boletin asuntos indigenas aÑo 1996 nº 4 - iwgia.org · sobre los aspectos referentes a la...

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Contenido

EditorialPág. 2

Africa del SurLa verdadera historia

Encuentro con los bosquimanos en Ciudad delCabo

Por Sidsel SaugestadPág. 4

Africa EcuatorialEnfoque sobre los cazadores-recolectores

del Africa Ecuatorial.Los derechos humanos y el desafío del

desarrolloPor Diana Vinding y Espen Waehle

Pág. 13

CamerúnLos pigmeos bakola sometidos a la prueba de

la integración y de la explotación forestalindustrial

Por Tabapssi TimothéePág. 16

¿Convirtiéndose en pigmeoides?Por Stan Frankland

Pág. 22

UgandaLos pigmeos abayanda del suroeste de

Uganda. El fin del camino -y el comienzo.Por: Liz Wily

Pág.26

ParaguaySigue sin tomarse en consideración a la

población indígena. Por Stephen W. KiddPág. 36

BrasilEl gobierno dilata la expulsión de

buscadores de oroPág. 40

Timor OrientalNobel de la Paz para el pueblo de Timor.

Entrevista a José Ramos Horta, ganador delPremio Nobel de la Paz 1996. Por Américo

Antunes, Beto Almeida y Romário SchettinoPág.42

Naciones UnidasLos pueblos indígenas y las Naciones Unidas

La Alianza Internacional de los PueblosIndígenas-Tribales de los Bosques Tropicales e

IWGIAPág. 46

SamilandLa 16a Conferencia de los sami y la

Conferencia de los Pueblos Indígenasde Barent

Pág. 53

Convenio de BiodiversidadDeclaración de los pueblos indígenas del

mundo a la Conferencia dela Biodiversidad Biológica

Pág 56

NOTICIAS BREVES Pág. 58

Por Inger Sjørslev

C uando los científicos sociales teorizan acerca delmundo de hoy, ponen énfasis generalmentesobre los aspectos referentes a la globalización.

No sólo en términos económicos -fundamentalmentenegativos-, sino también en términos de hibridez culturalu homogeneización, transculturalismo, multicultura ymestizaje cultural. El énfasis está puesto en la mezcla deculturas y en la creación de nuevas formas sociales, lasadaptaciones locales a las influencias globales y lasdiferentes reacciones a las fuerzas políticas y económicasque en general dominan el mundo. Por lo tanto no esnada nuevo afirmar que en este mundo poscolonial, elmapa del mundo no está constituido por culturas aisladas,separables y autosuficientes. Si el mundo estuvo algunavez así cartografiado, el colonialismo transfiguró el mapaen tal medida que se hacen necesarios paradigmasbastante diferentes para comprender la variedad derelaciones, la interconexión de lo local y lo global, y lasdiferentes formas de reacción a la mutua interacción,considerando la miríada de influencias.

Este nuevo mapa mundial teorético afecta ob-viamente la forma en que observamos la cuestiónindígena, y más cuando la observamos en un contextoafricano. Es cierto que las imágenes del Africa indígenaque se encuentran en los tres artículos de estapublicación de Asuntos Indígenas destacan otrosaspectos de la situación que enfrentan los pueblos encuestión. Aspectos que se refieren directamente a lascondiciones de supervivencia, las posibilidades dedefender territorios, y formas de combatir la dis-criminación a todos los niveles. Sin embargo, en nuestrointento de elaborar una política para tratar la cuestiónindígena en Africa, IWGIA se ha sentido obligada aenfrentar las interrogantes planteadas por la situacióncultural mundial tal como se analiza y describe en lateoría social contemporánea. No en aras de la teoría,sino para poder comprender mejor la situación de lospueblos indígenas y para elaborar la mejor estrategiaposible para apoyarlos.

En un seminario celebrado en Copenhague ennoviembre de 1996, cuyo propósito era compartir ideaspara la creación de una nueva estrategia regional para elAfrica, se presentaron muchos buenos ejemplos acercade la importancia de considerar la cuestión indígena enAfrica en una perspectiva amplia. Fueron invitadosinvestigadores y expertos sobre Africa, la mayoríaantropólogos, para discutir el tema en base a su trabajoacadémico y práctico en Africa. Aquellos implicados, losrepresentantes de los pueblos indígenas del Africa noparticiparon en la reunión, cuyo propósito era, noobstante, preparar también una conferencia conrepresentantes indígenas deAfrica para discutir los temas.

Uno de los temas discutidos fue el papel del estadoy cómo éste influencia los procesos de indigenización.Aunque el énfasis estaba puesto sobre el estado enAfricaOccidental, el papel y el carácter del estado es de extremaimportancia para comprender la situación de los pueblosindígenas de toda Africa y por cierto en general, yalgunos de los rasgos que caracterizan al estado enAfricaOccidental pueden ser reconocidos también en otraspartes del mundo. En Africa el estado ha sido carac-terizado como un estado sombrío, un estado depredador,gobernado por «la política del estómago». Las relacionesestado-minorías son articuladas a través de vínculospersonales, y la lealtad al líder está más allá de cualquiercompromiso con organismos regionales o de otro tipo.Este tipo de estado es acompañado por una burocraciabasada en la corrupción. Pocas personas tienen accesoa los recursos del estado, y la mayoría es excluida. Laexclusión crea un potencial de violencia social y el

estado es demasiado débil para mantener el control eimpedir la alteración de las formas sociales. Obviamente,esta no es una imagen agradable, y millones deciudadanos africanos, indígenas y no-indígenas, sufrenpor ser habitantes de este tipo de estado, el cual es, sinembargo, en muchos casos, la única forma estructuralposible en el momento, y la alternativa -la disolucióndel estado- constituye una situación que presenta unaimagen aun más desagradable.

Los procesos de indigenización pueden ser consi-derados en el contexto africano enrelación con losproblemas creados por este tipo de estado. Los procesosde indigenización son comprendidos como una serie dereivindicaciones, procesos mediante los cuales algunoseligen elaborar una estrategia política para mejorar susituación, para obtener acceso a los recursos, osimplemente para sobrevivir, alegando el indigenismo.

El concepto de indígena está entonces ligado a unaafirmación dinámica de derechos dentro de lasrelaciones de poder, en vez de una descripción estáticade categorías. En tales casos, puede convertirse en unaherramienta poderosa y dinámica, tal como fue afirmadoen otro seminario celebrado recientemente en Leiden,en el cual fue presentado el trabajo de Tabapssi F.Timothée aquí publicado. En la misma ocasión, seexpresaron algunas críticas sobre el uso del conceptode indigenismo para implicar a grupos que vivenaislados. Los pigmeos, por ejemplo, quienes son el temade dos artículos de este número, están involucrados encomplejas relaciones con los grupos vecinos, política,económica y culturalmente.

Liz Wily escribe sobre un pequeño grupo de pigmeos,los abayanda, llamados batwa por los demás, quienestambién se encuentran en Ruanda, y quienes en el áreadensamente poblada del suroeste de Uganda comprendenmenos de dos mil individuos. Fueron expulsados delbosque y ahora son intrusos en tierras de otros. Siendotan pocos como son, han llegado a representar unproblema para la conservación de los Parques Forestalesde Uganda, y este es un caso lamentablemente claro delconflicto de un pueblo indígena con las concepciones dela naturaleza que implican la preservación de la fauna aexpensas de los habitantes humanos del bosque. Losgorilas antes que los pigmeos, parece ser la actitud, y Wilydice que los conservacionistas o la comunidad local engeneral no aceptarán posiblemente la ubicación deparcelas incluso pequeñas en el borde del bosque para eluso de los pigmeos, ya que esto es considerado unaamenaza para los gorilas.

Sidsel Saugestad escribe sobre los khoesan (san ykhoekhoe), llamados bosquimanos por otros. En abrilde 1996 se reunieron en Ciudad del Cabo en ocasión dela exposición Miscast: Negotiating Khoisan Historiyand Material Culture. Esta exposición causó muchapolémica y ejemplificó de muchas maneras la complejay problemática relación entre los pueblos indígenas yel estado nacional, y entre imágenes y realidad, historiay representación contemporánea.

Los bosquimanos del Sur de Africa son ciudadanosde seis diferentes estados -Botswana, Namibia,Sudáfrica, Angola, Zambia y Zimbabwe- con grandesdiferencias regionales que son descritas en este artículo,el cual también revela cómo la etnicidad está asociadacon el tribalismo y considerada como un obstáculo parael desarrollo nacional. El artículo toca, de esta manera,tanto el tema del estado en relación con el indigenismocomo los problemas de definición y categorización. Talcomo dice Saugestad, «el debate sobre la categorizaciónsocial no es un ejercicio académico abstracto, sino queestá sostenido por la ubicación de la gente en la sociedad,y sus oportunidades de vida». También exponeexplícitamente los desafíos que enfrentan los pueblosindígenas al tener que aprender a dominar la lengua yla cultura de quienes detentan el poder, para ser capacesde defender sus propias costumbres.

Tabapssi F. Timothée escribe sobre los pigmeosbakola de Camerún, cuyas vidas futuras están amena-zadas por la creciente explotación estatal de las áreas

Portada: Foto: Justin Kenrick Versión digital - Realizada por Víctor Toledo Llancaqueo - Chile 2005.

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forestales en las cuales habitan y de las cuales dependen.Como son cazadores y recolectores, sus actividadessocioeconómicas están estrechamente adaptadas alentorno forestal. El actual conflicto surge, entre otrascosas, del hecho de que los recursos son explotados porlos bantú, quienes mantienen una relación de servi-dumbre con los pigmeos. Los bantú consideranevidentemente al bosque, e incluso a los mismospigmeos, como su propiedad, y mientras que lospigmeos han cazado en el bosque con el propósito desobrevivir, los bantú y otros están explotando ahora losrecursos con propósitos comerciales.

Estos casos muestran claramente cómo los indígenasse enfrentan a problemas básicos como la explotaciónde sus recursos, la expulsión de sus territorios, y laexplotación de los hombres y mujeres como fuerza detrabajo y de las mujeres como objetos sexuales. Sinembargo, también muestra cómo la situación de lospueblos indígenas no puede ser comprendida en formaaislada,sino que debe ser considerada dentro delcontexto general de las relaciones con otros grupos, tantoen una perspectiva contemporánea como histórica.

Cuando se discute el tema de la definición y lademarcación de lo indígena, debe tenerse en cuenta todoel espectro. Hay muchos casos que muestran cómo lasoposiciones y las relaciones entre diferentes grupos enAfrica son originadas por circunstancias históricas, y elpanorama étnico de hoy deber ser ciertamente consi-derado en relación con la historia colonial. Al mismotiempo, debe recordarse que aunque el mundo de hoyes generalmente caracterizado como un mundoposcolonial, el colonialismo no es algo del pasado. Dealguna manera ha simplemente encontrado nuevasformas, y en lo que respecta a los pueblos indígenas, lasdiferentes formas de colonización interna son unproblema fundamental que afecta sus vidas.

Los pueblos indígenas incluyen generalmente unavinculación especial con la tierra en su autocarac-terización, y hay mucho de realidad en ello. Sinembargo, esto no excluye a otros grupos, que no seautodenominan indígenas, y que quizás no califican paraeste término en otros aspectos excepto la especialvinculación con la tierra, y los grupos indígenas no sonlos únicos que pueden tener reivindicaciones legítimascon respecto a la tierra y a los recursos que sonamenazados por los intereses comerciales o la explota-ción estatal. La cuestión de cuáles grupos tienen derechoa la tierra, los bosques y las áreas de caza y recolecciónes una cuestión determinada por circunstanciashistóricas, y los indígenas pueden verse obligados, oser lo suficientemente inteligentes, como para haceralianzas con otros grupos en sus estrategias políticas deadquisición de derechos y acceso a los recursos.

Esto está relacionado con la cuestión de cómo lospueblos indígenas se organizan y forman redes detrabajo con otros grupos indígenas o marginales. En elseminario en Copenhague, un investigador relató sobrelos twa de Ruanda, quienes habían formado redes detrabajo con otros cazadores y recolectores del AfricaCentral antes de la guerra que exterminó un granporcentaje de la población twa. Sus posibilidades deorganizarse después de la guerra fueron impedidas, entreotras cosas, por el hecho de que el uso de nombresétnicos es proscrito por el nuevo gobierno. No obstante,los twa están luchando para organizarse y para adquirirla necesaria capacidad organizacional.

Otro ejemplo de las condiciones que determinan lasposibilidades y formas organizativas de los pueblosindígenas es la situación de los tuareg, quienes estáninternamente organizados en un sistema jerárquico,basado entre otras cosas, en la distribución de bienes.El hecho que ellos han basado en cierta medida suorganización política en relación con el estado en estaorganización tradicional, sumado al hecho de que hantenido que relacionarse con cuatro estados diferentesen el marco de los últimos cien años, han creadodificultades para su enfrentamiento con los estados.Sin embargo, ya han logrado negociar exitosamente

con el estado de Mali, y han obtenido la soberanía enalgunas partes.

En el Africa Oriental, el panorama está caracterizadopor una gran cantidad de ONGs que operan en las áreaspastoras, y sólo en Tanzania se encuentran doce diferenteONGs indígenas.

La capacidad organizativa de las organizacionesindígenas siempre ha sido un importante tema paraIWGIA, y uno de los objetivos más importantes de laorganización es facilitar la creación de redes de trabajo yla cooperación entre grupos indígenas más allá de lasfronteras nacionales e incluso los continentes.

La cuestión de la organización y la definición deintereses comunes y la creación de vínculos de solidaridadentre diferentes grupos están también relacionadas conla necesidad de analizar los procesos de indigenización yconcentrar la atención en ésto más que en la cuestión dela definición y la delimitación del indigenismo.

Existen muchas razones por las cuales la cuestióndel indigenismo es una cuestión complicada. En elcontexto africano, indígena es un término que tienesignificados diferentes en diferentes contextos. Algunos,que reúnen las cualidades de indígenas y que en algunascircunstancias se autodefinen así -como cuandoparticipan en el trabajo político en la ONU- se identificande otra manera en los contextos locales, y pueden, porejemplo, como en AfricaOriental autodenominarsepastores. En algunos lugares de Africa Oriental, eltérmino indígena significa local en oposición a losextraños. En otros contextos es un término peyorativo eincluso prejuicioso. A veces se advierte que el términopuede ser malentendido como implicando el tipo depensamiento esencialista que va de la mano con lasideologías fundamentalistas y fascistas.

Es importante tener presentes todas estas modifi-caciones y advertencias, y en una perspectiva analítica,es por cierto útil mantener el proceso de indigenizacióncomo objeto de estudio, en vez de operar con gruposindígenas «autorizados» y pre-definidos. Por otro lado,hoy en día es un hecho bien establecido que el conceptode indígena es en la terminología internacional políticay de derechos humanos, un concepto político, estraté-gico, relacionado con la necesidad de establecerderechos humanos y culturales, con el proceso dedescolonización, con el establecimiento de la generaciónde derechos contra la violación de los derechosindividuales y colectivos. Quién es indígena y quién no,no está determinado por los genes o por la sangre o porlas relaciones con la tierra en sí mismos. En laconcepción analítica del indigenismo, la relación conel estado nacional en su papel actual, con los procesoscoloniales y poscoloniales y con la población dominantey los grupos no-indígenas, son los términos másimportantes a tratar.

Sin embargo, algunos grupos no son cuestionadoscon respecto al alegato de indigenismo, y ésto tienetambién que ver con las características internas de losgrupos, con sus formas de subsistencia, sus estilos devida, su cultura en relación al entorno natural, y porsupuesto, con la autoidentificación. En esta edición deAsuntos Indígenas tratarnos sobre tales grupos en variosartículos. Los pigmeos, los bosquimanos, y otros comolos pastores del Africa Oriental y los nómadas tuaregdel Africa del Norte y Central son indígenas, y ésto estábasado en la autodefinición, en los modos de subsis-tencia y en la relación estructural con el estado.

IWGIA tiene siempre un enfoque más bien pragmá-tico con respecto al tema de la definición. Ante todo, lasdefiniciones utilizadas en el trabajo internacional, ladefinición de la OIT, del Grupo de Trabajo de la ONUsobre Poblaciones Indígenas, y la definición del BancoMundial son instrumentos suficientes para realizar eltrabajo necesario en la política internacional y estatal,para garantizar los derechos indígenas. Segundo, unadefinición inflexible y estática no aporta ningunaventaja, y puede incluso ser peligrosa para la causa. Laconcepción de indígena como aquello que describe acierto tipo de marginación está siempre presente, y

también una constante preocupación de que el trabajopara la causa indígena no termine apoyando elchovinismo étnico. Es preferible, por lo tanto, en laperspectiva analítica, el término indigenización y elénfasis en los procesos que conducen a que algunos seautodefinan como indígenas y sean, por lo tanto, asíconsiderados por otros; y en la perspectiva política, laperspectiva que debe tenerse presente es el hecho deque indígena sea un término que implique la luchalegítima por ciertos derechos.

Recientemente tuve la oportunidad de ver una películasobre los pigmeos del Zaire, Les derniérs des Babinga,de David-Pierre Fila. En la última imagen de esteconmovedor documental, estos habitantes del bosqueestaban sentados en silencio, atentos y preocupados,mientras que los sonidos de las excavadoras, demasiadopróximas, que cortaban los árboles se escuchaban en eltrasfondo. «Están arrebatando los sonidos de nuestrobosque» dicen los babinga, implicando que el bosque ylos pigmeos son inseparables, y que el bosque es laprimera fuente educativa de los pigmeos.

La hibridez cultural, la creolización, la multicultura ylo local y lo global en el aspecto cultural - se podría muybien argumentar que todo ésto no tiene nada que ver conla cuestión del indigenismo y la lucha en la cual lospueblos indígenas están comprometidos. Y lo cierto esque la cuestión indígena es probablemente una cuestiónde capitalismo más que de cultura, de derechos humanosmás que de homogeneidad. Sin embargo, cuando se hablasobre los medios que disponen los pueblos indígenas paradefenderse a través de la organización, mediante alianzasy contactos internacionales, y mediante el conocimientosobre el sistema mundial que afecta sus condiciones devida y su futuro, no se puede evitar de hablar sobre elmapa culturaly social mundial de hoy, en el cual los temasde la autoidentificación y de la afirmación de la identidadcultural son fundamentales. El ser colectivo debe serdevuelto a los pueblos indígenas, como contribución a ladescolonización - descolonización también de las mentesde aquellos que han sido forzados a la dependencia porlos misioneros, los gobiernos, los desarrollistas, los quelos apoyan y una infinidad de otros, quizás con buenasintenciones, pero no obstante con un tipo de ayuda queimplica a veces consecuencias muy desafortunadas parala vida de aquellos a quienes concierne.

En Africa como en todos lados, las necesidadesbásicas de los pueblos indígenas son el derecho a lasupervivencia, el derecho a la tierra y los recursos y elderecho a un tratamiento justo. No obstante, las formasde satisfacer estas necesidades no pueden ser encontradassin tomar en consideración el marco completo de ladinámica cultural, social y política dentro del cual sedesarrollan los intentos de los pueblos indígenas paralograr la justicia. Dentro de este marco, el papel del estadonacional -y repito, ésto está sumamente enfatizado en elcontexto africano- es de gran importancia.

El bien conocido experto británico en asuntosafricanos, Basil Davidson, en un estudio sobre el papeldel nacionalismo y del estado nacional en Africa,describe una imagen menos desagradable del estado quela presentada en el reciente seminario de IWGIA. Sinembargo, no oculta el hecho de que la mayoría de lapoblación ha sido excluida de la participación en losprocesos políticos que formaron los estados nacionalesen Africa. En base a su análisis llega a la conclusión deque «...el motivo de esperanza para esta gente que nopuede permitirse perder las esperanzas, lo cual significala mayoría tal como están las cosas ahora, reside en unau otra forma de política de participación. Esta políticaalega la creación de medios para defender a todosaquellos que viven ahora en el lado perdedor del sistemamundial existente, los pobres y los paupérrimos, y elofrecerles medios de supervivencia». Esto es tambiénaplicable a los pueblos indígenas. Hasta ahora, hanestado en el lado perdedor del sistema mundial, perotodavía también representan una riqueza cultural yhumana para el sistema mundial, una riqueza que seríamuy imprudente ser ignorada por el mundo. q

Encuentrocon losbosquimanosen Ciudaddel Cabo

Losbosquimanosde Africadel Sur seincorporanal debateinternacionalsobreorganizacionesy temasindígenas

E n 1930, Isaac Schapera, decano deinvestigación antropológica en elsur de Africa, hizo un comentario

acerca de los bosquimanos estableciendoque «lo que la implacable persecución amanos de otros pueblos no logró, estálentamente siendo logrado por la en-fermedad y la mezcla racial». Y concluyó:«parece quedar poca duda de que losbosquimanos están desapareciendo comoraza» (1930:40).

Schapera debería haber estado enCiudad del Cabo en abril de 1996. Una delas reuniones de bosquimanos más repre-sentativas de este siglo fue celebrada dentroy en los alrededores del Museo NacionalSudafricano, y demostró, más allá decualquier duda razonable, que los khoesan(san y khoekhoe) todavía existen y que sepuede contar con ellos.(1)

Esto no significa que sus problemasestén resueltos. Por el contrario, el eventoque los reunió, y la presentaciones brin-dadas ante el público del foro, propor-cionaron un avasallante detalle de estosproblemas: de etnocidio y genocidio en elpasado y de las menos violentas, pero sinembargo opresivas, injusticias del presente.

La ocasión la brindó una exposiciónmontada en el Museo Nacional Sudafricano

titulada: Un papel erróneo: lanegociación de la historia yla cultura material khoisan.La exposición examina lostipos de relaciones esta-blecidas entre las comu-nidades khoesan y los eu-ropeos que llegaron paraocupar su tierra. Haciendouso de fotografías, docu-mentos y artefactos, lahistoria es relatada endetalles impresionantes yresumida en una serie deadjetivos condenatorios,describiendo a los bos-quimanos como «enva-rados, desollados, con cica-trices, marcados, despo-seídos, desplazados, ex-plotados, escudriñados,cazados, expuestos, medi-dos y controlados.» (Skot-nes, ed. 1996:364-365).

Los hechos de estahistoria no son muy polé-micos, sólo sumamente

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tristes. Sin embargo, su recapitulación, y laforma de presentación causa polémica. Sibien el objetivo de un acontecimiento comoeste es elevar la consciencia y generar unnuevo interés y comprensión sobre lasituación de los khoesan, muchos fueron dela opinión de que el retrato del pasadohumillante de los khoesan sólo sirve paraperpetuar esta humillación. Tal como lopuso un titular de periódico, ¿es ésto «laverdadera historia - u otra oportunidadpara quedarse boquiabierto?» (Mail &Guardian 19.04.96).

Sin embargo, independientemente dealguno serios recelos relativos a estaexposición, la reunión de las organizacionesbosquimanas de Namibia, Botswana ySudáfrica, en ocasión de este aconte-cimiento particular, fue parte de un procesode toma de consciencia y movilización deuna importancia considerable y duradera.

El tipo de organizaciones presentes enesta ocasión, ejemplifican un conceptocompletamente moderno, encarando lascuestiones bosquimanas en forma aisladasin la compleja y problemática relaciónentre los pueblos indígenas y el estadonacional. La primera organización de estetipo, la Cooperativa de Agricultores NyaeNyae, fue fundada en Namibia hace algunosdecenios, mientras que en Botswana elFondo para el Desarrollo Kuru se haconvertido en el correr de los años en unaorganización desarrollista representativa,seguida, más recientemente, por la forma-ción de los Pueblos Originarios del Kalahari(Saugestad 1996a).

Sin embargo, en Sudáfrica, la impresióngeneral ha sido hasta hace muy poco nomuy distinta de la de Schapera. Losbosquimanos son parte de la historia, susvestigios aparecen en el arte rupestre y enlos registros de Bleek y Lloyd, pero no sonconsiderados parte del panorama contem-poráneo.

Los encuentros de Ciudad del Cabocambiaron esta imagen, juntando una seriede grupos y temas, mostrando la diversidaden el contexto nacional y al mismo tiempola similitud de los problemas experi-mentados. Como otros muchos pueblosindígenas, los 100.000 o más bosquimanosdel sur de Africa pueden ser denominadoscomo un pueblo -dependiendo de loscriterios utilizados- pero son ciudadanos deseis naciones: principalmente Botswana,Namibia y Sudáfrica, viviendo algunos

pocos en Angola, Zambia y Zimbabwe. Lasdiferencias de los antecedentes regionalesson importantes.

Diferencias regionalesSudáfrica:Los primeros encuentros entre los coloniza-dores holandeses y los pastores semi-nómadas khoekhoe (también llamadoshotentotes) del área del Cabo, y los en-cuentros posteriores con cazadores yrecolectores del interior del país, llamadossan o bosquimanos, pasaron rápidamentede la interacción y el intercambio a unatenaz apropiación de la tierra, un procesode decadencia gradual, reforzado porepidemias desastrosas, enfermedades ysequías. La relación desigual resultante creóuna clase diferenciada de gente en unaposición de dependencia permanente,aislados de sus medios tradicionales deproducción y sustento, e igualmente sepa-rados de la participación en la emergentesociedad colona, económicamente do-minante.

La anexión de la tierra fue una carac-terística común de todas las relaciones entrelos colonizadores y los pueblos nativos deSudáfrica, pero las relaciones entre lospueblos khoesan fueron marcadas por unaactitud de hostilidad y desprecio, pro-bablemente no comparables a las actitudescon respecto a los pueblos de habla bantú, nisiquiera durante los peores períodos del«apartheid». Abundan los registros sobre laforma en que fueron considerados: salvajesen apariencia y estilo de vida. Sumado alataque social, económico y físico, vino unprejuicio lingüístico extremo: desde losprimeros contactos, hubo una persistenteactitud «de que la lengua era sumamenteextraña, desagradable, inarticulada, y nohumana» y además, «que la lengua eraimposible de aprender». (Traill 1995:5).

Tales actitudes de desprecio son docu-mentadas extensamente en la exposición«Miscast». Recurriendo a fotografías,documentos y pruebas nunca antes pu-blicados, se muestra el sistemático exterminiode un pueblo a través de imágenes de cabezastomadas como trofeos, colgamientos, víc-timas de la prisión y del hambre. La excesivacuriosidad europea, considerando a loskhoesan como especímenes interesantes, esun motivo recurrente.

Puede haber sido una coincidencia quela exposición abrió al mismo tiempo en

que el Comité por la Verdad y la Recon-ciliación de Sudáfrica comenzó sus ac-tividades, pero es claro que el clima políticode la nueva «Nación Arcoiris» invita a unareconsideración de las relaciones previas,y de muchas maneras, la exposición puedeser considerada como una contribución atal diálogo. Sin embargo, surgió como unejercicio blanco, liberal, exhibiendo yarrepintiéndose de las injusticias causadas«al otro»; y como tal un reflejo de una formasudafricana particular de reinterpretar larelación. Más adelante discutiremos si éstorepresenta la mejor manera de encarar elproblema del futuro.

NamibiaEl desarrollo en Namibia fue similar demuchas maneras al de Sudáfrica, aunque lasuerte quiso que el legado del «apartheid»de la creación de «homelands» (territorios)condujo a la identificación de parte de latierra tradicional de los ju/'hoansi comoBushmanland. Si bien han habido pro-blemas después de la independencia paraafirmar los derechos a las tierras tra-dicionales, y aunque este trozo de tierra sólopuede brindar sustento a una pequeña partede los estimados 40.000 bosquimanos deNamibia, el significado simbólico delcontrol limitado que es ejercitado esconsiderable.

Otro legado del régimen colonial deNamibia son los 4.000 !xu y kwe quetrabajaron para la fuerza Sudafricana deDefensa, y huyeron de Namibia durante laconfusión final de la ocupación sudafricanaen 1990. Desde entonces, esta gente ha sidoubicada en un campamento provisorio delejército, de tiendas de campaña, cerca deKimberley. Constituye el asentamiento debosquimanos más grande de cualquier país,sumamente atípico por la forma de suestablecimiento, pero ciertamente muytípico por quedar fuera del sistema normalde asistencia social establecido por unestado moderno para cuidar de sus ha-bitantes.

6 Asuntos Indígenas

BotswanaLos encuentros en Botswana fueron di-ferentes. Con la excepción de algunasexpediciones comerciales, Botswana nuncaatrajo a muchos colonizadores blancos enbusca de fortunas rápidas. Por lo general,la estructura social deBotswana estaba confor-mada por las bien orga-nizadas tribus twsana quellegaron allí desde el sur yel este, en su mayoría aprincipios del siglo die-cinueve. En las más den-samente pobladas partesmeridionales y orientalesdel país, la población in-dígena bosquimana fuegradualmente integradaen una relación semifeu-dal, mientras que las ex-tensiones de la sabanaseca de Kgalagadi (la grantierra sedienta) fueronconquistadas recién du-rante este siglo, comoconsecuencia en gran me-dida de la apertura denuevas extensiones parala cría de ganado graciasa la mejora de las tec-nologías de perforaciónde pozos.

En el momento de suindependencia, en 1966,Botswana, como muchasotras naciones africanas,tuvo que encarar el pro-blema de la construcciónde la nación. El proyectofundamental era crear unestado nacional unificadoy unitario, tratando deconcretar el concepto oc-cidental de nacionalismoen el contexto de los nue-vos estados africanos, confronteras totalmente ar-tificiales. En este proceso,lo étnico fue asociado conel tribalismo y fue consi-derado como un obstáculopara el desarrollo nacio-nal. La constitución adop-tada garantizaba la «Pro-tección de los derechos ylibertades fundamentales

del individuo... cualquiera sea su raza, lugarde origen, opinión política, color, credo osexo», lo cual en la década de los 60, siendoun estado vecino al «apartheid» de Sudá-frica, constituyó una actitud valiente yvisionaria. No obstante, fue combinada con

una retórica política que menospreciaba ladiversidad cultural de facto de la nación.

Para establecer una nueva entidadpolítica (el estado) e investirla de sig-nificado, los más persuasivos símbolosculturales accesibles eran aquellos aso-

ciados precisamente conaquellos contextos tribaleso étnicos temidos por con-ferir un mensaje divisivo.En una situación concebidacomo una opción entreunidad o diversidad, lasolución, en el caso de Bots-wana, ha sido la excesivacomunicación de una ima-gen de un estado homo-géneo, no racial, no étnico.En realidad, esto ha sig-nificado que la cultura y lalengua de los numérica-mente dominantes tswanahan obtenido la hegemoníay se han convertido en elsímbolo dominante deBotswana como nación. Eneste país, la fuerza moralque respalda esta negaciónde la diversidad cultural hasido probablemente un im-portante obstáculo paracualquier tipo de eman-cipación bosquimana. Losbasarwa simplemente noexisten como categoría enlos documentos y discursosoficiales. Y la ironía de lasituación es que esta pro-fesa negación liberal y nodiscriminatoria de la cul-tura diferenciada de losbasarwa, tiene un efectoperjudicial para su auto-imagen y su potencial deautorealización, muy si-milar a la escandalosa dis-criminación del sistema del«apartheid», más al sur.

Patrimonio comúny diversidad deadaptaciónNo existe una «cultura bos-quimana» común y uni-ficada (ver Barnard 1992),por lo cual existen variosproblemas ontológicos im-

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plícitos en la referencia a ellos como «unpueblo». Los rasgos comunes fueron engran medida atribuidos a ellos por losexploradores blancos y luego por loscientíficos, imputándoles característicasunificadoras tales como tipología física,lengua y la caza y la recolección comoforma de adaptación.

Podríamos preguntarnos la importanciade tales criterios para la situación con-temporánea. Las teorías modernas de laformación de la pertenencia étnica y de laidentidad reconocen la naturaleza subjetivay ecléctica de la selección de criterios deautoatribución: casi no hay límite para loscriterios que pueden ser usados parasignificar (a) comunidad dentro de ungrupo, y (b) su contraste con respecto aotros. Entre los criterios más importantesse pueden encontrar ciertamente los rasgosfísicos, la lengua y la forma de adaptación(frecuentemente una «tradición»declarada,sólo reflejada imperfectamente en prácticascontemporáneas), pero no existe ningunaforma objetiva de decidir su importanciarelativa. Existe una creciente insistenciaindígena, globalmente, que la identidadétnica y el estatus deberían ser auto-atribuibles y ya no más determinadas porla atribución de otros.

Sin embargo, en el caso de los bos-quimanos, hasta el momento han sido lascaracterísticas imputadas a ellos, más quesus propias preferencias, las que hantendido a definir su posición en el panoramasocial. Consideremos entonces brevementesu importancia:

La tipología física era una fácil medidaen los primeros encuentros, ya que lostípicos bosquimanos, hombres y mujeres, sedestacaban por ser distintivamente deestatura más baja, de peso más ligero y detono de piel más claro que los bantú,mostrando además características facialesbien definidas. Los rasgos todavía existen,pero los matrimonios mixtos han des-dibujado las distinciones y su importanciacomo características étnicas.

Todas las lenguas locales del sur deAfrica pertenecen a los grupos lingüísticosbantú o khoesan, y la diferencia de sintaxis,gramática y fonética entre estos dos gruposlingüísticos excede por lejos cualquierdiferencia interna entre las lenguas de cadagrupo. Una importante cantidad de lenguaskhoesan han desaparecido en Sudáfrica, yno se sabe siquiera exactamente cuántas

lenguas quedan. En muchos lugares deBotswana, la lengua mayoritaria estádominando totalmente, tal como sucedióantes en Sudáfrica. Sin embargo, a causa dela importancia de la identificación con unalengua para el sentimiento de identidad ypertenencia de una persona, existen fuertesindicaciones de que la lengua (incluso unalengua hablada por padres o abuelos) siguesiendo un importante criterio de auto-identificación. Los estrechos vínculos entrelos grupos lingüísticos y los grupos socialesse ven también ilustrados por la forma enque los nombres de lenguas son usados paracatalogar a comunidades que ya no hablanesa lengua.

Finalmente, la caza y la recolección hansido generalmente percibidas como unacaracterística definitoria de «los bos-quimanos». Pero no todos los bosquimanosson -o eran- cazadores y recolectores.Recientes investigaciones sobre este modode adaptación han mostrado la elegancia,la adaptabilidad y la ingeniosidad delsistema de conocimiento que lo sustenta.Sin embargo, la concentración en la caza yla recolección ha tendido a ocultar otrasformas de adaptación, tales como la cría deganado a pequeña escala entre los pueblosde habla khoekhoe (hotentotes), la pesca alo largo de la costa del Cabo en el sur y enel Okavango en el norte, el comercio y elintercambio a través del continente. Y, loque es más importante, la concentración enla caza y recolección «tradicionales» distraela atención del hecho más saliente de lasituación contemporánea: que la mayoríade los bosquimanos no tienen tierras, y sono bien trabajadores rurales o desempleados,dependiendo periódicamente de la ayudasocial y de dádivas (particularmente enBotswana), y que están ubicados perma-nentemente en lo más bajo de una sociedadestratificada con una economía moderna demercado en desarrollo.

Una experiencia compartida deser indígenasHoy en día, los estereotipos históricamentebasados se funden con temas sociales yeconómicos contemporáneos. En la plu-ralidad de criterios para la categorizacióny la diferenciación interna, algunas com-binaciones parecen ser más plausibles queotras. El debate sobre la categorizaciónsocial no es un ejercicio académico abs-tracto, sino que tiene su sostén en la

ubicación de la gente en la sociedad y susoportunidades de vida.

En Botswana este debate se concentraen la legitimidad: no es legítimo identificara la gente en base a la raza, color, credo,etc. En mi análisis del Programa de Desa-rrollo de Area Remota en Botswana(Saugestad 1996b) he destacado el de-safortunado efecto, sobre el grupo objetodel programa, de ser definidos por criteriossocioeconómicos negativos, destacando loque no poseen, (vivir fuera de las aldeas,no hablar setswana, falta de acceso al agua,la tierra, el ganado, y no disponer deorganización política), en vez de en tér-minos de las calificaciones culturales queen realidad poseen (conocimiento ex-cepcional de la naturaleza, una orga-nización social igualitaria y de atención,ricas tradiciones orales, etc.). De estamanera, el fortalecimiento de este grupo seve obstaculizado.

En Sudáfrica se da un debate similar entorno a la autenticidad. El discurso suda-fricano distingue entre khoekhoe y san,siendo los últimos considerados como losauténticos (aunque extintos en gran me-dida) bosquimanos, mientras que losdescendientes de los cazadores y pastoresde lengua khoekhoe, actualmente cono-cidos como nama y griqua, son consi-derados menos típicos, ya que en algúnmomento del pasado poseían algo deganado. Sin embargo, lingüísticamente lalengua nama es más cercana a la naro, unade las lenguas más ampliamente usadas enBotswana, y es cercana también a la g/wi,hablada por los bosquimanos «arque-típicos» de la Reserva de la Fauna delKalahari Central. (También se hablabagriqua, pero esta lengua ha casi desa-parecido).

Los griqua constituyen un grupo vocalbien organizado, y algunos de sus miembrosfueron a Ginebra a presentar su caso frentea la Comisión de Derechos Humanos en1995. Más tarde durante el mismo año,entregaron un memorándum a NelsonMandela, exhortando al gobierno a imple-

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mentar medidas para encarar la «vul-nerabilidad como minoría indígena» de losgriqua, y solicitando una representación desus líderes tradicionales a nivel de gobiernocentral, provincial y local. El recono-cimiento como indígenas en términos de lacodificación de los Derechos Humanos delas Naciones Unidas plantea grandes ycomplejas interrogantes en el contextosudafricano, las cuales no pueden seradecuadamente encaradas aquí. El puntoa destacar es que el tema ha sido pre-sentado. En forma predecible, la contraargumentación dice que los griqua no sonbosquimanos auténticos, ni siquiera autén-ticos hotentotes, sino de origen mixto,habiendo comerciado con los boers yasimilado su lengua y religión hace unosdoscientos años.

Entonces, ¿cuáles criterios pueden serimportantes hoy? Una respuesta fácil esque esto no se puede determinar desdeafuera. Otra respuesta es fijarse menos enlos vínculos del pasado y más en la expe-riencia compartida de ser indígenas en lasituación contemporánea.

Los miembros de las nuevas organi-zaciones indígenas, lo cual constituye unfenómeno global, tienen dos cosas encomún: la experiencia de estar en unasituación desventajosa en comparación conuna mayoría nacional, y el reconocimientode que esta desventaja está relacionada conla situación estructural de ser indígenas. Enlos nuevos movimientos se mezclan lasviejas características y las nuevas dimen-siones. Los problemas comunes de serindígenas son experimentados en Sudáfrica,Namibia y Botswana, casi de la mismamanera en que se dan en Nueva Zelanda,Australia, Escandinavia y muchos otroslugares. El criterio común de pueblosindígenas es el mismo: minoría numérica,no dominante, es decir, ninguna influenciaen la formulación de políticas de losrespectivos estados nacionales, y unarelación con la tierra que no se ve reflejadaen las reglamentaciones del uso de la tierra,tal como han sido establecidas por losestados nacionales. En una conferenciasobre pueblos indígenas de Africa, auspi-ciada por IWGIA en Copenhague en 1992,se dejó claro ésto:

Cada una de las presentaciones rea-lizadas en la conferencia testificó sobreel tratamiento discriminatorio acordadoa los pueblos indígenas por las pobla-

ciones dominantes de los países... Laidentidad indígena era una realidadsocial experimentada ya fuera cons-cientemente reconocida y parte deldiscurso público y político, o no».(Weber et. al. 1993)

Esta situación está caracterizada por unacombinación de actitudes: en general unaactitud despreciativa de la mayoría, fre-cuentemente combinada con discrimi-nación y/o estigmatización, puesta enpráctica en interacción, aunque no fun-damentada en ninguna legislación o regla-mentación formal. Las premisas de lainteracción están establecidas por lamayoría, y el conocimiento y la com-petencia de los indígenas no son con-siderados como calificaciones en el sistemaeducativo, en el mundo laboral o en elsistema político.

El resultado es: un síndrome familiar delos pueblos indígenas, con una marginaciónsocial y geográfica acompañada de unadesproporcionada frecuencia de malessociales: pobreza e impotencia, abandonoescolar, alcoholismo y violencia, apatía ydesesperación.

Negociando su presenciaLa nueva ola de movimientos de pueblosindígenas está basada en un reconocimientode la naturaleza común de estos pro-blemas. En esta situación, la realizaciónde la exposición Miscast sirvió como unexcelente telón de fondo para quediversos grupos se presentaran ellosmismos comentando -y criticando- laexposición. Por ejemplo, la ConferenciaNacional Griqua criticó la falta deconsulta con organizaciones antes de laexposición y lo que ellos consideraroncomo un «retrato deshumanizado» de loskhoesan:

«Nos complacen todos los intentos deexponer el impacto colonial genocida ydevastador sobre los khoesan... peronos entristece que las instituciones no-indígenas persistan en capturar yexponer nuestro pasado para su propiaabsolución» dijo el representante,Mansell Upham. «No se hace nada paraencarar o revertir realmente las horri-bles injusticias históricas que continúanexistiendo y... esperamos el día en quelas instituciones no-indígenas asistanactiva y constructivamente en poner fin

a la marginación de las PrimerasNaciones de Africa del Sur». (2)

El Movimiento Cultural !Hurikammacondenó también la exposición:

«Estamos cansados de que se exhiba agente de piel oscura desnuda a lasmiradas curiosas de los ricos blancosen busca de conversaciones de so-bremesa. En la exposición fuimosexpuestos a otro intento de tratar a lagente de piel oscura como objetos. Laexposición no hace nada para oponersea las fuerzas que trataron, y estántodavía tratando, de conquistar a loskhoesan. En cambio, es otro símbolo denuestra situación como pueblo con-quistado».

Otros grupos adoptan una actitud de mayoraceptación. El Consejo RepresentativoKhoesan (KRC), con sede en Kimberley,que representa a los namas, korannas, !xuy khwe y otros grupos san de la Provinciadel Norte, dijo que la exposición podríajugar un papel importante en el «despertar»del nacionalismo khoesan.

«Podemos estar amenazados, perotodavía no estamos extinguidos» dijo elrepresentante del KRC Martin Engel-brecht.

«Los blancos nos enseñaron a con-siderarnos inferiores, a negar nuestrolegado khoesan, pero lo estamos re-clamando de nuevo. Como será im-posible para el gobierno devolver alpueblo khoesan lo que ha perdido,creemos que la mejor forma de com-pensar a los descendientes khoesan eshacerlo mentalmente - devolverles elorgullo sobre su pasado.»

Una cuestión de dignidad¿Cómo se devuelve «un orgullo del pasa-do»? ¿Es la mejor manera exponer la.humillación? ¿Puede la exposición de lasinjusticias del pasado producir una suertede catarsis para aquellos relacionados conlas víctimas - contemplar el mal y superarlo,o perpetúa ésto la relación desigual?

Uno de los elementos de la exposiciónera cubrir todo el piso de una sala condiversas imágenes y textos. Paul de Wet,representante de los namas en el Rich-tersveld, RSA, habló sobre los sentimientosde vergüenza y humillación que éstodespertó: «robaron a mis ancestros y

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pusieron sus rostros en el papel y ahoratengo que caminar sobre esos rostros en elpiso».

Hunter Sixpence y Selinah Magu, ambosdel Fondo para el Desarrollo Kuru, in-formaron sobre algunos de los sentimientosambivalentes de los visitantes khwe:«aunque estamos impresionados y esdoloroso, creemos que es bueno que lagente lo vea. Otorga fuerzas a nuestrosjóvenes para levantarse. Esto no deberíasuceder nunca más». También se expresóla opinión opuesta: «en el futuro, cuandolos niños vean a un bosquimano, pensaránde nosotros de la mala manera en quehemos sido exhibidos en esta exposición.Esto es un gran insulto para nosotros».

Como parte de este debate más amplio -sobre las políticas culturales- los griquaestán actualmente alegando un asunto deconsiderable significación simbólica: so-licitan la devolución de los restos de SaartjieBaartman. La infortunada mujer, dotada deuna parte posterior considerablementeprotuberante, fue llevada a Europa, ex-puesta desnuda en Londres y París, y murióen 1815 de sífilis. El Musée de l'Hommeguarda un molde de yeso de su cuerpo (yano más expuesto) y algunas de las partesde su cuerpo, pero hasta entonces se hanegado a devolver los restos. El retorno delos restos de Baartman se ha convertido enun punto agitativo para los griqua, quienesconsideran el tema como un emblema delsometimiento y la pérdida de identidadsufrida por el pueblo khoesan bajo elcolonialismo. De todos los pueblos deAfrica del Sur que son de ascendenciakhoesan, los griqua son los que másenérgicamente afirman su identidad yrastrean su ascendencia hasta los tiemposprecoloniales (Mail & Guardian, 15 dediciembre de 1995).

Enfrentando el futuroSe puede decir que reunir a las organi-zaciones en lo que fue llamado un «Foropúblico» al día siguiente de la aperturaoficial puede haber constituido una especu-lación de corrección política, pero fue sinlugar a dudas un acontecimiento muyvalioso. Un panel de oradores había sidoinvitado a preparar declaraciones, otroshablaron desde la platea.

Kamana Phetso, del Fondo para elDesarrollo Kuru, Botswana, se refirió a ladécada de esfuerzos desarrollistas y sobre

lo que necesita hacerse en el futuro. Kuruha estado implementando programas dedesarrollo centrados en la cultura, lahistoria y el arte, además de programas decapacitación pre-escolar y programasagrícolas. Los problemas han sido muchos.y han sido minuciosamente analizados:problemas para desarrollar una direccióna la luz de los celos; la necesidad demantener la transparencia en la medida quela organización crece; el alcoholismo; y ladependencia a causa de que mucha de laasistencia ha sido otorgada en forma gratis.El plan es ahora procurar el desarrollo ados niveles: apoyar actividades dedesarrollo de base comunitaria en lospoblados/aldeas del distrito, y transformara Kuru en una organización popular deayuda al desarrollo para todas las comu-nidades.

Kipi George, de la Región Caprivi.Namibia, presentó al nuevo Grupo deTrabajo para Minorías Indígenas en Africadel Sur (WIMSA). Este está siendo establecido como una organización coor-dinadora regional con el objetivo devincular a los san de todos los países de laregión, a través de sus organizacionesrepresentativas nacionales. Sobre la ne-cesidad de tal organización, Kipi Georgecomentó:

«El gobierno de nuestros padres teníasu oficina bajo un árbol. Ese era el lugardonde se discutían los asuntos, setomaban las decisiones y se hacía lo queotros podrían llamar hoy política.Seguimos discutiendo en esas ma-ravillosas oficinas sombreadas durantedemasiado tiempo. No tomamos enconsideración que otra gente, que habíallegado para compartir nuestra tierra,también discutía y tomaba decisiones.Aún hoy, nuestras voces no son muyfuertes y son raramente escuchadas. Sinorganizaciones apropiadas», dijo,«discutiremos por lo más allí dónde sólolos árboles nos escuchen».

Otros oradores presentaron temas locales:Sophia Jacob, de Aminus Corridor 17 enNamibia, compartió algunas experienciasde un trabajo conjunto entre una comu-nidad !xo y una compañía turística, y unrepresentante de la Reserva Privada de laFauna Kagga Kamma la describió como unlugar dónde él y su pueblo trabajaban,mientras que todavía estaban en busca de

tierras que pudieran ser propias. El reve-rendo Mario Mahongo, representante delos !xu y khwe, subrayó la importancia deque este encuentro reuniera a tantos gruposy la necesidad «para los movimientosindígenas de Africa del sur de encarar todala cuestión del colonialismo y el despojocultural». En la apertura oficial celebradael día anterior, /'Angn!ao /'Un, el ca-rismático presidente de la Cooperativa deAgricultores Nyae Nyae de Namibia,pronunció el discurso de apertura de-clarando «no queremos ser otra vez es-clavos en nuestra propia tierra», re-firiéndose al desarrollo de una nuevaorganización en Bushmanland Oriental.

Los oradores del foro representaban unaserie de organizaciones, desde fondos bienestablecidos y registrados hasta mo-vimientos nacientes de base comunitaria.Está en la verdadera naturaleza del procesoinformado aquí, que algunas de estasorganizaciones desaparecerán, y surgiránciertamente otras nuevas. Las líneas dealianzas se están conformado lentamente,y todavía cambian. La experiencia com-partida se establece cada vez más como unabase común.Tal como concluyó Sixpence:«se deberá realizar una próxima exposiciónque muestre nuestra LUCHA DE HOY».

Viaje a GinebraHabía un grupo que no estaba presente enCiudad del Cabo, pero sí lo estaba en lostitulares de los periódicos más o menos almismo tiempo. John Hardbattle y RoySesana, de los Pueblos Originarios delKalahari, presentaron la amenaza deexpulsión de la Reserva de la Fauna delKalahari Central a la Comisión de De-rechos Humanos de las Naciones Unidasen Ginebra. El caso ha sido un tema latenteen Botswana durante muchos años, yconcierne el supuesto choque de interesesentre los habitantes locales restantes y eldeseo del estado de promover la minería yel turismo en el Kalahari. El gobierno utilizacomo argumento la asistencia social, que nose puede brindar a gente que vive tan

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diseminada como en el Kalahari Central;mientras que existe un temor claro y biendocumentado entre muchos de los queviven en la Reserva de que el gobiernoretirará los pocos servicios brindados, yeventualmente llegará a su remoción total.

El llevar el caso a Ginebra mostró laestrecha interrelación entre los temasnacionales y el trabajo internacional. Al ira Ginebra, las organizaciones locales sebenefician de los logros de sus «hermanosy hermanas» indígenas a través de supersistente trabajo de «lobby», en forma deconvenios internacionales (OIT) y de-claraciones (ONU).

La crisis más inmediata en torno a laReserva de la Fauna del Kalahari Centralparece ahora resuelta. A fines de mayo, elComisario del Distrito de Ghanzi aseguróa los embajadores de Dinamarca, Noruega,EE. UU. y al Alto Comisario de GranBretaña, que las autoridades no teníanninguna intención de desplazar forzo-samente a ningún habitante de la Reserva,y que los servicios básicos serían brindadosen forma continuada dentro y fuera de laReserva.

El apoyo internacional a los PueblosOriginarios del Kalahari en este tema (enEE.UU. y Europa) ha sido abrumador, perono libre de problemas. El precio que tienenque pagar organizaciones como PueblosOriginarios del Kalahari al apelar a lacomunidad internacional es la crítica localpor no seguir los procedimientos estable-cidos y tratar de trabajar a través delsistema político vigente. Sin embargo, talcomo saben todos los que defienden a losindígenas, este es un caso de «haga lo quese haga, estará mal». Cualquier gobiernodemocrático, y el de Botswana no cons-tituye ninguna excepción, ignorará re-clamos de organizaciones pequeñas, pro-blemáticas y marginales, que no gozan deun lugar reconocido dentro de la estructurapolítica, mientras que no hayan reper-cusiones políticas.

Perspectivas y problemasLa reivindicación de la aboriginalidad es untema problemático en cualquier país, peroespecialmente en Africa. Las organi-zaciones indígenas de Africa del sur estánenfrentando importantes problemas in-ternos y externos. Internamente estándispersos en seis naciones con los resul-tantes problemas logísticos a través de lasfronteras internacionales, las fronterasidiomáticas, las largas distancias que losseparan, los pequeños recursos para eltransporte, y el hecho de que la mayoría delos poblados se encuentran fuera delalcance del teléfono. El haber experi-mentado durante siglos la pérdida en unalucha contra un estado nacional expansivo,ha tenido como resultado que muchosindividuos estén decepcionados y des-moralizados. Todas las organizaciones estánen un estadio muy temprano de su evo-lución, en el cual la necesidad de contactoy consolidación entre los grupos dispersoses la preocupación fundamental. Una vezque este proceso haya avanzado un pocomás, surgirán previsiblemente nuevasdivisiones internas, alegando, p. ej., ideo-logías y estrategias «pluralistas» versus«integracionistas» (Paine 1991).

La elección de estrategias dependerámucho de cómo se encare el desafío básicode estas organizaciones: cómo estableceruna nueva definición de la relación con losestados nacionales de los cuales sonciudadanos. El objetivo es ser reconocidoscomo representantes legítimos, y partes delas negociaciones complementarias. Ningúngobierno ha dado la bienvenida en formavoluntaria al establecimiento de orga-nizaciones indígenas, las cuales se aco-modan incómodamente a los sistemas delorden establecido; aunque la mayoría de lasnaciones creen que tales organizaciones soncorrectas, que realizan una contribuciónvital al proceso democrático general. Lasnecesidades básicas son bastante claras:derechos reconocidos, acceso y controlsobre la tierra, la oportunidad de lograr unaexistencia justa.

La reacción hasta ahora de los respec-tivos gobiernos de Africa del sur ha sido,en el mejor de los casos de una aceptacióna regañadientes, más permisiva que afir-mativa.

Los estereotipos populares sobre losbosquimanos como «los inofensivos»parece ser un obstáculo adicional para

obtener el reconocimiento. Cuando elrepresentante legal griqua Mansell Uphamusa la jerga legal, o John Hardbattle llega alos titulares del Washington Post, sonacusados por igual de no ser auténticos nitípicos. Cierto, la forma bosquimana«apropiada» de presentar un argumento espor conversaciones dilatadas con énfasis enla consulta y el consenso, no importa cuántotiempo ésto pueda llevar; pero, comoobservó sardónicamente Kipi George,discutir de esta manera sólo deja a losárboles como escuchas. La inevitable eirónica conclusión hecha por las orga-nizaciones indígenas de todo el mundo esque para defender los valores inherentes ala cultura propia, hay que compenetrarsecon la lengua y la cultura de aquellos queestán en el poder. Independientemente decualquier retórica sobre igualdad, laresponsabilidad de cruzar la línea divisoria,de adaptarse, está siempre a cargo de laminoría.

Estos tipos de problemas, tal como estánsiendo ahora enfrentados por las orga-nizaciones indígenas de Africa del sur sonfamiliares desde la perspectiva de lasdemocracias occidentales, pero poseen unadiferencia notable. Mientras que la dilatadalucha de los saami, los inuit y los indios, losmaori y los aborígenes, se remonta décadasatrás, la velocidad con la cual está cam-biando el panorama político del sur deAfrica es impresionante. El problemaactual de los nuevos líderes no es cómointegrarse al «jet set internacional» depueblos indígenas, sino cómo transformaresos vínculos internacionales en unamovilización de base «a la antigua». Ha sidouna fuerza del movimiento internacional yaque el proceso ha funcionado en ambossentidos: las organizaciones locales ynacionales han logrado una comprensiónen los foros internacionales, la cual a su vezha brindado apoyo moral, y muchas veces.,también práctico, en casos nacionalesparticulares. El desafío futuro es mantenerel impulso de Ciudad del Cabo, de Ginebra,y devolverlo a aquellos que tanto necesitandisponer de una forma de expresión, yasegurar que sus voces sean escuchadas.

Notas1) Una anotación sobre terminología. Todoslos trabajos famosos sobre los bosquimanosincluyen una discusión sobre cuál términoes el más apropiado para usar (bosqui-

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manos, khoesan, san, basarwa), pero hastaahora este debate ha tratado de decidir cuáltiene (las menores) connotaciones despec-tivas de acuerdo al origen etimológico ehistórico de los diferentes términos. Misposición es que cualquier término usadopara expresar actitudes negativas respectoa un grupo tendrá una connotación nega-tiva. A este respecto, ninguno de lostérminos es mejor o peor que el otro, y losusaré todos.

No existe ni un solo término autore-ferente, pero la palabra naro (KhoesanCentral) «khwe» o «kwe» (que significapersona) es actualmente una fuerte can-didata para transformarse en un términounificador. La elección de etiquetas no esirrelevante, pero el debate necesitará seguirsu curso antes de que se pueda alcanzar unconsenso sobre estos temas.2) Todas las citas sin referencias sontomadas de materiales entregados duranteel foro y de mis propias anotaciones.

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Skotnes, Pippa (ed) 1996: Miscast. Negotiating thePresence of the Bushmen. Ciudad del Cabo;University of Cape Town Press.

Traill, Anthony 1995: «The Khoesan Languages ofSouthAfrica» en R. Mesthrie (ed) Language andSocial History. Studies in SouthAfrican Sociolin-guistics. Ciudad del Cabo; David Philip, ps. 1-18.

Weber, Hanne, Jens Dahl, Fiona Wilson y EspenWaehle (eds) 1993: «... Nunca bebas del mismo

cántaro». Actas de la conferencia sobre PueblosIndígenas en Africa. Tune, Dinamarca 1993.Documento IWGIA No.15, Copenhague; IWGIA- Grupo Internacional de Trabajo sobre AsuntosIndígenas.

Sidsel Saugestad es docente de la Uni-versidad de Troms0, Noruega. q

Necrológica para Komsthay John Hardbattle de los n/oakwePor Arthur Krasilnikoff

A comienzos de noviembre, Kgeikani Kweni (First Peoples of Kalahari) con sedeen Botswana, perdió a dos prominentes miembros fundadores, Komstha yJohn Hardbattle.

El fallecimiento de los dos es de suma importancia para la primera organizaciónpolítica indígena del Kalahari. Desde sus comienzos en abril de 1992, la organizaciónha perdido cinco de sus miembros fundadores, dejando sólo dos al frente de la misma,Roy Sesana y Aron Johannes. En la reunión de la dirección del pasado mes de noviembrese eligió un nuevo consejo directivo, con Roy Sesana como Presidente. Aron Johannescontinúa siendo el director del programa de creación de consciencia.

Komstha, de los tsaukwe, se estableció en la estación misionera D'kar a fines de ladécada del sesenta, convirtiéndose más tarde en un importante contribuyente a lacreación del fondo cristiano para el autodesarrollo, Kuru, en D'kar a mediados de losaños ochenta. En 1992 Komstha formó parte de una delegación n/oakwe invitada a unSeminario de la Sociedad de Botswana sobre desarrollo sustentable en el Kalahari. AllíKomstha comenzó su discurso con las siguientes palabras que ahora son citadas comolas palabras que marcaron el cambio de la política del Gobierno de Botswana relativa alos n/oakwe (los san): Hace 26 años Botswana ha estado progresando, pero nosotroslos n/oakwe, la gente roja, hemos retrocedido. Luego continuó expresando que los n/oakwe deben controlar sus propios recursos, no quieren mendigar más. Ayúdennos,ayúdennos. Quieren espacio para ellos mismos, para poder ayudarse a sí mismos. Estas palabras dieron impulso a las organizaciones querecién habían sido creadas la semana anterior.

Komstha fue a ver a su sobrino, John Hardbattle, a comienzos de marzo de 1992 y le pidió que ayudara a los n/oakwe. Quería que abrieralas puertas para que la gente roja pudiera disponer de una voz. John Hardbattle estuvo de acuerdo y en el lapso de unas pocas semanas laorganización vio la luz por primera vez: la invitación al seminario antes mencionado. John Hardbattle actuó de intérprete y recreó las palabrasde los n/oakwe en un inglés que fue tan impresionante y fuerte como las palabras originales. Komstha falleció como presidente del consejodirectivo de Kgeikani Kweni.

John Hardbattle era hijo de madre n/oakwe y padre inglés. Aunque todos vivían juntos en el establecimiento ganadero propiedad del padrede John, él creció junto con su abuela n/oakwe, tal como es costumbre entre los n/oakwe, junto con sus dos hermanas y un hermano. Su padrefalleció en su adolescencia y el viejo mundo se detuvo. Las opiniones racistas de los blancos penetraron las tierras n/oakwe del Protectoradocolonial de Bechuanalandia. Conciente de ésto, su padre se había encargado de enviar a sus hijos a Inglaterra para otorgarles una oportunidadde educarse y disponer de una vida libre. Durante sus últimos años, su padre luchó enconadamente para lograr que algo de la tierra n/oakwefuera reservada para el puebla pero falleció antes de poder lograrla Tanto por parte de padre como por parte de madre, John Hardbattle heredóun fuerte compromiso con su pueblo. Este se hizo presente cuando retornó a Botswana a comienzos de dos años setenta para hacerse cargode la administración de las tierras de su padre. Alrededor de 1980 tomó parte de la creación de una empresa artesanal que se ha convertidoahora en Gantsi Craft, una organización orientada hacia la sustentabilidad de los n/oakwe a través de la producción artesanal. A través de losaños, se ha convertido en más y más exitosa. La creación de la organización Kgeikani Kweni (First Peoples of Kalahari) cambió su vida. A partirde entonces se encargó de la tarea de servir a los n/oakwe en su lucha por el reconocimiento como pueblo indígena y por el reconocimiento desus derechos. En los próximos años realizó conexiones con otras organizaciones indígenas y con el subcomité de la ONU para los derechosindígenas e hizo avanzar la posibilidad para que los n/oakwe tuvieran su propia voz en la comunidad internacional. Participó y habló enconferencias y reuniones sobre los derechos humanos, tanto en Botswana como en el extranjero. Su educación le brindó la oportunidad desalvar el abismo entre dos culturas, la civilización occidental y la cultura n/oakwe. Al final de su vida estaba luchando arduamente para obtenerel reconocimiento de su pueblo a través de la creación de un consejo nacional que pudiera actuar como negociador con el gobierno deBotswana para obtener derechos territoriales así como derechos culturales y religiosos para los n/oakwe. Su última tarea fue tratar de lograr que laReserva de la Fauna del Kalahari Central, originalmente destinada como área reservada para los n/oakwe, fuera asegurada para la gente que vivíaallí e impedir la expulsión que los había amenazado desde 1986 a través de una decisión gubernamental. Falleció en el medio de la lucha. Su pérdidaes un gran peso para el pueblo, porque carecen en este momento de un líder que pueda combinar la comprensión de dos culturas diferentes.

Para nosotros, que lo conocimos, él no era sólo un líder político, era también un gran relator de historias y un experto eminentemente capazen todos los aspectos de la cultura n/oakwe, una persona cálida y amable con un incurable sentido del humor.

Con la muerte de Komstha y John Katé Hardbattle IWGIA ha perdido dos amigos invalorables y su colaboración en todos los esfuerzos parareivindicar los derechos de los pueblos indígenas y yo he perdido dos grandes amigos y a los dos líderes n/oakwe que dieron los pasoscruciales para extraer a los n/oakwe de la invisibilidad en la que estaban inmersos desde la independencia de Botswana en 1966, y ponerlos alfrente de la discusión política de Botswana. Pusieron los temas en el orden del día. Su esfuerzo hizo posible y significativo que otros batswanapasaran al frente y apoyaran sus intereses. Ojalá qué esta gente tenga éxito.

Komstha falleció el 5 de noviembre, casi a los 65 años. John Hardbattle falleció el 12 a los 51 años.

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E n el Africa Ecuatorial existe unacantidad de grupos que basan, o lohan hecho, de alguna manera su

subsistencia en la caza y la recolección. UnColoquio Internacional en Leiden, enoctubre de 1996, se concentró sobre lacategoría mejor conocida de tales caza-dores-recolectores: los llamados pigmeos.El evento fue organizado por la Escuela deInvestigación CNWS, Escuela para Es-tudios Asiáticos, Africanos y Amerindios,de la Universidad de Leiden y reunió a unas50 personas. En el mismo se presentaron28 trabajos (se planea una publicación delos mismos). Aparte de cuatro inves-tigadores africanos de Camerún, la mayoríade los investigadores participantes eraneuropeos, japoneses y americanos. Dosrepresentantes twa que habían sido invi-tados, no pudieron asistir debido posi-blemente a los actuales problemas en laRegión de los Grandes Lagos.

Siendo una conferencia de investigación,los trabajos abarcaron desde detalladoscasos de estudio del asentamiento depigmeos en aldeas hasta estudios demusicología, lenguas y cuidado de niños.Aquí nos concentraremos en los trabajos ylas discusiones relativos a los derechoshumanos y los desafíos desarrollistas en elAfrica Ecuatorial.

El Coloquio se centró en torno a lospigmeos de Camerún, y en menor medidade Zaire, Gabón, República Central Afri-cana, Uganda y Congo. Las razón de queCamerún fuera el centro de atención sedebió probablemente al hecho que losorganizadores estaban todos compro-metidos en un gran programa de inves-tigación sobre temas ambientales - Tro-penbosh- financiado por el Ministerio deRelaciones Exteriores de Holanda, el cualcomprende a los pigmeos bakola de la partesuroccidental del país. Los bakola son elgrupo mayor (40.000). Los otros grupos -

los bangyeli en el sureste, los baka que vivenen el sur y el este y los madzan en la partecentro-occidental- totalizan un poco más de30.000 individuos. Las estimaciones de lapoblación total de pigmeos de AfricaCentral van desde 150.000 a 250.000. Talesgrupos se encuentra en el bosque tropicaly en la sabana en Camerún, Guinea Ecua-torial, Gabón, Congo, Zaire, Angola,Zambia, Uganda, Ruanda y Burundi. Lacondicionante regional del Coloquio fuedebatida, y la conclusión fue que existe unadefinitiva necesidad de ampliar el espectropara incluir a todos los grupos del área enfuturas discusiones. No sólo existe unanecesidad de ampliar la perspectiva re-gional como tal, sino también de lograr laparticipación de las comunidades pigmeasy darles expresión en las discusiones.

En una presentación de corte regional,James Woodburn discutió dos dimensiones:la necesidad de enfrentar la discriminaciónlocal y nacional de los pigmeos y los temasrelativos a los derechos a la tierra. Exhortóa los investigadores a presentar trabajos yopiniones sobre temas de actualidad y sobreel futuro, no contemplando solamente elpasado. En toda el Africa Ecuatorialencontramos explícitos estereotipos ne-gativos de los pigmeos, una serie deejemplos de negación de derechos ydiferentes formas de segregación entre lospigmeos y otros grupos de la sociedad. Lasrazones para la discriminación puedenencontrarse en factores tales como: a)debilidad política (existen todavía pocasorganizaciones en el seno de estos grupos),b) parecen empobrecidos (lo cual no escorrecto) y como tales son vinculados a laspartes empobrecidas de la sociedad do-minante, c) son vinculados con el monte(«bush») y el bosque y los animales salvajesy son considerados como amenazantes, d)como estos grupos son relativamente libres

14 Asuntos Indígenas

en sus relaciones con otros, son con-siderados como infantiles y necesitados deuna autoridad paternal. Son débiles políticay numéricamente, y sin embargo parecenestablecer una amenaza a los grupos máspoderosos de la sociedad, posiblementeporque son considerados como un peligromítico. Además, el estatus de los llamadospigmeos es ambiguo, también ocurren unaserie de relaciones positivas con los gruposvecinos. A nivel nacional, los pigmeos sonconsiderados como sectores vergonzo-samente atrasados de la población quenecesitan ser puestos a tono con la na-turaleza modernizante de la sociedadnacional.

Woodburn sugirió también que la nociónde que los cazadores-recolectores fueranlos habitantes originales de la región (unpunto de vista que es generalmente com-partido por los mismos cazadores-reco-lectores y sus vecinos) debería usarse ensu lucha por los derechos territoriales yotras formas de autodeterminación. Doro-thy Jackson del Movimiento Mundial paralos Bosques Tropicales (WRM) realizó unapequeña intervención informando algunosde los actuales macro-desarrollos ame-nazadores que están por suceder en laregión (explotación maderera, proyectos deinfraestructura financiados por el BancoMundial, etc.) exhortando a los parti-cipantes del Coloquio a brindar infor-mación y colaborar con el WRM.

Poco antes del Coloquio, IWGIA y otrospublicaron la edición francesa (edición eninglés en 1995) del destino de los twa deRuanda en el holocausto ruandés de 1994y la crisis siguiente. El pueblos twa componedel 0,2-0,4% de la población total deRuanda, pero no obstante sufrieron pér-didas de escala dramática. El informe sobrelos twa estima que casi 30% de los twamurieron o fueron muertos en las masacresque siguieron a la guerra de 1994, ademásun 30% tuvo que huir del país (un 14% osea casi 1 millón de la población total deRuanda fue muerta, la mayoría tutsis).Espen Wæhle utilizó las dos ediciones delinforme de Jerome Lewis y Judy Knight delMovimiento Mundial para los BosquesTropicales para impulsar un debate sobreel trabajo con asuntos indígenas en elAfricaEcuatorial. Desde 1992 IWGIA ha co-menzado un proceso de progresivo com-promiso con los asuntos indígenas enAfrica. Debido a la específica situaciónhistórica y colonial/poscolonial de Africa,se ha iniciado un debate sobre definicionesy criterios. Los pueblos indígenas de todo

el mundo han insistido sobre el derecho ala autodeterminación: los pueblos indígenascomparten una historia basada en unacomprensión de territorio e identidad. Enotras palabras el «indigenismo» es ahoraconsiderado generalmente como un tipo deautoconciencia o incluso de concienciapolítica que surge en la medida en que losgrupos han experimentado invasión de susterritorios, saqueo de sus recursos, menos-cabo de su cultura y una devaluación de sussistemas políticos y legales. Como cada vezmás las organizaciones y los grupos afri-canos aplican el término pueblos indígenasa ellos mismos, refieren a un inconclusoproceso de descolonización que resolvió losproblemas de algunos grupos a expensas deotros. Tales definiciones recientes con-trastan con antiguas concepciones queimplicaban que indígena era sinónimo delos primeros en arribar o aborígenes. Ladefinición de ser los primeros en llegar haimplicado anteriormente que los pueblosindígenas de Africa eran o bien gruposcomo los bosquimanos y los pigmeos o casitodos los grupos de origen africano. En elprimer ejemplo, la cuestión del indigenismoera considerada marginal en la escenaafricana, en el segundo ejemplo, la im-portancia de la categoría desapareció conla liberación nacional.

Los comentarios a una serie de trabajosdurante la conferencia y un panel de debatefinal plantearon una serie de tópicos in-teresantes de discusión.

Parecía que varios participantes erancríticos de muchos proyectos de manejo derecursos naturales de ONGs desarrollistas,etc. considerando que las intervencionessólo se referían a los pigmeos y no a susvecinos agricultores. Esto estaba en parterelacionado con una actitud románticageneral con respecto a las poblacionespigmeas, considerándolas como pueblosaislados, prístinos, intocados del bosquetropical (nada de eso es correcto, ademásmuchos de los grupos pigmeos viven en unentorno de sabana). La característica mássorprendente de los cazadores-recolectorescentro-africanos no es necesariamente quesubsisten de alguna forma especial o querepresentan a los verdaderos habitantes delos bosques, sino que están todos in-volucrados en elaboradas interrelacionescon sus vecinos. Estas relaciones consistenen un grado variable de combinaciones deintercambios económicos, políticos, re-ligiosos y culturales. Las complejas in-terdependencias resaltan como signos deadaptación en los bosques y sabanas del

Africa Ecuatorial. Poner una cuña entre loscazadores-recolectores y sus vecinosinmediatos alegando algún estatus especial(como «indigenismo», verdaderos guar-dianes del bosque, etc.) para uno a expensasdel otro sería muy pernicioso para lasrelaciones existentes. Si, por otro lado, elconcepto es vinculado a una dinámicaafirmación de derechos dentro de lasrelaciones de poder, en vez de una des-cripción estática de categorías, se argumentóque el concepto podría convertirse en unaherramienta poderosa y dinámica.

La relativa falta de organizaciones deautodesarrollo y promoción de derechosfue también discutida. En Ruanda, ADBRy APB se han unido ahora como CAURWAy en Camerún y Zaire han surgido unascuantas iniciativas. En el Coloquio se hizoreferencia a CODE BABIK entre losbakola de Camerún, que fue fundada hacemenos de una año y es apoyada en términosde capacitación por SAILD/APE (Serviciode Apoyo a las iniciativas de Base deDesarrollo/Autopromoción de los Pigmeosen su Medio Ambiente), una ONG fi-nanciada por Austria que está culminandosus operaciones a fines de 1996. Si CODEBABE podrá ser sustentable para eseentonces es una cuestión abierta.

Varios mencionaron la evasividad de lospigmeos, la forma en que evitan la confron-tación, la naturaleza igualitaria de sussociedades, etc., como explicación deporqué es difícil para ellos organizarse. Noobstante, una oradora Maryvonne BretinWinkelmolen de INADES-Formation Ca-meroon- sostuvo que esto podría tener quever con el enfoque que las ONG han tenidohasta el momento. Su departamento deApoyo a la Capacidad Investigativa (RST),por ejemplo, ha tenido éxito en organizaruna investigación de autodiagnosis entre lospigmeos, conducida por ellos mismos. Enun subsiguiente encuentro de intercambio,más de 100 pigmeos discutieron durantemás de 5 horas los datos recogidos durantela investigación, expresando sus puntos devista, esperanzas y necesidades. RST centrasus actividades en grupos de población mar-ginados de los bosques tropicales, principal-mente los pigmeos. Aunque INADES fuefundada por los jesuitas, mantiene una cla-ra distinción entre el trabajo misionero y elde desarrollo, que según Bretin Winkel-molen, está lejos de ser el caso de la IglesiaCatólica, que domina en gran medida unaserie de proyectos con los pigmeos.

La mayoría de los gobiernos de la regióntratan de sedentarizar a los cazadores-recolectores y alentarlos a asumir la

No. 4 - octubre / noviembre / diciembre - 1996 1 5

agricultura. Un estudio de Barry Hewlettdemuestra que cuanto más alejados estánlos funcionarios de los cazadores-re-colectores, tanto más los consideran comoatrasados, etc. El estudio de Hewlett sugiereque si los funcionarios tuvieran un contactomás estrecho y personal con dichos grupos,sus puntos de vistas tenderían a ser menostendenciosos y de un tipo más positivo.Agregaríamos aquí que las presentacionesde los investigadores de Camerún, algunosde los cuales habían sido funcionariosgubernamentales, apoyaron ciertamente elestudio de Hewlett.

Un tema que fue planteado varias vecespor una joven mujer camerunesa presenteen la audiencia, fue el de la responsabilidadmoral del investigador, destacando el hechode que usaban a los pigmeos para ganarsela vida y promover sus propias carreras, sinpensar en los sentimientos y necesidadesde los pigmeos. La respuesta a su cues-tionamiento fue de alguna manera evasiva,posiblemente porque algunos investi-gadores parecieron haber malentendido las

preguntas en el sentido de hasta qué medidaestaban pagando información a los pig-meos.

Un punto presentado fue la importanciadel medio ambiente forestal: mientras quevarios trabajos discutieron el impacto de losprocesos de sedentarización entre lospigmeos, se dijo muy poco sobre cómo ladeforestación afectará a los pigmeos y a susvecinos inmediatos. El punto es que ladeforestación tendría posiblemente unimpacto mucho más profundo y serio queel que la sedentarización ha tenido hastaahora.

La aparente falta de información sobre losactuales problemas que enfrentan lascomunidades cazadoras-recolectoras deAfrica Central, es de esperar que sea dealguna manera equilibrada por dos ini-ciativas venideras. Virginia Luling deSupervivencia Internacional de Londres,informó sobre un próximo «Expedientepigmeo», a aparecer a comienzos de 1997.La Comisión de la Comunidad Europea ha

solicitado a varios antropólogos de laUniversidad Libre de Bruselas y al CNRS(Laboratoire des Langues et Civilisationsá Tradition Orale, París) escribir un informesobre la actual situación de las poblacionesindígenas que viven en los bosques tro-picales de la Cuenca del Amazonas, AfricaCentral y Asia Suroriental. La llamadainiciativa APFT (Avenir des Peuples deForéts Tropicales) debe presentar unimportante informe en 1997. Los par-ticipantes del Coloquio discutieron tambiénredes de trabajo, intercambio de infor-mación, el establecimiento de sede de redes,futuras conferencias y contactos conorganizaciones centro-africanas en sur-gimiento como posibles formas de se-guimiento.

NotaAgradecemos a Justin Kenrick por sus contri-buciones a este artículo.

Diana Vinding forma parte del secretariado de IWGIA.Espen Waele pertenece al directorio de IWGIA. q

La integración de los pigmeos bakola1y la mejora de sus condiciones deexistencia parecen ser una pre-

ocupación central del estado de Camerúndesde hace muchas décadas. Las ini-ciativas tomadas en su favor por lospoderes públicos desde el fin de los años60 no han desembocado sin embargo enlos resultados previstos. La gestión

autoritaria de los espacios forestales porparte del estado, la intensificación desdehace varios años de la explotaciónforestal industrial influyen en formanegativa sobre la forma de vida de lospigmeos, y complican su situación, ya pordemás precaria, planteando serias in-certidumbres sobre su futuro.

I - Estilo de vida y división sexualdel trabajo de los pigmeosTodos los pigmeos son, quitando algunasexcepciones, fundamentalmente depen-dientes del bosque de dónde extraen todopara su subsistencia mediante la caza y larecolección. La primera de estas actividadeses tarea de los hombres' mientras que lasegunda está esencialmente reservada a lasmujeres.

Ellas van todas las mañanas al bosque4para excavar el suelo y para extraertubérculos. Al mismo tiempo recogencaracoles, cangrejos, termitas, hongos,orugas o serpientes que ponen en loscuévanos que llevan en la espalda y sonmantenidos por un sostén frontal (AnneStamm 1993). Ellas recogen la miel de lasabejas de tierra mientras que los hombresrecogen aquella de los panales construidosen los árboles. Las mujeres están también

a cargo de la construcción de las chozascuya armazón es de madera curva y cuyotecho consiste de largas hojas superpuestas.

Los pigmeos se sirven de la madera parahacer fuego y para fabricar morteros parapreparar los alimentos. Utilizan cada vezmás viejos utensilios que obtienen de laspoblaciones bantú de las aldeas a cambiode carne fruto de la caza y otros productos

forestales (bejucos, liana para la fabricaciónde esponjas o de cepillos de dientes, plantasmedicinales, etc...).

El casamiento entre los pigmeos sepractica de la manera más simple entreclanes. Si bien todos los miembros de lacomunidad son en principio iguales, el jefe,generalmente el más anciano, es la únicaautoridad explícitamente reconocida en elgrupo. Sus funciones sociales son variables:es él quien reparte las tareas de los trabajoscolectivos, fija las fechas de casamiento, seencarga del mantenimiento de los valoresy normas que regulan la vida social.Garantiza el orden político, social y moral,ejerciendo un poder tradicional de tipoliberal (Mbida 1995).

II- Los pigmeos de Camerún: dela integración a la marginaciónEl fracaso de los poderes públicos en susesfuerzos de integración de los pigmeosdebe buscarse tanto en la gestión autoritariade los espacios forestales como en el hechode que las estrategias y propuestas adop-tadas en materia de integración incluyenpoco o nada del repertorio de valoressocioculturales de los interesados. A lagestión autoritaria del bosque, habría queagregar su explotación abusiva, la cualcausa daños irremediables al ecosistema yacelera el deterioro irreversible de lascondiciones de vida de los «habitantes delbosque». Esta situación es aun más de-plorable pues ella contrasta con las normasjurídicas internacionales en la materia, lascuales Camerún dice adherir. El principio22 de la Declaración sobre el medioambiente y el desarrollo', para no citar másque esa, reconoce que: «Las poblaciones ycomunidades autóctonas y las otras co-lectividades locales juegan un papel im-portante en el manejo del medio ambiente yel desarrollo a partir de sus conocimientosdel medio y de sus prácticas tradicionales.Los estados deberían reconocer su iden-tidad, su cultura y sus intereses, acordarlestodo el apoyo necesario y permitirlesparticipar eficazmente en la realización deun desarrollo duradero».

A- La gestión autoritaria del proceso deintegración y las imperfecciones de lalegislación.Aunque el objetivo de la integración de lospigmeos sea noble, implica ante todo tenersiempre presente el hecho de que lospigmeos tienen una historia, una cultura, unespacio de vida y tradiciones seculares queno pueden ser descartadas con un golpe demano. Hemos mencionado que ellos vivían

y viven todavía, esencialmente de la caza yde la recolección. Su medio ambiente, elbosque, objeto de la producción influyedesde hace milenios sus actividades socio-económicas y culturales, perfectamenteadaptadas a la ecología ambiente6. Escu-chemos a este respecto a M. TchagadicJean', pigmeo bakola de la aldea de Ndtoua:

«..Nosotros debemos saber que elbosque y el hombre pigmeo son inse-parables, pues el pigmeo tiene comoprimera escuela al bosque y ésto datade hace mucho tiempo. Entonces porqué privar a esta gente de su bosque,pues es allí dentro que ellos encuentrantodo lo que necesitan para vivir. No-sotros debemos saber que la sabiduríadel pigmeo está en el bosque».

Desgraciadamente, las políticas de inte-gración socioeconómica de los pigmeospecan de querer hacer pasar a éstos últimossin transición alguna de una economía derecolección a una economía productiva, ydel nomadismo a la sedentarización-integración. Además, los pigmeos no estánpara nada vinculados a la elaboración delas acciones a emprender en su favor talcomo lo atestigua la declaración de JeanNgake, Jefe de los Pigmeos Put Mikop delcampamento Bella-Basé:

«Quisiera antes que nada saludar a lainiciativa de SAILD/APE que nos hapermitido incorporarnos a este debateen torno a la explotación forestal, debatecuyas implicaciones tienen reper-cusiones innegables sobre la vida y eldestino del grupo humano que es elnuestro.

Estoy incluso tentado de consi-derar esta iniciativa como una novedad.Pues por la primera vez en la historiade nuestro país (el subrayado esnuestro), se otorga a los pigmeos laocasión de hablar verdaderamente delas cuestiones que les conciernen.Quisiera creer que la revolución ini-ciada no se detendrá en su buen ca-mino».

La intromisión y la gestión autoritaria departe del estado en el bosque, consideradocomo patrimonio nacional, se trasluceigualmente en la legislación forestal que searticula en torno a la lógica de la apro-piación privada y solamente en torno aintereses económicos.

El hecho es que desde tiempos inme-moriales, los pigmeos se contentan esen-cialmente con el derecho al uso del bosque;su explotación del bosque, que se limita ala utilización de los recursos necesarios pa-ra su subsistencia, está lejos de poner en

peligro la preservación y el equilibrio delecosistema.

Es por consiguiente desagradable cons-tatar hoy en día, que la legislación forestalno tiene en cuenta la situación particularde los pigmeos; pues si bien se admite lapropiedad privada de la tierra, aquella delbosque es por lo contrario menor.

Como la legislación de bienes raíces hacede la obligación del aprovechamiento lacondición del otorgamiento de un título depropiedad, hay entonces una fuerte pro-pensión de los campesinos a destruir elbosque para extender sus plantaciones 9 yjustificar por este hecho un aprovecha-miento, mientras que la legislación forestalprohíbe toda forma de destrucción delbosque.

Las lagunas y contradicciones queincluyen estas legislaciones (de bienesraíces y forestal) no militan por consi-guiente en favor de los pigmeos, quienes endefinitiva no son ni propietarios de la tierra,ni propietarios del bosque y no puedendisfrutar plenamente de su derecho al uso.

Es entonces muy frecuente que lasconcesiones acordadas por los poderespúblicos socaven seriamente sus derechosancestrales. Escuchemos una vez más al jefede los pigmeos Jean Ngake:

«El grupo humano que nosotros cons-tituimos sigue impregnado de una fuerteespiritualidad a pesar de las influenciasexteriores. Que la SFIL 10 se hayainstalado en el sitio que ocupabannuestros padres y que nos habíanlegado, ha implicado consecuenciasterribles:

- la instalación de la SFIL en estesitio ha sido el motivo de la profanaciónde las tumbas de nuestros padres. Hoyno sabemos dónde se han puesto susosamentas;

- el abatimiento de numerososárboles de nuestro bosque ha implicadola desaparición progresiva de la miel,la cual ocupa un lugar importante ennuestro régimen alimenticio;

- han sido destruidos innumerablescultivos y árboles frutales dejados pornuestros padres. Hemos tenido quevolver a empezar de cero allí dónde noshan confinado»11.

En definitiva, la marginación de los pigmeosestá consagrada por la negativa del legis-lador de Camerún a considerar las acti-vidades ligadas a la supervivencia y a lareproducción de éstos últimos como unaforma aprovechamiento y por lo tanto,como fundamento jurídico de sus reivin-dicaciones. Se encuentra allí una ilustración

suplementaria del poco caso que les prestanlos gobiernos a los acuerdos jurídicosaprobados bastante frecuentemente bajo elentusiasmo y el calor de las conferenciasdiplomáticas cuando se sabe, que una vezmás en Río, Camerún se fijó como objetivo«el reconocimiento del hecho de que lastierras de las poblaciones autóctonas y suscomunidades deben ser protegidas contralas actividades que no son ecológicamenteracionales o culturalmente inapropiadas» 12.

B- El vandalismo de las compañías explo-tadoras forestales: consecuencias ecológicasy socioeconómicasLa explotación abusiva y subversiva delbosque de Camerún es la causa de ladegradación del ecosistema y del deteriorode las condiciones de existencia de lospigmeos cuyo medio de vida, tal como lohabíamos indicado, confiere un lugar deprivilegio a las actividades de caza yrecolección.

La movilización de la comunidad inter-nacional en favor de la protección delmedio ambiente está a la altura del ritmoalarmante de la deforestación y del dete-rioro de la biodiversidad en Camerún. Unadeforestación debida esencialmente a laconjunción de tres factores: los buenosprecios de algunos tipos de esencias en losmercados internacionales y, por consi-guiente, el carácter muy gratificante de laexplotación industrial; la crisis financiera yel peso de la deuda del estado; y finalmente,la complacencia de ciertos responsables dela administración de Camerún y su colusióncon las empresas explotadoras forestalesnacionales y sobre todo, las extranjeras.

Nos parece de la más alta importanciasubrayar que la gran mayoría de las empresasexplotadoras forestales no toman en cuentael criterio de sustentabilidad de la explo-tación y que en Camerún, el 75% de lassociedades involucradas en la explotaciónforestal industrial son extranjeras, especial-mente europeas. Tampoco se puede dejar deconsiderar el peso de las inversiones (en eseramo) que juegan con el desajuste financierode la mayoría de las empresas nacionales. Sonnumerosas, por lo tanto, las empresasforestales nacionales que no lo son más quede nombren.

Quiere decir que si el bosque de Came-rún no estuviera enfrentado más que a lasactividades agrícolas, al hacha o a la sierrade algunos leñadores, a las actividades decaza y recolección de los pigmeos, sedominarían fácilmente los riesgos de ladegradación del ecosistema o de la rupturadel equilibrio ecológico y por lo tanto, la

amenaza a la supervivencia a largo plazodel planeta.

En cambio es el vandalismo 14 de lasempresas explotadoras forestales -que seevidencia a partir del hecho de sus múltiplesy terribles consecuencias ecológicas ysocioeconómicas como un «crimen» contrala humanidad- que debe ser hoy más quenunca, el objeto de una atención particularpor parte del conjunto de la comunidadinternacional.

Aflige por otro lado constatar queademás de la destrucción del potencialleñoso y biológico del bosque, la explo-tación forestal industrial se realiza a costade las poblaciones locales15 . La constataciónde Bomba Célestin Modeste merece unaatención muy particular:

«En la Provincia del Este, un tercio delas explotaciones se encuentran con-centradas en un solo Distrito, Mo-uloundou en los hechos, a tal punto quemás del 80% de su superficie forestalya está concedida para la explotación.Orientada principalmente hacia elexterior, esta producción está lejos decumplir con los intereses de las po-blaciones locales ya que reduce lasposibilidades de desarrollo. De estamanera, ciertas localidades registrancuriosamente carencia de madera deobra aunque existe una fuerte coloniade empresas explotadoras forestales. Apesar de la elevada cantidad de ase-rraderos en la Provincia, la tasa detransformación de la madera quedamuy al margen de las normas legales,pues los explotadores respetan más bienlas condiciones del mercado que la ley.Como están ubicadas en zonas pocoaccesibles, sus actividades quedanentonces fuera de todo control»16.

Si bien es cierto que en virtud de lasdisposiciones del artículo 85 del decreto No.95-531/PM del 23 de agosto de 1995 que fija ,las modalidades de aplicación del régimenforestal, las poblaciones de los bosques dedominio nacional pueden tener preten-siones sobre una parte de los ingresosprovenientes de la venta de la madera yespecialmente de la tasa de talado, y que el10% del total de los réditos forestales lesdeben ser entregados conforme al artículo14 de la ley No.95-010 del 01-07-1995 queincluye la ley presupuestaria de la Re-pública de Camerún para el ejercicio 1995-1996, nada indica que estas leyes y decretosserán efectivamente aplicados.

Además, las obras sociales (centrospreescolares, enfermerías, arreglo de lospozos de agua, etc.) tradicionalmente

Foto: Justin Kenrick

previstas en los compromisos, son sus-tituidas generalmente por las explotadorasforestales por la distribución de algunoskilos de pescado, de algunos litros de vinotinto, de algunos sacos de arroz o de sal queacompañan a unos cuantos cartones decigarrillos.

Impotentes frente a la destrucciónacelerada de su hábitat natural y frentea la degradación del patrimonio fáunico,los pigmeos no tienen otra opción quelanzar llamados apremiantes del tipo deaquel de la Sra. Silpen 17 , por una explo-tación sustentable del bosque como unode los medios susceptibles de sacarlos delatolladero dónde la desgracia los man-tiene desde hace muchas décadas:

«Nosotros los bagyéli, dado el estadode hoy del bosque en comparacióncon el estado en que nuestros padresnos lo legaron, podemos decir que nosencontramos hoy en medio de unagran desolación, no reconocemos más

al bosque, no comprendemos másnada.

Nuestros bosques cambian día adía y ¿qué futuro espera a nuestrosniños? ...Las sociedades forestalesdestruyen el bosque abatiendo losárboles que nos permiten conseguirmiel para alimentar a nuestros niños.A causa del ruido que hacen susgrandes máquinas, los animales sevan lejos de nosotros. Los árbolescortados hacen que los ríos se tornenfangosos cuando caen en el lecho delos mismos...

Algunos frutos comienzan a esca-sear y debemos caminar mucho tiempopara encontrarlos. Las setas que re-cogíamos por todos lados están au-sentes. En breve, nuestra vida ya no esfácil, nosotras las mujeres encontramosdemasiadas dificultades para alimentara nuestras familias. La naturaleza ya nonos da nada, estamos perdidos...

Lo que el hombre tiene de másprecioso en la vida, son sus hijos. Sinembargo nuestros hijos no tienen futuro.¿Dónde encontrarán a los animalespara cazar? ¿Las cortezas, las hojas ylos frutos para curarse y comer? Pe-dimos al gobierno de nuestro país queno nos olvide, que haga algo para quenuestra vida, hoy y mañana, no seanegra como una noche sin estrellas.Protéjannos, protejan el bosque»18.

III-Por una gestión consensual,responsable y realista de losrecursos forestalesEl manejo cotidiano de los recursosforestales pone en juego a una multitud deactores (estados, compañías explotadorasforestales, campesinos, pigmeos, orga-nizaciones internacionales, organizacionesno-gubernamentales, etc...) en intereses yactitudes a veces contradictorios. Nuestraida al terreno en el mes de noviembre de

1995(19) y nuestras entrevistas nos hanpermitido apreciar la amplitud de lasdivergencias de puntos de vista, así comola complejidad de las relaciones entre unosy otros.

En el curso de una entrevista con elresponsable delW.W.F. (World Wild Fund),éste nos hizo notar que desde 1974 lalegislación de Camerún reconoce a laspoblaciones locales los derechos de usoconsuetudinario sobre los territorios queocupen efectivamente, y que tratándose delbosque, el único problema que se planteabaera el de la elaboración por parte de lascomunidades implicadas (agro-cazadoresbantú y cazadores-recolectores pigmeos) deun plan de acción y de explotación «tra-dicional» de los recursos forestales, paracuya elaboración elW.W.F estaba dispuestoa aportar su asistencia. Para un manejoracional de la fauna, el W.W.F. preconizaba,por ejemplo, la prohibición de la caza conarmas de fuego y el retorno a la cazatradicional (con arco y flecha).

Interrogados a este respecto, los pigmeoshicieron valer que según su opinión noexiste un plan de explotación que sirva, yaque es cierto que ellos jamás explotaronanárquicamente los recursos del bosque. Dela misma forma precisaron que hasta fechareciente, cazaban por razones de su-pervivencia, y que la caza intensiva conarmas de fuego es esencialmente algopropio de los bantú quienes, gracias a lasrutas abiertas por las explotadoras fores-tales, se libran a masacrar la fauna con finescomerciales.

Es entonces debido a la fuerte com-petencia de los cazadores bantú y a lacarencia de carne de caza debido a unademanda muy grande que algunos pigmeoscazan hoy con fusil.

Además de las numerosas quejas de «loshombres del bosque» contra los poderespúblicos y las explotadoras forestales queatentan contra sus derechos20, convendríatambién subrayar que las relaciones entrelos agro-cazadores bantú y los cazadores-recolectores pigmeos son relaciones decooperación conflictiva. Los bantú consi-deran el bosque, incluyendo a los pigmeosque allí viven como su propiedad. Estospigmeos son hombres distintos, salvajes,sucios, perezosos y ladrones. Pero de tiempoen tiempo reconocen que los pigmeos lesotorgan enormes servicios: «Yo tengo mispigmeos (el subrayado es nuestro) a quienesdoy todo, jabón, vestimenta, pescado, sal,cigarrillos, etc... Yo los educo y a cambio ellostrabajan en mi plantación de cacao» nosdeclara un agro-cazador de la región de

Bipindi. Igualmente ellos reconocen lasupremacía de los pigmeos en materia debrujería y de fitoterapia.

Los pigmeos, por su parte, están conven-cidos que son los legítimos propietarios delbosque. Igual están preocupados tambiénpor la arrogancia y el complejo de su-perioridad de sus «patrones» bantú, quienesles explotan sin escrúpulos, por las aven-turas amorosas de los agro-cazadores bantúo de los trabajadores forestales bantú conlas mujeres pigmeas. Cuando las mujerespigmeas no abandonan a sus maridos, o lasjóvenes el campamento, vuelven a lacomunidad con enfermedades de tras-misión sexual. Esta situación es aún másdramática ya que los medios financieros ylas estructuras de atención médica soncruelmente deficitarias.

De cualquier manera reconocen que enel plano económico sus «patrones bantú»son indispensables e imprescindibles y quesu situación socioeconómica influye sobrela suya: «Cuando nuestros patrones bantútenían dinero, nosotros estábamos bien; nospagaban regularmente aunque no fuera grancosa; ahora con la crisis, ya no sabemoscómo hacer para comprar aceite, sal ojabón», nos confiaba un pigmeo de uncampamento no lejano a Akom II.

En fin, si bien la intensificación de laexplotación forestal industrial ha con-tribuido en gran medida al proceso desedentarización de las poblaciones pigmeas(creando en el correr de los años unacarencia creciente de los recursos que lesson necesarios para su supervivencia), hayque reconocer que su futuro nunca hadependido tanto de la explotación con-sensual, rigurosa y racional del bosque quees su hábitat original. Jean Ngake, jefe delos pigmeos de Bella-Bas lo recordaba enestos términos: «Creo poder esperar que elfuturo permitirá a unos y a otros enmendarlos errores del pasado. Eso ocurrirá me-diante el lugar que se nos otorgue en ladecisión de las acciones que tienen fre-cuentemente efectos dañinos sobre no-sotros».

De la misma manera, la integración delos pigmeos pasa esencialmente por lamejora de las condiciones de vida en lospueblos de incorporación 21 de los diferentescampamentos. Esta mejora no será posiblesin precios agrícolas remuneratoriosacoplados a una mejor organización de loscircuitos de circulación y de comercia-lización de productos. El establecimiento deinfraestructuras sociales (escuelas, centrossanitarios, aprovisionamiento de aguapotable, etc.) y la lucha contra el deterioro

de aquellas que ya existen nos pareceigualmente una necesidad imperiosa.

«Las mutaciones que conoce nuestracultura, decía Jean Ngake, sólo darán frutossi disponemos a nuestro lado de un conjuntode actividades variadas y competitivas».

Notas1) Los pigmeos bakola ocupan la región delsuroeste de Camerún; su situación essimilar a la de los pigmeos baka del sur ydel este del país.2) J. E Loung (1995) revela a este respectoque el programa Mundial «El hombre y labiosfera» incluía una hoja «preservación delos estilos de vida de las poblacionesforestales y de su medio ambiente». Igual-mente, la Unidad de Pigmeología que éldirigía en el ex-Instituto de Cienciashumanas debía realizar investigacionescuyos resultados deberían permitir pre-parar un proyecto de desarrollo destinadoa mejorar las condiciones de vida de lospigmeos, preservando en la medida de loposible la identidad cultural de aquellos.3) La utilización de las armas de fuego esun fenómeno reciente; los pigmeos fabricanellos mismos sus armas de caza, un pequeñoarco hecho de un tallo pelado y combado afuego y flechas de puntas envenenadas.4) Si bien es cierto que muchos pigmeos enlos campamentos practican la agriculturade subsistencia e incluso rentable, no esmenos cierto que la recolección siguesiendo la actividad dominante de lasmujeres, especialmente en el período entrelas cosechas.5) Adoptada por la Conferencia de lasNaciones Unidas sobre el medio ambientey el desarrollo, celebrada en Brasil en juniode 1992 y en la cual Camerún tuvo un papelmuy activo.6) Paul Hengue, «Les pigmées Baka del'Est-Cameroun» Desarrollo y CooperaciónNo.6, Bonn 1988.7) Comunicación en el Coloquio sobre laexplotación forestal en el sur de Camerún,Mbalmayo, 20-24 de noviembre de 1995.8) Comunicación en el Coloquio sobre laexplotación forestal en el sur de Camerún,Mbalmayo, 20-24 de noviembre de 1995.9) En esta perspectiva, las quemas demaleza cuyos estragos no necesitan de-mostrarse, aparecen para los campesinoscomo una forma de aprovechamiento.10) Sociedad Forestal Industrial de laLokoundjé.11) Comunicación en el Coloquio sobre laexplotación forestal en el sur de Camerún,Mbalmayo, 20-24 de noviembre de 1995.12) Ver el capítulo 26 de la Agenda XXI,

plan de acción adoptado por la Conferenciade Río y consagrado al Reconocimiento delpapel de las poblaciones autóctonas y de suscomunidades.13) Se nos ha informado el año pasado queuna «explotadora forestal» de Camerúnque había cedido su concesión a extranjeroscontra una comisión ridículamente baja apercibir por cada tronco vio prohibido suacceso a dicha concesión cuando queríaasegurarse de que la comisión que se leentregaba correspondía a la cantidad deárboles efectivamente abatidos y prontospara la exportación.14) Sucede regularmente que del 30 al 50%del volumen de árboles abatidos a causa dela búsqueda de especies raras son aban-donados en el bosque.15) Cf. Bomba Célestin Modeste, « Lé-gislation forestiére et protection des intérétsdes populations locales au Cameroun»Coloquio regional sobre la explotaciónforestal en el sur de Camerún, Mbalmayo,20-23 de noviembre de 1995. El estudio deSamuel-Alain Nguiffo Tene y Sra. MaryFosi (1995) «Etude sur les critéres de lacertification du bois tropical, réalisée dansla zone de Campo», Centro para el MedioAmbiente y el Desarrollo, Yaoundé-Camerún es muy ilustrativo a este respecto.16) Bomba Célestin Modeste, op.cit.17) Pigmeo bakola de Ndtoua.18) Jeanne SILPEN, «Les femmes pygméesBakola et la question de l'explotationforestiére industrielle». Comunicación en elColoquio sobre la explotación forestal enel sur de Camerún,Mbalmayo, 20-24 denoviembre de 1995.19) Estábamos con un equipo de la cadenade televisión holandesa VPRO que hacíaun reportaje sobre la vida en la aldea y enla ciudad y sobre la explotación forestal.20) Samuel-Alain Nguiffo Tene y Sra. MaryFosi (1995) «Etude sur les critéres de lacertification du hois tropical, réalisée dansla zone de Campo», Centro para el MedioAmbiente y el Desarrollo, Yaoundé-Camerún p.8.21) Los pigmeos se integrarían mejor si lasaldeas de incorporación no fueran trans-misoras de la pobreza y la miseria. q

22 Asuntos Indígenas

L a antropología de los cazadores-recolectores ha estado en plenacrisis durante bastante tiempo; una

crisis que repercute fuertemente en cadauno de sus subgéneros específicos. ComoBuch (1994:452) ha señalado, una de lasáreas claves en la cual se manifiesta latensión resultante es en la validez de lascategorizaciones conceptuales que utili-zamos para definir nuestro campo. En loque es un verdadero proceso Weberiano,hemos testimoniado la actual redefiniciónde tipos ideales y, consecuentemente, suredenominación. Debido al desarrollo delconocimiento antropológico, los cambios enlas sociedades a través del tiempo y unamayor consciencia de la voz del sujeto(Kelly: 1995: xiv), el concepto analítico de«pigmeo» ha sido declarado obsoleto. Encambio, ha sido reemplazado por el de«forrajeros forestales», un término su-mamente calificado que incorpora lacomprensión de diferencias localizadas. Deesta manera, las nociones holísticas deinclusión son suplantadas por formas másparticularizadas de comprensión, con unareducción correspondiente de las si-militudes y un aumento de la variabilidad.Hasta aquí todo bien. Y muy de acuerdocon lo que sucede en la corriente an-tropológica principal.

Sin embargo, para evitar la fragmen-tación total del tema, algunos principiosteóricos siguen siendo absolutos. En laesfera de aquellos que antes eran «pig-meos», el fundamento central sobre el cualse construyó la coherencia sigue siendo elmismo bosque tropical. El reciente artículode Hewlett, «Diversidad cultural entre lospigmeos africanos» (1996:215-244), es unexcelente ejemplo de esta reconstrucción

de la totalidad. Al llegar a la conclusión deque no hay una cultura «pigmea» unificadaa lo largo del cinturón de bosques tropicalesafricanos, Hewlett destaca no obstantecuatro características básicas que puederser generalmente aplicadas a los «forrajerosde los bosques tropicales»: el pasar urperíodo mínimo cazando y recolectando; laidentificación con la vida forestal y supreferencia; las complejas relaciones corlos agricultores del bosque; y, finalmenterituales de caza del elefante (ibid:215). Deéstas, ni una característica reconoceplenamente posibles influencias más allá delos confines del entorno. Hay algunamención a una vida a lo largo de loscaminos, invasión demográfica y la pro-ximidad de áreas urbanas, pero prin-cipalmente con referencia a los mercadosde la carne de caza y posibles influenciassobre la selección de redes o arcos paracazar. Esta focalización teórica en laecología funciona aquí como un método deexclusión, restringiendo cualquier conceptode diferencia o, ciertamente, similitud, conun entorno de selva profunda. Funcio-nalmente, el bosque tropical se convierteen una isla, un entorno enclaustrado. Es estacentralidad del bosque para la repre-sentación antropológica que deseo tratar eneste trabajo, con particular referencia a losbasua, del valle de Semliki, en Ugandaoccidental.

Los basua de Uganda presentan nu-merosos enigmas al estudio de los fo-rrajeros forestales, incluso su mismaidentidad. A través del tiempo, han sidollamados de casi todas maneras. El museode Uganda en Kampala se refiere a elloscomo mbuti, tal como lo hace un libroescolar (Nzita:1993:4-5) actualmente en uso

en Uganda. Hallet (1973: 408) lo consideracomo un grupo disoluto de efe, como partedel gran complejo ituri. Sin embargo, tantoregionalmente como en las «Notas sobre lageografía de la etnicidad en Uganda» (N.D)de Langland, son llamados batwa. Lainferencia negativa de aculturación queconlleva este apelativo plantea la cuestión:¿son pigmeos o pigmeoides? O paraenmarcarlo de una manera menos pe-yorativa: ¿forrajeros del bosque tropical o...o qué? ¿Cómo nos referimos a aquellosque no encajan en las categorizacionesrevisadas que hemos hecho? Particu-larmente cuando la distinción inicial estababasada en percepciones racionales y lanueva está enraizada en el entorno.

El pueblo usa el término descriptivobasua, y yo haré lo mismo. Es posible, talcomo lo indica Cavalli-Sforza (1986: 19),que sua podría ser una variación fonéticade twa. No obstante, la historia oral local,tanto de los sua como de sus vecinos amba,sugiere que llegaron a Uganda prove-nientes del Zaire en algún momentoalrededor de 1920, vinculados a ciertosclanes amba para proteger sus cosechas,proveer carne de caza, aumentar el estatusde clan y aldea, y pelear reyertas inter-aldeanas. Roscoe, quizás el primer etnógra-fo legítimo de Uganda, apoya esta ubicaciónaproximada en el tiempo cuando declara,en su publicación de 1922 «El alma deAfrica Central», que estaba «ansioso porinterrogar a los enanos que han establecidosu residencia en esa parte del país» (ibid:125). Teniendo en mente la típica de-marcación etnográfica del territorio iturisua y los trastornos que experimentó todala región desde la llegada de Stanley(Grinker: 1994), debemos asumir que los

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sua que ocupan la selva de Semliki no sonsus habitantes originales. Este despla-zamiento al límite oriental de la selva,donde ésta alcanza las estribaciones deRuwenzori, puede bien problematizar laduración de los vínculos con el lugar, lanoción de ubicación esencial, pero no haimpedido a los antropólogos interpretar alos sua clásicamente como mbuti.

Tanto Turnbull (1965: 291) como Grin-ker (1994: 125-128) incorporan la relaciónentre los amba y los sua en su propiahipótesis particular de vida forestal. Elerror de hacer ésto por parte de ambosautores, radica en su lectura acrítica de laetnografía deWinter (1956) sobre los amba,y destaca, una vez más, los problemascausados por el uso del presente etno-gráfico en el análisis comparativo. Ladificultad inicial surge a través de lacomparación de la relación sua-amba conlos sistemas teóricamente cerrados de loshabitantes forestales ituri. Winter escribiómuy poco sobre la relación real, descri-biéndola simplemente como simbiótica, y,erróneamente, de larga duración. Pero entodas partes demuestra claramente que losamba actuaron como intermediarios en unelaborado sistema de intercambio eco-nómico que incluía a los toro, konjo ybutuku y que atravesaba la fronterainternacional con el Zaire (1955: 16),convirtiendo así a las fronteras en algocompletamente arbitrario en términosgeográficos y étnicos (1956: 20). El papelde los sua como proveedores de productosforestales en este sistema abierto, unsistema construido en base al contacto y almovimiento, cuestiona seriamente su usocomo forma de comparación. Especial-mente cuando esas comparaciones los

restringen a «Los dos mundos de lospigmeos africanos» de Turnbull y a unmundo de aislamiento en el bosque tro-pical, como lo hace Grinker.

La segunda dificultad que surge del usode la descripción deWinter de los sua comotípica es la reconocida naturaleza atrasadade su etnografía. En ella, él establece laaldea como el grupo pivote dentro de unaestructura tradicional cuasi-»bigman» queincorpora a los sua. Sin embargo, Winteradmite, y lo cito, que «estas aldeas hanperdido su independencia desde que hansido absorbidas por un nuevo sistema,infinitamente más amplio, a través deladvenimiento de la administración colo-nial» (ibid: 14). El cambio es ignorado,cualquier significado del mismo es enor-memente subestimado, reducido a un breveresumen al final del libro, en favor de unaimaginaria condición de fijación anterior.Cuando lo que ya era un recuento de unpasado etnográfico especulativo es usadocomo el presente etnográfico, se conviertenada menos que en la muerte metodológicade lo permanente etnográfico. En estesentido, la comparación crea nada más queuna condición esencializada de ser que noes acorde con la fluidez de la existencia. Siqueremos aprender algo de los sua,debemos entonces mirar otras fuentes.

En 1936, se construyó un camino queconectaba al valle Semliki con el resto deUganda, y con ésto, tal como sucedió en laselva Ituri al mismo tiempo, llegaron losturistas. Y con los turistas vino la publi-cación de numerosos textos relatando susaventuras. De éstos, podemos discernir unarespuesta notablemente coherente res-pecto a los sua que es completamentenegativa y opuesta a la representación

antropológica. Surge una clara dicotomía entorno a nociones de pureza y contaminación.Por ejemplo, Elspeth Huxley escribió en1948 (228) que «se han comercializadomucho ... se amontonan en torno al vehículopidiendo «centavos» y con el dinero com-pran `bhang'». Aquí, la adquisición de dineroes percibida como destructiva, siendo suinevitable consecuencia el abuso de subs-tancias. Sin embargo, las fuentes antro-pológicas revelan que la marihuana ha sidopopular en Ituri hace considerable tiempo.Schebesta menciona su extendido cultivo enla selva Deses y su consumo tanto porforrajeros como agricultores (1936:248);tanto Turnbull (1965: 67) como AnnePutnam (1955) atestiguan su uso común enla región Epulu; y Grinker (1994: 67) ladescribe como parte del sistema de inter-cambio lese-efe. Era y sigue siendo algocomún en toda la región, y por lo tanto, nopuede ser condenada como una degra-dación. En cambio, su uso como un síntomade desviación por parte de Huxley y, en 1992(Crowther: 342), por la Guía del PlanetaSolitario, nos hablan más de los pre-conceptos occidentales relativos a las drogasbasados en las nociones de abuso y adicciónque sobre la aculturación.

Se ha convertido en un truismo popularen los estudios sobre el turismo que el actoturístico en sí mismo destruye el objeto desu deseo, que «inyecta el comportamientode una sociedad despilfarradora en mediode una sociedad de carencia» (de Kadt eninglés: 1986:48). Esta presunción determinaque el cambio sólo puede ser ecualizado conla pérdida, que los estilos de vida sólopueden ser transformados en forma per-judicial, y que la única respuesta de unpueblo es la pasividad. De esta manera, el

24 Asuntos Indígenas

turismo ha reemplazado al comerciocolonial como el generador del «horror»Conradiano. El primitivo es transformadoen el ex-primitivo, existiendo en el marcode una forma surrealista de sociedadposmoderna, una monstruosa parodia denuestras propias vidas.

Este desencanto se hace evidente en lapágina. De su visita a los semliki en 1960,Berger (111) escribió «el tipo fronterizo depigmeo ha perdido hace mucho tiempo lamayor parte de su originalidad, debido alestrecho contacto que ha tenido con loseuropeos y las tribus nativas». En 1993,Aebi (46) cita a un anónimo antropólogoamericano que dice «los pigmeos de FortPortal (sic) carecen de interés, son criaturasdegeneradas y totalmente domesticadas».La forzosa introducción a una economía demercado que el turismo está condenado aconllevar resulta no sólo en la degradacióncultural sino en la pérdida de un seresencial. Los sua se convierten en pig-meoides.

La dicotomía entre pureza y conta-minación se hace aún más aparente. Por unlado una estetización antropológica de lavida forestal tradicional, por la otra, unlargo catálogo de degradación. De ésto,podemos derivar la tácita implicación deque si un «pigmeo» no vive de la maneracomo el occidental espera encontrarlo, esporque ha sido contaminado por fuerzasexternas hasta el extremo que una pseudopureza genética está comprometida. Comoindican los pasajes que refería, esta nociónde esencia en contraste con la degradaciónha sido asignada a los ituri, de tal maneraque cuanto más remoto, más internado enla selva, más puro será el «pigmeo».Consecuentemente, aquellos que habitanlos bordes, tales como los sua, son conti-nuamente denigrados, y no son percibidosya como auténticos. Esto ha sido com-prendido por la compañía de televisión quehace el programa del Planeta Solitario,mostrado en la BBC2 en Gran Bretaña.Recientemente, recibí un llamado deteléfono de uno de los equipos de pro-ducción solicitando mi asesoramiento sobredónde ubicar a un grupo de «pigmeos» paraque los llevaran de caza. No los pude

ayudar, pero poco días después volvimos ahablar, y la persona me informó que habíanlocalizado una compañía que los llevaríatres días río abajo hasta un grupo apropiadoen el corazón de la selva. Se puede pensarque este punto es trivial, pero este tipo deencuentros no harán más que aumentar.Hacia el año 2000, el turismo será laindustria más grande del mundo y tendrápreeminencia entre los procesos de glo-balización (Graburn: 1995). Correlativo aeste crecimiento, se encuentra el aumentodel desarrollo de turismos de alternativa,tales como el turismo étnico y ecológico, detal forma que pocos lugares están ahorafuera de la órbita de su influencia. Esnecesario que el antropólogo tome estetema seriamente. El bosque no ofreceprotección.

Y sin embargo parece que ocurriera locontrario. En un artículo de NationalGeographic (1989: 667), Bailey escribe queeligió la ubicación del Proyecto de Inves-tigación Ituri precisamente porque, «des-pués de visitar a casi todas las poblacionespigmeas de Africa central» éstos «ofrecíanla menor oportunidad de sufrir cambiosdramáticos en los próximos años de estu-dio». Se pueden plantear dos preguntas aeste enfoque. Primero, ¿en qué tiempoetnográfico nos encontramos? Y segundo,¿cuándo se transforma un etnógrafo enturista si ambos están motivados por unabúsqueda de autenticidad? Con un espíritusimilar, Duffy (1984) busca cada vez másprofundamente en la selva en busca de suvisión romántica del otro exotizado, conge-lado en el tiempo y en el espacio. ¿Quizásse podría llamar a ésto el síndrome deTurnbull?

La influencia de Turnbull no puede sersobreestimada. Bahuchet (1993) ha ilus-trado en forma vívida cómo la mitológicacreación de «pigmeo» encontró su formaen el forrajero forestal, y esta invención,aunque modificada, nos sigue persiguiendo.Con la publicación de «El pueblo delbosque» (1961), Turnbull logró un virtualmonopolio sobre cómo su forma se desa-rrollaría tanto en las representacionesacadémicas como en las populistas. Hewlett(1996: 215) señala que para la mayoría de

los individuos, incluyendo a los antro-pólogos, la cultura mbuti se ha convertidoen un sinónimo de la cultura pigmeaafricana. Por alguna razón, las dudasmetodológicas e interpretativas sobre eltrabajo de Turnbull sobre los ik nunca hansido aplicadas a su trabajo sobre los mbuti.Por lo tanto, la imagen de Ituri como unacatedral natural sigue siendo vuelta apublicar, llenando los estantes antropo-lógicos de las librerías de las universidades.Y el uso imprudente de Turnbull deldualismo Rousseau-Hobbes es conti-nuamente lanzado hacia un público incauto.Los pueblos del bosque contra los pueblosde la montaña: el Edén versus el Caos;bosque y aldea; libertad y opresión; salud yenfermedad; entornos seguros y hostiles;espiritualidad y maldad; estetización ydegradación.

Podemos observar la influencia de éstoen los relatos de Peterson (1990) y Beau-clerk (1993) sobre el impacto de la ex-plotación maderera, la minería del oro, yotras fuerzas destructivas del medioambiente sobre la vida de los forrajerosforestales. De la misma manera en que sedegrada el bosque se degrada la cultura,reduciendo a las mismas sociedades a lasituación particular de víctimas, capacessólo de respuestas reactivas y no activas.Podemos también observar la mano deTurnbull en el homenaje naturalístico deAgland a la vida baka y su cinematográficanegación de un mundo exterior. Y tambiénse encuentra allí en la música popular degran venta de Selva Profunda y Más Alláde Baka, dónde se usa el canto polifónicocomo método de inferencia de una espiri-tualidad exótica y eterna. La alteración del ..paraíso sólo puede ser perjudicial y éstoniega la posibilidad de identidades indí-genas mutables y la creación de nuevasdiferencias a través de la innovación y laadaptación. Los sua pueden ver el reflejode Colin Turnbull en la expectativa y lareacción de los turistas que encuentran.Estos se encuentran cara a cara con lainvención de su esencia idealizada.

Paradójicamente, los mbuti que haninspirado el sueño pueden ser los máscomparables de los forrajeros forestales a

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los sua. Existe una larga historia de turismoen la vecindad de Epulu, aunque siguesiendo opaca en gran medida en los librosde Turnbull. En «Sirvientes rebeldes» (1965:225), él describe a los mbuti como cazandoa los turistas de la misma manera que elloscazan a los aldeanos. Su respuesta esentonces definida como oportunista, comocontraria a la forma forrajera de pensar.Pero ha probado ser una estación de cazaexcesivamente larga. Desde que Putnamabrió su hotel allí ha habido un continuoaflujo de turistas y de equipos de cines(Putnam: 1955) a la región en busca del rarookapi y del evasivo «pigmeo». El procesoha sido apenas alterado. Así que Kenge, elprincipal informante de Turnbull tiene unahistoria extrema de contacto personal.Primero Putnam, luego Turnbull, luego losHarts (Matthiessen: 1991), y ahora JustinKenrick (1996). ¿Con quién es la fre-cuentemente mencionada simbiosis ahora?El investigador se convierte en un hechoetnográfico de derecho propio, influyendodirectamente el abanico de opcionesdisponibles. Grinker (1944: 66) destaca unproceso similar entre los efe, con una seriede investigadores que pagan sumas rela-tivamente grandes por asistencia. Sinembargo, a pesar de todo ésto, no existe eldisgusto por la contaminación que se hacíaevidente en las representaciones de los sua.Esto sólo puede reducirse a una distincióncentro-borde que implica que donde elbosque llega a sus extremos existe unacorrespondiente disminución del impactoexistencial sobre el turista, y sobre elantropólogo.

Los ramales populistas y etnográficos derepresentación están más entrelazados delo que queremos pensar. En su centro seencuentra esta dicotomía de pureza ycontaminación, la idea de que los procesosglobales conducen sólo a una homoge-neización degenerada. Sin embargo, alignorar el flujo del devenir heterogéneo yla (re-)vitalización de las diferenciaslocalizadas, los sua sólo pueden ser pig-meoides, ex-cazadores-recolectores en víasa la incorporación a la clase baja rural. Ymientras que el bosque tropical en sí mismosigue siendo la influencia motivadora que

respalda la representación, nuestra com-prensión de los sua, y por cierto de todoslos otros forrajeros forestales y aquellosque se presume han vivido alguna vez deesa manera, seguirá siendo unidimensional.

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NotaQuisiera agradecer al Consejo de Inves-tigación Económica y Social y al FondoJames A. Swan por su apoyo en mi inves-tigación. q

26 Asuntos Indígenas

L os pueblos selváticos tienden aplantear un problema a losgobiernos y a los conservacionistas.

Sus orígenes son usualmente cazadores-recolectores y los administradores yfuncionarios del desarrollo rural creen queno están bien adaptados a las condicionesmodernas. Muchos pueden ser identificadoscomo minorías pauperizadas, sin tierra ydesmoralizadas, en el marco de poblacionesagrícolas más «progresistas». Por su parte,los conservacionistas, si bien se maravillanpor el conocimiento forestal y las ha-bilidades de los pueblos selváticos, con-sideran generalmente su residencia y su usode los bosques como una falta de ética conrespecto a su principal interés: salvar a losbosques naturales en constante dismi-nución.

Este artículo examina la situación de unpequeño grupo de pigmeos, habitantesforestales, que han tenido una larga vin-culación con los tres bosques naturalesresiduales del suroeste de Uganda; Echuya,el Bosque Impenetrable Bwindi y Mga-hinga. Los dos últimos tienen hoy unaespecial importancia desde el punto de vistade la conservación ya que albergan casi lamitad de la población gorila sobreviviente( Gorilla gorilla beringei). Además, Bwindirepresenta un probable refugio del ple-istoceno, dónde se conservan especiesvegetales posiblemente de 20.000 años deantigüedad. Aunque ambos bosques hansido oficialmente protegidos como Reser-vas Forestales durante más de cincuentaaños, recientemente han sido clasificadoscomo Parques Nacionales, gozando de losniveles máximos de protección (1991). En

el proceso, los pigmeos selváticos, quieneshan considerado a los bosques como suyos,y como su principal fuente de alimentos eingresos, se han encontrado impedidos porla fuerza de habitar o usar estos bosques.Siendo ya una pequeña y pauperizadaminoría en el área, esta acción ha empujadodefinitivamente a los pigmeos abayanda ala indigencia y a la explotación, al tratar deequilibrar su situación como intrusos entierras ajenas con la necesidad de sobre-vivir. Sin embargo, también ha tenido elefecto de cristalizar su propia consciencia,y la de otros, acerca de la larga evoluciónde sus penurias como minoría seriamenteperjudicada, que además, intencionalmenteo no, ha sido lenta pero seguramentedespojada. Se han sembrado las semillas dela resistencia y de la ayuda.

Los bosquesEl Parque Nacional Impenetrable Bwindi(BINP) y el Parque Nacional GorilaMgahinga (MGNP) constituyen islasaccidentadas de selva húmeda y selva altarespectivamente, de 321 y 34 km 2 . Cons-tituyen selvas remanentes en el bordeoriental de una selva mucho mayor quetenía probablemente 15 o más veces eltamaño de las mismas, a pesar de estarseparadas por zonas de ricas sabanas en lasalturas inferiores. Los científicos consideranque la Selva Bwindi ha sobrevivido el granperíodo de sequía que se extendió entre losaños 16.000 y 3.000 antes de nuestra era, yque redujo a muchas de las grandes selvascentrales africanas a islas. Por consiguiente,es muy rica en diversidad vegetal. Mga-hinga, ubicada en las laderas de varios

volcanes extintos, es una selva naturalobviamente más joven, pero es importantepor su geografía y su fauna.

Tanto Bwindi como Mgahinga sonmanejadas hoy por los Parques Nacionalesde Uganda, institución que ha recibido unaconsiderable asistencia de la comunidadinternacional, incluyendo el gobierno de losEE.UU. y el Banco Mundial, para mejorarsus estrategias de conservación y pro-tección. Una importante innovación pro-movida por estas agencias ha sido elestablecimiento del Fondo para la Con-servación de la Selva Impenetrable Bwindiy Mgahinga (MBIFCT), el cual fue formal-mente constituido en 1995. El Fondo estádestinado a brindar un flujo sostenido definanciación para la investigación, el manejodel parque y el desarrollo comunitario enlas áreas pobladas que bordean los Parques,a partir de los intereses anuales que brindauna donación de capital provista por laInstitución para el Medio Ambiente Mun-dial, establecida por la Conferencia de Río.El Fondo Bwindi no sólo es una de lasprimeras instituciones de su tipo en lo querespecta a la conservación africana, sinoque también es inusual porque las comu-nidades adyacentes al parque están repre-sentadas en el Consejo Directivo del Fondo.

Estas comunidades incluyen cerca de40.000 familias agricultoras o casi un cuartode millón de personas, que viven en una delas áreas más densamente pobladas deAfrica Oriental, con más de 400 personaspor km2 en ciertas partes. A pesar de quelos terrenos son sumamente empinados, lossuelos de alta fertilidad y la altura, que loslibera de la malaria, han sido factores claves

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Foto: Liz Willy

para una inmigración constante hasta hacepocos años. En este momento, la escasez detierras es aguda y la carencia de tierrasentre los más pobres es cada vez mayor. Loshabitantes locales pertenecen predo-minantemente a las tribus bufumbira ybakiga, originarias de Ruanda, y susantepasados se trasladaron a la actualUganda suroccidental hace uno o dos siglos.La población indígena selvática que en-contraron, los pigmeos abayanda, a quienesdenominaron desde el comienzo como«batwa», igual que aquellos que quedaronen las selvas de Ruanda, estaban dise-minados y cada grupo usaba zonas de selvay sabanas vinculadas a las mismas, zonasextensas pero separadas. Hoy, ese puebloexiste como una pequeñísima minoría dela población en general, constituyendomenos del uno por ciento de los habitantesde los «municipios» administrativos adya-centes a la selva. En su totalidad, losabayanda (sing.: umuyanda), comprenden

menos de dos mil personas. Sin embargo,representan más de la mitad del total de lapoblación pigmea de Uganda, la mayoríade los cuales viven vinculados a otras selvas,mucho menores, diseminadas en la regiónoccidental del país, otrora completamentecubierta de selvas.

A pesar de ser tan pocos, los pigmeosabayanda presentan un «problema» para laconservación de los Parques Forestales. Porun lado, el gobierno de Uganda es cada vezmás consciente de que esta gente hadependido del acceso sostenido a losrecursos de las selvas de Bwindi y Mga-hinga durante milenios, y residían en formatemporaria en esas selvas hasta hace muypoco. Por otro lado, las estrategias demanejo y protección de selvas naturalesimplementadas por la nueva autoridad deParques, y por las cuales recibe un fuerteapoyo y ayuda internacional, descansan enla remoción de los habitantes de la selva yen la eliminación del uso consumista de los

recursos. Por consiguiente, los abayanda, yotros, fueron expulsados especialmente deMgahinga, dónde habían consolidado suspoblados en décadas recientes. Muchosrecibieron una compensación económicalimitada, la cual, asumía la autoridad deParques, pondría fin al asunto. Los límitesfueron vueltos a trazar y se inició un intensocontrol contra cualquier tipo de intrusión.

El uso de la selva por la población local,incluyendo a los «batwa», fue virtualmenteeliminado; ésto incluía las otroras re-dituables extracciones de oro y madera, yla caza de pequeños animales, pero es-pecialmente, la exclusión de la recolecciónde palos y fibras, alimentos selváticos,medicinas y materiales usados en el áreapara la cestería y la confección de re-cipientes para granos, una fuente de ingresopara todas las tribus de la comunidad local.Los usos adicionales selváticos, no con-sumistas, de especial importancia para losindígenas pigmeos abayanda, en la esfera

28 Asuntos Indígenas

social y ritual, fueron prontamente res-tringidos. Fundamentalmente, se puso un finefectivo a la práctica abayanda de tras-ladarse y vivir en la selva durante períodosvariables y con propósitos diversos. Mástarde, con el apoyo de una ONG in-ternacional, se reinstauró una pequeñacantidad de usos de plantas selváticas,vigilados y altamente controlados, medianteel registro de un puñado de grupos localesusuarios. Estos representan una minúsculaproporción de aquellos del área local quehabían usado previamente la selva, eincluyen sólo un puñado de abayanda. Eneste momento, la vasta mayoría de estegrupo socioeconómico, altamente de-pendiente de la selva, ha perdido vir-tualmente todo acceso a los ParquesSelváticos para funciones socioculturales,económicas o de otro tipo, y ellos mismosconsideran haber perdido su «hogar».

La burocracia y las agencias para eldesarrollo conservacionista del área no seencuentran muy a gusto con la situación.Además, las directivas que rigen lastransferencias de fondos del Banco Mun-dial requieren que se preste atención a lospueblos indígenas y a sus derechos. Enconsecuencia, se comisionó un estudio dela situación de esta minoría a estos autores,el cual fue realizado, para guiar al nuevoFondo en lo relativo a qué acción tomarpara mejorar la situación. Este artículoutiliza la información obtenida durante eseestudio, el cual fue realizado durante 1995.

Los habitantes de la selva - lospigmeos abayanda cazadores-recolectoresÉtnicamente, los abayanda representan larama más oriental de pigmeoides africanos,coincidentes con el borde oriental de lasgrandes selvas tropicales de Africa. Lospigmeos, de diferentes nombres, viven hoyen nueve estados, y llegan a sumar hasta300.000 individuos. Sin excepción, lamayoría de cada grupo vive estrechamentevinculada con selvas remanentes o áreasforestadas hasta hace poco (este siglo). Losabayanda, al igual que otros pigmeos, sonun pueblo selvático cazador-recolector.

Los pigmeos abayanda tienen una largahistoria en el suroeste de Uganda que seremonta a 50.000 años, o más. Las trans-formaciones importantes de su historiacomenzaron recién hace un siglo, con lallegada de los agricultores y pastores del

oeste y del sur, y éstas transformacionessiguieron un camino demasiado conocidoen la historia moderna de los cazadores-recolectores africanos (y otros), cuyacaracterística fundamental es, considerandosu larga historia de milenios, generalmenteestable, una corta y abrupta decadencia,pasando de un abundante acceso a recursosa la carencia de tierras, de la independenciasocioeconómica a la dependencia men-dicante, de la «pobreza» material a unaprofunda y desmoralizante pauperización.

Para los abayanda, esta transicióncomenzó en el siglo diecinueve, cuandoperdieron sus territorios, físicamente,debido a la limpieza de los mismos y a laagricultura, y políticamente, por la incor-poración al reino norteño de Ruanda en elpasado siglo diecinueve. En el proceso, losabayanda se vieron sometidos a un sistemade clientelismo y servidumbre con respectoa estos colonos. En muchos aspectos, larelación fue mutuamente beneficiosa. Losabayanda suministraban postes, madera,carne, hierbas y miel a los recién llegados acambio del acceso a la diversidad de nuevasmercancías y alimentos que llegaban alárea. También revelaron a los reciénllegados los más profundos secretos de laselva, y en el proceso, diversos elementosde sus habilidades y conocimiento fueronincorporados a la sociedad dominante, unacaracterística inusual en las modernasrelaciones entre cazadores-recolectores yagricultores. En el período que se extiendeentre 1880 y 1920, los abayanda fueronparticularmente notables como guerrerosal servicio de diversos patrones y jugaronun papel clave en el equilibrio de poderes(y en un eventual establecimiento de lasfronteras internacionales) entre los di-versos colonizadores y colonizados deUganda suroccidental.

A partir del período colonial británico(1912), la cantidad de recursos disponiblespara los abayanda selváticos, y su grado deindependencia, declinaron aun más. Noobstante, el establecimiento de ReservasForestales y Fauníferas en la década de 1920y 1930, contuvo y casi limitó completamentela expansión agrícola y los abayandasiguieron usando esas áreas, conside-rándolas todavía como suyas, hasta lareciente promoción de algunas de estasreservas a la categoría de Parques Na-cionales. Para ese entonces, hace apenascinco años (1991), el pasaje de los abayanda

de la independencia a la servidumbredependiente era casi total.

Los abayanda en la década de1990Un censo de 1995 mostró que los abayandasuman un total de unas 1.771 personasdistribuidas en 403 núcleos familiares en lostres distritos de Uganda suroccidental.Alrededor de la mitad de ellos vivenvinculados a la selva Echuya, y casi la mitaden la esfera de los Parques Nacionales deBwindi y Mgahinga. Numéricamente, talcomo se acaba de destacar, representan ungrupo insignificante de menos del uno por

ciento de la población selvática local. Socio-espacialmente, parecen estar diseminadosal azar y en forma diversa, y al menos lamitad de las familias viven aisladas, comointrusos en tierras ajenas, lejos de otrosabayanda. No obstante, los restantes vivenen grupos de cincuenta personas, o más,aprovechando frecuentemente tierras depropiedad de las iglesias o del gobiernopara congregarse. En dos casos, las familiasse apiñan en diminutas parcelas, propiedadde una familia umuyanda. En otros cuatrocasos, un único terrateniente «emplea» auna serie de familias abayanda. Tal comose verá más adelante, estos modelos de

asentamientos ocultan un fuerte sentidosocial y espacial de comunidad, vinculandoa cualquier familia umuyanda, de formamuy específica, con otras.

La familia umuyanda contemporáneadifiere estructuralmente de otras del área,y ciertamente también del modelo nacional;es generalmente de tamaño bastante menor,y se encuentra proporcionalmente menosde la mitad de familias encabezadas pormujeres que lo que normalmente se en-cuentra en la moderna estructura socio-económica africana. La proporción demiembros familiares de menos de quinceaños es significativamente menor, y aunque

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aparentemente las mujeres pigmeas aba-yanda gozan de una proporción mayor departos exitosos, sufren tasas más elevadasde mortalidad infantil.

Estos dos últimos factores sugieren quela población abayanda total podría estardeclinando. Los censos nacionales de másde 20 años así lo sugieren, aunque éstos sonnotoriamente imprecisos en lo que respectaa los pobres o a las minorías étnicas. Lasadministraciones de los gobiernos localesreconocen generalmente que el índice deenfermedad y mortalidad de los abayandaes alto y fuera de proporciones con respectoa su número. La reciente pérdida dealimentos y recursos forestales que ge-neraban pequeños ingresos ha sumergidoostensiblemente a muchos abayanda en unestado de salud deficitario.

Sin tierras y pobresLa mayoría de los abayanda carecencompletamente de tierras (82 por ciento),y viven provisoriamente en tierras depropiedad de particulares (66 por ciento),del gobierno (8 por ciento), o de las iglesias(8 por ciento). Incluso ese 18 por ciento quees dueño de su propia tierra, comparteapenas 4,5 hectáreas, o sea un promedio de0,04 ha. por familia, apenas suficiente paraalimentar a una familia la mitad del año, yaún menos capaz de permitir la super-vivencia de las numerosas familias que seapiñan en esas parcelas diminutas.

El diez por ciento de las familias aba-yanda poseen una o dos gallinas, o unaoveja, una cabra, o quizás un perro. Ningunafamilia dispone de ganado. Al menos lamitad carece de azada, la herramienta másbásica y omnipresente de toda Africa.Aquellos que cultivan para los terra-tenientes tienen que pagar por el préstamode la azada del patrón, lo cual se deduce desu pago. El pago se realiza por lo generalen la forma de alimentos. Como el costo devida y la dependencia per capita de lastierras de cultivo se han elevado en lacomunidad que los alberga, la generosidadde los terratenientes ha disminuido enforma proporcional. Los abayanda informanhoy que mientras que hace diez años el pagopermitía a una familia alimentarse durantevarios días, «ahora alcanza para un sólo día,y al segundo día pasamos hambre y notenemos nada que comer el tercer y cuartodía».Aunque la mayoría de los terratenientespermiten a sus pigmeos «batwa» cultivar

diminutas huertas en provecho propio, éstasson raramente mayores de unos pocosmetros y su contribución a la supervivenciaes mínima. La vivienda es impermanente ypobre, constando generalmente de pastosuelto, montado sobre un círculo de postes.Por lo general, los terratenientes no ofrecenvivienda y muchos desalientan las cons-trucciones permanentes de los intrusos.Sabiendo que pueden ser desalojados encualquier momento, los mismos intrusosestán de acuerdo en renunciar a viviendaspermanentes.

En 1995, los autores encontraron sólotres abayanda asalariados en un total demás de 500 adultos. Alrededor de un terciode las otras familias, particularmenteaquellas que viven cerca de la selva Echuya,ganan pequeñas sumas mediante la reco-lección y transporte de cosechas, oficios,construcción o transporte de otros ma-teriales para terceros, o brindando en-tretenimiento mediante danzas y cantos a sus«dueños». Ésto, opinan algunos habitanteslocales, salvará a los abayanda. «Siempre handanzado, cantado y tocado sus curiososinstrumentos para nosotros, en las cortes denuestros Reyes y ahora lo hacen paranosotros.Inluso ahora pueden bailar y cantartoda la noche hasta que se les da alimentos.Los turistas podrían venir y pagarles conalimentos, igual que nosotros. Así es comodebe ser. Esta gente no necesita tierras».

El golpe final - La pérdida de losrecursos forestalesHasta la clausura de Bwindi y Mgahinga,estas selvas representaban una importantefuente de alimentos, miel y productoscomercializables por comida, para todosaquellos ubicados en su vecindad. Aunque,comprensiblemente, los abayanda no sonexplícitos sobre el tema, parece que algunoscontinúan, ilícitamente y a riesgo de serencarcelados, usando furtivamente áreasmás remotas de las selvas, por lo menospara la recolección de miel y vegetalessilvestres, los cuales constituyen la antiguabase de su dieta. Algunos también cazanocasionalmente. Generalmente estas ac-tividades se realizan en Echuya y Bwindi.La naturaleza del Parque Mgahinga y elnivel de control de sus límites por parte delos guardas empleados por el estado en eselugar hace que sea sumamente difícil hastapara los abayanda entrar en el Parque sinser notados. No obstante, la frecuencia y la

gama de todo tipo de uso forestal, hadisminuido en forma dramática. El uso deBwindi y Mgahinga para obtener energía,materiales de construcción u otros ma-teriales ha cesado virtualmente.

En general, la pérdida del acceso a laselva para obtener ingresos y alimentos, halibrado a los abayanda, en forma másdefinitiva, a la merced de sus propietarios,para quienes ahora son incluso menosútiles, ya que son incapaces de sumi-nistrarles, como antes, miel, carne de monte,el oro lavado en las corrientes de agua,madera, postes o materiales artesanales. Sibien en el pasado, la relación entre elpropietario y el intruso umuyanda incluíaelementos de beneficio mutuo, ahora se hatransformado más claramente en un sis-tema de clientelismo compulsivo, mejor

definido como una servidumbre. Aparte dela baja estima que gozan en la comunidaden general, sufren una considerable ines-tabilidad en sus lugares de residencia,carecen de bienes, medios de producción oempleo, tiene cada vez menor acceso aactividades que les permitan alimentarse uobtener pequeños ingresos monetarios, y casino disponen del control sobre la venta de supropia fuerza de trabajo. Carecen de re-presentación y formas de expresión colectivaque les permita cambiar el status quo.

Una minoría excluida ydespreciadaRevertir esta situación no es fácil. Comolos tiempos son cada vez más difíciles, lastierras más escasas, y la capacidad de losagricultores para usar trabajadores ha

disminuido, la actitud hacia los «batwa» seha endurecido, pasando de una toleranciapaternal a su «atraso» y raras costumbres,a un decidido desprecio. Aquellos pigmeosque tratan de mejorar son mirados consuspicacia y en aquellas ocasiones en quelos abayanda han procurado una reversiónde la explotación, ésto ha originado la irade la comunidad terrateniente, la cual hastala fecha se consideraba generalmente comolos patrones de los desamparados, igno-rantes, y ahora desagradecidos, «batwa».

El gobierno local ha prestado pocaatención a la situación. Por lo general, lasiglesias representan el único canal deasistencia para los abayanda hasta la fecha,siendo reciente y principalmente limitadoa ayudar a los niños abayanda a asistir a laescuela. Casi el 90 por ciento de los niños

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abayanda todavía no van a la escuela. Elacceso de los abayanda a los serviciossanitarios estatales, y su uso, es todavía bajo,parcialmente a causa del costo, peroprincipalmente porque no son bienvenidosen las clínicas, y ellos mismos ponen en dudalas ventajas que implican.

En cuatro de los 41 «asentamientos» enlos cuales residen los pigmeos abayanda,están representados en concejos aldeanos.Aparte de ésto, los abayanda no gozan deninguna representación a este nivel local, oen niveles más altos (municipios, distritos),y temen a los líderes locales y a la policía.Su experiencia con los tribunales locales noha sido saludable. Se utilizan las multas conligereza para mantener a los abayanda enorden y en su lugar. Son comunes los golpesy las amenazas y siete asesinatos cometidosen 1990, todavía siguen «sin resolverse». Elpuñado de abayanda que poseen unapequeña parcela es tan vulnerable comoaquellos que no tienen tierras, pero deforma distinta. Muchas de estas parcelasfueron «otorgadas» en tiempos pre-co-loniales o coloniales, y han sido sistemá-ticamente reducidas a causa de la invasiónde vecinos, y más recientemente, debido aque la presión sobre la tierra aumenta entodos lados, mediante una decidida inti-midación y robo. Las quejas a los lídereslocales no otorgan dividendos y puedenincluso aumentar las pérdidas.

Es importante también que los abayandano parecen hacer mucho por ayudarse. Sepuede argüir que siguen modelos que sonfrecuentemente encontrados entre loscazadores-recolectores desposeídos delcontinente; temen abandonar la precariaseguridad que gozan como intrusos, «in-vierten» en el patronazgo con un com-portamiento sumiso, y «aceptan» la explo-tación, el desprecio y el abuso. Su propiacultura no siempre les ayuda, ya que esresistente a la prominencia individual yopera instintivamente mecanismos denivelación de reparto de alimentos y bienespor un lado, y el temor a la brujería, por elotro, para apaciguar las diferencias y lasenvidias. Repetimos, estas característicasson comunes a todos los cazadores-reco-lectores.

Desafío y cambioSin embargo, la situación está cambiandolentamente, principalmente en lo pequeño.Una o dos comunidades abayanda estáncomenzando a trabajar juntas para lograrventajas económicas, alquilándose a losagricultores como grupo para comprarazadas, y han comenzado activamente a

solicitar materiales y otro tipo de ayuda.Después de una larga historia que evitó larepresentación y el liderazgo, están sur-giendo varios abayanda influyentes endiferentes partes de la región. El másprominente ha comenzado a viajar en laextensa área para reunirse con otrosabayanda, y usa toda oportunidad para dara conocer a funcionarios y otras personaslas dificultades que enfrentan los pueblosselváticos, y para solicitar ayuda. Dosprominentes pigmeos herbolarios, hacetiempo a disposición de habitantes localesmás ricos y de los líderes, están comenzandoa usar su influencia con una perspectiva mássocial. El centro de las demandas esconsecuentemente la necesidad de lugarespara vivir y el derecho a usar las selvas.Varios individuos, funcionarios a nivel dedistrito, se muestran comprensivos yconstructivos en relación a las condicionesde los abayanda. Por lejos, la mayoría delos líderes locales y granjeros entrevistadospor los autores en 1995 todavía dejaban enclaro su desprecio por los abayanda. Laintensidad de los sentimientos expresadossugiere que la situación de los abayanda yase ha convertido en una «cuestión» a nivellocal.

Un importante factor en estos cambiosfue la redefinición de Bwindi y Mgahingacomo Parques Nacionales, la expulsión delos «batwa», entre otros, de esas selvas, y laintroducción de severos regímenes decustodia para eliminar todo tipo de utili-zación extractiva. En primera instancia, lareacción local ha forzado a la admi-nistración del Parque a reconocer laimportante utilidad de las selvas para lascomunidades locales, y en el proceso hantomado más consciencia de los diferentesniveles de dependencia forestal de losdiferentes grupos de la sociedad.

En segunda instancia, si bien el procesode establecimiento de parques ha minadoseriamente la base de la supervivencia delos abayanda y su cultura social, tambiénha servido para politizarlos. Pues, a pesardel hecho de que los abayanda no han sidolos propietarios legales de Bwindi, Mga-hinga o Echuya durante más de cincuentaaños, siguieron considerando a aquellasselvas como (lo que resta de) sus tierrasancestrales. Aunque el acceso se hizo cadavez menor, y en muchos aspectos ha sidoilegal durante muchas décadas, fue reciéncuando se establecieron los parques y acausa de su más efectiva exclusión, queestos pueblos selváticos pudieron com-prender cabalmente cuán sistemáticamentehabían perdido sus tierras y recursos. Como

resultado, los abayanda de la década de1990 son más críticamente conscientes queantes de la naturaleza de su desahucio ypobreza, y gradualmente y con muchadificultad, están siendo más articulados ensus requerimientos de ayuda e incluso de«desagravio».

El camino futuroLos modernos administradores y fun-cionarios del desarrollo tienden a deses-timar los orígenes cazadores y recolectoresde los pueblos de la selva, considerándoloscomo irrelevantes para su actual situacióny especialmente para su futuro. La caza yla recolección son consideradas atrasadase impracticables en un mundo moderno, ytales pueblos son urgidos en forma rutinariaa «dejar de deambular», a abocarse a laagricultura tal como aquellos que están asu lado o junto con ellos, y a asimilarse a lavecina sociedad dominante. La primeraesfera de intervención con respecto a talesminorías es la ayuda a la asistencia escolar,considerándose la educación normal comoun instrumento para la liberación de lapobreza e ignorancia de su estilo tradicionalde vida.

Tal como los antropólogos sociales yaquellos que han trabajado estrechamentecon los cazadores-recolectores saben másde la cuenta, el hecho de que los pigmeosabayanda constituyen una sociedad caza-dora-recolectora no es, sin embargo, sólohistoria sino un elemento que determina susdificultades de hoy y la forma en cómopueden ser mejoradas. Tal como se descri-bió antes, los abayanda han enfrentado yhan respondido a un mundo cambiante deformas similares a otros cazadores-reco-lectores de cualquier otra parte, sufriendolas mismas tendencias a la desposesión y ala eventual indigencia. Es muy carac-terístico que recién cuando todo estáperdido, los cazadores-recolectores com-prenden el proceso que los ha afectado, ycomienzan a contrarrestarlo. La historiamoderna de tales pueblos indígenas indicaque la restitución de los derechos a losrecursos es, sin excepción, el núcleo de susdemandas de ayuda. Raramente se lograuna mejora significativa de su situación sinque esta demanda sea cumplida en algúngrado.

La naturaleza y la tenacidad de lasociedad cazadora-recolectora, incluso enel mundo contemporáneo, es generalmentemal entendida. Una principal área deincomprensión refiere a la consideración delos abayanda y otros cazadores-reco-lectores como nómadas. Los abayanda,

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como otros cazadores-recolectores delcontinente, se desplazan, pero sólo dentrode los límites de áreas de recursos definidas,o «territorios». Cada grupo tiene supropio territorio, definido hace milenios.Generalmente son muy extensos. El des-plazamiento fuera de estos territorios esnormalmente debido únicamente a ra-zones sociales, y está limitado a losterritorios vecinos. Tradicionalmente, noexiste un sentido de cohesión entre losgrupos ampliamente diseminados, eincluso a veces ni siquiera son cons-cientes de su existencia. El grupo étnicono tiene líderes, al igual que los pequeñosgrupos.

Continuidad socio-espacialEstas características, creen los autores, seaplican precisamente en lo relativo a lospigmeos abayanda del día de hoy. Aunquehoy están diseminados en varios cientos degranjas pertenecientes a otra gente, lasáreas generales en las cuales viven, y susvinculaciones con otros abayanda en esasáreas, están lejos de ser indiscriminadas. Nosólo los abayanda no han abandonado elárea general de sus ancestros, sino que cadasubgrupo, o «tribu» ha permanecido, por lamayor parte, dentro de la misma área quesus antepasados consideran que eran su«lugar», o territorio [umwanya waacu,«nuestro lugar»]. El cambio fundamental noha sido dónde los abayanda se encuentranhoy, ni cómo se relacionan entre ellos, sinoen qué ha sucedido con sus áreas tradi-cionales. Esos cambios se sobreponen ydominan pero nunca han destruido niinvalidado una forma socio-espacial per-sistente de distribución y existencia socialcazadora-recolectora, de la mayoría de lastribus del área.

Más específicamente, hace falta destacarlo siguiente. En primer lugar, el des-plazamiento de los abayanda durante losúltimos 150 años no ha conducido a unalejamiento de sus tierras ancestrales y auna dispersión en toda la región, o inclusoel país. Por el contrario, la mayoría de lospigmeos abayanda se encuentran hoyagrupados en torno al centro residual delas selvas de Bwindi, Mgahinga y Echuya.El cuarenta y tres por ciento vive de hechocerca de, o en el radio de un kilómetro dellímite de la selva. Sólo cinco asentamientosestán ubicados a más de diez kilómetros dela selva.

Segundo, aunque la mayoría de losabayanda viven en tierras que pertenecena particulares o al gobierno, no estánlocalizados allí por causa de los propietarios

sino porque esas granjas están hoy ubicadasdentro de las áreas territoriales de susancestros. A este respecto, losvínculos entreuna familia intrusa y la otra, de granja agranja, refleja una red de cohesión socialque deriva de un patrimonio compartidocomo comunidad, la cual todavía existehoy, no importa cuán diseminada, comocomunidad. La penetración de otrospigmeos abayanda a esas áreas es difícildesde un punto de vista socio-cultural.Así, cuando una iglesia ofreció un lugarpara vivir a algunos pigmeos hace unosaños, se extrañaron de que llegaran tanpocos, y que se quedaran aún menos.Aquellos que permanecieron explicaronque los otros simplemente no «perte-necían» a esa área.

A través de la revisión de las relaciones,los autores descubrieron en 1995 que lapoblación total de pigmeos abayanda delárea se distribuye socio-espacialmente enunas quince comunidades diferenciadas,vinculadas a quince áreas. Ocho de éstasestán directamente asociadas con la selvaBwindi. Aunque diseminadas en seislugares, incluyendo el pueblo del distritolocal, aquellos abayanda que consideran aMgahinga como su territorio tradicionalconforman un único grupo interrelacionadode estrecha consanguinidad. El factordeterminante que vincula a los miembrosde una comunidad es sus orígenes compar-tidos, tanto su pertenencia a un grupo social(amago, o grupo) como a un territorio(nahaacu). También se acumulan asocia-ciones más amplias, que resultan en lasubdivisión de toda el área suroccidentalen unos seis «territorios mayores», y quefuncionan hasta el presente como redessociales y fuentes de matrimonios. En dosoportunidades estos territorios mayores seextienden más allá de la frontera inter-nacional entre Zaire y Ruanda. Los aba-yanda, tanto hoy como en el pasado, limitangeneralmente sus movimientos a estasesferas.

La importancia de estas conclusiones nopueden ser sobreestimadas, fundamen-talmente porque sugieren bastante defini-tivamente a los gobiernos y agencias no-gubernamentales interesadas precisamentecómo y dónde las necesidades vitales de losabayanda pueden y deben ser cumplidas dela forma más satisfactoria posible. Encircunstancias ideales, esas agencias encon-trarán apropiado ayudar a los abayanda aadquirir tierras permanentes dentro delcontexto de sus áreas comunitarias ances-trales, tanto desde un punto de vista socialcomo físico.

Un pequeño grupo pero no unproblema pequeñoEn suma, los «batwa» modernos del sur-oeste de Uganda, o abayanda, tal como seautodenominan y prefieren ser llamados,representan una proporción numérica-mente insignificante de la población local.Sin embargo, su situación no es insig-nificante. Por el contrario, plantea cues-tiones que alcanzan el meollo de la ini-ciativa desarrollista más prominente delárea, mediante la cual el gobierno y lacomunidad internacional están decididos aconservar las selvas indígenas y la flora yla fauna que las mismas contienen. Esto esasí simplemente porque los pigmeosabayanda no son como el común de la gentea este respecto, son un pueblo selvático. Suresidencia en la vecindad de Bwindi yMgahinga (o la selva Echuya, de menorprioridad) no es casual. Están allí porqueesas selvas integran sus tierras ancestrales,y forman parte de su existencia hasta elpresente. Aunque la selva sirve forzo-samente cada vez menos como fuente desu supervivencia física, su sociedad estáestructurada de manera fundamental en laselva, dependiendo de su continua exis-tencia como selva y de su continuo accesoa la misma. La atención a estas cuestioneses, en última instancia, ineludible. Lacantidad de gente involucrada es minúscula,y la escala de la cuestión es, por ahora,manejable. Pero no tiene necesariamenteque seguir siendo así. No sólo los abayanda,como otros ugandeses, duplicarán supoblación en las décadas siguientes, sinoque la cuestión arriesga a convertirse en«problema», e incluso una cause celebre, sino se le presta atención. Cada año será máscomplicada y onerosa de resolver.

La forma de encarar las necesidades delos abayanda es fundamental. Ayudar a losniños abayanda a asistir a la escuelaprimaria, a beneficiarse con los serviciossanitarios, a obtener capacitación, etc.,constituyen intervenciones útiles y, sin lugara dudas, con el tiempo serán encaradas poralguna agencia. No obstante, estas medidasno encaran las condiciones fundamentalesde la carencia de tierras de los abayanda yla pérdida de su acceso a la selva, y por lotanto, no serán las medidas determinantes,ni las que desvíen el foco de interés conrespecto a este grupo.

Queda claro que las cuestiones funda-mentales a resolver están firmementeubicadas dentro de la esfera de los dere-chos. La resolución yace fundamental yprimordialmente en la ayuda a las familiasabayanda a encontrar lugares de asenta-

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miento y de cultivo seguros y permanentes.Un segundo requisito es llegar a un acuerdosobre los principios y prácticas de acceso aciertas áreas, ciertos lugares y ciertosrecursos de los Parques Nacionales, y laReserva Forestal de Echuya, principal-mente para usos no consumistas, y para unacantidad limitada de usos consumistasprioritarios, en una base sustentable. Losmismos abayanda ubican el derecho ajuntar miel, tubérculos y plantas medi-cinales como fundamental a este respecto.La importancia práctica de ésto varía degrupo a grupo, y puede, con el correr deltiempo, disminuir en forma general. Paratodos los pigmeos abayanda, el recono-cimiento en principio de las selvas como sustierras ancestrales y un derecho continuadoa penetrarlas libremente con objetivossocio-rituales es en realidad, no negociable.

En teoría las necesidades de asenta-miento y de acceso a la selva y de derechosde uso, pueden ser satisfechas conjun-tamente mediante el otorgamiento de unnúmero limitado de áreas periféricas deParque a la apropiada comunidad abayandaadyacente a la selva. En muchos casosexisten zonas de selva degradada o desfo-restada. En términos de velocidad, rendi-miento económico y simplicidad de reso-lución, esta es la estrategia más apropiada.Tendrá la ventaja agregada de brindar unmarco de trabajo para modelos de asenta-miento más apropiados y perdurables, yaque cada subgrupo abayanda residiría enla vecindad de su ubicación preferida y desu preferida formación social.

En la práctica, no es probable que estaestrategia sea aceptable para los conser-vacionistas o para la comunidad local ensentido más amplio. Los primeros, quienesotorgan primera prioridad a una totalprotección al entorno de la población gorilay garantizan una ayuda considerable paraeste propósito, considerarían el otorga-miento de incluso pequeñas parcelas en elborde de la selva como una invasión gravey peligrosa. Tan poderosa como éstos, lapoblación local como un todo, argumentaríacontra lo que ellos consideran como untratamiento preferencial con respecto a los(menospreciados) «batwa», mientras quealgunos de sus propios miembros tribalescarecen de tierras. Tampoco es probableque los mismos abayanda exijan derechosde asentamiento a áreas incluso periféricasa los parques. Mientras que «insisten» cadavez más en la devolución de ciertos dere-chos al uso de la selva, muchos indicanahora que aceptarían un asentamientofuera de los límites de los parques - si se

pudiera encontrar tierras en áreas apropia-das, y en cantidades adecuadas, que lespermitieran vivir en sus formacionesgrupales preferidas, y en sus áreas tradicio-nales preferidas.

Dada la naturaleza densamente pobladade las áreas adyacentes a los parques, y lainmovilidad en la transferencia de la tierra,el logro de este objetivo es muy improbable.Es más, la pequeñez de las necesidades deasentamiento de los abayanda (a diferenciade un uso forestal de más amplia gama)tiene que ser considerada; incluso con unabase de un acre por familia, se requeriríansolamente 403 acres, menos del 0,2 porciento de las propiedades totales del Parquey Reserva Forestal (Echuya). Este es unpequeño costo para resolver la cuestión, deuna manera que responda genuinamente ala necesidad y cumpliendo, al mismotiempo, con lo que en el mundo modernode los derechos, cada vez más manifiestos,de las minorías étnicas es considerado comoel respeto de los derechos de los pueblosselváticos.

En el momento de escribir ésto, mayode 1996, tanto el gobierno como el FondoBwindi están revisando sus opciones enrelación al pequeño pero espinoso proble-ma de los pigmeos abayanda. Los autoresno pueden más que esperar que el compro-miso con una acción positiva sea tal que nopermita ser dominado por el temor de quegrupos más privilegiados de la sociedadlocal no lo aprueben. Si no se desafían talesactitudes las agencias de desarrollo queda-rán atrapadas en un status quo insatis-factorio, se perpetuará el «problema» ypuede provocar su crecimiento en direccióna una cuestión de derechos humanos.

Es igual de importante que los conser-vacionistas examinen más de cerca el papelguardián que los pueblo selváticos puedenjugar en la protección de la valiosa flora yfauna. Hasta el presente, los gorilas deBwindi y Mgahinga siguen bajo amenaza,una amenaza que residentes periféricosabayanda podrían hacer mucho parareducir, si se les encargara tal respon-sabilidad a cambio de derechos de resi-dencia y uso sustentable. Tales estrategiasya no son inusuales en el marco de losregímenes de manejo de los bosquesnaturales y están demostrando por ciertoun éxito funcional mucho mayor que lasestrategias tradicionales de exclusión yvigilancia implementadas convencional-mente. Cuanto más profundamente esténcomprometidos los selváticos abayanda enel manejo forestal, piensan los autores, másse beneficiará la conservación. Sólo ocu-

rrirá de forma practicable y sustentable, siesas responsabilidades son vinculadasinextricablemente con el reconocimiento yel ejercicio de derechos definidos.

Por su parte, los mismos abayanda ya nopueden esperar pasivamente un cambio.Quizá en el futuro inmediato la másimportante necesidad sea el trazado delíneas de acción que directamente lesayuden a planificar y articular su propiocamino con el grado de detalle requerido.Mientras que no logren hacerlo, seguiránsiendo desafortunados peones de la moder-nidad, sin tierras, sin ganado, sin azadas, sineducación, sin trabajos, sin acceso a mediosde producción y supervivencia forestales ono-forestales, sin respeto y sin dignidad,mendigos o mano de obra explotada en lasgranjas de gente que tiende a despreciarlos.Esta no es la base que pueda asegurar sufuturo.

Literatura seleccionadaWily, Liz y Kabananukye, K. 1996

Report on a Study of the Abayanda Pyg-mies of South Western Uganda Mgahinga& Bwindi Impenetrable Forest Conser-vation Trust, Kabale, Uganda.

IWGIA 1993«... Nunca bebas del mismo cántaro». Ac-tas de la Conferencia sobre Pueblos Indí-genas en Africa. Documento 16 CDR/

IWGIA, Copenhague.Overeem, Pauline & Zwaan, Erica 1995

A Report on the UNPO Mission withAPB investigating the situation of theBatwa People of Rwanda. Organizaciónde las Naciones y Pueblos No Represen-tados. La Haya.

Cunningham, A. 1992People Park en Plant Use. Research andRecommendations for Multiple-UseZones and Development Alternativesaround Bwindi Impenetrable NationalPark. Uganda. Care International, Kam-pala.

Liz Wily, es especialista en desarrollo ruraly tenencia de la tierra. Ha trabajo duranteveinticinco años junto con las minoríascazadoras-recolectoras, en cuestiones re-lativas al manejo de bosques naturales ydesarrollo de base comunitaria en una seriede estados africanos y asiáticos. Tiene subase en Nairobi, Kenia.Kabann Kabananukye es socióloga delInstituto Makerere de Investigación Socialde la Universidad Makerere, Kampala,Uganda. q

Crónicas KanakLa etnología en marcha (en francés)Por Alban BensaEthnies-Documents, publicado por «Peuples autochtones et development» en asociación conSupervivencia Internacional (Francia).Administración y suscripción: 45, rue du Faubourg du Temple, 75010, París, Francia. Tel. (33-1) 4241 47 62. Fax: (33-1) 42 45 34 51. E-mail: [email protected]

«Cuando los kanak toman la palabra, una palabra política, o sea revolucionaria, ellos que han sido descritos durante tanto tiempocomo maestros de la palabra mística, enunciado misterioso de una experiencia directa del ser del mundo, ¿qué puede decir el etnólogo?Cuando aquellos que la tradición etnológica describía como «super primitivos», encarnación por excelencia, y a este título, exaltado,celebrado, del primitivo en el sentido de originario, entran en la escena política, nacional e internacional, obligan a operar una revisióndesgarradora de la tradición etnológica, pero también a preguntarse lo que una etnología menos inflamada, pero más respetuosa de loshechos, como la vuestra, permite comprender lo que pasa.»Pierre BourdieuConversación con Alban BensaEnfrentados a la movilización política de los kanak de la Nueva Caledonia, Aban Bensa intenta aquí sacar partido de su experienciaetnográfica para comprender y ayudar a comprender lo que está por surgir. El análisis en profundidad va de la mano de una solidaridadlúcida. Ese es el rostro de esta etnología en marcha.El autor. Alban Bensa es director de estudios en la Escuela de estudios superiores en ciencias sociales, trabaja en Nueva Caledoniadesde 1973. Se ha destacado por ser el autor de Nouvelle-Calédonie,un paradis dans la tourmente (Découvertes Gallimard, 1990). Precio: 120 Fr.

36 Asuntos Indígenas

E n mayo de 1996, los líderes de lascomunidades indígenas de Yesa-matathla fueron convocados a la

casa del Sr. Bischoff, un inmigrante alemánde segunda generación y patrón de lahacienda en la cual vivían y trabajaban, yfueron ordenados a abandonar la haciendael mismo día. Los 50 miembros de lacomunidad obedecieron rápidamente a laviolenta conducta del Sr. Bischoff y,llevando consigo unas pocas pertenencias,se trasladaron a Makthlawaiya, la coloniaindígena más próxima, a unos 20 km. dedistancia. Aquellos que fueron despedidosde sus trabajos no recibieron ningunaindemnización, y una vez que se fueron, suscasas fueron destruidas por el Sr. Bischoff.En pocos días su dinero se acabó y se vieronreducidos a depender de la buena voluntadde los habitantes de Makthlawaiya, unacolonia ya sobrepoblada.

La comunidad de Yesamatathla formaparte de los pueblos enxet, los habitantesoriginales de más de 70.000 km. de la regióndel Chaco del oeste del Paraguay, y habíanhabitado en esa área hace tanto tiempo comopodían recordar. De acuerdo a la legislaciónparaguaya, el gobierno debía haber otorgadoa la comunidad el título de la tierra en la cualvivían. En cambio, fueron expulsados de sustierras como represalia por haber atentado

de obtener reconocimiento de sus derechosterritoriales. Habían solicitado inicialmentela tierra en 1991, y durante cinco años, elgobierno paraguayo no había ni siquieralogrado enviar una misión técnica para verla tierra, lo cual estaban legalmente obligadosa hacer dentro del plazo de un mes a partirde la solicitud de la comunidad indígena. Lainactividad del gobierno convenció al Sr.Bischoff de que la comunidad no seríaprotegida si él realiza una acción contraellos. Hasta la fecha ha demostrado tenerrazón ya que la comunidad no ha ob-tenido el permiso de volver a su tierra nihan recibido indemnización por lasdificultades sufridas.

El caso de Yesamatathla es sólo unejemplo de la casi completa falta deapoyo otorgado a la población indígenadel Paraguay por parte de su gobierno.En el contexto de una población de4.000.000 de habitantes hay 70.000indígenas divididos en 17 grupos étnicosdiferentes. Constituyen los estratos másbajos de la sociedad y, a pesar de que sutierra fue invadida y su base de subsistenciase ha visto severamente reducida, han sidocasi completamente abandonados por elgobierno y han sido forzados a sobrevivircomo una fuerza de trabajo sumamentebarata y altamente móvil. Casi el único

apoyo que han recibido proviene de iglesiasy otras organizaciones no gubernamentales.

La actitud del gobierno es bastantesorprendente cuando se examina el marcolegal que ha sido elaborado para protegersupuestamente a los derechos de lospueblos indígenas. Otorga a los pueblosindígenas el pleno derecho a la tierra, lasalud, la educación, la libertad frente a laexplotación y la preservación y desarrollode sus culturas y es considerada como unade las más impresionantes de AméricaLatina. Si fuera implementada en formaapropiada dejaría a la población indígenaen una situación envidiable. Desgra-ciadamente, la realidad del abandono delgobierno de su población indígena se erigeen agudo contraste.

Las consecuencias de este abandono yla explotación concomitante pueden serobservadas en muchos diferentes aspectosde la vida. En términos de la salud, siempreestán muy retrasados con respecto a lapoblación en general, disponiendo por lejosde las más elevadas tasas de desnutrición ytuberculosis. No obstante, esta situación nose refleja a nivel del suministro de losservicios de salud. Frecuentemente, losindígenas enfermos se ven obligados aviajar vastas distancias para consultar alpersonal médico calificado y hay muchas

comunidades en las cuales no se hanrealizado vacunaciones de niños durante másde 15 años. Virtualmente, los únicos -ygeneralmente inadecuados servicios ac-cesibles son aquellos provistos por lasorganizaciones no gubernamentales. Elgobierno ha establecido una clínica en lacapital,Asunción, con el objetivo de asistir alos casos más serios, pero una sola mirada alos excusados, inundados de materias fecaleses una indicación suficiente del deficientenivel de la asistencia realmente brindada.

La población indígena del Paraguay secaracteriza también por su alto nivel dealfabetismo y, mientras que muchos in-dígenas mbyá se niegan a permitir que seestablezcan escuelas en sus territorios ya quelas consideran una amenaza a sus culturas,la mayoría de los otros pueblos indígenasconsideran que se les niega activamente elacceso a una educación adecuada. Muchascomunidades carecen totalmente de escuelas,y en aquellas en las cuales el gobierno pagaun pequeño salario a un maestro indígena,por lo general éstos no han recibido ningunacapacitación y no se ha hecho ningúnesfuerzo para desarrollar programas edu-cativos bilingües y culturalmente apropiados.Las misiones cristianas son los grupos másinteresados en apoyar a las escuelas in-dígenas pero ésto es hecho por lo generalcomo un medio para evangelizar a los niños.Por ejemplo, una misión menonita que realizaactividades en más del 15% de la poblaciónindígena, despidió a uno de sus miembros delpersonal más progresistas porque él había,entre otras cosas, publicado un mito indígenaen un libro escolar.

Los indígenas son el grupo más explo-tado de trabajadores del país. La mayoríade los pocos que son lo suficientementeafortunados de tener trabajos, se les pagamucho menos que el mínimo legal y, si sondespedidos en forma injusta, casi no tienenposibilidad de lograr una indemnización. Elgobierno no realiza ningún esfuerzo parabrindarles la protección necesaria y,consecuentemente, los empleadores tratana sus trabajadores como quieren. Sólo entrelos enxet ha habido algún tipo de mejora:abogados pertenecientes a la organizaciónno gubernamentalTierraviva han brindadoapoyo a unos 80 trabajadores enxet, quieneshan presentado demandas legales a susempleadores. No obstante, los procesos enlos tribunales son tan lentos que, inclusodespués de dos años, muchos casos todavíano han sido resueltos.

Por cierto es bastante normal que losindígenas no reciban ninguna protecciónlegal. Durante los pasados dos años ha

habido una serie de ataques contra indí-genas que han resultado muertos o heridos,y no se ha tomado ninguna acción contrasus agresores paraguayos (es decir, no-indígenas). Por ejemplo, a fines de 1995, unenxet fue muerto a balazos por un para-guayo. A pesar de que el asesinato fuepresenciado por otro enxet, la policía senegó a arrestar al culpable y recién cuandolos líderes de la comunidad denunciaron loque había sucedido a la prensa, la policíacomenzó a actuar. Desgraciadamentearrestaron a los testigos enxet, a quienestrataron de culpar por el asesinato. Lacomunidad obtuvo ayuda de uno de losabogados de Tierraviva y, después de variosmeses, el culpable fue finalmente arrestado,sólo para ser liberado unos pocos días mástarde. Esto está en marcado contraste conel tratamiento otorgado a los indígenasacusados de crímenes, generalmente porrobo de ganado. En un caso, en enero de1996, dos enxet-lengua fueron arrestadospor haber robado supuestamente cuatrovacas. La única prueba en su contra fue lafalsa declaración de otro enxet quien habíafirmado la declaración presentada al mismodespués de haber sido golpeado por lapolicía. A pesar de su evidente inocencia,todavía tuvieron que pasar seis meses enprisión. En realidad, fueron afortunadospor haber sido liberados y ésto sucedióporque Tierraviva les proveyó un abogado.Hay muchos otros indígenas que han estadoen prisión durante períodos más largos yque todavía no han recibido sentencia.

Sin embargo, el principal problemaenfrentado por los indígenas es su falta deacceso a sus tierras tradicionales. En elesquema adjunto se puede apreciar lasproporciones sumamente pequeñas de losterritorios que los diferentes pueblosindígenas del Chaco tenían bajo su controlefectivo a fines de 1995.

Varía desde nada para los maká hastaun máximo de 4,5% para los ñandeva y

nivaklé y es evidente que los pueblosindígenas han perdido virtualmente toda sutierra. La pequeña cantidad que tienen fueprincipalmente obtenida por las misionesy las organizaciones no gubernamentales yes bastante inadecuada. Esto puede serobservado con referencia a la cantidad dehectáreas por familia. La ley paraguayaestipula que los indígenas del Chacodeberían poseer un mínimo de 100 hec-táreas por familia aunque es ampliamentereconocido que esta cifra mínima es, dehecho, bastante inadecuada. No obstante,de las 53 colonias indígenas del Chaco afines de 1995, sólo 13 poseían más delmínimo. La mayoría están sumamentesobrepobladas y tienen insuficientesrecursos para satisfacer los requisitosbásicos de subsistencia de los indígenas.Funcionan en cambio como campamentosde trabajo, brindando mano de obra barataa los establecimientos agrícolas y ganaderosdel área. Muchas otras comunidades notienen nada de tierra y, como Yesamatathla,están a la merced de los terratenientes.

Antes de 1994, el gobierno paraguayoignoró completamente la cuestión de latierra indígena y se negó a presupuestarnada para ayudar a resolver el problema.Es cierto que a comienzos de 1995 elPresidente Wasmosy negó públicamenteque los indígenas del Paraguay estuvieraninteresados en poseer tierras. No obstante,desde 1994, una serie de grupos indígenas,especialmente los enxet, han exigido susderechos en forma mucho más activa. Sehan mostrado más expresivos, denunciandofrecuentemente en la prensa las violacionesy los abusos de sus derechos. Finalmente,en octubre de 1995, 400 enxet y nivakléprotestaron en Asunción y exigieron queel gobierno presupuestara fondos sufi-cientes para comprar o expropiar la tierraque estaban reivindicando. Simultánea-mente, los indígenas han buscado el apoyointernacional. Su principal preocupación ha

Pueblos Área territorial actualmenteen posesión (hectáreas)

Área actual en porcentaje de su territorio tradicional

Hectáreaspor familia

Ayoreo 56.300 1,0% 97Chamacoco 25.828 0,7% 78Enxet 184.913 2,5% 34Guarayo 32.696 N/A 65Maká 605 0 2Majuy 8.025 0,6% 47Ñandeva 28.833 4,5% 65Nivaklé 142.947 4,5% 47Toba 8.373 1,0% 33

sido un proyecto de aproximadamenteUS$15 millones propuesto por la UniónEuropea y que tiene como objetivo alentarel desarrollo sustentable del Chaco. Losindígenas realizaron trabajo de «lobby»frente a la Unión Europea para persuadirlaa condicionar su donación a la resoluciónfavorable previa de la cuestión de las tierrasindígenas en el Chaco. A pesar de la fuerteoposición por parte de la Comisión Euro-pea, esta condición previa fue finalmenteimpuesta por algunos gobiernos miembros,especialmente Alemania y Gran Bretaña.

Enfrentado a una creciente presión departe de los indígenas y temeroso de perderuna donación substancial, en 1996 elgobierno paraguayo decidió presupuestarUS$15 millones para las reivindicacionesindígenas de tierra. Si bien esta suma esinadecuada, fue sin embargo un signi-ficativo paso adelante y dio esperanzas amuchos indígenas.

Desafortunadamente, esto no tuvo comoresultado las deseadas mejoras. Aunquealgunas áreas de tierras han sido compradas-tal como 35.000 hectáreas para los enxet y80.000 hectáreas para los ayoreo-totobie-gosode (el último grupo forestal inde-pendiente)- ha surgido otra serie deimportantes problemas. En un caso, a lacomunidad enxet de Siete Horizontes, queha reivindicado 18.000 hectáreas desde1982, se le otorgó sólo 10.000 hectáreas detierras de mala calidad: se permitió alterrateniente retener las mejores tierraspara él y su ganado, demostrando elgobierno claramente que consideraba a lasvacas más importantes que a la poblaciónindígena. En otras partes, se han compradoáreas de tierra que nunca fueron reivin-dicadas por los indígenas: para cubrir ésto,INDI -la agencia gubernamental respon-sable de los asuntos indígenas- ha tratadode persuadir a distintas comunidades a quese asienten allí. Un resultado inmediato esque hay menos dinero para las reivin-dicaciones legítimas de tierra. Lo que es aúnmás preocupante es que el gobierno hapagado precios excesivamente altos por latierra -hasta el 100% por sobre el precio demercado- y ésto ha contribuido direc-tamente a una substancial alza del preciode todas las tierras, especialmente en laregión del Chaco. Por lo tanto, la resolucióndel problema de la tierra indígena seconvierte cada vez en más difícil ya que elalza de precios significa que se necesitapresupuestar aun más dinero. Este no es unresultado inevitable ya que el Parlamento,el organismo que aprueba el presupuesto,está actualmente bajo el control de los

partidos de oposición. Existe temor de quela oposición pueda basarse en la mal-versación de los fondos estatales por partedel gobierno para reducir substancialmente,una vez más, el presupuesto destinado a lacompra de tierras indígenas.

Todavía no se conoce quien se beneficiade los sobreprecios de la tierra. Paraguayes un país notoriamente corrupto y podríaser que los funcionarios gubernamentalesse están embolsando grandes sumas. Hayevidencias de ésto en un caso de Paraguayoriental, dónde un área de 2.000 hectáreasfue comprada en nombre del INDI por treshombres. Más tarde vendieron a INDI sólo800 hectáreas a un precio seis vecessuperior al precio original. Las fuentesindican que los tres hombres estabanacompañados por el presidente de INDI ysería interesante saber quién quedó enposesión de la tierra restante. Existetambién una teoría que sugiere que losbeneficios de las ventas de tierra estánsiendo canalizados al sector del presidenteWasmosy perteneciente al partido Co-lorado, en el poder, para colaborar con suscampañas electorales.

Como acontecimiento paralelo, al menosdos áreas de tierra ya obtenidas por lospueblos indígenas -pero cuyos títulos toda-vía no habían recibido- fueron vendidas porel gobierno sin el consentimiento de lospueblos indígenas y a pesar de su oposición.

La malversación de los fondos del INDIha sido denunciada por algunas ONG ygrupos indígenas, especialmente los enxet.Esto ha conducido a temores de represaliascontra los enxet. Esto parece haber sido elcaso de dos comunidades -Cora'í y LosLapachos- cuyas reivindicaciones de tierrahabían casi sido resueltas para fines de1995. Tanto INDI como los terratenienteshabían acordado el precio de la tierra, peroel presidente de INDI se negó a sancionarla compra. Recién cuando en agosto de1996, treinta miembros de la comunidadCora'í iniciaron una sentada de protestafrente al Parlamento, el INDI accedió a lacompra de las 15.000 hectáreas en cuestión.No obstante, el caso de Los Lapachostodavía no está resuelto. Existen tambiénmuchas otras reivindicaciones de tierrasque necesitan ser pasadas al Parlamentopara su expropiación pero el INDI, hastaahora, ha negado el apoyo a las comu-nidades indígenas implicadas.

En Paraguay oriental, casi viente comu-nidades indígenas están enfrentando otroserio problema. Las pequeñas áreas detierra que han sido tituladas en su nombrehan sido invadidas por campesinos para-

guayos sin tierra, quienes amenazanfrecuentemente a los indígenas y deforestansus tierras, vendiendo la valiosa madera. Elgobierno es notoriamente lento en laexpulsión de los campesinos de estascolonias y por lo general recién abandonanel lugar cuando los recursos forestales estánexhaustos. El letargo del gobierno contrastaagudamente con la velocidad con que loscampesinos son expulsados de las tierraspertenecientes a los latifundistas.

Considerando que los indígenas cons-tituyen una pequeña proporción de lapoblación nacional, su fuerza electoral esmínima y, para ellos se hace muy difícilinfluir y cambiar las políticas guber-namentales. Por lo tanto, es esencial quereciban un fuerte apoyo externo. A esterespecto, el precondicionamiento de laUnión Europea de sus proyecto de desa-rrollo sustentable ha sido de una impor-tancia suprema. No obstante, parecería quela Comisión Europea está vacilante en suapoyo, quizás porque algunos de susfuncionarios tienen estrechos vínculos conlos latifundistas cuyas tierras son ame-nazadas por las reivindicaciones indígenasde tierras y quienes ya son conocidos pormaltratar a los indígenas. La cabeza deldepartamento paraguayo en la Comisión

No. 4 - octubre / noviembre / diciembre - 1996 3 9

Europea -Walter Simross- ha reinter-pretado la precondición de acuerdo sobrelas tierras, pretendiendo que el proyectopuede seguir su curso mientras que hayasuficientes tierras accesibles para la reali-zación de los mismos. Esto significa que sepodría otorgar cualquier tierra a los pueblosindígenas y no necesariamente las áreas queestán reivindicando, lo cual podría porsupuesto, ser lo que ya está pasando. Porcierto Simross dejó claro que no cree quetodas las reivindicaciones de tierras necesitenresolverse antes de que el proyecto puedaseguir adelante. En noviembre de 1995, laUnión Europea y Paraguay firmaron elacuerdo formal para iniciar el proyecto. Esde preocupar que las condiciones del acuerdohan sido envueltas en términos evolucionistasetnocéntricos -tales como tener comoobjetivo «civilizar» a los pueblos indígenas-y es claro que los latifundistas han sidocapaces de influir el proyecto para su propiobeneficio y contra los intereses de la po-blación indígena.

No obstante, es importante que otrospaíses tomar seriamente la cuestión de losderechos indígenas en Paraguay e insistanque Paraguay cumpla con sus propias leyesy con los acuerdos internacionales que haratificado- tal como el Convenio 169 de la

Organización Internacional delTrabajo. Enésto, Alemania juega un papel especial yaque es uno de los principales financiadoresde Paraguay. Sin embargo, ciertos aspectosdel programa de ayuda alemán necesitanser cuestionados, especialmente la EstaciónAgrícola Experimental de GTZ en elChaco Central. Está ubicada en un áreapredominantemente indígena y sin em-bargo ha dirigido su atención casi ex-clusivamente a los colonos menonitas y loslatifundistas. Desde su inauguración, se haninvertido más de US$12 millones en laEstación Experimental con muy pocosresultados positivos y ciertamente ningúnbeneficio para la población indígena. Paraponerlo en perspectiva, este nivel deinversiones hubiera sido más que suficientepara resolver todas las reivindicaciones detierras existentes de los pueblos enxet -másde 180.000 hectáreas. Además, GTZ haestado colaborando con los latifundistas,quienes son bien conocidos por su maltratoa la población indígena. Por ejemplo, se hanrealizado experimentos ganaderos en elestablecimiento Salazar del norteame-ricano Robert Eaton, quien durante másde cuarenta años ha empleado a sus tra-bajadores indígenas en condiciones casiesclavistas. Evidentemente, debería existir

una reorientación en la dirección delprograma de ayuda de Alemania al Para-guay y, además, es necesario cuestionar siAlemania debería seguir invirtiendo enáreas indígenas si el gobierno paraguayosigue negándose a resolver el problemafundamental del acceso indígena a la tierra;quizás toda la ayuda en áreas indígenasdebería condicionarse a la mejora de lasituación de los derechos humanos. Todaslas inversiones, de una forma u otra, hacenque las reivindicaciones de los pueblosindígenas sean más difíciles, especialmentepor su contribución al aumento del preciode la tierra.

La negligencia y el abuso del Paraguayde su población indígena es vergonzosa.Aunque el cuerpo de legislación existentesobre derechos indígenas es impresionante,es claro que ha sido sólo aprobado comoforma de inducir a los gobiernos extran-jeros que Paraguay es serio en lo querespecta a la mejora de la situación de supoblación indígena. La realidad es bastantediferente y es de esperar que los gobiernosextranjeros no sean engañados tan fá-cilmente y que ubiquen, en cambio, a lapromoción de los derechos indígenas comoalgo de la más alta prioridad en su trato conel Paraguay. q

L a operación conjunta de la policía ylas fuerzas armadas para expulsar alos buscadores de oro de la reserva

Yanomami, prometida para el mes deseptiembre, todavía no ha comenzado acomienzos de noviembre a pesar de losinformes de Funai, la agencia guberna-mental para asuntos indígenas, que des-criben la masiva presencia de buscadoresde oro en el área. En un informe fechado el26 de noviembre el Grupo de TrabajoYanomami (GTY) -establecido por elgobierno para organizar la operación- hizoun listado de las pistas de aterrizajesclandestinas que son usadas y estimó queentre 1.500 y 2.000 «garimpeiros» seencuentran actualmente en el área yano-mami, «con gran posibilidad de que estacifra haya aumentado durante los ochomeses durante los cuales no ha habidovuelos de vigilancia para inspeccionar elárea».

Aunque los seis millones de dólarespara la operación, que debe durar nuevemeses, han sido ahora autorizados des-pués de una intensa presión sobre elPresidente Cardoso, todavía no han sidoentregados al GTY y los comercianteslocales se niegan a brindar suministroshasta que las deudas de la Funai seanpagadas al contado.

«Los yanomami informan de que aero-planos y botes penetran al área. En Hoxomi,

Foto: Charles Vincent CEDI/CCPY 1990

6 aviones «garimpeiros» (buscadores deoro) aterrizaron en la pista del puesto de laFunai, y algunos de ellos durmieron en lacasa de Funai. El encargado del puesto hasido expulsado y el equipo sanitario seretiró, pero los «garimpeiros» se dise-minaron por toda el área. Se ha informado

4 O Asuntos Indígenas

de una nueva pista clandestina en Ura-ricoera y en la mañana del día de ayer, dosbotes llenos de provisiones pasaron poraquí», escribió un antropólogo que estabaen el área el 11 de noviembre.

Los desastrosos efectos de la presenciade los buscadores de oro fue descrito porEdgard Dias Magalhaes, un antropólogoque coordina el Programa de Salud Yano-mami para el FNS, un departamento delMinisterio de Salud.

El 30 de octubre, en una carta al Fiscaldel Estado, Osorio Barbosa Sobrinho,expresó que la violencia entre los yano-mami está aumentando porque los«garimpeiros» les suministran armas ymuniciones. Otros tres yanomamimurieron a causa de heridas de armas defuego desde la lista publicada en la últimaActualización, elevándola a un total de8, casi el 10% de las 88 muertes en elperíodo entre marzo y octubre.

Magalhaes dijo «estos hechos indican unproceso de autoaniquilación entre un puebloque estaba comenzando a observar un ligeroaumento de la población y un frágil equilibriode su situación sanitaria». Teme que losgarimpeiros estén suministrando armas de-liberadamente para ocasionar una de-sestabilización social y eventualmente ladesaparición de los yanomami, y así abrircamino a aquellos que quieren acceder a losminerales.

Y advierte que «la supervivencia de losyanomami como grupo social puede noestar garantizada si los elementos que estándestruyendo su salud y organización socialson mantenidos e incrementados».

Las armas ocasionantrastornos socialesa los yanomamiEl antropólogo explica lo que sucede:

«Los yanomami poseen diversos nivelesde amistad y antagonismo en relación conlos otros grupos con lo cuales entran encontacto, ya sea directa o indirectamente.Los métodos para resolver el antagonismonormalmente abarca desde conversacionesa nivel familiar hasta incursiones guerreras,pasando por enfrentamientos rituales comogolpes en el pecho o duelos con palos. Estosenfrentamientos producen raramentemuertes, a causa de su bajo potencial letal.Las incursiones guerreras, aunque des-tinadas a causar la muerte del enemigo, nosiempre llegan a ésto porque las heridas deflechas no matan siempre. La incursióntambién puede ser interrumpida si unanimal considerado el alter ego del enemigoen cuestión resulta muerto.

Si el alter ego es muerto, se da la necesariaconsecuencia «mágica» de que el hombreligado a él encontrará la misma suerte, sin

No. 4 - octubre / noviembre / diciembre - 1996 41

necesidad de golpearlo físicamente. En otrasocasiones, la muerte del enemigo puede serlograda exclusivamente mediante métodosshamánicos, usando fuerzas sobrenaturalesa la distancia para debilitar o matar alenemigo. En todas estas situaciones, cuandoexiste una creencia en la muerte del enemigo,el matador se somete a los rituales necesariospara resistir las amenazas del alma de lapersona asesinada.

Estos diversos mecanismos regulan lasrivalidades internas de la sociedad yano-mami.

La introducción de armas de fuego haproducido alteraciones drásticas.

Cuestiones triviales de relación sonresueltas, si se acaloran los ánimos, a tiros.La paz puede ser interrumpida por laactitud irreflexiva de un joven inmaduro.La letalidad inherente a las armas de fuegoprovoca una situación límite.

Se hacen alianzas para vengar lasmuertes y los hombres son movilizadospara acciones de ataque y defensa. La rutinade toda la aldea es alterada: si se sospechade un ataque enemigo, la casa es aban-donada y se construyen refugios forti-ficados en una región distante; si perma-necen en la aldea, nadie abandona la casade noche, las tareas de las mujeres en lashuertas son realizadas con la escolta dehombres armados, nadie viaja lejos, losviajes normales de intercambio entre lasaldeas son suspendidos.

Las noches son alteradas por el temorde que cada ruido de la selva pueda ser elenemigo que se acerca. Las actividadesproductivas, los intercambios sociales, losviajes comerciales, los viajes para obtenerayuda médica, todo se dificulta».

Magalhaes describió las consecuenciaspotenciales para los equipos sanitarios deeste comportamiento cambiante de losyanomami producido por la nueva ley de lasarmas:

«Los pacientes, temerosos de dejar ellugar donde se sienten seguros, se negarána ir a los puestos sanitarios para continuarsu tratamiento, cuando las comunidadesestán escondidas en la selva, será difícil paralos equipos sanitarios encontrarlas, porqueocultan su ubicación en caso de que elenemigo descubra dónde están.

No estarán en condiciones de trasladarlos casos serios para su tratamiento porquenadie querrá correr el riesgo de viajar sincompañía ni siquiera a la ciudad (dóndetambién hay otros yanomami descono-cidos). Los equipos sanitarios se encon-trarán bajo la presión de no tratar gente delos grupos enemigos, y si lo hacen, podríanser acusados de ser aliados...».

El antropólogo pidió al Fiscal la adop-ción de medidas inmediatas, incluyendo la

identificación de aquellos que suministranmuniciones a los indígenas.

Muerte de bebés en el hospitalBoa VistaEn octubre, la muerte de 38 bebés en elúnico hospital público Infantil y de Mater-nidad de Roraima causó un escándalonacional. Al menos 12 de los bebés eranyanomami o makuxi. Investigadores delMinisterio de Salud enviados al HospitalNuestra Señora de Nazareth encontraronuna desastrosa falta de higiene. La monjacatólica Florença Lindley, quien se encargade los bebés indígenas, dijo que éstosllegaban al hospital enfermos, muchos conpulmonía, y luego adquirían una infecciónen el hospital.

El Ministro de Justicia visitaRoraimaEn octubre, el Ministro de Justicia NelsonJobim estuvo dos días en Roraima pararealizar reuniones con indígenas makuxi,políticos locales, hombres de negocios, elobispo y un juez antes de decidir los límitesde la demarcación del área Raposa/Serrado Sol.

Aunque un estudio de Funai basado eninformes históricos y antropológicosrecomendaba la «continua» demarcación,incluyendo los establecimientos ganaderosy pueblos que surgieron dentro del áreatradicional makuxi, los ganaderos locales ypolíticos quieren una demarcación por«islas», dejando fuera dichas áreas. ElMinistro prometió anunciar la decisión finalantes de Navidad.

Energía venezolana para RoraimaA partir de 1999 los habitantes de BoaVista, la capital de Roraima, usarán elec-tricidad venezolana de la represa Guri.Según un acuerdo firmado por los gobiernobrasileño y venezolano, el trabajo deconstrucción de la línea de transmisión de800 km. comienza en 1997.

El acuerdo haría superflua toda nece-sidad de construir la represa Cotingo,proyectada por el gobierno estatal en unárea makuxi.

Aumenta el hambre entre losindígenas brasileñosUn tercio de la población indígena delBrasil está sufriendo desnutrición, deacuerdo a un informe de 1994/5 publicadopor CIMI.

El informe registra un alza pronunciadade 17.000 en 1993 a 106.000 en 1995 y acusaal gobierno de abandono.

CIMI informó que 75 indígenas fueronasesinados y hubieron 276 intentos deasesinato en los dos años comprendidos por

el informe. 46 reservas, la mayoría en laregión amazónica, sufrieron nuevas inva-siones y el informe concluye que el Decreto1.775 del gobierno que abre las reservas ala impugnación, había alentado las inva-siones.(Violencia contra los pueblos indígenas deBrasil 1994/5 CIMI).

La Amazonía es una prioridad parala nueva política de defensa delpresidenteSegún una nueva política de defensaanunciada por el Presidente FernandoHenrique Cardoso, el 7 de noviembre, laregión Amazónica ha reemplazado a laArgentina y las fronteras meridionalescomo el interés prioritario de Brasil.

Cardoso dijo que tiene la intención deaumentar la presencia militar en lasfronteras amazónicas y convertirlas enfronteras «vivas» - lo cual significa lacolonización.

Dijo que las amenazas actuales pro-vienen de la criminalidad internacionalorganizada (carteles de la droga) y losgrupos guerrilleros de los países vecinos.

Un previo intento de poblar las fronterasamazónicas, construyendo fortificacionesmilitares a lo largo de las mismas, CalhaNorte, introducido en 1998, fue abandonadodebido a falta de fondos. El nuevo proyectodel Presidente Cardoso parece ser nota-blemente similar.

Los yanomami quieren aprenderEn medio de las malas noticias, el éxito delproyecto de educación se destaca como unaesperanza. La voluntad de los yanomami,no sólo los jóvenes, sino también los adultos,no sólo los hombres, sino también lasmujeres, de aprender a leer y escribir, estremenda. Comprenden que es la clave parael mundo exterior, que aprender a leer yescribir su propia lengua y luego el por-tugués los hará menos vulnerables, máscapaces de defenderse.

En el momento el proyecto, financiadopor UNICEF, está limitado a la regiónDemini, pero la próxima etapa será ex-tenderlo a Toototobi. Se ha configurado unprograma tentativo de ocho años, pero senecesitan más socios para hacerlo posible.

Fuente: CCPY, San Pablo.

42 Asuntos Indígenas

«La cuestión de Timor Oriental estabapróxima a convertirse en un conflictoolvidado, y quisimos contribuir para que semantenga en evidencia». Con estos tér-minos, el presidente del Comité Nobel,Francis Sejersted, dio a conocer que en esteaño el Premio Nobel de la Paz había sidoconcedido al obispo católico Carlos Xi-menes Belo y al líder político José RamosHorta, por su lucha contra la dominaciónde Indonesia sobre Timor Oriental, ex-colonia portuguesa en Asia y víctima de unode los mayores genocidios de los últimostiempos.

José Ramos Horta fue ministro deRelaciones Exteriores de la efímeraRepública Democrática de Timor Oriental,aplastada por la ocupación indonesia endiciembre de 1975. Desde su exilio, enSidney, Australia, Ramos Horta conversótelefónicamente con los periodistas bra-

No, no va a parar ciertamente, pero almenos por fin y de manera definitiva lacuestión de Timor está siendo recogidaen los titulares de los periódicos, las tele-visiones, las radios de todo el mundo; yno hay hoy gobierno alguno, organi-zaciones no gubernamentales o mediosde difusión en el mundo que no conozcanla lucha del pueblo de Timor Oriental.Por otro lado, está también sensibilizandoe influenciando las actitudes de muchosgobiernos en todo el mundo. Por tanto,el impacto es enorme, pero por otro lado,en términos de una solución definitiva,no tenemos ilusiones de que va a de-morar todavía algún tiempo. Vamos atener que continuar luchando con muchapersistencia, mucha determinación ycreatividad para lograr que Indonesiacambie su política hacia Timor.

lado, muestra al pueblo de Indonesiaque el movimiento por la democraciavale la pena, que vale la pena lucharpor la democracia, por la justicia, porla paz y la libertad. Los luchadores, loscombatientes por la paz y por la li-bertad en Indonesia también debencompartir este Premio Nobel de la Pazque fue dado al obispo Belo y fue dadotambién al pueblo de Timor. Yo pre-fiero decir así, que el Nobel de la Pazfue dado al pueblo de Timor Orientaly no a mí personalmente.

Por otro lado, estoy seguro que lacobertura de los medios internacionalestambién sensibilizará e influenciará a laopinión pública en Indonesia. El régimenindonesio no puede continuar engañandoal pueblo indonesio, a la sociedad indo-nesia, de que todo está bien en TimorOriental, que el pueblo timorense está

sileños Américo Antunes, Beto Almeida yRomário Schettino; diálogo que se de-sarrolló en los siguientes términos.

¿Cuáles las repercusiones inmediatas de ladesignación del Premio Nobel de la Paz aUd. y el obispo Ximenes Belo? ¿Esto podríacerrar el ciclo de violencia en Timor?

¿Considera que este Premio podría favoreceral movimiento de oposición al régimen deIndonesia y, en este sentido, favorecer tambiénla resistencia del pueblo de Timor en su luchapor la autodeterminación?

Considero que las consecuencias sonpositivas en la medida en que, por un

feliz con la ocupación. Por eso, es muyi mportante el impacto en la propiaIndonesia.

¿Cuál es el papel de los países de lenguaportuguesa en la independencia de TimorOriental?

No. 4 - octubre / noviembre / diciembre - 1996 43

Nosotros podemos hacer una pregunta muysimple: ¿no es de utilidad, de interésestratégico para Brasil, para Portugal y paralos otros Estados africanos de lenguaportuguesa que haya otro país de lenguaportuguesa? ¿Que un pueblo de 500 añosde convivencia con Portugal, que tiene unaidentidad propia, no muera, no desa-parezca?

Brasil, por ejemplo, tiene fuertes rela-ciones con Indonesia, relaciones eco-nómicas, comerciales, ha tenido coo-peración oficial desde hace muchos años, yes importante que Brasil use su influencia,como uno de los líderes del bloque Sur, parapresionar a Indonesia, discretamente,amigablemente, en el sentido de quedialogue con la resistencia timorense, quelibere a Xanana Gusmáo y acepte al TimorOriental libre e independiente. Brasil tieneque creer en el proyecto del Timor libre e

independiente. Tiene que ser visto como uninterés del estado del Brasil, no solo unaobligación moral. No sólo por razonesmorales, históricas y culturales, sino porrazones de estado, que sería importante queBrasil y otros países de lengua portuguesa,activamente, promuevan y apoyen larealización de este sueño de todos nosotros

que es el de un Timor Oriental libre eindependiente, único país de lengua por-tuguesa en el extremo oriente.

Además de la comunidad de lengua por-tuguesa, ¿qué otros países, a partir de laasignación del Premio Nobel de la Paz,estarían dispuestos o podrían ser in-fluenciados en el sentido de actuar con-cretamente respetando las decisiones de laONU que son favorables a Timor Oriental?

Hay muchos países, sobre todo los europeosy algunos países asiáticos que van a serinfluenciados, y otros como, por ejemplo, losEstados Unidos. Las elecciones americanastambién están dominadas por la cuestiónTimor Oriental a causa, obviamente, delincidente en que el presidente Clintonhabría recibido centenas de millares dedólares de contribución de un millonario

indonesio. El candidato presidencial BobDole ha atacado a Clinton por esto y hahecho que en los periódicos norteame-ricanos la cuestión de Timor Oriental seaun tema tan importante en la boca delpropio Dole y también en la boca delpresidente Clinton. No habrá hoy unapersona en los Estados Unidos que no haya

oído mencionar por lo menos la palabraTimor y eso va a influir en el futuro laposición de este país.

Aparte de esto, está influyendo tambiénen los países de la región, como Filipinas,Tailandia, Malasia. En Australia, el senado,por primera vez en veintiún años, adoptóuna moción por unanimidad apoyando lapremiación y, más importante aún, apeló algobierno australiano para apoyar el dere-cho del pueblo de Timor a su autodeter-minación.

En relación al acatamiento de las reso-luciones de la ONU, vemos que cuando setrata de bombardear Irak o Bosnia. existeun esfuerzo muy concentrado para hacerlascumplir, pero cuando se trata de TimorOriental no hay la misma disposición departe de la comunidad internacional.¿Considera que ahora es posible que secumplan esas resoluciones de la ONU?

Ciertamente que sí. Creo que en el futuro,en dos o tres años, dada la evolución de lasituación de Indonesia, dada la evoluciónde la situación de Timor y del lado inter-nacional, será mucho más factible queIndonesia sea conducida a cumplir con lasresoluciones de la Naciones Unidas, que losamericanos y los europeos sean llevados,persuadidos a ser más serios en los es-fuerzos de llevar a Indonesia a implementarlas resoluciones más seriamente.

El comportamiento de los EstadosUnidos y de casi todos los países oc-cidentales ha sido de una extrema hi-pocresía. Desencadenaron una guerra totalcontra Irak a causa de la invasión a Kuwaiten una situación muy similar a la de TimorOriental hace veinte años atrás. De-sencadenaron acciones contra Libia, contraIrán y algunos otros países a causa de laviolación de las derechos humanos, pero, noobstante, en Timor, donde el genocidio porveinte años fue también violento, noaplicaron sanciones y no sólo que noapoyaron las resoluciones de las NacionesUnidas sino que, además, venden armas aIndonesia, aviones de combate, heli-cópteros, tanques, aparatos de tortura, etc.Por tanto, Occidente ha revelado extremahipocresía.

Una de las resoluciones de la ONU conrelación a Timor Oriental se refiere a larealización de un referéndum para que elpropio pueblo de Timor decida sobre elcamino que quiere seguir, cuál proyectopretende tener sin ser su anexión a Indo-nesia. ¿Podría darnos una explicación sobre

el sentido histórico y político de la rea-lización de este referéndum?

Bueno, el referéndum es uno de los mediosa través del cual un pueblo colonizado seautodetermina, referenda, en eleccionessupervisadas por la comunidad inter-nacional, como en Namibia, Rodesia delSur. Son los medios a través de los cualesun pueblo colonizado expresa sus inten-siones, sus deseos en relación al futuro.

La cuestión de Timor Oriental estuvotambién siempre presente desde 1960, juntocon Angola y las otras colonias portuguesasen Africa. Las Naciones Unidas siemprereconocieron el derecho del pueblo a suautodeterminación y hay muchas reso-luciones de la Asamblea General de laONU, del Consejo de Seguridad y tambiénhay una decisión delTribunal Internacionalde Justicia, en el día 30 junio de 1995,reconociendo la cuestión de Timor.

Los pasos que podrían ser dados seríangraduales como yo diría, abriendo unproceso negociado, en el que Indonesialiberaría a los presos, pararía las actividadesmilitares en Timor, terminando con lastorturas y las ejecuciones sumarias, paracrear un clima normal favorable, positivo,en el terreno. Aceptaríamos, en una primerafase, que se realicen elecciones libres, peroterritoriales, apenas para una asamblealocal que sería la base de un estatutoautónomo. Esto es: Timor Oriental podríatener el estatuto de autonomía limitada sinen ese momento desafiar a Indonesia quereivindica la supremacía sobre Timor.Nosotros hablamos, por otro lado, deautodeterminación y podríamos con-gelar estas dos posiciones diame-

tralmente opuestas.Lo que es más importante es

que Indonesia tiene que reducirdrásticamente sus fuerzas en el

No. 4 - octubre / noviembre / diciembre - 1996 45

terreno, liberar los presos, acabar con latortura, que haya elecciones libres para queel pueblo elija una asamblea territorial quetenga por competencia todas las cuestionesde naturaleza doméstica. Esta sería la fasede autonomía que podría ir de 5 a 10 añosy de ahí a 10 años, conforme la evoluciónde las cosas, podríamos entonces tomar unadecisión definitiva sobre el estatuto jurídicodel territorio. Ahora, ¿quién sabe de aquí a5010 años lo que puede suceder? El pueblopuede quedar satisfecho con la nuevasituación con Indonesia, en la medida quetermina la tortura, la presencia militar, etc.El pueblo puede encontrar que vale la penacontinuar vinculado a Indonesia. Pero, porotro lado, la propia Indonesia de aquí aalgunos años, con una nueva generación enel poder en Yakarta, será mucho mássensible y aceptaría mismo un TimorOriental independiente.

Estas propuestas, que presenté al Par-lamento Europeo en 1992, servirían para,precisamente, permitir a Indonesia salir deTimor gradualmente y mismo crear con-diciones en el terreno para que en algunosaños el pueblo de Timor diga al final siquiere o no quedarse con Indonesia. Portanto, es una propuesta muy flexible,moderada, con la que toda la gente ganaría.No es una propuesta para que sólo Timorgane e Indonesia pierda.

¿Cómo analiza la visita del presidenteSuharto a Timor exactamente después de laasignación del Nobel? ¿Ve que este gestotiene algún sentido positivo, demuestra laposibilidad de diálogo, o es apenas un juegode teatro, en fin, una visita sin consecuenciasprácticas?

Bueno, la visita del presidente Suharto aTimor Oriental para la inauguración de unaestatua fue preparada hace muchos meses,

hace casi un año y, por tanto, no teníarigurosamente nada con la atribución delPremio Nobel al obispo Belo y al pueblode Timor.

El presidente Suharto visitó Timor parainaugurar una estatua de 27 metros dealtura, con 27 peldaños. Ahora, 27 corres-ponde a la idea de que Timor Oriental es lavigésima séptima provincia de Indonesia.Esto es una provocación y un abuso, unamanipulación descarada, intolerable, de lareligión con la política. Además de eso, paraagravar aún más la situación, el presidenteSuharto llegó a Timor, dio apenas unpequeño y breve apretón de manos alobispo, y no tuvo una sesión de trabajo conel obispo.

La intención del presidente indonesio,con esta estatua, era conquistar las mentesy los corazones del pueblo deTimor. Si teníacomo objetivo construir una estatua alpueblo católico de Timor y ganar con elloalguna simpatía, fue una táctica comple-tamente errada. En lugar de una estatua tancostosa que el pueblo de Timor no necesita-el pueblo de Timor es católico hace siglosy no precisa de una estatua de 27 metrospara mostrar su fe-, lo que podía haberhecho era algunos gestos mucho menoscostosos desde el punto de vista económico:podía anunciar la liberación inmediata detodos los presos políticos timorenses. Haycentenares de ellos en Timor Oriental y enIndonesia. Podía anunciar la liberación deXanana Gusmáo, el líder carismático delpueblo de Timor, que está preso en Indo-nesia. Podía haber anunciado el fin de latortura que se practica en todo el territorio.Hay centenas y centenas de víctimas de latortura. Nosotros tenemos decenas detimorenses en Portugal y en Australia, cadauno de ellos ha sido víctima de la tortura,tienen marcas y cicatrices en el cuerpo quese pueden ver nítidamente. Podía haber

anunciado el fin de las ejecuciones su-marias, de las detenciones arbitrarias, etc.sin hacer esa estatua. Bastaba estas medidasconcretas que mejorarían la situación deTimor y crearían un clima mucho máspositivo y saludable para un diálogo a largotérmino con Indonesia.

¿Qué mensaje enviaría para los que trabajanen favor de la solidaridad del mundo enterocon Timor Oriental?

La atribución del Premio Nobel de la Paz aMonseñor Ximenes Belo, jefe de la Iglesiatimorense, y también un reconocimiento,una justicia al movimiento de solidaridadinternacional con Timor Oriental; movi-miento de solidaridad que existe hace másde 20 años en varios puntos del mundo.Hubo decenas, centenas y millares deciudadanos de ese mundo que siempreestuvieron con los timorenses a lo largo deestos años. Por eso ese Premio Nobel de laPaz es un tributo también a la solidaridadhumana que, para Timor Oriental, ha sidouna clave de su supervivencia. Si no fuesepor esa solidaridad, la acción constante, devigilancia, sobre la situación de TimorOriental, a lo largo de estos años, TimorOriental habría sido borrado de la agendade la ONU y de la confianza internacional.

Fuente: ALAI agencia latinoamericana deinformación, 8 de noviembre de 1996.

Américo Antunes es presidente de laFederación Nacional de Periodistas; BetoAlmeida, vice-presidente de la FederaciónInternacional de Periodistas; y RomárioSchettino, director de Radio Cultura deBrasilia. q

46 Asuntos Indígenas

Introducción

E l Centro de Derechos Humano:de la ONU en Ginebra estaactualmente preparando un in

forme del Secretario General sobre la:agencias de la ONU y su trabajo con los:pueblos indígenas. La solicitud deinforme surgió del Seminario de 1995celebrado en Copenhague, Dinamarcasobre el establecimiento de un ForcPermanente de la ONU, el cual acordóque un estudio de las existentes actividades de la ONU con los pueblosindígenas era un requisito previo para ladiscusión de los detalles de un ForcPermanente para pueblos indígenasdentro del sistema de las NacionesUnidas.

En junio de 1996, el Centro de Derechos Humanos de las Naciones Unidas erGinebra solicitó a la Alianza Inter-nacional para los Pueblos Indígenas yTribales de los Bosques Tropicales y aGrupo de Trabajo Internacional sobreAsuntos Indígenas (IWGIA) brinda]información sobre cómo percibían lospueblos indígenas a las agencias y organismos de la ONU que los afectan. Lapropuesta era que el secretariado técniccde la Alianza Internacional e IWGIArecogerían datos durante la reunión de

Grupo de Trabajo sobre PoblacionesIndígenas de la ONU en julio-agosto, ybrindaran un informe que pudiera ser usadopor el Centro en su informe del SecretarioGeneral.

La Alianza realizó la investigación en elGrupo de Trabajo con la asistencia técnicade IWGIA. Fue formulado un cuestionario(Apéndice 1), aprobado por el Centro deDerechos Humanos y fue distribuido a losparticipantes de la reunión. La investigacióntuvo como resultado respuestas escritas yorales de parte de los individuos y lasdelegaciones, cubriendo más de la mitad delos 232 participantes indígenas en lareunión, reflejando una completa gamageográfica y la amplitud de su experienciarelativa a las respectivas agencias de laONU.

La investigación combina una evaluaciónde la conciencia y experiencia indígena delas agencias de la ONU con sugerenciaspara mejorar las formas mediante las cualeslos pueblos indígenas y las Naciones Unidaspueden contribuir mutuamente al impulsode metas comunes tales como la paz, eldesarrollo y el reconocimiento de losderechos humanos y las libertades funda-mentales.

MetodologíaEl cuestionario fue diseñado para combinarlos datos cuantitativos y cualitativos quecubren las siguientes áreas:1. Averiguar la conciencia general sobre elsistema de la ONU. Esto se instrumentó através de la identificación de agenciasconocidas de una lista de aquellas que tratande alguna manera las cuestiones indígenas:CBD - Convenio sobre la BiodiversidadBiológica; CHR - Comisión de DerechosHumanos; CHR-WG - Grupo de Trabajoabierto Intersesional de la Comisión deDerechos Humanos; CSD - Comisión sobreDesarrollo Sustentable; FAO - Organizaciónde la Alimentación y la Agricultura; OIT -Organización Internacional del Trabajo;UNDP - Programa de Desarrollo de lasNaciones Unidas; UNEP - Programa para elMedio Ambiente de las Naciones Unidas;UNESCO - Organización Educativa, Cien-tífica y Cultural de las Naciones Unidas;UNFPA - Fondo para las Actividades Po-blacionales de las Naciones Unidas; ACNUR- Alto Comisionado de las Naciones Unidaspara los Refugiados; UNICEF - Fondo de lasNaciones Unidas para la Infancia; UNIFEM- Fondo para el Desarrollo de las Mujeres delas Naciones Unidas; OMS - OrganizaciónMundial de la Salud; WIPO - Organización

No. 4 - octubre / noviembre / diciembre - 1996 47

Mundial para la Propiedad Intelectual; y elBanco Mundial.

2.Experiencias resultantes de las tratativascon la ONU en general y con cualquiera delas antes mencionadas agencias en parti-cular. Esto cubría cuatro áreas: reunionesgenerales; reuniones sobre temas indígenas;investigación, planeamiento de la políticay directivas; y programas y proyectos.

3. Los entrevistados fueron luego inte-rrogados sobre cuáles resultados habíansurgido de estos contactos.

4. Sugerencias para formas de mejorar laparticipación de los pueblos indígenas enlas agencias de la ONU.

5.Una pregunta general sobre las ideas delos participantes relativas a un ForoPermanente.

El equipo recibió 73 respuestas escritas alcuestionario, algunas individualmente yotras como delegaciones, lo cual hace quela cantidad de personas cubiertas por lainvestigación supere el centenar. Cuarentade aquellos que respondieron por escritohabían asistido previamente al Grupo deTrabajo y tenían alguna experiencia directacon el sistema de la ONU.

Además, el equipo realizó quince entre-vistas a fondo, para obtener opinionesdetalladas de los representantes sobreagencias específicas de la ONU y sus ideassobre el desarrollo futuro de los acon-tecimientos. Estas entrevistas fueronrepresentativas a nivel global y referían ala mayoría de las agencias de la lista.

Para cumplir con los objetivos de lainvestigación, las respuestas de los repre-sentantes de la reunión fueron divididas enlas siguientes regiones:

América del Norte y el Ártico: 15Oceanía 13Asia 20Africa 6América Latina 19

Total 73

No todos los participantes contestarontodas las preguntas con el mismo detalle,mientras que otros eligieron extender suinformación más allá de las áreas endiscusión. A este respecto, fueron parti-cularmente destacables los comentariossobre el Grupo de Trabajo sobre Po-blaciones Indígenas. El WGIP no estaba

ubicado en la lista de agencias y organismosa ser reconocidos en el cuestionario porquetodos asistían al mismo; sin embargo,muchas respuestas realizaron comentariosmuy útiles sobre su trabajo, los cuales sereflejan en este informe.

El material fue inicialmente analizadocuantitativamente para brindar una orien-tación general sobre las perspectivasindígenas. No obstante, el equipo acordóque las estadísticas sobre este ejemplobrindarían una falsa impresión y entoncesse utilizó un marco amplio cuando seanalizaron las respuestas para este informe.Este se usó proporcionalmente de acuerdoa las respuestas para cada pregunta:

70 - 73 todos, prácticamente todos50 - 70 la mayoría, una gran mayoría35 - 50 una gran cantidad, una mayoría15 - 34 algunos, varios, una minoría con-

siderable1-15 unos pocos

Los detalles de las respuestas fueron losdatos primarios que el equipo analizó.Todas las respuestas y notas surgentes decada pregunta fueron leídas colectivamentey ubicadas bajo subtítulos. La estructura delinforme sigue por lo tanto el marco delcuestionario y los subtítulos que surgieronde las respuestas. El informe será enviadoal Centro de Derechos Humanos en Gine-bra para su uso en el informe del SecretarioGeneral y será también publicado en lapublicación de IWGIA «Asuntos Indí-genas».

Conciencia sobre el sistema de laONUPocas respuestas al cuestionario demos-traron conocimiento de todas las agenciasde la ONU de la lista. Veinte respuestas, porotro lado, no respondieron a esta pregunta,bien porque no conocían a ninguna oporque no deseaban responder a estapregunta. Los 53 que respondieron mos-traron una gama de conocimiento dediferentes agencias:

a) Casi todos los que respondieron a lapregunta conocían la Comisión de Dere-chos Humanos (incluyendo el Grupo deTrabajo sobre Poblaciones Indígenas); laOIT; UNESCO; la OMS (la cual recibíaespecial atención en el Grupo de Trabajo);y el Banco Mundial. Todas estas agenciasrecibieron entre 50 y 53 respuestas.

b) El próximo grupo cubierto por aquellasagencias que conocía la mayoría está

constituido por: CBD, FAO, UNDP, UNEP,UNICEF y ACNUR y juntaron entre 34 y39 respuestas.

c) El tercer grupo era conocido por menosparticipantes: el Grupo Intersesionalabierto de la Comisión de DerechosHumanos, el CSD yWIPO, recibiendo cadauno entre 27 y 29 respuestas.

d) Los dos organismos menos conocidoseran aquellos que trabajan con mujeresUNFPA, UNIFER, los cuales recibieron 15y 13 respuestas respectivamente.

Considerando la investigación como untodo, al menos tres cuartas partes de lasrespuestas demostraban algún conocimien-to de la ONU y varias de sus principalesagencias, tanto aquellas que tratan conpueblos indígenas tales la CHR, la OIR yel Banco Mundial, como las más conocidasagencias como UNESCO o OMS. Sinembargo, varios participantes explicaronque algunas agencias eran sólo conocidaspor sus actividades generales; por ejemplo,conocían UNICEF a causa de sus tarjetasde Navidad, no a causa de su trabajo sobreel Convenio sobre los Derechos del Niño,el cual incluye previsiones indígenas.

A pesar de este amplio conocimiento, sólopocos participantes (13) conocían todas lasáreas del sistema de la ONU mencionadasen el cuestionario. Esto demuestra que todala gama de iniciativas que se desarrollan enlas agencias de las Naciones Unidasconcernientes a los pueblos indígenas estodavía poco conocida.

Un tema recurrente que surgió en lamayoría de las entrevistas y varias res-puestas al cuestionario es que los pueblosindígenas eran raramente contactados porla ONU o sus agencias, sino que tenían queinvestigar el sistema ellos mismos y realizarcualquier contacto inicial. Por lo tanto, lamayor parte de la conciencia indígena dela ONU y sus agencias no es, en general, elresultado de un trabajo específico de laONU sino de iniciativas privadas de losmismos pueblos indígenas.

La conclusión a sacar de ésto es que lamayoría de las agencias de la ONU no sonefectivas en informar a los pueblos indí-genas sobre su existencia, su trabajo generaly, en particular, sus actividades con-cernientes a los pueblos indígenas.

Participación indígena en la ONUy sus AgenciasLa investigación contempló luego el nivelde participación entre los pueblos indígenas

48 Asuntos Indígenas

y las agencias de la ONU listadas en elcuestionario y, en ciertos casos, profundizóen ejemplos específicos para ilustrarintereses comunes. Los mismos veinteparticipantes no contestaron las preguntassobre el tratamiento específico con agenciaspor no considerarlas aplicables.

Los 53 indígenas que respondierondistribuyeron la naturaleza de sus rela-ciones de acuerdo a cuatro categorías:

Reuniones Generales ......................... 23Reuniones sobre pueblos indígenas ...... 44Participación en investigación,planeamiento de políticas ydirectivas ..................................................... 19Programas y proyectos ............................ 30

La alta cifra de asistencia a las reunionesindígenas puede ser explicada porquecuarenta de aquellos que respondieron alcuestionario habían asistido al WGIPpreviamente. Las reuniones generales sereferían principalmente al CGD y CSD y alas Conferencias de la ONU sobre MedioAmbiente, Derechos Humanos y Mujeres.

Los programas y proyectos eran deagencias tales como la OIT, ACNUR, OMSy UNDP. Aunque se brindaron pocosdetalles de los programas y proyectosespecíficos, fueron mencionados INDISCOen las Filipinas; el programa de ACNURpara los refugiados de Laos en Tailandia,Indonesia y Malasia; el programa de OMSpara América Latina (OPS); y el programade UNDP en Kenia.

La participación en investigación, pla-neamiento de políticas y directivas estabarelacionada fundamentalmente a la re-dacción del Convenio 169 de la OIT y laDeclaración preliminar sobre los Derechosde los Pueblos Indígenas en el CHR-WG.Como la participación en estas reunionesha sido considerablemente más limitadaque en el WGIP, la cifra es compara-tivamente baja. Sin embargo, esto infieretambién que los pueblos indígenas par-ticipan raramente en un trabajo cola-borativo con la ONU sobre tomas dedecisiones, investigación, planeamiento depolíticas y directivas.

Resultados de la participación enla ONULas 53 respuestas, incluyendo variasentrevistas detalladas, brindan el mues-trario total de los pueblos indígenas quehabían participado en la ONU. Aunque lacuestión fue puesta de una manera neutral(«¿cuáles fueron los resultados de estoscontactos?»), la mayoría de las respuestas

se enmarcaron en términos de una eva-luación que iba desde positiva a negativa.

Sólo cuatro respuestas consideraronpositivamente, en forma unívoca, el trabajoactual del sistema de la ONU. Algunosaspectos específicos del trabajo de la ONUparecían positivos en algunas de lasrespuestas, incluyendo la importancia decompartir información sobre la ONU, lasignificación de participar en la redacciónde instrumentos internacionales y laimportancia de las reuniones para for-talecer las redes de trabajo indígenas.

Varias respuestas referían a experienciaspositivas específicas con agencias enparticular y UNDP, OIT, UNICEF yUNESCO fueron mencionadas una vezcada una. En contraste, el Grupo deTrabajosobre Poblaciones Indígenas fue con-siderado por la mayoría como una iniciativaexitosa y destacaron también la importanciade la participación indígena en el FondoVoluntario.

No obstante, la mayoría de las respuestaseran mezcladas o negativas. Catorcerespuestas fueron completamente negativasen todos los aspectos, mientras que otrasespecificaban áreas como falta de infor-mación o proyectos mal organizados.Habían varias respuestas mixtas, tanto denaturaleza general como específica, queserán reflejadas en el análisis.

Las críticas cubrían varias áreas:

1. Información. Si bien se accede a algunainformación en la mayoría de las reuniones,la preparación y el seguimiento de lasagencias de la ONU es pobre. Por lo generallos informes no son distribuidos a losparticipantes de las reuniones y nunca seenteran de los resultados de sus deli-beraciones.

2.Participación. La participación abierta enel WGIP fue bienvenida por todos aquellosque discutieron el Grupo de Trabajo, y enmenor medida la CBD y CSD; sin embargo,esto era considerado excepcional en elcontexto de la ONU. Varias personasllamaron la atención sobre el complicado yhumillante sistema de acreditación en laCHR-WG, mientras que otros referían a ladependencia con respecto a las ONGs conestatus consultivo para poder participar enmuchas de las reuniones de la ONU.

3. Consulta. Las agencias fueron criticadaspor no consultar suficientemente con lospueblos indígenas y elaborar planes deacción mal confeccionados. Se hicieron

varias referencias a la baja calidad de losmiembros del personal, quienes son igno-rantes o incluso hostiles con respecto a lospueblos indígenas.

4. Comunicación. Muchos se quejaron deque la ONU y sus agencias no tratan decontactar las regiones y las comunidadesindígenas locales, lo cual significa que lamayoría de los pueblos indígenas no tienenni idea de lo que sucede internacionalmenteo incluso nacionalmente.

Relaciones específicas con laONU y sus AgenciasEn las entrevistas detalladas, se hicieroncomentarios sobre agencias específicas yorganismos de la ONU.

1. CBD - Convenio sobre la DiversidadBiológicaLos respondientes criticaron la mínimaparticipación de los pueblos indígenas enla redacción del Convenio. Un participantenorteamericano describió el procesogeneral como «sumamente frustrante».Otros comentaron que se estaba orga-nizando una creciente participación indí-gena y reuniones preparatorias y su éxitoera esencial para que este organismoestableciera su credibilidad. La informacióndebe ser descentralizada a los pueblosindígenas.

2. CHR - Comisión de Derechos HumanosLa mayoría de las críticas a la CHR estabandirigidas a la Comisión y a la Subcomisiónporque tienen un proceso de participaciónlimitado a las ONGs con estatus consultivoy hace que los pueblos indígenas se sientanexcluidos de las reuniones. Otros sentíanque eran frustrante que los discursos y laasistencia se convirtieran demasiadofrecuentemente en actividades «sim-bólicas» que impiden a las reunionesdiscutir las quejas adecuadamente. Por otrolado, el Informante Especial sobre Bir-mania, por ejemplo, se había mostradoabierto a escuchar a los pueblos indígenas.Además, el personal del Centro de De-rechos Humanos contesta las cartas re-gularmente, a diferencia de varias otrasagencias. La reciente adición de un puntoindígena en la agenda de la Comisión deDerechos Humanos fue recibida conbeneplácito.

El WGIP fue fuertemente apoyado porlos delegados por su participación abiertay por tratar exitosamente iniciativasplanteadas específicamente por pueblosindígenas: el Estudio de Tratados, el Día,

No. 4 - octubre / noviembre / diciembre - 1996 49

Año y Decenio Indígenas y el Foro Per-manente. El WGIP es consciente de laspreocupaciones de los pueblos indígenas yles brinda los medios para enterarse acercade los actores claves en sus vidas y laposición de los gobiernos. Sin embargo, losparticipantes creían que las reglas delGrupo de Trabajo permiten a los gobiernosmás tiempo para hablar mientras que losparticipantes indígenas a veces encontrarona los miembros del Grupo de Trabajointimidatorios, y eran muy frecuentementeinterrumpidos durante sus discursos.

Varias respuestas hicieron comentariossobre el Alto Comisionado de DerechosHumanos. Aunque su presencia en lareunión de WGIP fue positiva, existía lapreocupación de que en su informe sobrela reestructuración del Centro de DerechosHumanos ignora la cuestión de los pueblosindígenas, aunque el WGIP es la reuniónmás grande bajo la Comisión de DerechosHumanos. Recién después que una dele-gación indígena fue a la oficina a quejarse,el personal del Alto Comisionado mostróalgún tipo de respuesta.

3.CHR-WG - Grupo Intersesional abiertode la Comisión de Derechos HumanosAunque en la práctica todos los parti-cipantes indígenas pudieron asistir alGrupo de Trabajo Intersesional, muchossintieron que el proceso de acreditación erahumillante. Los gobiernos pueden vetar laparticipación de organizaciones indígenas,lo cual significa que algunos sólo puedenasistir bajo los auspicios de una ONG conestatus consultivo. No obstante, a pesar delos problemas referentes a la participacióny el dominio de los gobiernos en la reunión,aquellos que habían asistido comentaronsobre la receptividad de la Presidencia yconsideraron su continuo enfoque justocomo la clave de su éxito.

4. CSD - Comisión sobre DesarrolloSustentable«Lo no 'mencionado' sobre UNCED fue lareunión indígena de Karioka» dijo unrepresentante norteamericano. «Estareunión estableció claramente las opinionesde los pueblos indígenas sobre la relaciónentre medio ambiente y desarrollo; nuestropunto de vista es opuesto al de los pode-rosos intereses económicos que tratan a lostérminos 'sustentable' y 'desarrollo' como`contradictorios'». La participación en laCSD es más flexible que en la Comisión deDerechos Humanos, y los pueblos indígenaspueden hacer presentaciones y trabajo de«lobby»; sin embargo, todavía existe una

falta de información y una diseminación dematerial demasiado orientado a la Agenda21. Además, el trabajo de la CSD no estáorientado localmente, lo cual es fun-damental en temas ambientales.

5.FAO - Organización para la Alimentacióny la AgriculturaFAO tiene una apreciación muy baja de lostemas indígenas y muy frecuentemente lascuestiones indígenas se ven disueltas en losintereses de los agricultores. FAO, losgobiernos y las ONGs no entienden lanaturaleza complementaria de los derechosde los indígenas y los agricultores.

6. OIT - Organización Internacional delTrabaj oAunque la OIT tiene el único Convenio quetrata sobre los pueblos indígenas, lasrespuestas al cuestionario consideraron quela participación de los pueblos indígenas enla revisión del Convenio 169 había sidoinadecuada. Varios mencionaron que laestructura de la organización era muyburocrática y que es sumamente difícillograr que los casos sean oídos en el ComitéNormativo. Mientras que algunos pensabanque la ratificación era necesaria en ciertaspartes del mundo, otros creían que elConvenio 169 era demasiado débil en lostemas referentes a los derechos indígenas.Los representantes indígenas tambiéndeseaban información sobre la aplica-bilidad de otros Convenios a los pueblosindígenas.

Los comentarios sobre la OIT se centra-ron •en torno al programa INDISCO en lasFilipinas. Se suponía que el proyecto seríabilateral, pero la agencia de la OIT fueinflexible y no tuvo en cuenta los deseos dela población local. Se considera que la OITimpuso demasiado sus propios criterios ensus programas y no escuchó lo suficiente.

7. UNDP - Programa de Desarrollo de lasNaciones UnidasLos representantes indígenas consideraronque la capacidad de UNDP para construirprogramas sería efectiva, pero depende delos representantes locales y la informaciónsobre su accesibilidad recién surge a travésde encuentros casuales. Varios participantescomentaron que habían escrito a UNDPvarias veces sin recibir respuesta. Habíapreocupación en las Filipinas sobre el apoyode UNDP a las actividades mineras entierras indígenas y algunos alegaron que laorganización no es lo suficientementetransparente. Los participantes indígenasde América del Norte se quejaron de que

UNDP no trabaja en países desarrolladosy por lo tanto no se ocupa de los pueblosindígenas que viven en la extrema pobrezaen el Norte.

8. UNEP - Programa de las NacionesUnidas para el Medio AmbienteUna crítica similar de UNEP era que nohabla lo suficiente con los pueblos indígenasdel Norte. Las comunidades indígenaslocales encontraban difícil obtener accesoal pequeño programa de ayuda y variosparticipantes se quejaron en la recientereunión consultiva en Ginebra, en la cualUNEP trató de imponer su propia agenday se mostró insensible frente a los interesesde los pueblos indígenas.

9.UNESCOSe efectuaron algunos comentarios refe-rentes a que los programas para los pueblosindígenas existían, pero no eran conocidos.UNESCO patrocina algunas reuniones yera apoyada por no aprobar el proyecto delgenoma humano.

10. ACNUR - Alto Comisionado de lasNaciones Unidas para los RefugiadosAunque varios indígenas comentaron queACNUR los había ayudado o a personasque habían conocido como refugiados, otrospensaban que la burocracia de controlgubernamental significa que muchosrefugiados indígenas son ignorados. Unparticipante africano se quejó de la arbi-traria cancelación de un proyecto para lamujer sin ningún tipo de explicación. Noobstante, se planteó una seria acusación porparte de los refugiados de Laos en elSureste de Asia, dónde aparentemente laACNUR ha estado involucrada durantevarios años en la extorsión de indígenas yla promoción de la prostitución. Esto hatenido lugar en el período durante el cuallos refugiados tratan de obtener papelespara viajar a los EE.UU. y muchos de ellos,particularmente las mujeres, se encuentranen una situación sumamente vulnerable.Cuando este caso fue presentado a losorganismos más elevados de la ONU, laqueja fue ignorada.

11. UNICEF - Fondo para la Infancia delas Naciones UnidasPocas personas que respondieron eranconscientes del trabajo de UNICEF con laComisión sobre los Derechos de los Niñosy la mayoría se refirió a algunas actividadesprogramáticas. Estas eran demasiadofrecuentemente elaboradas e implementa-das de acuerdo a procedimientos guberna-

50 Asuntos Indígenas

mentales en vez de responder a las ne-cesidades locales, y también existía una faltade seguimiento.

12. OMS - Organización Mundial de laSaludA comienzos de la década de 1980, la OMSno tenía mucho interés en los asuntosindígenas y varios representantes nor-teamericanos expresaron que se sentíanignorados cuando se acercaban a la orga-nización. Sin embargo, más recientemente,ha existido una apertura en ciertas reu-niones internacionales, en las cuales lamedicina indígena ha sido reconocida comoun factor importante en el contexto de lasalud mundial. No obstante, todavía haymucho por hacer. La Organización Pana-mericana de la Salud fue objeto de críticaspor sólo interesarse en la medicina oc-cidental y por ignorar a los pueblosindígenas.

13. WIPO - Organización Mundial para laPropiedad IntelectualEsta agencia fue objeto de una considerablecrítica por parte de los pueblos indígenasque habían tratado de hacerle comprenderla importancia de la protección de lapropiedad cultural. WIPO sólo parecíainteresada en el marco occidental euro-céntrico de derechos de propiedad, segúnel cual el conocimiento es tratado como unamercancía sujeta al intercambio.

14.El Banco MundialEl Banco Mundial alienta ocasionalmentea los pueblos indígenas a asistir a reunionesen Washington y ha otorgado espacio paraalgún tipo de participación en sus directivasoperacionales sobre pueblos indígenas.Esto fue considerado útil en términos delas cuestiones globalmente definitoriassobre pueblos indígenas. Sin embargo, laparticipación fue también considerada poralgunos como «cooptación».

La mayoría de las preocupaciones de lospueblos indígenas estaban relacionadas concómo los proyectos del Banco Mundialafectaban a los pueblos indígenas: «tiran dela cadena de sus inodoros y todo se evacúaen nuestras tierras», decía una de lasrespuestas. Los representantes indígenas dela India fueron particularmente críticossobre los proyectos del Banco relativos alos sectores hidroeléctricos, mineros,termales y migratorios. Algunos miembrosdel personal del Banco son pro-indígenas,pero no constituyen la mayoría. Losactivistas indígenas comentaron que con-vencer al Banco para que detenga un

proyecto dañino es difícil - la informaciónes retenida y las líneas de acción sonignoradas. Existe algún diálogo pero es raroque otorgue resultados. Pensaban que elenfoque más efectivo contra los proyectosdel Banco Mundial es la protesta abierta.

Estos comentarios específicos sobre lasagencias y organismos de la ONU refuerzanlos comentarios generales anteriores. Apesar de algunas experiencias positivas, lospueblos indígenas experimentan gene-ralmente una falta de información, departicipación, de consulta y de comu-nicación. Consideran que las institucionesinternacionales son entidades cerradasdominadas por gobiernos e innumerablesexpertos mientras que sienten que susnecesidades locales no son encaradas. Laexperiencia más positiva para los pueblosindígenas ha sido el Grupo de Trabajo dela ONU sobre Poblaciones indígenas.

Mejoras sugeridasCasi todas las respuestas al cuestionarioincluían sugerencias sobre cómo la ONU,sus agencias y organismos pueden mejorarla participación indígena en las actividadesde la ONU. Las propuestas cubrían cincoáreas principales:

1.ParticipaciónLos pueblos indígenas desean un accesomás abierto a las Naciones Unidas, a todoslos niveles. Esto significa un sistema deacreditación más directo, el cual no siempresignifique dependencia de las ONGs conestatus consultivo. Los pueblos indígenasdesean ser plenamente consultados antesde que las agencias planifiquen actividadesque los afecten. Quieren participar en losprocesos de toma de decisión, ser reco-nocidos como pueblos, y que se otorgue alos representantes indígenas la oportunidadde contribuir a las actividades de lasagencias como consultores y expertosindependientes. Los pueblos indígenasdeberían ser incluidos en todas las reu-niones, consultas políticas, monitoreo eimplementación de actividades que losafecten. Deberían emplearse más indígenasdentro de la ONU, siguiendo el ejemplopositivo del Centro de Derechos Humanos,la OIT y el Secretariado de CBD.

2.InformaciónLas Naciones Unidas deben realizar unesfuerzo especial para asegurar que ladocumentación e información lleguen a lospueblos indígenas, particularmente a lasbases. Las reuniones deberían ser cele-

bradas a nivel regional y local, mientras quelos medios de difusión nacionales y localesdeberían ser informados de las actividadesde la ONU que afectan a los pueblosindígenas de la región. Las agenciasdeberían hacer que las líneas de acciónsobre asuntos indígenas sean prontamenteaccesibles a todos los pueblos indígenas.Varias respuestas enfatizaron la impor-tancia de la transparencia en todas lasactividades de la ONU.

3.CapacitaciónLa ONU debería fortalecer sus actividadespara apoyar la capacitación y educación delos pueblos indígenas en sus áreas decompetencia. Esto significa la organizaciónde reuniones, asistencia técnica y la pro-visión de apoyo asesorativo.

4.AlcanceLos pueblos indígenas están constan-temente tratando de averiguar más sobrela ONU y sus agencias, pero existen muypocos intentos de alcanzar a los nivelesregionales y locales de la organizaciónindígena. Las consultas regionales y localesson necesarias con la plena participaciónde los pueblos indígenas.

5.CoordinaciónExisten varias áreas en las cuales lacoordinación debe ser mejorada:

Pueblos indígenasLas redes de trabajo de pueblos indígenasdeben ser fortalecidas y es necesario elapoyo de la ONU para brindar opor-tunidades regulares de encuentros ydiscusiones. Esto facilitará los procesosindígenas de toma de decisión y autorizarásu presencia dentro del sistema de la ONUpara asegurar que sus puntos de vista yrecomendaciones sean tratados seriamente.Las reuniones preparatorias fueron des-tacadas como particularmente importantes.

Pueblos indígenas y gobiernosExiste una gran necesidad de que lospueblos indígenas y los gobiernos se reúnanregularmente para discutir asuntos y tomardecisiones referentes a la política nacional,la planificación y la implementación de lasactividades de la ONU y las previsionesinternacionales para los pueblos indígenas.

Los pueblos indígenas y la ONUEs necesaria una mayor coordinación entrelas agencias de la ONU y los pueblosindígenas. Esto podría realizarse a travésde reuniones regulares y oficinas indígenas

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en las respectivas agencias. Varias de lasrespuestas sugirieron que las agencias dela ONU deberían tener oficinas descen-tralizadas en cada país que alentaran elacceso de los pueblos indígenas. Además, alos pueblos indígenas les preocupaba deque en varias agencias había miembros delpersonal que no tenían ningún cono-cimiento sobre los pueblos indígenas y eran,por consiguiente, incompetentes, ignorantese incluso hostiles con respecto a losintereses indígenas. La ONU debería serestricta en el empleo de aquellas personasque trabajan con los pueblos indígenas.

Coordinación entre las agencias y losorganismos de la ONULas agencias de la ONU no están coor-dinando sus actividades y no brindan unaestrategia general coherente para pro-mover la causa de los pueblos indígenas. Esmuy común que los pueblos indígenas engeneral y otras agencias ignoren lo que lasdiferentes agencias están proponiendo.

Como forma de que las diferentesagencias que trabajan con temas indígenascoordinen sus actividades con los gobiernosy los pueblos indígenas se sugirió lacreación de un punto central dentro delsistema de la ONU - posiblemente un ForoPermanente.

Ideas sobre el Foro PermanenteSi bien las respuestas tenían en claro quela idea de un Foro Permanente no era unapanacea para todos los problemas queenfrenta la relación entre los pueblosindígenas y las Naciones Unidas, unamayoría importante (52) lo considera unmedio esencial para resolver muchas de lasdificultades identificadas en la encuesta. Detodos aquellos interrogados sólo dos seoponían a la idea de un foro porque eranescépticos de que pudiera funcionar,mientras que quince no se oponían peroquerían más información. Se puede decirque en la encuesta casi todos considerabanque el Foro Permanente merecía serpromocionado, pero una cantidad impor-tante instaba a guardar precaución. Muchasde las respuestas brindaron ideas detalladassobre el Foro Permanente, las cualespueden ser clasificadas bajo diferentesrubros:

1. Posición en la ONULos indígenas que respondieron al cues-tionario querían que el foro estuvieraubicado al nivel más elevado posible dentrodel sistema de la ONU. Las opiniones sedividían en dos áreas. Algunas favorecían

la ubicación del foro directamente bajo laAsamblea General y un número igualconsideraba como apropiado a un orga-nismo bajo ECOSOC. Nadie sugirió laubicación del foro por debajo de estosniveles.

2. ParticipaciónLa participación deberían darse en base aun acceso abierto para todos los pueblosindígenas y la organización del foro deberíaestar basada en el principio de la libertadde expresión. Aquellos que asistieran alforo deberían estar en conocimiento de lostemas indígenas, y ser claramente repre-sentativos de los pueblos indígenas y detodos los continentes.

3. EstructuraLas respuestas consideraban que la estruc-tura podría asumir dos formas. La primerasugerencia era una agencia independiente«tal como el centro de la ONU contra elApartheid». Otra opción era la de una«Comisión sobre el Estatus de los PueblosIndígenas». El foro debería consistir de losparticipantes indígenas que dirigirían lareunión y un grupo central menor derepresentantes indígenas, gobiernos yquizás expertos. Varias respuestas creíanque la participación en este grupo nodebería ser demasiado numerosa, quizás 12personas. El Foro Permanente podría tenersu centro en un lugar (como Nueva York oGinebra) pero debe tener los medios pararealizar reuniones regionales regularmente.Se sugirió el establecimiento de un AltoComisionado para los Pueblos Indígenas.

4.FunciónLas respuestas pusieron énfasis en que unforo debería disponer de un amplio man-dato que cubriera no sólo los temasreferentes a los derechos humanos, sinotambién al desarrollo sustentable, el medioambiente, la educación, la salud, la culturay otros temas pertinentes para los pueblosindígenas. Brindaría una coordinación entrelas agencias y organismos de la ONU ybrindaría información y acceso a losmismos.

5.Poderes e influenciaSe consideró en la encuesta que el ForoPermanente necesitaba la libertad deexpresión, incluso si ésto significa crítica alos gobiernos; debería monitorear laimplementación de los instrumentos inter-nacionales referentes a los pueblos indí-genas; debería realizar misiones inves-tigadoras, organizar reuniones de expertos,

tomar decisiones y recomendaciones, asícomo también planificar e instigar ladiscusión sobre los temas indígenas. Lafinanciación debería provenir del pre-supuesto principal de la ONU. El ForoPermanente debería responder realmentea las necesidades y deseos de los pueblosindígenas.

6. PreocupacionesCasi todos los participantes tenían lapreocupación de que el Foro Permanenteno pusiera en peligro al actual Grupo deTrabajo sobre Poblaciones Indígenas, elcual realiza un trabajo valioso en el terrenode los derechos indígenas. El WGIP es unorganismo popular que trabaja bien, y elforo no debería ser considerado como unorganismo alternativo. Otras preocupa-ciones se referían a que el foro se podríatransformar en una institución para hablarsin influencia y que demasiados lo consi-derarían como una panacea para todos losmales. Esto podría llevar a una limitaciónde otras iniciativas para los pueblosindígenas en la ONU. Varios pensaban quelas ideas del foro eran todavía muy vagas yse necesitaba un proceso indígena paradiscutir opciones en más detalle.

Varios participantes indígenas expre-saron que recibían con agrado la posibilidadde un segundo Seminario sobre el ForoPermanente en Chile, pero querían ase-gurarse que las invitaciones no estuvieranexclusivamente limitadas a ONGs conestatus consultivo. Mientras que algunosparticipantes deseaban que el proceso delforo fuera acelerado, otros creían quedebería avanzar a un paso mesurado,trabajando en conjunción con los procesosindígenas de consulta y el desarrollo deldecenio indígena. La declaración de lareunión preparatoria sobre el Foro Perma-nente fue mencionada por varios parti-cipantes como un reflejo de sus opiniones yesto se incluye en el informe (Apéndice 2).

ConclusiónEsta encuesta ha llegado a la conclusión quesi bien las agencias de las Naciones Unidastienen actividades relativas a los pueblosindígenas, con unas pocas excepcionesdestacables, estas iniciativas no son coor-dinadas, no alcanzan sus objetivos, yconsecuentemente, con muy pocas excep-ciones, no son efectivas. El muestrarioincluía a representantes indígenas quedeberían conocer el sistema de la ONU másque la mayoría a causa de su presencia enel WGIP, no obstante, la falta de informa-ción sobre las agencias de la ONU y sus

52 Asuntos Indígenas

actividades es particularmente chocante.A través del cuestionario, los pueblos

indígenas expresaron su alienación conrespecto al sistema de la ONU; les faltainformación, la participación es restringida,y los recursos son severamente limitados.Uno de ellos dijo que a veces sentimos que«nos estamos golpeando nuestras cabezascontra una pared». Las respuestas máspositivas de los pueblos indígenas fueronlas referentes al Grupo de Trabajo sobrePoblaciones Indígenas y el Fondo Vo-luntario.

El Foro Permanente fue considerado porcasi todos los participantes como la mejorforma de lograr la participación de lospueblos indígenas en la ONU y de mejorarla efectividad de sus agencias en cuanto altratamiento de los temas indígenas. Sinembargo, el foro no fue considerado pornadie como una panacea. El foro, si seestablece correctamente, será capaz delograr algo, pero los organismos de la ONUdeben también tomar en serio las críticasque surgen de los pueblos indígenas, ydeben comenzar a trabajar en formatransparente, con plena participación de lospueblos indígenas para facilitar su contri-bución al logro de los objetivos de la Cartade la ONU - paz, desarrollo y respeto porlos derechos humanos.

Apéndice 1

Cuestionario sobre los pueblos indígenas ylas agencias de la ONU

Agencias incluidas:

CBD - Convenio sobre la BiodiversidadBiológicaCHR - Comisión de Derechos HumanosCHR-WG - Grupo de Trabajo abiertoIntersesional de la Comisión de DerechosHumanosCSD - Comisión sobre Desarrollo Sus-tentableFAO - Organización de la Alimentación yla AgriculturaOIT - Organización Internacional delTrabajoUNDP - Programa de Desarrollo de lasNaciones Unidas

UNEP - Programa para el Medio Ambientede las Naciones UnidasUNESCO - Organización Educativa,Científica y Cultural de las NacionesUnidasUNFPA - Fondo para las ActividadesPoblacionales de las Naciones UnidasACNUR - Alto Comisionado de las Na-ciones Unidas para los RefugiadosUNICEF - Fondo de las Naciones Unidaspara la InfanciaUNIFEM - Fondo para el Desarrollo de lasMujeres de las Naciones UnidasOMS - Organización Mundial de la SaludWIPO - Organización Mundial para laPropiedad IntelectualBanco Mundial.

Preguntas:

¿Desea Ud. ser identificado para el pro-pósito de este cuestionario, en caso afir-mativo, cómo?

1. ¿Conoce Ud. algunas de estas agencias?

2. ¿Ha tenido tratamiento con alguna deestas agencias o conoce a alguien quehaya estado en contacto con estosorganismos?

3. ¿Qué tratativas ha tenido con ellos?a. reuniones generalesb. reuniones sobre temas indígenasc. investigación, planificación de políticas ydirectivasd. programas y proyectos

4. ¿Cuáles fueron los resultados de estoscontactos?

5. ¿Cómo puede ser mejorada la par-ticipación de los Pueblos Indígenas en lasagencias de la ONU?

6. Según sus experiencias, ¿cuáles son susideas sobre un Foro Permanente?

7. ¿Ha asistido previamente al Grupo deTrabajo sobre Poblaciones Indígenas de laONU?

Apéndice 2

Declaración del Grupo Indígena quealcanzó un consenso en la Reunión Pre-paratoria de los Pueblos Indígenas elsábado 27 de julio de 1996, en el ConsejoMundial de Iglesias.

1. En la resolución 50/157 del 21 dediciembre de 1995, la Asamblea Generalreitera el establecimiento de un foropermanente para los Pueblos Indígenascomo uno de los principales objetivos delDecenio. Estamos complacidos por elcompromiso de la Asamblea General, yesperamos ver resultados más concretossobre este tema después de la 51 sesión dela Asamblea General.

2. El foro permanente NO debería ser unreemplazante del Grupo de Trabajo sobrePueblos Indígenas. Este foro debe disponerdel mandato y los recursos necesarios parahacer frente a estas obligaciones.

3. El foro permanente debería ser ubicadoel nivel más elevado de las NacionesUnidas, bien en ECOSOC o la AsambleaGeneral.

4. EL proceso de las Naciones Unidas esvoluminoso y altamente técnico y actual-mente opera de tal manera que excluye a losPueblos Indígenas de las Naciones Unidas.

5. El foro permanente debería brindar unacceso abierto a las Naciones y PueblosIndígenas. El grupo indígena no apoya laexclusión y la inflexibilidad, sino la inclusióny la flexibilidad, similar a la que se da en elGrupo deTrabajo sobre Pueblos Indígenas.Esto debería también aplicarse a cualquierseminario futuro sobre el foro permanente,recomendado por el documento E/CN.4/Sub 2/AC.4/1996/5.

6. En conclusión, ponemos énfasis en quees también fundamental que las agenciasespecializadas jueguen un papel activo enlas deliberaciones referentes al foro, y queinformen al foro sobre sus actividades deespecial interés para los Pueblos Indígenas.

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LA 16a CONFERENCIA

DE LOS SAMIS

Y LA CONFERENCIA DE LOS

PUEBLOS INDIGENAS DE BARENT

C uando samis de Rusia y Escandi-navia se reunieron el otoñopasado en Murmansk con otros

pueblos indígenas de la región de Barent ySiberia, algunos de los temas discutidosfueron una convención sami conjunta, lacooperación ártica y la representación enla «cooperación de Barent» regional. Elmarco del acontecimiento fue la «16'Conferencia de los Sami» y la «Conferenciade los pueblos indígenas de Barent»,celebradas en forma conjunta por primeravez.

Los samis, un pueblo en cuatropaísesLa tierra de los samis, Sápmi, ha sidodividida entre cuatro estados nacionales através de una colonización histórica:Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia. Conestos antecedentes, es sumamente difícilllevar adelante una política sami conjunta.El Consejo Sami fue fundado por organi-zaciones de interés samis en 1956, con samisde Noruega, Suecia y Finlandia, comoplataforma para fortalecer la comunidadsami y trabajar en aras de interesescomunes. Hoy, el Consejo Sami tiene estatusde ONG (Organización No Gubernam-ental) en el seno de la ONU y también enrelación con la OIT (Organización In-ternacional del Trabajo) y participa dediversas cooperaciones internacionales conotros pueblos indígenas. El Consejo Samise ha ocupado a través de los años decuestiones relativas a: propuestas delegislación referentes a la lengua y a la leysami, temas relativos a la alimentación y losderechos, legislación relativa a la cría delreno, temas relativos al medio ambiente yeducación. El Consejo Sami trató durantemuchos años de tomar contacto con los casi2.000 samis que viven del lado ruso de la

península de Kola. Recién con la aperturaen torno a la «glasnost» y la «perestrojka»se logró el objetivo, y en 1992, la asociaciónde los samis de Kola: Associacija KolskihSaamov, se integró como miembro plenodel Consejo Sami. La Conferencia Sami,que se celebra cada 4 años, es el órganosupremo de decisión sami, y son lasorganizaciones pertenecientes al ConsejoSami las que nombran los delegados a laconferencia. Ha sido una tradición que lossamis de diversos estados nacionales se hanencargado, por turno, de la celebración dela conferencia. La 16a Conferencia enMurmansk fue así un acontecimientohistórico, ya que fue la primera vez que laConferencia Sami fue celebrada en Rusia.

Los samis de la península de KolaPara los samis de la península de Kola, lasituación se diferencia en forma marcadade sus pares de Escandinavia. Como partede la ex-Unión Soviética, tienen su propiahistoria, determinada por la colectivizacióny la fuerte militarización de la península deKola, que sucedieron durante el período dela segunda guerra mundial y el períodoposterior a la misma. Las investigacionesecológicas han reconocido que hay una basesustentable para la principal ocupación delos samis de Kola: la cría del reno, la caza yla pesca. En cambio, la industria, incluidaslas centrales energéticas, el turismo y lasfabricas, han contaminado la naturaleza yen muchos lugares han desplazado a lossamis de las regiones en las cuales puedenrealizar sus ocupaciones tradicionales. Losmejores ríos de salmón están ahora re-servados para los turistas extranjeros,mientras que los réditos del turismo nobenefician ni a los samis ni a la poblaciónlocal. La cría del reno necesita ser desa-rrollada para ponerse a la altura de las

54 Asuntos Indígenas

exigencias actuales. Tal como es ahora,existe un tipo de cría de reno semiestatal ymuy poca propiedad privada. Los samis deKola desean desarrollar las ocupacionestradicionales y una industria artesanal queya está en sus comienzos. Sólo algunospocos de los productos de la caza y de lapesca pasan a integrar la economía demercado, la mayor parte se utiliza para lasubsistencia.

La cooperación árticaUno de los principales oradores fueron LeifHalonen, que informó sobre la cooperaciónártica. Fue destacada la cooperación entorno al medio ambiente de los 7 paísesárticos: Canadá, Dinamarca/Groenlandia,Islandia, Noruega, Suecia, Rusia y EE.UU.,el llamado proceso AEPS.E1 objetivo de lacooperación relativa al medio ambiente escrear una plataforma a partir de la cual sepueda implementar un plan de accióncomún para la protección del medioambiente ártico. Como parte del procesoAEPS se estableció una oficina de lospueblos indígenas en Copenhague, poriniciativa del gobierno danés y del gobiernoautónomo groenlandés. Leif Halonenexpresó que el objetivo de la oficina es quelos pueblos indígenas de toda la zonacircumpolar pudieran tener un foro, dondereunirse para trabajar en favor de lacooperación ártica en torno al medioambiente.

E119 de septiembre de 1996 los ministrosde relaciones exteriores de los 7 paísesárticos firmaron una declaración sobre elestablecimiento de «El Consejo Ártico».Además de continuar con el proceso AEPS,el consejo deberá trabajar por un desarrollosustentable de la región ártica. En éste seincluyen el desarrollo económico y social,la mejora del sistema de salud, educaciónasí como el tratamiento de temas culturales.Por la parte de los pueblos indígenas sequiere especialmente contemplar lasbarreras comerciales que existen entre lospaíses árticos. Además de los estadosnacionales, ICC (asociación de inuit deRusia, Alaska, Canadá y Groenlandia), elConsejo Sami y la organización de lospueblos indígenas del norte de Siberia y dellejano oeste han obtenido lugar comoparticipantes permanentes del ConsejoÁrtico. Leif Halonen destacó que: «Elestatus que los pueblos indígenas y elConsejo Sami han obtenido en el ConsejoÁrtico, es el estatus más alto que jamás sehaya otorgado a cualquier organización depueblos indígenas del mundo». Los pueblosindígenas del norte circumpolar crearon

por propia iniciativa la Cumbre de Líderesdel Ártico, que desde 1991 ha celebrado 2conferencias. Esto ha permitido planificarestrategias comunes, especialmente enrelación con AEPS y el Consejo Ártico.

Convenio samiEl Consejo Sami aprobó unánimementeuna propuesta de resolución sobre unConvenio Sami para todos los samis,elaborado por el comité jurídico delConsejo Sami. Los samis viven bajo cuatrodistintos sistemas legales. Es importante,por lo tanto, implementar una coordinaciónde las legislaciones entre los estadosnacionales, así como también existe lanecesidad de coordinar el tratamientopolítico de temas que atañen a los samis devarios países. El Convenio Sami tendrátambién que garantizar un cierto tipo denormas mínimas. Los muchos problemas dela cooperación, organización y contactosmás allá de las fronteras nacionales puedenencontrar ayuda mediante un conveniosami conjunto. Finlandia, Suecia y Noruegaestán dispuestos a comenzar una cola-boración con el Convenio Sami. La Con-ferencia Sami exhorta a los estados nór-dicos a presentar la idea de un ConvenioSami a las autoridades rusas. La Con-ferencia Sami exhorta a las autoridadesresponsables de Rusia a participar deltrabajo en torno al Convenio Sami, y quelos samis de Rusia tengan posibilidad departicipar activamente en un trabajo comúnfuturo. Una tarea del Consejo Sami seráimpulsar las negociaciones con los poderesestatales y lograr la realización de lapropuesta del Convenio Sami. Lars-NilaLasko, del comité jurídico del ConsejoSami, subrayó que este trabajo será proba-blemente el más importante del próximoperíodo de actividades del Consejo Sami.

La declaración de MurmanskLa conferencia sami adoptó tres reso-luciones. Los samis han residido a travésde los años a lo largo de los ríos quecontienen salmón, para poder usufructuareste importante recurso junto con unacombinación de otros recursos naturales.Recientemente las autoridades han apro-bado leyes y disposiciones que impiden aesta población permanente acceder a sualimentación tradicional. En la resoluciónrelativa a los ríos de salmón, la ConferenciaSami sostiene que las disposiciones para elrío Tana y otros ríos en los cuales haysalmón deben elaborarse de tal manera queprotejan la base cultural y de existencia dela población sami del río Tana y otros ríos

similares en la región sami. Por lo tanto, laConferencia Sami solicita que el convenioentre Noruega y Finlandia para la corrientede agua Tana sea anulado, de tal maneraque puedan elaborarse nuevas reglas.

La situación legal de los samis finlan-deses fue mejorada notablemente en losaños 1995-96. La constitución finlandesareconoció a los samis como el puebloindígena de su país, con derecho a conservary desarrollar su propia lengua y su propiacultura. Al mismo tiempo se hizo una nuevadefinición de quién es sami. Según ésta seríaposible para una gran parte de la poblaciónfinlandesa registrarse como sami, y de estamanera, socavar los pocos derechos que lossamis han logrado. Por lo tanto, la Con-ferencia Sami adoptó una resolución que

apoya la propuesta del parlamento samifinlandés relativa a cambiar la definiciónlegal de sami por la antigua, basada en laautoidentificación y la lengua.

La declaración de Murmansk es undocumento más general, que abarca losproblemas comunes a muchos samis,independientemente de en qué país vivan.Según ésta, entre otras cosas, se dice que:la autodeterminación sami debe ser acep-tada por los respectivos estados de una uotra forma, y que se reconozca el derechode los samis a poseer las zonas dondetradicionalmente viven. Los derechos de lossamis a los recursos naturales deben ser

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protegidos. En los casos donde el estado sereserva el derecho de propiedad a losminerales, recursos del subsuelo u otrosrecursos que se encuentran en la región, nose otorgará ninguna forma de usufructo sinque se hayan realizado previamente nego-ciaciones con los samis.

El futuroCuando se fundó el Consejo Sami, noexistía ningún órgano de elección popularque pudiera representar a los samis. Ahoraexisten parlamentos de elección popular enNoruega, Suecia y Finlandia. Dentro depoco estos consejos establecerán su propioforo, en el cual podrán discutir asuntoscomunes a los samis. Más y más esferas decompetencia, que antes eran de responsabili-

dad del Consejo Sami, se pondrán ahorabajo la responsabilidad de los parlamentossamis de los respectivos países. Cuál seráel papel futuro a desempeñar por elConsejo Sami, fue algo que naturalmentedespertó una animada discusión. Todosestaban de acuerdo en que era importanteconservar el Consejo Sami como unaorganización sami de base u ONG.

Varios políticos del parlamento samidestacaron el fantástico trabajo interna-cional relativo a los pueblos indígenas quehan llevado adelante a través de los añoslos miembros del Consejo Sami. La mayoríaopinó que el trabajo futuro del Consejo

Sami debe centrarse fundamentalmente enel trabajo internacional en la ONU, Amé-rica del Sur, los países Nórdicos y el Ártico.En forma general se puede decir que lafuerza de los políticos del parlamento samireside fundamentalmente en lo local,mientras que los miembros del ConsejoSami tienen una gran experiencia en eltrabajo internacional. Al mismo tiempodebe destacarse que estos dos órganos: losde elección popular y las ONGs utilizan adiario los recursos humanos y la expe-riencia mutuos.

La región euro-ártica de BarentEn 1993 Noruega, Suecia, Finlandia y Rusiaformalizaron una cooperación conjuntamultinacional para el desarrollo de laszonas nórdicas a través del establecimientode la región de Barent y así, la Cooperaciónde Barent.

La región de Barent consiste de zonaseuropeas que son atravesadas por elCírculo Polar Ártico o que están ubicadaspor encima del mismo. La región com-prende los departamentos de Norland,Troms y Finnmark de Noruega, el depar-tamento de Norbotten de Suecia, el depar-tamento de Lappland de Finlandia yArkhangelsk y Murmansk, así como tam-bién la república de Carelia de Rusia. Paralos países escandinavos, la cooperación deBarent es un importante instrumento paraapoyar el desarrollo de la parte rusa de laregión. Los problemas en la parte rusa dela región son muchos: alto desempleo,alcoholismo, curva de suicidios ascendente,infraestructura deficiente, escapes in-dustriales en la atmósfera y en el agua,contaminación causada por la explotaciónde petróleo y gas, un constante peligro deradiaciones radioactivas de los reactoresatómicos y desechos atómicos arrojados enel Mar de Barent y de la zona de pruebasatómicas de Novaja Zemla. La regióncontiene también grandes potenciales comouna de las zonas más ricas en recursos deEuropa. Aquí se encuentran grandesbosques, abundantes recursos pesqueros,hierro, minerales, petróleo y gas. Lacooperación de Barent incluye por ahorados pueblos indígenas: los samis y los nener.Para estos pueblos, la explotación de losrecursos naturales hasta ahora sólo haaportado problemas a causa de la explo-tación de zonas de tierras y aguas tra-dicionales. El problema es que no existeninguna ley en Rusia que proteja a lospueblos indígenas, ni a los recursos pri-marios como la caza, la pesca y la cría delreno. El presidente Yeltsin ha elaborado

una serie de decretos y disposiciones sobrelos pueblos indígenas del norte. Pero noexiste ningún mecanismo para implementardichos decretos, por el contrario, existenmuchas maneras de evadirlos. Por un ladoera claro que se deseaba un desarrollo yuna protección de los recursos primarios,por otro lado algunos opinaban que lospueblos indígenas mismos deberían dedi-carse a la explotación de petróleo y gas. Elpresidente de la asociación de pueblosindígenas de Rusia, Yeremy Aipin, destacóque hasta ahora los pueblos indígenas nohan obtenido nada de las reformas eco-nómicas. Los problemas en las zonasnórdicas de Rusia son hoy inabarcables. Senecesitarían enormes recursos, elevar elnivel de vida, combatir la contaminación,así como mejorar el sector de la salud, laalimentación y la educación, para sólonombrar los problemas más importantes.Aipin era de la opinión de que los mismospueblos indígenas podían ocuparse de estetrabajo, p. ej., a través de una participaciónactiva en la explotación de petróleo y gas.Además, deseaba que se realizaran inver-siones para el desarrollo de las actividadestradicionales, en lo posible medianteempresas conjuntas con inversores pri-vados o con los estados escandinavos. Comouna de las prioridades mencionó un «bancode desarrollo» para pueblos indígenas enel norte de Rusia.Tal banco bien podría serescandinavo, destacó Aipin.

No obstante, no se debe olvidar elaspecto político. Los pueblos indígenas dela región de Barent desean tener influenciaen la agenda política, pero hasta ahora nohan tenido grandes posibilidades. En elmomento actual, los pueblos indígenasestán representados en la Cooperación deBarent mediante un «comité de pueblosindígenas», el cual tiene una funciónasesora. Se planteó el deseo de la creaciónde un «consejo de pueblos indígenas» en elmarco de la Cooperación de Barent. Seaconsejó que el consejo de pueblos indí-genas tuviera en algunas ocasiones unaautoridad resolutiva, y que debe serconsultado por los otros organismos de laCooperación de Barent en asuntos relativosal ámbito de trabajo de los pueblos indí-genas. Tanto los samis de la península deKola y los nener destacaron que existe unacarencia desesperante de especialistas, p. ej.,carecen de individuos capacitados quepuedan elaborar programas políticos yjurídicos.

Claus Oreskov pertenece al grupo nacionalde IWGIA en Dinamarca. q

5 6 Asuntos Indígenas

Intervención de Valerio Grefa,presidente de la COICA

Señora Presidente:Gracias por la oportunidad que nos

brinda para dirigirnos a esta magna con-ferencia.

Señores representantes de los gobiernosdel mundo.

Hermanos indígenas que han venidodesde los distintos rincones del planeta.

Hermanos representantes de otrascomunidades locales.

Amigos de los Organismos No-Guber-namentales.

Venimos a hablar en nombre de todaslas vidas de la selva y los bosques, perosobre todo de aquellas que ya no están más:los seres de las aguas, de la fecundidad, delas cosechas, de la abundancia, de lamedicina. De los dioses que mantienen lavida de la selva, de los ríos y lagunas, queabandonan su mundo y donde los árboles,las plantas desaparecen y no vuelven aaparecer. Nosotros, los hombres, somosparte de todo esto que llamamos MadreTierra, que se debilita y puede morir conellos. Venimos de parte de la Vida aterminar con esta guerra de siglos quepretende acabar con la Naturaleza.

Somos nosotros quienes hemos preser-vado, conservado y desarrollado la di-versidad biológica que se encuentra de-positada en abundancia en nuestrastierras y territorios. Somos nosotros que,colectivamente como pueblos, hemosguardado nuestros valiosos conoci-mientos. Somos nosotros quienes te-nemos una relación espiritual y deinterdependencia con la diversidad deformas de vidas existentes en nuestrastierras y territorios.

Sin embargo, nuestro conocimiento,innovaciones y prácticas son extraídos sinnuestro consentimiento, con el fin deusarlos comercialmente. Nuestros derechoscomo pueblos, entre otros a la libre deter-minación, no son reconocidos. Nuestrastierras y territorios no son respetados.Aunque tenemos tanta vinculación con elcontenido del convenio, no somos con-siderados como partes legítimas en elConvenio.

Mi hermana de Nepal, Stela Taman deNepal, continuará con las recomendacionesde los Pueblos Indígenas del Mundo anteesta Tercera Conferencia de las Partes dela Convención de la Diversidad Biológica.

Gracias señora Presidente

Intervención de Stela Taman,de Nepal

Nos gustaría compartir con ustedes lassiguientes recomendaciones para la im-plementación del articulo 8 j:1. Que el Secretariado implemente in-

mediatamente los puntos principales delas demandas de los Pueblos Indígenas.

2. Que dentro de un proceso abierto,transparente y democrático, se desa-rrollen criterios para guiar a los go-biernos nacionales para legislar laimplementación del articulo 8 j.

3. Que un mecanismo de financiación seaestablecido para facultar la participaciónde los pueblos indígenas en todos losaspectos del trabajo de la Convención.

4. Que sea establecido un proceso dediálogo con los Pueblos Indígenas paradesarrollar alternativas al sistema actualde Derechos de Propiedad Intelectualpara la protección de los sistemas deconocimiento de los Pueblos Indígenas.

5. Que mientas tanto, las demandas de losno-indígenas sobre derechos de pro-piedad intelectual, sobre los procesos yproductos asociados al conocimiento delos pueblos indígenas y recursos gené-ticos, sea prohibido.

6. Que sea establecida una moratoria sobrebioprospección y colección de recursosetnobotánicos dentro de los territoriosindígenas, estableciendo mecanismosadecuados para proteger el conocimientoindígena.

7. Que sea establecido un Grupo de Tra-bajo IntersesionalAbierto sobre PueblosIndígenas y Biodiversidad en contexto dela Convención, con la plena participaciónde los representantes de los pueblosindígenas.

Finalmente, señora Presidente, me gustaríainformar a los distinguidos miembros, quelos pueblos indígenas hemos elaborado undocumento sobre: Promoción y Protecciónde los Sistemas de Conocimientos para laImplementación del artículo 8 j. Estedocumento estará disponible a partir delmiércoles 6 y será presentado a estaConvención. Mientras tanto, nos gustaríainvitar a los distinguidos delegados repre-sentantes de los Gobiernos, a un eventocultural que tendrá lugar mañana por latarde, en lugar y hora por anunciar.

Gracias señora Presidente. q

No. 4 - octubre / noviembre / diciembre - 1996 5 7

D espués de meses de indecisión yseñales confusas, el InstitutoNacional de la Salud de los EE.-

UU. (NIH), puso fin definitivamente a supatente, internacionalmente denunciada,sobre la línea humana celular de unindígena hagahai de Papúa Nueva Guinea.«Espero que esto sea el fin de lo queprobablemente sea la patente más ofensivade la historia», dice Alejandro Argumedode la Red de la Biodiversidad de losPueblos Indígenas, con sede en Canadá(IPBN).

Si bien todavía no fue anunciado ofi-cialmente, NIH presentó un documentopara «renunciar» a la patente ante laOficina de Patentes (PTO) el 24 de octubrede 1996. NIH rechaza todos los «derechospasados y futuros en todas y cada una delas reivindicaciones de la Patente No.5.397.696 de los Estados Unidos... renun-ciando así a todo control sobre la patenteantedicha».

«Tres arriba, tres abajo», dice el DirectorEjecutivo de RAFI, Pat Mooney, refi-riéndose al trío de patentes y solicitudes depatente del Gobierno de los EE.UU. sobrelíneas celulares de pueblos indígenas, a lascuales RAFI se ha opuesto. «Junto conindígenas panameños del Congreso Ge-neral Guaymi, hemos logrado presionar

con éxito a los EE.UU. a retirar su primerasolicitud de patente de células de personasindígenas», dice Mooney. «Luego, encolaboración con el Gobierno de las IslasSalomón, RAFI suprimió otra solicitud depatente del gobierno de los EE.UU. paralas células de un ciudadano de ese país».

«Una vez que una patente es otorgada,es difícil deshacerse de ella», dice EdwardHammond de RAFI. «Esto complicó eltrabajo en el caso Hagahai. A pesar de lasdeclaraciones iniciales del Gobierno de losEE.UU. de que disponía del informadoconsentimiento de los hagahai y la apro-bación del Gobierno de Papúa NuevaGuinea para la patente, frente a unapetición de la Ley de Libertad de Infor-mación por parte de RAFI, NIH nopresentó nada para fundamentar estasreivindicaciones». Pero NIH se aferróobstinadamente a la patente hasta que sepresentaron cargos de biocolonialismo porparte de pueblos indígenas, ONGs, ygobiernos extranjeros de todo el mundo,obligándole a ceder.

Si bien renunció a la patente, NIH no seha pronunciado sobre una serie de obsti-nadas inconsistencias y errores de parte delgobierno de los EE.UU. desde el comienzode la polémica en torno a la patente en 1994.Un trabajo de antecedentes sobre la

patente, recientemente preparado por NIH,«plantea más interrogantes de las queresponde en forma creíble» dice Neth Danodel Instituto Regional para la EducaciónComunitaria del Sureste de Asia (SEA-RICE), de Filipinas.

«Hemos sido coherentes y correctos,mientras que el gobierno de los EE.UU. seha equivocado y contradicho a sí mismo»,dice Dano. «Si, tal como dijo el Depar-tamento de Estado de los EE.UU., se iba apatentar a los hagahai 'para su beneficio',¿por qué no se molestaron siquiera paracontactarlos cuando renunciaron a lapatente? ¿Por qué NIH acusa a un inves-tigador de Papúa Nueva Guinea por lapropia patente del Gobierno de losEE.UU.? El Instituto de InvestigaciónMédica de Papúa Nueva Guinea ha ex-presado que seguía las instrucciones deNIH».

De acuerdo a NIH, la notificacióngubernamental de la renuncia a la patenteestá programada para aparecer en la GacetaOficial de la Oficina de Patentes y Registrosel día 10 de diciembre, fecha que coincidecon el Día Internacional de los DerechosHumanos. Aunque la fecha del anuncioparezca una coincidencia, los pueblosindígenas y las ONGs lo encuentran patéticoe irónico.

«No existe una afrenta mayor a losderechos fundamentales del ser humano porparte de los sistemas de propiedad inte-lectual occidentales que la patente Ha-gahai», dice Argumedo. «La renuncia esobjeto de celebración para los pueblosindígenas. Al mismo tiempo, nos brinda atodos la oportunidad para reflexionar sobrela inmoralidad de los países industrializados,permitiendo la mercantilización de lascélulas, genes y otros tejidos humanos».

Aunque la derrota del Gobierno de losEE.UU. referente a la patente de las líneascelulares de los pueblos indígenas esalentadora, la gama y la cantidad de patentesde tejidos humanos se está expandiendodramáticamente. Los pueblos indígenas,

RAFI, y otras ONGs permanecen enactitud vigilante y se oponen a otrosintentos, actuales y futuros, de patentartejidos humanos.

Contactos:Ontario, Canadá:Pat Mooney o Jean Christie, RAFITel: (613) 567-6880Fax: (613) 567-6884E-mail: [email protected]

Alejandro Argumedo, IPBNTel: (613) 237-5361Fax: (613) 237-1547E-mail: [email protected]

Carolina del Norte, EE.UU.:Edward Hammond o Hope Shand, RAFITel: (919) 542-1396Fax: (919) 542-0069E-mail: [email protected]@rafiusa.org

Manila, Filipinas:Neth Dano o Rene Salazar, SEARICETel: 63-2-921-7453Fax: 63-2-921-7453E-mail: [email protected]

En internet: http://www.charm.net/-rafi/rafihome.html

RAFI es una organización no-guber-namental internacional con sede en Ottawa,Ontario (Canadá) con oficinas afiliadas enPittsboro, Carolina del Norte (EE.UU.).RAFI se dedica a la conservación y lamejora sustentable de la biodiversidadagrícola y al desarrollo socialmente respon-sable de tecnologías útiles para las so-ciedades rurales. RAFI está preocupada porla pérdida de la biodiversidad genética -especialmente en la agricultura- y por elimpacto de los derechos de propiedadintelectual sobre la agricultura y por laseguridad alimenticia mundial. q

os Pueblos Indígenas reunidos en laJunta Directiva de la Organización

acional Indígena de Colombia,ONIC, queremos manifestar ante la faz delmundo, con ocasión de celebrarse ennuestro país el PANEL INTERGUBER-NAMENTAL SECCIONAL DE BOS-QUES:

Que los bosques en abstracto no existen,porque el bosque tiene dueño y espíritu, ycada árbol, cada animal y cada caño delbosque son personas;

Que los indígenas de Colombia seguiremospreservando y defendiendo los bosques denuestros resguardos y territorios tradi-cionales, no porque la ley de reformaagraria diga que tenemos que cumplir unafunción ecológica, sino porque ese es eldestino que nos señalaron desde siempreSira, Buinaima, Serankua, Karagavi ynuestros demás Superiores;

Que los gobernantes y empresarios de paísson ciegos ante la gravedad de 14 millonesde hectáreas desforestadas y ante la suertede los pueblos indígenas y otras comu-nidades locales que habitamos en losbosques; no nos tienen en cuenta al diseñar

las políticas forestales; siguen el saqueoinclemente estimulado por el mercadoexterno, y no hay planes de recuperaciónde los terrenos degradados, manteniendoen crisis permanente a las comunidades queen ellos viven;

Que en este momento se presenta una fuerteestrategia de ampliación de la fronteraagrícola y ganadera, basada en la violencia,mediante grupos paramilitares, produciendodesplazamiento forzoso de campesinos, quepierden sus tierras en favor de los grandesganaderos y terratenientes, y se ven obligadosa destruir los bosques e invadir territoriosindígenas, generando nuevos conflictossociales y ambientales, repitiendo la historiade violencia de los años 50.

Que las agencias internacionales de coo-peración creen que la Sierra Nevada deSanta Marta, la Amazonía y el Pacíficoestán muy bien conservadas por el dineroque ellos invierten en ONGs particulares,pero la Sierra y la selva siguen muriendo, yla presencia de ONGs continúa pertur-bando la vida de las comunidades;

Que la comunidad internacional debieramás bien cambiar el modelo mundial de

desarrollo y presionar al Gobierno Colom-biano para que ponga fin a las causassociales que influyen en la destrucción delos bosques y la invasión de nuestrosterritorios, como son la violencia patro-cinada por el mismo Estado y la altaconcentración de la propiedad de la tierraal interior del país;

Que todos debemos entender que no sepuede trabajar sobre una sola idea debosques, porque la naturaleza es sabia yvariada, y existe selva húmeda tropical enla Amazonía y el Pacífico, bosque espinososeco tropical en la Guajira, bosques degalería y morichales en los Llanos Orien-tales, manglares en las costas y bosques depáramo en las cordilleras, y cada uno deellos requiere su propia estrategia;

Que la política de drogas de Estados Unidosy Europa, aparte de ser el nuevo garrotecontra los países en vía de desarrollo, seconvierte en el principal destructor debosques y aguas, por la irracionalidad yviolencia que imponen a la siembra de coca,marihuana y amapola, y su consiguienterepresión basada en la fuerza militar y en eluso de venenos químicos;

Que muchas de nuestras comunidadeshemos declarado la suspensión del corte demadera en territorios indígenas, pero nohemos contado con el apoyo necesario-para fortalecer nuestras economíastradicionales ni el Estado colabora acontrolar la destrucción por personasexternas.

Que el Gobierno debe respetar la auto-nomía indígena y la propiedad comunitariade nuestros territorios, especialmente en loscasos de la superposición de Resguardoscon parques nacionales;Que en el Departamento de Putumayo, queha sufrido la peor catástrofe forestal y

étnica por 30 años de explotación petrolera,el gobierno nacional y las autoridades regio-nales deciden abrir los pozos Troyano,Pegaso y Unicornio, precisamente sobre losúltimos bosques primarios del depar-tamento, territorio de caza y ámbito culturalde los indígenas;

Solicitamos una especial solidaridad inter-nacional para que se cumplan las pocasnormas y decisiones legales que nosprotegen, como es la orden de la Ley 160de 1994 para que se saneen en tres años losresguardos indígenas ubicados en la reservaforestal de la Amazonía y el Pacífico,pagando a precio justo las mejoras de loscolonos establecidos en ellos. Este plazolegal se vence en agosto de 1997, y elGobierno no ha comprado ni una solamejora en dichos territorios.

Y últimamente hacemos un llamado enér-gico a las fuerzas políticas y a los diferentesactores del conflicto armado que desde hace40 años se desarrolla en el país para que noconviertan las selvas y territorios indígenasen escenario de la guerra ni en asen-tamiento de bases militares, y en todo casoexigimos el respeto por nuestra autonomíay nuestro derecho a no prestar serviciomilitar obligatorio en ninguno de los bandos.Ya con suficientes muertos hemos regadoel Continente en 500 años de luchas.

Para constancia, firmamos en el municipiode Villeta, Cundinamarca, a los siete díasdel mes de diciembre de 1996.

POR UNIDAD, TIERRA, CULTURA YAUTONOMÍA

Presentado en el encuentro del Panel Inter-gubernamental Seccional de Bosques, enLeticia, Colombia, diciembre de 1996. q

6 2 Asuntos Indígenas

Publicaciones IWGIADocumentos en inglésNo. 1: Declaration of Barbados. (1971)US$ 2,20No. 6: René Fuerst: Bibliography of theIndigenous Problems and Policy of theBrazilian Amazon Region. 1957-1972. (1972)US$ 3,60No. 7: Bernard Arcand: The Urgent Situationof the Cuiva Indians of Columbia. (1972) US$3,60No.15: Alicia Barabas and Miguel Bartolomé:Hydraulic Development and Ethnocide: TheMazatec and Chinatec People of Oaxaca,Mexico. (1973) US$ 2,90No. 16: Richard Chase Smith: The AmueshaPeople of Central Peru: Their Struggle toSurvive. (1974) US$ 4,30No. 17: Mark Münzel: The Aché: GenocideContinues in Paraguay. (1974) US$ 3,60No. 18: Jürgen Riester: Indians of EasternBolivia: Aspects of their Present Situation.(1975) US$ 6,50No. 19: Jean Chiappino: The BrazilianIndigenous Problems and Policy: TheExample of the Aripuana Indigenous Park.(1975) US$ 2,90No. 20: Bernado Berdichewsky: The Arau-canian Indians in Chile. (1975) US$ 3,60No. 21: Nemesio J. Rodríguez: Oppression inArgentina: The Mataco Case. (1975) US$ 3,60No. 22: Jacques Lizot: The Yanomani in theFace of Ethnocide. (1976) US$ 3,60No. 23: Norman E. Whitten: EcuadorianEthnocide and Indigenous Ethnogenesis:Amazonian Resurgence Amidst AndeanColonialism. (1976) US$ 3,60No. 24: Torben Morberg: The Reaction ofPeople of Bellona Islands towards a MiningProject. (1976) US$ 4,60No. 25: Felix Razon and Richard Hensman:The oppression of the Indigenous Peoples ofthe Philippines. (1976) US$ 4,60No.27: Peter Kloos: TheAkuriyo of Surinam:A Case of Emergence from Isolation. (1977)US$ 3,60No.28: Ernesto Salazar: An Indian Federationin Lowland Ecuador.(1977) US$ 4,60No. 29: Douglas E. Sanders: The Formationof the World Council of Indigenous Peoples.(1977) US$ 2,20No. 30: Julio Tumiri Apaza: The Indian Li-beration and Social Rights Movement inKollasuyu, Bolivia. (1978) US$ 4,80No. 31: Norman Lewis: Eastern Bolivia: TheWhite Promised Land. (1978) US$ 2,20No.32: Ernest G. Migliazza: The Integrationof the Indigenous People of the Territoryof Roraima, Brazil (1978) US$ 2,20No. 33: Guatemala 1978: The massacre atPanzos.(1978) US$ 4,60No. 36: Gerald D. Berreman: HimachalScience, People and "Progress". (1979)US$ 3,20

No. 39: A. Barrie Pittock: Australian Abo-rigines: The Common Struggle for Humanity.(1979) US$ 4,30No. 40: Torben Retb011: East Timor, Indonesiaand the Western Democracies. (1980) US$ 7,20No. 42: Brigitte Simón, Barbara Riester andJürgen Riester: I sold Mysel, I was bought.(1980) US$ 8,70No. 44: Paul L. Aspelin and Silvio CoelhoDos Santos: Indian Areas Threatened byHydroelectric Projects in Brazil. (1981)US$ 10,10No. 45: Robert Paine: Dam a River, Damn aPeople? (1982) US$ 7,20No. 46: Nicolás Iñigo Carreras: "Violence"as an Economic Force. (1982) US$ 3,80No. 47: Klaudine Ohland and Robin Schnei-der: National Revolution and IndigenousIdentity. (1983) US$ 11,60No. 48: Robert Barnes: Whaling of Lembata:The Effects of a Development Project on anIndonesian Community. (1984) US$ 4,30No. 49: Jean Pierre Chaumeil: Between Zooand Slavery: The Yagua of Eastern Peru intheir Present Situation. (1984) US$ 5,80No. 50: Torben Retbøll: East Timor: TheStruggle Continues. (1984) US$ 10,10No. 51: Wolfgang Mey: Genocide In theChittagong Hill Tracts, Bangladesh. (1984)US$ 10,10No. 52: Kaj Árhem: The Maasai and the State.(1985) US$ 5,80No. 53: Marcus Colchester: The Health andSurvival of the Venezuela Yanoama. (1985)US$ 8,00No. 55: Andrew Gray: And After the GoldRush...? Human Rights and Self-Developmentamong the Amarakaeri of Southeastern Peru.(1986) US$ 9,40No.56: The Naga Nation and its Struggle againstGenocide. (1986) US$ 10,90No. 57: Mariel Otten: Transmigrasi: Indo-nesian Resettlement Policy 1965-1985, Mythsand Realities. (1986) US$ 11,60No. 58: Self Determination and IndigenousPeoples. Sami Rights and Northern Per-spectives. (1987) US$ 10,10No.59: Carmen Junqueira and Betty Mindlin:The Aripuana Park and the PolonoroesteProgramme, Brazil. (1987) US$ 6,30No. 60: Robert Lizarralde, Stephen Becker-mann and Peter Elsass: Indigenous Survivalamong the Bari and Arhuaco: Strategies andPerspectives. (1987) US$ 5,80No. 61: Pierre Rossel (Ed.): Tourism: Manu-facturing the Exotic. (1988) US$ 11,60No. 62: Ward Churchill (Ed.): Critical Issuesin Native North America. (1989) US$ 11,60No. 63: IWGIA (Ed.): Indigenous Self-Development in theAmericas. (1989)US$ 11,00No. 64: Ticio Escobar: Ethnocide: MissionAccomplished! (1989) US$ 5,00No. 65: Daniela Renner (Ed.): People InBetween. (1990) US$ 8,00

No. 66: Indigenous Women on the Move.(1990) US$ 10,00No. 67: Indigenous Peoples of the SovietNorth. (1990) US$ 6,00No. 68: Ward Churchill: Critical Issues inNative North America - VolumeII (1991)US$ 11,60No. 69: IWGIA/Inuit Circumpolar Conferen-ce: Arctic Environment: Indigenous Pers-pectives (1991) US$ 7,50No. 70: Andrew Gray: Between The Spice ofLife and the Melting Pot: BiodiversityConservation and its Impact on IndigenousPeoples. (1991) US$ 7,50No. 71: Alan R. Marcus: Out in The Cold: TheLegacy of Canada's Inuit Relocation Ex-periment in the High Artic. (1992) US$ 10,00No. 72: Mauro Leonel: Roads, Indians andEnvironment in the Amazon: From CentralBrazil to the Pacific. (1992) US$ 13,00No. 73: Levita Duhaylungsod and DavidHyndman: Where T'boli bells toll: Politicalecology voices behind the Tasaday Hoax.(1993) U$ 15,00No. 74: ". . . Never drink from the same cup".Proceedings of the conference on IndigenousPeoples inAfrica. (1993) US$ 33,00 + postage.No. 75: Ulla Hasager and Jonathan Friedman(Eds.): Hawa'i: Return to Nationhood. (1994)US$ 30,00 + postage.No. 76: W.J. Assies and J.J. Hoekema (Eds.):Indigenous Peoples' Experience with Self-Government. (1994). US$ 16,00 + postage.No. 77: J.Nash, G.A. Collier, R.A. HernándezCastillo, K. Sullivan, M.E. Santana E., C.M.Kovic, M-O. Marion, H. Bellinghausen: TheExplosion of Communities (1995). US$ 15,00+ postage.No. 78: Jerome Lewis and Judy Knight: TheTwa of Rwanda (1996). US$ 15,00 + postage.No. 79: Robert Hitchcock: "Bushmen and thePolitics of the Environment in SouthernAfrica" (1996). US$ 15,00 + postage.No. 80:"... Vines That Won't Bind..." Ed.Christian Erni (1996). US$ 25 + postage.No. 81: Ed. Alexander Pika, Jens Dahl andInge Larsen: "Anxious North" (1996). US$ 32 -+ postage.No. 82: International Alliance of Indigenous-Tribal Peoples of the Tropical Forest andIWGIA: "Indigenous Peoples, Forest andBiodiversity" (1996). US$ 15 + postage.

Documentos en castellanoNo. 1: Ricardo Falla: Masacre de la Finca SanFrancisco Huehuetenango, Guatemala (1982).US$ 9.00No. 2: Robert Barnes: Pesca de Cachalote enLembata: Consecuencias de un Proyecto deDesarrollo en una Comunidad Indonesia.(1984). US$ 4.30No. 3: Jean Pierre Chaimeil: Entre el Zoo yla Esclavitud: Los Yagua del Oriente Perua-

no en su Situación Actual. (1984). US$ 5.80No. 4: Torben Retbøll (red.): Timor Orien-tal: La lucha continúa. (1985). US$ 10.10No. 5: Andrew Gray: ¿Y después de la fiebredel oro...? Derechos Humanos y Auto-desarrollo entre los Amarakaeri del Sudestede Perú. (1986). US$ 9.40No. 6: Carmen Junqueira & Betty Mindlin:El Parque Indígena Aripuana y el ProgramaPolonoroeste. (1987). US$ 6.30No. 7: Pierre Rossel (red.): Turismo: LaProducción de lo Exótico. (1988). US$ 11.60No. 8: K.R. Chowdry, D.V. Subba Rao,G.Krishmurthy y G. Narendranath: A laSombra del Dique Srisailámico. (1988).US$ 6,00No. 9: Susana B. C. Devalle El Colegio deMéxico: La Problemática Indígena en elPacífico. 1989. US$ 8,00No. 10: Autodesarrollo Indígena en lasAméricas. Actas del Simposio de IWGIA enel 46o Congreso Internacional de Ame-ricanistas. (1989). US$ 11,00No. 11: Mujeres Indígenas en Movimiento.(1990). US$ 10,00No. 12: Pueblos Indígenas del Norte Soviéti-co. (1990). US$ 6,00No. 13: Mauro Leonel: Carreteras, Indios yAmbiente en la Amazonía - del Brasil Cen-tral al Océano Pacífico. (1992). US$ 13,00No. 14: Andrew Gray: Entre la IntegridadCultural y la Asimilación: Conservación de laBiodiversidad y su Impacto sobre los PueblosIndígenas. (1992) US$ 7,50No. 15: "...Nunca bebas del mismo cántaro".Actas de la conferencia sobre Pueblos Indí-genas en Africa. Tune, Dinamarca. (1993).US$ 33,00 + franqueoNo. 16: J.Nash, G.A. Collier, R.A. HernándezCastillo, K. Sullivan, M.E. Santana E., C.M.Kovic, M-O. Marion, H. Bellinghausen: "LaExplosión de Comunidades en Chiapas"(1995). US$ 15,00 + franqueoNo. 17: Pedro García Hierro: "Territorios In-dígenas y la Nueva Legislación Agraria en elPerú"(1995). US$ 15,00 + franqueoNo. 18: Morita Carrasco y Claudia Briones:"La tierra que nos quitaron" (1996).US$ 20,00 + franqueoNo. 19: Alianza Mundial de los PueblosIndígenas-Tribales de los Bosques Tropicalese IWGIA: "Pueblos Indígenas, Bosques yBiodiversidad" (1996). US$ 15,00 + franqueo

Documentos en francés:No. 1: Jerome Lewis et Judy Knight: Les Twadu Rwanda (1996). US$ 15,00 + franqueo

ASUNTOS INDIGENASISSN 0105-6387IWGIA (Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas) es una or-ganización internacional e independiente que se dedica a investigar la opresiónsufrida por los pueblos indígenas

IWGIA publica la serie DOCUMENTOS IWGIA en castellano y en inglés,y las publicacones trimestrales ASUNTOS INDIGENAS (en castellano), eINDIGENOUS AFFAIRS (en inglés). Los editores agradecerán toda clase desugerencias y contribuciones a las publicaciones IWGIA.Los precios de suscripción para 1996 son los siguientes:

Instituciones ParticularesAsuntos Indígenas + El Mundo Indígena US$ 50.- US$ 30.-Asuntos Indígenas + El Mundo Indígena+ Documentos: US$ 90.- US$ 65.-Cheques sólo en US$ o Coronas DanesasLos pagos deberán ser extendidos a nombre de:

IWGIA, Fiolstraede 10, DK - 1171 Copenhague K, DinamarcaTel.: +45 33 12 47 24; Telefax: +45 33 14 77 49E-mail: [email protected] Postal: 4 17 99 00 - Banco: Den Danske Bank: 4180-854142

Consejo Internacional de IWGIA:Georg Henriksen - Presidente, René Fuerst - Vicepresidente, Jens Dahl, KarenBundgaard Andersen, Andrew Gray, Dan Rosengren, Inger Sjørslev, Espen

Wæhle, y representantes de los grupos nacionales de Dinamarca, Suecia, No-ruega, Suiza y Rusia.Comité Ejecutivo:Georg Henriksen, René Fuerst, Inger Sjørslev, Jens Dahl y Karen BundgaardAndersen.Consejo Asesor: Gudmundur Alfredson, Howard Berman, Julian Burger, FinnLynge, Peter Jull, Dalee Sambo y Sharon Venne.Secretariado Internacional de IWGIA:Directora: Inger SjørslevSecretaria de Dirección: Lola García-AlixAdministración: Karen Bundgaard Andersen, Inger DühringCoordinación de Proyectos:

América Central y del Sur: Alejandro ParelladaAfrica y Asia: Marianne Jensen y Diana Vinding

Publicaciones:Coord. y red.

Documentos: Inger Sjørslev y Alejandro ParelladaMundo Indígena/Indigenous World: Diana Vinding y Alejandro ParelladaAsuntos Indígenas/Indigenous Affairs: Alejandro Parellada

Traducción al español y correc.: Mario Di LucciTraducción al inglés y correc.: Sheila Aikman y Jeffrey LazarusGráfica y layout: Jorge MonrásTipografía: Jørgen AbelsenColaboradores: Káthe Jepsen, Jeffrey Lazarus, Niels Kaare Westh y Finn Kudsk.

Agradecemos la reproducción y distribución de la información contenida en"Asuntos Indígenas" y Documentos IWGIA siempre y cuando sean citadas lasfuentes. Sin embargo, para la reproducción total de un Documento o de "Asun-tos Indígenas", es necesario el consentimiento de IWGIA de acuerdo a nues-tros derechos de propiedad literaria. Las opiniones expresadas en las publica-ciones IWGIA no reflejan necesariamente las del Grupo de Trabajo.

Versión digital - Realizada por Víctor Toledo Llancaqueo - Chile 2005.