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Universidad de Buenos Aires Facultad de Filosofía y Letras
Maestría en Análisis del Discurso
Tesis de maestría:
Posturas del traductor en distintas traducciones al castellano del texto On Liberty de John Stuart Mill
-Representación de la lengua, la traducción y el destinatario de la cultura meta
Maestrando: Armando Anthony Robles Hmilowicz E-mail: arobles77@yahoo.com Director: Profesor Roberto Bein Buenos Aires, Argentina Septiembre, 2011
Posturas del traductor en distintas traducciones al castellano del texto On Liberty de John Stuart Mill
Contenido
Introducción 1 Justificación 4
Capítulo 1: Los Estudios Descriptivos de Traducciones 8 1.1 Los Estudios Descriptivos de Traducciones 9 1.2 Equivalencia de traducción 13 1.3 Normas de traducción 15 1.4 Las relaciones de traducción 17
1.4.1 Técnicas de traducción 18 1.4.2 El método traductor 22 1.4.3 Problemas y errores en la traducción 23
1.5 Teoría funcional de la traducción 26
Capítulo 2: El discurso filosófico y su traducción 29 2.1 Rasgos del discurso filosófico 29 2.2 Géneros del discurso filosófico 33
2.2.1 On Liberty: un ejemplo de ensayo filosófico 35 2.2.2 Síntesis de On Liberty 36 2.2.3 Descripción de los rasgos textuales de On Liberty 37
2.2.3.1 Tipo de función 37 2.2.3.2 Tipo de situación 40 2.2.3.3 Tipos de procedimiento 41 2.2.3.4 Tipos de estructuración textual 42 2.2.3.5 Modelos de formulación prototípicos 43
2.3 Traducción y discurso filosófico 48
Capítulo 3: Ideología y traducción 52 3.1 La noción de ideología 52 3.2 Historia de la noción de ideología 53
3.2.1 Relación entre teorías de la ideología y teorías del discurso 55
3.3 Análisis discursivo de la ideología: Teoría Multidisciplinaria de la Ideología de Van Dijk 57 3.3.1 Supuestos de la teoría 58 3.3.2 Aspectos sociocognitivos de la teoría 59 3.3.3 Aspectos sociales de la teoría 61 3.3.4 Aspectos discursivos de la teoría 62
3.4 Ideología y traducción 66 3.4.1 Escuela de la manipulación 67 3.4.2 Condiciones de recepción de la traducción 70
3.5 Contexto ideológico de la cultura meta de las traducciones de On Liberty 72 3.5.1 Contexto ideológico de España durante la
segunda mitad del siglo XIX 72 3.5.2 Contexto ideológico de España durante la
dictadura franquista 74 3.5.3 Situación de la traducción en España
desde el siglo XIX a la fecha 75 3.5.4 Los traductores de On Liberty 77
3.5.4.1 Lorenzo de Benito y Endara 77 3.5.4.2 Josefa Sainz Pulido 78 3.5.4.3 Pablo de Azcárate y Flórez 78 3.5.4.4 Gregorio Cantera Chamorro 79 3.5.4.5 Carlos Rodríguez Braun 80
Capítulo 4: Análisis del corpus 82 4.1 Descripción del corpus 82
4.2 Descripción del método de análisis 82 4.3 Resultados del análisis 86
4.3.1 Técnicas de traducción 86 4.3.1.1 Amplificación 88 4.3.1.2 Elisión 91 4.3.1.3 Transposición 94 4.3.1.4 Modulación 95 4.3.1.5 Compensación 97 4.3.1.6 Adaptación 98 4.3.1.7 Traducción literal 99 4.3.1.8 Otras técnicas de traducción 100
4.3.2 Niveles del discurso e ideología 101 4.3.2.1 Restricciones contextuales 101 4.3.2.2 Tópicos (macroestructuras semánticas) 102 4.3.2.3 Significado local 105 4.3.2.4 Esquemas de discurso 110 4.3.2.5 Estilo 111 4.3.2.6 Retórica 116
4.3.3 Posturas del traductor 118 4.3.3.1 Según técnicas de traducción 118 4.3.3.2 Según los “cambios de sentido” 120 4.3.3.3 Según los “cambios estilísticos” 128 4.3.3.4 Según el “método traductor” 129 4.3.3.5 Comentario sobre las posturas ideológicas
de los traductores 134
Conclusiones 137 Bibliografía 145
Posturas del traductor en distintas traducciones al castellano del texto On Liberty, de John Stuart Mill
Introducción Basta comparar unas cuantas líneas de dos o más traducciones de una
sola obra para darse cuenta de la gran cantidad de diferencias que se registran,
no solo en el plano morfosintáctico y léxico, sino también en el pragmático y
semiótico. Partiendo de la hipótesis amplia de que estas diferencias en diversos
planos de la lengua constituyen estrategias discursivas orientadas, este estudio,
en su mayor parte exploratorio, pretende exhibir cómo las diferencias de
traducción pueden ofrecer claves para conocer las maneras que tienen los
traductores de filosofía política de representarse la lengua, la traducción y la
cultura meta de su trabajo, y cómo nos permiten evaluar la forma en la que estos
reescritores coinciden ideológicamente o se distancian del pensamiento del autor
del texto fuente. El trabajo se centra en analizar la influencia de los factores
mencionados en la traducción de una obra clásica de la filosofía política del siglo
XIX que se mantiene como referencia en numerosos ámbitos: On Liberty de John
Stuart Mill. A tales efectos estudiamos un corpus que consiste en la Introducción
del original en inglés y cinco de sus traducciones al castellano pertenecientes a
diferentes periodos históricos. Nos hemos limitado a la Introducción porque esta
sección incluye los argumentos principales que serán desarrollados por Mill en el
resto de los capítulos (entre ellos el “principio del daño”) y porque, después de
cotejar las traducciones de los capítulos 2 y 4, consideramos que es lo
suficientemente representativa de las posturas de los traductores, es decir, que los
datos nuevos que proveerían los otros cuatro capítulos en términos de los pares
problema-solución de traducción no ofrecerían información adicional sustancial
que no fuera observable ya en la Introducción.
En el capítulo 1 construimos un marco teórico metodológico relativo a las
múltiples facetas de la traducción y sus distintos problemas. Con base en el
Estudio Descriptivo de Traducciones propuesto desde la teoría del polisistema (G.
1
Toury, 1995) y los aportes teóricos de A. Hurtado Albir (2004) sobre el proceso de
traducción, exponemos los fundamentos de un análisis empírico de la actividad
traductora, que nos permitirá establecer los tipos de equivalencia que exhibe el
corpus y con ello descubrir la concepción implícita de traducción que ha orientado
la toma de decisiones en la resolución de problemas durante el proceso de
traslación del texto político-filosófico en cuestión. Según Toury, estas decisiones
responden a ciertas restricciones que determinan la orientación de una traducción
hacia la cultura de origen o hacia la de destino. La propuesta de Hurtado Albir
amplía la base teórica de Toury y nos brinda categorías concretas de análisis que
nos han resultado útiles, como las correspondientes a las técnicas de traducción y
el método traductor.
El capítulo 2 trata sobre el fuerte vínculo que existe entre el discurso
filosófico y la traducción. Aquí emprendemos una caracterización lingüístico-
discursiva del discurso filosófico desde distintas perspectivas: la filosofía
apriorística de A. Agud (1993), la traductología de L. Venuti (1998) y el análisis del
discurso de M. Angenot (1982). Posteriormente llevamos a cabo un análisis
genérico y funcional del texto del cual extraemos nuestro corpus, siguiendo el
modelo de tipologización textual multidimensional de W. Heinemann y D.
Viehweger (1991). Este análisis nos ha permitido considerar numerosas variables
contextuales, no solo relacionadas con el género de la obra, sino también con las
funciones que busca desempeñar el texto fuente, las cuales deben ser tomadas en
cuenta por los traductores, quienes también deciden sobre las funciones que
tendrá su texto meta. Concluimos abordando lo que han dicho algunos filósofos y
traductólogos específicamente sobre la traducción de la filosofía y las necesidades
especiales que conlleva esta labor. Destaca en este sentido el papel que los
deconstruccionistas han conferido a la “diferencia” y al “diferimiento” en la
comprensión de distintos modos de escritura y reescritura, especialmente la
traducción (Gentzler, 1993, basado en Derrida).
En el capítulo 3 hablamos sobre la relación entre traducción e ideología.
Tras presentar una definición del concepto de ideología y una breve historia de la
noción, exponemos el modelo teórico que nos ha permitido describir el vínculo
2
entre ideología y discurso en nuestro corpus: la Teoría Multidisciplinaria de la
Ideología propuesta por T. van Dijk. Aunque este modelo tiende a simplificar
ciertos aspectos, nos ha resultado fructífero porque concibe la ideología de
manera menos restringida que algunas de las escuelas clásicas, además de
ofrecer categorías de análisis específicas e identificables en los textos.
Posteriormente enlazamos esta teoría con el tema que aquí nos interesa
particularmente –la traducción del discurso político-filosófico–, repasando lo que
ha dicho A. Lefevere desde la escuela de la manipulación, y tocamos el tema de la
(in)visibilidad del traductor y las condiciones de recepción de la traducción.
Concluimos con un análisis de las condiciones ideológicas específicas que
imperaban durante las diferentes épocas en las que fueron producidas las
traducciones que constituyen nuestro corpus, y para ponernos todavía más en
contexto exponemos algunos datos biográficos sobre las personas a quienes va
dedicado este trabajo: los traductores de J.S. Mill.
Estas perspectivas nos han permitido establecer categorías para ordenar el
corpus (Anexo 1) y encarar el análisis contrastivo (Anexo 2), cuya metodología se
expone en el capítulo 4. En este capítulo categorizamos los problemas de
traducción, establecemos las unidades de análisis y fijamos las variables
utilizadas. Posteriormente reconocemos las técnicas de traducción empleadas por
los traductores para determinar el tipo de equivalencia y la concepción de
traducción que ha guiado el proceso traductor, según Toury y Hurtado. En el
apartado siguiente señalamos la manera en la que los traductores que estudiamos
aplican las estrategias discursivo-ideológicas descritas por Van Dijk según los
distintos niveles del discurso. Finalizamos el capítulo de análisis con un estudio de
las posturas del traductor sobre la traducción, la lengua, la cultura meta y el texto
fuente. A tales efectos caracterizamos los posibles efectos ideológicos que pueden
tener las diferencias en la traducción (Gentzler, influido por Derrida) a través de los
“cambios de sentido”, los “cambios estilísticos” y el método traductor (Hurtado)
aplicados por los diferentes traductores de On Liberty.
3
Justificación La traducción es una actividad de resolución de problemas en la que un
elemento de una lengua fuente es reformulado mediante uno o más elementos de
una lengua meta, entendiendo por “elemento” desde una palabra o giro hasta una
figura retórica, un uso pragmático o incluso un tipo textual. Cuando el traductor se
enfrenta con una sola opción de traducción, poco más hay para decir. Sin
embargo, cuando aparecen dos, tres o más opciones, y el traductor tiende a elegir
una sola de manera reiterada, vale la pena hablar del proceso de traducción y
comenzar a formular teoría. El papel de la teoría en la traducción consiste en el
desarrollo de un marco adecuado para discutir las distintas alternativas que se
presentan, pero la adaptación y propuesta de solución a problemas concretos de
traducción pertenece a los estudios de la reformulación discursiva, particularmente
a lo que se llama traductología. Aunque el concepto de traductología varía
ampliamente, cuando se refiere al discurso teórico sobre traducción trata aspectos
de gran alcance, pero tiende a dejar fuera las técnicas mediante las cuales los
traductores reducen la complejidad y enfrentan los problemas al momento de
sentarse a traducir.
Por otro lado, a pesar de que en las últimas décadas se ha dedicado cada
vez mayor atención al estudio de la traducción de diferentes tipos de texto, la
mayoría de estos estudios se ha centrado en los discursos literario, periodístico y
cotidiano, lo cual ha dejado un espacio reducido al tratamiento del discurso
político-filosófico. Esta situación ha limitado los recursos teóricos de los
traductores que trabajan con estos textos, pues, como veremos, el discurso
político-filosófico posee rasgos particulares y exige que el traductor no solo cuente
con un saber especializado importante y conozca las tradiciones de traducción de
estos textos, sino también con la capacidad de tratar el influjo de su propia
ideología en sus opciones de traducción.
En este trabajo buscamos atender ambas cuestiones a fin de ir cerrando
brechas de conocimiento.
¿Por qué hacer un estudio descriptivo a estas alturas? Como dijimos, no es
mucho lo que se ha escrito sobre la traducción de textos político-filosóficos desde
4
un punto de vista lingüístico-discursivo. Pero, más aún, en el pasado los estudios
de traducción abordaban su objeto de estudio desde un enfoque apriorístico,
especulativo y deductivo, sin un verdadero contacto empírico con diversas
traducciones. Esto condujo a generalizaciones excesivas y a la formulación de
recomendaciones simplistas, que reflejaban cierto desconocimiento de la actividad
traductora (p.ej., “siempre traducir las intenciones del autor”, “agregar palabras si
la expresión resultante es ambigua en la lengua meta”, etcétera). Estas
generalizaciones suelen plasmarse en ensayos relativamente breves sobre
metodologías de traducción (cf. Schleiermacher, 1994; ver 2.3) o en manuales de
traducción (cf. Newmark, 1992; López y Minett, 2006) que pretenden convencer al
lector de que existe una sola forma “correcta” de traducir diferentes tipos y partes
de textos.1 Sin embargo, dada la complejidad que significa traducir los textos que
conforman nuestro corpus, su estudio requiere un enfoque inductivo, descriptivo y
centrado en traducciones ya realizadas, existentes.
Por otro lado, el estudio apriorístico de la relación entre discurso e
ideología, en palabras de Van Dijk (2006: 19), “nos lleva solo hasta un nivel de
abstracciones mentales o sociales sin sustento empírico alguno. Necesitamos ‘ver’
cómo las ideologías son expresadas o vividas por sus actores y cómo ‘funcionan’
en situaciones sociales completas, es decir, en prácticas sociales cotidianas”.
Muchas de estas prácticas, como es el caso de la traducción, pueden constituirse
en áreas de investigación empírica. Esto implica, en otras palabras, no encasillar a 1 Por ejemplo, en el Manual de traducción de P. Newmark (1992), el autor afirma lo siguiente sobre la traducción de metáforas: “Siempre que encuentren una oración que sea gramaticalmente correcta, pero que aparentemente no tenga sentido, deberán comprobar si ese elemento al parecer sin sentido tiene un significado metafórico. Yo iría algo más lejos aún: deberán comprobar si el texto está mal escrito […]. Imaginen que se topan con un texto como éste: L’après-midi, la pluie tue toujours les vitres. Lo primero que tienen que hacer es comprobar si hay alguna errata. Si fuera un texto autoritativo, yo lo traduciría así: “Por las tardes, la lluvia mata siempre los cristales”; y añadiría, tal vez, mi interpretación en una nota al pie de página. Pero si se trata de un texto anónimo, deberían intentar algo así: “Por las tardes, la lluvia amortigua la luz que pasa por los cristales”. Pero el caso es que no pueden esquivar el problema; tienen que darle sentido a todo. Normalmente, solo tienen connotaciones las palabras más corrientes, pero, en caso de necesidad, cualquier palabra puede ser una metáfora […].” En este fragmento notamos una elevada densidad de generalizaciones, evidentes mediante el uso de cuantificadores como “siempre” y “todo” y adverbios como “normalmente” (negritas); el tono prescriptivo se percibe gracias al uso del modo imperativo del verbo y de modalizaciones deónticas a través de perífrasis verbales como “deber + verbo” y “tener que + verbo”, además de los constantes recordatorios de lo que el autor haría (subrayado).
5
un traductor a priori como “liberal”, “marxista”, etcétera, a raíz de su biografía, e
intentar justificar sus opciones de traducción a partir de estas etiquetas, ni de
considerarlo propenso a la visibilidad o a la invisibilidad del traductor sobre la base
de sus propias manifestaciones. Se trata más bien de estudiar cómo ha procedido
en su tarea concreta y eventualmente concluir de allí su ideología y sus
representaciones de la traducción y la lengua.
¿Por qué estudiar la traducción de textos filosóficos? El vínculo entre
traducción y filosofía siempre ha sido estrecho. Si uno busca en la bibliografía
estudios sobre traducción y filosofía, probablemente encuentre, por una parte,
numerosos estudios de teoría de la traducción desde una aproximación filosófica
por parte de grandes pensadores, como F. Schleiermacher, M. Heidegger, W.
Benjamin, H.G. Gadamer y W.V.O. Quine, entre otros. Por otra parte, también es
posible encontrar un buen número de trabajos sobre el papel que ha ejercido la
traducción en la historia de la filosofía. En este caso destacan algunos escritos de
F. Nietzsche y J. Derrida. Sin embargo, debemos recordar la escasez de estudios
lingüístico-discursivos que aborden la traducción de filosofía directamente. Apenas
podríamos mencionar un artículo de Agud (1993) o un capítulo de Venuti (1998),
que tocan el tema de manera apriorística o deductiva, en el primer caso, o sin
entrar a detalle y realizando análisis breves, en el segundo. Por tal motivo
consideramos que podemos hacer un aporte a la traductología y a los estudios
discursivos mediante el análisis de un discurso filosófico particular como es el
político-filosófico. Si a ello agregamos un análisis del papel que desempeñan
factores como la ideología, podemos arrojar luz desde una base concreta sobre el
lugar del traductor como mediador cultural, que en este caso representa una
responsabilidad adicional por tratarse de un texto que puede influir en la forma de
hacer política y, por tanto, en la vida pública.
¿Por qué estudiar las traducciones de On Liberty de John Stuart Mill? Por
un lado, la discusión de algunas de las cuestiones tratadas en la obra, como la
legalización de ciertas drogas o el papel que deben tener las escuelas públicas en
la sociedad, se mantiene vigente, por lo que el texto desempeña una función
social aún en nuestros días. Desde el punto de vista filosófico, On Liberty aporta
6
un análisis sólido del “principio del daño”, que constituye un precepto sumamente
atractivo por las consecuencias morales, políticas y sociales que implica su
seguimiento, a pesar de las dificultades que conlleva. Pero desde la perspectiva
traductológica, el estudio de este texto resulta de interés porque no es tan antiguo
que su interpretación exija de conocimientos especializados en inglés arcaico, ni
tan moderno que no haya una tradición de traducción consolidada. Esto nos ha
permitido estudiar cinco traducciones distintas pertenecientes a épocas históricas
diferentes, en contextos ideológicos diversos. Si a ello agregamos la riqueza del
lenguaje de Mill, aun dentro de su sencillez, vemos cómo puede ser terreno fértil
para llevar a cabo un estudio discursivo.
7
Capítulo 1: Los Estudios Descriptivos de Traducciones
La reflexión sobre la traducción puede rastrearse en tiempos tan antiguos
como los de Cicerón o San Jerónimo. Sin embargo, el estudio sistemático de los
aspectos teóricos y empíricos de la traducción se consolidó recién en el siglo XX
(con algunas excepciones, como F. Schleiermacher y otros románticos alemanes,
a inicios del XIX) (cf. Vega, 1994:224-249). Desde el punto de vista de la
traductología, la primera mitad del siglo pasado se caracterizó por la aparición de
estudios filosóficos sobre la traducción a cargo de filósofos como J. Ortega y
Gasset, M. Heidegger y W. Benjamin. Según A. Hurtado Albir (Hurtado, 2004:121),
los estudios de esa época se caracterizan por la polarización, la falta de definición
de los términos implicados y el predominio de la prescripción.
Iniciada la segunda mitad del siglo XX, surgen los primeros estudios
teóricos que defienden un análisis descriptivo y más sistemático de la traducción.
Se dice que los años cincuenta y sesenta constituyen la “época fundacional” de la
teoría de la traducción moderna, y que los setenta son el momento en el que se
plantean las cuestiones fundamentales, como la importancia del análisis del
proceso traductor y la reivindicación del carácter textual de la traducción. Durante
la década del ochenta, estos estudios crecen a un ritmo acelerado, alcanzando un
carácter más descriptivo y explicativo en torno a cómo funciona el proceso
traductor, cómo se relacionan el texto original y la traducción y cuál es el papel del
contexto, consolidándose la traductología como disciplina propia.
Hurtado (2004:125) habla de cinco enfoques teóricos que comprenden la
traductología: los enfoques lingüísticos, basados en la aplicación de modelos
procedentes de la Lingüística a fin de describir y comparar lenguas sin ocuparse
de operaciones textuales; los enfoques textuales, que reivindican la traducción
como operación textual e incorporan aportaciones de la lingüística del texto y el
análisis del discurso; los cognitivos, centrados en el análisis de los procesos
mentales del traductor durante su práctica; los enfoques comunicativos y
8
socioculturales, que destacan la función comunicativa de la traducción
considerando aspectos contextuales y los elementos culturales que la rodean; y,
finalmente, los enfoques filosóficos y hermenéuticos y las reflexiones post-
estructuralistas, que ponen en duda la utilización del método científico para el
estudio de la traducción.
Nuestro análisis contempla el estudio de diversas traducciones de un texto
filosófico considerando factores discursivos, socioculturales y de representación
desde un punto de vista descriptivo y empírico. A tales efectos tomamos
elementos de los diferentes enfoques con los que se ha estudiado la traducción,
particularmente los textuales y los comunicativos-socioculturales, y, en menor
medida, las reflexiones filosóficas y post-estructuralistas. La traducción se concibe
como “un acto de comunicación que se desarrolla en un marco social y cuya
finalidad es que un destinatario que no conoce la lengua ni la cultura en las que
está formulado un texto, pueda acceder a ese texto” (Hurtado, 2004:507).
El éxito del análisis depende de no olvidar poner en relación una traducción
y su original con una mirada no prescriptiva, a fin de estudiar las decisiones
tomadas por los distintos traductores durante el proceso de traducción. Lo que se
pretende es estudiar las técnicas utilizadas y las diferencias que son directamente
observables en los textos.
1.1 Los Estudios Descriptivos de Traducciones Como se ha señalado, uno de los propósitos del trabajo consiste en realizar
un análisis descriptivo de las traducciones estudiadas, para lo cual adoptamos el
enfoque de los estudios comunicativos y socioculturales de la traducción, en
particular el modelo propuesto por G. Toury, complementado por el de A. Hurtado.
Toury (1995) propone un modelo que integra teoría y práctica, con un
enfoque descriptivo funcional y sistémico orientado al texto meta y a los problemas
de traducción, a diferencia de paradigmas anteriores centrados en el texto fuente y
en señalar “errores” o “desviaciones” desde una mirada prescriptiva (Toury, 1982).
Su modelo está emparentado con la teoría de la cultura –particularmente la
literatura– como polisistema, desarrollada en la década del setenta por I. Even-
9
Zohar, con base en el formalismo ruso tardío (influido especialmente por J.
Tinianov y R. Jakobson). El término polisistema se refiere a la red de sistemas
interrelacionados, tanto literarios como extraliterarios, que se manifiestan en una
sociedad. La literatura es vista como un sistema complejo, dinámico, constituido
por diversos sistemas ordenados jerárquicamente que interactúan de manera
heterogénea con la realidad histórica, social, cultural, económica e ideológica de
una comunidad determinada. De la literatura se obtienen no solo concepciones o
imágenes coherentes de la realidad, sino también instrucciones prácticas para el
comportamiento cotidiano y modelos para organizar la vida.
Además, según Even-Zohar (1999a), no se puede entender la literatura
como un conjunto de textos: implica todas las actividades involucradas en su
producción, distribución, repetición y valoración, incluyendo la traducción (cuya
importancia dependerá de la cultura y las circunstancias históricas). La fuerza de
la literatura reside en que constituye una institución social poderosa e importante
que permite a las sociedades humanas ordenar y administrar su repertorio de
organización de vida, o sea, su cultura. Cada polisistema está integrado por todos
los sistemas literarios, sean mayores o menores. En este sentido, Even-Zohar
compara la literatura con la cuestión de los bienes, preguntando quiénes son los
que controlan y manejan los repertorios; en particular, quiénes tienen la capacidad
de determinar cuáles son los repertorios reales (no solo los oficiales, sino los que
utiliza la gente en su vida). Las consecuencias de esta cuestión se observan en
las llamadas “luchas por el canon”, que se ven con mayor profundidad en el
capítulo sobre ideología y traducción (ver 3.4).
Tanto Toury como Even-Zohar reconocen la necesidad de incluir las
traducciones en el polisistema por el papel que ejercen en la sincronía y en la
diacronía de ciertas literaturas. Podemos suponer que las traducciones suelen
tener una posición periférica en las distintas literaturas, pero no siempre es así,
pues en sistemas literarios jóvenes (como el de Israel, en la época en la que
comenzaron estos estudios), débiles (como el de Holanda, ante la reducida
población de este país, donde también surgieron enfoques traductológicos muy
similares) o que se encuentran en un punto de inflexión, crisis o vacío literario
10
(como en Estados Unidos en la década de 1960), las traducciones pueden ocupar
un lugar central y permitir la introducción de nuevos modelos literarios (Even-
Zohar, 1999b:225). Cuando la literatura traducida toma un lugar periférico, el
trabajo del traductor se encaminará a encontrar los mejores modelos
preestablecidos para el texto extranjero, poniendo en evidencia el juego de las
jerarquías de los distintos sistemas. En otras palabras, cuando las traducciones
ocupan un lugar periférico en un polisistema fuerte, el traductor tendrá que
subordinarse a las convenciones estilísticas, lingüísticas y textuales del sistema
receptor, mientras que cuando ocupan un lugar central, tendrá mayor libertad para
presentar versiones de diversa índole. El estatus de la traducción depende no solo
de su posición en el polisistema global, sino que incluso los criterios de selección
de las obras traducidas y la modalidad de traducción están condicionados por la
situación de los polisistemas locales. Así, la constelación de fuerzas internas de un
polisistema puede seleccionar obras a traducir pertenecientes a otros polisistemas
para llenar lugares “vacantes”.
Al notar el retraso en la metodología para observar y explicar los fenómenos
traductológicos, Toury propone la creación de una rama descriptiva y sistemática
de la traductología que dé lugar a una base empírica que permita poner a prueba,
comparar y reproducir estudios de traducción individuales, de modo que el
conocimiento pueda avanzar de manera ordenada. La base de este modelo serán
los Estudios Descriptivos de Traducciones (EDT) (Toury, 1995), caracterizados por
su naturaleza empírica y –como el nombre lo indica– descriptiva. Con este modelo
se pretende estudiar casos concretos de traducción de modo que los resultados
constituyan un aporte para la construcción de un marco teórico general. Señala
que hasta ese momento los estudios traductológicos habían sido en su mayoría
deductivos (y por lo tanto prescriptivos), buscando que los datos encajaran con la
teoría. Toury proponía lo contrario: primero recabar datos a partir de traducciones
o conjuntos de traducciones particulares (normalmente dispuestas en pares
adyacentes que permiten comparar texto fuente y texto meta) y luego formular la
teoría (o reglas de generalización); de ahí la necesidad de los EDT. El enfoque
descriptivo representa una reacción frente a las teorías prescriptivas y normativas
11
de la traducción, que según el autor debían limitarse a la rama aplicada de la
traductología.
La propuesta de Toury constituye un marco de análisis que concibe la
traducción como el producto de una transferencia cultural, haciendo énfasis en la
cultura receptora y en la forma en la que el proceso traductor influye en el
polisistema receptor, diferenciándose de los modelos teóricos que tienen una
definición preconstruida de “equivalencia de traducción” orientada al sistema
fuente. El autor, en cambio, propone la necesidad de una “invariante de
comparación” hipotética para determinar la posición de la traducción entre dos
extremos –la aceptación en la cultura meta y la adecuación a la cultura fuente–,
invariante que para E. Gentzler (1993:131) representa un problema al significar
una especie de vuelta a la prescripción que implica cualquier sustancia invariante.
Si bien Gentzler tiene parte de razón, para los efectos de este estudio tendremos
que suponer que existe un elemento que permite la comparación entre dos textos
que presuponen cierto grado de equivalencia (de lo contrario sería imposible
identificar los “cambios de sentido” que aparecen en el corpus, y cuyo análisis
ofrece tanta información sobre las posturas de los traductores).
Otra crítica al modelo del polisistema que debemos tomar en cuenta fue
propuesta por R. Bein (2003:347), quien plantea que la aplicación de esta teoría
se dificulta cuando las lenguas (y por lo tanto las traducciones) son compartidas
por varios países. En nuestro caso, las casas editoriales transnacionales
acostumbran imponer el empleo de una lengua suprarregional con pretensión de
“neutralidad” para las traducciones que ingresan a los diversos sistemas meta de
habla española. Así, la selección de textos a traducir no solo es determinada por
cada polisistema nacional sino además por mecanismos transnacionales.
Entre estos mecanismos podemos incluir lo que P. Willson (2004:28)
denomina estrategias en torno del proceso de traducción o estrategias editoriales,
involucradas en el modo de construcción de lo foráneo por parte del aparato
editorial. En coincidencia con Bein, indica que el método más notorio para
construir lo foráneo es la elección de los textos a traducir, lo cual considera una
muestra de la puesta en relación comparativa entre la propia literatura y las
12
literaturas extranjeras. De esta comparación se generan representaciones de
aquello de lo que se carece y cuya importación resultaría, según las editoriales,
benéfica. Asimismo, el aparato editorial interviene determinando otros factores que
también inciden en la recepción que tendrá la literatura traducida, por ejemplo, la
organización en colecciones y el componente paratextual (prólogos, posfacios,
solapas, mención u omisión del traductor, etcétera), que también contribuyen a
modelar la imagen de lo extranjero, y que resulta fundamental en nuestro corpus.
1.2 Equivalencia de traducción
Según Toury, la equivalencia de traducción no constituye una relación
específica meta-fuente, sino un concepto funcional-relacional, a saber, la relación
que distingue entre traducción y no-traducción bajo ciertas circunstancias
socioculturales de la cultura meta (1982:36). Ello es comprensible si tenemos en
cuenta la orientación descriptiva de su proyecto. La traducción, como producto, es
un artefacto cultural que reemplaza el texto de origen por una versión aceptable en
la cultura receptora. Para estudiar la traducción sin emitir juicios sobre su
corrección, Toury no centra su atención en una definición predeterminada de
equivalencia sino en las relaciones reales entre el texto fuente y su traducción: no
todo es equivalencia lingüística o funcional, también deben tenerse en cuenta
hechos históricos y culturales que denomina normas de traducción (Gentzler,
1993:130).
En el campo de la traductología, el concepto de equivalencia ha sido
abordado por numerosos autores. De acuerdo con J.P. Vinay y J. Darbelnet
(1958), la equivalencia es solamente un procedimiento de traducción más entre
otras opciones. E. Nida y C. Taber (1969:20) usan el término a fin de definir el
principio básico de la traducción: “conseguir el equivalente natural más cercano en
una situación determinada”. Otros en usar el concepto para definir la traducción
son J.C. Catford (1965), A. Pym (1992) (quien acota diciendo que, en traducción,
equivalencia puede significar cualquier cosa para cualquier teórico) y el mismo
Toury (1995). En contraste, para M. Snell-Hornby (1988) la noción es irrelevante.
13
El concepto de equivalencia traductora ha ido evolucionando desde un
estado lingüístico-prescriptivo hasta una relación descriptiva y dinámica. Nida
(1964) fue de los primeros autores en describir estos rasgos de la equivalencia
traductora mediante su concepto de equivalencia dinámica, que supone una
conformidad al contexto y la adecuación de la traducción a los receptores; implica
un rechazo de las equivalencias fijas, por un lado, y presupone el principio del
efecto o reacción equivalente en los lectores de la cultura meta, por el otro.
Por lo demás, Hurtado (2004:208) destaca la necesidad del concepto de
equivalencia en traductología porque permite definir un vínculo intertextual que
distingue la traducción de otros tipos de manifestación textual. Añade que la
equivalencia de traducción es un fenómeno empírico claramente visible al
comparar casos concretos de traducción, y consiste en una de sus condiciones
fundamentales. Hurtado recupera la distinción de Toury entre equivalencia como
término descriptivo y equivalencia como término teórico, pues en el primer caso se
trata de una categoría empírica sujeta a la observación, mientras que en el
segundo es una categoría abstracta que define una relación ideal entre texto
original y traducción.
La relación entre traducción y texto fuente podrá describirse como de
equivalencia siempre y cuando no se use con el mismo sentido que identidad o no
responda a planteos exclusivamente lingüísticos. Así, la equivalencia traductora
será vista como un concepto relacional entre la traducción y el texto fuente que
define un vínculo entre ambos, sin el cual no se puede hablar propiamente de una
traducción. Tal relación se establece en función de la situación comunicativa y el
contexto sociohistórico en el que tiene lugar el acto traductor. Por lo tanto, el
concepto de equivalencia tiene un carácter relativo, dinámico y funcional.
No debemos olvidar que si bien existen elementos lingüísticos
transcodificables de modo directo (por ejemplo, los números), también hay otros
factores que confieren un carácter relativo a la equivalencia traductora, entre otros,
el género textual, el contexto lingüístico, textual y sociohistórico, el objetivo de la
traducción, etcétera. Las equivalencias mostrarán variación en función de estos
14
factores y los traductores utilizarán técnicas diferentes según el caso,
adaptándose a estos contextos cambiantes.
1.3 Normas de traducción Las normas de traducción son restricciones socioculturales que representan
el conjunto de valores compartidos por los usuarios, plasmados en pautas de
comportamiento durante el proceso traductor (Toury, 1995: 53). Según esta idea,
es posible reconstruir las normas que operan en cierta traducción, identificar el
proceso de toma de decisiones de los traductores y plantear hipótesis que pueden
ser puestas a prueba en estudios posteriores.
En este modelo, las normas son categorías que permiten realizar un
análisis descriptivo de los fenómenos traductológicos que condicionan el tipo y
alcance de equivalencia que manifiesta cada traducción. Asimismo, la
equivalencia de traducción representa un medio para determinar la concepción de
traducción que ha guiado las decisiones de los distintos traductores. En este
sentido, no es una relación meta-fuente particular, sino el conjunto de relaciones
que caracterizan las formas de traducir apropiadas de las inapropiadas para una
cultura particular y en un momento determinado.
Toury distingue entre equivalencia potencial, o el total de relaciones
posibles (perteneciente a la rama teórica de la disciplina), y equivalencia real o
realizada, es decir, cualquier elemento de ese potencial (parte de la rama
descriptiva). Desde el punto de vista metodológico, ello significa que un estudio
descriptivo parte del presupuesto de que existe alguna forma de equivalencia
entre una traducción y su fuente; lo que se estudia entonces es qué sucede con el
equilibrio entre lo que el traductor mantiene invariante y lo que transforma.
Como indica Gentzler (1993:131), al requerir de la “invariante de
comparación” (una especie de tertium comparationis), el enfoque de Toury
mantiene la noción de equivalencia que otros modelos actuales rechazan.2 La
2 Por ejemplo, en la teoría del skopos, más que la equivalencia, los teóricos destacan el propósito o finalidad que tendrá la traducción en la cultura receptora, así como la función que desempeñará, los cuales pueden ser diferentes a los que tiene el texto original en la cultura fuente (Reiss, 1971;
15
diferencia radica en que lo transforma en un concepto histórico y no prescriptivo.
Así, al finalizar un estudio es probable encontrar que las normas de traducción
dependen en buena medida de la posición de la traducción –como actividad y
producto– en la cultura meta.
Toda traducción, de acuerdo con Toury, es un texto con un lugar en la
cultura de destino así como la representación de un texto preexistente que es
parte de otra cultura. Estas dos restricciones plantean al traductor una norma
inicial:3 los traductores deben decidir si se someten o no a las normas de la cultura
de destino. La norma inicial presupone la existencia de dos polos (1995:56-57):
• Aceptabilidad o adhesión a las normas de la cultura meta.
• Adecuación o adhesión a las normas de la cultura fuente.
En este sentido, la traducción se orienta hacia un polo u otro de un continuum.
Hemos visto que hay una norma inicial en la que los traductores deciden si
se someten a las relaciones textuales y normas del texto original o a las normas
lingüísticas y literarias de la cultura meta (aunque lo corriente es un punto
intermedio con una orientación en algún sentido). Esta norma influye en todas las
decisiones de traducción. Pero además existen otros tipos de normas de
traducción:
• Normas preliminares: establecen la política de traducción y regulan
aspectos anteriores al acto de traducir (p. ej., textos o tipos de texto a
traducir, uso de lenguas intermediarias, censura de textos o partes de
textos, etc.). Se relacionan con las estrategias editoriales mencionadas
antes.
• Normas operativas: regulan las decisiones tomadas durante el proceso de
traducción. Este tipo de norma se divide a su vez en dos:
o Normas matriciales: permiten determinar la macroestructura textual y
decidir si se mantiene todo un texto tal como está, sus capítulos,
párrafos, etc.
Reiss y Vermeer, 1984; ver 1.5). Por otro lado, en la teoría de la deconstrucción se difumina la frontera entre original y traducción y entre escribir y traducir. 3 Estos conceptos se pueden interpretar como una reelaboración de la metodología descrita por Schleiermacher (ver 2.3).
16
o Normas lingüístico-textuales: estas normas intervienen en la
selección del material lingüístico para la formulación en la lengua de
llegada (Toury, 1995: 58-59).
Cabe señalar que estas normas se distinguen por su inestabilidad y su
especificidad sociocultural: no necesariamente persisten en las diferentes culturas
y pueden variar con el tiempo.
Posteriormente Toury propone que el concepto de norma permitirá la
formulación de leyes generales o universales de traducción. Aunque acepta que
todas las lenguas son diferentes, sugiere que, de manera implícita, en todas ellas
hay una forma universal y unificada. Dado que aquí nos limitamos al estudio de un
texto concreto y cinco de sus traducciones, difícilmente podremos plantear leyes
generales. Sin embargo, los conocimientos obtenidos serán un paso inicial para
descubrir tendencias dentro de un conjunto de textos determinado y más adelante
para el género al cual pertenecen.
1.4 Las relaciones de traducción
Para llevar a cabo un estudio descriptivo de una traducción, Toury
(1995:77-80) propone analizar el proceso traductor en orden inverso al de su
producción para así reconstruir las decisiones tomadas por los traductores frente a
distintos problemas, ofreciendo hipótesis sobre los condicionamientos que
pudieron haber intervenido durante el proceso de reformulación. Las relaciones de
traducción constituyen un vínculo entre las soluciones adoptadas y los problemas
a los que responden. Estas relaciones permiten al analista determinar la norma de
equivalencia de traducción presente entre los pares en cuestión para cierto
corpus, con lo cual podemos conocer un poco más sobre la concepción de
traducción implícita en los textos que ha guiado a los traductores durante su labor.
Una de las relaciones de traducción que vinculan pares de segmentos de
texto meta y texto fuente es la invariancia, la cual debe identificarse con
investigaciones concretas porque su presencia no siempre es evidente. A fin de
precisar el tipo de equivalencia que manifiesta el corpus, es necesario distinguir lo
que permanece invariante de lo que se adapta a la situación comunicativa de la
17
lengua y cultura de llegada. Ello permite estudiar la orientación general de las
relaciones de traducción. Al respecto, J.L. Prieto afirma: Si todo cambia no hay traducción y tampoco si nada cambia. Los problemas de la
traducción pueden resumirse en dos cuestiones principales: de una parte, qué debe
cambiar y qué debe, en cambio, permanecer sin cambios para que haya traducción y, de la
otra, en qué medida aquello que debe permanecer sin variación puede efectivamente
permanecer así después del cambio de lo que debe cambiar. Responder a la primera de
estas cuestiones equivale, en último análisis, a establecer la definición misma de la traducción.
Con la otra planteamos en definitiva la cuestión de su posibilidad o al menos –puesto que, de
todas maneras todos los días se hacen tantas traducciones– la cuestión de la posibilidad de
su fidelidad. (...) (Prieto, inédito, en Bein, 1997).
Toury no identifica estas relaciones sino que más bien remite a las
establecidas en la rama teórica de los estudios de traducción. Nosotros para
identificarlas utilizamos el concepto de técnicas de traducción con base en la
perspectiva teórica de Hurtado (2004:268), quien las define como los
procedimientos verbales, concretos y visibles en la traducción que tienen como
objetivo conseguir la equivalencia traductora.
1.4.1 Técnicas de traducción
El objetivo de llevar a cabo estudios descriptivos de traducciones exige el
empleo de conceptos que permitan catalogar distintos fenómenos de carácter
traductológico, en particular cuando se desea analizar las posturas de los distintos
traductores a partir de las diferentes traducciones de una misma obra. Por tanto,
deberemos echar mano de lo que algunos autores llaman técnicas de traducción,
a fin de identificar, describir y catalogar las equivalencias elegidas por los
traductores de On Liberty.
Como hemos visto, el estudio descriptivo/comparativo planteado por Toury
se sustenta en la identificación de los procedimientos técnicos empleados por los
traductores para solucionar los problemas que presenta el texto fuente. Si bien la
noción ha sido desacreditada por algunos teóricos por su sesgo prescriptivo, su
utilidad principal reside en el hecho de que las técnicas de traducción ofrecen una
terminología y un marco de clasificación que permite identificar y describir el
18
resultado de la equivalencia traductora respecto del texto original. Con ellas
podemos identificar, clasificar y denominar las equivalencias que utilizan los
traductores para determinadas microunidades textuales y obtener datos concretos
sobre la metodología utilizada. De esta forma, representan un instrumento de
análisis para la descripción y comparación de traducciones.
Un punto a tener en cuenta es que aunque estas técnicas alteren el
resultado de la traducción, se clasifiquen en relación con el original, se utilicen
para el estudio de microunidades textuales, muestren un carácter discursivo y
contextual y sean funcionales, por sí solas no son suficientes como instrumentos
de análisis, pues carecen de otras categorías textuales, contextuales y
procesuales (método y estrategias traductoras) que engloban y determinan el
proceso traductor.
Una de las primeras clasificaciones de los procedimientos técnicos de
traducción fue propuesta por Vinay y Darbelnet (1958), quienes distinguieron los
procedimientos directos de la traducción literal (préstamo, calco y traducción
literal) de los de la traducción oblicua (transposición, modulación y adaptación).
Hurtado critica esta clasificación por considerarla una distinción característica de la
comparación de lenguas y propone una clasificación dinámica y funcional que
conserva la terminología tradicional e incorpora técnicas nuevas no descritas
anteriormente. En el Cuadro 1.1 presentamos la clasificación de esta autora
(2004: 268-271), y entre paréntesis se mencionan los nombres alternativos con los
que se conocen las diferentes técnicas, aunque debemos advertir que esta lista no
agota todas las posibilidades:
Cuadro 1.1. Técnicas de traducción.
Técnica Definición Ejemplo Adaptación
(sustitución cultural, equivalente cultural)
Se sustituye un elemento cultural por otro propio de la cultura de destino. Es una
especie de equivalencia cultural o funcional.
Cambiar milla por kilómetro en una
traducción al español.
Ampliación lingüística Se adicionan elementos lingüísticos (se usan más palabras que en el original). Utilizado sobre todo en interpretación y
Traducir no way por de ninguna de las maneras
(para ganar sílabas).
19
doblaje. Amplificación (explicitación,
adición, paráfrasis)
Se introducen precisiones no formuladas en el texto fuente. Se contrapone a
compresión lingüística y elisión.
Trasladar día de la expiación para los judíos en lugar de Yom Kipur.
Calco (acepción)
Se traduce literalmente la palabra o el sintagma extranjero. Existen dos tipos: • Léxico • Estructural
Traducir happy hour por hora feliz.
Compensación (concepción)
En otro lugar del texto traducido, se introduce un elemento de información o
efecto estilístico que no pudo ser reflejado en el lugar donde aparece
situado originalmente. Es una especie de juego entre amplificación y compresión.
Traducir Triple Reactivating Complex de
un cosmético por Complejo reactivador de
triple acción. Se compensa la información que faltaría de traducirlo
por “Complejo de reactivación triple”.
Compresión lingüística
Se sintetizan elementos lingüísticos. Utilizado especialmente en interpretación
consecutiva y subtitulación. Se contrapone a la amplificación.
Traducir I find that excellent! por ¡Excelente!
Creación discursiva (propuesta)
Se establece una equivalencia efímera, totalmente imprevisible fuera de contexto.
Cambiar el título de película Groundhog Day
por Atrapados en el tiempo.
Descripción Reemplazar un término o sintagma por la descripción de su forma y/o función.
Traducir huitlacoche por hongo comestible del
maíz Elisión (implicitación, omisión, concisión)
Se suprimen elementos informativos presentes en el texto fuente. Se opone a
la amplificación.
Trasladar Those annoying mosquitoes por
Estos mosquitos. Equivalente acuñado Se emplea un término o sintagma
reconocido (por diccionario, por uso lingüístico) como equivalente en la lengua destino. Se contrapone de cierta forma a
la traducción literal.
Traducir Every cloud has a silver lining por No hay mal que por bien no
venga.
Generalización (según Koller [1992],
neutralización)
Se emplea un término más general o neutro. Se opone a la particularización.
Traducir los términos ingleses drop, spill,
throw, toss todos por el español tirar.
Modulación Se efectúa un cambio de punto de vista, enfoque o categoría de pensamiento en relación con una formulación del texto original. Puede ser léxica o estructural.
La decisión de traducir Islas Malvinas por
Falkland Islands o por Malvinas Islands.
20
Particularización (según Koller
[1992],diversificación)
Se emplea un término más preciso o concreto. Se contrapone a la
generalización.
Traducir el español tirar por el inglés drop (dejar
caer).
Préstamo Se integra una palabra o expresión de otra lengua tal cual a la lengua destino.
Puede ser puro (sin cambio) o naturalizado (transliteración de la lengua extranjera y/o adaptación morfológica).
Préstamo puro: rugby Préstamo naturalizado:
mitin, tuitear.
Sustitución lingüística o paralingüística
Se cambian elementos lingüísticos por paralingüísticos (entonación, gestos) o
viceversa. Usado en interpretación.
Traducir el gesto mexicano de mostrar el dorso de la mano por
thanks. Traducción literal
(equivalente formal) Traducción palabra por palabra de un
sintagma o expresión. Contrasta con el equivalente acuñado.
En el caso de They are like two peas la
traducción literal sería Se parecen como dos
guisantes mientras que el equivalente acuñado
sería Son como dos gotas de agua.
Transposición Se cambia la categoría gramatical. Puede ser obligatoria, exigida por las
servidumbres de la lengua, o facultativa, como resultado de una elección estilística
del traductor.
Traducir He’ll soon be back por No tardará en
venir cambiando el adverbio soon por el
verbo tardar.
Variación Se cambian elementos lingüísticos o paralingüísticos que afectan a aspectos de la variación lingüística: cambios de tono textual, estilo, dialecto social o geográfico, etc. Se relaciona con la
sustitución y la adaptación.
Traducir dude por güey en México o por hueón
en Chile.
Sobre la base de esta clasificación, Pereuilh (2008:15) considera que las
técnicas de préstamo, calco, traducción literal y equivalente acuñado orientan el
proceso de traducción hacia las normas que regulan el texto fuente. Por otra parte,
las técnicas de modulación, adaptación, descripción, compensación, ampliación o
compresión, generalización o particularización, sustitución y variación, son
técnicas que orientan la traducción a la lengua y cultura meta. En este segundo
grupo también podríamos catalogar las técnicas que no menciona Pereuilh, es
decir, amplificación, creación discursiva, elisión y transposición.
21
Además, Hurtado destaca la importancia de distinguir las técnicas de
traducción, por un lado, y el método traductor, que comprende todo el texto, por el
otro. En otras palabras, el empleo puntual de una técnica no determina el método.
Sin embargo, no se puede negar que existe una relación estrecha entre el proceso
de traducción y el método utilizado: los cambios de método suponen cambios en el
proceso traductor.
1.4.2 El método traductor
Una parte importante del análisis de las posturas de los traductores ante la
obra original, la lengua y la traducción pasa por conocer el método traductor
utilizado para llevar a cabo su labor, pues el método condiciona las técnicas de
traducción empleadas, y, como hemos visto, las diferencias en el manejo de estas
técnicas son la llave que nos permitirá acceder a las distintas posturas. Según
Hurtado (2004:248), existen tres tipos de teorías que permiten abordar el problema
del método traductor: dicotomías (por ejemplo, traducción literal vs. traducción
libre), propuestas plurales y tipologías funcionales. Según la autora, las dicotomías
en el terreno de la metodología son insuficientes por estar basadas en falsas
oposiciones. En cuanto a la orientación hacia la cultura de partida o hacia la
cultura de destino que plantea Toury, si bien exhibe las oposiciones globales que
enfrentan los traductores, esta perspectiva no da cuenta de todas las opciones
metodológicas. La propuesta de clasificación de Hurtado (2004:252-253) incluye
cuatro métodos que varían según su propósito y que condicionan el tipo de
traducción. Estos métodos no son formas opuestas ni mutuamente excluyentes;
tampoco responden a tipos de texto o modalidades de traducción. Lo que hacen
es describir procesos diferentes regulados por un principio en función de objetivos
distintos:
• Método interpretativo-comunicativo: centrado en la comprensión y
reexpresión del sentido del texto fuente mientras que la traducción conserva
la misma finalidad que el original y produce el mismo efecto en el
destinatario (busca mantener función y género textual).
22
• Método literal: busca la reconversión de los elementos lingüísticos del texto
fuente traduciendo palabra por palabra, sintagma por sintagma o frase por
frase, la morfología, sintaxis y/o significación del original. El objetivo no es
mantener la finalidad del texto fuente, sino reproducir el sistema lingüístico
de partida.
• Método libre: método que no pretende transmitir el mismo sentido que el del
texto fuente aunque mantiene funciones similares y la misma información.
Se caracteriza porque se suelen cambiar categorías de la dimensión
semiótica (el medio sociocultural o el tipo textual: de poesía a prosa, por
ejemplo) o la dimensión comunicativa (tono, dialecto), debido a un cambio
de destinatario, un uso diferente de la traducción, condicionamientos del
contexto receptor, etcétera.
• Método filológico (o traducción erudita, crítica, anotada): se caracteriza
porque se añaden a la traducción notas con comentarios filológicos,
históricos, etcétera. El texto fuente se convierte en objeto de estudio y la
traducción se dirige a un público erudito o a estudiantes. Incluye ediciones
bilingües.
1.4.3 Problemas y errores en la traducción
Por último, hablaremos de manera sucinta sobre los problemas y errores
desde una perspectiva traductológica, dado que son un tema recurrente en la
traducción de textos filosóficos. Sobre este punto cabe aclarar que, aunque pueda
parecer que estas nociones no pertenecen a un estudio descriptivo de la
traducción, sino más bien al ámbito de lo prescriptivo, los conceptos de problema y
error tienen un aspecto objetivo que no puede quedar fuera de un análisis
descriptivo completo. Por ello debemos distinguir entre dos concepciones distintas
de error. Por un lado hay casos en los que se habla de “error” en la interpretación
global de un texto. En estos casos consideramos que la noción de error es
prescriptiva y está fuera de nuestro campo de análisis. Sin embargo, también hay
casos concretos, por ejemplo los errores semánticos (como traducir twenty-two por
veinticuatro o cat por perro en castellano), que no podrían describirse de otra
23
forma que errores si utilizamos el término en su acepción cotidiana y no hay un
contexto que justifique estos cambios equivocados. Y como hemos encontrado
este tipo de “errores” en nuestro corpus, consideramos pertinente ver qué se ha
dicho de manera más sistemática sobre el tema.
A tales efectos podemos definir problema como una dificultad de carácter
objetivo con la que se puede encontrar un traductor al momento de encarar la
práctica traductora. Sin embargo, se necesita mayor cautela con la noción de error
que con la de problema, que es un fenómeno generalizado de la traducción. Por
tanto, conviene definir al error en pocas palabras: equivalencia de traducción
inadecuada. No obstante, la cuestión es más profunda y merece un tratamiento
detallado, porque finalmente remite a la calidad de las traducciones. Para
empezar, existen diferentes tipos de errores, y su identificación puede ser
abordada desde distintos puntos de vista. Por ejemplo, cabe hacer la distinción
entre error y falta. I. Spilka (1984) considera al error como sistemático y a la falta
como aleatoria, y añade el concepto de desviación, que incluye todas las faltas
idiosincráticas cuando el traductor introduce elementos personales (lapsus,
adiciones, inclusiones, etcétera).
Otra propuesta de clasificación la ofrece A. Berman en su análisis sobre la
sistemática de la deformación. Berman (1985) habla de “tendencias deformantes”
cuyo fin es la destrucción sistemática de la letra de los originales en beneficio del
“sentido” y la “bella forma”. Entre estas tendencias podemos contar la
racionalización, la clarificación, el alargamiento, el ennoblecimiento, la
vulgarización, el empobrecimiento cualitativo y cuantitativo, la homogeneización,
entre otros. Sin embargo esta clasificación se acerca demasiado al prescriptivismo
que deseamos evitar, lo cual es evidente desde la designación de “deformante” (el
propio Berman se distanció de esta postura posteriormente). La retomamos
porque nos alerta sobre una cuestión importante: lo que unos autores ven como
estrategia (por ejemplo, Hurtado con la ampliación y la amplificación) otros autores
lo pueden ver como error (Berman con el alargamiento y la clarificación,
respectivamente).
24
Entre los trabajos más detallados sobre la noción de error en la traducción,
encontramos la clasificación de J. Delisle (1993), que separa las faltas en dos
tipos: las de lengua (que figuran en el texto de llegada y están vinculadas con el
desconocimiento de ésta) y las de traducción (que proceden de una interpretación
inadecuada de un segmento de texto de partida). De las primeras incluye ejemplos
como ambigüedad no deliberada, barbarismos, formulaciones incomprensibles,
pleonasmo, repetición abusiva, entre otras. Entre las faltas de traducción podemos
contar el falso sentido, el contrasentido y el sin sentido, además de la
hipertraducción, la sobretraducción y la subtraducción. Lamentablemente estas
categorías muestran poco poder explicativo y la dificultad de encontrar fronteras
claras entre ellas les confiere un aire de arbitrariedad que limita su uso. Aún así,
su empleo es difícil de erradicar, por lo que se vuelven moneda corriente del
traductor.
Más cercana a la perspectiva funcionalista, Hurtado (1999) arguye que
cualquier tipificación de errores solo debe perseguir categorías que proporcionen
un metalenguaje, aunque no den cuenta por sí solas de la gravedad del error ni
cuenten con poder explicativo. Posteriormente ofrece un listado de errores desde
esta perspectiva:
• Inadecuaciones que afectan la comprensión del texto original: omisión, falso
sentido, sinsentido, no mismo sentido, adición, supresión, referencia
extralingüística mal solucionada e inadecuación de variación lingüística.
• Inadecuaciones que afectan la expresión en la lengua de llegada:
ortografía, puntuación, gramática, léxico, aspectos textuales (como
coherencia, progresión temática, conectores) y redacción (formulación poco
clara, falta de riqueza expresiva, pleonasmo, etc.).
• Inadecuaciones pragmáticas: inadecuaciones no acordes con la finalidad de
la traducción (según el tipo de encargo, el destinatario), el método elegido,
el género textual, etc.
25
1.5 Teoría funcional de la traducción Las distintas clasificaciones que hemos presentado en relación con las
técnicas, métodos, problemas y errores de traducción pueden resultar atractivas
por su rigor técnico (a pesar de no pretender ser exhaustivas) y por su practicidad
como instrumentos de análisis. Sin embargo, en la mayoría de los casos se limitan
al nivel lingüístico de la traducción, desatendiendo los niveles textual y discursivo,
que pueden ser distintos en la cultura de origen y en la cultura meta. Asimismo,
parecen dejar de lado los conceptos de función y propósito (o skopos), clave en
los estudios de traducción.
Dado que nuestro estudio sobre las versiones de On Liberty excede la
contrastación lingüística, consideramos conveniente mencionar de forma breve
algunos postulados de la teoría funcional de la traducción para tenerlos en cuenta
durante el análisis. En un sentido general, el enfoque funcionalista busca socavar
el sentido clásico de equivalencia y el lugar privilegiado que tradicionalmente tuvo
el texto fuente al destacar el papel del traductor como creador del texto meta (en
contraste con el papel de transcodificador que se le atribuía), además de acentuar
el propósito o fin que tiene este texto. Esta teoría parte de los trabajos en
pragmática y traducción de K. Reiss durante la década de 1960, basados a su vez
en la teoría de las funciones del lenguaje de K. Bühler. Según Reiss (1971), el
lenguaje desempeña las funciones representativa, expresiva y apelativa, y en cada
texto predomina una de estas funciones aunque existan formas mixtas. Junto con
H. Vermeer (1984), afirma que en la traducción debe gobernar un solo aspecto
funcional predominante, el skopos (del griego fin, propósito). De acuerdo con estos
autores, toda traducción depende del fin que debe cumplir el texto terminal en la
cultura meta. El traductor debe buscar las soluciones óptimas dentro de las
condiciones imperantes, procurando que el texto entregado sea coherente con el
skopos. Para ello debe tener en cuenta al destinatario del texto meta, no tanto al
texto original en sí. El principio básico es que el objetivo comunicativo determina
los métodos traslativos.
C. Nord ofrece una versión matizada de esta teoría funcionalista, que
describe como un término medio entre el concepto tradicional equivalencista y el
26
concepto funcionalista radical. Al primero lo critica por su descuido de la situación
y los receptores meta, por olvidar que el texto debe “servir de algo” al lector final,
que debe ser comprensible y “funcionar” en las condiciones de comunicación de la
cultura meta. Del funcionalismo radical desaprueba que no respete al autor del
texto fuente y al legítimo interés de no traicionar su intencionalidad comunicativa,
aunque la situación de comunicación sea distinta. Nord también parte de Bühler al
describir tres funciones –la fática, la referencial y la apelativa– que considera
transculturales, motivadas por condiciones geográficas y naturales, establecidas
por acuerdo tácito o explícito, y determinadas por imitación de un comportamiento
aceptado como solución de un problema.
Nord (1994:106) propone que el traductor, en lugar de buscar equivalencias
a nivel de estructuras lingüísticas (pragmáticas, lingüístico-estilísticas y
semánticas), debe traducir funciones. Reconoce que la equivalencia lingüística no
siempre es compatible con la funcional, lo cual implica un reto para el traductor,
pero aduce que la función pretendida del texto meta, determinada por la situación
para la que va destinada la traducción, es un criterio más concreto y objetivo que
puede aplicarse a textos tanto literarios como no literarios. También llama la
atención sobre la importancia del encargo de traducción, pues con base en éste el
traductor tiene la facultad de cambiar la función o incluso el contenido para cumplir
con su propósito.4
Sin embargo, debemos tener cuidado porque desde esta atribución que le
concede Nord al traductor hasta el funcionalismo radical que critica tan solo hay un
paso. Además, a pesar de todas las precauciones que toma el funcionalismo
cuando dice analizar la práctica real de la traducción, esta teoría es en un sentido
prescriptiva (o por lo menos dice cómo hay que traducir) aún cuando no se base
en el concepto tradicional de equivalencia. En contraste, los EDT pretenden
estudiar cómo se traduce y cómo se resuelven los pares problema/solución sobre
traducciones ya hechas.
4 Más adelante recuperamos la noción de encargo por el papel ideológico que puede desempeñar, como señala A. Lefevere (ver 3.4.1).
27
----------------------
Estas consideraciones teóricas relativas al proceso de traducir servirán de
marco para el estudio del corpus compuesto por cinco traducciones del ensayo de
filosofía política On Liberty, escrito por John Stuart Mill en 1859. Con ello
indagaremos qué nos dice el uso de distintas técnicas de traducción en cuanto a
las diferentes posturas que adoptan los traductores sobre el planteamiento de Mill,
la lengua y la traducción misma, y si ello está motivado por la función que
desempeña la traducción como producto en un momento concreto.
28
Capítulo 2: El discurso filosófico y su traducción
En este capítulo tocamos la importante relación que existe entre filosofía y
traducción. Para ello comenzamos con la caracterización lingüístico-discursiva del
discurso filosófico. Posteriormente llevamos a cabo un análisis genérico y
funcional del texto del cual extraemos nuestro corpus, On Liberty. Concluimos
abordando lo que han dicho distintos teóricos sobre la traducción de la filosofía. 2.1 Rasgos del discurso filosófico
El discurso filosófico se manifiesta en una gran diversidad de formas. Por tal
motivo, la manera más conveniente de tratar el discurso filosófico en el marco de
este trabajo es definiéndolo como aquel que producen los filósofos legitimados
como institución, independientemente de quiénes sean considerados filósofos en
cada contexto histórico-cultural, del mismo modo en que el discurso médico es el
que producen quienes sean considerados médicos (de lo contrario, bajo los
criterios actuales, el discurso médico de hace 2 500 años podría ser visto como
discurso mágico, por ejemplo) (cf. Foucault, 2007 [1969]:82-90).
A raíz de esta definición cabe preguntar en primer lugar cuáles son las
características que debe tener un discurso para ser considerado “filosófico” y, en
segundo, dada la variedad de manifestaciones filosóficas que encontramos, cuáles
son los diferentes tipos de discurso filosófico que existen. Todo esto ha sido
relevante al momento de analizar nuestro corpus, por la necesidad de estar
atentos a los distintos rasgos genéricos y contextuales que ofrecen claves para
interpretar el trabajo de los traductores de Mill.
Para responder a la primera cuestión, encontramos algunas respuestas
parciales en un texto de A. Agud (1993), en el marco de su investigación
“filosófica” sobre la traducción de textos filosóficos. Según la autora, el discurso
filosófico se caracteriza por una guía que lo orienta: la verdad (aunque convendría
acotarlo a una pretensión de verdad). Por principio, el texto filosófico busca una
verdad comunicable y, en consecuencia, el filósofo pretende ser comprendido por
sus lectores. Por lo tanto, desde la perspectiva iluminista de Agud, el discurso
29
filosófico debe tener la propiedad de la traducibilidad. Otra característica que Agud
encuentra en el discurso filosófico es su reflexividad, ya que estos discursos no
expresan cualquier contenido, sino que su tema es precisamente la reflexión sobre
la totalidad de los contenidos posibles, pero desde una lectura “incontrolablemente
individual”. En este sentido, los textos filosóficos son metalingüísticos en tanto que
su tema son otros textos, y entre sus objetivos está la crítica de las reducciones
desde las que son generados.
No obstante, la postura de Agud es cuestionable por diferentes motivos.
Para empezar toma al discurso filosófico como un cuerpo homogéneo de textos,
como si todos siguieran el mismo propósito y tuvieran una forma y temática
uniformes. No contempla que existen diversos modos de hacer filosofía que se
plasman en diferentes géneros, como veremos más adelante. Sus conceptos
sobre “reflexionar acerca de la generalidad desde una lectura marcadamente
individual” no contemplan que la interpretación que hace cada lector (incluido el
traductor) no es tan individual, pues responde a su cultura, su ideología, su época
y su lengua, incluyendo las tradiciones de traducción. Finalmente, su listado de
rasgos, aunque refleja en diferente grado lo que puede suceder en la práctica, no
parte de una base empírica, por lo que generaliza indebidamente algunas
características de este tipo de discurso. Por tal motivo, nos vimos en la necesidad
de buscar otras perspectivas.
Desde el terreno de la traductología, L. Venuti (1998), influido por Deleuze y
Guattari, cuenta entre los rasgos del discurso filosófico la densidad conceptual y el
hecho de ser terreno fértil de nuevos pensamientos. Y no es coincidencia que
como rasgo constitutivo del discurso filosófico incluya su condición de
“extranjeridad” y la relación intrínseca e indisociable que existe entre la traducción
y la filosofía desde sus inicios.5 Asimismo, describe al discurso filosófico como un
texto donde abundan los remainders (residuos), concepto que toma de Lecercle.6
En una concepción del lenguaje que considera a éste no como mera herramienta
5 Entre los “escándalos” de la traducción que denuncia Venuti, incluye el que muchos filósofos hayan pasado por alto esta relación tan importante, puesto que, según él, la mayoría ha dado por sentado que existe una transparencia en el lenguaje que permite elaborar traducciones “limpias”. 6 Lecercle, J.J. (1990). The Violence of Language. Londres/Nueva York: Routledge.
30
de comunicación sino como la arena donde entran en juego diferentes relaciones
de poder en un momento histórico determinado, los residuos son las formas
lingüísticas minoritarias que buscan resistir a las dominantes, y que se manifiestan
grupal o regionalmente mediante dialectos, jergas, clichés, eslóganes,
innovaciones estilísticas, palabras formadas espontáneamente y neologismos. Las
variaciones lingüísticas que libera el residuo no solo exceden el acto comunicativo,
sino que frustran todo esfuerzo por formular reglas sistematizadas, socavando las
formas dominantes y revelando su condición histórica (1998: 108). Como en el
caso de Agud, sin embargo, las reflexiones de Venuti adolecen de cierto
apriorismo y no contemplan las distintas manifestaciones que existen del discurso
filosófico. Por ejemplo, aunque su postura sobre los remainders pueda ser
aplicable en filósofos como Wittgenstein o Heidegger (de quien toma numerosos
ejemplos), en el caso de Mill no es tan importante tanto por el tipo de obra como
por el estilo sobrio y relativamente sencillo de este filósofo, quien admite que no
busca la originalidad.
En el marco de lo lingüístico-discursivo, debemos describir al filosófico
como un discurso predominantemente argumentativo, lo cual implica que tendrá
como objeto un tema controvertido, sobre el cual impera la duda y lo problemático
y que admite distintos modos de tratamiento. Asimismo, su locutor ha de
manifestar una manera de ver e interpretar la realidad, es decir, deberá tomar una
posición y tendrá que exponer su opinión mediante expresiones modalizadas y
probablemente axiológicas. El discurso argumentativo, como se ve en On Liberty,
es marcadamente dialógico, puesto que se basa en la contraposición de dos o
más posturas. Por postura entendemos una creencia aceptada o defendida por un
sector o una persona. En el discurso filosófico también encontramos que los
enunciados se formulan en relación con otros enunciados pertenecientes a otros
textos (intertextualidad), lo cual se manifiesta por la oposición, el contraste y la
desautorización, pero también por la cita y la incorporación de otros autores. Por
último, el discurso argumentativo, incluido el filosófico, tiene como uno de sus
objetivos provocar la adhesión, convencer o persuadir a un interlocutor (que puede
31
ser una sola persona o todo un auditorio) sobre la aceptabilidad de una idea y
sobre la postura que se debate (Calsamiglia y Tusón, 2004: 295).
Si profundizamos en el aspecto argumentativo del discurso filosófico,
podemos incluirlo en lo que M. Angenot (1982: 27-37) cataloga como discursos
entimemáticos. Siguiendo a Aristóteles, Angenot llama entimema a todo enunciado
que plantea un juicio sobre un tema cualquiera y que opera una puesta en relación
de ese tema con un conjunto conceptual que lo integra o determina. Esta puesta
en relación solo ocurre si deriva de un principio regulador más general que se
encuentra presupuesto en su enunciado. Los principios reguladores que
determinan la producción del discurso pero exceden su campo de pertinencia son
los lugares o topoi. Así, el discurso entimemático está conformado por enunciados
que ponen en relación lo particular y lo “universal” y suponen una coherencia
relacional del universo del discurso. En caso de aparecer elementos narrativos, no
tienen una función directa en el conjunto textual, sino que se encuentran
subordinados a la producción de un entimema. El entimema constituye de este
modo un eslabón en una “cadena de pensamiento” cuya organización no es
aleatoria ni reversible, sino que está organizada según una estrategia cognitiva. El
discurso entimemático se presenta como necesidad de saber y como operación
compleja de veridicción; en consecuencia, independientemente de sus
modalidades retóricas de expresión, avanza de una pregunta a una respuesta, de
un saber menor a uno mayor. Por eso el discurso filosófico es un discurso
teleológico, orientado en función de un fin cognitivo.
Desde el punto de vista léxico, el discurso filosófico se distingue por el uso
de un lenguaje técnico y especializado, en el que para las distintas corrientes un
solo término puede adquirir significados discordantes e incluso, por cada autor, un
matiz diferente. Cabe mencionar además que una proporción elevada de los
textos filosóficos traducidos provienen de textos fuente de una antigüedad
considerable (con las dificultades añadidas a la interpretación que ello implica). En
esto podemos encontrar el origen de lo que se ha llamado las tradiciones en la
traducción de la filosofía, donde las primeras traducciones de obras filosóficas –y
no solo filosóficas– suelen fijar una terminología que luego es difícil de cambiar.
32
Por ejemplo, en el prólogo de su traducción de la Fenomenología del Espíritu, de
G.W.F. Hegel, W. Roces señala lo provisorio de las traducciones de algunos
conceptos, como el caso del alemán Dasein por el "ser-allí" castellano, que luego
terminaría adoptándose en los países de habla hispana en esta forma o como
“ser-ahí”.
2.2 Géneros del discurso filosófico
Como hemos visto, en la caracterización del discurso filosófico resulta
indispensable tener en cuenta que éste no se presenta en una sola forma
homogénea sino que tiene diferentes manifestaciones, es decir, se plasma en
diferentes géneros discursivos (cf. Bajtin, 1990 [1979]). En cuanto a los géneros
filosóficos, B. Lang afirma que los que más típicamente puede reconocer tanto el
lector aficionado como el profesional son los aforismos, los diálogos, las epístolas
(filosóficas), las autobiografías (filosóficas), los ensayos, los tratados y los
comentarios. En un intento por clasificar estos géneros de manera más
sistemática, Lang (1983:29) propone cuatro géneros de base para la filosofía: el
diálogo, la meditación o ensayo, el comentario y el tratado. Según el autor, el resto
de los géneros son formas derivadas o combinadas de estos géneros de base.
Sustenta su clasificación en el modelo de “acción” literaria, que presupone un
modelo de comunicación a manera de transacción entre un hablante (implícito o
explícito), un público (también implícito o explícito) y el referente de lo que se dice.
Aunque es probable que el lector promedio de textos filosóficos pueda
identificar con relativa facilidad los géneros que Lang denomina diálogo (por la
multiplicidad de locutores explícitos que lo hacen evidente) y comentario (dada la
dependencia manifiesta que el comentario tiene en relación con el texto que le da
origen), consideramos conveniente elaborar un poco más la distinción entre
ensayo y tratado, que puede ser menos clara y que resulta pertinente para nuestro
corpus. Lang (1983:30) describe al ensayo o meditación como el texto en el que el
autor tácito aparece en escena, a menudo de forma abierta mediante el uso de la
primera persona del singular (aunque no necesariamente), contribuyendo con su
punto de vista de manera constante y articulada. El autor implícito se convierte en
33
sujeto del texto, no solo en el sentido de que está diciendo algo, sino de que está
diciendo algo de sí mismo.
Según Lang, la diferencia principal entre el ensayo y el tratado es el papel
prominente del punto de vista del autor implícito del ensayo, pues en el tratado el
autor, aunque presente de manera reconocible y constante, habla de experiencias
y pruebas que no le pertenecen de modo distintivo (aun si utiliza la primera
persona). En el tratado, la voz del autor pretende de cierta forma estar entre
paréntesis o neutralizada: no habla por sí mismo sino como observador, relatando
descripciones o hechos de referentes independientes de su propia existencia; por
tanto presupone que otros observadores describirán los mismos objetos de la
misma forma que él. A menudo en sus descripciones el “nosotros” de autor
reemplaza al “yo”, no por modestia sino para extender su autoridad. Así, por lo
menos en inglés, en el tratado se evitan los pronombres de primera persona y se
privilegia la voz pasiva, la cual elimina referencias a un sujeto. En otras palabras,
el autor pretende que los hechos hablen por sí mismos, sin influencia de sus
acciones. Lavery (2007:4) complementa esta distinción afirmando que el tratado
obliga a su autor a situar su posición en relación con todas las alternativas teóricas
y pretende ofrecer una respuesta concluyente. Agrega que el tratado no debe
estar fragmentado, ni ser una declaración inconsistente de la posición teórica del
autor.
Como comprobamos en el análisis detallado que presentamos más
adelante (2.2.3), desde esta óptica On Liberty pertenece al género ensayo del
discurso filosófico.
Retomando a Angenot (1982: 27-37), ahora desde el punto de vista de la
tipologización discursiva, encontramos que propone la existencia de dos tipos de
discurso entimemático: uno que plantea axiomáticamente sus presupuestos
tópicos integrándolos en la trama discursiva con la pretensión de incluir todo el
universo del discurso, sus clases y sus relaciones, en el discurso mismo (por
ejemplo, el discurso de la ciencia y los tratados filosóficos), y otro que no pretende
plantear temáticamente el conjunto de topoi que determinan su inteligibilidad, de
modo que los principios reguladores exceden necesariamente el campo de
34
pertinencia y las conclusiones a las que lleva la demostración. El ensayo
pertenece a este segundo grupo y sería una forma doxológica del discurso
persuasivo, al igual que otros géneros como la defensa judicial, la homilía, la
editorial, etcétera. Estos tipos textuales son persuasivos porque el conocimiento al
que pretenden llevar surge como una configuración particular de un conjunto de
elementos tópicos cuya prueba intrínseca no es reactivada. La verdad probable
que orienta la organización de los entimemas es una consecuencia local de las
posibilidades de aplicación de los lugares comunes. Al mismo tiempo los ensayos
son doxológicos porque, al proponer que el discurso entimemático presupone un
conjunto tópico más extenso que el de aquello que es planteado, el autor se cuida
de afirmar algo acerca de la estructura misma de ese presupuesto regulador (la
doxa). De acuerdo con Angenot, entonces, en el discurso doxológico se recibe en
parte pasivamente la opinión corriente, aunque no la integra indiscriminadamente;
incluso más allá de una perspectiva polémica, se inscribe en una corriente de
opinión (se trate de una opinión en el sentido trivial o de configuraciones
ideológicas determinadas). También desde este punto de vista On Liberty se
clasifica como ensayo, como comprobamos a continuación.
2.2.1 On Liberty: un ejemplo de ensayo filosófico A lo largo de este trabajo operamos bajo el supuesto de que On Liberty es
un ensayo filosófico. Es el momento de ver los fundamentos textuales de esta
suposición. Aunque algunas observaciones podrán parecer obvias, resulta
conveniente hacer explícita la descripción de la obra que analizamos por la
importancia que tienen las características del género en su traducción. Para esta
parte del análisis, después de una breve síntesis de la obra (pertinente para
establecer el contexto), nos basamos en el modelo de tipologización textual
multidimensional de los lingüistas del texto W. Heinemann y D. Viehweger (1991),
a través de la mediación de G. Ciapuscio (1994), para señalar los rasgos textuales
y genéricos de On Liberty.
35
2.2.2 Síntesis de On Liberty En palabras de su autor, On Liberty trata no sobre el libre albedrío, sino
sobre la libertad civil o social, es decir, la naturaleza y los límites del poder que la
sociedad puede ejercer de forma legítima sobre un individuo. El argumento
principal de Mill, su principio regulador o topos, es el “principio del daño”, el cual
estipula que el único fin que justifica que los seres humanos, individual o
colectivamente, interfieran en la libertad de acción de uno cualquiera de sus
semejantes es la propia protección. En otras palabras, el único propósito por el
que puede ejercitarse con pleno derecho el poder sobre cualquier integrante de
una comunidad civilizada, contra su voluntad, es impedir que dañe a otros. El texto
trata, por lo tanto, sobre el grado de intervención que pueden tener el Estado y la
sociedad en la vida del individuo.
Otro argumento importante de Mill es que la verdad en cierta forma repele
la falsedad, por lo que la libre expresión de ideas, sean verdaderas o falsas, no
debe ser causa de temor. La verdad no es algo estable o fijo, sino que cambia con
el tiempo. Buena parte de lo que se ha considerado verdadero en el pasado ha
resultado ser falso, por lo que no se debe prohibir una visión de mundo por su
aparente falsedad.
Sobre estos argumentos Mill expone su defensa de la libertad de
pensamiento y expresión, por una parte, y del individualismo como elemento del
bienestar, por el otro, convirtiendo al texto en referencia obligada para algunos
sectores del liberalismo desde que fue redactado en 1859 hasta el día de hoy.
El texto, relativamente extenso (125 páginas en un libro de 14 x 21 cm), se
divide en cinco capítulos, incluyendo uno introductorio (que conforma nuestro
corpus) donde Mill relata brevemente la historia de la libertad en Europa hasta su
tiempo y expone el “principio del daño”; uno de defensa de la libertad de
pensamiento y expresión en el que destaca mediante ejemplos históricos
(Sócrates, Jesucristo, Marco Aurelio, entre otros) que la verdad no siempre triunfa
al final, por lo que no es recomendable cerrar los oídos a lo que dice la gente; otro
de defensa de la individualidad como fuente de progreso por medio de la
diversidad de estilos de vida (no dañinos para terceros); uno más sobre los límites
36
del influjo de la sociedad sobre el individuo; y al final un capítulo de aplicaciones
que trata cuestiones jurídicas y sociales de la época del autor. En síntesis, en
estos capítulos se elabora y detalla con ejemplos históricos, anécdotas, casos
contemporáneos y argumentos por qué es necesario defender las diferentes
libertades indicadas por Mill.
2.2.3 Descripción de los rasgos textuales de On Liberty Desde el supuesto de que es difícil, si no imposible, delimitar clases
textuales de manera adecuada sobre la base de un criterio único (cf. Isenberg,
1987), y que los hablantes, al asignar un texto a una determinada clase, reparan
en factores muy diversos, Heinemann y Viehweger (1991) proponen un modelo de
tipologización textual multidimensional basado en criterios múltiples. Mantienen
como premisa que las estructuras textuales no se basan en un solo rasgo, sino
que están constituidas por una matriz multidimensional de datos que conforman
redes entre sí. Las dimensiones incluyen los niveles de función, situación,
procedimiento, estructuración textual y formulación prototípica. Así, los autores
estudian cómo se entrelazan entre sí las dimensiones y cómo se activan (o no) en
diferente grado. El saber con el que cuentan los hablantes sobre las diferentes
estructuras es prototípico (basado en el mejor ejemplo posible de una categoría), y
los prototipos permiten clasificar un texto aunque éste se desvíe un poco del
ejemplo ideal. Según estos teóricos, el texto es una estructura compleja, y conocer
su clase es conocer los rasgos que corresponden a las matrices de conocimiento.
A continuación vemos qué características presenta On Liberty desde las distintas
dimensiones propuestas por Heinemann y Viehweger.
2.2.3.1 Tipo de función
Heinemann y Viehweger definen la función textual como el papel de los
textos en la interacción, su aporte para lograr metas comunicativas sociales y
objetivos individuales además de la constitución de relaciones sociales. Los
autores proponen una serie de funciones clasificándolas en expresarse, contactar,
informar y comandar. Estas cuatro funciones se encuentran en relación de
37
inclusión, y así comandar presupone las otras tres, pues los textos que comandan
también informan, los que informan presuponen el contacto entre participantes, y
para ello es necesario que los hablantes se expresen.
De acuerdo con esta clasificación, en la introducción de On Liberty
predomina la función comandar, específicamente la forma persuasiva de
comandar, con la que el productor textual busca influir en la acción del interlocutor
mediante argumentos. Supeditada a esta función de manera directa está la
función de informar, en el rubro particular de “sucesos de la realidad que son
nuevos o relevantes para el destinatario” (Ciapuscio, 1994:106), pero esta función
de informar se hace también en un evidente tono argumentativo. En el quinto
párrafo de la Introducción (Mill, 2004: 4-5) se observa un ejemplo de estas dos
funciones; por una parte, el final de una sección predominantemente informativa
donde Mill expone la historia de la libertad en Europa hasta sus días y, por el otro,
el comienzo de su defensa de la libertad civil que presenta en respuesta a su
visión de la historia. A fin de ilustrar nuestro punto hemos dividido el quinto párrafo
en tres secciones (las negritas y el subrayado son nuestros): (a) Like other tyrannies, the tyranny of the majority was at first, and is still vulgarly, held in
dread, chiefly as operating through the acts of the public authorities. But reflecting persons
perceived that when society is itself the tyrant —society collectively, over the separate
individuals who compose it—its means of tyrannizing are not restricted to the acts which it
may do by the hands of its political functionaries. (O-247, O-253)
(b) Society can and does execute its own mandates: and if it issues wrong mandates
instead of right, or any mandates at all in things with which it ought not to meddle, it
practises a social tyranny more formidable than many kinds of political oppression, since,
though not usually upheld by such extreme penalties, it leaves fewer means of escape,
penetrating much more deeply into the details of life, and enslaving the soul itself.
Protection, therefore, against the tyranny of the magistrate is not enough; there needs
protection also against the tyranny of the prevailing opinion and feeling; against the
tendency of society to impose, by other means than civil penalties, its own ideas and
practices as rules of conduct on those who dissent from them; to fetter the development,
and, if possible, prevent the formation, of any individuality not in harmony with its ways, and
compel all characters to fashion themselves upon the model of its own. (O-259, O-265)
(c) There is a limit to the legitimate interference of collective opinion with individual
independence; and to find that limit, and maintain it against encroachment, is as
38
indispensable to a good condition of human affairs, as protection against political
despotism. (O-271)7
En (a) encontramos aún rastros de la sección informativa/histórica de la
Introducción. Por tanto predominan los verbos en modo indicativo y vemos que los
verbos principales (marcados en negritas) se encuentran en tiempo pretérito,
recursos que permiten presentar los sucesos de manera factual, como ya
acontecidos.8 En (b) observamos la transición de verbos en pasado a verbos en
presente, pero, más aún, registramos un cambio en tanto que afirman lo que es
(en contraste con lo que fue) y lo que debe ser, es decir, adquieren una modalidad
aseverativa (“can and does execute”) y deóntica (“ought”, “needs”),
respectivamente. Este cambio de modalidad está claramente orientado a influir en
las acciones del interlocutor, es decir, comandar. Para tales efectos, en (b) Mill
enumera lo que no debe ser (permitir una “tiranía de la mayoría”), con una clara
valoración negativa hacia el tema textual: el papel del gobierno y la sociedad en la
construcción de dicha tiranía (los elementos de la valoración negativa aparecen
subrayados). Con (c), Mill contrasta el no deber ser y el deber ser, nuevamente
7 Como las otras tiranías, la de la mayoría fue inicialmente temida, y todavía lo es vulgarmente, sobre todo al operar a través de los actos de las autoridades públicas. Pero las personas reflexivas percibieron que cuando la sociedad misma es el tirano –la sociedad colectivamente, por encima de los distintos individuos que la componen– sus medios para tiranizar no se reducen a los actos que pueda acometer por medio de sus funcionarios políticos. La sociedad puede ejecutar, y de hecho ejecuta, sus propios mandatos: y si emite órdenes erradas en vez de acertadas, u órdenes cualesquiera sobre asuntos en los que no debería inmiscuirse, ejerce una tiranía social más formidable que muchas clases de opresión política, porque si bien no es usual que se haga respetar mediante penas tan extremas, deja menos vías de escape, penetra mucho más profundamente en los detalles de la vida, y llega a esclavizar el alma. No basta, pues, con la protección frente a la tiranía del magistrado. Se precisa también la protección contra la tiranía de las opiniones e impresiones predominantes; contra la tendencia de la sociedad a imponer, por medios distintos de las penas civiles, sus propias ideas y prácticas como reglas de conducta a aquellos que disientan de las mismas; y a obligar a todas las personalidades a que se ajusten a su propio modelo. Hay un límite a la interferencia legítima de la opinión colectiva en la independencia individual: descubrirlo y defenderlo del menoscabo es tan indispensable para una buena condición de los asuntos humanos como la protección contra el despotismo político. (Traducción de Carlos Rodríguez Braun, 2008). Vemos cómo esta traducción respeta los cambios en el uso de los tiempos verbales y la mayoría de los elementos de valoración positiva y negativa de Mill. 8 Debemos señalar, sin embargo, la presencia del “is” en “and is still vulgarly”, con el que Mill rompe la descripción de hechos pasados para juzgar una situación presente.
39
mostrando una modalidad deóntica pero desde una valoración más positiva
(subrayado), y señalando hacia lo que se debe hacer: encontrar el límite de la
intervención del gobierno y la sociedad en la vida privada (lo cual coincide con el
propósito general de su texto).
2.2.3.2 Tipo de situación
Los hablantes poseen un conocimiento acerca de las situaciones en las que
una clase textual puede emplearse con mayor éxito y, dado que la variedad de
situaciones es infinita, disponen de un saber de esquemas de situación basados
en distintos criterios, a saber:
• Tipo de marco interaccional:
o Por el tipo de presentación del texto (presentación escrita en libro o,
en la actualidad, en archivo digital), se puede considerar que On
Liberty está enmarcado en una actividad comunicativa
independiente, ya que no existe en función de actividades superiores
no comunicativas. Si bien es un texto que llama a la acción, el acto
comunicativo que lo sustenta –la lectura– implica atención exclusiva
por tratarse de un texto complejo, y no forma parte de otras
actividades políticas o académicas como asambleas,
manifestaciones, etc.
o Además, por tratarse de un texto filosófico, debe considerarse como
una actividad teórica.
• Diferenciación según la organización social de las actividades: el marco
institucional al que pertenece el texto es predominantemente el académico,
concretamente el de la filosofía, pero también el de las ciencias políticas y
sociales.
• Clasificación según el número de hablantes: el texto fue concebido para
convencer al mayor número de personas posible, es decir, estaba dirigido a
un público amplio (aunque fuera del control del autor). Con el tiempo el
texto fue publicado en formato de libro por varias editoriales importantes y
40
traducido a diferentes idiomas, y por lo tanto hoy día puede considerarse un
ejemplo de comunicación de masas.
• Clasificación según los roles sociales de los interlocutores: puesto que el
autor se coloca en la posición de experto, la interacción se considera
asimétrica: el autor está revestido de la autoridad que le brindan sus
conocimientos, sus títulos, sus puestos y su prestigio, y el lector es el
receptor de esos conocimientos. Además, la distancia física y temporal
entre autor y lector impiden una interacción cara a cara o una respuesta
directa.
• Tipos básicos de interacción contextual: como es propio de la mayoría de
los casos de comunicación escrita, autor y lector no coinciden en lugar ni
tiempo.
2.2.3.3 Tipos de procedimiento
Los textos también se distinguen por los procedimientos elegidos por los
productores para lograr una comunicación eficaz, o sea, la manera de conducirse
de los interlocutores para alcanzar ciertos objetivos preestablecidos para
determinadas situaciones. En este caso nos enfocamos en los procesos de
desarrollo textual:
• Procesos de desarrollo textual: este apartado contempla la información que
debe incluir Mill y la manera de hacerlo en función de su objetivo general de
comandar. Partiendo de los objetivos particulares de defender las libertades
individuales de pensamiento y expresión y de definir el grado en el que
gobierno y sociedad pueden intervenir en los asuntos del individuo, Mill usa
como componente predominante de apoyo el acto de fundamentar
(Ciapuscio, 2004: 114), y como apoyos secundarios la narración (como
mencionamos en el caso de la historia de la libertad civil) y la explicación. A
continuación presentamos algunos ejemplos extraídos del corpus que
incluyen marcadores léxicos y sintácticos del acto de fundamentar, como la
mención explícita de la necesidad de usar “reasons” (razones, motivos),
41
haciendo referencia a su trabajo, y el uso de conectores argumentativos
como “because”:
• The effect of custom, in preventing any misgiving respecting the rules of conduct which
mankind impose on one another, is all the more complete because the subject is one on
which it is not generally considered necessary that reasons should be given, either by one
person to others, or by each to himself. (O-324)9
• There are often good reasons for not holding him to the responsibility; but these reasons
must arise from the special expediencies of the case: either because it is a kind of case in
which he is on the whole likely to act better, when left to his own discretion, than when
controlled in any way in which society have it in their power to control him; or because the
attempt to exercise control would produce other evils, greater than those which it would
prevent. (O-709)10
2.2.3.4 Tipos de estructuración textual
Heinemann y Viehweger describen tipos de estructura básicos a los cuales
pueden referirse estructuras de textos concretos. Comprenden la estructura
composicional del texto a producir, es decir, las decisiones relativas al orden de
las diferentes partes de un texto. Puede haber una parte inicial, un núcleo textual y
una parte terminal que, dependiendo del texto, se acomodan de distinta manera
(su aparición puede ser rígida, opcional o incluso nula).
Como hemos mencionado, On Liberty se estructura en cinco capítulos. El
capítulo I, Introductory, evidentemente constituye la parte inicial (PI). Este capítulo
ofrece definiciones preliminares, adelanta lo que se podrá leer en el resto de los
capítulos y expone de manera esquemática qué es lo que tratará de defender y los
argumentos principales para dicha defensa. El núcleo textual (NT) se reparte en
los tres capítulos siguientes, donde se detallan y fundamentan las razones por las
9 El efecto de la costumbre en la prevención de cualquier recelo con respecto a las reglas de conducta que las personas se imponen recíprocamente es tanto más completo porque es un asunto sobre el cual generalmente no se considera necesario aportar razones, ni a los demás ni a uno mismo. (Traducción de Carlos Rodríguez Braun, 2008.) 10 A menudo hay buenas razones para no exigirle responsabilidad, pero tales razones deben emanar de las circunstancias especiales del caso, sea porque se trate de un tipo de caso en el que en general es probable que actúe mejor dejado a su propia discreción que si es controlado por cualquiera de las vías de que dispone la sociedad para hacerlo, o porque el intento de ejercer este control generará otros males, mayores que los que podría prevenir. (Traducción de Carlos Rodríguez Braun, 2008.)
42
cuales se debe defender la libertad de pensamiento y discusión (capítulo 2) y la
individualidad como elemento del bienestar (capítulo 3), y se debate el límite de la
injerencia de la sociedad sobre el individuo (capítulo 4). A manera de corolario o
parte terminal (PT), Mill ofrece una sección de “aplicaciones”, con la cual, según
sus propias palabras, pretende “ilustrar los principios, más que rastrearlos hasta
sus últimas consecuencias”. Esta sección, aunque no representa una conclusión
en el sentido tradicional del término, sirve como transición hacia el final de la obra.
Pero también dentro de la misma Introducción que constituye nuestro
corpus encontramos una estructura clara: Mill introduce el tema de la libertad civil
(PI) exponiendo una breve historia de su evolución en Europa hasta el siglo XIX.
En el núcleo textual (NT) enumera los obstáculos que, según él, aún enfrenta la
libertad civil y los retos que implican para las libertades individuales, así como las
ventajas que tiene defender estas últimas. Ante ello concluye (PT) que el principio
rector que deberá ayudar a establecer los límites de la intervención del gobierno y
la sociedad frente al individuo es el principio del daño, conclusión que a su vez
sirve de principio regulador y enlace con el resto de la obra.
2.2.3.5 Modelos de formulación prototípicos
Heinemann y Viehweger postulan la existencia de un saber prototípico
sobre rasgos de formulación de determinadas clases textuales. De acuerdo a
estos autores, el productor tiene cierto grado de libertad para formular su texto,
pero las alternativas de formulación están limitadas por los principios generales.
Además, existe un conjunto de “modelos de formulación”, o sea, palabras y
construcciones que se han conservado y fijado como prototípicas de clases
textuales. Esto incluye el nivel léxico, donde se pueden mencionar palabras que se
asocian inmediatamente a una clase textual más o menos amplia, lo cual sucede a
menudo en el terreno de la filosofía.
Se ha descrito al ensayo como un texto prosístico de tema libre, pero más
allá de esto hemos encontrado en nuestro corpus un texto de estilo relativamente
complejo, de carácter argumentativo, con marcada densidad de frases
subordinadas (más habitual en aquella época), caracterizado por un elemento de
43
subjetividad siempre en tensión con una pretensión de objetividad, en el que
además se mezclan elementos diversos (citas, anécdotas, datos, etcétera). Para
diferenciar al ensayo de otros textos académicos tendríamos que agregar,
además, que el ensayo debe tener una extensión significativa, aunque difícil de
definir.
De varios elementos mencionados en el párrafo anterior encontramos
marcas concretas en nuestro corpus. Por ejemplo, en línea con la estrategia
argumentativa del texto y con la pretensión de generalidad que busca el discurso
filosófico, en On Liberty destaca el uso abundante de conectores argumentativos o
consecutivos y contra-argumentativos (Portolés, 1998). A manera de ejemplo, en
negritas observamos el uso de conectores argumentativos (“therefore” y
“because”) y contra-argumentativos (“but though” y “yet”) que permiten enlazar las
oraciones mostrando la orientación argumentativa del autor, sus adhesiones y
rechazos, confirmando lo que decíamos al inicio del capítulo sobre los rasgos de
los textos argumentativos en general:
• The effect of custom … is all the more complete because the subject is one on which it is
not generally considered necessary that reasons should be given… (O-325)11
• Some rules of conduct, therefore, must be imposed, by law in the first place, and by
opinion on many things which are not fit subjects for the operation of law. (O-289)12
• But though this proposition is not likely to be contested in general terms… (O-277)13 • Yet the people of any given age and country no more suspect any difficulty in it, than if it
were a subject on which mankind had always been agreed. (O-307)14
En cuanto al estilo de la prosa, como dijimos, observamos un texto
complejo. Sin embargo esto es relativo, porque aunque como buen filósofo inglés
11 El efecto de la costumbre… es tanto más completo porque es un asunto sobre el cual generalmente no se considera necesario aportar razones… (Traducción de Carlos Rodríguez Braun, 2008.) 12 Algunas reglas de comportamiento, en consecuencia, deben ser impuestas, por la ley en primer término, y por la opinión en los numerosos aspectos que no son sujetos apropiados para la acción legal. (Traducción de Carlos Rodríguez Braun, 2008.) 13 Pero aunque esta proposición es en líneas generales probablemente incontestable… (Traducción de Carlos Rodríguez Braun, 2008.) 14 Y, sin embargo, las gentes de cualquier época o lugar determinados no sospechan que pueda ser algo más complicado de lo que sería si fuera un asunto acerca del cual el género humano siempre hubiese estado de acuerdo. (Traducción de Carlos Rodríguez Braun, 2008.)
44
Mill busca la máxima claridad en la expresión de sus ideas, debemos recordar que
el texto fue escrito hace siglo y medio, y que por lo tanto hay algunos fragmentos
en los que léxico y estilo pueden sonar anticuados, complicando su interpretación.
Asimismo, a diferencia del inglés actual, encontramos oraciones más elaboradas y
extensas, con gran densidad de frases subordinadas en algunos casos. La
siguiente oración constituye un ejemplo de lo anterior (resaltado nuestro, indica
subordinación de frases): The ancient commonwealths thought themselves entitled to practise, and the ancient
philosophers countenanced, the regulation of every part of private conduct by public
authority, on the ground that the State had a deep interest in the whole bodily and mental
discipline of every one of its citizens, a mode of thinking which may have been admissible in
small republics surrounded by powerful enemies, in constant peril of being subverted by
foreign attack or internal commotion, and to which even a short interval of relaxed energy
and self-command might so easily be fatal, that they could not afford to wait for the salutary
permanent effects of freedom (O-799).15
También resulta interesante el elemento de subjetividad que caracteriza al
ensayo, siempre en tensión con la pretensión de objetividad y generalidad que
supuestamente distingue al filósofo. Si recordamos lo que decía Lang, parece que
la presencia de pronombres en primera persona del singular es importante para
considerar un ensayo como tal (al menos en la lengua inglesa), si bien no es algo
obligatorio (como nada en el ensayo). Debemos mencionar, no obstante, que para
la diferenciación de géneros es importante que, en contraste con la ficción, aquí el
autor pretende que el lector considere que el yo del enunciado sea el del propio 15 En la Edad Antigua las comunidades se creían con derecho a poner en práctica –y los filósofos de la época lo apoyaron– la regulación por la autoridad pública de toda la conducta privada, sobre la base de que el Estado tenía un profundo interés en la completa disciplina corporal y mental de cada uno de sus ciudadanos, un punto de vista que pudo haber sido admisible en pequeñas repúblicas rodeadas de enemigos poderosos, en peligro constante de ser destruidas por ataques externos o conmociones internas, y para las que incluso un breve intervalo de relajación en la energía y la presencia de ánimo podían fácilmente ser tan fatales que no podían permitirse la esperanza de los saludables efectos permanentes de la libertad. (Traducción de Carlos Rodríguez Braun, 2008.) En esta oración en particular, los tres traductores de Mill conservan la estructura del texto fuente, mientras que los dos más antiguos dividen la oración original en tres oraciones distintas. La puntuación es un elemento que varía en diversos grados en las traducciones y según el traductor. Se puede ver que algunos traductores mantienen la misma puntuación en su versión, mientras que otros separan las oraciones largas o, por el contrario, juntan una sucesión de oraciones cortas mediante el punto y coma.
45
enunciador, es decir, que ese yo del enunciado sea leído como yo enunciador.
Encontramos varios ejemplos de este rasgo en el capítulo introductorio de Mill,
que presentamos a continuación (resaltado nuestro): 1) And it seems to me that, in consequence of this absence of rule or principle, one side is at
present as often wrong as the other… (O-529)16
2) When I say only himself, I mean directly, and in the first instance: for whatever affects
himself, may affect others through himself…(O-727)17
3) Those to whom nothing which I am about to say will be new, may therefore, I hope, excuse
me, if on a subject which for now three centuries has been so often discussed, I venture on
one discussion more. (O-853)18
Que On Liberty sea un reflejo de la subjetividad de su autor tampoco puede
quedar en duda, pues si bien Mill pretende que sus argumentos tengan un amplio
grado de generalidad, jamás diría que constituyen la verdad última o absoluta,
pues precisamente ello iría en contra de lo que quiere decir por medio de su texto.
La importancia de destacar este rasgo es que permite diferenciar al ensayo de otro
tipo textual filosófico bastante cercano –el tratado–, que, en contraste con el
primero, por lo general busca ocultar marcas de subjetividad y pretende que su
contenido sea aceptado como verdadero (hecho que debe tomar en cuenta el
traductor al castellano).
A continuación presentamos un cuadro que resume los rasgos textuales de
On Liberty y que en buena medida sintetiza los rasgos del ensayo filosófico 16 Como consecuencia de esta falta de regla o principio, me parece que en la actualidad un bando yerra tan pronto como el otro… (Traducción de Carlos Rodríguez Braun, 2008.) En esta oración todos los traductores mantienen la marca de primera persona salvo LB, el más antiguo (1890), que elide la marca con un deíctico de espacio (cotextual): “De aquí resulta que á consecuencia de esta carencia de regla ó de principio, tan pronto deja de tener razón un partido como otro.” 17 Cuando digo solo a la persona quiero decir directamente y en primer lugar, porque todo lo que le afecte personalmente puede afectar a otros a través suyo… (Traducción de Carlos Rodríguez Braun, 2008.) Del mismo modo que en la oración anterior, el único en elidir las marcas de primera persona es LB, primero mediante el uso del infinitivo y luego mediante la tercera persona y la introducción del clítico reflexivo “se”: Al hablar de lo que se refiere exclusivamente á la persona, entiéndase lo que se refiere á ella inmediatamente. 18 Espero por tanto que aquellos para los que nada de lo que voy a decir será nuevo me disculpen por aventurar una nueva discusión de un asunto tantas veces debatido desde hace tres siglos. (Traducción de Carlos Rodríguez Braun, 2008.) En este caso todos los traductores mantienen las marcas de primera persona en sus versiones.
46
prototípico (Cuadro 2.1). En este sentido podríamos afirmar que On Liberty
constituye un ejemplo prototípico de ensayo filosófico. Hemos marcado con un
asterisco (*) los rasgos que podrían ser considerados irrelevantes para la
descripción textual.
Cuadro 2.1. Resumen de caracterización textual de un ensayo filosófico: On Liberty.
1) Tipo de
función
Principal: Comandar (persuasión)
Secundario: Informar
Variante: (iii) Sucesos de la realidad que son nuevos o relevantes
para el destinatario (en tono argumentativo)
2) Tipo de
situación
• Marco interaccional: actividad comunicativa independiente
• Organización social/marco institucional: académico*
• Número de hablantes: comunicación de masas*
• Roles sociales: interacción asimétrica*
• Interacción contextual: comunicación escrita
3) Tipo de
procedimiento • Procesos de desarrollo textual: fundamentar
4) Tipo de
estructuración
textual (de
todo On
Liberty)
• Estructura: PI-NT-PT*
o PI: Introducción
o NT: De la libertad de pensamiento y discusión, individualidad
como elemento del bienestar, límites de la autoridad social
sobre el individuo.
o PT: Aplicaciones
5) Modelos de
formulación
prototípicos
• Pretensión de generalidad
• Prosa
• Elemento de subjetividad en tensión con pretensión de objetividad
(uso de pronombres personales en 1ª persona)
• Abundancia de conectores argumentativos y contraargumentativos
• Densidad de oraciones subordinadas*
• Mezcla de elementos como citas, anécdotas, datos, etc.*
• Extenso
• Libertad o flexibilidad en sus diferentes rasgos
47
2.3 Traducción y discurso filosófico Históricamente, traducción y filosofía han convivido de manera muy
estrecha e incluso se afirma que la historia de la filosofía “es una historia de
traducciones” (Uribarri, 2009:4). Dada la importancia de la filosofía en el desarrollo
de la cultura, cabe preguntar si la traducción de este tipo de textos conlleva alguna
diferencia especial respecto de otros tipos textuales, sean técnicos o literarios.
Entre las primeras aproximaciones a esta cuestión hallamos la obra clásica de
1813 de Schleiermacher (1994:227-228), donde, además de la famosa distinción
dual de los métodos de traducción (dejar al escritor tranquilo para que el lector
vaya a su encuentro o dejar al lector tranquilo para que el escritor vaya a su
encuentro), ubicamos su propuesta sobre la traducción de textos de la “ciencia
suprema” (i.e., la filosofía): Muy otra es la situación en el dominio del arte y de la ciencia, y donde quiera que predomine el pensamiento, que se identifica con la expresión, y no la cosa, para la cual es la palabra solo un signo arbitrario, pero quizá firmemente establecido. ¡Pues qué terriblemente difícil y complicado resulta aquí el trabajo! ¡Qué conocimiento tan exacto y qué dominio de ambas lenguas presupone! ¡Y cuántas veces los más entendidos en la materia y los mejores conocedores de las lenguas, en el convencimiento común de que es imposible hallar una expresión equivalente, se apartan mucho unos de otros al querer indicar al menos la más aproximada! Esto vale exactamente igual para las expresiones vivas y pintorescas de las obras poéticas, y para las más abstractas, que designan lo más intrínseco y universal de las cosas, propias de la ciencia más alta. (Resaltado nuestro.)
Entre los aportes más recientes sobre la relación entre filosofía y traducción,
merece una mención especial el deconstruccionismo. Según esta línea de
pensamiento, la actividad filosófica está tan vinculada con la traducción no solo
porque expresa ideas mediante el lenguaje, sino porque tiene que cuestionar el
propio lenguaje a través del cual expresa esas ideas y a través del cual
“construye” la realidad sobre la cual reflexiona. La traducción es, incluso ya en las
ideas de Benjamin (1994 [1923]:285-296), la que muestra el funcionamiento del
lenguaje. Los deconstruccionistas han desafiado las nociones fundamentales que
prevalecen en las teorías de la traducción que hemos visto, al grado de que
sugieren que tal vez el texto traducido escribe al traductor, y no el traductor al
texto traducido. Aunque estos teóricos no contribuyen con una teoría
específicamente dirigida a la traducción, deconstrucción y traducción están
48
profundamente interrelacionadas en sus escritos. De acuerdo con Derrida, la
filosofía se ocupa principalmente de la noción de traducción, y postula que el
origen de la filosofía es la traducción o, más bien, la tesis de la traducibilidad.
Tradicionalmente las teorías de la traducción se han centrado en una idea de
identidad (la equivalencia traductora). Su propuesta representa un desafío al
traductor, quien debe pensar y repensar cada momento en que se plantea una
solución de traducción. Con cada gesto de nombrar, una nota al pie o un prefacio,
el traductor está destinado a reencontrar sentidos suplementarios y nociones
tangenciales sutilmente diferentes que se pierden en el proceso de transcripción.
Así, al reorientar el foco de la investigación filosófica de la identidad a la
diferencia/diferimiento (o différance),19 de la presencia al suplemento, del texto al
prefacio, la traducción asume un lugar central. Derrida “basa” su “teoría” de la
deconstrucción en la no-identidad y en la no-presencia. Lo que existe son distintas
cadenas de significación que se complementan mutuamente, que definen y
redefinen un fantasma de mismidad que nunca fue ni será algo fijo o sabido
(Gentzler, 1993: 145-169).
Las diferentes teorías de la traducción siempre incluyeron algún concepto de
significado determinable y transferible a otro sistema de significación. Los
deconstruccionistas cuestionan esta definición y han utilizado la práctica de la
traducción para demostrar la inestabilidad de su propio marco teórico. La
deconstrucción critica fuertemente los sistemas de categorización que separen el
texto “fuente” del texto “meta” y niega la existencia de formas subyacentes
independientes de la lengua. La cadena de significación es una cadena de retorno
infinito y el texto traducido se vuelve traducción de otra traducción anterior. Según
los deconstruccionistas, en los textos traducidos se puede ver el juego afirmativo
de las palabras y de sí mismos, y es en ellos donde los sentidos reprimidos
pueden retornar al presente; de ahí su especial interés en la traducción. Sus textos
más “filosóficos”, con todas sus notas al pie, suplementos, prefacios y notas
marginales, pueden verse como una especie de traducción. Y es en la traducción
19 Según el propio Derrida (1998 [1968]): “designaremos como différance el movimiento según el cual la lengua, o todo código, todo sistema de repeticiones en general se constituye «históricamente» como entramado de diferencias”.
49
donde se puede corroborar la posibilidad de que más allá del lenguaje no exista
nada salvo su propio patrón de regresión infinita y se puede revelar el mero juego
de lenguaje en sí mismo (Gentzler, 1993:145-169). En nuestro análisis retomamos
algunos conceptos deconstruccionistas y lo aplicamos al estudio de las diferencias
de sentido y estilo observadas en las diferentes traducciones de un mismo pasaje.
Estas diferencias o diferimientos nos brindan información sobre cómo los
traductores conciben la lengua y el sentido de la obra, reflejando así algunas
posturas de los traductores.
En una línea similar, aunque desde la traductología, Venuti comparte la
mirada de la filosofía como terreno fértil para la creación de nuevas ideas y
cadenas de significación. Como vimos, afirma que la filosofía resulta beneficiada
por la presencia de residuos porque adquiere conocimiento histórico de sí misma,
de las jerarquías discursivas que existen en la disciplina en un momento
determinado y que influyen en la importación de filosofías extranjeras,
aceptándolas, excluyéndolas y transformándolas de acuerdo con los valores
locales. Por tal motivo aboga por la traducción de literaturas y filosofías menores,
ya que tienen la capacidad de sacudir las tradiciones establecidas desde sus
cimientos (1998: 9-10).
En cuanto a las dificultades que representa la traducción de la filosofía,
Uribarri (2009:3-4) señala que la dificultad fundamental no es una supuesta
oscuridad, ni su terminología, ni una sintaxis en ocasiones particular. La dificultad
principal es que todo texto filosófico se inserta en una historia de traducciones, por
lo que en el fondo no son monolingües, sino que viven en varios territorios
lingüísticos y en varias culturas al mismo tiempo. La filosofía escrita en latín
depende de la filosofía griega, la cual vivió un trasvase medieval del griego hacia
el árabe con un trasvase posterior al latín. Asimismo, las filosofías escritas en
lenguas europeas modernas dependen del latín (y del griego) y, posteriormente, el
francés, el inglés y el alemán actuaron como las principales fuentes de obras
traducidas a otros idiomas. Por tal motivo, concluye Uribarri, la traducción del
discurso filosófico, plasmado en las grandes obras escritas sobre todo en griego,
50
latín, francés, alemán e inglés, representa un trasvase cultural y lingüístico muy
productivo para las lenguas de las culturas meta (en especial las periféricas).
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En este capítulo hemos caracterizado los rasgos que distinguen al discurso
filosófico de otros tipos de discurso –principalmente desde una perspectiva
lingüístico-discursiva–, como su complejidad conceptual, su pretensión de
generalidad, su capacidad de generar nuevas ideas al llevar al lenguaje a
reflexionar sobre sí mismo, y su evidente carácter argumentativo, con elementos
léxicos característicos como la abundancia de tecnicismos, neologismos y giros
lingüísticos que incluso crean tradiciones de traducción particulares. También
hemos podido reconocer a On Liberty como un texto filosófico argumentativo,
particularmente del género ensayo, lo cual tiene implicaciones importantes en su
traducción. Finalmente repasamos brevemente la fuerte relación que existe entre
filosofía y traducción. Destaca el papel que el deconstruccionismo le ha otorgado a
las diferencias en la traducción, las cuales, como veremos, nutren el estudio de
nuestro corpus.
51
Capítulo 3: Ideología y traducción
A fin de encarar el estudio de las distintas posturas de los traductores del
ensayo político-filosófico que es On Liberty, es necesario recurrir al concepto de
ideología, puesto que constituye una de las bases de interpretación del texto
fuente, y al mismo tiempo influye en la forma en la que los traductores realizan la
tarea de reescritura que implica su traducción. Como prácticamente todo estudio
sobre la ideología, comenzamos por la definición del término, para lo cual
hacemos un breve repaso de la historia de la noción. Al ser éste un trabajo de
análisis discursivo, exponemos el modelo teórico que nos parece más útil para
nuestro análisis al ofrecer un conjunto delimitado de categorías concretas: la
Teoría Multidisciplinaria de la Ideología propuesta por T. van Dijk. Posteriormente
enlazamos esta teoría con el tema que aquí nos interesa particularmente –la
traducción–, repasando lo que ha dicho A. Lefevere desde la escuela de la
manipulación (muy vinculada con la teoría del polisistema), y hablamos sobre la
(in)visibilidad del traductor y las condiciones de recepción de la traducción. Por
último, abordamos el contexto ideológico y de traducción que enfrentaron los
traductores de nuestro corpus durante los siglos XIX y XX en España, y
concluimos presentando algunos datos biográficos de estos traductores como
parte del contexto necesario para investigar sus diferentes posturas.
3.1 La noción de ideología
Los estudios sobre ideología suelen empezar con un comentario sobre la
vaguedad de la noción y la confusión teórica de su análisis. Uno de los problemas
de la noción ideología es que por momentos ha tenido un significado particular y,
por momentos, el opuesto, por lo que el término pareciera “autoanularse”. Como
ejemplo, T. Eagleton (1997: 19-20) rescata un listado de más de quince
definiciones de ideología, entre las que destacan “el proceso de producción de
significados, signos y valores en la vida cotidiana”, “conjunto de ideas
característico de un grupo o clase social”, “ideas (falsas) que contribuyen a
legitimar un poder político dominante”, “comunicación sistemáticamente
52
deformada”, “ilusión socialmente necesaria”, “unión de discurso y poder”, “medio
indispensable en el que las personas expresan en su vida sus relaciones en una
estructura social” y “proceso por el cual la vida social se convierte en una realidad
natural”. Como es evidente, no todas las formulaciones son compatibles entre sí.
Algunas pueden serlo, pero con ciertos matices, ya que unas contemplan objetos
generales, y otras, objetos particulares.
En línea con esta multiplicidad de sentidos, R. Geuss (1981: 4-25) propuso
clasificar las definiciones del término ideología en descriptivas, peyorativas y
positivas, lo que igualmente ilustra la variedad de connotaciones que adquiere
esta noción. En sentido descriptivo (o antropológico), las ideologías son sistemas
de creencias característicos de ciertos grupos o clases sociales, compuestos por
elementos discursivos y no discursivos. Constituyen un “marco” para la creencia,
percepción y conducta de un grupo de individuos. En su connotación peyorativa, la
ideología es un conjunto de valores, significados y creencias que han de
concebirse de manera crítica o negativa. Sean verdaderas o falsas, estas
creencias están sustentadas por la motivación (consciente o inconsciente) de
afianzar una forma de poder opresiva. Si la motivación es inconsciente, esto
supondrá una dosis de autoengaño por parte de quienes adhieren a las creencias.
Sin embargo, las ideologías también pueden enfocarse de modo más positivo. En
este caso ideología significa un conjunto de creencias que mantiene unido e
inspira a un grupo o clase específico en el logro de intereses políticos
considerados deseables.
3.2 Historia de la noción de ideología A continuación presentamos una síntesis de cómo ha evolucionado la
noción de ideología, que sirve como marco para el enfoque de ideología que
adoptamos para nuestro trabajo de análisis. La historia de la ideología
habitualmente sitúa el nacimiento del concepto en el siglo XVIII, cuando A. Destutt
de Tracy propuso que se llamara idéologie a una “ciencia de las ideas”, en el
contexto de la Revolución francesa y el ascenso de Napoleón al poder. Todo
recorrido histórico de la ideología lleva necesariamente a Marx/Engels y sus
53
seguidores del siglo XX, entre los que destacan Gramsci y Althusser. El elemento
crítico del concepto de ideología en esta tradición se asocia de manera regular con
diversas nociones de poder y dominación. De acuerdo con Eagleton (1997:117),
Marx es el origen de al menos tres sentidos rivales de ideología. En primer lugar,
las ideologías pueden ser vistas como creencias ilusorias o socialmente
desvinculadas que se consideran a sí mismas como la base de la historia, y que al
distraer a los hombres de sus condiciones sociales reales sirven para sustentar un
poder político opresivo: Todas las luchas que se libran dentro del Estado, la lucha entre la democracia, la
aristocracia y la monarquía, la lucha por el derecho de sufragio, etc., no son sino las formas
ilusorias bajo las que se ventilan las luchas reales entre las diversas clases (Marx, 1994
[1846] :47).
Por otro lado, según Marx la ideología puede significar aquellas ideas que
expresan directamente los intereses materiales de la clase social dominante, y que
son útiles para promover su dominio, en oposición al verdadero conocimiento
científico o la conciencia de las clases no dominantes. Por último, la ideología
puede incluir todas las formas conceptuales en las que se libra la lucha de clases
en su conjunto, que presumiblemente incluirían la conciencia válida de las fuerzas
políticas revolucionarias.
Con Gramsci, las relaciones entre ideología y sociedad se conceptualizan
en términos de “hegemonía”, es decir, la variedad de estrategias políticas por
medio de las cuales el poder dominante obtiene el consentimiento a su dominio de
aquellos a los que domina, a diferencia de las ideologías, que pueden imponerse
por la fuerza. Con Gramsci se efectuó la transición de ideología como “sistema de
ideas” a ideología como una práctica social auténtica y habitual (Eagleton, 1997:
153). La hegemonía trabajaría más sutilmente mediante el manejo de la mente de
los ciudadanos, construyendo persuasivamente un consenso sobre el orden
social. Un papel importante en esta construcción de consenso lo tienen lo que L.
Althusser (1988 [1969]) denominó los aparatos ideológicos de Estado (AIE), un
conjunto de instituciones especializadas, plurales y en su mayoría privadas que,
por medio de la ideología, el Estado utiliza para reproducir las condiciones de
producción que mantengan en el poder a la clase dominante, por ejemplo, las
54
instituciones religiosas, la escuela, la familia, entre otras, las cuales ejercen una
represión simbólica a fin de mantener las condiciones imperantes. Aquí cabe
mencionar el concepto de dominación o violencia simbólica de P. Bourdieu, que
consiste en la imposición de una visión de mundo, roles sociales, categorías
cognitivas y estructuras mentales por parte de los grupos dominantes de una
sociedad a los grupos dominados. Según Bourdieu (2009 [1976]: 108), el discurso
dominante sobre el mundo social no tiene como única función legitimar la
dominación, sino que también orienta la acción destinada a perpetuarla, ofrece un
espíritu y una moral, una dirección y directivas a los dirigidos, y es capaz de
convertirlos en acción.
Estas visiones marxistas y sus variantes han inspirado muchos de los
debates más recientes sobre ideología, al menos hasta la caída del Bloque
soviético a finales de la década de 1980, momento en el que los términos del
debate cambiaron nuevamente. Buena parte de estos enfoques se mezclan ahora
con una concepción más crítica de la ideología, por ejemplo, en el campo de los
estudios culturales y del análisis del discurso. De tal forma, las versiones
contemporáneas de la idea marxista del poder socioeconómico y simbólico de las
élites siguen vivas en muchas aproximaciones actuales a la ideología. Pero estas
versiones también mantienen una deuda importante con los aportes a la teoría del
discurso de V.N. Voloshinov y M. Bajtin, M. Foucault y M. Pêcheux, que
repasamos a continuación.
3.2.1 Relación entre teorías de la ideología y teorías del discurso La primera teoría semiótica de la ideología fue formulada por V.N.
Voloshinov en su obra de 1929 El marxismo y la filosofía del lenguaje (2009
[1929]), donde proclama que “sin signos no hay ideologías”. Según esta
concepción, el ámbito de los signos y el ámbito de la ideología son coextensos: la
conciencia únicamente puede surgir en la materialización de significantes, y como
tales significantes son en sí mismos materiales, no son solo “reflejos” de la
realidad sino parte integrante de ella. Ya desde 1927 afirmaba que “El enunciado
depende de la pertenencia real, material, de los coparticipantes a uno y el mismo
55
segmento del ser, y proporciona a esa comunidad material una expresión
ideológica y un desarrollo ideológico ulterior” (Voloshinov, 1999 [1927]: 177). Así,
la obra de Voloshinov nos ofrece una perspectiva diferente de ideología, como la
lucha de intereses sociales antagónicos en el nivel de los signos.
Los estudios de la ideología deben a M. Foucault el concepto central de
formación discursiva. Foucault (2007 [1969]: 62) define las formaciones
discursivas como conjuntos de enunciados en los que se puede describir cierta
regularidad en sus objetos, tipos de enunciación, conceptos y elecciones
temáticas, es decir, en los que se puede describir un orden, correlaciones,
posiciones en funcionamiento, transformaciones, etcétera. Con este concepto
Foucault pretende evitar “palabras demasiado preñadas de condiciones y de
consecuencias”, por ejemplo, ciencia, teoría o la propia ideología, para el estudio
que emprende sobre las relaciones de poder. Según este filósofo, el poder no es
algo que se limite a los ejércitos y a los parlamentos: constituye una red intangible
que se entrelaza con nuestros gestos y manifestaciones más íntimas. Sin
embargo, concebir el poder como algo que determina nuestras relaciones y
actividades rutinarias es un beneficio político claro que, no obstante, entraña un
problema para el significado de la ideología, pues si no existen valores y creencias
que no estén ligados con el poder, el término ideología corre el peligro de
extenderse demasiado y perder capacidad de discriminación. En otras palabras: si
todo es ideológico, nada es ideológico, no hay distinción posible. Así, fiel a esta
lógica, Foucault abandona el concepto de ideología y lo sustituye por el de
discurso, de mayor alcance.
Las teorías de Voloshinov y Foucault tienen su continuación en el trabajo
del lingüista M. Pêcheux, especialmente en su obra Lenguaje, semántica e
ideología. Pêcheux pretende ir más allá de la célebre distinción saussureana entre
langue y parole con los conceptos de proceso discursivo y formación discursiva;
entiende por formación discursiva un conjunto de reglas que determinan lo que
puede o debe decirse (o no) desde una posición determinada en la vida social. De
tal suerte, las expresiones tienen significado únicamente en virtud de las
formaciones discursivas en las que ocurren, cambiando de significado al
56
trasladarse de una a otra. Una formación discursiva puede considerarse como una
“matriz de significado” o sistema de relaciones lingüísticas en el que tienen origen
procesos discursivos reales. Toda formación discursiva particular formará parte de
una totalidad estructurada de estos fenómenos, denominada interdiscurso (lugar
de formación de los preconstruidos), y a su vez estará inserta en una “formación
ideológica”, que contiene tanto prácticas discursivas como no discursivas. Por
formación ideológica el autor entiende un elemento “susceptible de intervenir como
una fuerza confrontada a otras fuerzas en la coyuntura ideológica característica de
una formación social en un momento dado” (Pêcheux, 1975). Este marco teórico
elaborado por Pêcheux es un antecedente importante para las formas de análisis
discursivo-ideológico que vendrán posteriormente, más cercanas a nosotros, y de
las cuales la Teoría Multidisciplinaria de la Ideología de Van Dijk retoma algunos
elementos.
3.3 Análisis discursivo de la ideología: Teoría Multidisciplinaria de la Ideología
En un diálogo continuo con la rama marxista de la tradición, a principios del
siglo XX sociólogos y filósofos mantuvieron el debate sobre las dimensiones
sociales y políticas del conocimiento, la verdad y el saber. Solían definir sus
concepciones de la sociedad como no ideológicas y, en consecuencia, verdaderas
y científicas. Por lo tanto, la mayoría de los estudiosos se consideraron “al margen
de la falsedad” y motivados únicamente por la búsqueda desinteresada de la
verdad, solo para luego ser acusados por otros más críticos de enredarse
precisamente en lo que querían evitar, es decir, una ideología. Así, gradualmente
se fue haciendo evidente que los aportes de los teóricos de las distintas ramas de
las ciencias sociales no bastaban para explicar la variedad de fenómenos
cognitivos, sociales y políticos que entrañan los fenómenos considerados
ideológicos.
Posteriormente, en la segunda mitad del siglo XX, se desarrollaron
nociones menos peyorativas y más incluyentes para el estudio de la ideología.
Estos enfoques normalmente definieron la ideología como sistemas políticos o
57
sociales de ideas, valores o preceptos de grupos, con la función de organizar o
legitimar las acciones de grupo. Buena parte del trabajo más reciente sobre
sistemas de creencias políticas está enraizado en este concepto más general de
ideología. Es este enfoque más amplio el que tomamos como punto de partida
para emprender nuestro estudio sobre las posturas del traductor ante el texto
fuente y la traducción. Uno de los teóricos que ha comprendido esta necesidad de abordar la
ideología desde un enfoque amplio y a la vez crítico es T. van Dijk (1999, 2005,
2006), quien a través de su modelo triangular –cognitivo, social y discursivo– ha
aportado una herramienta de análisis útil para explicar la naturaleza, las
estructuras y las funciones de la ideología y cómo se manifiesta en el discurso.
Aunque el modelo, como todo esquema teórico, incurre en algunas
simplificaciones que pueden ser cuestionadas, lo consideramos útil sobre todo por
aportar una serie de categorías concretas de análisis que se vuelven visibles en el
texto (ver Cuadro 3.1). A continuación exponemos algunos de los supuestos
básicos de su teoría y enumeramos de manera breve parte de las conclusiones a
las que ha llegado desde cada uno de los ángulos de su modelo (Van Dijk, 2006:
391 y ss.).
3.3.1 Supuestos de la Teoría Multidisciplinaria de la Ideología de Van Dijk El enfoque multidisciplinario de Van Dijk es representado mediante un
modelo de la ideología en términos de un triángulo que comprende la cognición
(social), la sociedad y el discurso. Esta base compleja es necesaria para evitar el
reduccionismo de estudios anteriores, donde ha faltado la comprensión de la
naturaleza sociocognitiva de las ideologías, y la manera en la que éstas se
relacionan con su expresión y reproducción en el discurso.
En general, Van Dijk concibe las ideologías como la interfase entre
propiedades fundamentales de grupos sociales (intereses, objetivos) y las
cogniciones sociales compartidas de sus miembros. En este marco, define las
ideologías como “la base de las representaciones sociales compartidas por los
miembros de un grupo” (Van Dijk, 2006: 21). Según esta postura, las ideologías se
58
definen con un sentido general, no peyorativo (como ideas falsas o
distorsionadas), que pueden servir de base a argumentos específicos a favor de, y
explicaciones sobre, un orden social específico, o influir en una comprensión
particular del mundo.
3.3.2 Aspectos sociocognitivos de la teoría El análisis cognitivo de las ideologías no implica que éstas sean solo
individuales. Las ideologías son tanto individuales como sociales, y sus aspectos
mentales también se adquieren, comparten y cambian en sociedad. Una manera
más general de ver las ideologías es como “sistemas de creencias”. No obstante,
se ha argumentado que existen creencias que no son “ideológicas”; por ejemplo,
las creencias fácticas cotidianas (del tipo “aquí hay una manzana” habiendo
efectivamente una manzana; Van Dijk las cataloga como creencias fácticas en
contraste con las creencias evaluativas). Por lo tanto, una teoría de la ideología
debe centrarse en creencias que puedan ser consideradas específicamente
ideológicas. Por otro lado, dado que también existen muchas formas distintas de
creencias socialmente compartidas, no todas ideológicas, el autor propone que las
ideologías son “creencias abstractas, generales que subyacen a (otras)
representaciones sociales” (Van Dijk, 2006: 392). En este sentido funcionan como
axiomas del sistema de representaciones sociales que comparte un grupo.
En cuanto a las características estructurales de las ideologías, el autor
afirma que están organizadas por categorías sociales y conforman un “esquema
de ideología”. Este esquema incluye elementos como Pertenencia, Actividades,
Objetivos, Valores, Posición y Recursos. Otra característica estructural de las
ideologías que resulta central para Van Dijk, que no es nueva, es la de
polarización de grupo: “Nosotros versus Ellos” (Van Dijk, 2006, 1993). Además,
debemos tomar en cuenta que las ideologías constituyen las creencias sociales
básicas de grupos particulares, pero que ellas mismas están enraizadas en las
creencias generales de sociedades o culturas enteras. Sin ello no sería posible la
comprensión, la comunicación y la interacción entre diferentes grupos y sus
miembros.
59
La principal función cognitiva de las ideologías consiste en organizar las
representaciones sociales de un grupo. De acuerdo con Van Dijk (1999: 7), las
ideologías controlan de manera muy indirecta las creencias sociales y personales,
así como las prácticas sociales y el discurso; de manera particular, controlan las
creencias evaluativas compartidas por el grupo, es decir, sus opiniones o
posturas, y constituyen la base de los juicios sociales de los grupos. Como hemos
visto, Van Dijk no define las ideologías como creencias incorrectas, falsas o
distorsionadas de los grupos. Según el autor, cualquiera sea su estatus de verdad
para el grupo mismo, desde el punto de vista epistémico pueden ser verdaderas o
falsas. Su criterio de evaluación no puede ser su valor de verdad, sino su papel
social y cognitivo en el manejo del pensamiento y la interacción.
Por otro lado, Van Dijk supone que las ideologías, como representaciones
sociales, son coherentes. Pero esta coherencia ideológica no implica que siempre
sean utilizadas de manera coherente por los miembros del grupo. La variabilidad
de las prácticas sociales ideológicas no es atribuible a la falta de ideologías o a su
incoherencia, sino a muchos factores, por ejemplo, a la pertenencia a distintos
grupos por parte de las mismas personas o a la interacción de varias ideologías,
las experiencias personales y las restricciones que impone la situación. La
coherencia tiene lugar en el nivel del grupo para el cual está definida.
Para explicar el vínculo entre las ideologías, las cogniciones personales y el
discurso, Van Dijk recurre a la noción de modelo mental. La descripción detallada
del concepto rebasa los alcances de este trabajo, pero el autor lo utiliza para
explicar la subjetividad de las experiencias, interpretaciones y representaciones
personales del discurso, los contextos y la acción. Los modelos son la interfase
entre lo social y lo personal, entre lo general y lo específico. Por un lado, sirven
para particularizar la información socialmente compartida en relación con el sí
mismo y las situaciones cotidianas; por el otro, son la base experimental para
generalizar las posturas personales hacia el conocimiento, las actitudes y las
ideologías sociales.
60
3.3.3 Aspectos sociales de la teoría Por definición, las ideologías son fenómenos sociales. Únicamente se las
puede considerar individuales en sus usos personales, contextuales, en sus
aplicaciones por miembros sociales individuales. Van Dijk las compara con los
sistemas de la lengua (gramáticas). A su vez, las ideologías no suelen ser
culturales, sino que están definidas para grupos sociales específicos cuyos
miembros satisfacen condiciones de pertenencia, posición social, interacción,
objetivos, recursos, normas y valores, pero sobre todo representaciones sociales
compartidas, las cuales se proyectan sobre las estructuras cognitivas de las
ideologías compartidas. Se observa aquí un flujo bidireccional en el que los grupos
constituyen ideologías así como las ideologías constituyen a los grupos. Este
punto es clave porque, al introducir la noción de grupo social, esta teoría no limita
los fenómenos ideológicos a cuestiones exclusivamente políticas (p. ej.,
liberalismo vs. socialismo), sino que da cabida a cuestiones que también son de
índole social y que algunas escuelas no consideraban ideológicas. Ello nos
permite hablar de ideologías como feminismo, ambientalismo, etcétera, pero más
aún, nos permite hablar de diferentes “ideologías lingüísticas”, y más importante,
de diferentes “ideologías de traducción”, que pueden reflejarse en las posturas de
diversos traductores.
Las funciones sociales de la ideología están relacionadas con estas
características de los grupos. Las ideologías representan la identidad y los
intereses del grupo, además de definir la cohesión y solidaridad grupal, y organizar
las acciones e interacciones conjuntas a llevar a cabo. Por lo tanto, las ideologías
son vitales para manejar las relaciones sociales de grupo, como pueden ser las de
dominación y conflicto, pero también las de competencia y cooperación, aspecto
que muchas de las teorías clásicas dejan de lado. Asimismo, el autor señala que
la reproducción e implementación efectivas de las ideologías de grupo a menudo
requieren organización e institucionalización, como en el caso de las instituciones
ideológicas de la política, los medios y la educación. En este sentido, como es
sabido, las ideologías pueden funcionar como legitimadoras del abuso de poder y
61
la desigualdad, pero también como base de la resistencia, la disidencia y el
cambio (Van Dijk, 2005b).
3.3.4 Aspectos discursivos de la teoría Como vimos en el apartado de historia (3.2), las ideologías pueden servir
para controlar indirectamente (y, por lo tanto, de forma no determinista) las
prácticas sociales en general. A ello debemos agregar que pueden controlar el
discurso por medio de las creencias sociales (fácticas y evaluativas) y las
creencias personales (modelos). El discurso desempeña un papel especial en la
expresión, implementación y reproducción de las ideologías, puesto que solo
pueden formularse explícitamente mediante el uso de la lengua.
Las ideologías no pueden ser reducidas al discurso, no obstante el papel
fundamental que tiene éste en la expresión y reproducción de aquellas. Por lo
tanto, las ideologías no deben definirse como aseveraciones, y su naturaleza y
estructura no deben identificarse con las estructuras del texto. El análisis de la
expresión y reproducción discursiva de las ideologías exige una descripción
sistemática y detallada de los diversos niveles, estructuras, unidades y estrategias
del texto. Así, además del análisis semántico complejo que proponían los autores
clásicos, se necesitan otras teorías para explicar tales estructuras del discurso y
evaluar cómo expresan las estructuras y contenidos ideológicos subyacentes. El
análisis del discurso, según Van Dijk, deberá proveer también un estudio detallado
de las diversas características del contexto, definido como “el conjunto
estructurado de todas las propiedades de una situación social que son
posiblemente pertinentes para la producción, estructuras, interpretación y
funciones del texto y la conversación” (2006:266).
La producción ideológica del discurso es un proceso social y cognitivo
complejo en el que los modelos mentales subyacentes se proyectan sobre las
estructuras del discurso. Los modelos mentales con base ideológica pueden ser
expresados en todos los niveles de la estructura del discurso, es decir, en sus
formas, significados y acciones. Por tal motivo observamos que la estrategia
62
global está en línea con la polarización ideológica y otras estructuras, como
sugiere el “cuadrado ideológico” que expone Van Dijk (2006: 333): 1. Expresar/enfatizar información positiva sobre Nosotros.
2. Expresar/enfatizar información negativa sobre Ellos.
3. Suprimir/des-enfatizar información positiva sobre Ellos.
4. Suprimir/des-enfatizar información negativa sobre Nosotros.
Esta estrategia global puede implementarse mediante una gran variedad de
formas y significados que enfatizan/mitigan propiedades positivas/negativas de los
miembros del propio grupo y del grupo antagónico, respectivamente, que incluyen
estructuras fonológicas, gráficas, sintácticas, léxicas, estilísticas, retóricas,
esquemáticas, pragmáticas y conversacionales. A su vez, estas estructuras
pueden ser utilizadas en la comprensión y persuasión del discurso para influir en
la formación, contenido y estructuras de los modelos mentales, e indirectamente
en las representaciones sociales y, por lo tanto, en las ideologías. Estas
estrategias suelen ser coherentes con la formación o cambio de modelos
preferidos o sus estructuras, según las restricciones generales de las estrategias
de autopresentación positiva y heteropresentación negativa. En el Cuadro 3.1 se
expone una síntesis de las diversas formas con las que, según Van Dijk, podemos
orientar la estrategia ideológica por medio de las estructuras discursivas. Cabe
mencionar que el esquema de polarización ideológica no está exento de críticas,
pues al no ser propiamente dialéctico, muestra una tendencia a la simplificación
excesiva, además de no tener en cuenta algunos elementos discursivos
relevantes, por ejemplo, los relativos a la negación y a la polisemia (cf. Ducrot,
1986). Sin embargo, es una fuente de categorías de análisis concretas y finitas
que son relativamente fáciles de identificar en el texto, por lo que constituye una
herramienta de análisis útil que nos ha permitido ubicar instancias particulares en
las que diferencias de traducción pueden ser marcas de diferencias ideológicas
entre los traductores, según este sentido amplio de ideología.
63
Cuadro 3.1. Estructuras ideológicas del discurso. Nivel del discurso Variables con posible orientación ideológica
1) Restricciones
contextuales
+ Tipo de evento comunicativo (género)
+ Los tipos de participantes y sus roles
+ Propiedades de los receptores
+ Relaciones institucionales y de poder
2) Tópicos
(macroestructuras
semánticas)
+ Énfasis esquemático de macroestructuras preferidas, p. ej.:
– En el resumen inicial de un relato
– En el encabezado
3) Significado local + Detalle y nivel de descripción:
– Énfasis/degradación de las microproposiciones (detalles)
– Manifestación/ocultamiento de detalles: descripciones
incompletas o excesivamente completas
+ Lo implícito vs. lo explícito
– Proposiciones implicitadas/explicitadas de forma sesgada:
- Causas y consecuencias de acontecimientos
- Propiedades negativas/positivas del propio grupo y el otro
grupo
– Implicación y presuposición
+ Coherencia local:
– Coherencia del modelo de acontecimiento: relación entre
“hechos” y representaciones de tales “hechos”
– Relaciones semánticas: generalización, especificación, ejemplo,
contraste
+ Lexicalización:
– Selección de la palabra más apropiada en función de los grupos
(problema de la designación)
– Mitigación, eufemismos
+ Distribución de agencia, culpa y responsabilidad:
– Nominalización (agentes y pacientes implícitos)
– Voz pasiva/activa
4) Esquemas de
discurso
+ Organización del acto comunicativo (esquema convencional):
– Uso ideológico de las partes genéricas de un discurso (p. ej.,
encabezado/texto, introducción/desenlace, saludo/despedida)
5) Estilo + Estructuras superficiales: elementos léxicos, estructuras
sintácticas, pronunciación y gráficos para marcar formalidad,
distancia, cortesía, distribución de agencia
64
+ Posición en relaciones de poder: el estilo varía según el texto
tenga como origen un hablante masculino/femenino, de
mayoría/minoría, médico/paciente, profesor/estudiante, etc.
6) Retórica + Uso de figuras retóricas para enfatizar/mitigar posturas
ideológicas: metáforas, eufemismos, ironía, aliteración, hipérboles,
repetición, paralelismo sintáctico o fonológico (rima), etc.
7) Estrategias de
interacción
+ Control de distribución de turnos y secuencias esquemáticas
+ Uso estratégico de pausas, risas, aplausos, interrupciones, etc.
+ Uso del poder y estatus de los interlocutores:
– Postura, distancia, vestimenta, soportes, etc.
No obstante, la influencia y reproducción ideológicas no son simplemente
una función de las estructuras del discurso, puesto que también intervienen el
contexto social y las representaciones mentales de los receptores, por ejemplo,
ideologías previamente existentes, conocimientos, actitudes, objetivos e intereses
personales, etcétera. Eso significa que la influencia ideológica puede no siempre
tener los efectos pretendidos. Este punto, de particular interés para nuestro
trabajo, se explica porque, a pesar de su pertenencia al grupo y de la influencia de
las representaciones sociales, los actores sociales tienen, según el autor, algún
grado de autonomía sobre la formación y el cambio de sus posturas. Para Van Dijk
el éxito de la influencia ideológica depende de que las ideologías sean coherentes
con las experiencias personales (modelos), de que los actores sociales carezcan
de otras alternativas “mejores” que los modelos ideológicos propuestos, o de que
puedan ser manipulados para creer información “errónea”, aunque no redunde en
beneficio propio.
De esta base amplia y multidisciplinaria de ideología que nos ofrece Van
Dijk, tomaremos los elementos más útiles para nuestro análisis discursivo de las
diferentes posturas de los traductores de J.S. Mill. Además de apoyarnos en el
terreno de la ideología política en el análisis de las orientaciones “pro-” o “anti-”
liberales de los traductores en sus distintas gradaciones, al no limitar el alcance de
la ideología a las ideas falsas o distorsionadoras de una clase dominante, esta
perspectiva nos permite jugar con nociones como “ideologías de traducción”, útiles
para trabajar con nuestro corpus. En efecto, los traductores pueden identificarse
65
con ciertos estilos, objetivos, normas, intereses y representaciones sociales
comunes al momento de traducir, formando distintos grupos de traducción.
Eventualmente estos grupos de traducción –y los miembros que los conforman–
desarrollan modelos que se convierten en ideologías propias, que luego
reproducen de manera distintiva sus estilos, objetivos, normas, etcétera,
moldeando formas de traducir acordes (más tarde pueden etiquetarse de
“literalistas”, “libres”, “visibles”, “invisibles”, “domesticadoras”, “extranjerizantes”,
“descriptivistas”, “normativistas”, etcétera). Esto da pie a que hablemos sobre el
vínculo entre ideología y traducción.
3.4 Ideología y traducción Según A. Hurtado Albir (2004:615), la traducción es una actividad
comunicativa desarrollada en un contexto social y conformada por factores de
naturaleza pragmática, comunicativa y semiótica. Por lo tanto, la traducción es una
transacción comunicativa, una acción pragmática y una interacción semiótica,
determinada por un sistema de valores y los diversos sistemas de signos que
funcionan en una cultura particular (Hatim y Mason, 1995:78). El carácter social y
de interacción semiótica atribuido a la traducción explica las relaciones que se dan
entre traducción e ideología. La traducción es una práctica social que se produce
en una compleja interacción con el contexto social, incidiendo en ella todo tipo de
condicionamientos y restricciones, por ejemplo, relaciones de poder, censura,
propaganda, etcétera. Hurtado Albir (2004: 616) concluye: Si todo proceso de escritura es permeable a los condicionamientos ideológicos del entorno
y a los propios del autor, la reescritura que es la traducción también es reflejo de los
mecanismos ideológicos. En el caso de la traducción, la cuestión es más compleja, ya que
el autor del texto original y el traductor se insertan en dos espacios semióticos diferentes; al
estar inmersos en contextos distintos (sociales, políticos, históricos) pueden tener
motivaciones ideológicas diferentes.
Cuestiones de este tipo permiten poner en duda la neutralidad de la
traducción y la supuesta “invisibilidad del traductor”, pues si el traductor es un
individuo condicionado ideológicamente, la traducción no puede ser una actividad
66
neutra. Partiendo de este supuesto han surgido algunos planteos teóricos que
investigan la incidencia del traductor en la interpretación de los lectores de la
cultura de llegada, por ejemplo, la escuela de la manipulación.
3.4.1 Escuela de la manipulación Durante la década de 1980 y principios de la de 1990, los investigadores de
la escuela de la manipulación, directamente relacionada con la corriente de G.
Toury e I. Even-Zohar, con quienes comparten la noción de polisistema (ver 1.1),
evolucionan hacia posturas más políticas y dedican esfuerzos al estudio de cómo
la ideología interviene o influye en la traducción. El principal representante de esta
transición es A. Lefevere, quien, como Van Dijk –aunque desde los estudios
literarios–, parte de una noción amplia de ideología, no concebida como sistema
de ideas falsas o distorsionadoras, sino como “ese entrelazado de forma,
convención y creencias que ordena nuestras acciones” (Lefevere, 1997: 30).20
Desde una perspectiva que considera la literatura como un sistema de
reescrituras, Lefevere afirma que la literatura actúa condicionada por un conjunto
de restricciones que incluyen el mecenazgo, la poética, el Universo del Discurso,
la lengua y, en el caso de las traducciones y otras formas de reescritura, el
original. A continuación exploramos con mayor detalle cada una de estas
restricciones.
Lefevere plantea que existen dos factores que influyen en la lógica de la
cultura: por un lado, el profesional, constituido por el conjunto de críticos,
reseñistas, profesores y los traductores mismos, y, por el otro, el mecenazgo.
Aunque algunos autores ven en el mecenas a un “iniciador” (p. ej., desde la teoría
del skopos), Lefevere les confiere un papel más complejo y entiende por
mecenazgo los poderes (encarnados en personas e instituciones) que pueden
impulsar o dificultar la lectura, escritura y reescritura de la literatura. Este autor
señala que el mecenazgo es ejercido por personas (p. ej., los Medici), pero
20 Sin embargo, debemos señalar el contraste que existe entre ambas definiciones, pues Van Dijk define las ideologías como “base de representaciones sociales”, mientras que Lefevere las ve como una especie de “base de nuestras acciones”. Esta diferencia puede tener como origen el hecho de que Lefevere estudia específicamente los procesos de reescritura, en particular las traducciones, que podrían interpretarse como formas directas de acción.
67
también por grupos de personas: instituciones religiosas, clases sociales, partidos
políticos, las editoriales y desde luego los medios de comunicación (1997: 28). Los
mecenas buscan regular la relación entre el sistema literario y los demás sistemas
que, juntos, conforman una sociedad. Generalmente operan por medio de
instituciones diseñadas para regular, si no la forma de escribir la literatura, al
menos su distribución, por ejemplo, las academias, la censura, las revistas
especializadas y, principalmente, las instituciones educativas. En cuanto a la
traducción, advierte que el mecenazgo está conformado por tres elementos que
interactúan de diversas maneras: un componente ideológico, que actúa como
constricción a la hora de elegir y desarrollar la forma y el tema de la obra a
traducir, un componente económico (el mecenas se encarga de que los escritores
y reescritores puedan vivir mediante una subvención o un puesto de trabajo, o por
medio de los derechos de autor), y uno más de estatus (aceptar un mecenazgo
implica integrarse a determinado grupo con un estilo de vida particular), los cuales
deben ser considerados al momento de analizar críticamente una traducción.
En el sistema de Lefevere, la poética, o el “deber ser” literario, tiene dos
componentes: un inventario de recursos literarios, géneros, motivos, situaciones y
personajes prototípicos y símbolos; y una idea de cuál es (o debería ser) el papel
de la literatura en el sistema social en su conjunto, la cual influye en la selección
de temas que deben ser relevantes para el sistema social (1997: 41). Según el
autor, la función de una poética particular mantiene un fuerte vínculo con las
influencias ideológicas externas a la propia esfera de la poética, al tiempo que es
generada por fuerzas ideológicas presentes en el entorno del sistema literario.
El Universo del discurso, de acuerdo con Lefevere, es un conjunto de
objetos, costumbres y creencias que marcan el límite de lo aceptable en una
cultura, concepto que guarda cierta semejanza con el de formación discursiva de
Pêcheux, discutido anteriormente, y el de discurso social de M. Angenot (2010).
En el caso de la traducción, la noción se toma en cuenta tanto en la cultura de
origen como en la cultura meta. En el análisis de las actitudes de los traductores
hacia el Universo de discurso del texto original, en relación con el de su propia
sociedad, influye de manera importante el estatus del original, la imagen de sí
68
misma que tiene la cultura meta, los niveles de dicción que se consideran
aceptables en ella, el público receptor y los “guiones culturales” a los cuales está
acostumbrado o está dispuesto a aceptar ese público (1997: 111).
Los textos, tanto originales como traducidos, buscan conseguir el efecto
deseado en sus lectores de diversas maneras. El efecto final suele ser logrado
mediante la combinación, según Lefevere, de estrategias ilocutivas que se
manifiestan a través de diversos recursos de la lengua. Lefevere proporciona un
catálogo de estrategias ilocutivas propias de la traducción (1997: 125 y ss.) que
guarda algunos puntos en común con las estructuras ideológicas del discurso de
Van Dijk (ver Cuadro 3.1), pero en especial con las técnicas de traducción de
Hurtado (2006) (ver 1.4.1), y que incluye la aproximación fonológica, la
compensación, la explicitación, el uso del cliché (tanto el de dicción como el guion
cultural), el cambio de categorías gramaticales, la proyección morfosintáctica, el
cambio morfosintáctico, la rima y el metro, la creación de neologismos, la
circunlocución, el relleno y la verbosidad, el “allanamiento” (reducción del efecto
ilocutivo), la repetición morfémica y el uso de palabras etimológicamente afines.
De acuerdo con Lefevere, toda reescritura se efectúa con al menos una de
estas restricciones (mecenazgo, poética, Universo del discurso, lengua) e implica
las demás, y se ve influida por todas ellas de una manera u otra. Y debido a estas
restricciones, ninguna reescritura –la traducción incluida– puede ser inocente. La
traducción puede modificar las modas literarias de la cultura término, su política
cultural, sus cánones y la imagen que se tiene de otras sociedades, y aquí cabe
preguntar si sucede algo similar con la filosofía.
Dada la naturaleza discursiva de la traducción y su susceptibilidad a los
condicionamientos ideológicos, existe la necesidad de una aproximación
discursiva a la traducción que analice marcas textuales concretas de la
intervención de mecanismos ideológicos. En este sentido, una herramienta útil han
sido los métodos de análisis crítico del discurso (ACD), como el propuesto por Van
Dijk (ver 3.3), que permiten describir cómo se reproducen los mecanismos
ideológicos en los textos. El análisis lingüístico debe permitir estudiar cómo se
reflejan las relaciones entre poder y traducción en los textos, y de ahí la
69
pertinencia de integrar estas dos teorías en el análisis de diversas traducciones de
una misma obra.
3.4.2 Condiciones de recepción de la traducción En cuanto a las condiciones de recepción de la traducción, donde están
implicadas las relaciones de poder y los mecanismos de control institucional, se
debe tener en cuenta que los contextos de la cultura meta y el texto fuente no son
estáticos, sino sistemas dinámicos y sujetos a hibridaciones. Existen varios
fenómenos que se pueden estudiar desde el punto de vista de las relaciones de
poder, como el qué se traduce (relación entre la traducción y el mundo editorial),
quién manda a traducir (el mecenazgo, estudiado por Lefevere), etcétera.
En cuanto a la traducción de un texto y las perspectivas de poder, Fawcett
(1998: 107), cercano a los planteamientos de la teoría del polisistema, recomienda
tener en cuenta las siguientes preguntas:
• ¿Qué se traduce? (qué se toma en consideración y qué se excluye)
• ¿Quién lleva a cabo la traducción? (quién controla la producción de la
traducción)
• ¿Para quién se traduce? (a quién se le da acceso a material extranjero y a
quién se le niega)
• ¿Cómo se traduce ese material? (qué se omite, se añade o se altera para
controlar el mensaje)
Volviendo a Lefevere (1997), cada sistema social impone una serie de
restricciones que determinan lo que constituye literatura canónica, lo cual
desempeña un papel de suma importancia en la traducción, ya que es el medio
para difundir las obras maestras de la literatura universal (y otra vez podemos
preguntar si sucede lo mismo en filosofía). Además, Lefevere destaca la
importancia que tiene el sistema educativo en la reproducción del canon, con la
evidente influencia ideológica que ello implica. Los flujos de traducción también
están condicionados por las relaciones de poder, puesto que lo que se traduce
está determinado por la hegemonía económica y cultural. Así, por ejemplo, se
establece el predominio de la traducción entre países desarrollados y su
70
desigualdad o inexistencia en países menos desarrollados.21 Aquí también cabe
recordar los planteos de la teoría del polisistema en este sentido (ver 1.1).
En otro orden de ideas, entre las condiciones de recepción de la traducción
también debimos contemplar la no-recepción. Esto nos condujo a un interesante
estudio sobre traducción e ideología, directamente relacionado con la traducción
de filosofía, emprendido por I. Uribarri (2009) en relación con la censura de textos
filosóficos alemanes que tuvo lugar en España durante la dictadura franquista.
Aunque la censura en el ámbito de la traducción tiene antecedentes en varios
momentos de la historia española (desde los árabes, pasando por la Inquisición,
hasta el siglo XIX, con la lucha entre carlistas y liberales), Uribarri centra su
estudio en la dictadura de Franco, época durante la cual la filosofía oficial era el
escolasticismo. El autor, en el marco del proyecto TRACE (TRAducciones
CEnsuradas), señala varios casos de censura total de distintas obras que luego se
convertirían en censuras parciales durante el proceso de edición, ya en épocas
tardías de la dictadura. Según Uribarri (2009:1), el ensayo filosófico, al ser una
manifestación más directa de ideas que la puramente literaria, sufre un marcaje
muy directo durante el franquismo. No es de extrañar que eso sea así cuando se
observa la finalidad del aparato censor: Nuestras actividades derivadas de las funciones a desarrollar deben estar encaminadas
como decía el Caudillo (…) a establecer el imperio de la verdad y divulgar al mismo tiempo
la gran obra de reconstrucción nacional que el Nuevo Estado ha emprendido. Es preciso
difundir la cultura para el pueblo por medio de todos los medios de difusión a nuestro
alcance, orientándolo de esta forma en las buenas costumbres, en el sano concepto de
nuestros ideales que inspiraron el Movimiento Nacional, y propagando la sana y tradicional
cultura española, así como la doctrina cristiana (…). Nuestra labor ha de ir encauzada a
destruir todo aquello que pudiera ser dañino y perjudicial para nuestra moral y para todos
los conceptos antes mencionados.22
21 En este sentido, se puede consultar el artículo de J. Heilbron (1999), quien, desde un enfoque sociológico y estadístico, nos muestra de qué idiomas y a qué idiomas se traduce. 22 Normas generales confeccionadas por la Delegación Provincial de Huesca para las Delegaciones Comarcales dependientes de aquella regulando sus actividades de propaganda, 21 de enero de 1944.
71
Al describir este pasaje, Uribarri habla incluso de una restauración
reformada de la Inquisición con el propósito de controlar al enemigo común del
Estado y la Iglesia: la modernidad laica. El autor señala un dato que debemos
tener en cuenta: que la actitud de la Iglesia respecto de la filosofía ha variado
siempre entre dos extremos, la condena estricta o el intento de dominarla y usarla
en su propia defensa. Ello nos recuerda la importancia de situar el objeto de
estudio en un contexto histórico amplio, como hacemos en el apartado siguiente.
El estudio de Uribarri pone en evidencia la base ideológica que motivó la
censura de diferentes obras de la filosofía alemana (cuenta alrededor de 255
traducciones censuradas), y además deja en claro el papel que la ideología puede
tener sobre las condiciones de recepción de una obra en la cultura meta, en este
caso materializada a través de un estado represor como fue el de Francisco
Franco. Este tipo de episodio resulta ser un caso extremo, pero el ejemplo sin
duda es pertinente para nuestro estudio porque atañe directamente a dos de
nuestros traductores que trabajaron durante el franquismo.
3.5 Contexto ideológico de la cultura meta de las traducciones de On Liberty A continuación hacemos un repaso de las condiciones históricas e
ideológicas que imperaban en España desde mediados del siglo XIX hasta
nuestros días, con un doble propósito: por un lado, comprobar lo que han dicho los
teóricos sobre la relación entre filosofía e ideología y, por el otro, ayudar en la
interpretación durante el análisis de los textos, por medio de referencias
contextuales que se vinculan con nuestro corpus.
3.5.1 Contexto ideológico de España durante la segunda mitad del siglo XIX
Este apartado concierne el contexto ideológico de la cultura meta de uno de
nuestros traductores, Lorenzo Benito, quien tradujo On Liberty en 1890. Según
Uribarri (2009: 7 y ss.), la filosofía española tuvo su mayor influencia a lo largo del
siglo XVI con los trabajos de Suárez, Gracián, Vives, entre otros. Sin embargo,
esta corriente filosófica queda estancada en el escolasticismo mientras en el resto
de Europa la filosofía acompaña a la ciencia moderna. Así, en España la cultura
72
ilustrada tendrá un papel menor y será combatida en diversos momentos. Incluso
algunos consideran el siglo XIX como una sucesión de intentos fallidos para
implementar las ideas de la Constitución liberal de 1812, de influencia
rousseauniana. Desde el punto de vista ideológico, España se mantuvo en buena
medida aislada de las ideas de la Ilustración y la Modernidad, con un fuerte
rechazo hacia las traducciones con la excusa de que eran perjudiciales para la
lengua. Durante la primera mitad del siglo, los pocos estudios filosóficos llevados a
cabo seguían la influencia francesa y Destutt de Tracy era el autor más
traducido. Por lo tanto, durante este periodo el lugar de la filosofía moderna en la
cultura meta es netamente marginal y la única filosofía con cierta base institucional
en España es la filosofía católica.
En cuanto al ámbito académico, la creación de la primera facultad de
Filosofía en la Universidad de Madrid ocurre en 1843, y surge en paralelo a la
formación del krausismo como movimiento reformista. En esta facultad
predominan las ciencias experimentales modernas, se estudia la historia de la
filosofía como disciplina y la religión apenas tiene presencia. El afán reformador y
modernizador de Sanz del Río (figura emblemática del krausismo y traductor de
Krause al español) atrajo a muchos colegas universitarios y al poco tiempo hubo
varios krausistas en las cátedras de las principales universidades. Sin embargo,
estos intentos modernizadores no quedaron sin respuesta ideológica. Los
principales oponentes intelectuales fueron Balmes (quien busca un diálogo entre
escolasticismo y filosofía moderna desde la ortodoxia estricta) y Juan Donoso
Cortés (tradicionalista radical). Por el lado religioso, en 1870 el Concilio Vaticano I
acaba con las esperanzas de un catolicismo liberal y así los católicos reformistas
españoles encuentran en el krausismo un medio para conservar sus creencias
religiosas sin dejar de lado sus aspiraciones reformadoras y modernizadoras.
No obstante, después de la restauración borbónica (1874), el krausismo
sufre un repliegue ante la llegada de nuevas corrientes filosóficas. Los seguidores
de Krause dejaron de representar al progresismo, y sus influjos metafísicos
parecían haberse quedado en el tiempo ante el positivismo, el neokantismo y el
evolucionismo, escuelas más cercanas a los avances científicos del momento.
73
Estas serán las bases del regeneracionismo posterior, que vivirá un momento de
gran desarrollo en la Edad de Plata hasta 1936.
3.5.2 Contexto ideológico de España durante la dictadura franquista La dictadura del general Franco constituye un periodo de gran importancia
por las diferentes repercusiones que tuvo en todos los ámbitos de la vida de los
españoles, incluida la traducción. Como adelantábamos, este periodo atañe
directamente a dos de nuestros traductores, al escritor y diplomático Pablo de
Azcárate y Flórez (que traduce On Liberty en 1970) y a Josefa Sainz Pulido (que
traduce a Mill en 1968). De acuerdo con Uribarri (2009:10 y ss.), la Guerra Civil y
el establecimiento de la dictadura tuvieron consecuencias filosóficas de larga
duración. La primera fue el exilio de muchos de los filósofos más reconocidos de la
época: J. Ortega y Gasset, J. Gaos, M. Zambrano, etcétera. La segunda es que
las cátedras de filosofía de las universidades fueron ocupadas por profesores de
tendencia neoescolástica (“filosofía oficial” del franquismo) contrarios al espíritu de
renovación iniciado con el siglo.
Asimismo, se debe considerar el proceso de censura que se instala tras una
Guerra Civil y un proceso de represión cultural previa. Durante este periodo se
clausuran colegios y se persigue y asesina a profesores para contrarrestar el
esfuerzo pedagógico de democratización de la cultura por parte de la República;
por si fuera poco, se depura el mundo universitario mediante la eliminación de la
tímida autonomía universitaria introducida durante la República; además se
queman libros y se incautan librerías y bibliotecas.
La Guerra Civil fue también una guerra ideológica en la que los elementos
tradicionalistas vencieron a las mentalidades modernas. En el discurso ideológico
domina la autarquía del pensamiento español, basado en el modelo de Menéndez
Pelayo, con su defensa del hispanismo y su renuncia a la modernidad. Asimismo
se crea un entorno que obstaculiza la recepción de ideas “extrañas”. El medio para
ello fue su eliminación en el sistema educativo, incluida la universidad, en los
medios de difusión, en las bibliotecas, etcétera. Estas estructuras inhiben todo
interés por la transmisión del pensamiento moderno por falta de una
74
infraestructura que pudiera facilitar su recepción. A eso tenemos que agregar un
proceso de autocensura, producto de la intimidación y el miedo, que no solo
implicó la autocensura del traductor ante el texto concreto, sino la autocensura
previa de los agentes culturales, que renunciaron a editar muchos libros en medio
de ese ambiente adverso.
3.5.3 Situación de la traducción en España desde el siglo XIX a la fecha Según Uribarri (2009:20-21), la traducción al español de la filosofía
moderna alemana atraviesa diversas etapas relativamente bien diferenciadas.
Aunque nosotros estamos interesados en la filosofía inglesa, concretamente la de
J.S. Mill (1806-1873), encontramos coincidencias y diferencias interesantes que
inferimos a partir de los años de publicación de nuestras versiones de On Liberty.
Para Uribarri, el estudio de las traducciones nos muestra todo un conjunto de tipos
textuales característicos de una recepción. En el caso de Kant (1724-1804), a
principios del XIX en España apenas se menciona su nombre y poco más.
Posteriormente se encuentran algunos artículos sobre su pensamiento con
terminología específica y también unas cuantas citas traducidas; más tarde se
descubren citas traducidas en manuales e historias de la filosofía. La primera
traducción parcial de Kant al castellano data de 1856, 52 años después de su
muerte; la primera completa pero indirecta es de 1873; la primera directa pero
incompleta se remonta a 1883; y la primera directa y completa es de 1913, con
más de un siglo de retraso sobre la muerte de su autor y sobre traducciones al
francés o al inglés. Hasta aquí es lo que Uribarri identifica como la primera fase.
Esta fase contrasta fuertemente con lo sucedido en nuestro caso, pues la primera
traducción completa de On Liberty que encontramos –a cargo de Lorenzo Benito–
fue publicada tan solo 31 años después de la publicación del original, 17 años
después de la muerte del autor (en esto también influye el hecho material de que
Mill haya nacido después de Kant). Cabe recordar que la traducción de Benito
aparece luego del auge del liberalismo krausista y de la instauración de la Primera
República Española, cuando ya se habían abierto algunas puertas al pensamiento
liberal.
75
Uribarri identifica una segunda fase que coincide con la llamada Edad de
Plata, entre 1910 y 1936, en la que el panorama ha cambiado bastante. Durante
este periodo se traducen nuevas obras filosóficas inéditas de Kant, en muchos
casos directamente del alemán, con lo que la traducción directa se empieza a
imponer como norma. De este periodo no contamos con traducciones de On
Liberty con las cuales hacer un contraste.
Sin embargo, si continuamos con el relato de Uribarri, vemos que, tras la
enorme falla que supone la guerra, hay otra fase más entre 1939 y 1968. En este
periodo la labor traductora se traslada principalmente a Hispanoamérica y apenas
se edita y recibe a Kant en España. Según el autor, no existe una base cultural
para seguir con la labor realizada antes de la guerra, por lo que solo se reeditan
algunas traducciones previas al conflicto y se importan otras, y la producción de
bibliografía secundaria es mínima. Si lo comparamos con la situación de las
traducciones de Mill, sucede algo bastante similar. Dos de nuestras traducciones,
a cargo de Josefa Sainz y Pablo de Azcárate, son posteriores a esta frontera de
1968 que señala Uribarri (las versiones fueron realizadas en 1968 y 1970,
respectivamente), y en un listado de las diferentes traducciones de On Liberty que
aparece en su Estudio preliminar, C. Rodríguez Braun (2008:61) solamente
menciona una de 1965 (traductor: Pablo Lucas Verdú), también ya muy cercano a
la fecha señalada.
A partir de 1969, con la traducción de La religión dentro de los límites de la
mera razón, se puede comprobar un cambio bastante importante, reflejado en el
comportamiento de la censura. Empieza a aparecer bibliografía secundaria sobre
Kant y poco a poco se acelera la actividad traductora. Lo mismo puede decirse de
la situación con On Liberty de Mill, puesto que además de las versiones de Sainz y
Azcárate (con numerosas reediciones), ahora disponemos de ediciones a cargo de
Dalmacio Negro (1996), Luis Blanco Vila (2002), Gregorio Cantera (2004) y Carlos
Rodríguez Braun (2008), estas dos últimas también parte de nuestro corpus.
Aunque Kant no es Mill, lo que vemos con todo esto es un ejemplo de la
influencia que puede tener la lucha ideológica en la escritura y reescritura (incluida
la traducción) de textos, y es muestra de que los flujos de traducción también
76
están condicionados por las relaciones de poder, puesto que lo que se traduce
está determinado por la hegemonía económica y cultural, como afirma Lefevere
(1997).
3.5.4 Los traductores de On Liberty
Consideramos indispensable para el análisis presentar algunos datos
biográficos sobre las personas a las que va dedicado este trabajo: los traductores
de John Stuart Mill. Aunque su biografía no necesariamente es un elemento
determinante en su forma de traducir, saber un poco de su vida y obra –en los
casos en los que fue posible– aporta al conocimiento del contexto en el que
trabajaron y puede ayudarnos a comprender las posturas que reflejan en su
trabajo. Exponemos entonces los datos biográficos más relevantes de estos
personajes en orden cronológico ascendente, según el año de publicación de su
traducción de On Liberty.
3.5.4.1 Lorenzo Benito y Endara23
Lorenzo Benito fue uno de los más destacados profesores de Derecho
Mercantil de la academia española. Es considerado precursor de los estudios de
Derecho Mercantil en España y figura notable del sector liberal. Nace en
Salamanca en 1855 y fallece en Madrid en 1932.
Ejerció como profesor y luego catedrático de Derecho Mercantil en varias
universidades españolas: Salamanca (1887), Valencia (1891), Barcelona (1899) y
Madrid (Central), hasta su jubilación en 1925. En algunos momentos ocupó el
puesto de vicerrector en la Universidad de Barcelona. Además se desempeñó
como Gobernador Civil de Gerona en 1911. Fue uno de los firmantes de la
Conferencia Internacional de Derecho Marítimo de Bruselas del año 1922.
Benito escribió varias obras, entre las cuales destacan Las Bases del
Derecho Mercantil (1903), Lecciones de Derecho Mercantil (1904) y el Manual de
Derecho Mercantil, 3 vols. (1ª ed. 1904). Su legado como traductor incluye: La
23 Obtenido de: Wikipedia (2011). “Lorenzo de Benito y Endara”, http://es.wikipedia.org/wiki/Lorenzo_de_Benito_y_Endara.
77
Libertad, de John Stuart Mill (1890); el Tratado de la correspondencia en materia
civil y mercantil , de Agostino Ramella; y Política social y economía política:
cuestiones fundamentales , de Gustav von Schmoller.
3.5.4.2 Josefa Sainz Pulido
No se obtuvieron datos biográficos de esta traductora más allá de que
tradujo On Liberty en 1968 y Teatro danés contemporáneo en 1962. Por lo disímil
de los textos, podríamos inferir que es traductora profesional, pero se tendría que
comprobar este dato.
3.5.4.3 Pablo de Azcárate y Flórez24
Pablo de Azcárate, diplomático y escritor, nace en Madrid el 30 de julio de
1890 y fallece en Ginebra el 13 de diciembre 1971. Se cría en el seno de una
familia progresista leonesa25 y se forma en los círculos de la Institución Libre de
Enseñanza, cuna del krausismo en España. Culmina sus estudios de Derecho con
el doctorado en la Universidad Central de Madrid. A partir de 1918 es catedrático
de Derecho Administrativo en la Universidad de Compostela, y posteriormente
pasa a la de Granada. Ese mismo año obtiene el acta de Diputado a Cortes por el
Partido Reformista por la circunscripción de León.
Su carrera diplomática comienza en 1922, en la Sociedad de las Naciones
en Ginebra, prestando sus servicios en el departamento de Asuntos de Protección
de Minorías Étnicas, y en 1933 llega a ser Secretario General adjunto de la
Sociedad de Naciones. En septiembre de 1936 renuncia a dicho cargo al ser
nombrado embajador en Londres por el gobierno de la II República, desde donde
hizo los esfuerzos posibles, sin lograrlo, para que Gran Bretaña abandonara la
política de "no intervención" durante la Guerra Civil española. En 1939, al finalizar
el conflicto encabezado por el general Franco, se dedica a ayudar a los 24 Información de: “Biografía de Pablo de Azcárate” disponible en http://www.sarpanet.info/pablo_de_azcarate_y_florez/index.php, y Wikipedia, “Pablo de Azcárate y Flórez”, disponible en http://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_de_Azc%C3%A1rate. 25 Fue sobrino del prestigiado intelectual Gumersindo de Azcárate, uno de los principales introductores del krausismo en España y figura importante en el movimiento de reforma y progreso social español en la primera parte del siglo XX, especialista en Legislación y Derecho administrativo, presidente del Partido Reformista y del Instituto de Reformas Sociales.
78
republicanos españoles exiliados por medio del Servicio de Evacuación de
Refugiados Españoles (SERE), del cual fue presidente. Crea en Londres, con
ayuda del presidente Juan Negrín, amigo personal y político, el Instituto Español.
Fue colaborador de Independencia, revista quincenal de cultura española, cuyo
primer número fue publicado en París en 1946. Desde 1947, ocupa varios cargos
diplomáticos en la Organización de las Naciones Unidas, especialmente en Medio
Oriente. Desde 1952 fija su residencia en Ginebra y dedica los últimos años de su
vida a trabajos históricos.
Pablo de Azcárate dejó numerosos estudios históricos, como Wellington y
España (1960), La guerra del 98 (1968), Gumersindo de Azcárate (1969) y otros
trabajos sobre temas krausistas. Otras obras suyas son: La liga de las naciones y
las minorías nacionales (1944), La intervención nazi-fascista en la guerra de
España (1957), Mission to Palestine 1948-1952 (1966), Protection of Minorities
(1966), Misión en Palestina: nacimiento del Estado de Israel (1968) y League of
Nations and National Minorities (1969). De manera póstuma se publica Mi
embajada en Londres durante la Guerra Civil Española (1976). Su legado como
traductor incluye Sobre la libertad de John Stuart Mill (1970) y El patriarca o el
poder natural de los reyes de Robert Filmer.
3.5.4.4 Gregorio Cantera Chamorro26
Gregorio Cantera nace en León, España, en 1950. Es licenciado en
Filosofía Pura y en Ciencias de la Educación y se doctoró en la especialidad de
Lógica con una tesis sobre B. Russell. De 1973 a 1975 se desempeñó como lector
de Español y Filosofía en el Washington College y en la Universidad de Maryland.
Posteriormente, entre 1977 y 1979, trabajó en el Gabinete del Instituto Nacional de
Prospectiva, Presidencia del Gobierno. De 1979 a 1983 contribuyó en el área de
opinión del diario ABC. Desde 1983 hasta 1990 fue redactor, jefe de
documentación y editorialista en diario El País, y desde entonces ha contribuido
26 Información de: “Gregorio Cantera Chamorro” en Traductores y traductoras leoneses, disponible
en http://www.centrodellibroleon.com/directorio_traductores.php.
79
como redactor y editorialista en diversos diarios y casas editoriales. Su labor como
traductor es muy extensa e incluye trabajos literarios y de filosofía para distintas
editoriales. Entre sus traducciones de obras filosóficas y literarias destacan:
• EDAF: John Stuart Mill, On Liberty (2004); David Hume, Essay on Human
Understanding (2005); Mark Rowlands, Everything I Know I Learned from
TV (2007).
• Losada: D. H. Lawrence, St. Mawr. (2004); D. H. Lawrence, The Man Who
Died (y prólogo) (2004); Alexandre Dumas, Le comte de Monte-Cristo
(2004); Denis Diderot, Vida de Séneca (prólogo: El filósofo y la autócrata)
(2005); Philip Pettit, A Theory of Freedom (2005); D. H. Lawrence,
Apocalypse (2005); H. Melville, Moby Dick (2008).
• Siruela: Alexandre Dumas, La Bouillie de la contesse Berthe – La boule de
neige – Jacquot Sans Oreilles (2005); G. Steiner-Ladjali, Éloge de la
transmission (2005); Étienne Klein, Les tactiques de Chronos (2005).
3.5.4.5 Carlos Rodríguez Braun27
Carlos Rodríguez Braun, nacido en Buenos Aires en 1948, es un
economista principalmente conocido por su labor de divulgación del pensamiento
liberal. Es licenciado en Economía por la Universidad Católica Argentina, doctor en
Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y catedrático de
Historia del Pensamiento Económico en la misma universidad. Pertenece a la
Academia Nacional de Ciencias Económicas de Argentina y es miembro de la
American Economic Association, de la European Society for the History of
Economic Thought y de la Sociedad Mont Pelerin, y también integra los consejos
asesores de diversas publicaciones científicas en España y otros países. Fue
director de España Económica y subdirector de Cambio 16 y del programa El valor
del dinero en RTVE, y ha publicado unos 3 000 artículos en la prensa de España,
27 Con información de: http://www.clubdellector.com/fichaautor.php?clave=3119 http://www.liberalismo.org/articulos/245/carlos/rodriguez/braun/ http://www.libertaddigital.com/opinion/carlos-rodriguez-braun/
80
Europa y América. En la actualidad es columnista de ABC, Expansión y Libertad
Digital, y comentarista en Onda Cero Radio.
Ha publicado trabajos académicos en España, Estados Unidos, Inglaterra,
Italia y otros países. Es autor de La cuestión colonial y la economía
clásica (Alianza, 1989), Grandes economistas (Pirámide, 2007), A pesar del
Gobierno (Unión Editorial, 1999), Estado contra mercado (Taurus, 2000), 25 años
del Círculo de Empresarios (C. de Empresarios, 2002), Diccionario políticamente
incorrecto (LID Editorial Empresarial, 2008), Panfletos liberales (LID Editorial
Empresarial, 2005), Tonterías económicas (LID Editorial Empresarial, 2006) y Diez
ensayos liberales (Madrid, LID Editorial Empresarial, 2008); y co-editor
de Argentina 1946-1982. The Economic Ministers Speak (Macmillan,
1990), Encuentro con Karl Popper (Alianza, 1992), La economía en sus
textos (Taurus, 1998), y An Eponymous Dictionary of Economics (Edward Elgar,
2004). Tradujo On Liberty en 2008.
-------------------------------------------------------
Este capítulo nos ha permitido formar un marco conceptual que servirá para
entender la ideología como base de las representaciones sociales compartidas por
los miembros de un grupo, en este caso, el grupo conformado por los traductores.
Esto nos ayudará a comprender la manera en la que su historia y las ideologías
influyeron en sus decisiones y acciones en la tarea común que emprendieron –
traducir la obra de J.S. Mill–, a su vez brindándonos información sobre la postura
de cada traductor en particular (vemos aquí el “flujo bidireccional” del cual habla
Van Dijk). Asimismo, hemos podido reconocer la importancia de diversos factores
cognitivos, sociales, discursivos, económicos y culturales que inciden en la
traducción, tanto en la forma en que traducen los traductores, como en la forma en
que es interpretado su trabajo.
81
Capítulo 4: Análisis del corpus 4.1 Descripción del corpus
El corpus está integrado por la Introducción de la obra On Liberty de John
Stuart Mill y cinco de sus traducciones al castellano, a cargo de Lorenzo Benito y
de Endara (1890), Josefa Sainz Pulido (1968), Pablo de Azcárate (1970), Gregorio
Cantera (2004) y Carlos Rodríguez Braun (2008). A fin de conseguir
representatividad, las traducciones pertenecen a distintos periodos históricos: una
de finales del siglo XIX (30 años después de la publicación del original), dos de
mediados del siglo XX (aún durante el franquismo, aunque al final) y dos de
principios del siglo XXI, es decir, que entre la traducción más antigua y la más
moderna hay una separación de casi 140 años. Cabe señalar que todas las
traducciones fueron editadas en España. Hemos decidido limitarnos a la
Introducción porque en esta sección se mencionan los argumentos principales que
serán desarrollados en el resto de los capítulos (entre ellos el “principio del daño”)
y porque consideramos que los datos nuevos no ofrecerían información adicional
sustancial que no fuera deducible ya de la Introducción.
4.2 Descripción del método de análisis
Con el objeto de identificar y catalogar las diferentes técnicas de traducción
(1.4.1) utilizadas por los traductores ante los distintos problemas de traslación que
enfrentaron, así como para reconocer algunas diferencias interesantes en las
traducciones respecto de la obra de Mill y del trabajo de sus colegas traductores,
hemos vertido nuestro corpus en un archivo electrónico utilizando el programa
Excel 2007 de la suite Office de Microsoft (Anexo 1).28 En este archivo hemos
dispuesto a manera de tabla cada una de las oraciones que constituyen la
Introducción de On Liberty. Verticalmente hemos ordenado la tabla mediante
bloques conformados por seis oraciones: el encabezado, donde se encuentra una
oración de Mill, seguido por las cinco traducciones correspondientes que aparecen
28 Disponible en el CD-ROM que se encuentra en el sobre pegado a la carátula interna de esta tesis o en el sitio de Internet https://armandodiscurso.wordpress.com/.
82
en cada una de las cinco ediciones de los traductores que hemos estudiado,
organizadas en orden cronológico descendente. En sentido horizontal, en la
columna A encontramos el número del bloque, en la B el número de cada oración
(así, para citar un Bloque o una Oración concreta lo haremos, respectivamente,
mediante el formato B-1, B-2, etc. u O-1, O-2, etcétera), en la C la clave para
reconocer a cada traductor y en D las oraciones de Mill y sus traductores (ver Figura 4.1).
Figura 4.1. Muestra del archivo de Excel utilizado para analizar el corpus.
En el Análisis del corpus (Anexo 2),29 el lector podrá observar que en las
oraciones traducidas hay algunas palabras o sintagmas marcados con algún color
(ver Figura 4.2). Cada color representa un tipo de fenómeno traductológico o
lingüístico que hemos estudiado. El color rojo indica que el texto marcado es lo
que Hurtado (2004) denomina técnica de traducción. El color azul señala que se
trata de un “cambio de sentido” respecto del texto de Mill llevado a cabo de
manera léxica o sintáctica (en ocasiones ambas) sin que medie ninguna de las
técnicas de traducción mencionadas. La identificación de los cambios de sentido
no se basa únicamente en el criterio del tesista sino sobre todo en el trabajo de
comparación con las otras traducciones. En verde está lo que hemos denominado
29 También disponible en el CD-ROM mencionado o en http://armandodiscurso.files.wordpress.com/2011/05/analisis-de-corpus-para-blog3.pdf.
83
“cambios estilísticos”. Consisten en cambios que no alteran significativamente el
sentido de la frase de Mill pero que se distinguen de las opciones elegidas por sus
colegas traductores. También las hay de tipo léxico y sintáctico. En el primer caso,
hemos tratado de marcar solo las ocurrencias en las que cuatro traductores
recurren a la misma opción de traducción (o una muy similar) mientras que uno
opta por una diferente. En el caso de los cambios estilísticos sintácticos hemos
marcado fenómenos como las dislocaciones que uno solo de los traductores
decidió utilizar. Por último, en color violeta registramos los “errores de traducción”.
Al no ser éste un trabajo prescriptivo, hemos evitado marcar como equivocaciones
muchos “cambios de sentido” que algunos podrían considerar “errores de
traducción”, por lo que el lector encontrará pocas marcas en este color y no
profundizamos su descripción; se trata principalmente de omisiones de toda una
oración o de algún término que invierte completamente el sentido de una frase sin
que se encuentre justificación (p. ej., elidir un “no” sin una compensación acorde).
Figura 4.2. Clasificación de fenómenos traductológicos y lingüísticos mediante
clave de colores.
Señalamos estos cuatro fenómenos porque nos permiten estudiar y
describir las técnicas de traducción (Hurtado), los niveles lingüísticos en los que se
pueden observar cambios motivados ideológicamente (Van Dijk, Heinemann/
84
Viehweger, Lefevere) y los fenómenos de diferimiento y residuos en la traducción
(Derrida, Venuti).
Finalmente, el lector observará a la derecha de las oraciones de Mill y sus
traductores algunas columnas de comentarios numeradas de manera ascendente.
Estas columnas contienen la catalogación y explicación del fenómeno marcado en
la columna D con los diferentes colores (la columna E, marcada como inciso “1”,
corresponde al primer fenómeno marcado, la F, con inciso “2”, al segundo, y así
sucesivamente). Si se trata de una técnica de traducción, el comentario incluirá la
categoría a la cual pertenece y una breve observación sobre la manera en que se
utiliza cuando esto no es evidente. En caso de ser un “cambio de sentido”, se
contrasta la traducción con el texto de Mill y se explica en qué consiste el cambio y
cómo puede influir en la interpretación. Ante los “cambios estilísticos” se ha
contrastado la opción del traductor en cuestión contra la de sus colegas
traductores, en algunos casos también con un comentario sobre lo que este
cambio puede implicar. Los casos de errores simplemente se catalogan según la
clasificación de Hurtado (1999) (ver 1.4.3).
El lector también notará que algunos de los recuadros están marcados en
rojo o anaranjado. Los recuadros marcados en color naranja indican que los
cambios pueden estar motivados ideológicamente (ver Figura 4.3). Por
“ideológico”, siguiendo a Van Dijk, queremos decir que la estructura muestra
adhesión o rechazo a una postura (o representación social) de un grupo
identificable. En este caso, tratando de simplificar el amplio espectro ideológico
que existe, hemos supuesto que Mill pertenecería a un grupo hipotético
identificable como “liberal moderado”, y que los que estén en contra de sus ideas u
otras similares formarían parte de un grupo “antiliberal”, por un lado, o de un grupo
“liberal radical” (esta última categoría es necesaria porque hay quien afirma que
Mill no es liberal o suficientemente liberal, como de hecho sucede con uno de
nuestros traductores). No obstante, el que el análisis se centre en torno de grupos
liberales y antiliberales no excluye que se pueda mostrar adhesión o rechazo a
otros grupos hipotéticos que producen ideologías sociopolíticas, por ejemplo,
feministas/machistas, colonizadores/colonizados, clericalistas/anticlericalistas,
85
esclavistas/esclavos, etcétera. También debemos recordar que hemos hablado de
“ideologías de traducción”, pues entre los traductores también se forman grupos
que adhieren a ciertas escuelas o tradiciones de traducción.
Los recuadros resaltados con rojo indican que se trata de ejemplos que
consideramos interesantes desde el punto de vista ideológico y que tal vez puedan
interesar al lector, y por tal motivo los hemos marcado (muchos de estos casos
son utilizados como ejemplo y comentados en lo que sigue del capítulo).
Figura 4.3. Columnas de comentarios y resaltado de ejemplos interesantes.
4.3 Resultados del análisis A continuación presentamos los resultados más relevantes del análisis
según las técnicas de traducción, los niveles lingüísticos-discursivos y su relación
con la ideología y las posturas de los traductores.
4.3.1 Técnicas de traducción
Las técnicas de traducción (Hurtado, 2004; ver 1.4.1) son los
procedimientos técnicos empleados por los traductores para solucionar los
problemas que presenta el texto de origen. Tras su identificación y clasificación en
el corpus, detectamos que algunas veces estas técnicas juegan con el sentido del
texto de Mill y en ocasiones funcionan como marcadores de un posible sesgo
ideológico, en el sentido amplio que hemos expuesto. En el Cuadro 4.1
86
señalamos la frecuencia con la que aparece cada una de las técnicas en el corpus
e indicamos la proporción en la que su uso pudo haber estado motivado
ideológicamente, orientando la adhesión o rechazo del traductor hacia la postura
concreta de Mill en cada instancia (sin especificar si la postura es de adhesión o
rechazo). En el caso concreto de las técnicas de traducción, el aspecto ideológico
o no ideológico de cada una puede observarse si el uso de la técnica incluye un
juicio o una valoración del traductor que no se pueden rastrear en el texto de Mill,
o si mitigan o enfatizan las posturas de Mill en relación con el original o con el
texto de sus colegas; también si alteran el sentido de la frase a fin de favorecer o
afectar las ideas del autor. Los porcentajes presentados se calculan solamente
para establecer la orientación del proceso traductor y ofrecer una proporción
aproximada de los recursos empleados para producir el efecto ideológico, sin
pretender ser extrapolables para otros textos de este género u otros.
Cuadro 4.1. Frecuencia, proporción y uso de las técnicas de traducción.
Ideológico No ideológico Total Proporción Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
Adaptación 0 0% 17 100% 17 4% Ampliación lingüística 1 100% 0 0% 1 0% Amplificación 95 51% 92 49% 187 40% Calco 0 0% 4 100% 4 1% Compensación 2 9% 21 91% 23 5% Compresión lingüística 0 0% 3 100% 3 1% Creación discursiva 1 100% 0 0% 1 0% Descripción 0 0% 1 100% 1 0% Elisión 30 30% 69 70% 99 21% Equivalente acuñado 2 67% 1 33% 3 1% Generalización 2 33% 4 67% 6 1% Modulación 15 35% 28 65% 43 9% Particularización 3 50% 3 50% 6 1% Préstamo 0 0% 3 100% 3 1% Sustitución lingüística 0 0% 0 0% 0 0% Traducción literal 0 0% 12 100% 12 3% Transposición 12 19% 50 81% 62 13%
Variación 0 0% 2 100% 2 0%
Total 163 34% 310 66% 473
87
A partir de la tabla vemos que el recurso más socorrido por los traductores
al enfrentar un problema de traducción es la amplificación (introducción de
precisiones no formuladas en el texto fuente) con el 40% de los casos, seguida por
la elisión (omisión de elementos informativos del texto fuente) con el 21%, la
transposición (cambio de categoría gramatical) con el 13% y la modulación
(cambio de enfoque del pensamiento del texto fuente) con el 9%.
También observamos que entre las técnicas con más de diez apariciones
en el corpus, la que es utilizada con mayor frecuencia con posibles motivaciones
ideológicas es la amplificación (51% de los casos), escoltada por la modulación
(35%), la elisión (31%) y la transposición (19%). Por otro lado, entre las técnicas
de uso más frecuente (más de diez apariciones), las que permiten mantener la
palabra del autor con mayor neutralidad son la traducción literal (traslación palabra
por palabra) con 0% de casos de uso ideológico, la adaptación (sustitución de
elemento cultural por uno de la cultura destino) con 0% y la compensación
(elemento de información que no pudo ser reflejado en donde aparece situado
originalmente) con 9%. Si tomamos todas las técnicas en su conjunto, notamos
que solo la tercera parte (35%) es utilizada con posible motivación ideológica,
aunque esta proporción puede cambiar según el traductor.
Al retomar la clasificación de Pereuilh (2008:15) (ver 1.4.1), encontramos
que, según nuestros datos, las técnicas de préstamo, calco y traducción literal en
efecto orientan el proceso de traducción hacia las normas que regulan el texto
fuente, pues en ninguna ocasión nuestros traductores alteraron el sentido de las
frases en las que aparecen por alguna posible motivación ideológica. Por otra
parte, las técnicas de modulación, adaptación, ampliación o compresión,
generalización o particularización, son técnicas que permiten orientar la traducción
a la lengua y cultura meta, o al menos a la postura del traductor (en ocasiones con
motivación ideológica). Debemos tener en cuenta, no obstante, que la frecuencia
de aparición de muchas de estas técnicas no permite generalizar los resultados.
Estos resultados cuantitativos no nos dicen demasiado si no vemos algunos
ejemplos de cómo los traductores aplican estas técnicas para resolver problemas
de traducción y las formas en que son empleadas con motivaciones ideológicas.
88
Por lo tanto, a continuación ilustramos de manera más específica cómo fueron
aplicadas.
4.3.1.1 Amplificación
Comenzamos con la amplificación por ser la técnica de uso más frecuente,
pero también por ilustrar cómo el uso motivado ideológicamente de una técnica
puede ser gradual. En el Ejemplo 1 encontramos un caso de amplificación simple
donde no percibimos motivación ideológica aparente. En O-200 el traductor opta
por no utilizar la amplificación, muestra de que su uso no responde a alguna
exigencia gramatical, mientras que en O-202 se observa la amplificación de “en la
historia” que produce la idea de que lo que cuenta Mill es una narración.
Ejemplo 1: Amplificación
34
199 M The notion, that the people have no need to limit their power over themselves, might seem axiomatic, when popular government was a thing only dreamed about, or read of as having existed at some distant period of the past.
200 CR La noción de que la gente no necesita restringir su poder sobre sí misma pudo parecer axiomática cuando el gobierno popular era apenas un sueño, o algo que se leía que había existido en un período remoto del pasado.
202 PA
La idea de que los pueblos no tienen necesidad de limitar su poder sobre sí mismos podía parecer un axioma cuando el gobierno popular era una cosa acerca de la cual no se hacía más que soñar o cuya existencia se leía tan solo en la historia de alguna época remota.
En el Ejemplo 2, la amplificación “según la opinión general” en O-84 puede
leerse como un enfatizador de la aserción en comparación con el “was to be
regarded” que traduce, al introducir una figura de respaldo fuerte como es la
opinión general. En este sentido decimos que, además de funcionar como recurso
retórico, puede tener motivación ideológica, pues enfatiza la postura de Mill de
defensa de la libertad (algo que no se ve en las otras traducciones, como O-83). Ejemplo 2: Amplificación
14 79 M
First, by obtaining a recognition of certain immunities, called political liberties or rights, which it was to be regarded as a breach of duty in the ruler to infringe, and which, if he did infringe, specific resistance, or general rebellion, was held to be justifiable.
83 JS en primer lugar, por medio del reconocimiento de ciertas inmunidades llamadas libertades o derechos políticos; su infracción por parte del gobernante suponía un
89
quebrantamiento del deber y tal vez el riesgo a suscitar una resistencia particular o una rebelión general.
84 LB
uno, obtener el reconocimiento de ciertas inmunidades, llamadas libertades ó derechos políticos, que, según la opinión general, el gobierno no podía violar sin faltar á su fe, y sin exponerse con razón á una resistencia particular ó á una rebelión general,
Sin embargo, este ejemplo no es tan claro como el Ejemplo 3, donde la
amplificación influye fuertemente en la interpretación de un momento clave del
texto, la presentación del “principio del daño” que sirve de fundamento a todo el
ensayo (uno de los entimemas principales, en palabras de Angenot). Cuando el
traductor GC amplifica “del propio género humano” en O-543, está cambiando de
manera importante el sentido del “self-protection” de Mill. Las implicaciones
ideológicas son notables porque “protección de sí mismo” contiene un fuerte
componente individualista (propio de la postura liberal de Mill), mientras que la
“protección del propio género humano” incluye una visión colectiva del principio del
daño, con profundos alcances en la manera en que correspondería responder al
individuo, a la sociedad y al gobierno, en caso de que este principio fuese
transgredido. Esto no quiere decir que el traductor no sea liberal, pero
probablemente adhiera a un tipo de liberalismo distinto del de Mill, menos
individualista y más cercano a una vertiente social.
Ejemplo 3: Amplificación
91
541 M That principle is, that the sole end for which mankind are warranted, individually or collectively in interfering with the liberty of action of any of their number, is self-protection.
542 CR Dicho principio es que el único fin que justifica que los seres humanos, individual o colectivamente, interfieran en la libertad de acción de uno cualquiera de sus semejantes, es la propia protección.
543 GC Dicho principio enuncia que el único fin que justifica que la humanidad, individual o colectivamente, se entremeta en la libertad de acción de cualquiera de sus miembros es la protección del propio género humano.
El ejemplo anterior muestra cómo el cambio en un par de palabras puede
tener un fuerte impacto sobre la interpretación del lector. Pero también
encontramos casos como el Ejemplo 4, donde la amplificación se extiende a
varias cláusulas en las que el traductor parece estar desarrollando su propia
postura más que plasmar la del autor del texto fuente (podría considerarse
90
“creación discursiva”), también incidiendo en el aspecto ideológico al evaluar de
manera crítica lo que Mill presenta como hechos históricos y juzgar sobre el
destino de los individuos. Los cambios en O-810 son facultativos, pues en O-806
vemos que es posible realizar una traducción más neutra del pasaje.
Ejemplo 4: Amplificación
135
805 M
In the modern world, the greater size of political communities, and above all, the separation between the spiritual and temporal authority (which placed the direction of men's consciences in other hands than those which controlled their worldly affairs), prevented so great an interference by law in the details of private life; but the engines of moral repression have been wielded more strenuously against divergence from the reigning opinion in self-regarding, than even in social matters; religion, the most powerful of the elements which have entered into the formation of moral feeling, having almost always been governed either by the ambition of a hierarchy, seeking control over every department of human conduct, or by the spirit of Puritanism.
806 CR
En el mundo moderno, el tamaño mayor de las comunidades políticas, y sobre todo la separación entre los poderes espiritual y temporal (que puso el control de las conciencias de las personas en manos distintas de las que conducían sus asuntos terrenales), impidió una interferencia tan intensa de la ley en los detalles de la vida privada; pero las armas de la represión moral han sido empuñadas contra la divergencia de la opinión reinante en materias que solo atañen a la persona más vigorosamente que en materias sociales; la religión, el más poderoso de los elementos que han participado en la formación del sentimiento moral, ha sido casi siempre gobernada por la ambición de una jerarquía que aspiraba al control sobre cualquier aspecto de la conducta humana, o por el espíritu del puritanismo.
810 LB
En el mundo moderno la mayor importancia de las comunidades políticas, y sobre todo la separación de la autoridad espiritual de la temporal –poniendo la dirección de la conciencia del hombre en otras manos que las que hoy rigen los negocios terrestres– impidieron una tan gran intervención de la ley en los detalles de la vida privada; pero, á decir verdad, el individuo no ganó gran cosa; la autoridad espiritual reglamentó todos estos detalles personales que abandonaba la autoridad temporal; el hombre fué entonces cohibido de una manera más inmediata, con relación á su persona, porque la religión –hasta aquí el más poderoso elemento de autoridad moral– ha estado casi siempre gobernada, ya por la ambición de una jerarquía que aspiraba á intervenir toda la conducta del hombre, ya por el espíritu de puritanismo.
4.3.1.2 Elisión
El análisis de la elisión es un poco más especulativo que el de la
amplificación porque se juega con lo que ya no está, con lo que no es observable.
Sin embargo, también encontramos cierta gradualidad en las aplicaciones de
motivación ideológica de esta técnica de traducción. En el Ejemplo 5, la elisión de
“thus supported” en O-353 no parece obedecer a algún influjo ideológico, y tal vez
91
el traductor decidió elidir porque le parecía redundante o innecesario, a diferencia
del traductor de O-354.
Ejemplo 5: Elisión
59
349 M
To an ordinary man, however, his own preference, thus supported, is not only a perfectly satisfactory reason, but the only one he generally has for any of his notions of morality, taste, or propriety, which are not expressly written in his religious creed; and his chief guide in the interpretation even of that.
353 JS
Sin embargo, para el hombre medio, su preferencia personal no solo es una razón perfectamente satisfactoria, sino también la única de donde proceden todas sus nociones de moralidad, de gustos y conveniencias no inscritas en su credo religioso; es incluso su guía principal en la interpretación de éste.
354 LB
Para un hombre vulgar, sin embargo, su propia inclinación así sostenida, no es tan solo una razón perfectamente satisfactoria, es la única de donde se proceden todas sus nociones de moralidad, gusto y conveniencia no contenidas en su credo religioso y hasta es su principal guía en la interpretación de éste.
En contraste, en el Ejemplo 6 la elisión del adverbio “highly” que modifica a
“dangerous” en O-53 puede constituir una mitigación de una representación
negativa del gobierno, postura a la que adhieren los liberales más radicales. Sin
embargo, los efectos sobre la interpretación de un lector que no conoce el texto de
Mill en la lengua fuente probablemente serían mínimos, como se ve si lo
comparamos con lo que sucede en O-54.
Ejemplo 6: Elisión
9
49 M Their power was regarded as necessary, but also as highly dangerous; as a weapon which they would attempt to use against their subjects, no less than against external enemies.
53 JS El poder de los gobernantes era considerado como algo necesario, pero también como algo peligroso: como un arma que los gobernantes tratarían de emplear contra sus súbditos no menos que contra los enemigos exteriores.
54 LB Se consideraba entonces el poder de los gobernantes como necesario, pero también como altamente peligroso: era un arma que podía emplearse tan bien contra los súbditos como contra los enemigos exteriores.
Un caso más interesante, posiblemente con mayores repercusiones
ideológicas, lo encontramos en el Ejemplo 7, donde se elide “between men and
women” en O-374, después de “plebeyos”. Esto porque el pasaje en sí es
altamente ideológico y muestra algunas de las oposiciones históricas más
importantes, pero CR omite un par clave –el de hombres y mujeres–, lo que podría
92
significar que no quiere incluir entre estas oposiciones la lucha por la igualdad de
género. Sin embargo, el problema con las elisiones es que resulta difícil
determinar su intencionalidad, esto es, no sabemos si el traductor decidió eliminar
este par a propósito o si se trata de un simple error por omisión o salto.
Ejemplo 7: Elisión
63
373 M
The morality between Spartans and Helots, between planters and negroes, between princes and subjects, between nobles and roturiers, between men and women, has been for the most part the creation of these class interests and feelings: and the sentiments thus generated, react in turn upon the moral feelings of the members of the ascendant class, in their relations among themselves.
374 CR
La moralidad entre espartanos e ilotas, plantadores y negros, príncipes y súbditos, nobles y plebeyos, ha sido en su mayor parte creada por esos intereses e impresiones de clase; y los sentimientos así generados reaccionan a su vez sobre los sentimientos morales de los miembros de la clase dominante en sus relaciones recíprocas.
375 GC
Tanto entre espartanos e ilotas, dueños de plantaciones y negros, príncipes y súbditos, nobles y plebeyos, como entre hombres y mujeres, la moral ha sido, en gran parte, el resultado de esos intereses y sentimientos de clase; y las opiniones así establecidas actúan, a su vez, sobre los sentimientos morales que rigen las recíprocas relaciones entre los miembros de las clases dominantes.
En cambio, en el Ejemplo 8, mediante la elisión de "it seems to me", el
traductor de O-534 parece borrar intencionalmente las marcas de modalización
mediante las cuales Mill mitiga el grado de certeza de su afirmación; la traducción
de LB se convierte en una aserción impersonal, con mayor pretensión de
generalidad, lo cual es reforzado por el “De aquí resulta” que connota una idea de
causalidad más fuerte, dejando menos lugar para la duda respecto de la aserción.
Ejemplo 8: Elisión
89
529 M And it seems to me that, in consequence of this absence of rule or principle, one side is at present as often wrong as the other; the interference of government is, with about equal frequency, improperly invoked and improperly condemned.
533 JS
Creo también que hoy día, a consecuencia de esta falta de regla o principio, un partido puede cometer tantos errores como otro cualquiera. Con igual frecuencia se condena impropiamente y se invoca impropiamente la interferencia del gobierno.
534 LB De aquí resulta que á consecuencia de esta carencia de regla ó de principio, tan pronto deja de tener razón un partido como otro. La intervención del gobierno tan á menudo es invocada sin razón como condenada sin motivo.
93
4.3.1.3 Transposición
La transposición, o cambio de categoría gramatical, también es empleada
con motivación ideológica o sin ella. En el Ejemplo 9 el adjetivo “justifiable” es
nominalizado y se convierte en “justificación” en O-81, sin que tengamos motivos
para pensar que el cambio se deba a una búsqueda de adhesión o rechazo del
lector hacia alguna postura concreta. También en el Ejemplo 10 vemos un caso
que no parece incidir en el plano ideológico, aunque resulta interesante porque por
su estructura sintáctica abarca toda una cláusula, no solo una palabra, e incluso
cambia el tipo de acto de habla, que de aserción pasa a interrogación.
Ejemplo 9: Transposición
14
79 M
First, by obtaining a recognition of certain immunities, called political liberties or rights, which it was to be regarded as a breach of duty in the ruler to infringe, and which, if he did infringe, specific resistance, or general rebellion, was held to be justifiable.
80 CR
Una estribaba en la obtención del reconocimiento de ciertas inmunidades denominadas libertades o derechos políticos, que el gobernante no podía infringir sin quebrantar sus deberes; si los infringía, entonces se pensaba que una cierta resistencia o una rebelión generalizada estaban justificadas.
81 GC
En primer lugar, el reconocimiento de ciertas inmunidades, llamadas libertades o derechos políticos, que el gobernante no podía transgredir sin quebrantar sus obligaciones, y cuya infracción, de llevarse a cabo, servía como justificación para la resistencia individual o incluso la rebelión general.
Ejemplo 10: Transposición
50
295 M What these rules should be, is the principal question in human affairs; but if we except a few of the most obvious cases, it is one of those which least progress has been made in resolving.
298 PA En determinar lo que deben ser estas reglas consiste en la principal cuestión en los negocios humanos; pero si exceptuamos algunos de los casos más salientes, es aquella hacia cuya solución menos se ha progresado.
300 LB
¿Qué reglas deben ser estas? He aquí la cuestión que más interesa á la marcha de la humanidad, y excepción hecha, sin embargo, de algunos casos verdaderamente dignos de tenerse en cuenta, su solución es una de las que menos progresan.
En cambio, en el Ejemplo 11 encontramos una diferenciación gramatical
que puede estar motivada ideológicamente. Cuando se cambia “abuse of power”
(abuso de poder) a “que abuse el poder”, un sustantivo compuesto se convierte en
un verbo y un complemento en el que el agente del abuso es el “pueblo” (de
manera excluyente). En contraste, el agente del “abuso de poder” puede ser tanto
94
el pueblo como el gobierno. La decisión de no involucrar al gobierno puede ser
signo de un liberalismo más moderado. Nuevamente, el problema en este tipo de
casos es conocer la intencionalidad del traductor, pero sirve para recordarnos que
la ideología puede funcionar de manera doble, consciente e inconscientemente.
En el primer caso puede llevar a alteraciones intencionales, en el segundo
simplemente influye en la manera en la que el traductor interpreta el texto que está
traduciendo (Karoubi, 2003).
Ejemplo 11: Transposición
39
229 M
The will of the people, moreover, practically means, the will of the most numerous or the most active part of the people; the majority, or those who succeed in making themselves accepted as the majority; the people, consequently, may desire to oppress a part of their number; and precautions are as much needed against this, as against any other abuse of power.
230 CR
La voluntad de la gente, asimismo, significa en la práctica la voluntad de la parte más numerosa o activa de la gente: la mayoría, o aquellos que logran ser aceptados como tal. Por tanto, es posible que el pueblo pueda desear oprimir a una porción de sí mismo, y las precauciones son tan imprescindibles contra esto como contra cualquier otro abuso de poder.
234 LB
Hay más, la voluntad del pueblo significa, en el sentido práctico, la voluntad de la porción más numerosa y más activa del pueblo, la mayoría, ó de los que han conseguido hacerse pasar como tal mayoría. Por consiguiente, puede el pueblo tener el deseo de oprimir á una parte del mismo y las precauciones son tan útiles en este caso como en cualquier otro en el que abuse el poder.
4.3.1.4 Modulación
También en el caso de la modulación encontramos soluciones interesantes,
en especial porque cambia la perspectiva desde donde se ve un fenómeno, por lo
cual implica un esfuerzo intelectual adicional. Por caso, en el Ejemplo 12
encontramos que el traductor concibe el “stand out” (sobresalir) no como un “ser
más” sino como un “ser menos” (“son tan pocos”), que aun así refleja la idea de
excepcionalidad que transmite Mill, aunque desde otro punto de vista.
Ejemplo 12: Modulación
31
181 M Those who admit any limit to what a government may do, except in the case of such governments as they think ought not to exist, stand out as brilliant exceptions among the political thinkers of the Continent.
183 GC Quienes admiten el establecimiento de límites a lo que un gobierno haga, excepto en el caso de gobiernos tales que, según ellos, no deberían existir, sobresalen, como brillantes excepciones, entre los pensadores políticos del continente.
95
186 LB
Los que señalan algunos límites a la acción del gobierno (siempre que no se trate de gobiernos de tal naturaleza, que según ellos, no debieran existir) son tan pocos que constituyen brillantes excepciones entre los pensadores políticos del continente.
En el Ejemplo 13, el predicado “is admitted with tacit reserves” es
modulado en O-464 a “no se admite sin reservas” en lugar de la forma neutra que
vemos en O-465 (“se admite con tácitas reservas”). Aunque el sentido de la frase
no cambia con esta modulación, la introducción de la “negación polémica” (Ducrot,
1986; García Negroni y Tordesillas, 2001) da espacio a una voz hipotética que sí
admite reservas en cuestión de “tolerancia” que puede resonar en el lector,
posiblemente modificando de manera muy sutil su representación mental.
Ejemplo 13: Modulación
78
463 M In the minds of almost all religious persons, even in the most tolerant countries, the duty of toleration is admitted with tacit reserves.
464 CR En la mente de casi todas las personas religiosas, incluso en los países más tolerantes, no se admite sin reservas el deber de la tolerancia.
465 GC En la mente de las personas religiosas, incluso en las naciones más tolerantes, solo se admite con tácitas reservas del deber de la tolerancia.
El Ejemplo 14 constituye un caso muy cercano al “cambio de sentido” (en
la acepción que aquí le hemos dado), aunque eso no excluye que exista un
cambio de perspectiva. Donde Mill escribe “failure might have concealed from
observation” y los demás traductores trasladan con alguna variante de “los
fracasos ocultan”, LB modula diciendo que “las personas” (elidido) “no perciben”
(“pasar desapercibidas”) defectos y debilidades de las teorías políticas y filosóficas
exitosas. Con esta estrategia se cambia el agente, que del “fracaso” pasa a ser
“las personas”, con lo cual se enfatiza que quienes tienen la culpa de la ausencia
de autocrítica cuando triunfa un modelo político-filosófico son las personas, no las
circunstancias fortuitas de la vida.
Ejemplo 14: Modulación
33 193 M
But, in political and philosophical theories, as well as in persons, success discloses faults and infirmities which failure might have concealed from observation.
197 JS Pero, en las teorías políticas y filosóficas, lo mismo que en las personas, el éxito
96
pone de relieve defectos y debilidades que el fracaso hubiera ocultado a la observación.
198 LB Pero en las teorías políticas y filosóficas lo mismo que en las personas, el éxito pone de manifiesto los defectos y las debilidades que de otro modo hubieran podido pasar desapercibidas.
4.3.1.5 Compensación
En el caso de la compensación, la introducción del elemento faltante no
deja mucho lugar para jugar con el sentido de lo compensado, mucho menos con
finalidad ideológica, como se aprecia en el Ejemplo 15. En O-453 la
compensación responde a la elisión de un “mostly” que aparece más adelante en
el texto de Mill, y el autor lo mueve al principio sin incidir demasiado en la
interpretación ideológica (solo cambia que la “mayoría” se refiere a los autores y
no a sus aserciones).
Ejemplo 15: Compensación
76
451 M The great writers to whom the world owes what religious liberty it possesses, have mostly asserted freedom of conscience as an indefeasible right, and denied absolutely that a human being is accountable to others for his religious belief.
452 CR
Los grandes autores a quienes el mundo debe la libertad religiosa que atesora han apoyado en su mayoría la libertad de conciencia en tanto que derecho inalienable, y han rechazado rotundamente que el ser humano deba rendir cuentas a otros por sus creencias religiosas.
453 GC
La mayoría de los grandes escritores a quienes el mundo debe la libertad religiosa de que disfruta, han mantenido que la libertad de conciencia es un derecho irrevocable y han negado, de forma rotunda, que un ser humano haya de responder ante sus semejantes por causa de su credo religioso.
En el Ejemplo 16 la compensación también responde a la aplicación de
otra técnica de traducción –la transposición de “tend” (verbo) a “tendencia”
(sustantivo)–, pero además representa la oportunidad del traductor de emitir una
evaluación sobre la situación al amplificar un “sin duda alguna” en el “constituye un
mal social” que compensa la transposición mencionada. El “sin duda alguna”
constituye una enfatización de lo malo que resulta aumentar la fuerza de la
sociedad y disminuir la del individuo, sugiriendo que el traductor LB mantiene una
representación negativa de la intervención de la sociedad, con sus respectivas
implicaciones ideológicas. El caso es interesante también porque muestra la
97
interacción de distintas técnicas de traducción (transposición, compensación y
amplificación), prueba de que estos recursos no se aplican de manera aislada.
Ejemplo 16: Compensación
137
817 M
Apart from the peculiar tenets of individual thinkers, there is also in the world at large an increasing inclination to stretch unduly the powers of society over the individual, both by the force of opinion and even by that of legislation: and as the tendency of all the changes taking place in the world is to strengthen society, and diminish the power of the individual, this encroachment is not one of the evils which tend spontaneously to disappear, but, on the contrary, to grow more and more formidable.
821 JS
Aparte de las opiniones particulares de los pensadores individuales, existe también en el mundo una fuerte y creciente inclinación a extender, de una manera indebida, el poder de la sociedad sobre el individuo, ya por la fuerza de la opinión, ya incluso por la de la legislación. Y, como todos los cambios que se operan en el mundo tienen por objeto aumentar la fuerza de la sociedad y disminuir el poder del individuo, esta usurpación no es de los males que tienden a desaparecer espontáneamente; bien al contrario, tiende a hacerse más y más formidable.
822 LB
Además de las doctrinas particulares de los pensadores, hay también en el mundo una fuerte y creciente inclinación á extender de una manera excesiva el poder de la sociedad sobre el individuo, ya por la fuerza de la opinión, ya por medio del legislador. Ahora bien, como todos los cambios que se suceden en el mundo producen el efecto de aumentar la fuerza de la sociedad y de disminuir el poder del individuo, no es fácil que semejante tendencia, que constituye sin duda alguna un mal social, desaparezca espontáneamente, antes al contrario, de día en día adquiere mayor importancia.
4.3.1.6 Adaptación
En relación con la adaptación, no encontramos casos que fueran utilizados
por alguna posible motivación ideológica. La tendencia de los traductores fue a
emplear esta técnica adaptando su traducción al lenguaje jurídico del castellano.
Aunque los abogados constituyen un grupo identificable, no lo consideramos uso
ideológico porque las adaptaciones no buscaban generar adhesión o rechazo a
este grupo, o a alguna de sus escuelas. Vemos una muestra en O-503 del
Ejemplo 17.
Ejemplo 17: Adaptación
84 499 M
But, as yet, there is a considerable amount of feeling ready to be called forth against any attempt of the law to control individuals in things in which they have not hitherto been accustomed to be controlled by it; and this with very little discrimination as to whether the matter is, or is not, within the legitimate sphere of legal control; insomuch that the feeling, highly salutary on the whole, is perhaps quite as often misplaced as well grounded in the particular instances of its
98
application.
503 JS
Pero, por el momento, existe una gran potencia de sentimientos dispuesta a sublevarse contra todo intento de la ley para controlar a los individuos, en cosas que hasta entonces no habían sido de su incumbencia; y esto sin la menor discriminación sobre lo que compete o no compete al control legal; de manera que este sentimiento, altamente saludable en sí, quizá resulte muchas veces tan fuera de lugar como bien fundamentado en los diversos casos particulares de su aplicación.
504 LB
Pero por el momento es un gran poder este sentimiento siempre dispuesto á sublevarse contra todo intento legal de intervenir en aquellas cosas de los individuos que hasta ahora no han sido de su incumbencia; y esto sin ningún discernimiento de lo que corresponde ó no á la esfera legítima de la intervención oficial, de tal modo que este sentimiento, muy loable de suyo, se aplica frecuentemente con razón ó sin ella.
4.3.1.7 Traducción literal
En cuanto a la traducción literal, como en el caso anterior, no encontramos
que se le haya dado un uso motivado ideológicamente. Ello responde
seguramente a que se trata de una técnica que precisamente busca respetar lo
más posible la palabra del autor del texto fuente, siguiendo una norma inicial de
adecuación. A manera de muestra presentamos el Ejemplo 18, donde la locución
“second nature” es traducida por “segunda naturaleza” en todos los casos del
bloque B-54, aunque el español ofrece otras opciones para esta frase hecha (p.
ej., “algo natural”, “parte de su esencia”, “parte constitutiva”). Una de las razones
de esta uniformidad de criterio es que el sentido de la oración está limitado por el
“first” que aparece al final del enunciado fuente, que constituye una referencia
anafórica que obliga a mantener el “second/segundo”. Otro factor que contribuye
es que la opción de traducción no es una construcción incorrecta ni “suena mal” en
la lengua meta.
Ejemplo 18: Traducción literal
54
319 M This all but universal illusion is one of the examples of the magical influence of custom, which is not only, as the proverb says a second nature, but is continually mistaken for the first.
320 CR Esta ilusión casi universal es uno de los ejemplos de la influencia mágica de la costumbre, que no solo es una segunda naturaleza, como reza el proverbio, sino que de continuo es considerada equivocadamente como si fuera la primera.
321 GC Esta completa y universal ilusión es un ejemplo de la fantástica influencia de la costumbre, que no es solo, como reza el proverbio, una segunda naturaleza,
99
sino que se confunde de forma continuada con la primera.
4.3.1.8 Otras técnicas de traducción
Encontramos casos de aplicación de otras técnicas de traducción, aunque
por su escasa aparición y por la poca incidencia que muestran desde el punto de
vista ideológico solo presentamos un ejemplo que representa su uso. Estas
técnicas son el calco o acepción (Ejemplo 19; contrastar el calco de O-225 contra
la traducción literal de O-226), el equivalente acuñado (Ejemplo 20), la
generalización (Ejemplo 21) y la particularización (Ejemplo 22).
Ejemplo 19: Calco
38
223 M The "people" who exercise the power, are not always the same people with those over whom it is exercised, and the "self-government" spoken of, is not the government of each by himself, but of each by all the rest.
225 GC
El “pueblo” que detenta el ejercicio del poder no siempre coincide con el mismo pueblo sobre el que este es ejercido, ni el “autogobierno” mencionado es el gobierno de cada uno por sí mismo, sino el gobierno de cada uno por parte de todos los demás.
226 PA el pueblo que ejerce el poder no es siempre el mismo pueblo sobre el cual es ejercido; y el “gobierno de sí mismo” del que tanto se habla, no es el gobierno de cada uno por sí, sino el gobierno de cada uno por todos los demás.
Ejemplo 20: Equivalente acuñado30
11
61 M But as the king of the vultures would be no less bent upon preying upon the flock than any of the minor harpies, it was indispensable to be in a perpetual attitude of defence against his beak and claws.
63 GC Pero como el rey de los buitres no estaría menos dispuesto que cualquiera de sus arpías menores a hincar el diente en la manada, se hizo indispensable mantener de forma permanente una actitud defensiva frente al pico y las garras de aquel.
64 PA Pero como el rey de los buitres no estaría menos dispuesto que cualquiera de las arpías menores a devorar el rebaño, hacía falta estar constantemente a la defensiva contra su pico y sus garras.
Ejemplo 21: Generalización31
9 49 M Their power was regarded as necessary, but also as highly dangerous; as a weapon which they would attempt to use against their subjects, no less than against external enemies.
30 El “equivalente acuñado” es un sintagma reconocido como equivalente en la lengua destino (sustituir una frase hecha por otra equivalente en la lengua meta). 31 El término “gobernados” abarca otros tipos de gobiernos, no solo la monarquía, como implica el uso de “súbditos”.
100
50 CR Su poder era considerado necesario, pero también sumamente peligroso; era un arma que podían intentar esgrimir contra sus propios súbditos tanto como contra enemigos exteriores.
51 GC
Si se aceptaba el poder de los gobernantes como algo necesario, esto no impedía que se lo considerase como algo sumamente peligroso también, como un arma utilizable contra los propios gobernados, equiparados, llegado el caso, a cualquier agresor del exterior.
Ejemplo 22: Particularización32
46
271 M
There is a limit to the legitimate interference of collective opinion with individual independence; and to find that limit, and maintain it against encroachment, is as indispensable to a good condition of human affairs, as protection against political despotism.
274 PA
Hay un límite a la intervención legítima de la opinión colectiva en la independencia individual: encontrarlo y defenderlo contra toda invasión es tan indispensable a una buena condición de los asuntos humanos como la protección contra el despotismo político.
275 JS
Existe un límite para la acción legal de la opinión colectiva sobre la independencia individual: encontrar este límite y defenderlo contra toda usurpación es tan indispensable para la buena marcha de las cosas humanas como para la protección contra el despotismo político.
4.3.2 Niveles del discurso e ideología Para esta sección nos remitimos a lo que Van Dijk (2006) denominó
“estructuras ideológicas del discurso”, las diversas formas con las que podemos
orientar la estrategia ideológica por medio de las estructuras discursivas. Con este
propósito seguiremos el esquema propuesto en el capítulo sobre ideología y
traducción (ver 3.3.4, especialmente el Cuadro 3.1), donde encontramos los
diferentes niveles del discurso que pueden entrar en la arena ideológica.
4.3.2.1 Restricciones contextuales
Este nivel abarca temas que hemos abordado en el capítulo relativo al
discurso filosófico y su traducción cuando hicimos el análisis de género de On
Liberty según Heinemann y Viehweger (1991) (ver 2.2.3), incluyendo el tipo de
evento comunicativo, los tipos de participantes y sus roles, las propiedades de los
receptores y las relaciones institucionales y de poder. A manera de repaso vale la
pena recordar que el texto de Mill constituye un ensayo que por su contenido
puede catalogarse de filosófico, específicamente de filosofía política. Esto significa
32 La “acción legal” es tan solo un tipo de intervención legítima posible.
101
que habrá lugar para el disenso (ya que el autor no pretende tener la última
palabra sobre el tema) y para que los receptores tomen partido por alguna de las
posturas en disputa con bases fuertemente ideológicas, pues el solo género se
presta para ello. Además, como ensayo tiene un soporte escrito que permite el
contacto entre su autor (y traductores) y sus lectores, aunque en espacio y tiempo
diferentes, y de manera asimétrica. Por el contexto genérico en el que nos
movemos, se puede esperar que el autor de un texto de filosofía política tenga
posturas ideológicas determinadas, como es el caso de Mill. Del mismo modo
podemos suponer que sus lectores estarán interesados en temas de política,
moral, sociología y economía desde un punto de vista particular (a favor o en
contra), y lo más probable es que tengan algún vínculo con el mundo académico
(ya sea como profesores o como estudiantes), lo cual por lo general implica
también la intervención de alguna ideología.
4.3.2.2 Tópicos (macroestructuras semánticas)
En términos de la estructura o la secuencia de los tópicos, al tratarse de
traducciones próximas al original, las diversas versiones de On Liberty no
presentan diferencias significativas en este sentido. Sin embargo, si analizamos
internamente la traducción de ciertas oraciones que funcionan como entimemas y
que por lo tanto constituyen el núcleo macroestructural de la Introducción y, más
aún, de toda la obra, encontramos variaciones muy interesantes desde el punto de
vista ideológico. Estas oraciones resumen de qué tratará la obra (macroestructura)
y aportan el sustento lógico y argumentativo de buena parte del texto de Mill
(tópicos, entimemas).
Desde luego, la oración principal de la obra es la enunciación del principio
del daño (resaltado y números nuestros):
91
541 M That principle is, that the sole end for which mankind2 are warranted,1 individually or collectively in interfering with the liberty of action of any of their number, is self-protection3.
542 CR Dicho principio es que el único fin que justifica1 que los seres humanos,2 individual o colectivamente, interfieran en la libertad de acción de uno cualquiera de sus semejantes, es la propia protección.3
102
543 GC Dicho principio enuncia que el único fin que justifica1 que la humanidad,2 individual o colectivamente, se entremeta en la libertad de acción de cualquiera de sus miembros es la protección del propio género humano.3
544 PA Este principio consiste en afirmar que el único fin por el cual es justificable1 que la humanidad,2 individual o colectivamente, se entremeta en la libertad de acción de uno cualquiera de sus miembros, es la propia protección.3
545 JS Tal principio es el siguiente: el único objeto, que autoriza1 a los hombres,2 individual o colectivamente, a turbar la libertad de acción de cualquiera de sus semejantes, es la propia defensa;3
546 LB He aquí este principio: lo único que puede autorizar1 á los hombres,2 individual ó colectivamente para turbar la libertad de acción de alguno de sus semejantes es la protección de sí mismo, (self protection).3
Hemos centrado el análisis en tres puntos que marcamos en cada versión
con su número correspondiente. El punto 1 corresponde a la traducción de
“warranted”, que habla sobre lo que le corresponde hacer a los hombres en caso
de requerir protección. Encontramos dos formas de interpretar este verbo, una
como “justificación” (CR, GC y PA) y la otra como “autorización” (JS y LB). Los
presupuestos de los verbos “justificar” y “autorizar” son distintos y las inferencias
que permiten también son diferentes, pues en este caso para justificar algo es
necesario solicitar a un órgano superior un derecho en respuesta a una falta
previa, mientras que autorizar implica el reconocimiento de un derecho de
antemano (sin necesidad de falta previa), dando pie a que se cometan acciones
preventivas, no como respuesta a una falta. En la práctica la diferencia en
interpretaciones puede llevar a menores o mayores niveles de intervención en la
vida del individuo por parte del Gobierno, que puede estar por un lado “justificado”
y por otro lado “autorizado” para entrometerse.
El punto 2, relativo a la traducción de “mankind”, también arrojó dos
interpretaciones ligeramente diferentes: por un lado el conformado por sustantivos
concretos e individuales (“seres humanos”, “hombres”; CR, JS, LB) y por el otro el
constituido por un sustantivo abstracto y colectivo (“humanidad”; GC, PA). Aunque
el texto especifica que debe tomarse tanto individual como colectivamente, cada
opción de traducción predispone una de estas opciones de interpretación:
“hombres” la interpretación individual y “humanidad” la interpretación colectiva.
Esta diferencia también tiene implicaciones ideológicas que influyen sobre las
perspectivas que puede haber sobre el liberalismo como una ideología
103
individualista (liberalismo radical) o como algo colectivo (liberalismo moderado,
social).
El punto 3, como vimos en el apartado de técnicas de traducción, resulta
fundamental, porque hay dos interpretaciones que tienen implicaciones
ideológicas muy diferentes. La traducción de “self-protection” como “protección del
género humano” (GC), por un lado, o como “propia protección” (CR, PA, LB)/
“propia defensa” (JS), por el otro, tiene el potencial de ejercer un efecto profundo
en la lectura de este pasaje clave. Sus consecuencias en la práctica pueden ser
trascendentes, porque un gobierno o una sociedad cuya obligación sea velar por
la protección del género humano tenderá a intervenir mucho más que un gobierno
comprometido a proteger individuos, en este caso delegándole un papel más
grande a cada sujeto en cuanto a su propia protección. Dado que esta oración
cumple una función central en el texto, servirá como base de abstracciones y
generalizaciones ulteriores, por lo que se vuelve evidente la importancia que
tienen las diferencias de interpretación.
La otra oración (en realidad par de oraciones, se leen juntas) importante
desde el punto de vista macroestructural, al definir qué elementos de la libertad
abordará Mill en el resto de la obra, no muestra la misma variedad interpretativa:
123
733 M This, then, is the appropriate region1 of human liberty. 734 CR Tal es, pues, la región1 propia de la libertad humana. 735 GC Aquí nos movemos ya, pues, en el campo1 propio de la libertad humana, 736 PA Ésta es, pues, la razón1 propia de la libertad humana. 737 JS ya que ésta es la región1 propia de la libertad humana. 738 LB siendo como es esta la región1 propia de la libertad humana.
124
739 M
It comprises, first, the inward domain of consciousness2; demanding liberty of conscience, in the most comprehensive sense; liberty of thought and feeling; absolute freedom of opinion and sentiment on all subjects, practical or speculative, scientific, moral, or theological.
740 CR
Engloba en primer lugar, el ámbito interno de la conciencia2 y demanda libertad de conciencia en el sentido más amplio: libertad de pensar y sentir, libertad absoluta de opinión y sentimiento sobre todas las materias, prácticas o especulativas, científicas, morales o teológicas.
741 GC
al cual pertenece, en primer lugar, el ámbito interno de la conciencia2, que reclama la libertad en el más amplio sentido, la libertad de pensar y sentir, la libertad absoluta de opinión y pareceres acerca de cualquier materia práctica o especulativa, científica, moral o teológica.
104
742 PA
Comprende, primero, el dominio interno de la conciencia2; exigiendo la libertad de conciencia en el más comprensivo de sus sentidos; la libertad de pensar y sentir; la más absoluta libertad de pensamiento y sentimiento sobre todas las materias, prácticas o especulativas, científicas, morales o teológicas.
743 JS
Comprende, en primer lugar, el dominio interno de la conciencia2, exigiendo la libertad de conciencia en el sentido más amplio de la palabra, la libertad de pensar y de sentir, la libertad absoluta de opiniones y de sentimientos, sobre cualquier asunto práctico, especulativo, científico, moral o teológico.
744 LB
Comprende, desde luego, el dominio del fuero interno2, exigiendo la libertad de conciencia en su sentido más amplio, la libertad de pensar y sentir, la libertad absoluta de opiniones y sentimientos sobre toda cuestión práctica, especulativa, científica, moral ó teológica.
En el punto 1, la diferencia más significativa es la traducción de “region” por
“razón” a cargo de PA, en lugar de mantener la metáfora espacial como lo hacen
sus colegas (“región”, “campo”). Sin embargo, la causa de esta diferencia no es
evidente y puede abarcar desde que el traductor desea imprimirle mayor fuerza
epistemológica o metafísica al pasaje hasta un simple descuido, por lo que no
conviene especular demasiado. Y en el punto 2 el contraste más significativo
consiste en que LB traduce “inward domain of consciousness” por “dominio del
fuero interno”, mientras que sus colegas optaron por “dominio interno de la
conciencia”; pero más que por razones ideológicas, parece que el cambio se debe
a su deseo de no repetir “conciencia” como los demás traductores. En el caso de
GC, quien decide elidir “conciencia” de “libertad de conciencia”, también puede ser
para evitar repeticiones o para mitigar la idea de “libertad de conciencia”, pero
nuevamente entraríamos en el terreno de lo meramente especulativo.
4.3.2.3 Significado local
Van Dijk considera una categoría llamada “detalle y nivel de descripción”,
que trata sobre el énfasis o mitigación en el nivel de las microproposiciones, así
como la manifestación o el ocultamiento de los detalles a través de descripciones
incompletas o excesivamente completas. En el Ejemplo 23, en O-99,
encontramos dos ejemplos de énfasis a cargo de GC que se distinguen tanto del
texto de Mill como de la traducción de sus colegas (como en O-98). Al amplificar la
palabra “objetivo”, GC enfatiza la idea de que la libertad es algo deseado, y
cuando introduce el cuantificador “todos” para calificar a “los amantes de la
105
libertad”, también enfatiza que es algo deseado por toda persona que considere la
libertad como valor. La función enfática que desempeñan estos elementos léxicos
es más evidente tras esta labor de comparación.
Ejemplo 23: Énfasis en el nivel de detalle
17
97 M It was not so with the second; and to attain this, or when already in some degree possessed, to attain it more completely, became everywhere the principal object of the lovers of liberty.
98 CR No ha sucedido así con la segunda; y su consecución, o el lograrla por completo si solo había sido alcanzada hasta cierto punto, se volvió por doquier el principal objetivo de los amantes de la libertad.
99 GC No ocurrió lo mismo con la segunda; y el objetivo de alcanzarla o, allí donde se había conseguido hasta cierto punto, de lograr su pleno reconocimiento se convirtió en el principal objetivo de todos los amantes de la libertad.
Pero el nivel de detalle también puede ser modificado con recursos
morfológicos sutiles, en el Ejemplo 24 con fines de mitigación:
Ejemplo 24: Mitigación en el nivel de detalle
26
151 M The nation did not need to be protected against its own will.
153 GC que, de este modo, no tendría necesidad alguna de ser protegida contra sí misma,
154 PA La nación no tendría necesidad de ser protegida contra su propia voluntad. 155 JS La nación no tenía necesidad ninguna de ser protegida contra su propia voluntad. 156 LB La nación no tenía necesidad de ser protegida contra su voluntad.
La diferencia entre el imperfecto y el condicional implica que unos
traductores (JS, LB) dan la afirmación de Mill como un hecho mientras que otros
(GC, PA) lo ponen en duda mediante el condicional. Sin embargo debemos tener
cuidado en afirmar que estas diferencias tengan efecto ideológico porque son tan
sutiles que solo se vuelven perceptibles tras contrastar las distintas versiones. De
tener algún efecto ideológico, éste tendría que ser subliminal.
En cuanto a elaborar descripciones incompletas o excesivamente
completas, en el Ejemplo 25 encontramos un caso en el que uno de los
traductores (CR, O-104) es más explícito en comparación al resto de sus colegas,
mientras que otro (GC, O-105) es demasiado ambiguo.
106
Ejemplo 25: Descripciones incompletas o excesivamente completas
18
103 M And so long as mankind were content to combat one enemy by another, and to be ruled by a master, on condition of being guaranteed more or less efficaciously against his tyranny, they did not carry their aspirations beyond this point.
104 CR Mientras la humanidad estuvo satisfecha con combatir a un enemigo por medio de otro, y con ser mandada por un amo …
105 GC Mientras a la humanidad le bastó con el enfrentamiento entre enemigos, y ser gobernada por un amo…
106 PA Y mientras la Humanidad estuvo satisfecha con combatir a un enemigo por otro y ser gobernada por un señor…
107 JS Y mientras la humanidad se contentó con combatir uno por uno a sus enemigos y con ser gobernada por un dueño…
108 LB Mientras la humanidad se contentó con combatir á un enemigo por otro y con ser gobernada por un señor…
Cuando CR explicita que se puede “combatir a un enemigo por medio de
otro” le está dejando en claro al lector que el gobierno es un enemigo más a
vencer (aunque sea un enemigo necesario), o al menos de forma más clara que
los traductores que optaron por poner solamente “un enemigo por otro” (PA, LB).
Aun cuando “un enemigo por medio de otro” y “un enemigo por otro” sean ambas
opciones muy cercanas a las palabras de Mill (“one enemy by another”) y su
significado referencial sea prácticamente el mismo, la inclusión de “por medio de”
expresa que el gobierno es precisamente un medio, no un fin en sí mismo,
creando una imagen desvalorizada de la institución. Al ser un poco más explícito
de lo estrictamente necesario en términos de economía, CR expone más
abiertamente su postura antigubernamental, característica de un liberalismo más
duro. En el otro extremo, cuando GC escribe “el enfrentamiento entre enemigos”,
no especifica si estos enemigos pueden ser dos fuerzas extranjeras, dos fuerzas
domésticas, una extranjera y una doméstica, y, sobre todo, no abre la posibilidad
de que uno de los enemigos sea el gobierno. Al cerrar esta ventana de
interpretación, incide ideológicamente en la lectura del texto. Mención aparte
merece la traslación de JS de “combatir uno por uno sus enemigos”, un franco
cambio de sentido ubicado en la frontera del error.
En este nivel, Van Dijk destaca la importancia de lo implícito contra lo
explícito, así como el papel que desempeñan las relaciones semánticas de
generalización y especificación (que abordamos en 5.3.1), y la lexicalización (en
107
especial la selección de las palabras más apropiadas en función de los grupos).
En el Ejemplo 26 encontramos un caso que ilustra la importancia de estas
cuestiones y su posible impacto ideológico.
Ejemplo 26: Explícito vs. Implícito, Lexicalización
63
373 M
The morality between Spartans and Helots, between planters and negroes, between princes and subjects, between nobles and roturiers, between men and women, has been for the most part the creation of these class interests and feelings: …
374 CR La moralidad entre espartanos e ilotas, plantadores y negros, príncipes y súbditos, nobles y plebeyos, ha sido en su mayor parte creada por esos intereses e impresiones de clase; …
375 GC Tanto entre espartanos e ilotas, dueños de plantaciones y negros, príncipes y súbditos, nobles y plebeyos, como entre hombres y mujeres, la moral ha sido, en gran parte, el resultado de esos intereses y sentimientos de clase; …
376 PA
La moral, entre los espartanos y los ilotas, entre los plantadores y los negros, entre los príncipes y los súbditos, entre los nobles y los plebeyos, entre los hombres y las mujeres, ha sido en su mayor parte criatura de esos intereses y sentimientos de clase: …
377 JS La moral entre los espartanos y los ilotas, entre colonos y negros, entre príncipes y súbditos, entre nobles y plebeyos, entre hombres y mujeres, ha sido casi siempre fruto de estos intereses y sentimientos de clase; …
378 LB
La moral entre los Espartanos y los Ilotas, entre los plantadores y los negros, entre los príncipes y los súbditos, entre los nobles y los pecheros, entre los hombres y las mujeres, ha sido casi en todas partes producto de los intereses y de los sentimientos de clase; …
Aunque por el contexto histórico y por el juego de contrastes que plantea
Mill es altamente probable que por “planters” (plantadores) el lector entienda
“dueño de plantación” (y no el que realiza la labor física de plantar), GC se siente
en la necesidad de explicitarlo, posiblemente para cerrar el paso a interpretaciones
alternas. Pero más allá de esta explicitación más o menos “neutra”, JS añade un
elemento léxico distinto (“colonos”), tal vez para crear conciencia en el lector de
que los dueños de las plantaciones donde trabajaban los negros eran extranjeros
o de ascendencia extranjera (conquistadores, esclavistas), por lo que vemos un
mayor nivel de explicitación, con una incidencia ideológica más fuerte (de
oposición).
No obstante, la lexicalización no solo sirve para destacar una posición, sino
también para mitigar posturas del autor con las que el traductor puede no estar de
acuerdo. Tal es el caso de los eufemismos que encontramos en el Ejemplo 27. En
108
O-613, Mill exhibe que una de las ideologías que subyace su pensamiento es el
imperialismo eurocentrista (recordar que vivió durante la época en la que
Inglaterra colonizó la cuarta parte de la población mundial). Por eso encontramos
que LB, JS y GC mitigan en diferentes grados la condescendencia y paternalismo
de Mill hacia pueblos no “civilizados” cuando traducen “backward states” como
“estados nacientes” o “inmaduros” en lugar de “atrasados” (como CR y PA).
Ejemplo 27: Eufemismo
103
613 M For the same reason, we may leave out of consideration those backward states of society in which the race itself may be considered as in its nonage.
614 CR Por la misma razón podemos prescindir de considerar los estadios atrasados de la sociedad, en los que cabe estimar que la propia raza es menor de edad.
615 GC Por la misma razón, no tendremos en cuenta aquellos estadios inmaduros de la propia sociedad, que vienen a ser como la minoría de edad para nuestra especie.
616 PA Por la misma razón podemos prescindir de considerar aquellos estados atrasados de la sociedad en los que la misma raza puede ser considerada como en su minoría de edad.
617 JS Por la misma razón podemos excluir las sociedades nacientes y atrasadas, en que la raza debe ser considerada como menor de edad.
618 LB Por la misma razón podemos dejar á un lado aquellas sociedades nacientes en las que la raza puede considerarse como menor.
Otro tema abordado por Van Dijk en el nivel de significado local es el de la
distribución de la agencia y la responsabilidad, manifestado a través de la
nominalización y la voz pasiva/activa. En el Ejemplo 28 encontramos en un mismo
caso el contraste que produce, por un lado, la nominalización y, por el otro, el uso
de la voz pasiva, y el efecto generado es ligeramente diferente. Mientras que CR,
GC y JS dejan “la exigencia de responsabilidades” en el ámbito de lo abstracto a
través de la nominalización de “exigir”, por contraste, las versiones de PA y LB,
mediante el uso de la voz pasiva y del infinitivo, respectivamente, pueden llegar a
recordar al lector que es él quien debe exigir responsabilidades (y según LB,
incluso mediante la fuerza).
Ejemplo 28: Voz Pasiva, Nominalización
120 715 M
When such reasons as these preclude the enforcement of responsibility, the conscience of the agent himself should step into the vacant judgment-seat, and protect those interests of others which have no external protection…
716 CR Cuando razones de este tenor veden la exigencia de responsabilidad, la conciencia del propio agente debe ocupar el puesto vacante del juez y amparar
109
aquellos intereses de terceros que carezcan de protección externa, …
717 GC Cuando razones de esta índole impidan la exigencia de responsabilidades, la conciencia del propio sujeto agente habrá de ocupar el lugar del juez ausente a fin de proteger los intereses ajenos que no cuentan con tal y externa cobertura, …
718 PA Cuando razones tales impidan que la responsabilidad sea exigida, la conciencia del mismo agente debe ocupar el lugar vacante del juez y proteger los intereses de los demás que carecen de una protección externa, …
719 JS Cuando razones como éstas impidan la exigencia de una responsabilidad, la conciencia del que actúa debe tomar las atribuciones del juez ausente, para defender los intereses de los que carecen de protección exterior…
720 LB
Cuando tales razones se presentan como obstáculos para exigir por medio de la fuerza la responsabilidad, la conciencia del agente mismo debe ocupar el lugar del juez ausente para amparar estos intereses ajenos que no tienen protección exterior, …
4.3.2.4 Esquemas de discurso
Como vimos en el análisis genérico de On Liberty (2.2.3), esta obra se
estructura en cinco capítulos, de los cuales la Introducción obviamente constituye
la parte inicial. El capítulo introductorio establece el contexto que da origen a la
obra (la historia de la libertad en Europa que narra Mill desde B-1 hasta B-42),
además de ofrecer definiciones preliminares (“libertad”: B-6, B-123, B-124);
“principio del daño”: B-91, B-92, etcétera), adelantar lo que podrá leerse en el
resto de los capítulos y exponer de manera esquemática qué se tratará de
defender (B-124). Desde el punto de vista ideológico esto es importante porque se
establecen los fundamentos sobre los cuales descansará la argumentación
(entimemas), y es indispensable encontrarlos al inicio de la obra para poder
entender los capítulos posteriores, que se encuentran ligados de manera lógica a
estos fundamentos.
Aunque las diferentes traducciones analizadas no juegan con este esquema
dentro del texto de Mill, todas las versiones que hemos estudiado incluyen
diferentes paratextos (cf. Alvarado, 2006), los cuales enmarcan la obra en distintos
contextos ideológicos y pueden incidir de manera profunda en la interpretación.
Aunque los revisamos más a detalle en la sección dedicada a las posturas del
traductor (4.3.3), por ahora a manera de ejemplo debemos mencionar que la
edición más reciente, a cargo de CR, incluye un prólogo titulado “Una defensa
liberal de la libertad” seguido de un “estudio preliminar” redactado por el mismo
CR, que incluye diversas críticas al pensamiento de Mill (además de numerosas
110
notas al pie, de las cuales buena parte tiene como finalidad criticar a Mill). Al
anteceder el texto de Mill, estos paratextos complementarios pueden predisponer
al lector y llevarlo a adoptar una postura crítica y de rechazo al autor, incluso antes
de leer su obra (por ejemplo, en sus críticas, CR no juzga a Mill por ser liberal,
sino por no ser lo suficientemente liberal). Muy diferente puede ser la situación si
el lector estudia a Mill después de leer un elogio a su persona (LB, PA, dos
representantes importantes del pensamiento liberal español) o notas biográficas
sobre sus contribuciones al pensamiento occidental (JS, PA, GC).
4.3.2.5 Estilo
Al hablar de estilo, Van Dijk contempla cuestiones como las estructuras
superficiales (léxicas, sintácticas, etcétera) y la posición en las relaciones de poder
(si varía el estilo según el que escriba sea hombre/mujer, médico/paciente,
pertenezca a una mayoría/minoría, etcétera). En relación con las estructuras
superficiales, el análisis del corpus nos ha permitido constatar la riqueza y
variedad que existe en términos estilísticos, y las diferencias que encontramos en
el texto pueden servir como marcadores de diferencias temporales, geográficas e
incluso ideológicas entre los diversos traductores. Como habíamos indicado, en el
corpus marcamos con color verde estas variaciones estilísticas, sobre todo los
casos en los que cuatro traductores eligen una opción de traducción mientras que
otro se decide por una distinta sin alterar el sentido de la frase. En el Cuadro 4.2
vemos las frecuencias y proporciones de aparición de estas diferencias de estilo,
si son de tipo léxico o sintáctico y si responden o no a una posible motivación
ideológica, según funcionen como señal de adhesión o rechazo a una postura
concreta.
Cuadro 4.2. Frecuencia y proporción de aparición de diferencias estilísticas.
Ideológico No ideológico Total Proporción
Morfosintáctico 29 20 49 43%
Léxico 23 41 64 57%
Total 52 61 113
Proporción 46% 54%
111
Las proporciones no muestran una tendencia muy marcada en ningún
sentido, aunque según nuestro corpus es un poco más frecuente que se
manifiesten diferencias léxicas que sintácticas. Su uso ideológico o no ideológico
es muy similar en términos de frecuencia relativa, aunque destaca que los
cambios estilísticos motivados ideológicamente alcancen casi la mitad de las
ocurrencias. Como los datos cuantitativos no nos dicen mucho en este caso,
veamos algunos ejemplos de cómo actúan concretamente estas variaciones
según las distintas categorías señaladas en el cuadro.
En el Ejemplo 29, la diferencia entre “conflicto” y “lucha” en la traducción de
“struggle” parece ser de sinonimia simple, pues aunque ambos términos pudieran
adquirir connotaciones ideológicas diferentes en distintos contextos, estas
diferencias no se reflejan en esta parte del texto. Por lo tanto lo consideramos un
ejemplo de diferencia estilística léxica sin motivación ideológica evidente.
Ejemplo 29: Diferencia léxica sin motivación ideológica evidente
4
19 M The struggle between Liberty and Authority is the most conspicuous feature in the portions of history with which we are earliest familiar, particularly in that of Greece, Rome, and England.
20 CR La lucha entre libertad y autoridad es el rasgo más sobresaliente de aquellas partes de la historia más temprana que conocemos, en especial la de Grecia, Roma e Inglaterra.
21 GC El conflicto entre libertad y autoridad es el rasgo más sobresaliente de las épocas de la Historia con las que, a edad más temprana, nos hemos familiarizado, como es el caso de Grecia, Roma o Inglaterra.
22 PA La lucha entre la libertad y la autoridad es el rasgo más saliente de esas partes de la Historia con las cuales llegamos antes a familiarizarnos, especialmente en las historias de Grecia, Roma e Inglaterra.
23 JS La lucha entre la libertad y la autoridad es el rasgo más saliente de las épocas históricas que nos son más familiares en las historias de Grecia, Roma e Inglaterra.
24 LB La lucha entre la libertad y la autoridad es el rasgo más característico de aquellos períodos de la historia que nos son tan familiares, sobre todo en las de Grecia, Roma é Inglaterra.
En cambio, en el Ejemplo 30 es posible que la diferencia léxica refleje una
sutil diferencia en la representación social que tienen de “people” nuestros
traductores. Destaca la preferencia de CR por traducir “people” como “gente”, más
neutro desde el punto de vista ideológico que “pueblo”, que tiene una fuerte carga
112
semántica tanto política como social, sobre todo si se considera la oposición
pueblo/gobierno. Aún así, el efecto sobre el lector probablemente sea mínimo, en
especial si no tiene oportunidad de comparar versiones.
Ejemplo 30: Diferencia léxica con posible motivación ideológica
39
229 M The will of the people, moreover, practically means, the will of the most numerous or the most active part of the people; …
230 CR La voluntad de la gente, asimismo, significa en la práctica la voluntad de la parte más numerosa o activa de la gente: …
231 GC Es más, en la práctica, la voluntad del pueblo solo representa la voluntad de aquella porción más numerosa y activa de ese mismo pueblo, …
232 PA Además la voluntad del pueblo significa, prácticamente, la voluntad de la porción más numerosa o más activa del pueblo; …
233 JS La voluntad del pueblo significa, en realidad, la voluntad de la porción más numerosa y activa del pueblo, …
234 LB Hay más, la voluntad del pueblo significa, en el sentido práctico, la voluntad de la porción más numerosa y más activa del pueblo, …
En el Ejemplo 31 la diferencia ocurre en el plano de lo sintáctico, y más que
diferencias ideológicas refleja que el traductor pertenece a una época más
antigua, al emplear una construcción que ahora nos parece arcaica. Se trata del
“he aquí” utilizado por LB en dos ocasiones en O-696. Llama también la atención
el recurso retórico de paralelismo sintáctico y repetición, que contribuye al efecto
arcaizante.
Ejemplo 31: Diferencia morfosintáctica sin motivación ideológica evidente
116
691 M To make any one answerable for doing evil to others, is the rule; to make him answerable for not preventing evil, is, comparatively speaking, the exception.
692 CR Hacerle a cualquiera responsable por el mal que haya causado a otros es la regla; hacerle responsable por no haber impedido el mal es, comparativamente hablando, la excepción.
693 GC La norma general consiste en hacer responsable a cada cual del daño que haya infligido a otros; la excepción, por así decirlo, consiste en hacerlo responsable de no haber evitado ese daño.
694 PA Hacer a uno responsable del mal que haya causado a otro es la regla general; hacerle responsable por no haber prevenido el mal, es, comparativamente, la excepción.
695 JS La regla es hacer responsable a un individuo del mal que hace a los otros; la excepción, comparativamente se entiende, hacerle responsable del mal que no les evitó.
696 LB Hacer á cada uno responsable del mal que cause á los otros, he aquí la regla; hacerle responsable del mal que no les haya evitado, he aquí, comparativamente hablando, la excepción.
113
En contraste, en el siguiente ejemplo vemos el uso de una dislocación
sintáctica que permite tematizar y, con ello, juzgar el egoísmo (individualismo) de
un sector de la población (Ejemplo 32). Al comenzar con “Aunque egoísta en
esencia”, GC está llamando la atención del lector sobre la mezquindad de quienes
muestran servilismo ante amos temporales o dioses, posiblemente creando un
efecto de rechazo ante esta postura.
Ejemplo 32: Diferencia morfosintáctica con posible motivación ideológica
66
391 M This servility though essentially selfish, is not hypocrisy; it gives rise to perfectly genuine sentiments of abhorrence; it made men burn magicians and heretics.
392 CR Este servilismo, aunque esencialmente egoísta, no es hipócrita; ha engendrado sentimientos de odio plenamente genuinos; ha impulsado a los hombres a quemar brujos y herejes.
393 GC Aunque egoísta en esencia, tal servidumbre no es hipocresía, puesto que da lugar a sinceras actitudes de abominación, que han conducido a los hombres a quemar a nigromantes y herejes en la hoguera.
394 PA Este servilismo, aunque esencialmente egoísta, no es hipócrita, y ha hecho nacer genuinos sentimientos de horror; él ha llevado a los hombres a quemar nigromantes y herejes.
395 JS Tal servilismo, aunque egoísta en esencia, no es precisamente hipocresía, y ha dado ocasión a sentimientos de horror del todo verdaderos: ha hecho a los hombres capaces de quemar a los magos y a los herejes.
396 LB Este servilismo, aunque esencialmente egoísta no es hipocresía, de él nacen sentimientos de horror perfectamente verdaderos; él ha hecho á los hombres capaces de quemar á los mágicos y á los herejes.
Pero la tematización no es el único recurso estilístico sintáctico que sirve
para influir ideológicamente sobre el lector. En el Ejemplo 33 observamos que CR
es el único traductor que no centra el sujeto de su oración en torno de la figura de
“El Gobierno”, sino que construye su oración con un sujeto tácito mediante la
forma terciopersonal del verbo haber (Di Tullio, 2007:109). Quizá por medio de
esta estrategia evita una alusión al “Gobierno” (lo cual es consistente con su
postura antigobierno), o quizá es una forma de mantenerse más cercano a la
palabra de Mill en relación con sus antecesores. Aunque es difícil determinar con
precisión los efectos que puedan tener estas diferencias de estructura sobre las
representaciones que forma el lector, por lo menos permiten ver que la ideología
de traducción de CR parece ser más literalista que la de los otros traductores,
aunque también puede reflejar en parte su postura sobre el gobierno.
114
Ejemplo 33: Diferencia morfosintáctica con posible motivación ideológica
8
43 M They consisted of a governing One, or a governing tribe or caste, who derived the authority from inheritance or conquest;…
44 CR Había una persona o una tribu o casta gobernante, cuya autoridad derivaba de la sucesión o la conquista, …
45 GC El Gobierno era ejercido por un individuo, una tribu o una casta, revestidos de autoridad por derecho de herencia o de conquista, …
46 PA El Gobierno estaba ejercido por un hombre, una tribu o una casta que derivaba su autoridad del derecho de sucesión o de conquista, …
47 JS Antiguamente, por lo general, el gobierno estaba ejercido por un hombre, una tribu, o una casta, que hacían emanar su autoridad del derecho de conquista o de sucesión, …
48 LB En aquellos tiempos, en general, el gobierno se ejercía por un hombre, una tribu ó una casta que fundamentaban su autoridad en el derecho de conquista ó en el de sucesión, …
Finalmente, en cuanto a la posición en las relaciones de poder,
encontramos una diferencia interesante desde el punto de vista del género en el
Ejemplo 34. Y es que en la traducción de “minor harpies” (“harpías menores”,
mujeres aladas conocidas en la mitología griega por robar constantemente la
comida de Fineo), la única mujer que traduce en nuestro corpus, JS, no parece
estar de acuerdo con la metáfora empleada por Mill para representar a los reyes
malvados, y no solo no está de acuerdo sino que “replica” escribiendo que los
malvados son los “congéneres” del rey (O-65). Aunque aventurarse a inferir a
partir de este pasaje que se trata de una traducción “feminista” resulta un poco
arriesgado, ya que no es un fenómeno recurrente y el texto no se presta para ello
(de hecho Mill es conocido por ser uno de los primeros defensores del movimiento
feminista), esta oración al menos llama la atención sobre este tema de las
relaciones de poder (sobre todo después de la labor contrastiva).
Ejemplo 34: Relaciones de Poder: Traductora vs. Traductores
11
61 M But as the king of the vultures would be no less bent upon preying upon the flock than any of the minor harpies, it was indispensable to be in a perpetual attitude of defence against his beak and claws.
62 CR Pero como el rey de los buitres no estaría menos predispuesto que las otras aves de rapiña a devorar el rebaño, era indispensable estar constantemente en guardia contra su pico y sus garras.
63 GC Pero como el rey de los buitres no estaría menos dispuesto que cualquiera de sus arpías menores a hincar el diente en la manada, se hizo indispensable mantener de forma permanente una actitud defensiva frente al pico y las garras de aquel.
64 PA Pero como el rey de los buitres no estaría menos dispuesto que cualquiera de las arpías menores a devorar el rebaño, hacía falta estar constantemente a la
115
defensiva contra su pico y sus garras.
65 JS Pero como el rey de los buitres no estaba menos dispuesto a la voracidad que sus congéneres, resultaba necesario precaverse, de modo constante, contra su pico y sus garras.
66 LB Pero como el rey de los buitres no era el menos dispuesto á devorar el rebaño (lo mismo que cualquiera de las harpías menores) era preciso estar constantemente á la defensiva con las garras y el pico.
4.3.2.6 Retórica
Aunque la retórica es un campo muy vasto dentro de los estudios del
discurso, con una tradición antiquísima que se remonta a Aristóteles, Van Dijk
centra su atención en cómo son utilizadas las figuras retóricas con fines
ideológicos. En el corpus encontramos algunos ejemplos de uso diferenciado de
estas figuras, especialmente las metáforas (Ejemplo 35), los eufemismos
(Ejemplo 27), las hipérboles (Ejemplos 36 y 37), la repetición (Ejemplo 38) y el
paralelismo sintáctico (Ejemplo 31).
Ejemplo 35: Uso de metáfora con posibles fines ideológicos
56
331 M People are accustomed to believe and have been encouraged in the belief by some who aspire to the character of philosophers, that their feelings, on subjects of this nature, are better than reasons, and render reasons unnecessary.
332 CR La gente acostumbra a creer, y algunos que aspiran al papel de filósofos la han alentado a creer, que en materias de esta naturaleza sus sensaciones valen más que las razones, y tornan a éstas innecesarias.
333 GC El pueblo acostumbra a creer, y algunos que aspiran al título de filósofos lo animan en esta quimera, que sus sentimientos sobre asuntos de esta naturaleza valen más que las razones, y las hacen innecesarias.
334 PA La gente acostumbra a creer, y algunos que aspiran al título de filósofos los animan en esa creencia, que sus sentimientos sobre asuntos de tal naturaleza valen más que las razones, y las hacen innecesarias.
335 JS Se suele creer (y ciertas personas que aspiran al título de filósofos nos afirman en esta creencia) que en temas de tal naturaleza los sentimientos valen más que las razones y hacen a éstas inútiles.
336 LB
es costumbre creer (y ciertas gentes que aspiran al título de filósofos nos mantienen en esta creencia) que nuestros sentimientos sobre asuntos de cierta naturaleza valen más que todas las razones que pudieran darse y hasta las hacen innecesarias.
En el ejemplo anterior vemos cómo la introducción de una metáfora
(“quimera”, monstruo mitológico) en lugar de un término relativamente neutro
como “creencia” tiene el fin de emitir un juicio sobre el sector de la población al
116
que ataca Mill, con un efecto enfático que puede producir el rechazo del lector,
aun si dicha metáfora pueda considerarse hoy día como catacresis por estar
fuertemente cristalizada.
Ejemplo 36: Hipérbole como recurso enfático
121
721 M
But there is a sphere of action in which society, as distinguished from the individual, has, if any, only an indirect interest; comprehending all that portion of a person's life and conduct which affects only himself, or, if it also affects others, only with their free, voluntary, and undeceived consent and participation.
724 PA
Pero hay una esfera de acción en la cual la sociedad, como distinta del individuo, no tiene, si acaso, más que un interés indirecto, comprensiva de toda aquella parte de la vida y conducta del individuo que no afecta más que a él mismo, o que si afecta también a los demás, es solo por una participación libre, voluntaria y reflexivamente consentida por ellos.
725 JS
Pero hay una esfera de acción en la que la sociedad, como distinta al individuo, no tiene más que un interés indirecto, si es que tiene alguno. Nos referimos a esa porción de la conducta y de la vida de una persona que no afecta más que a esa persona, y que si afecta igualmente a otras, lo hace con su previo consentimiento y con una participación libre, voluntaria y perfectamente clara.
726 LB
Pero hay una esfera de acción en la que la sociedad, como distinta del individuo, no tiene, si acaso, más que un interés indirecto; ésta comprende aquella parte de la conducta y de la vida de una persona que no afecta más que á ella misma, y que si trasciende á los demás trasciende por un consentimiento y participación libre, voluntaria y perfectamente reflexiva.
Ejemplo 37: Hipérbole como recurso enfático
50
295 M What these rules should be, is the principal question in human affairs; but if we except a few of the most obvious cases, it is one of those which least progress has been made in resolving.
298 PA En determinar lo que deben ser estas reglas consiste en la principal cuestión en los negocios humanos; pero si exceptuamos algunos de los casos más salientes, es aquella hacia cuya solución menos se ha progresado.
300 LB
¿Qué reglas deben ser estas? He aquí la cuestión que más interesa á la marcha de la humanidad, y excepción hecha, sin embargo, de algunos casos verdaderamente dignos de tenerse en cuenta, su solución es una de las que menos progresan.
Ejemplo 38: Repetición como recurso enfático
28
163 M Let the rulers be effectually responsible to it, promptly removable by it, and it could afford to trust them with power of which it could itself dictate the use to be made.
164 CR En cuanto que los gobernantes fueran eficazmente responsables ante ella y expeditivamente removibles por ella, entonces podía confiarles un poder cuyo uso ella misma dictaba.
165 GC Si los gobernantes son efectivamente responsables ante una nación y, puntualmente, depuestos por ella, se les puede confiar un poder cuyo uso a ella misma corresponde dictar,
166 PA Desde el momento en que los gobernantes de una nación eran eficazmente responsables ante ella y fácilmente revocables a su gusto, podía confiarles un
117
poder cuyo uso a ella misma correspondía dictar.
167 JS
En cuanto que los gobernantes de una nación fuesen responsables ante ella de un modo eficaz y fácilmente revocables a voluntad de la nación, estaría permitido confiarles un poder, pues de tal poder ella misma podría dictar el uso que se debería hacer.
168 LB Desde el momento en que los gobernantes de una nación eran eficazmente responsables ante ella, y prontamente revocables á voluntad de la misma se les podía confiar un poder cuyo alcance solo á la nación correspondía establecer.
4.3.3 Posturas del traductor
Llegamos finalmente al tema de las posturas del traductor. Decíamos que
por postura entendemos una creencia aceptada o defendida por un sector o una
persona. Abordaremos el tema a partir del uso diferenciado de las técnicas de
traducción, los cambios de sentido y las diferencias estilísticas. También
catalogamos el método traductor empleado por cada traductor según el grado de
apego a la palabra del autor del texto fuente y según los paratextos que
complementan la traducción en cada edición. Terminamos con un breve
comentario sobre las posturas ideológicas reconocibles en cada traductor a partir
de sus traducciones. El análisis que hemos llevado a cabo no solo nos ha
permitido conocer las posturas de los traductores ante el pensamiento de Mill, sino
que ha arrojado luz sobre cómo representan la lengua, la traducción y el
destinatario de la cultura meta.
4.3.3.1 Según técnicas de traducción
Una forma de conocer cómo los traductores conciben su labor consiste en
analizar la manera en la que aplican las técnicas de traducción que hemos
descrito. En el Cuadro 4.3 tenemos la distribución del uso de técnicas de
traducción desglosado por traductor.
118
Cuadro 4.3. Frecuencia, proporción y uso de las técnicas de traducción
desglosado por traductor.
Técnicas de traducción por traductor (marcas rojas) Traductor CR GC PA JS LB I NI I NI I NI I NI I NI Total Adaptación 0 2 0 4 0 1 0 6 0 4 17 Ampliación lingüística 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1 Amplificación 0 2 25 33 10 14 31 22 29 21 187 Calco 0 2 0 2 0 0 0 0 0 0 4 Compensación 1 1 0 9 0 3 0 4 1 4 23 Compresión lingüística 0 1 0 1 0 0 0 0 0 1 3 Creación discursiva 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 Descripción 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1 Elisión 3 1 3 10 8 14 8 21 8 22 98 Equivalente acuñado 0 1 1 0 0 0 0 0 1 0 3 Generalización 0 0 0 1 1 0 0 2 1 1 6 Modulación 1 3 4 6 1 5 3 6 6 8 43 Particularización 0 0 1 1 0 1 2 1 0 0 6 Préstamo 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 3 Sustitución lingüística 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Traducción literal 0 2 0 2 0 3 0 1 0 4 12 Transposición 0 7 3 11 1 6 3 11 5 15 62 Variación 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0 2 Total 5 23 38 81 21 47 47 75 52 83 472 Total por traductor 28 119 68 122 135 Proporción 18% 82% 32% 68% 31% 69% 39% 61% 39% 61%
I = Con posible motivación ideológica.
NI = Sin motivación ideológica evidente.
Aunque somos conscientes de que la proporción numérica no es
necesariamente un factor determinante para evaluar las posturas del traductor
(pues unos pocos cambios pueden tener mayor impacto si tocan puntos clave o
muy sensibles del texto), los resultados cuantitativos muestran tendencias y sirven
como fuente de hipótesis por explorar. Por ejemplo, los datos nos han permitido
indagar sobre la representación de la traducción como un texto nuevo contra la
noción de que se trata del mismo texto en otra lengua. Los que conciban la
traducción de la primera forma se sentirán con mayor libertad para agregar, elidir,
transponer, modular, etcétera, las oraciones, mientras que los que la consideren
de la segunda manera probablemente evitaren el uso de las técnicas para interferir
lo menos posible con la palabra del autor. En un tenor similar, estos datos podrían
119
sugerir si los traductores representan la lengua como algo “sagrado” o “intocable”,
por un lado, o como una “herramienta de comunicación”, por el otro, entre otras
opciones.
Vemos entonces que los traductores que más intervienen en el texto
mediante el uso de las técnicas son GC, JS y LB, mientras que el que más trata de
evitar su uso es CR (PA ocuparía una posición intermedia). Pero además surge la
concepción de la traducción como una oportunidad para emitir juicios sobre la
palabra del autor, enfatizando o mitigando pasajes polémicos (para promover o
censurar ciertos pensamientos), contra un concepto de la traducción como una
transmisión neutra, lo más transparente posible (o visto de otra manera, el
traductor se plantea como meta ser invisible). Un indicio de esto se encuentra en
nuestra división de aplicaciones con motivación “ideológica” o “no ideológica” de
las técnicas de traducción. Aunque los porcentajes no pretenden ser índices
precisos ni pueden generalizarse para textos de otro tipo, nos orientan sobre
algunas tendencias generales, por ejemplo, que JS y LB (con cerca del 40% de
usos “ideológicos) intervienen más frecuentemente en el texto con lecturas y
reescrituras que juzgan, reformulan y guían al lector en un sentido determinado
(más crítico de la sociedad, más crítico del gobierno, más crítico del
individualismo, etcétera). En el otro extremo, nuevamente CR es quien menos
interviene directamente sobre el texto mediante técnicas de traducción, ya que
solamente en la quinta parte de sus aplicaciones se encuentran huellas de posible
motivación ideológica. La posición intermedia (con cerca del 30%) la ocupan GC y,
otra vez, PA.
4.3.3.2 Según los “cambios de sentido”
Otra forma de analizar cómo los traductores representan la traducción y, en
especial, la lengua, es a través de los “cambios de sentido” que llevan a cabo
respecto del texto fuente. Para determinar estos cambios de sentido no solo
hemos comparado el texto meta con el texto fuente, sino que hemos contrastado
las diversas traducciones del mismo pasaje entre sí a fin de detectar
inconsistencias (aunque no podríamos considerarlos errores porque no
120
conocemos la intencionalidad del cambio de sentido y el enfoque de nuestro
trabajo es descriptivo más que prescriptivo). En el Cuadro 4.4 tenemos las
frecuencias de aparición de estos cambios también desglosadas por traductor, a
fin de ver quién tiende a realizarlos más a menudo y con qué finalidad.
Cuadro 4.4. Frecuencia, proporción y uso de los “cambios de sentido” desglosado
por traductor.
Cambios de sentido por traductor (marcas azules)
Traductor CR GC PA JS LB Total Proporción Tipo de cambio I NI I NI I NI I NI I NI
Morfosintáctico 2 1 11 3 5 3 6 5 8 4 48 23%
Léxico 8 2 31 13 16 4 36 5 40 11 166 77%
Total 10 3 42 16 21 7 42 10 48 15 214
Total por traductor 13 57 28 52 63
Proporción 77% 23% 72% 28% 75% 25% 81% 19% 76% 24%
Lo primero en saltar a la vista es la elevada proporción de cambios de
sentido con posible motivación ideológica, que supera el 70% en todos los casos.
Ello indica que los cambios de sentido por lo general permiten al traductor emitir
algún tipo de valoración sobre lo que está interpretando y reescribiendo.
Ya que la frecuencia relativa de usos ideológicos o no ideológicos de los
cambios de sentido no permite hacer una diferenciación clara entre los
traductores, podemos distinguir algunas diferencias entre éstos por medio de las
frecuencias absolutas, ya que mientras que CR (13 cambios) y PA (28 cambios)
tienden a evitar los cambios de sentido, GC (57), JS (52) y LB (63) hacen un uso
comparativamente abundante de este recurso. Estas diferencias nuevamente nos
ofrecen indicios de cómo los traductores conciben la traducción, si se rigen por
algún principio de lealtad como CR y PA, o si la ven como una oportunidad para
evaluar las ideas que están recibiendo de un texto fuente, adaptándolas a lo que
consideran resulta más conveniente para el lector de la cultura meta. Aquí
debemos advertir, sin embargo, que “lo más conveniente” puede evaluarse desde
el punto de vista de facilitar la recepción del lector meta (en cuyo caso el traductor
121
es una especie de “explicador” o mediador intercultural), pero también desde la
perspectiva que el traductor quiere alcanzar o imponer.
Pero para comprender más a fondo el impacto que tienen estos cambios de
sentido, veamos algunos de los casos que han resultado más productivos para el
análisis. En el Ejemplo 39 observamos cómo GC traduce “some classes” por
“determinados estamentos”, cuando más bien parece que Mill se refiere a “clase”
en sentido genérico (como sinónimo de “tipo”, “categoría”), no a una clase social.
El efecto de esta traslación consiste en reducir el rango de interpretación de la
frase a una representación clasista, y el lector puede pensar que Mill está
hablando sobre una especie de lucha de clases (siguiendo una interpretación
marxista), despertando otro tipo de sentimientos hacia el gobierno y la sociedad.
La postura que se puede inferir a partir de este cambio de sentido es la de un
traductor preocupado por la lucha de clases como parte de la historia, en especial
si tomamos en cuenta que es el traductor que se encarga de introducir la noción
de “pueblo” de manera reiterada. Aunque es posible que el traductor no sea
marxista per se, queda claro que conoce su teoría y que permite que afloren
algunos de sus conceptos en la traducción.
Ejemplo 39: Cambio de sentido
5
25 M But in old times this contest was between subjects, or some classes of subjects, and the government.
26 CR Pero en los tiempos más antiguos la disputa enfrentaba a los súbditos, o a alguna clase de ellos, con el gobierno.
27 GC En la Antigüedad, dicho enfrentamiento estaba protagonizado por los súbditos o tenía lugar entre determinados estamentos y el Gobierno.
28 PA Pero en la Antigüedad esta disputa tenía lugar entre los súbditos o algunas clases de súbditos y el Gobierno.
En B-7, que constituye el Ejemplo 40, encontramos dos cambios de sentido
a partir del sintagma “popular governments of Greece”. Por un lado, hay un grupo
de traductores (GC, PA, JS, LB) que traducen “popular” por “democrático”
mientras que CR mantiene el vocablo “popular”. Por el otro, dos traductores (LB,
JS) traducen “governments” por “ciudades” en lugar de “gobiernos”, que parecería
la traslación más neutra y económica. Ambos casos pueden explicarse al menos
en parte aduciendo que se trata de una adaptación al tipo de gobierno que existía
122
en la Grecia antigua, buscando destacar en el primer caso que los griegos fueron
los primeros en instaurar un gobierno democrático (demos, del pueblo, popular), y
recordando al lector que su organización política estaba basada en las polis
(ciudades). A partir de estos datos es posible inferir que los traductores pueden
mostrar posturas más o menos academicistas, partiendo de diferentes grados de
conocimiento de la historia (o cualquier otro tema).
Ejemplo 40: Cambio de sentido
7
37 M The rulers were conceived (except in some of the popular governments of Greece) as in a necessarily antagonistic position to the people whom they ruled.
38 CR Se consideraba que éstos se hallaban (excepto en algunos gobiernos populares de Grecia) en una posición necesariamente antagónica a la del pueblo que gobernaban.
39 GC pues se consideraba que estos (salvo en el caso de algunos gobiernos democráticos griegos) se encontraban en una posición necesariamente antagónica a la del pueblo que gobernaban.
40 PA Se consideraba que éstos (salvo en algunos gobiernos democráticos de Grecia), se encontraban necesariamente en una posición antagónica a la del pueblo que gobernaban.
41 JS Éstos —excepto en algunas ciudades democráticas de Grecia—, aparecían en una posición necesariamente antagónica del pueblo que gobernaban.
42 LB Estos (excepto en algunas ciudades democráticas de la Grecia) parecían encontrarse en una posición necesariamente enemiga del pueblo que gobernaban.
Uno de los casos más ilustrativos de diferencia de sentido que encontramos
en el corpus se exhibe en el Ejemplo 41 (O-103). Surge a partir de la ambigüedad
referencial del pronombre “they” que aparece en la última cláusula de O-103.
Mientras que para algunos traductores (CR, GC) este “they” remite al “mankind”
(“humanidad”) que aparece al inicio de O-103, para otros (PA, JS, LB) su
referencia se limita al “lovers of liberty” (“los liberales”) del final de O-97. ¿Cómo se
explica esta brecha entre dos conjuntos tan distintos en términos cualitativos y
cuantitativos? Una posible explicación es que los traductores pensaran que
“mankind”, como sustantivo abstracto singular, tendría que tener modificadores en
singular para mantener la concordancia numérica, como sucede en el español (p.
ej., “la humanidad es…”, “una humanidad combativa”, etc.). Así, el “they” tendría
que remitir a un sustantivo que exigiera modificadores plurales, y el antecedente
más cercano con estas características y que podía desempeñarse como sujeto de
123
esta cláusula es el “lovers of liberty” de O-97 (It was not so with the second; and to
attain this, or when already in some degree possessed, to attain it more
completely, became everywhere the principal object of the lovers of liberty.) Sin
embargo, en el mismo O-103 se observa que “mankind” concuerda con palabras
en plural (“mankind were”), lo cual también se registra en otras oraciones (O-631;
“mankind have become capable of being”). Por tanto, podemos suponer que
además de factores gramaticales hay factores ideológicos que consciente o
inconscientemente motivaron este cambio en la interpretación, pues no es lo
mismo las aspiraciones de toda la “humanidad” a las aspiraciones de “los
liberales”.
Sobre este asunto llama la atención también que los traductores que se
decidieron por esta segunda opción no hayan repetido “amantes de la libertad”
sino que optaran por “los liberales”, puesto que se trata de un término
excesivamente problemático que refleja uno de los principales problemas que
enfrenta la traducción de la filosofía: mediar con términos que han tenido
significados distintos en momentos y lugares diferentes (tema que abordan los
historiadores de las ideas). En el caso particular de “liberal”, para los ingleses de la
segunda mitad del siglo XIX, los miembros del Partido Liberal Británico (antes
conocido como “Whig”) eran principalmente aristócratas (sobre todo comerciantes
y dueños de fábricas) que buscaban reformas legales para ampliar el poder del
Parlamento y reducir el de la monarquía, extender el libre mercado, incrementar la
tolerancia religiosa, abolir la esclavitud, expandir el sufragio a otros grupos
poblacionales, etcétera. Sin embargo, hoy día en los países latinos, más que con
una idea de reformismo, el liberalismo se asocia con la derecha conservadora
(especialmente si es antecedido por el prefijo “neo-” y alude a la economía),
mientras que en los países del norte (especialmente en Estados Unidos) lo liberal
se relaciona con cierta idea de progresismo (ligeramente inclinado a la izquierda
del espectro político). Por eso reiteramos que resulta una opción de traducción
cuestionable, sobre todo si consideramos que, en este pasaje, en el texto fuente
no es utilizada la palabra “liberal”. Sin embargo es difícil determinar si la inclusión
de esta palabra sirve para buscar adhesión o rechazo del lector, ya que se puede
124
interpretar como un intento de lograr identificación, pero también como un intento
de tomar distancia o desmarcarse. Lo más probable es que el efecto dependa de
las propias asociaciones que tenga el lector respecto de este término.
Ejemplo 41: Cambio de sentido
18
103 M And so long as mankind were content to combat one enemy by another, and to be ruled by a master, on condition of being guaranteed more or less efficaciously against his tyranny, they did not carry their aspirations beyond this point.
104 CR Mientras la humanidad estuvo satisfecha con combatir a un enemigo por medio de otro, y con ser mandada por un amo a condición de gozar de una garantía más o menos eficaz contra su tiranía, no llevó sus aspiraciones más allá.
105 GC Mientras a la humanidad le bastó con el enfrentamiento entre enemigos, y ser gobernada por un amo, a condición de disponer de garantías más o menos eficaces contra su tiranía, las aspiraciones del género humano no fueron a más.
106 PA
Y mientras la Humanidad estuvo satisfecha con combatir a un enemigo por otro y ser gobernada por un señor a condición de estar más o menos eficazmente garantizada contra su tiranía, las aspiraciones de los liberales pasaron33 más adelante.
107 JS
Y mientras la humanidad se contentó con combatir uno por uno a sus enemigos y con ser gobernada por un dueño, a condición de sentirse garantizada de un modo más o menos eficaz contra su tiranía, los deseos de los liberales no fueron más lejos.
108 LB Mientras la humanidad se contentó con combatir á un enemigo por otro y con ser gobernada por un señor, á condición de tener una garantía más ó menos eficaz contra su tiranía, los deseos de los liberales no pasaron más adelante.
En el plano enunciativo, encontramos un caso interesante en el Ejemplo 42, donde todos los traductores salvo CR trasladan un “to any one” a un “nuestra”,
cambiando la posición del enunciador en el enunciado mediante un término
deíctico (cf. Benveniste, 1978). La diferencia entre “Todo lo que confiere valor a la
existencia de cualquier persona” (más cercano a la palabra de Mill) y “Todo lo que
confiere algún valor a nuestra existencia” es el nivel de identificación y
responsabilidad del locutor con el enunciado que introduce el pronombre en
primera persona del plural, convirtiendo la segunda opción en una afirmación más
personal, más fácilmente asimilable, y por tanto asumiéndose como más
responsable de ella. Puede que la información referencial sea muy similar, pero
sin duda el efecto es distinto, sobre todo si pensamos en el impacto que puede
tener sobre el lector.
33 Además, PA omite el “no” que debe anteceder a “pasaron más adelante”, pero hemos clasificado esta omisión como “error de traducción” porque produce un contrasentido injustificable.
125
Ejemplo 42: Cambio de sentido
48
283 M All that makes existence valuable to any one, depends on the enforcement of restraints upon the actions of other people.
284 CR Todo lo que confiere valor a la existencia de cualquier persona depende de que se hagan cumplir restricciones sobre acciones de terceros.
285 GC Todo lo que confiere algún valor a nuestra existencia depende de la imposición de restricciones a las acciones de los demás.
286 PA Todo lo que da algún valor a nuestra existencia depende de la restricción impuesta a las acciones de los demás.
287 JS Todo lo que da valor a nuestra existencia depende de la presión de las restricciones impuestas a las acciones de nuestros semejantes,
288 LB Todo lo que da algún valor á nuestra existencia depende de la restricción impuesta á las acciones de los demás.
En el Ejemplo 43 encontramos otro caso de cambio de sentido a través de
recursos sintácticos. En B-79, Mill y sus traductores presentan una secuencia de
pares de grupos vinculados de alguna forma con la religión. El primer elemento del
par representa al grupo aceptado por las fracciones más tolerantes de la sociedad,
mientras que el segundo elemento del par es el rechazado. Sin embargo,
detectamos una diferencia en O-471, donde GC escribe “a quien acepte a todos
los que creen” en lugar de “a todo el que cree”. Por su forma de ser redactado,
este fragmento de GC parece pertenecer aún al conjunto de grupos no tolerados
(junto con los papistas y unitarios), al contrario de lo que sucede en el texto fuente
y las otras traducciones, es decir, no se respeta el juego de paralelismos
sintácticos planteado por Mill. Esto podría sugerir una postura en contra de
quienes creen en la religión revelada por parte del traductor en cuestión.
Ejemplo 43: Cambio de sentido
79
469 M
One person will bear with dissent in matters of church government, but not of dogma; another can tolerate everybody, short of a Papist or an Unitarian; another, every one who believes in revealed religion; a few extend their charity a little further, but stop at the belief in a God and in a future state.
470 CR
Una persona transigirá con el disenso en materia de administración eclesiástica, pero no de dogma; otra tolerará a todo el mundo menos a un papista o un unitario; una tercera, a todo el que crea en una religión revelada; un puñado extenderá su caridad un poco más allá, pero se detendrá ante la creencia en un Dios y en la vida perdurable.
471 GC
Una persona transigirá con un disidente en cuestiones que afectan al gobierno de la iglesia, pero no en materia de dogma; habrá quien tolere a todos los demás, excepto a un papista o a un unitario, o quien acepte a todos los que crean en una religión revelada; hay incluso quienes lleven más allá su caridad, aunque nunca pondrán en cuestión la existencia de Dios o la vida futura.
126
472 PA
Una persona transigirá con un disidente en materia de gobierno eclesiástico, pero no en materia de dogma; otra, puede tolerar a todo el mundo, menos a un papista o un unitario; otra, a todo el que crea en una religión revelada; unos cuantos extenderán un poco más su caridad, pero se detendrán en la creencia en Dios y en la vida futura.
473 JS
Una persona transigirá con los disidentes en materia de reglamentación eclesiástica; pero no en materia de dogmas; otro podrá tolerar a todo el mundo, excepto a un papista o a un unitario; un tercero, a todos los que creen en la religión revelada; un pequeño número irá más lejos en su caridad, pero se detendrá ante la creencia en una vida futura.
474 LB
Unos permitirán hablar á los disidentes en materias de gobierno eclesiástico, pero no en materias dogmáticas, otros tolerarán á todo el mundo menos á un papista ó un unitario; otros á todos los que crean en la religión revelada; un muy pequeño número extienden su caridad algo más lejos, pero se detienen en la creencia, en un Dios y en una vida futura.
Por último, en el Ejemplo 44 vemos un caso de cambio de sentido
mediante un recurso léxico que puede reflejar posturas epistemológicas y
metafísicas distintas en los traductores, o al menos una diferencia en sus posturas
sobre la traducción. Y es que por algún motivo, en B-99 cuatro traductores
decidieron traducir “mind” con “espíritu” en lugar de la opción más neutra “mente”
(como lo hizo CR). ¿Qué pudo haber motivado este cambio poco neutro y
económico? ¿Es posible que hayan intentado mostrar cierta adhesión a un tipo
especial de idealismo? ¿Buscaban evitar que Mill fuera tachado de mentalista?
¿Hay alguna explicación más simple? (descartamos que sea por diacronía, ya que
CR y GC son contemporáneos). Lamentablemente este tipo de cuestiones son
difíciles de determinar para la traductología (aún para la psicología y la lingüística
más general), y se complica más porque hay tradición filosófica de tres pares
diferentes: cuerpo y alma, cuerpo y mente, y cuerpo y espíritu. Lo que sí nos
muestra es que, una vez más, CR muestra gran respeto por la palabra del autor.
Ejemplo 44: Cambio de sentido
99
589 M Over himself, over his own body and mind, the individual is sovereign. 590 CR Sobre sí mismo, sobre su cuerpo y su mente, el individuo es soberano.
591 GC Todo individuo es soberano de sí mismo, de su propio cuerpo y de su propio espíritu.
592 PA Sobre sí mismo, sobre su propio cuerpo y espíritu, el individuo es soberano. 593 JS Sobre sí mismo, sobre su cuerpo y su espíritu, el individuo es soberano. 594 LB Sobre sí mismo, sobre su cuerpo y sobre su espíritu el individuo es soberano.
127
4.3.3.3 Según los “cambios estilísticos”
En la sección 4.3.2.5, relativa al nivel discursivo del estilo, vimos cómo las
diferencias léxicas y sintácticas en las estructuras superficiales pueden incidir en
la forma de interpretar una traducción y en ocasiones darle un sutil sesgo
ideológico. En esta oportunidad presentamos el Cuadro 4.5, el cual desglosa por
traductor la frecuencia de estas variaciones en las estructuras superficiales.
Cuadro 4.5. Frecuencia, proporción y uso de los “cambios estilísticos” desglosado
por traductor.
Cambios estilísticos por traductor (marcas verdes)
Traductor CR GC PA JS LB Total Proporción Tipo de cambio I NI I NI I NI I NI I NI
Morfosintáctico 3 3 15 7 0 1 3 3 8 6 49 43%
Léxico 7 4 8 20 1 0 6 4 1 13 64 57%
Total 10 7 23 27 1 1 9 7 9 19 113
Total por traductor 17 50 2 16 28
Proporción 59% 41% 46% 54% 50% 50% 56% 44% 32% 68%
Llama la atención que, a diferencia de lo que sucedía en los cuadros
anteriores, CR no es el traductor más moderado en este tipo de cambios, sino que
ocupa un lugar intermedio en cuanto a frecuencia, y es el que más usa estos
cambios estilísticos con posible motivación ideológica, especialmente con recursos
léxicos. Ahora el más moderado en términos de frecuencia es PA, lo cual no es
inconsistente con los otros datos, y el que más acude a estos recursos es GC, lo
que nos ofrece más indicios sobre sus posturas acerca de la traducción. Su uso
más frecuente de estructuras léxicas y sintácticas no apegadas a la palabra del
autor nos dice que tiende a concebir la traducción más como la escritura de un
texto nuevo que como copia fiel de un texto fuente (“sagrado”). En cuanto a LB,
quien también es afecto a introducir estructuras léxicas y sintácticas poco
predecibles a partir del texto de origen, vemos que predominan los usos no
ideológicos de estos “cambios estilísticos”. La explicación más probable en este
caso es su lejanía en el tiempo, ya que al ser el traductor más antiguo de este
128
texto encontramos varios términos y construcciones que ahora parecen arcaicas,
además de las numerosas adaptaciones al lenguaje jurídico del castellano,
comprensibles si consideramos dentro de su biografía sus antecedentes laborales
y académicos de jurista.
4.3.3.4 Según el “método traductor”
Como un elemento más para estudiar las posturas del traductor, vinculado
especialmente con el contexto de traducción, vale la pena analizar el tipo de
“método traductor” de cada una de las versiones que hemos revisado según la
clasificación de Hurtado (ver 1.4.2). Aunque cabría esperar que, por el tipo de
género del texto fuente, todas las traducciones siguieran el mismo método
traductor, encontramos diferencias sutiles (y en un caso diferencias muy
marcadas) en los distintos textos que conforman el corpus. Con este objetivo en
mente fue necesario indagar dos variables, una que podríamos considerar interna
al texto traducido y una más considerada externa a la traducción (aunque no es
externa al conjunto textual que constituye cada edición de On Liberty). El elemento
interno sería el grado de “cercanía” o “lejanía” que demuestra la traducción
respecto de las palabras del texto fuente, mientras que el elemento externo sería
el paratexto que acompaña a cada una de las traducciones.
Como hemos visto en los diferentes cuadros con los datos desglosados por
traductor, los traductores que más tienden a apegarse a las palabras de Mill tanto
por el léxico como por las estructuras sintácticas son CR y PA, el primero en
mucho mayor grado que el segundo, aproximándose al polo de la literalidad. Por
otro lado, GC, JS y LB tienden a escribir de manera más “libre” por distintos
motivos, algunos por cuestiones que podrían ser ideológicas, otros por cuestiones
históricas (antigüedad) y estilísticas.
En cuanto al elemento externo paratextual, en el Cuadro 4.6 presentamos
una descripción de los paratextos que acompañan cada traducción.
129
Cuadro 4.6. Descripción del paratexto de las diferentes versiones castellanas de
On Liberty.
Lorenzo Benito y Endara (Edición: Madrid, Librería de Fernando Fe, 1890):
• Listado de obras del traductor: La administración pública (folleto), Introducción histórico-crítica y notas de jurisprudencia al Código de comercio francés y Lecciones de derecho mercantil.
• Dedicatoria: Al Excmo. Sr. D. Gabriel Rodríguez (defensor de la libertad individual en España).
• Prólogo (2 págs.): Escrito por el mismo Lorenzo Benito en tono de elogio para Mill.
• Notas del traductor (4 en total): Comentarios históricos que ponen en contexto al lector no familiarizado con el contexto histórico y la legislación inglesa del siglo XIX.
Josefa Sainz Pulido (Edición: Buenos Aires, Hispamérica, 1968):
• Nota biográfica de J.S. Mill (3 págs.): Escrita por Antonio Rodríguez Huéscar (catedrático de Filosofía de la Universidad de Puerto Rico).
• Prólogo (10 págs.): Denominado Introducción, por Antonio Rodríguez Huéscar. • El ensayo aparece en el mismo libro junto con otra obra de Mill: El utilitarismo.
Pablo de Azcárate (Edición: Madrid, Alianza Editorial, 1970):
• Prólogo (53 págs.): El ensayo “John Stuart Mill y los fines de la vida” escrito por Isaiah Berlin.
• Notas del traductor (9 en total): Notas en las que se compara cómo otros traductores (Dupont-White en francés y Benito en español) han traducido pasajes problemáticos, y notas que aclaran que extranjerismos de la traducción ya eran extranjerismos en el texto fuente. Más que notas históricas son notas sobre intertextualidad y sobre el proceso de traducción mismo. Incluso en una incluye el pasaje en inglés para que el lector evalúe si la traducción es correcta.
• Contratapa: Breve descripción de la obra y mención del prólogo de Berlin. Gregorio Cantera (Edición: Madrid, Edaf, 2004):
• Prólogo (21 págs.): Escrito por Agustín Izquierdo (Doctor en Filosofía, Universidad Complutense de Madrid).
• Notas del traductor (12 en total): Notas de carácter histórico, aclaratorio y sobre todo biográfico (de los personajes mencionados).
• Contratapa: Breve descripción de la obra y su propósito. Carlos Rodríguez Braun (Edición: Madrid, Tecnos, 2008):
• Prólogo (8 págs.): Titulado “Una defensa liberal de la libertad”, escrito por Manuel Garrido.
130
• Estudio preliminar (45 págs.): Escrito por el traductor, Carlos Rodríguez Braun, abarca la vida y obra de Mill, los objetivos de On Liberty, un análisis del concepto de libertad en el ensayo y una fuerte crítica a los argumentos de Mill. Incluye numerosas citas de economistas, filósofos y politólogos, cuantiosas notas al pie de página (82) e incluso fotografías de la vida moderna con sus respectivos epígrafes, además de una extensa bibliografía.
• Notas del traductor (210 en total): El traductor realiza un detallado trabajo de análisis de la obra de Mill que queda expuesto en las numerosas notas que incluye la traducción. Las notas abarcan todo tipo de cuestiones, desde bibliográficas y de aclaración de terminología, hasta históricas y biográficas; también se discuten pasajes de difícil traducción y compara su trabajo con otras traducciones (en especial la de Dalmacio Negro). Lo más interesante es que entre las notas también encontramos críticas al autor, comentarios que reflejan directamente la opinión del traductor, refutaciones de los argumentos de Mill, así como numerosas objeciones.
• Anexo: “Opiniones de contemporáneos”: Recuento de las reacciones que tuvieron los pensadores contemporáneos de Mill a su obra (también incluye numerosas notas con observaciones de distinta índole, 17 en total).
• Contratapa: Descripción de la obra, de su impacto y del debate que ha generado.
Retomando los dos elementos descritos sobre las traducciones que
integran nuestro corpus –grado de cercanía o lejanía respecto del texto fuente y
descripción del paratexto–, a continuación presentamos los métodos traductores
utilizados en las distintas versiones. Cabe mencionar que estos métodos son un
reflejo bastante fiel sobre las posturas que tienen estos traductores sobre la
traducción e, indirectamente, sobre la lengua.
Versión de Lorenzo Benito (1890): Traducción interpretativa-comunicativa
con orientación a la traducción libre. Es una de las versiones con mayor variación
según nuestros datos y la que mayor libertad exhibe en cuanto a variación
sintáctica y léxica. Se distingue incluso por cambiar algunos actos de habla
[aserciones por preguntas (O-300), convertir oraciones seriadas en listas
numeradas (O-270), etcétera]. Sus amplificaciones y elisiones son numerosas y
algunas llegan al grado de convertirse en “creaciones discursivas”. Hasta cierto
punto es esperable por tratarse de la primera traducción de este texto de Mill, ya
que el traductor carece de antecedentes y la tradición de traducción de Mill apenas
se estaba gestando. El paratexto no ofrece demasiada información salvo que LB
es un entusiasta de la obra de Mill, y quizá por ello busque formas de expresión
131
que, según su criterio, permiten facilitar la recepción de la obra. Por su antigüedad
y sus características podría considerarse una traducción exploratoria y orientada al
lector de la cultura meta interesado en el liberalismo en su tiempo. Según el
concepto de “norma inicial” de Toury, esta traducción está más orientada a la
aceptabilidad para la cultura meta, y el traductor no oculta su visibilidad ni trata al
texto como algo sagrado.
Versión de Josefa Sainz (1968): Traducción interpretativa-comunicativa. Las
libertades que se toma en cuanto a terminología y estructura sintáctica también
son numerosas, y responden en buena medida al antecedente impuesto por
Lorenzo Benito (ver Ejemplo 45). La traducción de Josefa Sainz constituye una
muestra de que la tradición de traducción en torno a Mill ya se está formando. El
paratexto, bastante limitado, no ofrece demasiada información y no permite
suponer que se pretenda cambiar la finalidad del texto fuente. También es una
versión orientada al lector de la cultura meta que sigue la norma inicial de
aceptabilidad.
Ejemplo 45: Influencia de un traductor sobre otro
62
367 M Wherever there is an ascendant class, a large portion of the morality of the country emanates from its class interests, and its feelings of class superiority.
368 CR Dondequiera que exista una clase dominante, una gran parte de la moralidad del país emanará de sus intereses de clase y de sus sentimientos de superioridad de clase.
369 GC Dondequiera que aparezca una clase dominante, gran parte de la moralidad de un país emana de sus intereses como tal clase y de sus sentimientos como clase superior.
370 PA En dondequiera que hay una clase dominante, una gran parte de la moralidad del país emana de sus intereses y de sus sentimientos de clase superior.
371 JS Dondequiera que exista una clase dominante, la moral pública derivará de los intereses de esa clase, así como de sus sentimientos de superioridad.
372 LB En todas partes donde hay una clase dominante, casi toda la moral pública deriva de los intereses de esta clase y de sus sentimientos de superioridad.
Versión de Pablo de Azcárate (1970): Traducción interpretativa-
comunicativa ligeramente orientada a la literalidad, más cerca del polo de la
adecuación en términos de las normas iniciales de Toury. Nuestros datos
muestran una ligera preferencia por mantener las formas etimológicas del texto
fuente al igual que el orden sintáctico, aunque en un grado moderado en
comparación con Carlos Rodríguez. Por otra parte, la edición adquiere un mayor
grado de “academicidad” gracias al prólogo de Berlin y a la presencia de algunas
132
notas al pie, que resultan interesantes no por presentar datos sino por mostrar
parte de la reflexión que exige el proceso traductor y por hacer patente el papel de
la intertextualidad en la traducción de los textos filosóficos.34
Versión de Gregorio Cantera (2004): Traducción interpretativa-comunicativa
con orientación moderada hacia la traducción libre. Este traductor muestra una
tendencia a elegir términos y estructuras sintácticas que pueden alejarse en mayor
o menor medida del término del texto fuente, sin que por ello deje de mantenerse
la función primordial del texto. Por lo tanto, está más orientada hacia el
destinatario de la cultura meta y sigue un criterio de aceptabilidad. El paratexto
relativamente limitado no ofrece información adicional sobre las pretensiones de
esta edición.
Versión de Carlos Rodríguez Braun (2008): Traducción erudita, crítica,
comentada. Metodológicamente resulta la versión más interesante al constituir una
especie de híbrido entre el género ensayo y el género comentario, muy utilizado
en la Antigüedad, especialmente en filosofía. En cuanto a la traducción en sí –
marcadamente academicista– se observa una fuerte preferencia por conservar las
formas léxicas y sintácticas del texto fuente, es decir, muestra una orientación
hacia la literalidad o, siguiendo a Toury, hacia la norma inicial de adecuación para
la cultura de salida. El rico paratexto constituye otra prueba de la orientación
erudita y crítica de la edición, y ofrece pistas sobre las funciones que el traductor –
y tal vez quepa agregar sus mecenas–35 quiere que desempeñe su trabajo entre
los lectores. Podría pensarse que por respetar la palabra del texto fuente, este
traductor también mostraría un fuerte respeto por el pensamiento de su autor; sin
embargo, se muestra fuertemente crítico del pensamiento de Mill. Como declara
en su estudio preliminar y en algunas de sus notas, para Rodríguez el problema
de Mill no era su liberalismo, sino su falta de liberalismo, e incluso llega a
34 Transcribimos la nota de la página 131 a manera de ejemplo: “El texto inglés dice: It really is of importance, not only what men do, but also what manner of men they are that do it. Dupont-White traduce: Ce qui est vraiment important, ce n’est pas seulement ce que font les hommes, mais aussi quels sont les hommes. Y el señor De Benito: “Es realmente de importancia, no solo lo que hacen los hombres, sino también lo que son”. Por tratarse de uno de los rarísimos pasajes oscuros en el libro, ofrecemos al lector los medios de corregir o perfeccionar nuestra propia versión. (N. del T.)” 35 En este caso, la editorial y los organismos liberales a los que pertenece: la red de Historia del Pensamiento Económico, la red Liberal y la red de la History of Economics Society.
133
coquetear con la idea de que Mill era un socialista moderado (“Mill inaugura la
respetabilidad doctrinal del socialismo redistributivo”; p. 29). Así, se encuentran
pasajes críticos en el estudio preliminar,36 las notas37 e incluso en una sección
dedicada especialmente a la crítica de Mill denominada “Opiniones de
contemporáneos” (sobra decir que las opiniones cuestionan los argumentos de
Mill)38. Pero insistimos en que llama la atención que este escepticismo por las
ideas de Mill no se haya reflejado en la redacción de la traducción, al tratarse de la
versión más neutra de las que hemos comparado. Por ende, podemos inferir que
la postura de este traductor sobre la traducción es la de evitar ser el famoso
“traduttore, traditore” o, en términos más actuales, su texto se orienta al texto
fuente y su trabajo es más bien una traducción documental, regido por un principio
de lealtad (Nord, 1992:1-26). Además, el traductor y la traducción son coherentes
en todo momento con el skopos académico que ostenta esta edición.
4.3.3.5 Comentario sobre las posturas ideológicas de los traductores
Aunque en nuestro análisis traductológico no registramos que el uso de
técnicas de traducción, cambios de sentido y cambios estilísticos reflejara un
sesgo constante a favor o en contra del liberalismo a lo largo de la obra, sí
detectamos algunas cuestiones particulares en las que los traductores exhiben
36 Por ejemplo: “Mill, igual que otros liberales, solo aceptó la propiedad privada de capitalistas y trabajadores, y no de los terratenientes, una distinción que probó ser nociva para la libertad…” (p. 34) / “la argumentación de Mill pasa por encima de dos circunstancias que parecen imposibles de separar de la noción de libertad: los derechos no legales y el papel del Gobierno” (p. 39) / “Mill escamotea de entrada, y durante prácticamente todo el libro, el agente que encarna la coacción” (p. 39), etc. (resaltado nuestro) 37 Por ejemplo: Nota 4: “Mill cultivó otra ficción paternalista del progresismo: la de apoyar cualquier revolución si se hace en los países subdesarrollados” (p. 75) / Nota 7: “Cabría objetar que el despotismo político real ha superado con mucho esta inquietud: lo característico del comunismo, por ejemplo, no es que vigile a sus súbditos sino que aniquila todas sus libertades y los asesina en masa” (p. 77) / Nota 9: “Parece obvio que nadie debería ser autorizado a perseguir su propio interés legítimo. El problema es que en el sentido difuso en el que Mill lo plantea caben allí credos religiosos o valores morales que no es evidente que convenga descartar en tanto que prejuicios o supersticiones.” (p. 79), etc. (resaltado nuestro) 38 Por ejemplo: “En una línea similar, denunciando que Mill predicaba en realidad a convencidos…” (p. 249) / “El literato e historiador Thomas Arnold, convertido al catolicismo, aborda aspectos morales y religiosos que a su juicio son distorsionados por Mill.” (p. 253) / “R.W. Church, historiador y clérigo anglicano, subraya las limitaciones de la teoría de Mill y las complicaciones de su principio supuestamente ‘muy sencillo’ de la libertad irrestricta si no hay daño a terceros.” (p. 259), etc. (resaltado nuestro)
134
parte de sus posturas político-ideológicas en momentos concretos de la
traducción.
Sin pretender ser rigurosos podemos decir que Carlos Rodríguez, como
liberal radical que es, muestra en distintos pasajes su rechazo a cualquier forma
de intervención por parte del gobierno, y en su momento se encarga de
representar a esta institución como un enemigo de la gente (B-8, B-18). Destaca
su habilidad para hacer que conviva su reescritura tan “neutra” del texto de Mill
con su postura de liberalismo extremo en la que considera a Mill, más que un
liberal, un socialista (aunque hemos visto las diferencias que existen en el uso de
este término según el contexto histórico).
En el caso de Gonzalo Cantera, es reiterada su intención de enfatizar la
noción de “pueblo”. Ello se nota, por ejemplo, en su traducción repetitiva de
“popular”39 como “del pueblo” (cuando todos los otros traductores optan por
“popular” por ser más neutro o económico), por traducir “people” también como
“pueblo” (incluso en contextos en que quedaría mejor “gente”, como permite ver el
trabajo de sus colegas) y porque, en pasajes ambiguos, siempre opta por
representar positivamente al pueblo. Consistente con esto tenemos la
amplificación que analizamos en el Ejemplo 3, que refleja que el traductor adhiere
a un liberalismo más social y menos individualista que el de Mill, y que, cuando
menos, ha leído a Marx (aunque etiquetarlo de marxista sería muy aventurado,
pues si recordamos su biografía, vemos que tiene formación como filósofo, lo cual
probablemente implica que en algún momento haya tenido contacto con este
autor). Por otro lado, por el pasaje comentado en el Ejemplo 43 y por otros
momentos en capítulos posteriores de la obra, encontramos que este traductor
mitiga todo lo que podría considerarse una ofensa de Mill al cristianismo y a la
religión en general, lo que habla de una postura más pro eclesiástica.
En cuanto a Josefa Sainz, única traductora mujer del grupo de traductores
cuyos textos conforman nuestro corpus, ya hemos comentado el pasaje en el que
puede verse una posible toma de postura a favor del feminismo, o al menos la
39 Léase en inglés.
135
mitigación de una metáfora que representa negativamente a las mujeres (Ejemplo 34), sin que por ello se pueda catalogar su traducción de feminista.
Finalmente, en relación con Pablo de Azcárate y Lorenzo Benito, aunque no
parecen estar tan en contra de la intervención gubernamental en la vida de las
personas como Carlos Rodríguez, sus traducciones producen la sensación de
buscar un cambio en sus gobiernos actuales. Afirmamos esto porque en ciertos
pasajes (B-39, B-50, B-96) donde Mill critica a un agente genérico, cambios sutiles
en las estructuras sintácticas hacen pensar que sus ataques estuvieran dirigidos a
personas concretas (aunque no especificadas, desde luego). Ello podría
explicarse porque ambos traductores estaban disconformes con sus gobiernos,
Benito con la restauración monárquica de finales del siglo XIX y Azcárate con la
dictadura del General Franco (basta recordar que llevó a cabo su traducción en el
exilio). Sin embargo, volvemos al terreno de la especulación, por lo que debemos
detenernos.
136
Conclusiones El objetivo de este trabajo ha sido desarrollar un estudio exploratorio sobre
las diversas posturas que manifiestan los traductores a través de sus traducciones
en un ensayo político-filosófico clásico como es On Liberty. Con este propósito en
mente, construimos un marco teórico para describir sistemáticamente la
traducción, indagamos sobre los vínculos entre traducción y filosofía y entre
traducción e ideología y establecimos unidades de análisis y variables. Estas
herramientas teóricas nos llevaron a estudiar el contexto en el que fueron creadas
las cinco traducciones que conforman nuestro corpus y posteriormente permitieron
la tarea de análisis expuesta en el capítulo anterior.
El marco teórico metodológico se basó principalmente en los Estudios
Descriptivos de la Traducción propuestos por Toury (1995) y las contribuciones de
Hurtado (2004). De Toury retomamos la estrategia global de comparación de
traducciones con una noción de equivalencia hipotética que tiene la ventaja de ser
descriptiva y flexible, mientras que de Hurtado tomamos las unidades básicas de
análisis de la actividad traductora, las técnicas de traducción. La integración de
estos planteamientos nos ha permitido descubrir la concepción implícita de
traducción que orientó las decisiones de los traductores al trasladar On Liberty,
develando con ello algunas de sus posturas sobre la lengua, la traducción y la
cultura meta.
Asimismo, las indagaciones sobre el discurso filosófico, sus géneros y su
relación con la traducción, por un lado nos sensibilizaron sobre los diferentes
factores que debieron considerar los traductores al interpretar a Mill y, por el otro,
nos brindaron nuevas unidades de análisis que nos permitieron leer diversas
posturas a partir de las diferencias detectadas en las distintas traducciones. Así, la
descripción de los rasgos del tipo textual ensayo que presenta On Liberty,
siguiendo el modelo de Heinemann y Viehweger (1991), nos ha permitido
caracterizar de manera sistemática nuestro corpus, ofreciendo claves de tipo
textual y contextual para la lectura del texto de Mill. Además, la noción de
diferencia y diferimiento que Gentzler (1993) aplica a la traducción retomando a
137
Derrida ha sido el soporte para estudiar tanto los cambios de sentido como los
cambios estilísticos que encontramos en el corpus.
Por otra parte, el estudio de la noción de ideología y su relación con la
traducción resultó fundamental para la investigación de las posturas de los
traductores de On Liberty. De particular importancia para comprender las múltiples
formas que tienen de relacionarse discurso e ideología fue el modelo de Van Dijk
(2006). Su concepción amplia de ideología y su forma de describir las marcas
ideológicas en los distintos niveles del discurso resultaron útiles para indagar las
estrategias concretas que aplican los traductores para exhibir ideologías en la
traducción. En este terreno, los planteamientos de Lefevere (1997) nos han
ayudado a entender cómo las condiciones contextuales particulares que rodearon
la producción de las traducciones de On Liberty en las distintas épocas influyeron
en la actividad traductora desde el punto de vista ideológico. Los 143 bloques de texto fuente y sus respectivas traducciones fueron
analizados según variables que surgieron a partir de los distintos planteamientos
teórico-descriptivos sobre la traducción, el ensayo político-filosófico y la ideología.
Los resultados de este análisis permiten arribar a las siguientes conclusiones:
1) En cuanto al método traductor (Hurtado, 2004; cf. 1.4.2 y 4.3.3.4), en nuestro
corpus ha predominado la traducción interpretativa-comunicativa, centrada en la
comprensión y reexpresión del sentido del texto fuente, buscando mantener la
misma finalidad que el original y producir el mismo efecto en el destinatario (con
matices). Ello responde de manera directa al género (ensayo) y al hecho de que
sea un texto filosófico, pues en general la expectativa para estos textos es que sus
traducciones expresen el pensamiento del autor de manera relativamente cercana,
con cierta tolerancia a variaciones formales siempre y cuando permitan la
reexpresión “neutra” del sentido. Cuatro de los traductores han optado por este
método global y solo uno, Carlos Rodríguez, eligió el método filológico o erudito
(aunque también aplica el método interpretativo-comunicativo al momento de
traducir). Sin embargo, cabe remarcar que dentro de la traducción interpretativa-
comunicativa encontramos grados entre dos polos que varían entre la literalidad y
138
la libertad. En el polo de la literalidad encontramos a Carlos Rodríguez, traductor
de la edición erudita y fuerte promotor del liberalismo duro en nuestros días, y a
Pablo de Azcárate, diplomático republicano durante la Guerra Civil española, de
fuerte tradición liberal (nieto de Patricio de Azcárate y sobrino de Gumercindo de
Azcárate, afamados liberales del siglo XIX). En el polo de la traducción más libre
tenemos a Lorenzo Benito, primer traductor de On Liberty, a Josefa Sainz, cuya
traducción está fuertemente influida por la de Lorenzo Benito, y a Gonzalo
Cantera, traductor contemporáneo nuestro. Observamos que el grado de “libertad”
en la traducción de estos tres traductores decrece cronológicamente, pues la
versión con mayor variación sintáctica y léxica, muchas veces con una clara
intención de facilitar la recepción del texto en la cultura meta, está a cargo de
Lorenzo Benito, quien tradujo On Liberty en 1890. Esta intención probablemente
tenga relación con el impulso modernizador que promovió la línea liberal
(krausista) a la que perteneció y a la escasa tradición de traducción que tenían los
textos de Mill en aquella época. Las variaciones léxicas y sintácticas que
encontramos en las dos versiones “libres” posteriores obedecen más a razones
estilísticas que ideológicas.
Sobre la versión filológica vale la pena mencionar que su traductor
seguramente ha basado su decisión de aplicar este método en factores
relacionados con el encargo de la traducción, específicamente con el componente
paratextual de las estrategias editoriales (Willson, 2004), y con cuestiones de
mecenazgo (Lefevere, 1997). A este respecto, cabe mencionar que Carlos
Rodríguez, el traductor que sigue este método, en sus agradecimientos incluye a
la red de Historia del Pensamiento Económico, la red Liberal y la red de la History
of Economics Society, organizaciones político-académicas con un fuerte interés en
la reproducción cuidadosa de las ideas de Mill.
2) Respecto de las técnicas de traducción (Hurtado, 2004; ver 1.4.1, 4.3.1 y
4.3.3.1), habíamos destacado ya que la de uso más preponderante es la
amplificación, con una frecuencia relativa de 40%. Le siguen en términos de
139
frecuencia la elisión (21%), la transposición (13%) y la modulación (9%).40 Un
elemento en común que guardan estas cuatro técnicas es que muestran que las
decisiones de traducción están regidas en buena medida por normas iniciales
(Toury, 1995) orientadas a la cultura de destino, es decir, a la aceptabilidad. En
este caso la explicación también reside en parte en cuestiones del género
discursivo. El ensayo político-filosófico (Lang, 1983) es un discurso entimemático
(Angenot, 1982) y, por lo tanto, argumentativo (Calsamiglia y Tusón, 2004). A
pesar de que las restricciones que impone el género a la traducción por las
expectativas de que se respete la palabra del autor y por su pretensión de
generalidad (Agud, 1993), al tratarse de un discurso argumentativo, cada traductor
tendrá diferentes lecturas y diferentes posturas ante el texto fuente, las cuales
plasmará en su versión. Y aunque los traductores del corpus sin duda tengan el
compromiso de trasladar cuidadosamente la palabra del autor, su traducción
también será una oportunidad de explicar y, en algunos casos, de imponer su
lectura al destinatario de la cultura meta. Es ahí donde se vuelve necesaria la
aplicación de amplificaciones, elisiones, transposiciones y modulaciones. En
algunos casos serán obligadas por cuestiones formales de ambas lenguas, pero
en otras son completa responsabilidad del traductor, y en las diferencias que se
registran en estos casos es donde hemos podido estudiar sus distintas posturas.
Una prueba adicional de que el uso predominante de estas cuatro técnicas
responde en parte al género discursivo aparece al contrastar nuestros datos con
los estudios traductológicos de otros géneros. Por ejemplo, en su investigación
dedicada a la traducción del humor, específicamente a las tiras cómicas de diarios,
Pereuilh (2008) descubre una elevada frecuencia de uso de la técnica conocida
como traducción literal, orientada a la cultura de origen, mientras que en nuestro
corpus su uso es mínimo. En la historieta las restricciones a la traducción son
distintas (intención de provocar gracia, elementos gráficos, etcétera), y por tanto
las normas iniciales y el uso de las técnicas también es diferente. Sin embargo,
para poder generalizar que en los ensayos político-filosóficos predomina el uso de
40 Llama la atención que cuatro técnicas (equivalente al 22% del total) representen el 83% de las aplicaciones de técnicas de traducción, muy cercano a la distribución de Pareto de 80/20.
140
la amplificación, la elisión, la transposición y la modulación, haría falta emprender
estudios más amplios que no solo abarquen la obra de Mill.
3) En relación con el esquivo tema de la ideología, Van Dijk (2006, 2005, 2005b,
1999, 1998) nos recuerda que esta fuerza se logra colar en todos los niveles del
discurso, y nuestro corpus no es la excepción. Desde los estratos “micro”, como la
morfología, el léxico y las estructuras sintácticas superficiales (4.3.2.3), hasta las
estructuras “macro” como los tópicos (4.3.2.2), los esquemas (4.3.2.4), el estilo
(4.3.2.5) y la retórica (4.3.2.6), nuestros traductores han encontrado estrategias
para marcarse o desmarcarse del pensamiento de Mill. Por ejemplo, a través de
mecanismos de enfatización (tematización y topicalización, uso de modalidad
asertiva, amplificación, sobre-explicitación, lexicalización, etc.) y mitigación
(desagentivación, eufemismos, pasivisación, uso de modalidad dubitativa,
implicitación, uso de ambigüedad, lexicalización, nominalización, etc.), los
traductores son capaces de mostrar su adhesión o rechazo a fragmentos
puntuales del pensamiento de Mill. Es así como Carlos Rodríguez hace más
evidente que el resto de sus colegas su rechazo al gobierno, típico de un
liberalismo más radical; o como Josefa Sainz defiende en un momento muy
concreto a sus congéneres mitigando una representación negativa de la mujer; o
como Gonzalo Cantera exalta los conceptos de humanidad y pueblo en cada
oportunidad que tiene a través de estrategias léxicas y sintácticas, llevando a
pensar que tiene una representación más social del liberalismo. No obstante,
debemos reconocer que en la traducción no hemos encontrado una deformación
sistemática a favor o en contra del pensamiento de Mill en ninguno de los
traductores, y que si en algún momento se muestran tendenciosos es en temas
particulares.
Sin embargo, fuera de la traducción propiamente dicha, en el paratexto (en
los niveles de las restricciones contextuales y de los esquemas de discurso según
Van Dijk; cf. 4.3.2.1 y 4.3.2.4), encontramos un caso en el que Mill debe enfrentar
una fuerte resistencia ideológica. Nos referimos a la versión de Carlos Rodríguez,
donde aparece un estudio preliminar, un cuerpo de notas y un anexo que buscan
141
refutar punto por punto los diversos planteamientos del filósofo inglés (ver 4.3.3.4,
particularmente Cuadro 4.6). Hemos señalado que llama la atención que, por un
lado, la traducción de Rodríguez se rija por un principio de lealtad muy fuerte, con
una norma preliminar de adecuación a la cultura de origen, y, por el otro, destroce
la argumentación de Mill, llegando al grado de negar que sea liberal y refiriéndose
a él más bien como un socialista moderado.
4) En cuanto a lo que nos dicen las diferencias y diferimientos (Gentzler, 1993)
sobre las posturas del traductor por medio de los “cambios de sentido” (4.3.3.2) y
los “cambios estilísticos” (4.3.3.3), en primer lugar nos atenemos a lo que nos
dicen los resultados cuantitativos que recabamos a partir del corpus. Respecto de
los “cambios de sentido” (ver Cuadro 4.4), queda claro que predominan los
cambios léxicos (77%) sobre los morfosintácticos (23%), pero más importante es
que encontramos que los cinco traductores aplican estos cambios con alguna
finalidad ideológica en la gran mayoría de los casos (más del 70%). Reconocemos
que no siempre fue sencillo determinar si un cambio era “ideológico” o “no
ideológico”, y que tal vez el método no sea completamente replicable al estudiar
otros textos (queda pendiente elaborar un método confiable para determinar la
orientación ideológica de los enunciados, proyecto acaso utópico). Sin embargo, la
tendencia es tan fuerte que la exclusión de los casos difusos no alteraría el dato
principal que es que la mayoría de los cambios de sentido están motivados
ideológicamente y que la lexicalización es la herramienta más común para reflejar
estos matices ideológicos. En el caso de los “cambios estilísticos” (ver Cuadro 4.5), las frecuencias relativas no se inclinan de manera muy pronunciada en un
sentido o en otro en relación con su naturaleza léxica (57%) o morfosintáctica
(43%), pero lo interesante es que las frecuencias absolutas y su uso ideológico
muestra mayor heterogeneidad entre los distintos traductores. Hay traductores que
se diferencian estilísticamente poco (Rodríguez, Azcárate, Sáinz), y sus cambios
reflejan motivación ideológica cerca de la mitad de las veces (rondan el 50%).
Sucede algo similar con el traductor que se diferencia estilísticamente más a
menudo (50 cambios, 46% ideológicos), pero con Lorenzo Benito, el traductor más
142
antiguo, de las 28 diferenciaciones estilísticas que encontramos solo el 32% era
ideológico. La explicación de esto reside en su sintaxis y vocabulario más
arcaicos, con construcciones que claramente reflejan que su redacción pertenece
a otra época (incluso desde la ortografía). También contribuye a esta tendencia
otro dato biográfico de Benito: su formación como jurista, la cual se refleja en
numerosas adaptaciones del discurso de Mill al lenguaje jurídico del español.
Sin embargo, somos conscientes de que más allá de un resultado
numérico, muchas veces es más importante un cambio de sentido ubicado en un
punto clave del texto que veinte cambios de sentido o estilísticos aplicados a
zonas periféricas de la obra. Aunque presentamos numerosos ejemplos de lo
anterior, el que más llama la atención es el que toca al entimema que subyace el
ensayo de Mill, el “principio del daño”. En el Ejemplo 3, Gonzalo Cantera muestra
una postura más “social” del liberalismo cuando traduce “self-protection” como
“protección del propio género humano” en lugar de “propia protección”
(decididamente una postura más individualista), como el resto de sus colegas. Al
tratarse del argumento principal de la obra, esta diferencia de traducción tiene un
impacto ideológico que puede extenderse a toda la lectura del texto por parte del
destinatario de la cultura meta y, por ende, a sus representaciones mentales.
Por último, a manera de corolario, debemos decir que lo que este estudio
nos ha enseñado sobre teoría de la traducción es que, al momento de hacer
teoría, es sumamente difícil producir generalizaciones que resulten aplicables a un
cuerpo de textos muy extenso. A lo sumo podrán aplicarse a algún subgénero
bastante acotado, pero la mayoría de las veces las generalizaciones deberán
limitarse a hablar de una escuela o autor determinado, en ocasiones restringiendo
las afirmaciones a una época o momento particular. Por lo tanto, los estudios
descriptivos en el campo de la traducción aún son necesarios, y mientras más
precisos sean, más podrán contribuir a la formulación de generalizaciones.
Asimismo, debemos destacar la importancia de no estudiar la traducción
con una visión prescriptiva. El hecho de no ver las diferencias como un error (por
tentador que resulte) abre todo un mundo de posibilidades para comprender cómo
143
un traductor puede manipular la interpretación y matizarla según distintos
intereses. La noción de error implica en cierta forma no ser consciente de lo que
se hace, lo cual, en un estudio descriptivo, queda en segundo plano. Sin embargo,
tampoco se debe llegar al extremo de pensar que toda diferencia es manipulación.
Aquí entramos en las arenas movedizas de lo consciente e inconsciente de la
ideología y del idiolecto de cada traductor, que inevitablemente nos lleva al terreno
de la especulación, por lo cual se lo debe abordar con cautela.
También hemos comprobado que pueden coexistir diferentes paradigmas
en la metodología de investigación y que existe un espacio para los métodos
cuantitativos en los estudios del discurso, lo cual no quiere decir que deban
dejarse de lado los elementos cualitativos que, como en nuestro caso, pueden
cobrar mayor relevancia por el impacto que ejercen. En efecto, ambos tipos de
datos se complementan y ofrecen una visión del fenómeno desde lo material, lo
social y lo individual.
Finalmente, cabe reflexionar sobre la responsabilidad del traductor. Muchos
de nuestros ejemplos de cambio de sentido y aplicación de técnicas de traducción
solo son reconocibles por medio de una ardua labor de contrastación de las
traducciones con el original y entre sí. Sin embargo, estas diferencias serían
imperceptibles para alguien que solo ha leído una sola traducción y desconozca el
original, creando la posibilidad de que el lector genere representaciones
globalmente equivocadas de lo que quiere decir el autor. En ocasiones estos
cambios son producto del influjo no consciente de la ideología sobre el trabajo del
traductor, y en estos casos hay poco que hacer. Pero cuando los cambios de
sentido son resultado del deseo de imponer una postura, especialmente
aprovechando un arsenal de mecanismos sutiles como los que ofrece el discurso,
cabe hacer un llamado a la “ética del traductor”.
144
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