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CUANDO ENFRENTE UN CONFLICTO CON UN COMPAÑERO DE TRABAJO

E n el trabajo, usted forja relaciones con personas que quizá no habría escogido como sus amigos. Ya que pasa gran parte de su tiempo con estos compañeros

de trabajo y cuenta con ellos para realizar su trabajo, ciertos conflictos son inevitables. A continuación se presentan ciertas maneras de tratar los conflictos que se interponen con el trabajo productivo:

Cuando enfrente un conflicto con un compañero de trabajo 1

Sugerencias respecto de cómo discutir correctamente 2 - 3

Practique ser resistente 4 - 5

Ahorro de dinero cada día 6 - 7

EN ESTA EDICIÓN:

Trate de entender la causa del conflicto. ¿Qué porción del problema es su propia reacción emocional a la otra persona, y en qué porción el propio conflicto está perjudicando el trabajo? Trate de tener en claro por qué le está molestando la otra persona antes de confrontarla.

Trate de ver la situación desde el punto de vista de la otra persona. A veces, examinar la situación desde el otro punto de vista ayuda a encontrar un arreglo. ¿Conoce todos los aspectos del asunto? ¿Es posible que su propio comportamiento esté haciendo que su compañero de trabajo reaccione de esa manera?

No trate de echarle la culpa a alguien. Tratar de culpar a la otra parte es tan sólo una pérdida de tiempo y hace que ambos se pongan a la defensiva. Es preferible que busque soluciones.

Cuando hable con la otra persona sobre el conflicto, permanezca calmado y no aborde otros temas. Evite frases como: “Usted siempre . . .” o bien, “Yo nunca.” Limítese a ejemplos específicos y explique la manera en que el comportamiento de la otra persona o sus afirmaciones lo hacen

sentir, o qué pasó con el proyecto de trabajo como resultado. Prepárese a escuchar con una mente abierta las críticas sobre su propio comportamiento.

Dele a la otra persona la oportunidad de exponer su punto de vista sin interrumpirla. Escuche lo que tenga que decir y muestre que respeta sus opiniones al dejar que concluya sus explicaciones. La mayoría de las personas no están dispuestas a cambiar hasta que sientan que se ha tomado el tiempo para escuchar y entender lo que tienen que decir.

Esté consciente de su lenguaje gestual y el tono de su voz. Trate de no enviar mensajes hostiles a la otra persona. Mantenga un tono de voz de conversación y trate de mantener su cuerpo relajado. Evite el sarcasmo o las impertinencias – ésta es una situación seria y no es aconsejable hacerle poco caso o crear aún más malentendidos.

Esté preparado a hacer concesiones, y espere que la otra persona haga lo mismo. Es posible que resolver el conflicto requiera que ambos pongan de su parte. Ambos tienen que ceder un poco para conseguir lo que quieren.

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Q1 BOLETÍN | 2015

SUGERENCIAS RESPECTO DE CÓMO DISCUTIR CORRECTAMENTE

Discutir correctamente significa prestar atención a varias cosas al mismo tiempo: sus palabras, el tono de voz, el lenguaje corporal y sus instintos en

relación al humor de la otra persona y a la cuestión de si ése es un buen momento para discutir o no. A continuación le ofrecemos algunas sugerencias:

Diga la verdad, pero con respeto. Elija palabras que expresen sus preocupaciones de manera directa y honesta, pero que no dejen heridas que perduren. Recuerde que actuar con respeto incluye escuchar atentamente a su pareja y realizar un esfuerzo por no interrumpir mientras esté hablando.

Tenga cuidado con el tono de voz. Procure mantener un tono de voz calmado y hablar con el mayor respeto posible. Un tono de voz alto o los gritos pueden agravar una discusión, incluso aunque el mensaje sea relativamente amable.

Preste atención a su lenguaje corporal. Evite gestos como señalar, gesticular con los dedos o con los ojos, ya que podría parecer que está regañando en vez de expresar una opinión.

No discuta ni saque temas delicados en términos emocionales si uno de los dos ha bebido demasiado o ha estado consumiendo drogas. La persona que ha bebido o consumido drogas tendrá dificultad para pensar con claridad o quizá no recuerde la discusión al día siguiente.

Evite discutir cuando está cansado o hambriento. Vuelva a pensar en el viejo dicho, “No es bueno acostarse enojado.” Ese consejo tal vez tenga sentido si sus diferencias son mínimas y pueden llegar a resolverse fácilmente. No obstante, si intenta resolver todas sus diferencias antes de acostarse, especialmente si no son pequeñas, es posible que acaben discutiendo fuertemente debido a que están demasiado cansados para pensar con claridad o para analizar todas las opciones. A veces, es mejor posponer una discusión hasta que ambos hayan podido descansar correctamente. También es importante evitar discutir cuando uno de los dos llega a casa del trabajo o justo antes de una comida, cuando ambos están hambrientos y con los nervios a flor de piel.

Evite distracciones como la televisión, la radio o el teléfono. Apague el televisor o la radio e ignore el teléfono, o deje que el correo de voz tome las llamadas. Si tiene que contestar a una llamada, mantenga la conversación breve o pregunte si puede llamar a la persona en cuestión más tarde. Interrumpir una →



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discusión para mantener una conversación trivial puede dar a entender que usted no está tomando el tema con seriedad.

Escúchense mutuamente. Es importante evitar las interrupciones y concentrarse en lo que dice su pareja, en vez de enfocarse en lo que usted quiere decir. Quizá resulte útil turnarse para hablar y escuchar. Usted puede demostrar que está prestando atención realizando algún comentario respecto de lo que acaba de decir su pareja. Responda con alguna expresión como, “Lo que te oí decir es que . . . ¿Entendí correctamente?” Escucharse con atención es la clave para una buena comunicación.

Evite discutir delante de los niños. Los niños pueden beneficiarse al ver cómo dos adultos resuelven pequeñas desavenencias, como por ejemplo, qué película ir a ver o a qué lugar ir de vacaciones, de forma racional. Sin embargo, incluso los niños de más edad pueden asustarse cuando dos adultos se enfrentan y discuten por algo que no se resuelve de inmediato, particularmente si uno de los cónyuges critica al otro. Esto podría hacerle sentir a su hijo que debe ponerse del lado de uno de los padres, o que se encuentra en medio de la discusión.

Tenga cuidado con lo que dice a través del correo electrónico, los mensajes de texto o de correo de voz. Los mensajes de correo electrónico, de texto o de correo de

voz pueden terminar pareciendo más duros de lo que usted deseaba, debido a que su pareja no tendrá las referencias visuales que podrían ayudar a suavizarlos, como una sonrisa o un abrazo. Asimismo, podrían generar resentimiento si su pareja no puede responder de inmediato. Evite enviar mensajes de correo electrónico o de texto, así como dejar mensajes de correo de voz, cuando esté enojado. Si necesita una vía de escape para sus sentimientos, evalúe la posibilidad de escribir un mensaje de correo electrónico y guardarlo como borrador, en vez de enviarlo. Vuelva a leerlo una vez que se haya tranquilizado, y luego decida qué hacer con él.

Considere la posibilidad de mantener ciertas discusiones fuera del hogar. Si tienen que resolver un asunto sobre el cual están totalmente en desacuerdo, evalúen la posibilidad de salir a dar un paseo de a pie, en automóvil, o ir a una cafetería que a ambos les agrada. Esto puede ser especialmente positivo si en su casa es difícil evitar las distracciones y no pueden asegurarse de que sus hijos no vayan a oírlos discutir. Mantener la conversación en territorio neutral o en público también reduce la posibilidad de sufrir un arrebato de enojo.



PRACTIQUE SER RESISTENTE

Desafíos inesperados de los cambios que enfrentamos en el transcurso de nuestras vidas. ¿Cómo puede usted aprender a continuar con una actitud

positiva y permanecer fuerte con los cambios indeseados y los desafíos de la vida? He aquí técnicas de resistencia para practicar y trabajar y para ayudarle a sobreponerse a etapas de desafíos:

Elija tener una actitud positiva. Hay muchas cosas sobre las cuales usted no tiene ningún control – por ejemplo, usted no puede controlar si la compañía se vende y usted pierde su trabajo. Usted no puede controlar si su hijo debe hacer frente a una enfermedad seria. Pero lo que usted puede hacer es elegir cómo responder ante las dificultades y los reveses.

Cuídese a sí mismo. Entre más fuerte y en forma esté usted físicamente, más recursos tendrá para hacer frente a los desafíos que la vida le trae. Practique hábitos sanos. Cerciórese de que descansa lo suficiente, sostiene una dieta sana, hace ejercicio regular, sale a caminar solo o con un amigo y maneja la tensión. Cuanto más usted hace por sí mismo, más resistente se sentirá durante épocas de desafío y cambios.

Cálmese usted mismo. Durante épocas difíciles y agotadoras, a veces empeoramos las cosas oprimiendo el botón del pánico y “siendo catastróficos.” Imaginamos lo peor. En lugar de ello, trate de calmarse usted mismo. Dígase, “estoy en esta situación difícil. Pero ahora voy a comenzar a manejarla de la mejor manera posible.”

Utilice el “semáforo inteligente.” Este ejercicio, desarrollado por el Dr. Williams, funciona de la siguiente manera: Cuando usted comienza a sentirse preocupado, aterrado o enojado – cuando usted comienza “a ver rojo” – pare y relájese. Haga una pausa. Tome unos momentos para respirar profundamente y ayudar a calmar su cuerpo y su mente. Suelte sus hombros. Deje sus músculos relajarse levemente. Cuando usted se sienta más tranquilo, usted estará listo para avanzar.

Haga algo diferente. Tome un descanso, escuche música, vaya y dé una caminata, goce de una visita con un amigo. Puede ayudar a cambiar su sentido del humor y su perspectiva.

Decida no ser un desamparado. Trate de no permitir que las cosas le abrumen.

Confíe en su fuerza interna. Los expertos convienen que tenemos fuerzas que nunca supimos que teníamos hasta que debemos utilizarlas. Usted se sorprenderá al descubrir la →




cantidad de recursos personales que posee y que no conocía. Recuerde que el cambio puede conducir al crecimiento personal.

Tome acción. Cuando le hacen frente con un revés o un desafío, cuanto más pronto comience a actuar, más pronto tome control de su situación, mejor se sentirá usted.

Comience con un solo paso. Si hace frente a un desafío que se siente grande o abrumador, comience con lo más simple que usted pueda hacer que le lleve en la dirección que usted quiera. Pregúntese, “qué es lo más pequeño que puedo hacer para empezar?” Una vez que usted haya pensado en eso, hágalo.

Deje escapar su cólera. Un desafío difícil puede hacernos sentir enojados y trastornados. Estas sensaciones son normales, pero no nos ayudarán a avanzar. Trabaje con su cólera escribiendo sobre ella, o hablando de ella con un amigo en quien confíe. Trate de que salgan los sentimientos negativos. No es fácil de hacer. Toma práctica y trabajo. Pero inténtelo. Se sorprenderá de los resultados.

Concéntrese en las soluciones, no en los problemas. En vez de centrarse en que lo que siente usted puede ser una pérdida, considere lo que usted puede ganar debido al cambio. Por ejemplo, si su trabajo está cambiando, ésta puede ser la oportunidad que usted esperaba para valorar de nuevo su trabajo y para encontrar la nueva dirección.

Ríase. Aun cuando las cosas parecen deshacerse alrededor suyo, trate de encontrar tiempo para sonreír y reír. Es muy curativo y le ayudará a olvidarse de sus preocupaciones por algunos momentos. Alquile una película que le haga reír o pase tiempo con un amigo que tenga un buen sentido del humor.

No se dé por vencido. “Cuanto más grandes son los desafíos a los que hacemos frente,” dice el Dr. Williams, “más el esfuerzo que tenemos que poner para superarlos. Haga ese esfuerzo, trate nuevas maneras de hacer las cosas y utilice su energía positiva, constructiva para mantenerse avanzando.” Siga diciéndose a sí mismo, “voy a llegar allí. No me voy a dar por vencido.”

Céntrese en las cosas que son buenas en su vida. Cuente sus bendiciones. Trate de apreciar las buenas cosas cotidianas que presenta su vida actualmente. Cuanto más tiempo usted pase haciendo eso, más energía tendrá para ocuparse de los problemas que enfrenta. Un sentido de gratitud ayuda a poner las cosas en perspectiva.

Recuérdese que usted pasará por sus épocas difíciles y crecerá más fuerte a consecuencia de ello.



AHORRO DE DINERO CADA DÍA

Existen cientos de maneras de ahorrar dinero cada día y al final todas ellas suman. Por ejemplo, si compra un café en una cafetería tres veces a la semana,

podría estar gastando más de $400 al año, ¡sólo en café! A continuación encontrará algunas sencillas sugerencias para ahorrar dinero.

Lleve su propio almuerzo al trabajo varias veces a la semana.

Salga menos a comer fuera de su casa. Invite a amigos a una cena donde cada uno traiga un platillo distinto (potluck dinner) en lugar de salir a cenar que le puede resultar más caro. Cocine usted en lugar de comprar comida preparada para llevar.

Use la biblioteca para obtener libros, música, revistas y videos gratis.

Cancele las suscripciones de revistas y periódicos o compártalas con un compañero de casa o colega.

Busque las mejores ofertas en teléfonos celulares, teléfono residencial, acceso a Internet, gimnasios, seguros automotrices y otros planes y servicios si vé que le pueden ofrecer una mejor tarifa. Considere también si puede eliminar alguno de estos servicios.

Asegúrese de conseguir una cuenta corriente gratuita (free checking). Si está pagando tarifas bancarias, encuentre un banco que le ofrezca un mejor plan.

Use su tarjeta de acceso a su cuenta bancaria (bank card) solamente en máquinas de cajero automático (ATM) que no tengan costo por uso. Usted también puede obtener reembolso de dinero si paga con su tarjeta bancaria en farmacias y supermercados.

Evite las compras por impulso o antojos. Oblíguese a esperar una semana y ver si puede vivir sin ese artículo o si lo puede conseguir más barato en otra parte.

Reduzca sus gastos de casa apagando luces y bajando la temperatura o el aire acondicionado si no estará en casa.

Limite sus gastos en artículos varios, tales como compras de farmacia, música, maquillaje o cualquier otra cosa que no necesite. →



Póngase de acuerdo con amigos para salir a comer fuera en lugar de comprar regalos de cumpleaños y de ocasiones especiales. Mejor aún, cocinen algo especial juntos.

No pague el precio normal. Compre en depósitos de fábrica o durante liquidaciones. Busque descuentos, incluso cupones y descuentos ofrecidos a través del empleador. (Cuídese de no comprar demasiado en las liquidaciones. Haga una lista de lo que necesite antes de salir y respete esa lista.) Aumente el deducible en su seguro automotriz, lo que puede reducir su pago mensual.

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Deshágase de todas las tarjetas de crédito que tengan costos anuales. Evite el pago de intereses cancelando todo el saldo cada mes. Y nunca quede atrapado en los cargos por atrasos en el pago.

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