anexo bibliográfico

21
A continuación podremos apreciar una serie de fuentes tanto bibliográficas como fuentes primarias, las cuales serán útiles para la realización de futuras guías didácticas, en donde el análisis de textos este presente. Este es un anexo creado principalmente para el docente, donde pueda utilizar este material como apoyo pedagógico, para la enseñanza de la unidad correspondiente en este caso “balance del Chile decimonónico”. Considerando la importancia que tiene el análisis de fuentes, tanto de fuentes primarias como secundarias para la comprensión de la historia. Te invitamos a revisar estas fuentes: Fuentes bibliográficas: El historiador: y su intención de investigar. “Cada vez que un historiador investiga en el pasado y comunica sus resultados a t ravés de un escrito u otra forma de expresión, debe reconocer que lo han animado preguntas que surgen vivamente del presente que le toca vivir.” Garcés, Mario & Milos Pedro, “las centrales unitarias en la historia del socialismo chileno” Ed. Eco, educación y comunicación. Santiago de Chile, agosto de 1988. Pág. 9. El pensamiento de Marx: lucha de clases. “Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes.” Marx, Karl & Engels. “Manifiesto Comunista”, 1° edición, año, 2002, Madrid. Pág. 15. 3. ANEXO BIBLIOGRÁFICO.

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Page 1: Anexo bibliográfico

A continuación podremos apreciar una serie de fuentes tanto bibliográficas

como fuentes primarias, las cuales serán útiles para la realización de futuras guías

didácticas, en donde el análisis de textos este presente. Este es un anexo creado

principalmente para el docente, donde pueda utilizar este material como apoyo

pedagógico, para la enseñanza de la unidad correspondiente en este caso

“balance del Chile decimonónico”. Considerando la importancia que tiene el

análisis de fuentes, tanto de fuentes primarias como secundarias para la

comprensión de la historia.

Te invitamos a revisar estas fuentes:

Fuentes bibliográficas:

El historiador: y su intención de investigar.

“Cada vez que un historiador investiga en el pasado y comunica sus resultados a través

de un escrito u otra forma de expresión, debe reconocer que lo han animado preguntas que

surgen vivamente del presente que le toca vivir.”

Garcés, Mario & Milos Pedro, “las centrales unitarias en la historia del socialismo chileno” Ed. Eco, educación y comunicación. Santiago de Chile, agosto de 1988. Pág. 9.

El pensamiento de Marx: lucha de clases.

“Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales;

en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha

ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada

etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases

beligerantes.”

Marx, Karl & Engels. “Manifiesto Comunista”, 1° edición, año, 2002, Madrid. Pág. 15.

3. ANEXO BIBLIOGRÁFICO.

Page 2: Anexo bibliográfico

Las primeras agrupaciones obreras y su lucha.

“la vanguardia estuvieron los tipógrafos (la primera Sociedad de Tipógrafos se fundo en 1853), le

siguieron luego artesanos de diversos oficios que fundaron, con Fermín Vivaceta, la sociedad

unión de Artesanos en 1862. Hacia fines del siglo existían 240 asociaciones mutualistas. En 1900

sesiono el Congreso Social Obrero adquiriendo un mayor relieve nacional el movimiento

mutualista. Declaraba agrupar, en ese entonces, a 169 sociedades con aproximadamente 10 mil

miembros.”

Garcés, Mario & Milos Pedro, “las centrales unitarias en la historia del socialismo chileno” Ed. Eco, educación y comunicación. Santiago de Chile, agosto de 1988. Pág. 14.

Artesanos y campesinos en la lucha.

“El mutualismo u otras formas de organización popular iban cobrando una importancia progresiva.

La crisis económica, que alcanzo su apogeo entre 1876 y el estallido de la Guerra de Pacifico, puso

en movimiento a los artesanos y obreros urbanos. Los meetings, manifestaciones de protesta y

demandas a las autoridades (incluyendo una petición de los obreros de Chile al presidente de la

republica) para la adaptación de medidas proteccionistas a la industria nacional, constituían un

elemento nuevo de la situación política.

Grez, Sergio. “la cuestión social en Chile ideas y debates precursores (1804-1902). Ed. Dirección de bibliotecas, archivos y museos, Santiago de Chile 1995.Pág.22.

El sindicato.

“el sindicato es una asociación estable de quienes pertenecen a la misma industria o a la

misma profesión; “trabajan en la misma empresa o faena, o que ejercen un mismo oficio, profesión, u

oficios o profesiones similares o conexas, sean de carácter intelectual o manual”

Cruchaga Hurtado, Alberto. “el sindicalismo”. Ed. Del Pacifico S.A. Santiago de Chile. 1950.Pág.13.

Page 3: Anexo bibliográfico

¿Donde nace la cuestión social?

Para algunos historiadores coinciden en señalar que “el término “cuestión social” no nació en estas

latitudes, sino con anterioridad en Europa, acuñado por intelectuales y reformadores sociales. Los

primeros escritos en los cuales este concepto aparece utilizado en nuestro país correspondería

también a la misma década.”

Grez, Sergio. “La cuestión social en Chile ideas y debates precursores (1804-1902). Ed. Dirección de bibliotecas, archivos y museos, Santiago de Chile 1995. Pág. 9.

La cuestión social.

“…consecuencias sociales, laborales e ideológicas de la industrialización y urbanización nacientes:

una nueva forma de trabajo dependiente del sistema de salarios , la aparición de problemas cada

vez mas complejos pertinentes a la vivienda obrera, atención medica y salubridad: la constitución de

organizaciones destinadas a defender los intereses de la nueva “clase trabajadora” huelgas y

demostraciones callejeras, tal vez choques armados entre trabajadores y policía o militares, y ciertas

popularidades de las ideas extremistas, con una consiguiente influencia sobre los dirigentes de los

trabajadores.

Grez, Sergio. “la cuestión social en Chile ideas y debates precursores (1804-1902). Ed. Dirección de bibliotecas, archivos y museos, Santiago de Chile 1995. Pág. 9.

La cuestión social y su explicación.

―Este concepto se puede explicar como ― Consecuencias sociales, laborales e ideológicas

de la industrialización y urbanización nacientes: una nueva forma de trabajo dependiente del sistema

de salarios, la aparición de problemas cada vez mas complejos pertinentes a vivienda obrera,

atención médica y salubridad; la constitución de organizaciones destinadas a defender los intereses

de la nueva ―clase trabajadora‖: huelgas y demostraciones callejeras, tal vez choques armados entre

los trabajadores y la policía o los militares, y cierta popularidad de las ideas extremistas, con una

consiguiente influencia sobre los dirigentes de los trabajadores‖

Grez toso, Sergio; La “cuestión social” en Chile ideas y debates precursores (1804- 1902). Fuentes para la historia de la republica volumen VII.

Page 4: Anexo bibliográfico

La FOCH.

“La federación obrera de chile la FOCH fundada el 18 de septiembre de 1909, constituyo uno de los

hitos de mayor relevancia en los movimientos populares a lo largo del país. Ya que luego de

diversos ensayos y movimientos de protestas, esta organización surgida principalmente por

trabajadores ferroviarios, logro ampliarse a la mayoría de nuestro país, por fin los trabajadores

chilenos organizados, logro formarse una de las organizaciones sindicales revolucionarias”

Garcés, Mario & Milos Pedro, “las centrales unitarias en la historia del socialismo chileno” Ed. Eco, educación y comunicación. Santiago de Chile, agosto de 1988. Pág. 18.

Recabarren y la cuestión social.

Por otra parte es necesario destacar la opinión de un personaje ligado a la izquierda, como también

a los movimientos obreros que se produjeron en Chile. Este personaje es “otro critico, no menos

duro, y también muy bien informado, Luis Emilio Recabarren, en una de sus obras hacía un crudo

análisis de varios aspectos concretos de la realidad urbana de los sectores mas modestos,

centrando sus comentarios en la vivienda popular: “La vida del conventillo y de los suburbios, son la

escuela primaria obligada del vicio y del crimen. Los niños se deleitan en su iniciación viciosa

empujados por el delictuoso ejemplo de sus padres cargados de vicios y defectos. El conventillo y

los suburbios son la antesala del prostíbulo y de la taberna”. Y agregaba: “El conventillo y los

suburbios han crecido quizá en mayor proporción que el desarrollo de la población. Y aún cuando se

alegara que el aumento de los conventillos ha sido en relación con el aumento de la población, no

sería este un argumento justificativo ni de razón. El conventillo es una ignominia. Su mantenimiento

o su conservación constituyen un delito”.

De Ramón, Armando, Gross, Patricio. “Algunos testimonios de las condiciones de vida en Santiago de Chile; 1888- 1918”. Revista EURE N°31. pag 70.

Page 5: Anexo bibliográfico

La prensa obrera.

“Este periódico no pretende convertirse en un competidor de la prensa burguesa; su

creación y objetivos son muy distintos a los que persiguen los empresarios y los grupos económicos

movidos fundamentalmente por el lucro y la defensa del sistema que se lo asegura y acrecienta. El

periodismo obrero llena el vacio que deja la prensa llamada seria y objetiva en nuestros tiempos

cuando informa de los problemas, acontecimientos, injusticias y presiones que afectan a la clase

obrera. Además el periódico es para el trabajador un medio de orientación ideológica, núcleo de

organización, combatiente teórico, agitador de la lucha social y propagandista de las soluciones y

objetivos de su clase”.

Escobedo Arias, Osvaldo.” La prensa obrera”, colección: convenio cultural CUT-U n°. Universidad de Chile, Chile-Chillan. Pág. 15.

Artesanos y campesinos en la lucha.

“Luego los tipógrafos fueron seguidos por los artesanos y campesinos, quienes los primeros en

comenzar a movilizarse, a favor del movimiento obrero, ya que gestaron sus propias

organizaciones: las mutuales de socorro mutuo, con don Fermín Vivaceta a la cabeza en 1862”.

Garcés, Mario & Milos Pedro, “las centrales unitarias en la historia del socialismo chileno” Ed. Eco, educación y comunicación. Santiago de Chile, agosto de 1988. Pág. 14.

El motivo de las mejoras laborales y sociales.

Siglo XIX “Los problemas sociales, a estas alturas, se habían hecho también más agudos, y

comprometían variados ámbitos, como por ejemplo, la calidad de vida, vivienda, alimentación,

seguridad laboral y por supuesto entre ellos, el de las condiciones de trabajo: no existía a la fecha

ninguna legislación social que protegiera al trabajador de los abusos del capital; los dueños de las

minas especulaban con los salarios a través del sistema de fichas, eran frecuentes el atraso en los

pagos y los despidos arbitrarios”

Garcés, Mario & Milos Pedro, “las centrales unitarias en la historia del socialismo chileno” Ed. Eco, educación y comunicación. Santiago de Chile, agosto de 1988. Pág. 15.

Page 6: Anexo bibliográfico

Huelgas y gremios portuarios

“los fleteros y lancheros portuarios, al igual que muchos gremios de obreros y artesanos de

la época, veían en el proteccionismo una solución para sus problemas, sobre todo cuando el origen

de estos era, o parecía ser, la competencia de las empresas capitalistas que contaban con medios

de trabajos modernos”

Grez, Sergio, “De la regeneración del pueblo a la huelga general”, Ed. RIL editores, Santiago de Chile. Pág. 463.

Primeras represiones a huelguistas.

Existieron otras huelgas las cuales fueron enérgicamente reprimidas, como por ejemplo la

huelga portuaria de 1874 en donde sus “principales dirigentes fueron arrestados, el gremio fue

disuelto y reorganizado bajo bases y condiciones de un reglamento nuevo que llenaba y comprendía

todas las exigencias y necesidades del buen servicio y régimen del cuerpo”

Grez, Sergio, “De la regeneración del pueblo a la huelga general”, Ed. RIL editores, Santiago de Chile. Pág. 468-469.

Migración sur - norte

“El gran crecimiento económico del país, fue la industria del salitre en el norte, que registró el

mayor crecimiento demográfico del periodo. “De acuerdo a la comparación de los censos de 1895 y

1907, la tasa de crecimiento de la población total del país fue de un 20%; Santiago creció en un 30%

y el Norte Grande creció de una forma impensable llegando a un 65%”

Aylwin, Mariana, Bascuñán, Carlos, Correa, Sofia, Gazmuri, Cristian, Serrano, Sol y Matías Tagle.”Chile en siglo XX” Ed. Planeta chilena, año, 2002 Santiago de Chile.

Page 7: Anexo bibliográfico

El enganche

“Fue corriente en el periodo de la oficinas salitreras enviaran agentes a los campos para

reclutar mano de obra; a estos se les pagaba por persona conseguida. Este reclutamiento llamado

“enganche” se realizaba sobre la base de promesas y la creación de expectativas salariales, las que

no se confirmaron en al realidad”.

Aylwin, Mariana, Bascuñán, Carlos, Correa, Sofia, Gazmuri, Cristian, Serrano, Sol y Matías Tagle.”Chile en siglo XX” Ed. Planeta chilena, año, 2002 Santiago de Chile.

La primera gran huelga

“La huelga general de 1890 fue, en gran medida, un resultado del proceso de acumulación

de fuerzas y de experiencias de algunos sectores de trabajadores, y desde este punto de vista hay

evidentes elementos de continuidad con procesos de larga data en el movimiento popular en Chile”

Grez, Sergio, “De la regeneración del pueblo a la huelga general”, Ed. RIL editores, Santiago de Chile. Pág. 756.

Obreros a lo largo del país.

“Para los obreros portuarios y los mineros del Norte Grande las motivaciones eran

distintas. Las causas profundas del movimiento que estallo a comienzos de julio en la providencia de

Tarapacá se encontraban en el régimen de la ficha-salario y en la depreciación constante del papel

moneda con el que eran remunerados ciertos gremios como los jornaleros, los lancheros y los

fleteros del puerto de Iquique”.

Grez, Sergio, “De la regeneración del pueblo a la huelga general”, Ed. RIL editores, Santiago de Chile. Pág. 720.

Page 8: Anexo bibliográfico

La gran huelga y su marca.

“La “huelga grande” de 1890 marcó de manera sangrienta la entrada en la escena social de

la moderna clase obrera, en vías de formación en las explotaciones mineras, los puertos y la

industria fabril. Esta huelga permite apreciar el creciente protagonismo de los mineros, trabajadores

portuarios y obreros industriales, el papel de vanguardia que irían ocupando progresivamente desde

esa época”

Grez, Sergio. “La huelga de 1890”. En Perspectivas, N°5, Madrid, 1990, págs. 127-167 y De la “regeneración del pueblo” a la huelga general.

La gran huelga busca más adeptos.

Día 3 de julio se reunió un gran número de trabajadores con el fin de dirigirse a la estación

de ferrocarril del salitre, con el fin de impedir todo tipo de faenas (carga y descarga) todo esto

pretendía incitar a los trabajadores a unirse a la huelga. Luego de este acontecimiento “unos

doscientos lancheros se dirigieron a la imprenta de El Nacional (periódico que desde comienzos de

año había alentado las reivindicaciones populares y desarrollando una dura campaña contra los

capitalistas británicos de la región) para que se imprimiera el manifiesto con sus peticiones”

Grez, Sergio, “De la regeneración del pueblo a la huelga general”, Ed. RIL editores, Santiago de Chile. Pág. 723.

La persecución a la prensa escrita.

”El intendente nombrado por el gobierno de la época, que era al mismo tiempo el (Comandante

General de Armas de la provincia). Ordeno el encarcelamiento de Enrique Vergara, editor del

periódico El Nacional”

Otra vez la prensa marcando presencia importante en el despertar de los obreros, y la represión

paso de ser a los obreros, también a la prensa escrita, en al cual se encontraba un alto apoyo a las

masas populares, al igual como existían bastantes periódicos, los cuales se encontraban a favor de

los burgueses y capitalistas.

Grez, Sergio, “De la regeneración del pueblo a la huelga general”, Ed. RIL editores, Santiago de Chile. Pág. 725.

Page 9: Anexo bibliográfico

Primero enfrentamientos de la gran huelga.

“A las 14.00 hrs. Se produjeron los primeros enfrentamientos entre la policía y los

huelguistas en la plaza de la Intendencia. A las 16.00 hrs. Un numeroso grupo de manifestantes

ataco la imprenta del diario opositor La Unión, desde donde se disparo a la masa. Unos treinta

personas resultaron alcanzados por las balas; luego intervinieron las tropas del ejercito, logrando

dispersar a los trabajadores, que fueron perseguidos por un piquete de policías a caballo que los

barrio hasta la playa”

Grez, Sergio, “De la regeneración del pueblo a la huelga general”, Ed. RIL editores, Santiago de Chile. Pág. 747.

La primera gran huelga en la historia de Chile.

“La huelga de julio de 1890 fue la primera huelga general de la historia de Chile, al menos en las

provincias de Tarapacá, Antofagasta y en la ciudad de Valparaíso. Su trascendencia fue enorme en

la historia social del país”

Grez, Sergio, “De la regeneración del pueblo a la huelga general”, Ed. RIL editores, Santiago de Chile. Pág. 756.

La gran matanza.

“Cerca de las 3 horas, Silva Renard se acercó a hablarles a los obreros que se encontraban

apostados en la escuela. Se sintió digno de hablar con los huelguistas. No quiso ver que no lo era.

Les exigió que volvieran a la pampa. Luis Olea, el destacado dirigente anarquista bajó de la azotea y

desnudando su pecho se negó terminantemente en nombre de todos los trabajadores de Tarapacá a

regresar a las faenas, y que si lo que querían era disparar, que disparar directo al pecho de un

obrero que allí junto a sus compañeros luchaba por sus derechos. Silva Renard retrocedió, y volvió a

su puesto de guerra”

Eduardo Devés, Los que van a morir te saludan, Historia de una masacre. Escuela Santa María de Iquique, 1907, Santiago, Lom Ediciones, 1998, pág.197.

Page 10: Anexo bibliográfico

La matanza de la escuela Santa María de Iquique.

“Toda la plaza estaba inundada en sangre y la muerte vivía particularmente en la escuela.

Algunos chicuelos, que miraban aferrados al alféizar de la ventana, se precipitaron a tierra. Otros

corrían hacia una y otra bocacalle. El ruido de la muerte completa y de la muerte a medias llenó el

espacio. Los Muros de la escuela estaban acribillados”

Teitelboim, Volodia. Hijo del salitre. Ed. LOM ediciones, año 2002 3 edición, Santiago de Chile.

La posición del gobierno hacia el movimiento obrero.

“Santiago de Chile, entre los años 1872 y 1915, vio duplicar su espacio urbano. Este

fenómeno debió su impulso en forma decisiva al empuje de las diversas poblaciones que se

levantaron en los bordes mismos o en las cercanías de los límites urbanos y fue claramente

perceptible para sus contemporáneos”

De Ramón, Armando: “Estudio de una periferia urbana: Santiago de Chile 1850-1900”. Instituto de Historia (20) Pontificia Universidad Católica de Chile. 1985.

Criticas a los conventillos.

―Comenzaremos por Malsch que fue el más acerbo irónico de los críticos de la sociedad

chilena de principios del siglo. Nos dejo las siguientes y acidas palabras sobre esta materia: ―Allí

encerrados como los chinos, los mas miserables se reúnen en un patio donde cada familia ocupa un

compartimiento. A esto se llama ―conventillo‖, especie de falansterio donde cerdos, gallinas y niños

se mezclan confundidos con la basura. Nubes de moscas se agitan sobre las acequias rojizas que

fluyen hacía la entrada y se posan sobre la boca de los recién nacidos. Todos duermen sobre la

tierra apisonada, se hace la comida en una vieja olla de fierro enlozado y no hay otra agua que la de

las cloacas que arrastran acarreando el tifus y la muerte‖.

De Ramón, Armando, Gross, Patricio. “Algunos testimonios de las condiciones de vida en Santiago de Chile; 1888- 1918”. Revista EURE N°31. Pág. 73.

Page 11: Anexo bibliográfico

Conventillo como concepto.

―El concepto de conventillo deriva del convento religioso, en cuanto conventus significa

congregación, reunión. Por abandono, los conventos terminaban siendo el albergue de los pobres,

que los ocupaban colectivamente a manera de vivienda social. El concepto conventillo ocupa, por lo

tanto, un lugar en el imaginario porteño como la representación mental de un tipo de vivienda

colectiva que existió en el pasado, identificada con los grupos sociales más pobres, con la estrechez

del espacio y el hacinamiento de personas. Es la descripción física del "conventillo" que,

obviamente, no quiere decir "convento pequeño", como lo dice el Diccionario, ni podría ser

identificado con la vida religiosa. Por otra parte, el concepto representa también un "modo de vida",

porque al pronunciar la palabra "conventillo" la asociamos mentalmente a las habladurías sobre

terceros y que llamamos "conventilleo" en lenguaje popular, cuyo origen está en que la vida privada

quedaba expuesta y a merced del comentario del resto de los co-habitadores‖.

Urbina C., María Ximena. "Los conventillos de Valparaíso, 1880-1920: Percepción de barrios y viviendas marginales", en: Revista de Urbanismo, N°5, Santiago de Chile, publicación electrónica editada por el Departamento de Urbanismo, F.A.U. de la Universidad de Chile, enero de 2002.

Las condiciones de los Conventillo.

―La calidad de ventilación en este tipo de construcciones es algo muy precario, ya que comúnmente‖

el aire en estos ambientes no sólo estaba contaminado, sino además era escaso. Se trataba —

según Dávila Boza— de ―piezas siempre desproporcionadamente estrechas para el número de

individuos que se amontonan en ellas para vivir y dormir‖. ―Muchas de esas habitaciones no tienen

más de dos y medio a tres metros de altura, ninguna ventana y una sola puerta. En realidad, de

verdad que tales habitaciones apenas estarían buenas para establos. Y pensar que en ellas se

amontonan familias de tres y cuatro, y hasta de cinco y de seis individuos‖

Loreto Lopez, rosalva, coordinadora. “Perfiles Habitacionales y condiciones ambientales historia urbana de Latinoamérica siglos XVII- XX. Pág. 380.

Page 12: Anexo bibliográfico

El sentimiento anti oligárquico.

―Al mismo tiempo se producía el despertar de nuevos sectores sociales: una creciente clase media

que con el correr del tiempo adquiría conciencia de clase y un proletariado que iniciaba su

organización. Ambos chocaban en sus aspiraciones con las barreras infranqueables del sistema

vigente. De allí que cundiera un sentimiento anti oligárquico compartido por las nuevas generaciones

que, desde la arena política e intelectual, se convirtieron en los principales críticos de la clase social

dirigente, del régimen político y del sistema económico‖.

Aylwin, Mariana. Et al. Chile en el siglo XX. Editorial Planeta. Decimo tercera edición. Santiago, Chile. 2008. Pág. 21.

Mac-Iver denuncia.

―Lo que Mac – Iver denuncia es la pérdida del espíritu público, sobrio y positivo, que caracterizó a la

clase alta chilena durante el siglo XIX. No es extraño pues que conecte el auge salitrero con la

decadencia moral de Chile ya que fue precisamente esa clase alta la que se benefició, rápida e

intensamente, con el dinero que producía la explotación de la pampa nortina‖.

Gazmuri, Cristian. Testimonios de una crisis. Chile: 1900 – 1925. Editorial Universitaria. Santiago. Chile. Pág. 19.

Page 13: Anexo bibliográfico

Balance del centenario.

―Acabamos de celebrar nuestro Centenario i hemos quedado satisfechos,

complacidísimos de nosotros mismos. No hemos esperado que nuestros visitantes

regresen a su patria i den su opinión, sino que nuestra prensa se ha calado la sotana i

el roquete, ha empuñado el incensario, i entre reverencia i reverencia, nos ha

proclamado pueblo cultísimo i sobrio, ejemplo de civismo, de esfuerzo jiganteo,

admirablemente preparado para la vida democrática, respetuoso de sus instituciones i

de los sabios e intejerrimos políticos que lo dirijen, en una palabra, espejo milagroso de

virtudes en que deben mirarse todos los pueblos que aspiren a ser grandes. Con una

petulancia rayana en la imbecilidad, hemos ido a preguntar a los delegados extranjeros:

―¿Qué les parece a Uds. nuestro ejército? I nuestra marina? I nuestros ferrocarriles? I

nuestras industrias? I nuestra capital? I nuestra instrucción pública? I nuestra

administración? I nuestros políticos?... i ¡qué habrán podido contestar ellos, que vienen

con carácter diplomático i han podido aquilatar nuestra fatuidad sin límites! Nosotros,

sin embargo, con gravedad cómica hemos estado publicando los imparciales i

encomiásticos juicios que de nuestros huéspedes hemos merecido‖.

Dr. J. Valdés Canje. Sinceridad. Chile Íntimo en 1910. Universitaria. Santiago. 1910. Pág. 7 – 8.

Recabarren un intelectual del pueblo.

“Permitiréis que se continúe calumniando a nuestra sociedad y sus socios No. No debéis permitirlo. Y para poner atajo a los calumniadores pagados a trabajad con mas ardor y entusiasmo por

el engrandecimiento de nuestra sociedad. Necesitamos unión y más unión ante el peligro y ante las amenazas de autoridades y

patrones. ¡A la unión, pues, compañeros de trabajo!”

Recabarren, Luis Emilio, articulo digitalizado, Memoria chilena..

Page 14: Anexo bibliográfico

Recabarren y la prensa obrera.

“La prensa obrera, tiene por misión sagrada, contribuir a la ilustración y difundir la cultura en las

costumbres de los pueblos. Un periódico que llegue a las manos de un hijo del trabajo, debe ser un

libro en el cual encuentre la savia vivificante para fortalecer el espíritu, cuando abatido por las luchas

de la vida, se siente adormecer”

Recabarren, Luis. La democracia, Santiago, 7 de abril de 1901.

El sudor obrero.

“Mientras vosotros sudais en vuestros talleres; mientras gastais vuestro sudor y vuestras

fuerzas sobre el arado; mientras velais con el fusil al hombro, al agua, al sol y a todas las

inclemencias del tiempo, esos señores condes, marqueses y cruzados duermen entre limpias

sabanas y en mullidos colchones que les proporciona vuestro trabajo: se divierten en juegos y

galanteos, prodigando el dinero que os chupan con diferentes arbitrios que no ignorais; y no tienen

otros cuidados que solicitar con el fruto de vuestros sudores, mayores empleos y rentas mas

pingues, que han de salir de vuestras miserables existencias, sin volveros siquiera el menor

agradecimiento, antes si, desprecios, ultrajes, baldones y opresión”.

Fray Antonio de Orihuela, Proclama en el Congreso Nacional, Santiago, Chile, 1811. En Grez, Sergio. “La cuestión social en Chile ideas y debates precursores (1804-1902). Ed. Dirección de bibliotecas, archivos y museos, Santiago de Chile 1995.Pág. 18.

La posición del gobierno hacia el movimiento obrero.

“Es indudable que en las esferas de gobierno se ha dado la orden de apretar la

mano contra los mancomunales y su prensa. Se nos procesa, se nos persigue, se nos encarcela, se

nos injuria y se nos castiga brutalmente en todos los pueblos del país. La persecución es, pues,

manifiesta y constante. Todos juntos: ministros, diputados, autoridades, jueces, cortes y su prensa

demuestran su odio vivo a las clases trabajadoras, negándoles justicia en todas partes y

estorbándoles su marcha emancipadora”

La Voz del Pueblo. Valparaíso, 27 de julio de 1904.

Page 15: Anexo bibliográfico

Punto de vista de Recabarren.

―Quiero trazar con expresiones sinceras los pensamientos que en mí se albergan sobre el siglo

transcurrido bajo el régimen de la República, y procuraré que estas expresiones sean el retrato de la

verdad, es decir, de la verdad como yo la comprendo, como yo la siento, ya que desgraciadamente

existen diferencias para apreciar la verdad‖

Recabarren, Luis Emilio. El pensamiento de Luis Emilio Recabarren. Santiago: Austral, 1971. Pág. 165. Disponible en: www.memoriachilena.cl

El pesimismo de Huidobro.

―Un país que apenas a los cien años de vida está viejo y carcomido, lleno de tumores y de

supuraciones de cáncer como un pueblo que hubiera vivido dos mil años y se hubiera desangrado

en heroísmos y conquistas.‖

Huidobro, Vicente. Balance Patriótico. En: Góngora, Mario. Ensayo Histórico sobre la noción de Estado en Chile. Editorial Universitaria. Santiago. Chile. 2006.

El centenario.

―Cien años ha, cuando la población de este país vivía en el ambiente propio de una colonia europea,

que les había inoculado sus usos y costumbres, parecía que no se destacaba la nota inmoral y

voluptuosa de la época presente. (…) Comprobar fehacientemente el progreso que ha hecho el vicio

es bastante para poner a la luz del día la verdad. La verdad de que en cien años de la vida

republicana se constata el progreso paralelo de dos circunstancias: el progreso económico de la

burguesía y el progreso de los crímenes y los vicios en toda la sociedad. (…)¿Y si a los cien años de

vida republicana, democrática y progresista, como se le quiere llamar, existen estos antros de

degeneración, ¿Cómo se pretende asociar al pueblo a los regocijos del primer centenario?‖.

Palabras de Luis Emilio Recabarren. En Gazmuri, Cristian. Testimonios de una crisis. Chile: 1900 – 1925. Editorial Universitaria. Santiago. Chile. Pág. 57 - 58.

Page 16: Anexo bibliográfico

La última clase.

―La última clase, como puede considerarse en la escala social, a los gañanes, jornaleros, peones de

los campos, carretoneros, etc., vive hoy como vivió en 1810. Si fuera posible reproducir ahora la vida

y costumbres de esta clase de aquella época y compararla con la de hoy día, podríamos ver

fácilmente que no existe ni un solo progreso social‖.

Recabarren, Luis Emilio. El pensamiento de Luis Emilio Recabarren. Santiago. Austral. 1971. Pág. 168. Disponible en: www.memoriachilena.cl

La sociedad afrancesada.

―La sociedad de Chile tiene fondo y superficie como el mar: en el primero están aconchadas todas

las heces de la colonia española; en la superficie aparece un barniz a la moderna, que le da un color

tornasol e incierto, pero que participa mucho del color francés‖.

José Victorino Lastarria. En: Grez Toso, Sergio. La Cuestión Social en Chile. Ideas y debates precursores. (1804 – 1902). Pág. 75.

Hablando del progreso.

―Yo quiero también hablar de esos progresos y de esas grandezas, pero me permitiréis, que los

coloque en el sitio que corresponde y que saque a luz todas las miserias que están olvidadas u

ocultas o que por ser ya demasiado comunes no nos preocupamos de ellas‖.

Recabarren, Luis Emilio. El pensamiento de Luis Emilio Recabarren. Santiago. Austral. 1971. Pág. 166. Disponible en: www.memoriachilena.cl

Page 17: Anexo bibliográfico

Las clases sociales en el siglo XX.

―No es posible mirar a la nacionalidad chilena desde un solo punto de vista, porque toda observación

resultaría incompleta. Es culpa común que existan dos clases sociales opuestas, y como si esto

fuera poco, todavía tenemos una clase intermedia que complica más este mecanismo social de los

pueblos‖.

Recabarren, Luis Emilio. El pensamiento de Luis Emilio Recabarren. Santiago. Austral. 1971. Pág. 167. Disponible en: www.memoriachilena.cl

Critica al servicio público.

―No hay para qué encarecer la parte que corresponde a la moral pública en el adelantamiento de un

pueblo; la historia de las nacionalidades americanas de nuestra misma raza de sobra lo demuestra.

No han sido ni un régimen nuevo disconforme con las costumbres, ni el aislamiento, ni la ignorancia,

ni otros hechos semejantes, los que mantuvo y aún mantiene en parte a las repúblicas que nacieron

a la vida en el primer cuarto de este siglo que concluye, en un perpetuo vaivén entre la anarquía y el

despotismo y apartadas del camino del progreso; ha sido la falta de moralidad pública, ha sido el

olvido del deber por el funcionario y el abandono de la función pública para dar paso a las

ambiciones personales, al odio, a la venganza, a la codicia y al interés de bandería‖.

Enrique Mac – Iver. Discurso sobre la crisis moral de la república. En: Grez Toso, Sergio. “La cuestión social en Chile: ideas y debates precursores (1804-1902). Pág. 405.

Page 18: Anexo bibliográfico

Una vista al proletariado,

―Hasta ahora se ha trabajado por empujar al país y se ha conseguido darle una mano de barniz con

que se alcanza a sorprender a los extranjeros de espíritu vulgar (…) pero, entretanto el pueblo, que

es lo principal, permanece en un abandono deplorable: tenemos ejércitos, buques y fortalezas,

ciudades y puertos, teatro e hipódromos, clubes, hoteles, edificios y paseos públicos, monumentos y

( lo que más engreídos nos tiene) magnates opulentos dueños de verdaderos dominios, que viven

en palacios regios, con un fausto que dejó pasmado a don Carlos de Borbón; pero no a mucha

distancia de los teatros, jardines y residencias señoriales, vive el pueblo, es decir las nueve decimas

partes de la población de Chile, sumido en la más espantosa miseria económica, fisiológica y moral,

degenerando rápidamente bajo el influjo del trabajo excesivo, la mala alimentación, la falta de

hábitos de higiene, la ignorancia extrema y los vicios más groseros‖.

Valdez Canje, Dr. En: Gazmuri, Cristian. Testimonios de una crisis. Chile: 1900 – 1925. Editorial Universitaria. Santiago, Chile. 1979. Pág. 42 – 43.

Se despierta el proletariado.

―Sin embargo el país atravesaba por un momento crucial; la bonanza económica y la

industrialización conllevaban un aumento significativo del proletariado y con ello salían a la luz todos

los viejos y nuevos problemas ligados a los trabajadores. Estos, hasta entonces excluidos de la vida

política, se imponían y exigían de hecho un espacio propio en la sociedad‖.

Cruzat, Ximena. Et al. El pensamiento frente a la cuestión social en Chile. Pág. 3. Disponible en: http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0016863.pdf

El verdadero enemigo.

―el enemigo del pueblo chileno, no son los argentinos, los peruanos o bolivianos; son el hambre y la

miseria, el fanatismo religioso y la explotación de las clases trabajadoras por los burgueses y

capitalistas.

Luis olea, Santiago 1898.

Page 19: Anexo bibliográfico

La oligarquía.

―(…) hay una clase privilegiada, cuyo privilegio no está en la ley ni en los derechos de que goza, sino

en el hecho, en la costumbre. Aunque en esta clase no se hace mucho alarde de la nobleza de

familia, el sentimiento de hidalguía está en todos los corazones y autoriza en unos el desprecio y en

otros la superioridad con que miran a todo el que no pertenece a una familia hidalga o no lleva un

nombre antiguo o conocido. Otro elemento que sirve de apoyo a esta superioridad es la riqueza:

todos los antiguos nobles y caballeros del país son todavía los grandes propietarios, y como tales se

han arrogado el derecho de entender o de influir en los negocios públicos, porque alegan que ellos

son los únicos que tienen qué perder, los únicos que arriesgan en cualquier trastorno. El gobierno

busca en ellos su principal apoyo, oye su consejo, sigue sus inspiraciones, y mantiene así la

superioridad que se arrogan sobre el pueblo, sobre la gran mayoría que se compone de pobres y de

gentes de familia desconocida.‖

José Victorino Lastarria. En: Grez Toso, Sergio. La cuestión social. Ideas y debates precursores. (1804- 1902). Pág. 82.

¡Luchemos!

“Es indudable que en las esferas de gobierno se ha dado la orden de apretar la mano contra los

mancomunales y su prensa. Se nos procesa, se nos persigue, se nos encarcela, se nos injuria y se

nos castiga brutalmente en todos los pueblos del país. La persecución es, pues, manifiesta y

constante. Todos juntos: ministros, diputados, autoridades, jueces, cortes y su prensa demuestran

su odio vivo a las clases trabajadoras, negándoles justicia en todas partes y estorbándoles su

marcha emancipadora.

Contra ese mal de la persecución del gobierno, nosotros no conocemos más que un remedio: el que

tomemos la ofensiva con el pecho fuera y la cara al frente.

Hasta ahora, la propaganda mancomunal casi se ha limitado a defenderse de la persecución que le

hace el gobierno. En adelante debemos atacar en lugar de defendernos.

Somos tantos ya que no hay poder que pueda contra el nuestro si todos damos la cara al frente”

La Voz del Pueblo. Valparaíso, 27/juli0/1904.

Page 20: Anexo bibliográfico

¡Trabajadores honrados abrid los ojos!

A medida que nuestra sociedad, la Combinación Mancomuna1 de Obreros, va tomando mayor

desarrollo y engrosando sus filas centenares de trabajadores que diariamente acuden a cobijarse a

la sombra de esta humanitaria Sociedad; a medida que su prestigio se hace más sólido, con mayor

maldad los enemigos nuestros, mejor diremos, los verdugos nuestros, nos calumnian, y con ello

calumnian e insultan a toda la clase trabajadora.

iTrabajadores abrid los ojos!

Nuestros verdugos afirman: “que las autoridades a nadie atropellan; que el trabajo sobre y que no

puede decirse que los jornales sean bajos ni que los patrones exploten trabajador”.

Nuestros verdugos afirman: que estamos en el mejor de los mundos, que ganamos una fortuna, que

somos ricos, que nada nos falta, que vivimos en la abundancia y con lujo!

Nuestros verdugos afirman: que nadie nos explota, que nadie nos atropella.

Trabajadores abrid los ojos!

Ved con qué cinismo mienten los que escriben arrastrándose a los pies del Becerro de oro.

Ved con qué, descaro se escarnece nuestra situación!

Ved como se burlan de nuestras miserias y desgracias!

¡Trabajadores abrid los ojos!

La Voz del Pueblo. Valparaíso, 27/juli0/1904.

El 18 de septiembre

Muchas veces nos hemos preguntado: ¿qué cosa celebra el pueblo en los días llamados del 18 de

septiembre?

Algunos y sobre todo los burgueses, nos dicen: “celebramos nuestra emancipación política, nuestra

independencia como república”,

Mas en realidad de verdad, la clase proletaria no tiene ninguna libertad ganada con el cambio

operado en Chile el 18 de septiembre de 1810.

Si alguna libertad tiene el trabajador, ella es, la de morirse de hambre, vivir en la miseria o pasar

toda su vida en el presidio.

Para que veamos bien estas cosas, para analizar su realidad, debemos alejamos un poco del

fanatismo que nos empuja a creemos emancipados y a considerar como nuestra la independencia

de la República. Nada, pero nada, tiene que celebrar el pueblo proletario en esta fecha, porque su

libertad aún no la ha conquistado.

El Proletario. Tocopilla, 16/septiembre/1905.

Page 21: Anexo bibliográfico