Claves para seguirle la pista a los dineros

públicos

1. Las buenas historias de investigación. Una idea no se crea por sí sola y

no siempre se puede convertir en una investigación periodística. Por eso para

buscarla muchas veces cuestionamos hasta nuestros propios prejuicios. Para

lanzar hipótesis hay que hacer preguntas y esforzarnos en buscar respuestas

posibles. Antes de proponer una investigación a nuestro editor realizamos

una reportería previa que nos ayude a evitar lugares comunes y partir de

supuestos. Las notas publicadas en otros medios y las redes sociales pueden

ofrecernos antecedentes de lo que buscamos, ¿hay que creer todo lo que

dicen?

2. Límites a las ideas. Al proponer un tema de investigación consideramos los

límites de tiempo y recursos con los que contamos. Eso nos obliga a ser

creativos para aprovechar los escasos recursos de la mejor forma posible, tal

vez dando prioridad a algún filón de la historia y saber hacia dónde podemos

enfocar nuestra investigación para tener éxito.

3. Periodista y vendedor. Luego de la reportería inicial, para que una idea se

convierta en una buena investigación periodística nuestro editor es pieza

clave. Tenemos que convencerlo para que apoye nuestra propuesta,

argumentarle que tenemos entre manos un buen trabajo periodístico. Vender

la idea es demostrar que todo el esfuerzo que invertirá el periodista y el

editor hasta el final de la investigación es relevante para el medio y para el

público.

4. Dónde buscar. Cuando estoy en una investigación sobre regalías y ola

invernal, ¿sé a quién preguntarle? Si me encuentro con una irregularidad ¿sé

en cuál de las “ías” (Procuraduría, Contraloría y Fiscalía) buscar? Si voy a

presentar un derecho de petición ¿sé cómo hacerlo? ¿A quién lo presento?

¿Cuáles son las instituciones del Estado y cuáles son sus funciones?

5. La contratación. Conocer las etapas de la contratación estatal, los

términos y los actores involucrados es una herramienta fundamental para

seguirle la pista a los dineros públicos.

6. Saber preguntar. ¿Las fuentes oficiales siempre dicen la verdad? ¿Cómo

prepararnos cuando vayamos a entrevistar a las fuentes? ¿Qué estrategias

existen para hacer una entrevista? ¿Cómo hay que estructurarla? Saber

preguntar implica también conocer a quién vamos entrevistar, en este caso

podemos aplicar la teoría de la cebolla, en la que vamos ubicando en los

extremos de la verdura a las personas menos relevantes de nuestra historia

hasta llegar al centro, donde estarán nuestros personajes más importantes.

7. Buscar en bases de datos y ZoomOnline. Las bases de datos contienen

datos disparadores y sirven para contrastar información que obtenemos con

la reportería de calle. ¿Cómo analizar la información?

8. Narrar. Estamos frente al computador a punto de contarle al lector lo más

importante que recolectamos en la reportería ¿Cómo lo contamos? ¿Por qué

mantener la tensión dramática? ¿Cómo no aburrir al usuario o a la audiencia

con los números y las cifras? ¿Puedo hacer de los números algo interesante?

¿Por qué cuándo escribe el periodista consulta el diccionario de la RAE y

busca sinónimos?

9. Las partes de un texto periodístico. Un artículo periodístico contiene

como mínimo: sumario, título, lead y desarrollo.

10. Juzgar, interpretar y adjetivar. Los periodistas no somos jueces, cuando

se investiga un caso de corrupción hay que usar las palabras precisas para

no caer en falsas atribuciones que nos puedan traer problemas legales. Es

importante conocer los procesos penales y disciplinarios. Hay que tener

mucho cuidado a la hora de interpretar un hecho, siempre será mejor ponerlo

como ocurrió y que los lectores saquen sus propias conclusiones. En todo

caso, la mejor recomendación es evitar llenar de adjetivos y juicios de valor o

morales, nuestras investigaciones.