diapositiva 1. tiempos liturgicos su organizaciÓn cÍclica
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SENTIDO DEL AÑO LITURGICO
La santa madre Iglesia considera deber suyo celebrar con un sagrado recuerdo en días determinados a través del año la obra salvífica de su divino Esposo. Cada semana, en el día que llamó "del Señor", conmemora su Resurrección, que una vez al año celebra también, junto con su santa Pasión, en la máxima solemnidad de la Pascua.
Además, en el círculo del año desarrolla todo el misterio de cristo, desde la Encarnación y la Navidad hasta la Ascensión, Pentecostés y la expectativa de la dichosa esperanza y venida del Señor. SC No. 102
El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico, y significa la venida y llegada de nuestro Señor Jesucristo. Forma una unidad con la
Navidad y la Epifanía.
El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico, y significa la venida y llegada de nuestro Señor Jesucristo. Forma una unidad con la
Navidad y la Epifanía.
Se puede hablar de dos momentos del Adviento:
Se puede hablar de dos momentos del Adviento:
a) Desde el primer domingo al día 16 de
diciembre, mirando a la venida del Señor al final
de los tiempos.
a) Desde el primer domingo al día 16 de
diciembre, mirando a la venida del Señor al final
de los tiempos.
b) Del 17 al 24 de diciembre, se orienta a
preparar más explícitamente la venida
de Jesucristo en la historia, la Navidad.
b) Del 17 al 24 de diciembre, se orienta a
preparar más explícitamente la venida
de Jesucristo en la historia, la Navidad.
La palabra Adventus significa venida. Proviene del verbo «venir». En el
lenguaje cristiano primitivo, con la expresión Adventus se hace referencia a la
última venida del Señor, a su vuelta gloriosa y definitiva.
La palabra Adventus significa venida. Proviene del verbo «venir». En el
lenguaje cristiano primitivo, con la expresión Adventus se hace referencia a la
última venida del Señor, a su vuelta gloriosa y definitiva.
Pero en seguida, al aparecer las fiestas de Navidad y Epifanía,
Adventus sirvió para significar la venida del Señor en la humildad de nuestra carne; en definitiva con la
palabra Adventus la liturgia se refiere a un tiempo de preparación
que precede a las fiestas de Navidad y Epifanía.
Pero en seguida, al aparecer las fiestas de Navidad y Epifanía,
Adventus sirvió para significar la venida del Señor en la humildad de nuestra carne; en definitiva con la
palabra Adventus la liturgia se refiere a un tiempo de preparación
que precede a las fiestas de Navidad y Epifanía.
Esta fiesta tiene una doble proyección: Esta fiesta tiene una doble proyección:
1. Acoger ahora al Señor que quiere nacer en el corazón del hombre. La fiesta de
Navidad invita a reflexionar sobre el amor de Dios que viene a los hombres. El Cristo
que tomó parte en la historia de los hombres, hace dos mil años, vive y
continúa su misión salvadora dentro de la misma historia humana.
1. Acoger ahora al Señor que quiere nacer en el corazón del hombre. La fiesta de
Navidad invita a reflexionar sobre el amor de Dios que viene a los hombres. El Cristo
que tomó parte en la historia de los hombres, hace dos mil años, vive y
continúa su misión salvadora dentro de la misma historia humana.
2. Recordar el inicio de la redención con el Nacimiento del Salvador. El misterio central de nuestra fe es la Resurrección
de Cristo, la Pascua. Dado que este suceso abarca toda la vida de Jesús, celebrar la Navidad es solemnizar el
proceso inicial de nuestra salvación, de nuestra Pascua.
2. Recordar el inicio de la redención con el Nacimiento del Salvador. El misterio central de nuestra fe es la Resurrección
de Cristo, la Pascua. Dado que este suceso abarca toda la vida de Jesús, celebrar la Navidad es solemnizar el
proceso inicial de nuestra salvación, de nuestra Pascua.
Son treinta y tres o treinta y cuatro semanas en el transcurso del año, en las que no se celebra ningún aspecto particular del misterio de Cristo. Es el tiempo más largo, en el que los bautizados son llamados a profundizar en el Misterio Pascual y a vivirlo en el desarrollo de la vida. Por eso las lecturas bíblicas de la liturgia son de gran importancia para la formación cristiana de la comunidad.
Son treinta y tres o treinta y cuatro semanas en el transcurso del año, en las que no se celebra ningún aspecto particular del misterio de Cristo. Es el tiempo más largo, en el que los bautizados son llamados a profundizar en el Misterio Pascual y a vivirlo en el desarrollo de la vida. Por eso las lecturas bíblicas de la liturgia son de gran importancia para la formación cristiana de la comunidad.
El Tiempo Ordinario del año comienza con el lunes que sigue del domingo después del 6 de
enero y se prolonga hasta el martes anterior a la Cuaresma; vuelve a reanudarse el lunes después del domingo de Pentecostés y finaliza antes del
Domingo Primero de Adviento. Las fechas varían cada año, pues son fijadas con los calendarios antiguos que están determinados por las fases
lunares.
El Tiempo Ordinario del año comienza con el lunes que sigue del domingo después del 6 de
enero y se prolonga hasta el martes anterior a la Cuaresma; vuelve a reanudarse el lunes después del domingo de Pentecostés y finaliza antes del
Domingo Primero de Adviento. Las fechas varían cada año, pues son fijadas con los calendarios antiguos que están determinados por las fases
lunares.
Este sistema es utilizado, sobre todo para fijar la fecha del Viernes
Santo, día de la Crucifixión de Jesús. A partir de ahí se estructura
todo el año litúrgico.
Este sistema es utilizado, sobre todo para fijar la fecha del Viernes
Santo, día de la Crucifixión de Jesús. A partir de ahí se estructura
todo el año litúrgico.
Representa el tiempo que Jesús estuvo en el desierto orando, meditando y
ayunando antes del inicio de su vida pública. En este tiempo los cristianos se preparan para celebrar la fiesta de Pascua, que comprende los cuarenta
días anteriores a la misma. La cuaresma va desde el Miércoles de
Ceniza hasta la víspera del Domingo de Resurrección.
Representa el tiempo que Jesús estuvo en el desierto orando, meditando y
ayunando antes del inicio de su vida pública. En este tiempo los cristianos se preparan para celebrar la fiesta de Pascua, que comprende los cuarenta
días anteriores a la misma. La cuaresma va desde el Miércoles de
Ceniza hasta la víspera del Domingo de Resurrección.
La Cuaresma es también el tiempo propicio para la oración personal y
comunitaria, alimentada por la Palabra de Dios y propuesta
cotidianamente en la liturgia.
La Cuaresma es también el tiempo propicio para la oración personal y
comunitaria, alimentada por la Palabra de Dios y propuesta
cotidianamente en la liturgia.
El Miércoles de Ceniza es el primer día de Cuaresma, en el que los fieles cristianos
inician con la imposición de la ceniza. Es el tiempo establecido para la purificación del
espíritu.
El Miércoles de Ceniza es el primer día de Cuaresma, en el que los fieles cristianos
inician con la imposición de la ceniza. Es el tiempo establecido para la purificación del
espíritu.
En este día se recuerda una antigua tradición del pueblo Hebreo, que al sentirse en pecado o para celebrar un
acontecimiento importante, se cubrían de cenizas. Al
imponernos la ceniza nos reconocemos pequeños,
pecadores y con necesidad de perdón de Dios, sabiendo que
del polvo venimos y que al polvo volvemos.
En este día se recuerda una antigua tradición del pueblo Hebreo, que al sentirse en pecado o para celebrar un
acontecimiento importante, se cubrían de cenizas. Al
imponernos la ceniza nos reconocemos pequeños,
pecadores y con necesidad de perdón de Dios, sabiendo que
del polvo venimos y que al polvo volvemos.
El jueves, el viernes y el sábado santos, o triduo pascual, simbolizan el
cambio del mundo viejo al nuevo. Son los días de renovación a través de la
pasión y muerte de Jesús. Estos días son de liturgias especiales y no
se ofrecen misas personales de ningún
tipo.
El jueves, el viernes y el sábado santos, o triduo pascual, simbolizan el
cambio del mundo viejo al nuevo. Son los días de renovación a través de la
pasión y muerte de Jesús. Estos días son de liturgias especiales y no
se ofrecen misas personales de ningún
tipo.
En estos días se recuerda la Última Cena
de Jesús, con sus 12 discípulos; la traición
de Judas, que entregó a Jesucristo para que fuera sentenciado y
condenado a muerte; el Viacrusis y la Crucifixión.
En estos días se recuerda la Última Cena
de Jesús, con sus 12 discípulos; la traición
de Judas, que entregó a Jesucristo para que fuera sentenciado y
condenado a muerte; el Viacrusis y la Crucifixión.
El Jueves Santo abre el Triduo pascual con la Misa
Vespertina. Así como la Cena del Señor marcó el
inicio de la pasión, mientras Jesús se
encaminaba a la donación de su vida en sacrificio
expiatorio para la salvación del mundo,
estableció su mediación objetiva en el rito
convivial de la nueva alianza,
El Jueves Santo abre el Triduo pascual con la Misa
Vespertina. Así como la Cena del Señor marcó el
inicio de la pasión, mientras Jesús se
encaminaba a la donación de su vida en sacrificio
expiatorio para la salvación del mundo,
estableció su mediación objetiva en el rito
convivial de la nueva alianza,
y relevó su inmensa caridad, que es la base de su pasión y de su
muerte. La Eucaristía, símbolo
y fuente de caridad, sugiere una respuesta de
amor agradecido mediante la Adoración
del Santísimo Sacramento (en el lugar de la reserva solemne).
y relevó su inmensa caridad, que es la base de su pasión y de su
muerte. La Eucaristía, símbolo
y fuente de caridad, sugiere una respuesta de
amor agradecido mediante la Adoración
del Santísimo Sacramento (en el lugar de la reserva solemne).
El Viernes Santo es el día de la
pasión y muerte del Señor. Es
también día de ayuno como signo exterior de nuestra participación en su
sacrificio.
El Viernes Santo es el día de la
pasión y muerte del Señor. Es
también día de ayuno como signo exterior de nuestra participación en su
sacrificio.
En este día no hay celebración eucarística, pero tenemos la acción litúrgica después de medio día para conmemorar la pasión y la muerte de Cristo. Cristo se manifiesta como el Siervo de Dios anunciado por los profetas, el Cordero que se sacrifica por la salvación de todos.
En este día no hay celebración eucarística, pero tenemos la acción litúrgica después de medio día para conmemorar la pasión y la muerte de Cristo. Cristo se manifiesta como el Siervo de Dios anunciado por los profetas, el Cordero que se sacrifica por la salvación de todos.
La cruz es el elemento que domina toda la celebración iluminada por la luz de la
resurrección, se nos muestra como trono de gloria e
instrumento de victoria; por esto es presentada para la adoración de los fieles.
La cruz es el elemento que domina toda la celebración iluminada por la luz de la
resurrección, se nos muestra como trono de gloria e
instrumento de victoria; por esto es presentada para la adoración de los fieles.
El Viernes Santo no es día de llanto ni de luto, sino de amorosa y gozosa contemplación del sacrificio redentor del que brotó la salvación. Cristo no es un vencido sino un vencedor, un sacerdote que consuma su ofrenda, que libera y reconcilia, por eso nuestra alegría.
El Viernes Santo no es día de llanto ni de luto, sino de amorosa y gozosa contemplación del sacrificio redentor del que brotó la salvación. Cristo no es un vencido sino un vencedor, un sacerdote que consuma su ofrenda, que libera y reconcilia, por eso nuestra alegría.
El viacrusis es el camino de la cruz, el recorrido
que hace Jesús coronado de espinas, cargando el
madero donde será inmolado, hacia la cima del monte del Calvario. En ese recorrido Jesús
recibe los azotes e insultos de los guardias,
El viacrusis es el camino de la cruz, el recorrido
que hace Jesús coronado de espinas, cargando el
madero donde será inmolado, hacia la cima del monte del Calvario. En ese recorrido Jesús
recibe los azotes e insultos de los guardias,
cae exhausto en tres ocasiones y vive además el inmenso dolor de su
madre, María, y de María Magdalena. Las catorce estaciones del viacrusis
simbolizan para los cristianos el camino de
dolor que lleva a la resurrección del espíritu.
cae exhausto en tres ocasiones y vive además el inmenso dolor de su
madre, María, y de María Magdalena. Las catorce estaciones del viacrusis
simbolizan para los cristianos el camino de
dolor que lleva a la resurrección del espíritu.
El Sábado Santo es el día de la sepultura de
Jesús y de su descenso al lugar de los muertos, es decir, de su extremo
anonadamiento para liberar a los que
moraban en el reino de la muerte.
El Sábado Santo es el día de la sepultura de
Jesús y de su descenso al lugar de los muertos, es decir, de su extremo
anonadamiento para liberar a los que
moraban en el reino de la muerte.
Este es el día de espera litúrgica por excelencia, de espera silenciosa junto al sepulcro: el altar está desnudo, las luces apagadas; pero se respira un ambiente de fervorosa espera.
Este es el día de espera litúrgica por excelencia, de espera silenciosa junto al sepulcro: el altar está desnudo, las luces apagadas; pero se respira un ambiente de fervorosa espera.
El Domingo de Resurrección o de Pascua es la fiesta más importante
para todos los católicos.
Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del Reino. En la Misa dominical se enciende el
Cirio Pascual que representa la luz de Cristo resucitado y que permanecerá
prendido hasta el día de la Ascensión.
El Domingo de Resurrección o de Pascua es la fiesta más importante
para todos los católicos.
Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del Reino. En la Misa dominical se enciende el
Cirio Pascual que representa la luz de Cristo resucitado y que permanecerá
prendido hasta el día de la Ascensión.
La Resurrección de Jesús es un hecho histórico, cuyas pruebas
son el sepulcro vacío y las numerosas apariciones de Jesucristo a sus apóstoles.
Cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos
celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la
derrota del pecado y de la muerte.
La Resurrección de Jesús es un hecho histórico, cuyas pruebas
son el sepulcro vacío y las numerosas apariciones de Jesucristo a sus apóstoles.
Cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos
celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la
derrota del pecado y de la muerte.
Es una festividad universal de la iglesia, mediante la
cual se conmemora el descendimiento del
Espíritu Santo sobre los Apóstoles, a los cincuenta
días después de la Resurrección de Cristo, en el festival judío llamado
"festejo de las semanas" o Pentecostés (Ex., xxxiv,
22; Deut., xvi, 10).
Es una festividad universal de la iglesia, mediante la
cual se conmemora el descendimiento del
Espíritu Santo sobre los Apóstoles, a los cincuenta
días después de la Resurrección de Cristo, en el festival judío llamado
"festejo de las semanas" o Pentecostés (Ex., xxxiv,
22; Deut., xvi, 10).
En algunos lugares es llamado el "domingo de blanco" ("whitesunday")
debido a los ropajes blancos que son portados
por aquellos que son bautizados durante la vigilia. Pentecostés
("Pfingsten" en alemán), es la denominación
griega por "quincuagésimo", 50o.,
día después de la Pascua.
En algunos lugares es llamado el "domingo de blanco" ("whitesunday")
debido a los ropajes blancos que son portados
por aquellos que son bautizados durante la vigilia. Pentecostés
("Pfingsten" en alemán), es la denominación
griega por "quincuagésimo", 50o.,
día después de la Pascua.