cuento de las dos palabras de alberto garcía vallejo

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Cuento de las dos palabras de Alberto García Vallejo Dieron las ocho en el reloj de casa. Era la hora de ir al instituto. Hoy había examen. Estaba un poco nervioso. Hice la mochila corriendo y salí corriendo de casa. Según llegábamos ibamos pasando a clase. Antes de que me dieran el examen , busqué en mi mochila el estuche. Me empecé a poner muy nervioso: no lo encontraba, no sabía dónde lo había puesto. El profesor se acercó a mí y me preguntó: -¿Por qué estas así? ¿Te pasa algo? Las palabras no me salían y el profesor volvió a preguntar: -¿Te encuentras bien? Por fin pude hablar y le dije que no encontraba el estuche y que creía que, con las prisas, me lo había dejado en casa y ahora no podía hacer el examen. El profesor me dio su bolígrafo y me dijo: -Verás cómo te da suerte escribir con mi bolígrafo y deja ya de preocuparte por tonterías. El profesor tuvo razón. Deje los nervios aparte y empecé a contestar el examen. Gracias al bolígrafo del profesor y a lo que yo había estudiado, hice un buen examen.

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Cuento de las dos palabras de

Alberto García Vallejo

Dieron las ocho en el reloj de casa. Era la hora de ir al instituto. Hoy había

examen. Estaba un poco nervioso. Hice la mochila corriendo y salí corriendo

de casa. Según llegábamos ibamos pasando a clase. Antes de que me dieran

el examen , busqué en mi mochila el estuche. Me empecé a poner muy

nervioso: no lo encontraba, no sabía dónde lo había puesto. El profesor se

acercó a mí y me preguntó:

-¿Por qué estas así? ¿Te pasa algo?

Las palabras no me salían y el profesor volvió a preguntar:

-¿Te encuentras bien?

Por fin pude hablar y le dije que no encontraba el estuche y que creía que,

con las prisas, me lo había dejado en casa y ahora no podía hacer el examen.

El profesor me dio su bolígrafo y me dijo:

-Verás cómo te da suerte escribir con mi bolígrafo y deja ya de preocuparte

por tonterías.

El profesor tuvo razón. Deje los nervios aparte y empecé a contestar el

examen. Gracias al bolígrafo del profesor y a lo que yo había estudiado, hice

un buen examen.