un marino de corazon derecho

1
EL DÍA, Tenerife, domingo 20 de noviembre de 1983 LJI/A I IVI/AL3 tIM ti? Temas isleños Un marino de corazón derecho O TTO BENTSEN f el buen marino danés —el muy _ buen amigo—, acaba de nacer a la muerte. Dios lo llevó a la isla eterna del eterno reposo, en torno a la cual canta la mar sin fondo y sin orillas. Dios lo llevó a la verdadera Isla Afortunada. Otto Bentsen, el muy buen amigo —el muy buen marino—, ha sido una ilusión más que la muerte nos arrebata, un muer- to más para el cementerio de nuestros corazones, pues son en él ya más los muertos que los vivos. Llegué a la amistad de Otto Bentsen hace muchos años de manos de dos buenos amigos, Peder Larsen y Paco Torres. Comprendí que me encontraba ante un hombre de corazón de- recho, de los que en la vida lle- van como arma la verdad y la honradez, y a lo largo de los años, bien comprendí que no me había equivocado. Para Otto Bentsen, la mar era --como para Tomás Mora- les— un viejo camarada de in- fancia. Vino por vez primera a Santa Cruz de Tenerife en 1935. Era un niño que quería ser marino, que quería respon- der a la muda y poderosa lla- mada de los océanos. Y supo responder, y muy bien, con to- da el alma blanca y fresca de la infancia, alma que conservó —con su risa eterna y franca— hasta que nació a la muerte. Este buen amigo de Tenerife tenía bondad activa e infatiga- ble —una actividad febril que nunca trabajó en el vacío— y, desde luego, siempre fue un Otto Bentsen, capitán Danmark de la hombre demasiado sencillo. Y precisamente por tal sencillez todos recordamos —recordare- mos siempre— aquella figura que lo iluminaba todo. La muerte del capitán Otto Bentsen me ha traído a flor de alma y flor de memoria unos años idos y siempre bien recor- dados. Venimos en piadoso ho- menaje a honrar, con piadosas palabras Herías de recuerdos ya, en la memoria de un hom- bre que fue un maestro de dig- nidad, de realidad, de eleva- ción de espíritu. Otto Bentsen y la Danmark en el corazón de la ciudad ma- rinera —Santa Cruz de Teneri- fe— que siempre les recibió con cariño de tierra sonora, envuel- ta en sombra y aroma, El vele- ro de línea precisa y preciosa huésped fijo del muelle Sur —barco de casa, «nuestra» Dan- mark siente hoy la muerte de quien, con mano experta en las cabillas del timón, le guió du- rante años y, siempre, le llevó a buen puerto. Con la injusta manía de los olvidos, la justa manía de ios recuerdos por tristes que sean, y más cuando se trata de un nombre bueno, de corazón de- recho, como fue el capitán Bentsen. Las campanas de los barcos, fieles, firmes y madu- ras, mordieron el espacio y fue- ron sonido entre la niebla. Can- taron cuando vivían y hoy es- tán en el polvo sus sonidos. Cantaron victoria en el aire marino y hoy enmudecen en la tierra. El capitán Bentsen fue una campana, pero no enmude- cerá ya que dejó su vida ejem- plar, su buen y bien hacer. A los que quisimos y le que emos, pues para nosotros no ha muerto, nos deja su recuerdo, muy buen recuerdo, y su nom- bre ya en la historia de la ciu- dad a cuyo puerto llegó por vez primera en 1935. Para siem- pre, esto es, para después de después, Otto Bentsen en el co- razón de nuestro corazón. Juan A. Padrón Albornoz De domingo a domingo Los que hacen más perra la vida perra Y A he dicho que la vida perra es la que le da- mos los seres humanos a los perros. Los perros con los perros suelen llevarse bastante bien y si alguien quiere com- probarlo, que se dé una vuelta por el Refugio de la Sociedad Protectora de Animales, al que, por cierto, se le está, en estos días, lavando la cara con tanta voluntad como acierto. Se lle- van bastante bien, quizás por- que comparten la desgracia. Entre muchos se hacen más lle- vaderos el hambre y la miseria. Y no voy a repetir ahora lo que ya he dicho sobre la deficiente alimentación de aquellos ani- males por la desatención muni- cipal y ciudadana. Comen y vi- ven —y eso sí lo repito— gracias al esfuerzo y al sacrificio de la presidenta Caridad Compán y unos cuantos colaboradores y, sobre todo, por la dedicación de ese hombre incansable, Ma- nuel Padilla, que saca comida de debajo de las piedras para los desdichados chuchos. El pe- regrinaje de Manolo Padilla por los frigoríficos, las carni- cerías y otros establecimientos de gente caritativa no se paga con ningún sueldo. Pero, no quería volver a inci- dir en el tema concreto del Re- fugio, al que ningún efecto, por el lado municipal, le han hecho las críticas expuestas en esta columna. Quería referirme a los que hacen más perra la vida perra. Justo en la mañana del miér- coles hubo redada canina por la zona de la Avenida de Anaga próxima a la Junta del Puerto. Los pobres chuchos vagabun- dos y abandonados saben que por allí viven muchas personas que quieren a los animales. En bastantes puertas encuentran comida y ya he dicho que los perros son más agradecidos que las personas. Yo vivo por aquellas inmediaciones y tengo amigos entre los perros calleje- ros y sé lo bien que los tratan los niños y la gente mayor. Los chuchos juegan con los niños y acuden dóciles cuando se les llama. Son perros vagabundos aunque civilizados, pero, al fin y al cabo, perros. Y resulta que alguien es la excepción de la regla general que rige por allí. Y llama a la Policía Municipal y hacen su aparición los laceros. La queja la fundamenta en que los canes rompen las sacas de las basu- ras, porque si dijeran que los perros ladran, hacen ruido, muerden o molestan, dirían mentiras. can la basura cuando está mandado o dejan desde media tarde las bolsas en la calle por pura comodidad. O si las ponen en los lugares señalados. Creo yo que cuando convo- can concurso oposición de la- cero, deben estipular en las ba- ses que los aspirantes tienen que ser seres con tremendo de- samor —que diría Antonio Ga- la— hacia los animales y con bastante acopio de crueldad. Algo así como oposiciones a verdugo. Los laceros no usan ahora el lazo normal a la punta del palo, que consiste en hacer entrar el cuello del animal por la cuerda y tirar por ella. Se su- jeta así al chucho sin hacerle daño. Ahora utilizan una espe- cie de soga larga, con punta de plomo igual a la que se utiliza para inmovilizar caballos sal- vajes. Lanzan despiadadamen- te la cuerda, d^sde lejos y con toda su fuerza, sobre las patas del perro, casi siempre de pe- queño tamaño, porque es raro ver pastores alemanes, dóber- mans, afganos o gran-daneses haciendo de perros vagabun- dos, y muchas veces les rom pen las extremedidades o las costillas a los pobres chuchos. Los animales lanzan unos alari- dos imponentes de dolor cuan- do reciben la bestial agresión y no huyen no porque estén suje- tos sino porque, los pobrecitos, no pueden caminar. Si yo tuviera que decir quién es más animal que quién, diría que los sujetos en cuestión si con ello rio ofendieran a los pe- rras, a las víctimas de esta bru- talidad incalificable. Brutali- dad innecesaria, porque los ca- nes aquellos son dóciles y nada agresivos y, como la gente los trata bien, acuden a la llamada de cualquiera. No lo he visto, pero cuentan que los conducen a la perrera municipal donde, reglamenta- riamente, se cumple un período estipulado en que los dueños pueden ir a reclamar el can. Naturalmente, nadie va a bus- car a estos chuchos abandona- dos con excepción de algún ser caritativo que, por cariño y porque lo conocía de llegar ca- da día a su puerta, se sacrifica a llevarlo a su casa. Conozco a varias personas que han actua- do así. Me cuentan también que, pasado aquel período de espe- ra, cuando se reúnen más ca- nes de la cuenta, solían em- plear el procedimiento de los campos nazis. Hay cámara de . gas, que consiste en una habi- tación donde encierran a los consta ni lo aseguro. Parece que fue una práctica ya pasa- da. Es más humano acudir al inyectable venenoso, que ese sí se practica. Pero no sólo los laceros ha- cen más perra la vida de los pe- rros. Están los que sueltan al c an doméstico del coche en una calle o un lugar cualquiera. Ya he dicho que la zona de Anaga es sitio preferido. Pero, hace unos días, echaron de un coche a un perrito en plena calle de Ramón y Caja!. El desdichado chucho corrió como un deses- perado tras el vehículo por la Avenida de La Salle hasta per- derse. No sé dónde fue a parar. Me contaron el caso del pe- rro abandonado, por el mismo procedimiento, en la Plaza de España. Allí podía verse al po- bre can todos los días por espa- cio de unos tres meses. No se marchaba de los alrededores como si el instinto le dijera que un día vendría a recogerlo el coche de su amo. Y corría, an- sioso, tras todos los coches que se le parecían al que lo abando- nó. Por fin, encontró compañía en un alcohólico, vagabundo como él, que le daba comida y cariño. A los perros no les im- porta el curriculum de las per- sonas y, probablemente, ahora vivirá feliz con ese ser que la sociedad desprecia y le da el amor que no le dan los demás y le devuelve, multiplicado, el cariño que le tiene el borracho. Son historias para conmo- ver. Pero los que hacen la vida perra a los perros no se con- mueven con nada. Francisco Ayala Las universidades en Canarias G OMO un ejemplo más de la tradicional pugna entre las islas capitali- nas, el problema universitario es también rayo que no cesa. De sobra sé que lo estimado por no le va a gustar a nadie, pero todos saben que no voy a presentarme ni a diputada, ni a senadora, en la próxima legis- latura, ni busco cargo alguno en la vida política del país, ya que ese nunca ha sido mi oficio. La primitiva Universidad la- gunera, desde sus inicios, ha corrido diversas fortunas, y ca si nunca muy buenas. Cuando vivía en Tenerife, hasta casi fi- nales de 1953, estaba la pobre institución en locales de llanto: en el edificio de la calle de San Agustín, donde estuvieron los jesuítas hasta el XVIII, se da- ban las clases de Derecho, exis- tía la Biblioteca y el Rectorado; en el piso bajo, la Facultad de Ciencias Químicas. El nuevo edificio estaba a punto de ter- minarse, pero nunca di clases en él. Al crearse la Facultad de Fi- losofía y Letras se alquiló, en la esquina frontera casi, la casa de Lercaro, y allí se daban las clases de la entonces primera y única sección de Filología Clá- sica; allí di unas modestas cla- ses, porque no había catedráti- cos numerarios, ni siquiera li- cenciados en Filosofía y Letras, corrientes y molientes, como lo era entonces la que suscribe; catedrático universitario de Fi- losofía y Letras, sólo estaba el Doctor Serra Ráfols, el natural Decano, que era profesor de Historia; más tarde llegaron al- gunos más, no muchos, porque la Universidad ha tenido siem- pre una mayoría-de profesora- do auxiliar, que se ha llamado, después de que nie fui a Vene- zuela, con ese horrendo nom- bre de penenes, nombre que, si responde a las siglas de no nu- merarios, también pudieron llamarse pononus, más cerca de lo que significan en este con- fuso, profuso e insulso mundo de las siglas provenientes de... ¡U.S.A.! El profesor no catedrático ha sido bueno, regular y malo y el catedrático, también. El hecho de ser catedrático sin duda que da una garantía de mayor sufi- ciencia y preparación, pero to- dos sabemos en cada ejemplo personal, que nos callamos, por buen gusto, y porque en mi ca- so especial la maldad nunca ha sido mi fuerte, que el hecho de tener tres votos en el Tribunal de oposiciones y haya dado a un señor o señora una cátedra, no ha logrado, a lo largo de la vida académica de tales perso- nas, resultados halagüeños. Ni sus clases son buenas, ni sus trabajos publicados lu son y a veces faltan y brillan por su au- sencia. Aparte que puede darse el caso de que no enseña mejor el que mucho sabe su discipli- na, sino el que logra trasmitirla mejor, pero eso entra en los im- ponderables. Esto lo saben muy bien los alumnos, sobre todo ios alumnos que quieren aprender, porque no todos van a la Uni- versidad con tal propósito. Los profesores no numera ríos o penenes, que censuran al catedrático su permanencia en los puestos hasta la jubilación, quieren, en su mayoría, perma- necer también en sus puestos, sin el esfuerzo que ser profesor numerario supone. Claro que no todos piensan igual, pero una buena parte; cuando un muchacho termina, a trancas y a barrancas su licenciatura, y LA LAGUNA ORO Compramos al contado ORO y PLATA roto o usado SERIEDAD Y DISCRECIÓN Avda.de la Trinidad, 4-2° piso (Semiesquina a Herradores) LA LAGUNA LABORATORIO De Barcelona desea cubrir representación Teneri- fe para la Visita Médica. Tanto por ciento elevado. Co- misiones brutas actuales 600.000 pesetas/año. Gastos por cuenta Empresa. Experiencia no indispensable. Buen nivel cultural, vocación comercial y dinamismo. Vehículo necesario. Escribir a mano a Anuncios Publilí- nea, Av. Diagonal 339 bajos. Barcekma-37. Ref. 699. (A) se planta a dar clase, en cuanto tiene el título fácilmente gana- do i para qué vamos a engañar- nos!, lo probable es que una nueva calamidad amenace a la Universidad. Se me hunde el ánimo, desde aquí, desde la vi lia de Madrid, en la región Cas- tilla La Mancha, cuya capital parece que será Toledo, el leer que una demagogia demencial se echa a la calle en Las Pal- mas, pidiendo una Universidad completa, igualita en Faculta- des a. las que en La Laguna existen. Y me explicaré. Al irme para América había, corno he escrito, sólo tres Fa- cultades en La Laguna; en este lapso de tiempo hasta hoy, algo así corno la primavera del poe- ta, la cual ha venido sin que na- die sepa cómo ha sido, La La- guna ha acrecentado sus Facul- tades y ahora se puede estudiar en ella: Derecho, Ciencias Quí- micas, Filosofía y Letras, con sus ramas de Filología románi- ca, inglesa, no sé si clásicas, otra vez, y Geografía e Histo- ria; Medicina, Matemáticas, Biología, Farmacia, Económi- cas, Bellas Artes y Ciencias Fí- sicas, No estoy segura de que sean exactamente éstas y recti- ficaré mi equivocación, si la hubiere. ¿Necesitamos tantas Facul- tades? ¿Precisarnos de tantas carreras, aparte de las ense- ñanzas que se dan en la Politéc- nica de Las Palmas, que com- pletan las demandas científicas del Archipiélago? ¿De verdad estamos lanzando licenciados discretos, no ya buenos, porque la Universidad española, no los prodiga, en general? ¿Para qué queremos tanta gente que lue- go no tendrá trabajo? ¿Cómo está el profesorado de esas Fa- cultades? Hasta hace poco en la de Matemáticas había un só- lo catedrático o profesor nume- rario; en Económicas, tres y en Farmacia, seis. Los interinos y contratados son legión y en abrumadora mayoría. ¿Cómo están las Bibliotecas y los Laboratorios? ¿Tenemos ya Colegios universitarios don- de alojar a los alumnos que val- gan intelectualmente y carez- can de medios económicos? Ya que casi me matarán, sí es- cribo que determinadas carre- ras que cuenten con vocaciones serias y no de broma, como al- gunos jovencitos pretenden, costarían al país más barato y obtendríamos mejores profesio- nales, si un riguroso sistema de becas, por méritos, y no por compadrazgo, político o amis- toso, costeara sus estudios en otras prestigiosas Universida- des de la Nación, o incluso ex- tranjeras, si el becario es digno de atención, por supuesto, cosa que se averigua pronto. Claro que esto no se hará: seguirá habiendo más licencia- dos en Derecho, en las diversas ramas de Filosofía y Letras, que, de no contar con una bue- na preparación, rio tendrán trabajo. Y en Las Palmas quie- ren más abogaditos, más licen- ciaditos en Letras, a los que da- rán clase los desoficiados que ya están sin trabajo y algunas mamas y papas respirarán tranquilos viendo a sus niños y niñas de profesores, quienes armarán un seis por ocho, a fin de quedarse toda la vida repi- tiendo la lección quinta, a los que vengan a continuación. La Universidad pasará a en grosar esa Sociedad de Soco- rros Mutuos en que se nos está convirtiendo el país, nido de burócratas, en el que lo de me- nos es hacer un centro serio de cultura y que prepare buenos profesionales, sino el que Pa quito o Pepita ganen su sueldo para casarse o no, según los proyectos de las criaturitas... Si Paquito o Pepita no saben na- da, eso no importa. Vea el lec- tor un recorte de EL DÍA, del martes, 17 de junio de 1980, en la sección «De buena tinta». Na- die lo comentó, acaso porque se comenta él solo, pero un país que tolera semejante desver- güenza, debe controlar mejor sus apetencias He aquí el suelto: «La Universidad de La Lagu- na está «bajo mínimos». La fra- se no es nueva ni mucho me- nos, por desgracia. Un leve ejemplo de esta lamentable si- tuación de nuestra Universidad lagunera: en cierto curso de cierta facultad todo el alumna do ha aprobado ciertas asigna turas con la misma califica- ción: sobresaliente. La razón es bien sencilla: no existe catedrá- tico y el profesor es un «pene- ne», casi recién licenciado, que opta por poner la nota que los alumnos acuerdan ponerse en- tre sí... Este es un ejemplo que algunos catedráticos laguneros ponen cuando se refieren al caos universitario...». Sentí una tan semejante ver- güenza propia, porque mis Is- las nunca me son ajenas, que hasta me callé, pero corté el suelto para resaltarlo en oca- sión propicia y ésta ha llegado ahora. Nadie se dio por aludi- do, ni el Decano de esa Facul- tad chistó. ¿Es esto lo que quie- ren duplicar en Las Palmas? María Rosa Alonso w m U ATENCIÓN!! Importante Empresa PRECISA: LICENCIADA EN FILOLOGÍA INGLESA para departamento cultural de INGLES. INTERESADAS presentarse mañana lunes, día 21, en horas de oficina, en C/. Pilar, 40-42-1°., pregun- tar Sr. Jamardo. OFERTA 10223 INEM 3803815. PRIMER CENTRO AUDIOVISUAL DE CANARIAS | INFORMA la apertura de matrículas para curso 83/84 I MECANOGRAFÍA (Audio-vídeo) 300. p.p.m. TAQUIGRAFÍA (Audiovisión) 100 p,m. CONTABILIDAD (Audio) SECRETARIADO INTERNACIONAL FORMACIÓN ADMINISTRATIVA INGLES (Circuito cerrado TV.) Temas imprescindibles para oposiciones. Aulas amplias perfectamente equipadas para el aprendizaje. AUDiO STUDIO garantiza la total enseñanza en los cursos que imparte. ~^ C/. San José, 35-4° Edificio «Ei Chicharro» Santa Cruz de Tfe. La verdad de la enseñanza

Upload: servicio-de-biblioteca-universidad-de-la-laguna

Post on 18-Mar-2016

222 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Artículo de Juan Antonio Padrón Albornoz, periódico El Día, sección "Temas isleños", 1983/11/20

TRANSCRIPT

EL DÍA, Tenerife, domingo 20 de noviembre de 1983 LJI/A I IVI/AL3 tIM ti?

Temas isleños

Un marino de corazón derechoO

TTO BENTSEN f el buenmarino danés —el muy

_ buen amigo—, acabade nacer a la muerte. Dios lollevó a la isla eterna del eternoreposo, en torno a la cual cantala mar sin fondo y sin orillas.Dios lo llevó a la verdadera IslaAfortunada.

Otto Bentsen, el muy buenamigo —el muy buen marino—,ha sido una ilusión más que lamuerte nos arrebata, un muer-to más para el cementerio denuestros corazones, pues sonen él ya más los muertos quelos vivos.

Llegué a la amistad de OttoBentsen hace muchos años demanos de dos buenos amigos,Peder Larsen y Paco Torres.Comprendí que me encontrabaante un hombre de corazón de-recho, de los que en la vida lle-van como arma la verdad y lahonradez, y a lo largo de losaños, bien comprendí que nome había equivocado.

Para Otto Bentsen, la marera --como para Tomás Mora-les— un viejo camarada de in-fancia. Vino por vez primera aSanta Cruz de Tenerife en1935. Era un niño que queríaser marino, que quería respon-der a la muda y poderosa lla-mada de los océanos. Y suporesponder, y muy bien, con to-da el alma blanca y fresca de lainfancia, alma que conservó—con su risa eterna y franca—hasta que nació a la muerte.

Este buen amigo de Tenerifetenía bondad activa e infatiga-ble —una actividad febril quenunca trabajó en el vacío— y,desde luego, siempre fue un

Otto Bentsen, capitánDanmark

de la

hombre demasiado sencillo. Yprecisamente por tal sencilleztodos recordamos —recordare-mos siempre— aquella figuraque lo iluminaba todo.

La muerte del capitán OttoBentsen me ha traído a flor dealma y flor de memoria unosaños idos y siempre bien recor-dados. Venimos en piadoso ho-menaje a honrar, con piadosaspalabras Herías de recuerdosya, en la memoria de un hom-bre que fue un maestro de dig-

nidad, de realidad, de eleva-ción de espíritu.

Otto Bentsen y la Danmarken el corazón de la ciudad ma-rinera —Santa Cruz de Teneri-fe— que siempre les recibió concariño de tierra sonora, envuel-ta en sombra y aroma, El vele-ro de línea precisa y preciosahuésped fijo del muelle Sur—barco de casa, «nuestra» Dan-mark — siente hoy la muerte dequien, con mano experta en lascabillas del timón, le guió du-rante años y, siempre, le llevó abuen puerto.

Con la injusta manía de losolvidos, la justa manía de iosrecuerdos por tristes que sean,y más cuando se trata de unnombre bueno, de corazón de-recho, como fue el capitánBentsen. Las campanas de losbarcos, fieles, firmes y madu-ras, mordieron el espacio y fue-ron sonido entre la niebla. Can-taron cuando vivían y hoy es-tán en el polvo sus sonidos.Cantaron victoria en el airemarino y hoy enmudecen en latierra. El capitán Bentsen fueuna campana, pero no enmude-cerá ya que dejó su vida ejem-plar, su buen y bien hacer.

A los que quisimos y le queemos, pues para nosotros no hamuerto, nos deja su recuerdo,muy buen recuerdo, y su nom-bre ya en la historia de la ciu-dad a cuyo puerto llegó por vezprimera en 1935. Para siem-pre, esto es, para después dedespués, Otto Bentsen en el co-razón de nuestro corazón.

Juan A. PadrónAlbornoz

De domingo a domingo

Los que hacen más perra la vidaperra

Y A he dicho que la vidaperra es la que le da-mos los seres humanos

a los perros. Los perros con losperros suelen llevarse bastantebien y si alguien quiere com-probarlo, que se dé una vueltapor el Refugio de la SociedadProtectora de Animales, al que,por cierto, se le está, en estosdías, lavando la cara con tantavoluntad como acierto. Se lle-van bastante bien, quizás por-que comparten la desgracia.Entre muchos se hacen más lle-vaderos el hambre y la miseria.Y no voy a repetir ahora lo queya he dicho sobre la deficientealimentación de aquellos ani-males por la desatención muni-cipal y ciudadana. Comen y vi-ven —y eso sí lo repito— graciasal esfuerzo y al sacrificio de lapresidenta Caridad Compán yunos cuantos colaboradores y,sobre todo, por la dedicaciónde ese hombre incansable, Ma-nuel Padilla, que saca comidade debajo de las piedras paralos desdichados chuchos. El pe-regrinaje de Manolo Padillapor los frigoríficos, las carni-cerías y otros establecimientosde gente caritativa no se pagacon ningún sueldo.

Pero, no quería volver a inci-dir en el tema concreto del Re-fugio, al que ningún efecto, porel lado municipal, le han hecholas críticas expuestas en estacolumna. Quería referirme alos que hacen más perra la vidaperra.

Justo en la mañana del miér-coles hubo redada canina porla zona de la Avenida de Anagapróxima a la Junta del Puerto.Los pobres chuchos vagabun-dos y abandonados saben quepor allí viven muchas personasque quieren a los animales. Enbastantes puertas encuentrancomida y ya he dicho que losperros son más agradecidosque las personas. Yo vivo poraquellas inmediaciones y tengoamigos entre los perros calleje-ros y sé lo bien que los tratanlos niños y la gente mayor. Loschuchos juegan con los niños yacuden dóciles cuando se lesllama. Son perros vagabundosaunque civilizados, pero, al finy al cabo, perros.

Y resulta que alguien es laexcepción de la regla generalque rige por allí. Y llama a laPolicía Municipal y hacen suaparición los laceros. La quejala fundamenta en que los canesrompen las sacas de las basu-ras, porque si dijeran que losperros ladran, hacen ruido,muerden o molestan, diríanmentiras.

can la basura cuando estámandado o dejan desde mediatarde las bolsas en la calle porpura comodidad. O si las ponenen los lugares señalados.

Creo yo que cuando convo-can concurso oposición de la-cero, deben estipular en las ba-ses que los aspirantes tienenque ser seres con tremendo de-samor —que diría Antonio Ga-la— hacia los animales y conbastante acopio de crueldad.Algo así como oposiciones averdugo. Los laceros no usanahora el lazo normal a la puntadel palo, que consiste en hacerentrar el cuello del animal porla cuerda y tirar por ella. Se su-jeta así al chucho sin hacerledaño. Ahora utilizan una espe-cie de soga larga, con punta deplomo igual a la que se utilizapara inmovilizar caballos sal-vajes. Lanzan despiadadamen-te la cuerda, d^sde lejos y contoda su fuerza, sobre las patasdel perro, casi siempre de pe-queño tamaño, porque es rarover pastores alemanes, dóber-mans, afganos o gran-daneseshaciendo de perros vagabun-dos, y muchas veces les rompen las • extremedidades o lascostillas a los pobres chuchos.Los animales lanzan unos alari-dos imponentes de dolor cuan-do reciben la bestial agresión yno huyen no porque estén suje-tos sino porque, los pobrecitos,no pueden caminar.

Si yo tuviera que decir quiénes más animal que quién, diríaque los sujetos en cuestión sicon ello rio ofendieran a los pe-rras, a las víctimas de esta bru-talidad incalificable. Brutali-dad innecesaria, porque los ca-nes aquellos son dóciles y nadaagresivos y, como la gente lostrata bien, acuden a la llamadade cualquiera.

No lo he visto, pero cuentanque los conducen a la perreramunicipal donde, reglamenta-riamente, se cumple un períodoestipulado en que los dueñospueden ir a reclamar el can.Naturalmente, nadie va a bus-car a estos chuchos abandona-dos con excepción de algún sercaritativo que, por cariño yporque lo conocía de llegar ca-da día a su puerta, se sacrificaa llevarlo a su casa. Conozco avarias personas que han actua-do así.

Me cuentan también que,pasado aquel período de espe-ra, cuando se reúnen más ca-nes de la cuenta, solían em-plear el procedimiento de loscampos nazis. Hay cámara de

. gas, que consiste en una habi-tación donde encierran a los

consta ni lo aseguro. Pareceque fue una práctica ya pasa-da. Es más humano acudir alinyectable venenoso, que ese síse practica.

Pero no sólo los laceros ha-cen más perra la vida de los pe-rros. Están los que sueltan alc an doméstico del coche en unacalle o un lugar cualquiera. Yahe dicho que la zona de Anagaes sitio preferido. Pero, haceunos días, echaron de un cochea un perrito en plena calle deRamón y Caja!. El desdichadochucho corrió como un deses-perado tras el vehículo por laAvenida de La Salle hasta per-derse. No sé dónde fue a parar.

Me contaron el caso del pe-rro abandonado, por el mismoprocedimiento, en la Plaza deEspaña. Allí podía verse al po-bre can todos los días por espa-cio de unos tres meses. No semarchaba de los alrededorescomo si el instinto le dijera queun día vendría a recogerlo elcoche de su amo. Y corría, an-sioso, tras todos los coches quese le parecían al que lo abando-nó. Por fin, encontró compañíaen un alcohólico, vagabundocomo él, que le daba comida ycariño. A los perros no les im-porta el curriculum de las per-sonas y, probablemente, ahoravivirá feliz con ese ser que lasociedad desprecia y le da elamor que no le dan los demás yle devuelve, multiplicado, elcariño que le tiene el borracho.

Son historias para conmo-ver. Pero los que hacen la vidaperra a los perros no se con-mueven con nada.

Francisco Ayala

Las universidades en Canarias

G OMO un ejemplo más dela tradicional pugnaentre las islas capitali-

nas, el problema universitarioes también rayo que no cesa.De sobra sé que lo estimado pormí no le va a gustar a nadie,pero todos saben que no voy apresentarme ni a diputada, ni asenadora, en la próxima legis-latura, ni busco cargo algunoen la vida política del país, yaque ese nunca ha sido mi oficio.

La primitiva Universidad la-gunera, desde sus inicios, hacorrido diversas fortunas, y casi nunca muy buenas. Cuandovivía en Tenerife, hasta casi fi-nales de 1953, estaba la pobreinstitución en locales de llanto:en el edificio de la calle de SanAgustín, donde estuvieron losjesuítas hasta el XVIII, se da-ban las clases de Derecho, exis-tía la Biblioteca y el Rectorado;en el piso bajo, la Facultad deCiencias Químicas. El nuevoedificio estaba a punto de ter-minarse, pero nunca di clasesen él.

Al crearse la Facultad de Fi-losofía y Letras se alquiló, en laesquina frontera casi, la casade Lercaro, y allí se daban lasclases de la entonces primera yúnica sección de Filología Clá-sica; allí di unas modestas cla-ses, porque no había catedráti-cos numerarios, ni siquiera li-cenciados en Filosofía y Letras,corrientes y molientes, como loera entonces la que suscribe;catedrático universitario de Fi-losofía y Letras, sólo estaba elDoctor Serra Ráfols, el naturalDecano, que era profesor deHistoria; más tarde llegaron al-gunos más, no muchos, porquela Universidad ha tenido siem-pre una mayoría-de profesora-do auxiliar, que se ha llamado,después de que nie fui a Vene-zuela, con ese horrendo nom-bre de penenes, nombre que, siresponde a las siglas de no nu-merarios, también pudieronllamarse pononus, más cercade lo que significan en este con-fuso, profuso e insulso mundode las siglas provenientes de...¡U.S.A.!

El profesor no catedrático hasido bueno, regular y malo y elcatedrático, también. El hechode ser catedrático sin duda queda una garantía de mayor sufi-ciencia y preparación, pero to-dos sabemos en cada ejemplopersonal, que nos callamos, porbuen gusto, y porque en mi ca-so especial la maldad nunca hasido mi fuerte, que el hecho detener tres votos en el Tribunalde oposiciones y haya dado aun señor o señora una cátedra,no ha logrado, a lo largo de lavida académica de tales perso-nas, resultados halagüeños. Nisus clases son buenas, ni sustrabajos publicados lu son y aveces faltan y brillan por su au-sencia. Aparte que puede darseel caso de que no enseña mejorel que mucho sabe su discipli-na, sino el que logra trasmitirlamejor, pero eso entra en los im-ponderables. Esto lo saben muybien los alumnos, sobre todo iosalumnos que quieren aprender,porque no todos van a la Uni-versidad con tal propósito.

Los profesores no numeraríos o penenes, que censuran alcatedrático su permanencia enlos puestos hasta la jubilación,quieren, en su mayoría, perma-necer también en sus puestos,sin el esfuerzo que ser profesornumerario supone. Claro queno todos piensan igual, pero síuna buena parte; cuando unmuchacho termina, a trancas ya barrancas su licenciatura, y

LA LAGUNA OROCompramos al contado ORO y PLATA

roto o usado SERIEDAD Y DISCRECIÓNAvda.de la Trinidad, 4-2° piso (Semiesquina a Herradores)

LA LAGUNA

LABORATORIODe Barcelona desea cubrir representación Teneri-

fe para la Visita Médica. Tanto por ciento elevado. Co-misiones brutas actuales 600.000 pesetas/año. Gastospor cuenta Empresa. Experiencia no indispensable.Buen nivel cultural, vocación comercial y dinamismo.Vehículo necesario. Escribir a mano a Anuncios Publilí-nea, Av. Diagonal 339 bajos. Barcekma-37. Ref. 699.

(A)

se planta a dar clase, en cuantotiene el título fácilmente gana-do i para qué vamos a engañar-nos!, lo probable es que unanueva calamidad amenace a laUniversidad. Se me hunde elánimo, desde aquí, desde la vilia de Madrid, en la región Cas-tilla La Mancha, cuya capitalparece que será Toledo, el leerque una demagogia demencialse echa a la calle en Las Pal-mas, pidiendo una Universidadcompleta, igualita en Faculta-des a. las que en La Lagunaexisten. Y me explicaré.

Al irme para América había,corno he escrito, sólo tres Fa-cultades en La Laguna; en estelapso de tiempo hasta hoy, algoasí corno la primavera del poe-ta, la cual ha venido sin que na-die sepa cómo ha sido, La La-guna ha acrecentado sus Facul-tades y ahora se puede estudiaren ella: Derecho, Ciencias Quí-micas, Filosofía y Letras, consus ramas de Filología románi-ca, inglesa, no sé si clásicas,otra vez, y Geografía e Histo-ria; Medicina, Matemáticas,Biología, Farmacia, Económi-cas, Bellas Artes y Ciencias Fí-sicas, No estoy segura de quesean exactamente éstas y recti-ficaré mi equivocación, si lahubiere.

¿Necesitamos tantas Facul-tades? ¿Precisarnos de tantascarreras, aparte de las ense-ñanzas que se dan en la Politéc-nica de Las Palmas, que com-pletan las demandas científicasdel Archipiélago? ¿De verdadestamos lanzando licenciadosdiscretos, no ya buenos, porquela Universidad española, no losprodiga, en general? ¿Para quéqueremos tanta gente que lue-go no tendrá trabajo? ¿Cómoestá el profesorado de esas Fa-cultades? Hasta hace poco enla de Matemáticas había un só-lo catedrático o profesor nume-rario; en Económicas, tres y enFarmacia, seis. Los interinos ycontratados son legión y enabrumadora mayoría.

¿Cómo están las Bibliotecasy los Laboratorios? ¿Tenemosya Colegios universitarios don-de alojar a los alumnos que val-gan intelectualmente y carez-can de medios económicos? Yasé que casi me matarán, sí es-cribo que determinadas carre-ras que cuenten con vocacionesserias y no de broma, como al-gunos jovencitos pretenden,costarían al país más barato yobtendríamos mejores profesio-nales, si un riguroso sistema debecas, por méritos, y no porcompadrazgo, político o amis-toso, costeara sus estudios enotras prestigiosas Universida-

des de la Nación, o incluso ex-tranjeras, si el becario es dignode atención, por supuesto, cosaque se averigua pronto.

Claro que esto no se hará:seguirá habiendo más licencia-dos en Derecho, en las diversasramas de Filosofía y Letras,que, de no contar con una bue-na preparación, rio tendrántrabajo. Y en Las Palmas quie-ren más abogaditos, más licen-ciaditos en Letras, a los que da-rán clase los desoficiados queya están sin trabajo y algunasmamas y papas respirarántranquilos viendo a sus niños yniñas de profesores, quienesarmarán un seis por ocho, a finde quedarse toda la vida repi-tiendo la lección quinta, a losque vengan a continuación.

La Universidad pasará a engrosar esa Sociedad de Soco-rros Mutuos en que se nos estáconvirtiendo el país, nido deburócratas, en el que lo de me-nos es hacer un centro serio decultura y que prepare buenosprofesionales, sino el que Paquito o Pepita ganen su sueldopara casarse o no, según losproyectos de las criaturitas... SiPaquito o Pepita no saben na-da, eso no importa. Vea el lec-tor un recorte de EL DÍA, delmartes, 17 de junio de 1980, enla sección «De buena tinta». Na-die lo comentó, acaso porque secomenta él solo, pero un paísque tolera semejante desver-güenza, debe controlar mejorsus apetencias He aquí elsuelto:

«La Universidad de La Lagu-na está «bajo mínimos». La fra-se no es nueva ni mucho me-nos, por desgracia. Un leveejemplo de esta lamentable si-tuación de nuestra Universidadlagunera: en cierto curso decierta facultad todo el alumnado ha aprobado ciertas asignaturas con la misma califica-ción: sobresaliente. La razón esbien sencilla: no existe catedrá-tico y el profesor es un «pene-ne», casi recién licenciado, queopta por poner la nota que losalumnos acuerdan ponerse en-tre sí... Este es un ejemplo quealgunos catedráticos lagunerosponen cuando se refieren alcaos universitario...».

Sentí una tan semejante ver-güenza propia, porque mis Is-las nunca me son ajenas, quehasta me callé, pero corté elsuelto para resaltarlo en oca-sión propicia y ésta ha llegadoahora. Nadie se dio por aludi-do, ni el Decano de esa Facul-tad chistó. ¿Es esto lo que quie-ren duplicar en Las Palmas?

María Rosa Alonso

w m

U ATENCIÓN!!Importante Empresa PRECISA:

LICENCIADA EN FILOLOGÍA INGLESApara departamento cultural de INGLES.

INTERESADAS presentarse mañana lunes, día21, en horas de oficina, en C/. Pilar, 40-42-1°., pregun-tar Sr. Jamardo. OFERTA 10223 INEM 3803815.

PRIMER CENTRO AUDIOVISUAL DE CANARIAS |INFORMA la apertura de matrículas para eí curso 83/84 I

• MECANOGRAFÍA (Audio-vídeo) 300. p.p.m.• TAQUIGRAFÍA (Audiovisión) 100 p,m.• CONTABILIDAD (Audio)• SECRETARIADO INTERNACIONAL• FORMACIÓN ADMINISTRATIVA• INGLES (Circuito cerrado TV.)

• Temas imprescindibles para oposiciones.• Aulas amplias perfectamente equipadas para el

aprendizaje.• AUDiO STUDIO garantiza la total enseñanza en los

cursos que imparte.

~^

C/. San José, 35-4°Edificio «Ei Chicharro»Santa Cruz de Tfe.

La verdad dela enseñanza