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El hombre y la técnica: Hacia una filosofía política de la ciencia y la tecnología
Jaime Fisher y Salazar
Tesis para obtener el grado de doctor en filosofía de la ciencia. Dirigida por el Dr. León Olivé Morett
‘La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.’
Don Quijote.
‘Las máquinas significan un potencial de poder insospechado. Si hemos orientado este poder al dólar y no a la liberación y enriquecimiento de la vida humana es porque nos hemos conformado con no exceder los límites de los objetivos y valores tradicionales a pesar de estar en posesión de un instrumento de transformación revolucionario.’ John Dewey: Viejo y nuevo individualismo
‘Porque encontrándome en el bosque, lugar ni mejor ni peor que otros, y siendo libre de quedarme en él, ¿no tenía derecho a encontrarle ventajas, no a causa de lo que fuera en sí mismo, sino por el hecho de encontrarme allí? Samuel Beckett: Molloy
Reconocimientos El tiempo dedicado a la investigación y elaboración de este ensayo ha sido posible gracias a
una beca de la Dirección General de Estudios de Posgrado en la Universidad Nacional
Autónoma de México, así como al trabajo cotidiano de quienes en la Facultad de Filosofía
y Letras y en el Instituto de Investigaciones Filosóficas han hecho funcionar el programa
del posgrado en filosofía de la ciencia, en particular y durante los últimos años Ana Rosa
Pérez Ransanz, Carlos López Beltrán y Atocha Aliseda.
León Olivé conoció el proyecto de investigación, lo evaluó, dirigió y asesoró, antes,
durante y después de todo el proceso de elaboración; sin su ayuda y orientación éste nunca
habría encontrado los ejes temáticos en torno a los que organizarse, lo que significa no sólo
que nunca hubiera terminado sino que ni siquiera hubiera tenido oportunidad de empezar.
Una parte de la investigación fue posible gracias a una beca de intercambio con la
Universidad de Salamanca, España, donde el consejo de Miguel Ángel Quintanilla evitó
que mi estancia y trabajo ahí se descaminaran irremediablemente. Ambrosio Velasco y
Martín Puchet revisaron con paciencia el ensayo e hicieron esfuerzos constantes y
denodados por enmendarle diversos errores, así como para sugerir líneas futuras de
investigación. José Antonio Hernanz y Marcelino Arias leyeron la versión anterior del
mismo e hicieron muy valiosas críticas y sugerencias que espero haber considerado
adecuada y suficientemente en esta versión final.
Agradezco la ayuda de todos ellos, y los eximo de cualquier responsabilidad en
torno a contenido y forma de lo que aquí digo, de lo que omito decir, y de las consecuencias
que todo eso pueda tener.