ahc. santiago casas - portada. universidad de navarra · 2008-06-21 · estas pequeñas...

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Intervención política de José Caixal en el Concilio Vaticano I. SANTIAGO CASAS/PAMPLONA En el presente artículo queremos poner de relieve algunos hechos de la actuación "política" de don José Caixal y Estradé 1 , obispo de Urgel, en el Concilio Vaticano I, entendiendo como "actuación política" todo lo que queda al margen de las intervenciones de los padres dentro del aula conciliar y de las respectivas Diputaciones. En otros términos: calificamos de actuación “política” las maniobras extraconciliares llevadas a cabo por los prelados para conseguir algunos de sus personales propósitos o de los del grupo que representaban. Estas maniobras tenían lugar, en su mayor parte, en las casas particulares de los prelados, en algunos alojamientos de obispos (por ejemplo, la conocida Villa Caserta, casa de los redentoristas), en las embajadas, en los domicilios de la nobleza, en la sede de "La Civiltà Cattolica" y en los alojamientos de algunos conocidos periodistas (Veuillot, Acton). Estas pequeñas maquinaciones tenían lugar al margen de las reuniones de los obispos por nacionalidades, o reuniones nacionales, tan características del Concilio Vaticano I. Por lo general, se trataba de intrigas en que participaban representantes de cada grupo episcopal. Se constituían, por así decirlo, 1 José Caixal y Estradé nació en Vilosell (1803) y murió, desterrado, en Roma (1879). Estudió en la Universidad de Cervera, donde también enseñó. Colaboró con San Antonio María Claret en la puesta en marcha de la Librería Religiosa y en la fundación de los Claretianos. Sufrió varios destierros motivados por su postura a favor de los carlistas y por su oposición a los decretos liberales del gobierno. En 1853 fue nombrado obispo de Urgel. Allí puso en marcha el Instituto de la Sagrada Familia de Urgel (1859). Participó en el Concilio Vaticano I. Fue Senador en Cortes por la provincia de Tarragona (1871). En la tercera guerra carlista fue nombrado Vicario General Castrense de las tropas carlistas. Para una mayor profundización en la figura de Caixal, ver: Enciclopedia Espasa-Calpe, Barcelona 1923, X, 471; Dictionnaire d'Histoire et de Géographie ecclésiastique, Paris 1949, XI, 247-248; Diccionario de Historia Eclesiástica de España, Madrid 1972, I, 304-305; F. MESTRE SAURA, El bisbe Josep Caixal i Estradé, en: AST 67/II (1994) 377-396; Diccionari d'història eclesiàstica de Catalunya, Barcelona 1998, I, 380.

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Intervención política de José Caixal en el Concilio Vaticano I.

SANTIAGO CASAS/PAMPLONA

En el presente artículo queremos poner de relieve algunos hechos de laactuación "política" de don José Caixal y Estradé1, obispo de Urgel, en el ConcilioVaticano I, entendiendo como "actuación política" todo lo que queda al margende las intervenciones de los padres dentro del aula conciliar y de las respectivasDiputaciones. En otros términos: calificamos de actuación “política” lasmaniobras extraconciliares llevadas a cabo por los prelados para conseguiralgunos de sus personales propósitos o de los del grupo que representaban.Estas maniobras tenían lugar, en su mayor parte, en las casas particulares de losprelados, en algunos alojamientos de obispos (por ejemplo, la conocida VillaCaserta, casa de los redentoristas), en las embajadas, en los domicilios de lanobleza, en la sede de "La Civiltà Cattolica" y en los alojamientos de algunosconocidos periodistas (Veuillot, Acton).

Estas pequeñas maquinaciones tenían lugar al margen de las reuniones delos obispos por nacionalidades, o reuniones nacionales, tan características delConcilio Vaticano I. Por lo general, se trataba de intrigas en que participabanrepresentantes de cada grupo episcopal. Se constituían, por así decirlo,

1 José Caixal y Estradé nació en Vilosell (1803) y murió, desterrado, en Roma (1879). Estudió en la

Universidad de Cervera, donde también enseñó. Colaboró con San Antonio María Claret en la puesta enmarcha de la Librería Religiosa y en la fundación de los Claretianos. Sufrió varios destierros motivados por supostura a favor de los carlistas y por su oposición a los decretos liberales del gobierno. En 1853 fue nombradoobispo de Urgel. Allí puso en marcha el Instituto de la Sagrada Familia de Urgel (1859). Participó en el ConcilioVaticano I. Fue Senador en Cortes por la provincia de Tarragona (1871). En la tercera guerra carlista fuenombrado Vicario General Castrense de las tropas carlistas. Para una mayor profundización en la figura deCaixal, ver: Enciclopedia Espasa-Calpe, Barcelona 1923, X, 471; Dictionnaire d'Histoire et de Géographieecclésiastique, Paris 1949, XI, 247-248; Diccionario de Historia Eclesiástica de España, Madrid 1972, I, 304-305;F. MESTRE SAURA, El bisbe Josep Caixal i Estradé, en: AST 67/II (1994) 377-396; Diccionari d'històriaeclesiàstica de Catalunya, Barcelona 1998, I, 380.

conciliábulos supranacionales, encaminados a unificar criterios y a lograr launidad de acción necesaria que garantizase el éxito de los objetivos. Tales gruposeran reducidos y en ellos destacaron algunas personalidades aglutinadoras:Manning, Senestrey, Darboy, Schwarzenberg, Dupanloup, por mencionar losmás conocidos. Estos grupos se polarizaron en dos tendencias que lahistoriografía ha denominado la mayoría y la minoría. La división fue propiciadapor la diversa postura en torno a la cuestión de la infalibilidad.

De las controversias que sostuvieron estos grupos, nos centraremos en dosque fueron claves para el posterior desarrollo del Concilio: la elección de lasDiputaciones, y especialmente de la Diputación de la Fe; y la elaboración yposterior distribución de un postulado pidiendo que la cuestión de lainfalibilidad pontificia fuera introducida y estudiada en el Concilio. En estas dosfases decisivas para la suerte del Concilio tuvo una actuación destacada don JoséCaixal y Estradé como representante del grupo español. Además, por pertenecera la mayoría, como todo el episcopado español, su intervención nos permitiráconocer con detalle las maniobras de este grupo. Las diversas iniciativas de lamayoría tienen su correlato en el grupo de la minoría, reagrupado en torno a loque se llamó en su época el Comité Internacional. No obstante, no analizaremoslas reuniones de este otro grupo por caer fuera del ámbito de nuestro estudio.

El episcopado español en el Concilio

La actuación del episcopado español en el Concilio Vaticano I –se dice- dejómucho que desear2. Esta circunstancia admitida pacíficamente por la escasa

2 Uno de los pocos intentos de clarificar las consecuencias de la presencia española en el Concilio ha sido el

artículo de J. MARTÍN TEJEDOR, España y el Concilio Vaticano I, en: HispSac 20 (1967) 99-175. Es el únicoartículo que aborda sistemáticamente y con pretensiones de globalidad las intervenciones de los obisposespañoles en el Concilio. En este artículo su autor concluye: «El balance general de la participación española enel Concilio no puede sustraerse a una cierta impresión de frustración» (Id. 172).

historiografía al respecto, se ha visto agrandada por la falta de atracción que hamotivado este evento conciliar en el estudio de la vida y de las institucioneseclesiásticas del siglo XIX español. No sabemos si este déficit historiográfico esdebido a la precipitada conclusión del Concilio, a la alargada sombra de Trento yposteriormente del Vaticano II, o a la idiosincrasia de la misma época en que sedesarrolla el Vaticano I con una crisis eclesiástica de primera magnitud. Seacomo fuere, lo cierto es que el papel del episcopado español no ha sidodestacado por nadie. Por otra parte, los estudiosos sólo se han fijado en losdiscursos de los padres en el aula conciliar, seguramente porque los archivosdiocesanos y personales de los prelados españoles apenas nos proporcionanalguna referencia válida de su actividad extraconciliar3. Además, lahistoriografía ha sido muy crítica con la mentalidad y con la capacidad teológicay filosófica de los prelados españoles, postura confirmada por los testimoniosdirectos de la época4, aunque parece que esta falta de preparación no fue unaexclusiva de los prelados y teólogos españoles5.

3 «La actuación de España en el Concilio mismo es de una penuria documental verdaderamente

angustiosa. Las numerosas visitas de archivos diocesanos españoles que hemos debido realizar han sido pordemás desalentadoras en este campo. Ningún diario, ni una nota, ni un apunte personal» (Id. 101).

4 Aparte de los comentarios negativos hacia el episcopado español por parte de otros prelados presentes enel Concilio, tantas veces derivados de los prejuicios, encontramos, por ejemplo, unas palabras del auditor de lanunciatura española al nuncio en que se relatan las escasas esperanzas de encontrar algún teólogo apto paraformar parte de las Comisiones preparatorias del Concilio: Yo vuelvo mi vista por todos lados y no hallo sinomedianías arrastradas o sexagenarios, que si en sus buenos tiempos han sido notables por la energía de su alma y el fondode su erudición, hoy han rebajado mucho, bien por su edad, o bien por los males crónicos de que adolecen o bien porque nohan hecho los estudios filosóficos que para las cuestiones de actualidad, son absolutamente indispensables (ASV, ANMadrid, caja 446, Tít. 5, Rúbrica 24).

5 En un votum redactado por el cardenal Barnabó sobre la oportunidad del Concilio se señalaba como unagran dificultad para su convocatoria la falta de teólogos preparados: Finalmente no posso nascordermi una ultimadifficoltà, che potrebbesi derivare dalla presente scarsezza di uomini profondi in sacra teologia ed in sacri canoni, i qualidovrebbero in antecedenza preparare le materie, e quindi essere a disposizione de' vescovi riuniti. Ma questi soggetti nonavrebbero a cercarsi solamente in Italia; si dovrebbero prendere ovunque si trovino. La difficoltà proverebbe troppo; poichèammessa la necessità della convocazione bastarebbe a paralizzarla la deficienza di questi; quasi che Dio, la di cui assistenzaè di fede, non potesse, nè sapesse dirigere gli uomini che si trovono (MANSI 49, 13).

Con todo, pocos han reparado en la actividad ajena al aula conciliar.Cuestiones como la reacción del gobierno español a la convocatoria del Concilioy su posterior seguimiento desde las Cortes, o el papel de los teólogos españolesen las Comisiones preparatorias, o las relaciones entre el episcopado español y laSanta Sede durante el Concilio con motivo del juramento de la Constituciónespañola de 1869, han sido soslayados sistemáticamente. Es probable, por otraparte, que estos asuntos no revistan una importancia fundamental para la vidade la Iglesia española en el siglo XIX aquejada por tantos males y acosada por lasinstituciones civiles. No obstante, si las actividades de los prelados fuera del aulaconciliar, pero en orden a resolver cuestiones que no se podían arreglarmediante la discusión formal ni en las diputaciones, tuvieron una incidenciadirecta en el desarrollo del Concilio; cuanto más cuando algunas estabanalentadas por miembros de las distintas diputaciones, por alguno de loscardenales presidentes del Concilio y por el propio papa Pío IX6.

Respecto a tales maniobras, objeto principal de nuestra investigación, lamayoría de historiadores no considera al episcopado español como un grupoespecialmente activo en las reuniones de pasillo y en las intrigas palaciegas7. Es

6 La actitud de Pío IX frente al Concilio fue cambiando según éste transcurría. En un primer momento se

situó como un espectador que confiaba en el buen hacer de todos y que simplemente seguía de cerca lasdiscusiones y animaba a los participantes. A partir del mes de marzo, se "destacó" poco a poco del grupo de laminoría y de algunos de sus inmediatos colaboradores, a la vez que tomaba algunas decisiones en contra de loscardenales presidentes del consejo. En la última fase del Concilio, creció su protagonismo comandando eldestino del Concilio y guiando la formación de la Pastor Aeternus. En palabras de un padre conciliar miembrode la curia pontifica: Niuno ignorava la parte che prendea per l'andamento del concilio il papa, sebbene avesse dovutomostrarsi sempre indifferente in ogni circostanza per non parere volesse usare una pressione sull'animo de'vescovi (L.PÁSZTOR, Il Concilio Vaticano I: diario di Vincenzo Tizzani [1869-1870], [Päpste und Papsttum, 25], Stuttgart1991, I, 171).

7 Cfr. R. AUBERT, Vatican I, Paris 1964, 104; también, K. SCHATZ, Vaticanum I 1869-1870,(Konziliengeschichte, Reihe A: Darstellungen), Paderborn 1993, II, 51s. Este último autor, aún sin destacar elpapel del episcopado español en su conjunto, admite un relativo protagonismo del grupo hispánico en lasprincipales cuestiones del Concilio y dice cómo este protagonismo no fue mayor debido a la falta de habilidadpolítica y a la falta de confianza de Pío IX en ellos. Puntos, estos dos últimos, que no ejemplifica.

indiscutible que otros grupos usaron con más eficacia y más constancia estemedio colateral, como el episcopado francés, el austríaco o el italiano. Bienporque tenían más representantes en la curia, o una mayor experienciadiplomática; bien porque sus propios gobiernos esperaban con ansiedad elresultado final del Concilio, puesto que eran parte implicada en la configuraciónpolítica de la península itálica. Al carácter poco diplomático que caracterizó alclero profundamente tradicionalista español, se le sumaron los prejuiciosextendidos por Europa que presentaban a los prelados españoles comorepresentantes de la España inquisitorial aliada de los jesuitas. En otro orden decosas, la negativa de los obispos españoles a jurar la Constitución de 1869,incluso contraviniendo la postura de la Santa Sede, parece ser que les hizoperder la confianza de Pío IX y, con ello, una mayor chance en el Concilio8.

A pesar de todo lo anteriormente dicho, el episcopado español constituíaun grupo con el que se tenía que contar aunque sólo fuera por su importancianumérica (cuarenta y cuatro prelados) o por su ascendencia sobre el cleroiberoamericano. Esta importancia, que en algunos momentos fue decisiva, pesómucho también en el ánimo de la minoría que vio en la actuación monolítica delepiscopado hispánico un obstáculo a sus pretensiones. De tal manera estabapresente esta realidad que incluso se le atribuyen algunas actuaciones quedudamos llegaran a realizar9. En buen lógica, el episcopado hispánico no podíaser dejado de lado y esto se puso de manifiesto en la elección de las diputacionesdonde logró mantener una cuota proporcionada a su peso e importancia. En

8 Cfr. J. BÉCKER, Relaciones diplomáticas entre España y la Santa Sede durante el siglo XIX, Madrid 1908,

253ss.; también, V. CÁRCEL ORTÍ, Iglesia y Revolución en España (1868-1874), Pamplona 1979, 207ss.9 Por ejemplo, la minoría creyó que la expresión non autem ex consensu ecclesiae añadida en el último

momento en el texto de la Pastor Aeternus, había sido insertada a instancias de los obispos españoles: Theconsequence was the Definition in its present trenchant form: the sine consensu ecclesiae [sic] was inserted at the instanceof the Spanish Bishops (J. O. JOHNSTON, Life and Letters of Henry Parry Liddon, London 1904, 138s. Citado porV. CONZEMIUS, Römische Briefge vom Konzil, en: ThQ 140 [1960] 442, nota 3).

todas estas negociaciones desarrolló un papel importante don José Caixal yEstradé como representante-portavoz del episcopado español.

La elección de la Diputación de la Fe

Un mes antes del inicio del Concilio (8 de diciembre de 1869) empezaron allegar los padres conciliares a Roma, intercambiándose de inmediato visitas decortesía y estableciendo algunos puntos neurálgicos como centros de reuniones.Muchos padres se reencontraban después de la reunión de 1867 en que seanunció el Concilio. En aquel momento, aunque la cuestión de la infalibilidadestaba ya presente no había alcanzado la virulencia que ahora manifestaba desdela desafortunada carta proveniente de Francia publicada en "La CiviltàCattolica"10 su respuesta por parte de Dupanloup11, y desde la publicación dellibro de Maret12. Por todo ello, las reuniones nacionales empezaron a funcionarcon celeridad y algunos cabecillas comenzaron a moverse buscando apoyos parasacar adelante o evitar la cuestión de la infalibilidad13.

10 Publicada en "La Civiltà Cattolica" el 6 de febrero de 1869, en que preveía que el Concilio duraría poco y

aprobaría en forma positiva toda la doctrina contenida en el Syllabus, definiendo la infalibilidad poraclamación. Texto en CivCatt, serie 7, vol. 5, 351-352.

11 El 11 de noviembre de 1869, a un mes del inicio del Concilio, escribió Observations sur la controversesoulevée relativement à la définition de l'infaillibilité au futur concile (texto en E. CECCONI, Storia del ConcilioEcumenico Vaticano, scritta sui documenti originali, Roma 1878, II/2 continuazione, doc. 263, 1142ss). En esteescrito señalaba la inoportunidad de la definición.

12 Du concile général et de la paix religieuse, 2 vols. (septiembre de 1869), destinado a defender teológicamentee históricamente su punto de vista sobre el galicanismo moderado.

13 Son reveladoras las palabras del obispo Ullathorne, escritas en una carta el seis de diciembre, después deconocer que el papa no se reservaría la elección de las diferentes diputaciones: I am making all inquiries I canabout the qualities of different men of the various nations for the voting (C. BUTLER, The Vatican Council. The StoryTold from inside in Bishop Ullathorne's Letters, London 1930, I, 160); en el mismo sentido: From 10th to 14thconsiderable excitement prevailed among the bishops, who held daily meetings in various private houses, according tonationalities or "languages", for the purpose of drawing up lists of candidates supposed to represent the two great partiesin the Church of Infallibilists or Manningities and Fallibilists or Orleanists… (Carta de Odo Russell del 16 dediciembre de 1869 a Earl of Clarendon, ministro de asuntos exteriores. En N. BLAKISTON, The RomanQuestion. Extracts from the Despatches of Odo Russell from Rome, London 1962, 374).

En todo el desarrollo conciliar, jugaron un papel decisivo las diversasDiputaciones, herederas de las Comisiones preparatorias, que fueron lasencargadas de retocar los esquemas conciliares siguiendo las aportaciones oralesy escritas de los padres conciliares en las congregaciones generales, valorando loque debía ser incluido o rechazado y explicando y defendiendo el resultado finaldel esquema. Estas diputaciones, siguiendo al reglamento del Concilio, debíanestar formadas por veinticuatro obispos elegidos por los padres conciliares. Poreso era importante, cuanto antes, elaborar listas con nombres de padres afinesque garantizaran la correcta orientación de las discusiones conciliares. Estapreocupación era compartida principalmente por la mayoría, por el propio PíoIX, y por los jesuitas que prestaron eficazmente la imprenta de "La Civiltà" paraimprimir algunas de estas listas.

La elección de los miembros de la Diputación de la Fe quedó fijada para elcatorce de diciembre. Esta diputación era la clave del Concilio por los temas quele competían14. Todos los temas dogmáticos dependían de ella, y así un posibleesquema sobre la infalibilidad o sobre otras cuestiones eclesiológicas teníanecesariamente que pasar por sus manos. De esta manera, el que controlara estaDiputación podía dirigir y marcar los ritmos del Concilio. Es decir, el que noestuviera representado en esta Diputación podría usar los frenos, pero ya noestaría sentado al volante15.

La minoría, encabezada por Dupanloup, pasó inmediatamente a la acción.Desde el dos de diciembre mantenía reuniones periódicas con otros

14 Así lo expresa Ullathorne en carta del 14 de diciembre: We are now in the agony of electing the special

deputation de Fide. Everybody feels that on the twenty-four much will depend when the question [la infalibilidad] comeson (BUTLER [nota 13], 167). Butler la fecha incorrectamente el día 16. Cfr. F. J. CWIEKOWSKI, The EnglishBishops and the First Vatican Council, (Bibliothèque de la Revue d’Histoire Ecclésiastique, 52), Louvain 1977,120, nota 1.

15 Cfr. K. SCHATZ, Los concilios ecuménicos. Encrucijadas en la historia de la Iglesia, Madrid 1999, 227.

antiinfalibilistas. El grupo de la mayoría le dio inmediata replica espoleado porManning, que lideraba a los partidarios de la infalibilidad, y secundado porSenestrey, Dechamps, Conrad Martin, Roullet de la Boullerie, que empezaron asu vez a reunirse tratando de elaborar una lista internacional que incluyera aelementos afines de todos los episcopados16. En estos contactos iniciales, ydebido a la premura de las reuniones y al desconocimiento del modo de pensarde algunos prelados, no se pudo "evitar" que en la lista de la mayoría seincluyera el nombre de algún padre poco proclive a la infalibilidad comomonseñor Juan Simor, primado de Hungría. Otro hecho similar fue la presenciade dos antiinfalibilistas en una de las reuniones de la mayoría, debido a que elobispo de Paderborn invitó "por equivocación" a monseñor Greith, obispo deSant Gall, adversario de la definición, el cual después de declinar la oferta envióa la reunión a otros dos antiinfalibilistas17. En sucesivas reuniones se elaboró lalista, llegando a un acuerdo entre todas las partes para guardar laproporcionalidad18. La lista fue puesta en conocimiento de los diversos gruposepiscopales, del mismo modo que se hizo con el postulado de la infalibilidad, ymerced al notable trabajo de difusión y al hecho de presentarse como la lista delos defensores de la causa papal y, también, a que contaba con valiosos teólogos(Dechamps, Gasser, Pie, Zinelli), fue elegida por amplia mayoría19.

16 Ratisbon, Carcessone, Malines, Paderborn and I began meeting in order to watch and to counteract the French and

the German bishops who were united in an International Committee. We met at my rooms, and Ratisbon's andPaderborn's rooms, and finally at the Villa Caserta (MANNING, Reminiscences of the Vatican Council. Citado porE. PURCELL, Life of Cardinal Manning, London 1896, II, 453).

17 Cfr. TH. GRANDERATH, Histoire du concile du Vatican depuis sa première annonce jusqu'à saprorogation d'après les documents authentiques, Bruxelles 1908, II/1, 87. A este hecho parecen referirse laspalabras de Manning: One day the Opposition came and half filled the room. We had to adjourn. In the end we drew upthe postulatum asking that the Definition should be proposed to the Council (PURCELL [nota 16], 453).

18 El número de representantes en la lista de candidatos a la Diputación, era proporcional al número totalde obispos de esa nacionalidad.

19 Fue tan eficiente el trabajo que, aunque se votaban personas concretas y no listas, salieron elegidos todoslos miembros de la lista de la mayoría, hasta tal punto que los mismos promotores no dudaban en hablar de

Caixal como representante del episcopado español en la elaboración de la lista delgrupo de la mayoría para la Diputación de la Fe

Veamos ahora cómo surgió la lista de la mayoría y cómo actuaron Caixal yel episcopado español, siguiendo el relato de uno de los jesuitas de "La Civiltà"20.El padre Franco, en efecto, escribió un diario relatando sus impresiones delConcilio. Aunque el diario es claramente partidista y defensor de los postuladosde la mayoría, una vez expurgado de errores, claramente identificados porGiacomo Martina en su presentación del texto, Franco expone con aciertoalgunos pasos fundamentales del Concilio. Además, el diario de Franco es unafuente primaria de la actuación de Caixal en el Concilio, ya que el obispo deUrgel es uno de los tres protagonistas principales del relato, hecho insólito porlo que respecta al episcopado español. A todo esto, cabe decir que el padreFranco, redactor de "La Civiltà", se había granjeado la amistad de Caixal,siempre afín a los jesuitas, del cual intentaba extraer toda la información quepodía. Esta labor también la realizaron otros religiosos como los redentoristasque se presentaban a los obispos ofreciendo sus servicios teológicos, mas omenos interesadamente. No parece, no obstante que Caixal haya consideradonunca a Franco como su teólogo particular.

El relato se inicia el cuatro de diciembre -dos días después de que sehubiera dado a conocer el reglamento del Concilio y cuatro antes de suapertura-, cuando el padre Franco se encontraba en la puerta de "La CiviltàCattolica", y se le acercó monseñor Mermillod, obispo de Hebrón, pidiéndoleuna lista de obispos españoles y italianos para una reunión en casa de Manning

los votos que había recibido "la lista" antes que de los votos que habían recibido los prelados en particular. Cfr.N. ADAMES, Reise nach Rom zum I. Vatikanischen Konzil: Tagebuch von Bischof Nikolaus Adames 15.November 1869-15. Mai 1870, E. DONCKEL (ed.), Luxemburg 1963, 28, 31.

20 El relato que sigue está basado, en parte, en el testimonio del padre Franco. Cfr. G. G. FRANCO, Appuntistorici sopra il Concilio Vaticano, G. MARTINA (a cura di), Roma 1972, (= MHP 33), 90-94.

que se tendría a las tres de la tarde, a fin de diseñar la lista de candidatos para laDiputación de la Fe. Franco se excusó y remitió a Mermillod al cardenal Corsi,para la lista italiana, y a Caixal para la lista española. Como no encontraron alcardenal Corsi, Mermillod se despidió del padre Franco encargándole queconsultara a Caixal sobre la lista española, mostrándole el esquema de la lista yahecha para la Diputación Teológica y pidiéndole una lista de posiblescandidatos españoles para las restantes diputaciones.

Después del almuerzo, el padre Franco visitó a Caixal, que vivía muy cercade la sede de "La Civiltà"21, y le explicó el asunto. Caixal vio la lista, pero sedisgustó al comprobar que había sido elaborada sin el consentimiento de lareunión española. Después, le pidió a Franco la lista de los obispos italianos y,en vez de darle la lista de los españoles, le dijo que iría en persona a casa deManning para asistir a la reunión. De esta manera, Caixal se erigió,inesperadamente, en interlocutor del grupo español, aprovechando laoportunidad que se le presentaba para hacer acto de presencia en la reunión dela mayoría. Por otro lado, parece claro que estaba ya enterado de losmovimientos que se estaban realizando entre los diversos grupos pues no lesorprende la elaboración de la lista sino el hecho de que no se hubiera tenido encuenta al episcopado español.

El padre Franco escribió a Mermillod una carta en que le remitía la lista delos italianos ("La Civiltà Cattolica" elaboró una lista de candidatos italianos queel padre Franco, antes de la reunión, tenía que hacer confirmar por el cardenalCorsi), y le comunicaba la intención de Caixal de personarse en la reunión para

21 Caixal, al igual que en 1867, estaba alojado en la residencia de los padres jesuitas en vía di Borgo Vecchio,

12. Esta residencia, junto con la de Borgo Nuovo, se encontraba en la llamada "spina dei Borghi", actualmentevía della Conciliazione. En el mes de marzo cambió de residencia.

hablar de los españoles. El padre Franco acudió a la casa de Manning22 paraentregar la carta y, al salir, se encontró con que Caixal entraba. De esteencuentro salió una primera lista en la que figuraban cuatro españoles:Monescillo, obispo de Jaén, Blanco, obispo de Ávila, Gil, arzobispo de Zaragoza,y Lluch, obispo de Salamanca. En la misma reunión quedaron en verse el lunesseis de enero para tratar de las listas de las diputaciones y de la infalibilidad23.Ese mismo día, otro grupo de obispos del ámbito italiano, Gonella, Corsi, deAngelis24, proponía otra lista en la que también aparecían Monescillo y Gil25.

La lista básica sufrió algunas modificaciones en las sucesivas reuniones,motivadas por incompatibilidades de cargos (pertenecer ya a otros órganos delConcilio), por malentendidos, o por buscar una mejor representación del propiopaís. Éste ultimo parece ser el caso del episcopado español si atendemos a unafrase de Caixal que extracta el padre Franco y que parece ajustarse a la realidadde los hechos: Noi accetteremo la lista della maggioranza, ma i vescovi spagnuoli aquesta lista dobbiamo darli noi26. Reacción que cuadra muy bien con el carácter deCaixal y, en general, con la conciencia del peso numérico del episcopadohispánico, como volverá a suceder con el postulado sobre la infalibilidad. Detodas maneras, lo importante era no desperdigar el voto de la mayoría. Así, la

22 Es de destacar que el teólogo particular de Manning, Liberatore, era un jesuita redactor de "La Civiltà",

amigo del padre Franco.23 Mit ihm und H. Manning ausgemacht, daß nächsten Montag um halb 4 Uhr Zusammenkunft der Bischöfe

Manning, Martin, Dechamps, Mermillod, Marilly, Lachat, usw. in der Villa Caserta, um zu beraten: 1) UeberProposition der Päpstlichen Unfehlbarkeit u. 2) Feststellung der zu wählenden Mitglieder in den neuen Commissionen(ADAMES [nota 19], 18).

24 Poco más tarde sería elegido como uno de los cardenales presidentes del Concilio.25 Sobre esta lista y sus autores, vide, M. MACCARRONE, Il Concilio Vaticano I e il «Giornale» di mons.

Arrigoni, (Italia Sacra, 7-8), Padova 1966, I, 172ss.26 Cfr. FRANCO (nota 20), 94s, nº. 28. El diario del padre Franco está dividido en números que facilitan la

localización de los pasajes.

lista final presentada al Concilio, fue una mezcla de la de Manning y de la deGonella, Corsi27, y de Angelis28. Esa lista incluía sólo dos españoles, Gil yMonescillo, que resultaron elegidos, finalmente, por el Concilio.

El lunes día seis, hubo reunión del episcopado español29, urgido por Caixal,para presentar un propuesta más consensuada a la reunión que se tendría enVilla Caserta esa misma tarde. En efecto, el grupo que tradicionalmente harecibido el nombre de infalibilista (esta vez una veintena) se reunió en la VillaCaserta, casa generalicia de los redentoristas, para elaborar la lista de losmiembros de la Diputación de la Fe30. Las cabezas visibles y miembros másactivos de este grupo eran Manning, arzobispo de Westminster; Senestrey,obispo de Ratisbona; Dechamps, arzobispo de Malinas; Martin, obispo dePaderborn; Pie, obispo de Poitiers, y alguno más. En la reunión de Villa Casertano asistió ningún obispo italiano y sólo un español que representaba alepiscopado hispánico. Sobre la identidad de este obispo cabe pensar que fuera elmismo Caixal31 o alguno de los dos prelados españoles que residían de modo

27 Mandai il canonico Ghilardi a prendere voce dal Cardinal Corsi sui soggetti di eleggersi per la Deputazione delle

cose spettanti alla Fede. Il cardinale disse che fra questi sarei stato io pure, e diede una nota litografata in cui io pero nonera. Difatti di varie note che vidi, io non era in alcuna (Diario de monseñor Arrigoni del día 14 de diciembre. EnMACCARRONE, [nota 25], II, 8).

28 Según carta de Mc. Quaid, obispo de Rochester (EEUU), del veintiocho de diciembre, al rector de St.Patricks Cathedral: One of the Italian Cardinals, Archbo Manning and the Jesuits prepare and print a list of theircandidates. The Italian, the Spaniards, South American Spaniards and others vote it. They have the whole thing in theirown hands (H. J. BROWNE, The Letters of Bishop Mc. Quaid from the Vatican Council, en: The CatholicalHistorical Review 41 [1956] 416).

29 Cfr. SAN ANTONIO Mª CLARET, Escritos autobiográficos, Madrid 21981, 466. El cuartel general delepiscopado español estaba situado en el palazzo Gabrielli, residencia del cardenal Moreno, lugar donde todoslos jueves se reunía el episcopado español exceptuando los días de Congregación general.

30 Nachmittags um 31/2 Uhr Versammlung, um über: 1) Unfehlbarkeit des Papstes und 2) Ernennung derCommissionsmitglieder zu berathen. Erschienen ungefähr 20 Bischöfe (ADAMES [nota 19], 20).

31 En la casa general de los redentoristas se conserva una Tabula 126 Patrum Concilii «qui Domum nostrampresentia sua semel vel saepius honoraverunt» ab ipso Rectore Maiore Nic. Mauron exarata (en AG XLIII,I). Aunque lalista no es completa, entre los españoles sólo consta la presencia de Caixal y de Claret. A la lista se adjunta un

habitual en Villa Caserta32. Este prelado español manifestó la postura de sugrupo nacional, diciendo que votaría la lista si se mantenía la proporcionalidaden los nombres del elenco votado33. Después de la reunión del día seis, y vistoque faltaba unanimidad, se acordó que en dos días debían transmitirse lasdiversas propuestas a Manning34.

El jueves día nueve, se reunió el episcopado hispánico35 para escuchar elparecer del representante español en la reunión de la mayoría, y para proponerlos nombres para las siguientes diputaciones. El día doce, Senestrey habíalitografiado la lista oficial de la mayoría y la había distribuido entre susfautores36. Al día siguiente (víspera de la elección de la Diputación), en unareunión tenida por parte del episcopado de lengua inglesa, se informaba de queel episcopado español había aportado una nueva lista. Esta lista se creía queestaba en íntima conexión con el grupo reunido hacía siete días en VillaCaserta37.

número que significa el orden en que fueron apareciendo en Villa Caserta. Caixal tiene el 22 y entre losprimeros números figuran bastantes prelados de los que asistieron a la reunión del día 6. Cfr. A. SAMPERS,Congregatio SS.mi. Redemptoris et Concilium Vaticanum I, an. 1869-1870, en: SHCSR 10 (1962) 446.

32 Payá y Rico, obispo de Cuenca y Monzón y Martin, arzobispo de Granada. Cfr. Id. 436.33 Ein spanischer machte den Antrag, daß der spanisch”e Episkopat alle von der Conferenz vorgerschlagene Namen

annehmen werde, wenn "proportion des nationalités" beobachtet würde (Id. 20). Esta política de pactos se llevó a cabotambién por separado, por ejemplo, con el episcopado de habla inglesa, cómo pone de manifiesto el obispo deBirmingham en una de sus cartas: The Spaniards have proposed to vote for our men, if we will vote for theirs for thespecial deputations. Some contrivance is necessary to get at unanimity. If each nation thus agreed as to its own men, itmust turn them up at last (BUTLER [nota 13], 160).

34 Zuletzt einigte man sich, daß in zwei Tagen jeder seine Vorschläge H. Dr. Manning übergeben solle (ADAMES[nota 19], 20).

35 Cfr. SAN ANTONIO Mª CLARET (nota 29), 466.36 Cfr. MANSI 53, 58-159; También, CWIEKOWSKI (nota 14), 122.37 But the Spaniards had put out a lithograph list, taken up by all the sheep tribe, who follow at a gap. […] Everybody

believes the Spanish list was concocted by and with Manning, Dechamps, Pie, Plantier and Mermillod (BUTLER [nota

Esta lista, atribuida al episcopado español, no creemos que fuera distintade la de la mayoría, sino que seguramente les fue presentada al episcopadoinglés por un prelado español y estos confundieron la parte por el todo.También, pudo ser que a Manning le interesara que se creyera que la lista erapresentada por los prelados españoles, ya que éstos habían pactado con losingleses (entre los cuales se contaban algunos que discrepaban de Manning) yde esta manera era más sencillo asegurarse los votos38. Al igual que, como luegoveremos, con el postulado de la infalibilidad da la impresión de que elepiscopado español era "utilizado" por Manning. De todas maneras, nosmovemos en el campo de la especulación.

Las reuniones, entrevistas, y elaboraciones de listas siguieron, apurando eltiempo, hasta llegar a la congregación en que se votó a los miembros de laDiputación de la Fe39. Para la mayoría de los obispos era evidente que parte deléxito del Concilio dependía directamente de la composición de esta diputación40.La votación tuvo lugar el día 14 de diciembre pero no se supo el resultado hastala siguiente congregación, en que se dio a conocer como "vencedora" la lista de

13], 167); también: Col Manning si mettevano in relazione i centri di riunione meglio animati e notantemente i vescovidella riunione spagnuola (FRANCO [nota 20], 89s, nº. 22).

38 Por lo que comenta Ullathorne, en una de sus cartas (26 de diciembre de 1869) reflejando su estado deánimo después” de esta elección, parece ser que el episcopado español, que había negociado con el inglés,soslayó en la votación a Thomas Grant, obispo de Southwark, candidato presentado por los moderadosingleses: We met, like most of the nations, and proposed our candidate, and with the Archbishop in the chair voted in Dr.Grant. The Archbishop however was returned, thought low in the list, showing he had not a large majority. We simplyput forward our best theologian, but we were late in the field, and the Spaniards and Italians stuck to their Englishcandidate (BUTLER [nota 13], 181).

39 What I told you before I left is even more true than I had anticipated about the need of open ears and a guardedmouth. There has been much excitement and a diplomacy amongst the Fathers about the election of the twenty-four for thespecial deputation on definitions on faith… (Id. 169).

40 También para algunos observadores externos, como manifiesta la expresión de Veuillot al enterarse deque la lista de la mayoría había sido la vencedora: On dit qu'à présent le concile est fait (L. VEUILLOT, Romependant le Concile, Paris 1872, I, 61).

la mayoría, pasando sus integrantes a componer la Diputación de la Fe. Laelección de las restantes diputaciones siguió los mismos cauces (reuniones, listaúnica, proporcionalidad, promoción de la lista), aunque la minoría, vista laexperiencia de esta primera elección, trató de atraerse a los elementosmoderados e intentó unificar sus diversas listas. Por otro lado, en lacomposición de las listas de las restantes Diputaciones los de la mayoríaincluyeron en sus listas algunos nombres de la minoría puesto que la batallaprincipal ya estaba ganada. El resultado de estas votaciones fue la definiciónclara de los grupos y personajes que iban a actuar en el Concilio. Es decir, seestablecía una mayoría y una minoría, unos grupos intermedios y gente que sequedaba al margen, ya por decisión propia ya por su falta de peso. Aunque laexcusa de estas agrupaciones fue la elección de las diputaciones, el puntodecisivo de unión o desunión siempre fue el tema de la infalibilidad.

Los postulados en el Concilio Vaticano I

Como sabemos el Concilio Vaticano I fue el primer concilio que contó conun reglamento conciliar específico. Éste era muy necesario debido a laparticipación masiva de obispos y a fin de que las sesiones y las votacionesdiscurrieran con un cierto orden. La comisión central dirigente recibió el encargode elaborarlo41. En la redacción del reglamento destacaron Karl-Josef Hefele42,obispo de Rottenburg, y Sebastiano Sanguinetti, consultor jesuita. Para laredacción del reglamento se adoptó parcialmente el modo de proceder deTrento y algunos aspectos del Lateranense V (1512-1527)43.El reglamento no

41 Texto en MANSI 49, 1271-1278.42 En el momento del inicio del Concilio, Hefele era profesor de Historia de los Concilios en Tubinga. Su

propuesta global de Reglamento, que no fue aceptada, puede verse en MANSI 49, 531-548.43 En el Lateranense V el papa hizo redactar un proyecto de reglamento que sometió a la aprobación de los

padres en la primera sesión.

estuvo exento de criticas y tuvo que ser modificado a mitad del Concilio puesalgunas de sus disposiciones ralentizaban sobremanera las tareas conciliares.Una de las novedades del Reglamento era la posibilidad de presentar postulados.De hecho, el Vaticano I fue pionero en su uso44. Los postulados eran propuestasde los padres al Concilio en las cuales se proponían temas de debate o serecordaban asuntos que el Concilio no debería pasar por alto. En el postulado setenía que argumentar la necesidad de la propuesta, el objetivo que se perseguíay se debía avalar con firmas de otros padres. El derecho de proposición detemas, asuntos a tratar, orientaciones varias; pertenecía, primaria yformalmente, al papa como cabeza del Concilio. Sin embargo, y debido a que enel horizonte se presentaba la cuestión de la infalibilidad, se recomendó, alelaborar el reglamento, conceder una cierta iniciativa a los obispos. Laposibilidad de presentar postulados era, pues, una puerta abierta para que lospadres pudieran presentar sugerencias de conjunto fuera de las discusiones enel aula conciliar.

De esta forma, la propuesta de debatir la cuestión de la infalibilidad sepodía presentar como una petición del episcopado, sin necesidad de que fuerapedida por el Romano Pontífice, cosa a todas luces desaconsejable vista lanaturaleza del problema y la animosidad de los diferentes grupos episcopales.Así, se decidió que los obispos dirigieran propuestas a una Congregación dePostulados (compuesta de veintiséis miembros), nombrada por el papa, quedeliberaría sobre ellas dando un juicio positivo o negativo y que las presentaríaposteriormente al papa para que decidiera si eran incluidas dentro de lasdiscusiones y de que modo.

La formación de los diversos grupos en torno a la cuestión de la infalibilidad

44 Dentro del Reglamento conciliar, la posibilidad de presentar postulados se puede ver en MANSI 49, 1273.

Paralelamente a la discusión de las listas para las diputaciones, seclarificaban las posiciones de los grupos en torno a la cuestión central delConcilio. Cada grupo contaba y recontaba sus miembros e intentaba ganar a losindecisos45. Tradicionalmente se ha hablado de dos potentes grupos en la luchaen torno a la infalibilidad en el Concilio Vaticano I: la minoría y la mayoría. Laminoría contaría con unos 140 padres sobre 700 y la mayoría con unos 45046. Elresto, aunque partidarios en gran número de la infalibilidad, no manifestaronespecialmente su tendencia o prefirieron mantenerse al margen de estasdiscusiones. Las fuerzas se distribuían de la siguiente manera: los obisposespañoles y latino americanos, con los del sur de Italia, holandeses, belgas,irlandeses, polacos y suizos estaban decididamente por la infalibilidad. Entre losfranceses, treinta y seis se oponían y el resto apoyaban la infalibilidad condiversos grados de adhesión. Cuatro obispos orientales eran contrarios a ladefinición y dieciséis la aceptaban. Siete obispos del norte de Italia estaban encontra. Entre los alemanes y eslavos la gran mayoría rechazaba la infalibilidad(cincuenta y cinco prelados) y apenas una docena la sostenía, si bien, éstosfueron figuras principales en el aula conciliar como activos luchadores en pro dela definición47.

45 Por ejemplo, la información que poseía "La Civiltà Cattolica" era aquélla proporcionada por el padre

Franco, el cual evaluaba la situación a fecha diecisiete de diciembre de esta manera: Di più si dice che lamaggioranza si è costituita per le votazioni avvenire. I vescovi spagnuoli e dell'America spagnuola fanno ogni giovedì laloro riunione presso il cardinale: passano il numero de 100, anche i quattro portoghesi dimandano di essere con loro. Sonouniti e compatti, se i portoghesi non li dividono. […] 42 vescovi si riuniscono presso il cardinale de Bonnechose, tuttifrancesi. Circa 60 presso il cardinale di Napoli, delle due Sicilie, unitissimi. […] Credo che i tedeschi ben pensanti fannocapo presso Mgr. Manning (FRANCO [nota 20], 105, nº. 53).

46 Para ver un elenco de todos los padres conciliares y su alineamiento respecto a la cuestión de lainfalibilidad, SCHATZ (nota 7), 360-392.

47 Esta información elaborada al pasar el tiempo coincidia casi perfectamente con la que tenían losprincipales embajadores acreditados ante la Santa Sede; por ejemplo, el de Inglaterra, Odo Russell, informaba asu gobierno el 8 de diciembre de 1869, con estas palabras: The Roman, Papal, Jesuit or ultramontane party is said tobe composed ot the Italian, Spanish, South American, English, Irish, Belgian and half the French Bishops, whilst the other

Mons. Dupanloup, obispo de Orleans, con algunos franceses (Darboy,Maret), alemanes, húngaros, algún irlandés, inglés y obispos norteamericanos(Kenrick, Vérot) se oponían a la definición (existía entre ellos una gradación deoposición en función de sus motivaciones). Los italianos contrarios seagrupaban entorno a Alejandro Riccardi di Netro, arzobispo de Turin; losfranceses del cardenal Mathieu representaban el puro galicanismo. El cardenalde Bonnechose intentó la reconciliación entre los grupos con la formación de loque se llamó el tercer partido48. Aunque, en realidad el trabajo de reconciliación loejercieron de manera más incisiva los elementos moderados de la mayoría.

Al final, se establecieron tres tendencias bien marcadas, los partidarios dela infalibilidad a toda costa; los contrarios, que consideraban que una definiciónde la infalibilidad era inoportuna (prácticamente ningún obispo ponía en dudadoctrinalmente la infalibilidad); y un tercer grupo que admitía la infalibilidadbajo algunas condiciones49.

El primer grupo que se movió fue el partidario de la definición. Decidieronhacer una gran petición pidiendo que el Concilio estudiara el tema de lainfalibilidad. Esto serviría para sondear al episcopado y en caso de éxito paraconvencer a los dubitativos ya que, aunque la mayoría de los padres deseaba ladefinición, el miedo había ganado el animo de muchos prelados. Algunos por

half led by Dupanloup command the votes of the Austrian, German, North American, Bohemian, Hungarian, andPortuguese Bishops. The oriental are still wawering… (BLAKISTON [nota 13], 370).

48 Sobre este grupo puede verse, R. AUBERT, Documents concernant le Tiers-Parti au concile du Vatican,en: Abhandlungen über Theologie und Kirche, Festschrift K. Adam, Düsseldorf 1952, 241-259.

49 Molti vescovi poi sembravano sparpagliati e senza bandiera. Italiani, americani del Sud, irlandesi, pochi tedeschi,inglesi e spagnoli avevano un centro nascosto nelle varie case dei gesuiti, dai quali ricevevano religiosamente parola diordine. Tutti questi gruppi (e questi centri) a poco a poco diminuirono di numero, riducendosi alla fine i vescovi a tre solicategorie: a quella che desiderava la definizione dogmatica in senso assoluto, a quella che ne dichiarava la inopportunità efinalmente a quella che l'ammetteva sotto varie condizioni (V. TIZZANI, Memorie storiche f. 66rv. Cfr. Ms 1A f.173rv, olim, 135-136. Citado por, PÁSZTOR [nota 6], 29, nota 76).

causa de las catástrofes que predecían los contrarios a la definición, otrosasustados por la hostilidad de sus gobiernos frente a la Iglesia, y otros porqueno entendían el alcance de la cuestión50.

La probable propuesta española

Como ya vimos al hablar de la elección de la Diputación de la Fe, en lareunión de los días cuatro y seis de diciembre en Villa Caserta, al lado de SantaMaría la Mayor, se habló de la infalibilidad entre los presentes51. Es posible quede esas reuniones y de otras posteriores surgiera la idea de elaborar unpostulado dirigido a la Secretaria del Concilio o a la Congregación dePostulados, presionando para que se propusiera la cuestión de la infalibilidad alaula conciliar52. Aunque todos eran conscientes de que ese sería el tema porexcelencia del Concilio, se corría el peligro de no llegar nunca a la tan deseadadiscusión, debido a la inestabilidad política, a la oposición interna al Concilio y,como más tarde se verificó, al retraso de las discusiones.

En este juego entró decididamente el episcopado español que, comoapareció reflejado en el “Boletín eclesiástico del Arzobispado de Granada”,fechado el uno de enero de 1870, resolvió unánimemente, en su primerareunión, apoyar cualquier petición de la infalibilidad y presentar sobre estepunto una propia si otros no lo hacían53. Esto último parece ser que fue lo que

50 Cfr. GRANDERATH (nota 17), 173.51 Cfr. V. TIZZANI, Memorie storiche f. 44v-45v. Cfr. Ms 1A f. 152rv, olim, 93-94. Citado por, PÁSZTOR,

(nota 6), 18, nota 49. También, ADAMES (nota 19),18, 20.52 El mismo Manning no tenía claro que la “mayoría” fuera realmente la mayoría y así se lo manifestó a

Darboy, en un intento de atraérselo, el mismo día 6 de diciembre. Cfr. A. DUVAL, Le journal de M. Darboy auConcile du Vatican (1869-1870), en: RSPhTh 54 (1970) 420.

53 Las resoluciones concretas de la reunión fueron las siguientes: sostener unánimemente todas lasproposiciones presentadas al Concilio, y sobre todo, la definición de la infalibilidad; presentar una proposiciónsobre este último punto, si no fuera presentada por otros; obrar siempre en unión estrecha y absoluta con el

sucedió, quizá llevados por la impaciencia, por el afán de destacar ante los otrosepiscopados o a los ojos de Pío IX, o por los muchos frentes abiertos: como laelección de las diputaciones, los movimientos del grupo de la minoría, laasistencia a las congregaciones, las múltiples reuniones, las visitas de cortesía…De hecho, según el testimonio de Tizzani, arzobispo titular de Nisibi y miembrode la curia pontificia, para mediados de diciembre ya había un postuladosubscrito y promovido por el episcopado hispánico circulando por Roma:Cominciavano intanto i vescovi di varie nazioni ad aggruparsi fra loro. Gli spagnoli,[…] si proposero di sottoscrivere una domanda per far definire la infallibilità del papaqual dogma. Le stesse tendenze mostravano i vescovi dell'America del Sud ed alcunifrancesi, i quali ultimi facean centro col vescovo di Poitiers54. En el mismo sentido semanifiesta el Padre Franco55. Esta iniciativa pudo tener su punto de partida enalguna reunión en Villa Caserta, según consta en la Cronaca, de la casageneralicia de los Redentoristas: Parimente qui ancora si formò dai vescovi spagnuoliil progetto della domanda di priorità56.

Tenemos, pues, testimonios de un primer postulado promovido por elepiscopado español o al menos así creído por varios padres; sin descartar laposibilidad de que se confundiera a los propagadores con el texto propagado,aunque no fuera de su propiedad57. A esta iniciativa pionera se unieron otros

papa. Cfr. F. ALONSO BARCENA, España y la definición del Primado de Roma en el Concilio Vaticano, en:RET 3/II (1943) 156.

54 Cfr. PÁSZTOR (nota 6), 28.55 Hablando de las peticiones de la infalibilidad, escribe en su diario entre el 14 y el 17 de diciembre: I

vescovi spagnuoli volevano farla essi, uno corde, o quasi (FRANCO [nota 20], 81, nº. 14).56 Cfr. Cronaca della Casa Generalizia I. 107. Citado por SAMPERS (nota 31), 438, nota 121.57 …Nel giorno 12 dicembre mi si presentò il p. Haringer [teólogo de Tizzani] con aria divota e mi pregò a

sottoscrivere una domanda che tutti i vescovi avrebbero fatta per ottenere la dogmatica definizione della infallibilitàpapale. Quella sottoscrizione promovevasi, al dir del p. Haringer, dai vescovi spagnoli (PÁSZTOR [nota 6], 29, nota 77).

grupos episcopales58, que se movían entre los que sólo pedían que lainfalibilidad fuera tratada en el Concilio y los que proponían ya fórmulasconcretas. Algunas de estas fórmulas eran especialmente severas o estrictas locual llevó a algunos obispos españoles a advertir que ellos admitían lainfalibilidad del papa, pero a condición de que se pronunciara en comunión conla fe de la Iglesia59 Estos postulados eran llevados y traídos ya por los propiosprelados, que visitaban a los posibles firmantes, ya por los teólogos,especialmente, aquellos pertenecientes a la Compañía de Jesús.

La unión de las fuerzas infalibilistas

La rápida proliferación de estas propuestas entre los prelados obligó aManning a reconducir la cuestión para concentrar las fuerzas. Así, en unareunión tenida el día veintitrés de diciembre en Villa Caserta60, Manningconvocó a algunos infalibilistas, con los cuales ya había colaborado en laoperación electoral de la Diputación de la Fe, y decidió redactar un texto nuevopostulando la infalibilidad. A tal efecto, Meurin, jesuita francés, vicarioapostólico de Bombay, recibió el encargo61 de fundir en un único texto algunosproyectos ya existentes62. El día veintiocho de diciembre, en casa de Martin,

58 En carta de Acton a Döllinger del 14/15 de enero de 1870, Acton remarca como los españoles y los

italianos querían hacer sus propias peticiones, hecho que disgustó a Manning. Cfr. CWIEKOWSKI (nota 14),136.

59 Cfr. AAÉP (Archives du Ministère des Affaires étrangères de Paris), Rome, 1045, f. 124. Citado porAUBERT (nota 7), 147.

60 Según testimonio de monseñor Senestrey, que estuvo en el encuentro, en esta reunión no participóningún obispo español. Cfr. Coll.Lac., VII, 1696.

61 Cfr. ADAMES (nota 19), 26.62 Il P. Rho [teólogo de monseñor Martin, obispo de Paderborn] mi dice che le petizioni per la definizione

dell’infallibilità pontificia saranno composte da più riunioni, e vi si porteranno differenti motivi in ciascuna, in modo cheriunite formino un corpo di motivi compiuto e formidabile (FRANCO [nota 20], 113, nº. 169). Granderath en suhistoria del Concilio afirma que en la reunión del día 23 ya existían dos textos que se imprimieron y fueron

obispo de Paderborn, el grupo aprobó el documento redactado63. Con fechatreinta de diciembre, se escribió una carta de invitación a los obispos para quefirmaran la petición de la infalibilidad64. La carta, en un inicio, recomendaba quese guardara silencio sobre la petición aunque después se quitó esa cláusula65.

Firmaban esta carta unos quince prelados, entre ellos Caixal66. Eran los quese significaban -algunos rechazaron hacerlo para no ser identificados conManning67- y avalaban de alguna manera aquel postulado. Manning no firmó lacarta de apoyo al postulado (sí el postulado) porque era miembro de laCongregación de Postulados68, aunque esto no le supuso ningún escrúpulo paradesde allí facilitar el éxito de la petición69. A la carta se adjuntaba el postuladopropiamente dicho, en que se enumeraban una serie de razones en pro de lainfalibilidad y se argumentaba la necesidad de su definición. Este postuladoestaba fechado el tres de enero de 1870 y también estaba firmado por Caixal70 ycincuenta y nueve padres más71.

distribuidos entre los participantes los cuales el día 28 debían dar su opinión. Cfr. GRANDERATH (nota 17),174.

63 Cfr. MACCARRONE (nota 25), 203.64 Texto en MANSI 51, 644-645.65 Cfr. GRANDERATH (nota 17), 175.66 Granderath en su historia da a entender que algunos de esos nombres fueron puestos sin preguntar a los

interesados. Esto podría explicar el hecho de que dos se bajaran de la lista (el obispo de Seckau y el deEmerland). Cfr. Id. 175.

67 Cfr. COLET, Souvenirs du Concile du Vatican, cap. VI. Citado por MACCARRONE (nota 25), 203.68 Al igual que Manning eran miembros de dicha Congregación numerosos prelados que participaron en la

elaboración del Postulado, tales como Martin, De Angelis, Corsi, Dechamps y otros.69 Así, en las actas oficiales de la Congregación de Postulados, consta el siguiente texto: Si aggiungano i nomi

del Padre generale di Ara Coeli, e degli Agostiniani Scalzi; Ego fidem facio. Henrico Eduardo arcivescovi di Westwinster(MANSI 51, 657, nota 2). En el mismo sentido MANSI 51, 656, nota 2.

70 Texto en MANSI 51, 645-646.71 Entre estos padres sólo hay dos españoles más: García y Gil, y Monescillo y Viso.

En los días siguientes, había que distribuir el postulado entre los preladospara conseguir su apoyo. Mientras, en el cuartel general se esperaban la llegadade las respuestas72. Esto se hizo acudiendo a las reuniones nacionales, en el casode los episcopados compactos y acordes con la postura infalibilista, o yendo unopor uno a los indecisos o indiferentes73. A los obispos contrarios a la infalibilidadse les dejó aparte74. Al episcopado español y belga les fue presentado elpostulado por monseñor Adames75, que desde el día dos de enero había tomadola batuta en la difusión del postulado76. En un primer momento, nuevamente, elepiscopado hispánico pensó hacer un postulado por su cuenta77, pero finalmente-quizá convencidos de la importancia de no disgregar las fuerzas- firmó enbloque, prescindiendo de su anterior postulado78.

72 I remember [cuenta Manning] our anxiety while the signatures were coming in, hindered and delayed by intrigue

and misrepresentation (PURCELL [nota 16], 453).73 Si è dunque disteso un progetto di definizione, e con questo un invito a presentarlo alla congregazione delle

petizioni, corredato di ragioni, e si manda in giro, prima ai più sicuri e poi agli altri che aspettano l'esempio altrui, e poi simanderà a tutti (FRANCO [nota 20], 147, nº. 181).

74 It was decided that this petition should be sent with a circular letter to all the bishops, omitting only those whoseknown opposition made it a duty of delicacy and of respect not even to seem to obtrude upon them (H. E. MANNING,The True Story of the Vatican Council, London 1877, 115s.).

75 Beim bischof von Regensburg habe ich die Gesuche und die Deklaration der päpstlichen Unfehlbarkeitübernommen, den belgischen und spanischen Bischöfen übergeben (ADAMES [nota 19], 30).

76 Id.77 Diario del padre Franco del cinco de enero: Gli spagnuoli e con essi gli Americani del Sud non si contentano di

questa petizione e ne vogliono fare una più ampia e più vigorosa. Sembra anche che non si vogliono, per decoro dellanazione, che mai non fu tocca dal gallicanismo, fare da sé (FRANCO [nota 20], 153, nº. 181).

78 Hispani Episcopi, omissa propia et ampliore definiendae infallibilitatis propositione, communi nomina dediderunt(Diario de monseñor Senestrey, en Coll.Lac., VII, 930); también, en el diario del padre Franco, a fecha 17 deenero: Si dice che le firme apposte alla petizione per la infallibilità pontificia salgano già a 480 in circa. Gli spagnuolisembrano decisi di sottoscriveri anch'essi, avendo smessa l'idea di farne una speciale (FRANCO [nota 20], 166, nº. 233).De hecho, por la posición que ocupan el grupo de firmas de padres conciliares españoles en las actas delMANSI, se puede colegir que el episcopado español fue uno de los últimos en firmar (a punto de concluirenero).

Desde que empezó a correr el postulado hasta que se entregó en laCongregación de Postulados transcurrió aproximadamente un mes. El grupopromotor recababa informaciones acerca del número de firmantes con el fin dellegar a una sólida cifra que permitiera entregar un documentoconvenientemente avalado. Así, el doce de enero, monseñor Zwysen asegurabaa Adames que ya se habían recogido quinientas firmas79. El padre Francorecogía, el diecisiete de enero, el rumor de que las firmas rondaban el número decuatrocientas ochenta80. Tres días más tarde, Manning, que poseía información aldía, contaba cuatrocientas firmas con las de los cardenales81. Y ya el díaveintidós, Veuillot, hacía un recuento de ambas fuerzas, cifrando el postulado afavor de la infalibilidad en cuatrocientas diez firmas y el contrario en cientocincuenta82. En un primer momento, se pensó en entregar el postulado eldomingo veintitrés de enero83, pero finalmente se hizo el sábado veintinueve deenero84 (en la Congregación de Postulados), llegando a la Secretaria del Concilioen los primeros días de febrero85. A la postre este Postulado permitió a Pío IX y alos cardenales presidentes del Concilio proponer el tema de la infalibilidad a ladiscusión de los padres.

***

79 Mgr. Zwysen versicherte mir, es wären schon an 500 Bischöfe unterschrieben für die Dogmatisierung der

Päpstlichen Infallibilität (ADAMES [nota 19], 34).80 Cfr. FRANCO (nota 20), 166, nº. 233.81 Mgr. Manning sagte mir, die Unterschriften kaum 400 mit den Kardinälen (ADAMES [nota 19], 37).82 H. Veuillot mir gesagt, daß unsere Listen 410 Unterschriften haben die der Gegner 150 (Id. 38).83 Nächsten Sonntag wird das Gesuch der Commission eingereicht (Id. 37). Anotación del día veinte de enero.84 Heute morgen wurde das Postulatum pro declaratione infallibilitatis Romani Pontificis der Commission

eingereicht, mit 410 Unterschriften (Id. 40). Anotación del día veintinueve de enero.85 Sui primi del corrente mese di febbraio furono da vari Padri del Concilio Vaticano rimessi due generi di postulati

(MANSI 51, 687). El otro postulado era el de la minoría.

En resumen, podemos decir que el episcopado español a mediados dediciembre puso en marcha un postulado que pudo desencadenar la "fiebrepostulatoria"; y que, después de la aparición del postulado "oficial" de lamayoría, los obispos españoles (quizá excluyendo a los que firmaron la peticiónde Manning), no contentos con este escrito, pensaron hacer otra propuesta másamplia y enérgica, que al final se vio reducida a la nada en beneficio de launidad de las fuerzas infalibilistas. Caixal, por su parte, puede contarse entre losepígonos de Manning que eran partidarios de la unificación de los diversospostulados. Consta, en efecto, como uno de los firmantes del postuladoredactado por el grupo encabezado por Manning (con el cual ya colaboró Caixalen la elección de la Diputación de la Fe) y también como uno de los quincefirmantes de la carta que presentaba el texto del postulado pidiendo lainfalibilidad.