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1 XII CONGRESO DE LA AHC (MESA-TALLER 14) MICROHISTORIA E HISTORIA DESDE LO LOCAL (Madrid, 19 de septiembre de 2014) Lucía PRIETO Candela CHAVES Miguel Ángel MELERO

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XII CONGRESO DE LA AHC

(MESA-TALLER 14)

MICROHISTORIA E HISTORIA

DESDE LO LOCAL

(Madrid, 19 de septiembre de 2014)

Lucía PRIETO

Candela CHAVES

Miguel Ángel MELERO

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GUIÓN

1. Justificación de la Mesa-Taller y

Metodología de la misma

2. Relatoría enlazada

3. Debate

4. Conclusiones

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1. JUSTIFICACIÓN DE LA MESA-TALLER Y METODOLOGÍA DE LA MISMA

El inicio de un trabajo, de un proyecto de investigación en el ámbito local, encierra una

complejidad añadida, en cuanto no existe una metodología clara que lo sustente, ni tampoco

una base historiográfica que proporcione unas pautas.

La microhistoria se ha basado en el carácter eminentemente empírico en su forma de hacer lo

que ha generado la falta de postulados teóricos sistematizados que ha conllevado a que,

dentro de la comunidad científica, sea vista más como un conjunto de herramientas de trabajo.

Es más, la búsqueda de estas herramientas nos ha permitido llegar a la conclusión de la

existencia, tanto de un halo de radicalidad como de indefinición en los trabajos que han

abordado los conceptos de Microhistoria como de Historia Local.

Si es cierto que a finales de 1990 y hasta nuestros días, se ha incrementado la producción

historiográfica con trabajos muy interesantes que han trabajado desde la historia local y

regional, y que han complementado y ampliado los estudios de carácter más genérico

existentes para el ámbito estatal.

Sin embargo y a pesar de ello, la falta de una metodología establecida desde esferas

académicas nos ha llevado a un abordaje ecléctico en el sentido de ser flexibles a la hora del

empleo de las bases teóricas que de una u otra parte pudieran servirnos para un proceso de

construcción histórica más eficaz. Una inclusión de herramientas procedentes de la

multidisciplinariedad actual que ha ayudado a incluir novedosos enfoques en los análisis

llevados a cabo y a descubrir variables más complejas y dinámicas.

No se trata por tanto en este caso de ser exhaustivos en el sentido de volver a plasmar añejos

debates sobre el papel de la Microhistoria en relación a una Historia Total, ni de establecer

tampoco una comparación competitiva entre Microhistoria e Historia Local, sino sobre todo de

construir puentes entre ambos conceptos, más cercanos de lo que a priori pudiera plantearse.

La Microhistoria, como corriente historiográfica surgida en Italia en el primer lustro de la década

de los setenta del siglo pasado, persigue como objetivo la reconstrucción histórica a través de

lo individual, de las historias y sucesos personales, y de la interpretación de los mismos a

través de una reducción de escala en la observación, y que puede llevarnos a encontrar

incoherencias de los relatos macrohistóricos existentes.

Para los autores de esta microhistoria, como Giovanni Levi, se busca romper con la rigidez de

la Macrohistoria y no aceptar como únicas las formulaciones cerradas tradicionales. La

microhistoria no tiene que aceptar que la investigación se ha acabado sino que puede y quiere

seguir explicando cosas y producir, a través del análisis de conceptos diferentes, nuevos

enfoques que enriquezcan y corrijan lo ya conocido.

En esta misma línea supone otorgar prioridad al análisis histórico de los procesos

“microscópicos”, excepcionales y accidentales, frente a los “megaconceptos” de la Historia

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Total braudelina, promovida desde Annales y para la que prima el estudio de los eventos

regulares, prolongados en el tiempo, como forma de reflejo de las transformaciones globales y

a gran escala, pero que ignoran el anonimato.

Así, la Microhistoria invierte el modelo tradicional historiográfico por el que el conocimiento de

los aspectos generales lleva al conocimiento de los concretos, defendiendo que un

conocimiento escalonado, de “Abajo a Arriba”, de múltiples aspectos concretos, incluso en

apariencia insignificantes, puede llevar a un mejor conocimiento del proceso general.

Por tanto, frente al anonimato, el individuo, y a partir de ahí el proceso de reconstrucción

histórica que permita conocer, primero su entorno y contexto más inmediato, y continuar hasta

la ampliación a través de su red de relaciones sociales. Es aquí donde entra a escena la

Historia Local, o quizás debamos decir mejor Historia desde lo Local, pues el individuo es, por

encima de todo, habitante de su pueblo, y con él son más estrechos sus vínculos vitales.

Y es que la Historia desde lo Local, como señala Claudio Hernández, permite un acercamiento

a aspectos –por ejemplo, el de las actitudes cotidianas- que únicamente son observables

desde esta perspectiva, y que por tanto, solo a través de esta lente pueden contribuir a

entender mejor un acontecimiento global.

Los sujetos no permanecen pasivos, ni carecen de recursos para interactuar con el mundo que

les rodea, sino que se apropian de las condiciones en las que viven. Por eso es tan importante

la experiencia individual diaria, cotidiana, como defiende la microhistoria italiana, o la

Alltagsgeschichte alemana, la historia de la vida cotidiana, porque en lo local los individuos

experimentan por primera vez el contacto con su entorno, construyen la percepción de sí

mismos como de aquello que les rodea, e interactúan con lo nacional: identidades, valores,

discursos…

Un nuevo enfoque que, como señala Ismael Saz, aporta una absoluta pluralidad en sus

enfoques teóricos y metodológicos, en la elección de sus objetos de estudio, y por ello en la

calidad y trascendencia de las investigaciones que surjan, demostrando por ejemplo, y como

defiende Ana Cabana, que una mirada desde lo cotidiano, desde lo local, nos demuestra que

los grandes acontecimientos globales no descansan solo sobre fenómenos meramente

políticos, sino por supuesto también sobre experiencias sociales.

La confrontación entre la disciplina tradicional y la surgida de manera más reciente a través de

los trabajos recogidos en los Quaderni Storici italianos, también se extendió a España donde

un sector de historiadores han mostrado una postura desdeñosa hacia la concepción

microhistórica de la investigación, situándola como mera narración de anécdotas y casos

individuales, e incluso como una aplicación chovinista de parroquia y campanario en su

relación con la historia local española, pero con la que se pretenden explicar los hechos

generales desde su aplicación o interpretación individual.

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Por su parte, los defensores de la Microhistoria abominan de la simple consideración de ésta

como una mera verificación de las reglas generales o macro-históricas, o lo que es lo mismo,

como una simple vía de recurrir a los casos específicos para confirmar la teoría general, lo que

no quiere decir por otro lado que exista necesariamente contradicción con éstas, sino que

puede ser simplemente aportar una visión distinta, sin necesidad de existencia de

incompatibilidades, aunque también puede darse el caso de que la singularidad de lo local

pueda cuestionar y poner en entredicho los principios postulados desde la generalidad de la

Historia global.

En relación a este debate sobre el que, insistimos, nos resulta excesivo y radicalizado, y

relacionado con un error de percepción y planteamiento que no parece denotar otra cosa que

un enfrentamiento baldío entre posturas historiográficas, nuestro análisis crítico nos plantea

numerosas dudas y preguntas, sobre las que intentaremos, de paso, ir aportando respuestas y

soluciones.

En primer lugar, reducir la escala, mirar con más atención, limitar el campo de observación o

bajar hasta lo individual, ¿implica también hacerlo hasta lo geográficamente más inmediato?,

¿existe por tanto también una reducción de escala geográfica que enlace la Microhistoria con la

Historia desde lo Local?

Para el estudio de esta última consideramos que efectivamente existen caminos confluyentes

con la Microhistoria, sobre todo cuando contemplan ambas que el abordaje de aspectos

concretos puede contribuir a un mejor conocimiento de lo general.

Por otro lado, relacionar el concepto de Microhistoria con el de “excepcional” o “accidental”, es

cuanto menos arriesgado, al menos si queremos aplicarlo a la Historia desde lo Local.

Y decimos esto porque consideramos que una cosa es que pueda alcanzarse un mejor

conocimiento de un hecho a un nivel general a partir de aspectos concretos e individuales, y

otra es que éstos últimos se presenten como aislados y emancipados del primero, anulando

cualquier posibilidad de existencia de correlación entre un hecho y la interpretación que del

mismo se da en un espacio geográfico local.

Señala Jordi Font a este respecto que el estudio de los comportamientos individuales no

significa que optemos por una aproximación histórica idealista, en la que las decisiones de los

individuos reposarían en su completa autonomía. Tampoco creemos que las actitudes de los

sujetos estén mecánicamente determinadas. Nuestro planteamiento se acerca a la

microhistoria italiana en el sentido que destacamos que cada individuo dispone de un margen

de maniobra, pero dentro de una situación dada, dentro de un universo de posibilidades

restringidas.

Cuando se afirma que la Microhistoria no supone simplemente la verificación, en un espacio

más acotado, de las reglas generales de un proceso, ¿quiere decirse también que los estudios

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de historia local no pueden reducirse a la corroboración de que en ellos se produce lo que

ocurre a nivel general?

Efectivamente lo local no puede convertirse en un simple modelo a escala de conocimiento de

lo general, en un experimento que persiga la corroboración, a partir de ejemplos concretos, de

una teoría general.

En este sentido, la Historia desde lo Local es relevante pues tiene la capacidad de aportar en sí

misma conocimientos significativos de una realidad que se manifiesta en diversos niveles, pero

al mismo tiempo para abordar un estudio local, debemos conocer primero qué ocurrió a nivel

general.

Según exponía Foucault en sus obras, había que dotar de importancia al arte de preguntar por

el cómo superando al qué, es decir, consideraba principal indagar y estudiar los relatos

aceptados para saber cómo fueron construidos y convertir lo evidente en problemático para

interrogarlo, debatirlo y conocer en dónde radica su etiqueta de obvio y veraz. Esto es algo que

podríamos extrapolar a la “Historia desde lo local” pues analiza procesos históricos en espacios

menores que nos permiten abarcar un mayor número de interrogantes y dar respuesta a los

mismos. Estas respuestas nos ayudarán a corregir, ampliar y complejizar el discurso histórico

general aceptado como verdadero.

De forma paralela, si el proceso de construcción histórica se establece a partir del seguimiento

de un individuo, esto debería implicar el seguimiento de todos y cada uno de ellos, para no

dejar fisuras; una labor imposible y que obliga a una elección de seguimiento en base a la

representatividad o dimensión del individuo; y de ahí que los planteamientos de la Microhistoria

sean débiles en algunos de sus puntos.

En todo caso, la Historia desde lo Local no tiene por qué ser necesariamente una historia de

individuos, y sí podría ser en parte una disciplina en que se genera un proceso de traslación

desde lo general a su aplicación concreta en un espacio geográfico más inmediato a ese

individuo.

Recogía Ismael Saz en una de sus obras, las matizaciones que Lüdtke, uno de los principales

teóricos de la Alltag, la escuela historiográfica alemana de la vida cotidiana, realizaba a las

afirmaciones de Marx de que “los hombres hacen su propia historia, pero en circunstancias

dadas, halladas y transmitidas”, añadiendo el primero, en tono enérgico “¡Pero la hacen en

definitiva ellos mismos!”.

Esto no quiere decir que debamos ir a una descomposición de la historia global en múltiples e

inabarcables historias individuales, pero sí buscar las claves de la interacción y el mejor estudio

para el mejor conocimiento de ambas, con un enriquecimiento de la primera a partir de las

matizaciones y las interpretaciones que de ella puedan darse en espacios geográficos más

acotados, o a partir de sujetos individuales.

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Escribió Walter Benjamin que el mérito del investigador residía en descubrir en el análisis del

pequeño momento singular, el cristal del acontecimiento total. Nosotros, haciendo caso del

consejo del filósofo alemán creemos en la necesidad de, a partir del análisis de casos

particulares, contribuir a una mayor profundización en el conocimiento de la naturaleza del

acontecimiento global. Esto tiene en los casos en que por una mera cuestión de cronología, es

posible, una clara relación con la Historia Oral, pero no debemos olvidar que, cuando se

trabaja con fuentes orales, los informantes, al relatar sus experiencias, intentan construir en

algunos casos una visión ideal de su trayectoria vital con la que puedan convivir. La memoria

pues está reñida en algunos casos con la exactitud, y por ello expuesta a reconstrucciones y

reinterpretaciones, como a los condicionantes que impone el paso del tiempo. Por ello, el cómo

se recuerda es más útil que el qué se recuerda, y por eso mismo deben tomarse precauciones

frente a los intentos de algunos informantes de explicar una historia global que ellos no han

vivido personalmente.

Dicho de otro modo, no puede existir tampoco una decantación sin reservas por el

subjetivismo, ya que las experiencias personales, microhistóricas, están sometidas a

condicionantes culturales, sociales, políticos y económicos que contribuyen a la elaboración de

un imaginario del que estos se nutren y participan. Estas memorias individuales, en algunos

casos, son condicionadas por la existencia de relatos de memorias colectivas que suplen las

lagunas que puedan tener y hacen que tomen como propias algunas percepciones o vivencias

que han sido relatadas por un conjunto social.

Es por ello que compartimos las tesis que defienden que el análisis de los aspectos concretos

en un estudio local, debe hacerse con correlación con su contexto propio y específico, máxime

cuando un buen análisis de los contextos puede convertir un trabajo, de naturaleza e intención

local, en un referente más allá de sus fronteras, pues ya no contempla exclusivamente la

historia de un municipio, comarca, provincia o región, sino del desarrollo en ese espacio de

unos hechos que lo trascendían.

Hablamos en definitiva de un equilibrio entre dos extremos metodológicos, de Historia Total por

un lado y de positivismo acontecimentista por otro, y donde se produce un acercamiento a lo

local: y es que no es tanto analizar una localidad en particular, sino estudiar determinados

aspectos generales en una localidad específica, como igualmente de las contribuciones que un

estudio desde lo local pueden aportar a un mejor conocimiento a escala general.

En definitiva una reciprocidad, una armonía entre el contexto histórico y la interpretación que

del proceso general se da en cada espacio local.

El caso es que, con independencia de modelos metodológicos, o de batallas estériles sobre

aplicaciones de unos u otros conceptos, no reflejan los numerosos trabajos consultados, la

simple y definitiva importancia de la Microhistoria, de la Historia desde lo Local –o de un

maridaje de ambas- como compromiso con una comunidad social, como vínculo humano,

intelectual e incluso sentimental con un espacio geográfico, y como forma de conocimiento,

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interpretación y manifestación de la esencia de un pueblo, desde el enfoque más científico y

riguroso.

METODOLOGÍA DE TRABAJO PARA LA MESA-TALLER

Entendemos que hemos mantenido con los comunicantes una relación más o menos fluida a lo

largo de estos meses, donde hemos intentado ir resolviendo las dudas que se planteaban.

Sabéis que no hace muchos días nos poníamos en contacto con vosotros para adelantaros

cuál iba a ser la metodología de trabajo que entendíamos más adecuada para el mejor

desenvolvimiento de esta Mesa, dando prioridad al debate antes que a una “repetición”, si me

permitís la expresión, de unos textos que ya todos tenéis, y que –esperamos- debéis haber

repasado y analizado.

Ello no es óbice para que, cuando finalicemos, y en base a la disponibilidad de tiempo que

tengamos, cada uno de vosotros pueda profundizar en aquellos aspectos que consideréis

más importantes, o que simplemente los coordinadores no hayamos sabido destacar, caso éste

por el que os pedimos disculpas anticipadas.

Por ello, como os decíamos, y si no tenéis inconveniente, los coordinadores haremos un breve

resumen de cada una de las comunicaciones, destinando al final de cada una de ellas un

espacio para las reflexiones y preguntas que entendemos pueden ser más reseñables y

susceptibles de ser debatidas; cosa difícil porque podemos decir con satisfacción, y esto no

supone protocolo alguno, que todos los textos son muy interesantes, y ofrecen múltiples

posibilidades para el debate.

Dicho esto, comenzamos…

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2. RESÚMENES ENLAZADOS

EL HOMBRE ES UN ANIMAL POLÍTICO: MICROHISTORIA E HISTORIA LOCAL, UN

ANÁLISIS DESDE LA TEORÍA DEL SUJETO POLÍTICO (Ana González Fernández y Lucía

Montejo Arnáiz)

RESÚMEN DE LA COMUNICACIÓN

La comunicación de Ana González y Lucía Montejo sigue la esencia de uno de los objetivos

que persigue esta Mesa-Taller, la de la búsqueda de caminos de entendimiento entre la

concepción macro y micro en el discurso histórico.

Sin embargo comienzan antes las autoras realizando unas reflexiones sobre el estado de la

investigación en humanidades en España, denunciando lo que consideran una situación

nefasta en el desarrollo de estas investigaciones, presas de un sistema de investigación ya de

por sí débil, lo que obliga, según ellas, hablemos de una investigación que se desarrolla

fundamentalmente vinculada al mundo académico universitario.

De la misma forma, Ana y Lucía reflexionan sobre cómo en la evolución en la producción de

conocimiento histórico en nuestro país y que llevaron a la proliferación de estudios locales y

regionales, influyeron, tanto la descentralización autonómica de finales de los 70 del siglo

pasado, como un deficiente sistema de I+D+I, que habría llevado al acometimiento de

trabajos de corte más regional o local por no existir presupuesto suficiente para trabajos más

ambiciosos, y de corte “macro”.

De la misma forma señalan como uno de los grandes problemas de la investigación

humanística la falta de financiación privada y la total dependencia de la financiación

pública, sujeta a condicionantes políticos y propios de las universidades donde se

desarrollan. Esta circunstancia hace que se primen temáticas de actualidad sobre otras. Así

como, esta dependencia hace que la durabilidad de las investigaciones se vea continuamente

afectada por cambios gubernativos-políticos que dejan a los proyectos con la continua

incertidumbre de si podrán desarrollar los planes propuestos o no.

Por otro lado la comunicación sitúa la producción de conocimiento como dependiente del

contexto, de los circuitos que lo posibilitan, y del sistema en que se integra, señalando un

punto de inflexión en España, con la renovación historiográfica que en ella tuvo lugar desde

principios de los 70, posibilitando la proliferación de estudios más cercanos a la realidad local,

así como el final de la dictadura, con una progresiva liberación del discurso histórico de aquel,

único y encorsetado, de construcción nacional.

En este sentido sitúan las autoras la evolución del objeto de estudio, desde la disolución del

discurso histórico centrado en el Estado-Nación, a aquel en que la comunidad o el individuo

constituyen el nuevo sujeto político, y centro por ello del discurso.

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Aquí entran la Historia desde lo Local y la Microhistoria, de las que las autoras afirman que

deben superar un eterno debate en torno la consideración o no de ser herramientas para

comprobación de supuestos tradicionales generales.

No se trata de una simple reducción de escala, ni de un combate en el que, individuo o

contexto deben resultar ganadores, sino que se hace necesario su maridaje, su

interactuación, buscando posicionamientos alternativos que busquen puntos de

entendimiento, de conciliación, con una influencia de lo individual en lo social, y viceversa.

Y es que el individuo se entiende y sitúa en sí mismo, como en el contexto económico, social y

político en que vive, y ambos se influyen recíprocamente –individuo/contexto-, lo que puede

generar una subjetividad cercana a nuestro objeto de estudio, pero que en todo caso debemos

pulir en experiencia personal, en base a un correcto uso del individuo/contexto.

Estas apreciaciones han resultado fundamentales para llevar a cabo una apertura de los

ámbitos más rancios de la Universidad y nuevos planteamientos y conceptos metodológicos

que en la actualidad están comenzando a tener cabida en los círculos académicos.

PREGUNTAS/REFLEXIONES PARA SER DEBATIDAS EN LA MESA-TALLER

- Nos gustaría que reflexionaran sobre qué otros factores pudieron contribuir en la

proliferación de la Historia desde lo Local, ya que el desarrollo de las

autonomías, o la escasez de presupuestos de un sistema deficiente, no pueden

ser exclusivos para esta evolución hacia estudios más acotados

geográficamente. Por ejemplo el vínculo laboral, o vital y sentimental del

investigador del entorno en el que desarrolla su labor. O una cuestión de

metodología de trabajo, de reducir escala para confirmar, matizar o desdecir.

Podríamos reflexionar sobre esto.

- CANDELA: Reducir para poder profundizar y abarcar mayor número de factores

sobre la temática trabajada es una de las claves del porqué se realizan estudios

sobre Historia Local y es algo que podría ser tratado en el debate. Del mismo

modo que muchas veces es muy interesante y revelador poder reducir el foco de

visión sobre un hecho histórico a un campo geográfico más acotado para, una

vez analizadas las particularidades del mismo, poder conformar un discurso

global mucho más completo, y complejo a la vez.

- Es una comunicación centrada en la huida de protagonismos exclusivos entre

Estado/Nación o Comunidad/Individuo, y en la necesidad de vínculos de

entendimiento. Un hecho que se complementa con los otros objetivos del Taller,

como es el de la interacción de experiencias, personales y realidades locales con

el contexto, y que nos puedan llevar a entender mejor, de forma más certera, un

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proceso o realidad general, pero a través de aportaciones que solo pueden

conseguirse acotando y reduciendo la escala.

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LA HISTORIA LOCAL APLICADA A UN PROBLEMA HISTÓRICO CONCRETO: EL

ANÁLISIS DEL FRANQUISMO ILICITANO (Esther Fernández Martínez, Universidad de

Alicante)

RESÚMEN DE LA COMUNICACIÓN

Esta comunicación supone un adelanto del trabajo de investigación que para su Tesis Doctoral

está realizando la autora, y donde nos muestra cómo el vacío historiográfico que sobre esta

etapa existe en Elche ha sido uno de los principales motivos para abordar su estudio, así como

el interés personal, de vinculación geográfica y sentimental a un lugar.

Con esta declaración de intenciones la autora ya refleja dos de las claves que nos han traído a

esta mesa de debate. La primera de ellas es la ya que ya hemos comentado de que la

Microhistoria invierte el modelo tradicional historiográfico de conocimientos de aspectos

concretos a través de los generales, defendiendo en cambio que un conocimiento escalonado

de múltiples aspectos concretos, incluso en apariencia insignificantes, puede llevar a un mejor

conocimiento del proceso general. Y la segunda la que otorga a la Historia desde lo Local un

halo especial, por combinar el vínculo humano, intelectual y sentimental con un espacio

geográfico concreto, pero desde la rigurosidad de la ciencia social.

Realiza seguidamente la autora un breve estado de la cuestión sobre los trabajos más

recientes que considera que mejor reflejan el estudio del Franquismo a nivel local, para

pasar seguidamente a hablar de lo que ella denomina como “nuevos organismos del poder en

el Franquismo”, Ayuntamiento, Gobierno Civil, el papel de Falange, y a las relaciones que se

establezcan sobre ellos, y sobre las que la autora descubre una tendencia que ha sido la

generalizada, como se han encargado de demostrar estudios para otras ciudades y provincias:

la de las tensas relaciones que entre ellas se den –y casi siempre con Falange como una de

las contendientes-.

Analiza también Esther otros aspectos asociados a la instauración del Régimen franquista,

como es el de la simbología –por ejemplo a través de los cambios en el nomenclátor

callejero- o el de la materialización de la dicotomía franquista de vencedores y vencidos, de

cohesión/exclusión, en el espacio público, invitando a participar en ella a la comunidad de

vencedores, y apartando a la otra –un ejemplo, en la Cruz de los Mártires-.

Por último la autora destaca la importancia de las fuentes utilizadas o necesarias para su

investigación en Elche, y en las que resultarán de nuevo fundamentales los fondos de archivo

local o provincial, o el empleo de la Historia Oral, a través de una metodología que descansa

sobre la historia política, la historia de las mentalidades y la microhistoria.

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PREGUNTAS/REFLEXIONES PARA SER DEBATIDAS EN LA MESA-TALLER

Actitudes ciudadanas

La autora refleja en su comunicación, tanto algunas obras que considera necesarias para el

estudio del Franquismo desde lo local, como también de actitudes ciudadanas ante el

Régimen, mencionando algunas obras, como las de Miguel Ángel del Arco y sus magníficos

trabajos sobre los apoyos sociales al Franquismo en el ámbito rural andaluz, o a Cristián

Cerón para su análisis de la evolución del Franquismo hasta la conformación de los gobiernos

tecnócratas y el inicio del desarrollismo económico y el fin de la autarquía.

Sin embargo, y que en varias ocasiones en su texto alude al comportamiento de la población

tras la ocupación de Elche, recomendamos encarecidamente a la autora el empleo de otras,

todas muy recientes, y que abordan una línea de trabajo dentro del Franquismo, interesante y

fundamental, como es la del análisis de las actitudes ciudadanas ante el Régimen, es decir,

la interacción de protagonistas en el proceso de instauración y consolidación del Nuevo

Estado, como en su estrategia de perpetuación, desde el alineamiento a la oposición activa, y

que demuestran que no fue solo lo que el Régimen pretendía de nosotros y ellos, de

vencedores y vencidos, sino que es establece toda una cromática de actitudes.

Para esto son fundamentales los trabajos de Ana Cabana, Claudio Hernández, Óscar

Rodríguez Barreira, que enriquecen el debate iniciado anteriormente por otros como Ismael

Saz o Jordi Font, a través de una rica herencia recibida de la escuela historiográfica de la vida

cotidiana alemana, la Alltag. Para el caso de Málaga resultan fundamentales Encarnación

Barranquero y Lucía Prieto. Y también muy recomendable, sobre el estudio de la

construcción de los nuevos poderes locales en el Franquismo, acceder a las comunicaciones

que proporcionaron los debates en el reciente VIII Encuentro de Investigadores del Franquismo

de Barcelona.

Relaciones entre los nuevos poderes

Igualmente la autora ha abordado brevemente la conformación de los nuevos poderes, como

las relaciones establecidas entre ellos, destacando puntos de tensión. Por ejemplo en el caso

del Gobierno Civil y Falange, la situación se paliará cuando se unifique en una sola persona el

cargo de Gobernador Civil y Jefe Provincial de Falange.

Pero es necesario resaltar la relación de Falange con los miembros de los nuevos poderes

locales, los enfrentamientos serán una constante, sobre todo mientras permanezcan en los

ayuntamientos los denominados como “políticos viejos”, es decir anteriores incluso a la etapa

republicana, que chocaban con la concepción palingenésica falangista de la política, y que irán

siendo sustituidos progresivamente por éstos. Estas eran explosiones controladas, luchas

intestinas por el poder en definitiva, que el Régimen intenta que se resuelvan sin ruido, y que

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muestran cómo, si bien el apoyo de éstos al Régimen era inquebrantable, entre ellos la

cohesión resultará quimérica. ¿Ha analizado esto para el caso de Elche?

Nuevos poderes

Y relacionado con esto, sería interesante saber si la autora ha analizado la evolución de los

nuevos poderes políticos, y si ha podido constatar o en su defecto desmentir que para Elche

los viejos políticos van siendo sustituidos por falangistas. Porque el mismo cuadro aportado por

la autora sobre la conformación de la primera gestora muestra dos aspectos reseñables: el

primero es la experiencia política previa de sus miembros, bien anterior a la República o en ella

a partir de partidos derechistas, progresivamente fascistizados; y el segundo es el del acceso al

poder como compensación al sufrimiento previo, en la República o en la retaguardia

republicana. (Así por ejemplo lo refleja Damián González Madrid para el caso de Toledo)

Por otro lado, el acceso a los informes personales de cada uno de los integrantes el aparato

político y la comprobación que de la concepción que el Franquismo tenía de lo que eran

“personas de orden”, es esclarecedor para entender la gestación de estos gobiernos locales.

Entiendo que en la lectura de dichos informes se habrá podido comprobar el peso que tenía el

pasado de cada uno de ellos en cuanto a su actitud, no ya ante el Alzamiento, sino dotando de

carácter retroactivo a esas pesquisas, su actuación durante la República. En los expedientes

consultados, en aquellos que son depurados: ¿se ha constatado que su pasado tibio ante el

golpe o su filiación a Falange posterior al final de la guerra fueron las causas de las

mismas?

Simbología

El cambio de paisaje urbano supone una transformación del imaginario colectivo de la

población. La eliminación de todo vestigio republicano borra de la memoria social la realidad

anterior a julio de 1936 y propicia una reeducación brutal a través del miedo, del

sometimiento y de una eficaz propaganda del régimen. Es importante que se tenga en

cuenta a la hora de afrontar el estudio de las mentalidades, de la sociedad ilicitana durante el

periodo elegido. Es por ello que sería recomendable el estudio de la obra de Josefina

Cuesta Bustillo y sus trabajos sobre Memoria e Historia, así como sobre mujeres, que

bien podría orientarte en el estudio de esta temática de género durante el Franquismo.

En conclusión, animamos a la autora en esta investigación tan necesaria para la

provincia de Alicante y la comunidad valenciana, así como a valerse precisamente de la

prolífica producción que sobre el proceso de instauración del Franquismo en ámbitos

locales sigue desarrollándose, para realizar un estudio en perspectiva comparada donde

se conozcan aspectos de Elche como la supeditación a la presencia militar, el papel

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material y simbólico de la aportación ciudadana, el paramilitarismo, la nueva política

económica, benéfica y educativa, el papel de la Iglesia, o las múltiples caras del proceso

represivo franquista. Un trabajo concienzudo sobre el caso ilicitano nos ayudará a

conocer mejor aspectos generales de esta etapa.

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ESTUDIOS DE HISTORIA LOCAL EN CONTEXTO ACADÉMICO (Tânia Saraiva)

RESÚMEN DE LA COMUNICACIÓN

La comunicación de Tânia Saraiva habla de sensibilidad y sagacidad, pues supone dar un

giro más al sentido especial que debe atesorar el historiador a la hora de abordar el pasado

relacionado con su entorno vital más cercano, y dotarlo de instrumentos y metodología que

permitan su entrada y justa valoración en el terreno académico y formativo.

De esta irrupción de la Historia Local en las aulas nos habla la autora en su texto, a partir

del trabajo desarrollado desde el Instituto Politécnico de la región portuguesa de Leiria, en la

formación de profesores, y fundamentalmente a través de una serie de asignaturas que, a

pesar de no pocos inconvenientes, relacionados sobre todo con la voraz crisis global,

permitieron la creación de asignaturas específicas centradas en Historia Local.

Desde la administración central portuguesa en los años 90 del siglo pasado, o para los

docentes que integraban la Escuela Superior de Educación y Ciencias Sociales de Leiria,

siempre estuvo clara la idea de la importancia de que la Historia Local de la región estuviera

presente en las aulas, y de que los profesores conocieran bien el entorno en el que

desarrollaban su labor.

La inclusión de estas asignaturas se hizo, según nos relata Tania Saraiva, desde dos frentes:

En primer lugar una Teoría que abordara aspectos como la necesidad de definir los niveles de

realidad histórica, los objetivos y funciones de la Historia Local, y su problemática y evolución, y

que contribuyeran a dar a esta disciplina la dimensión y rigurosidad que merece, frente al

“hobby”, si se permite la expresión, del estudioso local aficionado. De la misma forma dotar a

las asignaturas del contenido teórico suficiente para poder entregar a los alumnos las

herramientas básicas, tanto metodológicas como de conocimiento, que le permitieran conocer y

comprender la importancia de los estudios de Historia Local en el ámbito regional donde

desarrollarían sus futuras profesiones

También un tránsito entre la Teoría y la Práctica, con una estrecha relación con los archivos

y centros de documentación, para el conocimiento por parte de los alumnos de los lugares

donde reside el sustrato y abono principal para la investigación.

Y por supuesto una Práctica, con la elaboración de trabajos de investigación, con un afán de

interdisciplinariedad conforme a las diferentes áreas de investigación: economía, demografía,

patrimonio, sociabilidad…, pero siempre con la base de la necesidad del uso de las fuentes

primarias, del análisis de los documentos originales, lo que implica una sensibilidad también

hacia la conservación patrimonial, y que explica cómo las asignaturas impartidas desde esta

Escuela Superior, de la que la autora es docente, relacionen íntimamente ambas disciplinas:

Historia Local y Patrimonio.

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Asignaturas que contribuyen a fortalecer el sentimiento de los futuros docentes, de apego,

empatía, y de afianzamiento de lazos y preservación de la memoria con el entorno

inmediato en el que desarrollen su labor y profesión, lo que también constituye una parte

importante dentro de las disciplinas de Historia Local y Microhistoria.

PREGUNTAS/REFLEXIONES PARA SER DEBATIDAS EN LA MESA-TALLER

- Hablamos de esa necesidad de los docentes de implicarse en el conocimiento y

la investigación del entorno y su pasado, pero nos gustaría preguntar si desde

estas asignaturas se promueve ese ejercicio microhistórico, comparativo, de

traslación, de aplicación de la lente al estudio local, de bajar la escala, de mirar al

individuo, para entender mejor procesos generales.

- Nos gustaría saber también qué papel se destina en la preparación de estos

programas a la Historia Oral, como forma directa e inmediata de acceso al

individuo y su experiencia en un proceso histórico.

- Sería interesante conocer, después de esta exposición de motivos y experiencia,

qué dificultades ha entrañado para el profesorado y su alumnado poner en

marcha estos trabajos versados sobre Historia Local en las localidades elegidas

para ello. ¿Existen problemas de acceso o conservación en archivos?, ¿Cuál ha

sido el impacto de estos trabajos en el ámbito público de la región en el caso de

que haya existido un reconocimiento y validez por la administración de los

mismos?

19

CONFLICTO Y SOCIEDAD EN LA CATALUÑA VITÍCOLA (1880-1910) (Josep Colomé,

Universitat de Barcelona)

RESÚMEN DE LA COMUNICACIÓN

La comunicación de Josep Colomé aborda la conflictividad social generada en dos

municipios vitícolas en Cataluña, enclavados en dos comarcas colindantes, y a raíz de la crisis

de la Viticultura que afectará a esta región entre los últimos años del XIX y los primeros del XX.

Una conflictividad analizada a partir de la documentación generada por los Juzgados de Paz.

Así el autor analiza cómo a lo largo de la primera mitad del siglo XIX se consolida un

proceso de especialización vitícola, con un sistema de explotación de los viñedos basado

en la rabassa morta, y por el que los propietarios cedían a los rabassers, de forma

prácticamente indefinida, parte de sus tierras inactivas hasta ese momento, para su conversión

en tierras productivas vitícolas.

Correlativamente, la concesión del propietario al rabasser de tierras en enfiteusis para edificar,

daría lugar a la conformación de núcleos de colonización vitícola, de los que surgirían

municipios como los dos analizados en la comunicación, con un grado de especialización tal

que el 81 y el 88% respectivamente de la superficie cultivada por éstos, estaría dedicado a la

explotación de las viñas.

Era el origen de las comunidades rabasaires, con la conformación de una identidad de grupo,

colectiva, y con un sentido de subsistencia, no-capitalista, y que al margen de la explotación

vitícola, mantenía a estas comunidades en una situación económica complicada, e incluso

diferencias sociales dentro de la misma comunidad, cuando algunos rabasaires llegaran a ser

asalariados por otros con más tierra.

En esta situación se llega a la mencionada crisis vitícola, en la que el autor analiza la

proliferación de conflictos desarrollados a lo largo de tres décadas, a través del estudio que

Josep Colomé realiza sobre los juicios celebrados, y que respondieron, tanto a enfrentamientos

entre rabasaires y propietarios de las tierras –factores exógenos, 44%- como entre los

mismos miembros de las comunidades rabasaires –factores endógenos, 49%-.

Así, en los conflictos exógenos trasciende sobre todo la intención de los propietarios de

finiquitar los contratos de rabassa morta y recuperar las tierras, provocando el desahucio de

los rabasaires, cuando la crisis provocada por la filoxera matara buena parte de las cepas,

razón suficiente para la resolución unilateral del contrato.

Y junto a esto trasciende la mermada economía de los rabasaires, con unas medidas

estatales que los perjudicaban, y que comienzan a desarrollar medidas de resistencia cotidiana

a las mismas, a la vez que acciones de solidaridad de la comunidad. (Una resistencia

cotidiana, por cierto, de la que habla Scott, y que tanto juego ha dado por ejemplo para el

20

análisis de las actitudes ciudadanas ante el Franquismo, teniendo como máximo

exponente a Cabana o Rodríguez Barreira)

Son conflictos que motivaron una respuesta individual: Relación entre la desaparición de

espacios comunales, en pro de mayor extensión de viñedos y privatización de bosques

comunitarios. La intrusión de ganado en viñas o pastos privados, el robo de leña y la caza

furtiva definió ciertas formas cotidianas de resistencia campesina.

Sin embargo, la resistencia de los rabasaires a la actitud de los propietarios, al menos en lo

que supone abandonar la tierra por parte de los primeros, variará mucho entre un municipio y

otro, por el mero hecho de que las dificultades para el control social e ideológico eran mayores

según el grado de dispersión de los núcleos poblacionales.

Las actitudes violentas, la presión procedente de las protestas organizadas, el

asociacionismo o la creciente participación política a favor del republicanismo

constituyeron las principales formas de resistencia en estos conflictos exógenos.

Y junto a éstos, los conflictos endógenos, fundamentalmente por deudas entre miembros

de una misma comunidad rabasaire, a consecuencia de una atroz crisis provocada por la

filoxera que llevó al endeudamiento de una parte de la comunidad, y a su enfrentamiento con la

otra, tras no poder satisfacer las deudas.

En definitiva nos transmite Josep que la conflictividad, tanto exógena como endógena, fue en

buena parte resultado del agravamiento que la crisis por la filoxera provocó en una ya

maltrecha economía rabasaire, por las medidas estatales y la presión de los propietarios,

alterando los códigos de conducta interna de la comunidad, en el sentido de aumentar los

conflictos internos y romper la solidaridad de la comunidad cuando unos transijan y otros se

opongan.

PREGUNTAS/REFLEXIONES PARA SER DEBATIDAS EN LA MESA-TALLER

- La comunicación es muy interesante por la utilización de los Juzgados de Paz

para el estudio y la construcción de un discurso donde se analiza la

conflictividad social asociada a la crisis vitícola finisecular de dicha zona. Sus

conclusiones bien pueden extrapolarse, en mi opinión, a otros ámbitos

geográficos de la península, bien como comparativa bien para diferenciar cómo

fue en un lugar y otro la explotación del mundo rural.

- De la misma forma podría desarrollar un poco más sobre la importancia de las

fuentes locales: Juzgados de Paz, y de cómo pueden servir para conocer más

21

sobre un proceso de conflictividad asociada a la crisis vitícola finisecular en

Cataluña

- Sería interesante en este aspecto que el autor nos narrara un poco su

experiencia al enfrentarse a cada uno de los procesos incoados, donde

suponemos que se recogen las declaraciones de los implicados, para conocer

hasta qué punto puede establecerse una correlación entre lo que fue su propia

experiencia y el desarrollo general de este proceso de conflictividad, dando

especial énfasis a esa “voz de los callados”, la de los rabasaires, y a la

importancia que su intervención en los procesos tiene luego en la elaboración

del discurso histórico.

22

PROPUESTA DE ANÁLISIS DE LA ACTIVIDAD POLÍTICA EN LAS ENTIDADES LOCALES

DURANTE LA ERA ISABELINA EN ESPAÑA (1833-1868) (Miguel Ángel Naranjo Sanguimo

y Manuel Roso Díaz)

RESÚMEN DE LA COMUNICACIÓN

La comunicación de Miguel Ángel Naranjo y Manuel Roso supone una propuesta

metodológica para la realización de un exhaustivo análisis sobre los tres niveles en que

se desarrolla la realidad política de una entidad local –esto es, local, provincial y nacional-

en una etapa convulsa y apasionante como la que transcurre entre el segundo y el tercer tercio

del siglo XIX en España, la era Isabelina.

Un trabajo en el que los autores vuelven a apostar por la validez de ese conocimiento

escalonado al que ya hemos hecho referencia, a través de una metodología “total”, “sin

fronteras”, donde se interactúe con otras disciplinas.

Una metodología sobre la que los autores ya tienen un interesante bagaje en trabajos

anteriores, relacionados con la identificación de las élites políticas de una entidad local para

varios casos en Badajoz, y que en esta comunicación supone un salto importante en el sentido

de extrapolar estas pautas de trabajo a las siete etapas en que se divide el periodo isabelino

entre 1833 y 1868.

Un estudio, como decimos, que los autores establecen en un triple nivel, y donde se analiza,

bien el personal político que, natural de un municipio, desarrolle su labor en instituciones

locales, provinciales o nacionales o, en este último caso, también aquellos que tuvieran

capacidad de electores a Cortes, y de donde por cierto se extraen también interesantes

conclusiones al enfrentarnos a una legislación electoral de Cortes muy restrictiva y elitista, y

destinada en definitiva a aquellos de mayor poder adquisitivo, los mayores contribuyentes.

Para ello fuentes fundamentalmente de tipo local y provincial resultarán fundamentales, y

en base a las cuales los autores proponen un análisis:

- De las legislaciones que competen a cada uno de los niveles

- De los políticos naturales o vecinos de un municipio que desarrollan su labor en

cualesquiera de las instituciones

- Del encuadramiento ideológico de la clase política

- En definitiva de su ideología, ascendencia, nivel económico, cultural, incluso entorno

familiar y de amistades, o las redes clientelares que posibilitaran o favorecieran su

trayectoria.

23

Una propuesta en fin, de labor prosopográfica profunda, y que da muestra de la exhaustividad

en el planteamiento de trabajo de Miguel Ángel y Manuel.

PREGUNTAS/REFLEXIONES PARA SER DEBATIDAS EN LA MESA-TALLER

- Cuando dicen los autores en la página 2 que lejos de los objetivos de este

trabajo quedan las pautas de ciertos tipos de microhistoria, ¿a qué se refiere?

¿es una huida de lo individual? ¿De qué pautas huye y por qué? Podría

explicarnos esto, porque puede ser un punto importante para el debate

- Sería interesante que los autores especificaran qué fuentes han utilizado para el

caso de Badajoz, o que combinación de fuentes locales, provinciales y

nacionales proponen para que el modelo local sea extrapolable.

- Reflexionamos sobre si se trata de una comunicación que pretende mostrar más

el peso que una localidad puede alcanzar a niveles políticos a través del cursus

político de sus oriundos –por ejemplo, de la forma en que llegan al poder o si

existe una reciprocidad que posteriormente beneficie a su localidad de origen-

que el hecho de que aspectos analizados a través de un prisma local, trascienden

el ámbito geográfico más acotado y se aplican a una etapa histórica a nivel

general.

- Para ello insistimos en la importancia de los estudios en perspectiva comparada,

y sobre ello nos gustaría saber la experiencia de los autores con otros casos

para otros municipios pacenses, de fuera de la provincia o con respecto a otras

regiones, para calibrar la validez de la metodología. Y de la misma forma si dicha

comparación ha servido para poder encontrar similitudes que permitan crear

parámetros históricos iguales a cada realidad, así como la importancia de las

particularidades propias de cada localidad en la otorgación de su propia

identidad histórica y en la inclusión de las mismas en una Historia más general.

- Por último, sería muy interesante dialogar, partiendo de lo expuesto en esta

comunicación, cómo la Historia desde lo Local, la focalización del objeto de

estudio en un marco espacial más acotado, permite obtener conclusiones mucho

más completas y complejas, por la diversidad de aspectos analizados, que

pueden ser extrapoladas a contextos más generales y que dan la oportunidad de

marcar las particularidades que conforman el “macro” de la Historia general.

24

EL PROBLEMA ESCOLAR EN OTXARKOAGA: MARGINALIDAD Y EDUCACIÓN DURANTE

EL DESARROLLISMO (Íñigo López, Universidad del País Vasco)

RESÚMEN DE LA COMUNICACIÓN

A finales de la década de los 50 del siglo pasado, un nuevo gobierno franquista establecido en

1957 puso en marcha un Plan Nacional de Estabilización Económica que supuso el principio

del fin de la política económica autárquica e intervencionista del Estado, con un proceso de

liberalización de la economía española y su apertura al comercio exterior, robusteciendo la

peseta, pero generando en cambio procesos como el éxodo masivo de la población desde las

zonas rurales a las industrializadas –con la consiguiente la ruina de estas zonas- o el aumento

del desequilibrio entre regiones.

Una de las claves para entender la marginalidad casi perenne de barrios periféricos de las

grandes ciudades, surgidas al calor del desarrollismo franquistas de finales de 1950 y que

aglutinó a población de chabolas y emigrantes del campo, es la falta de centros educativos

adecuados a las características sociales de los mismos. Tomando el caso del barrio de

Otxarkoaga, el autor expone cómo la creación de grupos escolares insuficientes, precarios y

con importantes deficiencias tanto en el continente (edificios rehabilitados, llenos de goteras,

aulas pequeñas, masificadas, etc.) como en el contenido (profesorado saturado, desmotivado y

en su práctica totalidad, procedentes de Sección Femenina) fue una característica definitoria de

estos espacios. Los mismos problemas fueron arrastrados durante los años siguientes a 1960,

llegando a afianzarse como signo de identidad de barrios marginales en la década de 1980 en

grandes urbes industrializadas españolas.

Como expresa el autor, esta deficiencia estructural tendrá consecuencias en la educación

recibida por los jóvenes del barrio durante las primeras décadas de vida del mismo, y marcará

a una generación que se verá abocada a malvivir.

Los orígenes históricos y sociales del barrio de Otxarkoaga igualmente condenarán al mismo a

una condición marginal. Será la acción vecinal uno de los factores que transmutará muy poco a

poco esta periferia, sin embargo, no contando con el interés y el apoyo institucional, la tarea

resultó harto difícil hasta los años 1980.

Un drama que el autor muestra de forma meridiana, sobre todo cuando analiza, en perspectiva

comparada, la situación de Otxarkoaga con otros barrios de la ciudad, a través de una

ecuación terrible: más padres analfabetos ---- más niños analfabetos----- menos hijos

matriculados, y relacionado con esto, más inmigración----- menos integración, marginalidad

social y educativa.

Otxarkoaga sería desde su inicio un barrio oscuro en cuanto a su esencia marginal, en el que la

única luz sería –junto a la construcción de su biblioteca pública- la lucha de sus vecinos de

entonces por revertir esa situación y romper ese círculo vicioso.

25

Al margen de todo esto:

La comunicación supone un ejemplo del empleo de la Historia Oral como subsidiaria en

la Historia desde lo Local (varias veces se alude a los testimonios)

En este sentido el testimonio y la experiencia de una persona puede servir para

desentrañar todas las carencias de los habitantes del barrio en materia educativa: las

vueltas andando como señal de desarraigo, la desidia o chulería del profesorado, las

goteras, las relaciones familiares y la influencia de este entorno en el proceso

educativo de niños y jóvenes. O incluso cómo los poderes del Régimen, en este caso

concreto la Sección Femenina, podían seguir ejerciendo un control social sobre la

población, en este caso a través de la Educación. Un hecho narrado para Otxarkoaga

pero que bien podría ser extrapolable a cualquier otro de similares características.

Un texto en el que abundan las fuentes archivísticas, casi de manera exclusiva el

Archivo Municipal de Bilbao, o publicaciones locales, como el Plan especial de reforma

interior y saneamiento de Otxarkoaga, pero que pueden servir para conocer algo más

sobre la incapacidad del Franquismo para saber conducir los efectos colaterales del

mencionado desarrollo económico.

PREGUNTAS/REFLEXIONES PARA SER DEBATIDAS EN LA MESA-TALLER

- Podría resultar conveniente que el autor comentara si el caso de Otxarkoaga ha

sido comparado con el de otros barrios marginales confirmados en otras

grandes ciudades como Madrid o Barcelona, en un proceso que supondría

colapsar en muchos casos este proyecto desarrollista del Franquismo.

- Es muy valioso como a través del análisis de la realidad de la estructura

educativa de un barrio, creado en la marginalidad durante el desarrollismo

franquismo, se pueden extrapolar ciertas conclusiones, que si se ponen en

común con otros casos geográficos, podríamos observar cómo presentan

semejanzas y particularidades idénticas.

- Igualmente, es muy interesante comparar estos trabajos y las investigaciones

sobre ellos con los desarrollados por Germán Labrador Méndez y la construcción

de una identidad en los extractos más marginales de las ciudades durante el

proceso político de la Transición: el universo “Kinki”.

- Sería interesante que se hubiese tratado el apoyo de movimientos asociativos y

sindicales a esta lucha por una educación de calidad dentro de dichos barrios, y

26

poder debatir las características propias que éstas tuvieron dentro del País

Vasco. Igualmente, se podría indagar sobre la concepción de estos barrios,

nutridos de mano de obra emigrante, con la población autóctona de ciudades

colindantes.

27

DE LA MICROHISTORIA AL ANÁLISIS SOCIAL: EL FONDO DOCUMENTAL DE VAGOS Y

MALEANTES DE CANARIAS (Javier Márquez Quevedo, Universidad de Las Palmas de

Gran Canaria)

RESÚMEN DE LA COMUNICACIÓN

La presente comunicación gira en torno a la transmutación de una ley republicana y su

adaptación en pro de los intereses de limpieza del franquismo, esto es, la puesta en

funcionamiento y aplicación en Canarias de una Ley, la de Vagos y Maleantes, aprobada

en la etapa republicana, pero de la que el autor resalta un punto de inflexión, el de 1954,

cuando el régimen franquista, a partir de una serie de enmiendas al texto original, la

adapte, la haga suya y le transmita esa esencia similar a la que ya desplegó a la hora de

perseguir a sus enemigos políticos.

El comunicante comienza plasmando una serie de casos en que se aplica la Ley de Vagos y

Maleantes, pero en los que trascienden dos cosas. La primera de ellas es la ambigüedad en

cuanto a la tipificación de las acusaciones, y la segunda –y relacionada a su vez con la

primera- el hecho de que por encima de la consideración de peligrosidad social,

rezumaran las razones políticas, como una herramienta manipulada para la depuración del

enemigo, y a pesar de que ya existieran mecanismos específicos para el ejercicio de la

represión política como los tribunales militares o los que se conformen al amparo de la Ley de

Responsabilidades Políticas.

Nos sitúa por tanto el autor en esa delgada línea que separa la peligrosidad social –juzgada

por la Ley de Vagos y Maleantes- de la oposición política –y que sea la que se bareme a

través de los bandos de guerra, primeramente, y con posterioridad la justicia militar franquista-.

El hecho es que efectivamente el Régimen sabrá sacar partido a una ley republicana en la que

el objetivo era la preservación del orden establecido, la protección del conjunto de la

ciudadanía y la rehabilitación social del ocioso o delincuente, para desarrollar una actitud de

control social, criminalización y castigo sobre una marginalidad social, considerada en su

mayoría incorregible, y en buena parte resultado de una brutal miseria de posguerra, como de

la capciosa política autárquica, a la que sitúa como subversiva contra el Régimen, y que

atentaba contra su orden moral.

Un estrato social que había que controlar, ocultar e incluso eliminar. Y para el que, identificado

en la imagen del “vago, maleante, invertido, desviado, prostituta, etc.”, el régimen se sirvió de

una autentica fuerza social que legitimó dicha imagen en el colectivo de la sociedad gracias a

la prensa, propaganda fascista, la ciencia psiquiátrica y las arengas eclesiásticas desde los

púlpitos y las pastorales.

Una consideración de incorregibilidad que no supone sino el rechazo y la marginación de

aquellos bajo la cual son encuadrados, y que solo parecía tener solución de cambio con una

28

especie de nueva redención de penas por el trabajo, porque el trabajo es, según Javier

Márquez, el factor que podía decidir el futuro de estos procesados, su rehabilitación o su

apartamiento definitivo, sufriendo el vituperio de esa “buena sociedad” que los considera una

amenaza y exige su extirpación.

Si nos damos cuenta estamos ante el más puro discurso franquista de las dos

comunidades, ese que busca el reforzamiento de una dicotomía antagónica del nosotros y el

ellos, en la que el enemigo –porque el peligroso social es considerado enemigo interno- se

muestra como un cáncer que pudre el cuerpo sano; un ser anormal, monstrualizado y

degenerado sobre el que no existe voluntad rehabilitadora, sino de marginación que de paso

favorezca la cohesión de los amantes de una España de Orden, Tradición, Patria y Fe católica

Aquí muestra el autor la mentira de la Paz y el Perdón, pero sí la verdad del uso torticero de

una ley republicana que, aprovechando sus ambigüedades e incluso su desuso, es fiel reflejo

de la forma en que el Régimen trata a sus enemigos.

En definitiva, una comunicación donde se resalta la vida de los de abajo, de los olvidados por el

relato oficial, a través de historias personales que nos pueden resultar decisivas para conocer

más y mejor de ese periodo, ya que cada experiencia personal reafirma:

- La violencia practicada sobre una parte de la ciudadanía

- El aprovechamiento del Régimen de la ambigüedad de los delitos para proseguir con

su proyecto de cohesión social a través de una política de terror

PREGUNTAS/REFLEXIONES PARA SER DEBATIDAS EN LA MESA-TALLER

- Nos gustaría que el autor reflexionara con nosotros un poco más sobre cómo de

un proceso para Canarias, y que se supone que en teoría no guarda relación

directa con la represión franquista sobre sus enemigos políticos e ideológicos,

pueden desentrañarse las intenciones del Régimen para usar la ley como otro

brazo de su proyecto depurador, e incluso de su empleo proactivo de la

represión para asegurar el control social. E igualmente, porqué no, ampliar y

poner en común las similitudes y particularidades de este control social

franquista en Canarias, con su aspecto insular, en relación a la península.

- La visibilidad de la marginalidad. Sería interesante tratar la participación, a partir

de la mitad de 1950, de patronatos, asociaciones y entidades de carácter

benéfico, falangista y con marcado tinte católico en la “tutela” de una sociedad

que debe ser salvaguardada, controlada y “aseada”, donde las políticas

asistenciales y correccionales por el régimen perduraron hasta 1970.

29

ARCHIVOS MUNICIPALES. BIOGRAFÍA DE UN NOBLE PECULIAR (Ángeles Hijano,

UCLM)

RESÚMEN DE LA COMUNICACIÓN

Ya hemos visto en varias comunicaciones la importancia de las fuentes locales albergadas

en archivos municipales, para el estudio de procesos que posteriormente podrían ser

extrapolables más allá del municipio, pero la profesora Ángeles Hijano reflexiona en cambio y a

través de esta comunicación sobre la imposibilidad de que en muchas ocasiones esto se

produzca, debido a una situación contrastada por todos los que hemos trabajado en archivos

municipales, como es la de la situación de los fondos de muchos de ellos –al menos

aproximadamente hasta los años 80 del pasado siglo, y que afortunadamente variaría a partir

de finales de la década de los 90 e inicio del siglo XXI, donde ya se han instalado mejoras

notables (mayor inversión, más personal, catalogación de fondos, adquisición de archivos

privados, digitalización de fondos documentales, etc.)

La autora señala factores excepcionales como las guerras, así como otros más mundanos

como la incultura, precariedad económica o la desidia de los poderes locales, para explicar el

hecho de que en muchas ocasiones no hubieran sido conservados documentos, y que en

definitiva le llevan a lamentar en su texto la dificultad en muchos casos para encontrar

información en las fuentes que deberían ser las principales aliadas de la Historia desde lo Local

y la Microhistoria: las fuentes locales, y sus centros y archivos. El contrapunto lo sitúa en la

importancia de la iniciativa particular para la recuperación de documentos.

Este hecho provocará por ejemplo que apenas ninguna información sobre el personaje del que

Ángeles Hijano habla en su comunicación, Martín Esteban Muñoz, marqués de Torrelaguna y

Senador vitalicio, haya sido extraída de fuentes obtenidas en su municipio de origen, el

madrileño de Bustarviejo, y que la autora intenta paliar con el uso de las Fuentes orales, e

incluso con otros vestigios materiales, esto es, la información que el propio entorno ofrece,

como las placas que señalan su casa natal, o la dedicatoria del nombre de una calle, y que

muestra la importancia del personaje, aún sin conservarse, insistimos, apenas documentación

sobre éste.

También por ejemplo la táctica de la deducción, por ejemplo relacionando apellidos que son

muy comunes en un pueblo, y por tanto podrían ser atribuibles a éste.

De la misma forma la destrucción de los fondos parroquiales- libros de bautismos, defunciones

y matrimonios- priva a la Historia Local de unas fuentes importantes para estudios

demográficos y genealógicos. Sin embargo las copias que de estos debían ser conservadas en

los archivos diocesanos- en algunos casos- han permitido corregir o al menos paliar la

carencia de estos registros en las parroquias de origen. Esto parece haber permitido a la autora

constatar documentalmente el nacimiento de su biografiado en una localidad donde el registro

original había sido destruido en la guerra civil.

30

Esta escasez tampoco permite explicar lo que la autora define como una obsesión casi

enfermiza por no vincular su nombre al de su municipio de origen, pero sí al menos ofrece lo

suficiente para conocer que se trataba de un hombre de negocios ennoblecido cuyo caso

personal resulta útil para el conocimiento de la extracción social y la conformación de la clase

política de la Restauración

En definitiva una comunicación que refleja cómo la documentación que en teoría debería ser

más abundante para conocer una historia, es prácticamente inexistente, y de ahí la importancia

de los archivos locales, pues quizás pueda conocerse el final, pero no el inicio de las cosas, su

explicación y su origen.

PREGUNTAS/REFLEXIONES PARA SER DEBATIDAS EN LA MESA-TALLER

En relación al lamento de la autora sobre la dificultad de encontrar fuentes,

podríamos añadir en algunos casos el exceso de celo del archivero de turno en la

salvaguarda de los documentos, impidiendo su acceso al investigador, o incluso

la “avaricia” de otros investigadores. Por tanto dificultades por defecto como por

exceso.

Relacionado con esto, quizás podríamos debatir esta accesibilidad a determinas

fuentes locales y la importancia “vital” de las mismas en la elaboración de

estudios históricos.

En lo que respecta a las fuentes orales que la comunicante cita, ¿Cómo fueron

esas entrevistas? ¿o recoge los datos ya reflejados en obras más antiguas? ¿qué

permitieron conocer que no hubiera sido recogido en fuentes escritas?

Hablamos de una Historia Oral, pero no en primera persona, sino resultado de la

Memoria transmitida.

¿Cuál es la conexión con el biografiado con la política de la Restauración, se dice

que es senador, pero es senador designado o electo? En este caso por cuál

distrito, a qué cacicato se vincula? conservador o liberal?

Igualmente, sería oportuno que el estudio de la figura del marqués de

Torrelagguna se ampliase al investigar la proyección del mismo en tanto que es

miembro de un colectivo social y proyecta una vida pública muy interesante,

siendo senador, extrapolando sus características particulares al contexto social

y político del siglo XIX.

31

Sería interesante que la autora, a través de esta biografia, pudiese ampliar el

conocimiento que se tiene sobre los mecanismos de concesión de titulos y cuál

fue el protocolo seguido para conceder tales nombramientos.

32

SOCIABILIDAD INFORMAL EN LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA A EUROPA: EL MUNDI

COTIDIANO POR DESCUBRIR (Ana Isabel Ponce Nieto, UNED)

RESUMEN DE LA COMUNICACIÓN

En esta comunicación Ana Ponce se centra en una de las preocupaciones de los

historiadores sociales, como es el del estudio de los grupos periféricos cuyas prácticas

sociales no son políticas ni laborables, sino ubicables en el espacio de la sociabilidad

espontánea o informal.

Así analiza en este caso las prácticas de sociabilidad de los emigrantes españoles en

Bélgica a partir de la segunda mitad de la década de los 50, como su evolución en las

tres décadas siguientes, desgranando, desde las prácticas de sociabilidad desarrolladas

desde la necesidad y el carácter temporal y pasajero, a aquellas otras que implican un mayor

asentamiento y asimilación recíproca con respecto al país en el que han sido recibidos,

Una evolución que se centra como decimos en el caso de la emigración a Bélgica,

fundamentalmente de españoles en la minería de carbón; una emigración de naturaleza

económica pero de un claro trasfondo político también al estar vinculada a una presencia

cuyo origen está en la revolución asturiana de 1934, teniendo su continuidad en la

emigración de mineros, también asturianos, que entre los años 62 y 63 huyen de la represión

que siguió a las huelgas de las cuencas hulleras, en unos momentos en los que madura la

oposición al franquismo.

La comunicación analiza la creación y evolución de los espacios y ámbitos de sociabilidad

en que estos emigrantes se desenvuelven, desde las primeras formas de sociabilidad

surgidas en torno a alojamientos comunitarios, y que evolucionan hacia otros espacios como

bares, clubes, o a través del Deporte –por cierto formas típicas de sociabilidad y ocio

masculinos-pero donde traslucía la consolidación de la propia identidad, a través del

mantenimiento de las costumbres propias, pero dificultando la adaptación al país acogedor.

Solo en lo que la autora define como “segunda generación”, se produce un aperturismo hacia

otras nacionalidades como a la propia belga, lo que favorecería la adaptación o el aprendizaje

del idioma.

En este contexto destaca la autora un asociacionismo articulado en torno a la Iglesia, con una

sociabilidad que ronda en base a la oferta de servicios sociales, de una comunidad española

cada vez más cohesionada.

Sin embargo, a pesar de esta creciente cohesión, como de la nunca perdida esperanza de

regresar, ciertamente las diferencias entre nación de origen y de destino, hacen ver a muchos

que su hogar ha cambiado, y que por ello su consideración de mano de obra temporal debe

ser sustituida por el reconocimiento de unos derechos que le otorguen una mayor estabilidad

en unos destinos en los que cada vez se encuentran más integrados.

33

Uno de los espacios de reivindicación de estos derechos, y que se convierte en un nuevo

espacio de sociabilidad, será el formativo, teniendo su punto de inflexión en el papel que

emigrantes españoles desarrollen en centros como la Universidad Obrera en Bélgica o La

Rennaissance de Lieja, muy parecidos por cierto en sus objetivos y metodología a las

universidades populares que en ese momento se extienden en Europa, dirigiendo sus

actividades a la formación de personas adultas. Obreros y estudiantes, que no reciben

acreditación oficial por la formación recibida, pero que a través de charlas, reuniones

formativas, obras de teatro… salen comprendiendo mejor las circunstancias y el mundo que

les rodea.

Educación de presente para los padres y de futuro para los hijos, a través de la creación de

Asociaciones de Padres de Familia, o el fortalecimiento del arte y la cultura española a

través del Taller de Arte Popular de Bruselas; en definitiva, nuevos espacios de sociabilidad

para una nueva mentalidad de los emigrantes, entre ellos la mujer, con un cambio de

mentalidad en el sentido de la concienciación de su papel como de la necesidad de apuntalar

sus derechos por su doble condición de discriminada: mujer y emigrante.

En definitiva factores económicos, culturales y coyunturales que irán moldeando la

consideración que los emigrantes españoles tenían sobre su papel en Bélgica, y que a su vez

influirán decisivamente en la consideración que sobre ellos tenga su país de acogida. Algo que

cambiaría definitivamente su futuro, como cambiaría el futuro de la mujer en esta sociabilidad.

Y es que la mujer toma consciencia de su condición de trabajadora y ello le lleva a

cambiar de mentalidad. Toma conciencia de género y de la precariedad laboral que sufre y

decide conformar sus propios espacios, con base solidaria, que acoge a otras nacionalidades

con el mismo denominador: ser inmigrantes y mujeres.

PREGUNTAS/REFLEXIONES PARA SER DEBATIDAS EN LA MESA-TALLER

- La autora menciona una colonia de mineros asturianos cuya estancia se

relaciona con la revolución asturiana. ¿Existe alguna línea de continuidad entre

esta emigración y la de los años 50?

- La autora muestra testimonios personales como forma de reflejar la realidad del

emigrante español en Bélgica. ¿Ha realizado ésta entrevistas que permitan

conocer más “realidades personales” para todo este proceso evolutivo de la

emigración española en Bélgica, y al margen de las recogidas en “Carta de

España”?

- ¿Ha analizado la emigración española en otros países? ¿Conoce otros marcos

reguladores? ¿Puede hablarnos de coincidencias y excepcionalidades?

34

- Sería interesante que se debatiese sobre esa ruptura por parte de la mujer en las

formas de sociabilidad imperantes durante los años 1950 y su cambio a finales

de 1960. Las corrientes feministas de finales de los 60 en Europa toman fuerza y

entiendo que pudo existir una cierta asimilación entre estas mujeres inmigrantes,

integradas también por las llamadas “segundas generaciones” y donde la

formación académica bien podría indicarse y en qué sentido la hubo. ¿Hasta qué

punto hubo una ruptura de mentalidad femenina en la convivencia de distintas

generaciones?, ¿Podemos hablar de cierta conciencia de género y política entre

ellas?

35

DE LA MICROHISTORIA A LA GRAN HISTORIA. MIRANDA DE EBRO 1944-1947: CAMPO

ALIADO (Concha Pallarés Moraño)

RESÚMEN DE LA COMUNICACIÓN

La comunicación de Concha Pallarés supone un ejemplo perfecto, esclarecedor, de cómo en

un microespacio puede reflejarse, entenderse y confirmarse todo el desarrollo y devenir

de un hecho histórico de dimensión internacional como fue el de la Segunda Guerra

Mundial, en un escenario como el del campo de concentración de Miranda de Ebro en el que

van a confluir aspectos por todos conocidos como el de la ambigua posición del Régimen

franquista con respecto a la actuación del Eje Berlín-Roma en la guerra, la ayuda de

ciudadanos de otros países europeos, tanto a la República, al Eje o a las potencias

aliadas, o hechos definitivos en este conflicto mundial como fueron la ocupación de Francia

por el ejército nazi, el desembarco de Normandía, la liberación del país galo, el golpe de

estado que terminaría con la dictadura de Mussolini y la consiguiente ocupación alemana

de Italia, y en definitiva la derrota del Eje y el final de la Segunda Guerra Mundial.

Todo ello a través de un tránsito de personas –combatientes, desertores, refugiados y

evadidos- como de las experiencias personales que les llevaron a dejar sus países hasta llegar

a España, mostrando historias de vida tan líquidas como la Europa de los años 30 del siglo XX,

y que muestran los efectos que la guerra puede llegar a tener sobre cada individuo.

Todas ellas tendrán alojamiento común en un universo donde convergen: Miranda de Ebro.

Así, la autora, en base a una profusa documentación, extraída en buena parte del Archivo

General Militar de Guadalajara, reconstruye la historia de este campo de concentración en

base a tres etapas principales:

- 1937-1939: Campo de concentración y clasificación de combatientes afectos o no –

dimensión nacional-

- 1940-1944: Recibe brigadistas que habían permanecido en España, militares aliados

huidos y evadidos clandestinos –dimensión más internacional-

- 1944-1947: Donde se detiene fundamentalmente la autora, y que recoge

inmejorablemente esa dimensión de Miranda de Ebro como lente escrutadora de una

realidad internacional

Es en esta última etapa donde Miranda de Ebro se convierte en espacio acogedor de

microrealidades, en el sentido del contexto y las circunstancias que rodean a las comunidades

que lleguen a coincidir en él.

Desertores alemanes que llegan a España tras el principio del desmoronamiento del

III Reich, y con el desembarco de Normandía como punto de inflexión

Contrarios al nazismo que, mucho antes del inicio de la política internacional de terror

de Hitler a la que son contrarios, abandonan Alemania

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Aduaneros y vigilantes de las fronteras entre la Francia ocupada por los nazis y

España, y que tras ser liberado el país galo, desertan y entran en España

Trabajadores voluntarios en Alemania, y que son repudiados por sus países tras

intentar regresar

Prisioneros de guerra alemanes evadidos de campos aliados tras el final de la guerra

Voluntarios de nacionalidades como la francesa, belga, rusa, ucraniana, báltica o

caucasiana que, con un marcado componente nacionalista y anticomunista, apoyan a

Alemania a través de su participación en sus órganos de terror, y que terminan siendo

considerados también como desertores

Italianos, tanto los aliadófilos prisioneros de los alemanes cuando éstos invaden

Italia tras el golpe de estado que acabó con Mussolini, como los fieles que huyen

del país tras la liberación de Italia

En definitiva, todas estas representaciones individuales de las grandes ideologías del siglo XX,

y que son una muestra humana de los grandes éxodos que se producen como resultado de la

traumático modificación de las fronteras –tanto las del continente como las de las colonias-

coincidirían en el campo de Miranda de Ebro hasta que en 1947 se procediera a su cierre,

reorientando a sus prisioneros a otros campos y cárceles, y hasta su progresiva repatriación.

Junto a esto, el estudio social en el mundo concentracionario, de corta y larga duración, está

motivando nuevas perspectivas a la hora de analizar la represión. Tomar disciplinas como la

antropología y potenciar aspectos como los sociales, la vida cotidiana que gira alrededor y

dentro de estos sistemas de internamiento, se hacen necesarios. Igualmente, el estudio sobre

los prisioneros extranjeros es un tema no debatido y que debería tenerse en cuenta. Existen

otros campos estudiados como el de San Pedro de Cardeña, donde se creó un microuniverso

durante la guerra (estuvo en funcionamientos desde 1936 hasta 1940) que albergó a cerca de

10.000 prisioneros, entre los cuales había un millar de brigadistas internacionales. La mayor

parte de ellos llegaron a ser intercambiados por otros prisioneros fascistas italianos o

alemanes, algunos acabaron fusilados, entregados a la GESTAPO en Francia o enviados a

otros campos de concentración, entre ellos precisamente el de Miranda de Ebro.

PREGUNTAS/REFLEXIONES PARA SER DEBATIDAS EN LA MESA-TALLER

- De la misma forma que el campo se convierte en un microespacio en el que se

asiste como espectador privilegiado a una visión a escala del desarrollo de un

conflicto internacional, sería interesante que la autora compartiera con nosotros

si por ejemplo a partir de la documentación consultada puede reconstruirse la

relación diplomática entre el estado franquista y los gobiernos de los diferentes

prisioneros, sobre todo en base a la forma en que se iban a gestar las estancias

en el campo, en el país, o las repatriaciones.

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- Relacionado con esto, le preguntaría también si las fuentes son trasparentes en

lo referente a la posición tomada por el Ministerio de Asuntos Exteriores del

gobierno de Franco con respecto a los nazis. Es decir si de alguna manera se

vislumbra el cambio de orientación tras la caída de Serrano Suñer y la derrota de

los países del Eje

- ¿Cuáles eran las “normas de sociabilidad” en el campo? ¿Existía contacto entre

las diferentes comunidades que lo integraban? En caso de que esto fuera así,

¿suponía Miranda de Ebro de nuevo un ejemplo de cómo en un microespacio

podían constatarse las relaciones –pactos concretos y temporales,

enfrentamientos antagónicos de más o menos violencia…- entre miembros de

nacionalidades distintas, como entre afines o no al Eje, dentro de una misma

nacionalidad?

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3. DEBATE (COMUNICANTES, ASISTENTES, COORDINADORES)

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4. CONCLUSIONES

El trabajo realizado por los comunicantes que han hecho posible este Taller, ha resultado

sumamente interesante, destacando el contenido de los textos, como la aportación que han

supuesto a muchos de los puntos aportados que sostuvieron la Justificación del mismo,

y que nos llevaron a la firme convicción de que tenía que realizarse.

En las comunicaciones presentadas se ha demostrado, a través de ejemplos concretos, “casos

desde lo local” y aproximaciones a un sujeto individual, aspectos que se nos antojan

fundamentales para afrontar aquellos interrogantes que planteamos al inicio del Taller. Gracias

a la aportación de los trabajos presentados y el debate generado, hemos podido apuntar

algunas ideas-claves que nos acercan a configurar una renovación metodológica del trabajo

en Historia, en la que el entendimiento entre niveles Macro y Micro del discurso histórico,

como la interacción entre el individuo y el contexto, se encuentran en la base.

Así los textos debatidos nos han mostrado con claridad la importancia de continuar

potenciando la mirada al pasado desde lentes más cercanas, más concretas, bien para dotar

de sentido vacios historiográficos de pueblos y ciudades a los que les falta un poco de su

Memoria, o por una simple vinculación geográfica, vital, laboral y afectiva del que investiga

hacia ellos; pero desde luego con la rigurosidad del científico social, alejados del hobby del

estudioso local aficionado, y desarrollando una influencia decisiva en la formación de

futuros formadores, lo que demuestra también la necesidad de la entrada en el circuito

académico de estudios de este tipo, como el beneficio que a la comunidad suponen en

aquellos lugares en que ya se desarrolla.

En este redimensionamiento de la escala de estudio, el papel desempeñado por las fuentes

de información, locales y provinciales en la gran mayoría de los trabajos –procesos

incoados en Juzgados de Paz, expedientes de elecciones municipales, Actas Capitulares,

planes especiales de ayuntamientos, o casos del Tribunal de Peligrosidad Social, Vagos y

Maleantes- y complementadas con otras específicas –como las que alberga el Archivo General

Militar de Guadalajara- o las proporcionadas por las nuevas tecnologías, no solo han aportado

al investigador el sustrato fundamental para el desarrollo de sus trabajos, sino que lo han

dotado de una sensibilidad que potencia más que nunca el nexo entre lo historiográfico y lo

patrimonial, permitiendo de paso experimentar, y entre otras cosas, las dificultades

vinculadas a este sustrato, como el acceso a fuentes o el estado de los archivos.

Pero no han sido solo escritas las fuentes utilizadas para este acercamiento a nuestro sujeto

sino, en los casos en que ha sido posible, sus testimonios personales han constituido una

nueva herramienta de estudio, no solo a través de una Memoria protagonista, sino de otra

transmitida.

En unas y otras se ha recogido en todo caso la voz de los callados, de los ajenos al discurso

oficial, y que tanto protagonismo adquieren en la concepción microhistórica de nuestra

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investigación: los rabasaires inmersos en fenómenos de conflictividad, y que plasman sus

declaraciones en los procesos incoados en los Juzgados de Paz; los antiguos alumnos y

protagonistas de la marginalidad y las deficiencias estructurales y profesionales en el humilde

barrio de Otxarkoaga, los inculpados en los procesos abiertos bajo la Ley de Vagos y

Maleantes en Canarias, o los testimonios de aquellos que cuenten su experiencia como

emigrantes en Bélgica. Los trabajos presentados se han centrado en colectivos apartados que

ha aportado nuevos puntos primas en el conocimiento de los contextos-marcos históricos

analizados y han complementado y dotado de complejidad la historia general ya sabida.

Pero no solo de los callados, sino también de aquellos cuya voz resonó por encima de la del

resto, y sobre los que una oportuna labor prosopográfica resultó muy efectiva para el estudio,

ya fuera sobre el funcionamiento de la actividad política en las entidades locales durante la

etapa isabelina, o sobre las formas de ascenso, política y nobiliariamente, de un vecino del

pequeño Bustarviejo.

Ejemplos que en todo caso testimonian el acercamiento a ese nuevo sujeto político, individual,

y sobre el que pueden establecerse conclusiones que, al relacionarlo con su contexto, permitan

un conocimiento más completo del acontecimiento general.

Son los casos particulares para un “discurso Macro”, niveles de un conocimiento

escalonado. Así por ejemplo el análisis de la resistencia de los rabasaires frente a los dueños

de las tierras –resistencias cotidianas, protestas organizadas, asociacionismo o participación

política- como muestra para conocer los grandes estudios que sobre la resistencia se han

hecho, por ejemplo con el caso de Scott, y del que luego se han nutrido no pocos autores para

el estudio de las actitudes ciudadanas ante el Franquismo.

También la cara menos amable del desarrollismo franquista, como es la marginalidad surgida

en los barrios de periferia de las urbes industrializadas españolas, las carencias estructurales

de los mismos, las deficiencias educativas como la formación del profesorado o la ausencia de

aulas, desde el ejemplo de un barrio bilbaíno, y con el refrendo de la perspectiva comparada.

El conocimiento de la ambigüedad y la mentira del Franquismo, su extrapolación de las dos

comunidades, y la criminalización de la República a través de expedientes personales

vinculados a la aplicación en Canarias de la Ley de Vagos y Maleantes.

De la misma forma la actividad política en la intensa y cambiante etapa isabelina, la concesión

de títulos nobiliarios y el protocolo para los nombramientos, o el estudio de los casos

personales para reflejar la realidad de la situación y evolución del emigrante en Bélgica.

Por último, la posibilidad de que a partir de dos municipios de dos comarcas catalanas, pueda

conocerse mejor la crisis finisecular del XIX motivada por la filoxera, en Cataluña como en

España, o el caso de Elche para entender mejor el proceso de construcción del Franquismo,

desde las actitudes ciudadanas, la conformación de los nuevos poderes, o la simbología.

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E incluso la conformación de microespacios como Miranda de Ebro, donde se vislumbran a

escala procesos, ideologías y acontecimientos de dimensión y repercusión internacional, como

el segundo gran conflicto mundial del siglo XX.

Hemos comprobado cómo sí es posible una “Historia desde lo local”, “desde abajo”, desde lo

concreto, y cómo ésta nutre, amplia y corrige una Macrohistoria que, tomada como verdad

absoluta, necesitaba urgentemente ser actualizada por la comunidad intelectual y donde, con la

aparición de nuevos paradigmas en el marco de los estudios sociales y culturales, se hacía

necesaria una renovación.

Desde la Cataluña rural o el Madrid capitalino del XIX, los Elche y Canarias del primer

Franquismo, el Burgos-prisión multinacional, la Bélgica receptora de españoles emigrados, el

Bilbao del tardofranquismo o la reciente Leiria habéis buscado entre todos caminos

confluyentes para llegar al mejor destino de estudio posible, y que hacen que esta travesía

haya merecido, y mucho, la pena.