arabes en colombia

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arabes en colombia

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  • Libaneses, palestinos y sirios en Colombia

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    Louise Fawcett de Posada

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    CERESUniversidad del Norte

    Barranquilla, 1991

    1

  • La serie Documentos del Centro de EstudiosRegionales -CERES- de la Universidad delNorte, publica investigaciones y ensayos sobretemas y problemas de la Costa Atlntica Colom-biana. Las opiniones expresadas son responsabili-dad exclusiva de los autores.

    Directora de la SerieMara Mercedes de la Espriella

    Edicin al cuidado deJulio Roca BaenaAlfredo Marcos

    @ Universidad del Norte

    ISSN 0121-2346

    Se autoriza la reproduccin total o parcial delcontenido de este Documento, siempre que seindique la fuente.

    Direccin Postal:Universidad del NorteCentro de Estudios Regionales, CERESApartado Areo 1569Barranquilla, Colombia

    Impreso en Colombia por Grficas Lourdes Ltda.Calle 47 No. 43 -17 -Barranquilla

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    Presentacin

    La significacin que tienen las migraciones es de singular importancia paracomprender la conformacin y el desarrollo de los pueblos, especialmente enrelacin con el Nuevo Mundo, vasto continente donde confluyeron, en sucondicin de descubridores, conquistadores y colonizadores, variados gru-pos humanos provenientes de otras regiones del mundo.

    Colombia, prcticamente desde su cQnsolidacin como pa{s independiente enel mbito de las naciones de Amrica, fue un crisol de migraciones extran-jeras que, aun cuando no se presentaron en las mismas proporciones deotros pa{ses, significaron un aporte importante al desarrollo de su vida social,econmica y cultural.

    De esas migraciones, las provenientes de Siria, El L{bano y Palestina puedenconsiderarse entre las mas significativas, y como tales un objetivo de gran in-ters para los investigadores de los movimientos de migracin hacia Colom-bia.A este respecto son, desafortunadamente, escasos los estudios realizados, tan-to en Colombia como en los pa{ses de origen de los inmigrantes,factor esteque confiere especial importancia al trabajo que el Centro de Estudios Regio-nales (CERES) de la Universidad del Norte presenta al mbito acadmico eneste Documento.

    El trabajo realizado por Louise Fawcett de Posada sobre la inmigracin de li-baneses, palestinos y sirios en Colombia, es el producto de una dedicada in-vestigacin en las fuentes documentales disponibles, tanto en Colombia comoen el extranjero, al tiempo que consulta una importante bibliografla.

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  • )La investigacin abarca las dos ltimas dcadas del siglo XIX y se extiendehasta la culminaciQ de lafase ms intensa delfenmeno, la dcada de 1930,con especial nfasis en el establecimiento de libaneses, sirios y palestinos enla Costa Atlntica colombiana, puerta de entrada de los inmigrantes y, ade-ms, objeto de una cierta predileccin de esa corriente extranjera, por razonesque son motivo de anlisis en el presente trabajo, que significa un valiosoaporte al estudio de nuestra propia historia.

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  • DOCUMENTOS CERES, NQ 9, UNINORTE 1991

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    HEMEftOTECA

    AgradecimientosLa elaboracin de este ensayo fue posible gracias al apo-yo del CERES, Universidad del Norte, Barranquilla, Co-lombia. Tambin qiero agmdecer a quienes colaborarontanto con documentacin corno con comentarios tiles:Malcolm Deas, Meira del Mar, Albert Hourani, NadimShehadi, Ignacio Klich, Jorge Garca Usta, Gilma Rodr-guez, y Alfredo Marcos. La tarea de traducir y editar estetrabajo debe mucho a Francisco Posada de la Pena yEduardo Posada Carb.

    Una versin ms corta de este artculo saldr publicadaen ingls en Albert Hourani Nadim Shehadi eds., The Le-banese in the World: A Century 01 Emigration, Centrefor Lebanese Studies, Oxford y I.B. Tauris, Londres,1991.

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  • DOCUMENTOS CERES,NQ9, UNINORTE 1991

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    Introduccin

    Este ensayo es una introduccin al estudio de la inmigracin sirio-libanesa-palestina en Colombia. Las investigaciones sobre el tema son escasas, y losdocumentos necesarios para el estudio no son de fcil alcance. A pesar de sutamao relativamente pequeo, la comunidad sirio-libanesa 1 en Colombia hajugado un papel significativo en la vida nacional durante el presente siglo. Alanalizar conjuntamente las diferentes y dispersas fuentes disponibles, es po-sible trazar un panorama general del movimiento migratorio desde sus orge-nes, en las dos ltimas dcadas del siglo diecinueve, hasta el final de su fasems importante: la dcada de 1930.

    La Costa Atlntica fue el punto de entrada de la gran mayora de los sirio-liba-neses y, ciertamente, de toda la inmigracin a Colombia. Puerto Colombia, elprincipal puerto del pas despus de la construccin del largo muelle en ladcada de 1890, era la primera impresin que sobre su nueva patria recibanlos inmigrantes. El pueblo no era ms que un villorio de pescadores, pero es-taba estratgicamente ubicado cerca de la importante ciudad de Barranquilla ya cien kilmetros al este y oeste, respectivamente, de los otros dos puertos deSanta Marta y Cartagena. Muchos inmigrantes fijaron su residencia perma-nente en la Costa. Otros se internaron hacia la capital o se establecieron en po-blaciones a lo largo del ro, aunque finalmente su patrn de asentamiento in-cluy virtualmente toda el rea poblada del pas.

    Tal vez sea necesario comenzar sealando algunas de las limitaciones queenfrenta un estudio de esta naturaleza, al tiempo de ofrecer algunas referen-cias bibliogrficas. En general, los estudios sobre inmigracin en Colombiason escasos, y entre los grupos de inmigrantes, los sirio-libaneses estn entre

    1 En este ensayo el tnnino "sirio.libans" est usado para denominar tanto a los inmigrantes de Siria y El U-bano como a los palestinos. En Colombia el tnnino "rabe" ha reemplazado ahora al de "sirio."

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  • los menos documentados, aunque pueden encontrarse algunas referencias so-bre ellos. 2 Muy pocos inmigrante s han dejado reseadas por escrito sus expe-riencias personales y los estudios de casos particulares son excepcionales.3Hay pobreza de datos sobre el tema en Colombia, y particularmente en la Cos-ta, donde la historia oral tiene una fuene tradicin. Sin embargo, las biblio-tecas locales y los archivos ofrecen una til aunque fragmentada informacinsobre movimientos ponuarios, actividades comerciales, registros de nacimien-tos, matrimonios y muenes de extranjeros. Esos archivos poseen tambinvaliosas colecciones de publicaciones del perodo. En Bogot, materiales simi-lares pueden ser consultados en la Biblioteca Nacional, el Archivo Nacional yla Hemeroteca Luis Angel Arango; sin embargo, la informacin tambin se en-cuentra dispersa y no provee un panomma completo. Parece existir una simi-lar escasez de informacin en los propios pases de origen de los inmigrantes,por mzones que han sido ya discutidas por otros autores.4 Siendo un movi-miento espontneo e incontrolado, pocos esfuerzos se han hecho para estu-diarIo, tanto en los pases de origen como en los anfitriones.

    Inevitablemente, quiz, el investigador en este campo debe acudir a los ar-chivos nacionales en la Gran Bretaa, en Francia y en los Estados Unidos.La Gran Bretaa, que tuvo bajo su mandato a Palestina, parece haber mos-trado poco inters en la emigrncin de los ciudadanos de su Protectorado, aun-que pueden encontrarse algunas referencias sobre el tema.5 Los informes con-sulares para Colombia no son muy esclarecedores, al menos durante el pero-

    2 Ver, por ejemplo, Malcohn Dcas, "La influencia inglesa y otras influencias en Colombia (1880-1930)", enA. Tirado, ed. Nueva Historia de Colombia, BogOli, 1989,~. 161-182; Eduardo Posada CarlxS, 'Foreign immigra-lion and foreign capital in the Atlantic Coast of Colombia 1870-1950', ensayo no publicado, 1990. Como muestradel reciente inters que ha despertado el tema, J. Gan:a Usta, "La emigracioo rabe", El Universal, 20-27 mayo de1984; L. G. Behaine, "Un siglo de inmigracioo libanesa", Caribe: 1, No. 2, 1988, ~. 15-17. Un buen trabajo so-bre la inmigracioo general en Sur Amrica es el de M. Momer, Adventurers and Proletarians, the Story of MigranLYin Latin America, Pittsbulg, 1985. Ver tambin, Leslie Bethen, oo. Latin America. Economy and Society, Cam-bridge, 1989,~. 88-101.

    3 Ver, por ejemplo, H. Romano Marn, Breve historia del Ltoono, BogOli, 1985; A. Rodrguez Garavito,Gabriel Turooy, Bogot, 1965, BiograFIa del doctor Julio Csar Turbay Ayala. Presidente de Colombia, 1978-82.BogOli, Talleres Grficos del Banco de la Repblica.

    4 Elie Sara, L'Emigration Lioonaise, Beirut, 1960, pp. 152-54. MOmer, Adventurers and Proletarians, p.52.Para el potencial valor de las poco exploradas fuentes de Turqua, ver 11. Karpat, "The Ottoman Emigratioo to Ame-rica, 1860-1914", Internatianal Joumal of Middle Eastern Studies, May. 1985, p. 176.

    5 En respuesta a una pregunta en el parlamento el l1 de agosto de 1921 acerca de si tena "alguna informacinsobre el hecho de que los cristianos estaban emigrando hacia Sur Amrica debido a su insatisfaccioo por el gobiernonooista de Palestina", Winston Churchill, entonces Secretario de Estado para las Colonias, replic: "La respuestaes negativa." Public Record Office, Loodres, Inglaterra, F0371/6376/E92ffi.

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  • DOCUMENfOS CERES, NQ 9, UNINORTE 1991

    do del mandato.6 Los Archivos Nacionales de los Estados Unidos, sobre to-do en el perodo posterior a la Primera Guerra Mundial, cuando los interesesde ese pas comenzaron a desplazar a las potencias europeas en Sur Amrica,son ms tiles. Finalmente, referencias sobre los inmigrante s sirio-libanesesen Colombia pueden encontrarse en los relatos de viajeros contemporneos aeste paS.7

    Causas, dimensiones y naturaleza del movimiento migratorio

    Las causas de la emigracin masiva de cristianos del territorio sirio bajo domi-nio otomano, y de Siria, Lbano y Palestina bajo los mandatos britnico yfrancs, han sido analizadas por otros autores.8 Las consideraciones econmi-cas fueron determinantes, aunque tambin influyeron razones polticas, socia-les y religiosas. Es interesante indagar por qu los emigrantes escogieron SurAmrica, y Colombia en particular, como su destino final. No hay una res-puesta sencilla.

    Muchos emigrantes tenan a Norte Amrica como su primer destino, y arriba-ban a Sur Amrica casi por casualidad o debido a maniobras de inescru-pulosos agentes martimos. Otros proba;-on suerte primero en Norte Amrica,y tras encontrar all condiciones desfavorables, se movieron hacia el sur. Mu-chos, simplemente, siguieron el ejemplo de amigos y parientes o se moti-varon por los relatos de libertad y riqueza de los emigrantes que regresabarl.9Si se concibe el Atlntico como una extensin del Mediterrneo, no es sor-prendente que los sirio-libaneses escogieran a Sur Amrica, donde ya tenanvnculos econmicos y con cuya poblacin compartan ciertas similitudesculturales.

    6 Hay alguna infonnacioo sobre los sirio-libaneses en los reportes consulares de Gran Bretaa para Colombiadurante el perodo otomano debido a que el gobierno otomano no ttlvo relaciones diplomticas con Colombia y lalegacioo britnica ocasionalmente represent sus intereses. Ver Deas, "La influencia inglesa", p. 164.

    7 Por ejemplo, R. B. Cunninghame Graham, Cartagena and the Banks o/ the Sinu, London, 1920; H. C. Pear-son, What 1 Saw in the Tropics, New Yorlc, 1906.

    8 Ver por ejemplo: Safa, L'Emigrati?n Libanaise, P. K. Hitti, The Syrians in America, New Yorlc, 1924; Char-les Issawi, "The Historical Background of ubanese Emigration, 1800-1914", que aparecer en Albert Hourani andNadim Shehadi eds. The Leoonese in the World: a CenJruy o/ Emigration, Centre for ubanese Studies, Oxford, andI.B. Tauris, London, 1991.

    9 Momer, AdvenJurers and Proletarians, pp. 39-46, Hitti, Syrians in America, pp. 52-54; Karpat, 'OttomanEmigration to America', pp. 179-80.

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  • Colombia, a pesar de su gran extensin y de sus recursos,10 recibi relativa-mente pocos inmigrante s sirio-libaneses, como de cualquier otro origen. Co-mo lo ha observado Malcolm Deas, "las grandes olas de migracin transatln-tica del siglo pasado no tocaban a Colombia." 11 Sus caractersticas tropicales,la pobreza de sus comunicaciones internas y la ausencia de una efectiva pol-tica de inmigracin fueron barreras significativas; adems, en el perodo quese estudia, el pas se vio afectado por guerras civiles y problemas econ-micos. Colombia fue, ciertamente, un destino menos atractivo que Argentina,Brasil o Chile. Sin embargo, a pesar de las condiciones adversas, Colombiarecibi su cuota de inmigrantes europeos y de otras regiones. Para los inmi-grantes rabes en particular, Colombia, conjuntamente con pases de SurAmrica, era apreciada como una tierra de oportunidades, un escape de pro-blemas econmicos y de presiones demogrficas, un refugio contra las per-secuciones sociales y religiosas, y una manera de evadir el servicio militar."Venan a Amrica considerndola un mundo de ilusin y fantasa, con unambiente poltico libre, y con una nica riqueza, su juventud y su nimo desuperacin."12 Como lo record un inmigrante ms tarde: "Para nosotros emi-grar al continente americano era encontrarse con la abundancia, la riqueza,con las grandes oportunidades, en fin con el paraso terrenal. En forma sim-blica muchos decan que el oro se encontraba en las calles de Amrica."13

    Mientras Colombia, en general, recibi relativamente pocos inmigrantes, laCosta Atlntica y en particular la poblacin de Barranquilla, fueron impor-tantes excepciones. Barranquilla, la segunda ciudad del pas en este perodo,ha sido comparada con otras sociedades latinoamericanas en las cuales losinmigrante s han representado un papel significativo en su desarrollo.14 A cau-sa de su estratgica localizacin y su posicin como el puerto ms importantedl pas, y como el centro comercial e industrial que mostraba una alta rata decrecimiento, Barranquilla fue un punto atractivo para los inmigrante s extran-

    10 La Embajada Britnica, en su reporte anual de 1924, expres sobre Col

  • DOCUMENTOS CERES, NQ 9, UNINORTE 1991

    jeros.1S El Ministro de los Estados Unidos en Bogot opin que era un buensitio para residir, no slo entre los sitios tropicales de Amrica sino tambincomparado con sJ propio pas. 16 En la ltima parte del siglo XIX, la ciudadse haba convertido en la residencia de un significativo nmero de judos pro-venientes de las Antillas Holandesas, de alemanes, italianos, cubanos, nor-teamericanos, franceses, venezolanos e ingleses.l? Muchos norteamericanos yeuropeos regresaron a sus pases de origen, pero su influencia, as como lade quienes se establecieron definitivamente en Barranquilla, fue suficiente pa-ra darle a la ciudad un distinguido aire cosmopolita: "Su admirable espritucosmopolita se ir reafmnando a la par con su crecimiento y las riquezas queall se desarrollan la convertirn en un centro de atraccin universal, asientode todas las razas..." 18

    Para los sirio-libaneses, Barranquilla, Cartagena y varios pueblos pequeosde la costa caribea, fueron los destinos ms frecuentes, aunque la capital,Bogot, y otras importantes ciudades del pas, como Cali, tambin recibieronun considerable nmero de dichos inmigrantes. A pesar del duro clima de laCosta, la regin, ofreci indudablemente condiciones favorables para que losrabes se establecieran y extendieran sus actividades comerciales. Un inmi-grante record "el calor que haca y las calles arenosas an sin pavimentar.En Barranquilla los inmigrantes pasbamos sin problema alguno. Fue unasuerte haber llegado primero a esta ciudad."19

    Los primeros arribos identificados de inmigrante s sirio-libaneses a Colombiadatan de la dcada de 1880. Entre los primeros en llegar se encontraron loshermanos Marn, del Lbano, Meluk y Rumi, de Damasco, y Muvdi, deBetjala. 20 A comienzos de 1900 haba numerosas referencias de inmigrantessirios, por lo general de tenderos anunciando sus mercancas en la prensa 10-

    15 Eduardo Posada CarlJ, Una invitacin a la historia de Barranquilla, Bogot, 1987,11'. 14-15,35; M. Ar-chila Neira, Barranquilla y el ro, Bogot. 1987, p. 18.

    16 Citado en T. E. Nimols. "The Rise of Barranquilla". Hispanic American Historical Review: XXXIV, No.2, May. 1954, p. 174.

    17 Ver Rodrguez y RestreJX>, 'lA>S empresarios extlanjeros en Barranquilla', pp. 95-1~.

    18 R. G.xnez Picoo, Magdalena, ro de Colombia, Bogot, 1945, p. 475.

    19 "Experiencia de tres inmigrantes rabes".

    20 Unos de los primeros identificados en arribar era de Beirut, coo apellido AIjure, en 1884. Archivo Naciooal,Bogot, Ministerio de Gobierno, 4a. Vol. 300.

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  • cal: lqs hennanos Nassar y Fayad en Bogot y los Abuchar en Cartagena. 21La mayora, sin embargo, lleg a la vuelta del siglo y el movimiento declindurante la dcada de 1930. Desafortunadamente, no existen estadsticas con-fiables publicadas sobre la inmigracin en Colombia pero es posible suponerque el patrn de inmigracin fue similar al del continente americano, donde ladepresin de 1930 tuvo un impacto decisivo en la cada del movimiento mi-gratorio. De todas fonnas, Colombia, como otros pases, introdujo serias res-tricciones a la inmigracin en 1937.

    Casi todos los inmigrante s sirio-libaneses llegaron a Colombia en baICOS euro-peos, saliendo de sus puertos de origen va el Mediterrneo.22 La mayora arri-b directamente a Barranquilla (Puerto Colombia) y un pequeo nmero aCartagena y Santa Marta. Unos pocos llegaron de otros puertos surame-ricanos. El caso de un nativo de Beirut que finalmente decidi radicarse enColombia despus de haber pasado por Buenos Aires, Santiago, Panam yCaracas no fue nico.23 Tpicamente, el recin llegado dispona de pocos re-cursos econmicos, y llevaba comnmente una maleta llena de mercancas pa-ra comenzar una vida de buhonero. Algunos, como los Abuchar o los Meluk,llegaron con algn capital, y en la mitad del siglo ya se haban establecido ensus negocios con xito. Sin embargo, la imagen del buhonero, o del pequeotendero, es la que ha sido perpetuada por la literatura colombiana:

    Allibans lo conoci una tarde de junio de mil novecientos quince, en unverano extenso y ardoroso. Entr por la puerta grande de la sala con unamaleta colgando de su brazo derecho y en la cual, como los huesos bajo deuna piel, se relievaban bultos excesivos, durezas que amenazaban rom-perla, masas disfonnes que se apretujaban alzando o ahuecando el cuero ytransmitiendo a ste un tono animal, perruno, de objeto fiel y sufriente.Esa maleta -ella lo supo all mismo y despus lo confinnara en sushoras de intimidad con ella y con los elementos que transportaba- era lahistoria viviente dellibans. 7A

    21 El Prisma, Bogot, 15 de diciembre de 1901; Liberlad y Orde/l, Bogot. 30 de marw de 1903; El Porve/lir,Canagena, 21 de mayo de 1903.

    22 C. Issawi, The EcollOrllic Hislory o/ lhe Middle &sI, Olicago, 19fi. Segn Karpat, la mayora de los sirio-libaneses pata dar el salto a Amrica del Sur transbordaroo a ttavs de Ban:elooa. "Ottoman Emigtatioo lo Ame-rica",p.187.

    23 Informe de la Polica Naciooal al Ministerio de Gobierno, Bogot, II de febrero 1929. An:hivo Naciooal,Bogot, Ministerio de Gobierno, 4a. Vol. 274.

    24 HClor Rojas Herazo, Respirando el verallO, p. 43. Citado por J. Garca Usta, "100 aos en busca de la se-

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  • DOCUMENTOS CERES. NQ 9. UNINORTE 1991

    Es imposible precisar el nmero de rabes que llegaron a Colombia. Los re-gistros de las autoridades pottuarias colombianas son escasos antes de 1930y los datos disponibles de las autoridades sirias, libanesas y palestinas, dicenmuy poco sobre el destino [mal de sus inmigrantes.25 Evidentemente, lasgrandes masas de emigrantes que llegaron a los Estados Unidos y a otrospases de Sur Amrica, como Argentina y Brasil, no tienen paralelo en Colom-bia. Es ms apropiado hablar de un flujo sostenido entre 1890 y 1930. Eneste ltimo ao, uno de los primeros que ofrece cifras publicadas confiables,slo unos 300 libaneses, palestinos y sirios, llegaron a Colombia a los puer-tos de Barranquilla, Buenaventura y Canagena. Las cifras de 1931 son simi-lares. Las posteriores comienzan a disminuir: sol 100 inmigrante s entraron aBarranquilla en 1937. Cuando las restricciones impuestas comenzaron a tenerefecto en el ao siguiente, la cifra se redujo a la mitad. Entre los aos 1940 Y1943 solamente arribaron a Colombia 104 sirio-libaneses.26

    Los censos tambin suministran informacin sobre el nmero de extranjerosque viven en Colombia. As, el censo de 1938 indic que slo 680 rabes re-sidan en Barranquilla. Segn el mismo censo, para ese ao en el departa-mento de Bolvar, el dato para la categora "asiticos con restricciones" fue de1.070.77

    Como puede apreciarse, es muy difcil estimar con cetteza las dimensiones dela poblacin rabe en Colombia. Con frecuencia haba tantos arribos comosalidas en cualquier puerto en un ao dado, y la categora "inmigrante", comofue el caso en muchos pases de Amrica Latina, era aplicada nicamente a

    gunda patria", El Universal, Cartagena, 20 de mayo de 1984. Ver tambin a Gabriel GaTCa Mrquez, Cien alOs desoledad, p. 322: "La Calle de los Turcos era otra vez la de antes, la de los tiempos en que los rabes de pantuflas yargollas en las orejas que recorran el mundo cambiando guacamayas por chucheras.. .". Selecciones de J. Garca U s-ta, "Historia de muchachos por los puertos de Amrica", El Universal, 27 de mayo de 1984.

    25 Ver por ejemplo, Issawi, The &onomic l/istory o/ the Middle &st, p. 270. An durante el mandato, elconsulado britnico en Barranquilla admiti que no se haban hecho intentos para detenninar el nmero de pa-lestinos residentes. FO371/2129/K2196, Bananquilla, 10 de enero de 1930.

    26 Anuario de &tadstica General 1930, Bogot, 1932; Boletn Municipal de &tadstica, Barranquilla, 1930-1939; Sntesis estadstica de Colombia 1939-1943, Bogot, 1944.

    27 Boletn Municipal de &tadstica: 1, No. 1, noviembre 20 de 1930; Censo General de Poblaci6n 1938,tomo In. Departamento de Bolvar. La categora" Asiticos con restricciones" incluy, aparte de sirios. libaneses ypalestinos, a indios, chinos, egipcios, rabes, filipinos y turcos. De acuerdo con el Consulado de los Estados Uni-dos la poblacin sirio-libanesa en Cartagena en 1910 era de 554. Ver "Foreign colonies in Cartagena", Cartagena, 1de mayo de 1919, US National Archive, State Decimal File 1910-1929, 821.55n, Box 8240.

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  • los viajeros de segunda o tercera clase.28 Los censos tambin presentan lalimitacin de que slo incluan a los extranjeros residentes en el pas y no asus descendientes, muchos de ellos considerados ya nacionales, o por naci-miento en el pas, o por naturalizacin.29 No obstante, al analizar en conjuntola informacin y compararla con las estadsticas disponibles sobre la pobla-cin sirio-libanesa y sus descendientes en Colombia, un estimativo entre5.000 y 10.000 para 1930, y entre 20.000 y 30.000 para 1960 parece acep-table.30 Teniendo en cuenta una relativa alta tasa de natalidad y la juventud delos inmigrantes, para la poca actual podra presentarse una cifra tentativa de50.000 personas de origen sirio-libans en Colombia.31

    Un estudio sobre la comunidad rabe, editado por Ahmed Mattar y publicadopor primera vez en 1945, identific 900 libaneses, sirios, y palestinos, de loscuales las dos terceras partes eran cabezas de familia residentes por ese enton-ces en Colombia.32 Esta cifra indicara una poblacin total de 5.000, teniendoen cuenta que la mayora de los inmigrante s estaban casados y tenan familianumerosa. Las cifras del estudio de Mattar son inferiores a las estimadasarriba, sin embargo su gua es incompleta. Algunos municipios con buen n-mero de poblacin rabe, tales como El Banco u Ocaa, fueron omitidos, ascomo muchos nombres de familias establecidas en otros pueblos. No obs-tante, la publicacin de Mattar, que trae informacin sobre la comunidad sirio-libanesa en Colombia en algunas poblaciones e incluye detalles sobre losmiembros de familias y lugares de origen, es una fuente de consulta muy til.

    Los primeros inmigrante s sirio-libaneses en Colombia fueron, en general,

    28 Ver Ignacio Klidl, "Criollos and Arabic speakers: an Uneasy pas-de-de~, 1888-1914", que aparecer enHourani and Shehadi eds., The Le~nese in lhe World.

    29 La mayor parte de la primera generacioo de imnigrantes retuvo su naciooalidad, aunque hubo excepeiooes:Alejandro F. Malouf de Moote l.1'bano fue naturalizado colOOlbiano en 1907. Ver Regislro de Bolvar, 25 de octu-bre de 1907.

    30 Sara, L'Emigralion Li~ise, estim6 una poblacioo libanesa de 10.000. L'Asie Franfaise, No. 315 (Di-ciembre 1933), p. 361 dio una cifra de 7.000 para el ao de 1933. K. Hashimoto, utilizando archivos franceses,estim6 una poblaci6n sirio-libanessa de 5.000 para el perodo 1918-1929. Ver "Lebanese Populaon Movement1920-1939", que se publicar en Hourani and Shehadi eds., The Le~nese in lhe World. Otra fuente. A. Oleidac,El Lzoono, Antorcha de Civilizacin Universal, TOOlO 1, Cartagena, 1967, dio una cifra de 55.000 libaneses paraun grupo de pases incluyendo a ColOOlbia, Venemela, Ecuador, Pero y Bolivia.

    31 COOlO 10 ha sealado Momer, debido a que la mayora de los inmigrantes 10 fueron en la edad producva, supotencial reproductivo fue grande. Advenlurers and Prolelarians, p.77.

    32 A. Martar, Gua Social de la Colonia de Habla Arabe en Colombia, segunda edicioo, Barranquilla, 1982.

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  • DOCUMENTOS CERES, NQ 9, UNINORTE 1991

    hombres jvenes solteros. Este patrn, sin embargo, cambi pronto cuandocomenzaron a llegar los parientes y cuando muchos de los jvenes se casaronescogiendo sus esposas entre miembros de la comunidad local, o de susciudades o pueblos de origen al retomar a ellos en alguna visita. De acuerdocon el censo de 1928, de 680 sirios residentes en Barranquilla, 205 eranmujeres. 33 Un creciente nmero de matrimonios tuvieron entonces lugar enColombia; un significativo nmero de ellos, cerca del 10% de acuerdo conManar, con mujeres colombianas.Este ensayo se ha orientado, hasta ahora, a los sirios, libaneses y palestinosen Colombia sin mayores referencias al tamao de las diferentes comunidadeso a sus precisos lugares de origen o a su religin. Al igual que en otros pasesamericanos, los libaneses predominaron en Colombia, seguidos por los pales-tinos y sirios en este orden. Sin embargo, el cuadro vara considerablementede regin en regin, segn 10 anotado arriba.

    Con referencia a su lugar de origen, los inmigrante s libaneses en la regin dela costa provinieron de Zahle, Akkar, Trpoli, Balul, Beirut, Jartn y Miniara;los que llegaron al interior del pas, primordialmente de Beabda, Haret Hreik,Hadeth el Jebbea, Rashia Alwadi, Barmana, Hamana y Chiah. Los palestinosvenan de Beln y Betjala; los sirios, predominantemente de Damasco.34Los libaneses, palestinos y siTios se establecieron en casi todas las partes po-pulosas del pas, con excepcin del departamento de Antioquia. Su ausenciaen esta regin podra explicarse por el "marcado inters en los negocios" quecaracteriza a sus habitantes, quienes reciban con recelo a quienes podancompetir con ellos en sus actividades. El olfato comercial de los antioqueosfue contrastado en un informe britnico con las virtudes "sin ostentacin, sim-ples y anticuadas" de los otros colombianos, a quienes les faltaba "el espritude empresa moderna." 35 Despus de su arribo en el norte, muchos inmigran-tes fijaron su residencia permanente en la Costa, no solamente en Barranqui-lla, Cartagena y Santa Marta sino en muchas otras poblaciones de .la regin.Robert Cunninghame Graham, viajando a travs de la regin del Sin como

    33 Boletn Municipal de &tadYtica, Vol. 1, 1,30 de noviembre de 1930.

    34 Varias fuentes, pero ver en especial: Matlar, Gula Social de la Colonia de Habla Arabe; Sara, L 'EmigrationLibanaise, p. 94 y Garca Usta, "Tiendas y telas, primeras piedras del camino", El Universal, Cartagena, 23 de ma-yo de 1984.

    35 "Colombia: Anoua! Report for 1924", Bogot, 20 de enero de 1925. F0371/1016/A1022. "El comercio deMedellin estaba en manos de antioqueos". Ver Deas, "La influencia inglesa", p. 164.

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  • enviado de Gran Bretaa en Colombia en 1917, encontr sirios y palestinosen Palmito, Sincelejo, legua y Lorica, donde "es muy comn or la lenguarabe."36 Otros inmigrante s se movieron hacia el interior del pas; algunos si-guiendo hacia el sur el curso del ro Magdalena, se establecieron en pueblos ri-bereos -Calamar, El Banco, Girardot y Honda-, y aprovecharon la arte-ria para sus actividades comerciales. Otros siguieron hacia la regin de San-tander. Los ms intrpidos --considerando las condiciones difciles del trans-porte- continuaron hasta la capital. Otros se dirigieron hacia las provinciasde Bolvar y Crdoba, en el oeste, o a travs de Antioquia y Caldas hacia elValle del Cauca, cuya capital, Cali, recibi buen nmero de inmigrante s sirio-libaneses.

    La comunidad libanesa se distribuy en proporciones similares en casi todaColombia. Se la encuentra en buen nmero en Barranquilla, Cartagena y Ca-ti. Es la predominante en casi todas las zonas, excepto en Barranquilla y San-ta Marta, donde los palestinos son la mayora. Hay tambin presencia pales-tina en otras poblaciones pero su nmero es a menudo menor. Las comuni-dades de origen sirio estn menos esparcidas, aunque son el segundo grupode inmigrantes ms importantes (despus de los libaneses) en Bogot y Car-tagena. No es infrecuente encontrar colonias particulares de sirios, libaneseso palestinos, en algunos municipios o regiones colombianas. Este es el casode algunos de los municipios ms pequeos de la Costa o pueblos ribereosdel interior. A menudo provenan de un pueblo particular de Siria, Palestina oEl Lbano. Cinaga, que cobr importancia durante el "boom" del banano, te-na una colonia significativa de libaneses provenientes de Balul. Las poblacio-nes de San Marcos y Ayapel, en el departamento de Bolvar, tenan coloniascuyo origen es Akkar. En otros pueblos se encontraban palestinos de Beln yde Betjala o sirios de Damasco.37La mayora de los inmigrantes sirio-libaneses en Colombia fueron cristianosmaronitas, ortodoxos o catlicos. Aunque se ha sugerido que el nmero demusulmanes que emigraron a Amrica fue mayor que el que tradicionalmentese ha aceptado, hay pocos datos acerca de los musulmanes que llegaron a Co-lombia.38 Mientras en el interior, especialmente en Bogot, los inmigrantes

    36 Cwminghame Glaham, Cartagena and the Bankr of the Sinu, w. 7. 195. 222. 241.

    37 Fuente: Mattar, Gua Social de la Colonia de Habla Arabe.

    38 Ver Karpat, "Onoman Emigration to the Americas", W. 182-83. Segn Gan:a Usta, hasta 1930 musul-manes y cristianos habitaban pacficamente en la Calle Larga en CaItagena. Ver "100 aos en busca de la segundapatria", El Universal, CaItagena, 20 de mayo de 1984. Para unos datos ms recientes ver s. A. H. Ansari, "Mus-lirns in America: A Survey -Part 1", Joumal ofthe Institute of Muslim Minority Affairs, Loodoo. July 1984.

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    maronitas fueron capaces de preservar su fe y prcticas religiosas, en la Costafue notable la aceptacin del catolicismo romano. Esta facilidad de adaptacinse explica por la presencia de buen nmero de catlicos provenientes de Be-ln, particularmente en Barranquilla. Los maronitas y ortodoxos consideraronlas iglesias locales como propias aunque algunos observadores notaron la pre-sencia ocasional de un sacerdote siriO.39 De acuerdo con un sacerdote melqui-ta, Hilarin Capucci, arzobispo de Jersualn, las condiciones de la fe en Co-lombia presentaban "un cuadro ms bien pesimista... nuestros fieles... estnall entregados a su propio fervor, sin una verdadera conduccin espiritual: ca-recen de templos y hasta de sacerdotes." 40

    Comerciantes, agricultores, industriales y tambin polticos

    Cules fueron las principales reas de actividad de estas comunidades rabesque se establecieron en Colombia? Se ha aceptado generalmente que los pri-meros inmigrantes se dedicaron exclusivamente al comercio. Ciertamente, lamayora registr esta profesin a su llegada a Colombia, si bien esto no eranecesariamente indicativo de su anterior forma de vida.. Aunque muy pocos di-jeron ser agricultores, parece que algunos s haban ejercido esta profesin an-teriormente, pero queran cambiar totalmente de actividad al llegar a su nuevopaS.41 Muchos, entonces, conformaron el popular estereotipo del buhonero ymuy pronto fueron progresando, estableciendo una pequea tienda o "local"donde se expandieron y abrieron nuevas agencias y sucursales hasta que fi-nalmente crearon verdaderas casas comerciales.

    Una gran concentracin de comerciantes sirio-libaneses fue formndose enlas provincias de la Costa:

    Como un poderoso factor de mercadeo se encuentran los comerciantes si-rios en Cartagena, quienes compiten directamente con los viejos estableci-mientos colombianos. Aprovechando su intensa laboriosidad, sentido delahorro y sus peculiares sistemas de agencias, sucursales y comercio con elinterior, han sido capaces de ganar una buena mitad de los negocios totales

    39 Cunninghame Gnlham, Carlagena and lhe 8anks o/ Ihe Sinu, p. 6.

    40 Una entrevista con Monseor Hilarioo Capucci, Diario del Caribe, 29 de noviembre de 1981, W. 10.11,10-mada de Asuntos Arabes, (publicacioo editada por la Misioo de la liga de los Estados Anlbes en la Agentina), 25de mayo de 1978.

    41 Polica Nacional, "Relacin de extranjeros registrados en la polica nacional en el primer semestre de 1929".Archivo Nacional Bog~, Repblica, Ministerio de Gobierno 4a, Vol. 294.

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  • del teITtorio. No hay un solo pueblo de 250 habitantes donde no se en-cuentre un comerciante sirio. Estos hombres se ven en todas partes consus paquetes de mercancas para vender o cambiar.42

    En algunos pequeos pueblos los siTios aparecen dominando el campo localdel comercio.43 En 1914, una autoridad provincial, en un informe sobre el co-mercio en la poblacin de Lorica, encontr que "slo dos comerciantes nacio-nales introducen en esta plaza. ..Las telas y dems artculos estn en manosde la colonia siTia y puede decirse que en todos los dems Distritos de la pro-vincia ocurre lo mismo, es decir, que el comercio est a cargo de los sirioS."44

    Mejor conocidos por su participacin en el negocio de telas y de ropa, los si-rio-libaneses tambin negociaban en una variedad de artculos de lujo, a me-nudo con especialidad en mercanca importada de Europa. El viaje hacia Co-lombia les dio muchas veces la oportunidad de comprar ropa y pequeos art-culos de lujo para luego venderlos a su llegada. Tal fue el caso de Juan Tur-bar, quien hizo escala en Pars, rumbo a Bucaramanga -donde vivan susparientes matemos- y compr "mercancas preciosas para traerlas a estaciudad lejana. "45 Algunos comerciantes viajaban anualmente a Europa para re-novar sus inventarios. Grandes fmnas, como Fayad Hermanos, tuvieron su-cursales en Pars o en otras ciudades europeas y fueron fuertes importadoresy exportadores.46 La mayora de las grandes casas tuvieron diversas agenciasy sucursales en varias ciudades de Colombia. Una de las que primero seestableci, A & T. Meluk, con sede en Cartagena y Quibd, importaba en1918 telas, vveres y artculos de ferretera mientras exportaba platino, oro,caucho e ipecacuana.47 En Barranquilla, en la dcada de 1920, nueve casas

    42 P. L Bell, Colombia. A Commercial and Industrial Handbook. Washingtoo, 1921, p. 212. Un infonnebritnico sobre las coodiciooes y prospectos del C

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    importadoras de sirio-libaneses negociaban en una variada gama de artculos,incluyendo algodn, velas, camisas, zapatos, jabones y cemento, bajo la r-brica "mercancas en general", muchas de ellas establecidas por la primera olade inmigrantes: los Bichara Jassir, Cajtuni Hermanos, Elas Muvdi, Eslait &Eljach, J. Tarud Hermanos, Yidi, Musalam & Co., Traad Hermanos y Z.Cassab & CO.48 En 1930, los sirio-libaneses eran propietarios de un buen n-mero de los almacenes de Barranquilla.49

    Indudablemente, la mayora de los primeros inmigrantes rabes se dedic ori-ginalmente al comercio. Sin embargo, sera exagerado asumir que limitaronsus actividades exclusivamente a esta rea econmica, as como sera exage-rado suponer que todos los inmigrante s iniciaron su vida en Colombia comobuhoneros. Durante las primeras dcadas de -este siglo, un creciente nmerode sirio-libaneses se fue involucrando en la agricultura y la industria. Algu-nos, con capital, invirtieron en tierras para la agricultura, otros reclamaron laposesin de "baldos", tierras pblicas ofrecidas por el Estado. Quizs el pri-mer ejemplo lo dio Salomn Abuchar quien tom posesin de baldos en laregin del Atrato en 1899, donde se dedic a la ganadera y cultiv cacao ycaucho. 50 En 1906, los Abuchar y los Meluk eran dos de los ms importantescaucheros en el Choc, mientras los hermanos Meluk cultivaban una planta-cin de 500 hectreas de caa de azcar en la misma zona.51 En 1936, impor-tantes ganaderos en Barranquilla eran sirio-libaneses, mientras en el Sur delCesar, inmigrantes rabes contribuyeron a abrir la zona del Catatumbo y otrasregiones inexplotadas. En 1950, una empresa de sirio-libaneses, Miechel yMarn, en sociedad con otras fmnas, cultivaba arroz en gran escala.52

    Los sirio-libaneses tambin establecieron un nmero de importantes fbricas

    48 Revista de la Cmara de Comercio de Barranquilla, 39, 30, junio de 1920, p. 22.

    49 'Censo industrial y c~elt:ial', Boletn Municipal de &tadstica, Barranquilla, 30 de junio de 1933, p. 15;Anuario Comercial Pro-Barranquilla, Barranquilla, 1936, p- 11- Un reporte coosular britnico en 1930 seala quelas tres quintas partes de los tenderos de Barranquilla naciera "coo el temprano sol del Uvante." "Report onBarranquilla Coosulate", Barranquilla, 10 january 1930, FO369/2129/K2916.

    50 Ver Archivo Nacional, Bog~, Ministerio de Industria, Departamento de Baldos, Vol. 23. ~ que prime-ro solicitaroo tierras baldas fueroo: Na2ir Yabur, Flix y Elas Zurek, A. T. MelUk Y 'Pedro' Tafur. Ver ArchivoNaciooal, Bog~, Ministerio de Industrias, Departamento de Baldos, Vol. 2, 1907-22.

    51 Pearsoo, Whatl Saw in the Tropics, p. 258. Correspoodencia del Coosulado de Cartagena, 5 de mayo de1933; US Natiooal Archive, Record Group 84, 1933, VII; Posada CarIxS, "Foreign irnmigration and foreign capitalin \he Col~bian Atlantic Coast", p. 12.

    52 Ver Boletn Municipal de &tadstica, Barranquilla, 20 de enero de 1936; J. Melndez Snchez, La regin deOcaa y su desarrollo. pp. 27, 51.

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  • en la Costa. La familia Jaar, originaria de Beln, posea la segunda planta tex-til ms importante de Barranquilla; los hermanos Simn eran ya entoncesgrandes productores de camisas, incluyendo la famosa marca Van Heusen; lafamilia Abuchar estableci un aserradero en su propiedad de 5.000 hectreassobre el ro AtratO.53 La compaa A. & T. Meluk oper un buque de vaporpara pasajeros y carga en Cartagena y en el distrito del ro Atrato, reas en lascuales fue imitado por otras dos compaas de sirio-libaneses: los hermanosRumi, quienes operaron dos buques entre Cartagena y Quibd, y los her-manos Chagi, quienes tuvieron embarcaciones en Cartagena, en el ro Atratoy en el ro Sin. 54

    Estas fueron slo algunas de las reas en las cuales los sirio-libaneses se invo-lucraron en el curso de las tres primeras dcadas de este siglo. Ms recien-temente, cabra mencionar tambin su presencia en los negocios de hotelera yrestaurantes -la Costa es famosa por la buena "comida rabe"- y en las ar-tes y en los medios de comunicacin, donde se destacan nombres como losde David Manzur, pintor, y Juan Gossan y Yamid Amat, periodistas recono-cidos. En resumen, sus actividades se desplegaron en muy diversos aspec-tos, aunque fueron predominantes en algunas reas, tales como el comercio,y fueron notoriamente ausentes en otras, tales como las profesiones liberales.En la segunda generacin este cuadro ya estaba modificndose. GabrielTurbay estaba ejerciendo como mdico en los aos 20, antes de que seembarcara en la poltica, y Moiss Muvdi, miembro de una de las ms viejasfamilias palestinas de Barranquilla, ofreca durante los aos 40 sus servicioscomo abogado. 55 En esa poca, fueron casos excepcionales. Ahora los siriolibaneses y sus descendientes se destacan en todas las profesiones. Aunque elcomercio segua siendo la ms popular actividad de la comunidad, habamuchos padres de familia como Nadim Maida, quien lleg a Colombia con elsueo de que sus hijos estudiaran medicina y llegaran a ser doctores. 56Parece que, como es el caso tambin de muchos colombianos, sus orgeneshumildes no han obstaculizado su progreso.

    53 "The Bamnquilla Textile Industry". informe prepa~do por el Coosulado de los Estados Unidos. Ba~nqui-lla. 14 de agosto de 1944. US Natiooal Archives, Record Group (t), Foreign Agricultura! Relatioos, 1942-45, Co-lombia, Box, 180; J Devis Echanda (ed), Barranqui/la, Ba~nquilla 1964; J. Sa~sa, Recuerdos de Barranquilla,Bammquilla, 1988, p. 13. Bell, Commercial and Industrial Handbokk, p.223.

    54 US Natiooal Archives, Record Group 166. 1942-45, Box 174.

    55 fA Prensa, Barranquilla, 31 de diciembre de 1940; Rodrguez Ga~vito, Gabriel Turbay, p.54.

    56 "Experiencias de tres inmig~ntes arabes".

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    Finalmente, la conexin de los sirio-libaneses con el escenario poltico colom-biano debe ser mencionada. En Colombia, como en otros pases de AmricaLatina, los sirio-libaneses han ocupado un lugar prominente no slo en lapoltica local sino en la nacional. Desde 1930 hay muchas referencias sobrepolticos locales de extraccin sirio-libanesa.57 El ms exitoso de los ejemplosconocidos por esa poca fue el de Gabriel Turbay. Nacido en Colombia, en1901, de padres libaneses, Turbay fue miembro del Senado colombiano en1932 a la edad de 31 aos, y ms tarde fue Embajador de Colombia ante laCasa Blanca y candidato a la presidencia de la nacin. (En Estados Unidos,en contraste, el primer des

  • veces hostilidad por parte de la poblacin local colombiana en las reas dondese establecieron. Sus rpidos xitos en el campo del comercio originaron parti-cular resentimiento: "Causa extraeza ver cmo prosperan los turcos en Co-lombia. Llegan al pas con sus cajones llenos de baratijas y en poco tiempo ha-cen fortuna, y de la noche a la maana son comerciantes al por mayor y ad-quieren capital considerable. Dnde estar el secreto?" 59 Otro artculo deprensa, desde Ocaa, se lamentaba en estos trminos: "Tenemos actualmenteen Ocaa una variadsima coleccin de turcos que continan siendo una ame-naza terrible para el comercio de la provincia."~ Estos celos se originaronprincipalmente entre los pequeos comerciantes. Los dems miembros de lacomunidad de los comerciantes ocaeros, defendieron a sus competidores:

    la mayor parte de los miembros de la Colonia Siria... son en lo general,personas respetuosas y pacficas, concretadas a sus negocios, que goza deaprecio por su moralidad comercial, tanto en este comercio como en el deBarranquilla; por lo tanto estimamos que dicha Colonia no es elemento queperjudique los intereses comerciales de la provincia. 61

    La mayora de los artculos hostiles identificados aparecieron en publicacio-nes menores, llenos de inexactitudes, tendientes a generalizar un problemaque, en realidad, fue slo menor. El comisionado para el Comercio de Esta-dos Unidos, Bell, consider al sirio-libans como un buen elemento para elpas, opinin que fue respaldada por el peridico "El Porvenir" de Bogot:

    Segn lo que hemos visto y palpado, la Colonia siTia es tan respetablecomo las otras europeas que la precedieron en su emigracin a Colombia yque por esto han podido calar ms en nuestras masas y nuestras costum-bres... estn hoy en Bogot, maana en la Costa, y luego en el Cauca; cari-tativos y generosos, dan proteccin y trabajo en sus inmensos negocios auna multitud de colombianos que quizs hubieran perecido en las garras dela pereza o de la guerra.. .62

    59 l Chicharra. Cartagena, 29 de marzo de 1911.

    60 Albas. Ocaa, 23 de septiembre de 1910. La Chicharra se quejaba de "estos extranjeros que tienen invadidonuestro territorio... (y) hacen prodigios amo negociantes... los turcos son tan perjudiciales C

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    Los resentimientos contta las comunidades sirio-libanesas originaron algunasveces actos de violencia fsica. En un incidente que estall en Cartagena, pro-vocado por el anuncio de la venta de una propiedad de la Iglesia a una corpo-racin norteamericana, resultaron saqueados almacenes de propiedad de sirio-libaneses.63 Tales incidentes, sin embargo, fueron raros y generalmente los in-migrantes demosttaron tener una gran capacidad de autodefensa. En otro ata-que contra sus tiendas y casas, en la poblacin de Honda, los miembros de lacolonia sirio-libanesa trataron de analizar los motivos en una carta publicadaen dos peridicos de Bogot:

    Que causas han determinado los escandalosos ataques de Honda? N o laconducta mercantil de los sirios de esa plaza, donde por razones obvias es-t establecida la plana mayor de la colonia, con casas y jefes respetados,aqu, en la Costa y Europa; no sus negocios, pues que si de algo se les acu-sa es de vender barato, es decir, de querer ganar menos que la generalidadde los comerciantes; no de sus sentimientos con el pueblo, pues justamen-te las casas sirias dieron buenos empleos y salvaron de la miseria a infi-nidad de colombianos, en la poca mas cruda de la guerra.64

    Sera ciertamente un error exagerar las reacciones locales contra los inmi-grantes sirio-libaneses porque stos, en general, se adaptaron rpidamente alambiente colombiano, la mayora con buen xito. Dada la naturaleza de susactividades y la amenaza que ellas podran haber representado a los intereseslocales establecidos, la receptividad hacia los inmigrante s sirio-libaneses fuequiz mejor de lo que deba esperarse. No obstante, se les endilg el infor-tunado apelativo de "turcos", y ste subsisti como causa de resentimientos ymalentendidos. Un inmigrante sirio record cmo habiendo odo llamar as asu hennano, le agarr el brazo al ofensor y le grit: "Yo turco, t indio." Otrahistoria refiere que un nio colombiano recibi una buena paliza al entrar a latienda de un sirio y preguntar por una tela de color azul turqu. 65 Se dice queaun el Presidente Lpez, quien haba nombrado a Gabriel Turbay como Minis-tro de Relaciones Exteriores, se refera a l como "el Turco." 66 El vocablo per-manece de uso corriente, a pesar de los esfuerzos por demosttar su impro-piedad:

    63 "Riotous meetings in Cartagena", Cartagena, 16 december 1910, US Natiooal Arcllive, RG59, 821.00f362.

    64 La Barra, Bogot, 10 de septiembre de 1903.

    65 "Experiencias de tres inrnigrantes rabes."

    66 "British legatioo lo Foreign Office", Bogot, 1 november 1943. F0371/AI0382f300/11.

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  • Turco: en Colombia se ha dado este apelativo a los individuos sitios, liba-neses y palestinos, que han inmigrado en nuestra patria porque. ..eran sb-ditos de la Turqua europea, vasallos forzados del Gran Turco, o Baj deConstantinopla. Es impropia esta denominacin, porque aquellos indivi-duos nunca han sido de la lengua turca, ni de raza turca, sino rabe; ni dela religin turca o mahometana, sino cristiana; ms bien estaban bajo la pre-sin de los turcos: hoy ni siquiera son sbditos de la Turqua, sus pasesestn libertados de la coyunda, es ms errneo y ms injusto llamarlos as;dseles sus propias denominaciones raciales indicadas, segn las tres na-cionalidades, o, en general, sirios, por el origen comn.67

    No hay duda de que un mal entendimiento del origen, raza y religin de lossirio-libaneses en Colombia pudo haber influido en la percepcin local hacialos nuevos inmigrantes. Errores similares tambin influyeron en las polticasoficiales sobre inmigracin en este perodo, las que tambin fueron hostiles atodo tipo de inmigracin. A pesar de ciertos esfuerzos, la inmigracin en ge-neral nunca ha sido exitosamente promovida por el gobierno colombiano.Mientras hubo una intensa discusin acerca de lo deseable que sera incen-tivar cierta clase de inmigracin europea, excluyendo "elementos perjudicia-les", no se introdujo ninguna poltica efectiva de restriccin hasta los aos 30cuando ya la mayor ola de inmigrantes haba terminado.68 Sin embargo, enColombia, como en Argentina y otros pases, 69 los sirio-libaneses fueron fre-cuentemente identificados como aquellos grupos cuya entrada debera serobjeto de restricciones. En 1908, un peridico de Cartagena clamaba por laprohibicin de toda inmigracin "oriental", yen 1913 inspectores en el mis-mo puerto manifestaban que los sirios y "turcos" estaban entre los grupos cu-ya entrada al pas debera ser impedida. 70

    Aunque buena parte de la legislacin colombiana sobre inmigracin eraambigua, en los aos 20 apareci una tendencia creciente hacia la imposicinde restricciones para cierta clase de inmigrantes, incluyendo a los sirio-li-baneses.71 A finales de los aos 20 hubo una serie de.comunicaciones del con-

    67 Pedro Mano Revollo, Cosleirmos Colombianos, Barranquilla, 1942.

    68 Peliciooes para una mayor poltica selectiva de inmigracioo fueroo amunes. Ver, por ejemplo, La Epoca,Cartagena, 9 de agosto de 1911; G. Caslaeda Aragn, El Magdalena de Hoy. 1927.

    69 Klich, "Criollos and Arabic Speakers."

    70 El Porvelr. Cartagena, 11 de junio de 1908; La Epoca, Cartagena, 28 de noviembre de 1913.

    .71 L'Asie Franfaise. No. 264, noviembre 1928, observ: "Sucesivamente las diferentes repblicas de Sur Am-

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    sulado colombiano en Caracas al Ministerio de Gobierno de Bogot infor-mando acerca de la expedicin de visas para ciertos individuos "a pesar de sunacionalidad siria", lo que indica la existencia de prohibiciones efectivas parala entrada de ciudadanos sirio-libaneses, excepto por rdenes especiales. Apesar de que condiciones ms restrictivas de inmigracin fueron introducidasen este perodo, siguiendo el ejemplo de los Estados Unidos, no fue sino has-ta 1937 cuanto se expidi una ley que hizo ms explcitas las nuevas res-tricciones, las cuales consistieron en el establecimiento de una cuota y unsistema de depsito para inmigrante s de ciertas nacionalidades, incluyendo alos sirio-libaneses. Aparte de la aplicacin de cuotas de entrada, los sirio-liba-neses y otras categoras de inmigrantes fueron obligados a pagar un elevadodepsito al llegar al pas, una clara medida para detener su entrada, excepto alos acomodados. Curiosamente, estas nuevas medidas fueron fuente de poten-ciales desavenencias con la Gran Bretaa, puesto que el gobierno colombianoinsisti en que los palestinos con pasaporte britnico estaban incluidos entrela categora con restricciones. 72

    Es importante sealar que, en su conjunto, el debate sobre inmigracin en Co-lombia es en algunos aspectos superfluo puesto que las nuevas medidas se to-maron mucho despus de que la ola migratoria hubiera llegado a su pico enSur Amrica. Las nuevas leyes probablemente tuvieron poco efecto en los lti-mos inmigrantes, quienes eran principalmente amigos y parientes de las fami-lias ya establecidas. El grueso de los inmigrante s sirios, palestinos y libane-ses a quienes podran haberse aplicado las leyes de 1937 estaban muy bien es-tablecidos en Colombia y sus hijos eran ya nacionales colombianos.No obstante los diferentes obstculos que tuvieron que enfrentar, las comu-nidades sirio-libanesas en Colombia fueron capaces de consolidar su posicindurante las primeras dos dcadas de este siglo. Las barreras que encontraronpara su exitosa asimilacin no deberan exagerarse. Los sirio-libaneses proba-ron ser resistentes a las difciles condiciones y al duro clima, por las cualesun ministro britnico haba encontrado suficientes razones para aconsejar alos europeos contra la emigracin a estas regiones colombianas}3 Posiblemen-

    rica esublecieroo restricciones para la entrada a sus territorios res~ctivos. Ln que ellos quieren es que lleguen agri-cultores y no comerciantes. Col

  • te encontraron menos dificultades en el proceso de adaptacin que sus cole-gas emigrantes a la Amrica del Norte, donde la divisin cultural era msprofunda. Con seguridad, los inmigrante s sirio-libaneses en Colombia po-dan encontrar muchas similitudes con sus propias sociedades en trminos dereligin, concepto de la familia y otras costumbres sociales.14 Aunque lasinvestigaciones sobre el tema estn todava en su primera etapa, se puede de-cir que la adaptacin de los sirio-libaneses al sistema de vida colombiano pare-ce haber sido especialmente favorable. La mayora de las puertas fueronabiertas muy pronto para ellos. En 1916, siete nombres sirio-libaneses apare-cen ya en la "lista de cuota mensual" de la Cmara de Comercio de Barran-quilla. En 1920, por lo menos cuatro aparecen como accionistas del BancoDugand, uno de los ms importantes de la Costa en ese,enionces.15 Fue quizcomn el establecimiento de compaas de socios colombianos y sirio-liba-neses, como Mendoza, Lahud y Ca., establecida en 1903.16 La revista men-sual Alef, publicada por el Centro Social Arabe de Santa Marta tenaun director colombiano, mientras un tendero libans, Carlos Mohalen, era co-laborador regular del peridico cartagenero El Porvenir, donde ofreca allector colombiano temas como "La Ciencia Arabe", "La fortaleza de Baal-bek", "El Corn", "Los turcos y los rabes", en artculos llenos de mximaarbigas.11Los inmigrantes sirio-libaneses en Colombia tambin demostraron arraigo ypatriotismo hacia su pas de adopcin. En 1903, destacados miembros de lacomunidad en Bogot enviaban un mensaje al vicepresidente de Colombiaexpresndole su solidaridad frente a la crisis de Panam, en el cual describana Colombia como un "pas hospitalario y simptico para nosotros."18 En1912, miembros de la colonia en Barranquilla donaron una estatua de la Li-bertad, erigida en el Parque Centenario, para celebrar un aniversario de la in-dependencia de Colombia}9 Es cierto que, al menos en la primera parte de

    74 Momer, Advenlurers and Proletarians, anota las similtudes entre los inmigrante s sirio-libaneses y los deEuropa del sur en sus respectivos procesos de asimilacin en Sur Amrica. Ver p. 73.

    75 Revista de la Cmara de Comercio de Barranquilla, No. 1, 15 de septiembre de 1916; Banco Dugand, In-forme enero-junio 1920.

    76 Registro de Bolvar, Cartagena, 30 de junio de 1903.

    77 Ver El Porvenir, varios nmeros, 1913.

    78 Registro de Bolvar, Cartagena, 24 de noviembre de 1903

    79 M. Gocnaga, Lecturas locales, Crnicas de la vieja Ba"anquilla, Barranquilla, 1953, W. 128-29.

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  • DOCUMENTOS CERES. NI! 9. UNINORTE 1991

    este siglo, los sirio-libaneses encontraron barreras sociales, tales como laentrada a ciertos clubes tradicionales -el Club Ocaa o el Club Cartagena,por ejemplo-las cuales quizs motivaron la proliferacin de sus propias so-ciedades.so Algunas de estas organizaciones fueron un poco ms que sitios dereuniones regulares -a veces en la parte trasera de una tienda- donde cole-gas inmigrante s se reunan para hablar o jugar cartas. Otras fueron ms sofis-ticadas, 'como la "Unin Libanesa-Siria ", establecida en Cali, que tuvo comometa principal: "La defensa: de los intereses generales, la mayor unin, solida-ridad, beneficencia, instruccin y mutuo apoyo entre los miembros de la colo-nia libanesa siTia, residente.s en el territorio de la Repblica." 81 El hecho deque los sirio-libaneses a menudo mantuvieron estrechas Vinculaciones consus pases de origen;82 de que hayan establecido sus propios clubes y publi-caciones, y preservado, en algunos casos, sus propias prcticas religiosas yel sentido de sus particularidades en la sociedad colombiana, no contradice elcuadro de un grupo inmigrante con una gran capacidad de adaptacin al nue-vo ambiente. Individuos como Elas Saer, a pesar de haber viajado a su nati-vo Damasco en varias ocasiones, deca amar a Colombia como su propio pas-pas que no le haba tratado mal. Como escribi Carlos Mohalen en uno desus artculos para El Porvenir: "Me veo obligado a manifestar mis deberesa este amable pas, donde pas los mejores tiempos de mi vida y tengo ami-gos muy respetables y distinguidos de quienes todo extranjero debe decir:Ms vale un vecino cercano que un hermano lejano."83 Relativamente pocosde ellos han regresado defmitivamente a su lugar de origen. Un inmigrante re-cord que recin llegado, le pregunt a un paisano cmo haba hecho paratolerar el sol, la lluvia y el calor. El otro le respondi riendo: "Mira Jorge, ttienes un mes aqu, deja que el tiempo pase a ver si te devuelves con plata osin plata." Jorge no retorn, confesando despus de 35 aos: "Son muy po-cos los que vuelven a su tierra."84

    80 En Ocaa los sirio-libaneses flDldaroo el Oub del Canercio; m Cartagena, el AbdlDlia, el Oub Unioo y elOub Alarnain fueroo de los primeros. Ver Melndez Sncltez, La regi6n de Ocaa y su desarrollo, p. 115; ManuelRodrguez, "Anlisis de la influmcia migratoria m Cartagma", estudio no IXJblicado, p. 71; Gan:a USla, "100aos m rosca de la seglDlda patria."

    81 "Diligencias sobre personcra jurdica de la "Unin libanesa-Siria", An:hivo Naciooal, Bogot, Repblica,Ministerio de Gooiemo, Seccioo 4a. Justicia (34),1935,0311. Una organizacioo similar: la "Sociedad Siria de Be-neficencia", fue fOlmada m El Banco m 1929. Ver ibid., Justicia (17), 1929,243.

    82 Para las evidencias de estas vinculaciooes, ver, por ejemplo, la revista Alej; la cual, en 1939,Ie dio un ex-tenso cubrimimto a la cuestioo de Palestina e incluy detalles de dooaciones para "los hurfanos y damnifICados dePalestina" por la canunidad sirio-libanesa de Sur Amrica. Alej; nmeros 8-10, mero-marzo 1939.

    83 El Porvenir. 14 de enero de 1913.

    84 "Experiencias de tres inmigr.mtes rabes."

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    LIBANESES, PALESTINOS Y SIRIOS EN COLOMBIA PresentacinAgradecimientosIntroduccinCausas, dimensiones y naturaleza del movimiento migratorioComerciantes, agricultores, industriales y tambin polticosHacia la prosperidad en el trpico