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ANÁLISIS TECNOLÓGICOS Y PROSPECTIVOS SECTORIALES COMPLEJO QUÍMICO Responsable: Ulises Sedrán FEBRERO 2016

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ANÁLISISTECNOLÓGICOSY PROSPECTIVOSSECTORIALES

COmPLEjO QuímICO

Responsable: Ulises Sedrán

FEBRERO 2016

AUTORIDADES

■ Presidente de la Nación

Ing. Mauricio Macri

■ Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva

Dr. Lino Barañao

■ Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva

Dr. Miguel Ángel Blesa

■ Subsecretario de Estudios y Prospectiva

Lic. Jorge Robbio

■ Director Nacional de Estudios

Dr. Ing. Martín Villanueva

RECONOCIMIENTOS

Los estudios sobre complejos productivos industriales fueron coordinados por el Dr. Juan Santarcángelo y asistidos por el Lic. Martín Kalos. La supervisión y revisión de los trabajos estuvo a cargo del equipo técnico del Programa Nacional de Prospectiva Tecnológica (Programa Nacional PRONAPTEC) perteneciente a la Dirección Nacional de Estudios del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva:

■ Lic. Alicia Recalde.■ Lic. Manuel Marí.■ Lic. Ricardo Carri.■ A.E. Adriana Sánchez Rico.

Se agradece a los diferentes actores del sector gubernamental, del sistema científico-tecnológico y del sector productivo que participaron de los distintos ámbitos de con-sulta del Proyecto. No habría sido posible elaborar este documento sin la construcción colectiva de conocimientos.

Por consultas y/o sugerencias, por favor dirigirse a [email protected]

El contenido de la presente publicación es responsabilidad de sus autores y no represen-ta la posición u opinión del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.El estudio se realizó entre entre octubre de 2012 y abril de 2013.

1

COMPLEJO QUÍMICO

1 PROCESOS PRODUCTIVOS Y TECNOLOGÍAS ACTUALES

1.1 Mapa tecno-productivo del complejo

1.1.1 Definición del objeto de estudio. Antecedentes

El complejo de sustancias químicas básicas responde a distintas definiciones sobre

qué productos pueden ser incluidos en el mismo. En efecto, pueden considerarse las

definiciones usuales y esenciales en cuanto a que una sustancia química básica es

aquella que se produce para ser usada como materia prima de otros procesos, pero

además existe un alto número de descripciones también aplicables. Se entiende que

un estudio de este tipo requiere una definición más precisa y cercana a las utilizadas

en procedimientos comerciales típicos.

Es notorio que la actividad industrial dedicada a la producción de sustancias y

productos químicos tiene sectores con características económicas, comerciales y

técnicas diferenciadas, que incluyen empresas de muy diversa magnitud. A estas

evidencias pueden agregarse diferencias notorias en cuanto a la tecnología empleada

en los procesos productivos, que en algunos casos es de alta madurez, como se

analizará más adelante en relación al tema de estudio (productos químicos básicos).

También resultan propias de cada sector dentro de la industria química las

características sobre cantidad y nivel formativo del personal empleado y las

necesidades de capital y financiamiento. No obstante, puede intentarse una

clasificación según el destino de la producción, que no resulta extraña en la

metodología de los estudios económicos, en la que se observan dos divisiones

importantes: la de sustancias y productos de uso intermedio, destinadas al

abastecimiento de otras industrias, al sector agrícola y a las producciones de

hidrocarburos y minería, y la de productos destinados al consumo final. Dentro de la

primera clasificación (productos de uso intermedio), pueden considerarse tres

sectores: las sustancias y productos químicos básicos (también denominado química

2

básica), los agroquímicos y fertilizantes, y las especialidades químicas. Finalmente,

dentro de las sustancias y productos químicos básicos, puede establecerse una

diferenciación entre los productos de origen orgánico y los de origen inorgánico, que

se mantendrá en este informe.

La clasificación de Naciones Unidas Código Internacional Industrial Único (CIIU), Rev.

3 (2008) define la Categoría D de Industrias manufactureras, con la División 24 -

fabricación de sustancias y productos químicos, y el Grupo 241-fabricación de

sustancias químicas básicas. A su vez el grupo se subdivide en las siguientes clases:

2411-fabricación de sustancias químicas básicas, excepto abonos y compuestos de

nitrógeno; 2412-fabricación de abonos y compuestos de nitrógeno; 2413-fabricación

de plásticos en formas primarias y de caucho sintético. Esta descripción, usada en

algunos casos, es aún indefinida a los fines de un estudio de prospectiva tecnológica

nacional para el complejo químico. Por otro lado, dentro de los capítulos 28 y 29 de la

Nomenclatura Comercial del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), se encuentran

los Productos Químicos Inorgánicos y Orgánicos, respectivamente, que a su vez

incluyen a aquellos que pueden considerarse básicos en el sentido de ser de uso

intermedio y destinado al abastecimiento de otras industrias.

La Cámara de la Industria Química y Petroquímica (CIQyP) nacional realiza una

división primaria entre productos químicos de uso intermedio y para el consumo

final; en la primera categoría los agrupa según sustancias y productos químicos

básicos, agroquímicos y fertilizantes, y especialidades químicas. Dentro de la primera

categoría distingue entre sustancias químicas orgánicas y sustancias químicas

inorgánicas, y a cada una de ellas las divide entre commodities y productos de

química fina. Si bien una sustancia química básica puede no ser un commodity, las

características de los productos y sus mercados de producción pueden resultar

cercanas a las que son propias de tales bienes.

Así, se decidió estudiar a los productos de mayor importancia incluidos en los

Capítulos 28 y 29 de la Nomenclatura Comercial del Mercosur que cumplieran con la

definición de “básico” descripta anteriormente (magnitud de producción,

abastecimiento a otras industrias, etc.), incorporando las observaciones de la CIQyP.

3

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva creó el Programa

Nacional para Prospectiva Tecnológica (PRONAPTEC) por Resolución Ministerial

458/10, en el que se pretende brindar asesoramiento para la creación de Unidades de

Prospectiva en instituciones gubernamentales, universidades, centros de

investigación, cámaras empresariales y pequeñas y medianas empresas, desarrollar

estudios sectoriales de prospectiva en áreas productivas y sociales relevantes para el

desarrollo regional y nacional, cumplir estudios regionales de prospectiva que

faciliten la identificación de estrategias para el desarrollo local, brindar servicios de

información sobre evolución de tecnologías y producir actividades de formación y

capacitación.

Es de mencionar que existen en el país estudios de tipo prospectivo sobre la

industria química nacional. Uno de ellos es el “Ejercicio de prospectiva en el sector

químico”, cumplido en el marco del Plan Estratégico Nacional de CTI “Bicentenario”

(2006-2010), cuyos objetivos eran “identificar tendencias globales de la industria

química, reconocer áreas del sector químico donde existan buenas posibilidades de

crecimiento y competitividad en el curso de los próximos quince años, detectar

posibles problemas existentes en el país, como por ejemplo la falta de disponibilidad

de recursos críticos, o la carencia de una infraestructura científica y tecnológica

apropiada para dinamizar el desarrollo de las áreas seleccionadas, y determinar la

eventual necesidad de impulsar políticas públicas de apoyo que permitan mejorar los

escenarios que resulten del ejercicio”. El trabajo fue coordinado por el Dr. Enrique

Vallés, y se decidió circunscribirlo exclusivamente a los sectores de petroquímica,

química fina y farmoquímica, en función de concentrar en ese momento el 60 % de la

producción de la industria química argentina. La metodología empleada fue Delphi y

el estudio no incluyó detalles de prospectiva tecnológica. Además, cámaras del

sector han generado diversos informes con carácter prospectivo general (caso de la

CIQyP, años 2003 y 2011).

1.1.2 Características del complejo. Comercialización de la producción local.

En gran parte del mundo el sector de productos químicos básicos está incluido

dentro de las industrias más globalizadas, con claras consecuencias para los países,

4

tanto a nivel interno como externo. Dicho nivel de globalización no solamente implica

generalmente altas relaciones de exportación, de penetración de importaciones y de

exposición a la competencia externa, sino también una fuerte presencia de inversión

extranjera directa en el sector.

En 2010, según información de la CIQyP, el valor bruto global de la producción

química en Argentina fue de más de 25.400 millones de dólares, que representan

aproximadamente 12.5 % del PBI de la industria manufacturera. Las exportaciones e

importaciones del sector fueron 5.850 millones y 10.300 millones de la misma

moneda, respectivamente, lo que precisa un balance comercial con un déficit de

4.400 millones de dólares. Estas cifras definen un consumo aparente de sustancias y

productos químicos de más de 29.000 millones de dólares. En el mismo año, la

actividad del conjunto de la industria química dio empleo directo a más de 108.000

personas, equivalente al 8,1 % del empleo total de la industria manufacturera. Los

productos que genera son indispensables en todos los aspectos cotidianos de la vida

actual (alimentación, salud, limpieza, producción agrícola, vestimenta, vivienda,

transporte, comunicaciones, educación, etc.). Corresponde además destacar el fuerte

vínculo entre industria química y ciencias químicas y físicas, como obviamente

también con las tecnologías de producción, que son las herramientas que permiten

su desarrollo, progreso y consolidación a través de la manipulación y transformación

de materias primas y energía.

La facturación mundial de productos químicos en 2007 fue de 3180 miles de millones

de dólares, y 20 millones de personas en el mundo tiene trabajo en relación directa o

indirecta con esta industria1. Del total de ventas, las latinoamericanas representaron

el 4.2 %, y las argentinas el 16 % dentro de la contribución regional, donde Brasil es

el mayor productor, con el 78 % del total latinoamericano (ver Tabla 1 y Figuras 1 y 2).

A partir de estas cifras puede concluirse que la industria química argentina contribuye

con menos del 0.7 % del total mundial.

1 International Council of Chemical Associations, ICCA (www.icca-chem.org)

5

Tabla 1. Ventas mundiales de productos químicos (millones de dólares). CAIQyP

Figura 1. Ventas mundiales de productos químicos por regiones. CAIQyP

6

Figura 2. Ventas de productos químicos en América Latina. CAIQyP

El complejo de productos químicos básicos es “multifunción”, y dentro del mismo

pueden definirse dos líneas principales: la de los productos químicos básicos

orgánicos y la de los productos químicos básicos inorgánicos.

En términos generales, los productos químicos básicos, tanto orgánicos como

inorgánicos, poseen un volumen de producción elevado. Su precio es moderado y en

general sujeto al balance de oferta y demanda mundial, y poseen especificaciones

técnicas sobre composición, propiedades, pureza y otros aspectos, que suelen estar

sometidas a un alto grado de estandarización.

Sólo a modo de ejemplo introductorio, dentro de los productos básicos orgánicos

pueden mencionarse benceno, tolueno, xilenos, etileno, propileno, butilenos,

butadieno, formaldehído, ácido acético, estireno, etilenglicol, etc. El sector que los

produce es altamente capital-intensivo y con necesidad de escala internacional. La

intensidad de mano de obra es baja, pero con requisitos de alta capacidad técnica.

Este aspecto es discutido con mayor detalle más adelante en el informe. La

disponibilidad logística tiene un impacto importante sobre el sector y los productos

sufren fuerte competencia internacional y regional. En especial en nuestro país la

disponibilidad continua asegurada y a precio competitivo de materia prima,

7

particularmente gas natural, y energía, condiciona fuertemente a las producciones de

estos productos, lo que es analizado con más profundidad luego en este informe.

Dentro de los productos básicos inorgánicos pueden mencionarse cloro, hidróxido de

sodio, ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, ácido nítrico, oxígeno, nitrógeno, carbonato

de calcio, etc. Aquellos clasificables como commodities poseen las mismas

características en términos de incidencia de capital, escala de producción, intensidad

de mano de obra y logística de los productos orgánicos básicos.

En el año 2010 la aportación del sector de química básica fue del 25 % de la

producción de la industria química argentina y del 32 % del consumo aparente, dada

su fuerte contribución en el rubro importaciones. En las dos últimas décadas, la

situación pico para todos los rubros (máximos en producción, importaciones,

exportaciones y consumo aparente, y mínimo en saldo comercial) se produjo en el

año 2008, como se aprecia en la Figura 3, donde también se observa un crecimiento

continuo en producción.

Figura 3. Evolución del sector químicos básicos. Argentina 1993-2010. CAIQyP

Otra característica del sector de química básica nacional es que la contribución al

empleo del sector corresponde en un 45 % a las pequeñas y medianas empresas

8

(PyME, menos de 100 empleados), que aportan el 25 % de la producción del sector, y

el 55 % a grandes empresas (CIQyP, 2011)2.

1.1.3 Sustancias químicas básicas inorgánicas. Ejemplos del sector.

En este informe se desarrollarán algunos ejemplos de la producción de sustancias

químicas básicas inorgánicas. El estudio individualizado de cada producto que pueda

ser clasificado como tal, excede ampliamente las posibilidades de este estudio, por

lo que se optó por tomar ejemplos demostrativos de la situación general. Tales

ejemplos muestran las características comunes a la mayoría de los productos más

importantes del sector, y demuestran, en relación a los aspectos tecnológicos, la

particularidad de madurez y la relativamente baja movilidad de los aspectos centrales

de cada uno de los procesos. No obstante, existen márgenes de aprovechamiento de

oportunidades en base a fortalezas del sector científico-tecnológico nacional, y a

nuevas medidas del gobierno nacional, que se discuten en la Sección 2.

1.1.3.1 Amoníaco

Uno de los ejemplos seleccionados es el del amoníaco (NH3), sintetizado desde 1913

con nitrógeno e hidrógeno mediante un proceso (Proceso Haber-Bosch) que puede

considerarse básicamente el mismo que es empleado actualmente, aunque con

obvias mejoras, como la registrada en los años 1960 con la introducción de

compresores centrífugos, o de nuevas aleaciones que permitieron plantas de mucha

mayor capacidad y redujeron significativamente la inversión de capital y,

fundamentalmente, los requerimientos energéticos, que ahora se acercan al valor

teórico. Entre los proveedores internacionales de tecnología más importantes puede

citarse a Haldor Topsoe, Kellogg Brown Root, ICICF Braun, Uhde y Casale.

En Argentina el amoníaco es producido en su totalidad a partir del reformado de gas

natural con vapor. En el mundo, más del 77 % del amoníaco tiene origen en el gas

2 La Industria Química Argentina. Situación actual y su Potencial hacia el 2020. Cámara Argentina de la

Industria Química y Petroquímica (CIQyP 2011, www.ciqyp.org.ar)

9

natural, lo que representa aproximadamente un 5 % del consumo total de este

recurso fósil, mientras un 14 % es producido a partir de carbón. El 75 % del

amoníaco producido se emplea para fabricar fertilizantes, en particular urea, y el 7 %

para fabricar ácido nítrico. El gas natural, en presencia de vapor de agua a muy

elevada temperatura y con un catalizador adecuado, se transforma en gas de síntesis,

es decir, monóxido de carbono CO e hidrógeno H2; posteriormente el CO se

transforma en dióxido de carbono CO2 por acción de otro catalizador. El CO2

presente en el gas de proceso es eliminado de la corriente gaseosa por absorción en

una solución básica. Finalmente el hidrógeno es combinado con el nitrógeno del aire

para producir amoníaco sobre un catalizador que típicamente es de hierro con

promotor de potasio. Es interesante destacar que luego de haber encontrado en la

primera parte del Siglo XX en este tipo de catalizador una opción muy adecuada para

la síntesis de amoníaco, se lo ha mantenido a lo largo del tiempo; los cambios

observados han sido optimizaciones sobre esa base.

La mayor producción nacional de amoníaco corresponde a la planta de PROFERTIL,

en Bahía Blanca, una asociación entre YPF y Agrium de Canadá, que comenzó su

producción de 1.100.000 toneladas por año de urea y 750.000 de amoníaco en 2001.

La tecnología empleada es de Haldor Topsoe, y la planta fue en su momento la de

línea simple de mayor capacidad de producción de amoníaco en el mundo.

Los problemas derivados de la inseguridad de suministro de la materia prima

necesaria para producir amoníaco en nuestro país, el gas natural, ha tenido

consecuencias visibles. En Río Tercero, la Fábrica Militar dejó fuera de servicio una

planta de amoníaco en 2007, montada en 1949, que había sufrido desperfectos

técnicos. Es probable que los problemas de suministro de gas natural hayan tenido

un fuerte impacto negativo sobre la posibilidad de volver a ponerla en marcha; desde

entonces, el amoníaco necesario en la fábrica, que es utilizado para la producción de

ácido nítrico, que utiliza en la producción de explosivos y también vende a

Petroquímica Río Tercero para la producción de di-isocianato de tolueno, es

trasladado por medio de camiones. En relación a este problema, la Dirección General

de Fabricaciones Militares anuncia un proyecto (NITRAMAR, que requiere una muy

fuerte inversión global de 860 millones de dólares). El mismo comprende un

complejo productivo con tres nuevas plantas destinadas a la producción diaria de

10

1500 toneladas de amoníaco 1000 de ácido nítrico y 1200 de nitrato de amonio, a

localizar en Punta Loyola, a 35 km de Río Gallegos, Santa Cruz. Otro ejemplo del

impacto de los problemas de abastecimiento de gas natural es el de la empresa

Petroquímica Río Tercero, que decidió suspender el proyecto de una planta de

amoníaco en esa ciudad, incluso reexportando el equipamiento de que ya disponía,

ante la falta de seguridad en la provisión del gas natural necesario. Este aspecto

también se discute en la sección “Sustancias químicas básicas orgánicas” y en

Sección 2).

En anticipo de conceptos que se discutirán en la Sección 2 de este informe, en

relación a que estas tecnologías pueden considerarse maduras, aunque admiten

mejoras en aspectos no centrales pero no por ello menos importantes, o de fuerte

impacto, para el proceso de producción de amoníaco pueden mencionarse algunos

ejemplos. Entre ellos, las mejoras dadas por la introducción de sistemas de control

distribuido, o por mejores catalizadores que redujeron el consumo energético y

tuvieron mayor vida útil3 4. No obstante, existe investigación sobre tecnologías no

convencionales para producir amoníaco, que en su mayoría apuntan a lograr que el

hidrógeno necesario como materia prima no provenga de fuentes fósiles como al

presente, sino de fuentes renovables y de menor impacto ambiental. En tal sentido

pueden citarse la gasificación de biomasa5, el reformado en fase acuosa de derivados

de biomasa (glicerol, alcoholes, azúcares), o la tecnología Hydromax que puede

aprovechar diferentes combustibles, como residuos domiciliarios o biomasa6. Al

presente estas opciones están lejos de una escala comercial de aplicación.

Otro producto químico básico inorgánico importante es el ácido nítrico, que se

produce mediante oxidación con aire del amoníaco sobre un catalizador que

generalmente es de platino, y luego los óxidos se absorben en agua. Dependiendo

3 S. E. Nielsen, Latest developments in ammonia production technology, FAI International Conference in

Fertiliser Technology". 12-13 April, 2007, New Delhi.

4 U.S. Awasthi, CHALLENGES & INNOVATIONS IN TECHNOLOGY OF AMMONIA UREA PLANTS IFFCO,

India, 2012

5 M. J. Prins; K. J. Ptasinski; F. J. J. G. Janssen. Fuel Process. Technol. 86 (2004) 375-389.

6 Ver Ref. 4.

11

del proceso de absorción, el ácido es producido en concentraciones de 50 a 60 %.

Aproximadamente el 60 % del ácido nítrico producido en el mundo se destina a la

producción de nitrato de amonio, con destino a fertilizantes o explosivos mineros, y el

resto se distribuye entre la producción de fibras sintéticas, de isocianatos

(poliuretanos) y explosivos militares.

1.1.3.2 Cloro–hidróxido de sodio–ácido clorhídrico

Otro de los ejemplos demostrativos de productos químicos básicos inorgánicos es el

constituido por el ácido clorhídrico HCl y los muy estrechamente relacionados

hidróxido de sodio (soda cáustica) NaOH y cloro Cl2. Existen tres tecnologías

principales para el proceso electrolítico clásico (cloro-soda) de producción de

hidróxido de sodio, que difieren en el modo en que se separan ánodo y cátodo en la

celda electrolítica: la celda de mercurio (más antigua), la celda de diafragma y la celda

de membrana, que es esencialmente la única demandada actualmente para nuevas

plantas.

La mayor parte de la producción de HCl tiene uso cautivo de parte de los

productores, y los métodos principales de producción son la síntesis directa,

asociada a plantas de cloro-soda, y como subproducto de síntesis orgánicas o

reacciones de cloración. Siendo un producto gaseoso, típicamente se lo produce en

soluciones acuosas de 30 a 36 % de modo de minimizar pérdidas evaporativas y

facilitar su transporte. La producción mundial anual es cercana a los 20 millones de

toneladas, y los mayores productores son Dow Chemical, FMC, Georgia Gulf

Corporation, Tosoh Corporation, Akzo Nobel y Tessenderlo con producciones de

entre 0.5 y 1.5 Mt/año cada una. Este ácido inorgánico fuerte tiene diversas

aplicaciones, que incluyen regeneración de intercambiadores iónicos, operaciones de

control de pH y neutralización y tratamientos decapanates-desoxidantes de metales.

En las plantas de cloro-soda se electrolizan salmueras para producir hidróxido de

sodio, cloro e hidrógeno, los que se recombinan para formar HCl gaseoso en un

quemador de ácido. Aunque también se lo puede producir a partir de la

descomposición térmica de cloruros metálicos provenientes del tratamiento de

metales, la mayor fuente de HCl es como subproducto en la producción de

12

compuestos orgánicos clorados o fluorados, de ácido cloroacético y de PVC, el que

muchas veces es consumido en el mismo proceso de producción.

El cloro es un producto químico inorgánico básico, cuyo mayor uso es en procesos

de cloración de compuestos orgánicos. El HCl, particularmente si hay exceso del

mismo, puede ser una fuente alternativa para producir cloro por vía electrolítica, que

a su vez constituye uno de los procesos de uso más intensivo de energía. Es de

mencionar que el fuerte aumento de la capacidad mundial de diisocianato de tolueno

(TDI) y de metil difenil diisocianato (MFD) generan exceso de HCl. Si hay alta

demanda de cloro, entonces el aumento de la capacidad de su producción en plantas

de cloro-soda, puede generar exceso de NaOH. De este modo, conservando los

principios tecnológicos básicos de la electrólisis de HCl para producir cloro, vigentes

desde hace tiempo, los esfuerzos de desarrollo tecnológico se dan sobre la

optimización de aspectos puntuales. A modo de ejemplo, en la producción

electrolítica de cloro, Bayer ha desarrollado cátodos de oxígeno despolarizados, que

evitan la formación de hidrógeno, reduciendo el voltaje necesario, con lo que se

reclama un consumo de energía eléctrica 30 % menor que en los procesos

convencionales de diafragma7. Es de mencionar que la producción de tales cátodos

requiere un know-how muy específico, de alta complejidad.

En el país, Solvay Indupa en Bahía Blanca posee una planta de cloro-soda que

produce 165000 toneladas por año de cloro y 185000 de soda cáustica, con totales

nacionales del orden de las 260000 y 305000 toneladas, respectivamente.

En Petroquímica Río Tercero se producen 30000 ton/año de soda cáustica, y 80000

ton/año de ácido clorhídrico, y recientemente se amplió la capacidad a 170000

ton/año.

1.1.3.3 Ácido sulfúrico

Este estudio no puede obviar la referencia al ácido sulfúrico, producto químico básico

7 Giving Up Is Not an Option. Technology Solutions 1 / 2012, p.30.

13

inorgánico de muy amplio uso, que incluso ha sido considerado índice de la actividad

industrial de un país. La tecnología de producción evolucionó desde la denominada

“de cámaras” a la que se utiliza actualmente, denominada “de contacto”. Se lo

produce a partir de azufre (con mejor balance energético) o del mineral pirita, que son

transformados en dióxido de azufre por tostación y posteriormente en trióxido de

azufre sobre catalizadores de pentóxido de vanadio, el que luego es hidratado y

genera el ácido como un producto de alta concentración, 98-99 %. Entre los empleos

más comunes del ácido sulfúrico se cuentan la producción de halógenos (bromo,

yodo), fertilizantes (fosfato de amonio, superfosfatos), refinación de petróleo,

tratamiento de metales, colorantes, ácidos orgánicos, sales (especialmente sulfatos),

dentro de una lista muy extensa.

La producción nacional anual es de aproximadamente 260000 toneladas8, con un

claro ascenso en esta última década. ICI Argentina, con dos plantas en San Lorenzo

(Santa Fe) es el mayor productor, con el 44 % del total. Sulfacid produce el 24 %,

como subproducto de la producción de zinc, y la producción de Fabricaciones

Militares representa aproximadamente el 15 % del total. Esta última desarrolla

proyectos de expansión y modernización de su planta de ácido sulfúrico.

1.1.4 Sustancias químicas básicas orgánicas. Ejemplos del sector

Al igual que para los productos básicos inorgánicos, se desarrollarán algunos

ejemplos de la producción de sustancias químicas básicas orgánicas. El estudio

individualizado de cada producto que pueda ser clasificado como tal, excede

ampliamente las posibilidades de este estudio, por lo que se optó por tomar

ejemplos demostrativos de la situación general. Tales ejemplos muestran las

características comunes a la mayoría de los productos más importantes del sector, y

demuestran, en relación a los aspectos tecnológicos, la particularidad de madurez y

la relativamente baja movilidad de los aspectos centrales de cada uno de los

procesos. No obstante, existen márgenes de aprovechamiento de oportunidades en

base a fortalezas del sector científico-tecnológico nacional, y a nuevas medidas del

8 AQA, Producción Química Argentina 2007.

14

gobierno nacional, que se discuten en la Sección 2.

La industria petroquímica mundial, cuyas materias primas son productos químicos

básicos orgánicos, ha crecido en gran medida en los últimos 30 años. En 2010 su

capacidad se estimaba en alrededor de 1.500 millones de toneladas anuales,

superando en más de tres veces el valor de 1980. Dicho crecimiento no fue

homogéneo en distintas regiones del mundo, con mayores aumentos en el Lejano y

Medio Oriente, mientras América Latina aumentó su capacidad de 9 a 75 millones de

toneladas para el mismo. Brasil tiene la mayor capacidad petroquímica instalada,

alrededor del 40% del total para la región, seguido por México, Venezuela y

Argentina9. Debe considerarse que estas cifras son globales e incluyen no sólo a los

productos químicos básicos orgánicos sino también a los productos finales del

complejo petroquímico, pero claramente indican la magnitud del sector. Para el caso

de los productos químicos básicos orgánicos pueden definirse en el país seis polos

o, más apropiadamente, áreas petroquímicas, de distinta magnitud y consecuente

impacto sobre el complejo de productos químicos básicos. Esta particularidad de

agrupamiento, que es también evidencia de la importancia del sector, facilita el

análisis de la información disponible. El Área San Lorenzo - Puerto San Martín -

General Lagos, en la provincia de Santa Fe incluye las plantas de BASF Argentina SA,

DOW Química Argentina SA, ICI Argentina SAIC, LD Manufacturing SA, PETROBRAS

Argentina SA y Petroquímica Bermúdez SA. El Área Campana-San Nicolás incluye a

las plantas de ATANOR SA, CABOT Argentina SAIC, CARBOCLOR SA, Carboquímica

del Paraná SA, Paraná SA, PETROBRAS Argentina SA y VORIDIAN Argentina SRL. El

Área Ensenada incluye a MAFISA, PETROKEN SA, YPF y SNIAFA SAICF. El Área Gran

Buenos Aires incluye a ATANOR SA, BASF Poliuretanos SA, INDUSPOL Aislaciones

SRL (Junín), Industrias Químicas CARBINOL SACIFIA, INVISTA Argentina SRL,

Petroquímica Argentina SA (San Miguel del Monte) y PLAST SAICIF. El Polo Bahía

Blanca agrupa a Induclor S.M., Monómeros Vinílicos, Indupa SAIC, Petropol SM,

Polisur SM, Petroquímica Bahía Blanca y Gamuzzi Gas Pampeana. El Área Río Tercero

agrupa a ATANOR SA, Fábrica Militar Río III y Petroquímica Río III SA. En el Área Luján

de Cuyo se encuentran Aislantes de Cuyo SA, Petroquímica Cuyo SAIC e YPF. El Área

Plaza Huincul incluye a YPF y NEUFORM SA Finalmente en el Área San Luis se

localiza RESIGNUM San Luis SA.

9 A. Friedlander, Petroquímica, Petróleo, Gas & Química, IPA, 14 agosto 2012

15

A partir de 2005 la diferencia en el país entre importaciones y exportaciones del

sector comienza a incrementarse y en la actualidad (2012) ya supera los 2.000

millones de dólares, debido a que el período de crecimiento de la economía

observado en la década no se vio acompañado por nuevas inversiones de la industria

petroquímica. Para analizar las causas de que no haya habido instalaciones de nuevas

plantas para la producción de productos químicos básicos orgánicos (que sí fuera

observada en la segunda mitad de la década de 1990), se deben considerar varios

factores que tienen incidencia, como la disponibilidad de tecnología, de los recursos

humanos capacitados, de las materias primas y energía y de la financiación de

proyectos. En este informe se discutirán los dos primeros aspectos (tecnología y

recursos humanos), considerándose que los otros corresponden a áreas más

específicas de análisis económico y político. Recurrentemente los sectores

productivos, representados, por ejemplo por la Cámara de la Industria Química y

Petroquímica CIQyP, o el Instituto Petroquímico Argentino IPA, han reclamado sobre

la necesidad de garantizar un suministro estable y a un precio competitivo, en

particular, de gas natural y sus derivados. Tal carencia ha sido causa de paradas no

programadas en la mayoría de las áreas petroquímicas nacionales. Las causas de tal

problema son conocidas, y localizadas fundamentalmente en la falta de inversiones

exploratorias de nuevos recursos hidrocarburíferos. Esta problemática, sobre la que

se esperan cambios positivos luego de la reincorporación al estado de la mayoría

patrimonial de YPF, es merecedora de análisis más profundos y a la luz de los

primeros resultados de la política a implementar por la nueva conducción

empresarial; a ello debe sumarse el análisis, necesariamente incierto por ahora dada

la carencia de información pública confiable sobre magnitud de los yacimientos y

calidad de los recursos, del impacto de los yacimientos de recursos no

convencionales de petróleo y gas natural, cuyo descubrimiento fuera anunciado hacia

fines de 2011.

En general se considera que, dada la globalización cierta de la economía mundial, el

factor tecnología no constituye un obstáculo para nuevas realizaciones en el campo

petroquímico u otros más generales de la actividad productiva. En ese sentido puede

ejemplificarse con las importantes transferencias tecnológicas hacia países como

Arabia Saudita y particularmente China.

16

La problemática derivada de la oferta de recursos humanos es discutida en la Sección

2.6.

1.1.4.1 Etileno y propileno

Dentro de los productos químicos orgánicos básicos, el etileno y el propileno,

particularmente este último, son los de mayor demanda. Ambos son materias primas

petroquímicas y provienen de recursos naturales de origen fósil, como el gas natural

del que se separan etano y propano que luego se convierten en etileno y propileno

por craqueo con vapor (steam cracking), y el petróleo, del cual algunos cortes de bajo

valor son convertidos en el proceso de craqueo catalítico (FCC) para, entre otros

hidrocarburos, producir propileno en buena proporción. También el craqueo de nafta

o de otros cortes de hidrocarburos líquidos es usado para la producción de estas

olefinas livianas. La producción anual nacional de etileno es de más de 750000

toneladas10.

La alta demanda mundial de propileno ejerce una presión muy importante sobre las

refinerías, donde el proceso FCC juega un rol central al producir no sólo la mayor

fracción de gasolina y otros cortes contribuyentes a los combustibles líquidos de

transporte, como jet fuel y diesel, sino también materias primas petroquímicas,

particularmente propileno y butenos. La mayor demanda de propileno,

aproximadamente dos tercios del total, es para la producción de polipropileno, siendo

China y los Estados Unidos los principales consumidores. Los otros productos más

importantes derivados del propileno son el acrilonitrilo, destinado a la producción de

fibras acrílicas, el óxido de propileno y el cumeno, del que deriva una cascada de

productos. Actualmente se encuentran en desarrollo grandes expansiones de la

capacidad de producción de propileno en Medio Oriente y China. Es de destacar que

en el país existen siete plantas de FCC en las distintas refinerías, de diversa

capacidad y tecnologías, que definen un potencial interesante. Recientemente se

anunció en el 3° Congreso Latinoamericano y del Caribe de Refinación (Buenos Aires,

noviembre 2012) que YPF estudia la construcción de una nueva refinería con una

10 INDEC, Estadística de Productos Industriales, EPI 2005.

17

capacidad de procesamiento de unos 200.000 barriles por día, lo cual constituye un

proyecto sumamente ambicioso, que no se vislumbra como de fácil realización.

Se observan esfuerzos para aumentar la producción de propileno a través de

procesos alternativos a los de steam cracking y FCC. En ese sentido se discutirán en

la Sección 2.4 algunos desarrollos que sugieren cambios tecnológicos importantes.

1.1.4.2 Aromáticos

Los aromáticos constituyen un grupo de productos químicos orgánicos básicos muy

importante. El grupo principal está constituido por benceno, tolueno y xilenos, que

son utilizados como materia prima para la producción de numerosos intermediarios.

El benceno puede utilizarse para producir clorobenceno (destinado a diversas

especialidades y plaguicidas), ciclohexano (para fibras poliamídicas), etilbenceno

(para poliuretanos), anhídrido maleico (para resinas fenólicas y poliésteres) y cumeno

(para resinas epóxicas y fenólicas). El uso mayor suele ser para la producción de

etilbenceno, a su vez utilizado para la producción de estireno destinado a

elastómeros y resinas.

El tolueno se emplea como solvente (pinturas, adhesivos, fármacos), en la

producción de diisocianato de tolueno (TDI, para resinas de poliuretano), de cloruro

de bencilo (para diversos aromáticos y agentes tensioactivos) y de ácido benzoico

(para aditivos para alimentos, resinas alquídicas y diversos aromáticos). La mayor

demanda suele estar dada por la producción de TDI con el que se producen resinas

de poliuretano.

De los tres isómeros de xileno, solamente el ortoxileno y muy particularmente el para-

xileno (para plastificantes y resinas) poseen demanda importante dentro de la

industria petroquímica. La mayor producción de para-xileno se destina a la

producción de dimetil tereftalato (DMT, para fibras poliester) y ácido tereftálico (TPA,

para fibras poliéster y politereftalato de etileno para envases).

La principal tecnología de producción de aromáticos es el proceso de reformado

catalítico, en el que la alimentación (usualmente nafta pesada, de mala calidad como

18

combustible) es sometida a reacciones de isomerización y aromatización sobre

catalizadores bifuncionales ácido-metal. El proceso ha sido un clásico en el esquema

convencional de producción de gasolina y genera gran cantidad de aromáticos, factor

por el que precisamente ha ido perdiendo importancia en la refinación de petróleo, en

función de la mayor presión normativa sobre la composición de combustibles

líquidos. No obstante, el proceso ha mantenido su importancia como productor de

aromáticos y de hidrógeno dentro de la refinería, donde este último elemento

encuentra cada vez mayor consumo, especialmente para la mejora de la calidad de

combustibles. De hecho, el proceso puede operarse de modo de maximizar la

producción de aromáticos. En el país, YPF anunció en 2009 la instalación de un

moderno proceso de reformado catalítico continuo en Ensenada, con una inversión

del orden de los 350 millones de dólares, que subsidiariamente abastecerá de

hidrógeno a la refinería (en la que este año se inauguró una nueva planta de

hidrotratamiento, que lo consume). La planta de reformado catalítico continuo aún no

ha sido puesta en marcha.

La producción anual nacional de benceno es del orden de las 150000 toneladas,

mientras la de tolueno es de aproximadamente 200000 toneladas, la de p-xileno es

de aproximadamente 32000 toneladas y la de o-xileno es de aproximadamente 25000

toneladas11.

11 APLA - Asociación Petroquímica y Química Latinoamericana (http://www.apla.com.ar/index2.php)

19

2 LAS TECNOLOGÍAS DEL FUTURO EN EL COMPLEJO A NIVEL

MUNDIAL

El complejo de productos químicos básicos posee características específicas,

algunas de las cuales fueron discutidas en la Sección 1. Entre ellas deben destacarse

que forma parte de industrias globalizadas, lo que define la posibilidad de que sus

productos estén sometidos a la presión comercial internacional y que el sector exhiba

fuerte inversión extranjera. Los productos químicos básicos, tanto orgánicos como

inorgánicos, poseen un volumen de producción elevado, su precio es moderado y

poseen especificaciones técnicas que suelen ser altamente estandarizadas.

Uno de los rasgos más distintivos en relación a los aspectos tecnológicos asociados

a la producción de productos químicos básicos, es que las tecnologías empleadas

pueden ser calificadas como maduras en la mayoría de los casos. Uno de los factores

concurrentes es la economía de escala necesaria para sostener estos negocios. De

este modo, las innovaciones tecnológicas no se dan especialmente sobre aspectos

centrales de proceso, que definan un cambio tecnológico propiamente dicho, sino en

sistemas complementarios, como software de control operativo, nuevos y mejores

dispositivos sensores, mejoras en eficiencia energética, control de emisiones, nuevos

o mejores materiales, etc., en los que sí se registran evoluciones permanentes. Sí es

de destacar que existen dos aspectos de suma importancia, sobre los que los

desarrollos, evoluciones y ejercicios de optimización generan cambios que pueden

tener impacto importante sobre la producción de algún producto químico básico,

como son en primera instancia el catalizador empleado (obviamente en los procesos

catalíticos de producción), y en medida algo menor las condiciones operativas

utilizadas. Más adelante en esta sección se discuten capacidades existentes en el

país para la adopción y/o desarrollo de tecnologías, en particular en relación a estos

dos aspectos.

En este informe se desarrollarán algunos ejemplos representativos de la movilidad

tecnológica para el complejo a nivel mundial, tanto para el grupo de productos

químicos básicos orgánicos como inorgánicos. Para ello se utilizó software de

Thomson Innovation, lo que fue posible gracias a la buena disposición y ayuda del

20

Ing. Marcelo Grabois, de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional

del Litoral (UNL), responsable de su uso y administración. Con el mismo es posible

realizar búsquedas de información científico tecnológica (patentes y publicaciones) a

lo largo de muy amplios períodos de tiempo, en todo el mundo, y someter a análisis

la información recolectada (Data Analyzer).

2.1 Impacto del suministro de materias primas

Obviamente la falta de suministro de materias primas o energía conduce a la

interrupción de la producción. Si además las materias primas y las formas de energía

no pueden almacenarse (electricidad, gas natural, etano), no se las puede reemplazar

por otras formas de energía u otras materias primas, y si las interrupciones son

recurrentes, entonces la situación es de mayor gravedad. También es razonable que

todo plan de proyección hacia un futuro mediato o de largo plazo cuente con el

aseguramiento del suministro de materias primas y energía, de modo de considerar

viables las inversiones necesarias para ampliar estructura existente o radicar nueva. El

ejemplo más notorio en relación al problema del suministro de materias primas es el

que constituyen el petróleo y el gas natural. Su efecto en cascada ha sido

ejemplificado en la sección anterior para casos de importancia clave, como el del

amoníaco y el de los productos químicos orgánicos básicos. Puede ampliarse

además que a partir del gas natural, luego de la separación de metano y etano se

produce gas de síntesis por reformado de metano, con el que se pueden producir

metanol y amoníaco entre muchos otros productos básicos. Con etano se produce

etileno por steam cracking. A partir del petróleo, y luego de algunos procesos

clásicos de refinación, como topping (destilación primaria), craqueo catalítico, coking,

craqueo térmico y reformado, se producen diversas materias primas petroquímicas,

como nafta virgen (por reformado se generan aromáticos benceno, tolueno y xilenos

(BTX) y otros productos) y gases de refinería (de donde se obtienen propileno y

olefinas C4). El impacto de la falta de suministro de materias primas como gas natural

y petróleo tiene un fuerte efecto multiplicador. Como se mencionara, los fertilizantes

y el ácido nítrico en nuestro país dependen exclusivamente del gas natural.

21

2.2 Productos químicos básicos inorgánicos. Caso de la producción de

amoníaco

Como se mencionara en la Sección 1, el amoníaco es un producto químico básico

muy importante del que se derivan los fertilizantes nitrogenados y el ácido nítrico. A

lo largo del Siglo XX ha mantenido esencialmente el mismo esquema tecnológico de

producción, con base en recursos fósiles como el gas natural, principalmente, y el

carbón. Las últimas mayores innovaciones en el proceso se han dado sobre sistemas

de control, catalizadores y, al igual que para otras tecnologías, por la introducción de

nuevos materiales12. Debe tenerse en cuenta que, dada la masiva producción de

amoníaco, incluso pequeñas mejoras pueden tener un impacto muy importante en

términos económicos o energéticos. Las proyecciones sobre nuevas tecnologías se

orientan hacia el logro de fuentes de hidrógeno no fósiles, como las que pueden

constituir la biomasa (para la que los procesos de gasificación se presentan como

factibles13) o sus derivados oxigenados (glicerol, alcoholes, azúcares, que pueden ser

reformados con vapor 14 o incluso en fase líquida15).

La información estadística sobre patentes otorgadas en relación a la producción de

amoníaco muestra para el período 1903-2012 un total de 2696 registros, con períodos

de contribuciones más numerosas (aproximadamente 1918-1934 (consolidación del

proceso Haber-Bosch), 1970-1990 (mejoras tecnológicas como nuevos compresores)

y 2005 en adelante (se discute a continuación)), y que por altísima mayoría

corresponden a “producción de amoníaco por síntesis”. Pese a la importancia de este

producto químico básico inorgánico, el número total de patentes puede considerarse

moderado, especialmente teniendo en cuenta el amplio período de análisis. Entre las

empresas proveedoras de tecnología con mayor contribución se encuentran Casale,

Haldor Topsoe, Linde y Uhde, lo que confirma un campo de alta especialización,

propio de las industrias de commodities.

12 Ver Ref. 4.

13 Ver Ref. 5.

14 T. Valliyappan, D. Ferdous, N.N. Bakhsi, A.K. Dalai. Top Catal. 49 (2008) 59–67.

15 N. Luo, X. Fu, F. Cao, T. Xiao, PP. Edwards. Fuel 87 (2008) 3483–3489.

22

El aumento en el número de patentes concedidas a partir de aproximadamente 2004

se corresponde con el cambio en la política china de patentes, que llevó a registrar

múltiples pedidos a partir de ese momento (ver Figura 5).

Figura 5. Patentes sobre procesos de producción de amoníaco. 1993-2012

Este aspecto se visualiza aún más claramente en relación a la producción de otros

productos químicos básicos, como el etileno, como se discute más adelante en este

informe (ver Sección 2.3). La consecuencia de tal política fue un drástico aumento en

el número de patentes concedidas, que impactó directamente sobre los números

totales. La Figura 6 muestra claramente esta característica para la entrada

correspondiente a China (CN en el eje y). Ello puede generar alguna confusión en el

análisis de la información y debe ser tenido en cuenta, para concluir que en la última

década, o en un período aún más prolongado, no se observa un aumento neto

significativo en el número de patentes otorgadas.

23

Figura 6. Patentes por país, producción de amoníaco

Este análisis permite definir a la tecnología empleada para la producción de amoníaco

como madura y de baja movilidad.

2.3 Productos químicos básicos orgánicos. Caso de la producción de etileno

Como se mencionara en la Sección 1, el etileno es uno de los productos químicos

orgánicos básicos de mayor consumo, y su método principal de producción es el

proceso de steam cracking de etano o propano provenientes del gas natural. Para

este producto se observan tendencias similares a las analizadas para el caso del

amoníaco. El número total de patentes concedidas sobre métodos de producción de

etileno para el período 1926–2012 es de 835, que puede considerarse modesto. A

través de este prolongado período el número de patentes ha crecido de modo muy

suave hasta mediados de la década de 2000, donde se observa un fuerte incremento

(ver Figura 7).

24

Figura 7. Patentes sobre procesos de producción de etileno. 1993-2012

Al igual que para el caso del amoníaco, este cambio es debido a la nueva política

china de patentes implementada a partir de ese momento, de registro de toda

innovación, lo que puede apreciarse en la Figura 8 para el período reducido 2000-

2012. En consecuencia, y por muy amplio margen, la empresa que posee mayor

número de patentes es China Petrochemical Corp., seguida por proveedores de

tecnología clásicos en el área, como UOP y Exxon Mobil.

25

Figura 8. Patentes por país, producción de etileno

El mismo software de Thomson Innovation permite dibujar un “mapa de tendencias

tecnológicas”, que muestra las palabras utilizadas con mayor frecuencia en los

resúmenes de las patentes concedidas en el período analizado, y permite así definir o

aproximarse a cuáles son las tendencias de desarrollo tecnológico que se vislumbran.

Dicho mapa muestra que las tendencias de innovación son sobre las condiciones

operativas y el hardware (para los procesos convencionales, como steam cracking) y

sobre el catalizador (para aquellos procesos que utilicen un catalizador al menos en

alguna de las etapas de producción). Esto no es sorprendente, dado que, como se

mencionara, estas observaciones confirman el carácter maduro de estas tecnologías

de producción, y que es posible aprovechar márgenes de optimización en aspectos

como las condiciones de proceso, el hardware y los catalizadores.

2.4 Productos químicos básicos orgánicos. Caso de la producción de

propileno

Las particularidades descriptas para el etileno también son propias para el producto

químico orgánico básico de mayor crecimiento de demanda mundial actual, el

26

propileno. Sin embargo, como se comentara en la Sección 1, se observan algunos

desarrollos tecnológicos, cristalizados ya en plantas operativas o demostrativas, de

nuevos procesos para complementar el suministro de propileno ante la alta demanda.

Si bien los motivos para el déficit de suministro de propileno se deben a causas muy

distintas según el lugar y, especialmente, la tecnología que se utiliza para producirlo,

lo que puede o no habilitar a los nuevos procesos, pueden mencionarse tres de

ellos16. El que puede denominarse desproporción de olefinas da un cierto margen

para la intercambiabilidad de las mismas; para producir propileno, se conduce la

reacción de etileno y 2-buteno (caso de steam cracking de nafta) sobre un

catalizador; distintos importantes productores de tecnología han desarrollado este

proceso. Un enfoque similar, pero orientado al craqueo selectivo de olefinas C4/C5

presenta la ventaja de no consumir etileno y sería apropiado para casos donde se

cuenta con suministro a partir tanto de steam crackers como destilación fraccionada

catalítica (FCC, por sus siglas en inglés Fluid Catalytic Cracking).; la tecnología, que

admite muy variada composición de las cargas, asume la desproporción y posteriores

múltiples reacciones de tales productos y la oligomerización de las olefinas livianas y

el posterior craqueo de estos oligómeros. El catalizador, seguramente ácido, y las

condiciones empleadas condicionan la distribución de productos; éste es un claro

caso donde la optimización del catalizador puede brindar fuertes réditos. Otra opción

(no de nuevo proceso en este caso) está constituida por la incorporación al

catalizador de FCC de aditivos de acción específica que logran modificar la

distribución de productos, aumentando significativamente la selectividad a olefinas

livianas y a propileno en particular. Es sabido que el componente principal de tales

aditivos es la zeolita ZSM-5, cuya estructura porosa y consecuentes propiedades de

selectividad de forma facilitan la conversión de hidrocarburos lineales en el rango de

la gasolina hacia olefinas livianas. Este enfoque puede considerarse maduro al

presente.

Finalmente, el desarrollo de procesos similares al FCC puede puntualmente

representar alivios sobre la demanda de propileno. No obstante, en sus fundamentos,

estos procesos representan una suerte de revisión de anteriores tecnologías, como

16 J. S. Plotkin. Catal. Today 106 (2005) 10–14.

27

por ejemplo, lechos catalíticos fluidizados densos y mayores tiempos de contacto17,

de modo similar a como se operaba el proceso FCC en sus inicios, que se registra

hacia mediados de la década de 1940. Como ejemplo puede citarse que durante la

década de 1990 se desarrolló el proceso Deep Catalytic Cracking, de Sinopec China,

orientado a maximizar la producción de olefinas livianas, del cual hay algunas

unidades comerciales. Este es un claro ejemplo de que en realidad los denominados

“desarrollos tecnológicos” son aprovechamientos de los márgenes de optimización

que brindan algunos aspectos, como catalizador u condiciones operativas.

Estos tres desarrollos tendientes a satisfacer la gran demanda de propileno, al menos

en situaciones puntuales, podrían ser cubiertos por la capacidad nacional para

adoptar o desarrollar tecnologías. Es indispensable para ello que exista demanda del

sector industrial, aunque en este sentido las condiciones propias de la producción de

estos productos orgánicos básicos, descriptas en la Sección 1, no son un factor

positivo. En la Sección 2.8 se mencionan las posibilidades nacionales sobre este

punto en particular, pero que obviamente es extensible a otros productos químicos

básicos.

2.5 Factores críticos de desarrollo de la química básica nacional

Es de destacar que los propios actores empresariales nacionales en los dos sectores

definidos para la química básica (productos químicos básicos orgánicos e

inorgánicos), en respuesta a encuestas de la Cámara de la Industria Química y

Petroquímica18, no identifican como factor crítico principal para el desarrollo de

dichos sectores a la “tecnología y el know-how” (ver Tabla 2).

17 L. Jun, L. Wei, Q. Zhonghong, T. Huiping, Z. Yuxia. Stud. Surf. Sci. Catal. 166 (2007) 55-66.

18 Ver Ref. 2.

28

Tabla 2. Factores críticos de desarrollo según sectores y tamaños de empresas.

Argentina. CAIQyP

1er FCD más

importante

2do FCD más

importante

3er FCD más

importante

Petroquímicos Materias primas y

energía Mercado y logística Regulaciones

Químicos

inorgánicos Regulaciones

Materias primas y

energía Mercado y logística

Fine Chemicals Tecnología y know

how Regulaciones

Materias primas y

energía

Agroquímicos Mercado y logística Tecnología y know

how Regulaciones

Especialidades

químicas Personal Mercado y logística Financiamiento

Empresas

pequeñas Regulaciones Personal

Tecnología y know

how

Empresas

medianas

Mercados y

logística

Materias primas y

energía Regulaciones

Empresas

grandes

Materias primas y

energía

Mercados y

logística Regulaciones

Promedio

general

Materias primas y

energía Regulaciones

Mercados y

logística

En tal encuesta los factores a considerar fueron “Mercado y Logística”, “Materias

primas y Energía”, “Personal”, “Tecnología y Know-how”, “Financiamiento” y

“Regulaciones”. En efecto, en los resultados de la encuesta presentados en 2011, el

sector Petroquímicos, donde los productos químicos básicos orgánicos tienen

incidencia, muestra a las materias primas y energía, al mercado y logística y a las

regulaciones como el primero, segundo y tercer factor crítico más importante para el

desarrollo, respectivamente. Para el sector de químicos inorgánicos, donde se ubican

los productos químicos básicos inorgánicos, como tales factores críticos más

importantes fueron identificados las regulaciones, las materias primas y energía y el

mercado y logística, como primero, segundo y tercero, respectivamente.

Es de mencionar que la tecnología y el know-how sí son reconocidos como factores

críticos para el desarrollo de los sectores de química fina (primer factor más

importante) y agroquímicos (segundo factor más importante).

Cuando lo que se considera es el tamaño de las empresas, las pequeñas juzgan a la

tecnología y el know-how como el tercer factor crítico más importante para su

desarrollo, mientras las medianas y grandes no lo incluyen entre sus consideraciones.

29

Esta misma encuesta resalta una vez más entre los factores críticos más importantes

para el desarrollo de los sectores de productos químicos básicos orgánicos e

inorgánicos al suministro de materias primas y energía, particularmente en referencia

al gas natural.

Estas características de la relación entre estos sectores productivos (química básica,

en general) y tamaño de las empresas con la tecnología y el know-how no son

sorprendentes, dado que la producción de los productos químicos básicos orgánicos

e inorgánicos se considera en términos generales como de baja movilidad

tecnológica. Los procesos productivos de tales bienes suelen basarse en tecnologías

maduras, insertos en empresas de gran magnitud, y con escalas productivas que

inducen cambios muy lentos en los componentes tecnológicos esenciales de los

procesos.

Aunque referidos al total de la industria química nacional y no sólo de los sectores en

estudio, es interesante revisar los resultados de la encuesta de la CIQyP en relación a

tecnología y know-how. En cuanto a la caracterización de la tecnología empleada, el

74 % de los encuestados considera a su tecnología como adecuada e inclusive el 11

% la considera de avanzada, con sólo el 15 % admitiendo que adolece de retraso

tecnológico. Sobre la propiedad de la misma, el 69 % de las respuestas señala que

dispone de tecnología propia, mientras que el 23 % utiliza tecnología bajo licencia y

el 8 % dispone de tecnología del dominio público. Sobre la disponibilidad, sólo el 15

% considera que su tecnología es exclusiva y el 19 % la considera restringida,

mientras el restante 66 % afirma que su tecnología está ampliamente difundida y no

constituye un factor de diferenciación importante respecto de sus competidores.

Dentro de los factores tecnológicos críticos, el 79 % considera definitorias a las

características y los parámetros de sus procesos, mientras el restante 21 %

considera que ese rol lo cumplen las características de los equipos principales

utilizados en la producción. Estos resultados, en particular aquellos referidos a la

posesión y disponibilidad de la tecnología, sugieren que hay un buen margen para

incrementar la propiedad este rubro de parte de los productores y de lograr mayor

diferenciación en el mercado, lo que es de esperar que represente mayores

beneficios.

30

En relación a las áreas relevantes del know-how, la mayoría de los encuestados (64

%) considera que la organización de la producción es el área de mayor importancia;

un 16 % considera más importante la asistencia a clientes y un 16% hace lo propio

con los sistemas de comercialización. Entre los aspectos críticos en el ciclo de vida

del negocio, el 45 % de los encuestados considera al conocimiento de la

metodología de desarrollo y formulación de proyectos como el aspecto de mayor

importancia, mientras los restantes encuestados dividen en partes iguales del 27 %

su opinión respecto a la mayor relevancia del conocimiento sobre cómo encarar la

investigación y el desarrollo, por una parte, o cómo gerenciar las inversiones y el

financiamiento.

Pero donde se observan resultados sorprendentes es en relación a investigación y

desarrollo, donde la gran mayoría (80 %) considera que posee una capacidad de

investigación y desarrollo adecuada, e inclusive el 16 % considera disponer de

capacidades de avanzada, mientras sólo un 4 % admite déficit en la materia. Por otro

lado, el 81 % de las respuestas indica que la investigación y el desarrollo se realizan

en la propia empresa, mientras el 15 % recurre a recursos externos y sólo el 4 % la

realiza en asociación con terceros. Se insiste en remarcar que estos resultados

provienen del total de la industria química nacional y no sólo de los sectores en

estudio, aunque obviamente los incluye.

2.6 Recursos humanos necesarios para el sector químico

En relación a los recursos humanos necesarios para una adecuada consolidación y

desarrollo del sector, particularmente en cuanto a la oferta de ingenieros químicos e

industriales, que constituyen el soporte natural de estos sectores productivos,

existen opiniones algo encontradas. Desde el ámbito gubernamental se indica la clara

necesidad de incrementar la oferta de ingenieros para, entre otras áreas, la actividad

industrial. Mientras esta definición es general, debe necesariamente incluir al sector

productivo de bienes químicos básicos, tanto orgánicos como inorgánicos. Por el

contrario, al menos para las empresas proveedoras de ingeniería, desde algunas

instituciones se afirma que los responsables de las mismas (según asistentes a la

jornada “Las empresas de ingeniería en el futuro petroquímico de la Argentina”, 27 de

31

junio de 2012, organizada en forma conjunta entre el Centro Argentino de Ingenieros

(CAI) y el IPA), sostienen estar en condiciones adecuadas en tal sentido. Algunos

ejemplos desde el ámbito académico, como en el caso de las prestigiosas Facultad

de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral, o Facultad de Ingeniería

de la Universidad de Buenos Aires, muestran que los docentes de las mismas, como

pudo percibirse a través de comunicaciones personales, tienen la notoria percepción

de una muy alta demanda de ingenieros químicos e industriales de parte del sector

productivo, al punto que muchos alumnos tienen oportunidades laborales incluso

antes de concluir sus estudios.

De la encuesta de la CIQyP sobre tecnología y know-how descripta anteriormente, las

conclusiones en relación a investigación y desarrollo parecen en cierta forma

contradecir la visible asignación de parte del gobierno de mayor importancia al sector

de ciencia y técnica, visualizada en la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología

y en el mayor respaldo presupuestario al sector, traducido, entre otros aspectos, en

el mayor ingreso de becarios doctorales y miembros de la carrera de Investigador

Científico en CONICET. Cabe preguntarse si ésta no es otra manifestación de lo que

muchos actores de los sectores académicos y productivos han manifestado como

viejos prejuicios de cada uno de esos sectores, que han concurrido históricamente en

una inadecuada interrelación nacional entre ellos.

Sin embargo, tanto algunos sectores productivos como empresas relacionadas a la

oferta de recursos humanos coinciden en puntualizar que existe un déficit en la oferta

de profesionales de las distintas ramas de la ingeniería. Tales opiniones se reflejaron

extensamente en los medios periodísticos (Centro Argentino de Ingenieros 19,

Universidad Tecnológica Nacional20, Universidad Nacional de San Juan 21, Universidad

de Buenos Aires 22, Universidad Nacional del Litoral 23, Consultora Adecco 24, Bayton

Grupo Empresario 25 26).

19 http://www.lanacion.com.ar/1482760-los-hombres-de-ingenio-todavia-son-pocos-en-el-pais

20 http://www.universatil.com/modules/noticias/noticia.php?noticia=76

21 http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=531627

22 http://www.diariodeciencias.com.ar/?seccion=noticias&idpost=1991

32

En particular, la CIQyP relevó entre sus asociados que “si bien en la actualidad no

parecen existir restricciones importantes en cuanto a la disponibilidad numérica de

personal, se detectan algunas carencias en el segmento de supervisores y directivos;

esta tendencia se acentúa y se hace extensiva al personal obrero al considerar la

formación del personal hoy disponible, en particular en lo relativo a la formación

técnica y en ciencias duras, donde la oferta parece insuficiente. Ese diagnóstico

parece agravarse al evaluar la tendencia a mediano y largo plazo, preocupación que

alcanza al 40 % de los encuestados…”. Además, “numerosos encuestados

manifestaron la necesidad de promocionar carreras universitarias de perfil técnico

(ingeniería, química, etc.) y la educación técnica de nivel secundario y terciario”27.

Incluso la proporción de ingenieros dentro del total de egresados muestra una leve

tendencia decreciente en el país para el período 2005-2009 28 (ver Figura 4).

23

http://www.unl.edu.ar/noticias/leer/9292/Faltan_ingenieros_para_satisfacer_la_demanda_laboral_del_sector.ht

ml

24 http://tiempo.infonews.com/2012/02/25/argentina-68627-la-industria-demanda-mas-ingenieros.php

25 http://www.lanacion.com.ar/1382632-el-mercado-demanda-ingenieros

26 http://www.infobae.com/notas/663244-Los-10-puestos-de-trabajo-mas-dificiles-de-cubrir.html

27 Ver Ref. 2.

28 http://management.iprofesional.com/notas/118220-Ingenieros-las-empresas-pagan-sueldos-muy-altos-pero-es-una-misin-imposible-encontrarlos

33

Figura 4. Egresados en ingeniería. Porcentaje del total (ITBA)

El gobierno nacional, a través del Ministerio de Educación de la Nación, y en conjunto

con otros actores, lanzó el Plan Estratégico de Formación de Ingenieros 2012-2016 en

noviembre de 201229, que reconoce como antecedentes al Aseguramiento de la

Calidad de la Formación (Acreditación Nacional y Mercosur), al Proyecto de

Mejoramiento de la Enseñanza de la Ingeniería (PROMEI), al Programa Nacional de

Becas Bicentenario y a Acuerdos Internacionales de Movilidad. Entre otros objetivos,

se planea lograr un ingeniero cada 4000 habitantes (lo que duplicaría la relación de

2003), proyectos de mejoramiento de indicadores académicos, el aporte de la

Universidad al desarrollo territorial sostenible y la internacionalización de la ingeniería

química. Es de esperar que para el futuro mediato, se observe un efecto positivo

sobre la situación de la industria química nacional.

Más adelante en este estudio (ver Sección 2.8) se discutirá la oferta científico-

tecnológica (en lo estructural, en lo relativo a recursos humanos y en lo relativo a la

expertise particular sobre diversos temas, tecnologías o productos) en relación a las

dos grandes áreas de productos químicos básicos (orgánicos e inorgánicos).

29 http://portales.educacion.gov.ar/spu/calidad-universitaria/plan-estrategico-de-formacion-de-ingenieros-2012-2016/

34

2.7 Proyección hacia 2020

Con el planteo de tres escenarios económicos posibles, calificados respectivamente

como conservador, moderado y optimista, la CIQyP evaluó el potencial de desarrollo

y crecimiento de la industria química nacional hacia el año 2020, estimando los

niveles de consumo aparente de productos químicos y las inversiones necesarias

para concretar los valores de producción de cada escenario (ver Tabla 3).

Tabla 3. Proyección de consumo aparente a 2020. Sector química básica. Argentina

(CAIQyP)

2010

9285

Escenario

Conservador Moderado Optimista

2015 2020 2015 2020 2015 2020

11296 13335 11779 15034 13407 19248

Crecimiento en

consumo

aparente

respecto a 2010

144 % 162 % 208 %

En información del INDEC, la utilización de la capacidad instalada en la industria en el

último año para el sector “Sustancias y productos químicos”, en el marco de un nivel

general de 76,7 %, ha sido en promedio de 80 %30. El índice promedio del volumen

físico de la producción del sector ha sido de 177 (base 100, 1997). Si bien la

referencia es de muy amplio alcance, igualmente sugiere que existe un margen

importante para mayor aprovechamiento de la capacidad de producción de

sustancias químicas básicas orgánicas e inorgánicas. Dadas las características de

internacionalización de mercado de estos productos, los probables excedentes abren

una interesante oportunidad de exportación.

En relación al consumo aparente para los productos de química básica, el escenario

menos optimista prevé un crecimiento del consumo aparente en relación a 2010 del

30 INDEC (www.indec.gov.ar) INDEC Informa, 2012

35

orden del 144%, mientras el más optimista lo estima en 208 %. Interesantemente, y

dado el impacto que tiene la provisión de materia prima (petróleo, gas natural y

derivados) sobre la producción de productos químicos básicos, para cada uno de los

tres escenarios comerciales se incluyeron dos hipótesis adicionales. La pesimista

supone que la escasez de materias primas no podrá ser superada en el período en

estudio, por lo que el 84% del valor de la producción de productos químicos básicos

se mantendrá en nivel similar al de 2010 y el consumo aparente se incrementará por

reducción de exportaciones o aumento de las importaciones. La hipótesis optimista

contempla la extensión de la carencia de materias primas hacia 2015, para luego

considerar la existencia de mayor disponibilidad, y se fundamenta en los anuncios

gubernamentales sobre el descubrimiento de nuevos recursos hidrocarburíferos no

convencionales.

2.8 Capacidades existentes en el país para la adopción y/o desarrollo de

tecnologías

En el país existe capacidad científica, tecnológica y de innovación aplicable a la

adopción o desarrollo de tecnología que puede ser empleada en el sector químico

básico. Como se manifestara anteriormente, el sector es relativamente rígido en

cuanto a la aplicación de verdaderas innovaciones de proceso o desarrollo de nuevos,

tanto en relación a los productos químicos básicos inorgánicos como a los orgánicos.

No obstante, ello no implica que no existan márgenes de aprovechamiento,

particularmente de optimización de estos procesos maduros, que no puedan

ejecutarse en el país. Algunos de tales aspectos pueden ser cubiertos con mayor

probabilidad de éxito, considerando que el desarrollo de la ingeniería química en el

país es relativamente importante. Los aspectos que pueden ser considerados

factibles de ser cubiertos con mayor capacidad se mencionan a continuación, como

así también temas que son específicamente desarrollados en institutos de

investigación de doble dependencia CONICET-Universidad u otros, y que por lo tanto

cuentan con el respaldo de recursos humanos de primer nivel, como es reconocido

por los pares de diversos países, y/o estructural, ya formado o en formación.

36

La siguiente es un nómina de instituciones donde se desarrolla investigación sobre

diversos aspectos de ingeniería química y otras disciplinas afines o asociadas a la

actividad productiva de productos químicos básicos orgánico o inorgánicos (el orden

en que se mencionan no implica importancia relativa, y la lista puede ser incompleta).

INTEC (Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química,

CONICET-UNL), situado en la ciudad de Santa Fe.

PLAPIQUI (Planta Piloto de Ingeniería Química, CONICET-UNS), situada en la

ciudad de Bahía Blanca.

Departamento de Industrias, Facultad de Ingeniería UBA, en la ciudad de

Buenos Aires.

INCAPE (Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica, CONICET-

UNL), en la ciudad de Santa Fe.

CINDECA (Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias Aplicadas “Dr.

Jorge J. Ronco”, CONICET-UNLP), en la ciudad de La Plata.

CITeQ (Centro de Investigación y Tecnología Química “Prof. Dr. Oscar A.

Orio”, UTN Fac. Reg. Córdoba), en la ciudad de Córdoba.

INTEQUI (Instituto de Investigaciones en Tecnología Química, CONICET-

UNSL), en la ciudad de San Luis.

INGAR (Instituto de Desarrollo y Diseño, CONICET-UTN), en la ciudad de Santa

Fe.

Una característica positiva común en estas instituciones es que todas ellas cuentan

con capacidad de verificación o de desarrollo experimental a nivel de laboratorio, e

incluso en algunos casos con plantas piloto. En estrecha asociación con el potencial

descripto debe mencionarse la existencia consolidada en el país de carreras de

Doctorado en Ingeniaría Química y disciplinas afines, algunos de los cuales, como el

de la Facultad de Ingeniería Química en la Universidad Nacional del Litoral, el de la

37

Universidad Nacional del Sur, o el de la Universidad Nacional de La Plata cuentan ya

con más de treinta años de existencia y un sólido prestigio, particularmente en el

ámbito latinoamericano.

Es de destacar que la mayoría de las instituciones madre (universidades y CONICET)

cuenta con políticas de apertura y vinculación con el sector productivo y con

unidades de enlace destinadas a responder a los requerimientos de servicios de

innovación tecnológica o de otro tipo. Típicamente los mecanismos previstos son

convenios de asistencia y asesoría técnica, para realizar investigación y desarrollo

según demanda de las empresas, para desarrollar estudios de factibilidad, o para

licenciar desarrollos ya existentes. Normalmente se prevé la utilización de

equipamiento de tales organismos. Estas herramientas tienden a asegurar la

transferencia de conocimiento hacia el sector productivo del modo más eficaz

posible, y puede considerarse una clara señal de la intención del sector científico

tecnológico de revertir lo que ha sido destacado como una inadecuada interrelación

nacional entre sectores productivos y académicos, aspecto que ya fuera mencionado

en este informe.

Potencial en relación a productos químicos básicos orgánicos

La información ofrecida por cada una de las instituciones mencionadas antes en esta

sección suele ser de características generales e indica que la mayoría de ellas ha

desarrollado convenios de asistencia tecnológica o desarrollo de innovaciones con

empresas del sector. No obstante, el número de acciones es muy inferior al que

habilita el potencial del sistema científico tecnológico nacional. Dadas las

características del complejo de productos químicos básicos en cuanto a la madurez

tecnológica y cierta rigidez en aspectos centrales, aquellos que fueron mencionados

como factibles de ser optimizados, tales como catalizadores, u condiciones

operativas, podrían por cierto ser cubiertos por el sistema nacional. En los institutos

de mayor especialización en catálisis, como INCAPE, CINDECA o INTEQUI se posee

la capacidad para resolver problemas de, por ejemplo, síntesis de nuevos

catalizadores, selección de catalizadores comerciales, de cuidado ambiental u

optimización de las condiciones de proceso, tanto a escala de laboratorio como

38

piloto. En algunos casos los grupos de investigación son referencia internacional en

la especialidad que desarrollan.

Se tomará como ejemplo uno de los casos descriptos antes en este informe (Sección

2.4) en relación al producto químico básico de mayor crecimiento en su demanda, el

propileno, y a una de sus fuentes principales de producción, el proceso FCC. En este

caso de los productos químicos orgánicos básicos, también puede considerarse el

impacto negativo de la privatización de YPF, dado que gran parte de las actividades

de innovación y optimización de procesos se cumplían en las dependencias del

centro de investigación y desarrollo localizado en Florencio Varela, y luego fueron

trasladadas al ámbito de Repsol en España; es sabido que dicho centro desapareció

como tal, junto al personal calificado que lo integraba, para transformarse en un área

de mucho menor magnitud y dedicado especialmente a servicios intraempresarios.

La actitud de concentrar los esfuerzos de investigación y desarrollo en los países

centrales es propia de las empresas multinacionales, aspecto claramente visible en el

sector energético en general, y petrolero/petroquímico en particular.

Tomando entonces el ejemplo de las tres vías emergentes en cuanto al desarrollo de

nuevas tecnologías para la producción de propileno (desproporción de olefinas,

craqueo selectivo de olefinas C4/C5 y procesos similares al FCC, ver Sección 2.4),

puede afirmarse que podrían ser desarrolladas en las instituciones ya mencionadas

que investigan sobre catálisis heterogénea. Lo mismo puede preverse en cuanto al

asesoramiento en procesos de selección de catalizadores comerciales, que en

muchos casos determinan el éxito de la operación comercial de un dado proceso; el

FCC es probablemente el mejor ejemplo, dado que pequeñas diferencias en

performance catalítica pueden convertirse en grandes réditos o pérdidas, dados los

enormes volúmenes procesados.

Por otro lado, en los institutos de mayor especialización en ingeniería de procesos

como PLAPIQUI, INTEC o INGAR, se posee la capacidad para resolver problemas de,

por ejemplo, optimización de condiciones de proceso, de cadenas de suministros, de

cuidado ambiental, de control de procesos o de síntesis y optimización de procesos

industriales. También en estos institutos algunos grupos de investigación son

referencia internacional en la especialidad que desarrollan.

39

En el país también existe actividad de consultoría en ingeniería, de profesionales que

pueden asistir en el estudio, planificación, diseño y dirección de proyectos, sin

vinculación jurídica ni económica con las empresas constructoras, fabricantes,

proveedores o dependencias del gobierno. La Cámara Argentina de Consultoras de

Ingeniería (CADECI, http://www.cadeci.org.ar) muestra amplia experiencia en tal

actividad de parte de sus socios.

Una visión de la industria química nacional global hacia la próxima década también

debe considerar algunos aspectos relativos a las regulaciones ambientales. Como se

desprende de informes de la CIQyP31, las empresas otorgan mayor relevancia a los

siguientes aspectos, algunos de los cuales son propios de la producción de

productos químicos básicos. Para el transporte y disposición final de residuos

peligrosos, se informan demoras en la tramitación de permisos y/o habilitaciones.

Para los seguros ambientales, se informa la inexistencia en la actualidad de oferta

que satisfaga lo requerido por la Ley General del Ambiente. En el transporte de

mercancías peligrosas, se denuncian solapamientos y contradicciones por actuación

de múltiples actores nacionales y provinciales que intervienen en su control, lo cual

también es propio del transporte y disposición final de residuos industriales (donde

también se reclama actualización de la normativa). Por las regulaciones de Autoridad

de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), si bien hasta la fecha ninguna empresa

química fue declarada como agente contaminante, existe preocupación entre las

empresas radicadas en la zona. Sobre reutilización de residuos industriales y

peligrosos se menciona la falta de una política nacional definida en la materia. Para la

solución de estos reclamos será necesaria la consulta e interacción entre todos los

actores involucrados, como estado, empresas químicas, organizaciones de cuidado

ambiental y academia.

31 Ver Ref. 2.

40

Potencial en relación a productos químicos básicos inorgánicos

No se detectaron en el país instituciones dedicadas específicamente a

investigaciones sobre tecnologías de producción de los productos químicos básicos

inorgánicos más importantes. No obstante, sí se han desarrollado o desarrollan

trabajos de investigación que confirman las características de madurez y rigidez

tecnológica que se ha descripto para el sector, de modo que los temas cubiertos son

sobre aspectos tecnológicos complementarios. Considerando los mismos ejemplos

cubiertos en la Sección 1.1.3, se pueden mencionar para el ácido sulfúrico trabajos

sobre construcción de una planta piloto para producir ácido sulfúrico por vía

biotecnológica (CINDECA), estudios sobre seguridad en una planta comercial de

ácido sulfúrico (INGAR), procesos de eliminación de dióxido de azufre en plantas de

ácido sulfúrico (INGAR) y estudios de integración energética en una planta de

reconcentración de ácido sulfúrico (INTEC). No se detectaron ejemplos similares para

los casos del ácido nítrico y del ácido clorhídrico. Para el caso del amoníaco se

pueden mencionar trabajos sobre simulación de plantas de síntesis o sectores de las

mismas, sobre diseño de instrumentación aplicada a tales plantas y estudio de

escenarios operativos diversos.

2.9 Ventajas comparativas en el comercio regional de productos químicos

básicos

La CIQyP desarrolló un estudio sobre los rubros de los Capítulos 28 (productos

químicos inorgánicos) y 29 (productos químicos orgánicos) (ver Sección 1.1.1),

aplicado al comercio entre Argentina y Brasil, como los principales productores de

estos rubros en el Mercosur. Aunque merecedor de mayores detalles, se entiende

que esta información podría ser complementaria de las principales conclusiones de

este informe. El método empleado fue el del Índice de Ventajas Comparativas

Reveladas32, que sin embargo muestra pocos casos de claras ventajas comparativas

para uno u otro país dentro de los productos que son materia de análisis en este

informe, al margen de que no hayan sido tomados como ejemplos. Así, podría

32 Ver Ref. 2.

41

mencionarse que Argentina posee ventajas en cuanto a ácido sulfúrico fumante,

metanol, oxígeno, dinitrotoluenos y disulfuro de carbono, mientras que Brasil las

posee en relación a propileno, isómeros de diisocianato de tolueno, m-xileno y buta-

1,3-dieno.

42

3 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES DE POLÍTICA DE

INVESTIGACIÓN, DESARROLLO E INNOVACIÓN

El complejo de productos químicos básicos, tanto orgánicos como inorgánicos,

muestra claros indicios de globalización. En consecuencia está expuesto a las

presiones de comercialización internacional y está caracterizado a nivel nacional por

una fuerte presencia de inversión extranjera directa.

Las tecnologías propias del sector pueden calificarse de maduras, como se

desprende del análisis de publicaciones, y más particularmente de patentes a lo largo

del tiempo. Ello no implica que no haya márgenes de optimización de las tecnologías

vigentes o de desarrollo de nuevas, pero las innovaciones suelen darse sobre

aspectos no centrales, aunque algunos de ellos de suma importancia. Algunos de

tales aspectos podrían ser cubiertos sin inconvenientes por el sistema científico

nacional.

La capacidad científica, tecnológica y de innovación existente en el país, aplicable a la

adopción o desarrollo de tecnologías propias del complejo químico básico, es

apropiada para dar respuesta a las demandas específicas del sector. No obstante

deben considerarse algunos aspectos que inciden de modo negativo. Uno de ellos es

que buena parte de la actividad del sector está cubierta por empresas extranjeras o

multinacionales, que prefieren desarrollar las acciones de innovación en sus casas

matrices.

No se encontraron estudios de prospectiva tecnológica sobre el sector de productos

químicos básicos anteriores a este informe. Sin embargo, este informe puede

complementarse con anteriores relevamientos, encuestas o estudios nacionales con

características prospectivas. Por ejemplo, en los resultados del Ejercicio de

Prospectiva en el sector Químico (Plan Estratégico Nacional de CTI “Bicentenario”

(2006-2010), referidos al sector petroquímico, a su vez abastecido por el de productos

químicos básicos orgánicos, se observa coincidencia con los de este informe en

cuanto a considerar que existe en el país buena capacidad científico-técnica y de

innovación. Así, una recomendación principal es reforzar e incrementar el apoyo

43

estatal a la infraestructura y financiamiento de la investigación y desarrollo, al tiempo

de facilitar los mecanismos de interacción entre academia y sector productivo. El

mayor financiamiento recomendado podría en parte ser el resultado de nuevas

normas para el aporte de las empresas del sector. Un ejemplo positivo es el de Brasil,

cuya legislación obliga a destinar un cierto porcentaje de la actividad económica del

sector petrolero en apoyo de las universidades. Estas acciones pueden desarrollarse

en el corto plazo, y seguramente contarían con la aprobación de todos los sectores

políticos.

Aunque de tipo más general, los resultados obtenidos en la Encuesta Nacional de

Innovación y Conducta Tecnológica (ENIT) realizada en el año 2007 sobre el grado de

difusión, utilización e inversión en Tecnologías de la Información y Comunicaciones

(TIC) por parte de las empresas durante el año 2006 podrían ser considerados como

indicadores de que si bien las empresas realizan incorporación de nuevas

tecnologías, auxiliares en este caso, existe un margen de mejora33. Si bien la

información fue presentada hace cuatro años y cubre todo el panorama empresario

nacional, el análisis es aún pertinente, dadas las características enunciadas para las

empresas del sector de productos químicos básicos orgánicos e inorgánicos (entre

otras, origen de capitales y tamaño). En efecto, la encuesta muestra que la

proporción de empresas que invirtieron en TIC fue del 46 %, y las que cuentan con un

área de TIC son el 60 %, cifras que son mucho mayores entre las empresas de

tamaño mediano y grande. Además es interesante observar que cuando las

empresas tienen participación de capital extranjero, tanto las inversiones como la

presencia de un área específica, se incrementan a medida que aumenta tal

participación.

Se recomienda reforzar algunos aspectos estructurales, como la provisión segura de

materias primas y energías, y la mayor generación de recursos humanos en el área de

las ingenierías. El primer aspecto, particularmente en relación al suministro de gas

natural como materia prima del sector y fuente de energía, tiene carácter de urgente

y es claramente comprendido por el actual gobierno nacional, que ha tomado

medidas que atienden a tal cuestión. Se considera que el logro del control estatal de

33 INDEC (http://www.indec.gov.ar/nuevaweb/cuadros/13/tic_12_08.pdf)

44

la empresa YPF es imprescindible en tal sentido, pero necesariamente debe

traducirse en lo inmediato en mayor estímulo para la exploración y explotación de

recursos petroleros y gasíferos y en consecuencia en mayor producción. El anuncio

hacia fines de 2011 del descubrimiento de grandes yacimientos para explotación no

convencional sugiere un futuro mejor, pero dos factores generan incertidumbre: a) la

necesidad de contar con inversiones de una magnitud seguramente muy importante,

pero que al presente es desconocida y abastecida con versiones de todo tipo y baja

credibilidad; b) en el caso de los recursos petrolíferos (shale oil) no existe información

pública alguna sobre la calidad de los mismos, que es el más fuerte condicionante de

su procesabilidad y en consecuencia de los productos que pueden obtenerse. De

acuerdo a lo discutido en el informe, la importancia para el sector de productos

químicos básicos orgánicos es evidente.

Inevitablemente la explotación de esos recursos requerirá el apoyo tecnológico (por

vía de compra, asociación o concesión) de empresas extranjeras dedicadas a tal

actividad, que poseen el know-how para aplicación inmediata de las técnicas

específicas (no convencionales). En Estados Unidos y más recientemente en China se

ha estado trabajando intensamente sobre estos recursos.

Para el segundo aspecto, la formación de mayor cantidad de profesionales en

ingeniería, el Ministerio de Educación ha anunciado muy recientemente un plan de

mediano plazo tendiente a revertir la situación de oferta insuficiente de ingenieros.

Existe coincidencia generalizada de diversos actores (organizaciones y empresas

industriales, gobierno, universidades) acerca de una oferta profesional insuficiente.

Sin embargo, algunas empresas proveedoras de ingeniería sostienen estar en

condiciones adecuadas en tal sentido.

La estructura estatal incluye organismos en los que se pueden desarrollar acciones

de promoción de la innovación tecnológica industrial. Instituciones de doble

dependencia CONICET, universidad o de universidades han demostrado su capacidad

de innovación tecnológica y constituyen una oferta disponible a través de

mecanismos probados de interacción con el sector productivo.

45

Además, en el ámbito del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), han

surgido propuestas orientadas a mejorar la oferta pública de tecnología o servicios

relacionados, en particular en asistencia a empresas de tamaño menor, tales como el

Banco de Soluciones Tecnológicas (BST), que reúne conocimiento e innovación

generado por el sistema de centros especializados del Instituto con el fin de generar

procesos de transferencia tecnológica, o el anuncio de apoyo al registro de la

propiedad de innovaciones industriales. Otro de los anuncios es sobre un nuevo

centro en Comodoro Rivadavia, Chubut, que realizará investigaciones y desarrollos de

tecnología industrial en el área de los hidrocarburos. Esta misma política podría

extenderse a casos de producción de compuestos químicos básicos, tanto orgánicos

como inorgánicos, en los que específicamente exista margen de innovación

tecnológica superpuesta a las tecnologías maduras que fueran descriptas. La

optimización de la producción de olefinas livianas es un ejemplo. También es factible

la implementación de acciones de apoyo a la innovación de sistemas auxiliares a los

procesos de producción, como los de monitoreo, control, o standardización de

calidad.

Las estructuras ministeriales nacionales o provinciales relacionadas a la producción o

la industria suelen ofrecer programas de promoción, pero no se visualizan dirigidos a

la innovación tecnológica en particular, sino en líneas generales. Tales programas

suelen incluir beneficios impositivos, créditos a baja tasa, beneficios sobre el

consumo de energía u otros servicios, o incluso préstamos no retornables. Sin

embargo, las capacidades nacionales analizadas anteriormente habilitan a creer que

es posible generar programas de promoción del desarrollo de innovaciones y

orientarlos específicamente hacia algún sector productivo que se detecte que

requiere tal apoyo. De acuerdo a lo analizado en este informe, la posibilidad de éxito

de tales acciones es mayor en los casos de aspectos que se denominaron como

auxiliares, aunque de gran impacto sobre los procesos productivos.

El Plan Estratégico Industrial 2020 del Ministerio de Industria tiene como objetivos

generales para la industria argentina lograr un crecimiento anual del 5 % del PBI y del

7 % del PBI industrial con aumento del saldo comercial, reducción de la tasa de

desempleo al 5 % y logro de un nivel de inversión del 28 % sobre PBI. El plan incluye

once cadenas industriales de valor, pero la Mesa de Implementación para el sector

46

de Química y Petroquímica aún no se ha concretado. Es de esperar que en la misma

se implementen mecanismos de fomento a la innovación tecnológica, dado que

puede enmarcárselos en tal Plan Estratégico.

Las acciones propuestas para ser desarrolladas, tanto por parte de los organismos

estatales o por interacción con las empresas del sector, seguramente requerirán la

cooperación específica de las instituciones del sistema científico tecnológico

nacional (CONICET, universidades, institutos de doble dependencia), que se han

destacado como poseedoras de las capacidades necesarias.