curando un corazon

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    Curando Un CoraznCurando Un CoraznSarah-Crish CullenSarah-Crish Cullen

    Argumento:Maite es una joven doctora, con una dolorosa infancia;William es un eminente cirujano que perdi lo que msquera en un accidente. Qu ocurrir cundo se conozcan?

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    PrologoPrologo

    Miraba distrada por la ventanilla del avin, mientras las horas del viajeiban pasando.

    Dejaba atrs mi vida entera, para poder huir de las constantes peleas yreproches con mis padres, deseando poder encontrar un poco de paz,dedicarme a mi vocacin, la medicina, y...por qu no, ser un poco feliz.Tampoco le peda tanto a la vida.Un pequeo gorjeo a mi lado me distrajo de mis pensamientos; mipequea hija de apenas dos meses se remova en su capazo.Amorosamente acarici su rosada y rechoncha mejilla, mientras mirabaese pequeo trocito de cielo, mi nica motivacin para seguir

    luchando...y viviendo.

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    Captulo 1: Dejando Todo Atrs...Captulo 1: Dejando Todo Atrs...Me llamo Maite Perroni, y tengo veinticuatro aos. Nac en Forks, unpequeo pueblo del Estado de Washintong, all me cri, junto con mis

    padres y mi hermano Alberto.Mi padre es el respetado y famoso neurocirujano Bruno Perroni, jefe desu especialidad en el hospital McAllens de Seatle; es un mdicorespetado en todo el pas, aunque no muy querido, debido a su carcterorgulloso y altivo.Su gran profesionalidad en la materia le obligaba a viajar por todo elpas, dando numerosos cursos y seminarios, lo que hizo que elmatrimonio de mis padres hiciera aguas. Eso hizo que mi madre buscara

    consuelo en brazos ajenos, y mi padre se limitara a tener aventuras entodas las ciudades a las que acuda.Ms de una vez el trat de ser inteligente, pidindole que se divorciaran,pero la orgullosa Renee Perroni nunca quiso ni or hablar del tema; paraella guardar las apariencias y no dar que hablar era su razn de vivir, porno hablar en que posicin quedara, econmicamente hablando.De modo que desde que yo tengo uso de razn, de puertas para fueraramos la tpica familia modelo, unida y feliz, envidiada por todos.

    De puertas para dentro, las constantes disputas y peleas entre ellos eranel pan nuestro de cada da; por lo que los ltimos cinco aosprcticamente cada uno haca su vida, llegando incluso a dormir enhabitaciones separadas.No se hablaban si no era estrictamente necesario.Todava recordaba con pena cmo, las noches en que ellos se tiraban lostrastos a la cabeza, me iba corriendo a la habitacin de Beto, para

    abrazarme a l mientras llorbamos en silencio.Los recuerdos ms bonitos de mi niez eran los fines de semana en quenos quedbamos con la abuela Perroni, a la que considerbamos nuestraverdadera madre. Para ella era muy doloroso presenciar todo aquello,pero siempre deca que no debes meterte en medio de un matrimonio, yas lo hizo.Pero la abuela Perroni ya no est, hace tres aos su corazn ya no pudoms y se fue, y Beto y yo nos quedamos solos.

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    Debido a todo lo que viv en mi casa, me convert en una chica tmida ypoco sociable, dedicada por y para mis estudios; aunque tambin, cmocualquier adolescente, tuve mis enamoramientos y citas, aunque sinpasar de unos inocentes besos, porque el chico que realmente megustaba era un cretino y no me hizo ni el ms mnimo caso.

    Martha, la nica amiga que tena, y la nica que saba lo que ocurra enmi casa, fue mi apoyo incondicional en esos aos, hasta que hace seisaos se march a Los ngeles, para estudiar derecho; aunque seguamosen contacto y nos veamos siempre que podamos.La nica vez que vi a mi padre entusiasmado por algo que yo haca, perotampoco mucho, fue cundo le dije que estudiara medicina; el abueloPerroni tambin fue mdico, de modo que mi vocacin estaba clara dednde vena.

    Mientras curs los cinco aos de medicina general, en la universidad deSeattle, me esforc al mximo; muchos pensaban que ser la hija deldoctor Perroni significaba aprobar exmenes por la cara; si ellos supieranque mi padre apenas se molest en echarme una mano...tan slo mepreguntaba por los exmenes, suspendiera o aprobara siempre pona lamisma mueca de indiferencia.Cuando me pregunt sobre la especialidad que hara en mis aos deresidencia, lo nico que me dijo era que esa especialidad estaba

    infravalorada y que no tena la relevancia de la ciruga o neurologa.Me enfrent a l, aadiendo que hacer anestesiologa y reanimacin eratan importante y respetable...y era lo que yo quera.No dijo nada ms, pero saba que no le gustaba, pero era mi vida, no lade l.Pero la guinda del pastel estaba por llegar. Al acabar los cinco aos demedicina general, pas el verano en Forks, antes de mi traslado a Nueva

    York, donde hara mi residencia. Ya lo tena todo listo y solucionado.Me fui con Martha y algunos ex-compaeros de instituto a Port-ngeles,para cenar y tomar unas copas. Mis padres haban tenido una broncamonumental...y a mi no se ocurri otra cosa que ponerme a beber y abailar cmo una loca para distraerme y olvidarme de todo; recuerdo quemova mis caderas sin control alguno, y un chico se me acerc pordetrs, pegando su cuerpo al mo y tambin borracho cmo una cuba.

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    Mi siguiente recuerdo es en la cama de un pequeo hotel, tapada poruna fina sbana color crema... desnuda y sola. Me dola horrores lacabeza, y no recordaba nada...pero era evidente que algo haba hecho.S que es triste, pero as perd mi virginidad, con un to que ni recuerdosu cara, ni s su nombre...nada.

    Pero las consecuencias llegaron enseguida, al tener que explicar a mispadres, que me haba quedado embarazada...y qu no saba quin era elpadre.Mi madre puso el grito en el cielo, y me dio una tremenda bofetada,pegando alaridos sobr que pensara la gente.

    Mi padre me llam, entre otras lindezas, caprichosa e irresponsable,llegando incluso a sugerirme que interrumpiera el embarazo.

    Pero ese pequeo ser ya se haba adueado de mi corazn; saba quehaba sido una irresponsable, pero cargara con las consecuencias yresponsabilidades y criara a mi beb sola, si era preciso...y le dara todoel cario y amor del mundo.Obviamente tuve que cancelar mi residencia en Nueva York y quedarmeen Forks, por lo menos hasta que la nia naciera.Mis padres apenas me dirigieron la palabra en los ocho meses y medio

    que dur mi embarazo; y un 7 de abril mi pequea Megan apareci eneste mundo. Era preciosa, con unos ojitos azul grisceos, unos mofletesrosados, y un fino pelito castao, cmo el mo.Tena la vaga esperanza de que mis padres, al ver a su nieta, seablandaran un poco, pero no fue as; mi padre no apareci por elhospital, y mi madre ni se molest en mirar a la nia una vez.Mi hermano estaba emocionado con su sobrina...y hablando con l, tomla decisin, pensando en mi nia y en mi carrera.

    Gracias a las gestiones que haba hecho en los ltimos meses de miembarazo, consegu una plaza de anestesista residente en el North-UnionMedical Center, uno de los mayores hospitales de San Francisco.Beto y su mujer Leah vivan all, despus de que mi hermano semarchara de casa, harto de la situacin.Gracias a mis pequeos ahorros y el dinero que la abuela Perroni nosdej en herencia a m y a mi hermano, podra alquilar un pequeo

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    apartamento, suficiente para Megan y para m, y con mi sueldo, podrasacar adelante a mi pequea.Cierto que no sera un sueldo cmo el de un mdico adjunto, y aunquefuera residente, era doctora, ganara suficiente.

    Los sollozos de mi hija me sacaron de mis recuerdos; con cuidado la cogdel capazo y llam a una azafata, pidindole por favor que calentara elbibern que le entregu.Mientras le daba el bibern, no dejaba de pensar en lo afortunada queera...mi nia me haba salvado...y ahora empezaba una nueva etapa.

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    Captulo 2: San FranciscoCaptulo 2: San FranciscoPor fin tomamos tierra en nuestro nuevo hogar; Megan, despus de lacomilona, se volvi a quedar plcidamente dormida, y as permanecimientras bajamos del avin.

    Agarr mi enorme bolso y el capazo de mi nia y desembarcamos,esperando a que saliera la nica maleta que traa, ya que habamandado el resto unos das antes, y el carrito.

    Despus de armar el carro y coger la maleta, pasamos las grandespuertas del cristal; no tard en divisar a un muchacho alto, moreno yfuerte, junto a una chica tambin morena y ojos marrones.Se adelantaron corriendo, y me lanc a unos fuertes brazos.

    -Beto!- dije emocionada.-Hola Mai...pequea, qu ganas de verte- me dijo mientras me levantabadel suelo.-Y yo a ti- le contest an abrazada a l.-Cmo ests?- me pregunt una vez me baj al suelo.-Bien, estamos bien; muy contentas de estar aqu- le contest; supuse

    que en casa charlaramos largo y tendido. Me gir y abrac con fuerza ami cuada.Una vez nos abrazamos los tres, miraban ansiosos el carrito, pues noconocan en persona a la nia. Ech hacia atrs la capota, para que laviesen.-Oh Beto...es preciosa, mrala- dijo Kayla pasando un dedo por supiernecita, mientras la contemplaba extasiada. -Que chiquitina es...- dijomi hermano en un susurro; se estaba emocionando.

    Miraba con cario a mi cuada, saba por Beto que llevaban un tiempobuscando familia, pero aun no lo haban conseguido, por lo que paraKayla era una alegra que hubisemos venido.Una vez contemplaron a Megan, que ni se inmut en su sueo, Betocarg con la maleta y nos dirigimos a casa. Mientras buscaba unapartamento me quedara en su casa con ellos; eran principios de junio,y mi trabajo en el hospital no empezaba hasta el 15 de julio; esperaba

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    que en un mes y medio pudiese encontrar un apartamento yacomodarme.Una vez en casa, mientras desembalaba las maletas que haban llegado

    hace un par de das, Beto se enfrasc en el montaje de la cuna y Kaylabaaba y daba de cenar a Megan.

    -Cul es el tornillo C?; y dnde leches est la ranura A?; sto no mecuadra mucho- murmuraba enfadado, mientras se rascaba la cabeza.-Beto...me parece que ests mirando el dibujo al revs- le dijo Kaylaalzando una ceja, mientras meca amorosamente a su sobrina.-Ah...an as, eso de montaje sencillo y rpido se lo podan ahorrar-bufaba mi hermano, mientras daba la vuelta al papel. Kayla y yo nopodamos disimular la risa.

    Una vez la cuna estuvo montada y segura y Megan dentro de ella, denuevo placidamente dormida, nos sentamos a cenar.-He preparado lasaa de verduras Mai, se que te encanta- me dijo Kaylacon una sonrisa.-Hum..., que rico, gracias- dije, pinchando el tenedor en las capas depasta.Un minuto despus, mi hermano empez a hablar.

    -Cmo se tomaron que vinieras a vivir aqu?- pregunt mi hermano concautela.-Pues...creo que les import bien poco Beto, ya sabes cmo son- lecontest con un suspiro.-Pens que la nia les hara replantearse su postura- agreg Kayla.-Yo tambin tena la esperanza...pero no, para ellos creo que fue unalivio...que pensara la gente...la hija de Renne Perroni, madre soltera-

    dije esas dos ltimas frases imitando la estridente voz de mi madre.-Cmo pueden ser as?, qu les hemos hecho?; somos sus hijos...yquienes hemos pagado las consecuencias de ese...no se ni cmollamarlo...matrimonio- Beto empezaba a enfadarse.-No te tortures ms, cielo, y t tampoco Mai- nos suplic Kayla, tomandoa su marido de la mano.

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    -Espero que nos se les ocurra aparecer por aqu a molestaros... si lohacen ahora si se las vern conmigo- sise mi hermano, completamentefurioso.-Tranquilo Beto, no saben vuestra direccin, y no sabrn la ma; aparte,no creo que se presenten aqu- le dije con una mueca. Kayla cambirpidamente de tema.

    -Bien Mai, espero que busques un apartamento cerca al nuestro- me dijomientras tombamos el postre.-Eso quisiera, lo poco que he visto del barrio me gusta, est biencomunicado con el hospital, tiene jardines y parques para poder pasear,hay muchos comercios- empez a enumerar Maite.-Est bien comunicado con el centro- aadi Kayla. -Y lo ms importante,nos tendras cerca para ayudarte con la nia- agreg Beto.

    Reflexion un momento sobre lo que mi hermano haba dicho, y tenarazn, ya que tendra diferentes turnos y guardias en el hospital.-Cundo vaya al hospital les pedir los cuadrantes de lasguardias...espero que no se pasen- murmur para mis adentros.-Yo me quedar con ella por las maanas, sabes que mi trabajo derecepcionista es por la tarde- me dijo mi cuada.

    -Y los fines de semana podemos encargarnos los dos, y cundo tengasguardia de noche- dijo Beto convencido.-El problema ser cundo tenga turno de tarde- dije con fastidio.

    -No te preocupes, yo puedo escaquearme, para eso soy el dueo deltaller Mai- aadi Beto en tono burln.-No Beto, tampoco es justo- le reproch.

    -Por lo menos hasta que encontremos otra solucin; pinsalo Mai- mesuplic con un puchero.-Est bien, vale, acepto.- contest rodando los ojos.

    -Esa es mi doctora- dijo en tono burln.Ese mes y medio pas rpido, con la ayuda de Beto y Kayla encontr uncoqueto apartamento, reformado y a dos calles de dnde viva mihermano. Tena dos habitaciones, un bao y cocina con barra americana,

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    suficiente para mi pequea y para m. Lo que ms me gustaba eran losgrandes ventanales del saln, que daban a un parque precioso.Adems tuve suerte de que la cocina y el saln estaban amueblados; conla ayuda de Kayla eleg un dormitorio sencillo para mi y algo ms para elcuarto de Megan. Me ayudaron a hacer la mudanza, y una semana antes

    de empezar a trabajar estbamos instaladas.Tambin acud al hospital, para firmar mi contrato y presentarme al quesera mi adjunto y supervisor, la doctora Lucy Sanders. Era una mujer deunos cincuenta aos, amable y educada. Me llev a la unidad decuidados intensivos, dnde tambin trabajara en reanimacin, aparte dequirfanos.Una vez me desped de ella pas por personal a recoger misidentificaciones y los uniformes de color azul clarito. Dos horas despus

    sala del hospital, mirando el cuadrante de turnos; de momento tenaturno de maana las tres primeras semanas, y dentro de dos fines desemana, guardia.Suspir aliviada, Beto no tendra que dejar el taller y Kayla se quedaracon Megan por la maana. La semana pas muy rpido; el lunes son eldespertador a las seis y media de la maana; me levant contenta, fui aechar un vistazo a Megan, que dorma como un lirn, y me dirig a laducha; Kayla vendra en media hora para quedarse con la nia.

    Me puse unos vaqueros claros con una camiseta lila y mis conversenegras; d un besito mi nia y me desped de mi cuada; sal, dispuesta aenfrentarme a un nuevo reto.

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    Captulo 3: La Doctora PerroniCaptulo 3: La Doctora PerroniLlegu al hospital, y rpidamente me puse el uniforme, colgu miestetoscopio por los hombros y me puse mi identificacin, al llegar aldespacho de la doctora Sanders un nudo se apoder de mi estmago;

    tom aire y llam a la puerta.-Pase- dijo mi adjunta, sin dejar de mirar unos papeles.-Buenos das doctora Sanders- salud mientras cerraba la puerta.-Buenos das doctora Perroni- dijo amablemente, mientras levantaba suvista del ordenador.-Soy la primera?- pregunt en susurro para mi, pero la doctora me oy,

    y esboz una sonrisa cmplice en su cara.-Eres la primera...y la nica residente de anestesiologa este ao- me dijotan tranquila. No sala de mi asombro, por lo que ella sigui.-No hay mucha gente que haga esta especialidad; estate tranquila, estono es la residencia de ciruga, ya sabes que ahi son muchos msautoritarios- me cont amablemente.-Ya...- fue lo nico que pude murmurar, todava alucinada.

    -Ven, vamos a reanimacin, te presentar al resto del servicio, sgueme-me orden amablemente, mientras abra la puerta.Al llegar, un grupo se gir hacia nosotras; eran cuatro chicas y cuatrochicos.-Buenos das chicos- salud.-Buenos das doctora Sanders- dijeron casi a coro.

    -Quiero presentarles a Maite Perroni, nuestra nueva residente- dijo conuna sonrisa.-Bienvenida- respondieron casi a coro de nuevo.La doctora Sanders iba a decir algo ms, pero un sonido la interrumpi,mir su busca y se apart. Una chica rubia, alta y guapsima, de miradaamable, se acerc a m.

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    -Soy Rosalie Hale, enfermera, es un placer- dijo mientras se acercabapara darme dos besos.-Encantada- le contest con una sonrisa.Otras dos chicas y uno de los chicos se acercaron tambin.

    -Angela Weber, enfermera tambin- me dijo una chica bajita, con el pelonegro recogido en una enorme coleta.-Un placer- la respond mientras la besaba, al igual que Rosalie.-Amanda Donaldson, llmame Mandy, residente de tercer ao, un placerMaite.- me dijo otra de las chicas, con ojos azules y pelo castao claro noms abajo de los pmulos, con un gracioso flequillo ladeado.

    -Encantada, igualmente, y por favor, llamenme Mai- le dije despus dedevolverle otros dos besos.-Ellos son Jasper Whitlock y Tyler Crowley, adjuntos- me dijo sealando ados de los muchachos; Jasper no muy alto, con el pelo un poco largo,ligeramente ondulado y ojos de color miel; y Tyler, afroamericano de pielno muy oscura, ambos de unos treinta y pocos aos, incluso menos.-Bienvenida al equipo Mai- me dijo Tyler con una sonrisa, mientras meestrechaba la mano.

    -Por fin una cara nueva, aqu estars muy bien, somos una gran familia-me cont Jasper con otra sonrisa mientras estrechaba mi mano.-Un placer estar aqu, me siento muy halagada, no esperaba unabienvenida as- les dije con una sonrisa; estaba muy contenta, meesperaba rechazo e indiferencia.-Esto no es ciruga, aqu no somos tan malos- me dijo otra voz masculina,que sigui hablando -Mike Newton, residente de ltimo ao- me dijo

    alzndome su mano para estrecharla.-Vaya, es un consuelo saberlo; seguro que estar muy bien aqu-respond alegre.-Pero an as eres la novata...as que pringars con muchos informeseste ao- aadi Jasper con una sonrisa perversa.-Jazz, no la aturulles; disculpa, es muy bromista, soy Alice, enfermera...yesposa de este mdico que te quiere atemorizar- dijo con una gran

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    sonrisa; era bajita y menuda, con un pelito negro corto y despuntado acada lado.

    -Vaya...encantada- dije rindome.-El es Seth Clearwater, nuestro nico chico enfermero...y un amor- me

    dijo sealando a un chico moreno, con el pelo un poco largo.-Me haces sonrojar Alice; es un placer que alguien haga residencia aqu,no sois muchos anestesistas- me dijo.

    -Cierto- le contest.Una vez se presentaron todos, me rodearon y me empezaron ainterrogar.-D dnde eres?- me pregunt con amabilidad Mandy.

    -Nac en Forks, estado de Washington- le respond.-Eso es cerca de Seattle, no?- inquiri Seth.-As es, estudi all en la universidad- le respond de nuevo.-Perdona mi indiscrecin...tienes algn parentesco con Bruno Perroni, elneurocirujano?- pregunt curioso Jasper.

    Cmo noya saba que mi apellido saldra a reducir.-Soy su hija- respond encogindome de hombros, y poniendo una muecade indiferencia que a ninguno les pas inadvertida; pero gracias a dios,no preguntaron nada ms.Mandy, Angela, Tyler y Mike se marcharon enseguida, ya que habanhecho guardia de noche y, segn ellos, se haba quedado paraconocerme.El resto nos pusimos enseguida a trabajar; de momento estara en

    reanimacin para vigilar a los pacientes que salan de quirfano, siemprebajo la supervisin de alguien. Asent contenta, ya tendra la oportunidadde ir a quirfano.A media maana nos fuimos al pequeo cuarto que tenamos cmo reade descanso, dentro del servicio. Equipado con tele para las guardias, unfrigorfico, un enorme sof y, lo ms importante, una monumentalcafetera; en el centro una mesa redonda y sillas. Nos servimos un caf ynos pusimos a charlar de nuevo.

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    -Cuntanos un poco ms de ti...tienes pareja?- interrog Alice demanera directa.-Cielo...sabes que eres una cotilla en potencia?, disculpa suindiscrecin- me dijo Jasper, mirando con enojo a su mujer.

    -Jajajjajaj...no pasa nada; no, no tengo pareja- dije con una sonrisa.-Bueno saberlo- aadi Seth, al que me qued mirando perpleja,arqueando las cejas.-Tranquila...era una broma, tengo novia, se llama Leslie y trabaja enpediatra- sigui explicando, mientras me guiaba un ojo.-Ahhhhh...vale, me dejas ms tranquila- le dije en plan broma, rindome,y el resto tambin acompaaba mis carcajadas.

    -Conoces a mucha gente aqu?- me pregunt Rose mientras meextenda un bote con galletas.-No, slo a mi hermano Beto y a su mujer Kayla; por eso vine aqu- lescont mientras tombamos el caf.-Tenemos que quedar fuera del hospital, as conoces ms San Francisco,te parece bien que salgamos el viernes a cenar?, Jazz tiene guardia- medijo Alice dando palmaditas, cmo una nia pequea.

    -Vamos, anmate, le diremos a Mandy que venga tambin, y a Angela-me dijo Rose en tono splica.

    -Angela tiene guardia esa noche- aadi Seth con una sonrisa perversa.

    -Pero...a qu se la cambiaras?- pregunt Alice poniendo un puchero.-Alice...no empieces...eso es chantaje...y no me valen pucheros deningn tipo... vale vale, me lo pensar- buf Seth, mirando la cara de

    cordero degollado que pona Alice.-Esto...no se si podr, si mi hermano y Kayla tienen planes...-empec atartamudear.-Planes de qu?- pregunt Alice, que me miraba con confusin.

    -Veris...tengo una nia de tres meses y...-no pude continuar, un grititome interrumpi.-Eres mam?- me dijo Rose con una gran sonrisa.

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    -Si, se llama Megan- contest alegre.-Pero...no has dicho que no tenas pareja?- ahora era Seth elconfundido.

    -Y no la hay...mi hija lleva mi apellido- suspir con un poco de tristeza.-Vaya, ha debido ser muy duro, me refiero a estar crindola sola- me dijoJasper.-Si, pero bueno...supongo que el verla crecer feliz vale la pena- lecontest, esbozando otra sonrisa mientras me acordaba de mi nia.-Por supuesto...y por cierto, tienes que traerla un da- me dijo Rosetomndome de la mano y animndome.

    -Entonces cambiaremos la cena por una merienda, y por supuesto tetraes a la nia-me dijo Alice con cario.-Hecho- contest con una sonrisa.Seguimos hablando de mil y un temas; no pensaba mencionar a mi hija,pero por otro lado tampoco tena por qu no hacerlo, es ms, me sentaaliviada de que lo supieran. Al rato, una voz nos sac de la animadaconversacin.

    -Hooolaaaa?; que pasa, que los de renimacin no trabajan?- preguntuna voz burlona a nuestras espaldas.

    Al girarnos nos encontramos con un chico moreno y musculoso, con unosojos verdes, pareca un portero de discoteca de lo grande que era.-Em, que tal?- le salud Jasper chocndose las manos.-Pasaba a ver cmo se encontraba la seora Font- respondi mientras

    coga una taza y se pona un caf.-La que operaste ayer por el procedimiento de Rashkind?-respondi Seth.-La misma- respondi mientras se sentaba y me miraba con curiosidad. -Tenemos chica nueva en la oficina?- pregunt divertido.-Es la doctora Mai Perroni, residente de primer ao- le dijo Rose mirandounos informes.

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    -Encantado, por fin una cara nueva, soy Emmet Levy, cirujanoespecialista en cardiologa- me explic tendindome la mano.-Un placer conocerte- le contest mientras se la estrechaba.-Llmame Em; me vers mucho por aqu- dijo con una sonrisa.

    -Bueno chicos, nosotros vamos a lo nuestro- dijo Seth, mientras l y Alicese levantaban.-Nos vemos- dijo Emmet.-Yo me voy tambin, Mai vienes?- me pregunt Rose mientras selevantaba.-Claro- contest.

    -Hasta luego chicos- me desped de ellos.-Rose, cundo vas a aceptar la invitacin para ir a cenar conmigo?- lepregunt Emmet justo antes de que saliramos por la puerta. Rose buf,y se dio la vuelta para contestarle.-Hum...a ver...cundo me vendra bien...deja que consulte mi agenda...nunca?- contest molesta, mientras alzaba una ceja.

    -Me fascinan las mujeres con carcter- respondi Emmet con una sonrisaperversa.-Y yo detesto a los hombres arrogantes y vacilones- le contest ella conuna mueca.-Me encantas, Rosalie Hale- la sigui ste.-Adis Emmet- aadi mientras cerraba la puerta del gabinete.

    Para mis adentros me mora de la risa, hasta que Rose me vio y seempez a rer ella tambin.-Bufff...que plasta- dijo ella rodando los ojos.-Hombre...es simptico, un poco vaciln, eso s- le coment.-Lleva dndome la murga casi un ao- respondi con fastidio.-Pues si que es insistente- musit.

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    -Y que lo digas...en fin, vente conmigo- me dijo tomando unas carpetas.-Vamos a ello- le dije animadamante.La maana pas muy rpido, yo ms que nada observando yfamiliarizndome con el servicio. Al dar las tres fui a cambiarme,

    despidiendo a mis compaeros. Sal del hospital con una montaa deinformes bajo el brazo, con paso ligero, quera ir a ver a mi nia, nuncame haba separado tanto tiempo de ella.Tan concentrada iba que choqu con alguien; no llegu a caerme, perolos informes volaron por todo el hall del hospital. Torpemente me agachpara recogerlos, cundo una voz suave y dulce habl.-Ests bien?- pregunt con tono preocupado.

    -Si, disclpame por favor, no te vi- murmur avergonzada, cmo podaser tan patosa?-Tranquila, no pasa nada, disclpame tu a m tambin- dijo mientrasrecoga algunos papeles. Al incorporarme y levantar la cara me quedestupefacta.

    Un chico alto, guapsimo, con el pelo color bronce despeinado y unos ojosverdes preciosos me miraba con una mezcla de amabilidad y sorpresa.Llevaba puesto un uniforme azul oscuro, por lo que trabajaba en el

    hospital. Recuper la compostura para hablar.-Disculpa de veras; la verdad es que soy un poco torpe, gracias porayudarme- le dije mientras tomaba el resto de informes que me tenda.-N...no, tranquila, no pasa nada...debo irme, adis- dijo atropelladamentey nervioso, mientras se daba la vuelta y se iba.No me dio tiempo a reaccionar de lo asombrada que me qued, nisiquiera me haba dado tiempo a presentarme; pero no le d ms vueltas

    y reanud mi camino a casa.Llegu tarde, ya que el autobs tardo un siglo en llegar; me desped deKayla, me di una ducha y me sent un rato en el sof con el piln deinformes, hasta que o a Megan protestar; me dirig a su habitacin.

    -Hola cario- le dije mientras la coga y le daba un besito en la cabeza,al momento un olor nada agradable nos envolvi.-Vaya, con razn te quejabas...vamos a cambiarte- le dije entre risas.

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    Despus de cambiarla, y viendo la tarde soleada que haca decid salir adar un paseo. Vest a la nia y la coloqu en el carrito. Me puse unospiratas negros con una camiseta blanca, y unas sandalias planas, hacabastante calor.

    Mientras iba por las calles del barrio, iba absorta en mis pensamientos, ysobre todo pensando en esos ojos verdes con los que habachocado. Eran muy parecidos a los de Emmet, pero tenan un brillo detristeza infinita. No me di cuenta de que me llamaban por detrs hastaque alguien me toc el hombro.-Hola Mai- me salud esa persona, me di la vuelta y era Mandy, micompaera.-Hola, qu sorpresa- le dije contenta.

    -No saba que vivas por aqu- me contest alegre.-Si, vivo en la calle Sailing, esquina con Baker- le expliqu mientrasechaba el freno del cochecito de Megan.-Yo vivo en Main con Rochester...somos vecinas- me explicaba.-Vives cerca de mi hermano entonces- le expliqu a mi vez.

    -Dando un paseo?- me pregunt curiosa mientras miraba a mi hija.-Si, hay que aprovechar el buen da; esta es mi hija- le dije apartando lacapota.-Ohhh...que cosita, cmo se llama?- me pregunt sin apartar la vista demi pequea.-Megan- respond.

    -Hola Megan, eres muy guapa, lo sabes no?- le dijo a mi hija, que poruna vez iba despierta y la miraba fijamente, mientras Mandy le hacacosquillas en la tripita.-Es raro que la pilles con los ojos abiertos- le cont.-Entonces la tita Mandy es afortunada- replic con una sonrisa.-Bueno, me voy, voy a ver a mi hermano Beto al taller; te vermaana?- le pregunt mientras agarraba el cochecito de nuevo.

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    -Esta semana voy de noches, pero ya coincidiremos...adems, creo queel viernes tenemos sesin de caf y tortitas- me record.-Cierto...esta Alice- le dije rindome.

    -Tengo que irme, he quedado con mi novia, nos vemos Mai, adis Megan-lo primero que dijo me dej un poco...helada. No tena nada en contra delas relaciones de gente entre su mismo sexo, pero si es cierto que an essorprendente enterarte. Disimul lo mejor que pude para despedirme.

    -Hasta el viernes Mandy-.Las tres primeras semanas pasaron muy rpido. Ese mismo viernes fui amerendar con las chicas, llevando a Megan conmigo, convirtindose a suvez en el centro de atencin. Mis compaeras no paraban de hacerla

    carantoas, mientras iba pasando por los brazos de todas ellas, inclusoRosalie se empe en darle el bibern, y Alice la cambi el paal en elservicio. Definitivamente, Megan tena cuatro nuevas titas postizas.Mi trabajo en el hospital iba muy bien, enseguida me habitu al ritmo delservicio, y puede decirse que estaba completamente integrada. Ladoctora Sanders alab mi progreso y mi integracin, estaba muycontenta, si todo segua as en pocos meses podra empezar en losquirfanos.

    En esas tres semanas no dejaba de pensar en ese chico de ojos verdes,me haba impactado su mirada, tan bonita y profunda, pero a la vez tantriste. Cada vez que entraba y sala del hospital lo buscaba con disimulo,pero nunca lo vea. Hasta aquel sbado, que tuve mi primera guardia.

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    Captulo 4: CasualidadesCaptulo 4: CasualidadesEstaba tumbado en el incmodo catre que haba en la salita de guardiadel departamento de ciruga, con un libro apoyado en mi regazo yentrecerrando los ojos. Por suerte mi hermano Emmet no estaba de

    guardia y no me dara la lata, lo quera muchsimo...pero a veces era unpoco cargante.No dejaba de pensar en aquella chica con la que me haba cruzado hacecasi un mes, sobre todo en esos ojos del color del caf, que eran tanparecidos a los de ella. Pero no la haba vuelto; a punto de caer en unprofundo sueo, cundo mi busca empez a pitar. Nada ms mirarlo melevant de un salto y baj corriendo a urgencias. Al llegar all meencontr con un hombre en una camilla, con el cuello inmovilizado ycubierto de sangre. Una de las enfermeras me puso una bata verde y me

    acerqu a l.-Qu tenemos?- pregunt cogiendo el historial que estaba a sus pies.-Varn, cincuenta y dos aos, accidente de trfico, mltiples heridas enabdomen y piernas, constantes vitales estables, tensin 12/9; le hemossedado, no paraba de moverse - me inform Jessica, una de lasenfermeras de la ambulancia.-Abdomen distendido, posible rotura de bazo, por eso te hemos avisado-

    me respondi Carlisle, mdico de urgencias...y mi padre.-Pasadme un ecgrafo- orden mientras que con mis dedos presionaba elabdomen del paciente. Rpidamente mir la pantalla, mi padre no sehaba equivocado.-Bioqumica, hematocrito y pruebas cruzadas; avisad a quirfano, tiene elbazo roto; despus inmovilizad la pierna derecha y llamad a trauma,tiene fractura abierta de tibia y peron- respond mientras firmaba laautorizacin para los anlisis.

    Una vez lo subieron me qued charlando unos minutos con mi padre, medesped dndole una palmada en el hombro y sub a hacer mi trabajo.Mientras me lavaba y desinfectaba, o la puerta abrirse, y Jasperapareci.-Hola William- me salud mientras abra el grifo que estaba al lado.-Hola Jasper, pens que no tenas guardia hoy- le respond amablemente.

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    -Yo tampoco...me avisaron esta maana, Tyler ha tenido una emergenciafamiliar y no est en San Francisco- me dijo con una mueca de fastidio.-Y Newton y Mandy?- pregunt alzando una ceja.-Newton est en el quirfano tres con una apendicitis, Mandy libraba hoy,y a Mai no la bamos a mandar, as que vengo yo- respondi mientras se

    secaba las manos.-Mai?- pregunt extraado.-Es nuestra nueva residente, empez hace un mes ms o menos...Emmet no te ha hablado de ella?- me pregunt curioso.

    -Mencion que haba nueva residente, pero nada ms, no hemoscoincidido, he estado de tardes todo este mes- le dije mientras unaenfermera me ataba la bata.

    -Pues es muy simptica y trabajadora, por cierto...sabes que es hija deBruno Perroni?- me dijo en plan cotilla.-De verdad?- pregunt incrdulo.-Si...pero hay algo raro...apenas habla de l...y por qu vendra aqu?,podra estar en el McAllens de Seatlle con su padre- meditaba Jazz en vozalta.

    -Sabes que Alice te est pegando el alcahueteo?- le respond rindome.Remos los dos, mientras entrbamos al quirfano. Una vez terminada laoperacin, me lav y me dispuse a rellenar el consiguiente informe parareanimacin, una vez acabado se lo d a Jasper, quedando en pasar porall luego.Me estaba poniendo un caf, mientras miraba el reloj de la pared,todava eran las cuatro y media de la madrugada, cundo mi padreentr.

    -Hola hijo, cmo ha ido todo?- me dijo a modo de saludo.-Bien, si todo sale cmo espero se recuperar; quieres un caf?- lepregunt.-Doble por favor- me dijo mientras tomaba asiento.Serv los cafs y me sent frente a l.

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    -Cmo te va viviendo solo?, ya sabes, mam est algo preocupada- mepregunt con cautela.Esboc una pequea sonrisa, mi pobre madre no haca mas que vivirpara Emmet y para m, aparte de para mi padre... y eso que Emmet yatena 33 aos y yo veintinueve. Desde que Sophie, mi novia desde la

    universidad, falleciera en ese accidente de trfico, hace un ao y medio,la preocupacin de mi madre por mi era angustiosa.Volv con ellos unos meses, hasta que tuve fuerzas para volver hasta elque haba sido nuestro hogar, y eso inquietaba a mi madre, que vivieraslo no le haca nada de gracia, pero deba retomar mi vida, aunque losrecuerdos me golpearan nada ms entrar por la puerta de miapartamento.-Dile a mam que no se preocupe, estoy bien, y que me doy cuenta de

    qu pasa por casa para planchar- le contest divertido.

    -Ya la conoces... no te lo dijo porque supuso que te negaras- merespondi.-Y supuso bien...pero creo que por ms que le diga no cambiar deopinin- dije resoplando.-Jajajajja...no te enfades, y no trates de llevarle la contraria, yo no lohago- me contest carcajendose.

    -Gracias por tus consejos pap- rod los ojos- bueno me voy, tengo quepasar por reanimacin. Dale un beso a mam y dile que maana ir acomer- me desped levantndome.-Se lo dir, hasta maana hijo- me contest mientras se diriga alascensor para volver a urgencias.

    Entr a cuidados intensivos; estaba todo muy tranquilo. Busqu a Jaspery no lo vea por ningn lado, as que me dirig a la salita.

    Una chica estaba sentada, de espaldas a la puerta, mirando unosinformes.-Disculpa, estoy buscando al doctor Whitlock, sabes dnde est?-pregunt.-No est en este momento, puedo ayudarle yo- me dijo mientras se dabala vuelta...y se quedaba petrificada...y yo tambin.

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    Ante mi estaba aquella chica con la choqu hace un mes; tena un rostroamable y simptico, su piel plida tena aspecto de ser suave y delicada,y su largo cabello castao estaba recogido en una cola de caballo, y susojos...tan grandes y expresivos, del mismo color que los de Sophie... poreso me impresion tanto ese da que chocamos, y por eso hu, preso delos nervios. Me qued atontado, y me percat que ella empezaba a

    sonrojarse; recuper la conciencia cundo me habl.-Soy Maite Perroni, la nueva residente- se present, con un deje nerviosoen su voz.-Me llamo William Levy, cirujano; as que t eres la nueva residente?- lepregunt, mientras alzaba mi mano para estrechrsela; al contactarambas, un escalofro recorri mi columna, su mano era pequeita ysuave; algo debi sentir ella tambin, porque se puso an ms colorada,era adorable.

    -Si, llmame Mai por favor- se qued en silencio, pensando un instante, yde nuevo me pregunt -eres algo de Emmet no, primos o algo as...?--Soy su hermano- le contest con una sonrisa, y despus repliqu -y tllmame William, nada de doctor Levy-.-De verdad?...vaya...no os parecis mucho...y no saba que tena unhermano- me contest algo tmida.

    -Veo que ya le conoces, sigue persiguiendo a Rose, verdad?- lepregunt divertido.-Si...siempre que Rose y l tienen el mismo turno se pasa poraqu...es...digmoslo as... persistente- me dijo medio rindose.-Yo ms bien dira que es un poco pesado- contest rodando los ojos. Ellari por mi comentario, asintiendo con la cabeza.

    No poda creerlo, ante mi estaba el chico con el que haba cruzado haceun mes...y adems es hermano de Emmet; me qued un poco en shockmirndolo, casi podra afirmar que slo se parecan en el color de losojos.Era bastante ms alto que yo...y guapsimo, ahora lo afirmaba con todaslas de la ley. Tena una voz suave y aterciopelada, era msica para misodos. Al estrecharnos la mano una corriente elctrica me recorri elbrazo, a la vez que en mi estmago empezaban unas cosquillas

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    extraas. Adems era simptico y amable, en eso se pareca bastante aEmmet, pero a la vez ms reservado y tmido.Cundo me recuper de mi trance, habl.-Supongo que vienes a ver al seor...- cog la historia de la mesa- ArthurReggs, intervenido de urgencia por rotura de bazo y despus por fractura

    abierta de tibia y peron- le pregunt.-Si, le dije a Jazz que pasara por aqu- me respondi.-Si, me lo advirti; Jasper ha subido a dilatacin, a poner una epidural, teacompao- le expliqu.-Gracias- me respondi mientras me ceda paso para pasar primero.Al llegar a la cama del paciente, comprob las constantes y la tensin;

    William le quit la sbana para mirarle la sutura...cundo el monitorempez a pitar.-Cae la tensin, est en 9/6!- le dije mientras tumbaba del todo la camapara auscultarle y mirarle el pulso.-Se est chocando, est entrando en parada!; una ampolla de atropinaintravenosa- me indic; se la inyect en la va, pero no responda, unsudor fro cruz mi frente, no poda reaccionar.

    -Rpido, carga las palas a 260- me dijo mientras empezaba con elmasaje cardaco. Lo ms deprisa que mis nervios me dejaban, prepar ycargu el desfibrilador; en esos momentos llegaba Seth para ayudarnos,que mir la carga.-260- confirm Seth.-Fuera!- grit mientras se apartaban y le daba la descarga al seorReggs, pero segua en parada.

    -Carga a 300, y otra ampolla de atropina- le orden a Seth, mientrasWilliam segua con el masaje y asenta con la mirada.-Atropina puesta, 300- contest Seth.-Fuera!- volv a darle otra descarga...y el ritmo cardaco recobr lanormalidad; suspir de alivio...y temblaba de los nervios.

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    -Buen trabajo Mai- me felicit Seth, William asenta con una sonrisa; almomento Jasper vena corriendo. -Qu ha pasado?- pregunt jadeantepor la carrera.-El seor Reggs entr en parada...pero ya est estabilizado- le contWilliam.

    -Bien hecho Mai; ahora controlad las constantes durante dos horas; si nohay alteraciones, por la maana podr pasar a planta- me felicit Jaspercon una sonrisa.-Gracias a William, el me ha indicado- respond con timidez.-Pero slo al principio, despus t has tomado el control, lo has hechomuy bien, de verdad- me contest animndome.

    -Lo siento Jasper, al principio me cost reaccionar- admit un pocofrustrada.-No Mai, es normal, todos hemos empezado y aprendido, y t ests aqupara eso- me sigui animando Jasper.

    -Has reanimado a tu primer paciente; eso se merece un caf- me ofreciSeth tomndome de los hombros.-La verdad es que lo necesito, os tomis uno con nosotros?- les

    pregunt a William y Jasper.-Yo no puedo, tengo que regresar a mi guardia, pero te tomo la palabrapara otro da- me contest William.-Voy contigo, quiero comentarte algo sobre la laparotoma de maana,volver enseguida, cualquier cosa me llamas al busca- aadi Jasper.-Adios chicos- me desped de ellos.

    -Adis Seth...adis Mai- nos dijo a los dos, pero mirndome fijamente.Tuve que desviar mi vista de sus ojos, pues empezaba a ponerme muynerviosa, y no saba por qu.

    -Adis- volv a murmurar, casi para el cuello de mi camisa.

    Suspir aliviada cundo a las ocho de la maana fui a cambiarme parairme; estaba agotada, y para colmo, mi primera guardia, que yo

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    esperaba pasar tranquilamente, sin agobios, se haba convertido en todauna experiencia.Y lo haba vuelto a ver, a esos ojos que no dejaban de perseguirme en mimemoria; la verdad es que se port condenadamente amable, educado,simptico...este hombre era real?; si lo era, pero estara ms que

    comprometido, un chico as no podra estar soltero y sin compromiso.Sala por la puerta del hospital, cundo vi a mi autobs arrancar; genial,encima hoy domingo, haba menos transporte que otros das. Al llegar ala parada mir el panel de informacin, 20 minutos para el prximo. Mesent, mientras encenda mi I-Pod y me relajaba un poco. Por suerte,Megan estaba en casa de Beto y Kayla, y yo ira a comer con ellos, aspodra dormir un poco.El lunes tena turno de tarde. Menos mal que el hospital tena unapequea guardera para los trabajadores, ya que Kayla no poda, adems

    podra ir a echarla un vistazo de vez en cuando.Cundo me quise dar cuenta, ya llevaba tres meses en el hospital.Estbamos a mediados de octubre, y era mi poca favorita del ao. Meencantaba ir con Megan a pasear por el parque, ver ese color marrn ydorado en las copas de los rboles, adems, en San Francisco haca unatemperatura suave casi todo el invierno.Mi trabajo iba muy bien, mi relacin con mis compaeros era estupenda,incluso tom cario a Emmet; cierto que a veces sus bromas podan

    llegar a ser un poco pesadas, pero era como un oso de peluche a logrande.Y William...la verdad es que ltimamente no habamos coincidido mucho;supe por Emmet que estaba siguiendo un seminario por las tardes, por loque solo le vea cundo ambos tenamos turno de maana, que en micaso, en esos tres meses haban sido escasos. Pero siempre me invitabaa un caf cada vez que me vea, y as nos bamos turnando.Me preguntaba cmo iba mi trabajo, y l me contaba cmo iba el suyo,

    era un gran mdico. Carlisle, su padre y jefe del servicio de urgencias,era un hombre encantador, a la vez que un excelente mdico. Se notabade donde les vena la vocacin a l y a Emmet.

    Pero nunca hablbamos de nuestra vida privada; estuve tentada asacarle el tema ms de una vez, pero algo en su mirada me impedahacerlo.

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    Alguna vez que le pregunt a Alice, pues Jasper conoce a William yEmmet desde que eran nios, sta no me dijo mucho, pero dejabaentrever que haba sufrido, sobre todo en estos dos ltimos aos.Pero en mis sueos se empezaba a hacer constante la presencia deWilliam.

    Captulo 5: Encuentro En El ParqueCaptulo 5: Encuentro En El ParqueEra sbado por la maana; por fin haba terminado ese dichososeminario, y tena todo un fin de semana para descansar. Me levanttemprano; hoy no tena que ir a comer a casa de mis padres, puesestaban fuera de la ciudad, y Emmet estaba de guardia, as que mevest, con unos vaqueros, una sudadera negra y unas pumas y me fui adar un paseo, aprovechando la tibia maana de otoo.Termin en un pequeo parque, con un caf y mi libro, sentado en unbanco. Me gustaba venir a los parques, a menudo me quedabaobservando a las parejas que paseaban con sus hijos; una sonrisa denostalgia y de tristeza se apoderaba de mi al ver esas escenas.Me imaginaba cmo habra sido mi vida si Sophie no hubiera muerto,siempre tuvimos claro que cundo tuviramos una estabilidad laboral yeconmica nos casaramos y formaramos una familia, ya que a ambosnos gustaban los nios. Sonre mirando al cielo, no haba da que no meacordara de ella, siempre la llevara ah en mi corazn.Nunca me plante rehacer mi vida, una parte de mi se negaba arehacerla, los recuerdos y vivencias felices se haban convertido endolorosos; y por otro lado no haba encontrado a la personaadecuada...pero no contaba con cierta residente que se haba colado enmi mente y en mis sueos esos ltimos meses...Mai.

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    Era especial, eso se notaba a simple vista; mirar aquellos ojosachocolatados, tan bonitos y expresivos, tan parecidos a los de Sophie,era un blsamo para mi pena.Record el primer da que la conoc, su nerviosismo cundo atendimos alseor Reggs, no se me olvidaba el nombre, y lo bien que lo haba hecho.

    Jasper y Alice me contaban cmo se iba desenvolviendo en el servicio, leiba muy bien, llegara a ser una gran doctora.Siempre hablbamos de cosas de trabajo; nunca le mencion a Sophie, yella no me habl de su vida fuera del hospital...y me mora de curiosidad.Me encantaba verla sonrojarse, su pequeo cuerpo pareca hecho paraabrazarlo y acunarlo...pero mi timidez, y por qu no decirlo, mi miedo arehacer mi vida, me impedan proponerle salir y conocerla ms. Perodesde que dej de verla tan a menudo, a causa del seminario, empec a

    anhelar su compaa, era extrao. Me volv a sumergir en mi lectura,pero a los cinco minutos una voz me distrajo.-Hola William, qu sorpresa encontrarte aqu- alc la cabeza y era...Mai,parada ante mi con una sonrisa...y agarrando un carrito de beb. Unextrao sentimiento me invadi...ese beb era suyo?, estaba casada?;record que nunca haba visto alianza alguna, pero igual no la llevaba.-Hola, cmo ests?- le pregunt mientras me levantaba.

    -Bien, aprovechando el fin de semana libre- me contest.-Ya veo...-le contest con una sonrisa y alzando la cabeza para ver albeb, pero ella sin querer me sac de la duda.-No sabas que tengo una nia?; me extraa que Alice no te hayacontado nada, con lo que le gusta cotillear- me dijo tmidamente, conotra sonrisa.-No, no lo saba...puedo?- le pregunt con precaucin.

    -Claro que s- me dijo mientras bajaba la capota. Dentro dorma unapreciosa nia, muy parecida a Mai, con sus mejillas sonrosadas y sumismo color de pelo. Iba muy graciosa vestida, con un peto vaquero, unasudadera rosa y unas converse de beb, tambin rosas, estaba paracomrsela.-Es muy guapa, se parece a ti...-le dije, lo que provoc que se sonrojaraan ms.

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    -Gr...gracias...-respondi torpemente.-Cmo se llama?- segu interrogando.-Se llama Megan, tiene seis meses- me explicaba mientras miraba concario a su pequea.

    -Es preciosa, seguro que a su padre se le cae la baba con ella- respondcon un pequeo deje de pena en la voz.Mai suspir y me mir con una mueca extraa, de confusin...y pena.-Veo que Alice ha perdido su vena cotilla...puedo?- me dijo sealando elbanco.-Por supuesto- me mora por estar a su lado y escucharla, ya que esamirada de pena no poda significar nada bueno.

    -Bueno...nunca hemos hablado fuera del hospital...y ya que dentro de elnos llevamos bien...-empez a relatar.-Mai, no tienes por qu explicarme- le respond, pero me cort alinstante.-Quiero hacerlo- contest con un hilo de voz.

    No puedo explicar que me impuls a sentarme en aquel banco conWilliam, pero quera explicarle mi historia. Tom aire.Una vez que le relat la historia de mi infancia y cmo me quedembarazada de Megan, creo que me pas ms de una hora en planmonlogo, mir hacia la nada, suspirando. Una descarga elctrica mesacudi el brazo, William tena cogida mi mano, y me miraba con cario.

    -Siento mucho todo lo qu has pasado Mai...no me puedo imaginar quetus padres os trataran as a Beto y a ti- me contest.

    -Ya ves...ese es el autntico Bruno Perroni...una eminencia en su campo,no lo dudo...pero cmo padre...- prefer callarme.-No sabes nada del padre de Megan?- me interrog.-Nada, ni siquiera recuerdo su cara- tom aire y prosegu s que cometun error, una irresponsabilidad aquella noche, pero a cambio tengo a mipequea; ella me da fuerza para continuar.

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    -Y estoy seguro de que eres una madre estupenda- me dijo sonrindome.Me qued hechizada en sus ojos, no lo poda evitar, y mi corazn sedesbocaba a un paso alarmante...pero Megan protestaba.-Vaya, ya te has despertado...ven aqu- la dije sacndola del cochecito; al

    momento se call, me gir hacia William, que nos miraba con una gransonrisa en su cara. -Mira Megan, es un amigo de mam, se llama William-deca mientras acariciaba su manita y le miraba de reojo.-Hola Megan...eres muy guapa, supongo que te lo dirn muchas veces- ledijo William a la nia, mientras sta le coga el dedo y le haca unapequea sonrisilla.-Vaya, le caes bien- le dije rindome...una idea se me pas por lamente...as que sin ms solt... -quieres cargarla?-. Esperaba que dijera

    que no, pero me volvi a sorprender, ya que sus ojos se ensancharon.-Puedo?- me pregunt con cautela.-Claro- le contest y le tend a la nia.

    Estaba muy sorprendido por lo que Mai me haba contado, todo lo quehaban sufrido ella y su hermano, y cmo cuidaba sola su hija. Sentaadmiracin por Bruno Perroni, no poda creer lo que me haba contadoacerca de sus padres, y todo lo que pas en su embarazo.

    Record la conversacin con Jasper, preguntndose por qu no estaba enel McAllens de Seatlle con su padre; ahora todo encajaba, y la entendaperfectamente. Por sus palabras comprend lo mal que lo pas,con su hermano lejos y sin ningn apoyo por parte de suspadres.Hubo un momento en el que me qued mirando fijamente sus ojos,mientras intentaba reconfortarla. Pequeas descargas elctricasempezaron a flotar en el ambiente, hasta que un suave llanto nos

    interrumpi.Vi cmo Mai sacaba a su hija del cochecito, dejando de protestar alinstante. Pude observarla con ms atencin, mientras Mai le explicabagraciosamente quin era yo. Tena unos ojos enormes y expresivos, deun color azul grisceo precioso... pero el resto era claramente de Mai, lacarita en forma de corazn, su nariz, sus labios y su color de pelo. Nopude resistirme a hacerla una carantoa.

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    -Hola Megan...eres muy guapa, supongo que te lo dirn muchas veces- ledije, mientras sta me coga el dedo y me daba una hermosa sonrisa

    -Vaya, le caes bien- me dijo Mai con una risa suave, le sonre de vuelta,hasta que dijo algo que me descoloc -quieres cargarla?-. Me quedpetrificado por el ofrecimiento... pero me encantaban los nios, as que

    le pregunt con cautela y sorpresa. -Puedo?-.-Claro- me contest mientras me tenda a la nia, a la que acomod enmi regazo, mientras no dejaba de observarme con sus enormes ojosazules.Apenas pesaba nada... era una sensacin extraa y a la vez agradable,tener a alguien tan chiquitn en mis brazos. Miraba embelesado a la nia,y gir de nuevo mi vista hacia Mai, que nos miraba con ternura.

    -Se te da bien... te gustan los nios?- me pregunt.-Si, me encantan, siempre he sido muy niero- le contest mientrassegua sosteniendo a Megan, quin se haba acurrucado cmodamenteen mi regazo.-Te has planteado ser padre?- me pregunt.Al momento de or esa pregunta, un halo de tristeza me envolvi; desvila mirada de Mai por un momento. Ella se inquiet, y con un carraspeo

    nervioso, llam de nuevo mi atencin.-Lo si...sien...siento William, ha sido muy indiscreto por mi parte, noquera molestarte- me dijo con confusin a la vez que se sonrojaba devergenza.Vi que tenda los brazos, haciendo ademn de coger a la nia, perorpidamente reaccion.-Nono me ha molestado Mai, no te preocupes- le dije

    sonrindole un poco, para que se relajara. Vi que setranquilizaba, y me dej a la nia, que segua tan pancha encimade m. Inspir aire, pensando en si se lo deba contar.

    Ella me haba contado muchas cosas...me haba abierto su corazn, y yoquera hacer lo mismo.-Vers... es una larga historia...-empec a decir, pero ella me cort.

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    -Tranquilo, Megan y yo no tenemos planes- me dijo suavemente y contimidez.-Entonces... eso significa que tengo una cita con dos chicas estupendas...qu te parece si comemos algo?, hay una cafetera cerca de aqu quehace unos sandwiches increbles- le prepuse, rezando en mi interior para

    que dijera que s.-Claro, si antes puedo pasar por casa, para prepararle un bibern aMegan- me dijo con una sonrisa...adoraba verla sonrer, su sonrisa erapreciosa, y mi corazn se aceleraba cada vez que la vea hacerlo.-Por supuesto- le dije mientras me levantaba con la nia, a la queacomod en mi pecho. Ella coloc mi libro en la bandeja de debajo delcochecito, y nos dirigimos hacia su casa; hablando en el camino denuestros gustos y manas, que eran bastantes parecidas.

    Le encantaba leer y la msica, desde la clsica hasta actual. Yo seguacargando a Megan, que se empezaba a quedar dormida; parecamos unapareja feliz... una familia, y la imagen me encantaba. Al llegar a subloque, ella subi un momento, mientras yo acomodaba a Megan en sucochecito y la tapaba con una mantita lila que encontr.Respiraba tranquila, y de vez en cundo esbozaba una sonrisa; resuavemente, mientras observaba su sueo. Mai baj enseguida, y la guicamino a la cafetera, mientras seguamos con nuestra animada charla.

    Una vez llegamos, pedimos una mesa tranquila, y mientras ojeaba lacarta Mai volva a coger a la nia, que se haba despertado, yprotestando por el hambre.-Qu me recomiendas?- me pregunt mientras ojeaba su carta y le dabaun muequito a Megan, para entretenerla.-Pues...el sandwich de pollo est muy bueno... tambin el de atn, y elde salmn- le contest rascndome la barbilla.

    -Vaya...vienes mucho por aqu eh?- me pregunt divertida.-Jjajajjajala cocina no es mi fuerte, me has pillado- le contestguindola un ojo. Iba a aadir algo, cundo la camarera seacerc a nuestra mesa.-Han decidido ya?- nos pregunt la mujer.-Yo tomar el sandwich de pollo, con una ensalada cuatro estaciones- ledije cerrando la carta.

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    -Y yo el sandwich de salmn, con una ensalada italiana, y una coca-colapara beber- dijo Mai.-Que sean dos coca-colas, por favor- aad.

    -Algo ms?- interrog la camarera.Mai se gir hacia el bolso del cochecito, sacando el bibern.-Podra calentarme el bibern, por favor?; con un minuto y medio essuficiente- le pregunt.-Por supuesto- aadi amablemente la mujer, tomando el bibern. Unavez se alej para traernos el pedido, Mai me mir, esperando a quecomenzara.

    -Soy toda odos- me dijo con una sonrisa, queriendo infundirme valor.Suspir, tomando aire para recordar el da ms doloroso que habavivido.

    Captulo 6: Un Corazn DestrozadoCaptulo 6: Un Corazn DestrozadoLos ojos de William dejaron de brillar en cunto empez a contarme suhistoria. Estaba hablando de sus comienzos en la universidad; habaestudiado en Yale, al igual que su padre y su hermano.Iba a preguntarle algo, cundo se acerc la camarera con las bebidas, lasensaladas y el bibern de Megan. Empec a drselo, a la vez que Williamcontinuaba con la historia.-Pasadas las primeras vacaciones de navidad, el profesor Harris, nuestromaestro en anatoma, pidi voluntarios para la tesis que estabarealizando. Debamos hacer varias prcticas en el laboratorio deanatoma seccional. Llegu cinco minutos tarde, y slo quedaba un sitiolibre. Ah fue dnde la vi por primera vez- empez a relatar en voz baja ycon la mirada fija en algn punto de la mesa.Mentalmente analizaba cada palabra que me contaba... era por unachica; no s por qu no me sorprendi, algo as me tema desde elprincipio.

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    -Se llamaba Sophie...era la chica ms guapa que haba visto nunca; sucabello era de un color rubio oscuro precioso, lo llevaba a la altura de loshombros, era alta y delgada, y sus ojos... eran de un color marrnintenso, tan preciosos... iguales que los tuyos... recuerdas la primeravez que nos vimos, cundo chocamos a la entrada del hospital?- mepregunt mientras se sonrojaba ligeramente.

    -Si, claro que me acuerdo- le respond, an sin comprender.-No haba vuelto a ver esos ojos desde que ella los cerr para siempre...por eso me puse tan nervioso, y me fui tan rpido- me termin deexplicar, mientras desviaba su mirada de mi rostro.Me qued pegada en mi asiento, asimilando lo que me acababa de decirWilliam... bsicamente que mis ojos eran cmo los de Sophie; esoexplicaba su comportamiento el da que chocamos... y segundo... la frase

    de que los cerr para siempre me dej petrificada, y enseguida atcabos... ella haba muerto.Le mir fijamente, incapaz de de decir algo, instndole a continuar.-Me toc sentarme a su lado para realizar las prcticas, enseguidacongeniamos y empezamos a quedar fuera del laboratorio; ella estudiababioqumica. Las prcticas de la tesis duraron casi el resto del semestre, yal acabar stas comprend que me haba enamorado de ella. Al principiome daba vergenza confesrselo... supongo que en el tema chicas elexperto es Emmet- dijo a la vez que esbozaba una pequea sonrisa,

    hacindome sonrer a mi de vuelta, mientras echaba una ojeada aMegan, que haca rato que haba terminado su bibern y se quedaba denuevo dormida.Me levant un segundo, para colocar a mi hija en el carro y taparla;mientras estaba de espaldas, pude sentir la mirada de William clavadaen mi nuca.Una vez volv a la mesa, empezamos a comer, mientras seguacontndome.

    -Una vez se lo dije, me sorprendi, ya que ella senta lo mismo por mi... yas empezamos a salir, y ella se convirti en mi novia. El resto denuestros aos en la universidad los pas dedicado a mis estudios y aella... ramos muy felices juntos. Terminamos nuestras carreras, y yoregres aqu para hacer la residencia. Ella era de Nueva York, y en unosmeses encontr trabajo en un laboratorio y se vino a vivir aqu conmigo-.Escuchaba atentamente la historia, se vea atormentado por losrecuerdos. Par un momento, justo en l cual la camarera nos traa elresto de nuestra comida. Segua incapaz de articular palabra alguna... y

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    lo peor an estaba por venir. Saqu fuerzas, para animarle a continuar...pero al momento desech la idea.-William, no tienes por qu seguir- le dije, viendo que se iba a derrumbar.-Quiero hacerlo Mai... necesito hacerlo- musit con voz suave, mientras

    se estiraba su mano por encima de la mesa; apart de mi mano eltenedor y la atrap entre la suya. Las dichosas descargas no tardaron enllegar, y la piel se me puso de gallina. Suavemente acarici con mi pulgarla palma de su mano, queriendo transmitirle tranquilidad. El no dej demirar muestras manos unidas, a la vez que continu hablando.-ramos muy felices; al ao de mudarse aqu Sophie le ped que secasara conmigo, y ella acept. bamos a casarnos en mayo, y ennavidades dimos la noticia a nuestras familias. Una noche de marzo, yoestaba de guardia, y me llamaron al busca... era mi padre, advirtindome

    que bajara deprisa a urgencias. Sophie regresaba de cenar con unoscompaeros... cundo un conductor ebrio invadi su carril, estrellndosecon su coche- murmur con voz ahogada.Una lgrima resbal por mi mejilla, no poda imaginar lo que habasufrido... y lo que an sufra.

    Tmidamente envolv con mi otra mano la de William, que se aferrabafuertemente a la ma.

    -Ni siquiera pude despedirme de ella... al llegar al hospital ya no pudohacerse nada...- concluy, mirando fijamente nuestras manos, mientrasese halo de tristeza que tenan siempre sus ojos se hizo ms patente.-William... lo siento tanto... no s que decir- balbuce bajito.-No hace falta Mai... nunca haba hablado de ello desde hace casi dosaos; y lo necesitaba, creme- me dijo, intentando esbozar una suavesonrisa.

    -Has sido muy fuerte William, intentado volver a la normalidad y seguircon tu vida y con tu trabajo- le anim.-Tena que hacerlo...an me cuesta, y mucho... y aunque me duela, a ellano le gustara verme as... era muy alegre y bromista, siempre sacabaalgo bueno de las cosas. Pero es duro ver que en un momento tus planesse van, nuestra boda, los hijos que queramos tener, nuestra vida...- dijocon un suspiro.

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    No dijimos nada ms, y no quise preguntarle ms; bastante haba hechoabrindome su corazn. Estuvimos en silencio unos minutos, hasta queMegan se revolvi. Iba a levantarme para echarla un vistazo, peroWilliam me detuvo.-Yo voy, yo he terminado de comer, as terminas t- me dijo con una

    sonrisa ms animada, slo asent con otra. Cogi a Megan y la volvi asentar en su regazo, mientras la entretena. Se vea tan bien con ella ensus brazos, era encantador.

    Una vez terminamos de comer, y de refunfuarle un poco a Williamporque quiso invitarme, dimos otro paseo, para aprovechar los ltimosrayos de sol, y despus se ofreci a acompaarnos hasta mi casa. Alllegar, se despidi de mi hija con un besito en su manita, y se gir haciaa mi.

    -Te ver el lunes en el hospital?- me pregunt.

    -Voy toda la semana de maanas- le respond suavemente.-Igual que yo, entonces te ver all- respondi con una sonrisa... adorabaverlo sonrer.Nos quedamos unos segundos en silencio, hasta que por fin habl denuevo.-Gracias... por escucharme, de verdad Mai- me dijo agradecido.

    -De nada William... y gracias tambin a ti... por dejarme contar mispenas... y ser tan buen niero- le respond guindole un ojo,animndole.-Siempre que quieras- me contest.-Buenas noches William-.-Buenas noches Mai- me contest; pareci titubear un instante, pero no

    esperaba lo que vino a continuacin. Se inclin lentamente hacia m,dndome un suave beso en la mejilla, muy cerca de la comisurade mis labios. Sus labios eran suaves, y dejaron un rastroardiente en mi cara, a la vez que su perfume me aturdiligeramente. Cerr mis ojos por un momento, mientras micorazn lata a una velocidad anormal.Al recobrarme del shock inicial, William me dedic una sonrisa torcidaincreble, mientras se daba la vuelta y se alejaba. Muda de la impresin,consegu llegar a mi apartamento.

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    Llam a Kayla, para invitarles a casa, para comer maana, y me dispusea baar a Megan. Al de un buen rato, y cundo a mi hija se le ocurri porfin dormirse, me sent en el sof, caf en mano y el mando a distanciaen la otra.

    Despus de un rato, y viendo que no haba nada interesante para ver,opt por irme a la cama. No dejaba de pensar en el da tan maravillosoque haba pasado con William, y de lo mucho que me impresion suhistoria... no poda imaginar un dolor as.Un sentimiento extrao se hizo presente, no poda dejar de pensar en losescalofros que sent con nuestras manos unidas... y ese beso, que merevolvi entera. Durante la maana siguiente segu pensando en l;mientras Megan estaba tumbada en su mantita de juegos, iba de un ladoa otro de la cocina, preparando la comida. A eso de la una el timbre

    son.Abr y recib a Beto y Kayla, que me dieron un caluroso abrazo. MientrasBeto se acomodaba en suelo para jugar con Megan, Kayla y yoterminbamos de preparar la comida.-Qu tal ayer, Mai?- me pregunt mientras preparaba la ensalada. Nopude evitar esbozar una sonrisa, mientras rememoraba, por ensimavez, el da de ayer.

    -Pues...bien, interesante; sal por la maana a pasear con Megan, y meencontr a un compaero del hospital en el parque- empec a relatarle.Kayla me escuchaba con sumo inters.-Vaya...y cmo fue?- me sigui interrogando.-Pues...- no supe cmo continuar, iba a seguir, pero Beto irrumpi en lacocina.-Comemos ya ?; estoy hambriento; adems acabo de acostar a la

    peque-.Una vez sentados los tres en la mesa, les relat mi da con William; ellosme escuchaban atentamente, sin interrumpirme. Al llegar a la parte deSophie, sus ojos se abrieron como platos.-Es terrible lo que ocurri- dijo Kayla consternada.-La verdad es que s- le contest.

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    -Le contaste algo sobre nuestra infancia?- me interrog serio mihermano.-Si, lo hice...no se por qu, pero algo me impuls a hablar; me refiero ahablar con alguien que no seis vosotros dos; adems l ha odo a hablarde pap, por sus estudios... como todo el hospital- le expliqu, poniendo

    el una mueca de fastidio ante la mencin de nuestro padre.-Me alegra que hayas echo amistades Mai- me dijo con una sonrisainsinuante.-Alberto Perroni...- le advert un poco molesta, mientras Kayla sonreacon disimulo y se levantaba con algunos platos de la mesa. Decidseguirla antes de enfadarme en serio con Beto.-Mai, no te enfades con Beto, ya sabes que le encanta hacerte rabiar- me

    consol mi cuada, mientras sacaba el pastel de la nevera.-Ya lo se...- suspir, mientras meta los platos al lavavajillas.-Adems, nos alegramos de que conozcas a un chico por fin- aadi contono inocente. Me qued blanca, sin saber qu decir.-Vamos Mai... se te iluminan los ojos al hablar de el... te conozco desdeque llevabas paales, y jams te haba visto as- dijo ella rodando losojos. No pude negar con la cabeza mientras sonrea.

    -Es encantador, amable, simptico... si hubieses visto como secomportaba con Megan, y cmo la miraba...- no pude continuar,ya que me haba sonrojado.-De verdad?; vaya...y adivino que es guapo, cierto?- pregunt con unasonrisa pcara.

    -Guapsimo...- le repuse tmidamente, mientras le describa a William. Meescuchaba atentamente, hasta que por fin habl.

    -Wow...hermanita...ese chico te gusta de verdad, y t tambin a l-concluy. Negu con la cabeza, mientras Kayla me mirabaextraada.-Qu?- le pregunt de nuevo.-Pues yo creo que tambin le gustas... crees te habra contado lo de sunovia as por as?; vamos Mai. Adems le gustan los nios, puede serms perfecto?- me solt de carrerilla.

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    -Kayla... no es tan fcil... adems me da mucho miedo; est Megan,y debo pensar tambin en ella- suspir y segu hablando -estabamuy enamorado de Sophie, por lo que me habl de ella eraalegre simptica, guapa, alta...- empec a enumerar.

    -Mai, tienes tu autoestima por los suelos...a ver, eres simptica, alegre...algo patosa- mencion sto ltimo con una leve sonrisa- y no eres fea enabsoluto, por qu no vas a gustarle?-. Iba a aadir algo, hasta que mihermano apareci en la cocina.-Confesiones de familia y no me invitis?- pregunt en tono socarrn.-Beto, cario...eres un cotilla; son asuntos de chicas- le reprendi sumujer, arqueando las cejas.

    -Mujeres...- bufaba mientras se iba de nuevo a la mesa. Kayla y yo nosechamos a rer, saliendo con el pastel para que no se enfadara ms.

    El lunes llegu temprano al hospital; despus de cambiarme y dedespedirme de Alice, Mandy y Angela, que se iban a casa, fui hacia lasalita a ponerme el primer caf de la maana y a echar un vistazo a losinformes. Miraba el planing de quirfano, con las operacionesprogramadas para hoy, cundo una suave voz me sac de mispensamientos.

    -Buenos das-. Al girarme en encontr con William, plantado ante mi conuna sonrisa y recostado en el marco de la puerta, con los brazoscruzados; me qued un poco embobada mirndole, le sentaba bien hastael uniforme del hospital. Me miraba con diversin, esperando algunapalabra por mi parte.-Bu...buenos das- consegu responder.-Qu tal ayer, domingo tranquilo?- me pregunt amablemente.-La verdad es que si, vinieron mi hermano y su mujer a comer, as que no

    sal- le expliqu.-Y Megan?- pregunt con otra sonrisa.-Bien tambin, cundo me he ido la he dejado dormida- le contanimadamente; tom aire, hasta que me di cuenta de mi falta deeducacin-perdona, tienes tiempo para un caf?- le ofrec.

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    -Siempre tengo tiempo para ti Mai- me dijo con esa sonrisa torcida queme volva loca, se poda ser ms sexy que William Levy?; la respuestaera no.Le serv el caf, y milagrosamente la taza resisti mis ya evidentesnervios; al entregarle la taza nuestros dedos se rozaron, lo suficiente

    para que esas descargas elctricas volvieran con ms intensidad que elsbado. Inspir varias veces, intentando controlar mi ritmo cardaco.-Cmo se te presenta la maana?- pregunt, para poder distraerme.-Pues un poco ajetreada, a las nueve tengo programada una sutura delcera gstrica, y a las doce y media una hemicolectoma derecha;eso es todo, si no hay ninguna urgencia- me explicamablemente. Medit unos minutos, hasta que le pregunt.

    -Con quin operas?; me refiero al anestesista.-Hoy con Jasper; las operaciones programadas las hago con l o conTyler; Mike suele operar con mi hermano; si hay guardias con quin est-me explic.-Vaya...- musit, dando un sorbo a mi caf.-Algn da te tocar a ti- me dijo para animarme, ya que vio midesnimo.

    -Supongo que s- le contest.Seguimos con nuestra charla mdica, cundo aparecieron Jasper y Rose.Mir a Rose alucinada, con el nuevo uniforme de enfermera... era rosa.-Buenos das Mai, William- salud sta visiblemente cabreada.-William, Mai- salud Jasper, con una pcara sonrisa, mirndonos.

    Me puse roja de la vergenza, mientras William rodaba los ojos. Sesirvieron un caf y se sentaron con nosotros.Los tres miramos a Rose, que poco le faltaba para echar humo por lasorejas.-Rose, ya sabemos qu es lunes, a todos nos fastidia empezar lasemana...- empez a decir William, pero sta lo cort.

    -Podis creer el ridculo uniforme que tenemos que llevar?- dijosealndose a s misma.

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    -Vamos Rosalie, tampoco est tan mal, es... llamativo- aadi Jasper.William y yo contenamos la risotada que nos iba a salir.-Y a Seth le hacen ir as?- pregunt de repente.

    -No, los enfermeros siguen de verde claro- segua siseando entre dientes-Vamos Rose... tampoco es tan malo- la intent animar William, sindemasiado xito.-El que vuelva a hacer un mnimo comentario, se la carga- mascullcabreada en voz baja.William y Jasper se pusieron a comentar lo que tenan para hoy, a la vezque llegaban Mike y el nombrado Seth, que gracias a Dios no

    hicieron comentarios. Pero la paz no dur mucho. Emmet entren la sala; mir alucinado a William, pero su vista se pos enRosalie.

    -Buenos das... Rosalie, te veo muy pantera rosa- dijo con voz burlona.-*******, no- gem para mis adentros, mientras el resto se escondadetrs de los historiales, pero ya con las risas en voz alta.-Se li- aadi Seth con una sonrisa burlona.

    -El que faltaba...sabes Emmet?, no te aguanto- sise realmenteenfadada, mientras se levantaba y se iba de la salita.-Cundo vas a admitir de una vez por todas de qu estamos hecho eluno para el otro?- le sigui preguntado con una sonrisa, mientras lasujetaba del brazo para impedir que saliera por la puerta. Rosalie lo mirarqueando una ceja.-Cundo las vacas vuelen?- solt burlona, zafndose de su agarre y

    saliendo. Ya las risas de todos estallaron en voz alta. Me lloraban los ojosde rer, mientras Emmet sigui tan pancho, dirigindose a la cafetera. Mibusca son en ese momento, as que me volv hacia los chicos,limpindome las lgrimas.-Tengo que bajar a rayos, hay un problema con un preoperatorio, os veoluego, y buena suerte en la operacin- les dijo, pero mirando a William.-Te acompao, nos vemos chicos- dijo Seth.

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    -Hasta luego- respondieron Jasper y Emmet.-Hasta luego- le contest William.

    Estaba embobado mirando a Mai, mientras sala por la puerta. Me qued

    unos minutos en silencio, pensando.No saba qu me haba impulsado a contarle lo de Sophie, adems, ellame haba escuchado tan atentamente, casi con devocin. Al llegar a miapartamento, pens que me derrumbara y me echara a llorar, siempreme pasaba al hablar de Sophie... pero no fue as. Una vez me met en lacama, no dejaba de pensar en ella, una y otra vez; su rostro se aparecaen mis sueos, con una sonrisa.Tampoco poda dejar de pensar en el beso que le di al despedirme... y su

    piel era exactamente cmo la imaginaba, tibia, suave y delicada. Unavoz me devolvi a la realidad.-Vaya William... veo que has abandonado tu prisin particular enciruga...a qu debemos el milagro?- pregunt mi hermano Emmet. Lelanc una mirada de advertencia y a la vez asesina. Mike, que se percatde la situacin, inmediatamente vino en mi ayuda, carraspeando.-Ejem... Emmet, debemos prepararnos- dijo levantndose de la mesa. Mihermano lo mir con fastidio, siguindole.

    -Espero que despus me lo cuentes- me advirti, sealndome consu dedo ndice. Hice caso omiso a la advertencia de mi hermano;una vez ambos salieron, Jazz me miraba impaciente.-Qu?- inquir.-Creo que ese milagro tiene nombre propio; no se llamar, porcasualidad... Maite?- pregunt tranquilo. No poda negarlo, ademsJasper me conoca demasiado bien, an as ni lo confirm ni lo negu.

    -Venga ya William; sabes a lo qu me refiero- repuso. Suspir, mirandohacia un lado.-No lo puedo evitar Jazz... me gusta, y me gusta mucho- confes al fin.Jasper me miraba fijamente, mientras una sonrisa asomaba en su rostro.-Lo saba, y quieres qu te diga la verdad?- lanz.-Dispara- le respond ansioso.

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    -Me alegro mucho por ti William, de verdad, adems es un chicaestupenda- tom aire para proseguir -sabes que tiene una hija, no?-.Sonre de nuevo, recordando a la pequea personita que tambin sehaba hecho un hueco en mi corazn.

    Le relat a Jasper nuestro encuentro del sbado; me escuchabaatentamente mientras nos dirigamos a prepararnos para la operacin,pero me salt la parte en que Mai me habl de su vida en Forks. Alterminar, pareci meditar lo que iba a decirme.-Vaya...as que le hablaste de Sophie- murmur sorprendido.-Si- contest simplemente.Jasper se qued meditando un momento, hasta que al final volvi a la

    carga.-Vas a invitarla a salir, no?- me pregunt; al ver que no responda, mehizo otra pregunta. -Qu ocurre amigo?-.-Vers... es un sentimiento extrao; una parte de mi se muere porconocerla ms, pero...- suspir frustrado, pero Jasper meinterrumpi y termin por mi.-Pero... sientes que estar con ella es como traicionar a la memoria deSophie, no es as?- dedujo sabiamente.

    -Algo parecido- susurr frustrado.Jasper tom aire, para despus continuar.-William...s que es duro, pero ella, desgraciadamente, ya no est. Y nocreo que traiciones a Sophie; ninguno la olvidamos, y tu sobre todo, esono se pone en duda...pero, crees que a ella le gustara verte as, huraoy solitario con tus recuerdos?- me interrog severo. No contest, ya queambos sabamos de sobra la respuesta. -Deberas darle una oportunidada Mai- concluy al fin.

    Le promet que lo pensara, mientras nos terminamos de preparar para laoperacin. La semana pas deprisa; iba todos los das a reanimacin,para verla aunque fuera solo unos minutos. Su sonrisa me encandilabams cada da.El viernes, mientras me cambiaba para irme a casa, volva a tener fin desemana libre, medit de nuevo, como llevaba haciendo toda la semana,los consejos de Jasper. Mir el reloj, eran las tres menos cuarto de la

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    tarde, me encamin con paso firme hacia el servicio de Mai, decidido deuna vez por todas... y rezando para que ella no tuviera guardia.

    Captulo 7: Cita ReveladoraCaptulo 7: Cita ReveladoraPor fin viernes... y de nuevo fin de semana libre, podra descansar y estarcon mi pequea, ya que mucho me tema que no tendra otro fin desemana libre en su totalidad durante muuucho tiempo. Regres denuevo a reanimacin, firm los ltimos informes y me desped de miscompaeros.

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    Al tomar mi bolso y girarme para salir, vi a William, apoyado en la pared.Me acerqu para despedirme de l.-Hola- salud animada.

    -Hola Mai, ya te vas?- me pregunt mientras empezamos a caminar

    hacia la salida.-Si, basta por hoy; ha sido una maana agotadora- suspir.Fuimos charlando de lo que nos haba pasado durante la semana; noshabamos visto muy poco, tan slo unos minutos a las ocho, para tomarel primer caf. Segn sala por la puerta, mi autobs arrancaba de laparada.-Genial, he perdido el autobs.- buf cabreada.

    -Si quieres te llevo, as no tienes que esperar- se ofreci amablementeWilliam, con una pequea sonrisa.-No quiero molestarte, adems creo que no te pilla de camino- le dije unpoco desilusionada.-No, por favor, no es ninguna molestia, no tengo nada importante quehacer me dijo mientras me deslumbraba con otra de sus sonrisas y meconduca hacia su coche.

    El trayecto hasta casa fue ameno, hablando del trabajo y de los ltimoscotilleos de hospital.-No me puedo creer que el Dr. Sinclaire salga con Madison, la chica derecepcin!, por qu no me entero de estas cosas?- me pregunt a mimisma con fingida indignacin.William se rea, mientras me miraba.-No creas, yo no suelo enterarme de nada; pero si tienes un hermano

    como Emmet, entonces es fcil enterarse; el me resume la vida amorosadel hospital- me explicaba divertido. Remos mientras atravesbamosSan Francisco. No me di cuenta de que a cincuenta metros ya estaba mibloque de apartamentos.William aparc y me acompa hasta el portal; haba llegado en la mitadde tiempo que con el autobs, y una idea surgi de mi cabeza.

    -Qu vas a hacer ahora?- le pregunt curiosa.

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    -Pues... nada interesante; llegar a casa, comer algo y sentarme un ratoen el sof- me dijo resuelto.

    -Ya...- me mord el labio inferior, signo de que los nervios me carcoman;decid decrselo de sopetn. -Quieres subir a comer?- sus ojos mostraronsorpresa -cmo vas a comer solo, y as me dejas agradecerte la comida

    del otro da, y el haberme trado hoy a casa- termin por decir, roja devergenza y mirando el suelo, que sin querer se haba convertido en algoque admirar.-No tienes que agradecerme nada Mai...- empez a decir, ya que lo corte.-No pasa nada, lo entiendo- esboc una sonrisa leve, dicindome a mimisma lo torpe que era para invitar a un chico.-Pero me encantara- termin su frase. Alc la vista sorprendida,

    mientras l me miraba divertido, esperando que yo hiciera o dijera algocoherente.-Estupendo, vamos entonces- contest animada. Al llegar a mi piso, pudeescuchar la risa suave de mi hija antes de abrir la puerta.Esperaba que se echase un poco la siesta, para poder comer tranquila.Tard un poco en atinar con la llave en la cerradura, que al final cedi.William me cedi el paso, muy amablemente, mientras Kayla, que venacon Megan, se quedaba de piedra al ver a William.

    -Hola Kayla; hola cario, te has portado bien?- salud a mi hija, que metenda los bracitos para que la cogiese. Me gir hacia el, para presentarlea mi cuada.-William, ella es Kayla, la mujer de mi hermano- le indiqu, mientras steavanzaba para darle dos besos.-Encantado, Mai me habla mucho de Beto y de ti- le dijo.

    -Un placer conocerte, sabes, Mai tambin me ha hablado de ti, mucho-respondi mi cuada con una sonrisa inocente.Si hubiera podido hacerlo, la habra estrangulado en ese mismo

    instante. William solt una pequea carcajada, mientras le contestaba.-Espero que todo lo que haya dicho sea bueno- contest mientras memiraba de reojo, divertido por mi rostro colorado.-Seguro que si- le respondi esta, que se gir para hablarme -te hedejado la lasaa en el horno, no tienes ms que calentarla Mai, por

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    suerte he hecho ms de una racin- dijo divertida, mientras me tenda ami nia. -Bien, debo irme al trabajo, un placer William, estoy segura deque nos veremos pronto- dijo despidindose de l.-Te acompao a la puerta- mascull entre dientes, mientras la asesinabacon la mirada. Una vez all, y de que hubiera dado un beso a Megan, me

    dijo por lo bajini.-Dios Mai, es guapsimo, aprovecha-.-Kayla Anne Perroni...- empec, iba a charle una bronca monumental, Nopude decirle nada ms, ya que corri hasta el ascensor, paradesaparecer en un santiamn.Suspir y cerr la puerta. William estaba mirando unas fotos que tena enuna de las mesillas auxiliares. Bsicamente eran fotos de Megan y yo,

    desde que naci hasta ahora. Al sentirme, se gir, mientras que le cogaa Megan una manita.-Hola pequea, cmo has estado?- le preguntaba, mientras mi hija lomiraba curiosa. Me encantaba observarlo mientras estaba con la nia, sevea muy tierno.-Ya que eres buen niero, te importara encargarte de ella?; sino, a estepaso no comeremos- le dije mientras le tenda a la nia.

    -Claro, que no, ven aqu- dijo satisfecho, mientras la coga y laacomodaba en sus brazos. Me dirig a la cocina, mientras los oa rer enel saln.Una vez prepar la ensalada y puse la mesa, saqu la lasaa del horno,fui a avisar a William de que la comida estaba lista. Estaba de pie,meciendo a la nia, que estaba casi dormida, a la vez que tatareaba unasuave meloda. Me qued apoyada en el marco de la puerta, escuchandola cancin, era muy bonita. Verlos as me encoga el corazn, en el futuroWilliam sera un padre estupendo...y por unos momentos, dese que el

    hubiera sido el padre de mi hija. Al girarse quedamos frente a frente; sesonroj por la vergenza de que le hubiera pillado.-La cancin es preciosa... nunca la haba escuchado- le dije,acercndome para comprobar que Megan dorma.-Nos la cantaba mi abuela a Emmet y a mi cundo ramos pequeos- meexplic suavemente. -Ser mejor que acostemos a esta seorita- aadidivertido, mirando a Megan, que ya estaba completamente dormida.

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    Le gui hasta su habitacin, y el mismo la puso en la cuna y la tap. Mequed embobada de nuevo, cmo siempre haca; se poda ser tan tiernoy sexy a la vez?

    Una vez que sal de mi ensoacin, nos sentamos en la mesa a comer.Mantuvimos una animada charla durante todo el rato, contndome

    ancdotas de su niez y sus travesuras con Emmet. Me habl de suspadres; a Carlisle ya le conoca, y de Esme, su madre. Ellos tres fueronsu mejor apoyo despus del fallecimiento de Sophie.-No tienes relacin con su familia?- pregunt extraada.-Muy poca; no tena hermanos, y sus padres estaban divorciados. Ellasiempre vivi con su madre, no tena muy buena relacin con su padre,slo lo he visto dos veces, una de ellas en su funeral- explicaba con unpequeo deje de pena en la voz. Me senta mal por hacerle recordar

    momentos dolorosos... pero una parte de mi quera saber todo loreferente a Sophie. Decid no hacer ms grande la herida, as que cambiradicalmente de tema.-Por qu cirujano?; es decir, deduzco que la vocacin por la medicina teviene de familia, pero... por qu escogiste concretamente esaespecialidad?- era algo que me preguntaba, no saba por qu.-Bueno...- pareci meditar unos momentos su respuesta, para despusproseguir -mi abuelo paterno, tambin era mdico; el era cirujano, y

    cundo yo tena unos catorce aos, me empez a contar cosas de suprofesin. Me explicaba los procedimientos de las operaciones, y selamentaba de que no iba a vivir lo suficiente para ver todos los avancesque hay hoy en da. Aparte de eso, me motiva el poder ayudar a lagente, y dar esperanza para vivir a quines la han perdido- me explicabaamablemente.-Y Emmet, por qu cardilogo?, no le pega mucho- pregunt curiosa.-Te voy a contar un secreto... iba para ginecologa... pero no haba plazas

    en el programa de residencia- dijo con una mueca graciosa. Me ech arer, mientras le deca.-Eso le pegas ms- le dije entre carcajada y carcajada. El se uni a misrisas. Cundo nos tranquilizamos, seguimos hablando sobre cosastriviales.Me cont que le encantaba la msica en general, leer y el baloncesto; eneso se pareca a mi hermano Beto. Tambin las pelculas de suspense, y

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    que odiaba las series de mdicos. Una vez nos sentamos en el sof paratomar un caf, me toc a m ser interrogada.-Bien, ahora me toca a m- dijo cual nio pequeo.-Hecho- respond con una risita.

    -Por qu anestesista?; ya s que no te llevas bien con tu padre,pero no te gustara haber sido neurocirujana, cmo l?;adems, nunca he conocido a alguien que la haga cmo primeraopcin- pregunt.-De verdad?- pregunt asombrada.-Te sorprendera saber que Jasper iba para hematlogo, y Mike paracirujano. Mandy y Tyler para oncologa- me cont.

    -Vaya, que bien te lo sabes- le dije con una graciosa mueca.-Ya sabes que los cirujanos y los anestesistas vamos de la mano siempre,es el servicio con quin ms tenemos que tratar, y con quin entramos aoperar- aadi.-Eso es verdad; y respondiendo a tu pregunta anterior, antes de tenerque elegir especialidad si sopes la posibilidad de hacer ciruga. Pero unda, oyendo hablar a mi padre a escondidas con un colega suyo, deca

    que las nicas ramas que te daban prestigio en medicina eran esa oneurologa... as que se puede decir que fue por llevarle la contraria... apartir de ah empec a repasar y a leer cada una de las especialidades, yanestesiologa me gust- hice una pausa bajando la mirada -puede queno salve vidas cmo vosotros, en una mesa de operaciones...- iba aseguir, pero William me interrumpi, dejando la taza de caf sobre lamesa y obligndome a mirarlo, levantando mi mentn con su dedo.-Mai, salvas vidas... tu especialidad est enfocada para eso; acasoreanimar a los pacientes que entran en parada no es salvarlos?- me dijo

    un poco enojado. Al ver que no contestaba, sigui hablando. -Y en elquirfano, vosotros estis al tanto de las constantes del paciente. Yo nose ms que lo bsico en cunto a reanimacin; as que no digas esascosas, porque no son verdad- me explicaba paciente. Mientras lo haca,su mano haba pasado de mi mentn a mi mejilla, dndole suavescaricias, casi imperceptibles... y haciendo que mi corazn estuviera apunto de sufrir un colapso. Me qued hipnotizada por sus ojos, que memiraban con ternura.

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    Lentamente, cmo si un imn nos atrajese, nos fuimos acercando el unoal otro, mi respiracin se agit por momentos, y mis mejillas ardieron.Justo cundo poda sentir su aliento en mi cara, el llanto de Meganinterrumpi en momento. Me apart rpidamente y me levant de unsalto, presa de los nervios. Ni siquiera observ su cara cundo fui a verque le ocurra. Volv de unos minutos, con la nia en brazos. Pude fijarme

    en su rostro, levemente sonrojado y pareca nervioso.

    -Debo irme Mai, se ha hecho tarde- me dijo abruptamente, levantndosey dirigindose hacia la puerta, con paso rpido.-William; si he hecho algo que te ha molestado, lo siento...- susurrconfusa; pareca que lo quera tanto como yo... lgrimas de impotenciase empezaban a acumular en mis ojos.-No Mai, no es culpa tuya, es slo que...- empez a darme explicaciones,

    pero cort de raz.-No es necesario que me expliques nada William, creo que hemalinterpretado las cosas. Buenas noches, ya nos veremos en elhospital- le dije mientras abra la puerta, invitndole muy sutilmente adejarme sola. Sali cabizbajo por la puerta.-Buenas noches Mai- se despidi de m en voz muy baja.Cerr deprisa, ya que no quera que viera mis lgrimas. Me dirig al sof,

    y abrazando a Megan, llor, descargando todo lo que llevaba dentro.Pareca que estbamos tan bien juntos... quiz slo estuviese nervioso...o quiz no le gustaba lo suficiente.De repente, mis inseguridades de toda la vida volvieron a m. Quhombre querra salir con alguien que tiene una nia pequea?;era demasiada responsabilidad si la relacin se volva seria; unacosa era que a William le gustaran los nios, cmo lodemostraba con Megan y otra muy distinta ser padre.

    Tampoco no podra competir con el recuerdo con Sophie...por loque me haba contado l mismo, era guapa, simptica; la amabaprofundamente... cierto es que las comparaciones son odiosas, yms si la otra persona est muerta.Todo el fin de semana lo pas deprimida y muy baja de nimos. Beto yKayla no estaban, se haban ido de escapada romntica. Alice me llampara ir de compras el sbado, pero me excus, alegando que estabacansada. No s si se lo trag o no, pero algo de mi tristeza debi

  • 7/30/2019 Curando Un Corazon

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    notar en mi tono de voz, ya no insisti, cosa rara en ella,dicindome que hablaramos en el hospital.

    Entr por la puerta de mi apartamento, y me derrumb. No era cmootras veces, que me derrumbaba por el recuerdo de Sophie, sino por eldao que le haba hecho a Mai, y todo por mis inseguridades y mis

    miedos.Tena miedo, miedo de volver a ser feliz con alguien y de que, en unsegundo, el destino arranque de tu lado a tu razn de vivir.Porque para m, Mai se haba convertido en mi ilusin de vivir denuevo... Hasta ahora no me haba dado cuenta; cada maanadespertaba ansioso por verla en el hospital, aunque fuera unsegundo. Me encantaba escucharla, que me contara susproblemas tanto dentro como fuera del hospital, y que me

    hablara de la nia.Me sent en el sof, sujetando mi cabeza entre las manos; lo que msme dola era que la haba hecho dao. Necesitaba hablar con alguien, asque tom mi mvil, llamando a la persona que mejor me escuchara.-Qu pasa William?- pregunt Emmet al otro lado de la lnea.

    -Podras venir a mi casa?; necesito hablar- respond escuetamente.

    -Noche larga?- me pregunt simplemente.-Si- contest.

    -Llevar unas pizzas y cervezas- dicho sto colg.Al de media hora estbamos delante de las pizzas, Emmet comiendo sinparar mientras yo apenas tomaba un sorbo de cerveza.-T dirs- me invit a empezar. Tom aire, contndole la historia desde

    el principio, desde ese da de verano que me top con Mai en la entrada,hasta lo ocurrido esa tarde en su casa.-As qu te entr el miedo escnico?- pregunt mordaz una vez terminde contarle lo sucedido. Le fulmin con la mirada, y ya se puso serio. -Erapara aligerar el ambiente... est bien- rod los ojos -ahora en serio, porqu no me contaste nada antes?; Y Jazz, ser capullo, no ha soltadoprenda el to- aadi con una mueca. Me re; la verdad es que con mihermano no puedes evitar rerte de la situacin ms seria posible,siempre sacaba el lado gracioso de las cosas.