N.98 - SEPTIEMBRE - 2013

MÁRTIRES CLARETIANOSDE BARBASTRO

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“Sois el trigo trituradoen la noche de la fe.Sois el cáliz generosoque mitiga nuestra sed.

Sois amor de Eucaristía:Cuerpo y sangre del Señorque se entrega y se hace vidaen la cruz del Redentor”.

(Himno a los Mártires de Sigüenza y Fernán Caballero)

ÍndiceEntregaron su vida por Cristo ……………... 03

Manuel Mª Carrasco, cmfMártires Claretianos de Sigüenza y Fernán Caballero ……........... 04

Eleuterio López, cmfAnte el sepulcro de los Mártires ……………... 06

Mariano-Sergio Mainar ElpuenteJornadas Martiriales …………...... 08

José Mª Ferrer“Un Dios prohibido” …………...... 10

Jorge Manuel Ayala, cmfVisitas al Museo de los Mártires ……………... 12

José Beruete, cmfEl culto a los Beatos mártires: Chile ……………... 15Contraportada (P. José Mª Ruiz Cano) ……………... 16

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D. L. HU – 232Imprime Gráficas Barbastro, S. L.

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Septiembre 2013

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l 13 de octubre próximo serán bea-tificados en Tarragona, en el marcodel Año de la Fe, los mártires clare-tianos que entregaron su vida porCristo en Sigüenza (Guadalajara) y

en Fernán Caballero (Ciudad Real) duranteel verano de 1936. Sorprende que la edad detodos ellos fuera de veinte a veintinueve años,a excepción del Hermano Felipe que teníacuarenta y siete.

Su fidelidad a Dios y a su vocación cla-retiana hasta el martirio no se entiende sinuna vida teologal y carismática que respaldefirmemente esa fidelidad. Apoyados en su fe,esperanza y caridad, y dándole culmen, sefueron afianzando sólidamente los grandesamores que integraron su espiritualidad ca-rismática: Cristo evangelizador, el Corazón deMaría, la Eucaristía y el espíritu misionero.

Su testimonio, especialmente signifi-cativo para los formadores, formandos ypersonas implicadas en las tareas formati-vas, se abre a toda la Iglesia en este Añode la Fe.

Los perseguidos, y finalmente martiri-zados, en especial los de carácter más tímido,vivieron en una continua tensión y zozobra...No obstante, sus reacciones naturales no dis-minuyeron su entrega y su entereza paraafrontar la situación. De sus bocas no salieronni quejas ni insultos contra los perseguidores.Más bien tantas pruebas fueron forjando enellos la fidelidad a su vocación misionera y eltemple de los mártires. La muerte segura y

esperada, y por esto menos temida, fue acre-centando en todos la capacidad de resisten-cia y de aceptación del martirio. Lacontemplación del heroísmo cotidiano delhermano de celda ─en el caso de los de Fer-nán Caballero─, consolidó en el otro su for-taleza interior. Unos a otros se confortaron.Juntos invocaron al Corazón de María y reza-ron por los que querían quitarle la vida y lesdieron su perdón. Con disimulo, los sacerdotesse confesaron mutuamente, absolvieron a losEstudiantes o bendijeron a los seminaristas.Como hijos de la Congregación mantuvieronsu espíritu, particularmente en una perfectaobediencia, que en aquellos momentos eraciertamente heroica.

Habría que subrayar esa actitud tanevangélica, a la que se acaba de aludir derogar por los perseguidores y de perdonar-los. Y no se puede pasar por alto la acep-tación del martirio que ofrecían por laCongregación y por la salvación de Es-paña.

Deseamos que el testimonio y la in-tercesión de los mártires de Sigüenza y Fer-nán Caballero avive y fortalezca nuestracondición de creyentes, vigorice nuestra es-peranza y encienda nuestra caridad. Ellosson testigos supremos de la verdad que noshace libres. Sin duda, sus actitudes marti-riales son una fuerte invitación a la convi-vencia respetuosa en la pluralidad. Si ellosmurieron perdonando debemos nosotrosrecorrer el camino del perdón, de la recon-ciliación y de la Paz.

«Entregaron su vida

por CristoP. Manuel Mª. Carrasco, cmf

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Ellos son 16 misioneros (un sacerdote, unhermano misionero y 14 seminaristas),martirizados en distintas circunstanciasde tiempo y lugar; pero con una refe-rencia que les une en su vida y en sumuerte. Son misioneros, claretianos,mártires.

El P. JOSÉ Mª RUIZ CANO es elúnico sacerdote. Nacido en Jerez de losCaballeros (Badajoz), se forma para elsacerdocio en los seminarios claretianosde Extremadura y, tras un año de pri-mera experiencia pastoral en Aranda deDuero, recibe su primer y único destino:la formación de los seminaristas menoresen Sigüenza.

Su perfil humano puede dibu-jarse con los rasgos de presencia físicaagradable, salud más bien débil, grancapacidad para la acogida de las per-sonas y para compartir sus alegrías ypreocupaciones. Eso le facilitaba, a pesarde su cierta timidez, una relación sin-cera, respetuosa y fraterna en la comu-nidad y en el ministerio sacerdotal.

La fisonomía religiosa-espiri-tual tiene como base una fina sensibili-dad cristiana, fomentada desde la

familia y desarrollada a lo largo de suvida religiosa y sacerdotal con estos va-lores-clave: Cristo, centro insustituible desu vida, el Corazón de María, que le se-dujo desde su adolescencia y su vocaciónmisionera con ansias de colaborar en laimplantación de Reino de Dios en mediode la sociedad que le dolía en el alma.

La situación de España lehabía despertado desde joven el pre-sentimiento y su disposición al martirio:“Si no fuera de ello indigno, te pediría,Dios mío, la gracia del martirio”, escribíaa sus 19 años. Pocos meses después de suordenación sacerdotal, ante la situaciónsocial y religiosa de España exclamaba:“¡Señor, salva a España, la pobre y aba-tida España!...dadnos tu gracia parabeber el cáliz amargo de la persecucióny el martirio”. El día 25 de julio de 1936,delante de sus seminaristas, se ofrecía alSeñor por mediación del Corazón deMaría: “Si queréis, Madre, una víctima,aquí me tenéis; escogedme a mí, pero nopermitáis que suceda nada a estos ino-centes”.

Todo quedó consumado en latarde del 27 de julio. Tenía 29 años.

Mártires claretianos de Sigüenzay Fernán Caballero.

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P. Eleuterio López, cmf.

En el 75 aniversario de nuestros hermanos mártires«

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Los “MÁRTIRES DE FERNÁNCABALLERO” es un grupo de 14 semi-naristas claretianos, entre 20-25 años,que, juntamente con otros 16 y sus pro-fesores, había llegado a Ciudad Real enmayo, provenientes del SeminarioMayor claretiano de Zafra. Buscabanpaz para terminar el curso. Eran jóvenesllenos de ilusiones misioneras crecidas alrespirar el climade persecuciónreligiosa. Eranmuy conscientesde que podía lle-gar el momentode dar el testi-monio supremode su fe. Algunosde ellos reafirma-ron para siempresu entrega a Dioscon la profesiónreligiosa perpetua un mes escaso antesde su martirio. La casa de los Misioneros Claretianos seconvirtió en julio en su propia cárcel endonde se vivieron sucesos sublimes de es-piritualidad misionera-martirial que, apesar de la estrecha vigilancia a la queestaban sometidos, contagiaba entu-siasmo y ánimo valiente para lo que Diospidiera. Por fin, día 28 de julio salió laprimera expedición hacia Madrid, com-puesta por 14 seminaristas y un grupo demilicianos que les acompañan en todomomento y que ya tenían dictada susentencia de muerte. Al llegar a la pri-mera estación, Fernán Caballero, obli-

garon a bajar a los 14 jóvenes, que eranmuy conscientes de su inmediato destinoy, por ello, se animaban con gritos de“¡Viva Cristo Rey”, “Viva España”, Vivael Corazón de María”! Allí mismo los via-jeros pudieron ver el espectáculo: los ca-torce jóvenes cayeron fulminados por lasdescargas. Cándido Catalán, el másjoven con sólo 20 años, quedó con un

hilo de vida yfue atendidovalerosamentepor algunaspiadosas muje-res y el médicodel pueblo, perofalleció antes demedianoche.

El HermanoMisionero FE-LIPE GONZÁ-

LEZ era de la misma comunidad. Desdeel 30 de julio vivía refugiado en casa desu hermano. El día 2 de octubre fue obli-gado a subir a un coche. Testigos pre-senciales aseguran la serenidad delHermano. Fue fusilado a las puertas delcementerio de Fernán Caballero, mien-tras gritaba a todo pulmón: “¡Viva CristoRey! ¡Viva el Corazón de María! N

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Sollozos y lágrimasde un Cardenal

ace poco, charlando con elPadre Alfredo Mª Pérez Oliver,cmf, surgió en la conversaciónuna anécdota sobre el gran Car-

denal de Toledo don MarceloGonzález y su devoción a losMártires de Barbastro. Me pide elPadre Alfredo que la escriba y laenvíe a la revista "Mártires Clare-tianos" y lo hago con muchogusto.

Don Marcelo vino a pre-dicar varias veces a la parroquiade Santa Engracia, de Zaragoza,donde yo ejercía el servicio pasto-ral como párroco. Una de ellas fueen marzo de 1997 con motivo dela Cuaresma, en la preparación algran Jubileo del año 2000. Ni quedecir tiene que el amplio templobasilical rebosaba de fieles que es-cuchaban con devoción la palabraencendida de don Marcelo.

Para agradecerle su servicio le in-vité a una peregrinación a Barbastro,donde nunca había estado. Aceptó al mo-mento denotando su alegría. El cuatro demarzo, por la mañana, salimos en cochedesde Zaragoza acompañando al señor

Cardenal don Santiago Calvo, su fiel secre-tario, don Alejando Martínez, vicario parro-quial de Santa Engracia y el que escribeestas líneas.

Ya en Barbastro, la primera visitafue a su bellísima catedral. Aunque el viajeno había sido anunciado, nos recibió unacomisión de canónigos y nos llevó a la capi-lla sepulcro del Beato Obispo mártir DonFlorentino Asensio. Arrodillado en las gra-das del altar, don Marcelo comenzó a llorarcopiosamente. Nos dijo que don Florentino

HMariano-Sergio Mainar Elpuente, presbítero

Real Monasterio de Santa Engracia

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había sido su confesor cuando él era semi-narista en Valladolid. Luego le había suce-dido en la canonjía vacante por supromoción al episcopado de Barbastrodonde, a los pocos meses, obtuvo el martirio.Las lágrimas de don Marcelo nos impresio-naron a todos vivamente.

Desde la Catedral le llegamos a laCasa Museo de los Claretianos. Nos recibióel Padre Evencio Zubiri. Al llegar al sepul-cro de los 51 mártires, don Marcelo se arro-dilló, oró un largo rato y se puso a llorar otravez. Con grandes sollozos comenzó a decircon voz entrecortada: "¡tan jóvenes y már-tires! ¡tan jóvenes y santos! ¡Qué lección paramí, pobre pecador!".

Luego recorrió el Museo y se de-tuvo especialmente, leyendo en voz alta yuna a una, las inscripciones que los Mártireshabían dejado antes de su holocausto. DonMarcelo no tenía prisa en marchar de allí.

Nos dijo luego, agradecido, que era la mejorpaga que le podíamos haber ofrecido porsu predicación cuaresmal en nuestra parro-quia.

Aquella noche y de regreso enSanta Engracia, al pronunciar su conferen-cia, muchos oyentes se dieron cuenta de quedon Marcelo, siempre fogoso y brillante, es-taba además profundamente emocionado.El recuerdo de los Mártires había caladomuy hondo en su gran corazón de apóstol.

Y así lo cuento porque tambiénnosotros, sus acompañantes, nos pudimoscontagiar de su profunda devoción y de suemotiva plegaria.

Aquel viaje del gran Cardenal per-vive entre nosotros.

Zaragoza, 23 de enero de 2013

D. Marcelo González con Juan Pablo II

ajo el título “El Martirio en el Añode la Fe”, se han celebrado estas

Jornadas del 9 al 11 de abril en el Salón deactos del Museo de los Mártires Claretia-nos, en Barbastro.

Fueron inauguradas por elobispo de la diócesis y en ellas se sucedie-ron varias Ponencias y Paneles informati-vos en los que participaron familiares dealgunos de los mártires diocesanos, parti-cularmente del que fue obispo deCuenca, don Cruz Laplana, nacido enPlan (Huesca), y de los llamados Curetasde Monzón, Mn. José Jordán Blecua y Mn.José Nadal Guíu.

En otros momentos se recorda-ron a los beatos mártires escolapios y aCeferino Jiménez Malla, “El Pelé”, primergitano beatificado en la historia de laIglesia y que cuenta con una capilla pro-pia en la iglesia parroquial de San Fran-cisco de Asís, de cuya parroquia erafeligrés. Fue beatificado en la misma ce-lebración (1977), con el obispo mártir donFlorentino Asensio, a quien se recordó conafecto en estas Jornadas.

El P. Ramón-Luis Mañas, bene-dictino del la Abadía de Leyre (Navarra)presentó el libro “Crónica de un testigo”,

obra del P. Plácido Gil, sobre los 18 mon-jes benedictinos de El Pueyo, y que van aser beatificados el próximo día 13 de oc-tubre en Tarragona en una celebraciónque incluye la beatificación de 527 márti-res, entre los que se cuentan obispos, sa-cerdotes, religiosos y laicos.

La Coral Barbastrense, dirigidapor D. Julio Broto, interpretó en la iglesiade los PP. Misioneros Claretianos, frag-mentos de obras martiriales en relacióncon las diferencies beatificaciones.

Al final de las Jornadas se pro-yectó un adelanto de la película “Un Diosprohibido”, dirigida por Pablo Moreno yproducida por Contracorriente Produc-ciones basada en la historia de los 51 már-tires claretianos de Barbastro que fueronbeatificados por el Papa Juan Pablo II enel año 1992.

Estas Jornadas han estado dirigi-das por don Martín Ibarra Benlloch, Pre-sidente de la Comisión Histórica para laCausa de los Mártires de la diócesis deBarbastro-Monzón, con la colaboracióndirecta de la asociación cultural HispaniaMartyr, constituida en 1982, la cual tienecomo finalidad primordial la glorificaciónde los mártires españoles del siglo XX, así

Jornadas martiriales

José María Ferrer, presbítero

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como de la Asociación de “Amigos delPueyo”. El subdirector de las Jornadas hasido el P. José Beruete, claretiano, “pintorde los mártires”, quien tiene diversos cua-dros y pinturas sobre la vida y martirio delos claretianos.

Estos hechos martiriales no se re-cordaron como pueden recordarse unoshechos pasados que han quedado en elarchivo de la historia, sino que de algunamanera se han revivido a través de elo-cuentes y sentidos testimonios de personasque, o tuvieron relación directa con algu-nos de los mártires, o han conocido y ha-blado personalmente con familiares deellos. De alguna manera la historia pa-sada se ha acercado hasta hacerse pre-sente a los asistentes a estas Jornadas.

Según sus propios testimonios, han que-dado internamente conmovidos y enri-quecidos espiritualmente por elsignificado concreto del martirio realizadocomo acto supremo de amor a Dios ycomo ofrenda de una vida que se entre-gaba perdonando y bendiciendo a susenemigos.

Jornadas como las que comenta-mos ayudan a mantener viva la memoriade estos gestos heroicos, en los cuales semanifiestan, de manera evidente en losmártires, las tres grandes virtudes que lla-mamos teologales: la fe, la esperanza y lacaridad.

D. Martín Ibarra, Rev. Jorge López Teulón, D. Alfonso Milián, obispo.

mediados del mes de junio co-menzó a proyectarse en lassalas de cine la película “UnDios prohibido”. El momento

no podía ser más oportuno: estamos cele-brando el Año de la Fe y nos hallamos aescasos meses de la beatificación en Tarra-gona de medio millar de Mártires españo-les del siglo XX.

La película ha sido rodada con unpresupuesto económico muy reducido,pero con mucha fe y entusiasmo por partede los actores y productores. He aquí algu-nos testimonios:

“La película es una oración. Unaoración cargada de toda la profundidaddel misterio cristiano: un amor que da lavida por los amigos; una oración de per-dón. Es la memoria auténtica que facilitala reconciliación. Es fiel a la historia. Por-que sitúa en el contexto de las ensoñacio-nes políticas el odio a toda una tradición ytoda una fe. Es lo de siempre, quieren cons-truir un mundo nuevo a base de sangre yfuego, dice el obispo preso en la cárcel…Seobservan nítidamente las discrepancias enel fondo y en las formas del bando rojo ofrente populista: anarquistas, militares fie-les a la República que aún siguen unasnormas, esa parte del pueblo ignorante

cargado de odio que arrasa los templos yquema los libros” (Blas Piñar Pinero, pe-riodista)

“Espero que esta película sirvapara mucho. En primer lugar, para quitarel odio. No es una película partidista enabsoluto. En ella sólo se habla del perdón ydel amor de Dios. Es la historia de un grupode chavales que creen en Dios y que amana los demás, es una historia muy sencilla,no hay nada de política. Un Dios prohibidotendría que servir ahora en España paraaprender a perdonar, a amar y a construirde nuevo todos juntos. Esto es lo que nosenseñaron los mártires. Si además esta pe-lícula sirviese para que se dejara de ver a laIglesia como un enemigo..., ¡sería labomba! Ojalá sirva para que se vea a loscristianos como amigos, que es gente quesólo vela para que tu vida vaya mejor,nada más” (Jacobo Muñoz, intérprete delanarquista Eugenio Sopena).

“En estos tiempos de increencia ycompromisos líquidos, reconforta compro-bar la emoción que todavía suscita entrela gente el descubrimiento de biografías acontracorriente capaces de morir perdo-nando a quienes se disponían a quitarles lavida” (J. L. Celada, Crítico cinematográ-fico).

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“Un Dios prohibido”

Jorge Manuel Ayala, cmf.

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“Los seminaristas claretianos deBarbastro no buscaban la muerte, ama-ban la vida. Querían ser misioneros, edu-cadores, dedicarse a los pobres… pero larealidad les llevó a toparse de lleno conuna intolerancia que nubló el entendi-miento y la voluntad de sus verdugos,quienes habían sido vecinos y amigos.Antes de apostar prefirieron asumir elmartirio y la película ayuda a enten-derlo” (Ángeles Conde, periodista).

“Los jóvenes no deberían dejarde ver esta conmovedora historia deperdón y de amor al Ideal, que cubreuna laguna de nuestra historiografía dela Guerra Civil” (Juan Orellana, crítico ci-nematográfico).

A quienes deseen profundizaren el sentido humano y espiritual de estapelícula, recomendamos la lectura dellibro: Ésta es nuestra sangre, escrito porel P. Gabriel Campo Villegas. Ha sidoeditado por Publicaciones Claretianas.

Visitas al Museode los Mártires.

José Beruete, cmf.

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on la llegada del buen tiempo aumenta el número delas visitas colectivas al Museo de los Mártires. Tam-bién se nota el impacto que está causando la proyec-ción de la película: Un Dios prohibido. C

D. Eusebio Hernández Sola, obispo de Tarazona.

“¡Qué hermosos testimonios de estos hermanos queridos claretianos! Sois

el mejor ejemplo en este Año de la Fe”.

Alumnos del Colegio Larraona

(Pamplona)“No tenemos palabras para describir lo

que hemos sentido en la cripta. Ha sido

una experiencia inolvidable… Que se-

pamos vivir como ellos”.

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«En el 75 aniversario de nuestros hermanos mártires

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Grupo de argentinos

“Hemos conocido la heroica historia de estos Mártires, y les hemos pedido que in-

tercedan por nuestras familias y por toda Argentina”.

Grupo de religiosas indias

“Estos Mártires nos animan a

adherirnos con alegría y con-

fianza a Cristo”

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Damos las gracias a cuantos nos ayudan a difundir el testimonio de Fe, Esperanza y Perdón de los Mártires Claretianos de Barbastro.

Quienes deseen enviar algún donativo, pueden hacerlo a nombre de:

Mártires ClaretianosIBERCAJACuenta: 2085 2154 37 0330404299

GGRRAACCIIAASS

Novicios claretianos

de Granada

“La visita a nuestros queridos

Mártires nos ha dado un gran

ánimo para ser Misioneros

Claretianos. Ha sido un don

de Dios para cada uno de nos-

otros.”

Religiosas Siervas del Hogar de la Madre

“¡Muchas gracias, queridos Mártires! Vuestro testi-

monio nos ayuda y mucho para vivir con fidelidad

nuestra vida religiosa”.

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l Colegio Español “MaríaReina” de Villa del Mar(Chile) tiene a nuestros Már-tires por protectores. Por

deseo expreso de la Directora del Cen-tro, Dña. Juana García Santamaría, secelebró con toda solemnidad la entro-nización de una reliquia de los Márti-res en la capilla del Colegio. Laceremonia se celebró en el Polidepor-tivo del Colegio abarrotado de alum-

nos uniformados como para los gran-des acontecimientos. Presidió la cere-monia el Obispo de Valparaíso. Enrepresentación de los Claretianos asis-tió el P. Fernando Ruz Trujillo, quienademás repartió mil ejemplares de unartístico “comic” a todo color, titulado:“La semilla del Sacrificio”, editado porECCLA. Narra la historia de los Márti-res de Barbastro.

El culto a los Beatos mártires

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Museo Mártires ClaretianosC/ Conde 4 - 22300 Barbastro (Huesca)

Tel. 974 311 146

barbastro@claretianos.eswww.martiresdebarbastro.org

En julio de 1936, el P. José Mª Ruiz Cano estaba alfrente del Colegio-postulantado de los Claretianos enSigüenza. Antepuso en todo momento la seguridadde los niños a él confiados a su propia vida. Al verse se-parado y conducido al suplicio, se despidió de los niñoscon un emotivo: ¡Adiós, hijos míos!, acompañado deuna bendición. Murió dando Vivas a Cristo Rey y a laVirgen María.

P. José M

ª. Ruiz C

ano.