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Anexo 4.24 II. Prevención Selectiva Equipo Gestión Escolar (SATV) Instrumento para la detección precoz de violencias Componente de detección SATV El instrumento de detección precoz de violencias al igual como otros componentes del SATV, se apoya en las teorías relacionales, las cuales conciben al individuo y a su comunidad como sistemas interconectados con influencias dinámicas y recíprocas. Las teorías relacionales tienen como propósito principal comprender la relación entre los problemas identificados y su contexto cercano y el más amplio; se centra en el presente, pero especialmente en los significados construidos por los diferentes participantes de las interacciones, los cuales siempre son transmitidos a través del lenguaje ya sea en una palabra, en un diálogo o en una narración. Son los significados los que guían la acción de los individuos y los grupos en diferentes ámbitos y en diferentes áreas respecto de problemas específicos. Es así como influye en las actitudes y comportamientos no sólo los aspectos relacionales del momento sino también tiene influencia la cultura y la historia de cada individuo, grupo o comunidad en el pasado. Ya que, toda conducta está inserta en una secuencia de recíproca influencia y aprendizaje con los comportamientos de otras personas, los problemas de comportamiento no son producto de un accionar individual o particular, sino que se relacionan directamente con el accionar mutuo con las otras personas que integran el sistema donde el sujeto está inserto. Concretamente, la violencia ejercida por un alumno se entiende como un aprendizaje comportamental dentro de las relaciones establecidas en diferentes etapas del desarrollo, incluso desde la primera infancia, en las cuales están implícitos los significados construidos en las diferentes interacciones; por esto, no se debiera comprender la violencia como un fenómeno o respuesta a un estímulo determinado, lo cual sería establecer una causalidad lineal, sino como parte de los significados e interacciones en que la persona es parte. Por tanto, el cambio del comportamiento problema (violencia) se concibe desde la óptica de trabajar con los sistemas de pertenencia del estudiante, como lo es el educacional y el familiar, considerándose la influencia de los sistemas de protección, sistema policial, sistema de salud, los medios de comunicación masiva, entre otros.

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Anexo 4.24

II. Prevención Selectiva

Equipo Gestión Escolar (SATV)

Instrumento para la detección precoz de violencias

Componente de detección SATV

El instrumento de detección precoz de violencias al igual como otros componentes

del SATV, se apoya en las teorías relacionales, las cuales conciben al individuo y a su

comunidad como sistemas interconectados con influencias dinámicas y recíprocas. Las

teorías relacionales tienen como propósito principal comprender la relación entre los

problemas identificados y su contexto cercano y el más amplio; se centra en el

presente, pero especialmente en los significados construidos por los diferentes

participantes de las interacciones, los cuales siempre son transmitidos a través del

lenguaje ya sea en una palabra, en un diálogo o en una narración.

Son los significados los que guían la acción de los individuos y los grupos en

diferentes ámbitos y en diferentes áreas respecto de problemas específicos. Es así

como influye en las actitudes y comportamientos no sólo los aspectos relacionales del

momento sino también tiene influencia la cultura y la historia de cada individuo, grupo

o comunidad en el pasado.

Ya que, toda conducta está inserta en una secuencia de recíproca influencia y

aprendizaje con los comportamientos de otras personas, los problemas de

comportamiento no son producto de un accionar individual o particular, sino que se

relacionan directamente con el accionar mutuo con las otras personas que integran el

sistema donde el sujeto está inserto.

Concretamente, la violencia ejercida por un alumno se entiende como un aprendizaje

comportamental dentro de las relaciones establecidas en diferentes etapas del

desarrollo, incluso desde la primera infancia, en las cuales están implícitos los

significados construidos en las diferentes interacciones; por esto, no se debiera

comprender la violencia como un fenómeno o respuesta a un estímulo determinado, lo

cual sería establecer una causalidad lineal, sino como parte de los significados e

interacciones en que la persona es parte.

Por tanto, el cambio del comportamiento problema (violencia) se concibe desde la

óptica de trabajar con los sistemas de pertenencia del estudiante, como lo es el

educacional y el familiar, considerándose la influencia de los sistemas de protección,

sistema policial, sistema de salud, los medios de comunicación masiva, entre otros.

Si bien existen comportamientos escolares violentos, que son reconocidos y atendidos

por algunos actores educativos, se reconoce la necesidad de pesquisar y diferenciar

comportamientos, no siempre visibilizados en los y las estudiantes, de aquellos que

implican un determinado nivel de riesgo en recibir o presentar violencia, interviniendo

precozmente y previendo consecuencias individuales y grupales dentro del liceo. Para

tal efecto se presentan los instrumentos de Medición de Riesgo por Violencia Escolar y

el Cuestionario de Autoaplicación “A Mí Me Sucede Que”.

Ambos instrumentos son complementarios y se aplican en distintos tiempos, de tal

modo que la información permita identificar aquellos estudiantes que requieren de

pronta atención y apoyo en el sistema escolar.

Paso 1: Administración del Cuestionario de Autoaplicación “A Mí Me Sucede Que”:

éste ayuda a visibilizar a aquellos educandos que, experimentando maltrato en el

ámbito escolar, no expresan tal situación, comprometiendo su salud mental y

estabilidad emocional. Por tanto, permite su detección precoz, oportuna atención y

prevención de mayores niveles de agravamiento.

Paso 2: Aplicación del Instrumento de ”Medición de Riesgo por Violencia

Escolar”: es aplicado por aquellas figuras educativas más próximas al grupo curso o

estudiante, lo que permitirá conocer el nivel de riesgo presente en el grupo curso y/o

individualmente por compromiso y participación en situaciones de riesgo constitutivas

de violencia.

Paso 3: Desde el conocimiento de los/as estudiantes y habiéndose desarrollado una

aproximación diagnóstica, será un equipo docente o equipo de gestión del

establecimiento educacional, quien, ayudado de la metodología GAEP, deberá realizar

una pronta confirmación de la situación contextualizada en la etapa de desarrollo

psicosocial del alumno/a con miras a facilitar la intervención requerida.

Según los niveles de riesgo por violencia que posea el/la estudiante, se podrá

determinar:

Intervención Secundaria dirigida a estudiantes en bajo riesgo con

Nivel Superior y Mediano Riesgo por violencia escolar.

Nivel Terciario de Intervención dirigida a alumnos en inminente o

alto riesgo por violencia escolar.

La intervención secundaria, es aquella acción destinada a prevenir un agravamiento

en los niveles de violencia e instaurar modos relacionales y de resolución de conflictos

no-violentos. La intervención terciaria, constituyen intervenciones especializadas,

para las cuales se deberá trabajar con redes institucionales especializadas existentes

en la comuna. Ambos niveles de intervención, incorporan a la familia del estudiante,

sea ésta propia o sustituta, debiéndose distinguir las necesidades de apoyo y de

derivación requeridas en cada situación. Dado el nivel de demanda del sector público

en salud mental, se sugiere como alternativa la coordinación con establecimientos de

educación superior, que cuentan con atención psicológica y/o social u O.N.G que

apoyan con intervenciones individuales y/o familiares y/o grupales.

A continuación se presenta un flujo del ciclo metodológico:

A: Diagnóstico de Estudiantes en Riesgo por Violencia Escolar.

Propósito:

El propósito es contar con procedimientos de alerta temprana con recomendaciones de

intervención en el ámbito escolar, de modo tal, que permita la exploración e

identificación de los alumnos en riesgo de violencia escolar. Estos se pueden constituir,

principalmente, en un apoyo al educador, facilitando su rol de formador y generador de

recursos individuales de los alumnos para su adecuado desenvolvimiento e integración

social.

De ninguna manera, los componentes del procedimiento y la identificación de los

indicadores de alerta temprana, han de ser utilizados para excluir o etiquetar a los

niños, niñas y jóvenes, si ocurriese sólo aumentaría el daño y la vulnerabilidad social

de los/las estudiantes. Éstos son herramientas al servicio de la educación y la atención

oportuna frente a riesgo por violencia en el ámbito escolar.

Objetivo:

Discriminar, entre los diferentes comportamientos de los/las estudiantes, de aquellos

que implican un determinado nivel de riesgo en generar, manifestar o recibir conductas

violentas, lo que les permitirá a los actores educativos intervenir precozmente dentro

del ámbito escolar.

Descripción del Instrumento “Detección de Riesgos por Violencia Escolar”:

El siguiente instrumento permitirá conocer los niveles de riesgo de un/a estudiante de

ser agente activo en situaciones de violencia. Es coordinado por el Equipo de Gestión

de la escuela- liceo y responde el instrumento particularmente la figura educativa que

posea un mayor conocimiento del o los estudiantes que se quiere evaluar.

Consta de varios ítemes que reflejan diferentes características y comportamientos de

los alumnos y alumnas, ya sea en forma individual o dentro del grupo, los cuales son

indicadores de violencia en el ambiente escolar. Para, finalmente prevenir

consecuencias individuales y grupales dentro del liceo.

Por ello, es importante que se responda con responsabilidad profesional y la

mayor precisión observacional posible.

El registro de estos indicadores y la identificación del alumno/a deben ser

trabajados en forma confidencial. Los resultados de la aplicación del instrumento

serán utilizados con fines de apoyo al estudiante según lo requiera la situación.

Las características comportamentales pesquisadas por el agente educativo, se consideran

presuntivas de problemas de violencia.

Por lo tanto, demandará de parte del Equipo de Gestión, una pronta y exhaustiva

confirmación de la situación, siempre contextualizada en la etapa de desarrollo

psicosocial del alumno/a y con miras a la intervención requerida.

Las diferentes conductas o indicadores de comportamiento identificados y señalados

por el observador, se refieren a áreas de comportamiento, como se señala a

continuación:

Características Individuales (CI):

Entendida como toda conducta que refleje modos personales, habituales de

reaccionar, ya sea a nivel cognitivo o emocional.

Reflejada en los Indicadores; 1, 2, 3, 5, 6, 7, 8, 30, 31, 33, 35, 36, 37.

Relación con Otros (RO):

Entendida como toda conducta que tenga directa relación con su actuar hacia otros en la

interacción. Reflejada en los Indicadores: 4, 13, 14, 16, 17, 18, 32, 38.

Conducta Asocial (CA):

Entendida como aquellas conductas emitidas causando daño hacia otros y las cuales son

sancionadas cultural y moralmente.

Reflejada en los Indicadores: 9, 10, 11, 12, 15, 16, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27,

28, 29, 34.

Procedimiento de aplicación

A. Se sugiere aplicar el instrumento en fase intermedia del primer semestre escolar

(aproximadamente en mayo del semestre en curso) y al comienzo del segundo

semestre del período escolar (aproximadamente en septiembre del semestre en

curso), de tal modo que, por un lado, permita detecciones e intervenciones

oportunas y, por otro, sirva como instancia evaluativa respecto de los resultados

obtenidos en las primeras aplicaciones.

B. Su aplicación deberá ser de parte de aquel agente educativo que tenga mayor

conocimiento del grupo – curso, de tal modo que efectivamente pueda responder

el instrumento. En algunos casos corresponderá al profesor jefe u otro agente y,

en aquellas situaciones que no es posible contar con una sola figura sino que se

decide su aplicación por parte de dos agentes educativos que poseen un

conocimiento cercano con el alumno o alumna, podrá ser aplicado por ambos y, las

respuestas deberán ser marcadas de la misma forma que a continuación se

explica, es decir, siempre dará lugar a una sola respuesta que, en este caso, será la

de consenso de ambas figuras educativas. Si se realiza una segunda aplicación,

ésta deberá ser realizada por ambas figuras que participaron en la primera

aplicación.

El tiempo destinado a la aplicación, se estima aproximadamente de 1,5 horas.

C. La alternativa de respuestas, con respecto a la observación en el o la estudiante,

de la conducta descrita tiene una puntuación determinada:

Ninguna vez : 0 puntos

Algunas veces : 1 punto

Muchas veces: 2 puntos

Siempre: 3 puntos

En la línea superior del cuestionario se encuentra la puntuación de cada categoría.

A continuación se presenta el siguiente ejemplo:

Por favor, marque con el valor correspondiente a la categoría que usted considere que

representa el comportamiento del alumno, en el indicador descrito.

CONDUCTAS DEL

ALUMNO/A EN EL

ÁMBITO ESCOLAR

Siempre

(3)

Muchas

veces

(2)

Algunas

Veces

(1)

Ninguna vez

(0)

7.- Quita o arrebata

bruscamente un

objeto a otro.

2

A. Posteriormente se debe realizar una sumatoria de los puntajes obtenidos en

cada columna por la categoría que usted marcó en cada respuesta o indicador

(siempre, ninguna vez, etc.) y en cada página del cuestionario.

Ello le dará el puntaje total obtenido por cada estudiante.

B. Según el total del puntaje de ese alumno o alumna se debe ubicar el nivel de

riesgo en que se encuentra, según la siguiente escala:

Nivel de riesgo, según puntaje total:

Sin riesgo por Violencia Escolar: 0 – 12

Se refiere a que el alumno o alumna no presenta ningún factor de riesgo por violencia

escolar.

Bajo Riesgo por Violencia Escolar: 13 – 37

Se refiere a que el o la estudiante presenta conductas en alguna de las áreas evaluadas,

ubicándolo/a en niveles de riesgo por violencia escolar, que aun cuando son mínimos, sí

es importante considerarlos en forma preventiva. Esto se realizará a través de acciones

de orientación e integración del alumno o alumna al Programa de Entrenamiento para

educandos “Gestión de Riesgos por Violencia Escolar”, la aplicación del sistema de

Mediación Escolar y la integración de sus tutores al taller de Entrenamiento “Educando

en Familia”.

Mediano riesgo por Violencia Escolar: 38 – 76

Se refiere a que el y la estudiante presenta conductas en una o más áreas evaluadas,

ubicándolo/a en niveles de riesgo por violencia escolar, que requieren de una atención

inmediata, a fin de prevenir un agravamiento en los niveles de violencia e instaurar

modos relacionales y de resolución de conflictos no-violentos.

Habiéndose determinado su nivel de riesgo y según el flujograma, correspondería la

integración del alumno o alumna a un programa de trabajo que favorezca el desarrollo

de habilidades sociales (taller psicoeducativo) y trabajo con la familia. Paralelamente,

se sugiere articular su atención con red de apoyo externa con miras al apoyo

terapéutico del propio alumno/a y/o su familia.

Alto riesgo por Violencia Escolar: 77 – 114

Se refiere a que el o la estudiante presenta conductas en una o más áreas evaluadas,

ubicándolo/a en importantes niveles de riesgo por violencia escolar. En este caso se

requiere de instancias especializadas en red de apoyo externa para el alumno o

alumna y familia, con el correspondiente seguimiento por parte del docente

responsable. Paralelamente, integrar las sugerencias de apoyo que desde el

establecimiento educacional le pueda brindar como apoyo en su socialización y

reintegración al grupo escolar.

INSTRUMENTO DE DETECCIÓN DE RIESGO DE VIOLENCIA ESCOLAR

Conductas del Estudiante en el ámbito

escolar

Siempre

(3)

Muchas

veces (2)

Algunas

Veces (1)

Ninguna vez

(0)

1. Es rechazado por sus pares.

2. Verbaliza que pares le prohíben hablar

y/o compartir con otros compañeros/as

(integrar grupos de estudio, actividades

lúdicas, celebraciones).

3. Acata las instrucciones de los otros, a

pesar de las evidentes consecuencias

negativas para sí mismo y/u otros.

4. Realiza conductas físicamente

peligrosas para sí mismo, bajo presión de

pares.

5. Interrumpe la clase (conversa con

otros, se ríe y/o emite sonidos en forma

exagerada, se para frecuentemente, lanza

papeles u otros objetos).

6. Quita o arrebata bruscamente un

objeto a otro.

7. Destruye lo realizado cuando considera

no haber logrado éxito (raya sus dibujos,

tareas, desarma trabajos manuales,

rompe materiales).

8. A menudo miente para obtener

beneficios, favores o evitar obligaciones.

9. Asiste a clases bajo efectos de las

drogas y/o las consume dentro del ámbito

escolar (alcohol, marihuana, pasta base,

cocaína u otras).

10. Vende drogas en el colegio (alcohol,

marihuana, pasta base, cocaína u otras).

11. Descalifica y/o insulta a compañeros

(se dirige a ellos/as por sobrenombres, se

burla por apariencia física, rendimiento

escolar, hándicaps físicos, orientación

sexual, emite juicios negativos).

12. Descalifica y/o insulta a adultos de la

comunidad educativa (usa sobrenombres,

se burla por apariencia física, hándicaps

físicos, orientación sexual, emite juicios

negativos).

13. Inventa historias que perjudican la

imagen de compañeros/as y/o adultos del

colegio.

14. Acosa a un compañero/a, impidiendo

que hable y/o participe y/o estudie con

otras/ os y/o participe en juegos.

15. Amenaza la integridad física de pares

y/o profesores.

16. Esconde las pertenencias de sus

compañeros.

17. Zamarrea o empuja a sus pares para

intimidar.

18. Ensucia o daña las pertenencias o

trabajos escolares de otros (rayar, mojar,

romper).

19. Sustrae pertenencias de sus

compañeros/as.

20. Realiza conductas socialmente

sancionadas (sacar libro de clases, exhibir

zonas genitales, convoca a otros para

pelear con pares).

21. Obliga a los compañeros a realizar

conductas socialmente sancionadas.

(sacar libro de clases, exhibir zonas

genitales, convoca a otros para pelear con

pares).

22. Obliga a compañeros a realizar

conductas físicamente peligrosas. (subirse

al techo, sacar volantines del tendido

eléctrico, saltar rejas, trepar árboles o

muros, etc.).

23. Golpea a compañeros (con puños,

pies, con objetos).

24. Porta armas blancas (punzones,

navaja, hojas de afeitar).

25. Amenaza con objetos punzo cortantes

y/o con armas blancas (lápices, compás,

cartonero, punzones, navaja, tijeras).

26. Destruye el inmueble y/o muebles,

objetos del colegio (rompe vidrios,

paredes, artefactos de baños, cercos,

sillas, escritorios).

27. Agrede a compañeros/as con objetos

punzo cortantes (lápices, compás) y/o

armas blancas (cuchillo cartonero, navaja,

tijeras, hojas de afeitar).

28. Porta armas de fuego (revolver,

pistola, escopeta).

29. Amenaza con arma de fuego (revolver,

pistola, escopeta).

30. Presenta trastornos de la alimentación

(frecuente inapetencia, excesiva delgadez,

obesidad).

31. Manifiesta dolores de cabeza,

estómago u otros.

32. Presenta lesiones físicas

(magulladuras, mordeduras, equimosis,

fracturas, cortes, entre otros).

33. Presenta conductas eróticas y/o

hipersexualizadas: masturbación

compulsiva.

34. Ejerce coerción sexual hacia otros

niños/as (besos y contactos corporales

inadecuados).

35. Presenta enuresis y/o encopresis

secundarias.

36. Presenta conductas autoagresivas.

(cortes en los brazos, piernas, abdomen,

golpes de cabeza, arrancarse el pelo).

37. Amenaza con conductas suicidas.

38. Verbaliza una situación de abuso o de

coerción dentro del colegio.

Fecha de la aplicación :__________________________________________________

Responsable de la aplicación: _____________________________________________

Puntaje total:__________________________________________________________

Nivel de Riesgo:________________________________________________________

Acciones recomendadas:_________________________________________________

_____________________________________________________________________

_____________________________________________________________________

Se deriva a

_____________________________________________________________________

_____________________________________________________________________

Responsable del seguimiento: ____________________________________________

B: CUESTIONARIO DE AUTOAPLICACIÓN, DE MEDICIÓN DE

RIESGO DE VIOLENCIA ESCOLAR “A MÍ ME SUCEDE QUE”

Para estudiantes de segundo ciclo básico y enseñanza media.

Instructivo de aplicación para el Equipo de Gestión y docentes de la institución

educativa.

El cuestionario de autoaplicación fue desarrollado con la finalidad que los y las

estudiantes, identifiquen aquellas situaciones o conductas ocurridas en el contexto del

establecimiento educacional que les causan daño y que muchas veces pasan

desapercibidas para los demás. Se refieren a comportamientos y/o situaciones de

malos tratos o de acoso entre pares.

Considerando que es muy difícil que un o una estudiante dé cuenta de sus propias

conductas de malos tratos o respecto de un compañero/a que le proporciona tal

maltrato, es que se utiliza el cuestionario autoaplicado para proporcionar un espacio

reservado y protegido para comunicar alguna situación que le dañe.

Éste instrumento, permitirá que el/la estudiante pueda reflexionar, identificar y señalar

situaciones y actos a los cuales él/ ella está expuesto y le produzcan sentimientos y

emociones que sólo él o ella puede distinguir, pero que no se atreve a comunicar

abiertamente.

Además el cuestionario permitirá la sensibilización y concientización de alumnos/as y

profesores sobre presencia de malos tratos entre pares, ya sea en su grupo y en el

contexto escolar en general.

La aplicación de este instrumento debiera ser producto de la reflexión y determinación

del Equipo de Gestión y/o docente. Como se ha detallado anteriormente, este

instrumento es complemento del anterior, con la diferencia que además puede ser

aplicado a un estudiante en particular, a un grupo, un curso o un sub nivel. Esto

dependerá de las necesidades y plan de acción definido por el equipo docente (GAEP)

y/o de gestión.

Objetivo:

Conocer oportunamente los niveles de riesgo por violencia escolar entre estudiantes de

un determinado grupo o curso. De tal modo que, aplicado el instrumento pueda

alertar y motivar a acciones de abordaje de la situación.

Período de aplicación:

Deberá aplicarse a lo menos una vez por semestre académico, especialmente al

comienzo de cada período, a fin de que se puedan programar y/o intencionar medidas

preventivas y/o reparatorias durante el semestre y/o año escolar. Así mismo, este

instrumento puede ser de gran ayuda al equipo docente que esté trabajando la

metodología GAEP en la fase de recolección de información sobre el problema que se

está abordando.

Frente a la existencia de niveles de riesgo por violencia escolar arrojados por este

instrumento de autoaplicación, se recomienda la administración del segundo

“Instrumento de Medición de Riesgo de Violencia Escolar” por el docente con mayor

conocimiento del grupo, curso o estudiantes que se esté estudiando. Con estos datos

concretos y cuantificados sobre el tema y grupo o curso involucrado, le dará la

confianza y seguridad requerida para plantear el tema con descripción de los hallazgos

obtenidos.

Además, podrá planificar y realizar las acciones correspondientes con quienes están en

situación de riesgo de violencia y de maltrato entre pares, en forma personalizada y con la

máxima confidencialidad.

Contabilidad de puntaje y análisis posterior a la aplicación del instrumento:

Se debe realizar una sumatoria de los puntajes obtenidos en cada columna por la

categoría que marcó el o la estudiante en cada respuesta o indicador. (todos los días, 2

a 3 veces por semana, etc.), y en cada página del cuestionario. Para la contabilidad

del puntaje se debe considerar que cada columna tiene un puntaje definido. A saber:

Todos los días: 4 puntos

2 a 3 veces por semana: 3 puntos

2 a 3 veces por mes: 2 puntos

Una vez al mes: 1 punto

Nunca: 0 punto

De acuerdo al puntaje obtenido con las respuestas escogidas por el estudiante, los

niveles, corresponden a:

Ausencia de Maltrato: 0 punto

Se refiere a que el alumno o alumna no está siendo afectado/a – en el momento

presente – por situaciones que le menoscaben y le dañen emocional, verbal y/o

físicamente.

Maltrato Leve: 1 – 17 puntos

Se refiere a que el alumno o alumna señala indicadores de riesgo de violencia, al estar

en posible situación de menoscabo, maltrato emocional, verbal y/o físico. Aún cuando

ello se defina como maltrato leve, sí es importante considerarlo ya que están

implicando, por un lado, la percepción de la propia víctima y por otro, está

identificando la existencia de comportamientos agresivos y/o violentos de parte de un

o unos estudiantes del establecimiento educacional.

A los estudiantes de este nivel se recomienda la integración a talleres psicoeducativos

que favorezcan un mayor conocimiento de sí mismos, sus emociones y formas de

actuar frente a una controversia. Con mayor especificidad, se sugiere la integración de

estos estudiantes a talleres sobre resolución pacífica de conflictos: negociación y

mediación entre pares.

Maltrato Moderado:18 - 43

Significa que el o los estudiantes están siendo afectado/a, directa y concretamente en

el presente, por situaciones que le menoscaben y le dañen emocional, verbal y/o

físicamente.

Requiere de una atención inmediata, a fin de prevenir un agravamiento en los efectos

y/o consecuencias para sí mismo y la comunidad escolar.

Se recomienda, como primera respuesta de la escuela, la integración del o los

estudiantes a una instancia de desarrollo de habilidades sociales y de técnicas de

resolución de conflictos. A través de estos talleres se espera fundamentalmente, a lo

menos tres propósitos:

1. Ampliar el abanico de herramientas frente a situaciones de conflicto, amenaza o

abuso de poder.

2. Re significar, es decir, trabajar los significados construidos por el o los

estudiantes en la relación con pares y adultos sin violencia.

3. Potenciar la pertenencia a una comunidad escolar como factor protector en estos

niños, niñas y jóvenes.

Maltrato Grave: 44 - 68

Se refiere a que el o los estudiantes están siendo afectado/a por situaciones que

significativa y gravemente le menoscaban y dañan emocional, verbal y/o físicamente.

Los estudiantes que se encuentran en esta situación de vulnerabilidad, requieren

de instancias especializadas de red de apoyo externa para sí y su familia, con el

correspondiente apoyo y seguimiento por parte de la escuela y liceo. Por tanto, se

está frente a una situación necesaria de derivación.

El monitoreo de la derivación por parte del establecimiento educacional, favorecería:

1. Que el establecimiento apoye con atención pedagógica específica el trabajo con

especialista de la red. En este sentido, el establecimiento trabaja para reforzar la

pertenencia del estudiante al establecimiento educacional, bajar el riesgo de

deserción escolar a través de trabajo personalizado. Por ejemplo: integrándolo a

un taller psicoeducativo, entregando alguna responsabilidad en el establecimiento

cercano a sus intereses y capacidades, integrándolo algún taller de apoyo escolar,

etc.

2. Coordinar apoyos específicos a través de los sectores de aprendizajes.

3. Apoyar el trabajo con la familia y/o adultos significativos a través de actividades

que contemple el plan de trabajo del grupo de docentes (GAEP o del profesor

jefe).

CUESTIONARIO; “A MÍ ME SUCEDE QUE”

Instructivo para los estudiantes:

Este cuestionario permitirá que reconozcas en ti, o en otros, ciertas conductas, las

cuales son importantes de manejar, controlar y/o modificar. Reconociéndolas será más

fácil obtener ayuda o apoyo.

El cuestionario que estás leyendo te permitirá identificar si existe intimidación o

maltrato dentro del ambiente escolar, sea este proporcionado por compañeros o

compañeras de tu escuela o liceo. Ten en cuenta que algunos estudiantes cuando son

maltratados, acosados o amenazados por otro u otros compañeros pueden sentir

temor a hablar. Por esto, ten presente que este cuestionario te permitirá expresar tus

sentimientos y emociones sobre el problema de violencias. No existen respuestas

correctas o erróneas.

Es muy importante que respondas a este cuestionario con la verdad, ya que así

puedes ayudar a que podamos comprender cómo se sienten en nuestro colegio y qué

se requiere para que tú y tal vez, otros compañeros/as se sientan y lo pasen mejor.

Este cuestionario será confidencial.

Te solicitamos por favor, prestar atención a las siguientes indicaciones:

1. Cada afirmación tiene varias alternativas. Repasa una por una y elige aquella que

representa mejor la situación que estás enfrentando en el colegio.

2. Lee las afirmaciones detenidamente.

3. Ante cualquier duda pregunta al adulto que está acompañándolos.

4. Todas las aseveraciones exigen una sola respuesta.

5. Encierra en un círculo tu preferencia seleccionada.

6. Si deseas cambiar tu respuesta tacha la anterior y rodea con un círculo la

alternativa que te parece más exacta a tu idea, sentimientos o situación.

7. Si deseas agregar algo que no se haya colocado en el cuestionario, puedes

agregarlo en el espacio que se encuentra al final del cuestionario, en Otros

Datos.

8. La franqueza y veracidad en las respuestas a este cuestionario es muy

importante.

Soy: _____ Mujer _____ Hombre Edad: ______ años

Me llamo: ____________________________________________________________

Liceo:________________________________________________________________

Curso:__________________ Fecha:__________________

A MÍ ME SUCEDE QUE:

Conductas del estudiante en

el ámbito escolar

Todos los

días

(4)

2 a 3 veces

por semana

(3)

2 a 3 veces

por mes

(2)

Una vez al mes

(1)

Nunca

(0)

1. Me dicen sobrenombres,

que no me gustan.

2. Se burlan de mi (cómo

hablo, uso lentes, soy feo/a,

soy chico/a, malo para la

pelota).

3. Me golpean o agreden

físicamente.

4. Han amenazado con

pegarme.

5. Me presionan para que les

de mi dinero, colación u otras

pertenencias.

6. Me presionan para que yo

haga cosas que no me gusta y

no quiero hacer.

7. Mis compañeros me dicen

garabatos y groserías.

8. Mis compañeros esconden o

me sacan mis cosas

(cuadernos, lápices, ropa).

9. Me han dañado mis cosas

en el colegio (cuadernos, libros,

lápices, trabajos, ropas).

10. Han dicho mentiras acerca

de mí, que me hacen daño y/o

desprestigian.

11. Mis compañeros no me

dejan jugar con ellos/as.

12. No me dejan estudiar con

ellos ni participar en los

trabajos de grupo.

13. Mis compañeros no me

dejan dar mis opiniones en el

grupo.

14. He sentido miedo de venir

al colegio y de encontrarme con

algunos compañeros.

15. Me siento triste y me dan

ganas de llorar cuando estoy en

el colegio.

16. Me siento sola/o y

aburrida/o, no tengo ganas de

venir al colegio.

17. Me han molestado

sexualmente .(besos y

contactos corporales contra mi

voluntad).

Otros Datos:

_____________________________________________________________________

_____________________________________________________________________

_____________________________________________________________________

_____________________________________________________________________