bodei remo, hölderlin. la filosofía y lo trágico. madrid, la balsa de medusa, 1990.pdf

50
Remo Bodei Holderlin: la filosofía y lo trágico 1 .., Wfr.. k...,&.¡... Visor .. !

Upload: marcelo-rodriguez-a

Post on 21-Nov-2015

112 views

Category:

Documents


17 download

TRANSCRIPT

  • Remo Bodei

    Holderlin:la filosofa y lo trgico

    1..,Wfr.. ~.j.;_ k...,&....Visor

    ..

    !

  • La balsa de la Medusa

  • lH lderlin: la filosofa y lo trgico

    Traduccin deJuan Daz de Arauri

  • Remo Bode;

    Holderlin:la filosofa y lo trgico

    l.... ~k 0:4.A~....Visor

    BIBLIOTECA DE LA lNVERSrTAT DE 6AACELONA

    I ~

  • La balsa de la Medusa , 33

    Coleccin dirigida porValeriana Bozal

    Ttulo original: Hbrderlin: la filosofia e il tragicoCI Giangiacomo Feltri nelli Editare . Milano , 1980, 19892

    CI de la presente edicin, Vi sor Di stribuciones, S. A., 1990T orras Bretn, 55, 28045 Madrid

    ISBN ,847774533 1Depsito legal: M , 9.500 -1990

    Impreso en Espaa ~ Printed in SpainGrficas Rogar, S. A.Puenlabrada (Madrid)

    Indice

    1 112 W3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... 324 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .. V5 . .. . ~6 . .. . n

  • 11. Holderlin llega a Jen a en 1794, en un momentoen que en esta ciudad se estn fraguando las opos icionesconceptuales, las palabras clave y las metforas con quese inte nta pensar los problemas de una poca sobradade cambios: escisin y unidad, partes y todo, reflexiny vida, razn e intuicin intelectual, no-yo y yo. mundomoderno y mundo griego. En ta les trminos abstractos,cuest iones e inquietudes se someten a un proceso desutil estilizacin; se transcriben en frmul as que secombinan de modos diversos, en un lenguaje difcil,aunque no vaco todo lo cont rario, un lenguaje que,traspasada la primera corteza, pone de manifiesto uninusitado poder expresivo y de anlisis.

    En este momento, Fiehte y Schiller son el alma deJena y los principales creadores de esto s pares concep-tuales y metafricos. H olderlin tiene una relaci6n directacon los dos, de tal suerte que. en el semestre invernal de1794-95. puede seguir las lecciones de Fichte sobre losFundamen tos de toda la doctrina de la ciencia y leer,nada ms publicadas, las Lecciones sobre la misin deldocto y las Cartas sobre la educacin de la humanidad ydiscutirlas con sus autores respectivos'.

    1 Las relaciones de Holderlin y Schiller son bien conocidas (esnoto rio, por ejemplo, que, por mediacin de ste ltimo, Hclderlin

    11

  • Ser Fichre quien proclame el tema de la escisincuando ensee que el yo no tiene el carcter monolticoe indivisible de una mnada, sino que, al contrario, porsu propia const itucin, est desgarrado, desdoblado. Enefecto, la autoconciencia es escisin entre un yo sujetoy un yo objeto y, al mismo t iempo , reconocimiento dela ident idad con ellos mismos: Qu era yo, pues, antesde llegar a la autoconciencia? La respuesta natural es: yono era del todo, porque yo no era yo. El yo es

    lleg a ser precept or del hijo de Chadon e van Kalb en Wahe rs-bausen y en J ena); menos conocido es el hecho de que H olderlin,adems de asist ir a las lecciones de Fichte , viva en la misma casaque el fil sofo, lo que facilitaba que se lo encontrara a menudo ,vase A. B ECK, ErUl4terungm , en H OLDERLlN, Brief t, en Siimtlicm.W n-ke, Grosse Stut tgarter H olderlinausgabe (en adelante GrStA),edic in de F. Beissner, Stu tt gart , 1943, vol. VI, 1, edicin de A.Beck, p.741. Para una visin de conjunto sobre la vida deHolderlin, vase W. MICHH , Das Leben Friednch HOlderlins,Bremen , 1940. H ay, en proceso de publicacin, una nueva edicincrt ica de las obras de Holderlin - llevada a cabo con la asistenciade ordenador y que tiene en cuenta todas las variantes y lasdistintas rcdaccioncs-,- : F. H O t.D EIU .l N , Sdmtlicbe We rke, Pra nk -[u rte r Ausgabe, edicin hist rico-crti ca al cuidado de D. E.Sattler, Frankfu rt a. M. 1976 Y sigs. Para la bibliografa holderli-nia na, vase Holderlin-Bibliographie, edicin de F. Seebass. Munich,1922, y Holdn lin-Bibliographie 19J8-19S0, edicin de M. Koh ler yA. Kelletat, Stuttgan, 1953 (para las publicaciones sucesivas debenconsultarse las reseas sobre los nmeros del ..Hcldcrlio-j ahrbuch-y sobre las recensione s del ..Hclderlin-c-Archiv - de la Landesbi-bliotbek de St un gart ). Pan. la histo ria de las interpretaciones,vase, sob re todo, A. PELL':GRINI, Hldern. Sto ria della critica,Florencia, 1956.

    Los textos que de H 5tderlin se presentan en este volumen sehan seleccionado por su valor int rnseco y en raz n de los tema st ratados". Se han trado a est as pginas los escritos signitic ativc sdel perodo 1795-1804 que consideran la relacin filosofla-poesia y,en especial, la esencia de 10 trgico. Se ha t raducido de la edici nde Beissner; esto es de los A uf dt ze del vol. IV, 1 Y de lasAmmerkl4ngm 2 14m Otdipus y las A nmnkungen zu r Antigone del

    12

    nicamente en la medida en que es consciente de S>

  • - cent rlfu ga>. La autoconciencia es el esfuerzo de man-tener unidos estos dos movimientos opuestos, el esfuerzode aprehender de modo indivisible tanto la inextinguibleidentidad como la inext inguible escisin. C iertamente,la conciencia tiende en seguida a superar la ant tesis conel no-yo, con aquello que la limita, y tiende a ponersecomo identidad consigo mismo, yo = yo. Sin embargo,la identidad (tal y como se expresa en este ..primerprincipio, por el que el yo se pone a s mismo) tien eun valor simplemente regulat ivo. Si tal identidad seconsiguiera en efecto, anonadara a la conciencia, cuyapersistencia se basa precisamente en el lmite y en laoposicin no parece, pues, que Holderlin haya entendidoal instante este punto",

    Accin viva!, rechazo de la pasividad y de laresignacin, tal es el santo y sea de la filosofa[ichteana; lucha para superar cont inuamente los lmitesde lo real, para doblegar la dureza y la opacidad delno-yo. Frente al realismo o dogmatismo, el idea-lismo consiste en optar por no sopo rta r pasivamente losimpedimentos y las ataduras del mundo que existe. Esel correlato terico de la revolucin que en la realidadse produce en Francia, el reiterado plus ult ra hacia lalibertad; esto es, la progresiva disminucin de loscondicionamientos externos e internos a la naturalezahumana . Dejarse arrastrar por esta filosofa -tal ycomo el propio Fichte aconsejaba a sus lectores- hastaque salte la chispa de la comprensin" hasta que cada

    } V2se ibid., pg. 407.4 V2se H older/in an H egel, 26-1-1795, en H O LDE RlI N , Brefe,

    cit., pg. 155 (la carta presenta algunas lagunas precisamente en elpunto en que Holderlin parece arrumbar sus sospechas de ..dogma-tis mo- con respecto de Fichte y acepta r , :lI1 menos en part e, susideas).

    ~ Fichte an Reinhold, 2VII-1795, en F ICHTE, Brie/wechsel, edicin

    14

    un~ la lleve al propio cdigo de pensamiento, significaactivar dentro de s todas las cont radicciones latentes,re~h~zar cualquier conciliacin, vivir en perpetua tensinteorrca y moral. No todos aguantan la severidad de estaescuela, que puede llegar a producir crisis en la concienciade la propia personalidad, si es que es cierta la acusacinde Ne rval a Fichte de haber introducido en l elterrible combate entre yo y no-yo en el que habrasu:umbi.do~ . El mismo Hdldcrlin - aun cuando acepteI~ Id~a fichriana de ..un progresar infinito, de un tiempoSIO limites, en el que acercarse al ideal absoluto.. frenteal quiet ismo cientfico..7- no dejar de mostrarsereticen te ante el ext remado dinamismo de tal existenciaviolenta mente unilateral, demasiado en contradiccincon el mu ndo..8 y que ha de mantener una relacin dedominacin y enemistad con la naturaleza; as que, por

    de H. ~chulz, Leipzig, 19301 (rcimpresi6n, Hilddesheim, 1% 7),vol. 1, pago 4n .

    6 V:llse J. FRETET , L 'alination potique, Pars, 1946 pg. 18, YJ., L Al' I.A N C H E, H olderlin et la question du p re, Pars, 1961,pago37.

    7 HOI. D~RUN: H ermok retes an C ephalu s, en Auf satzt, GrStA,vol.. 'y, 1, cn ., ~:lIg . 213, t r. ir, Ermocrate a Cefalo, en H O LDERl.I N,SCTlttlsuila pcwna e [ram me nti, cit., p g. 18.

    .8 H O I. DER I.l N , Ein W ort ber Iliade, en A ufsatze, cir., pg. 226,t r. rr , Qualc~ p~rola ~ull'Iliade, en H O I.D ER U N , Scriui sulla poaiae [rammenti, cu., pago34. Sobre los conceptos dinmicos de-impulso- (Triebj, ..tcnd~f (St rebenj, de "choque" (Anu oB) y de..deseo (Sehn~n), de on gen spinoziano y lcibniziano, vase P,BAUMAN N S, Fiebres ursprnglichts Sy stem. Sein Standon zwischenKant un J H egel, S~Uttg;rt -~a~ Cannstan , 1972, pg. 127 Y sigs.,W. G.)ACO~S , T rzeb als slttl,ches Phanomen. Ene UnttTsuchungda P~llosophle nach Kant und Fichte, Bonn, 1967; U. Cl.AESGF.S,GeKhlchte da SelbstbewuRtseins. Da Urspmng des spekulativenProblem~ in Fichtes. Wissenscha/t s/t'hre van 1794-1795, u Haya,

    1 ~74 , p;l:g. 120 y . slgs.;. A. K. SOLLER, T rieb und Reflex on inFicbtes [ enaer Pbdosophie, Wrzburg, 1984. Sobre 1:lI act itud conrespecto a Eichte, vase J. B AR N O UW, .. Der T vieb, bestim mt 2 U

    15

  • mucho que acepte la transito ria necesidad histrica deesta actitud, en un personaje de H ipern, en Alabanda,encarna sus extremos negativos. Ciert amente, en Fichre,la naturaleza, tanto la int erna del hombre como la quees externa a l, est sometida y humillada.

    2. Si el jacobino Fichre es unilateral , porqueatribuye a la lucha toda preeminencia y porque, en Lamisin del docto, exalta el desarrollo de una sola facultad,la razn, frente a todas las dems", Schiller, por elcontrario, trata de recomponer armnicamente el con-junto de las facultades, superando los efectos de lacreciente divisin del trabajo e inspirndose, en lamedida de lo posible, en la experiencia griega10. Y, yaen Los dioses de Grecia, nos presenta a los griegoscumplidamente ensalzados como quienes supieron uniren una esplndida concepcin de lo humano la juventudde la fantasa y la virilidad de la razn!", como quienessupieron articular de un modo diverso aunque sin

    uierden, Hblderlin, Schiller und Schelling als Antwort auf Fichte, en-Deutsche vierreljahrsschrift, 46 (1972), pgs. 248-293.

    9 Vase FlCH T E, ber die Bestimmung des G elebrten, en G esam-tau sgabe der Bayer scben A kademie der W issenschaften, cit. , vol. 1,3, pg. 41 Ysigs.

    10 Sobre el conjunto de estos problemas suscit ados por AdamFerguson y los economistas escoceses de finales del siglo XVIIlremito a R. BODEI , H egel e l'economia politica en H egel e laeconomia politice, edicin de S. Veca, Miln, 1975, pgs. 29-77.Sobre la imagen de Grecia en estos aos, vase, adems delfundament al W. REH M, Grieehentum und G oetbeze t, Leipaig,19492; J. TAMIHIAUX , La nostalgie de la C receal'aube de l'ldalismeallemand. Kan t et les Crees dan l' it inraire de Schiller, H ldertin etH egel, La H aya, 1967.

    11 SCH ILLER, ber die asthetische Erz iehung des Menschen, ineiner Reibe von Brefen, en Werke, Nationalausgabe, vol. XX, 1,edicin de B. van Wiese, Weimar, 1962, pg. 321; tr. it. Dell'ed-cazione estetica deli'uomo, in una serie. di lettere, en SCHILLER ,Scrini euetici; T uri n, 1951, pg. 218 [trad. castellana: Ca rtas sobre

    16

    mutilarla la condicin humana. Muy distinta es lacondicin de los modernos; tan fragmentadas estn susfacultades que hace falta reunir las capacidades demuchos para dar forma a un hombre entero: Cabracasi afirmar que en nuestra poca las fuerzas del esprit use muestran tan escindidas en la objetividad como lasconsidera el psiclogo en la teora, y que no slo vemosa individuos aislados sino a clases enteras de hombresdesarrollar nicamente una parte de sus aptitudes mien-tras que las otras, como en planos desfigurados, apenasestn bosquejadas en leves esbozos!"

    Para Schiller, la cada vez mayor complejidad delmecanismo de los estados modernos, la cada vez msextendida subdivisin de las ciencias y de las artes yoficios, la cada vez ms clara separacin de las clases,han roto el armnico vnculo de las facultades humanas.La cultura es el espejo de esta escisin, del aislamientoy de la desvalorizacin de las facultades: La inteligenciaintuitiva y la expeculat iva se han apartado, la una de laotra, host iles, retirndos e a sus campos respectivos,desde donde vigilan los lmites con desconfian za y conenvidia; y, al restringir la propia act ividad a un slombito, nos han impuesto un patrn que en no pocasocasiones acaba por suprimir tambin las otras facultades.Mientras que la imaginacin lujuriante sofoca por aqulos plantos laborioso s del inte lecto, por all, el espritude abst raccin ext ingue el fuego cabe al cual deberla

    la educaci6n esttica del hombre, Madrid, guilas, 1983]. Sobre elproyecto hcldcrliniano, no realizado, de contestar a las C artas deSchiller, vase H . G. P OT T , Schiller und Holder/in. Die "NeeeBrieje ber die asthetische Erziehung". en Schillers Brie]e ber diedsthetische Erziehung, edicin de J. Bolten, Frankfurt a M., 1984,pgs. 290-313.

    12 SCH ILLER, ber die asthetische Erziehung des M enscben, ineincr Reihe vo n Br ef en. cit. , pg. 322.

    17 I

  • haberse calenta do el corazn y en el que deberahaberse inflamado la fantas a (...). Ligado ete rnamente aun pequeo fragmento del todo, el hombre mismo sefor ma nicamente como un fragmento y, no habiendollegado a sus odos ningn sonido que no fuera elmontono rumor de la rueda que gira, nunca desarrollala armona de su ser; en vez de expresar con su naturala la humanidad, se convierte en mero trasunt o de suocupacin y de su ciencia-P .

    Desgraciadamente oc ios ms de los hombres estndemasiado cansados y exhaustos en la lucha con lanecesidad como para poder aspira r a la recomposicinarmn ica de las facultades, a la felicidad de la belleza:Contentos con poder escapar al agobio de pensar pors mismos, ceden a ot ros de buena gana el cuidado detodo aque llo que corresponda a las propias ideas, y, sipor ventura, les t urban exigencias de mayor ent idad, seaferran con fe ciega a las frmulas que el estado y elclero tengan dispuestas para el caso-". Por otra part e,el estado no puede transformarse a s mismo en educador 1corrompido como est por const ituciones brbaras,cuya derogacin , no obstante, no producira otra cosaque tumultos y fanati smo de la libertad. No hay, pues,a mano otro instrumento para elevar al hom bre porencima de su actu al disgregacin, que una educacinest tica. reservada a unos pocos, aunque qued e el restode los hombres, en especial los no europeos, abandonadoa la defonnante presin de la necesidad, de la barbariey del despotismo'>. H ay una barrera objetiva que

    B l bid., pg. 323.14 Ibid., pgs. 331-332.IS Vase Scbiler an Goetbe, enero de 1798, donde Schiller, tras

    haber ledo las descripciones de los viajes por Egipto y Siria deNiebuhr y de Volney, manifiesta la consternacin que le produ ce elhecho de que las fuerzas ms vitales del hombre o peren en una

    18

    impide a la mayora desarro llar armnicamente las propiaspotencialidades, acceder a una vida digna. Para inclusolas pocas almas bellas a las que esto les es dado t ienenque recorrer un largo camino, porquc es preciso salvarla desviacin del sentimiento: Hay que abrir a travsdel corazn la va que lleva a la cabeza. La necesidadms urgente de la poca es, por tanto, la educacin delsentimientos!".

    Cuando llegue a J ena, tendr , pues, Holderlin dospropuestas elaboradas a las que enfrentarse: por unlado , la de Fichtc de educacin mediante la razn y(explcit amente a part ir de los Fundamentos de derechonatural) mediante el estado, con una int ensificacin delos desequilibrios provocada por el choque con lo exis-tent e y con la expectativa de una fuera emancipacin detodos; por otro lado , la de Schiller, de educaci n mediant eel sentim iento y al margen del estado, por efecto delart e, que tiende hacia un equilibrio de las facultades sloal alcance de unos pocos. As, Ficht e aparece a sus ojoscorno un titn en conflicto con la realidad y con lanatura leza, promotor del desarrollo unilat eral de larazn y del estado " . mient ras que Schiller se le ir

    parte tan pequea del mundo, el hecho de que masas enormes depueblos sean irrecuperables para la perfect ibilidad humana", y,sobre todo, el hecho de que los no europeos carezcan defund amentos morales y estt icos. (C itado en R. F EST ER . Rousseaund deutsche Geschichtsphilosophie, Leipzig, 1890, pg. 110). Co nrespecto a tal act itud de Schiller ante la educaci n estt ica. vaseN. S.... ITO. S:hi//er e i/ seo lempo, Roma, 1%3, p g. 161 Y sigs.Sobre la [unci n del estado en la educacin. segn las perspectiv asde la poca, vase U. K RAUTKIt .... EMI-.It , Staat und ErziehungBefr ndung iffentlicber Erziehung be; Humboldt, Kant, Ficbte,Hegel und Schleiermacher, Munich, 1979.

    h, SCH JL L l' lt, ber de asthet;sc!Je Erziehung des Menschen, ineiner Reibe von Briefen, cir., p g. 332 (t r. it. , pgs. 230-231).

    11 Vase Hegel an Schellmg, finales de enero de 1795, en Briefe

    19

  • dibujando como el procurador de una armona incom-pat ible, incluso para los pocos, con las escisiones de lapoca.

    2

    1. La reflexin y la cr tica del H olderlin de Jic o,posibilidad, ser transcurre fundamentalmente entre estosdos mrgenes . Este texto, de naturaleza eminent ementelgica, probablement e redactad o en abril de 179518,como respuesta al libro de Schelling Sobre el yo y comocrtica al concepto de sustancia- en Pichte , se ensarta

    van nd an Hegel, edicin de J . Hoffmeist er , vol. 1, Hamburgo,1952, pg. 18: H olderlm ..sigue las lecciones de Picbtc y habla de lcon ent usiasmo como de un t idn que lucha por la humanidad; esdpersuad ido de que su influencia no ha de circunscribirse a losmuros del aula universitaria. Sobre el tema de los t itanes, recurrenteen Holderlin, vase A. H ANEY, Holderlns Titanemnythos, Z urich,1948. R. B. H ARIl.1SON. Holderlin 's Ti tans and tbc boak of Revela-tion: an Esehatologieallnterpretalion of H istory, en ..Publicarions ofrhc Engl ish Gocthe Socicry- , N. S., XL VI (1975/6), pgs. 31-64 ypara una interpretacin del mito de los t ita nes que pone demanifiesto su papel positivo en tanto que potencias salvajes ynat ur ales tambin en relacin con el Fundamento de Empdode sy con Notas a S foco , vase A. BENHOLDT-THOMSF.N, Die .Bedeutung der T uanen in H olderlins Spatu 't'rk en ..H older/inj ahrbuch, XXV (1986-1987), pgs. 226-260. Sobre los titanes, vasetambin en este mismo texto, ms adelante.

    1 ~ Picbt c no abo rda explcitament e la cuest in del pap el delest ado hasta 1796 en f unda mentos de derecho natural (para lascr t icas de H older/in, vase la s pti ma carta , del primer libro .primer volumen de H iperin y H ilderlin

  • separacin entre el sujeto y el objet o se da en el o rigende la autoconciencia, cuando el hombre abandona su sernatural, cuando cesa la inmersin en el confuso momentototal, primordial , de la natu raleza. Est a divisin nopuede anularse -so pen a de perder la co nciencia- nisuperarse en la pura iden tidad reflexiva de la co nciencia,en el yo soy yo fichtiano. Son inviables tanto elretorno de Sch iller a una presunta identidad originar ia

    siempre en el H olderlin A rchiv, ST GT, codo biu., 4. 668, II 3b,1-11, ambo s del Wemn Ki rc:hner Nac:hlan . H e publicado estelti mo , co n t raduccin italiana al lado, introduccin y coment ario:R. BOD Fl , U n documen to sulle orgini deli'idealsmo. Le notefilosofidJt di /saak v an Sindair, en ..Annali della Scuola Normalcdi Pisa, S. III , vol. Il, 2 (1792), pgs. 703-735. Sobre Sinclair,vase, sobre todo, H. H EGEL, l saak von Sinrlair Zwisc:hen Ficbte,H olderlin und H egel, en ..H egel-Srudicn, 8 (1973), pgs. 9-53. YCH . H AMME, / saJk oon SineLr-Politiker, Philosoph und D cbterzw ischm Rroolution und Restauration, Bono, 1988, especialmentepg. 23 Y sigs. Sobre el crculo de los amigos de H older lin , vaseO . H ENSCHEI.E, Hoderlim Freundekreis, Stuttgart , 1975. Sobre lasideas de los amigos, aun los menos conocidos, de H olderlin, vaseW. BOEHM, H older/in, Halle-Saale. 1928, vol. 11 , pgs. 236-244.Nueva luz ar roja n sobre H olderlin y su relaci n con el grupo delos amigos hamburgueses, las po nencias del congreso del 3-6 deoctubre de 1979 en Bad H omburg: ..Bad H omburg van der H ohein der deut schen Gei stcsgeschicht e-. Entre los qu e deben serespecialmente tenidos en cuenta: O. POEGGEI.ER, Politik aus demA bseits. H egel und da H omburgn Freundenhre s; O. H ENRICH,Jacob Zwilfings Nacblass. Gedankm, N achrichten und Dokument eau! A nlass seines Verwues, K. R. MF. IST, l dentitat und Geschicbte,Molitors Geschichtsphilosophie und der Homburger Kreis. Con un aorientaci n dist inta, aun que de igual int ers, debe conside rarsetambin la po nencia de K. D UESING, Aesthetischer Platon smus beiH oderlin nd H egel. Otras tie nen un carc te r mayormente biogr-fico , as! la Pierrc Ben aux, v ase H ombu rg vo r der Hoh e in derdeutscben Geistesfesehichte-Studien l um Freundenk reis um H olJnlinund H egel, edicin de C h. J amme y O . Poffeler, Srunga n, 1981.Sobre Zwilling, vase D. H I:: NRICH - C H. J AMME, jakab ZwillingsMachiaB Eine Rekonslruktion, Bonn, 1986.

    22

    sin contrastes-", como el recorrido de Fichre por lagalerfa d~ e.s~ejos d~1 yo y del no-yo, con que plantea

    ~la st~ el IIlfllllto. el Juego alterno de la escisi n y de laIdentidad. La unidad compacta primigenia es irrecuperableen tamo que t al y no se puede escapar en la realidad ala identidad-escisi n de la autoconciencia, n i siquieracuando la oposicin se vuelca en la d ivisin prcticadel yo - no yo. Aun cuando el orgulloso yo,.22 (contrael que se est rellar tambin J ean Paul en la Clao sFichtiana) haya superado el lmit e provisional del no-yoencue.n~ ~a siempre o bstculos ulte riores que reproduce~la escrsron.

    ..La ~lternativa que a estas dos posiciones sugiereH olderlm es la de una identidad en el sentido fuerteuna identidad no reflexiva, una identidad de un ser enlo absoluto. que se const ituya en vnculo ind isolublede sujeto y objeto, el ev l

  • entre nuestros Nos y el mundo, reconquistar la pazde todas las paces -que es ms sublime que cualquierrazn - , unirnos con la naturaleza en un todo infinito,tal es el objet ivo de todos nuestros esfuerzos, tanto sipuede alcanzarse como si no_2\ N o dominio del sujetosobre el mundo (idealismo), ni dominio del mundosobre el sujeto (realismo), ni, como en el Schelling delSistema del idealismo trascendental, indiferencia cuantita-

    II H OI.DERU N, Hyperion, cit ., p g. 236. La expresin tI> x:r:tmi\> no se encuentra en los presocr t icos. Procede de R. CDWORTH,Systema intellectuale huius mundi, Cambridge, 1680, pg. 595 (textout ilizado po r H oldcrlin como [uent e para Empdocles, vase U.H OEI.SCHF.R, Empedokles und Hbldevlin, Frankfurt, a. M., 1% 5,pgs. 14, 48-49). Si b ien el origen ms inmediato est en Lessing, aqui en la at ribua j acobi, adems de a Spinoza, en La dottrina diSpinoza. Lenere al signor M an es Mendels50hn, vase H OLDEIU.iN,ZU jakobis Brief en ber die Lehre des Spinoza, en A ufsatze, cir.,p g. 207 (t r. it , A proposito de!le leuere di j acobi slt!la dourina diSpinoza, en H OLDERLlN, Scritti sulla poesa e /rammenti, cit.p g. 13); -Lessing era un spinoz iano - pg. 2. -Lo s conceptosortodoxos de la divinidad no eran para l. No eran de su gu sto ~'II(lt 7tiv! No quera saber otra cosas. Este T odo, que no es un yoen si" {Holderiin an den Brwder (mediados de mano de 180 1), enH C UJER Ll N , Brief e, cir ., pg. 419), puede referirse a las posicion esde Spinoza, vase S PINO Z A. Ethica, Il, 13, Lemma 7 , Scholium:totam naturam unum essc ;ndiv idltum _ y Cogit. Metaph., 11 , 9, 3:quod tora natura naturata non sit nisi unicum ens, unde sequuurhominem partem esse naturae, quae cum coeteris coerere debet.Sobre algunos aspectos de esta rcorfa bclderliniana, vase M.8 AEUMF.R, Hiilderlin und das Hen Kai Pan, en Monarshefre..(W isc.). LIX (1967), pgs. 131 147. R elacionadas con este bloquede pensamientos expuestos en [ e cio, posibilidad, ser estn algu nasde las afirmaciones del fragmento de H egel, Fe y ser d el perodo deFrankfur t. Vase H EGH., Glauben und Seyn, en T beologiscbef ugendschrifte n, edici n de H. N ohl , T ub inga, 1907, pg . 383 (tr.it. Fede e rsscre, en H egel, Scrini leologici giovani/~ N poles, 1972,p g. 532): U nificaci n y ser son sinn imos: de hecho, en todaproposicin, la cpula 'es' expresa la unin del sujeto y delat ribu to, es decir, un ser ...

    24

    ~iva, dominio de sujeto y objeto, sino una relacin deI~ual?ad y de compenet racin por difcil que sea. N itrtamsmo, violencia, por tanto, del hombre sobre lanaturaleza, ni sumisin del hombre a las incont rolablesfuerz as d~ ,la naturaleza, o sea, caducidad por obra de ladest ruccin completa a que nos somete esa naturalezasmo E\I xiXl 1toc\l l-4. '

    Al ser en absoluto, que, segn J acobi, consti tuye elconcepto fundamental del spinoz isrno>, se llega nica-mente mediante la intuicin inteleetua[26, la facultad deconocimiento. instantneo, aunque articulado, del todo ,cuya presencia en el hombre haba sido negada porKa.n.t. ~? es ot ra cosa, afirma Holderlin , que aquellaUlll!ICaClOn c~n to~o. .10 que vive, unificacin qued.enva. de la imposibilidad de una separacin y de unaislamiento absolutos. El modo ms sencillo de enunciarla

    .24 El h ~ (d Tt iiv se revela en la belleza" que -San Platn " habaIOd lca~o, vase ~~ERUN, Hyperion, cir., pg. 236 y F. STRACK,Asthetzk und Freibeu. H lderlin idee von Schnheit S;u/ichkeit undGesebidne in der Przeit, T ubinga, 1976 (sobre [a influencia delFedro platn ico, pg. 134 Y sigs).

    2S Va~ H. SCHOLZ, H istorischk ritisr:/Jt' Eintleitung en DieH altptschrif tm zum Pantheismusstreit xwiscben] acobi und Mendels-sohn, Berln, .1916, pg. XV II I. Sob re la cr tica de jacob a Sp inozay ~u pres~nCla en Holderlin, vase D. H ENRICH, Ueber H lderlinsphz/osoph~sche Anfli~ge, en -Hclderlin j ahrbuch.. XX IV (1984-

    ~985) :. ~ags. 16 . y sigs.; Id :, Pkilosophisch-thrologische Problemlage1m T bmger Stift zur St ud,mzet H egels, H olderlins und Schellingsen "~old~~l in jahrb~ch" XXV (1986 1987), pg. 86 Y sigs., S. Z AC:j acobl, crtuq ae se Sp noza; en AA. VV., Spinoza ne 350 ennioerser o

    ;~~~ nascita, ed icin de E. Giaoco n i, N poles, 1985, pgs. 173-. 16 Sobre la intuicin intelect ual, vase J. N WBA UER lnlellekll~llemtdl~ktua/e und asthetische Anschaultng. Zur Enlstehung der r;'mantiscben Kunstauff assung, en - Deu tsche Vierteljahrsschr ift 46(1972), pgs. 294319. ,

  • consiste en decir que tanto la verdadera separacin -ycon ella todo lo que es verdaderamente materia l yt ransitorio-e, como la unin - y con ella todo lo quees realmente espiritual y permanente-e, lo objet ivocomo tal y lo subjetivo como tal, son slo un estado delo que originariamente est unido, estado en el que sehalla porque est obligado a salir de s mismo-" . Comoel Uno de Plo tino (en realidad, el planteamiento tieneaqu unas trazas tpicamente neoplatnicas), aquello que

    l7 H IDERLlN, ber den Un tersehied der Diehtarten, en Auf siitze,cit., pg. 267, tr. it . Sulla iffe renza dei generi pcetici, en Scriuisulla poesia e framm ent i, cit., pgs. 55, 56. Vas e H Ol.DFIU.IN,H yperion, cit . pg. 9: Ser un o con todo cuanto vive, volv er alT odo de la naturaleza en alegre olvido de s, ta l es el pice de lospensamientos y de la dicha. La frmula unifica cin co n todocuanto vive no es de Spinoza sino de H em sterhuis, el filsofoplatnico ho lands (1722 1790) , a quien Holderlin recomendab aleer , y que se conod a en Alemania gracias' a las traducciones que desu obra hab lan hecho J acobi y H erder, vase F. H I'.MSTI'.RHUIS,Lett re sur le dsr, trad. alcm. de H erder [ber das verlangen], enT eutscher Me rkur- , noviembre de 1781, vase aho ra la Premessadel traduttore en H ERDER , Werk e, edicin de B. Su phan, Berln ,1987 y sigs., Bd. XV, pg. 55 Y Alex is 014 r age d'or, rr. al. deJ acobi, sob re la cual vase W. BoEHM, Hoderlin; cit. , vol. I,pg. 47. Sobre el est udio juvenil de H olderlin en romo a Hemsrcr-huis, vase W . BETZENDOERf+.R, H Older/ins Studienjahre im T bingeTS tift, H cilbronn, 1922, pg. 61 y, en general, J. PF.H RSEN, Dasgoldene Zeitalter bei den drutschen Romantileern: Die Erme, Halle,1926 y A. C HRISTIANSEN, Die Idee des goldenen Zeitaltm beiH olderlin, co nferencia, Tubinga , 1947. Sobre el pensamiento deHcmsrerhuis, vase E. MATASSI, H em sterhuis istan za critica efi losofia della storia, Npoles, 1983. Y G. KURZ, Mittelbarkeit ndVereinigung. Zum Verb,iltnis van Poesie. Reflexion und Reooliaionbei Hblderlm, Sr uttgart, 1975, pg. 21 Y sigs. H ay una alus in a lateora de Hemsrerhuis sobre el amor en Holderlin en D. H ENlUCH,H egel und Holderlin, en H egel im Ko ntext, Frankfu rt a. M., 197 1,pg . 13 Y sigs. Sobre el motivo de la -vid a- , vase C. H ESSEl-H AUS, Holderlins idea vitae, en - H clderlin-j ahrbuch-, 6 (1952),pgs. 17-52.

    26

    originar- iamente est un ido sale de s, se escinde enpar tes, en el juicio ... , se derrama, se vuelca de lamultiplicidad de la sensibilidad. Frente a Schelling,qu iz, y .su intuicin intelectual de ..el mtico, plst ico,sujeto-objeto ...2~ , en que t iene lugar la prdida de laconciencia en lo indistinto, lo caracterstico y originalde la solucin holderliniana est riba en dejar ent rever launidad, el ser en absoluto, slo en la separacin de suspartes y en el seno de la mult iplicidad mi sm a?", Latotalidad resplandece, as, exclusivamente en las escisio-nes. De suerte que - como veremos en el caso de latragedia- cuanto ms radicales, dolorosas e inconciliablessean las escisiones, tanto ms intensamen te se. manifiestaen ellas la unificacin con todo cuanto vive. Lo t rgicoes el rgano supremo de la intuicin intelectu al y en lonejas de la t ragedia, en el alejamiento mximo entre eldios y el hombre, Se revela casi per absentiam la unid addel ser y la presencia de lo divino y de la plenitud de lavida en el hom bre'v,

    2. Por otra parte, merced a la con ciencia sensible,los hombres acceden en la religin de mod o inmediatoa la ..unificacin con todo cuanto vive.... En Sobre lareligin, escrit o por H lderlin en Francfurt cuando era

    28 H LDERLlN, be,. die Verf ahrungsweiw des poetischen Gstes,en A ufsatze, cit . pg. 259. tr. it. Su l procedimento dello spiritopoetice, en Scritt i sulla poesia e [ m mmemi, cit. p g. 87.

    1'l Va se H LDERl.I N, ber den UnJersehied der Dichtarten, cir.,p g. 268.

    .\O Vase Ibd., donde se dice que la plenitud 5610 puede sent irseen e l dolor y en el aislamiento ms absolutos, y el d sticoSophokles, en H I.Dr:Rl.IN, en G rStA, vol. J, 1, pg. 305: En vanot rataron mu chos de decir dichos amente lo abso lutament e dicho -so , I Aqu se me m uestra finalmente, aquf en el duelo, do nde eltrmino ..duelo (T rauer) remite a la t ragedia (Trew rspie, Juegoluctuo so o doloroso) y significa, por tan to, ..rr gico - .

    27

  • preceptor en casa de G onta rd, abo rda ternas que secru zan con los que trata su amigo y Mentor H egel".La religin surge en cuant o el hombre se alza porencima de los menesteres ms primarios y de la sat isja-cin de las necesidades en busca de un provechosuperior. Es una pausa momentnea de la vida real,diras e un domingo de la vida, corno la definiraH egel ms tarde". El hombre, agradecido por su exis-tencia, se hace consciente de un vnculo no mecnicocon lo que le rodea, con la vida que fluye del todo.Ahora bien , este vnculo infinito de lo viviente puedeser entend ido, pero no agotado en el pensamiento (paraHolderlin, como para j acobi, la vida no es un product odel pensamiento sino su presupuesto indedu cible). Elpensamiento reproduce nicament e las leyes necesariasde la vida , pero no aquel nexo ms infinito qu e essemejante a las leyes divinas no escritas de A ntgonaJJEse nexo es el esprit u, vivificante vnculo del todo,en el sent ido de la parbola evanglica de la vid y lossartnicntos y en el sent ido de Montesquieu. Los antiguoscrean to dava en este vnculo que nosotros hemosdesmenuzado en fragmentos conceptuales. creyendo quede ese modo apre henderamos su ocuIto sentido : Y, enverdad, de las sut iles e infinitas relaciones de la vida

    31 Vase HLIlFJU.IN, bcr Re!igion, en A uf satze, cit., pgs. 275279, t r. ir. Sul/a religione, en Scrini sulla poesia e /rarnrnenti , cit.,pgs. 45-52. Sobre este texto, vase G. BUHR, Holderlins Mythen~~grifJ. Eine Un tt'T'Surhung 2 U dro Fragmenten . Uekr Relit ion . und.,Das Werden im Vt'Tgehm ., Frankfurt a. M., 1792. Sobre Frankfu rten esta poca y sobre el crculo de amigos de Hegel y deHolderlin, vase AA. VV., Frankf urt aber ist der Nabel dieserWelt . Das Schicksal einer Generation der Goctbezeit, edici6n deCh . Jamme y O . Poggeler, Stur tgart , 1983.

    l2 H I'GEL, VOT/esungen ber die Philosophie der Religion, edici nde G. Lasson, Leipzig, 1927 1930, vol. 1, pg. 2.

    II Vase HLDF.RLlN, Ober Religion, cic., pg. 276.

    28

    hemos hecho en parte una moral arrogante, en parte unemblema ; ano, o una Furil norma de gusto, y connuestro s frreos conceptos nos creemos ms ilust radosque los antiguos para quienes aquellas delicadas relacioneseran . rcl i g i

  • de lo singular hasta el -espirit u- que vivifica a lacc munidad" . Y la filosofa termina en la religin en lamedida en que el pensamient o no es capaz de alzarseactualmente por encima de lo que es finito, por encimade la reflexin" . Para Hegel esto no implica, sinembargo, que el espritu y el pensamiento en general nopueda n comprender la vida, que hayan de perderse en lasopa del corazn. y en las nieblas mst icas del sent i-miento. Antes bien, la ta rea es reines Leben zu deneen(pensar la vida pura)38. y para una ta rea tal se requiereun rgano cognoscit ivo ms potente que el pensamientoque se funda en la reflexin y que es incapaz dedistanciarse de la coexistencia o de la opos icin de

    .16 H EGEl. , Sy stemf ragment V OI 1800, en Th eologische }ugendsch-riften, cit.. pg. 347. Sobre las relaciones entre H egel y H cldcrlin,ampliamente estudi ados, vase, por lo meno s, J. H O l'l ' MEIST EK,H lderin un d H egel, Tubinga, 1931; T H. H AERI NG , H derlin undH egel in Frankf u rt. Ein Beit rag zur Beziebvng von Dichtung undPhilosophie, en F. Hddern. Textes reun is et presents sur l'i ntiativede l 'institut Allema nd, Pars. 1943, pgs. 174~202; E. C ASS1RER,Hblderlin und der deutscbe l dealisrnus, e n Hodedn. Beitrage zusenem Ve rstiindnis in unSn'em ]ahrhundert, T ubinga, 1% 1, p gs. 79-118 Y D. H EN R lc H, H~el und H olderlin, cir., pgs. 940 (q uie nt rastocando la in rerpre raci n t radicional, llega a decir que en elperodo de Frankfurt H egel -dcpende completamente de H olderlin- ,ibid., pg. 38). Mi s reciente mente han aparecido, sacando a la luznuevos aspectos, P. K O N DYl.I S, Die Ent stehung der Dialek tik. EineA naiyse da geisligen Entwicklung von H o derlin, Sdxlng undHegel bis 1802, Snutgart , 1979; CH. J AMME Ein ungelehrtesBseb-, Die philosopbisclx G emeinschaft zw ischen H older/in undH egel in Erankfurt 1797- 1800, Bonn, 1983 [s l-icgel-Stud ien- , Bei-hcft 23) y R. Bodei, Scomposizioni. Form e deU'indiv iduo mo derne,Turlu, 1987, pgs. 15-105.

    37 Vase H EGEL , Systemf ragment ven 1800, cit. , pg. 348.3 ~ H EG FL , Der Geiu des Cbrstentwms und sein SchicksaI, en

    Theologische ]ugendschriften, cit ., pg. 302, rr. it. L o spirito delcrisnanesimo e il suo destino, en Scritti teologici giov anili, ci t .,pg. 415.

    30

    determinaciones finitas, se requiere un pensamientocapaz de conseguir la unidad en la distin cin, ya que -laoposici n es la posibilidad de la reunificacin- '" y lavida misma engloba en s la unin de un in y no unin:no se pu ede considerar la vida slo como unificacin,relacin, sino ms bien como oposicin . Si digo que lavida es la unin de oposicin y de relacin, esta uninpuede ser de nuevo aislada y se puede objetar que esten oposicin a la no unin. Debera, pues, decir que lavida es unin de unin y de no unin...,,40 Es necesario,en consecuencia, un pensar que conserve la to talidad sinanular la condicin de de terminaci n de las pan es ni loagudo de las contradicciones. Y ciert amente un pensarque - aun ponindose por encima de la inmediatez delvivir- sea vida, y no slo vida sino, en el sentidoaristotlico, la vida ms alta . Desde un implcito puntode vista hegeliano, Fichte interpreta exactamente lanecesidad de que el pensamiento se eleve por encima deltu rbio sent imiento del vivir, pero yerra cuando declaraque la especulacin es lo opuesto a la vida, el no vivir:'" y la especulacin es este salir fuera de la vida real, estelugar de observacin extrao a la misma. Al hombre lees posib le conocerse a s mismo siempre y cuando secoloque en dos perspect ivas dist intas, en la elevada porencima de la vida y en la de la vida misma. Se puedevivir, y quiz vivir de un modo en todo conforme a larazn, sin especular; en realidad, se puede vivir sinconocer la vida; pero no se puede conocer la vida sinespecular (...) vida es, en sentido estrictamente especfico,no filosofar; filosofar es, en sent ido est rictamente espe-cfico, no vivir!' .

    .19 1bid., pg. 282.40 H EG EL, Sv mstemfrag mcnt vo n 1800, cit. , pg. 348.41 rI CHT E, Fragmmt (abril de 1799) en B rief uecbsel, cit., vol. Ir ,

    pgs. 87, 88.

    31

  • T ampoco para H lderlin se pueden coger los frutosdel rbol dorado de la vida mediant e un pensamient odiscursivo, que procede de escisiones y oposiciones: Elhombre es un dios cuando suea y un mendigo cuandoreflexiona-" . H olderlin sost iene con Lessing que es unode los prejuicios del hombre considerar el pensamientocorno la cosa pr imera y ms noble-", El pensamiento yla autoconciencia humanos const ituyen nicamente unaparte del ser, una potencia, aunque una de las mselevadas. de la naturaleza. No se puede poner el pensa-miento como fundament o de la nat uraleza, no se puedeponer la conciencia como fundamento del ser. Slo laintuicin intelectual. en el pice de las escisiones. dejatrasparecer la unidad del yo con la natu raleza infinit a.

    3

    1. Componentes ms vastos que las solas reflexionesde Fichte y Schiller, de las que en efecto parte sucrtica, constituyen la base del pensamiento de Holderlin.A ssiduus cultor de la filosofa Kantiana desde los aosde T ubinga" , ha estado en estrecho contacto con elpensamiento de Platn, Spinoza, Rousseau, H cmsterhuis,H erder y j acobi, antes de dedicarse a Empdocles'" .

    42 H l.DERUN, Hyperion, cit . pg. 9.H H LD H U JN, Zu ] akobis Briefen ber die Lebre des Spinoza,

    cit ., pg. 208.H V ase F. BEISSNFR, Eriutaungen, GrStA , vol. IV, t , pg. 377.

    4~ Pan la relaci n con Platn, vase A. SCHl.AGI>ENHAUFI'E:"I,L 'expritmce platon ienne de H lderlm, en Mlange 1945: I V.Etudes philosophiques, Par fs, 1946, pgs. 53-80. Y K. D UESING,

    32

    So.focado por la fama filosfica de sus compaeros delStif t, Hegel y Schelling, sus posiciones ter icas se hanamasado ulter~ormente con las de un idealismo genrico(hasta co nvertir a Hdlderlin en su doctor seraphicus)46 Ose han ~onside ra.do. especialmente en el pasado, co~odesprovis tas de importancia, en la medida en que sonexpresron de un poeta y no de un filsofo profesional'".

    Aesthetischer Platonismu s bei Hblderlin und H egel, en AA. VVH,0mburg vor der H obe in der deutschcn Geisttsgeschichte, cir.,pags. 101 117. Para R ousscau, vase K. W AIS, Rousseau et H iilderline~ ..Anuales de la scci t J. Rousseau -, XXXV (1952. 1% 2):pags- 286 -308 ; J. ST AROBINSKI, J ean-Jacques Rousst'au. La transpa-rence el l'obstacle, Pars, 1957, p g. 310 Ysigs.; B. BOESCHENSTElNLa transfi.guration de Rousseau dans la posie alleman de a l'or;du ~/~ sicle. H clderlin - Jean Paul - K leist, cn ..Ann alcs de la

    soc l~te J.-J. Ro usseau - , XXXVI (1963-1965), p gs. 153-160. Hol-derlin amaba especialmente Riveries y la N owoelle H /o"ise. So breEmpdodes vans e las pgin as que siguen.

    ~ J. H OFFMEISTER, H olderin und Hegel, cit., pgs. 3.4 N . H ARTMANN, Pbiosopbie des deutschcn l dealism us Berln

    1960\ p g.. 184, ha ~cgad? por ejemplo , q ue los ensayos 'tc6rico;d.c H olderhn sean ...filosofa, m ientras que W . B O EH M H older/incu., .vo l. 1, pg. 140 y sigs. y K. H ILDEBRANDT, H Old;"/in. Phi/o~sopbie und Dichtung. Snntgarr, 1939, p g. 182, se pronuncian afavor.?c acoge~ a Holderlin en la familia filos fica. Hoy en d la lacues[ lo~ es ociosa y se es t ud ian sus ideas y el desarrollo de supe?~amlento...Muc~os so n los estudios quc se ocupan de la o brat~onca de Holderlm, so bre todo de la qu e se dedica a la poticaveasc J. ISBF.RG, H blderlin in H omburg 1798-1800. Das W erk unddas Wandel des W:elbildes, co nferencia, H am burgo , 1954; D .JAE~NING. V orstudlt'n ZUT Erliiuterung von Ho/dt>rlins H omburgt>rA usatze, co nferencia, Tubinga, 1955; L. RYAN, H olderlins Lebrevom Wechsel der ! one, Stu ttgart, 1960, p gs. 30-48, 80-103; U.

    GA I~ R , D er gesetzlicbe .:'alk~l. H iilde:/ins Dichtungslehre, Tubinga,1962, M..CONR~D, Holderlms Tbeore der dicbter scben Gattungen,confere nc ia, T ubinga, 1968; R. BFRI.INGER, H lderl ns philosophischeDenkart, en - Euphorion-, 6 2 (1968), pg. 1 y sigs.; 1. BROSEGERLACH, Natur und Geu bicbte. Stu dien zu Hiilderlins Hyperonund ..Empedoklesa, co nferencia, G o t inga, 1969; G . KURZ, Miuel-

    33

  • En realidad H olderlin se coloca conscientemente ycon originalidad all donde se cruzan las corrientes depensamientos ms remotas con la nucv,a f~losof~ deSchil1er y del idealismo.., que es mucho mas diferenciado,abiert o, inciert o en sus perspectivas, denso de mot ivosque posteriormente sern filt rados, .de lo 9u~ apa~eceren seguida, cuando se forme el eje canonice Fichte-Schelling-H egel. La idea fuerza que art icula su pensa-miento es la de una naturaleza viviente y divina, en laque la vida y la muerte se generan una de la otraincesantemente, y en la que los principios opuestos, defor macin y de destruccin, estn en perpetua luch~ entre .s. En la composicin de tal idea convergen diversoselementos. Muy probablemente Holderlin encuentra enel Fcd n de Platn la primera formulacin del vnculorecproco de generacin de los opuesto s" . Sin dudacircularon ampliamente por Alemania partes de estateora durante el debate mantenido por j acobi sobre elspinoz ismo de Lessing e~ la poca del llamado P~ntheismue-Streu, o bien se difundieron con la doctrina delrejuvenecimiento (expuesta por Herder en Ideas y enTitn y Aurora y tratada por el ginebrino Bonnet}, yevidentemente las vuelve a encontrar en la filosofa deEmpdocles' ".barkeit und Vereinigung. 2 um Verhiiltnis va n Poesie. ReJ!txion u~dRroolution bei H ldevlin, Stungart , 1975 (en notas sucesivas se Citabib liografa especfica poste rior).

    8 Vase P '-ATN, f'edn, 6Gb : ..O h, qu rara cosa parece elhecho ese al que los hombres llaman placer! Q u ad mirable sunat ural relacin con lo que p;rece su contrario, el dolor! Efectiv a-mente, ninguna de estas dos realidades admite la presencia de laot ra en el hombre; pero si se t rata de con seguir una de las ~os yse alcanza, hay que tomar ta mbin la otra, como si, aun siendocomo son dos, estu vieran unidas ~ una sola cabeza. Vase , R. B.H ARRlSON, Hbldert n and Greek Lerature, Oxfor d, 1975, pago78.

    .9 Vase HER DER , Ideen zur Pbilosopbie der Gescb cbte daMenschheit , en We rke, cit., vol. XIII, pgs. 100 y 192-194. Sobre el

    34

    En la recuperacin del antiguo mito agrario del ciclode la vegetacin, H oldcrlin se manifiesta especialmentesensible a la trad icin del pantesmo hertico, ..maldito..y libert ino de Bruno y de Vanini. Bruno afirm efect i-vamente que la corru pcin no es Otra cosa que unageneracin, y la generacin no es otra cosa que unacorrupcin; el amor es odio, el odio es amor al fin..so ypresent a Empdocles como el defensor de un principioque no se agota al explicar las formas confusas en elseno de la materia y que no cesa de suscitar la generacinde una cosa por la corrupcin de ot ra..!> I. Y ded ica aVanini, el hereje italiano quem ado en T olosa en 1619,tema, vase R. U NGER, H erder und der Pal ngenesiegedanke, enHerder, Novalis, Kleist. S tudien ber die En twicklung des Todespro-b!ems in Denken und Dichtung vom Sturm und Drang zur Romantik,Frankfurt a M. , 1922 (reimpresa en Darmsradt, 1968); W. D ORBEK,j. G. Herders Welbild, Colonia-Viena, 1969, pg. 159 y sigs. E.BENz , Die ewige } ugm d in da Cbristlcben Mystik v on MeisterEckart bis Schleiermacher, en -Eranos J ahrbuch 1971-, vol. 40,l.e iden, 1973, y P. N ICK Et., Die Bedeutung von Herders Verjn-gungsgedan km und Geschicht5philosophie fr die Werke H lderl ns,conferencia, Kiel, 1973.

    !tO BRUNO, De la causa, principio e uno, en Opere italiane, vol. 1,Dialogki ~etafisici, edicin de G. Gen rile, Bari, 1925, pg. 263. Lasobras iralianas de Bruno en la poca de H olderlin eran anprcticamen te inencontrables, al t iempo que famo sas por su ' impie-dad '.

    5 1 Ibid. pg. 180. H olderlin conoce este pasaje merced al largoapnd ice de jacob i a l.euere sulla dotrina di Spinoza en el que se

    r~produce un Iragmcn ro sustancial de De la causa, principio e uno,v ase J ACOBI, Uber die It/Jre des Spinoza in Bvef en an H t7Tn Mo sesMendtlssolm , en Wrr ke, Lcipzig, 1812-1825, vol. IV, 2, Btylage 1,pg. 8, t r. ir. La dourina di Spinoza. Lettere al signor MosesMendelssohn, Bari 19692 pg. 162. En el manual de Bruckcr, quetodos los estudiantes del Stift de Tubinga usaban para SllS exmenes,hay un largo cap itulo sobre Bruno , vase j Ac ol\ (i) BRucKER (i),H istoria critica philosophiae a tempore resuscitatarurn in occidenteiitterarum ad tmpora nostra, to mus IV, pars alte ra, Lipsiae 1744,pgs. 12.-62 (De l ordano Bru no N olano)_

    35

  • mencionado por Brucker como impietatis nomine [ami-gcrat issimus-V, un a poe sa qu e Schiller se niega apublicar en su revista S3:

    Osaron llamarte impo? Con anatemasAbrumaron tu corazn y te atarony te dieron a las llamas,Oh t, hombre sagrado! Oh! Por qu no descendisteIncendiado desde el cielo, a herirDe los blasfemos la cabeza? Por qu no llamaste al

    huracnPara que las cenizas de los brbarosLejos de la tierra, lejos de la patria, esparciera?Pero la que amaste vivo y te acogeMuerto, la sagrada Nat uraleza, olvidaLos actos de los hombres; y tu!: enemigosVolvieron como t a la paz ant igua'".

    Seguramente Holderlin conoca, entre otras obras deVanini, el do lorido poema lat ino Deo, rep rodu cido po rHerder en su Gotl y del qu e, a modo de ejemplo,reproducimos aqu un cuarteto:

    Tu meta, pondus, Tu numerus, decor,T u que ordo, T u par atque honor atque amorconctis; salusque et vita et auclanectare el ambrosa vo/uptas.

    Sl J. Brucker[l ], H istoria critica philosophiae a tempore resescita-tarum in occidente litterarum ad tempora nostra, tomus IV, pa rs, 1,Lipsiae 1749, pg. 185. Sobre Vani ni, vase L. CO RNOVAGUA, Leopere di Giulio Cesare Vunini e le loro [onti. Roma, 1933-1934 y G.SPINI, Ricerca sui libertini, Roma, 1950, pgs. 117-135.

    53 H clderlin envi el poema a Schiller el 30 de juma de 1798,pero ste lo rechaz. Vase N. VON HELLlNGRATII, en H LDERLlN,Siimtliche W erk e. cit ., vol. JIl , pg. 491 n.

    ~ H OLDERLlN, Vanini, GrStA , vol. 1, 1, pg. 262, tr, it. Vanini,

    36

    La naturaleza, la Glorious Nature, all-divine, de losdeisras ingleses es en su esencia vital la supe racin de laopos icin entre conciencia y mundo, el lugar germinat ivode la ..unificacin con todo cuanto vive" y qu e segenera por la muerte misma: Deja t raspasar lo quetraspasa (...) traspasa para volver, envejece para rejuve-necer (. ..) muere para llegar a ser ms viviente-> .H lderlin expresa vigorosamente esta conviccin propiaen una carta : Y en lo que concierne a la situacingeneral tengo un consuelo, y es que cualquier fermenta-cin y disolucin ha de conducir necesariamente alano nadamiento o a una nueva organizacin . Ahorabien, el ano nadamiento no existe , de ah qu e la juventu ddel mundo ha de rebrotar de nuestra descomposicinV.

    en F. H OLDERLlN, Poesie, T raduccin y ensayo introductorio deG. Vigo lo , T urln, 1963, pg. J2.

    " v D incioio dc lAN INI, eo; prmcrpto e a oc tava 50, en H ERDH(', GOIt, enSiimt/iche Werke, cir., vol. XVI, pg. 437. Van ini desa rro lla amplia-mente su pensamiento sobre 13 naturaleza divina en De admirandisnatura: reginae deaqut' mortalixm arcanis y en A mphitheatru maetemae providentiae.

    Sto H LDERUN, Hyperion, cic., Fragmeru, pg. 180.S? H derlin an Ebel, 10 -1 -1797, en H oltrlin, Briefe, cit .

    pg. 229. Parece qu e, en un prin cipio, H older lin pens excluir alhom bre d e este crculo de vida y de muerte: ..Todas las criaturasenvejecen y rejuvenecen . Por qu estamos noso t ros exclu idos deeste hermoso crculo de la naturaleza? (H OLDF.Rl.lN, Hyperion,cir., pg. 17. Pero en Empdodes, aceptando la doct rina del eternoretorno, mete tambin al hombre en el gran ciclo csmico:... T odo se repite, I Lo que an debe suceder se ha acabado ya(HOPE R.L1N, Empedokles, terce ra redaccin, Emprdok/es auf donAetna, GrStA, vol. IV, 1 vv , 329-330, pg. 13J . Es inte resant eobservar q ue N ietzsche, desde los aos del gimnasio (estando en elcual escribi una redaccin escolar en for ma dc carta dirigida a unamigo en la que lc aconsejaba quc leyera a su "poeta prefcr ido),profes u na profunda pasin por Hcldcrlin y en especial po r su

    37

  • T odo serCon la muerte torna al elementoDonde, para una nueva juventud,Como en un bao, remozarse. A los hombresLa dicha les es dada de que en s mismosDe rejuvenecerse hallen la fuerza.y de la muerte purificadora,Que, en el momento preciso, ellos mismos han elegido,Resurgen, como Aquiles del Est igio,Invencibles ........................................... los pueblos" .

    2. La poten cia de la nat uraleza vivien te se muestraen el incontenible e inv isib le para los m s - todosaquellos que se encierran en el orgull o so yo ,)- creci-miento de todo lo qu e anhela cambio y devenir. Losdulces juego s de la vida, si es que rompernos la corazade una au toconcien cia que cons idera a la na turalezas lo como un lm ite neg at ivo que hay que superar, no senvuelven corno pmpanos:

    Salgo al prado, donde la hierba desde las racesLozana, como mananto, me hace germinar; donde la

    flor abre su labio

    _ Empdocles; Unto que en el ao 1870-1 lleg a esbozar un estudiosobre esta obra, vase C. R....M:-lOU X , Le fragment d'un Empdoclede Fr. Nietzsche, en - Revue de Mraphysiquc et de Morale-, abril-junio de 1% 5, pgs. 199-212. Para algunos aspectos de la relacinHol dcrlin-Nietzschc, vase CH. A N DL.ER , Nietzsche, sa vie sapense. Les pricurseurs de Nieuscbe, Par s, 1920, cap. 111. Hoderny A. NEGRI, H blderl n, Nietzsche e la H iuo ire, en -Gio rna!ecritico della filosofa italiana, XLIV (1965), pgs. 198-229; V.V IVARELl J, Empcdolees und Z arathustra: verschwendter Reichtumnd Vo lluSl am Unl ergang, en Nic tzsche-Studicn , XVIIl (1989),pg. 509-536.

    ~8 H l.. DERLl N , Empedokles, primera redaccin Der Tod desIimpedokles, G rStA, vol. IV, 1, vv. 1525-1532, pg. 65.

    38

    Ge nt il, exhalndome callada su dulce alient o;y en las mil ramas del bosque, como en velas encendidas,La llama de la vida brilla, la flor rojiza;Donde en la serena fuente los peces se mueven con-

    t entos;La golondri na con sus pequeas locuras vuela sobre el

    nido,y se alegran las mariposas y las abejas. Por all voy

    vagandoEn medio de su gozo; me quedo en el campo apacibleComo un olmo amante y en racimos y pmpanosMe circundan envolvindome los dulces juegos de la

    vida'" ,

    No deben extingu irse nunca el amor y la armonaco nflic t ivos con todo aque llo qu e vive, en la me ridianainme rs i n con la natura leza en aquella so segada laetitia-spinoz iana en la que todo se muestra pe rfecto y lossent idos y el esp ritu, olvidados de s mismos, sedesbordan en el mundo abandonando el centro de laconc iencia:

    Mien tras tanto djame vagary coger bayas silvestresPara apagar el amor de t iEn tu s senderos, oh t ierra!Aqu, dondeDulces t ilos aroman cabeLas hayas, en el mediod a, cuando en el aleonado granoCrepita el crecimiento, en el tieso tallo,y a un lado inclina la espiga su cabezaT al el otoo; aunque ahora, bajo la altaBveda de las encinas, donde meditoE int erro go a lo alto, el taido de la campana,Que tan bien conozco,

    ~9 H O I_DER LlN , Die MU Hr, G rStA , vol. 1, 1, vv. I 11 ' 1 7 - , pag. .

    39

  • C omo el oro so norosa de lejos Ilega en la horaEn que el p jaro se anima . Q ue me place'",

    Observemos la dan za d e los elementos fe liz menteacordados por el esp r it u d e la unidad que lo s m an t ieneju n t o s:

    ... G randes se abrenLos divinos element os ante nuest ros ojos;Unificados en su poder,O bran dicho sos en torno a nosotros.C rece y reposa en sus inmviles orillasEl antiguo mar; se alza la montaaEntre el eco de sus ro s, y el verde bosqueSusurra undoso , all abajo, de valle en valle!' .

    Pero tal p oder unificador d e la n aturaleza, su p az, elcrec im ien t o y 12 vid a tienen su rev s en el sagradoC20S 62 regenera dor, en el inex o rab le hijo sa lvaje I Dela poderosa naturaleza , el ant iguo esp ritu de desorden-P .

    IIJ H OLDERLIN, Heimatb, GrStA , vol. l l , 1, pg. 206. Para dicha'gloria del medioda desplegado' en Holderlin, vase tambinHyperion, cit . pg. 9: Ser uno con todo cuanto vive y. to rnar, enun dichoso olvido de s mismos. al todo de la naturaleza. tal es elpunto ms alto del pensamiento y del goce. es la cima sagrada delmonte, es e1 lugar de la eterna calma. donde el medioda pierde suardor, el trueno su voz y el mar espumeante y rugiente se asemejaal ondear de un campo de trigo , Sobre la presencia de asonanciascon Ardinglhtllo de Heinse vase M. L. Bauemer, Eines seyn mitAtlesn - He nse und Hdderlin; en Heinse - Studien, Stungart, 1966,pgs. 49 91 .

    6 1 HOLDERUN Empedokles, tercera redaccin, Empedokles aufdem A etna. cit ., vv. 92-99, pg. 125.

    62 HOLDER U N , Wie Wenn am Feiertoge..., GrS tA , vol. I1 , 1 ,v. 25, pg. 11 8, tr. it . Come u giorno di esta. en Poesie, cit.,pg. 115.

    6} HOLDERLIN, Die V o/ker schwiegen, schIummerten, GrStA .vol. l . l . pg. 238. Sobre este poema, que contiene la exal racj n del

    40

    Una Todeslust, u n a vo lu ntad de m uerre- v' , se apoderaento nces de p ueblos e individuo s:

    T urbulento se huracana, otra vez co mo en el C aos, elto rbellino

    De los deseos en ebullicin sobre la raza;Salvaje, desolada, fraSe hace para siemp re. por las ansias, la vida de los

    rn iseros' .

    En estos periodo s un viento de m uert e recorre lan a t u ra leza, sep ara a lo s d io ses de lo s hombresss. Pierde,as, la naturalez a de las Roeries y de las Confessions d ecaos polt ico de las guerras revolucionarias de Francia, vase W.KIRCHNF.R, H lderl ns Ent wu rf Die Volker sdnoiegen, scblum mer-ten.., en Hlderlin-j ahrbuch.., 12 (1961-1% 2), pgs. 42-47. Nodejar de notarsc que la doct rina del caos del que surge nueva vidaest estrechamente ligada a la idea de una Rl gnration que laRevolucin francesa hm ra debido traer a la humanidad. Para lasrelaciones H olderlin - Revolucin francesa an no del todo aclaradas,vase L. RVAN, Holder/in und die Prem osiscbe Revo/ution, enFestschrift fr Klaus 2 iegler. edicin de E. Catholy und W.H ellmann, Tubinga. 1%8. pg. 172 Y sig.: P. BERTAUX. H derinund die Fram osscbe Revolution en H olderlin - jahrbuch, 15(1967-1968). pgs. 1-27; A. BECK, Holderlin als Republikaner, bid.pgs. 28-52; CH. PRIGNITZ, Friedrich H olderlin. Die Entwicklungwines politischen Denkens un ter dem Einfluss der FranzosischenReoovtion; H amburgo, 1976, y G. MIETH, Friedrich H ldern.Diclner der brgerlicb-demokratischen Revovtion, Berln. 1978. Anutilizable con pro vecho M. DRORME, H iilderlin et la Rlvolutionfr anfaise. Mun ich, 1959. He abordado estos temas en R. BoDEI,Politica e tragedia in Holderl n, En - Rivis ta di esterica.., XV(1969), pgs. 382-412. Para una bibliografa ms reciente. vase,ms adelante, nota 106.

    64 H LDERLIN, Stimme des Voikes. primera redaccin. GrStA ,vol. Ir , 1, pg. 49.

    65 H LDEIU.IN, Der Frieden, G rStA, vol. IJ, 1, vv. 33-36. pg. 7.66 Vase HOLDERLlN, Der Abwhied, pri mera redaccin, G rStA,

    \'01. 11 , 1, vv. 13-14, pg. 24.

    41

  • Rousscau'", y to ma la destruccin de los cataclismosnaturales, de la guerra, de las erupciones volcnicas y delas tempestades. Ahora, domina en to do el

    Espritu de turbulencia, que en contra de la tierra y delos hombres

    Agita iracundo, incoercible, el antiguo perturbadorQue descuartiza a las ciudades como a corderos, que al

    Olimpo una vezAsalt que hierve en los montes y alli lanza sus llamas,

    , 1 'Que descuaja los bosques y se adentra en e oceanoDespedazando los navos; y sin embargo en el orden

    eternoNunca te subvierte Oh naturalezal, ni cambia una sola

    slabaEn las t ablas de tus leyes, porque tambin l es hijo

    tuyo ido d , . ' 68Con el espritu de la calma naci o e un UllICO vientre .

    Dos fuerzas opuest as gob iernan la totalidad de lanaturaleza: una fuerza que une, que determina lasfiguras particulares y la estructur~, ~o ,o~gnico; y unafuerza que divide, que es la potencia infinita y pamca dela nat ur aleza, al mar gen de toda organizacin, inasibl ePor la con ciencia y por la act ividad creadora de l~s " " E " fhumanos, por el arte, o ao~gl~o . n termll~os re en -do s a lo categrico, lo organ~co es lo ~a:t1~ular, lolimitado; lo argico es lo universal, lo ilimitado; elprimero es principio de orden, lo exc~sival:nente formado,lo Allrujormliches; el segundo esta pn vado de todaforma, es el Proteo de la naturaleza qu e toma todas las

    67 Vase ms adelante, pg. 39 Y sigs.68 H OLllFRLlN, Die Mussc, cit ., vv. 29~37 , pg. 237.69 Para algunos aspectos, vase J:l. SC'WERTE, ~ orgis(h, en

    Ger manisch -Ro manische Monat sschnft, 34 (1953), pags. 29-38.

    42

    formas, lo Unformliches70 . Lo argico pro duce lo numi-naso, el t error pnico, ante el cual lo orgnico retrocedeespantado; es el infinito ante el que nos sentimosperdidos y atrados a un tiempo" . Su sentido es seme-jante al de la a"t'a~[oc de Emp doclcs", del mismo modoque los dos principios opuestos se encuentran en elvetxcs y en la qn),rtls de Emp docles, en el odio aniqui-lador (... ) y en la concordia conciliadora-P . En Emp-docles halla Hclderlin mu chos temas de su pensamien-

    70 Vase H OLDERl.lN, Ammerkungen zur Antigonae, GrStA ,vol. V, pg. 271.

    71 Vase H OLDERL1 ;\[, Grund mm Empedoklcs, en Aufsdtze, cit.pg. 154.

    72 Vase J. BRUCKFR(l), Hist oria critica philosphiae a temporeresuscitatarum in occidente litterarum ad tempora nostra, tomus 1,Lipsiac 1742, pg. 1114.

    7.; Esta tcorfa de los principios op uestos en lucha y de lasedades dominadas por el od io ha tenido tambin cierto eco ennuestro siglo, vase R . ROLLAND, Emp docle d'Agrigente et l 'dge dela Ha ine. Pars, 1918 y S. FREVD, Die endliebe und unendlicheA nalyse, en Gesammelte Werke, Londres, 1940-1952, Bd. XVI,pgs. 91-92, tr. it. A nalisi terminabile e interminabili, en S. FREVD,A nalisi term inabile e interminabile. Costruzioni dell'analisi, Turln,1977, pgs. 59-61: -Emp doclcs de Akragas (Agrigento ), nacidohacia el 495 a. c., es una de las ms eminentes y singulares figura sde la historia de la civilizacin griega. Dotado de una personalidadpolifacrica, se consagr a las ocupaciones ms diversas. Fueinvest igador y pensador, profeta y mago , politice, filntropo ymdico naturalista. Se cuen ta que libr a la ciudad de Selinonre dela malaria y que sus contemporneos le hon raron como a unDios (.. .) Nuestro inters se cie, sin embargo, a la do ct rina deEmp doclcs que tanto se parece a la teora psicoanalit ica de laspulsiones qu e casi nos at reveramos a decir que son idnti cas de noser po r la cons ideracin de que la del filsofo griego es una fantas ac smica mie ntras que la nues t ra, ms modestamente , slo aspira auna validez biolgica (...) Ernpdoclcs conc ibe el proceso universalcomo una con t inua e incesante alte rn ancia de periodos en los queuna ti otra de las dos fuerzas fundamentales toma el mando, de talsuer te que el amo r y la discord ia se turnan en alcanzar plenamente

    43

  • to" . N o slo han de buscarse las fuentes de la ideabolderliniana de la exaltac in del amor como fuerzacsmica en las palabras de Diot ima en el Banquete de

    su ob jeti vo de dominio del mun do; uno sucede al otro, el quehabla estado dominado aniquila , ahora, el otro . Los dos princip iosfundamentales de Empdocles -

  • de los mortales todos, como no hay un final de muerteque los destruye;

    slo hay mezcla de elementos y separacin de elementosmezclados, aunque a esto los hombres lo llaman genera-

    cin77

    Es la elevacin de la tragedia al nivel del universo,con el enfrentamiento perpetuo de los elementos. Es,en definitiva, un modelo de poesa filosfica, un modelode exposicin plstic a de conceptos y de la verdad.

    3. Holderlin piensa que su poca es un tiempodominado por el vcbcos, por el caos regenerador y por elespritu de escisin, en el que toda armona es prematura;un tiempo dominado por lo trgico, aunque augure unrejuvenecimiento del mundo. Ahora, el gnero humano,disgregado hasta el infinito, est como en un caos?",pero, dice, creo en una revolucin futura de ideas y deopiniones que dejar pequeo a cuanto hasta ahora hasido-?". Cuando el dolor de la escisin, la contradiccinde lo trgico y el recproco alejamiento entre conscie nciay naturaleza, entre hombre y dios, se hagan intolerables,entonces - y slo entonces- se trastocar la sit uacin,porque .. donde est el peligro, crece I tambin aquelloque te salva80. El hecho de que entre los antiguosgriegos la escisin no fuera todava dominante significaque es revocable, que no puede ser eterna.

    Sin embargo, por lo que hace al presente, es ilusorioy engaoso creer que pueda llevarse a cabo o que pueda

    77 lbid., Frg. 2 D. -K., vv , 1-4 en Poema [isico e lustrale, cit. ,pg. 15.

    7& H LD ER UN, Hyperion. cit ., pg. 63.79 Holderlin an Ebel, 10-1-1797, en Brieje, cit. , pg. 229.HO H O LD ERLI N , Patmos, GrStA, vol. 11, 11, vv. 3-4, pg. 165.

    46

    alcanzarse la conciliacin. El alma bella schillerianadebe pasar por las horcas caudinas de los trgico y de laescisin. En cosccucncia, en esta poca de contrastesirresolubles, en la que lo viejo se enfrenta con lonuev o!", la filosofa de Kant , con todas las escisionesentre ho mbre y naturaleza, sensibilidad e inteligencia,pasin y razn, aun cuando de modo excesivamenteunilateral insiste en la autonoma de la naturaleza humana,es la nica posible como filosofa del propio tiempo82.Las Dissonanzeri" de lo real no se pueden transformarpor decreto en armnicos acordes. Un destino pode-roso lo impide".

    ,

    4

    1. En Empdocles y en Fundamento de Empdocles(cfr., Ensayos, Madrid, Hiperi6n, 1976, 103-116) Holder-lin presenta la genealoga de la crisis actual, otro periodoregido por la fuerza csmica disgregadora del odio, mo-

    81 Holderlin an Ebel, 10-1-1797, en Brie]e, cit. pg. 229.82 Hiilderlin an den Brtol er, 1-1-1799, en Brieje, cir., pg. 304.83 Vase, por ejemplo, H Ol.DERLl N. Ueber den Unterscbied der

    Dcbtarten, cit., pg. 226 (tr. it. pg. 53). H clderlin que tocabamuy bien el violn y la flauta , usa a menudo trminos de naturalezamusical.

    8~ Sobre la idea del destino en Holdcrlin, que, como He gel,tiene una raiz spinoziana, vase W. F. K O ENIT ZER, Die Bedeutungdes Schicksals bei Hlderlin, W rzburg, 1932 y la tesis hegeliana de1801: Pr ncipiun scier iae moralis est reuerentio fato babcnda(Vase K. R O SEN KR AN Z, H egels Leben, Berln, 1844, tr. ir. Vira diHegel, Miln, 19742, pg. 176) .

    47

  • mento de transicin desde el equi librio griego ~ntre natu-raleza y actividad conformado:a del hombre (TEX\I( o ar-re) al desequilibrio y al confh~tol momento en e que anaturaleza se hace incomprensIble a las. hom.bres qdc iehan sumergido excesivamente en el aislamiento e icultural> olvidando el todo viviente. Por ello, en e

    rimer esbozo de la tragedia, en el lla~ado Frankfurter~lan Empdocles, movido por el Odl? a la cultura y

    1 desprecio a la divisin del trabaJ~' a cualquiere . 'TI demasiado determinada, decide Unirse me-ocupaclO . fini 85 L ccudiante la muerte a la Naturaleza In mIta.. a caos decin de la unificacin con todo cuanto VIve no puc eserle dada como tampoco, ms tarde, a Andgona en asNotas a Antgona, si no es a travs del opuesto, de la

    de la disolucin en la naturaleza creadora . Losmuerte, l la i .' , int lecrualhroes trgicos no pueden uti Izar a mtutcron 10 e ,exclusiva de los espectadores , o de los lectores de lastragedias.

    Hubo un tiempo, sin embargo, en que la Naturalez,aencontraba una voz en Empdocles~ el t iempo en que elan oa en el sentimiento el antiguo acorde con eltodo:

    Lleg a m del dolor yde la tribulaci6nLa dicha; poderes amistosos .Descendieron del cielo; en tu abismo,'Oh Naturaleza!, se acogen los venerosI . hDesde tus alturas, y en mi p~c .oTodas tus dichas a reposar vinieron,

    id d ,. 86Voluptuosi a uruca ...

    ss HLDERUN, Frankfurter Plan d~s Er,pedokles, GrStA, vol.IV 1, pgs. 145, 147, tr. it. Jl piano di Francoforte, en Em.pedoc.le,. ' , 17 20 Sobre el significado de la muerte para Holderhn,c ~t . , pags" . ' .. 'H G BOEHM Das Todesproblem bei Hegel

    uene un cierto mtercs .' ,und Holderlin, conferencia, Marburg, 1932. .,

    1 . d Der Tod des86 HI.DERLIN, Empedok es, pnmera re acci n,

    48

    Pero con el paso del sentimiento al conocimiento",empieza la divergencia y la lucha. El exceso de interioridadal que llega Empdocles se trastoca en el esfue rzo porpenetrar el corazn de lo objetivo , de la naturaleza . Yen este ms alto fuego'", en el intento de conocer lavida, los opuestos se int ercambian. En el Fundamentode Empdocles (ctr., Ensayos, edic . cit.}, lo orgnico,que se haba abandonado en exceso a la naturaleza y

    Empedokles, cit., vv. 1668-1673, pg. 70. T ras la obra dramt ica, decarcter biogrfico, Holderiin, en P. WElSS, Prankfurt a. M., 1971,trad. it. Holderlin Dramma in due atti, Turin, 1973, hay, ahora,una esplndida versin cinematogrfica del Empdocles hdlderlinianode Daniclc Huillet y jean-Marie Straub, de 1986: Der Tod desEmpedokles oder Wenn dan n der Erde grn v an Neuem euchergliinzt. No pue de deja rse de consultar la ms reciente traduccinitaliana (con te xto original al lado) de C. Levi y l. Perini Bianchi:F. Holder lin , La morte di Empdocle, Riva del Garda, 1982.

    87 Vase HOLDFRLIN, Grund zum Empedokles, cit., pgs. 152-153. Sobre este texto, v anse, entre las publicaciones ms recien tes ,U. GAIER, Der gestzliehe Kalkl. Hblderlins Diehtungslehre, cit.,pgs. 131 - 137; K. -R. W mHRM A N N , Holderlins Wille zur Trgodie,Munich, 1967, pgs. 74-126; J. SOERING, Die Dialektik der Recbjer-tigung. Ueberlegungen zu Holderlins Empedokles-Projelet, Frankfurta. M., 1973, pgs. 147-176 y R. NAEGELE, Literatur und Utopie.Versuche zu Hlderlin, Heidelberg, 1978, pg. 125 Ysigs.

    88 Sobre el simbolismo del fuego en Holderlin, vase H. -H .SCHOTTMANN, Metapher und V ergleich in der Sprache FriedrichHlderlms, Bonn, 1962, pg. 43 y sigs. y J. TAMIHIAux, Le feu chezle jeun Holderlin, en J. T AMIHIAu x, Le rgard el l'excdent, LaHaya, 1977, pgs. 23-41, Tambin el fuego es en Holderlin elfuego del entusiasmo y de la exaltacin provocada por Dionisodios de la vid y del vino, vase B. BOESCHENSTF.IN, Dionysos inHeidelberg, en -Holdcrlin-jahrbuch-, 24 (1984-1985), pgs. 113-118; Id. Zu HOlderlin Dionysos-Biid, en -Deursche Viertcljahrsschriftf r Litcraturwissenschafr und Ceisresgeschichre, 60 (1986), pgs.273-285. Sobre el lenguaje bolderliniano, vase, adems, Y.GAU THIF.R, L'Are et le Cercle. L'essence du langage ehez Hegel etHoiderlin, Bruselas -Parls-Monrreal, 1969, que trata tambin delaspecto te r ico referente a la funci6n del lenguaje.

    49

  • haba olvidado su esencia, la consciencia, pasa al extremode la act ividad autnoma, del arte y de la reflexin ; lanaturaleza, por el contrario, al menos en sus efectossob re el hombre que reflexiona, pasa al extremo de loargico, de lo incomprens ible, de lo no percept ible, de10 ilimitado, hasta que, con el subseguirsc de las accion esrecprocas op uestas , los dos elemento s or iginariament eopuestos se encuentran como al principio , aunque lanaturaleza es ahora ms orgnica por obra del hombreconformador y civilizador, por obra de las fuerzas y delos impu lsos fo rmadores en general, mientras que elhom bre se ha hecho ms argico , ms universal, msinfinito89, En est a forma de conocimiento, el hombrese ha generalizado, dent ro de s, en un microcosmos,sient e la vida salvaje de la nat uraleza. Y la naturaleza seha particularizado, se ha confor mado , se ha civilizado,ha adquirid o los caracteres de lo orgn ico, Natu ralizacindel hombre, humanizacin de la naturaleza, exacta mente.Lo a rgico se ha int ercambiado con lo org nico y loorgnico con lo argico. De tal suerte qu e el hombrese sient e a s mismo y siente a la natu raleza comodesdoblados, La vida de las cosas se expresa en ellenguaje del hom bre, de Emp docles, casi como si elcorazn de la naturaleza estuviese en l. Los conciu-dadanos de Emp docles, los agrigent inos pleiteadores ycalculadores, se resistan a la presin de lo desconoc ido ,no queran arriesgarse a la alienacin (En tdusserung)en l90, eran presa, corno todos los pueblos en decadencia,del razonar negat ivo y no pensar en lo desconocido,

    119 H LDFRU N, Grund zlIm Em pedoeles, cit., pgs. 152-153.90 Ibd., pg. 158. j acob ZwiHing, el amigo de Hblderlin y de

    H egel, haba esbozado un ensayo sobre lo ignoto, vase L.STRAUB, ] acob Z wi//ing und sein N achlaB , en - Buphorion-, 29(1928), pgs. 368-3% y D . H ENRICH, ]acob Zwi//ingJ N achlaB.Gedanken; Nacbrcbtm und Doleummte alls A rliaB seines Vnlustes,

    .' 'n:,HP~mbu,g 00' da Hobo in da d,"t>chon G",",g",hich". , ;1.

    ~:~';' 5':J

    Enroces Em pdocles d io un paso adelante: tena queresolver lo desconocido, te na quc quererse asegurar des mismo, su espritu te na qu e rebelarse ante el sorne-. . .

    n nuenro tanto como tema que tratar de abrazar a lanaturaleza so.metedora, te na que entenderla a fondo yhacerse conscient e de ella, como poda hacerse conscientey c}~rto de , s y luchar con ella por la identidad; suespirtt u t ema, pu es, que to mar forma argica en elsent ido ms alto, desgajarse de s mismo y de su propiocent ro, penet rar siempre su objeto tan excesivamentequ e ello supusiera perderse en l como en un abismo'mientras 9":c la vida del objeto, a su vez, ten a queaferra r el ammo abandonad o aunque hecho ms infinita -men te recept ivo a causa de la ilimit ada acti vidad delesprit u, y, en l, llegar a ser individual idad, conferirle lapropia part icularidad y acordarla de un modo msgeneral a s, en la medida en que l se hab a dedicadocon su activ idad espi ritual al objeto; y, as, el objetoapareca en l en forma subjet iva, del mismo modo quel hab a tomado la forma objetiva del objeto?' .

    En esta esplndida pgina - sin du da una de lasci n~as de la reflexin filosfica de la poca- Holderlin~e Impone la ta rea de expresar lo desconocido, de decir loImpensado. Para hacer esto , el sujeto se descent ra, aban-dona su -egoidad.. limit ada y se precipita al -abismos'"

    p.~g. 265. I:~ra ~~ encuadre del tema: vase, R. BODEI, Scomposizioni.f orme dell m d,v ,duo moderno, T unn , 1987, p.g. 85 Ysigs.

    9 1 Ibid. p.g. 169.'Il. Para el tema del abismo, vase A. D O PPI.f. R, Der Abgrllnd.

    Stedien zlIr Bedeutu ngsgeJchichte enes MotivJ, Graz, 1968. Para unadiscusin sobre el tema del abismo en Hegel, vase S. G IVO N F,/?isincanto del. mondo e pensiero t ragico, Miln, 1988, pg. 133 yslgs. (reproducido en ID. Crisi del soggeto, pensiero t ragico, religionr-,en ~ I ride. Filosofia e dis~~ssionc pubbli ca-, 1 (1988), n. 1, pdg. 58y slgs. Sobre la concepcron del _yo" y de la temporalidad en el

    51

  • del objeto, tomando forma argica. U na empresa ingentey dramti ca, generadora de conflictos t an hondos ylacerantes que pueden llevar a la locura por plenitud Ide l espritu?' o a la muerte en el crter de Etna(Empdocles) o colgados en lo hondo de un a crcel(Ant fgona), por haber co nt rapuesto las leyes d ivinas noescritas a las de la Polis, la voz de la ..unifi cacin co ntodo cuanto vive a las leyes particulares de la cultura;una empresa que , verdaderamente, no se aviene conquien ha sido descri to cmo ..un alma de mimosa?' , pesea haber explorado, corr iendo gravsimo riesgo , estosabismos de lo indecible, de lo nejas y haber querido,tambin l, co mo Emp doc les, abrazar la dim ensin delo ..ext ranjero:

    Porque est callada la Natu raleza,Viven sol y tierra y sus hijosExtraos los unos a los otrosSolitarios, dados al olvidoDe pert enecerse.Pero brotan en el esprituDe los dioses, vigorosas,Las libres inmortales fuerzasDel mundo en tomo a la vidaDe los otros, perecedo ra,Plantas silvestresEn campos salvajes;Estn en el seno de los dioses,Esparcidos, los mortalesPrivados de alimento, y muerto

    Empdocles holdcrlinian c, vase, por ltimo, B. BOESCH EN ST EtN,H lderln -Tod des Empedokles, en AA. VV., Das neuzeitliche Icbin drr Literatur des 18. und 20. jahrhundertj, Munich, 1988.

    93 H O I.D ERLI N , Empedokles, primera redacci n, Der Tod desEmpedokles, cit., Y. 1679, pg . 70.

    94 P or L. Mrr r N ER, A mbivalenze romantiche, Messina . Florencia,1954, pg. 2.

    52

    Aparecera el suelo, si unoNo se ocupaseDe despertar la vida, y este campoEs mo. Confunden en mLas fuerzas y el alma de un vivoLos mortales y los dioses.Cuanto ms recoge un clido abrazo en el corazn

    ansiosoA las fuerzas eternas, ms potente creceEn el libre espritu el humanoSentir Y despierto est el todo!Porque yo reno a lo extranjero,Mi palabra nombra a lo desconocido,Y el amor de los vivos a dondequiera que vayaYo llevo; lo que a uno le faltaOtro me lo presta, y unificoAnimando, y dispensoJuventud al mundo que duda,y a todos soy semejante y a nin guno'".

    2. Empdocles, el antiguo chamn, afirmaba quehaba sido a un tiempo ..un joven y una muchacha , I unbrote y un escamoso pez marinos?", lo que le permitasintonizar con los dems seres, pues su concienciaactual era el centro de anudamiento de muchas otrasvidas. Holderlin, qu e, natu ralmente, no pu ede basarseen una creeencia semejante para experimentar la aparentevida callada, Stilleben, de los objetos y de los seres, norenuncia por ello a la empresa y se cierra en el silencio.

    Consideremos, por tomar un trmino de comparacineficaz, la d ist ancia qu e le separa de posiciones como lasexpresadas por H ofmansthal en la Carta de Lord Chan-

    ~ s H O LD ER LlN , Empedokles, segunda redaccin, Der Tod desEmpedokles, GrStA, vol. IV, 1, VY . 103-133.

    % EMI' ED O CLES, Frg. 104, D. -K. en Poema f sico e ustrale, cit.,pg. 79.

    53

  • 'dos. En ella se imagina que el joven aristcrata ingls(comunica a Francis Bacon su decisin de abandonar la-actividad literaria pues, en el inte nto de experimentar la

  • ha conciliado los ex tremos demasiado ntimamente,prematuramente los ha resuelto slo en la propia persona.sin ser capaz de difundir el sent imiento y el conocimientode la unificacin co n todo cuant o vive t amb in ent relos otros, sus conciudadanos en primer lugar. El seordel ti empo, el espritu del odio, aletea en el aire :

    El seor del tiempo, en medio de la angustiaDe su reino, domina tenebrosoSobre el alboroto. Se extin gue su da,Sus rayos humean. Todo cuantoResplandece desde lo alto, desde el abismoAprieta. enciende la lvida discordia 'w,

    La di scordia civil di vid e a los hombres, hace incom -prensible la p alab ra y la ley humana:

    ... el alborotoGrita su angust ia a [a media nochey se arroj a a rast rear los campos.y su casa con sus propias manosy los afligidos, abandonados, templosDestr uye; aburrido de la vida, cuandoLos hermanos se abandonan, y el amanteNo espera al amado, cuando el padreNo reconoce al hijo, y la palabraDeja de ser comprensible y la leyH umana se destruye...IO)

    102 H O LDERLl N , Empedokles, tercera redaccin, Em~dok/~s aufdem A E'tna, cit. vv, 378~382, pg. 136.

    lO} Ibid., vv. 428-435, pg. 137. Adems de un eco de laspalabras de Cristo en el Evangelio de Lucas (12, 5152), se deja vertambin el fresco recuerdo de los desgarramientos que en Alemaniaprodujera la Revolucin francesa y el Z~itgeist, vase M. K U NG N ER,Gescbcbte eines Teutschen der n~uest~n Z~it (1798), en W~rk~,edicin de H. J. Geerdts, Berln, 1%4, vol. 11 , pg. 366, citado porV. VERRA, Ia rivoluzione frencese nel pensero tedn co contemporaneo;

    56

    Empdocles, reformador poltico , intenta en primerlugar liberar a los agrige nt inos del inerte respeto a latradicin, arrancarl es de la decadencia y del perniciosoinflujo de los sacerdotes, de aquellos que han hech o delo sagrado, o sea, de lo inaccesible ignoto, un ofi cio y lohan convertido en un inst ru mento de intimidaci n de lamultitud (representados aqu, al modo de la Ilust racin ,como insti gadores del enga o y de la ignorancia delp ueblo . co n rasgos anlogos a lo s fariseos de la Vida deJess y de El espritu del cristianismo y su destino deH egel):

    ... Oh daosA la naturaleza antes de que ella os tome!Mucho t iempo hace que ansiisLo inslito, y del viejo camino,Co mo de un cuerpo enfermo, arde en deseosDe salir del alma de Agrigenro Atreveos!Cuant o adquiristeis, cuanto heredasteis,Cuanto os ense la boca de los padres,Ley y costumbre, los nombres de los antiguosDioses. olvidadlo con audacia...IG4

    en -Pilosofla, XX (1969), pg. 412: En todas las casas dominabanlos conflictos, las familias se rompan, el amigo abandonaba al viejoamigo fiel como si fuese un enemigo; no se ola hablar de otra cosaque del amargo conflicto de pasiones polticas (...) Un fanatismosalvaje, desconocido hasta entonces, se hab a apoderado de todos yhabia confinado .a todos en una suerte de crculo mgico, en el quechocaban entre s una incesante ansia de lo nuevo, una esperanzallena de tensin, una angust ia y un odio inagotables...

    lO. H O LDERLl N , Empedok/es, primera redaccin, Der T od desEmpedokles, cit. vv , 1533-1 540. El ansia de lo ..inslito serelaciona en Hcldcrlin de un modo platnico con el despertar de lareminiscencia de un ..mundo mejor, de un mundo ms bello(vase H O LD FR U N , Hyperion, cit., pgs. 66~6 7. La ananrnnesisplatnica, como aparece en el Menn, del Fed n o del Fedro (vaseP LAT N Mtn n, 80 y sigs.; Fed n, 75 y sigs.; Fedro, 249 y sigs.) sepresenta tambin en Holderln como reminiscencia de todo un

    57I

    , I

  • Los agrigenti nos le siguen. T iran po r tierra cuantoantes de l, el buen t iempo y la ley I El arte y lacostumbre han mad urado, y sant a I T rad ici nlo5. Semeten , en opinin de los sacerdo tes y de los antidcmo-crt icos (al final, H old crlin manifiesta const antementesu desprecio: desde lo ms hondo del co razn od io laarrogancia de los dspo tas y de los sacerdotes, dice enel epigrama Advocatu5 d abol, en lo a rgico poltico yen la confu sin, en el -desbo rdamiento- d ionisiaco, enla fiest a salvaje, de la anarqua:

    Ya no escuchan ley, ni poderNi juez; estn las costumbres todasDel estrpito insensato revestidasComo las playas apacibles de la espuma.Una fiesta salvaje han llegado a ser

    ITodos los das, una por tod as, y en una,Se han confundido las festividadesDiscretas de los dioses...106

    pueb lo, que despierta al recuerdo de una vida ms digna y al ansiade lo inslito .. mediant e el cant o de los poetas.

    105 bid., vv. 251-253, pg. 1t.106 Ibid., vv , 190-196. Sobre los presupuestos poliricos y religiosos

    del pensamiento de H old erlin en el Empdocles y sobre su acerca-miento a posiciones casi babcuvistas en lo que hace refere ncia alreparto de lo s b ienes ( Acaso era reminiscencia de Filippo Bouna-rrotti el - Buonarrot t i.. con que firmaba sus poe sas en el perodode locura?), vase, por lti mo, CH. P R IG N ITZ, Die politisch-re/igiosen Van/el/ungen in den Em~Jok/es" - Fragmenten Hoider/insund ihr zeilgesrhichtlicher Hintergrund, en Siopc.., t (1978), pgs.46-48; ID., Zeitgeschichtliche H intergnmde des Empedohles - Frag-mente Holderlns, en H oldcrlin-j ahrbuch, 23 (1982-1983), pgs.229-257 (pg. 235 Y sigs. sob re la idea de igualdad y reparto de losbienes); M. OTT, H older/in und revo/utioniire Bestrebungen inWruemmg unter Mm EinjluU der Fmnzosiscben Recotvt ion,Colonia, 1979.

    58

    Pero despus los agrigent inos, t ras haber ho nrado aEmpdocles como a un 'l

  • Cristo hegeliano- exp a su divinidad, el haber alcanzadouna conciliacin ms alta en relacin con las condiciones

    ~e .s~ pueblo y. de su tiempo, el haber conseguidoindividualmente liberarse de la opresin teolgico-poltica.Ambos deben morir para que su mensaje, su buenanueva, se difunda ent re los hombres. Es una muertenecesaria y sacrificial, que anula el carct er demasiadoindividual de la unificacin con t odo cuanto vive, quetransforma lo singular en un smbolo uni versal. De talsuerte , cada ser humano tiene la obligacin de revivirdentro de s la experiencia de Crist o (de llevar la prop iacruz), o de sentir el EV XIX!. 7tfiv, purificando su orgullosoyo. En ambos casos el aspecto ms trgico est riba en elhecho de poseer en s la solucin del Enigma), del destino,sin q"!e tal solucin pueda aplicarse al tiempo propio. Setrabaja para las generaciones de los siglos venideros!",se proyecta a largo plazo, porque los hombres que nose conforman con el presente, en cuanto quieren teneralgo distinto, se arrojan a la tumba de la naturaleza,acelerando el paso del mundo-t' ". Aunque se corre elriesgo del desenfreno (complementario al de la pasividad),con la muerte se puede acelerar la salida de la corrupcindel presente, hacia un rejuvenecimiento del mundo,porque el hombre t iene en s, en lenguaje rousseauniano,el instint o de la per/ectibilit: \

    110 Vase H biderlin an den Bruder, septiembre de 1793, enBreje, cit., pg. 92: Amo la estirpe de los siglos venideros. Esta esmi esperanza ms dichosa, la fe que me mantiene fuerte y activo:nuestros nietos sern mejores que nosotros, la libertad debe llegar(...) El ms sagrado objetivo de mis deseos y de mi actividad essuscitar en nuestra poca los brotes que madurarn en el futuro",

    111 Holderlin an den Bruder, 4-V I-1 799, en Briefe, cit., pg. 328.Tambin en esta promocin de la naturaleza consiste el sentido delas revoluciones y de la actividad tendente a suscitar en nuestrapoca los brotes que madurarn en el futuro.

    60

    Obrar debe el hombrePensante; desplegando en derredor la vida,Debe hacerla progresar y alegrarla.Porque henchida de sublime idea,Henchida de fuerza silenciosa, al nimoAugur abraza, para que cree,La gran Natu raleza.Para que de s el espritu se muestre,Cuidado en su coraz n y esperanza alimentaEl hom bre. Desde sus hondas racesSe alza al cielo el ansia poderosa.y puede mucho; y es esplndidaSu palabra; l t ransforma el mundo.i. t' "

    Empdocles y C risto han tratado de transformar elmundo con su muerte, Y Emp docle s, con su mue rte,de la decadencia de la patria t rata de cuajar unaVerj ngung (rejuvenecimient o) : l es el hombre en elque, y por el que, un mundo en s se disuelve y serenueva. Y el hombre que as, has ta la muerte, puedepadecer la decadencia de su patria, puede present ir, as,su nueva vida113. Tanto en Empdocles como en Hiper nlas revoluc iones intentadas est n destinada s, a cortoplazo , al fracaso, a causa de la endeble z de las condicionesob jetivas y subjetivas, En el primer caso po r el miedo yla impoten cia de los agt-igentinos para sacud irse defini-tivamente el yugo de la vieja opresin ; en el segundocaso , por un efecto combinado de tran sformacin, la delos griegos , de pat riotas liberadores del propio pas enuna banda dc ladrones, y la de los rusos, de aliad os delos griegos en una ju sta guer ra de liberacin en potenciaegosta y expansionista que nicamente trata de ensanchar

    112 H CH.DERLIN , Empcdokles, segunda redaccin, Der Tod desEmpedokles, cic., vv. 531-543.

    113 H O LD F.RLl N , Entwur/ zur Fortsetzung dcr drttcn Fassun g desEmpedokles, G rStA, vol. IV, 1, pg. 167. \ 1; .~"'.- "~,;;;: / ...........'?ii; f ' ~- '1 ..~ ...IIUln\~

    I

    ! I

    i I,

    , ',

  • la propia esfera de influencia. Sin embargo , el revolucio-nario , aun en medio de la desespe racin y de la soledad,no capi tula nun ca. Lo quiere intentar de nuevo y estdispuesto a esperar nuevas ocasiones y a afrontar nuevospeligros. El devenir y el cambio cont inan inexorable-mente su obra de erosin de las realidades ms solidasy de las inst itu ciones apa rentemente ms inexpugnables.La esperanza revolucionaria corre sub terrneamente- como las aguas de un ro bajo la capa de hielo .

    5

    l. La ..decade ncia de la patria.. es el tema explcitodel fragmento titulado , a part ir de Z inkernagel y Pigenot,El devenir en el acabar, del verano-otoo de 1799(cfr., En sayos, ed ic. ci t.) ll ~ . Se desarrolla en ms pla-nos , con gran riqueza de contenido , en el esfuerzo porentender ..la lengua de los dioses, el alternarse I Yel deven ir- U>, por comprender el trgico emerger delo nu evo mientras lo viejo muere, por valorar la dife-

    114 Vase H O LD ERLl N , Das lVerdt7l im V ergehen, en A uf satzecir., pgs. 282-287. Sobre este te xto, vase U. G AIER, Der gest'lT.licheKalk l. H olderlins Dichtungslehre, cit ., pgs. 120-130; G. BUHR,H otJerlins MYlbenbegri/f. Eine Umersvcbvng zu den FragmentenUeber Reiigion.. und ..Das Werdcn im Vergehen.., cit." pgs. 6b-85; G. Mre-ru, Fr edricb H otda /in. Dichur der brga/ich-demok ra-t scben Revolution, cit ., pg. 86 Y sigs.

    m H6LD EIH .l N , Archipelagus, G rStA, voL Ir, 1, vv. 292-293,(t rad. castellana: El archipilago, Madrid, Alianza, 1979). El con ceptode W echsel, alternarse, de H oldcrlin es semejante .;1\ de Pich te ,vase r C HTE, Gnmdlage der gesarnten W issenschaftslehre, cit ., pg.319.

    62

    rencia ent re este contraste visto y este contras te refle-jado por el art e y la teora. El mundo que decae no esnicamente el de Empdocles, tambin lo es el presen-te po r obra de las violentas sacudidas pro cedentes dela Revolucin francesa y del -esplritu del tiempo",Bert aux, no sin cier ta tendenciosidad cuando tradu-ce Auflosung (..disolucin por ..revolucin, observaque este t rmino aparece en nuestro breve fragmento44 veces' !". La d isolucin, la crisis. no asusta aH cld crlin, que ve en ella, co n Sinclair, el caos regenera-dorl 17, T odo el pathos de Hldcrlin se cie aqui a lonuevo y a lo posible que t ienen su origen en la disgrega-cin de modos de vida precedentes y corruptos.

    Incluso las barbaridades que pueden llegar acometersedurante tales fases de Aujlosung, de transicin al nuevomundo.., son necesarias y jus tas en t anto en cuantocontribuyen a anular la posibil idad de una restauracindel pasad o -cont ribuyen a subrayar el devenir en elacabar-e- y a desbaratar t anto a los enem igos de 10nuevo como a los ..acon sejadores de p rudencia , aquienes les gustara paralizar el brazo vengador yhacer posib le que individuos y pueb los se adaptasen ..demodo servil a la opresin118. Emp docles e H ipcrinson enemigos de una presunta cordura sem ejante ytrata n de dar suelta al entusiasmo revolucionario, alamor por el bien co mn.

    116 Vase P. B ERT AU X , Hd do n und die Franziisiscbe RevoIution,cir., pg. 15.

    117 Vase I. von Sinclair, qu e con sideraba el T error comoenfermedad necesaria de (a Revolucin - (K. H EN GSBf ,RG ER , l saakvon Sncler, der Freund Hoiderlms, en Germanische Stu dien- ,Berlfn, 1920, pg. 97).

    111 Vase H LD F.RLl N, A n die Klugrn Ratgeber, en GrStA, Bd.J, vv. 25-27.

    63

  • N o se trata slo de un kantiano fiat justitia et pereatmundus, porque la bsqueda de just icia no destruye elmundo sino que lo regenera. Una humanidad msfuerte resurge despus de haber atravesado cualqu iertempe stad, despus de que la han golpeado los rayos dela noche, templndola' !", En cualquier caso, ningnorden nuevo es estab le; tamb in l se disolver en unaserie infinita de vicisitudes, de renacimientos y revolu-ciones. La disonancia es, pues, inseparable de la armona,el horror del placer, el sufrimiento de la dicha, lat ragedia de la conciliacin (y sta es la profunda convic-cin que trasluce en todo lo que H lderlin ha escrito).

    En la preferencia explci ta por el hoy malo frente alayer bueno se respira una atms fera nueva, en la que eltalant e anti feuda l de la Revolucin francesa y europease lleva al extremo. No slo cuanto ha producido ellento decantarse de las costumbres, la tradicin y loshbitos se declara carente de valores (pensemos, parapoder juzgar mejor, en las posturas enfrent adas de unBurke, de un De Bonald o de un Gentz que seplanteaban a la sazn en la cultura europea), sino queaquello que es nuevo, que es argico con respecto a lalegislacin y a las formas de vida del presente, seconsidera posit ivo pese al dolor y al desgarramiento quesupone. Ya en Empdocles se dice que

    ... los ms de los hijos de la tierraEvitan lo inusitado y lo nuevo;Quedarse en s mismos, a tal est encaminadaLa vida de las plantas y de los animales.En su territorio tienen cuidadoDe durar y a ms all no propendeSu espritu en la vida...12o

    m Vase H C LD ERI ,IN , Wi e wenn am Feiertage, vv , 18, enGrStA, Od. JI, 1, pg. 118.

    120 H C LO FR U N , Empedokles, primera redaccin, Der Tod desEmpedokl es. cit., vv, 1519 1524, pg. 65.

    64

    Pese a esta petrificacin , esta -posir ividad- , se venobligados a salir por obra del espritu de turbulencia,que muestra as su funcin de creador e instigador delprogreso y del reto a las autoridades const it uidas,verdadero obstculo al desarrollo de la vida. La formacindel mundo nuevos!" presupone la desaparicin