caucer-marco-griselda-cuento-del-erudito

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Titulo original de 1a obra: The Canterbury Tules INTRODUCCI6N Diseno de cubierta: Diego Lara Ilustraci6n de cubiena: Dionisio Simlin Reservaclos todos los derechllS, l-:I cOlltenidll LiL' L'Sla oj 1; ,I L'Sl,'l prolcgido porla Ley, ljue estahlece pellas de prisitJl1 y'u mull,ls ,lliL'm:ls de bs corrcspolldieilles inuell1lliz,lCiolles pOl' daJ1l>S )' pUilliL'ius, para quiL'ncs reprOdUjL'I'CIl, rLlgiarell. dislrihtl)'crell () ,\ ,municarcil pllblical11enLe. en wdo l> ell pal'lL', tlila obra liler,\I;,!. ,ll'lislka o cienrifica, O:ill trallst"orm,IL'i{)Il, il1lCrprL'I,IL'i{J11 () qectlcitm artistici fijada Cil ctialLjuier lipo de SOPOI'lL' 0 l' lilullicida a de cuallJlIier medio, sill b preccpli\'a ,1lI"Jrizacitm, © Ediciones Catedra (Grupo Anaya, S. ;\),2001 Juan Ignacio Luca de Tena, 15, 28027 Deposito legal: M. 50.316·200 j ISBN: 84-376·0673·X I .;' . ,'t J. . ' r . 1 : t: -I', I 1- .': 1 :r Jt 'JI !:" 1 :u Pnilletlliz SjJtIlil Impreso en Anzos, S. L. ... '. ',. " Fuenlabrada (Madrid) :1-' . ,. "; ';

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Versión de novella sobre Griselda y marco narrativo,

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Titulo original de 1a obra: The Canterbury Tules

INTRODUCCI6N

Diseno de cubierta: Diego Lara Ilustraci6n de cubiena: Dionisio Simlin

Reservaclos todos los derechllS, l-:I cOlltenidll LiL' L'Sla oj 1; ,I L'Sl,'l prolcgido porla Ley, ljue estahlece pellas de prisitJl1 y'u mull,ls ,lliL'm:ls de bs

corrcspolldieilles inuell1lliz,lCiolles pOl' daJ1l>S )' pUilliL'ius, para quiL'ncs reprOdUjL'I'CIl, rLlgiarell. dislrihtl)'crell () ,\ ,municarcil pllblical11enLe. en wdo l> ell pal'lL', tlila obra liler,\I;,!. ,ll'lislka o cienrifica, O:ill trallst"orm,IL'i{)Il, il1lCrprL'I,IL'i{J11 () qectlcitm artistici fijada Cil ctialLjuier lipo de SOPOI'lL' 0 l' lilullicida a trav<~s de cuallJlIier medio, sill b preccpli\'a ,1lI"Jrizacitm,

© Ediciones Catedra (Grupo Anaya, S. ;\),2001 Juan Ignacio Luca de Tena, 15, 28027 ,~'bdrid

Deposito legal: M. 50.316·200 j ISBN: 84-376·0673·X

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PROLOGO GENERAL

:;L'AS suaves lluvias de abri1 han penetrado hasta 10 masy.:,' profundo de 1a segufa de marzo y empapado todos los

,< vasos con la humedad suflciente para engendrar la ;:~;::;#lor; el delicado allento de Cefiro1 ha avivado en los bosques \~~y campos los tiernos reronos y e1 joven sol ha recorrido la mi­;,'tad de su camino en el signo de Aries2; las aveeillas, que duer­"'~men toda la noehe con los ojos abiertos, han comenzado a :\:trinar, pues la Natura1eza les despierta los instintos. En esta ,; epoca 1a gente siente e1 ansia de peregrinar, y los piadosos ''iviajeros desean Vlsltar tierras y distantes santuarios en paises ;;,extranjeros; especJc11mente desde los lugares mas reconditos

;;-:de los condados ll1gleses llegan a Canterbury para visitar a1 %~H,":'bienaventurado y santo martirl que 1es ayud6 cuando esta­\i:";",~ban enfermos.

Un dia, par aquellas fechas del ano, a 1a posada de «El Ta­·bardo», de Southwark-t, en donde me alojaba dispuesto a em-

I Como personal" l11itol6gico, esposo de Hor'l, diosa de las flores, y pa· J'!) •.... dre del dios de los h1Jtos, Ca1po; como fenomeno atmosfhico, viemo del

,:; !i\;' . , Oeste. ;: i;, 2 En tiempos de eli,lUcer, el signa del zodiaco Aries abarcaba del 12 de ': ~{;., marzo al 11 de Jbrij Lel mitad del camino equivaldria al 27 de marzo. Pero ":/~Jt 'en los cinco primera'> versos del Pr6/ago ill Cilento dtl Magz"s/raJo, Chaucer de· ~~::: clara,que la fe:ha es .,~I I~ dc. abril (segundo db de 13 peregrinaci6n), Luego, :}~:" .eI pnmero sena el j,7, csta fecha pertenece d Tauro, que empleza el 12 de ~:"'. abriL Skeat precisa que cl :1110 era 1387,

3 Santo Tomas Becket, arzobispo de Canterbury, fue asesinado en 1170 y canonizado en ] 173

4 Bania ]olldinellsc' siruado ,\1 sur del Puente de Londres,

rh'"71

(I:~

prender mi devota peregrinacion a Cmterbury, llego al ano­eheeer un grupo de 29 personas. Pertcnecian a diversos esta­mentos, se habian reunido por casualidad, e iban de camino hacia Canterbury.

Las habitaciones y establos eran c6modos y todos recibi­mos el cuidado mas esmerado. En resumen, a la puesta del sol ya habia conversado con todos eUos y me habian acepta­do en e1 grupo. Acordamos levantarnos pronto para empren­der eI viaje como les voy a contar.

Sin embargo, creo conveniente, an les de proseguir la his­toria, describir, mientras tengo tiempo y ocasion, como era cada uno de ellos segun yo los vela, quienes eran, de que cla­se social y como iban vestidos. Empet.are par el Caballero.

EI Caballero era un hombre distinguido. Desde los inicios de su carrera habia amado 1a caballeri~l, la lealtad, honorabi­lidad, generosidad y buenos modales. Habia 1uchado con bravura al servicio de su rey5. Ademas habia viajado mas le­jos que la mayoria de los hombres de tierras paganas y eris­tianas. En todas partes se Ie honrabJ por su bravura. Habia estado en la caida de Alejandria6. CaS1 siempre se Ie otargo el Jugar de honor con preeminencia a 1m caballeros de todas las otras naciones cuando estuvo en PrusJa7

. Ningun otro caba­llero cristiano de su categaria habia participado mas veces en las incursiones por Lituania y Rusia. Tambien habia interve­nido en el sitio de Algeciras en Granada, 1uchado en Benma­rins y tornado Ayar y Atalia9, yen expediciones por el Medi­temineo oriental. Habia sobrevivido ;1 15 mortiferas batallas y entablado eombate en Trasimeno para defender la fe en tres torneos, y siempre habia dado muerte a su rival. Este dis­tinguido Caballero habia asistido al rey de Palacia en sus lu­chas contra un enemigo pagano en Turquia. Y siempre con­siguio una gran reputacion. Aunque '-nbresalia, era prudente

5 Referencia a b guerra de los Cien Mas y ,: las luchas feudales. o EI rey Pedro de Creta la conquist6 en 13 6.'. 7 Antes de sus correrias anuales par Rusi~, los Caballeros Teutones se

congregaban en Prusia para diversas celebraciol!<:.'S, 8 Zona de Marruecos donde habitaban los henimerines. 9 Ayar y Atalia eran ciudades turcas (Asia !vfcnor), conquistadas, respectj·

vamente, en 1361 y 1367.

[68]

~~~I, ~..(.: ...

;I~~;.'\.::> con, la mo~estia de ~na doncella. Nunca se.. y:s~ ~?mportaba ,''1> "pmglO can descortesla a nadle. A deClr verdad, era un perfee­.: g;.r:;,. to caballero. Par 10 que respecta a su apariencia, sus montu­

ras eran excelentes, pero no llevaba vestidos llamativos. Ves­, ria un sobretodo de algodon grueso marcado con el ann de

su cota de mallas. Acababa de llegar de sus expediciones y se disponia a peregrinar. '. ,Le acompanaba su hijo, que era un joven Escudero, apren­diz de Caballero y enamoradizo, de rizados cabellos como si se acabara de quitar los rulos. Frisaria, a1 parecer los veinte allos. Era de mediana estatura, lleno de vida y fortaleza. Ha­bia intervenido en salidas de caballeria en Flandes, Artois y Picardia1o• En tan poco tiempo se habia comportado exce1en­temente y esperaba obtener el favor de su dama. Iba adorna­do como pradera repleta de frescas Hores, rajas y blancas. ;rodo el dia tocaba la £lauta 0 cantaba y era alegre como eI mes de mayo. Su tll111ca, corta y de anchas y largas mangas.

Era un buen jinete y sabia dominar a su montura. Podia componer 1a musica y la letra de sus canciones, lidiar en tor­

. neos, bailar, dibujar bien y escribir. Era un amante tan apasionado, que de noche no dormia

" mas que un ruisenor11 . Era cortes, modesto, servicial y corta­:",ih': 'ba; la carne para su padre en las comidas. .~::>:" El Asistente era el {mico criado que acompal'iaba al Caba­:;j l~i~i,':l1ero en aquella OC<1S10n: as! 10 habia querido. Iba vestido de:{ ~r 'verde -jubon y capucha-, can un haz de agudas flechas re­i~ '~i/ matadas can plumas brillantes de pavo real que llevaba a '1~; mana en bandolera. Preparaba, como el mejor, todos los apa­

rejos de su grado: sus flechas nunca dejaban de alcanzar el blanco por no tener las plumas bien dispuestas.

,En la mano llevaba un potente arco. Su tez era morena, su " ",',' cabello cortado a cepillo y era habi1 en todo 10 relacionado ;~1:~:;-' l;on el trabajo de 1<1 madera. LIevaba el brazo protegido por J°i~,',.: ,rina pieza de cuero, ya un costado, 1a espada y el escudo; al 'JI;, . ~~}.,' ..

.:.; .l/~i~>' ._. _

'; 3;.;·, 10 Los ingleses lucharon (1363) allado de los partidarios del Papa Ur­'" 'bano VI contra los fraueses, que respaldaban a Clemente VII de Avifton.

;,f~\\: II EI ruisefior simboliz,\ eI amor; como duerme poco, es testigo potencial ','.' '. ,'de las escenas amorosas

"\111';"( [69]·;.~Dtt:~\~" "

! otro, una daga de buena montura, aguda como 1a punta de l{, ,conotras grandes y verdes; de el colgaba un broche dorado una Espada; sobre el pecho, una medalla de San Cristobal de': ;:i":~y·,brillanteque tenia escrita una A coronada y debajo ellema:

:1 plata brillante. De un cinturon verde, en bandolera, Ie colga- ". ~>;t: Amorvincit omnia 15 .

ba el cu~:n0' Er~ un verdade~o homhre, de los bosques:;' ~::/ " Como, secretaria y ayudante Ie acompanaba otra Monja, Tamblen habla una MonJa, una Pnora que sonrela de~,?i' S\l, capellan y tres sacerdotes 16.

modo natural y sosegado; su mayor juramento era: «iPor San,' \';,r,_,,:Se hallaba tambien un Monje de buen aspecto, adminis­Eligio!,)2. Se llamaba sei10ra Eglantine, Cantaba bonitamen- {'~~:,~:' trador de las posesiones del convento y amante de la caza; te las horas litUrgicas, pero entonadas can voz nasal13

. Habla-:, f;>un ~ombre cabal con cualidades mas que sobradas para con­ba un frances bueno y elegante, segllll la escuela de Strafford ; '~'" vertuse en abad, Guardaba muchos y hermosos caballos en at Bow, porque desconoda el frances de Paris 14 , ,;' i;;,-- e~ establ,o. Mientras ~abalgaba, se podia escuchar a pleno

En la mesa mostraba en todo sus buenos modales. De su ~' ~;:', ' Ylento sl1bante el tmtmeo de las campanitas con la misma boca nunea caia, n:igaja alguna 0 sc humededan sus dedos ::;~, daridad y fuerza que el d,e Ia campana de la capilla del con­par meterlos codlClosamente en la sakI. Cuando se llevaba la ' .,,:~'>:, vento fillal ~el que era pnar. Como la regIa de San Mauro 0

comida a la boca tenia cuidado en no derramar gota alguna ~', ':::: '. de San Belllto 17 Ie resultaba anticuada y demasiado estricta a sabre su toea. Mostraba gran interes pOl' los buenos mod~les. "jr 'est.e monje, descuidaba las narmas pasadas de moda y se Se secaba e11abio superior con tanto cuidado, que no deJaba '; i~i> .gulab~ par otras mas modemas y mundanas, la mas minima senal de grasa en el burde de su copa despues' . Ie unportaba un comino el texto en donde se afirmaba que de haber bebdo. Ai comer tomaba los alimentos can delica- .,los, \:azadores no pueden ser santos; 0 que monje que no guar­deza. Era muy alegre, agradable y amistosa. Se esforzaba en; ~,,: de la clausura, 0 sea, monje fuera del convento, es como un imitar la conducta cortesana y cu1tiv3r un porte digno, de for- .(~',pez fuer~ ~el agua; para el todo esto eran tortas y pan pintado. rna que se le considerase persona merecedora de respeto. ' '\\~ Su oplmon me pareda correcta. ~Por que debia estudiar y

Era tan sensible y de corazon tdn delicado y lleno de eom- .~~\ , malgastar su talento en libros de convento, 0 dedicarse al tra­pasion que lloraba si vela a un raton ~Itrapado, sobre todo si ,~, ,':,ba;o manual y trabaJar como 10 ordeno San Agustin? Qye se sangraba 0 estaba muerto. Cuidaba L1l10S perrillos, a los que :;!, t~::. quede Agustin con su trabajo manual. Par eso era un cazador alimentaba con carne frita, leche y pan de la mejor ca1idad. ~",~(,' ,:empedemido de a caballo. Poseia podencos veloees como Si uno de ellos moria 0 alguien cogb un palo amenazando-' ~\,pa;aros. Todo su placer consistia en perseguir y cazar liebres, los, lloraba amargamente. Era todo sensibilidad y temura de ~; },:?:. sin reparar en gastos. corazon., Llevaba su toea a.decuadcHnente p1egada. ?u .nariz .::/~~:.\; Vi que sus bocamangas estab~n ribet~adas con pieles, gri­estaba bIen formada; sus oJos eran gnses como el vidno; su ;~,' ~:f'£;,sesy costosas, las meJores del palS. Le sUJetaba la capucha un boca, pequena, pero suave y roja. Su Jrente, sin embargo, era ,,' ;;~;r'broche labrado en oro, rematado can un complieado lazo amplia; posiblemente tendria un palrno de amplitud. A decir "', ':·~t<"ppr debajo de la barbilla. Tenia una calva brillante como bola verdad, est,aba bastante d~sarrollada ·)!;i:~:;,?e cristal, al igual que 1a car~; p~recia que la hubieranungi-

Sus vestldos eran, a 1111 entender, elegantes. Llevaba en el;(~:~~",qo\ Estaba rechoneho y gordmflon. brazo un rosario de pequeflas cuenL1S de coral, intercaladas'5 ..j;,~,.

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',; ~(/-,'~15-Re-fe-re-n-cia a la Eg/og" X, 69, de Virgilio: "EI amor todD 10 puede." 12 Santo frances del siglo VI, patrono de Joyeros y cortesanos. ~ g,y, . 16 Aunque en este prologo se mencionan tres, s610 un sacerdote (seccion 13 Asi debia entonarse eI canto gregariano.:: ,~(;,s.ep.tima) relata un cuenta despues, 14 Abadia situada en las afueras de Paris, F\tJ priora hablaba frances an-) ~f:;I,~,17 San Benito fund6 b Or~en Bened.ictina en Montecasino (Italia) eI glonormando,.::~ )t~Y;Jl~O 529. San Mauro fue Sll dlsclpulo predllecto,

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Sus ojos, saltones e inquietos, reJ ampagueaban como as· ,i~·\:,territorio donde mendigaba; ningun miembro de su fratemi­i cuas bajo el caldera. Llevaba unas botas flexibles y su caballo ': ~"dad «trabajaba» furtivamente en sus dominios," ; era perfecto. Mas parecia un vistoso prelado que un ajado es· ;~l~·:';.' ,,~;Aungue se topara con una viuda sin zapatos, tan persuasi­i piritu. Su plato favorito era el pavo cebado rustido. Su mon- ~ \: 'yoresultaba su In Principio21

, gue siempre obtenia alguna pe­tura, de color castailo bayo. ,:;" quefla dadiva antes de partir. Lo que recogia superaba con

Nos acompanaba tambien un Fraile mendicante, un festivo ,;;:~~::".creces a sus ingresos legales. Y, alegre distrital de aspecto solemne, No existia en las cuatro ,'" .'Il;,::,'·':, En los dias en que habia gue arreglar querellas domesticas Ordenes mendicantes l8 nadie que Ie superase en adulacion y ': :" era de gran ayuda, Tenia aspecto de maestro 0 Papa, no el de chismorreo. Habia financiado el matrimonio de muchas jove.: {,,: u,n'monje con habito raido como de estudiante. nes19. Era una firme columna de Sll Orden. Se Ie tenia en gran ) ,:;\ ,,·Su capa era doble, redonda como campana recien salida consideracion y recibia el trato taml! iar de los hacendados de '\: ~",s:del molde. Tartamudeaba un tanto, con cierto amaneramien­toda la zona, asi como de las senor8.':> ricas de la ciudad. Tenia ; !!,;,.:"Jo para hacer su mgles mas atractivo. Cuando tacaba el arpa mas poder de absolucion que un simple parroco: era licencia- :: f:i.'" y terminaba su canci6n Ie brillaban los ojos bajo las cejas do de su Orden20. Escuchaba las contesiones con dulzura y abo '" ~,:;:, ' :como estrellas en noche de helada. Este singular fraile se ape­solvia con gusto, si estaba segura de ubtener un buen rancho..,,:'::': 'llidaba Hubert. La generasidad con una Orden menclicante era, para el, la me- '! )i: Habia tambien un Mercader de barba partida, de vestido jor senal de una buena confesi6n. Ante la d<idiva se vanagloria- :,~;::' ,'ffiulticolor, montado en silla elevada, botas can hermosas y ba de conocer el arrepentimiento de un hombre. A tanto llega ,:; '~~, ,: :limpias hebillas, Sabre la cabeza, un sombrero flamenco de la .durez~ de corazon, que mucha gente, aun con remordi- ...~ [!{c~stor. Hablaba con engolamiento de los numerosos benef'i­mlento smcero, no puede llorar. Por consiguiente, las oracia- ':,§::'CIOS que obtenia, Deseaba gue los mares entre MIddleburg y nes y lagrimas pueden ser sustituida~ por la entrega de dinero '~, !",:;' Qtwe1l22 guedaran navegables a cualquier precio, a los pobres frailes. Llevaba siempre ia capucha cargada de cu· '.: :~~ , Era un experto en el cambio de escudos. Este distinguido chillos y agujas para hennosas mujeres.; ~~:.'..mercader utilizaba su cerebro en provecho propio. Todos ig­i~e agradable era su voz! Podi8 cantar y tocar el violin a la .'1' ,VM?noraban gue estaba adeudado (tan dignamente ejecutaba sus

perfeccion y entonaba las baladas como el mejor. Su cuello,;~ 0!(, 'transacciones y peticiones de credito). Era un personaje nota­blanco como un Erio, escondia [a !ortaleza de un luchador. ': :,r.' "bIe, pero, en verdad, no recuerdo su nombre. Conoda las tabemas, posaderos y mozas de meson mejor que."·l~,·'· Tambien estaba un Erudito de Oxford que llevaba largo a los leprosos y mendigos. No resultaba adecuado a un hom-,,;~';(:)'.>,tiempo estudiando logical3. Su caballo era delgado como un b~e de tan distinguida posici6.n alternar con enfennos leprosos",\ ,f.::: ,poste y o.s aseguro que el no estaba mas gordo. Tenia un as­111 era convel1lente 111 lucrativo tr8lar con semejante puma;,':: }",pecto enJuto y atemperado. Se cubria con una capa corta pero si con mercaderes y acomodaclos. Por esto ofreda humi!· ,;; 'r;,"muy raida. No habia encontrado todavia subvencion y era de y amablemente sus servicios aIll donde podia sacar tajada. ~.,,~;';', :'demasiado poco mundano para ejercer un empleo.

Era el mas capacitado de todos v el mas efectivo mendi~'.:'r.;;: , cante de su comunidad. Pagaba 11l1d cantidad fija por tener el " ~~tf,:" _

, '~ E;., " 21 Juan I, 1. F6rmul,1 LUtinaria para bendecir. , , ',:' ,,~>'" 22 Orwell, puerto illgles proximo a Ipswich. Middleburgh, puerto holan'

18 DommlCOS, franClScanos, carmelitas y ,lgustinos.:: \\K' des en la isla de Walcheren; durante el periodo 1384-1388 estuvo autorizado 19 P jIb " ',1 '. l' 1nmero eran sus ama~tes; uego, JS Ch<1 ,1. :, ;:''', 'a IDlportar ana mg eS<1,

, to Este roder de absoluclon era causa (1.. l1umerosos conflictos entre los,~ :i(~~:" 23 Habia estudi<lclo el trivium (Gramatica, Ret6rica y L6gica), Seguia el parrocos y fralles, ,~"Z:~ ,cuadrivium (Aritmetica. Geometria, Astronomia y Musica).

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Preferia tener en la cabecera de su cama los 20 libros de Arist6teles encuadernados en negro 0 en roio que vestidos lujosos, el violin y el salterio. A pesar dt toda su sabiduria, guardaba poco dinero en su cofre. Gastaba en libros y erudi­cion todo 10 que podia conseguir de Slb amigos, y en pago rezaba activamente por las almas de los que Ie facilitaban di­nero para proseguir su formacion. Dediclba la maxima aten­ci6n y cuidado al estudio.

Nunca pronunciaba palabras innecesanas y hablaba siem­pre con circunspecci6n, brevedad y concisi6n, y selecto vo­cabulario. Sus palabras impulsaban hacla las virtudes mora­les. Disfrutaba estudiando y enseiiando.

No faltaba tambien un Magistrad024 , prudente y habilido­so, que frecuentaba los porches25 , y era muy conocido, dis­creto y distinguido; 0 al menos asi 10 parcda; sus palabras re­zumaban sabiduria. Habia actuado como juez en los proce­sos por real decreto y tenia jurisdicci6n plena para enjuiciar todos los casas; par su saber y reputaci6n se habia hecho acreedor a muchos regalos y vestidos. Nllnca compro nadie propiedades por tan poco; los asuntos mas embrollados los clarificaba y dejaba libres de carga.

Era el mas ocupado de los mortales y, sin embargo, toda­via 10 pareda mas de 10 que en realidad 10 estaba. Conoda todos los casos legales y decisiones que se habian dictamina­do en los procesos desde los tiempos de Guillermo el Con­quistador2 . Se sabia las leyes de memori,l.

Integraba tambien el gropo un TerLlteniente, de barba blanca como petalos de margarita. Era de temperamento san guineo27

. Por las mananas Ie apeteda pall remojado en vino.

24 EI ocupar uno de eslOs veime puestos de mclglstrado significaba a1can' zar la cumbre de la carrera de Derecho. Eran desigllcldos por el rey.

25 Aqui, concretamente, el porche de la catedr<11 de San Pablo, donde los magistrados encontraban a su clientela.

26 Duque de Normandia que derrot6 a los ingleses en Hastings (1066) y se proclam6 rey.

27 Los sanguineos se caracterizaban por su tez rubicunda, sintoma de un exceso de sangre. Segun Ja medicina medieval, a In; cuatro temperamentos: sanguineo. colerico, flematico )' melanc6lico, correspondian los cuatro Iiqui. dos 0 humores: frio, caliente, humedo y seco, de un modo variable.

f7d.l

Si EpicUIO sostenia que ia plenitud de la felici.dad conslstia en el deleite perfecto, nuestro terrateniente era verdadero rI

·.hijo suyo. En su casa eierda 1a hospitalidad en sumo grado. Era el San Julian28 de su eomarea. Su pan y cerveza poseian una calidad exquisita. Su bodega estaba repleta de vinos se­lectos. La despensa rebosaba de tortas, pescados, came...

! . Inundaba la casa de alimentos y bebidas con todos los refi­~J" ·namientos que imaginarse puedan y variaba los platos y co­

• ..~t .. midas de acuerdo con las distintas estaciones del ano. Poseia muchas perclices, bien criadas, en pequenas jaulas,

as! como peces de agu,l dulce, brecas y lucios, en un estan­que. iAy del cocinero si no condimentaba la salsa fuerte y pi­cante y no estaba preparado para cualquier eontingencia! Su comedor siempre se hailaba dispuesto a acoger posibles co­

.. mensales. Presidia frecuentemente las sesiones de los jueces de paz y

a menudo habia sido elegido representante por su conda­d029• De su cinto colgaba una pequena daga y una balsa blanca cualleche recien ordefi.ada. Habia desempeiiado tam­bien el cargo de sheriffy de supervisor en el pago de impues­tos. En resumen, era un respetabilisimo terrateniente.

Entre los demas se hallaban un Mercero, un Carpintero, un Tejedor, un Tenidor y un Tapicero, todos ataviados con li­brea uniforme, perteneciente a un gremio poderoso y hono­rable. Su atuendo era nuevo y recien repasado; sus dagas no terminaban en laton, sino que estaban delicadamente mon­tadas con plata fori ada cincelada, haciendo juego can sus cinturones y bolsas30. Cada uno parecia un autentico cluda­dano de burgo, digno de tener un lugar en el estrado de 1a casa consistorial y su capacidad y buen juicio, aparte de sufi­cientes posesiones e ingresos, para ostentar el cargo de conce­jal. Para esto todos eUos contarian con el entusiasta asenti­miento de sus esposas -de 10 contrario, dichas senoras me­recerian total reprobaci6n. Pues resulta muy agradable ser

28 Patrono de la hospitalidad. 29 Como miembro del Parlamento. 30 Todos estos indicios recalcan su posicion acaudalada. A seiialar que

ninguno de estos personajes narra un euento.

h,;l

'if ~~t~; ~lam~da «Dona» y destilar en primer lugJ! en las fiestas de la Al ;\~f·}~entos en as;rologla, ~stos conocimi~n,tos Ie perm~tian IgleSIa yque Ie lIeven a una el manto con gran .oompa. ..t: iii':':,e1eglr 1~ hora mas c,onvemente para admmistrar remedios a

HabIan Ilevado con elIos, para ,tal oC8"lon, a un Cocinero j ·~~L>:. SU~ pacle~t~s; y tellld ~ran de~treza en calcular e~ mo~ento que se quedaba solo cuando hervla polle, con huesos de tue'';:~ ~;h~; ,.,mas propICIO para fabncar tahsmanes para sus cheI~tes3 . Sa­tano, ~azonandolo con pimienta y espec'las. iY 10 bien que'~ 1~.tJ:>\·:,bia diagno~ticar toda suerte de enfermedades. y cleor q~e or­conC?Cla e1 sabor de la .cerveza de Londre:,!31. Sabia asar, freir,$~ '~?;;F,g~o 0 cual de los CUdtro humores -el calIente, el fno, el her;Ir, tostar, hace,r gUIsos y reposteria: Pcro era una ~erdade';;,i{;~,,/~u/m.edo 0 el seco- era el culpable de la ?olenCl,a. Era un ra lastlma q~e tuviera una supurante ulcna en la espmiIla, 0 >,) ~~f~:p1edlCO n:odelo. Tan pro~to como descubna el ~:>ngen de la aI menos aSl pensaba yo, pues hada budin de arroz condie ;~~':,:.:> perturbaclon, daba alll ffilsmo al enfermo la medlcma corre~­mentado can salsa blanca con los ejemplares de polIo mas "#, ,,::~i;:, ,P?ndiente, pues ~enia sus farmaceuticos a mano para sumI­selectos. '.1 'f£'1:!.,; lllstrarle drogas YJarabes. De este modo cada uno actuaba en

Se encontra~a, ademas, e~ el grupo un Marino gue vivia \~ :;}{:beneficio del otro -S\.l asociacion no ~ra recieme. El Doc,to.r en la parte ~2cCldental del palS; f!1e lmag1ll0 que procedia de,'~Y~ir; ,estaba muy v~rsadC? en ,l~s autores antlgu.os de la clase me~!I­Dartmouth . Cabalgaba 10 meJor que podia, montado so. :~\' J\:; "ca36: Esculaplo, Dloscondes, Rufo, Hall, Galena,. SeraplO, bre un caballo de granja y vestia una tti nica de basta sarga';i~'~\f.~;;:':"Rhazes, Avicena, Averr.oes, Damasceno, Constantmo, Be,r­que Ie llegaba a las rodlllas. BaJo el brz\'w llevaba una daga<4' '~;:~:;!\P~do, Gaddesd:n y GIlbert. Era ~oder~do para su proPl~ colgada de una correa que Ie rodeaba el cuello. EI dlido ve. :::r. ,~t~~;:"dieta: no contema nada superfluo, smo solo l~ q.ue era nutn­rano habia tostado su pi~l; era t?do un pi~lastre, capaz de';f;:~'Wi'~vo y di~estivo .. Raramente se,le veia con la Blbl.Ja, en las rna­ec~arse al coleto cualquler cantidad de vmo de Burdeos,';!~, .~.\.'" nps. Vestla ropaJes de color roJO sangre y azu1.gnsaceo, farra­~Ien/tras ,los mer.caderes dormia~. No tenia escrupulos de ::t: :~~~;~>,dos ~e seda y tafetin; sin embargo, no era l1l~gun maDlrr3~­nmgun genero: SI luchab.a y venela, anoJdba a sus prisione. ,~~i~;) .to, smo qu.e .ahorraba todo 10 que ganaba.graClas a la peste. ros por la borda y Ies enviaba a casa par mar, procedieran de 1{ liN>:':En la medicma, el oro es un gran reconstttuyente; y por eso ~onde fuera. Des.de, Hull a C~rtagena3 j no habia guien Ie J ;i.1~,~.'le tenia un afecto especial. . 19.ualara en c~moClmlent?S mannos para calcular mareas, co.+~ ,:tf.:.;:::· Entre nosotros se halla~a una digna Comadre que proce­r~Ien~es y cahbrar los pehgr?,s que Ie rodnban; 0 en su expe-";~ ~~~'~~!/"Qia de las cercania~. de la cmdad cIe Bath38 ; por ~esgracla, era nenCla de P1!ert?s~ navegaclOIl y camblO' de la Luna. Era un } ~1~:;' .,Ul1 poco s<:>rda. TeJIendo telas llegaba ~ superar lI:cluso a los aventurero mtrepido y astuto; su barbd habia recibido el;f· ~i0" famosos teJedores de Ypres y Gante. Nmguna mUJer ~e su l?a­azote de ~uchas tormentas y galernas. Conoda todos los .~ ~~'0rroquia osaba adelantarsele cuando se dirigia al otertono; puertos eXlstentes entre Gottland (SueCLi) y eI cabo Finiste-,* ~~~:;,·,::pues si alguna se atrevid, se enojaba hasta perder los estribos.

34rre y todas las ensenadas de Bretana y Lspaiia. Su barco se ::' t?' Sus paiiuelos eran del mas, fino lienzo; y me atrevo a de.cir llamaba Magdalena.:;. .':!'... que el que llevaba los dOll1mgos sobre 1a cabeza pesaba dlez

Nos a.companaba un Doctor en Mediuna. No tenia rival .. en cuestlOnes de medicina y cirugia, pues poseia buenos fun­

3S Los tratamlentm y medicamentos dependian del horoscopa de cada persona.

36 Esculapio, Dioscondes, Ruto y Galena eran gnegos; Hali, Serapio,31 La de mas calidad y precIO. Rhazes, Avicena, Avenoes y Damasceno, arabes; el resto, ingleses, 32 Puerto de Devonshire, famoso par ser nido cle plJ'atas y contrabandistas. 37 La peste diezmo oJ L1 poblacion inglesa durante las plagas de 1348, 33 Desde Hull, en !a costa inglesa de Yorkshire, j l.lsta este puerto medite­ 1361, 1369 y 1376,mineo espanal.

38 Probablemente S. Michael's, suburbia de Bath, clonde se ubicaban los jq P:m practical' el contrabando. telares.

r76] [77J

libras. Sus medias eran del mas hermoso culor escarlata y las llevaba tensas; calzaba relucientes zapatos nuevos; su rostra era bello; su expresi6n, altanera, y su talanLc, gracioso. Toda su vida habia sido una mujer respetable. Se habia casado consecutivamente por la Iglesia con cinco maridos, sin con­tar sus varios amores de juventud, de los que no es preciso hablar ahora. Habia visitado ]erusalen tr<:~ veces y cruzado muchisimos rios del extranjero; habia est<ldo en Roma, en Boulogne, en la catedral de Santiago de (~~ompostela y en Colonia39, par 10 que sabia muchisimo ck viajes. Por cieno que tenia los dientes separados40

• Montab,' c6rnodamente a 10mos de un caballo cansino y cubria su cabcza con una toea y un sombrero que mas parecia un escudo ,) coraza. Una fa1­da exterior cubria sus anchas caderas, miel1lras que en sus ta­lones llevaba un par de puntiagudas espueLls. Cuando tenia compania, reia con sonoras carca)adas. Sin duda conoda to­dos los remedios para el arnor, pues en ese juego habia sido maestra.

Nos acompanaba tambien un hombre religioso y bueno, Parroco de una ciudad, pobre en dinero, pero rico en santas obras y pensamientos. Era, ademas, hombll: culto, un erudi­to que predicaba la verdad del Evangelio de Jesucristo yen­senaba con devoci6n a sus feligreses, De uracter apacible y bonach6n, buen trabajador y paciente ell la adversidad -pues habia estado sometido con frecuellcia a duras prue­bas-, se sentia reacio a excomulgarH a los que dejaban de pagar el diezmo. A decir verdad, solia repJltir entre los po­bres de su parroquia 10 que Ie habian dado los ricos, 010 que tenia de su propio peculio, pues se las ,ureglaba para vivir con muy poco. A pesar de regentar una p<1rroquia extensa, con pocas casas y l11uy distantes entre SJ, III la lluvia ni el trueno, ni la enfermedad ni el infortunio Je I mpedian ir a pie, con la vara en la mano, a visitar a sus feligrl:.'ses mas alejados, tanto si eran de alta alcurnia como de bajcl condician. A su

39 EI santuario de los Tres Reyes Magos. "0 £1 tener los dienres sepamdos era signo de JUK!\",l. EI Prulago til (tlmto

do La Comadre de Bath corrobora este supuesto, 41 Wydifft ~e rebe\6 contra estadase de eXCOlmmH~\\.

[78)

I"

/'" '

1,~ .; grey Ie daba el hermoso ejemplo de practicar, luego predicar. Era un precepto que habia sacado del Evangelio, al que ana­

~'';~ dia este proverbio: «5i el oro puede oxidarse, (que es 10 que hara el hierro?» Pues si el cura en el que conflamos esta co­

l~~ rrompido, nadie debe maravillarse de que el hombre corrien­!,)" ~;~: te se corrompa tam bien. iQlle tomen nota los sacerdotes! i-·.-,.

~No es una verguenz~l que el pastor se halle cubierto de es­tiercol mientras sus ovejas estim limpias? .7',

,,' Al sacerdote correspon,de dar ejemplo a su rebailo con una ~:' vida pura y sin macula, El no era de los que recogian su be­J.:( neficia y dejaban a las ovejas revo1dndose en el fango mien­. tras corrian a la catedral de San Pablo en Londres en pos de'ti!r' ­

una vida Hcil, como una chantria, en 1a que les pagaran para cantar misas por el alma de los difuntos, 0 una capellania en uno de los gremios, smo de los que permanecian en casa vi­gilantes sobre su rebai'lo para que ellobo no Ie hiciese dano,

"

Era un pastor de ovejas, no un sacerdote mercenari042• Pero, "j'a pesar de su virtud, no de5preciaba al pecador. Su forma de ,.J

hablar no era ni distante ni severa; al reves, se mostraba con­ ~

~ siderado y benigno al impartir sus ensenanzas. Se esforzaba ,~

~ en ganar adeptos para el cielo mediante el ejemp10 de una ~'

.~

vida modelica. Sin embargo, 5i alguien -sin importarle su ~ .~ .~rango- se empenaba en ser obstinado, jamas dudaba en ;t.'propinarle una sever<l amonestaci6n. Me atreveria a decir '"If

que no existe en parte alguna mejor sacerdote. Nunca busca­ :'iJt! ,'Jl

ba ser objeto de ceremollias 0 de especial deferencia, y su ,'.,1' . ~:

'" eonciencia no era excesivamente escrupulosa. Enseilaba, es Ii '~:::.: 'i,.yerdad, el Evangelio cle Jesucristo y sus doce Ap6stoles; pero i;

~'" el era el primero en curnplirlo al pie de la letra. ,;1\ j

):j. Venia can el su hermano, un Labrador. iLa de cargas de es· "/i' , tiereol que habia llevado en el carro este buen y fiel trabaja­

;: :'dor! Vivia en paz y annonia con todos. En primer lugar, :',' :,:amaba a Dios con todo su corazan, tanto en los buenos /"';\,tie~P?s como e? los malO5; luego ~maba. a su pr6jimo como ::\,: a,:slmlsm043

. Tnllaba, cavaba y abna zanJas y, por arnor a Je­

,,42 Los mercenarios eran s'lCerdotes que se sustentaban a base de celebrar ,,·~m\sas.

',: 43Compendio del cristial1lst11o. (efr. Mateo, XXII: 37·39.)

r ,

sucristo, cuando SUS caudales se 10 permitian, hacia 10 mismo para cualquier persona pobre sin percibir emolumento alguno. Pagaba eI justo diezmo, tanto por sus cosechas como par el au­mento de su ganado, sin escatimar nada. Cabalgaba humilde­mente sobre una yegua y vestia una holf~ada camisa de labriego.

Por ultimo, habia un AdministradGl, un Molinero, un Ai­guacil, un Bulero, un Intendente y, eI {lltimo de rodas, yo.

El Molinero era un sujero alto y tarnido, de osamenta ';1 grande y poderosos musculos que uti Itzaba a las mil maravi­ii, lias en las justas de lucha de un extrema al otro del pais, puesI,

" E. se llevaba el premio en cada una de elLls, Era rechoncho, cua­drado y musculoso; no habfa puerta que no pudiera sacar de sus goznes 0 derribar1a embistiendola con la cabeza. Su bar­ba era pelirroja como el pelaje de und zorra 0 las cerdas de una marrana, y par su anchura, semejante a una azada. En el lado derecho de la punta de la nariz tUlia una verruga de la que surgia un penacho de pelos rojos parecidos a las cerdas de la oreja de un puerco, Sus fosas nasales eran inmensas y negras. En bandolera cenia espada y escudo. Tenia una boca­za ancha como la puerta de un homo y su hablar era general­mente obsceno y picante, Contaba chlstes irreverentes y era todo un parlanchian goliardico44 . Y h8)1 que ver 10 bien que se sabia todos los trucos de su oficio, como sisar grano y co­brar tres veces el justo valor; sin embargo, era bastante hon­rado para ser molinero. Vestia una chaqueta blanca y una ca­peruza azul y nos saco de la ciudad aJ son alegre de 1a gaita.

Otro personaje era Intendente de uno de los Colegios de Abogados, que podia haber servido de modelo a todos los proveedores par su astucia al comprar viveres; pues, tanto si pagaba al contado como si compraba ;i credito, vigilaba los precios del momenta, par 10 que siempre era el primero en entrar y hacer una buena compra. Ahora bien, <no es nota­ble ejemplo de la gracia de Dios que el lllgenio de un hom­bre sin educacion, como este, sobrepasase la sabiduria de un grupo de hombres cultos? Sus superiores eran mas de trein­ta, y todos elIas eruditos y expertos en Cllestiones legales. Ha­

-14 Los goliardos eran clerigos vJgabundos de b,l;,l reputaci6n.

[80]

bia una docena de ellos en el Colegio capaces de rnanejar las rentas y las tierras de cualquier par de Inglaterra de modo que, a no ser que este fuese un loco despilf~mador, podria vi­vir honorablemente y libre de deudas con sus ingresos, 0, al menos, del modo sencillo que Ie gustase; capaces tambien de asesorar a todo un condado sabre cualquier pleito que pudie­ra surgir. A pes,lI' de todo ello, este tal administrador podia enganar a todos elIas juntos,

Era un hombre delgado y colerico. Apuraba el afeitado de su barba al maximo y recortaba los cabellos airededor de sus orejas dejandolos muy cortos; Ja parte superior de 1a cabeza 1a llevaba tundida par delante como si fuera la de un sacer­dote. Sus piernas, largas y escuilidas, paredan estacas; sus pantorrillas no se veian. Cuidaba hibilmente de las arcas y graneros; ningun interventor podia con el. Observmdo la se­quia y las precipitaciones de lluvia podia estirnar can bastan­te precisi6n el rendimiento de sus semilias y granos. Todo el ganado de su duefio, tanto bovino como vacuno, porcino y caballar, la producci6n de leche y las aves de corral, estaban a cargo de este hombre, que habia tenido que rendir cuentas desde que su amo cumpli6 los veinte anos. Nadie podia de­mostrar que iba atrasado en los pagos. Estaba al corriente de todos los trucos y timos realizados por los administradores, vaqueros y trabajadores de la granja, por 10 que Ie temian como a 1a peste. Residia en una bonita casa sombreada por frondosos arboles y circundada par un prado. Sabia comprar mejor que su dueiio y habia sido capaz de almacenar bienes secretamente. Era muy ducho en obsequiar a su arno can re­galos que ya Ie pertenecian, par 10 que, al mismo tiempo que conseguia ganar su aprecio, obtenia el obsequio de un traje 0

una caperuza. De joven habia aprendido un buen oficio en el que era muy diestro: el de carpintero. Montaba una robus­ta jaca de color gris, moteada, a 1a que llamaba «ESCOces3». Vestia un largo gaban azul; de su cinto colgaba una espada herrumbrosa. Procedia de los alrededores de 1a ciudad de Bawdeswell, en Norfolk4s• Llevaba el gaban recogido con un

45 Chaucer tuvo relaciones profesionales con esta zona de Inglaterra.

J :

cefiidor, al estilo de los frailes, y siempre l fa el que cerraba el cortejo cuando cabalgabamos,

I' En la posada, entre nosotras, habia uu Alguacil de menu­dos ojos y rostra encendido como el de llil querubin46

, total­mente cubierto de granos. Era cachondo y lascivo como un gonion. Los ninos se asustaban de su GU~l can sus roil.osas ce­jas negras y su escualida barba. Ni el men:urio, el blanco de plomo, el azufre, el borax, el albayalde, l \ cn~mor tartaro ni otros unguentos que limpian y queman jJodian librarle de las blancas pustulas 0 de los botones granuk·ntos que llenaban sus mejillas. Tenia una gran pasion POt ios ajos, cebollas y puerros47 y por beber un fuerte vino tiniu raja como la san­gre de taro, que Ie hacia bramar y charla I como si estuviera chiflado; cuando estaba realmente bon'lC.ho de vino no ha­blaba mas que en latin. Sabia dos a tres tnminos legales que habia aprendido de algun edicto, 10 qut' no es de extranar, puesto que oia latin durante todo el dia, 1lues, como se sabe, cualquier individuo puede enseii.ar a un grajo a pronunciar wat 48 igual que el mismisimo Papa. Sin embargo, si se hurga­ba mas en el, se descubria que era poco profundo; todo 10 que sabia hacer era repetir como un Imu questio quidjuris49

una y otra vez. Era un tipo sinvergiienza y campech81\1 l, tan bueno como

ustedes puedan imaginar. Por un litro eSC1SO de vino permi­tia a cualquier camarada conservar su concubina durante un ano y, ademas, Ie perdonaba. Ademas er.i muy capaz de se­ducir a una mujer. Si alguna vez hallab~1 ,I un tipo amanela­do con una chica, solia decide que no Sc preocupara por la excomuni6n del Arcedic!.no para tal caso, :.1 menos que creye­ra que su boisa se hallaba en ellugar de Sl! ,llma, pues era pre­cisamente en la bolsa donde seria castigado. ,(fu bolsa es el infiemo del Arcediano», soJia decir. Pem estoy segura de que mentia como un bellaco; los culpables deben temer e1 signi­

46 Los rostros de los miembros de esta Orden angelic'a son muy rubicundos. 47 Segun Ia ciencia medieval, alimentos af"rodlslacos y causantes de

pUslUlas. q& Abrevio.turl\ de Wultcr; cm \a pulabr<\ ttpIC,\ qUt y tn~efy~ba a tas cotorras. 4~ «La cuesti6n es (que ~lpart<1do legal se aplica i,

ro~ 1

ficavit5° porque desu'uye el alma de 1a misma forma que fa ab­solucion la salva, y, por consiguiente, tambien debia estar al

t cuidado del mandato judicial que los metia en la drcel. To­das las prostitutas ]ovenes de la diocesis estaban enteramente

:'~ bajo su dominio, puesto que era su confidente y {mico ase­sor y consejero. Este alguacil habia colocado sabre su cabeza I: una guirnalda tan grande como las que cuelgan de las faeha­

.~.\' ..

'f'" das de las cervecerias. Llevaba un escudo redondo como una " -\'

torta. .. Con el cabalgabd un digno Bulero de Rouncivalsl , su ami­

go y compail.ero del alma, que habia llegado directamente desde el Vaticano de Roma. Canturreaba en voz alta "Acerca­te, amop,52, mientrcls el alguacil entonaba la parte baja can mas estridencia que una trompeta. El cabello de este Bulera tenia el color amarillo cualla cera y 10 llevaba lustroso y bri­Hante como madeja de lino; los rizos Ie caian en pequenos grupos extendidos sobre sus hombros, en donde descansa­

:~:', . ban en forma de mechones tlnamente esparcidos. Se sentia \' mas comodo cuando andaba sin eaperuza, que llevaba meti­I), da en un hato. POl' el hecho de llevar el cabello suelto y sin

l

~)':', 1." cubrir, salvo por un pequeno solideo, pensaba estar a la ulti­

ma moda. Tenia unos grandes ojos saltones como los de un conejo. En la parte illterior del solideo llevaba cosida una pe­queiia reproducci6n del lienzo de la Veronica. Su eartera, que apoyaba en su regazo, iba llena a reventar de indulgen­cias, todavia calentitas, procedentes de Roma. Tenia una voz delgada como de cabra y su rostro no mostraba ni el menor vestigio de barba, que pareda 110 tener ganas de crecer; su cu­tis era tan fino como acabado de afeitar. Lo tome par castra­do 0 invertido. Pero en cuanto a su profesion, desde Berwick f' a Ware53 no habia bulero que Ie llegase a la suela del zapato,

.It,j~, "";':".." puesto que en su bolsa guardaba una funda de almohada

'~.: 50 Las palabras que encabezaban un oficio de excomuni6n eran: <<Signifi­

cavit nobis venerabilis pater.» 51 Hospital en Charing Cross (Londres), que dependia de la Orden de.:~., ....' J .. Nuestra Seil0ra de Roncesvalles (Navarra). ., ~£ ":' S2 Popular canci6n elt' ,lmor. ;J Desde un extreme de Ingbterra alouD, a saber, desde Berwick-on Twe­

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ed (Edimburgo) basta W~le (Londres).}

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que, seg{111 el deda, estaba hecha del velo de Nuestra Senora. Aseguraba poseer un fragrnento de la vela de Ia barca perte­

1\ neciente a San Pedro cuando intento cammar sobre las aguas " 'i: y Jesucristo Ie sostuvo. Tenia una cruz de laton montada en

guijarros y un relicario de vidrio Ileno (i,~ huesos de cerdo. Sin embargo, cuando tropezaba con Ull pobre clerigo cam­pesino sabia haeer mas dinero en un diC1 ,;on dichas reliquias que el clerigo en dos meses. Es decir, pOl media de una des­carada adulaci6n y un poco de pases y visajes se metia al cle­rigo y a su gente en el bolsillo. 5i queremos ser justos con el, en la iglesia era, desde todos los puntm de vista, un buen eclesiastico. Leia d la perfecci6n un paS;\Je 0 una parabola, pero sobresalia en el himno del ofertono. porque despues de haberlo cantado, consciente de que ten).' que predicar, sabia

.'

';··,'I.,f

,.,,:'. . r"'"muy bien como hacer soltar dinero a los fieles con su hablar : E;:

meloso. Par eso siempre cantaba can grail fuerza y alegria. .«iI .,\:' .....IBasta aqui les he descrito a ustedes en poeas palabras la

clase de gente, atuendo y numero que rormaba nuestro gru­po y la razon por la que se reunieron en esta excelente posa­da de 50uthwark, «El Tabardo'), allado mismo de «La Cam­pana»54. Ha llegado ya el momenta de contarles la forma de comportamos 1a noche en que llegamo\ a la posada; luego les hablare de nuestro viaje y del resto (lei peregrinaje. Pero, en primer lugar, debo rogar a ustedes indulgencia en no atri­buirme falta de refinamiento si utilizo aqLll un lenguaje sen· cillo al dar euenta de su conversaci6n y conducta y reproduz­co las palabras exactas que utilizaron. Pues ya saben ustedes tan bien como yo que quien repite una historia 0 un cuento que ha explicado otro, debe hacerlo reproduciendo can la maxima fidelidad posible las palabras que se Ie han confiado, par grosero 0 descuidado que sea su lenguaje; de otro modo debe falsificar el cuento 0 reinventarlo 0 encontrar nuevas palabras para relatarlo. Aunque e1 hombre sea su hermano, no debe contenerse sino utilizar las palabras que us6, cuales­quiera que fueren. En 1a Biblia, el lenguaje del propio Jesu­cristo es claro y directo; pero, como ustedes saben, esta con­

54 Nombre de un famoso -y legalizado-- prostibulo londinense de aguel tlempo.

r841

dici6n no constituye ningun atentado a1 buen gusto. Ade­mas, Platon dice (como cualguiera gue Ie lea puede compro­bar por SI mismo): «Las palabras deben corresponder a la ac­ci6n»55. Por ella Ies ruego que me perdonen si en este relato no presto la debida atenci6n a1 rango de las personas en el or­den en que debierall aparecer. No soy tall listo como ustedes podrian suponer.

Nuestro Anfitrion nos recibi6 con los brazos abiertos a to­dos y nos asign6 inmediatamente lugares para la cena. Nos sirvio las mejores viandas; el vino era fuerte y nos apeteda beber. Era un indlviduo de aspecto sorprendente, un adecua­do maestro de cerernonias para cualguier sala. Era corpulen­to, de ojos saltones (no hay ciudadano en Cheapside56 con mejor presencia que el), atrevido en el hablar, pero astuto y cortes; un hombre de cuerpo entero. Ademas era bastante bromista, puesto que, despues de cenar, cuando habiamos pagado cada uno 1a cuenta, empezo a hablar de proporcio­namos diversion, diciendo:

-Damas y caballeros: bienvenidos. Les day mi palabra de que no miento si atlrmo que no he visto compania mas agra­dable bajo mi techo en 10 que va de arlO. Si supieran como me gustaria proporcionarles alguna diversion... Pem acaba de ocurrirseme un juego que les divertid. y no les va a costar ni un penique. Ustedes van a Canterbury. iQ!1e tengan un buen viaje y que el santo martir les recompense! Sin embar­go, pueden divertirse relatando cuentos durante el camino. No tiene sentido cabalgar mudos como estatuas. Por ella, tal como les acabo de decir, ideare un juego que les aporte a1gu­na diversion. Si les gusta, acepten unanimemente rni deci­sion y hagan 10 que les indicare cuando partan manana. Les jufO por el alma de mi padre que podran cortarme la cabeza si no 10 pasan bien. Ni una palabra mas. iLevanten todos la mano!

No tardamos mucho en decidimos. No vimos ventaja al­guna en discutir su propuesta, par 10 que la aceptamos sin re­chistar y Ie rogamos que nos diese las ordenes pertinentes.

55 Timareus 29. 56 Arteria comerClnl de Londres.

ro~ 1

-Damas y caballeros -empezo el anfitrion-, haganse a S1 mismos un favor y escuchen 10 que voy a elecir y no menos· precien mis palabras. En resumen, he ahi mi propuesta: cada uno de ustedes, para que el camino les parezca mas corto, de­bed. contar dos cuentos durante el viaje. ~liero decir, dos en la ida y dos en la vuelta. Cuentos del eSlilo de «erase una vez...». El que relate su historia mejor -con el argumento mas edificante y divertido- sed. obsequiado con un banque­te a costa del resto del grupo, aqui, en esta posada y bajo este mismo techo, al regresar de Canterbury. Y para hacerlo mas divertido, tendre mucho gusto en cabalgar junto a ustedes a mis propias expensas y en ser su guia. El que no se someta a mi decision debera pagar todos los gastos del trayecto. Aho­ra, si ustedes estan de acuerdo, haganmelo saber enseguida, sin mas dilaci6n, y etectuare los preparativos pertinentes.

Su propuesta fue aceptada. Alegremente Ie dimas palabra y Ie encarecimos que, tal como habia manifestado, fuera nuestro gUla, juez y arbitro de nuestros reiatos y que dispu­siera una cena a un precio fijo de antemano. Aceptamos ser gobernados por sus decisiones en todo, par 10 que unanime­mente nos sometimos a su buen juicio. Entonces mand6 a buscar mas vino, y cuando nos 10 hubimos bebido, nos fui­mos a la cama sin dilaci6n.

A la manana siguiente nuestro anfitrion se levant6 al rom­per el alba, nos despert6 y nos [euni6 a todos en grupo. Sali­mos cabalgando un poco mas rapido que al paso, hasta que llegamos al abrevadero de Santo Tomass7 , donde nuestro an· Btri6n tir6 de la brida de su caballo y dijo:

-Damas y caballeros, iatiendan, pOl' Lrvor! ~Recuerdan 10 que prometieron? 5i en esta manana perslsten en la misma idea que tenian anoche, vamos a ver a quien Ie toea contar el primer cuento. El que se rebele contra mis disposiciones ten­dra que pagar todo 10 que gastemos pOl el camino; de 10 contrario, que nunca mas beba ni una sola gota. Ahora, an· tes de proseguir, echemos suertes.

-Senor caballero -ciijo el-, ~quiere su senoria echar las suertes?, pues esta es mi voluntad. Acerquese mas, mi senora

57 Arroyo ados millas de Londres.

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priora, y usted tambien, senor erudito; abandonen esa timi­dez y actitud comedida. iTodos a echar suertes!

Todos pusieron manos a la obra. Por cierto que, sea par ca­sualidad, destino 0 fatalidad, la verdad es que Ie taco 1a chi­na al caballero, para de1eite de tados. Par 10 que ahara Ie co­rresponde a el relatar su historia, de acuerdo con 10 estipula­do y segun 10 descrito. ~Q1e mas puedo decir yo? Cuando el buen hombre vio como estaban las casas, con gran sensatez cumpli6 la promesa que habfa hecho libremente, y dijo:

-Ya que me corTesponde a mi iniciar el juego, as! sea, ipor Dios! y ibendita sea mi suerte! Ahora sigamos cabal­gando y escuchad Jo que voy a decir.

Proseguimos nuestro viaje a caballo y enseguida empezo su animado relata can estas palabras.

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PROLOGO DEL ERUDITO •.; I,' .,,~

',',"::~:~~'Pl,"l',J,'"Wtt::~ \;~ ~~.. ' SENOR erudito de Oxford -dijo nuestro anfitri6n-.

:',';~x :;j~;;.",:: _ Vais .haciendo camino en vues.tra ca~,algadura, . ti.!~ :i:;',: mustlo y callado como una chica reelen casada ;~i~" ~!T, "cuanclo par primera vez se sienta a 1a mesa a comer. No as .:;::~ ~\t'/; he oido una so,l~ palabra de vuestra bo~a en todo el dia. ~~­"~~ ;?s',: pongo que estals, mednando so}Jre a1gun p~oblerna filoson­,::ki t,:;, co; pero, como bIen dIce S~lomon~, hay un be,ropo para cada , 'f;J ~\.(I" cosa. Var:nos, por favOl, ammaos. Este no es tlempo para an­: ,:',~ ~tl;. I .' dar medltando. Mantened vuestra promesa y contadnos al­::~t !t:> gUn cuento agradable, lJues todos los que hernos entrado en ;:::~~ :~'fy el juego tenemos que obedecer las reglas. Solamente que no

~> queremos sermones 111 que trateis de hacernos llorar par :;':,nuestros pecados como acostumbra un fraile par cuaresma; :::, yprocurad tambien que vuestro relata no nos haga caer dor­

"';/. midas. Contadnos un estupendo cuento de aventuras y guar­tr'c:daos vuestras flores de ret6rica y vuestras figuras de dicci6n ..A;X:·hasta que necesiteis el lenguaje de altos vuelos que la gente ~~X2:utiliza para es.c,ribir a los reyes y a otro~. de ele.vada alcurnia. {t£: 'Para esta ocaSlon as rogamos que hablels senclllamente para

.c;i:~'if. ':4;;:", que podamos entender 10 que deds. .:( '~K':" -Anfitri6n -repusa el buen erudito, de buen talante-, '~f' ;1':,me hallo bajo vuestra vZ!ra de mando; de momenta sois e1."' '. .. v-r;~' .

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que gobierna, por 10 que me declaro perfectamente dispues­to a doblegarme a 10 que ordeneis (dentro de 10 razonable, claro esd.).

Os eontare un cuento que oi en Pad"Lu de un exce1ente erudito que era merecidamente respetadQ por todo 10 que hada y deda. Ahora esta ya muerto y entenado. Pido aDios descanso para su alma.

Este erudito se llamaba Francisco Petrarca, el laureado poeta2, cuya dulce elocuencia ilumino a toela Italia de poesia; de identica forma que Lignan03 10 hizo COil la filosofia, el de­recho y otras ramas especiales del saber. Pe ro la muerte, que no nos permitira que vivamos en este mUlldo ni durante un abrir y cerrar de ojos, se los llevo a ambos; wdos nosotros de­bemos morir.

Pero sigamos con 10 que estaba diciendo de este hombre distinguido que me conto esta historia. Dejadme explicar que antes de escribir la parte principal del cuento, cornpuso un prologo de estilo ret6rico, en el que daba una descripci6n del Piamonte y de la region alrededor de Saluzzo. Tambien habl6 de los Apeninos, aquellas altas colil las que forman e1 limite de la Lombardia occidental y, en particular, del monte Vis04, en el que el rio Po tiene su origen, empezando por un pequeno pozo y luego creciendo mientras fluye hacia el Este, en direecion a Emilia, Ferrara y Vene~ia. Todo esto sera fiUy largo de dar en detalle, y realmente, t'll mi opinion, pa­reee irre1evante excepto para introducir SLJ relato. Pero aqui esta su cuento, que podeis escuchar, si que !·eis.

2 EI Senado romano Ie coron6 el domingo de Pa" Ll<l de 1341. 3 Profesor de Derecho Canonico en la Universid,u de Bolonia. 4 Cima de los «Alpi Colzie» (3.841 metros de altillJd), que domina tada

la region de SaluzlO.

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2

EL CUENTO DEL ERUDITOs

EN la parte occidental de Italia, al pie del nevada monte

Viso, se ubica una llanura rica y feraz, salpicada de ciu­dades y castillos fundados en tiernpos de nuestros an­

tepasados. Otras muchas hermosas vistas pueden contem­plarse en esta magnifica regi6n, Hamada Saluzzo. Un mar­ques era dueiio de la comarca, como sus antepasadDs 10 fue­ron antes que d. Cada uno de sus subditos, fuese rico 0

pobre, obededa sus menores deseos. Asi, de este modo, par el favor que Ie dispensaba la Fortuna, vivi6 largo tiempo en completa felicidad, amado y temido tanto por los nobles como por los plebeyos. En cuanto a su linaje, perteneda a la mas elevada cuna en Lombardia; de aspecto bien parecido, fuerte y ileno de juventud; era adernas muy honorable y cor­tes, asi como bastante prudente en el gobierno de su pais, sal­vo por un par de cosas en las que no llegaba a perfecto. Este

, joven principe atendia al nombre de Walter. . ~:t'/ ~ero si algo habi~ que reprocharle era esto: no pensaba ja­

mas en 10 que podna suceder en el futuro. Su mente se con­centraba totalmente en e1 placer del momenta, como par

5 La tematica de este cuento gozo de amplia difusi6n durante la epaca medieval. Durante eI siglo XlV circularon nueve versiones diferentes. Baste decir que Boccaccio y Petrarca 10 pusieron en boga. Este cuento se incluye en El Decamer6n. Petrarca 10 trJd ujo allatin y, a su vez, esta version fue traduci· da al frances. Chaucer utilizo una de las cuatro traducciones &ancesas.

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ejemplo en cazar y en la practica de la cetrerLl por aquella co­marca. Practicamente se despreocupaba de ludos sus demas deberes. Y 10 peor de todo: pasase 10 que p,J~ase, no queria tomar esposa.

Sin embargo, su pueblo 10 lamentaba t8lHO, que un dia acudieron a el en tropel, y uno de eUm -que era el mas sa­bio y el de mayor experiencia, 0 sea el hombre' al que era mas probable prestase oidos el principe, quiz;l porque sabia como exponer casos peliagudos como ese- 11 ablo asi al mar­ques:

-Oh, noble marques; vuestra humanidad nos da confian­za, asi como osadia, para deciros 10 que nos preocupa, siem­pre que sea necesario. Ahora, que Vuestra Gracia se digne permitimos que expongamos nuestra triste Cjlleja. Qye vues­tros oidos no se nieguen a escuchar nuestra \ oz.

»Aunque a mi este asunto no me afecta mas que a eual· quiera de los aqui presentes, sin embargo, como sea que, amado principe, siempre me habeis distingUldo con vuestro favor, soy el que mas se atreve a pediros que I)resteis atencian a nuestra peticion. Despues haced, senor, 10 que considereis meJor.

»Realmente, senor, nosotros os apreciamu'> y estimamos a vas y a vuestras obras, y siempre ha sido de cste modo; tan­to es asi que no podemos imaginar que se pLleda vivir meior y can mayor felicidad, salvo par una cosa, .;enor. Par favor, si os decidierais a elegir esposa, entonces los corazones de vuestros subditos estarian comp1etamente uanquilos. Dig· naos doblegar vuestra alta cerviz bajo este feliz yugo que los hombres llaman desposorio 0 matrimonio: eS e1 yugo de do­minio, no de esdavitud. Ademas, senor, cunsiderad, entre vuestros pensamientos mas selectos, como uuestros dias van discurriendo de uno u otro modo; tanto SI jormimos como si estamos en vigilia, si cabalgamos 0 vag,lmos por ahi, el tiempo siempre huye y no espera a nadie.

»Y, aunque vos estais todavia en la prime i d flor de vuestta iuventud, la edad provecta se va acercando silenciosa como una tumba. Mientras, 1a muerte nos amenala a todas edades, derribando a hombres de toda clase y concl: cion: nadie esca­pa; pues, tan seguro como que cada uno ,Ie nosottos sabe

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que debe morir, asimismo ignora totalmente el dia en que Ie sobrevendra la muerte,

»)Entonces creed en L1 sinceridad de nuestras intenciones, pues nunca hasta el momenta presente hemos rehusado prestaros obediencia. Asi, pues, senor, si estais dispuesto a aceptar, os elegiremos una esposa nacida en la familia mas noble y encumbrada de todo el pais, para que -hasta don-de nosotros seamos capaces de juzgar- 1a elecci6n parezca honorable a los ojos del Cielo. Por el amor de Dios que esta

., :,en 10 alto, libradnos de esta perpetua preoeupaci6n tomando esposa. '~(j ~G<A

,)Pue~ si ocurriera (iDLOS no 10 ~uiera!) que a vu~stra muer-]'L~."~,z~j te termmase vuestro lmale y algun sucesor extran/ero se en- ~ -- .. cargase de vuestra herencia, jay de nosotros, pobres de noso- ::,~ tros! Por consiguiente, os emplazamos a que as caseis cuan­ . 1­

to antes. :~ Esta humi1de petici6n y sus miradas suplicantes llegaron"~

al corazan del marques, .. ; -Mi amado pueblo, vosotros quen§is forzarme a hacer ;' , J

algo q~e. nunca pense en hacer -replico el-, Yo disfruto '. ;:~I con m1 hbertad, una cosa que raras veces se conSlgue estan- \~~ ~\: do casado; pero aunque hasta ahora estuve libre, debo ahara J hacerme esclavo. Veo 101 sinceridad de vuestras intenciones, y,i~ como siempre he hecho, conflare en vuestro buen sentido. :1 Par tanto, libre y vo1unrariamente, consiento en casarme 10 ~~ antes que pueda. Pero en 10 que coneieme a vuestra oferta de .:~ hoy de elegirme esposa, deiadme que os libre de 1a carga de tal'~~ elecei6n: Os pido que a~andoneis ~~stra idea. v~.,f~

, »El Oe1o sabe muy bIen que los h1J05 a menudo no se pa'>,[J ~j~ recen a los padres, pues toda bondad provi~ne de Dios y no ~::~

... del troneo del que uno es engendrado y pando. Cfmfio en la :~, bondad de Dios, y, por consiguiente, Ie confia a El mi matri· .• monio, mi rango, poslcion y tranquilidad de espiritu: que se ., haga su voluntad. De] adme, pues, solo en la eleceion de es· 'j posa acepto esta responsabilidad. Pero os pido -por vues-;~

tras vidas os conmino- a que me prometciis que honrareis a 1Jf ~ .la esposa que elija como si fuese la mism,isima hija del em~e- /.i radar, de pal.abra y de be~hos, tanto aqUl como en cualqu1er,m' otra parte mlentras ella VIva. ,~

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:.~ .,~.~;ti~' ~4 ,.·tI':'!t~ - ~ 'k . ,»Ad~mas, me de,~eis jurar que ni os oponclreis a mi e1ec.,,',A~li ".~,:" pero si tengo que hablcn de la bel1eza de 1a bondad, elltOn-. "j'

, fClan ill murfi~rarelS .er: contra de ella. Ya que, a petici6n,,,·.i~~,,iW;,,ces ella era Ia mas hermosa que alumbra el sol. Como habia ~~ ~

vuestra~ renunclO ,a fit hbertad, os 10 aseguro tambien: en la"':t:~t,~ i~\~~;~;sido criada en la pobreza, jamas un deseo sensual habia man­ ~ ~'i;~'l~que alh p~.nga fil cora~o.n, con ella me, casare; Y'. a menos:i:ii..;, .',tv~\,.:.~illado su corazon; su.bebid~ provenia con mayor frecuencia ),~, uQI )I"~" f'

l)\. ~ f,"que ace~~eIs estas c~ndlclOnes, os tendre qut' pedir que no. j~ /WCdel p~zo que del barnl de VInO; como amaba la virtud, esta­me hab1eIs nu~ca mas de este asu,nto. ,"~~ i~~\":~ba mas compenetrada can el trabajo pesado que con 1a dul-

A ~o~o ello Juraron su co~f~rmidad de todo corazon y par. ':;:(f~1j~;t.:c~ h,01ganza. " . un~mlclad. Solamen~e Ie pldieron, a!1tes de marcharse, gue,,"~~ ,S~~' ~ SIll embargo, a pesar de su Juventud, su,pecho v,lrgen a1­tuvlese 1a bondad de fiJa~, 10 antes poslble, un,] fecha detenru,. '.'~~ ;;#,' bergaba una gran ftrmezcl y mad~rez de espmlU. CUldaba, ~e n.ada para 1a bocla, Pues mcluso entonces el pueblo temia, en:'~~' }s',·· su p~bre padre, y? en,trado en anos, can la ~ayor de~oclOn h/"/

A clet;:0 mod?, qlfe, despues de todo" el r:narques 110 se casase. A~.·" .~l..,:: Y,canno. Ella soha hIlar J~nto a su rueca ffilentras vlgIlaba1v''l'4 , E~ menClOn.? U?, dla que Ie venIa bIen y en el que se casa->~\r. ~~:: ' como sus pocas oV~Jas paC1an en el campo, y solamente hOIJ ',; n~ sm fa1~a, AiiadlO que SI fiJaba 1a fecha era porque se 10 ha- . '~'~, ~fi~':"i gaba cuando dormla. ,CN~ ' blan pedl~o, Por su p~r:t~, todo~ ellos se arrodillaron y con;::,~; ';t~~:,:" AI regresar a ~asa, a mel1udo traia rake; y otras hlerbas que g~an humlldad y sumlSlon Ie dleron las gracldS. Luego, ha- ':'J '~tl troceaba y hervla para comer; luego hacla su lecho, un duro blendo cons~guido slf prop6sito, regresaro!1 ,] sus hogares,. ::)~ ;St. ~amastro, e~ modo alguno blan~~; y asi ~1a?tenia vivo a su

EI marqu~s mando en el a~to a sus ofiClales que dispusie- . 'tif4.- ,'~+r" p~~re mostrandole toda tel .~evoclon y ded1C~ndole todos los ran los .festeJos de la boda. DIO todas las orclcnes que crey6 ' "Tf.~;, "..i~<: cutdados qu~ todo, buen hlJO da a su progel11tor. necesar~as a sus c.aballeros y escuderos personales, quienes 1as':~ f~L: E1 marques habla observado frecuentemente a esta deshe­obede~l~ron haclendo cada uno todo 10 posible para homar +:K 'i> ,redada criatur~ cuando habia salido a cazar r:nontad? en s~ laocaSlon.:-:- rtf; caba1gadura. Sm embargo, cuando por casuahdad vela a Gn­

selda l no era con los luminosos ojos de conquistador que la ACABA AQuf LA PRIMERA PARTf :miraba, sino que, &ecuentemente, contemplaba su porte con

Y COMIENZA LA SEGUNDA un semblante serio, apreClando err.dfu.nd2.de su (01'a20n n~.}-~~ :':' solarnente su feminicfa~bien su gran_bondag, k cual_ i •..J>-,-<:..,:

No lejos del magnifico palacio en el que el marques esta­ ':tanto d~ hecho como pOl' raapanencia-s~epasaba en mucho,:' ba planeando su matrimonio 5e hallaba una aldea agradable­ ,lade cualquier alTaper~ona tan jove!). Aunque 1a gente co-( cJS mente situada en la gue residian algunos pobres pueblerinos; mente no percibe ffiuy bien hi virtud, par su parte e1 pudo eSj ~ guardaban su ganado y se ganaban la vida COlllO podian con rimar sus cualidades en su Justa medida. Reso1vio para 5i que si 'M-C"'\.'b~ e1 sudor de 1a frente, hasta donde permitia b fertilidad del alguna vez se casaba, 1a clesposaria a ella y s610 a ella. sudo, Llego el dia de la boda. y nadie sabia quien seria la esp05a.

.' Entre esta gente vivia un hombre que se consideraba mas Muchos se extranaron df esta excentricidad y dedan privada­ . :~~:rf~ pobre aun que los demas (sin embargol...-el Padre Celestial se. mente entre S1: «~No habra rerminado nuestro principe toda­ ;I~

O\"-J sabe que mand6 slLgracia_a-un humiJde.pesehre). Los aldea. via con sus simplezas? <Es que, despues de todo, no va a ca­v~ nosle llamaban Janku1a6. Este hombre tenb una hija de sarse? jAy! La lastima de eso es que ~por que nos engafia y se

muy buen ver que atendia pOl' Griselda. engana a S1 mismo?» Sin embargo, el marques habla encargado para Griselda

unos broches y anillos con gemas montadas en oro y lapishi­~ Nombre italiano que signiflca "puerta pequeiia». zuli. Incluso habia ordenado confeccionar un vestido a la

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:ljl ;~;L medida ~e ella, cuya talla se ~ab!a tomad~ de una mUchacha'~~~;~~ ':~':: '-~anf,cula, ~o debo, 1[(? pued? oc~ltar par mas ti~~po el. de su m~sma env~rgadura; aS1m1smo hablCl cncargado todos, ':?;:lr, .~T:,:.!:'deseo mas ferv1ente de 1111 corazon. Sl me 10 conc~delsl ocu­los dem~s accesonos que corresponden a Ulld boda de tal im- !"?l!:'~ ITa 10 que ocurra, antes de marcharme me Ilevare a vuestra '{:I;.• '

d'-­pn,,:ados, cada uno en el estilo convemente, mientras que las "':»f\i,?:",', me complazca os complacera avos 19ualmente, AS1, pues,

portanCla.: , ,.~~t,.~Jf, hija para que sea mi mujer hasta que la muerte nos sepa~e. . La manana del dla de la ~oda se acercab.l, y todo el paIa- ' ;;~ ~r-, E~toy compIetam,ente seguro de vuestra lealtad, ya que naCls: ~e,&~

Cl~ estaba engalanado, el salon del banque i l: y los aposentos, ,./' ~f, tCIS fiel vasallo illlO, y cI oy po~ sentadc: que aquello q~e a ml ~~dL

co~u~as y la,S despensas estaban llenas a reb! )sar con las masJ~, ,~::,; dad~e una cla:~ respue~ Ld a la propuesta que os acabo de ha­deltclOsas ':'landas que se pueden encontf<\1 J 10 largo y an- ,:":~:1~:,. eer: (me acepta1s como vuest,ro yerno? , cho de Italla, ,,'J£,;!~. Desconcertado y sorprendldo pOI esta repentma oferta, eI

Suntuosamente, v~sti,do, acompanado pur seil0res y da- "'.~~ 4~t anciano enrojecio y se qued? alH de ~ie tembIando ~e pies a l:J1 mas a los que ha.bla lnvltado a la boda, pOl' los jovenes caba- ~:.;{ ~~.~, cabeza, con 10 que apenas Sl Ie quedo voz para musltar: _., Heros de su seqUlto y precedido por sonoro,<, dcordes musica- ·;:;1:h;\:,.. -Senor, vuestros de,<,eos son mis _~seos. Jamas me inter", r1'-"--~ .~ les, el marques real tomo el camin? mas corto hacia el pue- >~~t. pondrfa en vuestro carrlino; vossois mi am~~o principe: dis/< -iJe. '.'~ blo del que h~ hablado antes. Gnselda (e1 ClelO sabe que ;:#~~ 1~' estaba muy leJos de'p~nsar que toda aquclla pompa fuese '}~~~'d. por su causa) se habla Ido al pOlO en ,busCl de agua. Regre.<~S~·;,,·, saba a casa presurosamente, pues habIa Ileg.!do hasta sus oi- ':,;1"{'-i: dos que eI marques pensaba ~asarse aqueJ dia y esperaba'~~~~;;' poder ver algo de aguel e5pect~culo, «0e pondn~ en el por- .:;;;'I~F tal de nuestra casa con ot~as ch1cas am1gas 11l las, y as] podre .:t 'i!i;;:­ve~ a la marquesa -penso ella-; procuraJ'l' terminar e1 tra- :::~Yl. ).i/.~aJo que tengo en ,casa 10 antes posib1e, Y dsi, me quedaca <},;; ,y::'~ tl.empo par~ verla 51 es que ella toma este CJmlll0 para diri- X' ~~\~, glrse al cast.lllo.» 'ji, ;~;:~

En ~l mlsmo ~omento. que cruzaba la puerta, llego el :/'.; ~'?: marques y la llamo. Ella, al mstante deJo el cubo del agua en,,;;i'~'?'. el suelo de su establo para bueyes que estabcl cerca del urn- ,",\~ 'C;' , bral. ~~ la citada puerta, cay6 de rodillas y alii se quedo en esa .Y~:~$~·· p~slC~on c?n el rostro solemne, esperando, ldl1ada, a que el:~·'ifY pnnclpe ?lJese !o 9~e deseaba; con el sembLll1te pensativo, ~,;~~ /~ el marques se dmg10 a la muchacha y Ie habit) en un tono de ' __~~;~~~~~, suma gravedad:;:o/~~'~I:" -~D~nde ;sta :vuestro padre, ~riselda? --pregunto, ' ,?~.::~~. -Esta aqUl Yd1spuesto -repltco ella de 1urma humilde y .)~~ -.:~>,

reverente. .~~J ~:)'" ~in ~erder un instante, se encamino a bUS"lf a SL! padre en':~: \~,:,

el tnte.nor de la casa para llevarlo ante el maLlues. Este tomo 'Vh :g;. al dl1ClanO de la mano y, Ilevandoselo aparte le di)o:<.t ,;L~

[270 J

"paned este a,sunto exaetamente com-? queralS. \ ~'J' El n:arques repuso Sl1:1vemente:, ,. -Sm embargo, querna que vos y Gns~lda.ch~rlasels p~lva-

damente en vuestro aposento par la razon slgUlente: gUlero pregun,tarle a ella si e5ta dispue5ta a ser mi esposa y 5?meter­

. se a filS deseos? y qUlero que esto ocuna el?' l?~esencla vues· tra, pyes no qUlero deo!' nada que vos no Olgals, . ,

M1entras ellos se halLlban en el aposento pomendose de acuerdo (ya, ?S 10 coman§ luego), la gen~e 9ue se hallaba fue­ra se aprett,lJo alrededor de 1a casa marav111~ndose de 1a for:na atenta y ~na, de elOglO co~ que e~la cUldaba a su que~ldo pa~r~. Pero Gn~elda, no hablendo VlstO antes na~a pareCldo, qUIza estaba mas a~ombrada que ello~ -.estaba sl.n habla, 10 que no es de extranar, cd tener a un VIsltante tan lmportante en aquellugar. Su cara lubia 'p~rdido todo su color. Ella, no e~taba, acostumbrada d LilIes VISlt~nt~~. Pero para prosegULr 1a . , hlstona, esto es 10 que, el, marques dllO a aquella amable mu-~ _/"" :; chacha ge buen coraZOll, r:. ,,~t ,~:;: -Gnse1~CIe'6eis en tender claramente que tanto a vues:Z 'nJ

tro padre como a mi nos r~~ulta sat!~fact~)fio gue yo me case f ..d; can vos; supongo que es~als tamblen bIen d1spuesta a ella. ;~! Pera, no obstante, debo formularos estas preguntas, ya que :1

. todo ~ebe hacerse c,on tanta premura: ~~ons~.ntis, 0 bien os :~: gustana pemarlo b,len) Os I?reg~nt?, Sl estaiS prepara~a a'~ii: complacer todos filS deseos sm dllaclOn; que yo tenga ltber- :[~:

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tad de hacer 10 que me parezca meJor, lanto si esto as pro'1 &- c~ ,r'""dor. Ella lleg6 a ser tan amada y respetada par todos, que 1a ) poreiona placer 0 dolor; que vas nunca murmureis 0 protes· L&' ~" gente de su aldea natal, que 1a habian conoCldo desde que teis; que cuando yo diga «si», vas no digais «no», ni de paIa- , V --' naci6, difIcilmente hubieran cfeido -si no 10 hubiesen sabi- jbra 0 frunciendo el ceno. Jurad esto y yo os jurare nuestra,jrJJ(, alianza, aqui y ahora.

-Se1"lor -replico ella perpleJa por cstas palabras y tern· blando de respeto-, no soy digna ni merezeo el honor que m~ ofreceis; e~alquier.~o vuestro es tambien el mio. Y a~u~J ffilsmo JUro que n\'tnC3j vcrluntanamenle, os deso5edecere nI

con los heehos I1l de palabra, aungue clio me cueste 1a vida y no tengo eI menor deseo de morir.

-iGriselda mia! Con esto basta -ciiJo d. ( ! Con el semblante grave camino hacia la puerta seguido de

Griselda. Emonces se dirigi6 al pueblo -Esta que esca agui a mi lado es mi esposa. Pido que todo

ague! gue me arne, la arne y honre wnbien a ella, Esto es todo 10 gue tengo que decir.

Y para que ella no Ilevase al paJaclo nada de su anterior atavio ordena a las m\:li~es ~e alli Inlsmo la desnudasen. Las damas no esta53rllo que se '(riCe complacidasCff'fener que toear las ropas que ena portaba. Sin embargo, vistieron a fa done '1a- ~ blanca piel con los nuevosropajes de pies a ca· beza eii~ando_ us cabellos desgrenados y en desbrderi., (010­

, ' > ~ 'S (cusPlde de la pedeeclon. ~ra Slempre tan dlscreta y amal:~_

su elocuencla tan encantadora y ella mlsma msplraoatal res· ~ .;0~ peto, gue pudo ganarse los corazones de wdo el muncio; to­

;...,......"-t.~'\~ dos los que llegaron aver su rostra, 1a amaron. Su bondad

do- que era la hila de aqueIJanicula de que os hable a.nte", ya que parecia una enatura totalmente distinta.

Pues aunque habia sido siempre virtuosa, las euaJidades de su mente, buena" por naturaleza, establecidas como estaban er; el mas caritati~o d~ los corazones, pron.to alcanzaron la

OL' adquiri6 renombre no s610 de la ciudad de Saluzzo, sino tambien en las cornareas eircundantes, pues siernpre que ha­bia uno que hablaba bien de ella, otro 10 eonti.rmaba. Y as! la fama de su maravillosa bondad se extendi6 hasta que lle­g6 un momenta que hombres y InLlJeres, j6venes y vie)os, viajaban a Sa1uzzo sirnplemente para verla.

De este modo se caso Walter, aunque humildemente -0

mas bien esplendidamente-, y tuvo un matrimonio hono· fable y!leno de buenos auspleios, Vivio c6modamente en su easa can la paz de Dios rodeandole y su [ama file grande en­tre la gente. Y debido a que el se ~bia d'!9.su:\J~nt~_ d~ q\le

cando Ul:~K~rni!lda sobre su cabeza con sus deli<:.ados dedos. la virtud se aloja frecuentemente en los de condiei6nJ~umil· fCUlJriendola con toda su_ert~d_ejolas-:-rero(por que efectuar el,relato ~e sU~~~:)fnos? Cuando ella estuvo transforrnada

if,: par toda ~sta magnificeneia, la gente .tpenas si podia reeono-It _cerIa, debld~ a su deslun;brante belkza. " , .{'''' El marques se desposo con ella CQl!.l!ll amll~ traldo a ese : ~l:' Z. nn. Entonees la puso sabre un caballo EEi'nco-como lil-nieve

',; '7~y,,, ( ae lento caminar y, sin mas dilaci6n., la escolto hasta su pala' eio. Alegres multitudes salieron parJ dclamarla y conducirIa alii; luego pasaron el resto del dia en plena jolgorio hasta 1a puesta del sol.

, (' Para acelerar el relata dire que Dios favoreci6 a la nueva

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marguesa can su grafia de tal modo que pared.a imp?sible que pudlese haber nacldo y se pUdltSe haber cnado rustlea· mente en alguna casucha a establo de bueyes, sino que mas bien parecia haber sido educada en el palacio de su empera­

L272]

~ l-ete;-hr'"~nte Ie tuvo .2or~~na_de_g.!'aJ.l_ ~a~, Cjue, PO! . ~rJ'\S Clerto, no aburf~ ~ ,--';;,"0 N.,9 solamente valia Griselda para todas las a:t~ d~me.Bi: ?()-/ cas, smaJu:~d<? la c~.r~unstan~~;J.Jo_requena, sabia pro·

- / turaret"151en general. ~todO el palS no hubo 12elea, reoc:<2! 1I.-4A - l.-. yofensa que eJlicon su sabiduria l2-.9~iese apacig:y_ar. Jan­'f\- ~ ~ .tast-elm-Ios naDles cofl1_o .girag_otros del pais los que esta· v ~ (banenem,istadoS, ena sabia reconcillii1os~-iD.crUSci-wando su ~~~ .. ~

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esposo se h~5a ausent~ ~ diChos era~ ~~a§io~y bier: pensados, sus JUlClOS tan eqUltanvos, que 1a gente nela que l'iablaSiCloettvi,ada pocd Ciefo para salvarles y deshacer to­~dos los entuert9~, , ,. . , . ­.~ mucho despues del matnmonlO de Gnselda, esta dlO a luz a una nina. Ella hubiese preferido un hijo varon; no obs­tante, el marques y el pueblo estlivieron encantac!as, pues la

[273]

"

,'I.

jar modE-que p:ueda (110 como yo quisiera, sino como dese,allegada de una hija en primer lugar demostraba que no era es­ ';'\'.. , .'.~,'

e

'mt:Q.iieblo). Dios sabe que es alga que va muy en contra deteril, par 10 que existia toda probabilidad de Lener un hijo mis deseos. No obstante, no hare nada sin que 10 sepais. Sin

varon. r embargo, deseo que consintais en ello. Paned ahora vuestra . Xl': paciencia a prueba, tal como me jurasteis y prometisteis en . I;': ..

vuestro pueblo el dfa que nos casamos. : I~·~ ,.iACABA AQui LA SEGUNDA PARTl­

'v Ella escuch6 todo esto sin que se produjese la menor alte­y EMPIEZA LA TERCERA

';·:1'[.;;' raci6n en su rostro, voz a compostura. Segun todas las apa­. ~~ . ·,:;'.:., riencias, no sintio rescntimiento alguno, sino que replico: . ';",,' ,.Mientras la nina era todavia arnarnantada sllcedio (como

-Mi senor, todas bs cosas estan a vuestra disposici6n. Miocurre algunas veces) que el marques sintio ckseos de com­hija y yo somos cornpletamente vuestras y obedeceremos probar 1a constancia de su mUJer. No podla\il")ime deeste gustosamente. La que es vuestro, podeis conservarlo 0 distri­( ext~otdinario ~seo de probal"a su esposa. DIOS sabe que ,no buir; haced 10 que querais. Como el Cielo que es mi salva­L. habla tal necesldad de ponerla en este brete, pues 1a hao!a' cion, nada que os cornplazca puede desagradarme ami, ni hay{ prasada antes can bastante. fre~uenci~Y slen~E~'ela Eabia en­nada que desee tener 0 tema perder mas que vos Unicamente.comrado pura; par 10 que (que necesldad h,1b~a ?e ~omete.!­Este es y siempre sera el deseo de mi corazon. Ni el tiempo nila a prueoaunay otra vez? Algunos Rueoel1 ~lplaudir el ges­ia muerte podra borrarlo 0 desviar mi corazon de vos.o or 10 astuto. Por m! parte dire ue no esd llada bi~~

Aunque esta respuesta hizo feliz al marques, sin embargo un om re someta a su mUJer d prueha y a ant.~LlStlaS y temo­~- . -------- ---_.-._._­ 10 disimulo, pues, cuando se volvio para salir de la habita­

res mnecesanos. ci6n, su aspecto y porte eran inexorables. ··si esc-orno actuo el marques. Una noche lue solo, can e1 Poco tiempo despues de esto -un poco mas tarde tansemblante grave y e1 ceno fruncido, al apOSeJ1to en que ella

s610-, revelo la verd ad confidencialmente a un individuo estaba y dijo: que envio a su mujer. Este hombre de confianza iba en cami­-iGriselda~ Supongo que no habreis olvlLla.do el dia en

no de ser una especie de asistente que se habia revelado fia­que os rescate de la pobreza y os lleve a vueSIT(l alta posicion bie en asuntos de importancia. Se puede confiar en esta cla­actual. Solamente digo, Griselda, que no c1'(;-\) que la digni­se de individuos para que efectuen los trabajos sucios. dad actual en la que os he colocado os haga oividar el hecho

El principe se daba perfecta cuenta de que este oficial, alde que os encontre en una condicion misernllla. (Qie felici­mismo tiempo que le era leal, temia su colera. En cuanto estedad podiais haber buscado? Ahora fljaos biCll en cada pala­entendi6 10 que su dueI10 gueria, camino rapidamente haciabra que diga: no hay nadie que pueda Oirncl~ excepto noso· ei aposento de Griselda donde entro. tros dos. Vos misma sabeis perfectamente biet I como fue que

-Senora -dijo el-_·, Perdonadme si ejecuto 10 que es millegasteis a esta casa, no hace mucho tiempc> de ella. Ahora deber efectuar. V9S sabeis perfec.;tamente gue las ordenes de J. {:;;.-j).~: pien, aunque as arno y aprecio muchisimo, ["[liS n<2!?le~no os un principe no pueden ser eludidas, par mucho que ?~~~Y'/ .);r1"~fv [v:n deJ:gUa!modo:ElIOschcen q~e:.s~!~dllaalo y una ~es·

"lamentarse 0 ser de~Ioradas. ~ la gente de~e nece.san~- lJ //.-, ~11/_ .. -J,-. ~raCla _que ~s aeban lealtad y es~~et1am ,1 vos, una_sun­mente obedecer sus ordenes, yo forma parte de esta gente;~iji'

~1J 2k-pueD1crrna. ---- ­ .¥€1e vamos a nicer: se me aoraenaaa-que melleve' a esti . :.:t~u "y no hay duda alguna de que hablan as" especialmente ~#·'·,.··nifia. -- - - -}!f,.~ desde que naci6 nuestra hija. Yo, como siempre, deseo vivir

con ellos en~~nCl-uilidad. Dadas las cn..:unstancias, no %~:;-""""Aqui se interrumpi6, agarr6 brutalmente a 1a cnatura e;}l1,;0 'hizo como si fuera a mCllarla alli mismo. Griselda (que debia .:Wpuedo correr riesgos. I?ebo librarme de nUr;\lr~}j~llU..-L ~t; ~~" ~:'~:) "{ ft",

rk .. ,tt\1~;:;i'~"[274]

soportar todo 10 que el marques desease) pennaneci6 scnta­cia, caHada y mansa como un cordero y dej6 CJlle el cruel asis­tente hiciese su trabajo.

Siniestra era la mala reputaci6n de aque! hombre, siniestro su rostra, siniestro su hablar y siniestra la hUld de su apari­cion. La pobre Griselda crey6 que el mataria <lqui y alH a la hija a la que amaba tan tiernamente; sin embargo, ni llora ni suspira, sino que se someti6 voluntariamenl C' al deseo del marques. Al cabo, sin embargo, habla. Humlldemente rog6 al asistente que tuviese el buen corazan de permltlrle qtie\5e­sase a su hija anresaeque-riilifiese. Sucara eSLl5al1ena de e: sar euando aprefo a a. cnaturi~a contra su pl'cho. La mecy~' en sus Drazos y la bes6; entonces hizo1a sel\JT de 1i cruz, oi­cleriClo con su voz dulce: .- - - - -' - - -- - - .­- ~Adio"S,t1iJa mia; nunca te volvere a ver~ pero te he per­signado. ~e Nuestro Senor en el Cielo, qu~ muri6 par no­sotros en la cruz de la madera, te bendiga. Hijita mia, conBo tu alma a su cuidado, pues es1a poche moririts par causa mia ..

Inc1uso para su nodriza, 10 juro, aquel pa:noi'ama hlibiese ­resultado insoportable; can cuinta mayor ra!on tenia excusa una madre para Horar. Pero, sin embargo, elb permanecia fir­me e impasible, soportando toda aquella dcsgracia, y dijo dulcemente al oficial:

-Volved a coger ala doneellita. Ahora ic\ ,\ cumplid la or-den de vuestro senor, p_er9_12ermiti-dme..que....o..s..pid<Lun favoG_ a menos que vuestro senor_ os 19 hay;;l, prQhibigo, enterrad este p~queno cuer.PQ. en alglin lug~r ~n el que .los.pajaro_s y 19s. ammales salvajes no puedal1 despedazaru,J.

A esta petiClon el asistente no respondi6 pdlabra, sino que recogi6 a la nina y se marcha.

El asistente volvi6 a donde estaba su senor y Ie dio euenta breve, pero completamente, de todas las paiabras y compor­tamiento de Griselda y puso en sus brazos 'c\ su amada hijita.

f gl principe parecia tener algunos remordi1l1tentos-~-.p.. e-W,JlQ ~ \-1.Jf\ l obstante, perslstioen supJQI2--o..s.il.Q-e_om.o~).uelen,ha.c.exlos-

I CU" - I ~ncipes. cuando qui.:.r~...~s~ f..Q.nJ~ ?U,Yd. Pidi6 a aq,-:eloJ-. x:f' LsuJeto queserre:rase a la mna secret~mente, que la envolvle­~. v se con sumo cUldado para que pudlese ser transportada en , una caja 0 bien abrigada, advirtiendo que, ,I menos que qui-

r,~,(l

siera morir decapitado, nadie debia conocer 10 que se propo­nia, ni de dande veniJ ni ad6nde iba.

Tenia que llevirsela a Boionia, a la casa de 1a hermana del marques (que en aqueHos tiempos era eondesa de Panico), explicarle las cireunstaneias y pedirle que hiciese todo 10 que pudiese para educar a la nina como convenia a su noble con­diei6n; pero Ie pedia encarecidamente que bajo ninglin concep­to revelase a nadie su ldentidad.

EI ofieial se fue y cU,mpli6 su cometido. Pero volvamos ahara con el marques, Este se hallaba alena, preguntandose si podria percibir alglll1 cambio en el comportamiento de su esposa hacia el 0 descubrirlo por alguna palabra de ella. Pem jamas la encontro sino fuera amable e inmutable como siem­pre. Desde todos los puntas de vista, ella seguia estando tan animada y siendo tan sumisa y dispuesta a servirle y amarle como antes. Nunca protlria ella palabra sobre su hijita. La desgracia no la habia cambiado en 10 mas minima, ni jamas hizo menci6n de su nombre bajo circunstancia alguna.

TERMINA LA TERCERA PARTE

Y EMPIEZA LA CUARTA

Estando asi las cosas pasaron cuatro anos y qued6 nueva­mente prenada; pero esta vez Dios guiso que pariese un her­mosa varon para Walter. Cuando se 10 dijo al padre, no solo el, sino todo el pais, se regocijaron can el nino, dancio gracias al Senor y alabandole. Perc un dia, cuando el nino tenia ya dos an?s y 1a nodrizd Je habia destetado, ya, ~1 ~ar ues tuv.~a..~:.:, el capncho de probar a su es osa todav1a mas Sl era OS1 e.:...C~ ... III em argo, I que ll1lltil poner a a FlUe a olta vez! Pe~ "'~ ~e los hombiescasaClos no conocen limite cuando encuen· trana-(:I1Y<1~lente. ---.­

-Mi quericta esposa -dijo el marques-. Como ya sa­beis, mi pueblo ha tornado muy mal nuestro matrimonio, y ahara, especia1mente desde que naci6 nuestro hijo, peor que ;'1 nunea. Sus murmuraclones taladran mi corazan; tan crueles son los rumores que me llegan a los oidos, que mi espiritu esta casi quebrantado. Ahora andan diciendo esto: (iCuand~ Walter se vaya, la famIlia de ]anicula tendra que sueederle Y I

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1 ! convertirse en nuestra duena, no tene~os otIa ,e!ecci6n.» No ;:'

cabe duda de que esto es 10 que se ,dice par ~1h1, y yo tengo ,: que tener en cuenta las murmuraClo~es de csta clase, 'pues aunque no 10 dicen claramente ante-, m1, realmente tales idea.s

, me asustan. ~~rria vivir ~n Q~z, Sl me ,de~an, y, por conS1- ", guiente, estoy chspuest? a ,hbrarme de illl l:mQ en sec;reto, de ,'} igual modo como me lIbrectesu ~~rmana aquella noche.,Os~~r:, 10 advierto para que no os P?ng~ls fuera de vos r~pentma-,/ ~'., mente por la pena. rened paClenCla en esto, O~ 10 pido enca-.. recidamente. ­

-He dicho y siempre dire -replic6 ella- q~e, en ver­dad, n9 deseo na9~,s.i.no_~Q[llQl~~e:.os a vos,; I!,? Slento pena en abs01utQ,-E-UnR.Jl~~-y.a. m! )),lJ9 ~or ?rden Vuestra, crara). No he temClo ot~~partlclpaClon en ~llS dos

- hljosqueprimero el embarazo YluegQJ.~Qe!1a, Vos SOlS nues~ trodueiio~naced-lo q~s CO~ 1~ gu~ es vru~str?~ ~~~~ ploais consejo, pues ~elJiiismo modo qu.~ c;IeJe tQ4~S)I}1~ r~ paf. en-casa cuango vine hacia v~s pOI pnmeFa v~z., d~l IDJS­mo mocfo-deje mi voluntad y ml lIbertad aU I, y, .a~epte Vll~s-tros atavios: Por consiguiente, os pido que hclga1.s 10 que de~ seels, y yo obedec~re en 10 que os plazca. Por cie~o, que Sl yo pudiese anticiparme a vuestros des~os y los sU'pl~se ant,es de que me dijeseis cua! es vuestro capn.cho, nu deJana ,~e eJe­cutado. Pero ahora que se 10 que qUereiS y 10 que dese,~ls qu~ se cumpla, sere constante y £lrme en todo 10 gu~ ~uerels. Y S1 supiese que mi muerte os tenia que dar tr~l:CjU1lIdad, enton­ces, para cornplaceros, gustosamente monna, La muerte 110 es nada en comparaci6n con nue~tro arnor, :

AI-darse cuenta de.1~ cons~anC1a de s,u esposa, el marques sinti6 verguenza y baJo los OJOS. Qyedo pasrnado de 10 que ella podia aguantar con tanta entereza. Entonces se fue! con una resuelta expresi6n en el rostra, aunque en su fuero mter­no estallaba de felicidad. '.

lica~as extremi~ades ~le~ves y de las bestia~ de presa. fem no obo:vo respuesta 0e ~mguna clase. El hom5re se march6 como Sl, aquello n~ slg111ficas~ nada para el; pem Hev6 can todo cUldado, al nmo a Bolon1a. Cuant~ mas pensaba s?bre ~1 asunto,,_mas se maravill~a

ell,llarques 'E0r su aClenCla y, .51 no hUQt~estado segmo de .cuanto ama a a sus l)OS, u le~e sosp-~0ado de gl1~_elL~.lli!-. .s~ba ~or tods aquello por astuc1a, maIIcla 0 dureza de cora­

. zon. ~o sa ~amente que, despues de el, a quienes ena ama5a mas era a suslTIjos. - _ '---AEora preguntare a lasaamas presentes si no consideran d~e ~odas estas pruebas no erar:- ya suficientes. ~ Que mas po­

na Idear este ~mplacab1e ~ando para comprobaT fa fideE­dad y co.nstancla hac1d algUlen tan inexorable como el? Pem hay l;ln tIpo de personas que una vez han decidido tomar de­termma~~ send~, 1!? pueden ya resistir, sino que se atienen a su P~~POSlto pnm1tlvo, como un martir atado a 1a estaca del SUphCl.O. Tal era el caso del marques, que persistia en poner a su mU)eT a 'prueba segliI1 su proposito inicial.

Estaba Slempre ~tento a cualquier palabra 0 gesro que de­latase que ella habla .c81?blado algo con respecto a el. Pem no pudo detectar va~ldc1on alguna: continuo can e1 mismo talante Xc~mportaml~nto de siempre; induso, Con los anos, se volVlo, 51 fuer~,pos1ble, ~odavia mas fiel y devota si cabe.

AI final pareclO como 51 entre los dos hubiese una unica vo1~lltad, p.~es fuese 10 que fuese el deseo de Walter, se con­vett:a tamb1en en el de ella, hasta que, gracias a1 Cielo todo lle~o a su fin. ~JE. demostr6 c6mo, a p'esarde todas l~s' tribu-'- I~(~ !aclones, una ep~sa no debe tener otros des~o~_p[opiQsJ:J-:ue~ d.O'j

los ere su e~~. -::\~r~' Mora bIen, corrian historias escandalos acerca de Wal­as,ter por todas partes: que si por haberse casado can una po­bre, en la crue1da9 de su corazon habia mandado perversa y . ~;.!

Su temib1e secuaz se llevo a su hermoso ~lJ lto ?e la mismasecretamente aseSlllar a sus dos hijos, Tal era e1 hablar de las ;:~forma en que se .habia apoderado de su hlp, 0 m~lus~ con gellt~s. Y no es de extrai':lar, pues nO,lleg6 ninguna palabra a {.l;

mayor crueldad 51 cabe ..Sm .embargo, ella ~10 J no~?,o sena! ~e ;'1";, ,.i~ los oidos del pue~~o de que no hublesen sido asesinados. ,;..

pena -tanta era su paClenCla-, ~ro beso t31~blen a su .hlLO,;;:'::'~(;t' par ella, SUcedlOque si hasta entollces habia sido am d .;

.~

d· d ' ' I ~, "'1' Ii 51 I""'----' a 0Y.: }~ersig!)o, pi len o. Ulllcamente a aque sUJet~ que, S1 po- '/i ~~>imuc 0 par s~ 2ue~ 0, e~Eob.;o d~ su mala tama hr 0'J-\ u ~\ dla, Q enterrase en la_ tIerra para preservar a sus ti~m~s y .d<:=::}~~ ,~t,n~~91~~0 o~stante, el no cej6 en sus crudes pro- '$...Ii 0.;1

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~.'~'r') ,Ql ,,~. ,,;, ,

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"o~,.o·,'.t'·'p6sitos por ninglin motivo. Su mente estaba lOtalmente ocu­~' :':'

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~1.0~

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o0~ ef'c:::.

pada en seguir poniendo a prueba a su mUJe!, Cuando su hija cumplio doce anos de eddci, envio su men­

sajero a la corte de Roma (a la que astutamellte habia mante­nido informada de sus intenciones) y les clio instrucciones para que falsificasen los documentos que fuesen necesanos lJara-minhumano proyecto. Dienos aocumL:ntos debian de­erf que eTPapa, para calmar la·opiniorl a-e sll-pueblo~ Ie p·ecfia que, SI queria, se casase nuevamente. Realmc:nte lIego a soli'­cifarles que falsificasen bulas Eapal"es-que dljesen que~nla rei-miso, por dis2ensa pontiflcia~erepud1"dT"asu prif!1e~a mUJer, para que lacusension y mala volunr:letentre el y su pueDtoclesaparecieseh~siQeda-ra-5Ula, que se pfibHco--en ­su totaltQaat-.-- ­

Como era de esperar, la gente se 10 creyc) a pies juntillas. Pero cuando la noticia llego a Griselda, tengu entendido que su corazon se Heno de pena. Sin embargo. con la firmeza acostumbrada, ella resolvio -ipobre infellZl- soportar las adversiaaaes ae ta"fortuna, siempre procurdIldo el placer de aque! al que habia entregado alma y coraz('Ll, como su ver­dadero solaz terrenal.

Para no alargar la historia, dire que el marques escribio una carta especial para llevar a cabo sus planes y la envi6 se­cretamente a Bolonia. Solicito formalmenu: al conde de Fa­nago (que se habia casado con su hermanZl) para que, publi­camente, trajese a casa a sus dos hijos con Ulla escolta de ho­nor. Una cosa exigio escrupulosamente, y fue que si se Ie preguntaba al conde de quien eran aquellos hijos no 10 dije­se a nadie, pem que, en cambio, divulgase que la nina iba a desposarse con el marques de Saluzzo.

EI conde cumplio 10 que Ie pidio, y eJ dia previsto se puso en marcha, camino de Saluzzo, con un gran sequito de nobles bien pertrechados para dar escolu ala doncella y a su joven hermano, que caba1gaba a su laclo. La muchacha en ciemes iba ataviada para la boda y cublerta de deslum­brantes joyas, mientras que su hermanito, de siete anos, iba brillantemente vestido a su propio esti10 As! cabalgaron dia a dia camino de Saluzzo en media de vran suntuosidad

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Y regoCIJO.

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srCUE LA QUINTA PARTE

Entretanto, el marques, para poder estar absolutamente convencido de que seguia siendo tan constante como siern­pre, busco el modo de hacer sufrir 1a maxima prueba a su es­posa can su acostumbrada crueldad. Un dia, durante una au­diencia publica, se dirigio a ella en voz alta:

-Realmente, Griselda, ha sido bastante agrada b1e tenerte por esposa, mas por vuestra fidelidad y obediencia que par vuestra riqueza y linZlje. Perc cuando pienso en ella, cada vez me convenzo mas de que cuanto mas elevada es la posicion de uno, tanto mayor es su sujecion a1 servicio. Un labrador tiene mas libertad en darse gusto que yo mismo, pues mi pueblo me fuerza COll su diario clamor a que tome otra espo­sa. Y ademas debo deciros que el Papa ha otargado su con­sentimiento para ello con e1 fin de impedir que bubiera di­sensiones y mala volul1tad entre el pueblo. Por cieTto que os dire esto: mi nueva csposa esta en camino hacia agui. Prepa­raos para dejar este Jugar sin di1acion. En cuanto a la dot~ ~kd....'t que vos me trajisteis, como favor especial as permitire gue os \ la !leveis con vos. Volved a 1a casa de vuestro padre. Nadie \ puede tener suerte siempre. Seguid mi consejo y soportad los embates de 1a fortuna con ecuanimidad. _

Le respondi6 ella, sin embargo, con fortaleza: -Sefior, supe y siempre he sabido que nadie puede en

modo alguno comparar vuestro esp1endor con mi pobreza. Esto es innegable. NUl1ca me considere digna de ser vuestra esposa en modo alguno. No, 11i tan s610 vuestra doncella de

. camara. Y en esta caSd _de la que me hicisteis dueiia pongo a Dios par testigo (gue E1 de consuelo ami espiritu) que nun-

o ca pense que era la S610ra sino la humi1de eriada de westra serioria, por encima de todas las demas criaturas ten-enaIes, y 10 seguin~ siendo mientras dure mi vida. Os doy graclas a vas

o yal Cielo, al que rezo que as recompense, par el tiempo que o me habeis honrado con vuestra generosidad y me habeis exaltado hasta un puesco del gue no soy digna. No dire nada

o mas. Volven~ a mi pZldre gustosamente y vivire con eI pOT e1 resto de mi vida. Y all! donde me erie de nina, vlvin~ y mon­

r ,.., 1

.

---

re como viuda, limpia de cuerpo y de alma y de todas las co­sas':-Pues como o~ue mi virginidad y soy, sin duda,

~~(/~ ~estra fie! esposa, Dios imp-ida que la esposa de un prfriCip~ ~ (:-an g:anae t?r:?e como esposo 0 compaflerC2. ,1 otr<? h<?~~iEI~'

u ,:1\<' ~n cuanto a vuestra nueva esposa, que D1GS en su gracla ~\ as conceda alegria y prosperidad, pues gustosamente le cede­~,~~"'- re mi sitio en el que he sido t~n feliz. Ahora, III I senor, ya.q~e

~." as place que yo, cuyo corazon estuvo en vas, me vaya, 1fe a , clande gusteis.

»En cuanto a vuestra oferta de devolverme la dote que yo aporte, estoy lejos de olvidar cual fue; nada esplendido: sola­mente mis pobres harapos; seria dificil para m! el encontrar­los ahora. iOh, Dios bendito! iCuan noble y Jmable me pa­recisteis en aspecto y palabra el dia en que no~ casamos! Sin embargo, se dice y es verdad -al menos yo en mi caso asi 10

/ creo, puesto que ha resultado cierto- que «el amor cambia _eo ~

cuando envejece». Pem os asegum, mi senor, que ni las pena­cJi~ , lidades ni la muerte haran que me arrepienta de palabra a de ~;~ obra de haberos dado todo mi corazon.

»Mi senor, vos sabeis que me despojasteis de mis misera­~ / bies harapos en la casa de mi padre y que, g,cnerosamente,

me vestisteis con ropas magnificas. Es evideme ue 10 unico .J' .' que ~s traje fue mi ftddidad,_~ desn1-t ~_~~_Yir~a. ~ AqUl, pues, hoy os devuelvo mlS ropas y tambIen ml amllo

de bocla, para siempre mas. Os puedo asegurar que el resto de vuestras joyas estan en vuestro aposento. D~sn\J.daJ1egue g~ casa de mi padre y cksnuda debo regresar della. Gustosa: m~!1!~__ me someten~ a ~odos vuestros -deseos, pero es~.!-o 9..u~ no teI!Kai~ intenci6n de que sargade vuestn) palacio total-mente en cueros.- --- - -- - ­

»Vosno pQaeis_permiti.r ~na cosa_ tan. ge:>I19D!:-osa_ como que el vientre 8-!K.guanm.sllestJQs_hijDLqude al natlJra1y a la vista de todos y de todo_eLpu~blQ 1=uanc;lu _me vay~.O~ mego encarecidam~nte que no me hagais canimar des-p'ojada com~ gusano por el camino. Mi amado "en-or, -recoroao que fui vuestra esposa:-aunque-indigna, y 2\Ue,-'por-consi­Jguient:...e , la donc~l1ez que os traJe y que ahO!.1 rio-puedo -11e-­

.,/ v.a~E1eautorice~que rn~-cC?n~e-~i~~61~t~_co-n~~niaio­~ t,z coms>_ eLque solla lle~~ con-:l3u~ ocultar c:l vientre de 'lei

[282)

que una ve~ t:u~ yuestq e..sposa.., Y para que no os enojeis, mi SenOr, aqu! me despido de vos.

-Guardad el sayo que llevais -dijo el- y llevaoslo can vos. e, t.:

. Sin embargo, 01 Ie costo pronunci~: estas palabras por~ Co" 0 -~ pledad y remordlffilento, perc Ie VOlVI01aeS~ (

aeSPO)O alIi mlsmo deLmte del pueblo y parti6 con su sayo hacia la casa de su padre, con la cabeza desnuda y con los pies descalzos. El pueblo la sigui6 llorando, y mientras cami­naban maldedan a la dlOsa Fortuna; pero ella mantuvo a sus

.'ojos secos de lagrimas y en todo el trecho no profiri6 ni una sola palabra.

Su padre pronto se enter6 de la noticia. Maldijo el dia y la ~j

hora en que naci6. Sin duda este pobre anciano siempre ha- 1 -"~

bia sentido cierta aprensi6n sabre el casamiento de su hija. f Desde el mismo prinClplo sospech6 que una vez que el prio- I /

eipe ~':lbiese satisfecho su apetito ~exual, se~tiria haber des- ,-:)~ , presnglado su rango pm haber elegido tan baJa, y que enton- ~'Jces se libraria de ella 10 antes posible. - '.

El clamor de la genre Ie anuncio su proxirnidad y se apre-, sura a salir al encuentro de su hija. Llorando amargamente la cubrio con su viejo abngo como mejor supa, pero no pudo ";..

y "

envolverla porque la tela era corta y muchisimo mas vieja y j

desgastada de 10 que ya estaba el dia de la boda. Asi, pues, esta flor de esposa paciente residio algun tiem­ ,po con su padre. Nunca demostro ni con Ia palabra ni con la " ·t,

mirada, ni en publico n 1 en privado, que se Ie hubiese causa- :{

do dano alguno; su rostra no delataba tampoco en 10 mas ",,'

minimo que recordase 0 echase de menos su elevada posi­cion perdida. Tampoco esto podia maravillar 0 sorprender a naclie, pues cuando era marquesa siempre se habia distingui­do por una actitud carente de pretensiones. No sentia espe­cial predilecci6n por 1m manjares delicados ni tenia un espi­ritu amante de los place res; al contrario, estaba llena de ama­bilidad paciente, era discreta, sin pretensiones, siempre

;l honorable y, con respecto a su es~oso, constante y sumisa.~o() La gente habla de Job y, muy especlalmente, de su humildad; "-" /' cuando Ies entra en gana, los eruditos suelen ser bastante e1o­cuentes al respecto -particularmente de la humildad en los ,

r28':\1

hombres-, pero aunque aquellos dedic~n ~;0COS elogios ~ 1a mujer, la verdad es que ningun hombre Jamas llega a ~er 0l1a

\c \ mitad de humi1de y ftel que una mUJer; y SJ no es aSl, ahora )""JI/ \ me entero. . . .

- Cuando e1 conde de Panago lleg6 a Bol011la, 1a notlcla se extendio per todas partes. Tambien lleg6 a ()idos de todo el mundo el que habia traido consigo a una nueva m~rques~ con tal pompa y esp1endor, que por toda b Lo~bar~la OCC1­

dental ningun ser humano habia contempLldo Jamas un es­pectaculo de mayor magniftcencia. . '

Antes de la llegada del conde, e1 marquc':s (que s.~bla de ella, pues era el que 10 l~abia planeado tudo) envlO u~os mensajeros para que Ie traJesen a la pobre (' ~nocente Gnse1­da; y ella, con el corazon sumiso y el rostro teltz, ~~nque no anidasen grandes esperanzas en su peci10. aC,udlO [presta; mente] a su requenmlento. Se arrodillo ante el y Ie saluda respetuosamente. . .

-Griselda -dijo el-, estoy comp1etamente deCld.ldo a que esta muchacha con.la que 'loy a contrael' matn~01110 sea recibida manana en ml casa como Sl fuesc una rema, y que todo el mundo este situado y servido de at uerdo a su rango Y agasajado c.on lodos los ~onores que pueda darle. Natural· mente, no dlspongo de mnguna mUjeT .clpaz de ordenar,Y disponer las habitaciones como yo qUlSlerd; pOl' ello estar~a muy contento si as pudieseis cuidar de ella. Ademas, est:ilS. .. famlltanzada con todos mlS gustos. No os Importe el que .:-;~f: ;::' vuestros vestidos sean andrajosos y.feos: Ll cuesti~n es que :S~~;~:

ocupada qu~ nadie, preparaba el sa16n del banquete y los aposentos pnva~os. . _

.,?l cond~ llego a mec~la.l}1anal:a trayendo a los dos nobles n,mos con el. La gente sa.ho comendo aver el costoso espec­taculo; Yo., ahora, ROf pnmera vez, em ezaron a comentar unos con otros..-Slue a er no~i!:!g~1tO._S! qUJ::ria_ cambl~~_~~ esposa, _tS?d,rvia.-saDa ~an3n~~d?~~~ vieron mu· _ ~I?as b.e1la que _~nsel~a y mu.P1Q ~as Jov~n; e! f~to del ~atnmol11o resultand meJor, y, debldo a 1a alta c\.lna de la nU0'a desposada, rna,', dceptab~e que,la otra. Y ha~ia que ver I,a caratan.hermosa qut? ta.mblen tema su hermamto. Ambos ~ . II

cayeron bIen a 1~ mul tltud, y todos alabaron ahora 1a con- _.! 'a' d~c.ta d~l.marques.. c~ar-, . «I~e 1l1constante C~ la gente! Slempre veleidosa, siempre ~el, lllconstante yv,mable como una veleta; siempre rego.'; ClJandose can los ultll1105 rumores. Contilluamente creGen· ) do y menguan~o y Slempre llena ~e chismes y habladurla~ que no v.a1en 111 u.n oduvo. Se eqUlvoca en sus juicios, y su constancla no reSlSte eJ mel~or embate. El que confie en la gente, en el pueblo, es un ldlota a carta cabal.,) t1

Tal~s eran los comen carios de los ciudadanos mas juicio- ~ ~'D ~ sos ffilentras la multitud 10 miraba t.odo boquiabierta, feliz~~ . ':\ de te~er,una nueva marquesa por la sImple novedad que ella.. • .:j

.constItUla. 0.1,.o....c,\:lS'" )j No dire nada mas sabre eso, sino '1ue pasare a hablar nue· ·1

vamente de Gnselda y de su paClenCla y labonosldad. ::M Griselda se ocup~ incansable de todo 10 que se referia a la::\

cumplais con vuestra tarea de la meJor mel \lera poslble. ,,~ .. ~..' fiesta de la boda. Sill que Ie afectase en 10 mas minima10j -Mi sei10r -respon?i6 ella-, no soL.Hile,nte s.oy feliz de . ,~;~ ~;:, grosero ~ andrajoso de :;u vestido, sa1io a1egre a la puerta con"

pOder hacer 10 que deseals, S1110 que es tam bIen ml. deseo .ser· '. 'iii &. los ~emas a saludar a 1a nueva marquesa, despues de 10 cual ~ viros y complaceros 10 .mejor q.ue sep~ clesde m~ h~mllde :~~"'~);'. ''101'110 a ~us quehaceres. Recibio a los invitados con tal ani- ~

'y:.,"j puesto, hasta que me calga rendl~a;. ySlelllpre sera aSl. Pu~s .,'.:.;,:.:rVI.... :m.osa aptltud, cada uno de acuerdo con.~u rango, que estos, "\~( /1 nunc~, en el blene~ta~ 0 en la afhcclon, eJ alma q~e se aloja}b" ,;~:i,leJos ~e encon~rar deiTL'tos. a su recepcl0n, se preguntaban ,~ I' en fil pecho os deJara de amar con la mayor y mas verdade-·;l~r~·<~;maravillado,s como u~a mUJer tan pobr~mente vest~da podia

ra lealtad. ," J(~ :<: .sertan cortes y cumpltdora. Todos eloglaron merecldamente <

., .~Y, despues de deCIr esto, empezo a ponu orden en la casa, ,I~ 'l','~U tacto.

preparando la~ mesas y haciendo las cam,IS. No ahorr6. es­fuerzos, conmmand? a las camareras qu.e, por amor de DlO~, se ~presuraran, barnesen y fregasen, ffilenlras que ella, mas

(2841

.';4:<1::l'.C:·". . Entretanto, ella nunCl cesaba en sus sinceras alabanzas ala

..:j t:,: !Uuchacha y a su hermano, que Ie salian de su corazon I:ebo­"

~>I· .:~

~.~~ ':,': ::; sante de amabilidad y espontaneidad. Nadie pudo haber1es .. ,\;~

.:~~'~:;~.: ,.-(

h.,q,l:.\. ~~.':"

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alab d mas. Pero al fin, cuando los nobles ~nLi'J:'on par~ ocu' :~,~ ar ~u ~itio en e1 festin, el marques mando WIl1~ a Gnselda: J; ~\' ,

Pue estaba atareada en el salon. Con tono ZUlli bon pregunto ,/' ;- Griselda: . _ ': \

_(~e opinas de la belleza de lUI espos,aI:';' -La encuentro muy bella, senor -repl~ce;, dia-. Creed· "t

, as vi m uchacha mas hermosa. I~e L lOS Ie conceda ': ~, ff~' !cilci 1Espero que El os envie felicidad a am bos por, ~l res-,I ~:' t~ l~{e ~~estras vidas. Una so~~ cosa os pido-permlUdme" :~. '

. ue os 10 advierta-: no hagais co.n esta dull ,: ~ucha~ha 10 ,', <' ~ue habeis hecho con otras: repudladas. Ellalla SI~O cnada ~:; ';,;'.:'.~

l d d con mayor delicadeza, y no creo que p~dles~ sop~r ..:: '~' ••,

~arul~~ ;enalidades tan bien como otra que Iw blese sldo ena- ,~:~ f da en Ia pobreza. ..' . _,1( ,:':',

Cuando Walter vio ahara su paClenUJ, su <lnIf!losa .com ~:;". postura que no contenia ni 1.111 api~e d~ l~al:,j<:, SJl1 d~ja~ d~ .:.. J}'" ser siempre firme.como un valladal y, carente ... Ie resentll1~len.A,: tos a pesar de la hec~encla ,con que e~ la hat) i,l .at~r~entado'J);.. ~ d obWado marque? smt!o compaSion en s,': ,~or~~on por la: :f,.' inquebrantabl~ comta,nCla de su esposd y, eX\~(lmo. ,,:~ .~;:,

-i~endislI:na Gi?selda! Con esto ya tulgO suf1CI~nte. Jil:' No temas ni sutras mas. He puesto a prueba \ Llcstra fldehdad, t~·: y 1a bondad de vuestro corazo~l, tant? en 1a1 ~'-lueza com~ en "i~ :~:: la pobreza, hasta donde Jamas mUjer ~l~lll'J fU,e p.robada, ',~: if;: Amadisima esposa, estoy seguro de vuestra lonstanCla. . ;'; ;'i.

Luego, tomandola en~re sus brazC?sJ la best;: Ella estabt ~~.~~~~i: ' sorprendida que no se diO cuema 111 entendll' 10 que se e ~ e,\ ;~,. cia' era como si, de repente, !cl hublesen. ana Iludo del sueno. ":::~ ~;', Pe;o, a1 final, volvio en 51 de su estupetaCC1(;\\. ,,:;.Hti,

-Grisel~a -.dijo el-, por Jesucnst? q~e :llUnopor,~oso~~,;K tros, vos SOlS rr:t1 esposa. No tell~o o:~a es.~,~sa ~I Jamas ten )0';:'dre otra. Tan Cleno como que DIOS s,11va18 ,HI ~lma. Esta es.,'i'. J;:'"

vuestra hija, esa que habeis pcnsado que el,) 1m nueva espo':~: ,;:;)~Lsa; y este muchacho sera ~ey;ummp2!:' ill' ,:,eredero'h~~d~.,.,;~.: ~"~.\:'."nSlempre he qu_endo que 10 fU,e.ra. ~l es reJJ.:,;1~nte, e~ l~U e-'~,:;,;ii:, vuestras entranas. Les tuve, .escondidos ell)?lon~td re l? _J ~r'

licia 0 por crueldad., que tamen buena nota de que 10 hice 1 I"

para F~obar la fidellclad de un~ esp.C?sa. (~~mo P?~ia. Dios ... .'i;:-.Jf permItlr que ~atase Zl mlS proplOS .hIjos? MI mtenclon rue teo 7.)-~ ~ ner)~s escondldos has La que estuvlese seguro de vuestra reso· J 0~ lUCIon y fuerza de vol untad. p~uanda ella oyo esto c~yo at sue!o desmaya~a, cor: el co- .J

razon destrozado de aJ egna. Cuando se recobro llamo a sus dos hijos para que se Ie acercasen y los estrecho entre sus bra­zos, Uo.rando pateticamente y besandolos tie_rnamente como c~a~qUler .ma~re, su rostra y sus ca?ellos banados en saladas lagn~as. 1Q1~ emOCIOllante resulto verla desvaneeerse yoir-Ie deeir con debl! voz!: ..-Mil vece~ gracias, mi sefiC?r, por ha,ber salvado a mis dos hijOS, ~? me Import8 ya monr~e a~~1 y ahora, con tal que me amelS y tenga vuestro favor. (~e Importa ya la muerte 0

q~e mi alma me abanclone? iOh, ~ijos mios! i9h, hijitos d.e I1!1 alma! Vuestra apenada madre Slempre penso que h~bials sldo d~vorados par crueles perros 0 pOl' bestlas hornbles, perc DlOS en su bondad y vuestro buen padre os han conser­vado sanos y salvos. " .

De repente, y en ~~CjL1el mlsmo ll1stante, r~sbalo hasta el suelo abrazada tan fuertemente a sus dos hijos, que costo grandes es~erzos rescC1tarlos de su pri~er abrazo, Las lagri· mas se desllz,aban ~or los ~ostros contntos de los presentes, que apenas SI reSlStIan ~egU1r en aquel aposento,

Walter la consolo ,h8sta que su profundisiI?a gena remiti6. Cuando se reeupero de su desmayo, ella smtlo verguenza; pero todo el mundo h mimo hasta que recobro su com­postura.

Entonees, Walter latrato con c~rifiosa solicitud hasta que daba gozo v.er la felrCldad que remaba entre ambos, ~hora que estaban Juntos nuevamente. Cuando las damas tuvleron ocasi6n la llevaron a SLl <1posento y 1a despojaron de sus bas' tas ropas y la vistieron ,:on una resplandeciente tunjca dora­da y Ie coloca~on s,obre la ea~eza una corona en la 9ue habia montadas vanas pledfils preClosas. Luego la conduJeron has­

radios, pues ahara no p?drels deCir que habe-Is per loa mn;~~¥r·' ta el salon del banquete. donde ie rindieron los debldos ho· guno d.e vuestros dos hl)OS. " " ' . '~1:~~," no~es. Y as! termino ki lzmente este ,dia conmovedor, pues

»lln cu~nto aesta gente que puedd oecll )\.1e obre par macH,' toetos los presentes, hombres y mUjeres, 10 ceJebraron en :::~. :s;~·~' '. ~ ~L· r.,Q-,]",~~ ~:r[1861

grande y pasaron toda la jornada con alegria \' regocijo hasta que las estrellas empezaron a brillar en e1 fin'tamento. A to­dos los presentes les parecio que este banqucle era mas sun­tuoso y magnifico que las ce1ebraciones de k~ esponsales.

Ambos vivieron prosperamente en paz y ,'Irmonia duran­te largos anos. Su hija contrajo unas buenas l1upcias, pues se casa con uno de los principes mas noble~ de toda Italia. Wal ter mando que el padre de su esposa VI]! lese a vivir con ellos en la corte en pacifico retiro, hasta qu.' su alma aban­dono su cuerpo terrenal. Cuando a Walter Ie lIeg6 la hora, su hijo Ie sucedio en paz y tranquilidad. Tambien tuvo suer­te en su matrimonio, aunque no hizo sufrir !linguna prueba

'0, severa a su esposa. El mundo no es tan dt! ro como antes. -il Esto es cierto. ~ Ahora escuchad 10 que el Petrarca tiene llue decir al res·

.:i pecto: .-; «Este cuento no ha sido eontado para que' las esposas imi­

/0 -; ten la mansedumbre de Griselda; seria mas c.I,~ 10 que podrian i ',' soportar aunque quisiesen. Debe servir mas :, )len para que to­~ ~ dos, sea eual sea su condicion, permalleZC<l~j lan constantes ~ ~. como Griselda en la adversidad.»

~ Esa es la razon par la que el Petrarca CClUO este cuento, v ique compuso en el mas elevado de los es I dos. Pues si unaf mujer fuese tan paciente hacia un simple m,Jrtal, con cuanta .[ mayor razon deberiamos aceptar sin una c: lleja todo 10 q'l!e

J... Dios nos envla. Resulta compl~tamente r"zonab1e que El ponga a prueba a todos los que £1 mismo 1: ! creado. Sin em­bargo, como dice Santia&o en su Epfstola, Dlll1Ca probara has­g tal extremo a los que E1 ha redimido. Siil duda esta siern­pre probandonos. Par nuestro propio bie]} siempre permite que seamos atormentados de diversas form.!s por e1 cruel hi­tigo de 1a adversidad, no porque quiera eSUl' seguro de nues­tra fuerza de voluntad, pues esta p1enamenrc enterado de to· das nuestras debilidades desde antes de nuestro nacimiento. Lo que dispone siempre es para nuestro bit'lt. Entonces, viva­mos en 1a virtud y en la fortaleza. Pera, antf", de que me vaya, permitidme, senores, que diga unas pa1ahras. Actualmente seria dificil encontrar tres Griseldas, 0 inc iuso s610 dos, en toda la ciudad. £1 oro que elIas representa!! esta actualmente

/..,QR]

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adulterado con laton, que 5i actualmente se pusiera a prueba e1 metal de la moneda (aunque parece ser buena), con m,ls I

'\"probabilidad se romperia en dos pedazos antes que si se do­blase. .r

, I

Asi que, en honor de 1a Comadre de Bath (quiera Dios mantenerla a ella y a todo su sexo en el puesto de mando 0

las casas irian demasiado mal), les cantare una canci6n que .,,espero 1es anime, pue) me siento en forma. Descansemos

pues de [hablar de] 10<; asuntos serios. Ahora escuchad mi .,.{canci6n. Ahi va:

EPILOGO DE CHAUCER

Griselda muna, tambH~l1 su paciencia. 1()_ ~~ Ambos estan mas muertos que un clavo de ataud; ~~ advierto a todos los n1dridos en audiencia que no asalten en alue! de sus mujeres la pacicl1cia, esperando encontrar

! ifuna Griselda; de segllru que quebrantan su testul.

Vosotras, esposas de ,!lCCl cuna, famosas porIa prudencla, ··1Si dejaseis que la humildad clavara ".:

"

vuestras lenguas, 0 bien a los estudiosos evidencia :\ i

dieseis, para que aqlll os contara un cuento mas increible que el de Griselda, de presencia tan cara. iVigilad que Chichevclche no fuese y os devorara! OJ,:

. ~~

"Imitad a Eco, cuya propia voz no silencia, ".n su actitud es de antifol1<l; ';i

; no os volvais inSenS<lLOS de tanta inoceneia. .~<

Poned los pies al suelo. tomad el control ; ~

y fijad esta lecci6n en vuestra conciencia; el bien general para todos brillara como el sol.

" ....'

Vosotras, superesposCls, alzaos en propia defensa. '..(

-~Cada una es grande Y i'l.lerte como un camello. iC6mo permitis que un hombre os haga ofensa? Yvosotras, esposas mt'l1ores, aunque flojas en batalla. sed feroces como tigres 0 diablos. La brama fuerte, como d viemo en los molinos, no falla.

iPor que debeis temer, 0 hacerles reverencia? Pues si vuestro marido se cubre de malIa,

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las cortantes flechas de vuestra elocuencia ) traspasaran su pectoral coraza Ysu dura pantal!.J Seguid mi cansejo, sed celosas; no perdais las 3~Jllas, y le acobardara vuestra presencia.

Si sois bellas y hermosas, cuando otras esten proentes, mostrad vuestras galas y belleza, Si fueseis feas, utilizad la largueza para ganar amigos y estar en su mente. Sed alegres y ligeras camo e1 viento de Onente, y dejad para e1 que se queje, preocupe, Hore y !.l mente.

AQUI TERM INA EL CUENTO DEL EIWDlTO

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PROLOGO DEL MERCADER

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ESTO de llarar, queJarme, lamentarme y tener molestias

. t;:.:de dia y de noche es algo que conozco fiUy bien, ."ll como 10 saben otros muchos hombres casados -dijo '4

el mereader-, 0, por lo menos, asi 10 ereo, ya que es 10 que "

me oeurre; 10 se muy bIen. Tengo una esposa, la peor que po­,-,

dais imaginar; si estuVlt'se casada con el diablo, podria jurar­10: Ie superaria.

»Pero (de que sirve claros ejemplos de su terrible genio?; ·'11"(::1ella es una arpia completa. Existe una gran y profunda dife­

~~I .~l:rencia entre la gran paClcncia de Griselda y el rencor y los de­~'

seos de venganza que dnidan en mi mujer. iY un cuerno vol­ · :,~

verla yo a caer en la tr<1mpa si ahora fuese libre! Nosotros, los A! hombres casados, vivimos siempre angustiados y afligidos. iProbadlo si no, y vereis que os digo la verdad, par Santo To· ,:''X

:';.ti",mas de 1a India!?

»Este mal es de la mayoria, no digo de todos, Dios me per­.;t\

:,1 • "'::',:i' do/ne. lAh, buen m~ese anfitrion!, creedm~, n~ llevo e~sado .,.

'r;mk~i .mas de dos meses; sm embargo, ereo que nmgun solteron de ·rl .l":~

,>,\;~Qda la vida pudiese empezar a relataros a1go tan penoso "~

"

,:':> como 10 que podria yo contar aqui referido a 1a maidad de -:;""

,~;:}.mi mujer. No, ni aunque me arrancaseis el corazon. :t::· -Bueno, Dios os bendiga, mi querido mercader -dijo I.... ', ,!. +..

7 El Apostol ineredulo. 'Lllnbien efr. Stlmma 77J. III: 1980 n.

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