arqueologÍa de la edad moderna: valoraciÓn y …

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KOBIE (Serie Anejos). Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia N.º 6 (vol. 2), pp. 667 a 682, año 2004. ISSN 0214-7971 Web http://www.bizkaia.eus/kobie ARQUEOLOGÍA DE LA EDAD MODERNA: VALORACIÓN Y REFLEXIONES EN TORNO A UNA DISCIPLINA EN CONSTRUCCIÓN. EL EJEMPLO DE LA C.A.V. "Archaeology of the Modern Age: Valuation and reflections about a discipline under construction. The exemple of the Basque Country" Belén Bengoetxea Rementeria (*) RESUMEN Partiendo de un concepto de la Arqueología como disciplina histórica, no definida por criterios cronológi- cos, trataremos de presentar una rama de la misma que se caracteriza precisamente por su indefinición mani- fiesta incluso en las distintas denominaciones que recibe: Arqueología postrnedieval, Arqueología de las Socie- dades Modernas, Arqueología de los Tiempos Modernos, etc .... Basándonos en nuestra propia experiencia, intentaremos analizar el marco administrativo y social en el que se desarrolla el estudio arqueológico de las sociedades modernas, así como las características que presenta su práctica en la Comunidad Autónoma Vasca, y especialmente, en Bizkaia. Así pues, presentaremos las líneas de trabajo que se han seguido y las tipologías estudiadas, para finalizar realizando un balance crítico, y lanzando unas propuestas de futuro que permitan corregir algunos de los defectos de que adolece la Arqueología de los Tiempos Modernos que se practica entre nosotros. · Palabras clave: Arqueología histórica, Arqueología postmedieval, País Vasco. SUMMARY From a concept of Archaeology as a historical discipline, not defined by chronological criterions, we will try to presenta branch of it which is characterized precisely by its own indefinition, shown even in the different names that it is called: Post medieval Archaeology, Archaeology of the Modero Societies, Archaeology of the Modero Times, and so on. Basing on our own experience, we will try to analyze the administrative and social frame in which the archaeological study of modero societies is developed, just as the characteristics that its (*) Área de Arqueología de la UPV/EHU. Facultad de Filología, Geografía e Historia. Paseo de la Universidad, 5. Vitoria/Gasteiz, C.P. 01006

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Page 1: ARQUEOLOGÍA DE LA EDAD MODERNA: VALORACIÓN Y …

KOBIE (Serie Anejos). Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia N.º 6 (vol. 2), pp. 667 a 682, año 2004. ISSN 0214-7971 Web http://www.bizkaia.eus/kobie

ARQUEOLOGÍA DE LA EDAD MODERNA: VALORACIÓN Y REFLEXIONES EN TORNO A UNA DISCIPLINA EN

CONSTRUCCIÓN. EL EJEMPLO DE LA C.A.V.

"Archaeology of the Modern Age: Valuation and reflections about a discipline under construction. The exemple of the Basque Country"

Belén Bengoetxea Rementeria (*)

RESUMEN

Partiendo de un concepto de la Arqueología como disciplina histórica, no definida por criterios cronológi-cos, trataremos de presentar una rama de la misma que se caracteriza precisamente por su indefinición mani-fiesta incluso en las distintas denominaciones que recibe: Arqueología postrnedieval, Arqueología de las Socie-dades Modernas, Arqueología de los Tiempos Modernos, etc .... Basándonos en nuestra propia experiencia, intentaremos analizar el marco administrativo y social en el que se desarrolla el estudio arqueológico de las sociedades modernas, así como las características que presenta su práctica en la Comunidad Autónoma Vasca, y especialmente, en Bizkaia. Así pues, presentaremos las líneas de trabajo que se han seguido y las tipologías estudiadas, para finalizar realizando un balance crítico, y lanzando unas propuestas de futuro que permitan corregir algunos de los defectos de que adolece la Arqueología de los Tiempos Modernos que se practica entre nosotros. ·

Palabras clave: Arqueología histórica, Arqueología postmedieval, País Vasco.

SUMMARY

From a concept of Archaeology as a historical discipline, not defined by chronological criterions, we will try to presenta branch of it which is characterized precisely by its own indefinition, shown even in the different names that it is called: Post medieval Archaeology, Archaeology of the Modero Societies, Archaeology of the Modero Times, and so on. Basing on our own experience, we will try to analyze the administrative and social frame in which the archaeological study of modero societies is developed, just as the characteristics that its

(*) Área de Arqueología de la UPV/EHU. Facultad de Filología, Geografía e Historia. Paseo de la Universidad, 5. Vitoria/Gasteiz, C.P. 01006

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practice shows in the Basque Country, and especially, in Biscay. So, we will present the work lines that have been followed and the typologies studied, to finish making a critica! outcome and throwing sorne proposals for the future which would let correct sorne of the defects of the Archaeology of Modern Times that is practised among us.

Key words: Historical Archaeology, Postmedieval Archaeology, Basque Country.

LABURPENA

Arkeologia, jakintzagai historiko bezala hartuz, eta beraz, muga kronologikorik gabe, izugarri garatu da azken urteotan, eta gure testuan beraren adar berri bat aurkeztuko dugu, zehaztugabetasuna izanik bere ezauga-rrietariko bat. Zehazgabetasun hau arkeologiaren adar hau izendatzeko erabilten den terminoetan ere nabaria da: Erdi Aro ondoko arkeologia, Gizarte Modernoen arkeologia, Denporaldi Modernoen Arkeologia, etab. Gure esperientzian oinarriturik zera da gure helburua, gizarte modernoen ikerketa arkeologikoaren markua analiza-tu; baita Euskal Herrian ageri dituen ezaugarriak aztertu, bereziki Bizkaian. Beraz, jarraituriko ikerketa ildo nagusiak aurkeztuko ditugu, baita ikerturiko tipologiak. Azkenik, gure artean praktikatzen den arkeologia modernoaren akats batzuk zuzentzeko asmoz, balantze kritikoa egin eta etorkizunera begira proposamenak egi-ten saiatuko gara.

Gako-hitzak: Historia Garaiko Arkeologia, Erdi Aro Ondoko Arkeologia, Euskal Herria.

El presente artículo es la vers10n escrita de la comunicación presentada en el homenaje al Profesor Apellániz, celebrado durante el mes de mayo de 2003, en el cual tuve la oportunidad y el placer de tomar parte. Básicamente, quedan reflejadas en el texto las ideas expuestas en aquella jornada, aunque en esta ocasión se desarrollarán de forma algo más reposada y profunda. Aunque no es la primera oca-sión que me toca reflexionar sobre esta cuestión, qui-siera también agradecer la oportunidad de volver a dedicar tiempo al tema, porque siempre es positivo intentar hacer balance de lo hecho, y tratar de hacer-lo mejor en adelante.

1.- MARCO CONCEPTUAL

El primer impulso que surge cuando a una le pro-ponen hablar de "Arqueología Moderna" es intentar justificar su existencia , la de la disciplina que se supone que practica, y la suya propia como arqueólo-ga que estudia un pasado reciente, tradicionalmente trabajado exclusivamente desde las fuentes escritas. Al fin y al cabo, la pregunta que nosotros nos hace-mos, y que otros historiadores y colegas nos hacen velada o no tan veladamente es ¿tiene sentido estu-diar arqueológicamente los siglos de nuestra historia más reciente? ¿puede hacer la arqueología aportacio-nes sustanciales al conocimiento de una etapa histó-rica, supuestamente bien conocida, en la que abundan los textos e incluso algunos ofrecen información que

podríamos denominar "de calidad"?1• La respuesta

creo que no puede ser rotunda. La respuesta sería, a mi juicio, "depende". Depende de la forma de abor-dar el estudio arqueológico en todos los sentidos, es decir, de gestionar los recursos, de integrar la inves-tigación arqueológica moderna en esquemas interpre-tativos y de investigación amplios, de elaborar los datos y no sólo recuperarlos, de diseñar consciente-mente líneas de investigación e hipótesis de trabajo propias, es decir, abordables desde los documentos arqueológicos, teniendo en cuenta las características específicas de la documentación arqueológica, en lugar de acercarnos inevitablemente a preguntas his-t.óricas formuladas previamente por los historiadores "documentalistas", y por tanto, desde una perspecti-va documentaF:

Al fin y al cabo, en el fondo de este debate encon-tramos por un lado el problema de la relación entre las fuentes materiales y los documentos escritos que tanta bibliografía ha generado3, y por otro, la identi-

También se ha hablado en ocasiones en términos de rentabilidad -económica, se entiende-, concepto especialmente peligroso cuando es manejado por historiadores en relación a otros histo-riadores.

2 En realidad, estos condicionantes son aplicables a cualquier otra arqueología de período.

3 La arqueología medieval hace tiempo que se enfrentó al proble-ma. Ver al respecto, la obra de BARCELÓ, M., et alii: Arqueo­logía Medieval. En las aftteras del "medievalismo", Barcelona, 1988, o la obra de ANDERS ANDREW: Between Artifacts and texts. Historical Archaeology_in Global Perpsective, New York,

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ficación de la Arqueología como disciplina con una de sus técnicas, la excavación, ignorando su dimen-sión teórica y conceptual.

En lo relativo a la primera cuestión, tenemos que decir que aparece latente un doble prejuicio respecto a las fuentes materiales, uno cuantitativo y otro cua-litativo. Se aprecia un prejuicio cuantitativo manifies-to al considerar como ámbito cronológico de la Arqueología aquellas etapas históricas en las que no hay fuentes escritas, o estas son muy escasas o limi-tadas en sus contenidos, mientras que en la medida en la que se cuenta con más documentos escritos, no sería necesaria la arqueología para la investigación histórica. En definitiva, la Arqueología sería adecua-da para conocer etapas de nuestra historia especial-mente "oscuras", lo cual quiere decir que en la medi-da en que el panorama se va "aclarando", es decir, existen más documentos, la presencia de la Arqueo-logía se hace menos necesaria, o absolutamente inne-· cesaria4

• El prejuicio cuantitativo se ve en el hecho de que los documentos materiales -también más abun-dantes en la etapa moderna- no se consideran tan importantes o significativos (incluso se puede pres-cindir de ellos) como los escritos para producir cono-cimiento histórico, de manera que se concede un pro-tagonismo absoluto a estos últimos.

En relación a todo esto, tenemos que recordar que ambos tipos de fuentes producen información de naturaleza distinta, no complementaria, y por lo tanto, difícilmente compatible. Podemos decir que cada tipo de fuente, en general, se adecúa a problemá-ticas históricas particulares y diferentes. De ahí el error de intentar investigar arqueológicamente cues-tiones planteadas por la historiografía tradicional, es decir, documental, en relación a los procesos históri-cos de la etapa moderna. Además, en lo relativo a la abundancia de fuentes, no sólo contamos con más documentación escrita, sino que los elementos de la cultura material susceptibles de ser estudiados arqueológicamente se diversifican y amplían en los períodos históricos más recientes, además de conser-varse mejor que los más antiguos. De aquí también la importancia de abordar el estudio de la historia más reciente aplicando técnicas más adecuadas a las

1998, articulado desde una perspectiva básicamente americana. Sonia Gutierrez, también aborda el tema en GUTIERREZ LLORET, S.: Arqueología. Introducción a la Historia Material de las Sociedades del pasado, Alicante, 1997, pags. 30-39 Evi-dentemente, la bibliografía al respecto es mucho más amplia, aunque no es el objeto de nuestra intervención.

4 Este doble prejuicio aparece claramente definido y descrito en GUTIÉRREZ LLORET, S.: Arqueología. Introducción a la His­toria Material de las sociedades del pasado, Alicante, 1997, pag. 31-32.

características de estos restos arqueológicos, como es el caso de la Arqueología de la Arquitectura o la Arqueología del Paisaje.

El segundo problema al que aludíamos líneas más arriba es quizás más importante, dado que tiene rela-ción con la definición de la Arqueología como disci-plina histórica. Efectivamente, bajo nuestro punto de vista, es fundamental vincular conceptualmente la Arqueología con la Historia, dado que el objetivo perseguido por ambas es idéntico: el conocimiento de las sociedades del pasado. La particularidad de la Arqueología es que lo aborda desde la cultura mate-rial que nos han legado esas sociedades que ya for-man parte del pasado, y que además lo hace ponien-do en práctica una serie de técnicas que le son pro-pias, que forman lo que habitualmente liamamos "metodología arqueológica". Quisiera incidir, pues, en la doble dimensión, conceptual y técnica de nues-tra disciplina5

Acabamos de decir que el objeto de la Arqueolo-gía es el conocimiento de las sociedades del pasado, y como se puede ver, no hemos puesto fronteras cro-nológicas en ese pasado, con lo cual queremos decir que es posible estudiar arqueológicamente; tanto la Prehistoria, como la Edad Antigua, como la Medie-val, la Moderna o la Contemporánea. No considera-mos que el criterio cronológico deba definir la Arqueología, sino. la reflexión histórica y metodoló-gica6. Así pues, la Arqueología de las sociedades modernas no presenta más diferencias que la posibi-lidad de captar además con otro tipo de fuentes. A su vez, se nos ocurre que esto entra en contradicción con otro hecho, como es el desarrollo más temprano de la denominada Arqueología Industrial, disciplina tam-bién confusa, pero de mayor éxito que la que aquí tra-tamos, tanto en el ámbito europeo como peninsular7

Así pues, lo que tradicionalmente se ha considerado Edad Moderna, es la que prácticamente no se ha estu-diado desde el punto de vista arqueológico.

Por lo tanto, estamos, hablando de una rama de la arqueología, de reciente desarrollo, que se caracteri-za, entre otras cosas, por su indefinición. Esta cir-cunstancia se manifiesta de forma clara en la denomi-

5 En muchas ocasiones se ha obviado precisamente la dimensión teórica o conceptual de la Arqueología, tratándola y practicándo-la como un mero ejercicio técnico, vehículo para la recopilación de datos.

6 La definición es básicamente la aportada por S. Gutiérrez en: GUTIERREZ LLORET, S.: Op. Cit., pag. 25-27 con la que coin-cidimos plenamente.

7 AMORES, Femando: "La arqueología postmedieval en España. Panorama y perspectivas", Archeologia Postmedievale nº 1, 1997, pag. 51-52

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nación que se le da. Efectivamente, si echamos un vistazo a la bibliografía, podemos ver referencias a la Arqueología Postmedieval, a la Arqueología de las Sociedades Modernas, a la Arqueología de los Tiem-pos Modernos, a la Arqueología Moderna y Contem-poránea, etc ... ¿Qué hay detrás de todos estos nom-bres?

El término Arqueología Postmedieval es el más utilizado. En realidad, resulta cómodo de usar, pero es evidente que pone de manifiesto cierta debilidad frente a las otras arqueologías que la enmarcan o con las que se relaciona. Tengamos en cuenta que no es un término positivo, sino de relación, ya que no inclu-ye en su título el objeto de su investigación, es decir, la Edad Moderna. Así, esta denominación define su marco temporal con una relación post quem , e inclu-so ese límite "post" está en pleno debate8

• Lo cierto es que es el término más empleado en la mayoría de los debates y encuentros que han tenido lugar en Europa hasta ahora, e incluso varias revistas especializadas han optado por él (Archeologia postmedievale, Post Medieval Archaeology ... )9

• El término "postmedie-val" permite no hacer referencia -que siempre resul-ta difícil- a la caracterización de las sociedades que se estudian. En definitiva, el término resulta bastante ambiguo, además de entrañar riesgos evidentes de confusión conceptual.

Únicamente sería aceptable la utilización del adje-tivo "postmedieval" siempre que se entienda como calificativo de una sociedad que no es una mera pro-longación de lo medieval en el sentido cronológico, sino que se imbrica en lo medieval en aspectos temá-ticos y sociales; y que es distinta, a su vez, de la sociedad capitalista10

En general, parece evidente que desde este punto de vista a la Época Moderna se le da un papel de tran-sición entre las sociedades feudales y las capitalistas.

Si bien es cierto que el término y el propio con-cepto de "Historia Moderna" es también equívoco11

,

8 AMORES, F.: Op. Cit. pag. 53 9 Es la denominación utilizada fundamentalmente en el mundo

anglosajón y dentro de la Escuela Italiana. 10 GUTIERREZ LORET, S.: Op.Cit, pag. 75-79. 11 Es evidente que no es adecuado establecer líneas divisorias tajan-

tes entre períodos históricos, especialmente si atendemos no tanto a los acontecimientos políticos, sino a los procesos econó-micos y sociales que se dan en estos siglos. El propio Domínguez Ortiz alude al "difícil problema de la separación entre la Edad Media y la Moderna" (DOMINGUEZ ORTIZ: El Antiguo Régi­men: los Reyes Católicos y los Austrias, Madrid, 1983, p. 9). Aún así, la economía y la sociedad de los siglos XVI al XVIII presen-tan rasgos inequívocamente "modernos" (HINRICHS, Emst: Introducción a la historia de la Edad Moderna, Madrid, 2.001)

frente a esta corriente, tenemos otra que prefiere lla-marle "Arqueol~gía de los tiempos modernos", "Arqueología de Epoca Moderna" o "Arqueología de las Sociedades Modernas'', optando así por un crite-rio cronológico, ·en el que se incluirían los siglos tra-dicionalmente considerados modernos, o del Antiguo Régimen, esto es, los siglos XVI, XVII y XVIII. Sería, por lo tanto, una arqueología de período, que se corresponde básicamente, pero de forma flexible, dependiendo de diferentes problemáticas históricas, con la Historia Moderna. Evidentemente, quedaría fuera de este período la Arqueología Industrial, liga-da precisamente a la Revolución Industrial. A pesar de que se le pueda achacar una dependencia excesiva de los acontecimientos políticos, esta corriente con-cede a este período histórico una entidad propia, ya que se trata de una fase llena de numerosos cambios, tanto en lo que respecta al dominio de la tecnología como al de la economía o la política. Es una conse-cuencia lógica de la etapa medieval, pero distinta de ella12

Por su parte, la escuela francesa que más intensa-mente practica la arqueología del pasado más recien-te, prefiere denominar a esta rama de la Arqueología, "arqueología Moderna y Contemporánea", ya que a la Historia Medieval no le sigue una historia postme-dieval, sino una historia moderna y contemporánea. Consecuentemente, la revista francesa dedicada a este tipo de Arqueología, se denomina RAMAGE (Revue d'Archeologie Moderne et Genera/e).

Resulta un tanto absurdo discutir la denominación de esta arqueología, cuyo objeto de estudio -dejando a un lado la terminología- está bastante bien defini-do, ya que tras las diferentes denominaciones, en la práctica, se engloba la Arqueología que se ocupa de los restos materiales del Antiguo Régimen, evidente-mente, entendiendo este marco cronológico de forma flexible, dependiendo fundamentalmente de los dife-rentes países y de sus circunstancias históricas.

Aparte de la indefinición, eta arqueología presen-ta una serie de características que son comunes, en general, a todos los países europeos. Una de ellas es

12 Ver al respecto: STIENNON, Jacques: "La situation de l'archéo-logie post-médievale en Belgique" en Archéologie des temps modernes, Lieja, 1988, pag 20-26; GUTIERREZ LLORET, Sonia: "La arqueología después de la Edad Media: el registro arqueológico en la Historia Moderna y Contemporánea", Actes de les Jornades d'Arqueologia (Alfas del Pi, 1994), Valencia, 1995, pag. 239-240 y BENGOETXEA REMENTERIA, B.: "Arqueología de época moderna. ¿Un lujo innecesario o un ins-trumento de conocimiento histórico?. Reflexiones desde la experiencia del País Vasco.", VV.AA: De la Edad Media al siglo XVI Jornadas históricas de Alto Guadalquivir, Jaén 2.000, pag. 11-19

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su surgimiento tardío, como venimos recordando en varias ocasiones, y su nacimiento y desarrollo fuera del ámbito universitario. En general, los más intere-sados han sido los colectivos extra-académicos. Recordemos también que nunca se ha reclamado desde la Historia Moderna tradicional la necesidad de acudir a las fuentes materiales para conocer ciertos aspectos de ese momento histórico; hecho que sí ha ocurrido, por ejemplo, entre los historiadores medie-valistas. Tampoco la arqueología académica se ha interesado en esta arqueología de los tiempos moder-nos. La consecuencia principal será la ausencia de docencia, de formación académica y de estímulo para el desarrollo y consolidación de la disciplina. Así pues, aunque no en la teoría, en la práctica, nuestra rama parece encontrarse aún lejos de lograr un reco-nocimiento académico y profesional similar al de otras disciplinas arqueológicas, a pesar de que no se le niegue un estatuto científico de pleno derecho13

Así, por poner un ejemplo, son excepciones las Uni-versidades que imparten una asignatura dedicada a esta arqueología'4 •

Otro rasgo característico dentro de su evolución, común a toda Europa, ha sido su vinculación con el desarrollo de la Arqueología Urbana. Las interven-ciones en medio urbano obligaron a los responsables de las mismas a registrar todos los niveles, y no sólo los que superaban algunos años de antigüedad. Así, muchas de las contribuciones que se realizan afectan a la época moderna15

2.- SITUACIÓN ACTUAL. CARACTERÍSTICAS EN EL PAIS VASC0'6

Con todo esto, hemos querido plantear la base teó-rica de la que partimos, y que nos permite defender de

13 GUTIERREZ LLORET, Sonia: "La arqueología después de la Edad Media: el registro arqueológico en la Historia Moderna y Contemporánea", Actes de les Jornades d'Arqueologia (Alfes del Pi, 1994), Valencia, 1995, pag. 238

14 En el Estado, las universidades que imparten esta rama de la arqueología son la de Sevilla, Huelva, Alicante y la UPV/EHU, que imparte actualmente una asignatura optativa de segundo ciclo con el título "Arqueología postrnedieval e industrial".

15 VV.AA.: Archeologie des temps modernes, Lieja, 1988, pags. 5-13

16 Consideramos importante enmarcar nuestra rama de la Arqueo-logía dentro de la evolución que ha conocido en el ámbito euro-peo y en el peninsular. Desgraciadamente, este punto excede las pretensiones del artículo, por lo que nos limitaremos a remitir al lector a una serie de síntesis que permiten conocer esta evolu-ción a la que nos referimos. Obviamente se trata de una selec-ción personal, atendiendo básicamente a la accesibilidad y al contenido sintético y sencillo de los títulos propuestos. El primer número de la revista Archeologia Postrnedievale ofrece una visión panorámica de la evolución y características de la arqueo-

alguna manera nuestro papel de arqueólogos de un pasado relativamente reciente, y basándonos en nues-tra experiencia, hacer un análisis crítico y unas pro-puestas de futuro referentes al desarrollo de esta rama de la arqueología en el ámbito del País Vasco.

Para objetivizar y analizar de alguna manera las características de la Arqueología Moderna practicada en nuestro territorio en las últimas décadas, hemos decidido realizar un estudio bibliométrico a través de la consulta de la revista Arkeoikuska, entre los años 1981/82 y 2.001, el último publicado. Ésta revista, por sus características y objetivos, no permite cono-cer al detalle las intervenciones y actividades que aparecen en ella, pero sí puede ser un barómetro váli-do para calibrar la evolución y desarrollo de la disci-plina, incluso en relación con las otras arqueologías de período, puesto que se enumeran todas las activi-dades arqueológicas habidas en el año de la publica-ción. Obviamente, se tratará de un acercamiento un tanto tosco a la realidad, puesto que resulta difícil

ARQUEOLOGÍA PROGRAMADA EN EL PAÍS VASCO

Al!os 1981-2001. Fuento: RevistaArh!ollu.rka (Gobierno Vasco)

Gráfico 1: Evolución de la Arqueología programada en la Comuni-dad Autónoma Vasca.

logía postrnedieval por países, que resulta altamente interesante (Archeologia postmedievale 1, 1997), véase también VV.AA.: Archeologie des temps modernes, Lieja, 1988; y para el caso peninsular: GUTIERREZ LLORET, Sonia: "La arqueología después de la Edad Media: el registro arqueológico en la Histo-ria Moderna y Contemporánea", Actes de les Jornades d'Arqueologia (Alfas del Pi, 1994), Valencia, 1995; AMORES, F.: "La arqueología postrnedieval en España. Panorama y pers-pectivas", Archeologia postmedievale 1, 1997, pp. 51-67, y para el caso del País Vasco BENGOETXEA REMENTERIA, B.: "Arqueología de época moderna. ¿Un lujo innecesario o un ins-trumento de conocimiento histórico?. Reflexiones desde la experiencia del País Vasco.", VV.AA: De la Edad Media al siglo XVI Jornadas históricas de Alto Guadalquivir, Jaén 2.000, pp. 9-39

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672 BELÉN BENGOETXEA REMENTERÍA

ARQUEOLOGÍA INVOLUNTARIA EN EL PAÍS VASCO

Anos 1981~2001. Fuente: RevistaArkeo;JnJ.d:a (Gobierno Vasco)

Gráfico 2: Evolución de la Arqueología Involuntaria en la Comuni-dad Autónoma Vasca.

valorar, por ejemplo, los trabajos realizados en sitios densamente pluriestratificados, en los que las referen-cias a "material moderno" o a "cerámicas esmalta-das" es prácticamente lo único que podemos encon-trar. Aún así, los resultados de los recuentos en nues-tro caso son tan evidentes, que admiten pocas matiza-ciones. El cuadro elaborado con el índice de publica-ciones por excavación practicada, ha sido confeccio-nado también atendiendo exclusivamente a los datos aparecidos en la mencionada revista. En definitiva, debemos considerar nuestro trabajo como un intento de acercamiento a una realidad, que consideramos que se ve reflejada en la publicación seleccionada para realizar el "diagnóstico".

En la propia Arkeoikuska se hace una distinción, que no compartimos, pero que hemos respetado en este caso, porque puede resultar útil para percibir los perfiles característicos de nuestra disciplina. Nos referimos a la diferenciación entre los "programas de investigación" (identificable con la autoproclamada "Arqueología de investigación"), y las "intervencio-nes arqueológicas. Programas de Conservación y Protección" (identificable con la que se ha venido a denominar "Arqueología de intervención", "Arqueo-logía de Gestión", etc .. ). Desgraciadamente, es difícil encontrar una alternativa a estas denominaciones, pero hemos optado por denominar a la primera "arqueología programada" y a la segunda "arqueolo-gía involuntaria" 17

, evitando la confrontación "in ves-

17 Tenemos que aceptar que se trata de una curiosa denominación, puesto que la postrnedieval podríamos decir que es la más invo-luntaria de las practicadas dentro de la arqueología involuntaria, como más adelante veremos.

tigación"/ "no investigación", y aludiendo sobre todo a las causas que provocan las intervenciones o para-lelamente, a la posibilidad de elegir el yacimiento o la zona del mismo a excavar. 18 Así es cómo aparecen reflejadas en los gráficos que presentamos19

El gráfico que representa la evolución de la arqueología programada en la CAV en los últimos 20 años (gráfico 1) refleja claramente una situación, que en realidad, se ha mantenido durante este tiempo, y es la escasa arqueología moderna practicada dentro de programas de investigación claramente definidos. La prioridad absoluta, en este sentido, se ha concedido a la Arqueología Prehistórica. En realidad, la Arqueo-logía de los siglos más recientes no es más que un 7% del total.

PUBLICACIONES

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Allos 1981-2001. Fuwle: RevlstaAmoikuska (Gobierno VBSCO)

Gráfico 3: Gráfico de publicaciones por períodos.

Proporción entre excavaciones realizadas y número de

publicaciones

Excavaclonu Publicaciones Proporción

PREHISTORIA 467 486 0,96

CLÁSICA 163 187 0,87

MEDIEVAL 332 123 2,70

POSTMEDIEVAL 410 54 7,59

Ano! 1981-2001. Fuente: Rev!staA.rhwlha.bJ (Gobierno Va&:a)

Gráfico 4: Proporción entre las excavaciones realizadas y número de publicaciones.

18 Probablemente haya arqueólogos que no acepten dicha denomi-nación, o le encuentren más pegas que aspectos positivos. En este sentido, estamos abiertos a todo tipo de sugerencia.

19 Agradecemos a A. Azkarate y J .A. Quirós la ayuda prestada para realizar los recuentos y elaborar las tablas.

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Esta realidad contrasta con el siguiente gráfico, en el que se refleja la evolución de la que hemos deno-minado "arqueología involuntaria" (gráfico 2). Pri-meramente, se aprecia que las intervenciones sobre el patrimonio postmedieval son mayoritarias respecto al resto, y también que se ha producido una inflexión en la evolución de esta arqueología, situada a finales de la década de los 80, cuando comienza a desarrollarse fundamentalmente la Arqueología Urbana, en el marco de la Ley de Patrimonio Cultural Vasco de 1990. Esta inflexión, y este aumento de las interven-cion~s se produce _sobre todo en la Arqueología medieval y postmedieval, mientras que la prehistóri-ca y la clásica no se ven excesivamente afectadas por. tal circunstancia. En conclusión, tenemos una arqueo-logía postmedieval vinculada -parece que inevitable-mente- a la arqueología involuntaria, ya que se ha desarrollado con ella, y en la que escasean alarmante-m~nte los proye~tos de investigación propios (aunque existan, y sean importantes, nos referimos sólo a la relac~ón con las otras arqueologías de período). Explicar estas características nos llevan, a su vez, a "descubrir" otras, como pueden ser las siguientes:

Los centros de investigación no potencian, en general, la investigación de la Edad Moderna desde la Arqueología. Además, esta circunstancia es también responsable de otra serie de características inherentes a la '.1fqueología postmedieval, como es, por ejemplo, la dificultad de dotar de significado histórico a los hallazgos de esa época. En realidad, lo que es claro es que el interés ha surgido desde ámbitos extraacadé-micos.

Así pues, la Arqueología postmedieval es casi la q~e más se "practica", o mejor, el patrimonio postme-dieval es en el que más se interviene, de forma direc-ta o indirecta, puesto que por ejemplo, los niveles superiores que se conservan en las villas son de esa etapa histórica. En contrapartida en el cuadro (Gráfi-cos 3 y 4) se puede ver la proporción entre las inter-venciones y las publicaciones, permitiendo también una comparación entre diferentes "Arqueologías", y el ~~to es ~ás que evidente: para una ver una publi-cac10n relativa a la Arqueología Moderna, se realizan más de siete intervenciones. En conclusión, aunque se excavan muchos restos modernos, el número de trabajos dedicados a ellos, tratados científicamente y publicados, es muy reducido. Es una de las arqueolo-gías más difundidas y practicadas gracias al desarro-llo de la arqueología "de intervención", pero como contrapartida, es la que menos publicaciones tiene; en la que se han producido menos trabajos de sistemati-zación, y en general, ha producido poco conocirnien~ to histórico. A su vez, esto significa que existen muchos datos extraídos, pero pocos sistematizados y

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Temáticas estudiadas desde la Arqueología Moderna

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Gráfico 5: Temáticas estudiadas desde la Arqueología Moderna.

realmente investigados, puesto que no se han integra-do dentro de líneas de investigación propias. Se actúa sobre y~cimientos donde se documenta el registro postmedieval, pero no desde proyectos con objetivos específicamente postmedievales2º

Otro barómetro que sirve para conocer las carac-terísticas de esta arqueología es saber los principales temas tratados por ella, y aquí (Gráfico 5), lógica-mente, habría que valorar las presencias y las ausen-cias. Básicamente, podemos agrupar las intervencio-nes sobre el patrimonio postmedieval de la CAV en cuatro grandes bloques: La arqueología urbana, la arqueología subacuática, la Arqueología de la pro-ducción, vinculada fundamentalmente al mundo rural, y concentrada, en nuestro caso, en las ferrerías y en el estudio de las tejeras y finalmente, tenemos que hablar de las actuaciones sobre edificios de carácter más o menos monumental, como las fortifi-caciones modernas, y otros, tradicionalmente estu-diados desde la Historia del Arte, bien edificios o conjuntos religiosos, bien palacios o casas-torre. En e~te texto, en. aras a la brevedad necesaria, y espe-cialmente debido a que los autores que han trabajado las líneas de investigación que hemos mencionado hacen su aportación en este mismo número, he opta-do por ceñirme a la problemática de la Arqueología de nuestros Cascos Históricos, que es además en lo que quizás más pueda aportar, ya que básicamente mis trabajos se centran en las villas vascas (vizcaínas y alavesas).

Efectivamente, en el gráfico que presentamos (gráfico 4) aparece un dato más que evidente, y es la

20 Algunos autores hablan de una arqueología postrnedieval indi-recta, y de una arqueología postrnedieval directa (AMORES, F. Op. Cit. , pag. 55) .

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674 BELÉN BENGOETXEA REMENTERÍA

vinculación de la Arqueología postmedieval con la Arqueología Urbana. Veamos cuáles pueden ser las razones de esta unión.

Aparte de la circunstancia de que inevitablemen-te, los estratos superiores de los solares excavados en las villas son de época Moderna, un rasgo a destacar es, por un lado, la escasa monumentalidad de los res-tos en general y además, hay que decir que práctica-mente no se conservan restos de la época fundacional (siglos XII al XIII). Ésto puede deberse a diversos factores: por un lado, hay que tener en cuenta la utili-zación masiva de la madera para construir las casas de villa, e incluso algunas de las cercas en sus etapas iniciales21

; material que raramente se conserva a no ser que se den una serie de circunstancias muy con-cretas. Por otra parte, no podemos olvidar que se trata de pequeños núcleos -Vitoria, la fundación más extensa, tiene 20 ha., seguida de Bermeo y Laguardia, con 7 ha.- intensamente ocupados en diferentes eta-pas históricas22 y que sólo excepcionalmente se remontan a asentamientos de época clásica21

• Ésto supone que las fases constructivas posteriores -léase de época Moderna y Contemporánea- tuvieron lugar sobre las primeras, que quedaron afectadas en algún caso, y casi destruidas en la mayoría. Así pues, se puede hablar de destrucciones físicas y alteraciones del sustrato anterior producidas en época Moderna. Además, parece claro que en muchas ocasiones se optó más por la sustitución que por la reutilización de materiales y espacios24

• Evidentemente, aunque sea ésta la tónica general, existen algunas excepciones25

21 Pongamos como ejemplo el caso de Elorrio (Bizkaia), donde se pudo documentar arqueológicamente el uso de la madera en las primeras fases de construcción de la cerca de la villa.

22 Esta circunstancia es muy clara en Bizkaia y Gipuzkoa, donde el fenómeno urbano tuvo mayor éxito. El caso de Araba es un tanto diferente, ya que aquí algunas de las villas fundadas en la Baja Edad Media fueron abandonadas.

23 Pongamos como ejemplo el caso de Lekeitio, donde precisamen-te a través de la práctica de la Arqueología Urbana se ha podido constatar la presencia de un yacimiento romano en el área en la que en 1325 se fundó la villa de, fecha en la que se concede fuero a una población preexistente. (BENGOETXEA, B; CAJIGAS, S. y PEREDA, I.: "La villa de Lekeitio (Bizkaia). Núcleo urba-no desde la Antigüedad". Kobie, Serie Paleoantropología, 22, 1995, pags. 219-246.)

24 AZKARATE GARAI-OLAUN, A. y GARCIA CAMINO, I.: "La ciudad. Documento Histórico: reflexiones sobre. la práctica de la arqueología urbana en la Comunidad Autónoma del País Vasco", Kobie, Nº XXIII, 1996, pag. 147-148.

25 Por poner un ejemplo, citaremos los resultados obtenidos en el entorno y en el interior de la catedral de Santa Maria de Vitoria-Gasteiz, donde se han localizado restos prefundacionales que nos ayudarán a entender el poblamiento de la etapa Tardoanti-güa, Altomedieval y Plenomedieval. (AZCARATE, A. Y QUIRÓS, J.A.: "Arquitectura doméstica altomedieval en la Península Ibérica. Reflexiones a partir de las excavaciones arqueológicas de la catedral de Santa Maria de Vitoria-Gasteiz, País Vasco" Archeologia Medievale XXVIII, 2.001, pag. 25-60.

La consecuencia de todo esto parece obvia: lo más normal suele ser que los restos más antiguos docu-mentados sean del siglo XV y XVI, de manera que, queramos o no, la mayor parte de la información obtenida será de época Moderna. Y la verdad es que es una etapa muy interesante para comprender la evo-lución de nuestros cascos históricos, de profundos cambios en todos los ámbitos de esa vida urbana. Así, los aspectos del urbanismo medieval (en los que aquí no vamos a entrar) se verán profundamente alterados durante los siglos de la Edad Moderna, según se ha podido documentar arqueológicamente. Veamos algunos puntos en los que se manifiesta claramente esta transformación:

- El tema de la parcelación medieval y su posterior evolución resulta especialmente controvertido. Hasta hace relativamente poco tiempo se ha creído en la per-vivencia del solar original dentro de la trama urbana hasta nuestros días. Según esta hipótesis, las dimen-siones de los solares, habrían permanecido inaltera-bles a lo largo de los siglos. Únicamente se ampliaría el espacio construido hacia la zaguera, eliminando la huerta, aparte de producirse una ampliación del edifi-cio en altura. Basándose en ésto, algunos historiado-res han hecho estudios del poblamiento, contando, a través del parcelario actual, el número de habitantes que tendría determinada calle26

• Esta cuestión se ha puesto en duda desde diferentes frentes. Así, B. Arí-zaga, tras un exhaustivo trabajo documental de las villas Guipuzcoanas ha llegado a la conclusión de que en origen, el solar medieval debía ser más amplio que el actual21

• Ese solar original se fragmentará en lotes más pequeños a finales de la Edad Media, y sobre todo, en el siglo XVI, a raíz del aumento de población y de la consiguiente presión demográfica. Surgirían así los denominados "solares góticos", caracterizados por tener una planta larga y estrecha28

• Aún así, la autora acepta que en cierta forma que el solar actual en general, es deudor del original, ya que conserva dimensiones derivadas del mismo.

Respecto a esta cuestión, la Arqueología ha demostrado tras muy diversas intervenciones que ni el solar medieval ni el de la primera Edad Moderna

26 GARCIA CAMINO, I.: "Urbanismo y Cultura Material en el Bilbao Medieval (aportaciones desde la Arqueología), Kobie (Serie Paleoantropología), Nº XX, 1992/93, pag 248

27 Propone unas dimensines de 8 x 12 m. para los solares ocupa-dos, de los que los 8 primeros metros estarian construídos, dejando el espacio zaguero, de 4 m., destinado a huerta (-ARIZAGA BOLUMBURU, B.: Urbanística medieval (Guipuz­coa), San Sebastián, 1990.)

28 ARIZAGA BOLUMBURU, B.: Urbanística medieval (Guipuz­coa), San Sebastián, 1990.

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ARQUEOLOGÍA DE LA EDAD MODERNA: VALORACIÓN Y REFLEXIONES EN TORNO A UNA DISCIPLINA EN CONSTRUCCIÓN. 675 EL EJEMPLO DE LA C.A.V.

han permanecido fosilizados en el plano actual29. Se ha podido constatar que en muchos casos se han transformado tanto las tipologías de las casas, como las dimensiones de las mismas. Evidentemente, esto significa que la parcelación se ha visto profundamen-te alterada a lo largo de la Historia30

Pero los cambios no se manifiestan únicamente en las dimensiones de los solares. En algún caso, se han podido documentar incluso cambios en la orientación de la fachada principal en época Moderna. Ejemplo de ello es el caso de solar en esquina de la villa de Bilbao (Carnicería 1), edificado primeramente miran-do a la propia calle Carnicería, para pasar en la Edad Moderna a abrirse hacia un espacio público nuevo, como es la Plaza del Mercado, emplazada en La Ribera. Esto pone de manifiesto una transformación fundamental en la configuración e incluso en la con-cepción de los espacios de la villa.

En definitiva, las dimensiones de los solares y de los espacios construidos se alterarán debido a muy diversos factores, y evidentemente, aparte de los cambios en los conceptos del urbanismo, habremos de tener en cuenta la capacidad económica de los pro-pietarios, los cambios en las técnicas constructivas, la presión demográfica, los cambios en las mentalidades y en las costumbres cotidianas, etc ... Han sido auto-res anglosajones los que han visto que podían ras-trearse cambios por medio de hechos como la forma de preparar la comida (porciones individuales, que sustituyen a los platos y cuencos comunes, por ejem-plo), o la distribución interna de las casas, en las que empieza a verse un mayor deseo de individualismo, que llevará a compartimentar de formas diversas las antiguas salas31

También se ha detectado a través de la Arqueolo-gía el crecimiento en altura de los edificios, que se dará fundamentalmente en el siglo XVIII, y que apa-rece reflejado en el yacimiento a través de la cons-

29 GARCIA CAMINO, I.: "Urbanismo y Cultura Material en el Bilbao Medieval (aportaciones desde la Arqueología)". Kobie (Serie Paleoantropología), Nº XX, 1992/93, pag.248.

30 Hemos tenido ocasión de documentar la formación del solar "gótico" en las primeras décadas del siglo XVI en varias de las intervenciones que hemos realizado, tanto en Bizkaia (Durango, Orduña) como en Araba (Salinillas de Buradón). Y como caso claro de reparcelación decimonónica podemos mencionar Barrenkale 10, en Durango, domle se conservaba la fachada de un palacio barroco, aunque nada quedaba del mismo en el solar, debido precisamente a una profunda reparcelación que tuvo lugar en el siglo XIX. (BENGOETXEA REMENTERIA, B.: "Barrenkale, 10 (Durango)", Arkeoikuska 99, Bilbao, 2.000, pag. 298-302)

31 GAMBLE, Clive: Arqueología básica, Barcelona, 2.002, pag. 177.

trucción de pilares, que servman para sustentar estructuras edificatorias de gran peso, hecho que no ocurría con las casas medievales, construidas con materiales más ligeros y con poca altura.

- Otro de los cambios constatados se refiere a un elemento en principio indispensable: la muralla, que va perdiendo su significado original, pasando a ser objeto de verdaderos "ataques" por parte de los par-ticulares. En efecto, a medida que transcurre el tiem-po, se va ganando el espacio dedicado a ronda, entre las casas y la muralla, integrándose posteriormente la propia cerca dentro de las casas, de las que formará parte. Este proceso se inicia a finales del siglo XV, pero destaca especialmente durante todo el siglo XVI. Será un fenómeno común a todos los núcleos relativamente importantes, e incluso se ha constata-do en algunas villas pequeñas. Es en estas fechas cuando se abren vanos y puertas en el muro de la villa, de manera que éste pierde su carácter defensi-vo. A pesar de todo, debió pervivir el valor simbóli-co de la muralla, puesto que en algunas poblaciones se reconstruye casi íntegramente el encintado en época moderna. Así lo han demostrado algunas lec-turas estratigráficas realizadas en murallas presunta-mente medievales de algunas villas, como es el caso de Salinillas de Buradón (Araba)32

• Lógicamente, esta circunstancia ha ayudado a establecer criterios en la restauración en este tipo de estructuras cuando ésta ha tenido lugar.

De cualquier manera, en ciertos momentos pun-tuales y en determinados núcleos -sobre todo en los costeros-, se procederá a la construcción de nuevas murallas de funcionalidad, características y trazado diferentes de los medievales, como ocurre en San Sebastián, donde en el siglo XVI se construye una nueva cerca abaluartada, más adecuada a las nuevas necesidades defensivas, condicionadas por los logros de la artillería, mientras que la medieval, en mal esta-do de conservación para ese momento, es reutilizada como paramento de las casas. Esta fortificación aba-luartada se basa en muros más anchos y bajos, pro-yectando hacia el exterior plataformas artilleras, denominados baluartes, que protegen los lienzos de muralla próximos. Así, San Sebastián se fortifica de nuevo, marcando en este momento un perímetro más

32 La lectura estratigráfica del lierizo Este de la muralla se realizó previo a su restauración, y se encuentra integrado en el estudio histórico-arqueológico de la villa. Esta investigación tuvo lugar entre los años 1997 y 1999, y se realizó desde el Área de Arqueología de la UPV /EHU. BENGOETXEA REMENTERIA, B.: "La villa medieval de Salinillas de Buradón (Álava). Una aproximación a la génesiss y evolución de su espacio urbano", ATM, nº 8, 2.001, pp. 253-287)

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amplio que el medieval33• Algo parecido ocurre tam-

bién en Lekeitio, donde se han hallado restos de la muralla construida en época moderna en la actual Independentzia Enparantza, que se remataba en algu-nos tramos tomando la forma de punta de diamante. Estas nuevas fortificaciones, como ya se ha adelanta-do, tendrán lugar especialmente en las villas y núcleos costeros (San Sebastián, Hondarribia, Irún, Lekeitio ... )34

, aunque en algunas interiores también se citan elementos defensivos construidos para esas fechas por temor a los ataques franceses, como ocu-rre en Durango, donde se levanta una barbacana para reforzar la muralla por su lado Norte35

- En lo referente a materiales constructivos, se notará un cambio paulatino, pasando del uso genera-lizado y masivo de la madera, a la utilización de la piedra. En este cambio tendrán que ver, y mucho, los incendios sufridos en casi todas las villas, que en algunos casos arrasaron prácticamente la totalidad de las viviendas construidas36

• Asimismo, se generaliza también el uso del ladrillo y el adobe, especialmente en la zona alavesa. Esta será una de las razones por las que se detecta un mayor número de pervivencias de estas etapas en las excavaciones urbanas, puesto que los materiales empleados serán más sólidos y de mejor calidad.

- Aparte de la alteración de espacios y elementos anteriores, en el siglo XVI surgirán otros nuevos. Nos referimos a los arrabales, que nacen y se desarrollan

33 LÓPEZ COLOM, M.M.: "Trama urbana y fortificaciones en la villa medieval de San Sebastián (Gipuzkoa)", en IV Congreso de Arqueología Medieval Española. Sociedades en transición. T.II pag. 235"239. AYERBE !RIZAR, M.: "Estudio histórico-Arqueológico de la Parte vieja de Donostia-San Sebastián", Arkeoikuska 95, pag. 88-92. (AYERBE IRIZAR, M.: "Jardines de Alderdi Eder y Alameda del Boulevard (Donostia-San Sebastián)", Arkeoikuska 98, pag. 403-407). Las intervenciones relacionadas con las fortificacio-nes modernas donostiarras continúan actualmente.

34 Tengamos en cuenta que por su situación geográfica, la parte de Gipuzkoa más cercana a la frontera francesa ha conocido a lo largo de la historia constantes ataques.

35 BENGOETXEA, B y CAJIGAS, S.: Durango. Transfonnacio­nes históricas de su configuración urbana, Bilbao, 1997, pag. 45-49.

36 Este es el caso de Durango, por ejemplo, que tras el incendio de 1554, que resultó ser devastador, promovió la utilización de la piedra en la construcción de casas, además de aprovechar la cir-cunstancia para ensanchar cárcavas y calles, e incluso elegir una parcela adecuada para la instalación de su casa consistorial. Los incendios que produjeron consecuencias más graves tuvieron lugar en el siglo XVI. Ya hemos comentado el caso de Durango, pero Bilbao sufrirá uno en 1571 y Lekeitio en 1595, por poner algunos ejemplos. (BENGOETXEA, B., y CAJIGAS, S.: Durango. Transformaciones históricas de su configuración urbana, Bilbao 1997.)

fundamentalmente a partir de este siglo. En ellos se establecerán en un primer momento los monasterios y conventos vinculados a la población, y posterior-mente, sobre todo en el siglo XVIII, serán el punto preferido por los notables del municipio para edificar sus nuevos palacios, lejos de los condicionamientos y estrecheces que impone la trama urbana medieval. Se trata, en definitiva, de una expansión extramuros.

- También surgieron y proliferaron dentro de las villas determinados tipos de talleres artesanales de especialidades diferentes según zonas o incluso, según villas o calles de una misma villa. Se trata de talleres artesanales que funcionaban dentro de las mismas casas, reforzando así la condición de multi-funcionales, que por otro lado, tuvieron desde un pri-mer momento. Se trata de talleres que superaron sin lugar a dudas la producción para uso doméstico, y sir-vieron para abastecer las necesidades de los habitan-tes del entorno. Este tipo de establecimientos debie-ron existir desde las primeras fases de ocupación, pero en la Edad Moderna cambiará la tecnología empleada e incluso la forma y la división del espacio dentro de este tipo de centros37

• Se podría tomar como ejemplo de taller de estos siglos el localizado en la calle Kalebarria de Durango, en el que se pudieron documentar dos fases de ocupación, aunque el traba-jo realizado en sí no varió de un momento a otro. De ahí la reutilización de algunos materiales. Teniendo en cuenta el hallazgo de piedras areniscas planas de forma oval o circular, con orificio central y caras y filos labrados, que en un nivel inferior aparecen frag-mentadas y reutilizadas, además de la utilización del fuego, se ha pensado en la posibilidad, apoyada por la documentación, de que se tratase del taller de un guarnicionero, maestro de hacer dagas y espadas. Así, las piedras anteriormente citadas se han interpre-tado como piedras esmeriles. Por otro lado, tengamos en cuenta que las fraguas fueron uno de los principa-les tipos de explotación habidos en la villa durante los siglos XVI y XVII38

• En realidad, a medida que se han venido realizando más excavaciones en solares de la calle Kalebarria de la villa, se ha podido confirmar una especialización de esta zona en actividades rela-

37 De un momento medieval son los pequeños hornos detectados en diferentes solares de Bilbao, entre las calles Tendería y Arte-kale, relacionados con la fundición del hierro a pequeña escala. Son estructuras muy modestas, excavadas en la arcilla natural y delimitadas con losas de piedra. Debieron instalarse, al parecer, en el interior de las casas de madera que se levantarían entonces en el solar (GARCIA CAMINO, l.: "Urbanismo y Cultura Mate-rial en el Bilbao Medieval (aportaciones desde la Arqueología)". Kobie (Serie Paleoantropología), Nª XX, 1992/93, pag. 242-246.

38 BENGOETXEA, B. y CAJIGAS, S.: "Aportaciones de la Arqueología a algunas cuestiones del Durango medieval", Kobie (Serie Paleoantropología), Nª XXII, 1995, pag.265-281.

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ARQUEOLOGÍA DE LA EDAD MODERNA: VALORACIÓN Y REFLEXIONES EN TORNO A UNA DISCIPLINA EN CONSTRUCCIÓN. 677 EL EJEMPLO DE LA C.A.V.

cionadas con el fuego y la transformación del hierro, fundamentalmente39

En relación con las actividades ·comerciales de estos siglos, se crean también nuevos espacios de almacenamiento dentro de las villas, y especialmente en las costeras. Este fenómeno se ha documentado arqueológicamente en la villa de Lekeitio (Bizkaia), donde en un solar, en el interior de un espacio bien definido por muros perimetrales se detectaron quince recipientes cerámicos de almacenaje de grandes dimensiones (de entre 1,30 y 1,80 m. de altura y 1,10 y 1,45 m. de diámetro máximo, que se ha relaciona-do con el almacenamiento de grasa de ballena40.

- Otro de los cambios importantes en la estructu-ra de las villas en Época Moderna tendrá que ver con las nuevas mentalidades, con la nueva concepción de lo que debe entenderse por ciudad. Corresponde a este momento la aparición de una cierta necesidad por hacer más habitables los núcleos urbanos, y por dotarles de infraestructura. Son rnornentos de traídas de aguas, de pavimentación de calles, de apertura de cailalizaciones, de mejoras en los puertos, o de edifi-cación de las Casas Consistoriales. Tampoco pode-rnos olvidar en este sentido, la nueva concepción de los espacios públicos. Así, en rnás de una ocasión se reservará un lugar privilegiado para plaza, preten-

. diendo que ésto redunde en el ornato de la villa. Un caso claro es el de Lekeitio, donde a finales del siglo XVI, y aprovechando las consecuencias de un terrible incendio que asoló la villa y destruyó muchas de sus casas, se demuelen algunas de ellas, concretamente las ubicadas en el entorno de la iglesia, para conse-guir así un espacio digno para plaza. La tendencia será pues, abrir espacios públicos rnás amplios y con-tinuos, impensables en las primeras fases constructi-vas41.

- También podernos poner el siglo XVI corno punto de partida de otro fenómeno. Nos referirnos a la acometida de grandes obras de particulares dentro de los recintos amurallados. Efectivamente, las fami-lias rnás pudientes comienzan a edificar sus grandes

39 !BARRA ALVAREZ, J.L.: "Kaleberria 30-32 (Durango), Arkeoikuska 01, Bilbao, 2.002, pag. 320-326. !BARRA ALVAREZ, J.L.: "Komentukales 20 (Durango), Arkeoikuska 01, Bilbao, 2.002, pag. 326-332. Otro tanto se confirma en la excavación recientemente concluí-da y aún sin publicar, realizada en Kalebarria 6, dirigida por l. Pereda.

40 CAJIGAS PANERA, S.: "Manzana 2.1.1. (Lekeitio),Arkeoikus­ka 98, 1999, pags 337-342.

41 BENGOETXEA, B; CAJIGAS, S. y PEREDA, l.: "La villa de Lekeitio (Bizkaia). Núcleo urbano desde la Antigüedad". Kobie (Serie Paleoantropología) 22, 1995, pags. 219-246

palacios, o a modificar en profundidad sus anteiores casas-torre, que pasarán a ser en muchos casos, bellos palacios renacentistas, que responden precisamente a esa nueva idea de vivir en la ciudad, a la mayor habi-tabilidad y comodidad de los edificios. Un caso, qui-zás exagerado, que afecta no sólo al edificio que se reforma, sino a un amplio espacio de la villa, es el de Salinillas de Buradón, donde a finales del siglo XVI se erige un monumental palacio clasicista envolvien-do una torre anterior. Para ello se procedió a la obten-ción de áridos perforando rnaterialrnente la actual plaza del palacio. Posteriormente, se rellenan todas las fosas abiertas con tal fin para conseguir un espa-cio plano y nivelado frente al palacio recién construi-do, cumpliendo así la función de "espacio de respeto" para realzar la nueva obra42

- Hasta el rnornento nos hemos referido especial-mente a elementos arquitectónicos que se transfor-man o surgen a partir del siglo XVI, pero no podemos dejar de mencionar el material mueble asociado a los estratos de estas etapas históricas, y en este sentido, hay que hacer especial mención a las producciones cerámicas. Para empezar, hay que reconocer que sabernos rnuy poco sobre esta cerámica, probable-mente, porque a pesar de que aparece en grandes can-tidades, prácticamente en todos los solares investiga-dos, y en prácticamente todas las actuaciones que se realizan en suelo urbano, no se le ha prestado la debi-da atención, y no se han realizado verdaderos estu-dios al respeto. Así, no sólo falta realizar un trabajo de clasificación y tipologización, sino también un estudio en profundidad, que permita tratar estos res-tos materiales corno verdaderos documentos históri-cos, cargados de información de diferente tipo. Líneas rnás arriba nos referíamos a cuestiones corno las técnicas empleadas en su producción, su proceso productivo,, su salida al mercado, los ejes comercia-les que marcan las importaciones europeas y peninsu-lares que están presentes en la mayoría de los casos, las costumbres cotidianas relacionadas con los ali-mentos y la alimentación, etc ..... De cualquier forma, ya se ha dado algún paso adelante en este sentido, y en estos últimos años ha visto la luz alguna publica-ción relacionada con ese terna, concretamenté con las pipas de caolín localizadas en muchas intervencio-nes43.

42 BENGOETXEA, B: "La villa de Salinillas .... " OP. CiT, pag. 270-273

43 LOPEZ COLOM, M.: Pipas de arcilla halladas en Guipúzcoa. Aproximación su catalogqción arqueológica y tipológica, San Sebastián, 1999.

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3.- CRÍTICAS Y PROPUESTAS DE FUTURO

Ante el panorama que hemos expuesto, cabe seña-lar una serie de propuestas de futuro de cara a corre-gir algunos de los defectos que hemos podido ver a lo largo de la intervención, y establecer una serie de prioridades en la investigación, que evidentemente, siempre serán subjetivas y discutibles:

- Comenzaremos insistiendo en la necesaria verte-bración académica de la disciplina para garantizar el interés universitario, e incluso para abrir nuevas líneas de investigación. En este sentido, quisiera poner como ejemplo los resultados obtenidos en las investigacio-nes llevadas a cabo en Gran Bretaña en relación al paisaje postmedieval, en su sentido más amplio, poniendo en relación la evolución de la agricultura y de los establecimientos protoindustriales, estrecha-mente vinculados, a su vez, con la arqueología de los bosques, cuya explotación estaba inevitablemente unida a la producción de hierro. Se trata al fin y al cabo, de entender la relación entre las características arqueológicas de los elementos dispersos estudiados, y tender a establecer redes de ocupaciones (caso de la producción del metal: mineros, ferrones, carboneros, etc ... ) Su significado e importancia vendría del con-junto, no de la individualidad estudiada.

- Resulta urgente rentabilizar en términos cientí-ficos la que hemos venido a denominar "arqueología involuntaria". Así, por ejemplo, se tiene un conoci-miento oral y empírico de las producciones cerámi-cas, pero todo esto aún no se ha sistematizado44

• Y esto no ocurre sólo con el tema de la cerámica, sino que se puede decir que hay una gran cantidad de datos por elaborar (en lo relativo a espacios construc-tivos, técnicas empleadas). Asimismo, sería conve-niente aplicar técnicas arqueométricas más globales y amplias, que raramente vemos utilizadas en las arqueologías dedicadas al pasado más reciente. Nos referimos a dataciones absolutas, estudios arqueobo-tánicos o arqueozoológicos, que han ofrecido buenos resultados en otras ramas de la Arqueología.

- De cara al futuro, será también fundamental plantear problemáticas y definir programas de actua-ción conjunta, que se lleven a cabo en equipo, y con medios técnicos suficientes. Al fin y al cabo, de lo que se trata es de conseguir actuaciones enfocadas hacia la interpretación y reconstrucción de un perío-do histórico, y no exclusivamente para la solución de un problema administrativo.

44 Hay que señalar que desde el Área de Arqueología de la UPV se han puesto en marcha dos tesis doctorales relacionadas con el tema de la cerámica de época Moderna.

- Sin duda alguna, se echan en falta publicaciones de todo tipo, tanto de carácter científico, como sínte-sis interpretativas globales o trabajos de divulgación. También faltan foros de debate y reuniones periódi-cas entre los especialistas dedicados a esta arqueolo-gía. La verdad es que existe un número muy relevan-te de datos que aún no han sido publicados, pero que son conocidos por los excavadores, y procesos que no han sido conceptualizados.

- Incidir, finalmente, en la importancia de los tra-bajos de divulgación del patrimonio de época moder-na, que resulta abundante y en muchas ocasiones, bastante bien conservado. A decir verdad, la labor de divulgación puede ser importantísima de cara al desa-rrollo de la Arqueología de Época Moderna, máxime si tenemos en cuenta que en muchas ocasiones se trata de restos con los que la gente puede llegar a con-vivir pero sin tener una noción de su valor histórico.

CONCLUSIONES

A pesar de todos los defectos que hemos podido apreciar en nuestra "diagnosis" de esta rama de la Arqueología, no quisiera ofrecer un panorama abso-lutamente negativo, y lo cierto es que tenemos entre manos una disciplina en construcción, que está dandb sus primeros pasos, al menos de forma consciente, y que correctamente articulada, y con el esfuerzo de todos, puede llegar a adquirir madurez y solidez. La propia recuperación del registro arqueológico y docu-mental, aunque sea no intencionado, ya es un primer paso -o puede serlo- para sustentar las bases de un futuro desarrollo, y sin ninguna duda, hay que· decir que la presencia de una arqueología de época moder-na, ha supuesto un enriquecimiento del panorama arqueológico de los últimos años.

Ante esta situación, se hace imprescindible la colaboración entre los equipos de arqueólogos y los centros de investigación, entre ellos, la propia Uni-versidad, que no puede quedarse al margen de las necesidades que se plantean en la sociedad actual. Se trataría de combinar la investigación pura con la investigación aplicada, y de intentar adaptarse ade-cuadamente a las circunstancias que la ciudad impo-ne a la investigación, además de actualizar los pro-gramas y temarios impartidos a esta nueva realidad para posibilitar una base teórica y metodológica sóli-da en este ámbito a las nuevas generaciones.

Según hemos podido ver, después de hacer un breve repaso por las principales áreas trabajadas den-tro de la Arqueología de Época Moderna, hay que decir que el número de proyectos va aumentando.

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Además, muchos de ellos responden a iniciativas planteadas para resolver ·problemáticas históricas propias de la Edad Moderna. Con ello queremos decir que se tiende claramente a reforzar el estudio arqueo-lógico de esta etapa histórica, aun cuando reconozca-mos que queda mucho por hacer. Las áreas más estu-diadas son las fortificaciones urbanas -alteraciones y adaptaciones de la medieval y construcciones total-mente nuevas, de época Moderna- y las ferrerías. En ambos casos las iniciativas parten sobre todo de la provincia de Gipuzkoa, que es la que cuenta con más estudios de este tipo. En este sentido, llama la aten-ción el poco interés que ha despertado en Álava esta rama de la Arqueología.

Los resultados obtenidos se pueden calificar de esperanzadores, ya que se han conseguido aportacio-nes que sin la utilización de la Arqueología no hubie-sen visto a la luz. La arqueología ha servido también para echar por tierra algunos tópicos (relacionados con la continuidad de la parcelación medieval en el plano actual, etc ... ) que se han repetido hasta la sacie-dad en la bibliografía.

De todo lo que hemos venido diciendo, se des-prende la patente necesidad de aplicar la Arqueología de modo no tradicional, es decir, no podemos quedar-nos exclusivamente en la excavación de los estratos,

sino que debemos tender a realizar análisis globales, en los que se tenga en cuenta tanto la lectura del pai-saje como la lectura de edificios (tengamos en cuen-ta que muchos de los restos de la etapa moderna se encuentran actualmente en pie), sin dejar de lado el subsuelo. Aunque este análisis global sea deseable para cualquier etapa estudiada, resulta clave para la época Moderna, ya que el objeto de la arqueología se diversifica y amplía considerablemente. Es verdad que muchos elementos del patrimonio de época moderna han sido objeto de estudios desde diversos puntos de vista y con diferentes objetivos, pero nunca han sido analizados exhaustivamente en lo que res-pecta a sus formas y técnicas constructivas, a su evo-lución. Proponemos, pues, un método de estudio inte-gral, que contemple no sólo la excavación del subsue-lo, sino también la lectura estratigráfica de los edifi-cios y del propio paisaje, lo cual exige, por otro lado, la formación y creación de equipos multidisciplina-res.

Para finalizar, hay que decir que nos encontramos ante una joven rama de la arqueología que apenas ha comenzado su andadura como tal entre nosotros, y que si se articula y orienta adecuadamente, producirá sus frutos en los próximos años. Quizás para entonces ese primer impulso de justificación con el que comenzábamos haya desaparecido.

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