construcción de significados del texto literario

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LA CONSTRUCCIÓN DEL SIGNIFICADO EN EL TEXTO LITERARIO: APROXIMACIÓN A SU TRATAMIENTO EN EL AULA DE ELE Antonio Ubach Medina Universidad Complutense de Madrid 1. LAS CARACTERÍSTICAS DEL TEXTO LITERARIO La literatura utiliza un medio que usamos de forma automática cotidianamente para comunicar- nos, la lengua. Pero el modo de emplearla en literatura tiene unas particularidades sobre las que lingüistas y críticos literarios han mantenido muy variadas teorías. Hace casi veinticinco años Fer- nando Lázaro Carreter resumía así el estado de la cuestión sobre el uso literario del lenguaje: Como advertirán ustedes, no es mucho lo averiguado acerca de qué es literatura, pero las perspectivas semiológica y lingüísti- ca algo ayudan a perfilar su figura, tan evanescente si queremos aprehenderla con criterios estéticos. Si resumimos lo que con tra- zos muy generales y sin matices llevo dicho, nos encontramos con la posibilidad de definir la literatura -por supuesto, he dejado juera adrede los problemas especiales que, en varios puntos, plan- tea la literatura folklórica- como un conjunto de mensajes de ca- rácter no inmediatamente práctico; cada uno de estos mensajes los cifra un emisor o autor con destino a un receptor universal, constituido por todos los lectores potenciales que, en cualquier tiempo o lugar, acudirán voluntaria o fortuitamente a acogerlo. Ese mensaje conlleva su propia situación; lo cual implica que, para adquirir sentido, debe instalarse en la peculiarísima de cada lector, constituyendo una situación de lectura apropiada. Por úl- timo, la obra literaria, en función de que debe mantenerse inalte- rada y ser reproducida en sus propios términos, se cifra o escribe en un lenguaje especial, cuyas propiedades generales se insertan en las del lenguaje literal 1 , y cuyas propiedades específicas deben investigarse (1980:190). Los elementos que intervienen en ese acto de comunicación que es el texto literario (emisor, receptor, contexto, etc.) tienen unas peculiaridades que los diferencian de los de los actos de co- municación no literarios. En la investigación y definición de sus características se han centrado en los últimos años otras ramas de la lingüística como la pragmática 2 , que pone en primer plano la situación prototípica de uso de la lengua, la conversación, en la que dos sujetos que comparten un contexto intercambian información cara a cara. Así, emisor y receptor no comparten el con- texto situacional, por lo que no pueden establecer el diálogo que permite preguntar, corregir o cambiar el tema sobre el que se habla. El texto literario es un mensaje que el emisor ha codifica- do en ausencia de necesidades prácticas inmediatas que afecten a cualquiera de los dos sujetos. Y, como afirma Lázaro Carretes (1980: 180), «aún la literatura más informativa se opone al men- saje ordinario en que es prescindible», ejemplificando así esta afirmación: «El Llanto por Igna- cio Sánchez Mejías era excusable apenas se difundió la noticia de la muerte del torero. Lorca no actuaba urgido por una demanda de información ni por la necesidad de darla» (Vi.), con lo cual no cumple el objetivo principal del acto de comunicación. 1 «...lenguaje literal, es decir, el destinado a reproducirse en sus propios términos. Ya he aludido a que esta es una característica importante de la lengua literaria, pero no le pertenece en exclusiva, porque la comparte con otros muchos tipos dé lenguaje que no son artísticos» (Carreter, 1980:165). 2 Vid. Escandell Vidal (1993) y con referencia a la literatura Mayoral (1987b). 875

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Eddy Alcántara

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  • LA CONSTRUCCIN DEL SIGNIFICADO EN EL TEXTOLITERARIO: APROXIMACIN A SU TRATAMIENTO

    EN EL AULA DE ELE

    Antonio Ubach MedinaUniversidad Complutense de Madrid

    1. L A S CARACTERSTICAS DEL TEXTO LITERARIO

    La literatura utiliza un medio que usamos de forma automtica cotidianamente para comunicar-nos, la lengua. Pero el modo de emplearla en literatura tiene unas particularidades sobre las quelingistas y crticos literarios han mantenido muy variadas teoras. Hace casi veinticinco aos Fer-nando Lzaro Carreter resuma as el estado de la cuestin sobre el uso literario del lenguaje:

    Como advertirn ustedes, no es mucho lo averiguado acerca dequ es literatura, pero las perspectivas semiolgica y lingsti-ca algo ayudan a perfilar su figura, tan evanescente si queremosaprehenderla con criterios estticos. Si resumimos lo que con tra-zos muy generales y sin matices llevo dicho, nos encontramos conla posibilidad de definir la literatura -por supuesto, he dejadojuera adrede los problemas especiales que, en varios puntos, plan-tea la literatura folklrica- como un conjunto de mensajes de ca-rcter no inmediatamente prctico; cada uno de estos mensajeslos cifra un emisor o autor con destino a un receptor universal,constituido por todos los lectores potenciales que, en cualquiertiempo o lugar, acudirn voluntaria o fortuitamente a acogerlo.Ese mensaje conlleva su propia situacin; lo cual implica que,para adquirir sentido, debe instalarse en la peculiarsima de cadalector, constituyendo una situacin de lectura apropiada. Por l-timo, la obra literaria, en funcin de que debe mantenerse inalte-rada y ser reproducida en sus propios trminos, se cifra o escribeen un lenguaje especial, cuyas propiedades generales se insertanen las del lenguaje literal1, y cuyas propiedades especficas debeninvestigarse (1980:190).

    Los elementos que intervienen en ese acto de comunicacin que es el texto literario (emisor,receptor, contexto, etc.) tienen unas peculiaridades que los diferencian de los de los actos de co-municacin no literarios. En la investigacin y definicin de sus caractersticas se han centradoen los ltimos aos otras ramas de la lingstica como la pragmtica2, que pone en primer planola situacin prototpica de uso de la lengua, la conversacin, en la que dos sujetos que compartenun contexto intercambian informacin cara a cara. As, emisor y receptor no comparten el con-texto situacional, por lo que no pueden establecer el dilogo que permite preguntar, corregir ocambiar el tema sobre el que se habla. El texto literario es un mensaje que el emisor ha codifica-do en ausencia de necesidades prcticas inmediatas que afecten a cualquiera de los dos sujetos.Y, como afirma Lzaro Carretes (1980: 180), an la literatura ms informativa se opone al men-saje ordinario en que es prescindible, ejemplificando as esta afirmacin: El Llanto por Igna-cio Snchez Mejas era excusable apenas se difundi la noticia de la muerte del torero. Lorca noactuaba urgido por una demanda de informacin ni por la necesidad de darla (Vi.), con lo cualno cumple el objetivo principal del acto de comunicacin.1 ...lenguaje literal, es decir, el destinado a reproducirse en sus propios trminos. Ya he aludido a que esta es una caracterstica importante de

    la lengua literaria, pero no le pertenece en exclusiva, porque la comparte con otros muchos tipos d lenguaje que no son artsticos (Carreter,1980:165).2 Vid. Escandell Vidal (1993) y con referencia a la literatura Mayoral (1987b).

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  • LAS GRAMTICAS Y LOS DICCIONARIOS EN LA ENSEANZA DEL ESPAOL COMO SEGUNDA LENGUA: DESEO Y REALIDAD

    No se produce la alternancia de tumos propia de la conversacin, y cada uno de los sujetos queintervienen mantienen, de principio a fin, su papel de emisor o receptor. El emisor, el autor en estecaso, no tiene un interlocutor concreto en un momento concreto:

    Su comunicacin es centrfuga, y no espera respuesta, sino acogi-da. Adems de centrfuga, resulta pluridireccional: el mensaje salea la vez por los cuatro cuadrantes. Pero se dirige a receptores sinrostro; muchos no han nacido: tal vez acojan el texto cuando l yano exista. A diferencia de lo que ocurre con los otros mensajes, queactan en un espacio y un tiempo definidos, el literario es atpicoyacrnico: aunque lo dicte un acontecimiento bien localizado, puedeocurrir que siga siendo vlido cuando ya no quede noticia de aque-llo que lo motiv (Ib.).

    Sin embargo, puede advertirse una mutua influencia entre emisor (escritor) y receptor (lecto-res) en una doble direccin: el emisor modifica el universo cognitivo del receptor por medio delmensaje que transmite, y este est influyendo en el proceso de codificacin del mensaje ya queel emisor ha de tener en cuenta su horizonte de expectativas3 para que se produzca el acto de co-municacin de manera adecuada.

    Existen otras peculiaridades de este peculiar acto de comunicacin. A diferencia de lo habi-tual, la iniciativa no corresponde al emisor, sino al receptor, que es quien decide cundo y cmose aproxima al texto literario.

    Otra caracterstica ya mencionada y que conviene recordar es el uso no referencial del lenguaje enel texto literario. Es por ello que es ah, en el mismo texto, donde se haya el contexto que compartenambos sujetos participantes en este tipo de acto de comunicacin. El poema, la narracin o el textodramtico crean sus propios espacios literarios, y solo en ellos es posible situar cuanto all se comu-nique. Si no fuera as, ciertos tipos de literatura, como la fantstica, serian inconcebibles por la au-sencia de referencialidad a algo externo a la obra literaria. Esto, sin embargo, no es radical, y pode-mos encontrar una amplia gama de grados, desde textos con una mxima referencialidad, categoraen la que se encuadra lo que se ha denominado literatura realista, a un grado mnimo, ejemplo de locual lo encontramos en lo que se ha denominado la literatura hermtica de algunos grupos vanguar-distas o experimentales.

    Como vemos, por tanto, la literatura se define por una serie de caractersticas en las que inter-vienen la intencionalidad del emisor, pero tambin la del receptor a la hora de acercarse al texto;la modalidad del lenguaje utilizado, que tiene una finalidad esttica y que no puede ser modifi-cado; la ausencia de referencialidad externa, y la creacin de una referencialidad interna propia,que es recreada por el receptor por medio de la lectura; y, por tanto, de la aceptacin tanto porparte del emisor como del receptor de las normas de descodificacin implcitas en el texto litera-rio, normas que conforman el individuo interioriza como un tipo de competencia que se adquieredentro de una cultura determinada en el espacio y en el tiempo a travs de un proceso en el quetiene una enorme importancia la educacin reglada.

    2. LOS PROBLEMAS DEL TEXTO LITERARIO EN EL AULA DE E L E

    Todo lector est habituado a utilizar sus conocimientos lingsticos y del mundo que le rodea parainterpretar un texto. Esta es una actividad que en nuestro mundo se aprende desde la escuela y portanto es algo normal para el alumno extranjero. Ahora bien, hay que tener en cuenta que el contextocultural en el que est inserto el autor del texto es distinto al del receptor lector en este caso. Las di-ferencias pueden ir de un mximo a un mnimo, pero estn hay dificultando una perfecta compren-sin del texto y creando frustracin en el alumno, que conoce todas las palabras que aparecen y quesabe cmo funcionan las normas gramaticales. Est aplicando sus conocimientos tal y como le hanenseado, pero eso no produce el resultado esperado, como comprueba cuando el texto no tiene nin-gn sentido para l o cuando descubre que su interpretacin no tiene nada que ver con la que se daen clase.

    Una teora que aporta elementos que pueden solucionar en parte estas dificultades es la que ex-pone un lingista americano, Charles Fillmore4, la de los marcos referenciales. Sus estudios se re-3 El concepto de horizonte de expectativas lo formulan los miembros de la Escuela de Constanza de critica literaria como parte de la teora

    conocida como Esttica de la recepcin. Para una recopilacin de textos de esta corriente de critica literaria, vid. Mayoral (1987a).'Vid. Fillmore (1982).

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  • ACTAS DEL XV CONGRESO INTERNACIONAL D E SELE

    fieren principalmente a la semntica. Parte de la idea de que las palabras no son entidades aisla-das en el sistema lingstico, sino que establecen relaciones con otras. Estas pueden ser formales(una palabra y sus derivados, por ejemplo, panadero, panadera; sufijos) o pueden ser de tipo se-mntico. Ahora bien, en este caso la palabra est haciendo referencia a un concepto y los concep-tos tampoco se presentan aislados en nuestra mente. Los conceptos estn en relacin con nuestraexperiencia en el mundo real, y de ese modo los organizamos. Por ejemplo, si mencionamos lapalabra mercado, inmediatamente se nos vienen a la mente una gran cantidad de trminos refe-ridos a objetos y acciones que se pueden o suelen encontrar ah y que se llevan a cabo en ese lu-gar. Por tanto, todo nuestro conocimiento del mundo est organizado de este modo, es decir, pormedio de marcos cognitivos.

    Fillmore defini un marco referencial como un sistema de conceptos relacionados de tal modoque para entender cualquiera de ellos es necesario entender toda la estructura en la que se enmar-ca. Cuando uno de los elementos de esa estructura se introduce en una conversacin o en un tex-to, todos los dems aparecen como disponibles automticamente. Es decir, se trata de una par-cela del vocabulario que presupone una esquematizacin de los juicios que el ser humano lle-va a cabo y que le permiten comprender y manejar las estructuras e instituciones sociales en lasque se desenvuelve, desde la ms complejas y elaboradas hasta las aparentemente ms simplescomo la conversacin.

    Asimismo considera que existe igualmente lo que denomina marcos de interactuacin. Conesta denominacin se refiere al modo en que el individuo conceptualiza el proceso en el que es-tn interviniendo emisor y receptor, o autor y lector, es decir, al modo en que conceptualiza la si-tuacin comunicativa por medio de su conocimiento de innumerables factores como las frmu-las rutinarias (saludos, despedidas, etc.), el principio de cooperacin conversacional, la alternan-cia de turnos, etc, todo lo cual contribuye a la comprensin de los intercambios conversaciona-les. En el caso de los textos, el conocimiento del tipo de texto al que pertenece uno de ellos enconcreto (un anuncio, una esquela, un contrato comercial, un relato popular) permite al receptorsaber cmo interpretar un determinado pasaje, cmo puede continuar y desarrollarse el texto ydeterminar cundo se ha acabado. Ese tipo de expectativas se combinan con el material real deltexto para producir una interpretacin correcta. Y todo esto se da porque tenemos en mente unaestructura abstracta que incluye cules son las funciones y el papel que asumen los sujetos queintervienen, una finalidad o propsito, sucesos tipo organizados en una secuencia natural o con-vencional, y todo el resto de elementos que podemos incluir en la nocin de marco.

    Por otra parte el significado convencional de una palabra est en relacin con el marco culturalen el que esa palabra se usa. Fillmore pone el siguiente ejemplo. En general se presupone que alos nios hay que cuidarlos y protegerlos. Hurfano significa alguien cuyos padres han muer-to, pero adquiere su pleno significado o significado prototpico cuando se aplica a una personaque por su edad necesita la proteccin que normalmente le proporcionan sus progenitores, y portanto est en una categora en la que otra persona debe drsela. No solo se puede utilizar en estoscasos, pero cuando no se refiere a alguien as se est usando por alguna razn fuera de su signi-ficado prototpico, provocando un resultado no habitual, que es lo que ocurre cuando, para resal-tar esta idea, Fillmore cuenta la historia del acusado de matar a sus padres que pide al juez quese tenga en cuenta la atenuante de que es hurfano.

    Segn todo esto, las palabras estn indicando y sealando categoras semnticas o cognitivasque forman parte de estructuras conceptuales mayores, en relacin con determinadas situaciones ocontextos en los que una comunidad sinti la necesidad de que esas categoras fueran expresablespor sus miembros, y las experiencias y usos en los que surgen esas categoras, entendiendo todosestos elementos (categoras, usos, experiencias) en su forma prototpica, como sucede con el sin-tagma cristiano viejo en una determinada situacin histrica espaola. Al usar una determinadapalabra el hablante est situando el objeto al que se refiere en un determinado contexto (vase ladiferencia entre pez/pescado o pelear/litigar) y por tanto en un marco referencial determinado. Alutilizar un tipo determinado de palabras que pertenecen a un marco referencial, estamos situandoel texto en un contexto que no es descrito explcitamente, pero s implcitamente por lo elementosusados en la construccin del texto y que determinan su sentido y su significado.

    3 . T E X T O S

    Para ejemplificar todo esto, se han elegido dos textos literarios espaoles recientes. El primerode ellos es un fragmento de la novela La voz dormida, de Dulce Chacn, que narra la experiencia

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  • LAS GRAMTICAS Y LOS DICCIONARIOS EN LA ENSEANZA DEL ESPAOL COMO SEGUNDA LENGUA: DESEO Y REALIDAD

    de unas mujeres republicanas encarceladas en la Espaa franquista al acabar la guerra. A lo largode sus pginas la accin se sita en Madrid, en la crcel de Ventas y en diversos escenarios rela-cionados con los personajes, todos ellos lugares reales de la geografa espaola:

    Treinta y nueve das pas en Gobernacin. Treinta y nueve das ymuchas palizas y muchas horas de rodillas pas en Gobernacin.Pero Hortensia no quiere pensar en eso. Se sienta en el retrete, setoca las rodillas y piensa en Felipe. Recuerda el primer beso. Fueen Crdoba. Se acuerda de Crdoba y de la boca de Felipe buscan-do la suya, y se toca las rodillas. Ya estn casi curadas, aunque leda la sensacin de que un garbanzo se ha quedado dentro. S. Hayun bulto muy duro debajo de la piel, y le duele. El mdico le dijo queeran figuraciones suyas. Este mdico no ve bien. Est viejo y tienelgaas amarillas. Adems es dentista, qu ha de saber l. Ella esten que la piel le ha crecido encima de un garbanzo. La cur una vez,solo una vez, cuando lleg de Gobernacin. No le pregunt qu ledola, l solo quera saber por qu la llevaron all. Le dijo que en lacara no tena nada, y ella no poda ni abrir los ojos de la hinchazn.Se toca las rodillas y recuerda. Alcohol. Alcohol le frot el dentistaen las heridas y fue peor que cuando le echaban vinagre all, en elsegundo piso de Gobernacin. Haba un crucifijo en aquel cuartodel segundo piso de Gobernacin, y muchos garbanzos sobre unatabla con sal en el suelo

    (Chacn, 2002: 137-138)Se trata de un texto realista, con un alto grado de referencialidad, que est relacionado con

    unas circunstancias histricas muy concretas, pero conocidas, y ltimamente cada vez ms, porel lector al que va dirigido, el lector espaol. Ese contexto permite identificar Gobernacincon el lugar de la Puerta del Sol de Madrid, la Direccin General de Seguridad, sede del antiguoMinisterio de la Gobernacin y actualmente del gobierno de la Comunidad de Madrid, donde sellevaba a los detenidos durante toda la dictadura, conocido por su historia de torturas desde elcomienzo del rgimen. A ello hacen alusin los garbanzos de los que habla Hortensia, que estrecordando desde la crcel los interrogatorios posteriores a su detencin. La comparacin entrelos elementos del marco referencial que supone la atencin de un mdico y lo que se est descri-biendo ahonda en la caracterizacin de la situacin del personaje. El mdico no ve bien, estviejo, tiene lgaas amarillas, es dentista, no le pregunt qu le dola, etc. Y el mtodoque utiliza para curarla, frotarle alcohol en las heridas, se compara con el que usaban en Gober-nacin, el vinagre, con resultados peores que los que obtenan los torturadores. No deben olvi-darse tampoco las connotaciones que tiene el trmino dentista en general y el marco referencialque evoca.

    El personaje est recordando esa experiencia desde la crcel. A travs de sus recuerdos, fil-trados por el narrador en tercera persona, se nos permite conocer el punto de vista de Horten-sia sobre esos treinta y nueve das y sobre el lugar en el que se encuentra en el presente de lanarracin, a lo cual contribuyen las repeticiones del texto (se toca las rodillas, Goberna-cin, segundo piso de gobernacin) y que explican su sensacin de que un garbanzo seha quedado dentro. La mencin de Felipe hace que el lector vea una faceta diferente del per-sonaje: se relaciona con un lugar alejado, Crdoba, aludiendo a un pasado distinto y probable-mente feliz, pues se trata de una relacin amorosa. Pero adems el final de esta alusin sirve,por medio de la anttesis entre pasado y presente, para subrayar la situacin en que se encuen-tra: Se acuerda de Crdoba y de la boca de Felipe buscando la suya, y se toca las rodillas,lo que retrotrae a las torturas a pesar de la afirmacin del narrador, pero Hortensia no quierepensar en eso. Sin embargo, esta frase sirve para mostrar que la realidad del personaje se im-pone a sus intenciones.

    El siguiente texto pertenece a un gnero literario diferente, la poesa. Forma parte de Lucer-nario, libro escrito por Antonio Lucas5. Se trata de un poema completo, no de un fragmento, los Antonio Lucas (Madrid, 1975) es licenciado en Ciencias de la Informacin y trabaja en el peridico El Mundo, en la seccin de cultura.

    Ha publicado tres libros de poesa: Antes del mundo (Madrid, Rialp, 1996, accsit del premio Adonais), Lucernario y Las mscaras(Barcelona, DVD Ediciones, 2004).

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  • ACTAS DEL XV CONGRESO INTERNACIONAL D E SELE

    cual tiene la ventaja de que es un texto autnomo. Como tal hay que tratarlo incluyendo la citaque aparece al principio de la poetisa francesa Catherine Pozzi , que est orientando el sentidodel conjunto de versos. Es un poema lrico en el que cobran relevancia los elementos de recu-rrencia como la rima y la medida de los versos y en el que el yo potico se dirige a un t yestablece un dilogo:

    La delicia olvidada de tu nombrepondr su corazn en algn cuerpo

    CATHERINE POZZI.

    Con una luz de cpula quebradade ojivas y llanto sin sentidohar llegar tu msica mojadaal bside celeste del sonido.Recuerdo aqu tu nombre y tu estatura,la helada miel de tu tristeza erguida,el bosque derramado en tu cintura,la ciencia inevitable de una herida.Entonces llegar la madrugadaen una procesin de incienso leve,de ebrias crines verdes coronadade arcngeles descalzos y de nieve,y t desnuda y loca y entorchadahars de fras manos llanto breve.

    (LUCAS, 1999:41)

    Si en el texto anterior era necesario explicar una serie de circunstancias contextales que te-nan que ver con la realidad histrica en la que se desarrollaba la accin para una mejor com-prensin del mismo, en este caso la observacin hecha ms arriba sobre el hecho de que el tex-to literario crea su propio contexto se acenta todava ms. Este lo crean las palabras del poema,construyendo esa relacin entre el yo y el t tras la separacin (delicia olvidada, Re-cuerdo).

    Aqu los elementos connotativos de las palabras cobran un relieve muy importante, as comola adjetivacin, que aade matices a veces sorprendentes a los sustantivos (ciencia inevitable,incienso leve). Asimismo se explota la capacidad metafrica de la lengua (bside celeste delsonido, arcngeles de nieve). Frente a la descripcin por medio de elementos reales de unossentimientos que encontrbamos en el texto anterior, en este caso se trata de sugerirlos al lector atravs de imgenes que evocan lo que ese yo potico que aparece en el texto desea transmitir. Nohay una solucin nica, no se trata de un problema de matemticas, pero el sentido y el signifi-cado que se le d al poema tiene que tener en cuenta todos los elementos denotativos y connota-tivos que se han incluido en l, y en estos ltimos es donde la ayuda del profesor puede ser muyimportante por el conocimiento de ese contexto cultural en el que se inserta el poema.

    4. CONCLUSIN

    Como ya se ha indicado, las caractersticas del uso literario del lenguaje hacen que el signi-ficado de lo que aparece en el texto no se corresponda en muchas ocasiones exactamente con elque tiene en su uso normal. Adems de la ausencia de referencialidad y de la necesidad de cono-cer el contexto en el que se ha codificado el mensaje, ya mencionadas, su sentido se va constru-yendo a medida que avanza el texto. El recurso al diccionario nos da definiciones muy exactasde las palabras que aparecen en l, pero que no aclaran su sentido en este caso. As, si la apari-cin de Gobernacin en el de Dulce Chacn nos lleva a la entrada de Ministerio de la Gober-nacin, lo que encontramos en el DRAEP, El que tena a su cargo los ramos de administracin6 Catherine Pozzi (Pars, 1892-1934) tras un fracasado matrimonio fue amiga y amante de Paul Valry. En su obra destaca sobre todo la

    poesa, especialmente los ltimos seis poemas que escribi en los aos finales de su vida.' Diccionario de la Real Academia Espaola.

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  • LAS GRAMTICAS Y LOS DICCIONARIOS EN LA ENSEANZA DEL ESPAOL COMO SEGUNDA LENGUA: DESEO Y REALIDAD

    local, y dems concernientes al orden interior del Estado, no permite imaginar todo aquello queest implicando en el texto esa palabra. Las definiciones de cpula, ojiva o bside8 delmismo diccionario, de carcter tcnico y referidas al mbito de la arquitectura, tampoco permi-ten su correcta interpretacin en el poema de Antonio Lucas, dado el carcter metafrico con elque estn usados estos trminos.

    Estas caractersticas no deben olvidarse cuando se utilicen en el aula textos literarios. La difi-cultad de los mismos estar en relacin con el nivel de conocimiento de la lengua de los alum-nos, pero debe recordarse que su comprensin no depende solamente de su competencia lings-tica sino tambin de su competencia en el uso literario de la lengua, que en la mayora de lasocasiones poseen en su propia lengua. Esa capacidad es la que es necesario recordarles para queeste tipo de textos sea una experiencia enriquecedora en el aprendizaje del idioma y en el cono-cimiento de la cultura que lo expresa.

    BIBLIOGRAFA

    Chacn, D. (2002): La voz dormida, Barcelona, Crculo de Lectores.Escandell Vidal, M. V. (1993): Introduccin a la pragmtica, Barcelona, Anthropos.Fillmore, Ch. J. (1982): Frame Semantics, eaLinguistics in theMorning Calm, The Linguistic

    Society of Korea (ed.), Sel, Hanshin Publishing Co.Lucas, A. (1999): Lucernario, Barcelona, DVD Ediciones.Mayoral, J. A. (ed.) (1987a): Esttica de la recepcin, Madrid, Arco/Libros.

    (ed.) (1987b): Pragmtica de a comunicacin literaria, Madrid, Arco/Libros.Real Academia Espaola (2001): Diccionario de la lengua espaola, Madrid, Espasa Calpe, 22a

    edicin. (DRAE).

    * Cpula: l.tArq. Bveda en forma de una media esfera u otra aproximada, con que suele cubrirse todo un edificio o parte de l. 2. f.Conjunto de los mximos dirigentes de un partido, administracin, organismo o empresa. 3. f. Bot. Involucro a manera de copa, foliceo,escamoso o leoso, que cubre ms o menos el fruto en la encina, el avellano, el castao y otras plantas. 4. Mar. Torre de hierro, redonda,cubierta y giratoria, que tienen algunos buques blindados, dentro de la cual llevan uno o ms callones de grueso calibre. Ojiva: 1. f.Figura formada por dos arcos de crculo iguales, que se cortan en uno de sus extremos y volviendo la concavidad el uno al otro. 2. f. Partedelantera o superior del proyectil, cuyo corte longitudinal tiene la forma correspondiente a su propio nombre. 3. f. Ingenio cargado deexplosivo o provisto de instrumentacin que se desprende de los grandes cohetes cuando estos alcanzan su mxima velocidad. 4. f. Arq.Arco de forma de ojiva. bside: 1. amb. Arq. Parte del templo, abovedada y comnmente semicircular, que sobresale en la fachadaposterior, y donde se instalaban el altar y el presbiterio.

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