cortes que hacen cuerpo0001

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  • Hoy 101

    CORTES QUE HACEN CUERPO

    Silvia Zamorano *

    LOS cortes inflingidos en el propio cuerpo y en forma voluntaria, son fen-menos clnicos descriptos tempranamente como automutilaciones o conduc-tas autolesivas. Como otros tipos de fenmenos son transestructurales, entanto no responden a una estructura clnica especfica y, ms bien, pueden darcuenta de diversas problemticas y tener diversa funcin.

    Es bastante comn al tratarse de cortes que se piense en intentos de suicidio, pe-ro la clnica muestra que muchos de ellos cobran otro sentido.

    La mirada psiquitrica

    Lawrence Claes y Walter Vandereycken' definen la conducta autolesiva como"un comportamiento socialmente inaceptable en el que uno se aplica una lesinhacia su propio cuerpo sin una intencin de suicidio". A partir de esta definicin,quedan por fuera los piercing y los tatuajes por tratarse de fenmenos socialmenteaceptados.

    En el DSM IV, las conductas autolesivas aparecen como sntomas de trastornosdismiles, as por ejemplo del trastorno limtrofe de personalidad, del trastorno au-tista, de los trastornos facticios y de algunos trastornos psicticos. 2

    Sin embargo, en la actualidad, varios autores, principalmente en los EstadosUnidos, intentan situar a las conductas autolesivas como un nuevo trastorno consus criterios diagnsticos especficos. En esta lnea, Armando Favazza y RichardRosenthal proponen definir al trastorno autolesivo como una enfermedad y no sim-plemente como un sntoma de otros trastornos. 3 Este intento de unificar los fen-menos en un nuevo sndrome, borra las diferencias esenciales que podran existirentre un corte y otro.

    * Lic. Silvia Zamorano. Psicloga. lefa de Sala de Atencin en Crisis del Hospital Especia-lizado en Drogadependencia y Alcoholismo Reencuentro. Ciudad de La Plata, Provincia deBuenos Aires.I Citado por Lina Casad 1Marn en: "Cuando de la herida emana lo que de la boca es si-lenciado: smbolos y significados de las prcticas autolesivas entre los jvenes", sitio Web.2 Manual Diagnstico y Estadstico de los Trastornos mentales. 1995.3 Idem nota anterior.

  • ..,.

    102 PSICOANLISIS y EL HOSPITAL N 37: LA ADOLESCENCIA HOY

    El cuerpo en la poca

    Cada poca ha marcado una relacin particular del hombre con su propio cuer-po, de modo que podramos decir que hay un cuerpo para cada poca.

    La poca actual, llamada por muchos autores "posmodernidad", pone de relieveel cuerpo como objeto de consumo y, en tanto tal, se constituye en un objeto a ser"usado" por quien lo porta. Se dan en este marco las discusiones acerca de la liber-tad individual, los problemas bioticos sobre el derecho a la intervencin del cuer-po propio, cambios de sexo, aborto, implantes, etc. Asimismo, el cuerpo es un ob-jeto de consumo que se vende, se muestra, se exhibe. En este sentido, ZygmuntBauman postula que "la caracterstica ms prominente de la sociedad de consumi-dores es su capacidad de transformar a los consumidores en productos consumi-bles"." El cuerpo entra pues en la serie de los objetos ofrecidos por el mercado. Es-ta transformacin entraa la paradoja de que nadie puede convertirse en sujeto sinantes convertirse en producto de consumo. Esto permitira pensar que, en la actua-lidad, en el marco de nuestras sociedades de consumo, hay una tendencia muyfuerte a la ascensin del objeto en correlacin a una abolicin subjetiva, con conse-cuencias significativas en las presentaciones clnicas.

    En este contexto posmodemo han cobrado fuerza sobre todo en los EstadosUnidos, pas capitalista por excelencia, las epidemias de "cutters", adolescentesque hacen causa comn en pginas de la Web a partir de los cortes en su cuerpo.En ese marco, el cuerpo y sus cortes pasan a ser objeto de culto y de exhibicin. Enuna de esas pginas podemos leer testimonios como los siguientes: "cortarme seme est volviendo una adiccin para m, cuando me siento triste, frustrada, sola.Siento una gran satisfaccin cuando lo hago, cuando siento el dolor, cuando veo lasangre correr por mi brazo es algo muy satisfactorio. Tengo necesidad de calmarmi dolor interno y emocional, con un dolor externo y fsico".'

    Nos viene a la memoria el ejemplo de las jvenes del pensionado que Freud uti-liza para situar la identificacin histrica"; sin embargo deberamos preguntamos sipara quienes se cortan existe realmente una causa comn.

    Al contrario de estos casos que suben sus testimonios en la Web y hacen unalarde de sus actos autolesivos, tenemos casos en los que el corte aparece como elms ntimo secreto, acto realizado en soledad y oculto para el Otro, aunque no porello deja de dar cuenta de su relacin al Otro.

    Tal es el caso del personaje de Erika en la magistral novela de Jelinek, "La pia-

    4 Zygmunt Bauman. Vida de consumo. FCE. Buenos Aires, 2008, pg. 26.5 Pgina Web "princesita de anaymia". Citado en el artculo de Lina Casad 1Marn "Cuan-do de la herida emana lo que de la boca es silenciado: smbolos y significados de las prcti-cas autolesivas entre los jvenes".6 Sigmund Freud. Psicologa de las masas y anlisis del Yo. (1921) cap. VII. Amorrortu,Tomo XVIII, pg. 101.

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    nista''.' Esta mujer cuarentona y soltera sostiene una relacin estragante con sumadre, quien de manera omnipresente controla la vida de su atormentada hija. Loscortes en el propio cuerpo, por fuera de la mirada de su madre, podran ser un re-curso que el sujeto interpone ante el devorador goce materno, mientras que, porotra parte, podran ser respuestas a la perplejidad provocada por el encuentro con elsexo, los cortes le permiten hacerse un cuerpo, sentirse viva.

    Tenemos, entonces, cortes en el cuerpo que responden a estructuras diferentes ycobran diversa funcin en la particularidad de los casos. Cortes que funcionan co-mo una mostracin al Otro, cortes que acotan un goce invasivo a falta de la regula-cin flica, cortes como salida frente a la angustia.

    Los cortes en Paula

    El recorte de un material clnico nos interroga acerca de si los cortes en el cuer-po pueden ser un modo de respuesta homlogos a otros recursos que ponen en jue-go el cuerpo, en tanto respuesta subjetiva particular.

    Paula llega al hospital especializado en adicciones por su consumo, de variosaos de evolucin, de mltiples sustancias (cocana, marihuana, alcohol y psi-cofrmacos). Dado que haca poco tiempo haba abandonado una internacin y quecontinuaba con una fuerte compulsin al consumo, se decide la inclusin de Paulaen un dispositivo de media internacin (hospital de da).

    Comenz con el consumo a los 12 aos cuando se va a vivir con su madre aotra ciudad luego de la separacin de la pareja parental, pero se increment tras su-frir una violacin estando drogada a sus 15 aos. A partir de entonces, tambincomenzaron los cortes en sus brazos: "cada vez que me acordaba de eso, me sentaculpable, con bronca, impotencia, buscaba lastimarme y ah, cuando senta dolor,me aliviaba". Los cortes se repiten cada vez que aparecen recuerdos, pero tambincada vez que discute con su madre. Sus brazos dan cuenta de las heridas sufridas atravs de las lneas paralelas de cicatrices que se observan en el antebrazo.

    Durante varias entrevistas las ganas de consumir son tan intensas como las ga-nas de cortarse. Paula establece casi un paralelo entre ambos actos: stos parecen irpor el lado del "no pensar", en trminos de un rechazo al saber, en tanto nada quie-re decir sobre ello, son cosas "pasadas".

    Paula ha vivido con su madre y un hermano menor luego de que su padre dejarael hogar y no se vieran por mucho tiempo. Hasta los doce, era una hija "ejemplar":buena alumna, practicaba danzas tal como su madre quera. Cuando inicia el con-sumo, su madre ya no puede "manejada"; sucede la violacin y, a los pocos meses,queda embarazada de un noviecito con quien vive un tiempo, pero se separan porconstantes escenas de violencia. Se suceden aos de consumo y excesos de todo ti-po, viviendo prcticamente sin relacin a su familia ni a su hijo, y en constante

    7 Elfriede Jelinek. La pianista. Delbolsillo, Buenos Aires, 2007.

  • 104 PSICOANLISIS y EL HOSPITAL N 37: LA ADOLESCENCIA HOY

    riesgo de caer presa o terminar muerta. Finalmente es internada en una comunidadteraputica y a los meses llega al hospital.

    En las primeras entrevistas Paula habla en forma escasa. Comienza a desplegaruna serie de actos que realiz por fuera del control materno en distintos momentosde su vida: se provocaba el vmito (en un momento que no quera engordar y nocoma), consuma y se cortaba. Todos actos que toman como escenario el cuerpo,pero qu estatuto darles?

    En el transcurso del tratamiento toma mayor participacin en los distintos espa-cios que le brinda el dispositivo; puede expresar sus ganas de cortarse o drogarse ysin embargo no hacerla. Asume mayores responsabilidades en relacin a su hijo ycomienza a desplegar la queja acerca de la relacin con su madre.

    Sin embargo, tiene lugar un hecho por fuera de lo dicho. Sin comunicarlo a na-die y a modo de transgresin a las normas impuestas en el marco del dispositivodel Hospital de da, Paula se hace hacer un tatuaje en la pierna. Esto es descubiertoy puesto en cuestin por algunos de los miembros del equipo. La paciente slopuede decir que lo hizo porque "tena ganas", y que el diseo elegido no significanada para ella. En este punto nos preguntamos si pueden ponerse en serie el con-sumo, los cortes y esta marca sobre el cuerpo que es el tatuaje.

    Los cortes, recurso frente a la angustia

    En el seminario 10, Lacan ubica diferentes respuestas frente a la angustia, res-puestas que ponen en juego los recursos simblicos del sujeto, entre ellas la inhibi-cin, el sntoma, el acting out y el pasaje al acto. En este caso, vemos que la res-puesta frente a lo que angustia queda en el registro de la accin y en lo imaginariodel cuerpo.

    Tal como seala Guy Trabas un fenmeno por s mismo no indica que una ac-cin sea un pasaje al acto o un acting out, ms an: "tal conducta puede ser un pa-saje al acto en cierto contexto con talo cual sujeto, y en otro contexto, con otro su-jeto, no ser un pasaje al acto".8

    El pasaje al acto como tal no es interpretable; es necesario ubicar el momentoanterior, aquello frente a lo cual el acto implica una salida como recurso ltimo.

    En este caso, Paula refiere que lo que antecede al corte y al consumo es la bron-ca, la impotencia en situaciones donde desaparece como sujeto: la violacin o losintentos de "manejo" de su madre; esto nos conducira en la va del pasaje al acto.

    Lacan seala que la diferencia entre un acto verdadero y un pasaje al acto sesostiene "en las prosecuciones del acto, lo que resulta del acto como cambio de su-perficie'", es decir "si despus del acto la superficie es de otra estructura en tal ca-

    8 Guy Trobas. "Tres respuestas del sujeto ante la angustia: Inhibicin, pasaje al acto y actingout". Lagos 1. Grama Ediciones. Buenos Aires, 2003, pg.35.9 Jacques Lacan. Seminario Libro XI: La lgica del fantasma. Clase del 15/2/67. Indito.

  • Hoy

    so, si ella es una estructura diferente en tal otro o si puede no cambiar, eso distin-gue la incidencia del acto, en las mutaciones del sujeto". En este caso, es un actoque entra en la vertiente de la repeticin, sin mutacin subjetiva, hecho sealadopor Trobas como propio del pasaje al acto. 10

    Podemos pensar que est dada la coyuntura propicia del pasaje al acto, tal co-mo seala Lacan en el seminario sobre La angustia? "El momento del pasaje al ac-to es el del mayor embarazo del sujeto, con el aadido comportamental de la emo-cin como desorden del movimiento. Es entonces cuando desde all donde se en-cuentra (el sujeto) [... ] se precipita y bascula fuera de la escena"." No queda clarosi todos los episodios de cortes obedecen a estas mismas coordenadas. Lo que spodemos afirmar es que el recurso a la accin se constituye en la respuesta del su-jeto por excelencia, correlativa a la posicin de rechazo del saber.

    Podramos pensar que el episodio del tatuaje, como hecho aislado, no inscriptoen un esquema repetitivo y que no presenta un carcter de impulsividad, daracuenta de un acting out en el marco del tratamiento. Hecho que se da por fuera deldispositivo pero es dado a ver. Conlleva el costado mostrativo del acting out. Si asfuera, asistimos a un progreso, en tanto en los cortes tenemos un sujeto que cae dela escena como objeto, mientras que el acting out es el modo en que el deseo sepone en juego, resiste y, con ello, la posibilidad de apertura a la transferencia.

    La evolucin del tratamiento muestra el pasaje del corte y el consumo al tatuajey, en la actualidad, una preocupacin por el peso corporal que la lleva a restringirla alimentacin; "cortar con la comida" para presentarse como "linda" frente a losotros. Tambin se hacen notorios algunos sntomas conversivos ante situaciones de"stress". Pensamos que se trata de un uso particular del cuerpo, de un anudamientoparticular entre lo imaginario y lo real, que acenta el costado de la accin en de-trimento de lo simblico.

    La apuesta a un tratamiento que ponga el acento en el sujeto, desde la tica delpsicoanlisis, permite la apertura de "otra escena", distinta de aquella que brinda elcorte en su vertiente exhibicionista de fascinacin. Esa "otra escena" necesaria paraque el sujeto del inconsciente tome lugar.

    10 Guy Trabas. Op. Cit., pg. 37.11 Jacques Lacan. Seminario Libro X: La Angustia. Cap. IX. Ed. Paidos, Buenos Aires2006, pg. 128.

    tos