revista veoveo 23

Manuelita y Luis se levantaron muy felices aquel sábado 24 de mayo. Sus padres les habían dicho que ese día irían a hacer un par de visitas importantes, pues estaban muy interesados en que conocieran parte de la historia de nuestro país.

Durante el desayuno preguntaron varias veces a qué lugar irían y

a quién visitarían. Sus padres contestaban: ¡es una sorpresa,

no sean impacientes!En su auto primero fueron al Teleférico de Quito, desde allí observaron lo grande que es la ciudad. Sus padres quisieron llevarles hasta allí para que, desde la cima

del Guagua Pichincha, pudieran ver cómo la

ciudad ha progresado, pero también para recordarles

que tanto la libertad como el progreso fueron conseguidos

con esfuerzo.

Felices con esa vista maravillosa, los papás de Manuelita y Luis emprendieron camino hacia el sur de la ciudad, hasta un punto

desde donde se sube a la Cima de la Libertad.-¿Qué es ese monumento tan grande?, preguntó Luis al llegar y ver una gran estructura de cemento, con un colorido mural. - Este es el Altar de la Patria, el monumento que recuerda la Batalla de Pichincha.

- ¿Qué pasó en la Batalla de Pichincha?, preguntó Manuelita.

- Los soldados del ejército del Mariscal Antonio José de Sucre lucharon contra el ejército de España, para liberarnos y que nos pudiéramos convertir en un país libre. La batalla fue precisamente aquí, donde estamos parados, el 24 de Mayo de 1822, explicó Carlos, el papá

- Es increíble que estemos en este lugar después de 192 años, dijo María Eulalia, la mamá.El paseo resultó un éxito, porque, literalmente fue un viaje al pasado.

Autoría: Paulina Trujillo