biografias 09

91
ACUÑA MANUEL Nació en la ciudad de Saltillo, Coahuila, el 25 (o 27) de agosto de 1849. Hijo de Francisco Acuña y Refugio Navarro. Médico y poeta quien aprendió sus primeras letras de parte de sus padres, luego estudió en el Colegio Josefino de la ciudad de Saltillo y alrededor de 1865 se trasladó a la ciudad de México, donde ingresó en calidad de alumno interno al Colegio de San Idelfonso, ahí estudio matemáticas, latín, francés y filosofía. En enero de 1868, inició sus estudios en la Escuela de Medicina, siendo un estudiante distinguido pero inconstante. A su muerte cinco años después apenas había terminado el cuarto año de su carrera. Vivió en un cuarto situado bajo el segundo patio de la escuela de medicina; curiosamente el mismo que años antes habitara otro infortunado poeta mexicano, Juan Díaz Covarrubias. En este lugar se reunían muchos de los escritores jóvenes de la época como Manuel M. Flores, Miguel León Portilla, Vicente Morales y Juan de Dios Peza (con este último mantuvo un fuerte vínculo amistoso), algunos de ellos inscribieron sobre un cráneo, como si fuera un álbum; pensamientos y estrofas. En 1868 Acuña inició también su breve carrera literaria. Dándose a conocer con una elegía a la muerte de su compañero y amigo Eduardo Alzúa. En ese mismo año junto con Agustín F. Cuenca y Gerardo Silva entre otros intelectuales, fundaron la sociedad literaria Netzahualcóyotl; escenario donde dio a conocer sus primeros versos. Los trabajos presentados en la sociedad se publicaron en la revista “El Anáhuac” (México 1869) y en un folletín del periódico “La iberia” bajo el nombre de Página 1 de 91

Upload: messene

Post on 14-Dec-2015

236 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Biografias de literatos mexicanos: escritores, poetas.

TRANSCRIPT

Page 1: Biografias 09

ACUÑA MANUEL

Nació en la ciudad de Saltillo, Coahuila, el 25 (o 27) de agosto de 1849. Hijo de Francisco Acuña y Refugio Navarro. Médico y poeta quien aprendió sus primeras letras de parte de sus padres, luego estudió en el Colegio Josefino de la ciudad de Saltillo y alrededor de 1865 se trasladó a la ciudad de México, donde ingresó en calidad de alumno interno al Colegio de San Idelfonso, ahí estudio matemáticas, latín, francés y filosofía. En enero de 1868, inició sus estudios en la Escuela de Medicina, siendo un estudiante distinguido pero inconstante. A su muerte cinco años después apenas había terminado el cuarto año de su carrera. Vivió en un cuarto

situado bajo el segundo patio de la escuela de medicina; curiosamente el mismo que años antes habitara otro infortunado poeta mexicano, Juan Díaz Covarrubias. En este lugar se reunían muchos de los escritores jóvenes de la época como Manuel M. Flores, Miguel León Portilla, Vicente Morales y Juan de Dios Peza (con este último mantuvo un fuerte vínculo amistoso), algunos de ellos inscribieron sobre un cráneo, como si fuera un álbum; pensamientos y estrofas. En 1868 Acuña inició también su breve carrera literaria. Dándose a conocer con una elegía a la muerte de su compañero y amigo Eduardo Alzúa. En ese mismo año junto con Agustín F. Cuenca y Gerardo Silva entre otros intelectuales, fundaron la sociedad literaria Netzahualcóyotl; escenario donde dio a conocer sus primeros versos. Los trabajos presentados en la sociedad se publicaron en la revista “El Anáhuac” (México 1869) y en un folletín del periódico “La iberia” bajo el nombre de “Ensayos literarios de la sociedad Netzahualcóyotl”. Este folleto se puede considerar como una de las obras de Acuña, ya que contiene además trabajos de otros escritores, once poemas y un artículo en prosa, obras de Manuel. Tiempo después en que Acuña se le reconocía ya como destacado poeta, el 9 de mayo de 1871 se estrenó “El pasado”, drama de su inspiración que recibió una buena acogida por parte del público. En cuanto a su vida privada, el gran amor de su vida fue Rosario de la Peña, una mujer sumamente atractiva que según parece, influyó tanto en su ánimo que mucho tuvo que ver con su trágica muerte. Era tan desenfrenado y perturbador el amor que Acuña le tenía a Rosario, que le impidió disfrutar de sus mejores momentos como poeta, cuando ya era reconocido su genio, su calidad como escritor y nadie dudaba de su exitoso futuro. Ella despertó por igual la desesperada pasión de Acuña, el deseo de Flores, la senil adoración de Ramírez y el cariño devoto de Martí. Cuatro hombres a los que ella, con sus encantos, llevaba a los extremos poéticos con el fin de satisfacerla y halagarla. Ellos se reunían en s casa convertida en tertulia, donde cada uno exponía sus nuevos versos, se hablaba y debatía de filosofía o de bibliografía. No se sabe con certeza cuál fue el motivo por el cual Manuel Acuña aquel 6 de diciembre de 1873 decidió dejar de existir luego de ingerir cianuro de potasio. Su cadáver cuyos ojos estaban cerrados se dice, derramaban lágrimas. Su cuerpo

Página 1 de 53

Page 2: Biografias 09

fue velado por sus amigos de la Escuela de Medicina y sepultado el día 10 de diciembre en el cementerio del Campo Florido. A su entierro asistieron representantes de las sociedades literarias y científicas, además de “un inmenso gentío”. Las elegías y oraciones fúnebres con que se honró su memoria fueron nutridísimas destacándose las de Justo Sierra. Posteriormente sus restos fueron trasladados a la Rotonda de los Hombres Ilustres en el cementerio de Dolores, donde se erigió un monumento, otros dicen que sus restos se trasladaron a Saltillo, los cuales fueron reclamados por el estado de Coahuila, y desde octubre de 1917 yacen en la Rotonda de los Coahuilenses Ilustres del panteón de Santiago, de su ciudad natal. En Saltillo el escultor Jesús F. Contreras realizó un notable grupo escultórico en memoria del poeta, éste fue expuesto en el Pabellón Mexicano de la Exposición Universal de París en el año de 1900 junto con su obra “Malgre-Tout”, obteniendo la banda de la Legión de Honor. De entre los versos de Manuel Acuña se encuentran: “Nocturno a Rosario”, “Ante un cadáver”, “Adiós a México”, “Nada sobre nada”, “Amor”, “La ramera”, “El reo a muerte”, “A un arroyo”, “A Asunción”, “A la patria”, “El giro”, “Inscripción a un cráneo”, “Resignación”.

AMOR PITA

Nació el 30 de mayo de 1918 en la ciudad de México. Fue bautizada bajo el nombre de Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein. Sus padres fueron Emmanuel Amor Suverbielle y Carolina Schmidtlein García Turel, ambos miembros de la aristocracia mexicana. Fue la menor de 7 hermanos, se describía a sí misma como la mujer más vanidosa y la más bonita. “Nací en este siglo, en todo y por todo. Soy de raza criolla, con ascendencia española, alemana y francesa. La menor de siete hermanos. De las mujeres la más vanidosa y la más bonita. Me bautizaron con los nombres de Guadalupe y Teresa. El uno mexicanísimo, el otro no puede ser más español. Como ninguno de los nombres me sentaba, siempre me llamaron Pita”. Mujer con sensibilidad a flor de piel, que le asustaba

la oscuridad, aun así comenzó a gustar de la soledad desde muy pequeña, le gustaba cantar en voz alta, pero su voz era tan estridente que aunque su mamá la elogiaba, solía callarla, por lo que finalmente decidió buscar como escenario la cocina. Siempre vivió rodeada de lujos, sin embargo, la pérdida de la riqueza familiar en Morelos, provocó que constantemente su familia recurriera al Monte de Piedad para empeñar y vender los tesoros que habían logrado rescatar del desastre económico que trajo consigo la revolución. En su juventud fue actriz y su belleza la inspiración de varios artistas como Juan Soriano, Cordelia Ureta, Martha Chapa, Alfonso Michel, Raúl Anguiano, Roberto Montenegro, Antonio Peláez y Diego Rivera quien la pintó desnuda, lo que produjo gran escándalo en la familia Amor. Conforme creció, se convirtió en una bella adolescente que

Página 2 de 53

Page 3: Biografias 09

sólo ansiaba dejar el hogar paterno y ser adulta. Era una mujer estrafalaria, porque conservaba la costumbre de cubrirse con vestidos escotados, mantones y capas; no usaba ropa interior ni medias. Se fue de su casa antes de los 18 años para comenzar una singular vida de soltera. Continuamente organizaba reuniones en su departamento de Río Duero y Pánuco, en donde asistían hombres que la amaban, mujeres que la asediaban y personajes de la lengua escrita. Por él pasaron Octavio Paz, Carlos Fuentes, Elena Garro, Juan José Arreola, Pina Pellicer, José Revueltas y cientos de personajes más. Estaba enamorada de su persona, se hacía llamar “la reina de la noche”, porque tenía por costumbre recorrer desnuda el Paseo de la Reforma de la ciudad de México, sólo cubierta con su abrigo de mink. Su primer escándalo público fue a los 18 años al convertirse en amante de José Madrazo, un rico ganadero de 60 años, dueño de la ganadería de toros La Punta. Se le involucró también otros romances con toreros, pintores, artistas y escritores. Guadalupe fue una mujer controversial por su forma de ser y su modo de vida. Tenía una personalidad avasalladora, que no se dejaba dominar por nadie. Nunca pasaba inadvertida. Pita fue una mujer que vivió intensamente; aceptó por igual placeres y amarguras. A los 38 años decide tener un hijo, que al sentirse incapaz de criar decide dárselo en custodia a su hermana mayor, Carito. Sin embargo ocurrió una tragedia que la marcaría para toda su vida. Manuelito como se llamaba su hijo, muere ahogado en una pileta con agua, a la edad de un año y meses. Este evento le provocó una gran crisis; no deseaba ver a nadie, su vida personal se volvió silenciosa de un día para otro, se alejó y descuidó su aspecto físico. Pasado el tiempo, aparece nuevamente en los ochentas, como una mujer insolente y arrebatada pero diferente. Después de diez años, decidió dar un recital en el Ateneo Español. Recitó poesía mexicana, desde Sor Juana hasta Pita, pasando por Salvador Díaz Mirón, Manuel José Othón, Manuel González Montesinos, Alfonso Reyes, Enrique González Martínez, Renato Leduc, Xavier Villaurrutia, Ramón López Velarde, Roberto Cabral del Hoyo. El recital tuvo un éxito enorme, También volvió a dar entrevistas para la televisión. La mujer mexicana se ha caracterizado por ser callada, sumisa, honesta y humilde, sencilla e inteligente, pero hay sus excepciones. Guadalupe Amor se atrevió a todo. Y en alguna ocasión también dijera: “ojala que alguno de estos renglones pueda dar a quien lo lea, un reflejo modesto de su angustia, de su esperanza”. Finalmente se quedó y murió sola. Murió el 30 (o el 8) de mayo del 2000, en un largo silencio que la mantuvo en cama por más de dos años, acompañada de los fantasmas que siempre quiso olvidar: la soledad, el abandono y la muerte; dejó de existir una mujer brava que sin dejarse de nada y de nadie, se abrió paso en la tierra de los

poetas; yéndose también con ella una época de México. De Pita, sólo quedan recuerdos, entre ellos sus huellas plasmadas en la zona rosa.

AZUELA MARIANO

Mariano Azuela González, escritor y crítico literario, nació

Página 3 de 53

Page 4: Biografias 09

en Lagos de Moreno, Jalisco, el 1° de enero de 1873. Aunque su profesión fue la de médico, Mariano Azuela supo destacarse mucho más como autor de novelas, las cuales especialmente abordaron brillante y detalladamente los tiempos de la revolución mexicana en la cual Azuela se enroló como soldado a favor de la restauración del estado de derecho que se había resentido tras la caída de Madero a causa de un golpe militar. Cursó sus primeros estudios en instituciones docentes en Lagos de Moreno; más tarde se trasladó a Guadalajara, donde siguió la carrera de médico cirujano en el instituto que por entonces sustituía a la universidad jalisciense. Terminó sus estudios de medicina en 1898 y en 1899 regresó a Lagos de Moreno, donde adquirió una botica y contrajo matrimonio con Carmen Rivera. En este lugar ejerció la medicina hasta 1911. La carrera de medicina no sería la que le reportaría trascendencia, sino más bien lo sería su inclinación hacia la escritura, que luego desemboco en una prolífica carrera narrativa, la cual lo convertiría en una de las plumas más notables de su tiempo y también una de las mejores a la hora de radiografiar los convulsionados tiempos de la revolución mexicana. Junto a sus estudios, en su juventud inició su carrera como escritor, que fue durante el gobierno del dictador Porfirio Díaz y continuaría hasta el final de sus días. Obras de teatro, cuentos, críticas literarias y novelas, son algunas de las propuestas literarias en las que más se destacó el autor. En 1896 apareció en una revista “Las impresiones de un estudiante”, su primera obra publicada. En 1903 obtuvo en los Juego Florales de Lagos un diploma por su narración “De mi tierra”, y en 1907 publicó su primera novela, “María Luisa”. Se hizo famoso por sus obras ambientadas en el período de la revolución mexicana y algunas de sus obras tempranas como “Los fracasados” (1908), donde su observa sus preocupaciones sociales, y “Sin amor” (1912) contienen todos los rasgos que caracterizan a su obra: sátira social, crudo realismo expresivo y construcción clásica de la novela. “Mala yerba” es su primera obra importante. Azuela también se acercó a la política, apoyando en su tierra natal las ideas anti-reeleccionistas de Francisco I. Madero. Durante el gobierno de Madero, Azuela fue nombrado jefe político en Lagos y posteriormente director de educación en Jalisco. A consecuencia del golpe de estado de Victoriano Huerta, en 1913 se incorporó como médico militar al ejército de Pancho Villa con el fin de apoyar la revolución. Luego tras ser derrotado Villa, emigró a los Estados Unidos y en El Paso, Texas, escribió su famosa novela “Los de abajo”, la obra realista que lo lanzó al estrellato literario y que comenzó a publicar por entregas en diciembre de 1915 en un periódico local mexicano, “El paso del norte” y en el año 1916 recién se editaría en formato de libro. Años más tarde la novela alcanzó gran difusión en el extranjero y se tradujo a ocho idiomas. La forma espontánea y apasionada en que los campesinos se unieron a la lucha revolucionaria es el tema principal de esta famosa novela, donde Azuela exhibe con hermosa fidelidad ese caos generado por el choque de fuerzas entre los partidarios de la revolución que se lanzaron a las armas sin ningún entrenamiento militar. Narró hechos muy cercanos a la realidad, reconocibles para cualquier que hubiera participado en la revolución; entre los personajes las diferencias eran tan claras como entre villistas y zapatistas, muchos se veían reflejados en las circunstancias. La acción, por supuesto, se

Página 4 de 53

Page 5: Biografias 09

desarrollaba en momentos de la revolución mexicana y narra la historia de un campesino que se ve involucrado en la misma. En 1917 Azuela regresó a la ciudad de México y trabajó como médico en un consultorio público, aunque siguió escribiendo novelas: “Los caciques” (1917) y “Las moscas” (1918). Ya en 1925 era un escritor consolidado entre la avanzadilla pre vanguardista que estaba preocupada por los problemas de su tiempo, Azuela se interesó no sólo por el realismo sino que intentó conciliar el arte social con un estilo vanguardista: inició un estilo nuevo acorde con la lucha armada en la que destacan los cuadros rápidos, violentos,

realistas. También escribió ensayos de crítica literaria: “Cien años de novela mexicana” (1947), así como algunas adaptaciones teatrales de sus novelas. Otras de sus famosas obras son “Las tribulaciones de una familia decente”; “La luciérnaga”; “Nueva burguesía”; “La mujer domada”; y “Sendas perdidas”, siempre criticando los defectos de la sociedad y estructura mexicana. También y a la par de sus actividades médicas y literarias, Azuela se desempeñó en algunos periodos y cuando la causa que apoyaba se lo demandó como médico militar y asimismo desplegó cargos públicos como el de jefe político en su municipio natal y director en materia de educación en el municipio de Jalisco. El 8 de abril de 1943, ingresó como miembro fundador de El Colegio Nacional. Azuela desplegó un rol fundacional a instancias del Colegio Nacional, un establecimiento educativo que reunía a los científicos, artistas y escritores más destacados de México con la misión de preservar y difundir las humanidades, la ciencia y artes mexicanos. Fue uno de los miembros fundadores del Seminario de Cultura Mexicana, institución con similares propuestas al Colegio Nacional. En 1942, la Sociedad de Artes y Letras de México le otorgó el premio de literatura. Recibió el premio nacional de literatura en 1949. Murió en la ciudad de México el 1° de marzo de 1952, a los 79 años de edad, en la ciudad de México; sus restos fueron inhumados en un espacio especial que se creó para que descansen aquellas personalidades más ilustres de su tiempo: la Rotonda de las Personas Ilustres del panteón civil de Dolores de la ciudad de México.

BUSTAMANTE CARLOS MARIA

Nació el 4 de noviembre de 1774 en la ciudad de Oaxaca. Con una niñez enfermiza, a los doce años estudia gramática latina y más tarde cursa estudios de filosofía en el seminario de Oaxaca graduándose posteriormente, en México, como bachiller en artes. Regresó a Oaxaca para estudiar teología. En 1796 cursa en México la carrera de jurisprudencia. Es abogado desde el 31 de julio de 1801 en la audiencia de Guadalajara, ocupando una plaza vacante, la misma a la que renuncia por habérsele ordenado extender una sentencia de muerte. Bustamante fundó varios periódicos que apoyaron la lucha por la independencia como el “Diario de México” (1805) o “El juguetillo” (1812), que fue

Página 5 de 53

Page 6: Biografias 09

suspendido y él encarcelado en algunas ocasiones. En Oaxaca luchó junto a José María Morelos, y participó en la redacción de “El correo del sur”. Preso Morelos, Bustamante también arrestado y desde 1817 hasta 1820 permaneció encarcelado en el castillo de San Juan de Ulúa. Criticó a Agustín de Iturbide en su semanario “La avispa de Chilpancingo”, por lo que fue nuevamente encarcelado. Desde 1824 hasta 1848 fue diputado por Oaxaca. Editó muchas obras sobre la historia de México que se encontraban inéditas, entre ellas la “Historia general de las cosas de la Nueva España”, de fray Bernardino de Sahagún, y la “Historia de la provincia de la compañía de Jesús de Nueva España”, de Francisco Javier Alegres. Fallece el 21 de septiembre de 1848, sus restos quedan sepultados en el panteón de San Diego, de la capital.

CASO ANTONIO

Una de las personalidades que más han influido en el pensamiento mexicano del siglo XX. Partidario del intuicionismo de Bergson y adversario del positivismo y el intelectualismo, fue expositor brillante de las corrientes de la filosofía moderna a través de su cátedra de la universidad, del Ateneo de la Juventud, y de su obra ensayística: “La existencia como economía, como desinterés y como caridad” (1916), “Discursos a la nación mexicana” (1922), “La filosofía de Husserl” (1934), “La presencia humana y el estado totalitario” (1941) y “México: el problema social y político” (1944). Abogado, profesor, escritor y filósofo nació en la ciudad de México el 9 (o 19) de diciembre de

1883, dentro de una familia típica de la clase media alta de finales de siglo en el cual su padre ejercía la profesión liberal de ingeniero, circunstancia que le daba los medios económicos suficientes para vivir decorosamente. Realizó sus estudios superiores en las escuelas Nacional Preparatoria y Nacional de Jurisprudencia, recibiéndose de licenciado en derecho, pero su vocación lo llevó a consagrarse al cultivo de la filosofía, la sociología, las letras y la estética. En 1906 fundó al lado de Pedro y Max Henríquez Ureña, Jesús T. Acevedo, Ricardo Gómez Robelo, Roberto Argüelles Bringas, Rafael López, Carlos Gonzales Peña y Manuel

Bringas, la revista “Savia moderna”, bajo la dirección de Alfonso Cravioto y Luís Castillo Ledón. Poco después se les unirían las presencias decisivas: Alfonso Reyes y José Vasconcelos. Disuelta la revista al año siguiente, el grupo alentado por Pedro Henríquez Ureña, se convirtió en “El ateneo de la juventud” (1909-1910), que emprendió una lucha abierta contra el positivismo imperante, por medio de conferencias y escritos, distinguiéndose Caso como orador elocuente. Esta lucha de los ateneístas llevará a Reyes, Caso y Henríquez Ureña a fundar en 1912 la Universidad Popular a fin de fomentar la cultura en el proletariado. El Ateneo se disolvió en 1914, pero su labor no fue en vano: la Escuela Nacional Preparatoria adoptaría después un plan de estudios con las humanidades

Página 6 de 53

Page 7: Biografias 09

como materias obligatorias. En 1915, Caso ocupó la dirección de esta institución y comenzó una serie de conferencias sobre el cristianismo en la Universidad Popular. Desde joven y hasta poco antes del momento de su muerte, se dedicó al magisterio, explicando las cátedras de filosofía, ética, lógica, estética, filosofía de la historia y sociología en la Escuela Nacional Preparatoria, de Jurisprudencia y de Altos Estudios (hoy Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México [UNAM]). Fue director de la Escuela Nacional Preparatoria en 1909, secretario de la Universidad Nacional en 1910; rector de la propia casa de estudios (1920-1932) y director de la Facultad de Filosofía y Letras en varias ocasiones. Defendió la autonomía universitaria y la libertad de cátedra. Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y miembro fundador del Colegio Nacional, del que tomo posesión el 15 de mayo de 1943. En 1920 viajó como embajador extraordinario a Perú, Chile, Argentina, Uruguay y Brasil. Las universidades de La Habana, Lima, Guatemala, Buenos Aires y Río de Janeiro le otorgaron el título de doctor honoris causa. Su influencia en las aulas por más de 30 años fue muy saludable: puso a sus discípulos al corriente de todas las doctrinas, sin imponerles un sistema filosófico. Fue el primero en dar a conocer el intuicionismo filosófico de Bergson, las tesis de Spengler, la fenomenología de Husserl, el neotomismo de Maritain, el existencialismo y el historicismo de Dilthey. Explicó la filosofía y la sociología como quehaceres útiles para aprender la verdad. Se hizo acreedor a distintas condecoraciones: Caballero de la Legión de Honor, en Francia; Gran Cruz de la Orden del Sol, en Perú; Cruz de la Orden al Merito de primera clase, en Chile; Oficial de las Palmas Académicas, en Francia; Medalla Goethe für Kunst und Wissenschaft, en Alemania; Medalla del Centenario, en Perú, y Medalla de Hostos. Su obra es abundante, y entre ella se puede mencionar “La existencia como economía, como desinterés y como caridad”, “Discurso a la nación mexicana”, “El concepto de la historia universal en la filosofía de los valores”, “El problema de México y la ideología nacional”, “Positivismo, neopositivismo y fenomenología”, y “La persona humana y el estado totalitario”. Dejó, además, dos obras de versos: “Crispopeya” y “El políptico de los días del mar”. Murió en la ciudad de México el 6 de marzo (o abril) de 1946.

CASTELLANOS ROSARIO

Eminente escritora. Rosario Castellanos Figueroa nació en la ciudad de México el 25 de mayo de 1925, y murió en Tel Aviv, Israel, el 7 de agosto de 1974. Recién nacida fue llevada a Comitán y en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, la tierra de sus mayores; ahí transcurrió su infancia y pubertad. Ahí hizo sus estudios primarios y dos de secundaria. Regresó a la ciudad de México a los 16 años. Estudió la licenciatura y se graduó de maestra en

Página 7 de 53

Page 8: Biografias 09

filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en 1950 (o 1952); más tarde, con una beca del Instituto de Cultura Hispánica, en la universidad de Madrid llevó cursos de postgrado sobre estética y estilística. A su regreso a México radicó un tiempo en Chiapas, durante el cual fue promotora de cultura en el Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas (o Instituto Chiapaneco de la Cultura), en Tuxtla Gutiérrez (1952). Impartió cursos en universidades mexicanas y estadounidenses. De 1954 a 1955, con la beca Rockefeller escribió poesía y ensayo en el Centro Mexicano de Escritores. De 1956 a 1957, trabajó en el centro coordinador del Instituto Indigenista de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas; en el Instituto Nacional Indigenista de México, de 1958 a 1961, fue redactora de textos escolares. Impartió materias humanísticas en el Instituto de Ciencias y Artes y en la Facultad de Leyes de Chiapas y en la universidad Motolinía de la ciudad de México. En 1958 recibió el Premio Chiapas por “Balún Canán” y tres años después el Premio Xavier Villaurrutia por “Ciudad Real”. Fue promotora cultural del Instituto Chiapaneco y responsable del teatro guiñol en el Centro Coordinador Tzeltal-Tzotzil. De 1961 a 1966 se desempeño como redactora del Instituto Nacional Indigenista, tuvo a cargo la jefatura (directora general) de información y prensa en la UNAM, bajo el rectorado del doctor Ignacio Chávez, e impartió las cátedras de literatura comparada, novela contemporánea y seminario de crítica de la facultad de filosofía y letras de la misma universidad, de 1961 a 1971. En 1962 su libro “Oficio de tinieblas” obtuvo el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, otros galardones recibidos fueron el Premio Carlos Trouyet de Letras y el Premio Elías Sourasky de Letras. Secretaría del Pen Club (asociación de escritores a nivel mundial, con sede en París, Francia). Ejerció con gran éxito el magisterio, en México en la universidad Iberoamericana de la ciudad de México, y en el extranjero; en los Estados Unidos como maestra invitada por las universidades de Wisconsin y Bloomington, los años de 1966 y 1967, también trabajo en Indiana y Colorado, y en Israel, en la universidad hebrea de Jerusalén, donde radicó desde su nombramiento como embajadora de México en ese país, en 1971, hasta su muerte, una descarga eléctrica, provocada por una lámpara, acabó con su vida; sus restos, por órdenes del presidente Luis Echeverría, serían sepultados en la Rotonda de los Hombres Ilustres, en la ciudad de México. En 1975, ya sin su presencia, se celebró el Año Internacional de la Mujer, iniciativa por la que Rosario Castellanos Figueroa luchó y que ya no pudo ver culminada. Rosario Castellanos cultivó todos los géneros, especialmente la poesía, la narrativa, el ensayo: colaboró con cuentos, poemas, crítica literaria y artículos de diversa índole en los suplementos culturales de los principales diarios del país y en revistas especializadas de México y del extranjero. Se inició en la literatura como poeta; desde 1948 hasta 1957 sólo público poesía. “Balún Canán”, su primera novela, lleva ya un gran número de ediciones y ha sido traducida a muchas lenguas. Esta novela junto con “Ciudad real”, su primer libro de cuentos, y “Oficio de tinieblas”, su segunda novela, forman la trilogía indigenista más importante de la narrativa mexicana de este siglo, “Los convidados de agosto”. Su mundo estuvo cifrado por el feminismo, reflejando en sus poesías y ensayos la condición femenina de muchas mujeres, es por ello que su vida fue

Página 8 de 53

Page 9: Biografias 09

como un espejo de las mujeres de su tiempo mediante la expresión de la dualidad aceptación-resistencia de lo regido por la figura ideal y del universo de lo inmediato. De su obra, incluyendo su segundo volumen de teatro “El eterno femenino” (1975), se desprende una clara conciencia del problema que significó para su autora, la doble condición de ser mujer y mexicana. Edificó un universo a partir de algunas formas de dominación social. En 26 años, de 1948 a 1974, dedicó su vida a crear una obra que la expresara de cuerpo entero, y que al describirla fuese una especie de registro del mundo en que le tocó vivir; lo femenino en su obra es un tema circular. Autora de innumerables poesías entre las que destacan: “Trayectoria en polvo”, “Salomé y Judith”, “El rescate del mundo”, etcétera. Escribió obras de teatro como: “Tablero de camas”; cuento “Álbum de familia”, etcétera. Para comprender mejor a Rosario Castellanos y su obra debemos recordar que ambas se desarrollaron en un tiempo de conflictos mundiales y de ideologías radicalizadas: la lucha entre Oriente y Occidente, entre el comunismo y el capitalismo, entre la Unión Soviética y Estados Unidos, y los problemas irresueltos de etnicidad y territorialidad en el Medio Oriente. Es quizá por eso que la soledad se convierte en una de sus musas: la obra de Rosario Castellanos tiene el precedente de sus tiempos. Era la época en que la literatura seguía signada por la obra del hombre, por lo masculino. Frente a ello, la autora buscaba una forma distinta de existir como mujer. Rosario Castellanos siempre se manifestó como una intelectual que se encontraba en la primera línea de un frente contra la discriminación, la inferiorización y la desigualdad de relaciones y derechos que corresponden a la mujer.

CLAVIJERO FRANCISCO JAVIER

Humanista e historiador. Miembro de la compañía de Jesús, conoció el destierro en 1767. Fue hijo de padre español y madre criolla, nació en el puerto de Veracruz (México) el 6 de septiembre de 1731, murió en Bolonia, Italia, el 2 de abril de 1787. Su padre trabajaba para el gobierno de la corona española por lo que su familia se trasladaba de una población a otra constantemente, y casi siempre en regiones con fuerte presencia indígena, así fue como desde niño aprendió la lengua náhuatl, lengua que le serviría más tarde, cuando se

convirtió en maestro misionero e historiador. Vivió la familia en Teziutlán, Puebla, y más tarde en Jamiltepec, Oaxaca, en la región mixteca del estado. Sus primero estudios los efectuó en la ciudad de Puebla, allí asistió a los colegios de San Jerónimo donde estudió la gramática y San Ignacio a cargo de los jesuitas en donde inició sus estudios de filosofía, latín y teología, al terminar sus estudios, sintió vocación por el sacerdocio e ingresó al seminario en la ciudad de Puebla, en donde estuvo muy corto tiempo pues decidió convertirse en sacerdote jesuita por lo que en febrero de 1748 se trasladó al colegio que la orden de los jesuitas tenía en Tepoztlán, Morelos. A continuación fue

Página 9 de 53

Page 10: Biografias 09

enviado a la ciudad de México para que completara su formación teológica y filosófica en el colegio de San Pedro y San Pablo, allí convivió con estudiantes de la talla de José Rafael Campoy, Andrés Cavo, Francisco Javier Alegre, Juan Luis Maneiro, Pedro José Márquez y otros más que ha sido llamados “los humanistas mexicanos del siglo XVIII”. Hacia 1755, Clavijero fue consagrado sacerdote jesuita y a partir de entonces se dedicó por completo a actividades ligadas a la docencia e investigación, estuvo impartiendo enseñanza en el colegio de San Gregorio, creado al inicio de la colonia para impartir educación y formación cristiana a jóvenes indígenas, allí pasó cinco años durante los cuales al margen de sus labores docentes se dedicó a seguirse cultivando. En 1764 sus superiores lo trasladaron a Valladolid (hoy Morelia) para hacerse cargo de la asignatura de filosofía en el seminario mayor de la localidad. La buena labor desarrollada le valió para ser enviado a la ciudad de Guadalajara, una población más importante que sus dos anteriores destinos, en donde también le fue encargada la cátedra de filosofía. Clavijero dominaba el latín, griego, francés y alemán. Gran nahuatlaco, manejaba con absoluta soltura también el otomí. En su destierro escribió, de memoria, lejos de los documentos y referencias que había coleccionado laboriosa y críticamente, su célebre y brillante “Historia antigua de México”, de la que sólo publicó una versión en italiano. Posteriormente, se realizaron traducciones en otras lenguas, incluyendo la española, aunque no fue sino hasta 1945 que el historiador Mariano Cuevas, también jesuita, descubrió y publicó la versión española original de Clavijero. Esta historia antigua representa sin duda un pilar en la historiografía americana, dado que, de hecho, es el primer estudio de conjunto sobre la historia antigua de México. Redactó también una historia de la Baja California. Como epílogo de su primera obra, escribió posteriormente una serie de disertaciones, donde defendía diversos aspectos de la antigua cultura mexicana, incomprendidos hasta entonces. Se sabe que elaboró también otros escritos, pero hasta la fecha continúan inéditos. En 1970 fueron retirados los restos mortales del padre Clavijero de la cripta de la iglesia de Santa Lucía de Bolonia, para darles nueva y más digna sepultura en la rotonda de las personas ilustres en la ciudad de México.

COSIO VILLEGAS DANIEL

Historiador, sociólogo, politólogo y empresario cultural, en el sentido más puro del término, es uno de los intelectuales mexicanos más importantes de este siglo. Nace en la ciudad de México en el año de 1898, fue un sobresaliente estudiante; realizo sus estudios de primaria y preparatoria en Toluca; continuó en la Escuela Nacional Preparatoria de la ciudad de México y concluyó con la licenciatura en Derecho hacia el año de 1925. Desde pequeño mostró un carácter alegre y optimista, siempre interesado en superarse y llegar a hacer algo importante en su vida, no se sabe o por lo menos no

Página 10 de 53

Page 11: Biografias 09

encontramos mucha información ni de sus padres ni familiares, pero es cierto que la importancia de Cosío Villegas radica en su amplia trayectoria académica. Fue embajador de México en el Consejo Económico Social de la ONU de 1957 a 1968 y luego presidente del mismo en 1959. Fundó y dirigió la revista “Foro internacional” desde 1969 hasta 1973. Intervino en seminarios obre política en universidades de Estados Unidos. Fue director de la monumental obra “Historia moderna de México”; colaboró en periódicos y revistas nacionales. Recibió el premio nacional de letras en 1971; autor entre otras obras de: “Extremos de América”, “Porfirio Díaz en la revuelta de la Noria”. Realizo estudios de economía en las universidades de Harvard, Wisconsin y Cornell. Miembro del consejo de administración (1933-1936) y director del departamento de estudios económicos (1941) del Banco de México. Catedrático de la Escuela Nacional de Economía; fundador de la revista “El trimestre económico” (1934); fundador y dirigente del Fondo de Cultura Económica; delegado por México en diversos congresos internacionales. Sobre todo, por su aportación al estudio de la historia de México lo convierte en un personaje de gran relevancia para los jóvenes en formación académica. Se le considera un hombre exitoso, que hizo representar la cultura de México, triunfó de manera satisfactoria y orgullosa, ejerciendo su profesión de licenciado en derecho; por esto y muchas cualidades más, sus acciones serán de ejemplo para la sociedad de México. Supo sacarle partido a su existencia dejando una herencia para todos aquellos que gustan de leer y conocer a personajes de los cuales nos sentimos orgullosos.

DE CRISTO SOR TERESA

Obtuvo el premio en el certamen poético que se abrió para celebrar la canonización de San Juan de Dios, por un “Elogio en verso castellano”, que presentó.

DE DIOS PEZA JUAN

Nace en 1852 en la ciudad de México, Juan de Dios Peza, quien es bendecido con una preclara inteligencia, a la vez que con un medio ambiente propicio para desarrollar todos sus talentos, pues al ingresar en 1869 a la escuela nacional preparatoria inmediatamente se convierte en el alumno predilecto de un gran pensador mexicano: Ignacio Ramírez “El Nigromante”, al egresar de ese centro de estudios ingresa a la escuela de medicina donde establece gran amistad con otro grande de aquel tiempo, Manuel Acuña, quien lo llega a estimar al grado de llamarlo “hermano”. Fue un hombre liberal, el liberalismo estaba de boga en aquella época, su entusiasmo y apasionamiento por dicho movimiento lo llevó a

renunciar a sus estudios para entregarse de lleno al periodismo. En 1878 es nombrado

Página 11 de 53

Page 12: Biografias 09

secretario de la delegación de México en España, al lado de Riva Palacio. Y de nuevo su destino lo lleva a unirse a otras grandes luminarias de aquella época, pues en Madrid se rodea y socializa con personajes como el político Castelar y escritores como Núñez de Arce, Campoamor y Selgas. Al regresar a México empieza a poner su candidatura para lograr puestos públicos y es electo diputado al congreso de la unión. Siguieron otros cargos públicos en lo sucesivo, pero sin abandonar las letras; como poeta tiene un estilo único, es realista a la vez que lleno de infinita ternura. Canta al hogar y a sus hijos. Entre los libros que publicó están: “Hogar y patria”, “La lira de la patria”, “El arpa del amor”, “Recuerdos y esperanzas”, “Flores del alma” y “Vinos festivos”. Muere en 1910, año en el cual el país estaba a punto de entrar en otra gran conflagración. Nació en una familia conservadora (su padre fue ministro durante la intervención) pero como discípulo de Ramírez y Altamirano figuró entre los jóvenes poetas liberales. A la vez hispanófilo y nacionalista, se empeño en versificar castizamente y en hacer poemas con motivos y escenarios locales. Diplomático, dio a conocer en Madrid a los poetas de este país (“La lira mexicana”, antología) y escribió para nosotros sus “Recuerdos de España”. Periodista de prosa suelta y clara que todavía es francamente legible (“De la gaveta intima”, Benito Juárez), comediógrafo y fundador de la primera sociedad de autores mexicanos, fue sobre todo poeta muy admirado en los países de lengua española y traducido inclusive al japonés. Su esposa lo abandonó y esta tragedia convirtió a Peza en el “cantor del hogar”. En vida fue castigado por su inmensa popularidad, aunque el célebre ataque de Brummel en “Poetas mexicanos contemporáneos” (1884). Las ediciones modernas de sus obras que ha hecho Porfirio Martínez Peñaloza nos permiten revisar las ideas rutinarias. A menudo se encuentran en Peza poemas admirables, como “En las ruinas de Mitla”, y siempre una facilidad y abundancia en la versificación que, si lo ponen a distancia de lo que ahora consideramos poesía, también es digno del respeto que Le Curbussier reclamaba para todo trabajo bien hecho. Históricamente la importancia de Peza es crucial: su empleo del habla cotidiana, su prosaísmo, limpió la lengua poética del peso muerto que arrastraba nuestro romanticismo y preparó, sin saberlo y tal vez sin quererlo, el advenimiento de los modernistas.

DE LA CRUZ SOR JUANA INES

Escritora mexicana, fue la mayor figura de las letras hispanoamericanas del siglo XVII. Sor Juana Inés de la Cruz junto a Juan Ruiz de Alarcón, fueron figuras prominentes de la literatura de México en el siglo XVII, ambos alcanzaron fama y la eternidad. Sor Juana Inés de la Cruz adquirió el nombre de “La décima musa”, la poetisa mexicana brilla en la historia de la literatura por sus grandes conocimientos, sumados a la agudeza de su ingenio, su elevado carácter y por sus delicados sentimientos. Sor Juana, la monja

Página 12 de 53

Page 13: Biografias 09

irreverente; desafió al obispo de Puebla. Valiente, defendió el derecho al estudio de las mujeres. Juana Inés de Asbaje, que tomaría el nombre de Sor Juana Inés de la Cruz, nació en San Miguel Nepantla, virreinato de Nueva España (actual Estado de México), el 12 de noviembre de 1651, hija de Pedro Manuel de Asbaje, y de Isabel Ramírez. Niña prodigio, aprendió a leer y escribir a los tres años, y a los ocho escribió su primera loa, a los nueve años marchó a vivir a la ciudad de México, y desde temprana edad manifestó una extraordinaria precocidad intelectual. Admirada por su talento y precocidad, a los catorce fue dama de honor de Leonor Carreto, esposa del virrey Antonio Sebastián de Toledo, marqués de Mancera. Apadrinada por los marqueses de Mancera, brilló en la corte virreinal de Nueva España por su erudición y habilidad versificadora. Sobre las virtudes fuera de serie de Sor Juana, algunos historiadores atribuyen a que fue una verdadera vocación, otros a desengaños de amor, sin embargo, la misma Sor Juana lo dice: “para la total negación que tenía al matrimonio, era lo más decente que podía elegir en materia de la seguridad de mi salvación”. Pese a la fama que gozaba, tenía apenas 17 años cuando la poetisa se refugió en un convento abrazando el estado religioso; en 1667 ingresó en un convento de las carmelitas descalzas de México, en el Claustro de Santa Teresa la Antigua, y permaneció en él cuatro meses, al cabo de los cuales lo abandonó por problemas de salud y por la severidad de las reglas. Después entró a un convento de la más flexible orden de San Jerónimo, las jerónimas en el Convento de Santa Paula, esta vez definitivamente, donde profesó dos años más tarde, el 24 de febrero de 1669. Allí desarrollo una prodigiosa actividad intelectual Dada su escasa vocación religiosa, parecía que Sor Juana Inés de la Cruz dejaría el convento y después al matrimonio para seguir gozando de sus aficiones intelectuales: “Vivir sola… no tener ocupación alguna obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros”, escribió. Su celda se convirtió en un punto de reunión de poetas e intelectuales, como Carlos de Sigüenza y Góngora, pariente y admirador del poeta cordobés, cuya obra introdujo en el virreinato, y también del nuevo virrey, Tomás Antonio de la Cerda, marqués de la Laguna, y de su esposa, Luisa Manrique de Lara, condesa de Paredes, con quien le unió una profunda amistad. En su celda también llevó a cabo experimentos científicos, reunió una nutrida y valiosísima biblioteca que contaba con unos cuatro mil volúmenes, compuso obras musicales y escribió una extensa obra que abarcó diferentes géneros, desde la poesía y el teatro, en los que se aprecia la influencia de Góngora y Calderón, hasta opúsculos filosóficos y estudios musicales. Perdida gran parte de esta obra, entre los escritos en prosa que se han conservado cabe señalar la carta “Respuesta a Sor Filotea de la Cruz”, seudónimo de Manuel Fernández de la Cruz, obispo de Puebla. En 1790, éste había hecho publicar la “Carta atenagórica”, en la que Sor Juana hacía una dura crítica al “Sermón del mandato” del jesuita portugués Antonio Vieira sobre las “finezas de Cristo”, acompañada de una “Carta a Sor Filotea de la Cruz”, en la que, aun reconociendo el talento de la autora, le recomendaba que se dedicara a la vida monástica, más acorde con su condición de monja y mujer, que a la reflexión teológica, ejercicio reservado a los hombres. Quizá la envidia

Página 13 de 53

Page 14: Biografias 09

por la fama que había alcanzado Sor Juana en la literatura, movió el espíritu de religión y caridad, el ánimo del obispo para turbar a la virtuosa monja en sus estudios. A pesar de la contundencia y erudición de su respuesta1, en la que daba cuenta de su vida y reivindicaba el derecho de las mujeres al aprendizaje, pues el conocimiento “no sólo le es lícito, sino muy provechoso”, la crítica del obispo la afectó profundamente, tanto, que poco después Sor Juana Inés de la Cruz vendió su biblioteca, la cual contaba con unos cuatro mil volúmenes, y todo cuanto poseía (cartas geográficas y sus instrumentos), destinó lo obtenido a la beneficencia y se consagró por completo a la vida religiosa. Murió el 7 (o 17) de abril de 1695, mientras ayudaba a sus compañeras enfermas durante la epidemia de cólera que asoló México en ese año. La poesía del barroco alcanzó con ella su momento culminante, su genio literario alcanzó sus cotas más elevadas, y al mismo tiempo introdujo elementos analíticos y reflexivos que anticipaban a los poetas de la ilustración del siglos XVIII. Sus obras completas se publicaron en España en tres volúmenes, donde su calidad poética quedo patente: “Inundación castálida de la única poetisa, musa décima, Sor Juana Inés de la Cruz” (1689, Madrid) del que formaba parte el largo poema “Primero sueño”, ejemplo de profundidad conceptual y lirismo depurado; “Segundo volumen de las obras de Sor Juana Inés de la Cruz” (1692, Sevilla) y “Fama y obras póstumas del fénix de México y decima musa” (1700, Madrid). A Sor Juana Inés de la Cruz la han colocado por encima de cualquier escuela o corriente en particular. Ya desde la infancia demostró gran sensibilidad artística y una infatigable sed de conocimientos que, con el tiempo, la llevaron a emprender una aventura intelectual y artística a través de disciplinas tales como la teología, la filosofía, la astronomía, la pintura, las humanidades y, por supuesto, la literatura, que la convertirían en una de las personalidades más complejas y singulares de las letras hispanoamericanas. Mención aparte merece “Primero sueño”, poema de casi mil versos escritos a la manera gongorina en la que Sor Juana describe, de forma simbólica, el impulso del conocimiento humano que rebasa las barreras físicas y temporales para convertirse en un ejercicio puro y libre goce intelectual. El trabajo poético de la monja se completa con varios hermosos villancicos que en su época gozaron de mucha popularidad.

DE SIGÜENZA Y GONGORA CARLOS

Científico, historiador y literato, contemporáneo de Newton y Leibniz. Hijo menor de ocho hermanos, estaba emparentado con el famoso poeta barroco del culteranismo Luís de Góngora. Su padre fue tutor de la familia real de España y al emigrar al Nuevo Mundo se integró a la burocracia virreinal por el resto de su vida. Nació el 22 de agosto de 1645 en la ciudad de México. En 1662, a los

1 Sostenía que no creía llevar un mal camino en el que había tomado dedicándose a los estudios de las letras profanas, temerosa de un desacierto con los asuntos sagrados que tenían por vigilante al Santo Oficio.

Página 14 de 53

Page 15: Biografias 09

dieciséis años, Sigüenza ingresó al colegio jesuita de Tepoztlán para iniciar sus estudios religiosos, los mismos que continuó en Puebla en el colegio del Espíritu Santo. Por su vocación de intelectual y sus conocimientos científicos, obtiene la cátedra de matemáticas y astrología en la real y pontificia universidad de México. Adquiere el gusto por la poesía, y ya a los 17 años contaba con algunos escritos, como “Primavera indiana”. En 1667 fue expulsado de la orden por indisciplina. Regresa a la ciudad de México e ingresa a la universidad real y pontificia, en aquel tiempo controlada por la iglesia católica, para estudiar teología y matemáticas. Más tarde, en 1672 es catedrático de la universidad y ese mismo año se ordena sacerdote. Se considera a Sigüenza como el precursor del periodismo mexicano por “El mercurio volante” donde escribió sus experiencias en las lejanas regiones de Nuevo México, cuando desempeñaba el cargo de cosmógrafo. También fue precursor de la novela con su obra “La relación de los infortunios de Alonso Ramírez”. En 1681 Sigüenza escribió el libro “Manifiesto filosófico contra los cometas” en que trataba de calmar el temor supersticioso que provocaba en la gente este fenómeno cósmico. El jesuita Eusebio Kino, criticó fuertemente este texto desde un punto de vista aristotélico y tomista, pero lejos de intimidarse, Sigüenza respondió publicando su obra “Libra astronómica y philosóphica” (1690), donde fundamentaba rigurosamente sus argumentos sobre los cometas según los conocimientos científicos más actualizados de su tiempo; contra el tomismo y el aristotelismo del padre Kino citaba autores como Copérnico, Galileo, Descartes, Kepler y Tycho Brahe. En “El triunfo parténico”, de 1683, reseña los certámenes literarios promovidos por la real y pontificia universidad, este documento es extremadamente valioso para el estudio de las letras mexicanas a fines del siglo XVII. Sigüenza logró rescatar del incendio la biblioteca de la ciudad, salvándola de una gran pérdida. Desafortunadamente la muerte prematura interrumpió este trabajo que no fue retomado hasta siglos después, cuando la conciencia criolla se había desarrollado lo suficiente para interesarse en la identidad de su nación. El 9 de agosto de 1700 hace su testamento, murió el 22 de agosto de ese mismo año. Al morir donó su valiosa biblioteca con más de 518 libros al colegio jesuita de San Pedro y San Pablo; y ordenó que su cuerpo fuera entregado a la medicina, para que se encontrara la cura contra el mal que provocó su muerte.

DEL CAMPO ANGEL “MICROS”

Escritor mexicano. Estudiante de medicina, abandonó sus estudios en aras de su vocación literaria y acabó siendo empleado de hacienda. Costumbrista singular, su realismo es impulsado por una intensa ternura que en muchos casos lleva al narrador a verdaderos excesos sentimentales; sin embargo, su sentimiento es siempre generoso, sin las profundidades ni lo morbosidad ocasional del naturalismo. Derramó por periódicos y revistas numerosos artículos humorísticos

Página 15 de 53

Page 16: Biografias 09

firmados con el seudónimo Tick-Tack y produjo tres volúmenes de cuentos con el seudónimo Micros, a los que tituló “Ocios y apuntes” (1890), “Cosas vistas” (1894) y “Cartones” (1897). Publicó en un diario capitalino como folletín su novela corta “La rumba”. Entre los novelistas mexicanos de su época, es posiblemente el autor más limitado en cuanto a construcción y creación se refiere, pero es también el más ponderado y generoso, y quizás el costumbrista más estimable; su finura y su sentido artístico, pese a lo descuidado del lenguaje, le permiten lograr efectos literarios de indudable belleza. Nadie le superó en la expresión del detalle con exactitud, brillantez y colorido.

DEL PASO FERNANDO

Escritor, dibujante, pintor, diplomático y académico mexicano. En la vasta obra de Fernando del Paso, resaltan tres grandes novelas, de las cuales, una sola, cualquiera de ellas, bastaría para dar nombre a un escritor: “José Trigo” mereció en 1966 el premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores, y “Palinuro de México, el premio de Novela México para la mejor obra inédita en 1977, el Internacional de Novela Rómulo Gallegos, en 1982, y el Médici a la mejor novela extranjera publicada en Francia en 1985. En 1987 “Noticias del imperio” obtuvo el premio Mazatlán de Literatura. Se trata de tres sólidos, ambiciosos y luminosos ejercicios de indagación en nuestras tres dimensiones: el lenguaje, el cuerpo y el tiempo. En el 2013 fue designado ganador del premio Internacional Alfonso Reyes.

DIAZ MIRON SALVADOR

Político y poeta mexicano. Nació en el puerto de Veracruz, estado de Veracruz, el 14 de diciembre de 1853. Estudio en dicha ciudad y en Jalapa. Hijo de una familia culta (su padre era poeta y ensayista), recibió una esmerada educación humanística, su padre el periodista y político que fuera gobernador de su estado, Manuel Díaz Mirón, siguió los pasos de su progenitor, pero con fuerte inclinación hacia las letras. Desde muy joven mostró marcada inclinación hacia el periodismo, que lo llevó a colaborar en publicaciones de Veracruz y la ciudad de México. A los 14 años se inició en el oficio de periodista. Ya para 1874 era reconocido como poeta. De hecho su obra se divide en tres etapas: la primera de 1874

a 1892; la segunda de 1892 a 1901; y la tercera de 1902 a 1928. La primera etapa se enmarca en la corriente del romanticismo, y a ella corresponden obras como “Oda a Víctor Hugo”, “Gloria”, “Voces interiores”, “Ojos verdes” y “Redemptio”, entre otras. En 1874 fueron incluidas algunas de sus piezas literarias en la antología titulada “El parnaso mexicano”. En 1876 fue deportado a Nueva York, Estados Unidos, por razones políticas.

Página 16 de 53

Page 17: Biografias 09

En 1878 (o 1879) inició su carrera política al convertirse en diputado por el Distrito de Jalancingo, en la legislatura de su estado natal. Entre 1884 y 1885 fue diputado del Congreso de la Unión, y actúa valiente y brillantemente con la minoría independiente. En vísperas de las elecciones generales de 1892 fue a prisión por homicidio, mato en legítima defensa a Federico Wolter. Cuatro años después de reclusión resultó absuelto al considerarse que actuó en defensa propia. Se radica en Jalapa. En 1904 vuelve como diputado al Congreso de la Unión. En 1910 es desaforado y puesto en prisión por haber atentado contra la vida del diputado Juan C. Chapital. Al triunfar la revolución contra Porfirio Días es puesto en libertad. En 1912-1913 es director del Colegio Preparatorio de Jalapa. En la segunda etapa de su producción, publicó en Estados Unidos (1895) y en París, Francia, (1900) su libro “Poesías”. Un año después en Jalapa (o Xalapa), publica “Lascas”, obra considerada su principal libro, que contenía un total de 40 poesías inéditas. A ese periodo corresponden piezas literarias como: “El fantasma”, “Paquito”, “Nox”, “A Tirsa”, “A una Araucaria”, “Claudia e Idilio”, entre otras. Durante el gobierno de Victoriano Huerta dirigió el periódico “El imparcial”, en la ciudad de México. Con la caída del dictador es exiliado a Europa, tuvo que permanecer fuera del país entre 1914 y 1920. Vivió en España, una corta estadía en Santander, y después en La Habana, Cuba, en donde enseña francés, historia universal y literatura, hasta que Venustiano Carranza autorizó su regreso a México y la restitución de sus bienes. En 1921 rechaza una pensión que le ofreció el gobierno del presidente Obregón; y en 1927 declina el homenaje nacional que organizaba un grupo de escritores. El mismo años es nombrado director del Colegio Preparatorio de Veracruz. El 12 de junio de 1928 muere en el puerto de Veracruz. El 14 del mismo mes se trae su cadáver a la ciudad de México, para darle sepultura en la Rotonda de los Hombres Ilustres, por acuerdo del presidente de la república. De la última etapa del trabajo poético de Salvador Díaz Mirón, algunas de las poesías que se conocen son: “Los peregrinos”, “Al buen cura”, “A un profeta”, “La mujer de nieve”, “A un pescador” y “El ingenioso Hidalgo”. La producción poética de Díaz Mirón que se conserva es bastante reducida, 24 piezas, pues una parte se perdió y otra fue destruida por el propio autor, aunque él mismo pensaba reunirla en varios libros que nunca publicó. Su obra se divide en tres etapas: la primera muestra la influencia del romanticismo europeo; la segunda, recogida en su libro “Lascas”, es más intimista e introspectiva, mientras que la tercera depura su estilo hasta llevarlo a una extrema concisión. Sus “Poesías completas” fueron publicadas en 1941 por Antonio Castro Leal. Entre sus composiciones más dignas de mención figuran “Epístola”, “Sursum”, “A Gloria”, “A Byron”, “Oda a Víctor Hugo”, “Voces interiores”, “Espinelas”, “Lance” “Oración del preso”, “El fantasma”, “Beatas Irle”, “Ejemplo”, “Pepilla”, “Vigilia y sueño” y “Nox”.

ESTRADA MEDINILLA MARÍA

Natural de México, que publicó la “Relación en Ovillejos Castellanos de la entrada del virrey don Diego López Pacheco, Marqués de Villena, en México” en 1640.

Página 17 de 53

Page 18: Biografias 09

Que con la “Descripción en octavas reales de las fiestas con que obsequió México al mismo virrey”; legó toda una pieza literaria.

FERNANDEZ DE LIZARDI JOSE JOAQUIN

Nació en la ciudad de México el 10 de diciembre de 1776, siendo hijo de padres criollos. Autodidacta, dedicado al periodismo, la poesía, el drama. Paso su infancia en Tepotzotlán, donde su padre ejercía la medicina, allí realizó sus primeros estudios. Curso estudios de filosofía en la ciudad de México en el colegio de San Idelfonso, pero no los terminó

a causa de la muerte de su padre. En 1805 se casó con Dolores Orendáin. Escribió gran cantidad de obras. Fue poeta, novelista, traductor, periodista y autor de fábulas, calendarios con efemérides, folletos, misceláneas, obras teatrales y pastorelas. Se le reconoce como el primer escritor de una novela en Hispanoamérica: “El periquillo sarniento”. Inicia su carrera en el “Diario de México”. Su lema era “instruir para deleitar” que eran los propósitos de la literatura según las normas neoclásicas. Pensador liberal, vivió en una época de muchos acontecimientos históricos. El 15 de septiembre de 1810 se inician las guerras mexicanas de independencia con la sublevación de Miguel Hidalgo. En ese mismo año se hallaba en Taxco desempeñando el cargo de teniente de justicia; al entrar José María Morelos en la plaza, Fernández de Lizardi le entregó armas, municiones y pólvora disponibles, por lo que fue llevado preso a la ciudad de México. En 1811, el “Diario de México” publica sus “Letrillas satíricas”, por uno de estos artículos es encarcelado de nuevo, por orden del virrey Venegas. Las cortes de Cádiz en 1810 otorgan una nueva constitución a México que le permite la libertad de prensa desde el 30 de septiembre de 1812. La crítica al gobierno colonial intensifica y se suspende tal libertad otorgada sólo dos meses antes. Periodo de absolutismo con la vuelta de Fernando VII en 1814 al trono y la disolución de las cortes de Cádiz. El virrey Calleja en México instituye la inquisición de nuevo que proponía la censura. Fernández de Lizardi tiene los propósitos de reformar con sus escritos (poesía y prosa) las condiciones sociales y el sistema político del país. En 1812 aparece el periódico “El pensador mexicano”. Es por su contribución a este periódico que se le conoce a Lizardi como “El pensador mexicano”. Tiempo después entre 1812 y 1813 sacó a la luz pública dos nuevos periódicos y queda encarcelado por sus ataques en contra del gobierno colonial. Perseguido y censurado como periodista, buscó una forma de expresión nueva que, con apariencia de frivolidad y entretenimiento, le sirviera para propagar sus ideas. En 1815 escribe el prospecto de la obra y aventuras de “Periquillo sarniento” que en 1816 se convierte en la primera novela hispanoamericana, publicada por entregas. Esta obra es de índole picaresca, aunque neoclásica, donde presenta un cuadro completo de la vida colonial, utilizando un lenguaje popular y con la intención moralizante que siempre

Página 18 de 53

Page 19: Biografias 09

tuvieron todos sus escritos. Se narra en primera persona como una autobiografía. El pícaro periquillo ridiculiza los vicios de la sociedad y censura varias instituciones sociales. Siguiendo el patrón clásico, relata su vida para la edificación de sus hijos. Es un excelente observador y agudo crítico de la sociedad que trata de reformar con ideas de la ilustración y en particular bajo la influencia de la obra de Jean Jacques Rousseau. Cree en la perfectibilidad del hombre. Su novela del periquillo tiene un tono excesivamente moralizador. Se considera la obra que capta mejor el momento histórico de la independencia mexicana. Como su modelo “El lazarillo de Tormes” experimenta varios tipos de aprendizaje, en un rancho, en un monasterio, en una barbería, en una farmacia, en una plaza de toros, lo que le permite mal aprender una serie de oficios que le obligan a recorrer varios territorios y varias clases sociales de Nueva España, a punto de independizarse. Es un libro a la vez político y didáctico, cuyas grandes parrafadas moralizantes hacen farragosa la lectura; es también una crítica a la anacrónica forma de educación de los hidalgos que aún sobrevivía en los albores de la independencia. Fernández de Lizardi Escribió tres novelas más. Dirigió una prensa insurgente en Tepotzotlán. En 1818 escribe “Noches tristes y días alegres” y el primer volumen de la “Quijotita y su prima”. Escribe también “Don catrín de la fachada” obra picaresca que narra la vida del “catrín”, tipo elegante, que contrario a la típica obra picaresca sufre infortunios pero nunca se arrepiente de los males que ha hecho en su vida. Es una novela corta de tono irónico en la cual se censuran los vicios de la sociedad y de los personajes típicos de su época. En 1821 le vuelven a encarcelar a causa del diálogo “Chamorro y Domínguez”, y en 1823, sus ataques a la iglesia le llevan a la excomunión. Murió en la pobreza, en México el 21 de junio del año 1827. El epitafio que él mismo compuso y que debía ser escrito en su lápida dice: “Aquí yace El Pensador Mexicano quien hizo lo que pudo por su patria”. La crítica latinoamericana ha declarado que Lizardi es el autor de la primera novela mexicana moderna.

FUENTES CARLOS

Carlos Fuentes Macías, novelista mexicano nacido en 1928. Debido a los diferentes cargos que su padre ocupó en el Servicio Exterior Mexicano, Fuentes pasó gran parte de su infancia en Estados Unidos, Chile y otros países. Es considerado como uno de los principales exponentes de la narrativa mexicana contemporánea, en sus obras refleja críticamente la realidad de México. Estudió derecho en la UNAM y llevó cursos adicionales en el Instituto de Estudios Internacionales de Ginebra, Suiza. Ha impartido clases, conferencias, seminarios y ha sido colaborador en importantes publicaciones e instituciones del extranjero. En

1955 fundó y codirigió con Emmanuel Carballo la “Revista mexicana de literatura”. Fue

Página 19 de 53

Page 20: Biografias 09

redactor de la revista “El espectador”. Fue embajador de México en Francia, cargo al que renunció cuando Gustavo Díaz Ordaz fue designado embajador de México en España, debido a que Fuentes lo hacía responsable de la matanza de Tlatelolco en 1968. Ha escrito guiones para cine y algunas de sus obras han sido llevadas al cine. Su más reciente guión de la serie de televisión “El espejo enterrado” (abarca desde la llegada de Colón a América hasta el siglo XX), ha tenido bastante éxito. Desde que se dio a conocer a los 26 años de edad con el libro de cuentos “Los días enmascarados”, Fuentes no ha dejado de

publicar su rica y variada producción literaria. Autor de “Agua quemada”, “Aura”, “La región más transparente”, “La muerte de Artemio Cruz”, “Cambio de piel”, “Terra nostra”, “Gringo viejo”, “La campaña”, “Retratos en el tiempo”, “Cristóbal nonato”, “Los años con Laura Díaz” y muchas publicaciones más, todas ellas traducidas a decenas de idiomas. Ha sido merecedor de innumerables reconocimientos como el Premio Nacional de Lingüística y Literatura, el Premio Cervantes, la Legión de Honor, que concede el gobierno de Francia, la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío, que le otorgó el gobierno sandinista de

Nicaragua y el Premio Príncipe de Asturias.

GARCIA ICAZBALCETA JOAQUIN

Nació el 21 de agosto de 1825, en la ciudad de México. Su familia, de origen española, tuvo que trasladarse a España en 1829, huyendo de las turbulencias políticas que asolaron a México en los primeros años de su vida independiente por lo que pasó en la madre patria sus primeros años. Volvió a México en 1836, para estudiar en su propia casa algunos idiomas y ciencias. Entre sus obras originales deben mencionarse: “Apuntes para un catálogo de escritores en lenguas indígenas de América” (1866); “Don fray Juan de Zumárraga, primer obispo y arzobispo de México” (1881). En 1886 publicó su “Bibliografía mexicana del siglo XVI”, obra que, según Menéndez Pelayo, es su línea de las más perfectas y excelentes que posee nación alguna. Además de esas obras, dejó 104 biografías que, incluida la de Zumárraga ya mencionada, forman cuatro volúmenes de la “Colección agüeros”; numerosas monografías, opúsculos y discursos que integran otros

seis volúmenes de la misma colección, sobre las más variadas cuestiones de la historia mexicana. García Icazbalceta es, según González Peña, de la misma estirpe intelectual de Orozco y Berra; pocos habrán servido a la historia mexicana con la sabiduría, el celo y la noble generosidad con que él lo hizo. “Gran maestro de toda erudición mexicana”, lo llamó Menéndez Pelayo, y no sin razón pasa por ser también la primera autoridad en asuntos de América. Su trabajo póstumo

Página 20 de 53

Page 21: Biografias 09

fue un “Vocabulario de mexicanismos”, que dejó inconcluso al morir, el 26 de noviembre de 1894, en la ciudad de México, publicado en 1905.

GARRO ELENA

Nació en Puebla, Puebla, el 11 de diciembre de 1920. Estudió filosofía y letras y coreografía en la UNAM. Dueña de un estilo propio y primera esposa de uno de los gigantes de la literatura mexicana. Octavio Paz. Garro disfrutó del glamour intelectual de mediados del siglo XX en México. Fue periodista y guionista de cine. Vivió en París,

lugar donde absorbió múltiples influencias que marcaron su obra. Se dio a conocer como dramaturga con las obras: “Andarse por las ramas”, “Los pilares de doña Blanca” y “Un lugar sólido” (1957). Otras de sus obras son: “Los recuerdos del porvenir”, “La semana de colores”, “Andamos huyendo, Lola”, “Testimonios sobre Mariana”, “La casa junto al río”, etcétera. Obtuvo los premios Xavier Villaurrutia y Juan Grijalbo. Murió el 22 de agosto de 1998 en la

ciudad de Cuernavaca, Morelos, donde vivió desde su regreso a México, víctima de insuficiencia cardio-respiratoria.

GODOY EMMA

La comunicadora humanista Emma Godoy Lobato nació el 25 de marzo de 1918 en la ciudad de Guanajuato, capital del estado del mismo nombre. Pertenecía a una familia de 15 hijos donde ella era la más pequeña. Sus padres fueron la señora Abigail Lobato y el licenciado Enrique Godoy. Estudió en el Instituto de Cultura Femenina, en la Escuela Normal Superior de la ciudad de México, donde obtuvo el título de maestra en lengua y literatura españolas, siendo su tesis de titulación: “Iniciación a los estudios literarios y la psicología de los adolescentes”, y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la cual obtuvo el grado de doctora en filosofía y letras, además de estudiar las licenciaturas en psicología y pedagogía; en esta facultad impartió clases de literatura. Viajó por diferentes países, para 1955 en París, Francia, hizo cursos adicionales de filosofía en La Soborna y estudio historia del arte en L’Ecole du Louvre. Se dedicó a la docencia a partir de 1947, dando cátedra en la Escuela Nacional de Maestros, en la Escuela Normal Superior, en el Claustro de Sor Juana, además de dar cátedra y conferencias en otras instituciones. Fue miembro corresponsal de la Academia Internacional de Filosofía de Arte, con sede en Suiza; asesora de la Sociedad Mexicana de Filosofía fundada por José Vasconcelos, asesora y profesora en la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Guadalajara, presidente honorario del Ateneo Filosófico de la Universidad Panamericana.

Página 21 de 53

Page 22: Biografias 09

Una de sus pasiones era la poesía y a través de ella conoció junto con Margarita Michelena a Gabriela Mistral (Premio Nobel de literatura 1945), cuyo nombre verdadero curiosamente era Lucila Godoy. Por mucho tiempo participó en el programa radiofónico “Charlas diarias”, transmitido por la XEW, “Nuestro hogar” y el programa “El mundo de la mujer”, conducido por Janet Arceo. Colaboró en varias publicaciones como las revistas culturales “Ábside”, “El libro del pueblo” y “Cuadernos de bellas artes”, y en el suplemento “México en la cultura”. Entre sus principales obras se cuentan: “Que mis palabras te acompañen”, “El misterio está en la rosa” (1987), “Vive tu vida y sé un genio” (1987). Escribió las biografías “Gandhi” y “Gabriela Mistral”, también hizo cuentos, novelas, poesía, crítica de arte y ensayos filosóficos; con la novela “Erase un hombre pentafásico” (1961) ganó el premio William Faulkner, otorgado por la universidad de Virginia, Estados Unidos. También incursiono en el teatro, de su autoría es: “Caín y el hombre”. Resalta en su obra la religiosidad, el erotismo, la soledad y la angustia. Se jubila como profesora en 1973 pero esto no le significaba un freno; ella seguía escribiendo, dando pláticas y continuó trabajando a favor de los ancianos. En 1973 (otras fuentes dicen que fue en 1977) fundó y presidió DIVE (Dignificación de la Vejez, A. C.), bajo el lema “La ancianidad debe ser maestra, consejera y guía”. Realizó una labor a favor de la senectud, inculcando una conciencia al respecto a la sociedad a través de la radio en la XEW. Trabajó incansablemente a favor de los ancianos, su proyecto para dignificar a la vejez se vio consolidado el 22 de agosto de 1979 cuando el gobierno mexicano adoptó una política social y creó el Instituto Nacional de la Senectud (INSEN), el cual cambió su nombre más tarde a Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM). Esta admirable mujer, defensora de los derechos los ancianos, falleció en la ciudad de México el 30 de julio de 1989. Por su gran trayectoria profesional y aporte social a iniciativa del INAPAM, el Consejo Consultivo de la Rotonda de las Personas Ilustres analizó su ingreso a este recinto. El 17 de marzo del 2005, reunidos en el salón Juárez de la Secretaría de Gobernación, Santiago Creel, secretario de gobernación; Marcela González Salas, representante de la mesa directiva de la cámara de diputados; el doctor Juan Ramón de Fuente, rector de la UNAM, y Lorenzo Gómez Morfín, representante de la Secretaría de Educación Pública, se propuso el ingreso de Emma Godoy, junto con María Lavalle Urbina y Dolores del Río, a la Rotonda de las Personas Ilustres, aceptándose el 28 de junio del 2005. La última semana de noviembre del 2006 sus restos fueron trasladados de la Catedral Metropolitana de la ciudad de México a la Rotonda de las Personas Ilustres. Así, Emma Godoy se suma a las mujeres que reposan en tal recinto; junto a ella están la soprano Ángela Peralta, la actriz Virginia Fábregas y la escritora Rosario Castellanos. Emma ingresó a este lugar en compañía de otras dos destacas mujeres: María Lavalle Urbina, primera senadora de la república, y Dolores Asúnsolo López Negrete, mejor conocida como Dolores del Río.

GONZALEZ BOCANEGRA FRANCISCO

Página 22 de 53

Page 23: Biografias 09

Poeta y literato, nació el 8 de enero de 1824, en San Luis Potosí, San Luís Potosí. Hijo de José María González Yáñez, de nacionalidad española, militar al servicio del ejército realista, y de Francisca Bocanegra y Villalpando, nativa de Pinos, Aguascalientes (o Zacatecas); hermana de José María Bocanegra, ministro de Relaciones Exteriores en el gabinete de Vicente Guerrero; González Bocanegra encontró en México el medio que le hacía falta; le sedujo desde un

principio el trato con las bellas artes y sus cultivadores. Su padre tuvo que abandonar el país por la ley que decretó la expulsión de los españoles en 1827, por lo que regresa a España con toda su familia. El 28 de diciembre de 1836, la familia regresó a México, a la ciudad de San Luis Potosí, donde el joven Francisco se dedicó al comercio, mediante el cual adquirió una desahogada posición que le permitió consagrarse al cultivo de las letras. En 1846 se traslada a la ciudad de México, donde compezó a escribir versos inspirados, que pocas veces publicó. Ocupó también altos cargos en la administración, como el de administrador general de caminos, censor de teatro y director del Diario Oficial durante el gobierno de Miguel Miramón, de 1859 a 1860. Es miembro de la academia de las letras y fundador de la academia Liceo Hidalgo. Es principalmente conocido por los versos del Himno Nacional Mexicano, para los que el gobierno del general Antonio López de Santa Anna había abierto un concurso para la composición del himno nacional, en él participaron veinticinco poetas, y del que resultó vencedor, y algún destacado maestro arreglaría la música. El 12 de noviembre de 1853, bajo la presidencia de Antonio López de Santa Anna, el ministerio de fomento público una convocatoria para la creación de un himno nacional, que firmada por el oficial mayor, Miguel Lerdo de Tejada, ofrecía un premio “a la mejor composición poética que pueda servir de letra a un canto verdaderamente patriótico”. La convocatoria ofrecía al triunfador un premio, que no se determinó cual sería, además del honor nacional. Pasaron días desde esa convocatoria, y González Bocanegra no se animaba a escribir una composición para el concurso, no intentaba tomar la pluma arguyendo que no era su estilo, que una cosa era escribir versos para la mujer amada y otra muy distinta tener la inspiración para escribir un himno a la patria, hasta que su novia Guadalupe (su prima) se propuso hacerlo concursar. Como Francisco se negaba a presentarse al certamen, a pesar de la insistencia de su novia Guadalupe (llamada también Pilli) y de sus amigos, ella con un pretextó lo guió hasta una pieza aislada de su casa en la calle de Santa Clara (hoy Tacuba) número 6 lo encerró con llave, y se negó a abrirle mientras no le pasará por debajo de la puerta la composición que iría al concurso. Mucho trabajo le costó a González Bocanegra empezar a escribir su canto a la patria. Tuvo que repasar mentalmente todas las vicisitudes que México había vivido, los logros, los fracasos, los ideales… y, despertada la inspiración, fluyeron los versos casi sin corrección, casi sin dudas. Eran las dos de la tarde, a las seis, el novio llamó a voces, diciendo que había cumplido; después de cuatro horas de trabajo, esos

Página 23 de 53

Page 24: Biografias 09

versos improvisados en cuanto a su forma, pero detenidamente pensados y sentidos en cuanto a su contenido, pasaron por debajo de la puerta cerrada de las manos del poeta a las de su musa y de las de ella a la historia. Todos aplaudieron tan bellas estrofas y Guadalupe se comprometió en matrimonio con Francisco. El fallo del jurado, compuesto por hombres tan eminentes como José Bernardo Couto, Manuel Carpio y José Joaquín Pesado, fue ratificado de inmediato por la nación entera. En agosto de 1854 el jurado musical dio su fallo: la música premiada se debía a la inspiración de Jaime Nunó, inspector de las bandas militares, español de nacimiento, y el estreno oficial del himno se llevó a cabo el 16 de septiembre de ese mismo año; en el teatro Santa Anna, bajo la batuta de Jaime Nunó cantado por la soprano Balbina Steffenone y el tenor Lorenzo Salvi. A este estreno asistieron Francisco González Bocanegra y Guadalupe González del Pino, ya como esposos, puesto que habían contraído matrimonio el 8 de junio de ese año de 1854, teniendo con ella cuatro hijas (otros biógrafos dicen que fueron sólo tres). González Bocanegra también fue autor de un famoso poema, llamado “A Elisa”, y de otras poesías publicadas en “La ilustración mexicana”; discurso sobre la poesía nacional, así como de un drama en verso: Vasco Núñez de Balboa. Siguió de dicado a sus empleos públicos, hasta que perseguido por los enemigos de la administración que servía, en 1861 tuvo que refugiarse en la casa de un amigo. En el agitado ambiente político de ese tiempo, Bocanegra junto con el himno que había creado conoció los sinsabores de la oscuridad y de la persecución. Como se temía también por la vida de Francisco, su tío, José María Bocanegra, aunque también en peligro por su filiación conservadora, lo escondió en el sótano de su casa, en lo que hoy es la esquina de Isabel la Católica y Tacuba; a sólo media calle de la casa en la que escribió los versos del himno nacional. Disfrazado de indio de calzón blanco, muchas noches salía para ver a Pilli y a sus hijas. En ese húmedo sótano lo alcanzó la epidemia de tifo que azotó la capital a principios de 1861, y allí escondido y perseguido, entregó el alma a Dios el 11 de abril de 1861, a los 37 años de edad, en brazos de su esposa y de su compadre, el abogado, poeta y sacerdote Andrés Davis Bradburn. Los periódicos de la capital, en breves líneas, hablaron de la muerte del “joven poeta que tanto prometía”. Ninguno mencionaba el himno nacional, porque estaba prohibido. A su muerte dejó poesías, composiciones heroicas. Pasadas las fobias partidistas, el himno se enseñoreó nuevamente de la vida nacional; y los restos del poeta, humildemente inhumados en 1861 en el cementerio de San Fernando, fueron trasladados por iniciativa oficial al panteón de Dolores en 1901; en septiembre de 1932 por acuerdo presidencial, sus restos fueron depositados por primera vez en la Rotonda de los Hombres Ilustres, y por fin, en 1942, se exhumaron para ser colocados en una urna, con el fin de recibir un homenaje póstumo en la Plaza de la Constitución. Finalmente el 11 de octubre de 1942 sus restos fueron inhumados y colocados en su sitio definitivo (la Rotonda de los Hombres Ilustres), al lado de los del músico Jaime Nunó, quien comparte con él la gloria del la creación del Himno Nacional Mexicano. En su himno nacional destaca la fuerza de las palabras (consideradas por algunos exageradamente beligerantes) y la música, a tiempo de marcha, interpretada por banda de guerra, sin dotación de cuerdas. En su

Página 24 de 53

Page 25: Biografias 09

versión original contaba con 84 versos decasílabos (un coro introductorio de cuatro versos y diez estrofas de ocho versos). La versión actual del himno se reduce a sólo cuatro estrofas, antecedidas por el coro, que se repite; las estrofas originarias II, III, IV, VII, VIII y IX fueron suprimidas Dejó, además, otras composiciones que se distinguen por su facilidad e inspiración, y el drama titulado “Vasco Núñez de Balboa”, que fue estrenado el 14 de septiembre de 1856, en el teatro Iturbide, y cuya primera edición

impresa no se publicó hasta 1954. Este drama histórico-caballeresco, muy en la línea del romanticismo imperante, mereció por su excelente versificación el elogio del dramaturgo español José Zorrilla, quien señaló sin embargo la lentitud de su desarrollo como principal defecto.

GUTIERREZ NAJERA MANUEL

Nació el 22 de diciembre de 1859, y vivió en la ciudad de México, de la cual fue vivo y observador cronista. También es conocido por uno de sus seudónimos: Duque Job. Precursor del modernismo en México. Perteneció a una familia de clase

media. Escritor y periodista toda su vida. Inició su carrera a los trece años. Escribió poesía, impresiones de teatro, crítica literaria y social, notas de viajes y relatos breves para niños que después se compilaron en dos libros: uno “Cuentos frágiles” y otro “Cuentos color de humo”. En 1894 fue uno de los fundadores de la “Revista azul”, órgano de difusión del modernismo en México. Gran parte de su obra apareció en diversos periódicos mexicanos bajo multitud de seudónimos: El cura de Jalatlaco, El duque Job, Puck, Junius, Recamier, Mr. Can-can, Nemo, Omega (se escudaba en esa diversidad para publicar distintas versiones de un mismo trabajo, cambiando la firma y jugando a adaptar el estilo del texto a cada seudónimo). Escribió poesía romántica y amorosa. Gustó de lo afrancesado y de lo clásico, como era habitual en los intelectuales mexicanos y la alta sociedad de su tiempo. Nunca salió de México, y en pocas ocasiones de su ciudad natal, pero sus influencias son europeas: Musset, Gautier, Baudelaire, Flaubert, Leopardi. Siempre anheló unir el espíritu francés y las formas españolas. Su madre, ferviente católica empeñada en que su hijo fuera sacerdote, le impuso la lectura de los místicos españoles del siglo de oro y la formación del seminario, influencia que se vio compensada por la fuerte corriente positivista de la sociedad de la época, que pugnaba en sentido contrario. Gutiérrez Nájera abandonó el seminario a los pocos años, y cambió a San Juan de la Cruz; Santa Teresa y fray Luis de León, que no obstante siempre influirían en su obra, por autores franceses del siglo y pos la práctica cotidiana de la literatura en periódicos locales, como “El federalista”, “La libertad”, “El cronista mexicano” o “El universal”. En 1894 Manuel Gutiérrez Nájera fundó, con Carlos Díaz Dufoo, “La revista azul”, publicación que lideró el modernismo mexicano durante dos años. A Manuel Gutiérrez Nájera se le define como “especie de sonrisa del alma” por la gracia sutil de su

Página 25 de 53

Page 26: Biografias 09

estilo, elegante, delicado y con ternura de sentimientos. En el fondo fue siempre poeta romántico. Entre sus obras poéticas más importantes se encuentran: “La duquesa Job”, “Hamlet a Ofelia”, “Odas breves”, “La serenata de Schubert” y el afamado poema “Non Omnis Moriar” (No moriré del todo). Cultivó prosa en cuentos, a los que aportó una nueva forma, y en crónicas: el libro de relatos “Cuentos frágiles”, fue el único que publicó en vida como tal libro, pero ordenó con distintos criterios sus entregas a periódicos y revistas: “Cuentos del domingo”, “Cuentos vistos”, “Cuentos color de humo”, “Crónicas color de oro”, “Crónicas color de lluvia” (lo que ha orientado los criterios de sus editores). Murió el 3 de febrero de 1895.

HUERTA EFRAIN

Nació en Guanajuato el 18 de junio de 1914. Poeta mexicano, sin duda uno de los autores de mayor popularidad en su país en la segunda mitad del siglo XX. Llegó a la ciudad de México a los dieciséis años e ingreso a la escuela nacional preparatoria para, posteriormente, seguir la carrera de leyes en la universidad nacional. Junto con Octavio Paz perteneció a la generación que se forjó en torno a la revista “Taller”. Poeta de fina sensibilidad y acendrada conciencia social, sus libros, al igual que sus colaboraciones en prosa en los periódicos y revistas de su época, dan cuenta de esa pasión por el optimismo amoroso y la redención del hombre.

Fue simpatizante y luego militante de izquierda, lo que combinó con su ejercicio periodístico como crítico de cine. En 1976 se le confirió el premio nacional de letras. Su poesía conjuga el amor, la soledad y la protesta política, así como la sutileza verbal, el humor y la enérgica expresión coloquial. Entre sus libros fundamentales están “Absoluto amor” (1935), “Los hombres del alba” (1944), “La rosa primitiva” (1950), “El Tajín” (1963), “Poemas prohibidos y de amor” (1973), “Circuito interior” (1977) y “Estampida de poemínimos” (1980). Entre sus textos emblemáticos varios de ellos versan sobre la caótica vida urbana (“Declaración de odio”, “Declaración de amor”, “Avenida Juárez” “Juárez-Loreto”) y acerca de la injusticia social y la violencia de los mecanismos del poder (“Perros del alba”, “Elegía de la policía montada”). Murió en la ciudad de México en el año de 1982.

LEÑERO VICENTE

Novelista, guionista, periodista y dramaturgo mexicano nacido el 9 de junio de 1933 en Guadalajara, Jalisco. Ha escrito numerosos libros, historias y obras de teatro. Ganó el premio Xavier Villaurritia en el 2001, y al año siguiente recibió el premio nacional de ciencias y artes de México en literatura y lingüística. Se graduó en la

Página 26 de 53

Page 27: Biografias 09

Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1959 con el grado de ingeniero civil, pero Leñero pronto se refugió en la escritura para ganarse la vida. Publicó su primera novela “La polvareda” en editorial Jus. “La voz adolorida” (1961), muestra el realismo psicológico de sus primeros escritos. Se trata de un monólogo de un enfermo mental acerca de su vida, justo antes de ingresar al manicomio. Ha incursionado en diversos géneros literarios (narrativa, ensayo, teatro, cine, y televisión) y ha trabajado en el periodismo semanario, en la “Revista de revistas” y en “Proceso”, donde fue subdirector hasta 1996. Entre sus

novelas sobresalen: “Los albañiles”, premio biblioteca breve Seix Barral 1963, un reconocimiento literario importante, celebrado por su estructura compleja y su simbolismo, el trabajo narra la historia de un velador en una construcción; “Los periodistas” (1978); “El evangelio de Lucas Gavilán” (1979), y “Asesinato” (1985). Entre sus obras de teatro, representadas y publicadas, figuran: “Pueblo rechazado” (1968), “El juicio”, “La mudanza” (1979), “La visita del ángel” (1981) y “La noche de Hernán Cortés” (1992); en guiones teatrales adapto “Los albañiles”, en 1970, “La carpa”, en 1971, y “Los hijos de Sánchez”, de Oscar Lewis, en 1972. En los años 80 publicó con éxito varios libros documentales, como “La gota de agua” y “Asesinato: el doble crimen de los Flores Muñoz”. Entre sus guiones de cine, destacan: “Cadena perpetua” (1978), “El callejón de los milagros” (1994), y “El crimen del padre Amaro” (2002), una de las películas mexicanas más exitosas. Actualmente imparte talleres de dramaturgia y de

guionismo.

LOPEZ MENDEZ RICARDO

Nació en Izamal, Yucatán, el 7 de febrero de 1903. Hijo de Juan López Pacheco y Francisca Méndez Palma. Residió hasta los 23 años en Mérida, Yucatán, y después en la ciudad de México. Desde muy joven destacó por su talento literario, habiendo pertenecido en la década de los 20 al grupo “Esfinge”. Su carrera como autor inició en Mérida, Yucatán. Su primer poema hecho canción fue “Languidece una

estrellita”, musicalizada por Ricardo Palmerín. De ahí en adelante su inspirada poesía habría de recorrer el mundo envuelta en música de los mejores compositores de la época y cantada por afamados intérpretes. Canciones como “Nunca”, “Golondrina viajera”, “Quisiera” y “Aléjate”, con música del trovador yucateco, Guty Cárdenas; “Yo quiero ser” y “Fondo azul” en coautoría con Augusto Cárdenas; “Amor”, “Desesperadamente”, “Mar y noche”, con las melodías de Gabriel Ruiz; “Déjame”, “Tu partida” y “Tu boca y yo”, con la inspiración musical de Gonzalo Curiel, son sólo algunas de sus obras más

Página 27 de 53

Page 28: Biografias 09

representativas. De su vasta obra literaria, destaca sin duda su poema “Credo” (México, creo en ti), editado en 1940, por el que otro renombrado poeta yucateco, Antonio Mediz Bolio, otorgó la dignidad de “El valle” a López Méndez, aduciendo que nadie había captado con más intensidad y cercanía el maravilloso misterio de la patria mexicana. Se desempeñó como periodista, locutor, radiodifusor y publicista. Colaboró con famosos locutores como Pedro de Lille, Alonso Noriega y Manuel Bernal. También fundó y dirigió varias estaciones de radio en territorio mexicano, desde Tamaulipas hasta Yucatán y Quintana Roo. Como periodista trabajó en varios diarios de Yucatán y de la ciudad de México, por más de 40 años. Entre los reconocimientos más importantes que recibió destacan el que le otorgó la sociedad de autores y compositores de México, como insigne poeta al cumplir 50 años en esta profesión; dos medallas Agustín Lara; medallas de la Cámara de Comercio; medalla Eligio Ancona; medalla Guty Cárdenas; medalla de la asociación de locutores, y premios de la Broadcast Music Inc., por “Amor, amor” y por “Mar”. Es frecuente encontrar su busto de bronce, como homenaje público, en parques y jardines de la ciudad de México, Yucatán y otros estados del país. En ciudad Mante, Tamaulipas, una calle lleva su nombre, al igual que un parque en Cuajimalpa, D.F. Hijo predilecto en varias entidades federativas de México, y desde principios del 2009 una calle lleva su nombre en el norte de la ciudad de Mérida, Yucatán, aledaña al centro cultural obrero, que también ha sido nombrado en su honor. En Nicaragua recibió la orden del centenario y el monje de oro; la secretaría de educación pública le otorgó un reconocimiento por mejoramiento cultural del pueblo, y por exaltar los valores de la nacionalidad mexicana. La escuela técnica de publicidad le dio un diploma, en el que se le reconoce como fundador. Una anécdota emotiva que López Méndez solía narrar, refiere que al terminar la segunda guerra mundial, en la ciudad de Los Ángeles, fue invitado a un hospital donde estaban jóvenes militares a los que se les había otorgado “el corazón purpura”, casi todos ellos de origen mexicano, principalmente Coahuila, Nuevo León y Zacatecas. Al sentarse a comer, uno de ellos le dijo: “señor, esa canción con letra suya, ‘Amor, amor’, nos gusta mucho, pero hay una que nos llega al alma, ‘Nunca’, la cantamos nosotros y nuestros padres”. Ricardo decía que tratando de evitar que le salieran las lagrimas, pensó: “hermano Guty (Cárdenas), sin saberlo hicimos una canción para los héroes de guerra”. Ricardo “El Vate” López Méndez, falleció el 28 de diciembre de 1989 en Cuernavaca, Morelos.

LOPEZ VELARDE RAMON

Pocos paralelos a Ramón López Velarde pueden encontrarse en la historia de nuestra literatura, no sólo por su genio y la calidad de su lenguaje. Poeta mexicano que compuso con motivo del primer centenario de la independencia, el poema “Suave patria”, que suele considerarse el poema nacional de México. Ramón López Velarde es considerado, el más específicamente mexicano, el más “nacional” por decirlo de algún modo, de los líricos del país. Es el poeta de la época modernista con arraigo mexicano,

Página 28 de 53

Page 29: Biografias 09

pero un arraigo que no llega a fructificar en su espíritu renovador y mantiene, en el lenguaje y el estilo, una serenidad casi clásica, un carácter religioso que lo vincula con la tradición. Aunque el matrimonio conformado por el abogado José Guadalupe López Velarde, originario de Jalisco, y Trinidad Berumen Llamas, mujer proveniente de una familia de terratenientes locales, bautizó a su primogénito como Ramón Modesto López Velarde Berumen, el poeta y abogado mexicano se hizo conocido en el mundo literario sólo como Ramón López Velarde. Primero de nueve hermanos, nació en Jerez de la Frontera, Zacatecas, el 15 de junio de 1888, en el mismo año en que Rubén Darío publicó

su revista “Azul”. Ramón empezó a escribir cuando ingresó al seminario conciliar de Zacatecas en el año de 1900. Tras pasar por los seminarios de su estado natal y de Aguascalientes, en 1905, el joven Ramón decidió abandonar esa preparación que lo convertiría en sacerdote para seguir la carrera de leyes en la universidad autónoma de San Luís Potosí. Poco después murió su padre, entonces la familia regresó a Jerez, enfrentando una difícil situación económica. El autor pudo continuar sus estudios gracias a l apoyo de sus tíos maternos. En 1908 ingresó al instituto científico y literario de San Luis Potosí y colaboró en periódicos y revistas de provincia. Ya con algunas colaboraciones para la revista “Bohemio” en su haber (que escribió bajo el seudónimo Ricardo Wencer Olivares), el autor sumó experiencia en diversas publicaciones de Aguascalientes y Guadalajara, tales como “El observador”, “El debate”, “Nosotros”, “El regional” y “Pluma y lápiz” entre otras. Aunque conoció a Francisco I. Madero en 1910 y le simpatizó el movimiento revolucionario, no fue seguidor de esta causa. En 1911 recibió el título de abogado y ejerció su profesión como juez de primera instancia en un pequeño pueblo llamado El Venado, en San Luis Potosí. Un año después, el también escritor dejaría de lado esa profesión y dedicaría su tiempo a publicar reseñas, poemas y varios artículos políticos para “La nación”, un diario católico de la ciudad de México. Al darse cuenta de que su vocación no era la de un profesional de la ley, a sus 26 años se trasladó a la ciudad de México para quedarse a residir definitivamente en ella. Inconforme con su suerte o, tal vez impedido por la tormenta revolucionaria, se traslada definitivamente a la capital en 1914. En periódicos y revistas de la ciudad de México publica con regularidad ensayos, poemas, periodismo político, ensayos breves y crónicas, y aquí, como diría José Luís Martínez, “cumple el destino oscuro de los pretendientes sin título en la corte”: ocupa modestos puestos burocráticos y docentes, entabla rápidas y efusivas amistades entre el mundillo periodístico y bohemio y se inicia con arrojo, pero también con timidez y freno religioso al erotismo al que puede acceder. A partir de 1915 López Velarde comienza a escribir sus poemas más personales, marcados por la añoranza de su Jerez natal (al que ya nunca regresaría) y de su primer amor e inspiración Josefa de los Ríos “Fuensanta”. En 1916 aparece su primer libro, editado por “Revista de revistas”,

Página 29 de 53

Page 30: Biografias 09

consagrado “a los espíritus” de los poetas mexicanos Manuel Gutiérrez Nájera y Manuel José Othón. Se titula “La sangre devota” y título y contenido, delatan su nostalgia por la provincia, el fervor de su pureza y la figura de la musa de sus primeros versos, la mítica Fuentesanta (o Fuensanta). Este amor primero, se llamó en realidad Josefa de los Ríos, era también oriunda de Jerez, ocho años mayor que el poeta, murió en 1917 y seguramente no tuvo una relación, más que platónica, con el oven López Velarde. El libro recibió una buena acogida en los medios literarios mexicanos. En 1916 inició una relación sentimental con Margarita Quijano, maestra culta y hermosa, diez años mayor que él y que fue breve, ya que ella la terminó por “mandato divino”. En 1917 López Velarde comienza a preparar su próximo poemario, “Zozobra”, dedicado a Margarita Quijano; esta obra se guardó todavía dos años hasta ser publicada. En su segundo libro, “Zozobra”, de 1919 puede advertirse ya las marcas, las “flores de pecado”, como él las llama, resultantes de haber vivido en la ciudad. En ese momento tiene 31 años y continúa soltero. En este año, un amigo de la escuela de leyes de San Luis Potosí, Manuel Aguirre Berlanga, secretario de gobernación, lo lleva a trabajar a su lado. En mayo de 1920, la rebelión obregonista hace huir al gobierno y el presidente Carranza es asesinado en Tlaxacalaltongo el 21 de mayo. Para Velarde había sido un periodo de estabilidad y de gran desarrollo creativo. El poeta pierde su trabajo y decide no colaborar más con el gobierno, sin embargo, tras los primeros momentos de desconcierto, es nombrado ministro de Educación José Vasconcelos, decidido a lograr una renovación cultural del país. López Velarde publica artículos en dos revistas promovidas por Vasconcelos, “México Moderno” y “El Maestro”. También escribió artículos para la revista “Pegaso”. En este último apareció un breve ensayo muy significativo de Velarde, “Novedad de la patria”, donde expone las ideas que desarrollará en su poema más famoso, y que le valió ser considerado el poeta nacional de México, “La suave patria”. En 1921, cerca del aniversario de la independencia escribe uno de sus trabajos más conocidos: “La suave patria”, en cuyos versos épicos y líricos exalta los sentimientos nacionalistas. En todos ellos se percibe un acendrado catolicismo que tiene como contrapeso la pasión amorosa. Así resaltó esa ambigüedad el chileno Pablo Neruda: “viene también el líquido erotismo de su poesía que circula en toda su obra como soterrado, envuelto por el largo verano, por la castidad dirigida al pecado”. Sin embargo, no es tanto nacional como provincial; no pretende tal vez expresar tanto el alma entera de México sino ciertos aspectos de su fondo salvaje, y al mismo tiempo dulce, propios de la vida cotidiana. Este fracaso, aunado a lo que él sobrellevó también como un fracaso sentimental, acabaron con su ánimo: un año más tarde, en 1921, muere en la ciudad de México, la madrugada del 15 (otras versiones dicen que el 19) de junio, asfixiado por la neumonía y la pleuresía, en una casa de apartamentos de la avenida Álvaro Obregón, entonces avenida Jalisco, a los treinta y tres años. La causa oficial de su muerte, según el certificado de defunción, fue una bronconeumonía, aunque se ha especulado si fue la sífilis la enfermedad que realmente lo llevó a la tumba. “Lo han matado”, dice José Luis Martínez, “dos de esas fuerzas malignas de las ciudades que tanto temiera: el vaticinio de una gitana que le anunció la

Página 30 de 53

Page 31: Biografias 09

muerte por asfixia y un paseo nocturno, después del teatro y la cena, en que pretendió oponerse al frío del valle, sin abrigo, porque quería seguir hablando de Montaigne”. Las poesías que dejó a su muerte fueron reunidas en el libro inédito, “El son del corazón”, que no se publicaría hasta 1932; y su prosa, que incluye comentarios líricos, retratos literarios, críticas, recuerdos de provincia, temas del momento, etcétera, fueron reunidos por Enrique Fernández Ledesma en “El minutero”, que sería también editado por sus deudos póstumamente, en 1923.

LUIS MORA JOSE MARIA

El doctor José María Luis Mora nació en Chamacuero, que hoy es la ciudad Comonfort, en 1794. Algunos consideran a este hombre como el mejor representante del pensamiento histórico y político del México de la época de la independencia. Durante su niñez recibió notas buenas en la escuela, era un niño precoz e intelectual. Mantuvo esta inteligencia durante toda su vida. En 1820 recibió el grado de doctor en sagrada teología en la real y pontificia universidad. Se interesó en el gobierno y en 1824 se matriculó en los cursos de derecho civil en la universidad de México y en 1852 se recibió de abogado. Mientras estaba estudiando la ley, participó en muchos asuntos del país como en la diputación provincial del estado de México y también en

el congreso provincial del estado mexicano. Tenía muchas ideas políticas durante la época de cambio en su país. En 1827 empezó a publicar “El observador”, un seminario donde se publicaron artículos políticos, religiosos y reformistas. En este año publicó su “Discurso sobre los perniciosos efectos del influjo de los gabinetes extranjeros en las naciones que los sufren” que habla del problema que un gobierno nuevo tiene en establecerse sin las influencias de países extranjeros en esta publicación. Al año siguiente empezó a recopilar información para su famoso libro “México y sus revoluciones”. Otra vez en 1830 apareció “El observador” con artículos de tema político. A partir del año 1834, no estaba contento con la situación política en México y se fue a Francia. Público “Obras sueltas” en 1837, pero sin embargo tenía problemas económicos. El 14 de julio murió en París.

MARTINEZ DE NAVARRETE FRAY JOSÉ MANUEL

Poeta celebre de la Nueva España. Nació en 1768 en Zamora, Michoacán. Huérfano de padre desde muy pequeño, su madre lo envió a la capital para que estudiara dibujo en la academia de San Carlos, donde también aprendió álgebra y geometría. Más tarde regresó a vivir con su madre en Valladolid, hasta que su hermano lo envió al convento franciscano de Querétaro; después estuvo en Celaya, Valladolid, Río Verde (San

Página 31 de 53

Page 32: Biografias 09

Luís Potosí), Silao (Guanajuato), hasta que se estableció definitivamente en Tlalpujahua. A pesar de su pobre salud, se convirtió en un estudioso de la poesía española y el latín desde muy joven, y de su pluma salieron algunos de los más bellos poemas de la época. Fue profesor de latinidad en Querétaro. Falleció el 18 de julio de 1809.

MATA RODRIGUEZ FILOMENO

Nació el 5 de julio de 1845, en el pueblo de Carranco, San Luís Potosí. Fue periodista y profesor mexicano, uno de los más destacados durante el porfiriato. Realiza

estudios magisteriales y se relaciona con intelectuales liberales de la época. Se inclina por la labor periodística, primero trabaja para diversos diarios, pero más tarde funda diversos diarios como “El sufragio libre”, “El cascabel”, “El monitor republicano” y “El diario del hogar”. De filiación liberal defiende a través de sus artículos la libertad de expresión, por tal motivo sufrió persecuciones y varias ocasiones fue encarcelado. Así como creía en el libre ejercicio de la opinión, también defendía los principios democráticos y se oponía a la reelección. Desde el gobierno de Benito Juárez hasta la dictadura de Porfirio Díaz, Filomeno Mata tuvo

presencia crítica. Fue en un principio admirador de Porfirio Díaz e inclusive formo parte del diario porfirista “El monitor tuxtepecano”, lo que le valió ser designado como director del diario oficial de la federación y de la imprenta del gobierno. Justamente el estar tan cerca del gobierno le fue convirtiendo en un rudo crítico del mismo. Como político, fue diputado en 1879, participa en el grupo liberal reformista y forma parte del primer congreso liberal. El 16 de septiembre de 1881, fundó “El diario del hogar, diario combativo en el que Filomeno Mata escribió artículos tan críticos y, apoyó decididamente al movimiento maderista, por lo que fue perseguido y encarcelado. Inclusive, sirvió como guía y mentor de los hermanos Flores Magón para la fundación del histórico “Regeneración”. A unos días de cumplir 67 años, el periodista falleció en la ciudad de Veracruz, el 2 de julio de 1911, tan enfermo y abatido como pudiera dejar a cualquiera la persecución oficial por haber combatido directamente al régimen totalitario de Porfirio Díaz, durante casi 30 años, y haber apoyado la candidatura presidencial de Francisco I. Madero. La vida y obra de Mata representan al periodismo crítico y al pleno ejercicio de las libertades de prensa y expresión. Fue reportero y director de los periódicos “El monitor republicano”, “La patria”, “El ahuizote”, “Sufragio libre”, “El cascabel” y “La hoja eléctrica”.

MONSIVÁIS CARLOS

Es considerado como el gran cronista de México desde mediados del siglo XX

Página 32 de 53

Page 33: Biografias 09

debido a su prolífica obra que incluye crónicas, críticas, ensayos, textos biográficos, traducciones, etcétera. Ha obtenido numerosos reconocimientos y es una figura muy destacada en la cultura del México actual.

MUTIS ALVARO

Novelista y poeta, nació en Bogotá, Colombia, el 25 de agosto de 1923, y en 1956 estableció su residencia en la ciudad de México, donde se desarrolló y se ubicó como uno de los escritores hispanoamericanos contemporáneos. Recibió el Premio Xavier Villaurrutia en 1988; el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1997; el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1997; el Premio Cervantes en el 2001, y el Premio Internacional Neustadt de Literatura en el 2002. Falleció el 3 de octubre del 2013 en la ciudad de México, a la edad de 90 años luego de una larga enfermedad, por la que estuvo hospitalizado la última semana de su vida.

NERVO AMADO

El poeta Amado Nervo (Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo, otros biógrafos dicen que se llamaba en realidad José Amado) nació el 24 (o 27) de agosto de 1870 en la ciudad mexicana de Tepic, Nayarit. Nueve años después murió su padre, dejando a la familia en situación económica comprometida. Otras dos muertes habrían de marcar su vida: el suicidio de su hermano Luis, que también era poeta, y el gran amor de su vida Ana Cecilia Dailliez el 7 de enero de 1912. Fue un poeta romántico, autor también de novela y ensayo, al que se encasilla habitualmente como modernista por su estilo y su época, clasificación frecuentemente matizada por

incompatible con el misticismo y tristeza del poeta, sobre todo en sus últimas obras, donde intentan reflejar sentimiento religioso y melancolía, progresivo abandono de artificios técnicos, incluso de la rima, y elegancia en ritmos y cadencias como atributos del estilo de Nervo. El nombre de Amado Nervo, frecuentemente tomado por seudónimo, era en realidad el que le habían dado al nacer y el cual, según Amado, era un elemento importante que influyó en su éxito, por ser tan adecuado para un poeta, otros dicen que era el nombre de su padre, y con el cual firmo todo lo que escribió, desde los primeros artículos que desde muy joven enviaba a los periódicos y revistas, así trascendió en gran parte del mundo. La verdad es que su padre modificó su apellido de Ruiz de Nervo a simplemente Nervo, y le dio su nombre a su hijo, Amado. El propio escritor bromeaba con que parte de su éxito se debía a la sonoridad de su nombre. Tuvo de joven intenciones de ser cura, pero luego encamino su actividad a la diplomacia y represento a su país en Argentina, España, Uruguay y Paraguay. Hizo sus primeros estudios en el colegio de San

Página 33 de 53

Page 34: Biografias 09

Luis Gonzaga en Jaconá, pasando después al seminario de Zamora, en el estado de Michoacán, donde permaneció desde 1886 hasta 1891. Los problemas económicos que atenazaron a su familia, le forzaron a dejar inconclusos sus estudios eclesiásticos. Abandonados pues los estudios, empezó a ejercer el periodismo, profesión que desarrolló primero en Mazatlán, en el estado de Sinaloa en “El correo de la tarde”, y más tarde, en 1894, en la propia ciudad de México, donde empezó a ser conocido y apreciado. Sus colaboraciones aparecieron en la famosa revista “Azul”. Allí conoció a otros grandes como fueron Luis G. Urbina, a Pagaza, a Othón, Manuel Gutiérrez Nájera, e inclusive a Rubén Darío, a través de sus colaboraciones en la mencionada publicación. En 1895 publicó su primer libro, una novela corta titulada “El bachiller”. Entre 1898 y 1900 junto a su amigo Jesús E. Valenzuela, fundó y dirigió la “Revista moderna”, sucesora de “Azul”. En ese mismo año publicó su primer libro de versos llamado “Místicas”. Luego “Perlas negras” y posteriormente publicó otra novela, “El donador de almas”, a las que junto con Pascual Aguilera, llegaron a formar parte de la trilogía “Otras vidas”. En 1900, el diario “El imparcial” (o “El mundo”) lo envió como corresponsal a la Exposición Universal de París, para que desde allí enviara noticias. Entabló allí conocimiento y amistad otra vez con el gran poeta nicaragüense Rubén Darío, el representante máximo del modernismo, quien más tarde diría de Nervo: “se relacionó también con el grupo de literatos y artistas parnasianos y modernistas (Verlaine, Oscar Wilde), completando de ese modo su formación literaria”, pero posiblemente le influyó más el primer encuentro con Dailliez. Ahí publicó la versión francesa de “El bachiller” y “Poemas”, que incluye “La hermana agua”. Todos los estudios parecen estar de acuerdo en afirmar que adoptó los principios y la filosofía del Parnaso. En París conoció a la que iba a ser la mujer de su vida, una bella muchacha, Ana Cecilia Luisa Dailliez con la que compartió su vida más de diez años, y cuyo prematuro fallecimiento fue el doloroso manantial del que emanan los versos de “La amada inmóvil”, publicado póstumamente en 1922. Luego de escribir un par de libros, de regresó a México publica “Los jardines interiores”, que es el mismo que había comenzado a preparar con el título de “Savia enferma”. Su “Ofertorio” supone, sin ningún género de duda, uno de los momentos líricos de mayor emoción. Cuando regresó a la ciudad de México, ejerció como profesor de lengua castellana, en la Escuela Nacional Preparatoria, nivel equivalente al de bachillerato superior en otros países, hasta que fue nombrado inspector de enseñanza de la literatura. A partir de 1902 escribió “El éxodo”, “Las flores del camino”, “Lira heroica” y “Los jardines interiores”. En 1905 (o 1906), ingresó al servicio diplomático mexicano y se le confiaron distintas tareas en Argentina y Uruguay, para ser finalmente designado secretario segundo de la legación de México en Madrid, España. Desde allí escribía como corresponsal de “El Mundo”, y a la vez escribía informes sobre lengua y literatura para el Boletín de la Secretaría de Instrucción Pública. Ahí publicó “En voz baja”, “Juana de Asbaje” (biografía de la más famosa de las poetisas mexicanas, Sor Juana Inés de la Cruz), “Serenidad” (1914), “La amada inmóvil”, “Elevación” (1916) y “Plenitud” (1918). Más tarde colaboró en periódicos de Buenos Aires, Argentina, y La Habana, Cuba. Una de las principales

Página 34 de 53

Page 35: Biografias 09

características de su obra es el tratamiento de temas patrios mezclados con arte y amor. “La raza de bronce”, “Los niños mártires de Chapultepec”, “Morelos y Guadalupe la Chinaca”, son algunos ejemplos. En 1914, debido a la revolución, cesó en su cargo de primer secretario y volvió una vez más a la pobreza. Pero más tarde fue restituido en su puesto por el gobierno de México. En 1918, volvió a ser reconocido como diplomático y recibió el nombramiento de ministro plenipotenciario en Argentina y Uruguay, partiendo de México a principios de 1919. El 24 de mayo de 1919, Amado Nervo moría en Montevideo, la capital uruguaya, en el Parque Hotel, donde vivía, siendo jefe de la misión diplomática de México en Uruguay. Era un escritor fino y elegante, con ese aspecto de hombre reservado y soñador que por mucho tiempo identificó a los poetas. Aunque se le conoce sobre todo por su poesía, Nervo escribió, también, muchos cuentos, donde hablaba limpiamente y con sencillez.

NOVO SALVADOR

El ensayista, dramaturgo, historiador y poeta, Salvador Novo, nació en la ciudad de México, el 30 de junio (o julio) de 1904. Escritor mexicano vinculado al grupo de los contemporáneos. Realizó sus primeros estudios en Chihuahua y Torreón, donde pasó parte de su infancia, para regresar a la capital donde ingresó a la escuela nacional preparatoria, y en 1921, se licenció en derecho por la universidad nacional de México. Posteriormente, en la facultad de filosofía y letras, hizo sus estudios de maestro en lengua italiana. Concluidos éstos, consiguió obtener una plaza de ayudante y, más tarde, de profesor en el departamento de idiomas extranjeros en la universidad central, por su dominio del francés y el inglés,

lengua en la que llegó a escribir algunas de sus obras. Sus primeros escritos fueron publicados en 1920, en la revista “México moderno”. Miembro del grupo “Los Contemporáneos”. Con Jaime Torres Bodet fundó la revista “Falange”, y con Xavier Villarrutia las revistas “Ulises” (1927) y “Contemporáneos” (1928), fue activo participante de la renovación de nuestra literatura. Si Novo puede ser el prosista más diestro de los “Contemporáneos”, su poesía cuenta entre las mejores de este grupo. Espíritu afín al de Tablada en algunos aspectos, Novo “nacionaliza” el humor de vanguardia, se distinguió por su ironía y ya desde sus primeros escritos expone la influencia vanguardista: sus poemas manifiestan la burla del sentimiento modernista y la apertura hacia el paisaje de la primera posguerra: urbano, industrial, publicitario. También con Villarrutia y Gilberto Owen, fundó el teatro de Ulises, patrocinado por Antonieta Rivas Mercado, quien les dio un espacio en su caso, ubicada en la calle de Mesones número 42, en el actual centro histórico de la ciudad de México. Este pequeño teatro experimental fue el mejor espacio que pudieron tener los actores no conocidos. Logró

Página 35 de 53

Page 36: Biografias 09

combinar sus actividades literarias con la docencia: en la escuela nacional preparatoria impartió clases de literatura; de historia del teatro en el conservatorio nacional de música y de arte dramático en la escuela de arte dramático del instituto nacional de bellas artes. El año 1925 constituyó un periodo determinante en la vida del poeta; nombrado jefe del departamento editorial de la Secretaría de Educación Pública, aparece entonces su primer volumen de versos, “XX poemas”, en el que apuntan ya las pulsiones líricas y la inspiración vanguardista que darán origen, en el año 1928, a la revista y la famosa generación poética de los contemporáneos, conformada por varios intelectuales (y se denomino así por publicar todos ellos en la revista), y que forman también uno de sus libros más significativos y de mayor resonancia internacional: “Nuevo amor”, publicado en 1933 y traducido a varios idiomas extranjeros (francés y portugués), el encuentro, la separación, la memoria de salo o ceniza se expresan directa y libremente, con una tonalidad de íntima pesadumbre que no menguó nunca su novedad ni su frescura. Ese mismo año se editó otra de sus obras, “Espejo”. Sin olvidar nunca su faceta docente, que se había concretado ya en textos como “La educación literaria de los adolescentes” (1928), Novo comienza a cultivar también la literatura en lengua inglesa y, en 1934, ven la luz pública los versos de sus “Seamen Rhymes”, cuya versión en lengua española se titulará “Rimas del lobo de mar”. En 1935 se convierte en el primer poeta mexicano del que se tradujo un libro completo en inglés. En 1938 publicó “Poesías escogidas”. Su ardiente defensa de la identidad y los valores mexicanos trascendió la actividad artística y docente para concretarse en un compromiso político, que lo llevó a participar en la fundación del Partido Popular Socialista, pero su cauce de expresión fue siempre fundamentalmente literario y, en 1946, dio a la imprenta una de sus grandes obras en prosa, “Nueva grandeza mexicana”, que le hizo merecedor del título de “Cronista de la ciudad de México”. Aquel mismo año, su demostrado interés por el teatro, reflejado ya en su actividad de crítico dramático y en obras como “La señorita Remington” (1924), le valió ser nombrado jefe del departamento de teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes. Al abandonar sus funciones en ese departamento, consiguió fundar y abrir en Coyoacán (1953) el teatro de la Capilla y dirigió, más tarde, la escuela de arte dramático. De su producción dramática merecen mencionarse “Don Quijote” (1947), “La culta dama” (1951) y una nueva versión de la tragedia griega “Edipo rey”, que Novo contempla desde el punto de vista femenino en su “Yocasta o casi” (1961). También al universo teatral, pero esta vez en su faceta de teórico y maestro, pertenece el texto “Actuación y dirección teatral”, publicado en 1959. Dentro de la administración pública, se desempeñó como jefe del departamento de publicidad de la Secretaría de Relaciones Exteriores; jefe del departamento de publicaciones de la Secretaría de Economía Nacional. El 12 de junio de 1952, fue electo miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y el 12 de junio de 1953, ocupando la silla XXXII. En 1965 fue nombrado cronista de la ciudad de México. También actuó como reportero de radio y televisión. En 1967, Salvador Novo recibió el premio ciudad de México y el premio nacional de literatura, que venía a coronar su importantísima obra de creación literaria y su contribución teórica a los más varios

Página 36 de 53

Page 37: Biografias 09

aspectos de las letras mexicanas. Uno de sus últimos títulos, “Historia y leyenda de Coyoacán” (1971), es una valiosa muestra de su interés por la crónica y un complemento de su “Breve historia de Coyoacán”, que había publicado previamente, en 1962. Su versátil actividad le llevó, también, a escribir numerosos guiones para el cine. Proliferó en su producción, su obra incluye crónica, ensayo y poesía, entre otros géneros: “Ensayos”; “Return ticket”; “Continente vació”; “En defensa de lo usado”; “Nueva grandeza mexicana”; “Este y otros viajes”; “Letras vencidas”; “Toda la prosa”; “La vida en México en el período presidencial de Lázaro Cárdenas”; “La vida en el período presidencial de Manuel Ávila Camacho”; “La vida en el período presidencial de Miguel Alemán”; “Las locas, el sexo y los burdeles”. En cuanto a poesía, escribió: “XX poemas”; “Nuevo amor”; “Espejo”; “Poemas proletarios”; “Frida Kahlo”; “Florido laude”; y “Sátira”. En cuanto a obras de teatro, Novo fue el autor de “El tercer Fausto”; “La culta dama”; “Yocasta o casi”; “La guerra de las gordas”; “Diálogos”. Algunas de sus obras, son: “A ocho columnas”; “Ha vuelto Ulises”; “Historia gastronómica de la ciudad de México”; “Breve historia de Coyohuacan”; “Un año hace ciento”; “Breve historia del comercio en México”; e “Historia de la aviación en México”. Asimismo colaboró en varios periódicos y revistas, tanto nacionales como extranjeras. Realizó las adaptaciones del Quijote y de Astucia, de Luis G. Inclán. Aunque no todas sus obras contienen la misma fuerza en la estructura general, creó personajes bien dibujados y ágiles diálogos en los que destaca la ironía y la sátira. Su prosa se caracteriza por ser concisa y original. La fértil existencia del poeta se extinguió en la ciudad de México, el 13 (o 14) de enero de 1974. La calle en la que vivió en Coyoacán ahora lleva su nombre. Las memorias de Salvador Novo han sido recientemente publicadas bajo el título “Estatua de sal” (México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Colección Memorias Mexicanas, 1998). Varios tomos de “La vida en México”, con buena parte de su trabajo periodístico, han sido publicados en la misma colección. Sus ensayos también han sido publicados recientemente, editados por Sergio González Rodríguez, “Viajes y ensayos” (México, Fondo de Cultura Económica, 1986).

PACHECO CRISTINA

Escritora y periodista mexicana, nació en San Felipe Torresmochas, Guanajuato en 1941. Actualmente conduce los programas “Aquí nos tocó vivir” y “Conversando con Cristina Pacheco”. Estudió la carrera de Letras Españolas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mientras que en el año de 1960 comenzó su carrera periodística colaborando en diversos medios como “El sol de México”. Su legado como escritora son “La última noche del tigre”, “La luz de México” y “Al pie de la letra”. Entre sus reconocimientos se encuentran el Premio Nacional de Periodismo (1985), el Premio de la Asociación Nacional de Periodistas (1986) y la Medalla al Mérito Ciudadano (2000). En el 2010 recibió una importante distinción por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en reconocimiento por su

Página 37 de 53

Page 38: Biografias 09

programa “Aquí nos tocó vivir”, que obtuvo el registro “Memoria del mundo de México”. Su vida fue abordada en un documental biográfico “Cristina Pacheco: mujer de historias”, que recogió testimonios de personalidades como Angeles Mastretta, Carmen Aristegui, Jacobo Zabludovsky, Paco Ignacio Taibo II y Carlos Prieto, realizado bajo la producción de Once TV México en la conmemoración del XXXV aniversario del programa “Aquí nos tocó vivir”.

PACHECO EMILIO

El poeta y escritor José Emilio Pacheco Berny, nació en 1939 en la ciudad de México el 30 de junio de 1939; sus primeros años de vida los pasó en la calle Guanajuato, colonia Roma. Su madre provenía de una familia de empresarios del puerto de Veracruz y su padre alcanzó el grado de general de brigada en 1927. Escribió cuentos, novelas, editoriales, artículos, adaptaciones, guiones cinematográficos y teatrales, textos culturales y de investigación. Estudió derecho y filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). A los 20 años de edad publicó su primer cuento “La sangre de medusas”, dentro de la colección de “Cuadernos del unicornio” de Arreola. Reconocido con el Premio Cervantes 2009, además de ser uno de los poetas más leídos. También miembro del Colegio Nacional, fue acreedor del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en el 2009. Además fue nombrado Miembro Honorario de la Academia Mexicana de la Lengua en mayo del 2006 y del Seminario de Cultura Mexicana. Pacheco es representante de la llamada Generación de los Años Cincuenta, en la que se incluye a autores como Salvador Elizondo y Sergio Pitol. Es escritor, poeta, narrador, ensayista y traductor; autor de la novela “Las batallas en el desierto” (1981), una de sus más leídas historias, que gira en torno a la nostalgia de un amor imposible, y de cuentos como “La sangre de medusa y otros cuentos marginales” y “El viento distante”. En México recibió el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 1969, el Premio Nacional de Periodismo 1980 por Divulgación Cultural, el Premio Xavier Villaurrutia 1973; Premio Nacional de Literatura y Lingüística 1991, Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde 2003 y Premio Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo 2003. Otras de sus obras son: “El principio del placer” (1972), “La arena errante”, “Los elementos de la noche”, “El reposo del fuego”, Tarde o temprano”, “Los trabajos del mar”, “Miro la Tierra”, “Siglo pasado”, “Gotas de lluvia y otros poemas para niños y jóvenes”, entre otros. En el 2001 el Colegio de México le otorgó el Premio Alfonso Reyes, creado por esa institución. El 25 de enero del 2014 fue ingresado al área de urgencias y hospitalizado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, luego de sufrir una caída, y resultar con un golpe en la cabeza. Falleció el 26 de enero del 2014 a la edad de 74 años de edad, a consecuencia de un paro cardio-respiratorio a las 18:25 horas2.

2 “Se fue tranquilo hace 20 minutos, se fue en paz, murió en la raya como él hubiera querido”, expresó su hija Laura Emilia Pacheco.

Página 38 de 53

Page 39: Biografias 09

PAZ OCTAVIO

Octavio Paz Lozano nació el 31 de marzo de 1914 en el pueblo de Mixcoac, en el Distrito Federal, cuando el país se encuentra en plena lucha revolucionaria. Tenía dos figuras familiares muy importantes, su abuelo Irineo Paz, quien era escritor, intelectual y estaba unido al gobierno de Porfirio Díaz; y su padre, el abogado Octavio Paz Solórzano, quien combatió en la revolución mexicana y al igual que el abuelo escribía, además de dedicarse al periodismo y la política. Estas influencias hicieron que Octavio se volcara a

la política además de la escritura. Prolífico escrito cuya carrera literaria la inició cuando contaba con 17 años de edad y funda la revista “Barandal”. Su distintivo verso surrealista tuvo amplia aceptación y recibió los elogios de la crítica internacional. A lo largo de su vida Octavio Paz estuvo casado dos veces: con la escritora mexicana Elena Garro y con Marie José Tramini. Su familia y él se fueron a vivir en Estados Unidos cuando era pequeño. Realizó sus primero estudios en la ciudad de México y continuó haciéndolo en Estados Unidos, Francia, Japón y la India. En la UNAM estudió derecho y filosofía y letras. Cuando regresó a México participó en rebeliones estudiantiles de esa época, las cuales

buscaban la autonomía para la universidad. Muy joven, comienza su actividad literaria ayudando a revistas y diarios como “Barandal”, “Alcancía”, “Cuadernos del Valle de México”, “Tierra nueva” y muchas más. Asimismo, en 1933 publica su primer libro de poemas llamado “Luna silvestre”, también publicó un libro llamado “Barandal”. Conoció a los poetas T. S. Eliot y Paul Valéry. En 1937 se trasladó a Yucatán para impartir clases en el campo y se casó con Elena Garro, con quien asistió ese mismo año al Congreso de Escritores Antifascistas en Valencia, España. Durante la guerra civil española, en 1937, publica en España “Bajo tu clara sombra” (otros dicen que publicó poemas como “Perfil del hombre” y “No pasarán”), y conoció a los intelectuales de la república española y al poeta chileno Pablo Neruda. A su regreso a México en 1938 se acercó a Jorge Cuesta y Xavier Villaurrutia y publicó “¡No pasarán!” y “Raíz de hombre”. Ayuda a la formación del diario “El popular”, y así en 1939 se convierte en redactor jefe de este mismo. En ese año, junto con Efraín Huerta y Rafael Solana, entre otros, funda la revista de poesía y crítica “Taller”, la cual ocupa un papel muy importante en la renovación literaria mexicana, ya que estaba integrada por escritores jóvenes y donde se publicaron traducciones de algunos textos importantes de la poesía universal moderna, y en la que participaron los escritores españoles de su generación exiliados en México. En 1939 apareció “A la orilla del mundo” y “Noche de resurrección”. En 1940 funda la revista “El hijo pródigo” con Xavier Villaurrutia. Tres años después, ocupa un cargo diplomático en los Estados Unidos y después de dos años recibe la beca de la fundación Guggenheim. Con su ingreso al servicio exterior mexicano en 1945, desempeñó misiones en Estados

Página 39 de 53

Page 40: Biografias 09

Unidos, y viaja a Europa para establecerse en París, Francia, de 1946 a 1952, donde conoce a Bretón y colabora con las actividades del movimiento surrealista y con revistas internacionales. Ahí mismo, publica sus ensayos “El laberinto de la soledad” con el cual consigue un reconocimiento internacional, “El arco y la lira”, su esfuerzo más riguroso por elaborar una poética, y “Las peras del olmo” donde se encuentra resumida su teoría poética. En 1952 viaja a la India y Japón donde conoce poesía y pensamientos orientales. Tres años después con la ayuda de Leonora Carrington, Juan Soriano y Juan José Arreola funda el grupo “Poesía en voz alta” al mismo tiempo que colabora con “Revista mexicana de literatura” y “En el corno emplumado” donde practica y defiende las posiciones experimentales del arte contemporáneo. En 1956 intenta su aventura teatral y es por eso que escribe “La hija de Rapaccini”. En el año de 1962 fue embajador de México en la India, pero en 1968 renuncia a ese cargo como protesta por los sucesos estudiantiles en México. Conoció a Marie José Tramini, con la que contrajo matrimonio en 1964. En 1971 regresa a México donde dirige la revista “Plural” la cual trataba de las críticas de las letras, el arte, el pensamiento y la política, pero en 1976 la revista cae y Octavio Paz se une con otros intelectuales para dirigir (y fundar) la revista “Vuelta”, la cual se convierte en la revista con mayor prestigio y la dirige hasta su muerte, colabora en los periódicos “Excélsior”, “Novedades”, “Uno más uno”, “La jornada”, etcétera. Paz tenía la capacidad necesaria para entablar contacto con el lector a través de los distintos géneros que practicaba, era un poeta de una gran sabiduría que hacía creer al lector que los versos llegan a él por arte de magia. Autor de las obras de poesía “A la orilla del mundo”, “Libertad bajo palabra”, “¿Águila o sol?”, libro de prosa de influencia surrealista, “Salamandra”, anterior a su viaje a la India, “Ladera este”, que recoge su producción en ese país, y que incluye su segundo poema largo: “Blanco”, “Hijos del aire”, “La otra voz” (1990), “Poesía de fin de siglo” (1990), “La llama doble”, “Amor y erotismo”, “Vislumbres de la India” (1995), etc., y de los libros de ensayo “El laberinto de la soledad”, “Posdata”, “El signo y el garabato”, etcétera. Recibió innumerables premios literarios, como el Príncipe de Asturias, el premio Miguel de Cervantes Saavedra –de España- (1981), el de Tocqueville, el premio Xavier Villaurrutia, Águila Dorada del Festival Internacional de París, premio Oslo de poesía, medalla Picasso de la UNESCO. Pero el mayor de todos fue el Nobel de literatura, en 1990, otorgado como reconocimiento universal a su obra. Fue el primer escritor mexicano en recibirlo, y uno entre los varios concedidos a los autores de la literatura hispánica. En Estados Unidos, Paz era miembro honorario de la Academia de Artes y Letras y profesor en prestigiadas universidades como la de Harvard. Su última aparición pública la hizo en diciembre de 1997 cuando inauguró la Fundación Octavio Paz. El poeta y ensayista fallece en la ciudad de México el 19 (o 20) de abril de 1998.

PAZ GARRO HELENA

Fue la hija del escritor Octavio Paz (1914-1998), quien fuera Premio Nobel de

Página 40 de 53

Page 41: Biografias 09

Literatura en 1990, y Elena Garro (1920-1998), destacada dramaturga y narradora. Autora del poemario “La rueda de la fortuna”, el cual compila su producción desde 1954, publicado por el Fondo de Cultura Económica (FCE) en el 2007. Helena Laura Paz Garro nació el 12 de diciembre de 1939; vivió su infancia en Suiza. Publico poemarios entre los que destacan uno dedicado a su padre y dos en tributo a su madre. Falleció de muerte natural a los 74 años de edad en su residencia de la ciudad de Cuernavaca, Morelos, el 30 de marzo del 2014. Sus restos descansan al lado de los de su madre, a quien consideró su mejor amiga.

PELLICER CAMARA CARLOS

Poeta mexicano, uno de los más destacados del grupo contemporáneos. Nacido en Villahermosa, Tabasco, el 4 de noviembre; era hijo del farmacéutico, Carlos Pellicer Marchena y de Delfina Cámara, que tuvo gran influencia en su inclinación literaria. Realizo sus primeros estudios en la ciudad de México. Al terminar en la escuela nacional preparatoria continuó sus estudios en Bogotá, Colombia, a donde fue enviado por el gobierno de Venustiano Carranza como agregado universitario. Viajero apasionado, recorre desde adolescente Sudamérica en la misión de Vasconcelos al Brasil, viajó por Europa y Próximo Oriente complementando su preparación. Fue cofundador de la revista “San-Ev-Ank” (1918), de un nuevo “Ateneo de la juventud” (1919) y “Secretario privado” de José Vasconcelos. En agosto de 1921, junto con Vicente Lombardo Toledano,

Diego Rivera, José Clemente Orozco y Xavier Guerrero entre otros, fundó el grupo solidario de movimiento obrero. Fue profesor de literatura e historia en la escuela secundaria 4 y catedrático de poesía moderna en la facultad de filosofía y letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), director del departamento de bellas artes durante cuatro años, fue un excelente periodista y un fino y agudo crítico literario. Como promotor cultural se especializó en museología y fue impulsor de las artes plásticas, tiene en su haber la creación de varios museos, algunos extraordinarios:

el parque museo de La Venta, centro de cultura olmeca situado en Villahermosa que inauguró en 1958, la casa-museo Frida Kahlo en Coyoacán, ciudad de México, que inauguró en 1964, y el Anahuacalli de arte prehispánico, edificio y colección que fue donada al pueblo mexicano por Diego Rivera y que Pellicer fundó también en 1964. Pellicer es el poeta del trópico, el cantor de los grandes ríos, de la selva y del sol. Es el poeta de los recintos cerrados, las emociones íntimas y la sensualidad, y está considerado como uno de los espíritus más religiosos de la lírica mexicana. Miembro de la academia mexicana de la lengua desde 1953. En 1954 (o 1964) recibió el premio nacional de literatura, y nombrado presidente del consejo latinoamericano de escritores en Roma. Representante de la lírica mexicana, escribió con sensualidad, emoción y sentido

Página 41 de 53

Page 42: Biografias 09

religioso, sobre temas tales como el sol, la selva y los ríos. En su faceta política ejerció la diplomacia y fue senador de la república. Perteneció a la generación de intelectuales mexicanos conocidos como “los contemporáneos”, círculo de creadores en torno a la revista “Contemporáneos”, pero se diferenció de ellos al no inclinarse por una poesía metafísica, centrada en la conciencia, sino se interesó, más bien, en elaborar una poesía que irradia belleza en la contemplación del universo, en la exuberancia del paisaje natural y los elementos que lo integran (el aire, el viento, el fuego). De ahí que la crítica no considere nacionalista su poesía, sino más bien un canto que celebra al mundo. Entre sus libros se encuentran: “Colores en el mar y otros poemas” (1921), “Piedra de sacrificios” (1924), “Seis, siete poemas” (1924), “Oda de junio” (1924), “Hora y 20” (1927), “Camino” (1929), “Cinco poemas” (1931), “Esquemas para una oda tropical” (1933), “Estrofas al mar marino” (1934), “Hora de junio” (1929-1937) (lírica amorosa), “Ara virginum” (1940), “Recinto y otras imágenes” (1941), “Hexágonos” (1941), “Discurso por las flores” (1946), “Subordinaciones” (1948), “Sonetos” (1950), “Práctica de vuelo” (1956) (de aspecto religioso), “Material poético” 1918-1961 (1962), “Dos poemas” (1962), “Con palabras y fuego” (1963), “Teotihuacán y 13 de agosto: ruina de Tenochtitlán” (1965), “Bolívar, ensayo de biografía popular” (1966), “Noticias sobre Netzahualcóyotl y algunos sentimientos” (1972) y “Cuerdas, percusión y alientos” (1976). Murió en el Distrito Federal. Luego de su muerte han aparecido “Reincidencias” (1978), “Cosillas para el nacimiento” (1978), “Cartas desde Italia” (1985) y “Cuaderno de viaje” (1987). En 1981, Luis Mario Schneider realizó la edición de sus obras (poesías). Su manera singular de contemplar la vida da a su verso perfiles personales, ya hable de amor humano o se eleve a cantar al amor divino. Enemigo acérrimo del nerudismo, que consideró una plaga para América, fue uno de los escritores más populares de su país.

PEON CONTRERAS JOSE

(Mérida, 1843, México, 1907) Poeta y dramaturgo mexicano, uno de los más destacados exponentes del teatro romántico hispanoamericano. Se doctoró en medicina en 1862 y trabajó en el hospital de Jesús en México. Tras haber contraído nupcias en 1865, con Leonor del Valle, marchó al estado de Veracruz para afincarse en Orizaba. Posteriormente volvió a establecerse en la ciudad de México después de haber ganado por oposición la cátedra de enfermedades mentales del hospital de dementes de San Hipólito, del que fue director. Fue varias veces diputado y senador y perteneció a la academia mexicana de la lengua. La producción dramática de José Peón y Contreras comenzó a ser conocida entre 1861 y 1862, años

en los que se estrenaron tres piezas suyas (“El castigo de Dios”, “María la loca” y “El conde Santiesteban”) que había escrito a los dieciocho años. A partir de entonces, los

Página 42 de 53

Page 43: Biografias 09

estrenos de sus dramas y comedias se sucedieron sin solución de continuidad. En el transcurso del año de 1876, subieron a los escenarios mexicanos ocho dramas suyos: “¡Hasta el cielo!”, “El sacrificio de la vida”, “Un amor de Hernán Cortés”, “Gil González de Ávila”, “Luchas de honra y amor”, “Esperanzas”, “Juan de Villalpando” y “La hija del rey” (que ha sido señalada como su mejor obra, sobre todo a raíz del homenaje que se le tributó a Peón y Contreras el día de su estreno, el 7 de mayo de 1876, en el que quedó constituida la citada sociedad dramática que llevaba su nombre). Salvo una de las piezas recién citadas (“Luchas de honra y amor”), el resto de sus obras están escritas en versos octosílabos y constituyen un ejemplo paradigmático del típico drama histórico del romanticismo, en su modalidad de capa y espada. A los títulos citados hay que añadir “El conde de Peñalva”, “Entre mi tío y mi tía”, “Leonor de Sarabia”, “Por el joyel del sombrero”, “Antón de Alaminos”, “El capitán Pedreñales”, “Muerto o vivo”, “En el umbral de la dicha”, “El bardo”, “Gabriela”, “La cabeza de Uconor”, “Soledad”, “Una tormenta en el mar” y “Por la patria”. Al margen de su obra teatral, dio a la imprenta varias recopilaciones de poemas líricos: “Romances dramáticos” (1880), “Trovas colombinas” (1881), “Pequeños dramas” (1887), “Flores del alma” y “Ecos”. Además, probó fortuna en el campo de la narrativa, con la publicación de algunas novelas (como las tituladas “Taide” y “Veleidosa”) que no constituyen la parte más destacada de su obra.

PÉREZ GAY JOSÉ MARÍA

José María Pérez Gay, escritor, diplomático y académico mexicano. Nació en la ciudad de México en 1944; fue licenciado en Ciencias y Técnicas de la Información por la universidad Iberoamericana y doctor en Filosofía Germanística por la universidad libre de Berlín. Premio Nacional de Periodismo en Divulgación Cultural en 1996. Tuvo una importante participación en medios como Radio Educación y Canal 22, del que fue director fundador, y durante su gestión la televisora obtuvo el Premio Cámara de la UNESCO. El gobierno de Austria lo distinguió con la Cruz de Honor para las Ciencias y las Artes, y el gobierno de Alemania le confirió la Orden de la Gran Cruz al Mérito. Escribió dos libros importantes para la literatura de la última parte del siglo XX: “La difícil costumbre de estar lejos” y “El imperio perdido”. El escritor falleció a la edad de 70 años el 26 de Mayo del 2013 a las 2:05 am, en la ciudad de México.

PONIATOWSKA ELENA

Escritora y periodista naturalizada mexicana en 1969. Elena Poniatowska Amor nació en París, Francia, el 19 de mayo de 1933, hija de padre francés de origen polaco y madre mexicana. Realizó sus estudios de educación primaria y secundaria en los Estados Unidos y en México, lugar este último en donde vive desde 1942. Ha sido profesora de

Página 43 de 53

Page 44: Biografias 09

literatura y periodismo y ha realizado cortos cinematográficos, entre los que destacan los realizados sobre Sor Juana Inés de la Cruz y José Clemente Orozco. En 1954 inició su labor como periodista en el periódico “Excélsior”, ha colaborado también en los periódicos “El día”, “Novedades”, “La jornada”, “Uno más uno”, “Reforma”, “El norte”, y en las revistas “¡Siempre!”, “Proceso”, “Vuelta”, “Nexos” y muchas más. Es autora de los siguientes libros: “Palabras cruzadas”, “La noche de Tlatelolco”, “Lilus Kikus”, “Melés y Teléo”, “Domingo 7”, “Los grillos y otras grillas”, “Juchitán de las mujeres”, etcétera. Ha recibido el premio Xavier Villaurrutia (el cual rechazó), el premio Nacional de Periodismo 1978 (género de entrevista), el premio de Periodismo Manuel Buendía, el premio del diario “El porvenir de Monterrey”, etcétera. Fue la primera mujer en recibir el premio Nacional de Periodismo.

RAMIREZ CALZADA IGNACIO“El Nigromante”

Escritor, poeta, periodista de combate, abogado, político, ideólogo liberal y humanista mexicano. Apóstol del positivismo mexicano, verdadero pionero en la reivindicación de los derechos de la ciudadanía. Ignacio Ramírez Calzada, mejor conocido como “El nigromante”, nació en San Miguel el Grande, hoy San Miguel de Allende, Guanajuato, el 23 de junio de 1818. Fue hijo de Lino Ramírez, miembro destacado del Partido Federalista, formado para apoyar la Constitución de 1824, y de Sinforosa Calzada, indígenas. Inició sus estudios en Querétaro, ciudad natal del padre, y en 1835 fue

llevado al Colegio de San Gregorio, en México, donde estudió artes. En 1841, comenzó estudios de jurisprudencia y en 1845 obtuvo el grado en la Universidad Pontificia Nacional. También emprendió estudios de ciencias naturales, filosofía y teología escolástica. Ingresó a los 19 años de edad en la Academia Literaria de San Juan de Letrán (o Academia de Letrán), integrada por los hombres más ilustrados de la época. Su discurso de ingreso en 1837, siendo muy joven, es histórico, ya que pronunció una frase que provocaría gran revuelo, ahí expresó: “no hay Dios; los seres de la naturaleza se sostienen por sí mismos”, o “Dios no existe, las cosas de la naturaleza se sostienen por sí mismas” (según otras versiones). Se casó con Soledad Mateos en Toluca, Estado de México, y procrearon cinco hijos. Se inició en el periodismo en 1845, al fundar con Guillermo Prieto y Vicente Segura la publicación periódica “Don Simplicio”, firmando sus artículos con el seudónimo “El nigromante”, con el que se hizo célebre, escribió sobre cosas muy variadas: “La lluvia de azogue” (1873), “Observaciones de meteorología marina”, “Lecciones de literatura” (1884). El primer número censuró todas las constituciones que habían estado vigentes y abogó por una completa reforma política, religiosa y económica del país. Luchó por la patria en la guerra contra la invasión

Página 44 de 53

Page 45: Biografias 09

norteamericana del 47. Participó en la elaboración de las Leyes de Reforma de 1859, siendo uno de los liberales más puros. Al ser derrotados los conservadores, el presidente Benito Juárez lo nombró Secretario de Justicia e Instrucción Pública, cargo que desempeño del 21 de enero al 9 de mayo de 1861. De ese puesto no se separó sino al ser llamado por el presidente Porfirio Díaz, después de la batalla de Tecoac, para hacerlo Ministro de Justicia e Instrucción Pública, puesto que desempeño pocos meses y por dos ocasiones, la primera del 28 de noviembre al 6 de diciembre de 1876, y la segunda del 17 de febrero al 23 de mayo de 1877. Durante su gestión creó la biblioteca nacional y unificó la educación primaria en el Distrito Federal y territorios federales. Como sus compañeros de batalla (Guillermo Prieto, Manuel Payno, Ignacio Manuel Altamirano) peleó con ejemplar honestidad y valor en todos los combates del complicado periodo histórico que le tocó vivir. Fue desterrado, encarcelado y a punto de ser fusilado. Su obra está en pie, sus resoluciones no han sido abatidas por doctrinas contrarias ni por hechos contrarios a su doctrina. Porque en verdad era una conciencia libre, un hombre de buena fe, una voluntad indomable siempre al servicio de la humanidad, un paladín de la verdad y de la justicia que obraba siempre con rectitud, cayera quien cayera. Celoso defensor de la soberanía de la patria, de los derechos del hombre, de la libertad del trabajo, de la libre manifestación de las ideas, de la libertad de cultos y de prensa, tuvo intervenciones constantes en las discusiones del Congreso Constituyente para hacer realidades de aplicación positiva estos derechos, y era natural que así fuera, pues había alimentado su niñez con el ejemplo acrisolado de su padre, liberal radical, que había nutrido su inteligencia con todos los autores de la ilustración. Tenía el temple de Benito Juárez, Melchor Ocampo y de Santos Degollado. Ocupo el cargo de magistrado de la Suprema Corte de Justicia, hasta su muerte registrada en la ciudad de México el 15 de junio de 1879.

REVUELTAS JOSE

Nace en Santiago Papasquiario, Durango, en 1914. Forma parte de una familia de grandes artistas, pues sus hermanos destacaron en la música y la pintura. Siendo joven ingresa a la organización socorro rojo internacional, más tarde trabaja como maestro del dormitorio de niños, un instituto de beneficencia. Perteneció también al partido comunista, del que es expulsado en 1943 después de haber sido encarcelado por sus ideas políticas y convicciones. Junto con Lombardo Toledano y otras personas fundan el partido

popular y en la revista del partido escribe sus artículos. También fundó la liga comunista Espartaco con la que tendría una participación muy activa en el movimiento estudiantil de 1968. Revueltas trabajó como guionista de cine y adaptador de novelas y cuentos. En

Página 45 de 53

Page 46: Biografias 09

1943 escribe la más importante de sus obras, “El luto humano”, con la que obtuvo un premio literario y revela la madurez del escritor. En otras de sus obras; “Dios en la Tierra” y “Dormir en tierra”, Revueltas resalta la violencia y la aspereza para luchar contra un mundo de desorden y sombras. En todas sus obras, desde “Los muros de agua” (1941), hasta “Los errores” (1964), José Revueltas escribe hechos y personajes que se identifican con sus experiencias propias en sus relaciones con problemas de orden intelectual, político, obrero o estudiantil.

REYES ALFONSO

Prestigiado literato y diplomático. Nació en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, el 17 de mayo de 1889; el país se encaminaba entonces a una nueva era revolucionaria, en la que su padre, un destacado general del porfiriato, tendría un papel de primera importancia. Fue hijo del general Bernardo Reyes, quien fue gobernador de Nuevo León, y de Aurelia Ochoa de Reyes. Hizo sus primeros estudios en escuelas particulares de Monterrey: “Manuela G. Viuda de Sada”, el Instituto de Varones de Jesús Loreto y el Colegio Bolívar; el bachillerato en el Liceo Francés de la ciudad de México, después estudio en el Colegio Civil de Nuevo León, en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Facultad de Derecho de la ciudad de México, en donde obtuvo el título de abogado el 16 de julio de 1913. En 1905 (otros dicen que fue en 1909) fundó, con otros escritores mexicanos, el “Ateneo de la juventud”, que se oponía al positivismo (ideología predominante durante el régimen de Porfirio Díaz) y en donde se cultivó la libertad de pensamiento. Allí, junto con Pedro Henríquez Ureña, Antonio Caso y José Vasconcelos se organizaron para leer a los clásicos griegos. En 1910, cuando tenía 21 años, publicó su primer libro “Cuestiones estéticas”. La revolución mexicana, de 1910, trajo funestas consecuencias a la familia Reyes. En agosto de 1912 es nombrado secretario de la Escuela Nacional de Altos Estudios, en la que profesó la cátedra de “Historia de la

Lengua y Literatura Españolas”, de abril a junio de 1913. El 17 de este mes fue designado segundo secretario de la Legación de México en Francia, puesto que desempeño hasta octubre de 1914. Su padre participó en un golpe de Estado, encabezando la rebelión en contra del presidente Francisco I. Madero, lo que derivaría en la lucha fratricida conocida como la Decena Trágica, y murió el primer día de la contienda, esto hizo imposible que Reyes pudiese regresar al país, y decidió vivir en España donde permaneció exiliado hasta 1924. Fue colaborador de la Revista de Filología Española, de la Revista de Occidente y de la Revue Hispanique. Se integró a la escuela de Menéndez Pidal y posteriormente en la estética de

Benedetto Croce, más adelante publicó numerosos ensayos sobre la poesía del siglo de oro español, entre los que destacan: “Barroco” y “Góngora”; además, fue uno de los

Página 46 de 53

Page 47: Biografias 09

primeros escritores en estudiar a Sor Juana Inés de la Cruz. De esa época son “Cartones de Madrid” (1917), su breve pero magistral obra, “Visión de Anáhuac” (1917), “El suicida” en 1917 y “El cazador” en 1921. En “Visión de Anáhuac” busca recrear la ciudad de México que vieron los conquistadores españoles a su arribo. Las descripciones de esta obra son de una sensualidad cautivadora. Abundan las referidas a la lluvia, al colorido de los mercados, a los olores, a los canales de la gran ciudad prehispánica. En España se consagro a la literatura y la combino con el periodismo; trabajo en el Centro de Estudios Históricos de Madrid bajo la dirección de Ramón Menéndez Pidal. Una vez asentados los vientos de la revolución, la fama de Reyes en Europa llegó a México y el gobierno lo incorporó al servicio diplomático. En 1919 fue nombrado secretario de la comisión mexicana “Francisco del Paso y Troncoso”, también en este año efectuó la prosificación del poema del Mío Cid, y en junio de 1920, fue nombrado segundo secretario de la legación de México en España, encargado de negocios en España. A partir de entonces hasta febrero de 1939, en que regresó definitivamente a México, ocupó diversos cargos en el servicio diplomático; encargado de negocios en España (1922-1924), ministro en Francia (1924-1927), embajador en Argentina (1927-1930 y 1936-1937) y en Brasil (1930-1936). En Buenos Aires, Argentina, Reyes convivió con la brillante generación literaria, Victoria Ocampo le presentó a Xul Solar, Leopoldo Lugones, Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Paul Groussac. En abril de 1939 fue presidente de la Casa de España en México, una institución fundada principalmente por refugiados de la Guerra Civil Española y que después se convirtió en el prestigiado Colegio de México. Fue miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, correspondiente de la española, y catedrático fundador del Colegio Nacional. En 1945 obtuvo el Premio Nacional de Literatura en México. De 1924 a 1939 se convirtió en una figura esencial del continente hispánico, como lo atestigua el propio Borges. Entre sus ensayos de esos años se cuentan “Cuestiones gongorinas” (1927), “Simpatías y diferencias” (ensayos, 1921-1926), “Homilía por la cultura” (1938), “Capítulos de la literatura española” (1939 y 1945) y “Letras de Nueva España” (1948). Maestro del lenguaje, de 1939 a 1950 llegó a la cumbre de la madurez intelectual y escribió una larga serie de libros sobre temas clásicos, como “La antigua retórica” y “Ultima Tule” en 1942, “El deslinde” (1944), “La crítica en la edad ateniense” (1945), “Junta de sombras” (1949). También escribió temas muy variados tales como: “Tentativas y orientaciones” (1944), “Norte y sur” (1945), “La x en la frente” y “Marginalia”, en 1952. Entre sus traducciones se encuentra parte de “La Ilíada” de Homero, en 1951. Su trabajo con el mundo clásico no se limita al de la erudición, es más bien una reinvención de metáforas poéticas y hasta políticas que definen nuevas perspectivas para articular la realidad de México, como su “Discurso con Virgilio” (1931). En “Ifigenia cruel” (1924), poema dramático en el estilo del teatro clásico, el mito contado por Eurípides se reinventa, y se transforma en una reflexión sobre la identidad y el pasado, una alegoría de su propia vida personal y también de la del México surgido de su propia revolución. Reyes se convirtió en el principal animador de la investigación literaria en México, y uno de los mejores

Página 47 de 53

Page 48: Biografias 09

críticos y ensayistas en lengua castellana. Fallece este insigne poeta mexicano en el año de 1959 en la ciudad de México, víctima de una afección cardiaca.

RUIZ DE ALARCON Y MENDOZA JUAN

Autor dramático que, aunque nacido en México, es considerado una de las figuras más destacadas del teatro español de los siglos de oro. Era hijo de una familia acomodada de ascendencia española, ilustre sobre todo por el apellido materno. Su padre tenía una posición definida en la minería del Real de Minas de Taxco. Estudió en la universidad de México desde 1592 y se trasladó a España en 1600, donde se graduó de bachiller en cánones en el mismo año y en leyes, en 1602 (universidad de Salamanca). Pero su estancia en España se hizo pronto económicamente difícil y sólo obtuvo apoyo de un pariente sevillano, Gaspar Ruiz de Montoya; después de ejercer sin título la abogacía en Sevilla, logró repatriarse, aunque tuvo que hacerlo probablemente en

el séquito del arzobispo fray García Guerra en 1608. Obtuvo el título de licenciado en leyes en la universidad mexicana en 1609, fracasó en sus aspiraciones al profesorado universitario en tres intentos y trabajó en empleos menores, para embarcar de nuevo rumbo a España en 1613. Quizá porque su familia había venido a menos, el joven licenciado no regresaría a su país de origen. La inquina que Ruiz de Alarcón despertó en España y, sobre todo, en las grandes figuras del denominado siglo de oro, no puede explicarse por el simple hecho de que tuviera un físico desgraciado; su joroba podía justificar, tal vez, algunas burlas inclementes, pero en absoluto la acerba crítica, cuyos motivos deben buscarse, quizás, en la indiscutible calidad de un autor cuyas obras amenazaban la preeminencia y el éxito teatral y literario de sus ilustres contemporáneos. Tuvo que padecer las sátiras de Francisco de Quevedo, el cual, tras asegurar que la “d” de su firma no se refería al “don” sino que esbozaba sólo la mitad de su retrato; llegó a llamarle “hombre formado de paréntesis”. El hecho de movilizar en su contra a genios de la altura de Lope de Vega, Góngora, Quevedo y Tirso de Molina es un homenaje singular y supone una valía sólo comparable al homenaje que dicha hostilidad representa. La hostilidad con que fue acogido en el ambiente literario español el gran dramaturgo mexicano ha motivado diversas reacciones en la crítica moderna hispanoamericana. Luis de Góngora, por su parte, lo acusó de plagio. Y alguien tan sereno, tan ponderado como fray Gabriel Téllez, que inmortalizó el seudónimo de Tirso de Molina, le dedicó una décima que no le ahorra insultos como “poeta entre dos platos” o juicios en su apariencia y a su obra que se resumen en estos dos versos: “porque es todo tan mal dicho/como el poeta mal hecho”. Tampoco se anduvieron con remilgos Lope de Vega o Mira de Amescua, que llegaron a ser detenidos cuando la representación de “El anticristo”

Página 48 de 53

Page 49: Biografias 09

produjo un monumental escándalo. Al reducir la intensidad de las situaciones habituales del teatro español, lo humaniza y permite vislumbrar elementos distintivos y precursores del romanticismo. El dramaturgo mexicano se caracteriza por su ponderación, su equilibrio, su corrección en el lenguaje y en el verso, su sentido humano de la moral, en una palabra, su discreción, cualidades en las que supera al resto de los dramaturgos españoles, aunque no alcanza a los mejores en habilidad para utilizar los recursos escénicos. Su extremado cuidado en la construcción de sus comedias conduce siempre a un encadenamiento lógico de todas las escenas de la obra. Se da un predominio de los personajes sobre la acción; por este motivo sus comedias suelen desarrollarse en ambientes

íntimos y familiares. De ahí que su teatro se pueda clasificarse como de “caracteres”, ya que prevalece el análisis de la interioridad o psicología de los personajes y el trazado minucioso de éstos. Sus obras desprenden además un didactismo o enseñanza moral (vicios sociales, ideales de vida, defectos de conducta), pero que emanan del propio texto sin necesidad de violentarlo para conseguir este propósito. La acción tiene plena coherencia y el desarrollo de los personajes guarda una perfecta lógica evolutiva. En cada uno de sus trabajos se advierte su formación humanística y gran conocimiento de los clásicos. La crítica es unánime al señalar como sus obras maestras “Las paredes oyen” y “La verdad sospechosa”.

RULFO JUAN

El novelista Juan Rulfo, cuyo verdadero nombre era Juan Nepomuceno Carlos Pérez Vizcaíno, nació el 16 de mayo de 1917 (o 1918) en la ciudad de Sayula, estado de Jalisco, en el occidente de México, otras versiones dicen que nació en Acapulco, localidad cercana a San Gabriel, Jalisco. Hijo de Juan Nepomuceno Rulfo y María Vizcaíno. Provenía de una familia acomodada, que perdió todo durante la revolución. La adopción del apellido Rulfo fue debido a una petición de la abuela María Rulfo, pues en su familia fueron 7 hermanas y un solo varón que murió soltero y sin descendencia. Para evitar que se perdiera el apellido pidió a sus nietos que adoptaran el Rulfo. Su niñez se vio afectada por las luchas religiosas de su país, como la Guerra de los Cristeros, particularmente violenta en el estado de Jalisco, lo que le llevó a decir: “entonces viví en una zona de devastación. Fue más bien una cosa atávica, una cosa de destino, una cosa ilógica”. No solo una devastación humana, sino devastación geográfica. Creció en un ambiente hostil que lo formó como un niño retraído y que gustaba de jugar solo. De niño vivió en la pequeña población de San Gabriel, donde atestiguó luchas religiosas, y en Ciudad Venustiano Carranza, donde comenzó sus estudios primarios, pero las tempranas muertes de su padre, asesinado en 1923 de un disparo en la nuca, y de su madre en 1927,

Página 49 de 53

Page 50: Biografias 09

obligaron a sus familiares a inscribirlo en un internado (y orfanato) en Guadalajara, bajo la custodia de su abuela. De ahí que algunos relatos tengan como figura principal a la muerte. Durante sus años en San Gabriel entra en contacto con la biblioteca de un cura (básicamente literaria) depositada en la casa familiar, y recordará siempre estas lecturas, esenciales en su formación literaria; debido a las constantes amenazas que significaba la Guerra Cristera, el sacerdote del pueblo dejó encargada la biblioteca del curato a la abuelita de Rulfo y así iniciar su vocación por la literatura a los ocho años de edad. En 1935 una huelga en la universidad de Guadalajara le impide inscribirse en ella y decide trasladarse a la ciudad de México. La imposibilidad de revalidar sus estudios hechos en Jalisco tampoco le permite ingresar a la Universidad Nacional, pero asiste como oyente a los cursos de Historia del Arte en la Facultad de Filosofía y Letras. Se convierte en un experto conocedor de la bibliografía histórica, antropológica y geográfica de México, temas que un estudio minucioso de su obra literaria y fotográfica permite rastrear en las mismas, además de los textos y la labor editorial que les dedicó. Instalado en la ciudad de México, su familia lo incitó a estudiar la carrera de leyes, pero al fallar en los exámenes se dedicó a trabajar. Ingresó como agente de migración en la Secretaría de Gobernación cuando tenía 18 años, posteriormente trabajo en el Archivo de Migración y en una empresa fabricante de llantas. Se desempeño como agente viajero y vivió un sinfín de experiencias en los pueblos que visitó, lo cual alimentó parte de su obra literaria. Sus viajes por diversas zonas de México le permitieron entrar en contacto con etnias apartadas que aún resguardaban sus tradiciones. Durante una buena parte de las décadas de 1930 y 1940 viaja extensamente por todo el país, trabaja en Guadalajara o en la ciudad de México y comienza a publicar sus cuentos en dos revistas: “América”, de la capital, y “Pan”, de Guadalajara a los 16 años. La primera de ellas significa su confirmación como escritor, gracias al apoyo de su gran amigo Efrén Hernández. A partir de 1946 se dedicó también a la labor fotográfica, en la que realizó notables composiciones. A mediados de los cuarenta inicia una relación amorosa con Clara Angélica Aparicio Reyes, de la que queda el testimonio epistolar. Se casa con ella en 1947 (o 1948) y los hijos (tuvieron cuatro: Claudia, Francisco, Pablo y Carlos) comienzan a aumentar su familia poco a poco. Abandona su trabajo en una empresa fabricante de neumáticos a principios de los cincuenta y obtiene en 1952 la primera de dos becas consecutivas que le otorga el Centro Mexicano de Escritores, fundado por la estadounidense Margaret Shedd, quien fue sin duda la persona determinante para que Rulfo publicase en 1953 “El llano en llamas”, obra en la que reúne siete cuentos ya publicados en revistas y otros nuevos, al que pertenece el cuento “Nos han dado la Tierra”, en total 17 narraciones cortas; y, en 1955, “Pedro Páramo”; novelas que lo consagraron como un clásico de la lengua española. Ambas obras habían sido propuestas por Rulfo en sus dos períodos como becario del centro como proyectos. “Pedro Páramo” ha sido reconocida como una obra maestra y entre sus admiradores figuraron Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Günter Grass, Susan Sontag y Elías Canetti, de acuerdo con la edición de la novela editada por la Fundación Juan Rulfo. De su última obra dijo Jorge Luis Borges: “‘Pedro

Página 50 de 53

Page 51: Biografias 09

Páramo’ es una de las mejores novelas de las literaturas de lengua hispánica, y aun de toda la literatura”, y que fuera traducida a varios idiomas: alemán, sueco, inglés, francés, italiano, polaco, noruego, finlandés. De la pluma de Rulfo nacieron textos como el guión cinematográfico “Paloma herida”, la novela corta “El gallo de oro”, cuentos como “Nos han dado la tierra”, “Macario”, “La vida no es muy seria en sus cosas” y “Diles que no me maten”, por mencionar algunos. Las dos últimas décadas de su vida las dedicó a su trabajo en el Instituto Nacional Indigenista de México, donde se encargó de la edición de una de las colecciones más importantes de antropología contemporánea y antigua de México. Rulfo, que había sido atento lector de la historia, la geografía y la antropología de México a lo largo de su vida, colmaría con este trabajo una de sus vocaciones más duraderas. A partir de 1946 se dedicó también a la labor fotográfica, en la que realizó notables composiciones. Dio a conocer Rulfo en 1980 una colección de fotografías suyas que abrió al público el conocimiento de esta parte de su creación. Su legado fotográfico comprende aproximadamente seis mil negativos, material que aún se encuentra en proceso de clasificación por lo que algunas fotografías no cuentan aún con una identificación definitiva. El prominente escritor jalisciense fue un incansable viajero y participó de varios congresos y encuentros internacionales, y obtuvo premios durante su carrera como el Premio Jalisco, el Premio Villaurrutia en 1956, el Nacional de Literatura en México en 1970, el Premio Nacional de Letras y el premio Príncipe de Asturias en España en 1983. Fue elegido miembro de la Academia Mexicana de la Lengua en 1976, tomó posesión de la silla XXXV el 25 de septiembre de 1980. Grabó un disco para la colección “Voz viva de México” de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Varios textos y cuentos inéditos de Rulfo han aparecido en distintas revistas y algunas de sus obras han sido llevadas al cine. En los últimos años el interés por el fotógrafo Juan Rulfo ha sido creciente y se ha visto reflejado en exposiciones y libros dedicados a sus imágenes. Juan Rulfo falleció en la ciudad de México el 7 de enero de 1986. Las nuevas generaciones de escritores y lectores se aproximan con renovado asombro a las páginas de los libros de Rulfo y su curiosidad por la vida y la obra del autor jalisciense no disminuye. Juan Rulfo fue uno de los grandes escritores latinoamericanos del siglo XX, que pertenecieron al movimiento literario denominado “realismo mágico”, y en sus obras se presenta una combinación de realidad y fantasía, cuya acción se desarrolla en escenarios americanos, y sus personajes representan y reflejan el tipismo del lugar, con sus grande problemáticas socio-culturales entretejidas en el mundo fantástico. Muchos de sus textos han sido base de producciones cinematográficas. En 1986 fallece

en su casa de la ciudad de México el 7 de enero, a la edad de 69 años.

SABINES JAIME

Poeta originario de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, lugar en donde nació el 25 de marzo de 1926. Murió el 19 de marzo de

Página 51 de 53

Page 52: Biografias 09

1999. Licenciado en lengua y literatura española por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue becario especial del Centro Mexicano de Escritores. En La Habana, Cuba, formó parte del jurado que otorga anualmente el Premio Casa de las Américas (1965). Grabó un disco para la serie “Voz viva de México” de la UNAM. De 1976 a 1979 fue diputado federal por el estado de Chiapas y en 1988 fue electo nuevamente por un distrito de la ciudad de México. Sabines expresa en un lenguaje cotidiano y directo un amargo pesimismo. Es autor de: “Horal”, “La señal”, “Adán y Eva”, “Tarumba”, “Yuria”, “Algo sobre la muerte del mayor Sabines”, “Recuento de poemas”, etcétera. Ha sido merecedor del Premio Chiapas, Premio Xavier Villaurrutia, Premio Elías

Sourasqui y el Nacional de Letras en 1983.

ZARCO FRANCISCO

Periodista y político. Francisco Zarco Mateo nació el 3 de diciembre de 1829, en Durango, Durango. Su nombre completo era Joaquín Francisco Zarco Mateos. Fue hijo de Joaquín Zarco, coronel del ejército de Morelos y de María Mateos Medina. Se casó con Luisa Elorriaga, hija del entonces gobernador de Durango, Francisco Elorriaga, y fue padre de tres hijos: Luisa, Carlos y María, mientras estaba exiliado en Nueva York durante los días de la lucha contra la invasión francesa. Estudió idiomas en el colegio de minas, derecho, teología y ciencias sociales, de cuyos conocimientos dio muestra en sus escritos y discursos, pero su formación fue principalmente autodidacta, manejó un sistema propio de taquigrafía. Viajó a la ciudad de México y comenzó a escribir artículos de tipo político y tono combativo en el periódico “El siglo XIX”, del que llegó a ser redactor en jefe; escribió también en “El demócrata”, “Monitor republicano”, “La ilustración mexicana”, “El presente amistoso” y fundó un periódico propio, “Las cosquillas”. Defendió la libertad de expresión, los derechos populares y la causa republicana; criticó el sistema y escribió en contra del general Mariano Arista, lo cual le valió ser perseguido. En 1847, en la ciudad de Querétaro, ocupó su primer cargo en el ministerio. Cuando el gobierno mexicano marchó a Querétaro, en 1848, Luis de la Rosa, quien era ministro universal, le nombró oficial mayor del despacho del ministerio de relaciones exteriores. Redactor de las actas del consejo reveló sus dotes. En 1849 escribió para el “Album mexicano” y en 1850 redactó “El demócrata” y comenzó a usar el seudónimo de “Fortún”; en 1852 se encarga de la revista literaria “La ilustración mexicana” hasta 1855; el tomo V es obra suya. En 1852 inicia “El siglo diez y nueve”, periódico al que dio gran prestigio y al que consagró lo mejor de su vida. Electo diputado suplente en 1854 por Yucatán, tiene que ir a Nueva York, por su oposición a Santa Anna. En 1855 Zarco se adhirió al plan de Ayutla, resultó electo diputado y durante su estancia

Página 52 de 53

Page 53: Biografias 09

en la cámara, escribió notables crónicas parlamentarias; representa a Durango en el congreso constituyente de 1856, distinguiéndose como uno de los más ilustres diputados y cronista de los debates en: Historia del congreso constituyente extraordinario de 1856-1857. Este libro, junto con las actas del mismo congreso, es considerado como clásico de la historia política mexicana. Se opuso al golpe de estado de Félix Zuloaga contra del gobierno de Ignacio Comonfort, así que nuevamente fue perseguido, es aprehendido el 30 de julio de 1858, pero logró escapar y continuó su labor periodística bajo los seudónimos Fortún o Seneseal, vive oculto durante dos años. El 13 de marzo de 1860 se le encuentra y encarcela. Es liberado el 25 de diciembre, al triunfo de González Ortega en Calpulalpan y la caída del partido conservador. En enero de 1861, el presidente Benito Juárez lo puso como ministro de gobernación y de nuevo fue nombrado para relaciones exteriores. Publica otra vez “Las cosillas” por poco tiempo. Renuncia para ocupar su curul en el congreso y defiende a Juárez. Sigue al frente de su diario hasta el 31 de mayo de 1863, en que se acercan los franceses a la capital. Marcha al norte. En San Luís Potosí publica “La independencia mexicana” y en Saltillo “La acción”. En este periódico aparece un seria de artículos osbre los Tratados de Miramar, que se coleccionan y publican en folleto con ese título, en Colima, al año siguiente. En 1854 marcha a los Estados Unidos, donde forma el “Club mexicano”, escribe en defensa de México en periódicos norteamericanos, mexicanos y de Sudamérica, proporcionando además datos a los liberales europeos para que ataquen al imperio. Al triunfar la república vuelve a México, otra vez como diputado al congreso, pero Zarco renunció al cargo para dedicarse por entero a su labor periodística, quehacer que concluyó a las seis de la mañana del 22 de diciembre de 1869, en la casa y redacción de “El siglo XIX, ubicadas en la calle Rebeldes número 2, esquina con López, de esta ciudad. Sus restos reposan en el histórico panteón de San Fernando, donde también se encuentra el cuerpo de Benito Juárez, de quien fue colaborador y amigo leal. Dos días después de su muerte es declarado Benemérito de la Patria.

No escribas como periodista, lo que no puedas sostener como hombre.Francisco Zarco

Página 53 de 53