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EXPERIENCIAS COTIDIANAS DE LA MISERICORDIA ENTRAÑABLE DE NUESTRO DIOS o

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EXPERIENCIAS COTIDIANAS DE LA MISERICORDIAENTRAÑABLE DE NUESTRO DIOS

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25 enero 2016

Me dirijo en el metro hacia la estación de los Nuevos ministerios para sacar el billete mensual del autobús para jubilados. Nada más entrar, una señora que estaba sentada, se levanta queriéndome dejar su asiento. Se lo agradezco con una sonrisa, pues la sonrisa es siempre embajadora de humanidad, y le digo: ¡No, por favor! bajo en la siguiente parada. Mirándome con complacencia me dice: Hacía tiempo que no veía sonreír en el metro y viajo todos los días. Cuando me voy a bajar, le pregunto por el nombre y me dice que se llama Filomena. Filomena, le digo, que Dios le bendiga. Se emociona y me dice: ¡Tenemos todos tanta necesidad de la bendición de Dios! Le hago una caricia en la cara, porque se prestaba por su talante acogedor, y mirándole le digo: Hoy rezaré especialmente por Vd., a lo que ella contesta: me ha hecho feliz hermana. Hoy he rezado en vísperas por Filomena, y le he dado gracias a Dios porque a través de ella experimenté su misericordia infinita. 26 enero 2016

He llamado por teléfono a una hermana de la Consolación que le operaron del corazón en el mes de diciembre para interesarme cómo se encontraba. Cuando descuelga el teléfono me dice: ¿eres tú? Le contesto: sí, soy yo. Quizás te sorprenda mi llamada, pero mientras estuviste en la UCI yo llamé diariamente para saber cómo estabas y para mandarte mis plegarias a través de tus hermanas. Y también me afecto agradecido, porque los afectos también curan. Lo sé, me lo decían. Veo que estás muy bien, le comento. Sí, ciertamente el Señor ha estado grande conmigo y estoy alegre. Su misericordia me ha sostenido en la lucha por la vida. Ahora, le digo, tienes que cuidarte y, poco a poco, ir recobrando las fuerzas y la energía vital. Mi vida, comenta, ya está en las manos de Dios para siempre, que se haga su voluntad. Esta ha sido mi oración constante: ¡Señor, que se haga tu voluntad!A través de estas palabras he comprendido mejor que la misericordia de Dios cura, salva y nos sostiene en la vida.27 enero 2016

Hoy he ido a visitar a nuestras hermanas ancianas. También yo me considero anciana como ellas, pero, sin pensármelo dos veces, me he acercado a esta fuente de fidelidad del amor de Dios que son todas nuestras hermanas de la cuarta edad. Las he saludado a todas con inmenso cariño y agradecimiento por lo que son y significan en la Iglesia y para la Congregación. Como el árbol plantado al borde de las aguas, ellas permanecen en pie manteniendo el torrente de gracia y esperanza de nuestra vida.He hablado particularmente con dos. Una de ellas atormentada por una enfermedad psicológica que le lleva a pensar que todo el mundo habla de ella, y eso no le gusta. En su corazón ama intensamente a las hermanas que con ella comparten la vida, y por eso, en cada segundo de su existencia

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desea y tiene la necesidad de pedir perdón por esto que le pasa. Y llora. He tratado de recoger sus lágrimas en mi odre de amor, como Dios hace conmigo, y le he tratado con toda la ternura de que he sido capaz para darle a su alma un poco de sosiego y de paz. Creo que algo he conseguido, pero será poco y por poco tiempo, porque esta enfermedad no se le va a curar. Lo más bello de su historia es que las hermanas de la comunidad le quieren, la comprenden, la acogen con infinita comprensión y le ayudan a superar su pequeño o gran problema.Con la otra hermana que he hablado es una “gran mística”. Con mucha sencillez y su corazón encendido en el amor de Dios, me ha dicho que, en medio del silencio, de la soledad tantas veces y muchas en el desierto de la fe, ella experimenta que no se movería del sitio cuando está delante del Señor y que todo su deseo en este mundo, así como su actitud interior de entrega y de amor, le lleva a querer cumplir en todo la voluntad de Dios y a vivir abandonada completamente en su amor. Desde su más temprana juventud sintió en la hondura de su ser que “Dios era para ella Padre misericordioso y fiel” y, desde ese instante, la búsqueda de Dios y de su amor ha sido el motor y el móvil de su vida. Cuando he salido de hablar con ella mi alma estaba iluminada por la gracia. Su presencia ha sido presencia del Totalmente otro en el corazón de una persona profundamente sencilla y hondamente creyente. Ojala que Dios le conceda lo que pide su corazón y que siga derramando su misericordia.28 enero 2016

No me gusta el teléfono. Todo el mundo que me conoce lo sabe. Pero hoy descolgué el auricular para llamar a una amiga de juventud que cumplía años. Celebrar con ella el don de la vida es volver a recordar aquellos años de juventud en los que ambas estábamos en búsqueda. Ella tiene una risa contagiosa. Es alegre por naturaleza. Y al felicitarla me ha dicho: ¡Menos mal de que te acuerdas de que vivo en Madrid! Casi le contesto lo mismo. Porque a veces parece que soy yo la que tengo que cargar en mis frágiles hombros las historias de todos los samaritanos que han pasado por mi vida. Y así debe ser, desde luego. Pero también yo necesito que me recuerden, que me quieran y que alguien descuelgue el teléfono para interesarse por mí y para regalarme las palabras de misericordia que encierra la vida y el corazón de las personas. Después de este servicio que tuve en la Congregación, he llegado a comprender que una tiene que ser madre, tener entrañas, pero también necesita ser hija para seguir viviendo desde las entrañas misericordiosas de los demás. Mi amiga, después de todo, es una persona que se interesa mucho por mí y que me ama más allá de lo que ella puede esperar de mí y de lo que yo le puedo dar. 29 enero 2016

Hoy me tropecé, a la entrada de la Fenac, con una chica que pedía limosna. Estaba sentada en el suelo, con su mirada perdida, un perrito en su regazo y no pedía nada. Le miré con cariño y le pregunte ¿tienes frío? porque realmente lo hacía. No, me contesto, no tengo frío. Me contesto: él, dirigiéndose a su perro con infinita ternura, es la calefacción de mi vida. No eres de aquí, le dije. No, soy rumana, contestó ella. Siento que hayas venido

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de tan lejos a pasar tanto frío. Hace más en mi país, me dijo con la mirada perdida. Le dejé unas monedas y me marché. Sentí su frío en mi alma. 30 enero 2016

En este día, como en tantos días, he tratado de superar la tentación de pensar que cuanto más bien he hecho a las personas, más distantes y lejanas están de mí y más duras son conmigo. Son experiencias cotidianas de dolor y de pérdida. Ante esta realidad, a veces cruel de la vida, yo me he propuesto devolver siempre bien por mal. Devolver bondad, misericordia, comprensión, cercanía y disculpa. Le he pedido al Señor insistentemente, muchas veces, que haga vulnerable mi corazón a la ternura con todos, especialmente con aquellos que peor me tratan.31 enero 2016

Hoy he recibido la visita de unas hermanas que me han entregado, sin reservas, lo que hay en sus corazones. Hoy he tocado con mano y con corazón agradecido la confianza de estas personas, que no merezco, pero que estaba llena de gratitud y de fidelidad a mi humilde persona. He podido recoger, a través de sus palabras sencillas, humildes y llenas de fe en la vida, y de esperanza, la fuerza del carisma vivido con entrega, servicio, disponibilidad, sabiduría y buen hacer. Estas hermanas pasarán a la historia de la Congregación por su capacidad de olvidarse de sí mismas para buscar la realización del carisma y de las personas que se les han confiado. Agradezco a Dios la existencia de hermanas como estas que, pensando globalmente en la Congregación, no miden ni horas, ni trabajo, ni servicio desinteresado y alegre buscando el bien mayor de nuestra familia religiosa. Sabiendo, además, que son contestadas fuertemente por sus decisiones. Pero ellas saben que en la medida en que se dan y buscan el reinado de Dios y su justicia, tiene sentido su vida. Son hermanas que revelan que por el Reino merece la pena entregar la vida, y que dedicarse a vivir la misión de la Congregación, que es cumplir todas las obras de misericordia espirituales y corporales en la persona de los pobres, las realiza como personas y como consagradas.1 febrero 2016

He entrado en internet buscando información sobre la muestra la “melancolía en arte” que ha tenido lugar en la ciudad de Valencia. La información que he recabado se configura mucho con mi vida. Así lo he sentido y por ello le he dado gracias a Dios. La melancolía es una gracia creativa en quien la posee. Es una mezcla de pasión, bondad, mansedumbre y misericordia. Las personas que representan esta corriente son creativas y muy sensible al “hecho humano”, son personas dotadas de humanidad. Le doy gracias a Dios porque la humanidad es la mejor embajadora de la misericordia en el mundo. 2 febrero 2016

Me he acercado en este día al Hospital de la Princesa para que mirasen la vista, porque he sufrido súbitamente, un dolor fuerte y veo una mancha. He

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sentido, lógicamente, la preocupación consiguiente. Me he encontrado con dos experiencias:

- En admisión, con una doctora seca, dura, distante, nada atenta al paciente

- En la consulta de oftalmología, una persona llena de humanidad, ternura, cercanía, palabra, comprensión, diálogo atención humana.

Las dos personas han quedado en mi corazón: una para pedir la humanidad para ella, la otra, para darle infinitas gracias a Dios porque me ha acercado su comprensión, su ternura y su misericordia. Su humanidad. Las dos experiencias me han hecho elegir entre dos tipos de actitud para poder asemejarme, lo más posible, a lo que Dios Padre es para las personas: Acogida y cercanía.Por la tarde, he visto con mis hermanas la misa del Vaticano, con la que se cerraba la celebración del año de la vida consagrada. Un año, sin duda, celebrado en el amor de Dios y en el amor a todas las personas a las que religiosas y religiosos servimos el Evangelio de la caridad y del amor de Dios cada día. Un año que, como ha dicho el Papa, desemboca hoy, en el torrente de la misericordia de Dios para celebrarla con gozo en este próximo año.

3 febrero 2016

Celebramos en este día a San Blas, según dicen, patrón de las enfermedades de la garganta. Este día es el santo de mi amigo Blas, un amigo entrañable, que en mi temprana juventud me puso en el camino de Jesús, en el camino de la poesía desgarrada y en el camino de los grandes escritores europeos. La cultura que tengo, en parte, se la debo a él. Pero lo que quería decir es que le llamé por teléfono para felicitarle. Blas es tremendamente vulnerable a la bondad y a la misericordia. Toda su persona, no digamos su corazón, se inclinan siempre hacia los demás para expresar el grande amor de Dios por las personas. Hablar con él es entrar en ese gran torrente de la bondad de Dios que acoge a las personas como son entregándoles las delicias de su grande amor. Blas es una persona cálida, respetuosa, de palabras afables y amables, de trato delicado y simple, de grande corazón y liberalidad. Hoy, al hablar con él, sentí que la misericordia de Dios me envolvía. En su recuerdo de aquellos años me ha devuelto lo mejor de mi persona, que habita en la suya como uno de los regalos que Dios le hizo en su vida. Le he dado gracias al Señor por él y por su vida, tan testimonial y tan evangélica. Es el Director del Museo Oriental de Valladolid.

4 febrero 2016

Paseando por la calle Velázquez me he encontrado con el hermano Antonio, misionero de la Consolata. Se le han iluminado los ojos al verme. Fue tan bueno el encuentro, me dice. Fue bueno porque vosotros sois buenos, le contesto. No, fue muy bueno, de verdad. No me gustaría morirme sin que

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Vd. nos diera un retiro –tiene 91 años-. Yo no me dedico a eso, le contesto. No importa. Lo puede hacer, me contesta él. Yo experimenté como nunca, en el encuentro que Vd. nos dio, qué es la misericordia de Dios y cómo la misericordia de Dios ha sido el hilo conductor de mi vida. Se le iluminaban sus ojos cuando hablaba. Al despedirse me dice: esta tarde en su belleza, vea que cielo azul más hermoso, es más bella para mí porque la he encontrado en su sonrisa ¡Qué tierno el hermano Antonio! Una delicia de persona. Ya le he dicho: Venga a verme, hablaremos de Dios y de tantas cosas. Lo ha prometido, pero no lo hará, porque es muy respetuoso.

5 febrero 2016

Hoy recibí un gesto de ternura de una hermana de la Congregación. Me envió unas sábanas térmicas para la cama. Esta hermana me conoce bien porque ha vivido conmigo, y sabe que soy muy friolera. Ha visto todos los días en la televisión que en Madrid hace mucho frío y no se le ha ocurrido otra cosa que tener conmigo este gesto para evitar que pase frío. Al principio me enfadé un poco, la verdad. Porque no me gusta que se ocupen de mí ni que me tengan mucho en cuenta. Al final comprendí que esto era autosuficiencia por mi parte y un poco de soberbia. Decidí acoger con corazón agradecido el gesto sacramental de la hermana y le llamé por teléfono, lo más cariñosa que pude, para darle las gracias. Sin duda, por su parte, fue un gesto bellísimo de cariño y de misericordia. Gracias, desde el hondón del alma, le dije. Y ella, que es muy vulnerable a los gestos de afecto y a palabras amables, me dijo: Gracias por acordarse de mí y por quererme. Me emocionó, la verdad, porque sin duda, se acuerda ella más de mí que yo de ella. Estos gestos alargan nuestra fraternidad y la sitúan en las fronteras de la humanidad que el P. Fundador soñó para nosotras.6 febrero 2016

Cuando llegué a mi cuarto me encontré con un paquete enorme encima del sillón. No tenía ni idea de dónde podría venir ni quién era la persona que me lo enviaba. Sin duda, era para mí. MI nombre estaba escrito con letras bien grandes y visibles. Al abrirlo tuve una grata sorpresa. Decía la nota que lo acompañaba: viendo todos los días el tiempo en televisión veo que hace mucho frío en Madrid. Te mando estas sábanas térmicas para que no pases frío por la noche, porque tú eres muy friolera. Un abrazo y mi cariño…La hermana que envió el paquete ha tenido siempre muchísimos detalles conmigo, siempre inmerecidos. Pero este me llegó al alma. No cabe duda de que la misericordia de Dios se me regaló en este día a través de esta querida hermana que para mí ha sido la bondad en persona. Desde estas letras le quiero decir que nunca olvidaré ni uno solo de sus gestos y que todos los he convertido en plegaria y en acción de gracias por la infinita ternura que rezuma su corazón.7 febrero 2016

Cuántas gracias le tengo que dar a Dios por los regalos que me hace cada día en su Palabra. Hoy terminé de hacer la lectura-meditación-oración de la carta de Santiago. Lo que ha gozado y sentido mi corazón no se puede

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expresar con palabras. Un gozo profundo, hondo, alegre, transfigurado, lleno de gratitud hacia la hermana que me ha desvelado los secretos que encierra esta carta. Nosotras le dimos acogida en Roma, siendo de otra Congregación, para que estudiara Biblia. De muchas maneras nos ha dado las gracias por su estancia, pero su libro ha sido la confirmación de que la misericordia de Dios ha hecho fecunda su vida. Espero tener, después de leer este libro, una fe que se afiance en la comunidad y la sabiduría del corazón para poder construir relaciones según la ley del Reino, que es la de la libertad. Deseo controlar mis palabras para no herir a nadie y bendecir siempre, como me ha enseñado la carta. Y, sobre todo, no hacer acepción de personas, preocupándome siempre por los más pobres y pequeños. Pido no pactar con la sabiduría del mundo, sino con la sabiduría de Dios. Esto será también para mí un camino de misericordia y compasión. 8 febrero 2016

Caminando por la calle me he encontrado, en la puerta de la cínica de San Francisco a una señora que sentada en el suelo pedía limosna. Mi corazón se ha conmovido hasta las entrañas ¡hacía tanto frío! Estaba envuelta en una manta. Sin pensarlo dos veces, aunque estaba muy sucia, le he acariciado la cara y le he preguntado ¿Tiene mucho frío? ¿Le traigo algo caliente? Pensé comprarlo en la clínica. Al decirme que no, le he echado el dinero en el pequeño vasito de plástico que sostenían sus manos llenas de callos y negras.Yo he subido enseguida al autobús, pero al dejarla a ella allí sentada, soportando el peso de la vida y del frío, he sentido el privilegio de mi vida. Señor, si me quejo de algo, no tengo perdón. Ella ha hecho el voto de pobreza y no yo. Su mirada hacia mí ha sido de súplica, de una profunda admiración por algo, de acogida. Una mirada iluminada por su pobreza, pero, sin duda, por su humanidad. He aprendido de ella a mirar la vida con la gratitud de lo que tengo, sin esperar más allá de lo que mis deseos esperan. 9 febrero 2016

Me he dirigido esta mañana a la Casa provincial del Madrid para sacar unas copias en la impresora de esa comunidad para unas pequeñas charlas que tengo que dar a los profesores. No tengo palabras para agradecer a la Superiora provincial y a la Administradora la acogida tan cálida, tan atenta, tan deferente y tan fraterna que me dan siempre que me acerco para pedirles algún favor, también un privilegio en mi vida. El diálogo con ellas es fluido, lleno de entusiasmo por la vida de la Congregación y por el mismo futuro de la vida religiosa en nuestras realidades. Son hermanas que viven intensamente la Congregación y que se entregan. Gracias sería poco para decirles que me siento bien entre ellas y que aprendo un montón de lo que viven y esperan.He hecho las copias, por las que nunca me piden nada, y luego la Superiora provincial con una hermana me ha acercado a casa porque hacía un frío terrible y mucho aire ¡Cómo calienta el corazón la fraternidad de hermanas

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cuando éstas expresan la bondad de Dios! La fraternidad es uno de los suelos más bellos de la misericordia divina.10 febrero 2016

El día 10 de febrero, desde hace unos años, es un día triste para mí. Este día del año 2009 supe que mi madre no sobreviviría de la enfermedad que había contraído. Recuerdo que, hasta que llegó el médico, -yo estaba sola con ella en casa-, le cogí la mano con fuerza y le dije al corazón cuanto le quería, cuánto le agradecía la vida que me había regalado y todo lo que había hecho por mí. El amor de mi madre ha sido un amor lo más parecido al amor de Dios: fiel, gratuito, generoso, desinteresado, confiable, lleno de buenas noticias, amoroso, cuidadoso de mi persona. Un amor protector, liberador, lleno de hogar, de brasas siempre encendidas… Un amor de corazón, de un corazón que supo darlo todo por sus hijos. Mi madre me ocultaba todo aquello que me pudiera hacer sufrir y, en todo momento, me repetía: hija mía, ¡cuánto te quiero! Te he querido siempre, solía decirme. Y añadía: y quiero que siempre seas feliz. Incluso cuando murió, los primeros días, la sentía dentro de mi corazón repitiéndome quedamente: Sé feliz, hija mía. Yo estoy con el Señor y soy feliz…¡Sé feliz también tú!

Toda una vida no sería suficiente para agradecer a Dios la madre que me regaló, ni tampoco sería suficiente para agradecerle a ella tanta ternura, tanta bondad y tanto amor. Creo que mi madre fue el regalo más grande que yo he recibido de la misericordia del Señor. Hoy ella descansa en esta misericordia y sé que está permanentemente abrazada al amor de Dios. Dios la tiene pegada a su pecho encendido de amor, eternamente fiel.11 febrero 2016

Hoy me llamó una hermana para decirme que echaba en falta mis palabras sencillas, que tanto le ayudaron, dijo, a vivir unida a Jesús y a buscarlo como el gran amor de su vida. He agradecido estas palabras llenas de afecto que, sin duda, provenían de un corazón agradecido, vulnerable a la misericordia y a la ternura de Dios. Un día leí que la palabra es expresión de nuestro ser personal y de nuestra condición espiritual. Sin duda, para esta hermana, mis palabras fueron expresión de mi ser más original y de mi amor por el Señor y por la Congregación. Esta acción de misericordia ha llenado mi corazón de gozo. Nada me preocupa tanto en este mundo como dar a conocer, a través de mi pobreza, al gran amor de mi vida, que es Jesús, rostro misericordioso del Padre.12 febrero 2016

Hoy he viajado a Murcia. Mi hermana me esperaba en la estación. Le he dado gracias a Dios por haber llegado sana y salva, porque hemos viajado con la máquina estropeada casi desde Madrid. He puesto una demanda. No me gusta hacer estas cosas, pero lo he hecho, no por mí, sino porque estos medios se deben cuidar por el bien de todos. El Señor que me la ha recibido ha sido muy amable y con mucha serenidad me ha dicho: ha hecho bien, hermana, porque ¿quién le dice que no hubiera podido pasar cualquier percance? Le he agradecido su amabilidad y sus palabras.

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Pienso que la gente que está de cara al público tiene la responsabilidad de recibir y tratar con delicadeza, educación y comprensión a la gente. Esto también es mirar con misericordia la vida y las personas. A mi hermana le he agradecido su paciencia y todo lo que me ha preparado para que estos días que iba a pasar con ella fuera feliz.13 febrero 2016

He recordado en este día dos personas que en mi vida fueron muy significativas y que me revelaron el amor de Dios a raudales: mi abuela María y mi tío Jesús. Los dos murieron el mismo día, aunque con diferencia de años.Mi abuela fue una mujer sufrida, muy sufrida, siempre triste porque yo ya la conocí muy enferma, pero llena de bondad, que me acogía en su casa como si fuera la mía. Cuando mi madre me mandaba al pueblo porque me sentaba muy bien el clima, ella hacía de madre amorosa, tierna, acogedora y muy delicada. Era alta y delgada, llena de dolor, pero llena de vida. Su grande preocupación era que, estando allí, no me pasara nada. Su cuidado estaba siempre lleno de preocupación amorosa.Y mi tío Jesús, no fue un tío directo, estaba casado con una hermana de mi padre. Pero fue tan bueno conmigo, con nosotras, con mi hermana y conmigo cuando estábamos en el orfanato, que nunca olvidaré ni uno solo de sus gestos de cariño y de ternura. Si mucho quería a sus hijos, mucho nos quería a nosotras. Fue un tío lleno de generosidad, paciencia y misericordia también ¡con qué amor nos venía a recoger al colegio para que fuéramos a su casa! Todo lo que tenía era nuestro, y para nosotras.Que Dios tenga a estas dos maravillosas personas, mi abuela y mi tío, en su gloria, en el hondón más sublime de sus misericordias.14 febrero 2016

Un pobre estaba sentado a la entrada de un comercio. Al pasar, me ha mirado con tanta ternura, que cuando me disponía a pasar de largo, me he vuelto, lo he mirado también con ternura y le he dicho: Gracias. Se ha sorprendido y me ha preguntado: ¿Por qué gracias? Y mi respuesta ha sido espontánea y llena de luz: He visto algo especial en tu mirada. ¿Sabe? me ha dicho: Yo también amo a Jesús como Vd. soy cristiano, de Albania, y me he alegrado de ver a una religiosa. En mi país no hay muchas, pero todas son buenas. Le he echado unas monedas, pero me lo hubiera llevado conmigo a comer a casa. Los pobres y su pobreza, siembran en mí humanidad y eternidad. Y he agradecido el reconocimiento de un pobre a la “religiosa”. Nuestra vida, aunque solo sea exteriormente, aún le dice algo a la gente. Y sé que es así porque muchas veces me ha ocurrido en el metro de Madrid que la gente se levanta con mucha delicadeza para ofrecerme el sitio. Por supuesto, nunca me siento, pero esto me da oportunidad para decirles a estas personas muchas gracias por su delicadeza y educación. Y, por supuesto, les despido con estas palabras que tanto dicen a mi corazón: Que Dios le bendiga, a Vd y a su familia.

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15 febrero 2016

Hoy tengo que agradecer a Dios una gracia muy especial. Nos hemos acercado mi hermana y yo a la catedral de Murcia para pasar la puerta de la misericordia. Teníamos esa intención de ganar allí también el jubileo. De hacernos peregrinas del amor de Dios en esta bellísima catedral de Murcia. Y el Señor nos ha bendecido. Hemos participado en el jubileo del año de la misericordia de los sacerdotes. Hemos asistido a una misa concelebrada por el Sr. Nuncio de su Santidad en España, Mons. Renzo Fratini, el Obispo de la Diócesis, Mons. José Manuel Lorca Planes y 500 sacerdotes de toda la Diócesis ¡Cuánto he disfrutado, Dios mío! He sentido sobre mí como una lluvia de misericordia. La música, bellísima, el sentido de la plegaria, el fervor de los sacerdotes, las palabras de la homilía, la renovación del celibato de los allí asistentes, el marco del altar mayor de la catedral, la recepción de la Eucaristía… He sentido a Dios misericordia en mí, fuera de mí, a mi alrededor. Un manantial de gracia y de misericordia ha inundado mi corazón. Al final, Dios, como siempre, ha roto todos los esquemas. El Sr. Nuncio ha invitado a los celebrantes a ponerse bajo la protección de María… Y la Virgen era una talla de Ntra. Sra. de las Mercedes, bellísima, acogiendo bajo su manto a multitud de cautivos. Me he emocionado hasta las lágrimas. Y es que los torrentes de la misericordia del Señor elevan las almas hasta el éxtasis de su presencia. A la salida de la catedral, con gran fervor, mi hermana y yo hemos besado la puerta santa y hemos dejado en ese beso toda nuestra capacidad de agradecimiento al Dios que hace bien todas las cosas.16 febrero 2016

En este día me he vuelto de nuevo a Madrid. Y confieso que en el tren he tenido que practicar la misericordia del Señor con una jovencita “muy poseída” a la que no le ha agradado mucho mi presencia. Al final, hemos terminado casi amigas.¿Quieres? Le he ofrecido unos caramelos. No, gracias, no como caramelos. Cuando ha tenido que ir al servicio, me ha dicho: ¿Me guarda, por favor, esta bolsa? Sí, le he respondido. No te preocupes. Yo la guardo. Casi al llegar a Madrid me pregunta ¿Es Vd. musulmana? No, le he dicho, soy religiosa católica. Ah, sí, ha respondido. He oído hablar que existían estas personas, pero la verdad, nunca las había visto. ¿A qué te dedicas? me pregunta. Le digo: Ahora estoy jubilada de una profesión que casi no he ejercido porque he estado dedicada a labores internas de la Congregación. Ahora rezo, escribo alguna cosa, me dedico a acoger a hermanas que pasan por nuestra casa y hago labores domésticas. ¿Y así es tu vida todos los días? Sí, así es. Hemos llegado a Madrid y no me ha dado tiempo de decirle nada más. ¿Sabes? Me dice, me voy interesar un poco por vuestra vida, no por nada, sino por conocerla. Hasta ahora no conocía su existencia. Y se ha despedido con un beso y un gracias. Ojalá que el Señor le haya enseñado a ella que no todos los seres humanos tienen una grandísima

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dignidad, cualquiera que sea su apariencia. Y la dignidad del ser humano pasa siempre por la experiencia de la misericordia.17 febrero 2016

Hoy hubiera cumplido años mi madrina, la tía Constancia, que casi nadie ya recuerda porque hace años que se fue a la casa del Padre ¡qué buena era! Su sonrisa era la misma fuente de la misericordia de Dios. Solamente pronunciaba palabras que bendecían. Era alegre, bondadosa, llena de vida y presumida. Muy guapa y presumida. Que desde el seno del Padre me envíe semillas de la misericordia de Dios. Recordar es una bella forma de agradecer, y a ella le recuerdo agradeciendo su presencia en mi vida. 18 febrero 2016

Existió un maestro de la música que tenía la virtud de transportarnos en las notas que escribía hasta el mismo seno de Dios. Su música era celestial, divina, eterna y también humana. Su memoria es un oasis de bendiciones para mí. Creo que fue una de las personas que más me ha querido y valorado, que más se ha acercado a mi vida de puntillas y agradecido mi amistad. Fue el P. Antonio Martorell, hoy, de gratísima memoria. Era tan grande su altura humana y espiritual que siempre engrandecía a las personas que tenía en frente. A mí me elevó siempre por encima de toda sabiduría humana. Me solía decir que mi talla de mujer y de discípula era un regalo para la historia del siglo XX. No conocía él mi grandísima pobreza. 19 febrero 2016

La emoción de recibir la Palabra de Dios en el corazón ha tenido en mí hoy una resonancia especial.Eterna es tu misericordia. Eterno es tu amor. Estas palabras han caído en el suelo abrupto de mi alma como una bendición y me han dispuesto a vivir el día de retiro en la presente intimidad del deseo. Un deseo que solamente se apaga cuando te siento en lo más profundo de mi corazón y de mi ser original. El día de retiro es el día en el que, con mayor fuerza y también con más entusiasmo, te busco en lo más profundo de mí. En ese hogar de amor donde los dos tenemos nuestra morada ¡Gracias, Señor!

20 febrero 2016Una buena amiga, de la que admiro su transparencia y lealtad, me ha dicho hoy como me ha repetido tantas veces a lo largo de la vida: Gracias por ser como eres. Estas palabras que, en sí no tienen mucha importancia, confirman mi identidad original. Y es que la amistad es una relación que nos devuelve siempre la mejor imagen de ese yo que participa de la bondad eterna de Dios y de su gran misericordia. Cuando los amigos nos reconocen “buenos”, porque el amor de amistad no engaña ni puede engañar, es porque realmente algo o mucho de bondad hay en nosotros. Gracias, Señor, por haberme creado y vestido con un traje de bondad entrañable para todos. De hecho, mi vida se resumiría en una sola frase: Devolveré siempre bien por mal. Sin duda, porque tu bondad existe en mí como un torrente de gracia.

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21 febrero 2016Hoy me he levantado con las nubes por debajo de mi mirada sobre el mundo, las personas y las cosas.Todo lo he visto oscuro al amanecer. Una sensación rara, porque habitualmente los amaneceres son para mí como torrentes de luz que me abren a la vida. Bueno, ¡siempre hay días así! Días en los que parece que la vida no tiene mucho sentido y en los que da la sensación de que la existencia no tiene horizontes. Forman partes de las “noches oscuras del alma” que nos introducen, sin buscarlo ni quererlo, en certezas profundas de que “solamente Dios, con su amor y misericordia, bastan”. Yo no soy santa, pero parece ser que esto es lo que han experimentado los santos. Me llenaban hoy de gozo, a pesar de todo, las palabras de Agustín de Ipona: No me busques fuera de ti, estoy en lo más profundo de ti mismo. ¡Cuánta misericordia la de Dios, que tiene la capacidad de salir hasta el encuentro de nuestros estados de ánimo!

22 febrero 2016He leído una frase del Papa Francisco que merece ser puesta en un marco para que no se nos olvide nunca la gran misericordia de Dios, dice así: “La misericordia de Dios acaricia hasta las heridas de nuestros pecados”. Más no se puede decir del grande amor de Dios, del grande amor que el Señor nos ha tenido y nos tiene. Que su amor fiel, superior a toda herida y todo dolor, a todo pecado y situación de necesidad, nos envuelva en un halo de restauración y liberación interior.

23 febrero 2016

He leído hoy una frase que me ha otorgado una honda felicidad: “La belleza educará el mundo”. Es una frase del Papa Benedicto XVI, tan amado por mí, pronunciada dentro de un discurso sobre la belleza. También yo estoy convencida de esto, que la belleza educará el mundo. Cuando el ser humano, en su bondad más original se sitúe en las laderas mismas de la belleza, como camino existencial de vida, vivirá su ser personal, la realidad del cosmos y del mundo y todas las realidades desde la misma belleza de Dios. El mejor aprendizaje de la vida, del ethos humano, social, eclesial y trascendente, se realiza de manos de la belleza.24 febrero 2016

Hoy estuve con los equipos directivos de nuestros colegios compartiendo con ellos el sentido de la misericordia y la misión que como mercedarios de la caridad tenemos de ser discípulos y continuadores del misericordioso, que es Jesús. Les agradezco la gran misericordia con la que han acogido mi persona, sin conocerla, y lo que me han hecho disfrutar con sus inquietudes y sus propuestas educativas. Tenemos, en nuestros centros, gente realmente buena, humana y con deseos de educar al hombre y mujer del futuro desde la experiencia profunda del Dios misericordioso y fiel, humanado, y que ha entregado su vida por amor a todos.

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Ha sido un día lleno de ROSTROS con sed de misericordia y de consolación en la difícil tarea cotidiana de la educación.25 febrero 2016

Cuánto disfruta mi alma con la lectura, la profundización y oración del salmo 1. Soy como un árbol plantado en la corriente de las aguas de la misericordia de Dios. La misericordia de Dios besa mis raíces, mis hojas, mis tallos… haciendo que mi árbol de frutos de amor, de vida eterna, de transcendencia en el amor, de sabiduría compartida con el Viviente y con el eterno existente. Esta imagen de la escritura me llena de tal manera por dentro y me recrea de tal modo que siempre que la cojo entre mis manos siento como si mi ser original renaciera a una vida llena y plena de gracia y de virtud ¡Gracias, Dios mío, por estas semillas de eternidad que me elevan, a veces, de esta realidad tan dura en la que en ocasiones me encuentro!26 febrero 2016

Hoy he visto un rostro luminoso. He contemplado unos ojos luminosos. He podido, tocar, incluso, un rostro luminoso. Era el rostro de un niño. Este rostro me ha sugerido lo más parecido a la entrada en el paraíso: ventana abierta a la luz, a la luminosidad más absoluta, a la claridad más original, a la dulzura más llena de amor y de vida. Me he quedado mirando el rostro de este niño pintado de un rosa pálido, perfilado con una línea luminosa de calidez y de esperanza, sonriente a todo lo que le circundaba, escrutador con la mirada que regalaba a todos los que estábamos a su alrededor. Sin quererlo él se ha hecho el protagonista de unos momentos de mi jornada, los ha llenado de luz y les ha entregado la misericordia con que Dios mira a todas sus criaturas.27 febrero 2016

Quiero recordar la mirada llena de ternura con la que Sonia, profesora del colegio de Madrid, me dijo el otro día: Voy a adoptar una niña…y quiero que Vd. rece por ella. Me han impactado sus ojos llenos de lágrimas, pues ella perdió una niña hace tres años. Me ha parecido una mujer tocada por la gracia, por la ternura y por la misericordia de Dios. No tengo la menor duda que será la mejor madre del mundo para la niña que dentro de poco tendrá en su regazo ¡Hay mucha gente buena por el mundo! Gente estupenda que se conmueve por los otros seres humanos, hermanos de todos. Voy a rezar intensamente por ella.28 febrero 2016

Dicen que el “pasado íntimo” es el que da forma a las personas. Y creo que es así. Me siento vestida por dentro de una determinada manera porque ese vestido está tejido por todas las experiencias vividas a lo largo y ancho de la vida. Y puedo reconocer, con verdad y sencillez, que mi pasado íntimo esta tejido de un amor luminoso, que tuvo en mi madre, el mejor exponente. Un amor que nunca me ha dejado y que va marcando las rutas de mis caminos y devolviéndome la bondad original de lo más grande y genuino de lo humano. Ella me enseña, desde su cielo, a amar a Dios y a las personas con la misma ternura con la que ella vestía la existencia.

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1 marzo 2016

La misericordia de Dios ha llegado hoy a mi corazón en un rayo de luz. En un instante, pues la vida está hecha de instantes, he llegado a comprender toda la hondura del amor de Dios y he experimentado, como nunca hasta ahora, cuánto me ama el Señor. El, el viviente, es el fiel por excelencia. He comprendido que solamente en su amor misericordioso y fiel puede descansar mi alma.Gracias, Señor, por tu fidelidad.2 marzo 2016

Ha comenzado marzo, el mes de la encarnación de Dios. Uno de los gestos misericordiosos de Dios de más pureza ha sido y seguirá siendo que quisiera poner su tienda entre nosotros. Él ha querido hacer hogar en nuestra vida, sedienta de su ternura, y ha bajado hasta nosotros para dejarnos, sin duda, encendida nuestra lámpara en este milagro de su casa y de su hogar.Participar del hogar misericordioso de Dios y vivir en él es la fuerza vital de mi existencia. Qué bien se siente mi corazón en esta tienda de la misericordia en la que todo es perdón, nueva creación y renovación constante del amor.3 marzo 2016

La gripe se ha apoderado de mi cuerpo débil y endeble. Y lo estoy pasando mal. Me siento tan frágil, tan débil y tan poca cosa ante la enfermedad que si no me viera sostenida por el amor de Dios siento que me caería por el suelo y no tendría fuerzas para levantarme. Dios es también mi fortaleza en la enfermedad física. Padezco una enfermedad congénita de falta de defensas orgánicas y, de vez en cuando, llego a sentir hasta lo hondo una debilidad que me quita hasta las ganas de luchar y de vivir. No lo puedo explicar pero me entra un dolor fuerte en el mídolo espinal y de allí un dolor insoportable en todo el cuerpo. Lo ofrezco al Señor para que, introducido en su misericordia, pueda completar también con él lo que falta a la pasión de Cristo por su cuerpo que es la Iglesia.4 marzo 2016

Dios ha tenido misericordia de mí y parece que me siento mejor. Gracias, Señor, por la salud. Tus misericordias cantaré en la fuerza y en la debilidad pero, ¡qué bien se está cuando una experimenta que está mejor! Las hermanas de mi comunidad se han desvivido en atenderme y agradezco estos gestos de tu amor en la ternura de mis hermanas.5 marzo 2016

Hoy es mi cumpleaños. La Superiora general de mi Congregación, haciendo honor a la belleza de su alma, me ha preparado una felicitación preciosa. No merezco gestos, pero todos los gestos de amor que recibo hace tiempo que los agradezco como “caricias del amor eterno de Dios”, regalo de su benevolencia y misericordia. En el camino de la vida todo lo que recibimos a través de la mediación de lo humano, es regalo de Dios. Somos constantemente recibidas en este mundo. No nos pertenecemos. Gracias,

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Señor por la vida, por mi vida, por la vida recibida, por la vida regalada. La vida es el mayor don que poseemos, porque solamente desde la vida podemos amarte a ti y amar a nuestros hermanos.Y es también el cumpleaños de mi hermano. Una delicia de persona. Nacimos juntos y en comunión. Su vida ha estado jalonada por mucha belleza, porque él es belleza interior y amante de la belleza en el arte, pero también de precariedades desde niño. Él fue adulto sin serlo y mi madre lo constituyó en cabeza de familia a muy temprana edad. En él nos hemos apoyado todos. Hoy, cuando ya cumple cierta edad, me gustaría sostenerlo siempre con mi profundo amor por él y mi gran agradecimiento. Siempre he sentido su compañía, desde el seno de mi madre. No es igual haber sido concebida sola, que en comunión. Es un gran regalo que me dio la vida. Felicidades a mi querido y entrañable hermano José.6 marzo 2016

Hoy no he podido ir a misa, a pesar de ser domingo. He tenido una recaída en la gripe. Dejar la Eucaristía provoca una “ausencia” en mi alma difícil de explicar. La Eucaristía es mi hogar, la fuente donde todos los días bebo el amor de Dios para poder amar con Él ama, la fuente de la misericordia para poder poner los ojos en los que sufren y me necesitan. Sin este hogar de la Eucaristía mi vida queda completamente en la sombra. Que la “ausencia” provoque en mí la presencia AMANTE del amor.7 marzo 2016

En este día he podido hablar con una hermana que tenía algo que solucionar conmigo. He desplegado con ella toda mi capacidad de ternura. He decidido devolver en mi vida “bien por mal” y jamás tendré en cuenta el mal recibido de las personas. Y esto, porque las personas son buenas. Todas participan del amor misericordioso de Dios. Cuando algunas veces nos sentimos heridas es más bien por nuestra fragilidad en los afectos que por males auténticos que creemos recibir. Aprender en la vida que no somos moneda de cinco duros para todo el mundo, forma también parte de ese camino de misericordia que tenemos que realizar con las personas que creemos que nos quieren menos. Porque si amamos sólo a los que nos aman ¿qué recompensa podemos esperar? Ojala que esta hermana se haya ido bendecida por la misericordia de Dios en mí. Yo he quedado bendecida por la misericordia de Dios en ella. 8 marzo 2016

Hoy es la fiesta de San Juan de Dios, icono perfecto de la misericordia de Dios en su tiempo y ejemplo para los creyentes de todos los tiempos. He felicitado a dos hermanos entrañables de la Orden de San Juan de Dios porque ha sido para nuestra Congregación una bendición, manifestación perfecta de la misericordia del Señor que tienen como carisma. Que Dios les bendiga por la misericordia derramada sobre todos los pobres y los que sufren. Nuestro querido Fundador admiraba a este santo y de él, loco de amor en Granada, aprendió también el ejercicio de la misericordia del Señor.9 marzo 2016

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He sentido una fuerte llamada a vivir la misericordia entrañable del Señor ante una hermana que, sin darse cuenta, me ha hecho sufrir. Es increíble cómo se revela el corazón humano ante el sufrimiento. Y, sin embargo, es el camino pascual de mi vocación. Pido a Dios que me libre de la sensiblería de los afectos, a veces no satisfechos, para que solamente pueda transparentar mi vida su amor y su misericordia eterna. Los demás no nos pueden dar nunca lo que necesitamos. Sí nos pueden dar lo que ellos son capaces de darnos, que seguramente, no coincide con nuestras necesidades existenciales. Aprender esto es también una sabiduría del corazón.10 marzo 2016

Hoy ha venido un chico a reparar los sistemas informáticos y a poner una impresora. Cuando se ha marchado me ha dicho: Gracias, hermana, por su acogida. Su bondad me ha llegado al alma. Me he quedado tan sorprendida que no he sabido qué responderle. Simplemente le he dado un beso con un gracias. Era un chico joven de Ecuador. Se conoce que no siempre damos a los emigrantes la acogida y el cariño que necesitan. Quiero convertir mi corazón a la misericordia para acoger, sobre todo, al extranjero.11 marzo 2016

Agradezco a Dios que una persona me haya dicho que soy como su ángel custodio. No me gusta proteger a las personas, pero me ha gustado. Es como llegar a decirte que los ángeles custodios son las personas que Dios pone a nuestro lado, convirtiendo la vida en una mediación del Señor, mediación siempre de misericordia y de amor. Siempre he creído en la existencia de los ángeles, también de los ángeles humanos, de los que yo he tenido muchos en mi vida. El primer ángel custodio fue para mí mi querida madre.12 marzo 2016

En un día como éste, mi padre se marchó para siempre de nuestra compañía para gozar de la misericordia eterna del Señor. ¡Qué poco disfrutó de la vida! hemos dicho siempre que lo hemos recordado. Y es verdad, la vida le dio pocas oportunidades. Pero bien pensado, ha gozado de la auténtica vida antes que todos nosotros, regalándonos la misma vida de Dios. Su protección misericordiosa sobre nuestra existencia ha sido total. Bendigo a Dios por mi padre.Y bendigo a Dios por un amigo que, estando amenazado por la mafia siciliana, me ha dicho siempre que no hay que tener miedo a quienes nos quieren quitar del medio, porque nos mandarán, dice él, al seno materno de Dios, el lugar más delicioso que intuye su alma orante. Él se pasa la vida a los pies del Crucificado para superar el miedo de su contestación social. Es un hombre loco de amor a Dios y a los pobres. Es de admirar. Bendigo a Dios por haber puesto este testigo del Evangelio de la misericordia en mi camino. 13 marzo 2016

Mi madre sufrió en este día una de las grandes pérdidas de su vida, la pérdida de mi padre. Toda la vida le guardó luto ¡Qué bello poder

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contemplar un amor de esta categoría! Cuando el amor es verdadero, la pérdida dura como lo que dura el amor “para siempre”. Ella fue fiel a mi padre con una dedicación total, leal y gratuita a su recuerdo. Un recuerdo que estuvo cargado de nostalgia y de plegarias. Desde el fondo del corazón vivió la unidad y la comunión intensa con una amor, el suyo, que no abandonó ni en la vida ni en la muerte.Esto también entra dentro del amor misericordioso del Señor: fue sostenida por el amor eterno de Dios y por eso no falló en su empeño de fidelidad hasta la vida eterna.14 marzo 2016

Hoy me escribió el padre jesuita italiano amenazado por la mafia y me decía: Te llevaré conmigo mañana a la Eucaristía, como te llevo todos los días, para vivir en Jesús la intensidad de nuestra relación basada y sostenida siempre por el amor de Jesús, un amor que se entrega para que tengamos vida y vida abundante.¡Cuánta misericordia hay en este gesto y en estas palabras! Este padre no necesita acordarse de mí. Tiene tantas amistades y tan importantes que yo no soy más que un pequeñísimo grano de arena en el ámbito de sus relaciones. Pero se lo agradezco. A veces, lo pequeño, está contenido en frascos de perfume selecto.15 marzo 2016

En una mañana gris del mes de marzo, lloviendo a cántaros, me llevó mi madre al noviciado hace 49 años. Mi vida de mercedaria ha sido un regalo del amor misericordioso del Dios eterno. A pesar de lo vivido, lo sufrido y lo gozado, hoy vuelvo a decir que no me arrepiento de la llamada que recibí del Señor aquel 21 de noviembre de 1966. Y que mil veces que naciera volvería a ser mercedaria de la caridad.Espero y pido a Dios que me sostenga en mi vocación con su amor misericordioso y fiel. Si no hubiera sido por su misericordia, muchos momentos no los hubiera superado. Esto para decir que el camino del seguimiento no es un camino de rosas, es un camino de cruz, como el del Maestro. Pero tengo la absoluta certeza de que desembocará en la resurrección y en la recapitulación de todas las cosas en Él.16 marzo 2016

Hoy es la fiesta de la Congregación. El Señor me llamó a esta familia religiosa cuya misión es practicar todas las obras de misericordia espirituales y corporales en la persona de los pobres, curando todas las llagas, remediando todos los males, calmando todos los pesares, desterrando todas las necesidades. Una familia religiosa que tiene por lema hacerlo todo para bien de la humanidad, en Dios, por Dios y para Dios. Que vive el carisma de la liberación de todo lo que oprime a los seres humanos.He sido llamada por vocación a entrar en el torrente de la misericordia de Dios para derramarla como merced sobre el mundo.17 marzo 2016

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Al sobrino del P. Fundador lo han operado de un cáncer y me he acercado a la clínica a verlo. La verdad que ha sido un camino largo que parecía no tener final. Un camino lleno de dificultades. Pero al final hemos podido entrar en la habitación 011 del hospital Ruber de Pozuelo de Alarcón y darle un abrazo y llevarle la bendición de nuestro padre, hoy que celebramos su paso de esta vida a la vida eterna.Ha sido tanta la alegría que le hemos dado que ha merecido la pena este gesto de misericordia y de amor. Yo creo que le hemos regalado un poco de curación y un poco de vida. El, también, nos ha regalado muchos gestos de ternura, así como su esposa. Por lo que entre todos hemos recreado, durante unos momentos mágicos, un tiempo de la misericordia entrañable de nuestro Dios.

18 marzo 2016

Ha venido a verme el hermano mayor de los Hermanos de la Consolata. Es una delicia de alma. Qué candidez la suya, cuánta experiencia de vida, cuánto amor de Dios acumulado en sus entrañas. Es una maravilla saber que busca a Dios con pasión y vivir la esencialidad de su vida religiosa a los 90 años. Todo lo que cuenta ha estado motivado por la búsqueda incesante de un Dios que él experimenta que lo ha amado con pasión. Tiene una vida sumamente interesante, revestida toda ella de llamada y de respuesta vocacional.Para mí ha sido un encuentro feliz, lleno de vida, esperanza y de llamada a ser misericordiosa como él, que jamás tiene en cuenta en mal y no quiere jamás hablar mal de nadie. Me han edificado sus palabras.19 marzo 2016

Hoy he experimentado la misericordia de Dios en el cosmos. El amor de Dios, misericordioso y fiel, está también en las cosas creadas. Han salido los primeros jacintos en el jardín. Esta mañana brillaban bajo un cielo inmensamente azul y para un sol que iluminaba nuestra vida. Le he dado gracias a Dios por derramar su misericordia como belleza en todo lo que existe.20 marzo 2016

Hoy es el cumpleaños de una hermana que me quiere mucho y de una mujer misionera, que ha entregado la vida entre los pobres más pobres de la realidad. El pueblo le ha reconocido dándole la medalla de la ciudad. Me congratulo con ella y con su vida porque ha sabido entregar el amor misericordioso de Dios con muchos gestos de cercanía, escucha, acogida, consolación y compasión. Me han dicho que los pobres le echan de menos… ¡qué feliz se tiene que sentir una cuando los pobres te dicen que te echan de menos! Creo que para la Congregación es una bendición y una gracia grande.21 marzo 2016

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Me ha conmovido en este día la mansedumbre de Jesús. Su amor no tiene límites. El caso es que también me conmueve la capacidad de hacer verdad sobre las situaciones. Ante la mujer que le besa los pies, los baña con sus lágrimas y los seca con sus cabellos, además de derramar sobre ellos un perfume muy caro, Jesús calla al principio y se deja hacer. Pero al final, interviene poniendo a la mujer en el centro y en entredicho la actuación del fariseo. ¡Cómo me gustaría tener en mi vida el coraje de esta mujer para derramar amor sobre Jesús y los pobres! ¡Y cómo me gustaría tener el coraje de Jesús para hacer espacio de misericordia para todos!22 marzo 2016

Es terrible lo que ha pasado hoy… No puedo escribir, solamente puedo llorar. Mi corazón está herido por el terrorismo. Está herido por los muertos, por sus familiares, por el pueblo Belga. Y está herido también por los terroristas. Señor, ¡ten misericordia de todos nosotros! No dejes, no permitas que nuestra vida se mueva nunca por la violencia y la maquinación del mal. Tú que sufriste tanta afrenta, no permitas que la humanidad que liberaste del pecado, del mal y de la muerte se vuelva contra sí misma. Danos entrañas de amor y de misericordia para todos. Hoy reconozco que cuando yo actúo con falta de misericordia, de paz y con violencia… contribuyo a esta lacra social que lacera el corazón mismo de Europa y sus habitantes.

23 marzo 2016

Una persona que me ha escrito me ha dicho que tengo la capacidad de iluminar la vida con mi humildad. No es cierto, pero le he agradecido el piropo. Me encantaría ser humilde. Estar metida en el corazón mismo de la tierra y de la humanidad sin hacer ruido, solamente buscando el Reino de Dios y su justicia para derramar su misericordia.24 /marzo 2016

Es jueves santo. Día del amor fraterno. Le pido a Dios con la hondura que puedo que derrame sobre todos, especialmente sobre los pobres, su amor misericordioso y fiel. Si Él nos regala su amor sabremos y podremos amar. Solamente sostenidas por los manantiales de la gracia y de la misericordia, que es cada Eucaristía, tendremos la capacidad de amar a la manera de Dios para renovar el mundo y nuestra historia. A veces pienso que una noche densa cae sobre el mundo, pero después de vivir intensamente la presencia amante del Señor, y de participar de la luz del cosmos, siento que estamos inundados por una luz de amor que no se apagará jamás, porque la tiene en alto el VIVIENTE.25 marzo 2016

Me amó y se entregó por mí… Hoy me siento abrazada por Jesús en la cruz. Y digo: Nada ni nadie podrá sustituir en mi corazón a Jesús, mi gran amor y mi gran esperanza. La cruz es para mí en este día el trono de la misericordia y del amor, la elevación suprema de los seres humanos hasta el corazón de Dios. La muerte de Jesús en la cruz es la mayor expresión de la misericordia

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del Padre y el mayor gesto de amor que Jesús pudo tener por todos nosotros. Hemos sido bendecidos por un patíbulo de muerte que Jesús consagró para siempre como altar permanente de amor y de consagración. 26 marzo 2016

Madre de la misericordia y del amor… Hoy comprendo tu corazón de Madre y me refugio en él. Gracias por querer ser madre de la humanidad a pesar del intenso dolor por la pérdida del Hijo, y gracias por querer ser mi madre. En el océano infinito del amor de tus ojos me pierdo y me despierto en un corazón, el tuyo, que es totalmente semejante al de Dios, madre también de todos nosotros. El carisma de la maternidad salvará al mundo del odio y del miedo de la sinrazón. Al mundo hoy le falta madre. Tenemos que recuperar el arquetipo de la Madre que acompaña la vida, y no la muerte.27 marzo 2016

Hoy celebramos con toda la Iglesia el triunfo del amor misericordioso de Dios. Dios Padre ha resucitado a su Hijo de entre los muertos como primicia de todos los que duermen. La muerte no ha tenido ningún poder sobre él. Gracias sean dadas al Padre que en su Hijo hemos triunfado todos. Una nueva era se abre ante nosotros. Nuestra fe es cierta, la vida tiene sentido, se abren horizontes de esperanza y el cosmos entero se alegra con el Viviente. En el existimos, somos y caminamos. Caminar en el Viviente, ser y existir en El, es lo propio de los que se nos ha concedido la gracia de renacer en la fe de la resurrección. Hoy mi corazón siente un gozo inmenso, revestido, como está, de una gracia inconmensurable de amor. Puedo proclamar, con los labios y el corazón, que resucitó de veras mi amor y mi esperanza.

28 marzo 2016

Alegraos, saluda hoy Jesús a las mujeres que encuentra en el camino cuando van a anunciar a los discípulos el gran acontecimiento de la pascua. La alegría es uno de los dones mesiánicos de este tiempo. El pregón pascual y todas las lecturas nos introducen en la misma alegría de Jesús en su triunfo sobre el pecado y la muerte. Este triunfo, que tiene lugar por la misericordia del Padre, nos introduce en la alegría verdadera, la alegría de la salvación y de la liberación esperada. Una alegría que nada ni nadie nos puede quitar y que no tiene que ver con las pequeñas alegrías de este mundo que, aunque importantes, son solo el preludio de la gran alegría de la presencia salvadora de Jesús en nuestros corazones. Una alegría gozosa que nos lleva a la intimidad más dulce y amorosa que hayamos podido tener en este mundo y que nos restaura desde dentro para hacernos criaturas nuevas. Agradezco al Señor esta restauración misteriosa y misericordiosa de su amor que tanto gozo produce en mi interior. 29 marzo 2016

He ido a ver a un hermano de la Consolata al hospital porque le ha dado como una especie de infarto. Su alegría ha sido tan grande y tanto su

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agradecimiento que me he quedado sorprendida. No hago las cosas para que me lo agradezcan, pero sí que he llegado a comprender hoy que una dimensión grande de la misericordia es la capacidad para saber agradecer. En la vida, todo lo hemos recibido gratis de parte del Señor, y gratis recibimos la vida cotidiana de los demás. Pero, sin duda, agradecer todos los gestos de la misericordia es importante en cuanto que sabemos que todo lo recibido no es por nuestros méritos, sino por pura gratuidad de la persona que nos entrega el amor misericordioso de Dios. Y hay gente que no sabe agradecer. A diario me encuentro con personas que jamás dan un “gracias” porque piensan que merecen los gestos de amor o que todos tenemos obligación de darlos y ellas de recibirlos. Mi madre me enseñó a ser muy agradecida. Sé humilde, me decía muchas veces, y todo lo que recibas de los demás agradécelo. Nunca olvidaré las enseñanzas de mi madre. Poseía la sabiduría del corazón. 30 marzo 2016

Hoy nuestra casa se ha llenado de personas, de rostros… No sé cómo será todo ni como sabremos gestionar los momentos y la entrega mutua. Pero le pido al Señor paciencia para acoger, sabiduría para servir, misericordia para darme y un corazón comprensivo para poder entender muchas cosas que no entiendo. En la vida espiritual no se entiende casi nada. A veces nos pasa como a la Virgen, que no comprendemos lo que pasa en nuestra existencia y avanzamos lentamente en la peregrinación de la fe. Acogernos al misterio en todo momento es importante, porque el misterio nos abre siempre el horizonte de la gracia donada.31 marzo 2016

Hoy he puesto un whatsapp a una persona deseándole felices noticias. Y me ha contestado diciendo, creo que con un poco de ironía: ¡qué grata sorpresa! Como queriendo decir que no me prodigo mucho en estas cosas. Y es verdad. Pero yo, a mi vez, he pensado: también a mí me gusta que me sorprendan, que me recuerden, que de vez en cuando me saluden, que en algunos momentos se acuerden de mí. Todos necesitamos los torrentes de la misericordia de Dios, por muy plenos que estemos o por muy maduros que seamos. Todos necesitamos recibir de otros los gestos misericordiosos que nos acercan el amor infinito del Señor. No unos más que otros ¡todos!

1 abril 2016

Cuando el rocío de la mañana nos bañe con su gracia, y la paz de Dios nos inunde el corazón, dejemos fluir los sentimientos amorosos de nuestra alma hacia aquel que es misericordioso y eternamente fiel. Qué bien actúa el Señor, si lo sabemos escuchar, cuando algunas veces estamos tristes y necesitamos confirmación de un amor que va más allá de la muerte. Solamente el Señor satisface de verdad mi corazón y su necesidad de ser amado. Sólo Él tiene la capacidad de dejar mi alma como la nieve blanca y mis deseos colmados.

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2 abril 2016

He pedido al Señor con fuerza que me abrace su misericordia. Hoy tengo dificultad para sacar de mi corazón el mejor tú que me constituye y confieso que me ha costado aceptar y perdonar una situación. Pero así de vulnerables somos. Suelo decir que cuando nos pasan están cosas es cuando nos acercamos con mayor fe al misericordioso para que nos ayude a seguirle y a ser como Él. En estas situaciones, también, es cuando mejor y más profundamente experimentamos la misericordia del Señor con nosotros. Gracias, Dios mío, por tu gran amor. 3 abril 2016

Experimento en este día el cansancio que a veces produce la vida. Hoy no puedo con mi alma… Me canso, Señor. Me canso tanto en algunos momentos… A veces tengo la impresión de que no voy a poder sobrepasar el instante. Me acojo a tu gran misericordia, que hoy celebra la Iglesia en el segundo domingo de pascua. Y acojo a todas las personas en el servicio que hoy he realizado. Aunque haya sido migaja tras migaja he podido dar lo mejor de mí. Espero que vendrán tiempos mejores y, con Santa Faustina, la santa de la misericordia, quiero escoger los trabajos más duros para servir a mis hermanas, aunque en ellos experimente la vulnerabilidad de mis fuerzas.4 abril 2016

Qué fiesta tan bonita la de hoy. María, con su sí, nos trajo la misericordia de Dios al mundo en la carne de su Hijo, y la derramó sobre toda criatura. El misterio de la encarnación es el misterio de la misericordia junto al misterio de la pascua. La humanidad de Jesús es camino de la misericordia de Dios y experiencia profunda de su grandísimo amor por nosotros. Gracias, Madre, por haber dicho que sí. Sin tu colaboración, no hubiera sido posible conocer el rostro de la misericordia de Dios, que es Jesús. 5 abril 2016

Hoy, Señor, me ha tocado especialmente el corazón esta frase: Porque es eterno tu amor. Eterna es tu misericordia. Vivo sumergida en esta gracia y también en esta experiencia. Tu fidelidad vale más que la vida. Gracias, Señor, por tu amor.6 abril 2016

Leía en un libro precioso de Carlos de Foucault que todas las almas tienen una historia y un itinerario y que este itinerario es la vida espiritual de cada uno. Entendía yo que con sus altos y sus bajos, claro. Pero me ha consolado mucho pensar que mi itinerario de vida y de vocación está hecho de muchos momentos en los que tu misericordia ha sido aplastante para conmigo. Tu amor, Señor, me ha revelado con creces que soy importante en tu vida íntima y en tu corazón, y me he sentido feliz al poder experimentar que, por lo menos, para Dios no pasó inadvertida.7 abril 2016

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Mi adorable mamá ¡Cuántos días sin ti! Concretamente 2555 días ¿Cómo he podido vivir este tiempo sin ti? Solamente tiene una explicación: Cada día te encuentro en Jesús. Cuando Jesús viene a mi corazón vienes tú con Él. Y en Jesús encuentro todo tu amor unido a su gran amor. Tengo hoy más que nunca la certeza de que Él vino a buscarte en sus brazos de Buen Pastor y que estás con El, en ese lugar lleno de luz, misericordia y amor redentor que se llama cielo y que se define por eternidad. Sé que tú eres feliz y, aunque mi corazón está lleno de nostalgia, hoy sé, tengo la certeza de que tú eres feliz.8 abril 2016

En este día la tierra, humus de amor y de belleza, de polvo enamorado y de fecundidad recogió el cuerpo de mi madre para siempre. Verla desaparecer bajo la madre tierra, hasta que la encontremos en el cielo y en todas las estrellas, fue el momento más difícil de mi vida y de la vida de los míos. Martilleaba mi corazón el “para siempre”… una frase que, cuando alude al amor, es maravillosa, pero cuando hace referencia a la pérdida entra hasta las entrañas del corazón dejándolo vacío y sin vida. La misericordia del Señor, que sale a nuestro encuentro, cambió el “para siempre de la pérdida” en el “para siempre de la esperanza”.9 abril 2016

La vida me ha sonreído en la esperanza dejando en mi corazón la certeza de que la fidelidad de Dios mantiene mi existencia entre sus brazos y con su gracia. Su misericordia no tiene parangón. Su amor eterno nos da siempre la posibilidad de renacer de nuestras miserias y de atizar el fuego entre las cenizas. Gracias, Señor, porque la eternidad de tu amor me da siempre razones para seguir amando y esperando a pesar de todo.10 abril 2016

Grita mi corazón, grita mi alma, grita todo mi ser. No puedo, Dios mío, no puede ver la televisión y no conmoverme hasta las entrañas con tantas personas que sufren. Estoy triste hasta la muerte, puedo decir con una verdad a medias porque no es comprometida como debiera, que las masas de emigrantes me roban todos los días abundantes lágrimas, sobre todo los niños. Ten piedad del mundo, Señor y de nuestra historia. Derrama tus misericordias en quienes no tienen esperanza.11 abril 2016

Un sacerdote de Albacete me ha hecho sentir la fidelidad de Dios en este día soleado y lleno de luz. Me ha escrito algo así como que yo soy la sencillez de la luz en un mundo sumido en las tinieblas, una luz blanca en el camino de la vida de las personas. Me ha dado alegría recibir este piropo que no merezco ni se corresponde con mi realidad. He comprendido que Dios es bueno en las personas cuando nos dan a conocer las pequeñas semillas de la verdad del Verbo que habitan nuestros corazones. Dios es siempre bueno y misericordioso con sus criaturas.12 abril 2016

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Ayer empecé una semana de pequeñas charlas con un grupo de jóvenes mercedarias que están en nuestra casa. Yo sé que lo que yo digo no vale nada. Sé también que a algunas personas mis palabras no les gustan. Tengo la certeza de que mis comunicaciones a algunas personas ni llegan ni llegarán nunca. Lo acepto porque no somos nadie moneda de cinco euros para todo el mundo. Sí puedo decir con verdad que he preparado muy bien el trabajo, que he invertido tiempo orándolo, reflexionándolo y profundizando el contenido. No me gusta ofrecer algo en lo que no creo. Empecé pidiendo perdón porque sé que lo que digo no lo vivo, no hay tanta coherencia en mi vida. Hay pobreza y fragilidad. Pero tengo la certeza de que Dios hace maravillas en mi pobreza y con mi pobreza. Ojala que lo poco que pueda comunicar sirva a las hermanas jóvenes para adquirir una mayor identidad mercedaria.13 abril 2016

Hoy puedo decir con sencillez que mi identidad original está llena de la misericordia de Dios. Hoy puedo decir que sin ella, mi alma estaría ya destruida. Su diestra me sostiene y sus palabras en la intimidad del corazón me hablan de que su gracia vale más que la vida, y de que su misericordia eleva mi espíritu hasta las cimas del Verbo, donde la palabra, la mía también, se encarna para comunicar vida y esperanza.14 abril 2016

Me ha llamado una hermana llorando, y ha conmovida tanto mi corazón que no he podido contener yo tampoco las lágrimas. Es una hermana a la que yo considero fuerte en la fe, muy amada de Dios y sostenida siempre por su gracia. Pero ella se considera tan pobre y tan débil que no tiene capacidad para salir de sus postraciones y dificultades. Hace muchos años el Señor la cruzó en el camino de mi vida y desde entonces he mantenido con ella una comunicación de fe casi ininterrumpida. Hoy le pido al Señor que la sostenga con su diestra y que allí donde va jalonando cada día los caminos de la misericordia junto a los pobres, no le falte nunca la luz de la esperanza.15 abril 2016

¡Cuánto cariño, sin merecerlo, me tienen algunas hermanas! Ha venido una hermana de América y ha pedido hablar conmigo ¡Cómo no! le he dicho. Y nos hemos sentado una frente a la otra. Desde que se ha sentado no ha apartado su mirada de la mía. No ha hecho más que llorar. De vez en cuando decía: ¡gracias! Es conmovedora la actitud de algunas personas: ¡qué capacidad tan grande tienen de agradecer cuando no se ha hecho nada por ellas!... Sin duda estas personas están llenas de Dios. No hemos hablado nada. Simplemente ella decía gracias y yo, cogiendo su mano con ternura, le contestaba: ¡No hay de qué! gracias a ti por tu calidad de vida mercedaria, por haber encarnado los valores del Beato Zegrí hasta el umbral de las lágrimas. Sin embargo otras hermanas, por las que sí hice mucho en mi humilde servicio, no han tenido la capacidad ni de acercarse ni de mirarme con esa mirada de aprobación que muchas veces necesitamos a lo largo de la vida. En unas y otras se manifiesta la gracia, y todas nos

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ayudan a crecer en la gratuidad y la misericordia que es la forma de actuar de Dios.16 abril 2016

Dicen que la lluvia forma parte de la misericordia divina, que cuando llueve, Dios la derrama sobre la tierra. Pero a mí no me gusta nada la lluvia. Me pone triste. No la encuentro nada romántica. Recuerdo que mi madre me solía decir: hija, sin agua, no hay vida. Y tenía razón. Pero ahora, cuando llueve, suelo mirar al cielo y le digo: mamá, no me gusta la lluvia. Tengo experiencias dolorosas de la lluvia y de la nieve cuando, de pequeña, tenía que salir del colegio e ir al Instituto, con mucho frío, sin prendas adecuadas, sin paraguas, porque éramos pobres. Y eso marca la vida ¡hay tantas cosas que marcan la vida! Y no, no me gusta ni la lluvia ni la nieve. Lo siento por las bondades que ambas encierran para la tierra.17 abril 2016

Las hermanas jóvenes de la Congregación, con las que he estado esta semana, me han llamado para darme un beso de agradecimiento, para regalarme un libro y para leerme una dedicatoria. Les he agradecido con mucho cariño lo que me han querido decir. Ellas me han enseñado más a mí que yo a ellas. Siempre se aprende de los demás mucho más de lo que podemos enseñar a nadie. Su capacidad de escucha ha conmovida mi alma y también que con lo poco que yo les he aportado hayan tenido la capacidad de hacerse preguntas existenciales ¡gracias!18 al 23 de abril 2016

Estoy agotada y no puedo con mi vida. Me voy a Murcia por lo del accidente de mi hermana, pero me vendrá bien dormir y distanciarme un poco de la realidad. Le doy gracias a Dios por darme la oportunidad de acompañarla en algunas gestiones y también de poder descansar de lo habitual que ahora me envuelve. Me doy cuenta de que mis fuerzas van bajando y que no soy la de antes. Todo me cuesta más, y mucho más las tareas que comprometen las fuerzas físicas. En fin, la senectud nos llega a todos. Nos acogemos a la misericordia del Señor para poderla vivir con elegancia. 24 abril 2016

Hoy es fiesta de la Congregación. Aprobación pontifica de la misma. Agradezco a Dios esta familia religiosa con la que me lo ha dado todo. Es un día grande, sin duda. 115 años de aprobación de las Constituciones. Pero lo que le pido al Señor es su misericordia para un amigo mío, jesuita, que está amenazado por la mafia y que en este mes ha tenido dos avisos fuertes de la misma. Él es un profeta. No se cansa de denunciar las agresiones de este colectivo que tanto distorsiona la vida de la ciudad en la que vive y de toda Italia en general. Se pasa la vida a los pies del Crucificado, pero hoy me pedía que le dijese al Señor que lo tuviera fuertemente pegado a Él, que lo tuviera estrechado entre sus brazos. Que había optado por quedarse donde estaba pero que, lógicamente, el miedo físico era muy grande. Me han conmovido de nuevo sus gestos proféticos. Es un grande de la esperanza.25 abril 2016

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El libro de Carlos de Foucauld me está ayudando mucho a pensar que tengo que ser la última… la última en todo, la última siempre, la última para todo. Sí, creo que mi lugar existencial está entre los últimos ¡Cuánto me gustaría poder vivir esto y realizarlo en mi vida! Señor, quiero estar en el último lugar si esta es tu voluntad. Pero dame gracias para vivirlo. Me gustaría dejar el trabajo más intelectual, para dedicarme a los trabajos más humildes. No sé si tengo fuerzas para ello. No tengo ya ni para unos ni para los otros. Pero si me pides algo, sé que tú me vas a dar la gracia para ello. Que tu misericordia no se aparte jamás del camino de mi vida porque sucumbiría irremediablemente. 26 abril 2016

Hoy es el cumpleaños de uno de mis mejores amigos. No tenemos comunicación ninguna, pero sé que este amigo me ha querido profundamente y de verdad. Las personas desaparecen de nuestra existencia sin saber por qué, pero sus vidas forman parte de las nuestras y están presentes en ese maravilloso misterio de la comunión fe los santos. Felicidades, desde todas las laderas de mi alma para este magnífico amigo que tanto me dio en su vida.

27 abril 2016

Tenía que ir en este día a recoger el reloj que lo estaban arreglando. Cuando he subido al autobús, un señor anciano ha preguntado la hora. Nadie le contestaba, yo, desde lejos, me he levantado y le he dicho: son las cuatro y media. Me ha dado las gracias y yo me he vuelto a mi sitio. Cuando me he bajado, él se ha bajado en la misma parada que yo. Y me ha dicho: Hermana, ¿quiere que le diga una cosa? Dígamela, le he contestado. Aquí, en esta casa que ve, nació Ortega y Gasset. Gracias, le he contestado. Es un filósofo y ensayista que me gusta mucho. El más grande, ha contestado él. Yo también soy filósofo, ha añadido, e ingeniero. Pero lo que le quería decir no era eso. Quiero decirle que antes era ateo y ahora soy creyente. ¡Qué alegría! le he contestado yo. Pero la fe se la debo a las monjas. ¿No me diga? Le digo mirándole con cariño. Sí. Mire: yo vivo en una calle en la que hay un convento de monjas dominicas de clausura. La ventana de mi habitación da al jardín y claustro de las monjas. Cuando las veía por mi ventana me preguntaba cada día qué hacían ahí esas mujeres metidas, a qué se dedicaban, por qué habían malgastado su vida de esa forma. Hasta que me decidí a ir al torno a preguntarles. Cada día salía una. Tanto y tan bien me hablaron de Dios y me marcaron el camino que hoy soy un ferviente creyente. ¡Es un gozo escuchar su testimonio! le digo. Gracias. Me he hecho mucho bien. Sí hermana, me ha contestado, Dios existe y Vds. son las mejores testigos para mí. Me he conmovido. Al final me ha besado la mano, como los caballeros de la antigua usanza, y me ha dicho: pídale a Dios que me bendiga y que siempre sea fiel a mi fe. Así lo haré, le he contestado. Cuando he llegado a casa me he arrodillado ante el sagrario y le he dicho a Dios: Gracias, Dios mío, porque esta tarde me han evangelizado en tu nombre y por tu gran misericordia para conmigo.

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28 abril 2016

Hoy leí un poema sobre una lágrima de Luis Rosales que me llenó el alma de consuelos interiores y me volcó de lleno a querer socorrer a las personas que realmente sufren. Lo aporto a estas mis pequeñas experiencias cotidianas de misericordia:ABRAZADA A UNA LÁGRIMA

Como la hormiga testaruda lleva su carga sosteniéndose en ella,así te encuentro siempre abrazada a una lágrima,a una lágrima tuya que no has llorado todavía,que no quieres llorar,que no puedes llorar porque es más grande que tu cuerpo,y no la puedes contener como el mundo no contiene su noche,y te apoyas en ella, sin llorarla, para que siga estando junta,y duermes a su lado, vigilándola un poco,y la sostienes en tus brazos, sin llegar a abarcarla, como el rail sostiene el tren,y la proteges con tu vida de la profanación,para que el mundo, pequeñito, no la pueda enjugar en su pañuelo.

29 abril 2016

En el metro ha entrado una persona tocando un instrumento musical y pidiendo una limosna. Me ha cautivado la sonrisa con la que pedía. Es duro sonreír para pedir, porque siempre da un poco de vergüenza, al menos eso pienso yo, pedir a alguien algo para poder vivir. Pero esta persona lo hacía con tal dignidad que nos ha regalado en su sonrisa lo mejor de sí misma. Ciertamente a través de ella yo he podido gustar la bondad y misericordia del Señor. Hay siempre gente buena por el mundo. Me he imaginado que era de Argentina, porque lo que tocaba era el tema de una película que a mí me gusta mucho: “Un lugar en el mundo”. O sea, que el trayecto del metro, ha sido para mí una fiesta. Y confieso que tengo fobia al metro.

30 abril 2016

No he escrito nada de Santa Catalina de Siena. Ayer celebramos la fiesta de esta gran santa, de esta intrépida mujer, de esta discípula llena de coraje desde su sabiduría interior, otorgada por el Espíritu Santo a su alma virgen y totalmente entregada a Jesucristo y a su Iglesia. Por la tarde preparé una oración sobre el tratado de la Stma. Trinidad, que ella escribió bajo la inspiración del Espíritu. Cómo y cuánto se recreó mi alma en ese océano de amor en el que ella se perdía que era el amor de la Trinidad Santa. La vida de los santos me lleva a gustar las grandes maravillas que el Señor realiza en sus criaturas y a cantar las misericordias del Señor por la santidad de todas ellas.

¡Cómo me gustaría tener la sabiduría interior de esta santa, su coraje y su valentía, su dinamicidad en la entrega al misterio de Cristo y de su Iglesia!

1 mayo 2016

Agradezco al Señor todas los gestos de misericordia que las personas han tenido conmigo en este día que dicen que celebro mi santo. Hoy reconozco

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que la vida se ha pasado un poco conmigo. Con todo, la experiencia más importante es que desde mi ser virginal he vuelto al polvo enamorado de mi vida. Hoy el Señor me ha hecho comprender el poder y el misterio de estas tres palabras: nada, nadie, última. Estas tres palabras pertenecen al gran misterio de mi vida y de mi relación con el Dios que me llama, el Dios misericordioso y fiel. Gracias, Señor, por todo.

2 mayo 2016

Una hermana me escribió ayer esto que transcribo: Además del cariño, siento admiración por los dones con que el Señor te ha adornado. Eres sencilla y humilde. Tienes una capacidad muy grande de preguntar. En una palabra, eres inteligente, y no lo manifiestas. Que el Señor te bendiga. La verdad, ha restaurado mi corazón. No pretendo otra cosa que vivir en el polvo enamorado de la vida. A esta hermana le agradezco que haya tenido ojos en el corazón para llegar a ver el contenido de mi búsqueda.

3 mayo 2016

Hoy es la cruz de mayo en Granada ¡Cuántos años disfruté de esta fiesta! que agradezco al Señor. Es preciosa y son preciosas las cruces llenas de flores. Pero la cruz fue el patíbulo que selló la misericordia de Dios en el mundo y para el mundo. La cruz se puede llenar de flores porque una vida, la de Jesús, colgó de ella para vencer el pecado y la muerte del hombre. Para vencer las tinieblas de nuestro mundo y de nuestra historia. No puedo mirar la cruz sin estremecerme hasta las lágrimas, aunque esté llena de flores.

4 mayo 2016

En un salmo que he meditado hoy he sentido un gozo inmenso en el alma. Todos los salmos nos introducen en el corazón misericordioso de Dios de una o de otra manera. Y me he sentido feliz. El salmo me ha llevado a comprender que Dios es Buen Pastor a lo largo y ancho de la historia de la salvación y, sobre todo, que es Buen Pastor sobre todo en mi historia personal de salvación. No he podido por menos de alabarle y bendecirle. Porque es en sus brazos donde mejor me encuentro y donde experimento la seguridad que da su amor y su misericordia.

5 mayo 2016

Hoy me he reconciliado milagrosamente con el agua. Hoy he llegado a comprender lo que me decía mi madre: Hija mía, sin agua, no se puede vivir. No hay vida. Por experiencias muy desagradables de niña, siempre he temido a la lluvia. No me gusta ver llover. Hoy, mirando a través del cristal de mi ventana, he llegado a saborear la transparencia, la dulzura, la ternura y la misericordia del agua. Cae pausadamente hoy sobre el jardín, como si lo quisiera bañar de gracia y misericordia. Le he pedido a Dios que, así como el agua cae hoy sobre los pequeños desiertos de mi ciudad, caiga sobre el desierto de mi vida su grande amor y su eterna misericordia.

6 mayo 2016

Hoy es el cumpleaños de Mari Paz. Le pido a Dios que la bendiga con su gran misericordia y que le acompañe en el viaje que está realizando. Mari

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Paz es mi sobrina mayor, por lo tanto, la que más tiempo lleva en mi corazón. La vida le ha bendecido mucho, a pesar de todo. Y le pido al Señor que esta bendición le alcance todos los días de su vida para que pueda ser feliz y pueda cumplir el sueño de mi madre: que sea una gran mujer y que no haga nunca mal a nadie ¡Felicidades!

7 mayo 2016

Copio un texto de Carlos de Foucaould que quisiera que acompañara siempre mi experiencia de Dios y mi experiencia de lo humano, revistiendo mi vida de esa misericordia que nos torna a todos vulnerables y seres encarnados en la realidad: el éxito deforma nuestra visión de la realidad y, desde luego, la apreciación de nosotros mismos. A lo largo de mi vida he visto a las gentes del mundo caminando en una dirección y a mí en la contraria. Porque mientras el mundo busca fama, yo llevo treinta años buscando anonimato; ellos buscan riqueza y poder, yo, en cambio, pobreza y debilidad; todos quieren ser grandes, por mi parte elijo la pequeñez; no hay quien no desee triunfar, yo perder. Prefiero los últimos puestos a los primeros, la vida oculta a la pública y la humillación al encumbramiento. Por todo ello veo a menudo a las gentes del mundo caminando en una dirección y a mí en la contraria. Pero no soy el único; hay otros conmigo, solitarios todos, todos locos. Y el primero de la fila es Jesucristo, el más loco de todos.

8 mayo 2016

La gran misericordia del Padre es Jesucristo, donado al mundo para nuestra salvación. Hoy el Padre, después de resucitarlo de entre los muertos haciendo gala de su misericordioso amor, sobre todo con El, lo ha subido al cielo sentándolo a su derecha. El Padre ha dado la razón al amor, a la entrega, a la obediencia de su Hijo por la salvación de todos. Hoy podemos decir que la misericordia se torna en esperanza, porque lo que el Padre ha hecho con su Hijo Jesús lo realizará con todos nosotros. Nuestro corazón por ello, y en esta grandísima fiesta, se viste de alegría y de agradecimiento.

9 mayo 2016

Esta mañana le he pedido con fuerza al Señor ser bautizada constantemente en el Espíritu Santo para poder nacer de nuevo, para volver a esa bondad original, fruto de la misericordia de Dios en mi vida, que me gustaría tener siempre y no perder. No he concebido nunca que las cosas valgan más que las personas, ni que prefiramos ser pobres antes que mujeres fascinadas por el amor, la delicadeza, la ternura, la misericordia y la bondad, como quería nuestro Fundador. Muchas hermanas, queriendo ser pobres y siéndolo de verdad, pierden la esencia del amor más puro y más trasfigurante de la vida. Yo las admiro, pero no quiero ser como ellas. Prefiero que mi vida la presida el amor y las relaciones entrañables de persona a persona. La falta de pobreza rompe la unidad, dicen nuestras Constituciones, pero también la rompe el deseo a ultranza de mantener la “pobreza por la pobreza”. Nuestra pobreza está en función de la caridad, como también dicen nuestras Constituciones, y si no es así, no es pobreza evangélica.

10 mayo 2016

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Mi hermana cumple años en este día. Pido para ella largos años de vida, que el Señor le bendiga copiosamente con su misericordia en todo y que pueda, en toda su existencia, gozar de ese amor íntimo y profundo que es el que a ella le hace feliz. Siempre buscó el amor en relaciones profundas, en las que satisfacer su necesidad de haber sido amada desde siempre y de poder amar de esa manera.

Felicidades para ella con mis mejores deseos de una vida jalonada por el amor verdadero y por la misericordia infinita de Dios que la sube hasta sus mejillas para decirte ¡cuánto te amo!

11 mayo 2016

He sabido hoy de una hermana mayor que está sufriendo mucho, y que no siente querida y comprendida. Yo sé que en todas nuestras comunidades se desviven por las hermanas mayores. El no sentirse querida suele ser problema personal. Seguramente le faltan las dos certezas básicas, la de haber sido desde siempre amada y la de poder amar de la misma manera. De todas formas, con esta hermana tendremos que extremar los gestos de misericordia. Por lo menos, que nosotras no dejemos de revelarle y de manifestarle la ternura entrañable de nuestro Dios.

12 mayo de 2013

Hoy, a través del salmo responsorial de la misa, me he sentido especialmente protegida por el Señor. Al decirle yo con humildad de corazón: Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti… He sentido la mano diestra del Señor sobre mi cintura, que me agarraba fuertemente y que con una ternura infinita me decía: Estoy contigo, no te abandonaré, te elegí y eres mía. Gracias, Señor, por todos tus gestos de ternura, más dulces que un panal de miel. Me abren el cielo y dejan mi alma en una tierra que está cargada de promesas.

13 mayo 2016

Celebra la Iglesia en este día la Virgen de Fátima. Esta advocación de la Virgen es muy querida para mí. Mi madre me contó, con todo tipo de detalles, que a los dos años estuve al borde de la muerte. Todos los médicos que me vieron, me desahuciaron. Ese año, 1949, vino la Virgen de Fátima a España y pasó por mi pueblo. Mi madre me sacó a la calle para presentarme a ella y, desde ese momento, contaba mi mamá, “empezaste a mejorar hasta ponerte bien”. Mi madre consideraba que la Virgen había hecho un milagro conmigo. Y seguramente sería así, porque los médicos tampoco se llegaron a explicar cómo sobreviví. ¡Gracias, Madre mía, por interceder la misericordia de Dios sobre mi vida y mi salud!

14 mayo 2016

Ha venido una sobrina mía a verme. Me ha dado alegría. Sus gestos de ternura me han restaurado por dentro. He comprendido una vez más que las vinculaciones familiares son muy importantes y que, realmente, son las que permanecen en el tiempo a pesar de todo. La sangre, es siempre la sangre. Ahí también se manifiesta la misericordia de Dios.

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15 mayo 2016

En esta fiesta del Espíritu Santo he sentido con fuerza su calor, su fuerza, su amor grande, el susurro que ha dirigido a mi frágil corazón. Inundando mi alma de luz, de consuelos espirituales y mis ojos de muchas lágrimas, me ha dicho quedamente: No temas, yo soy tu fuerza, estoy contigo. Deposito en mi hogar para siempre y jamás me separaré de este hogar que es tu alma desnuda, tu alma llena de silencio y de pascua ¡Gracias, Dios mío, por la misericordia de tu Espíritu!

16 mayo 2016

Hoy he comido fuera. Ha sido un encuentro con la vida y la civilización. Por lo menos en este día no he tenido delante de mí la pared amarilla de mi cuarto de frente y la pared blanca de costado. Hoy he visto rostros, muchos rostros. Y en todos ellos he visto y descubierto la huella indeleble de Dios, su gran amor y misericordia. Cada rostro lleva impreso en sí mismo la imagen de Dios, su paternidad amorosa, su sabiduría infinita, su ternura inconmensurable. Gracias, Dios mío, por los rostros que hoy han sido tu rostro.

17 mayo 2016

Qué buena es la gente que nos encontramos a veces por la calle. Tres personas se han acercado a mí gratuitamente. Una me ha pedido oraciones, y ya en el autobús, me ha contado su historia. Tenía una historia triste, llena de lágrimas. Vivió un accidente terrible en el que perdió a sus padres, su hermana se quedó tetrapléjica y ella en coma durante varios días. Aun así le daba gracias a Dios porque le había tratado siempre con benevolencia. Otro, operado de cáncer de garganta me ha pedido oraciones porque confía en la oración de los religiosos. Un tercero me ha bendecido porque le he dado una monera de 10 cm. Hoy he palpado la misericordia en lo vivido y experimentado. La misericordia está en las experiencias cotidianas de la vida.

18 mayo 2016

Este día cumple años mi sobrino Humberto ¡cuánto le he querido y le quiero! De pequeño era un verdadero muñeco. Recuerdo cómo le traía mi hermano para que lo viera mi madre… qué ternura desplegaba con él, con qué cariño le cambiaba los pañales. No dejaba que lo hiciéramos ni mi madre ni yo. Desplegó con él una gran ternura. Le deseo una larga vida, siempre sumergida en un amor grande, en salud y en realizaciones concretas de trabajo y profesión.

19 mayo 2016

Hoy pensaba que la vida no tendría sentido sin la palabra “gracias”. Sin esta palabra no existiría la luminosidad en el rostro de las personas, ni el sol brillaría en el cielo, ni la sonrisa sería una fiesta. La palabra gracias carga

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nuestras entrañas y las entrañas del mundo de la misericordia infinita del Señor. Su amor es la gran fiesta de la vida.

20 mayo 2016

La vida está llena de sabor, a pesar de los sinsabores de la vida ¡Qué bello es descubrir, como decía Etty Hellisum, que me has llamado en este momento para compartir el dolor del mundo, revistiendo a la vida de su hermosura. Esto sólo se puede experimentar si estamos en tus brazos llenos de misericordia, de perdón, de consolación y de vida. Gracias, Señor, porque el dolor del mundo está en tu corazón lleno de misericordia y compasión.

21 mayo 2016

Eterno es tu amor, grande tu misericordia, hasta las nubes. No sé exactamente si nuestra distancia hasta las nubes es grande, lo que sí sé y experimento cada día es que tu amor es tan profundo, tan restaurador y tan lleno de compasión hacia mí que se me saltan las lágrimas solamente con recordar tus grandes beneficios. Gracias, Señor, por revelarme los secretos más íntimos de tu corazón. Gracias por hacerme partícipe de sentimientos tan profundos de amor que dejan mi corazón en una paz inconmensurable. Gracias por que tu misericordia llega hasta las nubes de mi alma, distancia que no me es ajena.

22 mayo 2016

Hoy hubiera sido el cumpleaños de una persona muy querida para mí. Era una hermana de la Congregación que ya murió. Tuvo tantos gestos de amor fraterno, de cariño verdadero y de perdón hacia mi persona, que después de mi madre es la persona que más y mejor me recuerda que tu corazón, Señor, es misericordioso. Nuestras comunidades crecen en el amor de Dios por estos gestos, que son como pequeñas gotas del océano inmenso del amor misericordioso de Dios. Hoy, cuando está hermana vive eternamente en los brazos misericordiosos del Padre, me siento más segura en la vida porque sé, tengo la certeza, de que si en vida fue revelación total del amor de Dios, ahora, de manera escondida, pero segura, mucho más.

23 mayo 2016

Me ha costado en este día no contestar mal y no perdonar a una persona que me ha herido de verdad. Hay heridas que no las cura más que Dios. Me he acercado a la capilla y he sentido en el hondón del alma: Sí yo te he perdonado tanto, ¿cómo no vas a perdonar tú? He salido de la capilla confortada y con el propósito de dirigirle a esa persona la mejor de mis sonrisas durante todo el día. Tengo claro que en mi vida lo importante es devolver, siempre y en toda circunstancia, bien por mal. El bien es difusivo, y seguramente mejorará siempre el mundo y la historia. El mal nos destruye, y todos tenemos que tener cuidado de erradicarlo para que en el mundo brille la bondad y la benevolencia de Dios.

24 mayo 2016

Despertar el alba para cantar u amor y tu misericordia es una de las grandes gracias que recibo de ti cada día. Hoy no tenía muchas ganas de levantarme, porque estaba cansada y un poco agotadilla. Pero he vencido lo

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que yo llamo “fuerzas contrapuestas” y me he levantado rauda y veloz pensando en el manjar que hoy me había preparado tu gran misericordia. Manjar de ángeles, que es la Eucaristía. Participar en la Eucaristía es una gran fiesta para mí. En ella renuevo todos los días mi amor por ti, me encuentro contigo y con mi adorable madrecica, que siempre te acompaña en tus visitas a mi vida. Si los que murieron están contigo, es lógico que cuando tú vienes a mí, venga también ella, revelación de tu dulzura inagotable.

25 mayo 2016

Aunque se nublen todas las estrellas del universo y la luz de tu amor y misericordia desaparecieran de la tierra, yo seguiría creyendo y esperando en ti, Señor de mi vida.

26 mayo 2016

En este día se casaron mis padres, según solía decir mi madre. Y se casaron en el Pilar. Eran pobres, pero tenían ilusión de casarse en la Basílica de nuestra Madre. Llovía, al parecer. Y no fue un día del todo gozoso, porque el amor tiene siempre sus lados menos luminosos. Personas que habían invitado, no pudieron ir por falta de medios para llegar hasta allí. Pero ellos sellaron su amor donde el corazón les había llevado. Siempre fueron felices hasta que la muerte truncó la vida de mi padre a una edad muy temprana. Mi madre fue toda su vida viuda, y le guardó fidelidad a mi padre hasta la muerte. Fidelidad a un gran amor y a un proyecto de amor soñado juntos. De esa unión, y por la misericordia infinita de nuestro Dios, nacimos mis hermanos y yo. Hoy proclamo que es bonito gestar la vida y custodiarla desde el primer momento hasta la muerte.

27 mayo 2016

Muchos años hace hoy que recibí por primera vez a Jesús. Recuerdo que era un día luminoso, día de la Ascensión. Nunca he olvidado ese día. Y jamás lo olvidaré. En es día ya sentí que el amor de Dios era del todo especial y que Él me iluminaba toda entera, desde los pies a la cabeza, pasando por mi humilde corazón ¡Cuántas comuniones desde entonces! Algunas muy íntimas, otras menos, pero todas ellas llenas de su amor misericordioso y siempre fiel, de su amor eterno.

28 mayo 2016

La vida nos arrastra al torrente mismo de la misericordia de Dios. Hoy al cruzar una calle me ha dado un solemnísimo susto un coche que venía a toda velocidad y se ha saltado el semáforo en rojo. Me ha salido del hondón del alma decir con fuerza: Gracias, Señor, por tu misericordia, porque es eterno tu amor. ¡Dios siempre salva!

29 marzo 2016

Cuando rezaba hoy la salva y decía a María: vuelve a nosotros, esos tus ojos misericordiosos, el alma se me ha llenado de emoción. María es la portadora del amor encarnado de Dios, de esa misericordia que ha convertido al

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mundo y la historia de todos los tiempos en historia de salvación. La bondad y misericordia de María nos revelan que todas las promesas de Dios son verdad, porque son carne de nuestra carne e historia de nuestra historia. Gracias, Madre, por haber dicho que sí.

30 mayo 2016

Al despertarme hoy le he dado gracias a Dios por la vida. Despertarse cada mañana es un milagro de la misericordia de Dios. Cuando abrimos los ojos a la luz y descubrimos en nuestro propio ser el milagro de la vida no tenemos por menos que exclamar: Tú, el viviente, nos regalas vida y vida abundante. Custodia la vida de todos los que amo con tu gran misericordia.

31 mayo de 2016

En la oración de esta tarde descubría cuán intensa y hondamente amo a las personas que menos me aman, y esto sí que lo consideraba un milagro grande del amor con el que he sido revestida. Que siempre devuelva amor por desamor y bien por mal. Quiero llegar a tener tu mismo corazón misericordioso.

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