discrasias sanguÍneas

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SANGRE La principal función de la sangre circulante es transportar oxígeno y nutrientes a los tejidos y retirar el dióxido de carbono y los productos de desecho. La sangre también tiene como función transportar otras sustancias (p.ej., hormonas) desde sus lugares de formación hasta sus puntos de acción, así como células blancas y plaquetas hasta donde son necesarias. Al mismo tiempo, ayuda en la distribución del agua, solutos y calor, y por lo tanto contribuye a la homeostasis. La sangre es una suspensión de eritrocitos, leucocitos y plaquetas en una solución compleja (plasma) de gases, sales, proteínas, carbohidratos y lípidos. El volumen de sangre circulante es aproximadamente el 7% de peso corporal. Alrededor del 55% de la sangre es plasma, con un contenido de proteínas de 7 g/dl (4g/dl de albúmina y 3 g/dl de inmunoglobulinas). Componentes de la sangre Eritrocitos : son discos bicóncavos, flexibles, anucleados, que transportan oxígeno a los tejidos corporales. Su vida media es de 120 días. La principal proteína de los eritrocitos es la hemoglobina. El hierro de la hemoglobina se une débilmente y reversible al oxígeno para formar la oxihemoglobina. La hemoglobina fetal posee mayor afinidad por el oxígeno. La eritropoyesis está regulada por la glucoproteína

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Page 1: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

SANGRE

La principal función de la sangre circulante es transportar oxígeno y nutrientes a los

tejidos y retirar el dióxido de carbono y los productos de desecho. La sangre también

tiene como función transportar otras sustancias (p.ej., hormonas) desde sus lugares de

formación hasta sus puntos de acción, así como células blancas y plaquetas hasta

donde son necesarias. Al mismo tiempo, ayuda en la distribución del agua, solutos y

calor, y por lo tanto contribuye a la homeostasis.

La sangre es una suspensión de eritrocitos, leucocitos y plaquetas en una solución

compleja (plasma) de gases, sales, proteínas, carbohidratos y lípidos.

El volumen de sangre circulante es aproximadamente el 7% de peso corporal.

Alrededor del 55% de la sangre es plasma, con un contenido de proteínas de 7 g/dl

(4g/dl de albúmina y 3 g/dl de inmunoglobulinas).

Componentes de la sangre

Eritrocitos: son discos bicóncavos, flexibles, anucleados, que transportan oxígeno a

los tejidos corporales. Su vida media es de 120 días. La principal proteína de los

eritrocitos es la hemoglobina. El hierro de la hemoglobina se une débilmente y

reversible al oxígeno para formar la oxihemoglobina. La hemoglobina fetal posee

mayor afinidad por el oxígeno. La eritropoyesis está regulada por la glucoproteína

eritropoyetina, secretada principalmente en los riñones. La eritropoyetina actúa

acelerando la diferenciación de las células tronco en la médula ósea.

Leucocitos: 4000-10000/ml de sangre. Comprenden los granulocitos (65%) linfocitos

(30%) y monocitos (5%). Entre los granulocitos, un 95% son neutrófilos, un 4%

eosinófilos y un 1% basófilos. Después del nacimiento, los granulocitos y los

monocitos continúan originándose en la médula ósea, mientras que los linfocitos

tienen su origen en los ganglios linfáticos, el bazo y el timo. Los leucocitos

proporcionan un mecanismo fundamental de defensa frente a las infecciones.

Plaquetas: son pequeños fragmentos celulares anucleares que se forman a partir de los

megacariocitos. Los megacariocitos se encuentran en la médula ósea, y cuando

maduran se fragmentan en plaquetas que pasan a la circulación. La concentración

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normal de plaquetas en la sangre está entre 150000 y 300000 por microlitro. Vida

media: 8 a 12 días.

En su citoplasma hay factores activos, tales como: 1) moléculas de actina y de

miosina similares a las que se encuentran en las células musculares, así como otra

proteína contráctil, la trombostenina que hace que las plaquetas se contraigan; 2)

restos del retículo endoplasmático y del aparato de Golgi que sintetizan diversas

enzimas y almacenan grandes cantidades de iones de calcio; 3) mitocondrias y

sistemas enzimáticos que son capaces de formar trifosfato de adenosina y difosfato de

adenosina (ADP); 4) sistemas enzimáticos que sintetizan prostaglandinas, que son

hormonas locales que provocan muchos tipos de reacciones vasculares y tisulares

locales; 5) una proteína llamada factor estabilizador de la fibrina, y 6) un factor de

crecimiento que hace que se multipliquen y crezcan las células endoteliales

vasculares, las células musculares vasculares lisas y los fibroblastos, lo que provoca la

proliferación vascular que ayuda a reparar las paredes vasculares lesionadas. En la

superficie de la membrana celular hay una cubierta de glucoproteínas que evita su

adherencia al endotelio normal y hace que se adhiera a las áreas lesionadas de la pared

vascular; además la membrana tiene grandes cantidades de fosfolípidos que son

activadores en múltiples puntos del proceso de coagulación de la sangre.

HEMOSTASIA Y COAGULACIÓN SANGUÍNEA

El término hemostasia significa prevención de la pérdida de sangre. La hemostasia se

consigue mediante diversos mecanismos, como:

1. Espasmo vascular (vasoconstricción).

2. Formación de un tapón de plaquetas (agregación plaquetaria).

3. Coagulación sanguínea.

4. Proliferación final de tejido fibroso dentro del coágulo sanguíneo para cerrar

de forma permanente el agujero en el vaso.

Vasoconstricción

La agresión física a un vaso sanguíneo provoca una respuesta contráctil del músculo

liso vascular y se produce por tanto un estrechamiento del vaso, esto reduce

inmediatamente la disminución del flujo de sangre del vaso roto. La vasoconstricción

en las arteriolas o en las arterias pequeñas lesionadas puede llegar a obliterar

totalmente la luz del vaso y a detener el flujo sanguíneo. La contracción es el

Page 3: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

resultado de un estímulo producido del objeto penetrante, de reflejos nerviosos y de

factores humorales locales de los tejidos traumatizados y de las plaquetas sanguíneas.

En los vasos pequeños , las plaquetas son responsables de la mayor parte de la

vasoconstricción al liberar el vasoconstrictor tromboxano A. Cuanto más se ha

traumatizado un vaso, mayor es el grado de espasmo; esto significa que un vaso

sanguíneo con un corte agudo suele sangrar mucho mas que un vaso roto por

aplastamiento.

Agregación plaquetaria

Cuando las plaquetas entran en contacto con una superficie vascular dañada, cambian

sus características: empiezan a hincharse, adoptan formas irregulares con numerosos

pseudópodos radiantes que sobresalen de sus superficies; sus proteínas contráctiles se

contraen poderosamente y liberan los gránulos con múltiples factores activos; se

hacen muy pegajosas de forma que se pegan a las fibras de colágeno; secretan grandes

cantidades de ADP y tromboxano A, éstos actúan sobre las plaquetas cercanas para

activarlas, y hace que se adhieran a las plaquetas activadas originalmente;

desencadenando así un círculo vicioso de activación.

Coagulación sanguínea

El coágulo empieza a aparecer en 15 a 20 segundos si el traumatismo de la pared

vascular ha sido intenso, y en 1 a 2 minutos si ha sido leve. Las sustancias

activadoras de la pared vascular traumatizada y de las plaquetas y las proteínas

sanguíneas que se adhieren a la pared vascular traumatizada inician el proceso de

coagulación.

Tres a seis minutos después de la ruptura de un vaso si la brecha no es demasiado

grande, toda la brecha o el extremo roto del vaso se llenan con el coágulo. Después

de 20 a 60 minutos, el coágulo se retrae; esto cierra el vaso todavía más. Las

plaquetas desempeñan un papel importante en esta retracción del coágulo.

Organización fibrosa o disolución del coágulo sanguíneo

Una vez que se ha formado el coágulo sanguíneo, se pueden dar 2 cosas:

1) Pueden invadirlo los fibroblastos, que posteriormente formarán tejido

conectivo por todo el coágulo.

2) Pueden disolverse

Page 4: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

MECANISMO DE COAGULACIÓN SANGUÍNEA

La coagulación tiene lugar en tres etapas esenciales:

1) En respuesta a la ruptura del vaso o una lesión de la propia sangre se produce

una compleja cascada de reacciones químicas en la sangre que afectan a más

de una docena de factores de coagulación. El resultado es la formación de un

complejo de sustancias activadas que en grupo se denominan activador de la

protrombina.

2) El activador de la protrombina cataliza la conversión de protrombina en

trombina.

3) La trombina actúa como una enzima para convertir el fibrinógeno en fibras de

fibrina, que cogen en su red plaquetas, células sanguíneas y plasma para

formar el coágulo.

Conversión de la protrombina en trombina

Después de formarse el activador de la protrombina debido a la ruptura del vaso

sanguíneo o a la alteración de la sangre por sustancias activadoras especiales, el

activador de la protrombina, en presencia de cantidades suficientes de Calcio iónico,

provoca la conversión de protrombina en trombina. La trombina produce la

polimerización de las moléculas de fibrinógeno en fibras de fibrina en otros 10 a 15

segundos. Por lo tanto, el factor limitador en la formación del coágulo sanguíneo

suele ser la formación del activador de la protrombina.

Las plaquetas tienen un papel importante en la conversión de la protrombina en

trombina, porque gran parte de la protrombina se une primero a los receptores de la

protrombina en las plaquetas que ya se han unido al tejido dañado.

La protrombina es una proteína plasmática, una alfa2-globulina. Está presente en el

plasma normal en una concentración de 15 mg/dL. Se forma constantemente en el

hígado y se utiliza en todo el organismo para la coagulación sanguínea.

La vitamina K es necesaria para que el hígado forme con normalidad la protrombina.

Conversión del fibrinógeno en fibrina: formación del coágulo

Fibrinógeno: es una proteína que está en el plasma en cantidades de 100 a 700 mg/dL.

Se forma en el hígado.

Page 5: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Acción de la trombina sobre el fibrinógeno para formar la fibrina

La trombina es una enzima proteica con capacidad proteolítica. Actúa sobre el

fibrinógeno, formando una molécula de monómero de fibrina que polimeriza con

otras moléculas de monómeros de fibrina. Por lo tanto, muchas moléculas de

monómeros de fibrina polimerizan en segundos en fibras largas de fibrina, que forman

el retículo del coágulo.

En los primeros estadíos de esta polimerización las moléculas se unen débilmente por

lo tanto el coágulo resultante es débil y puede romperse con facilidad; por lo que se

produce otro proceso durante los siguientes minutos que fortalece el retículo de

fibrina. Implica una sustancia llamada factor estabilizador de la fibrina. La misma

trombina que causa la formación de fibrina activa también el factor estabilizador de la

misma. Después, esta sustancia activada opera como una enzima provocando la

formación de enlaces covalentes entre las moléculas de monómero de fibrina, así

como múltiples entrecruzamientos entre las fibras de fibrina adyacentes, con lo que

contribuye a la fuerza que posee la red de fibrina.

El coágulo se compone de una red de fibras de fibrina que van en todas direcciones y

atrapan células sanguíneas, plaquetas y plasma. Las fibras de fibrina se adhieren

también a las superficies lesionadas de los vasos sanguíneos; por tanto, el coágulo se

adhiere a la abertura vascular y evita así la pérdida de sangre.

Pocos minutos después de formarse el coágulo, empieza a contraerse y suele exprimir

la mayor parte del líquido de su interior en 20 a 60 segundos. Este líquido se llama

suero porque se ha eliminado todo su fibrinógeno y la mayor parte de los otros

factores de coagulación. El suero no puede coagularse.

Las propias plaquetas contribuyen directamente a la contracción del coágulo al activar

las moléculas de trombostenina, actina y miosina plaquetarias, que son proteínas

contráctiles de las plaquetas y producen una fuerte contracción de las espículas de las

plaquetas unidas a la fibrina. La trombina y los iones de calcio liberados de los

depósitos de calcio de la mitocondria, el retículo endoplásmico y el aparato de Golgi

de las plaquetas activan o aceleran la contracción.

A medida que se retrae el coágulo, los bordes de los vasos sanguíneos rotos se juntan,

contribuyendo posible o probablemente al estadío final de la hemostasia.

Page 6: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Una vez que se ha formado una cantidad crítica de trombina, aparece un círculo

vicioso que hace que se forme todavía más coágulo sanguíneo y más trombina; de este

modo, el coágulo sanguíneo continúa creciendo hasta que algo detiene su crecimiento.

INICIACIÓN DE LA COAGULACIÓN: FORMACIÓN DEL ACTIVADOR DE

LA PROTROMBINA

Generalmente se considera que el activador de la protrombina se forma por dos vías:

1) Vía intrínseca: que se inicia en la propia sangre.

2) Vía extrínseca: comienza con el traumatismo de la pared vascular y de los

tejidos que la rodean.

Tanto en la vía intrínseca como en la extrínseca, participan una serie de factores de

coagulación sanguínea, las cuales son proteínas plasmáticas. En su mayor parte son

formas inactivas de enzimas proteolíticas. Cuando se convierten en las formas activas,

sus acciones enzimáticas provocan las reacciones en cascada sucesivas del proceso de

la coagulación.

Mecanismo extrínseco para iniciar la coagulación

El mecanismo extrínseco para iniciar la formación del activador de la protrombina

comienza con un traumatismo de la pared vascular o tejidos extravasculares, y se

produce de acuerdo a los siguientes pasos:

1) Liberación del factor tisular: el tejido lesionado libera un complejo llamado

factor tisular o tromboplastina tisular. Se compone especialmente de las

membranas de los tejidos y de un complejo lipoproteolítico que contiene una

importante enzima proteolítica.

2) Activación del factor X: El complejo lipoproteíco del factor tisular forma un

complejo con el factor VII de la coagulación y, en presencia de iones de

calcio, actúa por vía enzimática sobre el factor X para formar factor X

activado.

3) Efecto del factor X activado para formar el activador de protrombina. El

factor X activado se combina inmediatamente con los fosfolípidos tisulares

que forman parte del factor tisular, o con fosfolípidos adicionales liberados de

las plaquetas, así como con el factor V para formar el complejo llamado

activador de la protrombina. En unos pocos segundos, esto rompe la

Page 7: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

protrombina para formar trombina. Al principio el factor V del complejo

activador de la protrombina está inactivo, pero una vez que comienza la

coagulación y se empieza a formar trombina, la acción proteolítica de ésta

activa al factor V. Este se convierte entonces en un potente acelerador de la

activación de la protrombina. De este modo, en el complejo activador de la

protrombina fina, el factor X activado es la proteasa real que escnde la

protrombina en trombina, el factor V activado acelera enormemente esta

actividad de proteasa, y los fosfolípidos actúan como un vehículo que acelera

más el proceso.

Mecanismo intrínseco para iniciar la coagulación

Comienza con el traumatismo de la propia sangre o la exposición de la sangre al

colágeno en un vaso sanguíneo lesionado, y después sigue los siguientes pasos:

1) El traumatismo sanguíneo produce la activación del factor XII y libera

fosfolípidos plaquetarios.

2) Activación del factor XI. El factor XII activado actúa por vía enzimática

sobre el factor XI para activarlo. Esta reacción también precisa el cininógeno

HMW y es acelerada por la precalicreína,

3) Activación del factor IX por el factor XI activado. El factor XI activado actúa

sobre el factor IX para activarlo también .

4) Activación del factor X: el factor IX activado, actuando junto al factor VIII

activado y a los fosfolípidos y el factor 3 de las plaquetas lesionadas, activa al

factor X. Es evidente que si hay un aporte limitado del factor VIII o de

plaquetas, este paso es deficiente. El factor VIII es el factor que falta en la

persona con hemofilia clásica, por lo que se le llama factor antihemofílico.

Las plaquetas son el factor de coagulación que falta en la enfermedad

hemorrágica trombocitopenia.

5) Acción del factor X activado para formar el activador de la protrombina. El

factor X se combina con el factor V y las plaquetas o los fosfolípidos tisulares

para formar el complejo llamado activador de la protrombina. El activador de

la protrombina inicia a su vez, la escisión de la protrombina para formar

trombina, poniendo en movimiento el proceso final de la coagulación.

Page 8: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Papel de los iones calcio en las vías intrínseca y extrínseca

Los iones calcio son necesarios para favorecer o acelerar todas las reacciones. Por

tanto, en ausencia de iones calcio, la sangre no se coagulará.

Interacción entre las vías extrínseca e intrínseca

La coagulación se inicia por las dos vías en forma simultánea. El factor tisular inicia

la vía extrínseca, mientras que el contacto del factor XII y de las plaquetas con el

colágeno en la pared vascular inicia la vía intrínseca.

Una diferencia entre las dos vías es que la extrínseca puede ser de naturaleza

explosiva; una vez iniciada, su velocidad está limitada sólo por la cantidad de factor

tisular liberado por los tejidos lesionados y por las cantidades de factores X, VII y V

en la sangre. En un traumatismo tisular intenso, la coagulación puede producirse en

tan sólo 15 segundos. La vía intrínseca es mucho más lenta, necesitando de 1 a 6

minutos para producir la coagulación.

DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Enfermedades de las plaquetas

Los trastornos de las plaquetas pueden causar la formación defectuosa del tapón

hemostático y hemorragias debido a la reducción del número de plaquetas

(trombocitopenia) o por la alteración de su función a pesar de la existencia de cifras

normales de plaquetas (disfunción plaquetaria).

Púrpura trombocitopénica idiopática inmunológica

Es un trastorno hemorrágico caracterizado por la presencia de muy pocas plaquetas en

la sangre. Esto se debe a que el sistema inmune está destruyendo las plaquetas.

Idiopática quiere decir que se desconoce la causa exacta de la enfermedad.

Debido a que se ha aprendido más acerca de la naturaleza autoinmune de la

enfermedad, algunas veces se le denomina púrpura trombocitopénica inmune.

En niños se trata generalmente de una enfermedad autolimitada que sigue a una

infección vírica; en la mayoría de los adultos, es una enfermedad crónica sin causa

predisponente aparente.

Page 9: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Causas

La enfermedad ocurre cuando las células del sistema inmune, llamadas linfocitos,

producen anticuerpos contra las plaquetas. Las plaquetas son necesarias para la

coagulación normal de la sangre, ya que se juntan para taponar los pequeños agujeros

de las vasos sanguíneos dañados.

La presencia de anticuerpos en las plaquetas conlleva a su destrucción en el bazo.

Puede ocurrir una erupción cutánea característica, tendencia a formar hematomas con

facilidad, sangrado menstrual anormal o pérdida de sangre repentina y severa

proveniente del tracto gastrointestinal.

Generalmente, no existen otros hallazgos anormales. En los niños algunas veces la

enfermedad es precedida por una infección viral y sigue su curso sin tratamiento. En

los adultos, usualmente es una enfermedad crónica (a largo plazo) y puede seguir a

una infección viral, algunos medicamentos, embarazos u otros trastornos del sistema

inmune.

La púrpura trombocitopénica idiopática afecta con más frecuencia a mujeres que a

hombres y es más común en niños que en adultos. A los niños y niñas los afecta por

igual.

En la PTI de la infancia se cree que un antígeno (Ag) vírico activa la síntesis de Ac,

los cuales pueden reaccionar con el Ag vírico depositado sobre la superficie

plaquetaria o que puede depositarse sobre ésta en forma de inmunocomplejos Ag-Ac

víricos. Por el contrario, la PTI del adulto se produce generalmente por la generación

de Ac dirigidos contra Ag estructurales plaquetarios (autoanticuerpos).

Síntomas

Magulladuras

Sangrado nasal u oral

Sangrado en la piel; también llamado erupción con petequias y pequeñas

manchas rojas

Menstruación anormalmente abundante

Page 10: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Signos y exámenes

En ambas formas, la exploración física es negativa, a excepción de petequias, púrpura

y hemorragias mucosa, que pueden ser mínimas o profusas.

Los exámenes incluyen:

Un CSC (Conteo Sanguíneo Completo) muestra bajo conteo de plaquetas

Una aspiración de médula ósea o biopsia aparece normal, excepto en un

aumento del número de megacariocitos.

TPT (estudios de coagulación) es normal

TP (estudios de coagulación) es normal

Se pueden detectar anticuerpos asociados a las plaquetas

Tratamiento  

En los niños, con frecuencia, la enfermedad transcurre sin tratamiento.

En adultos, el tratamiento inicial generalmente es con una droga llamada prednisona.

Algunas veces, se indica una esplenectomía (extirpación del bazo). El bazo es el sitio

principal de destrucción de las plaquetas, pero la extirpación del bazo solamente

elevará el conteo de plaquetas en el 50% de las personas.

Cuando la enfermedad no responde al tratamiento inicial, se pueden aplicar otros

tratamientos como:

Danazol oral

Inyecciones con dosis altas de gamma globulina

Medicamentos supresores del sistema inmune

Trasportar la sangre a través de una columna de proteína A (Prosorba), la cual

filtra los anticuerpos separándolos del torrente sanguíneo

La terapia anti-RhD también puede ser de ayuda para personas con tipos de

sangre específicos

Page 11: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Las personas con púrpura trombocitopénica idiopática deben evitar tomar aspirina,

ibuprofeno y warfarina, ya que estos medicamentos interfieren con la función de las

plaquetas y de la coagulación de la sangre, y puede haber sangrado.

Pronóstico

La probabilidad de remisión (período libre de síntomas) es buena con prednisona o

esplenectomía. Rara vez, la PTI puede tornarse en una dolencia crónica en adultos y

reaparecer aún después de la remisión.

Complicaciones

Sangrado severo

Sangrado hacia el cerebro o pérdida de sangre hacia el tracto digestivo

Púrpura trombocitopénica trombótica (PTT)

1. Trombocitopenia grave.

2. Hematíes fragmentados en la extensión sanguínea (células en casco, hematíes

triangulares, hematíes deformados).

3. Evidencia de hemólisis (descenso de la cifra de Hb, policromasia en la

extensón de sangre periférica, recuento reticulocitario elevado, valor elevado

de LDH plasmática).

4. Fiebre.

5. Manifestaciones cambiantes de lesiones isquémicas en múltiples órganos.

Entre las últimas mencionadas destacan trastornos variables y extraños del SNC,

ictericia fluctuante (con elevación tanto de la bilirrubina directa como de la indirecta

debido a la combinación de hemólisis y de lesión hepatocelular) y proteinuria,

hematuria y leve elevación del BUN indicativo de lesión renal. Los pacientes también

pueden experimentar episodios de dolor abdominal y arritmias debido a lesión

miocárdica. Estos hallazgos se asocian a una lesión característica que afecta los vasos

de múltiples órganos y que consiste en la presencia de trombos blandos de plaquetas-

fibrina (sin la infiltración de granulocitos en el interior y alrededor de las paredes

Page 12: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

vasculares característica de las vasculitis) localizados principalmente en las uniones

arteriolocapilares.

Causas

Esta enfermedad es causada por una deficiencia en el factor de von Willebrand

que descompone la proteasa, conocido como ADAMTS13. La pérdida de esta enzima

ocasiona grandes cantidades de complejos  del factor de von Willebrand que circulan

en la sangre, lo cual a su vez provoca el amontonamiento de plaquetas y la

destrucción de los glóbulos rojos.

Aunque la mayoría de los casos no tienen una causa conocida, algunos pueden estar

relacionados con una deficiencia de ADAMTS13 al nacer, cáncer, qumioterapia,

infección por VIH, terapia de reemplazo hormonal y de estrógenos, y muchos

medicamentos de uso común (incluyendo ticlopidina, clopidogrel y ciclosporina A).

Síntomas

Fiebre

Debilidad

Tendencia a la fatiga

Palidez

Dificultad respiratoria al esforzarse

Frecuencia cardíaca sobre 100 por minuto

Sangrado en la piel o membranas mucosas

Púrpura: decoloración violácea en la piel producida por pequeños vasos

sangrantes cerca a la superficie cutánea

Dolor de cabeza

Confusión

Cambios del habla

Cambios en el estado de conciencia

Color amarillo de la piel (ictericia )

Signos y exámenes

Conteo de plaquetas  bajo

Page 13: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

CSC que muestra anemia

Bilirrubina elevada

Frotis de sangre muestra esquistocitos y células sanguíneas fragmentadas

Análisis de orina que muestra proteína o partículas microscópicas de sangre 

Niveles de creatinina altos

Biopsia  de la membrana mucosa que revela coágulos plaquetarios en vasos

sanguíneos pequeños

Tratamiento

El tratamiento consiste en la administración repetida de grandes volúmenes de plasma

normal . Pueden ser necesarios plasmaféresis repetidos (p.ej., un recambio de 5L/d

durante muchos días) para suministrar suficiente plasma normal a un paciente con el

fin de inducir y mantener la remisión. Se continúa con el plasma hasta que han

desaparecido todos los signos de enfermedad hemorrágica.

La plasmaféresis o intercambio plasmático se utiliza para remover sustancias

indeseadas de la sangre (grandes complejos proteínicos de von Willebrand) y

reemplazar la proteasa faltante. La sangre se extrae del paciente de la misma forma en

que se realiza una donación de sangre.

Luego, la porción de plasma de la sangre es filtrada a través de un separador celular.

La porción restante de la sangre se guarda, se reconstituye con plasma fresco y se

retorna al paciente como transfusión sanguínea.

Generalmente también se administran corticoides y en algunos casos, fármacos

antiplaquetarios (p.ej., dipiridamol en dosis altas y ácido acetilsalicílico) con

beneficios cuestionables. Debe cuestionarse a los pacientes durante varios años, ya

que si bien algunos presentan un solo episodio de PTT, en muchos otros la

enfermedad es crónica y muestran recaídas bruscas que requieren un tratamiento con

plasma.

Las personas que no responden a este tratamiento o que presentan recurrencias

frecuentes pueden requerir la extirpación del bazo.

Page 14: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Pronóstico

La PTT no tratada es casi siempre mortal.

La plasmaféresis ha mejorado el resultado de esta enfermedad hasta tal punto que un

80 o 90% de los pacientes ahora se recuperan completamente. Sin embargo, todavía

se producen muertes. Con las recaídas, los casos restantes se tornan crónicos   (largo

plazo).

Complicaciones

Insuficiencia renal 

Hemorragia

Accidente cerebrovascular

Una dolencia clínica similar con características compartidas es el síndrome urémico

hemolítico.

Síndrome hemolítico-urémico (SHU)

Trastorno caracterizado por la instauración súbita de trombocitopenia y de hemólisis

con hematíes fragmentados e insuficiencia renal anúrica aguda.

El SHU aparece principalmente en niños y en mujeres durante la gestación o el

postparto; en ocasiones afecta a niños mayores y mujeres adultas no gestantes. Su

patogenia es polémica. En algunos pacientes, la infección por gramnegativos (p.ej.,

un episodio de diarrea debida a Escherichia coli) puede ser un acontecimiento

inductor, y entonces el síndrome podría representar un equivalente clínico de la

reacción de Shwartzman generalizada; es decir, la endotoxemia podría desencadenar

un episodio de CID que provoca el depósito de fibrina en el interior del lecho capilar

glomerular y la instauración de la insuficiencia renal aguda. Puede también ocurrir un

síndrome parecido al SHU en los pacientes tratados con agentes citotóxicos, sobre

todo en los que reciben mitomicina o ciclosporina. Aunque su patogenia es poco

clara, al parecer está relacionada con una lesión del endotelio renovascular producida

por fármarcos.

Page 15: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Patogenia

Aunque el SHU asemeja a la PTT, difiera de ésta en que el riñón está afectado de

forma primaria con la instauración súbita de anuria. Se observa una lesión renal focal

típica cuya principal característica es la existencia de trombos de fibrina en arteriolas

y en los capilares glomerulares en lesiones más antiguas. Es rara la presencia de

trombos de fibrina en vasos de otros órganos. Como el episodio desencadenante de

CID es transitorio, no se encuentran pruebas de coagulación de la sangre indicativas

de CID continuada cuando se examina al paciente por primera vez. Este concepto de

la patogenia del SHU no descarta el papel de los factores locales (p.ej., lesión de las

células endoteliales glomerulares como consecuencia del depósito de fibrina) en la

progresión del SHU. En el SHU es rara la presencia de trombos de fibrina en vasos

pequeños de órganos pequeños diferentes a los riñones.

Pronóstico

La mayoría de los niños pequeños con SHU se recuperan con tratamiento

conservador, incluyendo diálisis. (Puesto que algunos aspectos del SHU se parecen a

los de la PTT, se han probado en estos pacientes la plasmaféresis y el recambio

plasmático, aunque sin evidencias claras de su eficacia).

ANOMALÍAS DE LA FUNCIÓN PLAQUETARIA

En algunas enfermedades, el número de plaquetas puede ser normal, pero éstas son

incapaces de formar tapones hemostáticos normales, por lo que el tiempo de sangría

estará prolongado. La alteración de la función plaquetaria puede deberse a un defecto

plaquetario intrínseco o a un factor extrínseco que altere la función de unas plaquetas

por lo demás normales. Los defectos pueden ser hereditarios o adquiridos. Las

causas adquiridas incluyen algunos fármacos de uso frecuente. Las pruebas de la fase

plasmática de la hemostasia (p.ej., el TTP, el TP) son normales en muchos casos (pero

no en todos [Enfermedad de Von Willebrand]).

Trastornos hereditarios de la función plaquetaria

Cuando la historia pediátrica de un paciente revela facilidad en la formación de

equimosis y hemorragias tras extracciones dentarias, amigdalectomía u otras

interveciones quirúrgicas, el hallazgo de un recuentro plaquetario normal, pero con un

Page 16: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

tiempo de sangría prolongado, sugiere un trastorno hereditario de la función

plaquetaria. La causa puede ser:

1. Enfermedad de vW, el trastorno hemorrágico hereditario mas frecuente.

2. Un trastorno plaquetario hereditario intrínseco, que es menos frecuente.

Para establecer el diagnóstico son necesarios estudios especiales (p.ej., determinación

del Ag vW, estudios de agregación plaquetaria). Es importante hacerlos porque el

tratamiento es diferente. La hemorragia en la enfermedad de vW se trata con

perfusiones de desmopresina, un análogo de la vasopresina que estimula la liberación

en el plasma del factor vW almacenado en los cuerpos de Weibel-Palade de las

células endoteliales, y crioprecipitado, un concentrado plasmático rico en factor vW.

La hemorragia grave en un paciente con un trastorno plaquetario intrínseco puede

requerir la transfusión de concentrados de plaquetas. Cualquiera que sea la causa de

la difunción de las plaquetas, deben evitarse los fármacos que puedan alterar aún más

la función plaquetaria, particularmente el AAS y otros AINE empleados en la artritis.

Como analgésico puede utilizarse el paracetamol, dado que no inhibe la función

plaquetaria.

Enfermedad de von Willebrand

Enfermedad hemorrágica autosómica dominante que resulta de una anomalía

cuantitativa (tipo I) o cualitativa (variantes tipo II) del factor vW, una proteína

plasmática secretada por las células endoteliales que circula en el plasma en forma de

polímeros de hasta 20000 kD. El factor vW posee 2 funciones hemostáticas

conocidas:

1. Los polímeros de tamaño muy grande son requeridos por las plaquetas para

adherirse normalmente al subendotelio en los sitios de lesión de la pared

vascular.

2. Los polímeros de todos los tamaños forman complejos con el factor VIII en el

plasma; la formación de tales complejos es necesaria para mantener unos

niveles plasmáticos normales de factor VIII. (Obsérvese en consecuencia, que

trastornos hereditarios pueden causar el déficit de factor VIII: la hemofilia A,

en la que la molécula del factor VIII no se sintetiza normalmente y la

enfermedad de vW, en la que la molécula del factor VIII no se sintetiza en

cantidades normales o bien no se sintetiza normalmente).

Page 17: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Antecedentes históricos

La enfermedad de von Willebrand adquirida (EvWa) es una enfermedad hemorrágica

poco común. Fue descrita por primera vez en el año 1968 asociada con el lupus

eritematoso sistémico (LES); 7 años más tarde, en 1975, se identificaron 8 pacientes

con EvWa y en 1976 Handin y colaboradores definieron el nuevo síndrome como

"una enfermedad de von Willebrand inducida por un anticuerpo" y la denominaron

"enfermedad de von Willebrand adquirida". En la década de los 90 se incrementó

significativamente el número de casos con EvWa descritos en la literatura médica y se

reconocieron las enfermedades con las que se asocia. Ya en 1999 se habían

identificado 226 casos con EvWa, y a pesar de ello no se habían realizado grandes

estudios, además el diagnóstico era difícil y el tratamiento de los pacientes afectados

era empírico. Estas consideraciones llevaron a organizar un Registro Internacional de

EvWa adscrito al Subcomité de von Willebrand del Comité Científico en

Estandarización de la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia; este

subcomité obtiene los datos de los departamentos de Hematología-Oncología y

centros de hemofilia. De los centros encuestados, 54 enviaron información de 211

casos; los datos se compararon con los publicados en la literatura y 25 pacientes que

no estaban correctamente diagnosticados fueron excluidos. De los 186 casos que

calificaron para el registro, la EvWa se asoció con enfermedades linfoproliferativas

(48 %), mieloproliferativas (15 %), neoplasias (5 %), inmunológicas (2 %),

cardiovasculares (21%) y misceláneas (9 %).

En la actualidad se conoce que la EvWa se refiere a una multitud de condiciones

adquiridas, cuyo denominador común es una tendencia hemorrágica asociada con una

disminución de la actividad del factor von Willebrand (FvW), con o sin la presencia

de inhibidores específicos contra este factor.

Síntomas y signos

La enfermedad de vW afecta a ambos sexos y pueden registrarse antecedentes

maternos o paternos positivos. Las manifestaciones hemorrágicas son leves o

moderadas e incluyen facilidad para la formación de hematomas, hemorragias por

pequeños cortes cutáneos que pueden detenerse y reiniciarse de nuevo durante horas,

metrorragias (en algunas mujeres) y hemorragias anormales tras intervenciones

Page 18: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

quirúrgicas (p.ej., extracción dentaria y amigdalectomía). Las pruebas de detección

de la coagulación revelarán un tiempo de sangrado prolongado y, a veces, un TTP

algo prolongado, que refleja un nivel plasmático del factor VIII moderadamente

reducido.

Los estímulos vasoactivos inducidos por el estrés o el ejercicio pueden elevar

temporalmente el factor vW plasmático a través de su liberación en los depósitos

endoteliales. Los cambios hormonales asociados al estrés o al embarazo y a la

respuesta de la fase aguda de la inflamación o de la infección aumentan la síntesis del

factor vW y, por lo tanto, su nivel en el plasma por ello, en personas con EvW leve, la

variación en el nivel plasmático puede hacer que las pruebas de detección sean

normales en algunas ocasiones y anormales en otras, dificultando el diagnóstico. Un

tiempo de sangría sensibilizado por AAS puede ser útil en este caso para descubrir

alteración en el tiempo de sangría.

Diagnóstico

La EvWa debe sospecharse en todos los pacientes que presenten una diátesis

hemorrágica de aparición tardía sin historia personal o familiar de coagulopatía. Los

síntomas clínicos son similares a los de la EvW congénita, e incluyen sangramientos

mucocutáneos: equímosis, epístaxis, gingivorragia, menorragia, hemorragia

gastrointestinal especialmente en presencia de angiodisplasia y sangrados

posquirúrgicos. Se ha sugerido que la tendencia hemorrágica depende del mecanismo

patogénico; según Mohri esta es más significativa en pacientes en los que se ha

demostrado la presencia de autoanticuerpos contra el FvW. La prevalencia real de la

EvWa es difícil de establecer, ya que esta condición es probablemente

subdiagnosticada en muchos casos. El diagnóstico de la EvWa frecuentemente es

simultáneo con el diagnóstico de la enfermedad asociada, y en la mayoría de los

casos, se realiza en pacientes mayores de 60 años de edad.

El diagnóstico definitivo requiere la determinación de:

La fracción antigénica plasmática total del factor vW mediante la altura

máxima del “pico” que se obtiene en la electroforesis plasmática en un medio

de agarosa que contenga un Ac frente al factor vW.

Page 19: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

La capacidad del plasma para mantener la aglutinación plaquetaria normal

inducida por ristocetina (actividad del cofactor de la ristocetina), que es un

fenómeno dependiente de la presencia de polímeros de tamaño intermedio del

factor vW.

El nivel plasmático del factor VIII. En pacientes con la frecuente forma I de

EvW, los resultados serán concordantes, es decir, el Ag vW, la actividad de

cofactor de la ristocetina y la actividad coagulante del factor VIII estarán todas

deprimidas en la misma medida. El grado de depresión variará en los

diferentes pacientes entre el 15 y el 60% de lo normal y determinará la

gravedad de la hemorragia. (recientemente se ha observado que un número

significativo de donantes de sangre del grupo O presuntamente normales

presentan unos niveles del Ag vW en el intervalo 40-60%. Esta observación

requiere un posterior estudio para determinar si estas personas deben

determinarse afectarse en una forma leve de la EvW).

Los pacientes con variantes tipo II de la EvW sintetizan moléculas de vW anormales,

lo que produce una deficiencia selectiva de los polímeros de factor vW de tamaño

muy grande. Se sospecha la existencia de una variante tipo II cuando de

determinación del Ag vW no concuerdan con los resultados de una prueba de

detección de la aglutinación del plasma del paciente con distintas concentraciones de

ristocetina. El diagnóstico puede confirmarse demostrando un arco de precipitación

anormal en una inmunoelectroforesis cruzada debido al déficit selectivo de los

polímeros de gran tamaño o a la existencia de una concentración reducida de éstos en

la electroforesis en gel de agarosa.

Tratamiento

La reposición del factor vW mediante la perfusión de un crioprecipitado controla o

previene la hemorragia en la variante tipo I o en las variantes tipo II de la EvW. La

dosis se establece empíricamente (p.ej., una bola/10 kg c 8-12 h durante varios días

para prevenir la hemorragia excesiva tras una cirugía mayor). Un concentrado del

factor VIII “pasteurizado” y de pureza intermedia, denominado humate-P, contiene

los polímeros de gran tamaño del factor vW y, por otro lado, no se ha demostrado que

trasmita la infección por el VIH o la hepatitis. En consecuencia, constituye una

alternativa segura al crioprecipitado. Cuando no es posible disponer del humate-P,

Page 20: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

existen otros concentrados del factor VIII de pureza intermedia, pero con un

contenido menos fiable de factor VIII (los concentrados de factor VIII de alto grado

de pureza se preparan por cromatografía de inmunoafinidad pero al no contener el

factor vW no se deben utilizar como terapia de reposición).

La desmopresina desempeña un importante papel en el tratamiento en la enfermedad

de vW tipo I, pero carece de valor para la mayoría de los pacientes con las variantes

tipo II (además, en los casos de variante tipo II b puede incluso presentar efectos

nocivos paradógicos). Cuando se administra a una dosis de 0.3 ug/kg en 50 ml de una

solución de NaCl al 0.9% I.V. durante 15-30 minutos, puede causar una elevación

suficiente de los niveles del factor vW y el factor VIII en pacientes con enfermedad

vW tipo I leve que van a ser sometidos a una extracción dentaria o a cirugía menor sin

necesidad de terapia de reposición. Los valores de los factores vW y VIII volverán a

la normalidad según la vida media intravascular de aproximadamente 8-10 h. Para

suprimir la fibrinólisis también debe administrarse ácido EACA, 75mg/kg po 4/d o

ácido tranexámico, 25mg/kg 3/d. Deben transcurrir unas 48 horas para que se

acumulen nuevos depósitos endoteliales del factor vW que permitan que una segunda

inyección de desmopresina sea tan eficaz como la dosis inicial. En algunos casos, la

combinación del uso de desmopresina y crioprecipitado puede reducir

sustancialmente la cantidad de crioprecipitado necesaria para controlar o prevenir la

hemorragia.

Enfermedad de von Willebrand congénita (autosómica recesiva)

Una forma rara autosómica recesiva de la enfermedad de vW (variante tipo III) en la

que el paciente homocigoto (o el heterocigoto doble) presenta diátesis hemorrágica

grave y niveles plasmáticos de factor vW y de factor VIII apenas medibles (<1% del

valor normal). Por lo general los padres no tienen antecedentes de hemorragia

excesiva y en las pruebas casi siempre se detectan sólo anomalías mínimas del factor

vW. Los pacientes con la variante tipo III desarrollan a menudo Ac frente al factor

vW tras la terapia de reposición, lo cual complica su tratamiento.

Hemofilia A

Es un trastorno hereditario de la coagulación de la sangre, causado por la actividad

deficiente de una proteína en el plasma denominada factor VIII, que afecta la

propiedad de coagulación de la sangre.

Page 21: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Causas, incidencia y factores de riesgo  

La hemofilia es un trastorno hemorrágico hereditario de factores específicos de la

coagulación de la sangre y se clasifica en diferentes tipos, incluyendo hemofilia A y

B. La hemofilia A es el más común de estos trastornos y es el resultado de la

deficiencia del factor VIII de la coagulación.

El trastorno es causado por un rasgo recesivo ligado al cromosoma X con el gen

defectuoso localizado en dicho cromosoma. De esta manera, el trastorno se presenta

principalmente en las mujeres. Éstas portan dos copias del cromosoma X, de tal forma

que si el gen del factor VIII en un cromosoma está defectuoso, el gen en el otro

cromosoma puede compensar. Los hombres, sin embargo, portan sólo un cromosoma

X, de tal manera que si el gen del factor VIII en ese cromosoma está defectuoso, el

niño desarrollará la enfermedad.

Las mujeres con un gen defectuoso del factor VIII son portadoras de este rasgo. El

50% de la descendencia masculina de mujeres portadoras presenta la enfermedad y el

50% de la descendencia femenina es portadora. Asimismo, todas las hijas de un varón

hemofílico son portadoras del rasgo.

La gravedad de los síntomas puede variar en esta enfermedad y las formas más graves

se manifiestan desde muy temprano. El sangrado es la característica más importante

de este trastorno y ocurre algunas veces, aunque no siempre, si el niño es

circuncidado. Otras manifestaciones hemorrágicas aparecen cuando el niño comienza

a movilizarse.

Los casos leves pueden pasar inadvertidos hasta una edad posterior, cuando se

presenta un sangrado en respuesta a una cirugía o un trauma. La hemorragia interna se

puede presentar en cualquier sitio y es común el sangrado al interior de las

articulaciones.

Los factores de riesgo son los antecedentes familiares de sangrados y el ser del sexo

masculino. La incidencia de la hemofilia A es de 1 caso por cada 5.000 hombres.

Síntomas

Page 22: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Magulladuras

Sangrado espontáneo

Sangrado al interior de las articulaciones asociado con dolor y edema

Hemorragias del tracto gastrointestinal y urinario

Sangre en la orina o en las heces

Sangrado prolongado producido por heridas, extracciones dentarias y cirugía

Signos y exámenes

Muchos exámenes de la coagulación de la sangre se llevan a cabo si la persona bajo

estudio es la primera del grupo familiar que se la identifica con este trastorno de

coagulación y una vez que se ha identificado el defecto, los otros miembros de la

familia requerirán menor cantidad de exámenes para el diagnóstico.

Los exámenes incluyen:

TPT prolongado

Tiempo de protrombina normal

Tiempo de sangrado normal

Niveles normales de fibrinógeno

Actividad baja del factor VIII sérico

Tratamiento

El tratamiento rutinario es la infusión de concentrados del factor VIII para reemplazar

el factor defectuoso de coagulación. La cantidad de dicha infusión depende de la

gravedad y del lugar del sangrado y del tamaño del paciente.

La hemofilia leve se puede tratar con la infusión de crioprecipitado o desmopresina

(DDAVP), los cuales provocan la liberación del factor VIII que se almacena en el

revestimiento interior de los vasos sanguíneos del cuerpo.

Para prevenir una crisis hemorrágica, a las personas con hemofilia y a sus familias se

les puede enseñar la forma de administrar concentrados del factor VIII en sus hogares,

ante los primeros signos de sangrado. Las personas con formas severas de la

enfermedad pueden requerir transfusiones profilácticas de forma regular.

Page 23: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, se puede administrar concentrado de

factor VIII o desmopresina (DDAVP) antes de practicarles una extracción dental o

una cirugía con el fin de prevenir el sangrado.

Es necesaria la vacunación contra la hepatitis B, dado que hay un aumento en el

riesgo de exposición al virus de la hepatitis, debido a las frecuentes infusiones de

productos sanguíneos.

Los pacientes que desarrollan un inhibidor para el factor VIII pueden requerir

tratamiento con otros factores de la coagulación, tales como el factor VIIa, que

pueden ayudar a la coagulación incluso en ausencia del factor VIII.

Pronóstico

La mayoría de las personas hemofílicas tienen una vida relativamente normal gracias

al tratamiento. Sin embargo, un pequeño porcentaje de ellas desarrollan inhibidores

del factor VIII y pueden morir por pérdida de sangre.

Complicaciones

Deformidades articulares crónicas, provocadas por el sangrado recurrente

dentro de las articulaciones, las cuales deben ser manejadas por un ortopedista

Las transfusiones repetidas pueden incrementar el riesgo de contraer SIDA y

hepatitis, probabilidad que era mayor antes del año 1985 cuando los

procedimientos de selección de la sangre no se habían desarrollado para

detectar el VIH; sin embargo, el nuevo procesamiento con calor que se le

aplica a la sangre convierte al factor VIII en material libre del virus del SIDA,

haciéndolo seguro para su uso

Otra posible complicación es una hemorragia intracerebral (Ver hemorragia

intracerebral profunda, hemorragia intracerebral lobular)

Situaciones que requieren asistencia médica

Se debe buscar asistencia médica, si se presentan síntomas sugestivos de un trastorno

hemorrágico.

Page 24: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Se debe acudir al médico para un examen si a un miembro de la familia se le ha

diagnosticado hemofilia A.

También se debe acudir al médico si la persona padece esta enfermedad y planea tener

hijos.

Prevención

Asesoramiento genético

Diagnóstico prenatal intrauterino con la terminación del embarazo como una

opción

Hemofilia B

Es un trastorno de la coagulación sanguínea hereditario, causado por la deficiencia de

una proteína en el plasma denominada factor IX, que afecta la propiedad de

coagulación de la sangre.

Causas, incidencia y factores de riesgo

La hemofilia es un trastorno hemorrágico hereditario de factores específicos de la

coagulación que se clasifica en varios tipos, incluyendo hemofilia A y B, la primera es

7 veces más común que la segunda. La hemofilia B es causada por la deficiencia del

factor IX de la coagulación.

Este trastorno es causado por un rasgo recesivo ligado al cromosoma X, donde se

localiza el gen defectuoso. De esta manera, el trastorno se presenta principalmente en

las mujeres. Éstas son portadoras de dos copias del cromosoma X, de modo que si el

gen del factor IX en uno de los cromosomas es defectuoso, el otro puede compensar.

Los hombres, sin embargo, portan únicamente un cromosoma X, de tal forma que si el

gen del factor IX en ese cromosoma es defectuoso, el niño desarrollará la enfermedad.

Las mujeres con un gen defectuoso del factor IX son portadoras de este rasgo. El 50%

de la descendencia masculina de las mujeres portadoras tendrá la enfermedad y el

50% de la descendencia femenina será portadora. Asimismo, todas las hijas de un

varón hemofílico son portadoras del rasgo.

Page 25: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

La gravedad de los síntomas puede variar en esta enfermedad y las formas graves se

manifiestan en forma temprana. El sangrado es la característica más importante de

este trastorno y ocurre algunas veces, aunque no siempre, si el niño es circuncidado.

Otras manifestaciones hemorrágicas adicionales aparecen cuando el niño comienza a

movilizarse.

Los casos leves pueden pasar inadvertidos hasta una edad posterior, cuando se

presente un sangrado en respuesta a una cirugía o a un trauma. La hemorragia interna

se puede presentar en cualquier sitio y es común el sangrado en el interior de las

articulaciones.

Los factores de riesgo son los antecedentes familiares de sangrado y el ser del sexo

masculino. La incidencia de la hemofilia B es aproximadamente de 1 caso por cada

32.000 hombres.

Síntomas

Sangrado nasal

Hematomas

Sangrado espontáneo

Sangrado dentro de las articulaciones asociado con dolor y edema

Hemorragia del tracto gastrointestinal y urinario

Sangre en la orina o en las heces

Sangrado prolongado producido por heridas, extracciones dentales y cirugía

Sangrado excesivo después de la circuncisión

Signos y exámenes

Si la persona bajo estudio es la primera del grupo familiar que se la identifica con este

trastorno de coagulación, los estudios de coagulación que se le realizan involucran

muchos exámenes. Una vez que se ha identificado el defecto, los otros miembros de la

familia requerirán menos cantidad de exámenes para el diagnóstico.

TPT prolongado

tiempo de protrombina normal

tiempo de sangría normal

Page 26: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

fibrinógeno normal

disminución de los niveles del factor IX sérico

Tratamiento

El tratamiento rutinario es la infusión de concentrados del factor IX para reemplazar

el factor defectuoso de coagulación. La cantidad de la infusión depende de la

gravedad y del lugar del sangrado y del tamaño del paciente.

Se recomienda la vacunación contra la hepatitis B para individuos con hemofilia B

dado el aumento del riesgo de contraer la hepatitis por la frecuente exposición a

productos sanguíneos.

Para prevenir una crisis hemorrágica, a las personas con hemofilia y a sus familias se

les puede enseñar la forma de administrar concentrados del factor IX en sus hogares,

ante los primeros signos de sangrado. Las personas con formas severas de la

enfermedad pueden requerir infusiones profilácticas de concentrado del factor IX de

forma regular.

Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, se pueden administrar concentrados

del factor IX a las personas antes de practicarles una extracción dental o una cirugía

para prevenir el sangrado.

Pronóstico

El resultado usualmente es bueno cuando se realiza tratamiento y la mayoría de las

personas que padecen hemofilia son capaces de llevar una vida relativamente normal.

Sin embargo, un pequeño porcentaje desarrolla inhibidores del factor IX y puede

morir debido a la pérdida de sangre.

Complicaciones

Deformidades articulares crónicas, provocadas por el sangrado recurrente dentro de

las articulaciones, las cuales deben ser manejadas por un especialista en ortopedia.

Page 27: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Las transfusiones repetidas pueden exponer la persona al VIH y a hepatitis,

probabilidad que era mayor antes del año 1985 cuando se mejoraron los

procedimientos de tamizaje de la sangre para detectar el VIH.

Otra posible complicación que se puede presentar es una hemorragia

intracerebral, como una hemorragia intracerebral profunda o una hemorragia

intracerebral lobular).

La trombosis puede ocurrir después de la aplicación de concentrado del factor

IX.

Situaciones que requieren asistencia médica

Se debe buscar asistencia médica si se presentan síntomas sugestivos de un

trastorno hemorrágico.

Se debe acudir al médico para hacerse un examen de sangre si a un miembro

de la familia se le ha diagnosticado hemofilia B.

Se debe buscar asistencia médica si la persona tiene hemofilia B y planea tener

hijos.

Prevención

Se recomienda la asesoría génetica. Las mujeres portadoras pueden ser identificadas

por medio de exámenes de laboratorio.

ANEMIA

Definición

Es un síndrome caracterizado por la disminución en las cifras de hemoglobina o de los

eritrocitos por debajo de los niveles considerados normales a determinada edad, sexo

y altura sobre el nivel del mar.

En relación a la altura sobre el nivel del mar es importante recordar que conforme nos

alejamos del nivel del mar, el aire contiene menos oxígeno; debido a que la hipoxia es

el estímulo más potente para la hematopoyesis el nivel de hemoglobina se incrementa

en la medida que el individuo se ubica en diferentes altitudes con relación al nivel del

mar.

Page 28: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

La edad influye también en las variaciones normales de las cifras de hemoglobina, ya

que normalmente éstas son más altas (entre 16 y 20 g/dl) en el recién nacido,

disminuyen hasta valores de 11 a 13 g/dl en el lactante y posteriormente se mantienen

entre 12 y 14 g/dl en la edad escolar.

Finalmente, la influencia del sexo en las cifras de hemoglobina se

hace evidente al llegar a la pubertad. En esta edad la secreción de

testosterona induce incremento de la masa eritrocitaria y por

consiguiente las cifras normales de hemoglobina son más elevadas

en el varón que en la mujer.

Cuadro 1. Valores normales de hemoglobina a diferentes edades (g/dl)

Edad Promedio +2 D.E. -2 D.E.

Al nacimiento* 18.1 24.1 12.1

3 a 60 días 15.7 19.7 11.7

2 a 3 meses 12.0 14.0 10.0

4 meses a 3 años 13.0 15.0 12.0

4 a 8 años 14.0 15.5 12.5

9 a 15 años 15.0 17.0 13.0

A 2220 m de altitud

Hombre adulto 17.4 19.2 15.6

Mujer adulta 14.6 16.6 12.6

Clasificación

La anemia constituye una manifestación clínica de diversas enfermedades o

alteraciones fisiológicas por lo cual su clasificación puede ser enfocada desde

diversos puntos de vista.

Page 29: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

ANEMIAS AGUDAS Y CRÓNICAS

Una clasificación útil es aquella que se establece en relación con la velocidad de

instalación del cuadro, en las formas aguda y crónica.

En la forma aguda los valores de hemoglobina y eritrocitos descienden en forma

brusca por debajo de los niveles considerados normales para una determinada edad,

sexo y altura sobre el nivel del mar. La anemia aguda se presenta en dos situaciones

bien definidas: por pérdidas sanguíneas o por aumento en la destrucción de los

eritrocitos (hemólisis).

La anemia crónica es aquella que se instala en forma lenta y progresiva y es la forma

de presentación de diversas enfermedades que inducen insuficiencia en la producción

de eritrocitos por la médula ósea o limitación en la síntesis de la hemoglobina de

carácter hereditario o adquirido. En este grupo se incluyen anemias carenciales, las

anemias secundarias a enfermedades sistémicas (nefropatías, infecciones crónicas,

neoplasias, etc.) y los síndromes de insuficiencia medular.

Clasificación Patogénica

En esta clasificación las anemias se dividen en dos grandes grupos: regenerativas y

arregenerativas, en base a la respuesta reticulocitaria. El recuento de reticulocitos

refleja el estado de actividad de la médula ósea y proporciona una guía inicial útil

para el estudio y clasificación de las anemias. Los valores normales de los

reticulocitos en sangre periférica varían entre 0.5 a 1.5%.

En las anemias regenerativas se presenta una respuesta reticulocitaria elevada lo cual

indica incremento de la regeneración medular como sucede en las anemias

hemolíticas y en las anemias agudas por hemorragias.

Las anemias arregenerativas son aquellas que cursan con respuesta reticulocitaria baja

y traducen la existencia de una médula ósea inactiva.4 En este grupo se encuentran la

gran mayoría de las anemias crónicas. Asimismo, los mecanismos patogénicos en este

grupo de entidades son muy variados e incluyen principalmente cuatro categorías:

Page 30: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

a) alteración en la síntesis de hemoglobina

b) alteración de la eritropoyesis

c) anemias secundarias a diversas enfermedades sistémicas

d) estímulo eritropoyético ajustado a un nivel más bajo.

Alteración en la síntesis de hemoglobina. La alteración más frecuente en este grupo

es la anemia por deficiencia de hierro. Con menos frecuencia se presentan las

alteraciones en la síntesis de la hemoglobina de carácter metabólico como en la

anemia crónica arregenerativa que responde a la piridoxina y las que corresponden a

una información genética inadecuada como sucede en la atransferrinemia.

Alteración de la eritropoyesis. La eritropoyesis depende del estímulo adecuado de la

médula ósea, de la integridad anatómica y funcional de ésta y de la presencia de las

substancias químicas que intervienen en la composición de los eritrocitos. Tomando

en cuenta estas consideraciones pueden incluirse en este grupo las anemias crónicas

arregenerativas por deficiencia de nutrientes como la deficiencia de folatos observada

en el niño con desnutrición de tercer grado. También en este grupo se encuentran las

anemias secundarias a la infiltración de la médula ósea por células leucémicas (ocurre

en las leucemias agudas y crónicas), las anemias aplásticas hereditarias y adquiridas,

las aplasias selectivas de la serie roja hereditarias y adquiridas y las enfermedades por

atesoramiento (enfermedad de Gaucher, Tay-Sacks, Nieman Pick y otras).

Anemias secundarias a diversas enfermedades sistémicas. En estos casos pueden

intervenir diferentes mecanismos patogénicos entre los que se incluyen los siguientes:

a) enfermedades infecciosas crónicas: tuberculosis, brucelosis, micosis crónica, etc.;

b) anemias secundarias a enfermedades de la colágena: lupus eritematoso sistémico,

artritis reumatoide juvenil, dermatomiositis y enfermedad mixta del tejido conectivo;

c) anemia de la insuficiencia renal crónica, y d) anemia observada en los tumores

sólidos y otras neoplasias no hematológicas.

Clasificación morfológica

Page 31: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

La clasificación morfológica se basa en los índices eritrocitarios entre los que se

incluyen el volumen corpuscular medio (VCM), la hemoglobina corpuscular media

(HCM) y la concen tración de hemoglobina corpuscular media (CHbCM). Se

reconocen tres variedades:

1) anemia microcítica hipocrómica

2) anemia macrocítica normocrómica

3) anemia normocítica normocrómica.

Anemia microcítica hipocrómica. En este grupo se encuentran la anemia por

deficiencia de hierro, las talasemias y las que acompañan a las infecciones crónicas.

En estas anemias el VCM se encuentra por debajo de 80 fentolitros (fl), la HCM es

menor de 28 picogramos (pg) y la CHbCM es inferior a 32 g/dl.

Anemia macrocítica normocrómica. Incluye a la anemia megaloblástica ya sea

secundaria a deficiencia de ácido fólico o vitamina B12. Cursan con VCM superior a

100 fl; la HCM y la CHbCM permanecen en valores normales.

Anemia normocítica normocrómica. Una causa característica es la anemia

secundaria a hemorragia aguda. En estos casos, los tres índices eritrocitarios

mencionados se encuentran dentro de los valores normales.

ANEMIA POR DEFICIENCIA DE HIERRO

Es la anemia producida por deficiencia en el ingreso de hierro al organismo o por

pérdida crónica de sangre.

Etiología

La anemia por deficiencia de hierro representa la forma más frecuente de las anemias

crónicas arregenerativas con respuesta reticulocitoria baja por alteración en la síntesis

de hemoglobina.

Los factores más comunes que contribuyen a la deficiencia de hierro, con la

subsiguiente producción de anemia, son el crecimiento acelerado en los primeros

meses de la vida y la dieta insuficiente de este elemento. Así, la lactancia representa

Page 32: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

un periodo de balance de hierro negativo, dado que la ingesta se halla limitada y la

demanda incrementada, a causa de la rápida expansión de la masa corporal.

En el lactante, la predominancia de la leche en la dieta da como resultado un aporte

marginal de hierro. La leche materna y la leche de vaca contienen menos de 1.5 mg de

hierro por 1000 calorías (0.5 a 1.0 mg/l). En el caso de la leche materna sin embargo,

la alta biodisponibilidad del hierro que contiene compensa en cierto grado su baja

concentración. En cambio, la leche de vaca no fortificada con hierro puede favorecer

el desarrollo de deficiencia de este elemento. Lo anterior puede acentuarse si al

momento del nacimiento ocurre reducción del volumen sanguíneo circulante (y por

consiguiente de la reserva de hierro contenida en la hemoglobina), a causa de

hemorragia retroplacentaria, transfusión fetomaterna y ligadura prematura del cordón

umbilical. También puede ocurrir en niños nacidos prematuramente.

Un factor adicional que ha sido también reconocido es la ocurrencia de sangrado

intestinal oculto en niños alimentados con leche de vaca antes de los cinco meses de

edad; se ha observado con mayor frecuencia prueba de guaiaco positiva en lactantes

alimentados con leche de vaca pasteurizada que en aquellos que reciben leche de vaca

procesada a altas temperaturas o fórmulas industrializadas.

Normalmente, se absorbe alrededor de 10% del hierro ingerido en la dieta. Pero, este

aprovechamiento puede verse limitado en pacientes con síndrome de malabsorción

intestinal.

Por otro lado, la dieta puede contener proporciones adecuadas de hierro, las cuales,

sin embargo, son insuficientes en periodos de demanda incrementada, como ocurre en

el niño prematuro, el adolescente y el desnutrido grave en fase de recuperación.

Por último, cualquier circunstancia que ocasione una pérdida crónica de sangre,

condicionará una disminución de la reservas de hierro con el subsiguiente desarrollo

del cuadro anémico.

Page 33: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Manifestaciones clínicas

Los pacientes con anemia de grado leve no presentan manifestaciones clínicas

evidentes, por lo que el diagnóstico se hace en base a los hallazgos de laboratorio. En

estos casos, la sospecha clínica debe fundamentarse en el interrogatorio de datos

como ingesta alimenticia e incremento de los requerimientos o pérdidas sanguíneas

previas.

En cambio, en los pacientes con anemia de grado moderado o grave pueden

observarse, con intensidad variable, los síntomas y signos clínicos característicos de

este proceso, que en su mayoría son comunes a todos los tipos de anemia. Estos

síntomas y signos son principalmente palidez, que debe buscarse en conjuntivas

palpebrales, mucosas orales, lechos ungueales y palma de las manos, anorexia,

decaimiento y astenia. En el área cardiaca se auscultan soplos funcionales y

taquicardia, así como cardiomegalia de grado variable dependiendo de la cronicidad y

severidad de la anemia.4 Otras manifestaciones incluyen: dificultad para ganar peso,

cabello fino y quebradizo, coiloniquia, platoniquia (uñas en forma de cuchara plana),

atrofia de las papilas de la lengua, geofagia (pica) y meteorismo ocasionado por

alteraciones en la función del intestino delgado.

De particular importancia son las observaciones que sugieren que la deficiencia de

hierro produce alteraciones en el comportamiento de los lactantes y de los niños,

caracterizadas por irritabilidad y falta de interés en su ambiente. Asimismo, estos

estudios han mostrado que la anemia por esta causa se asocia a puntuaciones bajas en

las pruebas de inteligencia, a disminución de la atención, percepción restringida y

alteración de los mecanismos de asociación mental, con pobre rendimiento escolar.

En el caso de los adolescentes, se ha observado la acentuación del carácter irritable y

conflictivo así como la actitud inquieta en los salones de clase.

Hallazgos de laboratorio

El diagnóstico de laboratorio de la anemia por deficiencia de hierro requiere en primer

término definir la presencia de anemia. Para ello se utilizan patrones de referencia

específicos según la edad del paciente en estudio. La cifra baja de hemoglobina en la

anemia por deficiencia de hierro se acompaña de diversas alteraciones en la forma,

Page 34: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

tamaño y coloración de los eritrocitos tales como poiquilocitosis, anisocitosis,

microcitosis e hipocromía. Estas alteraciones son fácilmente identificadas en un frotis

de sangre periférica. Asimismo, se observan cuentas bajas de reticulocitos (menos de

1%) debido a la limitación en la síntesis de hemoglobina, lo que ocasiona disminución

en la producción de estos elementos jóvenes de la serie roja. En relación al tipo de

anemia, las constantes corpusculares se encuentran disminuidas; así, el volumen

corpuscular medio (VCM) es menor de 80 fl, la hemoglobina corpuscular media

(HCM) es inferior a 28 pg y la concentración media de hemoglobina corpuscular

(CHbCM) es inferior a 32 g/dl.

La deficiencia de hierro puede corroborarse con los siguientes estudios:

determinaciones de hierro sérico, capacidad total de fijación de la transferrina con el

hierro y saturación de la transferrina. También puede obtenerse información

diagnóstica a través de la dosificación de la ferritina sérica. En este tipo de anemia la

concentración de hierro sérico es menor de 60mg/dl, la capacidad total de fijación de

la transferrina con el hierro se encuentra por encima de 450mg/dl y la saturación de

transferrina es menor de 16%. De igual valor diagnóstico resulta la concentración de

ferritina sérica menor de 10 ng/ml.

La médula ósea es hipercelular con hiperplasia de los eritroblastos los cuales

presentan citoplasma escaso y fragmentado así como hemoglobinización disminuida.

La hemosiderina en los normoblastos se encuentra ausente en las tinciones con azul

de prusia.

Por lo demás, la terapéutica debe incluir el asesoramiento dietético apropiado y el

análisis de las fuentes potenciales de pérdida de hierro para evitar recurrencia de la

deficiencia. Los alimentos ricos en hierro incluyen la carne y el hígado de res, la yema

de huevo y vegetales: nopales, calabacitas, acelgas, espinacas, chícharos, lentejas,

frijoles, etc.

Por lo regular, en la primera semana del tratamiento se observa un incremento de la

cuenta reticulocitaria hasta del 10%, la cual desciende posteriormente. Hacia las

cuatro semanas de iniciado el tratamiento, aumenta la hemoglobina, el hematocrito y

la concentración de hierro sérico. Además, se normaliza la saturación de transferrina y

Page 35: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

ferritina sérica, con disminución de la capacidad total de fijación de transferrina con

hierro. Simultaneamente ocurre mejoría progresiva de la signología clínica.

Evidentemente, el éxito final del tratamiento dependerá de la eliminación o corrección

de la causa que dió origen a la deficiencia de hierro.

Prevención

En el niño lactante es recomendable administrar suplemento de hierro en dosis de

2mg/kg/día, de hierro elemental, dividida en dos tomas, acompañadas de jugo de

cítricos y alejadas de las tomas de leche. Se recomienda iniciar la administración del

suplemento de hierro a los dos a tres meses de edad en el niño que nació

prematuramente y a partir de los cinco a seis meses de edad en el recién nacido a

término. También se recomienda administrar suplementación de hierro oral (1 a

3mg/kg/día) durante la edad preescolar (dos a cinco años).

Otro periodo de la vida en el cual puede requerirse un aporte suplementario de hierro

es durante la pubertad y la adolescencia, especialmente en las niñas después del inicio

de la menarquia.

ANEMIA MEGALOBLÁSTICA

La anemia megaloblástica es el nombre que se aplica a un grupo de padecimientos

que producen deficiencia de folatos o vitamina B12; se refiere a una característica

morfológica y a anormalidades funcionales de los eritrocitos, leucocitos, plaquetas y

sus precursores en sangre periférica y médula ósea, debido a la interrupción de la

síntesis de ácido desoxirribonucleico.

El término anemia perniciosa es utilizado en ocasiones como sinónimo de anemia

megaloblástica o de anemia por deficiencia de vitamina B12. Sin embargo, este

término debe ser reservado para aquellas condiciones que dependen de un defecto en

la secreción del factor intrínseco por la mucosa gástrica atrófica, lo cual condiciona

falta de absorción de la vitamina B12.

Page 36: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Etiología

La anemia megaloblástica en el niño casi siempre se debe a la carencia de folatos , con

menos frecuencia a la de vitamina B12 y más raramente a defectos

hereditarios de la absorción, transporte o metabolismo de estas

vitaminas; en más del 95% de los casos se debe a carencia de estas

vitaminas.

Cuadro 5. Anemias por defectos en la producción de la médula

ósea

A. Anemia aplástica

1. Adquirida

2. Constitucionales o congénitas

a) Anemia de Fanconi

b) Disqueratosis congénita

c) Síndrome de Shwachman-Diamond

d) Púrpura trombocitopénica amegacariocítica

e) Anemia aplástica familiar

B. Aplasia pura de serie roja

1. Congénita o síndrome de Blackfan-Diamond

2. Adquirida

La deficiencia de folatos es relativamente frecuente en madres que presentan

desnutrición y escaso aporte de vegetales en la dieta; en estos casos con frecuencia se

asocia a anemia por deficiencia de hierro. En estas circunstancias no es posible para la

madre proporcionar un aporte suficiente de folatos al feto en rápido crecimiento o al

niño durante la lactancia.

En niños mayores, la desnutrición continúa siendo la principal causa de deficiencia de

folatos. Otras causas incluyen los defectos de absorción en síndromes de absorción

intestinal deficiente, aumento de los requerimientos (especialmente en pacientes con

Page 37: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

anemia de células falciformes y talasemia) y administración de medicamentos que

funcionan como antagonistas al inhibir la dihidrofolatoreductasa (triamtereno,

sufisoxasol, trimetoprim).

En individuos bien nutridos la deficiencia de vitamina B12 puede presentarse después

de varios meses de una dieta insuficiente debido a la prolongada vida media de la

cobalamina en el cuerpo y los amplios depósitos hepáticos de esta vitamina.

Los recién nacidos hijos de madres deficientes en cobalamina pueden presentar

deficiencia grave en las primeras semanas de vida; esta deficiencia, si no es

reconocida puede causar daño neurológico importante en el lactante. En edades

mayores, las dietas que no contienen vitamina B12 características del vegetarianismo

estricto, pueden ocasionar la deficiencia de esta vitamina.

También en niños mayores y adolescentes diversas alteraciones gástricas e intestinales

pueden condicionar deficiencia de vitamina B12; éstas incluyen principalmente

gastritis o gastrectomía, ileítis, enfermedad celíaca y resecciones ileales por ejemplo

después de enterocolitis necrotizante.

Finalmente, en niños pequeños otras causas de deficiencia de vitamina B12 incluyen

los errores congénitos del metabolismo de la vitamina B12 como la deficiencia de

transcobalamina II, el síndrome de Imerslund-Gräsbeck y la aciduria metilmalónica.

Manifestaciones clínicas

El cuadro clínico es similar tanto en la deficiencia de folatos como en la de vitamina

B12. El comienzo es insidioso y los primeros síntomas que se presentan son palidez,

irritabilidad, apatía, anorexia y debilidad.

La deficiencia de la vitamina B12 es rara antes de los dos años de edad; algunos

pacientes presentan signos que permiten sospechar esta deficiencia: la lengua es

dolorosa y adquiere un color rojo intenso, presenta atrofia papilar y signos de glositis

recidivante; con frecuencia existe fiebre moderada y diarrea crónica o episódica. El

bazo es palpable en la mitad de los pacientes severamente anémicos.

Page 38: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

La complicación neurológica es común en adultos y muy rara en los niños y depende

principalmente de deficiencia de la vitamina B12. Se inicia con parestesias en pies y

dedos de las manos a consecuencia de neuropatía periférica, asociadas a alteraciones

sensitivas. Es importante destacar que la anemia megaloblástica por deficiencia de

folatos no se acompaña de las alteraciones neurológicas observadas en la deficiencia

de vitamina B12.

Hallazgos de laboratorio

Las alteraciones morfológicas en sangre periférica y médula ósea son idénticas, tanto

en la deficiencia de folatos como en la de vitamina B12; el diagnóstico etiológico

depende de la realización de otros estudios.

Sangre periférica

Cualquiera que sea el grado de la anemia se observa macrocitosis asociada a

macrocitos ovales, anisocitosis a expensas principalmente de poiquilocitos,

fragmentos celulares y células deformadas. También pueden observarse cuerpos de

Howell-Jolly y punteado basófilo. El porcentaje de reticulocitos es habitualmente

normal. El volumen corpuscular medio (VCM) se encuentra elevado (mayor de 103

fl) y la concentración media de hemoglobina corpuscular (CHbCM) es normal.

La cuenta de leucocitos varía comúnmente entre 1500 a 4000/mm3. Algunos

neutrófilos presentan el núcleo con más de cinco fragmentos (neutrófilos

polisegmentados); en condiciones normales puede observarse menos de 5% de los

neutrófilos con esta característica; en cambio en los pacientes con anemia

megaloblástica la proporción es habitualmente superior al 10% de los neutrófilos

observados.

En el estudio de sangre periférica puede observarse además plaquetopenia.

Es decir que, dependiendo de la severidad de la deficiencia, podemos observar desde

anemia hasta pancitopenia severa.

Médula ósea

Page 39: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

En el paciente con anemia severa la médula ósea es hipercelular; las células eritroides

en todas sus etapas toman un aspecto megaloblástico.

Las anormalidades de los granulocitos son más aparentes en los metamielocitos; éstos

son anormalmente grandes con el núcleo en forma de herradura; las bandas presentan

caracteríticas similares.

Los megacariocitos se afectan con menor frecuencia, pero cuando el proceso

megaloblástico es severo, disminuyen en su número y se observa el núcleo

polisegmentado.

Concentración de folatos y vitamina B12

Una vez planteado el diagnóstico de probable anemia megaloblástica, si es posible, es

importante precisar si se debe a carencia de folatos y/o vitamina B12, por lo que es útil

efectuar su cuantificación.

Los límites normales de folato en el suero varían entre 10 a 15 ng/ml, en tanto que los

del folato eritrocítico fluctúan entre 160 a 640 ng/ml.

Por su parte, los valores normales de vitamina B12 en el suero varían entre 150 a 900

pg/ml; se acepta que un valor igual o inferior a 100 pg/ml apoya el diagnóstico de

carencia de esta vitamina.

Tratamiento

El tratamiento deberá iniciarse inmediatamente después de haber obtenido los

estudios necesarios para identificar la deficiencia vitamínica. El tratamiento tendrá

dos objetivos básicos:

a) corregir la deficiencia vitamínica y

b) tratar de obtener la mejoría o la curación del padecimiento de fondo o en su

caso eliminar la causa condicionante de la deficiencia.

La dosis habitual de ácido fólico es de 50 a 100 mg/kg/día, administrada por vía oral.

El tratamiento se mantiene habitualmente por un lapso de cuatro meses, periodo en el

Page 40: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

cual se ha formado ya una nueva población de eritrocitos. El ácido fólico no posee

efectos tóxicos. En México se presenta en tabletas de 5 mg.

El ácido folíco, denominado también factor Citrovorum se encuentra disponible sólo

para su uso parenteral. Se encuentra indicada su administración cuando debe inhibirse

la acción de los antagonistas del ácido fólico o cuando el paciente tiene imposibilitada

la vía oral; en ausencia de esta situación poco se logra con el tratamiento de la

deficiencia con este compuesto en lugar del ácido fólico. La dosis recomendada es de

3 a 6mg/día por vía intramuscular o intravenosa.

Para corregir la deficiencia de la vitamina B12 se debe inicialmente reabastecer las

reservas corporales mediante la administración de hidroxicobalamina 100mg/día, por

vía intramuscular, por 14 días. La terapia de mantenimiento se realiza por medio de la

administración de hidroxicobalamina 100 mg por vía intramuscular cada mes y

posteriormente cada tres a cuatro meses durante toda la vida en caso de la anemia

perniciosa.

ANEMIA HEMOLÍTICA AUTOINMUNE

La anemia hemolítica autoinmune en un síndrome clínico caracterizado por la

destrucción exagerada de eritrocitos, producida por una actividad inmune aberrante

que se dirige contra los glóbulos rojos del propio huésped.

Clínicamente la anemia hemolítica autoinmune puede ser clasificada en primaria o

secundaria, de acuerdo a si se halla asociada o no a otros estados patológicos. Estos

últimos pueden incluir infecciones virales o bacterianas, enfermedades asociadas con

producción de autoanticuerpos, síndromes de inmunodeficiencia y neoplasias.

Etiopatogenia

Se desconoce el mecanismo por el cual el organismo forma anticuerpos contra sus

propios glóbulos rojos, pero sí se conocen los mecanismos inmunológicos capaces de

destruir los glóbulos rojos in vivo.

La anemia hemolítica autoinmune primaria (AHAIP) se caracteriza por la presencia

de anticuerpos capaces de actuar contra los eritrocitos del propio paciente. Los

Page 41: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

anticuerpos han sido caracterizados como inmunoglobulinas G(IgG) o M(IgM). Éstas

actúan directamente contra los antígenos de la membrana del eritrocito o bien,

mediante la formación de complejos inmunes dirigidos contra ella. En otros casos, la

lisis de la membrana eritrocitaria se produce por activación del sistema del

complemento.

Manifestaciones clínicas

La edad al inicio de las manifestaciones clínicas en los niños con AHAIP varía

ampliamente desde la etapa de la lactancia hasta la adolescencia. Habitualmente el

inicio es agudo con descenso rápido en los niveles de hemoglobina. Asimismo, la

mayor parte de los pacientes presentan periodos breves de evolución, menores de tres

a seis meses. Sin embargo, en otros casos, la evolución de los síntomas es insidiosa y

progresiva por periodos de meses o años antes que se establezca el diagnóstico, lo

cual hace difícil precisar el tiempo de inicio de las manifestaciones clínicas. En series

grandes de niños con AHAIP aproximadamente 48% de ellos presentaron un curso

agudo. En cambio la proporción de pacientes con un curso más crónico ha variado

entre 23 a 74%. Los niños menores de dos y mayores de 12 años de edad al inicio de

la enfermedad tienen tendencia a presentar un curso crónico.

Las manifestaciones clínicas características de la AHAIP incluyen decaimiento,

anorexia, palidez, dolor abdominal e ictericia de intensificación progresiva; puede

ocurrir además emisión de orina de color pardo obscuro a consecuencia de la

hemoglobinuria. A la exploración física puede observarse hepatomegalia y

esplenomegalia de intensidad variable. Con menos frecuencia se manifiestan fiebre,

tendencia hemorrágica, disnea, taquicardia y linfadenopatías.

Hallazgos de laboratorio

En la misma serie de niños mencionada anteriormente se observaron los hallazgos de

laboratorio característicos de los pacientes con AHAIP: anemia, macrocitosis,

reticulocitosis, hiperbilirrubinemia indirecta y concentración de hemoglobina libre en

plasma en valores superiores al normal.

Page 42: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Aunque la anemia es un hecho constante en los niños con AHAIP, los valores de

hemoglobina y hematocrito varían según la intensidad del fenómeno hemolítico.

Asimismo, el volumen corpuscular medio de los eritrocitos suele encontrarse elevado,

en relación con la macrocitosis presente. Estos macrocitos corresponden a eritrocitos

jóvenes (reticulocitos) y su producción guarda relación directa con la intensidad de la

hemólisis y la capacidad de la médula ósea para su producción. En el frotis de sangre

periférica es frecuente la observación de esferocitos, así como de los signos indirectos

de regeneración medular: macrocitosis con basofilia difusa; además, con frecuencia

aparecen normoblastos (glóbulos rojos nucleados), cuando la hemólisis es intensa.

Algunos pacientes con AHAIP pueden presentar reticulocitopenia al inicio de la

enfermedad en relación con la presencia de anticuerpos específicos contra los

reticulocitos circulantes; en otras ocasiones, se encuentra impedida la liberación de

eritrocitos jóvenes hacia la circulación, por mecanismos no bien precisados.

Los valores de la cuenta de leucocitos pueden variar ampliamente aunque en la

mayoría de pacientes se halla en límites normales. La cuenta de plaquetas se

encuentra habitualmente en límites normales. Sin embargo, algunos niños pueden

presentar trombocitopenia acentuada y persistente; esta asociación se conoce también

con el nombre de síndrome de Evans.

Los niveles de bilirrubina sérica se encuentran habitualmente sólo moderadamente

aumentados con predominio de la fracción indirecta. Por otro lado, en la mayoría de

los pacientes se observa ausencia o reducción de los niveles séricos de haptoglobina,

lo cual constituye uno de los índices más sensibles de hemólisis. Por esta razón,

además, si la proporción de hemoglobina libre excede la capacidad de combinación de

la haptoglobina, ocurre hemoglobinuria con emisión de orina de color rojo obscuro.

La hemoglobina libre en plasma también se encuentra elevada (mayor de 2 m g/dl).

El diagnóstico de AHAIP se confirmará por la demostración de anticuerpos en la

superficie de los eritrocitos. Lo anterior se investiga a través de la realización de la

prueba de Coombs directa. En esta prueba, los eritrocitos del paciente interactúan con

la antiglobulina del reactivo, determinándose su grado de aglutinación. De esta

manera la aglutinación inducida por el reactivo anti-IgG, indica la presencia de IgG en

la superficie del eritrocito.

Page 43: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Sin embargo, aproximadamente 2 a 5% de los pacientes con AHAIP tendrán una

prueba de Coombs directa negativa. Lo anterior ocurre debido a que esta prueba es

relativamente insensible; así se ha observado que menos de 10 moléculas de

anticuerpos anti-Rh pueden acortar substancialmente la sobrevida de los eritrocitos;

en cambio, se requiere una proporción superior a 500 moléculas de anticuerpos para

dar una prueba de Coombs directa positiva. Por consiguiente, puede ocurrir hemólisis

grave aún cuando la concentración de anticuerpos sobre los eritrocitos se encuentre

por debajo del nivel de detección de la prueba de Coombs.

Los anticuerpos también pueden ser identificados por medio de la prueba indirecta de

Coombs; esta prueba implica la reacción del suero del paciente con eritrocitos con

antígenos conocidos. Si el suero del paciente contiene un anticuerpo del antígeno

correspondiente, se producirá aglutinación o sensibilización de los glóbulos rojos. En

este último caso, la adición de la antiglobulina de Coombs producirá aglutinación de

los eritrocitos sensibilizados.

Finalmente, la definición precisa de la naturaleza y especificidad de los anticuerpos

implicados en el desarrollo de la AHAIP, requiere de técnicas de laboratorio

accesibles principalmente en los centros hospitalarios de concentración. Estas técnicas

se refieren al panel de eritrocitos conocidos, eluido del anticuerpo y otras para

conocer contra que antígenos de la membrana del eritrocito se dirige el anticuerpo.

Tratamiento

Aunque algunos pacientes con AHAIP con cuadros de hemólisis benigna, pueden no

requerir indicación de tratamiento, en la mayoría de los casos éste es necesario debido

a la persistencia o agravamiento del fenómeno hemolítico.

Corticoesteroides

La administración de corticoesteroides constituye el tratamiento inicial de elección en

pacientes con AHAIP, tanto inducida por anticuerpos "calientes" o "fríos".

Los niños agudamente enfermos deberán ser tratados por medio de la administración

intravenosa de metilprednisolona en dosis de 100 a 200mg/m2 en las primeras 24 a 48

Page 44: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

horas, hasta que pueda utilizarse la prednisona por vía oral. En estos casos, la

administración de prednisona deberá iniciarse antes de suspender la terapia

intravenosa.

En los niños con cuadros menos graves puede iniciarse el tratamiento con prednisona

en dosis de 40 a 60mg/m2/día (ó 1 a 2mg/kg/día), dividida en tres o cuatro tomas al

día. Después de cuatro a siete días puede administrarse la prednisona en una toma

única al día. En algunos casos se requiere incrementar la dosis administrada en los

primeros cinco a siete días de iniciado el tratamiento.

Aunque en ocasiones se produce una reacción rápida al tratamiento (en uno o dos días

de iniciado), por lo general ésta se observa hacia el final de la primera semana. La

respuesta favorable se caracteriza por estabilización de los valores de hemoglobina en

cifras de 10g/dl o mayores, con descenso de la cuenta de reticulocitos y disminución

de los títulos de anticuerpos en la prueba de Coombs directa.

En general, cuando ocurre respuesta favorable hacia el final de la segunda semana de

tratamiento, puede inciarse la disminución progresiva de la dosis de prednisona. En

estos casos puede suspenderse el corticoesteroide entre la quinta y octava semanas

siguientes a su iniciación.

En algunos casos se observa reaparición de nuevas crisis hemolíticas después de haber

ocurrido respuesta inicial adecuada, o bien se requiere mantener el tratamiento

corticoesteroide por tiempo prolongado a dosis bajas por actividad persistente de

fenómeno hemolítico.

Inmunoglobulina intravenosa

La inmunoglobulina intravenosa ha sido utilizada en el tratamiento de la AHAIP

causada por anticuerpos IgG que no han respondido al tratamiento con

glucocorticoides. La dosis recomendada es de 400 a 500mg/kg/día por cinco días

consecutivos. También se han utilizado dosis superiores a 1g/kg/día por cinco días,

para lograr un resultado favorable.99 Este efecto es transitorio y puede requerirse

repetir el tratamiento cada tres o cuatro semanas; sin embargo, debido a que la

Page 45: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

AHAIP presenta con frecuencia un carácter transitorio, habitualmente no es necesario

un tratamiento prolongado.

Esplenectomía

En los casos de evolución prolongada que presentan crisis graves recurrentes de

hemólisis y requieren dosis elevadas de corticoesteroides en forma repetida, debe

valorarse la necesidad de esplenectomía.

Sin embargo, debe tenerse presente que la esplenectomía incrementa grandemente el

riesgo de infecciones graves.

La esplenectomía es eficaz en los pacientes con AHAIP provocada por IgG, ya que

los eritrocitos cubiertos con IgG son principalmente destruidos en el bazo. En cambio,

no es eficaz en pacientes con aglutininas circulantes de tipo IgM, ya que la

destrucción de los glóbulos rojos ocurre principalmente en el hígado.

Plasmaféresis

La disponibilidad de separadores automáticos de células sanguíneas ha hecho posible

su utilización con el fin de remover los anticuerpos eritrocitarios.

Se ha observado beneficio a corto plazo con este procedimiento, especialmente en

pacientes con hemólisis grave o refractaria al tratamiento habitual.

Transfusiones sanguíneas

En los pacientes con fenómeno hemolítico grave puede requerirse transfusión de

concentrados eritrocitarios para compensar transitoriamente la anemia grave presente.

Page 46: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Conclusión

En conclusión, las discrasias sanguíneas son padecimientos que

tienen

múltiples etiologías y que si no son detectadas a tiempo pueden llegar a ser

mortales para los pacientes.

Es importante para nosotros como odontólogos estar pendientes de

que los pacientes que sufren estos trastornos sanguíneos estén

controlados, principalmente al realizar cirugías o extracciones, ya que

pueden presentar hemorragias muy severas.

Cuando es un trastorno muy severo, tal como la hemofilia es

necesario que estos pacientes sean atendidos a nivel hospitalario, porque

podríamos poner en riesgo la vida del paciente.

Es necesario que estemos pendientes de los síntomas que puedan

presentar los pacientes, aunque esté sano ya que la detección temprana de

este tipo de patologías es la mejor forma de evitar cualquier alteración

grave que pudiera, a largo plazo, producir un daño mayor en el organismo

de los pacientes.

Page 47: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Bibliografía

Berkow, R. et al. Manual Merck. Novena edición. Editorial

OCEANO-CENTRUM. 1992. España.

Diccionario de medicina. OCEANO-MOSBY. 4° edición.

Barcelona, España.

www.medlineplus.com

www.dentopolis.com

www.google.com

www.altavista.com

Page 48: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

Introducción

Las discrasias sanguíneas son anomalías que pueden tomar en cuenta

la cualidad o la cantidad de cualquiera de los constituyentes de la sangre; por

ejemplo, la hemofilia.

El marco teórico de este trabajo será enfocado hacia las discrasias

sanguíneas, las cuales incluyen las alteraciones en la coagulación,

generalmente pueden ser controladas con tratamiento médico; sin embargo,

si no son tratadas pueden llegar a ser mortales.

El término hemostasia significa prevención de la pérdida de sangre. La

hemostasia se consigue mediante diversos mecanismos, como:

vasoconstricción, agregación plaquetaria y coagulación sanguínea.

En la coagulación sanguínea hay un proceso muy importante, la cascada de

la coagulación y en este proceso participan diversos factores, cada ellos con

una función diferente. Cuando alguno de estos factores se altera, se

producen los diferentes trastornos hematológicos. Estos pueden ser desde

los trastornos plaquetarios, que afectan su numero y su función; hasta la

deficiencia de un factor mas específico, tal como el factor de vonWillebrand.

El propósito de esta investigación es presentar las diferentes

anomalías de la coagulación y establecer las características clínicas,

diagnóstico, tratamiento y pronóstico de cada una de las enfermedades. Se

indicará finalmente, la influencia de las mismas a la hora de la consulta

odontológica.

Page 49: DISCRASIAS SANGUÍNEAS

UNIVERSIDAD LATINA DE COSTA

RICA

ÉNFASIS DE ODONTOPEDIATRÍA

Dr. CARLO DONATO

“DISCRASIAS SANGUÍNEAS”

Ana Yancy León C.

99020014

I CUATRIMESTRE

2006