analisis cancion de las antillas
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Analisis del Poema "Cancion de Las Antillas" de Luis Llorens TorresTRANSCRIPT
14 de septiembre de 2012
Análisis del poema “Canción de las Antillas” de Luis Llorens Torres
I. Impresión
Al leer el poema “Canción de las Antillas” de Luis Llorens Torres por primera
vez, da la impresión de que este es un poema que utiliza mucha personificación y
metáforas. Además también utiliza un vocabulario arcaico de la época de la poesía
modernista puertorriqueña, ya que no es fácil comprender el poema en concreto sin
tener algunos conocimientos sobre la época y los diferentes significados de las
palabras.
A pesar de esto, en la primera lectura realizada del poema, se entiende que el
autor, Luis Llorens Torres, está expresando la belleza y la importancia del
archipiélago de las Antillas mayores y menores. El poema también parece tener una
arquitectura irregular, deforme, desproporcionada y bastante complicada.
II. Vocabulario
¡Somos islas! Islas verdes. Esmeraldas
en el pecho azul del mar.
De la mitología, animal marino que
forma islas.
Isla legendaria desaparecida
en el mar.
Verdes islas. Archipiélago de frondas
en el mar que nos arrulla con sus ondas
y nos lame en las raíces del palmar.
¡Somos viejas! O fragmentos de la Atlante
de Platón,
o las crestas de madrépora gigante,
o tal vez las hijas somos de un ciclón.
¡Viejas, viejas!, presenciamos la epopeya resonante
de Colón.
¡Somos muchas! Muchas, como las estrellas.
Bajo el cielo de luceros tachonado,
en el mar azul tranquilo
otro cielo por nosotras constelado.
Nuestras aves, en las altas aviaciones de sus vuelos
ven estrellas en los mares y en los cielos.
¡Somos ricas! Los dulces cañaverales,
grama de nuestros vergeles,
son panales
de áureas mieles.
Cima de una ola.
Hechos, narraciones históricas.
Vegetación .
Del oro o parecido al oro.
Robusto y fresco.
Islas de Estambul
Pirata francés.
Los cafetales frondosos,
amorosos,
paren granos abundantes y olorosos.
Para el cansado viajero
brinda sombra y pan y agua el cocotero.
Y el incienso perfumante
del hogar
el aroma hipnotizante
del lozano tabacar.
Otros mares guardan perlas en la sangre del coral de sus entrañas.
Otras tierras dan diamantes del carbón de sus montañas.
De otros climas son las lanas, los vinos y los cereales.
Berlín brinda con cerveza. París brinda con champán.
China borda los mantones orientales.
Y Sevilla los dobleces de la capa de Don Juan.
¿Y nosotras?... De tabacos y de mieles,
repletos nuestros bajeles
siempre van.
¡Mieles y humo! Legaciones perfumadas.
Por la miel y por el humo nos conocen en París y en Estambul.
Con la miel rozamos labios de princesas encantadas.
Con el humo penetramos en el pecho del doncel de barba azul.
¡Ricas, ricas! Los bajeles que partieron
Personaje de la literatura española.
Barcos
De legado
Tierra.
Cima o parte más altaUna sola
Textura metamórfica gruesa
Tejillos de pelo
Iterrumpen
Piedra grande sin labrar.
Nana, mujer que cría niños.
Conjunto de materias orgánicas
Fruto del yambo (árbol)sombra
Cacique de la Española
con las mieles, los tabacos y el café de nuestra sierra,
los bajeles nos trajeron
los bajeles ya volvieron,
las especies y las gemas de los cinco continentes de la tierra.
¡Somos hembras! Hembras duras
en el seno y las caderas:
en las cumbres monolíticas y en las gnéisicas laderas
De las arteciopeladas cordilleras.
Hembras puras
en las vírgenes entrañas
de oro de nuestras montañas.
Y hembras de ubres maternales
en las peñas donde irrumpen los fecundos manantiales
con que la negra nodriza de la sierra
se desborda sobre el humus sediento de la tierra.
¡Somos indias! Indias bravas, libres, rudas,
y desnudas,
y trigueñas por el sol ecuatorial.
Indias del indio bohío
del pomarrosal sombrío
de las orillas del rio
Cacique puertorriqueño
Del oro
Cacica humilde, poetisa de la Española
Independiente, libre, importante.Dosel rectangular que se usa en
ciertos actos religiosos. Tela de seda
entretejida con hilos
de oro y plata
Dominio
Beso
Luz solar al amanecer
Color rojo oscuro
Línea o superfice optica
Brillo que produce la luz en una
superficie.
de la selva tropical.
Los Agueybanas y Hatueyes,
los caciques, nuestros reyes,
no ciñeron mas corona
que las plumas de la garza auricolor.
Y la dulce nuestra reina Anacaona,
la poetisa de la voz de ruiseñor,
la del césped por alfombra soberana
y por palio el palio inmenso de los cielos de tisu,
no tuvo más señorío
que una hamaca bajo el ala de un bohío
y un bohío bajo el ala de un bambú.
¡Somos bellas! Bellas a la luz del día
y más bellas a la noche por el ósculo lunar.
Hemos toda la poesía
de los cielos, de la tierra y de la mar:
en los cielos, los rosales florecidos de la aurora
que el azul dormido bordan de capullos carmesíes
en la cóncava turquesa del espacio que se enciende y se colora
como en sangre de rubíes;
en los mares, la gran gema de esmeralda que se esfuma
como un viso del encaje de la espuma
Musicalidad natural.
Aves que migran a la
península Ibérica
Débil, con poca intensidad
Naves
Cadena montañosa de Sur América.
Isla ubicada por las Bahamas.
EspañaLa Española, Rep. Dom
bajo el velo vaporoso de la bruma;
y en los bosques, los crujientes pentagramas
bajo claves de orquídeas tropicales,
los crujientes pentagramas de las ramas
donde duermen como notas los zorzales….
Todas, todas las bellezas de los cielos, de la tierra y de la mar,
nuestras aves las contemplan en las raudas perspectivas de sus
vuelos,
nuestros bardos las enhebran en el hilo de la luz de su cantar.
¡Somos grandes! En la historia y en la raza.
En el tenue luz aquella que al temblar sobre las olas
Dijo “¡tierra!” en las naos españolas.
Y más grandes, porque aquí
se conocieron
los dos mundos, y los Andes
aplaudieron
la oración de Guanahani.
Y aun más grandes, porque fueron
nuestros bosques los que oyeron,
conmovidos,
en el mundo de Colón,
los primeros y los últimos rugidos
Tres hermanos
conquistadores de España. Brillante,
resplandeciente
Jardines
Color azúl brilloso
Personaje biblico.
Personaje bíblico.
Campana pequeña, instrumento
de persecución parecido a los
platillosDe Etiopía
Viajes y hazañas completadas.
del ibérico León.
Y aun mas grandes, porque somos: en las playas de Quisqueya,
la epopeya
de Pinzón, la leyenda áurea del pasado fulgente;
en los carmenes de Cuba,
la epopeya de la sangre, la leyenda del presente
de la estrella en campo rojo sobre franja de zafir;
y en los valles de Borinquen,
la epopeya del trabajo omnipotente,
la leyenda sin color del porvenir.
¡Somos nobles! La nobleza de los viejos pergaminos señoriales:
que venimos resonando por las curvas de los siglos ancestrales,
en las clásicas leyendas orientales
y en los libros de los muertos idiomas inmortales.
Nuestro escudo engasta perlas del dolor de Jeremías
Y esmeraldas de las hondas profecías
de Isaías.
He aquí el címbalo de alas,
más acá de las etiópicas bahías,
que enviara en vasos de arboles al mar
su legado.
Aquí el mundo en otros tiempos humillado,
España
Personaje bíblico. Personaje bíblico.
Antiguo filosofo griego
Antiguo filosofo griego
Europa , África y Asia
Isla al oeste de la península
IbéricaNinfas de la mitología griega
cuyas cúspides homéricas
fueron nidos de las águilas ibéricas
en sus sueños y en sus ansias de volar.
Nobles por lo clásicas: profetizadas de Isaías,
de Jeremías,
de David, de Salomón,
de Aristóteles, de Séneca y Platón.
Nobles por lo legendarias: góticas, cartaginesas, y fenicias,
por las naves que vinieron
de Fenicia, de Cartago y las que huyeron
en España de la islámica invasión.
¡Nobles, nobles! Que venimos resonantes,
por las curvas de los siglos fulgurantes,
hasta el más noble de todos,
hasta el siglo de la raza, de la historia,
del heroísmo, de la fe y la religión,
el más grande de los siglos,
el de América y España,
de Colón y de Pinzón.
¡Somos las Antillas! Hijas de la Antilia fabulosa.
La Hespérides amadas por los dioses.
Las Hespérides soñadas por los héroes.
Poetas
Ciudad
Península Ibérica
Conjunto de territorios de
Europa y América
Cima
Las Hespérides cantadas por los bardos.
Las amadas y soñadas y cantadas
por los dioses y los héroes y los bardos
de la Roma precristiana y la Grecia mitológica.
Cuando vuelvan las hispánicas legiones
a volar sobre la tierra como águilas;
cuando América sea América, que asombre
con sus urbes y repúblicas;
cuando Hispania sea Hispania, la primera
por la ciencia, por el arte y por la industria;
cuando medio mundo sea
de la fuerte raza iberoamericana,
las Hespérides seremos las Antillas,
¡cumbre y centro de la lengua y de la raza!
El vocabulario de este poema es extenso, rico, selecto, preciosista con un toque
de cosmopolitismo. Tiene una sintaxis sencilla, también utiliza varias sinestesias,
muchas alusiones y varias referencias. Además se compone de metáforas,
personificaciones, imágenes con una gran fuerza imaginativa y sensorial y de símiles
de gran plasticidad. Al aclarar el vocabulario pude comprender lo que Luis Llorens
Torres está expresando.
III. Características del movimiento literario
En el poema están presentadas varias características del movimiento literario
modernista puertorriqueño. Entre estas características se presenta la pasión hacia la
patria y hacia la libertad, también se presenta el carácter heterogéneo, la ansia de
renovación, el cosmopolitismo, la tendencia a la descripción y la narración, la
musicalidad, la métrica ampliada y flexibilizada. Se presentan también algunas
características como los elementos exóticos.
IV. Tema
Los temas recurrentes del poema “Canción de las Antillas” son el criollismo, el
patriotismo y la preocupación social. En el poema se aporta un profundo sentido de
libertad, autodefinición y afán universalista.
V. Asunto
El poema gira en torno a la belleza y la importancia de las Antillas; en sus productos,
sus riquezas, sus habitantes, su historia y su valor. Luis Llorens Torres nos hace ver
esto, comparándolas con países lejanos y de mayor poder político y económico, para
demostrar que las Antillas son igual de importantes. En otras palabras, es una especie
de oda al archipiélago Antillano.
VI. Interpretacion – Por Estrofa
¡Somos islas! Islas verdes. Esmeraldas Se hace presente la personificación, ya
que las islas hablan. Compara el mar con
el canto y el amor materno. Y las islas
son las hijas del mar.
en el pecho azul del mar.
Verdes islas. Archipiélago de frondas
en el mar que nos arrulla con sus ondas
y nos lame en las raíces del palmar.
¡Somos viejas! O fragmentos de la Atlante
de Platón,
o las crestas de madrépora gigante,
o tal vez las hijas somos de un ciclón.
¡Viejas, viejas!, presenciamos la epopeya resonante
de Colón.
¡Somos muchas! Muchas, como las estrellas.
Bajo el cielo de luceros tachonado,
en el mar azul tranquilo
otro cielo por nosotras constelado.
Nuestras aves, en las altas aviaciones de sus vuelos
ven estrellas en los mares y en los cielos.
¡Somos ricas! Los dulces cañaverales,
grama de nuestros vergeles
son panales
Se hace presente la personificación, ya
que las islas hablan. Compara el mar con
el canto y el amor materno. Y las islas
son las hijas del mar.
Relaciona el origen de las islas con
la Grecia antigua y la mitología. Se
hace referencia con el
descubrimiento de las islas en el
siglo XV.
Compara las islas como estrellas,
ya que son muchas e igual de
bellas, además dice que estas islas
forman otro cielo y que las hasta
las aves las contemplan como si
fueran las estrellas del cielo en que
vuelan.
Las islas son acogedoras, brindan
miel, sombra, café, tabaco y ron.
Demuestra que las islas son fértiles
y productivas y las compara con
los productos de lugares más
poderosos. Además nos dice que
aunque esos lugares sean más
de áureas mieles.
Los cafetales frondosos,
amorosos,
paren granos abundantes y olorosos.
Para el cansado viajero
brinda sombra y pan y agua el cocotero.
Y el incienso perfumante
del hogar
el aroma hipnotizante
del lozano tabacar.
Otros mares guardan perlas en la sangre del coral de sus entrañas.
Otras tierras dan diamantes del carbón de sus montañas.
De otros climas son las lanas, los vinos y los cereales.
Berlín brinda con cerveza. París brinda con champán.
China borda los mantones orientales.
Y Sevilla los dobleces de la capa de Don Juan.
¿Y nosotras?... De tabacos y de mieles,
repletos nuestros bajeles
siempre van.
¡Mieles y humo! Legaciones perfumadas.
Por la miel y por el humo nos conocen en París y en Estambul.
Con la miel rozamos labios de princesas encantadas.
Con el humo penetramos en el pecho del doncel de barba azul.
Las islas son acogedoras, brindan
miel, sombra, café, tabaco y ron.
Demuestra que las islas son fértiles
y productivas y las compara con
los productos de lugares más
poderosos. Además nos dice que
aunque esos lugares sean más
¡Ricas, ricas! Los bajeles que partieron
con las mieles, los tabacos y el café de nuestra sierra,
los bajeles nos trajeron
los bajeles ya volvieron,
las especies y las gemas de los cinco continentes de la tierra.
¡Somos hembras! Hembras duras
en el seno y las caderas:
en las cumbres monolíticas y en las gnéisicas laderas
De las arteciopeladas cordilleras.
Hembras puras
en las vírgenes entrañas
de oro de nuestras montañas.
Y hembras de ubres maternales
en las peñas donde irrumpen los fecundos manantiales
con que la negra nodriza de la sierra
se desborda sobre el humus sediento de la tierra.
¡Somos indias! Indias bravas, libres, rudas,
y desnudas,
y trigueñas por el sol ecuatorial.
Indias del indio bohío
Personifica las mujeres
Antillanas con la tierra y las
montañas. Menciona su
anatomía y compara la fertilidad
y la pureza de la mujer con las
diferentes tierras.
Comienza explicando la puesta
y el salir del sol y como se
ilumina el cielo con los
diferentes tonos de colores.
Explica la vista del mar en el
amanecer y la musicalidad del
bosque, también menciona que
del pomarrosal sombrío
de las orillas del rio
de la selva tropical.
Los Agueybanas y Hatueyes,
los caciques, nuestros reyes,
no ciñeron mas corona
que las plumas de la garza auricolor.
Y la dulce nuestra reina Anacaona,
la poetisa de la voz de ruiseñor,
la del césped por alfombra soberana
y por palio el palio inmenso de los cielos de tisu,
no tuvo más señorío
que una hamaca bajo el ala de un bohío
y un bohío bajo el ala de un bambú.
¡Somos bellas! Bellas a la luz del día
y más bellas a la noche por el ósculo lunar.
Hemos toda la poesía
de los cielos, de la tierra y de la mar:
en los cielos, los rosales florecidos de la aurora
que el azul dormido bordan de capullos carmesíes
en la cóncava turquesa del espacio que se enciende y se colora
como en sangre de rubíes;
En esta estrofa, Llorens Torres
menciona los pobladores originales
de las islas. También menciona lo
importante que eran los reyes
caciques para estos pobladores y el
entorno en que vivían. Estos vivían
en un ambiente natural y tropical,
donde todas las riquezas que
obtenían como reyes, provenían de
esta.
Comienza explicando la puesta
y el salir del sol y como se
ilumina el cielo con los
diferentes tonos de colores.
Explica la vista del mar en el
amanecer y la musicalidad del
bosque, también menciona que
en los mares, la gran gema de esmeralda que se esfuma
como un viso del encaje de la espuma
bajo el velo vaporoso de la bruma;
y en los bosques, los crujientes pentagramas
bajo claves de orquídeas tropicales,
los crujientes pentagramas de las ramas
donde duermen como notas los zorzales….
Todas, todas las bellezas de los cielos, de la tierra y de la mar,
nuestras aves las contemplan en las raudas perspectivas de sus vuelos,
nuestros bardos las enhebran en el hilo de la luz de su cantar.
¡Somos grandes! En la historia y en la raza.
En el tenue luz aquella que al temblar sobre las olas
dijo “¡tierra!” en las naos españolas.
Y más grandes, porque aquí
se conocieron
los dos mundos, y los Andes
aplaudieron
la oración de Guanahani.
Y aun más grandes, porque fueron
nuestros bosques los que oyeron,
conmovidos,
en el mundo de Colón,
Habla de cómo las islas se
incorporaron a la historia y
como el mundo se entera de
estas. Habla de los últimos
momentos de Colon, ya que
falleció en una de estas
islas. Luego menciona las
los primeros y los últimos rugidos
del ibérico León.
Y aun mas grandes, porque somos: en las playas de Quisqueya,
la epopeya
de Pinzón, la leyenda áurea del pasado fulgente;
en los carmenes de Cuba,
la epopeya de la sangre, la leyenda del presente
de la estrella en campo rojo sobre franja de zafir;
y en los valles de Borinquen,
la epopeya del trabajo omnipotente,
la leyenda sin color del porvenir.
¡Somos nobles! La nobleza de los viejos pergaminos señoriales:
que venimos resonando por las curvas de los siglos ancestrales,
en las clásicas leyendas orientales
y en los libros de los muertos idiomas inmortales.
Nuestro escudo engasta perlas del dolor de Jeremias
Y esmeraldas de las hondas profecías
de Isaías.
He aquí el címbalo de alas,
más acá de las etiópicas bahías,
que enviara en vasos de arboles al mar
su legado.
Habla de cómo las islas se
incorporaron a la historia y
como el mundo se entera de
estas. Habla de los últimos
momentos de Colon, ya que
falleció en una de estas
islas. Luego menciona las
Aquí el mundo en otros tiempos humillado,
cuyas cúspides homéricas
fueron nidos de las águilas ibéricas
en sus sueños y en sus ansias de volar.
Nobles por lo clásicas: profetizadas de Isaías,
de Jeremías,
de David, de Salomón,
de Aristóteles, de Séneca y Platón.
Nobles por lo legendarias: góticas, cartaginesas, y fenicias,
por las naves que vinieron
de Fenicia, de Cartago y las que huyeron
en España de la islámica invasión.
¡Nobles, nobles! Que venimos resonantes,
por las curvas de los siglos fulgurantes,
hasta el más noble de todos,
hasta el siglo de la raza, de la historia,
del heroísmo, de la fe y la religión,
el más grande de los siglos,
el de América y España,
de Colón y de Pinzón.
¡Somos las Antillas! Hijas de la Antilia fabulosa.
La Hespérides amadas por los dioses.
Las islas son nobles ya
que se nutren de bases,
principios y
fundamentos cristianos,
de historia, de
antigüedad y leyendas.
Adicional de las
influencias de los demás
continentes del mundo y
de nuestro
descubrimiento.
Las Hesperides soñadas por los héroes.
Las Hesperides cantadas por los bardos.
Las amadas y soñadas y cantadas
por los dioses y los héroes y los bardos
de la Roma precristiana y la Grecia mitológica.
Cuando vuelvan las hispánicas legiones
a volar sobre la tierra como águilas;
cuando América sea América, que asombre
con sus urbes y repúblicas;
cuando Hispania sea Hispania, la primera
por la ciencia, por el arte y por la industria;
cuando medio mundo sea
de la fuerte raza iberoamericana,
las Hespérides seremos las Antillas,
¡cumbre y centro de la lengua y de la raza!
En el poema, Luis Llorens Torres, presenta el querer ser tanto como el ser de las
islas: "!Somos islas! ... !Somos viejas! ... !Somos muchas! ... !Somos ricas! ... !Somos
indias! ... !Somos hembras! ... !Somos bellas! ... !Somos grandes! ... !Somos nobles! ... !
Somos las Antillas!" . El poema es un elogio de lo bello, y es una afirmación de la vida
antillana que con las raíces antiguas europeas incorpora la promesa de una brotación aun
más hermosa. Por tanto, el recorrido histórico del poema sirve para establecer el ilustre
abolengo de las Antillas y efectivamente, se incorpora y transforma la tradición europea
En esta estrofa final,
como ya he indicado, lo
griego, lo romano, lo
ibérico encuentran su
destino en lo antillano y
se hace una incitación
al progreso futuro.
para expresar la experiencia antillana. Las Antillas, antes se veían como los límites n.
Plural of limes. del mundo conocido, ya se ven transformándose en el centro.
Llorens Torres también nos presenta una versión del mito de las Hespérides que eran las
ninfas guardianes del jardín de los dioses donde se encontraban las manzanas de oro
buscadas por Heracles.
VII. Arquitectura
En la arquitectura de este poema se utiliza la métrica y las formas estróficas de
manera novedosa y libre. Se divide en cinco secciones, una introducción de tres
estrofas, cinco estrofas retóricas sobre las riquezas, los pueblos y la historia antillana,
y una conclusión de dos estrofas donde se identifican las islas con las Hespérides.
Luego de la introducción, la primera sección presenta las riquezas naturales de las
Antillas en comparación favorable con otras regiones geográficas del mundo. La
segunda sección es un elogio del indio, de la mujer y de la belleza de estas islas, y la
tercera sección insiste en la grandeza y nobleza de las Antillas en largo despliegue
didáctico.
VIII. Métrica
Luis Llorens Torres introdujo el verso libre a la manera de los simbolistas en este
poema. El verso libre es justamente un verso que no rima con los otros versos que lo
acompañan. No tiene rima definida, su metro es variable al igual que el ritmo. Ósea,
que en ese poema Llorens Torres escribió libremente rompiendo con las reglas de la
métrica. Algunos versos se componen de doce silabas, mientras que algunos se
componen de tres y otros de quince.
IX. Rima
Ya que este poema es de verso libre, hay versos que rompen con la rima del poema,,
al ocurrir esto, la rima es variada. La rima de algunas estrofas es insistente y
juguetona: (frondosos, amorosos, olorosos), y en algunos versos hipnotiza al final la
combinación de rima ABAB, ABCCB o tal vez, AABCCCB…, entre otras, ya que la
rima no está definida y tiene muchas combinaciones. En general, la rima es
consonante.
X. Tono
El tono de el poema es el tono de una poesía dialógica, ósea, una poesía que crea
una estructura dramática que supone la presencia de partidarios, oratoria deliberativa
que tiene el propósito de incitar a la acción.
XI. Ritmo
Reduplicación
Aunque el ritmo del poema es afectado por el verso libre establecido, el
sensualismo se enfatiza con aliteraciones y anáforas. El ritmo también consiste de
algunos hemistiquios, hipérbatos, reduplicaciones, entre otras cosas.
XII. Estrofa
Esta compuesto por 10 estrofas. Las estrofas son usualmente de arte mayor pero ya
que estas están alteradas por el verso libre puede ser que algunas de estas sean de arte
menor. Algunas estrofas están compuestas por cinco versos mientras otras están
compuestas de treinta y un versos.
XIII. Estilo
A. Figuras Literarias de Dicción
B. Figuras Literarias de Significación
Epíteto
Epíteto
Epíteto
Reduplicación
Similicadencia
¡Somos islas! Islas verdes. Esmeraldas
en el pecho azul del mar.
Verdes islas. Archipiélago de frondas
en el mar que nos arrulla con sus ondas
y nos lame en las raíces del palmar.
¡Somos viejas! O fragmentos de la Atlante
de Platón,
o las crestas de madrépora gigante,
o tal vez las hijas somos de un ciclón.
¡Viejas, viejas!, presenciamos la epopeya resonante
de Colón.
¡Somos muchas! Muchas, como las estrellas.
Bajo el cielo de luceros tachonado,
en el mar azul tranquilo
otro cielo por nosotras constelado.
Nuestras aves, en las altas aviaciones de sus vuelos
ven estrellas en los mares y en los cielos.
¡Somos ricas! Los dulces cañaverales ,
grama de nuestros vergeles,
Lenguaje figurado
Polisindetón
Epíteto
Aliteración
Reduplicación
son panales
de áureas mieles .
Los cafetales frondosos,
amorosos,
paren granos abundantes y olorosos.
Para el cansado viajero
brinda sombra y pan y agua el cocotero.
Y el incienso perfumante
del hogar
el aroma hipnotizante
del lozano tabacar.
Ot r os ma r es gua r dan pe r las en la sang r e del co r al de sus ent r añas.
Otras tierras dan diamantes del carbón de sus montañas.
De otros climas son las lanas, los vinos y los cereales.
Berlín brinda con cerveza. París brinda con champán.
China borda los mantones orientales.
Y Sevilla los dobleces de la capa de Don Juan.
¿Y nosotras?... De tabacos y de mieles,
repletos nuestros bajeles
siempre van.
¡Mieles y humo! Legaciones perfumadas.
Por la miel y por el humo nos conocen en París y en Estambul.
Con la miel rozamos labios de princesas encantadas.
Epíteto
Epíteto
Anáfora
Reduplicación
Reduplicación
Epíteto
Con el humo penetramos en el pecho del doncel de barba azul.
¡Ricas, ricas! Los bajeles que partieron
con las mieles, los tabacos y el café de nuestra sierra,
los bajeles nos trajeron
los bajeles ya volvieron,
las especies y las gemas de los cinco continentes de la tierra.
¡Somos hembras! Hembras duras
en el seno y las caderas:
en las cumbres monolíticas y en las gnéisicas laderas
De las arteciopeladas cordilleras.
Hembras puras
en las vírgenes entrañas
de oro de nuestras montañas.
Y hembras de ubres maternales
en las peñas donde irrumpen los fecundos manantiales
con que la negra nodriza de la sierra
se desborda sobre el humus sediento de la tierra.
¡Somos indias! Indias bravas, libres, rudas,
y desnudas,
y trigueñas por el sol ecuatorial.
Indias del indio bohío
Epíteto
Epíteto
Epíteto
Reduplicación
Concatentación
Reduplicación
del pomarrosal sombrío
de las orillas del rio
de la selva tropical.
Los Agueybanas y Hatueyes,
los caciques, nuestros reyes,
no ciñeron mas corona
que las plumas de la garza auricolor.
Y la dulce nuestra reina Anacaona,
la poetisa de la voz de ruiseñor,
la del césped por alfombra soberana
y por palio el palio inmenso de los cielos de tisú,
no tuvo más señorío
que una hamaca bajo el ala de un bohío
y un bohío bajo el ala de un bambú.
¡Somos bellas! Bellas a la luz del día
y más bellas a la noche por el ósculo lunar.
Hemos toda la poesía
de los cielos, de la tierra y de la mar:
en los cielos, los rosales florecidos de la aurora
que el azul dormido bordan de capullos carmesíes
en la cóncava turquesa del espacio que se enciende y se colora
como en sangre de rubíes;
en los mares, la gran gema de esmeralda que se esfuma
como un viso del encaje de la espuma
bajo el velo vaporoso de la bruma;
y en los bosques, los crujientes pentagramas
bajo claves de orquídeas tropicales,
los crujientes pentagramas de las ramas
donde duermen como notas los zorzales….
Todas, todas las bellezas de los cielos, de la tierra y de la mar,
nuestras aves las contemplan en las raudas perspectivas de sus vuelos,
nuestros bardos las enhebran en el hilo de la luz de su cantar.
¡Somos grandes! En la historia y en la raza.
En el tenue luz aquella que al temblar sobre las olas
dijo “¡tierra!” en las naos españolas.
Y más grandes, porque aquí
se conocieron
los dos mundos, y los Andes
aplaudieron
la oración de Guanahani.
Y aun más grandes, porque fueron
nuestros bosques los que oyeron,
conmovidos,
en el mundo de Colón,
Anáfora
los primeros y los últimos rugidos
del ibérico León.
Y aun mas grandes, porque somos: en las playas de Quisqueya,
la epopeya
de Pinzón, la leyenda áurea del pasado fulgente;
en los cármenes de Cuba,
la epopeya de la sangre, la leyenda del presente
de la estrella en campo rojo sobre franja de zafir;
y en los valles de Borinquén,
la epopeya del trabajo omnipotente,
la leyenda sin color del porvenir.
¡Somos nobles! La nobleza de los viejos pergaminos señoriales:
que venimos resonando por las curvas de los siglos ancestrales,
en las clásicas leyendas orientales
y en los libros de los muertos idiomas inmortales.
Nuestro escudo engasta perlas del dolor de Jeremías
Y esmeraldas de las hondas profecías
de Isaías.
He aquí el címbalo de alas,
más acá de las etiópicas bahías,
que enviara en vasos de arboles al mar
su legado.
Aquí el mundo en otros tiempos humillado,
cuyas cúspides homéricas
fueron nidos de las águilas ibéricas
en sus sueños y en sus ansias de volar.
Nobles por lo clásicas: profetizadas de Isaías,
de Jeremías,
de David, de Salomón,
de Aristóteles, de Séneca y Platón.
Nobles por lo legendarias: góticas, cartaginesas, y fenicias,
por las naves que vinieron
de Fenicia, de Cartago y las que huyeron
en España de la islámica invasión.
¡Nobles, nobles! Que venimos resonantes,
por las curvas de los siglos fulgurantes,
hasta el más noble de todos,
hasta el siglo de la raza, de la historia,
del heroísmo, de la fe y la religión,
el más grande de los siglos,
el de América y España,
de Colón y de Pinzón.
¡Somos las Antillas! Hijas de la Antilia fabulosa.
La Hespérides amadas por los dioses.
Anáfora
Las Hesperides soñadas por los héroes.
Las Hesperides cantadas por los bardos.
Las amadas y soñadas y cantadas
por los dioses y los héroes y los bardos
de la Roma precristiana y la Grecia mitológica.
Cuando vuelvan las hispánicas legiones
a volar sobre la tierra como águilas;
cuando América sea América, que asombre
con sus urbes y repúblicas;
cuando Hispania sea Hispania, la primera
por la ciencia, por el arte y por la industria;
cuando medio mundo sea
de la fuerte raza iberoamericana,
las Hespérides seremos las Antillas,
¡cumbre y centro de la lengua y de la raza!
Como se puede observar, el poema consiste de algunas figuras literarias de
dicción que fueron básicamente algunos polisíndeton, bastantes epítetos, varias
anáforas, similicadencia, reduplicación y aliteración. En cuanto a las figuras literarias
de significación el poema se compone de lenguaje figurado, metáforas,
personificación e imágenes literarias.
Polisindetón
XIV. Título
El titulo del poema “Canción de las Antillas” es un titulo literal ya que el titulo
expresa exactamente lo que el poema expone, ósea una oda a las Antillas.