bazil - parnaso antillas
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-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
1/392
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v^
V
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^.Jm:-
V
\V
:
\h-
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
2/392
PARNASO
ANTILANO
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
3/392
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
4/392
f^q^^T
COMPILACIN
COMPLETA DE
LOS
MEJORES
POETAS
^
DE
-
CUBA,
PUERTO RICO Y
SANTO
DOMINGO
POB
OSVALDO
BAZIL
L
BARCELONA
CASA
EDITORIAL
MAUCCI
Gran
medalla
de
oro
en
las
Exposiciones de
Vkma de
1903,
Madrid
1907
Budapest
1907
y
gran premio
en
la
de
Buenos
Aires
1910
Calle
de Mallorca, 166
VWWWWWV
Buenos
Aires,
Maucci
H&nnanos,
Sarmiento,
1057
al
1065
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
5/392
ES
PROPIEDAD DE ESTA
CASA EDITORIAL
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
6/392
POETAS
CUBANOS
-
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7/392
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8/392
LA
LRICA
DE
LAS
ISLAS
Dir,
a
metiera
de
prlogo,
algunas
palabras
sobre
La virtud
d\e
la
dignidad
literaria))
en
las
Antillas. Ya sabis
que
esta clara
virtud la
leg
al
\m\u\n\dp
cornos
la ms
aristocrtica
de
las
gra-
cias
del
pensamiento,
la generosa
tierra
de Pe-
r
leles
.
Ante todo,
referir
aqu
el
origen
del
presente
florilegio
de poetas.
Durante
uri\a
convalecencia
de
Rubn,
m\e
carrimfyc
el
carsimo
y
llorado
poeta,
su
propsito
de
publicar
una
gra]n
An-
tologa
de poetas
de
Anierica, en
la cual
se\-
alaba
tres
categoras
de poetas:
{{poetas dig-
nos)),
{{dignsimos))
y
{{suprema
dignida\d\)),
y
tres
denofm\n\acio\nes
'
Los
Poetas
dlas
Islas)),
Los
Poetas del
Trpico*))
(e\ntre
los
cuales se
inclua
l),
y
{{Los
Poetas
de la Pampa))
.
Mode-
los
de
poetas
de
la\s
s\las:
Jos
Mart
y
Julia
n\
del
Casal;
d\e poetas
de
la
Pa\m\pa:
Zorrilla
de
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
9/392
PRLOGO
San
Martn
y
Leopoldo^
Lugoris
;
de poetas
del
Trpica:
Salvador
Daz
Mirn.
Tena
Rubn
el
propsito
que
lo\
escogido
\p\ara
su
'Antologa
respondiese
a
las
exigencias
de
sa
concepto
sobre la
dign'idaid
artstica
Sobre
e\sta
dignidad
\me
habl
largamente
una
tarde,
co\n
urna clarividencia
y
elocuencia
que
no
\nie
ser
dable
olvidar
amas.
Esa
misma ta^d\e
m\e
encarg
Rubn
de
reco-
gerle
el
Raterial
potico
de
las
islas.
Este
ho-
nor
que
m\e
haca
el
buen
cario
de
Rubp
r
fu
cu\m\]ldo
por
m
con todo
linaje
de
inters.
La
guerra
europea
ech
p\or
tierra
\el
hermoso
proyecto
del poeta,
toda
vez
que
la
casa
editorial
inglesa
que
deba
editar
el
libro,
suspendi los
tratos.
Rubn
y
yo,
que
de ant&mlano
habamos
invertido
imaginaria\nie\nte
la
suma
por
recibir
de
la
casa
editorial,
suffmos
una
verd\a\d\er\d
derrota.
Trastornadas
cop
la
guerra
todas
fas
combinaciones
econmicas
de
Rubn,
emprendi
un
viaje
\a
Amrica. Iba
\ef
gran
Soador
con
un
canto
de paz
en
los
labios,
para
atraer
y
conmo-
ver
los
espritus
a
una
geperosia
a
oci
n.
Perp
lo\s ho\m}bres
no\
le
hubieran
esOu)chado\
y
las
1
esencias
de la oliva
bblica
hubieran
caldo,
ine-
ffcaz\m\ente,
en
la tierra.
La
muerte
quebr
los
tallos
\m\eldico\s
de
su
canto
de
paz,
hu/idiendo
en
su S\e\n\o
la
tn\s
gloriosa
existencia
de
poeta
de
las
Es
paas.
Como
un
homenaje
de
los
poetas
de las
islas,
a
la
m\e\rroria
de
Rubn, conceb la
idea
de
pu-
-
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PARNASO
ANTILLANO
III
blicar
el
presente volumen.
Desde
luego,
en
la
fprmacin
de e\ste
volumen, he
tenido\
que
apar-
tarnte
de
un
criterio
de
exigen\cia
artstica
pues,
en
caso co\ntrario,
apenas
hubiera
podido po-
\ner
de cada
isla
m\
s
d\e
cuatro
o cinco poe-
tas. Me
tentaba,
adems,
par\a\ la
publicacin
de
este
vo\tu\m\e\n, el
or
gila
de
reunir
por
primera
vez en utt
libro, la
excelencia
lrica
de
las islas
antillanas,
ahora
(fue
est
ardiendo
y
vibrando
en
el
p\echo
generoso
de
Jos
de Diego,
el
ideal
de
confraternidad
antillana.
Este
ideal
es
una,
columna
e\n\
marcha
a
travs
de
las sombras,
guiada
por
la
mano
del
pp\e\ta
de Puerto
Rico,
y
un da, lejano
tal vez,
sobre
esa
columna
ver
l@\
tierra
un
resplandor.
Las tres
islas
reunidas
en
este
volunten,
bajo
el
arco del dios alado,
prueban
que
poseen
la-
virtud
del canto,
y
me
ha\cen\
el
efrcto,
reunidas
en
este
libra,
de
tres
rosas
de canto, comunicn-
dose
^nire
si
el
milagro
fragante
\d
s
e
dilata\r
y
d\e
extender
los
lazos
que
las
unen
por
debajo^
del
\piar
y
e\n
la
Historia.
En
la
lrica
antillana,
los
temas
de
amor man-
tienen
las
preferencias
de
las tiras .
S
de
quienes
menosprecian
esa
frecuencia
ertica
en
el canto,
apelUdn\d\o\la despectiva\m\ente
poesa
tropical.
El
cultivo
de
este
gnero*
de
poesa,
sent
plaza
^durante
el
desbordamiento
romntico,
no
slo
en
las
antillas, sino\
e\n
toda
la
Amrica
y
en
Es-
paa.
Pero
vengan
a este libro los
detractores
e
la
poesa
antillana,
a
convenir
conmigo,
que
-
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IV
PROLOGO
\no
es
nico
el
te\m
a
de
amor,
y
que
al
ser tra-
tado
este
tem
l
a
ha
sido con
tanto
acierto,
que
ha
detef\m\in\(do
la
mayora
de
las
veces, los
momen-
tos
\m\s
felices
de
la
lrica
antillana. Yo quiero
que
los
detractores
me
digan
qu
gran
poesa,
qu
gran
momento
potico
de
esos que la
huma-
nidad
verter constantemente,
se
ha
producida
en
pl
\m\un\do,
sin el
elemento del amor.
En
todas
las
creaciones
del
arte,
el
amlor
y
la
amada
han
sido
si\0\m\pre
fuentes
de inmortalidad.
Ccndome
ahora
al marco
de
la lrica
antillana,
dir
que
para
encontrar
all
la \m\s
alta expresin
de
poe-
sa,
hay
que
llegar
a
la
}
$ linas
tocadas de
amor.
'Vialgan
breves
ejemplos
tniados
al
azar:
Id
poesa
Amlor
y
orgullo,
de
la
Avellaneda;
.Fidelia,
de
Juaf
Cle\menie
Zeneu;
Intima,
He
Juctrta
Barrero;
For Ever,
de Fabio
F
tallo
;
los
Noeturnos
y
Epitalamios,
de
Enrique
H\enriquez,
y
.Laura
y
Postuma,
de
Jos
de
Diego.
Los
principios de
las bellas
letras en las An-
tillas,
fueron
en
verdad,
de tal
pobreza
que no
fu
^posible
sospechar la
brillantez
y
solidez
cul-
tural
de
las
actwates
das. Los
primicros
rimado-
res
no
pasaban
de
ser
unos
ruines copleros
po-
pulares.
Cuba
fu
la primera
de
las islas que
Levant Las
letras
a
un
estado
de
dignidad.
La
audacia mental
tard
mucho
tiempo
en
echar
por los
suelos
la
imitacin
servil
de
los retricos
rtiatdes
\de la
metro
poli.
Pero naci en
la
bella
isla
cuba
ma
el
prodigioso Jos
Mart
y
el metan-
-
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PARNASO ANTILLANO
clico
y
bello Julin
del Casal,
y
qued
afir-
triddo
el
germen
de
la regeneracin
potica.
Todava
hoy
no
son cabalmente
modernistas
en
cuanto
a
procedimientos
de
tcnica
los
poe-
tas
antillanos.
Si
bien
lo son en
la
esencia
y
tendencia
de sus temas de
arte. El
poeta
moder-
no
ms
completo
de
las
Antillas
lo
tiene
hoy
Cuba
en Federico
Uhrbach,y
en
su
joven
poeta
'Agustn
Acosta.
En
Puerto
Rico,
el
poeta
que
mus
propiamente
puede
ser
llamado modernista
es
el
interesante Luis
Llore
ns
Torres,
y
en
Santo
Domingo,
la
mayor
suma
de
espritu
y
procedi-
mientos
modernistas recae en
la lira
de
Ricardo
Prez
Alfonsee
a
y
en Valentn Gir. S
ame
per-
mitido ahora
reflejar
aqu
la
charla,
amena
de
Rubn
sbrela dignidad))
en
el
arle,
a
la cual
me
refer
al
principie
>-.
En
urna
torre
catalana
r,
con-
valeca
Rubn.
Todas
Las
tardes
a\0o\nip\ctaba
yo
al
poeta.
Y \nunlca fe,
vi
'Mn
lpeuente,
tan
chis-
peante como
en
esa
tarde,
al hablar
de
Ua
que
l
entenda
por dignidad
literaria. Los
que
cono-
cieron
a
Rubn
saben
qiie
no
era
l
artiigo
de
poner
ctedra.
Compre
aderis,
pues,
el
ambien-
te
cordial
de
aquella
confidencia,
deslizact entre
sonrisas
y
pfr\macioties
.
Y
s
o
voy
a
\depir
\aqu
algo
de
lo
que
recuerdo
y
de
lo
m%
esencial de su
teora
sobre la
{{dignidad))
.
En
lo
que
co\nsiste
esta
dignidad,
fica
l,
es
imposible
explicarlo
en
un
libro. Por
los
ejemplos
se
llegar
a
una
ms
completa
comprensin
del
asunto.
Los
poe-
mas
eran
para
l:
poetas
dignos
o
-
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VI
PROLOGO
indignos .
Dentro
de
los
dignos
algunos
llega-
bar
a
ser
dignsimos^
y
otros
suprema
dig-
nidad
.
Grecia
era
la
\m\a\dre
de
la
dignidad
literaria.
Los
ingenios helnicos no
cientficaron
en
un
texto
esta
dignidad,
sino
que
la esparcieron
en
sus obras co\m\o\
una
fraganicia
de
seleccin
y
de
distincin
espiritual
y
m'ental.
A
veces
esta
dig-
nidad
se
descubre
en
un
giro
solamente,
en
una
lnea
o en
un
gesto.
Es
una [manera
de,
decir
pers\n\al con
la
ms
pura
sen\cillez
la emocitt
del
\min\uto
genial,
sin
una palabra
de
ms o
de
m\enos, sin
una
accin
pueril
o
servil
,
el pen-
samiento.
Precisar
aqu
alguttps
de
los
ejem-
plos
que quedaron
fijos
en
nvi
\memo\ria,
pre-
nunciados aquella
tarde
en
la
improvisacin
del
dilogo.
Como
suprema
dignidad
frieron
ci-
tados
Hoimlero,
Mugo,
Vertain,
Dante,
Benve-
nuto,
Byron, Enrique Heine,
Gabriel
D
J
Annun-
zio,
Shakespeare,
Slielley,
Materlittck,
Ja\mmes,
Wide, Malla/pie.
Recuerdo
que
el
primer
poeta
espaol
que
cit
co\mo\
dignsimo
fu
el
nom-
bre
de
Becquer
.
Luego\
cit
com\p\
dignos
a
Ju-
lin
del
Casal,
a Leopoldo
Luganes,
Herrera
y
Reising,
Guiller\m\a
Valencia,
y
al
cataln
Juan
Maragall.
Y
co\m\o
talentos
dignsimos
espaoles
recue/do que cit a don
Benita
Prez Galds,
a
Valle
Incln,a
Santiago
Rusiol,a
Azorn.
Y de,
'Amrica
cit
a
Juan
Mantalvo\
a
Jos
Enrique
Rod
y
a
Jos Mart,
como*
dignsimas.
Al lle-
gar
aqu
nato
que
\m\e
olvido
que
Gngora
fu
-
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PARNASO ANTILLANO
Vil
citado
por
el
Maestro,
como
una
suprema dig-
nidad
.
Muy
larga
ffi
la
lista
de los
diados
co-
\mjo\
poetas
indignos.
Pero
cpi\o el
poeta est
muerto
,
no
quiera
que
alguna
vanidad
herida
escarbe in\n\oible^ne:nte
la
tierra
de
su
fpsa.Todo
lo
verboso
y
lo'Aeirico,
en
todas
las
manifestacio-
nes
de la
m\ente
o
del
espritu,
puede
conside-
rarse
dentro del \m\ovimiento
indigtio.
Inolvidable
es
para
m
la
tica
dilucidacin
es-
ttica
-
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VIII
PRLOGO
Rubn hubiera
sealado
corto
indignos,
pero
yo
he
querido
traerlos
aqu,
porque
ellos
repre-
sentaron
un valor
de
popularidad
o
alcanzaron
un
reno\m\br,e
tal
en
sus
patrias
nativas
que
les
'da
derecho
a
figurar
en
el
Parnaso
Nacional.
Aunque
he
tenido
cuidado
en
escoger
de
cada
uno
de
ellos
lo^
\nts
digno,
tal
acontece,
por
eje\m\p\lo,
con
el
portorriqueo Gautier
y
Ben-
tez,
con
el
dominicano
Petlerano
Castro
y
con
el
cubano
Plcido.
Mi
propsito, al
presentar
al
juicio
esp\aol
y
al
juicio
continental
de
la
Amrica
hispana^
el
presente
volumen,
consiste
en
demostrar
al
pri-
rtiero
cuan
arbitrario^
es
su
dictamen de
poesa
tro
pical
y>
aplicado
al
actual
Movimiento
potico
de
Arri
rica,
y
al
segundo,
darle
una
ocasin
de
escachar,
reunidas,
las
esperabas
y
las
caden-
cias
de
sus
hermlanos
de
las
Islas.
Osvaldo
Bazil
Barcelona,
17
de
noviembre
de
1916.
-
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16/392
Acosta (Agustn)
BALADA
DE
INVIERNO
Sopla,
invierno,
sopla...
esgrime tu
saa
contra
los
que
tiemblan,
faltos de
salud;
alza
tu
guadaa
sobre
la cabeza
de
la
juventud...
Yo
miro
el
rodar de
las
hojas...
Las
cumbres
me
mandan
sus
vientos..
Mi
alma
ha
soltado
sus
hojas
a
todos
los vientos...
rbol
despojado
de
galas,
qu
vientos
lo
pueden
herir?
yo
estoy
tan
desnudo
de
galas
que
ya
nadie
me
puede
herir...
Rgido
me
opongo
a los
vientos,
con bizarra
socarrona.
Que
vengan los
vientos
violentos
a
arrebatarme
mi
corona...
I
-
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17/392
OSVALDO
BAZIL
Sopla, invierno, sopla... esgrime
tu
saa
contra
los
que
tiemblan,
faltos de
salud;
alza
tu
guadaa
sobre
la cabeza
de la
juventud...
Yo
miro
cubrirse
los cielos
de
mantos
obscuros
y
grises
mi alma
ha
lanzado
a
los
cielos
sus
penas obscuras
y
grises...
Cielo
de tormentas
errantes,
qu
nube
le
puede
hacer
mal?
Sobre
mis
tormentas
errantes,
puede
caer un
nuevo mal?
Yo me
acorazo
de
alegra
mientras
un
santo
ardor
me
abrasa,
y
tengo un
gesto
de
irona
para
toda
nube
que
pasa...
Sopla,
invierno, sopla...
esgrime
tu
saa
contra
los
que
tiemblan,
faltos
de
salud;
alza
tu
guadaa
sobre
la
cabeza
de
la juventud...
Yo
miro
mustiarse
las
flores
en los
desolados
jardines...
ya
van quedando
pocas flores
en
mis
interiores
jardines.
Jardn
que
apenas tiene
flores,
Qu
debe
hacer?
Una
jardinera
de
amores
debe
escoger...
Jardinerita
que he
soado
por
qu
no
vienes
hacia
m?
Mi
jardn
est
abandonado
y
sus
flores son
para
t...
-
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PARNASO
ANTILLANO
Sopla,
invierno,
sopla... esgrime
tu
saa
contra
los
que tiemblan, faltos
de
salud;
mi
mano
detiene
tu torva guadaa:
mi
mano
es
la
mano
de
la
juventud...
Cuando
ya
no
brillen
mis
ojos,
y
cuando
la
vida, tan
buena, se
acerque a
su
fin,
con
mi jardinera
me
vers
cantando
junto
a
mi
jardn...
CANTO
BBLICO
Cordero, manso corderito
que, tras la
huella
del
Apstol,
bebiste el
agua
del
Jordn;
cordero, blanco
corderito
del
evanglico
San
Juan...
Tus dulces
ojos
de
agona,
de
la
lejana Galilea
traen
una
suave
luz
de amor...
i
Acaso suean
todava
con
el bautismo
del Seor
Cordero, manso
corderito,
que
eras velln
maravilloso,
de
una
blancura
espiritual;
que
figurabas
en el rito
de
todo
cntico
pascual...
Se
ha
profanado
nuestro
templo;
tras
los
discpulos
de Cristo,
vino
la
horda
de
Luzbel...
Se
necesita
un
gneo ejemplo
como
en
Sodoma
e
Israel...
Que
si
apostlico
y
divino,
so
el
Bautista
inmaculado
en la
pureza
de
su flor,
extraordinario misgino
neg
sus
carnes
al
amor...
#
Libre de
erticos resabios
tom
la
ruta
ms
adversa
a
la
caricia de
su fe,
y
so
un
beso
de
sus labios
la
tentadora Salom...
-
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10
OSVALDO
BAZIL
T que bebiste
en las
cisternas,
oh
corderito, donde el
agua era
bendita
por San
Juan;
t,
que
acariciaste las
piernas
de Jesucristo
en
el Jordn...
Que
del
Tetra
rea
a la
fiereza
viste la
anglica
cabeza rodar,
en
un
nimbo
de
luz,
cuando la
trgica belleza
de Salom
venci
a
la
Cruz...
Que
en
1
os
vaivenes
de la esquila
oyes
rumor
de
sinagoga,
en
una fiesta de
Bethlem
y
en
el
candor
de
tu pupila
brillan
las
tardes
de
Salem...
Dinos qu ha
sido
de
la bella
fulguracin de la
doctrina
de
la
Esperanza
y
del
Amor;
dinos
qu
ha sido
de
la
estrella
que
gui
los
pasos
del
Seor...
Estamos
ciegos,
corderito,
porque
la
luz del
Evangelio
nos
ha
negado
su
piedad.
Hurfanos
somos
de
infinito
en
esta
estrecha
humanidad...
Sobre
nosotros pesa
un
triste
castigo
enorme,
que
resume
los injusticias
del
dolor...
Oh,
corderito que
seguiste
en
su
camino al
Precursor...
I
Cordero,
manso
corderito
danos
un
poco
de
infinito;
danos
un
soplo
de
esperanza
y
una
divina
luz
de
amor
a
los que
ansiamos
todava
eternizar
la
poesa
que,
sobre
el
surco
de la
tierra, sembr
la
sangre
del
Seor
I
SEGADORA
Soador:
ante
t triunfa
y
se
obstina
en
ser
dulce
y
eterna
la
Esperanza,
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
20/392
PARNASO
ANTILLANO
11
con
halagos
de
hembra que
adivina
un germen
de
futura desconfianza.
Si
a
quietudes
de
mar
engaadoras
prometes
sumisin
y
te
amedrentas,
sers, como
las barcas pescadoras,
el
juguete
de todas las
tormentas.
Minutos
de
valientes
decisiones
han
de ser
los
que borren
del futuro
la
costa
azul donde
las ilusiones
mienten
un
protector
puerto
seguro...
Es
noble desconfiar; prever
la
impura
tentacin
bajo
el
tmido
decoro,
pues
siempre
han
de
tentar nuestra
amargura,
llenas
de miel, las
nforas
de oro.
La aurora est en
t
mismo.
La
alborada
eres t
quien
la
forja
en
el
anhelo
de
iniciar
con
la
luz
de la
mirada
la
copia
de
tu
espritu
en el
cielo.
Nada es fuera
de
t
lo que
t
sueas...
T
eres
el
creador
de
los paisajes
:
desde
el
compacto gris que
aman
las
breas
hasta
el azul que
adoran
los
celajes.
Ficcin
de
la
Esperanza
te
revela
de
tu
mando interior
la
senda
clara,
pero
tras de tu
paso
va
tu
estela
deshojando
jazmines
para
el
ara...
Tu
sangre es
la
que
sufre
y
la
que
goza
mientras
tu
juventud
de
visionario
ante
un
monte
de olivos
se
alboroza
y
olvida
la leyenda
del
Calvario...
Maldito
el
huracn
que nos
despoja
del
trino
de
la
ltima
esperanza...
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
21/392
12
OSVALDO BAZIL
En el
rbol
que est
sin
una
hoja
no
alegra el
ruiseor
.con
su
romanza.
Si
pretendes triunfar, no te intimides
por
sendas
hoscas
y
por
luchas
recias
y
aunque
mires
al
cielo,
nunca
olvides
que
es
tu
madre
la
tierra que
desprecias..
Bernal
(Emilia)
ANHELOS
Quisiera...
que
mi
alma
al ruego
de
tu alma
pudiera
llorar
la
frase
que
en
ella
solloza,
gorg^a
y
suspira
y
viem&
a
mis
labois...
y
luego...
temblando
de
miedo
se va:
Quisiera...
en
alas
del
cfiro
errante
en
cuyo
plumaje
se
mece
el
enviar
a
tu
frente
[amor
mis plidos
besos
como
una
caricia
del oro
del
sol.
Quisiera...
en
la
albura
del
lis
de
tu
alma
de
mis
idealismos
la
y
luego...
[estela
dejar
alejarme...
perderme
en
las
sombras
sin
fin
del
olvido
y
en
ellas por
siempre...
vagar.
i
.
.j
Quisiera...
'
j
'
i
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
22/392
PARNASO ANTILLANO
13
en la
cumbre
de
tus
pensamientos
ser
copo
de nieve/
ser
gema, ser
flor,
ser
nube,
ser rfaga,
ser
ave
zaharea
ser
lumbre,
ser
iris,
ser
risa
del
sol
Quisiera...
las
tristes
estrofas
de mis
pensamientos
desencadenar
al
borde
de
tu
alma,
como
si
ella fuera
de fino
cristal
un
vaso
y
mi
verso, un
hilo
de
llanto
sonoro
que
al
choque
del
fondo
del
vaso rompiera a
cantar.
Quisiera...
en
la tumba
que guarda
tus
huesos
ser llanto
de
efeoo,
roco
de amor,
plegaria
en la
noche,
rapsodia
de
besos
ser cruz,
rosa,
lgrima...
ser
rayo
de
sol
MEDIA NOCHE
Flota
en la noche
como
una
balada
de
ensoacin.
Est muy
blanca
la
luna
y
muy
triste
el
corazn.
Y
aunque
el
cfiro
desle
el
perfume
de
las
flores
en
un ambiente
de
amores,
el
corazn
no
se
re.
Y
aunque muy
ledo suspira
el
seno de
la
montaa
como
si
un
gnomo
en
su
entraa
pulsara
su agreste lira;
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
23/392
14
OSVALDO
BAZIL
Y todos
los
jazmineros
balancean
su
blancura
Suavsimos
y
ligeros;
Y
aunque
rueda
en
los alcores
la
onda
movible
del
viento
cual
si
de
un pecho
el
acento
buscara
su
eco
de
amores;
Y como
airn
de consuelo
atraviesa blanca
nube
el
cristal
azul del cielo;
Y aunque
sonora
la
fuente
en sus
perlas
desgranando
en el
tazn,
dulcemente,
sigue
el
corazn llorando.
Le responde slo
un
grito
en
melanclico
do,
el
grito
largo de
un
buho
que
atraviesa
el infinito.
*
Bobadilla
(Emilio)
(Fray
Candil)
MONOLOGO
DEL HOMBRE
Yo
que soy
un
enigma,
como
el
mundo,
si
fondo;
yo que
siento en mi
vida
palpitar
otra
vida;
yo
que en
lo
ms abstruso
con
el
pensar
ahondo;
que
interrogo a
los
astros
cop,
mirada
atrevida;
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
24/392
PARNASO
ANTILLANO 15
bajo
al
miar
y
en los
aires, como
un
ave, me
cierna;
yo
que
invent
las Artes,
la
Religin,
la
Ciencia;
que
concibo,
abstrayndome de
la
tierra,
lo
eterno;
que
tengo
ese misterio
que
se llama
conciencia;
que
asesino, que
robo,
que
construyo, que
suefio,
que
traiciono,
que
amo,
que odio,
que deliro,
que a la
vez
soy sublime,
ridculo
y
pequeo...
Oh
no,
no
me
resigno
a
morir
y
que
d
viento
esparza
mis
cenizas
en
caprichoso
giro...
Me lo
dice
en
secreto llorando
el
pensamiento...
*
Borrero
(Juana)
LAS HIJAS
DEL
RAN
Envueltas
entre
espumas diamantinas
que
salpican
sus cuerpos
sonrosados,
por
los
rayos
del sol
iluminados,
surgen
del
mar
en
grupos
las
ondinas.
Cubriendo
sus
espaldas
peregrinas
descienden
los
cabellos
destrenzados,
y
al
rumor
de
las
olas
van
mezclados
los ecos
de sus
risas
argentinas.
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
25/392
16
OSVALDO BAZIL
As
viven
contentas
y
dichosas
entre
el
cielo
y
el mar,
regocijadas,
ignorando tal vez que
son
hermosas
y
que
las olas,
entre
s
rivales,
se
entrechocan,
de
espuma
coronadas,
por
estrechar
sus formas
virginales.
ULTIMA
RIMA
Yo he
soado
en
mis
lgubres
noches,
en
mis
noches
tristes de
penas
y
lgrimas,
con
un
beso de amor
imposible,
sin sed
y
sin fuego, sin
fiebre
y
sin ansias.
Yo
no
quiero
el
deleite
que enerva,
el deleite
jadeante
que abrasa,
y
rae causan hasto
infinito
los
labios
sensuales que besan
y
manchan.
Oh mi amado, mi amado
imposible,
mi novio soado de dulce mirada
l
cuando
t
con
los
labios
me
beses,
bsame sin fuego,
sin
fiebre
y
sin ansia.
Dame
el
beso soado
en
mis noches,
en
mis noches tristes
de penas
y
lgrimas,
que
me
deje una
estrella
en
los labios
y
un
tenue
perfume
de
nardo
en
el alma.
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
26/392
PARNASO
ANTILLANO
17
Borrero
(Dulce Mara)
LA
CANCIN
DE
LAS
PALMAS
Esmeraldas
rumorosas,
porciones
del
patrio
suelo
que
os levantis
orgullosas
para
besar
amorosas
el
gran
zafiro
del
cielo;
vosotras
las
que
mirasteis
caer el
postrer soldado
que,
piadosas,
lo
arrullasteis,
y
en
pie,
soberbias,
quedasteis
sobre
el
campo
ensangrentado
en
lenguaje
misterioso,
ya
que tan
alto
subisteis,
contadle al
azul radioso
el secreto
doloroso
de
la
cancin
que
aprendisteis.
Decidle
cunta
amargura
vuestro
suave
arrullo encierra
en su
infinita
dulzura,
y
repetid
en la
altura
lo que
osteis
en la
tierra.
Que
n
el viento
confundido
lleg
a
vosotras
un
da
del
primer
cubano
herido
el
lamento
dolorido
que
repets todava ...
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
27/392
18
OSVALDO BAZIL
ESTROFAS
Que
es
muy
corto
el espacio
en
que
te escribo
para
encerrar
en
l
mi aspiracin?
El dolor
es
ms grande,
dulce
nia,
y
cabe
en el
humano
corazn
Mientras ms
hondo
y
vivo
el
sentimiento
en
menos
frases
se
dir
mejor.
Toda
la
historia
de
Jess,
inmensa,
no
cabe,
dime,
en
la palabra
amor?
Cabe,
pues, mi
pesar
enorme
y
triste
en
tan estrecho espacio
de
papel;
ms
estrecho
es el hueco
de
una
tumba,
y
toda
la existencia
cabe
en
ll
EL
REMANSO
Bajo
el
arco
fresco
del ramaje umbro,
de los
arrayanes
que
bordan
la
orilla
entre
la
guirnalda
florecida, brilla
como
una pupila de esmeralda
el
ro.
Y
es
la
transparencia
de sus
aguas puras
inmovilizadas,
tan
serena
y
honda,
que
se
unen
la fronda sonora
y
la
fronda
del
cristal, formando ,dos grutas
oscuras.
Del
airn
altivo
de una
palma enhiesta
oculto en
los
flecos,
con
trinos
de fiesta,
modula
un
sinsonte
sus
claras
octavas,
mientras
doblegados
amorosamente,
con leve
murmullo besan
la
corriente
los
penachos lricos
de
las
caas-bravas.
*
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
28/392
PARNASO
ANTILLANO
19
Byrne
(Bonifacio)
DE
BARRO
Habla
con
voz solemne
Se dira
que
hay
en
su
ser
un
resplandor de
aurora.
Por
su
aspecto
apostlico,
enamora,
cuando
su
pensamiento nos
confa.
Su
cara
es
trasparente
como
el
da,
son
muchas
las
virtudes
que atesora,
la
angustia
ajena
desolado
llora
y
ante
la
paz
del cielo
se
extasa.
Lstima
tiene
a todos
los
que
oprimen-
Es
de
los
que
perdonan
y
redimen,
y
en
el amor
encuentran
su
elemento;
pero
es
de
barro,
y
no
hay una
conciencia
donde
no
haya
dejado
la
existencia,
como
un zigzag,
algn
remordimiento.
LOS MACEO
Estirpe de
colosos
y
titanes I
Ellos
alimentaban
sus
legiones
con
mdula
y
con
sangre
de
leones
para
lograr
mejores capitanes.
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
29/392
20
OSVALDO 6A2L
Su
squito era
slo
de
huracanes,
su
msica
la
voz
de
los
caones,
las
nubes
del
espacio sus
bridones,
sus
amigos ausentes,
los
volcanes
Para narrar
sus
picas
hazaas
hay
que
escribir
exmetros de
acero,
interrogando
al
mar
y
las
montaas...
Y
para
ese
milagro
es lo
primero
descender
,de
la
tumba
a
las
entraas,
y
a
Dios
pedir
que resucite a
Homero
MI
BANDERA
AL
GENERAL PEDRO
E. BETANCOURT
Al
volver
de
distante ribera
con
el
alma
enlutada
y
sombra
afanoso busqu
mi bandera
y
otra
he
visto, adems
de
la ma
Dnde est
mi
bandera
cubana,
la
bandera
ms
bella
que
existe?
Desde
el
buque la
vi esta
maana,
y
no
he
visto una cosa ms
triste.
Con
la fe de las almas
austeras
hoy
sostengo
cotn
honda
anerga
que
no deben
flotar
dos
banderas
donde
basta
con
una:
la
ma
I
En los
campos
que
hoy son
un
osario
vio a
los
bravos batindose
juntos,
y
ella ha
sido el
honroso
sudario
de
los
pobres
guerreros
difuntos.
Orgullosa
luci
en la
pelea,
sin
pueril
y
romntico
alarde:
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
30/392
PARNASO
ANTILLANO
21
jal
cubano que en ella
no
crea
se
le debe azotar
por
cobarde I
En
el fondo
de
obscuras
prisiones
no
escuch
ni
la
queja
ms
leve,
y
sus
huellas
en
otras
regiones
son letreros
de luz
en
la
nieve.
No la
veis?
Mi
bandera
es
aquella
que
no
ha sido
jams
mercenaria,
y
en la
cual
resplandece
una
estrella,
con
ms
luz,
cuanto
ms
solitaria.
Del
destierro
en
el
alma
la traje
entre
tantos
recuerdos dispersos,
y
he
sabido
rendirle
homenaje
al
hacerla
flotar
en mis
versos.
Aunque lnguida
y
triste
tremola,
mi
ambicijn
es
que
el
Sol
coni
su
lumbre,
la
ilumine
a
ella sola,
a
ella solal
en
el
llano,
en
el mar
y
en
la
cumbre.
Si deshecha
en
menudos
pedazos
llega
a
ser
mi
bandera
algn
da...
nuestros
muertos alzando
los
brazos
la
sabrn
defender
todava ...
CUAL SERIA?
i
Se
fu
del mundo sin
decirme
nada
Cesaron
de
su
pecho
los
latidos,
sin
que
su
voz
llegase
a
mis
odos,
triste,
como
una
antfona
sagrada.
En
su
alcoba
revuelta
y
enlutada,
quedaron
sus recuerdos
esparcidos
como
quedan
las
plumas
en
los
nidos,
si
el
brego
sacude
la
enramada.
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
31/392
22
OSVALDO BAZIL
Dios, para
quin
no
existe un
solo
arcano,
nicamente contestar podra
esta
pregunta
que
formulo
en
vano:
Su
ltimo
pensamiento
cual
sera,
cuando,
muriendo,
me
apret
la
mano,
y
cruz
su
mirada
con
la
ma?
Callejas
(Flix)
ENTRE LLAMAS
para Nstor
Carbonell
Rivero
Es
en
la
horrible destruccin
de
Roma..
Del ltimo
palacio
que
se
enciende
un (hroe temerario al
muro
asciende
y
escala el
galern
que
el fuego doma.
De
pronto
el
hroe,
victorioso, asoma
y
con
la
duea de
su
amor desciende,
sobre la
grama
del
jardn
la
extiende
y
el
vetusto
palacio
se
desploma
Desnuda
la
contempla,
su
mejilla
donde la
luz
del
fuego
se
refleja
ora
se nubla
en
sombras,
ora
brilla;
pero
la
cubre con su
capa
luego,
rendida
el alma
&
pasin,
se
aleja,
y
hroe
otra
vez
la
salva
de
otro fuego
*
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
32/392
PARNASO ANTILLANO
23
Cando
(Csar)
MIRANDO
AL
CIELO
Bajo
la
fronda
de
la
verde
copa
del
almendro
que
crece
en
la
terraza,
vocinglera
y
vivaz
cubre
la
herbaza
de
pajarillos
la
parlera tropa.
Tiende
el
turbin
su
mortecina hopa
en
las
tinieblas
de
la
noche,
y
traza
crculo
de
terror
que
despedaza
con
hirviente
soplido
lo
que
topa.
Al
nuevo
albor,
los
campos
cultivados
reflejan
el
color
de
los
desiertos
por
diablicos
silfos
azotados;
y
en
la
hojarasca
del
almendro,
yertos,
yacen
los
pajarillos
esponjados
con
los
turbios
ojillos
entreabiertos.
ALMAS
LUMINOSAS
En el
Cementerio
Alce la
inspiracin
ureas
escalas,
luz
de
inmortalidad
el
alma
encienda,
y
brele
el
paso
a
la
sentida
ofrenda
Piedad
que
al
hombre
con su
Dios
igualas.
Venza al
olvido
Apolo
con sus
galas,
trace
el
recuerdo
surcos
en la
senda,
y
aqu
donde
la
muerte
alz su
tienda
venga
el
amor
a
desplegar
sus
alas.
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
33/392
24
OSVALDO
BAZIL
Y
escuchad, oh
sublimes
soadores,
ya
de
la vida
material ausentes,
l
arpa
de
los
vivos Trovadores
que, al
vibrar
de
canciones
reverentes,
viene
a
borrar
la
sombra
de
dolores
que
nubla todava
vuestras frentes.
Carbonell
(Jos
Manuel)
ERA
UNA
TARDE
TRISTE...
La
tarde,
muelle
y
lnguida,
declina;
un
sudario de
luto el
cielo
viste,
y
la
Naturaleza
opaca
y
triste
dormir parece
un
sueo
de
morfina...
Cuelga
en
el aire
un
manto
la
neblina,
y
simula
que
todo lo
que
existe
la
ilusin
melanclica
reviste
de
un
cementerio
en
espantable
ruina...
Como
una
veleidosa
cortesana
duerme el
sol en
su
lecho
de
oro
y
grana
un
hlito
vernal
filtra
las
venas
y
recorre
sus celdas
misteriosas,
como delgadas
sierpes
venenosas
en
clices
de
blancas
azucenas...
LAS
TRES
SOMBRAS
Ao
dcimo
quinto.
Invierno.
Siglo veinte.
En
Waterloo.
Tres
sombras
y
de
testigo
yo:
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
34/392
PARNASO ANTILLANO
25
Wellington
taciturno;
Blucher
irreverente,
y
en
su
actitud
hiertica el
gran Emperador.
De
Marte
el rayo lvido ilumina
la
escena;
retumba
en
los
espacios
el
eco
del
can;
y
como
rota entraa,
del
firmamento
vena,
chorreando sangre
luce
en
su
cnit
el
sol.
Wellington
sobre
el campo
de
sus
proezas
mira
la
ondulante
sabana
donde
el
laurel ci;
Blucher
como
un
sonmbulo
en
los
talones gira,
y
tranquilo sonre
el
gran
Emperador.
Hace
un
siglo
el
leopardo
y
el guila
prusiana
vencieron
a la Francia
en
combate
feroz;
los
irreconciliables
de
ayer,
el tiempo hermana,
y
los
aliados
de antes,
son
enemigos
hoy.
Las
tres
sombras
discurren.
Se
oye
un
dilogo
vivo.
Blucher
con
aire
fosco muerde
una
imprecacin:
Wellington
cierra
el
puo,
y
mira
pensativo
el
perfil
melanclico
del
gran
Emperador.
Reina
silencio
augusto.
Las tres
sombras
airadas
se
incorporan.
La noche
vela en
su
ocaso al
sol.
Y
en
la
extensin
inmensa
fulguran
las
espadas
iluminando
el
rostro
del
gran
Empenador.
LA
PATRIA
Y EL
SOLDADO
Quin
eres?
Soy
de
aquellos
caballeros
que
por
salvarte
Patria,
sus
aceros
sacaron
de
la
vaina
a
relucir,
y
al
viento
desplegando tu
estandarte,
en
el corcel
de Marte
volaron
por
tus
fueros
a
morir.
Cuando
en
la
horrenda
esclavitud
gemas,
por
acabar
tus lentas
agonas,
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
35/392
26
OSVALDO
BAZIL
mi
existencia
sin
miedos
te
brind;
hoy que
libre
y
dichosa te saludo,
busco
en
tu
seno
escudo
a
cambio
del
amor
que
te
jur.
Ay
no esperes
de
m
que justiciera
alivie
tu
hondo
mal; sufre
y
espera:
ingrata
a
tu
miseria
nunca
soy;
lo
que
t
conquistaste,
no
te
asombres,
lo
olvidaron
los
hombres
de
quienes
muda
prisionera
estoy.
Cuando
tu me
ofrendabas tus amores
en
un
altar
de
muertes
y
dolores,
no
soaste encumbrar
tanto
can,
ni
all
te
disputaban
entre
hierros
como
voraces
perros
las
migajas
del
trgico
festn...
Triunfaste
en
la
espantosa
y
larga
ria
que enrojeci
de
sangre
la
campia
y
me
dio
la soada
libertad,
y
en
pago
de la
vida que
me
diste,
tu
Amada,
pobre
y
triste,
gemir
te
mira
en
msera
orfandad.
As dijo la
Patria
a
los soldados
que
por
sus
libertades denodados
se
echaron
selva adentro
a
combatir,
y
al
viento desplegando
su
estandarte,
en el
corcel
de
Marte
libres
juraron
por
su
honor morir.
HOJAS
DE
VIDA
Ya
no
me
quieres, todo
ha
pasado;
ya
no
recuerda
tu
mente
loca
el
beso
ardiente
que
enamorado^
dej
temblando
sobre tu
boca
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
36/392
PARNASO ANTILLANO
27
Todo
ha
pasado:
la
primavera
con
sus
perfumes,
con sus
colores,
y
la
engaosa
fugaz
quimera
que
me
forjaba
con tus
amores.
Ya no
me quieres I No
ms
amantes,
en
mis
felices
horas
extraas,
ver tus
ojos
brillar radiantes
bajo
la
noche de
tus
pestaas.
Todo
ha pasado Cual
peregrinas
de
mi
alma
huyeron
las
ilusiones:
las
ilusiones
son
golondrinas
que me
visitan
por
estaciones.
i
Bien te
lo
dije
Mi
pensamiento
es
como un
ave
que
amor no
tiene
y
que
hoy en
alas
de
manso
viento
al
dulce arrimo
del tuyo
viene.
Lo que
hoy adoro,
lo
que
hoy
ansio
y
rae
produce
gratos
antojos,
cuando
lo
alcanzo
me
causa
hasto
y
en
m
despierta
nuevos
enojos.
Pero
qu
quieres?
as
es
mi
alma,
novia
de
un da
de
primavera,
lago
que
finge
vivir
en
calma
y
hay
en su
abismo
volcn
que
espera.
rbol
de
otoo
que
se
desviste
de sus
floridas
galas
pomposas
y
al
otro
da
que
negro
viste
hay
en
sus
ramas
purpreas
rosas.
Rota
barquilla
que
al
mar
se
lanza
buscando
rumbo
desconocido,
sin
ms
bandera
que
la
esperanza
sin
ms
consuelo que
el del
olvido.
Esa
es
mi
alma
I
No
suees
verla
como
en
pasadas
noches
tranquilas,
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
37/392
28 OSVALDO BAZIL
en
que
^brillaba
como
una perla
en el mar
negro
de
tus
pupilas.
Casal
(Julin
del)
VIRGEN TRISTE
Tu sueas
con
las
flores
de
otras praderas,
nacidas
bajo cielos
desconocidos
al
soplo
fecundante
de
primaveras
que,
avivando
las
llamas
de tus
sentidos,
engendran
en
tu alma
nuevas
quimeras.
Hastiada
de
los
goces
que
el
mundo
brinda,
perenne
desencanto
tus
frases
hiela,
ante
t
no
hay
coraje
que
noi
se
rinda,
y
siendo
aun inocente
como
Graciela,
parece
tan
nefasta
como
Florinda.
Nada
de
la existencia
tu
animo
encanta,
quien
te
habla
de
placeres
tus nervios crispa
y
terrores
secretos
en
t
levanta,
como
si
te
acosase
tenaz
avispa
o
brotaran
serpientes
bajo
tu
pjanta.
No
hay
nadie
que
contemple
tu
gracia excelsa
que
eternizar
debiera
la
voz
de
un
bardo,
sin
que
sienta
en
su
alma
de
amor el
dardo,
cual
lo
sinti
Lohengrin
delante de
Elsa
y,
al
mirar
a
Elosa,
Pedro Abelardo.
Al roce
imperceptible
de tus
sandalias
polvo
mstico
dejas
en
leves
huellas,
j
entre
las
adoradas
sola
descuellas,
pues
sin
tener
fragancia,
como
las
dalias,
tienes ms
esplendores
que
las estrellas.
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
38/392
PARNASO
ANTILLANO
29
Vindote
en
la
baranda
de
tus
balcones,
de
la
luna
de
ncar a
los
reflejos,
imitas
una de
esas
castas visiones
que,
teniendo
nostalgia
de
otras
regiones,
ansian
de
la
tierra
volar
muy
lejos.
Y es
que
al probar un
da del
vino
amargo
de
la
vid
jde
los
sueos,
tu
alma
de
artista
huyendo
de
su
siglo
materialista
persigue
entre las
sombras de
hondo
letargo
ideales
que
surgen
ante
su
vista.
Ah Yo
siempre
te
adoro como un hermano,
no
slo
porque
todo
lo
juzgas
vano,
y
la expresin celeste
de tu belleza,
sino
porque
en t
veo
ya
la
tristeza
de
los
seres
que
deben
morir
temprano.
UNA
MAJA
Muerden
su
pelo
negro,
sedoso
y
rizo,
los
dientes
nacarados
de
alta
peineta
y
surge
de
sus
dedos la
castaeta
cual
mariposa
negra de
entre
el
granizo.
Paoln
de Manila,
fondo pajizo,
que
a
su talle ondulante
firme
sujeta,
echa reflejos
de mbar,
rosa
y
violeta,
moldeando
;de
sus
carnes todo el
hechizo.
Cual
tmidas
palomas
por
el
follaje,
asoman
sus
chapines
bajo
su
traje
hecho
de
blondas negras
y
verde
raso,
y
al
choque
de
las
copas
de
manzanilla
riman
con los
tacones la seguidilla,
perfume^ enervantes
dejando al
paso.
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
39/392
30
OSVALDO
SAZtL
UN
FRAILE
Descalzo,
con
obscuro sayal
de
lana,
sobre
el
lomo
rollizo
de
su
jumento,
mendigando
limosnas
para
el
convento
va el
fraile
franciscano
por
la
maana.
Tras
l
resuena
el toque
de
la
campana
que
a la
misa
convoca
con
dulce
acento
y
se
pierde
en
las
nubes
del
firmamento
teidas
por la aurora
de
oro
y
de
grana.
Opreso entre
la diestra lleva
el
breviario,
pende
de
su
cintura tosco rosario,
cestas
de
provisiones
su
mente forja
y
escucha
que,
a
lo largo del
gran
camino
respondiendo
al
rebuzno
de
su
pollino
silba
el aire
escondindose
entre
la
alforja.
PAX
ANIMAE
No
me
hablis ms
de dichas
terrenales
que
no
ansio
gustar.
Est
ya
muerto...
mi
corazn
y
en su
recinto
abierto
slo
entrarn
los
cuervos
sepulcrales.
Del
pasado
no
llevo
las seales
y
a veces
de
que
existo
no
estoy cierto,
porque
es
la
vida
para
m un
desierto
poblado
de
figuras
espectrales.
No
veo
ms
que
un astro
obscurecido*
por
brumas
de
crepsculo
lluvioso,
y,
entre
el
silencio
de
sopor
profundo,
tan
slo
llega
a
percibir
mi
odo
algo
extrao
y
confuso
y
misterioso
que
me
arrastra
muy
lejos
de este
mundo.
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
40/392
PARNASO ANTILLANO
31
A MI
MADRE
No
fuiste
una
mujer, sino
una
santa
que
muri
de
dar vida a
un
desdichado,
pues
sal
de
tu
seno
delicado
como
sale
una
espina
de
una
planta.
Hoy que
tu
dulce imagen
se
levanta
del fondo
de
mi
lbrego
pasado,
el
llanto est
a
mis
ojos
asomado,
los
sollozos
comprimen
mi
garganta,
y
aunque yazgas trocada
en
polvo
yerto,
sin
ofrecerme
bienhechor arrimo,
como
.quiera
que
ests
siempre
te
adoro,
porque
me
dice
el
corazn que
has
muerto
por
no
oirme
gemir,
como
ahora
gimo,
por
no
verme
llorar,
como>
ahora
lloro.
RIMA
rbol de
mi
pensamiento,
lanza
tus
hojas
al
viento
del
olvido,
que
al
volver
las
primaveras
harn
en
t las
quimeras
nuevo nido;
y
saldr de entre
tus
hojas
en
vez de
amargas
congojas,
la cancin
que
en
otro
Mayo
tuviste
para
consuelo
del
triste
corazn.
*
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
41/392
32 OSVALDO
BAZIL
Castillo
de
Gonzlez
(Aurelia)
VICTORIOSA
j
La
bandera
en el Morro
No
es
un
sueo
?
La
bandera
en
Palacio
No
es
delirio?
Ces
del
corazn
el
cruel
martirio?
Realizse
por
fin el
arduo
empeo?
Muestra
tu rostro
juvenil,
risueo,
enciende,
oh
Cuba
de
tu Pascua
ei
cirio,
que
surge
tu bandera
como
un
lirio,
nico
en
los col
ores
y
el
diseo
Sus anchos
pliegues
al
espacio
libran
los
mstiles
que
altivos
se
levantan;
los
nios
la
conocen
y
la
adoran.
Y
solo
al
verla
nuestros
cuerpos
vibran
Y
solo al
verla
nuestros
labios
cantan
Y
solo
al
verla
nuestros
ojos
lloran
Collantes
(Jos
Mara)
SERA
MUY
TARDE
YA...
Te
vas,
te
vas,
muy
pronto
te
alejars
soada;
te
vas,
para
mi
duelo
quizs
no
volvers,
o
quizs
en
la
senda
de
un
amor
te
sorprenda,
o
si no
tornas
pronto,
ser
muy
tarde
ya...
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
42/392
PARNASO
ANTILLANO
33
Nia
ingenua
y
sencilla;
por qu
fuimos
amigos?
Por
qu
una
noche
hablamos de la
Felicidad?...
Nia
ingenua,
mi
alma
se
desgarra
en
girones
que
te
llevas
muy lejos,
sin
saberlo.
Verdad?
No
hubiera
deseado contemplarte
tan
cerca,
ni
ver
tu
rostro
plido
que
endulza
la
bondad;
ni
conocer
tu
vida,
ni
tu
temperamento,
ni el
jardn
de tu
alma
noble
y
espiritual.
Conocerte
y
hablarte
para
luego
decirme:
Hasta
despus,
amigo,
hasta
despus.
Que
mal
qued
mi pobre
espritu
despus
de
aquella
noche;
t
no
lo
sabes,
nia.
Quizs
no lo
sabrs
Te
vas,
estoy
muy
triste
As
es mi
pobre vida;
el
dolor
es
mi
estrella,
el
dolor
es
mi
altar
Acaso si
en
la
senda
un
amor te
sorprenda
o
si
no
vuelves
pronto,
ser
muy
tarde
ya...
DEL
PASADO...
Yo
admiro
las
antiguas
catedrales,
piedras donde
la
fe
grab
sus
dones;
y
adoro
los
herldicos blasones
de
los
viejos
castillos
seorales.
Amo
a
los
caballeros
medioevales
que
llevaron
la
cruz
en sus
pendones;
y
adoro
las
histricas regiones
que
guardan del
pasado
las
seales.
Amo
el
clsico
infolio
donde
escritos
dej
el
Abate
los
primeros
ritos;
el
amargo
sabor
del
vino aejo;
y
a
los pueblos
caducos,
ya
cansados
que
prestan
a
mis
versos
empolvados
el
aroma
impalpable
de
lo
viejo.
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
43/392
34
OSVALDO
BAZIL
Daz
Silvera
(Francisco)
MI
PLIDA
La
virgen
que
los
ojos
soadores
admiran
en
mis
lienzos
ideales,
no
reza
en
las
vetustas
catedrales
ni
danza
en
los
alegres
corredores.
No
juega
enamorada
con
las
flores,
ni
escucha
tras
las
puertas
ojivales
las
zambras
de
las
guzlas
orientales,
el
canto
de
los
viejos
trovadores.
La
virgen
de
mis
lienzos
aletea
donde
el
bajel
sin
mstiles
estalla,
murmura
donde
el
brego
vocea,
palpita
donde
choca la
metralla,
sonre
donde el
rayo
centellea
y
duerme
sobre
el
campo
de
batalla.
Farrs (Abelardo)
MI
LIRA
Antes, cuando
mis aos
juveniles
me daban ilusiones
y
esperanzas,
era
mi
pobre
lira
mi tesoro,
mi amor,
mi fe, mi
dicha ms
preciada.
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
44/392
PARNASO
ANTILLANO
35
Al vibrar
de
sus
cuerdas, en
las horas
tristes
o
alegres,
sin
cesar
soaba
con
algo
inmaterial,
hermoso
y
puro,
que
el
alma
quema
y
el cerebro abrasa.
Ella cant
al amor
y
a
la
ventura,
al
cielo,
al
mar, a
todo
lo que encanta,
en
esos
aos que
riendo
llegan,
en
esos
aos
que
llorando
pasan.
Despus...
despus...
cuando
lleg
el
hasto,
cuando
la pena con traidora
garra,
pisoteando
muertas
ilusiones,
me
destroz
sin
compasin
el
alma;
cuando
la dura
mano
del
destino
mostrndome
la
senda
solitaria
de
la
verdad,
me abandon, diciendo
canta
para
vivir,
y
vive
y
canta,
cog
la
lira
y
palpit
de
angustia
al
escuchar
las
notas
que
arrancaba.
Antes,
en
mis
ensueos
y
locuras,
al
oira
sonar,
tranquila
y
candida,
inspirada
por
nobles
sentimientos,
era
su
trovador
quien
la
escuchaba,
sin
temor
a
que
el
mundo ,de
la crtica
llegara
con
su burla
a
profanarla.
Hoy
que
la
escuchan
muchos,
me parece
que
perdi
su
soni,do
y
que
batalla
por
conseguir
la
material
y
pobre
retribucin
que
en
el
mercado
alcanza.
Por
conseguir
el puesto
en la
contienda
que
debe
sostener,
todo
lo
abarca,
no
hay
tema
que
no encuentre
peregrino,
ni
asunto
que no
rime
en
forma
varia.
Pero
ay
de qu
me
sirve
pobre
lira,
si
no
me
puedes
dar
lo
que se
alcanza
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
45/392
36
OSVALDO
BAZIL
por
otros
medios,
donde acaso entre
algo
que la
conciencia me
rechaza?
De qu me
sirves,
s
al
tocar tus cuerdas
con
fra mano,
ya
te
pongo trabas
y
si vuelas
a
veces
abstrada
siempre
que vuelvo
en
m
corto
tus
alas?
De
qu puedes servirme
si
no
encuentras
dulces conceptos,
fciles
palabras,
para
ablandar
el
corazn
de
roca
de
la mujer
que
me
cautiva
y
mata?
Lira
que
tanto
am,
que tanto
adoro,
tras
la
tormenta
viene
la
bonanza,
y
si
a
m
vuelve
la ilusin
perdida,
volvers
a
sonar
como
sonabas.
*
Fornaris
(Jos)
DESDE
EL
SENA
I
Desde
el
muro
que
cerca
el
turbio
Sena
los
ojos
vuelvo
sin
cesar
a
t,
que
no
tienen
oh
Cuba
sus
orillas
encanto
ni
belleza
para
m.
Cul
t
no
existe
en
todo
el
Universo
pueblo
que
inspire
tan
profundo
amor;
en
tus
frescas
maanas
me seduce
cada
grano
de
arena,
cada flor.
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
46/392
PARNASO
ANTILLANO
37
An
el
rumor escucho
de
tus
bosques,
y
tus
palomas
tmidas
gemir;
y
me
imagino
verte
oh
Cuba
ma I
en
tu
dolor
soando
un
porvenir.
II
T
semejas
un
arco, oh Cuba
hermosa
que un gran
golfo refleja
en
su
cristal;
que
dora
el sol
y
la
luna argenta
bajo el
radiante
cielo tropical.
Arco
que sobre el
mar
como un
trofeo
con
mano poderosa
puso
Dios;
que
dos mundos
contemplan
asombrados
y
es
la
envidia
y
la gala
de
los ,dos.
Como
el
arco
que
a
Csar
alz
Roma,
tu grandeza
y
tu dicha
anunciars;
como
aquel
que
en
sus
montes
vio
la Armenia,
de
tus victorias
smbolo sers.
IIII
Tiene
Cuba
las
vegas
de
Granada
y
las
pampas inmensas
del
Per,
de Helvecia
los
mirficos
paisajes,
del africano
el
rstico
bamb.
Sustenta
como Quito un
sol
de
fuego,
fragorosas cascadas
como
el
Rhin;
y
oculta cada monte
en
sus
entraas
los despojos
de
mrtires
sin
fin.
Tiene
de
Siria los
gigantes
cedros
y
los rosales
vrgenes
de Sin;
los laureles magnficos de
Atenas,
y
una
historia
de
sangre
como Ilion.
-
7/25/2019 Bazil - Parnaso Antillas
47/392
38
OSVALDO BAZIL
IV
Bella
es
Florencia
por
sus
altas
cumbres,
bella
por sus mezquitas
Estambul;
por
sus
palacios Genova
y
Palermo
por sus
colinas
y
su
cielo azul.
Bella
es
Carrara
por
su
rico
mrmol
y
Pisa
por
su
torre
sin
igual;
.
Venecia
por
su
templo
bizantino,
Roma
por
su
famosa
catedral.
Mas
Cuba
es bella
toda
:
el
verde
bosque,
la dura
roca, el
frgil
caracol;
y
su
campo
y
su
mar,
y
las
hazaas
de
que
testigo
fu
su
ardiente
sol.
I-a
adoran
sus
Arstides
y
Gracos,
sus
Virgilios
celebran
su
vergel;
sus
msicos
se
esparcen
por
el
mundo
y
Pars
los
corona
de
laurel.
Sus
hijas
unen
gracia
y
hermosura
a
un
sencillo
y
amante
corazn;
ms
tiernas
que
las
moras
granadinas,
ms
bellas,
que
las
vrgenes
de
Albin.
Mira
Cuba
en
sus
crmenes
ms
flores
de
las
que
vio
en
su
seno
Italia
abrir
y
murieron
ms
hroes
por
sus glorias
de
los
que
Grecia
contempl
morir.
VI
Te
adoro
oh
Cuba
En
mi
dolor
extremo
te
dar
mi
postrer
palpitacin:
s,
yo
te
adoro;
el
cielo
de
la
Francia
-
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PARNASO
ANTILLANO
39
no
ha
podido
entibiar
esta
pasin,
slo
sueo
contigo;
ya
me
aterre
en
el
spera
sierra
el vendaval;
ya
en
el
Lago
Mayor
mire
a
los
cisnes
tender
el
cuello largo
y
virginal
slo sueo
contigo
:
ya
me
aterre
de los
Alpes
altsimos te
vi;
de Roma
visit
las
Catacumbas,
y
tu
sombra
pas
cerca
de
m.
Ya
de mi muerte
prximo
te
juro
que
nunca
tu
cario
olvidar;
palpitando
en
mi
ser
tu
amor
divino
con
tu
nombre
en
mis labios
morir.
Pero
logren mis
restos,
Cuba
ma,
al pie
de tus
palmeras
reposar;
tu sol me
alumbre,
y
mi
sepulcro
arrulle
la msica
solemne de
tu
mar.
Galliano
Cando
(Miguel)
EL
TREN
El
tren,
nerviosamente, por los
rieles
resbala
con
un
vibrar
iscrono,
con
un
temblor
de ala...
Nuestros
ojos
advierten
la
humildad de
un
sendero;
finge
un
penacho
el
humo
del
gran
monstruo
de
acero.
Adrnase
,de
palmas una
montaa
enhiesta
y
escuchamos las
notas
amables
de
una
orquesta:
Son
pjaros
que cantan
sus
glogas
de
amores
porque
la
Primavera
les ofrend sus flores...
-
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40
OSVALDO
BAZIL
Nos
unge
el
aire
de
una
deliciosa
fragancia
de
jazmines,
de rosas,
de
ramas... Y
a
distancia
oh, tesoro evanglico
fraternalmente
unidos,
entre
hojas
de
esmeralda,
contemplamos
dos
nidos.
Y el
tren,
nerviosamente, por los rieles
resbala
con
un vibrar
iscrono,
con un
temblor de ala...
Campos
exuberantes
de
suprema
belleza,
templos
majestuosos
de
la
Naturaleza
Se engalanan
de rosas divinas
los
boscajes
y
estn nuestras
pupilas
cargadas
de
paisajes.
Evocamos
la
gloria
del dulce hogar
distante
y
un
vuelo
de
palomas
cruza
en
aquel
instante.
Mensajeras
les
dice
el
alma
con
cario
llevadles
estos
sacros
besos a
nuestro
nio...
La
campana de
bronce, la
lgubre campana
suena
imperiosamente.
El
tren
vuela.
Engalana
una
casita
un
mstico
manto
de
enredadera...
Acaso
esa morada
para
nosotros
fuera
una
lrica
torre
de
marfil,
un
palacio...
Y,
a
lo
lejos, la vemos con
ternura
infinita
entre
el
verde
del
monte
y
el azul
del
espacio...
oh
el
recuerdo
adorable
de
la
humilde casita
Y el
tren,
.nerviosamente, por
los
rieles
resbala
con
un
vibrar
iscrono,
con
un
temblor de
ala...
*
-
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PARNASO
ANTILLANO
41
Guerra
Nez
(J.)
AMOR
Embriagantes
y
msticos efluvios
de
las
rosas
marchitas
en
sus
cabellos
rubios
y
en sus
turgentes
senos;
margaritas
que
deshojaron
sus sagradas manos
en los das, ya muertos
y
lejanos,
en
los das serenos
de las
primeras
citas;
azucenas
de
candida
pureza
que
en horas pasionales
perfumasteis su
lrica
cabeza
con
perfumes sensuales
blancas
rosas
baadas por
el
llanto del roco,
que en noches
venturosas
del caluroso
esto,
osteis
tantas
cosas
que
me
dijo
en
voz
baja
el
ngel
mo;
luna
del
peinador
que en esta estancia
copiaste las
blancuras
virginales
de su
piel
tersa
llena de fragancia;
finos
chales
bordados
por
mujeres
japonesas,
que
conservis
an la
esencia
vaga
de
aquella
que
la
lgubre
tristeza
con encantos
de
maga
hizo
huir de
mi
vida;
blancos
guantes
que
su
candida
mano
bendecida
oprimisteis
enantes;
zapatillas de seda
-
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42
OSVALDO BAZIL
que
arropasteis sus bellos
pies
nevados
que
celos
dieron
a
la
casta
Leda;
perfumados
pauelos
que
enjugasteis
en
sus
ojos
las
lgrimas candentes
en
momentos
de
enojos;
abanicos lucientes
de
finsimo encaje,
que
rozasteis su
traje
movidos por su
diestra
en
las
horas
sensuales
de
la
danza;
tesoro
espiritual
que
me
desmuestra
que
ha
muerto para
siempre
mi
esperanza,
que
estoy
solo
del
mundo
en
la
palestra...
Rasos,
sedas, pauelos,
que
me
hablis de
la
plida durmiente
que
calm
mis
nostlgicas anhelos
en
mi
noche doliente;
blancas
rosas
marchitas
sin color
ni
perfume
que me
hablis
en
silencio
de
las
citas
en
cuya
grata evocacin
se
sume
mi
alma
en estas
noches
de
vencido;
espejo que
copiaste
las blancuras
de
su
cuerpo
triunfal
de
virgen
diosa
en
este bello nido
donde
triste
mi
espritu
solloza
por
el
ngel
dormido;
tenis
el
dulce
encanto
de hablarme
de
mi
estrella
haciendo
que
a mis
ojos suba
el
llanto
cuando
la evoco
a
ella.
En esta triste
y
desolada
estancia
como
un
perfume
su
recuerdo
flota,
recuerdo
virginal
cuya
fragancia
me
consuela
en
mi
trgica
derrota,
En
sombros instantes
de
demencia,
cuando estoy
solo
y
sin
cesar
la
imploro,
aspirando
la
esencia
-
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PARNASO ANTILLANO
43
que
esparcen
sus
recuerdos
que
ya
adoro,
maldigo de
mi
estril existencia
y
puesta
el alma de rodillas
lloro...
Lricas
remembranzas
de
un
pasado
vivido
al resplandor
de
sus pupilas;
habladme
de
mi
dulce
bien
amado
en
mis
dolientes noches
intranquilas
*
Gmez
de Avellaneda
(Gertrudis)
AMOR Y
ORGULLO
Un
tiempo
hollaba
por alfombra rosas;
y
nobles
vates, de mentidas diosas
p
r
o
(ligbanme
nomb
res
mas
yo,
altanera,
con
orgullo vano,
cual
guila
real
al
vil
gusano
contemplaba
a
los hombres.
Mi
pensamiento
en temerario
vuelo
ardiente
osaba
demandar al
cielo
objeto
a
mis amores
:
y
si
a
la
tierra
con
desdn volva
triste
mirada,
mi
soberbia impa
marchitaba
sus flores.
Tal vez por
un
momento
caprichosa
entre
ellas revol, cual
mariposa,
sin
fijarme
en
ninguna;
pues
de
mstico bien
siempre
anhelante,
clamaba
en
vano como tierno infante
quiere
abrazar la
luna.
-
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OSVALDO BAZIL
Hoy, despeada
de
la
excelsa
cumbre,
do
os
mirar
del
sol
la
ardiente lumbre
que fascin
mis ojos,
cual
hoja
seca
al
raudo
torbellino,
cedo al
poder
del
spero
destino...
me
entrego