Andrea RabatHebras de memoriaen un tiempo demolido

Inauguración: jueves 16 de enero a las 19:30 horas

C/ General Yagüe 3 - OviedoDe lunes a Viernes de 11:30 a 14:30 horas y de 18:00 a 21:00 horasSábados de 11:30 a 14:30 horas

Del 16 de enero al 8 de febrero de 2014

Andrea Rabat Zapico (Asturias 1984). Joven artista multidisciplinar. Licenciada en Bellas Artes en la rama de pintura.Finalizado el Bachillerato en la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo (2001-2002), comienzo el aprendizaje de diversas técnicas en el trabajo de taller de la Facultad de BBAA de Salamanca. Durante estos cinco años de carrera, he pasado por Grabado, Escultura, Fotografía, Diseño, Dibujo,Pintura, Ilustración, Análisis de la Imagen ,Historia del Arte y Perspectiva.

“Patio de Luces” es el díptico presentado en el Premio de San Marcos (2004) que ofrece un primer esbozo de mi identidad pictórica. Obsesionada con el orden, el color, la sutura y las imágenes de fuentes diferentes, saco el proyecto Fin de Carrera en pintura “Trama y urdimbre” (2007), el cual fue expuesto en el Certamen de Artes Visuales del

Principado de Asturias (2008) en la que fue mi primera individual.

Ese mismo año, comenzado ya el Máster europeo de Produccions Artístiques i Reçerca en la UB, empiezo a centrarme en la articulación de mi discurso artístico, generando desde el inicio una serie de instalaciones como “Cajas de luz”, “Textil Bidimensional”, “Mapa social”, “Mapa político”,entre otros, expuestos en galerías como CON o Artevistas (2009) y trabajos en vídeo como “Lucy in the sky with diamonds” (en colectivo), seleccionados por la galería Coll-Blanc de Castellón para la Bienal de Lisboa; o “Colacción” (Workshops Magnunm Barcelona), expuesto con SektorBerlin en el Hotel ME (2009). Terminada la tesina para el Máster, cofundo la Asociación Oficina36, vinculada a la Universidad de Belles Arts de la UB para funcionar como plataforma de impulso en gestión, difusión y exposición para artistas

noveles (a nivel provincial) del centro Hangar y de la propia UB (2009). Ya por separado (2010-2011), comienzo a gestionar y dirigir Cel lobert, mi espacio de trabajo y expositivo junto con más artistas plásticos y visuales; hasta el día de hoy.

Como recientes premios destacados, mencionar la exposición en la “17ª Bienal de Cerveira” en la convocatoria internacional de “Arte crisi e transformaçao” (2013); seleccionada como artista emergente para Sala Borrón del Principado de Asturias en la rama de pintura (2013); premiada en el certamen de “La Mutua de Granollers” Barcelona (2012); mención de honor en Ilustración en el concurso Iberostar (2012), o finalista en el certamen de “Jóvenes creadores de la gaceta regional de Salamanca“ (2012); mención de honor en el “Premio internacional de Pequeño formato” para la galería Romea3 en Murcia (2012).

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Andrea Rabat.Hebras de memoriaen un tiempo demolido

Avelino Sala

“All photographs are memento mori. To take a photograph is to participate in another person’s (or thing’s) mortality, vulnerability, mutability. Precisely by slicing out this moment and freezing it, all photographs testify to time’s relentless melt.” Susan Sontag

Si, como dice Sontag, todas las fotografías son “memento mori”, deberiamos tener claro que en esta sociedad sobresaturada de imágenes todos estamos en un continuo morir.

En un tiempo demolido en el que la estética del horror se nos ofrece sobresaturando los medios de comunicación y en el que asistimos a la violencia como meros espectadores ya inmunizados ante tal cascada morbosa de escenificación de la muerte, es más que esperanzador que haya artistas que optan por lo íntimo, por la autobiografía, por la cercanía, por lo cotidiano.

Andrea Rabat “colecciona” momentos de su vida en series de imágenes que va acumulando como una suerte de escenografia de la memoria. Un tiempo congelado, un tiempo de recuerdos.Quizás la aguja sustituya al lápiz y, como el hilo de Penélope, su trabajo se conforma en varios estratos de telas superpuestas, hace y deshace para que todo comience de nuevo. Las piezas de Andrea Rabat invitan al recuerdo y a la esperanza, pero también a la memoria y en cierta medida al archivo. Andrea Rabat acumula gente no sabemos si al estilo de Nan Goldin o de Garcia Alix, pero amontona vidas, recuerdos, experiencias y miradas.

Cuenta el mito que la hija de Minos, Ariadna vio a Teseo y se enamoró de él, por lo que decidió ayudarlo con la condición de que se casara con ella y se la llevara lejos de su temible padre.Teseo aceptó, y así fue como Ariadna le regaló un ovillo para que, una vez en el laberinto, fuera desenrrollándolo y pudiera servirle de guía al regreso e indicarle el camino de regreso. Quizás el camino de regreso del arte no sea otro que el del laberinto. Perdidos en tiempos de escasez e indigencia moral, sintiéndonos observadores

Andrea Rabat (Oviedo 1984) ha planteado con lucidez y rigor, en su proyecto para la Sala Borrón, una serie de imágenes tamizadas por una manualidad que les confiere un calor poco común. La propia Andrea confirma que: “ Mediante los dibujos con hilo hago un repaso matizando momentos pasados relevantes en mi vida, represento la parte íntima de los recuerdos y de la búsqueda tácita de la memoria, plasmando en las imágenes gestos y situaciones cotidianas.Las imágenes provienen de archivos fotográficos, la elección de algunos de ellos narra una línea quebrada de un conjunto de experiencias compartidas con gente que queda en el recuerdo.”

El trabajo del artista es en general solitario y lento, una carrera de fondo, sin más, un “aguantar a pesar de todo”. Andrea Rabat cose lineas de vida, marca con aguja e hilo una memoria personal que en cierta medida conlleva unas connotaciones de melancolía.

Creo que es importante remarcar que Andrea Rabat gestiona su producción artistica acudiendo a temas “clásicos” del arte, esto es: retrato, paisaje y bodegón.

estáticos de nuestra propia destrucción, obras de arte como las de Andrea Rabat abren brechas, se cuelan entre las grietas, sirven de cuña. Son un material dúctil para la obra “Con esto pretendo asociar en imágenes la parte dúctil del recuerdo, la que corresponde a la interpretación de hechos de manera subjetiva que en cada individuo proporciona la auto respuesta, utilizando la experiencia adquirida racionalmente. Guardaría cierto vínculo con la vertiente aristotélica en la comprensión y aceptación de todo lo que nos rodea.”

Aceptar el entorno pero no rendirse a él, entender y comprender el tiempo que nos ha tocado vivir, hacer pintura sin pintar, transformar las imágenes de una vida en obras, darles otra mirada, intentar coser los tiempos y las personas, una tarea ardua pero consistente. Andrea Rabat lo consigue con una fuerza y frescura inusual en el ámbito de las artes actuales. Deberia ser obligatorio mantenerse atentos a los pespuntes, a los trazos, a las hebras de relatos aún por escribir. Esos hilos que nos conceden el punto de apoyo para seguir viviendo, una extraña tarea en un tiempo demolido.

→ Previo en casa de Nicole

→ Juan en el Mirador de Llastres

→ Subiendo a la Garita por casa del Ki

→ Arquitectura efímera