el ulises de joyce y la Ópera
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Profesora: Mara de Lourdes PenellaAlumno: Vctor Manuel Banda Monroy
Aproximaciones a las relaciones entre el gnero musical de la pera y el Ulises de James Joyce
Al plantear este trabajo, me asalta una inseguridad extrema. No soy msico ni poseo
el aparato crtico musical para establecer con claridad lo que quiero decir en este trabajo.
Sin embargo, este ha sido el enfoque de Ulises, de los innumerables posibles, que ms me
ha atrado, con base en lo que me ha sugerido la lectura de algunos captulos y mi
experiencia como espectador de varias peras. Una vez confesadas mis limitaciones, paso a
comentar brevemente las relaciones entre pera y Ulises.
Las relaciones entre James Joyce y la msica resultan fciles de establecer y son
parte de los lugares comunes con los cuales se habla de esta magna obra. Joyce tena buena
voz de tenor; Pudo ser cantante profesional. Su primer libro de poemas se llam Chamber
music o sea. Msica de cmara, uno de los gneros fundamentales de la msica. Tanto en
su obra como en su vida la msica, el canto, la pera, el sonido de las palabras, alcanza un
lugar preponderante. Jos Mara Valverde muestra que esta preponderancia por lo auditivo
ocupa mucho del tiempo y los recursos de Joyce:
(...) Joyce era poco visual y muy musical, con una excelente voz de tenor, probada
con xito en conciertos, y literariamente pendiente siempre del odo (...), mientras
que sobre pintura se conservan muy pocas, aunque buenas, observaciones suyas, a
la vez que su sentido ptico de la tipografa y la correccin de pruebas era
desastroso. Incluso, hay quiz siempre cierta torpeza en la descripcin joyceana de
movimientos, desplazamientos y referencias en el espacio: por ejemplo, en el
comienzo de Ulises, quiz sea eso uno de los factores que lo hacen ser el punto
ms dbil y oscuro de todo el libro. (20)
Resulta evidente que la presencia de la pera en Ulises va ms all de las
referencias, de que se haga un comentario acerca de la msica o de que Stephen Dedalus y
Molly Bloom sean cantantes. Considero que uno de los muchos anhelos de Joyce
plasmados en esta novela fue el de traspasar recursos de la msica culta (si se acepta este
trmino altamente cuestionable), de la pera en particular, al texto literario. De este intento
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se derivan varios de los problemas de legibilidad que enfrenta el lector comn, puesto que
un texto lineal, secuencial, caracterstica bsica de lo literario, resulta insuficiente para
contener los recursos posibles de la msica, puesto que su representacin tendra que buscar
formas grficas novedosas. No obstante, Joyce escogi traslapar estos recursos sin romper
con el bsico de un escrito literario: su forma en frases una tras otra, que arman frases y
secuencias hasta terminar.
Enumero a continuacin algunos de estos recursos de la pera que encuentro
traspuestos al discurso literario en Ulises, para desarrollarlos lneas abajo:
Sonoridad
La prdida del sentido lxico en aras de la sonoridad
Repeticin
Contrapunteo de emociones contrarias
Simultaneidad de diversos discursos que se armonizan en un gran discurso
Motivos que se repiten y que ayudan a la unidad de una obra
Sonoridad
La prdida del sentido lxico en aras de la sonoridad
Por supuesto, ninguna traduccin del Ulises puede darnos ni siquiera una leve idea del
impresionante manejo de la sonoridad del lenguaje presente en esta novela. A pesar de que
mi dominio del ingls resulta escaso, si alcanzo a sentir en algunos fragmentos ledos en
internet, esta presencia natural de la sonoridad. Adems, Joyce en muchos de sus momentos
narrativos deja entrever un yo lrico. Este lirismo supone un gusto extremo por la sonoridad
de las palabras. Un gusto por las aliteraciones y las repeticiones de vocablos en busca de
efectos que se escuchan y que forman una masa sonora estimulante para el lector. Esta es
una obvia caracterstica de la msica de la que hay suficientes indicios en Ulises, pero hay
otra que aparece en esta novela y que encontrar su extremo total en Finnegans Wake: la
prdida del sentido de lo que se dice en aras de la sonoridad. Es decir, que la sonoridad se
come al sentido de las palabras. Que no importa tanto lo que se dice como que tenga
sonoridad, pues se espera que esa sensacin musical sea suficiente sentido. En este punto,
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la prosa de Joyce se acerca a la pera y luego se aleja, puesto que palabras que slo tengan
musicalidad y no sentido constituiran una proximidad mayor al discurso musical, al del
solo sentido de la ausencia de palabras. La prdida de sentido entendida como una
bsqueda de compenetracin con otros discursos artsticos ms que como slo una
ilegibilidad sin otra explicacin que el capricho de un escritor.
Repeticin
Contrapunteo de emociones contrarias
En la pera se pueden expresar dos emociones contrarias al mismo tiempo. Lo que
el personaje canta no adquiere una verdad absoluta, puesto que la msica puede
contraponerse totalmente a lo cantado. El personaje puede estar mintiendo y mintindose,
pero el espectador lo sabe porque la msica est diciendo otra cosa, conformando as una
verdad psicolgica mucho ms intensa. Los dos discursos emocionales se amalgaman con
fuerza. A veces se requiere sutileza para darse cuenta de la intencin irnica del
compositor, otras veces ser ms obvia esta contraposicin. Msica y palabras no siempre
van ligadas o hacia el mismo punto. Hay un discurso subterrneo que nos explica otras
emociones no expresadas directamente por los personajes. Ejemplos claros de este tipo de
trabajo en la pera son el Orfeo de Gluck y Cosi fan tute de Wolfgang Amadeus Mozart.
Los personajes expresan una serie de emociones y la msica indica que ellos en realidad
quieren decir otra cosa, algo contrario, y que ellos ignoran de s mismos.
En el Ulises tambin hay esta ambicin de expresin absoluta. El personaje dice
algo, con un discurso pblico, para los otros, para quienes lo escuchan, y dentro de l
resuena otro discurso, invisible para los otros personajes, pero que Joyce ha hecho evidente
para sus lectores espectadores. Las dos expresiones se contrapuntean y conforman una
verdad psicolgica distinta y ms compleja que la del discurso lineal. Por supuesto, a
diferencia de la pera, las distintas versiones de una emocin no pueden darse en el
discurso literario de manera amalgamada o simultnea, sino que deben esperar su turno en
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el discurso lineal. No obstante, Joyce logra una gran aproximacin a este tipo de expresin
con las distintas expresiones de sus personajes conjuntndose en un solo discurso.
Simultaneidad de diversos discursos que se armonizan en un gran discurso
En la msica en general, distintas melodas, distintas tonalidades, timbres, discursos,
ideas y conceptos se establecen en el gran descubrimiento de la msica occidental: la
polifona. Estos distintos sonidos se dan simultneamente. El violn no est tocando lo
mismo que el corno, pero las ideas se complementan y forman un discurso ms amplio y
complejo. esto ocurre tambin en la pera, complementndose con el uso de las voces que
marcan distintas intenciones dramticas dentro de la trama operstica. Incluso varios de los
instrumentos tocan en claves distintas y sus partituras resultan diferentes.
De la misma manera, resulta claro que en Ulises se dan varios discursos, distintos
personajes, distintas emociones, sobreponindose unos a otros, distintas frases,
pensamientos. Dado que no es posible representar esta simultaneidad como lo hace la
msica, con diversas claves, y diferentes niveles para cada instrumento, de tal manera que
en la partitura total s estn claras las partes que se interpretan de manera simultnea, para
el lector poco avisado la sensacin de estos discursos produce una sensacin de
amontonamiento, de ininteligibilidad o incomprensin. Joyce trata de agrupar en un solo
prrafo muchas ideas y conceptos venidos de diversas sensaciones de los personajes y no
tiene las posibilidades que le da la partitura para exponerla. De hecho, tal vez el nico
gnero literario que se acerca a esta simultaneidad es el teatro, con una serie de
experimentaciones en que casi se ha logrado. No extraa mucho puesto que pera y teatro
comparten el que requieren de un escenario para desarrollarse y que pueden desplegar
distintos tonos y personajes en un mismo tiempo.
Si Bajtin analiz la manera en que la diversidad de voces entran en el discurso
literario en la obra narrativa de Dostoyevski, lo que Joyce trabaja como polifona discursiva
en Ulises es la continuacin de esas ideas, pero lo lleva al extremo tanto en el nmero de
voces como en la entrada de distintas formas y estilos del discurso narrativo.
El captulo del Ulises en que esta simultaneidad en los discursos de los personajes,
en sus visiones aparece y casi alcanza las posibilidades de una representacin operstica es
el 10, puesto que una multiplicidad de personajes entra en escena para desarrollar una parte
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que conforma un fresco descrito por Valverde como 19 descripciones de personajes
movindose a travs de Dubln, a lo largo de itinerarios que a veces se cruzan unos con
otros . La forma en que se van sucediendo el Padre Conmee, Corny Kelleherun, el
invlido, las hermanas de Stephen Dedalus, el padre de ste y el mismo Stephen, Blazes
Boylan, Ned Lambert, entre otros, cada uno con sus ocupaciones triviales puede imaginarse
con facilidad como en un escenario en que cada quien entra cantando su parte y se
desvanece, se cruza con otros personajes y vuelve a desaparecer; a veces pareciera que van
a cantar todos juntos, pero se dispersan. Todos podran estar al mismo tiempo en un
escenario operstico. Podran lanzar sus cantos encimndose en franca armona musical a
pesar de las desaveniencias personales, sociales o conceptuales.
Motivos que se repiten y que ayudan a la unidad de una obra
Desde la obertura, una pera ofrece motivos tmbricos, clulas sonoras que se van
desarrollando de distintas maneras en la partitura. Esto no es nuevo para la literatura. El
leit-motiv ha sido usado en mltiples ocasiones. La novela de Joyce tambin marca estas
temas que se repiten una y otra vez, de distintas maneras, uno de los ms evidentes es el de
la infidelidad.
Pero lo que acerca al Ulises a la repeticin de motivos a la manera operstica es la
utilizacin de motivos sonoros, palabras semillas que se repiten en un texto produciendo
otra vez efectos sonoros semejantes a los de una partitura musical. Como lo seala
Jos Mara Valverde en el esquema de captulo por captulo, el 11 utiliza con mayor
conciencia esta reverberacin sonora. En la primera pgina presenta una serie de palabras
que se irn repitiendo a lo largo del captulo:
Bronce junto a Oro, oyendo los herrados cascos, resonando aceradamente.
Impertintn tntntn.
Astillas, sacando astillas de ptrea ua de pulgar, astillas.
Horror! Y Oro se ruboriz ms.
Una ronca nota de pfano sopl.
Sopl. Bloom, flor azul hay en el.
Pelo de oro en pinculo.
Una rosa brincante en sedoso seno de raso, rosa de Castilla.
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Trinado, trinando: Aydolores.
Cu-c! Quin est en el cucudeoro?
Tin clam a Bronce compasiva. (329)
La traduccin intenta conservar las resonancias de varias consonantes: t, n, s
y r; adems, preserva la repeticin de palabras que designan metales: Oro y Bronce. No
se trata de una repeticin temtica, sino de un juego tanto conceptual como sonoro y, por lo
tanto, mucho ms cercano a la msica. Un ejemplo lo da la primera frase despus de la
larga enumeracin: Bronce junto a Oro, la cabeza de la seorita Douce junto a Oro, la
cabeza de la seorita Douce junto a la cabeza de la seorita Kennedy, sobre la cortinilla del
bar del Ormond oyeron los cascos de caballos virreinales pasando, resonante acero. (331)
Seguramente que en espaol ha perdido mucho de su sonido, cuidado al extremo por Joyce,
pero el traductor logra que tengamos una idea de la utilizacin de este recurso, la manera en
que el escritor irlands siembra palabras y consonantes para luego jugar con ellas frase tras
frase de este onceavo captulo.
James Joyce tocaba la guitarra, cantaba, recurri a un ttulo musical para su primer
libro de poemas, pudo ser tenor profesional; prefiri la literatura, pero nunca dej de lado
su impresionante odo. Lo ocup al extremo en su escritura. En Ulises esa pasin auditiva
encuentra todava un asidero de legibilidad; al desbordarse el control del sentido y preferir
el sonido, la musicalidad, las mltiples reverberaciones de las palabras menos lgicas,
Joyce logr la sonoridad extrema de su prosa, pero dej de lado el control de una historia.
Siempre presente en la crtica, todava falta una revisin completa de los recursos y
elementos musicales que el escritor irlands trat de aplicar en la escritura de su obra. El
Ulises recuper recursos de la pera y logr llevarlos al buen puerto de una Itaca donde lo
esperaba una literatura ansiosa de innovaciones.
Obras consultadas
Joyce, James. Ulises. Fbula. Barcelona: Lumen / Tusquets, 1997.
Mordden, Ethan. El esplndido arte de la pera. La msica y los msicos. Mxico: Javier Vergara, 1985.
Profesora: Mara de Lourdes PenellaObras consultadas
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