altazorfiles.tallerdepoesiacolonense.webnode.es/200000011-dab1ddca4c... · »después creé la boca...

26
Altazor Vicente Huidobro Prefacio Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo; nací en el Equinoccio, bajo las hortensias y los aeroplanos del calor. Tenía yo un profundo mirar de pichón, de túnel y de automóvil senmental. Lanzaba suspiros de acróbata. Mi padre era ciego y sus manos eran más admirables que la noche. Amo la noche, sombrero de todos los días. La noche, la noche del día, del día al día siguiente. Mi madre hablaba como la aurora y como los dirigibles que van a caer. Tenía cabellos color de bandera y ojos llenos de navíos lejanos. Una tarde, cogí mi paracaídas y dije: «Entre una estrella y dos golondrinas.» He aquí la muerte que se acerca como la erra al globo que cae. Mi madre bordaba lágrimas desiertas en los primeros arcosiris. Y ahora mi paracaídas cae de sueño en sueño por los espacios de la muerte. El primer día encontré un pájaro desconocido que me dijo: «Si yo fuese dromedario no tendría sed. ¿Qué hora es?» Bebió las gotas de rocío de mis cabellos, me lanzó tres miradas y media y se alejó diciendo: «Adiós» con su pañuelo soberbio. Hacia las dos aquel día, encontré un precioso aeroplano, lleno de escamas y caracoles. Buscaba un rincón del cielo donde guarecerse de la lluvia. Allá lejos, todos los barcos anclados, en la nta de la aurora. De pronto, comenzaron a desprenderse, uno a uno, arrastrando como pabellón girones de aurora incontestable. Junto con marcharse los úl mos, la aurora desapareció tras algunas olas desmesuradamente inadas. Entonces oí hablar al Creador, sin nombre, que es un simple hueco en el vacío, hermoso como un ombligo. «Hice un gran ruido y este ruido formó el océano y las olas del océano. »Este ruido irá siempre pegado a las olas del mar y las olas del mar irán siempre pegadas a él, como los sellos en las tarjetas postales. »Después tejí un largo bramante de rayos luminosos para coser los días uno a uno; los días que enen un oriente legí mo o reconstuido, pero indiscuble. »Después tracé la geograa de la erra y las líneas de la mano. »Después bebí un poco de cognac (a causa de la hidrograa). Altazor - Vicente Huidobro 1 de 26

Upload: truongkien

Post on 04-Nov-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

AltazorVicente Huidobro

PrefacioNací a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo; nací en el Equinoccio, bajo las hortensias

y los aeroplanos del calor.

Tenía yo un profundo mirar de pichón, de túnel y de automóvil sentimental. Lanzaba suspiros deacróbata.

Mi padre era ciego y sus manos eran más admirables que la noche.

Amo la noche, sombrero de todos los días.

La noche, la noche del día, del día al día siguiente.

Mi madre hablaba como la aurora y como los dirigibles que van a caer. Tenía cabellos color debandera y ojos llenos de navíos lejanos.

Una tarde, cogí mi paracaídas y dije: «Entre una estrella y dos golondrinas.» He aquí la muerte quese acerca como la tierra al globo que cae.

Mi madre bordaba lágrimas desiertas en los primeros arcos‐iris.

Y ahora mi paracaídas cae de sueño en sueño por los espacios de la muerte.

El primer día encontré un pájaro desconocido que me dijo: «Si yo fuese dromedario no tendría sed.¿Qué hora es?» Bebió las gotas de rocío de mis cabellos, me lanzó tres miradas y media y se alejódiciendo: «Adiós» con su pañuelo soberbio.

Hacia las dos aquel día, encontré un precioso aeroplano, lleno de escamas y caracoles. Buscaba unrincón del cielo donde guarecerse de la lluvia.

Allá lejos, todos los barcos anclados, en la tinta de la aurora. De pronto, comenzaron adesprenderse, uno a uno, arrastrando como pabellón girones de aurora incontestable.

Junto con marcharse los últimos, la aurora desapareció tras algunas olas desmesuradamenteinfladas.

Entonces oí hablar al Creador, sin nombre, que es un simple hueco en el vacío, hermoso como unombligo.

«Hice un gran ruido y este ruido formó el océano y las olas del océano.

»Este ruido irá siempre pegado a las olas del mar y las olas del mar irán siempre pegadas a él, comolos sellos en las tarjetas postales.

»Después tejí un largo bramante de rayos luminosos para coser los días uno a uno; los días quetienen un oriente legítimo o reconstituido, pero indiscutible.

»Después tracé la geografía de la tierra y las líneas de la mano.

»Después bebí un poco de cognac (a causa de la hidrografía).

Altazor - Vicente Huidobro

1 de 26

»Después creé la boca y los labios de la boca, para aprisionar las sonrisas equívocas y los dientes dela boca para vigilar las groserías que nos vienen a la boca.

»Creé la lengua de la boca que los hombres desviaron de su rol, haciéndola aprender a hablar... aella, ella, la bella nadadora, desviada para siempre de su rol acuático y puramente acariciador.»

Mi paracaídas empezó a caer vertiginosamente. Tal es la fuerza de atracción de la muerte y delsepulcro abierto.

Podéis creerlo, la tumba tiene más poder que los ojos de la amada. La tumba abierta con todos susimanes. Y esto te lo digo a ti, a ti que cuando sonríes haces pensar en el comienzo del mundo.

Mi paracaídas se enredó en una estrella apagada que seguía su órbita concienzudamente, como siignorara la inutilidad de sus esfuerzos.

Y aprovechando este reposo bien ganado, comencé a llenar con profundos pensamientos lascasillas de mi tablero:

«Los verdaderos poemas son incendios. La poesía se propaga por todas partes, iluminando susconsumaciones con estremecimientos de placer o de agonía.

»Se debe escribir en una lengua que no sea materna.

»Los cuatro puntos cardinales son tres: el Sur y el Norte.

»Un poema es una cosa que será.

»Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser.

»Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser.

»Huye del sublime externo, si no quieres morir aplastado por el viento.

»Si yo no hiciera, al menos una locura por año, me volvería loco.»

Tomo mi paracaídas, y del borde de mi estrella en marcha, me lanzo a la atmósfera del últimosuspiro.

Ruedo interminablemente sobre las rocas de los sueños, ruedo entre las nubes de la muerte.

Encuentro a la Virgen sentada en una rosa, y me dice:

«Mira mis manos: son trasparentes como las bombillas eléctricas. ¿Ves los filamentos de dondecorre la sangre de mi luz intacta?

»Mira mi aureola. Tiene algunas saltaduras, lo que prueba mi ancianidad.

»Soy la Virgen, la Virgen sin mancha de tinta humana, la única que no lo sea a medias, y soy lacapitana de las otras once mil que estaban en verdad demasiado restauradas.

»Hablo una lengua que llena los corazones según la ley de las nubes comunicantes.

»Digo siempre adiós, y me quedo.

»Amame, hijo mío, pues adoro tu poesía y te enseñaré proezas aéreas.

»Tengo tanta necesidad de ternura, besa mis cabellos, los he lavado esta mañana en las nubes delalba y ahora quiero dormirme sobre el colchón de la neblina intermitente.

»Mis miradas son un alambre en el horizonte para el descanso de las golondrinas.

»Amame.»

Me puse de rodillas en el espacio circular y la Virgen se elevó y vino a sentarse en mi paracaídas.

Me dormí y recité entonces mis más hermosos poemas.

Las llamas de mi poesía secaron los cabellos de la Virgen, que me dijo gracias y se alejó, sentadasobre su rosa blanda.

Altazor - Vicente Huidobro

2 de 26

Y heme aquí solo, como el pequeño huérfano de los naufragios anónimos.

Ah, qué hermoso... qué hermoso.

Veo las montañas, los ríos, las selvas, el mar, los barcos, las flores y los caracoles.

Veo la noche y el día y el eje en que se juntan.

Ah, ah, soy Altazor, el gran poeta, sin caballo que coma alpiste, ni caliente su garganta con claro deluna, sino con mi pequeño paracaídas como un quitasol sobre los planetas.

De cada gota del sudor de mi frente hice nacer astros, que os dejo la tarea de bautizar como abotellas de vino.

Lo veo todo, tengo mi cerebro forjado en lenguas de profeta.

La montaña es el suspiro de Dios, ascendiendo en termómetro hinchado hasta tocar los pies de laamada.

Aquél que todo lo ha visto, que conoce todos los secretos sin ser Walt Whitman, pues jamás hetenido una barba blanca como las bellas enfermeras y los arroyos helados.

Aquél que oye durante la noche los martillos de los monederos falsos, que son solamenteastrónomos activos.

Aquél que bebe el vaso caliente de la sabiduría después del diluvio obedeciendo a las palomas yque conoce la ruta de la fatiga, la estela hirviente que dejan los barcos.

Aquél que conoce los almacenes de recuerdos y de bellas estaciones olvidadas.

Él, el pastor de aeroplanos, el conductor de las noches extraviadas y de los ponientes amaestradoshacia los polos únicos.

Su queja es semejante a una red parpadeante de aerolitos, sin testigo.

El día se levanta en su corazón y él baja los párpados para hacer la noche del reposo agrícola.

Lava sus manos en la mirada de Dios, y peina su cabellera como la luz y la cosecha de esas flacasespigas de la lluvia satisfecha.

Los gritos se alejan como un rebaño sobre las lomas cuando las estrellas duermen después de unanoche de trabajo continuo.

El hermoso cazador frente al bebedero celeste para los pájaros sin corazón.

Sé triste tal cual las gacelas ante el infinito y los meteoros, tal cual los desiertos sin mirajes.

Hasta la llegada de una boca hinchada de besos para la vendimia del destierro.

Sé triste, pues ella te espera en un rincón de este año que pasa.

Está quizá al extremo de tu canción próxima y será bella como la cascada en libertad y rica como lalínea ecuatorial.

Sé triste, más triste que la rosa, la bella jaula de nuestras miradas y de las abejas sin experiencia.

La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú quieres creer.

Vamos cayendo, cayendo de nuestro zenit a nuestro nadir y dejamos el aire manchado de sangrepara que se envenenen los que vengan mañana a respirarlo.

Adentro de ti mismo, fuera de ti mismo, caerás del zenit al nadir porque ese es tu destino, tumiserable destino. Y mientras de más alto caigas, más alto será el rebote, más larga tu duración en lamemoria de la piedra.

Hemos saltado del vientre de nuestra madre o del borde de una estrella y vamos cayendo.

Ah, mi paracaídas, la única rosa perfumada de la atmósfera, la rosa de la muerte, despeñada entre

Altazor - Vicente Huidobro

3 de 26

los astros de la muerte.

¿Habéis oído? Ese es el ruido siniestro de los pechos cerrados.

Abre la puerta de tu alma y sal a respirar al lado afuera. Puedes abrir con un suspiro la puerta quehaya cerrado el huracán.

Hombre, he ahí tu paracaídas maravilloso como el vértigo.

Poeta, he ahí tu paracaídas, maravilloso como el imán del abismo.

Mago, he ahí tu paracaídas que una palabra tuya puede convertir en un parasubidas maravillosocomo el relámpago que quisiera cegar al creador.

¿Qué esperas?

Mas he ahí el secreto del Tenebroso que olvidó sonreír.

Y el paracaídas aguarda amarrado a la puerta como el caballo de la fuga interminable.

Altazor - Vicente Huidobro

4 de 26

Canto IAltazor ¿por qué perdiste tu primera serenidad?¿Qué ángel malo se paró en la puerta de tu sonrisaCon la espada en la mano?¿Quién sembró la angustia en las llanuras de tus ojos como el adorno de un dios?¿Por qué un día de repente sentiste el terror de ser?Y esa voz que te gritó vives y no te ves vivir¿Quién hizo converger tus pensamientos al cruce de todos los vientos del dolor?Se rompió el diamante de tus sueños en un mar de estuporEstás perdido AltazorSolo en medio del universoSolo como una nota que florece en las alturas del vacíoNo hay bien no hay mal ni verdad ni orden ni belleza¿En dónde estás Altazor?

La nebulosa de la angustia pasa como un ríoY me arrastra según la ley de las atraccionesLa nebulosa en olores solidificada huye su propia soledadSiento un telescopio que me apunta como un revólverLa cola de un cometa me azota el rostro y pasa relleno de eternidadBuscando infatigable un lago quieto en donde refrescar su tarea ineludible

Altazor morirás Se secará tú voz y serás invisibleLa Tierra seguirá girando sobre su órbita precisaTemerosa de un traspiés como el equilibrista sobre el alambreque ata las miradas del pavorEn vano buscas ojo enloquecidoNo hay puerta de salida y el viento desplaza los planetasPiensas que no importa caer eternamente si se logra escapar¿No ves que vas cayendo ya?Limpia tu cabeza de prejuicio y moralY si queriendo alzarte nada has alcanzadoDéjate caer sin parar tu caída sin miedo al fondo de la sombraSin miedo al enigma de ti mismoAcaso encuentres una luz sin nochePerdida en las grietas de los precipicios

Cae Cae eternamenteCae al fondo del infinitoCae al fondo del tiempoCae al fondo de ti mismoCae lo más bajo que se pueda caerCae sin vértigoA través de todos los espacios y todas las edadesA través de todas las almas de todos los anhelos y todos los naufragiosCae y quema al pasar los astros y los maresQuema los ojos que te miran y los corazones que te aguardanQuema el viento con tu vozEl viento que se enreda en tu vozY la noche que tiene frío en su gruta de huesos

Cae en infanciaCae en vejez

Altazor - Vicente Huidobro

5 de 26

Cae en lágrimasCae en risasCae en música sobre el universoCae de tu cabeza a tus piesCae de tus pies a tu cabezaCae del mar a la fuenteCae al último abismo de silencioComo el barco que se hunde apagando sus luces

Todo se acabóEl mar antropófago golpea la puerta de las rocas despiadadasLos perros ladran a las horas que se muerenY el cielo escucha el paso de las estrellas que se alejan.Estás soloY vas a la muerte derecho como un iceberg que se desprende del poloCae la noche buscando su corazón en el océanoLa mirada se agranda como los torrentesY en tanto que las olas se dan vueltaLa luna niño de luz se escapa de alta marMira este cielo llenoMás rico que los arroyos de las minasCielo lleno de estrellas que esperan el bautismoTodas esas estrellas salpicaduras de un astro de piedra lanzado en las aguas eternasNo saben lo que quieren ni si hay redes ocultas más allaNi qué mano lleva las riendasNi qué pecho sopla el viento sobre ellasNi saben si no hay mano y no hay pecho.Las montañas de pescaTienen la altura de mis deseosY yo arrojo fuera de la noche mis últimas angustiasQue los pájaros cantando dispersan por el mundo.

Reparad el motor del albaEn tanto me siento al borde de mis ojosPara asistir a la entrada de las imágenes

Soy yo AltazorAltazorEncerrado en la jaula de su destinoEn vano me aferro a los barrotes de la evasión posibleUna flor cierra el caminoY se levantan como la estatua de las llamas.La evasión imposibleMás débil marcho con mis ansiasQue un ejército sin luz en medio de emboscadasAbrí los ojos en el sigloEn que moría el cristianismo.Retorcido en su cruz agonizanteYa va a dar el último suspiro¿Y mañana qué pondremos en el sitio vacío?Pondremos un alba o un crepúsculo¿Y hay que poner algo acaso?La corona de espinasChorreando sus últimas estrellas se marchita

Altazor - Vicente Huidobro

6 de 26

Morirá el cristianismo que no ha resuelto ningún problemaQue sólo ha enseñado plegarias muertas.Muere después de dos mil años de existenciaUn cañoneo enorme pone punto final a la era cristianaEl Cristo quiere morir acompañado de millones de almasHundirse con sus templosY atravesar la muerte con un cortejo inmenso.Mil aeroplanos saludan la nueva eraEllos son los oráculos y las banderas

Hace seis meses solamenteDejé la ecuatorial recién cortadaEn la tumba guerrera del esclavo pacienteCorona de piedad sobre la estupidez humana.Soy yo que estoy hablando en este año de 1919Es el inviernoYa la Europa enterró todos sus muertosY un millar de lágrimas hacen una sola cruz de nieveMirad esas estepas que sacuden las manosMillones de obreros han comprendido al finY levantan al cielo sus banderas de auroraVenid venid os esperamos porque sois la esperanzaLa única esperanzaLa última esperanza.

Soy yo Altazor el doble de mí mismoEl que se mira obrar y se ríe del otro frente a frenteEl que cayó de las alturas de su estrellaY viajó veinticinco añosColgado al paracaídas de sus propios prejuiciosSoy yo Altazor el del ansia infinitaDel hambre eterno y descorazonadoCarne labrada por arados de angustia¿Cómo podré dormir mientras haya adentro tierras desconocidas?ProblemasMisterios que se cuelgan a mi pechoEstoy soloLa distancia que va de cuerpo a cuerpoEs tan grande como la que hay de alma a almaSolo Solo SoloEstoy solo parado en la punta del año que agonizaEl universo se rompe en olas a mis piesLos planetas giran en torno a mi cabezaY me despeinan al pasar con el viento que desplazanSin dar una respuesta que llene los abismosNi sentir este anhelo fabuloso que busca en la fauna del cieloUn ser materno donde se duerma el corazónUn lecho a la sombra del torbellino de enigmasUna mano que acaricie los latidos de la fiebre.Dios diluido en la nada y el todoDios todo y nadaDios en las palabras y en los gestos

Altazor - Vicente Huidobro

7 de 26

Dios mentalDios alientoDios joven Dios viejoDios pútrido lejano y cercaDios amasado a mi congoja

Sigamos cultivando en el cerebro las tierras del errorSigamos cultivando las tierras veraces en el pechoSigamosSiempre igual como ayer mañana y luego y despuésNoNo puede ser. Cambiemos nuestra suerteQuememos nuestra carne en los ojos del albaBebamos la tímida lucidez de la muerteLa lucidez polar de la muerte.Canta el caos al caos que tiene pecho de hombreLlora de eco en eco por todo el universoRodando con sus mitos entre alucinacionesAngustia de vacío en alta fiebreAmarga conciencia del vano sacrificioDe la experiencia inútil del fracaso celesteDel ensayo perdidoY aún después que el hombre haya desaparecidoQue hasta su recuerdo se queme en la hoguera del tiempoQuedará un gusto a dolor en la atmósfera terrestreTantos siglos respirada por miserables pechos plañiderosQuedará en el espacio la sombra siniestraDe una lágrima inmensaY una voz perdida aullando desoladaNada nada nadaNoNo puede serConsumamos el placerAgotemos la vida en la vidaMuera la muerte infiltrada de rapsodias langurosasInfiltrada de pianos tenues y banderas cambiantes como crisálidasLas rocas de la muerte se quejan al borde del mundoEl viento arrastra sus florescencias amargasY el desconsuelo de las primaveras que no pueden nacer.Todas son trampas trampas del espírituTransfusiones eléctricas de sueño y realidadOscuras lucideces de esta larga desesperación petrificada en soledadVivir vivir en las tinieblasEntre cadenas de anhelos tiránicos collares de gemidosY un eterno viajar en los adentros de sí mismo.Con dolor de límites constantes y vergüenza de ángel estropeadoBurla de un dios nocturno.Rodar rodar rotas las antenas en medio del espacioEntre mares alados y auroras estancadas

Yo estoy aquí de pie ante vosotrosEn nombre de una idiota ley proclamadora

Altazor - Vicente Huidobro

8 de 26

De la conservación de las especiesInmunda leyVillana ley arraigada a los sexos ingenuos.Por esa ley primera trampa de la inconcienciaEl hombre se desgarraY se rompe en aullidos mortales por todos los poros de su tierra.Yo estoy aquí de pie entre vosotrosSe me caen las ansias al vacíoSe me caen los gritos a la nadaSe me caen al caos las blasfemiasPerro del infinito trotando entre astros muertosPerro lamiendo estrellas y recuerdos de estrellaPerro lamiendo tumbasQuiero la eternidad como una paloma en mis manos

Todo ha de alejarse en la muerte esconderse en la muerteYo tú él nosotros vosotros ellosAyer hoy mañanaPasto en las fauces del insaciable olvidoPasto para la rumia eterna del caos incansableJusticia ¿qué has hecho de mí Vicente Huidobro?Se me cae el dolor de la lengua y las alas marchitasSe me caen los dedos muertos uno a uno¿Qué has hecho de mi voz cargada de pájaros en el atardecerLa voz que me dolía como sangre?Dadme el infinito como una flor para mis manos

SeguirNo. Basta yaSeguir cargado de mundos de países de ciudadesMuchedumbres aullidosCubierto de climas hemisferios ideas recuerdosEntre telarañas de sepulcros y planetas conscientesSeguir del dolor al dolor del enigma al enigmaDel dolor de la piedra al dolor de la plantaPorque todo es dolorDolor de batalla y miedo de no serLazos de dolor atan la tierra al cielo las aguas a la tierraY los mundos galopan en órbitas de angustiaPensando en la sorpresaLa latente emboscada en todos los rincones del espacio.Me duelen los pies como ríos de piedra¿Qué has hecho de mis pies?¿Qué has hecho de esta bestia universalDe este animal errante?Esta rata en delirio que trepa las montañasSobre un himno boreal o alarido de tierraSucio de tierra y llanto de tierra y sangreAzotado de espinas y los ojos en cruz.La conciencia es amarguraLa inteligencia es decepciónSolo en las afueras de la vidaSe puede plantar una pequeña ilusión

Altazor - Vicente Huidobro

9 de 26

Ojos ávidos de lágrimas hirviendoLabios ávidos de mayores lamentosManos enloquecidas de palpar tinieblasBuscando más tinieblasY esta amargura que se pasea por los huesosY este entierro en mi memoriaEste entierro que se alarga en mi memoriaEste largo entierro que atraviesa todos los días mi memoriaSeguirNoQue se rompa el andamio de los huesosQue se derrumben las vigas del cerebroY arrastre el huracán los trozos a la nada al otro ladoEn donde el viento azota a DiosEn donde aún resuene mi violín guturalAcompañando el piano póstumo del Juicio Final

Eres tú tu el ángel caídoLa caída eterna sobre la muerteLa caída sin fin de muerte en muerteEmbruja el universo con tu vozAférrate a tu voz embrujador del mundoCantando como un ciego perdido en la eternidadAnda en mi cerebro una gramática dolorosa y brutalLa matanza continua de conceptos internosY una última aventura de esperanzas celestesUn desorden de estrellas imprudentesCaídas de los sortilegios sin refugioTodo lo que se esconde y nos incita con imanes fatalesLo que se esconde en las frías regiones de lo invisibleO en la ardiente tempestad de nuestro cráneo

La eternidad se vuelve sendero de florPara el regreso de espectros y problemasPara el mirage sediento de las nuevas hipótesisQue rompen el espejo de la magia posible

Liberación, ¡Oh! si liberación de todoDe la propia memoria que nos poseeDe las profundas vísceras que saben lo que sabenA causa de estas heridas que nos atan al fondoY nos quiebran los gritos de las alas

La magia y el ensueño liman los barrotesLa poesía llora en la punta del almaY acrece la inquietud mirando nuevos murosAlzados de misterio en misterioEntre minas de mixtificación que abren sus heridasCon el ceremonial inagotable del alba conocida.Todo en vanoDadme la llave de los sueños cerradosDadme la llave del naufragioDadme una certeza de raíces en horizonte quietoUn descubrimiento que no huya a cada pasoO dadme un bello naufragio verde

Altazor - Vicente Huidobro

10 de 26

Un milagro que ilumine el fondo de nuestros mares íntimosComo el barco que se hunde sin apagar sus luces.Liberado de este trágico silencio entoncesEn mi propia tempestadDesafiaré al vacíoSacudiré la nada con blasfemias y gritosHasta que caiga un rayo de castigo ansiadoTrayendo a mis tinieblas el clima del paraíso

¿Por qué soy prisionero de esta trágica busca?¿Qué es lo que me llama y se escondeMe sigue me grita por mi nombreY cuando vuelvo el rostro y alargo las manos de los ojosMe echa encima una niebla tenaz como la noche de los astros ya muertos? Sufro me revuelco en la angustiaSufro desde que era nebulosaY traigo desde entonces este dolor primordial en las célulasEste peso en las alasEsta piedra en el cantoDolor de ser islaAngustia subterráneaAngustia cósmicaPoliforme angustia anterior a mi vidaY que la sigue como una marcha militarY que irá más alláHasta el otro lado de la periferia universal

ConscienteInconscienteDeformeSonoraSonora como el fuegoEl fuego que me quema el carbón interno y el alcohol de los ojos

Soy una orquesta trágicaUn concepto trágicoSoy trágico como los versos que punzan en las sienes y no pueden salir 340Arquitectura fúnebreMatemática fatal y sin esperanza algunaCapas superpuestas de dolor misteriosoCapas superpuestas de ansias mortalesSubsuelos de intuiciones fabulosas

Siglos siglos que vienen gimiendo en mis venasSiglos que se balancean en mi cantoQue agonizan en mi vozPorque mi voz es solo canto y sólo puede salir en cantoLa cuna de mi lengua se metió en el vacíoAnterior a los tiemposY guardará eternamente el ritmo primeroEl ritmo que hace nacer los mundosSoy la voz del hombre que resuena en los cielosQue reniega y maldiceY pide cuentas de por qué y para qué

Soy todo el hombre

Altazor - Vicente Huidobro

11 de 26

El hombre herido por quién sabe quienPor una flecha perdida del caosHumano terreno desmesuradoSí desmesurado y lo proclamo sin miedoDesmesurado porque no soy burgués ni raza fatigadaSoy bárbaro tal vezDesmesurado enfermoBárbaro limpio de rutinas y caminos marcadosNo acepto vuestras sillas de seguridades cómodasSoy el ángel salvaje que cayó una mañanaEn vuestras plantaciones de preceptos.PoetaAnti poetaCultoAnti cultoAnimal metafísico cargado de congojasAnimal espontáneo directo sangrando sus problemasSolitario como una paradojaParadoja fatalFlor de contradicciones bailando un fox‐trotSobre el sepulcro de DiosSobre el bien y el malSoy un pecho que grita y un cerebro que sangraSoy un temblor de tierraLos sismógrafos señalan mi paso por el mundo

Crujen las ruedas de la tierraY voy andando a caballo en mi muerteVoy pegado a mi muerte como un pájaro al cieloComo una fecha en el árbol que creceComo el nombre en la carta que envíoVoy pegado a mi muerteVoy por la vida pegado a mi muerteApoyado en el bastón de mi esqueleto

El sol nace en mi ojo derecho y se pone en mi ojo izquierdoEn mi infancia una infancia ardiente como un alcoholMe sentaba en los caminos de la nocheA escuchar la elocuencia de las estrellasY la oratoria del árbolAhora la indiferencia nieva en la tarde de mi almaRómpanse en espigas las estrellasPártase la luna en mil espejosVuelva el árbol al nido de su almendraSólo quiero saber por quéPor quéPor quéSoy protesta y araño el infinito con mis garrasY grito y gimo con miserables gritos oceánicosEl eco de mi voz hace tronar el caos

Soy desmesurado cósmicoLas piedras las plantas las montañasMe saludan Las abejas las ratas

Altazor - Vicente Huidobro

12 de 26

Los leones y las águilasLos astros los crepúsculos las albasLos ríos y las selvas me preguntanQué tal cómo está Ud.?Y mientras los astros y las olas tengan algo que decirSerá por mi boca que hablarán a los hombres

Que Dios sea DiosO Satán sea DiosO ambos sean miedo, nocturna ignoranciaLo mismo daQue sea la vía lácteaO una procesión que asciende en pos de la verdadHoy me es igualTraedme una hora que vivirTraedme un amor pescado por la orejaY echadlo aquí a morir ante mis ojosQue yo caiga por el mundo a toda máquinaQue yo corra por el universo a toda estrellaQue me hunda o me eleveLanzado sin piedad entre planetas y catástrofesSeñor Dios si tú existes es a mí a quien lo debes

Matad la horrible dudaY la espantosa lucidezHombre con los ojos abiertos en la nocheHasta el fin de los siglosEnigma asco de los instintos contagiososComo las campanas de la exaltaciónPajarero de luces muertas que andan con pies de espectroCon los pies indulgentes del arroyoQue se llevan las nubes y cambia de país

En el tapiz del cielo se juega nuestra suerteAllí donde mueren las horasEl pesado cortejo de las horas que golpean el mundoSe juega nuestra almaY la suerte que se vuela todas las mañanasSobre las nubes con los ojos llenos de lágrimasSangra la herida de las últimas creenciasCuando el fusil desconsolado del humano refugioDescuelga los pájaros del cielo.Mírate allí animal fraterno desnudo de nombreJunto al abrevadero de tus límites propiosBajo el alba benignaQue zurce el tejido de las mareasMira a lo lejos viene la cadena de hombresSaliendo de la usina de ansias igualesMordidos por la misma eternidadPor el mismo huracán de vagabundas fascinacionesCada uno trae su palabra informeY los pies atados a su estrella propiaLas máquinas avanzan en la noche del diamante fatalAvanza el desierto con sus olas sin vida

Altazor - Vicente Huidobro

13 de 26

Pasan las montañas pasan los camellosComo la historia de las guerras antiguasAllá va la cadena de hombres entre fuegos ilusosHacia el párpado tumbal

Después de mi muerte un díaEl mundo será pequeño a las gentesPlantarán continentes sobre los maresSe harán islas en el cieloHabrá un gran puente de metal en torno de la tierraComo los anillos construídos en SaturnoHabrá ciudades grandes como un paísGigantescas ciudades del porvenirEn donde el hombre‐hormiga será una cifraUn número que se mueve y sufre y baila(Un poco de amor a veces como un arpa que hace olvidar la vida)Jardines de tomates y repollosLos parques públicos plantados de árboles frutalesNo hay carne que comer el planeta es estrechoY las máquinas mataron el último animalÁrboles frutales en todos los caminosLo aprovechable sólo lo aprovechableAh la hermosa vida que preparan las fábricasLa horrible indiferencia de los astros sonrientesRefugio de la músicaQue huye de las manos de los últimos ciegos

Angustia angustia de lo absoluto y de la perfecciónAngustia desolada que atraviesa las órbitas perdidasContradictorios ritmos quiebran el corazónEn mi cabeza cada cabello piensa otra cosa

Un hastío invade el hueco que va del alba al ponienteUn bostezo color mundo y carneColor espíritu avergonzado de irrealizables cosasLucha entre la piel y el sentimiento de una dignidad bebida y no otorgada.Nostalgia de ser barro y piedra o DiosVértigo de la nada cayendo de sombra en sombraInutilidad de los esfuerzos fragilidad del sueño

Ángel expatriado de la cordura¿Por qué hablas Quién te pide que hables?Revienta pesimista mas revienta en silencioCómo se reirán los hombres de aquí a mil añosHombre perro que aúllas a tu propia nocheDelincuente de tu almaEl hombre de mañana se burlará de tiY de tus gritos petrificados goteando estalactitas¿Quién eres tú habitante de este diminuto cadáver estelar?¿Qué son tus náuseas de infinito y tu ambición de eternidad?Átomo desterrado de sí mismo con puertas y ventanas de luto¿De dónde vienes a dónde vas?¿Quién se preocupa de tu planeta?Inquietud miserableDespojo del desprecio que por ti sentiría

Altazor - Vicente Huidobro

14 de 26

Un habitante de BetelgeuseVeintinueve millones de veces más grande que tu sol

Hablo porque soy protesta insulto y mueca de dolorSólo creo en los climas de la pasiónSólo deben hablar los que tienen el corazón clarividenteLa lengua a alta frecuenciaBuzos de la verdad y la mentiraCansados de pasear sus linternas en los laberintos de la nadaEn la cueva de alternos sentimientosEl dolor es lo único eternoY nadie podrá reír ante el vacío¿Qué me importa la burla del hombre‐hormigaNi la del habitante de otros astros más grandes?Yo no sé de ellos ni ellos saben de míYo sé de mi vergüenza de la vida de mi asco celularDe la mentira abyecta de todo cuanto edifican los hombresLos pedestales de aire de sus leyes e ideales

Dadme dadme pronto un llano de silencioUn llano despoblado como los ojos de los muertos

¿Robinsón por qué volviste de tu isla?De la isla de tus obras y tus sueños privadosLa Isla de ti mismo rica de tus actosSin leyes ni abdicación ni compromisosSin control de ojo intrusoNi mano extraña que rompa los encantos¿Robinsón cómo es posible que volvieras de tu isla?

Malhaya el que mire con ojos de muerteMalhaya el que vea el resorte que todo lo mueveUna borrasca dentro de la risaUna agonía de sol adentro de la risaMatad al pesimista de pupila enlutadaAl que lleva un féretro en el cerebroTodo es nuevo cuando se mira con ojos nuevosOigo una voz idiota entre algas de ilusiónBoca parasitaria aún de la esperanza

Idos lejos de aquí restos de playas moribundasMas si buscáis descubrimientosTierras irrealizables más allá de los cielosVegetante obsesión de musical congojaVolvamos al silencio.Restos de playas fúnebres¿A qué buscáis el faro ponienteVestido de su propia cabelleraComo la reina de los circos?Volvamos al silencioAl silencio de las palabras que vienen del silencioAl silencio de las hostias donde se mueren los profetasCon la llaga del flancoCauterizada por algún relámpago

Las palabras con fiebre y vértigo interno

Altazor - Vicente Huidobro

15 de 26

Las palabras del poeta dan un mareo celesteDan una enfermedad de nubesContagioso infinito de planetas errantesEpidemia de rosas en la eternidad

Abrid la boca para recibir la hostia de la palabra heridaLa hostia angustiada y ardiente que me nace no se sabe dóndeQue viene de más lejos que mi pechoLa catarata delicada de oro en libertadCorrer de río sin destino como aerolitos al azarUna columna se alza en la punta de la vozY la noche se sienta en la columna

Yo poblaré para mil años los sueños de los hombresY os daré un poema lleno de corazónEn el cual me despedazaré por todos lados

Una lágrima caerá de unos ojosComo algo enviado sobre la tierraCuando veas como una herida profetizaY reconozcas la carne desgraciadaEl pájaro cegado en la catástrofe celesteEncontrado en mi pecho solitario y sedientoEn tanto yo me alejo tras los barcos magnéticosVagabundo como ellosY más triste que un cortejo de caballos sonámbulos

Hay palabras que tienen sombra de árbolOtras que tienen atmósfera de astrosHay vocablos que tienen fuego de rayosY que incendian donde caenOtros que se congelan en la lengua y se rompen al salirComo esos cristales alados y fatídicosHay palabras con imanes que atraen los tesoros del abismoOtras que se descargan como vagones sobre el almaAltazor desconfía de las palabrasDesconfía del ardid ceremoniosoY de la poesíaTrampas Trampas de luz y cascadas lujosasTrampas de perla y de lámpara acuáticaAnda como los ciegos con sus ojos de piedraPresintiendo el abismo a todo paso

Mas no temas de mí que mi lenguaje es otroNo trato de hacer feliz ni desgraciado a nadieNi descolgar banderas de los pechosNi dar anillos de planetasNi hacer satélites de mármol en torno a un talismán ajenoQuiero darte una música de espírituMúsica mía de esta cítara plantada en mi cuerpoMúsica que hace pensar en el crecimiento de los árbolesY estalla en luminarias adentro del sueño.Yo hablo en nombre de un astro por nadie conocidoHablo en una lengua mojada en mares no nacidosCon una voz llena de eclipses y distancias

Altazor - Vicente Huidobro

16 de 26

Solemne como un combate de estrellas o galeras lejanasUna voz que se desfonda en la noche de las rocasUna voz que da la vista a los ciegos atentosLos ciegos escondidos al fondo de las casasComo al fondo de sí mismos

Los veleros que parten a distribuir mi alma por el mundoVolverán convertidos en pájarosUna hermosa mañana alta de muchos metrosAlta como el árbol cuyo fruto es el solUna mañana frágil y rompibleA la hora en que las flores se lavan la caraY los últimos sueños huyen por las ventanas

Tanta exaltación para arrastrar los cielos a la lenguaEl infinito se instala en el nido del pechoTodo se vuelve presagio ángel entoncesEl cerebro se torna sistro reveladorY la hora huye despavorida por los ojosLos pájaros grabados en el zenit no cantanEl día se suicida arrojándose al marUn barco vestido de luces se aleja tristementeY al fondo de las olas un pez escucha el paso de los hombres

Silencio la tierra va a dar a luz un árbolLa muerte se ha dormido en el cuello de un cisneY cada pluma tiene un distinto temblorAhora que Dios se sienta sobre la tempestadQue pedazos de cielo caen y se enredan en la selvaY que el tifón despeina las barbas del pirataAhora sacad la muerta al vientoPara que el viento abra sus ojos

Silencio la tierra va a dar a luz un árbolTengo cartas secretas en la caja del cráneoTengo un carbón doliente en el fondo del pechoY conduzco mi pecho a la bocaY la boca a la puerta del sueño

El mundo se me entra por los ojosSe me entra por las manos se me entra por los piesMe entra por la boca y se me saleEn insectos celestes o nubes de palabras por los poros.Silencio la tierra va a dar a luz un árbolMis ojos en la gruta de la hipnosisMastican el universo que me atraviesa como un túnelUn escalofrío de pájaro me sacude los hombrosEscalofrío de alas y olas interioresEscalas de olas y alas en la sangreSe rompen las amarras de las venasY se salta afuera de la carneSe sale de las puertas de la tierraEntre palomas espantadas

Habitante de tu destino

Altazor - Vicente Huidobro

17 de 26

¿Por qué quieres salir de tu destino?¿Por qué quieres romper los lazos de tu estrellaY viajar solitario en los espaciosY caer a través de tu cuerpo de tu zenit a tu nadir?

No quiero ligaduras de astro ni de vientoLigaduras de luna buenas son para el mar y las mujeresDadme mis violines de vértigo insumisoMi libertad de música escapadaNo hay peligro en la noche pequeña encrucijadaNi enigma sobre el almaLa palabra electrizada de sangre y corazónEs el gran paracaídas y el pararrayos de Dios

Habitante de tu destinoPegado a tu camino como rocaViene la hora del sortilegio resignadoAbre la mano de tu espírituEl magnético dedoEn donde el anillo de la serenidad adolescenteSe posará cantando como el canario pródigoLargos años ausenteSilencio Se oye el pulso del mundo como nunca pálidoLa tierra acaba de alumbrar un árbol

Altazor - Vicente Huidobro

18 de 26

Canto IIMujer el mundo está amueblado por tus ojosSe hace más alto el cielo en tu presenciaLa tierra se prolonga de rosa en rosaY el aire se prolonga de paloma en paloma

Al irte dejas una estrella en tu sitioDejas caer tus luces como el barco que pasaMientras te sigue mi canto embrujadoComo una serpiente fiel y melancólicaY tú vuelves la cabeza detrás de algún astro

¿Qué combate se libra en el espacio?Esas lanzas de luz entre planetasReflejo de armaduras despiadadas¿Qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso?En dónde estás triste noctámbulaDadora de infinitoQue pasea en el bosque de los sueños

Heme aquí perdido entre mares desiertosSolo como la pluma que se cae de un pájaro en la nocheHeme aquí en una torre de fríoAbrigado del recuerdo de tus labios marítimosDel recuerdo de tus complacencias y de tu cabelleraLuminosa y desatada como los ríos de montaña¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos?Te pregunto otra vez

El arco de tus cejas tendido para las armas de los ojosEn la ofensiva alada vencedora segura con orgullos de florTe hablan por mí las piedras aporreadasTe hablan por mí las olas de pájaros sin cieloTe habla por mí el color de los paisajes sin vientoTe habla por mí el rebaño de ovejas taciturnasDormido en tu memoriaTe habla por mí el arroyo descubiertoLa yerba sobreviviente atada a la aventuraAventura de luz y sangre de horizonteSin más abrigo que una flor que se apagaSi hay un poco de viento

Las llanuras se pierden bajo tu gracia frágilSe pierde el mundo bajo tu andar visiblePues todo es artificio cuando tú te presentasCon tu luz peligrosaInocente armonía sin fatiga ni olvidoElemento de lágrima que rueda hacia adentroConstruido de miedo altivo y de silencio.Haces dudar al tiempoY al cielo con instintos de infinitoLejos de ti todo es mortalLanzas la agonía por la tierra humillada de nochesSólo lo que piensa en ti tiene sabor a eternidad

Altazor - Vicente Huidobro

19 de 26

He aquí tu estrella que pasaCon tu respiración de fatigas lejanasCon tus gestos y tu modo de andarCon el espacio magnetizado que te saludaQue nos separa con leguas de noche

Sin embargo te advierto que estamos cosidosA la misma estrellaEstamos cosidos por la misma música tendidaDe uno a otroPor la misma sombra gigante agitada como árbolSeamos ese pedazo de cieloEse trozo en que pasa la aventura misteriosaLa aventura del planeta que estalla en pétalos de sueño

En vano tratarías de evadirte de mi vozY de saltar los muros de mis alabanzasEstamos cosidos por la misma estrellaEstás atada al ruiseñor de las lunasQue tiene un ritual sagrado en la gargantaQué me importan los signos de la nocheY la raíz y el eco funerario que tengan en mi pechoQué me importa el enigma luminosoLos emblemas que alumbran el azarY esas islas que viajan por el caos sin destino a mis ojosQué me importa ese miedo de flor en el vacíoQué me importa el nombre de la nadaEl nombre del desierto infinitoO de la voluntad o del azar que representanY si en ese desierto cada estrella es un deseo de oasisO banderas de presagio y de muerte

Tengo una atmósfera propia en tu alientoLa fabulosa seguridad de tu mirada con sus constelaciones íntimasCon su propio lenguaje de semillaTu frente luminosa como un anillo de DiosMás firme que todo en la flora del cieloSin torbellinos de universo que se encabritaComo un caballo a causa de su sombra en el aire

Te pregunto otra vez¿Irías a ser muda que Dios te dio esos ojos?

Tengo esa voz tuya para toda defensaEsa voz que sale de ti en latidos de corazónEsa voz en que cae la eternidadY se rompe en pedazos de esferas fosforescentes¿Qué sería la vida si no hubieras nacido?Un cometa sin manto muriéndose de frío

Te hallé como una lágrima en un libro olvidadoCon tu nombre sensible desde antes en mi pechoTu nombre hecho del ruido de palomas que se vuelanTraes en ti el recuerdo de otras vidas más altasDe un Dios encontrado en alguna parteY al fondo de ti misma recuerdas que eras tú

Altazor - Vicente Huidobro

20 de 26

El pájaro de antaño en la clave del poeta

Sueño en un sueño sumergidoLa cabellera que se ata hace el díaLa cabellera al desatarse hace la nocheLa vida se contempla en el olvidoSólo viven tus ojos en el mundoEl único sistema planetario sin fatigaSerena piel anclada en las alturasAjena a toda red y estratagemaEn su fuerza de luz ensimismadaDetrás de ti la vida siente miedoPorque eres la profundidad de toda cosaEl mundo deviene majestuoso cuando pasasSe oyen caer lágrimas del cieloY borras en el alma adormecidaLa amargura de ser vivoSe hace liviano el orbe en las espaldas

Mi alegría es oír el ruido del viento en tus cabellos(Reconozco ese ruido desde lejos)Cuando las barcas zozobran y el río arrastra troncos de árbolEres una lámpara de carne en la tormentaCon los cabellos a todo vientoTus cabellos donde el sol va a buscar sus mejores sueñosMi alegría es mirarte solitaria en el diván del mundoComo la mano de una princesa soñolientaCon tus ojos que evocan un piano de oloresUna bebida de paroxismosUna flor que está dejando de perfumarTus ojos hipnotizan la soledadComo la rueda que sigue girando después de la catástrofe

Mi alegría es mirarte cuando escuchasEse rayo de luz que camina hacia el fondo del aguaY te quedas suspensa largo ratoTantas estrellas pasadas por el harnero del marNada tiene entonces semejante emociónNi un mástil pidiendo vientoNi un aeroplano ciego palpando el infinitoNi la paloma demacrada dormida sobre un lamentoNi el arco‐iris con las alas selladasMás bello que la parábola de un versoLa parábola tendida en puente nocturno de alma a alma

Nacida en todos los sitios donde pongo los ojosCon la cabeza levantadaY todo el cabello al vientoEres más hermosa que el relincho de un potro en la montañaQue la sirena de un barco que deja escapar toda su almaQue un faro en la neblina buscando a quien salvarEres más hermosa que la golondrina atravesada por el vientoEres el ruido del mar en veranoEres el ruido de una calle populosa llena de admiración

Mi gloria está en tus ojos

Altazor - Vicente Huidobro

21 de 26

Vestida del lujo de tus ojos y de su brillo internoEstoy sentado en el rincón más sensible de tu miradaBajo el silencio estático de inmóviles pestañas.Viene saliendo un augurio del fondo de tus ojosY un viento de océano ondula tus pupilas

Nada se compara a esa leyenda de semillas que deja tu presenciaA esa voz que busca un astro muerto que volver a la vidaTu voz hace un imperio en el espacioY esa mano que se levanta en ti como si fuera a colgar soles en el aireY ese mirar que escribe mundos en el infinitoY esa cabeza que se dobla para escuchar un murmullo en la eternidadY ese pie que es la fiesta de los caminos encadenadosY esos párpados donde vienen a vararse las centellas del éterY ese beso que hincha la proa de tus labiosY esa sonrisa como un estandarte al frente de tu vidaY ese secreto que dirige las mareas de tu pechoDormido a la sombra de tus senos

Si tú murierasLas estrellas a pesar de su lámpara encendidaPerderían el camino¿Qué sería del universo?

Altazor - Vicente Huidobro

22 de 26

Canto IIIRomper las ligaduras de las venasLos lazos de la respiración y las cadenas

De los ojos senderos de horizontesFlor proyectada en cielos uniformes

El alma pavimentada de recuerdosComo estrellas talladas en el viento

El mar es un tejado de botellasQue en la memoria del marino sueña

Cielo es aquella larga cabellera intactaTejida entre manos de aeronauta

Y el avión trae un lenguaje diferentePara la boca de los cielos de siempre

Cadenas de miradas nos atan a la tierraRomped romped tantas cadenas

Vuela el primer hombre a iluminar el díaEl espacio se quiebra en una herida

Y devuelve la bala al asesinoEternamente atado al infinito

Cortad todas las amarrasDe río mar o de montaña

De espíritu y recuerdoDe ley agonizante y sueño enfermo

Es el mundo que torna y sigue y giraEn una última pupila

Mañana el campoSeguirá los galopes del caballo

La flor se comerá a la abejaPorque el hangar será colmena

El arco‐iris se hará pájaroY volará a su nido cantando

Los cuervos se harán planetasY tendrán plumas de hierba

Hojas serán las plumas entibiadasQue caerán de sus gargantas

Las miradas serán ríosY los ríos heridas en las piernas del vacío

Conducirá el rebaño a su pastorPara que duerma el día cansado como avión

Y el árbol se posará sobre la tórtolaMientras las nubes se hacen roca

Porque todo es como es en cada ojoDinastía astrológica y efímera

Altazor - Vicente Huidobro

23 de 26

Cayendo de universo en universo

Manicura de la lengua es el poetaMas no el mago que apaga y enciendePalabras estelares y cerezas de adioses vagabundosMuy lejos de las manos de la tierraY todo lo que dice es por él inventadoCosas que pasan fuera del mundo cotidianoMatemos al poeta que nos tiene saturados

Poesía aún y poesía poesíaPoética poesía poesíaPoesía poética de poético poetaPoesíaDemasiada poesíaDesde el arco‐iris hasta el culo pianista de la vecinaBasta señora poesía bambinaY todavía tiene barrotes en los ojosEl juego es juego y no plegaria infatigableSonrisa o risa y no lamparillas de pupilaQue ruedan de la aflicción hasta el océanoSonrisa y habladurías de estrella tejedoraSonrisa del cerebro que evoca estrellas muertasEn la mesa mediumnica de sus irradiaciones

Basta señora arpa de las bellas imágenesDe los furtivos comos iluminadosOtra cosa otra cosa buscamosSabemos posar un beso como una miradaPlantar miradas como árbolesEnjaular árboles como pájarosRegar pájaros como heliotroposTocar un heliotropo como una músicaVaciar una música como un sacoDegollar un saco como un pingüinoCultivar pingüinos como viñedosOrdeñar un viñedo como una vacaDesarbolar vacas como velerosPeinar un velero como un cometaDesembarcar cometas como turistasEmbrujar turistas como serpientesCosechar serpientes como almendrasDesnudar una almendra como un atletaLeñar atletas como cipresesIluminar cipreses como farolesAnidar faroles como alondrasExhalar alondras como suspirosBordar suspiros como sedasDerramar sedas como ríosTremolar un río como una banderaDesplumar una bandera como un galloApagar un gallo como un incendioBogar en incendios como en maresSegar mares como trigales

Altazor - Vicente Huidobro

24 de 26

Repicar trigales como campanasDesangrar campanas como corderosDibujar corderos como sonrisasEmbotellar sonrisas como licoresEngastar licores como alhajasElectrizar alhajas como crepúsculosTripular crepúsculos como navíosDescalzar un navío como un reyColgar reyes como aurorasCrucificar auroras como profetasEtc. etc. etc.Basta señor violín hundido en una ola olaCotidiana ola de religión miseriaDe sueño en sueño posesión de pedrerías

Después del corazón comiendo rosasY de las noches del rubí perfectoEl nuevo atleta salta sobre la pista mágicaJugando con magnéticas palabrasCaldeadas como la tierra cuando va a salir un volcánLanzando sortilegios de sus frases pájaro

Agoniza el último poetaTañen las campanas de los continentesMuere la luna con su noche a cuestasEl sol se saca del bolsillo el díaAbre los ojos el nuevo paisaje solemneY pasa desde la tierra a las constelacionesEl entierro de la poesía

Todas las lenguas están muertasMuertas en manos del vecino trágicoHay que resucitar las lenguasCon sonoras risasCon vagones de carcajadasCon cortacircuitos en las frasesY cataclismo en la gramáticaLevántate y andaEstira las piernas anquilosis saltaFuegos de risa para el lenguaje tiritando de fríoGimnasia astral para las lenguas entumecidasLevántate y andaVive vive como un balón de fútbolEstalla en la boca de diamantes motocicletaEn ebriedad de sus luciérnagasVértigo sí de su liberaciónUna bella locura en la vida de la palabraUna bella locura en la zona del lenguajeAventura forrada de desdenes tangiblesAventura de la lengua entre dos naufragiosCatástrofe preciosa en los rieles del verso

Y puesto que debemos vivir y no nos suicidamosMientras vivamos juguemosEl simple sport de los vocablos

Altazor - Vicente Huidobro

25 de 26

De la pura palabra y nada másSin imagen limpia de joyas(Las palabras tienen demasiada carga)Un ritual de vocablos sin sombraJuego de ángel allá en el infinitoPalabra por palabraCon luz propia de astro que un choque vuelve vivoSaltan chispas del choque y mientras más violentoMás grande es la explosiónPasión del juego en el espacioSin alas de luna y pretensiónCombate singular entre el pecho y el cieloTotal desprendimiento al fin de voz de carneEco de luz que sangra aire sobre el aire

Después nada nadaRumor aliento de frase sin palabra

H Y L A N D L A N G U A G EC E N T R E

C/ Serrano 19 - 2º, 28001 Madrid • Tel: 91 431 97 57 • Fax: 91 575 72 92 • www.hylandmadrid.com • email: [email protected] •Metro: Serrano • RENFE: Recoletos

Altazor - Vicente Huidobro

26 de 26