c ( c ( c - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (c ( c ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (estelibro...

18
c( C(C(((((((((((((( E stelibro intenta dar respuesta . 4'4 a una mteresante pregunta: (Por que el arte cristiano? Jesus de Nazaret no necesito dar razon del arte con sus palabras. £1 mismo, con su sola existencia, es la justificacion del arte. El Hombre- Dios, uniendo las dos naturalezas, es el fundamento de un arte que debe ser expresi6n de todo el hombre, con 10 que este tiene de espiritu y de materia, de inteligen- cia y de sentidos. Comunicar la gozosa cornprension de esta ver- .. dad, en la teoria biblica y teologi- ca, y en .Ia realidad practica de la historia, ha sido el objetivo de este sintetico libro. Y,., 1 ~. -,'I '. '3' JUAN PLAZAOLA (San Sebastian 1919), jesuita, es doctor por la Universidad de Paris (Letras) y por la Cornplutense (Filosofia). Ha sido profesor de Estetica y catedratico de Historia del Arte, asi como colaborador en varias revistas especializadas. Entre sus multi- ples obras cabe destacar: EI arte sacra actual. Teoria, panorama, documentos (Madrid 1965), Futuro del arte sacra (Bilbao 1973), EI arte y el hombre de hay. Apuntes para una filosofia del arte contemporaneo n. (Valladolid 1978), Historia y sentido del arte cristiano (Madrid 1996), Historia del arte cristiano (1999). " \ ' .. \' .' ~ . ~~ -~ . .;. :-'" 9 11 788479 II 145873 •. .;..'" ~ J.:-,; -, '~~~: • " ~?:: _~l$IBlIOTE(A DE AUTORES CRISTIANOS - ':'"-:"" - ,..~;;;tJiW.;;""",,::;;;,..t;).!fi{~4 .!Q'~"~~~ "'" . ~ i-\" •. '. ~ ,~ e .' ~ " , j, \_' , ) . co ""C:::5 I co ...... co i'

Upload: others

Post on 09-Mar-2021

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

c ( C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (

Estelibro intenta dar respuesta. 4'4a una mteresante pregunta:

(Por que el arte cristiano?Jesus de Nazaret no necesito darrazon del arte con sus palabras. £1mismo, con su sola existencia, es lajustificacion del arte. El Hombre-Dios, uniendo las dos naturalezas,es el fundamento de un arte quedebe ser expresi6n de todo elhombre, con 10 que este tiene deespiritu y de materia, de inteligen-cia y de sentidos. Comunicar lagozosa cornprension de esta ver- ..dad, en la teoria biblica y teologi-ca, y en .Ia realidad practica de lahistoria, ha sido el objetivo de estesintetico libro.

Y,., 1~. -,' I

'. '3'

JUAN PLAZAOLA (San Sebastian 1919),jesuita, es doctor por la Universidad deParis (Letras) y por la Cornplutense(Filosofia). Ha sido profesor deEstetica y catedratico de Historia delArte, asi como colaborador en variasrevistas especializadas. Entre sus multi-ples obras cabe destacar: EI arte sacraactual. Teoria, panorama, documentos (Madrid 1965),Futuro del arte sacra (Bilbao 1973), EI arte y el hombre dehay. Apuntes para una filosofia del arte contemporaneo n.

(Valladolid 1978), Historia y sentido del arte cristiano(Madrid 1996), Historia del arte cristiano (1999). "

\

'.. \' .'~ .~~-~..;.:-'"

911 788479 II 145873•. .;..'" ~ J.:-,; -, '~~~: •

"

~?:: _~l$IBlIOTE(A DE AUTORES CRISTIANOS

- ':'"-:""

- ,..~;;;tJiW.;;""",,::;;;,..t;).!fi{~4 .!Q'~"~~~"'" .

~i-\" •.

'. ~ ,~ e .'

~

"

,

j,\_'

, ) .

co""C:::5 Ico......co

i '

Page 2: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

((((((((((((, (((((((((( ((((((((((((((((

LA IGLESIA Y EL ARTE

que se pintaran irnagenes al menos en las paredes de los lugares deculto. Este celebre canon, de un Sino do importante, pues sus cano-nes se citan honorificamente varios siglos despues, no seria sino lavoz de alerta que algunos obispos se sentirian obligados a lanzar. Esa los jerarcas de la Iglesia a quienes incumbe ejercer esa funcion defreno ante innovaciones que, a primera vista, parecen contravenirlas santas tradiciones, pero que, frecuentemente, como en este caso,han acabado siendo aceptadas por unos lideres a quienes competetarnbien «no apagar el Espiritu».

Pocos afios despues, hacia ffi, y ya alcanzada la libertad de laIglesia, el obispo de Cesarea de Pales tina, el famoso historia<i_or E_v-sebio, escribia a la prince~ Constancia, hermana del Eme.~~dor,una celebre carta recordandole que «las imagenes han sido excluidasde la Iglesia». - --No es- facil pre cisar en que grade estos testimonios representa-

ban la postura oficial de la Iglesia en los primeros decenios del si-glo IV. Pero S1 se puede suponer que, en la prirnera rnitad de ese si-glo, la actitud de los lideres eclesiales era mas bien reticente, aunquela tendencia iconofila, iniciada en el siglo anterior, iba a afirmarsepoco a poco. Y esa innovaci6n se produciria contra el parecer de al-gunos obispos, como E.I:ifanio de Salamis, quien incluso h~ci~ elafio 400, se atrevi6 a destruir algtin lienzo is;6nico durante una visitaa las igle~s de Pales tina. Pero, en el curso del siglo v, y como deci-mos, por la fuerza misma del dogma cristiano y de una fe conscien-te y generalizada en la autentica humanidad del Hijo de Dios, cl usoy veneracion de las imagenes se ida imponiendo en la Iglesia abrien-do las paginas de la milenaria y gloriosa historia del arte cristiano.

II

,'/1 ."", I', I ',I J

. .., ,.,\ ", " ....f,'. '" t ", ,"

"...• I. / Ij II \ ".",I", \,

Capitulo V

BREVE HISTORIA DE LA ARQUITECTURA CRISTIANA

Parece cierto que, ya antes de que la Iglesia lograra la paz y la Ii-bertad, y una vez que su ritual se articulo en funciones habituales, lacomunidad cristiana constr~6 edificios _exclusivamente des~adosal cuI to, que fueron el precedentc de la basilica. Esto pudo ocurrir afinales del siglo u, pero sobre todo en ciertos periodos de toleranciacomo el que se produjo entre los aries 211 y 249.

En 1932 se descubrieron en Dura-Europos (actual Irak) las rui-nas de una casa que, segu.n una lapida, sirvio de capilla a partir delafio 232 para el campamento romano de la region; fuc destruidadespues del ano 265 y soterrada por las arenas del desierto. Mas im-portantes debieron de ser otras iglesias de los ultirnos afios de esesiglo, como la basilica catedral de Nicornedia, cuya destrucci6n en302 por orden y a la vista de Diocleciano, la tenernos detalladamen-te narrada por Lactancio.

1. La larga era de las basilicas

Tras el edicto de Milan (313) empezaron a surgir en todo el im-perio romano edificios espcciales consagrados al culto, que recibie-ron el nornbre de basilicas. En Roma se conservan, total 0 parcial-mente, en numero suficiente para poder comprobar que sesornetian a un plan bastante uniforme: un atrio rectangular a cielodescubierto, rodeado de un portico de columnas, reservado a loscatecumcnos; un edificio de planta rectangular, aproximadamentedos veces mas largo que ancho, dividido por ftlas de columnas entres 0 cinco l1ave~ siendo la central mas alta que las lateralcs. De or-dinario, los fides ocupaban las naves laterales (a la derecha los hom-

Page 3: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

( ( ( ( ( ( ( ( ( C,( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (C C ( ( ( C ( ( C ( (,c ( ( ((I

LA IGLESIA Y EL ARTE

bres, a la izquierda las mujeres), convergiendo ambos grupos haciael altar, donde el pontifice, de cara a ellos, celebraba, junto con lospresbiteros, el santo sacrificio; y el santuario, abside semicircular, alfondo del cual se siruaba la catedra episcopal, teniendo a sus ladosen semicirculo los subsellia, bancos de piedra para los presbiteros, ydelante, bajo el arco del abside (en algunas regiones, dentro de lamisma nave) el altar; centro de todo el edific.io.

Los arqueologos no han llegado aun a un acuerdo respecto alorigen de la arquitectura basilical cristiana. Muchos ven su proto-tipo original en la basilica civil de la epoca imperial. Otros, acep-tando solo parcialmente esta explicacion, creen que la iglesia cris-tiana surgio de la adicion a la basilica civil del atria y la exedra de lacasa romana y de la cella memorial de los edificios cernenteriales.De hecho, los restos de algunas iglesias primitivas, como la deAquilcia, muestran que sus constructores se inspiraron en mode-los domesticos mas que en las basilicas publicas, adoptando el pe-ristilo como nave de los fieles y reservando a los liturgos el oikos 0

salon del fondo, ostentando todo el conjunto un caracter verda-deramente familiar. Esta explicacion veria la basilica cristianacomo una simple evolucion de la domus ecclesiae de los tres prime-ros siglos, organica y funcionalmente ampliada y transfigurada enel curso del tiempo.

Sabemos que el emperador Constantino costeo la construccionen Roma de la basilica de San Pedro, de cinco naves, que estaba pre-cedida de un atrio de cuatro porticos, y la de San Juan de Letran, decinco naves, hoy totalmente reconstruida. Del tiempo de Teodosio(379-395) es la de San Pablo Extramuros, reconstruida en el si-glo XlX. Constantino levanto en Jerusalen la basilica del Santo Se-pulcro, de cinco naves, aiiadiendo en su cabecera una rotonda enmemoria de la Resurrecci6n; un conjunto que iba a sufrir, en el cur-so de los siglos, varias destrucciones y reconstrucciones. Lo mismoque las basilicas de la Ascension en el monte de los Olivos y la de laNatividad en Belen.

Otro tipo de lugar de culto, ya des de el siglo TV, fue eillamado lIIe-moria 0 17lortyrizJlJl) edificio de planta centrada, generalmente semi-

II

c.s. BREVE HISTORlA DE LA ARQUlTECTURA CRlSTlANA

circular, dedicado al recuerdo de los martires. Consta, por e1 testi-monio de un peregrine, el sacerdote Gaio, que hacia el ana 200existia en el Vaticano un martyriio» de este tipo en memoria del Prin-cipe de los Apostolcs.

Este modelo de plama centrada apenas se dio en Pales tina paracuyas iglesias el ernperador Constantino prefirio el tipo basilical.En carnbio, se generalizo en Oriente (Asia Menor, Siria, Egipto,paises en los que la Iglesia habia gozado siempre de relativa paz).Eran edificios de planta concentrica, octogonal 0 redonda, a ve-ces en forma de cruz, con cuatro 0 mas exedras coronadas de unacupula. Ejemplos los habia dado la Roma pagana (el Panteon).De este tipo se conservan felizmente en Occidente dos magnifi-cos ejemplares del siglo IV. En Roma, Santa Constanza, probable-mente costeada por la hija del Emperador y destinada a baptiste-rio; a su muerte se transform6 en mausoleo y acabo consagradocomo iglesia en el siglo XIII. Impresiona aun esa rotonda condoce nichos radiales, rodeando otra formada por una arqueriasostenida por doce pares de columnas, sobre las cuales descansaun tambor con doce ventanas y una cupula. En Milan la esplendi-da basilica de San Lorenzo, de planta octogonal, es del tiempo deTeodosio y fue remodelada posteriorrnente. En Salonica, el mis-mo emperador hizo transformar el panteon pagano en martyriumde los heroes del cristianismo; es la magnifica rotonda de San Jor-ge (hoy mezquita) coronada de una cupula ornada de esplendidosrnosaicos.

Si este tipo de basilica centrad a se generalizo en Oriente, debiode ser por influjo de los grandes palacios abovedados de la Persiasasanida. Fue el tipo de basilica elegido para construir la catedral deAntioquia, capital de Siria. Por ser la primera region cristianizada,Siria se fue cubriendo de lugares de culto ya en el siglo IV. La cate-dral «dorada» de Antioquia ((dominiculJI aureulJ/))) como la llama SanJeronimo por la extension y brillo de sus policromos mosaicos so-bre fondo de oro, estaba construida sobre una planta poligonal conuna cupula en su centro. Era un edificio grandiose yel Occidente, aexcepcion de Roma, no poscia nada comparable.

II

Page 4: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( r ( ( ( ( ( ( c· ( (LA IGLESIA Y EL ARTE

Durante la segunda mitad del siglo IV y en el siguiente se multi-plicaron las basilicas de tres tipos -rectangular, centrada y cornbi-nacion de ambas- en todas las regiones cristianas. En Roma seconservan bastante bien la basilica de Santa Sabina (c.430), cuyanave principal, extraordinariamente alta y larga, esta flanqueada pordos naves estrechas, y la de Santa Maria la Mayor (432-440), rouyrestaurada y modificada posteriormente. En Napoles, es notable labasilica de San Jorge Mayor, cuya nave cuenta 20 columnas de mar-mol, un crucero de alabastro y marrnol africano y un abside forma-do por un muro, perforado por arquerias, en el que se alternan hila-das de piedra y ladrillo. En Ravena son notables la basilica de SanJuan Evangelista (432) y, sobre todo, el pequefio Mausoleo de GalaPlacidia (c.450), de esplendida decoracion musivaria; el Baptisteriode los Ortodoxos con cupula igualmente revestida de mosaicos,imitado en otro baptisterio que levanto Teodorico a cornienzos delsiglo VI para servicio de los arrianos; San Apolinar el Nuevo, que apesar de la reconstruccion posterior de su abside, conserva su as-pecto primitivo de basilica constantiniana; en su nave central co-lumnas y mosaicos marcan el ritmo progresivo hacia el santuario.Tambien Salonica conserva aun varias esplendidas basilicas de estaepoca: San Demetrio, con sus cinco naves y 60 columnas marrno-reas con arcadas sobre capiteles teodosianos, es la mas bella iglesiade la ciudad. Pero son tarnbien notables la Santa Parasceve, SantaSofia), Hosios David.

En el proximo Oriente, donde mu)' promo se difundio la fe cris-tiana, han quedado innumerables restos de iglesias, pruebas de la vi-talidad cristiana de aquellas regiones evangelizadas por San Pablo ylos Apostoles. Restos elocuentes y emotivos se ven alin en Asia Me-nor: Meriamlik, Dere-Agzi, Hieropolis, etc., y en el desierto de Siria,hoy serobrado de gigantescas ruinas, como las de San Jorge de Ezrao las del monasterio de Simeon Estilita (Kal'af Sil7Jaan).Y despojossimilares hallamos alin en Egipto y el Norte de Africa.

Puede decirse que la arquitectura cristiana paso de golpe de lasimplicidad y la pobreza a la suntuosidad y al esplendor. Tal fue laintencion de su gran impulsor, el emperador Constantino. En muy

II

C.S. BREVE H1STORlt\ DE LA ARQU1TECfURA CRISTIt\NA

poco ticrnpo los ficlcs scguidores de Jesus se vieron transportadosde los sencillos recintos de sus dOI1J/{s ecclesiae a los espacios enormesy suntuosamente decorados de las basilicas.

Emerge entonces una nueva teologia de la liturgia. La iglesia dejade ser desde entonces un sencillo y acogedor espacio de la familiacristiana (nostrae columbae damns sil1Jplex, decia Tertuliano), para con-vertirse en telllplo y palacio del Emperador Celeste. Ya a mediados delsiglo IV se habia empezado a llamar a la iglesia «Casa de Dios» (fe:yria-kon en griego y dominicum en latin); templul11 y aula Dei la llamo SanAmbrosio. Mientras tanto, en Oriente, los Padres griegos habianempezado a destacar el caracter «santo y terrible» del santuario.Incalculables iban a ser, para la liturgia y la vida religiosa de los fielesy para la historia de su arquitectura, las consecucncias de esta nuevaconcepcion del culto y de la ecclesia cristiana.

La iglesia romana 0 bizantina se fue transformando en un realPalacio de Dios. En Siria se hizo frecuente alzar cuatro torres sobre laiglesia y la escalinata. Esas torres seran luego un elemento esencial.Y el monumental baldaquino de entrada se corrvertira en el ndrtex,ese espacio cubierto que precede inmediatamente al ingreso de lasabaciales del Medievo.

Los cristianos se apropiaron tambien la tradicion palacial de losemperadores en todo 10 que eran cerernonias, insignias, aclamacio-nes, musica, vestimenta, decoraci6n, es decir, todo 10 que hoy lla-mamos arte. Nada de eso responde a nuestra sensibilidad del si-glo xx, ni taro poco a la de los tres primeros siglos. Pero en el climareligioso-politico de los siglos IV Y V el pueblo visualizaba as! la divi-nidad, pues era asi como comemplaba diariamente la maxima cligni-dad terrena: la imperial.

2. Una edad de oro: la arquitectura bizantina

La idea del emperador Constantino el Grande de fundar en elBosforo otra capital de su dilatado Imperio suele ser calificada degenial por los rustoriadores cuando estudian los resultados de las in-

III

Page 5: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

.. ( (((( (((((( (oC ( ( ( ( ( ( r ( ( (( (C ( (I( (( c (( ( ( ( ( ( (

LA IGLESIA Y EL ARTE

vasiones de los pueblos del Norte sobre las arnplias y ricas regionesdel Oecidente cristiano.

Lo mas importante que hoy eonocemos de la arquitectura de Bi-zancio pertenece al siglo VI, cuando los arquitectos de Justiniano(527-565) sintieron la necesidad de abandonar el tipo basilical de ar-madura de madera, facil presa de eventuales Inceodios.

EI afio de su coronacion (527) Justiniano puso la primera piedra dela iglesia de los Santos Sergio y Baco, llamada mas tarde «la pequeriaSanta Sofia». Es un octogono con deambulatorio de dos pisos, ro-deando a otro octogono central sobre eI que descansa una boveda ga-lJonada de doce plementos, en la que alternan paries rectos y curvos:una obra muy original que inspiraria luego la iglesia San Vitale de Ra-vena. EI afio 532 en que Con motivo de una sedicion el fuego destruyola basilica de Santa Irene, Justiniano iniciaba su rcconstruccion. unabella basilica con pequeiias naves laterales, tribunas sobre ellas, y unagran nave central sobre la que se alzan dos cupulas de desigual altura.

Pero la obra mas bella, grandiosa y equilibrada del reino de Justinia-no fue la basilica de Santa Sofia, luego convertida en mezquita. Secompone de atrio (hoy desaparecido), nartex e iglesia. Combina losdos tip os de planta: la circular y la longitudinal. En planta es casi uncuadrado de 77 por 72 metros, y esta constituida por tres naves, con lacentral terminada en abside. La genial originalidad de este edificio esel sostenin1iento de la gran cupula de 31 m de diametro, que alcanzabauna altura de 65 metros, y que fue reemplazada, tras su derrurnbe enel afio 562, por otra mas soJida, mas apuntada y mas ligera. La boveda,formada por un casearon acostillado, de aristas perforadas y un reves-tin1iento de albaiiileria, se apoya, sin tambor, sobre cuatro grandes ar-cos de ladrillo, sostenidos por pilares y formando pechinas. A 10 largodel eje longitudinal, la cupula esti contrarrestada (al este y el oeste)por dos semicupulas, cada una de las cuales se apoya en dos exedras::Iecolurnnas, formando absides secundarios. A los lados, detras de las:olwnnas, los grandes pilares escin secundados por contrafuertes,muy visibles al exterior. La cupula, que constituye el problema tecmcoresuelto magistralmente por Antemio de Trales e Isidoro de Mileto, estambicn eI motivo determinante de la belleza del edificio. AI mismo

C.5. BREVE H1STORlA DE LA ARQUITECfURA CRISTIANA

deslumbrante rcsultado contribuye la solucion dada al problema de lailuminacion del espacio, con maravillosos efectos de luz solar a 10 lar-go del dia, y logrando que no resulte oprimente la enorme boveda y laabundante masa del ecli£icio.

En las provincias occidentales dominadas por Bizancio se cons-truyeron, en tiempo de Justiniano, otros magnificos edificios entrelos que descuella la prcciosa iglesia de San Vitale de Ravena, in spira-da segUn parece en la de los Santos Sergio y Baeo de la capital impe-rial: Un octogono central, que sin contar la capilla mayor que da ac-ceso al abside, se abre a siete hemiciclos con columnas y tribunasque dan ligereza al interior y facilitan el paso de la luz. Este octogo-no, cubierto con cupula, se inscribe en otro octogono exteriorcreando un deambulatorio. A pocos kilometres de Ravena se con-sagro en 549 la basilica de San Apolinar in Classe de tres naves, conarquerias de trece tramos descansando en 22 fustes de eolurnnas demarrnol, y un apacible espacio interior iluminado por 53 ventanasrepartidas en las tres naves. En la peninsula de Istria, a esta mismaepoca justinianea pertenece la catedral de Parenzo, de rres naves, se-paradas por dos filas de columnas, y precedida por un portico, undiminuto atrio y un baptisterio.

En las provincias orientales del imperio apenas se conservan masque ruinas, como las de Bauit, que testimonian la pujante vida mo-nacal del Egipto cristiano, y otras muchas repartidas en Siria, AsiaMenor y Armenia. Una de las iglesias mas grandiosas debio de ser labasilica del apostol San Juan en Efeso, de planta cruciforme, contres naves y seis cupulas.

Tras la muerte del emperador Heraclio (641), la deeadencia poli-tico-militar de Bizancio acarreo un declive similar en el plano artis-tico y arquitectonico. Termino la epoca del rnecenazgo de los em-peradores y fue la Iglesia la que tuvo que ocuparse de laeonstruccion de sus lugares de culto, teniendo que limitar la ampli-tud de sus programas. En general, fueron iglesias de pequeiias di-mensiones. Se propago el tipo de iglesia de cupula, de planta cua-drada y cruz inscrita; un modele que, con diversas variantes, iba aser adoptado en las regiones bizantinas durante varios siglos .

III

Page 6: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

C.5. I3REVE HTSTORIA DE LA ARQUlTECruRA CRlSTlJ\NA

r.. ((c c r c c c « (((((( ( ( ( ( ( ( C ( ( ( r ( ( ( ( ( C· ( ( ( ( ( ( r(

LA IGLESIA Y EL ARTE

Por otra parte, en Roma se construyeron en esta epoca (S1-glos VI-VII) algunas iglesias de tipo basilical nada novedosas; masfrecuentemente, se modificaron y ampliaron las basilicas antiguas.En elias mas que las soluciones arquirecronicas 10 que atrae la aten-cion es su decoracion rnusivaria.

Fuera de Roma, la novedad artistica de esos siglos en el Occiden-te cristiano hay que buscarla en los pueblos del Norte que habianido ocupando los territorios del antiguo Imperio y cristianizandoserelativamente pronto. Los visigodos en Espana crearon una arqui-tectura singular. Iglesias casi perfectamenre conservadas, como lade SanJuan de Banos (palencia), San Pedro de la Nave (Zamora),Santa Comba de Bande (Orense) y Quintanilla de las Villas (Bur-gos), juntarnente con los restos y ruinas de otros templos en otrasregiones, permiten conocer los caracteres comunes de esta «primeraarquitectura hispanica»: aparejo de grandes sillares, bien trabajados,irregulares a veces pero sin perder su geornetrismo y sentados ahueso; arcos de herradura poco pronunciados; cabecera rectangu-lar; transepto a veces con cupula; estancias rectangulares abiertas enlos brazos del crucero; bovedas de silleria a ladrillo en las naves cor-tas, con preferencia a las de madera. Era una arquitectura «cerrada,intimista, OSCULa,en oposicion a las formas diafanas de la tradicio-nal basilica» (p. Palol); una especie de arquitectura «anticlasicas quedebio de estar en estrecha relacion con la liturgia propia de la His-pallia visigoda.

Ala dinastia merovingia del reino franco pertenece, en Poi tiers,el Baptisterio de San Juan, adaptaci6n de un primer edificio cons-tantiniano, de planta rectangular de unos 12 metros de anchura, alque luego se Ie anadieron tres ibsides. Singularidad del reino francoparecen ser los baptisterios; pues, ademis del de San Juan de Poi-tiers Calque se Ie suprinu6 su original piscina bautismal), se constru-yeron otros, cuyos vestigios van exhumando los arque610gos, comolos de Frejus, Riez y Venasque.

No se puede cerrar este capitulo de la arquitectura cristiana delos siglos VI-VII sin insistir en la influencia que la nueva teologia de:os Padres orientales y su consecucnte liturgia bizantina ejercieron

sobre la arquitectura. La enorrne divulgaci6n que debio tener entrelos teologos la obra del Pseudo-Dionisio (llamado entonces elAreopagita) -laJerarqllfa Eclesidstica- contribuyo a una jerarquiza-cion), diversificaci6n de las funciones del culto, y los conceptos dealgunos Padres griegos sobre 10 numinoso y terrible del sacrificioeucaristico, acentuaron el caracter sacraly misterico de la celebracionsacramental. Sc perdio desde entones y para muchos siglos el am-biente intirnista y familiar que habia tenido la primera arquitecruracristiana. Las basilicas agrandaron sus dimensiones, ampliaron susespacios, adquiriendo un esplendor y una suntuosidad antes nuncavistas. Y cuando los Padr~.?de~Igle_?i~ vieronJas libertades (chgr-las y risas) que se tornaban en el templo los fieles, sobre todo ~rnujeres, ernpezaron.i"~r en ~~preajcacrOne1 caract~r sacro,inviolable y pavoroso de la accion linirgica y del altar. La antiguaasarnble; de p~ticiPacio;-fra'temaFy sencilla en la cenaeucaristicase convuti6 en asistencia a un espectaculo que causaba asombro ypavor a10S ojos de los creyentes e infundia terror y temblor en sus- _. - _-corazones.

Los dos aspectos esenciales en la fenomenologia de 10 sacro pre-cristiano -{!isciflaci611 y /?avor-- se cumplian en el animo de los asis-tentes a la grandiosa liturgia de Santa Sofia. Todavia a fines del si-glo x, cuando el Gran Principe de Kiev, Vlaclimiroz decidido a elegirpara su pueblo una de las tres religiones monoteistas de Oriente,envio observadores a los pueblos cristianos, musulmanes y judios, asu regreso los enviados le convencieron de que no habia religi6nque pudiera compararse con la que rendia culto a Dios con los es-plendores littirgicos de Santa Sofia de Constantinopla: «Creiamosque estibamos en el cieIo, no en la tierra».

Fruto de este predominio de sentimientos de terror mistico y derespetuoso estremecinUento en los fieles asistentes al sacrificio eu-caristico fue un distanciamiento cada vez mayor del altar y de lazona del santuario. Los historiadores dan por cornprobado que, almenos en Santa Sofia, la nave principal estaba reservada a los movi-mientos del Patriarca, de los liturgos, del clero en sus variadas cate-gorias, del Emperador y de su comitiva, y que los simples fieles se

Page 7: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

(((((((((((((((((((U IGLESIAYEL ARTE

colocaban en las naves laterales y en las tribunas, las rnujeres a unlado y los varones al otto.

De esta sacralizacion del templo y de la liturgia que hace patenteuna especifica sensibilidad colectiva de la iglesia bizantina, no de-bieron de participar, al menos en el mismo grado, las iglesias deRoma y de las regiones occidentales, donde se tenia, como revela lamisma estructura de las basilicas, una vision mas realista y positivadel ordenamiento littirgico. Pero el alejamiento progresivo del altarpor parte de los simples fieles, y la division entre laicos y clerigos nohizo sino aumentar en el curso de los siglos hasta fechas muy re-cientes.

3. La abacial rOffianica

En el Oriente cristiano las invasiones de los persas, luego las delos arabes y finalmente la querella de las imagenes dificultaron engran manera el desarrollo del arte, y concretamente el de la arqui-tectura sagrada. De ella solo han quedado algunas rnuestras en lacapital del imperio, en Nicea y en Tesalonica.

En cuanto al arte occidental, en Rorna se conservan algunas igle-sias de los siglos VIII-DC que responden al tipo de basilica ttadicional;fuera de Roma se han descubierto algunas otras que, si han mereci-do la atencion de los historiadores, ha sido por su decoracion pic to-rica. La arquitectura mas importante y original de este periodo os-curo de la historia cristiana hay que buscarla en las tierras delImperio carolingio y en el naciente reino astur, donde iba a iniciarsela teconquista cristiana de la antigua Hispania visigoda.

La Capilla Palatina de Aguisgrin, iniciada en 790 y terminada en805, que causo pasmo y entusiasmo en su tiempo, merece todavia laadmiracion de los historiadores, que ven en ella quiza la Unica he-rencia directa de la sabiduria tecnica de los maestros bizantinos yalgo de su sentido estetico. La planta y el trazado de la Iglesia -unespacio octogonal rodeado por otto anular a modo de deambulato-rio, y cubierto con cupula- parecen inspirados en San Vitale de

( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (If ( ( ( (

C.S. BREVE HlSTOIUA DE LA ARQUITECTURA CRISTIANA

Ravena. Sobre la nave anular se dispusieron altas y amplias tribunasrodeando todo el edificio. Comunicaban al oeste, mediante triplearcada columnaria y soportando un segundo orden de columnas,con la loggia del emperador, desde la cual Carlomagno asistia a losoficios y en su momenta podria tambien salir a un baleen sobre elatrio. Todo el conjunto rnide 29,50 metros de este a oeste, y 14,50de norte a sur. La cupula de piedra resultaba pesada y el arquitectoEudes de Metz supo repartir la carga con genial maestria. El con-junto, integrado hoy en la catedral, causa todavia una irnpresion dearmonia y proporcion. La simplicidad y claridad de disefio de estacapilla regia explican su influjo e~ varias construcciones de plantacentrada que, en Germania, se alzaron en los siglos x y xi: la capillade Valkhof (Nimega) y la Iglesia de Ottmarsheim (Alsacia).

Otra Iglesia notable de la epoca carolingia es la de Germigny-des-Pres, hoy bastante bien conservada. Era el oratorio de la villa deTeodulfo, obispo de Orleans y abad de Fleury (St. Benoit-sur-Loi-re): Su estructura se compone de nueve compartimentos aboveda-dos, es decir, una planta cuadrada con tres tramos por cada lado.Las bovedas estan soportadas por pilares en rnedio del edificio, so-bre el cual hubo probablemente una torre cuadrada, cubierta porarmadura. Tiene un triple abside en ellado oriental y un abside encad a uno de los otros lados, todos elIos de area de herradura al esti-10 visigotico, que revela el origen etnico de su promotor.

Otras much as iglesias abaciales del periodo carolingio solo lasconocemos por conjeturas a partir de la labor arqueologica y de do-cumentaci6n escrita. La mayoria eran iglesias pegueiias, de plantabasilical y de una sola nave. En algunos monasterios importantes sealzaron iglesias de tres naves, estando Lacentral cubierta de madera,como ocurre en las conocidas y relativamente bien conservadasSaint-Riquier (llamada tambien de Centula), al noroeste de Francia,la de Corvey (873-875), y mas tarde las de San Ciriaco de Gernrode(949), San Pantaleon de Colonia (c. 1000) y San Miguel de Hil-desheim (1010-1033), esta especialrnente notable por sus dimensio-nes, su doble abside, sus ttes anchas naves y sus poderosas toneslinternas.

Page 8: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

r ((((( (' ({ ( ( ( ( ( ( ( ( C'C ( ( ( ( ( ( ( ( ( « « « ( (Ie ( (( rLA IGLESIA Y EL ARTE

Por esos mismos aiios del siglo IX en Asturias se iban alzandoiglesias que, si bien recibieron algunos influjos de Ia arquitectura ca-rolingia, conservaron unos rasgos propios que las hacen inconfun-dibles dentro de la arquitectura prerromaruca. EI aparejo era de si-llarejo 0 mamposteria, sus arcos de ladrillo eran de medio punto,soportados por pilares en lugar de colurnnas; y tenian generalrnentetres naves: San Julian de los Prados, la mejor conservada de todas,San Miguel de Lillo, de la que solo han quedado el portico y el pri-mer tramo, San Salvador de Valdedios y alguna otra.

En el siglo siguiente y al ritmo en que los cristianos del Nortede Espana iban reconquistando las tierras de Castilla y Leon, sefueron alzando en esas antiguas tierras de la Hispania visigodaunas construcciones influidas por los alarifes arabes y con un di-sefio formal que normalmente los historiadores denominan artel71ozdrabe. Reaparece una arquitectura caracteristica: generalmentccon aparejo de mampuesto y que, aun conservando cierta fideli-dad a la tradicional planta basilical, como San Miguel de Escalada(Leon) 0 San Cebrian de Mazote (Valladolid), al rnismo tiempotiende al sistema centrado, como en Santiago de Peiialba (Leon),cerrando sus naves con absides circulares y cubriendo sus espa-cios con cupulas gallonadas. En cuanto a 10 formal, recuperan elarco de herradura.

Cuando el historiador observa la arquitectura de toda esta epocaprerromaruca, advierte la reducida dimension de las iglesias que 10-gran cubrirse con bovedas de piedra, y constata la ambicion de irampliando los espacios elevando la altura de las naves, tendenciaque se hace evidente en las iglesias monasteriales, se da cuenta delproblema capital que los maestros medievales se van necesariamen-te planteando, cuya solucion iba a hallarse en el gran arte romanico.Era necesario prescindir definitivamente de las armaduras de made-ra que cubrian las tradicionales naves basilicales y eran pasto fre-cuente de incendios; pero para hacerlas de piedra era tam bien nece-sario articular un complejo sistema estructural que permitieserepartir el enorme peso de las bovedas. Asi iba a nacer la gran aba-cial romaruca.

C.S. BREVE HISTORlA DE LA ARQUITECfURA CRlSTIANA

El arte rornanico solo puede definirse como el resultado de unagenial sintesis, prirneramente de elementos inspiradores de muy di-verso origen -Roma, Bizancio y los pueblos del Norte- y, en elterrene artistico, sintcsis tarnbicn de los esquemas estructural,constructive y decorativo. Esta sintesis solo llego a producirse me-diante la convergencia sincronica de diversos factores: unos de or-den politico y militar (pacto con los normandos, conversion de loshungaros, freno a los arabes en Espana y retroceso de los musulma-nes en el mar), otros de orden economico-social (un notable crcci-miento dernografico, una civilizacion urbana, artesanal y mercantilque sustiruye a otra rural y campesina), otros de orden religioso yhumane (excepcionales personalidades e instituciones religiosaspromotoras de civilizacion como fueron ciertos abades reformado-res y la nueva Orden de Cluny). Fue realmente la gran abadia deCluny el foco aglutinante y difusor de un estilo en el que se fundentradiciones regionales y locales del continente europeo con lasaportaciones del arte bizantino, del arte germanico y del arte an-glosajon y celta. «Por primera vez se logra un arte internacional; asu lado, todos los estilos precedentes parecen dialectos» (Carl Nor-denfalk).

~a iglesia romanica es, genera!mente, de planta de cruz l~~a,con tres 0 cinco naves, abside semicircular y transepto. La cubiertaesde piedra para todo el edificio. Esta eslagr~ innovacion que, alaplicarse a grandes dimensiones de altura y anchura, creo el estiloque se generalizo. A craves de mUltiples y variadas experiencias, sefueron inventando divers as maneras de abovedar con piedra todo eledificio: con bovedas de medio canon seguido 0 de arcos fajones,con bovedas de arista, y fmalmente con bovedas de cruceda quedesembocarian en la arquitectura gotica. La descarga de las bovedasse realizaba sobre columnas cilindricas con basas y capiteles, 0 pila-res cruciformes en el interior y estribos exteriores, en forma decontrafuertes adheridos a los anchos muros, que, seglin va perfec-cionandose el sistema, van permitiendo una luz mas abundantc.

En cuanto al origen de la arquitectura romanica se ha ido impo-niendo la tesis de que fue Lombardia su cuna y que fueron los lla-

Page 9: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

c.s. BREVE HISTORJA DE LA ARQUlTECTURA CRJSTIANA

( ( ( ( ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( C [LA lGLESTA Y EL ARTE

mados mogistli comacini los que exportaron este estilo, siendo Catalu-fia la region donde arraigo mas rapidamente. Luego se difundio enFrancia donde se adoptaron diversos tipos: iglesias sin tribunas,mu)' frecuentes en la Borgofia; iglesias con tribunas, llamadas «igle-sias de peregrinacion», pues se las encuentra en las rutas composte-lanas; iglesias con cupulas, mas frecuentes en el Quercy, Augumoisy Perigord.

El romanico anglosajon es una prolongacion del romanico nor-mando: iglesias con naves muy altas y largas, transeptos muy acusa-dos coronados por un cimborrio cuadrado. Parece cierto que enInglaterra las cubiertas de madera se mantuvieron largo tiempocuando la arquitectura rornanica, en sus caracteres formales, se ha-bia ya difundido, en Winchester, Worcester, Norwich, etc.

Italia septentrional es la patria del rornanico lombardo y presentarasgos muy caracteristicos: arcos ciegos, de escaso relieve en lascornisas; arquerias que decoran la parte alta de los muros exteriores;bandas poco resaltadas que recorren verticalmente el muro; porti-cos resaltados sobre columnas que descansan en animales 0 atlan-tes. Son notables las iglesias de San Ambrosio de Milan, San Miche-le de Pavia, San Fedele de Como y las de Novara, Piacenza, Parma,Modena, Brescia, etc. En la region veneciana, sin abandonar ciertaherencia paleocristiana, la catedral de San Marcos juega un papel in-termediario entre el Oriente bizantino y el Occidente rornanico. EnItalia centralia influencia de la Roma paleocristiana es evidente; nodesaparece la cubierta de madera; y la tendencia (en Florencia y enPisa) es hacia los volumenes simples, trabajando predominante-mente las superficies dividiendolas en paneles y revistiendolas conmosaicos 0 piedra policroma. En el sur de Italia la arquitectura ro-manica presenta tan1bien formas caracteristicas: con claros influjoslombardos en la Campania, y bizantinos y musulmanes en Sicilia,donde es frecuente la armadura de madera revestida de mosaicos(Cefalu, Palermo, Monreale).

En Alemania, el romarrico propiamente tal se propaga primera-mente en la region renana al reconstruirse edificios de los siglos an-teriores. Esas iglesias se distinguen por la belleza de los volumenes

~

y la arnplirud de los programas; por sus dobles absides (al este y aloeste), heredados de la epoca carolingia; por las torres cilindricaspareadas (en la cabecera y en los pies); por la boveda de arista en lasnaves; por la decoracion lombarda, y por las galerias en las partessuperiores, como puede comprobarse en las catedrales de Espira,Maguncia y Worms; y en las abaciales de Maria Laach, Murbach,Heisterbach, etc.

El rornanico de la peninsula iberica se caracteriza por cierta ru-deza y tendencia a soluciones elementales. Abundan las bovedas decanon seguido, y muchas reflejan cierto orientalismo; es el rornani-co l1Iudijal; llamado tambien «romanico de ladrillo». Fue muy tern-pranero cl romanico en la region catalana, donde se alzaron una in-finidad de pequefias iglesias rurales, fascinantes por su mismasimplicidad, que aun hoy puntean deliciosamente el paisaje. De en-tre las grandes construcciones monasteriales destacan obras comoSan Pedro de Roda, Santa Maria de Rosas y sobre todo la gran igle-sia de Ripoll, promovida por el abad Oliva. En la region nava-rro-aragonesa, el camino compostelano esta balizado por bellasiglesias rornanicas, desde la catedral de Jaca pasando por la iglesiaabacial de Leyre, y las de Sanguesa, Estella, Eunate, Torres del Rio,etcetera, hasta tierras de Castilla, donde son etapas inexcusables lu-gares como San Martin de Fromista y San Isidoro de Leon, antes dealcanzar la meta de los peregrinos: Santiago de Compostela, obramaestra del rornanico maduro, con sus tres naves atravesadas porun largo crucero rarnbien de tres naves, girola y capillas radiales.Iglesia madre, la del Apostol Santiago, que debio de inspirar otras amenor escala, como las de Lugo, Orense, Lisboa, Avila, etc. EnCastilla la Nueva --catedrales de Zamora y Salamanca- el elemen-to morisco y bizantino-oriental no permite que arraigue fuertemen-te el romaruco europeo.

La voracidad del tiempo acabo sin duda con muchas de las pe-quenas iglesias 0 ermitas (frecuentemente de madera) en las que elcampesinado cristiano cumplia sus deberes religiosos. Lo que delromanico ha liegado hasta nosotros no nos permite formarnos unaidea clara de como se desenvolvia la vida litlirgica comunitaria en

r

Page 10: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

( ( ( ( ( ( ( ( { ( ( ( ( C ( ( ( ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( C r ( ( ( (((((((

LA IGLESIA Y EL ARTE

las diversas regiones de Europa. Probablemente su vida religiosanormal podriamos verla evocada par esas pequenas iglesias demampuesto que aun podemos visitar en algunos recoletos valles dela Provenza a de Castilla a en la montana pirenaica mas fielmenteque en las grandes iglesias abaciales adonde el humilde laico acudiade vez en cuando a recogerse can alma de peregrino ante la imagende la Madre de Dios 0 ante el relicario de su santo preferido. Sinduda, en las grandes iglesias abaciales, programadas para que unacomunidad de monjes cada vez mas numerosa pudiera dedicarse ala oracion y al canto de la salmodia latina, poca facilidad podia ha-llar el cristiano de a pie para ser verdadero participe de un culto li-nirgico y comunitario que tuviera una similitud externa con el cultocristiano de la cristiandad primitiva. Las grandes iglesias del rornani-co se iban pareciendo a temp/os en los que rendian culto a Dios losque se habian retirado del mundo. Y son precisamente esos temploslos que hoy consideramos como los mas significativos de la gran ar-quitectura romanica.

No es po sible aqui ni siquiera hacer un resumen de las nurnero-sas abaciales del romanico en Europa. Pero si se quisiera elegit elparadigma de 10 que fue la gran arquitectura romanica, el edificioque concito la maravilla y el asombro de los conternporaneos, elmas alto ejemplo de grandeza y perfeccion artistica con el que laIglesia cristiana, al rnismo tiempo que parecia hacer realidad susideales de santidad en los monjes de la Orden benedictina, dabaforma plastica y visible a la magnificencia de su culto liturgico, hayque pensar en la abadia de Cluny, llamada ya desde entonces laRo1lIa secunda.

Fundada la abadia en 910, durante dos siglos fue regida por aba-des de extraordinaria excelencia humana y moral. El mas notable deeUos fue San Hugo de Semur, llamado tam bien el Grande, bajocuyo abadiato y el de su sucesor Pedro elVenerable la Orden lieg6 acontar 1.200 monasterios repartidos par todo el Occidente. FueHugo el Grande qui en en los ultimos arios del siglo Xl, puso la pri-mera piedra de la gran iglesia, liamada por los historiadoresCluny III, pues sustituia a otras dos anteriores. La construccion se

(,5. BREVE HISTORlA DE LA ARQUITECTURA CRlSTIANA

~f

·'1't~.J1.r'] ,\

·f

iI

acelero dcsde que en 1095 el papa Urbano II consagr6 su altar ma-yor. La gran obra estaba practicamente terminada veinte aiios des-pues. 5610 las flechas de sus torres se fueron alzando algo mas tar-de. En 1125 el abad Pedro el Venerable tuvo que restaurar lab6veda que se habia derrumbado. Cuando se rerrnino, la gran aba-cial borgonona media algo mas de 187 metros de longitud.

La planta del colosal edificio presentaba la forma de una cruz ar-zobispal, por razon de sus dos transeptos de brazos desiguales. Te-nia un abside, rodeado de un deambulatorio de cinco capillas radia-les; una nave central, flanqueada a cada lado por otras dos laterales;una b6veda y la concha absidal que alcanzaban una altura nunca vis-ta hasta entonces: 30 metros para la boveda de medio punto con ar-eas fajones. La triple clevacion de las grandes arquerias, del falso tri-forio y de los ventanales altos, combinados armoniosamente con lasuperposicion de 6rdenes, de pilastras y de columnas al estilo clasi-co antigua, conferian a este conjunto una grandeza y una majestaddesconocidas en todos los edificios cristianos anteriores. Desgracia-damente, de tan extraordinario edificio solo quedan hoy en pie, enla entrada, restos de las torres del nartex con un fragmento del por-che, y en la cabecera, restos de la nave lateral meridional, una capillaen el crucero y parte del transepto de ese rnismo lado; to do elio,aunque es mtly poco comparado can el conjunto desaparecido,asombra a6.n por su amplitud y belleza.

En ese edificio, un gran promotor del arte cristiano, Pedro el Ve-nerable, supo it acumulando las maravillas del arte: pinturas mura-les, porticos ornados par magnifica labra escultorica, capiteles ad-mirables, y un riquisimo ajuar liturgico, de gemas brillantes, perlas ymetales preciosos. Asimismo, en la real iglesia de Saint-Denis de Pa-ris, el gran abad Suger fue el difusor de una mentalidad que justifi-caba el empleo de los mas expertos artifices y el enorme dispendiode su obra arquitectonica, de sus variadas y esplendidas vidrieras, desus calices de oro, de sus frontales de plata y metales preciosos, y delas riquisimas sedas de sus ornamentos liru.rgicos, ensenando a to-dos y difundiendo por todas partes, el principio de que se debia as-cender «de las cosas materiales a las inmateriales».

Page 11: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

C.5. BREVE HISTORlA DE L/\ ARQUITEcruRA CRlSTIANA

( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( C ( ( ( C ( ( ( ( C (LA IGLESIA Y EL ARTE

El cristiano de los siglos XI Y XlI, a quien se le enseriaba a con-.emplar el mundo visible y fugaz como una metafora del verdadero:nundo, invisible y eterno, desarrollo una mentalidad simbolica conla cual aprendio a contemplar la iglesia material como un trasuntode la] erusalen celeste, y esta mentalidad iba a conducir a los genia-les arquitectos de la epoca a la busqueda de los grandes espacios lu-minosos y cromaticos que culrninarian en la catedral gotica.

4. La catedral g6tica

Ya desde mediados del siglo xn la increible proliferacion de laOrden cluniacense y su ostentosa maquinaria organizativa y edificato-ria no convenda a muchos de los autenticos seguidores del Evangelioen el sene de la Iglesia; y hubo monjes que abandonaban sus monas-terios porque los encontraban demasiado ostentosos y confortables.A muchos les daba en rostro la desmedida proliferacion formal, orna-mental y figurativa del rornanico en su Ultimo periodo. Para algunos, laarquitectura misma proliferaba hasta extremos irritantes, y empezarona alzarse voces autorizadas contra elll10rbus aedificandi.

Fue por reaccion contra la intrusion en la vida monacal de tanexcesivos halagos a la sensibilidad como surgio el movimiento delCister y empezaron a fundarse las primeras comunidades reforma-das en valles alejados de un ficil comercio con el mundo laico. Asinacio la arquitectura cisterciense, que, al principio, fue sin duda muymodesta, pero que en la segunda mitad del siglo xu, como si la pre-tension de grandeza fuera el resultado de un destine inevitable parala sensibilidad cristiana de la epoca, alcanzo dimensiones bastanteespectaculares. Tales fueron las abadias de Citeaux, Fontenay yPontigny, a las que pronto seguirian varios centenares de iglesias delmismo tipo. En muchas de ellas aparecieron ya la boveda de cruce-ria y los grandes ventanales, anunciando las maravillas de otro esti-10: el Gotico.

Mucho se ha discutido sobre el origen del nuevo estilo. La arqui-tectura gotica can su mayor vertebracion estructural, su fragmenta-

cion constructiva, su verticalismo y luminosidad y su tendencia adejar independizarse a la decoracion y a la estatuaria, (nacio por ra-zones estructurales, es decir, porque buscaba con absoluta logica,un descargue de las bovedas fuera de los muros con el fill de ganaraltura, ampliar espacios y agrandar los vanos? (0 fue un inventopragmatico de quienes por medio de arcos diagonales querian sim-plemente facilitar la labor constructiva? (No debio de influir deci-soriamente la nueva estructura de la sociedad? 0 (fueron mas de-terminantes orras causas como una nueva voluntad expresiva y undeseo de visualizar la concepcion simbolica del templo cristiano?Aunque los historiadores, inspirados por el actual racionalismo, seinclinan por la primera explicacion, parece mas probable que fue-ron varias las razones que influyeron conjuntarnente, sobre todo sise considera que el Gotico, en cuanto estilo artistico, hace acto depresencia en distintos tiempos seglin se aplique dicha denornina-cion a la arquitectura 0 las otras artes plasticas.

Fue en el coro de Saint-Denis de Paris donde se aplico por pri-mera vez la bovcda de cruce ria a una gran iglesia monastica. Dadala importancia de esta abadia real como difusora de ideas esteti-co-religiosas, se puede conduit que elgotico en cuanto estilo arqui-tectonico nace en el Dominio frances, ligado a la monarquia ca-peta. Cuando se le va aceptando con resistencias fuera de Francia,se le denominan opus francigel1u171. El estilo, que en las iglesias cis-tercienses respiraba aun en rornanico, siguio su curso logico. Encuanto a su estructura, la iglesia normal era con tribunas, luego seprodujo 10 que se ha llamado el «rnuro desdoblado», que respon-de al principio gotico de la «diafanidad mural», y asi aparece cl tri-forio, dan do a la catedral un alzado de cuatro niveles 0 pisos (No-yon, Laon, Paris, Rouen, Limbourg, Magdeburgo ...). Mas tarde seprescindio de las tribunas, acentuandose asi el verticalismo (Sens,Chartres, Bourges ...). Luego el triforio se hizo transparente: era elGotico «radiante», que hoy nos deslumbra en Saint-Denis de Pa-ris, Amiens, Leon en Espana, etc. Finalmente, apenas se hace no-tar el triforio, de modo que sobre las arquerias de la nave centralparecen alzarse solo los enormes ventanales, como en el coro de

1

Page 12: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

: (((((((((((((((( (((((((( ( ( ( ( ( ( ( C ( ( ( ( C C (

LA IGLESIA Y EL ARTE

Beauvais. Todo este proceso significa que no todos los miembrosarquitectonicos se hicieron «goticos» en el mismo grade y al rnis-010 tiempo. Como puede verse, todavia hoy en algunas grandescatedrales iniciadas en el siglo XIl, sobre unos soportes de eviden-te estirpe rornanica se fueron alzando bovedas de cruceria (Laon,Paris, Le Mans ...)

Asombra hoy la inmensa variedad de soluciones a problemas es-tructurales halladas por aqueJlos geniales constructores: catedralesde una sola nave, de tres 0 de cinco naves; con transepto 0 sin el;aspirando a superar a construcciones precedentes en longitud (de145 metros es la nave de Amiens) 0 en altura (35 metros alcanza lade Paris, 38 la de Reims, SOla de Beauvais).

No les faltan razones a los que pretenden explicar el nacimientodel gotico por el cambio estructural de la sociedad. El desarrollo delcomercio, la invencior, de la moneda, la rnultiplicacion de los ofi-cios artesanales y la formaci on de aglomeraciones urbanas trajocomo consecuencia el asociacionismo. Nacieron las «fradias y lascorporaciones 0 gremios, con una estructura jerarquizada en un tripleestadio de maestros, compaiieros y aprendices, que teruan sus pa-tronos, sus fiestas religiosas y sus estatutos. A esa compleja organi-zacion socioeconomica de la comunidad cristiana corresponde elsurgimiento de las catedrales, maravilla y ejemplo de organizaci6ncompleja y articulada. La iglesia abacial deja paso a la catedral, quees la iglesia de la ciudad medieval, cuyo centro es la cdtedra del obis-po, que gobierna la ciudad cristiana.

La construccion de una catedral era una empresa religiosa, eco-nomica, tecnica y artistica en la que participaba toda fa sociedad. As!se comprende que, solo en Francia y en menos de un siglo, pudie-ran construirse mas de 80 catedrales. La catedral, en cuya COnstrllC-

cion habian participado todos, incluso los laicos, en alguna mediday manera, era considerada como la «casa de todos». Y por eso, enella no solo se celebraba la liturgia sagrada y se veneraba a la VirgenMaria (a la que se dedicaron la mayoria de las catedrales); en ellatam bien tenian lugar festejos de muy diverso caracter, y en eJla fre-cuentemente se permitia pasar la noche y descansar.

II

C.5. BREVE HISTORl-\ DE LA ARQUITEcrURA CRISTIr\.l~A

Si en la catcdral gonca nos fascina hoy el impacto de su grandio-sidad visual (se pretcndia simbolizar en ella los rcsplandores eternosde la Jerusalen celeste), no se puede desdefiar la logica que, comohemos dicho, dcbio de orientar a los maestros que las construyeron.Era la epoca en que, en las Escuelas episcopales que estaban con-virtiendose en universidades, se imponia la Ugica de Aristoteles.Los que se preparaban para la derecia, la clase pensante y rectora dela sociedad, empezaron a despreciar el argumento de autoridad y apreferir la fuerza de Ia razon y de la expericncia. EI siglo de las cate-drales es el siglo de la Escolastica, es decir, de una tentativa de siste-matizacion de la fe mediante la razon. Pod ria decirse que el estilo dela catedral gotica es el que corresponde a un intento de justificar lafe por medio de la razon. No se margina el misterio, pero se pre ten-de haccrlo razonable. Esta sana racionalizacion del misterio queda-ra como una hercncia y un patrimonio insoslayable en la Iglesiacristiana y sera la que le irnpedira, al men os a nivel de los principios,sucumbir a la tentacion del fundamentalismo.

La incipiente secularizacion de la sociedad, reflejada en la inter-vencion frecuentemente directiva de los laicos en la vida religiosa yartistica, fue conduciendo hacia un nuevo modo de ver al hombre,inspirado en el «renacirniento» de la cultura antigua. En los alboresdel siglo )..'V la arquitectura no can1bio sus bases materiales y sus tec-nicas inventadas dos siglos antes; pero modifico su apariencia me-diante un nuevo sistema decorativo. La iglesia gotica se hace ahoraun poco mas pequeiia )' humana, pero se inunda de claridad y sehace mas elegante. La linea de las nervaduras se estiliza, las estrias ylos fustes buscan efectos pintorescos. Los nervios de las bovedasforman complejas combinaciones estrelladas y reticulares de todotipo. Se buscan ondulaciones en arbotantes y pilastras y estas sonfrecuentemente sustiruidas por columnas que a veces se retuercenen espiral. Los ventanales se verticalizan aun mas, y en los alzadosse prefiere el juego caprichoso de las lfneas y perfiles. Las flechasostentan un sugestivo encajc, los estribos se erizan de torrecillas, losporticos se coronan de puntiagudos gabletes y pinaculos. Sobre losvanos de las ventanas de templos y de claustros los finos baqueto-

1•I

t II

Page 13: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( C r (LA IGLESIA Y EL ARTE

nes de piedra tejen combinaciones de curvas y contracurvas de as-pecto llameante: es el g6tico j/aJJligero. Se trata de un estilo que, masque imponerse como norma en edificios de nueva planta, contami-na los edificios construidos en anteriores etapas.

Esta Ultima fase del g6tico europeo es contemporanea de la apa-ricion en Italia de los grandes artistas del primer renacimiento, yaunque esta coincidencia obliga a hablar de la «pluralidad lingilisti-CID> en la primera mitad del siglo xv, ambos fen6menos pueden sertam bien considcrados como expresion de nuevos ideales y de unaprimera y decisiva secularizacion del arte en el interior de la Iglesiacristiana.

5. Los palacios de la fe

El descubrimiento de la antigiiedad y la valoraci6n desmedida desu cultura y de sus expresiones artisticas indujo a la Iglesia por ca-minos de una secularizacion cada vez mayor. Los lideres del pens a-miento cristiano sofiaron con la posibilidad de una sintesis entre eldogma cristiano y la cultura pagana. En el siglo XVI las cateclralesmedievales parecieron ejemplos de desmesura y desorden que de-bian evitarse. El lirismo expresivo y el simbolismo de la catedral g6-tica cedieron el paso al equilibrio de las formas y al predominio dela raz6n y de la geometria.

La belleza de los antiguos templos de planta circular sedujo alos nuevos maestros; y en las iglesias se prefiri6 la planta centradao de cruz griega 0 se busco cierta centralizaci6n en las de cruz la-tina, como puede verse en las obras de Brunelleschi primeramen-te y mas tarde en las realizaciones y proyectos de los dos Sangallo,de Bramante y de Miguel Angel. Lo que apenas cedio fue el gustopor el monumentalisrno, aunque ya un poco frenado par el deseode la claridad, la pureza de los perfiles y el imperio de la geome-tria. Fuera de Italia estos principios solo fueron aplicados mante-niendo cierta fidelidad a los esquemas arquitect6nicos del g6ticotardio.

c.s. BREVE HlSTORlA DE LA ARQUITECfURA CRJSTIANA

Esta claro que 10 que pretendian los grandcs maestros del Rena-cimiento era la creaci6n de la belleza formal y su coherencia con elsimbolismo del circulo y la esfera, como un homenaje al Senor detoda belleza creada, y no tanto dar respuesta a las exigencias de unacomunidad cristiana que estaba mas necesitada del pan de la Palabradivina y del alimento sacramental y eucaristico. La funcionalidad dela sagrada liturgia comunitaria no era entonces preocupaci6n pri-maria de la jerarquia, mas interesada en nutrir la pied ad de los ere-yentes mediante la exhibici6n visual de la historia de Cristo y de losejemplos de los santos. En las obras sobre arquitectura cristiana delos teorizantes de la epoca (Alberti, Palladio, Serlio, etc.) apenaspueden espigarse advertencias 0 normas que se refieran ala funci6nlirurgi ca. Por ejemplo, s610 una simple referencia a la necesaria am-plitud del espacio y a la utilidad de la posicion del altar es todo 10que el mas eximio tratadista del siglo XVI, el notable constructor deiglesias en Vicenza y Venecia, Andrea Palladio, dice sobre la arqui-tectura cristiana en sus Cuatro libros de arquitectura.

En el Ultimo tercio del siglo :A'VI aparece un nuevo tipo de iglesia:Se prefiere de una sola nave, inundada de luz, rodeada a los ladospor pequefias capillas alojadas entre las enormes pilastras divisorias,terminada a la altura del presbiterio por una cupula, que ya no es elmotivo central como en los templos del primer Renacimiento, sinoque es casi la prosecuci6n de 1a b6veda de la nave. En lugar de losjuegos de perspectivas formados por las multiples naves de las igle-sias anteriores, el largo espacio de la nave unica se abre como lagran aula central de las basilicas antiguas. Es una planimetria sugeri-da por razones practicas: el deseo de que todos pudiesen ver como-damente el altar y las funciones litlirgicas y la necesidad de crear unvasto ambiente para la prcdicacion, que despues del Concilio deTrento adquirio un gran desarrollo.

EI nuevo estilo, apto para las mas fastuosas cerernonias, encon-tro entusiasta acogida en el pueblo, al que, a falta de una liturgia departicipaci6n, se Ie regalo con el espectaculo de unos retablos car-gados de imagineria que cautivaba los ojos del pueblo sencillo. Esafastuosidad y esc teatralismo incipiente degenero a fines del si-

II

Page 14: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (LA IGLESIA Y ELARTE

glo XVII en la hinchazon y la hiperbole. EI estilo, severo al principio,fue derivando hacia la preferencia por las lineas curvas y quebradas,)' por el revestimiento de su arquitectura con una obra escultorica ypictorica abrumadora. Es el barroco.

Fue en Italia, y mas concretamente en Roma, donde nacio esteestilo, favorecido en scguida por los Papas, y donde pueden todaviahoy admirarse sus mas esplendidos modelos, realizados por Giaco-mo della Porta (fachada del Gesu) , Carlo Maderno (fachadas de SanPedro y de Santa Susana), Bernini (San Andres del Quirinal), Borro-mini (San Carlo alle quattro Fontane, San Ivo alia Sapienza, SantaInes), Cortona, Rainaldi, etc., y fuera de Roma, Ricchini en Milan,Longhena en Venecia, etc.

El barroco espafiol, tan caracteristico en el arte figurativo, no estan notable en el carnpo arquitectonico, en el que, por diversas razo-nes de tipo economico y politico, fue poco permeable a las noveda-des del barroco Italiano. Menos aun 10 fue la arquitectura francesa,siempre mas aferrada a su ideal de equilibrio clasico, En Flandes losjesuitas se mantuvieron largo tiempo fieles el modelo arquitectoni-co de Vignola en el Gesu romano, y su barroquismo prolifero masen la ornamentacion que en la estructura de los eclificios. Algo pare-cido puede decirse de Alernania donde los jesuitas impusieron sumodelo romano en San Miguel de Munich, aunque muy pronto sefue difuncliendo el gusto por la decoracion de superficies por obrade talleres de estuquistas, que en el siglo A'VIll acabaron facilitandola aceptacion del estilo rococo.

El rococo puede considerarse como la fase final y delicuescente delbarroco. Respondia a una nueva sensibilidad, a un nuevo gusto queaparecio en Francia, en la epoca en que la regencia del duque deOrleans yel reinado de Luis},.'V facilitaron la deriva hacia el sensua-lismo, y se manifesto principaimente en modos de vida y form as delarte profano. En Italia, poco necesito la arquitectura de Borromini ysu discipulo Guarini para adquirir el aire de ligereza, gracia y frivoli-dad que pucliera convertirlo en rococo, como ocunio en algunasbasilicas romanas y especialmente en las iglesias de la region de Tu-rin construidas por Bernardo Vittone. En Espana la nueva sensibili-

c.s. BREVE HISTORlA DE LA ARQUlTECfURA CRlSTlANA

dad se hizo patente en las iglesias disefiadas por Pedro de Ribera, ysobre todo por los hermanos Churriguera, cuyo nombre sirvio paramotejar al nuevo gusto arquitectonico, y los hermanos Tome, unode los cuales desplego en la girola de la catedral de Toledo el celebreTransparence que logra un notable efecto de sorpresa y de pasmotan caracteristico del rococo.

El barroco hispanico y el iraliano, sobre todo en sus formas exaltadasde Borromini, ejercieron una notable influencia sobre e1 arte hispanoa-mericano, que se desarrollo rcsponcliendo al alma popular indigena quegustaba de una exuberante ornamentacion lapidea en las fachadas exter-nas y de estucos dorados en los interiores de sus iglesias.

Pero fue en Germania donde el nuevo estilo logro, en el curso delsiglo >"'V11I, los ejemplos mas esplcndidos y especificos de 10 que podiaser un rococo religioso. Destaquemos las iglesias construidas en el pri-mer tercio del siglo par J. B. Fischer von Erlach, y luego las que sur-gieron en las regiones de Wiirzburg y Baviera par obra de constructo-res y decoradores como Balthasar Neumann (Vierzehnheiligen,Neresheim),Johann Michael Fischer (Ottobeurcn) y Dominikus Zim-mermann (Steinhausen y Wies). Parecen «palacios reales», hechospara encandilar a los sentidos mas que para elevar los pensarnientos,templos en los que 10 estructural se diluye en 10 ornamental, en quelos espacios se interpenetran, y donde la profusion de frescos yestu-cos con que se decoran techos, muros curvos y arquerias contribuyena un fascinantc efecto de esplendidez, gracia y movimiento, logrando-sc que el conjunto parezca a veces algo fancistico y acreo.

6. Una nueva arquitectura para una sociedad laica

A fines del siglo XVIII, el racionalismo de la Ilustracion, la crfti-ca de los filosofos de la Enciclopedia y la disolucion de cos tum-bres en gran parte de la c1ase rectora de la sociedad provocaronuna crisis que en Francia desemboco en la Revolucion de 1789.Sus principios se clifunclieron por Europa y America, y la Iglesiano supo reaccionar ante la nueva situacion mas que apoyando to-

II

Page 15: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( C ( ( ( ( ( C (

LA IGLESIA Y EL ARTE

dos los movimientos sociales y politicos que intentaban la restau-racion del Antiguo Regimen. Esta situacion, unida a las tenden-cias representadas por el Romanticismo que inflame los espiritusa partir de 1830, favorecio en el terreno de la arquitectura cristia-na 10 que se ha llamado el reuiualismo, una actitud de nostalgia yafioranza de los estilos medievales.

En esos anos, y como resultado de las revoluciones politico-socia-les, la Iglesia fue quedando divorciada de la sociedad, cuyo liderato ha-bia ya perdido anteriorrnente. Consecuentemente, el despojo de losbienes eclesiasticos, oficialmente decretado por el Estado en algunospaises, condujo, por una parte, a un grave empobrecimiento de la Igle-sia, y,por otra, a una situacion de progresivo abandono y dernoliciondel patrirnonio artistico de la cristiandad, un abandono que justamen-te ha merecido de los historiadores el calificativo de vandalismo. Estedesvalimiento de la Iglesia le impidio en casi todos los paises acometerplanes de envergadura al estilo de 10 realizado en siglos anteriores. Losprogramas arquitectonicos religiosos verdaderamente importantesquedaron a Lainiciativa del Estado, aW1quees tambien verdad que losjerarcas eclesiasticospodian frecuentemente intervenir y decidir en losplanes de construccion, toda vez que se les confiaba su salvaguarda,su uso y administracion.

Pero la influencia de la Iglesia en la arquitectura sagrada del si-glo XIX cstuvo orientada por una romantica aiioranza de la gran ar-quitectura medieval, unida, en las primeras decadas de ese siglo, aun cierto «romanticismo clasicista», del que tambien han quedadonotables ejemplos en toda Europa. No podemos detenernos aqui aenumerar los centenares de iglesias que se construyeron en Europacomo pastiches del estilo bizantino, romanico, gotico y neoclasico,o intentando una fusion ech~ctica de varios de elios. No puede ne-garse talento a algunos de aquellos constructores, como el francesJacques-Ignace Blttorf, el ingh~sAuguste-Welby Pugin 0 el aleman1<. F. Schinckel; pero la invencion creativa no fue un don que carac-terizo la arquitectura cristiana de ese siglo.

Si, prescindiendo de este declive del imperu creativo, la juzgamosdesde el punto de vista liturgico y pastoral, la arquitectura sagrada

1.1

c.s. BR1.:.VEII1STORJA DE LA ARQUITECTURA CRlSTIANA

del siglo XIX tam poco sale bien parada. Muchas iglesias fueron pen-sadas desde una perspectiva de su apariencia monumental, y su pLa-nificacion tendia menos a facilitar la oracion comunitaria y el auten-tico culto Iinirgico que a servir de marco decorativo para las bodasilustres y las primeras comuniones suntuosas, Cuando se disponiade medios econornicos suficientes se buscaba mas la teatralidad os-tentosa que la scncillez y la funcionalidad. Quiza el mayor reconoci-miento que merece ese siglo haya que ponerlo en que su afioranzadel pasado favorccio e impulse una estimabLe labor en el terreno deLarestauracion de los monumentos medievales.

La verdadera renovacion de Laarquitectura cristiana, que solo seiniciara en el segundo tercio del siglo xx, se ira produciendo a basede tres impulsos renovadores en el sene de la Iglesia misma: laaceptacion de las nuevas tecnicas, el movimiento lirurgico, y losprincipios reologicos y pastorales del Concilio Vaticano II.

El interes por una posible renovacion de la arquitectura sagradasolo pudo iniciarse con la invencion de nueoos materiales de fa construe-cion: el hierro colado y luego el horrnigon armado. Fueron nuevastecnicas inventadas ya en el pasado siglo pero que la Iglesia s6lo sedecidio a usar muy tardiamente porque su logico empleo conduda auna renovacion de formas que chocaban con una sensibilidad muygeneralizada que concebia la fidelidad a la tradicion cristiana comouna repeticion de las formas del pasado.

Dejando de lado, como casos singulares y atipicos, las obras reli-giosas del genial Gaudi, su Sagrada Familia de Barcelona y su criptade Santa Coloma de Gramanet, donde supo hallar soluciones revo-lucionarias aplicando tecnicas nuevas a materiales naturales, y lasiglesias monasreriales levantadas por el monje benedictino DomBellor, «el poeta delladrillo», no exentas de originalidad y beUeza, laprimera iglesia que merece el nombre de modern a por haberse enella aplicado la tecruca del cementa armado con absoluta logica, fuela que en 1921 levanto el arquitecto frances Auguste Perret en No-tre-Dame du Raincy, cerca de Paris, donde el hormigon alcanzo lacategoria de material noble y donde se ruzo patente que las nuevastecnicas permitian crear con exiguo gasto espacios amplios y lumi-

II

Page 16: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

(((((((((((((((((((LJ\ lGLESIJ\ Y EL ARTE

nosos. Siguieron, ya antes de la Segunda Guerra Munclial, otras igle-sias inspiradas por el mismo criterio de modernidad, en Francia,Suiza y Alemania, pero casi siempre lastradas con excesivas referen-cias a estilos llamados tradicionales. Estas realizaciones casi siempreeran tachadas de snobismo y capricho por los representantes oficia-les de la Iglesia hasta que se acepto y se fue imponiendo un nuevoprincipio de orientacion, de enriquecimiento y de fecunclidad queiba a favorecer el avance hacia la esencial renovacion de la arquitec-tura sagrada. Tal fue el mouimiento fiturgico.

La liturgia como fuente de renovacion de la vida cristiana habiasido impulsada ya en el siglo XIX por las abadias de Solesmes y Beu-ron. Esa iniciativa fue continuada y profunclizada luego por las aba-dias de Maretsous y Mont-Cesar. Asi fue posible, en la tercera deca-da del siglo xx, la fundacion en Alemania de varias agrupacionescatolicas con el fin de estudiar los principios de una arquitectura sa-grada mas conforme con los nuevos tiempos. Esos grupos se pusie-ron en conexion con el movimiento teologico que entonces teniaen el monasterio de Maria Laach su foco mas importante, y en losmonjes lldefonso Herwegen y Odo Casel sus agentes mas eficaces.El movimiento promovia el «retorno a las fuentes», la profundiza-cion en el «sentido del rnisterio de la salvacion», la vivencia del«gozo pascual» devolviendo a Dios su protagonismo en la historia,un cristocentrismo revitalizador de la cena eucaristica, y una revalo-racion de la comunidad celebrante. Sobre estos principios fuenaciendo, primeramente en Alemania, un vivo dialogo entre arqui-tectos y teologos; y de esa confrontacion surgieron las lineas direc-trices asumidas por varios arquitectos geniales. Tan grande como suinteres por construir con logic a y con sinceridad sobre la base delos nuevos materiales era su conciencia de 10 que tenia que ser la do-I12US ecdesiae y de la importancia de la comunidad celebrante y de sufuncion litlirgica como causa final de la arquitectura.

Las iglesias que Dominikus B6hm construyo en Mainz-Bis-chofsheim (Cristo Rey, 1927) y en Colonia-Riehl (San Engelber-to, 1932), no carecian de ciertas resonancias goticas, como eranlos arcos parabolicos; pero la visibilidad y primacia dada al altar,

( C ( ( ( ( ( ( ( ( (Ie (c' ( C ( (( (C.S. BREVE HISTORli\ DELA ARQUITECTURA CRlSTIANA

la exencion de soportes interiores, y el ensanchamiento del espa-cio destinado a la comunidad y su distribucion por tres lados delaltar (como hizo en sus iglesias de Ringenberg y Regensburg)para facilitar una mayor participacion del pueblo en la liturgia,fueron valores a los que ya dificilmente renunciara la nueva arqui-tectura cristiana.

Un criterio semejante oriente la obra del arquitecto austriacoClemens Holzmeister (n.1886) y, sobre todo la abundante produc-cion edilicia de Rudolf Schwarz (1899-1961), iniciada en la iglesiadel Corpus Christi de .Aquisgran y continuada en medio centenar deiglesias de nueva planta repartidas por Alemania y Austria (San Mi-guel de Frankfurt, Santa Teresa de Linz, etc.), notables por su sim-plicidad monumental, la pureza y desnudez de sus espacios y el sirn-bolismo de la luz copiosa y blanca de sus ventanales. En contrastecon cierto monumentalismo de Schwarz, las iglesias disefiadas porEmil Stefann (1899-1968), aparejadas con ladrillo, encantan por suausteridad formal, su intimidad y su sencillez. Las mas notables deestas iglesias fueron construidas despues de la devastacion de la Se-gunda Guerra Munclial, inspiradas por la Cornision Episcopal Ale-mana, bajo cuyas directrices (1947) se levantaron millares de iglesiasnuevas en el centro de Europa. Solo en la diocesis de Colonia, entre1945 y 1955 se hicieron de nueva planta 0 se sornetieron a una sus-tancial reparacion 367 lugares de culto. En la estela de los grandesarquitectos citados deben situarse las obras de una pleyade de cons-tructores -Hans Schadel, Gottfried Bohm, J. Lehmbrock,W Schulte, Fritz Schaller, J. Schurmann, A. von Branca, J. Krahn,etc., en Alemania, y R. Kramreiter, F. Schwanzer, F. Schuster, J.Lackner, en Austria- cuyo solo recuento ocuparia innumerablespiginas.

En Suiza fueron figuras destacadas Fritz Metzger y HermannBaur, que supieron crear espacios que a6rmaban la polaridad entrela zona de la comunidad y la del santuario, expresando al mismotiempo su unidad, y facilitando la participacion de la asambJea enlas diversas funciones sacramentales del culto cristiano. Tras eUos,surgio otra generacion de arquitectos mas jovenes que supieron

Page 17: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

c ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( C'C C c' c ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (,e ( ( (( (

LA IGLESIA Y EL ARTE

conjugar los principios de modernidad con el pensamiento teologi-co y la nueva eclesiologia del Concilio.

En Francia, los dominicos de la revista L'Art Sacre, las directricesde la Cornision Episcopal (1953) Ylos llamados Chantiers d« Cardinalintentaron promover una adecuada orientacion en la construccionde iglesias.Unas 650 se construyeron solamente entre 1950 y 1960.Las nuevas tccnicas perrnitian LU1alibertad de formas que facilitabaaudacias caprichosas. Consecuentemente muchas realizaciones nofueron acertadas, y pocas pueden calificarse de obras maestras. Yaunque no faltaron obras que, por circunstancias especiales, res-pondian a program as amplios y monumentales (por ejemplo, laiglesia de Notre Dame de Royan y la basilica subterranea de Lour-des), en general se asumio un criterio que favorecia el uso de mate-riales ligeros, con estructura moderna, para iglesias de modestasproporciones, funcionales y sencillas, pero evitando la vulgaridad yla chabacaneria. La celebre capilla de Notre Dame-du-Haut enRonchamp, disefiada por Le Corbusier para un santuario de pere-grinacion, impresionante por su excepcional originalidad, concebi-da como una «escultura musical», y bien armonizada con las ondu-laciones del paisaje, poco tiene que ver con el movimiento litlirgicoy con las necesidades ordinarias de una comunidad parroquial.

En Gran Bretana la obra mas notable por Laimportancia de suprograma fue la nueva catedral de Liverpool, del arquitecto Frede-rick Gibberd, dedicada a Cristo Rey, y construida sobre plantacircular cuyo centro esta ocupado por el santuario, rodeandolo Lacomunidad por tres de sus lados. En America es notable la Iglesiade la gran abadia de Saint John de Collegeville (Minnesota), del ar-quitecto hungaro Marcel Breuer. En la misma linea de las construe-ciones monumentales, y al margen de las necesidades mas generalesde lugares de culto para comunidades parroquiales, se sinia Ia cate-dral de Brasilia, obra de Oscar Niemeyer, discipulo de Le Corbusier.

En Italia y Espana la arquitectura sagrada de la posguerra semantuvo amarrada a habitos pseudotradicionales durante un tiem-po excesivo. El despegue hacia formulas renovadoras, mas confor-me con las necesidades de la epoca, se produjo en 1955 en Bolonia

C.S. BREVE HISTORlA DE LA ARQUlTEcruRA CRISTlANA

por iniciativa del cardenal Lercaro, quien en el Primer CongresoNacional de Arquitectura Sagrada dio unas orientaciones que tuvie-ron en seguida una benefica efectividad en iglesias construidas porarquitectos de talento como Giorgio Trebbi, Glauco Gresleri y Gio-vanni Michelucci. La obra de cste Ultimo en la autopista de Floren-cia, desarrollando la idea de la «tienda de Dios entre los hombres»destaca por su originalidad imaginativa, su abandono de las formasortogonales y sus pretensiones simbolicas. 19ual que la capilla deRonchamp, debe considerarse como un «refugio» para el descanso yla oracion mas que como respuesta a las exigencias liturgicas de unacomunidad celebrante.

En Espana, la arioranza esteril de un glorioso pasado hizo que sepcrdicra en 1940 la ocasion de una inrncnsa tarca de reconstruccionnecesaria al finalizar la guerra civil. Del grupo de arquitectos conideas renovadoras que iniciaron su labor en la decada de los cin-cuenta, cabe destacar a Miguel Fisac (n.1913), cuyas obras crono16-gicamente observadas hacen patente la trayectoria de un arquitectoque desde unas iglesias disefiadas con un notable sentido expresio-nista de 10 sacro, en Areas Reales (Valladolid) y San Pedro Martir(Alcobendas), sabe evolucionar hacia soluciones litUrgicamente masfuncionales con formes al espiritu del Concilio: iglesias parroquialesde Santa Ana de Moratalaz (Madrid), de Santa Cruz de Oleiros (LaCorufia), y Nuestra Senora de Altamira (Madrid).

Lo que inmediatamente sorprende a primera vista en la actual ar-quitectura cristiana es la cnormc variedad de sus estructuras y desus forrnas, en contraste con la arquitectura del pasado a cuya con-ternplacion y vivencia esta habituado el simple creyente. Esta im-presion responde a una realidad, que es la libertad de que goza el ar-quitecto de nuestro tiempo, en posesi6n del increible desarrollo delas tecnicas de construccion. Esa libertad, que es don precioso paratodos los artistas dotados de imaginacion creadora, constituye unriesgo enorme para aquellos que no tienen y quiza rnenosprecianun conocimiento en profundidad de 10 que debe ser hoy el lugardonde la comunidad cristiana rinde culto al Senor. Por ello, el pri-mer cuidado de quienes son llamados a construir lugares de culto

Page 18: c ( C ( C - seminarioartecolonial · 2011. 8. 3. · c (C ( C ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (Estelibro intenta dar respuesta a una mteresante. 4'4pregunta: (Por que el arte cristiano?

( ( ( ( ( ( ( ( (,( ( ( ( ( ( ( ( ( ( CLA IGLESIA Y ELARTE

cristiano debiera ser asimilar las verdades y directrices fundamenta-les que se derivan de la te%gia del Concilio Vatieano II:

- Que la verdadera sacralidad no esta en las piedras rnateriales,sino en la comunidad cristiana, particularmente cuando celebra laEucaristia (Lumen Gentiton, 30; Sacrosanetum Conaliton, 7); y que, portanto, el edificio material es solo un signo del verdadero templo deDios que es la comunidad cristiana, Cuerpo de Cristo.

- Que, adernas de un sacerdocio ministerial, en la Iglesia cristia-na existe el «sacerdocio de los fieles» (Ltlmen Gentuo», 10 y 34), unade las ideas claves que el Concillo quiso llevar a la conciencia de to-dos los creyentes.

- Que la eclesiologia del Concilio de Trento (xl-lay dos generosde cristianos: los clerigos y los laicos») ha quedado superada por laeclesiologia del Vaticano II que ha subrayado la idea fundamentalde la comunion de todo el Pueblo de Dios.

- Que hay que abandonar la idea de templo cuando se trata delculto cristiano, porque este alcanza su realidad en la comunidad hu-mana celebrante, como 10 expresa el mismo nombre originario deecclesia, es decir, asamblea de fieles; y que, por tanto, los res pons a-bles de la construcci6n debieran pensar mas en una domus ecclesiaeque en una domus Dei.

- Que los cristianos que vienen ala iglesia son convocados, noprecisamente para «rezar» individualmente (<<Rezaal Padre en 10 es-condido de tu casa», deda Jesus), sino para realizar cornunitaria-mente una accion memorial de la Muerte, Pasion y Resurreccion deCristo. La obra del arquitecto debe facilitar esta acci6n, con su com-pleja variedad de Palabra y Rito, de Sacrificio y Cena, de plegariapersonal y oracion comunitaria, y de una celebracion a la que sigueo acompaiia la necesaria reserva de la Eucaristia y la adrninistracionde otros sacrarnentos.

- Habria que aiiadir a todo esto la conciencia de las exigencias delespiritu ecumenicoy de una nueva evangelization a un mundo secularizadoyen continua transformaci6n. Esta conciencia debiera llevar a la auto-ridad eclesial a admitir un cierto pluralismo en las estructuras. Debenpensarse sin duda, bajo los criterios expresados, soluciones para la pa-

( ( (( ( ( ( ( (IC (( ( ( C ( ( (( ( (

C.S. BREVE HISTORlA DE LA ARQUITECfURA CRlSTIANA

rroquia territorial y para la iglesia como lugar especifico cultual en unacivilizacion urbana; pero tambien pueden planificarse, en ciertas re-glones, espacios plurifuncionales, adaptables no solo a usos Iinirgicosestrictos y tradicionales, sino tambien abiertos, con aliento ccurnenicoy misionero, a toda clase de hombres.

II