contusión – concusión cardiaca herida de corazón

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Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón Taponamiento Cardiaco La Habana, Cuba. Año 2013

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Page 1: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Contusión – Concusión Cardiaca

Herida de Corazón

Taponamiento Cardiaco

La Habana, Cuba. Año 2013

Page 2: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Autores:

Dr. Rómulo Soler Vaillant

DCs. Profesor Titular y Consultante de Cirugía General

Dr. MSc. Rolando José Garrido Hernández

Profesor Auxiliar de Cirugía General

Dra. Giselle Albertini López

Instructora de Cirugía General

Saturnino Ramos González

Instructor de Cirugía General

Manuel Fernández Pérez

Especialista de I Grado en Cirugía General

Jorge Enrique Arias Sosa

Especialista de I Grado en Cirugía General

Page 3: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Índice

Prologo / 3

Contusión cardiaca / 4

Aspectos a destacar / 14

Concusión cardiaca / 24

Lesiones cardiacas / 30

Heridas penetrantes / 30

Taponamiento cardiaco/ 34

Importancia e incidencia de los trauma cardiacos penetrantes / 48

Tratamiento del taponamiento cardiaco agudo / 50

Vías de abordaje al tórax / 52

Bibliografía / 61

Prólogo

El trauma de de tórax es una entidad grave y constituye una de las urgencias y

emergencias más frecuentes que puede enfrentarse quienes asisten a estos

lesionados en cualquier nivel de la asistencia médica.

Abordar las lesiones que se relacionan con los traumatismos del corazón

planteando un taponamiento como publicación es de gran interés sobre todo en

lo que respecta a la conducta inicial y posteriormente en un hospital general o

centro de trauma. Ahora bien, consideramos que no es didáctico en esta

publicación exponer y tratar cada una de las lesiones que se puedan presentar

en el trauma torácico, por lo que iremos desarrollando de forma clara,

comprensible y actualizada el tema que abordaremos.

Señalamos, que estamos concientes que se quedaran vacíos de conocimientos

y aprendizajes, pero prometemos gradualmente tratar de llenarlos.

Los autores

Page 4: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Contusión cardiaca

El trauma del tórax es responsable directo de aproximadamente 25% de todas las

muertes por trauma que ocurren en el mundo y en no menos de otro 25% es factor

asociado que contribuye a la muerte. Aproximadamente 10% de los pacientes con

trauma del tórax presentan lesiones del corazón.

Los traumatismos torácicos cerrados pueden tener muy diversas causas, pero

en general se estima que el 80% de los mismos son secundarios a accidentes

de tráfico terrestre, siguiéndole a distancia los derivados de accidentes

laborales, ciertas prácticas deportivas, agresiones, grandes catástrofes y otros.

El espectro de lesiones de los traumatismos torácicos cerrados (TTC) es

amplio, pudiendo observarse lesiones pulmonares y pleurales, de los

grandes troncos vasculares como la rotura de la aorta, hasta lesión cardiaca,

que puede comprender rotura de la pared miocárdica, cuadros de contusión y

concusión, e infarto de miocardio postraumático.

El corazón está situado entre el esternón y la columna vertebral. En el trauma

cerrado del tórax, como ocurre en colisiones frontales de vehículos, este golpea

primero al timón y al tablero y es comprimido entre el esternón y la columna.

Debido a su ubicación retro esternal el ventrículo derecho puede ser dañado.

Por su mayor proximidad al esternón, la pared del ventrículo derecho

es la más propensa a sufrir una contusión cardiaca, principalmente cuando la

contusión es frontal.

El trauma torácico en especial en el área del esternón o aquellos por lesión por

desaceleración rápida son susceptibles de contusión cardiaca y posible

espasmo de las arterias coronarias exponiéndolas al desarrollo de arritmias. La

hipoxia y la acidosis aumentan esta posibilidad. La presencia de una fractura

esternal puede ser predictiva de la presencia de lesión cardiaca y por tanto, es

indicativa por sí sola de monitorear, pero siempre hay que estar alerta a este

mecanismo de lesión.

Durante mucho tiempo se asumió que el traumatismo cardíaco llevaba a la

muerte, ante la imposibilidad de actuar sobre el corazón. Después

de la Primera y fundamentalmente de la Segunda Guerra Mundial, se

Page 5: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

constató la gran evolución en el tratamiento de dichas lesiones basados en la

experiencia acumulada en los campos de batalla.

La lesión miocárdica por contusión es una entidad asociada al traumatismo de

tórax y ya ha sido descripta en la bibliografía. Se acompaña de cambios

electrocardiográficos y enzimáticos compatibles con infarto agudo de miocardio

(IAM).

En ocasiones el cuadro clínico de la contusión cardiaca puede estar dado por: 1. La severidad del trauma de tórax. En el trauma complejo de tórax el 75 % de los traumatismos cerrados presentan contusión miocárdica.

2. Dolor torácico precordial.

3. La mayoría de los lesionados que la presentan pueden estar asintomáticos.

4. los signos vitales pueden estar alterados.

5. Las alteraciones electrocardiográficas generalmente son de presentación

tardía.

6. El 15% de los casos presentan complicaciones, aunque por lo general estos

lesionados se sobreponen sin presentar secuelas.

No es fácil confirmar un diagnóstico de trauma cardiaco cerrado ni establecer

con precisión su gravedad, debido a la sensibilidad y especificidad inconstantes

de las distintas pruebas. Además, con gran frecuencia los lesionados por

trauma cerrado cardiaco ingresan al hospital con otras lesiones severas,

craneoencefálicas, fracturas mayores, traumas del tórax y del abdomen que,

inicialmente, predominan en el proceso diagnóstico y en la necesidad de atención

rápida.

En la contusión cardiaca, la víctima puede quejarse de dolor opresivo sobre el

tórax anterior que puede irradiarse a los brazos, espalda o el área

submandibular. Éste estado doloroso puede ser difícil de distinguirse al dolor

esquelético o al del infarto del miocardio. El lesionado puede quejarse de

arritmia y palpitaciones.

Page 6: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

La contusión cardiaca infrecuentemente conduce a insuficiencia cardiaca, a

menos que de forma simultánea exista una lesión valvular o rotura cardiaca y

su principal complicación es la arritmia.

El máximo exponente del traumatismo cardíaco cerrado es la contusión, rotura

cardiaca bien sea de la pared libre, el septum interventricular, los músculos

papilares o las cuerdas tendinosas. La contusión del miocardio y la rotura de

la pared libre son manifestaciones posibles del traumatismo cardíaco, pero

en esta última su diagnóstico en la mayoría de las ocasiones se realiza durante

la necropsia.

Las lesiones cardíacas resultantes de un traumatismo sobre el corazón

representan una afección no frecuente pero sí importante por la gran

morbilidad que acarrean. Se consideran dos grupos completamente

diferentes en su etiología, presentación clínica, aplicación de métodos

diagnóstico, tratamiento y pronóstico. Los originados por una contusión

torácica que provocan una lesión contusa que afecta a la pared libre, al

septum interventricular, a las válvulas, al sistema de conducción o a los

vasos coronarios y por otra, los traumatismos cardíacos por heridas

penetrantes.

Desde el punto de vista histopatológico, la contusión puede simular un infarto

de miocardio, puede aparece necrosis de células miocárdicas con infiltración

de polimorfonucleares. En el infarto del miocardio existe una zona de

transición entre el foco de necrosis isquémica y el tejido normal, en la contusión

el cambio es brusco y la necrosis miocárdica tiende a ser desigual, poco

uniforme y confinada en haces de fibras musculares específicas.

La diferencia anatomopatológica entre la contusión cardiaca y el infarto viene

marcada por el territorio adyacente, que en el caso de la contusión es

estrictamente normal mientras que en el infarto existirá una zona de

transición isquémica entre la necrosis y el tejido sano. En la contusión la

necrosis tiende a ser anfractuosa, con una cicatrización irregular, mientras

Page 7: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

que en el infarto la necrosis presenta características más regulares, con la

presencia final de una fibrosis generalizada.

El traumatismo cardíaco es secundario a trauma torácico sufrido tras un

accidente de tráfico, por contusión directa en cara anterior del tórax o

por mecanismo de aceleración-deceleración con afectación del corazón y

ocasionalmente vascular. Sin embargo, en los últimos años se ha

observado, en relación con los mecanismos de seguridad como el airbag en

los automóviles.

El trauma cardiaco cerrado, es menos frecuente que el abierto o penetrante en

los centros de trauma de los países latinoamericanos. Se considera que este

tipo de trauma tiene relación directa con los accidentes automovilísticos que

ocurren a grandes velocidades en las autopistas de los países desarrollados,

donde constituyen 80-90 % de las admisiones por trauma cerrado del corazón.

La incidencia de lesión cardiaca en el trauma cerrado no se conoce con

exactitud. Cifras publicadas varían entre 8 y 50 % del total de traumas

cardiacos, dependiendo de la modalidad y de los criterios de tratamiento. Las

cifras reportadas en la literatura sobre la incidencia del trauma cardiaco cerrado

varían entre 8 % y 71 % en los pacientes que sufren un trauma cerrado de

tórax. Ahora bien, numerosos trabajos han cifrado en torno al 10—20 % la

incidencia de daño cardíaco con el traumatismo torácico cerrado.

El hallazgo común es la hipersensibilidad dolorosa sobre el tórax anterior;

considerado como signo de contusión cardiaca. Algunos de los síntomas de la

contusión cardiaca son iguales a los del infarto del miocardio y la pericarditis. El

síntoma más elocuente es el dolor retro esternal y puede encontrarse arritmia y

trastornos de la conducción. A diferencia de un infarto, la contusión representa

diferentes grados de hemorragia y no siempre necesariamente de necrosis.

La etiología frecuente del traumatismo cardíaco cerrado son los accidentes

del transito, o como consecuencia de caídas de altura, golpes recibidos en

peleas o por la práctica de deportes de riesgo.

Page 8: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Los mecanismos de afectación del corazón durante un accidente de

tráfico son la compresión brusca del mismo entre el esternón y la columna

vertebral y el movimiento de aceleración-deceleración, que da origen a

múltiples lesiones, tanto cardíacas como de los grandes vasos del tórax. En

ocasión, la contusión miocárdica o incluso la rotura cardiaca han sido

originadas por maniobras de resucitación cardiopulmonar. El grado de

lesión cardíaca oscilará entre la contusión cardiaca sin daño tisular ni

elevación enzimática y la rotura cardiaca. La contusión cardiaca puede ser

causa de daño celular con repercusión eléctrica y enzimática. En los casos

severos, puede observarse en la superficie del epicardio petequias, equimosis,

hematomas e infiltración leucocitaria, edema, hemorragia intramiocárdica y

destrucción de las fibras miocárdicas.

La contusión cardiaca (CC), ocurre en el 20 % aproximadamente de los que

presentan trauma no penetrante del corazón. El trauma de corazón puede

producir lesión del pericardio, miocardio, ruptura de cámaras o disrupción

valvular.

Causas:

• Desaceleración brusca

• Impacto de vehículos a alta velocidad

• Aplastamiento y compresión del tórax

• Contusión torácica con fractura costal o esternal

• Lesión por onda expansiva

• Aumento brusco de la presión intraabdominal

• Desaceleración y tensión sobre puntos de fijación

• Trauma deportivo

• Caídas de altura

También se incluyen como elementos causales de lesión; el masaje cardiaco,

golpes por objetos romos en el área precordial como un puño, patada o coz de

animales, lesiones deportivas y aplastamiento. La ausencia de lesiones

externas no excluye de ningún modo la posibilidad de contusión cardiaca.

Page 9: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Tras un traumatismo cerrado en región precordial, las arterias coronarias

pueden presentar desgarros, disecciones , trombosis o espasmos, de difícil

diagnostico salvo en el estudio necrópsico, dado que la situación clínica y

hemodinámica de estos pacientes hace inviable la realización de una

coronariografía, método diagnóstico indicado en estos casos.

Un infarto postraumático como tal es infrecuente y cuando ocurre es por lesión

de las arterias coronarias, estas arterias pueden ser lesionadas por oclusión

(espasmo), ruptura o disección posterior a un trauma cerrado cardiaco,

llevando a la isquemia. Se presenta de forma similar a una contusión cardiaca.

El electrocardiograma mostrará alteraciones isquémicas o arritmias.

La mayoría de las lesiones cardíacas secundarias a un traumatismo se

encuentran en el contexto de un paciente severamente traumatizado en el que

las manifestaciones clínicas de dichas lesiones pasan inadvertidas por las

múltiples lesiones que presenta. Cuando existe una contusión cardiaca, el

lesionado puede encontrarse asintomático o manifestar dolor torácico con

características tan típicas que se confunde con la angina, pero sin respuesta a

la nitroglicerina. También es frecuente la presencia de un dolor de origen

torácico, que aumenta generalmente con los movimientos respiratorios.

La manifestación más característica de la rotura cardiaca viene dada por una

sintomatología acorde con la clínica del taponamiento cardíaco que se produce

en la mayor parte de estos casos.

Como consecuencia de la lesión compresiva sobre el corazón, puede ocurrir

tres patrones de lesión: el sistema de conducción puede estar involucrado,

puede haber una contusión con sangrado de la pared del miocardio y también

ruptura de la pared con hemorragia exanguinante o un taponamiento cardiaco

que pone en peligro la vida del lesionado.

El pronóstico de estos lesionados es habitualmente favorable. Sin embargo,

hay dos manifestaciones que aparecen con relativa frecuencia y que indican un

mal pronóstico: los trastornos del ritmo cardíaco que suelen presentarse dentro

Page 10: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

de los cinco primeros días del traumatismo y la insuficiencia cardiaca, que es

menos frecuente que lo anterior pero que puede evolucionar rápidamente al

shock cardiogénico. Otras complicaciones descriptas son el derrame

pericárdico, la ruptura cardiaca, entre los nueve días y las siete semanas del

traumatismo y los aneurismas parietales.

Se ha encontrado trauma craneoencefálico en 51 % de los casos y lesión

abdominal en 4 3 %. Por estas razones la recomendación es mantener un alto

índice de sospecha en los lesionados con trauma cerrado y mecanismo de

desaceleración. Es útil investigar la cinemática del trauma y algunos signos

indirectos, tales como equimosis y la huella del volante sobre el tórax anterior.

Fig. 1

Fig. 1 Impacto directo en región esternal y cardiaca

En la actualidad no es fácil confirmar un diagnóstico de trauma cardiaco

cerrado ni establecer con precisión su gravedad, debido a la sensibilidad y

especificidad inconstantes de las distintas pruebas. Además, con gran

frecuencia los pacientes con trauma cerrado cardiaco ingresan al hospital con

otras lesiones severas, craneoencefálicas, fracturas mayores, traumas del tórax

y del abdomen que, inicialmente, predominan en el proceso diagnóstico y en la

necesidad de atención rápida.

La contusión del miocardio es uno de los diagnósticos que en ocasiones pasan

inadvertidos en el trauma cerrado, al no producir síntomas o presentarse como

un dolor precordial de causa inespecífica. Todo trauma torácico de alto impacto

es un factor de riesgo para lesiones cardiacas. El diagnóstico temprano y

Page 11: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

abordaje agresivo es primordial en la mejora de la supervivencia en estos

traumatizados.

El diagnóstico se basa en una serie de criterios clínicos de sospecha, como la

presencia de un traumatismo torácico importante, dolor torácico o situación de

shock. Posteriormente se realiza un ECG que, en el contexto de otros métodos

diagnósticos que apoyan el cuadro, tiene cierto peso específico. Los exámenes

más utilizados son: radiografía de tórax, electrocardiograma, enzimas

cardiacas, ecocardiograma y gammagrafía.

La contusión cardiaca, esta puede ser diagnosticada por el electrocardiograma,

dosificación de las enzimas y ecocardiograma convencional o bidimensional. El

diagnóstico en ocasiones no se realiza o se hace de forma tardía porque con

frecuencia estos lesionados presentan trauma asociado que desvía la atención

del médico encargado de su evaluación inicial.

El electrocardiograma es el método diagnóstico inicial y para muchos autores

representa el definitivo para confirmar la presencia de una contusión cardiaca.

En la contusión cardiaca el electrocardiograma puede aparecer con cualquier

tipo de arritmia, la más común es la taquicardia sinusal. Otras anomalías las

alteraciones de los segmentos ST-T, la taquicardia supraventricular, bloqueos

de rama, fibrilación auricular, aparición de onda Q, extrasistolia o ECG normal.

Los trastornos electrocardiográficos, fundamentalmente del ritmo y de la

conducción, son frecuentes en el trauma contuso del corazón. Aunque también

carecen de especificidad y no aportan datos en cuanto a la gravedad del

trauma, hoy existe un cierto consenso acerca de su importancia en el

diagnóstico inicial del trauma cardiaco cerrado y se considera que el paciente

asintomático y con un electrocardiograma normal, no necesita más estudios y

puede ser dado de alta en razón a que la posibilidad de que presente

posteriormente complicaciones cardiacas es menor de 0,1 %. No obstante, la

conducta en el paciente con trastornos eléctricos del ritmo, aunque su

condición clínica sea estable, debe permanecer en observación y seguimiento

continuo por lo menos durante 24 horas.

Page 12: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

El método más preciso para el diagnóstico de la contusión cardiaca es la

electrocardiografía seriada, en la cual pueden observarse elevación del

segmento ST e inversión de la onda T, similares a los que aparecen en la

isquemia o infarto del miocardio. Por lo general no es un signo precoz, aparece

después de las 24 a 48 horas de la lesión traumática. Otros métodos incluyen

las enzimas cardiacas, ecocardiograma y angiografía.

El diagnóstico suele facilitarlo la gammagrafía con polifosfato de tecnectio. Los

estudios con radioisótopos (talio, tecnecio) aportan poca información adicional a la

que puede obtenerse por otros medios más disponibles y menos costosos.

Es fundamental en estos lesionados la vigilancia cuidadosa, incluido el empleo

de un catéter de Swan Ganz con vistas a medir la presión de llenado de

cavidades izquierdas. Ahora bien, los exámenes durante la evolución y el

diagnóstico de estos lesionados más utilizados son: las radiografías de tórax, el

electrocardiograma, las enzimas cardiacas, el ecocardiograma y la gammagrafía.

La radiografía de tórax no revela datos específicos acerca de una lesión

cerrada del corazón; sin embargo, puede aportar datos muy valiosos que

incrementen la sospecha y revelen la magnitud del traumatismo. Fracturas

costales múltiples, fracturas del esternón, colecciones aéreas o líquidas en la

pleura, ensanchamiento de la silueta mediastinal o cardiaca y presencia de aire

en el pericardio son signos de valor al correlacionarlos con el estado clínico del

paciente o con trastornos de la actividad eléctrica.

En los últimos años se está evaluando la utilidad del ecocardiograma en el

traumatismo cerrado de tórax. Los hallazgos ecocardiográficos en la contusión

miocárdica incluyen pequeñas efusiones pericárdicas, anormalidades de la

motilidad parietal, especialmente en la pared anterior del ventrículo derecho,

cambios en el grosor parietal, y dilatación ventricular.

La ecocardiografía ha supuesto un paso decisivo en el diagnóstico de los

traumatismos cardíacos cerrados. Con el ecocardiograma se descubren

hematomas localizados, aneurismas, fístulas, derrames pericárdicos,

cortocircuitos, lesiones regurgitantes, roturas cardíacas y se analiza la

Page 13: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

contractibilidad global y segmentaria del miocardio, ya que las alteraciones de

la contractibilidad son relativamente frecuentes en la contusión cardiaca.

El ecocardiograma es un examen de mucha utilidad para detectar lesiones del

corazón en el paciente inestable con trauma cerrado del tórax. También es

importante conocer el estado de la función cardiaca en aquellos que van a ser

sometidos a una o más intervenciones quirúrgicas como consecuencia de

trauma múltiple.

Por lo que el ecocardiograma debe considerarse el estudio por excelencia, y

realizarlo ante la menor sospecha de lesión miocárdica, y confirma la existencia

de una contusión ante la presencia de un trombo intramural o incluso

intraventricular, alteraciones de la contractibilidad, líquido libre en la cavidad

pericárdica y rotura cardiaca o de grandes vasos.

Señalar y hacer énfasis que debido a que muchos con traumatismo torácico

presentan una ventana transtorácica deficiente, por lo que la ecocardiografía

transesofágica es esencial en el proceso diagnóstico en los centros que

disponga de su empleo.

Koralis y colaboradores han establecido recomendaciones para el empleo del

ecocardiograma y otros procedimientos en los traumatismos de tórax:

1. El ecocardiograma es de valor en el traumatismo cerrado de tórax ya que

la mayoría de los pacientes con contusión miocárdica.

2. Los ancianos con lesiones traumáticas y con enfermedad cardiaca

conocida, inestables y aquellos con un ECG anormal en la admisión, pueden

ser operados con seguridad si son adecuadamente monitorizados. En tales

casos se debe considerar la posibilidad de la colocación de un catéter en la

arteria pulmonar.

3. Ni la CPK con sus isoenzimas ni la determinación de la troponina T son

útiles para predecir que el lesionado tendrá complicaciones relacionadas con el

trauma cardíaco.

Aspecto a destacar:

Page 14: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

El corazón derecho es el más afectado y tiene mejor pronóstico

que las cámaras izquierdas. La ruptura del septum o tabique

interventricular representa cerca del 10% de los lesionados. Son injurias

o lesiones complejas y de alta mortalidad.

La causa es el trauma por el volante.

Se afecta tanto aurícula como ventrículo.

La lesión por ecografía de más de una cavidad cardiaca se puede

detectar en el 50 % de los casos.

La mayoría de las rupturas cardíacas mueren en el accidente.

Las alteraciones en el electrocardiograma generalmente son

menores. Las enzimas y el ecocardiograma se normalizan a las pocas

horas si no hay lesión cardiaca evidente Las arritmias e insuficiencia

cardiaca si son graves provocan la muerte en los días iniciales.

Puede estar presentes signos de insuficiencia cardiaca y de shock

cardiogénico.

La ruptura cardiaca y de arteria coronaria provoca la muerte

durante el accidente.

Históricamente se ha utilizado la determinación de diferentes enzimas en el

suero del paciente con resultados confusos, debido sobre todo traumatizado,

que presenten una gran elevación enzimática generalizada. Algunos han

valorado la especificidad de la isoenzima CPK-MB con la intención de objetivar

la presencia de necrosis celular, con resultados poco alentadores. Como

consecuencia del traumatismo no cardíaco, las concentraciones de CPK se

encuentran muy elevadas en estos pacientes y porcentualmente la CPK-MB se

mantiene en valores normales, con lo que queda enmascarada la lesión

miocárdica. Por el contrario, otros autores han obtenido resultados aceptables

en el diagnóstico de la contusión miocárdica aplicando las cifras absolutas de

CPK-MB sin tener en cuenta su relación con la CPK total.

El daño o muerte del músculo cardíaco hace que las membranas celulares se

desintegren, dando lugar a fugas de enzima en la sangre que resulta en la

elevación en los niveles de enzimas cardíacas. Las enzimas cardíacas no se

Page 15: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

derraman en el torrente sanguíneo de forma rápida, y en muchos casos ni

siquiera se puede considerar un nivel elevado hasta seis horas después de que

daño del músculo cardiaco se produce. Las pruebas repetidas de enzimas se

hacen normalmente para confirmar cualquier diagnóstico cardíaco, y esto se

hace generalmente en intervalos de ocho horas. Siempre que exista estabilidad

clínica y hemodinámica se practicarán estudios enzimáticos en el momento del

ingreso y cada 6-8 h; la elevación enzimática de CPK-MB en las primeras 24 h

sugiere el diagnóstico de contusión miocárdica.

Las enzimas son moléculas especiales compuestas de aminoácidos que

ayudan a moderar las reacciones químicas del cuerpo y las respuestas en lo

que respecta a la función y estructura. Las enzimas que se encuentran en el

músculo del corazón se denominan enzimas cardíacas. Las enzimas cardíacas

son liberadas cuando el músculo cardíaco se daña y da lugar a un nivel

elevado de enzimas. Troponina y Creatinina Fosfoquinasa (CPK) son las

principales enzimas cardíacas y son importantes para el diagnóstico y

tratamiento de muchas tipos de trastornos cardíacos.

Una de los más comunes y probados enzimas cardíacos es la Creatinina

Fosfoquinasa (CPK). La CPK se encuentra en todos los tipos de tejido

muscular (músculo cardíaco, esquelético y liso). Cuando el músculo cardíaco

está dañado, la fracción CPK-MB se encuentra en la sangre.

La Creatinin Fosfoquinasa (CPK) es una enzima, presente en varios tipos de

tejido muscular. Su función es la catálisis de Fosfocreatinina CP, para facilitar

que en el músculo se libere la energía que éste requiere para su contracción.

Por su parte, la energía requerida para la realización del proceso se genera en

un proceso bioquímico en el que interviene precisamente la CPK.

º Se distinguen tres tipos o isoenzimas de la CPK: CPK-1 ó CPK-BB, presente

en el tejido cerebral y pulmón.

º CPK-2 ó CPK-MB, de origen cardiaco.

º CPK-3 ó CPK-MM, de origen músculo esquelético.

Page 16: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Las determinaciones seriadas de las enzimas cardíacas GOT, LDH y CPK

generalmente son algo inespecíficas al estar elevadas en pacientes

traumatizados. La fracción CPK –MB tiende a ser más sugerente de contusión

cardiaca aunque suele estar elevada también en situaciones como:

• Taquiarritmias

• Enfermedades musculares

• Y en trauma severo de las extremidades.

• Una fracción MB (isoenzima) superior al 5 % acorde a la evolución

clínica puede ser considerada como lesión miocárdica.

La CPK—MB ha sido el marcador estándar, pero no el más preciso ya que

niveles elevados pueden aparecer sin daño cardiaco. Insistimos que no solo se

correlaciona con la lesión miocárdica por trauma y por tanto no es muy útil para

la detección ni para el seguimiento de estos lesionados. La CPK—MB es una

proporción de CK total y este último valor no se puede utilizar como punto de

referencia en un lesionado por trauma cerrado.

La Creatinin Fosfoquinasa (CPK), comienza a elevarse a las 6 u 8 horas

después de iniciado el dolor, existiendo un pico máximo a las 24 horas y

declina a valores normales entre los 3 y 4 días. La enzima cardiaca (CPK-3 ó

CPK-MM) no debe superar el 6% de la CK total. Cuando se produce un daño

en un músculo, en este caso habrá elevado MB, y la determinación en forma

especifica de esa enzima indicará que el tejido ha sido dañado.

Lesiones por electricidad, desfibrilación cardiaca (aplicación deliberada de

choques al corazón por personal médico), trauma en el corazón (por ejemplo,

por un accidente automovilístico), inflamación del músculo cardíaco debido

generalmente a virus (miocarditis), cirugía a corazón abierto, lesiones por

aplastamiento, pueden dar señales de la presencia y elevación enzimática. De

todos modos, entre 12 y 24 horas alcanzara su punto más alto, luego

disminuirá en las siguientes 36-48 horas hasta normalizarse (dependiendo de

la causa).

Page 17: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Una parte mayor de cinco por ciento de CK-MB de la creatina quinasa total

indica daño del músculo cardíaco. El aumento exagerado en este caso de

Creatinfosfokinasa es índice de una malformación celular su rango normal en

los hombres es mínimo 130 y mas alto 292. Existen diversas causas que

pueden elevar de la CPK, como en el caso de actividad física vigorosa o

trauma del músculo esquelético (un golpe o fractura) también suele

incrementarse en horas previas y posteriores a un infarto de miocardio.

Las enzimas tienen una utilidad discutible en el contexto del trauma cerrado del

corazón. La Creatinfosfokinasa (CPK y su fracción MB) puede conservarse dentro

de límites normales o elevarse en muy escasa medida en traumas leves o

moderados del ventrículo derecho. Pero puede elevarse en forma significativa

como consecuencia de otros traumatismos musculares esqueléticos que, con

mucha frecuencia, coexisten con el trauma cerrado del tórax

Destacar que hay un número de otras causas cardíacas relacionadas con

enzimas cardíacas tales como contusión cardiaca, pericarditis y cirugía

cardiaca. En estas condiciones, el músculo cardíaco es dañado por una

variedad de causas, incluyendo trauma y cirugía que entonces causan una

liberación de enzimas.

Las siguientes sustancias pueden aumentar la lectura de CPK en un examen:

Amfotericina

Ampicilina

Algunos

Anticoagulantes

Ácido

Clofibrato

Dexametasona

Furosemida

Morfina

Alcohol

Cocaína

Page 18: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Aspirina

Anestésicos

Las lesiones del corazón, conducen a daños de las células musculares del

corazón. Como las llamadas enzimas cardíacas creatinina-quinasa MB y

troponinas C, I y T presentes en los músculos del corazón y su medición son

adecuadas para detectar daños en los músculos del corazón. En caso de

enfermedad cardíaca se encuentran aumentadas en el torrente sanguíneo y

pueden detectarse mediante un simple análisis de sangre. Además de las

enzimas troponina T y CK-MB, hay también enzimas cardiacas inespecíficas, lo

que significa que aumentan en algunas otras enfermedades y por tanto no

facilitan una prueba clara de daño del músculo cardíaco.

Los niveles elevados de enzimas de troponina también se consideran una

indicación precisa de que existe daño al corazón. En los próximos años, la

determinación de la troponina T podría desempeñar un papel esencial en la

determinación precoz de la lesión miocárdica. La troponina parece ser la más

específica para confirmar o descartar trauma cerrado del corazón.

Las troponinas son proteínas que forman parte de los mecanismos de

regulación de la contracción del músculo cardiaco, presentes en las fibras

miocárdicas. Es una proteína de gran tamaño y contiene tres subunidades

polipeptídicas: la troponina C (fijadora del calcio), la troponina I (inhibidora de la

interacción actina--miosina) y la troponina T (fijadora de la tropomiosina). Estas

macromoléculas se detectan en la circulación periféricas y constituyen los

marcadores bioquímicos específicos de daño miocárdico.

Las específicas son las troponinas I y la T, que pueden ser medidas en el

laboratorio utilizando sistemas inmuno-enzimáticos permitiendo distinguir entre

traumatizados con infarto agudo del miocardio (IAM) de aquellos que presenten

dolor en torácico de origen no cardiaco.

Cuando las células del corazón se dañan liberan diferentes enzimas en el

torrente sanguíneo. Los niveles elevados de estos marcadores pueden ayudar

Page 19: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

a predecir lesión cardiaca. Las troponinas se liberan cuando se lesiona el

músculo cardiaco. Los niveles séricos son habitualmente bajos. Se eleva a

partir de las 3 o 4 horas del inicio del daño. La troponina es la más sensible

para la detección temprana de la lesión miocárdica por un infarto o por lesión

traumática del corazón como puede observarse en ocasiones en la contusión

cardiaca.

El aumento de la troponina T se produce en las siguientes situaciones:

1. Infarto de miocardio

2. Daño en el músculo cardíaco después de una lesión (traumatismo) o

después de una intervención quirúrgica.

3. Angina de pecho

Estos marcadores de lesión en el trauma generalmente no se emplean

aisladamente, se asocian o se combinan como prueba de pronóstico y de

diagnóstico con la CPK—MB, el test de troponina y la mioglobulina que es una

proteína que se encuentra en el músculo cardiaco, la cual esta última su

liberación en el torrente sanguíneo se hace precozmente cuando el corazón

está dañado.

Flujograma para la atención del trauma cardiaco Urgencias – Contusión del miocardio -- Criterios de observación.

º Traumatismo cerrado del tórax.

º Sospecha de trauma cardiaco.

º Estabilidad -- inestable hemodinámicamente.

º Electrocardiogramas seriados. Ecocardiografía. º Cuantificación de la enzima CPK-MB mayor de 5 %, índice de lesión del miocardio. º Tratamiento, manteniendo una monitorización activa durante 24 – 48 horas, lo que acorde a evolución permitirá decidir ubicación al nivel de atención correspondiente (terapia intensiva, intermedios). La sobrevida en el trauma cardiaco cerrado oscila entre 20 y el 60 % según

diferentes series. El pronóstico inmediato depende de las complicaciones, a

largo plazo el pronóstico es bueno si supera la etapa aguda. La contusión

cardiaca en rara ocasión lleva a la muerte. Sin embargo, se señala que la

Page 20: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

mortalidad es alta y que en pequeño número de pacientes con alta morbilidad

pueden desarrollar un curso crónico de arritmias o compromiso cardíaco.

La laceración del pericardio en el curso de un trauma cerrado con contusión

cardiaca es un hecho que puede estar presente hasta en un 33% de los casos,

planteando ultrasonografías negativas en la presencia de un hemotórax

masivo.

El traumatismo cerrado sobre el pericardio, por regla general presenta poca

repercusión clínica, ya que muchos desgarros ocasionalmente pueden

originar complicaciones como derrames pericárdicos con o sin taponamiento

cardiacos el desgarro pericárdico es amplio, el corazón puede desplazarse e

incluso herniarse.

El pericardio en el curso de un trauma cerrado puede sufrir una

leve contusión con pericarditis traumática, hasta laceración o desgarro.

Oportunamente es necesario reconocer grandes desgarros y así

poder evitar hernia parcial o completa del corazón, lo que puede

comprometer la función circulatoria de forma aguda, llevando a la muerte

al lesionado.

Por estudios radiográficos se puede comprobar un

neumopericardio, desplazamiento del corazón o un nivel anormal de gas

en el tórax (por desgarro pericardico—diafragmático).

Ante la sospecha de un desgarro del pericardio, no dudar en

realizar la toracotomía dado que la laceración del mismo puede conducir

a la herniación, la cual es considerada lesión grave.

La pericarditis traumática con presencia de sangre en el pericardio

causado por una contusión, generalmente cede espontáneamente, sin

embargo menos del 2 % por esta causal conduce a derrames

recurrentes. Estos síntomas aparecen días, semanas o meses después.

Clínicamente puede manifestarse fiebre recurrente 38—40 grados, dolor

irradiado al hombro izquierdo y agravado por la inspiración profunda. A

la auscultación puede detectarse un frote por roce del pericardio y

signos inespecíficos en el electrocardiograma.

Page 21: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

El tratamiento de la contusión miocárdica es inespecífico. En presencia de

deterioro hemodinámico, bajo forma de shock o insuficiencia cardiaca, será

necesario realizar un monitoreo de presiones con un catéter de arteria

pulmonar para establecer las medidas terapéuticas adecuadas.

En los ancianos es necesario tener presente la posibilidad de desarrollo de un

infarto agudo de miocardio como consecuencia del traumatismo. El episodio

traumático, la hipotensión, el dolor y la circulación hiperdinámica durante la

fase de recuperación pueden afectar una circulación coronaria.

El tratamiento de la contusión cardiaca es similar al del infarto del miocardio,

además de las medidas generales que se aplican al traumatizado como

corrección de la volemia e hipoxia, analgesia, control de las lesiones que

contribuyen a la pérdida del volumen sanguíneo y del tratamiento adecuado

de la arritmia, el lesionado debe guardar reposo en cama con limitación de las

actividades físicas hasta que el trazado del electrocardiograma se estabilice,

oxigenoterapia y sedación.

Se contraindica el uso de los anticoagulantes como medicación

complementaria por el riesgo de hemorragia en el miocardio con producción de

taponamiento.

El ecocardiograma es el método diagnóstico de mayor confiabilidad. Estos

lesionados responden favorablemente al tratamiento con aspirina o a

antinflamatorios no esteroideos. La pericarditis constrictiva con o sin derrame

es una complicación poco frecuente.

Shore en una serie de 515 casos, identificó el diagnóstico de contusión

cardiaca en 33 (6 %). En este grupo, tres fallecieron durante aguda resucitación

(12 %). Dos desarrollaron una significativa arritmia controlada con lidocaína y

en otro, bradicardia controlada por la atropina.

Respecto a la actitud terapéutica a tomar con este tipo de pacientes, ésta

dependerá del compromiso hemodinámico que presenten. En una contusión

cardiaca sin repercusión hemodinámica debe mantenerse una actitud que

Page 22: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

incluya reposo absoluto, monitorización electrocardiográfica y tratamiento

sintomático. Si las condiciones hemodinámicas lo requieren, se administrarán

inotrópicos e incluso un balón intra aórtico de contra pulsación. Los

antiarrítmicos deben administrarse ante la presencia de arritmias secundarias a

la afectación cardiaca. La cirugía debe plantearse cuando exista un

taponamiento por derrame pericárdico o hemopericardio resultante de una

rotura cardiaca, necesidad de cierre de fístulas o lesión valvular grave

con inestabilidad hemodinámica. Situación que se va de las manos de

un cirujano general sin experiencia en la cirugía cardiopulmonar, además

bastante imposible realizarla con los recursos propios de nuestros hospitales

clínicos quirúrgicos.

A manera de guía o de ejemplo práctico señalaremos dos modelos de

contusión cardiaca asistida y tratada en periodos diferentes por nuestro grupo

de trabajo:

1. Se trata de un hombre de 53 años de edad, el cual motivo de un

accidente del tránsito en agosto de 1996, fue remitido y asistido en el hospital,

el mismo recibió impacto directo del timón sobre el tórax con fracturas de arcos

costales izquierdos(del 4to. al 6mo.) Dolor y opresión torácica, equimosis en

área de cardiaca, extrasístole, ansiedad. Se realiza electrocardiograma en el

periodo de las primeras 24 – 48 horas, dándose como normal, para aparecer

en electros seriados y tardíos elevación de ST y T invertida. Enzimas elevadas,

se concluye como con diagnóstico de contusión cardiaca. Tratamiento médico,

alta a los 12 días posteriores a su ingreso. Fig. 3

Fig. 3 Impacto directo en región cardiaca

Page 23: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

2. Hombre de 42 años de edad. Estado de Monagas, Venezuela. Febrero

2009. Accidente automovilístico por impacto y vuelco. Lesión craneoencefálica,

estado de coma (Glasgow 8), fracturas costales en arcos anteriores y

posteriores del hemitórax izquierdo. Signos de insuficiencia respiratoria

progresiva, arritmia, electrocardiogramas seriados (elevación del segmento ST

e inversión de la onda T). Se entuba, lesión de tallo cerebral, volet costal

severo, pulmón de trauma, contusión cardiaca. Lesiones incompatibles con la

vida. Fallece al 2do día del accidente. Fig. 4

Fig. 4 Impacto frontal y vuelco

Concusión cardiaca

La concusión-conmoción cardiaca (Commotio cordis) es la fibrilación ventricular

seguida por muerte súbita desencadenada por un golpe torácico directo, no

penetrante, involuntario, sin lesión de las costillas o el esternón (y sin

enfermedad cardiovascular de base).

Diferentes estudios han comprobado que fuerzas aplicadas sobre la pared

torácica durante un accidente vehicular o por la práctica de deportes de

contacto violento, pueden causar muerte súbita producida por fuerzas

aparentemente triviales y sin evidencia demostrable de lesión intratóracicas y

por el examen histopatológico e inducir a una arritmia súbita y letal. El hallazgo

de muerte por concusión cardiaca es dado porque no existen evidencias macro

ni microcóspicas de lesión del corazón.

La fibrilación ventricular y muerte súbita provocada por un objeto contundente y

a menudo de apariencia inocente por golpe accidental en el tórax sin daño de

Page 24: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

las costillas, el esternón, o el corazón (y en ausencia de enfermedad

cardiovascular subyacente) constituye un evento conocido como concusión o

conmoción cardiaca. Conocido por primera vez en el siglo 19, aunque la

aparición de la conmoción cardiaca (concusión) se ha descrito anteriormente,

en las cuentas del antiguo arte marcial chino de Dim Mak (o toque de la

muerte), en que un toque o golpe hacia la izquierda del esternón causaba la

muerte súbita del contrincante.

Ha fines del año 1970 se establece la diferencia entre la concusión y la

contusión cardiaca. La primera se define por la presencia de una caída de la

presión arterial, trastorno del ritmo inmediato y transitorio, el

electrocardiograma generalmente muestra un segmento ST—T normal, pérdida

de la conciencia del lesionado, el tórax no muestra señales de lesión ya que el

impacto se ha recibido directamente sobre la zona precordial. La conmoción

cardiaca es un episodio arrítmico que se produce cuando la energía mecánica

generada por un golpe se limita a una pequeña zona precordial y altera

profundamente la estabilidad eléctrica del miocardio, generando fibrilación

ventricular.

La ausencia de lesión cardiaca estructural distingue a la conmoción cardiaca de

la contusión cardiaca, en la que golpes de alto impacto producen lesión

traumática del tejido miocárdico y el tórax. La conmoción cardiaca se produce

principalmente en niños, adolescentes y adultos jóvenes, en general durante su

participación en ciertos deportes.

Alrededor del 50 % de los episodios de conmoción cardiaca se producen en

jóvenes que practican deportes competitivos (casi todos de entre 11 y 20 años)

y reciben un golpe en el pecho, habitualmente (pero no siempre) por el objeto

empleado para el deporte (pelotas, discos de hockey). También se puede

producir conmoción cardiaca por golpes del hombro, el antebrazo, el codo o la

cabeza de otro deportista o cuando chocan dos jugadores.

Otro 25 % de los episodios de conmoción cardiaca se producen durante los

deportes recreativos practicados en el ámbito doméstico, en el patio de juegos

Page 25: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

o en picnic u otras reuniones familiares. Estos episodios se producen con

frecuencia desproporcionadas en las víctimas más pequeñas (menores de 10

años), siendo a menudo los responsables del golpe familiares cercanos o

amigos. Colapso instantáneo, el 20 % siguen activos segundos o

minutos después del impacto, sin dejar de caminar, correr, patinar, lanzar

una pelota, o incluso hablar, lo que refleja la tolerancia individual de

taquiarritmias ventriculares sostenidas.

Aproximadamente el 10 – 15 % de las víctimas (generalmente los más

pequeños) la conmoción cardiaca no tiene relación con actividades deportivas

Se puede producir en una amplia variedad de circunstancias.

La prevención en ciertos deportes se ha centrado en los protectores y chalecos

torácicos. No obstante, datos indican que los protectores empleados con más

frecuencia, originariamente diseñados para reducir la probabilidad de

traumatismos - pero no para proteger de la conmoción cardiaca - no protegen

totalmente de la arritmia tras un golpe en el pecho.

Para ser eficaz, el protector torácico tendría que absorber y disipar la energía

generada por el golpe precordial. Tanto las observaciones clínicas como los

datos de laboratorio sugieren que la espuma de células cerradas, que es el

material principal de la mayoría de los protectores torácicos, puede ser

penetrada fácilmente por proyectiles y no protege adecuadamente contra la

conmoción o concusión cardiaca. Los protectores torácicos serían más eficaces

si estuvieran compuestos por materiales más duros, más rígidos y más

resistentes y con espumas más capaces de absorber y dispersar cantidades

mayores de energía. También deberían ser compatibles con toda la gama de

actividad física y comodidad necesarias para los deportistas. Fig. 5

Page 26: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Fig. 5 Actividades deportivas con posibilidades de llevar a una concusión.

La conmoción cardiaca es habitualmente, aunque no siempre es mortal. Sólo

en el 25 % de los casos del registro de Miniápolis la reanimación

cardiopulmonar o la desfibrilación logran la supervivencia. La evolución se

relaciona con las circunstancias en las que se produjo la conmoción cardiaca.

Las muertes a menudo se han asociado con la falta de medidas apropiadas y

oportunas de reanimación por aquellos presentes durante el episodio.

Las arritmias registradas en el momento del colapso o en el servicio de

urgencias son a menudo causadas por fibrilación ventricular, lo que sugiere que

si se procede a la desfibrilación inmediata, el restablecimiento del ritmo sinusal

y la supervivencia son posibles. Algunos episodios de conmoción cardíaca

pueden abortar espontáneamente, cuando el golpe causa arritmias no

sostenidas, aunque esto es difícil de confirmar.

Como factores determinantes de la concusión o conmoción cardiaca, El

primero de estos determinantes es la localización del golpe, que debe ser

directamente sobre el corazón (especialmente en el centro o cerca del centro

de la silueta cardiaca). Este dato coincide con las observaciones clínicas de

que con frecuencia se hallan en las víctimas hematomas precordiales que

representan la marca de un golpe. El segundo determinante es el momento del

golpe, que se debe producir dentro de una estrecha ventana de 10 -20

milisegundos en la elevación de la onda T, justo antes de su vértice

Page 27: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

(representando sólo el 1% del ciclo cardíaco), es decir que el golpe se debe

producir dentro de un período eléctricamente vulnerable, cuando la dispersión

no homogénea de la repolarización es máxima.

Otros factores que pueden aumentar el riesgo de fibrilación ventricular y

conmoción cardiaca son la dureza del objeto y su forma y tamaño, siendo más

peligrosos los proyectiles esféricos, pequeños. La predisposición a la

conmoción cardiaca en los jóvenes puede tener relación con sus características

torácicas; la caja torácica relativamente delgada, poco desarrollada, elástica (y

la musculatura intercostal inmadura) es menos capaz de amortiguar las

consecuencias arrítmicas de los golpes precordiales. Es probable que los

adultos estén más protegidos por su caja torácica madura y totalmente

desarrollada, lo que puede ser en parte la causa de la tasa baja de conmoción

cardiaca.

La prevención primaria es fundamental que se sepa que aún un golpe torácico

poco intenso, involuntario (ej., jugando a boxear) puede desencadenar arritmias

potencialmente mortales. Aún así, la conmoción cardiaca se puede producir en

tantas circunstancias que eliminarlas es un objetivo poco realista.

Se establece que el impacto es de corta duración, trasmitida casi toda su

energía al precordio. Este impacto teóricamente puede ser letal si su acción se

produce en un periodo vulnerable del ciclo cardiaco (en el pico de la onda T),

con disrupción de la estabilidad eléctrica del corazón. Fig. 6

Page 28: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Fig. 6 Concusión - conmoción cardiaca por trauma trivial y directo al corazón

La concusión puede considerarse como un evento primario arrítmicos que se

produce cuando la energía mecánica generada por un golpe se limita a una

pequeña zona del precordio y profundamente altera la estabilidad eléctrica del

miocardio, lo que resulta en fibrilación ventricular. La ubicación del golpe en el

tórax y el momento en relación con el ciclo cardíaco son los principales

determinantes de concusión o conmoción cardiaca.

Aunque el colapso cardiovascular es prácticamente instantáneo, el 20 % de las

víctimas siguen siendo físicamente activo durante unos segundos o minutos

después del impacto (ejemplo, sin dejar de caminar, correr, patinar, lanzar una

pelota o incluso hablar). Un lanzador de béisbol fue golpeado en el pecho por

una bola bateada. Fue capaz de completar con éxito el juego antes de

derrumbarse. En otro caso, un bateador fue golpeado por un lanzamiento y se

derrumbó sólo después de correr a primera base. Fig. 7

Fig. 7 Recibe un pelotazo en el área del precordio

Contrariamente, la contusión cardiaca se caracteriza por presión arterial

normal, trastornos del ritmo retardados o ausentes, alteraciones del segmento

ST y la pérdida de la conciencia no es un signo presente. En la contusión

puede haber lesión de la caja torácica y la causa de la misma es producida por

Page 29: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

un trauma cerrado con características de ser de gran impacto sobre cualquier

parte del área del tórax.

El Commotio cordis, (concusión -- conmoción cardiaca) es un síndrome con

muerte súbita dado infrecuentemente tras un trauma en región precordial y de

baja energía. Experimentalmente ocurre por fibrilación ventricular tras un

trauma en región precordial de baja energía. Clínicamente se ha reportado en

niños y jóvenes adolescentes que sufrieron un trauma torácico cerrado en el

curso de un juego de baseball (pelota).

Esta entidad de causa traumática, su incidencia exacta es desconocida debido

a la falta de información sistemática y obligatoria, pero sobre la base de datos

del Registro Nacional de Conmoción Cardiaca en Miniápolis, se encuentra

entre las causas cardiovasculares más frecuentes de muerte súbita en jóvenes

atletas, después de la miocardiopatía hipertrófica y congénitas de las arterias

coronarias. (Centro de la Cardiomiopatía Hipertrófica Fundación Instituto del

Corazón de Miniápolis, EE.UU., y el Centro de Nueva Inglaterra Arritmia

Cardiaca, División de Cardiología de la Facultad de Medicina de la Universidad

de Tufts, Boston).

Puesto que la conmoción cardiaca se produce en una variedad de

circunstancias, esta no es correctamente registrada, pero se está reconociendo

cada vez más y probablemente es más frecuente de lo que se cree.

Respecto a la epidemiología casi toda la información específica sobre las

características clínicas de la conmoción cardiaca proviene del registro de

Miniápolis, que ha documentado 224 casos desde su creación hace 15 años.

La mayor incidencia es entre niños y adolescentes (media de edad, 15±9 años.

Según el registro, el 26 % de las víctimas fueron menores de 10 años y sólo el

9% fueron de 25 años o más. Casi todas las víctimas fueron varones (95%). La

conmoción cardiaca producida por golpes torácicos de proyectiles

(predominantemente pelotas de baseball, softball, o discos de hockey) o el

contacto corporal brusco con otros deportistas es la más frecuente entre los

menores de 15 años.

Page 30: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Lesiones cardiacas

Heridas penetrantes

Las heridas por arma corto punzantes ocasionadas por un traumatismo

penetrante, generalmente tienen un trayecto definido a nivel del corazón y con

bastante frecuencia tienden a sellarse, de tal forma que la sangre dentro

en el saco pericárdico (hemopericardio) producto de la herida cardiaca es

salvadora inicialmente.

Por el contrario las por arma de fuego su mayor provalidad es de atravesar el

corazón llegando a producir lesiones intracavitarias (septum, tabique y

más de una cavidad cardiaca), el sangrado producto de la lesión en el

corazón es copioso y continuo y no es retenido en el pericardio planteando

un hemotórax masivo y por ende un shock hemorrágico. Los proyectiles por

arma de fuego en su trayectoria en las más de las veces son impredecibles y

no solo afectan al miocardio sino a otras estructuras de la cavidad torácica y

del resto del organismo. Se debe sospechar trauma de corazón en toda

herida penetrante en tórax anterior y tenga inestabilidad hemodinámica. Son

zonas de riesgo para estas heridas el área precordial, epigastrio y el mediastino

superior.

En el trauma penetrante, el cuadro clínico en aquellos con heridas cardiacas

cursa desde la estabilidad hemodinámica, en los lesionados asintomáticos,

hasta el colapso cardiopulmonar agudo y paro cardiorrespiratorio.

El corazón en la antigüedad fue considerado el órgano de la vida y cualquier

herida que presentase irremisiblemente llevaba a la muerte. Las primeras

descripciones de lesiones cardíacas aparecieron en la Ilíada, y contiene

referencias a la exanguinación como causa de muerte y de cuerpos extraños

intracardíacos En el Papiro de Edwin, escrito hacia el año 3000 antes de

Cristo, se encuentran descripciones iniciales de heridas penetrantes del tórax.

Criterio de Hipócrates (460-377 a.n.e.). Todas las lesiones cardíacas son

mortales.

Page 31: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Claudio Galeno, en sus escritos hace poca mención sobre trauma de tórax,

Pero describió que cuando los gladiadores sufrían lesiones cardíacas todos

morían.

Ambrosio Paré cirujano militar de los Ejércitos de Napoleón (siglo XVI), relata el

caso de un herido en el corazón que luego de ello pudo deambular 200 metros

antes de caer muerto.

Giovanni Batista Morgagni en 1769 observó la compresión cardiaca como

consecuencia de un hemopericardio y que la abrasión de una arteria coronaria

sobre la superficie cardiaca podía ocasionar hemorragia en el saco pericárdico.

La inviolabilidad del corazón, marca su viraje con Jean Dominique Larrey (1766-1842) con respecto a las heridas cardiacas, debido a algunas

observaciones y prácticas sobre este tipo de lesiones. Describió el acceso

quirúrgico al pericardio. En derrame pericárdico... debe efectuar la intervención

en el punto más declive del saco formado por esa membrana, y ese punto, que

se puede denominar sitio de elección, y que corresponde a la zona

comprendida entre el lado izquierdo de la base del apéndice xifoides y la

confluencia de los cartílagos izquierdos séptimo y octavo.

Jobert 1839, a esperanza de vida de una lesión cardiaca se relaciona con la

cantidad de sangre perdida y la cantidad de sangre en el pericardio. La sangre

retenida comprime el corazón impide su acción hasta que declina finalmente.

Era tal, as controversias existentes en la época en que se cita, que es prudente

señalar un vaticinio proclamado por Theodor Billroth. El cirujano que intente

reparar una lesión cardiaca debe perder el respeto de sus colegas." "No se

permita a hombre alguno operar el corazón".

Roberts en 1880 sugirió que una herida del corazón era posible su sutura. No

fue hasta 1896 en que el cirujano alemán Ludwing Rhen, reporta la primera

reparación con éxito de una puñalada al ventrículo derecho en su segundo día

posterior a la lesión. En los siguientes 10 años, Rhen recopiló una serie de 124

Page 32: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

víctimas de heridas cardiacas penetrantes y que según su informe la mortalidad

se redujo al 40 %.

Bernardo Moya Miyaya (1863-1936) fue el primer cirujano en Cuba y el

segundo en América Latina que suturó una herida de corazón en el 1907.

Roberto Guerra Valdez (1914-1979) y Eugenio Torroella Martínez-Fortun

(1919-1979), quienes en la década de 1940 se contaron entre los iniciadores

de la cirugía cardiovascular en Cuba.

El corazón ocupa en el hemitórax izquierdo una posición anterior y baja,

descansando sobre el hemidiafragma izquierdo y está situado entre el esternón

y la columna vertebral. En el trauma cerrado del tórax, como ocurre en

colisiones frontales de vehículos, este golpea primero al timón y al tablero y es

comprimido entre el esternón y la columna, pudiendo llegar a causal una

contusión o herida.

Debido a su ubicación retro esternal el ventrículo derecho puede ser dañado.

Por su mayor proximidad al esternón, la pared del ventrículo derecho

es la más propensa a sufrir una contusión cardiaca o herida planteando un

taponamiento cardiaco, y está dado principalmente cuando la contusión o la

lesión penetrante está circunscrita en la región baja e izquierda del hemitórax

de ese mismo lado. Fig. 1

Fig. 1 Representación anatómica. Taponamiento cardiaco

Page 33: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

La clínica de un lesionado que llega a un servicio de urgencia producto de una

herida penetrante en región precordial, dependerá del agente causal (proyectil

de arma de fuego, cuchillo, punzón, pica hielo u otro), del tamaño de la herida y

de la estructura anatómica afectada.

El trauma del tórax es responsable directo de aproximadamente 25 % de todas

las muertes por trauma que ocurren en el mundo y en no menos de otro 25 %

es factor asociado que contribuye a la muerte de los lesionados por trauma.

Las lesiones penetrantes del corazón deben ser sospechadas ante una herida

en la región precordial, la cual está delimitada por un rombo comprendido

entre el espacio supraesternal, las dos tetillas y el epigastrio. Las heridas

cardiacas ocasionan un taponamiento cardiaco cuando la sangre se acumula

en la cavidad pericárdica; puesto que el pericardio no es elástico, el aumento

de la presión ocasionado por la sangre alcanza rápidamente la presión de las

cámaras cardiacas. Las presiones de las cámaras cardiacas derechas se

equilibran y se imposibilita finalmente el llenado del corazón.

El pronóstico depende de factores como la naturaleza del soporte

prehospitalario, el estado clínico del lesionado al ingresar a urgencias, el

agente causal, las lesiones asociadas, el número de heridas cardiacas y su

localización. Presentan mayor riesgo de morir por lesión por arma de fuego, los

que ingresan en shock, los que presentan lesión de dos o más cámaras o dos o

más heridas cardiacas asociadas y quienes durante el intra operatorio

presentan shock persistente y arritmia o requieren maniobras de resucitación.

Taponamiento cardiaco

El traumatismo de corazón, tanto accidental como producto de una agresión, es

hoy en día responsable de numerosas muertes, principalmente entre la gente

joven y representa en algunos países una de las primeras causas de

mortalidad en esta población.

Page 34: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

En heridas punzo cortantes se presenta un taponamiento cardiaco en el 70 a

80 % de los casos y es debido a que cuando la herida es pequeña se produce

una laceración la cual puede sellar rápidamente. En los ventrículos dados por

la consistencia de su pared muscular puede sellar una pequeña perforación. A

nivel de las aurículas es casi imposible que esto suceda.

Las heridas cardiacas ocasionan un taponamiento cardiaco cuando la sangre

se acumula en la cavidad pericárdica; puesto que el pericardio no es elástico, el

aumento de la presión ocasionado por la sangre alcanza rápidamente la

presión de las cámaras cardiacas. Las presiones de las cámaras derechas se

equilibran y se imposibilita finalmente el llenado del corazón.

Aproximadamente 10% de los pacientes con trauma del tórax presentan

lesiones del corazón. La mortalidad asociada con las heridas del corazón es

muy alta. La mayoría con este tipo de trauma mueren en el sitio del accidente,

durante el transporte hacia el hospital o al llegar a él, antes de que puedan ser

intervenidos quirúrgicamente. La mortalidad antes de la atención definitiva

oscila entre 60 % y 97 %.

La mayoría de los lesionados (55-82 %) con herida cardiaca fallecen antes de

recibir atención médica y los que llegan con signos vitales a un centro de

urgencias tienen una tasa de mortalidad que varía entre 8,5% y 85%. La

mayoría de la muertes (55 %) sucede en el ámbito prehospitalario, e informes

recientes apenas muestran una discreta disminución. Estos heridos requieren

de transporte rápido al hospital con un buen monitoreo. Es esencial que no

ocurra un retraso en el escenario.

La mortalidad prehospitalaria es alta, lo que hace imprescindible la realización

de un traslado inmediato. La mayoría de los afectados son personas jóvenes y

previamente sanas, por lo que, si llega vivo al hospital, tiene muchas

posibilidades de sobrevivir, hasta un 80-90 % si es por arma cortopunzante y

60% si es por arma de fuego.

Page 35: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Las muertes suceden el ámbito prehospitalario. El pronóstico depende de

factores como la naturaleza del soporte prehospitalario, el estado clínico del

herido al ingresar a urgencias, el agente causal, las lesiones asociadas, el número

de heridas cardiacas y su localización.

Las heridas del corazón son graves y fatales y su mortalidad en el sitio del

accidente excede el 60 % aunque han ocurrido cambios acordes con

las medidas de reanimación y control vital en la fase prehospitalaria dado por

la rápida transportación y la toracotomía inmediata en salas de urgencia

(sistema regionalizado en trauma).

El pronóstico depende de factores como la naturaleza del soporte

prehospitalario, el estado clínico del lesionado al ingresar a urgencias, el

agente causal, las lesiones asociadas, el número de heridas cardiacas y su

localización. Presentan mayor riesgo de morir los pacientes con lesión por

arma de fuego, los que ingresan en shock, los que presentan lesión de dos o

más cámaras o dos o más heridas cardiacas asociadas y quienes durante el

intraoperatorio presentan shock persistente y arritmia o requieren maniobras de

resucitación.

Ivaturry afirma que la mortalidad varió entre los años 1960 y 1990 al 50 %.

Cooley en 1955 planteó que la mortalidad por heridas del corazón era del 60 al

65 % antes que estos lesionados llegasen al hospital. Baker en 1980, que más

del 55 % de sus pacientes habían muertos al llegar al hospital. Demetriades

analizó 332 casos de traumatismos de cardíacos recopilados durante tres años

en Sudáfrica de los cuales murieron antes de recibir asistencia 207 para un 76,

5 %. A pesar de esta alta mortalidad un grupo de estos heridos llegaron vivos al

hospital, muchos en estado agónico. Se contó tan solo de instantes para la

reanimación y la rápida toracotomía en las salas de los servicios de urgencia.

El taponamiento cardiaco se puede presentar debido por trauma penetrante

precordial, y es considerado como toda herida que comprometa la integridad de

la pared torácica y provoque lesión cardiaca, cuyos síntomas son consecuencia

de dos fenómenos: el taponamiento cardíaco o hemorragia severa, así como

Page 36: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

también de lesiones valvulares o septales e isquemia miocárdica. Es una

urgencia vital, un síndrome clínico hemodinámico en el que se produce una

compresión cardiaca, ya sea lenta o bien brusca, por la acumulación en el

pericardio de líquido, coágulos, pus o sangre, como resultado de un derrame,

traumatismo o rotura cardiaca. Es la presión sobre el corazón que ocurre

cuando se acumula sangre o líquido en el espacio entre el músculo del corazón

(miocardio) y el saco exterior que cubre el corazón (pericardio).

En realidad, el taponamiento cardíaco en cuanto a gradación de gravedad,

puede ir desde ligeros incrementos en la presión intrapericárdica sin

repercusión clínica reconocible, hasta un cuadro de bajo gasto cardíaco y

muerte, el mismo puede desarrollarse a partir de un derrame pericárdico de

cualquier causa y puede presentarse de forma aguda o crónica. En esta

afección, se acumula sangre o líquido dentro saco pericardico que rodea al

corazón. Esto impide que los ventrículos se expandan completamente. El

exceso de presión del líquido impide que el corazón trabaje normalmente y,

como resultado, no recibe suficiente sangre. El taponamiento cardíaco ocurre

aproximadamente en 2 de cada 10,000 personas, aunque esta estadística no

refleja en si la magnitud de esta lesión en el traumatizado y fundamentalmente

cuando es por herida penetrante en el tórax.

Las heridas por arma de fuego y fundamentalmente de alto calibre, con

frecuencia son dimensionalmente grandes y la consecuente hemorragia no

lleva a un taponamiento cardiaco, en estos casos el pericardio se mantiene

abierto y la sangre producto de la lesión fluye libremente hacia las cavidades

pleurales y el mediastino dominando el cuadro clínico de shock hipovolémico.

Estas heridas por arma de fuego de alta velocidad provocan hemorragias

desangrantes más que taponamiento y es más susceptible de tratamiento si la

lesión causal es por el arma punzo cortante. Otras causas de lesión cardiaca

penetrante son lesión por flechas, lanza, arpón y por empalamiento en

precipitados.

Las lesiones producidas por arma de fuego son potencialmente más letales que

las secundarias a armas cortantes. Presentan mayor riesgo de morir los heridos

Page 37: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

que ingresan en shock, los que presentan lesión de dos o más cámaras o dos o

más heridas cardiacas asociadas y quienes durante el transoperatorio presentan

shock persistente y arritmia o requieren maniobras de resucitación; el riesgo

también aumenta en la medida en que asciende el puntaje de los índices de

trauma. El taponamiento cardiaco y las formas de presentación benigna tienen

pronóstico favorable cuando se comparan con la presentación clínica de shock

hipovolémico.

La causa más común de traumatismo cardíaco abierto es la herida por arma

cortopunzante o arma de fuego, motivo por el que reciben en global el nombre

genérico de heridas penetrantes cardíacas. En este grupo también se engloban

todas las lesiones originadas en el corazón por cateterización de sus cavidades

o arterias, implantación de marcapasos, colocación de drenajes torácicos,

instauración de cardioplejía retrógrada a través del seno coronario y que

ocasionalmente originan accidentes con perforaciones de diversas estructuras.

El mecanismo de acción se establece por el grado de afectación del objeto

origen de la agresión, que puede provocar desgarros pericárdicos, de la pared

libre del corazón, afectación intracavitaria, en ocasiones valvular, lesiones en

las arterias coronarias o alteraciones del sistema de conducción.

El taponamiento cardiaco clínicamente se manifiesta por disminución o caída

de la tensión arterial, hipertensión venosa (aumento de la presión venosa),

tonos cardiacos apagados y pulso paradójico.

El taponamiento cardiaco (TC) se define como la compresión del corazón por

acumulo rápido de sangre en el saco pericárdico con imposibilidad de un

relleno diastólico adecuado y disminución del débito cardíaco. El

hemopericardio procede de lesión del corazón o de sus vasos como

consecuencia de herida o contusión. Para que una herida cardiaca de lugar a

un taponamiento, la solución de continuidad del pericardio, debe ser pequeña y

con tendencia a cerrarse.

El corazón está cubierto por una membrana fibrosa, fuerte y poco elástica

denominada pericardio. Existe un espacio virtual entre el corazón y pericardio

Page 38: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

el cual es el espacio pericárdico. Normalmente en este espacio existe uno

cuantos mililitros de líquido que lo lubrican. Cuando en el trauma penetrante o

cerrado hay desgarro de los vasos miocárdicos o el miocardio sufre una ruptura

o es penetrado se presenta el sangrado. En las heridas por arma de fuego el

orificio que se produce en el pericardio es de un tamaño lo suficiente grande

como para permitir la salida de la sangre fuera del espacio pericárdico.

El taponamiento cardiaco agudo en el trauma se produce como consecuencia

de la anatomía fibrosa del pericardio que hace que el mismo sea poco elástico

en comparación con otros tejidos. El pericardio es capaz de acomodar

gradualmente una cantidad de sangre si el sangrado no es tan rápido como

para producir un aumento brusco de la presión intracavitaria, de modo de

exceder la capacidad de llenado ventricular. Un sangrado lento y gradual es

mejor tolerado, en la medida en que puede ser compensado por la capacidad

del pericardio. Esto explica por qué algunos lesionados están

hemodinámicamente inestables con un taponamiento pericárdico producido por

pequeños volúmenes, y otros están totalmente estables con grandes

volúmenes de sangre y coágulos en la cavidad.

El pericardio es una fina membrana serosa que recubre la superficie epicárdica

(pericardio visceral) y un saco fibroso seromembranoso (pericardio parietal).

Son estructuras fibrosas con propiedades elásticas limitadas. El espacio

pericárdico separa las 2 capas y contiene aproximadamente 20 ml de líquido.

La ausencia congénita del pericardio o una pericardiectomía no están

asociadas con efectos cardiovasculares perjudiciales, no obstante, tiene

diversas funciones protectoras, evita la dilatación auricular aguda durante el

ejercicio y la hipervolemía, previene la regurgitación aguda auriculoventricular,

lubrica el movimiento cardíaco y previene la dispersión al miocardio de una

posible infección procedente de estructuras vecinas.

En principio, la naturaleza fibrosa del pericardio hace imposible su expansión,

por lo que se desarrolla un aumento de las presiones intrapericárdicas que, si

se establece de forma muy brusca, puede originar un colapso de las cavidades

derechas con la consiguiente situación de bajo gasto. En cambio, el pericardio

Page 39: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

es capaz de acumular gran cantidad de líquido siempre y cuando el ritmo de

llenado sea lento.

El taponamiento cardíaco conlleva ventajas, pues limita la extravasación de

sangre y la exanguinación. En cambio, presenta el inconveniente de la

compresión, principalmente sobre las cavidades derechas, con el riesgo de

colapso y parada cardiaca. Se señala que el taponamiento cardiaco resultante

de una herida penetrante tiene un efecto protector, al evitar una hemorragia

exanguinante. Estudios han demostrado que hay un periodo de tiempo en que

el taponamiento es un importante factor de supervivencia aunque no está claro

cuando el efecto protector se pierde.

El taponamiento cardíaco es la principal forma de presentación, con la clásica

tríada de Beck, que sólo se observa ocasionalmente. En el taponamiento

cardíaco (TC) puede estar presente los síntomas y signos de la “triada de

Beck” y el “pulso paradójico”. La triada de Beck en la mayoría de los casos solo

se presenta en el 10 % de los que presentan taponamiento. Estos signos

considerados clásicos, descritos durante el taponamiento cardiaco, se hacen

poco evidentes en ocasiones cuando hay una herida penetrante en corazón.

Por lo general se presentan pocos signos clínicos que indique una lesión

cardiaca.

Cuando se habla de TC es clásico citar la tríada de Beck, la cual consiste en la

elevación de la presión venosa central (PVC), disminución de la tensión o

presión arterial (TA) y ruidos cardiacos apagados (corazón quieto y tranquilo).

Otros la definen como el aumento de la presión venosa central, la disminución

de la presión diferencial del pulso y el velamiento de los ruidos cardiacos. Los

dos primeros componentes se manifiestan desde el punto de vista clínico por

ingurgitación yugular y la presencia de un pulso taquicárdico y débil.

Podemos hallar en estos lesionados, dilatación de las venas del cuello (signo

de Kussmaul) lo cual es causa de la elevación de la PVC, aunque también

puede estar ausente debido a hipovolemia. De forma más práctica resumimos,

que el signo de Kussmaul está dado por el aumento marcado o distensión de

Page 40: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

las venas yugulares durante la inspiración cuando existe constricción

pericárdica.

A medida que se incrementa el volumen de sangre en el saco pericárdico, el

pulso aumenta en un intento de mantener el gasto cardíaco. La presión del

pulso se estrecha y puede hacerse aparente el pulso paradójico. Se está en

presencia de pulso paradójico cuando la presión sistólica del lesionado

disminuye más de 15--20 mm de Hg. durante la inspiración (acorde a la TA

evolutiva). Esto se precisa clínicamente cuando se hace patente la disminución

del pulso e inclusive desaparece en la inspiración.

Debido a que la compresión sobre los ventrículos limita su expansión durante la

diástole, una pequeña cantidad de sangre puede entrar al corazón. Durante la

inspiración el lecho pulmonar vascular se expande, absorbiendo la casi

totalidad del reducido gasto cardiaco derecho. La precarga del corazón

izquierdo se reduce significativamente. Esto condiciona una reducción en el

llenado del corazón izquierdo, reduciendo el gasto cardiaco, El incremento de

la presión sobre el lado derecho del corazón provoca un estancamiento venoso

y distensión de las venas del cuello o dilatación venosa yugular (signo de

Kussmaul). Los ruidos cardiacos pueden estar apagados y distantes, por último

los signos del estado de shock se manifestaran progresivamente haciendo más

reales y aparentes.

En algunas ocasiones se detecta una disminución de la intensidad de los ruidos

cardíacos o una disminución del voltaje eléctrico en el electrocardiograma. Sin

embargo, ninguno de estos signos es constante, de modo que debe existir un

alto índice de sospecha, en especial en traumatizados con shock no

acompañado por evidencias claras de pérdida de sangre.

Signos: 1. la presión arterial puede bajar (pulso paradójico) durante el periodo

inspiratorio.

2. Respiración rápida.

3. La frecuencia cardiaca puede estar por encima de 100 por minuto.

4. Los ruidos cardíacos se desvanecen, corazón quieto y tranquilo.

Page 41: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

5. Ingurgitación de las venas del cuello (Kussmaul), no siempre presente

cuando el estado de shock predomina.

6. Los pulsos periféricos pueden estar débiles o ausentes.

7. Cuando la presión intrapericárdica excede la presión diastólica

ventricular derecha, se produce el taponamiento agudo que conduce

rápidamente a la muerte excepto que cavidad sea descomprimida.

El taponamiento cardíaco conlleva ventajas, pues limita la extravasación de

sangre y la exanguinación. En cambio, presenta el inconveniente de la

compresión, principalmente sobre las cavidades derechas, con el riesgo de

colapso y parada cardiaca.

Es esencial que no ocurra con estos heridos catalogados de muy graves un

retraso en el escenario. Al igual que en cualquier tipo de shock la infusión

intravenosa con solución electrolítica puede mejorar el gasto cardiaco al

incrementar la presión venos, debiendo aplicarse durante el traslado.

La sospecha de taponamiento cardiaco exige confirmación inmediata, mientras

se confirma el diagnóstico, o mientras el herido es llevado al quirófano, se

actúa para mejorar las condiciones hemodinámicas administrando líquidos de

reposición, a pesar de las presiones venosas centrales elevadas. Esto se

conoce como el manejo paradójico del taponamiento, “el corazón no puede

bombear, porque no se puede llenar” y no se puede llenar porque no existe

gradiente de presión entre las cavas y la aurícula derecha que permita el

llenado. Administrar líquidos endovenosos es una medida destinada a crear tal

gradiente y como consecuencia a mejorar el trabajo de ambos ventrículos.

La víctima con taponamiento cardíaco puede tener otros signos fuera de los

relacionados con la lesión torácica y los asociados con el estado de shock

cardiogénico que dificulta su diagnóstico. En el adulto el espacio pericárdico

puede almacenar de 100 a 150 ml de sangre o más antes que se presente el

taponamiento. Sin embargo con solo 50 a 60 ml de sangre en la bolsa

pericárdica pueden llegar a producir el cuadro clínico de taponamiento y reducir

el gasto cardíaco.

Page 42: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Cuando el corazón no puede expandirse para recibir la sangre como sucede en

el taponamiento cardíaco o el neumotórax a tensión, el volumen latido se hace

imperceptible (pequeño). Sucede igual cuando es insuficiente la cantidad de

sangre disponible para llenar las aurículas (hipovolemia) o cuando el corazón

no tiene fuerza suficiente para el bombeo con efectividad y vaciar los

ventrículos durante cada contracción (shock cardiogénico). Esto origina una

disminución en el retorno venoso, provocando una reducción del flujo

sanguíneo hacia el corazón y por ende del gasto cardiaco.

Comprender los cambios fisiológicos generados por un taponamiento es básico

de cara al diagnóstico y al tratamiento. El trastorno primario es la compresión

rápida o lenta de todas las cámaras cardíacas, como resultado de un

incremento de la presión intrapericárdica. El contenido pericárdico llega al límite

del volumen de reserva pericárdico, siendo éste el que simplemente distendería

el pericardio. Cuando este contenido se va incrementando, el pericardio se va

elongando hasta llegar a un punto en el que se excede su capacidad de

estiramiento, y en ese punto se hace inextensibles, el corazón competirá con el

contenido pericárdico por el volumen intrapericárdico. A medida que las

cámaras cardíacas van reduciéndose progresivamente de tamaño, así como la

distensibilidad diastólica miocárdica, se limita el flujo de entrada al corazón, y

las presiones diastólicas pericárdica e intracavitaria tienden a igualarse. Los

puntos clave son la cantidad y la rapidez de acumulación de líquido

relacionadas con la distensión pericárdica y la eficacia de los mecanismos

compensadores, que en su mayoría están mediados adrenérgicamente,

incluidos la taquicardia, la vasoconstricción periférica y el mantenimiento de la

fracción de eyección (en el taponamiento la fracción de eyección es normal o

ligeramente aumentada).

La herida en tórax (precordio) produciendo un taponamiento cardiaco es una

emergencia quirúrgica y como tal hay que proceder, no obstante en lesionados

hemodinámicamente estables y donde los signos de taponamiento no sean

evidentes, pero los caracteres y la trayectoria de la herida haga pensar en

herida cardiaca, pueden emplearse diferentes medios diagnósticos. Como

Page 43: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

concepto, las heridas de corazón se presentan con shock hemorrágico como o

con taponamiento.

Los métodos a utilizar en el diagnóstico cuando acuden a un servicio de

urgencias dependen de manera directa de la situación clínica que presentan en

el momento del ingreso, y ésta se encuentra íntimamente relacionada con la

naturaleza de la lesión, así nos encontramos con casos que presentan una

lesión que afecta al corazón y que ha desarrollado un taponamiento cardíaco y

cuyo diagnóstico se establece por un cuidadoso examen físico, incluyendo una

pericardiocéntesis o ventana pericárdica subxifoidea, si aún persiste duda en el

diagnóstico y el herido está hemodinámicamente estable el paso siguiente

podrá ser un estudio ecocardiagrafico. El electrocardiograma y el estudio

enzimático formaran también como elementos diagnósticos. En casos dudosos

la ecografía de urgencia, la ecocardiografía trasesofágica o la ventana

pericárdica pueden resolver el dilema diagnóstico.

Los primeros estudios ecocardiográficos para evaluar la presencia de derrame

pericárdico provienen de los años sesenta. Aún habría de pasar una década

para que se determinara su rendimiento diagnóstico y la necesidad al menos

de 50 ml de derrame para que la ecocardiografía fuera capaz de detectarlo. Y

transcurrirá otra década para el establecimiento del ecocardiograma como

método diagnóstico en los traumatismos cardíacos abiertos. Con el estudio

ecocardiográfico se analiza principalmente la cantidad de líquido pericárdico y

su posible repercusión hemodinámica. El estudio ecocardiográfico es

considerado por muchos de elección en los traumatismos cardíacos en

situación clínica y hemodinámica estable; incluso en aquellos que presentan un

compromiso hemodinámico importante, el ecocardiograma es esencial si puede

realizarse en un breve período de tiempo.

El principal inconveniente que presenta la ecocardiografía es la coexistencia de

un derrame pleural concomitante, como en los casos de hemotórax, en que la

diferenciación entre ambos derrames es difícil. La ecocardiografía típicamente

se usa para ayudar a establecer el diagnóstico. El ecocardiograma constituye

un método rápido y no invasivo para examinar el corazón, pericardio y los

Page 44: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

espacios pleurales y puede ser realizado en las salas de emergencia luego del

examen inicial. En caso de emergencia, una ecocardiografía se hace al lado de

la cama del herido.

Ultrasonido externo o intraesofágico; hemos recopilado información que se ha

estado estudiando el empleo del ultrasonido por parte del cirujano, previo a un

adecuado entrenamiento, .demostrando ser útil y certero para confirmar un

derrame pericárdico. El estudio con ultrasonido y la exploración directa del

pericardio a través de una ventana son los métodos más sensibles y

específicos para diagnosticar una herida del corazón. La radiografía de tórax y

la tomografía axial computadorizada (TAC) carecen de valor diagnóstico

específico, pero son importantes para analizar la localización y la trayectoria de

un proyectil, particularmente cuando se sospechan heridas que atraviesan el

mediastino.

Radiografía de tórax vistas fijas o en movimiento, donde podrá aparecer

agrandamiento de la silueta cardiaca, con imagen de corazón en copa

invertida. El agrandamiento o la distorsión de la silueta cardiaca en la

radiografía de tórax no es un signo precoz, por cuanto el pericardio no es

elástico y pequeñas cantidades de sangre o coágulos pueden causar gran

deterioro hemodinámico sin cambios morfológicos.

Está demostrado que el ecocardiograma es un método muy sensible en el

seguimiento de los lesionados con heridas penetrantes en el tórax, cercanas al

corazón, pero hemodinámicamente estables. Cuando el estudio inicial es

negativo debe procederse a la observación durante 24 - 48 horas, si

posteriormente se detecta hemopericardio, se corrobora por medio de la

ventana pericárdica, aunque es nuestro criterio la exploración quirúrgica es el

paso siguiente.

La pericardiocentesis, tanto como método diagnóstico como terapéutico,

muchos no la realizan ya que, si el herido permanece estable, nos basamos en

el estudio ecocardiográfico por su mayor fiabilidad y si, por el contrario, este se

encuentra inestable, no soluciona el problema e incluso lo puede agravar.

Page 45: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

La mayor utilidad de la pericardiocentesis se establece ante la perforación de

una cavidad o arteria y aparición de taponamiento cardíaco agudo,

presentando unos resultados terapéuticos aceptables, aunque en otras

ocasiones la pericardiocentesis se practica como método puente hacia la

cirugía.

El manejo de estos heridos incluirá la extracción de sangre del pericardio y la

supresión del sangrado. Esto puede ser realizado mediante la

pericardiocentesis, la cual deberá estar limitada al departamento de urgencia.

La pericardiocentesis es diagnóstica y sirve como medida de manejo temporal

mientras el herido es llevado al quirófano. Una pericardiocentesis negativa no

descarta la herida cardiaca ni el taponamiento pericárdico. Si la sospecha de

taponamiento es alta el paciente debe ser llevado a una toracotomía de

urgencia.

Ante un taponamiento cardíaco y en donde se realice la pericardiocentesis,

requiere que el operador seleccione un punto del tórax o el epigastrio para su

instrumentación. Lo ideal es hacerlo con ayuda de técnicas de imagen, para

determinar mejor los puntos de referencias; el paraxifoideo o el apical, según la

cercanía al derrame. El abordaje paraxifoideo es el más usado para la

pericardiocentesis sin prueba de imagen.

La punción pericárdica subxifoidea guiada por ecografía Doppler realizada por

personal experto o la toracoscopía son las pruebas diagnósticas en ocasiones

más recomendadas dadas por su seguridad (si el tiempo y las condiciones

clínica lo permite). El ecocardiograma a la cabecera del herido es un método de

elección, siempre que existan las posibilidades de su realización y siempre que

no prime la condición clínica de un hemotórax.

La pericardiocentesis no es un proceder inocuo y puede producir la muerte

súbita debido a lesión de una arteria coronaria o por fibrilación ventricular.

Page 46: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Otras de las posibles complicaciones de la aspiración por aguja del pericardio,

las debemos tener siempre presente y son:

º Laceración del corazón o de la arteria mamaria interna (hemotórax).

º Desgarro del parénquima pulmonar (neumotórax—hemoneumotórax).

º Aspiración de sangre de una cavidad cardiaca.

º Debe acotarse que la sangre que sale durante la pericardiocentesis no

coagula, debido a que los movimientos del corazón la desfíbrila rápidamente, si

coagula, pensar que ha sido extraída de una de las cavidades cardíacas.

º Excepcionalmente se puede provocar al momento de la penetración una

reacción parecida al shock. El uso del electrocardiograma (ECG) para detectar

contacto de la aguja con el corazón reduce la probabilidad de lesionar el

miocardio o las arterias coronarias.

Una alternativa válida en los casos de compromiso hemodinámico es la

práctica de una ventana pericárdica subxifoidea, que se puede realizar incluso

en situaciones comprometidas con anestesia local y que desde su descripción

a principios del siglo pasado ha presentado muy pocas variaciones técnicas. Es

un rápido y sencillo sistema de evaluación y, si resulta positivo, se puede

continuar con una toracotomía o esternotomía estándar para la corrección de

las lesiones. En algunas ocasiones en las que el paciente está siendo sometido

a una laparotomía y se establece la necesidad de una ventana pericárdica

diagnóstica se ha utilizado la vía transdiafragmática.

La ventana pericárdica se ha recomendado como preludio de la toracotomía en

pacientes estables, con vista a confirmar el diagnóstico de taponamiento

cardiaco y se aconseja la realización de este método sistemáticamente en

salas de operaciones o el quirófano antes de la realización de la toracotomía.

Sin embargo, en opinión de otros autores, este proceder es innecesario en

heridas con gran sospecha de lesión de corazón.

La exploración quirúrgica del pericardio por vía subxifoidea se ha popularizado

como método diagnóstico y hoy es el procedimiento de elección, el patrón oro,

para confirmar o descartar una herida del corazón. Algunos autores consideran

que se puede ejecutar con anestesia local para evitar los riesgos de colapso

Page 47: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

hemodinámico asociados con la inducción anestésica en el paciente con

taponamiento cardiaco.

Se realiza una incisión de ocho centímetros sobre la línea media, que comienza

en el apéndice xifoides y se lleva a través de la aponeurosis muscular para

descubrir el tejido graso preperitoneal, que se preserva y se diseca para llegar

al espacio retroesternal. Se toma el pericardio con pinzas de Allis o un punto de

seda gruesa para ejercer ligera tracción hacia abajo. Se abre el pericardio en

una longitud de aproximadamente 1 cm. La salida de sangre confirma el

diagnóstico de herida cardiaca, evidencia que indica la necesidad de prolongar

la incisión para corregir la herida a través de esternotomía o de toracotomía

anterolateral.

Destacar que existe comprobación de realizar la ventana pericárdica por video

toracoscopía, en lesionados estables y cuyo cuadro clínico no este dado por

una emergencia de causa traumática. Cirujanos del Hospital Universitario San

Vicente de Paúl de Medellín, Colombia (Morales et al. 1997) han

propuesto para la realización de la ventana subxifoidea, la ventana video-

asistida por toracoscopia, cuyos resultados son alentadores. La utilidad de

este procedimiento es que permite diagnosticar lesiones torácicas asociadas,

del diafragma y evacuar hemotórax retenido.

Importancia e incidencia de los traumas cardiacos penetrantes:

Del 10 al 20 % de las muertes por arma de fuego se deben a

lesiones cardiacas penetrantes.

El trauma penetrante que interese corazón es extremadamente

letal con alta mortalidad. Habitualmente se produce la muerte en el sitio

del accidente. Solo del 10 al 20 % aproximadamente llegan con vida a

los hospitales, incrementando el índice de mortalidad cuando se asocia

a herida vascular.

Las heridas penetrantes por arma punzo cortantes son más

frecuentes que las de arma de fuego, aunque puede variar según el

lugar y el momento de estudio.

Page 48: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

En el trauma penetrante las heridas por arma de fuego tienen una

sobrevida del 20 al 30 % y por arma cortante o punzante del 70 al 80 %.

Con vista de hacer más elocuente la gravedad que conlleva las heridas

penetrantes en tórax con lesión de corazón asociado a otras estructuras,

citamos cinco casos de heridas de corazón con lesión vascular, torácica o del

abdomen. Estos lesionados fueron asistidos y tratados en diferentes

escenarios.

1. Hospital Militar “Dávila Bolaños” Managua – Nicaragua, junio de 1983.

Combatiente que recibe herida penetrante en tórax por arma de fuego en

región infraclavicular izquierda, marcada hipotensión arterial, signos y síntomas

de sangre en cavidad torácica. Se le realiza toracotomía: herida labrando un

trayecto en pulmón al igual que en el pericardio, no lesionando al miocardio.

Como proceder quirúrgico se realiza tractotomía pulmonar, hemostasia, se deja

abierto el pericardio. Sondas de pleurostomía. Evoluciona favorablemente. Alta

a los 21 días de su ingreso.

2. Mujer de 32 años de edad, recibe heridas por arma punzante en región

torácica izquierda, paraesternal y a nivel del 4to. y 5to. espacio intercostal

(Hospital de Emergencias “Freyre de Andrade” julio 1995). Estado preagónico.

Se realiza toracotomía anterior izquierda encontrando hemotórax masivo,

herida de dos centímetros aproximadamente de extensión en aurícula derecha

e izquierda y la vena pulmonar superior abierta en toda su extensión. Fallece

en el transoperatorio.

3. Hombre de 45 años de edad. Hospital de Emergencias “Freyre de

Andrade” febrero 2001. Recibe heridas punzantes en región baja del cuello,

precordio, paraesternal derecha e hipocondrio izquierdo. Durante la evaluación

del lesionado se constata la trayectoria de las heridas, encontrando al

lesionado sudoroso, ansioso e hipotenso. La vía de abordaje la constituyó una

toracotomía izquierda alta y frenotomía y como hallazgo: herida en aurícula

derecha, vena subclavia, diafragma, bazo y colon. Como proceder quirúrgico se

realizó: ligadura de la vena subclavia, sutura de la lesión de aurícula,

Page 49: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

esplenectomía y reparación primaria del colon. Fallece al 2do., día su

postoperatorio.

4. Hombre de 33 años de edad. Hospital de Emergencias “Freyre de

Andrade” junio 2002. Herida por arma cortante en hemitórax izquierdo, 5to. y

6to. espacio intercostal y región xifoidea. Marcada hipotensión arterial. Se

realiza toracotomía izquierda y frenotomía, hallando herida en pulmón,

ventrículo derecho, diafragma, estómago y colon transverso. Se repara por

sutura la herida en ventrículo, resección atípica del parénquima pulmonar,

sutura de la brecha gástrica y reparación primaria del colon. Fallece al 3er. día

de su postoperatorio.

5. Hombre de 22 años edad. Hospital de Emergencias “Freyre de Andrade”

septiembre de 2003. Recibe herida por arma de fuego de pequeño calibre en

5to espacio intercostal izquierdo. Con tonos cardiacos apagados e hipotensión

arterial. Se realizan procederes para la reanimación del lesionado. Llevado al

salón de operaciones: turgencia del pericardio con sangrado por herida en

ventrículo derecho. Sutura de la brecha en corazón, dejando el pericardio

abierto. Cierre de la pared torácica por planos, dejando sonda de pleurostomía.

Evoluciona bien, alta a los 20 posterior a la lesión.

Analizando retrospectivamente en estos dos casos (3 y 4), la cirugía de control

de daño hubiese planteado otro resultado, posiblemente garantizando la

supervivencia de los lesionados considerados grave o crítica.

Tratamiento del taponamiento cardíaco agudo Importante en estos lesionados, los cuales deben son considerados como de

estado grave o crítico, es la evaluación inicial y el tratamiento emergente.

La única posibilidad de supervivencia será cuando se apliquen los criterios de

apoyo vital avanzado. Un tratamiento eficiente comienza en el lugar mismo del

accidente. Es de vital importancia lo que la población y curiosos puedan hacer

mientras llega la ayuda solicitada al lugar de los hechos.

En presencia de un taponamiento cardíaco, la sangre acumulada en el saco

pericardio debe extraerse, antes que alcance una presión capaz de impedir

el vaciamiento de la cava en las aurícula derecha y se detenga la circulación.

Page 50: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Debido a la poca elasticidad del pericardio, la sangre llena el saco pericárdico.

El corazón puede expandirse para volverse a llenar con sangre, por tanto la

sangre disponible para ser bombeada será progresivamente menor con cada

contracción. La resultante final, aún cuando el lesionado este normovolémico

será un gasto cardiaco inadecuado.

La presentación clínica recorre todo el espectro de la sintomatología, desde

pacientes asintomáticos hasta aquellos con cuadro de shock, colapso

cardiovascular y parada cardiopulmonar. Además, la situación clínica del

lesionado al ser valorado depende de múltiples factores, como el tiempo de

traslado al centro, la extensión de la lesión y el objeto causante de la lesión.

En toda víctima con trauma penetrante en tórax, la resucitación orientarla al

mantenimiento de una vía aérea permeable con respiración y circulación

adecuada desde su transportación a los servicios de urgencia hospitalario.

Asegurar dos vías venosas periféricas con vista a iniciar la infusión de volumen.

Como hemos señalado el método diagnóstico para comprobar si la herida

compromete al corazón dependerá como es natural de la condición del

lesionado.

En todos no se realiza el diagnóstico inmediato, pues por la magnitud de la

lesión y la comunicación con otras cavidades y espacios, no se establece la

acumulación masiva de sangre en el pericardio, solo la presencia de la herida y

la trayectoria del agente causal determinan el diagnóstico o el nivel de

sospecha de herida del corazón. Por lo que ante esta eventualidad hay quienes

plantean tres etapas o tipos:

TIPO I: asintomática; no hay presencia de inestabilidad hemodinámica, ni

signos de choque.

TIPO II: signos de taponamiento cardíaco, ruidos cardíacos alejados,

ingurgitación yugular, presión venosa central alta e inestabilidad hemodinámica

TIPO III: En estado agónico, presenta paro cardiorrespiratorio con pupilas

reactivas.

Cualquier herida penetrante en tórax en la “zona peligrosa”, debe pensarse

inmediatamente en una lesión cardiaca subyacente. Es preferible realizar una

Page 51: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

ventana pericárdica negativa o positiva, ésta debe realizarse como medida

terapéutica de emergencia a través de la colocación de un catéter intrape-

ricárdico para aspiraciones repetidas de sangre.

La ventana pericárdica subxifoidea es un proceder útil para de definición

diagnóstica en heridas de alta sospecha, pero con elementos clínicos

imprecisos. La ventana pericárdica se realiza en pacientes

hemodinámicamente estables cuando el diagnóstico de lesión cardiaca no sea

evidente. A manera de conducta, para quienes se encuentren inestables

hemodinámicamente---realizar la toracotomía exploradora.

Precordio (región precordial), termino impreciso que comprende la región alta

del epigastrio y porción anterior e inferior del tórax izquierdo. La región

precordial, llamada también “zona de riesgo o zona peligrosa” está delimitada

arriba por el borde superior de las clavículas, abajo por el reborde costal inferior

incluido el epigastrio y a los lados por las dos líneas medio claviculares.

Herida en región precordial o el epigastrio que ingrese a los servicios de

urgencia, sospechar herida del corazón y aunque no presente síntomas ni

signos de inestabilidad hemodinámica se deben realizar todos los esfuerzos

emergentes para descartarla.

Debe tenerse en cuenta de lo errático que puede ser la trayectoria de un

proyectil por ama de fuego, lo cual puede afectar al corazón y estar alejado del

precordio. Más de 50% de las heridas del corazón por arma de fuego no

penetrantes por la región precordial debe sospecharse de lesión del corazón y

por consiguiente, en todo lesionado en estado de shock, cuya causa no esté

bien definida.

Vías de abordaje al tórax

Experiencia del autor ante heridas penetrantes que interesen la región

precordial:

He tenido la oportunidad en mi vida como cirujano de asistir a 22 lesionados

con herida penetrante en región precordial, unas veces como cirujano principal

y en otras ocasiones como primer ayudante en mi condición como jefe de la

Page 52: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

guardia de cirugía o como profesor. En todos los casos confirmamos herida del

corazón durante la toracotomía de urgencia. Por lo que me nos llevó a

confirmar que toda herida en región precordial es una herida que toma el

corazón hasta que no se demuestre lo contrario.

Esta aseveración de realizar siempre toracotomía de urgencia en toda herida

penetrante en región precordial, es posible no lo compartan los colegas que

estamos exponiendo este trabajo.

Las heridas de corazón generalmente provocan la muerte antes de ser

sometidas a tratamiento quirúrgico. En herida de corazón se practicará

toracotomía o esternotomía.

La esternotomía media es una vía de acceso que permite visión segura al

mediastino anterior. Provee una exposición excelente y única de todo el

contenido del saco pericárdico, corazón, grandes vasos, aurícula izquierda y

venas pulmonares, cayado de la aorta y tronco braquiocefálico. Su limitación

fundamental es la escasa o nula exposición que ofrece para heridas asociadas

de los dos hemitórax y del mediastino posterior.

El abordaje de elección debe de ser la esternotomía media, siempre que

resulte factible, por la excelente exposición y acceso a todas las estructuras e

incluso por si es necesaria la entrada en circulación extracorpórea. Ahora bien,

la esternotomía media no la recomendamos en la cirugía cardiopericárdica no

electiva o de urgencia en los traumatismos, ya que puede ser inviable por

cuestiones logísticas, como la falta de una sierra en la unidad de urgencias o

por la demora que supone la realización de dicho abordaje en una situación

crítica. En estas ocasiones debe emplearse la toracotomía anterolateral

izquierda, que permite un acceso rápido y directo al corazón; este abordaje se

puede realizar con un material mínimo y en cualquier ubicación por parte de un

personal adecuadamente adiestrado.

La toracotomía anterior o anterolateral es la vía preferida para las

intervenciones de emergencia en pacientes muy inestables. De acceso fácil y

Page 53: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

rápido al hemitórax izquierdo, al corazón y a los grandes vasos. Permite

controlar lesiones del hilio pulmonar y pinzar la aorta torácica descendente

como maniobra de resucitación. Tiene limitaciones para exponer las estructuras

del lado derecho del corazón. Sin embargo, puede prolongarse, a través del

esternón, hacia el hemitórax derecho, con lo cual se obtiene una exposición

muy amplia de todo el mediastino anterior. Es la vía más rápida y segura para

el cirujano no práctico en este tipo de cirugía. La última posibilidad es el

abordaje a través de una toracotomía posterolateral izquierda extensa, poco útil

excepto para la exposición de la aorta torácica descendente.

La toracotomía de emergencia, es una toracotomía anterolateral que se realiza

en los servicios de emergencia en pacientes que se reciben en estado agónico,

en shock severo y que no responden a la terapia con líquidos o que han

perdidos sus signos vitales en los últimos minutos durante la transportación

hacia el hospital. Su propósito es controlar una hemorragia masiva dentro del

tórax, practicar masaje directo del corazón en los casos de paro cardiaco,

pinzar el hilio pulmonar, pinzar la aorta descendente en los pacientes con

heridas vasculares abdominales masivas y suturar una herida cardiaca. Figs. 2

Fig. Vías de abordaje en la cirugía cardiotorácica

Las heridas del corazón pueden presentarse como heridas simples, únicas,

pequeñas, de bordes definidos y de fácil acceso o como heridas complejas, de

gran tamaño, múltiples, de acceso difícil o con compromiso evidente de las

arterias coronarias. Las lesiones valvulares o septales subyacentes rara vez

son percibidas durante el acto operatorio.

Page 54: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Expuesta la cavidad torácica, se inspecciona el pericardio y si está distendido,

descolorado o tenso se confirmará el diagnóstico de herida cardiaca. El

pericardio se abre por la parte anterior del nervio frénico lo cual permite

acceder a la lesión cardiaca.

Abierto el pericardio y al constatar sangrado, el operador podrá entre otros

recursos, realizar la maniobra de Rhen, con vistas a controlar el sangrado en

caso de herida de corazón. Para la realización de este procedimiento, el

ayudante o el cirujano actuante introducirá su mano izquierda y con la palma de

la misma hacia delante y haciéndola avanzar hacia arriba de tal modo pueda

abarcar entre los dedos índice y medio las venas cava inferior y superior

(intratorácica). Con la aproximación de estos dedos se logra a voluntad

disminuir el aflujo de sangre a las cavidades derechas lo que permite así

suturar con más facilidad la herida cardiaca. Sauerbruch realizó igual proceder

pero elevando ligeramente el corazón con angulación de las venas cavas

controlando el sangrado.

Nota: Ferdinand Sauerbruch describió el método para controlar la hemorragia

de una herida cardíaca obstruyendo el flujo sanguíneo por compresión de su

base. Hoy solo de interés histórico.

Otro recurso será apoyar el dedo índice y colocado de plano sobre la herida de

corazón mientras se inserta a cada lado de la misma un punto de sutura con

los cabos largos. Al retirar el dedo se cruzan los hilos con tracción sobre ellos y

se realiza la sutura cardiaca (maniobra de Claude S. Beck).

En herida de corazón, constatada durante la toracotomía y con gran sangrado

de la misma, puede realizarse como parte del proceder quirúrgico, el control

digital de sangrado de la lesión o colocar una sonda Foley insuflar su balón y

tracción. Los desgarros de aurícula se pueden clampear parcialmente con una

pinza de Satinsky antes de la cardiografía.

En ocasiones en situaciones de extrema urgencia se han clampeado vasos

sangrantes o partes del músculo cardíaco a través de una ventana pericárdica

o por una toracotomía realizada en los servicios de urgencias con malos

Page 55: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

resultados posteriormente dado por la necrosis generada por el pinzamiento,

no obstante a esta complicación, consideramos que el riesgo es soportable y

que lo fundamental es salvar la vida a este lesionado crítico.

Otro aspecto a destacar es que existen instituciones que cuentan con las

posibilidades en la cirugía de urgencia realizar sutura del corazón por medio de

suturadores mecánicos y el empleo de material bioprotésico.

Las heridas simples casi siempre pueden repararse con puntos separados de

sutura monofilamento o, en las de mayor tamaño, mediante el paso de una

sonda de Foley a través del orificio traumático. Los puntos deben ser colocados

en U, y si es posible y basado en condiciones de logística, protegidos con

parches de dacron y preparados con pericardio del mismo paciente, que se

montan en el momento de la sutura. Las aurículas permiten la colocación de

clamps laterales que controlan la hemorragia mientras se realiza la sutura.

Fig. 3

Fig. 3 Sonda de Foley y tracción. Reparación por sutura y clampeo.

La técnica quirúrgica de la herida penetrante cardiaca consiste en la reparación

de la zona de la lesión con sutura de monofilamento 2/0 o 3/0 que, en el caso

de los ventrículos, principalmente si la lesión es anfractuosa, precisa de su

apoyo en bandas de material bioprotésico. Si se afecta una arteria coronaria

principal en su trayecto proximal se recurrirá a la práctica de un puente

Page 56: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

aortocoronario (situación muy difícil y compleja para un cirujano general sin

experiencia en este tipo de cirugía) y si es en su trayecto más distal o se trata

de una arteria secundaria se procederá a su ligadura.

Es evidente que una de las posibilidades de secuelas post trauma, puede ser la

isquemia o el infarto del miocardio que puede ser dado por el agente causal,

disminución del gasto cardiaco o lesión de vasos coronarios durante la

cardiografía. Descrito también como complicación o secuela es la herniación

aguda del corazón post pericardiotomía, condición no fácil de diagnosticar y

que puede llevar a la muerte.

Aspecto que debemos desarrollar en las heridas cardiacas es la valoración

postoperatoria en estos lesionados, la cual debe ser cuidadosa con el fin de

poder detectar complicaciones no sospechadas, pero posibles. Diferentes

reportes indican secuelas tardías presentables de forma asintomática o con

compromiso funcional de importancia. Entre otros los defectos intracardíacos,

lesiones valvulares, aneurismas ventriculares y cuerpos extraños retenidos,

figuran como las secuelas más importantes. No obstante la necesidad de

reoperación es sumamente infrecuente.

Aunque la literatura revisada no deja clara la frecuencia, ni la duración del

seguimiento, si enfatiza en su importancia, recomendando el examen físico

adecuado, además de la realización periódica de electrocardiogramas

radiografías de tórax en los asintomáticos. En los que presentan sintomatología

de insuficiencia cardiaca, además de los exámenes señalados, solicitar bajo

control del Cardiólogo, ecocardiograma y eventualmente cateterizacion

cardiaca, pensando en posibles cortos circuitos, fístulas o valvulopatías.

La pericarditis se ha invocado también como secuela del trauma cardíaco

penetrante. La inflamación aguda del pericardio con fiebre, derrame pleural y

pericárdico pocas semanas después de la cirugía por trauma de corazón con

apertura del pericardio, es un hecho planteado en reportes de algunos

cirujanos y se cree que está causado por una reacción auto inmune a la

manipulación del pericardio.

Page 57: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Señalar que en ocasiones puede existir un hemopericardio que a la exploración

no se observe lesión de corazón, lo que puede ocurrir en las contusiones

cardíacas o heridas. A manera de ejemplo. Hemos tenido la oportunidad de

observarlo en un traumatizado con herida penetrante precordio, con sangre por

lesión del parénquima pulmonar y en el espacio pericárdico y al explorar no

hallamos herida vascular ni en el miocardio (15 de octubre de 1999, Hospital de

Emergencias “Freyre de Andrade”, Ciudad de La Habana, Cuba).

Hecho válido de relacionar, es que a los finales de mi residencia (1967) tuve la

oportunidad junto al Profesor José Llorens Figueroa de asistir a un herido por

arma punzo cortante en región del hemotórax izquierdo, planteando un

neumotórax de mediana intensidad y de bajo gasto, tratado por sonda de

pleurostomía, evolutivamente pudimos percatarnos que el neumotórax estaba

en fase regresiva, no así la silueta cardiaca la cual estaba dibujada por el aire

(neumopericardio) la conducta fue conservadora y dado de alta a los 8—10

días posterior a la lesión intratorácica.

Esta entidad radiográficamente se caracteriza por delinear la silueta del

corazón, con límite superior dado por las reflexiones de los vasos pericárdicos

a raíz de los vasos de la aorta. Se señala que es infrecuente que se pueda

producir un cuadro de taponamiento cardiaco debido a la elevada presión de

las cavidades cardiacas, las cuales no permiten que el gas se expansione y

comprima las cavidades del corazón.

El neumopericardio es una entidad infrecuente y puede ser resultado de:

1. Trauma penetrante en tórax.

2. Posterior a cirugía transesternal o pericardiocentesis.

3. Por la formación de un trayecto fistuloso entre el pericardio y el

árbol traqueobronquial o el aparato digestivo (por causa de trauma

penetrante reciente o no).

4. Muy infrecuente luego de un traumatismo cerrado de gran

intensidad.

Page 58: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

El que asiste al traumatizado, fundamentalmente considerado grave o crítico

tiene que pensar en segundos, actuar en segundos, porque en este corto

periodo de tiempo se está luchando en preservar la vida del traumatizado, se

hace más complejo aún si se está actuando sobre lesionados masivos.

Quienes actúan para adoptar esta actitud “salvadora” deben tener un

consecuente y repetitivo entrenamiento y seguir un protocolo de actuación ante

las diferentes eventualidades que se pueden presentar en estos lesionados.

Todo esto redunda en toma de experiencia del colectivo que trabaja en los

servicios de urgencia de un Hospital o “Centro de Trauma”

Periódicamente el Comité de Trauma del Colegio Americano de Cirujanos de

los Estados Unidos de Norteamérica, evalúa la atención al traumatizado severo

y en tiempo no tan lejano como de 5 – 10 años o más, revisó e implementó el

último curso de ATLS al integrar al ecocardiograma como método diagnóstico

no invasivo a la cabecera de la cama del traumatizado por herida penetrante en

tórax, como método diagnóstico del taponamiento cardíaco (TC). Considerando

que el ecocardiograma debe ser la modalidad inicial de evaluación en

lesionados estables con heridas en región del precordio.

El sitio de mayor penetración o de lesión cardiaca que tiene relación anatómica

con las diferentes cavidades; la más afectada es el ventrículo derecho a causa

de su máxima exposición (ubicado hacia delante).En otras revisiones de la

literatura, fundamentalmente de carácter nacional hemos encontrado que en

sus casuísticas señalan a la cavidades izquierdas como las más frecuentes

lesionadas, esto es real pero está en dependencia del estudio realizado, del

material seleccionado y de la objetividad de la actuación. Recalcamos que las

cavidades derechas son las más frecuentes lesionadas y esto lo corrobora

diferentes reportes de carácter nacional e internacional.

Las heridas que más sangrado presentan son las de la aorta, seguidas por

lesiones del ventrículo derecho, aurículas izquierda y derecha. El pronóstico se

relaciona en ese mismo orden.

Page 59: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

Font Tió, J., Soler Vaillant, R. Benítez Hernández, J. y Pérez Frejomil, A. (año

1980 a 2000), en revisión realizada indistintamente a 168 heridas de corazón

encontraron afectados:

• El ventrículo derecho en 40 % de los casos.

• El ventrículo izquierdo en 29 %.

• Menor frecuencia las aurículas, derecha 15,4 % y la izquierda 4.6 %.

• Grandes vasos intrapericárdicos 2,3 %. Infrecuente la lesión de vasos

coronarios. Las heridas de corazón de mejor pronósticos son las de cavidades

derechas.

Prats y Guevara en revisiones nacionales (Cuba, 1987 – 2009) de 136 heridas

del tórax y 60 de corazón relacionaron una mortalidad de 21 y 19,4%

(estadística indistinta de tórax y corazón). Guevara, que el mayor numero de

lesionados observado correspondió a la tercera y cuarta década de la vida (34

pacientes) con predominio del sexo masculino (4:1). Señalando que los

ventrículos fueron los más lesionados, el izquierdo en el 43% y el derecho en el

35 %, la aurícula izquierda 8,3 %, la derecha 3,3 %, refiere además que el

pericardio sin lesión de cavidades del corazón, recibió penetración o laceración

en el 8,3 % y que la mayor mortalidad de este grupo de heridas del corazón

correspondió a las aurículas.

Acuña, Bernal—Reyes y colaboradores indistintamente señalan que las heridas

que afectan al ventrículo izquierdo alcanzan el 50 – 70 % y el derecho entre el

30 – 40 % de los casos, y por lo menos en el 50 % se encuentran compromisos

asociados con el pulmón, diafragma, hígado, bazo u otras estructuras del

tractus digestivo. Bernal señala que las lesiones vasculares encontradas en su

revisión son todas venosas, y lo explica por la mayor supervivencia que las

mismas permiten.

Los ventrículos y principalmente el derecho, dada su situación y volumen son

blancos de heridas con mayor frecuencia que las aurículas y a su vez de llegar

a producir un taponamiento cardiaco de mayor rapidez e intensidad. Además,

las lesiones en más de una cavidad, válvulas, tabiques, vías de conducción,

Page 60: Contusión – Concusión Cardiaca Herida de Corazón

vasos coronarios y la asociación con otros órganos de la cavidad torácica o del

resto del organismo agravan el pronóstico de estos lesionados.

Datos del Seguro Social de Costa Rica destaca que se atendió 73 pacientes

con el diagnóstico de trauma cardíaco en los últimos 4 años (2000—2004). De

estos reportan una mortalidad del 24,6 %. Señalan además que con vista a la

disminución de la mortalidad se hace imperioso un rápido traslado de estos

heridos a los centros de urgencia.

Muchos traumatólogos hoy en día son partidarios del concepto “recógelo y

corre” cuando se atienden traumatismos en ámbitos extrahospitalarios. Una

rápida valoración de las lesiones con peligro inminente para la vida y un

accionar oportuno con procedimientos clave, un adecuado manejo de la

ventilación y el control de la hemorragia, evitando las transfusiones masivas de

líquidos y una transportación (evacuación) rápida al lugar indicado más

cercano, constituyen los estándares actuales de atención prehospitalaria al

traumatizado.

En contraste con el concepto de “quédate y resuelve” en virtud del cual, el

personal entrenado realiza la clasificación, “triage” y la decisiones del

tratamiento en el terreno. Si el lesionado tiene una TA persistentemente baja,

por causa de la pérdida hemática u otro mecanismo que pueda estar

condicionando la hipotensión como por ejemplo, un taponamiento cardiaco, un

neumotórax a tensión, este debe ser resuelto. Existen evidencias que sugieren

que de continuar la resucitación con volumen antes del control quirúrgico de la

hemorragia, ésta puede empeorar, así como el resultado final del traumatizado.

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Rómulo Soler Vaillant. Graduado de Doctor en Medicina (1964) en la Universidad de la Habana. Doctor en Ciencias Médicas y Doctor en Ciencias. Profesor Titular y Consultante de Cirugía General del Hospital “Freyre de Andrade” y de la Facultad Docente “General Calixto García” La Habana, Cuba. Miembro de Honor y Fundador de la Sociedad Cubana de Cirugía, de su Sección de Trauma y del Grupo Multidisciplinario de Tórax. Miembro de Honor y Fundador de la Sociedad Ibero Latinoamericana de Cirujanos (SILAC).Miembro de la Federación Latinoamericana de Cirugía (FELAC) y de la Sociedad Panamericana de Trauma. Del Consejo Científico y del Comité de Grado Científico de la Facultad Docente “General Calixto García”. Presidente de Tribunal Estatal y para el 2do Grado de la Especialidad de Cirugía General y de los Tribunales de Grado Científico. En esta presentación el Profesor Rómulo Soler Vaillant con un valioso grupo de prestigiosos colaboradores han querido presentar una detallada revisión sobre “La contusión – concusión cardiaca y las heridas penetrantes en región precordial planteando un taponamiento cardiaco”, lesiones graves de una alta mortalidad. Destacándose la frecuencia, las variantes de presentación, el cuadro clínico típico, los procederes diagnósticos y terapéuticos, así como la supervivencia y mortalidad. Este tema es siempre acogido con interés por parte de alumnos de medicina, residentes y especialistas en cirugía, que tienen como misión recepcionar y asistir a estos traumatizados graves a nivel de los servicios de urgencia.