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22 n SUIS Nº 71 Octubre 2010 ARTÍCULOS Evaluación del dolor asociado con prácticas rutinarias en lechones Contacto con la autora: Wageningen UR Livestock - PO Box 65, 8200 AB, Lelystad (Holanda) - Email: [email protected] Marion Kluivers Resumen En las primeras fases de su vida, los lechones son sometidos a diversas prácticas de manejo rutinarias que despiertan cada vez más preocupación porque afectan la integridad de los animales. También preocupa el dolor que parece que producen estas prácticas. Sin embargo, demostrar que un animal está sufriendo dolor no es fácil. La autopuntuación, como se utiliza normalmente en seres humanos, es imposible. Por lo tanto es necesario emplear otros métodos para cuantificar el dolor en animales. Los sistemas de medida deben centrarse en parámetros fisiológicos, así como en el comportamiento. Es preferible utilizar sistemas de medida no invasivos para evitar que influyan en el resultado de la medida. El diseño de los estudios es fundamental cuando se comparan resultados de diferentes ex- perimentos. No hay muchos métodos para aliviar el dolor de los lechones, ni siquiera hay anestésicos registrados específicamente. Se deben desa- rrollar protocolos para optimizar el control del dolor en lechones durante y tras las prácticas de manejo habituales. Para conseguir poner en marcha estos protocolos, tiene que haber un consenso internacional sobre los sistemas de medición objetiva del dolor que deben utilizarse. Palabras clave: cerdo, dolor, castración, analgesia Summary Evaluation of pain associated with routine procedures in piglets During early life, piglets are submitted to several routine husbandry pro- cedures. Concern is growing regarding these procedures, because of the integrity of the animal. Another concern is the suspected pain inflicted by these procedures. However, assessing pain in animals is not easy. Self scoring, as is commonly used in humans, is impossible. Therefore, other methods are needed to quantify the pain animals experience. Measuring methods can focus on physiological parameters, as well as on behavior. Preferably, noninvasive measurements are used to prevent an influence of the method on the results. Study design is essential when comparing results from different studies. Options for pain relief in piglets are limi- ted, no anesthetics are registered for use in piglets. Protocols should be developed to optimize pain relief in piglets during and after husbandry procedures. To assess these protocols, international consensus should be present regarding preferred objective pain measurements. Keywords: pigs, pain, castration, analgesia E n los primeros meses de vida, los lechones son sometidos a varios procedimientos rutina- rios en producción animal. En general, en la primera semana, se les corta la cola, se les cortan los colmillos, se les crotalan las orejas y se les admi- nistra hierro, vacunas y/o antibióticos. Además, los machos son castrados. Es- tos procedimientos eran aceptados, has- ta hace poco, como prácticas normales de cría. Sin embargo, cada vez hay más concienciación sobre la integridad de los animales y el dolor que se sospecha que estos procedimientos provocan. Nuevas investigaciones han confirmado el dolor experimentado por algunos de estos pro- cesos. Sin embargo, no es fácil evaluar el dolor en los animales. El dolor se considera una experiencia sub- jetiva y de acuerdo con esto, en humanos, la mejor manera de determinarlo es la “auto puntuación”. Es decir, son las pro- pias personas las que indican la cantidad Published in IVIS with the permission of the editor Close window to return to IVIS

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22 n SUIS Nº 71 Octubre 2010

ARTÍCULOS

Evaluación del dolor asociado con prácticas rutinarias en lechones

Contacto con la autora: Wageningen UR Livestock - PO Box 65, 8200 AB, Lelystad (Holanda) - Email: [email protected]

Marion Kluivers

Resumen

En las primeras fases de su vida, los lechones son sometidos a diversas prácticas de manejo rutinarias que despiertan cada vez más preocupación porque afectan la integridad de los animales. También preocupa el dolor que parece que producen estas prácticas. Sin embargo, demostrar que un animal está sufriendo dolor no es fácil. La autopuntuación, como se utiliza normalmente en seres humanos, es imposible. Por lo tanto es necesario emplear otros métodos para cuantificar el dolor en animales. Los sistemas de medida deben centrarse en parámetros fisiológicos, así como en el comportamiento. Es preferible utilizar sistemas de medida no invasivos para evitar que influyan en el resultado de la medida. El diseño de los estudios es fundamental cuando se comparan resultados de diferentes ex-perimentos. No hay muchos métodos para aliviar el dolor de los lechones, ni siquiera hay anestésicos registrados específicamente. Se deben desa-rrollar protocolos para optimizar el control del dolor en lechones durante y tras las prácticas de manejo habituales. Para conseguir poner en marcha estos protocolos, tiene que haber un consenso internacional sobre los sistemas de medición objetiva del dolor que deben utilizarse.

Palabras clave: cerdo, dolor, castración, analgesia

Summary

Evaluation of pain associated with routine procedures in piglets

During early life, piglets are submitted to several routine husbandry pro-cedures. Concern is growing regarding these procedures, because of the integrity of the animal. Another concern is the suspected pain inflicted by these procedures. However, assessing pain in animals is not easy. Self scoring, as is commonly used in humans, is impossible. Therefore, other methods are needed to quantify the pain animals experience. Measuring methods can focus on physiological parameters, as well as on behavior. Preferably, noninvasive measurements are used to prevent an influence of the method on the results. Study design is essential when comparing results from different studies. Options for pain relief in piglets are limi-ted, no anesthetics are registered for use in piglets. Protocols should be developed to optimize pain relief in piglets during and after husbandry procedures. To assess these protocols, international consensus should be present regarding preferred objective pain measurements.

Keywords: pigs, pain, castration, analgesia

En los primeros meses de vida, los lechones son sometidos a varios procedimientos rutina-rios en producción animal. En

general, en la primera semana, se les corta la cola, se les cortan los colmillos, se les crotalan las orejas y se les admi-nistra hierro, vacunas y/o antibióticos.

Además, los machos son castrados. Es-tos procedimientos eran aceptados, has-ta hace poco, como prácticas normales de cría. Sin embargo, cada vez hay más concienciación sobre la integridad de los animales y el dolor que se sospecha que estos procedimientos provocan. Nuevas investigaciones han confirmado el dolor

experimentado por algunos de estos pro-cesos. Sin embargo, no es fácil evaluar el dolor en los animales.El dolor se considera una experiencia sub-jetiva y de acuerdo con esto, en humanos, la mejor manera de determinarlo es la “auto puntuación”. Es decir, son las pro-pias personas las que indican la cantidad

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de dolor que experimentan: “El dolor es lo que una persona dice que es”. Por tan-to, esta subjetividad no es fácil de medir en los animales. Ya que no hay un golden standard que permita relacionar las medi-ciones, éstas, en los animales que sufren un proceso doloroso (por ejemplo, castra-ción o corte de colas), se comparan con mediciones en animales control.

¿CÓMO SE MIDE EL DOLOR EN LOS ANIMALES?Se asume que las mediciones están vincu-ladas con una información sensorial no-civa cuando:

n Se mide un cambio en los animales tra-tados pero no en los controles.

n Se evita un cambio por la administra-ción de anestesia.

n Un cambio es menos pronunciado des-pués de la administración de anestesia.La evaluación puede focalizarse bien en el dolor del procedimiento (en el momen-to de la cirugía) o en el dolor posterior al procedimiento (después de la cirugía). Las prácticas de cría en lechones se usan de manera extensiva en la investigación del dolor por dos razones principales:

n Para evaluar el dolor causado por estos procedimientos.

n Para desarrollar nuevos métodos para medir el dolor.

La última razón tiene la ventaja de que no hace falta infligir dolor innecesario al ani-mal, ya que el procedimiento se llevará a cabo igualmente. Aunque no hay paráme-tros específicos para el dolor, generalmente se acepta que los animales pueden reaccio-nar a los estímulos dolorosos de dos mane-ras: fisiológica y por medio del comporta-miento (incluyendo la vocalización).

Respuesta fisiológica al dolorEsta respuesta al dolor y al estrés consis-te en la activación del sistema simpático-adrenal (SA) y la unión hipotálamo-pituitaria-glándula adrenal (HPA). La activación del sistema SA puede producir cambios en los niveles de (nor)adrenali-na, ritmo cardiaco y presión sanguínea, diámetro de las pupilas y flujo de sangre periférica. La activación del sistema HPA puede producir cambios en los niveles de CRH, ACTH y cortisol. Para medir los cambios en estos compo-nentes se necesitan algunos métodos de muestreo que varían en función del gra-do de invasión en el animal. Un método de muestreo invasivo produce estrés en el animal, que puede influir en los cam-bios medidos. En general, esto no es un problema ya que los animales tratados se comparan con animales control. Sí lo es, sin embargo, cuando la variable de in-

terés tiene un nivel máximo que es (casi) alcanzado por el estrés de medir. Una di-ferencia causada por el procedimiento no se hará visible bajo esas circunstancias. Tenemos otro problema considerable al analizar los resultados por la variabilidad dentro del grupo. Esto está presente, con frecuencia, cuando se mide el cortisol, y puede llevar a una menor capacidad para detectar diferencias entre grupos. Medir los cambios en lugar de los niveles abso-lutos es una solución en este caso.

Cambios en el comportamientoLas vocalizaciones en los lechones son utilizadas para evaluar el dolor. Durante la castración, los lechones chillan más fre-cuentemente, más alto y a un tono más elevado que los que sólo son levantados, o que los que son castrados con anestesia local (Weary et al., 1998; Taylor y Weary, 2000; Taylor et al., 2001). El análisis detallado de las vocalizaciones permite entender los efectos de la aneste-sia durante la castración de los lechones (Animal Sciences Group, 2007). Cuan-do se compara con animales control, la anestesia local produce un cambio en casi todos los componentes de las vocalizacio-nes, mientras que un AINE (antiinflama-torio no esteroideo) también influye en varios aspectos. Tal y como se encuentra

La anestesia mediante inhalación de CO2, aunque tiene unos márgenes de seguridad estrechos, puede ser utilizada de forma segura y efectiva bajo circunstancias controladas.

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en la literatura, algunos aspectos impor-tantes de la vocalización que sirven para evaluar el dolor en los procedimientos son la entropía, la duración y la frecuen-cia de las llamadas a elevada frecuencia.En los días posteriores a un procedimien-to de este tipo pueden observarse cambios en el comportamiento. Éstos pueden divi-dirse en comportamientos no específicos (normales), comportamientos relaciona-dos con el dolor y cohesión social. El dolor puede causar un cambio (aumen-to o disminución) en los comportamien-tos no específicos como mamar o andar, o un incremento en comportamientos rela-cionados con el propio dolor, como acu-rrucarse, mover el rabo y temblar (Tay-lor y Weary, 2000; Taylor et al., 2001; Hay et al., 2003). Estos cambios son es-pecialmente importantes dentro de las primeras horas después de la castración, pero también en los días posteriores. En uno de nuestros estudios sobre los efec-tos de la anestesia y/o la analgesia sobre el dolor (Animal Sciences Group, 2007), los cambios en el comportamiento duran-te los cuatros días siguientes a la castra-ción parecían estar limitados. Más allá del periodo de observación completo, en los lechones castrados sin anestesia y los lechones castrados con anestesia con lido-caína, se observó una tendencia a mostrar comportamientos más relacionados con el dolor que los que sufrieron castración

con placebo. De forma sorprendente, los lechones tratados con lidocaína mostra-ron significativamente más agitación de colas (un comportamiento relacionado con el dolor) que los lechones en los otros grupos de tratamiento. Este efecto de la lidocaína no se observó cuando también se administró un antiinflamatorio no es-teroideo de acción prolongada*. El efec-to sobre el comportamiento fue máximo durante la primera tarde después de la castración. En los siguientes periodos de observación, el efecto o tendencia del tra-tamiento sólo se vio de forma esporádica en otros comportamientos. No se encon-traron efectos constantes en otros perio-dos. La cuestión que entonces aparece es que si esto se debe al método de registro del comportamiento (tipo de muestreo), al efecto limitado del dolor sobre el com-portamiento, o quizás al diseño específico del estudio.En varios estudios sobre el dolor produ-cido por distintas prácticas de cría, los lechones fueron sometidos a ciertos pro-cedimientos (es decir, corte de colas, in-yección de hierro) antes del experimento (Hay et al., 2003). Las heridas quirúrgi-cas inducen hipersensibilidad en el lugar de la cirugía, pero también en los tejidos adyacentes, lo que se denomina hiperal-gesia secundaria (Lavand´homme, 2006). La hiperalgesia secundaria se considera una consecuencia de la sensibilización

central y aparece por el incremento de la respuesta de las neuronas del cuerno dorsal en la médula espinal hacia los in-puts periféricos, con una magnitud y du-ración relacionadas con el grado de daño tisular. Brennan et al. (1996) encontraron que la incisión en el músculo de la pata de una rata causaba hiperalgesia durante varios días. La amputación de una parte del cuerpo conduce, con frecuencia, a un dolor persistente que podría durar varios meses o años, incluyendo el dolor del muñón y miembro fantasma (Weinstein, 1994). Por tanto, las colas cortadas en los lechones podrían inducir hiperalgesia en zonas cercanas, como el escroto. Cuando los lechones son castrados un par de días después del corte de cola, podrían tener mayor sensación de dolor, dando lugar a frecuencias más elevadas de compor-tamientos relacionados con el dolor por la castración. Por tanto, el diseño del es-tudio es un punto de interés importante cuando se comparan estudios sobre el do-lor y cuando se realiza dicho diseño.

El peso como indicador del dolorEl peso es una medición indirecta del do-lor que se utiliza en animales de laborato-rio. Una pérdida sustancial de peso tras la cirugía es indicativa de dolor agudo y una razón para excluir al animal del estudio. Esta pérdida de peso puede ser causada por un descenso en la ingestión de alimen-to o un incremento en las necesidades.Los lechones, sin embargo, son jóvenes y crecen rápido, y por tanto la pérdida de peso sólo aparece bajo las circunstancias más graves. Una medida más apropiada es la disminución del crecimiento. En le-chones jóvenes, el peso es más fácil de eva-luar que el comportamiento de mamar. Por tanto, el crecimiento es un indicador interesante. Sin embargo, el crecimiento después de la castración y del corte de co-las ha demostrado ser una medida poco sensible en varios de nuestros estudios con lechones de entre 3 y 6 días de vida (Animal Sciences Group, 2007 y resulta-dos sin publicar), como también sucedió en un estudio de McGlone et al. (1993). Pesar a los lechones diariamente durante una semana después de la castración o el corte de colas no mostró diferencias en la ganancia de peso entre tratamientos. Esto puede deberse al hecho de que el orden de mamar se establece a los tres días de edad y los lechones no tienen que competir más durante la lactación.

El dolor puede causar un cambio (aumento o disminución) en los comportamientos no específicos como mamar o an-

dar, o un incremento en comportamientos relacionados con el propio dolor, como acurrucarse, mover el rabo y temblar.

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Otros métodos para medir el dolorNuevos métodos de investigación para medir el dolor incluyen el electroencefa-lograma (EEG), la termografía por infra-rrojos (IRT) y la variabilidad del ritmo cardiaco (HRV). El EEG es especialmente importante en investigación cuando se utiliza anestesia general. Durante la in-consciencia, se mide la actividad cerebral para evaluar la señal de dolor que se re-gistra en el cerebro. En nuestras investiga-ciones, utilizando anestesia con dióxido de carbono, los lechones no mostraron cambios en la actividad cerebral cuando se llevó a cabo la castración, lo que nos llevó a la conclusión de que el dolor de la castración no se registró (Animal Sciences Group, 2007). La principal ventaja de la IRT y la HRV es que son no invasivas y, por tanto, no causan mucho estrés adicio-nal al animal. La IRT se utiliza en medici-na humana para medir los cambios locali-zados en la temperatura de la piel debido a procesos subyacentes, por ejemplo el cáncer de pecho o las inflamaciones.Menos investigado está el uso de la tem-peratura de la piel para monitorizar las reacciones generalizadas al estrés y el dolor. Stewart et al. (2008) utilizaron la temperatura ocular en terneros para me-dir una reacción durante el descornado. Encontraron un descenso significativo en la temperatura ocular poco después del procedimiento. En un estudio reciente, evaluamos la posibilidad de utilizar la temperatura de la piel para medir el dolor en lechones durante el corte de rabos y el crotalado de las orejas. Más investigacio-nes permitirán entender las posibilidades y limitaciones, así como el mecanismo subyacente.

¿CÓMO SE PUEDE ALIVIAR EL DOLOR?Las posibilidades para calmar el dolor durante los procedimientos de cría de le-chones son limitadas. En los Países Bajos, por ejemplo, no hay registrados anesté-sicos específicos para su uso durante los procedimientos de cría en lechones, y sólo el meloxicam* tiene un registro específi-co para el dolor posoperatorio. Esto hace que se utilice anestesia sin autorización y no disponible para uso general.Cuando se utiliza anestesia en lechones, ésta debe ser, preferentemente, a corto pla-zo y capaz de aliviar de forma sustancial el dolor durante el procedimiento. Desde un punto de vista práctico, la anestesia

tiene el inconveniente de un incremento sustancial en costes, ya que sólo puede ser proporcionada por veterinarios. El único procedimiento de cría en el que la anes-tesia se utiliza a veces es la castración. El método anestésico más ampliamente uti-lizado para la castración es la inyección de lidocaína en los testículos, tal y como se practica de forma habitual en Noruega desde 2002. Después de la inyección en los testículos, la lidocaína se dispersa en el cordón espermático (Ranheim et al., 2003) y proporciona anestesia en el lugar donde el cordón es afectado durante la castración. Varios estudios han demostra-do que la administración intratesticular de lidocaína reduce la sensación de dolor en el momento de la castración. Hay, por ejemplo, menos interrupción del compor-tamiento de mamar tras la castración y los animales se debaten menos, particu-larmente cuando el cordón espermático se corta (Horn et al., 1999). Sin embargo, la inyección causa una cierta cantidad de dolor y la respuesta del dolor durante la castración no desaparece completamente. Esto puede deberse al limitado periodo de tiempo en el que la castración debería rea-lizase tras la administración de lidocaína, o al hecho de que el músculo cremáster no es anestesiado con este método.La anestesia general es una alternativa que puede proporcionar una ventaja en cuanto al nivel de alivio del dolor, pero puede te-ner inconvenientes respecto a la seguridad del usuario y de los animales. Una com-binación de azaperona y ketamina puede

utilizarse para anestesia general por in-yección en los lechones, pero este método tiene muchos inconvenientes. El nivel de consciencia y analgesia es mucho menor que con la narcosis. Durante la castración, los animales todavía se resisten, aunque en menor medida (Lahrmann et al., 2004; Kmiec, 2005). La incidencia de mortalidad y peor recuperación de las heridas es más elevada que en los grupos control no anes-tesiados (Kmiec, 2005; McGlone y Hell-man, 1988). Se perjudica la coordinación durante la recuperación anestésica, por lo que los lechones puede quedar atrapados bajo la cerda y ser aplastados. La anestesia general por medio de inhalación (anestesia de inhalación) surte efecto rápidamente y asegura buena relajación muscular y pérdi-da de consciencia. Un inconveniente es que muchos gases (por ejemplo, el isoflurano) pueden utilizarse solamente bajo condicio-nes controladas estrictamente, en línea con consideraciones sanitarias y de seguridad. Además, los gases son, en general, caros. El dióxido de carbono es una excepción: es relativamente barato y no está sujeto a estricta regulación. El CO2 previene que el animal se resista durante la castración, pero sí se observan resistencia y chilli-dos durante la fase de inducción (Kohler et al., 1998). Los márgenes de seguridad son estrechos, aunque bajo circunstancias controladas puede ser utilizado de forma segura y efectiva (Gerritzen et al., 2008).La administración de AINES antes de la castración reduce el dolor posoperatorio, y tiene un efecto limitado sobre el dolor

Los lechones han sido sometidos tradicionalmente a castración y corte de colmillos y colas. Pero en la actualidad la

preocupación por el bienestar animal han puesto en entredicho este tipo de prácticas.

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en la operación. Una ventaja importante de los AINES administrados antes de la operación es que protegen el sistema del dolor frente a una excesiva activación y sensibilización al estímulo doloroso sub-siguiente (Song y Carr, 1999; Sumihisa, 2005). Puede discutirse si un AINE debe-ría administrarse más de una vez después de la cirugía.

CONCLUSIONESEstudiar la literatura permite a los inves-tigadores disponer de una gran variedad de métodos de medición del dolor. Sin embargo, el dolor (su percepción) varía en función del sitio, la duración y la in-tensidad del estímulo, y puede modifi-

carse por la experiencia previa, el estado emocional y, quizás, las diferencias indi-viduales innatas. Esto hace que sea difícil tener que elegir un parámetro o una com-binación definida de parámetros que pue-dan ser utilizados bajo todas las circuns-tancias. También enfatiza la importancia del diseño del estudio cuando se mide el dolor y se comparan los resultados. En las investigaciones disponibles, no hay consenso en cuanto a las mediciones del dolor que se deben utilizar. Varios estu-dios se han centrado exclusivamente en un único parámetro, mientras que otros utilizan una combinación de parámetros fisiológicos y/o del comportamiento. En la última situación, los problemas res-

pecto a la interpretación de resultados pueden aparecer, cuando los parámetros medidos no dan un resultado constante. Con frecuencia, los parámetros se expli-can individualmente.Se continúa buscando un protocolo acep-table para el uso de la anestesia o analge-sia durante los procedimientos de cría en lechones. El reto es desarrollar uno que reduzca de forma significativa la canti-dad de dolor que el animal experimenta, mientras que la seguridad, el método de administración, así como los costes deben tenerse en cuenta como consideraciones importantes.

*Metacam, Boehringer Ingelheim.

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La termografía por infrarrojos se utiliza en medicina humana para medir los cambios localizados en la temperatura de la piel debido a procesos subyacentes, por ejemplo el

cáncer de pecho o las inflamaciones.

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