deuteroisaias la nueva jerusalen

DEUTEROISAIAS LA NUEVA JERUSALN

IS 54, 11-17

FRANCISCO JESS FERRER SERRANO

LICENCIATURA EN ESTUDIOS ECLESISTICOS

PROFETAS

PROF: IANIRE ANGULO ORDORIKA

CURSO: 2014/2015

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1. DEUTEROISAIAS Del profeta en s se sabe muy poco, lo que podemos hablar de l es slo hiptesis. Sin embargo, hay cierta unanimidad en lo siguiente: que vivi en el destierro y all comienza su misin proftica a finales del exilio, que comenz a escribir en torno al 550 a.C., pero que el apogeo de su misin se sita aproximadamente en el ao 539, poco antes de la cada del imperio Babilnico. Es considerado de los mejores profetas de Israel, y el mejor poeta.

Ahora bien, algo tpico de este profeta con respecto a otros, es la mencin de que debe conocer la misin que Dios le ha encomendado (40,6). Esto dice cierta preparacin para realizar su accin, contrario a la costumbre de Dios de enviarlos a decir sus palabras. Con el segundo Isaas sucede un caso curioso, ya que Dios mismo le manda a prepararse para su misin, claro que tiene el apoyo y la proteccin de parte de Tahv, pero debe poner todo su esfuerzo para profetizar. Y adems, al igual que Ezequiel tiene conciencia de haber sido enviado por el Seor para su misin (48, 16).

Finalmente, hay que decir que es un alma profundamente nacionalista, amaba a su pueblo y se gozaba de su misin, se dirige a cautivos desalentados, que se sienten abandonados de Yahv. Sin embargo, su mensaje alcanza para todas las naciones. Y algo muy importante, elev el significado de los acontecimientos desde el nivel de la historia poltica al del entendimiento del a historia mundial como una drama de redencin.

2. CONTEXTO HISTRICO

Nos situamos alrededor del siglo VI a.C. cuando el imperio Babilnico sufre una rpida decada y a su ve irrumpe con fuerza otro de los grandes imperio de oriente, el imperio Persa. Este hecho condicionar bastante la redaccin del Deuteroisaias, Is 40-55.

Nabucodonosor es el encargado de llevar el imperio babilnico a su mximo esplendor pero tambin comenzar a desaparecer con l.

Ciro y su imperio comienza a marchar por Asia menor apoderndose de casi toda su totalidad, empezando por Lidia en el 547. Posiblemente los pasajes de Is 41,2-3; 45,1-3 se refieran a estas victorias.

Quin ha suscitado desde Oriente a quien le sale al paso de la justicia?

Quin le entrega las naciones y somete a sus reyes? Su espada los convierte en polvo, Sus arcos los dispersa como paja; los persigue y contina inclume, el sendero con sus pies no toca.

La Nueva Jerusaln, Is 54, 11-17

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Esto dice Yahve a su Ungido Ciro, a quien he tomado de la diestra para someter ante l a las naciones y desceir las cinturas de los reyes, para abrir ante el los batientes y

que no se les resista los portones. Finalmente Ciro se dirige a Babilonia, siendo recibido como un libertador por los deportados, lo aclamaron como seor aquellos que se convertan en libres y recuperaban sus vidas por la invasin.

La actividad proftica de Deuteroisaias se desarrolla aos anteriores de esta entrada triunfal de Ciro. La deportacin del 597 a.C. nunca fue totalmente aceptada por el pueblo judo, ya que la esperanza en ellos depositada consista en una rpida vuelta a Palestina. En el ao 586 a.C. se llev a cabo una nueva deportacin, acabando as con una esperanza de pronta vuelta a la tierra.

Estos sentimientos irn acompaados por una fuerte crisis de Fe, son numerosas las palabras del pueblo que se conocen gracias al texto proftico.

Por qu dices, Jacob, por qu andas hablando, Israel: Mi comportamiento est oculto a Yahve, a Dios se la pasa mi derecho?

Is 40,27

Deca Sion: Me ha dejado Yahve, el Seor se ha olvidado de m

Is 49,14

Estas palabras pueden reflejar muy bien la situacin de muchos contemporneos del profeta. Las noticias que llegan e Ciro y sus victorias a los deportados acrecientan la esperanza de una pronta liberacin.

Este suceso no queda aqu pues nos situamos ante un conflicto teolgico, la cuestin reside en quien ser el autor de la liberacin, Yahve o el rey extranjero?.

En este crculo se mueve toda la obra del Deuteroisaias, en la problemtica humana y religiosa.

3. TEXTO IS 54, 11-17 [11] Pobre, zarandeada y desconsolada! Mira, yo mismo te coloco piedras de azabache, te cimento con zafiros, [12] te pongo almenas de rub, y puertas de esmeralda, y muralla de piedras preciosas. [13] Yo instruir a tus reconstructores, tendrn gran paz tus hijos.

[14] Tendrs firme asiento en la justicia; quedar lejos la opresin,

y no tendrs que temer, el terror no se te acercar.

[15] Si alguno te asedia, no es de mi parte; si lucha contigo, caer frente a ti.

[16] Yo he creado al herrero que aviva las brasas y saca una herramienta,

y yo he creado al devastador funesto:


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[17] ningn arma forjada contra ti dar resultado; y a la lengua que te acuse en juicio le probars que es culpable.

sta es la herencia de los siervos del Seor, yo soy su vindicador --orculo del Seor--.

a. DELIMITACIN Partimos de que el captulo 54 en su conjunto no solo predice la restauracin, sino la gloria futura de la nueva Sion.

En el aspecto temtico, el captulo comienza haciendo ver que desaparece la desgracia de la Sion estril en los vv. 1-3, la cual se convierte una vez ms en la esposa amada de Yahv, forjando una nueva y eterna alianza entre Yahv y Sion desde los vv. 4-10. El captulo 54 termina con nuestra pericopa que es continuacin a lo ya comentado, vv.11-17.

Delimita con el captulo posterior? Si, pues nos encontramos con una exhortacin a aceptar la salvacin despus de anunciar la promesa o la renovacin de la alianza. En este captulo se exhorta a los deportados de Yahve a aceptar la salvacin que les ofrece. En los vv.1-5 de este captulo se inserta dicha invitacin. La conversin es el antecedente y el requisito primero para que esta se lleva a cabo, finaliza as el captulo con el anuncio de un nuevo xodo, vv.12-13.

Intentando no limitarnos al aspecto temtico, proceder a realizar una hiptesis ms analtica del texto para fundamentar la independencia de la pericopa. Resulta complejo pues lo que antecede a la misma est bien ligado.

Los vv. 1-10 del captulo 54 est redactado utilizando la imagen de la Jerusaln estril, solo cabe leer el v.1 Algrate, estril. Los verbos estn conjugados en segunda persona, es decir, nos encontramos ante un estilo directo en tiempo de futuro que acenta an ms el tema de la promesa. La primaca de Dios en el relato es evidente, v.5. Aunque en nuestra pericopa se siga denotando el tono de la promesa, en el v.10 encontramos un claro corte que pone de relieve un punto y aparte del relato; -dice Yahv, que te quiere-, me ha recordado la despedida en un gnero epistolar, de todas maneras, es claro el cambio en el resto del relato.

b. CONTEXTO LITERARIO (311-312 SICRE) Por todo lo comentado anteriormente, sabemos que la pericopa central de esta exposicin pertenece al segundo Isaas, ms conocido como Deuteroisaias. Su obra se encuentra inserte en el libro proftico titulado Isaas, este se subdivide en tres partes segn mano autora del relato.

Nos centraremos en el segundo Isaas que comprende desde el captulo 40 al captulo 55. Este bloque tiene su propia estructura que consiste en:

a) Prlogo, 40, 1-11 b) Primer Bloque, 40-48

c) Segundo Bloque 49-55


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d) Eplogo 55, 6-13

Es conocido como el Libro de la Consolacin a causa del comienzo del primer versculo del captulo 40 Consolad, consolad a mi pueblo dice el Seor-. El tema central de la obra es el consuelo, por lo que podramos decir que el prlogo transmite de una forma muy acertada lo que ser todo el desarrollo de la obra. Se nos mostrar un Dios amoroso y preocupado por su pueblo. Ej:

Por qu dices, Jacob, por qu andas hablando, Israel: Mi comportamiento est oculto a Yahve, a Dios se le pasa mi derecho? No lo sabes, nos has odo que Yahv es

un Dios eterno, creador de los confines de la tierra? No se cansa ni se fatiga, su inteligencia es inescrutable. Da vigor al hombre cansado, acrecienta la energa del

dbil. Los jvenes se cansan, se fatigan, los valientes tropiezan y vacilan, pero los que esperan en Yahve l les renovar el vigor: subirn como con las de guila, corrern

sin fatigarse y andarn sin cansarse

Is 40, 27-31

El primer bloque se centra en la liberacin de Babilonia y en la vuelta de la tierra prometida. Hablar de este bloque como una especie de segundo xodo. Aspectos que resaltan en este bloque sern la actitud de Babilonia que no consentir perder esclavos y los peligros de la vuelta a la tierra a travs del desierto. El captulo 47 consiste en el anuncio de la derrota de Babilonia por manos de Ciro, encargado tambin de llevar a cabo la liberacin de los deportados.

Escucha Jacob, Israel, a quin llam: Yo soy, yo soy el primero y tambin soy el ltimo. S, mi mano fund la tierra y mi diestra extendi los cielos; yo los llamo y se presentan juntos. Reunos todos y escuchad: Quin de ellos anunci estas cosas?

Yahv lo ama y cumplir su deseo contra Babel y la raza de los caldeos. Yo mismo le he hablado y llamado, le he trado y triunfar su empresa.

Is 48,12-15

En este texto del captulo 48 podemos ver como el problema teolgico mencionado en apartados anteriores sobre el conflicto basado en quien era el autor de la liberacin si Yahv o Ciro est intentando ser resuelto por Isaas haciendo ver el favor ofrecido a Ciro por parte de Dios.

Otro de los temas claves de este primer bloque es la problemtica contra los dioses e dolos paganos, son presentados como absurdos, incompetentes e ineficaces. Ej. Is 44, 5-20.

Nuestra pericopa se sita en el segundo bloque de la obra. Se centra en la reconstruccin y restauracin de Jerusaln a travs de un imaginario ya conocido por la obra de otros profetas como es la imagen de la mujer. El mediador de la salvacin est claro en esta segunda parte, Yahv. Su actitud es totalmente puesta a la de Jerusaln que se presenta en el relato bblico como el Seor me ha abandonado o estril y sin hijos, Is 49, 14-16/ 54, 1-10. Estas dos actitudes de Sion son confrontadas por Yahve con la promesa de la vuelta a l, Is 51, 17-23, o de la fecundidad y vuelta a los hijos.


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En este contexto situamos nuestra pericopa, Is 54, 11-17. La ruina en la que se ve sometida la ciudad de Sion ser cosa del pasado con la promesa de Yahv, le proporcionar una reconstruccin prodigiosa, pero como podremos ver ms adelante, la reconstruccin material ser la menos importante de todas.

c. ESTRUCTURA i. V. 11-12: Nos encontramos ante dos versculos donde el

imaginario predominante es de piedras preciosas para hablar de la reconstruccin de la nueva Jerusaln. El comienzo del v.11 nos muestra el estado de Jerusaln, Pobre, zarandeada y desconsolada!. Encontramos dos paralelismos, uno en cada versculo; voy a.; tus.,de..

ii. 13-15: Utiliza el trmino reconstructores para referirse a los hijos de Sion, esto lo relaciona claramente con el bloque anterior de los vv.11-12 donde claramente hay una intencin constructiva. Dios toma la iniciativa con papel activo, instruir. Estos versos mencionan cuatro cosas, las cuales los que regresan experimentaran de la proteccin y cuidado de Dios: y tu bienestar quedar consolidado, Lejos de la opresin nada temers, el terror no se acercar a ti.

iii. V. 16-17A: A partir del v.16 hay un cambio en el mensaje aunque sigue en consonancia con el v.13. Los dos comienzan en un Yo dejando claro que el sujeto de la accin es Yahv. Hasta cierto punto, podra decirse que estos dos bloques dentro de nuestra pericopa podran ser paralelos. Utiliza imgenes relacionadas con la profesin del herrero; si antes instruir a los constructores, ahora crear al herrero. Como ms tarde explicar, el trmino utilizado para explicitar la labor de Yahve como creador, enfatiza la soberana de Yahve.

iv. V. 17B: Nos encontramos ante un versculo conclusivo. Deja atrs todas las imgenes anteriores para cerrar y sintetizar todo lo anterior. Los verbos siguen en tiempo de futuro, prometiendo el cumplimiento de las palabras, este ser el provenir, y vuelve a legitimarse soberano, todo su bienestar futuro depender de m. Aqu utiliza el trmino siervos en plural y no en singular como acostumbra en toda la obra de Deuteroisaias, indicando al pueblo de Yahve. La pericopa cierra con una frmula oracular.

El fin de dividirlo de esta manera ha sido ms bien pedaggico, es decir, con esta divisin he podido captar de una forma ms clara el mensaje contenido, el punto fuerte de dicha estructura es que las imgenes quedan bien diferenciadas pero a su misma vez


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relacionadas entre s, en la estructura propuesta podemos ver como el texto est compuesto de una introduccin, cuerpo y conclusin.

Una gran debilidad de la estructura es la divisin de los vv.13-17a, pues pueden tomarse como una sola seccin dentro de la pericopa.

d. ANLISIS GENERAL Ahora nos disponemos a realizar un breve anlisis de la pericopa. El fin del mismo es hacer ms cercano el significado de cada uno de los versculos de nuestra pericopa, para poder llegar con ms facilidad al mensaje principal del texto limitado.

En el v.11 podemos leer como el profeta realiza una breve descripcin de la ciudad, para ello utiliza trminos, en primer lugar, humanizados como pobre, desconsolada o zarandeada para hacer ms fuerza en la promesa de restablecimiento de la alianza transmitido mediante la imagen de la Nueva Jerusaln; por otra parte, podemos fijarnos en la cantidad de joyas usadas para demostrar el favor de Dios a su pueblo (vv. 11-12).

Yo instruir a tus constructores (v.13), la promesa recuerda el texto de Jer31, 34 ya no tendrn que adoctrinarse entre s unos a otros, diciendo: Conoced a Yahve, pues todos ellos me conocern, del ms chico al ms grande, describe la condicin de los que vivirn bajo la Nueva Alianza. Sern enseados por Yahv de la misma manera que lo fue el siervo, Is50, 4-5 El Seor Yahve me ha dado una lengua avezada que sabe decir al cansado palabras de aliento. Muy temprano despierta mi odo para escuchar, como los discpulos. El Seor Yahv me ha abierto el odo, y no me resist, ni me hice atrs.

Como se puede ver en el v.14, los cimientos de la nueva Sion sern slidos y estarn edificados sobre la voluntad de Dios, justicia y rectitud, esto es, sobre salvacin.

El v.15 es claramente un pasaje que pretende mostrar la soberana de Yahve; si alguien te ataca sin mi permiso. El sentido parece ser que nadie ms atacar Jerusaln, si nos vamos al pasado, podemos darnos cuenta como Yahve si permiti el ataque Asirio y Babilnico. De todos modos, aunque lo permitiera otra vez no afectara a la seguridad de Sion. Esta soberana de la que hablamos sigue presente en el v.16, Yo soy quin ha creado el herrero, es Yahve quien lo gobierna todo y el cual dirige tanto al herrero como al salteador. Esta visin la podemos entender mejor si nos fijamos en unos versculos del profeta Amos, el cual hace referencia a lo mismo en los vv. 1,3- 2,12.

Terminamos este breve anlisis con el ltimo versculo, v.17.

y he creado al destructor funesto; ms sus armas forjadas no te podrn.

Impugnars a toda lengua que se levante en juicio contra ti.

Este ser el porvenir de los siervos de Yahv; todo su bienestar futuro

depender de m orculo de Yahv-


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Al fin triunfar Jerusaln contra sus opresores. Los servidores de Yahv, participarn as de una heredad plena y pacfica. Aunque el profeta piensa aqu solo en lo ciudadanos de la nueva Sion, sin mencionar a los otros pueblos, estas palabras no pueden diferenciarse de aquellas promesas del profeta que hablan sobre el sentido universal de su mensaje. Las frases sobre la desaparicin de todo temor y angustia en la nueva Sion son idealizaciones poticas para ensalzar la profunda confianza que tendrn los nuevos ciudadanos en Yahve, su protector.

4. RELACIN CON OTROS PASAJES Son numerosos los textos que remiten a este pasaje proftico. La Nueva Jerusaln es un recurso utilizado por otros muchos textos para abarcar temas diferentes, tanto del Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento.

El comienzo del v.11 tiene relacin con el profeta Oseas al decir:

Concibi ella de nuevo y dio a luz una hija. Y Yahv dijo a Oseas: Ponle el nombre de No-compadecida, porque yo no me compadecer ms de la casa de Israel,

soportndoles todava. (Pero me compadecer de la casa de Jud y los salvar por Yahv su Dios.) Os 2, 6.

La imagen de piedras preciosas utilizadas en el v.12 es tomada por el autor del apocalipsis cuando habla de la imagen tomada de este pasaje de la Nueva Jerusaln.

El aparejo de la muralla era de jaspe, la ciudad de oro puro, lmpido como cristal. Los cimientos de la muralla de la ciudad estn adornados con piedras

preciosas. El primer cimiento de jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de calcedonia, el cuarto de esmeralda, el quinto de nice, el sexto de cornalina, el sptimo de crislito,

el octavo de berilo, el noveno de topacio, el dcimo de crisopraso, el undcimo de turquesa, el duodcimo de amatista. Las doce puertas son doce perlas, cada puerta una

sola perla. Las calles de la ciudad pavimentadas de oro puro, lmpido como cristal.

Ap 21, 18-21

El mismo versculo hacer referencia a Tb 13, 16ss, y a su vez, sobrepasa las visiones de Ez 40ss sobre la reconstruccin de Jerusaln. Pasamos al v.15, este, como ya hemos visto, refleja la proteccin de Yahv sobre su pueblo, exactamente habla de asedios y ataques, un reflejo de ello podemos encontrarlo en los salmos.

Salmo 56 Salmo 59 Salmo 140 v.7; se conjuran, se ocultan, siguen mis pasos, tratando de acabar con mi vida

v.4 Mira que asechan mi vida, poderosos se conjuran contra m; sin pecar ni rebelarme, Yahv

v.3 de los que traman maldades en su interior; y a diario fomentan peleas


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La imagen de Dios creador se encuentra presente en el v.16, Yo he creado al herrero, este versculo que pretende mostrar el control de Dios sobre la creacin conecta con el libro del xodo. (12, 13-23)

La sangre ser vuestra contrasea en las casas donde estis: cuando vea la sangre, pasar de largo; no os tocar la plaga exterminadora cuando yo pase hiriendo a

Egipto. Este da ser para vosotros memorable, en l celebraris la fiesta al Seor. Ley perpetua para todas las generaciones. Durante siete das comeris panes zimos. El da

primero haris desaparecer de vuestras casas toda levadura, pues el que coma algo fermentado ser excluido de Israel. As del primero al sptimo da. El da primero hay

asamblea litrgica y lo mismo el da sptimo: no trabajaris en ellos; solamente prepararis lo que haga falta a cada uno para comer. Observaris la ley de los zimos, porque en tal da sac el Seor a sus escuadrones de Egipto. Haris fiesta ese da: es

ley perpetua para todas vuestras generaciones. Desde la tarde del da catorce del mes primero a la tarde del da veintiuno comeris panes zimos; durante siete das no habr

levadura en vuestras casas, pues quien coma algo fermentado ser excluido de la asamblea de Israel, sea forastero o nativo. No comis nada fermentado, sino comed panes zimos en todos vuestros poblados. Moiss llam a todas las autoridades de

Israel y les dijo: ---Escogeos una res por familia y degollad la vctima de pascua. Tomad un manojo de hisopo, mojadlo en la sangre del plato y untad de sangre el dintel y las dos jambas, y ninguno de vosotros salga por la puerta de casa hasta la

maana siguiente. El Seor va a pasar hiriendo a Egipto, y cuando vea la sangre en el dintel y las jambas, el Seor pasar de largo y no permitir al exterminador entrar en

vuestras casas para herir.

Son muchas ms las referencias que podemos sacar de otros textos cannicos pero aqu se ha expuesto una pequea muestra de ello. Todo texto referidos a la alianza y la restauracin de del Pueblo de Dios en la tierra, la creacin o visiones sobre la futura ciudad de Dios puede conectar perfectamente con nuestra pericopa.

5. APLICACIN ACTUAL Me resulta difcil actualizar el pasaje analizado. Es cierto que todo el tema de la fidelidad de Dios est muy presente en el Nuevo Testamento, por no decir que es la clave del mismo en la figura de Jess.

Conforme leemos la obra, podemos ver como la imagen de Dios va suavizndose y volvindose cada vez ms paternalista. l se reconoce soberano pero una soberana entendida como entrega a los que ama, a su pueblo con el cual tiene un pacto.

Actualmente, este texto, puede ser utilizado en aquellos momentos en los que queramos resaltar el tema de la proteccin y misericordia infinita de Dios, el v. 17b nos lo presenta de forma clara:

Este ser el provenir de los siervos de Yahv; todo su bienestar depender de m

La imagen de Dios aqu descrita se puede extrapolar perfectamente al Dios de Jess, al que llamaba Abba (Padre) porque, repito, el texto me ha dejado esa sensacin y ms si


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tenemos en cuenta toda la lectura mesinica que ha tenido posteriormente el libro de Isaias y la imagen del Siervo.

6. BIBLIOGRAFA SCHOKEL, L. ALONSO; SICRE DIAZ, JOSE LUIS. Profetas comentario I, Ediciones

Cristiandad, Madrid, 1980 GARCIA CORDERO, MAXIMILIANO. Biblia Comentada; Libros Profticos. BAC,

Madrid, 1965 TORRES FERNNDEZ, ANTONIO. La Sagrada Escritura, Texto y comentario V.

BAC, Madrid, 1975 JANTHIAL, DOMINIQUE. El libro de Isaias o la fidelidad de Dios a la casa de

David. Verbo Divino, Navarra, 2008. BERGES, ULRICH. Isaias, El Profeta y el libro. Verbo Divino, Navarra, 2011 SICRE, JOSE LUIS. Introduccin al profetismo bblico ( 2ed). Verbo Divino,

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