alimentos funcionales

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Alimentos Funcionales: Aspectos Científicos y Regulatorios _____________________________ << regresar Por: Dra. Olga Patricia García Obregón y Nut. Samantha Villaseñor Mendoza Departamento de Nutrición Kellogg’s América Latina. El énfasis en buscar alimentos que contribuyan a obtener una adecuada salud ha aumentado dramáticamente en todo el mundo. Es bien reconocido que para lograr y mantener una buena salud es necesario comer toda una variedad de alimentos. Una alimentación variada, equilibrada y completa asegura que estamos recibiendo todos los nutrientes esenciales necesarios y en las cantidades recomendadas. Sin embargo, en los últimos años se ha estudiado el efecto en la salud que tienen, no nada más los nutrientes contenidos en los alimentos, sino también sus compuestos químicos. Lo anterior ha dado lugar a un concepto nuevo dentro del área de la nutrición y ciencia de los alimentos: el concepto de los alimentos funcionales. La idea de los alimentos funcionales fue desarrollada por primera vez en Japón durante la década de los 1980’s. A pesar de que el concepto de los alimentos funcionales es relativamente nuevo, sus bases científicas se encuentran en todo el conocimiento adquirido a través de la evolución de la nutrición y la ciencia de los alimentos durante el siglo pasado. Como se mencionó anteriormente, el concepto tradicional de la alimentación toma en cuenta el hecho de tener una alimentación variada para lograr una óptima salud. En los últimos años, la evidencia científica ha demostrado que los alimentos contienen sustancias fisiológicamente activas que, al igual que los nutrientes esenciales, son necesarias para una vida saludable. Estos compuestos químicos han recibido el nombre de nutraceúticos. Tanto los compuestos imprim ir enviar a un amigo

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Que son los Alimentos Funcionales

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Page 1: Alimentos Funcionales

Alimentos Funcionales: Aspectos Científicos y Regulatorios

_____________________________

<< regresar

Por: Dra. Olga Patricia García Obregón y Nut. Samantha Villaseñor Mendoza Departamento de Nutrición Kellogg’s América Latina.

El énfasis en buscar alimentos que contribuyan a obtener una adecuada

salud ha aumentado dramáticamente en todo el mundo.

Es bien reconocido que para lograr y mantener una buena salud es

necesario comer toda una variedad de alimentos. Una alimentación

variada, equilibrada y completa asegura que estamos recibiendo todos

los nutrientes esenciales necesarios y en las cantidades recomendadas.

Sin embargo, en los últimos años se ha estudiado el efecto en la salud

que tienen, no nada más los nutrientes contenidos en los alimentos, sino

también sus compuestos químicos. Lo anterior ha dado lugar a un

concepto nuevo dentro del área de la nutrición y ciencia de los

alimentos: el concepto de los alimentos funcionales. La idea de los

alimentos funcionales fue desarrollada por primera vez en Japón durante

la década de los 1980’s.

A pesar de que el concepto de los alimentos funcionales es

relativamente nuevo, sus bases científicas se encuentran en todo el

conocimiento adquirido a través de la evolución de la nutrición y la

ciencia de los alimentos durante el siglo pasado. Como se mencionó

anteriormente, el concepto tradicional de la alimentación toma en

cuenta el hecho de tener una alimentación variada para lograr una

óptima salud. En los últimos años, la evidencia científica ha demostrado

que los alimentos contienen sustancias fisiológicamente activas que, al

igual que los nutrientes esenciales, son necesarias para una vida

saludable. Estos compuestos químicos han recibido el nombre de

nutraceúticos. Tanto los compuestos químicos como los nutrientes

esenciales y los ingredientes de los alimentos funcionales parecen

complementarse, y juntos logran el efecto deseado de prevención de

enfermedades.

No existe un acuerdo global para definir lo que son los alimentos

imprimirenviar a un amigo

Page 2: Alimentos Funcionales

funcionales y los nutraceúticos. Muchos investigadores y científicos en el

área consideran que es un concepto aún en desarrollo. La realidad es

que todos los alimentos deben considerarse como funcionales ya que

todos tienen el potencial de contribuir para lograr una óptima salud,

aunque algunos quizá más que otros.

Son muchos los factores que han contribuido al creciente interés de los

alimentos funcionales. Uno de ellos es la creciente evidencia acerca del

papel que juegan los factores nutricionales en el mantenimiento de la

salud y prevención de enfermedades. Otro es la relación entre la

alimentación y la ocurrencia de diez de las principales causas de muerte

en el mundo como son la enfermedad del corazón, cáncer y diabetes,

entre otras. Investigaciones científicas han demostrado una y otra vez la

importancia del consumo de frutas, vegetales y cereales integrales para

la prevención de enfermedades crónicas. Por lo tanto, la evidencia

científica ha demostrado que existe una fuerte relación entre los

alimentos que se consumen y la salud del ser humano.

La investigación de los alimentos funcionales y sus componentes va a

durar muchos años y es indispensable que continúe para demostrar su

eficacia en la prevención de enfermedades. De forma paralela, la

comunicación de las declaraciones de salud, de estructura y de función

que se obtengan como consecuencia de estas investigaciones deben de

ser vigiladas por entidades regulatorias para mantener la credibilidad

científica de dichos mensajes. Esto adquirirá mayor importancia

mientras se siga acumulando el conocimiento científico que correlacione

las funciones de los componentes de los alimentos funcionales con la

prevención y tratamiento de enfermedades específicas, es decir, para

lograr y mantener una salud adecuada.

 

Alimentos Funcionales: Aspectos Científicos y Regulatorios

Franco M. Lajolo

Departamento de Alimentos y Nutrición Experimental. Facultad de

Ciencias Farmacéuticas. Universidad de Sao Paulo

Page 3: Alimentos Funcionales

1 Adaptado de la conferencia impartida en el XVII Congreso Latino

Americano de Nutricionistas y Dietistas, Octubre 2002. Caracas.

Los ingredientes funcionales se han dado a conocer como suplementos

alimenticios que contienen sustancias naturales y sintéticas

ANTECEDENTES

Los alimentos tienen distintas funciones tales como satisfacer la

necesidad de hambre, proveer calorías y nutrientes, ser integradores o

desintegradores sociales, producir estímulos psico-fisicoquímicos que

contribuyen a la formación de hábitos y patrones alimentarios. Los

alimentos también contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades

crónico-degenerativas y este posible uso ha sido tema constante en los

eventos de nutrición y alimentación.

Varios hechos justifican tal interés: el reconocimiento de la relación

salud-nutrición-enfermedad, los resultados de las investigaciones

clínicas, los sondeos epidemiológicos, la evolución en los conceptos

relacionados con las recomendaciones nutricionales, los factores

socioeconómicos y epidemiológicos y, además, las perspectivas

industriales.

Evidencias epidemiológicas han asociado, por ejemplo, a la alimentación

asiática, que tiene un alto contenido de vegetales y de soya, con una

menor incidencia de osteoporosis y cáncer de mama en la mujer. La

alimentación mediterránea, con un mayor contenido de frutas y

vegetales, aceite de olivo y carbohidratos, eleva los niveles de colesterol

en sangre, y sin embargo, no se ha relacionado con un mayor número de

muertes por infarto. La alimentación esquimal también tiene un alto

contenido de grasa que no se ha asociado con un mayor número de

muertes por enfermedades cardiovasculares en esta población. Lo

anterior se debe a los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga que

están presentes en el pescado que consumen.

No obstante, estudios antropológicos han comprobado el cambio de la

alimentación durante la evolución del hombre. Por ejemplo, la dieta

urbana occidental ha cambiado de una relación de ácidos grasos n-6/n-3

de 2:1, a una relación 10-20:1.

Page 4: Alimentos Funcionales

A la evidencia epidemiológica se han agregado resultados de

investigaciones bioquímicas y clínicas que demuestran la presencia de

componentes químicos en los alimentos que pudieran tener una acción

biológica importante en el mantenimiento de la salud, además de los

nutrientes ya conocidos. Tales componentes, presentes principalmente

en plantas utilizadas por el hombre durante su evolución, posiblemente

tengan un papel importante en el metabolismo, en órganos y tejidos

específicos y terminen por convertirse en nuevos nutrientes. Al mismo

tiempo, los conceptos relacionados con la determinación de las

necesidades y recomendaciones nutricionales han cambiado. Del

concepto "nutrientes para prevenir o combatir deficiencias nutricionales"

(esencia básica del nutriente) hemos pasado a "nutrientes y otros

compuestos bioactivos para la promoción de la salud" (capacidad de

modulación metabólica con beneficio a la salud). De ahí el aumento en

las recomendaciones de calcio establecidas para la reducción del riesgo

de padecer osteoporosis en el futuro, o de las necesidades de ácido

fólico en mujeres, para reducir el riesgo de defectos del tubo neural

durante el desarrollo del bebé en el embarazo.

La nutrición como ciencia empieza a preocuparse por las funciones

fisiológicas de cada individuo para asegurar el máximo bienestar y

salud, con el mínimo de enfermedades y con el fin de lograr una vida

cada vez más larga.

Lo anterior se ve reflejado en los cambios que se han llevado a cabo en

la información contenida en las etiquetas de los alimentos. De la simple

información nutricional (con referencia al contenido) ha cambiado a "

declaraciones de salud" que asocian al alimento con la reducción del

riesgo de algunas enfermedades específicas. Esto, como veremos, tiene

importantes implicaciones desde un punto de vista normativo, del

consumidor, de la industria y de la investigación.

Por otro lado, en casi todo el mundo la esperanza de vida ha aumentado,

lo que ha generado un aumento en los costos de los servicios de salud,

por una mayor incidencia de enfermedades crónico-degenerativas y por

la necesidad de mantener una calidad de vida satisfactoria en personas

Page 5: Alimentos Funcionales

de edad más avanzada. Actualmente en Japón se utilizan los "Alimentos

para Usos Específicos de Salud" (Foods for Special Health Uses or

FOSHU) en la búsqueda de la prevención de enfermedades.

Así como ocurrió en toda América Latina, la industrialización, la

urbanización, y la globalización de los mercados tuvieron un impacto

importante en los hábitos de alimentación de la población brasileña, y

este impacto tuvo consecuencias en su nutrición. Actualmente existen

simultáneamente problemas de deficiencias y de excesos de nutrientes.

Este fenómeno ha sido llamado "Transición Epidemiológica Nutricional".

El creciente consumo de una alimentación con alto contenido de grasa

saturada, baja en carbohidratos complejos y menos densas en

micronutrientes, combinado con una vida sedentaria, es responsable, en

parte, del aumento en la incidencia de enfermedades como la obesidad,

la hipertensión, los problemas cardiovasculares, la osteoporosis y el

cáncer, las cuales causan discapacidades y aumentan los costos de los

servicios de salud pública.

Existe la necesidad de producir alimentos para la prevención y control

tanto de "deficiencias" como de "excesos" y el concepto de alimentos

funcionales, asociado a las posibilidades de la biotecnología, tiene

mucho que aportar.

El mercado de alimentos especiales y de ingredientes, valorado en 70

mil millones de dólares, atrajo el interés tanto de la industria de

alimentos como de la farmacéutica, las cuales han apoyado el desarrollo

de investigaciones, así como la búsqueda y la comercialización de

nuevos productos destinados a varios segmentos de la población. Estos

segmentos de la población reconocen la importancia de la alimentación

y buscan tener una buena salud, no por medio de medicamentos, sino

por medio de una alimentación saludable, modificada a las necesidades

de la población. Se incluye a personas con alguna enfermedad

diagnosticada, como por ejemplo enfermedad cardiovascular o

colesterol elevado, o personas que intentan mantener una buena salud

(intestinal, por ejemplo), o personas que buscan simplemente "una

mejor calidad de vida".

Page 6: Alimentos Funcionales

ALGUNOS CONCEPTOS

Debido a la novedad y también a intereses específicos, se han generado

diversos nombres para estos nuevos productos que reflejan varias

tendencias. Los más usuales son "alimentos funcionales" o "alimentos

con declaraciones de función o de salud ". Los nombres más adecuados

para los ingredientes activos son: fitoquímicos, compuestos bioactivos y

también nutraceúticos. Los nombres que frecuentemente aparecen en el

mercado como alimentos médicos, alimentos farmacéuticos o

terapéuticos, no son adecuados y no reflejan las tendencias que se

conocen hoy en la mayor parte del mundo. En Japón se habla además de

la "función terciaria de los alimentos": la primaria sería la función

organoléptica, la secundaria nutricional, y la terciaria aquella asociada al

mantenimiento de una salud óptima y a la prevención de enfermedades.

En la práctica, estas funciones son difícilmente separables.

Alimento semejante en apariencia al alimento convencional, que se

consume como parte de una alimentación normal y que es capaz de

producir efectos metabólicos o fisiológicos comprobados, que propician

una buena salud física y mental y/o la reducción de riesgos de

enfermedades crónico-degenerativas, además de sus funciones

nutricionales básicas.

Conceptualizar a los alimentos funcionales es difícil y polémico. No

obstante, es posible adoptar una definición de trabajo que permita la

comunicación y el establecimiento de ideas centrales acerca del tema.

Por lo tanto, alimento funcional puede ser descrito como: " Alimento

semejante en apariencia al alimento convencional, que se consume

como parte de una alimentación normal y que es capaz de producir

efectos metabólicos o fisiológicos comprobados, que propician una

buena salud física y mental y/o la reducción de riesgos de enfermedades

crónico-degenerativas, además de sus funciones nutricionales básicas".

De acuerdo a la definición anterior, un "ingrediente funcional" sería

aquel compuesto responsable de la acción biológica del alimento. Este

compuesto, también llamado "nutraceútico" o "compuesto bioactivo",

aparece en la reciente legislación brasileña como fármaco, no como

Page 7: Alimentos Funcionales

alimento.

Los ingredientes funcionales se han dado a conocer como suplementos

alimenticios que contienen sustancias naturales y sintéticas. Algunos

ingredientes funcionales contienen plantas y sus extractos (productos

herbales), los cuales se derivan de tradiciones asiáticas, como el

ginseng, o indígenas latinoamericanas, como el gragarias.

Considerando los aspectos legales y sociales, se consideran los

alimentos funcionales como aquellos que tienen en la etiqueta una

propiedad, o una declaración de salud o funcional aprobada por un

organismo oficial.

Alimento funcional, más que un grupo de productos, es un concepto.

Puede no ser "funcional" para toda una población, solamente para un

grupo específico cuyas características bioquímicas resulten en una

necesidad de ingestión de un determinado componente. Esto estará

cada vez más cerca de la realidad en la medida en la que se tenga más

conocimiento acerca de la interacción de la alimentación y el perfil

genético de las personas.

Por lo tanto, el alimento funcional puede ser natural, un producto al cual

se le ha adicionado o removido un componente, o cuya biodisponibilidad

haya sido modificada por medio de procesos tecnológicos normales, o

por ingeniería genética.

PROPIEDADES FUNCIONALES Y DE SALUD.

BIOMARCADORES

La idea de modular funciones metabólicas por medio de la alimentación

para observar un impacto en la salud, no es algo nuevo. Sin embargo, el

interés en buscar y explotar más ampliamente tal potencial, así como el

manejo científico y legislativo referente a la descripción de propiedades

en la etiqueta de los alimentos, sí es algo novedoso.

Un buen ejemplo es la modulación de los niveles de colesterol sérico por

Page 8: Alimentos Funcionales

medio de la alimentación. Los ácidos grasos saturados (con excepción

del esteárico) aumentan el colesterol total y el colesterol LDL. Los ácidos

grasos monoinsaturados como el oleico, pueden ser considerados junto

con los poliinsaturados, como el linoleico (n-6) y el linolénico (n-3), como

reductores del colesterol.

Recientemente se descubrieron las distintas vías del metabolismo de

ácidos grasos n-3 y n-6, que llevan a la producción de distintos

eicosanoides (tromboxanos, prostaglandinas, leucotrienos), con distintos

potenciales aterogénicos y trombogénicos. Además, se observó la

capacidad de los ácidos poliinsaturados de cadena larga, como el

eicosapentanoico y docosahexanoico (EPA y DHA, respectivamente), de

disminuir la trigliceridemia después de comer (y en ayuno). Estos hechos

llevaron a la reciente producción de nuevas margarinas, leches y otros

productos adicionados con estos compuestos para ayudar a la reducción

del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Adicionalmente, el ácido linolénico y su derivado el DHA, son

importantes constituyentes de la membrana neuronal y participan en el

desarrollo del sistema nervioso central del feto y del bebe durante la

etapa pre-natal. Este conocimiento científico sirvió de base para el

desarrollo de productos adicionados con DHA para bebés.

En el área de los alimentos lipídicos, cabe mencionar la comercialización

de margarinas adicionadas con derivados del b-sistosterol, como el

fitosterol (muy parecido al colesterol), el cual coprecipita con el

colesterol en el intestino disminuyendo su absorción, lo que contribuye

al control del colesterol sérico.

Los anteriores son ejemplos de modulación metabólica que llevan a la

reducción de parámetros bioquímicos o biomarcadores (como niveles de

colesterol sanguíneo), que a su vez son conocidos como factores o

indicadores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Es así como, gracias a la evidencia científica, es posible establecer una

propiedad (declaración) de salud en la etiqueta con base en la propiedad

fisiológica (funcional) del alimento, lo cual es la esencia de los llamados

Page 9: Alimentos Funcionales

alimentos funcionales.

En el ambiente regulatorio de muchos países, se ha diferenciado la

"propiedad funcional" de un alimento o suplemento de su "propiedad

sobre la salud".

Una "propiedad funcional" se refiere al papel metabólico o fisiológico

general o específico, como por ejemplo capacidad antioxidante,

propiedad de estimular el peristaltismo intestinal, reducción de la

absorción de colesterol, función de inmunomodulador, reducción de

glicemia después de comer, etc. Estas funciones se pueden demostrar

utilizando pruebas sencillas tanto en humanos como en animales y se

refieren frecuentemente al mecanismo de acción de la sustancia.

Por otro lado, una "propiedad (o declaración) sobre la salud" se refiere a

la acción benéfica de un alimento o componente en el mantenimiento de

la salud o la reducción del riesgo de una enfermedad; lo que es más

difícil de establecer científicamente. La demostración en estos casos

requiere de estudios clínicos y epidemiológicos, que son difíciles de

realizar, son frecuentemente de larga duración, complejos y caros,

sobretodo cuando se trata del estudio de enfermedades crónico-

degenerativas con una baja prevalencia.

El desarrollo de alimentos funcionales está asociado con la identificación

y validación científica de biomarcadores de una enfermedad específica.

Así, a partir de la reducción del colesterol, se puede informar que un

alimento puede, en determinadas circunstancias, reducir el riesgo de

enfermedad cardiovascular, ya que el colesterol, principalmente el LDL,

es un reconocido factor de riesgo asociado a esta enfermedad.

Para situaciones como el cáncer, osteoporosis, bienestar físico y mental,

activación del sistema inmunológico, artritis y otras enfermedades, se

buscan actualmente indicadores que puedan ser utilizados para

establecer la asociación alimento-enfermedad y que proporcionen

información y que permitan hacer declaraciones científicamente válidas

para el consumidor.

Page 10: Alimentos Funcionales

COMPUESTOS BIOACTIVOS Y DESARROLLO DE ALIMENTOS

FUNCIONALES

En general los alimentos funcionales tienen uno o más compuestos

"bioactivos" responsables de su acción.

El ácido linolénico conjugado (CLA) es un lípido que está siendo objeto

de investigaciones prometedoras como compuesto bioactivo. En realidad

se trata de un conjunto de isómeros del ácido linolénico, principalmente

los isómeros cis, 11 trans, encontrado en productos lácteos, e inclusive

en la leche humana.

El CLA ha atraído el interés de investigadores y de la industria ya que

investigaciones recientes demuestran que es un lípido capaz de reducir

la proliferación de células cancerígenas colorectales, de mama y de

próstata. El mecanismo parece estar parcialmente asociado a la

activación de factores específicos de transcripción genética. Los datos

epidemiológicos y estudios clínicos son preliminares y todavía no son

suficientes para garantizar el uso de estos compuestos o para que se

hagan declaraciones de salud en los alimentos que los contienen.

Dentro del mismo grupo de los lípidos podemos encontrar a los

diacilglicéridos (DAG) los cuales han sido asociados con un menor riesgo

de enfermedades cardiovasculares y de obesidad. Estos aceites son

diglicéridos (glicerol eterificado con dos moléculas de ácidos grasos),

distintos de los aceites comunes, es decir, los triglicéridos (glicerol

eterificado con tres moléculas de ácidos grasos). Los dos tienen las

mismas propiedades tecnológicas, pero los DAG reducen la

trigliceridemia después de comer y disminuyen las concentraciones de

lípidos sanguíneos, aparentemente por ser metabolizados de diferente

forma. Algunos de estos alimentos ya son comercializados en Japón y en

otros países han sido presentados a las autoridades para su posible

comercialización.

Al igual que los ácidos grasos mencionados, otros compuestos presentes

en forma natural en los alimentos poseen propiedades biológicas

importantes y están siendo investigados intensamente en todo el

Page 11: Alimentos Funcionales

mundo.

Los carotenoides, por ejemplo, pigmentos responsables del color naranja

de los vegetales, contienen un gran número de compuestos, muchos de

los cuales tienen actividad biológica. Algunos, como el b-caroteno, son

pro-vitamina A (se transforman en vitamina A en el organismo). Otros

como el licopeno (del tomate) no son precursores de vitamina A, pero

actúan en el organismo como antioxidantes, es decir, participan en la

eliminación de especies activas de oxígeno (radicales libres) formadas o

no por el metabolismo humano.

Investigaciones recientes sugieren su posible participación en la

prevención o control del cáncer de próstata. Otros como la luteína y la

zeaxantina, carotenoides encontrados en la espinaca, en el brócoli y en

el maíz, se concentran en el ojo, específicamente en la región de la

mancha lútea, y se han asociado con la prevención de la degeneración

macular que ocurre con el envejecimiento.

Los distintos efectos de los carotenoides en el organismo y su posible

acción en la prevención de enfermedades han sido objeto de

investigación en todo el mundo. Estudios prospectivos realizados en

grandes grupos poblacionales han corroborado la correlación entre

productos procesados a base de tomate, el contenido de licopeno en

suero sanguíneo y la reducción del cáncer de próstata.

Otro grupo de compuestos vegetales importantes es el de los

flavonoides. Estos compuestos son sustancias que están presentes en

frutas y vegetales, y son responsables del color rojo, morado y amarillo

de estos alimentos. Al igual que los carotenoides, son activos en grados

variables contra radicales libres, los cuales a su vez pueden estar

asociados a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, cáncer,

envejecimiento y otros padecimientos.

Investigaciones actuales han demostrado su potencial en la prevención y

progresión del cáncer.

El mecanismo de acción de los carotenoides y flavonoides varía. Ambos

actúan como secuestradores de radicales libres en distintos procesos,

Page 12: Alimentos Funcionales

pero pueden tener diferentes mecanismos de acción. Por ejemplo, la

luteína y la zeaxantina están localizadas casi exclusivamente en la

mácula y la protegen al filtrar componentes nocivos. El licopeno es un

secuestrador eficiente de radicales que actúa y se regenera en el

proceso. Distintos flavonoides actúan induciendo o inhibiendo enzimas

como las citocromoxidasas, cicloxigenasas o las lipoxigenasas,

involucradas en los procesos inflamatorios.

Algunos flavonoides actúan también en la apoptosis (muerte celular

programada) y en la angiogénesis. Su función es interesante y puede

explicar la acción antitumoral in vitro de sustancias como el resveratrol,

la catequina y otras. Durante su desarrollo, las células tumorales

producen sustancias que estimulan el desarrollo de vasos, los cuales a

su vez, servirán para alimentarlas. Por lo tanto, las sustancias que

impidan este proceso en sus distintas fases, pueden ser muy útiles para

controlar la multiplicación de las células tumorales.

Otros flavonoides tienen acciones aún más específicas que van más allá

de la acción antioxidante, como es el caso de las isoflavonas de la soya,

principalmente la genisteína y la daidzeína. Estas sustancias tienen una

acción estrogénica débil y funcionan como estrógenos y antiestrógenos.

Algunos receptores celulares de estas hormonas se ligan más

fuertemente a los receptores b, compitiendo con el 17-b-estradiol, por lo

cual se han considerado moduladores de receptores estrogénicos. De

esta forma se mantienen funciones hormonales favorables en el corazón

y los huesos, y se disminuye la acción hormonal en la mama y útero, que

puede ser causa de cáncer. Ensayos clínicos controlados han

demostrado que su acción puede ser eficaz contra algunos síntomas de

la menopausia en la mujer. Sin embargo, la evidencia relacionada con el

efecto protector contra la osteoporosis, varios tipos de cáncer y

enfermedad cardiovascular, son más de naturaleza epidemiológica y se

esperan resultados más seguros de ensayos clínicos controlados que ya

están en proceso en varios países.

La soya ayuda también a controlar el colesterol sérico. Aparentemente,

es la proteína asociada a la isoflavona, y no las isoflavonas aisladas, la

Page 13: Alimentos Funcionales

que disminuye el colesterol cuando se ingiere en cantidad de 25 g/día.

Recientemente, la agencia reguladora de alimentos en Estados Unidos,

Food and Drug Administration (FDA) aprobó una declaración de salud

para productos de soya, relacionada con la reducción del riesgo de

enfermedades cardiovasculares, declaración que se basa en la reducción

del colesterol sérico por la soya en determinadas condiciones.

Adicionalmente, las isoflavonas actúan como antioxidantes en las

partículas del colesterol LDL.

Investigaciones realizadas en animales sugieren que la acción protectora

de la soya contra el cáncer, así como contra enfermedades

cardiovasculares, está asociada al conjunto proteína-isoflavona, cada

una actuando a través de un mecanismo distinto. Al mismo tiempo,

algunas funciones protectoras, como por ejemplo contra el cáncer de

mama, parece que se obtienen solamente con la ingestión constante de

pequeñas cantidades de soya a partir de la adolescencia. Por lo tanto, el

conocimiento de la composición química-estructural de las isoflavonas

es importante y también demuestra lo poco útil de consumir

suplementos de isoflavonas aisladas en dosis muy elevadas (con

excepción quizá, de su función relacionada con los síntomas de la

menopausia o con la osteoporosis).

En las plantas del género Brassica, como la col, el brócoli y la berza,

existen compuestos sulfurados conocidos como glucosinolatos. Por

ejemplo, los sulfurafanos y derivados, como isotiocianatos y

glucosinolatos endólicos, tienen propiedades metabólicas interesantes.

Estos compuestos participan en el hígado en el sistema de detoxificación

al inducir enzimas del sistema de oxidasas mixtas que facilitan la

eliminación o inactivación de sustancias tóxicas y/o carcinogénicas.

Particularmente, el sulfurafano induce a la quinona reductasa, una

importante enzima de la llamada Fase I del metabolismo hepático; otros

son capaces de actuar en la Fase II en los procesos de conjugación al

inducir la acción de enzimas como la glutation-s-transferasa.

Evidencia epidemiológica y estudios con animales han asociado el

consumo regular de estas plantas con la reducción del riesgo de cáncer,

Page 14: Alimentos Funcionales

pero es necesario realizar ensayos clínicos controlados en humanos para

su confirmación. Estudios preliminares realizados en humanos sugieren

que su acción depende del sexo, siendo más eficientes en el hombre.

Otro grupo de sustancias importantes son los oligosacáridos, también

conocidos como prebióticos, siendo los fructooligosacáridos (FOS) los

más conocidos y estudiados. Los prebióticos son sustancias que no son

digeridas en el intestino por la ausencia de las enzimas específicas, pero

son metabolizados por las bacterias intestinales. El producto de este

metabolismo son ácidos orgánicos de cadena corta (acético, propiónico,

butírico) los cuales presentan varias funciones benéficas, tanto locales

como sistémicas. De esta fermentación resulta un ambiente

fisicoquímico benéfico en el intestino que facilita el desarrollo de

bacterias como Lactobacillus y Bífidobacterias. Los ácidos orgánicos

producidos pueden actuar a su vez en el entoricto alterando la apoptosis

celular y en la síntesis del colesterol en el hígado. Se ha acumulado

también evidencia científica del efecto positivo de los oligosacáridos en

el desarrollo y control de la inmunidad a nivel intestinal.

Una acción semejante ocurre con los llamados probióticos, es decir,

microorganismos vivos, como Lactobacillus y Bífidobacterias existentes

básicamente en las leches fermentadas. Cuando estos microorganismos

probióticos (Bífidobacterias o Lactobacillus) se asocian con los

prebióticos constituyen los llamados simbióticos. El propósito es lograr

una acción sinérgica, fortaleciendo al intestino al mismo tiempo con las

bacterias deseables y con el substrato para su fácil desarrollo y óptimo

funcionamiento. El objetivo es que estas bacterias benéficas se opongan

a otras menos deseables como Enterobacterias y Clostridium, y es

esencial que lleguen viables al intestino donde deben multiplicarse. Los

productos con bacterias muertas no tienen el mismo efecto. La ecología

del intestino debe restaurarse con bacterias nuevas, saludables, capaces

de brindar efectos benéficos a la salud.

La biología molecular y la biotecnología serán cada vez más importantes

en el desarrollo de estos productos, tanto en la identificación precisa de

Page 15: Alimentos Funcionales

las bacterias como en el desarrollo de cepas más resistentes y eficaces.

Nuevas cepas bacterianas están siendo desarrolladas y los beneficios

son cada vez más específicos para cada una de ellas. Los beneficios

correspondientes para cada cepa deben ser claramente definidos. Esto

ha tenido impacto en organismos internacionales como la Organización

de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por

sus siglas en inglés), que se preocupan por establecer normas para

estos productos con el objetivo de evitar el uso de declaraciones

generalizadas y no comprobadas. Entre los varios beneficios asociados a

los probióticos referidos en la literatura científica se incluyen: reducción

de los episodios y duración de la diarrea, prevención del inicio de

dermatitis atópica, infecciones urogenitales, infecciones estomacales por

Helicobacter pylori, modulación de la inmunidad y reducción del

colesterol. Sin embargo, estos efectos no son obtenidos con todos los

productos y dependen del tipo de bacteria, de su capacidad de adhesión

al intestino, de su colonización y producción de bacteriocinas, de la

cantidad de bacterias presente, de su resistencia a la acidez estomacal y

también del mantenimiento de estas propiedades durante el

almacenamiento. Por todo esto, es necesario tener controles de calidad

rigurosos e informar correctamente al consumidor para que realice la

elección adecuada.

Los probióticos y prebióticos son un campo importante de investigación

enfocado a descubrir como actúan en la biología del intestino, su

funcionalidad, como interactúan con el sistema linfoide intestinal y

finalmente su acción en la salud.

En el área de los productos lácteos, se está explorando la posibilidad de

utilizar compuestos naturales existentes en la leche materna para el

desarrollo de substitutos de la leche o para otros alimentos, asegurando

que cumplan las mismas funciones que estos compuestos tienen para el

niño (lactante). Varios compuestos de la leche materna como la

lactoferrina (antibacteriana), glicopéptidos (activación de macrófagos),

fosfopéptidos originados por la digestión de la caseína (absorción de

calcio), inmunoglobulinas (IgA) y otros compuestos (inmunidad

Page 16: Alimentos Funcionales

intestinal), así como distintos "factores de crecimiento", ya son utilizados

o están siendo investigados para la elaboración de las leches

"maternizadas". El concepto es interesante ya que se trata de utilizar

compuestos naturales que producen un efecto protector u otros efectos

fisiológicos presentes en la leche materna, para el desarrollo de

productos industrializados.

En este campo, la biotecnología ya ha sido aplicada. Por ejemplo, los

antígenos humanos específicos pueden producir estímulos

inmunológicos en vacas para que el calostro pueda ser fuente de

inmunoglobulinas de interés para el hombre o aún utilizar la leche para

la obtención de proteínas protectoras como la lactoferrina humana. Otro

ejemplo de éxito es la expresión de lactoferrina en el arroz.

Otra área de aplicación para la elaboración de alimentos funcionales

involucra la de los carbohidratos complejos. Algunos alimentos son

digeridos más lentamente por su estructura, por la presencia de almidón

de baja digestibilidad y de almidón resistente, o por la presencia de

fibras. La digestión lenta resulta en una curva glicémica post-prandial

menos pronunciada (alimentos de bajo índice glicémico). Esta reducción

es útil para el mantenimiento de una glicemia baja y más extendida para

diabéticos no insulino-dependientes. Varios productos basados en este

concepto han sido desarrollados en Estados Unidos y le han dado

flexibilidad a la dieta de los diabéticos.

Los carbohidratos complejos no digeribles, constituyentes de la llamada

fracción fibra, tienen también acciones fisiológicas importantes que van

más allá de la acción física de formar volumen, mantener el

peristaltismo y la regularidad intestinal. Dependiendo de su

composición, solubilidad, viscosidad y fermentabilidad en el intestino, las

fibras pueden tener acciones en el control de la glicemia y en los niveles

de colesterol sanguíneo. El mecanismo está asociado a la reducción de

la absorción del colesterol de la dieta, reducción de la reabsorción de

ácidos biliares y aún más a la influencia de ácidos orgánicos producidos

por la fermentación colónica en la síntesis hepática del colesterol.

Recientemente, la FDA aprobó una declaración de salud en las etiquetas

Page 17: Alimentos Funcionales

que asocia la ingestión de fibra o de b-glucano (en cantidades

determinadas) proveniente de la avena y del Psyllium, con la reducción

del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Se ha

demostrado que estas fibras ayudan al control del colesterol sérico,

conocido factor de riesgo para tales enfermedades.

No todas las fibras tienen el mismo efecto fisiológico sobre el colesterol,

la glicemia o la producción de ácidos grasos de cadena corta. Estos

efectos dependen de su composición, de su estructura, de sus

propiedades físicas (solubilidad, viscosidad) y de su fermentabilidad en

el intestino. Esto es importante para asegurar que la información en la

etiqueta del alimento que contiene fibra sea adecuada y sea

científicamente comprobada.

También, el Comité de Nutrición del Instituto de Medicina (NAS) propuso

una definición que divide a la fibra en "natural o intrínseca" y

"adicionada" que incluye otros polisacáridos como gomas y derivados de

algas. Esta definición abre la posibilidad a la industria de desarrollar

productos con propiedades específicas y de hacer declaraciones en la

etiqueta asociadas al polisacárido adicionado.

Es importante mencionar que los estudios epidemiológicos demuestran

una correlación entre alimentos con alto contenido de fibra y la

reducción del riesgo de ciertos tipos de cáncer, pero no entre el cáncer y

algún tipo específico de fibra. A pesar de la evidencia sobre la

importancia de la fibra, ésta puede ser solamente uno de los elementos

que debe estar asociado a otros elementos de la dieta para producir el

efecto visible. Nada substituye a una alimentación equilibrada.

El objetivo es mantener una alimentación variada que incluya productos

vegetales y animales y que aporte todos los nutrientes y distintos

compuestos bioactivos.

La manipulación por medios tecnológicos de un alimento permite, por lo

tanto, alterar el contenido del componente funcional de interés y

desarrollar un producto destinado para una función específica, adecuado

a las necesidades individuales y poblacionales.

Page 18: Alimentos Funcionales

ALIMENTOS FUNCIONALES Y BIOTECNOLOGÍA

La ingeniería genética es una vía muy prometedora para el desarrollo de

alimentos funcionales, lo que ha sido demostrado por diversos ejemplos

concretos.

La alteración de cantidades de macronutrientes y micronutrientes, así

como su biodisponibilidad es ya un hecho, como por ejemplo, la

reducción de la cantidad de grasas saturadas en semillas como soya,

canola y algodón, o por el contrario, el aumento de las cantidades de

ácido oleico o de ácidos grasos de la serie n-3, como el linolénico, que

son nutricionalmente muy importantes. De igual forma, se ha realizado

la introducción de oligofructosacáridos en alimentos como el betabel por

medio de la introducción de genes que codifican enzimas para la síntesis

de fructanos.

El caso del arroz dorado que contiene b-caroteno (pro-vitamina A) ha

sido muy difundido. Actualmente se están adicionando proteínas como la

ferritina y metalotioninas a este arroz para aumentar la cantidad y la

biodisponibilidad del hierro.

Además de las vitaminas y minerales, es posible por medio de la

ingeniería metabólica controlar vías sintéticas para transformar la

cantidad de fitonutrientes o compuestos bioactivos ya mencionados, y

que puedan tener un papel importante en la salud. Un ejemplo es el

tomate, que fue transformado para aumentar su contenido de licopeno y

de flavonoides.

Existen productos aún más diferenciados, como aquellos que podrían

actuar como vacunas. Se trata de expresar antígenos específicos en

frutas y vegetales que se consumen crudos y que al ser ingeridos,

generen inmunidad local y sistémica contra virus y bacterias. Como se

mencionó anteriormente, existe ya la expresión y obtención de proteínas

humanas de la leche, como la lactoferrina y otras como

inmunoglobulinas, con el fin de mejorar las fórmulas infantiles y también

la eliminación de alergenos críticos en alimentos como la soya y el arroz.

Page 19: Alimentos Funcionales

Aspectos regulatorios

Es necesario que los alimentos mencionen en sus etiquetas las

propiedades biológicas o de salud, ya que es de interés del consumidor,

de salud pública y de la propia industria que tales declaraciones sean

verdaderas y permitan al consumidor una elección conciente y eficaz de

acuerdo con sus expectativas. Por lo tanto, es indispensable tener una

serie de normas para regular las declaraciones en etiquetas. En realidad,

se trata de reglamentar la transformación de un resultado científico en

conocimiento público útil para el consumidor.

En el aspecto regulatorio, Brasil está bastante avanzado sobre este tema

en comparación con el Codex Alimentarius y con otros países. La

Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) publicó en Abril de

1999 las normas 16, 17, 18 y 19, que regulan este tema, las cuales han

sido complementadas recientemente con la Resolución 2, de 2002,

referente a los Compuestos Bioactivos (componentes en formas

farmacéuticas).

Las normas se aplican a nuevos alimentos, los cuales se definen como

aquellos que no tienen un consumo tradicional en el país, a todos los

alimentos que tienen declaraciones funcionales o de salud en sus

etiquetas, y a compuestos bioactivos en forma farmacéutica (como

cápsulas con licopeno, flavonoides, etc.). Dichas normas establecen la

obligatoriedad de registro de estos productos, así como la necesidad de

demostrar su eficacia y seguridad con base en investigaciones

científicas. Para el registro de los productos, se debe presentar la

información necesaria ante la ANVISA, incluyendo investigaciones y

literatura científica que amparen las declaraciones de la etiqueta. Esta

información es evaluada por una Comisión Técnica Científica que toma

la decisión de registrar o no el producto.

La seguridad del producto tiene como base los principios y metodologías

del análisis de riesgo. Se permiten declaraciones funcionales y de salud

una vez que son comprobadas. No obstante, son prohibidas las

declaraciones que mencionen prevención de enfermedades crónico-

degenerativas ya que éstas tienen un origen multifactorial y el control

Page 20: Alimentos Funcionales

de solamente un componente, como la dieta, no es realmente suficiente

para su prevención. Para que los consumidores puedan hacer un uso

adecuado de las declaraciones contenidas en las etiquetas de los

alimentos, es indispensable que los principios básicos referentes a la

ética y veracidad de la información sean satisfactorios y que tengan una

base científica sólida.

En Brasil varios productos ya tienen declaraciones funcionales

aprobadas, como por ejemplo la acción de los pre y probióticos en el

equilibrio intestinal y la del prebiótico en la modulación inmunológica, la

función de los ácidos grasos n-3 en la reducción de la trigliceridemia y el

papel de la fibra en la absorción de grasas.

Una legislación adecuada es esencial para la protección de la salud

pública y para estimular el desarrollo tecnológico. En América Latina la

regulación referente a los alimentos funcionales es muy heterogénea y

pocos países tienen normas específicas. Brasil es quizá el país con la

legislación mejor definida relacionada con este tipo de alimentos. Por lo

tanto, la estandarización de conceptos y normas es algo deseable para

toda Latinoamérica.

NECESIDADES Y PERSPECTIVAS

En conclusión, los llamados alimentos funcionales son un prometedor

campo de estudio, importante tanto social como económicamente. Se

trata del desarrollo de un área verdaderamente multidisciplinaria que ha

sido llamada "ciencia de los alimentos funcionales" o de la

"funcionalidad biológica de los alimentos". Involucra cuestiones de

investigación biológica y tecnológica, cuestiones normativas y

cuestiones de comunicación y ética. La biotecnología tiene igualmente

un papel importante en su desarrollo.

Con base en lo anterior, se puede decir que el desarrollo de alimentos

funcionales está asociado con:

• La identificación y caracterización de compuestos activos, de su

Page 21: Alimentos Funcionales

biodisponibilidad y los efectos del procesamiento tecnológico.

• El entendimiento científico de cómo se modulan procesos biológicos

involucrados en la salud.

• El descubrimiento y validación de biomarcadores para ser utilizados en

la evaluación de estos nuevos productos en pruebas clínicas y para

determinar su seguridad.

• La identificación de poblaciones de bajo riesgo y con posibilidades de

ser beneficiados.

El desarrollo de declaraciones de salud comprobadas y validadas

científicamente y que dependen de una legislación adecuada.

Este desarrollo podrá ser acelerado con la aplicación genómica funcional

y de la bioinformática. Datos obtenidos durante el estudio del genoma

humano, como el polimorfismo genético de la metileno-tetrahidro-

folatoreductasa (enzima involucrada en el metabolismo del ácido fólico)

o de distintas apo-proteínas transportadoras de colesterol, permitirán

identificar grupos de bajo o alto riesgo y hacer más precisa la evaluación

de la eficacia, así como el uso del alimento funcional.

Por otro lado, sabemos que los nutrientes y otros compuestos pueden

actuar en varios niveles celulares, desde los procesos genéticos de

transcripción (DNA) y traducción (mRNA), hasta los niveles del control

enzimático de vías metabólicas (proteínas). Técnicas recientes de la

proteómica, de la tecnología de "microarrays" y de la metabolómica,

permiten hoy verificar al mismo tiempo el efecto de un compuesto

químico en la expresión diferencial de millares de genes, de centenas de

proteínas y de intermediarios del metabolismo. Estas técnicas permiten

hacer el "screening" más rápido de posibles compuestos con actividad

biológica y estudiar el efecto individual de nutrientes y otros compuestos

en sistemas que van desde células aisladas hasta el individuo.

En el futuro será posible pasar del uso de biomarcadores únicos al de

biomarcadores múltiples, es decir, estudiar al mismo tiempo a distintos

niveles celulares y moleculares, la multiplicidad de efectos metabólicos

causados por un nutriente o un no nutriente, y sus consecuencias en la

nutrición y salud.

Page 22: Alimentos Funcionales

Finalmente, es muy importante para el desarrollo de los alimentos

funcionales tanto las inversiones que se apliquen en investigación para

validar las declaraciones sobre salud, como el nivel de información, la

comprensión de las declaraciones y la confianza del consumidor para

que realmente se beneficie a la población.