5. valoraciÓn del texto de nebrija -...

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101 5. VALORACIÓN DEL TEXTO DE NEBRIJA Uno de los objetivos que nos propusimos fue valorar cuál era la aportación de Nebrija -si la había- al texto de Persio, especialmente en la época en que él lo realizó; un momento en que las Sátiras habían sido abordadas por figuras señeras del humanismo. Nos ha interesado, pues, también en lo que se refiere al texto comprobar sobre todo cuál era el texto de Nebrija y qué diferencias fundamentales hallamos respecto a otros del Humanismo. Por eso, uno de los textos que hemos tomado como referencia ha sido -como más arriba señalamos- el de Badius, como resumen de esa “lectura humanista de Persio”. Abordaremos primero una comparación somera con el texto de Badius. Empezamos por hacer una relación de los lugares en que hay diferencias: 5.1. EL TEXTO DE NEBRIJA Y UN PERSIO DEL HUMANISMO: COMPARACIÓN CON LA EDICIÓN DE BADIUS LUGAR BADIUS NUESTRA EDICIÓN Pr 1 . 4 Heliconidasque Heliconiadasque pr. 8 χαῖρε chaere pr. 9 verba nostra nostra verba pr. 12 quia quod pr. 13 poetrias poetidas pr. 14 cantare P. melos credas ca. credas P. mel. I 4 Troiades Troades I 32 iacinthina et ianthina I 50 non hic est non est hic I 60 Ampula Appula I 67 et prandia in prandia I 70 lucos lucum I 77 Pacuviusque Pacuvius I 79 monitus patres pueris pue. mon. patres I 86 doctas doctus I 90 portes portas I 93 didicit versum versum didicit I 97 vegrandi praegrandi 1 Recordamos que nos referimos con esta abreviatura a las citas de los coliambos, ya que, aunque no de manera unánime, muchos estudiosos lo consideran “prólogo” de las Sátiras; también Proemium fue llamado por Badius. Nebrija denominó a estos versos Epigramma.

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    5. VALORACIÓN DEL TEXTO DE NEBRIJA Uno de los objetivos que nos propusimos fue valorar cuál era la aportación de Nebrija -si la había- al texto de Persio, especialmente en la época en que él lo realizó; un momento en que las Sátiras habían sido abordadas por figuras señeras del humanismo. Nos ha interesado, pues, también en lo que se refiere al texto comprobar sobre todo cuál era el texto de Nebrija y qué diferencias fundamentales hallamos respecto a otros del Humanismo. Por eso, uno de los textos que hemos tomado como referencia ha sido -como más arriba señalamos- el de Badius, como resumen de esa “lectura humanista de Persio”. Abordaremos primero una comparación somera con el texto de Badius. Empezamos por hacer una relación de los lugares en que hay diferencias: 5.1. EL TEXTO DE NEBRIJA Y UN PERSIO DEL HUMANISMO: COMPARACIÓN CON LA EDICIÓN DE BADIUS LUGAR BADIUS NUESTRA EDICIÓN Pr1. 4 Heliconidasque Heliconiadasque pr. 8 χαῖρε chaere pr. 9 verba nostra nostra verba pr. 12 quia quod pr. 13 poetrias poetidas pr. 14 cantare P. melos credas ca. credas P. mel. I 4 Troiades Troades I 32 iacinthina et ianthina I 50 non hic est non est hic I 60 Ampula Appula I 67 et prandia in prandia I 70 lucos lucum I 77 Pacuviusque Pacuvius I 79 monitus patres pueris pue. mon. patres I 86 doctas doctus I 90 portes portas I 93 didicit versum versum didicit I 97 vegrandi praegrandi

    1Recordamos que nos referimos con esta abreviatura a las citas de los coliambos, ya que, aunque no de manera unánime, muchos estudiosos lo consideran “prólogo” de las Sátiras; también Proemium fue llamado por Badius. Nebrija denominó a estos versos Epigramma.

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    I 112 sacer est pueri locus pueri locus est sacer I 125 audis audes I 126 unde inde I 128 poscit possit I 131 abaco abaci II 6 murmurque murmur II 10 ebullet ebuliat II 19 cuinam cui non II 23 at ad II 27 iaces iacis II 49 crescit crescet II 54 laetetur laetatur II 61 terras terris II 69 sacro templo III 16 at aut III 32 et fibris fibrisque III 34 bullit bullat III 40 auratis aureis III 51 neu ne III 64 poscentes poscentem III 66 disciteque o miseri et c. discite et o mi. c. III 67 et aut III 68 quam qua III 84 de ex III 86 hos his III 89 exudat exuberat III 93 rogarit rogabit III 114 plebea plebeia IV 3 dic hoc dic o IV 9 puto puta IV 17 quae quo IV 26 oberret oberrat IV 43 vivimus vivitur IV 51 respue respice IV 52 et noris ut noris V 17 mensamque mensasque V 18 plebeaque plebeiaque V 27 quantum mihi te mihi te quantum V 35 diducit deducit V 38 extendit ostendit V 58 in venerem est putris in venerem putris

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    V 65 animo animi V 74 scabrosum scabiosum V 78 turbinis temporis V 87 tolle tollo V 90 vetavit notavit V 105 et veri speciem et speciem veri V 114 ac et V 120 thure farre V 126 ad in V 137 heu heu eheu V 139 contemptus contentus V 140 pueris puer is V 146 tu tun V 150 sudare sudore V 172 ne nec V 172 accersar accersor2 V 175 quem quam VI 50 vahe vae V 77 castata catasta V 78 duplex triplex Se observan en el texto de la edición de Badius3: -Errores, como en todas: de imprenta (I 60, V 77), por atracción (V 1754). -Variantes gráficas: por doquier, muchas son vacilaciones normales en la época y en ellas se aprecia que un error de oído o de “copiado”, da lugar a lecturas diversas: at/ ad (II 23), dic o/ dic hoc (IV 3). -Varios cambios de orden (pr. 9, I 50, I 79, I 93, III 65, V 27, V 105); la mayoría se hallan en los manuscritos pero también pueden responder a la memorización de algunos fragmentos, observable por ejemplo en I 112 que tiene muchas variantes6. Un cambio de 2Aunque en las ediciones modernas se elige arcessat, la preferida por Nebrija está respaldada por la mayoría de los códices. 3Nos detenemos poco en la comparación, ya que las variantes son de parecido tenor a las que valoraremos a propósito de la comparación de Nebrija con Jahn en el capítulo siguiente. 4Non in festuca lictor quam iactat ineptus. La proximidad de lictor hizo entenderlo falsamente como antecedente (así ocurre en E), y muchos -como Badius- leyeron el relativo como masculino; no en Nebrija, cuya lectura quam es la “correcta”: 5Añadiendo además una enclítica. 6Pueri locus est sacer, en Nebrija; sacer est pueri locus en Badius y en la edición de 1475 (A); pueri sacer

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    orden digno de destacar y sobre el que volveremos al hablar de la lectio melos/ nectar7, es el de pr. 14, cambio que estaba sugerido en el trabajo de Nebrija y que no ofrecía el Comentario de Badius en las ediciones anteriores. -Cambios morfológicos que analizaremos en el siguiente apartado: de número (I 70, III 64, V 17); de caso (I 131 y V 65), de modo/ tiempo (I 90, II 49, II 54, III 868, III 93, IV 26, V 51), o de persona o voz (IV 43, V 87, V 172). -Cambios de conjunción, algunas casi sinónimas: pr. 129, III 16, III 32, III 67, V 114, V 172; o de preposición (II 23, III 8410, V 126). -A veces se observa una aparente sílaba más, constituida por copulativa o verbo sum, que métricamente no cuenta en ese verso (I 77, II 69, V 58), o una ausencia de enlace coordinado (III 51), o de partícula interrogativa (V 146). -Un grupo de divergencias ocurren en los lugares controvertidos: -en once de ellos Badius citará a Nebrija como representante, único o entre otros, de una

    opción diferente a la suya (I 86 doctas, II 10 ebullet, II 23 at, II 27 iaces, III 60 et in quod o et est quo, III 68 quam, III 89 exudat, IV 17 quae, V 49 duorum, V 90 vetavit, V 120 thure, V 139 contemptus, lugares en los que Nebrija lee respectivamente: doctus, ebulliat, ad, iacis, et in quo, qua, exuberat, quo, duorum -como Badius, pero propone también deorum; notavit, farre y contentus). Las trataremos más adelante;

    -las restantes lecturas son: poetrias11/ poetidas12 (pr. 13), Troiades/ Troades (I 4)13,

    vegrandi/ praegrandi (I 97), poscit14/ possit (I 128), cuinam/ cui non (II 19)15, in

    est locus en las ediciones modernas. Se trata de una inscripción de las que con cierta frecuencia se colocan, como aquí refiere Persio, a veces con algún dibujo -serpientes en Persio- para indicar lo santo del lugar y por tanto la prohibición de “profanarlo” con orina o excremento. 7Cf. más adelante “variantes significativas” 8Con ligero cambio de sentido de la frase: como complemento de populus ridet Badius lee his, Nebrija hos. 9Quia, que abreviada se confunde fácilmente con quod, no está en ningún aparato crítico. 10Con nihilo la lectio más frecuente en Persio es de; pero el sintagma ex nihilo debía sonar familiar, sobre todo a partir de Isidoro, y especialmente a Nebrija al que le eran familiares las obras del santo considerado su paisano. 11Lectio de Scoppa que Badius incorpora a su texto, y que tratamos también en el apartado de lectiones significativas de Nebrija. 12Ofrecemos en segundo lugar la lectio de Nebrija. 13Sobre las lecturas para este lugar cf. AMO (1997: 71-84). 14A pesar de estar poscit en los manuscritos, se aviene mejor al contexto el significado y el modo de possit. 15Donde Nebrija lee un cui non que no hemos visto en ningún otro lugar, y para el que nuestro humanista añade que se lee también cui nam con el mismo sentido.

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    terras/ in terris (II 61), sacro16/ templo (II 69), bullit/ bullat (III 34)17, auratis/ aureis (III 40), exudat18/ exuberat (III 89), puto19/ puta (IV 9), quae20/ quo (IV 17), respue21/ respice (IV 51), diducit/ deducit (V 35), extendit/ ostendit (V 38), turbinis/ temporis (V 78), pueris/ puer is (V 140), sudare/ sudore (V 150)22 y duplex23/ triplex (VI 78).

    - Como ocurre en Nebrija, hay en el texto de Badius lecturas que no están en los manuscritos conservados24: así scabrosum (V 74), de grafía y significado parecido a scabiosum, lectura habitual. La comparación llevada a cabo nos pone ante dos textos del Humanismo, cuya edición está separada por casi dos décadas25, en los que se perciben diferencias importantes aunque no sustanciales, y cuyo estudio nos ha permitido comprobar que I. Badius Ascensius utilizó el comentario de Nebrija, y descubrir cómo lo hizo, especialmente en lo que a la fijación del texto se refiere. A pesar de que más adelante veremos cuál fue la valoración de Nebrija -entre sus contemporáneos y en los siglos subsiguientes- señalamos aquí, como muestra de su fortuna en el Humanismo, en qué lugares lo cita Badius con ocasión de haber elegido una lectura distinta a la suya26 y cómo lo valora.

    16Sinónimo de sacro, que también leyeron otros en este lugar, y -aquí- de templo, que puso Nebrija. 17Bullat leyó aquí Nebrija, probablemente con un intento de explicar a Persio a través de Persio (en V 19 leyó bullatis). 18Conjetura del propio Badius. 19Que está en los manuscritos, donde otros puta, que eligió Nebrija; según Villeneuve (1918: XXXI) sería escrito por alguien que desconocía el uso de puta como adverbio. 20Lectura que prefieren las ediciones modernas, frente a quo que eligió Nebrija. 21Sinónimo en este lugar de respice, la opción nebrisense. 22La lectura no es muy diferente a la otra opción (sudore), pero quienes eligen el infinitivo suelen poner antes pergant; en tanto que peragant los que prefieren el sustantivo en ablativo; en cambio, es rara la combinación que hay en Badius: peragant... sudare. Algo similar debió ocurrir a Nebrija cuando en V 134 leyó saperdas, como hemos dicho, sólo posible si antes se lee rogat, pero no con rogitat, en que por razones métricas había que elegir saperdam. 23Donde se suele leer, como hizo Nebrija, triplex, pero que muda poco el sentido. 24Nuestra referencia indirecta, cuando a manuscritos aludimos, es Jahn, fundamentalmente, además de Villeneuve y otros editores modernos. Por tanto, estas lecturas las vería Badius en manuscritos que no se han conservado. Con todo el número de las lecturas nebrisenses que tampoco están en códices de que tenemos conocimiento es mayor. 25Mucho antes Badius se había ocupado de Persio: sus comentarios fueron publicados ya a finales del siglo XV, pero cuando elabora la edición que estamos comparando es ya 1523, y han pasado casi veinte años desde que los comentarios de Nebrija vieron la luz. En ese tiempo se han publicado otros estudios sobre el texto de Persio -como las annotationes de Scoppa- que el humanista belga pudo tener en cuenta e incorporar o no a su edición. 26Otras veces alude también a lectiones que él no ha elegido, y sí Nebrija, pero sin citar qué humanista ha preferido la que él desdeña; por ejemplo en el fo. XLVIr habla de audis en lugar de audes (I 125) y de unde en vez de inde (I 126).

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    Nebrija es citado por Badius a propósito de lecturas en once ocasiones27, en las que este humanista, a pesar de preferir otra lectura, sólo lo censura abiertamente en dos: en ambas por motivos métricos: II 10 y III 8928. La mayoría de las veces -aun dejando claro que él prefiere otra lectura- lo cita sin hacer ningún juicio negativo, e incluso en algunas de ellas se detiene a explicar cómo sería el significado de la lectio nebrisense en ese contexto: en I 8629, II 2330, II 2731, en V 4932, en V 12033 o en V 13934. También en este apartado debemos incluir la referencia que hace al hispano como seguidor, junto con Murmellius, de la lectio notavit (de V 90 en vez de su preferida vetavit)35, por tratarse de una de las discusiones más amplias que hace Badius sobre cuestiones de crítica textual. E incluso en dos ocasiones ve con buenos ojos la opción del hispano: en III 60 y III 6836; es digno de destacar la apreciación que hace de la lectura -o, mejor, de la interpretación- de Nebrija en III 60, pues Badius partiendo de “su” lectura de Persio ha elegido la lectio et in quod admitiendo et est quo, considerando errada et in quo por cuestión de “latinitas”, en cambio la juzga acertada si se hace de Persio la lectura que hacen -dice- Nebrija y Murmellius37, es decir si la interpretación es de otra manera38, a pesar de

    27I 86 doctas/ doctus de Nebrija: fo. XXXVIIv., II 10 ebullet/ ebulliat fo. LIIIIr., II 23 at/ ad fo. LIIIIv., II 27 iaces/ iacis fol LIIIIv., III 60 et in quod o et est quo/ et in quo fo. LXXXIIIv., III 68 quam/ qua fo. LXXXIIIIr., III 89 exudat/ exuberat, IV 17 quae/ quo fo. XCVIv., V 49 duorum (ambos) fo. CXVr., pero Nebrija propone también deorum, V 90 vetavit/ notavit fo. CXXIIIv., V 120 thure/ farre fo. CXXVIIv., V 139 contemptus/ contentus fo. CXXXIIIr. 28En II 10, en que lee ebullet, critica el ebulliat de Nebrija (fo. LIIIIr.) afirmando: non tamen leges ut Nebriss. ebulliat quia metrum mon patitur. El lugar sigue siendo controvertido, pero eximios estudiosos aceptan en ebulliat una sinycesis. De todas formas no hay diferencia semántica (ebullo- are, tiene idéntico significado a ebullio). Más tino tuvo en la objeción a la lectura de Nebrija en III 89 (exuberat): huber et hubero primam producit; efectivamente fue un “yerro” que no percibió el gramático, y que Badius intentó subsanar con la conjetura exudat para este lugar. 29Tras comentar el fragmento en el que lee doctas, dice que Nebrija y Plautius leen doctus y se detiene entonces en explicar el texto de esta manera: variatur autem isthic lectio, nam Plautius et Nebriss. legunt doctus posuisse figuras, secundum quos ordo erit: Laudatur doctus .i... (fo. LXXXVIIv.). 30Tampoco aquí formula juicio del ad que Nebrija lee en lugar de at (fo. LIIIIv.: Nebriss. habet ad, sed placet at). 31En que advierte al lector que no conviene leer -como hace Nebrija- iacis (en vez de iaces), l. c. 32En que uno y otro leyeron duorum, pero Nebrija había propuesto que era posible leer deorum. Dice Badius, tras comentar fata concordia duorum (fo. CXVr): aut ut Nebrisssens. dicit, legatur deorum ut sit dividit concordia fata deorum .i. y explica esta manera de leer el verso de la misma forma que lo había hecho el hispalense. 33Lee thure y dice: non litabis. i. non impetrabis ullo thure aut ullo farre ut legit Nebri. i. quocumque... (fo. CXXVIIv.). 34Badius lee contemptus (opción que Nebrija conoce y cita), lo explica y luego: Nebrissen. legit contentus, ut sit... y, como es habitual, parafrasea cómo sería el sentido con este término (fo. CXXXIIIr.). 35Cf. fo. CXXIIIv. El lugar sigue siendo muy controvertido y lo trataremos con mayor detalle. 36quis datus, aut metae qua mollis flexus, et unde. Badius eligió y explicó quam, pero añade: Nebrissen. legit qua, quae lectio etiam mihi placet eo quod, y explica el porqué (fo. LXXXIIIIr.). 37Es necesario señalar que cuando Nebrija escribe el comentario de Persio no están publicados los de Murmellius, por lo que en este como en otros casos de coincidencia, hay que inferir que o “bebieron de fuentes comunes, o -nos aventuramos a conjeturar- el italiano se “inspiró” en Nebrija. 38En III 60: Est aliquid quo tendis, et in quo dirigis arcum?, donde Badius lee et in quod (o, añade se puede leer et est quo) y dice de et in quo: non enim videtur constare latinitas legendo, et in quo..., nisi ut

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    elegir en su texto otras opciones. Así pues, el texto de Nebrija -en el que coincidía con otros- estaba entre las posibilidades de su tiempo y ya en ese momento mereció ser citado por Badius, y, a veces, podríamos decir, alabado. Podemos, por tanto, concluir del “enfrentamiento” entre el texto de Nebrija y el de Badius que: a) Las diferencias importantes entre las lecturas de Nebrija y Badius (y casi por extensión de los humanistas) son escasas, y entre ellas, de dos tipos: a.1. Menos relevantes: - sinónimos (sacro/ templo en II 69, turbinis/temporis en V 78, sudore/ sudare en V 150, fissa/ fixa en VI 70), - de adición o supresión de una sílaba sin carga léxica, - de cambio de orden39, - variantes surgidas de una error de “oído” o de “lectura”: así pueden entenderse iacis/ iaces II 27, fissa/ fixa VI 70, etc. a.2. Más “relevantes”; ocurren en lugares todavía hoy discutidos (ebulliat/ ebullet de II 10, iacis/ iaces de II 27, exudat/ exuberat de III 89). b) De las referencias a Nebrija relacionadas con la “crítica textual” halladas en la edición de Badius, salvo en el exuberat, observamos que no es desfavorable el juicio que el trabajo de Nebrija le merece. c) Como era de esperar y pese a las diferencias de las que hemos ido dejando constancia, evidentemente, el texto de Persio de Nebrija es bastante similar al Persio que vieron los humanistas.

    Nebrissens., Murmellius et quidam exponunt, non tam de fine loquatur quam de medio ad finem, nam si de fine... aptius dixerit et est quo, aut et in quod, quam in quo (fo. LXXXIIIv.). 39Es necesario que una vez más recordemos que de la interpretatio nebrisense no se pueden extraer datos muy fiables en lo que al orden de palabras se refiere; éste es variado constantemente en función de lo que al interpres le interesa resaltar, o para “ordenarlo” de una manera más próxima a sus lectores.

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    5.2. EL TEXTO NEBRISENSE DE PERSIO Y EL DE LAS EDICIONES MODERNAS: ANÁLISIS Y VALORACIÓN Nos ha parecido conveniente una vez establecido el texto compararlo con el que encontramos en ediciones más actuales; en concreto haremos referencia básicamente a la edición de Jahn, aunque también tomamos en consideración el texto de Clausen; sus lecturas, una vez realizado nuestro estudio, aparecen en el aparato crítico de nuestra edición; previamente las ofrecemos todas en un cuadro. Las variantes que aparecen, como es normal, son de grafías, las que tienen que ver con el orden de palabras o adición o supresión de algún monosílabo, variantes en vocablos de poca o ninguna carga léxica, otras que afectan a cambios en la declinación, flexión o categoría gramatical; variantes a modo de glosa, y por fin, variantes que consideramos significativas (lectiones de importancia). 5.2.1. Variantes gráficas Las variantes en las grafías no van más allá de las que pueden esperarse entre una ediicón del siglo XVI40 y las de una moderna. a) En cuanto a las vocales es frecuente hallar en las lecturas de Nebrija doble i frente a una sola en Jahn o Clausen41. Así dii (VI 30) o diis (II 63, IV 27, V 167, VI 48) de N frente a di o dis en J y C; en algunos genitivos de nombres en * iyo: ingeniique (pr. 10) o Vectidii (IV 25) en N frente a ingenique y Vettidi42 en J y C, o en periisse43 (V 103) de N frente a perisse44 de J y C. Pero también se da el caso inverso: en I 114 meite en N y meiite en J y C45; en Veientanumque vemos que N coincide con J, aunque con doble “i” aparece en C. En los diptongos las variantes son aparentemente mayores por cuanto sabemos que una e caudada representa el diptongo ae, pero también la e abierta, e incluso la larga, y que se utilizaba para oe y ae. Estas vacilaciones están en Nebrija, aunque él, pese a preferir ae 40Acerca de las vacilaciones gráficas que ofrecen otras obras del humanista puede verse el estudio del profesor G. Hinojo sobre sus obras Históricas (HINOJO 1991: 27ss.) o la introducción de C. Codoñer a la edición del Commentum in Ianum (CODOÑER 1992: 36-39, especialmente). 41Nos referiremos a ellas con J y C respectivamente; las lectiones de Nebrija las indicaremos con N. 42El genitivo de los nombres en -ium o -ius era, como es sabido, -i§, y ya en época de Tiberio pasó a §. Se observa además la no asimilación del texto de Nebrija (Vectidii), que tratamos en otro lugar. 43El pretérito perfecto de eo: §§ evolucionó a ii y luego se creó un perfecto en -ivi; en los compuestos prevalecieron las formas con una sola i (§). 44Como en eo (cf. nota anterior) se ha generalizado en este compuesto la i larga. 45La i larga del imperativo en este lugar se ha transmitido unas veces como dos íes (ii), como elige Jahn, o con una i longa (meIte) con que se solía representarse la cantidad de esta vocal especialmente en las

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    para la e larga (maena, laevis, caedo de II 75) presenta también alternancias (Mena/ Maena (I 101), foetum/ fetum (II 46), caepe/ cepe (IV 31), maesto/ moesto (V 3); en las ediciones modernas las grafías están regularizadas. La alternancia de y con i y con u, que se da en las ediciones de la época de Nebrija, muestra una cierta preferencia por la y, sobre todo en nombres propios de procedencia griega, pero el fenómeno se ha extendido a otros vocablos cuando se relacionaba el término, correcta o incorrectamente, con una raiz griega. Así: cyppus (I 37), Brysaei (I 76), ocyus (III 7, V 141)46, sydere (V 46), Lygus (VI 6) Atys (I 93 y I 105), o en ocima/ ocyma (IV 22)47. De la vacilación y/ u, el término más destacable es cumini/ cymini (V 55) ya que es tratada por el gramático en el comentario, y aludida como helenizante la grafía cym- por Jahn48. b) En relación a las consonantes las diferencias son también las esperables al comparar ediciones lejanas en el tiempo. Muchas de ellas afectan a la alternancia geminada/ simple. La presencia de una u otra grafía podía pretender reflejar la cantidad de la vocal precedente49. Tanto entre los vocablos en que hallamos en Nebrija consonante doble, como en los que se hallan escritos con una sola consonante, se encuentran algunos cuya doble grafía se ha mantenido hasta hoy, no así en otros, en los que una de las posibilidades (simple o geminada) ni siquiera está recogida en los diccionarios. Éstos son los términos con geminada en Nebrija que aparecen con una sola consonante en las ediciones modernas: Lucillius (I 114), Appula (I 60), incussaque (II 52), obstippo (III 80), exhallante (III 99, exhallet en V 148, anhellanti en V 10), Hellicone (V 7), tressis (V 76), camello (V 146), littus (VI 8 y littore en VI 29), connives (VI 50)50. O, por el contrario, aparece una sola consonante en lugar de geminada51, en los siguientes: querela (I 91), Apoeninus52 (I 95) Areti (I 130), ebuliat (II 10), tuceta (II 42), lalare (III 18), stlopo (V 13), canabe (V 146), pupe (VI 30). Otra variatio gráfica es la que afecta al grupo ti-/ ci; la asibilación o ausencia de ella en este grupo consonántico es una vacilación que afecta a toda la producción nebrisense53, y también a lo largo de la interpretatio hay muestras de estas vacilaciones. Es lógico, pues, que aparezcan también en los términos de las Sátiras palabras en las que la ti- o ci- de Nebrija no se corresponden con las grafías de las ediciones modernas; normalmente hay

    inscripciones antiguas (y aquí se está hablando de una inscripción frecuente en lugares sagrados). 46De ὠκύς. 47La grafía e interpretación de esta palabra están, como veremos, llenos de polémica. 48*Graeci dicunt cyminum, nos cuminum+, JAHN (1843: 47). 49Quizá es ésta la explicación de grafías como littus o canabe. 50La consonante doble tiene aquí, como hemos dicho, explicación por la etimología. 51Fenómeno también usual en la época. 52Aparece geminada la primera n en todas las ediciones modernas; además en la edición de Clausen aparece geminada la p. 53Como recuerda G. Hinojo de esta y otras variantes que preocupaban a Nebrija se ocupó en su Repetitio Secunda HINOJO (1991: 27).

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    predominio de asibilación: así sucede en caniciem I 9, Acci (I 76), avaricia54 (V 132), frente a las correspondientes con ti- que se hallan en Jahn y Clausen; pero también hay ejemplos de ti- donde las ediciones modernas tienen ci-: Muti (I 115) corresponde al Muci de las ediciones modernas. Como tampoco hay una única manera de escribir en la época dos consonantes en contacto: hallamos ejemplos de asimilación al lado de otros en los que no ha ocurrido. Destacaremos una disimilación, parcial, y de consonantes no contiguas: curgulio (IV 38) en vez del común gurgulio es comentada por él. Sin embargo, lo más corriente es la vacilación (quicumque, pero quodcunque, quicquid y quidquid). También en la presencia o no de aspiración hay diferencias con las ediciones modernas se dan en palabras de procedencia griega55: thus (I 43, V 135) Thuscum (II 60 y Thusco III 28), brachatis (III 53), charisque (III 70), baltheus (IV 44), hebenum/ ebenum (V 135). Relacionada con la transcripcion del griego está la alternancia ph/ f (sulph- II 25, III 9956, mephites (II 99), Vulph- (V 190). Pero también hallamos ausencia de aspirada en lugares en que otras ediciones la ponen: pro/ proh (II 22), olus/ holus (VI 20). 5.2.2. Otras variantes Pero, dejadas aparte éstas diferencias de grafía, que más que variantes son propias de la época, nos ocupamos de aquellas variaciones un poco más relevantes y que hemos agrupado de la siguiente manera: - Variantes relacionadas con el orden de palabras, supresión o adición de una sílaba o de una palabra. - Variantes que afectan a vocablos de poca carga semántica. - Variantes que afectan poco al sentido, muchas a modo de glosas. - Variantes que afectan a cambios morfológicos o de prefijos. - Variantes significativas (lectiones de importancia). 5.2.2.1. Variantes relacionadas con el orden de palabras, supresión o adición de una

    sílaba o de un monosílabo57 a) Cambio de orden

    54En el comentario es frecuente encontrar dobletes: avaritia/ avaricia, que muestran una vez más el gusto por la variatio del humanista, pero también la vacilación que en esta época había en estos sonidos. 55A este grupo puede pertenecer Evion/ Euchion (I 102). 56Nebrija utiliza ph, Jahn prefiere f, Clausen, por su parte, utiliza p. 57Este tipo de variaciones tienen lugar también en otras ediciones: cf. A: I 1, I 79, II 23 (cambio de orden), I 26, II 17, V 28 (supresión), III 19, IV 37 (adición), etc.

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    Hay que advertir que en este apartado es quizá en el que más dificultad encontramos para saber cuál es la opción de Nebrija58, ya que en la explicación que él va dando tiene necesidad constantemente de “reordenar” el texto, ya sea para hacerlo más inteligible al lector59, ya para poner en lugar relevante el término que le interesa comentar. No podemos, por ende, apreciar cuándo el cambio es para “aclarar” el texto y cuándo representa una opción. Nos limitamos, pues, a indicar las variantes que nuestra edición ofrece respecto a la de Jahn60, y comprobar si esta “ordenación” puede sostenerse métricamente. LUGAR NUESTRA EDICIÓN JAHN y/o CLAUSEN BADIUS I 87 bellum hoc bellum hoc bellum hoc hoc bellum = nuestra I 113 pueri locus est sacer pueri s. est locus sacer e. p. l. III 66 et o miseri causas cognoscite o miseri et causas cognoscite61 = Jahn III 78 quod satis est sapio quod sapio satis est62 = nuestra V 27 ut mihi te quantum ut quantum mihi te = Jahn V 87 licet ut volo vivere licet illud et ut volo63 = nuestra V 105 et speciem veri et veri/veris specimen/speciem64 et veri speciem Todas las variantes son métricamente correctas. La mayoría presentan la misma distribución de dáctilos y espondeos; sólo en III 66 y V 27 hay ligeros cambios: en III 66 en la versión de J la “e” de miseri ha de ser larga o no hacer la elisión -ri, et. En Nebrija, habría elisión; en el comentario no aparece el sintagma completo en ningún lema, pero sí “et o miseri”, que puede ser la reproducción del orden de E, o simplemente tratarse de un et que no pertenece al lemma, sino al comentario. En cuanto a V 27: D S D S D S, en nuestra edición, S D D S D S en la versión de Jahn y Clausen. 58Sólo en I 87 y III 78 podemos afirmarlo. 59Cf., v. gr., V 34: et vitae nescius error: se transforma en el comentario en ac error nescius vitae, o lo que es lo mismo, lo vierte al orden romance, el de sus oyentes-lectores. 60Nos ha parecido útil añadir la lectura de Badius. 61Sólo Jahn; Clausen, como nuestra edición. 62Orden de palabras de Clausen; Jahn, el mismo que E. 63Sólo Jahn.

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    b) Supresión de una sílaba Lo que habíamos dicho respecto al orden de palabras, es válido también aquí; en lo que hemos llamado “supresión”, ya que nunca sabemos con seguridad si Nebrija excluye algo del texto de Persio, o simplemente no lo comenta. Analizados los casos en que nuestra edición ofrecía la falta de algún término que estaba en las ediciones modernas65 (una copulativa en la mayoría de las ocasiones), detectamos que casi siempre ésta era imprescindible para la métrica, y hemos corregido según estaba en dichas ediciones, como más arriba hemos dicho. Sólo en tres ocasiones hemos mantenido la lectio antigua, ya que no era imprescindible en aquellos versos en que iba seguida de vocal y, por tanto, formando parte de una elisión. Son éstos: LUGAR NUESTRA EDICIÓN JAHN BADIUS I 77 Pacuvius Pacuviusque = J II 6 murmur murmurque = J V 159 nam luctata nam et luctata = nuestra c) Adición de una sílaba En cuanto a las “adiciones”, pueden constituir una elección del gramático o bien formar parte de la explicación. Incluimos en este apartado aquellas variantes que suponen la adición de una palabra monosilábica. Es siempre una sílaba que forma parte de una elisión, y, por tanto, su presencia o ausencia no altera el verso. Éstos son los lugares: LUGAR NUESTRA EDICIÓN JAHN BADIUS I 98 legendum est legendum = nuestra III 38 ut videant videant = nuestra III 52 inexpertum est inexpertum = nuestra IV 52 habita ut noris66 habita noris habita et noris V 73 hac qua ut hac ut = nuestra V 77 vappa et lippus vappa lippus = nuestra 64Jahn: et veri specimen; Clausen: et veris speciem. 65También en la de otros humanistas. 66Variante que Jahn cita como fruto de una glosa.

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    Se trata en dos ocasiones de la conjunción ut, que más bien parece querer dejar claro el valor de la subordinada, otras dos ocasiones es la tercera persona de sum, que Nebrija explicita frente a otras ediciones que lo omiten, ya que no plantea problemas métricos y nos evita tener que sobreentender67. La última se trata de un et (lectio que está en los manuscritos) aunque podría haber sido puesto para unir los dos adjetivos que va a comentar. 5.2.2.2. Variantes en vocablos de poca carga semántica: cuadro contrastivo Las diferencias que observamos entre los editores modernos (Jahn especialmente) y Nebrija, y que hemos agrupado como “variantes que afectan a términos de poco significado léxico” (más bien son morfemas) son un total de veintitrés. Se trata de variantes que afectan muy poco al significado, y casi nada a la métrica. Para hacer la valoración, hemos creído conveniente enmarcar estas variantes en el contexto de otras ediciones de Persio, con el fin de que nos ayude a juzgar las diferencias con una visión más amplia. Hemos elaborado por ello el cuadro que sigue, en el que reflejamos todas las ediciones que hemos tenido en cuenta en el aparato crítico68.

    67Precisamente una de las grandes aportaciones que hace Nebrija para que entendamos a Persio es irnos indicando en el comentario, como luego veremos, cuáles son los “sobreentendidos”: subaudi, subintellige, subintelligendum est, son términos muy frecuentes. 68Recordamos que E = texto de Persio en las ediciones del comentario de Nebrija, coincidente casi siempre con el de la edición hispalense del 1504. A = Edición de 1475, B = 1501, H = Badius (1523), J = Jahn, C = Clausen.

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    Lugar NEBRIJA E A B H J C

    I 24 quid quid quo quid quid quo quo

    I 32 circa circa circa circa circa circum circum

    I 35 et et et et et ac ac

    I 119 neque nec nec nec nec nec nec

    II 13 nanque nanque nam et nam et nanque namque nam et

    II 19 cuiquam cuiquam cuiquam cuiquam cuiquam cuinam cuinam

    II 23 ad ad at at at at at

    II 48 attamen ac tamen attamen attamen attamen ac tamen et tamen

    III 16 aut aut at at at at a

    III 32 fibrisque fibrisque fibrisque et fibris et fibris et fibris et fibris

    III 51 ne neu heu neu neu neu neu

    III 84 ex ex de de de de de

    III 85

    cur cur cur cur cur quod quod

    III102 hinc hinc tunc tunc hinc tunc tunc

    IV 3 dic o dic o dic hoc dic hoc dic hoc dic hoc dic hoc

    IV 5 tacendaque tacendaque tacendaque tacendaque

    tacendaque

    tacendaque

    tacendave

    IV 9 istud istud istud istud istud illud illud

    V 114 et ac ac ac ac ac ac

    V 126 in ad ad ad ad ad ad

    V 134 en quid en quid et quid et quid en quid et quid et quid

    V 136 ex e e e e e e

    VI 37 sed sed sed sed sed et et

    VI 63 vin vin vin vin vin vin vis

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    Como puede apreciarse, afectan a conjunciones coordinadas (una copulativa por otra equivalente, una adversativa en lugar de copulativa, copulativa en lugar de disyuntiva69, adversativa en lugar de copulativa, disyuntiva por adversativa, disyuntiva por copulativa); a una ausencia de coordinada (-ne/ neu); o la presencia de otros términos en lugar de una coordinada (ad por at, en por et); preposiciones equivalentes (in/ ad, ex/ de, ex/ e, circa/ circum); pronombres similares (cuiquam/ cuinam, istud/ illud); adverbios (quid/ quo, hinc/ tunc, cur/ quo). La mayoría son explicables casi como un problema de grafía: ad/ at (ensordecimiento de la d final, presente en grafías como set, haut, por las correspondientes con sonora, en algunas ediciones como la de Clausen), attamen, grafía antigua con asimilación regresiva de ac tamen, o bien, de at tamen; hinc/ tunc o et/ ex, de trazos muy similares; o/ hoc, fónicamente parecidas, etc. etc. En otras ocasiones se trata de casi “sinónimos”: istud/ illud, ac/ et, ex/ de, in/ ad. Se observa, en principio, que hay una coincidencia mayor del “texto de Nebrija” con las ediciones antiguas; así se ve la diferencia con las modernas en: I 35 (et/ ac), II 19 (cuiquam/ cuinam), III 85 (cur /quod), IV 9 (istud /illud), VI 37 (sed/ et)70. Hay lecturas que N sólo comparte con E: III 32 (fibrisque/ et fibris), II 16 (aut/ at), III 84 (ex/ de), IV 3 (dic o/ dic hoc71). La de III 32, equivalente sintáctica y métricamente a la lectura que contemplan los demás, no está en aparato crítico alguno. Algunas variantes pueden ser fruto de la explicación72, y no lecturas que tenga voluntad de incorporar al texto de Persio; nosotros las hemos dejado porque no alteran la métrica, pero es necesario insistir de nuevo en que no podemos asegurar que representen una opción de Nebrija: I 119 neque (nec en todas, E incluida). III 51 ne, donde casi todos leen neu73 (ne + -ve), es la conjunción que aparece en el lema, prescindiendo de la coordinada. V 114 et, en vez de ac; incluso sin que haya copulativa en el texto de Persio,

    69Nebrija tacendaque, Clausen tacendave. Como es sabido el valor disyuntivo de algunas copulativas, y de et especialmente, está constatado ya en Virgilio. 70La lectio situada en prrimer lugar es la de las ediciones del Humanismo y la puesta en segundo lugar la de Jahn y Clausen. 71La interjección que suele acompañar, entre otros, al vocativo, puede ser simplemente una introducción de Nebrija para explicar el vocativo pupille, o, como aparece en E, una lectio distinta de hoc, a cuya confusión contribuiría -además de la contigüidad de dicho caso- la casi equivalencia fonética. 72A pesar de que luego trataremos las variantes por categorías gramaticales, nos ocupamos de algunas incluidas en los lemas (conjunciones, preposiciones) por su condición de términos que están a mitad de camino entre la “lectura” del texto y la “interpretación” que de él hace Nebrija. 73A tiene heu.

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    Nebrija se sirve con frecuencia de et para enlazar los lemmata en el comentario; este et puede ser de este tipo, aunque se dé la circunstancia de que en el texto de la sátira hubiera también una copulativa (ac en este caso). V 136 ex, en vez de e, que está en las ediciones modernas; Nebrija quizá prefiriese ex, por ser más propio de la lengua hablada. Podríamos incluir en este grupo in balnea de V 126 (ad balnea en todos los demás). Balnea, los baños públicos, puede ser entendido como el edificio y, por tanto, no resultaría extraño el uso de la preposición in; el hecho de que no aparezca en los aparatos críticos nos puede hacer pensar que se trata también de una explicación del ad balnea persiano: el encargo que se hace al esclavo de que lleve los rascadores a las termas74, puede ser expresado con ad y también con in75. Por lo demás, todas las variantes que habíamos enumerado al principio de este apartado pueden agruparse en conjunciones, preposiciones, pronombres y adverbios. a) Entre las conjunciones, de manera particular las copulativas: et en lugar de ac (I 35, y V 11476), -que por et (II 13 y III 32), neque en lugar de nec (I 119)77; hay que añadir: attamen78 por ac tamen o et tamen (II 48), -que por -ve (IV 5), aut por at (III 16), sed por et (VI 37). Así mismo hallamos en dos ocasiones, un término distinto a la conjunción; así ad por at (II 23), en por et (V 134). b) En cuanto a las preposiciones, las variantes se dan en todos los casos entre preposiciones en cierto modo equivalentes. Así ex frente a de, circum frente a circa, in frente a ad. En el primer caso (ex nihilo/ de nihilo, de III 84), se trata de dos preposiciones cuyo uso tiende a confundirse. Sin embargo, es importante reparar que esta preposición está en un lugar de la sátira en que se recuerda un principio lucreciano, que “nada nace de la nada”, que en Lucrecio se expresa con diferentes verbos y con ambas preposiciones (ex y de), por lo que no es extraño que Nebrija, pudiese preferir ex. En el caso de circum/ circa (I 32): recordemos que la segunda surgió a partir de la primera, con su mismo significado, por analogía con las terminaciones de supra o infra. Y respecto de in/ad en in balnea/ ad balnea (V 126) habría que destacar que todas las ediciones de Persio consultadas tienen ad frente al in del lema de Nebrija.

    74I puer, et strigiles Crispini in balnea defer. 75Ad e in fueron poco a poco perdiendo su oposición, hasta prevalecer en castellano la primera. 76Sólo él lee de esta manera y, como ya hemos dicho, puede ser un et del comentario y no del texto de Persio. 77A la que ya antes hemos aludido. 78Hasta tal punto la grafía se considera antigua, que ya así escrita está ausente de algunos diccionarios modernos.

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    c) Los pronombres presentan estas variantes: istud/ illud (IV 9): la lectura de Nebrija es la más común en las antiguas (se exceptúa la de 1501), difiere poco en el significado y en cambio aporta una variatio que viene bien al contexto79. Por lo que respecta a cuiquam/ cuinam (II 19), todas las ediciones antiguas leyeron cuiquam donde las modernas han leído cuinam; el pronombre está al lado de otra lectio controvertida de Persio en la que nuestro humanista fue original: donde otros cuinam, Nebrija leyó cui non, aun admintiendo que eodem sensu que cuinam; así pues Nebrija entendió: estne ut praeponere cures/ hunc cuiquam, cui non? y entiende: )acaso es tal Júpiter que lo procures anteponer a alguien (cuiquam), )a quién no? y añade: subintellige Iuppiter praeferri non debet quippe qui Optimus et Maximus habeatur. d) En relación a los adverbios aparecen la alternancias quid/ quo, cur/ quod, hinc/tunc. En I 24 Nebrija, como la mayoría de humanistas y ediciones antiguas, lee quid didicisse (“que haber aprendido”), mientras Jahn y Clausen, quo didicisse (“para qué haber aprendido”). Si bien la lectura antigua parece preguntar por qué y no para qué, Nebrija deja claro en el comentario que se alude a la finalidad, ya que, advierte, hay que sobreentender iuvat me o prodest mihi80. En III 85 donde el lee cur la variante quod tiene un valor semejante al que se entiende con cur: hoc est cur palles: es esto por lo que estás pálido. En la alternancia hinc/ tunc (III 102), puede parecer que hay en este caso un leve cambio de significado: aparece el hinc en la descripción de un glotón que harto de comer morirá en las termas de un corte de digestión, y en el relato de su glotonería, dice Persio uncta cadunt laxis hinc pulmentaria labris, y poco varía el sentido si leemos, con las ediciones modernas y alguna antigua, como Britannicus, tunc, o sea, “entonces”, o, también “a consecuencia de lo anterior”; o bien, si con Nebrija leemos hinc y entendemos el sentido muy similar que él explicó, cadunt hinc, id est, ex causa superius dicta, hoc est, incontinen-tia: caen hinc, “por la causa dicha más arriba, esto es, por su incontinencia”. Podríamos concluir de este grupo de variantes que, como sospechábamos, no son relevantes para el sentido general del texto de Persio, ya que se trata de términos sinónimos en el contexto, y que hay pocas diferencias con otras ediciones de su época; en muchas ocasiones la variante puede ser fruto de la “explicación”, por lo que podemos dudar si ésta respondía a “su texto”. 5.2.2.3. Variantes que afectan a cambios morfológicos y prefijos: cuadro ilustrativo

    79Hoc puta non iustum est, illud male, rectius istud. 80Verba sunt poetae qui laudis cupiditate ductus scribit, recitatque carmina sua; et respondet ad ea quae Persius in illum iecit. Quid didicisse, subaudi “iuvat me”, aut “prodest mihi”.

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    Lugar Nebrija E A B H J C

    I 18 colluerit colluerit colluerit colluerit colluerit collueris collueris

    I 30 pendas pendas pendas pendas pendas pendas pendes

    I 55 dicito dicito dicite dicite dicito dicite dicite

    I 59 imitata est imitata est imitata est imitata est imitata est imitari imitari

    I 60 tantum tantum tantum tantum tantum tantae tantae

    I 74 dictaturam dictaturam dictaturam -uram/-orem dictaturam dictatorem -torem

    I 90 portas portas portes portes portes portes portes

    I 131 abaci abaci abaco abaco abaco abaco abaco

    II 2 apponit apponit apponit apponit apponit apponit apponet

    II 10 patrui patrui patrui patrui patrui patruus patruus

    II 37 optent optent optent optent optent optet optet

    II 47 flammas flammas flammas flamma flammas flamma flamma

    II 49 crescet crescet crescit crescit crescit crescit crescit

    II 54 excutias excutias excutias excutias excutias excutias excutiat

    II 54 laetatur laetatur laetari laetari laetatur laetari laetari

    II 54 pertrepidum praetr. praetr. praetrepidum pertr. praetr. praetr.

    II 73 animi animi animi animi animi animo animo

    III, IV 1 hoc hoc hoc hoc hoc haec haec

    III 12.14 queritur queritur queritur -itur/-imur queritur queritur querimur

    III 13 vanescat vanescat vanescat vanescat vanescat vanescat vanescit

    III 60 in quo in quo in quo in quo in quo in quod in quod

    III 64 poscentem poscentes poscentes poscentes poscentes poscentes poscentis

    III 93 rogabit rogabit rogabit rogavit rogarit rogavit rogabit

    III 105 rigidos rigidos rigidos rigidos rigidos rigidos rigidas

    IV 17 quo quo quo quae quae quae quae

    IV 26 oberrat oberrat oberret oberrat oberret oberrat errat

    IV 29 veteris veteris veteris veteris veteris veterem veterem

    IV 45 protegit protegit pro- pro- pro- praetegit praetegit

    V 15 teris teris teris teris teris teres teres

    V 17 dicas dicas dicas dicas dicas dicas dicis

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    Persio Nebrija E A B H J C

    V 21 secreti secreti secreti secreti secreti secreti secrete

    V 35 deducit deducit deducit deducit diducit deducit diducit

    V 51 temperet temperat temperat temperat temperat temperat temperat

    V 65 animi animi animo animo animo animo animo

    V 82 hanc hanc hanc hanc hanc hoc hoc

    V 87 haec reliqua haec r. haec r. haec r. haec r. haec r. hoc .licuum

    V 134 saperdas saperdas saperdam saperdam saperdam saperdam saperdas81

    V 150 sudore sudore sudore sudare sudare sudare sudare

    V 172 accersor accersor accersor accersor accersar arcessat arcessat

    V 174 exieris exieris exieris exieris exieris exieras exieras

    V 174 quem quem quem quem quem quem quod

    V 175 quam quem quem quam quem quam quam

    VI 6 egregios egregios egregios egregios egregios egregius egregius

    VI 9 cognoscere cognoscere cognoscite -ere cognoscere - ite cognoscite

    VI 24 turdorum turdorum turdorum turdorum turdorum turdarum turdarum

    VI 24 salivam salivam salivam salivam salivam salivam salivas

    VI 26 metuas metuas metuis metuis metuas metuis metuas

    VI 66 repone repone oppone repone repone repone pone

    81En el mismo verso lee rogas (no rogitas).

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    Las variantes alcanzan el número de cincuenta y cinco, lo que nos hace constatar que éstas procedían de antiguo y que no era infrecuente encontrar por lo menos dos lectiones82 para muchos lugares; el hecho de que en dos ediciones casi contemporáneas podamos encontrar lecturas diferentes es una prueba evidente, y también lo es el hecho de que cuando un lector se acercó a una de estas ediciones, intentó sustituir una lectio por otra, bien superpuesta, bien en el margen: podemos observarlo en B (I 74 dictatorem y encima -uram, II 54 excutias-excutiat, III 12 y 14 queritur-querimur) y también en la de 1494 de Britannicus (II 54 laetatur-laetari, V 150 sudore- sudare). Pero es posible que Nebrija no conociera variantes para todos esos lugares. Aproximadamente la mitad de las lecturas que Nebrija no elige (27) están sólo en las ediciones modernas (12 tan sólo en Clausen, las otras 15 en Jahn y Clausen), y no están en ninguna de las ediciones antiguas que hemos consultado83. Sí aparecen, en cambio, en alguna de las ediciones antiguas el otro 50% de las lecturas que Nebrija “no prefirió”. )Y en los lugares para los que sí conocía más de una posibilidad? )Cómo procedió Nebrija? )Siguió la lectura más común? )La que más se adaptaba al sensus? )La que consideró más propia de Persio? )la que podía resultar más fácil para entender al satírico? En primer lugar hay que decir que en la mayor parte de las ocasiones, la lectura que vemos en el comentario de Nebrija, era la más frecuente en las ediciones antiguas: suman 25 los lugares en que hay unanimidad en la lectura de las ediciones que hemos visto84; otro numero importante de sus lecturas estaba en alguna de las ediciones de su tiempo. Quedan tan sólo cuatro o cinco lugares en que a priori Nebrija parece original: hay dos que no aparecen en ningún aparato crítico de las ediciones modernas (poscentem de III 64 y animi de V 65). Además hay algunas que, aunque sí están en los manuscritos que de manera indirecta conocemos, no las hemos visto en ninguna de las ediciones de Persio consultadas: I 90 portas, I 131 abaci, II 49 crescet, III 52 deprehendere, III 93 rogabit, V 51 temperet. Todas parece que son la elección que ofrece una sintaxis más fácil, casi diríamos, más cercana al romance. Habría que añadir V 175 quam (frente a quem de la mayoría de los antiguos85), que supone una rectificación. Algunos humanistas mantienen quem, que está en ediciones antiguas como E y A y que es una incorrección gramatical surgida de una posible atracción de lictor, sujeto de la oración de relativo que aparece colocado delante del pronombre (in festuca lictor quam iactat ineptus). El error le hizo decir a Plautius que alucinan, es decir,

    82En algún caso las opciones son más de dos; así para III 93 encontramos rogarit en Badius (y Britannicus), en V 172 accersar en Badius, en VI 66 oppone en A. 83La de 1475 (A), la de 1494 de Britannicus, la de 1501 (B), la de Badius (H, de 1523). 84En diez de esos lugares Jahn leyó lo mismo. 85Quam sólo la restituyó Plautius, a quien -con muy buen criterio- pudo seguir Nebrija. Tanto Jahn como Clausen adoptan la lectura preferida por Nebrija.

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    que se equivocan quienes así leen86. Veamos en primer lugar las variantes que no aparecen en los aparatos críticos de ediciones modernas; éstas son: poscentem y animi87: POSCENTEM/ POSCENTES (III 64) Helleborum frustra cum iam cutis aegra tumebit poscentem videas, venienti occurrite morbo. La lectura unánime, en plural, parece más propia aquí para hablar de “aquellos que piden eléboro en vano”; Nebrija lo entendió en singular: “podrías ver a uno que pide...”. Al introducir los versos 63 y 64, Nebrija ha hablado de un plural ...per similitudinem eorum qui ex incontinentia cibi... in morbum inciderunt ostendit, dicens... Pero, luego al comentar cum... tumebit, lo explica refiriéndose a un singular88 y ello parece darle pie para leer poscentem, pues además de a videas, complementa a tumebit. Se puede entender, por tanto, como un “error” que ha surgido del comentario, pero también puede haber sido una elección de Nebrija, ya que el sentido no queda alterado, pues con un singular genérico, como colectivo, hay más de uno aludido. ANIMI/ ANIMO (V 65): ...petite hinc iuvenesque senesque finem animi certum, miserisque viatica canis. La opción animi89, como complemento de finem, coadyuva al fin que el humanista pretende, mucho mejor que un complemento de certum en dativo (animo): se trata de que jóvenes y viejos busquen (petere) de aquí (de la filosofía de Cornuto) el fin del alma que es el más certero, “es decir, la verdadera felicidad, que, según Aristóteles, es un esfuerzo del ánimo encaminado a una virtud óptima en una vida perfecta”90. Pero, sobre todo, en la elección del genitivo ha debido pesar el que dicha construcción está más próxima a su

    86... non habet ius sui in festuca, quam. qui aliter ordinant, et accipiunt “hallucinantur”, ed. Badius, fo. CXL. 87Que adelantamos aquí por la peculiaridad de la elección nebrisense y que no trataremos en los apartados correspondientes de cambio de número (poscentem) o de caso (animi). 88Cum iam cutis aegra tumebit, id est, cum quispiam veterno aut hydrope laboraverit. 89Que secundó nuestro Diego López. 90Y añade Nebrija “Certum” autem dixit, quia eodem auctore, nulla in re certitudo tanta esse potest, quanta in operatione secundum virtutem (y dijo certum porque, según este mismo autor, no puede haber en ninguna cosa certeza tan grande cuanta hay en el esfuerzo encaminado a la virtud).

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    lector, le es más familiar91. En cualquier caso, hay que señalar que las variantes que hemos agrupado en este apartado afectan poco al sentido del texto, que pudieron surgir en su mayoría de errores de amanuenses: una nasal no señalada, una mala interpretación de un prefijo abreviado, una confusión T/ R o T/ S o B/ V o E/I92. Constituyen fundamentalmente: a) Cambios en la conjugación y en la flexión (muy variadas), y b) Cambio de categoría gramatical: adverbio/ adjetivo, adjetivo/ adverbio, verbo/ adjetivo, sustantivo/ verbo. CAMBIOS EN LA CONJUGACIÓN En el modo la mayoría de ocurrencias alternan indicativo y subjuntivo: normalmente Nebrija ha elegido el subjuntivo, el cual, en todos los casos, encaja bien en el contexto: I 30 pendas -es, III 13 vanescat -it, V 17 dicas-is, V 51 temperet-at, V 174 exieris -eras, VI 26 metuas -is. Sólo dos veces Nebrija lee en indicativo lo que los demás ponen en subjuntivo: I 90 portas/ portes93, IV 26 oberrat/ oberret94. En dos ocasiones ha elegido una forma personal frente al infinitivo, hoy más común: I 59 imitata est -imitari, II 54 laetatur-laetari.

    91Es la que también eligió en II 73 (donde J y C tienen animo), aunque en esta ocasión se trata de una lectura que sí está en los códices. Y en I 131 el único que elige abaci frente al común abaco. 92Que en otras ocasiones supone cambio de verbo audes-audis, iacis-iaces, y que tratamos en otro apartado. 93Es el único que así leyó: cantas cum fracta te in trabe pictum/ ex humero portas. 94Dives arat curibus, quantum non milvus oberrat.

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    Pero en VI 9 prefiere cognoscere a cognoscite95. Tampoco tienen mucha importancia los cambios de tiempo: -presente en lugar de futuro: II 2 apponit/ apponet, -futuro: -en lugar de presente: I 55 dicito-dicite, y II 49 crescet -it96, -e, incluso, donde otros leen un tiempo pasado III 93 rogabit-rogavit97. Los de persona: I 18 colluerit-eris, II 54 excutias-iat, que hay que verlo con laetatur/ laetari. III 12 y 14 queritur/ querimur. Tanto en una como en otra persona, se trata de una “impersonalización”, una sentencia de carácter general sobre las excusas que un vago busca para huir del trabajo. El único cambio de número ocurre con optent/ optet de II 3798: el sujeto son rex et regina; con un sujeto múltiple, el verbo latino puede ir en plural (y así se puso en la antigüedad) o concertando con el más próximo99, especialmente si son de la misma persona (opción que han elegido los autores modernos). Sólo una variante afecta a la voz (accersor/ arcessat V 172), en que nuestro gramático elige la voz pasiva, más familiar a la lengua latina, y a pesar de que la oración está coordinada con un supplicet. Como vemos, no siempre Nebrija se inclina por las estructuras más próximas al castellano, si, como aquí ocurre, la otra opción tampoco le es ajena al lector, y además puede reflejar mejor el estado de esclavitud en que se halla el que habla respecto a la muchacha. A veces un cambio de prefijo100 : I 66 y III 60 (derigat/ dirigat, derigis/ dirigis), variante casi sólo gráfica, ya que, aunque de diversa etimología (de-/ dis- y rego), los dos verbos resultantes se han confundido en uno y en el preverbio no se percibe ya diferencia etimológica, sino gráfica. 95Que también estaba en alguna edición antigua, incluso en los escolios de Murmellius que Badius ofrece en su edición, y a pesar de la concurrencia del vocativo o cives. 96Ambos tiempos vienen bien al contexto; en II 49, por ejemplo, la forma de cresco, está próxima al dabitur de la oración siguiente, yuxtapuesta a la de crescet/-it: iam crescet ager, iam crescet ovile,/ iam dabitur, iam, iam. 97También Clausen eligió el futuro. 98Hunc optent generum rex et regina. 99Cf., v. gr., TOVAR (1946, párr. 18). 100Otro cambio de prefijo que tratamos en las variantes-glosas es protegit/ praetegit de IV 45.

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    V 35 deducit-diducit: entre los dos compuestos de duco, con de- y con dis- no ha tenido lugar la misma unificación que entre los de rego. Deduco y diduco, aun teniendo significados parecidos, han mantenido su distinción etimológica: “conducir a diversas direcciones”, y, de ahí, “separar”, y “conducir de arriba abajo”, y, por tanto, a veces “expulsar”, “separar” y “sacar” (cf. nuestro “deducir”). En el texto de Persio se aplica a lo que el errar ignorante de la vida (vitae nescius error) hace a las mentes inseguras de los adolescentes (trepidas mentes). Nebrija entendió que las conduce de-, esto es, de arriba abajo, in compita ramosa (a caminos ramificados), entendiendo por tal la alusión a los dos caminos en que se bifurca la vida (como la ypsilon pitagórica). Igual lo vio Jahn, mas no otros que prefirieron el matiz que el prefijo dis- (di-) aporta101. VI 66 repone/ pone102: Nebrija, como Jahn, elige la forma compuesta de un verbo cuyo complemento es dicta... paterna. Quienes, como Clausen, leen pone entienden dicta como imperativo, de manera que sea larga la “a”. El cambio de prefijo puede afectar a otra formas distintas del verbo: II 54 pertrepidum/ praetrepidum; este adjetivo, cuyo significado no varía con uno u otro prefijo103, podríamos decir que en el período humanístico se entendió como pertrepidum104 y luego como praetrepidum105. CAMBIOS EN LA FLEXIÓN Otras variantes afectan a los nombres, adjetivos y pronombres que cambian de: Número hoc haec: Hay tres variantes de número en el demostrativo neutro, y tienen poco valor: III 1 y IV 1, hoc en Nebrija y, en general en la antigüedad, frente a haec en las ediciones modernas, y V 87 en que Nebrija, otros humanistas, y también Jahn, leen haec mientras que otros, como Clausen, leen hoc; variante que lleva parejo un reliqua en aquéllos, vs. relicum en los segundos. III 64 poscentem -es, ya comentado, y VI 24 salivam -vas, de poca relevancia.

    101Clausen, entre otros. 102Lo incluimos en este apartado porque para este lugar las lecturas tienen que ver con el cambio de preverbio: en A encontramos oppone. 103Es oportuno recordar lo que dijimos a propósito de praetegit/ protegit: que las abreviaturas de estos prefijos se confunden con facilidad. 104Así Nebrija, así Badius y así continúa en algunos diccionarios más antiguos, como el de Valbuena. 105Editores y diccionarios más modernos: Jahn, Clausen, O.L.D., Segura Munguía, etc.

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    Caso -genitivo por dativo como animi (II 73) o abaci (I 131) en vez de animo o abaco. -acusativo con in/ ablativo con in: II 47 in flammas/ in flamma y III 60 in quo/ in quod. Que aunque es el mismo tipo de variante (in + acus./ in+ abl.) tienen muy distinto

    grado de adecuación al contexto. En tot tibi cum in flammas/in flamma iunicum omenta liquescant?, la grasa que destilan las entrañas de las víctimas en el sacrificio, puede entenderse que: a) chorrea y cae al fuego, o b) se licua en medio del fuego; y, por lo tanto, desde nuestro punto de vista pueden resultar adecuadas ambas lecturas. En III 60, por el contrario (Est aliquid quo tendis, et in quo/ quod dirigis arcum?), la variante de lugar en donde, la que se entendió en la antigüedad, parece menos apropiada para complementar a dirigo que la que leen Jahn y Clausen106.

    - A veces, el cambio de caso supone un cambio de atribución en esa cualidad: en IV 29 (seriolae veteris metuens deradere limum/ ingemit), en que la opción

    veteris/ veterem supone concertarlo, respectivamente, con seriolae o con limum: La segunda es la lectura que observamos en las ediciones modernas. Para expresar la avaricia, se habla de alguien que gime temiendo raer el barro viejo del recipiente. Entre los antiguos, en cambio, la “vejez” sería de la vasija. Parece claro, no obstante, que lo que era viejo, y por tanto preciado, era el vino que contenía tal seriola;

    o en II 10 patrui (patruus) o si/ ebuliat, patrui praeclarum funus. Quienes leen

    patruus, cambian también la puntuación: o si/ ebuliat patruus, praeclarum funus. La preferencia de Nebrija por el genitivo es también aquí manifiesta107.

    Caso y número a la vez (in flammas/ in flamma, egregios/ -ius108, doctus/ doctas).

    106En todo caso, la lectura de este lugar tiene mucho que ver con la interpretación del fragmento. Remitimos al apartado en que comparamos el texto de Nebrija con el de Badius, ya que este humanista valoró la opción de Nebrija positivamente. 107El pasaje, además, pertenece a los “discutidísimos”: hay diversidad de lecturas para el adjetivo que nos ocupa, pero también -como decimos en otro lugar- para el verbo contiguo; y, sobre todo, las opiniones son muy dispares acerca de la puntuación. 108Mox iuvenes agitare iocos, et pollice honesto/ egregios lusisse senes. Así lo entendió Nebrija, con senes, paralelo al iuvenes iocos del verso anterior. Sin mucha variación en el sentido general, algunos han leído egregius, y, o bien, como Jahn, han sobreentendido de nuevo iocos para senes, o bien, leen también este adjetivo en singular (senex).

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    Género -en el animado, masculino-femenino: III 105 rigidos rigidas, referido a calces, que posee uno y otro género, en masculino lo concertaron los humanistas, y también Jahn; el femenino es la lectura de Clausen, entre otros. VI 24 turdorum-turdarum, sólo una diferencia en el grado de exquisitez, según se trate de tordos machos -como en las ediciones antiguas y en la mayoría de los humanistas), o de tordos hembras, como se ha entendido en las ediciones modernas109. La variante de I 74 dictaturam/ dictatorem, además de en el género, cambia en el significado -”insignia del dictador”/ “dictador”110, -o animado versus neutro: V 82 hanc hoc (haec mera libertas, hanc (hoc) nobis pilea donant), y V 174 quem quod, (hic hic quod/ quem quaerimus). Como en el caso anterior, la idea es la misma, pero aquí si se lee quod, hic ha de ser interpretado como adverbio, y no como pronombre demostrativo y antecedente del relativo, como entienden quienes leen quem. CAMBIO DE CATEGORÍA GRAMATICAL Adverbio en lugar de adjetivo en I 60 elige tantum, influido por el quantum cercano, frente a tantae111, y en IV 17 quo en vez de quae (quo/quae tibi summa boni est?), Adjetivo en lugar de adverbio: V 21 secreti por secrete, Verbo en lugar de adjetivo: V 15 teris-teres. Sustantivo en lugar de verbo: V 150 sudore-sudare112 109Mayor exquisitez en el paladar mostraban quienes incluso eran capaces de distinguir el sabor de los tordos machos del de los tordos hembras (cf. GUILLÉN 1980, II 233-234). 110Y en muchos casos lleva parejo el cambio en la conjunción (cum trepida ante boves dictaturam induit uxor), puesto que unos leen quem, otros cui, quam, o, como Nebrija, cum. 111Nec linguae quantum sitit canis Appula tantum.

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    En resumen, son en general variantes de poca relevancia. Entre las verbales, las que afectan al modo o al tiempo encajan bien en el contexto. Mención aparte merecen el genitivo complementando a un nombre en lugar de otro caso (abaci/ abaco de I 131, animi/ animo en II 73 y V 65), en un acercamiento a la sintaxis que le es familiar al lector113; pero no siempre es así: en V 21, elige secreti en nominativo predicativo, frente al adverbio secrete, porque desde luego es una construcción más propia de Persio que la otra opción, el adverbio secrete; o en I 86 doctus (con el sujeto de posuisse figuras) frente a doctas (concertando con figuras), lectura que, como veremos114, tuvo trascendencia ya en su tiempo; o su opción por la construcción pasiva. Además, hay que recordar que en algunas de estas variantes, si bien no relevantes en lo que hace al significado de las sátiras, puede apreciarse también cómo no siempre Nebrija es “arrastrado” por las tendencias de su época. Repetimos que en algunos lugares él ha sido el único entre los humanistas que ha leído así: I 90 portas, I 131 abaci, II 49 crescet115, III 93 rogabit, V 51 temperet. Concluimos, por tanto, de este apartado que: a) También en este grupo de variantes Nebrija se muestra inserto en una época y en unas tendencias, pero con cierta originalidad o diversidad, que se manifiesta sobre todo en: -construcciones más cercanas a nuestra lengua romance116, o -construcciones más propias de “Persio” (secreti). b) En este apartado hay que hablar finalmente de que algunas de las consideradas opciones del gramático, pueden ser tan sólo fruto de su “explanación”117, ya que, como dice en el prólogo a esta obra, una de las diferencias de su comentario con los anteriores está en su enfoque de gramático que le lleva a sustituir algunas construcciones por otras más conocidas. c) Muchas de las lectiones de Nebrija continúan en ediciones modernas. Coincide con Jahn en muchas en que en nuestro aparato el único que difiere es Clausen (II apponit, III 13 vanescat, III 105 rigidos, V 17 dicas, V 87 haec reliqua, V 174 quem, VI 24 salivam) y en algunas que ya ofrecían más de una posibilidad en la época del humanista (III 12 y 14 queritur, IV 26 oberrat, V 35 deducit, V 175 quam, VI 66 repone). Y muestra coincidencia con Clausen en III 93 (rogabit), V 134 (saperdas) y VI 26 (metuas).

    112Variante ligada, como hemos dicho, a peragant/ pergant. 113Como también puede interpretarse seriolae veteris (IV 29, vid. supra), ya que con limum podría ser hipálage. 114Cf. Análisis de variantes significativas. 115Futuro en lugar de presente, que también podría entenderse que mira al futuro. 116El caso más llamativo es el de genitivo por ablativo, especialmente en V 65, testimonio único de la lectio animi. 117Admiten sospecha tal aquellas que ni siquiera están en E: poscentem (III 64), temperet (V 51), o el muchas veces aludido animi de V 65, que comparte con E pero que no está en los manuscritos.

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    5.2.2.4. Variantes, muchas a modo de glosa, que afectan poco al sentido118: Cuadro contrastivo

    Las variantes que vamos a enumerar en este apartado están todas119 comentadas por Nebrija, por lo que sabemos que constituyeron una opción del gramático120. La mayoría de lecturas estaban así en alguna de las ediciones de su tiempo; en concreto en A podemos leer casi todas (salvo templo -II 69, tingebam -III 44, y temporis -V 78), y, menos sectum (I 100), todas están en E. Pero también las no elegidas por Nebrija se leían ya a principios del s. XVI: raptum, conditur, dicas, columbo, tangebam, rectum, turbinis, sudare y fissa, aparecen en B. Además algunas de las nebrisenses se ven aún en ediciones modernas: videmus (I 69), ducitur (II 14) y iuvenesque (V 64) son las que eligió Jahn. Por su parte, en la edición de Clausen observamos que este editor coincide con nuestro humanista en credas (III 9) y amarum (IV 48)121. Veamos cuáles son. Presentamos en nuestro cuadro en primer lugar la opción nebrisense, y luego las de las demás ediciones con las que la comparamos:

    118El hecho es frecuente, en IV 28 encontramos en E ramosa en lugar de pertusa. Jahn da cuenta de que muchas glosas aparecen en la transmisión del texto desde antiguo, y es a veces difícil distinguir cuándo estaban en el texto originario y cuándo se trata de lectiones surgidas de glosas (JAHN 1843: CXCVIII s.): así ocurriría con ducitur (II 14), templo (II 69), dicas (III 9), palumbo (III 16), exsuperat (III 89) o relego (V 118). 119Con la excepción de voluit de V 84. 120Además no dista mucho de otras lecturas que se hacían del satírico: sólo hay una variante respecto al texto que adjunta a sus comentarios (E): se trata de sectum (I 100), lectura que comparte con A, lugar para el que la mayoría eligió raptum. En cuanto a las demás “lecturas” que de Persio se hacían en su tiempo veremos que no hay muchas diferencias notables. 121Si nos ceñimos a las que hemos tenido en cuenta en el aparato crítico; pero los problemas textuales en las sátiras son duraderos pero no muy diferentes; por eso no sorprende que los lugares en que hay más discusiones cada estudioso que se ha enfrentado a Persio, en cualquier época, ha ido navegando por las posibilidades para cada uno de los lugares difíciles, ha decidido una opción y en ella, con toda probabilidad ha “coincidido” con algún otro. Por eso, si, además de las que hemos tenido en cuenta en nuestra edición, miramos otras, como la de Villeneuve, Cartault o la de nuestro M. Dolç, seguiremos advirtiendo “coincidencias” entre nuestro humanista y otros editores de Persio. Así, por ejemplo, aunque no se aprecie en el cuadro, temporis (de V 78) está en ediciones actuales (M. Dolç).

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    LUGAR NEBRIJA E A B H J C

    I 69 videmus videmus videmus videmus videmus videmus docemus

    I 100 sectum raptum sectum raptum sectum raptum raptum

    II 14 ducitur ducitur ducitur conditur ducitur ducitur conditur

    II 69 templo templo sancto sacro sacro sancto sancto

    III 9 credas credas credas credas credas dicas credas

    III 16 palumbo palumbo palumbo columbo palumbo columbo columbo

    III 40 aureis auratis auratis auratis auratis auratis auratis

    III 44 tingebam tingebam tangebam tangebam tingebam tangebam tangebam

    III 89 exuberat exuberat exuberat exuberat exudat exsuperat exsuperat

    III 100 trientem trientem trientem trientem trientem triental trientem

    IV 11 verum verum verum rectum verum rectum rectum

    IV 45 protegit protegit protegis protegit protegit praetegit praetegit

    IV 48 amarum amarum amarum amarum amarum amorum amarum

    V 64 iuvenesque iuvenesque iuvenesque iuvenesque iuvenesque iuvenesque puerique

    V 78 temporis temporis turbinis turbinis turbinis turbinis turbinis

    V 84 voluit voluit voluit voluit voluit voluit libuit

    V 96 gannit gannit gannit gannit gannit garrit garrit

    V 105 speciem speciem speciem speciem speciem specimen speciem122

    V 118 repeto repeto repeto repeto repeto relego relego

    V 124 sumis sumis summis sumis sumis sentis sumis

    V 150 sudore sudore sudore sudore sudare sudare sudare

    V 150 peragant peragant peragant peragant peragant pergant pergant

    VI 70 fixa fixa fixa fissa fixa fissa fissa

    VI 79 depinge depinge depinge depinge depinge depinge depunge

    122La frase, según Nebrija, sería: ... et speciem veri dignoscere calles; además de la variante en el sustantivo (Jahn specimen), algunos leen veris (en ablativo dependiente de dignoscere) en vez de veri (en genitivo) y tampoco el orden de palabras es unánime: la mayoría sitúan veri (o veris) después de et; en el orden de palabras de nuestro humanista vemos, como en otras ocasiones, un acercamiento a las tendencias sintácticas romances.

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    El gusto de Nebrija por la glosa, mediante un término equivalente casi sinónimo (con frecuencia explica una palabra con más de uno), hace que encontremos en el cuerpo de su comentario, como si de lemmata se tratara algunos términos que, naturalmente, no hemos considerado “lecturas” de Nebrija123. Desde su voluntad de explicar a Persio, en la elección que Nebrija ha hecho en estos lugares (sin que su lectura diste mucho de la de otros), puede observarse que le atraen los términos que no siendo tan genéricos especifican más su significado en el contexto en que se hallan: así ocurre con sectum (I 100). Veamos algunas de estas lectiones que, casi como glosa, hay en el texto de Nebrija. SECTVM/ RAPTVM (I 100) Sectum es un participio que concierta con caput (et sectum vitulo caput ablatura superbo/ Bassaris); alude a la cabeza del altivo novillo que la Basáride va a quitar, esto es, a Penteo, que se ha introducido entre las Ménades y, una vez descubierto, será sacrificado. Con raptum se abunda en la idea de que se le quitará (ablatura) la cabeza; con sectum quiso Nebrija expresar que dicha cabeza tiene que ser cortada (sectum, pro secandum et amputandum -dice) antes de que la Ménade se la lleve. TEMPLO/ SANCTO (II 69) En el final de la sátira segunda, que versa sobre qué tipos de plegarias deben hacerse a los dioses, al censurar la falsedad presente en algunas actitudes religiosas, se critica a quienes en sus plegarias intentan actuar como si trataran con hombres dados al materialismo, y dice Persio: At vos/ dicite, pontifices, in templo quid facit aurum?, es decir, )qué pinta el oro ... en el templo?; otros leyeron in sancto (en un lugar santo), cual está en las ediciones modernas, pero es claro que sanctus se aplica especialmente a templos y santuarios124; luego, leer templo aquí no hacía sino especificar mejor el lugar, mediante lo que para este contexto es un sinónimo. Y no fue el único sinónimo propuesto, ya que en otras ediciones125 se leyó sacro, que, como sancto y templo, está en los manuscritos.

    123Nos referimos a parum por paulum (V 69), dant por donant (V 82) y tabella por tabula (VI 33), que, además de no aparecer en ningún aparato crítico, no encajan en el héxametro; una “glosa” similar podría parecer aureis (III 40) que, sin embargo, por tratarse de una preferencia evidente de Nebrija, sí hemos aceptado, pese a presentar problemas métricos en ese hexámetro. 124Cf. DOLÇ (1949: 136). 125B y H.

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    TINGEBAM/ TANGEBAM (III 44) Saepe oculos memini tingebam parvus olivo Habla Persio de la costumbre de los niños de untar los ojos con aceite para aparentar que están enfermos y librarse así de estudiar. Es claro que el niño lo que hacía en sus ojos al tocarlos (tangebam) con el aceite, lo expresa mejor el verbo tingere: lo prueba el que las traducciones, aun con la lectio tangebam traducen como “untaba”, más próximo a tingebam que a tangebam. Es, pues, una elección “oportuna”, que conviene al contexto. VERVM/ RECTVM (IV 11) ... verum discernis ubi inter/ curva subit... Donde la mayoría pone rectum, que constituye una especie de explicación de cómo debe ser entendido verum en este lugar (*distingues lo recto cuando entre lo curvo aparece+). Nebrija intenta acercarnos a la metáfora de Persio leyendo verum, y comenta verum discernis entendiendo que se habla de distinguir “lo verdadero de lo falso”; “o bien” -dice- “puede ser interpretado como iustum” (*no podrás distinguir lo recto de lo torcido+); “puesto que la propia regla de la razón con la que debe explorarse esto está torcida y puede engañarnos por nuestra ignorancia”126. Su interpretación no dista pues de la lectio rectum, ya que también con rectum puede traslucirse, como en la explicación nebrisense, una alusión moral en la distinción “recto”/ “torcido”: es importante diferenciar lo que es justo de lo que no lo es; o bien, lo que es verdadero de lo falso. Uno y otro sentido convenían al mensaje que, a partir del satírico, Nebrija pretendía difundir. AMARVM/ AMORVM (IV 48) si facis in penem quidquid tibi venit amarum/ si puteal multa cautus vibice flagellas, Nebrija, como los humanistas que le precedieron y como después entenderán otros

    126Dice vel cum regula curva..., immo non poteris verum a falso discernere, quod est opus partis intellectivae; aut “verum” pro “iusto” posuit; nec rectum a curvo; cum regula ipsa rationis, qua hoc debet explorari, sit curva, et per ignorantiam possit nos fallere; ideo dicit: vel cum regula curva [inter] subit.

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    humanistas127 ve el adjetivo amarum, junto con quidquid, como complemento de facis; y explica que Persio lo puso en lugar de dulce, y lo eligió porque, como atestigua la auctoritas de Juvenal, los placeres amorosos más tienen de amargura que de miel128 : Esta lectura -amarum, que poseen la mayoría de los manuscritos, la mantuvieron todas las ediciones hasta Jahn y Bücheler; en cambio, la puntuación se ha visto diferente entre los modernos; de forma que refieren el adjetivo a puteal, y explican la amargura129 de este lugar porque allí acuden usureros y prestamistas130, es decir, la frase significaría “si practicas la usura”131 a pesar de parecerles una metonimia fuerte. La lectura amorum, y la restitución de la puntuación, que está en Jahn y ha sido seguida por Conington, es una conjetura de Jean de Salisbury que ha gustado a quienes como Jahn consideran poco apto a este contexto el adjetivo amarum; y quieren creer que el amurum que hay en un códice puede indicar una lectio corrupta de amorum. Nebrija, pues, interpreta lo que es propio de su tiempo y lo que se aviene a la ética que él quiere transmitir: aunque no sea el objeto último de esta sátira -cuya recomendación principal es “conócete a ti mismo”-, con esta interpretación se acerca al mensaje que hay en la siguiente: no es verdaderamente libre quien está esclavizado por las pasiones; así pues, dos razones hay para no someterse a ellas: no privarse de la libertad (como se expresa en la sátira siguiente) y no entregarse a la amargura132. TEMPORIS/ TVRBINIS (V 78) momento temporis exit,/ Marcus Dama. Momento turbinis, que leen otros, es el movimiento del giro sobre sí mismo, el que un esclavo daba delante del pretor cuando era manumitido. Al hablar de cuál es la verdadera libertad, pretende Persio explicar que no es la que se consigue con ese movimiento “vuelta”. Nebrija, sin distanciarse de este significado general ha preferido momento temporis, bien porque ha querido insistir en la imposibilidad de cambiar de condición repentinamente, estableciendo el paralelo con Iuv. 2, 83 (nemo repente fuit

    127López y Casaubonus, v. gr. 128Dulce voluit dicere, sed quia voluptas -venerea- plus aloes quam mellis habet, ut ait Iuvenalis ; ideo “amarum” pro dulci posuit. 129Pero que la amargura puede ser aplicada al amor lo defienden la mayoría de los humanistas: cf. Britannicus (quia saepenumero coitum sequitur poenitentia), Fontius (quoniam amaritudini semper venus commixta est), Casaubonus (1505: 351-352) o López (quien lo explica con la misma cita de Juvenal que aporta Nebrija). 130Cf., entre otros, VILLENEUVE (1918: 108), DOLÇ (1949: 187-188). 131Cf. SCIOVOLETTO (1973: 95), VILLENEUVE (1918: 108), etc. 132Curiosamente Nebrija no ha sido tenido en cuenta cuando se habla de esta interpretación; los comentaristas modernos se refieren a otros humanistas, Turnebus, Casaubonus; y especialmente doloroso es que no lo mencione Dolç, quien dedica varias líneas a la historia de la interpretación de este pasaje, y como ejemplo de lo que Nebrija entendió cita a López, que, en este y otros muchos lugares, no hace sino traducir al maestro Antonio.

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    turpissimus), en que se rechaza esa rapidez para cambiar de condición133; o bien porque entre sus lectores ya en momentum, perdida la conciencia etimológica, más se entendía un concepto temporal134. Sea como sea, la opción de Nebrija representa como en otras ocasiones, una glosa de otra lectio, una especie de traducción, de acercamiento-explicación del texto de Persio, de accesibilidad. REPETO/ RELEGO (V 118) Verbos muy semejantes en este lugar; el poeta había dicho a su interlocutor que si era capaz de vencer una serie de “tentaciones”, esto liber ac sapiens, pero si es esclavizado por las pasiones, entonces le retira lo dicho (repeto quae dederam), es decir, “vuelvo a pedirte lo que te había concedido, te lo reclamo”, que dista muy poco de lo que se entiende si leemos relego, esto es, “lo retiro”, refiriéndose en ambos casos a lo que le dijo esto liber ac sapiens. La lectio está en Villeneuve, que explicó repeto como glosa135. PERAGANT/ PERGANT (V 150) ut nummi quos hic quincunce modesto nutrieras, peragant avidos sudore deunces? Esta lectio hay que valorarla junto con sudore/ sudare, ya que, en general, eligen sudore quienes leen peragant136, y sudare los que leen pergant. Nebrija entiende peragant como impleant, es decir, “que las monedas cumplan once codiciosos dozavos”; y después sudore, habla de un esfuerzo desmedido137; sentido parecido dan al verbo (sudare) y al sustantivo (sudore) quienes prefieren una u otra lectura: producir con esfuerzo, llevar a término con sudor. La otra opción sería ut nummi quos hic quincunce modesto/ nutrieras, pergant avidos sudare deunces? “prosigan en sudar”; leyendo esto hay que forzar la transitividad del verbo, normalmente intransitivo. El sentido no es muy diferente pero creemos que con la primera opción, 133Convertirse en turpissimus en este caso. 134En su diccionario hay dos entradas para este sustantivo: “por el momento de tiempo”, “por mudança o peso”. 135En el grupo de *gloses substituées à un mot du texte+ enumera relinquo por remitto (pr. 5), cui... dictaturam por quam... dictatorem (I 74), resonabilis por reparabilis (I 102), immurmurat (II 9), in sacro e in templo por in sancto (II 69), rarescat por vanescat (III 13) y, por último, repeto por relego (V 118). 136Menos Badius, como dijimos al comparar el texto de Nebrija con el suyo. Badius leyó, como casi todos en la Antigüedad, peragant, pero eligió sudare. 137Id est, tuo immodico labore navigando.

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    especialmente por el “sudore”, que aunque en la estructura superficial se refiera a nummi, la relación lógica con el esclavo de las pasiones -del lujo en esta ocasión- se hace mayor hincapié en el servilismo, en la fatiga que supone ser esclavo de dichas tendencias. Para, al final, morirse, que dirá Persio a continuación: carpamus dulcia, nostrum est/ quod vivis, cinis et manes, et fabula fies;/ Vive memor leti, fugit hora, hoc quod loquor inde est. Además, del verbo pergo sólo hay una ocurrencia en Persio (perge, de III 97), en cambio de perago hay, además de éste, dos lugares (V 139 y VI 22), en los que se utiliza también para temas relacionados con el lujo: en el primero, se habla de un avaro; en el segundo, es el verbo que se emplea para el que se prodiga en dar dinero, un magnanimus puer. Aun inserto en la tradición de su época es posible que Nebrija se haya dejado llevar del perages de poco antes (V 139), también utilizado para describir a un esclavo, de la avaricia en esta ocasión. FIXA/ FISSA (VI 70) et fixa fumosum sinciput aure? Concertando con aure, que es aquí la oreja de un cerdo ahumado, y con este sintagma se alude a que se cuelga de la oreja para que se “cure” al humo; parece más concreto este fixa de Nebrija, esto es, insistiendo en que está agujereada por un clavo, que fissa, hendida; pero no es mucha la diferencia: con la segunda lectura hemos visto traducciones que más parecen estar vertiendo fixa. Poco cambio de significado entrañan, v. gr., trientem/ triental138 (III 100); palumbo/ columbo (III 16), aureis/ auratis (III 40)139, protegit/ praetegis (IV 45)140, iuvenesque/ puerique (V 64)141, voluit/ libuit (V 84)142, gannit/ garrot (V 96)143, speciem/ specimen (V 105)144, depinge/ depunge (VI 79)145. 138Dos variantes morfológicas de un mismo sustantivo. 139Como ya hemos dicho Nebrija lo eligió en vez del común auratis que encaja mejor en este verso (et magis aureiis pendens laquearibus ensis); posiblemente se dejó llevar de la juntura virgiliana (laquearibus aureis, Aen. 1, 726) o atraído por el significado: efectivamente, con el adjetivo en -tus (de auro) los artesonados estarían simplemente cubiertos de oro; con aureus, se hablaría de artesonados de oro. 140Sus alternativas, columbo y praetegit, son quasi sinónimos; además de ser los vocablos usados por Nebrija los étimos preferidos por el romance. Praetegit y protegit son, por otra parte fácilmente confundibles ya que suelen aparecer con sus prefijos abreviados y éstos son similares. 141En su lugar se lee puerique; aunque no sinónimos en general, ya que son denominaciones de distintas edades, su oposición se neutraliza en este contexto, ya que lo único que aquí interesa es que no son senes (iuvenesque senesque). 142De escasas diferencias con libuit, la otra posibilidad; y, como hemos dicho, no comentada por Nebrija. No tenemos, pues datos para saber si la eligió. 143Al igual que garrit, con el que se puede confundir su grafía con facilidad, el verbo describe un sonido animal que en este contexto se entiende como cuchichear (lleva como complemento in aurem). 144El vocablo que Jahn elige en este lugar, specimen, tiene un significado muy similar, además de compartir etimología (specio).

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    Aunque de significado diferente, se hacen semejantes en el contexto en que se encuentran: videmus/ docemus (I 69)146, credas/ dicas (III 9)147, sumis/ sentis (V 124)148. Queda para concluir este apartado un lugar de la Sátira segunda cuyo significado es controvertido. DVCITVR / CONDITVR (II 14) La equivalencia semántica ducere/ condere en II 14 es ciertamente un tanto polémica; desde luego Nebrija no los consideró en absoluto sinónimos y de hecho fue el primero, creemos, que entendió ducere en este lugar como “casarse”, y no como “enterrar”. Nos vamos a detener, por tanto, en esta lectio, ya que en principio parece que la elección de uno u otro verbo está ligado al sentido de ducere en este contexto. Así pues, atenderemos especialmente a la historia de las interpretaciones de dicho verbo. Nerio iam tertia ducitur -o conditur- uxor Habla Persio de un avaro que siente envidia de que Nerio haya enviudado, y, por ende, heredado, más de una vez. El problema reside en interpretar ducitur uxor como “tomar esposa”, “casarse”, es decir, muerta la segunda esposa, contrae Nerio terceras nupcias; o, si hay que entender ducitur como sinónimo de conditur o effertur, esto es, “enterrar”; así, el tal Nerio estaría enterrando a la tercera esposa. Y con este segundo significado se admite la variante conditur. Las dos posibilidades existen en las ediciones de principios del siglo XVI; A muestra ducitur, en tanto que B ofrece conditur. De las dos opciones, en Nebrija vemos ducitur. Nada nuevo. Pero sí es novedosa su interpretación, pues lejos de hacer el verbo ducere equivalente a condere prefiere el

    145De las ediciones que aparecen en nuestro aparato crítico sólo Clausen elige depunge (aunque está también en otros editores, como OWEN 1903). Los dos verbos son casi sinónimos: (pintar, señalar con puntos), y además las vacilaciones en la grafía i/u, aquí favorecida por el contacto con labial, pudieron favorecer la creación de esta variante en los manuscritos. Por otra parte, en el diccionario de Nebrija solamente aparece depinge que puede indicar que el verbo con u era menos conocido o desconocido en su época; desde luego, todas las ediciones antiguas ofrecen depinge. 146Ecce modo heroas sensus afferre videmus. En la complicadísima sátira I, contra los poetas de su tiempo, se burla aquí Persio de los que poco ha, por estar en edad escolar, se ejercitaban en la escuela componiendo bobadas en griego, y dice que ahora los “vemos” expresar sentimientos heroicos; o bien, si con Clausen se lee docemus, les “enseñamos” a expresar dichos sentimientos. 147Credas, que lee la mayoría, “podrías creer”, es bastante parecido a lo que Jahn lee en este lugar: dicas, “dirías”, “que rebuzna un rebaño de Arcadia” (Arcadiae pecuaria rudere, III 9). 148Vnde hoc datum