001 - xabier pikaza - bautismo del señor (blog) dom 13.01.2013

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4 Domingo del Tiempo Ordinario (A)

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Bautismo de Jess, verdadera NavidadXabier Pikaza IbarrondoDom 13.01.13.Blog (Archivado en Jess, Nuevo Testamento, Domingo, da de la Palabra, Cristologa)Domingo del Bautismo.

Pasamos de los evangelios de la infancia en Navidad (Jess nio de Beln), dando un gran salto, al Jess maduro del Jordn, recibiendo el bautismo de Juan, cuando tena ms de treinta aos.

En esa lnea me atrevo a decir que Jess fue una vocacin tarda o, quiz mejor, una vocacin progresiva, hecha de bsqueda, de encuentros, de rupturas y de nuevo encuentro.

No vio las cosas definitivas principio, sino que las fue viendo, en un proceso de maduracin, que es signo y presencia de Dios, y que se centra de algn modo en su bautismo.

La reflexin sobre el Bautismo de Jess, que la liturgia presenta como experiencia final de Navidad, puede ayudarnos a entender nuestra propia vocacin y tarea cristiana. Slo podemos comprender la experiencia de Jess (su identidad) en la medida en que nos adentremos en su experiencia y transformacin bautismal.

Entendido as, el Bautismo no es un rito aislado, ni una institucin social, sino una experiencia de transformacin y renacimiento personal, como la de Jess, de quien decimos que es Hijo de Dios porque se ha dejado transformar por Dios Padre. sta es la revelacin primera del evangelio cristiano: Una manifestacin de Dios (que se hace or, como palabra engendradora), una visin-audicin de Jess (que nace como hijo mesinico de Dios al escucharle).

Por eso, el Bautismo de Jess forma parte de su Navidad, de manera que podemos afirmar que l ha sido "constituido" hijo de Dios por su Bautismo, es decir, "naciendo plenamente de Dios", en su edad madura. As podemos decir que l "naci cuando tena en torno a treinta aos". Lo anterior ha sido un prlogo piadoso, un principio necesario... pero la historia verdadera de Jess para los evangelios comienza ahora.

ste es un tema del que ha discutido hasta la saciedad la teologa, partiendo de las intuiciones quiz desafortunadas, pero incisivas de Arrio, quien situ aqu la verdadera Navidad de Jess. Sin duda, Jess haba nacido de Dios por medio de la Virgen Mara y de Jos...; as lo hemos celebrado en la Navidad. Pero, en sentido radical, Jess slo ha nacido de Dios, hacindose plenamente humano y mesas, es decir, acogiendo la Palabra de Dios que le llama "Hijo", y respondiendo a esa palabra con su vida (en servicio mesinico).Las reflexiones que siguen nos ponen en el centro de la experiencia cristiana. Para ayudar a situarlas he querido escoger dos imgenes significativas:

1 imagen: Fantasa moderna, Jess en el agua de la vida... La filiacin divina de Jess aparece as como una experiencia de transcendimiento csmico y de penetracin en lo divino de la vida.

2 y 3 imagen: Mosico del baptisterio arriano de Ravena (entre el siglo V-VI dC), una de las joyas del arte cristiano. Jess aparece surgiendo como Hijo de Dios en el Bautismo, en una escena inquietante de transformacin humana (de filiacin divina), que debera explicarse con ms detalle.

Texto. Lucas 3, 15-16. 21-22

En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectacin, y todos se preguntaban si no sera Juan el Mesas; l tom la palabra y dijo a todos: "Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede ms que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. l os bautizar con Espritu Santo y fuego."

En un bautismo general, Jess tambin se bautiz. Y, mientras oraba, se abri el cielo, baj el Espritu Santo sobre l en forma de paloma, y vino una voz del cielo: "T eres mi Hijo, el amado, el predilecto."

Introduccin

Introduccin

Aqu no he querido evocar el hecho del Bautismo de Jess en cuanto tal, conforme a la visin de los evangelios de Marcos, Mateo o Lucas, sino slo poner de relieve aquello que pudo ser la experiencia de la vocacin de Jess, su encuentro bsico con Dios, encuentro que la tradicin cristiana ha vinculado a su bautismo.

Debi ser un momento de estado naciente. Jess era un hombre maduro: Lc 3, 23 afirma que tena unos treinta aos, edad ya avanzada en aquel tiempo. Haba recorrido muchos caminos, pero los ms significativos se hallaban an latentes y necesitaban expresarse a travs de una experiencia nueva, que le permitiera llegar hasta el fondo de s mismo, escuchando y acogiendo as la llamada de Dios.

La mayora de los historiadores y exegetas suponen que el bautismo en el Jordn, no fue un dato pasajero, sino un acontecimiento que marc la historia de su vida, trazando una ruptura respecto a lo anterior y permitiendo que asumiera hasta el final (y superara) el juicio del Bautista, definiendo su nueva opcin proftica y mesinica al servicio del Reino de Dios (retomando, de forma distinta, la tradicin de David). stos son algunos de rasgos que pueden ayudarnos a entender esa experiencia:

Momentos del Bautismo de Jess

1. El bautismo en el Jordn era una accin proftica nica de muerte-juicio (de paso)

que pona a cada bautizado a puerta de entrada de la tierra prometida. Era una experiencia de gran significado escatolgico: El mismo Juan, como profeta final, introduca al iniciado en las aguas del ro del lmite, ante la tierra prometida; por su parte, el que se bautizaba asuma la historia del pueblo de Israel, vinculada a la salida de Egipto con Moiss (paso del Mar Rojo) y a la entrada en la tierra prometida (paso del Jordn, con Josu).

Entendido as, el bautismo era una experiencia de juicio que expresaba y ratificaba la superacin del pecado de los hombres (que as moran a su vida anterior) y la nueva accin trasformadora de Dios, que les prometa la entrada en la tierra prometida. No conocemos la manera en que otros hombres y mujeres recibieron y entendieron el bautismo de Juan, pero todo nos permite suponer que Jess lo tom como momento clave de renacimiento: Dios le estaba hablando y haciendo nacer en el gesto del Bautista.

2. El bautismo de Jess fue una experiencia de iniciacin.

Juan Bautista le abri una puerta en el agua... y l entr. Jess se introduce por la puerta del agua que le abra su maestro y as, de su mano, vio cosas y escuch palabras: vio los cielos abiertos y escuch la voz de Dios que se presentaba como Padre (dicindole t eres mi Hijo!) y que le confiaba su tarea creadora y/o salvadora (ofrecindole su Espritu!).

Ciertamente, esa experiencia bautismal, que forma un momento clave en nuestros evangelios (cf. Mc 1, 9-11 par.), ha sido recreada desde la vida posterior de la Iglesia; quiz no se dio en momento, sino a lo largo de un proceso de maduracin anterior y posterior. Pero en el fondo de ella puede y debe haber existido un ncleo fiable, que anticipa la accin posterior de Jess, vinculada a la promesa del Hijo de David: Yo ser para l un padre y l ser para m un hijo (2 Sam 7, 14), tal como ha sido proclamada por Sal 2, 7: T eres mi hijo, yo hoy te he engendrado.

3. Experiencia de inversin, es decir, de cumplimiento proftico y revelacin mesinica.

Quiz buscaba una cosa y encontr una distinta. Busc a Juan Bautista, y se encontr ms all de Juan, ante el don y tarea del Reino. Sea como fuere, esa experiencia le sita ante un Dios que, conforme a la mejor tradicin israelita, acta a contrapelo de los hombres. Precisamente all donde, llegando hasta la meta de su mensaje apocalptico de juicio, Juan situaba a sus discpulos ante el final (juicio y destruccin), experimenta y descubre Jess un comienzo ms alto, la verdad de su misin, recuperando, de un modo ms hondo, su vocacin familiar davdica (de Hijo de Dios, iniciador del Reino).

No niega por eso la experiencia de Juan, sino todo lo contrario: sita y entiende esa experiencia proftica como impulso y llamada para su tarea mesinica. Es como si aquello que Juan anunciaba se hubiera cumplido, de tal forma que all donde todo ha terminado (nada se espera en lnea de juicio) puede comenzar ya todo, de un modo distinto, en lnea de vida y no de muerte. As lo ha debido ver Jess, en la experiencia bautismal, y en el tiempo posterior, mientras sigui formando parte del crculo de Juan Bautista, hasta separarse de l, no por rechazo de Juan, sino porque tuvo la certeza de que el buen camino de Juan haca empezado a dar sus frutos, de manera que era necesario proclamar el Reino.

4. Fue una experiencia de comienzo, un nuevo punto de partida.

Jess se arriesg, vino donde Juan, vivi y recibi a travs de l una experiencia superior de vida y de misin. No queremos decir que las cosas sucedieran exactamente como las dice el evangelio; adems, cada uno de los evangelistas cuenta la historia de un modo distinto. Nadie sabe ni podr saber ya nunca lo que pas en su mente, el da del bautismo, y los das posteriores, hasta separarse de Juan, pues no tenemos una autobiografa de Jess. Pero todos los hilos posteriores de su trama se entienden desde aqu. sta en la lnea que lleva del antiguo Elas, profeta del juicio (como Juan Bautista), al nuevo Elas, mensajero de la brisa suave y del nuevo comienzo (un Elas carismtico, que sana a los necesitados).

Slo en este segundo contexto (como profeta carismtico), Jess ha podido superar un tipo mesianismo davdico antiguo (vinculado quiz a la visin apocalptica del juicio de Juan), para descubrir el verdadero mesianismo, en lnea de gracia y de amor a los enfermos. Slo en este contexto, all donde se sabe que todo lo anterior se ha cumplido y terminado (ha muerto), puede hablarse de un nuevo comienzo, que empieza precisamente con la voz del Padre, que le dice t eres mi hijo, y con la brisa del Espritu (que le enva a realizar su obra). sta ha sido la gran crisis de Jess, una crisis mesinica, que los evangelios presentan como verdadero nacimiento humano de Jess.

5. Experiencia visionaria, vocacin filial.

No ha sido un proceso racional en plano objetivo, algo que puede demostrarse por medio de argumentos, sino un tipo de intuicin vital, que ha trasformado las coordenadas de su imaginacin y de su voluntad, de su forma de estar en el mundo y de su decisin de transformarlo. Es evidente que Jess ha visto, ha visualizado algo nuevo, en una lnea de experiencia interior, de encuentro con Dios como Padre, de enva a los dems. En ese sentido decimos que, teniendo un elemento visionario, el bautismo ha sido una vocacin, una llamada que Jess ha recibido y acogido en lo ms profundo de su ser.

No es imposible que, en este momento crucial, Jess haya escuchado la voz de Dios que le llama Hijo y haya descubierto la experiencia del Espritu, hacindole asumir su tarea davdica de Reino. Por eso ha cambiado de un modo radical, cuando ya era un hombre bien maduro El relato de Jess adolescente en el templo (Lc 2) nos permite imaginar de alguna forma lo que pudo ser la maduracin filial de Jess. Pero Mc 6, 3 le presenta como un trabajador, entre los trabajadores de su pueblo, un buscador de Dios, en la lnea de Juan Bautista Slo con el Bautismo comienza su misin nueva y verdadera.

En esa lnea podramos decir que Jess fue de vocacin tarda. Todo el transcurso posterior de su vida se entiende a partir de esta experiencia visionaria entendida de forma filial.

Conclusin

Los cinco elementos anteriores marcan, a mi juicio, el bautismo de Jess. Sabemos que en este campo resulta muy difcil trazar suposiciones de tipo psicolgico, pero a veces lo ms obvio y sencillo es lo ms verosmil.

Jess fue donde Juan cargado de experiencias y preguntas sociales a las que, en ese momento, l no saba responder. Pens quiz que por el bautismo poda introducirse de un modo personal en el camino del juicio, para dejar que fuera Dios quien resolviera los problemas. De esa forma se una a los pecadores de su pueblo, con su carga de trabajo y/o falta de trabajo, como tektn, artesano israelita, en una sociedad que se desintegraba.

Vena a bautizarse para asumir el proyecto de Juan, abandonando otros proyectos; vena quiz para decirle adis al Dios de las promesas fracasadas, como Elas sobre el Horeb (cf. 1 Rey 19).

Pero el Dios de su fe ms profunda, vinculada a su tradicin familiar mesinica, el Dios de sus deseos creadores, sali a su encuentro en el agua y en la brisa suave del Espritu, para engendrarle de nuevo como Hijo y confiarle su tarea ms honda.

Aquel fue el momento y lugar de su verdad, su verdadero nacimiento. Por eso, la Iglesia posterior ha seguido realizando el gesto del bautismo de Jess como expresin de la llamada que Dios dirige en amor a todos los hombres, hacindoles sus hijos y ofrecindoles su tarea creadora sobre el mundo.http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2013/01/10/p327554#more327554