andén 33 - muertes y ausencias
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Periódico Andén – Publicación argentina de análisis y reflexión sociocultural.TRANSCRIPT
30.000 Motivos para seguir luchandoMaría Belén Morejón. Pág. 3
Ausencia y PolíticaMauro A. Donnantuoni Moratto Pág. 4
II Jornadas Prov. del ProgramaPedagogía de la MemoriaFernanda Sallenave. Pág. 9
24 de marzo, ¿día de la Memoria?Nicolás Alejandro Miguez. Pág. 12
Problemas SocialSoluciones TeatralesMarisol Fernández.Pág. 9
Una que sepamos todos, V. Barroco, Tercera parteRuth Gabe. Pág. 8
5 discos 5 para conmemorar ausen-tes, para putear hijos de puta.Gustavo Zanella.
Lo que quedará de Walsh.Juan Francisco Uriarte Buteler.Pág. 11
MUERTES Y AUSENCIAS
AÑO II - Nº 33DOMINGO 28 DEMARZO DE 2010
TIRADA:1000 EJEMPLARES
PRECIO: ESTE PERIÓDICO NO SE VENDE
PARADA OBLIGADA EN LA COMPRENSION DE LA REALIDAD
Un periódico que
va a la plaza,
¡ahora y siempre!
Diálogo con las agrupaciones que acudieron a la Plaza de Mayo. Pág. 6
Fotografía: Jaime Lanusse
Desaparecidos en democracia
Giselle Méndez. Pág. 5
24Martín Giambroni
Pág. 7
Todos a la Plaza
Chascomus, domingo 28 de marzo de 20102 editorial
StaffEl que quiere tener un tren bala:Juan Ignacio Basso
Maquinista: Nicolás Alejandro Miguez
Boleteros:
Kike Inciarte
Jorge Augusto Cuello
Encargado del Salón Comedor:Luciano Pablo Basso
La que hace sonar la bocina: Lorena Barbosa
Guardabarreras: Gabriela Giambroni
El que no va en tren, va en avión: Gustavo Zanella
La que se pasó de estación: María Belén Morejón
La que dice que el tren no tiene queponer guiño para doblar:Florencia Bellagamba
La que endereza las vías: Natalia López
El que no vio la barrera: Pedro Pertusi
El que corre la zorra: Manuel Fontenla
El que corta las vías:Martín Giambroni
El que pinta grafitis en la estación:Omar Palermo
El que webea en las vías:Gabriel Quiroga
Gervacio Ibieta Vidal
La que sabe los horarios de los trenes: Ruth Gabe
Los que no se quieren bajar del tren:Fernanda Sallenave
Ezequiel Pinacchio
Jaime Lanusse
César Maffei
Juan Francisco Uriarte
Caminantes de las vías que se detienen en esta Estación: Mauro A. Donnantuoni Moratto, Giselle Méndez, Marisol
Fernández, Gabriel Maffei, Norberto Liwsky
Pasajeros: Usted.
Boleto: Gratarola.
o PlantaEstable de la EmpresaFerroviaria
El tren parte cargado de la estaciónanterior y nuevos y ajenos se suman,se suman y se suman. Paradójica leve-dad padecen las treinta mil almas quetransporta. Vetusta circunstancia lorodea. A paso de hombre marchajunto a cuarenta mil personas hacia laplaza en que madres de paños blancosen la cabeza reclamaron y reclamanpor la desaparición de sus hijos.
Y allí se ve al agitado boleterocorriendo de una punta a la otra,fanático por el diálogo, buscar esaspalabras por las que se han decidido amarchar las diferentes organizacionessociales, partidos políticos y demásmovimientos; demostrando que, apesar de tantas y cuantas diferencias,hay cuestiones que ya ni se discuten.La lucha por los derechos humanos esun valor incuestionable para algunosy totalmente prescindible para otros.El tema se hizo bien presente a partirde lo acaecido –por no decir impulsa-do– en el lejano y cercano país deHonduras, por un lado, y por el otro,como resultado de la construcción deun discurso oficialista que dividióaguas desde un primer momento.Pero más allá de la coyuntura parti-cular que significa tan solo pensar laposibilidad de un nuevo Golpe deEstado en la región, vale recordar lacomplejidad conceptual del términoderechos humanos. Pensar los derechos humanos desdeuna perspectiva conceptual se con-vierte, en un mismo tiempo y lugar–con cierto permiso filosófico–, en unatensión, una oscilación constanteentre una utopía irrealizable, un con-cepto totalmente ideal e inexistente yla propia realidad, la propia existen-cia que lo desenmascara y lo fagocita. No debe pensarse que indagar sobreestas cuestiones pueda generar debili-dad en la lucha o la pérdida completade su valor. Por el contrario, la discu-sión y pulcritud conceptual, la con-ciencia de la limitación junto con lanecesidad de trascenderla, constitu-yen un camino que debe imperiosa-mente transitarse.Pero a decir verdad, ni siquiera sebuscaba este horizonte al iniciar esterecorrido. Recuérdese siempre que pormás voluntad que se erija, este tren alo sumo programa más o menos ladirección, mas luego las palabras yexperiencias que se acercan las marcaa fuego la circunstancia. Y así, casisin quererlo, los trozos de realidadque traían quienes ya están en el treny quienes se siguen subiendo, imposi-bilitaron que hoy se publique todo elmaterial generado (el que próxima-mente estará disponible en una pági-na web, junto con todas las edicionesanteriores), pero permitieron el trán-sito con absoluta levedad. Y es que no es sino el diálogo toleran-te y comprensivo con los otros (y cuan-
do se dice “los otros” entiéndase tam-bién “nosotros”, ya que de ningúnmodo el primero puede pensarse sin elsegundo) la primer condición parapensar la realidad. Es por ello quemás allá de la limitación conceptualbrevemente introducida (y algo másreflexionada en los números 7 y 20 deesta misma publicación), la mirada alos derechos humanos se presentódesde las “muertes y ausencias”, y seconstituyó tan lejana como actual:Previo que el golpe del ´76, inclusoantes que el del ´30, y hasta los tiem-pos mismos de la colonia (de los quepor cierto aún no se ha podido tras-cender, ni conceptual, ni políticamen-te); pasando por la absoluta completi-tud de los gobiernos democráticos,¿cuándo pudo hablarse a las anchasde los derechos humanos? ¿Cuándo hasido aquel momento en que la opre-sión, la dominación, la explotación, lacarencia de educación, la pobreza eindigencia –entre tres o cuatro temasde notable importancia–; se ausenta-ron para dar lugar a una convivenciaderecha y humana? ¿No deberá pues,admitirse, que aquello derecho yhumano no son, justamente los dere-chos humanos? ¿Queda aún algúnrincón significante donde encontrarrazón a semejante aberración?Pues bien, lo haya o no, vale la penapensarlo. Pero no puede hacérselo, sintener la memoria a nuestro costado.Sobre ello, hace unos días un granamigo acercó la siguiente reflexión:“Sin memoria no hay paz, sin memo-ria no hay justicia, sin memoria nohay amor, sin memoria no hay comu-nicación, sin memoria no hay vida.El olvido es el mayor dolor, el olvido estraición, el olvido es ingratitud, elolvido es impunidad.Creo que ningún proyecto político esposible construir si no hay confianzaentre los seres humanos y para quehaya confianza primero hay que edifi-car la amistad y la amistad no es frutode la razón o de los intereses sino delcorazón. El corazón es el motor detodo.” En otras palabras, es imposiblepensar políticamente sin el otro comoprimero y anterior, unido por este lazoinquebrantable. Es imposible dejar delado una herida que no deja ni dejaráde sangrar, para construir a través deéste, el único camino posible, unasociedad equitativa, justa y democrá-tica. Para terminar esta breve reflexión,queden estas ilustradoras palabrasfruto del diálogo del doctor NorbertoLiwsky con la Guardabarreras de estePeriódico: “En el aprendizaje socialcolectivo, la democracia por másimperfecta que sea vale más que unsolo día de dictadura.” Ahora y siem-pre. ¡Ahora y siempre!
JIB
EDITORIAL
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opinion 3Chascomus, domingo de 28 de marzo de 2010
“El Símbolo es parte constitutiva
de nuestro ser”
Toda marcha del 24 no implica sólo un
recordatorio de lo sucedido sino también
una instancia de reflexión compartida.
En esta marcha afloraban cánticos, rit-
mos, pancartas, banderas, danzas, y
discursos que creaban un ambiente
mítico, como si fuese una especie de
ritual que unía y canalizaba toda nues-
tra protesta y repudio en un río com-
partido. Argentina es uno de los pocos
países de Latinoamérica que mantiene
desde el inicio de la democracia diver-
sas políticas colectivas de reconstruc-
ción de la memoria, por eso es tan
importante marchar todos los 24 de
marzos, para seguir manteniendo fresca
la memoria, para que sigamos siendo
conscientes sobre el genocidio impuesto
aquel 24 de marzo, para que seamos
partícipes de nuestra narración históri-
ca y para continuar reforzando nuestra
identidad como comunidad.
Momento de análisis:
Desde hace 34 años que el pueblo
Argentino continúa desangrándose; las
secuelas económicas, sociales, políticas
y psicológicas aún son muy profundas.
Por eso creo que es importante recurrir
al pasado para comprender el presente.
En este apartado los invito a pensar las
dictaduras militares producidas en
1966 – 1973, la “Revolución Argentina”,
y el terrorífico “Proceso de reorganiza-
ción Nacional” de 1976 -1983.
Creo que para esto es fundamental
tener en cuenta el contexto económico
internacional considerando su afección
en la matriz económica nacional para
así poder entender mejor los cambios a
nivel político y social.
Ambos procesos militares (el de 1966 y
el de 1976) son el intento más acabado
de imponer autoritariamente una
matriz de desarrollo económica que no
se pudo concretar por las vías legales.
El Desarrollismo es una matriz econó-
mica que se expandió de dos formas:
democráticamente y autoritariamente.
La primera fue con Frondizi: Argentina
necesitaba adecuarse a los cambios
macroeconómicos mundiales -ya la
famosa ISI no podía seguir profundizán-
dose-, se necesitaban de inversiones
multinacionales para diversificar la
matriz de producción y dar respuesta a
las demandas internacionales. Pero
había un obstáculo fundamental que no
permitía continuar el normal desarro-
llo previsto por el Capital. Este obstácu-
lo era la clase obrera sindical fuerte-
mente organizada. Su lucha se centraba
en la resistencia por el retorno de
Perón.
Esto dio el puntapié para que el Golpe
de 1966 (desarrollismo autoritario)
irrumpa controlando a los sindicatos,
pero siguiendo con la misma línea
económica que el proyecto de Frondizi.
La dictadura de 1966 se proponía con-
trolar autoritariamente el orden social,
ya que para esta época la sociedad en su
conjunto estaba organizada con fuertes
intenciones de cambiar y cuestionar las
relaciones y formas sociales de produc-
ción. En este sentido el “Cordobazo” fue
la expresión de esa lucha e influyó sobre
las circunstancias históricas para dar
fin al proyecto económico que se plante-
aba la “Revolución Argentina”.
El golpe de 1976 fue más fuerte ya que
cambió el modelo de acumulación y
junto con él disciplinó íntegramente a la
sociedad. Para esto último se aplicó el
terror, el disciplinamiento económico
(se perdieron las conquistas básicas de
los trabajadores) y político.
En este sentido, Juan Villareal en “Los
hilos sociales del poder” analiza el golpe
del ‘76 y dice que durante los 60 y 70 los
“avances de la población se vinculaban
con una crisis política protagonizada
por la ingobernabilidad de las masas y
posibilitada por la indefinición hegemó-
nica de los sectores dominantes. Esta
presencia amenazadora de la moviliza-
ción popular se asentaba en una estruc-
tura social heterogénea por arriba y
homogéneas por abajo”.
Esto es clave para comprender el golpe,
ya que durante 8 años se intentó y,
lamentablemente, se logró romper la
homogeneidad de la clase obrera y de
los sectores populares, y se logró unifi-
car a los sectores dominantes.
El autor dice que la “homogenización
por arriba” (homogenización de sectores
económicos), se pudo dar porque secto-
res agrarios e industriales concentraron
sus intereses en la nueva matriz econó-
mica impulsada por la dictadura: la
valorización financiera.
Por otro lado la heterogeneidad (diversi-
ficación, expulsión) de las clases subal-
ternas se pudo lograr porque al cambiar
la matriz económica cambia el modelo
de producción. Esto genera una estrati-
ficación en los trabajadores y una frag-
mentación en el proceso laboral. Por
ejemplo, una porción de la antigua clase
obrera se nuclea ahora en la actividad
de servicios, otra se vuelve cuentapro-
pistas y la otra parte de la clase obrera
queda marginada y expulsada del pro-
ceso productivo. Otra arista que analiza
el autor es la represión física y mental
que se utilizó para disciplinar y que-
brantar lazos de solidaridad entre los
sectores subalternos.
Reflexión colectiva:
Es importante saber leer y analizar los
golpes de Estado, no como un proceso
aislado sino como una concatenación de
hechos y sucesos económicos, políticos y
sociales que continúa pesando sobre
nuestras espaldas. Claramente el golpe
del ‘76 fue el más sangriento de nuestra
historia. La única manera que encontró
el poder militar para llevar a cabo su
proyecto político y económico fue desa-
pareciendo personas, torturándolas y
distorsionando la identidad de todo un
País. Claro que no estuvieron solos,
todos sabemos que tuvieron un amplio
respaldo de los grandes grupos mediáti-
cos, económicos, de un sector de la socie-
dad y de la iglesia.
NO nos han derrotado:
30.000 desaparecidos expresan las
secuelas y gritos de nuestra sociedad,
no son sólo ellos los que desaparecieron.
Desde el golpe del ‘76 hasta hoy día, en
mayor o menor medida, se continúa
profundizando el modelo económico
(valorización financiera) que se inició
aquel 24 de marzo.
Las secuelas son graves, todos los días
siguen desapareciendo personas por
miseria, pobreza, desnutrición, explota-
ción, desocupación, drogadicción, gatillo
fácil, secuestro, trata de personas y
malos tratos físicos e inhumanos en las
cárceles.
Injusticias sociales que son la cosecha
de todos estos años.
Pero este panorama no es tan desolador
si se piensa que luego de la crisis del
2001 continúan conformándose más
movimientos sociales, organizaciones de
base , partidos políticos e independien-
tes que creen en una nueva manera de
construir política, en nuevas maneras
de construir poder, en organizarse,
luchar y en crear poder popular con las
clases subalternas. En definitiva, conti-
nuar luchando por las mismas causas
políticas que nuestros 30.000 compañe-
ros desaparecidos.
María Belén MorejónEstudiante de Sociología
30.000 Motivos para seguir luchandoHoy es miércoles 24 de Marzo y acabo de llegar de la Marcha por la Memoria, Verdad y Justicia. Creo que ninguna marcha me emociona
tanto como ésta: más de 8 y 9 cuadras de gente, largas columnas de diversos partidos, agrupaciones, movimientos e independientes convo-
cados por la misma causa… RECORDAR. Recordar nuestra historia para tomar conciencia y poder concebirnos en el presente como sujetos
transformadores, y en pleno acto de reafirmación de nuestra identidad comunitaria, colectiva.
1 Ruben Dri. Identidad, Memoria y Utopía. Progra-
ma de publicaciones de la sec. Académica de le fac.
de Cs.Sociales. UBA.
4 DESCOLONIALIDADChascomus, domingo 28 DE MARZO 2010
Para que no se nos pueda acusar de reducir el
todo a una de sus partes, recordemos que la
palabra “genocidio” proviene del término cidium
-que en latín está asociado al corte, la herida, el asesi-
nato y la matanza- y del vocablo génos, con el que en
la antigua Grecia se apelaba a cualquier conjunto de
personas que estuvieran relacionadas entre sí de
acuerdo a un origen compartido o nacimiento común.
De allí que esta palabra helénica pueda ser traducida
de tan diversas maneras -linaje, raza, pueblo, nación,
familia-, todas ellas correctas en la medida en que no
se pierda de vista su referencia articuladora al espec-
tro de la creación y el crecimiento colectivo.
Teniendo en cuenta ello, podemos pensar que lo que
distingue a un geno-cidio es que la dirección de su
impulso asesino anula a un grupo de hombres y muje-
res vinculados por una misma procedencia generacio-
nal, un fundamento nutricio que los genera y los
envuelve en una misma raíz vital de cultura y de tie-
rra, de la que brota a su vez -junto con esa generación-
una concepción de la patria y de la justicia.
De tal manera, esas personas forman un pueblo aun-
que no constituyan la totalidad de una sociedad; un
pueblo que aporta a esa sociedad la imagen de su
juventud en las promociones utópicas que hacen su
aparición en la vida política como su componente reno-
vador, transformador y revolucionario. Aniquilando a
ese grupo de hombres y de mujeres -o de muchachos y
de muchachas-, se supone que también se destruye
aquella patria y esa justicia que nacen con ellos, las
que en muchos casos se encuentran en las antípodas
de los intereses políticos y económicos de otros secto-
res de la misma sociedad, la que deviene -ya sea por
acción, aprobación u omisión-, una sociedad genocida -
a la vez que suicida-.
No es nada casual que el genocidio haya sido uno de
los modos privilegiados en que se ha desarrollado el
sistema de dominación de la modernidad capitalista,
la que ha regido sociedades mixtas donde amplios sec-
tores del poder veían en las promociones generadoras
de la cultura popular y de la transformación societaria
una amenaza para sus intereses privados, vinculados
con los vetustos mecanismos coloniales del enriqueci-
miento.
Para hablar sólo del caso argentino, desde la expolia-
ción de los habitantes nativos hasta los gauchos y
negros sacrificados por la Triple Alianza, desde los
obreros masacrados durante la Semana Trágica hasta
los fusilados del ‘56, todos han sido víctimas del inten-
to de separar un núcleo popular del peligroso, molesto
o poco rentable fundamento que lo constituía como tal
-una tradición, una concepción de la justicia, una
utopía-.
De acuerdo a lo dicho, la manera en que al cabo se
logra desarraigar la proyección libertaria de ese colec-
tivo con su origen generacional -de acuerdo a la poca
imaginación y sutileza de los agentes del poder capi-
talista- es provocar la entera desaparición del compo-
nente humano que dinamiza esos elementos en el
desenvolvimiento de su proceso vital y político. De
este modo, entre la generación -como fuente de un cre-
cimiento liberador- y la utopía se fuerza una ausencia
que interrumpiría la posibilidad de hacer el pasaje
desde la primera hacia la segunda.
No diría nada nuevo al recordar que, desde un punto
de vista filosófico, la ausencia es acaso uno de los
modos más positivos y eficaces de la presencia. Su
peculiar realidad deriva del hecho de estar constituida
por una mezcla de ser y de no-ser; es decir, una mez-
cla de absoluta presencia y de radical negación; o de
una negación de la presencia, que es la traducción
filosófica y elíptica de la reacción que provoca la pre-
sencia del pasado y el impulso para modificarla.
La ausencia -cuando está modulada políticamente por
el ingrediente extrapolítico de la muerte- es el modo
en que se nos aparece lo que no es presente y que
puede asediar desde el pasado como fantasmas que
reclaman justicia o desde el futuro como sueños que
reclaman una patria popular desde la fuerza generosa
de las juventudes. El ser de los muertos -presentes,
acechantes- solicita el no ser de la injusticia -trascen-
dida por la memoria hacia un futuro dichoso-; lo que
los argentinos nos hemos acostumbrado a denomi-
nar... llamar... gritar... “¡Nunca más!”
En el caso nuestro -las jóvenes promociones del Bicen-
tenario-, nuestra propia ausencia espiritual -vaciedad
de una recíproca deuda jamás saldada con nuestros
padres- delata la imposibilidad de constituirnos como
generación con prescindencia de sueños heredados y
de injusticia legada. Somos desconcertados epí-gonos
de una generación ausente que sólo se hace presente
bajo las máscaras reveladoras y rebelantes de una
lucha vejada contra el tiempo y la miseria, de una
derrota infamante y de una deshumanización de los
paisanos. La ausencia de aquella generación de
“superjóvenes” que nos alcanzan como espectros lla-
mados a retiro con la dolorosa vergüenza de un grito
acallado, de un clamor silenciado -¡un fracaso nacio-
nal!-, nos comunica un imperativo vigoroso, de signo
político y cultural. Su fantasmagórica presencia insta-
la en nuestro ausentismo -político también, y cultural-
la cifra de la justicia social, la bandera indiscutida, la
única que puede justificar el sacrificio de la vida
humana proyectada hacia el amor y la libertad.
Todos somos fantasmas y ausencias en un país que no
ha podido sepultar a su pueblo -su savia renovadora.
Tal vez eso explique la desconfianza que suele provo-
car en la Argentina el ejercicio apasionado de la demo-
cracia. El miedo a las gestas, a las mayorías, a la pre-
sencia pública de las masas, a las decisiones radicales
y poco meditadas no puede más que emerger ante la
cara espectral de un pasado sin digerir. He ahí la
exposición de la ausencia, del corte entre la genera-
ción de la vida colectiva -patriótica- y su imagen de
justicia. Nos han arrasado nuestro combustible políti-
co y transformador. Aquella expiación de nuestra más
querida juventud nos reclama una vuelta a los conte-
nidos populares, a la paz y a los cantos de justicia.
Habida cuenta de lo perdido -su vida, su vocación para
el prójimo-, no neguemos su amoroso legado -la con-
ciencia crítica y jovial- y vivamos la democracia como
la máxima oportunidad para revolucionar la historia
genocida. Una democracia que cante, que luche y que
resista.
Acaso no haya mayor prueba de la vocación liberadora de un pueblo que la constatación de que, para ahogar su clamor de justicia, sólo haya podidorecurrirse al exterminio de su viva materialidad; es decir, de su elemento humano. El análisis del genocidio como punto de partida para reflexionar el
pasado reciente y proyectar un futuro democrático.
AusEnciA y poLíTicA
Mauro Ariel Donnantuoni Moratto
Licenciado en Filosofía y miembro de GEL*
Andrea Silvana Suárez CelascoCONTADORA PúbLICA
Libres del Sur y Soler - Galería del Sol - Local 15Tel (02241)42-6649/43-6166 - Cel (02241) 15-494651
INSCRIPCIONES - MODIFICACIONES - CESES SUELDOS - MORATORIAS - SOCIEDADESe-mail: [email protected]
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*GEL: Grupo de Estudios para la Liberación.
“La ausencia es acaso uno
de los modos más positivos
y eficaces de la presencia”
“Todos somos fantasmas y
ausencias en un país que
no ha podido sepultar a su pueblo”
en los últimos años, la década del ’70 ha sidoampliamente revistada. La política de “dere-chos humanos” que han llevado adelante los
gobiernos de néstor y cristina Kirchner sirvió paratraer al debate público cuestiones que parecían ente-rradas en un pasado. el respaldo político a los juiciosque se están llevando adelante en todo el país por lossecuestros, torturas y asesinatos cometidos durante elautodenominado proceso de reorganización nacional,traen a la actualidad un tema que, tal como se sostie-ne desde algunos medios, pareciera estar totalmentesuperado para la mayoría de la opinión pública, y quemás de uno preferiría cerrar para siempre y no preci-samente a través de la justicia (sin ir más lejos, en vís-peras de un nuevo aniversario del 24 de marzo, Duhal-de lanzó la idea de plebiscitar sobre la continuidad ono de los juicios). Y si bien podemos afirmar que la vio-lencia política es parte del pasado, no podemos soste-ner con tanta firmeza que la actuación de las fuerzasde seguridad no continúe reproduciendo prácticassimilares a las del proceso. entonces, ¿hasta quépunto se discute sobre el pasado? en ese sentido losjuicios a represores no deberían ser sólo una manerade sentar posición frente al pasado, sino una claraafirmación sobre lo que desde el estado no debería vol-ver a ejecutar ni tolerar de parte de ninguno de susintegrantes.
La política llevada a cabo durante el proceso de desa-parecer a los detenidos-secuestrados no es casualidadni simple obra de una mente perversa. A la detencióntotalmente ilegal, debe sumársele el peregrinaje defamiliares y conocidos tratando de ubicar el paraderode los detenidos. esta situación fue utilizada perver-samente por los represores para invertir la carga de laprueba. Ante el reclamo de los familiares, eran estosquienes debían demostrar que su ser querido, no sehabía fugado por su propia voluntad. otra triste con-secuencia de esta situación es el clásico “algo habráhecho”. incluso en la actualidad, luego de haber sidoprobada la sangrienta maquinaria construida desde elestado para llevar adelante estos crímenes, la ausen-cia de los cuerpos no deja de ser un argumento paraquienes sostiene que “los desaparecidos están pasean-do por europa”.con la llegada de la democracia y el retorno al estadode derecho, se desmanteló en gran medida aquel apa-rato estatal que secuestraba y asesinaba, y con muchoesfuerzo aún hoy se está tratando de juzgar a los res-ponsables. sin embargo, las desapariciones de perso-nas en manos de representantes de las fuerzas deseguridad no se detuvieron.
el estado continúa siendo el verdugoDe acuerdo con los datos manejados por la correpi(coordinadora contra la represión policial e institu-cional), durante el último año, 2826 personas fueronasesinadas por representantes de las fuerzas de segu-ridad (policía federal y provinciales, prefectura, Gen-darmería, etc.). La mayoría de los casos corresponde alo que se conoce como gatillo fácil. esto significa quese ejecuta a jóvenes (porque en su mayoría son apenasadolescentes) y luego se les planta un arma parasimular un enfrentamiento. si pensamos en simular
un enfrentamiento para justificar una ejecución pode-mos trazar una clara línea de continuidad entre los ’70y el presente. La situación se agrava si consideramosque más allá del crimen todo el aparato judicial sededica a demorar la investigación pertinente y des-cartar pruebas fundamentales contra los responsa-bles. si bien estos casos no se corresponden con la figura dedesaparición forzada, sí hablan a las claras de la faci-lidad con la que agentes policiales y de otras fuerzas
abusan del poder del que fueron investidos sin sufrirningún tipo de condena.el último caso de desaparición con una importanterepercusión mediática fue el de Luciano Arruga. estejoven está desaparecido desde el 31 de enero de 2009.Todos los indicios apuntan a que Luciano fue detenidoen represalia a su negativa de “trabajar” para lapolicía. en septiembre del 2008, Luciano había sidodetenido y llevado a un destacamento de Lomas delmirador, hecho en sí totalmente irregular ya que ellugar no es ni una comisaría ni una cárcel. Allí fue gol-peado antes de ser liberado. el último registro dacuenta de que fue llevado hasta esa misma dependen-cia de la comisaría 8º de La matanza. casualidad o no,en dicha comisaría durante la dictadura funcionó uncentro clandestino de detención conocido como “el she-raton”. Un testigo que en ese momento se encontrabatambién detenido declaró en la causa que fue obligadoa limpiar con lavandina la sangre de la celda donde sehallaba Luciano. Ante el reclamo de los familiares, lospolicías tomaron la denuncia pero no les entregaron lacopia correspondiente. como hace 30 años, ante laausencia de Luciano, los policías comenzaron a sem-brar pistas falsas y los familiares fueron y aún sonquienes no sólo deben presionar para que avance lainvestigación sino que también deben demostrar lainocencia de la víctima. Los testigos que declararon enla causa dieron cuenta de que las detenciones arbitra-rias y la tortura son un hecho sistemático en la comi-saría 8º de La matanza. sería mucho más tranquiliza-dor pensar que esto es obra de un grupo de delincuen-tes disfrazados de policías, pero tal como en los 70 esnecesario entender que detener, torturar, asesinar yluego desaparecer un cuerpo impunemente no puedehacerse sin la complicidad del aparato estatal. enton-ces, los derechos humanos no son un asunto del pasa-do.
Desapariciones en democraciaAdolfo Argentino Garrido y raúl BaigorriaDesaparecieron en abril de 1990, luego de haber sidodetenidos por la Dirección de investigaciones de lapolicía de mendoza.Andrés núñezAsesinado en La plata y desaparecido en 1990. sucuerpo fue encontrado recién en 1995.
miguel Bru fue visto con vida por última vez el 17 deagosto de 1993 en la comisaria 9º de La plata.Héctor Gómez y martín BasualdoDesaparecidos en 1994, en paraná, entre ríos, trasser detenidos por la policía.
iván Torres fue visto por última vez en la comisariaprimera de comodoro rivadavia en octubre del 2003.Los policías acusados fueron sobreseídos.elías GorositoDetenido por personal de la comisaría Quinta deparaná, entre ríos, el 13 de febrero de 2008. continúadesaparecido.
Jonathan Lescano y ezequiel Blanco están desapare-cidos desde Julio del 2009. Habían sido amenazadospor personal de la comisaria 52 del barrio de Lugano.
5opinion Chascomus, domingo 28 de marzo de 2010
DesApAreciDos en DemocrAciALa figura de los “desaparecidos” aparece en la historia argentina ligada a las prácticas que la última dictadura militar utilizaba para comba-tir la subversión. Aunque con la recuperación de la democracia se ha avanzado muchísimo en materia de Derechos Humanos todavía hoy se
siguen denunciando desapariciones en manos de las fuerzas de seguridad estatales.
Giselle MéndezEstudiante de Antropología
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6 dialogosChascomus, domingo 28 de marzo DE 2010
Martín Sabattela
Diputado Nacional
por Nuevo Encuentro
Andén: ¿Cuáles son los motivos por
los cuales están hoy movilizados?
Sabattela: –Como todos los años pararepudiar enérgicamente el golpe deEstado del ´76 y además es un grito dememoria, de verdad, de justicia, y tam-bién un grito de esperanza que tiene quever con la sociedad que queremos cons-truir. Nuestro futuro habita en la memo-ria, nuestro futuro tiene que recorrer lahistoria desde la verdad y la justicia porlo tanto también esto es ratificar el com-promiso de seguir trabajando por unasociedad más justa, por una democraciaprofunda. Y hoy acá, todos juntos meparece que hay un espacio muy amplioque demuestra que la inmensa mayoríade la sociedad ha decidido avanzar enprofundizar la democracia y gritar clara-mente “Nunca Más”. Andén: ¿Cuáles son los desafíos que
tiene la Argentina por delante?
Sabattela: –Muchísimos, pero hay queseguir construyendo una democraciapara todos y todas, hay que profundizarlas políticas distributivas, una nuevacultura política democrática. Hay muchopara hacer, hay que construir una fuer-za política progresista, popular, conautonomía, que enfrente a la derecha.
Horacio Alcuaz
Diputado Nacional por GEN
Andén: ¿Cuál es el motivo por el
cual usted está movilizado hoy?
Alcuaz: –Entendemos que el 24 demarzo es la fecha del “Nunca Más”, unafecha de todos los argentinos. Más alláde que, justamente en el día de hoy, elGobierno y algunos sectores hayanintentado apropiarse de esta moviliza-ción, nos parece que hoy la ciudadaníaen la calle está demostrando que lamemoria y que el reclamo por la verdady la justicia es una consigna de todos losargentinos. Por eso estamos acá, cree-mos que esto no termina solamente en elrecuerdo de los desaparecidos, sino quees un reclamo también para que se sigancumpliendo los derechos humanos, paraque terminemos con la pobreza, paraque terminemos con la marginalidad ypara que terminemos con la judicializa-ción de la lucha popular.
Juan Carlos Alderete,
Corriente Clasista y Combativa
Andén: ¿Cuáles son las razones por
las que ustedes están movilizados
hoy?
Alderete: –Nosotros jamás podremosolvidar esa feroz dictadura que tuvimoslos argentinos, donde desaparecieron30.000 personas, lo cual nosotros tene-mos que seguir repudiando hasta que sehaga justicia. [Porque] no se hizo justi-cia todavía para reivindicar a todosaquellos que dieron su vida para unapatria mejor, un país mejor para todos,por eso estamos acá (...) repudiando loque fue el golpe de Estado y recordandoa todos nuestros mártires que dejó nues-
tro país.Andén: ¿Cuáles son los desafíos y
las luchas que hoy se deben dar en
la Argentina a 27 años de democra-
cia?
Aldetere: –Todavía no se ve, justamen-te, el juicio y castigo a todos los respon-sables. Los jueces demoran lo que másse puede y, cuando se llega el juicio,pasa lo que está pasando: que por edad oporque se apoyan en una ley, ellos pasanen sus casas el resto de su vida. Por esoes que la justicia también es responsa-ble, culpable, porque es difícil conseguirun juez probo que realmente lleve atodos estos torturadores genocidas a lacárcel.
Ramón Bogado
Trabajador de Terrabusi
Andén: ¿Cuáles son los motivos que
hoy los movilizan en esta plaza?
Bogado: –Estamos en la lucha comoprimera cabeza en el movimiento obrero,para que no quede “piedra sobre piedra”de esa terrible dictadura y [así] podercambiar la política a favor de la claseobrera y del pueblo.
Juan Pablo Montes
Miembro del Colectivo Militantes
Andén: ¿Por qué están movilizados?
Montes: –Ante todo, por la fecha. Esemotiva para todos los que somos mili-tantes del campo nacional y popular. Ytambién es para apoyar el proceso políti-co que se inició en el 2003 con NéstorKirchner, en el cual creemos que se hanconseguido cosas muy importantes, sehan levantado un montón de banderasque nosotros siempre hemos reivindica-do desde el campo nacional y popular.También creemos que quedan muchascosas por hacer, y creemos que tambiénla crítica tiene que ser dentro de nuestrocampo para seguir adelante, para seguirprofundizando los cambios.
Roy Cortina
Diputado Nacional por PS
Andén: ¿Cuáles son los desafíos que
quedan por delante, luego de 27
años de gobiernos democráticos?
Cortina: –La dictadura ha devastado alpaís mediante el genocidio social y eldesmantelamiento económico. Tenemosal país en una condición absolutamenteinmoral, que le puede dar de comer a400 millones de personas y que tiene un25-30% de compatriotas en una situa-
ción de pobreza. Éstas son las agendasque se tienen que resolver en la Argenti-na.
Ezequiel Erau
Integrante del Movimiento Nacional
Campesino Indígena
Andén: ¿Cuáles son las banderas y
las luchas del movimiento en la
actualidad?
Erau: –Nosotros luchamos por la refor-ma agraria integral y la soberanía ali-mentaria. Andén: ¿Tienen propuestas concre-
tas para producir la reforma agra-
ria, por lo menos en nuestro país?
Erau: – Sostenemos la defensa de losterritorios campesinos indígenas, enten-diendo a la tierra como un bien social, nocomo una mercancía. El objetivo seríaproducir alimentos para el pueblo,luchando contra los agronegocios. En esemarco inicial – que es de resistencia–,nuestra propuesta es la recuperación dela tierra para la gente que ha tenido queemigrar hacia las ciudades; es un pro-yecto ambicioso que tratamos de aplicar-lo de a poco mediante la práctica. Quizáslas relaciones de fuerzas no estén dadas,pero tratamos de ir construyendo esacomunidad para lograr esos cambios.
Carlos Raimundi
Ex-Diputado Nacional por
Solidaridad e Igualdad
Andén: ¿Cuáles son los motivos por
los cuales están hoy movilizados?
Raimundi: –Cuando hay tanta gentemovilizada quiere decir que hay algúnmotivo fuerte. Tiene que ver con el ries-go que hay. Creo que hay sectores queestán queriendo volver al ajuste, queestán queriendo que se olvide el pasadopara aplicar el modelo de ajuste.Por esoeste 24 de marzo hay una movilizaciónmás multitudinaria todavía. Andén: ¿Cuáles son esos sectores
que identifica con el ajuste?
Raimundi: –Básicamente la oposiciónpolítica pero como instrumento de lospoderes económicos. Me parece que nisiquiera es la oposición política comoestrategia, me parece que la estrategiaestá fijada desde la Mesa de Enlace,desde los grandes medios, de los poderesfinancieros que utilizan a determinadossectores políticos para que les lean ellibreto; pero el libreto está marcado porel poder económico.
Andén: ¿Cuáles son las deudas pen-
dientes que tenemos los argentinos
a este respecto?
Raimundi: –Tener una fuerza progre-sista que consolide los 3 ó 4 lineamientosfundamentales de este proyecto.Andén: ¿De quién es este proyecto,
quién lo encarna?
Raimundi: –El proyecto lo encarna lasociedad. Yo no defiendo a un gobierno,defiendo lo que defendí toda la vida. Unaaerolínea estatal, una ley de medios queponga en debate quién forma el sentidocomún de la sociedad, la recuperacióndel Estado, que no haya ajuste económi-co, incentivos fiscales, que el banco cen-tral sea independiente. Eso es lo quedefiendo.
Ariel Basteiro
Diputado Nacional por
Encuentro Popular y Social
Andén: ¿Cuáles son los motivos por
los cuales están hoy movilizados?
Basteiro: –Hay 30.000 razones paramovilizarnos, como lo venimos haciendodesde la recuperación de la democraciamasivamente con todo el pueblo argenti-no. Antes fueron las madres y las abue-las que en absoluta soledad reclamabanpor verdad y justicia. Posteriormente,con la democracia fue todo el puebloargentino el que acompañó este reclamo,este pedido y que cada vez se fue masifi-cando más y no solamente ya está insta-lado como día de la memoria sino quecada 24 de marzo es un acto de recuerdoen el que viene familias, vienen jóvenes,vienen militantes, viene la totalidad dela sociedad argentina. Andén: ¿Cuáles son los desafíos que
tiene la Argentina por delante?
Basteiro: –Yo creo que seguir trabajan-do en esto. En el tema de los derechoshumanos particularmente seguir bus-cando la justicia. Reconciliación no sepuede tener hasta tanto no se pague conjuicios y castigo la responsabilidad delos genocidas y a partir de ahí me pare-ce que, en ese espíritu, seguramente, elpueblo argentino, va a evolucionar paraencontrar un camino único, un caminode todos. Por lo menos en temas concre-tos y específicos como es el tema de losderechos humanos, como es el tema de laigualdad, como es el tema de la justicia.
Un domingo a mitad de semana el plantel más o menos estable de esta empresa ferroviaria se reunió en la estación “piedras” de la línea a del sub-terráneo porteño. a partir de allí y al ritmo del paso a paso, se fueron dando una diversidad de diálogos tan amplia como las diferentes organizaciones
que se juntaron a decir: ¡sÍ a la dEMoCRaCIa! aquí se reconstruyen algunas palabras de líderes de diversa representación.
todos a la plaza
7Chascomus, domingo de 28 de marzo de 2010opinion
PRIMERA
1)Un chico de 11 años...aún con el temor pro-pio de un pequeño
enfrentando un nuevo cole-gio... confundido esa mañanade 1976... parece que no habíaclase nomás. Pasó algo quenadie termina de explicar cla-ramente.
2)Mediodía en plazaonce. Colectivo 7. Cor-tan Rivadavia. Nos
hacen bajar a todos. Yo soyuno de los dos alumnos al quele revisan el maletín. Son sol-dados. Están armados. Talcomo los vemos en las pelis decanal 11.
3)Hay cosas que no sepreguntan. Hay res-puestas que nunca lle-
gan. Hay mucho aprender amarchar, largos discursos,interminables subidas y baja-das de bandera. Y siempre lasamonestaciones... por“hablar”...
4)Frases... repetidasuna y otra vez... siem-pre como cierre de
cualquier posible discusión.“Mienten”... “Hay másorden”... “Por algo será”...“Algo habrán hecho”... “Sub-versión”... Y siguen las amo-nestaciones... esta vez colecti-vas... “porque no apareció elculpable”.
5)Obelisco... siempre elobelisco... Banderasargentinas. Militares
por primera vez sonrientes.Alumnos contentos porque esamañana su papá en vez de lle-varlos al colegio los llevó a fes-tejar un triunfo más del país(aunque fuera al fútbol).
6)“Si quieren venir quevengan... les presenta-remos batalla”... Otra
vez la plaza llena. Otra vez laimagen del balcón. Más him-nos, banderas, discursos ymarchas que nunca. Aunqueseguían las amonestaciones...esta vez “por decir que losingleses iban a ganar la gue-rra” (sic).
7)Reuniones de gruposjuveniles cristianos...Hoy viene alguien
especial. Se llama AdolfoPérez Esquivel, el premioNobel de la paz. Sorpresaabsoluta: en el colegio no noshabían contado nada. Inclusouna temerosa madre sugiereque no son temas que debantratarse.
8)Últimos días declase... se acaba elcolegio... se van los
milicos... Viene la democracia.Palabras prohibidas quecomienzan a sonar hasta connaturalidad... Urnas que sedesempolvan, cajones quema-dos, otras marchas, otros can-tos... Se va a acabar... Con la
democracia se come... Juicio ycastigo.
SEGUNDA
9)Un joven misionandoen medio del montetucumano. Un viejo
borracho contando lo inverosí-mil... “Yo llegué acá porque metiraron de un helicóptero”...Una vecina de una villa tucu-mana contando cómo uncamión lleno de militares matóa sus hijos que celebraban uncumple de 15 en el patio de tie-rra...
10)Perla... madre dela plaza... com-partiendo su
memoria. Sus padres fueronasesinados por los nazis... Sushijos desaparecidos por losmilicos... El joven que la escu-cha empieza de a poco a enhe-brar hilos.
11)Un juicio... unlargo juicio...Una lectura
desesperada e hiriente deterribles relatos. Una inacaba-ble sucesión de noches. Y lanecesidad absoluta de querersaberlo todo. Nunca Más...
12)M a r c h a s . . .otras... distin-tas. Sin tomar
distancia. Sosteniendo yagitando las banderas.Sumando la voz a miles devoces... “Los desaparecidosque digan donde están”.“Aparición con vida y casti-go a los culpables”....”quien dirige la batuta, oel pueblo unido o los mili-cos hijos de puta”
13)De nuevo elverde. Carasverdes... No
una, sino dos veces. Y otravez palabras nuevas: obe-diencia debida... puntofinal... indulto... No impor-
ta el presidente. Uno loempezó y el otro lo clau-suró... IMPUNIDAD.¿Nunca mas?
TERCERA
14)A b u e l a s . . .M a d r e s . . .Hijos... Fami-
liares... La plaza, los escra-ches, el banco genético, losjuicios por la verdad...
15)Un joven profe-sor. Educadoentre silencios y
amonestaciones. Cada 24 lomismo. Al principio de unamanera casi clandestina (sindejar registro en el libro detemas)... Una y otra vez con-tando siempre lo mismo. Plan-teando interrogantes. Y unobstinado llamado a la justi-cia.
16)El Barrio... elbarro... la ollapopular... pata-
cones... cacerolas y piquetes...saqueos y estallidos... repre-siones y bicicletas... “Bajen lasarmas que aquí sólo hay pibescomiendo”.
CUARTA
17) Hebe... laincómoda y per-sistente madre.
Estela... la tierna y denodadaabuela.Y de nuevo miles de hijos ehijas... algunos ya a esta altu-ra padres, saliendo a festejarla posibilidad de reabrir lascausas contra los genocidas. Y la celebración una a una porlos nietos reencontrados... Van101.
18) T a m b i é nLÓPEZ... Y elmismo Grondo-
na... y el mismo Chiche... y lasmismas Mirta y Susana... Y la“nueva” Magdalena, y elmismo Santo... etc... Pinos quetapan el bosque.
QUINTA (apenas hoy)
19)La ex - ESMApoblada de pue-blo, a plena luz
del día... Y una presidentaprometiendo que si esta justi-cia no hace nada frente alpoder casi mafioso de un mul-timedio -cuya dueña sigueapropiándose de la identidadde dos hijos de desaparecidos-,ella misma irá a tribunalesinternacionales.
20)Una plazallena... unidabajo un grito
común: ¡¡¡JUSTICIA!!! Y dece-nas de miles de jóvenes reno-vando un viejo pacto de vida...convirtiéndose en un cuerpode memoria viva, en puentesque unen la lucha de los hijoscon los sueños de sus madres...
21)Canales de cableque no dan piecon bola. Que
buscan afanosamente algúntema que permita en medio deun soberano feriado llenarespacios... Que no encuentranel modo de eludir semejantehecho popular... Patéticos con-ductores que no aciertan lamanera de demostrar que soncada vez más esclavos.
22)Algunas pregun-tas que dejó eldía: ¿Junto a
Vilma Rippol alguien lo vio aDe Angelis? ¿Nadie vio a PinoSolanas? (¿o se guarda paraTN y Grondona?). ¿Por qué elradicalismo no marcha enfechas como ésta? ¿Lilitaestaría consolando a Ernesti-na?
23)Algunas certe-zas: el grupo que-bracho se parece
cada vez más a Al Qaeda.Macri y De Narváez no sabendónde carajo meterse enfechas como ésta. Y Duhaldesigue siendo un perfecto “fun-cional” de la derecha...
24) Un chico de
9 años...
haciendo la
tarea con su papá. Tiene
que escribir tres oraciones
sobre el 24. La última la
sugiere él: “Los argentinos
queremos justicia, paz y
libertad”...
El papá vuelve a su casa.
Escribe este artículo. Y
todavía con lágrimas de
emoción se va a dormir...
Con menos temor que
aquel 24... y con mucha
más esperanza que otras
tantas noches.
24Martín Giambroni
Teólogo y [email protected]
QuE sE DiJo¿Qué?
Como aclaramos siempre: ANDÉN ama la política, no por lospolíticos, sino a pesar de ellos. Debemosseñalar, por no faltar a la verdad, que inclusopodemos llegar a amar a los políticos, entanto sean consecuentes con los valoreshumanos. Y hasta queremos lo que dicen: no queda menos que
pensar, entonces, que las siguientes frases fueron sutilmentedescontextualizadas. No alte-radas. Comoresultado, se ha perdido el sentido original yse las ha manipulado de tal modo que se hacenpasibles de ironía. No piense acaso que este
espacio se pretenda superador de la mera vulgaridad.
Zeguim Ordanjale Saconi
Sbosa Caniogi Ajnu
8 9 al hiloChascomus, domingo 28 de marzo DE 2010
“Yo hace un mes que estoy yendo al pedo al Senado, maestro…”Luis Juez. Para los que sospechan que Juez tiene cuentas off-shore en el exterior. No es necesario:
calentando la banca está haciendo un buen currito…
“Los radicales solos no podemos llegar y permanecer en el poder”.
Ricardo Alfonsín. Después del Peludo, Frondizi, la Tortuga, Raúl y Chupete, parece que los radicales
aprendieron la lección…algo es algo.
“Tanto en la oposición como en el oficialismo hay halcones y hay palomas”.
Roxana Latorre. Pedimos perdón de antemano, pero es inevitable completar la frase: y como siempre,
los que estamos abajo sufrimos en carne propia los garcos…
“El PJ parece un jardín de infantes”. Néstor Kirchner. Sí, de acuerdo; todavía estamos pagando los
platos rotos de las macanas de los nenes –que ya están grandecitos–.
“Sólo hay que escuchar Canal 7 y Radio Nacional”. Hebe de
Bonafini. Y leer Página/12, Miradas al Sur y El Argentino (el de Spolzky, no les pedimos valentía
para leer el local). Así conocemos la fábula de Cristina en el país de las maravillas.
“Sí, me gustaría ser presidente”. Francisco De Nárvaez. Jueces de la Corte Suprema, téngannos
piedad: ¿otra insufrible campaña del Colorado?, ¿nos va a chamuyar un año y medio más con la idea de
que tiene un plan? Noooooo…
“Hay kirchnerismo hasta 2020”. Aníbal Fernández. Ojalá que los pronósticos de Aníbal sean como los de Carrió…
“El libre comercio no existe”. Cristina Fernandez. Es una entelequia: como no existe, se lo suple con el capitalismo de amigos K.
Es un cambio de figuritas.
“Están Enojados por El éxito opositor”.
Elisa Carrió. Puede ser. En 2011 veremos si el éxito es como el de Charly García –que volvió y llenó–
o como el de Bandana y Mambrú…
Roberto Arlt, reconocido escritor argentino naci-do el 2 de abril de 1900 y fallecido el 26 dejulio de 1942, tuvo sus comienzos como perio-
dista del diario El Mundo con sus artículos famososdenominados ‘Aguafuertes’ de 1928 a 1933, alternan-do con la creación de sus novelas, entre las que seencuentran las más conocidas El juguete rabioso(1926), Los siete locos (1929) y Los lanzallamas(1931). Para la escritura de sus novelas se valía detres elementos: la parodia, caricatura e ironía quebuscaban estimular al lector y le propone un estudiode sí mismo en cuanto a su propia realidad y su acti-tud política. En 1930 y a partir del contacto con Leónidas Barlet-ta y su grupo el Teatro del Pueblo (fundador del Tea-tro Independiente aquí en la Argentina), Roberto Arltmodifica su escritura para amalgamarla con el pro-yecto de dicho grupo. El grupo de Barletta tomabacomo modelo a los europeos Pirandello y Strindberg yel norteamericano O’Neill y su propuesta tenía cua-tro características nuevas respecto del teatro ante-rior: la idea de movimiento, como lucha por la cultu-ra y conformación de un teatro de arte; activismo porparte de sus miembros organizados en grupo; anta-gonismo a la tradición anterior; y nihilismo que nega-ba el teatro anterior. Para Arlt el teatro argentino era algo que estaba encreación y con el grupo de Barletta encontró un corre-lato escénico para sus obras: un grupo teatral, undirector que orientaba y un costado militante del tea-tro. Así comenzó a escribir obras teatrales que mezclaronel expresionismo subjetivo, más cercano a su escritu-ra novelesca, y el realismo, pregonado por el TeatroIndependiente. Sus textos eran casi confesionales,donde un protagonista, un personaje central contra-dictorio, buscaba romper con su pasado y con ungrupo social pero que siempre acaba por fracasar.Dentro de sus obras más conocidas podemos destacara Trescientos millones (1932), El fabricante de fan-
tasmas, y a partir de 1936, con Saverio el cruel y másadelante en 1940 con La fiesta del hierro se agudizasu intención política.La fiesta del hierro.La obra La fiesta del hierro, la cual es un claro ejem-plo del teatro que Roberto Arlt buscaba: “hacer teatroes mi modo de plantearle problemas a la humani-dad”. Sin embargo no sólo buscaba generarle proble-mas al público, sino que pretendía respuestas. Solu-ciones que provinieran de ellos mismos. A partir del comienzo de la obra se nos revela queDon Carlitos, empleado en una fábrica de cañones,mantiene relaciones con Mariana, la esposa del SrGrurt dueño de la empresa. En un descuido son des-cubiertos y fotografiados por el pequeño hijo del jefellamado Julio, quien convence a Ambrosio, empleadode la casa, para chantajear a Mariana. El fotógrafoencargado del revelado de las fotos de Mariana y DonCarlitos va a reunirse con el presbítero del lugar por-que teme dañar al matrimonio con éstas pruebas. Elpresbítero en un rapto de egoísmo y búsqueda deéxito personal, se aprovecha de esta situación parapedir dinero y poder construir la torre tan deseadapara su iglesia. El día del festejo del aniversario de la fundación de lafábrica, aparece el ídolo del dios Baal Moloch, man-dado a construir por Don Carlitos e ideado por elFauno una proyección de los sentimientos internosmás crueles que los personajes no se animan a deno-minar por sí mismos: la codicia, la avaricia, el egoís-mo o los celos. Julio, que refina su plan con Ambrosio,decide esconderse dentro de la estatua para podersacar más fotografías. Mientras, llegan los obreros asellar el ídolo, quedando Julio dentro de él y siendoAmbrosio el único que sabe el escondite del niño.
Habiéndose enterado del intento de chantaje deAmbrosio por el cura, Mariana decide hablar con élacerca de las fotografías que ha mandado a revelar.El empleado temiendo ser despedido calla bajo laamenaza de la mujer el hecho de que Julio está den-tro del ídolo. Llega entonces la inminente fiesta del hierro enforma de ritual al dios Baal Moloch: coro de hombresy mujeres, ofrendas rendidas por los invitados, carney sangre de ovejas sacrificadas por Grurt Armstrongy Mariana, dinero arrojado al fuego, todo para que seanuncie la guerra pronto. Ambrosio no resiste más laculpa y decide confesar que el niño Julio está dentrode Moloch; a la par de este anuncio, estalla la guerra,significando una contradictoria prosperidad tantopara la familia como para el resto de los empleados.Baal Moloch ha cumplido su promesa.Los personajes, y en especial Carlitos, son conscien-tes y sinceros, y se dan cuenta de su condición y cuan-do sucede esto, buscan cambiar su estado de inferio-ridad. Para esto, durante toda la obra, se van dandodiferentes pactos entre ellos que complejizan las rela-ciones y también agilizan la historia de la obra en sí.Sin embargo, sabemos que siempre los personajesfracasan. Esto tendría que hacerle reaccionar alpúblico, de manera que no repita los mismos erroresque Carlitos o cualquier otro personaje de Arlt. Con ésta obra Roberto Arlt, de alguna manera, inten-ta dar cuenta de las individualidades que regían almundo de la época y también, por supuesto, a laArgentina. Al plantear este problema, pretende quelos lectores revean sus acciones en el mundo real.Por esto mismo, la pieza (ésta y también el resto desus obras) podría ser considerada actual, pues losproblemas que pretendía plantear Arlt buscabancomo solución que la sociedad reflexionara sobre supropia existencia y así buscara revertir la crecienteindividualidad y egoísmo que acontecía. Esto es tanvigente que pareciera que Arlt estuviera rescribiendosus piezas el día de hoy.
9opinion Chascomus, domingo 28 de marzo de 2010
PROBLEMAS SOCIALESSOLuCIONES TEATRALES
Marisol FernándezEstudiante de Artes
II JORNADAS PROVINCIALES DEL
PROGRAMA PEDAGOGÍA DE LA MEMORIA
Miércoles 24: Acá estamos, enSan Bernardo, con muchísi-ma gente alrededor que va,
viene, se acredita, arma instalaciones,fantasea con dormir después de haberviajado toda la noche. Somos todos docentes y alumnos delos Institutos Superiores de Forma-ción Docente y Técnica de la Provinciaque participamos de este programa.¿De qué se trata? En este marco, laPedagogía de la Memoria está pensa-da como el conjunto de prácticas,reflexiones y debates teórico-meto-dológicos inscriptos en el proceso edu-cativo, que tienen como preocupacióncentral la transmisión de las expe-riencias pasadas a las nuevas genera-ciones.Pensar desde esta pedagogía, implicarevisar prácticas de la enseñanza,definir contenidos y sobre todo, unposicionarse diferente del docente,que junto con los alumnos descubre,
aprende y revisa cuestiones sobre lasque no hay verdades terminantes.No es ya el docente quien legitima undiscurso, sino el que legitima la prác-tica de generar espacios donde los dis-cursos sean escuchados, compartidos,y transmitidos. Y en ese transmitirandamos.Desde el Instituto 98 de Chascomús,vinimos con la intención de que losalumnos del Profesorado de Geografíaadapten y utilicen como materialdidáctico, para chicos de 3º año SB,una presentación multimedia genera-da por alumnos del Polimodal en elaño 2004.En ese momento, los chicos del Insti-tuto Divino Corazón trabajaron con lanominación de espacios públicos entiempos de dictadura y democracia.Analizaron los casos de Plaza Aram-
buru, Avda. Campañas al Desierto yPlaza la Barraca. Presentaron lasconclusiones en la Banca Abierta delConcejo Deliberante.El compendio de las investigaciones ylas conclusiones fueron armadas enuna presentación multimedia muyfresca, aguda y atractiva. En sumomento, fue presentada con muchí-simo éxito en las jornadas anuales delprograma “Jóvenes y Memoria enChapadmalal”.Ahora, los chicos del Profesorado,como parte de sus prácticas, van a tra-bajar con chicos de 3º SB (quince años,para que se ubiquen) el caso de Cam-pañas al Desierto, que es el que quedócon más deudas: se le quitó el nombre,pero sus transversales llevan los nom-bres de los jefes de la expedición, y devarios caciques.
Jueves 25: Acaba de terminar lamesa en que estaba incluido nuestroproyecto. Fue un éxito. Docentes yalumnos de otros institutos rescatanla necesidad de que los productosfinales de tantos proyectos excelen-tes, sean punto de partida de otros.Si la escolaridad pone un corte nece-sario a la permanencia de los acto-res de los proyectos (evidentementelos alumnos egresan y dejan la insti-tución), es bueno armar un sistemade “postas”, en el que el punto de lle-gada de un proyecto sea el inicio deotros. Y es muy bueno que los docen-tes, desde su formación, sean prota-gonistas de este tipo de prácticasáulicas, que tanta falta nos hacen ennuestras aulas.A la vuelta, una reflexión más sere-na, y manos a la obra con el nuevoeslabón de la saga de “Dime cómo tellamas, y te diré cuándo te bautiza-ron”.
Fernanda SallenaveDocente
10 una que sepamos todosChascomus, domingo 28 de marzo de 2010
V. BArroCo, tErCErA PArtE
En esta oportunidad abor-
daremos dos géneros
que, en esencia, están
emparentados con la ópera y
que, asimismo, tienen numero-
sas diferencias entre sí. Se
trata de la cantata y el orato-
rio.
La ópera es representada escé-
nicamente pero tanto el orato-
rio como la cantata, no. Por otra
parte, la ópera y el oratorio son
géneros de amplias dimensio-
nes y la cantata es tan sólo una
escena pequeña. Asimismo,
tanto la ópera como el oratorio
contienen diálogos, pero la can-
tata, la mayoría de las veces,
carece de ellos. Por otro lado,
mientras que el texto del orato-
rio es sacro y el de la ópera es
secular (en cuanto a cristianis-
mo se refiere), el texto de las
cantatas puede ser de uno u
otro tipo.
En esta ocasión, nos acercare-
mos al oratorio del Barroco
medio a través de la figura de
Giacomo Carissimi (1605-1674)
y luego haremos una aproxima-
ción a la cantata del Barroco
tardío con el augusto Johann
Sebastian Bach (1685-1750)
El oratorio es una composición
dramática, sagrada, aunque no
litúrgica, en la cual se presen-
taba un tema bíblico desarrolla-
do en la forma de recitativo,
arioso1, aria, conjunto y coro,
casi siempre con la ayuda de un
narrador o testo2 (también lla-
mado historicus). Este género
debe su nombre (salón de ora-
ción) al lugar en el que un
grupo de laicos devotos oraba y
cantaba canciones devotas.
Debido a que el oratorio conta-
ba con un libreto en verso, sin
importar si el texto era bíblico o
no, siempre estuvo más cerca
de la ópera que de la liturgia.
Podemos distinguir dos tipos de
oratorio: el oratorio volgare, en
italiano, y el oratorio latino, en
latín. Luego de la muerte de
Carissimi el oratorio volgare
cobró supremacía sobre el lati-
no.
Antes de avanzar a la obra que
nos compete, quiero mencionar-
les los oratorios de Haendel (El
Mesías, Saúl, Israel en Egipto,
Judas Macabeo, Josué, etc.) y
los de Johann Sebastian Bach
(Oratorio de Navidad3, La
Pasión según
San Juan y La
Pasión según
San Mateo4,
aunque él no
catalogara las
pasiones como
oratorios).
La obra maes-
tra de Carissi-
mi es Jephta.
El libreto, de
autor descono-
cido, está basa-
do en el Libro
de los Jueces
XI: 29-40. En
la historia
Jefté jura que
si el Señor le
concede la vic-
toria en la
batalla, sacrifi-
cará a la pri-
mera persona
que salga de su
casa a saludar-
lo cuando
retorne al
hogar. Luego
de triunfar
sobre los amo-
nitas, Jefté vuelve a su morada
y quien sale a recibirlo es su
hija. Ella solicita a su padre
que le permita ir a los montes a
llorar su prematura muerte
durante dos meses.
El narrador aparece en distin-
tas voces, conforme la acción lo
requiera. Las secciones corales,
que representan los afectos y a
veces toman parte en la acción,
poseen una marcha rítmica
muy marcada y suelen ser una
sucesión de acordes. El lamento
final, primero en voz de la hija,
luego en las voces de sus ami-
gas, y, para finalizar, en un
coro a seis voces, no tiene des-
perdicio. Es un momento de
profunda tristeza y desasosie-
go. Realmente vale la pena
escucharlo.
La cantata debe su nombre a
que es cantada. En sus inicios,
no contaba con la forma que
luego tomaría, ya que el vocablo
cantata definía sólo un medio
de ejecución y no un tipo de
composición. La forma quedó
definida hacia mediados del
siglo XVII: recitativos y arias
alternados (dos o tres de cada
uno), para voz solista con acom-
pañamiento de continuo, sobre
temas generalmente amatorios,
bajo la forma de narración o
soliloquio. Estaba concebida
para ser ejecutada en un salón
y para públicos pequeños. El
resultado se parece a una esce-
na separada de una ópera. Este
tipo de cantata se denomina
cantata da camera y sus compo-
sitores más importantes son
Carissimi, Luigi Rossi, Bárbara
Strozzi y, sobre todo, el prolífico
compositor de más de 600 can-
tatas Alessandro Scarlatti
(1660-1725).
La figura de Alessandro Scar-
latti no debe pasar desapercibi-
da. Es un compositor impor-
tantísimo para el género. Mi
intención es instarlos a escu-
char su música. Lamentable-
mente, la disponibilidad de su
obra es harto desordenada,
motivo por el cual en esta oca-
sión me es imposible recomen-
dar una obra en especial.
Como vimos hasta ahora, los
iniciadores de este género son
italianos; pero el período de glo-
ria de la cantata se lo debemos
a los alemanes Haendel y Bach.
La producción musical de Bach
está casi total-
mente ligada
a los trabajos
que tuvo. En
L e i p z i g ,
donde trans-
currió el últi-
mo período de
su vida, debía
componer una
cantata por
domingo y
fiesta del año
eclesiástico5.
Bach no com-
puso óperas.
Sin embargo,
sus cantatas
seculares o
dramma per
musica, como
él las nombró,
vienen, en
parte, a sal-
dar esta
deuda. Su
n a t u r a l e z a
está más cer-
cana a la
forma cantata
que detallára-
mos en un
principio. Se trata, como dice
Bikofzer, de “(…) todo un tesoro
de música dramática y
humorística (…)”6.
Sus obras maestras dentro de
este género son: La cantata del
café (BWV 211), La contienda
de Febo y Pan (BWV 201), El
Eolo sosegado (BWV 205) y
Hércules en la encrucijada
(BWV 213).
En esta oportunidad me intere-
sa recomendarles que escuchen
Schweigt stille, plaudert nicht o
La Cantata del Café, en la
que se parodia el gusto burgués
por esta bebida. Los personajes
son Schelendrian, su hija Liess-
gen y el narrador (que aparece
al inicio y al final de la obra, al
estilo del oratorio). El padre
quiere que su hija deje de tomar
café, bebida por la que Liessgen
siente gran fascinación. A ella
no le importa dejar todos sus
placeres mientras no sea priva-
da de su brebaje. Luego, el
padre le ofrece un marido sólo
si deja su hábito. Ella accede,
pero cuando Schelendrian sale
en busca del prometido, Liess-
gen hace el voto de casarse sola-
mente con quien la deje tomar
cuanto café se le antoje.
Musicalmente, esta pieza es de
una espontaneidad poco fre-
cuentada en el gran maestro.
Está escrita para tres cantan-
tes, flauta traversa, cuerdas y
continuo. Consta de diez núme-
ros, de una duración total de
aproximadamente veinte minu-
tos. Los recitativos tienen
acompañamiento de continuo y
las arias son de un tono
humorístico. La composición de
los personajes nos recuerda la
opera buffa. Bach creó para las
arias una atmósfera socarrona
que permite acercarnos el
Barroco tardío en su cumbre
más alta.
Hasta aquí hemos visitado una
parte de la vasta producción de
la música vocal del Barroco.
Como vimos, su evolución ha
sido magnífica y los resultados
están a la altura. Monteverdi,
Purcell, Pergolesi, Carissimi y
Bach, son sólo una pequeña e
importantísima porción de lo
que el Barroco vocal tiene para
ofrecer. Los invito a descubrir
su música y a apreciar su
excepcional e inagotable encan-
to.
Bibliografía:
. Bukofzer, M, La música en la
época barroca, Alianza Música,
Madrid, 1994
. Grout – Palisca, Historia de la
música occidental, 1, Alianza Músi-
ca, Madrid, 2001
. Schweitzer, A., J. S. Bach, El músi-
co-poeta, Ricordi, Buenos Aires,
1955
. Suárez Urtubey, P, Historia de la
Música, Claridad, Buenos Aires,
2007
. Zamacois, J, Curso de Formas
Musicales, Labor, Barcelona, 1971
1 Es una composición que se encuen-
tra a mitad de camino entre el reci-
tativo y el aria.2 Bukofzer, M, La música en la
época barroca, Alianza Música,
Madrid, 1994, Pág. 1343 Aunque, en realidad, es una serie
de cantatas independientes para
seis días festivos consecutivos.4 Considerada la cumbre de la músi-
ca religiosa de Bach.5 De las 216 cantatas que se conser-
van, sólo 30 fueron compuestas para
fines seculares. 6 Bukofzer, M, La música en la
época barroca, Alianza Música,
Madrid, 1994, Pág. 303
Ruth GabeEstudiante de Piano
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Antes de continuar nuestro recorrido quiero hacer una salvedad: a medida que vamos acercándonos a nuestros días, la cantidad de material disponi-
ble aumenta de manera exponencial; por este motivo les sugiero que tomen esta columna como un punto de partida y no como un punto de llegada.
Quizás aparezcan nombres de los que no haga ningún comentario pero que fueron significativos para el género en que se inscriben; su presencia en el
texto es una insinuación. El objetivo de esta sucesión de artículos es despertar su curiosidad para que luego ustedes realicen su propio camino.
Chascomus, domingo 28 de marzo de 2010 11CULTURA
5 DISCOS 5para COnmemOrar auSenteS, para putear hIjOS De puta
hijos de puta, lo que se dice hijos de puta, va a habersiempre; siempre los hubo y siempre los habrá. Loimportante es no dejarlos pulular por las calles,escondiditos bajo su disfraz de cordero o viejecito.Un nuevo aniversario de un golpe de estado brutaltiene que obligarnos a repensar no sólo nuestra his-toria sino el modo de relacionarnos con ella y con sus consecuencias. ¿dequé modo impactan cotidianamente en nosotros los muertos de aquellaetapa? ¿Cuántos de los que mueren hoy por causas evitables, no son en elfondo, muertos que mueren por causas implantadas allá no tan lejos y
hace tiempo? Por eso no es un ejercicio vano mani-festar el repudio por los asesinatos, las apropiacio-nes, el robo liso y llano. es la obligación como ciuda-danos del mundo no dejar impune la infamia y tam-bién, no dejar que ese repudio se vuelva la bandera deningún oportunista. Por eso 5 discos 5 en memoria de
los que ya no están pero siempre harán acto de presencia en nuestrasluchas y por sus hijos que por ahí andarán buscándose, buscando una res-puesta, como nosotros pero con una cruz más pesada sobre el lomo, la dela historia, impiadosa, cruel, viva.
La historia de un ídolo-
Leonardo Favio. ¿Qué los cau-tivaba de esa voz? ¿Qué demo-nios los seducía de esa perso-nalidad tan huraña¸ tan inte-lectual, tan comprometida?¿Por qué caló en una genera-ción con aires decididamentecontestatarios un cantautordefinitivamente pop? No losabremos nunca. Pero adivi-naremos la necesidad por elamor trágico que describe, poraquellas orquestaciones tande moda por aquellos años ypor esa militancia tan perotan romántica (no es un hala-go) que peleaba por Perón y lapatria socialista sin tenermuy en claro el para qué.Vuelto a poner en valor haceunos años por el mundillosnob se rescatan clásicos parachapar a cuatro manos en“Ella ya me olvidó”, “fuistemía un verano”, “o quizás sim-plemente le regale una rosa”.Pura inocencia irresponsable.
solitary Man (americanreccording III) -2000 -Johnny Cash. ¿Por qué poner aun folklorista norteamericanoen esta lista? llámenme cínico,pero toda alma arriba al cielocon Cash sonando de fondo.Padre de los sonwritter esehombre le cantó a todo, portodo el mundo, a todas las cla-ses sociales haciendo uso de suvoz, su guitarra y una poesíadescarnada y melancólicacomo la de aquel que ve eltiempo pasar y reconoce lashuellas de su paso. En sus últi-mos años, en plan minimalis-ta, grabó covers imprimiéndo-les su estilo, despojando, des-bastando los sonidos hastadejar en las canciones sola-mente el misterio. La versióndel clásico inoxidable de U2“One” convoca lo mejor de losfantasmas que suelen acechar-los para rematar con “That
lucky old sun (just rolls
around heaven all day)”.
Confesiones de invierno –
1973 - Sui Generis. No fue-ron los primeros en hacerrock nacional propiamentedicho, ni siquiera los más ori-ginales pero algo en ellos,Charly García presente, loshizo conectar con una gene-ración que coreó sus cancio-nes desde el mismo momentode su creación. La inocenciacon la que veían al mundo, laesperanza de un mundomejor, las dificultades queesperaban dejar atrás losconvirtieron en portavoces deuna cosmovisión que noquería ni imaginaba la vio-lencia que se avecinaba. ¿Porqué gente con tan buenasintenciones acabó cantandosus canciones en los chupade-ros del proceso? Eso habránde responderlo otros, pero silos ayudó a sobrellevar porun segundo aquel dolor de latortura bien merecen sulugar entre las estrellas.
Exile on main st. – 1972 -Rolling Stones- Los mejoresRolling, cuando no eran unasarta de viejos que giraba parapagar la luz de sus mansiones,musicalizaban una época desdeel punto de vista de la despreo-cupación con el rock & roll enpura efervescencia. Bellezascomo “Casino boggie” y “BlackAngel” nos dejan constancia deuna edad del mundo en dondetodo sonaba más puro, menosartificioso, acaso porquetodavía estaba todo por hacer.Los que vivieron la épocaquizás musicalizaran sus reu-niones politizadas con ellos,como para matizar la pesadezde temas y preocupaciones quealgunos años después, por sucompromiso con la cosa social ola mera casualidad habrían dellevarlos a la muerte. Un errorde la izquierda fue ningunearel rock. Por suerte algo de ellay del rock sobrevivió para con-tar el cuento e inspirarnos.
El jardin de los presentes –
1976 – Invisible. Spinetta,como Charly, como Calamaro,es fundamental para leer unaépoca. Si mirásemos con aten-ción la lista de temas de estedisco veríamos que todo, inclu-so su título, hace oculta refe-rencia a cuestiones de aquellosaños con una poesía que másde un naturalista francés envi-diaría. “Niño condenado”,“Alarma entre los ángeles”,“Los libros de la buena memo-ria” nos garantizan un plurali-dad de sentidos para leer lahistoria desde aquí en clavehistoricista, o acaso, oracular;como si el poeta advirtiera laoscuridad en ciernes y dejarasu exorcismo allí, a la vista,para que los presentes de aquelentonces y los deudos de hoy,tolerasen lo que siempre nospone en peligro con una sonri-sa, de esas que a veces acabansalvándonos la vida, aunquemuramos.
Gustavo ZanellaEstudiante de Filosofía
“Dentro de mil años no quedará nadade cuanto se ha escrito en este siglo.
Leerán frases sueltas, huellasde mujeres perdidas,
fragmentos de niños inmóviles”ROBERTO BOLAÑO
“El primer aniversario de esta JuntaMilitar ha motivado un balance de la
acción de gobierno en documentos y dis-cursos oficiales, donde lo que ustedes lla-man aciertos son errores, los que recono-
cen como errores son crímenes y lo queomiten son calamidades”
RODOLFO WALSH
Dicen los sabios que los grandes escritores, los clásicos, los que sobreviven a suépoca y perduran, lo hacen a través de una, o a lo sumo dos, obras destacadas queabarcan todo su mundo, su estilo, su ser literario. En ese sentido, al pensar en Rodol-fo Walsh fácilmente recordaremos, recordarán, dos de sus textos: Operación masa-
cre y Carta de un escritor a la Junta Militar.El primero de estos títulos, una cruda máqui-na de narrar que inauguró lo que luego sellamó novela de no ficción, ubicó a Walsh enel bando de aquellos escritores que no pue-
den, no conciben una literatura alejada de la política, del momento histórico que lestoca y vivir y, por ende, contar.Resultará repetitivo dar cuenta de los mecanismos con los que Walsh fraguó Ope-
ración masacre, pero bastará recordar que a través de la gran capacidad narrativaadquirida de sus labores como periodista, traductor y escritor, el autor consiguió unarelatar historia que amalgamaba lo más seco y crudo del lenguaje judicial, convariadísimos documentos, junto a elementos de la mejor narrativa policíaca.Pese a la mayor destreza y al creciente reconocimiento que por estos días goza el
libro que relató los fusilamientos del basural de José León Suárez, es a través deCarta… que Walsh entra y se acomoda en esa dama borrosa y totémica conocidacomo Historia. No sólo por el mensaje, y por la situación en la que fue escrito, en lamás cuidadosa clandestinidad. Además de denunciar con detalles y con pruebasirrebatibles a ese régimen que recién comenzaba a teñir de negro al país, la carta deWalsh a los inefables popes de la dictadura llevará al periodista al sitial que hoyocupa por lo que su distribución deparó: repartiendo copias de la Carta… en lugaresclaves que asegurarían su difusión, el nacido en Río Negro fue emboscado por ungrupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada, que a fuerza de tiros sumóun desaparecido más.Los verdugos de verde, sin embargo, no consiguieron callar lo que Rodolfo tenía paradecir aquel día. Que llegó hasta nosotros, y que será lo que quedará de Walsh.
Lo qUe qUedará de WaLshJuan Francisco Uriarte
Periodista
¿Por qué una fecha es pertinente?
¿Se debería rememorar el comienzo
o el fin? Las razones por las cuales
se debería replantear (o poner en discu-
sión) la elección. El fantasma del disci-
plinamiento social como método de con-
servación de privilegios y el riesgo de
postular una visión impoluta de la
democracia. La necesidad de una mira-
da crítica. ¿Cuál debería ser el día ade-
cuado para celebrar el Día de la Memo-
ria (con las mayúsculas correspondien-
tes)? ¿El 24 de marzo o el 10 de diciem-
bre? ¿El día que los militares decidieron
tomar las riendas para continuar el
genocidio mediante la sistematización
del terrorismo de Estado o el día que
entregaron el poder a un gobierno elegi-
do democráticamente (una fecha, diga-
mos, que tiene su peso simbólico)?
Se puede sostener que el 24 de marzo es
una fecha inoportuna: Martín Caparrós
objeta la elección del día señalando que
“significa, antes que nada, insistir en el
recuerdo de que los ricos argentinos
estuvieron –y están, seguramente– dis-
puestos a hacer de todo para seguir
siéndolo: si lo hicieron entonces, por qué
no en cualquier otro momento, si ven
necesidad. Una forma de agitar el fan-
tasma para producir disciplina social:
muchachos, acuérdense de aquello, no
se olviden de que si quieren cambios
importantes no les va a salir gratis”.
Por fuera de que Caparrós es intencio-
nalmente esquemático –hablando de los
ricos, sin hacer mención que el golpe
contó con un consenso inicial de secto-
res sociales que luego fueron víctimas
de la represión–, el derrocamiento del
gobierno de Isabel Perón constituyó el
establecimiento de un gobierno dictato-
rial que tuvo como objetivo principal el
disciplinamiento social de los sectores
subalternos –definiendo a todo aquello
que planteara objeciones como “subver-
sivo”– y el cambio de la estructura pro-
ductiva del país. La dictadura estable-
ció un patrón de acumulación basado en
la concentración económica –en benefi-
cio de los grupos económicos locales y
empresas extranjeras con filiales en
nuestro país– y la super-explotación
laboral: en el período aumentó el
desempleo y aumentó la productividad
de los trabajadores (al generarse ese
doble proceso, se consolidó la transfe-
rencia de recursos del sector asalariado
al empresario). Este plan se imple-
mentó con la disolución de la actividad
sindical, el control interno de las fábri-
cas y el terror. Para acabar con el Esta-
do interventor, se produjo la –hasta ese
momento– insólita alianza entre el sec-
tor más ultramontano de las fuerzas
armadas y los sectores empresarios más
ortodoxos (hubo momentos de acerca-
miento, pero siempre con reticencias:
Krieger Vasena, ministro de economía
de Onganía, ultraliberal, pudo hacer
poco si se lo compara con el poder de
destrucción que tuvo Martínez de Hoz).
La apertura económica fue realizada
bajo el fuego de la represión. Optaron
por profundizar la salida más drástica.
El año pasado –en esta columna– se
señaló que existía un punto ciego en el
proceso de transición entre ambos pro-
cesos. Que hubo un quiebre, pero que
también había una continuidad con el
modelo en ciernes: la actividad para-
estatal de la Triple A, las operaciones
militares previas al golpe y las medidas
económicas de Celestino Rodrigo alla-
naron el camino de los militares que
después habrían de tomar el poder. La
Triple A permite explicar por qué fue
un genocidio –pese a la tipificación de
Naciones Unidas, que excluye a los gru-
pos políticos por las presiones que ejer-
cieron los soviéticos, que no querían
revisar las purgas estalinistas–: si el
objetivo hubiese sido el combate del
terrorismo, habrían tenido como objeti-
vo el terrorismo de derecha; pero, como
dijo el canciller vicealmirante Guzzeti,
“‘el terrorismo de derecha no es tal’ sino
‘un anticuerpo’” (extraigo la cita de una
nota al pie de la Carta abierta de Rodol-
fo Walsh). Por otra parte, las operacio-
nes militares –contra Montoneros en
Formosa y contra el ERP en Monte
Chingolo– fueron muestras palmarias
de la desactivación de la guerrilla antes
del 24 de marzo de 1976; allí fue explí-
cita la asimetría de los contrincantes,
de los “dos demonios”. Con respecto a
este punto, Caparrós señala –para obje-
tar la fecha elegida– que “postular que
todo empezó el 24 de marzo es una
forma de exculpar al gobierno democrá-
tico de Perón, Perón y compañía: un
modo de pretender que todo el mal
empezó con el golpe, que la democracia
no torturó, secuestró y mató, democráti-
camente, a cientos de personas. No; hay
que presentar una ruptura brutal
donde no la hubo y seguir vendiendo
que la democracia es impoluta inmacu-
lada, el mejor de los mundos, que los
malos fueron esos militares sanguino-
lentos feos y que todo aquello fue un
paréntesis que ya se cerró, que quedó
en el pasado”. La idea es perturbadora,
porque expresa que la democracia for-
mal, en sí misma, no implica la cesación
de la represión, de la desactivación del
terrorismo estatal, de la actividad para-
militar planificada y sustentada en la
oscura oficina de un ministerio –volve-
mos a la Triple A–. Que en la democra-
cia pueden ocurrir crímenes aberrantes,
delitos de lesa humanidad. Que en la
democracia puede surgir un Rasputín,
un brujo maldito, que tuvo un sustento
que le permitió hacer y deshacer a
gusto (no se puede desvincular los indi-
viduos de los procesos sociales, no se
puede extrapolar la historia. Que el
país haya quedado en manos de gente
que intentó revivir a Perón con brujería
–tal como dijo alguna vez José Gelbard,
Ministro de Economía del tercer período
justicialista¬– responde a una construc-
ción política reaccionaria, a un régimen
de alianzas que decidió sostener el viejo
líder).
Caparrós señala que deberíamos cele-
brar, rememorar, el día en que se acabó,
el día en el que el poder fue entregado a
un gobierno elegido en elecciones libres.
Y que, al recordarlo, expliquemos (o,
mejor dicho, intentemos explicar) qué
implicó ese golpe, qué consecuencias
sociales tuvo: cómo se modificó la socie-
dad, qué sistema de valores se intentó
imponer, mediante qué mecanismos.
Qué alianzas se produjeron para que
sea posible, cómo confluyeron los man-
dos de las Fuerzas Armadas y los secto-
res antiperonistas. Cómo se constituyó
el consenso inicial. Qué imaginario de
orden elaboraron los militares en el
momento anterior al golpe, en qué con-
texto social y político; qué continuida-
des persisten entre ese viejo imaginario
y el actual. Cómo lo recibieron el Esta-
do y cómo lo dejaron. Quiénes fueron los
triunfadores y quiénes los derrotados
(no sólo los trabajadores fueron los per-
dedores: también quebraron, producto
de la apertura económica asimétrica,
sectores empresarios medianos y
pequeños).
Es un imperativo moral reconstruir crí-
ticamente el período. La fecha señalada
por Caparrós no es fortuita: el 10 de
diciembre es el día de los Derechos
Humanos. Habría una continuidad lógi-
ca entre esta fecha y el Día de la Memo-
ria. (Ah, y también es el día en que
falleció Augusto Pinochet, el sanguina-
rio dictador chileno. Las coincidencias a
veces son macabras. O, si se prefiere,
paradójicas.)
Chascomus, domingo 28 de marzo de 201012 opinion
Pase un día diferente...Consultas y reservas
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24 dE marzo: ¿día dELa mEmoria?
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¿Por qué una fecha es pertinente? ¿Se debería rememorar el comienzo o el fin? Las razones por las cuales se debería replantear (oponer en discusión) la elección. El fantasma del disciplinamiento social como método de conservación de privilegios y el riesgo de pos-
tular una visión impoluta de la democracia. La necesidad de una mirada crítica.
Nicolás Alejandro MiguezEstudiante de Periodismo
por Gastón Maffei