Capítulo IX.

Manejo de la Colmena Introducción El manejo racional de la colonia de abejas melíferas requiere que el apicultor se tecnifique con información reciente que sea pertinente a su área ecológica, que desarrolle destrezas en la práctica de manejo apícola y que agudice su sentido de observación para poder percatarse de las necesidades de la colonia, de forma que cada colonia de abejas llegue a ser una buena recolectora de néctar o unidad polinizadora, según sea el caso. Llegar a percibir las necesidades de la colonia antes de que se conviertan en una limitante, constituye uno de los elementos más importantes en el desarrollo de destrezas que lleguen a convertirse en prácticas de manejo efectivas. A continuación se expone información relevante al manejo adecuado de la colonia, en un ecosistema tropical y subtropical. Alimentación con carbohidratos La alimentación estimulativa es un elemento integral del manejo racional de la abeja melífera. El alimentar y más importante aún, saber determinar cuándo, cuánto y cómo alimentar la colonia, es una herramienta sumamente valiosa que puede llevar a que el apicultor desarrolle unidades que lleguen a producir más miel que la contraparte no alimentada. Esto es una forma efectiva de competir con otros apicultores y con colonias silvestres. La calidad de la construcción del panal está directamente relacionada a la producción de cera por parte de la abeja. La calidad del panal afecta positiva o negativamente: la cantidad de huevos puestos por unidad de área por parte de la reina, la cantidad de abejas obreras producidas por unidad de tiempo, y por lo tanto afecta, en igual medida, la cantidad de néctar y polen a ser recolectado. Con el estímulo generado por la entrada de carbohidratos, ya sea mediante un flujo de néctar o en su defecto por alimentación con jarabe de azúcar, se activan las glándulas productoras de cera y se inicia la construcción de panal. Los panales de mejor calidad son construidos durante el flujo de néctar o mientras se esté alimentando la colonia con jarabe al 30% (una parte de azúcar blanca granulada y una parte de agua potable). Alimentación para desarrollar la población, de núcleo a colonia de producción

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La estrategia a seguir es proveer individualmente a cada colonia en desarrollo uno o dos litros de jarabe semanal (dependiendo del tamaño de la colonia), mientras se desee que se construyan panales o se desee incrementar la población, ya que la alimentación también estimula la postura de huevos por parte de la reina. Más de esta cantidad de jarabe por semana y las abejas lo pueden almacenar como miel, evento indeseable y penalizable pues está considerado una forma de adulteración. El objetivo de esta alimentación con jarabe al 30% es estimular la producción de cera y la postura de la reina. El volumen de jarabe a ser suministrado semanalmente debe guardar relación con el tamaño de la colonia, si la colonia está muy débil (tres cuadros o menos) y hay mucho alimento (más de un litro por semana), puede que las abejas almacenen el jarabe en el área disponible para la postura, lo que limita el número de celdas disponibles para que la reina ponga huevos de obrera, lo que limita el desarrollo de la colonia. Si necesario, remueva ese o esos panales y coloque panales ya construidos pero vacíos o extraiga el néctar y la miel en una centrífuga. Alimentación estimulativa-individual, con un envase sobre los cabezales de los cuadros de la cámara de cría y una anilla o cámara vacía, de una media alza

6⅝” para acomodar el envase.

El litro de jarabe puede ser consumido en varias horas o en varios días dependiendo principalmente del tamaño de la población de la colonia y de su comportamiento de abarrotamiento. Hay una correlación positiva entre colonias (en igualdad de población y edad de las abejas que componen ese grupo) que abarrotan el jarabe más rápido y la capacidad de almacenaje de miel de la colonia. Cada semana, en aquellas colonias que se interesa desarrollar, examine cuidadosamente la condición de la colonia siendo alimentada. Observe que no

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más de una pulgada de la parte superior central de los panales del centro de la cámara de cría estén llenos de jarabe o de miel. Del centro a los laterales del cuadro, el área con néctar o miel, ensancha en forma de arco siendo de hasta unas tres pulgadas en los bordes. En colonias completamente desarrolladas los panales 1 y 10 siempre deben estar llenos de miel, los 8 restantes deben tener las diferentes etapas de cría en el grueso del área del panal, y un poco de polen y miel en la parte superior. En los núcleos (<5 cuadros), el área de reserva de miel almacenada irá aumentando paulatinamente según la colonia expande, siempre y cuando no se interrumpa la entrada de carbohidratos.

El área más clara del panal corresponde al área de almacenaje de néctar o miel; la oscura, el área de postura. Este es un cuadro del centro de la cámara

de cría. Según vamos de los cuadros del centro a los laterales, el arco de néctar y miel va aumentando hacia abajo. El cuadro 1 y el 10 o sea, los de los

extremos siempre deben estar llenos de miel.

Cuando alimente un núcleo ubicado en una cámara de cría estándar 1119/32, el alimentador se debe colocar a un lado de los panales, sobre dos listones de madera o artículo equivalente que levante el alimentador de 1 a 1½ cm. del piso. De esta forma las abejas podrán tener acceso a los pequeños orificios hechos en la tapa del alimentador invertido sobre el piso de la unidad. Cuando la cantidad de panales sea tal que el alimentador no quepa entre los

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panales y la pared lateral de la colmena (del octavo cuadro en adelante), se colocará el alimentador sobre los cabezales de los cuadros. Ponga el mismo al centro del área de cría, coloque un alza o cámara de vacía (sin cuadros), y sobre ésta la tapa. Lo mismo se puede hacer sobre una entre-tapa. El atractivo de utilizar la entre-tapa es que creamos una barrera física entre las abejas y el apicultor, y muchas veces podemos remover el alimentador e inmediatamente poner otro envase lleno de jarabe, sin provocar a las abejas, utilizando un mínimo de tiempo y de humo.

Entre-tapa con hueco en el centro, sobre el cual se puede colocar un alimentador.

Entre los métodos de alimentar y tipos de alimentadores más utilizados están; (1) Recipiente con tapa perforada que se coloca invertido sobre los cabezales de los cuadros. Este debe ser de aproximadamente un litro de capacidad. Se toma la tapa, se le remueve el cartón o plástico interior y se le hacen unos 10-15 orificios pequeños (0.5 mm.) con la punta de un clavo fino. Que el orificio sea de no más de un milímetro de diámetro. Vierta el jarabe en el envase, coloque la tapa agujereada e invierta el envase sobre el piso de la colonia o sobre los cabezales. (2) Alimentador Boardman, sigue el mismo principio del anterior pero se coloca fuera de la colonia, en un aparato que va acuñado en la piquera. Tiene el atractivo de que se ve el jarabe según es consumido. (3) Cuadro hueco de plástico o de madera revestida con cera o un cuadro hueco de metal. Este reemplaza uno de los 10 cuadros de la cámara de cría, ya sea el primero o el último. Dentro del mismo se coloca tela de maya metálica o plástica que vaya de los bordes superiores al centro del fondo. Esto provee una superficie de agarre por donde la abeja bajará y subirá, evitando el que se ahogue en el jarabe. Algunos apicultores mantienen el mismo en la colonia todo el año, pero esto no es recomendable ya que cuando da inicio un flujo de néctar, las abejas pueden construir panal, llenando con cera y miel el espacio vacío. Esto genera un problema adicional para el apicultor ya que tendrá que remover todo ese material antes de la próxima alimentación para hacer cupo para el jarabe. Este tipo de alimentador tiene cabida para un galón de jarabe, (4) Alimentador Superior (Top Feeder), aparato de plástico de

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dimensión aproximada a una media alza. Se coloca sobre la última cámara de cría. Las abejas tienen acceso al jarabe por una abertura al centro del alimentador. Acepta de unos cuatro o cinco galones de jarabe. Se utiliza más en áreas templadas donde se proveer grandes cantidades de alimento a ser almacenado por las abejas durante el otoño y utilizado durante la larga temporada de invierno. (5) En áreas donde hay agua disponible en todo momento se pueden proveer bloques de azúcar. Este bloque tiene el mismo volumen de un cuadro y reemplaza uno de los cuadros laterales en la cámara de cría, el primero o el último. El mismo se hace añadiendo 200 kilos de azúcar a 4 litros de agua caliente. Coloque el agua en un recipiente, caliente la misma a fuego mediano y añada parte del azúcar hasta que se disuelva y empiece a burbujear, repita hasta añadir todo el azúcar. Hacer todo el proceso a fuego bien lento y agitando continuamente. Si la mezcla adquiere el más mínimo olor a caramelo, las abejas la rechazarán. Luego de la última porción de azúcar añadida, cueza por espacio de media hora a cuarenta y cinco minutos, hasta que la mezcla espese. Vierta inmediatamente sobre molde que emula un cuadro, pues se solidifica con rapidez. Esta mezcla da para unos 38 bloques o cuadros. Esta forma de alimentar es muy práctica ya que las abejas utilizan los suministros según necesitados; no obstante, tiene un efecto estimulante inferior al jarabe. Se utiliza más como alimentación de mantenimiento durante épocas en que las poblaciones están muy bajas y los recursos de néctar son limitantes (áreas tropicales de lluvia por muchas semanas). (6) Añadir azúcar blanca granulada directamente sobre la entre-tapa. Este método funciona bien en áreas donde hay agua disponible en abundancia. Pero mucha de la azúcar es removida por las abejas tal si fuera sucio, por lo que se desperdicia mucha azúcar.

Alimentador tipo Boardman

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Cuadro Hueco (izq.) y el mismo siendo llenado con jarabe en una operación comercial (der.)

Alimentador Superior o “Top Feeder”

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Método para preparar la cantidad deseada de jarabe de azúcar al 30% que corresponda al número de envases de un litro.

# potes de ≈1 litro de jarabe a preparar = (1.1 lbs azúcar X # potes) + (0.5 gr de electrolitos (Vi-Tal) X # potes) + (1.1 lbs agua X número de potes) Mezclar primero los electrolitos en el azúcar, y luego añadir al agua. Alimentación proteínica En ocasiones, cuando alimentamos con jarabe en una forma estimulativa, la colonia no tiene los recursos de proteína requeridos para sustentar el desarrollo de la cría. Es entonces cuando necesitamos proveer un suplemento proteínico que complemente el energético. Al momento, la receta recomendada es generada a base de 4 litros de azúcar blanca granulada y de 4 litros de harina soya desgrasada (Proceso “Expeller”). Mezcle ambos ingredientes secos hasta que esté bien uniforme. Tome un litro de agua tibia y eche una taza de polen fresco (puede omitir el polen, si no lo puede adquirir). El polen tiene elementos fago-estimulantes que aumentan el consumo del preparado. Coloque el agua y el polen en una licuadora y licue por un minuto, vierta el líquido sobre la mezcla seca y amase hasta que todo esté uniforme y logre la consistencia de masa para arepas de maíz o masa de tamal. Haga tortas de ¼ de libra y coloque entre dos pliegues de papel parafinado. Aplane y coloque la torta sobre los cabezales de los cuadros en el centro del nido de cría. La torta puede durar hasta una semana. No remueva el papel parafinado al colocar la torta dentro de la colmena. El papel hace que las abejas coman

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uniformemente de los bordes exteriores hacia el centro. El resto de las tortas pueden ser congeladas y utilizadas en fecha posterior. ¿Cuándo alimentar para aumentar el almacenamiento de miel en Puerto Rico? Si sus colonias son unidades listas para producción (completamente desarrolladas) y están ubicadas en el llano costero, los flujos de néctar darán inicio para mediados de febrero (más o menos dos semanas), y de dos a cuatro semanas más tarde, según subimos cada mil metros. Dos ciclos de cría antes de mediados de febrero o sea, 42 días antes, de la fecha promedio del inicio del flujo de néctar, se debe dar inicio a la alimentación de cada colonia escogida para producir miel ese año. Alimente con uno o dos litros de jarabe al 30% por semana. Para cuando empiece el pre-flujo a mediados de febrero la colonia tendrá una población de obreras más numerosa y en vez de utilizar el pre-flujo y parte del flujo para aumentar población, la colonia podrá dar inicio al proceso de almacenamiento y maduración de néctar mucho antes que colonias no alimentadas. Descontinúe la alimentación estimulativa cuando se percate de los primeros indicios del flujo de néctar. Esto es cuando detecte primordios de cera blanca en los bordes de los cabezales o de los panales de colmenas que no están siendo alimentadas.

Cera blanca sobre panal oscuro, indicación de inicio de flujo de néctar.

Bioseguridad

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Los envases utilizados para alimentar, así como los instrumentos para faenar con las abejas pueden ser y son un vehículo para que el apicultor pase enfermedades de colonia en colonia en una forma muy rápida y efectiva, sobre todo cuando un patógeno llega a un alimentador, a una superficie de trabajo, a un tanque de mezcla, o al sistema distribución. Se debe tener muy claro que cada vez que se utiliza un aparato alimentador en una colonia, el mismo debe ser limpiado con agua y jabón, y desinfectado, preferiblemente con hipoclorito de cloro, dado su efectividad, disponibilidad y bajo costo. Si la palanca o pata de cabra es utilizada en una colonia que da positivo para Loque Americana es imperativo que la misma sea desinfectada antes de utilizarse en la próxima colonia. Esto se puede lograr colocando la palanca en el ahumador y accionando el fuelle para generar calor. Luego de asegurarse de que el calor fue suficiente para verdaderamente calentar el metal, retire del ahumador y moje o introduzca en la tierra para enfriar la misma, ahora está descontaminada para seguir trabajando. Si utiliza guantes protectores para trabajar las unidades, rutinariamente lave y luego sumerja los mismos en una solución de cloro. Maneje el material contaminado, o sea panales con o sin miel, con suma precaución, nunca deje expuesto a que abejas lo pillen. Sumerja la pata de cabra en la solución de cloro al momento de desinfectar los alimentadores. Los envases que se utilizan en la alimentación de jarabe de azúcar se revisten con gran facilidad de un hongo negro (Aspergillus flavus) causante de la enfermedad micótica, Cría Petrea, por lo que deben ser limpiados rutinariamente. Estos envases también pueden ser un vehículo muy efectivo para trasmitir bacterias y otras enfermedades. El hongo de la Cría Péterea puede producir aflatoxinas, neurotóxico potencialmente muy peligroso. También en los envases se puede trasmitir el hongo causante de la Cría Tisana o Cría Calcárea, Ascospahera apis. Pero de la misma forma pueden ser un vehículo excelente para pasar de colonia en colonia cualquier otro patógeno. Remueva todo el sucio posible de cada envase y lave con agua y jabón. Luego sumerja los envases por espacio de 10-15 minutos en una solución de hipoclorito de sodio. Remueva el envase de la solución y escurra, pero no enjuague con agua. No obstante, asegúrese de que escurrió bien cualquier remanente de solución de cloro. Utilice el hipoclorito de sodio disponible en el súper-mercado, diluido a razón de una parte de cloro y nueve partes de agua tibia. Esto también evitará el que pasen otras enfermedades micóticas, bacterianas y mohos de una colonia a otra mediante el alimentador.

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Con solución desinfectante, enjuague cualquier envase que utilizó para preparar o almacenar el jarabe, así como la superficie de trabajo, e inclusive el piso del área de trabajo. Esto es una forma excelente de disminuir y de manejar en forma efectiva problemas con Loque Americana (Paenibacillus larvae larvae). No obstante, este tipo de higiene hay que combinarlo con prácticas de manejo a nivel de colonia y del apiario e integrar un programa efectivo de selección genética de forma que la enfermedad se mantenga a un nivel por debajo del que pueda impactar negativamente la operación apícola.

Uso del humo Mediante el uso adecuado del humo, el apicultor interrumpe temporalmente el comportamiento defensivo de la colonia. Las abejas perciben el humo como indicación de la presencia de fuego. El abarrotarse de miel, por si hay que abandonar la colonia y establecerse en otro lugar y enfriar la cavidad abanicando, son prioritarios sobre el comportamiento de defender la colonia de un intruso. Las probabilidades de que la colonia perezca en un fuego son mayores que la de que sea devastada por un depredador. En la gran mayoría de los casos, el depredador daña sólo parte de la colonia. El humo es generado en el ahumador, aparato metálico con una cavidad para combustión incompleta y un fuelle que fuerza aire, y el humo, a través de la cámara de combustión. A través de la combustión incompleta se busca evitar que se produzcan llamas lo que promueve que se genere una gran cantidad de humo no muy caliente. Como combustible se utilizan varios materiales, entre ellos; cartón corrugado, tela de saco, aserrín, hojarasca, hierba seca, estiércol seco, nido de comején, cachaza de coco, pedazos de madera, etc. El combustible que usted decida usar será el que esté más a su alcance, tanto físico como económico. Una característica importante que debe tener el combustible es que permanezca encendido aún cuando el ahumador es puesto a un lado por unos minutos. De lo contrario se puede encontrar en la incómoda situación de no tener con que aplacar un despliegue defensivo imprevisto. También debe estar consciente de no utilizar como combustible materiales que tengan o puedan tener sustancias nocivas a las abejas o que contaminen la miel. Se recomienda que la colmena sea inspeccionada por dos personas, una que opere el ahumador y una que realice las labores en la de manejo.

Dos tipos de ahumadores

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¿Cómo utilizar el humo? Prepare el combustible y téngalo accesible, corrugue un pliegue de papel seco como el de periódico o un manojo de paja seca y enciéndalo en llamas. Coloque la parte encendida hacia abajo, dentro de la cámara de combustión, mientras acciona el fuelle levemente. Una vez en llamas, introduzca o añada combustible y cierre la tapa, todavía accionando el fuelle. Una vez el combustible esté bien encendido, proceda a echar leves bocanadas de humo a lo largo de la piquera. Mientras más suave accione el fuelle, menos caliente saldrá el humo y más durará el combustible. Esto es deseable pues el humo caliente irrita a las abejas e imparte un olor fuerte a la miel. Luego de echar dos o tres bocanadas que cubran toda la piquera a lo ancho y a lo alto, siga echando humo intermitentemente por unos 10-15 segundos. Haga esto antes de levantar la tapa de la colmena. La tapa se levanta utilizando la palanca o alza-tapas y tan pronto se abre una hendija, se echan bocanadas de humo. Continúe removiendo lentamente la tapa y echando leves bocanadas de humo por encima de todos los cabezales de los cuadros. Se echan un par de bocanadas de humo en la piquera nuevamente y se procede a realizar la inspección de la colonia.

Ejemplos de combustible para el ahumador. Rollo de cartón corrugado. Pelets de madera.

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Se echarán, casi continuamente, leves bocanadas de humo sobre los cabezales de los cuadros y la piquera. Se recomienda echar humo alrededor del cuerpo, sobre todo en las manos, antes y durante la inspección, para enmascarar el olor a animal que despide el cuerpo humano. Es importante no dejar de echar humo por espacios prolongados de tiempo. Todas las colonias tienen una velocidad de reacción defensiva diferente y puede verse envuelto inesperadamente en un despliegue defensivo. Si esto ocurre, aumente el volumen de humo y cubra todos los cabezales de los cuadros, y la piquera. Si el despliegue es demasiado marcado, cierre la colonia que está trabajando y desista de faenar por un rato, hasta que las abejas aplaquen su comportamiento defensivo. De lo contrario sólo provocará más a las abejas y aumentará su defensividad, también puede contribuir al pillaje. Lo recomendado desde un punto de vista de seguridad y de funcionalidad, es que una persona haga las faenas de la colmena y la otra únicamente trabaje el ahumador. De esta forma siempre habrá el estímulo de humo presente para que las abejas se mantengan lo más dóciles posible. Además, trabajar la colmena en pareja es más cómodo.

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Inspección de la colmena Ayudado por el alza-tapas o “pata de cabras”, separe los cuadros unos de otro. Despegue los dos extremos del cuadro antes de proceder a removerlo. Remueva los excesos de panal y de propóleos que estén sobre y entre los cabezales de madera. Esto ayudará a que, al remover el panal, la cera no se macere y se dañen las celdas de obrera; también, provee para una ventilación más adecuada entre los panales. Presumiremos que la colonia consta de una cámara de cría, sin alzas. Se procede a remover el segundo cuadro, verificar que allí no esté la reina y a ponerlo en un lugar seguro, al lado de la colmena. Que la superficie del panal no toque ninguna otra superficie para no dañar las celdas. Se remueve el segundo cuadro o panal ya que el primero está demasiado pegado a la pared y remover éste puede resultar en la muerte de abejas al ser aprisionadas contra la pared de la cámara de cría. Se tomará la precaución de examinar el cuadro para ver que la reina no esté en él y evitar que ésta se caiga, vuele del cuadro o camine del cuadro y se pierda. Una vez removido el cuadro, habrá espacio suficiente para separar otros cuadros y manejarlos con más comodidad. Los cuadros han de ser removidos con mucha cautela ya que la reina puede ser lastimada o muerta “accidentalmente” si ésta se encontrara entre dos panales al momento de remover uno de ellos. Proceda a llevar a cabo la inspección deseada, esto puede ser; localizar la reina, ver si la postura de huevos es adecuada, cotejar si hay suficiente miel o polen, ver si la cría está dispuesta siguiendo un patrón saludable, remover panales viejos, ver si hay panales en el centro de la cámara de cría con mucha miel, añadir cuadros con cera estampada, de cría o de miel, ver si hay celdas reales, eliminar panales dañados, limpiar la colmena de propóleos, cera, sucio en el

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piso, detectar alguna plaga o enfermedad, etcétera. Mientras la persona que hace la inspección, maneja los cuadros, la que trabaja el ahumador se mantiene echando leves bocanadas de humo a los cuadros, a la piquera y a las manos del operador, para mantener las abejas bajo control. De esta forma el manejo de la colmena se hace mucho más placentero y seguro. Luego de las inspección, los cuadros serán devueltos a la colmena en el mismo orden y orientación a como fueron sacados. La única excepción a esto es cuando sea necesario reorganizar los cuadros del nido de cría o añadir algún cuadro de cera estampada. Búsqueda de la reina En algunas circunstancias hay que dar con la reina, estas son;

1. Para marcarla 2. Removerla de la colmena

Para saber si la reina está presente no es necesario verla físicamente. La presencia de huevos y larvas recién nacidas es suficiente evidencia de la presencia de una reina. La búsqueda de la reina puede ser muy tediosa ya que ésta puede estar en cualquier parte de la colonia y esconderse entre abejas, entre el panal y el cuadro e inclusive moverse de los cuadros a las paredes o al piso de la colonia.

Panal de cera relativamente nuevo, con huevos de obrera en el fondo de la celda.

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Se recomienda marcar su tórax con pintura o productos manufacturados para estos propósitos para hacerla más visible. La pintura de modelos de carro trabaja muy bien y debe ser preferida sobre la de uñas.

Algunos apicultores acostumbran cortar la última cuarta parte de un sólo par de las alas de la reina. Esto evita que la reina se eche al vuelo y posiblemente se pierda; además, ayuda a reducir la probabilidad de que la colonia enjambre, pues al no poder volar la reina, las obreras regresarán a la colmena. Sin embargo, este procedimiento no evita la enjambrazón, en cuanto nazca una de las reinas vírgenes, las abejas enjambrarán con ella. Por otro lado, asegúrese de que la reina inició su postura, pues si le corta las alas a una reina virgen, ésta no podrá salir a su vuelo nupcial, y la colmena terminará convirtiéndose en zanganera. Por último, el procedimiento de cortar las alas ha demostrado ser perjudicial para la reina y hay evidencia empírica de que éstas tienden a ser reemplazadas con mayor frecuencia, por lo que el pintar o marcar el tórax es más recomendable. Se debe desarrollar una manera sistemática de buscar la reina. Se comienza por sacar y examinar el segundo cuadro. Si la reina no está en ese cuadro, se pone el cuadro a un lado fuera de la colmena y se remueve e inspecciona el primer cuadro (que está pegado contra la pared de la colmena), éste se puede dejar dentro de la colmena. Lo mismo se repite con el tercero, cuarto cuadro y así sucesivamente hasta que se encuentre la reina. Si inspecciona todos los cuadros sin dar con la reina, se procede nuevamente a inspeccionar, pero esta vez se remueven de la colmena y se dejan afuera, cada uno de los cuadros hasta dar con el cuadro que tenga la reina. Inspeccione las paredes, el piso por dentro, el excluidor (si lo usa) y la tapa. Coloque los cuadros en otra cámara de cría vacía de forma que la cera y las abejas no sufran ningún tipo de daño. Es importante regresar los cuadros en el mismo

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orden y orientación a como estaban originalmente. Debe mantenerse la estructura del nido de cría lo más intacta posible para causar el menor disturbio posible a la estructura social de la colonia. Mientras más disturbio cause en la colonia, mayor será la cantidad de tiempo que le tome a ésta regresar a equilibrio y mayor será el consumo de miel. En la eventualidad de que luego de esta segunda inspección no encuentre la reina, se devolverán todos los cuadros a la colmena, se cerrará por unos minutos (mientras inspecciona una o dos colmenas) y se procede nuevamente con otra inspección. De no encontrarse en ésta inspección y ante la necesidad inaplazable de dar con la reina, se procederá de la siguiente manera. Se coloca una cámara de cría con su fondo y piquera al lado de la colmena con la reina a ser encontrada. Se coloca, sobre la cámara de cría vacía otra cámara de cría vacía (sin cuadros). Se desliza, entre ambas un excluidor de reina y junto con la caja vacía superior, deslícelos hacia un lado para exponer una hendija que permita introducir libremente un cuadro en la cámara de cría inferior. Se sacude todas las abejas de cada uno de los cuadros en la caja vacía superior y vaya poniendo en la cámara de cría inferior. Sacuda también las abejas de la cámara de cría, pues la reina puede estar allí. Mediante leves bocanadas de humo se fuerzan las abejas a que pasen por el excluidor. Cada cuadro es deslizado en su orden correcto por la rendija hasta que todos los cuadros hayan sido sacudidos en la cámara de cría con el excluidor e introducidos a la cámara de cría inferior. Se observa detenidamente hasta dar con la reina en el excluidor o paredes de la cámara de cría superior. Búsqueda de copa celdas El buscar y encontrar copa celdas es requerido para; 1. Removerlas, 2. asegurarse de que hay copa celdas.

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Se producen copa celdas cuando; 1. La reina muere, 2. la reina desmerece fisiológicamente y es reemplazada, 3. la colonia va a enjambrar, 4. el apicultor mata o remueve la reina. Las abejas construyen dos tipos de copa celdas;

1. Las copa-celdas de enjambrazón que se encontrarán en la parte inferior y lateral de los panales.

2. Las copa-celdas de reemplazo que se encontrarán en la superficie o

cara de los panales. Esta regla no es exclusiva. Para asegurarse de que se eliminen todas las copa-celdas es imprescindible que se remuevan las abejas del panal. Esto se hace sacudiendo fuertemente el cuadro encima de los cuadros de la colmena, para que las abejas caigan dentro de la colmena. Antes de agitar el mismo, nos aseguramos de que la reina no está en ese cuadro. Si está, se remueve y suelta entre los cuadros ya inspeccionados, mejor aún se colóquela en su bolsillo en una cajita porta reinas hasta que concluya la faena en esa colmena. Desprenda las abejas del cuadro con una sacudida sólida. Por lo general con dos sacudidas fuertes es suficiente para remover la mayoría de las abejas y exponer la superficie del panal. Con el alza tapas rompa todas las copa-celdas que encuentre. El dejar una sola copa-celda es suficiente para que nazca una reina

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virgen. Inspeccione todos y cada uno de los cuadros que contengan cría por cada uno de los lados. Para asegurarse de que hay copa celdas, se utiliza el mismo procedimiento que arriba con una variante. En este caso es deseable el prestar sumo cuidado a las copa-celdas pues de una de ellas nacerá la futura reina que encabezará la colonia. Bajo ninguna circunstancia golpee o sacuda el cuadro ya que con seguridad dañará los sacos alares o las alas en vías de desarrollo de la pupa y la reina no nacerá normal. Las alas son las últimas estructuras en desarrollarse y si son dañadas, la reina no podrá emprender su vuelo de cópula. Esto resulta en una reina zanganera. Remueva las copa-celdas, pero deje dos o tres de las más grandes. Es un hecho que mientras más grande la reina, más ovariolos tendrá y mayor será su razón de postura. Manejo del alza tapas El alza tapas o pata de cabras es un instrumento metálico tipo palanca que se utiliza para separar la tapa de la cámara de cría o de las alzas de miel, separar el alza de miel de la cámara de cría, separar y remover los cuadros de la colmena, y cualquier otro tipo de práctica que requiera hacer palanca. Se utiliza también para raspar y limpiar las superficies internas de la colmena, y separar las cámaras de cría o de miel. Este instrumento es imprescindible en el manejo de la colmena. Por lo general tiene forma de ele (L), la parte alargada se introduce entre las dos partes a ser separadas y se apalanca, de esta forma se despegan las partes unidas por propóleos. Haga esto poco a poco, de aplicar mucha fuerza puede romper la madera, sobre todo cuando estamos trabajando con los cabezales de los cuadros.

Alza-tapas

Los propóleos son utilizados por las abejas, entre otras cosas, para asegurar los cuadros unos con otros, con las paredes, el piso y el techo de la colmena. Para separar los cuadros entre sí, utilice la parte corta de la L del alza tapas. Se introduce en un extremo lateral del cuadro y se apalanca de un lado

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o del otro, lo mismo se hace al otro extremo del cuadro hasta que éste quede libre y pueda ser removido con facilidad. El alza tapas es útil también como instrumento para raspar y limpiar material de cera, propóleos o cualquier otro que se desee remover. No es recomendable, ni necesario, amolar el alza tapas ya que se embebe en la madera con facilidad; además, puede provocar una cortadura innecesaria en el operador. Mantenimiento de la estructura del nido de cría Una de las prácticas de manejo más importantes que el apicultor desempeña es la de hacer lo posible para que la colonia pueda llevar a cabo sus faenas de la manera más eficiente. Especialmente cuando nos referimos al manejo de los panales de la cámara de cría. El apicultor procurará que las abejas construyan panales de buena calidad y hará lo posible por mantener los mismos en buena condición. Se entiende por panales de buena calidad a panales uniformes, sin hoyos, ni dobleces, con el número mayor posible de celdas de obreras. El centro longitudinal del panal debe quedar en el centro del cuadro. Los panales deformes, muy oscuros y con muchas celdas zanganeras (más de una décima parte de la superficie del panal) deben ser reemplazados por cuadros de cera estampada alambrada. La cera estampada está impresa con la forma y el tamaño de la celda de obrera, lo que promueve que al trabajar la cera, las abejas se dejan guiar por este molde y construyan celdas que en su gran mayoría serán celdas de obrera. El alambre embebido en la cera asegura, que una vez construido el panal, el centro de éste coincida con el centro del cuadro; además, da soporte al panal. La casta de obreras se encarga de recolectar el néctar y hacerlo miel. Mientras más alta la población de obreras, mayor será la proporción y el número de pecoreadoras que sale al campo durante el flujo de néctar. De aquí lo recomendable del reemplazo de los cuadros indeseables. Por regla general, se debe reemplazar un cuadro (panal) cuando más del 10 por ciento de su área de superficie no son celdas de obrera. El costo de este material y manejo es más que recompensado por el incremento en producción de miel por colonia. Un cuadro con cera estampada bien alambrada, colocado en la colmena durante el flujo de néctar resultará, en la mayoría de los casos) en un panal de buena calidad. Este panal rendirá los resultados deseados por espacio de tres a cuatro años. Es bien importante visualizar que la mejor época para hacer que las obreras trabajen la cera estampada en panales de calidad es durante un

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flujo de néctar o en su defecto, alimentando la colonia con uno litro a la semana de jarabe de azúcar al 30 por ciento (una parte de agua y una de azúcar). La alimentación estimulativa con jarabe simula un flujo de néctar, durante este tiempo las glándulas de cera se activan y producen cera a ser utilizada en la construcción y re-construcción de panales. Si hay indicios de flujo de néctar y su colmena tiene los diez cuadros de esa cámara de cría bien cubiertos de abejas, remueva el panal que desee eliminar e introduzca el cuadro con cera estampada al centro de la cámara de cría. Si la colonia tiene menos de 5 cuadros o sea es un núcleo, el cuadro con cera estampada se pondrá entre el último y el penúltimo panal. Si no hay flujo de néctar o no se está alimentando con jarabe, no se debe introducir cera estampada en la colmena pues las glándulas de cera no están activas y las abejas roerán la cera, dañándola en el proceso. Cuando el flujo de néctar de inicio, los espacios “comidos” por las abejas son re-construidos, en su mayor parte con celdas de zángano, evento no deseable. Como parte del manejo de la cámara de cría, el apicultor debe mantener los mejores panales al centro del nido para que estos estén disponibles a la reina para su postura. Si durante la inspección de la colmena se encuentra un panal que requiere reemplazo ya que tiene de 10 a 20% de su área de superficie que no es de celdas de obrera, márquelo haciendo una equis (X) con el laza-tapas en la parte superior central del cabezal y colóquelo en una posición lo más lateral posible en la cámara de cría, pero adentro del último panal con miel. Si tiene más de un 20-40% marque con dos equis (XX). Si tiene más de 40 % de su área de superficie que no es de celdas de obreras marque con tres equis (XXX). Mientras más equis tenga el cuadro más afuera del centro de la colonia debe ir. La disposición ideal de los panales en la cámara de cría es como sigue; Primera Cámara de Cría Cuadro #1 = Miel Cuadro #2 = Mayormente cría y algo de polen, y miel Cuadro #3 = Cría Cuadro #4 = Cría Cuadro #5 = Cría Cuadro #6 = Cría Cuadro #7 = Cría Cuadro #8 = Cría Cuadro #9 = Mayormente cría y algo de polen, y miel Cuadro #10 = Miel

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Segunda Cámara de Cría Cuadro #1 = Para almacenaje de miel Cuadro #2 = Para almacenaje de miel Cuadro #3 = Para almacenaje de miel Cuadro #4 = Cría Cuadro #5 = Cría Cuadro #6 = Cría Cuadro #7 = Cría Cuadro #8 = Para almacenaje de miel Cuadro #9 = Para almacenaje de miel Cuadro #10 = Para almacenaje de miel La cría debe estar en el centro de la colonia ya que en esta área la temperatura y humedad son más estables y favorables para el desarrollo de larvas y para la producción de cera. Las fluctuaciones de temperatura afectan el desarrollo de la cría y éstas son mayores en los extremos laterales de la colmena. Cuando se añaden cuadros de cera estampada a un núcleo se debe hacer poniéndolo entre el último y penúltimo panal de un extremo, el próximo cuadro de cera estampada se añadirá en el lado opuesto, así mantendremos la cría siempre al centro. El reemplazar los panales de una colonia cada tres a cuatro años tiene implicaciones positivas bien significativas. Los panales de la cámara de cría son utilizados por la reina para la postura. Las abejas son insectos con metamorfosis completa por lo que generan crisálidas. Cada vez que se desarrolla una abeja ésta deja atrás una crisálida en la celda. Aunque la celda sea limpiada y pulida por las abejas, se acumulan desperdicios y patógenos potenciales que brotan en problemas cuando las condiciones son adecuadas. Colmenas cuyos panales son reemplazados, siguiendo las recomendaciones antes indicadas, presentan menos problemas con enfermedades y tienen una mayor producción de miel. Cuanto más claros los panales menos probabilidades de que se pueda alojar alguna enfermedad y mayor la calidad de la miel. Otro aspecto de importancia es que los panales más claros producen mieles más claras. El público consumidor cada vez está más educado y se ha percatado que las mieles más claras tienden a ser más delicadas y agradables en sabor. Sin embargo, recordemos que las mieles tropicales tienden, en promedio, a ser un tanto más obscuras que las de áreas templadas ya que tienen más minerales. El panal se va oscureciendo con el paso continuo de las

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abejas, las cuales depositan propóleos y otras substancias pigmentadas en y sobre éstos. De aquí que se recomiende mantener los panales más claros en el alza o cámara de miel y que la miel sea cosechada tan pronto como las abejas la haya operculado. Mantenimiento de las alzas de miel Si es la primera vez que se añade un alza a la colmena, lo más probable es que los cuadros sean de cera estampada. Los apicultores que producen miel extraída o sea miel líquida para envasar, prefieren poner sólo nueve cuadros en el alza de miel. Esto es recomendable pues la distancia de centro a centro de los panales es mayor y las abejas construyen los panales más gruesos. Recordemos que las abejas mantienen un espacio-abeja de aproximadamente tres octavos de pulgada entre cada panal. El atractivo de estos panales más gruesos se palpa cuando se va a desopercular el panal. Los panales gruesos son más fáciles de desopercular, pues el cuchillo o aparato desoperculador corre con más facilidad por encima de todo el cuadro. Además, esto equivale a tener que comprar menos cuadros y cera estampada, lo cual en una operación apícola de 500 colmenas puede representar 500 cuadros y 500 hojas de cera estampada y el tiempo de su ensamblaje. Por el contrario los apicultores dedicados a la producción de miel en panal o en secciones frecuentemente usan los 10 cuadros. En este caso el número de panales es más importante que su grosor. Previo a colocar la segunda cámara de cría o la primera alza de miel, según sea el caso, la colmena debe exhibir dos características:

1. Que la primera cámara de cría tenga sus 10 cuadros bien construidos y sobre todo cubiertos con abejas. Si no hay suficientes abejas para cubrir los panales, de nada vale añadir la segunda cámara de cría o la primera alza, pues no habrá suficientes abejas para producir cera e iniciar la construcción de los panales.

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Ejemplo de una colmena con la población necesaria para poder proceder a

colocar la próxima cámara, sea de cría o un alza de miel. Note que los cabezales de los cuadros están casi cubiertos en su totalidad por abejas.

Esto se debe evaluar inmediatamente luego de levantar la tapa o entre-tapa y utilizando un mínimo de humo, para no desplazar a alas abejas.

2. Que el flujo de néctar haya comenzado o esté por comenzar. Sin el flujo de néctar las abejas no activan sus glándulas de cera y por lo tanto no pueden trabajar el panal, mucho menos almacenar néctar o miel.

Una indicación de que el flujo dio inicio es encontrar cera nueva (blanca) en los cabezales de los cuadros.

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Las abejas comienzan a trabajar los panales, por lo general, del centro de la cámara hacia los laterales, por lo que son éstos los primeros en ser llenados de miel. Primero las abejas los llenan de néctar y según el néctar es convertido en miel, van operculando o sellando las celdas con cera. Cuando la celda está operculada con cera, la miel está madura y lista para que el apicultor la coseche. Se deben remover panales cuando más de un 75-85% de las celdas estén operculadas, de lo contrario la miel tendrá un por ciento de agua muy elevado y es posible que se inicie un proceso de fermentación. Miel con más del 18.6% de agua deja de ser miel de primera calidad y es más difícil venderla. Si el alza está tres cuartas partes llena de miel y el flujo de néctar no ha concluido, éste probablemente dure de una o tres semanas más. Coloque otra alza debajo de la que está casi llena, de esta forma las abejas se darán a la faena de construir panales y llenarlos de miel. Algunos apicultores colocan el alza vacía sobre la casi llena. Se cree que al ponerla debajo de la casi llena hace más fácil la labor de las abejas. Por otro lado, de no llenar esta segunda o tercera alza, el alza vacía queda debajo de las llenas lo que facilita la remoción de las alzas llenas de miel al momento de la cosecha. La colonia desarrollada de la abeja africanizada usualmente ocupa una primera cámara de cría en su totalidad, en la segunda cámara de cría ocupa de tres o cuatro panales centrales con cría y los demás los llena con miel. Estos panales de miel deben ser cosechados tan pronto estén operculados. En áreas de buena producción de néctar es recomendable colocar una media alza adicional. Esta media alza provee espacio adicional que disminuye la tendencia a enjambrar. Remueva la miel tan pronto esté operculada. En áreas

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de mucha producción o bajo condiciones de manejo depurado, una segunda media alza puede ser llenada de miel. Una vez extraída la miel de los cuadros, éstos son devueltos al alza y a su colmena. Para el próximo flujo de néctar las abejas tendrán mucho menos trabajo que realizar pues la mayor parte del panal ya fue construido durante el primer flujo y la parte removida por el apicultor durante el proceso de desoperculado es reconstruido por las abejas con más facilidad. Esta práctica, ahorra miel pues producir cera requiere un gasto energético considerable. Se estima que por cada kilo de cera, se consumen entre 7 y 8 kilos de miel. El mantener las alzas de miel sobre la colmena durante todo el año, aún cuando el flujo no ha comenzado es recomendable para áreas tropicales. Esto provee espacio a las abejas en el momento en que la población está en aumento. Además, se disminuye las probabilidades de que la polilla de la cera dañe los panales (si la colonia mantiene una población adecuada de obreras). La práctica de mantener espacio (volumen interno) adicional, disminuye la tendencia a enjambrar, al descongestionar el nido de cría y disminuir la temperatura interna. De hecho, en los trópicos la o las cámaras de miel o alzas deben permanecer sobre el nido de cría todo el año. De esta forma podrá estar preparado para esos flujos de néctar que aparecen de momento y que por lo tanto no son predecibles. Excluidor de reinas Existen varios tipos de excluidores en el mercado, el uso de uno u otro depende de las preferencias del apicultor y de su presupuesto. Todos llevan a cabo la misma función, evitar que la reina suba y ponga huevos y se desarrolle cría en al área donde se almacena la miel. Este artículo es un enrejillado de alambres que se coloca entre la cámara de cría y las cámaras de miel o alzas para que la reina no suba a poner huevos en los panales destinados al almacenamiento de miel. Los alambres están separados unos de otros lo suficiente como para permitir el paso de las obreras pero no el de la reina o de los zánganos. El atractivo de esto es múltiple; (1) La postura es restringida a la cámara de cría asegurándonos de que no hay huevos, larvas, pupas o polen que contaminen la miel, (2) facilita la búsqueda de la reina pues ésta siempre estará en el compartimiento inferior o sea en la cámara de cría, (3) mantiene los panales del alza libres de crisálidas y por lo tanto más limpios. En los trópicos el uso del excluidor es recomendable ya que utilizamos una sola cámara de cría. De no utilizar el mismo la reina subiría a

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la cámara de miel e iniciaría su postura en un área destinada al almacenamiento de miel. Se comenta que el excluidor de miel reduce los rendimientos de miel pues hace más dificultoso o retraza el paso de las obreras llenas de néctar. El único experimento que se ha llevado a cabo indica que si éste se utiliza incorrectamente, el excluidor puede reducir los rendimientos de miel. No existe información específica para los trópicos. Se especula que en los trópicos el uso del excluidor puede ser más positivo que negativo pues en estos ambientes los flujos de néctar son mucho más leves y esparcidos en tiempo y espacio que en sistemas templados. El excluidor de reina es más recomendado en la apicultura con abeja europea, pero no es necesario en la apicultura con abeja africanizada ya que esta última, al contar con dos cámaras de cría, tiene más espacio para su postura y espacio para rondar. Si se limita a una cámara de cría con un excluidor, la colonia aumenta su comportamiento de enjambrazón o abandona la colmena. El inconveniente que esto trae es que hay que cosechar miel de dos tipos o tamaños de cuadros. Sin embargo, la meta principal, la de producir miel, se iguala o sobrepasa si se maneja adecuadamente la abeja africanizada.

Excluidor

La cosecha de miel La manera más recomendada de salir de la cosecha de miel para el apicultor novicio es producir miel en panal, de esta forma evita la compra y manejo del equipo de extracción y de embotellado de la miel. La miel extraída tiene mucha aceptación entre el público consumidor: no obstante, hay un por ciento de los personas que solicita miel en panal y debemos aprovechar este

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elemento de demanda de un producto específico para diversificar las salidas del producto y aumentar las entradas de dinero. Es muy probable que de aumentar la disponibilidad de miel en panal, aumentaría la demanda del mismo.

La cosecha de miel puede ser extraída de varias formas. Para el apicultor de pasatiempo, lo mejor es conseguir un extractor o centrífuga, alquilado o prestado de otro apicultor. Si se desea, se puede invertir en un extractor tangencial sencillo de dos, tres o cuatro canastas los cuales están disponibles de casas apícolas a precios módicos. Sin embargo, la mejor inversión de dinero se obtiene al adquirir o fabricar un extractor radial. La cantidad de panales que procesa por unidad de tiempo es mucho mayor, lo hace más rápido, y daña menos la cera del panal. Remoción de las alzas de miel La cosecha de miel puede ser removida de la colmena de varias formas. Si el número de colmenas es reducido, digamos de unas 3 a 10 colonias; la forma más económica es removiendo cuadro por cuadro y cepillando las abejas de cada cuadro, poniéndolos en un alza vacía y tapándolos para que no les lleguen las abejas.

Cepillo para remover abejas de los panales con miel

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Si maneja más de 30 colonias, es recomendable invertir en un soplador mecánico de abejas. Este aparato es idéntico al utilizado para despejar las aceras y caminos de hojas, pero su pistero es modificado de forma que podamos concentrar el chorro de aire entre dos cuadros o panales. Este chorro de aire despega las abejas de los panales y las arroja al aire. Se coloca el alza llena de miel y de abejas sobre una estiba de alzas vacía con una tapa (o estructura de trabajo similar), la altura es determinada por la estatura del operador para que la faena sea cómoda. Se dirige el chorro de aire entre los cuadros, despegando las abejas de los mismos. El chorro de aire, al igual que el cepillo, no irrita las abejas. Las abejas desplazadas de los panales, son aventadas al aire, se desorientan por unos minutos y luego vuelan a sus respectivas colmenas. El pistero del soplador debe ser agitado rápidamente de un hueco al otro para agarrar desprevenidas a las abejas. Eche aire por ambos lados del alza hasta que todas las abejas hayan sido removidas. Un apiario de 40-50 colonias puede ser trabajado en aproximadamente una hora. Otro método para desplazar las abejas del alza de miel es la plancha escape. En este caso se utiliza una entre tapa y en el centro se colocan no más de tres escapes tipo Porter. El escape Porter permite el paso de abejas en una sola dirección. Cuando la miel está madura se pone la plancha escape entre el alza y la cámara de cría de forma tal que las abejas salgan del alza hacia la cámara de cría. Ojo a la orientación que le da al escape. Por lo general en un lapso de 24 horas las abejas despejan el alza. Si se espera más tiempo de éste puede perderse la cosecha de miel. La temperatura puede subir lo suficiente como para que se derrita la cera y la miel corra de los panales. Además, la miel va a adquirir agua del medio ambiente. Existe una entre tapa con escape que tiene incorporada un pedazo de maya metálica que permite que las abejas de la cámara de cría mantengan una temperatura y humedad uniforme en el alza, aún cuando no haya abejas en esta última. Como inconveniente está el que hay que hacer un gasto de una plancha escape por colmena y que hay que hacer un viaje extra al apiario o apiarios el día antes de hacer la cosecha para colocar el escape. También, se dice que los escapes funcionan mejor en áreas frías, lo que pone en duda su éxito en el trópico, aunque vale la pena hacer el experimento.

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Escape Porter Escape canadiense

Existen otros métodos de remover las alzas y remover a las abejas de las alzas pero no son recomendables. En la mayoría de ellos hay que utilizar agentes químicos muy fuertes los cuales tiene un efecto perjudicial sobre el apicultor, las abejas y la miel. Equipo relacionado con la producción de miel extraída Para remover la miel del panal se requiere de equipo especializado aunque no necesariamente costoso. Los panales son llevados a un área de extracción preferiblemente un cuarto aparte, inaccesible a las abejas. Allí el apicultor, mediante el cuchillo desorpeculador u otro artículo para ese menester, remueve los opérculos de ambas caras del panal para que pueda ser removida o extraída de las celdas. Existen varios modelos de cuchillos, uno de ellos calienta por medio de una resistencia interna, otro con vapor y uno que se sumerge la hoja cortante en agua caliente. Esto hace que el cuchillo ahora caliente, ablande la cera, removiendo los opérculos con más facilidad. Hay personas que utilizan un cuchillo serrado largo para pan. El atractivo de este último es que la miel no adquiere el desagradable sabor a caramelo que imparten los cuchillos calentados con resistencia eléctrica.

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Cuchillo desoperculador

También hay un tipo de raspa muy recomendado para cuando sólo se tienen menos de 10 colmenas. Utilizando este instrumento se raspa y perforan los opérculos de forma que la miel pueda salir mediante el proceso de centrifugación. Se debe tener el cuidado de romper las celdas lo mínimo posible para así ahorrar miel al momento de la reconstrucción del panal. El proceso de desoperculado se hace sobre un tanque que recoge los opérculos sobre una canasta perforada o una malla, lo cual permite que la miel que está en los opérculos drene y se recoja en el fondo del envase. Los opérculos pueden ser puestos en canastas y centrifugados para sacarles más miel. En operaciones de mucho volumen se invierte enana prensa para opérculos o en una centrífuga para opérculos.

Raspa para desopercular panales llenos de miel.

Una vez el panal ha sido desoperculado se introduce en un extractor o centrífuga. Existen dos tipos básicos de extractores, uno tangencial y uno radial. El extractor tangencial remueve la miel de una cara del panal a la vez, mientras que el radial trabaja ambas caras a la misma vez. Cada tipo viene en diferentes tamaños y precios, el extractor tangencial viene de dos, tres y cuatro

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cuadros. Los modelos de dos y cuatro cuadros vienen con canastas reversibles en los cuales el apicultor no tiene que sacar y girar el cuadro 180 grados, sino que sólo tiene que parar el extractor y girar las canastas.

Los extractores radiales tienen la capacidad de remover miel de hasta 72 cuadros a la misma vez. Los extractores vienen con manivela para girarlos a mano o con motor eléctrico, reloj, cloche y freno que controla el tiempo de extracción y la velocidad a la que gira la canasta.

La miel debe de ser colada y clarificada antes de ser envasada, para eliminar las partículas de cera y otro material particulado que quedaron suspendidas en la miel. Esta debe de ser pasada por un cedazo que remueva las partículas más grandes, como pedacitos de cera, madera de los cuadros, y partículas de abejas. Se puede utilizar un colador grande, de malla fina.

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Luego debe de ser pasada por un colador más fino. Se obtienen excelentes resultados en el último colado, pasando la miel por una media de nylon de mujer, del estilo que llega sólo hasta la rodilla. Si el colado es muy lento la miel puede ser calentada, pero a no más de 27-33°C. Esto disminuye la viscosidad y acelera el proceso de colado, sin dañar la calidad de la miel. Mantenga en mente que mientras más exponga la miel a la intemperie y según aumenta la temperatura, mayor será la cantidad de substancias volátiles que se escapan. Además, mientras más tiempo caliente la miel más se oscurecerá. Colando la miel según sale de la centrífuga (izq.). Colador de acero inoxidable

que va sobre envase grande, con mayas de diferentes tamaños (der.).

Luego del colado, la miel debe de ser almacenada en volumen para ser clarificada. El proceso de clarificación remueve el aire que se incorporó durante el proceso de extracción y colado, y además permite que las partículas pequeñas que esquivaron el proceso de colado, floten a la superficie. Para este proceso, la miel es transferida a envases de 50-55 galones o a tanques de mayor volumen, dependiendo de la producción de la empresa. La cosecha se dejará clarificando unas tres semanas antes de ser envasada.

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Para envasar la miel se puede utilizar un recipiente de 300 kilos (dron o barril de 50 galones) provisto de un grifo de bronce o de acero inoxidable de una y media a dos pulgadas de diámetro interno. El grifo debe de ser colocado a unos 5-8 cm. del fondo para dejar atrás las partículas que se han sedimentado y la miel que se va cristalizando.

Este es el equipo básico de extracción de miel. Todo este equipo incluyendo la centrífuga puede ser manufacturado o encontrado en un hogar promedio. Sin embargo, si se planifica expandir la operación o se desea tener equipo de mejor calidad existen en el mercado una variedad considerable de modelos para diferentes necesidades y presupuestos. Manejo de la miel extraída

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El calentamiento de la miel no es obligatorio, pero facilita el proceso de colado y clarificación. En los trópicos es innecesario calentar la miel para colarla. Sin embargo, otra razón para el calentamiento de la miel es disolver los cristales que facilitan la granulación temprana. Casi todas las mieles granulan, lo que varía es la razón de granulación y ésta puede ser reducida considerablemente si se calienta la miel a una temperatura de 40°C (104°F) por 15-20 minutos. La miel debe ser almacenada en un lugar donde las fluctuaciones en temperatura sean mínimas y que no esté expuesta a la luz del sol. Las fluctuaciones en temperatura tienden a facilitar la granulación y la luz tiende a oscurecer la miel. Ambos factores aumentan las probabilidades de que, según pasa el tiempo, la miel se oscurezca y pierda calidad. Equipo relacionado con la producción de miel en panal La producción de miel en panal es atractiva para el apicultor novicio ya que no tiene que invertir en extractores, cuchillos de desoperculado, tanques de almacenaje y clarificación y en botellas y equipo de embotellado. El apicultor tiene varias opciones; 1. Puede utilizar un alza llana, mediana, o tipo cámara de cría (o alza completa) y producir miel en panal. La única variante en el equipo es que se utiliza cera estampada fina y sin alambres. En este caso, no es de interés que el panal dure más, pues el mismo o se vende entero o se vende en pedazos o trozos en esa misma temporada. Además de que es desagradable y potencialmente peligroso morder el panal y toparse con un pedazo de alambre en el panal. 2. Hay disponibles en el mercado dos tipos de alzas de miel para producir miel en panal en secciones. Un estilo produce panales cuadrados y el otro, redondos. El estilo de panal redondo tiene mucha más aceptación por los apicultores, el público y algo muy importante, por las abejas. Las abejas tienden a llenar la sección redonda más rápida y más uniforme. A éstas se les dificulta llenar de miel las esquinas de los cuadrados. En el estilo redondo, las abejas construyen el panal dentro de una anilla de plástico la cual viene acompañada de una tapa, fondo y etiqueta. Una vez las abejas construyen el panal, el apicultor remueve la anilla con el panal, le pone su tapa, fondo y etiqueta y así queda lista para la venta. El estilo de panal en secciones cuadrado tiene varios inconvenientes que lo hacen menos atractivo para el apicultor de áreas tropicales. Es de una

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madera especial que ya casi no se consigue, la forma de empaque no es tan resistente ya que se empaca en cajas de cartón y celofán. Además, las abejas tienden a dejar las esquinas de los panales vacíos. También viene en plástico pero tiene los mismos inconvenientes. El manejo apícola para la producción de miel en panal, conlleva más conocimiento y esfuerzo por parte del apicultor. Sin embargo, éste tiene mucha aceptación y es una forma lucrativa de producir miel ya que se compensa en el precio por el trabajo y los materiales. Equipo adicional relacionado con el manejo Además del equipo de manejo, como el ahumador, el alza tapas, el excluidor y el escape Porter, el apicultor tiene a su disposición una serie se artículos personales, unos que son imprescindibles y otros que facilitan su trabajo o lo hacen más placentero. Obviamente, para trabajar la colmena el apicultor debe protegerse de las picadas de las abejas. A estos fines el apicultor puede contar con el siguiente equipo; 1. Capacete con velo para protegerse la cara y el cuello 2. Overol para protegerse el cuerpo, los brazos y las piernas 3. Guantes para las manos 4. Tobilleras

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El comercio tiene disponibles modelos para todo tipo de presupuesto. Sin embargo, vale la pena invertir en material de buena calidad ya que el trabajo del apiario es fuerte y se debe estar lo más cómodo y protegido posible. También es de interés el que la inversión de dinero dure lo más posible. Tipos de miel para la venta Miel extraída y envasada líquida La miel extraída y envasada líquida es producida centrifugando la miel del panal mediante un extractor tangencial o radial. Una vez extraída, la miel es colada y clarificada para producir una miel libre de material particulado y de burbujas de aire. Luego de colada y clarificada la miel es envasada en cristal o en envases de plástico. Déle seria consideración al tipo de envase, de interés principal es que sea aprobado para el empaque de alimentos y que resalte las propiedades del producto. Debe ser completamente transparente y de un espesor que permita que la miel se vea más atractiva, preferiblemente achatado. Los volúmenes más atractivos son el de una libra, dos libras, cinco libras y el galón.

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Miel extraída líquida con panal En este caso se introduce en un envase, por lo general transparente, un pedazo de miel en panal y se echa miel líquida hasta llenar el envase. Muy atractivo para aquel consumidor que desee consumir miel en panal en una que otra ocasión.

Miel cremada Esta es miel líquida que se ha sometido a un proceso especial que hace que la miel se granule bajo condiciones controladas, produciéndose un producto cremoso de sabor y textura sumamente agradable. La miel cremada se puede untar como mantequilla y tiene el atractivo de que no corre o chorrea.

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Se acostumbra su consumo en países más frescos que los tropicales ya que la crema se derrite a nuestra temperatura promedio, pero se pone muy dura en el refrigerador.

Miel en Panal en pedazos

Esto son pedazos del panal que se empacan por separado. Se cortan de varios tamaños, pero es frecuente el de 2 x 4 pulgadas o 4 x 4. Se ponen los pedazos sobre una maya para que drene la miel y entonces se introducen en un empaque transparente de plástico rígido.

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Miel en Panal en secciones redondas o cuadradas Esta es miel en panal producida por las abejas dentro de unas secciones que el apicultor les provee. Están disponibles en secciones redondas y secciones cuadradas. Las secciones redondas han tenido mucha más aceptación tanto por parte de las abejas como por los apicultores y consumidores.

Reglamentación Es importante que la persona interesada en producir miel se familiarice con la reglamentación operante para que cumpla con la ley con respecto al diseño, saneamiento y manejo del área de extracción, embotellado y almacenaje de la miel, así como con el tipo de envase y con la información que debe ser incluida en la etiqueta de cada envase. A tono con esto comuníquese con la oficina local del Departamento de Salud. Ellos le indicarán cuáles son

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los requisitos para poder operar la estructura física de su empresa. En el Departamento de Agricultura podrá obtener información sobre la etiqueta, la cual debe incluir información básica como; indicar el lugar (País) dónde se produjo la miel, el lugar (País) dónde se envasó la miel, el peso o el volumen, y tener el sello o etiqueta que indica el contenido de carbohidratos, grasas, y demás ingredientes.