1. la apocalíptica - texto final

Upload: william-collazos-caicedo

Post on 06-Jul-2018

219 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    1/48

    1

    ILA APOCALÍPTICA

    Criterios históricos, teológicos y simbólicos para leer Daniel y Apocalipsis

    El término apocalipsis quiere decir revelar, desocultar, sacar a luz lo que está oculto. Se opone al

    término ideología, como falsa conciencia que oculta la opresión y legitima la dominación. La expresiónde Jesús en Mt 11,25 ―te bendigo Padre por haber ocultado estas cosas a los sabios e inteligentes yhaber revelado a la gente sencilla‖ es un ejemplo de revelación.  

     Nuestro tema, lo vamos a trabajar esquemáticamente a tres niveles:

    El nivel histórico, para descubrir las raíces histórico-sociales de la apocalíptica. Es el pretexto yresponde a la pregunta ¿qué historia está detrás del texto?

    El nivel teológico o de experiencia de vida. Es decir, ¿cómo esos hechos históricos fueroninterpretados por un grupo o comunidad determinada? Es el contexto. Y responde a la pregunta ¿quécosmovisión tiene esa comunidad?

    Y por último, el nivel literario que nos permite ubicarnos en el lenguaje simbólico para apropiarnosmejor de su sentido. Es la lectura del texto, y responde a la pregunta ¿qué me quiere decir en sí mismoel texto?

    1.  LA SITUACIÓN HISTÓRICA

    ¿Qué pasó en la época de los libros apocalípticos?

    La apocalíptica hunde sus raíces en el postexilio (538 ss). Los que vinieron del exilio seinteresaron por reconstruir la ciudad, el templo y las murallas, en tanto que otros grupos no se sintieroninterpretados en esas tareas, y expresaron su punto de vista, por ejemplo en el 3er Isaías.

    Pero como desarrollo sistemático, la apocalíptica cubre un tiempo histórico aproximado detrescientos años, 200 aC-100 dC, teniendo como referentes básicos el gobierno de los Seléucidas,encabezado por Antíoco IV y el imperio romano, especialmente los gobiernos de Nerón y Domiciano.

    a. La época de los Seléucidas griegos (helénicos)

    Hacia el año 333 Alejandro Magno, conquistó para Grecia todos los territorios conocidos. Mueremuy joven, y a su deceso su gran imperio se divide entre dos dinastías, la de los Seléucidas al norte(Siria, Asia Menor, etc) y al sur los Ptolomeos (parte baja de Palestina y Egipto). En este reparto Israelquedó como una zona discutida, aunque al principio quedó la influencia del gobierno de los Ptolomeos.Aunque en el año 198 aC Palestina pasó a ser parte del imperio de los Seléucidas.

    La época griega constituyó un nuevo tiempo para la historia de Israel que supuso varios cambios:

    - Surge un modelo ideal de hombre griego, en deterioro del físico y estética hebreos, que según 1Mac 1, incluso empezaron a cubrirse las circuncisión, ¡eso era de pueblos retrasados!

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    2/48

    2

    - Se impone un modelo urbano o de ciudad-polis de carácter griego, en la que solo participan losque tienen ciudadanía, en deterioro de un estilo de participación más democrático propio de loscampesinos.

    - Asoman construcciones para instaurar la cultura griega: gimnasios (para el cultivo del cuerpo),escuelas, odeones (para el cultivo de la música), hipódromos, estadios (para realizar olimpiadas). Israelse helenizó más de lo que creemos. Sus expresiones musicales y de pensamiento quedaron eclipsadas.

    - Los dioses griegos iban ganando espacio en el pensamiento de algunos judíos y en pequeñoslugares en el templo de Jerusalén.

    - Más todavía, se va imponiendo un nuevo modelo económico, el esclavista que supone másdominación que el modelo tributario.

    Lo más grave es que toda esta cultura tiene luz verde en los dirigentes de Jerusalén, con lo que laidentidad judía se ve amenazada y entra en crisis.

    Entre los años 174-164 aparece Antíoco IV como rey de Siria, con las preocupaciones: el controleconómico y territorial y la instauración más a fondo de la cultura griega.

    Para su primer objetivo provoca una guerra a los Ptolomeos del sur, esto supone muchos gastos,que los cubre con el saqueo del templo de Jerusalén.

    Para lo segundo, comienzan nombrando como sumo sacerdote – rompiendo la tradición por cierto –  a un tal Menelao, quien por agradecimiento le pagó trescientos talentos, unos tres millones de denarios.Es decir hipotecó al país. Luego Antíoco IV, atribuyéndose para sí el título de divino (Epifanes) hizocolocar su estatua en el templo de Jerusalén como ―huésped, al cual había que rendirle culto. Desdeluego, mucha gente no lo llama Epifanes sino le llamaba Epimanes es decir, el loco. Este gesto deAntíoco provocó mayor división y resistencia entre muchos judíos fieles a su tradición.

    Antíoco comprendió que el obstáculo para la helenización completa de Israel era su religión yapretó más. Con la ayuda de algunos judíos progriegos prohibió el día sábado, la circuncisión y la ley,quedó algunos rollos y obligó al pueblo a seguir a los dioses griegos. Incluso en el 167 dio un edicto prohibiendo la religión judía.

    En estas circunstancias, surgió la figura de Matatías y sus hijos (1 Mach 2,1-69; Judas Macabeo 1 Mach 3,1-9,22; 1 Mach 4,45-46 ), llamados macabeos-martillos que se revelaron contra esta situaciónque había llegado al límite. Organizaron una guerra de resistencia, era un pequeño grupo contra un granejército, hubieron muchos mártires. Pero lograron vencer, pues a la muerte de Antíoco IV en el año 164se retiraron los seléucidas de Palestina. Los macabeos conquistaron la independencia.

    Como vemos este el pretexto histórico para el surgimiento del libro de Daniel.

    b. La época romana (de Nerón 64-68 a Domiciano 81-96)

    Los macabeos cuando triunfaron traicionaron la revolución y la gente quedó muy descontenta. Enel año 63 aC, los romanos que estaban estaban esperando el tiempo oportuno para invadir Palestina sehicieron presentes.

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    3/48

    3

    El nuevo imperio dio libertad religiosa, respeto por las instituciones tradicionales. Pero en elcampo político y económico, sometió duramente al pueblo.

    La esperanza de independencia siempre estuvo latente, varios movimiento surgieron en contra delos invasores romanos. El ejemplo más significativo por el de los zelotes, que en el 66 dC se levantabancontra Roma, hasta que en el año 70 con un ejército más sofisticado aplastó a los rebeldes.

    Por otro lado, los cristianos en sus inicios constituían solamente un movimiento nuevo al interiordel judaísmo, que usaba del mismo reconocimiento que la gran religión frente al imperio.

    La situación cambió con Nerón, que en el año 64 incendió Roma y para calmar las presiones del pueblo buscó un ―chivo expiatorio‖, en los cristianos  para acusarlos de tal hecho. En este momentosufrieron las primeras persecuciones por parte del imperio. Posteriormente las relaciones comunidadcristiana-imperio empeoraron, a causa del culto al emperador, que los cristianos se negaban a realizar, pero que cada vez más iba exigiendo el estado romano. Esta situación se agravó en la época delemperador Domiciano quien llamándose a sí mismo Dios insistía en el culto a su persona.

    Esto tuvo consecuencias para las comunidades cristianas pues ante su negativa de rendir culto alemperador se veían excluidos de participar en algunas esferas de la sociedad como por ejemplo elcomprar y vender libremente.

    En síntesis podríamos decir, que la apocalíptica tiene como pretexto tres situaciones históricas:

      La desintegración-caos, que hace que algún sector del pueblo de Israel reconstruya suesperanza a partir de nuevos mitos, símbolos e imágenes. Por ejemplo en el postexilio.(Isaías 13 — 14; Jeremías 25.12; 50; 51; etc.; Daniel 9.1 – 2) 1. El regreso bajo el liderazgode Zorobabel (536 a.C., Daniel 9; Esdras 1 — 6). 2. La historia de la reina Ester (Ester 1 — 10), 3.Regreso y reformas bajo el liderazgo de Esdras (458 a.C., Esdras 7 — 10). 4. Elregreso de Nehemías (445 a.C., Nehemías 1 — 13) (Malaquías, Elías Juan el Bautista)

      La opresión e invasión cultural, que supuso una crisis de identidad, ante la cual había que

    reaccionar desde una fuerte experiencia de Dios y de la historia. Por ejemplo en la épocahelenista.

      Y ante la persecución y exclusión, las comunidades buscan alimentar su fe y su esperanzadesde una profunda experiencia de Jesús, de Dios y de la Iglesia. Por ejemplo en la épocaromana.

    2. LA EXPERIENCIA TEOLÓGICA DE LAS COMUNIDADES

     El contexto comunitario y su cosmovisión

    Frente a esta situación histórica nos interesa ver quiénes reaccionaron, cómo reaccionaron y quéexperiencias teológicas fuertes vivieron para alimentar su fe en tiempos de crisis.

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    4/48

    4

    a.  Los sujetos-comunidades generadores de la apocalíptica

    La apocalíptica tiene como característica básica la creación de un universo simbólico, del cualdepende la vida de la comunidad. Universo simbólico alternativo a un sistema anterior que se hadesintegrado o alternativo a un sistema dominante que oprime.  

    Pero atención, la historia de Israel y de la Iglesia conoció varias experiencias apocalípticas almenos de tres tipos: (1) escapistas, ultramundanas, que se desentienden de la historia, (2) subterráneaso clandestinas y (3) apocalíptica de resistencia y militancia.

    En la época de los Seléucidas fueron los sectores populares los que reaccionaron ante esa situaciónde crisis. Es el llamado movimiento de los visionarios que ubicándose en la línea del 3er. Isaías, 2do.Zacarías y otros están debajo del texto de Daniel.

    En cambio en la época cristiana los sujetos generadores de esta apocalíptica, no fueron loscristianos judíos tampoco los cristianos helénicos, menos los del catolicismo temprano, sino pequeñascomunidades de Asia Menor, que enlazándose en la tradición del pueblo judío, en el movimiento deJesús, en el movimiento profético de las pequeñas comunidades y en la teología Paulina de 1Tesalonicenses. Que ante la presión religiosa del imperio supieron resistir.

    b. Su cosmovisión

    La cosmovisión de estas comunidades pedagógicamente las podemos parcelar de esta forma:

    1. Su visión del tiempo en la historiaUna historia en etapas

    La apocalíptica tiene presente la situación de extrema crisis y la aparente impotencia de cambiarlas cosas. Por eso, la esperanza de un futur o mejor , la coloca en un nuevo tiempo, después de la crisis,después de los juicios. No es una visión del fin del mundo ni de la historia (escatología), sino es unavisión de lo que pone fin a la opresión.

    La historia en la apocalíptica tiene un presente, un pasado y un futuro. Lo básico es el presente enel que se ubican el autor y sus oyentes. Ciertamente el presente es un tiempo de crisis pero también de presencia activa de Dios. Se pone esperanza en el anuncio de un fin, que va a poner punto final alsufrimiento del tiempo presente y dará inicio a un nuevo tiempo.

    Para compartir la certeza del anuncio de ese fin el autor ficticiamente hace un viaje al pasado y seidentifica con algún personaje sea Adán, Moisés, Elías, Daniel, Juan, etc, que vivió una situaciónsemejante a la que vivieron sus oyentes. Ese pasado es presentado como una revelación a ese personajeficticio donde se anuncia lo que va a suceder en el futuro. Claro, ese futuro ya sucedió pues el autor realestá ya en el presente. Con esta lógica de imaginariamente trasladarse al pasado y volverlo presente y a partir de ese presente mirar el futuro (que ya pasó) en el cual Dios actuó es la certeza que se quierecomunicar.

    A esta lógica histórica que maneja la apocalíptica se llama profecía después de los hechos que básicamente tiene una función exhortativa y para convencer.

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    5/48

    5

    Insistimos el lenguaje escatológico no es del fin del mundo sino que se refiere a lo que pone fin.Por ejemplo en el juicio de Dios contado por Dn 7, lo que pone fin es la destrucción de los imperios yla exaltación del pueblo. El juicio de Dios es siempre una buena noticia para los santos y el futuro tieneque ser visto para ellos con esperanza.

    Por fin, digamos que la periodización que se hace del tiempo no es real, es reconstrucciónteológica para afirmar la actuación de Dios en la historia, y se lo expresa por medio de símbolos, sellos,visiones, trompetas, etc.

    2. La experiencia de Dios

    Un Dios fuerte que controla la historia

    En situaciones de crisis la experiencia de Dios, en un primer momento puede ser desconcertante, porque en los creyentes provoca preguntas como estas ¿será que Dios está actuando? ¿Dónde estáactuando? Tal pareciera que los poderes del mal condujeran la historia, que Dios está ausente. Por eso,la apocalíptica descubre un Dios fuerte actuante que controla la historia.

    La experiencia de Dios es trascendente, separada de los hombres, entonces ¿cómo actúa?, a travésde sus mensajeros o ángeles que acortan la distancia entre Dios y los hombres, y que interpretan sueñosde personajes protagónicos. Pero diremos también que la experiencia de Dios es trascendente en elsentido que está más allá de la muerte y anticipa la gloria final.

    Cuando se periodiza la historia se quiere mostrar que Dios sigue manteniendo el control sobre ellay que ya queda poco para el triunfo final. Por ejemplo en Dn 2; 7; 8; 10-12 tenemos la división de lahistoria en cada uno de ellos. Los cuatro imperios son las cuatro etapas históricas ya pasadas estamosviviendo la quinta y ya llega la sexta que es la que pone fin y la séptima es la etapa después del final.En todas estas etapas Dios es quien conduce la historia. Igual lógica desarrolla el Apocalipsis de Juan.

    3. La vida

    Una lucha entre el bien y el mal

    Para la apocalíptica no hay término medio, o se está a favor de la vida o se está a favor de lamuerte. En esta lucha que como dice Pablo no es contra los principados y potestados de este mundo,sino contra las fuerzas ocultas que lo mueven ya hay quienes han tomado partido: la Iglesia, lahumanidad nueva, la mujer, María… están a favor de la vida y la protegen y por el contrario, la bestia,el dragón de siete cabezas, la serpiente antigua encarnan la fuerza del mal.

    4. Ante la políticaUn Dios que juzga a los imperios

    El lenguaje apocalíptico, no es huida del mundo, es protesta y juicio a los imperios, por eso estambién profecía.

    Denuncia la fuerza de muerte que traen los imperios, a los cuales les llama águila, oso, leopardo, bestias, monstruos de siete cabezas que tienen poder pero un poder limitado porque el apocalipsisanuncia el juicio, la caída, la condena de los imperios y el triunfo de los santos o de la comunidadcristiana que saborean la instauración de un reino nuevo.

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    6/48

    6

    Su carácter político es tan hondo, que Eusebio de Cesarea – teólogo cristiano defensor del imperioromano en el siglo IV – , quiso eliminar del canon bíblico al apocalipsis por la dureza con que trata aRoma.

    5. La visión del cielo y tierra

    El apocalipsis hace uso contrapuesto de los términos cielo y tierra, pero que no deben serentendidos tal como suenan. La tierra designa el mundo tal cual aparece, lo que vemos, el mundo dondedominan los poderes humanos, los injustos, los impíos. El cielo, por el contrario, es la dimensión profunda del mundo que está más allá del dominio político de los impíos; el cielo es el mundotrascendente donde actúan los poderes sobrenaturales tanto de Dios o el demonio.

    Por eso estas dos expresiones cielo y tierra tienen que ser entendidas teológicamente . El cielovendría a ser la dimensión honda de las utopías, los deseos, los sueños que se gestan en la comunidadque están allí pero de forma oculta, en contraposición a las situaciones de injusticia, opresión que segúnse ve, es la tierra.

    6. La visión de Cristo

    El apocalipsis usa una imagen fuerte de Cristo, Hijo del Hombre, expresión que le debe a Ezequiel(Ez 2, 1; hijo de hombre” 93 veces) que utiliza el término en sentido de hombre. Y se lo debe también aDaniel (Daniel 7:13-14, 8, 17) que usa este término para referirse a un colectivo, o a los santos quereciben el Reino. Esta imagen con la que se identificó a Jesús es fruto de una honda experiencia deJesús como hombre, resucitado, con poder, con sabiduría, con eternidad y sobre todo con fuerza. Es unJesús triunfante.

    A estas imágenes se suman otras como el cordero con cuernos que significa su fuerza, o como ladel Hijo del Hombre sobre un caballo blanco.

    7. La comunidad militante

    Con su testimonio

    Una visión clásica presenta al Apocalipsis como a un grupo de gente o comunidad que solamentereza, clama, grita, desea, espera, como las únicas medidas que les queda en medio de una situación decrisis. Sin embargo, el apocalipsis nos presenta a una comunidad que actúa dentro de la historia.Modernamente hablaríamos de una política y praxis, porque nos damos cuenta que está presente unaacción organizada y consciente del pueblo de Dios contra el imperio o sistema opresor.

    El elemento fundamental de la comunidad militante es el testimonio es decir el martirio. Elcontenido del apocalipsis es la Palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo (1,2), por esto los mártiresson decapitados (6,9 y 20,4), y el mismo Juan está desterrado. El testimonio no es una palabracualquiera, es una palabra pública que compromete, es como la palabra que se dice en los tribunales,que permanece y actúa en favor o en contra nuestra.

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    7/48

    7

    3. LOS TEXTOS: CLAVE SIMBÓLICO-LITERARIA

    El pueblo o la comunidad que vivió ese momento histórico y experimentaron la fuerza de Cristo,de Dios y de su espíritu actuante, nos transmitieron esta buena noticia a través de un género llamadoapocalíptico, que quiere decir revelar, quitar el velo, desocultar lo que está allí, sacarlo a la luz.

    Es un género cargado de símbolos de visiones y de mitos con los que el autor busca tejer un texto―pintar un cuadro‖ para contemplarlo y provocar una acción. 

    Pero vayamos por partes. Símbolo   es una palabra griega que significa unir, juntar. Juntarsentimientos, experiencias y conceptos y expresarlo en una ―pintura‖. En la vida diaria nosencontramos con muchos símbolos, por ejemplo, una cruz me lleva a pensar en Jesús, un anillo en eldedo puede significar matrimonio, una flor que se entrega puede hablarme de amor de amistad. Esdecir, ―una cosa material‖ me oculta o revela – cualquiera de las dos cosas –  algo que el que mira no lodescubre a simple vista porque su sentido está oculto. Pero si participa de la misma cultura o lenguaje ocontraseña puede captar su mensaje profundo ¡revelar su significado! Así, el símbolo es una cosamaterial (significante) que me traslada a algo más profundo (significado).

    Esto es lo que sucede con los símbolos en el apocalipsis, hay imágenes, símbolos (significantes)que si nosotros no participamos de la cultura hebrea se nos hace difícil descubrir su significado. Por eso para entrar en sintonía con los símbolos del apocalipsis hay que hacer un esfuerzo por participar de sucultura, de sus ilusiones, de su lógica.

    a. Características del símbolo en la apocalíptica

    Para entrar en la lógica simbólica del apocalipsis y poder captar su mensaje sugerimos cinco pasos:

    1) Mirar y contemplar

    Las visiones, símbolos e imágenes que se utilizan en el apocalipsis no son para entenderlasracionalmente, desde la cabeza, cuanto para sentir, experimentar, tomar fuerza y decidirse. Y para estohay que contemplar.

    2) Mirar el conjunto y luego los detalles

    El conjunto nos ofrece la imagen, pero hay que dar tiempo para fijarse en los detalles por más pequeños que sean, porque el autor parece un artista que está pintando un cuadro y conscientemente vadejando detalles que tienen un mensaje.

    3) Preguntarse por el origen de la imagen

    El preguntarnos de dónde vienen estas comparaciones, que pueden ser tomadas:

    - de la vida animal, pues aparecen caballos, toros, águilas, serpientes- de la sabiduría popular, porque aparecen números, colores, contraseñas

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    8/48

    8

    4) Relacionar la imagen con el AT

    Porque el autor la mayoría de imágenes las ha tomado del AT, del pasado, de la nostalgia, porejemplo aparecen el árbol de la vida, la serpiente, el paraíso, Moisés, Elías, Babilonia, con las quedescubre la fuerza liberadora de Dios en el pasado y al mismo tiempo provoca la esperanza. Pasar de lanostalgia a la esperanza.

    5) Relacionar los símbolos en oposición

    Esto supone detrás de los símbolos descubrir persecución y/o esperanza. Fuerza de muerte o fuerzade vida. Hablar del presente y del pasado, del pasado y del futuro, etc.

    b. Estructura de los textos

    •  Libro de Daniel

    Capítulos1. Introducción

    2. Fecha: año II de Nabucodonosor (2,1)Habla de: a. Fin del tiempo de opresión

     b. Del Reino de Diosc. De la resurrección-después del fin

    3. Acta de mártires; su función es ser testimonio frente al tirano

    4. Función de crítica al poder

    5. Función de crítica al poder

    6. ―Acta de mártires‖ 

    7. Fecha: año I de Baltazar (7,1)Habla de: a. Fin del tiempo de opresión

     b. Del Reino de Diosc. De la resurrección-después del fin

    8. Fecha: año III de Baltazar (8,1)Habla del fin y restauración del SantuarioDespués del fin (8,14)

    9. Fecha: año I de Diario (9,1)Habla de: a. Fin del tiempo de opresión9,24 b. Del Reino de Dios

    c. De la resurrección-después del fin

    10. Fecha: año III de Ciro 10,112. Habla de: a. Fin del tiempo de opresión

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    9/48

    9

     b. Del Reino de Diosc. De la resurrección después del fin.

    •  Estructura del libro del Apocalipsis

    Prólogo y saludo (tiempo presente): 1,1-8

    A] 1,9-3,22: visión apocalíptica de la IglesiaB] 4,1-8,1: visión profética de la historia

    C] 8,2-11,19: las 7 trompetas: (relectura del Éxodo)Centro: 12,1-15,4: la comunidad cristiana entre las BestiasC] 15,5-16,21: las 7 copas (relectura del Éxodo)

    B] 17,1-19,10: visión profética de la historiaA] 19,11-22,5: visión apocalíptica del futuro

    Epílogo (tiempo presente): 22,6-21

    IICLAVES DE LECTURA DEL APOCALIPSIS DE SAN JUAN

    Flavio Gutiérrez Velasco

    Ante la proliferación de lecturas fundamentalistas del Apocalipsis de san Juan, que nos hacen ver el findel mundo como algo inminente, el presente artículo propone algunas claves de lectura para interpretaradecuadamente el mensaje de este escrito tan polémico, como son, por ejemplo, la comprensión delgénero literario apocalíptico que pretendía fortalecer al pueblo cristiano perseguido durante las persecuciones de Diocleciano a fines del siglo I; o la misma estructura literaria del libro que tiene comoeje el número siete. El presente escrito se sitúa, pues, en la línea de la teología de la historia, una visiónde la historia de la iglesia perseguida por los romanos a fines del siglo primero.

    Introducción

    El último escrito del Nuevo Testamento ha suscitado variadas interpretaciones, ha dado lugar amovimientos milenaristas, a ver en él profecías sobre el fin del mundo, señales actuales que anuncianque llega el fin de los tiempos.

    El Apocalipsis no pretende ser una revelación sobre el fin del mundo, sino una lectura de la historia a laluz de Dios, de las persecuciones de que son objeto los cristianos por parte de los romanos.

    El mensaje del Apocalipsis es bastante claro para quien se acerca a él para encontrar fortalezaen momentos difíciles, cuando su fe parece tambalearse. Lo que nos parece casi incomprensible es quehabiendo tantos comentarios serios que nos aproximan al mensaje de este último escrito, no obstantehaya quienes lo lean al pie de la letra, viendo en él sólo descripciones de situaciones terroríficas quenos anuncian el fin del mundo.

    A través de este estudio buscamos descubrir las claves de lectura de este escrito, para así tener unacorrecta interpretación del mensaje que el vidente de Patmos quiso dirigir a nuestras iglesias y a nuestrafe.

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    10/48

    10

    1. El género literario apocalíptico1 

    El Apocalipsis forma parte de un género literario caracterizado por una gran profusión de imágenes,alimentado por diez siglos de literatura judía o extranjera. Toma así mismo elementos de la época.Algunos de estos símbolos son aún transparentes; otros, por el contrario, son o parecen ser herméticos.Así un candelero rematado por una luz brillante en la noche sigue siendo una imagen actual; que unaestrella pueda ser símbolo de una iglesia ya es menos familiar; pero un animal con diez cuernos llenosde ojos, es algo que puede ser considerado ya como un jeroglífico: por lo tanto se impone unaexplicación.

    Este género literario apocalíptico es bastante frecuente en la literatura judía, ya sea canónica o nocanónica. En los escritos canónicos, su origen se remonta al libro de Ezequiel (593-571 aC.), pero es allibro de Daniel (167 aC.) al que se remontan la mayoría de los escritos apocalípticos judíos y cristianos.

    En el AT encontramos este género en el “Gran Apocalipsis” de Is 24-27, y en la misma recopilación,el “Pequeño Apocalipsis” de los capítulos 34-35 (escritos tardíos, quizá contemporáneos a Daniel). Enel NT lo encontramos en algunos pasajes de las cartas a los tesalonicenses y también en Mt 24 y paralelos.

    En la literatura judía no canónica la mayoría de los escritos apocalípticos datan del s. I aC hasta el s. IdC. Esto pone de manifiesto la predilección del mundo judío por expresar sus sentimientos religiososa través de este género, incluso en ambientes alejados del fariseísmo, como por ejemplo en Qumram 2.También en el cristianismo aparecieron muchos apocalipsis, pero la Iglesia no los aceptó comoinspirados, pues aún tuvo dificultades por aceptar este escrito como inspirado por su fuerte sabor judío3.

    Este último escrito del NT constituye “el más bello tratado de teología que se pueda escribir conimágenes”. No es un escrito terrorífico y amenazador, sino lleno de alegría y esperanza. Cristoresucitado es el centro de la historia: el mundo es el escenario de la lucha entre la Iglesia, encabezada por Cristo, y las fuerzas del demonio. Los cristianos son llamados a dar valientemente su testimonio.

    El estilo apocalíptico difiere notablemente del estilo de los otros escritos del NT, como es el caso delos evangelios, donde se presenta a un Jesús muy humano, muy cercano a los hombres y mujeres, sobretodo sencillos, un Jesús manso, que acoge a todos y perdona a los pecadores. El Jesús del Apocalipsises un Cristo solemne presente en un mundo en delirio, un Cristo que, a primera vista, parece violento,vengador, atormentado. Otro rasgo importante del Apocalipsis es el marco urbano donde se desarrollanlos acontecimientos descritos.

    El Apocalipsis también difiere de las recopilaciones proféticas: el profeta oye una palabra y latransmite bajo la forma de un oráculo audible; el mensajero apocalíptico, en cambio, se considera un

    1  La palabra ―apocalipsis‖ apokaluyj   procede del griego y significa ―revelación‖; etimologicamente apo   (apo = quitar)kaluptein (kaluptein = estorbar, esconder): ―Toda apocalipsis supone, por lo tanto, una revelación de Dios a los hombresde cosas escondidas o sólo conocidas por Él‖ (Biblia de Jerusalén, introducción al libro del Apocalipsis). 2 Es significativa la semejanza entre el Apocalipsis de San Juan y el ―Manuscrito de la Guerra‖ del Mar Muerto. Ambos sonescritos durante un período de persecuciones religiosas. En ambos encontramos una contraposición entre los hijos de la luzy los hijos de la oscuridad.3 Hasta fines del s. II, las iglesias de Siria, de Capadocia y también la de Palestina no consideraban el Apocalipsis como unescrito canónico, señal de que no creían que fuera obra de un apóstol. 

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    11/48

    11

    vidente y transmite su mensaje con la ayuda de cuadros vivos; el primero es incisivo, breve, elsegundo es prolijo, difuso, con frecuencia confuso. A veces parece difícil reconocer si el Dios delApocalipsis sigue siendo el mismo que el de los profetas.

    1.1 ¿Qué se persigue con este género?

    Estos escritos son compuestos en tiempos de crisis, de guerra, de persecuciones, de amenazas; estándestinados a fortalecer la fe de los creyentes, a tener la convicción de que el mal no triunfará, sino el bien, Dios, Cristo; a tener esperanza de que vendrán tiempos mejores, a ser fieles al Dios de la Alianza,a resistir hasta el final por que el Cordero saldrá triunfante. Así Daniel es escrito cuando los judíos eran perseguidos por los griegos, en tiempo de los Macabeos. Nuestro Apocalipsis es escrito cuando loscristianos de Asia eran perseguidos por los Romanos; es escrito para fortalecer a estos cristianos quenaturalmente se preguntaban si valía la pena sufrir por Cristo y que no sería mejor ofrecer incienso alos ídolos Romanos y así escapar a las persecuciones.

    “Los apocalipsis son manuales para resistentes, armados o no. Pretenden galvanizar las energías,tranquilizar al pueblo, indicarle la conducta a seguir. Están destinados a los guerrilleros de la fe, que

    desean levantarse cont ra las pruebas, sin saber demasiado cómo hacerlo, material o teológicamente” 

    El apocalipsis era una forma de literatura muy de moda en tiempo de Jesús. Era un arte de escribir conimágenes muy grandiosas, visiones y ángeles sobre acontecimientos contemporáneos.

    Rasgos de la l iteratura apocalípti ca

    a.   La pseudonimia:  Es evidente que estos escritos no están firmados sino que se acude a la pseudonimia, pues se identificaría a su autor y naturalmente sería perseguido e inclusoasesinado. Por esta razón el autor del libro de Daniel no puede ser el profeta Daniel, comotambién el autor de nuestro Apocalipsis no puede ser Juan el Apóstol, quien, sin duda ya habríamuerto hacía tiempo. Lo único que pretende es advertir a sus destinatarios que se inscribe en Lalínea teológica de la escuela joánica

     b.   La ficción del lugar : Al igual que el autor debe ser anónimo, así también era necesario queoculte su dirección. El lugar es ficticio: ni Daniel estaría ya en Babilonia ni Juan en Patmos.Por otra parte parece difícil que un exiliado político en esta isla hubiera podido gozar de tiempolibre para escribir una carta tan larga.

    c.  La ficción del tiempo: el autor de un escrito apocalíptico no precisa el tiempo, busca hacer pasarsu escrito por un antiguo libro de enigmas sin interés. Daniel da la impresión de haber sidoescrito en el 605 aC bajo Nabucodonosor, siendo patente por su lengua y contenido, que el librofue escrito durante la rebelión macabea del año 167. De igual modo, el Apocalipsis busca hacercreer que fue escrito bajo Nerón, siendo que fue compuesto durante la persecución deDomiciano, hacia el año 96, cerca de cuarenta años más tarde. 

    d.   La ficción del lenguaje: el lenguaje debe ser simbólico, codificado para que no seacomprensible para el enemigo, pero sí para sus destinatarios, para ello era necesario utilizarsímbolos conocidos sólo por ellos. Para utilizar estos símbolos se tenía un gran recurso, el delas Escrituras.

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    12/48

    12

    El lenguaje codificado ofrece además la ventaja de universalizar e intemporalizar un mensajeconcreto. Así al hablar simbólicamente de Babilonia para designar a Roma permitía universalizar elmensaje: si desapareciese Roma podría venir otra Roma, otra Babilonia en algún lugar del planeta.

    Un lenguaje codif icado, cif rado:

    El lenguaje que utiliza el género apocalíptico es un lenguaje codificado, cifrado y que, por lo tanto,necesita ser decodificado, descifrado: ―Es como una matemática simbólica, con la que se puede decircualquier cosa, a menos que nos atengamos a algunas reglas precisas‖. 

    Entra las cifras más útiles para comprender el apocalipsis tenemos: el número tres es la cifra del Diosinvisible, que se comunica con los hombres a través de su Palabra, su Espíritu y su Sabiduría. Elempleo de esta cifra se refiere a Dios en persona o todo lo que es divino, absoluto. Así renegar tresveces equivale a renegar de Dios en forma total, absoluta. Hacer una triple confesión de amor equivalea un arrepentimiento total, integral, definitivo.

    El número cuatro, en cambio es símbolo de la creación, de los cuatro puntos cardinales que orientan el paisaje terrestre. Así en la Biblia se habla de los cuatro vientos, de los cuatro rincones de la tierra. Todolo creado está significado por esta cifra.

    De sumar o multiplicar el 3 y el 4 resulta el 7 ó el 12, que expresa la misma realidad: el encuentroíntimo del Creador con la creación, o sea la Alianza. Para expresar la intensidad, el éxito perfecto dela Alianza se elevará estas cifras, el 7 y el 12, al cuadrado resultando el 49 y el 144. Para expresar elcarácter universal se multiplicará estos números por mil y obtendremos 49,000 y 144,000 (7,4-8: los144,000 de Israel). Igualmente la ruptura de la alianza entre Dios y los hombres será simbolizada por lamitad de estos números, como si fueran partidos en dos. Así 3½ y 6 son sinónimos de ruptura de laAlianza, de pecado, de crisis. También 3 ½ podría tomar la forma de ―un tiempo, 2 tiempos y lamitad de un tiempo‖, o también ―42 meses‖ o incluso ―1260 días‖ (12,6).  

    Es necesario tener presente que el simbolismo del Apocalipsis es asombrosamente fluido y flexible, esdecir que una misma realidad puede ser representada por diferentes símbolos: una iglesia puede serrepresentada ya sea por un candelero, una estrella, un ángel… y a la inversa, un mismo símbolo puederepresentar varias realidades: el pilocefalismo de las bestias puede significar o bien los reyes (cabezascoronadas), o bien imperios, o también colinas. Por lo tanto, el hecho de que un símbolo, en unversículo determinado signifique una realidad, no quiere decir que siempre signifique lo mismo.

    2. Estructura literaria del libro

    La estructura propuesta por muchos especialistas y que es propia del pensamiento semítico es ladenominada estructura concéntrica, inclusión semítica o desarrollo en candelero.

    Según este procedimiento inclusivo el momento fuerte se sitúa en el medio de la obra. Para expresar elnúcleo del pensamiento, es dispuesto como una joya en su estuche. Para expresarlo el autor juega conuna serie de correspondencias entre el comienzo y el final del libro. A este tipo de procedimiento se laconoce como ―construcción en candelero‖, donde la primera  rama está ligada orgánicamente a laúltima, la segunda a la penúltima, la tercera a la quinta, reservando una posición privilegiada a lacuarta. Este procedimiento se lo esquematiza de la manera siguiente: A-B-C-D-C’-B’-A’. Tanto las

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    13/48

    13

     palabras como las ideas establecen un vínculo entre A y A’, entre B y B’, entre C y C’, reservando a Dun lugar preponderante. La lectura principal se realiza por la observación de las encajaduras.

    Según este procedimiento el Apocalipsis tendría la siguiente estructura: un prólogo (0) seguido decinco partes (A B C B’ A’) y terminando con una conclusión (0’).  

    En el Apocalipsis como en los evangelios encontramos grandes contrastes, contradicciones. Noencontramos en él una luz, sin que se acentúe enseguida el contraste con las tinieblas. Así el Corderoestá de pie, en postura de vencedor, pero ha sido muerto, degollado (5, 6). Cada sección, cada capítulo,casi cada versículo contiene estas contradicciones aparentes.

    Todos los comentaristas están de acuerdo que el número 7 juega un papel importante en el apocalipsis,en él aparece 54 veces mientras que sólo 33 en el resto del NT. Según el simbolismo vistoanteriormente, al autor habría querido decirnos que el Apocalipsis es el libro de la Alianza reanudadaen Jesucristo, pero amenazada por las persecuciones que se ciernen sobre las iglesias. Este número 7 es,sin lugar a dudas, el que estructura todo el libro: siete iglesias, siete ángeles, siete sellos, siete truenos,siete trompetas. En unos casos se precisa el contenido del ―septenario‖, como en los siete sellos, a losque se siguen una serie de detalles: tras la ruptura del primer sello, sucedió… En otr os casos solomencionan, sin dar demasiados detalles, como es el caso de los siete ángeles.

    La estructura propuesta por Jean Pierre Charlier (1993:25) es:

    0: Título y envío: 1,1-8A: Primer septenario: las cartas a las siete iglesias: 1,9-4,11

    B: Segundo septenario: los sellos: 5,1-8,1C: Tercer septenario: las trompetas: 8,2-14,5

    B’: Cuarto septenario: las copas: 14,6-19,8A’: Quinto septenario: las visiones: 19,9-22,5

    0’: Conclusión y saludo: 22,6-21.

    Los cinco símbol os mayores

    a) Las siete cartas: primer septenario: 1,9-4,11

    Es el primero de los cinco grandes septenarios del Apocalipsis. En el NT aparecen tres tipos de cartas:la personal de un individuo a otro, como es la carta a Filemón; las comunitarias, como las de Pablo alas diferentes comunidades, que tratan problemáticas diversas de cada comunidad (epístolas) y lascartas que son pura ficción literaria.

    En el caso del Apocalipsis todo indica que se trata de epístolas, pues están dirigidas a comunidadesconcretas: las siete iglesias del Asia Menor 4  designadas por sus nombres respectivos. Estos sietedocumentos están encajados en un conjunto que se presenta todo él como una misiva (1,4-6), al estilo paulino. A partir del segundo septenario se presenta más bien como una ficción literaria. Los temasabordados en los otros cuatro capítulos desbordan las iglesias locales y se nos ofrece, más bien untratado de eclesiología y de cristología.

    4 Las iglesias del Asia Menor eran más de siete, el número es simbólico designa una plenitud y las siete representan, pues, atodas las comunidades de cristianas (cfr. Biblia Latinoamericana, comentario al cap. 2).

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    14/48

    14

    Es a través de las siete iglesias del Asia que se dirige a la iglesia universal y eterna de Jesucristo. Elverdadero autor es el Señor glorificado y su Espíritu Santo. Toda la iglesia que se encuentra aún en sucondición terrestre es interpelada: su sentido, su razón de ser, su papel en la creación, su devenir, susdificultades, sus angustias, sus lagunas… ese es el mensaje a las siete iglesias, con ejemplos tomadosde situaciones concretas que son comunes a todas las iglesias de todos los tiempos.

    b) Los siete sellos: segundo septenario: 5,1-8,1

    En oriente, todas las personas que detentan alguna notoriedad, poseen un sello grabado con sunombre o con su marca, para imprimir un signo de propiedad a todo lo que les pertenece: cosas,escritos, animales, hombres. El sello es algo tan personal que su propietario nunca se desprende de él,lo lleva colgado al cuello o como un anillo en el dedo.

    En el Apocalipsis se trata de un documento sellado siete veces, es decir totalmente. El libro misteriosoestá redactado por el mismo Dios, los sellos garantizan su autenticidad. El escrito contiene el verdaderomensaje de Dios. El mensaje está destinado a toda la iglesia. Cristo, el Cordero, es el único capaz deabrir el libro y darnos a conocer su mensaje. A medida que se vayan rompiendo los sellos van a sermanifestados algunos fragmentos sueltos de este Apocalipsis (de esta revelación) e iremos conociendo,de manera cada vez más precisa, el objeto y después el contenido de esta acta auténtica de Dios.

    En este septenario podemos encontrar tres series de elementos. Primera, una garantía de victoria, luegoun balance del mundo de siempre y, por último, una intervención y una manifestación de fe. Es unavisión de la historia leída bajo la mirada de Dios, quien concede el poder al Cordero inmolado paraabrir los sellos.

    c) Las siete trompetas: tercer septenario: 8,2-14,5

    Una trompeta es un instrumento de bronce que procede del arsenal militar; la señal de asalto, quesolo puede ser ordenada por el general que dirige la batalla. Provoca la reunión inmediata de las tropas bajo el estandarte, junto al cual se encuentra la corneta y permite evitar la confusión y el asalto dado por unidades desprovistas de organización. La trompeta es provocación y convocación, transmite unaorden y una misión de ataque.

    Existe una relación entre el simbolismo de los sellos y el de las trompetas. Los sellos conducen alconocimiento, en cambio las trompetas deciden sobre una acción poderosa. Dios ha transmitido suconocimiento mistérico de la historia al Cordero; en cuanto éste ha sido revestido de esta prerrogativa,las trompetas pueden entonar el canto de las acciones sucesivas, que permitirán una feliz realización delos secretos contenidos en el rollo cerrado.

    d) Las siete copas: cuarto septenario: 14,6-19,8

    La copa, en la cultura judía, era un recipiente en el cual el jefe de casa vierte el líquido para que bebansus convidados, simbolizando así una alianza estrecha y fuerte entre los comensales (1 Cor 11,25).La copa es, por lo tanto, símbolo de alianza y comunión, de compartir una alegría común evocada y provocada por el vino que contiene.

    La copa de este septenario es el símbolo de la descomunión con Dios y, por consiguiente, de la cóleradivina. Una correcta lectura de estos símbolos no es una descripción anticipada del fin del mundo,

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    15/48

    15

    sino un fracaso radical de los imperios que hayan querido reemplazar la autoridad y el poder de Dios por los suyos propios. El tiempo de estos imperios está contado y debe establecerse un orden diferente,de lo cual se ocupará el quinto septenario.

    e) Las siete visiones: Quinto septenario: 19,9-22,5

    El Dios de la Biblia es un Dios que habla y el creyente es aquel que escucha.  Hablar y escuchar   sondos verbos que se corresponden. Escuchar no es sólo disponer el oído, sino también el corazón, lainteligencia, pues se trata de comprender y de interpretar con discernimiento. Escuchar no es un acto pasivo, sino inserción de lo que se escucha en la vida y en el comportamiento.

    Las visiones nos conducen hacia la Jerusalén nueva, la ciudad esposa, donde nos espera el Cordero.

    3. Una teología de la historia.

    3.1 El Imperi o Romano y la I glesia

    El Imperio Romano es descrito como ―el dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos y en las cabezassiete coronas‖ (12,1). Éste persigue a la iglesia de Cristo que es simbolizada por la mujer que está pordar a luz un hijo varón, que es el fruto de la iglesia, los cristianos.

    La mujer que está embarazada y grita de dolor porque va a dar a luz es la Iglesia que sufre las persecuciones, que huye al desierto, pero que es alimentada por la palabra de Dios (12,6). ElEmperador es descrito como la bestia que tiene siete cabezas y diez cuernos, con diez coronas en loscuernos y en las cabezas un título que ofende a Dios (13,1). El poder político, con el emperador a lacabeza, busca convencer a los hombres de que no es Cristo el dueño del mundo en que vivimos. Sidesean vivir, tienen que entregar su libertad y su conciencia a otro señor, el poder político.

    Cuando es escrito el Apocalipsis el Emperador Domiciano acababa de imponer a todos sus súbditos laobligación de honrarlo como un dios. En esta situación los cristianos tenían que hacer una eleccióntremenda: al confesar a Cristo, Señor de la vida, enfrentaban persecuciones. Juan Señala el deber de permanecer fiel a Cristo y negarse a dar culto al César. Un grupo de cristianos se enfrentará al estadototalitario: la Iglesia vencerá por la sangre de los mártires.

    Las dos bestias representan los dos poderes (el político y el religioso), que unen sus fuerzas al serviciodel dragón, contra la Iglesia. La bestia que se parecía a un leopardo (13,2), representa el poder perseguidor, el del Imperio Romano; viene del mar, o sea del occidente, de Roma. La otra bestia(13,11) sale del continente o sea del este, de Asia y figura las religiones que competían contra elcristianismo. Estas pretendían dar una salvación celestial, pero no condenaban los pecados del mundoromano. Estas religiones eran utilizadas por el poder político. Los que pertenecían al Imperio teníanuna contraseña para poder comprar o vender productos: ―nadie podía comprar o vender sino estámarcado con el nombre de la bestia o con la cifra de su nombre‖ (13, 7). Por ello, para un cristiano eradifícil acceder a la compra o venta de productos. La cifra de la bestia era el 666: para muchos se referíaal Emperador Nerón, que pretendió ser siete pero no lo logró. ―El Cordero estaba de pie sobre el MonteSión‖ (14,1): Sión es la Iglesia, tanto celestial como terrenal. Los 144,000 (14,1) designan a loscristianos del Imperio Romano, así como los 144,000 de 7,4-9 designaban a los elegidos de raza judía.

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    16/48

    16

    En 15, 1 se anuncia la caída del Imperio Romano, que es esperada y considerada como un juicio deDios.

    3.2 Roma

    Es denominada como Babilonia, como la gran prostituta (17,1): para todos los que vivían en el ImperioRoma era la personificación del Imperio Romano y de su cultura. Al llegar a la capital los visitantesquedaban deslumbrados por sus edificios, sus templos, sus teatros, sus luces, su población incontable.Y no les costaba venerar a Roma como a una divinidad.

    La duración del Imperio, visto como invencible y divino es puro engaño: ―era, no es y pasa pronto‖(17,8), a diferencia de Dios que es y ha de venir. Juan figura a Roma como una mujer endemoniada. El púrpura, color de los emperadores, y el oro, signo de su riqueza, tapan sus impurezas y su crueldad. Esal mismo tiempo la que lleva a los hombres a servir a divinidades falsas y la que asesina a los mártires.

    Juan habla del futuro cercano de Roma, usando símbolos: las siete colinas designan sin duda a Roma.Los siete reyes son una cifra simbólica de emperadores. Los diez cuernos son los reyes de los pueblos bárbaros aliados de Roma. Estos satélites serán los instrumentos de Dios para destruirla, pero seguiránsiendo hostiles a la Iglesia.

    En el anfiteatro Flavio o Coliseo Romano los romanos disfrutaban viendo que las fieras salvajesdevoraban a los cristianos: ―En su frente se podía leer su nombre, escrito en forma cifrada: Babiloniala Grande, la madre de las prostitutas y de los abominables ídolos del mundo entero. Y observé que lamujer se había embriagado con la sangre de los santos y de los mártires de Jesús‖ (17,5 -6).

    3.3 Enseñanzas teológicas

    El Apocalipsis no es una simple visión de la historia, de los acontecimientos puntuales del ImperioRomano de finales del s.I, ni tampoco una revelación del futuro, del fin de los tiempos. Es más bienuna reflexión teológica sobre la Iglesia que sufre persecuciones por parte de los Romanos, pero quetambién busca dejarnos un mensaje válido para todos los tiempos: es necesario resistir a la tentación, elmal no va a triunfar, sino Cristo, el Cordero degollado y ahora triunfante.

    Las cinco grandes partes del Apocalipsis nos llevan a cinco grandes reflexiones, siguiendo el orden delos septenarios:

    a.  Todo comienza por la Iglesia: la obra fue escrita para comunidades cristianas en peligro. Porello, el mensaje que dirige a cada iglesia es directo, personal, preciso. Se trata de la Iglesia deJesucristo ejemplarizada en las siete comunidades del Asia. Esta Iglesia fue preparada porIsrael. Esta teología hunde sus raíces en la Escritura para quien el acontecimiento decisivo esIsrael. Para el Apocalipsis la elección de Dios de Israel culmina en la Iglesia, que es la que dasentido al mundo.

     b.  En el segundo septenario nos da una visión del mundo, o creación o historia. En este mundolleno de imperfecciones, de tibiezas y de pecado, está presente la Iglesia; en él reinan permanentemente conflictos de toda clase, le acechan múltiples males. El Cordero abre lossellos: Cristo resucitado es quien aclara las grandes fuerzas que impulsaron la historia sagrada.

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    17/48

    17

    En el momento que se escribe el Apocalipsis ya se había terminado el AT por el nacimiento dela Iglesia y poco después, por la destrucción de la patria judía. Los cuatro caballos simbolizanlas fuerzas que han plasmado la historia bíblica: el que monta el caballo blanco es ―la palabra deDios‖ que él había entregado a los profetas en el AT. Todavía no había venido Cristo que aparecerá más tarde montado en el mismo caballo blanco, cuando ya estamos en la historiacristiana (19, 11). Los otros tres caballos representan la guerra, el hambre y las epidemias, lasgrandes plagas que aquejan a la humanidad pecadora, y que hacen sentir a los hombres quenecesitan de salvación. Con el quinto sello se descubre otra fuerza invisible que mueve lahistoria sagrada: la exigencia de justicia por la sangre de los mártires. Estos mártires anterioresa Cristo ya comparten su victoria (por eso el vestido blanco), pero deben esperar a que se juntencon ellos los mártires cristianos. Con el sexto sello aparecen los signos y las plagas que los profetas anunciaban para el Día de Yavé y que se verificaron en la destrucción de Jerusalén.―Cuando El Cordero abrió el séptimo sello‖ nos quiere decir que estamos a fines del AT y elsilencio que se produce anuncia la venida de Dios5.

    c.  Las siete trompetas, tercer septenario, pretenden mostrar el castigo del pueblo judío que norecibió a Cristo; usan figuras sacadas de las plagas de Egipto, de Ez 38-39 y de otros escritos populares. Con las cuatro primeras trompetas el castigo toma cuerpo en las mismas fuerzas dela naturaleza que se vuelven contra los culpables. La tercera hace caer del cielo a la tierra lasfuerzas maléficas del demonio. La quinta puede referirse a invasiones extranjeras. Esta parte esuna de las que más atraen la curiosidad y que han dado lugar a interpretar el Apocalipsis comoreferido a una serie de calamidades mundiales que anuncian el fin del mundo 6.

    d.  El cuarto septenario, las siete copas, no anuncia para nada el fin del mundo, sino que denuncialos peligros mortales que anidan en los imperios y describe, de manera simbólica, la caída delos que hayan vuelto la espalda a las bienaventuranzas evangélicas. El capítulo de las copas noes otra cosa que una amplia parábola sobre el fracaso de las empresas humanas, cuando éstasdesprecian la presencia y el reinado de Dios.

    e. 

    El último septenario, las siete visiones, nos expresan lo que será de aquellos que siguen el planevangélico. Todo será embellecido en un marco nuevo, donde Dios ya no será puesto encuestión. Será reconocido con un amor total y gratuito. Con la Jerusalén-esposa, tanto la primera creación como la Iglesia terrestre llegarán a su acabamiento: en adelante pertenecerán aotro orden, habrá un nuevo cielo y una nueva tierra, el sol yo no será necesario para vivir conclaridad; todo será renovado.

    3.4 Plan de encajaduras

    Para resaltar el aspecto teológico, J.P. Charlier propone el siguiente esquema (1993:36-39):

    C

    EncarnaciónB B’ 

    5 Biblia Latinoamericana, comentario a la sección de los siete sellos.6 Es El Centro del Libro y encontramos en él los tres grandes ejes de la historia cristiana: capítulos 10.12: El secreto de Diosrevelado, Dios hecho hombre: cap. 10; El Evangelio proclamado: cap. 11; -a rebeldía contra el plan de Dios: cap. 12

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    18/48

    18

    Historia FinA A’ 

    Iglesia Renovación

    Este plan pone de relieve el momento central y preferencial de la Encarnación, que se constituye el primero en la construcción literaria. Con relación a esta cumbre A y B están en el mismo lado y B’ yA’ en la otra vertiente. C influye por una parte en A y B y, por otra, en B’ y A’. Por último, B tieneincidencia sobre A y, por otra, B’ sobre A’.  

    Los elementos A y B, con toda evidencia, se sitúan en el plano histórico: la Iglesia y el mundo pertenecen al curso de nuestra historia. De otra parte B’ y A’ se sitúan en el plano no histórico,salvífico, de lo incognoscible: no resulta válido utilizar estos últimos para referirlos al futuro. En esta perspectiva C no ocupa una posición intermedia, sino totalizadora. Forma parte santo de la historiacomo de la no historia. Es un punto de fusión y encuentro de la tierra (lugar-espacio de los hombres) yel cielo (no-espacio y no-lugar de Dios). La Encarnación se convierte así en la adición de lo terrestre(4) y de lo celeste (3): es 7, la Alianza. Por otro lado, por el lugar que ocupa en la estructura, laEncarnación aparece como el resultado conjunto del trabajo de los hombres (A y B) y el don gratuito deDios (B’ y A’). Se capta aún que hay cielo en A, como esperanza y tierra en A’ como recuerdo.  

    CONCLUSIÓN:

    Para comprender el Apocalipsis es necesario conocer el momento histórico en que es escrito: las persecuciones de que son víctimas los cristianos por parte de los Romanos, expresado en el géneroapocalíptico muy utilizado en la literatura judía de entonces, ya sea canónica o extracanónica.

    Este escrito no tuvo como finalidad hablarnos del fin del mundo, no son profecías sobre el futuro, sinouna teología de la historia: fortalecer a los cristianos perseguidos para que se mantengan fieles a Cristoy no renieguen de su fe.

    Encontramos en el Apocalipsis un mensaje perenne, válido también para nosotros cristianos del s.XXI,que hemos decidido seguir a Cristo y debemos mantenernos fieles a él en medio de las dificultadesque nos presenta la modernidad y postmodernidad, cuando Dios es suplantado por otros ídolos comoel poder, el dinero, la fama, que no pueden darnos la salvación, sino sólo Cristo.

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    19/48

    19

    IIIEmilio Aliaga Girbés

    EL APOCALIPSIS DE SAN JUAN LECTURA TEOLÓGICO-LITÚRGICA

    INTRODUCCIÓN

    El Apocalipsis es uno de los libros bíblicos menos leídos y conocidos. Quizá sea esto bien por ladificultad de sus símbolos y códigos simbólicos, bien por la dureza de sus imágenes y de susenseñanzas e incluso porque plantea cuestiones muy actuales que ningún otro libro sacro hace con tantaurgencia. Sin embargo, es este uno de los libros centrales, sin el que el mensaje bíblico quedaríanotablemente mutilado.

    A medida que iba entrando en el estudio y constataba que mi ánimo no decaía, asomó en mí la idea dela posibilidad de brindar el fruto de mis estudios sobre el Apocalipsis al no pequeño grupo de alumnoscon quienes he compartido tantos años de docencia y estima mutua en la Facultad de Teología deValencia. El abanico de destinatarios no podía quedar circunscrito al área académica estricta y, muy pronto, se me presentó también el amplio número de personas con quienes había gozado no poco enencuentros, ejercicios y retiros. Estos son conocedores de mi trayectoria de estudios en el terrenoteológico-litúrgico y echarán a buen recaudo mis subrayados. Son otros más los que se interesan en susvidas por la fe profesada, celebrada, vivida y rezada, es decir, todos los posibles lectores de misreflexiones, sobre todo cristianos. 

    Embarcado en esta aventura, después de reposar mis lecturas y estudios, pensé que podían tener el ecodeseado y apetecido en la línea que apunto. No se trata de redactar un ensayo científico; más bien, mitrabajo se inscribe en la línea de una lectura teológicolitúrgica seria, sin excesivas incursionesfilológicas sobre el texto, que podrían apartarnos del objetivo deseado.  

    Ante todo, hay que hacer una observación: aunque no aparece nunca el nombre de Juan ni en el cuartoevangelio ni en las cartas atribuidas al apóstol, el Apocalipsis hace referencia a su nombre en cuatroocasiones (cf. 1,1.4.9; 22,8).

    Por una parte, es evidente que el autor no tenía ningún motivo para silenciar su nombre y, por otra, quesabía que sus primeros lectores podían identificarle con precisión. Sabemos, además, que ya en el sigloIII los estudiosos discutían sobre la verdadera identidad del Juan del Apocalipsis.

    Por este motivo, podremos llamarle también «el Vidente de Patmos», pues su figura está ligada alnombre de esta isla del mar Egeo, donde, según su mismo testimonio autobiográfico, se encontrabadeportado «por causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesús» (Ap 1,9).

    Precisamente en Patmos, caído «en éxtasis el día del Señor» (1,10), tuvo Juan visiones grandiosas yescuchó mensajes extraordinarios, que tendrán no poca influencia en la historia de la Iglesia y en todala cultura cristiana. Por ejemplo, del título de su libro, «Apocalipsis» (= «Revelación»), proceden ennuestro lenguaje las palabras «apocalipsis» y «apocalíptico», que evocan, aunque de manera impropia,la idea de una catástrofe que está por llegar.

    El libro tiene que comprenderse en el contexto de la dramática experiencia de las siete Iglesias de Asia(Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea), que tuvieron que enfrentarse agrandes dificultades –  persecuciones y tensiones incluso internas –   por su testimonio de Cristo a finales

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    20/48

    20

    del siglo I. Juan se dirige en su libro a cada una de ellas, mostrando una profunda sensibilidad pastoralcon los cristianos perseguidos, a quienes les exhorta a permanecer firmes en la fe y a no identificarsecon el imponente mundo pagano. En definitiva, su objetivo   consistía en descubrir el sentido de lahistoria humana a partir de la muerte y resurrección de Cristo.

    Apoyándome en las obras de Ugo Vanni  La struttura literaria del’Apocalisse y la más reciente  DalQuarto Vangelo all’Apocalisse, puedo señalarlas casi como si se trataran de un «coautor» de mi libro, pero procurando evitar cuestiones que podríamos calificar de demasiado escolásticas. El objetivo queyo me planteo es más bien de alta divulgación, porque abundo en mi convencimiento personal, cadavez mayor, de que el Apocalipsis es un libro que hay que leer más en la calle que en las aulasuniversitarias.

    Los desafíos presentados por Juan  – frente a los que se encuentran las siete Iglesias de Asia –  son muy parecidos a los que ahora encontramos en nuestros ambientes, y sus problemas son casi como los denuestros días. Nuestra sociedad, como la de aquellas Iglesias, es una sociedad rica y satisfecha, que parece no sentir necesidad del Evangelio, a pesar de las fuertes crisis económicas y sociales. Tambiénnosotros, como ellos, tenemos el problema de vivir en una sociedad ya postcristiana, donde la elecciónde vivir la propia fe sin compromisos comporta un precio que hay que pagar, y a veces incluso a un precio muy alto.

    También es el nuestro un mundo apocalíptico, no en el sentido de que el fin del mundo esté más próximo ahora que en el tiempo del emperador Domiciano, sino en el de que  – como ocurría en lasociedad romana –   los puntos de tensión hoy existentes están tan corrompidos que la situación pareceque va a estallar de un momento a otro. Igual que en el Imperio romano, se advierte también en nuestroOccidente europeo un molesto sentido de declive y de decadencia7. Se aprecia la presión de los«bárbaros» como si estuvieran en la misma puerta; se empieza a comprender que el mundo estáentrando ya en el ocaso y se advierte la angustia de que con ello llega también el declive de nuestracultura. Al igual que la sociedad romana, nuestra sociedad parece estar a la espera de un paradigma quevuelva a redefinir las condiciones y el estilo del coexistir social8.

    También nosotros, como Juan, vemos cómo va surgiendo ante nosotros, con todo su aspecto terrible, la«Bestia», la manifestación del Dragón, que era entonces para el Vidente de Patmos identificable con elImperio romano. Sin embargo, para nosotros es una realidad mucho más sutil y más difícilmentereconocible. No es una entelequia política, sino una concepción de la vida, un imperio cultural, un poder persuasivo que es, en parte, una ideología de mercado sin reglas, donde el hombre desapareceentre los engranajes de la economía, y, en parte, llega a ser una ideología relativista muy útil en esteimperio del mercado.

    En honor a la brevedad, me refiero a lo largo de todo mi estudio a todo esto llamándolo «el Imperio», pero quede claro que – si bien algunos partidos políticos y movimientos están más comprometidos queotros en el entendimiento imperial –   sería un error referirse a esta realidad como si fuese solo ysimplemente una acción política.

    7 Puede consultarse el ya famoso libro de Oswald Spengler (1880-1936), La decadencia de Occidente, Espasa Libros SLU,2011 (Título del original: Der Untergang des Abendlandes. Umrisse einer Morphologie der Welgeschichte, 1918-1922).8 No afirmo con ello que en el tiempo del Apocalipsis la sociedad romana percibiera su estado como decadente; al contrario,la propaganda imperial era muy celosa en el hecho de difundir su imagen como triunfal, pero Juan tiene un discernimiento

     profético que le permite percibir la realidad de otra manera.

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    21/48

    21

    En efecto, las visiones del Apocalipsis se emplazan en un mapa bastante más alto que el de nuestroquehacer político: están o se sitúan sobre un plano espiritual, el de los principios, allí donde lasopciones políticas toman forma.

    Hay que reconocer que no estamos inmunes ante la propaganda «imperial»: descubrimos diseños de suinfluencia hasta en la misma Iglesia, que amamos, y en nosotros mismos. Aturdido y confuso, me haasaltado en ocasiones esta pregunta: ¿quién podrá resistir a la «Bestia»? Incluso cuando he ido progresando en la lectura de algunos capítulos de esta obra de Juan, se me ha puesto de manifiesto quesi, por una parte, el libro nos va descubriendo la fuerza del «Imperio» y su naturaleza perversa ymalvada, y en definitiva antidivina, por otra, y al mismo tiempo, nos ofrece estrategias para resistir a suinfluencia, nos libera de la sugestión de su propaganda ofreciéndonos las armas de una resistenciainterior que nos abre paso a la verdadera esperanza.

    Al final de este camino, se va comprendiendo cómo todo el Apocalipsis – no obstante la dureza de susimágenes y la intransigencia de sus instancias –  es, en definitiva, un camino de satisfacción y gozo queconcluye con el advenimiento de la «ciudad de Dios», la nueva Jerusalén, el lugar en el que Dios y loshombres pueden convivir juntos. En verdad es un itinerario de conquista bien trabajado, dado que, alfinal, la Iglesia – y quizá la misma humanidad entera –   llegará a identificarse con la misma esposa delCordero, como el lugar de una verdadera intimidad con Dios, de forma que podamos realizar nuestroanhelo y consumar toda nuestra esperanza, ya que nos hace comprender que, no obstante las aparentesfuerzas contrarias, en realidad el Imperio tiene sus días contados.

    Por este motivo, el Apocalipsis de Juan  – si bien está lleno de continuas referencias a sufrimientos,tribulaciones y llantos, la cara oscura de la historia –  presenta, al mismo tiempo, frecuentes cantos dealabanza que –  por así decirlo –  representan la cara luminosa de la historia. Por ejemplo, en él se hablade una muchedumbre inmensa que canta a gritos: «¡Aleluya!», porque el Señor, nuestro DiosTodopoderoso, ya ha establecido su reinado. «Alegrémonos, pues, y regocijémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero y su Esposa se ha engalanado» (Ap 19,6-7). Nosencontramos, por tanto, ante la típica paradoja cristiana según la cual el sufrimiento nunca se nosmanifiesta como la última palabra, sino que lo vemos como un momento de paso hacia la felicidad, queya está impregnándose misteriosamente de la alegría que brota de la esperanza.

    La constatación de la primera y fundamental visión de Juan nos invita a hacer estas reflexiones queatañen a la figura del Cordero, quien, a pesar de llegar  a estar degollado, permanece en pie (cf. Ap 5,6)en el mismo trono en el que se establece Dios. De este modo  – como observaba Benedicto XVI en unade sus catequesis9 – , Juan quiere dejarnos dos mensajes.

    El primero es que Jesús  – aunque fue muerto con un acto de violencia – , en vez de quedar desplomadoen el suelo, se mantiene paradójicamente firme sobre sus  pies. Con la resurrección venciódefinitivamente a la muerte. 

    El segundo mensaje es que el mismo Jesús, precisamente porque murió y resucitó, comparte ya plenamente el poder real y salvífico del Padre. Esta es la perspectiva fundamental: Jesús, el Hijo deDios, es en esta tierra como un cordero indefenso, herido, muerto, y, sin embargo, permanece en pie,firme, ante el trono de Dios y participa del mismo poder divino. Tiene en sus manos la historia delmundo.

    9 Benedicto xvi, Catequesis del 23 de agosto de 2006. 

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    22/48

    22

    Por este motivo, Juan, el Vidente de Patmos, puede concluir su libro con una última aspiración o deseo,en el que palpita una ardiente esperanza: al finalizar su obra demanda la definitiva venida del Señor:«¡Ven, Señor Jesús!» (Ap 22,20). Es una de las oraciones centrales de la cristiandad naciente, traducidadel arameo también por san Pablo: «Ma ra na tha ». Esta oración, «¡Ven, Señor nuestro!» (1 Cor 16,22), tienevarias dimensiones. Ante todo, implica la esperanza de la victoria definitiva del Señor, de la nuevaJerusalén, del Señor que viene y transformará el mundo. Pero, al mismo tiempo, es también una oración

    eucarística cuando dice: «¡Ven, Jesús, ahora!». Y Jesús viene, anticipando su llegada definitiva. Deeste modo, también con alegría, digamos nosotros al mismo tiempo: «¡Ven ahora y ven de maneradefinitiva!». 

    El papa ya emérito Benedicto XVI – en la catequesis aludida –  añadía que esta oración tiene también elsiguiente significado: «¡Ya has venido, Señor! Estamos seguros de tu presencia entre nosotros. Paranosotros es una experiencia gozosa. Pero ¡ven de manera definitiva!». De este modo, con san Pablo,con el Vidente de Patmos y con la cristiandad naciente, rezamos también nosotros: «¡Ven, Jesús! ¡Veny transforma el mundo! ¡Ven ya, hoy, y que la paz venza!». Amén.

    Con una evidencia cada vez más clara hay que afirmar que, en último análisis, el libro del Apocalipsis

    es un manual de perseverancia cristiana. Nos ofrece los instrumentos para crecer en la fe aunquevivamos en el corazón del «Imperio». Incluso podemos decir aún más: es un «manual de gozo», puesnos ofrece un camino a través del cual podemos alcanzar el sentido último de la vida y de nuestravocación humana. Leer y estudiar este libro es, pues, como aventurarse; es como meterse en discusión;es decidirse a vivir en una tierra casi desconocida, para iniciar una competición cuyo premio es lamisma alegría. Es la tarea de vivir nuestra identidad de cristianos en el mundo.

    Como punto final de estas líneas introductorias, ofrezco unas anotaciones que muestran la orientacióncon la que afronto los núcleos doctrinales del Apocalipsis desde una perspectiva teológico-litúrgica.

    La primera anotación es que el Vidente de Patmos desarrolla en el plano «ritual» el tema de Cristo-Cordero pascual paralelamente a como lo había hecho el propio Juan en su evangelio en el plano de la«realidad» histórico-salvífica. Ya al comienzo (Ap 1,5-7) expone el tema central del libro con unadoxología anunciando la victoria pascual de Cristo. Y lo hace presentándola enseguida en todos suscomponentes esenciales, como resultan de Éx 19,4-6, poniéndolos en relación con la muerte de Cristo – «traspasado» –  en la cruz (cf. Jn 19,37).

    La segunda anotación es esta: una de las principales visiones del Apocalipsis tiene por objeto a esteCordero en el momento en el que abre un libro que estaba lacrado con siete sellos y que nadie era capazde soltar o abrir. Incluso al mismo Juan se le presenta llorando, dado que no encontraba a nadie capazde abrirle el libro y de leerlo (cf. Ap 5,4). La historia se nos presenta como indescifrable eincomprensible para nosotros. ¡Nadie puede leerla! Quizá este llanto de Juan ante tan oscuro misteriode la historia expresa el desconcierto de las Iglesias asiáticas por el silencio de Dios ante las persecuciones a las que estaban expuestas en ese momento. Es un desconcierto en el que puedereflejarse nuestra sorpresa ante las graves dificultades, incomprensiones y hostilidades que tambiénhoy en varias partes del mundo sufre la Iglesia. Son sufrimientos que la Iglesia ciertamente no semerece, como tampoco Jesús se mereció el suplicio de la cruz. Ahora bien, nos revelan tanto la maldaddel hombre, cuando se deja llevar por las asechanzas del mal, como la providencia superior de losacontecimientos por parte de Dios.

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    23/48

    23

    Pues bien, solo el Cordero inmolado es capaz de abrir el libro sellado y de revelar su contenido, de darsentido a esta historia que aparentemente parece con frecuencia tan absurda. Él solo puede sacarindicaciones y enseñanzas para la vida de los cristianos, a quienes su victoria sobre la muerte trae elanuncio y la garantía de la victoria que, sin duda, ellos también alcanzarán. Todo el lenguaje que utilizaJuan, cargado de imágenes impactantes, tiende a ofrecer este consuelo.

    Finalmente, la tercera anotación es la siguiente: en el centro de las perspectivas que ofrece elApocalipsis se encuentra la imagen sumamente significativa de la «Mujer», que da a luz un Hijo varón,y la complementaria visión del «Dragón», que ha caído de los cielos pero que todavía es muy poderoso.Esta Mujer representa a María, la Madre del Redentor, pero, al mismo tiempo, representa también atoda la Iglesia, al pueblo de Dios de todos los tiempos, a la Iglesia que con gran dolor da a luz a Cristode nuevo en todos los tiempos. Y siempre se siente amenazada por el poder del Dragón. Pareceindefensa y débil, pero, mientras se siente amenazada y perseguida por el Dragón, también está protegida por el consuelo de Dios. Al final, esta Mujer será la que venza. ¡No vencerá el Dragón! ¡Estaes la gran y confortante profecía de este libro, que nos da mucha confianza!  

    La Mujer que sufre en la historia  – la Iglesia perseguida –   se nos presenta al final como la Esposaespléndida, imagen de la nueva Jerusalén, en la que ya no hay lágrimas ni llanto y que es, por tanto, laimagen del mundo transformado, la del nuevo mundo, cuya luz es el mismo Dios y cuya lámpara es elCordero.

    Pero de todas estas cuestiones hablaremos en su momento oportuno. A partir de ahora empezamos  – enla línea de una lectura teológico-bíblico-litúrgica –  el estudio pormenorizado de algunos entresijos de laobra del «Vidente de Patmos».

    Primeros pasos

    Hay que introducirse en la mentalidad del libro para una buena comprensión del mismo. Por ello,hemos de preguntarnos: ¿cuál fue la verdadera motivación del autor para escribir este libro? ¿quiéneseran sus interlocutores?, ¿por qué escogió un lenguaje tan extraño? Llegar a responder a estosinterrogantes es indispensable para captar su mensaje.

     Ambiente social y cultural del Apocalipsis

    El libro del Apocalipsis fue escrito entre los años 72 y 96 después de Cristo. Para comprenderlo, esimportante conocer el contexto social y cultural en el que se inserta, es decir, el modo de vivir de loscristianos en el territorio que los romanos denominaban «provincia de Asia», que corresponde a laactual Turquía mediterránea. La provincia de Asia, a diferencia de la de Palestina, no era considerabauna provincia ocupada. Muchas ciudades tenían el título de imperiales –  por ejemplo, Pérgamo y Éfeso –  y sus ciudadanos eran considerados a todos los efectos romanos. Por tanto, diferentemente a Palestina,aquí la cultura romana era hegemónica y ampliamente compartida a nivel social y su estructuraimperial era aceptada como una realidad de hecho.

    En Asia Menor, el Imperio romano afirmó su fuerza más con las armas de la persuasión que con las del poder militar. El poder del Imperio se ejercía, sobre todo, en las conciencias, y por esto el control de laeducación era considerado central. Se puede decir que el Imperio romano fue el primero en usar la propaganda en muy grande escala como instrumento político.

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    24/48

    24

    La religión era el primer vehículo de esta propaganda imperial y el soporte más fuerte de su poder. Losromanos eran generalmente benévolos con las religiones extranjeras con tal de que se adecuaran alsistema imperial y reconocieran la autoridad central. Por esto, hebreos y cristianos, que no podíanllegar a reconocer el señorío absoluto del césar, fueron siempre mal vistos por el Imperio, cuando noincluso perseguidos por él.

    En este marco, el culto al emperador Domiciano recibe una relevancia muy especial. Él fue el primeroen tomar para sí el título de «señor y dios», y en su tiempo el culto imperial se hizo cada vez másvinculante. En concreto, hay que reafirmar que la verdadera amenaza para la Iglesia no era la persecución, sino el compromiso moral. No es extraño, por tanto, que en esta situación muchoscristianos, como también muchos judíos, se vieran tentados a ceder al compromiso con el Imperio yfrecuentaran los cultos paganos. En esto sobresale el movimiento nicolaíta, del que sabemos muy poco,aparte de lo que nos dice el Apocalipsis, pero debía estar muy difundido en Asia, si se piensa que almenos tres de las siete Iglesias a las que se dirige el Vidente de Patmos se veían en la necesidad decombatir este movimiento. Lo que sabemos con verosimilitud es que buscaban una conciliación entrelos ideales cristianos y la vida en la cultura imperial. Conciliación a la que se opone Juan convehemencia.

    ¿Cómo resistir a la presión cultural del Imperio?, ¿cómo escapar del encanto de la vida romana? He ahí por qué fue escrito el libro del Apocalipsis. No para resistir a una persecución física – que todavía no sehabía iniciado – , sino para reaccionar ante el debilitamiento de la fe que Juan descubre en la sieteIglesias, que estaban perdiendo su pureza original dejándose arrastrar hacia el laicismo.

    También hoy en nuestra sociedad actúan dinámicas similares. Por ello, cada vez más, parece necesariorenunciar a tener cierta conciencia ética para abrirse camino a nivel social. Parece que quien tiene ungran afecto a su propia familia e intenta dedicarle tiempo, quien tiene pudor de su propio cuerpo yquien, sobre todo, coloca el bien común y la ética moral por encima del provecho personal está endesventaja en la competición social, por no hablar de cómo la fe cristiana se pone sistemáticamente enla picota y se arrincona «en una esquina» por el poder y por los medios de comunicación. Así,contemplamos con frecuencia que no pocos cristianos se avergüenzan de admitir la propia fe en público.

    También entre nosotros existen muchos «nicolaítas», cristianos que, a nivel teórico y práctico, tratan deconciliar la fe cristiana con la vida del Imperio. No es muy difícil descubrir en algunos ambientescristianos la tentación de considerar normal la inmoralidad, la tentación de aceptar como inevitable lacorrupción, la tentación de pensar que no hay alternativa a la lógica del propio provecho personal. Estasanalogías nos han afectado mucho hoy y nos han hecho comprender que las amonestaciones de Juandirigidas a las siete Iglesias están escritas también para nosotros, ciudadanos del siglo XXI.

     Símbolos y signos del Apocalipsis

     No es fácil para el mundo actual, habituado a la prosaica exactitud del lenguaje científico, entrar en lasuntuosa selva de los símbolos del Apocalipsis. Apenas entramos en su lectura exuberante, en susimágenes violentas, en su énfasis narrativo – como en un cuadro expresionista – , advertimos que puedengenerar una reacción de rechazo. Pero, incluso antes, es posible que la propia mentalidad apocalípticasea la que nos puede crear esta dificultad. Ser apocalípticos presupone una concepción del mundo que puede resultarnos extraña. Para percibir, pues, bien esa mentalidad debemos hacer un trabajo previo a

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    25/48

    25

    su lectura, con el fin de estudiar adecuadamente sus símbolos. No se trata de decodificar un código,sino más bien de entrar en ese modo de estar y sentirse como en casa.

    El libro del Apocalipsis se inserta en un filón literario muy preciso, tanto que los exégetas hablan de ungénero literario específico llamado precisamente «apocalíptico». Hoy nos encontramos con este mismotérmino en películas y novelas catalogables en este género y que fácilmente desenfocan su sentidoauténtico. Es más, quizá nunca como ahora se advierte en el mundo una difusa «necesidad» deapocalipsis. Deberemos tomar en serio esta necesidad, si no por otra razón, sí por lo menos preguntándonos por qué tantos hombres y mujeres la advierten. La complejidad de la vida, la toma deconciencia de ser pequeños elementos de un gran engranaje, la brutalidad impersonal de un poderanónimo – aunque real –  que nos oprime son elementos que generan en los hombres la necesidad de unapocalipsis, es decir, de un cambio, aunque traumático, del pensar y vivir.

    Frente a esta exigencia, el libro del «Vidente de Patmos» ofrece respuestas muy actuales y recoge loque de bueno hay en la mentalidad apocalíptica, purificándola de sus excesos. En efecto, no todoapocalipsis puede denominarse cristiano. Adentrándonos en nuestro texto, veremos cómo una equilibrada visión cristiana de la realidad no nos lleva a huir del mundo, lo que equivaldría a una vuelta al actualestado de cosas y reduciría la fe a un ámbito privado y subjetivo, quitándole toda incidencia social eincluso política. Desde sus comienzos, el cristianismo ha comprendido la exigencia de estar en elmundo. Sin embargo, si queremos entender las «visiones» de Juan, deberemos sentir el anhelo decambio que llevan consigo; deberemos desear la revuelta contra el sistema, que regula nuestras vidas;deberemos desear no solo una vida nueva, sino, sobre todo, vivirla en un mundo nuevo. No en vano,una de las frases cruciales de este libro es esa en la que Dios, llegando al final de l drama, dice: «¡Mira,hago nuevas todas las cosas!» (Ap 21,5).

    Este cambio es inevitable. Está dándose ya y todos sus signos están ya en nuestro entorno, pero, paradarnos cuenta de ello, tendremos que abrir nuestro corazón a la posibilidad del cambio, deberemosestar de parte del Apocalipsis.

     El auténtico humus del Apocalipsis

    La mentalidad apocalíptica encuentra su humus ideal en un ambiente de insatisfacción con la culturadominante, en una crisis general de valores, pero puede expresarse sustancialmente de dos manerasdistintas: a través de una insurrección violenta o a través de una resistencia no armada  –  basada en una batalla interior  –  que nos posibilite conservar su propia identidad, iluminada y reforzada por la fe.

    Una inadecuada comprensión de la fuerza social de la fe ha llevado durante mucho tiempo ainfravalorar la capacidad que tienen los apocalipsis de generar una cultura alternativa. Hay hoy todauna escuela exegética que considera el género apocalíptico como una especie de degeneración de la profecía. En realidad, el profetismo pide una reforma del sistema; no lo rechaza en bloque, sino quereclama su adecuación. Los apocalipsis, en cambio, piden una revolución total. Para usar un lenguajeradical, el profetismo es reformista, mientras que el lenguaje apocalíptico es revolucionario.

    Para comprender mejor este aspecto social, acerquémonos a la evolución del movimiento apocalípticoen el ambiente de la revelación bíblica. Los primeros escritos apocalípticos del Antiguo Testamentollegan al primer Isaías, para quien Jerusalén, y en ella el templo de Dios, es el «punto omega» hacia elque está en camino toda la humanidad. Él ve en la historia una corriente secreta que la atraviesa y laorienta. Esta perspectiva sufrió, sin embargo, una seria crisis el año 587 antes de Cristo, cuando el

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    26/48

    26

    templo quedó destruido por los asedios de los babilonios y la misma Jerusalén resultó arrasada. ¿Cómo podían ser consideradas todavía verdaderas las promesas de Isaías, si ya no había un templo ni unaciudad santa a la que volver?

    Serán, sobre todo, tres hombres los que se harán cargo de la gran obra titánica de refundar la fe deIsrael: Jeremías, el segundo Isaías  –un profeta anónimo, cuya obra confluye en la del primero–   yEzequiel. En el segundo éxodo de Babilonia, estos profetas no solo ven un acontecimiento cósmico  – que hará referencia no únicamente a Israel y del que toda la tierra tendrá que alegrarse – , sino incluso alas fuerzas de la misma naturaleza.

    La anticipación profética de esta liberación será la fuerza que permitirá a Israel conservar su identidadde pueblo y le hará resistir a su homologación cultural en el exilio. No obstante, hay que decir que el pueblo no se libró con una insurrección: Israel fue liberado por una intervención externa, la invasión persa, que provocó la caída del Imperio babilonio.

    En el largo período oscuro del post-exilio, algunos profetas aislados, como por ejemplo el tercer Isaías –otro anónimo, que confluye también en la obra del mayor– , retoma la visión apocalíptica de Jerusaléncomo lugar cósmico de salvación y liberación para el mundo entero, al sostener al pueblo a través delas diversas opresiones que sufre. Se llega así al tiempo de los seléucidas, que es quizá el peor períodode la historia de Israel, pero que es también el tiempo de Daniel, el modelo más cercano del libro delApocalipsis, del que Juan recoge totalmente su lenguaje y sus metáforas.

    Durante el reinado de Antíoco Epifanes se produce la práctica abolición del yavismo con la destrucciónde la Torá. A esta opresión se oponen Matatías y sus hijos  – como cuentan los dos libros de losMacabeos – , que inician una guerrilla sanguinaria contra el opresor, y el profeta Daniel, que escoge uncamino totalmente alternativo y no violento. A través del artificio literario de   situar la acción de surelato en el tiempo babilónico, Daniel habla en su libro del presente. Sus visiones apocalípticas de loshechos denigran la guerra santa acometida por Matatías y los suyos. Será el «guerrillero divino», elarcángel Miguel, y no la r evuelta armada, el que defienda al pueblo. Daniel predica una resistenciacultural no violenta, dispuesta a llegar hasta el martirio con la esperanza de la intervención resolutoriade Dios.

    Preferir las visiones apocalípticas de Daniel a la intervención insurreccional de los Macabeos significaadoptar una resistencia activa y no violenta contra el mal, seguros de que Dios vencerá; es más, de queya ha vencido. En conclusión, podemos decir que la política inspirada por las visiones apocalípticas enel Antiguo Testamento es habitualmente una política no violenta, pues la idea central es que Diosmismo en persona se ocupará de su pueblo. No habrá necesidad de una resistencia armada activa, yaque la lucha interior será suficiente para mantener la propia identidad, incluso a costa del martirio, en lafiel esperanza de que Dios revelará su señorío sobre la historia.

    Podemos, pues, decir con certeza dos cosas. Primera, que el libro del Apocalipsis no es un caso aislado,sino el fruto maduro de una tradición  – de al menos seis siglos – , y, segunda, que todos los apocalipsis bíblicos, desde Isaías a Juan, describen la misma situación, es decir, la lucha del pueblo de Dios contrauna fuerza mundana y antidivina que se manifiesta cada vez en sujetos diferentes, pero a la que podemos denominar con el nombre genérico de «Imperio»10.

    10 Prigent, P., Apocalipse et Liturgie . Ed. Delachuax et Niestlé, Neuchâtel 1964, pp. 7-13.

  • 8/18/2019 1. La Apocalíptica - Texto Final

    27/48

    27

    De cuanto hemos dicho hasta ahora podemos deducir que la cultura apocalíptica tiene históricamentedos salidas posibles: una revolucionaria  – cuando los apocalípticos deciden intervenir en primera persona para acelerar el final del orden viejo–  y otra mística  – cuando se aplica una resistencia pasiva,dejando a Dios la función de gobernar la historia hacia su final inevitable– . No hay duda de que laúnica forma que puede asumir legítimamente un apocalipsis cristiano es la mística.

    Entiéndase bien la palabra «mística». Aquí no se emplea en el sentido vago y deteriorado que hatomado cuerpo en el lenguaje de las últimas décadas. El místico es el hombre que tiene los ojos abiertoshacia Dios. Es equiparable a un hombre capaz de hablar más de una lengua, capaz de pasar en unaconversación de una lengua a otra y de señalar aspectos que escapan a muchos. La palabra «místico»viene de misterio (griego: μυστήριο). El místico es aquel que sabe penetrar el misterio revelado y quecapta la realidad en su verdadero centro, sin quedarse en las apariencias. El místico se esfuerza porcambiarse a sí mismo en favor del cambio del mundo. El revolucionario, en cambio, lucha por cambiarel mundo ilusionándose con que también algún día cambiará él mismo.

    Decididamente, el libro del Apocalipsis es para los místicos. Nos pide un radical cambio de mentalidady no deja entrar en el juego al lector no dispuesto a ningu na discusión. En definitiva, es el relato de unaserie de visiones a través de las cuales Juan nos quiere hacer partícipes de su experiencia. No se puede, pues, entender solo con la racionalidad: «expertus potest credere».

    IVEquipo Bíbli co Verbo Divino  

    EL APOCALIPSIS:LA fuerza de los símbolos

    Presentación

    El libro del Apocalipsis es muy actual. Se lee en muchas iglesias, pero la mayoría de veces se lointerpreta mal. Son conocidas las interpretaciones fundamentalistas que lo leen al pie de la letra y creenque nos habla de monstruos, terremotos, del fin del mundo.

    Muchos jóvenes se dedican a la ―música satánica‖, a las ―misas negras‖ y a la interpretación arbitrariade los símbolos del Apocalipsis. Esto produce miedo a más de un ingenuo y con ello se traiciona lafinalidad del Apocalipsis, que es dar esperanza a los que sufren.

    El Apocalipsis es un libro que se puede transformar en una fuerza ambigua: puede servir para dar viday también para quitarla. Por eso, necesitamos tener una profunda experiencia de Jesucristo y hacer unalectura atenta para entender el Apocalipsis y