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Por primera vez en su historia, Centro-américa tendrá una estrategia de desa-rrollo rural territo-rial en cuya formu-lación participa una

amplia gama de actores sociales, y cuyo propósito será crear oportuni-dades y desarrollar capacidades para la inclusión.

El proceso está en sus inicios. Para coordinar las tareas de planificación y el proceso de formulación el Con-sejo Agropecuario Centroamericano (CAC), creó un Grupo Interguber-namental de Trabajo, el cual cuenta con el apoyo de un Grupo de Ex-pertos, en el que participan varios organismos internacionales.

Durante este mes de julio e inicios de agosto se realizarán consultas en cada uno de los siete países: Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá y una serie de consultas con actores regionales, entre los que se destaca

El objetivo fundamental será promover la construcción participativa de políticas públicas territoriales para la transformación institucional, social, económica y ambiental del mundo rural centroamericano.

el Comité Consultivo del Sistema de la Integración Centroamericana. El aporte de los actores nacionales y regionales permitirá elaborar la pro-puesta de estrategia, la que, una vez consultada nuevamente con esos actores, será sometida a aprobación de los Ministros de Agricultura de la región, para ser elevada luego a la Cumbre de Jefes de Estado y de Go-bierno Centroamericanos, que ten-drá lugar en diciembre de este año.

Este documento es una síntesis del marco de referencia para orientar la formulación de la Estrategia Centro-americana de Desarrollo Rural Terri-torial (ECADERT); éste se considera como el punto de partida del proce-so participativo del diseño y de eje-cución de la Estrategia.

El potencial de la diversidad del mundo rural

Hoy resulta evidente que la rique-za del mundo rural es aprovechable como motor de desarrollo. Además de los productos agropecuarios, es posible “cultivar y vender” el agua, el oxígeno y los componentes acti-vos de la flora y la gestión racional de la fauna. Todas son opciones via-bles y pueden guardar la llave del éxito para liberar nuevas oportuni-dades para el desarrollo sostenible.

En el mediano plazo, la compleja si-tuación de los territorios puede ser superada mediante la aplicación de un modelo de desarrollo solidario e incluyente, cuyo sustento sea una sociedad rural organizada y un te-

Construyendo juntos una estrategia centroamericana de desarrollo rural territorialSíntesis del “Marco de Referencia para Formular la EstrategiaCentroamericana de Desarrollo Rural Territorial (ECADERT)Julio, 2009

Experiencia centroamericana en Desarrollo Rural Territorial Existen numerosas, ricas y variadas expe-riencias positivas en desarrollo rural terri-torial, tanto por iniciativa de los actores sociales e institucionales de los propios territorios, como en iniciativas concertadas con instancias oficiales, ONG’s o agencias de cooperación. En todo el istmo se desa-rrollan procesos territoriales algunas veces prometedores en el ámbito local, de los cuales pueden extraerse aprendizajes sig-nificativos, pero desvinculados de políticas de desarrollo de los territorios rurales. Esto evidencia las dificultades para cambiar de escala, desde las experiencias locales hacia el ámbito de políticas y programas naciona-les.

También es necesario recuperar la sistemati-zación de esas experiencias locales, ampliar intercambios directos, la comunicación y capacitación a distancia entre actores socia-les e institucionales en el desarrollo rural territorial, conocer a fondo experiencias pertinentes fuera del istmo, y enriquecer el acervo de herramientas metodológicas.

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jido social fortalecido, capaz de in-corporar y potenciar los aportes de todas las fuerzas sociales del medio rural por medio de estrategias par-ticipativas y de concertación. Tales fuerzas incluyen las organizaciones de la sociedad civil, autoridades lo-cales, ciudadanos, productores y los consumidores responsables.

Son necesarias medidas de políticas públicas diferenciadas para mejorar las condiciones de vida de las pobla-ciones de los territorios rurales, en particular mujeres, jóvenes y grupos étnicos.

Asimismo, se debe asumir que en países con sociedades eminentemen-te rurales, como casi todos los países de la región, la agricultura familiar y campesina podría presentar algunas ventajas frente a la producción co-mercial de escala mayor e intensiva en tecnología.

Apoyo político al más alto nivel

El Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC), integrado por los Ministros de Agricultura de los siete países del istmo centroamerica-no, decidió, a mediados de 2008, formular una estrategia de desarro-llo rural con enfoque territorial para la región.

La iniciativa fue reforzada y avalada al más alto nivel político por los Jefes de Estado y de Gobierno de los Países del Sistema de la Integra-ción Centroamericana (SICA), en su reunión del 5 de diciembre de 2008 en San Pedro Sula, Honduras.

La resolución de los gobernantes instruye al CAC “a priorizar la formulación de una Estrategia Centroamericana de Desarrollo Rural Territorial Sostenible, en coordinación con las instituciones pertinentes del SICA y a gestionar ante los organismos regionales e internacionales de cooperación el apoyo técnico- financiero para dicha Estrategia”.

En el ámbito local, las estrategias nacionales y las políticas corres-pondientes deberán concebirse como componentes de un mo-delo nacional de desarrollo so-lidario e inclusivo. Sus políticas territoriales deberán ir más allá de los mandatos presidenciales, visión que debe tener equivalen-cia en el ámbito regional.

La ECADERT debería abrir un espacio de diálogo, con otras estrategias regionales adoptadas recientemente, como la Política Agrícola Centroamericana 2008-2017 y la Estrategia Regional Agroambiental y de Salud, para construir una visión compartida de la región.

Deberá reconocer también que el trabajo no parte de cero, sino que adapta e internaliza las acti-vidades regionales de desarrollo rural territorial existentes.

Características de la Estrategia

El método participativo y la concertación serán el sello particular de la formulación y ejecución de la Estrategia.

La Estrategia que se diseñe ten-drá un carácter orientador de los procesos nacionales de de-sarrollo rural territorial, buscará la formación de capacidades y tendrá una gran dosis de flexi-bilidad para adaptarse a las cir-cunstancias nacionales.

La Estrategia deberá concebirse como la “carta de navegación” para orientar el proceso de transición progresiva hacia el futuro deseado.

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Inclusión territorial y social

En el ámbito nacional y regional, el enfoque de desarrollo rural territo-rial tiene como plataforma un proyecto país y su símil en el ámbito regional, basado en principios de equidad que incorporan el medio ru-ral en los planes de desarrollo nacional.

El objetivo mayor de la inclusión social incorpora explícitamente la equidad referida a género, etnia y cultura, como impulsor fundamen-tal de cualquier propuesta desarrollo rural territorial.

En la práctica, el desarrollo rural territorial busca manejar de mane-ra integrada los problemas económicos, sociales, ambientales, insti-tucionales y de gobernabilidad que aquejan históricamente al mundo rural.

El enfoque territorial viabiliza la organización interna de los territorios y sus actores, a través de planes territoriales estratégicos que aprovechan medidas de políticas específicas y programas multisec-toriales, aumentando las contribuciones de la sociedad rural al desarro-llo de los países de la región.

Mejora sustantivamente la calidad de sus condiciones de vida, mientras hace un uso eficiente y transparente del gasto público y de las inversio-nes en el medio rural.

El desarrollo de los territorios rurales

La Estrategia adoptará el desarrollo sostenible y el enfoque territorial del desarrollo rural como referentes, lo que determina su naturaleza multi-sectorial e integradora.

Eso incluye, además de la agricul-tura, los recursos naturales, la cul-tura, la espiritualidad, la salud, la educación, la infraestructura, entre otros. El manejo de ese conjunto de dimensiones dotará a la Estrategia tanto del instrumental metodológi-co como operacional para cumplir funciones de articulación y comple-mentación con las otras estrategias regionales. Lo anterior implica que la Estrategia adoptará ejes de algu-nas de ellas y las complementaría con componentes específicos, facili-tando su ejecución y mejorando la eficiencia en el uso de los recursos técnicos y financieros.

Asimismo, abordará la competitivi-dad territorial y las cadenas de valor basadas en territorios rurales, inclu-yendo los distintos tipos de agricul-tura familiar y las múltiples activi-dades no agrícolas que realizan los miembros de las familias campesi-nas, así como los aspectos económi-cos y socioculturales de la identidad territorial.

Funciones, Visión, Misión y Objetivo

La naturaleza compleja del desarrollo de los territorios rurales requiere que la Estrategia cumpla funciones facili-tadoras, técnicas y de articulación.

Función facilitadora. Jugará un pa-pel orientador para sensibilizar a los países sobre la necesidad de incluir la cohesión territorial como medio para alcanzar un desarrollo inclu-sivo. Al mismo tiempo, difunde el conocimiento del desarrollo rural territorial para que los países com-

partan un entendimiento común e instrumentos operativos similares.

Función técnica. Se centrará en aquellos procesos tendientes a orien-tar la transformación institucional, social, económica y ambiental de los territorios rurales.

Función articuladora. Buscará la ar-monización de las políticas de diver-sos sectores en los territorios rurales.

Aunque tales funciones se plantean para el ámbito regional, se espe-ra que contribuyan directamente a

procesos de fortalecimiento institu-cional y de los recursos humanos en el ámbito nacional y territorial.

Visión: lograr que la población ru-ral mejore significativamente su ca-lidad de vida y cuente con una sóli- da institucionalidad público-priva-da responsable por el desarrollo solidario, incluyente y sostenible, con base en las potencialidades de sus territorios.

Misión: focalizar sus acciones en la orientación de una institucionalidad rural adecuada y las políticas nacio-nales y territoriales que la comple-mentan de manera que efectivamen-te se superan las causas que inhiben el aprovechamiento del potencial del mundo rural.

Objetivo: promover la construcción participativa de políticas públicas territoriales para la transformación institucional, social, económica y ambiental del mundo rural centro-americano.