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MDULO 2101- ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGA

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Para lograr el objetivo especfico de presentarte el origen filosfico y cientfico de la psicologa de la Unidad I de Origen filosfico y cientfico de la psicologa referente a la unidad mnima de aprendizaje Los grandes filsofos y el umbral de la psicologa: el siglo XIX revisa y analiza la siguiente lectura. EL MUNDO DEL SIGLO XIX

UNIDAD I.ORGENES FILOSFICOS Y CIENTFICOS DE LA PSICOLOGA

Lectura 3 Leahey, T.H. (1993) Historia de la Psicologa. Madrid. Prentice-Hall. Pp 204-260

El consenso de la Ilustracin finaliz con la Revolucin Francesa, que fue acogida al principio como el inicio de una Edad de la Razn an ms gloriosa, pero que despus fue temida y odiada por su Reinado del Terror. Las implicaciones reales del espritu geomtrico se hicieron patentes y los pensadores del siglo xix se vieron ante la precisin de enzarzarse en un cuerpo a cuerpo con el naturalismo. Esta tarea se hizo ms urgente con la teora de la evolucin de Darwin, que no slo equipar al hombre con el mono, sino que tambin desterr cualquier tipo de intencionalidad o progreso de la historia. A todo lo largo del perodo, el problema de la naturaleza humana fue, pues, planteado por numerosos filsofos, fisilogos, literatos y revolucionarios. La segunda mitad del siglo presenci la fundacin de la psicologa cientfica y la formulacin de sus tres variantes: el estudio de la conciencia, del inconsciente y de la adaptacin. Un especialista del siglo xix, Franklin Baumer (1977), ha sugerido una til divisin conceptual de este perodo, por considerarlo demasiado complejo para ser tratado cronolgicamente. Propone la existencia de cuatro mundos decimonnicos, tesis que, grosso modo, seguiremos aqu. El prime-ro es el mundo romntico, que reaccion vigorosamente contra el naturalismo de les philosophes. El segundo mundo es la Nueva Ilustracin, que llev a trmino, en forma algo modificada, el programa de les philosophes. El tercero es el mundo del darwinismo y la evolucin. Al cuarto mundo le llama Baumer el fin d e sicle (fin de siglo), un mundo de angustia surgido de la desesperacin con respecto a la Naturaleza, la Humanidad y el futuro.

La reafirmacin de lo Trascendental: la rebelin romntica Aunque de ordinario pensamos en el romanticismo como en un movimiento artstico que puso el acento en el sentimiento humano, fue mucho ms que eso. Constituy una rebelin general contra la concepcin del mundo de cuo cartesiano-newtoniano. El primer poeta romntico, William Blake (1757-1827), confiando en que la humanidad pudiera escapar de la perspectiva cientfica,

Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: Leahey, T.H. (1993) Historia de la Psicologa. Madrid. Prentice-Hall.

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escriba, por ejemplo: Ojal nos guarde Dios / de la visin nica y del sueo de Newton s. All donde los escritores de la Ilustracin haban valorado las pasiones moderadas y mora-les, los romnticos tendieron a idolatrar todas las emociones fuertes aun-que fuesen violentas o destructivas. Sobre todo, los romnticos queran ser algo ms en el universo que tomos y vaco. En cierto sentido, el romanticismo reafirm la creencia racionalista en algo que trasciende la apariencia material. Es, pues, lgico que el movimiento romntico, al menos en filosofa, se iniciara con Kant. Ya hemos advertido cmo sus sucesores idealistas hicieron de la realidad material la expresin de algo espiritual, que se manifiesta a s mismo en las apariencias. El poeta romntico Coleridge adapt y elabor la distincin kantiana entre la Verstand, el proceso limitado del entendimiento descrito por Locke, y la Vernuft, la facultad intuitiva ca-paz de trascender las apariencias y aprehender la verdad noumnica. En el romanticismo se ponen de manifiesto varios conceptos importan-tes para la Psicologa. Uno de ellos es el de inconsciente. El pensamiento consciente y discursivo fue la herramienta de la Ilustracin, tanto en el terreno del arte como en el de la filosofa. Por el contrario, el romanticismo, en su bsqueda del infinito, sostuvo que el inconsciente era ms importante. Los poetas, por ejemplo, confiaban en escribir automticamente en un trance exttico, de forma que el Infinito quedara registrado sobre el papel. En filosofa, Schopenhauer postul que la Voluntad es la realidad noumnica oculta tras las apariencias. La Voluntad de Schopenhauer, y en concreto la voluntad de vivir, empuja al hombre a una bsqueda sin fin e intil de algo mejor. Semejante descripcin de la Voluntad se anticipa al id de Freud. Schopenhauer escribi en los Parerga: En el corazn de todo hombre habita una bestia salvaje. La inteligencia intenta controlar la Voluntad, pero su furor inflige dolor al yo y a los dems. Tambin prefiguraron a Freud aquellos escritores que vieron en los sueos el lenguaje del inconsciente, que slo precisaba ser descifrado para revelar los secretos del Infinito.

Blake se mof de les philosphes: Refros, reros, Voltaire, / Rousseau: reros. reros: `todo es intil'! Como otros romnticos, Blake detestaba la Revolucin Industrial, cuyas lbregas, satnicas hilanderas contaminaban de Inglaterra las verdes montaas.

En la Voluntad de Schopenhauer el ncleo de la vida mental descubrimos otro importante y complejo concepto romntico: el de actividad mental y libertad. La Voluntad es una bestia salvaje, pero al paso que lo salvaje entraa dolor, tambin implica libertad de eleccin. La filosofa de Schopenhauer resultaba as una reaccin voluntarista y romntica contra el determinismo materialista de la Ilustracin. Por regla general, esto llev a los romnticos a idolatrar a los hroes, los genios y los artistas a todos aquellos que afirmaban sus Voluntades y no se plegaban a los dictados del mundo. Thomas Carlyle, por ejemplo, vener a hroes que iban desde Odin hasta Shakespeare y Napolen. Desde un punto de vista psicolgico, esta nueva forma de voluntarismo dio al traste con la tabula rasa. Una mente tan voluntarista como la contemplada por los romnticos, difcilmente poda ser un mero receptculo pasivo de estmulos externos. Coleridge, por ejemplo, equiparaba la mente a una lmpara que irradia luz intelectual. El influjo de Schopenhauer se evidencia tambin en la psicologa de la conciencia de Wundt, pues ste hace un gran hincapi en la capacidad de la mente para organizar su propio contenido, forma de voluntarismo que contrasta radicalmente con la pasividad del asociacionismo. No slo rechazaron los romnticos la idea de que una persona fuese una mquina, sino que tambin repudiaron la misma idea en lo tocante al universo. Fueron vitalistas y teleologistas, para quienes la naturaleza no era materia muerta meros tomos en el vaco, sino algo orgnico, en desarrollo y que se perfecciona a s mismo con el tiempo. La Biologa, y no la Fsica, debe suministrar el modelo de reflexin sobre las cosas, afirmaban los romnticos. Herder expres este sentimiento en Alemania. En Inglaterra fue convincentemente formulada por el intelectual conservador Edmund Burke (1729-1797), quien declar que la naturaleza humana y la sociedad se desarrollan lentamente al correr de los siglos. Puso en la picota el intento de la Revolucin Francesa de erigir una sociedad basada tan slo en la razn pura y geomtrica, ignorando la sabidura de la historia. Semejante concepcin romntica de la Naturaleza era progresista y optimista, pero pronto quedara reducida a aicos por la teora de la seleccin natural de Darwin. Los romnticos ya crean en la evolucin, pero sta no consista en el proceso dirigido por el azar del darvinismo. El vitalismo romntico significa que, si bien podemos ver en el romanticismo una reafirmacin de la bsqueda racionalista de la Verdad tras-

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cendente, los romnticos no fueron defensores del Ser. Carlyle, por ejemplo, insista en que la Verdad est siempre deviniendo, y nunca se limita a ser. La Verdad no es un conjunto esttico de Formas, sino algo vivo, algo que siempre se est perfeccionando. Esta idea, al menos, podra compaginarse a la perfeccin con el evolucionismo darvinista. Hubo un concepto de la Ilustracin que inspir a los romnticos y que ellos enriquecieron. El asociacionismo de Hartley constituy un elemento importante de la teora crtica romntica. La poesa clsica abundaba en abstracciones escritas con maysculas, tales como Belleza, mientras que los romnticos escriban sobre las bellezas concretas e individuales a partir de las cuales nos formamos la idea de Belleza. En el asociacionismo, los juicios estticos y morales son sentimientos, reacciones subjetivas y emocionales, relativamente independientes de la razn discursiva. Los romnticos realzaron lo subjetivo y pasional, e intentaron servirse del anlisis asociacionista de la mente como forma de evocar respuestas emocionales en sus lectores. Enriquecieron el asociacionismo al acentuar el concepto de coalescencia, es decir, al recalcar que la imaginacin activa puede sintetizar los elementos atmicos en una creacin que es ms que la suma de las propias unidades atmicas, como cuando los colores elementales se mezclan para dar otro cualitativamente diferente. Wundt dio gran importancia al poder de la mente para sintetizar los elementos mentales, al paso que los psiclogos de la Gestalt adoptaron una postura todava mucho ms holstica. Podemos concluir diciendo que los romnticos se opusieron al mecanicismo en todos los terrenos y promovieron conceptos rivales, tales como libertad individual, voluntarismo, holismo, vitalismo y teleologa. Aunque el romanticismo fue avasallado por los desarrollos posteriores de la ciencia, y en especial por el darvinismo, desempe un papel en la formacin de la psicologa sobre todo en su lugar de nacimiento, Alemania y, en una forma u otra, ha preservado siempre un fuerte atractivo para todos aquellos desazonados por el espritu geomtrico y sus productos. La nueva Ilustracin Por supuesto, no todo el mundo se desencant del naturalismo. Hubo numerosos pensadores importantes que llevaron adelante el espritu y las ambiciones de la Ilustracin, sobre todo en Inglaterra y Francia. Varios movimientos de la Nueva Ilustracin tienen inters para la Psicologa.

Utilitarismo y asociacionismo El utilitarismo y el asociacionismo son doctrinas inextricablemente entrelazadas. El utilitarismo describe los aspectos motivacionales y dinmicos de la mente; el asociacionismo describe la mecnica cognitiva de la mente. El primero estaba implcito en las enseanzas de los asociacionistas del siglo xvm, desde Hume en adelante, para quienes las sensaciones son, o bien agradables deseamos que se repitan, o bien desagradables de-seamos evitarlas. El utilitarismo intent simplemente aplicar este sistema motivacional al conjunto de la sociedad. La doctrina motivacional del utilitarismo fue elaborada en su forma ms acabada por el reformista ingls Jeremy Bentham (1748-1832). Este iniciaba su Introduccin a los principios de la legislacin moral (1789) con una ardorosa proclama de hedonismo utilitarista: La Naturaleza ha colo-cado a la Humanidad bajo el gobierno de dos amos soberanos, el dolor y el placer. Slo a ellos toca sealarnos lo que debemos hacer, as como determinar lo que haremos... Nos gobiernan en todo lo que hacemos, en todo lo que decimos, en todo lo que pensamos. En consecuencia, el individuo debe orientar su vida eligiendo aquellas lineas de accin que maximicen su placer y minimicen su dolor: he aqu la nica tica cientfica. Los legisladores el blanco preferido de Bentham en cuanto reformistadeben seguir idntico criterio, procurando promover la mayor felicidad de la mayora en todos las actos de gobierno. Bentham crea que el gobierno es, por naturaleza, opresivo; daba por supuesto --como el primer economista, Adam Smith que un gobierno mnimo permitira a cada individuo procurar su propia felicidad. Las leyes benthamianas del principio del placer se parecen a las leyes de asociacin propuestas por Hume, Hartley y Brown. El valor del placer y del dolor viene determinado por la intensidad, duracin, certeza y proximidad de la sensacin correspondiente. Bentham pretendi cuantificar tanto el placer como el dolor, de suerte que las decisiones morales pudieran tomarse haciendo un balance del placer o dolor netos que caba esperarse siguieran de la seleccin de actos posibles y posterior eleccin de aqul que satisficiera el principio de utilidad. Siguiendo tambin a los asociacionistas, Bentham distingua entre placeres o dolores simples y placeres o do-lores combinados y complejos. Procede a continuacin a suministrar una elaborada enumeracin de los tipos de placer, resultando la lista mucho ms larga de lo que un postfreudiano actual pudiera esperar. Hay, sin duda, placeres y dolores sensuales, pero

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tambin estn los placeres de riqueza, poder, piedad y benevolencia, por citar slo unos pocos. Bentham analiz, asimismo, las caractersticas individuales y raciales que modifican la accin del principio de utilidad segn la disposicin personal. Consagr entonces sus mayores esfuerzos a desarrollar un programa de buen gobierno, basndose exclusivamente en el principio racional de utilidad, y desechando cualquier consideracin emanada del contexto histrico o de los derechos humanos. Fue una demostracin de espritu geomtrico y filosofa mecanicista que hubiese hecho estremecerse a Edmund Burke o a cualquier romntico. Uno de los seguidores ms entusiastas de Bentham fue James Mill (17731836), un poltico que deriv hacia la Filosofa. Expuso ardiente-mente el benthamismo, pero su fama en psicologa se debe a su asociacionismo mecanicista. Mili no aport en realidad nada nuevo al asociacionismo; ms bien represent su manifestacin ms extrema. Sigue a Hume y a Hartley, al distinguir entre las sensaciones y sus copias i d e a s , y a Condillac, cuando intenta reducir toda la actividad mental a la asociacin. Mill adopta lo que podramos llamar teora-mecano de la mente. Segn tal concepcin, la mente es una pizarra pasiva y en blanco, receptiva a las sensaciones simples l o s ndulos del mecano, a partir de las cuales se forman las sensaciones complejas o ideas por medio de eslabones asociativos las varillas que unen los ndulos entre las unidades atmicas. Los eslabones asociativos se construyen de dos formas. Algunas sensaciones siempre ocurren juntas, o sincrnicamente, y acaban engarzndose. Oler una rosa sugiere s'is restantes atributos, con los que el olor se halla regularmente asociado en nuestra experiencia. Otras sensaciones se producen regularmente en secuencia, o sucesivamente, y Mill sigue a Hume al reducir la causalidad a series asociativas regulares. Mill analiza el habla como un rosario de palabras atmicas asociadas, ignorando totalmente el control del significado de una frase por parte del discurso. Su asociacionismo mecanicista suele tomarse como una buena muestra de reductio ad absurdum de la psicologa asociativa. En su Anlisis de los fenmenos de la mente humana Mill presenta, por ejemplo, la idea de una casa como un compuesto de numerosas unidades ms simples, tales como los clavos, las tablas y las hojas de cristal. A rengln seguido concluye: Cuntas ms (ideas componen) la idea que llamamos Todo? Uno se imagina a la mente ocupada por una colosal e inmanejable construccin de mecano. El asociacionismo de Mill prescinde de las facultades mentales preservadas por

Hartley y otros asociacionistas. Hecho que, combinado con el hedonismo utilitarista, da como resultado una imagen de la mente completamente mecnica, en que una idea sucede a otra automticamente sin que haya lugar para el control voluntario. El ejercicio de la voluntad es una ilusin, arga Mill. El razona-miento no es ms que la combinacin asociativa de las ideas contenidas en los silogismos. La atencin se reduce al hecho de que la mente est ocupada con cualesquiera ideas que le resultan particularmente agradables o dolorosas. La mente no dirige la atencin; su atencin viene dirigida mecnica-mente por el principio de utilidad. Como Bentham y otros muchos que escribieron sobre la mente, Mill expuso su psicologa con propsitos de re-forma. No era un psiclogo. Influido por Helvetius, como tambin lo estuvo Bentham, Mill senta un especial inters por la educacin. Si la persona es completamente pasiva cuando nace, es deber de la educacin moldear correctamente su mente. Mili puso sus ideas en prctica mediante la rigurosa educacin que dio a su hijo, ensendole griego clsico a los tres aos y latn a los ocho; hijo que a la edad de diez aos escribi una Historia del Derecho Romano. Con todo, el mencionado hijo, John Stuart Mill (1806-1873), no se convirti en el perfecto utilitarista que su padre esperaba. Aunque al principio se adhiri a Bentham, un colapso nervioso de que fue vctima le llev a considerar el benthamismo estril, estrecho y excesivamente calculador. Incluso lleg a calificar de un mal el programa de Bentham. Al fin ter-min por atemperar los principios hedonistas de Bentham con la visin romntica de la naturaleza y el sentimiento humano propios de Wordsworth. Incluso suscribi la preferencia romntica por lo natural y crecido espontneamente sobre lo manufacturado, y neg que el ser humano fuera una mquina. Consideraba que las personas eran cosas vivientes, cuyo desarrollo y crecimiento autnomos deben fomentarse. La versin del asociacionismo propia de J. S. Mill qued atenuada por la inclinacin romntica a la sntesis. Esta combinacin le llev a su idea de la qumica mental. Los primeros asociacionistas, incluido su padre, haban reconocido que ciertos eslabones asociativos se hacan tan fuertes que las ideas engarzadas parecan inseparables. J. S. Mill lleg ms lejos, manteniendo que las ideas elementales pueden fusionarse en una idea global, no reducible a sus elementos. Los elementos generan la nueva idea, no se limitan a componerla. Propuso los colores como ejemplo de dicho proceso.

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Dse vueltas a una rueda dividida en sectores, cada uno de ellos pintado de un color primario, y a cierta velocidad se tendr la experiencia de blancura, no de colores que giran. Los colores atmicos de la rueda estn generando un nuevo color, un tipo diferente de experiencia. Sin embargo, debemos destacar que, si bien Mill diluy el benthamismo asociacionista de su padre con las concepciones ms amplias del romanticismo, su objetivo segua siendo mejorar el utilitarismo y el empirismo, no refutarlos. Siempre aborreci el intuicionismo mstico de Coleridge, Carlyle y dems romnticos. Recuper el anlisis de la materia de Berkeley, aunque privado de Dios, no admitiendo ninguna realidad noummica ms all de las apariencias. Para J. S. Mill, la materia no es ms que la permanente posibilidad de sensacin. La pluma en nuestro despacho, por ejemplo, existe nicamente porque puede siempre ser percibida, se la perciba o no en un momento dado. Ni tampoco acept Mill el voluntarismo romntico. Su qumica mental, aunque reconoca la posible coalescencia de sensaciones e ideas, sigui siendo una descripcin pasiva de la mente. No es la actividad autnoma de la mente lo que acarrea el cambio qumico cualitativo, sino la forma en que las sensaciones son asociadas en la experiencia: no nos es dado elegir ver o no ver el disco blanco que gira, ya que la experiencia es impuesta a nuestra percepcin por las condiciones del experimento. John Stuart Mill fue el ltimo gran filsofo asociacionista. Su asociacionismo surgi en un contexto de discusiones lgicas y metafsicas, y no nuevamente psicolgicas. Mill crey en la posibilidad de la ciencia de la naturaleza humana de Hume, y, de hecho, intent contribuir a su metodologa. Los asociacionistas posteriores adoptaron un sesgo ms claramente psicolgico; por ello los reservaremos para un apartado ulterior. Positivismo Ya hemos tenido ocasin de encontrarnos con filsofos, como Berkeley, Hume y Newton, que, al menos parcialmente, son positivistas, puesto que patrocinan una epistemologa que limita el conocimiento humano a lo que es inmediatamente observable. Sin embargo, a medida que la ciencia de la Naturaleza y la tecnologa cosechaban xito tras xito, se extendi por Europa un talante generalizado, denominado cientismo, que encarnaba la fe en la capacidad de la Ciencia para contestar todas las preguntas, para resolver todos los problemas. Era natural, pues, que la ciencia, basada desde

Newton y Bacon en una epistemologa positivista, fuera elevada a la categora de nueva religin de concepcin del mundo que pretenda suplantar al ya asediado cristianismo. Tal fue la empresa de Augusta Comte (1798-1857). Comte la bautiz con el nombre de positivismo, el cual englobaba una epistemologa, sendas filosofas de la ciencia y de la historia y una religin. En cuanto epistemologa, el positivismo adopt un empirismo radical. La especulacin metafsica y las explicaciones de la Naturaleza en trminos de entidades inobservables deban ser abandonadas. En su lugar, el conocimiento humano haba de ceirse a recopilar y correlacionar hechos con el fin de obtener una descripcin fidedigna del mundo. Segn Comte, no haba otro mtodo y filosofa apropiados para la Ciencia. Con la capacidad de predecir la Naturaleza viene la capacidad de controlarla. Por eso, en el momento en que surja una ciencia de la Humanidad, la sociedad y los individuos quedarn por igual sujetos a control. Comte present un cuadro panormico de la historia, en que sta constitua un proceso ascendente e ineluctable compuesto por tres amplios estadios. El primer estadio es el teolgico, en que el hombre se explica los acontecimientos naturales postulando dioses invisibles o espritus responsables de aqullos. El segundo estadio es el metafsico, en el que los dioses y espritus se han trocado en abstracciones u otras causas inobservables, ideadas para explicar la Naturaleza. El tercer estadio es el cientfica, donde la explicacin es abandonada en aras de la descripcin, la prediccin y el control, y donde la Religin de la Humanidad suplanta al Cristianismo. Comte proporciona elaboradas descripciones de su nueva religin. Se trata de una construccin acabada, con su lite de sacerdotes cientficos, su manifiesto revolucionario en favor del control cientfico de la sociedad y su bandera. Algunas de las opiniones de Comte son curiosamente victorianas: por ejemplo, su creencia en que la adoracin por la Mujer formaba parte prioritaria de la veneracin por la Humanidad. El inters de Comte no iba a la Ciencia como tal, sino a cmo la Ciencia poda ser usada para perfeccionar a la Humanidad. Su epistemologa y sus filosofas de la ciencia y de la historia estn todas ellas supeditadas a la construccin de una nueva sociedad cientfica. Su pblico real se compuso de mujeres y trabajadores, a quienes Comte consideraba oprimidos por los intereses creados que entonces regan la sociedad. Estaba convencido de que

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slo mediante los esfuerzos de esos grupos llegara la revolucin positiva. Si bien sera una lite de cientficos la que regira la sociedad, Comte pretenda en primer lugar convencer a las masas. Las opiniones de Comte sobre psicologa son interesantes. Establece una lista jerrquica de las ciencias, desde las ms bsicas y primeras que se desarrollaron hasta las ms comprehensivas y ltimas en desarrollar-se. Dicha jerarqua es como sigue: Matemticas, Astronoma, Fsica, Qumica, Fisiologa y Biologa, y Sociologa. Habitualmente se le atribuye el mrito de ser uno de los fundadores de la Sociologa, concebida por l como la ciencia que hara posible su nuevo mundo dirigido por la Ciencia. La Psicologa, en cambio, no aparece en la lista. Comte desaprobaba la psicologa introspectiva, a la que consideraba confusa y metafsica. Mantuvo cierta esperanza en la Frenologa, que se esforzaba por ligar los rasgos de la personalidad a las distintas reas del cerebro. De aqu que escindiese la Psicologa en dos, arruinndola como disciplina coherente. Asign el estudio del individuo a la Fisiologa y la Biologa, como en la Psicologa frenolgica. El estudio del hombre en cuanto animal social perteneca a la Sociologa. Por aadidura, parece que a Comte la psicologa filosfica de su poca se le antojaba demasiado intelectual. Recalc una y otra vez que los seres humanos son, antes que nada, criaturas que sienten y, slo despus, criaturas inteligentes. El positivismo de Comte y su Religin de la Humanidad inspir a un sinfn de personas a todo lo largo y ancho de Europa. Algunas intentaron realizar su programa religioso-revolucionario, fundando sociedades positivistas e incluso abriendo iglesias positivistas. Sin embargo, los pensadores ms serios miraron con desagrado la religin de Comte, prefiriendo en su lugar su epistemologa. Tal fue, por ejemplo, la actitud de john Stuart Mill, quien mantuvo una voluminosa correspondencia con Comte. Como consecuencia, el positivismo se convirti cada vez ms en un movimiento puramente filosfico y, por ltimo, en una filosofa de la ciencia. Dos figuras se han hecho acreedoras a una mencin en este aspecto: Claude Bernard (1313-1878) y Ernst Mach (1838-1916). Bernard fue un fisilogo francs, autor de una influyente obra sobre filosofa de la ciencia: Introduccin al estudio de la medicina experimental (1865). Aunque rechaz el sistema y la religin de Comte por acusar los mismos vicios que otros sistemas metafsicos y religiones, su concepcin de la Ciencia es eminentemente positivista. Slo la rigurosa comprobacin de las hiptesis objetivas cientficas con mtodos objetivos puede producir conocimiento. Toda

cuestin no susceptible de tal tratamieiito carece de sentido. El mundo debe ser contemplado como un sistema perfectamente determinista, porque slo desde tal punto de vista es posible la Ciencia. El primer objetivo de la ciencia son la prediccin y el control. Ernst Mach fue un gran fsico alemn que propuso como filosofa de la ciencia una versin radical del positivismo, en un intento de explicar los fundamentos verdaderos de la Ciencia. Admir a Berkeley, y, al igual que ste, consider que la conciencia humana es un conjunto de sensaciones, ms all de las cuales no podemos penetrar sin incurrir en el crimen de lesa metafsica. El objetivo de la ciencia es el ordenamiento econmico de las sensaciones, y nada ms. As, por ejemplo, Mach rehus creer en la existencia de los tomos, porque nadie los haba visto todava. La teora es algo que debe evitarse, salvo cuando establece correlaciones entre experiencias y resulta til para formular predicciones. Para Mach, el conocimiento cumpla en ltima instancia una funcin pragmtica y biolgica. Organizar nuestra experiencia nos ayuda a adaptamos a nuestro ambiente; pero no significa que penetre la realidad ms all de las apariencias. Mach introdujo, asimismo, un mtodo crtico e histrico en el estudio de la ciencia. Segn l, muchos conceptos cientficos haban incorporado excrecencias metafsicas en el curso de su desarrollo, y la mejor forma de desembarazarlos de tales excrecencias y reducirlos a su base sensorial era estudiar dicho desarrollo. Hacindose eco de Comte, Mach seal que la ciencia primitiva haba crecido en la atmsfera teolgica del siglo xvii y, en consecuencia, conceptos tales como fuerza haban adquirido atributos di-vinos, en cuanto trascendan de la mera experiencia. La influencia del positivismo, en una forma u otra, fue enorme, abarcando a fsicos y a novelistas realistas por igual. En Psicologa, afect a las escuelas inglesas y norteamericanas, ms que a las europeas. Wundt, por ejemplo, se mostr sumamente crtico con respecto a Comte. Aunque en ciertos aspectos su psicologa individual se asemejaba a la ciencia de Mach, en el sentido de que ambas eran anlisis de la experiencia inmediata, Wundt postul la existencia de procesos mentales no percibidos para explicar los eventos mentales experimentados. La filosofa de Mach tuvo ms influencia en el discpulo ingls de Wundt, Titchener, quien consider la ciencia como una empresa descriptiva, y no explicativa, y en los psiclogos de la Gestalt, quienes estudiaron los objetos en cuanto dados inmediatamente a la experiencia. La explicacin freudiana del inconsciente, que por definicin es inobservable, es,

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sin lugar a dudas, no positivista, aportando otro ejemplo de la relativa inmunidad alemana a esta concepcin de la ciencia. En Norteamrica, sin embargo, la influencia del positivismo fue considerable. William James fue un gran admirador de Mach, cuyo concepto del conocimiento como una adaptacin prctica a la vida, es plenamente compatible con el pragmatismo de james. Mach constituy una fuente de inspiracin para Ios positivistas lgicos del siglo xx, quienes tuvieron considerable influencia sobre el conductismo. El ejemplo ms claro de influencia positivista se encuentra en B. F. Skinner. Aunque la psicologa de Mach fue introspectiva, es decir, una psicologa del sujeto, una vez que los conductistas hubieron decidido a tratar los seres humanos como objetos de observacin, la filosofa de Mach condujo en lnea recta al conductismo radical. Skinner sostiene que la nica meta de la Ciencia es descubrir relaciones legales entre variables independientes y dependientes que desemboquen en la prediccin y el control. Toda referencia a procesos mentales inobservables es, para Skinner, pura metafsica, tan ilegtima como lo fuera para Mach. Y lo que es ms, la aspiracin de Skinner a una utopa dirigida por la Ciencia y no democrtica es comtismo secularizado. Ambos creen en la perfectibilidad del hombre a travs del control cientfico. Marxismo Es imposible pasar por alto el pensamiento de Karl Marx (1818-1883) en cualquier interpretacin del siglo xlx. El marxismo, en sus diversas manifestaciones muchas de las cuales hubiesen sido desautorizadas por el propio Marx, ha constituido una de las filosofas ms importantes de los tiempos modernos. Adems, Marx erigi su sistema, no slo en base a consideraciones de historia econmica, sino tambin sobre una particular concepcin de la Humanidad. Marx sostena que, si bien la conciencia humana est determinada por la estructura econmica de una poca dada, hay subyacente una naturaleza humana real, cuyas necesidades son sofocadas por todas las formas de sociedad histricamente existentes. De aqu que las personas estn alienadas de sus verdaderos yoes, y esta alienacin es la fuerza motivadora del perfeccionamiento humano y de la revolucin poltica. Slo una autntica sociedad comunista nunca alcanzada en poca de Marx, ni en nuestra propia poca hara que los hombres dejaran para siempre de estar alienados de sus propios yoes.

Dada la fama e influjo universal de Marx, resulta sorprendente el escaso impacto que su pensamiento ha tenido en la Psicologa fuera de la Unin Sovitica, donde, por supuesto, constituye el dogma oficial. Cabe sospechar que la razn de esta falta de influencia es poltica. Despus de 1848, el comunismo fue el fantasma que recorre Europa, fantasma que cobr cuerpo en forma aterradora en la Revolucin Rusa de 1917, y en las sucesivas revoluciones. En los primeros tiempos de la Psicologa, el marxismo probablemente era una filosofa cuyo estudio y no digamos ya la toma de partido en su favor resultaba peligroso; amn de que siempre caba racionalizar el hecho de ignorar tal filosofa aduciendo su aparente falta de relevancia para la Psicologa. Pocos psiclogos occidentales sienten simpata por Marx; del contado nmero de simpatizantes, los ms destacados son el psiclogo humanista Erich Fromm y el psiclogo del desarrollo Klaus Riegel, quienes gozan en el mundo de la Psicologa de una amplia reputacin como excntricos sin remedio. Y con todo, el pensamiento de Marx es perfecta-mente compatible con otras influencias aceptadas en Psicologa. Su concepcin de la historia por estadios y su exportacin revolucionaria a las masas le emparentan con Comte; acept el naturalismo y el materialismo; estudi la influencia del ambiente sobre la personalidad humana, sin dejar por ello de sostener una concepcin ms bien humanista de la naturaleza humana. Pese a todo, el otro pensador revolucionario del siglo xix fue un burgus ms apacible y feliz, pero tambin mucho ms influyente.

El triunfo de Herclito: la revolucin darvinista Antecedentes El mundo mecanicista newtoniano-cartesiano era inmutable. Dios, o algn otro Creador, haba construido una maravillosa mquina, perfecta en su concepcin e infinita en su duracin. Cada objeto, cada especie biolgica, quedaba fijada para la eternidad, inmutablemente perfecta en su obediencia a las leyes naturales establecidas. Semejante cosmovisin resultaba compatible, al mismo tiempo, con las Formas de Platn, las esencias de Aristteles y la teologa cristiana. Desde esta ptica, el cambio era algo inslito en la naturaleza. Incluso la doctrina geolgica del uniformismo, que ayud a Darwin a inventar su teora de la evolucin, era antievolucionista, al remontar el continuo de las fuerzas naturales a millones de aos atrs. En biologa, la idea aristotlica de que las especies eran fijas e inmutables era un dogma suscrito por todas las ms altas autoridades cientficas anteriores a Darwin. Supuestos

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el concepto cartesiano-newtoniano de que la Materia es inerte, incapaz de actuar y exclusiva-mente pasiva, y de que eI cambio espontneo es el origen de nuevas especies, la mutacin de la vieja pareca imposible. Una vez que la Inteligencia suprema haba actuado creativamente, la materia muerta no poda producir nada nuevo. Sin embargo, en la atmsfera de progreso caracterstica de la Ilustracin, esta visin esttica de la Naturaleza empez a cambiar. Las ideas evolucionistas se remontan, por lo menos, hasta Anaximandro (vase el captulo 2), pero slo en el siglo xvui empezaron realmente a prender. Un viejo concepto, de cuo teolgico-aristotlico, que ayud al desarrollo del evolucionismo, fue el de la Gran Cadena del Ser, o la scala natura de Aristteles. Los pensadores medievales contemplaban la Cadena como una medida de la proximidad de una criatura a Dios y, en consecuencia, de su grado de perfeccin espiritual. A ojos de los pensadores naturalistas, por su parte, se convirti en el acta certificadora del ascenso de los seres vivientes hacia la cima ms perfecta de la Naturaleza: la Humanidad. Para que se verificase el paso desde un universo estable y perfecto a otro cambiante y que se afana por la perfeccin, era necesaria una concepcin diferente de la materia; la materia inerte, estpida, ni puede cambiar, ni tampoco perfeccionarse. Fue precisamente en el siglo xviii cuando surgi la concepcin necesaria. La materia para algunos pensadores, incluso la materia inorgnica fue dotada ahora de vitalidad y de una tendencia al progreso. De tal suerte resultaba posible para muchos autores afirmar que el universo haba evolucionado a partir de simples principios y que las especies haban cambiado y progresado desde el comienzo de los tiempos, y podan seguir cambiando y progresando por siempre jams. Esta concepcin se encarn, de una u otra forma, en el transformismo francs y en la Filosofa de la Naturaleza alemana. Ciertamente no supone un abandono del naturalismo, ya que permite al mismo tiempo prescindir de Dios por completo y ofrecer una teora perfectamente naturalista del origen de la tierra y sus habitantes. Semejante concepto de la evolucin no es, empero, mecanicista, puesto que dota a la materia de atributos divinos. Para el newtoniano, la materia estpida se pona en movimiento mecnico por obra de un Creador inteligente y en posesin de un propsito. Para el vitalista, la propia materia es inteligente y dotada de propsito. El vitalismo supone, pues, una concepcin romntica de la Naturaleza: sta se autoperfecciona y autodirige, desplegndose a s misma progresivamente a lo largo del tiempo. La insigne contribucin de Charles Darwin al concepto de evolucin consisti en mecanizarlo, desrromantizar la Naturaleza y ganar la evolucin para la concepcin newtoniana del mundo. No obstante, antes de examinar

la teora de Darwin, debemos considerar primero la alternativa romntica ms importante a la misma, cuyo atractivo sigue siendo todava fuerte en la actualidad y a la que ni siquiera el mismo Darwin pudo resistirse del todo : la teora evolutiva de Jean Baptiste Lamarck (1744-1829). Lamarck, que era un naturalista muy conocido por sus trabajos sobre taxonoma, fue el exponente ms cientfico de la concepcin romanticoprogresista de la evolucin. Haba dos aspectos importantes en la teora de Lamarck. De acuerdo con el primero, la materia orgnica es fundamentalmente diferente de la inorgnica, y cada especie viviente posee un impulso in-nato a perfeccionarse a s misma. Cada organismo se esfuerza por adaptar-se a su entorno y se modifica a medida que lo hace, desarrollando diversos msculos y adquiriendo hbitos variados. La segunda parte de su tea ra pretenda que tales caractersticas adquiridas podan transmitirse a la descendencia. As, cada esfuerzo del individuo por perfeccionarse era registrado y transmitido, y al correr de las generaciones las especies vegetales y animales iran perfeccionndose a s mismas, realizando sus impulsos de perfeccin. La gentica moderna ha destruido la visin de Lamarck. Actualmente, se considera que la materia orgnica est compuesta de meras molculas inorgnicas y dispuestas en forma compleja: un conjunto de aminocidos. La cadena de ADN no se altera por las modificaciones que sufre el cuerpo de un individuo. (Determinadas influencias externas, como los frmacos o la radiacin, pueden afectar a la informacin gentica, pero esto no es lo que quera decir Lamarck.) Fuera de la gentica, sin embargo, la transmisin hereditaria de los caracteres adquiridos resulta plausible, e incluso Darwin la admiti a ratos, aunque nunca acept la concepcin vitalista de la materia. Posteriormente, tanto Wundt como Freud creyeron que los hbitos y las experiencias adquiridos podan ser transmitidos a travs de la herencia. De modo que por los das de Darwin la evolucin era ya un concepto ampliamente difundido, con respecto al cual slo se mostraban incrdulos Ios religionarios puros y la biologa oficial, que seguan aceptando la fijeza de las especies. Una concepcin naturalista, aunque romntica, de la evolucin exista en el ambiente. La frase supervivencia de los ms aptos haba sido ya acuada en 1852 por Herbert Spencer, un lamarckiano ingls. Y en 1849, una dcada antes de la publicacin del Origen de las especies de Darwin, lord Alfred Tennyson escribi en su poema ms importante, In Memoriam, versos

Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: Leahey, T.H. (1993) Historia de la Psicologa. Madrid. Prentice-Hall.

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que ancipaban la nueva concepcin de la evolucin, donde el individuo se sacrifica por la especie en la lucha por la su-pervivencia, concepcin que Tennyson desaprobaba: Estn, pues, Dios y la Naturaleza tan a la grea, que la Naturaleza tales maldades suea? Del tipo (la especie) se muestra cuidadosa, de la. vida individual, en cambio, generosa. Ms adelante en el mismo poema, y en un verso cien veces citado, Tennyson presenta a la Naturaleza con los dientes y zarpas teidos de rojo. Un revolucionario victoriano: Charles Darwin (1809-1882) El evolucionismo no poda permanecer por mucho tiempo reducido a la condicin de simple efusin potica, aunque el propio abuelo de Darwin, Erasmo Darwin, anticipara la teora de su nieto en un poema cientfico, Zoonomia. Ni tampoco poda perdurar como una fantasa romntica, sugerente, pero a fin de cuentas no plausible. El mrito de Darwin consisti en convertir la evolucin en una teora cientfica, pertrechndola de un mecanismo: la seleccin natural. Entonces, se hizo necesario desencadenar una campaa para convencer a los cientficos y al pblico en general del hecho de la evolucin. Darwin nunca hizo campaa por s mismo. En cierto modo era un hipocondraco su bigrafo (Irvine, 1959) le llamaba el paciente ideal y despus de su viaje en el Beagle se recluy, saliendo raras veces de su casa de campo. La lucha por la supervivencia de la seleccin natural fue librada por otros, y de modo muy espectacular por Thomas Henry Huxley (1825-1895), el bulldog de Darwin. Darwin era un joven naturalista que tuvo la fortuna de ser incluido en un viaje cientfico alrededor del mundo a bordo del HMS Beagle, entre 1831 y 1836. Qued impresionado, especialmente en Amrica del Sur, por la enorme variacin intra e interespecfica. Observ que hay innumerables formas naturales diferentes, cada una de las cuales est peculiarmente adaptada a su hbitat particular. No resultaba difcil deducir que cada subespecie haba emanado de un antepasado comn, y que haba sido seleccionada para adaptarse a alguna regin del entorno. Entonces, algn tiempo despus de su vuelta a Inglaterra, Darwin empez a reunir datos sobre las especies, su variacin y origen. En su Auto-biografa

afirm que acopi datos al por mayor, con arreglo a principios autnticamente baconianos. Parte de su investigacin se centr en la seleccin artificial, es decir, en cmo los criadores de plantas y animales mejoran sus razas. Convers con aficionados a la cra de palomas y a la horticultura, y ley sus folletos. Uno de stos, El arte de mejorar las razas de los animales domsticos, escrito en 1809 por John Sebright, sealaba que tambin la Naturaleza seleccionaba algunos rasgos y rechazaba otros, igual que hacan los criadores: Un invierno severo, o una caresta, al aniquilar a los dbiles y enfermizos, consiguen todos los buenos resultados de la seleccin ms experta (Ruse, 1975). As, pues, en la dcada de 1830 Darwin se hallaba ya en posesin de una teora rudimentaria de la seleccin natural: la Naturaleza produce innumerables variaciones entre los seres vivientes, y algunas de tales variaciones son seleccionadas para perpetuarse. Con el paso del tiempo, las poblaciones aisladas llegan a adaptarse a sus entornos. Lo que no estaba en absoluto claro era qu mantena el sistema de seleccin. Por qu ha de haber un perfeccionamiento en las especies? En el caso de la seleccin artificial, la respuesta salta a la vista. La seleccin es realizada por el criador para producir una clase deseable de planta o animal. Pero qu fuerza de la Naturaleza corre pareja con el ideal del criador? Darwin no poda aceptar el impulso innato a la perfeccin propuesto por Lamarck. La causa de la seleccin, insista, debe residir fuera del organismo; pero dnde? Darwin dio con la respuesta en 1838, mientras lea el Ensayo sobre el Principio de Poblacin en cuanto afecta a la futura mejora de la sociedad (1798), de Thomas Malthus (1766-1834). Malthus atacaba las fantasas utpicas de ciertos escritores, al aducir que el aumento de la poblacin necesariamente excede del crecimiento en la provisin de alimentos, con la consecuencia ineludible de que la vida es una lucha de demasiada gente por recursos en extremo escasos. Una gran parte de la humanidad queda reducida, por fuerza, a un nivel econmico de subsistencia, en el mejor de los casos. En su Autobiografa, Darwin consign que por fin haba dado con una teora sobre la que era posible trabajar. Era la lucha por la su-pervivencia la que motivaba la seleccin natural. Demasiadas criaturas luchaban por demasiados pocos recursos, y quienes eran dbiles y enfermizos no podan sustentarse a s mismos y perecan sin descendencia. Los fuertes y sanos sobrevivan y procreaban. De esta forma, las variaciones favorables eran preservadas y las

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no favorables se eliminaban. La lucha por la existencia era el motor de la evolucin. Darwin no necesitaba haber acudido a Malthus en demanda del concepto de lucha individual por la supervivencia. Como William Irvine (1959) seala: En sus aspectos evolutivos la Naturaleza responde casi trivial-mente al espritu de la primera mitad de la poca victoriana. La teora de Darwin, encant... a los optimistas de mediados del siglo xix, que aprendan que la Naturaleza camina hacia el futuro segn los slidos y comprobados principios empresariales del laissez-f aire. Es posible. que la seleccin ofendiese los sentimientos de los beatos, pero no los del empresario victoriano de la Revolucin. Industrial, quien saba que la vida era una lucha constante, donde el fracaso se vea sancionado con la pobreza y la desgracia. El perfeccionamiento de las especies por obra de la lucha de los individuos no era sino la mano invisible de Adam Smith actuando una vez ms. Lo esencial de la teora de Darwin estaba formulado para 1842, poca en que la consign por escrito por primera vez sin intencin de publicarla. Cabe sintetizar tal teora como un argumento lgico (Vorzimmer, 1970). En primer lugar, de Malthus deduce Darwin que hay une lucha constante por la existencia, que resulta de la tendencia de los animales a crecer ms que sus fuentes de alimentos. Segundo, la Naturaleza produce incesantemente formas variantes intra e interespecficas. Algunas variantes se adaptan mejor a la lucha por la supervivencia que otras. En consecuencia, haciendo que sus rasgos desaparezcan. Por ltimo, a medida que un pequeo cambio adaptativo siga a otro a lo largo de eones, las especies se diferenciarn del tronco comn, de suerte que cada forma se adapte a su peculiar ambiente. Y lo que es ms, los ambientes cambiarn, seleccionan-do nuevos rasgos para su perpetuacin, y conforme un ambiente suceda a otro, las especies divergirn ms y ms de sus formas ancestrales. De este modo, la diversidad observada en la Naturaleza puede explicarse como resultado de unos pocos principios mecnicos operando a lo largo de millones de aos, conforme unas especies evolucionan a partir de otras. La teora, tal y como se presenta, es deficiente. Sin nuestros conocimientos de gentica, el origen de las variaciones y la naturaleza de su transmisin no podran ser explicados. Darwin nunca fue capaz de superar estas dificultades, y de hecho, se vio empujado cada vez ms hacia el lamarckismo ante la necesidad de defender sus teoras contra las crticas. Constituye una irona

de la historia que, mientras Darwin se dedicaba a escribir y defender su Origen de las especies, un oscuro monje polaco, Gregor Mendel (1822-1884), llevara a cabo las investigaciones sobre la herencia que haban de suministrar al fin la respuesta a las dificultades de Darwin. No fue sino hasta el ao 1900 cuando el trabajo de Mendel, publicado sin pena ni gloria en 1865, fue redescubierto y saludado como el fundamento de la gentica moderna. Al morir, Darwin se haba hecho ya acreedor a un nicho en la Abada de Westminster, y su pensamiento haba revolucionado la cosmovisin occidental; pero hasta el siglo xx la evolucin no afect seriamente a la Biologa. Darwin consign por escrito sus ideas en 1842, pero no public su Origen de las especies hasta 1859. Por qu? Parece que, incluso para su descubridor, la evolucin era una idea demasiado peligrosa. En una carta Darwin afirm que admitir que las especies no son fijas es como confesar un asesinato (Irvine, 1959). Se ha sugerido que la hipocondra de Darwin y sus variados sntomas fsicos fueron resultado de una crisis nerviosa causada por la enormidad de la idea de la seleccin natural. Comoquiera que sea, Darwin se dedic tambin a otros intereses, consagrando, por ejemplo, ocho aos al estudio de los percebes. Entonces, el 18 de junio de 1858, Darwin se qued sorprendido al descubrir que alguien iba a publicar su teora. La evolucin se respiraba realmente en el ambiente: Alfred Russell Wallace (1823-1913) haba viajado tambin a Amrica del Sur, haba que-dado impresionado por la variacin natural, y haba ledo a Malthus. Ms joven que Darwin, tena menos escrpulos para publicar sus conclusiones. De hecho, en aos posteriores Wallace permaneci leal a la seleccin natural, despus de que Darwin se hubiera replegado al lamarckismo. Se acord que Darwin y Wallace escribiran cada uno un artculo sobre la seleccin natural. Ambos trabajos fueron ledos el 1 de julio de 1858, en ausencia de sus autores, ante la Linnean Society de Londres, quedando de esta forma establecidos Darwin y Wallace como los codescubridores de la seleccin natural. Darwin puso a punto rpidamente una versin breve de su proyectado trabajo sobre la evolucin, que apareci en 1859 con el ttulo de El origen de las especies por medio de la seleccin natural, o preservacin de las razas favorecidas en lucha por la vida. Present su teora, respaldndola con una gran cantidad de detalles corroborativos. Tuvo que revisarla continuamente hasta su sexta edicin en 1872, dado que Darwin intent responder a sus crticos cientficos -infructuosamente, como se ha visto sin conocimientos de gentica. Darwin escribi otras muchas obras,

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incluidas dos sobre la ascendencia del hombre y la expresin de la emocin en hombres y animales. Estos dos ltimos trabajos forman parte de la fundacin de la psicologa de la adaptacin, por lo que se considerarn en el captulo 9. Acogida e influencia El mundo estaba bien maduro para la teora de Darwin. La idea de evolucin gravitaba ya en el ambiente antes de 1859, y cuando se public el Origen fue tomado en serio por los eruditos de todo el mundo. Bilogos y naturalistas saludaron la obra con diferentes grados de crtica. Parte de las tesis de Darwin, como la de que todos los seres vivientes descienden de un antecesor comn del remoto pasado, apenas entraaban no-vedad y fueron ampliamente aceptadas. Sin embargo, surgieron grandes dificultades con la teora de la seleccin natural, y no fue sino hasta 1930 cuando los nuevos conocimientos de la gentica pusieron la seleccin natural sobre una firme base cientfica. Con anterioridad, segua siendo fcil para los cientficos aferrarse a alguna forma de lamarckismo, ver la mano de Dios en la evolucin progresiva (como hizo Charles Lyell, un gran gelogo, a pesar de que fue un vigoroso defensor de las ideas de Darwin), o exceptuar al hombre de la seleccin, natural como hizo casi todo el mundo. Si la acogida del Origen fue tan tranquila, cmo podemos hablar de una revolucin darvinista? Para empezar, un semblante de revolucin lo proporcion la acogida denigrante que a la evolucin reservaron los fundamentalistas cristianos. Comenzando por el obispo Wilberforce y continuando con William Jennings Bryan, los paladines de la Biblia atacaron la evolucin, slo para ser, a su vez, aplastados por personalidades tan poderosas como T. H. Huxley y Clarence Darrow. Tales enfrentamientos son de la textura de que se construyen los dramas y dan visos de revolucin a la situacin. Los literalistas bblicos, con todo, haban sido dejados ya muy atrs por la marcha de los tiempos. La Biblia haba sido objeto de dos siglos de escrutinio histrico y se le haba encontrado deficiente en cuanto documento histrico. Incluso la catlica Dublin Review no se escandaliz por las ideas de Darwin. Para considerar el darvinismo como una revolucin intelectual, debemos distinguir entre el darvinismo en cuanto hiptesis cientfica y el darvinismo como nueva metafsica en la tradicin de la Ilustracin. Al propio Darwin le importaba tan slo lo primero, su retoo intelectual, aunque era sensible a las posibilidades de lo segundo. El darvinismo en cuanto metafsica naturalista fue creacin de otros. Herbert Spencer, que haba credo en la supervivencia de los ms aptos antes que Darwin y que la haba aplicado sin escrpulos al hombre y a la sociedad, fue un vigoroso exponente del darvinismo metafsico. Tambin lo fue T. H. Huxley,

quien us la evolucin para batir en brecha la Biblia, los milagros y la iglesia en general. Huxley hizo mucho por popularizar el darvinismo en cuanto metafsica. La teora de Darwin no desencaden la moderna crisis de conciencia. Las dudas profundas acerca de la existencia de Dios y el sentido de la vida se remontan al siglo xviii. El darvinismo no fue el comienzo de la alternativa cientfica a la vieja concepcin del mundo de cuo medievalrenacentista. Fue la culminacin de esta alternativa, dificultando al mximo la tentativa de excluir a los seres humanos de la ley natural, inmutable y de-terminada. En su obra El lugar del hombre en la Naturaleza, Huxley puso un gran empeo en relacionar la humanidad con los monos vivientes, los animales inferiores y los fsiles ancestrales, mostrando que ciertamente hemos evolucionado de las formas inferiores de vida, y que no es necesaria la Creacin. En manos de personas como Huxley, la ciencia se convirti entonces, no en el mero agente destructor de las ilusiones humanas, sino en una metafsica que ofreca una nueva clase de salvacin a travs de la misma ciencia. Huxley escribi que: Esta nueva naturaleza engendrada por la ciencia a partir del hecho... (constituye) la base de nuestra riqueza y la condicin de nuestra salvacin... es el vnculo que une en un todo slido regiones ms extensas que cualquier imperio de la antigedad; nos asegura contra la reaparicin de las pestilencias y hambrunas de pocas pretritas; es la fuente de consuelos y comodidades sin fin, que no son meros lujos, sino que conducen al bienestar fsico y moral. En forma ms efusiva, Winwood Reade escriba en El martirio del hombre: El Dios de la Luz, el Espritu del Conocimiento, el Intelecto Divino se esparce gradualmente sobre el planeta... El hambre y la inanicin dejarn entonces de conocerse... La enfermedad ser extirpada... se inventar la inmortalidad... El hombre ser perfecto... y, en consecuencia, ser lo que el vulgo adora como Dios (Houghton, 1957). Esta esperanza es similar al positivismo de Comte, al que Huxley caracteriz como catolicismo menos cristianismo. Es claro que para algunos la nueva religin de la humanidad cientfica estaba a la vuelta de la esquina. Huxley haca, asimismo, alarde de los frutos prcticos de las ciencias: Toda sustancia qumicamente pura empleada en la manufactura, toda especie de plantas anormalmente frtil, o toda casta de animales que crece y engorda rpidamente... Es algo que de inmediato nos trae a la mente los productos qumicos cancergenos de la actualidad, los tomates inspidos y el ganado atiborrado de hormonas. El darvinismo no espole la duda moderna, pero la intensific. Darwin, llev

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a cabo una revolucin newtoniana en biologa, despojando a la Naturaleza de su N mayscula, reduciendo la evolucin a la variacin aleatoria y al triunfo fortuito en la lucha por la supervivencia. Inaugurbase el comienzo de la reduccin de la naturaleza biolgica a la naturaleza qumica, que haba de completarse con el descubrimiento del ADN. En psicologa, el darvinismo desemboca en la psicologa de la adaptacin. Una vez aceptada la evolucin, cabe preguntarse cmo la mente y la conducta, en cuanto distintos a los rganos corporales, ayudan a cada criatura a adaptarse a su entorno. En psicologa, el ltimo heredero del darvinismo es el conductismo; Skinner model minuciosamente su teora del aprendizaje animal sobre la variacin, la seleccin y la retencin darvinistas. El darvinismo contribuy, asimismo, a la mecanizacin de la naturaleza humana. En uno de sus momentos de mayor efusin, Huxley proclam que con gusto aceptara ser un mecanismo de relojera, si a ste se le hubiese dado cuerda para pensar y actuar correctamente. Es precisamente una imagen del hombre de este tipo la que suministra una justificacin a la proyeccin skinneriana de una Utopa cientfica. Fueron muchos, sin embargo, los que no pudieron aceptar el naturalismo o se sintieron angustiados por l. El propio Huxley, en sus ltimos escritos, deca que el hombre era nico entre los animales, porque gracias a su inteligencia poda escapar del Proceso Csmico natural y trascender la evolucin orgnica. Sentimientos como ste no eran infrecuentes, tanto entre cientficos como entre profanos, y ayudan a explicar la popularidad, antes y despus de la poca de Darwin, de diversas orientaciones semi o pseudocientficas, basadas en la singularidad del hombre. En las afueras de la Ciencia, y el Fin de Sicle Seguidamente abordaremos tres movimientos que, en un primer momento, parecen no estar relacionados: el mesmerismo, o creencia en que un fluido imponderable, que impregna el universo, puede manipularse para curar ciertas enfermedades; la frenologa, o creencia en que las protuberancias de la cabeza corresponden a facultades mentales bien desarrolladas y que no son sino la expresin de las partes ms pronunciadas del cerebro; y el espiritualismo, o creencia en que existe un nivel de existencia independiente de las apariencias materiales y que puede conocerse por medio de ciertas experiencias y prcticas ocultas. De hecho, tales creencias estn, sin embargo, histricamente interrelacionadas; los partidarios de cualquiera de ellas casi

siempre lo eran de las dems. Afloran combinadas de forma di-versa en la psicologa popular de andar por casa del siglo XIX. Dos de estos movimientos, el mesmerismo y la frenologa, contribuyeron, en ltima instancia, de modo apreciable a la Psicologa; y el tercero, el espiritualismo, fui tomado muy en serio por numerosos cientficos, y de forma muy des-tacada por William james. Los tres guardan una estrecha relacin con la forma en que la ciencia colm gradualmente el vaco dejado en el pueblo por el debilitamiento de la religin. La fe en la ciencia comenzaba a reemplazar a la fe en la Iglesia. Al mismo tiempo, los tres por igual, pero ms en concreto el espiritualismo, sirvieron en muchas ocasiones de consuelo para los que se sentan angustiados por el materialismo naturalista. Tal angustia se intensific despus de 1859, en la etapa finisecular, y hubo personalidades del pensamiento, entre ellas filsofos y cientficos, que se volvieron hacia lo oculto en busca de consuelo espiritual. El mesmerismo: un embrin de ciencia popular El trmino mesmerismo procede del nombre del fundador del movimiento, Franz Anton Mesmer (1734-1815), mdico viens que atribuy numerosas enfermedades del cuerpo a un fluido impalpable que impregnaba todo el universo. Mesmer crea que este fluido era vital para la actividad nerviosa del cuerpo, y que los mdicos podan curar diversas enfermedades manipulando el fluido en el cuerpo del paciente. Mesmer empez por usar imanes para extraer el fluido fuera de las reas afectadas, pero pronto lleg al convencimiento de que el fluido se mostraba, en realidad, ms susceptible al magnetismo animal que al magnetismo mineral. Elabor una complicada y extravagante terapia para sus pacientes, que inclua, entre otras cosas, golpear las partes enfermas del cuerpo con las manos o con una varita mgica, aplicar tinas de agua con barras de hierro a los sntomas del paciente, y una habitacin de crisis dispuesta con colchones don-de se verificaban las curas de Mesmer, transcurso de algo que se pareca a un acceso. Se especializ en lo que hoy da llamamos enfermedades funcionales, emanadas de causas puramente psicolgicas. Aunque ya entonces se sugiri que al menos algunas de las curaciones eran resultado de la sugestibilidad del paciente, Mesmer se resisti firmemente a esta suerte de hiptesis,. haciendo hincapi en su teora de los fluidos animales. Ni .asno solo de los ingredientes del mesmerismo entraaba novedad. La curacin de enfermedades, en apariencia fsicas, por individuos iluminados se remonta por lo menos a los tiempos de jess. Fue tambin

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practicada por contemporneos de Mesmer, tales como Valentine Greatraks en Inglaterra y johann Gassner en Alemania. La especialidad de Greatraks era la escrfula, o Mal del Rey, llamada as porque se deca que un toque del monarca la curaba. Si la prctica de Mesmer no era nueva, tampoco' lo era la hiptesis de un inefable fluido universal. El ter, fluido sutil, portador de ondas electromagnticas y que defina el espacio absoluto, ocupaba un puesto central en el universo de Newton. Toda una estirpe de doctores de la alquimia haban credo en un fluido universal, esencial para la salud, e incluso un qumico tan moderno como Robert Boyle atribuy las curas de Greatraks a partculas invisibles que pasaban del doctor al paciente. La novedad del enfoque de Mesmer radicaba en intentar colocar tales curaciones y su teorizacin sobre una base cientfica. Trat de convencer a la medicina oficial, primero en Viena y despus en Pars, de que sus curas eran genuinas y que el magnetismo animal era real. Una y otra vez, los mdicos admitieron que Mesmer haba realizado, al parecer, grandes curaciones,' pero consideraron sus mtodos demasiado estrafalarios y su teora de cabo a rabo acientfica. Algunos incluso llegaron a sugerir que era un charlatn. El mesmerismo estaba demasiado cerca de lo oculto al servirse de trances, pases de manos mgicos y colgaduras en la sesinpara satisfacer a ningn doctor newtoniano. Mesmer acab por cansarse de estos constantes desaires y de lo que consider traiciones de algunos de sus seguidores, y en 1784 abandon Pars, para vivir el resto de su vida apartado del movimiento qu haba iniciado. Dicho movimiento fue enormemente popular. En los aos anteriores a la Revolucin Francesa se convirti en una mana absorbente, acaparan-do mucho ms la atencin del pblico francs que las vicisitudes de la Revolucin. Por toda Francia brotaron logias mesmerianas a lo largo de la dcada de 1780. Mesmer reclut al marqus de Lafayette como mecenas, y mantuvo una corta correspondencia con George Washington. Mesmer y el mesmerismo parecan llenar a entera satisfaccin el vaco dejado por la influencia menguante de la religin. La Ciencia era la cuestin de moda a finalesudel: siglo xviii y su influencia aument en el xlx. La gente estaba vida de un nuevo sistema de certezas que sustituyeran a las antiguas. Mesmer brindaba, por lo menos, la fachada de la ciencia una teora razonada sobre por qu se producan sus curas, explicacin que tambin abarcaba a los taumaturgos de la Antigedad

. Y, sin embargo, al mismo tiempo la prctica de Mesmer se adornaba de un disfraz mstico y mgico, que resultaba ms atractivo que el austero racionalismo de la ciencia de Newton. En suma, Mesmer ofreci precisamente la pseudociencia adecuada para captar la atencin de su poca. Era lo bastante cientfica para ganarse al nuevo racionalismo, aunque tambin lo bastante espiritul para satisfacer igualmente las necesidades religiosas latentes. Si Mesmer fue o no asimismo un charlatn es cuestin muy difcil de elucidar. Cierto es que exigi una obediencia absoluta de sus seguidores, a fin de que no traicionaran su invento. Pero algo parecido hizo Freud. Sus sesiones, d trata-miento eran espectculos espeluznantes, con Mesmer ataviado de ropas de mago y esgrimiendo una varita de hierro. Al final de su vida, . Mesmer deriv hacia el ocultismo puro, utilizando el magnetismo animal' para explicar la clarividencia, la telepata y la precognicin. Con todo, Mesmer se esforz siempre por convencer a la medicina oficial, inclso si ello no le deparaba ms que ridculo. Mesmer fue a la vez un charlatn :y.un adelantado de la psicologa anormal. En el centro del mesmerismo yaca un instrumento til para el tratamiento de las neurosis. Mesmer cur a mucha gente de un amplio espectro de sntomas histricos, desde la ceguera histrica a dolores misteriosos. Borr las pistas de las causas de sus curaciones con las galas de la sesin y la teora del fluido universal. Sin embargo, lo que resultaba bsico en las curas de Mesmer era el trance que era capaz de inducir en sus pacientes. En dicho trance poda dirigir sus acciones y realizar una curacin. Aunque Mesmer atribuy el trance al magnetismo animal. result claro, incluso para algunos de sus seguidores, que suceda algo ms simple. El trance se deba al control psicolgico de una persona sobre otra, ms que al paso de un fluido invisible de un cuerpo a otro. Una vez obtenida esta visin clara del problema, fue posible extraer el trance del contexto mstico de que le haba revestido Mesmer, y cunvertirlo en un instrumento para el mdico ordinario. El mesmerismo se haba convertido en hipnotismo. Semejante transformacin se produjo en Francia, escenario de los mayores xitos de Mesmer y de las denuncias ms graves contra l; y en Inglaterra, apenas influida por la mana mesmerista. En 1825 la Real Academia Francesa de Ciencias decidi examinar nuevamente el

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magnetismo animal, y su informe, hecho pblico en 1831, demostr mucha ms comprensin de la que Mesmer haba recibido a lo largo de toda su vida. En ausencia de la atrabiliaria personalidad de Mesmer y de su teora esotrica, el trance magntico poda ser contemplado, de forma ms objetiva, como un estado mental inslito, pero real, aprovechable por los doctores y merecedor de investigaciones ms profundas. A finales de la dcada de 1830 el magnetismo animal fue importado a Inglaterra por el barn Dupotet de Sennevoy, quien presidi una serie de exhibiciones magnticas. Estas captaron la atencin de un mdico joven, radical e innovador, llamado John Elliotson (1791-1868). Este empez a utilizar el magnetismo a la vez como cura para diversas enfermedades y como anestsico en las operaciones quirrgicas. Como Mesmer, Elliotson fue expulsado finalmente de la medicina oficial por sus convicciones. Fund una revista dedicada al magnetismo animal y a la frenologa y alent a otros mdicos a utilizar el magnetismo en su prctica profesional. James Esdaile (1808-1859) fue otro mdico ingls perseguido, que intent aplicar el mesmerismo, especialmente como anestsico. A despecho de su popularidad entre los nativos de la India, donde trabaj, el gobierno le neg apoyo para su hospital mesmrico. En un aspecto, Esdaile permaneci demasiado prximo a Mesmer, sosteniendo en Clarividencia natural y mesmrica que la condicin esencial del estado mesmrico es la transmisin de materia nerviosa extraa [segn Esdaile, un fluido] al cerebro del paciente desde el cerebro del agente. Sin embargo, la vieja teora del fluido de Mesmer resultaba cada vez menos plausible en el siglo xix, a medida que se iba conociendo la naturaleza elctrica de la conduccin nerviosa. La transformacin del mesmerismo fue consumada por James Braid (17951860), quien lo llam neurohipnotismo, o ms brevemente hipnotismo, del griego hypnos, que significa sueo. Braid consideraba que el estado hipntico era un sueo nervioso. En un principio, se mostr escptico con respecto al mesmerismo, pero sus propias investigaciones le convencieron de que los fenmenos tenan una base ciertamente real, aunque la teora del magnetismo animal fuese incorrecta. En Neurohipnologa, Braid escribi: Los fenmenos del mesmerismo se explican en base al principio de un trastorno del estado del centro cerebroespinal... inducidos por una mirada fija, el absoluto reposo del cuerpo [y] la atencin fija... El estado hipntico, segn Braid, depende de la

condicin (mental) fsica y psquica del paciente... y en absoluto de la voluntad o los pases del hipnotizador, que emitira no se sabe bien qu fluido magntico, o pondra en actividad algn fluido mstico o mdium universales. Braid rescat el ,hipnotismo del ambiente ocultista del mesmerismo y lo incorpor a la medicina cientfica. Pero el propio Braid encontr oposicin en la medicina oficial. El desarrollo de los anestsicos qumicos hizo que el uso de la hipnosis en la ciruga resultara innecesario, e incluso en la actualidad todava no ha conseguido desprenderse por completo de sus connotaciones ocultistas. En Francia, el hipnotismo logr abrirse paso como mtodo de trata-miento de la histeria. En este contexto, surgieron dos teoras acerca de la naturaleza del trance hipntico. A. A. Liebeault (1823-1904) inaugur una escuela de pensamiento en Nancy, Francia, que fue continuada por su discpulo Hippolyte Bernheim (1837-1919). La Escuela de Nancy sostena que el estado hipntico era una intensificacin de ciertas tendencias presentes en el sueo o en la vigilia ordinaria. Algunas acciones, incluso de ndole compleja, son automticas: todos respondemos impulsivamente a ciertas sugestiones; todos producimos alucinaciones en sueos. Segn la Escuela de Nancy, durante la hipnosis la voluntad consciente pierde su estrecho control habitual sobre la percepcin y la accin, y las rdenes del hipnotizador se transmiten inmediata e inconscientemente a la accin o la percepcin alucinatoria. La escuela rival del hospital de la Salpatrire, en Pars, sostena que, dado que la sugestin hipntica poda utilizarse para eliminar sntomas histricos, el estado hipntico tiene que ser por fuerza un estado completamente anormal, que slo se da en pacientes histricos. Tanto la hipnosis como la histeria se consideraban como una prueba de la existencia de un sistema nervioso patolgico. El principal portavoz de la Escuela de la Salptrire fue Jean Martin Charcot (1825-1893), bajo cuya direccin estudi Freud durante varios meses. Con la llegada de Freud, el estudio del hipnotismo se convirti en parte integrante de la psicologa del inconsciente, pues aqul utiliz la hipnosis en sus primeras actividades como psicoterapeuta. Debe sealarse que el desarrollo posterior ha venido a apoyar el concepto de hipnosis de la Escuela de Nancy, pero que actual-mente todava permanece sin elucidar la naturaleza exacta del estado hipntico, e incluso su existencia misma como estado mental distinto. Volviendo a Braid, comprobamos que en II el hipnotismo aparece vinculado a otra de nuestras tres ciencias marginales: la Frenologa. Braid practic lo que l llamaba frenohipnosis, convencido de que en un trance

Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: Leahey, T.H. (1993) Historia de la Psicologa. Madrid. Prentice-Hall.

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hipntico se podan manipular diferencialmente las diversas facultades mentales, localizadas, segun la frenologa, en las diferentes partes del cerebro. Primera Psicologa Fisiolgica: la Frenologa Hasta ahora, al ocuparnos de la historia de la Psicologa, hemos visto que sta formaba parte de la Filosofa. Incluso los mdicos-psiclogos ocasionales basaban generalmente su psicologa sobre principios filosficos, y no fisiolgicos. Hartley es buen ejemplo de ello. Erigi su psicologa sobre los principios de la filosofa asociacionista y nicamente se limit a apuntalarla con la teora especulativa de Newton sobre la funcin nerviosa. La separacin entre los aspectos fisiolgico y filosfico de la psicologa de Hartley fue tan tajante que su seguidor, Priestley, lleg a publicar una edicin de las Observaciones sobre el hombre, de Hartley, que omita toda la fisiologa. Hartley deseaba crear una psicologa que combinara la filoso-fa y la fisiologa, pero la filosofa era a todas luces dominante. Constituy el logro de Franz Joseph Gall (1758-1828) invertir tal relacin.l Gall fue una personalidad poco comn, ya que se tom en serio la idea d que el cerebro es el asiento del alma. No puede decirse que la idea fuese nueva: Platn crea en ella; los cientficos helensticos de Alejandra la demostraron; los psiclogos medievales de las facultados localizaron cada facultad en un sitio diferente del cerebro. Sin embargo, fuera de alentar el materialismo, el concepto apenas influy en el pensamiento psicolgico. Las localizaciones asignadas a las facultades en la Edad Media se basaban en un anlisis previo de la mente, y no del cerebro, y la psicologa filosfica nada haba hecho por cambiar esta situacin. Gall, en cambio, afirm que el cerebro era el rgano especfico de la actividad mental, en idntica forma que el estmago es el rgano de la digestin y los pulmones el rgano de la respiracin. En consecuencia, el estudio de la naturaleza humana deba empezar por aquellas funciones del cerebro que dan pie al pensamiento y la accin, y no por averiguaciones abstractas e introspectivas sobre la mente. El trasfondo filosfico de los trabajos de Gall lo constitua el empirismo francs, y en particular el sensacionismo de Condillac. Gall formul varios reproches contra el enfoque filosfico de la psicologa (Young, 1970). En primer lugar, los empiristas proclamaban que la experiencia era la base adecuada de la ciencia; sin embargo, su propia psicologa, la ciencia de la naturaleza humana de Hume, era de cabo a rabo especulativa, sin la menor

referencia a la conducta objetiva o al cerebro que la controla. Adems, las categoras de anlisis usadas por los philosophes eran meras abstracciones. Ninguna de las facultades enumeradas por los filsofos como la memoria, la atencin y la imaginacin eran lo bastante especficas para explicar la conducta humana real y las diferencias individuales concretas. En Sobre las funciones del cerebro, Gall escribi: Cmo vamos a explicar, por la sensacin en general, por la atencin (etc.)... el origen y ejercicio del principio de propagacin; el del amor a la prole, el del instinto de apego? Cmo explicar por todas estas generalidades los talentos para la msica, la mecnica, el sentido de las relaciones espaciales, la pintura, la poesa, etc...? Las facultades de los filsofos existen, pero no son aplicables al estudio detallado de una especie o de un individuo. Todo hombre, excepto un idiota, disfruta de todas estas facultades. Pero todos los hombres no tienen el mismo carcter intelectual o moral. Tenemos necesidad de facultades cuya diferente distribucin determine las diferentes especies de animales, y cuyas diferentes proporciones expliquen las diferencias entre individuos (Young, 1970). Resumiendo, los conceptos de los filsofos son intiles para las concretas investigaciones empricas que la ciencia requiere. Las ideas de Gall le llevaron a entrar en conflicto con los filsofos empiristas de una manera definitiva. Condillac haba intentado derivar cada facultad de la mente a partir de la sensacin. Gall, en cambio, consideran-do que el cerebro es el rgano de la mente, procedi a concluir que cada una de sus facultades era innata, asentada en una regin particular del cerebro. El enfoque de Gall implica tambin una psicologa comparativa. Dado que los cerebros de las especies difieren a lo largo de la Gran Cadena del Ser (Gall escriba antes de Darwin), lgicamente las facultades correspondientes deben ser distintas. De hecho, Gall y sus seguidores llevaron a cabo estudios comparativos para apoyar esta argumentacin. 'El problema para Gall consista, pues, en establecer la correlacin entre funciones conductuales especficas y regiones concretas del cerebro. Aunque llev a cabo estudios anatmicos detallados del cerebro y el sistema nervioso, consider que las tcnicas de su poca eran demasiado toscas para responder a las cuestiones que l planteaba y, al mismo tiempo, sinti escrpulos morales a la hora de experimentar con animales vivos, pero martirizados. El mtodo de Gall, por ello, fue diferente. Pens que las facultades de vigoroso desarrollo se corresponderan con las partes del ce-

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rebro desarrolladas vigorosamente. Aquellos rganos que se corresponden con las facultades bien desarrolladas en el cerebro seran mayores que aquellos otros que se corresponden con las facultades menos desarrolladas, y su dimensin relativa se acusara en el crneo en forma de protuberancias que recubriran el rgano desarrollado] Empricamente, pues, el mtodo de Gall intentaba demostrar que las personas que poseen ciertos rasgos destacados tendran crneos con protuberancias sobre los rganos correspondientes del cerebro, y que los rasgos dbiles correran parejos con rganos cerebrales y regiones craneales no desarrollados. Aunque, en concreto, la hiptesis de Gall era algo nuevo, la idea de que los rasgos de la personalidad se delatan en el fsico y el rostro era tan vieja como la antigedad. La teora de Gall ha sido esquematizada por Young (1970) tal y como aparece en la figura 6-2: Figura 6-2. La teora de Gall sobre la mente, el cerebro y la conducta. (Adaptado de R. M. Young, Mind, braln and adaptation in the nineteenth century, Oxford University Press, 1970, p. 36.) As, pues, Gall poda observar las conductas singulares de las personas y ponerlas en correlacin con sus prominencias craneales. Sobre la base de tales observaciones, Gall estableci una larga lista de facultades, que inclua facultades tales como la destructividad, la amistad y el lenguaje, cada una de ellas localizada en una determinada regin del cerebro. La destructividad, por ejemplo, se localizaba justo encima del odo. Los seguidores posteriores de Gall ampliaron su lista para incluir facultades tales como la Veneracin, cuya existencia se crea demostraba que Dios debe existir para poder ser objeto de veneracin. Se han mencionado ya ciertos rasgos conceptuales inherentes al enfoque de Gall: fue innatista; compar a los hombres con otros animales; fue materialista, aunque el propio Gall luch contra esta tendencia. La psicologa de Gall fue tambin conductista, ms que introspectivista. Su sis-tema se bas antes en la observacin de las conductas y de las protuberancias del crneo, que en la introspeccin de su propia mente. La psicologa de Gall fue, por ello, la primera psicologa objetiva. En un sentido ms general, la psicologa de Gall fue una psicologa funcional, interesada en cmo la mente y su rgano, el cerebro, adaptan en concreto a una persona o animal a sus exigencias cotidianas. La psicologa filosfica se preocupaba ms por los grandes problemas de la epistemologa. Por ltimo, la psicologa de Gall fue una

psicologa de las diferencias individuales. Rechaz explcitamente el estudio de la mente adulta general en favor del estudio de cmo difieren las personas. La concepcin de Gall apunta hacia dos direcciones, una cientfica y otra ocultista. En su vertiente cientfica, inspir a los psiclogos de orientacin experimental ms acusada a investigar la localizacin de las funciones conductuales en reas concretas del cerebro. De mano de stos, el sistema de Gall sali muy malparado. Sus localizaciones especficas se consideraron errneas. Peor an, los presupuestos bsicos de que la dimensin del rgano cerebral se corresponde con el vigor de la facultad y de que las protuberancias craneanas se amoldan a la forma del cerebro, se revelaron carentes de fundamento. El sistema en su totalidad fue objeto de un violento rechazo en tanto que pseudociencia, que, como la astrologa, atraa nicamente a la crdula sociedad de legos. El atractivo para la sociedad profana manaba del otro sesgo el sesgo ocultista que tomaron las ideas de Gall. Su colega ms prximo, Johann Gaspar Spurzheim (1776-1832), quien acu el trmino frenologa, que Gall rehus aceptar, populariz el concepto incorporndolo al contexto general de una filosofa optimista de la vida. En manos de Spurzheim, la frenologa se convirti en la nueva psicologa popular, y su inventor pretendi reformar la educacin, la religin y la ciencia penal. Sus actividades misioneras le llevaron a los Estados Unidos, donde el terreno estaba ms abonado para la frenologa. Muri poco despus de llegar, pero su obra fue continuada por el frenlogo ingls George Combe. La historia de la frenologa en los Estados Unidos pertenece al captulo sobre la psicologa de la adaptacin, donde veremos que precisamente aquellos rasgos de la frenologa que atraan al norteamericano medio fueron tambin los que aseguraron el xito de la psicologa evolucionista en Norteamrica. La rebelin contra el materialismo: espiritualismo e investigacin psquica Aunque la doctrina materialista y la religin positivista avivaran nuevos entusiasmos en los partidarios del cientismo, fueron muchas las personas que sintieron desazn, e incluso repugnancia ante ellas. La crisis del naturalismo cobr acentos ms dramticos despus de que Huxley proclamara que los hombres eran solo monos bien desarrollados. La religin pareca muerta; la perspectiva de un alma inmortal, reducida a la nada. Por ello, sobre todo despus de 1859, muchas personas dadas a la reflexin, incluidos cientficos

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famosos, se volvieron hacia la ciencia misma en busca de la seguridad de que en la vida humana haba algo ms que mquinas corporales y cerebrales. El descubrimiento de que en el hombre hubiera una vida independiente de la sangre y del cerebro sera un hecho cardinal y determinante en toda ciencia y en toda filosofa. As escriba Frederic Myers (1843-1901), el investigador psquico ms destacado del siglo xix. Ya desde nio Myers se senta espantado ante la idea de no vivir eternamente. Este temor se intensific cuando, como muchos victorianos, perdi su fe religiosa duran-te su educacin. Conoci al filsofo Henry Sidgwick, quien le anim a que buscara pruebas cientficas de la inmortalidad. Tambin Sidgwick haba perdido la fe, pero estaba profundamente convencido de que la tica exiga la inmortalidad personal como correctivo del mal existente en la tierra. Myers recogi el guante de Sidgwick, dedicndose a allegar una enorme cantidad de datos pertinentes. Sidgwick y Myers fundaron la Sociedad para la Investigacin Psquica, y en 1882 su revista public los descubrimientos de Myers. Tambin fueron publicados pstumamente en dos volmenes en 1903. Como simple catlogo de fenmenos psicolgicos inslitos, La personalidad humana y su supervivencia a la muerte corporal de Myers se gan el respeto de un psiclogo de la talla de William James, quien precisa-mente en una ocasin fue presidente de la Sociedad para la Investigacin Psquica. Aunque su ttulo hace pensar en una coleccin de cuentos de fantasmas, de hecho en l Myers pasa revista a todo el mbito de la psicologa anormal, desde el sueo y la histeria a los mensajes de espritus difuntos. En enfoque con que Myers aborda su problema es psicolgico. Fue el primer escritor ingls que divulg los primeros estudios de Freud sobre la histeria. La histeria era un fenmeno importante para Myers, ya que de-muestra el poder de la actividad puramente mental sobre el cuerpo cuando los sntomas fsicos son causados por trastornos psicolgicos (vase el captulo 8). En verdad, Myers se centr precisamente en lo que a Freud le pareca ms instructivo en sus primeros casos: en que los sntomas de un histrico expresan los deseos inconscientes que el paciente no quiere admitir en la conciencia. Como Freud, Myers formul una teora del inconsciente al que llam el yo subliminal. En la concepcin freudiana, el inconsciente supona una afrenta al orgullo humano, al poner de manifiesto los abismos irracionales, impulsivos y espantosos que subyacen en el pensamiento consciente, racional y discursivo. Por el contrario, la concepcin de Myers del yo subliminal era

romntica, platnica, optimista y progresista. Cierto que el yo subliminal arga Myers es irracional, pero nos fa-culta para ponernos en comunicacin con el mundo espiritual, que trasciende del material. La existencia del yo subliminal demostraba para Myers la separabilidad del alma y la materia. Abra la perspectiva de una evolucin no slo material, en la que el individuo desempea un papel mnimo, sino tambin de una evolucin espiritual y csmica, donde cada alma se perfecciona a s misma eternamente, actualizando las facultades mentales obstaculizadas por nuestros cuerpos animales. Debemos concluir que, aunque Myers investig cientficamente los fenmenos espiritualistas y se mostr tan escptico con respecto a los mdiums como se pueda imaginar, su bsqueda cientfica estuvo guiada realmente por una concepcin del cosmos neoplatnica y ocultista. Myers pareca a veces un naturalista huxleyano, como cuando escriba: `La autoridad de los credos y las Iglesias ser reemplazada por la autoridad de la observacin y el experimento. La investigacin psquica, sin embargo, no fue bien acogida en el crculo de Huxley. El propio Huxley (1 871) se mostr sarcstico, al equiparar el hablar del mundo espiritual a chcharas de viejas y curas, diciendo de ambas cosas: No me interesan. A pesar de esta hostilidad, los intelectuales de la Sociedad para la Investigacin Psquica siguieron adelante, y a nivel popular el espiritualismo casi se convirti en una mana al filo del cambio de siglo. Tan pronto como los detractores por ejemplo, los prestidigitadores Harry Houdini y John Maskelyne, desenmascaraban a los mdiums impostores, surgan otros nuevos. La dialctica entre pretensiones paranormales e impugnacin escptica contina en la actualidad, como queda ilustrado por la polmica desatada en torno a personas como Uri Geller. La investigacin psquica, bautizada actualmente con el nombre de parapsicologa, prosigue hoy da en revistas eruditas y programas de investigacin acadmicos, al tiempo que en las facultades proliferan cursos sobre el tema. Con todo, es un tema todava ms en entredicho que el hipnotismo, y su simple mencin pone incmodos a la mayora de los psiclogos. Su existencia y atractivo son, sin embargo, innegables. Inquietud finisecular No es sorprendente que los tres movimientos que acabamos de analizar formen un grupo bien definido. Cada uno de ellos posee algo de ciencia: el

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mesmerismo, en cuanto instrumento mdico; la frenologa, como mapa de las facultades cerebrales; la investigacin psquica, como estudio de los estados mentales anmalos. Al mismo tiempo, cada uno de ellos entraa algo de religin: el mesmerismo reproduce el trance exttico del santo o el mstico; la frenologa brindaba una gua para la vida moral; los mdiums ofrecan pruebas de una vida situada ms all de lo fsico. En 1852 un autor annimo vincul estos tres movimientos con la homeopata, el vegetarianismo y la hidropata, configurando con el conjunto un Puritanismo Fsico para una poca de reformadores fisiolgicos. La ciencia ofreca una nueva moralidad. Nada ilustra mejor el estado de postracin de la religin ortodoxa y el influjo de la ciencia en el siglo xIx que estos movimientos ocultistas. El materialismo ateo supona una carga demasiado pesada para la mayora de las personas. El abismo amoral de Sade y el mundo sin sentido del existencialista asustaban. En consecuencia, se recurra a la ciencia en busca de certezas tranquilizadoras sobre cuestiones en las que el Cristianismo careca ya de credibilidad (Webb, 1974). Que los tres movimientos podan ser asumidos a la vez por cualquier cientfico victoriano, no importa cul fuese su eminencia, lo prueba el caso de Alfred Russell Wallace, codescubridor de la evolucin. De joven, Wallace haba estado expuesto al influjo de la frenologa y el mesmerismo. Ms tarde, utiliz la frenologa como argumento probatorio de que la evolucin de la humanidad haba dejado de ser fsica, para ser en la actualidad mental. Crea asimismo que la frenologa sera la psicologa del siglo xx. Wallace practic el mesmerismo, que, segn l, aumentaba los poderes telepticos y de clarividencia. En torno a 1865 Wallace asisti a una sesin y se convirti al espiritismo, escribiendo una serie de libros que daban cuenta de sus investigaciones sobre los mdiums y proclamando una nueva filosofa de la vida. Finalmente, lleg a la conclusin de que una mente divina estaba dirigiendo la evolucin, conclusin que dej