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LEWIS CARROLL

Lewis Carrol A travs del espejo

LEWIS CARROLLAlicia en el Pas de las Maravillas

A travs del espejo y lo que Alicia encontr all

ste pequeo libro es un resumen del original, con las ilustraciones de la primera edicin (Sir John Tenniel 1820-1914) y con los diagramas de la partida de Ajedrez. Nuestra historia se desarrolla en un gigantesco tablero de ajedrez y sus habitantes son las piezas

El autor ha respetado los movimientos de las piezas de Ajedrez, pero, para darle ms

originalidad a la historia, ha hecho que las piezas blancas muevan varias veces seguidas.

CAPTULO I

LA CASA DEL ESPEJO

Alicia era una nia que tena mucha imaginacin, siempre estaba pensando en cuentos e historias interesantes; como aqulla vez que se encontr con el conejo blanco, y siguindole hasta su madriguera, apareci en el Pas de las Maravillas, donde conoci tantos personajes curiosos: el sombrerero loco, el gato de Cheshire, la oruga azul, la Reina de Corazones, Aquella tarde, en el saln de su casa, Alicia, se encontraba jugando con su gatito negro, cuando se le ocurri la idea de jugar con un gran espejo que haba encima de la chimenea... Se subi con su gato y mir y mir al interior del espejo, imaginando cmo seran las cosas all dentro ; de repente, acerc la mano a la superficie y con un dedo fue atravesndola, hasta que pas una mano, el brazo y, finalmente, se encontr al otro lado

Todo pareca igual que antes, pero de pronto observ unas piezas de ajedrez que estaban cadas entre las cenizas de la chimenea,se movan!, incluso paseaban de dos en dos...!

Y as fue como Alicia se dio cuenta de que todo lo que le

rodeaba era una inmensa partida de ajedrez: peones, caballos, alfiles, torres, los Reyes y las Reinas

Precisamente, a lo lejos, observ a una de las Reinas y decidi acercarse para hablar con ella. Avanz durante un minuto y se la encontr de frente: la Reina Roja La Reina se sorprendi de encontrar a Alicia por all y empez a hacerle preguntas de todo tipo: de dnde sales t?, A dnde te diriges?, Alicia le contest que haba perdido su camino y luego le pregunt si todos los campos que se vean eran casillas de un tablero de ajedrez y las personitas que haba a lo lejos las piezas. La Reina le dijo que en ese momento se estaba jugando una gran partida

Alicia se emocion y quiso participar, incluso como si fuera un simple pen; por lo que la Reina Roja le indic que lo arreglara todo para que se convirtiera en el pen de las blancas. Despus, la tom en brazos y, volando, la llev hasta el tablero de juego, adems le dio unas rpidas instrucciones:

Un pen puede avanzar dos casillas en la primera jugada, ya sabes, de modo que t debes desplazarte hasta la Cuarta Casilla, pasando muy deprisa por la Tercera (ms vale que cojas el tren). Cuando llegues a la Cuarta vers que pertenece a los seores Tarar y Tarar; en la Quinta no hay ms que agua, la Sexta es de Don Huevn Pero es que no piensas decir nada? Alicia no supo qu decir y al momento la Reina Roja haba desaparecido

Ahora Alicia estaba en la partida!, nada menos que como Pen Blanco La primera posicin de la Partida!

Alicia se acord de que era un Pen y de que pronto tendra que avanzar

La Reina roja se marcha

Hasta la casilla h5 (1/ -Dh5).

CAPTULO IIEL VIAJE EN TREN

Alicia comenz a caminar y se encontr con seis arroyos o pequeos ros (que son las lneas que separan la Primera casilla, en la que se encuentra Alicia, y la Cuarta, que es a la que se dirige), cruz el primero y, poco despus, se encontr subida en un vagn de tren que estaba lleno de extraos viajeros

Apareci el revisor y fue pidiendo los billetes a todo el mundo, hasta que lleg el turno de Alicia, que, reconoci con voz temblorosa que no tena billete. El revisor pregunt una y otra vez: por qu?, por qu?, por qu?,,

mientras la observaba de cerca con un telescopio, luego con un microscopio y por ltimo, con unos gemelos de teatro. Finalmente, se march cerrando la ventanilla de golpe. Alicia se fij en los viajeros del vagn: una cabra, un escarabajo y un hombre vestido con un traje de papel (los compaeros de viaje de Alicia eran de lo ms extravagante). Comenzaron el viaje y unos pitidos de la locomotora dieron aviso de que algo estaba a punto de ocurrir Los viajeros

murmuraron entre s que el tren iba a dar el gran salto

Alicia les pregunt qu ocurra y un caballo que iba en el vagn contest:

No es nada! Slo es un arroyo que habr que saltar!La nia no entenda muy bien cmo un tren poda saltar, pero pens que de todas maneras, si consegua llegar as hasta la cuarta casilla, algo habra adelantado.De pronto, sinti cmo el vagn entero se levantaba, elevndose por los aires, y le entr tal miedo que se agarr a lo primero que alcanz, que

result ser la barba de la cabra. Toda la escena qued envuelta en humo y, al momento, desapareci.

Alicia abri los ojos y descubri que estaba en la Cuarta Casilla (pen a d4).

CAPTULO III

TARAR Y TARAR!

Despus de descansar, sentada, bajo un rbol, Alicia continu su camino hasta llegar a dos seales que indicaban la misma direccin:

A LA CASA DE TARAR y A LA CASA DE TARAR, la nia se pregunt cmo era posible, ya que los dos letreros sealaban hacia el mismolugar Sigui andando por el camino que indicaban las seales, hasta que, al doblar un recodo del camino, se encontr de golpe y porrazo con dos hombrecillos regordetes.

All estaban, de pie junto a un gran rbol, abrazados el uno al otro. Alicia supo inmediatamente quin era quin porque llevaban su nombre bordado en el cuello de la camisa: en el de uno pona RI y en el del otro pona RA No se movan, se acerc a ellos y cuando iba a comprobar si en el cuello de sus camisas pona el resto de la palabra TARA, escuch una voz que provena de RA:

Una de dos, deca la voz, o crees que somos figuras de cera y en ese caso deberas pagar por mirarnos, porque as se hace en los museos...

...o por el contrario, sigui el que estaba marcado con las letras RI, si crees que estamos vivos, entonces deberas hablarnos.

Alicia se disculp con los gemelos y, para presentarse, se dieron un apretn de manos...; al instante, estaban bailando en crculo: al corro de la patata...Pero lo ms extrao de todo era que sala una msica de las ramas del rbol que tenan detrs de ellos..., una msica de violn Alicia les pregunt cmo poda salir de aquel bosque, a lo que ellos le contestaron que antes tena que escuchar una historia: la Morsa y el Carpintero. La historia deca as:

Cierto da en el que brillaban tanto la Luna como el Sol, se encontraban paseando la Morsa y el Carpintero; al acercarse a una playa, cerca de la orilla, el Carpintero pens que sera posible barrer en unos cuantos das la arena de la playa..., a lo que la Morsa contest que no le agradaba aquel trabajo... De repente, al tropezar y caer al agua el Carpintero, observ un grupo de ostras; rpidamente avis a la Morsa y decidieron darse un banquete con ellas; para ello, la Morsa enga a las ostras para que salieran del agua a dar un paseo y conocer mundo... Cuando estaban en la playa con ellas, montaron una mesa de banquete encima de unas rocas; entonces el Carpintero propuso: quieres que traiga el pan y una salsa?, a lo que la Morsa replic: buena idea, el pan, el pan, que venga el pan...

Cuando el Carpintero volvi con el pan y la salsa para comerse las ostras se encontr a la Morsa tumbada y llorando... El Carpintero llam a las ostras: ostritas, ostritas!, pero nadie contest, y no fue nada extrao... porque el Seor Morsa se las comi...! La Morsa lloraba de pena por el Carpintero, porque, como deca ella: el placer que me ha dado comerlas no lo sabr jams... El Carpintero, rojo de enfado, sac su martillo y sali corriendo hacia la Morsa, que se escap rpidamente... Despus de contar sta curiosa historia, Tarar y Tarar acompaaron a Alicia a travs de un sendero..., de pronto se escuch un ruido semejante a una mquina de vapor o al rugido de una bestia salvaje. Hay por aqu leones o tigres?, pregunt Alicia con timidez... Slo es el Rey Rojo, que est roncando, le dijo Tarar.

Alicia (el pen blanco en la casilla d4), se encuentra con el Rey Rojo (el Rey en la casilla e4), que duerme...

Tarar y Tarar le explicaron a Alicia que el Rey estaba soando y que ella era parte

de su sueo..., que ella, entonces, no era real!

Alicia se puso muy triste y se enfad con ellos..., por supuesto que era real!, qu se haban credo esos dos tontorrones?... Comenzaron a discutir, hasta que, a lo lejos, divisaron una enorme nube que se acercaba a toda velocidad, hasta pareca que tena alas...; pero, al acercarse, vieron que no se trataba de nube alguna...

El Cuervo, el Cuervo,..., gritaron los gemelos y escapndose se perdieron de vista...

Alicia corri a esconderse detrs de un gran rbol, pensando que all estara a salvo... Comenz a levantarse una gran ventolera. Un mantn blanco pas volando junto al rbol de Alicia, que lo atrap en el aire... CAPTULO IV

LA OVEJA Y SU MADEJA

Tras haber recogido el manto blanco, apareci la Reina Blanca, que sala del bosque como si volara con los brazos en cruz...

La Reina Blanca se puso a su lado (la Reina Blanca mueve a la casilla c4...) y Alicia le coloc el mantn sobre los hombros, esperando recibir un simple: gracias!...; pero no fue as, la Reina no habra la boca para nada..., as que Alicia tuvo que comenzar la conversacin:

- con quin tengo el gusto de hablar?, acaso con la Reina Blanca...?

- Puede que s y puede que no...

Alicia se qued callada, no entenda la forma tan rara de hablar que tenan por all... La Reina continu la charla:

dichoso mantn..., se me est soltando todo el rato, intento sujetarlo siempre conmuchos alfileres, pero siempre se cae...

La nia, entonces, le cont a la Reina su problema: que

estaba triste porque se haba perdido... La Reina Blanca le pidi que no llorara y que la acompaara cruzando un arroyo que haba all cerca... Despus de cruzar el arroyo la Reina Blanca (la Reina mueve a la casilla c5)... Alicia hizo lo mismo (pen mueve a la casilla d5)...

Primero cruza la Reina Blanca (Dc5), despus...,el pen...(d5)

Entonces, la Reina comenz a hablarle:

Mejor, mucho mejor!, iba subiendo el tono de voz, hasta que gritaba... e iba repitiendo:

Mucho meee-jor!, Mee-ee-jor!, Mee-mee!

La ltima palabra se pareca demasiado a un balido de oveja..., de forma que la nia se qued muy confundida.

Alicia mir a la Reina y comprob que su mantn se haba convertido en una gruesa capa de lana, que la envolva..., no poda creer lo que estaba viendo, acaso

ahora no se encontraba, de repente, en el interior de una tienda?..., y la persona que estaba detrs el mostrador, no era una oveja?... De pronto, la oveja, levant la vista y, a travs de unos anteojos, la mir y dijo: qu deseas, nia?

No lo s, respondi Alicia...

Puedes coger lo que ms te guste..., continu la oveja. La tienda estaba repleta de los objetos ms extraos que imaginarse pudiera... Las estanteras desaparecan y al momento volvan a aparecer, todo era muy raro...! Mientras Alicia se esforzaba por atrapar alguno de aqullos objetos, incluso saltando..., la oveja comenz a tejer una bufanda con unas largas agujas de hacer punto...,finalmente, volvi a levantar la mirada y le dijo: te gusta remar?...

Al momento, Alicia se encontr remando en un bote y surcando un ro lleno de juncos..., los remos eran las agujas de tricotar de la oveja, que haban crecido hasta tener un tamao descomunal...

Rema con ms fuerza!, le gritaba la oveja, desde el otro lado de la barca...

La nia rem con energa durante un buen rato, hasta que el agua se llen de tantos juncos que remar se hizo tarea imposible...

Cuando Alicia empez a arrancar los juncos que le impedan el paso, todo se transform de nuevo..., ya no estaba en el ro, estaba otra vez en la tienda!...

La oveja estaba de nuevo tejiendo y, sin levantar la cabeza de su labor, le pregunt:

quieres comprar un huevo?

Alicia contest que s, pagndole con unas monedas...

Por su parte, la oveja, le dijo que no poda darle el huevo ella misma, que se lo tena que dejar en un estante de la tienda...,

y as fue, dej el huevo y, despus..., desapareci!

(la Reina Blanca, despus de dejar el huevo, se mueve a la casilla f8...)

Alicia comenz a trepar por las estanteras, pues el huevo estaba en la parte ms alta, mientras suba, las baldas se transformaron en las ramas de un gigantesco rbol, todo lo que tocaba se iba convirtiendo en madera; empez a pensar que lo mismo le ocurrira al huevo, cuando lo alcanzase...

Alicia trepa por el rbol, intentando alcanzar el huevo...

(pen mueve a la casilla d5)

CAPTULO V

DON HUEVN (en ingls Humpty Dumpty)

Sin embargo, el huevo no se convirti en madera, sino que fue aumentando de tamao y tomando forma humana..., cuando Alicia se encontraba tan slo a unos metros de l, pudo distinguir que tena ojos, nariz y boca. Al llegar a su misma altura comprob que se trataba del mismsimo Don

Huevn, no haba ninguna duda..., reconoca esa cara...

Don Huevn se encontraba sentado en lo alto de un muro, con las piernas cruzadas a la turca...

Alicia vio que estaba a punto de caerse y corri a sujetarlo, mientras exclamaba: es igual que un huevo!. Inmediatamente, Don Huevn respondi: muy gracioso!, si seor, muy gracioso!..., eso de que le llamen a uno ... Al instante, Don Huevn comenz a recitar unos versos:

Hallndose Don Huevn

en su alto y estrecho muro,

perdi el equilibrio y..., plon!,

cay contra el suelo duro.

Fue tan tremendo el morrn,

que no qued hueso sano.

Viendo el Rey que Don Huevn

precisaba un cirujano,

prometi que enviara

todos sus hombres e incluso

toda su caballera, pero no hubo manera de componerlo.

Cuando los versos finalizaron, Alicia advirti a Don Huevn para que tuviese cuidado, ya que estaba sentado en un muro demasiado estrecho... Este muro es seguro!, le respondi el huevo humano, adems, no sabes con quin estas hablando..., tengo la promesa, del mismsimo Rey, de enviar a todo su ejrcito si yo cayese..., continu, mientras comenzaba de nuevo a pronunciar versos:

En invierno la nieve tiende el manto,

mientras esta cancin a ti te canto.

En primavera el bosque est tan verde,

que te lo explicar en cuanto me acuerde.

En verano los das duran tanto,

que quiz, al fin, entiendas

lo que canto.

En otoo las hojas caen al suelo:

coge pluma y papel y escribe al vuelo.

Don Huevn continu recitando y recitando versos, hasta que Alicia sinti un gran dolor de cabeza..., es usted una de las personas ms insoportables que conozco!, le chill finalmente la nia al huevo..., cuando Alicia iba a

continuar hablando, no pudo hacerlo..., porque un ruido ensordecedor, como de algo que se quebrara con gran escndalo, se escuch por todo el bosque...: CRAAAAAAACK!

(Alicia encuentra a Don Huevn en d6...)CAPTULO VI

EL LEN Y EL UNICORNIO

De inmediato, empezaron a acudir soldados de todos los lugares posibles, primero de dos en dos, luego por tros y por ltimo, batallones enteros, que daban la sensacin de llenar todo el bosque...

Alicia corri a esconderse, detrs, de un rbol para observar segura lo que all ocurra...

Despus de la infantera, lleg la caballera, todo era un terrible caos, cuando alguno se caa del caballo, sala despedido por los aires...

Se tropezaban unos con otros; hacan un ruido ensordecedor..., poco a poco, Alicia se fue alejando de all y sali a un campo abierto, en l, encontr al Rey Blanco, sentado en el suelo y con un cuaderno de notas...

Ha visto, por casualidad, un ejrcito por aqu?, pregunt el Rey a la nia...

Que si lo he visto?, ya lo creo!, por lo menos seran miles de soldados..., respondi Alicia. Cuatro mil doscientos siete, para ser exactos..., continu el Rey...

Siguieron conversando durante un rato, hasta que lleg un mensajero con noticias para Su Majestad: el Len y el Unicornio la estn volviendo a liar!, dijo a voz en

grito una extraa liebre, que pronunciaba sus palabras utilizando siempre la letra l...

Inmediatamente el Rey se levant y orden que le acompaaran para verlo todo...

Llegaron hasta una gran multitud que haca corro alrededor de los dos luchadores: el Len y el Unicornio! Por qu se pelean?, quiso saber Alicia...

Lo hacen por mi corona..., quieren ser reyes..., contest el monarca.

Pero..., delante de usted?..., Alicia pregunt al Rey, pero sin obtener respuesta, Su Majestad estaba muy ocupado viendo cmo se daban mamporros los dos contendientes...

Mientras suceda todo esto, Alicia fue recordando aqulla vieja cancin que dice:

El Len y el Unicornio luchaban por la Corona.

El Len le persegua por toda la vecindad.

Unos les daban bizcocho, otros pan, otros borona (pan de maz)hasta que a tamborilazos salieron de la ciudad.

Y el que gana, se lleva la Corona?, pregunt Alicia.

De ninguna manera!, (exclam el Rey). Qu idea ms absurda!

A mitad de la pelea, los dos combatientes acordaron realizar un descanso para comer bizcocho..., todo el mundo se sent y comenzaron a sacar trozos de aquel pastel para merendar...

Mientras estaban probandola merienda, pudieron observar una escena de lo ms curioso: la Reina Blanca pas cruzando a pradera a toda velocidad.

Hay que ver lo rpido que se mueven esas reinas, indic el mensajero-liebre...

Sin duda la est amenazando algn enemigo..., declar el Rey.

La Reina Blanca escapa del Caballo Rojo (Dc8)...

Despus de aquello, le ofrecieron a Alicia un gran

bizcocho, para que lo repartiera entre los comensales, cuando haba partido todos los trozos, stos, volvan a unirse; Alicia lo intent de nuevo, pero resultaba imposible, por lo que los invitados comenzaron a impacientarse y, finalmente, a enfadarse con ella. Empezaron a chillarle, y, poco a poco, los gritos se transformaron en un sonido ensordecedor: tambores! .

La nia, cay de rodillas y se tap los odos como pudo...

Como esos tamborilazos no los saquen de la ciudad (record para sus adentros...), no va a haber quien los eche.

Resultaba imposible saber de donde vena semejante ruido, pero lo peor era que aumentaba de intensidad, Alicia se levant de un salto y, totalmente asustada, cruz de un salto el arroyo que tena frente a s...

Alicia cruza el arroyo huyendo de los tambores... (pen mueve a d7)

CAPTULO VII

LA CABALLERA... Al cabo de un rato, los ruidos dejaron de escucharse, todo qued en calma..., Alicia no poda creerlo, era como si todo hubiera sido un sueo; quiz el sueo del Rey Rojo?, por qu no ir a despertarlo y acabar con todo?... En ese momento apareci un jinete a

galope, gritando: alto, alto!, jaque!; era el Caballero Rojo, tanto el caballo como el jinete iban vestidos de color carmes...

(El Caballo Rojo da jaque al Rey desde e7 e intenta atrapar a Alicia...)

Sois mi prisionera! continu el Caballero Rojo..., frenando su caballo en seco, con lo que sali despedido de su cabalgadura..., se levant del suelo y volvi a subir a su caballo; iba a pronunciar de nuevo la frase anterior: Sois mi pr..., pero no pudo llegar a terminarla, porque fue interrumpido por otra voz que gritaba: alto!, alto!, jaque!,

esta vez se trataba del Caballero Blanco, que haba aparecido de repente... Los dos Caballeros se miraron, se pusieron los yelmos y, a continuacin, comenzaron una feroz lucha: el Caballero Rojo utilizaba una enorme maza con la que golpeaba la armadura del Caballero Blanco; que, a su vez, utilizaba otra porra, para defenderse, blandindola con resolucin e impactando en el yelmo y la coraza carmeses...

Tras un intercambio agotador de golpes, durante el cual, no dejaban de caer de sus Caballos..., los dos jinetes cayeron al suelo de cabeza, uno junto al otro; a continuacin, ambos se levantaron, se dieron la mano y el Caballero Rojo se mont en su cabalgadura para alejarse a galope...

El Caballero Blanco se aproxim a Alicia diciendo:

una victoria gloriosa!, no le parece?

(El Caballo Blanco come al Caballo Rojo: Cxe7...) Alicia le contest que no saba que decirle..., no haba entendido muy bien la forma de combatir..., despus aadi:

yo no quiero ser prisionera de nadie!, yo quiero ser Reina!

El Caballero le dijo que lo sera..., slo tena que cruzar un arroyo para coronar...

Yo te dar escolta para que llegues sana y salva hasta salir de este bosque!, aadi.

Alicia continu su camino en compaa de aquel Caballero..., mientras avanzaban, el jinete perda el equilibrio constantemente y caa al suelo, volvindose a montar rpidamente en su

cabalgadura... No faltaron las canciones mientras proseguan su camino..., cuando alcanzaron los confines de aquel bosque, finalmente se despidieron y el Caballero regres al camino por el que haban llegado...

(El Caballo vuelve a su casilla inicial: Cf5...)

Alicia alcanz la orilla del siguiente arroyo (el que le separaba de la octava casilla...), estaba a punto de

cruzarlo...!, tom impulso y...

ale-hop!, ...salt al otro lado.

La Octava Casilla, al fin!, exclam; en aquel momento, cay sobre una suave pradera, como si fuera de musgo..., estaba llena de flores por todas partes...

Se puso tan contenta..., pero..., qu es este peso que tengo sobre la cabeza?, exclam Alicia.

Era una corona de oro.

Lo haba conseguido!

CAPTULO VIIIALICIA, REINA

Alicia estaba contemplando con gran emocin aqulla extraordinaria corona, se la volvi a colocar en la cabeza y trat de caminar con majestuosidad...; se imagin a s misma avanzando por el saln de un gran palacio...

Todo era tan extrao que no se sorprendi en absoluto cuando se encontr con la Reina Blanca y la Reina Roja, sentadas, una a cada lado de ella...

(La Reina Roja hace acto de presencia... De8)

A continuacin, las dos Reinas comenzaron a preguntar a Alicia sobre todo tipo de cosas, para averiguar si era una buena nia que se saba las lecciones de la escuela... Tambin recibi la noticia de que se iba a dar un gran banquete de celebracin durante la tarde... Despus de conversar durante largo rato...,la Reina Roja , ya que le haba entrado sueo a la Reina Blanca..., comenz a cantar una nana:

Durmete, Reina ma,

que yo te canto;

en los brazos de Alicia

durmete un rato.Hasta la fiesta

an tenemos tiempo

de echar la siesta.

Y cuando se termine

la fiesta, iremos

al baile todos juntos

y bailaremos.

All estarn las dos Reinas, Alicia y los dems.

Apenas termin la cancin, las dos Reinas, la Blanca y la Roja, quedaron sumidas en un profundo sueo...

Se haban quedado dormidas en el regazo de Alicia, que no dejaba de asombrarse por tener las dos Reales cabezas

apoyadas sobre ella...

Cada vez se oan los ronquidos de las dos con ms fuerza, hasta que casi sonaba como una cancin..., Alicia estaba ocupada con sus pensamientos, por lo que no se dio cuenta de que las cabezas cada vez se hacan ms pequeas, disminuyendo de tamao tanto, que finalmente desaparecieron...

De repente, frente a ella, apareci un gran portal, en el que podan observarse las palabras REINA ALICIA...

A ambos lados del portal haba un llamador, en uno deca:Visitas y en el otro:Servicio...

Alicia estuvo dudando sobr cul de los dos llamadores utilizar, cuando apareci una rana con traje amarillo, que le indic que slo tena que esperar y dejar en paz a la puerta...

En ese preciso instante, la puerta se abri de par en par, dejando salir una voz chillona que anunciaba:

Al mundo del espejo Alicia as proclama:Con corona y con cetro yo soy primera dama!

A todos os invito...,

a todos os lo digo!,

a cenar con las Reinas...,

con ellas y conmigo!.

Y, a continuacin, cientos de voces respondieron:

Saludemos a Alicia con un hurra! cerrado,

echmosle botones y flores de salvado...

Llenmosle la taza de ratones con t,

y ojal no se ponga despus de mal caf!

Brindemos por Alicia, chin!, treinta veces tres,

la mitad al derecho, la mitad al revs.

Se escuch el entrechocar de copas en el interior y, poco despus, continuaron las canciones..., hasta que a la nia se la acab la paciencia y entr en el saln del banquete..., all pudo ver a unos cincuenta comensales, entre los cuales se encontraban diversos animales y flores..., y, a la cabecera de la mesa tres sillas, ocupadas las de los extremos por la Reina Blanca y la Reina Roja; la del centro estaba vaca... As que Alicia se sent en la silla que no estaba ocupada, unindose a la celebracin... El banquete fue de lo ms extrao: todos los platos de comida hablaban... y se quejaban si se les pinchaba con un tenedor o cortaba con un cuchillo... En un momento determinado, las velas de los candelabros comenzaron a crecer, llegando hasta el techo..., las botellas se haban colocado platos a modo de alas y volaban por todo el saln, los invitados se echaban el vino de sus copas por encima de la cabeza y se chupaban con la lengua las gotas que les escurran, del techo salan luces de fuegos artificiales..., en ese instante, escuch una voz que gritaba:

estoy aqu!, aqu estoy!, se trataba de la Reina Blanca, que haba cado al interior de una sopera y slo se pudo ver su cara mientras desapareca en la sopa...

(La Reina Blanca desaparece en la sopera..., Da6)

Alicia no pudo soportar ms aquel caos y, agarrando el mantel con las dos manos, tir de l con todas sus fuerzas...

Alicia trat de buscar a la Reina Roja, pues la consideraba responsable de todo lo que haba ocurrido..., estaba realmente enfadada con ella. Pero la Reina Roja ya no estaba junto a ella, se haba encogido de tamao hasta alcanzar la proporcin de una mueca, y ahora estaba correteando por encima de la mesa, tratando de escapar...

An no he terminado contigo!, dijo Alicia, mientras la coga en sus manos..., continuando: te voy a dar tal meneo que de esta te conviertes en gato! Vaya si lo voy a hacer!

(Alicia ocupa la casilla de la Reina Roja: e8; la tiene entre sus manos...)

CAPTULO IX

EL MENEO

Mientras gritaba a la Reina Roja, comenz a sacudirla hacia delante y hacia atrs con todas sus fuerzas...,

hasta que not que su cara se haca cada vez ms pequea y sus ojos cambiaban: se hacan ms grandes y verdes..., cuanto ms la sacuda, ms suave y redonda se volva, hasta que...: se despert!, ... y vio que era un gatito lo que tena entre sus manos!

CAPTULO XQUIN LO SO?

Alicia le habl a su gato como si an fuera una Reina: Su Roja Majestad debera moderar esos maullidos..., todo ello mientras se frotaba los ojos..., sabes, minino, que me has despertado de un sueo maravilloso...?, continu Alicia la charla con su gato... Despus rebusc en la alfombra de la habitacin, pues all estaban las piezas de ajedrez diseminadas..., hasta encontrar a la Reina Roja, que cogi en su mano y se la ense a su gatito preguntndole: verdad que te convertiste en esta pieza?; pero el minino slo contest con un dulce miau!.

Mientras Alicia contemplaba la habitacin en la que se encontraba, le asalt una gran duda: si todo haba sido un sueo..., quin lo haba soado? Ella..., sondolo todo? O el Rey Rojo que haba soado con ella...?

FINEste trabajo ha sido realizado por Luis Ibez Rodrguez, para los alumnos de Ajedrez del Colegio Obispo Blanco Njera de Logroo.

Esperando que haya resultado

de su agrado y haber unido dos mundos: la Literatura y el Ajedrez, ambos maravillosos...Logroo, 18 de diciembre de 2011.

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