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1Q50

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S TELLA

Esta consideración nos viene a pelo al ponderar el valor intrínseco de ufa peque­

ña obrita que, si bien se mira. foda ella no es otra cosa que una oración o una ple­

garia de las miles que cada día llegan a Tí, ¡oh Madre Clemente!

Esta oración la queremos unir fervientemente al coro de las muchas que este año

han d e llegar a Tí. pidiendo por una especialísima intención ele nuestro augusto Papa

Juan XXIII (que Dios conserve para el bien de nuestra lgl~ sia): «la unidad del mundo

cristiano'>• A 1 igual que aquella insignificante florecilla, esperamos que esta humilde oración

nuestra Jormará un todo agradable. con sus iguales. que moverá vuestro bondadoso

corazón de M edianera ante el Altísimo. para que esta supr ema intención de nuestro

Pontífice sea pronto una realidad triunfante para todos aquellos que. por distintos ca·

minos. buscan la meta que marca la Cruz sangrante y amorosa clel Mártir del Gól­

gota. La Cofradía

A lA SANTISIMA VIRGENdelaESTREllA

---- - --·-- - ------

Ccn un man0jo de flores;

con el brillo de un lucero;

con el canto de un jilguero

que lanza trino de amores,

y los brillantes mejores ...

Con la mar siempre imponente,

y d murmullo de una fuente ,

tejerfa una corona,

p<> ra lucir mi Patrona

en su purísima fre nte.

I. QUESADA

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t JI-1 s

«Videntes S1cll<1m gavisi sunt gaudio magno valde!» « lnmensa alegría. Casi no sabemos desentrañarla porque fluye de cada palabra. Aho­

ra comprendemos fácilmente la inv.icaci6n diaria a la Señora: Causa nosll'ílC' laPIÍlia~~! Lo en· tendí y me saturé de esa alegría en vuestra Fiesta de M ayo. Alegria de las almas, de los campos, de las estrellas aquella madrugada, de las flores, de los •1\1.ayJs», de los ojo~. de los labios de todos.

11legría de los labios de la Virgen. De la Estrella a punto de cantar y de sonreir le1Je· mente. Ojalá sepas ~imar esta alegría. Amarla en tu alma. Siempre en gracia. Siempre fiel; que de la fidelidad fluye esa alegría que contagia. Esto vi en tus fiestas. ¡Que si: perpetúe!•

t JH S

Miguel LUOUE PARDO

•Recuerdo haber leído no sé dónde que la religión es el encuentro de dos amores: el amor de Dios que busca al hombre y el amor del hombre que busca a Dios. Pero en ese ca­mino Dio.e: ha querido. para q1U el encuentro sea más fácil, que se interponga otro t1mor: el de una Madre . Porque Dius que lo ha hecho conoce mejor que nadie ~l corazón humano y sabe lo que para él significa la i'vladre.

Los hijas de Navas de San Juan, como pocos pueblos del mundo, sienten ese amor a .su Madre la Virgen de la Estrella .. 1\1uchos se apoylm en él para subir hasta ese encuentro con su Dios. A otros muchos hay que decirles que 110 ::e detengan a medio camino. Y cuan­dt> se les enseña con cariño y con sacrificio, ¡qué bien lo entienden!

Es la experiencia y el recuerdo que me llevo de mis dos actuaciones en Navas de San Juan: la de la misión de 1955 y la de esta novena-renovación de 1959 ...

i\1a110, 1959. J Patricio GUTIÉRREZ, S. J.

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Pétalo y trino

que en la ancha arquitectura del paisaje

pones celos al sol.

Peregrino

mirar, de suave encaje.

secreter del suspiro y de la fl o r.

Vieja leyenda, cinrndn de ternu.ra,

con esquinns d·e luz en todos km nler\)S ...

Cascabel en los llanos. gorgeo en h espesurn,

caricia y bes,1 de todos l·os n ;1 verl1s.

Barco varad o

entre ·el ocre redond::> de las lomas

con esquilfes de luna.

en Amor ... Canción de cuna

con soportales de juncia y de romern.

Nochebt:ena de trigos y olivares

que conviertes a· Navas en lucero

de tu cielo esmaltado de canrnres.

Señora y Reina.

Reina y Sefívrn

Alfonso LÓPEZ MUELA

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de l(l}{¡ Serpenteas por grises olivares ¡oh! c<imino romero de la Estrella, t<intas veces impreso por la huella de aquél que busca alivio a sus pesares_

Desnudos pies, aristas a millares han de pisar para llegar a ELLA. Es bello el sacrificio y también bella la LUZ con que ilumina nuestros lares.

A tu final, la Ermit<i suntuosa, joyero insigne de la devoción del n1lble pueblo, férvido y creyente.

Y el alma penitente y jubilosa, deslumbrada, se postra con unción a los pies de aquel ASTRO REfULGENTE.

Juan José MEGINO MERINO

NUESTRA PORTADA

Un año más se bonra 11uestra revista estando presidida por la fotografía de Ja. Sa11tísima Vírgen de Ja Estrella, nuPstra excelsa y querídísima Patrona, bella co­mo ninguna, con su precioso Niño en los brazos al que mira amorosamente y qile parece mostrarnos para que twestra fe y devoción arraigue ~n nuestros coN.zones.

( Fotoco!or Raras) --- ---·- --

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HACIA UNA RENOVACIÓN ESPIRITUAL

Otra vez, queridos lectores, desde esta sección de STELLA n,os volvemos a poner en contacto .. <:;:on .Ve(tiginosidad increible han transcurrido doce meses más de nuesfra vida . El tema qne abor­dábamos e! pasado año en torno a la obra parroqu ial me hace sentir más fuerte esta impres ión de vértigo del tiempo. Aún está si n terminar lo que en ton ces veíamos casi culminado. Un año más y seguimos en es pera de la realización, que ya creemos inminente, de uno de los pro­yectos rnás Importa ntes de la resta'U'ra­ción de nuestra Iglesia. A todos Dios n os exige un poco de calma, de esa calm a de las obras grandes, que nosotros sin em ­bargo quisiéramos ver 1:ealizadas en mo­mentos. Este año no voy a hablarte de la ob ra material de la Parroquia. Ya co­n oces cuanto pudiera decirte di! ella. Ya sabes también cuanto es mi agradeci· miento, n unca suficientemente repetido a todos y cada u no de los felig reses de esta amada Parroquia.

Este año quiero bablarte también de la Parroquia pero no en el !'entido ma­terial del edificio, sino de ese edificio es­piritual, que constit ~1ye propiamente la Parroquia y del que todos formamos par­te. En otro lugar de esta revista anqto algunas sugerencias que creo importan­tes en el plan de. recristianizacíón de la misma. Creo importante que volvamos a hablar de lo mismo. Y antes una pre­gunta: ¿Progresa espiritualmente nuestra Parroquia al ritmo debido? fácil sería de-

cir que sí y halagar nuestra vanidad con esta sonrien te 11finnación. Intimamente agrad:ible sería también . para m ( poder deci r que sí convencido de ajustarme a

· la más estricta verdad; pero no sé si esta mism a verdad nos obliga a no lanzarnos a esta afirmación s in reservas . Mas no intento constr.u ir un castillo de negacio­nes en las que presente un panorama desolador de pasados perdidos; trataré de hacer algunas reflexiones, que a todos nos pueden empujar hacia un trabajo más compacto y armónico que acelere ese progreso apetecido. Porque sí, he­mos de llt:var al convencimiento de to­dos, que es p recisamente el esfuerzo au­nado de todos, el camino más corto h a· cia esa meta. No. siendo posible dirigir· me a las distintas clases de personas, ·só ­

lo p ropondré algu nas consignas y t:J.rea s de carácter general, que s in duda todos acept,nán .

Era el pasado año por estas mismas fecb as, cuando comenzamos la labor d e ejercicios espirituales con hombres. Sin entusiasmos p rimerizos, ahora al cum­plirse un año, podemos asegurnr que n o fueron ni mucho menos intru ctuosas aquellas p rimeras tentativas para mover la masa de los hombres. Yo qu isiera ha­..:er llegar a todos los bonrbres de Navas mi palabra de sincera invitación a es ras tandas de ejercicios espirituales, que se irán repitiendo periódicamente y en los qu e van a convencerse con uria claridad nunca precisada, de ~ómo su catolicismo,

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- oo a

STE LLA

el de tantos y tantos, no sólo no respl1n­de a las ex igencias de un crist ianismo moderno, pero ni aún a las exígencias del cristianismo. Ln vida moderna y In actual constitución de la socie~-lad ex ige la colaboración de todos los fiel es en la magna obra del a pos to lado.

.Dentro de breve plazo tendrá luga r una asamblea loca l de las fuerzas vivas de la Parroqu ia, es decir de una íun ta a la que pertenecerán como m iembros na­tos todos los presidentes de cofradías y as0ciaciones parroq uiales, p() ra iniciar un serio programa de npl~stoh1do y llevar a todos el convenc imiento de un a exigen­ci<l que aparece dorm ida en l a conciencia de muchos.

A todos incumbe el a pos tola do en la Parroquia y es un g ran medí.o de lograr­lo la práctica de los ejercicios espiritua­les.

Una segun dil cMnpaña no pu ede pa­sarse oor alto: la de la Cartd<id. A medi­da que nos adentrarnos en las necesida­des íntim as de muchas familias nos ur­ge más el man·'ato de !;1 caridad. Tam bién aquf conviene insistir en que es de­ber de todos una ca ridad sentida y vivi­d<l. Es necesario convencer a los q ue nos miran penetrar en la Iglesia y vivir una espiri tualidad, para ello<; inínteligtble, de que venirnos a este santo lugar para libar la ca ridad, d amN, q ue después derrama­remos en beneficio de ellos m ismos. Sólo así convencere mos de verdad. Y ha de ser au téntica caridad. Si no tienes bienes que d;H, a l menos tendrás un corazón con que amar y esto es lo lllle Cáritas te pide. Tienes obligación de amar a tus hermanos. ¿Razones?: 4ue son herma ­nos, el mismo cPadre Nuest ro que está

en los cielos .. . » hijos y hermanos qu e ne­cesita n aliviar la cuga de su pobreza con el apoyo de tu amor. ¿Más razones?:

Dius a los mismos que repa rtió abun­<hnci a de bknes mHteriales en su amoro­sa pn.>videncia , les impuso ta mbién la obligación de atender con ellos a las ne­ces id;1des de los indigentes. Así en el cumplimiento de esca volu :-. tad divina se dá ocasión a la prác tica de las lll<lS her­niosas vi rcudes cristianas: ca ridad, con ­fianza, agradecimieoto ... Y rnás qu e 1~ <.1-da Cárita s te pide tu cofoboracíón perso­nal: gu ~ vivas la caridad y l<l sientas co· mo algo indispensable; qu e apoy es sus consignas; que alientes s us empresas; que seas un militante activo, aunque anónimo quizás.

Va culminando la obra material del Templo. Nuestra aspiración a l comenzar esta emp resa era de 11 na total renovación del mi!'>mo. Con la <lVuda de Dios lo va­mos lt'grando. Cot~ ~sa mis ma <lyuda co ­menzamos la nueva campaña de total re­novación espiritual. Lo que más adornará nuestro resraurado Templo, no serán las límpidas paredes, ni los má rmoles jas­peados, ni nuevas vestiduras , p i s iquie ra el nuevo y majestuoso sagrn río; lo que verdaderame nte. ornará nuestro Templo será la presencia de todos los fieles ante ese Sagrado tron'J del Seño r Sacramen­tado, las frec li.!ntes v isit as, la profunda e intensa vida espiritual. El Sr. Obispo n os pide últimamente L:n resu rgimiento de la espiri tualidad y apostolado seglar. ¡Adehtn tc p ues! ¡Dios y audacia! Todo esfuerzo quedará corto ante la magnitud de la einpr-<!sa . Y la bendición de Dios siempre irá unida a nuestro caminar.

F. BARREDO

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91.uestcas tces tentac¿ones

El Padre José 71/aría de Da11os, de la Compa1iía de ]estÍs, l1a escrito para 1111es­

lra revista S'JELLJI. En realidad no necesít11 presenlacíó11 1111a persona harto

co1H1<ida e11 Espana )'Juera de ella, no sólo por sus relevantes dotes como escritor, si-110 ta111bié11 por la /<111 humanitaria y abnegada olna q11e viene haciendo en .'.il1a ·

Jrid por los pobres bal1ita11tes de los rnburbíos, que bace que sea adorado por ellvs y admirado por toJos ya c/ue su /abo•' 110 se limita a un ¡mro Jor11111/ismo, sino q!le vive, pudiéramos decir con ellos. sr~Jre a su fJ.ir y S<' desvi1Je />or mejorar su situación, y todo s u saber, dada .>11 santidad _iun lo con su cor'nzón , e~tá e11 todo mo-111vmet1 to a su servicio. Y esta tan rele1;a111e figura accedió ir.111ed1alame11t<' ul ll.1111amie11to que se le hizo y nos nwía las martillas que a conli1rnadón se insertan que nos dicen bien a las claras qiúen es este tan admirado benefactor.

-Las más gr:ives, las que caracterizan nuestra hora, las que en llna propor­

ción u otra nos penetran contínu11mente a estos pob: es hombres que Vilmos siendo

hoy. La prímera dirá: codicia; In segunda, liberación; la tercera, mentira. Y porque

crucificados en ellas pasamos día tras día p:ir el calvario de nues tro existir, bien es·

tará que precisemos más PI c-::iso, intentándole remedio. -Y ante todo la codicia, ese afan desmedido, desmelenado, fuera de toda sana

aspiración a vivir mejor, la codicia qlle es la pérdida de control en este asunto de la

perfeccionalidad humana. Porque el hombre está sobre la tierra para hacer su ca­

rrera de perfección o contínua mejoración de :;u ser y existir. Lo cual no es precisa­

rnente lo mismo que ganar más y más dinero. - Esta codicia conternporánea, que acusamos como lo más característico de

nuestra hora, tiene de original precisa mente su alianza con la mentira y con lo que

llamam os liberación. Entre las n·es consricuyen nuestro frente de com bate. Frente

de ordinario presidido o gobernado por ese deseo y apeti to irreprimible de ganar

más y más -«todo es poco»- gastando a su vez más también y más , «porque la

vida lo impone». Y efectivamente todo el dinero es in s uficiente para apagar y col.

mar est:is ansias De ªíJllÍ la amargura y el desbarajuste psíquico de la mayoría de

nuestros hombres y mujeres de hoy. -Codicia estrechamente unida a liberación o afán de sacudirse el duro clima

de las obligaciones, viviendo por unos minutos el artificio y engaño de llna atmós­

fera feliz o distractiva. Aquí radici. el secreto de tantas muchedllmbres feb riles a la

hora de los espectáculos. En ellos más que arte o ideas buscan el plano fantástico

que embarga y libera de lo propio y común de cada día. Liberarse. sacudirse bien

la cMz diaria, refocilándose en la atmósfera irreal de u na sala , sea cualq•Jiera. Dis­

tracción que cada vez se cotiza má s alta, porque estos pobres esclavos que somos,

no podemos negar la urgencia .de satisfacer tales dem andas. Todo radica en la orí·

g ínal esclavitud de zozobr<1s que n os envuelve y penetra. - Codicia y liberación que se trenzan con la mentira. Porque siempre en so­

dedad se mintió, pero c11 ;rn<lo ha bla menos cu ltura o más pasión, la mentira era

niás rara y ;nás vergonzante. Hoy no, hoy la mentira ya es moneda de cambio bajo

la cllal nos engañamos mutuamente p:ira ir tirando y soportarnos. Se miente por

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imprescinclihle necesidad. A sí lo confiesan todos, deformados y cr1hajados p or el clima falso que tanta propaganda. tan ta publicidad, tanta formalidad cxrerna cons­truyen en nuestro ambiente. Ya se llega a men tir po r cierta necesidad de propia de­f<>ns.; y aunque todos los que nos rodean estén segu ros de que mentimos.

-Tres tentaciones de e~ ta sociedad que somos, de este mundo que elabora­m os, de esta hora que svfrifl)oS. Nt1 diré que haya defen sns c()ntrn tales enemigos, pero sí, que según p.1san lus a11us es tas defensas cuestan cada vez más y se hacen nH1S ingr::itas. La codicia exige una proclamación de la pobreza y esto suena a he­róico o in se nsato. la liberación a una sobriedad y saboreo del trahajo y responsabi­lid ades propias . realmente des<1grada bles por escaso, y h1 mentira una profesión de veracidad que el mundo encontrar~ descarada y altiv•i . Esperamos que Dios lo en­tender¿ de otro modo.

José María DE LLANOS, S. J_

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En los olivares , el Sol do rmido

se deja mansamente resbalar

por un horizon te tan lleno de t ris teZ<l

que a un a nube le d11n ga nas de llorar.

Qué tristeza la del campo solo

pero tnmbíén qué pn.

Cómo nace la vida y cómo n111 ere

y córno te invita a medicar.

Y meditas.

Y piensas que allá lejos

¿dónde? ... en cua lq11ier luga r,

igua l que iiquí, Abril se mu ere

y Mayo va a comenzar.

Pero el Sol, la nube

y la tristeza,

y los olivos dd verde olivar

se dan cuenta que si Mayo n;ice

tien en que hacer ellos su estada!:

y lo borda el Sol con luz de oro

en la seda ele la nu be de crist;il,

y la tristeza se transforma en gozo

y las estrellas empiezan a brill ar

¡Todos juntos coronan a la Virge n

en los campos de Navas de Sa11 J uanl

Abelardo GIL MARQUÉS

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CIVIT AS VIRGINIS

En el lenguaje corrienle «Ciudad» es el

término que engloba a un conjunto ordena.

do de edificicis, habitados generalmente por

uno i1oblación bulliciosa y dedicada, algunas

veces, o iodefinidas diversiones más o menos

lícitas. SAbido es que este concepto está algo

lejQS de la realidad, pero, como al objeto que

nos ocupa no le son necesarias más puntua­lizaciones, basta con lo expuesto.

El propósito que se persigue, es poner rle

manifiesto cómo un pueblo enfervorizado ví.

ve unos dios de inmenso gozo y alegría es~

pirituales en torno al Santuario de su Patro­

no; constituyendo, por breve tiempo, una es­

porlld1ca ci udad, con caracterislieas tan pr,cu. liares que se aparta de los moldes conocidos:

un lugar donde las diversiones son honestas,

donde los cullos a Dios se completan con las musicale.<: oraciones do los «mayos» o Marío,

no puede tener más nomhrc que el de lo

Virgen. El talín, idiollw escogido por la lglesio

r,n sus relar. iones con Dios, nos presta, 1m

esta ocasión, una valiosa ay uda por su

gran sonoridad y el sentido semireligioso r¡ue

a las cosns imprime. Así pués, al enunciar In

frase «Civitas Virginis» damos a entender que algo originariamente humano goza de la

predilección tle la Virgen. Tal denominación

no es pueril ni exagera'la si ohserv{l mos que

es todo u11 pueblo que, ahn nfonando por

u11os días sus hahitualcs·viviendas, se lrasle­

da en grupos de fainílias al Santuario, en el

rpie r.011vivirón e11 cri~tiana hermandad con

los demós devotos de los pueblos li mílrofe.i,

en aumento cada niío, que acuden con rigu­

rosa puo lualidnd a la llamada de la Madre

ele Dios y Madrn de totlns. Tenrmos y11 dibu jados o gra ndes rasgos

dos de los tres elementos conslituti vos de una

ciudad (territorio y población), restándonos

súln por conocer .qliien ejerce autoridad en la misma, que no podrá ser humana, bien por·

que su jurisdicción no se extienda a este tér­mino, hicn porque siendo el territorio de su j1Jrisdicción no lo sea la población toda, rcu.

nido c11 el Sant11al'io únicnmenl e por dcvo.

r.i<in a la Virgen y por el carlicter abierto y

familiar de los naveros. Por lan!n, hemos de aceptar, sin tituheos, r¡ne si vivim os unos días junto a la Virgen, somcliéndonr1s gozosos a

sus mtscricord iosos designias, es porque Ella y sólo Ella gohicrnn y dirige los destinos de

su pueblo; entonces, no es pueril ni exage~

rado llamar a eS1<1 alegre romería "Civi1as

Viróinis" o • Ildefonso GARCIA CARRASCO

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EVOCACIÓN

La d istancia era corta entre la finca y el santua rio: un higiénico paseo para

chicos y m:iyores. Por es ta causa duran­

rE: nuestra estancia t>n ella ern n frecuen­

tes lHs vis itas familiares a la Madre co­

mún.

N o se puede olvid;.lr nunca <1q uel re· cogim iento y familiaridad a la vez, con

que nos pos tráb;un os :rnte Ell:i. Era una

intimidad espiritual q ue confortaba. Pa­

s:ldos los primeros momen tos de oración, nos sentábamos ante la Virgen y a veces

Li s chicas de la santera entonaba n algu· nos « m<1yos » en su honor. N o sonaban

como los que ahora oímos coreados por

la multitud. Tenían tonalid ades distin­

tas y, en aquel rei::ogimiento, también d istrn tos efectos.

A veces, cuand0 sus ocupaciones se lo pP,rmitían , nos acompañaba Juanica , la

pastora, q ue convivía bajo n uest10 mis­mo techo.

Parece que la estoy viendo y oyendo,

sen tados cabe lJ Virgen, con su rostro apergam in ado pnr las incl emencias del

tiempo y sinsilbNes de la vida, relatar·

nos alguna ley~nda de nu estr~ Patrona.

«Traba ja ba estas tierras un labrador

de un p ueblo vecino, decía (mientras ti­

raba un poco hacia delante del pañuelo

que enm<1rcaba su rostro), y una tarde

durante su cotidiana fae na, la herramien­

ta de trabajo tropezó con un obstáculo.

Al descubrirlo observó, con gran asom­bro, que era una imagen de N uestra Se­

ño ra. Con todo cuidado (pues se trataba

de un buen cristiano) la acomodó, t11-

pándola, sobre su cabalgadu ra y em pren· dió el regreso a s11 lugar.

Cuando llegó a su casa y t ra tó de des­atar las ligaduras que· sujetaban a la ima ·

gen, cual fü~ serfa s u asombro al compro­

bar que nada había en su lugar.

Al día slgL1 ien~e de3andó bien tempra·

no su camino lleno de preocupaciones,

sin encontnir nada hasta llegar al m ismo luga r del h allazgo, d0nde nuevamente

estaba la imagen.

Tratando de hallar algu na explicación

natural a lo suced ido, nuevamente depo­

sitó la preci ada ca rga sobre su bestia; si bien esta vez con hHta frecuencia palpa·

ba y revisab::i s u ca rga mento. Al pasar el

río que sirve d e límite natural a los dos

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STELLA

términos, soltó el ronza l p;ira n uevamen. te revisa r su cargamento. Su alma se llt!­nó de confusión y temor: ¡La Vírgl:!n ha­bía desa parecid o!

Creo que ot ra vez repi tió la tentativa , con idéntico resultado; hasta que con ­vencido del aviso milagroso de la Seño ra, p uso los hechos en conocimiento de la autoridad local, y una vez comproba­dos estvs extremos se acordó, con el ge­neral y reverente asentímíento de la po­blación, erigtr en honor de la Virgen un templo en aquel lugar, p roclamando Pa­tronc1 de la villa a tan nnilagrosa imagen, bajo la advocación que hoy la venera­mos».

Contaba en otra ocasíón: «Eran los tiempos calamitosos para la

Patria . en que sus hijos iban a defender los últimos vestigios de su grandeza, allá en las tierras lejanas de Cuba. Un gru­po de naveros, que se encontraban en acción de gu erra en una situación insos­tenible, creyendo llegad o su último mo· me11to invocaron reverentemente su pro tección como último y supremo recurso. Cuentan que vieron descender sobre ellos a la Virgen . y extender, cual mura· lla protectora ante las balas enemig.is, su precioso manto. La situación tomó dis­ti n to cariz, y el enemigo hié rechazado sin pérdida ni daño de nio¡iún hijo de Ma1ía Santísima de la Estrella ».

Ye' miraba a la vieja pastora y veía en sus ojos, apagados h:ibitualo1ente por la tristeza, brillar una llama de amor y re­conocimiento inestiogu ible. Miraba el rostro bellísimo de nuestra Patrona y mi cuerpo, en deble y pcqueüo, se sentía ncnriciado y acraido por el efluvio bendi

to de la mirada que partía de aq uellos ojos dulcísillJOS y aterciopelados.

Hoy, que, como otros muchos d!cs, he pasado ,m te tu ermita, he parado mi máquina y, sentado en una piedra del camino, re he reY.ado la salve que nos di­ce aquel «mayo» y he evocado, un poco conmovido estos d u lees pasa jes de mi infancia ...

Es cierto que hil variado bastan te la fi. sonomfa de estos lugares que fueron es­cenario de nuestra s travesuras infantiles. Han desapa reciclo aquellos ' mat..:irrales donde el p<:storcillo y el que escribe bus­caban nidos de «chichimique» y «chil­rata», (era su vocabulario). Aquella pús· tula maligna, donde teníamos el nido de un mochuelo, con sus ariscos puñado:­de algodón, ha ac;ibaclo con la vidá de la encina, que hoy airea a los cuatro vien­tos sus miembros sarmentosos, exangües. En cambio aquellos cha parretes .de las bellotas dulces, cuyos troncos entonces tenjan la ternura y flexibilidad de la in­fancia, son hoy ya rígidas y encopetadas encinas a cuya sombra vierien a sestear los ganados ...

Mucho ha cambiado con e l paso ine · xorable del tiempo; pero Tú permaneces, pese a tristes e in.:onfesables avata res, firme en tu puesto de Capitana y protec­tora de esta grey, para que mañana cua l­quier hijo del pueblo evoque la caricia de esa primera mirada tuya, aterciopela­da, dulcísima, q ue seii.a la a las vidas un camino de virtud y de gloria que, pese a todo, ddkilmente puede ser olvidad0.

Eugenio HEBRARD

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' I }U{,

El pasado año, en nuestra sección " CadtJ ario u.na interviú,,

tuvimos el honor de insertar unas santas y sabias palabra.\ de

nuestro querído párroco D. Francísco del M oral Almagro. en esta ocasión no podíamos dejar de solicitar de D. Francisco Ba­

rrt!dt>, 1111estro juven coad;tttor, unas i111presion<?s que no duda­

mus han de ser leídas con el mayor gusto por todos los vecinos

de Navas e induso de ji1era, ya que este! joven sacerdote ll1tva

ya varios aflos conviviendo con nosotros en el ejercicio de su mi ­

sión apostólicll.

Y ahí uan sus atinadas contestaciones, todas ellas impregnadas de cari'ño hacia nuest10

pueblo. Dios l10w1 que su estancia en Navas sea larg,1 y que en elfo fcg1<! cul111i1111r sus aspira ­

ciones, toda s encmmi11ados a buscar mi.estro mayor bienestar espiritua l.

- ¿Lugar de nacimiento y donde cursó sus estudios?

..,- N ací en Q L1in ta na Martfn Galínclez, pequ efio pueblo de la provincia de 13 ur­gos en el partido de V ilh rcayo. Sólo cuen ta 500 h:ibita llles; pero en Burgos esta población es de cierta importancia, lo q11e comp renderá fáci lmente con de­cirle que es ca bezc1 del Valle de T oba li­na, que agru pa 37 pueblos, todos más peq ueri.os, y cuyo censo no llega a cua tro mil habitantes.

Cursé los estudios desde 1940 a 1952. Nu eve años en los se min arios de San Jo· sé y de San Jerón imo de Burgos, pasan · do des pués al Semina rio de Jaén , en el que rea licé los tres ú ltimos cu1sos, q ue­dando incardinado en esta Diócesis.

-¿Sería. indiscreto preguntarle el motivo di: su. venida a. Andalucía y a Jaén en con­creto?

- En absoluto. En p rimer lugar la ca u­sa fue el traslado de mis padres por mo­tivos profesionales a la ci udad de Arjo· na de esta provincia, pero 1w fue esto todo, ya qLie aun viviendo aq uí mis pa d1 es, seguí varios at'íos cu rsa ndo en el

Semin ;i rio de Burgos y allí pensaba ín ­cardina rme para ejercer mi sacerdocio. Fué dec isivo en ru í tras lado el con tacto con los seminar.ístas de Jaén , especi;ll· mente de uno de m i mismo curso natu·

ral de Arjonill a y con el q ue solía reu­n irme frecuenten-.en te en el verano . t l me convenció de la necesidad de sacer­dotes en Aoidalucía y me deshizo la prin­ci pal dific ultad qt1e yo opo nía: la de que nunca encajaría mi ca rácter cas tell an o con el temperamen to y amb iente andaluz.

- Hace el fa vor de decirnos la fecha exac ta en que fue destinado a esta Parruqvi<1 ?

-El dia 7 de Julio de 1952 llegué JI pueblo po r pri me rn vez como Coadjucor de la Parroq uia y en el mismo ca rgo co n­

t in 110 como saben todos. - ¿Cómo se lw!ft1 en Navas y cómo en­

cuentra religíosammte el pueblo? - Con toda s incerid ad he de decirle

que vine al pueblo con muchas reservas . Después cada vez me he encon m:: clo rnás aguslo en él. P l1e de creerme q L1e en es te caso la obediencia al Prelado me es su · ma mente fá ci l.

En cuanto a la segunda parte de la

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asa

STELLA

pregunta, qué quiere que le diga: es po­sible que a los sacerdotes Ol'S impresio­ne más lo que fa lta por hacer q ue lo he­cho, pero creo que ... nos queda :i(in mu ­cho que mejorar y esto a todcs debe preocuparnos.

-¿Qué cree Vd. que sería conveniente pa­ra elevar su catolicismo?

-Entre muchas se me ocurren tres c;;sas a las q ue todos podemos arrimar el hombro. Pri mera: hay qu e consegui r ele­var el concepto de autoridad ¿N o le pa­rece qqe Navas adolece de esto? Yo creo que tanto las autoridades civiles como las militares, com 1 los maestros y más aún la autoridad religiosa tropezamos con una serie de prejuicios, que los mii­yores no se guard<1n de exterioriza r ante los pequeñ0s, y q ue dificulta enorme­mente nuestra labor en bien del pueblo. Es casi nulo el esfuerzo de una aL1tori­dad a quien no se respeta. Segunda: La construcción de una escuela-capilla en el barrio de las cábllas. La gran mayoría de los vecinos de este barrio permanece al margen de toda influencia religiosa y es­ta escuela se convertiría en centro de irradiación cultural y piadosa. Tercera: Que todos colaboren incondiciona lmen­te y presten su ayuda al Secretariado Parroquial de Caridad. Y no sólo con su aportación económica. El Secretariado necesita no sólo dar limosnas s ino hacer caridad cristiana y esta caridad han de ponerla en juego tod::is con su apoyo mo­ral a todas las empresas, ama:1do de ver­dad este Secret<Hiado que tanto bien pue· de prestar al pueblo y a la Parcoqufa.

-¿Cuándo veremos terminada la Parro­quia?

-No puedo dar fecha exacta. El tiem­po y últimam enre una enfermedad del artista ha retrasado la realizacit">n de la pintura . Lo demás es cuestión de muy poco tiempo. Un poco de espera y de confianza que todo estará muy pronto terminado y cendremos un dfa de alegría común en Sd inauguración.

- ¿Ha lropezadv con i11co11venientes para hac¿r rea liJad tan neclsaria obrar

-En princ1pw 11u. Después la reali­zación ya p uede suponerse que siempre tiene sus dificuitades, pero la culmina­ción de la obra hace olvidar fácilmente los pequeños sacrificios realizados. Por otra parte es natural que haya alguna incom prensión que han ido poco a poco casi del todo desapareciendo y si alguno n o ha cooperado a esta cbra estoy segu­ro que acabarán pcr lamentarlo, y de an tema no le ofrecemos la oportunidad de de en mie nda y perdón desde estas líneas.

--¿Qué le parece nuestra romerfa de la

Estrella y qué le añadiría o quitaría? -Es difícil hablar con imparcialidad

de lo que se siente y vive como propio. La pregl1 nca dirigida a un navero, casi su pone la respuesta; y yo no me consi­dero ni más ni menos q ue un navero. Quizás porque la amo y me gusta he de decirle que me parece sencillamente ex­traordinaria. Esto no quiere decir que no hay posibilidades de mejora. Hacia ello caminan los esfuerzos siempre cre­cientes de las J111itas rectoras, que la van realzando cada año. A los esfuerzos de las Juntas se han de unir los de tQdos a fin de log rar que al aumento de esplen · dor, vistosidad y ambiente de la romería, acompafie el progreso en el autén tico fer­vor Mariano. Yo le quitarla a la fiesta cuanto no sea verdadera piedad y añ~di­ría cuan to sea.

-·¿Alguna anécdota de su vida? --Al poco de mi venida a esta Parro-

quia , encontrándome en el dec;pacho Pa­rroqu ial, llamó cierto set1or. Una vez re­cibido el permiso de pasar, asomándose desde Ja puerta dijo con voz solemne, mientras se descubría y hada una pro­funda inclinación : •Da permiso su san­tidad • . Me dí cu enta que aquello debía dirigirse a mí. porque estaba solo en el despach o. Tuve que hacer grandes es­fuerzos para que la charla se desarrolla­ra norma lmente, porque a cada paso re­petía lo de •su santidad•. Al final se des­pidió con el mismo ceremonial que a su llegada pero añadiendo u nc1 reverente ge-nuflesión . l. ü . C.

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/!n bujcá. rÍe la lntimirÍarÍ

Otro año y de nuevo sobre mf. la ta­

rea de escribir unas lfneas para STELLA.

Confieso llanamente, ca recer del «quid

divinurn», comu nmente imputado a los

poetas; eso me releva en este caso, de

hacer apologfas desmedidas a mis fuer·

zas. Quede para los dotados, tan grata

labor. Por mi parte, quiero em itir un

pensamiento profundamente enraizado

en mis creencias, aunque en rigor, que­

pa deci r que no es exclusivamente • mfo •.

(Hace tiempo hice amistad con el <Nihil

novum sub sole>; no es por enden esta

objeción de mayor entidad para mí).

Al presente, vivimos un momento de

prepotencia, de plenitud física; el mundo

está cada vez más al alcance de nuestra

mano y se adtvína inmediata, la conquis ·

ta del espacio por el hombre. Nuestra ge.

neración, contempla el triun to de la téc­

nica de un modo tan inequívoco, como no

hubiera soñado el mismo Spengler. Al la­

do de este fenómeno, es triste constatar

como, p or otra parte, el hom bre ha deser­

tado de su Intimidad. Vivimor, más o me-

nos «alterados» por eí cosmo circundan­

te, a cuya conquista dedicamos nuestras

más lozanas energías; son muy poco!; los

seres, que, descendiendo a la entraña

mis .na del vivir, inquie ren :\Cerca de las

«últimas dramáticas pregunta s»: (¿Cual

es el más allá? ¿Qué n os aguarda tras la

fría losa?). Como señ:lla Zubiri, figura

prócer del catolicismo español: « ... n uestr~1

época es rica en vidas ejemplares por to­

dos los conceptos, pero ante las cuales,

surge siempre un últim o reparo: bueno,

¿y qué? Existencias magníficas, de es­

pléndida figu:·a, desligadas de todo, erran­

tes y errabundas» ...

Vivimos alejados del Ser Supremo, en

un sliceder de días y horas, que no h:i

puesto su raíz en la eternidad. Alguna

que otra vez, un suceso adverso, nos ha­

rá recalar al abrigo de nuestra dolorido

intimidad. Quizá logremos, en tales ins­

tantes fugazmente venturosos, comp ren­

der la esencia de la vida. De todos mo­

dus, se trata de excepciones, que rea­

firman una vez más, el profr111do des-

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STELLA

arraigamiento del ser human0. Lu habi­tual, es ese triste y descarriado peregri­naje en el que el hombre vive entre las cosas.

Hemos perdido al cabo la intim idad y con ella, la conciencia de lo que la vida 1igu1 o~ amente significa. A ventura, que podríamos ir a buscar -con Mayo flori· do- entre las gentes sencillas que rezan a Li Virgen de la Estrella, en una ermi­ta recoleta, perdida en tre los mancbo­nes de olivares en que es pródigo el campo jiennense.

¿Por qu é, no trat<lnws de verificar en

{/ Íia Je/ ~eüo~

nosotros lo que afirma Maritain? «El hombre no existe solamente de una ma · nera física; bay en él una existencia más rica y más elevada; SOBREEXISTE espi­ritualmente en conocimiento y amor». He aquí mi palabra: frente al vulgarismo de la vida, esforcémonos en una su pervi da transcendida de eternidad. Para ini­ciarnos en el cam:no nuevo -y con esto me reitero fervoroso de mi luga r natal-, ¿qué cosa mejor, sino comparti r el senci­llo fervor religioso, que se vive en Navas de San Juan durante s u romería de Mayo?

Norberto CARRASCO ARAUZ

Durante el reinado de Francisco l. emperador de Austr13, un fabri­cante de flor('s franc~s. llamado Capuce, se estableció en Viena. Un sábado recibió el encargo de preparar un adorno de baile para la emµeratrJz Carolina. El florista se negó a aceptarlo porque tmdria que trabajar en domingo. y no lo hada nunca,

«No disgustels a la cmperntrl:i: -suplicó el enviado- ; s i la compla · cels, os lo recompensará » Capuce, con la energía y serenidad del que cumple un deber de conciencia, dijo: «Mejor que la emper:atriz sabrá Dlos~recompcn-

~- sar el cumplimiento de mi deber.» Al saberlo la emperatriz Carolina no se ofendió y el fabricante, con

este motivo, aumencó su clientela.

En el cumplimiento de este Tercer Ma ndam iento de la Ley de Dios ÍUé ejemplar lo que bizo Felipe IJ. Este gran Rey ruvo que viajar en d<'n'ingc>, de Madrid al Esccrlal y durante el camino n~cesltó mandar herrar las mulas del coche. Al llegar a Galapagar, donde tuvieron qu< realizarlo, él mismo en persona fué a pedir permiso al parroco.

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Pórtico Flo:rido Uc¡¡O Mayo, P<Wtn~ I o HLI el:o , y lo rec lblmo!l cun cspcclnl a lboro:..u. Porquo e&. d e los mc~Ci'

d el t·n lcnd nr lo, e l p referido por todoH,

A M:1yo, se le op ll cnn con Aron ~ontldo poé tico, los nd¡o11voR de: llürldo y hcrmoAo, Y e n ve r·

Jnd q ue lo ca, no ~olo poryuc In Nntura lezn se rev iste dtl g rn n belleza: t't11Hnn los p~ /1Hn•, rl cn lns

fuentes; Si no t<1mblén porque los ílorea, hum la 111,\6 humilde, componen el nml,tentc fcll:i: para cele·

bri1L' y enntnr e l nn1 o r n M o1·10, M adre y eapcron i o '"'º""'íl ... A tt l, en nucctrn p .11·r to t' h lc• . .:1 p r l1n e1t1

de Mny<', rcprc~cnto el pó rtl<:1\ h ermoso que He :lhre, pnrn mnnlÍC•tor nue~tra 11\ t l m a devoción n In V ti­

gcn de In Ce trc ll n:

·'

Mnyo, c11 rntllnnce

""" ""· Ilus ión . . M ayo, es pictórico

Jo luz y co lo r . A l comcnznr t11,.1 nnc1rnleru o,

M n yo e:; el pórt ico

de un ur•n fervor ... ¡Oh , V irgen IH ICStrn!

10b , h <?ll n Plo rf

A y, quMn p udfetn c unl r ufscnm• lo n:.:n r n i v len l<l dukc cnn cfOn! ..

¡Bfc.m lo q11l ~ tc rn f

T'o1«1ue e l nmor h ncln mi Vtrgcn,

ld lv lnn E11 troll B!,

cs16 1nuy hon do

en ml corn~ón. Tu 11 tn prliuc ro ·

¡Mnyo armonlosol ,

. e s c 11 1re iodos l lrn y llCC lll O

de lt1 cmo«lón ·

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Esrobon RODRIGU EZ NAVA

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(JiM)

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r"

. .. Entre el oliv¡¡r ¡l a V irgen, asaz Porqu e Ella las manda

una luz esplende, carga1:fa de ampres, a las vegas van

náca r y arrayán de luz estela r · a regar el s urco,

con te rsuras de albas pa.ra dulces seres la espiga del pan ..•

y espp roas de mar; de buen caminar ... ! En su campo vive.

con brui'lidos soles La V irgen es bella Paja rillos van ,

y polvo de cal, y · ~u Niño más , peces y corderos,

cegando los ca mpós. un nifi.o de n ata con doblado afan,

¿Quién ¡¡ I o livar de leche, y cor~11. a besar <i l Niño,

lleva las palomas La Madre, morena; su ffente a besar ,

que la luz le dan el Hijo, eternal cua n do el d fi1 apunta

¡¡l verde del óleo, sonrisa gozosa, en fresco pL10tal.

al hosco n egral mirándola está ... Y el p ueblo, su amante,

d e la tierr,1 u mbría La brisa m urmu ra consagra el lugar

y al pard·.J gui ja\? ... noble madrig<il donde escancia aromas

U na Estrella sola. besan do a la rosa, Su Divinidad .

Su puro cristal porque Ella la da Cantándole endech as,

abre en ·los hastiales ím petu y ca riciél ; comparece audaz,

sal de pa lomar la lluvia abrillan ta devoto y. pagano,

y jazmines ín titoos el ta llo junca l, Su G racia a exaltar.

de ternura impar. los sauces del soto La Gua pa c_ampera,

En el valle en sombras y el viejo allozar, Cordera s in par,

y en el corn ijal porq ue Ella la cierne. bendice y sonríe

111ueve finas lenguas ¡Ab, don celes tial! al romero aud<iz,

ele alondra rea l Las corrien tes cantan que hinche el sent ir

y a rpegíos del rico en el honcana r. de amante soñar ...

ru iseñor galán ...

Temístocles RUBIO C ARRASCO

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N u.estra Señora de la Estrelln, Reina y Señora

ele dos pL1eblos a111igos

Un inmenso gozo embarga mi alma cuando mis labios, que hace veinticinco afios aprendieron, a rezar la Salv·e, pro­nuncian el dulce nombre de Estrella. Es­trella de la mañana es nuestra Patrona que nos .guia, nos conforta y nos enseña a caminar sin mar.cha, con limpieza, cual lo~ mismos luceros. Virgen Santa y generosa que abriga entre su manto un már de verdes olivares en el legendario Condado, y a este cerro de La Lema envía el aire suave y fresco que mece las espigas y hace que la flor del g<Jrbanzo sea u na re;1lidad,

El rfo Guadalimar, donde bajaban a lavarse las morillas sabioteñas de Aben-

Azar, separa la fértil campiña y el vasto olivar. Si el río, caprichoso y juguetón divide nuestras cierras, bien es cierto que Sao ta Maria de la Estrella une nuestros corazones que satiirados están de su amor.

Prueba más que su:fltiente, es la pre· senda de Sabiote en las fiestas de la Es­trella, donde sus romeros cantan a María y el aire del Norte transporta el eco santo de los <mayos~ hasta el Albaicín, barrio milenario que trató de urbanizar Fernando 111 el Santo.

Y ya que hablamos de historía, tra· taré de dar a conocer algunos datos acer­ca de la devoción de Sabiote a la Madre de Dios. Remóntase a muchos siglos la devoción de nuestrr. villa a la Santísima Virgen bajo la advocadón de Estrella, Dof1a María de Mendoza y Sarmiento, Condesa de Castrojeriz y Ribadavia, que tué abuela del primer Duque de Sabiote y esposa del valido don Francisco de los Cobos, era gran devota de la Patrona de Sabiote. Como señora de esta villa, todos los años repartía limosna8 entre los po­bres y hacía donativos para que se man­tuviese vivo él culto a la Santísima Vir· gen de la Estrella.

Vemos por ejempb como el jueves 16 de marzo de 1.567, acterda el Concejo de Sabiote escribir a doña María ( • nues · tra señora•) dr,ndu ra7ón de cómo se re­partió la limosna que ella hizo para los nece~itados de esta población, y el orden en el repartimiento. Así mismo, el 24 de abril de dicho año, el Concejo acuerda librar cantidad para atender al rep;irto oficial de caridad para los niños y limos­na para los pobres con motivo de la fes­tividad de Nuestra Señora de la Estrella.

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..,.,,..,,,_..,.~nllJIU .. 4~&-Z•t .. •S•~

STELLA

Año tras año, los Regido res de Sa · blote hacían libranzas para celebrar con brillo el día de su Patrona y ofr~cía n li­mosnas a los necesitados. Fieles testigos son los Libros d e Acuerdos, que hojeán­dolos vernos cómo llegado el mes de abril de cada año que se pied en en la lejanía, nos hablan de la festividad de la Patrona y de la cantidad librada p:ira tales fines.

El voto a la Santísim a Virgen de l:i Estrella hecho por el Concejo y la Villa en el siglo XV[, es un claro exponente de la rancia y remota d evoción de Sabio· te hacia su Patrona.

M i Luen amigo y pa riente don Die ­go Muñoz~Cobo y M uñoz· Cobo, qu e es un gran invescigador y muy amante a las cosas viejas, encontró en nuestro A rclü­vo el voto. ¿No sería juicioso repasar los libros del citado siglo? El set'\.or Muñoz · Colw sólo tomó de ello u na ligera nota, hoy extraviada.

Más elocuente aún que el voto, era la Imagen de nuestra Virge n de la Estrella, más vieja que la gesta del desc ubrímíen to de América. Nuestro llorado pinto r José Molina U t rera, q uiso va lorar una por una en concienzudo examen las t re­inta y cinco imágene!; que recibfan cuico en n uestros t res templos antes del desas­t re de 1936. De la V irge n de la Est rella, estaba nuestro artist'1 prendado y pro· fundam~nte enamorado. Dentro del va lor artístico acumulado por el resto de las tallas, (una de Salcillo, otra de García Espantaleón y la atrlbuída a Martínez Montañés), nuestro paisano .:onfesó no igualarl"e ligeramente ninguna de ellas en bell eza y antigüedad. Si ten emos en cuen­ta que se t rata de una ralla del siglo XIV (según José Molina) q uedaremos grande­mente sorprendidos ante la belleza de !;U

rostro, la gracia de su postura, y el en · canto del Niño q ue quiere acariciar con su mano el rostro de la Madre, Los plie­gues de su man:to, y las manos (jue sos~ tienen al Nh'io delata n la alta maestría del escu ltor que akmbró tal mara· villa.

La saña de los enem igos de Cristo

privó a Sabtote de un gran tesoro artísti co. Mas la Virgen, como Mad re que a todos sus hijos los quiere por igu al. qui· so ser destru ída en el río Guadalimar, q uiso quedarse a mitad del camino entre el Condado y la Loma para darnos a en­tender qu e tanto ama a los unos como a los otros, y q uiso también esa Estrella clara y brillosa da r un nuevo privilegio al querer que un sabioteño (el campes!· no Andrés HeHera. Gómez) cooperara en 1936 a. la satvación de la inHgen qu e Navas de San T u~n, pueblo hermano¡ vecino entrañable, venera hoy bajo la a -vocación de Estrella, título que dier0n a la Mad re de Dios aquellos sabioteños del lejano s iglo XIV.

H an pasado varios .. siglos, y al par que heredamos de nuestros padres la ·v¡. üa o la era d e trillar mieses, nos fué lega­da la devoción a Santa María de la Estre. lla. En la actualidad, celebra nuestro pueblo la festividad con grandes fiestas religiosas y profanas . Fiesta solemne en la Parroqu ia, t riduo en la erm ita de San Ginés, carreras de caballos ...

Los cultos corren a cargo de la Her· mandad que está fusionada a la del Pa­t rono, y el pueblo suefi.a cada noche del afio con la pro nta llegada de ese primero de Mayo bullanguero y alegre donde la vistosidad de los atalajes de las yeguas, el garbo d~ los jinetes, l.a belleza de las mozas y el •Viva» del Comisario, co11-trast~n enorme mente con l<i moña de ja­ramagos y amapoles del caballo de caña de los chavales y los ju mentos q ue po­nen fin a las carrer<1s.

La imagen actual es bellfsima, donde don Tomás N oguera Belenguer, discíp u­lo estimado de l gran Benlliure, logró una obra delicada y completa donde todos los ~abioteños encuen tran refugio seguro, y paz todos los corazo nes de los hombres de buena vol:.mtad.

Ginés TORRES

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===== FESTEJOS PARA ESTE AÑO--Organizados por la Real e lluslre Colradía de Nue1lra Señora de la Eitrella con la colaboración del Excmo. Ayuntamiento

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Día 30 de Abril

A medio día, repique genera l de campanas y disparos de cohetes.

A las siete de la tarde, en el Salón Prieto,

Pregón· de nue~tras fies tas y Romerfa, a cargo del

poe ta gaditano D. JOSE MARf A GARCfA Gó­

M EZ, miembro de la Academia de San Romual<lo,

correspondiente a la Hispano-Americana; director

de la revista poética «CALETA• y ga nador de di· versos Certámenes y Concursos Llternt los.

A las once de la nocbe, Velada Musical. por

la Banda local de Música, dirigida por el Sr. Mor.a

l\'ava. Seguidamente, los clás icos e MAYOS• en la

puerta del T EMPLO PARROQUIAL

Día 1 de Mayo

A las ocho de la mañana, alegre diana.

A las diez, salida de la Casa Ayuntamiento

pa ra el Santuario, de las A utorldades y Cofradra

con su valioso Estandarte, llevado a caballo por el

abnnderado y acompa1ia<lo de su típica escolta de

caballistas. En las comitivas Agurarán las Carro·

zas y Carretas que al efecto hayan s ido prepara­

das.

A las once, bendición de los art ís rlcos ESTA·

DALES, confeccionados por distinguidas señoras

r :!'eñorl!as de la localidad.

A las doce, Fiesta Solemne en el Santuario,

ocupando l:;i Sagrada Cátedra el R. P. GRAClA·

NO GONZALEZ RONDA, Redentorista, Supe·

rior de la Residencia de La Coruña.

A las dos, bendición y reparto de comida a los

neces[tados, costeada por el Ayuncamlento.

A las cinco, g ran Exhibición Folklórica a cargo

de los Coros y Danzas de A. C. local.

A las seis, rezo del Santo Rosario y a comi·

nu ación procesión de N uestra Excelsa Patrona, por

el ejido del Sancuario.

A las once de la noche, velada musical y los

c(;jsfcos «MAYOS».

Día 2 de Mayo

A las ocho de la mañana, diana.

A las diez. sa lida del Templo Parroquial. de la

Cofradía, con su ESTANDARTE. y de las Auto·

ridades, uniéndose a la comitiva los caball istas,

asf como Las Cari·ozas y Carretas de l dJ:i anterior.

A las doce, fksta Solemne, estando encarg~do

de cantar las Glorial< de Nuestra Señora .. 1 R. Pa· dre GONZALEZ RONDA. La Santa Misa será

cant3da por el Coro de Castellar. dirig ido por el

Rvdo. Sr. D. MANUEL MONTORO.

A las cinco, actuación de los Coros y Danzas

de i\cción Católica .

A las seis, Santo Rosark y Procesión como el

d!a anterior.

A las once de Ja nocbe, concierto musical y

los clásicos «MAYOS•.

Día 3 de Mayo

Traslado procesional de Ncra. Señora de la Es· rrelli\ a la Parroquia, siendo llevada por sus hijos.

A las once de la noche, quema de una mag­

nlfica colección de Fuegos Arctficiales por el ser)or

Hidalgo Sierra, de Ubeda.

Del .!_ ~112 de May~

Solerr.ne Novenario Predicará el R. P. GON­Z ÁLEZ RONDA.

Día 12 de Mayo

COMUN ION GENERAL de Cofrades y Fieles.

Duranre todo el mes de Mayo estará Nuestra

Madre en la Parroquia, celebrandose diversos C ul ·

cos Marianos.

Navas de San Juan, Abril de 1960.

El Párroco,

Francisco del Moral Almagro

El Prtoldtnte,

Antonio García Carrasco

El Alcalde,

Mateo Pé1ez Rojas

Se rueg> a todos los Cofrades luzcan la M<do lla ORc lal, tanto durante la Romería como en lo& actos Marianos de la Parroquia .

28 -

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UN ALMA

A Nuestra Señora de la Estrella, Patrona de NtJvas de San Juan (Jaén).

Cada at\o, mi ESTR ELLA. con la lle­gada de su primavera. t:l:a ndo sus tierras novias del sol, los oliva res las visten de g ris y blílnco ... , hace que mane más in· ten samente la «Íllente del amor» en mi pobre alma. Es como si un inmenso río estuviera en remanso de paz sacrificada, alimentando vida a la técnica del hom­b1·e, y de pro1HO, ¡¡\ írnpacto de las fuer­zas de la natur~leza, se desbardara , para poder fundirse con sus antiguas tierras, dejándose mimar como un niño que bus­ca el contacto del beso cálido y tierno en el regazo de su madre.

Asf be ll egado a Tí en las horas soli­tarias de es rn noche de iibril bel!a, en mi p¡¡seo nocturno, cargado de silencios que h<1blan; de luceros que ríen, y rumores que cantan del agull rota en arpegios por las barquillas que ba ilan. .. ,

Mana na ... Mayo y tu ROMERIA, la primavera alegrarán con gorjeos y colo­res, y las m:iripo~as blancas y amarillas brillarán como estrellas en les corazo­nes .. . Será un día de gozo completo pa­ra tu PUEBLO, porque tu •Varita mági­ca», habrá hecho el milagro de las flores;

VUELA ...

hará que te canten los ruisetiores; se en· canten a la luz de l<l luna con fondo de 111 úsica celestial los surtido re~, y los pa­jarillos desgrnnen sus c<1nciones hasta saltar el bílo de sus ga rgantas. Una sin­fonía de luz, música y color, contrapun­tada por los aires perfumados de la no · che, en bálsamo de amor, caerá sobre tus almas limpiando los pecados Je este mundo ... Tu SANTUARIO, al instante, quedará .convertido en una mole de cris­tal cuajado de perlas de múltiples colo­res. El piso estará cubit:r co por alfombras de pedrería, y el LLANO, será un con­tín uo destello radian te, flo reciendo azu· cenas, marga ritas y alhelíes. Tu TRO­NO deslumbrará y despertará· la codicia al menos avaro de los hombres porq ue será de zafiros, diamantes, esmeraldas y 1 u bies. En tu FIESTA lucirás orgullosa, man tos y estada les de' oro y seda, que en un suspiro de amor ... tu s hijas te bor­daron; y la bóveda, apa recerá como un g.randioso manto azu l de tu cielo. con en­cajes de estrellas, que velar án tu infinita belleza con caricíns y besos de luceros, recogiendo al momento el Cá liz de cu Hi­jo ... Tu pequeño HUERTO y tu PILAR estarán repletos de poesía, y las notas de tu humilde CAMPANILLO, s urtirán el efecto de una grnn masa cora l .en la ado. ración :il Mesías; y ap resl1rará n el paso de los ROMEROS, que por todos los ca· minos llegan en alegre alga rabía cantan­do TUS MAYOS, la mejor expresión de un PUEBLO ql1e con verdadera fe te ama, porq•1e el lenguaje de la música empieza cuan do termina la poesía .

... Y yo , cara al rNH' de las aguas ver­des, gustando de la brisa y el silencio, escaré perdido en la lejanfa ...

¡Ay mi Reina soberana! ¡Ay Virgen Madre María!

José CANOV AS MAZA

- 7.9 -

-"I

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Advocaciones de la Santísima Virgen

AOVOCAC(ÓN CAPITAL O PROVINCIA

Almudena Madrid

Atocha «

Sagrari;:, Toledo

P rado Cilldad Real

Luz Cuenca

Angustias »

Antigua Guadalajara

Capilla Jaén

Santa María de la Cabeza »

Fuensanta Córdoba

Dolorosa >

Macarena Sevilla

Reyes ))

Rocío »

Cinta Hueiva

Rosario Cádiz.

Victoria Málaga

Angustias Granada

Mar Almería

Llanos Albacete

Fuensan ca Murcia

i.idón Cascellón

Desa m pa rndos Valencia

Puig ))

Remedios Alicante

Cillas y Salas Hu esca

Pilar Zaragoza

Tremedal Teruel

Víllaviej.i ))

- 30 -

f'EC Hi\ DI: SU FIESTA

10 noviembre

15 agosto 15 )) 15 »

1 junio 15. septiembre 8 ))

11 Íll11iO Ultimo domingo de abril

8 septiembre 15 »

18 diciembre 15 agosto Pentecostés

8 septiembre 7 octubre 8 septiem bre

15 ))

29 agosto 8 septiembre

12 ))

Primer domingo mayo

Sábado anterior 2.0 domingo m<iyo

15 agosto Segundo domingo de octubre

8 septiembre 12 octub re Domingo próximo al 12 Sepbre.

25 marzo

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stELtA

ADVOCACION CAPITAL O PROVINCIA

Merced Barcelon a Monsetrrat >)

Ángeles Gerona Collell ))

Academia Lérida Cla L1Stt'O T arragona Coro G uipúzcoa Aranzazu ))

Begoña Vizcay a Estibaliz Álava La Blanc.a » Sonsoles Avila Fuensisla Segovia Espino So ría Esperanza Logro fío Santa María la M ayor Bu rgos La Bien Aparecid a Santander Santa María la Rea l Navarra Covadonga Asturias Rosario La Cornña Dolores ~'

Ojos Gran des Lu~o Santa María h M 1dn:• Orense Remedios » La Peregrin a Pon tevedra Ca mi no León Ntra. Sra. de San lcrenzo ValladQlid T ránsito Zamora Vega Salamanca Calle Palencia Peña de Francia Cáceres Guadalupe ))

Mo ntañ:} ))

Soledad Badajoz Llucb Baleares Gracia » Monte Toro ) )

Candela ría Canarias Pino ))

A fri ca Ce uta

- 31 -

T"ECHA DE SU FIESTA

24 septiembre 27 abril

2 agosto 25 octu bre 13 »

T ercer domingo octubre 15 agosto

9 septiembre. 15 agosto 1 mayo 5 agosto

Segundo domingo octubre 25 septiemhre 15 agosto 18 diciembre 15 agosto 15 septiembre 15 <lf?OSt O

8 septiembre 7 octubre

15 septiem bre 15 agosto Dom ingo de Resu rrección 8 septiembre

2 julio 2 abril 15 agosto 15 )) 8 septiembre 2 febrero 19 mayo 6 sep tiembre Segundo domingo de Resurrección

2 octubre 9 septiembre 8 »

8 )) · 2 feb rero

8 septiembre 5 agosto

J

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¿mo sa/;e usteJ q,ue.,.

O El afio empieza y acaba en el mls­

mC\ d ía de la semana, excepto los años

bis iestos.

§ Un siglo no puede empezar en

miércoles, viernes o domingo.

;iJ, Enero empieza siempre en e l mis·

mo dfa de (;1 semana que octubre (no

siendo ai\o bisiesto); abril, en el ~nismo

d ra que julio; sept iembre, en el mismo

que diciembre.

ilt Por su par te, febrero, marzo y no·

viembre comienzan en idérltlco dfa kn

los afios bis iestos coinciden solamenre

marzo y noviembre).

(f Quien conserve un calendario de

19ó0 podrá urlllzarlo dentro de velntlo·

cho años.

tlf El matemático alemán Miguel S1i­

fel (1487·1567) fue el primer,, en cm·

plear los signos +, - . x.

(t El s igno = fue Inventado por el matemático inglés Roberto Recorde

(1510-1558)

f!f El Inglés Harrlo t in ventó los sig ·

nos > y <: •

O En el s iglo Xlll fu é inv.:11tada la

regla de tres.

O La primera transfusión de sangre

humana la real izaron los c irujanos Em­

mery y Denls.

tt El cuerpo humano tiene más de

dos millones: de poros y doscientos cua·

renta huesos.

ti primer encuentro de lutbol. .. .. . Espalia·ltalia tuvo lugar en la Ol impiada de

Am beres y venció España por dos a cero. En el men·

ci~nado part ido fue expulsado nues tro famoso guar·

dameta Ricardo Zamora, s iendo susclluído por Sllve·

rlo, extremo izq;.i !erda de la selección hispana. Pero

Zamora, nervioso por lo que pudiera hacer su fmpro·

visado sustitu to, permaneció detrás de la portería de

Sllverio para aconsejarle Un buen centro de un juga·

dor Ital iano hizo gritar a Zamora: ·Salea con la mano

derecho, Silverlo. ¡Con I ~ mano dere~ha!• El ci rc•1ns·

tanela! portero sal tó, pero con la mano Izquierda Zd­

mora, convencido del fallo, q uedó en silencio contem

piando la jugada, pero no pasó nada. S1[•1erio, con la

mano Izquierda sujetó de forma magnífica la pelota.

C uando hubo despejado, muy tranquilo, se volvió a

Zamora y le d ijo sonriendo: - •Pero Ricardo. h ljt',

no sabes que soy zurdo ... ?• S1lverio s iguió lmbat!do

bajo los palos durante el resto del emocionante par­

tido.

H popular actor ...

... Tony leblanc ha declarado que su q uin to hijo,

que pesó al nacer 4.300 kg., será Juaador de futbol:

- He decid ido que es te niño sea lutbolis ta, porque

tengo m ucho interés en Ir al futhol gratis, protestar a

gus to y despu~~ poder pel?3r en casa a un jugador.

Chiste

-Doctor, mi marido está muy resfr iatlo.

- Pues póngale el termómetro.

-Ya lo lleva puesto desde ayer, pero s igue res·

friado.

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STELLA

SEMBLANZA

lo • m;íqufna • he preparado ya es tá el carrete melfdo y el objetivo enfoc.1do, si lo saco parecido, que es lo que yo más quisiera, me sentiré bren pagado.

Derrama su simpatía por donde quiera que va, y no se pasa n f un dia s in verlo «zancajear> corre, corre por el pueblo de casa en casa llegando, sus anécdotas contando, de sus pájaros, <l<.! un ciervo .. . pincha a 1 enfermo en un verbo y se despide cantando. Sus aficiones son var ias, no está fallo a nada, creo, Igua l le entusiasma el fodml que la caza, que el tor·!o . . Pero su afición más cleria , bien seguro puede estar, es comprar otro olivar

y dejar muy bien la huerra Sus pájaros, ¡superiores! Todo lo suyo, ¡imponente! Lo dice con tal calor que acaba por convencerte de que tiene lo mejor. Sus amenas narraciones,

- 33 -

siempre. s:empre, han demostr.1d" que a Julio Verne ha eclipsado sus fanta sías y descrlpclone,. Alguna gente comenta, (las lenguas murmuradoras) que si llevaran la cuenta de s us perdlres matadas, la caza se acabarla, porql:I! escarian descascac!as .. Pero lo que si es sabido, es que es ameno y forma l, y que con él siempre estás sat isfecho y distraído. Conocido y popular, t(ene amigos por doquier. se Ilusiona con viajar. aunque se ap renclló a caer, siempre llevadc, por otro, en algun1s ocasiones del soporte de una moto. Y ya voy a t«rmlnar, no quiero ser más pelmazu; sólo le quiero enviar mi amistad fiel y un abrazo.

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~ !;stado de Cuentas ! § ING"RESOS: ~ ~ Saldo del ejercicio anterior . .... .. , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 27.978'50 Peas ~ ¡¡ Venta de mP.dallas, revis tas, escampas, etc. . . . . . . . . . . . • . . . . . . . 14.176'90 ~

Id. de estadales. . . . . . . . . . . . . . . . •.. ... , ..... .... .. . , . . . . . . 16.325'00 Donativos y' limosnas . .. .. .. . .. .. . , . .. . . .. .. , • .. 2l,. 178'20 Anuncios Revista ST ELLA . . . . . . . . . . , . , . . . . . 3.679'00 Subvención 'del Ayuntamiento .. , . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 3.500'00 Intereses cuentas Bancos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 445'23 511basrn de :fülos del Sanwarlo • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.150'0(\ Lotería de Navidad y Niño, vendida . ......... ...... . . . . . . . . , . . • 46.250'00

Total de Ingresos . . . . . . . . . . . ... .

GASTOS:

Obra$ de reparación y conservación del Santuario . . . . . . . . . . . ..... . Riego de árboles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fiestas de Mayo y Novenario . . . . . . .. .. ..... . . . .. ....•... .. . . Compra de medallas, estampas, cintas, etc. . . . . . . . . . . . . . . . . .... Contríbución e Impuestos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • .. ....

i' Gastos co11f~cción Revl~ca STELLA y pr0gramas . . . . . . . . . • . ... . .

i Premio cobranza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... .. ..... . . . • .. ..• Ornamentos • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...• Compra de Loteri1 de Navidad y Niño . . . . . . . . . . . . . . . . . .... . .

T ocal de gastos . . . . . .. . .

RESUMEN:

Importe de lngr~sos . . . . . . . . • • • . . . . . .•...... . .. •. . . . • . . de gastos... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ....... .

Saldo el 31 Marzo de 1960 . ....... .

Navas de San Juan a 31 de Marzo de 1960.

135.682'83

11.439'48 1.610'00

17.502'50 12.358'90

494'63 H .748'00

U1'50 6.060'00

37.000'00

101.345'0 1

135 682'83 101.345'01

'l4. :B7 82

Ptas.

i ~ ~

! Ptas.

~ EL PRF.SIOENTE, EL SECRETA~IO, EL TESORERO,

~ ANTO~IO GARCfA VICENTE PATERNA MIGUEL PALAZÓN ~ 6.,_"'oo..,'"'VO..>OOOOoOI. OOOOOVOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.."\XlOOOOOOv"'OOOOOV0000\..""000000.)...""00...."000 . ..'00COOOO~.xxxxxxxl

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