culturizarte: el arte de entender la cultura desde la

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1 Culturiz arte: El arte de entender la cultura desde la adm inistración. El caso de la Fundación Batuta Marie A ntoinette Dehollain Univ ersidad de los A ndes Facultad de Administración de Empresas Bogota, 2007

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Culturizarte: El arte de entender la cultura desde la adm inistración.

El caso de la Fundación Batuta

Marie Antoinette Dehollain

Universidad de los Andes Facultad de Administración de Empresas

Bogota, 2007

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Culturizarte : El arte de entender la cultur a desde la administración.

El caso de la Fundación Batuta

Marie Antoinette Dehollain

Documento de Tés is para Pregrado

Director:

Jaime Ruiz Catedrático Facultad de Administración

Universidad de los Andes

Universidad de los Andes Facultad de Administración de Empresas

Bogota 19 de mayo de 2007

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CONTENIDO

Pag. Introducc ión 6 Metodología 10 Capitulo 1. Marco teórico 13 1.1 Definiciones y Aproxim aciones 14

1.1.1 Hi storia del concepto de industria cultural 14 1.1.1. 1 Industr ia cultural: un concepto negativo 14 1.1.1. 2 .La UNESCO 15 1.1.1. 3 Las I ndustrias Creativas 16 1.1.1. 4 Las I ndustrias del Entretenimiento 17

1.2. Las Funciones y Características de las Industrias Culturales 20 1.2.1 Funciones 20 1.2.1. 1 Promot ores de un derecho 20 1.2.1. 2 Creadores de identidad 21 1.2.1. 3 Fuente de aprendizaje 21 1.2.2 Características 22 1.2.2. 1 Estructura de las I ndustrias Cult urales 22 1.2.2. 2 La creativ idad un proceso de creación de valor, las redes una necesidad 25 1.2.2. 3 Una tendencia hacia las organizaciones burocráticas 28 1.2.2. 4 Los derechos de autor: un eje f undamental 30 1.2.2. 5 Un área estratégica: el mercadeo 32

1.3. El rol del Estado 34 1.3.1 Norte América vs. Europa 34 1.3.2 Latinoamérica 36 Capitulo 2. En Colombia 40 2.1 Las industrias Cultur ales en el país 40 2.1.1 Evolución del concepto de industria cultural y características 40 2.1.1. 1 La ley general de Cultura 40 2.1.1.2 El British Council 41

2.1.2 El Rol del Estado 44 2.1.2. 1 La ley general de cultura y la prot ección de los derechos de aut or 44 2.1.2. 2 El ministerio de cult ura 45 2.1.3. Características del sector cultural en Bogotá 46

2.2. El sector musical, especialmente el orquestal, en Bogotá 54 2.2.1 Hi storia 54 2.2.2 Características del subsector musical en Bogotá 55 2.2.3 Mercado 61 Capitulo 3. El caso Batuta 65 3.1. Historia 65 3.1.1 Su Creación 65 3.1.2 Su Desarrollo 67

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3.2. Estructura 69 3.2.1 Una empresa social 69 3.2.2 Organización y conflicto 71 3.3 Mercadeo 77 3 .3.1 Plan de mercadeo 78 3.3.2 Fund- Rai sing 80 3.3.3 Indicadores 82 3.4 Derechos de autor 83 3 .4.1 El conflicto 83 3 .4.2 Las deci siones 84 Conclusiones 87 Bibliograf ía 91 Ane xos 94

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Índice de Tablas y Anexos

Tablas 1 Actividades de la industria m usical p. 56 2 Áreas de actividad m usical p. 57 3 Resumen de características del subsector musical p. 60 4 Consumidor Musical p. 62 Figuras 1 Continuo del entretenimiento p. 18 2 Cadena de valor de la industria cultural p. 27 3 Distribución según antigüedad p. 48 4 Organización jurídica por subsectores p. 49 5 Promedio de los activos por subsectores p. 50 6 Promedio de empleados por subsector p. 51 7 Contabilidad por subsector p. 52 8 Proyectos Batuta p. 68 9 Cadena de valor de Batuta p. 70 10 Organigrama Junta Directiva Batuta p. 72 11 Organigrama Batuta según Estatutos p. 74 12 Organigrama Batuta según trabajo de campo p. 75 Anexos p. 94 1 Mapa Batuta p. 94 2 Plan de estudios Bat uta p. 95 3 Evolución proyecto Preorquestas p. 96 4 Fundadores p. 98

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INTRODUCCIÓN

Las industrias culturales han cobrado importanc ia en los últimos años podr íamos

decir que están de moda. Pero más allá que una moda es una realidad que había

sido subvalorada: una parte importante de la cultura genera un impacto

económico similar a otros sectores económicos, muchas de las activ idades

culturales dan or igen a un sec tor productivo que genera r iqueza económica y

como la producción de cualquier otro tipo de bienes y serv icios que contr ibuyen al

crecimiento económico (Minister io de Cultura de Colombia [MinCult], & Convenio

Andrés Bello [CAB], 2003) y a unas empresas que como cualquier otro tipo de

organización tienen caracterís ticas demográficas y organizac ionales. Nuestra

percepción de las industrias culturales como meras activ idades de entretenimiento

y divers ión olv idando su impacto social y desarrollo económico es bastante

limitada

... it is argued that this sector is innovative, entrepreneurial, flexible, creative, idea driven,

as such is placed at the leading edge of the new post- industr ial, informat ional economy (Lovatt, O´Connor, Raffo & Banks, 2000)

El sector de las industrias cult urales se est á convirtiendo en el sect or estratégico de la

competitividad, el empleo, la construcción de consensos, el modo de hacer política y la

circulación de la inf ormación y los conoci mientos (Hopenhayn, s.f.)

En Estados Unidos los ingresos por bienes culturales son mayores que por

cualquier otra exportación, los estudios en países de desarrollo intermedio como

México o Brasil, ev idenc ian que la contribuc ión de las industrias culturales al PIB

oscila entre el 4% y el 7% (Garc ía, 2001). En la c iudad de New York como lo

muestra el s iguiente recuadro, las industrias culturales han sido un elemento clave

para su desarrollo y riqueza, siendo generadoras de empleo directo e indirec to

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Tomado de Kane, Keegan, Kleiman & Siegel (2006, p. 35)

Colombia tiene un gran potencial cultural,

Colombia, por ser un país diverso, en sus regiones, biodiversidad, en la conf ormación de

sus culturas (...) posee aquel don que tiende a ser escaso: su altísimo nivel de creatividad,

reconocido hoy en día nac ional e internacional mente. (Wills, 2006, p. 1.)

De acuerdo con datos del DANE, 2% del PIB nacional, en 1994, era aportado por

la cultura, generando 63.000 empleos directos 1. El impacto de estas industr ias 2

ha aumentado en los últimos años y en el 2000 ya representaban el 2.5% del PIB

de nuestro país3, proporción que muy seguramente continuará incrementando;

por ende, entender cómo funcionan se convierte en un asunto de suma

importancia (Lovatt, et al. 2000).

El objetivo de este trabajo es intentar analizar este sector desde una perspectiva

adminis trativa, tratando de estudiar algunas de sus carac ter ísticas y 1 Castro, Raúl, Pan el sobre emprendi miento en artes e industrias creativas. La creatividad como alternativa de des arrollo, 25 Octubre 2006 2 De acuerdo con la d efinición dada por el Ministerio de Cultura, ver pag . 40 3 Tomado d e http://www.dane.gov.co/ files/investigaciones/boletines/pib/cn_base2000.pdf, el 1 de Marzo d e 2007

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particular idades, y cómo éstas se perciben en un caso en particular: el caso

Batuta.

Dado que es un campo en desarrollo existen todavía muchas confusiones al

momento de analizar lo y entender lo, por esto la intención de es te trabajo es

encontrar una manera de organizar la informac ión y la forma de estudiar este

sector.

Es necesario tener claro ciertos aspectos del sector cultural como lo son: las

empresas culturales, las empresas creativas y las del entretenimiento. Estos tres

estudios es tán sujetos a tres tendencias que tienen su propia manera de analizar

y percibir la actividad cultural: el francés, el inglés y el nor teamericano

respectivamente. Con esto definido podemos estudiar cómo se concibe la

actividad de Proyecto Batuta en nuestra sociedad y el impacto que tiene.

Con miras a cumplir el propósito es tablec ido, esta investigac ión se divide en tres

capítulos. El pr imero de ellos es el lineamiento (marco) teór ico donde intentaré

conceptualizar lo que se entiende por industrias culturales: qué son, cómo se

componen, qué las caracteriza. Tratar la diferenc ia entre industr ias culturales,

industrias creativas e industr ias del entretenimiento me será de gran utilidad para

delimitar aún más el concepto de industr ia cultural. Es to con el fin de entender y

descr ibir las (transcribirlas) en un caso concreto.

En el segundo capítulo intentaré esbozar un panorama de la situación de las

industrias culturales en Bogotá, empezando por las caracter ísticas generales del

sector y delimitando mi trabajo aún más al subsector mus ical orquestal. De esta

manera se hará un breve repaso sobre el rol del Es tado en nuestro país y las

carac ter ísticas demográficas y organizac ionales que predominan en el sec tor

musical en nuestra ciudad.

El anális is del sector me permite pasar a mi tercer y último capítulo: el análisis de

la empresa, Batuta. En este capítulo trataré de resaltar las carac ter ísticas del

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sector en una empresa en particular; es tratar de definir Batuta como una

empresa cultural y describir la teor ía grac ias al caso Batuta.

Las conclusiones que sur jan de este proyecto serán una propuesta para

esclarecer el estudio de este sector y para observar una empresa cultural como

un ente generador tanto de impacto social y económico, como una activ idad que

despier ta diferentes tipos de intereses en diferentes grupos (stakeholders).

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Metodología

Para el desarrollo de este proyecto se emplearon diferentes tipos de trabajo:

Investigación teór ica bibliográfica

Con esta investigac ión comencé mi trabajo, con el fin de entender los

conceptos que iban a ser desarrollados y manipulados a lo largo éste. Fue una

investigación puramente académica en la cual se buscó la mayor informac ión

posible sobre industr ias creativas tanto en el mundo como en Colombia.

Aunque es mucho lo que se ha escr ito sobre ellas, todavía no es una actividad

que se encuentre bien definida, e incluso el mismo término de “industria

cultural” genera mucha polémica; es por esto que esta investigación llevó en

su mayor ía de las veces a textos escr itos por autores internacionales, ya que

el tema no ha sido tan elaborado en nuestro país. El propósito de esta

búsqueda era conocer lo que se ha escr ito sobre estas industr ias, cómo se

han definido y qué las caracter iza, por lo cual, como se notará en las

referenc ias , se encontrarán desde libros, artículos de prensa, artículos

académicos, tesis... Grac ias a estas lecturas se desarrolló el pr imer capítulo

de la investigac ión, el lineamiento teórico, y se plantearon los ejes de interés,

aquellas caracter ís ticas que son propias al sector cultural y que más llamaron

mi atenc ión. Este tipo de trabajo no fue sólo necesario para la elaborac ión de

mi pr imer capitulo, pues siempre necesité del enriquec imiento de las lecturas

para comprender mejor el desarrollo del sec tor musical en Bogotá, el rol del

Estado, entre otros temas que fueron abordados en el trabajo.

Observación de campo

Este tipo de trabajo fue esencial para mi trabajo, especialmente para el estudio

del caso Batuta, pues no se trataba sólo de estudiar la organización desde un

punto de vista meramente académico, sino también conocer sus raíces y la gente

que hace parte de ella. Esto me permitió adentrarme más y más en la

organización y percibir de manera objetiva sus procesos de gestión, su ambiente

organizacional y su cultura.

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Trabajo de campo

Este trabajo complementó la observación mencionada anter iormente, pues mi

trabajo en la Fundac ión no solo constó en observar como ésta func ionaba y ser

un ente pasivo. Por el contrar io, mi trabajo incluía involucrarme con los

funcionar ios, especialmente con su directora general, Norma Poveda, y su

director creativo, Juan Carlos Rivas, as istir a algunos de los centros orquestales y

grac ias a las entrevistas e información que muy voluntar iamente me brindaron,

sacar conc lusiones sobre el func ionamiento y estructura de la organización.

De igual manera en este trabajo de campo inc luyo las entrevistas que pude lograr

realizar a gente que trabaja en el medio cultural, y quien muy amablemente me

brindó sus opiniones, ideas, argumentos y teor ías sobre las industr ias culturales,

el desarrollo de éstas tanto en el país como en el exterior . Entre estas personas

que me ayudaron de manera s ignificativa incluyó a Fernando Toledo, Rodr igo

Castaño, Juan Car los Gaitán y Madi Samper.

En total se realizaron once entrevis tas a personas que de alguna u otra manera

se desempeñan en el campo de lo cultural y sus industr ias: tres a Norma Poveda,

dos a Juan Car los Rivas, una a Maria Cr istina Rivera, Juan Car los Gaitán, Madi

Samper, Rodrigo Castaño, Fernando Toledo y Ricardo Lozano. Estas entrevis tas

sirvieron para recolec tar datos de tipo cualitativo, ya que en su mayor ía de las

veces el propósito era indagar al entrev istado sobre su percepc ión y opiniones

frente a las industrias culturales y al desarrollo de és tas .

En primer lugar fue necesar io comprender el tema que se iba a tratar y por esta

razón la inves tigación bibliográfica fue en un pr incipio el trabajo más exhaustivo.

Una vez desarrollado el marco teórico y cuando comencé mi trabajo de campo

conté con muchísima suer te pues la Fundación me abr ió sus puertas y pude

contactar a la gente que quise y acceder a la información necesaria. Una vez

involucrada con el tema cultural, cuando ya no sólo se trataba de realizar mi

proyecto sino de un modus vivendi, me adentré no sólo en el tema s ino en el

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ámbito y circulo cultural (el medio, su gente), conocí a la gente que me br indó su

apoyo e ideas para llevar a cabo mi investigac ión.

En general la mayor ía de los datos recolectados fueron datos cualitativos ya que

no es mucha la documentac ión oficial que exis te sobre este tipo de industrias.

Además siendo un trabajo de tipo descr iptivo, mi interés pr incipal se enfocó en

encontrar aquellos criter ios que más se menc ionaban en la teor ía, para as í tratar

de desarrollar un marco descriptivo de las industr ias culturales . Por esta razón mi

proyecto es ante todo un estudio descr iptivo sobre es tas industr ias y algunos de

sus aspectos más desarrollados.

Fue así como recolectando poco a poco información adquir ida en los libros , en la

exper iencia de le gente, y en la propia, comencé a redactar y dar le es truc tura a mi

proyecto. Comencé por tratar de explicar lo que es una industria cultural: qué la

define, qué la caracter iza; para luego poder realizar una espec ie de acercamiento

estudiando pr imero el sector cultural en nuestra ciudad y terminando de manera

específica con el análisis de la Fundación Batuta. El propós ito de dicha

metodología: tratar de descr ibir en un caso prác tico las caracter ísticas que según

la teoría y conocedores del tema definen a las industrias culturales.

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1. Marco teórico

¿Industr ias creativas, industrias culturales y/o industrias del entretenimiento?

¿Tres términos dis tintos, o s inónimos? Tal es la ambigüedad que existe que es

dif íc il dar una respuesta conc isa a es te tipo de preguntas. Antes que todo es

importante resaltar que al referirnos al término “cultura” acompañado del concepto

de “ industr ia” no se es tá en ningún mo mento desprestigiando o subvalorando a la

cultura como tal; pensar en industr ia cultural no debe reducir a la cultura a un

commodity (Barbero Jesús, 2000), sino recalcar la importanc ia de la cultura en

nuestra economía y en nuestra sociedad, como generadora de r iquezas tanto

para la comunidad como para el individuo.

Se conv ierte entonces en un asunto de suma importancia entender cómo

funcionan, cómo se conforman, qué las caracteriza. Cómo podemos ver desde

esta introducción, ex isten términos c laves que se desarrollarán más adelante y

que son importantes para nuestro estudio: innovación, creativa, sector.

En este pr imer capítulo, recapitularemos las diferentes definiciones que, en

diferentes momentos y países, se le ha dado al concepto de industr ias culturales,

con el fin de concebir una idea más clara del término con la cual elaboraremos el

estudio del caso de la Fundación Batuta.

Antes de comenzar a recapitular la historia del concepto y sus carac ter ísticas

existen c iertos términos que es importante ac larar .

El primero de ellos es el de i ndustria que tiene un s ignificado en el estudio “neo-

clásico” económico que define al mundo

as a comprised set of separate individuals or firms who seek to max imize their util ity in a

transaction, transactions take place in markets and from this perspective industries are

classified by which market they trade in (Pratt Andy, 2001)

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Por ende hablar de industria cultural supone hablar de entidades cuyo interés es

maximizar sus gananc ias (mater iales o no) generando intercambios en el

mercado cultural.

El segundo de ellos es el de sector que se define como un sis tema de producc ión

en el cual operan diferentes industrias (Jeffcutt & Pratt, 2002). El tercero son las

redes que se definen como formas de organización abierta y flex ible, que

complementan a las instituciones más estables y tradicionales del Estado, el

mercado y la sociedad civ il (Yúdice George, 2003).

1.1 Def iniciones y Aproxim aciones

Ex isten var ias definic iones y aprox imaciones al término de industr ia cultural, que,

aunque se trate de un concepto bastante moderno, ha var iado a través de las

últimas décadas. En esta primera parte daremos un repaso a la histor ia del

concepto de industria cultural, llegando hasta las más modernas definic iones,

para tratar al final de concebir una que se adopte mejor a nuestro caso de estudio.

1.1.1Historia del concepto de industria cultural 1.1.1.1Industria cultur al: un concepto negativo

El concepto de industr ias culturales fue evocado por pr imera vez en 1935 por el

filósofo alemán W.Benjamin, para quien el concepto era bastante negativo pues

“la obra de arte estaba comenzando a perder su valor e importancia debido a la

reproducción industrial por medio de técnicas modernas de la cual era objeto”

(citado en Sandoval, Natalia, s .f.). Bajo este mismo lineamiento se hallaba la

posic ión de T. Adorno y M. Horkheimer, de la escuela de Frankfur t, en 1947

quienes subrayaron las grandes amenazas de la aplicac ión de las técnicas de

reproducción industr ial en la creación, difus ión y comercialización masiva de las

industrias culturales, “his ar ticle saw the cultural industries as the enemy of society

having a debasing effect on culture. Culture industries were closel y identified with

mass society and not interrogates as a substantive concept” (Pratt A ., 2000).

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Estas dos posic iones recalcan el efecto negativo que tiene la producción industr ial

sobre el valor de la obra artís tica.

Este énfasis negativo cambió en la década de los setentas, cuando se analizaron

las industrias culturales como posibles medios para transmitir ciertos mensajes e

informac ión.

1.1.1.2. La UNESCO

Luego, en la década de los ochentas y como consecuenc ia del informe elaborado

por la Comisión McBr ide, un comité de expertos reunidos bajo la tutoría de la

UNESCO elaboró un estudio respecto a la verdadera función de las industr ias

culturales definiéndolas como “Aquellas industrias cuyos bienes y servicios

culturales son producidos, reproducidos, conservados y difundidos según criterios

industriales y comerciales , es decir, en diferente serie y aplicando estrategias de

carác ter económico” (Sandoval, Natalia, s.f.)

Fue desde este entonces que en las industr ias culturales se comenzó a pres tar

atenc ión a elementos tan var iados como los procesos industr iales (requer idos

para la elaboración de bienes y serv icios culturales), a la actividad creativa que

produce dichos bienes (hac iendo énfasis en la importanc ia de los derechos de

autor como protec tor de su materia prima) y a la actividad comerc ial ( la oferta y la

demanda presentes en el mercado) necesar ia para difundir de manera efic iente el

producto. En general la mayor ía de las definiciones de las industrias culturales

empleadas hoy en día se apegan al concepto desarrollado por la UNESCO, con

alguna que otra var iac ión dependiendo el carác ter del estudio. El siguiente

ejemplo muestra una definic ión que nos permite resaltar la importancia de las

industrias culturales tanto en el ámbito económico como en el social, al igual que

la establec ida por la UNESCO mantiene las caracterís ticas de producc ión y

difus ión de bienes y servicios culturales a escala industrial; no obstante podemos

ver que esta delimitación se inclina más hacia el primer lado, el económico, al

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excluir de su dominio categorías tan importantes para la formación cultural como

lo son el teatro y la ópera

En el caso del presente estudio, hemos optado por identificar a las industr ias culturales

como aquellas indust rias que si bien producen, reproducen, dif unden y comercializan

bienes y servicios culturales reproducibles a escala industrial, de acuerdo a criter ios

econó micos cumplen un rol i mport ante en la definición de las sociedades: radio, televisión,

cine, música, publ icidad, libros, periódicos (...) Este enfoque supone excluir de esta

definición aquellas ot ras manifest aciones cult urales co mo el t eatro, la ópera etc. ya que

éstas no requieren de un proceso industr ial para su concepción y su difus ión (Sandoval

Natalia, s.f.)

1.1.1.3. Las Industrias Creativas

Reconoc iendo la importanc ia de las industr ias culturales en la economía y en la

sociedad, el gobierno inglés dec idió renombrar las industrias creativas

definiéndolas como:

Those activities which have t heir origin in individual creativity, ski ll and talent and which

have a potential for wealt h and job creation through the generation and exploitation of

intelectual property. These have been taken t o include the following key sectors:

advertising, architect ure, the art and antiques c rafts, design, designers fashion, film,

software, music, the performing arts, publ ishing, TV and radio. (Jeffcutt & Pratt, 2001)

El término que cabe resaltar en esta definic ión es la creati vidad pues es el que

justifica que el gobierno ingles haya “re-bautizado” a las industrias culturales bajo

el término de industrias creativas, ya que es menos controversial que el término

cultural, “ In practice the term “creati ve” has been used for political effects” (Pratt,

2001) s iendo las industrias culturales donde se percibe mejor la noción de

creatividad4 como core competence para crear ventajas competitivas . De esta

manera se amplía el dominio de lo que se define como industria creativa: las

industrias culturales no son las únicas industrias creativas, pero s í son aquellas en

4 Creati vidad entendida como un proceso que requiere “knouwledge, networks and tecnol ogy, interc onneting novel i deas and contextes” (Jeffc utt & Pratt, 2001)

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donde el concepto de creatividad es más crucial para su exis tencia y

supervivenc ia.

No obstante exis ten algunos textos que hacen la diferencia entre industr ias

culturales e industr ias creativas. Su argumento se basa en cuanto a la escala de

producción que éstas manejan

(...) cabe destacar que hay que diferenciar los que es industria cult ural de lo que tiene que

ver con movi miento econó mico de lo cult ural [industrias creativas], que no necesariamente

tiene un sistema de producción industrial (Mar ianacc i, 2006, párr.3)

En algunos casos cuando ex iste es ta distinc ión las industrias culturales tienden a

inclinarse más del lado artístico

A particularly tense relationship exists between art and cultural industr ies in that they are

commonly relided with t he market/ non binary. Where cult ural industries policies fal ls under

arts management the commercial di mension can downplayed, or ignored (Pratt, A.

2000)

1.1.1.4. Las Industrias del Entretenimiento

La elaboración en torno a la definic ión de industrias culturales resulta ser un

proceso problemático dadas las caracter ísticas particulares de es te sector de

actividad y pueden ser vistas “(...) as places of condensation or interac tion of

multiple cultural webs, as a crossroads of different areas of social producti on”

(Barbero, Jesús, 2000)

Como pudimos apreciar anter iormente muchas de las definiciones y

aprox imaciones que se le han dado a es tas industr ias están ligadas a cuestiones

políticas: tal es el caso británico donde el gobierno nombró a las industr ias

culturales industrias creativas y el caso norteamer icano donde en las

negociac iones de la OMC (1945 -1947) el gobierno nor teamericano definió las

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industrias culturales como meras industr ias del entretenimiento (Sandoval,

Natalia, s.f).

No obstante existen ciertos es tudios que reparan en la diferenc ia que debe

hacerse entre industr ias culturales e industrias del entretenimiento. Un ejemplo de

éstos es el análisis de Cuellar & Peña (2006) en donde comparan el sec tor

cultural a un continuo (un segmento) delimitado en un lado por las ar tes populares

y del otro por la cultura. Así la diferenc ia se halla en el objetivo, el fin, con el que

se produce el bien o serv icio cultural:

En el ext remo de las artes populares está la necesidad del entretenimient o puro mient ras

que del extremo de la cultura está la neces idad de enriquecimient o (...) En el extre mo del

puro entretenimiento se ubican actividades como asistir a espectáculos o eventos

deportivos, conciertos de rock o música popular y asisti r a cine. Desplazándose sobre este

continuo, estaría el teat ro musical y los conciert os orquest ales populares, le siguen a estos

el t eatro y la opera seguidos por las galerías de arte, el ballet y la danza (Cuellar &

Peña, 2006, p. 16)

Figura 1.

5

Según este estudio, el sector cultural es tá compuesto de sub-sectores y que es

correcto diferenciar entre la industr ia cultural y la industria del entretenimiento ya

5 Este g rafi co fu e realizo por Paula Cu ellar y Mauricio Peña p ara su tesis d e maestría.

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que las dos buscan cumplir propósitos distintos: una busca satisfacer neces idades

educativas y de enriquec imiento del espír itu mientras que la otra neces idades de

entretenc ión y divertimiento; una vez entramos en el dominio del oc io, nos

estamos refir iendo a industrias del entretenimiento (Espinasa, José, 2001).

Igualmente sustentado por Car los Rehemann, director del proyecto de impuls ión

de empresas culturales y creativas en Argentina (CREA), “lo que deb ería producir

una industria cultural en caso de que existiera es arte; l o que produce la industria

del ocio es entretenimiento” entendiendo por ocio el tiempo en el que simplemente

no hay obligac ión de hacer algo (Rehemann, 2004).

Cada una de estas industr ias existe para complacer las dif erentes neces idades

que se manifiestan en los consumidores . No obstante la primera de ellas , la

industria cultural, nace del creador (del artista) y no es tá sujeta a las expectativas

y apetencias del consumidor ; por el contrar io en la industr ia del entretenimiento, la

“obra” nace del estudio de los deseos del consumidor (Rehemann, 2004)

Es importante recalcar en este nivel que los consumidores no están limitados a

consumir sólo un tipo de bien o servicio cultural, y que muy bien pueden escoger

entre los diferentes productos que este continuo ofrece, “El consumidor de

productos culturales no se limita a ninguno de los puntos del continuo, por el

contrari o, se desliza fácilmente entre un punto y otro dependiendo de sus

objeti vos” (Cuellar & Peña, 2006)

Otra manera de tratar esta dicotomía, como lo plantea Jose Joaquin Brummer, es

por el manejo de los conceptos de industr ia cultural liviana e industria cultural

pesada (citado en Sandoval, Natalia, s .f.). Bajo este supuesto las industr ias

culturales pueden ser divididas en dos categorías , la pr imera compuesta por

actividades como la telev isión, la divulgac ión, la lectura veloz , etc. y la segunda

por todas aquellas actividades que hacen referencia a pensamientos e ideologías

de larga durac ión, como lo son la religión, las obras c lásicas, los tabúes... Este

argumento hace que se vuelva irrelevante hablar de una industria del

entretenimiento separada a la industr ia cultural, ya que esta ser ía parte de la

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industria cultural liviana. Este aspecto también fue utilizado para solucionar el

debate que surgió en la década de los setentas en el cual se cuestionaba si los

medios elec trónicos de reproducción, que facilitaban (y facilitan) la reproducc ión

del arte a mayor escala, debían ser considerados dentro de la cultura,

categor izándolos en el área de low culture (Pratt Andy, 2000). De alguna manera

se sigue el concepto de Cuellar & Peña (2006) del continuo cultural solo que esta

vez no se div ide en diferentes industr ias sino en diferentes categor ías de

industrias culturales.

No estamos objetando que ésta deba ser la única manera de percibir la diferencia

entre lo cultural y el entretenimiento, no obstante es te anális is permite tener una

idea más clara de lo que es cada una de ellas y porqué es coherente resaltar que

sí bien existe una diferencia entre un bien o servicio cultural y un bien o serv icio

del entretenimiento, éstas dos industr ias no están totalmente des ligadas una de la

otra y que hay una relación entre ar te y entretenimiento, como la hay entre c iencia

y tecnología: la industr ia del entretenimiento se alimenta del arte y no podría

desarrollarse donde no se haya un consolidado un movimiento artístico

(Rehemann, 2004).

1.2 Las Funciones y Características de las Industrias cultur ales 1.2.1. Funciones

1.2.1.1. Prom otores de un derecho

Según el derecho internacional, el acceso a la cultura es un derecho universal y

se debe velar por su cumplimiento; según la UNESCO la cultura es propia al

hombre y es lo que nos hace humanos

El ser humano necesit a no sólo conocer sino tener al alcance, disfrutar, gozar y propiciar

la cultura y el art e porque son part e de su riqueza no sólo mat erial sino espiritual, lo que le

per mite viv ir íntegrament e de una manera distinta, plena. (Molina Silvia, 2001)

La cultura, y por ende las industr ias que la promueven son espac ios de

comunicación e integración a través del cual fluyen muchos significados y

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21

relac iones soc iales, “al volver la cultura una práctica más dentro de la

cotidianidad, mejora el nivel de vida y cohesiona la pertenencia a un espacio y a

una comunidad” (Espinasa, José, 2001). Por esta razón las industr ias culturales

permiten el derecho a la integrac ión y a no ser exc luidos, a ser parte de una

sociedad.

1.2.2.2. Creadores de Identidad

Una de las principales funciones de las industrias culturales, y por la cual debe ser

tenida en cuenta como un eje importante para la soc iedad, es su rol de creador de

identidad, de preservador de memor ia, “These industries play on the strategic

ground of the images people form of themselves and by which they make

themselves recognizable to others” (Barbero, Jesús 2000). Es por es to que la

industria cultural es propia a un terr itor io, a una cultura. Su función no sólo

contribuye a la formación de la identidad, sino también al fortalecimiento del

sentido de pertenenc ia de los grupos poblacionales en diferentes terr itorios del

país. La siguiente cita de Hugo Hiriar t (2001) refleja de manera concreta esta

función de las industr ias culturales:

El espejo del cuerpo es el bronce bruñido, el del al ma el vino, dice Sóf ocles, y el espejo de

la sociedad es el arte, ahí aparecen reflejados los hechos y los sueños, los miedos y los

ideales de la sociedad en un momento histórico preciso. El pueblo sin arte es ciego.

1.2.2.3. Fuente de aprendizaje

Las industr ias creativas no sólo nos permiten conocer quiénes somos y definir

nuestra identidad, también, como lo plantea la UNESCO, nos permiten

conocernos mejor como personas, aprender de los demás y valorar lo que nos

rodea. Son una fuente de constante aprendizaje, “Las i ndustri as culturales están inmersas en todos l os procesos coti dianos; a través de ellas se autodibuja la

sociedad, se generan procesos de conocimiento y aprendizaje profundos y

duraderos” (MinCult & CAB, 2003).

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También nos enseñan, de alguna manera, quién es el otro y qué valora. Pero no

sólo su enseñanza abarca el dominio de la cultura entendida antropológicamente,

sino de la cultura v ista desde las artes, es tas industrias nos permiten conocer de

literatura, de teatro, música.... y por ende poseer un mayor saber que muy

seguramente nos permitirá deleitarnos y aprec ia más lo que nos rodea.

1.2.2. Características

La verdad es que todavía no es muy claro cómo funcionan las industr ias

culturales, pues falta documentación. No obstante exis ten ciertas carac ter ísticas

que ya pueden “materializarse”. Es importante aclarar que estas carac ter ísticas

pueden cambiar de una industr ia a otra, ya que (como lo ha podido notar el lec tor)

basándonos en los estudios de Andy Pratt, hemos estado refiriéndonos a

industrias culturales y no a la industr ia cultural:

There is not one cult ural industry, there are several. Each industry (fil m, tv, news media,

etc.) has it own ecology of labour markets and cont racting networks. The cultural industr ies

are best describ as a sect or (Jeffcutt & Pratt, 2001)

1.2.2.1. Estructura de las Industrias Culturales

Entendiendo la estructura como la forma en que se organiza y se reparte la

informac ión, es importante entender como ésta se comporta en las industr ias

culturales. Para entender la mejor se tomó pr imero el sector como eje de anális is y

luego la empresa.

Sector

Si aplicamos la definición de sec tor menc ionada al princ ipio del trabajo, podr íamos afirmar que existe un sec tor cultural, en el cual diferentes industr ias

como el cine, la mús ica, las artes plás ticas, entre otras, producen e intercambian

sus bienes o serv icios. Igual de confuso que la definic ión de industr ias culturales

es la delimitac ión y las carac ter ísticas de este sector. En todo caso podemos decir

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23

que se trata de una activ idad intersector ial, interprofes ional e intergubernamental

(Jeffcutt & Pratt, 2001). Intersectorial pues es un sector que es ta moldeado por la

convergenc ia entra las industrias de la información, los medios de comunicación y

el sector de las artes y la cultura; interprofesional pues convergen diversos

aspectos (o formas) de expresión creativa (formas v isuales , arte, v ideos,

impresiones...); e intergubernamental por el conjunto de intereses, de

stakeholders y de actividades basadas en la creatividad tan variados que este

sector atrae, lo cual explica la variedad de formas de empresa que conforman

esta industr ia.

Las em presas

Las empresas que componen esta industria son también dif íciles de definir , no

obstante para el propósito de es te trabajo nos acercaremos a ellas como

aquel los s istemas sociales (co mpuest os por personas, grupos y sus respectivas

relaciones) que se orientan al cumplimiento de un objetivo común y colectivo, centrado en

aquel las activ idades que se originan en la creatividad, el talento y las habi lidades

individuales (Wills, 2006)

Para que esta definición sea propia a las industrias culturales es necesario

entender la cultura, el talento y las habilidades en el dominio de lo cultural, en el

desempeño de las actividades que pertenecen a este sec tor, en la producc ión de

bienes y serv icios culturales, y agregar que generan empleo a través de la explotación de la propiedad intelectual (Br itish Counc il, 2002).

Una de sus pr inc ipales características es que operan en mercados subjetivos y

volátiles donde el mayor objetivo no es repartir div idendos pero s í mantenerse

creativos e innovadores (Lovatt et al., 2000). Es esta incertidumbre en el mercado,

la falta de una forma de trayectoria de carrera formalizada, de modelos

estadísticos de desarrollo de negocios, de programas de entrenamiento (Lovatt et

al., 2000) lo que hace del riesgo un fac tor central y caracter ís tico de esta industria

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y de sus empresarios6, y explica, como se menc ionó anteriormente, que las

empresas culturales, y el sector que ellas componen, tengan que ser innovadoras,

dinámicas y flexibles. Pero también explica por qué en la mayor ía de los casos

tienen un c iclo de vida muy corto, es dec ir que nacen y declinan rápidamente. La

mayoría desaparecen una vez realizada la función (obra o proyecto) y pueden ser

catalogados como char t-business: “business that live or die by the volume and

success of their output being valued as best i n the market place for a limited

period” (Jeffcutt & Pratt, 2001)

Ex iste una mezcla de formas organizacionales, que van desde las microempresas

hasta organizac iones transnacionales. Sin embargo a veces las empresas de este

sector prefieren mantenerse pequeñas e informales para ev itar los r iesgos de

costos más altos, de nueva infraestructura, “(...) the predominant of self-

employement, part time, freelance and temporary employement in this sec tor”

(Pratt, 2001) y con un número reduc ido de empleados a los que normalmente

contratan temporalmente (Jeffcutt & Pratt, 2001).

Desde una visión jurídica, las formas organizativas que predominan en las

entidades culturales son la de entidades sin ánimo de lucro adoptando la razón

de: fundaciones, instituciones y sociedades culturales (Trimarchi Michele, 2005)

Dado que su organizac ión es tan flex ible, que no ex isten rutinas y labores

claramente definidas, la formación de redes y alianzas que permitan “realizar

oportunidades, desarrollar potencialidades, acceder a la industria, aprender

habilidades y fortalecer la cultura organizacional” (Wills, 2006) es otra de sus

princ ipales caracter ísticas . En Gran Bretaña se ha constatado que las activ idades

culturales se encuentran c laramente ubicadas en un sector (o región) , reduc iendo

as í los costos de operaciones y logística ( transporte, contratos...) y generando un

círculo de confianza (Pratt, 2001).

6 Entiéndase por empresario cultural: “Cult ural entrepreneurs we understand as those directly involved in the production of cultural goods and services; products whose principal value’s symbolic , derived fro m their function as carriers of meaning in images, symbols, signs and sounds (…)”(Lovatt, et al., 2000)

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1.2.2.2. La creatividad un proceso de creación de valor, las redes una necesidad.

Para analizar la activ idad cultural como una industria es necesar io entender la

creatividad como un proceso7 que c ircula desde la generación de una idea original

hasta su realización ( la cual puede ser un producto o una puesta en escena) ; el

trabajo creativo es entonces el resultado de una organización que interrelaciona

personas y organizac iones, es decir el resultado de una red.

Este resultado ( la red) es jus tificado por la compleja apropiación del riesgo

personal y profesional

Los int ercambios en el sector artístico forman una compleja red (...). Así los artistas

creativos int ercambian su trabajo con productores y distribuidores; éstos intercambian

objetos de arte y otras actividades con compradores indiv iduales o con grandes

audiencias; los gobiernos centrales y locales int ercambian becas o servicios; las empresas

privadas int ercambian fondos con artist as e instituciones... (Trimarchi, Michele, 2005)

Es importante que la consolidac ión de es tas redes tenga en cuenta cada uno de

los es labones de la cadena de valor del sec tor cultural, inc luyendo al ar tis ta para

que de esta manera la obra no pierda su valor esencial y su pureza artística, y se

mantenga la reputación tanto del ar tis ta como de la organizac ión, pues el contar

con una excelente reputac ión, entre los exper tos y el público, disminuye los

riesgos y la incertidumbre, y éste (el artista) necesita de gestores , administradores

para “realizar aquellas labores conducentes a conectar al artista con el público

[or ientar la producc ión, promover su divulgación y entregar la al publico]”

(Trimarchi, Michele, 2005) .

7 “ Un proceso que requiere conocimientos, habilidades, redes y tecnologías inter conectar las ideas d e los artistas con los ámbitos en que dichas ideas florecen y se materializan, así como con el público ” (Wills, 2006)

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La cadena de valor de la industr ia cultural presentada a continuac ión8 muestra los

diferentes eslabones que componen la actividad cultural desde su creac ión hasta

su aceptac ión por el público. Cada uno de es tos es labones es fundamental para

la realización del producto o servicio, y si uno de estos faltara sencillamente dicho

bien no puede produc irse de manera eficiente, o senc illamente no puede llegar

hasta el consumidor; es decir que estas activ idades son necesarias para la

existenc ia y desarrollo de la industria cultural. Es importante resaltar que esta

cadena está compuesta por eslabones de distinta naturaleza, y que el correcto

desarrollo de ella no se encuentra sólo en manos del artista.

Debajo de los es labones tenemos las activ idades, la materia que apoyan la

realizac ión del evento, se necesita de:

Creatividad: es la competencia núc leo de la industr ia y debe estar presente

a lo largo de la cadena, no sólo la obra debe ser creativa, sino también la

manera de difundir la y promoverla

Mano de Obra: A veces es necesar io contar con gente capac itada para la

realizac ión de la obra, el artista no puede realizar la solo.

Recursos Financieros: para el desarrollo de cualquier actividad es

necesario contar con los recursos sufic ientes , y, como veremos, en el caso

de las industrias creativas éste es uno de sus talones de Aquiles

Tecnología: La industr ia cultural está muy ligada a los avances

tecnológicos ya que estos le permiten innovar .

Medios de expres ión: son el medio de llegar al público, de hacer conocer la

obra y su finalidad.

8 Esta cad ena d e producción de valor fue realizada basado en un ejemplo d ado por Mau ricio Ruiz en su cu rso Tecnología en l as O rganizaciones , segundo semest re del 2006 .

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Figura 2. Cadena de valor de la industria cultural

No obstante en la conformación de es tas redes puede existir conflicto ya que cada

núcleo (o parte de ella) tiene un objetivo específico y no siempre se pueden

alinear todos los objetivos,

Estos objetivos pueden ser contradictorios entre sí: en muchos casos se plant ea una

disyuntiva ent re la conservación y el acceso al patri monio hist órico, entre la innovación y el

acceso a las artes escénicas, entre el reconoc imiento de los consumidores habituales y las

expectativas de los ocasionales. (Trimarchi, Michele, 2005)

En algunos casos el objetivo del artista, o creador, es puramente altruis ta, es “la

fracción de l a utilidad derivada de la satisfacción i nmaterial, es decir, la utilidad

relacionada con l a ac tivi dad per se” (Trimarchi, Michele, 2005), los objetivos de

las instituc iones públicas es tán or ientados a fines soc iales (democratización de

las artes, velar por los derechos culturales) y las privadas buscan una buena

reputac ión, aclarar y expandir su imagen (Trimarchi Michele, 2005).

Son muchos los actores que partic ipan en el proceso de creación de valor de la

actividad cultural, y cada uno de ellos busca satisfacer sus propios intereses. Para

mantener a cada uno de estos actores motivados es necesario contar con

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indicadores necesar ios y eficientes para medir la correc ta ges tión de las

empresas culturales, “se requiere de una cuidadosa planificación sujeta a

indicadores de gesti ón que permitan establecer si se logran los objetivos y las

metas propuestas al i nicio del proceso creati vo (...)” (Wills, 2006).

Estos indicadores deben es tar presentes a lo largo de la cadena de valor de esta

industria (creac ión, distr ibuc ión y recordac ión) pues es la única manera de lograr

una adecuada medic ión y comprender sus fortalezas y debilidades. Al medir la

eficiencia de una empresa cultural hay que tener en cuenta que “la rentabilidad de

dicha actividad no se puede poner en los mismos términos que las empresas

dirigidas al consumo directo sino en términos de la cohesión social que provocan

y garantizan” (Espinasa, José, 2001). Al medir la creac ión nos referimos

puramente al aspecto artís tico de la obra y es una labor que corresponde a

críticos, académicos y demás conocedores del tema; medir la distr ibuc ión

corresponde a la labor de mercadeo (ubicación de públicos , patrocinadores, ideas

creativas de distribuc ión) ; y por último en la tercera etapa se busca medir el grado

de recordac ión que tiene la empresa o proyecto creativo en la mente de los

consumidores.

1.2.2.3 Una tendencia hacia las organizaciones burocráticas

A nivel interno (stakeholders internos) , en la gran mayoría de los casos ex iste un

director creativo y un director general.

De esta manera se conforman lo que según Mintzberg se denominan

organizaciones burocráticas, o burocracia profes ional, “forma par ticular de

estructurar y coordinar el trabajo” (Ross, María Teresa, s.f). Este tipo de

estructurac ión del trabajo se carac teriza por ser “muy descentralizada. Los

profesionales trabajan en forma independiente (...) Se apoya en la

estandarización de conocimientos y habilidades mas que en procesos

Aunque es te tipo de estructura quiere reducir el riesgo de las organizaciones

culturales de perecer en el corto tiempo, si el medio en el que funciona no es

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estable, se generan problemas de adaptación y tens ión entre los profes ionales

(Díaz, Martín, s.f): “(...)a los profesionales no les i nteresa que otros normalicen

sus procesos de trabajo y ejerzan control sobre los mismos” (Ross, María Teresa,

s.f.) En las organizaciones culturales el método de pensar y trabajar de estos dos

directores, sus intereses y los prejuicios que tienen los unos de los otros, “los

artistas y creati vos son seres aislados en su trabajo, b asan su creatividad en un

trabajo puramente indi vidual ” (Wills, 2006), “El artista no debe involucrarse en la

gestión administrativa de su obra” (Wills , 2006)9, suele chocar y es en muchas

ocas iones la misma causa del final de la organizac ión. Es necesario romper con

estos tabúes y lograr una administración donde confluyan de manera armónica: si

la organizac ión se rige únicamente por los intereses del director general, el ar tista

pierde el control sobre su obra y el mensaje que con ésta quería transmitir ; si por

el contrar io se rige por los intereses del director creativo el vac ío de información y

falta de gestión la pueden llevar al fracaso. Aunque los intereses pueden chocar,

ambos son necesarios para la sotenibilidad de la organización: el artista necesita

del gestor para que su obra se difunda y llegue al público, el gestor neces ita del

artista para que la obra no pierda su creativ idad y valor . Como lo vimos en su

cadena de valor, ex iste una gran cantidad de trabajo y de ac tiv idades en la

realizac ión de un evento cultural que tienen un valor económico y se rigen por

leyes de oferta y demanda, “estas acti vidades tienen una dimensión económica,

pues los procesos en los que se desarrollan ti enen caracterís ticas de producción,

intercambio y consumo” (MinCult & CAB, 2003).

No obstante si el medio es es table y ex iste una “coordinación automática entre los

profesionales a través de lo que han aprendido a esperar unos de otros” (Ross,

María Teresa, s .f.) la organizac ión puede func ionar sin conflic tos ni tens iones. Un

ejemplo de excelente organizac ión y de alineac ión de intereses es el caso del

Cirque du Soleil donde artistas y gerentes han co-creado una serie de prácticas

colectivas que ilus tran el flujo de conoc imiento y experiencia entre los dos grupos

(Mahy, 2005). En esta organización se reconoce el resultado del trabajo artístico

9 Es i mportante aclarar que estas dos referencias al trab ajo Wills no son reflejo de su posición. El argu mento del autor, al igual qu e el nuestro, es qu e estos son tabúes qu e se deben terminar pues perjudican el co rrecto desarrollo d e l a actividad creativa.

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como la forma más avanzada de nuevos métodos de producción en donde

convergen el trabajo del creativo, que es el corazón del propósito ar tístico del

circo, y el del gerente que permite la sos tenibilidad de la organizac ión,

“management activites, wich focus of financial results, profitability, per formance

and efficiency, play a key role in the ability of circus to survive and grow, living in

the opportunity to create gain” (Mahy, 2005). De esta manera se reconoce que la

capac idad de innovar prov iene de un trabajo conjunto entre la creatividad del

artista y los conoc imientos gerenc iales de sus adminis tradores; es en el proceso

de innovación, fundamental para la creac ión de una ventaja competitiva, donde

convergen el trabajo del creativo y del gerente,

if the management pole asphyxiat es the creative, t he criticism can be acerbic. On t he other

hand, if the i mbalance gives carte blanche t o creativ ity to the detriment of management,

the work quit e simply may not see the l ight of day, for want of financial resources to

support it. (Mahy, 2005)

Para lograr esta perfecta armonía entre las dos esferas (artistas y

adminis tradores) se desarrollan reuniones tanto formales como informales donde

cada uno apor ta y comparte sus opiniones y perspectivas; lo especial en este

caso es que lo hacen por medio de un idioma en común, uno que tanto creativos

como gerentes entienden y en el cual se pueden expresar: el leguaje del cuento,

The c ircus artists and managers are envolved in an artistic creation dyna mic, where the

managers learn to manage creatively, artf ully, respecting the fragility of an artist´ s ideas

because there are the very source of new potential products and services. (Mahy, 2005)

1.2.2.4. Los derechos de autor, un eje fundamental

Los indicadores son entonces una herramienta c lave para motivar a cada uno de

los actores a mantenerse en la red y para demostrar la efic ienc ia y el valor que

aportan estas industrias; hoy en día los derechos de autor son el indicador más

prec iso y utilizado para cumplir estos propósitos.

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Según la UNESCO una de las carac ter ísticas del sector cultural es que su materia

prima es una creación protegida por derechos de autor s iendo, por ende un

instrumento clave de las industrias culturales

Es clave apreciar la i mportancia que tienen los derechos de aut or en las industr ias

culturales, por su importancia para la redistribución del trabajo y base de la industria co mo

por ser un elemento crucial en la diversidad e identidad de las naciones. Un indicador

ele mental en las indust rias culturales es el porcentaje de los que sus industrias culturales

registran por derechos de autor nac ionales (MinCult & CAB, 2003)

y la pirater ía, o la copia, una de sus mayores amenazas que ataca diferentes

eslabones de la cadena de valor (Ver Figura 2 p. 25): la creación, edic ión,

producción y promoción (al comprar pirata sólo se esta pagando por la

comercialización del producto). Por es ta razón

El derecho de autor constituye el único estimulo valido para los creadores en una

econo mí a de mercado, así como una base común para las industrias cult urales. La

existencia y la aplicación de una protección adecuada mediante el derecho de autor y la

adhesión de un país a las convenciones internacionales más importantes sobre los

derechos de aut or constituyen una vía significativa no solo para proteger a los autores

nacionales, detener la fuga de cerebros y estimular la creatividad nac ional, sino también

para permitir el desarrol lo de las industrias culturales a nivel nacional e internacional.

(MinCult & CAB, 2003)

Grac ias a la utilización y cumplimiento de los derechos de autor , al creador se le

motiva a continuar con su labor, pues sabe que su trabajo será protegido y

remunerado de manera justa.

Frente a un mundo globalizado, la protección de las obras y de los ar tis tas es

cada vez más importante, y por ende el valor estratégico de los derechos de autor

cobra aún mayor importanc ia. También cobran mayor importancia como reflejo y

proveedor de r iquezas para las industr ias culturales (y para el país) pues, dado el

aumento de la demanda de productos culturales en todo el mundo, son la única

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32

manera de garantizar que es tas gananc ias ingresen a la economía; se hace

prior itario que en los países existan legis lac iones que protejan los derechos de

autor .

1.2.2.5. Un área estratégica: el mercadeo

El mercadeo es un arma estratégica en este tipo de industrias para lograr su

correcto funcionamiento y perdurabilidad. A esta área se le conceden diferentes

tareas: formar públicos, formar alianzas tanto con el sector privado como con el

público para disminuir la vulnerabilidad que tanto las carac ter iza, generar recursos

propios.

Tanto en Colombia como en el mundo la mayor ía de las organizaciones culturales

se caracter izan por ser empresas, o fundaciones, s in ánimo de lucro. Es tas

empresas también son denominadas empresas sociales y aparecen como

“alternati va fl exible y eficiente para la instrumentación de políticas públicas”

(Gutierrez et al., 2001) . El mercadeo en una entidad como és tas tiene un enfoque

muy diferente al que se le da en una empresa con fines lucrativos y es lo que se

conoce como marketi ng social 10. En especial una entidad cultural sin ánimo de

lucro neces ita atraer financiación pública y pr ivada,

La gerencia de la empresa social está en la búsqueda permanente de métodos alternos

para conseguir recursos. Además, el mercado de capital filantrópico es un mercado

caótico compuesto por diversas fuentes: entre otras f undaciones, corporaciones e

individuos (Gutierrez et al., 2001)

atender a una más amplia fracc ión de la población con sus servic ios, al mismo

tiempo que entretener y divertir a aquellos que están dispuestos y pueden pagar

por ellos .

10 Mark eting So cial definido como : “ El uso de los principios y las técnicas d e marketing para influenciar un publico objetivo para aceptar, rechazar , modificar o abandonar voluntariamente un comportamiento para el beneficio individual, colectivo o global”; Kotler Philip, Roberto Ned, L ee Nan cy; Social Marketing,;Segunda edi ción, Ed Sage.

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El modelo de financiac ión de estas entidades suele conocerse como el butaco de

tres patas: la primera pata son las donac iones hechas por personas naturales o

jur ídicas; la segunda es la financiac ión pública y la tercera son los ingresos

generados v ía mercado por venta de productos o servicios. Por es ta razón se dice

que las entidades sin ánimo de lucro tienen una financiación tanto cultural (en

cuanto a donaciones privadas) , como histórica (en cuanto a su cofinanc iac ión con

el sector público) y prác tica (generac ión de ingresos propios) (Cuellar & Peña,

2006).

La relac ión entre las empresas soc iales y la autor idad pública es muy estrecha,

con una dependencia marcada en fondos gubernamentales , “Dado que es tas

empresas son importantes receptoras de fondos gubernamentales locales,

nacionales y europeos existe un gran interés público en asegurar una toma de

decisiones transparente y par ticipativa.” (Gutiérrez et al., 2001)

Por esta razón una de las funciones del mercadeo es pos ic ionar la empresa en el

mercado en base a sus actividades democráticas en donde se perciban los

beneficios que se le están brindando a la comunidad.

Pero en los últimos años la ayuda por par te del gobierno ha ido disminuyendo, las

entidades comienzan a depender cada vez más del mercado para su financiac ión,

haciendo la labor del mercadeo más importante: es necesario buscar los posibles

donantes , diversificar y mejorar su por tafolio de productos y servicios para hacerlo

más atractivo. Una manera de acercarse al sector pr ivado y promover las

donaciones hac ia la causa cultural es enfatizando los beneficios que esto apor ta a

la empresa privada: imagen pos itiva, free press, externalidades pos itivas; en

general la cultura debería percibirse como un medio para crear imagen (F. Toledo,

comunicación personal, 13 de abril de 2007).

El mercadeo en una empresa soc ial no es tan claro y muchas veces se cae en la

confusión entre beneficiarios y donantes. Por esta razón, basados en la lectura

sobre Empresas Sociales (Gutiérrez, et al., 2006) haremos una breve explicac ión:

cuando se realiza una donación a una empresa soc ial, el donante espera que su

donación vaya a los beneficiar ios de esta organización y no a la organizac ión

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34

como tal. La función de la organización es por ende asegurarse que es tos

recursos sean correctamente repartidos y lleguen a los benefic iarios de sus

programas. Los donantes corren el riesgo de no saber sí su dinero está llegando

realmente a los neces itados, ya que se encuentra, en la mayor ía de los casos,

muy alejado de ellos (por eso recurre a este tipo de organizac iones), y este hecho

lo puede desmotivar. El donante es entonces su cliente y por ende el mercadeo y

toda labor de comunicación debe ir enfocada hac ia éste y los beneficiar ios no son

simples consumidores de es ta ayuda, sino que se convierten en diseñadores del

servic io que se les está brindando.

Una vez encontrados (los donantes potenciales), se debe promover una alianza

que permita desarrollar una relac ión a largo plazo y disminuir los riesgos, “La

dependencia de fondos de corto plazo impide a es tas organizaciones planificar a

largo plazo, expandirse para capitalizar oportunidades emergentes, y construir la

infraestructura humana y física para competir adecuadamente” (Gutierrez et al.,

2006)

El fín del mercadeo de este tipo de empresas es hallar la manera de involucrar

voluntarios, generar donaciones, desarrollar alianzas locales y todo esto se logra

por medio del desarrollo de una activ idad planificada que cumpla con los

requisitos de cada uno de los stakeholders involucrados en el evento. Como lo

menc ionamos anteriormente es necesario contar con los indicadores pertinentes:

si no se muestran resultados es muy dif ícil vender una idea de es te tipo.

1.3 Rol del Estado 1.3.1. Norte América vs. Europa

Uno de los debates más importantes en cuanto a las industrias culturales es el rol

del Estado:

Hay quienes ven en el sector cult ural co mo un sector productivo cualquiera que está en

capacidad de operar en un sistema de l ibre mercado y hay quienes opinan que la tradición

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35

europea de financ iación estatal de la cultura es la única manera de proteger la integridad

intelectual (Cuellar & Peña, 2006)

En general ex isten tres posic iones sobre el papel del Estado en la cultura

(Betancur, 1994):

1) Los que rechazan todo mecenazgo, apoyo, intervención o cualquier gesto

estatal frente a la cultura, ya que cualquier acc ión de estas coar ta, inhibe,

oficializa y vuelve parasitario el sector cultural. Esta actitud es la promov ida

espec ialmente por los Estados Unidos

2) Están en el otro extremo los que claman por un Estado paternal que acoja

y sostenga a los “trabajadores de la cultura” . En este caso la liber tad de

expresión indiv idual queda limitada a los intereses del Estado. Desde la

caída del muro de Ber lín son pocos los que aun defienden esta ac titud.

3) Por último ex iste una tercera pos ición intermedia, aplicada por los

franceses, según la cual el Es tado debe apoyar s in intervenir, es decir

generar las condic iones ideales para que el creador se exprese s in que el

Estado determine los contenidos.

Este debate ha tomado furor espec ialmente en épocas de globalizac ión y

reducción de fronteras. En 1945 en las negociaciones de la OMC exis tían posic iones opuestas mientras

El gobierno de los Estados Unidos buscaba eliminar el establecimient o de cualquier

mecanismo posible que atent ara con el proyecto de establecer un sist ema comercial

basado en reglas que permití an la libre circulación de bienes y capit ales. Para tal ef ecto,

los Estados Unidos establecieron una posición negociadora según la cual las industrias

culturales eran consideradas s imples industrias del entremeti miento, y por lo tanto debían

sujet arse a los principios de l ibre co mercio (Sandoval, Natalia, s .f.)

los franceses deseaban incluir una excepción cultural a la protección de la

divers idad cultural y lingüís tica y especificidad cultural argumentado que el

comercio de los bienes culturales no podía rec ibir el mismo tratamiento que el

Page 36: Culturizarte: El arte de entender la cultura desde la

36

comercio de los otros bienes o servic ios produc idos por otras industr ias debido a

su carácter espec ifico, temiendo la amenaza de una pos ible amer icanizac ión de

las culturas, “ this process raises issues for many concerning the

internationalization of culture through market domination, to others a treath to local

cultures” (Pratt, 2000).

Esta incertidumbre se mantuvo durante las negoc iaciones del GATT donde “la

preocupación esencial de los negociadores, en aquella época, fue sobretodo la

situación de hegemonía ideológica, política y cultural y de propaganda alcanzada

por el ci ne norteamericano” (Sandoval, Natalia, s.f.).

1.3.2. Lat inoamérica

El caso latinoamericano se ha carac ter izado por una clara posic ión ec léctica

frente al papel del Estado en la cultura, reflejo de la influencia europea en nuestro

continente, para proteger la identidad nac ional que es reflejada en los bienes y

servic ios culturales ,

La cultura latinoa mericana ha seguido, desde épocas de la independencia, modelos

caract erizados por el pat ernal ismo, el centralismo y le presencia i mport ante del estado en

la organización y financiac ión de su quehacer (Lovatt et al., 2000)

En América Latina privilegian la dimensión cult ural de las industrias cult urales siguiendo en

alguna medida la óptica de la Unión Europea que las incluye entre sus inic iativas [de plan

de gobierno] por considerarlas medios indispensables para reforzar las identidades

regionales y alcanzar los objetivos últimos de la int egración regional (Sandoval,

Natalia, s.f.)

De las decis iones públicas depende entonces que la creatividad de las

instituciones, artistas e intelectuales sea sostenible y se conozca, y que la

riqueza de la divers idad cultural se distribuya mejor y la soc iedad tenga la

posibilidad de disfrutar de su patrimonio cultural (Molina Silvia, 2001).

Page 37: Culturizarte: El arte de entender la cultura desde la

37

Por esta razón el debate en los países latinoamer icanos no es s i al Es tado le

compete ocuparse de es ta rama s ino cómo hacerlo, espec ialmente ahora que las

fronteras se reducen

La responsabilidad de los poderes públicos no se agota en la sociedad nacional. Son

necesarias políticas internacionales apropiadas para esta etapa con leyes que protejan la

propiedad int elect ual, la difusión y el interca mbio de bienes y mensajes, controlen las

tendencias oligopólicas y busquen acuerdos internacionales (Garc ía Néstor , 2001)

Un ejemplo concreto de es ta s ituación se ve expuesto en las negociac iones del

ALCA (1994) donde se es tablece que: “El desarrollo cultural constituye un

elemento fundamental e integral del desarrollo de las Américas y posee la

capacidad inherente de enriquecer nuestras sociedades y permitir una mejor

comprensión de nuestros países” (Garc ía Néstor , 2001) y por ende debe ser

manejado de manera distinta a las demás industr ias .

Page 38: Culturizarte: El arte de entender la cultura desde la

38

En este primer capitulo se intentó hacer un breve repaso sobre las diferentes

nociones y aprox imaciones que se le han dado al concepto de industr ias

culturales. Al ser un concepto bas tante moderno existen var ias teor ías, y no se

puede afirmar que una sea más acertada que la otra.

En un pr inc ipio la percepción de una industria cultural era bastante negativa, “el

arte está perdiendo su valor al volverse industri a”. Con la definic ión de la

UNESCO, en la década de los ochenta, se empieza a percibir la importancia de

valorar las industrias culturales y analizar como cualquier otra industria en donde

existe un proceso de creac ión de valor en donde el core competence es la

creatividad, grupos de interés (stakeholders y shareholders). Por otro lado existen

ciertas caracter ísticas que son típicas a las industrias del sector, no obstante sólo

menc ionaremos algunas de ellas que serán nuestro eje de estudio:

Los derechos de autor son un pilar fundamental en la exis tencia de la

industria.

La flexibilidad e informalidad del sector y de sus organizac iones.

La importancia del área de mercadeo, como área estratégica para la

recolección de fondos, formación de públicos y divulgac ión de la obra.

La estructurac ión de organizaciones profesionales donde existe un

ambiente tenso entre el adminis trador y el artista, justificando la exis tencia

de un gestor cultural que pueda cumplir la func ión de mediador entre

ambos profesionales.

En los noventa para reducir la polémica causada por el término de industria

cultural, el gobierno inglés decide renombrar la bajo el nombre de industr ias

creativas, permitiendo as í que c iertas actividades como la publicidad, el diseño y

la creac ión de softw are, fueran cons ideradas como parte del sector. Esta decis ión

no disminuyó la controversia, s ino que le dio un giro: mientras que para algunos

las industr ias culturales se incluyen en las industr ias creativas (o inversamente),

para otros las industr ias culturales son aquellas propias al movimiento artís tico y

las industrias creativas son aquellas cuya producción no lleva siempre a bienes y

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39

servic ios culturales s ino creativos y además se inclinan por una producción a

escala de estos. Por su parte en Norte América se definieron las industr ias

culturales como meras industrias del entretenimiento.

Estas diferentes aprox imaciones reflejan en cierta manera las diferentes

posic iones que han tenido los gobiernos frente a su participación en las industrias.

En Europa la tendencia es más bien de tipo paternalis ta donde el gobierno

interv iene con el fin de incentivar y promover el desarrollo de las industr ias

culturales, s in modificar su contenido ni restr ingirlo; en Estados Unidos el Estado

no interv iene ni par tic ipa en el fomento de las industrias culturales y éstas se rigen

bajo la ley del mercado; y en Latinoamérica, en donde la influencia europea

predomina, el Estado fomenta el desarrollo de estas industr ias en el país.

Aunque su definic ión todavía es var iable, en lo que s í ex iste cierto consenso es en

las func iones que cumplen estas industrias en su entorno y son la justificac ión de

la importanc ia de su es tudio, son: promotoras de un derecho fundamental (el

acceso a la cultura), creadoras de identidad y fuente de aprendizaje.

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40

2. En Colom bia

2.1 Las Industrias Cultur ales en el país

Después de haber analizado el concepto de industr ia cultural y su evoluc ión, en

esta segunda par te observaremos su estudio en el país, espec ialmente en

Bogotá: sus caracter ís ticas, su definición...

Se escogió la c iudad de Bogotá por la facilidad en la obtención de la informac ión,

porque es donde más desarrolladas están las industr ias culturales, donde existe

mayor mercado cultural, “En Bogotá, como en toda gran ciudad capital donde

convergen personas de muchos otros lugares, la realización de eventos culturales

siempre ha sido parte de su historia” (Rico, 2005), y donde se concentra el mayor

nicho de creativ idad del país,

El sector creativo en Bogotá desborda en talento e imaginación, su contribución tanto a la

vida de la nación, co mo a la economía es supremamente significativa y es un sect or que

quiere rebasar fronteras y progresar abierto a la colaboración int ernacional y que amerita

una dif usión pública mucho mayor (Araujo, 2002)

2.1.1. Evolución del concepto de industria cultural 2.1.1.1 La ley General de Cultura

Desde 1991 la Constituc ión Política de Colombia reconoció que “la cultura en sus diversas manifestaciones es fundamento de Nacionalidad” y de es ta manera pasó

de ser perc ibida como un mero divertimiento de las clases altas a ser reconoc ida

como “l a raíz misma, como la base o razón de ser de la nación colombiana” (Ley

General de Cultura, 1994), como un derecho universal que se debe garantizar a

todos los colombianos y por lo tanto el Gobierno le otorgó la importanc ia que se

merecía (con su respectiva participación en el gasto publico), tomando interés en

la formac ión de industr ias culturales

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41

La ley General de Cultura afi rma la existencia de un sector productivo de la sociedad,

productivo en un sentido mucho más amplio que el asociado a los recursos materiales,

que encuentra plasmados de est a forma t ant o derechos como deberes, motivos de

impulso y de compromiso (MinCult, Cámara de Comerc io de Bogota & British Council, 2006)

La Ley General de Cultura se estructura entonces con el fín de crear un marco

jur ídico amplio y flexible que traduzca en realidad el concepto según el cual la

cultura es fundamento de nac ionalidad (Editorial El Colombiano, 1994) al cual

todos los colombianos tienen derecho y acceso.

Así desde 1991 se empleó el término de industrias culturales en Colombia para

referirse a aquellas empresas del sector cultural que por medio de sus activ idades

promueven la cultura a través de bienes y servic ios. La definic ión que el Estado le

da a la industr ia cultural es muy cercana a la que manejan los ingleses con el

concepto de industria creativa, ya que para el Estado colombiano ésta se define

como “las i ndustri as dependientes de l a imaginación y la creación, como el cine,

los medios de comunicación, los impresos, la música, el vi deo, la Internet y el

espectáculo” (“El marco legal de la cultura”, 1994, 26 de sept.) . Es interesante que

se inc luya el Internet como parte de este sec tor , reconociendo que la tecnología

es un aspecto c lave para el desarrollo de esta industr ia.

2.1.1.2 El Brit ish Council

El consejo británico es una organización internac ional que busca promover las

relac iones culturales y académicas con el Reino Unido11, en Colombia su mis ión

es la de traer “a los colombianos las opor tunidades educati vas y la creati vidad del

Reino Unido a través de la promoción cultural en conjunto en las áreas de

educación, arte, enseñanza del inglés y gobernabilidad”12. Siguiendo es ta política,

uno de sus principales intereses ha sido el desarrollo de empresas creativas en el

11 Esta definición fue recuperada el 3 d e mayo de 2007 d el sitio web del British Council en Colo mbia: www.britishcouncil.org/es/ Colo mbia.htm 12 Ibíd.

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mundo entero a través del soporte y ayuda de entidades incubadoras. De esta

manera al ver el “potenc ial cultural” que ofrec ía nuestra ciudad se decidió que una

de las capitales en donde se invertir ía en la creac ión de una incubadora sería

Bogotá (solo en cuatro capitales en el mundo entero se desarrolló este proyecto),

dando lugar a la creación de PRANA. Eventualmente al ser un proyecto

gestionado con el apoyo y consenso del Concejo Británico, muchas de sus

carac ter ísticas y lineamientos se aprox iman al concepto de industr ia creativa y por

ende a la creatividad como fuente de riquezas (no sólo económicas) y desarrollo.

Su misión según su director Juan Carlos Gaitan (comunicac ión personal, 8 de

febrero de 2007) es formar gente desde la creatividad y la cultura, reconoc iendo

que la cultura puede ser vista como un negoc io, como un medio que permite

contar con ingresos fijos para v ivir bien,

Sin salirt e en lo más míni mo de tu profes ión, de tu área artística y de lo que te gusta, te

ensañamos a ser e mpresario para hacer de tu profesión una actividad sostenible y

econó mica mente est able (J.C. Gaitán, comunicación personal).

La incubadora busca entonces apoyar a aquellos creativos que estén decididos a

montar empresa y romper el paradigma de que las empresas culturales son de

corto plazo; por esta razón buscan apoyar proyectos con una v isión bien definida

Esta participación ac tiva del Consejo Br itánico en el desarrollo creativo de la

ciudad conlleva a un alineamiento, claro está, con el concepto inglés de industr ias

creativas, que busca disminuir la polémica que provoca el termino “cultura”,

donde el factor cr ítico de éxito es la innovación, permitiendo “manejar con menos

misterio a l a cultura que tantas veces es visto como un concepto intocable” (J.C.

Gaitán, comunicación personal) incluyendo activ idades como el diseño de

softw are, el diseño en general y las agencias de publicidad, actividades que en

realidad pueden, y deben, ser explotadas, si se hace de la manera correcta. La intenc ión del Consejo Británico es tratar dar un orden al sector cultural en

Colombia, un país donde contamos con tanta diversidad y tanto que ofrecer en

este nivel. Este orden permitir ía que este sector fuera menos vulnerable y más

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43

estable al crear (o incubar) empresas organizadas bajo un plan de negoc ios

perfectamente estructurado, ofreciendo productos de excelente calidad.

Al ser la innovación y la creac ión el core competence de estas empresas, los

derechos de autor y la propiedad son la base de todo, s i es tos no se respetan

esta industr ia sencillamente no puede ex istir ya que no se proteger ían las ideas

autóc tonas e innovadoras que son el primer eslabón en su cadena de valor (J.C.

Gaitán, comunicac ión personal)

Al definir a su incubadora, PRANA, como una incubadora de empresas creativas y

empresas culturales, esta entidad s í conc ibe una diferencia entre los dos tipos de

empresa. En un primer lugar en las empresas culturales sólo se contemplan

aquellas actividades tradicionalmente cons ideradas como arte y se excluyen a las

agencias de public idad, nuevas tecnologías, diseño y artesanías , para

contrarrestar esta visión surge el concepto de empresa creativa en donde se

tienen en cuenta todas las actividades menc ionadas anter iormente y que además

son capaces de llevar a cabo procesos más industr ializados (producir volúmenes

en serie). Lo que no son caracteres excluyentes son las industrias culturales y las

industrias creativas : en el conjunto de las industr ias creativas se tienen presentes

a las industr ias culturales, es decir que las industrias creativas son la sumatoria

de las empresas culturales y las empresas creativas.

En cuanto al tema de industrias del entretenimiento, Juan Car los Gaitán afirma

que “mientras no pierda su esencia como industria cultural: que su base y esencia

sea l a cultura” (J.C. Gaitán, comunicac ión personal) éstas son un componente de

las industr ias culturales , de lo contrario son una industria diferente con un

propósito y un objetivo dis tinto al de la industr ia cultural (puramente recreo

mientras que en la industr ias culturales la educac ión es componente de suma

importancia).

Según su direc tor es clave que “el ar tista aprenda a controlar o a administrar su

negocio pues de l o contrario está fuera del juego” (J.C. Gaitán, comunicac ión

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personal), es por esta razón que ésta es una de las pocas v isiones que aun

mantiene el bajo perfil del gestor cultural, el cual es perc ibido como alguien que

puede aprovecharse del artista; por esta razón para que una empresa de este

sector se desarrolle de la manera más óptima el creativo debe ser ejecutivo y el

ejecutivo debe ser ar tista.

2.1.2. El rol del Estado

2.1.2.1. La Ley General de Cultura y la prote cción de

los derechos de autor

Desde 1991 en Colombia el Estado tiene un papel importante en la preservación y

la consolidación de la industr ia cultural, s iendo un ente proactivo para que ésta se

lleve a cabo de manera democrática y par ticipativa, “El Es tado y la sociedad

tienen la obligación de construir una política cultural equitativa, responsable y

respetuosa de l a libertad” (Ley General de Cultura, 1994).

En Colombia la Ley General de Cultura se crea como un mecanismo para

disminuir los riesgos que tanto acechan a las industrias culturales y al sector. Se

busca formalizar el trabajo creativo y dar le fin a esta tendencia que prima en las

industrias culturales donde el trabajo es informal “el ar ticulo 31 de l a Ley 397 de

1997, sobre pensión vitalicia para l os creadores y gestores de la cultura, fue

declarado exequible” (MinCult, 2000) , así como el respeto por el trabajo del

artista, velando por el cumplimiento de los derechos de autor, “la propiedad

intelectual es protegida” (Ley General de Cultura, 1994). En ningún mo mento la

función del Es tado es limitar o censurar al sec tor cultural, la función de éste se

basa en proteger, conservar , promover, facilitar su acceso, garantizar la libertad

de expresión y difusión de pensamiento.

(...) el papel del Estado en relación con la cultura. Ya de entrada son presentados te mas

tan importantes co mo: el estimulo a los proyect os y actividades culturales, la prohibición de

la censura, la valoración, protección y difusión del patr imonio cultural de la Nación, los

derechos de los grupos ét nicos, el respeto a la diversidad l ingüística (...) la infraestructura

artística y cultural, la interacción con la cult ura universal y la democratización en el acceso

a los bienes y servicios de la cultura (MinCult, 2000)

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El Est ado, en consecuencia, debe brindar apoyo a la gestión de est as industrias, promover

alianzas para que las políticas de incentivos de emprendi miento alcancen iniciativas en el

sector cultural. Debe velar, así mismo, por la aplicac ión de la ley de Derechos de Autor,

revisar las cargas tribut arias que inciden en la producción de estos bienes y servicios, así

como, desde lo local, asociar la cooperación internac ional al desarrollo del sector (MinCult, 2006).

Podemos ver que el Estado reconoce la importanc ia de los derechos de autor

como un impulsador de la creatividad en el país y por ende su v iolac ión tiene

castigo. En Colombia la pirater ía es un delito menor, y como tal sus castigos son

también menores, adempero és te es un peligro acechante en nuestra economía

razón por la cual se protegen y velan cada vez mas por el cumplimiento de los

derechos de autor . Lastimosamente la piratería ex iste porque la gente compra

pirata; es necesar io para acabar con esta s ituación desarrollar un plan de

educación a la soc iedad en donde se reflejen las per juic ios de comprar pirata.

2.1.2.2 El M inisterio de Cultura

La s ituac ión en Colombia no permitía generar una política pública homogénea, ya

que no se contaba con un ente único que permitiera gestionar la correctamente.

Con la ley General de Cultura se plantea la iniciativa de crear une entidad publica

y descentralizada, “un concepto orgánico y moderno de cultura se hace entonces

necesario, como b ase de toda l a concepción del desarrollo económico y social de

la Nación” (MinCult, 2006), un ministerio que se encargue de elaborar las políticas

culturales: “El ministerio deb erá mostrarse capaz de crear condiciones de

infraestructura, i nstituciones de investigación y formación y alicientes interesantes,

para l a creación ar tística en todas l as ramas.” (MinCult, 2006)

Aunque el decreto pasó y el Ministerio de Cultura fue creado en 1997, en un

princ ipio generó mucha polémica. Personalidades como Gabr iel Garc ía Márquez y

Enrique Santos Calderón pensaban que dicho minister io no seria más que una

entidad burocrática, “Un ministerio de cultura sin un patrimonio cultural importante

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46

por preservar, es una exótica planta con amargo sabor burocrático” (“Un

embeleco mas”, 1994, 24 de sept.) a favor de unos cuantos políticos

Entiendo un Minist erio de Cultura en un país como Francia que ha resuelt o todas sus

necesidades educativas básicas y que tiene un enorme patrimonio cult ural por conservar y

administrar. Lo acept o menos en un país como el nuestro con un analfabetismo que sigue

rampante, con la mas lata rata de homicidios del mundo donde un ministerio del ra mo que

pase por enc ima de est os fenó menos podrí a derivar f ácilmente en una promoc ión de

espectáculos para la elite en un nido burocrático y centralist a o en ot ro ponque para el

repart o clientelista (Santos, 1994).

Hoy en día el Minis ter io de Cultura es una entidad fundamental para el desarrollo

de la política cultural encaminada a divulgar las manifes tac iones de la cultura

popular, a definir y robustecer nuestra identidad cultural (Pinilla, Jorge 1994) , para

la ges tión descentralizada y conservac ión de nuestro patrimonio cultural, y a crear

las condiciones para que el disfrute cultural deje de ser un privilegio de unos

pocos.

2.1.3. Características del sector cultural en Bogotá

Es muy poca la informac ión que se ha recolectado sobre las industrias culturales

en el país, la verdad es que se trata (como habíamos mencionado anteriormente)

de un sec tor bas tante nuevo que todavía no está claramente definido y que

cuenta con poca informac ión. Grac ias al Proyecto de Industri as Creativas que se

elaboró en el 2002 con la colaboración del Convenio Andrés Bello, el Br itish

Council, la Universidad de los Andes y el Minister io de Cultura, podremos

estructurar algunas carac ter ísticas del sector

El sector creativo en Bogota desborda en t alento e imaginación, su contribución tanto a la

vida de la nación, co mo a la economí a es supremamente significativa y es un sector que

quiere rebasar fronteras y progresar abierto a la colaboración int ernacional que amerita

una dif usión publica mucho mayor (Araujo, 2002)

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Este no es el primer estudio que se ha realizado sobre el tema, pero es un estudio

bastante completo que nos permitirá analizar el sector cultural y sus

carac ter ísticas . Esta investigación nos será de gran apoyo para resaltar las

carac ter ísticas del sec tor musical en Bogota. El es tudio consta de dos par tes , en

una primera se define el sector de las industrias creativas y luego se recopilan

datos económicos para poder entenderlas y analizarlas de manera más precisa.

La definición que se le dio al sector en este estudio tiene un lineamiento muy

ligado al concepto ingles de industria creativas , no es de ex trañarse ya que el

estudio fue realizado bajo la colaborac ión del Br itish Council. De es ta manera se

definen las industrias creativas como “aquellas industrias que tienen su ori gen en

la creatividad, las habilidades y el talento y que buscan el bienestar y la creación

de trabajo a través de la generación y la explotación de la propiedad intelectual”

(CAB et al., 2002)y los subsectores que la componen: arquitec tura, arte, ar tes

escénicas, artesanía, patrimonio, cine y video, diseño textil, diseño industr ial,

música, fotograf ía, diseño de interfaz, diseño de moda, diseño tex til, publicaciones

(libros, periódicos, folletos y revistas) , telev isión y radio y public idad. Es

interesante observar en esta delimitac ión por subsectores que telev isión y radio

hacen parte de una misma categor ía.

Tomaremos en cuenta algunos de los aspectos que se consideraron en el

Proyecto de Industri as Creativas para analizar el sector y poder concluir s i en la

ciudad el sector cultural comparte las características que en la teoría se le

atr ibuyen.

En primer lugar habíamos mencionado que las empresas del sector se

carac ter izan por ser bastante jóvenes. De acuerdo con la s iguiente tabla podemos

ver que en Bogotá muchas de las empresas lo son y que sólo aquellas que

pertenecen a los subsectores de la fotografía, la televis ión, las artes escénicas, la

radio, el arte, el cine, la mús ica y el patrimonio cuentan con un numero importante

de empresas de mas de 10 años de funcionamiento. En su mayor ía las empresas

del sector tienen un cic lo de v ida corto y la antigüedad de las empresas no

sobrepasa los 10 años, como nos ilustra la gráfica

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Figura 3. Distribución según Antigüedad

Fuente: Proyecto de Industrias Creativas, p. 18

Es importante recalcar que estos subsectores que aparecen como los más

jóvenes, son aquellos que ampliaron la definic ión de industr ia cultural a la de

industria creativa: Diseño de Interfaz, Diseño Grafico (20.75%), Diseño textil (0%),

Diseño de Moda (11.76%) y Publicidad1.

Otro aspecto que consideramos importante es la organización jur ídica para cada

subsector, en la cual se muestra una c lara predominancia de las sociedades

comerciales (en donde se incluyen las fundac iones) y personas naturales (son

empresas que osc ilan entre pequeñas y medianas).

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Figura 4. Organización jurídica por subsectores

Fuente: Proyecto de Industrias Creativas , p. 19

En general la forma jurídica que predomina es la de persona natural y esto refleja

la informalidad y el tamaño de empresa (pequeño) que más esta presente en el

sector. Aquellos subsectores donde también se percibe una alta presencia de

sociedades comerciales, son aquellos donde las actividades que constituyen el

proceso de creación de valor se elaboran todas desde una misma organizac ión.

Los s iguientes criterios que nos parec ieron importantes resaltar son el promedio

de activos y de empleados, ya que estos permiten señalar que se trata en su

mayoría de empresas bastante pequeñas.

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Figura 5. Promedio de los activos de las empresas por subsector

Fuente: Proyecto de Industrias Creativas , p. 20

Vemos que las empresas de mayor tamaño se encuentran en los subsectores de

diseño de interfaz (un promedio ac tivos que llega a $1.339 millones) , diseño textil

($33.299 millones) y publicidad, esto se debe a que en general son activ idades

que necesitan de muchos equipos para su funcionamiento.

Esta tabla nos muestra que es en aquellos subsectores donde ya se puede hablar de industria, es decir que sus procesos de producción y difusión se realizan a

gran escala, (telev isión y radio, public idad) es donde se emplea el mayor número

de gente.

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Figura 6. Promedio de empleados por subsector

Fuente: Proyecto de Industrias Creativas , p 24

Como la siguiente tabla lo muestra, ex isten muchas empresas que no llevan una

contabilidad (incluso la más sencilla de todas) y por ende no hay un orden que les permita conocer su estado, su viabilidad y es lo que las hace quebrar en poco

tiempo. Muy a menudo son sencillamente creativos que llevan a cabo una idea

pero no saben como hacerla sostenible en el tiempo, es lo que as su vez explica

porque este es un sector donde la mayor ía de las empresas tienen un c iclo de

vida muy corto. Es importante notar que en aquellos subsectores donde ya existe

una industr ia consolidada, Tv y Radio (81.48%), música (58.49%), patrimonio,

diseño industrial (51.11%), diseño grafico (58.49%), c ine y v ideo (61.7%), ar tes

escénicas (72.41%) y arquitectura (55.56%).

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Figura 7. Contabilidad por subsector

Fuente: Proyecto de Industrias Creativas , p. 22

Este aspecto también refleja la dicotomía existente en el país entre ar tistas y

gerentes, como se mencionó en las caracter ís ticas de las industr ias culturales, ya

que el artista preocupado por perder el control de su obra no cede la

adminis trac ión de ésta y comete el error de gerenciar lo de manera incorrecta

Para muchos de los protagonistas de la cultura y de la economía, son ámbitos des ligados

(...) Muchos artist as no relacionan sus labores con la economía, algunos discursos

alrededor de las instituc iones culturales ven pel igros en abordar est a relac ión o no la

aceptan, y los economist as la ven como una actividad marginal en sus campos de est udio

o simplemente como algo que debe ser abordado desde otras ciencias. (MinCult &

CAB, 2003)

Esta situación dificulta la sostenibilidad de las organizac iones culturales en el

país, y muchas veces es la causa de su fin.

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53

Un ejemplo de es ta s ituación es el caso del Encuentro de Sonidos Electrónicos e

Industriales en el Gaitán13. Este evento, cuyo princ ipal organizador es el Teatro

Jorge Eliécer Gaitán, que se destaca por la calidad de sus eventos culturales fue

organizado con el fin de acercar a los jóvenes al teatro. En el 2001 su directora

Sy lvia Ops ina descubre que el teatro le es distante a los jóvenes y dec ide abrir el

espac io de una forma diferente; al mismo tiempo que José Plata (gestor cultural)

se acerca a ella con el fin de encontrar un espac io físico y cultural que le permitía

al individuo compartir y explorar la cultura electrónica. Vemos como dos intereses

convergentes fueron el punto de partida para que es te encuentro se llevara a

cabo y perdurara por cuatro años consecutivos en manos de Sy lvia Ospina como

directora general y de José Plata como direc tor creativo. Pero en el 2006 con el

cambio de director general del teatro surge un conflicto de intereses: los objetivos

del director cultural eran aumentar los impactos del festival a través de una

programación musical cada vez más internacional y sobretodo hacer del

encuentro un emblema de Bogotá; para Nubia Florez, nueva directora general, el

encuentro no era una pr ioridad para el teatro ya que no era un evento rentable y

sostenible en el tiempo por lo que disminuyó los recursos que a éste se le

otorgaban. De esta manera se dió fin a un evento que interesaba al público y que

logró acercar a los jóvenes al teatro.

En general estos parámetros estudiados por el Proyecto de Industrias Creati vas

muestran que se trata de un sector bas tante joven, en donde, como habíamos

perc ibido en la teor ía, predominan las empresas jóvenes y pequeñas, lo que en su

mayoría de las veces se explica por dos razones:

Dado el r iesgo y la informalidad del sec tor, los propietar ios prefieren

mantener las empresas pequeñas pues se siente más seguros La misma falta de exper ienc ia de los propietar ios de empresas culturales

en temas administrativos (como la contabilidad) fuerza a que las empresas

sean bastante pequeñas y en general tengan un c iclo de v ida más bien

corto.

13 To mado de el cu rso G estión Cultural dictado por Jai me Ruiz, p rimer semestre d el 2007

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54

También percibimos que la organización jurídica predominante en el sector es las

personas jur ídicas y las soc iedades comerc iales (en su mayoría fundaciones) lo

que refleja la informalidad que se presenta en el sector, en donde las relaciones

se entablan gracias a la conformac ión de redes y mecanismos de confianza.

En general el sector cultural en la capital sigue las carac ter ísticas resaltadas en el

primer párrafo de es ta investigación: empresas pequeñas con un corto c iclo de

vida, un sector donde predomina la informalidad.

2.2 El sector m usical especialmente el orquestal en Bogotá

El propósito de mi inves tigación no es resaltar las caracter ísticas de todos los

subsectores del sector cultural y sacar conclusiones para cada uno de ellos. Dado

que la activ idad del caso que estudiaremos en el tercer capítulo, la Fundac ión

Batuta, pertenece al subsector musical, espec ialmente el orquestal, nos

concentramos en el estudio de este subsector.

2.2.1. Historia

La histor ia orquestal en Colombia se inicia en 1848 cuando el ingles Enr ique Pr ice

funda la primera orquesta en el país, la cual subsistió once años bajo el nombre

de Soc iedad Filarmónica de Conc iertos. En 1882 su hijo Jorge Price toma la

iniciativa de crear otra orquesta, la Academia Nacional de Música la cual

sobrevivió hasta 1910 cuando el músico Guillermo Ur ibe Holguín la convierte en la

Orquesta del Conservator io integrada por alumnos y profesores de dicho centro

docente. En 1920 fue reorganizada cambiando su razón a Soc iedad de

Conc ier tos Sinfónicos del Conservator io, la cual fue adscr ita, años después, a la

Dirección de Bellas Ar tes del Minis ter io de Cultura. A esa entidad mus ical,

entonces dirigida por Guillermo Espinosa se le conocía como la Orquesta

Sinfónica de Colombia.

Page 55: Culturizarte: El arte de entender la cultura desde la

55

Ésta fue adoptada por el estado colombiano durante la dictadura de Rojas Pinilla

en 1952 y en el 2002 fue liquidada por el minister io de Cultura, tras la decisión del

pres idente Uribe de reduc ir la carga fiscal del estado.

En el país sólo venían func ionando establemente dos orquestas s infónicas: la

Orquesta Sinfónica de Colombia y la Filarmónica de Bogotá. Fuera de las antes

menc ionadas ex isten unas cuantas más que luchan por constituirse en

instituciones estables, pero sin el indispensable apoyo estatal y con el número de

músicos insufic ientes para interpretar todo el espectro s infónico: la Filarmónica del

Caribe, la Filarmónica del Valle, la Filarmónica del Instituto Departamental de

Bellas Artes de Cali y Batuta (“La liquidación de la Orquesta...”, 2003, mayo- junio)

La pr ivatización de la Orquesta Sinfónica Nacional ha traído cons igo el reto de

operar en una economía de mercado. Este aspecto ha obligado a la Orquesta

Sinfónica Nacional y demás orquestas del país ha volverse más competitivas en

el mercado, y de alguna manera más comerciales, llevándolas a contar con un

área de mercadeo más efectiva que se encargue de activ idades como la

producción de Cd´s, viajes musicales por el país, conc ier tos instituc ionales a

empresas privadas.

2.2.2. Características del subsector musical en Bogotá

Si definimos el subsector de la mús ica como aquel en donde el “arte combina los

sonidos de la voz humana o de los ins trumentos, o de unos y otros a la vez , de

suer te que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre, ya

tristemente” 14. Entendiendo la mús ica de es ta manera podemos definir las

actividades de la industria musical de la siguiente manera:

14 Según la Real Academia de la L engua Española

Page 56: Culturizarte: El arte de entender la cultura desde la

56

Tabla 1. Actividades de la industria m usical

Fuente: Proyecto de Industrias Creativas , p. 137

Podemos ver entonces porqué es correcto hablar de una industr ia mus ical donde

las activ idades van desde la producción musical hasta la difusión, pasando por la

edic ión de sonido, la educación musical, los festivales y las giras... creando de

esta manera empleo, tanto direc ta como indirectamente, desarrollo y riqueza a la

ciudad. En 1999 el es tudio del PIB cultural en Bogota señala que esta industr ia le

aporto a la ciudad 110.112 millones de pesos generando entre 6.000 y 6.500

empleos para los bogotanos (CAB et al., 2002) Es s ignificativo notar la

importancia que es ta industr ia le da a los derechos de autor, siendo el manejo de

derechos una de sus principales actividades.

Si realizamos una div isión mas precisa del subsector mus ical podemos aprec iar

que sus ac tividades se dividen en cuatro áreas: Creativa, Industrial, de Serv icios y

Comerc iales (Convenio Andrés Bello et al., 2002)

Page 57: Culturizarte: El arte de entender la cultura desde la

57

Tabla 2. Áreas de activ idad m usical

Creativas

Composición Música y letras

Jingles

Bandas Sonoras

Música Inc idental

Mezclas en v ivo (DJ)

Arreglos Direcc ión

Orquestas

Bandas

Coros

Interpretación

Instrumentos

Vocal

DJ

Edición de Sonido Ingeniería de Sonido

Producción Musical

Industriales

Grabación del sonido y mezcla Remasterización

Re plicación de materiales grabados

Im presión partitura

Fabricación de instrumentos Re par ación y m antenimiento de

instrumentos y equipo

Comerc iales

Exhibición del medio grabado Venta del medio grabado

Presentaciones en vivo

Difusión Venta de instrum entos

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58

De Serv icios

Educación musical form al y no form al

Critica de música

Producción

Estudios de grabación Representantes

Montaje de producción de espectáculos

Adm inistración de salas, teatros y sitios públicos

Software y medios digitales

Manejo de derechos Composición

Interprete

Productor

Marcas

Servicios de gestión de autor

Investigación y desarrollo e xperimental en

el campo de las ciencias sociales Fotografía de carátulas

Publicaciones de música

Manejo de giras y eventos Archivos m usicales Fuente. Proyecto de Industrias Creativas, p. 138

Lo que se quiere resaltar con esta divis ión es que no son sólo las activ idades

creativas las que componen la industr ia de la música y aunque son un es labón

crítico para el desarrollo de ésta, es necesario contar con un número de

actividades que la complementen. No son sólo los mús icos los par ticipes

esenc iales de esta industria, también están los ingenieros, abogados,

representantes, gestores culturales y muchas otras profes iones, lo que nos

demuestra que es ta actividad cultural no tiene limite y necesita cada vez de mas y

Page 59: Culturizarte: El arte de entender la cultura desde la

59

mejores profes ionales en cada una de sus áreas. Como cualquier otra industria

cultural, la música es un sector i ntersec tori al, interprofesional donde la creatividad,

la tecnología, los derechos de autor y una correc ta gestión juegan roles

esenc iales.

Esta div isión nos permite ilustrar el proceso de creac ión de valor en la industria

musical. Los eslabones, como lo vimos anter iormente (Ver Pág. 26) son: la

inspirac ión, la producción del bien o servicio, su dis tribución y difus ión, y su

aceptac ión por parte del público. Cada una de las ac tiv idades vis tas en la Tabla 2

puede ordenarse en alguno de los es labones, por ejemplo la compos ición estaría

ligada al primer es labón (inspiración), la fabricación de ins trumentos a la

producción, las ventas del medio grabado a la distr ibución y difus ión, y as í

suces ivamente.

Analizando estas actividades podemos apreciar que la Fundac ión Batuta, caso

que trataremos en el próximo capitulo, realiza directamente más de una: al ser

una escuela una de sus activ idades pr incipales es la de enseñar, al formar

preorquestas y orquestas también tiene una función creativa, y, por esta razón

podr ía catalogarse como una empresa creativa de servicios

En Colombia como en el mercado mundial, la pirater ía ataca de manera constante

las ventas del sec tor , según el IFPI la participación de la pirater ía en el mercado

oscila entre el 25% y el 50% para el 2001 y en el 2002 pasó de la Watch Lis t15 a la

Pr ior ity Watch List16 (MinCult & CAB, 2003) . De acuerdo a un estudio realizado

por Fedesarrollo (citado por MinCult & CAB, 2003) exis ten dos tipos de pirater ía:

simple y falsificación. Es to, sumado a la utilización de Internet, la aparición de

aparatos de copiado, han induc ido una caída de las ventas en los últimos tres

años. Es ta situación jus tifica la importancia de los derechos de autor en este

sector, la educación del público sobre la importanc ia de comprar legal, y la

15 Lista en la que figuran los p aíses qu e tienen leyes ad ecuadas y las cumplen , aunque muy parcialmente 16 Lista en la que figuran los p aíses qu e no cu mplen ni parecen t ener ninguna intención en cu mplir las no rmas contra l a piraterí a

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60

creciente partic ipación de nuevas activ idades como presentaciones en vivo,

edic ión, y el uso de la música en espacios tanto f ísicos como electromagnéticos.

La s iguiente tabla nos permite resumir algunas de las carac ter ísticas del

subsector mus ical, que en general mantienen las ya mencionadas en el sec tor

cultural: Tabla 3. Resumen de Características del Subsector Musical

Fuente. Proyecto Industrias Creativas, p. 140

La mayoría de sus establecimientos tienen como organización jurídica la de

sociedad comercial (50.94%) entre las cuales se destacan las fundaciones, este

tipo de organización les permite tener alcance a un mayor número de donantes , lo

cual es necesario en una s ituación donde los recursos son escasos y hay que

encontrarlos fuera de la organización. Esto demuestra una c ierta voluntad en el

subsector por tener un orden en la conformac ión de sus organizaciones, pero

baja afiliac ión a agremiac iones refuta esta posibilidad (solo un 28% de los

establecimientos pertenece a alguna agremiac ión).

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61

Este es uno de los raros subsectores en donde más de la mitad de sus

establecimientos (58.49%) lleva una contabilidad adecuada (Balance y P&G),

aunque es preocupante el alto porcentaje que no lleva ningún tipo de contabilidad

pues esto es causa de vulnerabilidad del sec tor y sus empresa (24.53%) y

dificulta la recolección de datos que permitan demostrar la importanc ia de esta

industria para la ciudad y el país.

En este subsector también predominan las empresas jóvenes, aprox imadamente

la mitad de los establecimientos tienen menos de un año de funcionamiento, y son

bastante pequeñas (el promedio de sus ac tivos es tan sólo de 47 millones de

pesos).

Aunque la mayor ía de los establec imientos (47.17%) es cons iente de las leyes y

regulaciónes que los rigen, ex iste otro porcentaje elevado que no las conoce

(20.75%), lo cual es bastante perjudic ial para el sector, espec ialmente porque nos

encontramos en un ambiente riesgoso y vulnerable que necesita de reglas para

disminuir estas incertidumbres y permitir un óptimo desarrollo de los negocios.

Este conoc imiento de la legis lación también les permite saber cuales son las

responsabilidades y los derechos con los que cuentan; en el campo musical es

importante tener claro que al quedar terminadas las obras, los autores son los

propietar ios inmediatos se los derechos de autor , morales y patrimoniales

(MinCult & CAB, 2003). Aunque muchos de los negocios de esta industria se

establecen grac ias a la conformación de redes y que una manera de reduc ir la

vulnerabilidad por medio del desarrollo de una excelente reputación, es necesaria

la par tic ipac ión del Estado para colaborar, incentivar y fomentar la formac ión de

este tipo de negocios , pero también es necesaria para limitar y penalizar los

abusos; esto sólo es posible si los establec imientos son consientes de que

poseen derechos y tienen reglas bajos las cuales ac tuar.

2.2.3. Mercado

Page 62: Culturizarte: El arte de entender la cultura desde la

62

Tabla 4 Consumidor Musical

Fuente: Proyecto Industrias Creativas , p.143

La tabla anterior nos permite concluir que el mercado mus ical está altamente

concentrado en la capital (90.53 % de las ventas de realizan en Bogotá)

Vemos además que los c lientes más valorados son los individuos (4.49 sobre 5)

ya que la mayor ía de los serv icios comerc iales que este subsector ofrece son

dir igidos a indiv iduos que compran solos o acompañados, y en un segundo lugar

con una diferencia de 1.2 puntos están las empresas.

Un aspecto que hay que tener en cuenta en cuanto al mercadeo hacia individuos

es que los gustos de los colombianos son muy variados, s iendo la música bailable

y el vallenato los géneros más valorados pues hace sentir a los colombianos mas

colombianos (MinCult & CAB, 2003). En general, como en la mayor ía de los

países latinoamer icanos la oferta musical es bastante variada y los estilos de

música es tán bastante segmentados: mientras los géneros mencionados

anter iormente gus tan a toda la poblac ión, la música típica colombiana y el bolero

se concentran más en un público adulto, la mús ica clás ica en los estratos altos y

el rock y pop en la poblac ión joven.

Page 63: Culturizarte: El arte de entender la cultura desde la

63

Entre los consumidores de la mús ica sinfónica hay algunos aspectos que pesan

de manera importante sobre su motivación, o desmotivac ión para as istir a

conc iertos. Entre los aspectos que mas lo influencian a asistir a un conc ierto es tá

su interés por la música presentada, tener una experiencia educativa, compartir y

exper imentar con los demás espectadores , traer recuerdos de infancia o proyectar

cierto estatus soc ial; por otra par te los dos criter ios que mas desmotivan a la

gente a asistir a un conc ierto son el tiempo y el precio (Cuellar & Peña, 2006).

Un r iesgo al que es vulnerable el mercado de la música orquestal es que gran

parte de sus consumidores no asisten a los conc ier tos en vivo pero gozan de ellos

a través de la tecnología (cd´s, dvd´s...), por ende las organizaciones del sec tor

deben arr iesgarse y ser innovadoras creando “productos atracti vos para el

mercado que le permitan expandir su audiencia mejorando mucho los aspectos

que cualquier cliente espera de una transacción comercial: mayor información,

mejor distribución...” (Cuellar y Peña, 2006). Además las orquestas necesitan de

mucho tiempo para ensayar, por es ta razón el programa de la Orquesta se

compone sólo de dos temporadas de un mes (16 conciertos) en el Teatro

Colsubs idio y de temporadas cortas en el teatro Colon. Esto también desmotiva al

público ( tanto al que asis te como al que le gusta pero no as iste) pues la

irregular idad de estas presentaciones no genera una relac ión estrecha con el

público bogotano, lo que resultar ía en un ingreso constante con la venta de la

boletería, lo cual podría cambiar si exis tieran, se apoyaran mas movimientos

orquestales (como Batuta), o se invitaran orquestas internac ionales a tocar en el

país.

Grac ias a este capítulo se presentó un breve panorama de la industria mus ical en

Bogotá. Desde 1991 en la Constitución Colombiana se reconoc ió la importancia

de la cultura, promoviendo así la aprobac ión de la Ley General de Cultura. Bajo

esta ley el Estado colombiano define las industr ias culturales como “aquellas

industrias dependientes de la imaginación y la creación”, esto sumado a la

partic ipación activa del Consejo Británico en el desarrollo de es tas industr ias

Page 64: Culturizarte: El arte de entender la cultura desde la

64

justifican que el manejo que se les da en nuestro país sea bastante similar al

británico. La partic ipación del Estado como es timulador del desarrollo de es tas

industrias es fundamental especialmente en la protección de los derechos de

autor .

En general el subsector mus ical en Bogotá comparte las tendencias del sector:

Predominan las empresas jóvenes, debido al r iesgo que acecha al sector el

ciclo de v ida de las organizaciones es bastante corto.

La forma de organizac ión que predomina son las sociedades comerciales,

espec ialmente las fundac iones.

Existe una alta informalidad: no todos los establecimientos conocen las

leyes que los r igen, no llevan a cabo un s istema contable organizado.

Dicotomía entre artis tas y adminis tradores en el momento de gestionar

proyectos culturales.

Page 65: Culturizarte: El arte de entender la cultura desde la

65

3. El caso Batuta

En esta última parte descr ibiremos el caso concreto de la Fundac ión Batuta

teniendo como ejes , las caracter ísticas de las empresas culturales que se

menc ionaron anter iormente

3.1 Historia

3.1.1. Su creación

La Fundación Nac ional de orquestas Sinfónica Juveniles e Infantiles “Batuta” de

Colombia es una fundación s in ánimo de lucro, fundada en julio de 1991

respondiendo a la convocator ia de una formación de orquestas juveniles

fomentada por Ana Milena Muñoz (entonces primera dama de la Nación) , con la

ayuda del direc tor orquestal Manuel Cubidez “Pikis”, inspirada en la exper iencia

del venezolano José Antonio Abreu.

Bat uta nace como una idea para buscar actividades que les diera a los jóvenes de todos

los estrat os sociales una herramienta de desarrollo personal, social y económico. En

principio eso fue lo que hicimos: buscar un instrumento-la música- con el que pudiéra mos

llevar crecimiento indiv idual, social para cada uno. Quería además democ ratizar la música,

que la gente t uviera oportunidades y acceso a ella en general. La música en Colombia ha

sido más bien elitista, porque se estudia en la academia o en el conservatorio (Muñoz,

2007)

Su objetivo no sólo es contr ibuir al desarrollo de la música en el país (enseñando

a las niños y jóvenes a tocar Instrumentos y formar grupos orquestales) s ino

también a desarrollar un espac io donde estos chicos aprendan a v ivir en

comunidad, a respetar , a tolerar en general a ser mejores c iudadanos.

La Fundación nace en una época donde la conc ienc ia por lo cultural en el país se

hace más notoria: se ha reconocido la importancia de la misma en la sociedad.

Según la cienc ia política, la formac ión de ins tituciones surge de la necesidad de

Page 66: Culturizarte: El arte de entender la cultura desde la

66

orientar el comportamiento indiv idual hacia propósitos colectivos. De esta manera

Batuta nace como un medio para orientar los esfuerzos de maestros y

funcionar ios hacia la creación de una mejor sociedad, de un bien común. La

Constituc ión, dentro de los derechos culturales incluye los derechos de autor, los

derechos a la educac ión, el derecho a participar en la vida cultural, derecho a la

identidad, derecho a la comunicac iones entre otros, estos derechos, en cierto

sentido, son los que fomentan que empresas “soc ioculturales”17, como Batuta,

surjan como una alternativa flex ible y efic iente para la instrumentación de políticas

públicas (Gutierrez , et al., 2001). Por esta razón la fundación Batuta puede ser

cons iderada como un resultado de la importanc ia que se le dieron a los derechos

culturales desde la constitución de 1991 y la Ley General de Cultura, pues es tás

iniciativas buscan satisfacer estos derechos en zonas marginales del país y

garantizar el cumplimiento de los derechos culturales y el derecho a la cultura. Es

necesario que los derechos estén al alcance de todos para tener una soc iedad

justa y sentada sobre bases soc iales económicas más sólidas,”l a cultura es cada

vez más, un sector de gran protagonismo en la economía de los países, como

fuente de generación creciente de empleo y renta” (MinCult & CAB, 2000). La

Fundac ión Batuta se convierte entonces en un mecanismo para cumplimiento de

la norma, al permitir que niños de bajos estratos y maltratados por la situac ión del

país, conozcan y aprendan sobre mús ica (lo cual es su derecho) , permitiendo as í

que obras como el Réquiem de Mozart, instrumentos como el violín o la flauta no

sean “propiedad pr ivada” de las clases más favorec idas, apoyando as í la labor del

Estado de “promover y fomentar el acceso a la cultura de todos l os colombianos

en igualdad de oportunidades (articulo 70),” (MinCult & CAB, 2000).

En un princ ipio la es trategia de la Fundac ión era aliarse en las ciudades con las

academias mus icales y talleres ya existentes , para así crear mayor credibilidad en

la comunidad. De es ta manera se crean alianzas con entidades en Medellín,

Bogotá, Bucaramanga, Ibagué, Popayán, Tunja, Pereira, Manizales , Car tagena,

Barranquilla (Rivera, Mar ia Cris tina, comunicac ión personal, 3 de abril de 2007).

Se abrieron demas iadas Batutas de una manera descontrolada, incluso se llegó a 17 Lo que quise expresar con el término “ socioculturales” son aqu ellas fundaciones, o empresas , que ejercen responsabilidad social por medio d e l a cultura; emp resas culturales con un fín social.

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67

abrir lo que se denominó Batutas de Garaje: había Batutas has ta en centros

comerciales lo que resultaba bastante incómodo y poco profesional; era una

filosof ía del estilo “Quiero un Batuta en X y se abrían como por arte de magia”.

(Rivera, Mar ia Cr istina, comunicac ión personal, 3 de abr il de 2007). Para algunos

esta situac ión era bastante favorable pues la alianza con Batuta les permitía

obtener ins trumentos y contar con capacitac iones que antes eran impensables;

otros por el contrario encontraban en esto una actitud presuntuosa. Al terminar la

pres idencia de Gavir ia se contaba con mas de 12 centros orquestales sinfónicos,

hoy en día sólo hay tres centros de es te tipo (todos s ituados en Bogota) , se

cerraron los Batutas de Garaje y se pasaron a casas rentadas cerca de las

localidades; esta nueva s ituación fue favorable ya que se empieza a contar con

espac ios propios, pero en c ierta medida se perdió la esencia de Batuta de es tar

en contacto con la comunidad y atender un mayor número de personas (Rivera,

Maria Cr istina, comunicac ión personal, 3 de abr il de 2007).

3.1.2. Su desarrollo

En el 2001 se inic ia el proyecto con Acción Soc ial denominado proyecto

Preoquesta, permitiendo la aper tura de 32 centros orquestales, llegando a lugares

tan remotos como Chocó y Caquetá (Ver ANEXO 1). Gracias a este proyecto, el

más ambic ioso de la Fundación, hoy en día se llega a 25.000 niños a lo largo y

ancho del país , pertenec ientes a las poblac iones más vulnerables (desplazados

del país que han sido vic timas de la violenc ia) en el tema de educación bás ica

musical (Ver ANEXO 2). De esta manera la mús ica se convierte en un medio para

ayudar a estos niños a tener una esperanza de vida, “el propósito de Batuta es

brindarle a los niños ese espacio, no solamente de centro orquestal, sino además

donde ellos puedan tener un espacio de vida mejor” (Norma Poveda,

comunicación personal, 22 de febrero de 2007).

Para la realizac ión de este proyecto Acción Soc ial donó 10.000 millones de pesos

a la Fundac ión. El propós ito de este proyecto es el fomento y la enseñanza bás ica

musical a niños de familias desplazadas por la v iolencia; de esta manera se busca

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68

democratizar el acceso a la cultura, uno de los derechos y propósitos es tablecidos

por la Ley General de Cultura.

Bajo este proyecto Acc ión Soc ial contrata a Batuta para que por medio de la

música atienda el problema de psicología de desplazamiento, se utiliza la cultura

como un medio para cumplir con la responsabilidad social; se maneja la mús ica

como un medio cultural r ico en s ímbolos para ayudar a jóvenes y niños a construir

un mejor mañana, a construir un nuevo tipo de sociedad más solidar ia y tolerante,

En Bat uta contamos con la magia especial que sólo la música logra (...) Lo que logra la

música es un cambio de las almas, de las ment alidades, es un ca mbio del ser humano. En

la medida en que un niño sienta que le está aportando a una comunidad, que su trabajo es

importante, que su esf uerzo es importante, que está haciendo algo en conjunt o con otros

niños, lo que aparece en la practica musical se ve inmediatament e reflejado en su vida

diaria (Rivas, Juan Car los , s.f.)

Si estructuramos la actividad de Batuta según proyectos, obtenemos el siguiente

diagrama

Figura 8. Proyectos Batuta

18

Como podemos ver en el per iodo de Ana Milena Muñoz se le dio espec ial

importancia a las áreas de instrumental sinfónico y orquestal, en donde se reúne a

los mejores alumnos para conformar una orquesta. Es como el resultado de todo

el proceso de enseñaza, pues inspirada en el caso venezolano, se quer ía montar

una orquesta de excelente calidad y de talla internac ional. En el proceso

18 Organig rama realizado con la ayuda de Norma Poved a, directora general de l a Fundación Batuta

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69

Instrumental Sinfónico no se busca la masificac ión de la mús ica, como en el que

vimos anter iormente, pero se mantiene el propós ito de democratizac ión de la

cultura enseñando tanto a niños de bajos estratos, de manera totalmente gratuita,

como a niños de estratos más altos, quienes pagan una matricula proporc ional a

su estrato social, a tocar instrumentos orquestales.

Ahora en el periodo de Lina Moreno se le da mayor importanc ia al módulo de

preorquestas pues ya no se trata de montar una orquesta s infónica, sino de llegar

al mayor número posible de niños (Ver ANEXO 3) y a través de la mús ica

(masificación de ésta) crear un mejor espacio, un espac io de esperanza.

3.2 Estructura Analizar la estructura de la empresa es de suma importanc ia pues nos permite

entender cuál es su jerarquía, cómo son las relac iones en su inter ior y cómo es el

flujo de información que por ella c ircula. Entender la estructura de Batuta nos

permitirá comparar la con la estructura de las empresas culturales que vimos en el

primer capitulo.

3.2.1. Una em presa sociocultural

Al igual que la mayor ía de las empresas del sec tor industr ial (Ver Figura 4) Batuta

es una sociedad comerc ial, una fundac ión, lo que la hace especial es que su

estructura es mixta pues en 1991, año en el que fue consolidada, los aportantes

fueron tanto el Estado Colombiano como la empresa privada (Ver ANEXO 4) , y su

antigüedad (16 años de funcionamiento mientras que la mayor ía de empresas del

sector no llevan más de c inco años) .

Batuta es una fuente de desarrollo y sostenibilidad para el país grac ias a su

impacto soc ial. Por medio de ella mas de 25.000 niños y jóvenes de escasos

recursos, especialmente precedente de familias que han sido desplazadas

forzosamente, pueden per tenecer a un espacio que les llena de esperanza para el

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70

futuro, pueden convivir con más gente y aprender una vocación, o simplemente

un pasatiempo que al final los lleva a ser mejores personas y por ende, al ayudar

a los menos favorec idos , “ Muchos de estos niños es tán siendo rescatados de

delincuencia, vicios, y demás problemas que tenemos especialmente donde faltan

los recursos, donde está la población menos favorecida se es tá logrando un

cambio social en el país” (Rivas , Juan Carlos, s.f.).

Así Batuta grac ias al uso de la cultura es un proyecto de desarrollo social a través

de la mús ica, reconociéndola (en especial la música) como un medio para

“contribuir al desarrollo de la música en Colombia, fortaleciendo los procesos

comunitarios, generando valores ciudadanos y reconociendo la di versidad cultural

desde la educación música a niños y jóvenes, a través de la práctica en grupos

orquestales”19 y acabar con la violencia en país. De es ta manera se la atr ibuye a

la cultura una perspectiva distinta: la de regeneradora social; desde este punto de

vista la cultura genera bienestar.

La música se conv ier te entonces en la base de un programa de educación y de

reforma, el medio para generar un cambio social. Vis to de esta manera si

estructuramos la cadena de valor de Batuta, podr íamos dec ir que se compone así

Figura 9. Cadena de Valor de Batuta20 Inputs Proceso Outputs Outcomes

MÚSICA Impactos

19 Reto mado el 5 d e abril del 2007 de www,colombiaaprend e.edu.co 20 Este ejemplo de caden a d e valo r fu e to mado de la clas e G estión Cultural dictad a por Jai me Ruiz, primer semestre 2007

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71

La razón de ser de Batuta, es su misma competenc ia central: el método de

enseñar es único y su propós ito fundamental es formar mejores ciudadanos.

Batuta se perc ibe entonces como una organización que maneja la cultura (la

música) como un medio para generar impacto social, y por esta razón la definimos

como una empresa sociocultural.

3.2.2. Organización y conflicto

En lo que respecta a las empresas culturales la fundación es única en su c lase ya

que ha tomado aspectos propios de la empresa privada para disminuir los riesgos

ya menc ionados anter iormente. Una de las caracterís ticas princ ipales de Batuta

es que aún siendo una empresa cultural, se encuentra bas tante estructurada y

cuenta con una junta directiva y un organigrama en donde cada quien tiene

claras sus func iones. El análisis de estos nos permitirá entender quienes son los

stakeholders internos de la organización.

La Fundación cuenta con una Junta Directiva compuesta por miembros del sec tor

público y del sector privado

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72

Figura 10. Organigrama Junta Directiva Batuta

21

21 Este organigrama de la Junta Directiva d e Batuta fue realizado graci as a la lectura d e los estatutos de la Fundación y la col aboración d e No rma Poved a, directora gen eral

Primera Dama de la Nación :

Lina Moreno de Uribe

Ministro de Cultura:

Elvira Cuervo

Sector Público

Sector Privado

Director para la Agencia

Presidencial de Acción Social y Colaboración In ternacional

Luis Alfonso

Hoyos

Director de Secretaria de

Cultura Recreación y

Deporte:

Marta Senn

Seguros Bolívar

Marco Franco

ECOPETROL

Isaac Yanick

Inverlink

Brusmann Macmaster

Bavaria

Pablo Gabriel Obregon

Betania

José Antonio Vargas

Semana

Alejandro Santos

Yannovick

Page 73: Culturizarte: El arte de entender la cultura desde la

73

Como podemos apreciar a la cabeza de la Junta Directiva se encuentran la

Pr imera Da ma de la Nación y el Ministro de Cultura, la presencia del sec tor

privado se ha reduc ido ya que el número de apor tantes es menor que el que

existía en un pr inc ipio (Ver ANEXO 4) . Cada una de las partes que compone la

junta tiene como principal motivación velar por el correcto funcionamiento de la

Fundac ión, es decir por el cumplimiento de su mis ión: “La misión de Batuta es

contribuir al desarrollo musical en Colombia, al fortalecimiento de la comunidad y

a la generación y promulgación de valores ciudadanos”22. Diversos son los

intereses que motivan a los diferentes grupos de interés: al sec tor privado lo

motivan intereses de tipo económico, con lo que no nos estamos refiriendo sólo a

la obtención de utilidades, según F. Toledo (comunicación personal) éstas son

inconmensurables 23, sino a la correc ta utilizac ión de su capital (aumentar el

numero de benefic iados por la Fundación) , de imagen, de los cuales haremos

menc ión en la sección de mercadeo de este capítulo; en cuanto al sec tor público

su pr incipal interés se concentra en el impacto social, en que cada vez sean más

los niños que se benefic ian con la labor de la Fundación (especialmente los niños

de población vulnerable) y la música clásica llegue a más colombianos y sea

aprec iada por ellos .

El organigrama de la Fundac ión es el s iguiente:

22 Recuperado el 2 de febrero del 2007 del Bro chure de la Fund ación Batuta 23 No s e trata d e utilidades econó micas.

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74

Figura 11. Organigrama Batuta según estatutos

24

Como podemos ver gracias a es te organigrama ex isten dependencias que hacen

de esta organización una excepción en el sector de las industr ias culturales. La

primera de ellas es el área de recursos humanos, a cargo del director general,

donde se elabora todo el proceso de selección del personal (maestros, operarios,

secretar ias...). De los aproximadamente 350 profesores con los que cuenta la

Fundac ión, 300 están v inculados laboralmente, esto es una excepc ión en cuanto

a las caracter ísticas de las empresas donde pr iman los trabajos temporales sin

ningún tipo de compensación o seguro; nos encontramos frente una organizac ión

que no sólo cumple con los requisitos normales a los que se debe someter

cualquier tipo de contratante, sino que además hace parte de los establecimientos

que conocen perfec tamente los leyes y normas que la rigen (Ver Tabla 3).

La segunda de ellas es el área de dirección administrativa y financiera, razón por

la cual lleva sistema contable organizado, como en el de cualquier empresa. Cada 24 Organig rama realizado por Norma Poveda en el día d e nu estra entrevista

Junta Directiva

Director General: Norma Poveda

Director Musical Juan Carlos Rivas

Gerencias Regionales Coordinador de Recursos Hum anos

Dirección administrativa y financiera

Área de Comunicación

Regional Costa Norte

Regional Centro Occidente

Regional Oriental

Regional Sur

Coordinador de área Preorquestal

Coordinador de área orquestal

Coordinador de área instrum ental

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75

mes su gerente general debe rendir cuentas y presentar informes a la Junta

Directiva ente los cuales se encuentra: el presupuesto anual, el balance, los

estados de pérdidas y ganancias (Estatutos de la Fundación (2003), capitulo VII

El gerente) . De esta manera la empresa conoce cuales son sus necesidades y

capac idades financieras , y hace par te de aquella proporción de empresas del

sector que cuenta con una contabilidad adecuada (Ver Figura 7).

Aunque este es el organigrama que se nos brindó en la Fundación, en realidad, lo

que grac ias al trabajo de campo en la Fundac ión se pudo perc ibir es que la forma

de funcionar y de tomar decis iones se estructura de la s iguiente manera

Figura 12. Organigrama Batuta según trabajo de cam po

Lo que se busca resaltar con este organigrama es la existenc ia de dos cabezas,

dos directores a cargo del func ionamiento de la Fundac ión, generando así una es

situac ión típica que habíamos mencionado anteriormente que induce a la

consolidación de una burocracia profesional. Dos directores con intereses distintos a la cabeza de la organizac ión. Como en la mayor ía de los casos se trata

de un director general (un administrador) quien se encuentra a cargo del

funcionamiento operativo y administrativo de la organización, y un director cultural

bajo el cual se encuentra la responsabilidad del evento cultural como tal.

En el caso particular de Batuta, aunque desde su nacimiento la Fundac ión

siempre ha func ionado con esta estructura, desde el cambio de los dos directores

Junta Directiva

Gerente General Norma Poveda

Director Creativo Juan Carlos Rivas

Dirección administrativa y financiera

Coordinador de Recursos humanos

Gerencias Regionales

Área de Comunicación

Coordinaciones m usicales

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76

se ha venido presentando un choque de intereses, provocando una tens ión entre

los dos directivos, que no permite que Batuta opere de manera óptima. Ambos

buscan la sos tenibilidad y perdurabilidad de la fundac ión, no obstante los

intereses 25 que mueven a cada uno difieren y es en este punto donde

encontramos un choque que puede llevar a una s ituac ión cr ítica (especialmente

en cuanto al ambiente organizac ional) . Para que el ambiente de una organizac ión

sea estable, y permita que las organizaciones profesionales func ionen de manera

eficiente es necesar io que “las partes que componen la organización se

interrelacionen de manera armónica con el fin de lograr l os objeti vos que la misma

se ha propuesto” (Mintzberg, citado en Díaz, Martín, s.f.). En el caso de Batuta las

relac iones no se dan de esta manera y nos encontramos en una situac ión de

conflicto donde a los profesionales no les interesa que otros normalicen sus

procesos de trabajo o ejerzan control sobre los mismos (Ross, María Teresa) . El

Gerente general es quien está a cargo del correcto func ionamiento a nivel

operativo y administrativo, su princ ipal interés es económico en tanto espera que

la Fundación no entre en problemas financ ieros y sea sos tenible, y educativo

pues a su cargo se encuentra también la realización del PEMI (Programa

Educativo Mus ical Integrado); es aquella persona que en la teor ía de denomina

administrador profesional. Por su parte el director cultural es quien está

encargado de la par te creativa de la Fundac ión, por ende su principal interés es

cultural pues sabe que sobre sus hombros recae la responsabilidad de que Batuta

sea reconoc ida por su calidad no sólo musical, s ino como escuela. El choque se

encuentra en la importancia que le da cada uno de ellos a sus propios intereses

sin valorar los del otro (Es tatutos de la Fundación 2003, capitulo VII y VIII El

gerente y el Director).

Como v imos anter iormente este tipo de conflicto es perjudic ial para la

organización y puede llevarla a su fin, es necesar io que se logren alinear los

intereses y que ambos directivos perciban la importanc ia de su labor para el

funcionamiento de la compañía: una correcta planeac ión y organizac ión

25 Los diferent es tipos de interés: económi cos, culturales , d e reconoci mi ento, sociales, educativos y recreativos, fu eron to mados de la clase de Gestión Cultural dictad a po r Jai me Ruiz y Adrian a Sierra, 1 er semestre d el 2007.

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77

acompañada de una excelente calidad y creativ idad hacen de Batuta una

organización sostenible y autónoma.

En general nos encontramos frente a un tipo de burocracia profesional donde el

conflicto es tal que se están generando jerarquías administrativas paralelas (Díaz,

Martín, s.f.), en donde los profesionales trabajan de manera tan independiente y

con un alto grado de desconfianza el uno en el otro, que pierden el objetivo

primordial de la Fundación con tal de satisfacer sus propios intereses, generando

un ambiente organizacional tenso y confuso que divide a cada uno de los

miembros de la fundación en alguna de las jerarquías. Citando el argumento de

Mintzberg podemos resumir esta s ituac ión:

En esta estructura existe una orientación profesional hacia el servicio lo que unido

a una mayor identificación del profesional con su pro fesión que con la

organización sea una fuente de conflictos importantes, puesto que esto es claramente percibido por el administrador profesional estableciéndose una fuente

de tensión entre él y el p rofesional. (citado en Díaz, Martín, s.f.)

3.3. Mercadeo

El mercadeo es un área estratégica, razón por la cual es tan importante su

estudio, para las empresas de este sector pues permite la divulgación del evento,

la formación de públicos y lo que creemos es su func ión más importante: la recolección de fondos. En el caso Batuta el mercadeo juega un rol aún más

crítico, ya que al haber la definido como una organización soc iocultural, las

carac ter ísticas y funciones de esta área no sólo responden a las de las

organizaciones culturales pero también a las de las sociales.

Al igual que en la mayor ía de las organizaciones culturales en nuestro país , la

actitud de la fundac ión hacia la búsqueda de fondos, la manera de hallar cómo ser

sostenible en el tiempo, entre otros es de tipo reac tivo y espera que sea un tercero (en su mayor ía de veces el Estado) que se acerque a ellos y les colabore

(F. Toledo, comunicac ión personal), lo que ha causado una falta de estrategia y

una falencia en su organizac ión. Además la labor de la organización no ha sido la

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adecuada ya que poca gente la conoce, inc luso en las mismas comunidades en

las que opera (F. Toledo, comunicación personal)

Sí falta una estrategia que per mita mayor conocimiento de bat uta. Es una t area que

depende del manejo de la ad ministración (…). Es un proyecto que cumple con muchos

objetivos: es educativo, hay desarrollo econó mico, social, individual; es un instrument o de

convivenc ia y de paz (Muñoz, 2007)

Una de las pr incipales falencias de la Fundación Batuta es el no contar con un

área de mercadeo y confiar en los recursos del Es tado como princ ipal fuente de

financ iac ión. Hoy en día la financiación por parte del gobierno es cada vez menor,

se hace imperativo para las fundaciones buscar sus recursos en el sec tor privado

o generarlos ellas mismas, y para este fin el mercadeo es una herramienta

estratégica.

3.3.1 Plan de Mercadeo

En su organigrama perc ibimos que ex iste un área de comunicación, y se realizan

ciertas actividades (acompañamientos en eventos para empresas pr ivadas,

publicac iones en los medios, realizac ión de encuentros regionales) pero esto no

es sufic iente para las neces idades de la Fundación y es necesario contar con un

departamento de mercadeo que, al igual que las demás áreas, tenga un plan

conc iso con metas concretas. En realidad la Fundación es poco conoc ida y

aunque no sea explíc ito es claro que existe “cier to miedo de mandarlos a l a calle

pues no poseen la calidad suficiente”26, mentalidad que s i no se rompe no

permitirá jamás que la Fundación sur ja y crezca de manera ex itosa. Los objetivos

de dicho plan son básicamente posicionar a la organización como un producto de

excelente calidad y de alto impacto social, de valor agregado y de fácil adopc ión,

organizar las actividades de fund rasing necesarias para reducir la incertidumbre

en el flujo de recursos, as í como coordinar e impulsar todas las activ idades

generadoras de recursos propios (segunda y tercera pata del butaco). El área de

26 Entrevista a Fernando Toledo y su respu esta en cuanto a la teorí a d e la primera d ama de la Nación , Lina Moreno, en no h acer la organización más vistosa

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mercadeo es básica pues como lo dice Mar ia Cris tina Rivera, direc tora del área

de preorquesta, “para lograr un desarrollo sinfónico lo que necesitamos es plata”

(comunicac ión personal, 9 de abr il del 2007). En realidad si analizamos los

objetivos vemos que estos se complementan y que las actividades de uno facilitan

el desarrollo del otro. La es trategia de mercadeo de la Fundación que

proponemos sería: pocisionarse en el mercado como una Fundac ión responsable

con alto impacto social, no sólo debe hacer saber a la comunidad y al país cuál es

su causa sino también sus logros y alcances; en general se trata de acercarse

más a los colombianos y con ello a sus donantes y posibles donantes Las

actividades que por ende creemos que es necesario realizar son de diferente

tipo27 pero todas con miras a cumplir este propósito y lograr que la Fundación sea

autosostenible y deje de depender en exc lusivamente en los recursos estatales :

Activ idades de búsqueda de nuevos donantes y acercamiento con los

donantes ya ex istentes:

1. Suscribir convenios con entidades cooperantes como el BID (Bernal,

2004): este tipo de actividad le permitirá acceder a diversas fuentes

de recursos , lo que es uno de sus propós itos al tratarse de una

empresa social.

2. Nueva página w eb: es necesario diseñar una página que sea ínter

activa de tal manera que el usuario se pueda sentir parte de la

Fundac ión (opinar , donar ... etc . con un solo c lic); un diseño más

moderno que refleje el instrumento de Batuta, la música, de tal

manera que atraiga más gente (alumnos y aportantes).

3. Manejar una base de datos: a cada persona le gusta sentirse única y

valorada por la organización, más cuando se trata de su dinero. Por

esta razón es importante contar con una base de datos de cada uno

y todos los apor tantes, de tal manera que se les pueda informar

sobre los últimos acontec imientos, eventos , programas... as í el

aportante se sentirá más unido a la Fundación y se reducen las

probabilidades de que abandone. 27 Las actividad es que yo propongo s e des arrollaron en b ase a l a clase de Gestión Cultural, dictad a po r Jai me Ruiz y Adri ana Sierra, p ri mer semestre 2007.

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Activ idades que promuevan el reconoc imiento de la Fundación y sean

reflejo de su impacto y apor te al país:

1. La realizac ión de giras nac ionales e internac ionales (F. Toledo,

comunicación personal) : aunque la música no sea el fin de Batuta

sino el medio, es importante mostrar una cara amable al público. El

presentar la orquesta es una muestra tangible de la ac tividad de

Batuta.

2. Obtener la certificación de calidad (Bernal, 2004) : contar con esta

certificac ión genera confianza, un aspecto cr itico para los donantes.

3. Hacer seguimiento de las trayector ias de los alumnos: al igual que la

realizac ión de giras, esta ac tiv idad permite mostrar el impacto que

genera la Fundación

4. Activ idades promociónales (Bernal, 2004) : con el fin de generar mas

reconocimiento de la marca es importante que se usen herramientas

de alta repartic ión, como lo son las revistas, volantes... lo importante

es que la Marca Batuta se vea mas y que la gente la reconozca e

identifique

3.3.2 Fund Raising

El Fund Raising28es una caracterís tica típica de la industr ia cultural pues muchas

de las organizaciones que la componen son fundac iones (y en la mayor ía de los

casos sin ánimo de lucro) que necesitan del aporte de entidades externas (tanto

públicas como privadas) para subs istir y llevar a cabo su misión.

Como lo habíamos menc ionado anter iormente, el área de mercadeo es esenc ial

para el equilibr io del butaco de financiación y en es te punto estar íamos hablando

de la segunda pata de dicho butaco.

28 Entiéndase por Fund Raising la recolección d e fondos por part e del sector p rivado

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81

Aunque lo óptimo ser ía contar con una alianza establec ida en el largo plazo y con

ella con unos recursos seguros, Batuta es consiente de que su máx imo

benefactor es Acción Soc ial y esto la coloca en una situación muy vulnerable y de

mucho riesgo, pues la labor de Acción es una pr ior idad de es te gobierno que

perfectamente puede cambiar en la próxima agenda pres idencial, lo cual refleja

una dependencia marcada de fondos gubernamentales (Gutiérrez et al., 2006).

Acción social aporta el 90% de las donaciones, lo que s ignifica que Batuta

depende totalmente de este ente; según su gerente general sin los recursos de

Acción Soc ial, no queda otra opción que desocupar , cerrar y poner candado a las

puertas de Batuta (Norma Poveda, comunicac ión personal, 6 de marzo de 2007).

Por esta razón se desarrollaron los Proyectos espec iales como medio de atraer el

interés del sector pr ivado y público y captar más recursos. Estos además de

permitir continuar con la labor soc ial de la Fundación, son totalmente financiados

por las empresas contratantes, hacen de c ier ta manera el papel de patrocinadores

y permiten que la Fundac ión obtenga recursos para financ iar sus costos. Se

genera entonces una red de alianzas y de relac iones gana-gana para todos sus

partic ipantes: por un lado el aportante mejora su imagen y se da a conocer a un

mayor mercado, por otro lado la Fundac ión cons igue recursos para cubr ir sus

neces idades y cumplir su labor, y aumenta su participación en proyectos sociales

ampliando su cobertura. El problema radica en que la mayor ía de es tos

proyectos, como es usual en el sector cultural, son temporales y fallecen una vez

han s ido realizados.

Algunos de estos proyectos son alianzas con:

ECOPETROL

FUPAD (Plan Colombia)

Acesco

Alcaldía de Sincelejo

Alcaldías del Urabá Antioqueño

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82

Para incentivar el aporte de los donantes y mantener los comprometidos con la

causa es necesario demostrar la eficiencia de la labor de la Fundación y por

en es necesario medir su valor social (el cumplimiento de su mis ión) y su

eficiencia.

3.3.3. Indicadores

Dado el número y divers idad de los grupos de interés que hay en la Fundac ión,

los indicadores son una herramienta indispensable para ilus trar el correcto

funcionamiento de la organizac ión y el cumplimiento de su mis ión.

Para mostrar la efic ienc ia de Batuta es necesario contar con mecanismos

contundentes que sean prueba de es to. Es necesario mostrar que Batuta s i es

una organizac ión rentable tanto económicamente como soc ialmente. Desde el

desarrollo del plan de mercadeo deben definirse cuáles son las metas y objetivos,

y con ellos los indicadores con los que se medirán el cumplimiento de éstas.

Como lo planteamos en el plan de mercadeo, el propós ito de éste es acercarse a

los donantes y aumentar su participac ión, lo cual se logra demostrando el

crecimiento de su impacto y la satisfacc ión tanto de sus beneficiaros. As í como en

los estatutos de la Fundación se es tablecen cuáles son las func iones del gerente

y del director creativo (capítulos VII y VIII), se deber ía agregar a és tas el

desarrollo de un plan de mercadeo anual, el repor te y seguimiento de éste.

Cons ideramos que deberían elaborarse 2 tipos de indicadores para medir el

correcto desarrollo de Batuta y su impacto:

Indicadores Cuantitativos

• Cobertura (por regiones)

• Numero de niños que entran a la Fundación en el periodo

t comparado con el numero de niños que entraron a la

Fundac ión en el periodo t-1

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• Numero de niños que permanecen en la Fundac ión

• Numero de centros Batuta abiertos en el per iodo t

• Aportantes que ingresan a la Fundación en el periodo t

comparado con el numero de apor tantes que exis tían en

el per iodo t-1

• Aportantes que reinv ierten en la Fundación (que se

mantienen)

• Índice de violenc ia en la regiones donde hay centros

Batuta

• Diversidad de las fuentes de financiac ión

• Veces que la Fundación aparece en los medios

Índices Cualitativos

• Nivel de satisfacción de los niños

• Encuestas de opinión

• Grado de reconoc imiento (conoce ud la fundac ión?)

• Freepress y Voz a Voz

3.4 Derechos de autor

Como se ha menc ionado a lo largo de este trabajo una de las bases

fundamentales para que ex istan las industrias culturales, y sean además fuente

de ingresos, es necesar io que se respeten y promulguen los derechos de autor.

Por esta razón dec idimos elaborar un inc iso para el manejo de este cr iter io en la

Fundac ión.

3.4.1. El Conflicto

En 1999 Gustavo Parra, ex director musical, demanda a la Fundación Batuta por

violación a los derechos de autor. Según él, al proyecto de Preorquesta se le

habían cedido los derechos patrimoniales de una obra de su autor ía que estaba

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84

siendo utilizada. La Fundac ión se niega a pagar y este es el comienzo de un

conflicto que todavía prosigue.

En el 2002 las cosas se empeoran y Gustavo Parra alega ser el autor intelectual

de todo el material utilizado por el área s infónica y el área orquestal, es decir se

declaraba el creador del método de educación empleado por la Fundac ión y por

ello demandaba a Batuta por 800 millones de pesos.

Tras es ta demanda en el 2005 se secuestra (o incauta) todo el mater ial didáctico,

en cada uno de los centros orquestales de la Fundación. Esto los puso en ser ios

aprietos pues era el único método de enseñanza con el que contaban.

Batuta ante esta situación contra demanda argumentando sus derechos como

empleador del func ionario Gustavo Parra (ver derechos de autor en Colombia)

3.4.2. Las decisiones

Aunque el conflicto todavía no se ha soluc ionado la Junta Direc tiva ya tomó

medidas al respecto.

En pr imer lugar se dec idió desarrollar un nuevo modelo pedagógico, pues era

inconcebible que la Fundac ión parara sus actividades, espec ialmente para el

proyecto de Preorquesta.

En segundo lugar se dec idió hacer explícito tanto en los estatutos de la

organización como en los contratos de la empresa, que toda producción que se

realizara para la Fundac ión y en cumplimiento de sus objetivos , era propiedad única de la Batuta

Aunque en los contratos ya ex istía una cláusula en donde se manifiesta que los

derechos de autor, tanto de la producc ión musical como del método de

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85

enseñanza pertenecen a Batuta, se decidió hacerla explicita de tal manera que

este suceso no se vuelva a repetir (Ver Anexo, contrato) .

Además cuenta con la asesor ía de una prestigiosa firma de abogados, para

asegurase que los derechos de autor y propiedad intelectual no sean violados

bajo ninguna c ircunstancia.

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El caso de Batuta nos permitió exponer en un caso concreto las carac ter ísticas de

una empresa cultural en Bogotá .

Aunque con algunas excepciones:

Largo c iclo de v ida Orden en su contabilidad y procesos adminis trativos

Conocimiento total de las normas que la r igen

La empresa está sujeta a las particularidades que hemos resaltado en las

industrias culturales:

Cuenta con un proceso de creación de valor donde su competenc ia núc leo

es la creativ idad.

Variedad en el tipo de stakeholders y sus intereses (motivac iones)

Organización profes ional donde la dicotomía entre los intereses y

decis iones (o tomas de estas) del director creativo (el artista) y el direc tor

general (el adminis trador).

En cuanto a su financiac ión se presenta el menc ionado “butaco de tres

patas”. La vulnerabilidad y el riesgo que existen en cuanto a su financ iac ión

justifican la creac ión de un departamento de mercadeo como área

estratégica para la recolección de fondos y sostenibilidad.

Reconoce la importancia de los derechos de autor para su subsis tenc ia.

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87

Conclusiones

Mi objetivo era tratar de describir las industr ias culturales, algunas de sus

carac ter ísticas y particularidades, y plasmarlas en un evento en particular. Mi

proyecto es por ende un trabajo de tipo descriptivo que busca hallar en la teor ía

algunas de las pr incipales caracter ísticas de las industr ias culturales y luego tratar

de v isualizar las gracias al es tudio de una organización en particular (en es ta caso

la Fundación Batuta). Por esta razón mi marco teór ico es bastante extenso y

compone la mayor parte de mi proyecto, ya que es en este capítulo donde recapitulo aquellos aspectos que predominan en diferentes estudios y ar tículos,

las func iones y definic iones que se le han dado a esta industr ia; lo que en la teoría

se ha escr ito sobre ellas. Es prec iso aclarar que mi trabajo no busca en ningún

momento desarrollar algún tipo de crítica sobre las definiciones y aprox imaciones

que se observaron en el marco teór ico, o comparaciones entre las diferentes

industrias, es tan sólo un abrebocas para entender mejor a que nos estamos

refiriendo cuando hablamos de industr ias culturales.

Esta metodología fue adecuada pues una vez tuve más c laro el concepto de

industria cultural y aplicado a un caso concreto, facilitó aún más su entendimiento.

También hubo algunas limitaciones que menc ionaremos más adelante.

El término de industr ia cultural todavía se encuentra en desarrollo y es por esta

razón que todavía no existe clar idad en cuanto a su definición, delimitac ión,

partic ipación del Estado.

En un princ ipio la percepc ión que se tenía sobre las industrias culturales era

bastante negativa, “el arte está perdiendo su valor al volverse industria”, y fue en

la década de los 80 cuando, bajo iniciativa de la UNESCO, que se empezó a

perc ibir la importancia de estudiarlas

Aquellas industrias cuyos bienes y servicios culturales son producidos,

reproducidos, conservados y difundidos según criteri os industriales y

comerciales, es decir (…) aplicando estrategias de carácter económico.

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88

Alineado con esta teor ía, en este trabajo se buscó resaltar algunas de las

carac ter ísticas de las industr ias culturales que nos permiten afirmar que este tipo

de industria debe ser también analizado desde una perspectiva económica. Sólo

nos enfocamos en algunos aspectos, pues por cuestión de tiempo era imposible

tratar los todos. Pudimos perc ibir que como en cualquier industr ia:

Existe un proceso de creación de valor.

Existen numerosos grupos de interés motivados por dis tintas

razones.

Tienen c ier ta manera de estructurarse (tipos de organizac ión, de

relac iones, flujos de informac ión) .

Operan en un mercado (el mercado cultural) y por ende se rigen

bajo las reglas de éste.

Cada uno de estos parámetros tiene su par ticular idad en el sector en que se

estudia, y para el sec tor cultural pudimos percibir que:

El proceso de creación de valor es tá basado en la creatividad (p. 21). La

creatividad es la ventaja competitiva de su ac tividad.

Existen numerosos grupos de interés que van desde entidades publicas

hasta personas naturales, desde artistas hasta técnicos. Por esta razón

podemos decir que se trata de una actividad intersector ial, interprofes ional

El mercado cultural es un mercado volátil donde priman las organizaciones

flexibles e informales y las relac iones gracias a la redes.

Los derechos de autor son esenciales para su func ionamiento, son un

factor cr ítico pues tienen el rol de proteger la materia pr ima y por ende

motivar al creador.

El área de mercadeo es un área estratégica pues en la industria sólo

sobreviven aquellas que son “valued as bes t”. En sus funciones

encontramos la recolección de fondos, la formac ión de públicos y la

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89

divulgac ión del evento, ac tiv idades claves para el desarrollo de la

organización.

Existe una alta tendencia hacia la conformac ión de organizaciones

profesionales, en su mayoría con tens iones entre sus profesionales:

dicotomía entre el artista y el gerente y sus respectivos intereses que

justifican la existencia de un gestor cultural.

Al analizar el caso particular de Batuta en el país, pudimos notar algunas de las

carac ter ísticas menc ionadas anter iormente en un caso concreto, lo que nos

permitió observar como la teoría si se aplica en un caso concreto

La Fundación cuenta con un proceso de creac ión de valor, en donde la

ventaja competitiva es generada por la creatividad. La creatividad se

encuentra en el desarrollo de un PEMI y la utilización de la música como un

medio para generar cambio social.

Cuenta con diferentes tipos de grupos de interés tanto internos como

externos, entre los cuales se hallan miembros del sector público y del

sector privado.

El área de mercadeo se convierte en una necesidad al momento de

recaudar los fondos necesarios para la subsis tencia y viabilidad de la

Fundac ión, de crear un público que se sienta comprometido con la causa y

la labor de la Fundación.

Los derechos de autor deben ser protegidos pues de lo contrario la

actividad de la Batuta es vulnerable y puede llevarle al c ierre.

La dicotomía entre el direc tor general y el director creativo dificultan su

ambiente organizacional y perjudican su óptimo desarrollo.

Al ser un campo en desarrollo, espec ialmente en el país, mi análisis sobre las

industrias culturales en Bogotá (sus caracter ísticas) se enfocó pr inc ipalmente en

el Proyecto de Industr ias Creativas del Br itish Counc il, y por esta razón el análisis

puede estar bastante sesgado por la perspectiva inglesa del sector. De pronto

ampliando mi búsqueda habría encontrado otras particular idades, otras

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90

perspectivas ... También hay que tener en cuenta que era imposible analizar el

sector cultural en su totalidad y por ende mi estudio se concentró sólo en el

subsector de la música.

Otro aspecto que limitó de alguna manera mi trabajo fue que solo hablé con

funcionar ios de Batuta, y por ende no tuve la percepción de gente que ya no

pertenece a la Fundac ión que ha podido darme información adicional y un punto

de vis ta más objetivo sobre el desarrollo de la organización.

Estoy cons iente que es te trabajo es tan sólo una propuesta para descr ibir las

industrias culturales, y como lo mencione anteriormente es tan sólo un abrebocas

para entender este tipo de industr ias. En el futuro me encantar ía que este trabajo

se complementara con un anális is crítico del sector y su funcionamiento, o con un

anális is comparativo del caso Batuta en Colombia con casos s imilares en otras

países o ciudades. De igual manera espero que en un futuro pueda servir como

eje para analizar otro subsector , ser ampliado con más particularidades. En

general, espero que un mayor número de gente se anime a hacer trabajo de este

estilo y se pueda así ampliar nuestro conocimiento sobre las industrias culturales.

El desarrollo de este proyecto me permitió estudiar el tema en el que me quiero

desempeñar y desarrollar en el amibito laboral; ya no sólo se trata de un tema que

me gusta, pero también de uno en donde conozco algo de la teor ía y de sus

carac ter ísticas . Además el estudio de éste me confirmó mis ganas por seguir

trabajando en este campo y apórtale al país. El conocer casos como el de José

Antonio Abreu en Venezuela me demostró que la cultura puede ser un medio para

generar impacto social y para crear un mejor país.

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Bibliografía

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Anexos

Anexo 1

Mapa Batuta

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Anexo 2

Plan de Estudios

Progr am a de Preorquesta Batuta Instrumental:

• sistros, xilófonos, metalófonos, flautas dulces, percusión menor y percus ión

folclór ica.

Repertorio:

• Princ ipalmente colombiano y latinoamericano.

Intensidad horaria:

• 3 o 4 horas semanales (según nivel) .

Cobertura:

• 30 niños por Preorquesta.

Evaluación

Se hace al finalizar cada semestre y dará cuenta del alcance de la

formación mus ical y de la integrac ión ps icosoc ial de los niños y jóvenes,

medida por su participación en las audiciones y conciertos .

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Esta lámina nos ilustra cual es el programa del quinto semestre del

Proyecto de Preorquestas. Cuando un niño llega a este nivel debe

aprender a tocar casa uno de estos instrumentos y saber además de qué

clase de ins trumento se trata.

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Anexo 3

Evolución Proyecto Preorquestas

Año Cobertura (n° de niños)

2001 400 3 ciudades

2002 900 5 ciudades

2003 5.000 20 ciudades

2004 5.700 23 ciudades

2005 21.000 49 ciudades

2006 25.020 56 ciudades

2007 28.200 70 c iudades

Hoy en día en la Fundación Batuta hay un total de 28.520 niños y jóvenes

beneficiarios , de los cuales 25.020 son cobertura del Convenio Acc ión Soc ial

(Programa Preorquestas) .

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Anexo 4

Fundadores