artÍculos de opiniÓn orÍgenes de la … · interpretación de un posible uso del fuego en minas...

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Aquellos productos sobre los quese produce una demanda aprecia-ble tienen que ser explotados insitu y luego transportados hastalos distintos centros de consumo,a veces a grandes distancias. Estehecho, unido al carácter imperece-dero de la materia mineral, motivóel establecimiento progresivo deintercambios fluidos entre distin-tas comunidades en los que posi-blemente se encuentren los iniciosdel comercio a gran escala.

De esta forma, los recursos mine-rales han marcado, sobre todo enla antigüedad, el grado de desarro-llo de las sociedades, ligado ésteen buena medida al uso de losmateriales metálicos bajo distintosaspectos: estructurales, defensi-vos, suntuarios o bien como basede intercambios monetarios, sinolvidar, por otro lado, la importan-te utilización directa de los mine-rales como sustancias coloranteso, incluso, medicinales.

El hecho de que muchos de losminerales posean llamativos colo-res o formas ya despertó necesa-riamente desde tiempos muy

remotos el interés humano por suposesión y uso. Sin embargo, lasevidencias metalúrgicas, como pri-mera transformación profunda delos minerales, se remontan tansolo a aproximadamente 5000años a. de C. La existencia en lanaturaleza de oro, plata y cobredirectamente en estado metálico(nativo) en los afloramientos demuchos yacimientos metalíferosapunta hacia estos elementoscomo los primeros metales utiliza-dos por la Humanidad, especial-mente el oro, por su fascinantecolor amarillo, fácil fusión y mol-deo, así como su total inalterabili-dad ante los agentes atmosféricos.

Respecto al origen propiamentedicho de las técnicas metalúrgicas,todas las evidencias apuntan a queel primer metal obtenido a partirdel tratamiento metalúrgico de susminerales fue el cobre, lo quesupone el comienzo de la etapaconocida como Edad del Cobre. Laaleación posterior del cobre con elestaño para fabricar el bronce, unproducto de menor punto defusión y más fácilmente moldea-ble, por los que sus aplicaciones

En el Congreso Europeo de las Obras Públicas romanas, celebrado en Tarragona elpasado mes de noviembre, el autor de este artículo nos sorprendía con una brillanteexposición sobre la Ingeniería minera romana y sobre la impresionante red hidráulicaque los romanos desarrollaron en torno al yacimiento de oro de las Médulas (León).Comenzamos una serie de artículos que nos acercarán a los orígenes de la mineríaantigua hasta llegar a la época del máximo esplendor romano.

Roberto Matías Rodríguez, Ingeniero Técnico de Minas. Departamento de IngenieríaMinera. Universidad de León.

El nacimiento de la mineríacomo actividad relativa acualquier tipo de aprovecha-

miento de los recursos mineralesdel suelo se remonta al propio ori-gen del género humano. Los restosarqueológicos de las primeras eta-pas de la Humanidad atestiguan yael uso simple de materias primasminerales como herramientas,adornos o pigmentos. Los minera-les y rocas disponibles no son uti-lizados al azar, sino que son elegi-dos con cierto criterio, al margende su aspecto externo, por suscualidades físico-químicas, queson las que permiten su integracióndentro de los procesos productivosde la sociedad que los utiliza.

En un principio, la selección de losdistintos materiales debió de reali-zarse de entre todos los mineralesy rocas que se encontraban en lasproximidades de los diferentesnúcleos de población o zonas depaso de tribus nómadas. Por laspropias condiciones geológicas delsubsuelo, la distribución geográfi-ca de algunos materiales, especial-mente los minerales metálicos, seencuentra muy localizada.

ORÍGENES DE LA MINERÍA

A R T Í C U L O S D E O P I N I Ó N

Orígenes de la minería

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son más amplias, y que dará pasoa la Edad del Bronce. El desarrollosistemático de los procesos dereducción metalúrgica necesariospara la obtención de cobre y esta-ño a partir de sus minerales impli-ca una notable mejora de las téc-nicas metalúrgicas, que llevaránposteriormente al descubrimientode la metalurgia del hierro y suobtención generalizada, dandolugar así a una nueva (y última)etapa de la Prehistoria conocidacomo la Edad del Hierro.

LA EDAD DE LA PIEDRA

Con este nombre genérico, actual-mente en desuso, pero que simpli-fica notablemente la etapa a la quese hace referencia, se englobanhistóricamente los comienzos dela confección y utilización deherramientas de piedra por lamano del hombre. Los primerosinstrumentos de piedra realizadospor percusión se remontan a másde 2 millones de años, junto conlas primeras evidencias de conser-vación del fuego y la construcciónde refugios humanos. La generali-zación del uso de utensilios de pie-dra da comienzo al PaleolíticoInferior, hace 80-50.000 años,bajo la denominación genérica de“industrias líticas”, en las que elsílex ocupará un lugar predomi-nante.

La disponibilidad de herramientasrealizadas a partir de huesos, con-chas y otros materiales duros noalcanza la capacidad de utilizacióndesarrollada por el uso de rocas yminerales como sílex, cristal deroca, obsidiana, cuarcitas, diori-tas, basaltos o fibrolitas (sillimani-ta) para el corte y trabajado de lamadera, curtido de pieles, etc...De esta forma, la “piedra” se con-vierte en la herramienta funda-mental para todo tipo de tareasdomésticas, la agricultura y laconstrucción, así como en la fabri-cación de armas para la caza y la



Explotación de niveles estratiformes de sílex mediante pequeños pozos verticales

Acceso mediante pozo inclinado a los niveles explotables de sílex

Útiles mineros de hueso

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aprovechados los afloramientos encortes naturales de las formacio-nes rocosas del terreno para la rea-lización de zanjas y trincheras deexplotación, hecho constatado yadesde el Paleolítico Medio, hace80.000-30.000 años. Sin embar-go, la extracción prolongada en eltiempo de los materiales de loslugares más accesibles condujonecesariamente a su progresivoagotamiento y a la consiguientebúsqueda de nuevas fuentes o a laprofundización de los trabajos,

dando paso así al comienzo de laminería subterránea.

De este modo, gracias a los restosde algunos de los primeros traba-jos mineros subterráneos deexplotación que han llegado hastanuestros días, especialmente delsílex, tenemos el fiel testimonio dela imperiosa necesidad humana deaprovechar los recursos mineralesdesde la más remota antigüedad.El hombre, impulsado por su cons-tante afán de superación, comien-

defensa, además de entrar a for-mar parte como producto de inter-cambio en las primeras redescomerciales. Con ciertas materiasprimas minerales se realizan senci-llos instrumentos como hachas,azuelas, cinceles, cuchillos, hoces,puntas de lanza o flecha, etc., queson capaces de cubrir ampliamen-te muchas de las necesidades delmomento. Las pruebas de arqueo-logía experimental realizadasactualmente con antiguas herra-mientas de piedra arrojan unosresultados sorprendentes en cuan-to a rendimiento y efectividad.

Las técnicas de trabajo para darleforma a los materiales pétreos evo-lucionan también con el tiempo,siendo en un primer momento porpercusión (Paleolítico), utilizándo-se luego también el pulimentopara dar forma a algunos materia-les (Neolítico). Se ha llegado a con-siderar que el establecimientogeneralizado de núcleos de pobla-ción fijos está muy relacionadocon el nivel alcanzado en cuanto ala disponibilidad de las herramien-tas adecuadas para el desarrollode la agricultura, en cuanto a laposibilidad de despejar zonas debosque y roturación de terrenos,transformándose de forma progre-siva las sociedades principalmentecazadoras-recolectoras en socieda-des agrícolas con asentamientosde cierta estabilidad.

La abundancia de algunos materia-les fundamentalmente rocosos(areniscas-cuarcitas, dioritas, etc.)posibilita su uso habitual, limitán-dose el suministro a una simpleselección de la materia prima en elentorno. Sin embargo, el resto demateriales se encuentran en luga-res por lo general localizados y dis-persos entre si, lo que obliga a unaexplotación de cierta intensidadde estos yacimientos para proveer-se de los productos en las cantida-des necesarias. Para las labores deextracción fueron inicialmente

Explotación intensiva durante el Neolítico del sílex en Spiennes (Francia)

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za a perforar el terreno de distintosmodos para adentrarse en unmundo oscuro, desconocido y, enocasiones, peligroso, en la bús-queda de las materias primasminerales necesarias para el des-arrollo de sus formas de vida.

Los métodos de minería prehistóri-ca son generalmente muy simples,pero no por ello se encuentranexentos de numerosas muestrasde cierto ingenio en la realizacióny desarrollo de los trabajos. Conrudimentarias herramientas dehueso o piedra y la escasa luz pro-cedente del exterior o de unasmechas engrasadas, tuétano oramas encendidas, en la épocaprehistórica se realizaron explota-ciones mineras subterráneas decierta importancia a partir de losafloramientos conocidos de mine-ral, y cuyos límites en profundidadestaban marcados muchas vecespor la inevitable presencia deagua. De esta forma, se explotaronen un primer momento algunosminerales de uso directo como elsílex, pero también mineralesmetálicos de fuertes colores comomalaquita (verde), azurita (azul),hematites (rojo), limonitas (amari-llo-pardo) o cinabrio (rojo berme-llón). La búsqueda de otros mate-riales vistosos ha quedado tam-bién patente en las importantesexplotaciones subterráneas devariscita, un mineral de un bonitocolor verde y fácilmente trabaja-ble, como las realizadas en CanTintorer (Gavá – Barcelona).

Las herramientas de hueso utiliza-das fueron principalmente astasde ciervo, empleadas como picos,punterolas, cuñas, azadas omazas, llegando a ser trabajadas yenmangadas en algunas ocasio-nes. Los huesos de las paletillaseran utilizados como palas. Si laroca a abatir poseía cierta dureza yconsistencia eran empleadascuñas de madera para abrir la rocay mazas de piedra de cierto tama-

Ejemplo de utilización del asta de ciervo

Mazas de piedra con acanaladura para enmangue

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ño para quebrantarla, en algunoscasos provistas de ranuras para serenmangadas. La resolución delproblema del transporte de mate-riales se tenía que hacer manual-mente. Destinados a estos fines sehan encontrado artesas de maderao cestos realizados con fibrasvegetales, aunque también hanaparecido en las excavacionesarqueológicas cuencos cerámicosen los entornos de los trabajosmineros, pero cuya función másapropiada parece ser la de conte-ner líquidos o alimentos.

Las primeras actuaciones de mine-ría subterránea, atribuidas a lasexplotaciones de sílex, se limitan ala realización de pequeños pozosde menos de 1 m de diámetrodesde la superficie para extraer elmaterial de los niveles estratifor-mes en los que se encuentra avarias profundidades. Si la calidaddel material se mantenía en pro-fundidad, en distintos niveles ylateralmente, a veces se llegaban aalcanzar más de 10 metros, comu-nicando entre si algunos pozos porpequeñas galerías transversales.En algunos casos se utilizaron tam-bién galerías radiales que partíande un único pozo. El acceso alinterior de los pozos se realizabamediante troncos ranurados paraapoyar los pies o con escalas ycables de fibras vegetales.

Se da la circunstancia de que fuehabitual en muchos yacimientos laperforación de numerosos pozosen un entorno de espacio reduci-do, como los 2500 documentadoshasta la fecha en un área de 2,4ha. en el yacimiento de sílex deCasa Montero (Vicálvaro, Madrid).Algunos autores interpretan la rea-lización de pozos múltiples acausa de problemas de transportede materiales en el interior, aun-que el esfuerzo necesario para laapertura y profundización de cadapozo supera con mucho el requeri-do para la resolución del transpor-



Artesa de madera para el transporte de mineral encontradaen las minas de cobre del Aramo (Asturias)

Interpretación de un posible uso del fuego en minas prehistóricas de Austria



te de pequeñas cantidades de mine-ral. Más bien habría que pensar,desde problemas en las técnicas deiluminación y sostenimiento, pasan-do por la temporalidad de la explo-tación, el hecho de que uno ovarios pozos cubriesen amplia-mente las necesidades delmomento, hasta en una posibleparcelación de los trabajos.

En todo momento, las necesida-des de sostenimiento eran resuel-tas mediante macizos rocosos o,cuando era necesario, rudimenta-rias entibaciones de madera,empleando también la técnica delrelleno de las cavidades abiertascon los escombros procedentes deotras partes de la explotación paragarantizar la estabilidad de las zonasexplotadas, operación ésta que conti-núa siendo también una prácticahabitual en la minería actual.

En el Holoceno (10.000 a. C.),después del final de la última gla-ciación, que trae consigo impor-tante climáticos a consecuenciade la regresión de los hielos, laspoblaciones humanas generalizanprogresivamente los usos de laagricultura y ganadería en asenta-mientos estables, desarrollándose lastécnicas cerámicas y la utilización deinstrumentos de piedra pulida(Neolítico, 8000-5000/3500 a. C.).

Además del uso de los minerales yrocas mencionados anteriormen-te, el hombre realiza tambiéndesde el Neolítico el primer con-tacto con los metales. Aquellosdenominados nativos se puedenencuentran libres en la naturaleza,tienen un característico resplandor“metálico” en superficies frescas yse distinguen de otras rocas yminerales por su maleabilidad,puesto que se deforman bajo losgolpes, y por su ductilidad, ya quepueden ser estirados hasta formarláminas e hilos. Los metales nati-vos más importantes son: cobre,plata y oro.

El primer metal utilizado desdetiempos remotos parece habersido el oro, de un color amarillocaracterístico, al encontrarse libreen la naturaleza como “pepitas” opequeñas partículas en lugares tanaccesibles como son las arenasdel cauce de ciertos ríos, o en losllamativos afloramientos de laszonas de oxidación de algunosyacimientos metalíferos que pudie-ron haber sido explotados tambiénpara la obtención de sustanciascolorantes. El oro, a diferencia dela plata y el cobre, presenta la par-ticularidad de permanecer inaltera-ble ante los agentes atmosféricos ypoder moldearse con extrema faci-lidad simplemente por martillado,no siendo necesaria una fusión paraconseguir multitud de piezas sim-ples, o incluso algunas de ciertacomplejidad a partir del martilladode pequeñas partículas de metal.

El caso de la minería aluvial deloro nativo es muy especial por lacapacidad de concentrarse estemetal libre en los lechos de losríos, de ahí que una parte impor-tante de su aprovechamiento sepudo centrar desde muy antiguoen la recogida de pequeñas pepi-tas en las arenas auríferas, apre-ciables en su momento a simplevista en muchos lugares, o el lava-do manual de estas arenas, traba-jos que no dejan huellas visiblesen el terreno por la propia dinámi-ca fluvial, pero de cuya existenciason testigos las numerosas obrasde orfebrería en oro halladas enlas excavaciones arqueológicas.

Los otros metales que también pue-den encontrarse nativos en la natu-raleza en cantidades apreciablesson el cobre y la plata, a los que hayque añadir el hierro meteorítico,procedente de impactos de aeroli-tos. De entre todos ellos, el cobreserá el primero en jugar un papel degran importancia en el desarrollo delas sociedades prehistóricas con elnacimiento de la metalurgia.

LA EDAD DE LOS METALES

A comienzos del Neolítico, aproxi-madamente en el IX milenio a. C.,aparecen los primeros vestigios delcontacto del hombre con los minera-les metálicos con el hallazgo de uncolgante de malaquita en las excava-ciones de la Cueva de Shanidar (Iraq).La metalurgia propiamente dicha apa-recerá en el V milenio a. C., enMesopotamia, con los primeros ensa-yos para la obtención efectiva delcobre a partir de sus minerales. Latransformación del mineral en metalsupone un gran progreso en el des-arrollo de la Humanidad, dando pasoa un mundo nuevo en el que a partirde ese momento todo cambiará rápi-damente.

El origen de la metalurgia es incier-to, existiendo diversas hipótesissobre si tuvo lugar en un punto enconcreto o fueron varios los luga-res en los que, sin haber conexiónentre ellos, se produjo el descubri-miento, bien de forma simultáneao en distintos momentos tempora-les. La mayoría de las evidenciasapuntan al posible nacimiento delos primeros procesos metalúrgi-cos en diferentes puntos, coexis-tiendo durante mucho tiempo ins-trumentos líticos e instrumentosmetálicos debido a la escasezmanifiesta de metales. En eldesarrollo de la metalurgia jugaronun importante papel los hornos delos ceramistas, en los que queda-ba patente la transformación delas propiedades de los materialesmediante la aplicación del fuego,tanto en condiciones oxidantes(cerámicas rojas) como reductoras(cerámicas negras). La introduc-ción experimental de minerales decobre en el proceso cerámicopudo llevar a la primera obtencióndel metal. De la experimentaciónde los ceramistas nacería tambiénmás tarde la técnica de elabora-ción del vidrio, datados suscomienzos hacia el 2500 a. C. enMesopotamia, aunque en el 4000

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a. C. se practicaba ya el vidriadoexterno de cuentas de esteatita(talco). A principios del II milenio a. C.se fabricaba en Egipto una sustanciavítrea azul parecida la lapislázulicalentando arena, sosa y malaquita,utilizando también óxido de hierropara hacer esmaltes rojos y negros.

Las zonas geográficas donde pare-ce ser que se desarrollaron los pri-meros logros metalúrgicos corres-ponden al actual Oriente Medio, enla meseta de Anatolia. El procesose desarrolla de forma asíncronaen diferentes lugares. Así, en uncontexto neolítico inicial aparecenen la Cueva de Shanidar (MontesZagros, Iraq) las primeras piezasde mineral de cobre (malaquita),utilizadas como colgantes y fecha-das en el 9500 a. C. En Afganistány Pakistán (Montes Changai), asícomo en Anatolia (Çayonu Tepesi)e Irán (Ali Kosh) se encuentran encontextos neolíticos plenos distin-tos objetos de cobre nativo marti-llado hasta poco antes del 5000 a.C. El comienzo de la metalurgiapropiamente dicha no está claro,ya que el paso de la utilización decobre nativo puro a la extraccióndel metal de sus minerales noqueda bien definido en los hallaz-gos arqueológicos realizados hastala fecha. De lo que sí hay constan-cia clara es que, a partir del 5000a. C. se verifica un intenso tráficode minerales por todo el entornoasiático y europeo que traerá, porconsiguiente, la difusión y desarro-llo de la tecnología metalúrgica. EnEgipto se registra el uso del cobrehacia el 3800 a. C. En EuropaCentral se trabaja el cobre en losBalcanes desde antes del 4000 a.C. en el yacimiento de RudnaGlava (Yugoslavia) y poco despuésen el sur de la Península Ibérica(Río Tinto). En el continente ameri-cano se tienen vestigios del usodel cobre hacia el 2500 a. C. en lazona norte, mientras que la meta-lurgia propiamente dicha no se ini-cia hasta el 1000 a. C.

Pequeñas pepitas de oro aluvial

Mineral de cinabrio

Mineral de cobre (azurita)

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A partir del desarrollo del primerproceso metalúrgico, minería ymetalurgia estarán en relaciónrecíproca en cuanto a los avancesdel conocimiento de los distintosminerales, su disponibilidad y laposibilidad de ser utilizables en unproceso metalúrgico. Las explota-ciones mineras se generalizanhasta el punto de que las investi-gaciones arqueológicas incremen-tan constantemente el número deevidencias de la minería metálicaprehistórica. La profundización delas explotaciones de mineralesmetálicos, con rocas encajantespor lo general mucho más durasque las de la anterior minería delsílex, supone un reto para lasherramientas de hueso, que pasannecesariamente a un segundoplano. Las técnicas utilizadas seven reforzadas por el uso habitualde herramientas de piedra para laextracción del mineral y también,aunque no en todos los casos, delempleo del fuego para calentar laroca y enfriarla posteriormentecon agua provocando así su res-quebrajamiento, siendo posterior-mente triturada con las mazas depiedra. La disponibilidad de ele-mentos metálicos permitió tam-bién la introducción de algunasherramientas de cobre y broncepara los trabajos mineros, aunqueno es un hecho habitual. El trans-porte del mineral a la superficie sesigue realizando en capazos defibras vegetales y cuero, o en con-tenedores de madera.

La utilización generalizada del fuego,como apuntan algunos autores, resul-ta controvertida debido a las críticascondiciones de ventilación que seproducirían en los, por lo general,estrechos espacios subterráneos. Noobstante, se han hallado interesantesestructuras de ventilación que permi-tirían en algunas explotaciones suuso continuado.

A partir de la Edad del Bronce seproduce una intensa activación de

la minería extractiva en todo elentorno Europeo y Oriente Mediodebido a una fuerte demanda delmetal, con importantes produccio-nes, aunque repartidas durante unprolongado período de tiempo. Laactividad minera se generalizará apartir de la Edad del Hierro, situán-dose muchos poblados de ciertaimportancia en el entorno de lasexplotaciones mineras, controlan-do el tráfico de minerales y sutransformación.

Desde el punto de vista de la utili-zación de las materias primasminerales, sobre el origen de lametalurgia se ha de tener en cuen-ta que muchos de los mineralesmetálicos, especialmente aquellosque contienen cobre, como primermetal extraído de sus minerales,son de vivos colores y su utiliza-ción como pigmentos o adornoses anterior a los procesos deextracción metalúrgica. De estemodo, el hombre dispuso antesdel mineral de cobre que delmetal, teniendo además la posibili-dad de encontrar pequeñas canti-dades de cobre nativo entre losminerales de vistosos colores quebuscaba, lo que le pudo llevar adeducir la asociación entre mine-ral y metal. El hecho de conseguirla reducción efectiva mediante elfuego del mineral de cobre puededeberse a un origen casual o inten-cionado, pero claramente en rela-ción directa con la proximidadhabitual y continuada del hombrea las materias primas minerales.

En las primeras etapas de la meta-lurgia del cobre se beneficiaronminerales metálicos de fácil reduc-ción como los carbonatos (mala-quita-azurita) y también óxidos(cuprita-tenorita), marcando elcomienzo de la Edad del Cobre(Calcolítico), que se desarrolla apartir del 5000 a. C. enMesopotamia. El cobre se caracte-riza por su ductilidad y maleabili-dad, sólo superadas por la plata y

el oro. Por calentamiento, pasa aestado plástico entre 700-800º C,licuándose a 1084º C. Para laobtención del metal no eran nece-sarias grandes instalaciones meta-lúrgicas, sino que se podían utili-zar pequeños hornos o recipientesconocidos como vasijas-horno pro-vistos de una o varias tomas deaire (toberas) realizadas en barrococido. Dentro del horno se intro-ducía el combustible (carbón vege-tal) junto con el mineral de cobre(óxidos y carbonatos), insuflándo-se aire por la tobera para aumen-tar adecuadamente la temperaturadel interior. Parte del combustiblese quemaba y otra parte reaccio-naba con el óxido metálico apode-rándose de su oxígeno, liberandoel metal. Al principio, el productoobtenido resultaba muy impuro ydebía de someterse a sucesivasfusiones y martillado para llegar aobtener un metal de una calidadaceptable. El proceso podía finali-zar mediante el refino con la fusiónen crisoles y el vertido del metal enmoldes de piedra o arcilla cocidacon las formas adecuadas.

Los estudios metalográficos que serealizan habitualmente sobre losrestos metálicos procedentes delas excavaciones arqueológicasproporcionan abundante informa-ción sobre la composición delmetal y las técnicas utilizadas,revelando así los avances alcanza-dos en los procesos metalúrgicosen las distintas épocas, en los quela fundición y el forjado posteriorjugaron un papel fundamental.

La introducción del estaño en elproceso metalúrgico del cobre, deforma intencionada mediante lamezcla de sus minerales o casual,a partir de algunos escasos mine-rales que contienen de forma natu-ral cobre y estaño (estannina),dará paso a la Edad del Bronce,que se desarrolla a partir del 3000a. C. en Oriente Medio (Anatolia,Siria y Palestina), llegando a

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Europa en el 2000 a. C. a través delos Balcanes y el Mediterráneo. Elmomento será revolucionario yaque la aleación cobre-estaño tieneun menor punto de fusión, por loque permite un moldeo fácil decualquier tipo de piezas. Las pro-porciones de la aleación varían del4 al 20 %, según los usos a los quevaya destinado. El punto óptimode la aleación de bronce más habi-tual empleado actualmente es laproporción del 9-10 % de estaño,el cual era ya profusamente utiliza-do en este período. Muchos de losanálisis realizados encuentranarsénico en las aleaciones debronce. Si bien en un principio sepensó que era introducido inten-cionadamente, hablándose así debronces arsenicales, su origen másprobable es a partir de la utiliza-ción en el proceso metalúrgicohabitual minerales de cobre quepresentan un cierto contenidonatural en arsénico.

Se da la particularidad de que elprincipal mineral de estaño, lacasiterita (óxido de estaño), apesar de su poco llamativo colornegro, es dura, muy pesada y cier-tamente inalterable a los agentesatmosféricos, por lo que se con-centra en terrenos aluviales, asemejanza del oro, por lo que cier-tas cantidades de mineral pudie-ron apreciarse en algunas zonasgeográficas como subproducto dela explotación del oro aluvial. Enesta fase de la minería y metalur-gia jugarán un papel fundamentallos escasos yacimientos de casite-rita, situados preferentemente,para el caso del entorno europeo,en el Noroeste de la PenínsulaIbérica y en las Islas Británicas. Seabren de este modo importantescauces comerciales de suministrode metales para abastecer las cre-cientes demandas de las sociedades.

El posterior desarrollo de la meta-lurgia del hierro supone un hito degran importancia en la generaliza-

Mineral de cobre (malaquita)

Nódulo de cobre procedente de operaciones metalúrgicasprehistóricas en el Castro de Gusendos de los Oteros (León)

Labores prehistóricas en la mina de cobre “La Profunda” (León)

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ción del uso de los metales quequedará definido como Edad delHierro. Los primeros objetos dehierro proceden de un enterra-miento en el poblado de AlaçaHuyuk (Anatolia) y están fechadoshacia el 2500-2300 a. C. Eranconsiderados como ofrendas deprestigio en un enterramiento depersonalidades importantes. Enesta zona de Anatolia la metalurgiadel bronce había adquirido unaperfección técnica muy elevada,por lo que resulta lógico pensarque los primeros objetos de hierrofueran fruto de experimentacionesmetalúrgicas. Han sido encontra-dos objetos de hierro meteorítico

en Troya y Sumeria, fechados encontextos del 3000 a. C. En lacosta sirio-palestina se detectanútiles agrícolas de hierro y hornosmetalúrgicos adecuados para suelaboración entre el 1400-1200 a.C. Se ha atribuido al Imperio Hititael control durante más de dossiglos de su tecnología y comercia-lización, llegando a alcanzar unvalor cinco veces superior al deloro por sus aplicaciones militares.Hacia el 1200 a. C. el uso de lametalurgia del hierro se empieza aextender por el Mediterráneooriental, llegando a Europa Centralen donde se desarrolla la fase finalde la cultura de Hallastat, quedan-

do plenamente introducido en el750-450 a. C. En la PenínsulaIbérica la verdadera introduccióndel hierro se debe a los contactoscoloniales mediterráneos a partirdel 700 a. C.

En China se tiene constancia deluso del hierro meteorítico, aunquela metalurgia de los minerales dehierro se desarrolla a partir del700 a. C., no extendiéndose haciaotras áreas hasta épocas másavanzadas. En el ContinenteAmericano la metalurgia del hierrofue desconocida hasta la llegadade los españoles.

La abundancia relativa y disper-sión de los minerales de hierropermitirá ampliar considerable-mente el espectro geográfico ysocial del uso de los metales, ade-más de proporcionar elementos demás resistencia y funcionalidad,aunque la difusión de su tecnolo-gía verá frenada durante muchotiempo la generalización de suuso. Al igual que sucedió con elcobre al principio, el metal de hie-rro obtenido debe de someterse adiversos procesos de calentamien-to y martillado para alcanzar elgrado de pureza necesario, si bien,a diferencia del cobre, debido alelevado punto de fusión del hierro(1537º C) no llega a conseguirsesu licuación, por lo que no se pue-den realizar todavía piezas pormoldeo, un proceso que tardaríaen desarrollarse muchos siglostodavía, hasta los albores de laRevolución Industrial.

El nacimiento de las tres grandesetapas metalúrgicas de laHumanidad se define desde elpunto de vista mineralógico por eltratamiento de minerales principal-mente oxidados, a excepción delos carbonatos de cobre. La pre-sencia de minerales sulfurados enmuchos yacimientos requiere deunas técnicas metalúrgicas másevolucionadas que tardarán enGalería prehistórica en la mina de cobre “La Profunda” (León)



desarrollarse un cierto tiempo,aunque los intentos y pruebas soncontinuas, como atestigua el des-arrollo de la metalurgia de la plata.

Para el caso de la plata, que tam-bién aparece en estado nativo enpequeñas cantidades, por lo quesu utilización es también muy anti-gua, se llega a desarrollar un parti-cular proceso de extracción a par-tir de mineral de plomo (galena)con cierto contenido argentífero.El sistema se conoce genérica-mente con el nombre de “copela-ción” en clara alusión al recipienteutilizado para efectuarla. El méto-do aprovecha la fácil fusión de lagalena para introducir una corrien-te de aire en la masa fundida queoxida preferentemente el plomo,eliminando también el azufre enforma de gas sulfuroso (SO2),separándose así la plata metálica

del óxido de plomo (litargirio) fundido.Se desconoce el momento y lugar delorigen de este proceso, aunque hanaparecido objetos de plomo argentífe-ro en el Oriente Medio y Próximofechados en el IV milenio a. C.

La detección de la plata en la masade galena, inapreciable a simplevista, y cuyo contenido apenasalcanza por lo general algunos kilo-gramos por tonelada, supone unaevidencia más de la realización sis-temática de pruebas experimentalessobre minerales de aspecto metálicocomo son los sulfuros, cuyo trata-miento metalúrgico es diferente yrequiere en algunos casos un pasoprevio consistente en la tostación,consistente en una oxidación a altastemperaturas para eliminar el azufrey obtener así un óxido metálico sus-ceptible de ser utilizado en el proce-so metalúrgico habitual.

COLORANTES MINERALES(PIGMENTOS)

Los colorantes de origen mineraljuegan un papel insustituible en losmodos y formas de expresión pre-históricas, aunque también ya sehabían descubierto algunos homó-logos de origen vegetal (añil) o ani-mal (púrpura). Las materias primaspara elaborar las pinturas rupestresindican el conocimiento, la búsque-da y la utilización de variados mine-rales como pirolusita (negro) ohematites (rojo), así como toda lagama de ocres del binomio hemati-tes-limonita. El ocre rojo (hematites)ocupa un lugar destacado desdehace al menos 300.000 años,fechado en el yacimiento de TerraAmata, en Niza (Francia).

En las excavaciones arqueológicasde los hábitats del Paleolítico es

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frecuente hallar trazas de pinturasminerales como manchas en obje-tos de hueso o piedra o desparra-mados, a veces de manera muyprofusa, por toda la superficie. Sehallan también terrones de ocre,concreciones de limonita, minera-les de manganeso y piritas. En elPaleolítico Superior, hace 31.000años, un nivel de habitación delyacimiento de Arcy-sur-Cure apare-ció totalmente espolvoreado dehematites y fueron también descu-biertos fragmentos de mineralcalentados para acentuar su colorrojo. Se ha encontrado tambiénocre espolvoreado en enterramien-tos del Paleolítico Medio de LaFerrassie (Francia), Shanidar (Irán)y Gafzeh (Israel). La misma cos-tumbre se ha encontrado en elMesolítico y en el Neolítico.

Hasta ahora no ha sido aclaradosuficientemente el destino de esaspinturas. Algunos investigadoressuponen que sirvieron para pintar-se el cuerpo o para hacer tatuajes,en relación con los paralelismosactuales de algunas tribus indíge-nas australianas, africanas o ama-zónicas. Sin embargo, las pobla-ciones que han de llevar cubiertoel cuerpo por las bajas temperatu-

ras del entorno prefieren utilizarlospintando partes de sus ropas,como los pueblos esquimales. Lomás probable es que pintaran susvestidos, los trenzados y objetosde madera, además del uso reco-nocido en las paredes de las caver-nas o rocas en abrigos al aire libre(Semenov, 1981).

El uso del cinabrio, cuyos yaci-mientos se encuentran muy res-tringidos a ciertos ámbitos geológi-cos, está también atestiguado enla Prehistoria reciente por la exis-tencia de importantes explotacio-nes prehistóricas en el Norte deEspaña (Cordillera Cantábrica) yalgunos testimonios de su utiliza-ción en ritos funerarios asociadosa enterramientos dolménicos enLa Velilla (Palencia). Para la mine-ría del cinabrio en esta zona fue-ron empleadas mazas de piedra dedistintos tamaños mediante lascuales se penetraba en las masasmineralizadas a partir de los aflo-ramientos, llegando en una de lasexplotaciones a los 50 m de pro-fundidad. Esta explotación consti-tuye un claro ejemplo de la efecti-vidad de las herramientas de pie-dra en la minería subterránea yaque, debido a la volatilidad del

cinabrio, que se vaporiza a pocomás de 300º C, no era posible lautilización del fuego para los tra-bajos de extracción.

MINERÍA DE LA SAL

El desarrollo de la técnica del sala-zón para conservar alimentosimpulsó también su extracciónminera de algunos yacimientos enzonas del interior alejadas de lassalinas costeras. No siempre serealizaron explotaciones subterrá-neas, ya que la existencia de fuen-tes de agua salada permitía suaprovechamiento directo, comolas de Villafáfila (Zamora) oCiempozuelos (Madrid). Sin embar-go, en los grandes yacimientossalinos de Alemania se han docu-mentado períodos de explotaciónsubterránea desde los inicios de laEdad del Bronce mediante galeríasinclinadas de más de 300 m delongitud, entibadas con madera,para llegar a los lechos salinos, endonde trabajaban para extraer lasal con mazos de madera y utensi-lios de bronce. El mineral obtenidoera transportado al exterior encapazos de cuero. Existían tam-bién minas semejantes al norte delos Alpes, Polonia, Francia, etc.Desde estas minas se abastecía unamplio mercado por medio de unacompleja red de distribución. Laimportancia de la sal era enorme,ya que de ella dependía la conser-vación de una buena parte de lasreservas alimenticias de los pobla-dos y ciudades en las épocasinvernales, cuando la agriculturano podía proporcionar alimentosen cantidad suficiente, ademásde ser insustituible como condimentoen la alimentación humana.

BIBLIOGRAFÍA:

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