conciencia afro

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15. Al polvo vamos 03. Agua bendita 04. Alma negra 05. ¿Otra vez ... truz? REVISTA GRATUITA Edición número cuatrocientos veintiuno. Año 08. Caracas, 9 de julio de 2021 421 — PÁG. 7 CONCIENCIA AFRO

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Page 1: CONCIENCIA AFRO

15. al polvo vamos

03. agua bendita04. alma negra05. ¿Otra vez ... truz?

REVISTa GRaTUITa

Edición número cuatrocientos veintiuno. Año 08.Caracas, 9 de julio de 2021

421

— PÁG. 7

CONCIENCIAAFRO

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En la Cinemateca Nacional se sigue celebrando el Bicentenario de nuestra independencia. Por esta razón nos trae para esta semana una cartelera patriótica con películas históricas venezolanas.Esta fiesta bicentenaria del cine no solo se llevará a cabo en Caracas, sino en diversas sedes a nivel nacional. Aprovecha y disfruta de gran cine a precios solidarios en un espacio donde el arte y la educación se unen.

Cine para todas y todos Que estén vendiendo medicamentos para tratar el cáncer en la farmacia

Caribe de Capitolio

Acto de fe«

«

Que los negocios tengan balanzas trampeadas

Moral y Luces Si deseas iniciar estudios superiores, tienes hasta este 15 de julio para activarte. La segunda fase del Sistema Nacional de Ingreso de la Opsu extendió el plazo unos días más, así que no hay excusas. Regístrate ya en la página www.opsu.gob.ve y empieza una nueva etapa en tu vida académica para engrosar las filas de la Generación de Oro de Venezuela.

EL MENJURJE

Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014, 2015 y 2017.Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.

Premio de Periodismo Aníbal Nazoa, 2018.

Consejo editorialErika FaríasRoberto MalaverGustavo Borges RevillaMercedes Chacín

direCtora Andrea Quiñones Rubio

direCtora de arte María Isabel Guerrero

Coordinadora de FotoGraFÍaMairelys González

Coordinadora 2.0Yanira Albornoz (†)

Web y redesEnyeli González redaCCiónMarlon ZambranoMaría Eugenia Acero Colomine

FotoGraFÍaMichael MataKirlam Medina

ilUstradoraSol Roccocuchi

CorreCtoraXiomara López

Colaboran en esta ediCiónClodovaldo Hernández, Mercedes Sanz, Humberto Márquez, Rodolfo Porras, Gerardo Blanco, José Javier Sánchez, Nathalí Gómez, Pedro Delgado, Erasmo Sánchez, Justo Blanco.Archivo Ciudad CCS

Fotografía de portada: Michael Mata

redes www.epaleccs.info

[email protected]

@epaleccs

@epaleccs

Épale CCS

Una publicación de la

Contenido

03. especialCaracas está en modo Bicentenario (hace rato)

04. mitos El mismo amor, la misma lluvia

04. tRota ccsHablemos de viejas glorias: Arquímedes Herrera

05. músicaEl “Woodstock negro” es develado

05. BoleRos que cuRan el almaLo que tienes tú

06. tRama cotidianaHabía una vez… truz

06. la vida es juegoLa Copa América de Neymar

07. ciudadFamilia Negra: Música contra la discriminación

10. soBeRanías sexualesDolorosamente bella

11. miRadasSan Pedro salió a exorcizar la pandemia

14. entRevistaAlejandro López, Director Ejecutivo del Musarq“Caracas está viva aunque malherida”

15. el RumoR de las BolasMinimanual para ser una mota de polvo

15. cRónicaTemporada de huracanes

Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114Distribución: 0212-8085843

Depósito Legal: pp201202dc4166

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03 ESPECiAL

n esta Caracas colmada de arte mural aparece por to-das partes el número 200. Lo mismo pasa en muchas otras

ciudades venezolanas, porque, en me-dio de tremendas dificultades, hemos logrado conmemorar el episodio más épico de nuestra historia, la Batalla de Carabobo.

Pero no es una simple campaña institu-cional ni mucho menos una cosa nue-va. En verdad, una buena parte de las venezolanas y los venezolanos hemos estado en modo bicentenario desde hace ya casi cuarenta años.

No es una exageración, pues la onda de celebración de los dos siglos comenzó con el natalicio de Bolívar en 1983, un año que, en muchos sentidos, marcó el regreso de los ideales libertadores a una nación que había sido sometida a las típicas operaciones de borrado de la memoria histórica, esas que usa el neocolonialismo para que desprecie-mos nuestro pasado rebelde y acepte-mos nuevas formas de sumisión.

Eran otros tiempos, claro está. El bi-partidismo estaba en auge, pero los 200 años de Bolívar dieron más de una cla-rinada. Significativamente, cinco me-ses antes del gran día del cumplesiglos del pequeño titán Simón José Antonio de la Santísima Trinidad, ocurrió el Viernes Negro, primera señal de que el sistema político de la IV República estaba haciendo aguas.

De cualquier modo, la ciudad celebró tan importante fecha siendo la sede de los IX Juegos Panamericanos. Muchas de las obras fueron terminadas chapu-ceramente apenas horas antes del inicio de las competencias y pronto se sabría que unos cuantos funcionarios corrup-tos se llenaron los bolsillos a punta de guisos, pero al menos se le rindió un homenaje internacional al Padre de la Patria.

Mientras tanto, por debajo –como ocu-rre en las entrañas planetarias– se es-taban gestando grandes movimientos telúricos a propósito de esos 200 años. El principal de ellos fue signado con la cabalística cifra redonda: el Movimien-to Bolivariano Revolucionario 200

POR CLodovALdo HErnándEz • @clodoher • ilustración SoL roCCoCuCHi • @ocseneba

(MBR-200), que se presentaría en el es-cenario nacional nueve años más tarde, el 4 de febrero de 1992 para anunciar el cambio de rumbo que hemos vivido desde entonces.

Tal vez sin aquel espíritu del bicentena-rio del Libertador no hubiese detonado este proceso que ha replanteado el rol de la historia nacional en el quehacer cotidiano. Sin la convicción bolivaria-na del joven oficial Hugo Chávez Frías, todo ese furor de 1983 quizá no habría pasado de ser una moda.

[Como sería de intenso el ánimo pa-triótico que despertó el 200 aniversario del Libertador que hasta Reinaldo Ar-

CaraCas está en modo biCentenario (haCe rato)

e

mas, un cantante de otro tipo de temá-ticas, se lanzó al ruedo con una pieza “de protesta” en la que incluso le ruega a Bolívar que vuelva y desenvaine su espada, pues solo él podría librarnos del tirano. Hoy por hoy, Armas es más santanderista que bolivariano, pero ese es otro tema].

La oleada de bicentenarios vendría cuando ya el MBR-200 había dado paso al Movimiento Quinta Repúbli-ca (MVR) y luego al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Fue en 2010 y comenzó con el bicentenario del 19 de abril de 1810, es decir, de nuestro primer gesto de Independencia. Siguió con la más estelar de todas las conme-

moraciones, la doble centuria del 5 de julio de 1811, que es oficialmente la fe-cha fundacional de Venezuela.

Los bicentenarios de los años siguien-tes no fueron tan dignos de celebración, pues se refieren a los años oscuros de la pérdida de la Primera República, del terremoto de Caracas y de la Guerra a Muerte, entre otros.

La vibración positiva retorna en 2019 con el bicentenario del Congreso de Angostura y del medular Discurso de Bolívar en ese extraordinario foro. Es necesario tener en consideración que si la batalla de Carabobo fue la apoteosis militar de Bolívar, Angostura significó su apogeo político.

Y así llegamos a este 2021, en el que se logró entretejer este clima de ma-gia colectiva en el que se amalgaman la reconstrucción del relato histórico; diversas manifestaciones culturales; el muy congruente componente militar (después de todo, fue una batalla); el trabajo colectivo de restauración y re-mozamiento de los espacios públicos; y un ambiente general de fiesta y de es-peranza.

Tras el momento cumbre del 24 de ju-nio, en Caracas la gente ha ido por más. Se ha celebrado en grande el bicentena-rio de la entrada de Bolívar a la ciudad, luego del enorme triunfo de Carabobo. Ha sido otra fiesta pública y una intere-sante revisita a un acontecimiento histó-rico no tan conocido.

De ahora en adelante, la onda bicentena-ria tendrá dimensiones de Patria Gran-de. En los años que vienen ameritarán justa celebración todas las grandes ba-tallas que completaron la Independen-cia de Suramérica: Bomboná (abril de 1822), Pichincha (mayo de 1822), Junín (agosto de 1824) y Ayacucho (diciem-bre de 1824). En predios venezolanos, una de las efemérides que queda pen-diente será en Zulia, el 24 de julio de 2023, cuando se cumplan dos siglos de la batalla naval del Lago de Maracaibo, glorioso epílogo militar de la Indepen-dencia nacional. Queda entonces mucha historia por revivir, mucha cultura por reivindicar, muchos murales por pintar. Seguiremos en modo bicentenario.

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04 mitoS

trotA CCS

Sigo con esta serie dedicada a las viejas glo-rias del atletismo. Para aclarar de una buena vez, este deporte no tiene mucho que ver con lo que hacemos algunos, que es pegarnos un trotecito dos o tres veces por semana. Pero, ya que estamos en tiempo de Olimpíadas, es bueno recordar a los venezolanos que han brillado en las pistas de atletismo.

No a todos les pasa, pero tal vez a ti te ins-piren un poco estas historias de nuestros grandes exponentes de unas especialidades que, como la velocidad, en años más recien-tes nos han sido esquivos en cuanto a éxitos internacionales.

Otro de esos fenómenos fue Arquímedes Herrera, parte del cuarteto de los “Super-dotados” de los años sesenta. En los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, junto a Rafael Romero, Lloyd Murad y Hortencio Fucil, formó el equipo de relevos de 4 x 100 que llegó a la gran final y terminó como la sexta del mundo. No es poca cosa.

Herrera tenía el fenotipo que se ha revelado ideal para los velocistas, pues era un negro

La naturaleza siempre ha ejercido una fascinación mística sobre la humanidad. Que los elementos se manifiesten solos para crear o destruir vidas, ha hecho que miles de civilizaciones originarias en todo el mundo les atribuyeran cualidades espi-rituales extraordinarias a los eventos que se suscitaban en su entorno. Así, tenemos que por ejemplo en Finlandia, los samis consideraban que las auroras boreales eran la visita de sus ancestros para darles bendiciones en épocas invernales. Para los mapuches, la explosión del volcán Ruca-pillán o Villarrica en Chile constituía un arrebato de furia del espíritu que habitaba en sus abismos de fuego.

LEYENDAS UrBANASUna muestra fehaciente de nuestra rela-ción de fe con los eventos meteorológicos la vivimos en octubre de 2012. El cierre de la campaña electoral más desafiante del presidente Chávez recibió la inespera-da visita del cordonazo de San Francisco.

POR CLoDovALDo hErNáNDEz •@clOdOheR

ilustRación SoL roCCoCUChi•@ocseneba

Hablemos de viejas glorias: arquímedes Herrera

el mismo amor, la misma lluvia

Vuelven los grandes maratones. En Europa están resueltos a suavizar las medidas de bioseguridad ante la Covid-19 y una prueba de ello es que comienzan a reactivarse los grandes maratones. El de Barcelona, que será en noviembre, registró diez mil inscritos en la primera semana, mientras el de Berlín (uno de los majors), pautado para septiembre, espera reunir a 35 mil corredores, todos vacunados y con prueba previa de PCR. Previamente harán dos competencias de menor distancia para ver si todo funciona.

Próxima entrega: Hablemos de viejas glorias:

Rafael Romero

de 1,78 metros y en su época de corredor activo rondaba los 75 kilos. Había nacido en Bobures, la zona afrodescendiente del sur del Lago de Maracaibo.

En Tokio 64 también participó en las prue-bas individuales de 100 y 200 metros planos. Ese año igualó la marca mundial de los 200, con 20,5 segundos. Además fue doble cam-peón suramericano e implantó marca pana-mericana en Sao Paulo 1963 para los 100, con 10,2 segundos. En esa cita conquistó tres medallas: plata en 100 metros, bronce

Lejos de sabotear la fiesta masiva, motivó al Comandante para salir a bañarse de llu-via y de pueblo. La celebración selló para siempre los aguaceros como una bendi-ción de Chávez desde el cielo.

¿BAtALLA o BENDiCiÓN?Resulta que por estas fechas bicentena-rias, una legión de artistas se ha lanzado a las calles para darle vida a las paredes con mensajes patrióticos, revolucionarios y de amor a Venezuela, cargados de sím-bolos y mensajes alusivos a los 200 años de nuestra independencia. Lamentable-mente, para algunos miembros de la reli-gión evangélica, el levantamiento de estos murales es un evidente ritual de santería donde se invoca al dios Ogún para afian-zar la Revolución Bolivariana con la ayuda de los santos. Consultamos a la pastora Yajaira Ramírez, quien afirmó: “El poder de la oración de todos los hermanos fue tan fuerte, que derrotamos al enemigo. Un aguacero fortísimo les tumbó los planes de

en 200 metros y plata como parte de la posta de 4 x 400.

Su cosecha de éxitos en 1963 fue tan impac-tante que, pese al carácter popular del beis-bol, logró vencer al también zuliano Víctor Davalillo en la lisa por el título de Atleta del año.

Después de cerrar su brillante carrera como atleta activo, fue entrenador y juez nacional e internacional de atletismo. En 2009 lo ele-varon al Salón de la Fama del Deporte Ve-

hacer fiesta de brujería el día de la Batalla de Carabobo. El Espíritu Santo está con nosotros”.

Entretanto, en diferentes barrios y pueblos, las calles se abarrotaron de devotos de San Juan Bautista. El repique de los tambores retumbaba por todos los rincones para afianzar la fe. Como siempre, San Juan agradeció la ofrenda con un potente palo

de agua que llenó a todos de alegría. Para los santeros, la fe volvía a ganar la batalla con una lluvia de bendiciones.

Curiosamente, ese fenómeno natural constituyó al mismo tiempo una vic-toria para ambos cultos. Tiene razón la canción de La Misma Gente cuando afirma que “cuando llueve no es que llueve”.

POR mAríA EUgENiA ACEro CoLomiNE • @andesenfRungen ilustRación ErASmo SáNChEz

nezolano y en 2011 se le rindió homenaje al ponerle su nombre a la Villa Deportiva de Maracaibo. Dos años más tarde, falleció a la edad de 77 años.

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05

El “Woodstock nEgro” Es dEvElado

múSiCA

Ver a Nina Simone, Stevie Wonder, Mahalia Jackson, B.B. King, Ray Ba-rretto, Mongo Santamaría, Gladys Knight, The 5th Dimension, Sly & The Family Stone y más artistas afroamericanos y latinos reunidos en un mismo escenario es asombroso. ¡Ya va! ¿Barretto y Nina? Sí. Era vera-no de 1969, en Nueva York. El Manos Duras se descargó con su orquesta y un joven Adalberto Santiago; Mon-go ejecutó su versión de Watermelon man, y la Sacerdotisa entonó un po-deroso Revolution. Todos los invita-dos se lucieron.

Era el Festival Cultural de Harlem. Fue un concierto, dividido en seis do-mingos seguidos, que coincidió con el mítico primer Woodstock 1969. Tuvo lugar en el Mount Morris Park (ahora Marcus Garvey Park), entre Harlem y el Spanish Harlem de Manhattan. Se-gún, se trataba de una iniciativa de la municipalidad y el principal patroci-nador fue Maxwell House, una marca de café. Se cuenta que la organización fue impecable y que contó con la se-guridad de integrantes encubiertos de Black Panthers.

La diferencia entre los dos sucesos musicales es que uno es conocido y el otro apenas se muestra en 2021. ¿Cin-cuenta años en el olvido? Así es. Y no hay que extrañarse. Cuántos concier-tos que ni siquiera fueron registrados y se perdieron en el tiempo en el ám-bito del rock, ni hablar de la salsa, y una lista muy larga.

El hecho es que esas cintas del Festival Cultural de Harlem estuvieron guardadas, hasta que un productor las descubrió, y ahora son presentadas como un documental: Summer of Soul (...or When the Revolution Could Not Be Televised), cuyo director es el músico, escritor y productor estadounidense Ahmir “Questlove” Thompson

Realmente es un milagro que estos hallazgos sucedan. Es como encontrar una planta en el cemento, rogando por su supervivencia. Algo similar pasa cuando exponen estas ge-mas audiovisuales.

POR mErCEdES SAnz • FOTOGRAFÍAs ArChivo SEArChLight PiCturES y huLu / SummEr

unA hiStoriA ESCondidASummer of Soul evidencia el carácter histórico del evento, que traslada al pú-blico a la agitada década de los sesenta, copada de manifestaciones. Era el mis-mo contexto compartido por las co-munidades afroamericanas y latinas en Estados Unidos. Hay que recordar que el concierto se llevó a cabo un año des-pués del asesinato del activista Martin Luther King. Lo que se comenta es que probablemente y para evitar cualquier tipo de protestas, se hizo posterior a la conmemoración, y los días domingo.

Al festival también se le conoce como el “Woodstock negro”. Se cal-cula una asistencia de aproximada-mente trescientas mil personas de todas las edades, incluso, familias enteras. El documental recoge esa

parte humana con testimonios del público, de los músicos en ese en-tonces y cincuenta años después, como el caso de Gladys Knight.

“Black man want to go to Africa, white man is going to the moon. I’m going to stay in Harlem with the puerto ricans, and have me some fun” (El hombre negro quie-re ir a África, el hombre blanco va a la Luna. Me quedaré en Harlem con los puertorriqueños y me di-vertiré), dijo un espectador.

El documental fue galardonado en la más reciente edición de Sundance (enero de 2021) y tuvo un estreno limitado en Estados Unidos. La distri-bución estuvo a cargo de Searchlight Pictures –división de Disney– y de Hulu, servicio digital.

Es significativo ver a grupos marginados que batalla-ban por ser reconocidos en una sociedad racista. Luis Lapuente, investigador español especializado en músi-ca de raíz afro, aseguró para esta nota: “Que yo sepa, fue la primera y casi única vez que se reunieron músi-cos negros y latinos, de muy distinta procedencia, en un macroconcierto, reivindicando su manera de enten-der la lucha por un mundo mejor”.

Si digo que asistimos a una nueva manera de abordar la canción romántica, creo que me que-do corto, y si digo que está naciendo un nuevo bolero, creo que me fui de largo. Lo cierto es que el amor está siempre ahí, y ese divino señor no necesita explicaciones. Leonel “Tostaíto” Ruiz es un gran compositor capaz de enhebrar en letras, sentimientos maravillosos… “Tú tienes la dul-zura en esos ojos/ Que conmueve mis antojos/ Luz de la costa oriental/ Y tienes la verdad de mis amores/ La impaciencia y los colores/ De pintar mi soledad/ Tienes la textura que el de-seo/ Ha sabido hacer tu beso”.

Tampoco me atrevo a decir que todo el tema de esta pandemia loca, esté generando una nueva estética del amor en tiempos de tapabo-ca; le comentaba a Gerardo Lugo, pianista de Juan Sebastian Bar, quien me ha pedido unas letras para composiciones suyas alusivas al barbijo, que estamos aprendiendo a descubrir que los ojos siempre han sonreído, sin ver las deliciosas bocas rojas. Sería aventurado decir que Leonel anda en esa onda, pero me fasci-nan sus versos reiterando esa mirada: “Son tan bonitos tus ojitos/ De tostado, dulce y nuevo amanecer/ Tu sonrisa, la delicia/ De escarlata que desviste una flor”.

El cuento es que en estos días, Baleryns López me envió un hermoso video del canto de mi pana, con ella bailando junto a Amanda Lizara-zo, y por mi analfabetismo digital le debí haber dado a pantalla completa, y por no saber volver, tuve la felicidad de verlo unas treinta veces.

Luego me contaba: “Leonel y yo coincidimos en varias oportunidades en actividades de la mili-tancia político-cultural, sin comunicarnos más allá de eso. Hasta que coincidimos en una pre-sentación de boleros de Jessica Sosa en el teatro Alameda… Allí intercambiamos energías y fue una vibración bien hermosa entre ambos. Lue-go se me ocurrió que deberíamos transformar esa sensación en algo mágico y hermoso, así que le propuse a Tostaíto hacer algo juntos y quedó encantado de darle cuerpo a sus canciones… ¡Danza Poética, versos en movimiento!

BOLEROS QUE CURAN EL ALMA

lo quE tiEnEs túPOR humbErto márquEz FOTOGRAFÍA ArChivo

El Woodstok negro reunió más de trescientas mil personas

EL dOCUMENtAL SUMMER Of SOUL SE BASA EN EL fEStivAL CULtURAL dE HARLEM (1969).

fUE UN CONCiERtO QUE REUNió A CéLEBRES figURAS dE LA MúSiCA AfROAMERiCANA y LAtiNA. POR ESO SE CONSidERA UN ACONtECiMiENtO MUSiCAL ECLéCtiCO

QUE SE MANtUvO EN EL SiLENCiO

Sundance galardoneó este documental

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06

Mientras la Eurocopa ha mostrado en cada jornada partidos de una dinámica inagota-ble con equipos que defienden y atacan con igual empeño, en la que cada llegada al arco rival es una promesa de gol, la Copa Améri-ca, en cambio, ha sido una sucesión de jue-gos soporíferos.

Las situaciones de gol son escasas al punto que algunos de los mejores artille-ros del mundo como Lionel Messi, Luis Suárez, Edinson Cavani, Luis Muriel o Duván Zapata apenas han ofrecido pin-celadas de su indudable capacidad para perforar las redes.

La falta de público en los estadios y has-ta el pésimo estado de las canchas, de-nunciadas por el propio astro brasileño Neymar, seguramente han influído en la mediocridad del torneo. Solo Ney-mar se ha salvado de la gris tesitura de otras estrellas. Sus ganas de conquistar con Brasil su primer título en la Copa América, pidiendo la pelota, apare-ciendo por todos los frentes del ataque para dirigir las maniobras con su pase o un certero disparo al arco marcan una gran diferencia.

POR GERARDO BLANCO • @geRaRdOblancO65IlUSTRacIÓn JUSTO BLANCO

La Copa amériCa de Neymar

LA VIDA ES JUEGO

TRAMA COTIDIANA

Su entusiasmo es la más consecuente ale-gría de un torneo con pocas imágenes para el recuerdo.

Suárez y Cavani se marcharon de Brasil, tras la eliminación de Uruguay en tiros pe-nales, por la puerta trasera. La celeste del maestro Óscar Tabárez muestra signos de agotamiento. Desperdició en el torneo a sus consagrados mediocampistas y fue incapaz de sacar provecho de dos de los mejores ar-tilleros del planeta.

La salvación del torneo sería la final can-tada entre Brasil de Neymar y Argentina de Messi. Este partido decisivo, que no se pudo ver en el Mundial de Brasil 2018 ni en las cuatro ediciones más recientes de la Copa América, es el sueño de la CONME-BOL. Los antiguos amigos y compañeros en el Barcelona, y los mejores represen-tantes de la gambeta, la picardía y el fút-bol-arte de suramérica enfrentados por la gloria de ser el campeón con su respectiva selección.

Neymar solo ha podido ganar la medalla de oro en los pasados Juegos Olímpicos de Río, pero Messi sigue buscando un título

con Argentina que lo encumbre al pedes-tal de Diego Maradona.

Venezuela, por su parte, se fue de la Copa América sin clasificar por primera vez a la segunda ronda, tal como lo había he-cho en cuatro de las últimas cinco edi-ciones. Los contagios de la Covid-19 y las bajas por lesión de figuras estelares como el goleador Salomón Rondón impidieron a la Vinotinto ofrecer su más acabada ex-presión en la cancha.

El técnico lusitano, José Peseiro, se las apa-ñó con una selección alternativa que dio batalla hasta el último partido contra Perú. El equipo mostró compromiso, orden tác-tico para defender y atacar, pero faltó la alegría del gol que define los triunfos. Es la cuenta pendiente que la Vinotinto debe saldar en el futuro inmediato, si quiere lu-char con éxito por un boleto al Mundial de Catar 2022, al que por ahora mira muy lejos desde el último lugar de la clasificación, con apenas tres puntos.

Siguiendo con la inteligencia del animal de plumas suaves, se dice que para acercársele sin que se convierta en un peligro o en una inalcanzable presa, basta con poner una pelota en la punta de un palo, moverse con cierto ritmo y el cándido avestruz asumirá que se trata de un igual. Una vez cerca, se ciega colocándole una capucha y es todo lo que hay que hacer.

El avestruz y el cochino se parecen. Co-men de todo y son insaciables. A ambos animales se les aprovecha todo. Pertene-cen a ese tipo de fauna que dejó de ser-lo para convertirse simple y llanamente en mercancía. Tanto el cochino como el enorme pájaro entierran sus cabezas en la tierra, claro por razones diferentes. Mientras el cerdo se sumerge en el ba-rro del chiquero en una actividad entre lúdica, sensual y alimenticia; el avestruz lo hace para esconderse. Aunque parece que eso de meter la cabeza en un hoyo pertenezca más al campo de la mitolo-gía, lo cierto es que su cerebro es más pequeño que su ojo y que por su com-portamiento cuando lo ciegan ponién-dole una capucha, es más que factible que si llega a enterrar la cabeza con toda seguridad se sienta inexpugnable.

Son las enormes aves, a decir de criado-res y estudiosos, animales muy tontos, cosa que las aleja del cochino, que a pe-sar de compartir ese destino tan de fri-gorífico y manufactura, ha resultado un animal de inteligencia notable.

POR RODOLFO PORRASIlUSTRacIÓn ERASMO SáNCHEZHabía uNa vez… truz

Esta estrategia de “disfrazarse” de aves-truz es lo establece un vínculo con el teatro. La maniobra de asumir la per-sonalidad y la forma del animal es una maña ancestral de caza. Es una estra-tegia que convierte al cazador en his-trión, pero también en alguien que ad-quiere conciencia plena que puede ser otro, que puede transmutarse. En una

cultura cosmogónica, que dicha tras-mutación del ser humano en animal pase a ser de un ser humano en otro es una consecuencia inevitable, yo di-ría que simultánea en tanto condición adquirida.

Quien lleva el disfraz se enmascara, se convierte, se consustancia con el otro. En el caso del avestruz esta transforma-ción tiene una connotación interesante. Pronto el ave será enmascarada, cegada y quien lo hace pierde su careta. Hay un traspaso. El palo deja de ser un cuello y la pelota una cara, ahora son objetos inservibles, si se quiere ridículos. En un instante ambos –humano y pájaro–, adquieren la dimensión del cerebro del tamaño de un ojo.

En lo cotidiano un ser como, ponga-mos, Guaidó, que no ha demostrado nunca inteligencia, ahora es rico, im-pune y ciego… ¿Qué destino le espera? ¿Será que mete su cabeza en un hueco para resolver su suerte o será que eso es lo que haremos nosotros?

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Familia Negra: música coNtra la discrimiNacióN

DesDe La Vega, un proyecto musicaL y sociaL Viene DesarroLLánDose DesDe hace Veinte años LLeVanDo Letras De conciencia e integración con ritmos

De hip hop, rap, reggae y música traDicionaL VenezoLana.POR MAríA EugEniA ACEro CoLoMinE • @andesenfRungen

fOtOgRafía MiChAEL MAtA • @RealmOntO

CiudAd

Page 8: CONCIENCIA AFRO

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0908

les como: Onice, F3B, Legislan Clan, Black Ghetto, Grupo Autóctono de La Vega, Son Cimarrón, Black Jack, Only 3, Tyburcio, Raul Mota Bafana Cedeño (Bajista), Julio Rojas Colmillo (Guitarra y Bajo), Jhalfa Omega, Regata Jazz Cuarteto, fusionando el reggae, dancehall, salsa, tambor, remix & blues entre otros.

Este grupo no solo se destaca por su pro-puesta original y sensible a la realidad so-cial, sino que sus músicos han ido más allá de la creación, dando un importante aporte social a las comunidades a través de talleres y diversas actividades de integración para niños y jóvenes.

Para conocer más sobre esta legendaria agrupación, conversamos con Ricardo Sco-tt y Simón Urquiola, quienes constituyen la alineación actual de Familia Negra.

Cristalino Roots “La canción Angelitos Negros me llegó al alma”

Ricardo Scott: fundador del grupo

Familia Negra trabaja con niños fusionando rap, hip hop, reggae con tambores venezolanos Familia Negra está a la espera publicar su primer disco

De nuestras comunidades populares es incontable la cantidad de talento que emana en todas sus manifestaciones crea-tivas y artísticas. La música es la que ma-yor resonancia ha tenido en los diferentes barrios y localidades, desarrollándose en toda clase de géneros. Un ejemplo de la burbujeante creatividad de nuestras co-munidades es la changa tuki y la salsa baúl. Los ritmos provenientes de otros países también han sido adoptados con bastante éxito en nuestras tierras, y así, tenemos que existen numerosos juglares que se destacan en el rock, el rap, el hip hop y el reggae.

La Revolución Bolivariana abrió un ca-mino de oportunidades para muchas y muchos cultores. De esta manera han po-dido surgir numerosos artistas originales y con sello propio, que no solo proponen ideas novedosas en el campo creativo, sino que además llevan mensajes sociales y de conciencia.

FAMILIA NEGRAEl grupo Familia Negra es uno de estos ejemplos. Esta agrupación tiene más de vein-te años en escena. Sus ideales están basados en la cultura de raíces afro con un contenido contestatario, revolucionario, espiritual y pedagógico.

Las letras están fundamen-tadas filosóficamente en la corriente crítica y humanis-ta; en el vivir y sentir de la realidad socio-cultural, en la espiritualidad, reflexión y el crecimiento personal y co-lectivo, presentando poesías callejeras como canción necesaria en estos tiempos de cambio, en donde los

procesos de toma de conciencia de los pueblos latinoamericanos se reflejan por

las conquistas de condiciones de igualdad, paz, solidaridad y la emancipación.

Familia Negra nace de la ini-ciativa de Luis García (Black 7) y Alberto Muller (Actúan La Praxis), luego se integran Marcos Arrieta (Mark), Ri-cardo Scott (Afro Scott) y Simón Urquiola (Negro Pri-mero / Cristalino Roots) para formar esta agrupación con un estilo urbano (hip hop) donde se presentan los cua-tro elementos de la cultura callejera como lo son el MCs,

Graffitti, Dj´s y B. Boys. Luego se hacen varios trabajos musicales con grupos ta-

MÁS QUE UN GRUPO, UNA FAMILIASimón Urquiola (Cristalino Roots), nos comparte su experiencia en el grupo: “Yo empecé en el año 2000 por un com-pañero de clases que era punketo y pa-

Desde hace veinte años, Familia Negra imparte talleres musicales y de recreación

tinetero. Él insistió en que me metiera a patinetero, roquero o rapero. Yo veía a los basquetbolistas en Caricuao, y decidí ser rapero. Empecé a escribir canciones. Luego en 2003 conocí a Familia Negra, y comencé a cantar con ellos. Eso fue como

si me firmaran para las grandes ligas. Veía que tenían un gran nivel. La canción ‘An-gelitos negros’ me llegó al alma: habla del racismo y de la lucha del pueblo negro, el maltrato, la esclavitud, basada en el poe-ma de Andrés Eloy Blanco. En esa época mi nombre artístico era Negro Primero. Compusimos todo tipo de canciones con temáti-ca afro y rastafari: música con ideología. Nos inspiramos en la vieja escuela. Uno de nues-tros maestros fue Chucho García del movimiento afro. Era la red afrodescendiente y afrojuvenil de William Ochoa en el Autóctono de la Vega. Él fue dándole más conciencia al grupo. Antes de él la temática no era tan consciente ni tan es-piritual. Empezamos a estudiar sobre la historia afro: Mandela, Martin Luther King, Malcolm X, y todos esos líderes revolu-cionarios que fueron íconos en la lucha. De eso se encarga nuestro grupo como tal: histo-ria, espiritualidad, conciencia. Somos representantes de la diáspora africana. Los africanos nos deja-ron varias herencias: el conuco, la espiri-tualidad, los dones, la medicina natural, los valores. En el pueblo de mi mamá, cuando una madre no podía amamantar, se lo daba a otra madre que se encargaba. El pueblo negro siempre ha sido muy solidario. En Venezuela se ha perdido eso por la trans-culturización y todas las cosas que han lle-vado al venezolano a volverse egoísta.

Es importante mencionar que estamos espe-rando por sacar nuestro disco, que se llama ‘Raíces Ancestrales’. Ese material ya está en el CENDIS y estamos a la espera de esa data para poder seguir adelante. Son casi veinte años de lucha y de trabajo para la Revolu-ción”.

UN PROYECTO MUSICAL Y SOCIALRicardo Scott es fundador del grupo, y agre-ga: “Los miembros fundadores de Familia

Negra pasamos en algún mo-mento por discriminación. Eso no lo comprendíamos. A medi-da que fuimos entendiendo el racismo, cuando formamos el grupo decidimos llamarlo Fa-milia Negra. En ese momento ya teníamos información en torno a los movimientos en Es-tados Unidos que estaban vin-culados con la música. La pelí-cula de Malcolm X nos inspiró y nos llevó a cuestionarnos so-bre el racismo en Venezuela. “

“Familia Negra viene de un grupo anterior que se llamaba Cerro Negro. En esa agrupa-ción había unos doce músicos. Originalmente éramos cinco miembros. Ahora estamos Si-món y yo. Nuestras temáticas abordan la discriminación y

buscan la reflexión. Cuando estuvimos en la Red Afro Venezolana empezamos a in-cluir referentes como José Leonardo Chiri-nos, Malcolm X, de una manera más tra-bajada. Hacemos hip hop, fusión de ritmos afrovenezolanos y reggae. Con el tiempo celebramos eventos contra la guerra, por la causa Palestina, etcétera. William Ochoa fue un guía de los movimientos de hip hop de La Vega”.

“El maestro William Ochoa nos motivó a acercar a los chamos a nuestra música. Así, empezamos a desarrollar ese trabajo. Luego, Fundarte crea un plan de convi-vencia y empezamos a dictar talleres en La Vega. A partir de ahí hemos estado en distintos sectores de La Vega y en otros estados y comunidades. Hace unos cin-co años estuvimos con la embajada de Sudáfrica en Zulia y Aragua con casi mil niños en total. Fuimos un equipo de recreadores y de circo. Hemos hecho talleres en el Museo Arturo Michelena. Pronto empezaremos con un grupo de La Vega llamado “Mochileando”. Ellos llevan niños a rutas turísticas, y les hablan sobre historia, ecología, conservación y valores a través de rutas y paseos. Nosotros les enseñamos percusión con el cuerpo, y les llevamos música”.

“En veinte años hemos llegado a combi-nar rap con música tradicional, recopi-lando un gran aprendizaje con las pre-sentaciones en Festivales Mundiales de Poesía, labores comunitarias en varias de nuestras parroquias, eventos en otros estados del país y en países como: Ale-mania, Suecia y Dinamarca (2008), con el Sindicato Matalúrgico Juvenil de Alema-nia y en octubre de ese mismo año nos presentamos en más de seis ciudades de Canadá con el Frente Norman Bathune”.

UN BASTIÓN DE CULTURA EN LA VEGALa parroquia La Vega es mucho más que bandas delictivas e historias de crimen e inseguridad. Familia Negra es una muestra tangible de la voluntad social y espiritual de sus habitantes para llevar conciencia a través de música espiritual y talleres en los que im-pulsan y apoyan a sus niños y jóvenes para que emprendan un camino de arte y de cul-tura para erradicar la discriminación.

Somos representantes de la diáspora africana en Venezuela”. Cristalino Roots. Con nuestros

talleres, todos nuestros muchachos se encaminaron hacia el mundo de la cultura y la creatividad”, Ricardo Scott.

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10 SOBERANÍAS SEXUALES

Dolorosamente bellaPOR MARLON ZAMBRANO • @MaRlOnZaMbRanO

ilustRación SOL ROCCOCUChi •@ocseneba

¿Cómo llegó su belleza de líneas escandinavas y protuberancias caribes, al postrer maniquí que se instala en las redes sociales a des-potricar sin ton ni son de todo lo que huela a comunismo?

Kamikaze de las marchas opo-sitoras, donde ha desnudado su apasionamiento patrio ponien-do la bandera de siete estrellas al revés, se le ha visto reclamar que esta represión está peor que nunca a la altura de la avenida Francisco de Miranda, y con los ojos llorosos aún por los efec-tos de las bombas lacrimógenas hay quien la ha visto doblar ha-cia el Centro Comercial Sambil como quien busca entre Zara y Bershka las armas para combatir al proletariado.

Mártir de la resiliencia, dicen que se reinventó entre las cuatro pa-redes de su hogar, entre la coci-na y el balcón, desde la hamaca hasta la poltrona de semicuero negro entumecido de la salita de estar, donde parece que la cogió la cuarentena intentando hacerse youtuber o influencer o una de esas cosas de las que hablan los muchachos.

Que levanten la mano los tipos de nuestra edad que no se des-velaron durante los años ochenta en maratónicas expediciones al onanismo después de disfrutar de sus sinuosas apariciones en La sultana, María de los Ángeles, La mujer sin rostro o La dueña, al-gunas de las telenovelas que ayu-daron a modelar nuestro histrionismo de desclasados y a perfilar esa pasión melodramática por ver comedores de niños en cada sujeto o sujeta que se de-jara la barba como El Che.

No, no se trata solo de que la gente envejece, argumento falaz que intentó empuñar en su defensa Manuel Lazo cuando expusimos su extraña meta-morfosis de belleza cosmopolita a mo-numento vencido. Ahí están Zhandra Rodríguez con su hermosura en com-bate, Lil Rodríguez y su dignidad tan alta, La Leona María León con la lin-dura tallada sobre su piel, Cilia Flores, la primera combatiente, quien no solo

no envejece, sino que cada vez parece más joven como una versión tropical de Benjamin Button.

Amanda Gutiérrez Padrón, actriz, ani-madora, locutora, diplomada en Psi-cología Positiva según se describe en Instagram, nacida en 1955 y protago-nista de algunos de los seriados más distintivos de la televisión venezolana en su etapa clásica (desde finales de los setenta hasta mediados de los noventa del siglo pasado) sufre de algo que de-bería llamarse “feúra” del alma, que la transparenta toda.

El inquieto Humberto Márquez la de-nomina, no sabemos si con acierto, “amorosamente bella”, y el poeta Pedro Ron le dedica unos versos:

Peligrosamente bellaeste rayito de lunasi yo tuviera unale bajaría las estrellas.

“Envejecer es una cosa, desfigu-rarse, otra” aclara Arlenys Espi-nal, y más atrás Azur Tovar remata: “Madre mía... la vida no perdona las malas acciones”.

Carlos Cova nos refiere algo que saca de su anecdotario personal: “Solía mirarla en la tele, por allá por 1978, en una creación minimalista que ella no recuerda y de la que los fanáticos admiradores de telenove-las han olvidado el nombre. Yo sí. Me encerraba en la habitación a mi-rarla actuar una trama absurda, en la que se besaba interminablemente con Oscar Mendoza, un galán cuya huella también desapareció. Un re-cuerdo único, vívido, recóndito”.

El último gran placer que nos dio fue con Natty Del Ávila, viuda de Córdoba, en Angélica Pecado por RCTV allá en el año 2000. Las más recientes arcadas nos las provocó junto a su hermanita de botox Hilda Abrahamz en un videíto de esos que “sirven” para definir el concepto de “enchufismo” y señalar a quienes os-tentan la condición de faranduleros rojos, como dos abuelitas ociosas de El Cafetal que se reúnen para hablar pestes del vecindario tomando el té.

Y es que su paso al lado oscuro no tiene nada que ver con los años pero sí con un quiebre definitivo de su poder de seducción. Yo la seguiría amando, escuálida y todo, si no hu-biera intentado enseñarme a bailar mediante un reel grabado desde la sala de su casa, con movimientos turbulentos al estilo de Anabelle la muñeca asesina; sabrosita, con la juma intacta de ayer.

Incluso, desprejuiciados y bochin-cheros como somos, la seguiría que-riendo, si la danza en cuestión no hubiera tenido de fondo el monu-

mento a la barbarie pop que es Baby One More Time de Britney Spears, con lo que casi destruyó por completo mi poca espe-ranza en la resurrección.

Es más, la seguiría queriendo, sosteniendo con esperanza boba la posibilidad de su retorno de las cenizas como el Ave Fénix, a no ser por ese lazo violeta de Minnie (la mujer de Mickey) sobre su cabeza díscola, y esa poliamida azul rey con pantalones ajustados de infarto, exhibidos con des-parpajo en su danza macabra, que fueron la estocada final sobre mi alma moribunda y me hicieron comprender que hay gente que aunque se arregle mucho, tiene muy feo el corazón.

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San Pedro Salió a exorcizar la Pandemia

El 29 dE junio la tradición dE GuarEnas, GuatirE y sarría En caracas, Patrimonio dE la Humanidad, salió Por sEGundo año a las callEs

maniatada Por la cuarEntEna. un EsfuErzo dE mEmoria, fiEsta y EsPiritualidad

POR MAríA EugEniA ACEro CoLoMinE • @andesenfRungenfOtOgRafías MAirELYS gonZÁLEZ • @MaIReLYsCg27

MirAdAS

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mente se escenifican obras de teatro, se ex-penden souvenirs turísticos alusivos a la tra-dición, y comienza a tejerse un espíritu de compadrazgo que solo se disipa, y a tranca-zos, al despuntar la media noche de ese día cuando cada parranda, por costumbre, arri-ba a su sede a cenar un sancocho después de recorrer las calles centrales del pueblo y sus urbanizaciones más cercanas.

Desde la noche anterior, los parranderos habían sido autorizados también para or-ganizar un breve velorio de no más de dos horas, un evento que tradicionalmente tam-bién era esperado por ellos y los feligreses para encender los motores con espíritu en-tre festivo y devocional.

La parranda se escenificó sin faustos ni grandes multitudes, con la misma pasión de

Los parranderos celebraron frente a las sedes de sus cofradías FOTO MARLON ZAMBRANO

La Parranda de San Pedro de Guatire y Gua-renas, una de las manifestaciones culturales más concurridas del país y Patrimonio In-material de la Humanidad desde 2013 por declaración de la Unesco, vivió por segundo año consecutivo la extraña experiencia de celebrar su fiesta grande solo para sí misma, reducida, estigmatizada y vigilada por la po-licía, para que no se desbordara.

Ese es, quizás, uno de los más abrumadores resultados del Decreto de Estado de Alarma emanado del gobierno nacional y extendido en el tiempo desde marzo de 2020 debido a la pandemia de la Covid-19: “dadas las cir-cunstancias de orden social que ponen gra-vemente en riesgo la salud pública y la segu-ridad de los ciudadanos” enfatiza la gaceta.

No está sola en su desconsuelo. Todas las expresiones populares que se renuevan cada año desde mayo, siguiendo el ritmo del ca-lendario festivo de las tradiciones, han su-frido la misma contención en vista de los riesgos sanitarios que implican las grandes concentraciones públicas.

Pasó, con sus sobresaltos y actos de rebeldía, con la Semana Santa, cuyos masivos actos litúrgicos se redujeron a breves recorridos custodiados por impenetrables piquetes de seguridad.

Pasó con las fiestas en honor a la Cruz de Mayo y las diabladas del Cor-pus Christi, evocadas en los patios de los hogares por sus fieles, en mínimos encuen-tros eclesiásticos con tapabo-ca, guantes y distanciamiento social, y uno que otro exceso impulsado por el agotamiento del encierro y la afición natu-ral del venezolano por el des-madre.

Pasó con San Juan Bautis-ta. Aprovechando la semana “flexible” que opera en el país para balancear el confina-miento, el 24 de junio el espí-ritu parrandero de los venezo-lanos permitió más suavidad en las calles, frente a la mirada torva (a veces ciega) de las au-toridades. En San Agustín del Sur (Caracas) y Curiepe (esta-do Miranda), lo que se conta-gió fue las ganas de los creyentes de desafiar la cuarentena. Si bien no se desarrollaron actos masivos e incontrolables, hubo me-nos severidad en las medidas de distancia-miento y se permitió uno que otro abrazo, aprovechando el espíritu de inmunidad de rebaño que ha estado avisando el propio presidente Maduro al afirmar que con las vacunas, es probable que para octubre se

verifique el regreso de los niños y niñas a clases después de casi dos años.

¿Ay cuándo salirá Yayo Juanicó?Ay sánquenlo pa’ fuera Yayo JuanicóSaquen al San Juan Yayo JuanicóAy Mariambea Juambimbe

Para evitar incidentes riesgo-sos, las alcaldías de Guarenas y Guatire precisaron que la Pa-rranda de San Pedro no pasara del acto litúrgico, con misa en la iglesia y regreso a las sedes de cada cofradía en autobús fleta-do para la ocasión, junto a una comitiva policial que permitie-ra el arribo a su sitio de origen sin procesión ni actos masivos. Pero en Guatire, la autoridad estableció legalmente que cada quien organizara un encuentro breve (dos horas, aunque todos se echaron cuatro horas y más) en su entorno inmediato, a fin de impedir que se repitiera el aluvión entusiasta del pueblo por su santo, una deidad a la que muchos residentes de la provincia venezolana le atribu-yen poderes milagrosos.

Solo por estricta invitación se permitió el acceso de pocos a la iglesia para la misa del 29 de junio. Las imágenes de San Pedro llegaron en orden y sin demasiados víto-res, aunque esta vez hubo más presencia de propios y extraños que el año pasado. Fue imposible no extrañar las manifestaciones masivas de fe y emoción de la multitud que “toma” el frente de la iglesia donde normal-

los parroquianos por extender en la memo-ria de los tiempos un acto de fe que también tiene que ver con la resistencia cultural y la argamasa de creencias de quienes encien-den una vela a un santo y se empinan un trago de anís.

No solo en los pueblos mirandinos, tam-bién en el mismísimo corazón de la ciudad de Caracas, donde la Parranda de San Pedro de la comunidad de Sarría, parroquia El Re-creo, se ha constituido en el otro epicentro memorioso de la tradición desde hace 101.

No ES SoLo fiEStA: ES rESiStENCiANadie sabe cómo, cuándo y dónde exacta-mente nació la Parranda de San Pedro, pero todos, a través de la tradición oral, afirman que fue entre Guarenas y Guatire, cabal-

El fashionismo se apoderó de los tapabocas FOTO MARLON ZAMBRANO

Para evitar incidentes riesgosos, las alcaldías de Guarenas y Guatire precisaron que la Parranda de San Pedro no pasara del acto litúrgico.

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San Pedro continuó reforzando nuestra identidad cultural

gando los siglos XVIII y XIX en respuesta de los esclavos a la imposición de la iglesia católica.

La Parranda funde lo africano, lo europeo y lo indígena con cuatros, maracas, levita y pumpá, y el reforzamiento de la identidad negra a través del betún que embadurna los rostros de los parranderos. Tiene versos en cuarteta alternados por solista y coros, acor-des armónicos y la vigorosa percusión que repican con sus pies los coticeros.

Cruza la historia del siglo XIX y se ancla en los colores de los bandos en conflicto durante la Guerra Federal: rojo y amarillo (azul en Guarenas) que exhi-ben los niños como señal de reconciliación.

Susurra el aliento del cautivo que se reveló contra la imposi-ción: una esclava (María Igna-cia) enferma, que temía por la salud de su hija (Rosa Ignacia), le pidió a su marido Domitilo que bailara a la niña frente al santo para implorar su salva-ción. Él se trajeó cual dama y salió a cantar y a bailar junto a sus compañeros de faena ante la mirada impávida del rico ha-cendado que, para divertirse, le lanzó trajes y cueros y así ani-mar su “pantomima”.

San Pedro como era calvoLo picaban los mosquitosY su madre le decíaPonte el gorro peruchito

Los parranderos mimetizaron su grito de guerra y acopiaron “con la cotiza dale al

terrón (patrón) / vuélvelo polvo sin compa-sión”, y cada 29 de junio transitan en pro-cesión por las calles de Guarenas, Guatire y Sarría colmadas de gente, para aclamar la resistencia del pueblo.

La Parranda de San Pedro no es sólo una tradición, una devoción o una fiesta, es un mecanismo de integración del tejido social a partir de un elemento clave: la memoria,

que, por su parte, es un ejerci-cio de tenacidad y transferen-cia, una forma de reanimar en el tiempo la sustancia de las cosas, aunque solo sean recuer-dos inventados como dice En-rique Vila-Matas.

Y, ¿de qué nos sirve recordar, en un mundo donde los ima-ginarios se traman desde las tecnologías de la información? Quizás para que los pueblos sobrevivan. Lo primero que destruyen las guerras para la dominación absoluta, es el acervo simbólico de las tierras arrasadas, sus elaboraciones conceptuales, su verbo, fun-damentalmente a través de las industrias culturales.

Esta vez, cautivos del temor pandémico que persiste entre nosotros y por lo tanto todo lo transversaliza a través de las medidas de bioseguridad, los parranderos se soltaron un poquito el moño, se afloja-

ron algunos tapabocas, se acercaron más y compartieron un trago, se inclinaron como reverencia con el santo frente a al-gún enfermo y dejaron a su libre albedrío los poderes de la fe, tentando las posibili-dades mágicas del milagro.

en Guatire, la autoridad estableció legalmente que cada quien organizara un encuentro breve (dos horas, aunque todos se echaron cuatro horas y más) en su entorno inmediato.

La poesía venezolana, explora una diver-sidad de universos y espacios y en cada uno de ellos, la poética alcanza el diálogo armónico con los lectores, invitándonos a vivir, crear, y recrear en nuestra experien-cia, múltiples estéticas

En Eurídice Caronte navega en la tierra de mis ancestros, libro de Onías Gustavo Sán-chez Barrios, San Carlos (1961), publicado por la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, con mención especial en la Bienal Ramón Palomares (2011), Caronte nave-ga por aguas de la muerte en un ir y venir eterno. En su tránsito perpetuo, lo obse-siona el recuerdo y el deseo de Eurídice.

Remando en medio de su tormenta, evoca al paraíso. Un reino signado por la magia con cíclopes, titanes, minotauros y héroes. Pero su villa del pasado ha sido azotada por un sanguinario dios y una cruz y Ca-ronte navega su canoa entre ataúdes y una corriente de rezos que transitan las aguas del Aqueronte.

Caronte sólo alcanza la belleza de Eurí-dice en los sueños. Caronte se libra de la soledad eterna a la que está condenado, inventando para sí un reino y una mujer hermosa a la que aspira poseer, a la que persigue y en la que sueña compartiendo su barca. En esa búsqueda canta mágicos salmos a sus ancestros bajo el silencio de las estrellas.

La ciudad de sus ancestros ha sido suplan-tada por una nueva ciudad de piedra don-de sus dioses han desaparecido. Nostálgico de infancia, el poeta nos remite al lugar de origen de esta poética macerada por múl-tiples lecturas, por viajes a distintos puntos del planeta, por su encuentro permanente con la poesía, el teatro, el ensayo.

Onías es miembro fundador del Cír-culo de Arte Nuevo Tramo del estado Cojedes, desde esa experiencia su ac-tividad poética y teatral ha sido acom-pañada con la experiencia docente. En este libro Caronte logra penetrar en el espíritu del lector quien explorará cada uno de los estadios emocionales, la búsqueda y el dolor de ejercer tan ardua tarea.

El poeta en este libro se debate entre la ciudad natal, la ciudad soñada, la ciudad asediada por dioses imperiales, por colonos, por reinos que insisten en imponer oscuridad en medio de las ruinas de nuestras luces ancestrales y es allí donde el lector se debatirá por buscar la esencia y los símbolos de la historia primigenia o ceder a la historia del invasor que pretende dominar con su verdad, impuesta a sangre y fuego.

CArontE EnfErmo dE dEStiErro

A José Gregorio Salcedo Urbina

Caronte enfermo de destierroTeorizó sobre la muerte:La muerte no es noche que emerge del cre-púsculo.La muerte no es el lento caer de la lluvia giratoria.La muerte no es ese viejo árbol secoque apunta con sus ramas al cielo.La muerte no es el moho ni el polvo,que se adueñaron, de los sitios que amé.La muerte no son esos ojos del olvido,que alguna vez hemos visto,en cualquier parte y recordamos.

La muerte es haber sido condenadosa ejercer este maldito oficio.

MALAS LECTURAS

EurídicE carontE dE onías sánchEz navEgando la tiErra dE sus ancEstrosPOR JoSÉ JAviEr SánChEz • [email protected]Ía mAirELYS GonzáLEz • @maiRelYscg27

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14 ENTREVISTA

“CaraCas está viva aunque malherida”

El Museo Nacional de Arquitectura (Musarq) pasó de ser una institución modesta y prácticamente muda desde su creación en 2006, hasta que a partir de febrero de 2018 recibió un contun-dente impulso con el inicio de la ges-tión de Alejandro López Arocha como su director ejecutivo. Fue un cambio sustancial y sistemático que concentró sus esfuerzos en visibilizar la relación entre la planificación y la cotidianidad, esa simbiosis a veces difícil de lograr desde la distancia encumbrada de los especialistas.

López sacó del ostracismo al museo, le inyectó vida, logró mimetizarlo con su entorno, y desarrolló una programa-ción consustanciada con la realidad-país, casada con la arquitectura y su irremediable relación con el tejido pro-fundo de la ciudad, bajo la premisa de sostener “un gran debate nacional para formular nuevos enfoques y estrategias hacia el desarrollo territorial, urbano, de la vivienda y la arquitectura, que re-flejen los procesos actuales de cambios políticos, culturales y sociales, del país”.

Es el artífice de una serie de debates, primero presenciales y actualmente vía on line, que han sentado en la mesa de discusión a distintos actores, planifi-cadores y decisores que tienen que ver con los cambios que necesita la arqui-tectura para bajarla de los despachos y trasladarla a la calle, en diálogo abierto con sus receptores naturales, el pueblo.

Alejandro López ostenta, con humildad de asceta, un aval impresionante para testimoniar su amor por lo que hace y una perspectiva panorámica desde donde mirar a Caracas: Cincuenta años de ejercicio profesional como consultor en instituciones públicas y privadas, docente, conferencista, panelista, fun-cionario, planificador, etcétera. Ade-más, es un revolucionario.

—¿QuÉ SoN LoS dEbATES dEL MuSARQ?

—Alrededor del museo se ha creado un equipo interdisciplinario con diversas visiones, saberes y haceres en los as-pectos territoriales, urbanos, vivienda y arquitectura, para revisar, reflexionar, debatir y elaborar orientaciones viables y sustentables para las políticas públicas en esos asuntos. Los debates (inclusivos) son una herramienta para confrontar constructivamente diferentes miradas, con respeto y rigurosidad, y fundamen-tar conclusiones y propuestas concretas. Hemos realizado 45 encuentros sobre ciudad, vivienda, patrimonio, riesgos sísmicos, espacios públicos, formación profesional, “ruinas urbanas”, protago-nismo popular, ciclismo urbano, entre otras materias.

El MusEo NacioNal dE arquitEctura sE MaNtiENE coMo uNa vitriNa

abiErta para dEbatir las distiNtas MaNEras dE pENsar la ciudad y

salvarla dE su dEfiNitiva dEvastacióN. todos participaN siN posEs

POR MARLoN ZAMbRANo • @MaRlOnZaMbRanO FOtOgRaFía JuLIo MARTuS

—¿QuIÉNES dEbEN REPENSAR LA CIudAd y PARA QuÉ?—Cuando se observan, ob-jetivamente, signos de anor-malidades, severas o leves, en todo proceso o resultado, es vital examinar y evaluar de forma integral las cau-sas, más allá de lo visible y aparente. Nuestras ciuda-des vienen dando muestras de disfuncionalidades, y si estamos de acuerdo en que ellas reflejan a la sociedad y su evolución social, polí-tica, cultural, económica y ambiental, entonces, es im-postergable analizar lo que estamos haciendo para to-mar los correctivos necesa-rios, lo cual compete tanto a los diferentes ámbitos del estado, como a los sectores comunales, universitarios, productivos, es decir, a todos según sus capacidades y responsabilidades.

—¿CARACAS hA SIdo MEdIANAMENTE PENSAdA?

—Sí. Pero de manera discontinua, descoor-dinada y dispersa, tanto de actores como de políticas, planes y acciones. Sin visión inte-gral, sistémica y multidisciplinar. Con exce-siva influencia y transferencia mecánica de enfoques y “soluciones” de realidades muy diferentes y hasta contrarias a la nuestra. Caracas se ha visto más circunscrita a los cinco municipios de su valle, en vez de un sistema regional de ciudades, interdepen-dientes entre sí, con fabulosas potencialida-des pero también con severas distorsiones. Superar esto exige plantearse lo urbano como política de estado como se ha hecho en salud, educación, vivienda. Los proble-mas de Caracas se empiezan a resolver si equilibramos, en servicios y productividad, a sus vecinas: La Guaira, Guarenas, Guatire, Valles del Tuy, Altos Mirandinos, etcétera.

—¿ES RECuPERAbLE EN Su ESTÉTICA y Su ÉTICA?—Claro. Pero requiere llegar a lo antes dicho, que las ciudades sean política de estado. Y emprender un audaz proceso de rediseño y replanteamiento de las formas de gobierno, gestión, planifica-ción, entre otros temas. Pero, reiterando, es esencial concebirla como un conjunto regional de asentamientos con caracte-rísticas y potencialidades diversas, no con la miopía de sólo cinco municipios del valle. Hay que tomar decisiones es-tructurales, detonantes.

—¿No CREES QuE LoS buRóCRATAS y LoS PLANIfICAdoRES LA ASESINARoN?

—Caracas está viva aunque malherida. Es recuperable y sus cicatrices, siendo opti-mista, podrían regenerarse en un futuro demoliendo y transformando unos cuan-tos conjuntos y edificaciones de inhuma-

nas alturas y densidades, contrarios y perjudiciales para el buen vivir co-lectivo. Por otra parte, efectivamente desde hace mucho tiempo, funciona-rios nacionales, regionales y locales (designados o electos) y profesionales (sobre todo arquitectos e ingenieros), han cedido a la dinámica y lógica de los mercaderes de la tierra y del nego-cio inmobiliario. El lucro mercantil ha prevalecido sobre nuestros valores éti-cos, culturales, patrimoniales y hasta climáticos-ambientales.

—EL PATRIMoNIo QuE SobREVIVE CoMo LA CoNCoRdIA, PoR EJEMPLo, ¿SE PuEdE RECuPERAR?

—Las respuestas a las anteriores inte-rrogantes dan luces al respecto. Más puntualmente, es indispensable refor-zar al Instituto del Patrimonio Cultu-ral (IPC), en su estructura y capacidad política-técnica, así como su autoridad, poder y mecanismos para hacer cum-plir sus decisiones. Otra medida deto-nante, que sería un viraje notable, es sustituir la concepción de declarar pa-trimonio a edificaciones aisladas, por la elaboración de poligonales urbanas patrimoniales, conformando sectores a proteger, recuperar y preservar. Esto incluye conjuntos de edificaciones y es-pacios públicos.

—¿LE CoNMuEVE QuE CARACAS SEA uNA CIudAd dETERIoRAdA?

—Caracas es una ciudad maravillosa, debido a su gente, cultura, ambiente, hay que actuar con talento, imagina-ción, decisión, coherencia y continui-dad para que lo siga siendo y evolu-cione sin que se degrade. Desafío que estimula y emociona. Pero, al mismo tiempo, preocupa ver poca y débil con-ciencia general sobre la relevancia de la ciudad, de lo urbano, como parte tras-cendental del desarrollo del país y de su actual proceso de cambios.

—¿A QuIÉN LE CoMPETE SALVARLA?

—Al estado con las comunidades, apoyados por gentes con sensibilidad, formación y comprobada experiencia en las variadas disciplinas del conoci-miento que están vinculadas con lo ur-bano, como los arquitectos, quienes te-nemos notables responsabilidades y un desafiante y especial rol político-técni-co. ¿Para cuándo? ¡Ya! Por eso desde el Musarq estamos haciendo un esfuerzo modesto pero significativo, para influir en la concientización general sobre el papel de la ciudad en el desarrollo del país que estamos forjando y de generar propuestas autóctonas, que respondan a lo que somos y debemos ser, dirigidas a los gestores de las políticas públicas.

alEjaNdro lópEz:

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mentilibros

cuenta la increíble historia de un hombre entrado en años que iba a las playas de

Macuto a cautivar a las sirenas.

El viEjo y El mar:

EL RUMOR DE LAS BOLAS

MiniManual para ser una Mota de polvo

Sundandem dercide viduci ipiendelitemipt ho-luptaquiptercide viduci ipi holuptaquipter-cide viduci i

Cocinar: Eso que todos esperan que haga otro. Bitas num estiehfhgAtur, ne pro quisqui quholuptaquiehfhgehfui holuptaquiptercide viduci

tUit De

Si usted cree que es un peso pesado, es hora de que pruebe con la liviandad para que aterrice un poco. El viento le permitirá conocer nuevos lugares y que-darse detenido donde menos lo espera.

1. Quítese su propio traje.

2. Sepa que cualquier cosa que haga está condenada a ser olvidada.

3. Disfrute el vuelo, no sabe cuándo le tocará quedarse en un rincón olvidado.

4. Del barro venimos y a mota de polvo vamos.

5. Juegue con los rayos del sol.

6. Aprenda a desplazarse en conjunto.

7. Huya de las escobas y de los trapos mojados.

8. Aléjese de las polillas.

9. Siéntase libre y leve.

10. Achúúúúú.

POR natHali GÓMeZ • @laesPeRgesia • ilustRación jUStO BLAnCO

Tal el título de un libro de poemas de mi hermanazo Mar-lon Zambrano que le he puesto a esta crónica a propósito de la alerta meteorológica lanzada por las autoridades, en razón del carajazo de chaparrones y anegadas que se nos vienen encima este 2021. Eventos climatológicos se-ñalados a comenzar desde el 1° de junio hasta el 30 de noviembre, cuestión disque normal por estos alrededores como para decir que la cosa no será parranda. Oportu-no sería recordar que el año pasado la región atlántica tuvo récord en no menos de treinta tormentas tropicales con nombres incluídos y trece huracanes, entre ellos seis muy importantes; igualmente precisar a la tormenta tro-pical Bret (que sopló por el Caribe del 4 al 13 de agosto de 1993), como una de las que mayores estragos hayan cau-sado en Venezuela. El saldo de 150 personas fallecidas, 77 en Caracas, según los reportes, lo ratifica.

Desde Yoco, antes de llegar a Güiria, extremo oriental del país, la camarada Santa comunicó su angustia vía men-saje de texto: “¡Muchacho!, los ventiscales han arrasado árboles, conucos, techos de zinc. Se vinieron al suelo unos transformadores, se nos fue la luz, el teléfono, el agua potable y, en el puerto pesquero, se han quedado los pescadores varados con la mar picada y ese vendaval batuqueando las lanchas pa’ dentro de la playa. Dicen que ese bicho cogió pa’ Margarita, ¡Ave María purísima!”.

Al preámbulo de la temporada lo llaman Elsa, una tor-menta tropical que arrancó este jueves 1° de julio al norte de Surinam, con vientos máximos sostenidos de 50 mph vía oeste-noroeste, según el Centro Nacional de Huraca-nes de Miami, que también reporta a un avión caza hura-canes P3 a la zaga. Con la alerta para Trinidad, Barbados, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Martinica, Granada y Jamaica, Elsa también lleva en la mira a Puerto Rico, Dominicana, Haití, Cuba, La Florida (Estados Uni-dos) y el golfo de México.

A propósito, vienen algunas recomendaciones de la Cruz Roja Internacional: “Desconecta el interruptor de energía eléctrica y cierra las llaves de gas y agua. Continúa escuchando la radio de pilas para obtener información o instrucciones. Mantente alejado de puertas y ventanas. Si el viento abre una de ellas, no te acerques en forma frontal. Vigila constantemente el nivel del agua cercana a tu casa. No salgas hasta que las autoridades indiquen que el peligro ha pasado. En caso de huracanes, el ojo crea una calma que puede durar hasta una hora”.

teMporada de HuracanesPOR PEDRO DELgADOilustRación jUStO BLAnCO

CRónICA

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Foto Michael Mata

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