montajes de Caspar Neher y Giorgio de Chiricoy programó a Janacek, Stravinsky o Milhaud.

Después de la guerra Berlín significó ya muypoco en su carrera. Dirigió escasas veces a laFilarmónica. Klemperer no olvidaba un comenta-rio antisemita, cazado al vuelo por su hija Lotte, dela esposa de Gerd von Westermann, intendente dela orquesta y director del Festival de Berlín. La rela-ción con la orquesta de Karajan era de una frialdadextrema, situación que no pasaba desapercibida yllegó a reflejarse en los conciertos. Trabajó máscon la joven Orquesta Sinfónica de la RIAS, la radiodel sector americano, dirigida por Fricsay, no pre-cisamente una orquesta de primera, pero a la queKlemperer forzaba a dar lo mejor. Su primera cola-boración consistió en varias sesiones de grabación(en la mítica Jesus-Christus-Kirche de Dahlem)entre el 19 y el 23 de diciembre de 1950, en las queregistró varias obras de Mozart (poco antes habíagrabado más Mozart en París, con la Orquesta ProMusica de Viena). Posteriormente, entre 1954 y1958, dieron varios conciertos en el Titania Palasty la Hochschule für Musik.

Los frutos de esta relación de ocho años lospublica ahora Audite en una caja de 5 CDs, con el

superlativo sonido marca de la casa. Parte del mate-rial ya se había editado en compacto, con sonidoinferior, pero hay varios inéditos. Por algún moti-vo han quedado fuera la Serenata nº 11 K375 (estu-dio, 1950), la Sinfonía nº 40 de Mozart y la Segundade Brahms del 21 de enero de 1957, publicadas porArchipel. El repertorio refleja el cambio operadoen Klemperer: de campeón de la música de su tiem-po pasó a concentrarse en los clásicos. Casi todaslas obras de la caja las grabó en estudio con laPhilharmonia de Legge. La orquesta inhabitual yla intensidad del directo añaden interés (pese aocasionales problemas de ensemble) a interpreta-ciones delineadas sobre parámetros conocidos. Elplato fuerte es Beethoven y el concierto monográ-fico del 29 de marzo de 1958, que se ofrece ínte-gro. Tras una hercúlea obertura Egmont, en laapolínea SegundaKlemperer se desvía de la tenden-cia habitual a aligerar el Beethoven temprano, y lasitúa más cerca de la Heroica. En el registro EMIde un año antes no apretó tanto en el Larghetto.La soberbia Heroica, equilibrada, de acentos inci-sivos e intensidad furtwängleriana, es lo mejor delálbum. De la Pastoral del 15 de febrero de 1954admiran la construcción orgánica, lógica y cohe-rente, el sutil y natural rubato y las gigantescasdinámicas marca de la casa. En el Concierto parapiano nº 3 Hans-Erich Riebensahm es un esforza-do solista, con bastantes problemas técnicos y soni-do opaco.

No desaprovechó Klemperer la oportunidadde tocar obras prohibidas por el III Reich. Antesde dirigir el mencionado concierto de 1954, por lamañana grabó en estudio Nobilissima Visione, deHindemith, suite orquestal de su ballet sobre SanFrancisco de Asís, que en octubre de ese año vol-vió a grabar para EMI. En la Cuarta de Mahler,Klemperer ensaya algunos ritardandi que no fun-cionan bien. La orquesta no siempre le sigue enlos cambios de tempo, y los acentos suenan blan-dos a oídos de hoy. Elfriede Trotschel, rígida ytirante, insegura, no es la voz celestial que pideDas himmlische Leben.Completan el álbum las gra-baciones mozartianas de 1950, casi todas publica-das hace más de 20 años por Frequenz o Hunt, ymás recientemente por Urania y Archipel. Las lec-turas clásicas, elegantes y armoniosas de lasSinfonías nº 29 y nº 38 compensan la bizarra versiónde la nº 25 en sol menor, con un enloquecido pri-mer movimiento.

Así que pasen veinte años

Miguel Ángel González Barrio

Un álbum Audite nos brinda las grabaciones de Otto Klemperer con laRIAS de 1950 a 1958 con superlativo sonido

OTTO KLEMPERER: Las grabaciones de la RIAS (1950-1958)

Hans-Erich Riebensahm, piano. Elfriede Trötschel, soprano.RIAS-Symphonie-Orchester. Radio-Symphonie-OrchesterBerlin. Otto Klemperer, director (grabado en vivo y en estu-dio entre 1950 y 1958) / AUDITE / Ref.: AUD 21408 (5 CD)P.V.P.: 35,00 €.-

Casi veinte años lleva Tahra en la brecha, reivindi-cando y publicando el importante y maltrecho lega-do discográfico de Hermann Scherchen. En 2011 secumplieron 120 años del nacimiento del director ale-mán y, para conmemorar la efeméride, el sello desu hija Myriam ha publicado el álbum doble que aquíse comenta, con grabaciones en concierto del perio-do 1945-65, geografía dispersa y orquestas insóli-tas. Dada la procedencia y cronología diversas, elsonido es, lógicamente, de calidad variable, perobastante aceptable incluso en los registros más anti-guos. Salvo error, todo el material es inédito. Pesea la apariencia insoslayable de improvisado cajónde sastre, de “Sobras completas”, el álbum tieneun interés notable, pues recoge compositores uobras poco o nada representados en la discografíade Scherchen, y la calidad artística es consistente-mente alta.

En el delicioso Rondó para violín y orquesta D.438 de Schubert, acompaña con solidez a la exce-lente y para mí desconocida Lore Spoerri, de ento-nación firme y hermoso sonido. La empatía deScherchen con el mundo sonoro impresionista espatente en la colorista versión de Ma mère l’Oye, enla que forcejea con éxito con una orquesta propen-sa al trazo grueso (bellísimo y conmovedor Le jar-din féerique) y en el mágico Jeuxdebussyano. Resultagratificante escuchar la Música acuática de Handelcon un buen caudal sonoro, y no el chorrito hoy enboga, por no hablar de la infalible musicalidad deScherchen. Un superviviente de Varsovia, la acongo-jante miniatura de Schoenberg (inquietante el narra-dor Hans Olaf Heidenmann) y la infrecuente cantatabeethoveniana El momento glorioso op. 136, conparticipación del gran Dietrich Fischer-Dieskau,son palabras mayores y las joyas del álbum. El bre-ve fragmento de Don Giovanni (en alemán), conestupendo reparto, hace desear que se conserve ypublique la grabación completa.

Scherchen inédito

Miguel Ángel González Barrio

Un doble CD de Tahra conprimicias del director berlinés

HERMANN SCHERCHEN: Grabaciones en directo inéditas(obras de Schubert, Ravel, Schoenberg, Haendel,Beethoven, Mozart, Debussy y Bruckner)

Varias orquestas. Dir.: Hermann Scherchen (grabado entre1945 y 1965) / TAHRA / Ref.: TAH 729-730 (2 CD) D6 x 2

27grabaciones históricas / siglo XIX 211 / febrero 2012

Entre 2003 y 2004, Testament editó tres CDs queincluían grabaciones EMI y Decca realizadas enlos años 50 por Christian Ferras (1933-1982) en losalbores de su carrera. El lector interesado puede con-sultar las críticas en los Boletines correspondien-tes. Audite propone ahora la asombrosa versiónque tocaba aquel jovencito, a los 18 años, delConcierto para violín y orquesta de Beethoven. Setrata de una grabación de estudio, realizada en la

berlinesa Iglesia de Jesucristo, con la Filarmónicade Berlín y Karl Böhm, nada menos, el 19 de noviem-bre de 1951, el mismo día en que Ferras lo inter-pretaba en concierto con los mismos artistas.

Ferras era por entonces la admiración delmundo musical, no solo en Francia. Su paisano ycolega Jacques Thibaud afirmó, en síntesis, queposeía tres cualidades, corazón, inteligencia ydedos, que le situaban en lugar de privilegio entrelos violinistas de la época, no precisamente esca-sa en nombres fuera de serie (¿recuerdan? Se lla-maban Oistraj, Heifetz, Menuhin, Milstein…). Alos 18 años Ferras era ya un artista completo. Susonido bellísimo, suave, de esmalte precioso y tim-bre penetrante, engalanado con atractivo vibrato,se plegaba como un guante a un fraseo que era elcolmo de la naturalidad y la elegancia, siempre líri-co y cantable, que enriquecía con todo tipo de mati-ces dinámicos y de color. Su Beethoven eraimpecable musicalmente, espontáneo y fascinan-te, como caído del cielo. Böhm era –apenas hacefalta decirlo– una autoridad en la materia y un ópti-

mo colaborador, atento siempre al equilibrio conel solista. De la orquesta no es preciso hablar.

El Allegro inicial camina a tempomoderado,lo que permite al solista extremar la vigilanciasobre la afinación, crítica en este movimiento –ensu versión 15 años posterior con Karajan para DG,Ferras tiene problemas, ausentes en 1951. En elLarghetto, la duración de 11 minutos parece unpoco excesiva, aunque el bellísimo canto de Ferrasnos transporta a otro mundo en el que el tiempono parece existir. Muy animado el rondó. Lascadencias son las de Kreisler. En conjunto, unaespléndida versión, testimonio de una madurezartística que deja boquiabierto.

El CD se completa con una versión live delConcierto de Alban Berg, favorito del violinista,que lo grabó para EMI en 1963 con Georges Prêtrey del que se conservan, al menos, otras dos inter-pretaciones en vivo, con Ansermet y con Keilberth(Orfeo, crítica en el Boletín 210). La bellísimaobra debió tener una significación especial paraFerras, que se deja el alma cuando la toca. Suexcelente colaborador al frente de la RIAS-SO fueMassimo Freccia (1906-2004), interesante direc-tor italiano de quien los aficionados veteranosacaso recuerden alguno de sus buenos discos gra-

bados por RCA para la colección que distribuíaSelecciones del Reader’s Digest. La Wikipedia pro-porciona amplia información de su polifacéticabiografía que bien merece conocimiento. Tal vezhaya ocasión de comentar en el futuro alguno desus registros. Como de costumbre en Audite,buen trabajo de reprocesado y muy informativasnotas de carpetilla.

Como caído del cielo

Roberto Andrade

Los conciertos de violín de Beethoven y Berg por Christian Ferrasdirigido por Karl Böhm y Massimo Freccia, en Audite

CHRISTIAN FERRAS interpreta LUDWIG VAN BEETHOVEN(1770-1827): Concierto para violín en Re mayor; ALBANBERG (1885-1935): Concierto para violín 'Dem Andenkeneines Engels'

Christian Ferras, violín. Berliner Philharmoniker. DeutschesSymphonie-Orchester Berlin. Karl Böhm y Massimo Freccia,directores (grabado en directo en 1951 y 1964) / AUDITE /Ref.: AUD 95590 (1 CD) D3

El ciclo sinfónico respaldado por el Instituto ThéodorGouvy llega a su tercera entrega recuperando lasdos primeras sinfonías de este notable músico lore-nés contemporáneo, entre otros, de Gounod,Offenbach, Franck y Lalo. Alemán para los france-ses y francés para los alemanes, más próximo aFrancia pero más reconocido en Alemania, Gouvyse decantó por explorar dos territorios musicales, elsinfónico y el camerístico, desdeñados por un públi-co –el parisino–al que, mediado el siglo, apenas inte-resaba algo que no fuera el ballet, la ópera italiana oel virtuosismo de salón.

Compuesta durante el bienio 1845-46, la PrimeraSinfonía de Gouvy plantea ya las líneas generalespor las que discurrirán todos sus trabajos sinfóni-cos posteriores: rigor constructivo, claridad formal,transparencia en la instrumentación (ejemplos desutileza tímbrica abundan por doquier) y ecos reco-nocibles que, desde sus admirados Beethoven ySchubert, llegan hasta Mendelssohn y Schumann,sólo unos pocos años mayores que el lorenés. A raízdel estreno público de la Primera en 1847, StephenHeller elogió la obra en la Gazettemusicale, saludan-do en su autor a un “sinfonista de gran porvenir”. ABerlioz, que la escuchó poco más tarde, su soberbioAndante le causó “tanto asombro como admiración”.

No es de extrañar que las sinfonías de Gouvyllegaran a ser aclamadas por ese público alemán,tan afín al templado romanticismo mendelssohnia-no, que las escuchó en la Gewandhaus de Leipzigpor vez primera. Esa acertada mezcla de rigor ale-mán y esprit francés destacada por la crítica lipsien-se a raíz del estreno en 1850, dirigido por el autor,de la Segunda Sinfonía –que, como la anterior, sitúael Scherzo en segunda posición–, haría que Gouvyfuera, en años sucesivos el sinfonista extranjero másinterpretado en la Gewandhaus.

Como en las dos entregas anteriores, JacquesMercier y los músicos de Saarbrücken ejecutan unasversiones impecables de ambas partituras.

Rigor alemán y espritfrancés

Juan Manuel Viana

Sinfonías 1ª y 2ª de ThéodoreGouvy en CPO

LOUIS THÉDORE GOUVY (1819-1898): Sinfonías, vol. 3 (nºs.1 y 2)

Deutsche Radio Philharmonie. Saarbruecken Kaiserslautern.Jacques Mercier, director / CPO / Ref.: 777381-2 (2 CD) D2

““Su sonido bellísimo, suave, de esmalte precioso ytimbre penetrante, engalanado con atractivovibrato, se plegaba como un guante a un fraseoque era el colmo de la naturalidad y la elegancia,siempre lírico y cantable.””

28 diverdi siglo XIX

Hemos escuchado con atención estas interpreta-ciones del alemán Gerhard Oppitz, nacido en losdominios de la Selva Negra en 1953. Joven prodi-gio, se lanzó pronto a los ruedos pianísticos, aun-que remató su formación en Stuttgart y Munichde la mano de Paul Buck y Hugo Steurer. El encuen-tro posterior con Wilhelm Kempff lo empujó aconsagrarse varios años a la obra de Beethoven. Sugalardón en el concurso Arturo Rubinstein fue elaldabonazo definitivo para iniciar una carrera muysólida basada fundamentalmente en el repertorioclásico y romántico de su país, bien que no hagaascos a la música contemporánea. Ocupa una cáte-dra en Munich, donde es muy considerado.

Oppitz, pese a este buen currículo, no es pia-nista de relumbrón. Es artista dotado, sin duda, ylo ponen de manifiesto estos tres CDs, pero tam-bién persona poco amiga de fastos innecesarios.Hombre estudioso, concienzudo, profesional, deintachable musicalidad, de técnica más que pro-bada. Posee evidentemente las condiciones suficien-tes para salir airoso de una integral Schubert, dela que ya ha situado en el mercado, a través deHänssler, varios volúmenes. Y, efectivamente, escu-chándolo lo corroboramos. Comprobamos quecalibra con minuciosidad las estructuras, que orde-na con habilidad los planos, que respeta en granmedida las indicaciones, que goza de un legatoindiscutible y que, por todo ello, nos sentimosseguros con sus aproximaciones a estas obras,algunas muy delicadas, y todas muy exigentes,excepto, si se quiere, las Danzas, de las que se nosofrecen las 12 del Deutsch 790.

Si nos aproximamos con un poco más de deta-lle nos damos cuenta de que, sin contradecir aque-

llas bondades, hay que hacer algunos distingos,desbrozar el material que tenemos ante nuestrosoídos. Nunca nos llevamos ningún susto ni encon-tramos abiertas fisuras para una crítica negativa.El nivel es grande. Pero conviene, para eso estamos,que puntualicemos. Por ejemplo, en la Sonata D 537,sin negar lo probo y respetuoso de la letra, apre-ciamos una notable falta de sutileza en el manejode la dinámica, que se nos antoja bastante chata,sin que se diferencien nítidamente muchas veceslas anotaciones de piano o forte o las indicacionesde fp. Ese Allegro, ma non troppo pide una mayorriqueza y variedad en las pulsaciones de cada notay, en concreto, un sabor más cantabile y lírico enla exposición del segundo tema. Al Allegretto qua-si andantino le falta finura, encanto, y al Allegrovivace fantasía que pueda dar con la clave de lainestabilidad emocional que encierra.

En la D 575 Oppitz comienza muy bien, obser-vando el ritmo de base de 4/4 puntuado en corche-as, que tiene un desarrollo impecable. Menos airesoñador, lirismo un tanto adusto en el Andante,cuyo segundo tema debería haber sido expuestomás ligero. Colorido necesita el Allegro giusto, queen las manos del pianista nos parece más bien páli-do. Sin embargo, la musicalidad del intérprete bri-lla sin mácula en el comienzo de la D 845, a la que,de todas formas, se le puede extraer más expresión,más misterio. El lied con variaciones que es elAndante no luce por escasez de imaginación en losacentos. Lo fantástico del weberiano scherzo que-da un tanto oculto; pero el Rondó final es repro-ducido con mucha fortuna: es fluido y dramático.

Las limitaciones de Oppitz, que está alejadode las posibilidades en estos pentagramas de otros

artistas como Brendel –con su imaginativo juegode acentos: combinación del picado-ligado–, Arrauo, más modernamente, Zacharias, no le niegan,por supuesto, dado que es un buen pianista, cali-dades, aunque en ningún momento, cosa curiosa,nos haya traído a la memoria a Kempff, que era tam-bién un excelente schubertiano. El alemán se rei-vindica en su recreación de los cuatro ImpromptusD 899, donde luce seguridad de ataque, claridad depulsación y cierta delicadeza en el trazado de notasperladas, con establecimiento de los debidos con-trastes con las secciones B.

La Sonata D 279 y la Sonata Reliquia D 840,ambas inacabadas por el compositor, tienen el tra-tamiento adecuado dentro de las característicasinterpretativas del artista, esbozadas más arriba.Lo mismo que las piezas menores que se incluyenen los discos: aparte las 12 Danzas mencionadas,Allegretto D 915, Andante D 29, Adagio D 178,Klavierstück D 604 y Adagio D 612. En las manosde Oppitz se nos dan con mucha honradez.

Los límites de la musicalidad

Arturo Reverter

Volúmenes 5º, 6º y 7º de la integral pianística schubertiana por Gerhard Oppitz para Hänssler

FRANZ SCHUBERT (1797-1828): Obras para piano, Vol. 5(Sonatas para piano nº 16 y 9)

Gerhard Oppitz, piano / HÄNSSLER / Ref.: 98.520 (1 CD)P.V.P.: 17,50 €.-

FRANZ SCHUBERT (1797-1828): Obras para piano, vol. 6(Sonata en Do mayor; Vier Impromptus; Zwölf Deutsche)

Gerhard Oppitz, piano / HÄNSSLER / Ref.: 98.521 (1 CD)P.V.P.: 17,50 €.-

FRANZ SCHUBERT (1797-1828): Obras para piano, vol. 7(Sonata para piano No.2; Andante en Do mayor; Adagio enSol mayor; Pieza para piano en La mayor; Adagio en Mimayor; Sonata para piano No.4)

Gerhard Oppitz, piano / HÄNSSLER / Ref.: 98.569 (1 CD)P.V.P.: 17,50 €.-

Gerhard Oppitz

29siglo XIX 211 / febrero 2012

El 26 de febrero de 2010, con motivo de las cele-braciones del segundo centenario del nacimientode Chopin, se celebró un maratoniano conciertoen la Filarmónica de Varsovia en el que se interpre-taron sus seis obras para piano y orquesta. Para laocasión, se optó por renunciar a las actuales sono-ridades y recuperar el sonido original del que nacie-ron estas obras. Los instrumentos de época de laOrquesta del Siglo XVIII y su director FransBrüggen contaron para la ocasión con la colabo-ración de tres pianistas excepcionales –NelsonGoerner, Janusz Olejniczak y Kevin Kenner–, quedieron vida a los pentagramas concertantes deChopin sobre un viejo piano Érard construido en1849, es decir, el mismo año de la muerte del com-positor. El piano, dentro de la orquesta, ubicadoante el podio del director, de modo que la miradadel solista se cruza con la suya, recuerda la ubica-ción de los viejos clavecinistas en los conciertosbarrocos, y rompe, estrepitosamente, con la ima-gen protagonista del gran piano de cola ubicadodetrás del maestro, cerca del público.

Por fortuna, el sello Glossa ha recuperado endos DVDs ese concierto único que ahora, graciasa ello, se convierte en accesible a todos los meló-manos interesados en conocer en óptimas condi-ciones –audio y visuales– este repertorio hoy taninfrecuente sobre este tipo de instrumentos. Elresultado, además de obviamente interesante, supo-ne una verdadera fuente de conocimiento y dis-frute musical.

Frans Brüggen, aparentemente tan inespera-do en estas lides chopinianas, dirige sentado a lamanera del inolvidable Sergiu Celibidache, sin ape-nas apartar la vista de la partitura. Marca y con-duce la música con discreción, dejando que éstadiscurra de modo natural y transparente, sin porello dejar de subrayar detalles e inflexiones diná-

micas y de tempo. Aunque para algunos quizá seauna sorpresa encontrar al maestro holandés enestas lides románticas y chopinianas, la realidad esque su vínculo en absoluto es nuevo. De hecho, elrepertorio que incluye el doble DVD lo grabó ya,también en Varsovia y con su inseparable Orquestadel Siglo XVIII, en 2005 y en 2006 junto a NelsonGoerner y Dang Thai Son.

Significativas de esta pasión chopiniana sontambién las palabras de Brüggen que incluye elestupendo texto que ilustra el estuche: “Inspiradospor grandes pianistas”, escribe, “estudiamos einterpretamos este admirable repertorio duranteaños, y nos enamoramos con intensidad de las seisobras para piano y orquesta que el joven Chopincompuso mientras vivía todavía en Varsovia.” Lasgrabaciones son bastante próximas, lo que reflejael firme concepto interpretativo de Brüggen y sucomplicidad involucrada con los solistas.

De ellos, hay que destacar especialmente sumoldeable adaptación a las características del pia-no Érard, de sonoridad y pulsación tan diferentesa las de los actuales instrumentos. Sin embargolas dinámicas no se perciben tan limitadas comocabría suponer, y el sonido, obviamente, carece dela riqueza armónica y opulencia de los modernospianos de concierto. Pero el sabor de las sonorida-des, la ligereza de los pasajes rápidos y el acopla-miento ideal con la pureza de la Orquesta del Siglo

XVIII otorgan un realce y un valor añadido a estasversiones. Sólo en los movimientos lentos se resien-te la falta de sonoridades menos perecederas y deuna caja de resonancia capaz de mantener los soni-dos en el espacio.

Nelson Goerner, Janusz Olejniczak y KevinKenner bordan sus respectivas intervenciones: porempatía con el pentagrama, por la solidez de susdúctiles medios técnicos y por unos conceptosartísticos e interpretativos en plena y evidente sin-tonía con la mano maestra de Brüggen. Los tres tie-

nen un incuestionable pedigrí chopiniano. El esta-dounidense Kevin Kenner hace maravillas con elPrimer concierto para piano, mientras que el pola-co Janusz Olejniczak hace lo propio con su “ado-rado” Segundo concierto, “el primer concierto conorquesta que he tocado en mi vida. Mi madre toda-vía llora cada vez que me lo escucha”, dice en lasuculenta entrevista que incluye el álbum. NelsonGoerner, pianistazo argentino radicado en Suiza,vuelve a dejar constancia de su gran clase en estanueva grabación del resto de la obra concertantede Mozart. Las dificilísimas y muy mozartianasVariaciones en Si bemol mayor, “Là ci darem la mano”o la Fantasía sobre temas polacos encuentran en losdedos de Goerner el vehículo ideal para desarro-llar su diáfana pero exigente escritura.

No quedan aquí los contenidos de este muyapreciable doble álbum, cuyas casi tres horas inclu-yen los bises ofrecidos en solitario por los tres pro-tagonistas instrumentales y unas entrevistas enlas que éstos hablan de las peculiaridades del reper-torio que interpretan y sobre sus particulares visio-nes de Chopin. Los tres coinciden en subrayar laconexión con Mozart y Bach, el fondo clásico desu inspiración y como lo trufó con la música autóc-tona de su Polonia natal y con el nuevo romanti-cismo. En definitiva, un festín Chopin realzado,además, por la cuidada filmación de Phil Grabsky.

Chopin-Chopin

Justo Romero

El magno concierto del bicentenario chopiniano en Varsovia,en un DVD de Glossa

FRÉDÉRIC CHOPIN (1810-1849): Las obras para piano yorquesta (2 DVDs)

Nelson Goerner, Kevin Kenner, Janusz Olejniczak, piano.Orchestra of the 18th Century. Frans Brüggen, director musi-cal. Phil Grabsky, director de la grabación (grabado endirecto el 26 de febrero de 2010) / GLOSSA / Ref.: GVD921114 (2 DVD) D10 x 2

Special Birthday Concert Poster. © Seventh Art Productions

30 diverdi siglo XIX

Pieza a pieza, CPO se está encargando de poner adisposición del oyente el legado de Herzogenberg.Con la integral de los cuartetos de cuerda ya en mar-cha, el apartado camerístico del alemán se enrique-ce ahora de otro capítulo importante: las obras paraviolín y piano. Tres sonatas compuso Herzogenbergpara esta plantilla, el mismo número que Brahms, suamigo, guía y referente estético. Desconocemos si lacoincidencia es intencionada, pero la sombra brahm-siana planea sobre las piezas de manera evidente, loque no resta en absoluto interés a su escucha.Distanciadas en cinco años la una de la otra (1882,1887, 1892), las sonatas de Herzogenberg ofrecenun amplio abanico de soluciones formales y expre-sivas. La primera se compone de tres movimientos,con un “Allegro moderato” caracterizado por unlirismo siempre renovado, un “Adagio” de talantemás severo y un “Allegro vivace” poseído por el fre-nesí rítmico con el violín desprendiendo un cierto airehúngaro. En la segunda sonata, en cuatro movimien-tos, destacan la interesante escritura del “Allegretto”y la plenitud polifónica del “Allegro” final. La terce-ra sonata también consta de cuatro movimientos,con la peculiaridad de que los tres primeros son len-tos (el tercero es una serie de variaciones sobre unacanción popular lituana, aunque de nuevo asomanfuertes aromas húngaros).

El corpus de las obras para violín y piano regis-tra también una composición juvenil de notableambición, la Fantasía op. 15, escrita en una época enla que el músico idolatraba más a Wagner que aBrahms. El propio título y la excéntrica estructuraen dos movimientos alejan a la pieza de los equili-brios formales de la sonata: se impone aquí unromanticismo más desbocado y rapsódico, aunquecon señales inequívocas del Herzogenberg que ven-drá. Excelentes versiones de Christian Altenburgery del pianista Olivier Triendl, este último un cono-cido del “ciclo Herzogenberg” de CPO, puesto queya participó en la grabación del Quinteto op. 17.

En la estela de Brahms

Stefano Russomanno

La obra para violín y piano deHerzogenberg, en CPO

HEINRICH VON HERZOGENBERG (1843-1900): Integral delas sonatas para violín

Christian Altenburger, violín y viola. Oliver Triendl, piano /CPO / Ref.: 777428-2 (2 CD) D5 x 2

En septiembre pasado expuse las líneas maestrasy comenté elogiosamente el doble CD con Cuartay Séptima que suponía el arranque de un nuevociclo Bruckner bajo la dirección del suizo MarioVenzago (ver boletín nº 206). Desde entonces sehan sucedido los parabienes, y el álbum ha sidograbación del mes de noviembre de MusicWeb,cuyo crítico Christopher Howell ha vaticinado queel Bruckner de Venzago será en 2020 tan paradig-mático como lo fue el de Gunther Wand en los 90del pasado siglo. El nuevo álbum doble con lasSinfonías 0 y 1 confirma que el nivel de excelenciaalcanzado en el primer lanzamiento no fue casual,y que estamos ante un proyecto sólido comanda-do por un director que sabe muy bien lo que sehace, que ha estudiado minuciosamente las parti-turas y ha reflexionado sobre cuestiones de prác-tica interpretativa y estilo, reflexiones que vierte eninterpretaciones que ofrecen otra cara de Bruckner.

Para estos primeros ensayos de Bruckner enel terreno sinfónico, Venzago ha optado por laexcelente Tapiola Sinfonietta, formada por 41 músi-cos. Plantilla reducida, texturas livianas, tiemposrápidos (Venzago despacha la Cero en 6 minutosmenos que Blunier; ver boletín nº 205), articulación,fraseo, balance cuerda-vientos, todo resalta el carác-ter de transición de unas obras que tienen un oídoen el pasado (¡Schubert!) y otro en el futuro (laCero prefigura la Tercera), obras de tanteo y expe-rimentación en busca de un lenguaje propio einconfundible que cristalizaría en la Tercera. Ensus extensas notas, Venzago reivindica el Brucknerviolinista, animador de fiestas populares antes demudarse a Viena, faceta ésta poco conocida que sereflejaría en el carácter danzable y rústico de lostríos, las exigencias que plantea a la cuerda y lavariedad de arcos que Venzago aplica en sus inter-pretaciones. Si la Cero se codea con las mejores,en el Adagio de la estupenda Primera todavía echode menos la opulencia y belleza sonoras del Karajanmás inspirado.

Repensando Bruckner

Miguel Ángel González Barrio

Segunda entrega del cicloBruckner de Venzago en CPO

ANTON BRUCKNER (1824-1896): Sinfonías, vol. 2

Tapiola Sinfonietta. Mario Venzago, director / CPO / Ref.:777617-2 (2 CD) D2 x 2

Un doble movimiento de experimentación y tran-sición entre dos modelos de actitud compositivasufre la música de cámara durante el siglo XIX, allídonde mejor prospera, es decir en la Europa Centralde impregnación germánica. Si el último Beethovenexperimentó y puso patas arriba el cuarteto de arcosde modo que su parábola pasa por encima de sutiempo para ser recibida por Bartok y Shostakovichen el siglo siguiente, desde Schubert hasta Brahmshay un intento de reconstruir el espacio camarísti-co desde el propio y “normalizado” Beethoven canó-nico. Lo hacen Schubert, Schumann, Dvorák y,finalmente, Brahms, entre otros. Un lugar centralen este proceso transitivo lo ocupa el magisterio deMendelssohn, con sus cuartetos, su octeto y susquintetos para arcos. Luego vendrán los reforma-dores, sean Bruckner o César Franck.

El otro Franck, Eduard, fue el alumno desta-cado de Mendelssohn y su obra quintetística, mima-da por la casa editora Audite, lleva la marca defamilia. Su noción de quinteto no es simplementela de un cuarteto con doble viola sino la de un con-junto donde el diálogo polifónico se amplía, asícomo los efectos masivos de impacto sinfónico, sicabe el adjetivo. Asimismo, los desarrollos son másgenerosos y el formato se extiende, lo que se advier-te en sus duraciones. Las dos obras aquí conjunta-das datan –siguiendo las fechas de edición– de 1850y 1897 (ésta, obviamente, es póstuma) y acreditanla vigencia del magisterio mendelssohniano: clari-dad, equilibrio de medidas, nitidez de las estructu-ras, elegancia de las soluciones. Dentro de estasexigencias abstractas, Franck sitúa su personal inven-tiva melódica, sus arranques de temperamento –des-de la melancolía hasta la exaltación pasional, desdela meditación calmosa al conflicto dramático– sinperder los estribos ni soltar las riendas. Monta uncaballo de raza que pasea con señorío por el bule-var mundano y que nunca –ni el corcel como tam-poco los mirones del paseo– se le desboca.

Un buen alumno deMendelssohn

Blas Matamoro

Quintetos para cuerdasde Eduard Franck en Audite

EDUARD FRANCK (1817-1893): Quintetos de cuerda

Ch. Edinger, violín. K. Maechler, violonchelo. T. Kaiser, violín.R. Kimstedt, viola. U. M. Haiberg, viola / AUDITE / Ref.: AUD92578 (1 SACD) D1

31siglo XIX / siglo XX 211 / febrero 2012

Es imposible obviarlo. En los países mediterráne-os Max Reger no tiene buena prensa, y el puntoálgido de este desencuentro se registra precisamen-te en su obra para órgano, considerada a menudocomo una mezcla poco digerible de academicismoy suntuosidad hipertrófica. Si además atendemosa las dimensiones de este conjunto –la integral orga-nística del compositor alemán ocupa doce discosde más de setenta minutos cada uno– es evidenteque su audición puede resultar una misión impo-sible para la mayoría de los oyentes. Pero Reger esde estos músicos a los que no hay que encarar defrente por el riesgo de quedar uno aplastado en elchoque. Lo mejor es evitar la embestida directa, yentonces su obra ofrece el flanco a una miradatransversal que depara sorpresas y riquezas.

Ante la integral organística que proponeMDG, solo los incondicionales deberían empezarpor las grandes fantasías que, a modo de trampaspara ingenuos, estánpuestas al comienzo deprácticamente todos losdiscos. La aproximaciónmás suave puede reali-zarse a través de losnumerosísimos prelu-dios corales escritossegún el modelo delOrgelbüchlein bachiano,páginas breves y cauti-vadoras aunque Regerestá lejos aquí de repli-car el milagro del opus122 de Brahms. En unestadio intermedio sesitúan páginas como loscinco Preludios y fugasop. 56, donde el omni-presente paradigma bachiano se entremezcla conramalazos muy regerianos (la fuga del op. 56 nº 4es una auténtica delicia). En una zona híbrida entrememorias barrocas y kitsch romántico oscilan lascolecciones de piezas opus 47, 59, 63, 65, 69 y 92,donde al lado del previsible bagaje de preludios,tocatas, cánones o gigas, se encuentran roman-

zas, intermezzi y hasta un perpetuum mobile. Ni a Bach ni a Brahms, sino a Liszt, miran en

cambio las interesantes piezas del opus 145, que sue-nan como poemas sinfónicos en miniatura decarácter muy dispar pero todos imbuidos por unacierta nocturnidad sonora. Una vez llegado hastaaquí, el oyente puede ahora atacar la cumbre supre-ma: la Fantasía sinfónica y Fuga op. 57, donde ellenguaje armónico de Reger toca uno de sus pun-tos de máxima tensión. Liszt es de nuevo el men-tor de una página “excesiva” que rebasa a todas lasdemás por extremismo y violencia, con el órganoderrumbándose literalmente bajo el peso de lasdisonancias. El tema de la fuga, en cambio, se des-liza ligero como una serpiente con sus cromatis-mos tentadores. No es este el único logro quedepara la caja. También podría citarse el trípticoIntroducción, Passacaglia y Fuga op. 127, cuya par-te central es uno de los ejemplos más fascinantesde variación en Reger.

La caja de MDG se completa con dos discosde arreglos organísticos realizados a partir de pie-zas bachianas destinadas al clave. En las quincesInvenciones, las Tocatas BWV 910-915, algunos pre-ludios y fugas del Clave bien temperado y sobretodo la Fantasía cromática y Fuga BWV 903, Regerprocura añadir lo justo –sobre todo colores y algode robustez sonora– para trasladar al órgano pági-nas que constituyeron para él una suerte de brevia-rio. El sello alemán recoge aquí una serie degrabaciones técnicamente impecables, efectuadasentre 1988 y 1993. Las versiones, a cargo de la siem-pre excelente Rosalinde Haas, explotan todos losrecursos del magnífico órgano Albiez de la iglesia“Mutter vom guten Rat” de Francfort.

Contra la mala prensa

Stefano Russomanno

Magna integral de la obra organística de Reger en MDG

MAX REGER (1873-1916): Integral de la obra para órgano(incluye los arreglos completos de obras de Bach)

Rosalinde Haas, órgano / MDG / Ref.: MDG 1645 (14 CD)P.V.P.: 64,95 €.-

Christine Lemke-Matwey –crítico musical de DerTaggespigel y uno de los pocos periodistas admi-rados por Carlos Kleiber, a quien llegaría inclusoa conceder una extraña entrevista en 1999 duran-te su visita al Festival de Canarias– definió al maes-tro osetio Tugan Sokhiev (1977) tras su debut alfrente de la Filarmónica de Berlín en enero de 2010como una perfecta amalgama de ChristianThielemann, Gustavo Dudamel y la escuela rusa.Esta definición, que bien podría parecer una nue-va pirueta léxica para determinar lo indetermina-ble, resulta algo más afortunada cuandoescuchamos este nuevo lanzamiento de Naïve conla Quinta de Tchaikovski bajo su dirección, unasinfonía donde el compositor ruso pretendió acer-carse a la tradición sinfónica alemana. Y es quemientras los dos primeros temas del Andante-Allegro con anima son planteados con la habitualseveridad mravinskiana que tanto impresionó alos auditorios occidentales desde los años cincuen-ta (ahí está, por ejemplo, el testimonio del pianis-ta Alfred Brendel en su libro de conversacionescon Martin Meyer), el tercero resulta más retóri-co especialmente en la recapitulación (corte 1; 11:18)al diferenciar la parte rústica de la melancólica yrecrearse en el fraseo de ésta última de un modoclaramente thielemanniano. En el Andante canta-bile Sokhiev maneja de una forma muy europea elimponente desarrollo climático del segundo tema,su interpretación funciona con encanto en el Valsey culmina con nueva severidad e intensidad rusasen el triunfal Finale al evitar cualquier tipo de exa-geración en las transiciones. En resumen, una ver-sión de la Quinta de alma rusa aunque conaspiraciones cosmopolitas. ¿Y Dudamel? Podemosrecordar su energía e intensidad en la OberturaFestiva de Shostakovich, aunque Sokhiev superehoy al venezolano con creces en todo este reper-torio.

Aspiracionescosmopolitas

Pablo-L. Rodríguez

Tchaikovski y Shostakovich porSokhiev en Naïve

TUGAN SOKHIEV dirige PIOTR ILIYCH TCHAIKOVSKY(1840-1893): Sinfonía no.5; DMITRI SHOSTAKOVICH (1906-1975): Festive overture

Orchestre National du Capitole de Toulouse. Tugan Sokhiev,director / NAÏVE / Ref.: V 5252 (1 CD) D1

Rosalinde Haas

32 diverdi siglo XIX / siglo XX

Antes de nada he de decir que, en mi humilde opinión, este disco, grabado en 2011, será uno de los mejo-res de 2012. Se trata del debut discográfico en solitario de Anne-Catherine Gillet, una soprano que des-pués de pasar años bordando papeles de secundaria, ha dado el salto a roles de primera fila. Para suprimer disco (con excelente toma de sonido) esta belga de 37 años ha escogido tres compositores queempiezan por la letra B: Barber, Berlioz y Britten.

Knoxville: Summer of 1915 es una obra neoromántica para voz y orquesta, escrita por Samuel Barber(el del famoso Adagio), en la que cuenta los primeros recuerdos de un niño de cinco años. La pieza tie-ne un aire crepuscular de ensueño y su tema principal es un vals lento y confortable, que aparece y desa-parece entre tranvías y autos de violencia janacekiana y enumeraciones amorosas de los miembros dela familia. La cantante, de preciosos agudos, guarda perfectamente el equilibrio entre musicalidad y expre-sividad, con una interpretación ligada y melodiosa, llena de evocación y terciopelo, de esta obra hechade recuerdos infantiles. Gillet hace suya esta pieza, junto a una Orchestre Philharmonique Royal deLiège deslumbrante, perfectamente engarzada con ella gracias a la inspirada dirección de Paul Daniel(recordemos su Król Roger en el Teatro Real). Knoxville es una pieza maestra que todo el mundo debe-ría saborear alguna vez.

Llegamos a Hector Berlioz y Les nuits d’été. Si en Barber ya estábamos enamorados de Anne-Catherine, al llegar esta primera canción, Villanelle, ya la amamos para siempre; y lo increíble es quemantiene este altísimo nivel a lo largo de todo el disco. Encantadora hasta rozar lo adolescente, lumi-nosa, con una sensualidad blanca, como de talla de marfil, ella demuestra a lo largo de todo el ciclo untalento mágico en los agudos, aunque en las canciones centrales le falta, como a casi todas las que lointentan, fuerza en los graves; no obstante los acaricia y juega con ellos de una manera que muchas envi-diarían. Su elegante falta de engolamiento, el buen uso de la messa di voce y la naturalidad de su vibra-to, marcan la diferencia con alguna reciente grabación aquí comentada.

El último ciclo es Les illuminations, compuesto por Benjamin Britten para orquesta de cuerda y vozaguda, sin especificación de género, aunque las versiones del tenor Peter Pears han hecho olvidar engran medida que esta obra fue, de hecho, estrenada por una soprano. Gillet está excelente, sin la vio-lencia exagerada que despliegan casi todas las intérpretes. Estas canciones, a veces casi aforísticas, exi-gen una voz flexible (a juego con la imaginería de los textos de Rimbaud) y la prueba de fuego, muybien superada por Gillet, es esa pequeña gymkana titulada Marine. En este ciclo, aparte de los desfilespesadillescos de Fanfare y Parade, Britten requiere mucha sensualidad en las cuerdas (excelentes las dela Orquesta de Liège) en canciones como Being beauteous y Antique, inspiradas en dos de sus amores.La melismática línea de canto de la soprano combina a la perfección con las coloreadas cuerdas de laOrquesta de Liège (cuya maestría con Daniel no descansa y tiene momentos gloriosos, como esa minús-cula maravilla que es Interlude).

En suma, Gillet está exultante, con la fuerza perfecta, emocionante, con el vibrato justo, un buencontrol de la respiración y gran pureza de emisión. Su mayor virtud es la sencillez, la naturalidad, sucapacidad para ocultar las dificultades, demostrando con fluidez que cada pieza está escrita para la voz,y que su voz sabe transmitirlas con la frescura y la limpieza de una joven Victoria de los Ángeles. Haelegido tres obras que le gusta cantar, y eso se percibe perfectamente en este debut discográfico espec-tacular y sin fisuras. Esta dama tiene materia para ser una de las grandes.

La voz preciosa y las tres bes

José Velasco

Un maravilloso debut discográfico de la soprano belgaAnne-Catherine Gillet con la Filarmónica de Lieja

ANNE-CATHERINE GILLET: Obras para soprano y orquesta de Barber, Berlioz y Britten

Anne-Catherine Gillet, soprano. Orchestre Philharmonique Royal de Liège. Paul Daniel, director / AEON / Ref.: AECD 1113 (1CD) D2

Desconocido a este lado de Europa, M. K.Ciurlionis es toda una gloria nacional en Lituania.Su compromiso con la causa de la identidad litua-na supuso un impulso decisivo para el desarrollode la cultura nacional del país. Tras estudiar consu padre, organista, Ciurlionis se forma en Varsoviay Leipzig, dividiendo su talento entre la música yla pintura con éxito paralelo. Sus dotes hallaronreconocimiento y difusión cuando se trasladó aSan Petersburgo pero la muerte, acaecida cuandoel artista contaba apenas 35 años, impidió un des-pliegue mayor de su potencial. Este doble CDMelodiya, grabado en 1975, nos presenta casi todala producción pianística del autor –para la integralfaltarían solamente unas cuantas piezas breves yuna sonata juvenil. La escucha de esta colección depreludios, mazurkas, paisajes y variaciones, queMelodiya ordena por número de opus, ofrecen uncompleto retrato del artista y revelan la evoluciónde su estilo. En sus primeras obras Ciurlionis lograreproducir el encanto de la música popular litua-na. La simplicidad del ritmo, los frecuentes ostina-ti y la sencilla belleza de las melodías dotan a estasobras de un atractivo magnético, cautivador. Pocoa poco, el lenguaje de Ciurlionis se complica, se den-sifica, volviéndose más enigmático, hermético. Sinperder definición ni capacidad seductora el autorse aproxima al universo sonoro de dos referenciaspróximas en el espacio y en el tiempo:Szymanowsky y Scriabin. La interpretación se lareparten seis pianistas, en todos los casos con ópti-mos resultados. Tal vez el concurso, más impetuo-so e incisivo, de Vajnjunajte en el primer disco y,en menor medida, de Dvarionajte en el segundo,puedan demandar del oyente un leve reajuste delvolumen del reproductor. Buenas tomas sonorasy bella edición, que reproduce en la portada deldisco el detalle de un pintura de Ciurlionis.

Descubriendo aCiurlionis

Ignacio González Pintos

La obra pianística del autor litua-no en un doble CD Melodiya

MIKALOJUS KONSTANTINAS CIURLIONIS (1875-1911): Lasobras para piano

A. Radvilajte, R. Kontrimas, A. Macejna, B. Vajnjunajte, A.Juozapenajte y A. Dvarionajte, piano / MELODIYA / Ref.: MEL1001875 (1 CD) D5

““En suma, Gillet estáexultante, con la fuerzaperfecta, emocionante,con el vibrato justo, unbuen control de larespiración y granpureza de emisión.””

33siglo XIX / siglo XX 211 / febrero 2012

En 1876 el prometedor estudiante Anatoly Lyadovera excluido del Conservatorio de San Petersburgopor absentismo. Dos años después, ya readmitido,recibía del centro una medalla de plata por sus méri-tos en composición. El episodio anticipa la rela-ción que Lyadov mantendría con la escrituramusical, un arte para el que poseyó más talentocreativo que voluntad creadora. Su indolencia pusofrenó a su ambición, impidiéndole la consumaciónde grandes empresas, convirtiendo su catálogo enun breviario, una colección de piezas breves, minia-turas y fragmentos. Esa dispersión, sin embargo,lo esporádico de su carácter, multiplicó el radio deacción de su actividad profesional y le convirtió enfigura relevante de una escena musical repleta deprotagonistas. Entre otras cosas Lyadov fue docen-te en la Capilla Imperial y en el Conservatorio deSan Petersburgo –formando a Myaskovsky o aProkofiev, entre otros muchos–, estuvo ligado alGrupo Belaiev y al Grupo de losCinco –participando en nume-rosas composiciones conjuntasy elaborando junto a su maestroRimsky-Korsakov un manual dearmonía–, se preocupó de traba-jos ajenos –editando obras deGlinka y orquestando los frag-mentos de La feria de Sorotchinstside Mussorgsky, por ejemplo–,recopiló y armonizó cantospopulares, empuñó frecuente-mente la batuta... y entre una cosay otra se dedicó, también, a lacomposición.

Su corpus sinfónico, unpuñado de obras de original dise-ño, pone de manifiesto la enor-me fantasía sonora del autor, queposeía una extraordinaria habi-lidad para la orquestación. Ensus obras, Lyadov parte de la estética del Grupode los Cinco –en ese contexto se inscribe la baladaSobre tiempos antiguos Op.21, orquestación de unaobra escrita originalmente para piano–, se inspiraen los mismos motivos que aquellos –el oyente se

encontrará con la célebre bruja Baba Yaga; tambiéncon la maléfica Kikimora, entidad femenina pre-sente en la mitología eslava–, bebe de las mismasfuentes –la ambientación medieval, de coloridoortodoxo, presente con especial inspiración en DelApocalipsis Op.66; el sabor popular de los Ochocantos populares rusos Op.58–, pero de alguna mane-ra Lyadov sofistica la fantasía de Borodin, refina elatavismo de Mussorgsky, estiliza la exuberancia deRimsky-Korsakov, dando incluso un paso hacia elsimbolismo y hacia el impresionismo con el está-tico y fascinante poema El lago encantado Op. 62.

Un catálogo breve y sugerente, imprescindi-ble para todo devoto del sonido orquestal, cuyos títu-los más significativos reúne Melodiya en un discoque apenas excede los cuarenta y cinco minutos deduración. Se trata de las grabaciones realizadas en1970 por Evgeny Svetlanov y la USSR StateSymphony Orchestra, unos registros que ya habí-an visto la luz en varias ocasiones completandonormalmente otros programas sinfónicos.Svetlanov, que en su incansable labor discográficademostró una voluntad inversa a la de nuestro com-positor, es un experto traductor del repertorio quemaneja con astucia la intensidad del discurso musi-cal, maximizando el impacto sonoro de la especta-cular instrumentación. Sin resultar especialmenterefinado, el director extrae todo el brillo, el color,de una orquesta que conoce el idioma de las obrasa la perfección y que se entrega a la batuta con dis-ciplina y fervor. La toma sonora, sin perder esa pre-sencia de graves y esa reverberación que distinguea los registros Melodiya de la época, es respetuo-sa con la muy perfilada voluptuosidad de las obras.

Breviario sinfónico

Ignacio González Pintos

Un sugestivo recorrido por la colorista obra orquestal de AnatolyLyadov de la mano de Svetlanov, en Melodiya

ANATOLY LYADOV (1855-1914): Obras sinfónicas

USSR State Symphony Orchestra. Evgeny Svetlanov, director(grabado en 1970) / MELODIYA / Ref.: MEL 1001873 (1 CD)D5

Evgeny Svetlanov

La relación entre Ferruccio Busoni y Juan SebastiánBach es ampliamente conocida. No por ello delei-ta menos volver sobre las adaptaciones, transcrip-ciones o traducciones que Busoni hizo de obras deBach originalmente destinadas al órgano. Desdeluego, Bach no pudo conocer los pianos modernosdonde Busoni distribuyó su maestría y pagó, a sumanera, su deuda hereditaria con Liszt. Pero lasolución busoniana es más fina y compleja y efi-caz que la mera didascalia. Busoni logra ser buso-niano sin dejar de ser bachiano. No se sirve deBach para resolver su relación con la composiciónsino que “escucha” al maestro desde la sonoridadequivalente de un piano moderno. Y quien dicemoderno dice romántico o, como cuadra al maes-tro italiano, posromántico.

En este CD, aparte de la solvencia estilísticae instrumental de Pöntinen, hay más. Se trata dehomenajes y ellos se unen por el hilo rojo del cla-sicismo, de la actitud clásica ante el arte, que une,a través de Mozart, el arco que va del barroco Bachal romántico Chopin. La búsqueda de la ideal for-ma definitiva, que es una meta clásica, está en lostres. Bach, fundador, lleva a Mozart, discípulo, ya Chopin, joven sentimental y educadamente des-melenado.

Aparte de lo dicho, es curioso observar cómoBusoni, entre compromisos teatrales como suminiada Turandot y su monumental Doktor Faust,volvía constantemente a la queda sonoridad con-fidencial del piano, y así producía amabilidadescomo sus Hojas de álbum o los esquicios y fanta-sías que vuelven al mundo bachiano pero en peque-ño formato. Cabe recordar, a riesgo de ser tópico,que estamos ante uno de los decisivos maestrosdel moderno pianismo. Un hombre entre la sensi-bilidad latina y el rigorismo tudesco, lo cual no espoco decir.

Busoni rinde sushomenajes

Blas Matamoro

Transcripciones pianísticas deBach, Mozart y Chopin

FERRUCIO BUSONI (1866-1924): Homenajes a Mozart, Bachy Chopin (obras para piano)

Roland Pöntinen, piano / CPO / Ref.: 777427-2 (1 CD) D5

34 diverdi siglo XX

Las primeras óperas que merecen ser llamadaspor este nombre presentan problemas de ejecu-ción, inherentes al hecho de que la mayoría de laspartituras conservadas no ofrecen indicacionesprecisas en cuanto a su orquestación. Incógnitaspara musicólogos, intérpretes, especialistas devariada condición, que han intentado con desi-gual éxito subsanar la carencia. Ha habido y haycompositores (el belga Boesmans, para más datos,con la Poppeamonteverdiana que el Real propo-ne este curso) que se han enfrentado directamen-te con el problema proponiendo su propiaorquestación aunque miren de reojo las escasasindicaciones conservadas. El monteverdiano Orfeoha sido el título más favorecido, con toda lógica,por esta labor de maquillaje. Italianos comoMalipiero, Maderna o Respighi, alemanes comoHindemith… y, desde luego no podía faltar, CarlOrff. De lo propuesto, ya hace unos años KurtEichhorn en complicidad con Hermann Prey y laimpagable Euridice de Lucia Popp nos habíanregalado una modélica versión discográfica deesta componenda. Ahora vuelve a ser considera-da por Ulf Schirmer con Micaela Selinger y KayStiefermann. El trabajo de Orff es el que era deesperar: una visión, en alemán, muy libre, centra-da en el amor que mueve los hilos de la acciónpara lo cual prescinde de multitud de personajesreduciéndolos prácticamente a cuatro y añadien-do un narrador que de alguna manera suple lasausencias. La obra dura alrededor de una hora.Como punto de partida, indica su responsable,respetando las líneas melódicas, imaginó lo queharía instrumentalmente el propio Monteverdicomo si fuera un músico contemporáneo y com-pusiera hoy la obra. Un indudable esfuerzo deimaginación por parte de Orff, que luego añadíala exigencia para su ejecución de que se utilizaraninstrumentos de época, en su momento (1925, conrevisiones sucesivas) empolvados en museos. Lalectura presente que de sus intenciones hace laespléndida orquesta de su ciudad natal, la de laRadio de Múnich sabiamente dirigida por su titu-lar Ulf Schirmer, se basa en la versión definitivade Orff (1940). No sabemos si esta lectura daría

satisfacción al meticuloso compositor muniqués,pero de lo que se puede estar seguro es del placerque su impecable lectura proporciona al oyenteactual, máxime si se cuenta con una pareja prota-gonista bastante involucrada en su tarea, dos can-tantes jóvenes casi ideales para poder llenar elvacío dejado por los llorados cantantes más arri-ba recordados. Michaela Selinger había impacta-do como Kreusa en la última Medea llegada alrepertorio, la de Reimann, estrenada en marzodel año pasado, cuatro meses antes de enfrentar-se a esta Eurydike orffiana que ha entendido a laperfección vocal y dramáticamente. KayStiefermann está igual de a gusto cantandoHaendel que una opereta de Kalman. Para suOrpheus destina los mejores colores de su barito-nalidad noblemente lírica y su excelente bagajemusical, seguramente aprendido de dos ilustrísi-mos cantantes, luego demandados docentes: HansHotter y Kurt Moll. Schirmer ha encomendado elWächter der Tote (Guardia de la muerte) al bajonacido en Kuwait Tareq Nazmi y la Botin(Mensajera) a una provechosa Janine Baechle, lamisma mezzosoprano alemana que se hace cargodel Lamento de Ariadna, otro trabajo del compo-sitor muniqués en torno a Monteverdi y que com-plementa oportunamente el contenido del disco.

Orff rehace Monteverdi

Fernando Fraga

Los arreglos de Orfeo y el Lamento de Ariadna del compositor bávaro

CARL ORFF (1895-1982) / CLAUDIO MONTEVERDI (1567-1643): Orpheus; Klage der Ariadne

Janina Baechle, Michaela Selinger, Kay Stiefermann, MarcusEverding, Tareq Nazmi . orpheus chor münchen. MünchnerRundfunkorchester. Ulf Schirmer, director / CPO / Ref.:777656-2 (1 SACD) D2

““De lo que se puedeestar seguro es delplacer que suimpecable lecturaproporciona al oyenteactual, máxime si secuenta con una parejaprotagonista bastanteinvolucrada en sutarea, dos cantantesjóvenes casi ideales.””

Es cierto que Krzysztof Penderecki ha ejercido deMr. Hyde con el fin comprensible de sublimar suproducción actual, pero el registro que nos sirveel sello Dux –el más completo dedicado a su pro-ducción camerística para cuerdas– transita porcaminos tan magmáticos que al fin la ley de la tos-tada se cumple. Desde el alucinante y alucinadoCuarteto nº1 (1960) hasta el introspectivo Cuartetonº3 (2008), Penderecki se reivindica con facilidad.

La propuesta es magnífica desde cualquierpunto de vista. Del lado de la interpretación, elpolaco cuarteto Dafô se despliega con una con-tundencia, precisión y cuidado tímbrico que real-mente abruma y hasta quema. Por otro lado estáel interés estético, que nos sirve en bandeja de pla-ta una comparativa de casi cincuenta años caleidos-cópicos. Tras sentir el aplastamiento textural de suprimera producción, el Penderecki maduro, segui-dor de la estela Shostakovich y la corriente formalgermánica, supo reinventar una profundidad eintensidad sonora que sabe a gran cámara. ElCuarteto para clarinete y trío de cuerda (1993) fun-da un lirismo intenso y memorable magistralmen-te servido en el disco. No obstante, los amantes delas texturas sombrías y finiseculares tambiénencontrarán pábulo en el cuarteto que cierra lagrabación, pero difícilmente les hará olvidar lopasado.

Los arcos de este cuarteto femenino, intensocomo pocos, no son tan salvajes como el Pendereckidel Tale Quartet de Bis, pero superan ampliamen-te los restantes registros –que no son pocos–, ensonido, concepto tímbrico y gestión de tensiones.Esta producción camerística, sin ser espacio prio-ritario para su autor, ofrece un brillante mundocomunicativo que no le defraudará aunque no seaincondicional de estos mundos volcánicos.

Material magmático

Juan Francisco de Dios

La obra para cuarteto de cuerdasde Penderecki, en Dux

KRZYSTOF PENDERECKI (1933): Cuartetos de cuerda; Tríode cuerda

Arkadiusz Adamski, clarinete. Kwartet Dafô / DUX / Ref.:DUX 0770 (1 CD) D2

35siglo XX 211 / febrero 2012

Detrás de las dos obras que muy atinadamente secongregan en este fenomenal registro, hallamosla figura de quien quizá haya encarnado más queningún otro la pujanza del violonchelo como ins-trumento solista durante el siglo XX musical, elruso Mstislav Rostropovich. Sin desdeñar, porsupuesto, nombres como los de Pau Casals, PierreFournier, Jacqueline Du Pré y tantos otros, la per-sonalidad abierta, afable, extrovertida y cosmopo-lita, el gran control técnico al servicio de unaexpresividad inmediata y la indómita energía quesabía desplegar el poderoso Slava lo convirtierondesde muy pronto en favorito tanto de las élitesmusicales como del gran mundo (notorias fueronsus amistades con reinas, princesas y vips de todopelaje) sin olvidar su condición de amado de lospúblicos de todo el planeta, de Helsinki a Sydney,de Toronto a Madrid, de Tokio a Johannesburgo.Para él, y para su ardiente y vertiginoso instru-mento, escribieron importantes páginas composi-tores tan diversos como Berio, Khachaturian,Dutilleux, Prokofiev, Messiaen, Lutoslawski,Piazzolla o los dos grandes que hoy nos ocupan,el británico Britten y el soviético Shostakovich,quienes asimismo cultivaron el trato y la amistadcon el chelista hasta el final de sus vidas.

Shostakovich nos legó dos Conciertos paraviolonchelo y orquesta, ambos compuestos para ydedicados a Slava, de los cuales se ofrece aquí el pri-mero de ellos. Escrito durante el verano de 1959tras una larga crisis creativa y personal, y estrena-do por Mravinski y la Filarmónica de Leningradoen otoño de ese mismo año, el Opus 107 constitu-yó un triunfo personal para Rostropovich, quienllevaba años anhelando en discreto silencio una

obra escrita para él por el autor de Lady Macbethdel distrito de Mtsensk (silencio autoimpuesto yrazonado; según confesión íntima de la mujer delcompositor, la manera más segura para no obte-ner de Shostakovich algo era pedírselo abierta-mente). Y la espera sin duda mereció la pena. Sinobjetar la calidad, superior quizá desde el punto devista musical, del Segundo concierto Opus 126, elPrimero en mi bemol mayor se convirtió, desde eldía mismo de su presentación en sociedad, no sóloen una de las obras más significativas del extensocatálogo de su autor, sino en una de las más popu-lares piezas del repertorio histórico para chelosolista y orquesta. Desde la jocunda marcha con laque da comienzo la obra hasta el furibundo redo-ble de timbal conclusivo, todos los rasgos distin-tivos del mejor Shostakovich se dan cita en unaobra ‘apta para todos los públicos’, en donde soca-rronería y humor (a veces acerbo y desesperado)sencillez expositiva y lirismo de altos vuelos secombinan con una energía expresiva desinhibiday mordaz que, al cabo de sus apenas treinta minu-tos de duración, dejan al oyente casi sin aliento.

Muy distinta en carácter y planteamiento esla Cello SymphonyOpus 68 de Benjamin Britten,extraordinaria pieza muy injustamente posterga-da –por ahora– en la producción de su autor, de unariqueza de invención, una densidad y una tensióninterna en verdad titánicas, equiparable sin dudacon las otras cuatro obras escritas por Britten parasu gran amigo Slava, las tres Suites para violonche-lo solo y la impresionante Sonata para violoncheloy piano. Completada en Aldeburgh en mayo de1963, la Sinfonía (así llamada por la relación deindependencia dialéctica entre solista y orquesta)

requiere de varias escuchas para ser aprehendidaen toda la complejidad de su diseño, tal es la mirí-ada de motivos que el autor convoca y elabora a lolargo de la obra, la cual revela a la postre su pro-funda lógica estructural, tan nítida como la de sucolega ruso, si bien oculta tras múltiples disfracesy veladuras que le otorgan su fascinante carácterelusivo y ciertamente onírico (no en vano la piezaprocede en alguna medida de la ópera El sueño deuna noche de verano, compuesta poco antes y de laque conserva más de un acento).

Conocida es la pericia del joven chelista ger-mano-canadiense Johannes Moser para elaborarprogramas discográficos sugerentes, audaces y, altiempo, simplemente lógicos. Su anterior registropara Hänssler combinaba con acierto tres sona-tas británicas para chelo y piano del siglo XX (lamencionada de Britten como plato fuerte, acom-pañada por las de Bax y Bridge) en un cautivadorjuego cabalístico entre maestros y discípulos.Resistir la tentación de juntar una vez más los dosconciertos de Shostakovich en un disco, sustituyen-do el segundo por la monumental Sinfonía deBritten, es uno de los aciertos de esta grabación,pues hace pivotar en torno a la figura deRostropovich a dos de los autores capitales delXX, los cuales, además de atesorar a lo largo de losaños una mutua admiración y una amistad cre-ciente, cultivaron estilos y modos creativos fuer-temente interconectados. Las dos obras aquípresentadas, puestas en el espejo de la historia, asílo atestiguan. El buen hacer de la WDRSinfonieorchester Köln, bajo la batuta minuciosade Pietari Inkinen, así como el violonchelo acera-do, terso, cálido y de una expresividad tan íntimacomo virtuosa de Johannes Moser hacen el resto.Un disco maravilloso.

Para Slava

Martin Lasalle

El Primer concierto para chelo de Shostakovich y la Cello Symphony de Britten,por Johannes Moser, en Hänssler

JOHANNES MOSER interpreta DMITRI SHOSTAKOVICH(1906-1975): Concierto para violonchelo No. 1 en Mi bemolmayor, Op. 107; BENJAMIN BRITTEN (1913-1976): Sinfoníapara violonchelo y orquesta

Johannes Moser, violonchelo. WDR Sinfonieorchester Köln.Pietari Inkinen, director / HÄNSSLER / Ref.: 98.643 (1 CD)P.V.P.: 17,50 €.-

Johannes Moser

36 diverdi entrevista

DIVERDI: Después de estudiar en Motril yGranada, pasó un tiempo en Estados Unidos refi-nando su técnica y ampliando su educación, y tam-bién allí ha impartido clases magistrales y cursosacadémicos. ¿Qué puede decirnos de sus expe-riencias foráneas como intérprete y pedagogo?

JUAN CARLOS GARVAYO: Mis años enNorteamérica son sin duda los más importantesdentro de mi época formativa. La educación musi-cal en la España de los años 80, al menos en miexperiencia, era muy deficiente, por no decir desas-trosa. Lo único que aprendí aquí es que si queríasatisfacer mi tremenda necesidad de conocimien-to debía huir de este país. En los Estados Unidosse me abrieron todas las puertas nada más llegar.Yo me presenté de repente, sin avisar y casi sinhablar inglés, pero una vez interesados en mí comoalumno hicieron todo lo posible por organizar miestancia e inscribirme oficialmente. Además decontar con profesores de primer nivel, tuve a mi dis-posición un estupendo instrumento para estudiara cualquier hora del día o de la noche, una extra-ordinaria biblioteca, y un ambiente universitarioabierto a otras disciplinas que fue muy estimulan-te para mi formación general. Además de música,pude estudiar Psicología y Antropología, dos dis-ciplinas que me han interesado desde siempre.También tuve la oportunidad de tocar como solis-ta con orquesta en diversas ocasiones –algo impen-sable en la España de entonces para un chico deprovincias como yo–, y de relacionarme muy de cer-ca con la creación contemporánea. Esto fue posi-ble especialmente a través de la figura de GeorgeCrumb, con quien mi profesor tenía una extraor-

dinaria relación y cuya música para piano me des-lumbró desde el primer momento.

D.: Usted ha defendido en disco y concierto la obrade algunos maestros nacionales como JoaquínTurina, pero por lo general ha concentrado su aten-ción en los círculos de la vanguardia (De Pablo,Halffter) y la “postvanguardia” española (JoséMaría Sánchez Verdú, César Camarero, JesúsTorres, Gabriel Erkoreka o Mauricio Sotelo…).¿Le atrae especialmente la música especulativa?

J.C.G.: En mi opinión, toda buena música, noimporta de que época, es en el fondo especulati-va, ya que nace del intento de reflejar mediantesonidos los aspectos inefables de la condiciónhumana. Partiendo de esta premisa, a mí lo queme atrae verdaderamente es la música sin más. Midedicación a los compositores que usted mencio-na parte principalmente del contexto histórico queme ha tocado vivir. En un país como España exis-ten numerosos compositores de altísima calidadque necesitan de intérpretes comprometidos yentusiasmados que estudien y difundan sus obrascon la mayor exigencia artística y profesional posi-ble. Con la mayoría de los compositores españo-les enumerados y con alguno más se ha producidoademás una estrecha relación simbiótica que hadado lugar a obras muy hermosas de cuya gesta-ción y nacimiento me siento muy orgulloso comoparte directamente implicada.

D.: Desde que en 1996 fundara con el violinistaMiguel Borrego y el chelista José Miguel Gómezel Trío Arbós, éste ha contribuido a abonar y actua-lizar el repertorio del trío con piano con músicasde todo tipo, por no mencionar su actividad difu-sora como conjunto residente del Museo-Centrode Arte Reina Sofía. ¿Cree que el formato siguegozando de buena salud?

J.C.G.: ¡Y tanto! El trío clásico es una formacióncon un bagaje histórico abrumador, solo supera-do por el del cuarteto de cuerda. A pesar de habersido una formación bastante descuidada por losgrandes compositores del siglo XX –no olvidemosque grandes compositores como Bartók,Schoenberg, Stravinsky o Hindemith, entre otros,no escribieron tríos con piano– a partir de la segun-da mitad de este siglo tuvo lugar un gran floreci-miento del repertorio para esta formación. Existenobras magistrales de Kagel, Sciarrino, B. A.Zimmermann, Takemitsu, Rihm, y tantos otros…Nosotros mismos hemos contribuido a la crea-ción de casi un centenar de obras para trío entrelas cuales figuran obras de prácticamente todoslos compositores españoles de renombre que cir-culan ya de manera habitual. En los últimos años,con apoyo de la Ernst von Siemens Musikstiftung,hemos encargado obras a compositores latinoa-mericanos como Roberto Sierra o Hilda Paredes.En la actualidad, gracias a un convenio de colabo-

Juan Carlos Garvayo

David Rodríguez Cerdán

“Lo que me atrae verdaderamente es la música sin más”Entrevista al pianista y miembro del Trío Arbós con motivo de sus últimas grabaciones

para Non Profit Music y Almaviva

El pianista y pedagogo motrileño JuanCarlos Garvayo es, a día de hoy, unode los mejores tónicos contra el quie-tismo musical de nuestro país.Cómplice de un sinnúmero de com-positores de dentro y fuera de nues-tras fronteras (baste mencionar aCristóbal Halffter, Pascal Dusapin,Beat Furrer o Toshio Hosokawa entresus amistades musicales), y respon-sable de una infinidad de estrenospianísticos bendecidos por la magiade sus digitaciones, Garvayo se sien-te tan a gusto ante el panorama blan-quinegro de su teclado comopartiéndose la música con el violi-nista Miguel Borrego y el violonche-lista José Miguel Gómez, sus doscompañeros de armas en el TríoArbós, formación que desde 1996viene dando mucha guerra en cuan-to a música contemporánea se refie-re. Aprovechamos la salida almercado del nuevo disco del grupo(Play It Again) para preguntar aGarvayo sobre su pianismo irrefrena-ble y otras voliciones musicales.

Juan Carlos Garvayo

37entrevista / siglos XX & XXI 211 / febrero 2012

ración con la Fundación BBVA, Georges Aperghise Ivan Fedele ya han escrito tríos excepcionalespara nosotros y en breve lo harán Toshio Hosokaway Beat Furrer.

D.: Como pianista en solitario y también en cali-dad de miembro del Arbós ha trabajado estrecha-mente con más de un centenar de compositoresinternacionales, como Hans Werner Henze,Jonathan Harvey o Georges Aperghis, por nom-brar sólo a unos pocos. ¿Una obra no está cerra-da hasta que el intérprete entra en juego? Ysiguiendo con esta idea, ¿al hacerlo no se corre elriesgo de “desvirtuar” la objetividad de la partitu-ra?

J.C.G.: Para responder a este eterno problema megustaría evocar el magnífico libro de RenéLeibowitz titulado Le compositeur et son double (Elcompositor y su doble). Creo que el papel que debejugar un intérprete honesto es precisamente el de“doble” del compositor tratándose de acercar almáximo su planteamiento interpretativo al pen-samiento esencial del creador desde un rigor abso-luto y una imaginación cargada de poesía. En estesentido, los intérpretes que hemos decidido dedi-car gran parte de nuestros esfuerzos a la músicaactual gozamos del privilegio de poder trabajaresta música directamente con las personas que laconcibieron y la intentaron plasmar en el papel. Ydigo “intentaron” de manera deliberada porque lapartitura escrita en el papel es solo una parte delproceso del fenómeno musical; un fenómeno queno se cierra hasta que el intérprete se hace cargode su realización sonora. Por lo tanto, hablar de“obra cerrada” o de “objetividad de la partitura” es,desde mi punto de vista, inexacto, ya que por aho-ra el papel y sus bellas figuras impresas no “sue-nan”.

D.: En 2009 estrenó en Cádiz, con motivo del AñoAlbéniz, un proyecto muy especial en torno a lamúsica del maestro de Camprodón que Almavivaha editado recientemente en compacto (Una Iberiapara Albéniz [DS 0153]). En proyectos como éste,que involucran la participación de tantos artistas,¿cómo se las ingenia para pulsar la voz de cadauno de ellos y preservar al tiempo cierta homoge-neidad en el programa?

J.C.G.: La verdad es que cuando mi querido ami-go Enrique Gámez me llamó de parte de laAsociación Festclásica para proponerme el pro-yecto, la idea me pareció a la vez fascinante y ate-rradora, precisamente por el problema que ustedplantea. En este caso se trataba de doce composi-tores y compositoras en cuya elección yo no tuveni voz ni voto y que supuestamente iban a compo-ner piezas para piano de duraciones, estilos y den-sidades muy diversas. Yo soy muy meticuloso a lahora de estructurar un programa de concierto peroen este caso no tenía mucho que hacer salvo estu-

diar las piezas concienzudamente y esperar trans-mitir cierta sensación de unidad a través de las dosúnicas constantes en el programa: mi propia per-sona y la temática albeniciana. Posteriormente,según iba evolucionando mi relación con las obras,conseguí hilvanar relaciones de carácter más sutilentre las obras que me permitieron de manera mássecreta y personal abrirme paso en el laberinto dediversidad técnica y estilística que suponía tocar envivo doce obras de doce compositores durante casidos horas y media. Tuve la fortuna de experimen-tar bastante con este programa en la mayoría de fes-tivales españoles adscritos a Festclásica.

D.: Otro disco firmado por varios compositores yque acaba de grabar con el Trío Arbós para NonProfit Music, se titula Play It Again (NPM 1012), ysegún parece el tono de sus obras abunda en regis-tros poco convencionales. ¿Qué clase de trío conpiano cabe esperar en este programa?

J.C.G.: El plan y la estructura del disco Play ItAgain tiene mucho que ver con nuestro gran ami-go y director de la Non Profit Music Foundation,Jorge Grundman y con el genial ingeniero de soni-do con el que trabajamos desde hace años, JavierMonteverde. Ambos nos “sedujeron” para grabarun disco “diferente” a nuestros registros más habi-tuales. Antes le dije que lo que a mí verdaderamen-te me gusta es la música sin más. Esto esafortunadamente algo que comparto al cien porcien con mis colegas del Trío Arbós, y por lo tan-to no fue nada difícil convencernos. El contenidode este disco es también música actual, ya que estátoda escrita por compositores vivos, pero se tra-ta, en general, de una música instalada en unoslenguajes más accesibles para el público general,como son el pop, el jazz o la música tonal. Tengoque reconocer que ha sido toda una delicia traba-jar y grabar esta música. Toda ella ha sido exqui-sitamente concebida e instrumentada para el tríoclásico, y en algunos casos se trata también de unamúsica extremadamente compleja y virtuosística.

D.: También ha hecho sus pinitos sobre el podio,estrenando nada menos una ópera de José ManuelLópez López, y actualmente ostenta el cargo deDirector Artístico del Festival Música Sur deMotril. ¿El piano se le ha quedado corto?

J.C.G.: Al contrario. Cuanto más viejo me hago,más inmenso me parece este instrumento. A vecestengo la sensación de que estoy sentado en la proade un transatlántico. Hay tantísima música mara-villosa escrita para piano que harían falta innume-rables vidas para poder tocarla. Espero al menosque cuando todo esto se acabe, se me otorgue laposibilidad de reencarnarme en algún buen jovenpianista que pueda tocar toda la música que a míno me dio tiempo a hacer.

Pasito a pasito, Non Profit Music se está hacien-do con un señor catálogo que lleva el lema promusica sana abrochado a cada disco. Porque noolvidemos que detrás de este sello hay unaFundación resuelta a promover un parque musicalabierto a todos los públicos, y no otro club de pagopara abonados al sadomodernismo (Anders Hillborgdixit). Por eso no cabe esperar de esta empresa entorno al más aristocrático de los tríos unas músi-cas atragantadas con sonorismos que confundenlos instrumentos con ratas de laboratorio, sinoobras que en el triángulo de atriles suenan a reen-cuentro de viejos amigos. La Slow Dance de KenjiBunch, por ejemplo, empieza pintando un polvo-riento dinner de carretera con la cuerda grasosadel violonchelo pinzada al más puro estilo RonCarter para luego cantarnos una serenata de acor-des mayores. Mucho más cerca del honky-tonkestá el concertino Cafe Music de Paul Schoenfield,que entre ragtimes y amagos de fugato se va ilumi-nando en los arcos del Arbós como una de esascalles soleadas que tanto le gustaban a SydneyBechet, aunque su movimiento lento nos arrulla conuna nana de blues a la orilla de un río sureño.Marjan Mozetich, por su parte, nos regala unasEscalas de júbilo y pesar que se suben y se bajancon unos pies consonantes que son puro precio-sismo armónico. Y si Jorge Grundman pone músi-ca al recuerdo de hacernos grandes (A Walk AcrossAdolescence) con un garbeo poliestilístico y unpuntito neoclásico que le sienta fenomenal a susestaciones de paso (del barroco al swing sólo hayun estirón), Elena Kats-Chernin luce en CalliopeDreaminguna briosa fantasía de contrapunto apor-celanado sobre la 44ª de Haydn. El Trío Arbós,cómplice total de esta pegadiza gramola, se apun-ta aquí uno de sus mejores tantos. Y es que cuan-do el disco se acaba, dan ganas de repetir. Vamos,exactamente lo que dice el título.

¿Quién temeal trío feroz?

David Rodríguez Cerdán

El Trío Arbós & Cía. reinventan eltrío con piano

TRÍO ARBÓS: Play It Again (obras contemporáneas para tríocon piano de Grundman, Bunch, Schoenfield, Mozetich,Kats-Chernin y Corea)

Trío Arbós / NON PROFIT MUSIC / Ref.: NPM 1012 (1 SACD)D1

Trío Arbós

38 diverdi siglos XX & XXI

Pocos compositores españoles cuentan con la pri-vilegiada posición de Antón García Abril, al tenersu propio sello discográfico y editor de partituras,Bolamar. Gracias a ello es uno de los compositoresactuales con una obra más accesible y disponible.Este disco, editado en 2009 y de apenas 20 minu-tos de duración, recoge sus doce piezas para violíny piano, editadas bajo el título Música de cámarapara niños y escritas por el autor con una eminentefinalidad didáctica. Se trata, sin embargo, de peque-ñas piezas que transcienden en gran medida el con-cepto de mero estudio, convirtiéndose en pequeñasminiaturas muy sugerentes.

En su discurso de entrada a la Academia deBellas Artes de San Fernando, en 1983, García Abrildejaba clara cuál era una de las esencias básicas desu lenguaje musical, e incluso podríamos decir queuna de sus luchas más particulares, la “defensa dela melodía”. Precisamente en estas breves piezasinfantiles la melodía, depurada y simplificada has-ta su más mínima (y fácil) expresión (recordemosque estamos ante una obra didáctica), es uno de loselementos protagonistas.

En 2009, año de su grabación, los protagonis-tas de este CD, el pianista Fernando Huelín y la vio-linista Carla Marrero, cumplían 16 y 14 añosrespectivamente. Este hecho, dos niños-adolescen-tes interpretando música para niños, es, bajo miperspectiva, uno de los elementos más interesantesde este trabajo. Generalmente la música infantilsuele ser interpretadas, a la hora de llevarla al dis-co, por intérpretes adultos, pero en esta ocasión seha elegido intérpretes más próximos al propio mun-do infantil de la partitura, con lo que el trabajo ganaproximidad y espontaneidad. La imagen de porta-da, con foto de los intérpretes, y la contraportada,con un Antón García Abril de ojos cerrados escu-chando su música, dan a la grabación un cierto aireromántico, con la citada intención de desplazar a laspiezas del mero concepto de estudios musicalespara el aprendizaje de un instrumento.

Los niños tocan sumúsica

María Palacios

Música de cámara para niños deAntón García Abril

ANTÓN GARCÍA ABRIL (1933): Doce piezas para violín ypiano (música de cámara para niños)

Carla Marrero, violín. Fernando Huelín, piano / BOLAMAR /Ref.: BMM 0501 (1 CD) P.V.P.: 6,60 €.-

Últimamente –en los últimos cinco años que sehan hecho largos– echábamos de menos la hastaentonces habitual presencia en la discografía gui-tarrística española de Gabriel Estarellas, catedrá-tico del Real Conservatorio Superior de Música deMadrid y figura clave en la configuración y difu-sión del repertorio de la guitarra española con-temporánea. Sus grabaciones de los años 90,muchas de ellas en sellos discográficos no muybien distribuidos, culminaron en 1998 con un dis-co estupendo para Stradivarius. Debió de ser enton-ces la última vez que hablé de Estarellas en estaspáginas en las que he tenido el honor de dar cuen-ta puntual de las producciones guitarrísticas des-de hace más de tres lustros. Me alegra entoncesreencontrarme y “reencontrarles” a ustedes conun nuevo disco de este intérprete que compaginauna destacada labor docente con una constantepresencia como concertista y una valiosa activi-dad como editor de música cuya composición élmismo desencadena y alienta. El reencuentro ade-más es doble, porque coincide con un campo par-ticularmente estimado por Estarellas como es lamúsica de Antón García Abril cuya integral –paraguitarra sola y guitarra y orquesta– grabó entre1993 y 1994. Este disco prácticamente actualizaaquella integral a fecha de 2011, cuando el compo-sitor –catedrático del conservatorio hasta 2003–estrenó los Dos cantares en el CertamenInternacional de Guitarra Clásica “Andrés Segovia”de Almuñécar. Esta obra la encargó AntonioMartín Moreno, buen amigo y catedrático deMusicología de la Universidad de Granada queescribe las notas del disco dándolas un interésdocumental. Desde luego, será difícil que ningu-na producción discográfica concite de nuevo tan-tas cátedras juntas haciendo honor todas a sumagisterio. En estas alturas de la Academia, nadaque añadir.

Felices reencuentros

Javier Suárez-Pajares

Obras para guitarra de GarcíaAbril por Gabriel Estarellas

ANTÓN GARCÍA ABRIL (1933): Obra para guitarra

Gabriel Estarellas, guitarra / BOLAMAR / Ref.: BMM 0507 (1CD) D10

A mi admirado, recordado y querido XavierMontsalvatge le pasa lo mismo que a otros dosmúsicos europeos estrictamente coetáneos,Benjamin Britten y Henri Dutilleux: cada vez com-ponen mejor. O sea, su música gana enteros conel paso del tiempo. Situados en una “incómoda”posición intergeneracional, entre las figuras deRavel, Falla y Bartók, por un lado, y las de Boulez,Berio y Stockhausen por otro, probablemente nose las ha atendido como merecían en el día a día delos conciertos, pero sus mejores partituras han idoganando fuerza, sabor, solera y se presentan hoylozanas y admirables.

El presente CD agrupa tres magníficas obrasde Montsalvatge para solista y orquesta: lasCanciones negras, punto de partida de la fama yprestigio que rodearon en vida al maestro catalán;el Poema concertante, que le estrenó HenryckSzeryng; y el Concierto breve, que le estrenó Aliciade Larrocha. Aquí las tenemos en espléndidasinterpretaciones multinacionales: mezzosopranoeslovaca (Lucia Duchonova), violinista estadou-nidense (Rachel Barton Pine), pianista de Taiwan(Jenny Lin), orquesta alemana (la NDRRadiophilharmonie, de Hannover) y director bra-sileño (Celso Antunes). Por añadidura, hacen pie-zas españolas, unas de aroma antillano (lasCanciones negras), otra de carácter andaluz (laDanza concertante titulada A la española) y otrassin filiación “nacional” explícita.

Duchonova salva bien el escollo del idioma yentiende muy bien la música de las Canciones.Rachel Barton aborda sobrada de técnica el luci-do y grato papel (¡tan cantabile!) del violín en elPoema; y Jenny Lin exhibe poderío pianístico eimpecable musicalidad en el raveliano –y nada bre-ve– Concierto breve. El maestro Antunes y la ave-zada Orquesta de la NDR, con su trabajo más quenotable, completan una grabación redonda, fres-ca y atractiva.

Montsalvatgemultinacional

José Luis García del Busto

Canciones y obras concertantesdel maestro catalán en Hänssler

XAVIER MONTSALVATGE (1912-2002): Cinco cancionesnegras; A la española; Concerto breve

J. Lin, piano. R. Barton Pine, violín. L.Duchonová, mezzoso-prano. NDR Radiophilharmonie. Dir.: Celso Antunes /HÄNSSLER / Ref.: 98.642 (1 CD) P.V.P.: 17,50 €.-

39siglos XX & XXI 211 / febrero 2012

Una de las cosas que llama la atención cuando nosacercamos a la obra de Antón García Abril (Teruel,1933) es su potencia creadora. Ha cultivado todoslos géneros, incluida la ópera, con una nueva rique-za de ideas y versatilidad digna de los mayores elo-gios. En el caso de la canción de concierto, contan larga historia en nuestro país, García Abril nosofrece una muestra excepcional de su dominio deeste género y de cómo en él brilla su clara inspira-ción melódica. Ahora aparece en el sello BolamarMusic Melodía una colección de cinco discos com-pactos que recogen todas las canciones de con-cierto del maestro turolense, promovida por laFundación Antón García Abril y con patrocinio dela Fundación BBVA (un ¡bravo! por su apoyo muyespecial a la música española). El productor, queha cuidado al máximo la presentación de la obra,registrada por A&B Master Record, es el compo-sitor palentino Santiago Lanchares.

El sello Bolamar Ediciones ha sido instituidopor Adriana García Abril para difundir como semerece la obra de su padre, quien, en 1986, titulóCuadernos de Adriana a tres colecciones de piezaspianísticas dedicadas a sus cuatro hijos.Recordemos que el compositor aragonés ha escri-to más de un centenar de canciones, algo que le sitúapor encima de sus dos competidores más directosen cantidad y calidad, a saber, Eduardo Toldrà yJoaquín Rodrigo. No olvidamos en cuanto a lascanciones a precedentes tan notables como nues-tros cuatro grandes –Albéniz, Granados, Falla yTurina– ni a personalidades como Guridi,Mompou, Donostia, Esplá, Leoz o Julio Gómez,por citar solo a autores desaparecidos.

Por otra parte, García Abril es casi siempreun certero seleccionador de poetas y poemas.Bastaría apuntar a Antonio Machado, LuisCernuda, Rafael Alberti, Federico García Lorca,Gerardo Diego, Rosalía de Castro, Gustavo AdolfoBécquer, Valle-Inclán, Cunqueiro, Luis Rosales,José Hierro, José García Nieto, Dionisio Ridruejo,Salvador Espriu, Celso Emilio Ferreiro, FedericoMuelas, Ángel González, etc, para confirmarlo.Pronto hará quince años que María Orán grabóuna excelente y entonces “integral” de la obra para

canto y piano de García Abril, en compañía de lapianista Chiky Martin, reeditada hace siete añospor el ya desaparecido sello Autor. Desde enton-ces este apartado de su producción ha crecido con-siderablemente, con ciclos tan señalados como lasCanciones del jardín secreto, Canciones de la flores-ta, Canciones de noche y estrellas, Canciones delrecuerdo, Canciones de mar, amor y albas, Castillade la luz, esta última con un texto vibrante de CarlosFrühbeck de Burgos, hermano del ilustre Rafael,y los Dos Cantares de la vida, sobre muy sensiblespoemas de su hija Áurea. Se incluyen también ver-siones para piano de canciones destinadas a laorquesta: las Canciones Xacobeas, que grabó en sudía Teresa Berganza con la Real Filharmonía deGalicia y ahora son interpretadas al piano porAlejandro Zabala, todo un maestro en el mundode la canción de concierto, con María José Montiely Joan Martín Royo –mezzosoprano y barítono–para la parte vocal. En el mismo caso se encuen-tran las doce Canciones asturianas sobre textos ori-ginales de José Leon Delestal o popularesrecolectados por él. Estrenadas en 1984 por JoaquínPixán con la OSM dirigida por Jorge Rubio y lue-go grabadas en Londres por Jesús López Cobos,su versión para piano y voz data del año 2007.Fueron grabadas por el mismo Pixán con RosaTorres Pardo al piano y ahora nos llegan de nue-vo en las voces de Elena de la Merced y Angel Óde-na, con el joven pianista Rubén Fernández Aguirre.Encontramos también dos ejemplos de reduccióna piano de obras orquestales: dos arias de la ópe-ra Divinas palabras con libreto de Nieva sobre el dra-ma homónimo de Valle-Inclán, en versionesmagistrales de José Bros, y las cinco canciones dela cantata Alegrías, con textos de Marina Romero.

También provienen de otro género las dospiezas bajo el epígrafe Homenaje a Gayarre, escri-tas para la película Romanza final, dirigida porForqué, sobre la vida del célebre tenor navarro.Bros se luce tanto en el difícil zortziko Vive comoen la dulce y al tiempo apasionada canción de amorque le sigue.

Todo lo demás son canciones, mélodies, nun-ca mejor dicho, con un piano riquísimo e imagina-tivo como pocos. Quien esto escribe recuerda aquel11 de diciembre de 1972, cuando Carmen Borja yla pianista Carmen Sopeña estrenaron en el CaféConcierto Beethoven de la calle Lagasca las Tresnanas sobre Alberti, que José Manuel Zapata bor-da aquí con delicadeza junto a Rubén FernándezAguirre. Sin embargo, mis preferencias van haciaese ciclo maestro llamado Canciones de Valldemosa,el cual vuelve a contar con Rubén F. Aguirre y dosexcelentes “liederistas”, Ainhoa Arteta y GabrielBermúdez. Porque se han elegido voces muy apro-piadas al género, si bien la de alguno y alguna semuestran más operísticas. Son quince cantantes entotal los que intervienen en el álbum, en cuya por-tada se lee: “Un encuentro único con los grandesde la lírica española”, lo cual no deja de ser ciertoaplicando aquello de que son todos los que están

, si bien, afortunadamente, no están todos los queson.

Sería demasiado extenso para una reseña dis-cográfica comentar cada uno de los ciclos; siem-pre fresco y alegre el de Canciones infantiles sobrepoemas de Federico Muelas, en el que brillanZapata y Ofelia Sala, como brilla la tan pura voca-lidad de María Bayo en el muy poético conjunto deSiete canciones de amor, sobre poemas de AntonioCarvajal.

El tenor José Ferrero nos ofrece en el ciclosobre el asturiano Ángel González una de las máspoéticas canciones de García Abril, Al alba.

Isabel Rey nos da también una lección deintensidad y pasión en las Canciones de la floresta,donde el compositor recurre excepcionalmente atextos clásicos, entre ellos Ebro caudaloso, al queRobert Schumann puso música en los SpanischeLieder. Nancy Fabiola Herrera nos cautiva en lasTres poéticas de la mar, sobre poemas de tres gran-des andaluces, Cernuda, Alberti y Lorca. El pianose hace etéreo en ellos, y en el poema de Cernudasublima lo andaluz de la misma manera que en Yono soy marinero (de las Canciones asturianas, can-tada por Angel Ódena, o en No te pares a mi puer-ta, cantada por Elena de la Merced) el compositortransciende lo popular.

Ana María Sánchez responde apasionada-mente a las pasiones del Jardín secreto, donde elpiano de Zabala ahonda en el misterio. La voz gra-ve y cálida de José Antonio López se adentra en lasnostalgias y penas de Rosalía de Castro, enmorri-ñándonos al final con la célebre Coita (Mariñeiros)sobre un poema de Alvaro de las Casas.

Richard Wagner siempre creyó que las emo-ciones, los sentimientos del ser humano puedencobrar vida nueva, intensificarse por medio de lamúsica. Y en efecto, lo que la poesía explica, mue-ve o conmueve, se exalta y magnifica con la músi-ca. García Abril y sus buenos intérpretes (cantantesy pianistas lo certifican aquí) lo demuestran sobra-damente en esta grabación.

Las voces de Abril

Andrés Ruiz Tarazona

Todas las canciones del compositor turolense en versiones memorables

ANTÓN GARCÍA ABRIL (1933): Canciones españolas (unencuentro único con los grandes de la lírica española) [Caja5 CDs]

Ainhoa Arteta, soprano. Nancy Fabiola Herrera, mezzoso-prano. Gabriel Bermúdez, barítono. José Bros, tenor. AnaMaría Sánchez, soprano. José Antonio López, barítono. MaríaBayo, soprano. Ofelia Sala, soprano. José Manuel Zapata,tenor. Isabel Rey, soprano. María José Montiel, soprano. JoanMartín-Royo, barítono. Elena de la Merced, soprano. ÁngelÓdena, barítono. José Ferrero, tenor. Rubén FernándezAguirre y Alejandro Zabala, piano / BOLAMAR / Ref.: BMM0500 (5 CD) P.V.P.: 47,85 €.-

40 diverdi siglos XX & XXI

Ya pueden estar contentos los organizadores delConcurso Internacional de Guitarra de Sevilla por-que el colofón de su edición de 2010, que es estedisco del guitarrista francés Lazhar Cherouana,campeón de aquel primer certamen, merece los elo-gios –todos– de un trabajo excepcional y nada comúndentro de este subgénero de discos grabados comoparte de un premio. Así sí; con una producciónesmerada en sus formas y con un contenido inape-lable en la construcción del repertorio y en su inter-pretación, más que una indolente carta depresentación de un virtuoso, se nos ofrece algomucho más valioso: un debut discográfico aborda-do con la consciencia de lo trascendente, con la cer-teza de que, detrás de este primer disco, está lapromesa de una carrera brillantísima. Yo no dudoque estamos ante un prodigio. Sólo falta que dejede correr, que se pare –que el meteoro se conviertaen sol–, levante la cabeza e imagine, detrás del hori-zonte, adónde quiere llegar. Público seguro que nole falta. Sean ustedes de los primeros y no se pier-dan sus capacidades musicales en la manera en querasga maravillosamente el hermetismo de una obracomo el Homenaje a Debussy de Falla para encon-trar su espacio de interpretación, ni la exactitud–nada tópica– de la Sevillana de Turina. El Final dela Sonata de Antonio José es de una agilidad extra-terrestre y el Più allegro que cierra el Elogio de laguitarra de Joaquín Rodrigo es para no creerlo. Enesta pieza, el empeño en seguir a la letra el texto delcompositor en vez de las sensibles y puntuales des-cargas de la textura propuestas cuidadosamentepor Angelo Gilardino –su editor y a quien está dedi-cada la obra–, se agradece, pero quizá mereceríareplanteárselo. ¡Y cómo dice los trémolos de Juntoal Generalife de Rodrigo y Un sueño en la floresta deBarrios!

La primera edición del concurso de Sevilla,así culminada, nos ha dejado atónitos; y la segun-da, por lo que sabemos –ha ganado Sanja Plohl–, pro-mete tanto como ésta.

Bravo

Javier Suárez-Pajares

Debut discográfico de uncampeón de la guitarra

SOIRÉE DANS GRENADE: Obras para guitarra de Falla,Turina, Rodrigo, Barrios y Martínez Palacios

Lazhar Cherouana, guitarra / IBERIA CLASSICAL / Ref.: IBS22011 (1 CD) D10

Poco suele quedar de las conmemoraciones vario-pintas con que la política cultural aliña sus pro-gramaciones de manera recurrente: décadas,cuartos de siglo, centenarios... se suceden sin que,en la mayoría de las ocasiones, sobreviva de ellosmás que un levísimo recuerdo, a no ser que, comoen este caso, la creación de nuevo patrimonio –yno solo la celebración del ya existente– aporte algode frescura a sus previsibles planteamientos.

2009, año Albéniz... Y la asociaciónFestClásica se lanzó a pensar de nuevo la Iberiade don Isaac vista desde hoy, convocando en tor-no de la precisión de ataque, energía y sutileza delpianista motrileño Juan Carlos Garvayo –quienestrenó el proyecto en Cádiz en noviembre de eseaño– a tres generaciones de compositores espa-ñoles, desde los Ecos de la Abadía sacromontana, deJosé García Román (1945) al Pico Sacro, deFernando Buide del Real (1980): poco más de horay media de música que abre los paisajes sonorosdel músico de Camprodón a otros horizontes geo-gráficos (Canarias, País Vasco, Cataluña, Galicia...)y rinde homenaje, en el virtuosismo de su lengua-je pianístico, en las resonancias populares y ennotas formales y armónicas concretas, a su gene-roso precedente. Huellas más perceptibles en lasaportaciones de Turina (Homenaje a Isaac Albéniz(II. León)), Puerto (La Cimbarra: Roca Rota(Aldeaquemada, Jaén)) o Torres (Monegros), ampliosespacios abiertos evocados por Manchado (Costada Morte), Zulema de la Cruz (Garajonay) oErkoreka (Mundaka), la vitalidad urbana de la Plazade Oriente, de Jurado, el ‘duende’ caprichoso de labulería (Sotelo, Jerez desde el aire o al aire de Jerez),la luminosidad mediterránea (Gálvez-Taroncher,Valencia. Tres microludios) y esa fugitiva ondina quese esconde en la aportación de Hèctor Parra, Ladona d’aigua (El Montseny)... nueva Iberia sonoradentro de un piano.

Por calles y caminos

Germán Gan Quesada

Una Iberia para Albéniz: unaconmemoración por J.C. Garvayo

UNA IBERIA PARA ALBÉNIZ: Obras para piano de F. Buide, Z.de la Cruz, G. Erkoreka, M. Gálvez-Taroncher, J. GarcíaRomán, P. Jurado, M. Manchado, H. Parra, D. del Puerto, M.Sotelo, J. Torres y J. L. Turina

Juan Carlos Garvayo, piano / ALMAVIVA / Ref.: DS 0153 (2CD) D10 x 2

Es misión obligada recomendar esta presentacióndel universo del compositor estonio Erkki-SvenTüür, exlíder de un grupo de rock llamado Spe.Durante los años 80 Tüür decidió dedicarse a lamúsica “culta”, estudiando con Lepo Sumera, unode los más desconocidos y fascinantes “santosminimalistas”. La música de Tüür se asemeja a lade su maestro en las sosegadas atmósferas orques-tales y tímidas melodías alternadas por momentosde súbita tensión que siempre acaban por diluir-se. La repetición de pequeñas células temáticas yel sorpresivo cambio de ritmos le acerca tambiéna su otro compatriota Arvo Pärt. Y además encon-tramos en estas músicas canto gregoriano, dode-cafonía, campos de sonido, tranquilasmeditaciones, jazz... todo agitado en una coctele-ra y aderezado con su particular método compo-sitivo denominado ‘vectorial’, elaborado a base deintervalos y vectores. El resultado de este galima-tías es, contra todo pronóstico, una música tanasequible como hermosa.

Awakening es un extenso “tour de force” parael coro en donde el compositor muestra su talen-to para crear hipnóticas atmósferas de sonido insis-tiendo en la creación de efectos impactantesmediante los contrastes de volúmenes, ritmos yun contrapunto que produce una sensación tridi-mensional, todo ello para ilustrar una temática querelaciona la resurrección de Cristo con el instintode supervivencia de la humanidad. En TheWanderer’s evening song, Tüür exprime técnica-mente al coro a cappella que debe ser capaz decapaz tanto de cantar swing como de imitar elsonido de un órgano. Sobra decir que la interpre-tación del coro de cámara estonio en ambas obrases impecable. En Insula deserta, Tüür hace que losinstrumentos de la orquesta de cuerda suenencomo si fueran las voces de un coro, equilibrandoel volumen de planos sonoros y alargando la dura-ción de las notas, por lo que su inclusión en estagrabación no resulta desentonada.

Remanso de paz entiempos de histeria

Mel Smith-Window

Ondine nos presenta las obrascorales de Erkki-Sven Tüür

ERKKI-SVEN TÜÜR (1959): Awakening (Ärkamine); TheWanderer’s Evening Song (Rändaja õhtulaul); Insula deserta

Estonian Philharmonic Chamber Choir. Sinfonietta Riga. Dir.:Daniel Reuss / ONDINE / Ref.: ODE 1183-2 (1 CD) D2

41siglos XX & XXI 211 / febrero 2012

Ocho compositores integran este doble compac-to de la serie Horizon cuyas obras se registraronente los años 2004 (caso de Berio) y 2011 (Roukens,el más joven de todos ellos). La presencia de laobra de Gustav Mahler, icono siempre permanen-te dentro de la historia musical del Concertgebouwde Ámsterdam, es objeto aquí de lecturas de varia-do signo que se agrupan en estas grabaciones bajodenominador común del culto profesado por losmúsicos a la figura de tan inmenso compositor delque se celebraba el año 2011 el centenario de sufallecimiento. Todo un imprescindible referente.

El musicólogo y compositor Colin Matthewsrecoge el movimiento Nicht zu Schnell (No dema-siado rápido) del temprano e inacabado Quintetocon piano de Mahler para construir una resonan-te trascripción para orquesta a través de la que seaprecian las trazas de su rico universo musical pos-terior. La dramaturgia y el espíritu mahleriano enel lied se dan cita en las Cinco canciones trágicas deGeert Van Keulen. Escritas por Anna Enquist, sona su modo un eco de las Canciones a los niños muer-tos debido a la amarga experiencia compartida conel compositor bohemio. El mito romántico del bar-co que navega surcando un tormentoso y traicio-nero mar sin destino conocido es retomado porDetlev Glanert con una inquietante y fornida masaorquestal de acento mahleriano en su Río sin ori-llas. Y el primer CD concluye con una mirada sobrela muerte, tema recurrente en las sinfonías deMahler, en la obra Escala “la tumba de Mahler” deWillem Jeths, que no es sino una explícita alusiónal último movimiento de su inacabada décima sin-fonía y a los tensos golpes del absurdo destino enlos que una atmósfera lóbrega y sombría deja hacia

el final traslucir en un ascenso lírico un horizon-te de luz.

El segundo CD se abre con Fuera de control,del más joven Joel Roukens. En un desarrollo fle-xible de abandono del control estricto, el paisajesublime de la estética mahleriana se ve alterado,quebrado, por secciones de desparpajadas poli-rritmias de acentos populares en irónicos y férti-les contrastes que parecen traer reminiscencias deIves. El Concierto para oboe de Rodion Shchedrinpresenta mucha cercanía con la música deShostakovich; la lírica melancolía del oboe hablade tragedia frente a la amplitud orquestal creandoatmósferas de una belleza nostálgica y por momen-tos crepuscular. Solo del gran Luciano Berio des-pliega de un modo brillante el virtuosismo deltrombón partiendo de un sonido básico que sedesarrolla en contraste con la orquesta en un colo-rista y dramático desarrollo que termina volvien-do sobre sus pasos al origen. Y el postre viene dela mano del australiano Matthew Hindson con suMágica fantasía de Chrissietina, pieza para dos vio-lines en la que el compositor da rienda suelta adiversos temas populares vía rockabilly o countrypara crear un clima ligero y festivo, desenfadadoy trepidante que funciona estupendamente comoúltimo bocado de este menú, si bien denso adere-zado con muy generosas dosis de belleza.

Mahler en el horizonte

Manuel Luca de Tena

Homenaje de ocho compositores al músico bohemio en la cuartaentrega de la serie Royal Concertgebouw Orchestra Live

HORIZON 4: Obras de Gustav Mahler/Colin Matthews,Detlev Glanert, Willem Jeths, Joey Roukens, Geert vanKeulen, Luciano Berio, Matthew Hindson y Rodion Shchedrin

Detlef Roth, barítono. Alexei Ogrintchouk, oboe. RoyalConcertgebouw Orchestra. Lothar Zagrosek, Markus Stenz,David Robertson, Susanna Mälkki, Ed Spanjaard, directores /ROYAL CONCERTGEBOUW ORCHESTRA / Ref.: RCO 11001(2 CD) D5 x 2

42 diverdi siglos XX & XXI

... el dúo, en comparación con el cuarteto y su dis-cusión entre personas razonables, o este dúo, ita-lianísimo, recuerda la lucha, la de los amantes,pienso (también) en Tasso/Monteverdi, los aman-tes libres, quiero decir no alcanzados por el peque-ño dios arquero, anónimo, azaroso, sino por ellosmismos, tienen en manos el instrumento de la heri-da de amor, herida que no es provocada por unaflecha puntiaguda sino (es lo que me parece escu-char) por una penetración (Tasso otra vez y la espa-da de Tancredi “bebiendo” la sangre) o un desgarro,una raja en un tejido sedoso... en el poema, Clorindaes una amazona, que llora... y así lloran las ama-zonas Gazzana, no furibundas sino líricas, lloransobre lo que no está, o está lejos, o lo que se pier-de, los recuerdos de Silvestrov, apenas fragmen-tos, 5 Piezas, que se llevan misteriosas sombras,desde el mezzo-piano hasta al doble pianissimo...lejos el mundo eslavo soñado por Janácek empe-ñado en encajar un drama en la vieja zapatilla (feliz-mente algo deformada por el Adagio final) de laforma-sonata... no tan lejos, sino esperado comouna suerte de voluptuosa amenaza anunciada porla suerte (todo es, felizmente, también, “más omenos” en este CD) de sonata de Hindemith, cro-matismos más o menos jazzísiticos (o acaso másvirulentos) inoculando el aire de una apacible tar-de pastoral germana que ya no existe, o ya no tie-ne para mucho, pues estamos en 1935... cerca eimpalpable la Distancia de hada, pues Takemitsu,desde los jóvenes años 50, no cesa de vivir a lomode arcoíris, pasando de uno a otro, y cuanto máslos analiza o desmonta, más cree en ellos. Flotanalrededor de la pianista y la violinista, o alrededordel oyente este, unos ecos del joven y debussistaMessiaen (Preludios para piano)... aparecen no sesabe cómo, pues el compositor parece ni siquierarozarlos, los invoca, acaso sólo los imagina.

... viajeros sin meta,nubes, que el viento ...

Pierre Élie Mamou

Cuatro grandes autores del XXpor el Dúo Gazzana

DUO GAZZANA: Five Pieces (obras para violín y piano deTakemitsu, Hindemith, Janácek y Silvestrov)

Duo Gazzana / ECM RECORDS / Ref.: ECM 2238 (1 CD) D1

En palabras del propio Peteris Vasks, la esenciamusical letona se ha materializado principalmen-te en forma de música coral a capella. Otros pue-blos han recurrido a distintos medios,instrumentales en su mayoría y en formatos diver-sos, pero en el caso de la cultura letona, basta conobservar el vastísimo legado musical en forma decanciones populares y religiosas, la incesante acti-vidad generada, y el elevado nivel artístico que ate-soran sus formaciones vocales para apreciar lasoberbia tradición coral que atesora el país.

A pesar de que a veces así lo pretendió, Vasksno puede permanecer ajeno a todo ello, y aunquecomo en el caso de este programa se trate de obrascorales profanas, más aptas en un principio parala experimentación, conviven en ellas en perfectoequilibrio el lenguaje renovador del compositor ylos elementos más tradicionales. Vasks despliegaaquí una inventiva sonora brillante, además de uncompletísimo abanico de recursos corales queincrementan el impacto emocional de los textospoéticos, profundos en esencia pero tamizados enparte por sus autores; ténganse en cuenta las posi-bles represalias soviéticas que podían acarrear. Labelleza de estas obras, entre las que hay cuatro pri-micias discográficas, evoca los paisajes bálticosbañados por su particular luminosidad, desde lasextensas planicies hasta los umbríos bosques. Todasellas versan sobre las cuestiones que han preocu-pado al ser humano desde la noche de los tiem-pos, y se expresan, como siempre ha ocurrido enLetonia con lo esencial de la existencia humana,mediante el canto colectivo, una fórmula realmen-te efectiva en el caso de los países bálticos. El Corode la Radio Letona, por su rebosante humanidad,sentimiento y perfección técnica, demuestra unavez más por qué se encuentra a la cabeza de lasformaciones vocales internacionales.

Bendita tradición

Urko Sangroniz

Obras corales profanasde Peteris Vasks en Ondine

PETERIS VASKS (1946): Plainscapes

Andis Steinbergs, violín. Guna Aboltina, violonchelo. JanisKokins, percusión. Latvian Radio Choir. Sigvards Klava,director / ONDINE / Ref.: ODE 1194-2 (1 CD) D2

El polaco Piotr Moss (Bydgoszcz, 1949) se incor-pora de pleno derecho a la fuerte presencia actualde Polonia en la música, a la vez que resuelve demanera muy personal la exigencia ecléctica que elarte sonoro parece decretar desde fines del sigloanterior. Instalado en París a partir de la década de1980, la capital francesa le ha servido de escena-rio desde donde proyectar su obra y de favorableclima a esa eclectización en la cual confluyen yconviven distintos elementos de la polémica musi-cal del Novecientos.

Moss se vale de dispositivos instrumentalescanónicos: la orquesta, la flauta, el piano. En él seoyen momentos atonales, no tonales y sutilmentetonales, sin que falten las resoluciones. En estorecoge las herencias del mundo germánico en cuan-to a la tensión entre mantener o disolver la tona-lidad. De la tradición francesa hereda la frase breve,sin continuidad, adherida a otra que, en sucesivasbrevedades, propone una suerte de mosaico o rom-pecabezas discursivo donde el todo se dispersa ala vez que la dispersión va trazando una suerte deintermitente coherencia por la exposición musical,siempre sucesiva.

Pero Moss es evidentemente y expresionis-tamente polaco. Ama los climas bruscamente con-trastados, los estremecimientos patéticos, lasabruptas explosiones de energía, enseguida aman-sadas en una reflexión que parece incrustada des-de lejos como por una presencia ajena y reveladora,todo por junto.

Le gustan los “retratos”. No sometidos a deter-minados personajes sino como vagos caracteresfantasmales que se apoderan del espacio sonoro.Son como presencias que componen un mundo ynos demuestran que el gran retrato, hecho depequeñas piezas o de añicos, pertenece al mismoMoss, a su confidencia compartida, convertida enhumanidad.

Un retratode Piotr Moss

Blas Matamoro

Obras concertantes del autorpolaco, en DUX

PIOTR MOSS (1949): Sinfonía concertante; Adagio III;Portraits

The Polish Radio Symphony Orchestra. National Polish RadioSymphony Orchestra. Polish Radio and Television Orchestrain Cracow. Zbigniew Graca y Tomasz Bugaj, directores /DUX / Ref.: DUX 0839 (1 CD) D2

43siglos XX & XXI / cine 211 / febrero 2012

Una mujer casada (1964) surge de uno de esos retosque tanto estimulan la inventiva de Jean-Luc Godard,en este caso realizar un filme en un mes para pre-sentarlo en Venecia. Y este proyecto casi imposiblese convierte en una obra maestra capaz de tomar latemperatura social del momento como muy pocascintas de la época, describiendo mediante esa narra-tiva discontinua marca de la casa un día en la vida deuna mujer (Macha Méril), escindida entre marido(Philippe Leroy) y amante (Bernard Noël), los tresaparentemente ineptos a la hora de construir vín-culos sólidos entre sí y el mundo. “Estoy al día con-migo misma, pero no me sorprende nada de lo queme sucede”, explica ella en uno de los monólogos queatraviesan el filme, como si el presente fuera un flu-jo constante de impresiones sin posibilidad de arrai-go en suelo firme. Y es que el mundo giraba ya entorno a los parámetros publicitarios y consumistas,telón de fondo a lo largo de la película en forma deanuncios y carteles que empequeñecen a la protago-nista, hasta el punto de contagiarle su naturaleza deartificio: como escribirá el realizador, se trata de “unfilm en que las personas son consideradas comoobjetos y en el que el espectáculo de la vida se con-funde con su análisis”. La maestría de Godard sedemuestra en su facilidad para crear ex nihilo, consólo unas notas por guión, sin apenas localizaciones,intercalando entrevistas a la manera de Vivre sa vie(1962) y utilizando cuartetos de Beethoven comonexos sonoros. Filme de decursos parisinos y secuen-cias de notable fuerza plástica (como las que frag-mentan el cuerpo de la protagonista), Una mujercasada es un título importante en la trayectoria godar-diana, que merecía tener una edición a su altura. Poreso Intermedio recupera el libro que publicó en sumomento Macha Méril, remontando imágenes ydiálogos para amplificar sobre el papel las energíasdinamizadas en pantalla, y añade un DVD con elfilm y presentación exclusiva del crítico Alain Bergala.

Un mundo anunciado

Javier Palacio

Une femme mariée, mítico títulogodardiano

JEAN-LUC GODARD (1930) / MACHA MÉRIL (1940): Diariode una mujer casada (incluye la película Una mujer casada[1964] y un libro de la actriz Macha Méril inspirado en lapelícula)

Jean-Luc Godard, guión y dirección. Macha Méril, actriz yautora / INTERMEDIO / Ref.: LB 004 (1 DVD) P.V.P.: 20,00 €.-

A casi decenio y medio de su muerte AlfredSchnittke (Engels, 1934 - Hamburgo, 1998), es uncompositor cuya evolución aparece cada vez másclara como una búsqueda muy seria de un lengua-je propio al que no afectaran ni las limitaciones dela vida cultural soviética ni las pejigueras de la van-guardia oficial que sonaba más allá del un día lla-mado telón de acero. Curiosamente, a Schnittke sele miró un tiempo como una suerte de beneficia-rio de alguna tercera vía que lo alejara cómoda-mente tanto de un compromiso estético-ideológicoque nunca cumplió en sus términos reglamentarioscomo de una modernidad demasiado extrema, ycon eso se le despachaba y se le consideraba unaespecie de trabajador pro domo sua, como si el res-to no hubiera aplicado la misma razón. El tiempo,como decía Marguerite Yourcenar, es el gran escul-tor de la vida y va enmarcando poco a poco la rea-lidad o lo que queda de ella, lo que pasó y lo quepermanece. Y en el caso de Schnittke parece dar-le la razón. No sólo fue honrado consigo mismosino que, después de muerto, se revela cada vezmás como un compositor de muy primera clase,comparable, por qué no, con las más dignas deposeer liturgia propia Ustvolskaya y Gubaidulina.Este disco lo demuestra porque, además de pasarpor alguna de las fases que las dos citadas y extra-ordinarias compositoras pasaron, nos muestra quedesde Lourié hasta él mismo han ocurrido muchascosas en la música soviética primero y rusa –o exi-liada– después, que no todo ha de ser o las citadaso Silvestrov y que hay una vía que no necesariamen-te ha de ser tercera y que en este caso es vía pro-pia, incluso vagón particular. Es más, pensemosjunto a qué nombres contemporáneos ponemos aSchnittke y la lista que nos saldría acabaría porsorprendernos de puro buena. Las obras que aquíse reúnen demuestran esa personalidad, abarcan

entre 1964 y 1992. El Trío es como una antologíade las maneras del autor desde el principio hasta1992 –y una muestra de qué se abría y qué comen-zaba a cerrarse aderezada con un toque deShostakovich–, el Quinteto de ciertas decisionesextremas, el Concierto de cámara explica los oríge-nes y el Cuarteto con piano cómo se puede con-centrar la expresión en poco más que una cáscarade nuez. Quizá hayamos tardado en verlo –algu-nos, digo; ya se sabe que entre nosotros hay gen-te muy lista– pero este Alfred Garievich Schnittkesiempre supo defenderse con sus propias armas.Por eso sigue vivo.

Con sus propias armas

Pablo Batallán

Crystal brinda un excelente y variado programa camerísticode Alfred Schnittke

ALFRED SCHNITTKE (1934-1998): Quinteto para dos violi-nes, viola y violonchelo. Cuarteto para piano, violín, viola yviolonchelo. Trío para piano, violín y violonchelo. Conciertode cámara (Concierto para piano y orquesta nº 2)

Ewa Kupiec y Maria Lettberg, piano. Cuarteto Petersen.Solistas de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín. Dir.:Frank Strobel / CRYSTAL / Ref.: N 67083 (1 CD) D2

Alfred Schnittke

44 diverdi jazz & otras músicas

No resulta fácil encontrar un término que definaen nuestro idioma, y de un modo remotamentepreciso, lo contenido en este nuevo libro traduci-do al castellano de Alessandro Baricco (1958): laprimera edición en una lengua diferente del italia-no de una amplia selección de sus dos antologíasde “Barnum” publicadas en 1995 y 1998 en la edi-torial Feltrinelli. En origen, estos textos pudieronleerse entre 1993 y 1996 todos los miércoles en lasección de Cultura del diario La Stampa, aunquetras el primer tercio de la segunda antología elautor puso fin a sus “Barnum” y completaría laedición con otras crónicas algo más extensas perode estilo similar publicadas en el mismo diarioturinés o en La Repubblica. Quizá podamos tomarprestado de Juan José Millás el término articuen-tos, en tanto que suponen una especie de híbridoa medio camino entre el relato corto y el artículoperiodístico; de hecho, si tenemos en cuenta quela publicación de este libro es fruto de la pasión delmusicólogo Luca Chiantore por Baricco, que fecun-dó su prosa leyendo estos textos a medio caminoentre el periodismo y la literatura allá por los añosnoventa, a muchos de nosotros nos pasó aquí algosimilar con Millás desde que en 1990 comenzasea publicar su columna de los viernes en El País.Dejando a un lado las cuestiones terminológicas,uno de los aspectos que hacen atractiva esta nove-dad editorial para el melómano es su relación conla música; como bien indica Chiantore en el pró-logo de esta edición, la música vertebra de princi-pio a fin la obra de Baricco no sólo como tema deensayo (bien conocido es en nuestro país su con-trovertido libro El alma de Hegel y las vacas deWisconsin publicado en 1999 por Siruela) sino tam-bién el sonido mismo de sus construcciones sin-

tácticas evoca continuamente en su obra procedi-mientos musicales.

El autor homenajea con el título de estos artí-culos a Phineas Taylor Barnum (1810-1891), unempresario norteamericano de variedades y atrac-ciones en cuyos espectáculos de espíritu casi cir-cense actuaron músicos de todo tipo como lasoprano operística Jenny Lind o el cantante, gui-tarrista y humorista Ossian Dodge. De todas for-mas, por los artículos de Baricco desfilan todo tipode eventos culturales que van desde una aparicióntelevisiva del showman Gianfranco Funari hastaun mitin de Umberto Bossi en Turín, pasando porun concierto de piano de Sviatoslav Richter enRoma o un Puccini en La Scala pero también secomentan libros, películas, aniversarios, lugares,fiestas populares o eventos deportivos. LucaChiantore ha seleccionado para el público españolaquellos textos de temática musical y ha facilita-do con numerosas notas aclaratorias la compren-sión de aspectos de la actualidad italiana de losaños noventa que fácilmente se le escapan al lec-tor hispano. Ello ha impedido, por un lado, que sehayan incluido en la traducción las notas introduc-torias escritas por el autor a cada uno de los volú-menes y, por otro, que se haya perdido en parte laestructura y los juegos de relaciones entre artícu-los que plantea la publicación original; por ejem-plo, Barnum 2 dispone de tres partes con unintermedio entre la segunda y la tercera (“duran-te el cual el lector es libre de ir al bar o al baño”)donde Baricco glosa de forma fascinante el argu-mento de LaBohème dePuccini con oca-sión de laretransmisióntelevisiva queconmemorabasu centenario en1996 o a GrandOpéra precedeuna primera par-te titulada GrandLouvre que se haomitido.

La mejorforma de leereste libro es per-diéndose entresus relatos y, si esposible, ahon-dando en ellos.Algunos de los incluidos en esta selección no tie-nen una temática estrictamente musical, comosucede con Un grito en busca de una boca donde secomenta el estilo de la novela Última salida paraBrooklyn de Hubert Selby Jr., pero ello se debe ala reivindicación sonora y hasta musical que tienela literatura para Baricco. Hay auténticas obrasmaestras entre estas páginas, como el relato Hijosde un dios borracho; si uno acompaña su lectura

con la audición del disco de Garvin Bryars el pla-cer se multiplica considerablemente. Aparte delcontenido, que te provoca para ver películas que nohabías visto, escuchar discos que desconocías oleer novelas absolutamente insospechadas, lo neta-mente centrado en música clásica no es lo másinteresante del libro; hay ensayos dedicados a pia-nistas como Richter, Gould, BenedettiMichelangeli, Pogorelich o Pollini, a directorescomo Celibidache, a cantantes como Mirella Freni,Jessye Norman o Maria Callas, a representacio-nes de ópera con preeminencia de La Scala, a even-tos como el concierto de Los Tres Tenores enWembley, a festivales de música clásica como elInternacional de Edimburgo, etc... Sin embargo, esono quiere decir que no haya ideas en estos relatosciertamente reveladoras sobre la ópera o el mun-do del concierto clásico; me refiero a sus comen-tarios sobre el minimalismo, a la oposición entrePogorelich y Sakamoto, a su visión de la evoluciónde Pollini, al predominio de las puestas en escenamodernas en la ópera o a su importancia social ycultural, al comportamiento del público, el len-guaje del cuerpo de los intérpretes, etc... Uno nose resiste a tomar un lápiz y subrayar frases memo-rables con giros insospechados, símiles brillanteso metáforas geniales. En resumen, crítica periodís-tica y ensayo cultural pero al nivel de la mejor lite-ratura y vertida en nuestro idioma con maestría;Romana Baena encuentra las palabras ideales enespañol para que el estilo de Baricco sea tan natu-ral e incisivo como en su lengua original.

Los articuentos musicales de Baricco

Pablo-L. Rodríguez

Nortesur publica en español una selección de las antologías Barnum y Barnum 2 del escritor italiano

ALESSANDRO BARICCO (1958): Barnum. Crónicas del granshow musical

Luca Chiantore, selección y prólogo. Romana Bena Brada,traducción. Nortesur. Musikeon. 2011. Barcelona. 255 pág. /NORTESUR / Ref.: 9788493784195 (1 Libro) P.V.P.: 21,50 €.-

Alessandro Baricco

george friederich haendelintegral de cantatas italianas para bajoGEORG FRIEDRICH HAENDEL (1685-1750): Integral decantatas italianas para bajo / Raimund Nolte, bajo-barítono.Batzdorfer Hofkapelle

accentACC 24249 | 1 CD | D2 | EAN: 4015023242494

pietro gnocchimúsica sacra para la iglesia de bresciaPIETRO GNOCCHI (1689-1775): Música sacra para la igle-sia de Brescia / Coro Claudio Monteverdi. Ensemble Pian &Forte. Bruno Gini, director

bottega discanticaBDI 234 | 1 CD | D3 | EAN: 8015203102347

christoph graupnerwo gehet jesu hin? (cantatas de pasión)CHRISTOPH GRAUPNER (1683-1760): Wo gehet Jesu hin?(Cantatas de Pasión) / Anton-Webern-Chor Freiburg.Ensemble Concerto Grosso. Hans Michael Beuerle, director

carusCARUS 83.457 | 1 CD | D2 | EAN: 4009350834576

du angenehme nachtigallcanciones de amor del barrocoDU ANGENEHME NACHTIGALL (¡OH DELICIOSORUISEÑOR!): Canciones de amor barrocas de Guzinger,Keiser, Telemann, Kusser, Lully, Montéclair, Vivaldi y otros /Collegium “Flauto e voce”

carusCARUS 83.344 | 1 CD | D2 | EAN: 4009350833449

el órgano de la princesa amalia de prusiaobras de c.p.e. bach, kirnberger, haupt...EL ÓRGANO DE LA PRINCESA AMALIA DE PRUSIA: Obrasde C.P.E. Bach, W.F. Bach, Kirnberger, Haupt, Kiel, Dienel yÜberlée / Roland Münch, órgano

crystal-deltaN 67088 | 1 CD | D2 | EAN: 4049774670886

la trompeta majestuosaobras de haendel, telemann, fasch...LA TROMPETA MAJESTUOSA: Obras de Haendel,Telemann, Fasch, Thieme, Schnell y Endler / Edward H. Tarr,trompeta. Franz Liszt Chamber Orchestra

christophorusCHE 0168-2 | 1 CD | D13 | EAN: 4010072016829

pablo queipo de llanofugasPABLO QUEIPO DE LLANO (1971): Fugas / EnsembleFisarchi

enchiriadisEN 2033 | 1 CD | D5 | EAN: 8437002261337

iyaî jesucristomúsica de las misiones jesuíticasIYAI JESUCRISTO: Música de las misiones jesuíticas en laBolivia del s. XVIII / Musica Temprana

etceteraKTC 1384 | 1 CD | D2 | EAN: 8711801102269

the submissionmúsica de cámara de la familia loeilletTHE SUBMISSION: Música de cámara de la Familia Loeillet(Sonatas, Suites y Conciertos) / Les Goûts-Authentiques. Jande Vlieger, director

etceteraKTC 1434 | 1 CD | D2 | EAN: 8711801014340

jesu meine freudeedición libro-discoJESU MEINE FREUDE: Bach contextualizado [EdiciónEspecial Libro-Disco] / Musica Amphion. Gesualdo ConsortAmsterdam. Pieter-Jan Belder, director

etceteraKTC 1440 | 1 Libro-CD | D4 x 2 | EAN: 8711801014401

claudio monteverdiil combattimento di tancredi & clorindaCLAUDIO MONTEVERDI (1567-1643): Il combattimento diTancredi & Clorinda; ... / Furio Zanassi, Juan Sancho,Adriana Fernández, voces. Les Sacqueboutiers. Jean-François Verdier, director

flora-codaexFLORA 1709 | 1 CD | D2 | EAN: 5425008377919

un concierto para mme. de sévignéobras de lully, marais, de visée, ...UN CONCIERTO PARA MADAME DE SÉVIGNÉ: Obras deLully, Marais, de Visée, Hoteterre... / Marc Hantaï, flauta.Georges Barthel, flauta. Philippe Pierlot, bajo de viola.Eduardo Egüez, tiorba

flora-codaexFLORA 2110 | 1 CD | D2 | EAN: 5425008377667

david kellnerphantasia (música para laúd barroco)DAVID KELLNER (c.1670-1748): Phantasia (música paralaúd barroco) / Emilio Moreno, laúd barroco de once órde-nes

glossaGCD 920112 | 1 CD | D2 | EAN: 8424562201125

alessandro striggiomisa para 40 y 60 vocesALESSANDRO STRIGGIO (c.1536-1592): Misa para 40 y 60voces (y otras obras monumentales florentinas de Benevoliy Corteccia) / Le Concert Spirituel. Hervé Niquet, director

glossaGCDSA 921623 | 1 SACD | D1 | EAN: 8424562216235

orlando furioso antonio vivaldiANTONIO VIVALDI (1678-1741): Orlando furioso (óperacompleta, RV 728) / Lemieux, Larmore, Jaroussky, ... /Ensemble Matheus. Choeur du Théâtre des Champs-Elysées. J.-Ch. Spinosi, dir.musical. P.Audi, dir. escénico

naïveDR 2148 | 1 DVD | D6 x 3 | EAN: 0822186021484

el sacabucheobras de castello, ortiz, falconiero...EL SACABUCHE: Obras para el instrumento de Castello,Ortiz, Falconiero, Scheidt, Merula, Morales, Ortiz, Schein ySchütz / Michel Becquet, sacabuche tenor. LesSacqueboutiers de Tolouse

flora-codaexFLORA 2310 | 1 CD | D2 | EAN: 5425008377674

www.diverdi.comfebrero 2012a

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il concerto delle viole barberiniobras de frescobaldi, mazzocchi, ...IL CONCERTO DELLE VIOLE BARBERINI: Obras de cámarade Frescobaldi, Mazzocchi, Palestrina, Waesich y Scarlatti /Ensemble Mare Nostrum. Vox Luminis. Andrea de Carlo,bajo de viola y dirección

ricercarRIC 320 | 1 CD | D2 | EAN: 5400439003200

amour, viens animer ma voix!cantatas francesas para bajoAMOUR, VIENS ANIMER MA VOIX!: Cantatas francesas parabajo / Hugo Olivera, bajo. Ludovice Ensemble

raméeRAM 1107 | 1 CD | D2 | EAN: 4250128511070

benedetto vinaccesicantatas y sonatasBENEDETTO VINACCESI (1666-1719): Cantatas y sonatas /Gemma Bertagnolli, soprano. Fulvio Bettini, barítono. GliErranti. Alessandro Casari, clave y dirección

stradivariusSTR 33879 | 1 CD | D2 | EAN: 8011570338792

souvenirobras para guitarra de regondi y costeSOUVENIR: Obras para guitarra de Giulio Regondi yNapoleón Coste (incluye Primeras Grabaciones Mundiales)/ Enea Leone, guitarra

stradivariusSTR 33907 | 1 CD | D2 | EAN: 8011570339072

georg philipp telemannvi nouvelles sonatinesGEORG PHILIPP TELEMANN (1681-1767): VI NouvellesSonatines (Hamburgo, 1730/1731) / Enrico Di Felice, flauta.L’Apothéose

stradivariusSTR 33901 | 1 CD | D2 | EAN: 8011570339010

antonio vivaldi (+bleckmann y caine)las cuatro estacionesANTONIO VIVALDI (1678-1741): Las cuatro estaciones(incluye interludios escritos e interpretados por TheoBleckmann y Uri Caine) / A. Hevia, violín. T. Bleckmann, voz.U. Caine, piano. Forma Antiqva. A. Zapico, director musical

winter & winterWIN 910185-2 | 1 CD | D1 | EAN: 0025091018529

wolfgang amadeus mozartconciertos para piano kv 466 & kv 467WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Conciertospara piano nº 20 KV 466 y nº 21 KV 467 / ArthurSchoonderwoerd, fortepiano y dirección. Cristofori

accentACC 24265 | 1 CD | D2 | EAN: 4015023242654

isaac albénizsuite iberia; la vegaISAAC ALBÉNIZ (1860-1909): Suite Iberia (cuatro cuader-nos); La Vega / Albert Attenelle, piano

columna música1CM 0213 | 2 CD | D4 x 2 | EAN: 8429977102135

hideyo harada interpretaschubert: fantasía "wanderer"; ...HIDEYO HARADA interpreta FRANZ SCHUBERT (1797-1828): Fantasía en Do mayor 'Wanderer'; Sonata para pianonº 21 / Hideyo Harada, piano

auditeAUD 92575 | 1 SACD | D1 | EAN: 4022143925756

heinrich von herzogenbergobras para coro mixto a cappellaHEINRICH VON HERZOGENBERG (1843-1900): Obras paracoro mixto a cappella / Rheinische Kantorei. Hermann Max,director

cpo777728-2 | 1 CD | D5 | EAN: 0761203772827

salvatore accardo (caja 9 cds)obras para violínSALVATORE ACCARDO (Caja 9 CDs): Obras para violín dePaganini, Bartók, Ginastera, Verdi, Dvorák, Rolla, Chausson,Falla y otros / Salvatore Accardo, Bruno Canino y FrancoPetracchi, violines

dynamicCDS 715/1-9 | 9 CD | D3 x 3 | EAN: 8007144607159

anton brucknersinfonías nº. 7 y 9ANTON BRUCKNER (1824-1896): Sinfonías nº. 7 y 9 / Radio-Sinfonieorchester Stuttgart des SWR. Kurt Sanderling yCarlo Maria Giulini, directores

hänssler94.604 | 2 CD | D5 | EAN: 4010276024569

cádiz 1812heraldo de libertadLUX BELLA: Cádiz 1818, Heraldo de libertad / Lux Bella(Ana Carpintero, canto. Gloria María Martínez, arpa)

lux bellaCOUT 3035 | 1 CD | D10 | EAN: 0705105024066

anton brucknersinfonía nº 9ANTON BRUCKNER (1824-1896): Sinfonía nº 9 / Radio-Sinfonieorchester Stuttgart des SWR. Roger Norrington,director

hänssler93.273 | 1 CD | P.V.P.: 17,50 €.- | EAN: 4010276024095

antonín dvorákquinteto de cuerda, op. 77ANTONÍN DVORÁK (1841-1904): Quinteto de cuerda, op. 77/ Berlin Philharmonic String Quintet

pentatonePTC 5186458 | 1 SACD | D1 | EAN: XXX

piotr ilyich tchaikovskysinfonía nº 1; marcha eslavaPIOTR ILYTCH TCHAIKOVSKY (1840-1893): Sinfonía nº 1;Marcha eslava / Russian National Orchestra. Mikhail Pletnev,director

pentatonePTC 5186381 | 1 SACD | D1 | EAN: 0827949038167

tríos con pianoravel, fauré y bonisTRÍOS CON PIANO: Obras de Ravel, Fauré y Bonis / TrioGeorge Sand

zig-zag territoiresZZT 120101 | 1 CD | D2 | EAN: 3760009292567

mikhail glinkatesoros del pianoforteMIKHAIL GLINKA (1804-1857): Tesoros del pianoforte /Tatiana Loguinova, pianoforte (Conrad Graf, Viena 1825)

phaedraPH 92026 | 1 CD | D2 | EAN: 5412327292269

justin heinrich knechtgrande symphonie JUSTIN HEINRICH KNECHT (1752-1817): Grande sympho-nie (obras orquestales y arias) / Sarah Wegener, soprano.Hofkapelle Stuttgart. Frieder Bernius, director musical

carusCARUS 83.228 | 1 CD | D2 | EAN: 4009350832282

1600obras maestras italianas del s. xvii1600: Obras maestras instrumentales italianas del s. XVII(Gabrieli, Merula, Macque, Frescobaldi, Salvatore, Castello,Zanetti, Marini, Legrenzi, Bononcini, Dall’Abaco y anónimo)/ Concerto Italiano. Rinaldo Alessandrini, director

naïveOP 30531 | 1 CD | D1 | EAN: 0709861305315

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aureliano cattaneotrazos; trío; concertinoAURELIANO CATTANEO: Trazos; Trío; Concertino / PetraHoffmann, soprano. Carlos Gil, trombón. Ensemble EspaiSonor. Voro García, director

stradivariusSTR 33893 | 1 CD | D2 | EAN: 8011570338938

voro garcíasombra del recuerdoVORO GARCÍA: Sombra del recuerdo (obras para ensem-ble) / Ensemble Espai Sonor. Voro García, director

stradivariusSTR 33894 | 1 CD | D2 | EAN: 8011570338945

alessandro sbordonisiriusALESSANDRO SBORDONI (1948): Sirius (obras para bayany orquesta) / Germano Scurti, bayan. Guido Arbonelli, clari-nete bajo. Gruppo Progetto AleaNova. Orchestra SinfonicaNazionale della RAI. Arturo Tamayo, director

stradivariusSTR 33905 | 1 CD | D2 | EAN: 8011570339058

astor piazzollacuatro estaciones porteñasASTOR PIAZZOLLA (1921-1992): Cuatro estaciones porte-ñas / Trio Artelli

stradivariusSTR 33913 | 1 CD | D2 | EAN: 8011570339133

igor stravinsky; dmitri shostakovichdivertimento; sonataIGOR STRAVINSKY (1882-1971): Divertimento; DMITRISHOSTAKOVICH (1906-1975): Sonata para violín y piano /Vladimir Stoupel, piano. Judith Ingolfsson, violín

auditeAUD 92576 | 1 SACD | D1 | EAN: 4022143925763

pierre boulezmémoriale; dérives 1 y 2PIERRE BOULEZ (1925): Mémoriale; Dérives 1 y 2 / FabriceJünger, flauta. Ensemble Orchestral Contemporain. DanielKawka, director

naïveMO 782183 | 1 CD | D1 | EAN: 0822186821831

in the penal colonyphilip glassPHILIP GLASS (1937): In The Penal Colony (ópera en unacto) / Michael Bennett, Visitante. Omar Ebrahim, El Oficial.The Music Theatre Wales Ensemble. Michael Rafferty

orange mountainOMM 0078 | 1 CD | D1 | EAN: 0801837007824

viktor ullmannsonatas para piano nºs. 5-7VIKTOR ULLMANN (1898-1944): Sonatas para piano nºs. 5-7/ Lala Isakova, piano

crystal-deltaN 67070 | 1 CD | D2 | EAN: 4049774670701

le tombeau de debussyobras para piano de debussy y otrosLE TOMBEAU DE DEBUSSY: Obras para piano de Debussy,Falla, Roussel, Stravinsky, Bartók, Malipiero y Dukas / JanMichiels, piano (Erard piano, 1892)

fuga liberaFUG590 | 1 CD | D2 | EAN: 5400439005907

frederic mompoupaisatgesFREDERIC MOMPOU (1893-1987): Paisatges / Adolf Pla,piano

la ma de guidoLMG 2109 | 1 CD | D3 | EAN: 8431471521091

dmitri hvorostovskyrachmaninov: romancesDMITRI HVOROSTOVSKY canta SERGEI RACHMANINOV(1873-1943): Romances / Dmitri Hvorostovsky, barítono.Ivari Ilya, piano

ondineODE 1207-2 | 1 CD | D2 | EAN: 0761195120729

kaija saariahoobras orquestales (caja 4 cds)KAIJA SAARIAHO: Obras orquestales (Caja 4 CDs) / Avanti!Chamber Orchestra. Finnish Radio Symphony Orchestra.LA Philharmonic Orchestra. Orchestre de Paris. H. Lintu, J.-P.Saraste, E.-P. Salonen y Ch. Eschenbach, directores

ondineODE 1113-2Q | 4 CD | D4 x 2 | EAN: 0761195111321

igor stravinskiEl pájaro de fuego; ...IGOR STRAVINSKI (1882-1971): L’Oiseau de feu; Petrushka;Le Sacre du Printemps; Pulcinella / Pokupic, Tarver, Foster-Williams. Orchestre Philharmonique de Monte-Carlo. YakovKreizberg, director

opmc-codaexOPMC 001 | 3 CD | D10 x 2 | EAN: 3760202580003

sergei rachmaninovlos preludios completosSERGEI RACHMANINOV (1873-1943): Los Preludios com-pletos / Peter Katin, piano

somm recordingsSOMMCD 0110 | 1 CD | D10 | EAN: 0748871011021

orquesta de cadaquéscompetición internacional de direcciónORQUESTA DE CADAQUÉS: Competición Internacional deDirección (obras de Montsalvatge, Guinjoan, ...) / Orquestade Cadaqués. Sir Neville Marriner, Gianandrea Noseda,Michal Nesterowicz y Pablo González, directores

tritoTD 0066 | 1 CD | D10 | EAN: 8437003939204

juli garretales illes medes; impresiones sinfónicasJULI GARRETA (1875-1925): Les illes Medes; Impresionessinfónicas / Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional deCataluña. Miquel Ortega, director

tritoTD 0086 | 1 CD | D10 | EAN: 8437011311122

christian mcbrideconversations with christianCHRISTIAN MCBRIDE: Conversations with Christian /McBride, Kidjo, Carter, Sting, Palmieri, Hargrove, Taylor,Bridgewater, Jones, Duke, Corea, Malone, Blake y Gershon,voces y letras

mac avenueMAC 1050 | 1 CD | D2 | EAN: 0673203105027

hank robertseverything is aliveHANK ROBERTS: Everything Is Alive / Hank Roberts, violon-chelo, voz, violín jazzafónico. Bill Frisell, guitarras eléctricasy acústicas. Jerome Harris, bajo acústico, guitarra acústica,voz. Kenny Wollesen, batería y percusión

winter & winterWIN 910174-2 | 1 CD | D1 | EAN: 0025091017423

mahler por uri cainedrummer boyeMAHLER POR URI CAINE: Drummer Boy (composicionesde Uri Caine en torno a Mahler) / Uri Caine, piano, celesta.Varios intérpretes

winter & winterWIN 910190-2 | 1 CD | D1 | EAN: 0025091019021

miles davisgrabaciones en vivo (1948-1957)MILES DAVIS (1926-1991): Grabaciones en vivo (1948-1957) (13 CDs) / Miles Davis, John Coltrane, Sonny Rollins,Red Garland, Tommy Flanagan, Philly Joe Jones, Art Taylor

united archivesNUA 08 | 13 CD | D1 x 2 | EAN: 5494239160089

48 diverdi el zoco

zo co e l zo co e l zo co e l zo co e l zo co e l zo co e l zo co e l zo co e l zo co

L o s d i s c o s d e l z o c o n o c o m p u t a n p a r a l o s d e s c u e n t o s s e ñ a l a d o s e n e l b o l e t í n d e p e d i d o .

El emocionante mundo de la ópera se presenta ante nuestros oídos, resucitando cinco veladas de privilegiadas interpretaciones vocales.La primera es una rareza muy buscada: la arrebatada Salome de Strauss con Tito Gobbi, cantada en italiano, del 1952. Avanzamos has-ta 1960, año en que Mirella Freni grabó La Griselda de Scarlatti, bajo dirección de Bruno Maderna. Del año siguiente datan las otrastres: I Puritani con Leyla Gencer y La mujer silenciosa de Strauss con Fritz Wunderlich; la tercera grabación no es una ópera, sino el Requiemde Donizetti, aunque su reparto (Gencer, Pecile, Moretti, Cassis) encajaría perfectamente. Como no solo de ópera vive el melómano,

dejamos para el final un álbum más, esta vez con tres de las mejores sinfonías de Schubert dirigidas por Otto Klemperer entre 1957 y 1960.

FRANZ SCHUBERT (1797-1828):Sinfonías nºs. 4, 8 y 9 / ConcertgebouwOrchestra. RAI. Philharmonia Orchestra.Otto Klemperer, director (grabado entre1957 y 1960) / ANDROMEDA / Ref.:ANDRCD 9106 (1 CD) D7

ALESSANDRO SCARLATTI (1660-1725):La Griselda (ópera en tres actos) / Freni,Mollet, Ratti, Rehfuss, Haefliger /Hannover Radio Orchestra. BrunoMaderna, director (grabado el27.09.1960) / ARCHIPEL / Ref.: ARPCD0478 (3 CD) D4

GAETANO DONIZETTI (1797-1848):Misa de réquiem / Gencer, Pecile, Moretti,Cassis. RAI Orchestra. G. Gavazzeni,director (grabado el 26.03.1961) /ARCHIPEL / Ref.: ARPCD 0475 (1 CD)D7

VINCENZO BELLINI (1801-1835): IPuritani / Gencer, Raimondi, Aussensi,Mazzoli, Bartoletti / Orquesta del TeatroColón de Buenos Aires. Argeo Quadri,director (grabado el 30.06.1961) / MYTOHISTORICAL LINE / Ref.: 2CD 00298 (2CD) D10

RICHARD STRAUSS (1864-1949): DieSchweigsame Frau (La mujer silenciosa)/ Böhme, Horakova, Friedrich,Wunderlich, Hallstein, Holm / Orquestadel Colón. Heinz Wallberg, director (gra-bado en Buenos Aires el 22.09.1961) /MYTO HISTORICAL LINE / Ref.: 2CD00295 (2 CD) D10

RICHARD STRAUSS (1864-1949): Salomé(cantada en italiano) / Lily Djanel, TitoGobbi, Fiorenzo Tasso / OrchestraSinfonica di Torino della Rai. NinoSanzogno, director (grabado en Turín el4.10.1952) / MYTO HISTORICAL LINE /Ref.: 2CD 00301 (2 CD) D10

Segundo mes del año y segunda entrega del sello Etcetera a tan solo 5,95 euros por disco. Dentro de esta selección brillan conluz propia tres discos para piano solo, dedicados a tres compositores tan interesantes como infrecuentes en nuestros catálogos,Copland, Ives y Stanchinsky, entre los que no desentonaría otro disco para tecla, con el Fausto para órgano de Petr Eben. Las sona-

tas para flauta de Mozart se hermanan en belleza con las de violín de Villa-Lobos o con las de Rubinstein para violonchelo, aunque los tríos con pianode Reger no se quedan atrás. Abandonando el ámbito camerístico encontramos las famosas Partitas de Krommer para conjunto de viento y un álbum dela Orquesta Sinfónica de Tenerife, dirigida por un joven Víctor Pablo Pérez, con tres de nuestras grandes obras: Noches en los jardines de España de Falla,la Rapsodia portuguesa de Ernesto Halffter y el estreno de Alegrías de Gerhard. Solo queda mencionar, en el campo vocal, a Roberta Alexander con can-ciones de Castelnuovo-Tedesco y a Carolyn Watkinson con un recital de arias barrocas.

AARON COPLAND (1900-1990): Obraspara piano / David Lively, piano / ETCE-TERA / Ref.: KTC 1062 (1 CD) P.V.P.: 5,95€.-

CAROLYN WATKINSON: Arias de ópe-ra barroca (Purcell, Haendel y Gluck) /Carolyn Watkinson, mezzosoprano.Amsterdam Bach Soloists. Jan Willem deVriend, director / ETCETERA / Ref.: KTC1064 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-

MAX REGER (1873-1916): Tríos con pia-no / Göbel-Trio Berlin / ETCETERA / Ref.:KTC 1077 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-

CHARLES IVES (1874-1954): Música parapiano, vol. 1 / Donna Coleman, piano.Jonathan Sills, flauta / ETCETERA / Ref.:KTC 1079 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-

MÚSICA ORQUESTAL ESPAÑOLA:Obras de Falla, Halffter, E. y Gerhard /Guillermo González, piano. TenerifeSymphony Orchestra. Victor Pablo Pérez,director / ETCETERA / Ref.: KTC 1095 (1CD) P.V.P.: 5,95 €.-

HEITOR VILLA-LOBOS (1887-1959):Sonatas para violín; Suites para piano /Jue Yao, violín. Alfred Heller, piano /ETCETERA / Ref.: KTC 1101 (1 CD) P.V.P.:5,95 €.-

PETR EBEN (1929): Fausto (para órga-no); Hommage à Buxtehude / NielsHenrik Jessen, órgano / ETCETERA / Ref.:KTC 1115 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-

ANTON RUBINSTEIN (1829-1894):Sonatas para chelo / Gert von Bülow,chelo. José Ribera, piano / ETCETERA /Ref.: KTC 1120 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-

WOLFGANG AMADEUS MOZART(1756-1791): Sonatas para flauta /Ransom Wilson, flauta. Robin Sutherland,piano / ETCETERA / Ref.: KTC 1138 (1CD) P.V.P.: 5,95 €.-

FRANZ KROMMER (1759-1831): PartitasOp. 45 / Triebensee Ensemble. JeroenWeierink, director / ETCETERA / Ref.:KTC 1141 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-

ALEXEI STANCHINSKY (1888-1914):Música para piano / Nikolai Fefilov, pia-no / ETCETERA / Ref.: KTC 1142 (1 CD)P.V.P.: 5,95 €.-

MARIO CASTELNUOVO-TEDESCO(1895-1968): Música para voz y guitarra/ Roberta Alexander, sopranno. DickHoogeveen, guitarra / ETCETERA / Ref.:KTC 1150 (1 CD) P.V.P.: 5,95 €.-

El sello Newton rescata en esta ocasión tres discos de autores italianos: la Missa para San Marco de Gabrieli, las sonataspara flauta de Albinoni interpretadas por Balestracci, y canciones escocesas e irlandesas de Giuliani. Por su parte, Brilliantabunda en la fuente italiana con cantatas de Pasión de Pasquini y música orquestal de Respighi, llegando a Alemania conobras sacras para bajo de Carl Philipp Emanuel Bach y los oratorios Paulus y Elías de Mendelssohn. Un disco con obras

inglesas para órgano y un homenaje gregoriano a las víctimas de la violencia doméstica cierran esta variopinta selección.

OTTORINO RESPIGHI (1879-1936):Integral de la música orquestal Vol. 1 /Orchestra Sinfonia di Roma. Dir.:Francesco la Vecchia / BRILLIANT / Ref.:94392 (2 CD) P.V.P.: 7,90 €.-

FITZWILLIAM VIRGINAL BOOK VOL. 1:Obras de Bull, Byrd, Farnaby, Gibbons,Morley, Philips y Tomkins / Pieter-JanBelder, organo / BRILLIANT / Ref.: 94303(2 CD) P.V.P.: 7,90 €.-

CARL PHILIPP EMANUEL BACH (1714-1788): Canciones sacras, Oden / JulianRedin, bajo. Jörn Boysen, piano / BRI-LLIANT / Ref.: 94309 (1 CD) P.V.P.: 3,95€.-

THE MARTYRED VIRGINS: Un homena-je gregoriano a las victimas femeninasde la violencia / Schola Cantorum KarolusMagnus. Dir.: Stan Hollaardt / BRILLIANT/ Ref.: 94314 (1 CD) P.V.P.: 3,95 €.-

BERNARDO PASQUINI (1637-1710):Passion Cantatas / Ensemble CapellaTiberina. Dir.: Giovanni Caruso / BRI-LLIANT / Ref.: 94225 (1 CD) P.V.P.: 3,95€.-

FELIX MENDELSSOHN (1809-1847):Elías (oratorio); Paulus (Oratorio) /Frankfurter Opernhaus - undMuseumorchester. Dir.: SylvainCambreling. SWR Symphony Orchestra.Dir.: Joshard Daus / BRILLIANT / Ref.:94319 (4 CD) P.V.P.: 15,80 €.-

TOMMASO ALBINONI (1671-1751):Sonatas para flauta / Sergio Balestracci,flauta / NEWTON / Ref.: 8802098 (2 CD)P.V.P.: 7,90 €.-

GIOVANNI GABRIELI (c. 1556-1612):Missa para San Marco / Organo BasilicaSan Marcos,Venecia / NEWTON / Ref.:8802100 (1 CD) P.V.P.: 3,95 €.-

GIOVANNI FRANCESCO GIULIANI(c.1760–1818): Canciones escocesas eirlandesas / Tulia Cartoni. MassimoScatolli / NEWTON / Ref.: 8802101 (3CD) P.V.P.: 11,85 €.-

49el zoco 211 / febrero 2012

zo co e l zo co e l zo co e l zo co e l zo co e l zo co e l zo co e l zo co e l zo co

L o s d i s c o s d e l z o c o n o c o m p u t a n p a r a l o s d e s c u e n t o s s e ñ a l a d o s e n e l b o l e t í n d e p e d i d o .

Igual que las especias en la buena cocina, así son los sellos Alto y Regis en nuestro Zoco, que recibe este febrero una avalancha de gra-baciones con muy buen sonido y muy buen precio. Está presente la flor y nata de los compositores, como Richard Strauss, Lutoslawski,Chopin, Beethoven, Dvorak, Mozart, Brahms, Smetana, Bach, Shostakovich o Janacek, ofrecidos por intérpretes del más alto nivel comolos pianistas Sviatoslav Richter, Glenn Gould, Alfred Brendel, Andras Schiff o Radoslav Kvapil, el oboe de Heinz Holliger, y la direc-ción de ilustres como Zubin Mehta. Hay obras sumamente atractivas, como el Via Crucis de Liszt, los preciosos Cantos de Auverniade Canteloube, o una compilación de clásicos sudamericanos para guitarra. Los amantes de la voz pueden optar, además de por una

antología de anthems ingleses, por un disco de arias cantadas por Maria Callas, otro con lieder interpretados por Kathleen Ferrier, y un disco doble enel que aparecen 38 de los mejores cantantes de ópera del siglo XX. Como complemento más ligero, podremos disfrutar tanto del jazz del trío de OscarPeterson como de las inolvidables canciones de la cantautora Joan Baez. Los mejores platos en nuestra carta de precios económicos. ¡Bon appétit!

LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827):Concierto para piano nº 4 Emperador /Alfred Brendel, piano. Vienna SymphonyOrchestra. Dir.: Zubin Mehta (1961) /ALTO / Ref.: ALC 1147 (1 CD) D7

CLÁSICOS SUDAMERICANOS PARAGUITARRA: Obras de Manuel Ponce,Astor Piazzola, Agustín Barrios, AntonioLauro y Heitor Villa-Lobos / MarceloKayath, guitarra (grabado entre 1987 y1991) / ALTO / Ref.: ALC 1149 (1 CD) D7

MARIE-JOSEPH CANTELOUBE (1879-1957): Canciones de la Auvernia /Netania Davrath, soprano. Orquesta deestudio. Dir.: Pierre de la Roche (1963 y1966) / ALTO / Ref.: ALC 1151 (1 CD) D7

LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827):Sonatas para piano nºs. 3, 4 y 27 /Sviatoslav Richter, piano (1971 y 1975)/ ALTO / Ref.: ALC 1158 (1 CD) D7

JOHANNES BRAHMS (1833-1897):Quinteto con clarinete en si menor, Op.115; WOLFGANG AMADEUS MOZART(1756-1791): Quinteto con clarinete enLa mayor, K581 / David Campbell, cla-rinete. Bingham Quartet / ALTO / Ref.:ALC 1161 (1 CD) D7

ANDRAS SCHIFF y GLENN GOULDinterpretan JOHANN SEBASTIAN BACH:Variaciones Goldberg y otras obras parapiano / Andras Schiff y Glenn Gould, pia-nos (1957 y 1978) / ALTO / Ref.: ALC1164 (1 CD) D7

RADOSLAV KVAPIL INTERPRETADVORÁK EN SU PROPIOBÖSENDORFER: Valses, mazurkas, églo-gas y otras piezas para piano / RadoslavKvapil, piano (1998) / ALTO / Ref.: ALC1171 (1 CD) D7

RADOSLAV KVAPIL interpreta BEDRICHSMETANA (1824-1884): Polkas; Macbethy las brujas; Impromptus / RadoslavKvapil, piano / ALTO / Ref.: ALC 1173 (1CD) D7

35 CANTANTES DEL SIGLO XX:Sutherland, Bergonzi, Callas, Simionato,Rysanek, Nilsson, Flagstad, Ludwig yotros / Varios solistas, orquestas y direc-tores (1950 y 1961) / ALTO / Ref.: ALC2016 (2 CD) D7 x 2

THE ENGLISH ANTHEM ANTHOLOGY:450 años desde Byrd a Tavener /Magdalen College Choir. Dir.: JohnHarper / ALTO / Ref.: ALC 4001 (4 CD)D5 x 2

ANTOLOGÍA DEL PIANO CHECO, VOL.II: Obras de Dvorák, Fibich, Martinu,Smetana... / Radoslav Kvapil, piano (1991y 1998) / ALTO / Ref.: ALC 6001 (6 CD)D10 x 2

OSCAR PETERSON TRIO: Songbook Hits/ Oscar Peterson Trio / ALTO / Ref.: ALN1927 (1 CD) D7

JOAN BAEZ: La voz del pueblo / JoanBaez, cantautora (1960 y 1961) / ALTO /Ref.: ALN 1930 (1 CD) D7

LEOS JANÁCEK (1854-1928): Obras parapiano / Radoslav Kvapil, piano / ALTO /Ref.: ALC 1127 (1 CD) D7

RICHARD STRAUSS (1864-1949):Concierto para oboe (+bonus trackLutoslawki) / Heinz Holliger, oboe / ALTO/ Ref.: ALC 1134 (1 CD) D7

LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827):Sonatas para piano 27, 28 y 29 / AlfredBrendel, piano / ALTO / Ref.: ALC 1135(1 CD) D7

ANTONÍN DVORÁK (1841-1904): Danzaseslavas ops. 46 y 72 / Varios / ALTO /Ref.: ALC 1146 (1 CD) D7

DIMITRI SHOSTAKOVICH (1906-1975):Sinfonía nº 7/ Orquesta Filarmónica deLeningrado. Dir.: Yevgeny Mravinsky /ALTO / Ref.: ALC 1150 (1 CD) D7

KATHLEEN FERRIER CANTA LIEDER /Kathleen Ferrier, contralto / ALTO / Ref.:ALC 1153 (1 CD) D7

MARIA CALLAS: Arias de Verdi y esce-nas de locura / Maria Callas, soprano /ALTO / Ref.: ALC 1156 (1 CD) D7

FRÉDÉRIC CHOPIN (1810-1849): Scherzi1-4; 13 Preludios del op. 28 / SviatoslavRichter, piano / ALTO / Ref.: ALC 1159 (1CD) D7

ALFRED BRENDEL interpreta FRANZLISZT (1811-1886): Suite del árbol deNavidad; Estudios de Paganini;Transcripciones de ópera (El disco debut)/ Alfred Brendel, piano / REGIS / Ref.:RRC 1378 (1 CD) D7

MARIA JOAO PIRES interpreta WOLF-GANG AMADEUS MOZART (1756-1791): Sonatas para piano 15-18 / MariaJoao Pires, piano / REGIS / Ref.: RRC 1382(1 CD) D7

FRANZ SCHUBERT (1797-1828): La bellamolinera / Dietrich Fischer-Dieskau, barí-tono. Gerald Moore, piano / REGIS / Ref.:RRC 1383 (1 CD) D7

FRANZ SCHUBERT (1797-1828): Obrasde cámara / Rudolf Serkin, piano. BuschQuartet / REGIS / Ref.: RRC 3012 (3 CD)D7 x 2

GIUSEPPE VERDI (1813-1883): Las gran-des óperas (7 óperas completas) [14CDs] / Varios cantantes, orquestas y direc-tores / BRAVISSIMO / Ref.: BRV 9801 (14CD) P.V.P.: 22,50 €.-

PAVAROTTI: 7 Óperas completas (15CDs) / Luciano Pavarotti, tenor. Varioscantantes, orquestas y directores / BRA-VISSIMO / Ref.: BRV 9901 (15 CD) P.V.P.:22,50 €.-

Dos óperas al precio de una, o seis al precio de tres, puesseis son los grandes títulos de la lírica que nos proponeDynamic en formato DVD, en recientes versiones y con elimportante aliciente de disponer todas de subtítulos en

castellano. Bellini (Norma, I Capuleti e Montecchi), Rossini (L’equivoco stravagan-te, Il barbiere di Siviglia) y Donizetti (Don Gregorio, L’elisir d’amore) están este mesa nuestro alcance a la mitad de su precio habitual.

2 ÓPERAS AL PRECIO DE 1: GAETA-NO DONIZETTI (1797-1848): DonGregorio + L’elisir d'amore / Varios can-tantes e intérpretes / DYNAMIC / Ref.:CDS 33700 (4 DVD) P.V.P.: 35,90 €.-

2 ÓPERAS AL PRECIO DE 1: GIOACHI-NO ROSSINI (1792-1868): Il barbieredi Siviglia; L’Equivoco stravagante / Varioscantantes e intérpretes / DYNAMIC /Ref.: CDS 33701 (2 DVD) P.V.P.: 31,90 €.-

2 ÓPERAS AL PRECIO DE 1: VINCEN-ZO BELLINI (1801-1835): Norma + Icapuleti e montecchi / Varios cantantese intérpretes / DYNAMIC / Ref.: CDS33702 (2 DVD) P.V.P.: 31,90 €.-

El gran Luciano Pavarotti siempre será un refe-rente vocal, y Bravissimo le rinde homenajecon un económico estuche que recoge, comple-tas, siete óperas de su repertorio ( Bohème,

Luisa Miller, Puritani, Manon, Lucia di Lammermoor, Rigoletto e ICapuleti). Así mismo, Verdi protagoniza una caja monográfica consiete de sus mejores obras (Macbeth, Rigoletto, Traviata, Trovatore,Falstaff, Ernani y Ballo in maschera). La mejor lírica al mejor pre-cio, y en una elegante presentación de reducido tamaño.

diverdi el chupito

El segundo centenario del nacimiento de Wagneren 2013 ha empezado a poner en rojo las alarmas.Una invasión de Anillos nos espera. Para muchosteatros es un desafío, para otros una obligación.Para algunos aficionados a la ópera es un motivode huida, para otros el camino hacia la plenitud.No hace falta esperar a la llamada desde la verdecolina de Bayreuth en el verano de 2013. LaBayerische Staatsoper de Munich comienza elpróximo 4 de febrero una nueva serie de El anillodel Nibelungo con El oro del Rin que, tras variasrepresentaciones, tendrá su continuación el 11 demarzo con la première de La valquiria, para con-tinuar a partir del 27 de mayo con Sigfrido y cerrar-se el ciclo desde el 30 de junio con El ocaso de losdioses.Después, en el Festival muniqués de vera-no, en julio, se podrán ver dos ciclos completoslos días 3, 4, 6 y 8, o bien los días 10, 11, 13 y 15.De la dirección musical se ha responsabilizadoKent Nagano y de la nueva producción escénicaestá al frente Andreas Kriegenburg. No es el tea-tro Nacional de Munich el único madrugador.Hamburgo ha comenzado a reponer, con direc-ción musical de la estupenda Simone Young, lapuesta en escena de Claus Guth de la tetralogíaestrenada en 2008-10. El 28 de enero comenza-ron con el prólogo y las jornadas siguientes ten-drán lugar los tres primeros domingos de febreroa las 16 horas. Los que prefieran no dejar tantosdías entre ópera y ópera tendrán una nueva opor-tunidad en marzo con un ciclo completo entre el1 y el 11. Y en Berlín, por poner otro ejemplo enAlemania, Daniel Barenboim deja un hueco en laFesttage de Semana Santa para los dos primeroscapítulos en la puesta en escena que compartenla Staatsoper berlinesa y La Scala de Milán. Omucho me equivoco o vamos a tener Anillos enabundancia con los más variados planteamientosmusicales y con las propuestas escénicas más ima-ginativas. El único consejo que me permito dar a

los que planifiquen sus días wagnerianos enMunich es que cambien nuestros tradicionaleschupitos por unas jarras de cerveza en condicio-nes, bien en la fábrica de Landsbergerstrasse 19o en el jardín de verano de Arnulfstrasse de losAugustinos, bien en la Unionsbrau cercana a laparada de metro de Max-Webern Platz. Les ase-guro que el recordado wagneriano Angel-Fernando Mayo se habría unido con entusiasmoa estas recomendaciones.

A España la fiebre de Anillos llegó hace unosaños y a ella se adhirieron con tanta conviccióncomo placer el Liceo de Barcelona, el Real deMadrid, el Palau de les Arts de Valencia, la ABAOde Bilbao o el Festival de Canarias, estando aho-ra el Maestranza de Sevilla en pleno desarrollo delproyecto. Tenemos además un Anillo de creaciónespañola, el de Carlus Padrissa de La Fura delsBaus, que ha levantado admiración y hasta entu-siasmo allá por donde ha ido. En cualquier casoel primer paso de los preparativos de celebraciónwagneriana de 2013 –en su faceta vinculada a Elanillo– a la española viene de otros derroteros.Curiosamente, literarios. Me refiero a la publica-ción de El perfecto wagneriano, de George BernardShaw, crónica más que lúcida de El anillo, que enla cuidada edición de Alianza está acompañada deun soberbio estudio introductorio del joven y bri-llante profesor de literatura inglesa de laUniversidad Complutense de Madrid EduardoValls Oyarzun. En el número anterior de este bole-tín, con aspiraciones de revista de referencia, elgran wagneriano y si cabe aún mejor straussianoMiguel Ángel González Barrio hizo una reseñaejemplar de este libro y a ella me remito. Si empe-zamos mentalizándonos en la preparación deWagner 2013 con esta lectura vamos por buencamino. Después de ella El anillo del Nibelungo yquizás su creador se ven de otra manera. Mássugerente, más enriquecedora. Diferente.

el chupito

Fiebre de Anillos

Juan Ángel Vela del Campo

““El segundo

centenario del

nacimiento de

Wagner en 2013

ha empezado a

poner en rojo las

alarmas. Una

invasión de Anillos

nos espera. Para

muchos teatros es

un desafío, para

otros una

obligación.””

Staatsoper de Hamburgo. El ocaso de los dioses. Claus Guth