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1 CAPITULO I INTRODUCCION Los contornos de las coronas han sido motivo de estudio de muchos autores durante varias décadas. En 1974, Guy Newcomb realizó un estudio titulado, The relationship between the location of subgingival crown margins and gingival i nflamation”, el cual trata acerca de la relación entre la localización subgingival de los márgenes de las coronas y la inflamación gingival obteniendo como resultado que la menor inflamación era observada cuando el margen subgingival estaba ubicado justo en la cresta o surco gingival. En 1981 Jacob Ehrlich, Avionoam Yaffe y Arnold Weisgold, realizaron un estudio titulado Faciolingual width before and after tooth restoration: A comparative study”; cuyo propósito fue comparar el espesor buco-lingual de un diente restaurado con el mismo diente sin restaurar y determinar la cantidad de estructura que se requería eliminar para obtener los contornos originales en la restauración. El estudio sugirió que un incremento de 0.7 a 1 mm podría ser clínicamente aceptable por el periodonto, además de que las medidas que se obtienen del diente natural, tallado y con su restauración provisional, pueden proveer al odontólogo así como al laboratorio de un método de control del ancho buco-lingual que debe tener la restauración final. En el 2002 Bernd Reitemeier, Kristina Hänsel, Michel Walter, Christian Kastner y Helge Toutenburg realizaron un estudio titulado “Effect of posterior crown margin placement on gingival health” para evaluar el efecto de la localización de los márgenes de las coronas en el sector posterior tomando en cuenta numerosas variables, al final del estudio concluyeron que la higiene oral antes del tratamiento, la formación de placa dental y la localización de los márgenes afectan directamente en la salud gingival alrededor de la corona y que el riesgo de sangramiento en las terminaciones subgingivales es el doble de las supragingivales. El conocimiento de la anatomía y función del tejido periodontal, es de vital importancia en el logro de resultados estéticos que satisfagan las expectativas tanto del odontólogo como el paciente.

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CAPITULO I

INTRODUCCION

Los contornos de las coronas han sido motivo de estudio de muchos autores

durante varias décadas. En 1974, Guy Newcomb realizó un estudio titulado, “The

relationship between the location of subgingival crown margins and gingival inflamation”,

el cual trata acerca de la relación entre la localización subgingival de los márgenes de las

coronas y la inflamación gingival obteniendo como resultado que la menor inflamación era

observada cuando el margen subgingival estaba ubicado justo en la cresta o surco gingival.

En 1981 Jacob Ehrlich, Avionoam Yaffe y Arnold Weisgold, realizaron un estudio titulado

“Faciolingual width before and after tooth restoration: A comparative study”; cuyo

propósito fue comparar el espesor buco-lingual de un diente restaurado con el mismo diente

sin restaurar y determinar la cantidad de estructura que se requería eliminar para obtener los

contornos originales en la restauración.

El estudio sugirió que un incremento de 0.7 a 1 mm podría ser clínicamente

aceptable por el periodonto, además de que las medidas que se obtienen del diente natural,

tallado y con su restauración provisional, pueden proveer al odontólogo así como al

laboratorio de un método de control del ancho buco-lingual que debe tener la restauración

final.

En el 2002 Bernd Reitemeier, Kristina Hänsel, Michel Walter, Christian Kastner y

Helge Toutenburg realizaron un estudio titulado “Effect of posterior crown margin

placement on gingival health” para evaluar el efecto de la localización de los márgenes de

las coronas en el sector posterior tomando en cuenta numerosas variables, al final del

estudio concluyeron que la higiene oral antes del tratamiento, la formación de placa dental

y la localización de los márgenes afectan directamente en la salud gingival alrededor de la

corona y que el riesgo de sangramiento en las terminaciones subgingivales es el doble de

las supragingivales.

El conocimiento de la anatomía y función del tejido periodontal, es de vital

importancia en el logro de resultados estéticos que satisfagan las expectativas tanto del

odontólogo como el paciente.

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En Venezuela el Dr. Fernando Astorga (2002), realizó una investigación acerca de

las “Consideraciones Biológicas en la Utilización de Líneas de Terminación en

Odontología Restauradora”, donde señala la importancia de los contornos dentarios en la

realización de restauraciones completas.

El autor explica que la definición de sobrecontorno o subcontorno no está

completamente esclarecida, existen numerosos estudios donde se han realizado incrementos

de 0.5 a 1.5 mm, concluyendo que a mayor sobrecontorno, mayor el grado de sangramiento

a nivel de la papila interdentaria, por lo que, al restaurar se debe seguir estrictamente el

contorno original del diente

Otro de los puntos a que el autor hace referencia es la actuación del laboratorio en

la odontología restauradora, ya que, es importante que el técnico domine la anatomía

dentaria, el manejo de los materiales y de ser posible las reacciones tisulares que pueden

producir sus trabajos.

1.1- PREPARACIONES PARA CORONAS METAL-CERÁMICAS EN EL

SECTOR ANTERIOR.

a. Consideraciones anatómicas

Kois, J. (1998), expresa que los parámetros que se deben tomar en cuenta para toda

preparación de dientes anteriores están basados en tres fundamentos funcionales:

El borde incisal: el cual representa el punto de partida y está basado en la

estética y desarrollo de una línea de la sonrisa en armonía con la cara del paciente.

Los requerimientos de reducción: que están representados por el espesor

necesario para la resistencia y desarrollo estético de la restauración.

El espacio biológico: que determina el límite cervical de la preparación

dentaria y permite la preservación de la salud del tejido periodontal.

Según Gargiulo (1961), citado por Padbury A. y cols (2003), el espacio biológico

consiste en la distancia que hay desde la base del surco hasta la cresta ósea, dicho concepto

tuvo origen en un estudio realizado por Gargiulo en 1961 donde se ejecutaron diversas

mediciones de los componente dentogingivales en 287 dientes individuales obtenidos de 30

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autopsias en humanos; las mediciones que se obtuvieron fueron las siguientes: profundidad

del surco 0.69 mm, epitelio de unión 0.97 mm e inserción de tejido conectivo 1.07 mm, de

acuerdo a estas medidas el espacio biológico corresponde a 2.04 mm ( lo que representa la

suma del epitelio de unión y tejido conectivo). Sin embargo, se encontraron grandes

variaciones especialmente en el epitelio de unión donde existía un rango de 1 a 9 mm

mientras que el tejido conectivo se mantenía constante.

La medición del complejo dentogingival (desde el margen libre de la encía hasta la

cresta ósea) se realiza anestesiando previamente la zona, luego se introduce la sonda

periodontal dentro del surco y se empuja apicalmente hasta que la punta se trabe con el

hueso alveolar. Kois , J. (1998); Robbins, W.(2000)

Según Donovan y Cho (2001) la recesión del tejido gingival asociado a una

restauración protésica en el sector anterior es prevenible. Lo primero es la presencia de

tejido gingival sano para determinar la ubicación del margen de la restauración, una

preparación atraumática y retracción de los tejidos es necesario, la fabricación de un

provisional que respete los contornos dentarios normales es quizás uno de los factores mas

importantes y la remoción meticulosa del cemento provisional. Si todas estas condiciones

son controladas en conjunto con una buena higiene por parte del paciente la recesión

gingival puede ser evitada. Lo mismo ocurre con la inflamación gingival esta puede ser

controlada mediante la realización de coronas con márgenes pulidos y ubicados

correctamente sumado a la correcta higiene del paciente.

b.- Convergencia oclusal total.

La convergencia oclusal total (COT) corresponde al ángulo de convergencia entre

dos paredes axiales opuestas, lo cual es uno de los primeros aspectos a tomar en cuenta en

la preparación de coronas completas. Goodacre C. y cols. (2001)

Algunos autores recomiendan un ángulo mínimo entre 2 y 6 grados. Wilson y Chan

citados por Goodacre C. y cols. (2001) reportaron en el año 1994 que la máxima retención

ocurría entre los 6 y 12 grados de COT.

Shillingburg y cols. (2000) han sugerido que el ángulo de convergencia debe estar

entre 10 y 22 grados.

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c.- Dimensión oclusocervical o incisocervical.

Según Parker y cols. citado por Goodacre C. y cols. (2001), la dimensión mínima

apropiada es de 3 mm. Para Kois, J. (1998), el largo mínimo necesario es de 3.5 mm con un

TOC de 6 grados.

Maxwell y cols. citado por Goodacre C. y cols. (2001), concluyeron que 3 mm era

el mínimo requerido para proveer una adecuada resistencia al desalojo.

d.- Morfología circunferencial.

Después de la reducción anatómica, la mayoría de los dientes tienen formas

geométricas específicas cuando se observan desde oclusal. Por ejemplo, la preparación de

los molares mandibulares es rectangular, los molares maxilares son en forma de rombo, los

premolares y anteriores son frecuentemente de forma oval.

Hegdahl y Silness citados por Goodacre C. y cols. (2001); compararon la

resistencia creada por tallados de forma cónica y piramidal, obteniendo como resultado que

la preparación piramidal incrementa la resistencia debido a que posee esquinas en

comparación con las preparaciones cónicas.

e.- Líneas de Terminación.

Los diferentes tipos de líneas de terminación que existen para estas restauraciones

son: Chaflán, Chaflán biselado, Hombro recto, inclinado y biselado. En dos estudios

recientes se habla que en restauraciones de porcelana fundida sobre metal se produce una

distorsión a nivel marginal cuando se utiliza un Chaflán como línea de terminación. Sin

embargo, Hamaguchi y cols., Syu y cols., Ritchter-Snapp y cols citados por Goodacre C. y

cols. (2001); coinciden en que no existen diferencias significativas cuando se comparan

cualquiera de las líneas de terminación antes mencionadas.

Belser y cols. citados por el mismo autor, compararon el adaptado marginal de las

coronas con hombro biselado en metal, hombro metálico y hombro de porcelana antes y

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después del cementado. No se encontraron diferencias significativas entre las líneas antes y

después del cementado.

La selección de una línea de terminación para una corona metal-cerámica no debe

basarse en el adaptado marginal sino en las preferencias personales, estéticas y en la

facilidad de la preparación.

La profundidad recomendada de la línea de terminación se basa en el mínimo

espesor de los materiales requeridos para conferir fuerza, estética y un correcto perfil de

emergencia. Se sugiere con frecuencia un espesor de 1 a 1.5 mm para la porcelana de una

corona metal-cerámica.

Según estudios realizados por Przybylska y Seghi citados por Goodacre C. y cols.

(2001); indican que al menos 1 mm de espesor de porcelana se requiere para reproducir el

color deseado. En uno de dichos estudios se determino que un espesor entre 1.4 a 2 mm

eran indispensables para lograr óptimas características estéticas.

f.- Localización del margen de la restauración y las implicaciones para la

estabilidad del tejido blando.

La preservación de la estructura dentaria sana y vital es de extrema importancia en

la preparación dental. Al mismo tiempo debe existir suficiente espacio a nivel cervical para

crear el contorno correcto que facilite la remoción de la placa bacteriana, en oclusal para

permitir una propia oclusión de la restauración y axialmente para proveer un correcto

espesor del material de forma de dar al técnico la habilidad de crear prótesis mecánica y

estéticamente aceptables. Gracis S y cols. (2001)

Las preparaciones insuficientes pueden provocar el sobrecontorno de las

restauraciones, pobre diseño oclusal y poca estética.

Según Gracis S y cols. (2001) un área crítica es la interfase entre corona y diente y

su relación con el tejido periodontal. Por lo tanto, es importante entender la necesidad del

correcto adaptado de la restauración tanto provisional como definitiva y la posición de la

preparación marginal con respecto a la encía. El conocimiento de la anatomía del tejido

periodontal y la conciencia de cómo bajo ciertas condiciones los procedimientos protésicos

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pueden ocasionar la inflamación gingival, recesión o formación de sacos patológicos son

pre requisitos para cualquier clínico.

Diversos estudios han reportado que la salud periodontal se puede mantener cuando

se ubican los márgenes subgingivalmente siempre y cuando exista, un correcto contorno de

las restauraciones con márgenes satisfactorios y un manejo delicado de los tejido blandos y

duros asociados a la preparación. . Gracis S. y cols (2001); Stoll R. y cols. (2002)

Kois, J. (1998), expresa que en un surco normal de 3 mm la terminación se puede

ubicar entre 0.5 y 1 mm apical al margen libre de la encía.

Cuando se requiere una preparación subgingival la extensión hacia el epitelio de

unión debe ser evitada. Waerhaug citado por Goodacre C. y cols. (2001), en base a un

estudio realizado en perros y en humanos autopsiados indicó que los márgenes

subgingivales no causaban sacos periodontales siempre y cuando el margen se ubicara 0.4

mm oclusalmente de la base del surco gingival.

Carnevale y cols, citados por Goodacre C. y cols. (2001), extendieron los márgenes

de las coronas hasta la cresta ósea en perros y notaron una perdida de 1 mm de la misma.

En conclusión las líneas de terminación deben ser ubicadas a nivel supragingival;

siempre que la retención y resistencia del muñón, las condiciones del diente y la estética lo

permitan. Cuando se tengan que colocar subgingivalmente no debemos extendernos hasta la

unión epitelial.

g.- Profundidad de la reducción vestibular, lingual e incisal.

Superficie Vestibular.

En los incisivos centrales superiores con una considerable convergencia de la

corona clínica (desde la vista vestibular) requieren mayor profundidad de reducción durante

la preparación dentaria que aquellos cuya convergencia es menor.

Se ha considerado según Castellani D. (1996), que el metal para una corona metal-

cerámica requiere un espesor mínimo de 0.5 mm, ya que, con espesores menores el patrón

de cera crearía una serie de problemas concretos para la fusión. Si el espesor es muy fino el

metal podría sufrir un empuje menor hacia los márgenes periféricos del modelo obtenido

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con la cera volatilizada sobre el material de revestimiento, lo que conlleva a fusiones

deshilachadas o incompletas. Sin embargo, tal como expresa el mismo autor existe la

excepción en la zona anterior debido a las altas demandas estéticas, por lo que, se puede

llegar a manejar hasta 0.3 mm como espesor mínimo mediante la reducción con fresas. Si

se llegase a sobrepasar este límite podrían ocurrir deformaciones del material durante la

aplicación de fuerzas oclusales, provocando la fractura y desprendimiento de la cerámica.

Existen diferencias entre la reducción dentaria recomendada en la literatura y lo que

se realiza hoy en día. Tal como describe Goodacre C. y cols. (2001), en un estudio

realizado por estudiantes en un laboratorio dental se tomaron 34 dientes a los que se les

confeccionaron coronas metal-cerámicas. El promedio de profundidad de tallado fue de 0.9

mm con rango entre 0.5 a 1.8, indicando que las preparaciones mayores de 1 mm no son

realizadas de rutina. Goodacre C. y cols. (2001), concluyó que las preparaciones para

restauraciones de metal-cerámica deben tener una profundidad mayor de 1 mm, sin

embargo, la cantidad exacta de reducción no ha sido determinada.

Kois, J. (1998) expresa que la reducción facial debe ser entre 1.2 a 1.5 mm. En

cuanto al espesor que se requiere para el opacador Castellani D. (1996), explica que para

fijar completamente el color de los óxidos provenientes del metal el opacador deberá tener

un espesor de 0.2 a 0.3 mm, mientras que el grosor de la porcelana para lograr resultados

estéticos ideales deberá ser de 0.8 a 1 mm obteniendo como resultado una reducción de 1.5

mm aproximadamente.

Por otra parte algunos libros recomiendan una reducción de la superficie vestibular

entre 1 y 1.7 mm para las restauraciones metal-cerámicas. Un estudio realizado por

Shillingburg en 1973 con dientes extraídos, indicó que el espesor de la estructura dentaria

disponible para la reducción varia entre cada diente. En los centrales maxilares el espesor

entre la pulpa y la superficie externa del diente está entre 1.7 a 3.1 mm.

Según Rosenstiel y cols. citados por Goodacre C. y cols. (2001), la cantidad de

estructura disponible varía con la edad, en los centrales de jóvenes entre 10 y 19 años

presentan un espesor de 1.8 mm mientras que los adultos entre 40 y 60 años el espesor es

de 2 a 2.8 mm.

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Vertiente Lingual.

Si bien la superficie lingual no requiere de estética es importante tomarla en cuenta

para la función oclusal y masticatoria. Tal como lo expresa Kois, J. (1998), la superficie

cóncava de la cara lingual es importante para establecer la función oclusal, la guía anterior

y prevenir interferencias a este nivel.

Tanto Castellani D. (1996) como Kois, J. (1998), coinciden en que la reducción en

esta zona deberá ser de 1 mm aproximadamente y ser restituida por metal exclusivamente.

En caso de que se desee utilizar porcelana en esta zona entonces el espesor mínimo de toda

la preparación deberá ser de 1.5 mm para evitar el debilitamiento y posterior fractura de la

porcelana debido a que la resistencia de la corona deriva del espesor de la misma.

Borde Incisal.

La reducción incisal recomendada es de 2 a 2.5 mm para permitir el desarrollo de la

anatomía, color y oclusión. Shillingburg y cols. (2000), sugieren que mas de 4 mm de

estructura dental está disponible incluso en centrales de pacientes jóvenes.

La profundidad de la interdigitación oclusal de los dientes posteriores o una

sobremordida vertical de los anteriores obliga a realizar un desgaste mayor.

Kois, J. (1998), sugiere que tanto a nivel incisal como oclusal la reducción debe ser

de 2 mm.

h.- Comprobación del espesor de los tejidos extirpados.

Tal como explica Stein R. citado por Castellani D. (1996); lo más importante es

“saber con exactitud el diámetro de los instrumentos de corte empleados y conservar zonas

de tejido sin reducir en bandas importantes estratégicamente, de forma que se pueda usar la

fresa como instrumento de medición” (p. 68).

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1.2- Contorno o Perfil de Emergencia.

El contorno o perfil de emergencia se define según Martignoni citado por Castellani

D. (1996); como “el conjunto de las curvas naturales de la corona anatómica …. que es más

prominente en comparación con la raíz”.

Según Stein y Kuwata citado por Shillingburg (2000), el perfil de emergencia es la

parte del contorno axial que se extiende desde la base del surco gingival pasado el margen

de la encía. Este se extiende hasta el contorno máximo, provocando un perfil recto en el

tercio gingival de la superficie axial.

Para comprender mejor cuales son las alteraciones que existen a nivel de los

contornos es necesario tener claro los siguientes conceptos:

1. Margen de acabado: o también llamado línea de acabado es

según Castellani D. (1996), el punto de paso entre la parte intacta del diente

y el espacio más apical de la preparación del pilar. Sobre este se ajusta el

margen de la prótesis.

2. Margen del muñón protésico: es el margen ubicado en la

estructura dental. Permite y favorece la correcta ejecución de todos los

objetivos del margen del borde protésico. Castellani D. (1996)

3. Margen del borde protésico: crea un cierre de precisión

actuando como una barrera hermética para la penetración bacteriana, impide

la disolución del cemento y restituye el perfil de emergencia correcto.

Castellani D. (1996)

Existen diversas alteraciones del contorno de las coronas entre ellas tenemos:

Sobrecontorno horizontal: es aquel en donde el borde protésico queda

demasiado grueso y con exceso de material formando un peldaño.

Subcontorno horizontal: es cuando se forma un peldaño pero por

insuficiencia del materia.

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Sobrecontorno vertical: cuando el perfil de emergencia forma un ángulo

excesivo en comparación con la línea del contorno normal.

Subcontorno vertical: cuando el perfil de emergencia forma un ángulo

menor en comparación con la línea del contorno normal.

El contorno normal viene dado por la proyección coronal de la zona apical en la

línea de acabado, según Martignoni citado por Castellani D. (1996). Esta zona debe quedar

registrada en el momento de la impresión y es definida como la zona de información

anatómica.

Cualquiera de las diferentes alteraciones que pueden ocurrir, conllevan a la

proliferación y acumulo de placa bacteriana, ya que, dificultan la higiene del paciente,

además de formar zonas retentivas para la misma.

Müller y Pröschel (1994), citados por Stoll R. y cols. (2002); expresan que tanto el

sobrecontorno vertical como el horizontal del margen de la restauración, está íntimamente

relacionados con la degeneración periodontal, procesos inflamatorios y pérdida ósea, por lo

que tienen que ser evitados.

El contorno vertical correcto también influye en la estética del paciente, ya que

cuando se ubica a nivel subgingival deberá soportar la encía marginal de forma adecuada,

los perfiles de emergencia distintos influirán de diferente forma en el festoneado gingival

pudiendo provocar cambios de consecuencias estéticas relevantes.

El error más común relacionado con el contorno axial es la creación de una

curvatura o convexidad excesiva. Parkinson citado por Shillingburg (2000), refirió que las

coronas metal-cerámicas tenían un ancho en sentido vestíbulo-lingual de 0,71 mm mayor

que la de los dientes contralaterales no restaurados que servían de controles.

A lo largo de los años, se ha dado una importancia indebida al papel protector del

contorno axial de la región cervical. Como resultado de ello, los odontólogos y los técnicos

de laboratorio frecuentemente crean una curvatura donde no debería existir, situándolo

apicalmente en la región cervical. Este tipo de restauraciones sobrecontorneadas con

grandes convexidades favorecen la acumulación de restos de alimentos, de placa y a la

inflamación gingival en lugar de prevenirla. Mitchell C. y cols.(2001)

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Sackett y Guildenhuys citados por Shillingburg (2000); hallaron que la encía

alrededor de casi dos tercios de restauraciones sobrecontorneadas mostraban degradación,

inflamación y alteración de la morfología entre las 6 y 7 semanas después de la colocación

de la restauración; por esta razón se considera que es menos dañino subcontornear que

sobrecontornear.

1.3.- Restauraciones provisionales

La fabricación de una restauración provisional es de extrema importancia en el

tratamiento. Las restauraciones provisionales son necesarias para proteger el diente

preparado, reducir la sensibilidad de los muñones vitales y prevenir la migración del diente.

También son un instrumento para evaluar las consideraciones estéticas, fonéticas y

oclusales antes de la fabricación de la restauración definitiva. Lo más importante, es el

correcto contorno y adaptado del provisional que permita que el tejido periodontal se

mantenga sano. Se debe dedicar especial atención en el desarrollo de un correcto perfil de

emergencia tanto interproximalmente como en sentido bucolingual para permitir al paciente

mayor acceso al área para mantener la salud gingival. Gracis S. y cols (2001)

Según Jorgensen M. y Nowzari H. (2001), siempre que sea posible, la línea de

terminación de la restauración provisional debe ser lo más cercana posible al margen de la

restauración provisional. Tenemos que tomar en cuenta el contorno original de la unión

cemento esmalte cuando se realiza la preparación de un diente para una corona de

recubrimiento total con el fin de lograr que los márgenes resultantes estén en armonía con

la arquitectura ósea.

1.4.- Restauraciones Metal-Cerámicas

La restauración metal-cerámica consiste, en una capa de cerámica adherida a una

cofia de metal colado delgado que se adapta a la preparación del diente. Dicha restauración

combina la fuerza y el ajuste preciso de una corona de metal colado con el aspecto estético

de una corona cerámica. Shillingburg (2000).

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Debido a su resistencia, durabilidad y relativa fácil preparación, son el tipo de

restauración más utilizado tanto para coronas individuales como puentes fijos.

Para conseguir un buen resultado estético es necesario una adecuada reducción del

tejido, ya que, si la reducción del tejido es insuficiente pueden darse dos posibilidades: que

la restauración esté mal contorneada lo que afectara negativamente el efecto estético de la

corona y la salud de la encía adyacente o que el color y traslucidez de la misma no

coincida con los dientes adyacentes naturales. Shillingburg (2000).

En un estudio realizado por Guyer S. y cols. (1985), donde evaluaron la adaptación

de los márgenes en restauraciones metal cerámica comprobaron que la adaptación del

margen en metal-cerámica era significativamente superior al compararlo con coronas de

porcelana, ya que, en estas últimas presentaron márgenes abiertos principalmente en la

superficie lingual.

1.5.- Aleaciones sin contenido de metales nobles.

Este tipo de aleaciones pesan un 25% menos que las aleaciones nobles. Las cuales

al no contener metales nobles, deben presentar algún elemento metálico que tenga la

capacidad de “pasivarse”, que significa, la formación de una capa de oxido elevada en la

superficie resistente al desgaste, firmemente adherida al resto de la estructura y no soluble.

Macchi, R (2002).

La presencia de esta capa impide la corrosión del conjunto, permitiendo el uso de la

aleación en el medio bucal. Este fenómeno se puede observar en metales como aluminio,

cromo y titanio.

El módulo de elasticidad es mucho mayor que para las aleaciones de metales

altamente nobles y para las aleaciones de metales nobles. Se oxidan fácilmente a

temperaturas elevadas.

Las prótesis fijas realizadas con este tipo de aleación no serán tan fácilmente

flexibles. Una aleación que sea más resistente a la flexión prevendrá la fractura de la

porcelana.

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Entre las aleaciones no nobles encontramos: Aleación de Níquel-Cromo, Aleación

Berilio-Níquel y Aleación Cromo-cobalto. En esta investigación sólo se hará referencia a la

primera:

Aleación de Níquel-Cromo:

• Posee de 60 a 80% de Níquel y 12% a 20% de Cromo.

• El color de estas aleaciones es plateado brillante.

• El rango de fusión es superior a las aleaciones de oro por encima de 1.200 – 1300

°C y su densidad es la mitad de las aleaciones nobles (5-7 vs 13-14 g/cm3) lo que hace que

el colado sea más complicado.

• Mayor resistencia a la torsión.

• Baja conductibilidad térmica.

• Posee gran dureza y resistencia traccional.

• Son difíciles de pulir

• Se pueden perder los márgenes durante el pulido.

• Indicada en espacios amplios.

• Por su rigidez no necesitan ser tan voluminosas.

• La unión a la porcelana es muy buena.

• Son tóxicas y delicadas de manipular, ya que poseen Berilio.

• Módulo de elasticidad dos veces mayor que el oro. Macchi, R (2002)

Las aleaciones de níquel-cromo ofrecen una ventaja económica sobre las aleaciones

nobles, debido a que estas últimas poseen un alto contenido de oro.

1.6.- Restauraciones Sobrecontorneadas.

La corona anatómica del diente presenta convexidades vestibulares y linguales que

juegan un rol muy importante en la protección y estimulación de los tejidos de soporte. Las

convexidades son las zonas de mayor contorno y normalmente están localizadas en el tercio

apical de la cara vestibular y ligeramente más coronal en la cara lingual. Ehrlich J. y cols.

(1981).

Lo primero que se observa en una restauración es la forma de esta, es decir, su

contorno o silueta, por lo que debe ser la condición primaria que hay que cubrir. En

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segundo lugar se percibe el carácter opaco o brillante de la superficie y luego el color de la

restauración. Si todas estas consideraciones son tomadas en cuenta los objetivos estéticos se

han alcanzado. Rhoads, J y cols. (1988)

Las restauraciones sobrecontorneadas según Matthews D. y Tabesh M. (2004),

están asociadas a la gingivitis y pérdida de la inserción del tejido periodontal debido a la

capacidad de incrementar la retención de placa bacteriana y en muchas ocasiones este tipo

de restauraciones también puede invadir el espacio biológico. Gilmore y Sheiham (1971),

citados por el mismo autor presentaron radiografías interproximales donde había pérdida

ósea adyacente a dientes con restauraciones sobrecontorneadas.

De igual forma Jeffcoat y Howell (1980), citados por Padbury y cols (2001);

demostraron la severidad de la pérdida ósea ante restauraciones sobrecontorneadas basados

en una evaluación radiográfica de 100 dientes con sobrecontornos por restauraciones y 100

dientes sin sobrecontorno. La severidad de la pérdida ósea era directamente proporcional al

sobrecontorno.

Matthews D. y Tabesh M. (2004), expresan que al parecer no existe una relación

estadística entre la presencia de restauraciones sobrecontorneadas y la edad del paciente, lo

que significa que el sobrecontorno puede ser tan destructivo en un paciente joven como

adulto.

Pack y cols. (1990), citado por Padbury y cols (2001); estudiaron la prevalencia de

sobrecontorno de las restauraciones y su relación con el periodonto en 100 pacientes que

habían sido recientemente tratados. El 62% de las restauraciones presentaban

sobrecontornos y enfermedad periodontal, la cual también afectó los dientes adyacentes.

También encontraron que el uso de radiografías coronales y la exploración clínica

detectaban únicamente el 35% de los sobrecontornos de los cuales el 74% se observaron

sólo con el uso de radiografías y el 62% utilizando la exploración clínica.

En orden de minimizar la colonización bacteriana del surco por parte de

microorganismos asociados a la periodontitis es importante evitar el sobrecontorno y

reproducir los contornos originales del diente lo más cerca posible a la anatomía natural del

diente. Jorgensen M. y Nowzari H. (2001).

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Becker y Kaldahl (1981), opinan que los contornos vestibulares y linguales deben

ser planos usualmente de un ancho menor de 0.5 mm que la unión cemento esmalte y en las

áreas de furcas deben ser acanalados para facilitar la higiene oral.

Björn A. y cols. realizaron un estudio de la incidencia y el grado de exceso o déficit

del material restaurador y su relación con alteraciones a nivel periodontal. Una de las

observaciones que más llamaron la atención fue que alrededor de ¾ de la muestra

presentaron defectos a nivel de los márgenes de las restauraciones, el 55% de los defectos

fueron ≥ 0.2 mm. El exceso del material fue 20 veces más común que el déficit del mismo.

En cuanto a las consecuencias a nivel periodontal se aprecio una reducción de la altura ósea

relacionada al sobrecontorno. En aquellas zonas donde el exceso de material fue ≥ 0.3 mm

hubo una pérdida ósea altamente considerable, mientras que en defectos moderados ≥ 0.2

mm < 0.3 mm se presenta una pérdida ósea moderada.

El odontólogo antes y después del cementado debe evaluar cuidadosamente el

adaptado de la restauración, Assif D. y cols. (1985), exponen tres tipos de examen que se

deben realizar para determinar el adaptado, estos son: examen táctil mediante un

explorador, radiografías y toma de impresión con silicona. En un estudio comparativo de

los tres métodos pudieron confirmar que la técnica de impresión tuvo ventajas significativas

en detectar déficit del adaptado y sobrecontornos con respecto al uso del explorador y las

radiografías, y que entre estos dos últimos los resultados fueron similares. Sin embargo, es

recomendable poner en práctica todas las herramientas que tengamos a nuestro alcance para

detectar este tipo de alteraciones.

CAPÍTULO II

OBJETIVOS Y FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS

2.1- Objetivos de la Investigación.

2.1.1- Objetivo General:

Indagar el nivel de conocimiento que poseen los Odontólogos inscritos en la

Sociedad de Prótesis Estomatológica de Venezuela referente a la profundidad de tallado

para coronas anteriores de metal cerámica con aleación base de níquel-cromo.

16

2.1.2- Objetivos Específicos:

Analizar las alteraciones del ancho vestíbulo-lingual en coronas anteriores de

metal cerámica con aleación base de níquel-cromo.

Evaluar el tallado realizado para la confección de coronas anteriores metal

cerámica con aleación base de níquel-cromo.

Señalar el espesor del metal utilizado en la confección de coronas anteriores

metal cerámica con aleación base de níquel-cromo.

Indicar el espesor de la porcelana utilizada en la confección de coronas

anteriores metal cerámica con aleación base de níquel-cromo.

2.2- Justificación del Problema.

Los contornos de las restauraciones son determinantes para preservar la salud

periodontal, cualquier defecto que se presente a este nivel puede traer como consecuencia

una serie de condiciones desfavorables al periodonto y por ende, provocar el fracaso de la

restauración.

Esta investigación se realizará con el fin de analizar la profundidad de tallado que se

realiza para coronas metal cerámica con aleación base de níquel-cromo en el sector

anterior, ya que, este es uno de los materiales más utilizados debido al menor costo y mayor

accesibilidad en Venezuela con respecto a otras aleaciones.

Es por esta razón que es fundamental que el odontólogo se mantenga actualizado a

través de revistas científicas, libros, congresos, cursos de ampliación , entre otros. Así pues,

este trabajo esta dirigido a aportar a los Odontólogos soluciones que contribuyan a

preservar la integridad del sistema masticatorio, la salud del periodonto, obtener mejores

resultados tanto estéticos como funcionales y evitar que dichas fallas sigan ocurriendo. En

consecuencia estos serán a su vez los beneficios que obtendrá el paciente al momento de

estar recibiendo un tratamiento odontológico.

17

2.3- Hipótesis.

“Si el ancho vestíbulo-lingual de las coronas individuales es tomado en cuenta en el

diseño de la corona definitiva entonces no se presentarán alteraciones del contorno antes y

después del tallado”

2.4- Sistema de Variables.

Una variable según Vélez G. y Collazos M. (1997); “es toda característica o tributo

que presente variaciones de un sujeto a otro como sucede con la edad, la talla, el peso, el

diagnóstico médico, el estado de salud y otros”. (p. 94)

La variable independiente según Vélez G. y Collazos M. (1997) “es aquella que

puede ser manipulada por el investigador, tendiente a observar y medir la relación y efecto

en otra variable” (p. 96). En esta investigación la variable independiente corresponde a las

coronas anteriores de metal cerámica con aleación base de níquel-cromo, ya que en base a

ellas es que va a ser evaluada la cantidad de desgaste que realiza el odontólogo, el espesor

de los materiales y las alteraciones del contorno sin variar el tipo de restauración.

Vélez G. y Collazos M. ( 1997) definen una variable dependiente como “ el efecto

observable y medible como respuesta a una o más variables independientes. Se espera que

la variable dependiente aumente, disminuya o varié en forma sistemática con relación a los

cambios de niveles de la variable independiente” (p.96). La variable dependiente en este

estudio es la profundidad de tallado realizado por los odontólogos, ya que, dependiendo de

la cantidad de desgaste realizado por los mismos se podrá obtener el espacio necesario para

la colocación de la cerámica y el metal. En base al criterio de cada uno de ellos el desgaste

será mayor o menor lo que traerá como consecuencia posibles alteraciones del contorno

dentario.

Una variable interviniente según Vélez G. y Collazos M. ( 1997); “es una variable

hipotética, que no necesariamente se observa en forma directa en la investigación, pero que

afecta la relación entre la variable independiente y la dependiente” (p. 96). En esta

investigación las variables intervinientes son: la edad, el sexo y años de ejercicio en el área

de prótesis. Dichas variables no establecen una relación directa en la influencia de cada una

18

de ellas con el nivel de conocimientos de los odontólogos, sin embargo, nos permiten tener

una idea generalizada de cuál es la tendencia que existe por parte de los profesionales con

respecto al tema. Ver Anexo II.

CAPÍTULO III

MATERIALES Y MÉTODOS

3.1- Tipo y Nivel de investigación.

El tipo de investigación es de Campo, ya que, tal como lo señala Bautista (2004) “la

investigación de campo contempla el análisis sistemático de problemas con el propósito de

describirlos, explicar sus causas y efectos, entender su naturaleza y factores constituyentes”

(p. 34).

Esta investigación consiste en analizar la profundidad de tallado para coronas

anteriores de metal cerámica con aleación base de níquel-cromo en Odontólogos

pertenecientes a la Sociedad de Prótesis Estomatológica de Venezuela determinando la

causa de las fallas a nivel de los contornos dentarios que conllevan al fracaso de las

mismas. Para ello se realizara un cuestionario con el fin de indagar el dominio que el

odontólogo protesista tiene acerca de la profundidad de tallado y el manejo de los contornos

gingivales en coronas individuales y poder así demostrar por qué ocurren alteraciones a ese

nivel.

El nivel de la investigación es explicativa pues según Sabino C. (2002) “son

aquellos trabajos donde nuestra preocupación se centra en determinar los orígenes o las

causas de un determinado conjunto de fenómenos. Su objetivo, por lo tanto, es conocer por

qué suceden ciertos hechos, analizando las causales existentes o, al menos, las condiciones

en que ellos se producen” (p.44) En la investigación se determinará cual es la profundidad

del tallado y su relación con las alteraciones a nivel de los contornos dentarios de manera

que podamos conocer en donde se está fallando y el nivel de conocimiento que posee el

odontólogo con respecto a este problema.

19

3.2- Población y Muestra.

La población según Vélez G. y Collazos M. (1997) “es el conjunto o la totalidad de

elementos – personas, objetos – que tienen al menos una característica común susceptible

de estudio, observación o medición” (p.222). Población finita tal como lo expresa Vélez G.

y Collazos M. (1997) “es aquella que se puede limitar, como por ejemplo el número de

estudiantes en una escuela” (p. 222). En este trabajo la población corresponde a los 136

Odontólogos inscritos en la Sociedad de Prótesis Estomatológica de Venezuela que se

encuentran en el Área Metropolitana.

La muestra Vélez G. y Collazos M. (1997) la definen como “un subconjunto del

conjunto total o población. Según este enunciado, la muestra es una proporción del

universo y es representativa de dicho universo de acuerdo con el tipo de muestreo que se

utilice para seleccionarlo”. (p. 222).

El muestreo será de tipo probabilístico aleatorio simple. Probabilístico, ya que,

según Vélez G. y Collazos M. (1997) “este muestreo ofrece a todos los individuos o

elementos que conforman la población una misma probabilidad conocida de ser escogidos.

La probabilidad es determinada y no es igual a cero” (p. 224) y aleatorio simple el cual

Vélez G. y Collazos M. (1997) explican que “con este tipo de muestreo cada uno de los

elementos de la población tiene la misma e independiente probabilidad de ser seleccionado”

( p. 224).

El tamaño de la muestra será tomado según el criterio del profesor Tulio Ramírez

(2004) quien expresa que para que una muestra sea representativa se debe tomar el 30% de

la población. Teniendo en cuenta en este caso que el 100% está representado por 136

Odontólogos y necesitamos obtener el 30%.

Entonces si,

100% ________ 136 Se trabaja con una regla de tres y tenemos

30% _________ X que X es igual a:

X= 30 x 136 X= 4080 X= 40.8

100 100

20

La muestra estaría representada por 40.8 Odontólogos. Se tomara una muestra de 41

Odontólogos para trabajar con números naturales.

3.3- Técnicas e Instrumento de Recolección de Datos.

Según Vélez G. y Collazos M. (1997) la técnica se define como “el conjunto de

procedimientos que sirven a la ciencia” y el instrumento como “el equipo, el objeto, el

cuestionario, la prueba o formato construido, que sirve como medio para obtener los datos”

(p. 232).

La recolección de datos se realizará a través de un cuestionario. Vélez G. y Collazos

M. (1997) explican que “el cuestionario representa uno de los instrumentos científicos para

recolectar datos en forma sistemática. Se elabora con base en el problema planteado, por

consiguiente, guarda relación con el propósito, las preguntas o hipótesis, el diseño de la

investigación y con los objetivos de la misma” (p. 243).

En este trabajo de investigación, el cuestionario fue elaborado en base al problema

planteado. Dicho cuestionario consta de diez preguntas cerradas y una semi abierta. Una

pregunta cerrada según Vélez G. y Collazos M. (1997) “es aquella que ofrece al encuestado

respuestas preseleccionadas. Pueden ser dicotómicas que generan alternativas, por lo

general, opuestas o antagónicas como Sí o No y de múltiple escogencia las cuales son mas

flexibles y ofrecen varias alternativas de respuesta cuyo número se determina de acuerdo

con el estudio y objetivos de éste”. Una pregunta semi abierta según Vélez G. y Collazos

M. (1997) “es libre y permite al encuestado responder de forma espontánea. Permiten

clarificar preguntas cerradas, obtener razones con respecto a las preguntas específicas y

confrontar la confiabilidad de las respuestas”. En el cuestionario que se va a realizar se

presentan cinco preguntas dicotómicas, cinco de selección simple y una de múltiple

escogencia, orientadas para indagar el nivel de conocimiento que posee el odontólogo con

respecto a los contornos dentarios, su función y las características de tallado para coronas

anteriores de metal cerámica. Ver anexo I.

21

3.3.1.- Validación.

La validez según Vélez G. y Collazos M. (1997) “se refiere a la indiferencia

apropiada de acuerdo con el puntaje o evaluación obtenida por cada respondiente” (p. 268).

En este estudio, la validez del instrumento de investigación se realizó antes de la

aplicación del instrumento sometiendo el mismo al juicio de los expertos (se requiere un

número impar de expertos, mínimo tres), quienes evaluaron y certificaron para su

aplicación en la muestra piloto obtenida de la población.

La validación fue realizada por tres expertos: el Doctor Fernando Astorga –

Odontólogo Protesista, la Profesora María de los Ángeles Morales Pavia – Licenciada en

Educación mención Orientación Educativa y la Dra. Flor Ardila – Psicólogo. A cada uno de

ellos se les entrego una copia con el título de la investigación, el objetivo general y los

específicos, la operacionalización de las variables y del instrumento. Una vez evaluado el

instrumento cada uno de los expertos expresó sus observaciones, entre las cuales se

encuentran: especificar el tipo de selección de cada respuesta e identificar cada una de las

opciones con letras. Tales sugerencias fueron tomadas en cuenta y corregidas en el

instrumento, una vez realizadas las correcciones se verificó y constató que el instrumento

reunía las condiciones y características necesarias por lo cual fue aprobado. Ver anexo A

3.3.2.- Confiabilidad.

La confiabilidad según Vélez G. y Collazos M. (1997) se define como “la

estabilidad, consistencia, adecuación y poder predictivo de obtener similares resultados en

una segunda aplicación. En otras palabras expresa el grado con el que los puntajes o los

resultados se atribuyen a una fuente sistemática de varianza” (p. 269).

Para determinar la confiabilidad del instrumento de recolección de datos de esta

investigación, se aplicó una prueba piloto a catorce odontólogos que corresponden el 10%

de la población objeto de estudio. Luego se recopilaron las observaciones realizadas por los

encuestados, se realizaron los ajustes correspondientes al preámbulo del cuestionario y

posteriormente se aplicó el mismo a la muestra ya determinada.

22

3.4.- Técnica de Análisis de Datos.

Arias Fidias (1999) menciona lo siguiente: “… se describen las distintas

operaciones a las que serán sometidos los datos que se obtengan: clasificación, registro,

tabulación, entre otros dependiendo del caso.” (p.53). De tal forma que con el propósito de

alcanzar los objetivos de estudio y dar respuesta a las interrogantes que motivaron la

investigación, luego de aplicado el instrumento de evaluación, se procedió a ordenar,

clasificar, graficar mediante diagramas circulares e interpretar los datos obtenidos, avalados

con el conocimiento científico encontrado en la bibliografía consultada, y así presentar el

análisis y los resultados de esta investigación.

CAPITULO IV

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

De acuerdo con los resultados obtenidos en esta investigación se observó que la

mayoría de los encuestados se encontraban entre los 20 y 39 años de edad correspondiendo

ello a un 65% de los odontólogos inscritos en la Sociedad de Prótesis Estomatológica de

Venezuela, lo que nos sugiere que los odontólogos jóvenes muestran un amplio interés en

mantenerse actualizados y uno de los medios para lograrlo es mediante esta asociación.

El 35% restante se encuentran entre los 40 y 69 años de edad observándose menor

prevalencia a partir de los 60 años, esto nos da a entender, que a medida que el profesional

va adquiriendo mayor experiencia menor es su participación en este tipo de sociedades, sin

embargo, en esta investigación no se puede relacionar de forma directa el nivel de

conocimiento con la edad, ya que, la muestra no es lo suficientemente representativa para

ello; pero si nos refleja en cierta forma cual es la tendencia de los odontólogos en la

búsqueda de actualización.

Dentro de los odontólogos encuestados hubo un claro predominio de profesionales

del sexo femenino lo cual corresponde al 61%. Este resultado era de esperarse, ya que la

mayoría de los odontólogos en Venezuela corresponde al sexo femenino. Tal como se

expreso anteriormente no se puede determinar en forma directa la relación conocimiento-

23

edad, ya que, la muestra no es lo suficientemente representativa y no es el objetivo de esta

investigación.

En cuanto a los años de ejercicio en el área de prótesis un alto porcentaje

correspondió a odontólogos que tienen entre 1 y 9 años de ejercicio en el área,

correspondiendo al 59%, el 41% restante se refiere a los que tienen más de 10 años

disminuyendo gradualmente en la medida que aumentan los años. Estos resultados se

relacionan con los obtenidos en la edad, observándose un mayor porcentaje de odontólogos

jóvenes y/o con menos años de experiencia clínica, lo que corrobora el interés que

presentan estos profesionales en ser miembros activos de la Sociedad de Prótesis

Estomatológica de Venezuela y en mantenerse actualizados por medio de esta organización.

Tal como se explica en el capítulo I los contornos dentarios han sido ampliamente

analizado por diversos autores desde hace muchos años y estudiado por el odontólogo

desde los primeros años de su formación profesional; así lo demostraron los resultados

obtenidos en la presente investigación donde el 100% de los Odontólogos manifestaron

tener conocimiento acerca de los contornos dentarios de las coronas individuales, de los

cuales el 71% coincidieron en que es determinante para el éxito de la restauración el

mantener los contornos dentarios, sin embargo, el 29% no estuvieron de acuerdo, lo que

llama la atención, ya que tal como expresa Major, A. (1994) los contornos vestibular y

lingual logran alejar los alimentos de los bordes de la encía durante la masticación, las

superficies subcontorneadas pueden provocar la retención de alimentos, por esta razón para

conservar la salud gingival es sumamente importante la adaptación marginal y la higiene

bucal.

El 71% de los odontólogos que contestaron afirmativamente explicaron el por qué

de sus repuestas de la siguiente forma: el 30% de los odontólogos lo atribuyeron a la

conservación de la salud periodontal, el 21% a la estética, el 10% al adaptado marginal, el

7% a mantener la arquitectura gingival, el 5% a evitar el acumulo de placa, la retracción

gingival, respetar el espacio biológico y a conservar las papilas respectivamente, el 2%

correspondió a evitar el sobrecontorno, la inflamación, los subcontornos, la fractura de la

cerámica y la microfiltración marginal, por último, el 2% restante no contesto. Todas estas

repuestas son válidas y justifican el motivo por el cual los contornos dentarios deben ser

respetados, sin embargo, observamos que un alto porcentaje sólo consideran el mantener la

24

salud periodontal dejando a un lado la función y la estética. Por lo que, podemos asumir

que no se tiene suficientemente claro cuál es el rol que cumplen los contornos y todas las

consecuencias que se pueden presentar al haber una alteración de los mismos, conllevando

esto al fracaso de la restauración.

Por otra parte de los odontólogos que respondieron de forma negativa el 54% no

justificaron sus repuestas, el 23% consideran que es muy difícil reproducir el contorno

original del diente, el 15% creen que es subjetivo y el 8% manifestaron que ello depende

del largo de la corona clínica. Se observó que un alto porcentaje (54%) no explico el por

qué de su respuesta, lo que nos hace suponer que el profesional no lo contestó por falta de

tiempo o de conocimiento del tema. Estos resultados confirman lo anteriormente expresado,

que la mayoría de los profesionales subestiman el valor que tiene el mantenimiento de los

contornos dentarios para el éxito y la longevidad de la restauración, aunque, sin bien es

cierto tal como contesto el 23% dichos contornos no son fáciles de reproducir, esto no

significa que no deben ser valorados, respetados ni contemplados desde el inicio del

tratamiento. He aquí donde radica la importancia de la colocación de restauraciones

provisionales, las cuales nos permiten evaluar la estética, fonética, el perfil de emergencia,

la ubicación de la línea de terminación, el manejo de los tejidos blandos, la oclusión, entre

otros, con la finalidad de cumplir con todas estas condiciones y reproducirlas en la

restauración definitiva.

En relación a cómo pueden afectar los contornos dentarios de las coronas

individuales el 38% de los Odontólogos respondieron a nivel periodontal y estética, el 20%

en la estética, el 10% a nivel periodontal y el otro 10% a la estética – función, sólo el 22%

de los odontólogos consideran que la estética, la función y el periodonto se ven afectados al

existir alteraciones de los contornos lo que concuerda con lo postulado por Major, A.

(1994), que la forma de los dientes es compatible no sólo con la función que realizan sino

también con su posición y orden en las estructuras que participan en la conducta motora

bucal, especialmente en la masticación, asimismo al estar afectada la función y

comprometida la salud periodontal vamos a tener como consecuencia cambios importantes

a nivel de la estética, por lo que, estas 3 consideraciones deben ir de la mano al momento de

realizar una restauración. Estos resultados se relacionan con los de las preguntas anteriores,

ya que nos sugieren que no están claros cuales son los objetivos que deben cumplir los

25

contornos de una corona, lo que nos demuestra que existe una alta tendencia a la creación

de sobre y/o subcontornos de las restauraciones protésicas.

Al hacer un análisis de la cantidad de desgaste realizado en sentido vestíbulo-lingual

para corroborar lo anteriormente expuesto, se observó que el 32% de los odontólogos

realizan un tallado de 1.5 mm de profundidad, seguido por 2 mm el 24%, 1.3 y 1 mm el

22% respectivamente. Es importante recordar que la reducción debe estar representada por

el espesor necesario para la resistencia y desarrollo estético de la restauración. Castellani

(1996) expresa que en una prótesis metal-cerámica que desee ser también estéticamente

válida a nivel marginal, el espacio necesario para los diversos materiales de restauración se

encuentra entre 1,2-1,5 mm.

Si se desea obtener una restauración estética se debe realizar el desgaste adecuado

para tal fin, ya que de no ser así se podrá apreciar una restauración mal contorneada que

afectara negativamente el efecto estético de la corona y el color de la encía no coincidirá

con los dientes adyacentes naturales. Shillingburg (2000).

En el caso de los incisivos centrales superiores con una considerable convergencia

de la corona clínica (desde la vista vestibular) requieren mayor profundidad de reducción

durante la preparación dentaria que aquellos cuya convergencia es menor.

Según Kois, J. (1998) la reducción vestíbulo-lingual ideal para una corona metal-

cerámica debe ser entre 1.2 a 1.5 mm. Según los resultados obtenidos el 54% maneja estas

profundidades, sin embargo, se destaca que el 24% profundiza 2 mm y el 22% 1 mm, lo

que sugiere que el 46% pudiera estar confeccionando coronas con alteraciones de contorno,

tanto de sobre como subcontorno.

La línea de terminación más utilizada por estos profesionales fue el hombro con un

32%, seguido del chaflán y filo de cuchillo con un 24% respectivamente y el hombro

biselado con un 20%. El Hombro recto es la línea de terminación más comúnmente

utilizada, ya que, es fácil de visualizar por el técnico y permite el espacio necesario para el

metal y la porcelana. Sin embargo, el chaflán igualmente garantiza la reducción apropiada

para los espesores de los diferentes materiales de restauración, especialmente para las

prótesis de metal-cerámica, pero su ejecución es complicada, Castellani (1996). Tanto el

Filo de cuchillo como el hombro biselado no son ideales para este tipo de restauraciones,

debido a que, no garantiza una reducción suficiente para ambos materiales de restauración

26

en la zona del margen, lo que conlleva a la presencia de un collar metálico que compromete

la estética. Castellani (1996)

Goodacre C. y cols. (2001) concluyen que la selección de una línea de terminación

para una corona metal-cerámica no debe basarse en el adaptado marginal sino en las

preferencias personales, estéticas y en la facilidad de la preparación.

Al relacionar estos resultados con los de la pregunta referente a la profundidad del

desgaste, observamos que un 54% maneja la cantidad de desgaste correcta así como el 56%

utiliza las líneas de terminación ideales. Sin embargo, el 46% realiza desgastes ineficientes

y el 44% utiliza líneas de terminación inadecuadas para este tipo de restauraciones, esto

demuestra que existe un porcentaje elevado de odontólogos que no están contemplando la

calidad de los contornos dentarios en las restauraciones que realizan, lo que nos sugiere que

tales restauraciones presentan alteraciones de contorno importantes que pueden

comprometer el éxito de la restauración.

En cuanto a la ubicación de las líneas de terminación el 44% de los Odontólogos

prefirieron la colación subgingival, el 34% a nivel de la encía y el 22% supragingival.

Existen muchos estudios en donde se ha relacionado la presencia de inflamación alrededor

de las coronas con márgenes subgingivales con respecto a aquellas con márgenes

supragingivales. Sin embargo, por diversas razones ya expuestas en esta investigación es

inevitable la ubicación del margen subgingivalmente. Nevins y Skurow (1984) indican que

no existe razón aparente para extender el margen de la restauración más de 0.5 a 1 mm de

la cresta gingival ni se debe interrumpir el epitelio de unión o la inserción del tejido

conectivo durante el tallado y toma de impresión; en la medida que esto se realice se podrán

evitar cambios en la altura de la cresta alveolar y migraciones apicales.

Según Goodacre y cols. (2001) siempre que las líneas de terminación estén lo más

alejadas del margen gingival serán menos dañinas para el periodonto, por lo que, en este

tipo de restauraciones lo ideal es mantener el margen al ras de la encía. Es importante

destacar que previo a la selección del tipo de restauración que se va a confeccionar es

necesario realizar una evaluación periodontal del paciente, ya que de acuerdo a la condición

que éste presente se evaluara donde se puede ubicar el margen sin causar ningún tipo de

daño a los tejidos. Tal es el caso de aquellos pacientes con problemas periodontales que

27

bajo ningún concepto se deben colocar los márgenes de la restauración a nivel subgingival

debido a que esto comprometería su situación.

En referencia al espesor del metal en este caso níquel-cromo el 37% utiliza 0.5 mm,

el 27% 0.3 mm, el 12% 1 mm, el 10% 1.5, el 7% 0.7 mm y el 7% 2 mm. Según Castellani

D. (1996) el metal para una corona metal-cerámica requiere un espesor mínimo de 0.5 mm.

Sin embargo, existen situaciones en las que se requiere menor espesor, por lo que, se puede

llegar a manejar hasta 0.3 mm como espesor mínimo mediante la reducción con fresas.

Al evaluar el espesor mínimo utilizado para la cerámica nos encontramos que el

33% de los Odontólogos encuestados utilizan un espesor para la cerámica de 1 mm, el 20%

de 2 mm, el 17% de 1.5 mm, el 15% de 0.7 mm, el 10% de 2.5 mm y el 5% de 0.5 mm. En

estudios realizados por Przybylska y Seghi citados por Goodacre C. y cols. (2001) se

demostró que al menos 1 mm de espesor de porcelana era necesario para reproducir el color

deseado. En uno de dichos estudios se concluyó que un espesor entre 1.4 a 2 mm eran

indispensables para lograr óptimas características estéticas. Por lo que, espesores mayores o

menores a estos no están indicados debido a que podrían traer como consecuencia fractura

de la porcelana y pobre estética.

Al relacionar los porcentajes obtenidos en las preguntas 7, 10 y 11,con la

bibliografía donde se hace referencia a la profundidad del tallado y el espesor de cada uno

de los materiales podemos observar los siguientes aspectos :

En la pregunta nº 7 el 54% respondieron correctamente, 1.3 y 1.5 mm de

profundidad de tallado, ambas respuestas están avaladas por la literatura, y un 46%

respondió de forma incorrecta.

En la pregunta nº 10 el 51% respondió 0.3 y 0.5 mm de espesor para el

metal, ambas respuestas son correctas. El 49% respondió erróneamente.

En la pregunta nº 11 el 56% respondieron 1, 1.5 y 2 mm, siendo

cualquiera de las tres válidas. El 44% no acertó.

Al analizar estos resultados podemos destacar que los porcentajes de las respuestas

correctas en cada una de las preguntas son muy similares (54%, 51% y 56%), la

discrepancia que se observa entre ellos puede ser atribuida a varias situaciones, entre las

cuales tenemos: que el odontólogo no prestó la debida atención a las preguntas y sus

respectivas respuestas o no posee el conocimiento acerca del tema.

28

Cuando observamos todos los porcentajes obtenidos de respuestas incorrectas y los

relacionamos entre sí, podemos determinar que existe un elevado número de odontólogos

que no poseen el suficiente conocimiento o no tienen claros los conceptos básicos en este

tema. Ver Anexos III – XV.

CAPÍTULO V

CONCLUSIONES

De acuerdo a la investigación realizada y a los resultados obtenidos en el

cuestionario con el fin de alcanzar los objetivos preestablecidos, se pueden concluir los

siguientes aspectos:

El 100% de los odontólogos manifestaron tener conocimiento acerca de los

contornos dentarios.

El 29% no estuvieron de acuerdo de que los mismos son determinantes en el éxito

del tratamiento, lo que demuestra que no poseen el nivel de conocimiento adecuado

en referencia al tema, ya que, el 54% de los mismos no explico el por qué de su

respuesta. El 71% restante si coincidieron, sin embargo, al explicar el por qué,

observamos que un alto porcentaje sólo consideran el mantener la salud periodontal

dejando a un lado la función y la estética. Por lo que, podemos asumir que no se

tiene suficientemente claro cuál es el rol que cumplen los contornos y todas las

consecuencias que se pueden presentar al haber una alteración de los mismos.

Sólo el 22% de los odontólogos consideran que la estética, la función y el

periodonto se ven afectados al existir alteraciones de los contornos dentarios de las

coronas.

Al relacionar los resultados obtenidos en referencia a la preparación dentaria,

observamos que el 46% realiza desgastes insuficientes y el 44% utiliza líneas de

terminación inadecuadas para este tipo de restauraciones, esto demuestra que existe

un porcentaje elevado de odontólogos que no están contemplando la calidad de los

29

contornos dentarios en las restauraciones que realizan, lo que nos sugiere que tales

restauraciones presentan alteraciones de contorno importantes, principalmente,

sobrecontorno que pueden comprometer el éxito de la restauración.

En cuanto a la ubicación de las líneas de terminación el 44% de los Odontólogos

prefirieron la colocación subgingival.

Cuando evaluamos los porcentajes obtenidos en las preguntas en donde se hace

referencia al espesor del metal y la cerámica podemos destacar que el 49% y el 44%

respectivamente, respondieron de forma incorrecta lo que nos da a entender que

están utilizando espesores mayores o menores a los que están indicados para

coronas metal cerámica.

En este estudio llegamos a la conclusión de que un 46% de los odontólogos no

tienen claro los conocimientos básicos en relación a las preparaciones dentarias y no

le dan la importancia que merecen a los contornos dentarios, razón por la cual, día a

día en nuestra consulta seguimos recibiendo pacientes con restauraciones

defectuosas, donde en la mayoría de los casos son coronas con alteraciones del

contorno afectando claramente la salud periodontal, la estética y la función, errores

que pueden ser fácilmente evitados si se hace un correcto examen clínico y se tienen

presentes los principios fundamentales de la Prostodoncia que son estudiados desde

los inicios de nuestra profesión.

30